La convivencia escolar es un aspecto crucial en el desarrollo y bienestar de los estudiantes. Más allá de adquirir conocimientos académicos, la escuela es el espacio donde niños, niñas y adolescentes aprenden a relacionarse con los demás, a comprender la diversidad y a ejercer sus derechos. En este sentido, el involucramiento activo de los estudiantes en la convivencia escolar es fundamental, ya que les permite participar en la toma de decisiones, expresar sus opiniones y contribuir a la construcción de un entorno educativo inclusivo y respetuoso.

Desde la perspectiva de los derechos humanos, los estudiantes tienen el derecho a una educación de calidad, a la igualdad, a la no discriminación y a participar en los asuntos que les afectan. Estos derechos fundamentales no pueden separarse de la convivencia escolar, ya que esta última constituye un espacio donde se ponen en práctica y se promueven los valores de respeto, tolerancia, equidad y justicia.

La Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas establece que los niños y los jóvenes tienen el derecho a expresar libremente sus opiniones en todos los asuntos que les afecten y además a que se les tome en cuenta. El proceso de aprendizaje-enseñanza no puede ser efectivo si los estudiantes no se sienten parte activa de su propio proceso y de la comunidad escolar en la que se desenvuelven. En el ámbito escolar, esto implica que los estudiantes deben ser involucrados de manera activa en la toma de decisiones relacionadas con las normas, reglamentos, actividades extracurriculares y la construcción de un clima de convivencia sano, por lo tanto, es deber de la institución educativa:

promover la realización personal, robustecer el respeto de los derechos humanos y las libertades, habilitar a las personas para que participen eficazmente en una sociedad libre y promover el entendimiento, la amistad y la tolerancia

El involucramiento de los estudiantes en la convivencia educativa se basa en este principio fundamental de los derechos humanos, ya que les brinda la oportunidad de ejercer su agencia política y contribuir activamente a la construcción de un entorno educativo inclusivo y participativo. El involucramiento de los estudiantes en la convivencia educativa implica darles voz y poder de decisión en las cuestiones que afectan su vida escolar. Esto se puede lograr a través de la participación en los centros de estudiantes, consejo escolar, asambleas, y otros espacios de diálogo y debate. Al permitir que los estudiantes expresen sus opiniones y perspectivas, se fortalece su agencia política y se fomenta un sentido de responsabilidad y compromiso con su comunidad educativa dándole un sentido comunitario a la convivencia educativa.

La convivencia educativa es un escenario propicio para formar ciudadanos comprometidos con la sociedad. El involucramiento de los estudiantes en la toma de decisiones y en la resolución de conflictos les proporciona habilidades de liderazgo, pensamiento crítico y resolución de problemas. Además, les permite comprender la importancia de la participación ciudadana en la construcción de una sociedad más justa y democrática.

La participación de los estudiantes en la convivencia educativa contribuye a crear un ambiente de respeto, tolerancia y empatía. Al participar en la creación y seguimiento de normas de convivencia, los estudiantes se convierten en agentes de cambio que promueven una cultura de paz y prevención del acoso escolar. La agencia política de los estudiantes les permite asumir la responsabilidad de sus propias acciones y de contribuir al bienestar colectivo.

La participación del centro de estudiantes en la convivencia escolar no solo les otorga un sentido de pertenencia y responsabilidad, sino que también brinda numerosos beneficios para su desarrollo integral. Algunos de estos beneficios incluyen el desarrollo de habilidades sociales de comunicación, trabajo en equipo y resolución de conflictos. El involucramiento activo en la convivencia escolar permite a los estudiantes tomar decisiones que afectan su entorno, fortaleciendo su sentido de empoderamiento y autonomía.

Antecedentes jurídicos:

Dentro de la ley 20.536 Sobre Violencia Escolar que modifica la Ley General de Educación sobre temas de violencia en los colegios destacamos el siguiente artículo:
Como resultado de la reforma legal, se introduce el artículo 16 a en la Ley N° 20.370 que define la buena convivencia escolar como la coexistencia armónica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes.
En esta misma ley se establece que es responsabilidad de todos los miembros de la comunidad educativa promover la buena convivencia, no obstante, no detalla cuál es el rol y las acciones que cada estamento debe cumplir para su consecución:
Art 16 c Los alumnos, alumn

Nuestra propuesta es una modificación al DECRETO 524 art. 1 y art. 2 con el objetivo de incluir entre las definiciones y deberes de los centros estudiantiles, el fomentar y favorecer la buena convivencia educativa.

Propuesta de modificación al DECRETO 524
Donde dice:
Artículo 1°:
Su finalidad es servir a sus miembros como medio de desarrollar en ellos el pensamiento reflexivo, el juicio crítico y la voluntad de acción; de formarlos para la vida democrática, y de prepararlos para participar en los cambios culturales y sociales.
Se modifica a
Su finalidad es servir a sus miembros como medio para desarrollar en ellos el pensamiento reflexivo, el juicio crítico y la voluntad de acción; de formarlos para la vida democrática, la buena convivencia y de prepararlos para participar en los cambios culturales y sociales.
Donde dice:
a) Promover la creación e incremento de oportunidades para que los alumnos manifiesten democrática y organizadamente sus intereses, inquietudes y aspiraciones.

a)Promover la creación e incremento de oportunidades para que los alumnos manifiesten democrática y organizadamente sus intereses, inquietudes y aspiraciones, en un ambiente armonioso y respetuoso, que propicie una buena convivencia escolar entre los y las estudiantes

Banz, C. (2008). Convivencia escolar.
Delgado–Santacruz, A. (2018). Orientación escolar en el marco de la convivencia escolar, una mirada desde las representaciones sociales. Revista electrónica en educación y pedagogía, 2(2), 100-112.
UNICEF-UNESCO. (2008). Un enfoque de la educación para todos basado en los derechos humanos, p. 7. Edición del autor. h