Les saluda cordialmente un Equipo de Estudiantes de Cuarto Año Medio del Liceo Santa Teresita de Talca y su Profesor asesor, participantes en la versión 2023 del Torneo Escolar de Debate DELIBERA, organizado por la Biblioteca del Congreso Nacional. Promociones anteriores a la nuestra ya han participado en esta edificante experiencia cívica y vocacional, siendo este año la creación de una Ley Marco sobre la Salud Mental en Chile nuestra Iniciativa Juvenil de Ley, presentada como una Moción Parlamentaria de suma urgencia y de alcance nacional.

Desde muy cerca, muchos(as) de nuestro jóvenes, adultos y adultos mayores padecen trastornos afectivos, depresión o ansiedad, ello sin importar su estrato socioeconómico o en los territorios del país en que habitan. Según cifras de la Encuesta Nacional de Salud la tasa de enfermedades mentales en Chile es del 23,6% en el 2022, cifra que lamentablemente va en aumento y cuya resonancia puede verse en el explosivo aumento en el consumo de drogas y alcohol que sufre la población chilena.

¿Cuándo nos corresponderá hacernos cargo de este grave y silenciado problema que afecta directamente a uno de cada cuatro chilenos(as)? La respuesta a esta pregunta dependerá en gran medida de la posición que se adopte ante la importancia vital de la salud en Chile, la dignidad y calidad de vida que cada habitante de nuestro país merece, siendo ello indiscutiblemente un derecho fundamental, ya sea en toda democracia como en todo atisbo de humanidad. Ergo, el derecho a la salud mental es fundamental para el adecuado funcionamiento de una sociedad democrática y para el desarrollo individual de sus miembros. Por ello, y por las constantes amenazas de la que es objeto en los más diversos ámbitos y contextos de nuestro país, este derecho no está garantizado como un cuerpo estructurado de rango constitucional, sino más bien de disposiciones diversas e inocuas al problema que se desea enfrentar: la salud mental en Chile.

Aun cuando las leyes 20.584 y 21.331 abordan el tema de la Salud Mental en Chile, la reciente promulgación de estos cuerpos legales (abril 2012 y abril 2021 respectivamente) por una parte no tuvieron en cuenta los efectos de la Pandemia en la Salud Mental de Chile, cuyas consecuencias hoy sacuden al mercado laboral chileno en particular y el aumento exponencial de Licencias Médicas, como a la población en general, que necesita más apoyo y protección en esta materia. Por otra parte estas disposiciones legales se enfocan en las personas con discapacidad psíquica o enfermedad mental, relegando a un segundo plano a la población escolar y docente, trabajadores y trabajadoras de Chile, como a nuestros queridos adultos mayores, quienes muchas veces no tienen el apoyo familiar o económico para tratar sus problemas de salud mental.

Deseando contar con una armonización legislativa adecuada, tanto con los tratados que Chile ha suscrito en Naciones Unidas, como a los cuerpos legales ya existentes en nuestro país e incorporando las necesidades que expondremos aquí y que las leyes 20.584 y 21.331 no consideraron, la moción parlamentaria que esperamos usted apoye Ley Marco sobre la Salud Mental en Chile propende a ser más amplia, integral y equitativa, para que cada chileno(a) pueda recibir la atención en Salud Mental que necesita. De acuerdo a ese fondo, nuestra iniciativa juvenil de ley, pensada como moción parlamentaria, se basa en los siguientes objetivos estructurales:

1. Readecuar y fundir en una Ley Marco las leyes ya existentes en Chile en términos de Salud Mental, incluyendo las disposiciones faltantes que mencionaremos a continuación.
2. Asegurar la atención y constancia de la Salud Mental para toda la población, especialmente a la más vulnerable, como a las y los adultos mayores en Chile.
3. Fomentar el bienestar y la calidad de vida en la población escolar y sus comunidades educativas en Chile, otorgando una formación básica en primeros auxilios de Salud Mental.
4. Fortalecer un ambiente laboral de calidad para los(as) trabajadores chilenos en términos de su salud mental.
5. Potenciar la formación académica y la especialización de los(as) profesionales de la Salud Mental en Chile.
6. Las necesidades de Salud Mental aquí planteadas deben tener un correlato presupuestario para la financiación destinada a la esencial cuestión de la salud mental.

A diario, en nuestras escuelas, liceos o colegios, para muchos(as) estudiantes ya no bastan las medidas de autocuidado cuando distintos trastornos mentales se multiplican exponencialmente. Nuestra Iniciativa Juvenil de Ley propone en el fondo, naturalizar entornos preocupados por la salud mental en toda la población, modificando así el cómo se aborda dicha atención que tanto ustedes como nosotros necesitamos.

La fundamentación a nuestra iniciativa juvenil de ley considera numerosos y relevantes antecedentes técnicos, jurídicos y sanitarios que respaldan la propuesta aquí presentada, expresándose lo anterior en múltiples cifras que pueden sintetizarse de la siguiente y categórica manera: la OMS sitúa a Chile como uno de los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades psiquiátricas en el mundo (23,6%), en donde los trastornos de ansiedad son los más prevalentes, seguidos por depresión mayor. Y así, al no contar con un entorno preocupado por la salud mental, las personas afectadas muchas veces no cuentan con un tratamiento profesional, siendo el alcohol y las drogas un paliativo tan común como inhumano.

Existe suficiente evidencia científica que señala que las personas con algún trastorno de Salud Mental pueden mejorar y muchas de ellas, recuperarse completamente: hacia ello apunta nuestra Iniciativa Juvenil de Ley a través de la siguiente propuesta legislativa y el articulado aquí expuesto como borrador:

Primero: Tal como se expuso anteriormente, nuestra Iniciativa Juvenil de Ley busca contar con una armonización legislativa adecuada, tanto con los tratados que Chile ha suscrito en Naciones Unidas, como a los cuerpos legales ya existentes en nuestro país e incorporando las necesidades que las leyes 20.584 y 21.331 no consideraron.

Segundo: El Torneo Interés Escolar de Debate Delibera es una experiencia vivencial en la búsqueda de acuerdos, liderar posiciones, debatir con respeto, escuchar al otro y conocer otras opiniones, en la búsqueda de algo que beneficiará a todo un país. Y asumiendo que cada propuesta presentada por los(as) estudiantes de enseñanza básica y media en Chile es importante y significativa, bajo el soporte regulatorio de una Moción Parlamentaria, creemos que dado el alcance nacional de nuestra Iniciativa Juvenil de Ley, la Salud Mental que nuestro país merece y debe tener es presentada a ustedes para buscar su aprobación, basándonos en observaciones acertadas y atingentes, alternativas viables y mejoras para la solución del problema aquí expuesto: el de un país vergonzosamente al debe en lo que a Salud Mental se refiere, especialmente en la población más vulnerable, como en las y los adultos mayores en Chile.

Tercero: Procurando definir con claridad y profundidad, el impacto y trascendencia relevante que tendrá nuestra Iniciativa Juvenil de Ley, anhelamos que la Moción Parlamentaria: Ley Marco de Salud Mental en Chile cuente con una sensibilización asegurada por el MINEDUC: La sensibilización que se solicita implementar a MINEDUC quiere despertar en los niños y jóvenes una conciencia sobre la Salud Mental. Desde temprana edad los niños y niñas en Chile darán valor a su salud mental gracias a la implementación de un curriculum que contemple la asignatura de Educación Emocional, desde su enseñanza preescolar hasta la enseñanza media.

Cuarto: Citando a la Superintendencia de Seguridad Social (SuSeSo), 2 de cada 3 trabajadores (67%) que presentaron una enfermedad profesional reconocida de origen laboral durante 2022, corresponden a diagnósticos de salud mental. La cifra representa un aumento respecto a 2021, año en que alcanzó el 52% del total. Habiendo descrito con claridad y profundidad las necesidades, motivos y el diagnóstico de nuestra iniciativa, nos corresponderá en ella enfatizar la importancia de un ambiente laboral de calidad para los(as) trabajadores chilenos en términos de su salud mental. Ello a través de actividades a favor de las buenas relaciones entre las y los trabajadores, como con sus empleadores(as), ello bajo una modificación al Código del Trabajo vigente en Chile, ello en lo relativo a Agobio Laboral, Licencias Médicas, Relaciones Laborales y otros puntos de interés en dicho ámbito.

Quinto: Solemnemente hoy nos corresponde hacernos cargo de un rol principal: proteger nuestra democracia, potenciando la formación académica y la especialización de los(as) profesionales de la Salud Mental en Chile. En la formación de dichos Profesionales y Técnicos en Salud Mental yace la necesidad de asegurar que el bien común sea alcanzado, y para ello debe brindarse el apoyo necesario a las Instituciones de Educación Superior vinculadas al tema.

Sexto: Es la propia UNICEF a través del análisis más completo realizado sobre este tema en el siglo XXI, quien expuso sus conclusiones en El Estado Mundial de la Infancia 2021 señalando que no más de un 2% de los presupuestos de salud de los gobiernos son destinados a la salud mental. ¿Estamos haciendo lo correcto a favor de la salud mental de quienes viven en nuestro país? Lamentablemente no, y las negativas conclusiones saltan a la vista sin que hagamos mucho por evitarlas.

Por un lado,en Chile los sistemas de apoyo para la salud mental son débiles, en el mejor de los casos. Por otro,aumenta el número de personas diagnosticadas con depresión,como el explosivo aumento de la tasa de violencia intrafamiliar.

¿Y qué hemos hecho al respecto? No mucho, pues según la consultora internacional IPSOS Chile es el segundo país en el mundo en que más han aumentado los problemas de Salud Mental tras la pandemia. El estudio demostró que cuatro de cada cinco chilenos(as) consideran que la mayoría de sus compatriotas no puede costear una salud de calidad y que el sistema no brinda el mismo nivel de atención para todos. Evidentemente,el no abordar hoy la Salud Mental y sus problemáticas asociadas tendrá serias implicancias en el Chile del mañana,cuestión que ya se ve reflejada en la violencia de nuestra sociedad.

La carga de la Salud Mental en Chile no puede seguir siendo subestimada al asociarla solo a la muerte,o a la atención en un hospital psiquiátrico: en toda una escuela resuena el dolor de una niña o niño cuya Salud Mental se encuentra afectada por la ansiedad o la angustia, no solo es la persona a quien vemos triste,retraída o llorando: es toda una comunidad escolar y/o toda una familia la que se ve involucrada en este problema,estructural ya en nuestro país,y en el mundo. No es un problema que afecta solo a un territorio o a un segmento minoritario en nuestra población:casi sin excepciones,todos(as) los chilenos hemos tenido recientemente un problema de Salud Mental,siendo insuficientes e ineficaces todas las medidas tomadas al respecto en Chile.

Nos corresponde hacernos cargo hoy de proteger nuestra democracia,formándonos como buenos ciudadanos(as);y un buen ciudadano es aquel que ha desarrollado una virtud cívica,la que se entiende un problema estructural como el aquí expuesto en el ámbito de la Salud Mental, tanto con los tratados que Chile ha suscrito en Naciones Unidas, lo que las leyes 20.584 y 21.331 no poseen.Gracias por el apoyo.