Colegio Arriaran Barros -PUERTO MONTT - Región de Los Lagos


Título iniciativa:

Chile: el vertedero mundial de la ropa de segunda mano



Definición alternativa:

La industria de la moda en términos generales es gigantesca, hay muchos tipos y sectores de producción que realizan distintos tipos de trabajos en masa para producir artículos que forman parte de la industria textil. De aquí se desprenden miles de interrogantes, sobre sus problemas de producción, mano de obra, precios, legislaciones, y la que nosotros queremos profundizar ¿Cuál es el paradero final de estos productos? Sabemos con exactitud que las grandes cadenas comerciales, dedicadas a este rubro, son conscientes de su rol y en base a varias regulaciones de diversos países, han iniciado sus propias campañas de reciclaje o moda circular, para evitar el excesivo desperdicio de ropa, a cambio de beneficios tributarios o de marketing, pero a pesar de esto, seguimos viendo como toneladas de desechos textiles terminan en vertederos, tanto legales como clandestinos o simplemente en la calle. Si ese es el trágico destino que les depara a las prendas que vienen para ser vendidas por grandes cadenas nacionales e internacionales, el futuro de la ropa de segunda mano traída por pequeños comerciantes y no precisamente en las mejores condiciones, no es difícil de imaginar.

La ropa de segunda mano, ropa americana o ropa usada se refiere a aquellas prendas que han tenido un dueño anterior que las descartó y ahora son vendidas, donadas y o regaladas a una persona nueva que les dará un segundo, tercer o cuarto uso. Esta ha sido históricamente el aliado del chileno ya sea por la reutilización textil, como por la compra de ropa a un precio más económico, entendiendo al Chile de los 70´ y 80´ (donde nace esta tendencia) con una población con menor poder adquisitivo. Es a fines de los 70´ cuando en el sector de Patronato, Santiago, surge este nuevo modelo de negocio, enfocado en mitigar los efectos económicos que impactaban en algunos sectores por el nuevo modelo económico imperante en Chile, a quienes no les alcanzaba el presupuesto familiar para adquirir vestuario nuevo.

En el transcurso de los años, el concepto de ropa usada ha sido distorsionado, hoy en día se ve como una alternativa de consumo y representación de los nuevos movimientos urbanos, estos comenzaron a relacionarlo con el concepto vintage y no por una verdadera necesidad de adquirir vestuario a un menor precio. Lo que ha llevado a un alto consumo de este tipo de prendas y por ende a una gran internación de estos productos en nuestro país, lo cual no ha significado más que problemas, pues este tipo de mercado y producción textil es generador de gran contaminación marítima y terrestre.

En 2021, Chile fue el cuarto importador mundial de ropa usada y saldos de ropa sin vender, y el primero en América Latina, siendo una de las pocas naciones que acepta el ingreso de ropa usada de otros países, esto debido a que nuestro país no cuenta con reglas estrictas que supervisen el ingreso de este tipo de productos, ni de protección de producción textil que resguarden la llegada de toneladas de ropa que finalmente se transforman en basura.

En esta materia, Chile solo cuenta con una regulación que data del año 1995, en la que se señala la importancia de poseer los permisos sanitarios correspondientes para la internación de ropa usada al país, salvaguardando la transmisibilidad de ciertas enfermedades y una preocupación de carácter sanitaria, la cual era la principal necesidad a abordar en aquellos años.

Según datos de la ONU, esta industria produce el 20 por ciento de las aguas residuales en el mundo, y es responsable del 20 por ciento del desperdicio total de agua a nivel global y del 10 por ciento de las emisiones de carbono. A estos índices, se suma que el 73 por ciento de la ropa post consumo es botada a la basura y menos del 1 por ciento se recicla.

Cada año en Chile se importan 55 mil toneladas de ropa usada (proveniente de Europa, Estados Unidos, Corea y Japón). De éstas, 39 mil toneladas terminan en vertederos clandestinos o incineradas; es decir, el 70 por ciento se convierte en basura que no vemos, pero que está contaminando las napas subterráneas de agua producto de los químicos para sanitizarla, que al contacto con la intemperie y el calor se convierten en veneno.

La mayoría de estas prendas desechadas están confeccionadas con materiales plásticos como el poliéster, que pueden demorar hasta doscientos años en biodegradarse.

Son estos excesivos niveles de contaminación que vemos en nuestro país, los que nos llevan a plantear nuestro proyecto de ley.


Propuesta legislativa:

Modificar el decreto 2389 donde se DICTA NORMA SANITARIA QUE INDICA RESPECTO A LA ROPA USADA IMPORTADA, aquí se incorporará un artículo que explicite lo siguiente:

El Ministerio del Medio Ambiente fiscalizará la calidad de los lotes de ropa usada al momento de ingresar al país y en caso de existir productos defectuosos, se aplicará el siguiente procedimiento:

1.- Impedir la internación del producto al país

2.- Cursar una multa a la empresa y/o persona natural quien solicitó la internación del producto al país, la cual será fijada según aranceles aduaneros.

3.- Hacer devolución de la carga al país de origen del importador, con documento de prohibición de ingreso al país.

Referencias iniciativa:

- UACH departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo
- ONU
- Biblioteca del congreso nacional
- CIPER CHILE
- BBC News Mundo
- Diario Financiero