Scuola Italiana Giusseppe Verdi -COPIAPO - Región de Atacama


Título iniciativa:

Proyecto de Ley sobre responsabilidad a empresas mineras en el tratamiento de relaves.



Definición alternativa:

Según la investigación de CiperChile, la geografía de los depósitos de relaves en Chile se caracteriza por las marcadas aglomeraciones socioterritoriales que se encuentran distribuidas a lo largo de todo el territorio, las cuales se concentran en torno a cursos de agua y/o zonas urbanas.
Los relaves son sólidos finamente molidos, que se descartan en operaciones mineras. La mayoría de los relaves del país están compuestos por CuFeS2 (calcopirita), por lo que poseen un porcentaje de cobre que los hace rentables para las empresas mineras. Según la Fundación Chile (FCH), en el país hay un total de 764 depósitos de relaves, de los cuales 473 se encuentran inactivos y 175 abandonados, lo que manifiesta una urgencia medioambiental.
Respecto a su tonelaje, la Fundación Chile estimaba en 2014 que en el país se generaban 525.000.000 de toneladas anuales, y que para el 2026 aquello crecería en más de un 70%. Cada 36 horas se depositan 2.572.263 toneladas de relaves, lo que equivale aproximadamente a un cerro Santa Lucía. Siguiendo la proyección, en 2026 esto mismo ocurriría cada 21 horas.
Durante el 2011 el CRIDESAT analizó las matrices ambientales en el valle de Copiapó, monitoreando la presencia de partículas de cobre, mercurio y arsénico en el agua, las plantas, el aire, y sedimentos. Identificando los altos niveles de mercurio y plomo provenientes de los relaves, en el agua y en las plantas, incluyendo la presencia de estos minerales en tranques de relaves secos, demostrando su peligrosidad a través de su polución.
De acuerdo con los datos arrojados por SERNAGEOMIN, la mayor cantidad de depósitos de relaves se encuentran en la Región de Coquimbo, con 355 depósitos (2 de ellos son de la Gran Minería); sigue la Región de Atacama, con 168 depósitos (7 de ellos de la Gran Minería); y la Región de Valparaíso, con 82 depósitos (1 de ellos de la Gran Minería).
Todos estos depósitos registrados por SERNAOGEMIN cuentan con monitoreo y políticas de resguardo y fiscalización debido a su actividad, y evitando poner en riesgo a la población. Es por esta misma razón, que es sumamente necesario hacerse cargo de los relaves que no están sujetos a las mismas políticas, ni monitoreo, y que causan daño hacia la población chilena.
Desde la incorporación de la minería como principal actividad económica en Chile, se ha demostrado el aporte que puede realizar. No obstante, el limitado manejo en la regulación de las faenas mineras, ha significado poner en riesgo a la población a causa de su impacto ambiental. Situación evidenciada a través de casos emblemáticos, como lo sucedido en la ciudad de Andacollo a mediado de los años cincuenta, quedando cubierta por una gran cantidad de relaves en el centro de la ciudad, al igual que en Bahía de Chañaral, cuando Codelco División Salvador en 1938 comenzó a vaciar los embalses que almacenaban los relaves al mar.
Hoy en día existen diversos mecanismos que regulan por el cierre óptimo de las faenas mineras, no existe todavía un marco normativo que determine de forma específica como corregir los daños medioambientales causados por los pasivos ambientales mineros (PAM).
Impacto:
En primer lugar, las medidas planteadas anteriormente tendrán un impacto que ayudaría a disminuir la contaminación del agua, del suelo y a preservar ecosistemas de nuestro país; también serviría para que las grandes empresas mineras tomen conciencia y se hagan responsables sobre el daño que provocan al país y a sus habitantes, por causa de los desechos químicos, entre otros.
En segundo lugar, se cumpliría lo que ordena la constitución política de Chile de (1980) que consagra uno de los derechos fundamentales de vivir en un ambiente libre en de contaminación (artículo 19).
Es deber del Estado velar para que este derecho no sea vulnerado, en definitiva, con la creación de esta normativa jurídica, sentará un precedente definitivo a nivel internacional, donde quede de manifiesto que Chile es un país que cumple con todas las disposiciones internacionales para el cuidado, preservación de la naturaleza, flora, fauna sin olvidar a los seres humanos que somos parte fundamental de este hermoso planeta llamado tierra.


Propuesta legislativa:

El presente proyecto de Ley tiene como finalidad establecer un marco normativo que defina correctamente lo que es un pasivo ambiental, para así responsabilizar a su respectivo dueño, por el daño ambiental causado por este. Hay dos leyes que podrían influir en el comportamiento de esta materia, pero que debido a la falta de un elemento específico no han sido suficiente para mitigar el daño.
La Constitución Política de 1980, establece en 1994 la Ley 19.300, que se enfoca en bases generales sobre el medioambiente. En ella, el autor del daño ambiental se ve obligado a repararlo materialmente si es que actuó de forma negligente, a su costo, e indemnizarlo, sin perjuicio de las sanciones que señala la ley. Sin embargo, las acciones ambientales, recién comenzarán a partir de los cinco años, por lo que ya no pueden ser considerados como pasivos ambientales históricos.
La Ley 20.551 promulgada en octubre del 2011, que regula por el cierre de faenas e instalaciones mineras, ha logrado integrar y ejecutar un conjunto de medidas y acciones destinadas a mitigar los efectos derivados de la industria minera, en conformidad a la normativa ambiental aplicable, sin embargo, tiene un límite, y es que esta ley solo toma en cuenta proyectos mineros nuevos o en ejecución, por lo tanto, va a regular a las faenas mineras desde 2011 en adelante.
Al poseer conciencia sobre ambas leyes, el presente proyecto de ley presenta un marco normativo universal destinado a los pasivos ambientales abandonados anterior a 2011 y que continue regulando por los actuales.
Marco Normativo:
1) Responsabilizar a los dueños de los pasivos ambientales a pagar por el daño ocurrido por el abandono y desapego de sus propiedades.
2) Evaluar todos los riesgos mediante estudios científicos para determinar que grado de responsabilidad poseen las empresas mineras.
3) Priorizar los pasivos ambientales de mayor riesgo, para que el estado identifique al dueño.
4) Establecer en que grado debe de intervenir el Estado para corregir el daño causado y conservar la interacción entre el sector público y privado.
5) Definir de forma clara cuales van a ser las medidas de remediación que aplicarán todos los privados que deban responsabilizarse.
6) Establecer un presupuesto adecuado para las medidas de remediación que no afecten de manera abrumadora a los privados.
7) Fiscalización constante por parte de SERNAGEOMIN, hacia los proyectos de remediación, para así determinar que todo se esté haciendo de forma correcta.
8) Hacer público un registro de las acciones realizadas por las empresas mineras en su proceso de remediación hacia el medioambiente.

Referencias iniciativa:

Pasivos ambientales:
Partiendo desde el principio pasivo ambienta vine desde los orígenes financieros de las empresas como pasivo que significaba deuda, óseo pasivo ambiental significa deuda ambiental. los pasivos ambientales son producidos por empresas, durante su mal funcionamiento, malas decisiones y accidentes. Los pasivos ambientales son un grupo de daños ambientales en distintas formas como estructurales y contaminación del agua, suelo, plantas, aire y el deterioro de los ecosistemas provocando la muerte y enfermedad de animales y personas de forma lenta o rápida ya que nos pueden dañar al inhalar el polvo o residuos que queden volando en el aire contaminado, los pasivos ambientales están abandonados o inactivos provocando daños sin parar.
Entre todos los tipos de pasivos ambientales están los pasivos ambientales mineros (PAM) que son el abandono de faenas mineras en el pasado ya que no había regulación, en los (PAM) no siempre se sabe de quienes son las faenas, esto se sabe por un registro de faenas mineras abandonadas o inactivas hecho entre 2002 y 2014, el resultado dio que en Chile hay 653 faenas abandonadas o inactivas y cerca del 70% en el norte de Chile.