El Servicio Militar se rige por dos procesos. Primero, es voluntario y luego obligatorio si no se completan los cupos del contingente necesario. Esta situación ocurre exclusivamente para los varones, teniendo como consecuencia una pena de inhabilitación absoluta temporal para el ejercicio de cargos públicos, una multa, y la inserción en el Servicio Militar de forma obligatoria. Con respecto a las damas es totalmente voluntario en cualquier instancia.
El Servicio Militar (desde ahora SM) se encuentra regulado por diversas normas legales, la más importante es el Artículo 22 de la Constitución; el decreto ley 2306 de 1978 que dicta normas sobre reclutamiento y movilización de las fuerzas armadas; la ley 20045 del 2005 moderniza el SM; y la ley 20676 que incrementa el monto de la asignación mensual que perciben los soldados conscriptos.
El SM entrega múltiples beneficios como la nivelación de estudios, el acceso a cursos de capacitación laboral, subsidio habitacional, poder postular para ser Soldado de Tropa Profesional o continuar la carrera en una de las escuelas matrices de las Fuerzas Armadas, además de una ayuda económica base de $130.000 dependiendo la zona en la que se desempeñe.
Siendo esta la situación actual del SM es de suma importancia plantear la desmilitarización de la sociedad. Considerando, en primer lugar, que la constitución fue creada y publicada en una época donde habían diferentes estragos sociales y militares en el mundo y el país, tales como la guerra fría, el conflicto del Beagle, entre otros. Es por esto que, de forma evidente, los artículos y leyes sobre las fuerzas militares actuales fueron creadas a partir de la influencia militar del momento (Artículo 22 de la Constitución Política promulgada en 1980, Decreto de Ley 2306 del año 1978). Actualmente nos encontramos en una situación de paz, que ha sido prolongada, lo que nos hace concluir que un conflicto se presenta como una situación lejana. Es por esto que resulta adecuado pensar que el SM obligatorio sólo debería utilizarse en casos extremos, donde sea necesario el apoyo militar, como el caso de una guerra exterior o conmoción interior.
El SM obligatorio es una práctica obsoleta y costosa, exige un gasto importante del presupuesto nacional en términos de formación, alimentación y equipación, con un gasto de 598,9 millones de pesos en 2021 como el último registro. Siendo el cuarto país con mayor gasto militar en Latinoamérica y el Caribe. Por lo tanto, al eliminar el SM obligatorio, se pueden liberar fondos para otros ámbitos como la educación, la salud y la infraestructura para el desarrollo del país.
El SM obligatorio puede limitar las oportunidades de desarrollo y bienestar de un ciudadano. En lugar de depender del SM obligatorio, el país debería centrarse en el reclutamiento voluntario en tiempos de necesidad, asegurando que las personas estén motivadas y capacitadas para servir en el ejército, porque al ser obligatorio no garantiza la seguridad nacional. Los soldados reclutados a menudo no tienen interés en la carrera militar, lo que puede limitar su rendimiento y su compromiso con la tarea encomendada. En lugar de ser una garantía de seguridad nacional, el SM obligatorio puede convertirse en un riesgo para la seguridad si se reclutan personas que no están suficientemente capacitadas y motivadas para el trabajo que se les ha asignado.
También, el SM obligatorio solo aplica para varones, lo cual podría representar un caso de discriminación, y siguiendo la equidad de género establecida en el quinto objetivo de desarrollo sostenible planteado por la ONU, ambas partes deberían tener la misma oportunidad de derechos y deberes.
Se entiende que dentro del SM se promueven valores, como el respeto, sin embargo, no se entrega respeto a la libertad de decisión de los varones. Si las mujeres tienen la oportunidad de decidir en servir a la patria, los hombres deberían lograr acceder a las mismas opciones. No debe existir una diferencia de roles en cuanto al género de una persona. El hecho de que el SM sea obligatorio únicamente para varones resulta indignante para ambos géneros, los varones no representan una herramienta más primordial por sobre las mujeres, ambos pueden desempeñarse correctamente en una misma función.
En conclusión, en la actualidad, la eliminación del SM obligatorio puede ser una opción adecuada para garantizar la seguridad nacional y la comodidad de los mismos soldados y ciudadanos. Por lo tanto, puede ser beneficioso para la sociedad reconsiderar la necesidad de esta obligación y buscar alternativas más adecuadas para la defensa nacional. El sistema actual tiene muchas problemáticas, tales como desigualdad de género, altos costos, limitación del libre desarrollo, entre otros. Y con esto no proponemos eliminar el SM, sino, en vez de obligarlos a cumplir con este servicio, deberíamos centrarnos en buscar más beneficios para estimular la inscripción.
Proyecto de reforma constitucional:
"Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:
1.- Reemplázase el inciso tercero del artículo 22 de la Constitución Política de la República por el siguiente:
El servicio militar será voluntario en los términos y formas que la ley determine.
2.- Incorpórese un inciso cuarto al artículo 22 de la Constitución Política de la República con el siguiente texto:
Todas las personas estarán obligadas a cumplir con los demás deberes militares que la ley establezca.
Comparador de Constituciones de la Biblioteca del Congreso Nacional, https://www.bcn.cl/procesoconstituyente/comparadordeconstituciones/home
SERVICIO MILITAR VOLUNTARIO
Puertas para una Movilidad Social Ascendente, Tania Horta Valles, Universidad del Humanismo Cristiano.
Dirección General de Movilización Nacional, https://www.dgmn.cl/
Constitución Política de la República de Chile.
Decreto Ley 2306, 1978.
Ley Fácil, Servicio Militar, https://www.bcn.cl/portal/leyfacil/recurso/servicio-militar