Con la finalidad de proteger a quienes son más afectados en los procesos de divorcio y separación, es que buscamos crear un proyecto que estandarice un acompañamiento real psico-social a los hijos e hijastros resultantes de estos procesos. El motivo, es que se detecta una indefensión de los hijos en las separaciones que genera una afección que llega a todas las áreas de su vida, como puede ser la escolar, inter e intra personal, emocional, lo cual, no siempre cuenta con un acompañamiento que les permita asimilar y sentirse bien con ellos mismos en una situación que muchas veces se ve acentuada por procesos judiciales, la presencia en discusiones o peleas, insultos y menoscabo de todos los miembros de la familia, situación que por razones obvias no beneficia en algo a los hijos de estas relaciones.
Para lo anterior, proponemos la creación de una institución que se dedique al acompañamiento y al compartir de experiencia que permitan a los menores a sobrellevar la separación y que les permita asumir un rol dentro del mismo, que mejore la convivencia y atenúe las consecuencias de un acto que sin duda le puede ocurrir a cualquiera, independiente de su condición social, nacionalidad, lugar de residencia, identidad sexual, etcétera.
La creación de una institución y la propia institucionalización de un proceso de acompañamiento obligatorio y efectivo de los procesos de divorcio y separación permitirá brindar una estabilidad emocional real en los jóvenes, además de entregar la oportunidad de conocer la realidad psico-social de las familias que están siendo afectadas por esta situación, permitiendo evaluar cuál es la mejor opción para proteger la convivencia de estos menores, como podría ser la entrega de la tuición, los periodos necesarios de visita y la búsqueda de mantener un lazo afectivo real y sostenible en el tiempo, partiendo por identificar las mayores carencias y ventajas que tiene un hogar.
La creación de esta institucionalidad, puede ir de la mano con el desarrollo de una red de ayuda para las familias que involucre a otros entes atingentes como puede ser el SENAME, establecimientos educacionales, Poder Judicial, entre otros.
Todos los hijos (as) o hijastros (tras) resultantes de una separación o divorcio, deberán en forma obligatoria ser evaluados y acompañados por una institución dedicada a la protección y defensa de los menores que se dedique a reconocer sus necesidades afectivas y sociales durante el periodo de separación e incluso posterior a ella, con la finalidad de brindarle una estabilidad que le permita sobrellevar el proceso y disminuir al mínimo el impacto que genere este cambio en la vida familiar.
Para lo anterior, se debe generar una institución dedicada a dicho acompañamiento, la que debe incluir profesionales del área como pueden ser psicólogos, terapeutas, asistentes sociales, profesores, para que puedan generar estabilidad multidiciplinaria, que sea una asistencia gratuita y estandarizada para que en conjunto puedan flanquear las principales necesidades de los menores afectados.
Junto con lo anterior, esta institucionalidad, buscará generar una red de trabajo y colaboración con otras instituciones que puedan tener relación y que puedan mejorar la calidad de vida de los hijos que sean afectados por los procesos de separación y divorcio, como puede ser el Servicio Nacional de Menores, establecimientos educacionales, Poder Judicial, entre otros, con la finalidad abarcar el máximo de áreas de desarrollo personal que puedan verse afectados.
La asistencia comenzará desde que los padres manifiesten la intención de separarse a los centros de mediación familiar, lo que activará los protocolos para conocer de cerca la situación de los hijos que puedan verse afectados en caso de existir.
En forma particular, los jóvenes que puedan estar viviendo una separación y que sus padres no hayan formalizado dicha situación, también pueden generar un contacto con la institucionalidad, para que la misma active los protocolos relacionados.
Para la implementación de esta institucionalidad, se deberá generar una campaña de conscientización respecto a la importancia de una asistencia profesional y multidiciplinaria en los procesos de separación y divorcio.
Consecuencias en los hijos luego del divorcio o separación de los padres
El divorcio produce alteración del bienestar del niño si es contencioso y si se asocia a empeoramiento de la situación económica, mal funcionamiento conductual y emocional de los padres, crianza ineficaz, pérdida de contacto con uno de los padres, persistencia de conflictos entre los cónyuges y ausencia de acuerdos en la crianza. Las alteraciones de la parentalidad que se presentan en divorcios contenciosos pueden ser estresores capaces de generar mala adaptación en respuestas neuropsicobiológicas, generando deterioro en la salud física y mental infantil.
En general, la mayoría de las dificultades de adaptación en los niños después de la separación o divorcio, se resuelve dentro de 2-3 años y entre 3-5 años luego del segundo matrimonio, si lo hay. El posible efecto traumático del divorcio va disminuyendo a medida que pasa el tiempo, y muy especialmente si los padres logran acuerdos en torno a la crianza. En algunos casos, sin embargo, se ha observado que los problemas emocionales pueden aumentar con la edad y pueden no expresarse hasta la adolescencia tardía o adultez.
La relación entre género y los efectos del divorcio conflictivo es un factor ampliamente discutido. Las investigaciones han sido inconsistentes o no han podido establecer la relación entre el género y el divorcio de los padres.
En una revisión se observó que los niños eran afectados más negativamente que las niñas. Estos niños tenían un mayor historial de consultas psiquiátricas durante la infancia y adolescencia y presentaban más síntomas de ansiedad de separación, más miedos escolares y más problemas de conducta. Otros estudios, por el contrario, han observado que las niñas son más afectadas negativamente que los niños, pudiendo explicarse por el rol de contención emocional que a veces deben ofrecer a alguno de los padres.