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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 20.854

Establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional a rendir una cuenta pública anual.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Senado

1.1. Moción Parlamentaria

Moción de Hernán Larraín Fernández, Andrés Zaldívar Larraín, Camilo Escalona Medina y Jovino Novoa Vásquez. Fecha 16 de octubre, 2012. Moción Parlamentaria en Sesión 55. Legislatura 360.

Boletín N° 8.624-07

Proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción de los Honorables Senadores señores Larraín Fernández, Escalona, Novoa y Zaldívar, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional a rendir una cuenta pública anual.

En los últimos años, hemos asistido a una de las Modernizaciones del Estado más amplias y profundas que han tenido lugar durante este período: aquella que establece la Probidad y Transparencia en los diversos Órganos del Estado y que incluye a todas las formas de autoridad establecidas en nuestra Carta Fundamental, entre ellas el Poder Judicial y el Congreso Nacional.

Ella ha procurado romper con una tradición de secretismo y reserva de la información que obra en poder de las autoridades públicas, obligando a una actitud de apertura y acceso ciudadano a las actividades y gestión de ellas. Las autoridades se deben a los ciudadanos y no éstos a aquéllas, lo cual significa que la información y demás antecedentes oficiales que están en su poder son públicos, a menos que razones poderosas y que tengan asidero legal, en norma de quorum calificado, determinen su secreto o reserva.

Con estos principios se procura que las autoridades respondan al control ciudadano en el ejercicio de su quehacer, entregándoles a ellos las herramientas que lo hagan posible. La mayor transparencia en su desempeño conforma una manera más democrática del actuar de las autoridades, permite una mayor participación ciudadana y, por la exposición pública de sus actuaciones, permite prevenir actos irregulares o de corrupción, facilitando su control o persecución legal según sea el caso.

Estos principios forman parte de nuestro ordenamiento jurídico a través de su incorporación en diversas normas hoy vigentes: en la ley n° 19.653 de 1999 que incluyó el principio de probidad Administrativa y el de Transparencia en la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado, así como también en la ley n° 20.500 que la volvió a modificar para incorporar un nuevo párrafo sobre participación ciudadana en la gestión pública; en la Constitución Política del Estado a través de la Ley de Reforma Constitucional n° 20.050, de 2005, que consagró en su artículo octavo dichos principios ya mencionados; en la ley n° 20.285 Sobre Acceso a la Información Pública que establece y hace operativo el principio de transparencia al permitir el derecho de acceso a la información pública a cualquier persona.

Estas disposiciones y la acción del Consejo Para la Transparencia creado en la ley 20.285, así como la cultura pro transparencia creada por este conjunto de normas está cambiando la forma de actuar del Estado. Se está imponiendo la noción de “rendición de cuentas” de toda autoridad, asimilando este concepto al de “accountability” incorporado en la tradición anglosajona -primero en Estados Unidos y luego en Gran Bretaña- y que procura hacer responsables ante los ciudadanos a quienes ejercen cargos de autoridad, estableciendo no sólo el derecho de acceso a la información de sus actuaciones públicas, sino que el deber de toda autoridad de dar cuenta en forma permanente de sus actividades. La rendición de cuentas se constituye como un principio ético en el funcionamiento de las autoridades públicas, que deben dar razón de sus actuaciones y de la forma como cumplen con sus atribuciones y deberes.

La democracia se ha desarrollado sobre la base de legitimar el ejercicio del poder en quienes la Constitución señala estableciendo, para asegurar su cometido, un sistema de controles y contrapesos que procuran garantizar el debido uso y alcance de sus atribuciones. La consiguiente noción de Estado de Derecho Democrático se funda en la necesidad de asegurar que la autoridad actúe bajo el imperio de la ley, dentro de su ámbito, y no el de la discrecionalidad o arbitrio de su titular. A estos procesos se agrega la rendición de cuentas como una nueva forma de profundizar el ejercicio democrático del poder, evitando la opacidad, estimulando la participación ciudadana, favoreciendo la fiscalización de los actos de autoridad, previniendo hechos de corrupción y fortaleciendo el cumplimiento de sus compromisos. Su aplicación en nuestra institucionalidad permitirá fortalecer nuestra democracia y traerá consigo mayor confianza y credibilidad ciudadana en quienes se ha delegado el ejercicio de la soberanía.

Nuestra legislación, la jurisprudencia y la doctrina están desarrollando estos conceptos que tienen alcances todavía muy amplios y que van a provocar un cambio sustancial en la forma de actuar de las autoridades. Sin embargo, algunas de estas nociones ya se encontraban presente en diversos cuerpos legales, los que habían introducido de diversa forma esta obligación de dar cuenta, la que se ha generalizado en el último tiempo.

Por una parte, en el ámbito constitucional, nuestra Carta Política en su artículo 24 establece la obligación del Presidente de la República cada 21 de mayo de “dar cuenta al país del estado administrativo y político de la nación ante el Congreso Pleno”. Obligación que forma parte de la tradición republicana de la institución presidencial en nuestro país que se confunde con su historia. Esta actividad permite conocer desde la propia Presidencia la explicación oficial y el análisis de todas las actividades realizadas en el último año por el Jefe de Estado y su Gobierno, así como las proyecciones que se proponen para el período venidero. Este deber permite conocer los antecedentes en que funda sus afirmaciones respecto de los logros alcanzados, estudiarlos detenidamente y así evaluar su desempeño. Hace posible en el tiempo hacer un seguimiento de la obra presidencial y permite a los ciudadanos juzgar con fundamentos la labor del gobernante.

Por su parte, el Código Orgánico de Tribunales establece la obligación del titular del Poder Judicial, el Presidente de la Corte Suprema, la obligación anual de rendir cuenta de la labor desarrollada por los Tribunales de Justicia, tarea que se cumple sagradamente desde 1919 todos los 1° de marzo de cada año y que permite conocer la acción de ese Poder del Estado, así como las inquietudes y observaciones que surgen de su conocimiento, las que pueden obligar a desarrollar enmiendas legales o políticas públicas destinadas a perfeccionar su funcionamiento. Dicha disposición obliga a dar cuenta pública del trabajo efectuado por el tribunal, de la labor pendiente, de los datos que le proporcionen al respecto las Cortes de Apelaciones y la apreciación que le merezca su labor, así como de las dudas que hayan ocurrido en los altos tribunales del país en la aplicación de las leyes y de sus vacíos. Esta es una forma institucional de hacerse cargo en forma pública de las actuaciones de un poder del Estado y hace posible una evaluación de sus autoridades a partir de ello.

Numerosos son los ejemplos de nuestra legislación que han ido estableciendo esta obligación, la que se generalizó con la última modificación introducida a la Ley de bases de la Administración del Estado que estableció en su artículo 72 el deber de los órganos de la Administración del Estado de rendir cuenta pública anual. Para perfeccionar dicha norma y asegurar contenidos mínimos, junto a otros miembros de nuestro Senado, presentamos un proyecto de ley destinado a precisar estas obligaciones de manera de hacer dicho esfuerzo un ejemplo de rendición de cuentas a la ciudadanía (Boletín N° 7.695-06) y que aún se encuentra en trámite legislativo.

Sin embargo, no deja de sorprender en este análisis que el Congreso Nacional no esté legalmente sometido a esta misma obligación, o que los propios integrantes del Senado y de la Cámara de Diputados no tengamos este deber entre nuestras obligaciones ante la gente.

Resulta indispensable reparar cuanto antes esta situación, para establecer este mismo deber anual de rendición de cuentas ciudadano de nivel institucional, por parte de los presidentes de ambas cámaras, así como de senadores y diputados respecto de su gestión parlamentaria, tanto a nivel legislativo como territorial.

El propósito de esta Moción es introducir esta obligación en el Congreso Nacional y en sus integrantes de un modo serio, responsable, integral y evaluativo. No se busca que se entregan solamente datos cuantitativos o que se exhiba una larga lista de logros alcanzados en opinión de los informantes. El propósito es el de transparentar la labor realizada tanto en forma cuantitativa como cualitativa, describiendo el trabajo efectuado, tanto en sus aspectos positivos como negativos, los aciertos y errores, las omisiones, así como los aspectos que explican ese desarrollo y lo que se podría hacer para mejorar la gestión institucional y personal, y lograr resultados más efectivos. Se debe rendir cuenta también de los ingresos y gastos efectuados, tanto de la corporación como de los parlamentarios, con los respectivos antecedentes que permitan efectuar un juicio de mérito de los resultados alcanzados.

Proponemos que esta obligación la cumplan los titulares de ambas cámaras el 4 de julio de cada año, recordando el día en que fue fundado el Congreso Nacional. En el caso de los parlamentarios, la ley deberá definir el período en el cuál se deba cumplir con esta obligación, preferentemente en el mismo mes de julio, una vez entregada la cuenta institucional.

El acceso ciudadano a estos antecedentes y a sus fuentes hará posible una evaluación real de su trabajo. Y en la medida que éste se haga conocido, la credibilidad en el Congreso y los congresistas aumentará en la medida que se refleje a cabalidad el trabajo legislativo que es, en líneas generales, valioso y esforzado. La opinión pública tiene, por el contrario, un juicio crecientemente negativo tanto del Senado, la Cámara de Diputados y de sus respectivos integrantes. Una manera de revertir esta impresión se puede lograr con el cumplimiento esmerado de sus funciones, pero informadas y dadas a conocer ante la ciudadanía en forma pública, clara, amigable y comprensible ante los ojos de los ciudadanos. Del mismo modo, esta rendición de cuentas permitiría que los centros académicos, organismos de la sociedad civil y de los medios de comunicación, puedan conocer, evaluar y difundir la labor desarrollada, para bien ciudadano.

Tal nivel de exigencia redundaría, sin lugar a dudas, en un mejoramiento de la gestión parlamentaria y del conocimiento del trabajo legislativo, facilitando el funcionamiento de un Poder Público esencial para nuestra democracia.

Atendidas las consideraciones anteriores, vengo en presentar la siguiente Reforma Constitucional:

Artículo 1°: Agréguese el siguiente artículo 56 bis al texto de la Constitución Política del Estado fijado por el Decreto Supremo n° 100 que publicó la ley n° 20.050 y que determinó el texto refundido y coordinado de la Constitución Política del Estado:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones que les corresponde desempeñar durante ese período. En dicha exposición pública se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional.

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.”

Artículo 2°: Agrégase el siguiente artículo 62 bis a la Constitución Política del Estado:

“Artículo 62 bis: Los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones.

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación."

HERNÁN LARRAÍN FERNÁNDEZ

SENADOR.

1.2. Primer Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 04 de octubre, 2013. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 60. Legislatura 361.

INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de reforma constitucional, en primer trámite constitucional, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional a rendir una cuenta pública anual.

BOLETÍN Nº 8.624-07

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HONORABLE SENADO:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de presentar su informe sobre el proyecto de reforma constitucional señalado en el epígrafe, iniciado en Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández, Camilo Escalona Medina, Jovino Novoa Vásquez y Andrés Zaldívar Larraín.

A la sesión en que la Comisión aprobó esta iniciativa asistió, además de sus integrantes, el señor Ministro del Interior y Seguridad Pública, don Andrés Chadwick Piñera.

Igualmente estuvieron presentes el asesor de la Honorable Senadora señora Alvear, señor Jorge Cash; la asesora del Honorable Senador Walker, don Patricio, señora Paz Anastasiadis, y los asesores del Comité Partido Renovación Nacional, señores Hernán Castillo, Benjamín Greene, y Maximiliano Rebolledo.

Finalmente, hacemos presente que en el estudio de este proyecto, el Honorable Senador señor Larraín, don Carlos, fue remplazado por el Honorable Senador señor Carlos Ignacio Kuschel.

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OBJETIVOS DEL PROYECTO

Establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país del avance y desarrollo de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores legislativas y representativas que han efectuado en el desempeño de su cargo.

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NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL

Este proyecto de reforma constitucional requiere para ser aprobado, según lo dispone el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, del voto conforme de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, ya que modifica el Capítulo V de la Carta Fundamental, referido al Congreso Nacional.

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ANTECEDENTES

I.- DE DERECHO

1.- Capítulo V de la Carta Fundamental, relativo al Congreso Nacional.

2.- Ley Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

II.- DE HECHO

2.1.- Moción

En los fundamentos de esta iniciativa, sus autores recuerdan que una de las modernizaciones del Estado más amplias y profundas que han tenido lugar en nuestro país en los últimos años, se refiere a la aplicación del principio de probidad y transparencia en los diversos órganos públicos.

Señalan que mediante ella se procura romper con una tradición de secretismo y reserva de la información que obra en poder de las autoridades públicas.

Explican que las últimas reformas legales emprendidas han permitido a los ciudadanos ejercer un mayor control sobre la gestión pública. Indican que el incremento en la mayor transparencia contribuye al actuar democrático de las autoridades, facilita una mayor participación ciudadana, y ayuda a prevenir actos irregulares o de corrupción.

Manifiestan que estos principios se han incorporado a nuestro ordenamiento jurídico mediante la ley N° 19.653, de 1999, que incluyó el principio de probidad administrativa y de transparencia en la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado; la ley N° 20.050, que consagró en el artículo 8° de la Constitución Política los referidos principios, y la ley N° 20.285, sobre Acceso a la Información Pública.

Seguidamente, puntualizan que estos cuerpos legales, más la acción del Consejo para la Transparencia han cambiado la forma de actuar del Estado. Sostienen que, asociado a lo anterior, se está imponiendo la noción de que las autoridades públicas deben “rendir cuenta” de su gestión, asimilando este concepto al de “accountability” incorporado en la tradición anglosajona -primero en Estados Unidos y luego en Gran Bretaña- y que procura hacer responsable a la autoridad ante los ciudadanos, estableciendo no sólo el derecho de acceso a la información pública, sino que el deber de dar cuenta, en forma periódica, de sus actividades. Afirman que la rendición de cuentas constituye un principio ético en el funcionamiento de las reparticiones públicas, las que deben dar razón de sus actuaciones y de la forma en que ejercen sus atribuciones y deberes.

A continuación, recuerdan que la democracia se ha desarrollado sobre la base de un sistema de controles y contrapesos que procuran garantizar el debido uso y alcance de las atribuciones de los órganos públicos. A este modelo se agrega la rendición de cuentas como una nueva forma de profundizar el ejercicio democrático del poder, para evitar la opacidad en las decisiones, estimular la participación ciudadana, favorecer la fiscalización de los actos de autoridad, prevenir los hechos de corrupción y fortalecer el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía.

Luego, hacen presente que la idea de rendición de cuentas ya ha sido consagrada en el ámbito del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.

En este sentido, mencionan el artículo 24 de la Ley Fundamental que establece la obligación del Presidente de la República de “dar cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno”. Agregan que el Código Orgánico de Tribunales impone similar obligación al Presidente de la Corte Suprema, quien debe anualmente de rendir cuenta de la labor desarrollada por los Tribunales de Justicia.

Manifiestan que a lo anterior se suma la última modificación al artículo 72 de la Ley Orgánica de Bases Generales de la Administración, disposición que impone a los órganos de la Administración la obligación de rendir cuenta pública de su labor.

No obstante lo anterior, afirman que no deja de sorprender que el Congreso Nacional y los parlamentarios no estén legalmente sometidos a similar obligación.

Sostienen que para enmendar esta situación indispensable subsanar este vacío e imponer a los Presidentes de ambas Cámaras del Congreso Nacional, así como a los Senadores y Diputados, el deber de rendir cuenta de su gestión.

Ahondando en este punto, precisan que mediante esta iniciativa se busca que los Presidentes de ambas Corporaciones y los parlamentarios que las integran, cumplan con el deber de informar a los ciudadanos de manera seria, responsable, e integral acerca de las labores legislativas y representativas que realizan. No se trata, añaden, de entregar solo datos cuantitativos o que se exhiba una larga lista de logros alcanzados en opinión de los informantes. Aseveran que el propósito de esta reforma es el de transparentar la labor efectuada tanto en forma cuantitativa como cualitativa, describiendo los aspectos positivos o negativos de su quehacer, los aciertos y errores, y lo que se podría hacer para mejorar la gestión institucional y personal. Añaden que lo anterior también supone rendir cuenta de los ingresos y gastos efectuados, tanto por ambas Corporaciones como por parlamentarios, acompañando los antecedentes que permitan efectuar un juicio de mérito de los resultados alcanzados.

Proponen que esta obligación la cumplan los Presidentes de ambas ramas del Congreso Nacional el 4 de julio de cada año. Explican que esa fecha se ha establecido porque ese día se conmemora el establecimiento del primer Congreso Nacional. Agregan que en el caso de los parlamentarios, la ley deberá definir el período en el cuál se deba cumplir con esta obligación, preferentemente en el mismo mes de julio, una vez entregada la cuenta institucional.

Concluyen afirmando que el acceso ciudadano a estos antecedentes hará posible una evaluación más positiva y real del trabajo legislativo. Del mismo modo, la rendición de cuentas permitirá que los centros académicos, organismos de la sociedad civil y los medios de comunicación, puedan conocer, evaluar y difundir la labor desarrollada por los parlamentarios.

2.2.- Estructura del proyecto

Esta iniciativa se divide en dos artículos.

Mediante el primero se agrega un artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política, en el que se establece que el 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones que les corresponde desempeñar durante ese período. Agrega que en la referida exposición se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional.

Concluye señalando que una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

En el artículo segundo de esta iniciativa se propone agregar a la Constitución un artículo 62 bis, nuevo, mediante el cual se establece que los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la Nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones.

Al igual que en la disposición anterior, se prescribe que una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

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DISCUSIÓN EN GENERAL

Al iniciarse el estudio de este proyecto, el señor Presidente de la Comisión, Honorable Senador Walker, don Patricio, ofreció la palabra al Honorable Senador Larraín, don Hernán, principal impulsor de esta iniciativa.

El Honorable Senador señor Larraín, don Hernán, recordó que en virtud de la implementación del principio de transparencia y el desarrollo de los centros públicos y privados que velan por su vigencia, no solo se ha asentado el principio de acceso a la información en todas las instancias públicas sino que también, de manera progresiva, el concepto de rendición de cuentas. Manifestó que el desarrollo y puesta en práctica del referido principio han ido acercando a nuestro país a la práctica anglosajona que se conoce con el nombre de accountability, que establece que las autoridades tienen, cada cierto tiempo, que dar cuenta de la gestión pública que deben cumplir. Agregó que ello implica ir más allá del simple deber informar acerca de las actividades que ha realizado una institución. Explicó que la rendición de cuentas supone un ejercicio de autoevaluación, y de difusión pormenorizada del cumplimiento de compromisos, avances y retrocesos de la gestión pública que tiene a su cargo una determinada autoridad.

Manifestó que, tal como se señala en los antecedentes de esta iniciativa, tanto el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y otros órganos públicos han ido adoptando este esquema de manera progresiva, configurando un escenario en que solo el Congreso Nacional está ausente.

Expresó que con este proyecto de reforma constitucional se pretende que los Presidentes de ambas Corporaciones del Congreso Nacional así como los parlamentarios que las integran cumplan con el deber de informar anualmente a la ciudadanía, de un modo serio, responsable, integral y evaluativo, sobre el trabajo legislativo y representativo que efectúan. Lo que se persigue, sostuvo, es transparentar la labor realizada tanto en forma cuantitativa como cualitativa, describiendo las fortalezas y debilidades del trabajo efectuado. Agregó que lo anterior también implica rendir cuenta de los ingresos y gastos, tanto de cada Corporación como de los parlamentarios, con los respectivos antecedentes que permitan efectuar un juicio de mérito de los resultados alcanzados.

Señaló que esta iniciativa se vinculaba, además, con otro proyecto que presentó junto a la Honorable Senadora señora Alvear y que dice relación con el voto programático. Esta última iniciativa supondrá que si una autoridad electa plantea un programa de gobierno deberá dar cuenta posteriormente de su ejecución ante la comunidad.

De esta manera, aseveró, la ciudadanía tendrá un método efectivo para exigir que sus representantes rindan cuenta anual de la labor legislativa, fiscalizadora y representativa que llevan adelante.

Luego, explicó que para lograr este objetivo, se propone incorporar dos nuevas disposiciones al texto constitucional.

Mediante de la primera se agrega a la Ley Fundamental un artículo 56 bis, nuevo, que establece que el 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones. Explicó que en la referida exposición se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional. Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

Expresó que la segunda norma agrega a la Constitución Política un artículo 62 bis, nuevo, mediante el cual se establece que los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la Nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones. Al igual que en la disposición anterior, se prescribe que una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

A continuación, intervino el Honorable Senador señor Kuschel quien hizo presente que en el partido político que milita -Renovación Nacional-, ya existen instancias permanentes que imponen a sus Diputados y Senadores la obligación de dar cuenta de su gestión ante los consejos regionales de la colectividad, y que sería muy positivo que esa regla se generalizara.

El Honorable Senador Larraín, don Hernán, señaló que esa práctica también existía en el Partido Unión Demócrata Independiente. Explicó que los parlamentarios de su colectividad deben dar cuenta de su gestión ante del Consejo General del partido.

El Honorable Senador señor Espina señaló que felicitaba al Honorable Senador Larraín, don Hernán, por la presentación de esta iniciativa. Agregó que la valoraba especialmente pues en un Estado Democrático es indispensable que sus máximas autoridades rindan cuenta de la labor que realizan.

Seguidamente, preguntó al Honorable Senador Larraín, don Hernán, como concebía la forma en que los parlamentarios iban a cumplir con la obligación que se establece en el nuevo artículo 62 bis.

El Honorable Senador Larraín, don Hernán, respondió que la Constitución establecerá la obligación de rendir cuenta y corresponderá al legislador orgánico constitucional establecer posteriormente los detalles acerca de la forma en que los parlamentarios cumplirán con este deber ante los ciudadanos. En este esquema, planteó que la idea sería que cada uno rinda cuenta en la circunscripción o distrito que representa. Agregó que durante la discusión en particular de esta iniciativa se puede definir con más detalle la forma en se cumplirá con esta obligación.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador Walker, don Patricio, manifestó que esta iniciativa viene a reforzar el funcionamiento del Sistema Democrático de Gobierno.

El señor Ministro del Interior y Seguridad Pública, don Andrés Chadwick, agregó que esta iniciativa contaba con el respaldo del Gobierno.

A continuación, el señor Presidente declaró cerrado el debate y puso en votación la idea de legislar.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señora Alvear y señores Espina, Kuschel, Larraín, don Hernán, y Walker, don Patricio, aprobó en general este proyecto.

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TEXTO DEL PROYECTO

En mérito de los antecedentes antes expuestos, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento propone aprobar en general el siguiente proyecto de reforma constitucional:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo 1°: Agrégase el siguiente artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones que les corresponde desempeñar durante ese período. En dicha exposición pública se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional.

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.”

Artículo 2°: Agrégase el siguiente artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 62 bis: Los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones.

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.".”.

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Acordado en sesión celebrada el día 2 de octubre de 2013, con la asistencia de los Honorables Senadores señora Soledad Alvear Valenzuela y señores Alberto Espina Otero, Carlos Ignacio Kuschel Silva (Carlos Larraín Peña), Hernán Larraín Fernández y Patricio Walker Prieto (Presidente).

Sala de la Comisión, 4 de octubre de 2013.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Secretario de la Comisión.

RESUMEN EJECUTIVO

INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL A RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL.

BOLETÍN Nº 8.624-07

I.- OBJETIVO DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: Establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país del avance y desarrollo de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores legislativas y representativas que han efectuado en el desempeño de su cargo.

II.- ACUERDOS: aprobar en general el proyecto de reforma constitucional (unanimidad 5 x 0).

III.- ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: dos artículos permanentes.

IV.- NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: Esta iniciativa, para ser aprobada, requiere del voto conforme de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por incidir en el Capítulo V de la Carta Fundamental, relativo al Congreso Nacional.

V.- URGENCIA: no tiene.

VI.- ORIGEN E INICIATIVA: Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández, Camilo Escalona Medina, Jovino Novoa Vásquez y Andrés Zaldívar Larraín.

VII.- TRÁMITE CONSTITUCIONAL: primero

VIII.- INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 10 de octubre de 2012.

IX.- TRÁMITE REGLAMENTARIO: primer informe.

X.- LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

1.- Capítulo V de la Carta Fundamental, relativo al Congreso Nacional.

2.- Ley Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

Valparaíso, 4 de octubre de 2013.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Secretario de la Comisión

1.3. Discusión en Sala

Fecha 12 de marzo, 2014. Diario de Sesión en Sesión 1. Legislatura 362. Discusión General. Pendiente.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA OBLIGATORIA POR AUTORIDADES DEL PARLAMENTO

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Conforme al acuerdo unánime de la Sala, corresponde ocuparse en el proyecto de reforma de la Carta Fundamental, iniciado en moción de los Senadores señores Hernán Larraín, Escalona, Novoa y Andrés Zaldívar, en primer trámite constitucional, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

--Los antecedentes sobre el proyecto (8624-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional (moción de los Senadores señores Larraín Fernández, Escalona, Novoa y Zaldívar, don Andrés):

En primer trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2013.

Informe de Comisión:

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 60ª, en 8 de octubre de 2013.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

El objetivo de este proyecto es establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar ante el país, el 4 de julio de cada año, una cuenta pública del estado de avance y desarrollo de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

Asimismo, cada parlamentario estará obligado a rendir, ante sus electores, cuenta de las labores legislativas y representativas efectuadas en el desempeño de su cargo.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento discutió esta iniciativa solo en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadora señora Alvear y Senadores señores Espina, Kuschel, Hernán Larraín y Patricio Walker.

El texto que se propone aprobar se transcribe en las páginas pertinentes del primer informe.

Cabe tener presente que para la aprobación de este proyecto de reforma constitucional se requieren tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, esto es, 22 votos favorables.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

En discusión general.

Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señora Presidenta , esta reforma constitucional se orienta en el camino en que se halla nuestro país: aumentar la relación entre las autoridades y la ciudadanía. Y una manera de lograrlo es precisamente a través de lo que se llama "accountability", o sea, la cuenta que rinde el mandatario a sus mandantes, que son los ciudadanos.

Así como el Presidente de la República entrega su cuenta una vez al año, parece factible que tanto el Presidente de la Cámara de Diputados cuanto el del Senado -es lo que dispone la primera parte de la modificación constitucional- rindan cuenta de la gestión de cada Corporación. Y se fija como fecha el 4 de julio, que corresponde precisamente al aniversario de la fundación de nuestro Parlamento.

En la segunda parte de la reforma se agrega que la misma rendición de cuenta deberán efectuar cada Diputado y cada Senador con relación a su distrito o circunscripción, respectivamente. De esa manera se genera una obligación de comunicación entre la autoridad y la ciudadanía.

Se trata de una idea que se inserta dentro de la Ciencia Política actual, para ir abriendo ese tipo de canales de comunicación.

No es otro el objetivo de los autores de la moción, quienes, por lo demás, conformamos un abanico muy transversal. Y creemos que nuestra proposición va en beneficio de las nuevas relaciones que deben existir entre el Congreso Nacional y los ciudadanos que eligen a sus miembros.

Tal es la razón -insisto- por la que presentamos esta reforma constitucional, que, por supuesto, puede enriquecerse, modificarse o adecuarse, para que alcance la mayor eficacia.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.

El señor LARRAÍN .-

Señora Presidenta , como ha señalado quien me antecedió en el uso de la palabra, desde hace ya algún tiempo Chile se encamina hacia una muy profunda modernización del Estado en el área de la transparencia y la probidad para incorporar una nueva cultura en la manera como nuestras autoridades públicas ejercen sus tareas en todos los ámbitos de la Administración.

Ello se orienta a poner fin a la cultura del secretismo, que formó parte de los hábitos con que se condujo nuestro país -y no solo Chile, sino también las restantes naciones del mundo- durante muchas décadas, lo que tal vez -lo discutíamos a propósito del proyecto anterior- corresponda a otros momentos en la historia de la Humanidad.

Pero el desarrollo de la educación, del conocimiento, de las redes de información, y, además, la necesidad de profundizar cómo se construye la democracia, cómo se ejercitan las tareas públicas, cómo se logran compromisos éticos, cómo se asegura el control ciudadano de la gestión de las autoridades han ido incorporando los conceptos de transparencia y probidad, que ya están incluidos en nuestro ordenamiento jurídico.

Efectivamente, mediante la última gran reforma constitucional, la del año 2005, se introdujeron aquellos conceptos en el artículo 8° de la Carta Fundamental. Y la ley sobre transparencia y acceso a la información pública, que empezó a regir el año 2009, tras publicarse en agosto de 2008, no solo logró establecer con mayor fuerza las bases en que se asentaban ambos principios, sino que asimismo, en lo principal, creó un Consejo para la Transparencia, ente que puede promover activamente el desarrollo de una y otro.

La situación en nuestro país ha cambiado de modo bastante positivo. Y si bien todavía hay mucho por recorrer, ya iniciamos un camino muy valioso y muy positivo, que no es susceptible de vuelta atrás.

A mi juicio, la labor del Parlamento en esa materia ha sido señera. De hecho, tanto los cambios constitucionales cuanto la ley sobre transparencia y acceso a la información pública emanaron de mociones. De modo que, en tal sentido, el rol que hemos tenido en el Congreso Nacional ha sido muy definitorio.

En esa línea, nos parece que debemos seguir dando pasos. Y, de hecho, diversas iniciativas de ley en trámite caminan en la dirección de profundizar los principios en comento.

El proyecto sobre probidad en la función pública, iniciado en mensaje del Ejecutivo , y el que modifica la Ley de Transparencia, originado en moción de Honorables Diputadas y Diputados -se encuentra en el Senado, y esperamos que pueda despacharse cuanto antes-, son pasos en la dirección descrita.

Sin embargo, hemos advertido un vacío en parte de ese desarrollo. Y es lo que deseamos corregir mediante el proyecto en debate. Lo presentamos hace algún tiempo con el apoyo muy entusiasta de dos Senadores que nos acaban de dejar, los señores Jovino Novoa y Camilo Escalona , y del Honorable señor Andrés Zaldívar . Y la Comisión de Constitución lo aprobó por unanimidad.

Se trata del concepto de rendición de cuenta, que está asociado precisamente al acceso a la información pública.

Las autoridades no solo deben ser transparentes y permitir el acceso cada vez que los ciudadanos así lo requieren, sino que además tienen que ser proactivas en esta actividad. Y una manera de serlo es la rendición de cuenta.

Accountability -así se llama en el mundo anglosajón- es una palabra que, quizás por la falta de hábito en la materia, no tiene traducción directa en castellano. Pero se trata de eso: de rendir cuenta, de hacerse responsable de la gestión desarrollada y de posibilitar que los ciudadanos ejerzan control sobre lo que están realizando sus autoridades.

En Chile ya se encuentra establecido, desde la tradición republicana, que el Presidente de la República rinda cuenta al país cada 21 de mayo. Y es una materia regulada por la Constitución.

El Presidente de la Corte Suprema , a su vez, también desde tiempos antiguos, debe dar a conocer el 1° de marzo de cada año, según lo dispone el Código Orgánico de Tribunales, las inquietudes y observaciones que surgen desde la judicatura y que pueden conducir a enmiendas legales o a políticas públicas destinadas a perfeccionar su funcionamiento; y al mismo tiempo, tiene que dar cuenta de la obra realizada por las Cortes en el período anterior.

La última modificación de la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado estableció en el artículo 72 el deber de los órganos de la Administración del Estado de rendir cuenta pública anual.

Y, a su turno, la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades dispuso la obligación de los alcaldes de hacer lo propio.

Se trata, por lo tanto, de una cuestión que se ha ido incorporando en nuestros hábitos institucionales. Sin embargo, no ha logrado el objetivo pleno de la información, pues varias de las cuentas en comento son más bien relatos autocomplacientes de la gestión que realiza la autoridad, o muchas veces, simples datos estadísticos cuantitativos que no permiten reflejar la calidad de lo que se está llevando a cabo.

De otra parte, como Sus Señorías saben, el Poder Legislativo no tiene obligación de rendir cuenta. Por lo tanto, la democracia que se ejerce en nuestro país es formal y cada cuatro u ocho años se expresa en el control que los ciudadanos ejercen para ratificar o no a las autoridades que van a la reelección. Pero los parlamentarios no tenemos obligación de dar a conocer lo que estamos realizando.

El propósito de la moción que presentamos es precisamente llenar ese vacío, para obligar a transparentar la labor que efectúan el Senado y la Cámara de Diputados y cada uno de los parlamentarios que integran el Congreso Nacional.

Por un lado, se plantea que el 4 de julio de cada año -fecha de fundación del Congreso Nacional, que además tiene la ventaja de ser posterior a aquella en que entrega su cuenta el Presidente de la República ; por lo tanto, inicia cierta secuencia- debe rendirse (imagino que en sesión solemne del Parlamento) una cuenta pública, cuantitativa y cualitativa, que describa el trabajo efectuado por ambas Corporaciones, tanto en sus aspectos positivos cuanto en los negativos, y que permita esclarecer los aciertos y los errores: lo que se realizó, por qué se hizo de determinada manera, qué gestión se desarrolló y qué beneficios pueden apreciarse de la labor concreta que se lleva a cabo en el ámbito legislativo.

De otra parte, se busca que cada parlamentario, a continuación de la cuenta institucional, y deseablemente en el mismo mes de julio, rinda cuenta en el respectivo distrito o circunscripción, según corresponda, de su gestión legislativa y de la efectuada en el ámbito local y dé a conocer los antecedentes económicos (ingresos y gastos, en líneas generales), para permitirles a los ciudadanos conocer lo que se ha hecho y formarse un juicio de mérito sobre los resultados alcanzados.

Creemos que una iniciativa de tal naturaleza posibilitaría transparentar efectivamente la labor del Poder Legislativo ; permitiría facilitar el control que los ciudadanos deben tener sobre la gestión de Diputados y Senadores y, en particular, del Congreso Nacional; y haría factible enfatizar la responsabilidad que nos cabe a los parlamentarios frente al país, a nuestros electores y a la ciudadanía en general, de manera que se fuera conociendo más concretamente el trabajo que se lleva a cabo.

El proyecto, además, resulta muy propicio en el minuto en que vivimos. La clase política o el Poder Legislativo son mirados en forma muy crítica; son rechazados. Se cree que mucho de lo que hacemos tiene que ver más con intereses personales o políticos, o de poder, que con un efectivo servicio a la comunidad o al país. Por lo tanto, existe una opinión muy negativa.

Considero, por lo que conozco de la labor parlamentaria en forma transversal, que su imagen en la ciudadanía y el juicio que a esta le merece no corresponden a la realidad de lo que se realiza, infinitamente superior. Ella no es perfecta y a menudo dista de serlo, pero la regla o la línea general sobrepasa mucho ese parecer de que somos objeto.

En consecuencia, por numerosas razones, una norma de esta naturaleza que pudiera incorporarse en nuestro Estado de Derecho democrático sería absolutamente esencial para lograr los objetivos que se buscan a través de la transparencia y del acceso a la información pública.

Pienso, además, que damos un ejemplo, como parlamentarios, al promover la iniciativa y materializarla, con lo cual manifestamos nuestra voluntad de avanzar en sintonizar con la realidad ciudadana, en ponernos cada vez más a disposición de los ciudadanos.

Los cambios que proponemos van en línea con lo que estamos desarrollando desde la Comisión Bicameral pro Transparencia -de ella ya tendremos oportunidad de hablar en otra sesión- para transmitir que el Congreso chileno quiere ser de los más avanzados al respecto en el mundo, con la mayor transparencia y disposición para dar cuenta de su gestión y recibir el juicio ciudadano.

Por todas las razones expresadas, auspiciamos el apoyo en general a la iniciativa por parte de esta Corporación.

He dicho.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.-

Señora Presidenta , Honorable Senado, la ciudadanía efectivamente está pidiendo mayores niveles de transparencia en la gestión pública.

De hecho, en el año en curso me tocó iniciar un proceso de cuenta pública, habiendo verificado por cadena local de radio la primera que rinde un parlamentario en la Región.

Este es un aspecto del cual tenemos que preocuparnos para los efectos de informar a la ciudadanía acerca de nuestra actividad, y también para poder involucrarla, en la medida en que ella está cada vez más empoderada y se interesa en saber lo que hacen o dejan de hacer sus representantes.

En el mismo sentido, he estado tratando de ubicar el boletín que contiene un proyecto de ley de idéntica naturaleza que nosotros presentamos y que debería estar radicado en la Comisión de Constitución, porque quiero pedirle a la Sala que se vea la posibilidad de fusionar ambas iniciativas.

Claramente, creemos que es necesario avanzar en términos de dotar de mayor transparencia a la gestión pública y que la accountability finalmente debe instalarse como una cultura de las autoridades públicas. No hago referencia solo a los parlamentarios, sino también a todos quienes ejercen una labor de representación de la ciudadanía.

En ese contexto, quiero señalar que el texto en debate va en la dirección correcta. Una serie de normas legales han tendido a perfeccionar nuestro sistema político, como la relativa a la inscripción automática y el voto voluntario, así como también la atinente a la posibilidad de facilitar los plebiscitos comunales. A ello se suma un proyecto que presentamos en el Congreso para crear la iniciativa popular de ley, materia respecto de la cual la Presidenta Bachelet , en su oportunidad, prometió calificar la urgencia, lo que finalmente no ocurrió.

Esperamos que estos puntos vinculados al perfeccionamiento del sistema político se terminen por imponer y que cambie la percepción de la ciudadanía respecto de la actividad que ejercemos.

A nuestro juicio, es preciso aprobar el texto en examen, que busca crear una cultura de la accountability. Y pensamos que no solo le va a hacer bien a la ciudadanía, que va a encontrarse cada vez más empoderada, sino que también permitirá oxigenar el sistema político, lo que es absolutamente necesario.

Por tanto, pido votar a favor y que la Comisión de Constitución revise los proyectos de ley en la materia que se tramiten en ella, para que pueda tener lugar la fusión que mencioné.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Ofrezco la palabra al Honorable señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta, estimados colegas, deseo valorar el esfuerzo de uno de los Senadores que intervinieron con anterioridad en orden a promover la transparencia y las normas conducentes a este fin. Me parece que sin duda se ha registrado un avance al respecto en el país.

Sin embargo, debo consignar que si quisiera acortar la discusión, pediría votar de inmediato, con el objeto de que la iniciativa se cayese, porque se trata de una reforma constitucional y no hay quórum para aprobarla.

Pero mi reflexión más de fondo es que, en términos formales, no se trata de una materia de rango constitucional. Quiero partir por exponerlo. Por ello, solicito que sus autores, en primer término, reconsideren la iniciativa, para que este tipo de normas tenga el nivel que corresponde.

En segundo lugar, no sé si la intención de los colegas logrará ser eficaz. Más de alguno de nosotros ha visto cómo la obligación de cuenta pública de los alcaldes termina hoy día siendo una mera formalidad y no necesariamente contribuye a la transparencia. Algunos jefes comunales y concejos municipales la asumen de cierta forma; otros, como un trámite burocrático más y respecto del cual no existe ninguna sanción si no se lleva a cabo en los plazos establecidos, en términos reales, ni con relación a la sustancia de la actividad. En consecuencia, si el objetivo son la transparencia y el acercamiento de la política a la gente, no sé si este es el instrumento más adecuado.

Por mi parte, he entregado cuentas públicas durante muchos períodos, pero no encuentro que reglamentar el punto en una norma legal sea el camino adecuado.

Represento a una Región con 107 kilómetros de costa, 33 comunas y tres provincias, y puedo asegurar que sus ciudadanos no tienen ningún interés en que el Senador que habla dé aquí una cuenta pública de su actividad en el Congreso Nacional. Y si ella se rindiera en Cachapoal, a los habitantes de Cardenal Caro tampoco les importaría mucho. Y los de Colchagua no irían.

En otras palabras, esto es como esas típicas ideas de arquitectos que resultan ser muy nobles, pero mal realizadas. Porque en muchas de nuestras regiones no existen canales ni medios de comunicación que las cubran por entero para los efectos de una obligación de rango constitucional que se quiere imponer.

Siendo de aquellos que estiman útil rendir cuenta de lo que hacen, no sé si el instrumento sugerido por mis colegas sea -repito- el más adecuado.

¿Sobre qué se rinde cuenta? ¿Exclusivamente de la actividad legislativa? ¿Acerca de la gestión que puede hacer una señora Senadora, en función de una comunidad, para que el Estado invierta en algo?

De repente, la cuenta pública legalmente obligatoria -algunos están sugiriendo establecerla con rango constitucional- puede prestarse para ciertas "rivalidades" entre dos parlamentarios representantes de cierto territorio.

Creo que es discutible su eficacia como instrumento de transparencia.

A mi juicio, es muy distinto de lo propuesto en esta ocasión el hecho de que el Ejecutivo , que recibe un mandato en la Ley de Presupuestos de cada año respecto de sus programas de gobierno y que se tienen que evaluar, dé cuenta al Congreso Nacional, que aprueba los recursos, sobre la marcha de la nación y la ejecución de los primeros, lo que se transmite a todo el país. Incluso resulta muy diferente de lo que hacen los municipios, que disponen de un presupuesto.

Sé que correspondería llamar a votar, señora Presidenta . Y quizás es lo que debemos hacer de una vez para que no se reúna el quórum suficiente. Pero parece que eso no sería muy gentil para los autores de la iniciativa. Por lo mismo, les solicito reconsiderar el debate, a fin de que no sea necesario que alguno de nosotros pida segunda discusión o un segundo informe. Me gustaría poner la cuestión en manos de ellos, en la medida en que son los que deberían encabezar la presente discusión y preocuparse de su desarrollo, a fin de ver si resulta o no oportuno seguir adelante en lo que estamos haciendo.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Cabe recordar que en la reunión de Comités se acordó tratar tres proyectos que estimamos -sobre todo, los dos primeros- de más fácil despacho. Con relación al que nos ocupa previmos que comenzaba la discusión.

El señor ESPINA.-

Pido la palabra.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

La tiene, Su Señoría.

El señor ESPINA.-

¿Hoy día no vamos a votarlo?

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

No.

El señor ESPINA.-

Eso es lo que quería saber.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Vamos a iniciar el debate y quedará pendiente el pronunciamiento.

El señor ESPINA.-

Resulta claro como el agua.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Puede intervenir el Honorable señor Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señora Presidenta , el requerimiento de una mayor transparencia en el quehacer del Congreso es algo que revelan las estadísticas. En la evaluación nacional, los parlamentarios nos encontramos al final de la tabla, con un 9 a 11 por ciento, junto con los empresarios. Somos los peor calificados por la ciudadanía.

Hemos intentado descubrir la razón, porque, al final, realizamos una pega que la ciudadanía estima la más desprestigiada. Consignamos hace varios años que algunos niños preferían no decir en sus colegios que su papá era Diputado o Senador , porque se generaba un rechazo.

Uno de los elementos que hemos planteado es la necesidad de ennoblecer la política, de recuperar la potestad del Congreso. Y diría que, en materia de transparencia, de prestigio, un aspecto que resulta esencial no tiene que ver con la existencia o inexistencia de la cuenta pública, sino con la monarquía presidencial, con el presidencialismo extremo contemplado en la Constitución nauseabunda vigente, que es preciso cambiar, la cual margina a los ciudadanos de la posibilidad de decidir.

¡Es una Constitución que eliminó al 70 por ciento de los partidos tras las elecciones de noviembre recién pasado! Si tuviéramos noticias de cualquier país en el mundo que declarase ilegal a ese porcentaje de colectividades políticas al día siguiente de los comicios, diríamos que no se trata de una democracia, sino de una dictadura. Y en Chile, luego de las elecciones del 17 de noviembre de 2013, el 70 por ciento de los partidos -repito- dejaron de ser legales: ¡son ilegales!

Cabe preguntarse cuáles son los elementos que hay que fortalecer en beneficio de la transparencia. Uno de ellos es el fin de las donaciones secretas en las campañas políticas. Junto con el actual Ministro de Justicia , señor José Antonio Gómez , presentamos una iniciativa tendiente a clarificar dicho aspecto y ponerles término. Si las hay, bueno, pero que sepamos quiénes son los donantes. Porque en algunas de las campañas se recibieron ¡cientos y cientos y cientos de millones de pesos de parte de donantes anónimos y secretos!

El proyecto en discusión se encuentra bien orientado. Una cuenta pública del Congreso -Cámara de Diputados y Senado- y otra de los parlamentarios van en un sentido correcto. Pero tal vez la gente nos pregunte: "¿Por qué, en lugar de dar una cuenta pública de lo que están haciendo, no dicen quién les financió las campañas? ¿Por qué no dan una cuenta pública de dónde sacaron las platas para ser elegidos? Dan una cuenta pública, pero mantienen en secreto el financiamiento de sus campañas.".

No sé si la aprobación de la iniciativa va a contribuir realmente a mejorar la imagen ante la ciudadanía, porque parece que quisiéramos discutir proyectos con apariencia de transparencia, en circunstancias de que en definitiva no la tienen.

Una ley orgánica determinará cómo se dará la cuenta. Eso me parece correcto, porque esta última puede ser múltiple. La que proporcionan los alcaldes se transforma a veces en una maratón, de 42 kilómetros, o en una carrera de 100 metros planos. Eso depende del jefe comunal: algunos entregan una cuenta de media hora, y otros, de dos; algunos enumeran todos los actos de Gobierno, todas las obras, y otros, de verdad, ponen gestión. Pero nadie facilita documentos que puedan ratificar que lo dicho es cierto. Es posible realizar la diligencia, pero si después no se permite el acceso a los códigos basales, ¿qué cuenta pública es la que se lleva a cabo? ¡Se puede mentir en ella!

Por lo tanto, creo que el proyecto -reitero- está bien orientado. Pero, al igual que en el anterior. uno dice: "Si vamos a hacer un conjunto de modificaciones que buscan mejorar el prestigio, la imagen pública, el quehacer del Congreso Nacional, lo único que logra el debate parcelado -o sea, un mosaico, una reforma a cuadritos- es distraernos del objetivo central". ¿Y cuál es el objetivo central? Que la gente sienta que el Congreso la representa.

Aquí en la Sala, cuando discutíamos si aumentar o no el quórum para establecer plebiscitos o consultas municipales, algún Senador manifestó: "¡Pero estamos cediendo soberanía!". Es al revés: la ciudadanía nos entregó esta última para representarla. Y juzgo que recoger todos los proyectos que dicen relación con el mejoramiento de la transparencia, de la percepción del quehacer del Congreso Nacional, es tal vez más importante. Eso significa, entonces, dar cuenta de una reforma profunda.

Entiendo que el Senador señor Larraín es bienintencionado: demos una cuenta pública. Pero ¿qué vamos a responder cuando se levante la primera mano para plantear: "Señor Senador, señor Diputado , lo hemos escuchado atentamente, durante dos horas, en la cuenta de su circunscripción o de su distrito, mas lo único que no ha dicho es cómo financió su campaña, de modo que dónde puedo acceder a todo lo que usted sostiene para poder conocer su declaración de bienes, su asistencia al Congreso o cómo ejerce su tarea y cómo me lo puede comprobar"?

Entonces, bien, efectuemos una cuenta pública. A mí no me gusta la fecha que se establece al efecto: el 4 de julio de cada año. Coincide con el de la independencia de los Estados Unidos. Sería bueno que los autores del proyecto explicaran por qué la eligieron.

Cabe proponer fines de noviembre, cuando estamos en primavera y hay mejor ambiente, mejores vibras. Julio es un mes de invierno, más sombrío.

Además, ¿por qué fijar el mismo día de la independencia de los Estados Unidos?

Me señalan que corresponde a la inauguración del Congreso Nacional. En 2011 se celebró su aniversario número 200.

No sé si una fecha en mitad del año resulta la más adecuada, en un mes en el cual lo más probable es que llueva muy fuerte cuando se quiere que la gente concurra a escuchar una cuenta pública. Tal vez noviembre es más amigable para la presencia y participación ciudadana.

En mi opinión, se tendría que reflejar un elemento distinto. ¡Ya tenemos suficiente con el 11 de septiembre en Chile y en los Estados Unidos! Yo preferiría que la cuenta pública del Parlamento tuviera una fecha distinta al 4 de julio.

Por tanto, sin perjuicio de tratar esta reforma constitucional, pido una vez más a mis colegas Senadores -por su intermedio, señora Presidenta - que cuando discutamos en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia el proyecto de ley que elimina las donaciones secretas tengamos la misma facilidad que estamos teniendo ahora para traerlo a la Sala, debatirlo, establecer una mayoría y comenzar el proceso.

Yo voy a votar a favor en este caso, pero me voy a empeñar en que esa otra iniciativa venga también al Hemiciclo, porque creo que no va a ser bien visto ni va a tener total transparencia el dar cuenta pública de todo lo que hacemos si continuamos ocultando el financiamiento de nuestras campañas, que sigue siendo secreto.

Eso no es posible, e inhabilita una buena medida, como es una cuenta pública del Congreso Nacional, de los Presidentes de ambas Cámaras, de Senadores y Diputados, en fecha que será necesario establecer.

Estamos ante una buena idea, señora Presidenta , pero esta tiene que ir adosada de otros elementos de cuenta pública o de acceso a la información como el que he señalado.

¡Fin a las donaciones secretas en las campañas!

Anuncio mi voto favorable.

¡Patagonia sin represas!

¡Nueva Constitución, ahora!

¡No más AFP!

La señora ALLENDE (Presidenta).-

El Senador señor Lagos no está.

Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señora Presidenta , voy a hacerme cargo de algunas observaciones que se han formulado aquí.

Creo que el sentido del proyecto no puede ser objetado. Que el Parlamento, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rindan cuenta pública, una vez al año, sobre cuál ha sido el trabajo que han realizado ambas Corporaciones, es equivalente a lo que hacen el Presidente de la Corte Suprema el primer lunes de marzo de cada año y el Presidente de la República , en virtud de una disposición constitucional, cada 21 de mayo.

Puede ser norma constitucional o ley ordinaria. Depende de qué rango le queramos atribuir. ¿Le queremos dar realmente la importancia que le corresponde a este Poder del Estado , equivalente a lo que hace el Poder Ejecutivo , o preferimos otorgarle un rango de ley normal, no constitucional? Por supuesto, se puede tomar la decisión. El objeto es uno: que el Parlamento rinda cuenta pública una vez al año.

Ahora, ¿en qué fecha? Mi amigo el Senador Navarro decía que el 4 de julio coincidía con la independencia de Estados Unidos. ¡Bueno, a lo mejor podemos eliminar del calendario esa fecha, porque siempre nos va a molestar cuando coincida con cualquier tipo de actividad que queramos tener...! Precisamente, el aniversario del Parlamento se celebra el 4 de julio, siempre. Ese día hacemos aquí una recepción, compartimos con todo el personal, normalmente efectuamos un acto solemne en el Salón de Honor del Congreso.

¡Como digo, podríamos eliminar el 4 de julio y ponerlo en blanco, para no tener problemas! O sea, esa objeción yo no la recojo, pues no le encuentro mucho sentido. Muestra animadversión hacia los Estados Unidos. A mí no me gustaría mezclar una cosa con otra.

Se propone el 4 de julio porque tiene la simbología que he expresado. Corresponde a una fecha propia, no a una fecha ajena.

Luego está el tema de la cuenta de los parlamentarios. Personalmente, creo que aquí hay que distinguir dos cosas. La primera es la transparencia de la actividad parlamentaria, que ya está reglamentada. Cualquier persona puede entrar en el sitio web del Congreso a ver todo lo relacionado con nuestra propia actividad: los ingresos que recibimos, cuál es nuestro personal, cuál es nuestra asistencia. A lo mejor eso podría publicarse o entregarse por los parlamentarios en su momento. Eso lo podemos determinar más adelante, cuando discutamos la ley orgánica, por cuanto en la reforma que estamos estudiando precisamente se señala que la cuenta de los parlamentarios tendrá lugar de acuerdo con la normativa que se dicte al efecto y se incluya en aquella. Ahí veremos.

Incluso, estoy de acuerdo con el Senador Navarro en que a lo mejor cuando haya habido una elección la cuenta que el parlamentario dé al Servicio Electoral sobre la forma como efectuó sus gastos sea pública y se ponga en el sitio web del Parlamento o donde se quiera. Todo lo que sea transparencia es bueno y necesario. Pero creo que no podemos objetar lo que se persigue en virtud de este proyecto.

¿Qué rango queremos darle? Personalmente, prefiero que la cuenta del jefe del Parlamento chileno, de la Presidenta del Senado o del Presidente de la Cámara de Diputados, se halle establecida en la normativa constitucional y no en una ley ordinaria, pues creo que le da más rango, más fuerza. Y esa es la razón del proyecto.

Por cierto, este puede ser perfeccionado, y mucho; recoger todas las ideas que tengamos. Pero, si alguien quiere votar en contra, que diga que se opone a que el Parlamento dé cuenta, tal como ya lo hacen el Presidente de la República y el Presidente de la Corte Suprema. Y sigamos como estamos.

Por mi parte, me parece preferible que el Congreso se ponga en el mismo rango de obligaciones que esas dos altas autoridades. Y estimo importante y conveniente que los parlamentarios también asumamos tal responsabilidad, con todos los problemas que se han planteado y que tendremos que ver cómo solucionar: cómo darle publicidad al acto, cómo materializar la cuenta en la circunscripción o en el distrito respectivo, según corresponda. Eso lo veremos en la ley orgánica. Pero hagámoslo. E incluyamos no solo nuestra actividad legislativa, sino también nuestras acciones en relación con las fuerzas sociales, cuál ha sido nuestro planteamiento en determinadas materias que le interesan a la circunscripción o al distrito, o cuáles son nuestras inquietudes desde una perspectiva de visión nacional del país. Eso es importantísimo.

Por tanto, creo y sostengo, a pesar de que pueda ser algo sin mayor trascendencia para algunos, que esta normativa constitucional es positiva. Ahora, si se quiere hacer en base a una ley ordinaria, que se haga así. Si se quiere establecer más transparencia en la ley orgánica, incluyamos en ella toda la que sea necesaria. Lo fundamental es que el Parlamento se ponga a tono con lo que pasa hoy día en el mundo. La ciudadanía exige cada vez más transparencia. Estamos más cerca de la gente. Se requiere más participación. Ya no se trata solo de la democracia electoral en la cual aún seguimos viviendo.

Gracias, señora Presidenta.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Ahora sí, le ofrezco la palabra al Senador señor Lagos.

El señor LAGOS.-

Señora Presidenta , pienso que este proyecto, tal como está presentado, requiere ser enriquecido, por decirlo de una manera suave. Las solas intervenciones que se han producido acá nos advierten sobre la conveniencia de darle un tratamiento más adecuado.

Me hago eco de lo que señalaban los Senadores Letelier y Navarro en algunos aspectos, pero lo medular es que requerimos un sistema que nos ponga en el mismo tono en que están los otros dos Poderes del Estado. Podemos discutir si la cuenta deben hacerla ambas Cámaras separadamente o la Corporación en su conjunto; si es una obligación que, como expresa el artículo 56 bis, ha de recaer en el Presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados, o si además, como establece el artículo 62 bis, tiene que ser ejercida individualmente por cada Diputado y Senador.

Eso requiere un tratamiento bien especial. No es evidente cómo se hará. No sé si el resto de mis colegas parlamentarios hará lo mismo, pero yo trato de rendir una cuenta pública. Claro, uno efectivamente la hace en función de lo que inteligentemente cree que hizo las cosas, de los aportes que realizó, de cómo estima que benefició a la comunidad. Pero entre eso y considerar que se está en presencia de una propaganda personal hay un solo paso.

Entonces, cabe preguntar: ¿habrá alguien que interpelará? ¿Habrá alguien que tendrá la posibilidad de comentar la cuenta que se rinda? ¿Se hará públicamente, con notificaciones para que la gente, la sociedad civil, las juntas de vecinos, aquellos que uno recibe a diario y que le envían cartas para impulsar proyectos de ley o solucionar problemas puntuales puedan participar de aquello?

Todo eso requiere una regulación; todo eso requiere tal vez un tiempo, y hasta es posible que requiera recursos. Por tanto, hay que discutirlo. Pero, para ser bien franco, esas dudas, para mí, no son óbice, al final del día, para aprobar esta iniciativa tal como está.

Y quiero hacer otro alcance, señora Presidenta .

Algunos Senadores -no los voy a mencionar- han hablado de la necesidad de tener mayor transparencia, de disponer de accountability (fue la expresión que usó un colega, en un buen spanglish; no tengo nada que decir al respecto). Pues bien, quiero recordarle a ese señor Senador, que es de la vereda de enfrente, que hace 48 horas su Gobierno autorizó, poco antes de irse, la eliminación de todos los e-mails de los funcionarios salientes.

Entonces, yo pediría un mínimo de coherencia y de consistencia. Si vamos a exigir cuentas públicas a los Diputados y Senadores, por lo menos pidámosles a nuestros gobiernos que no anden borrando los mensajes electrónicos a menos de 24 horas de dejar el poder.

Doy el dato no más, para mantenerlo vivo en el debate, señora Presidenta.

Si se vota ahora el proyecto, encantado me pronunciaré a favor. Si la votación se pospone para otra oportunidad o se pide segunda discusión, quedaré del todo disponible mientras mantengamos la capacidad de contar con los votos necesarios para su aprobación.

Gracias.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.-

Preferiría intervenir después del Senador Montes para poder contestar algunas interrogantes.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

En ese caso, tiene la palabra el Honorable señor Montes.

El señor MONTES.-

Señora Presidenta , me sumo también a quienes valoran su llegada a la presidencia del Senado y desean que le vaya muy bien. Creo que los actos de ayer y de hoy son bastante potentes para todos, para el espíritu, para las ganas de hacer mejor las cosas.

¡La felicito!

Sobre la iniciativa, esto de las cuentas públicas fue discutido al menos en tres modificaciones a la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades. En esas ocasiones dijimos: una autoridad unipersonal como el alcalde tiene que darle cuenta de su gestión a la comunidad. Incluso una de esas normativas contempla los aspectos que debe contener dicha cuenta, de forma tal que no se eludan los temas fundamentales.

De lo que conozco de las cuentas municipales, su efecto real en cuanto a transparencia, motivación, es muy desigual entre unas comunas y otras y generan cierta frustración en la comunidad, que no puede opinar. O sea, a pesar de tratarse de una cuenta institucional de la gestión municipal, de cómo se mueve el municipio, no existe ninguna posibilidad de diálogo, ni de cuestionamiento. No se puede cuestionar, incluso, aspectos relativos a la convivencia institucional. Si a alguien se le ocurre pedir la palabra en una cuenta pública municipal es duramente criticado. Es como atentar contra el orden.

A mí me parece que en esta materia no basta con las ganas, con el espíritu, con el objetivo, que considero muy importante. Se debe buscar la manera de que la cuenta sea efectiva y constituya un momento de debate, de transparencia, de intercambio. De lo contrario, al final terminará siendo frustrante para los propios ciudadanos que asistan a su entrega. Y si la finalidad es que los ciudadanos sientan más cercana a la autoridad y eso no se da, la situación será bastante complicada. En el ámbito municipal, la cuenta no la conocen antes ni siquiera los concejales. O sea, se trata de una acción que no surte efecto.

El año pasado me tocó ver el caso de un alcalde que no quería dar cuenta de su gestión, pero, como la ley lo obligaba, dio una cuenta de exactamente un minuto y medio de duración.

El señor LAGOS.-

¡Pero fue completa!

El señor DE URRRESTI .-

¿En un municipio chico?

El señor MONTES.-

Yo creo que no cumplió la ley en todo caso, y fue algo irritante para quienes pensaban distinto de él y para los ciudadanos que asistieron al evento.

Estimo que estas cosas hay que pensarlas más; considerar más la experiencia municipal, y tratar de perfeccionarla.

Estoy de acuerdo en lo que he oído acá en cuanto a la importancia que tendría una cuenta de ambas Cámaras, una cuenta institucional, anual o bianual. De hecho, en la Cámara de Diputados se estableció el principio de entregar una cada cuatro años, que es bastante completa. Se publica un libro con todos los detalles. No se discute nunca su contenido, pero existe. En mi opinión, es bastante institucional, y sirve a quienes van a seguir dirigiendo la entidad, por lo menos como una base de antecedentes para lo que se deba hacer.

No sé si el Senado hace lo mismo.

No tengo dudas de que eso es bueno. Y tiene que ver con lo señalado por el Senador Zaldívar en el sentido de que es conveniente estar al mismo nivel de la Presidencia de la república y de las distintas instancias centrales que realizan dicho acto.

Respecto de las cuentas individuales de los parlamentarios, salvo que encontremos un procedimiento adecuado, una forma de llevarla a cabo y un contenido para ellas, pueden constituir más una frustración que un aporte al debate y la transparencia.

A lo mejor debería ser institucional: que la efectuaran los dos parlamentarios de cada distrito, organizados incluso por la propia institución, en presencia de cierta cantidad de invitados, que se dialogara un rato sobre lo expuesto, que se entregara por escrito. En el caso de la cuenta municipal, lo peor es que no ocurre esto último, o a veces el documento se da a conocer tres meses después, con lo cual ya queda extemporáneo.

Yo tendría mucho cuidado de legislar sobre esta materia sin tomar en cuenta la experiencia municipal y sin buscar un dispositivo, una forma de presentación bastante más precisa, más completa, que asegure que daremos un paso adelante y no generaremos frustración.

En un sistema no binominal probablemente la cuenta institucional sería mucho más potente, pues la rendirían los cinco parlamentarios de la zona. Eso podría generar un momento de diálogo político sustantivo, o bien constituir, si no está bien pensado, un gran problema.

No sé si en el caso del Senado se dan cuentas individuales. Me imagino que debería realizarse en todas las comunas, en todos los distritos, o si tal vez tendría que ser una sola, de carácter general.

Desconozco cómo lo hace el Senador Lagos Weber, que da unas cuentas bastante precisas, como él ha dicho.

El señor LAGOS.-

¡En la Isla de Pascua, señor Senador ! ¡Dos veces al año!

El señor MONTES.-

¿Sí?

El señor LAGOS.-

Está en mi circunscripción.

El señor MONTES.-

¡Pero no se lo ha visto por allá!

En fin.

Concluyo, señora Presidenta , manifestando que me parece bien el objetivo general, la intención, la idea. Por ahora, mantendría la cuenta a nivel institucional en ambas ramas del Congreso. Para entrar en una actividad más individual de los parlamentarios habría que perfeccionar la norma y generar un modo de realizarla que permitiera lograr el objetivo, para que no termine siendo contradictoria con este.

Es todo, señora Presidenta.

Gracias.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN .-

Señora Presidenta , en verdad, mi interés era escuchar la mayor cantidad de opiniones sobre este proyecto para poder hacerme cargo de ellas o para esclarecer algunas inquietudes que hayan surgido.

En lo sustantivo, me quedo con lo expresado por el Senador Lagos Weber. No escuché todas las intervenciones, pero la suya la alcancé a oír entera.

En lo esencial, se trata de un compromiso que, a estas alturas de nuestro desarrollo cultural en materia de transparencia y probidad, considero ineludible: la rendición de una cuenta. Tienen que efectuarla el Congreso y los parlamentarios: el Senado y la Cámara de Diputados, ante el país, y nosotros, en el ámbito donde fuimos elegidos.

Me parece que algunos la realizan en forma sistemática; otros la hemos llevado a cabo de manera esporádica o del modo que hemos estimado mejor. Pero no hay un hábito republicano de ponernos a disposición de la comunidad diciendo: "Esto es lo que estamos haciendo; así es como estamos cumpliendo nuestras responsabilidades".

En lo esencial, se trata de eso. Y creo que tiene que ver con la responsabilidad de una democracia que no se agota en los actos electorales. Hoy, la democracia es crecientemente participativa. Pero, para eso, para que los ciudadanos puedan participar, deben contar con elementos de juicio. Sin información no hay participación. Y por muy insuficiente o defectuosa que sea una cuenta, considero esencial que la puedan rendir los parlamentarios y ambas ramas del Congreso a fin de garantizar que tal actividad realmente cumpla el objetivo de permitir un control ciudadano de la gestión y establecer una mayor responsabilidad en el ejercicio de las funciones. Porque, claro, uno no va a ir a inventar un cuento, ya que en la actualidad es posible rastrear los antecedentes y verificar si son veraces. Aunque haya o no diálogo en ese minuto, los medios de comunicación locales, las universidades, la sociedad civil podrán comprobar si las cuentas que se entreguen son verdaderas o no.

De manera que esta iniciativa exige transparencia, responsabilidad, madurez cívica y posibilita que nos esmeremos en desarrollar mejor nuestras funciones, nos acerquemos a la ciudadanía y busquemos recuperar la confianza y credibilidad que hemos perdido, por diferentes razones. Probablemente muchas no son de nuestra responsabilidad, pero varias otras sí lo son.

Por tanto, en lo sustantivo, me parece que debemos avanzar en esta materia. ¿Cómo? Entiendo que la forma está sujeta a debate. Lo importante es que no se trate de un cuento y que no sea un acto de propaganda, sino de responsabilidad.

Por eso, la cuenta tiene que ser rendida no solo con autoelogio, sino también con descripción de aciertos y errores, de avances y retrocesos, con materias pendientes, con la realidad. Porque al final, como dicen por ahí, "antes se pilla a un mentiroso que a un ladrón". Y si hoy día alguien miente y engaña a la ciudadanía, su versión no dura 24 horas.

¡Si la presión social no es un actor por casualidad! Lo es porque, en la actualidad, la gente obtiene información y reclama o protesta tan pronto algunos antecedentes le parecen mal. Y ya sabemos las consecuencias políticas que aquello genera, en todo ámbito de cosas.

¿Cómo rendir la cuenta? Considero correcto lo que he escuchado en cuanto a que esta materia es susceptible de perfeccionamiento. Sí estimo importante que la rindan no solo los presidentes de ambas Cámaras, sino también los parlamentarios. De manera que aquí podría haber una diferencia con algunos.

Pienso que nosotros igualmente debemos responder ante nuestra gente, en forma periódica. Y será preciso buscar la manera de que nuestra cuenta sea efectivamente pública, accesible y le llegue a la gente y de que institucionalmente tengamos el soporte para cumplir con ese deber.

En seguida, habrá que reglamentarla. Y tal vez se pueda aligerar un poco esta obligación e incluso incorporarla al Reglamento del Senado y al de la Cámara de Diputados; que ambas Corporaciones, en conjunto, acuerden la forma como deben rendir cuenta tanto el Presidente de cada una de ellas como los respectivos parlamentarios, en los lugares que representan -lo que sea más simple-, y dejar establecido en la Constitución el principio esencial con la misión fundamental.

Tal planteamiento lo puede trabajar, en el segundo informe, la Comisión de Constitución, si hubiera voluntad para aprobar en general el proyecto.

Eso se puede hacer, pero resulta primordial que quede incluido en la Carta. Porque, como bien decía el Senador Andrés Zaldívar, carece de sentido y de justificación que el Presidente de la República tenga la responsabilidad de dar cuenta al país del estado administrativo y político de la nación, consagrada en la Constitución, y no así el Congreso Nacional.

Repito: podemos sentar el principio, la obligación y el carácter de tal obligación, y dejarla entregada a nuestra Ley Orgánica Constitucional o al Reglamento de las dos ramas del Parlamento. Lo que estimemos más adecuado.

En todo caso, ello está abierto al debate.

¿Y por qué se fija como fecha para rendir esa cuenta pública el 4 de julio? Bueno, Senador Navarro -se lo señalo por su intermedio, señora Presidenta -, ¡no se me había pasado por la mente que esa fecha coincidiera con la del aniversario de la Independencia de Estados Unidos!

¡El día 4 de julio se fundó nuestro Congreso Nacional y me parece que debemos conmemorar ciertas tradiciones republicanas!

¡Este es uno de los Parlamentos más antiguos que existen!

Por tanto, el no reconocer esa identidad implica perder una oportunidad. A lo mejor no se nos va a olvidar que también es el Día de la Independencia del pueblo estadounidense. Pero va a ser tan fuerte el acontecimiento propiciado por el proyecto que contribuirá a forjar una cultura más nacionalista en ese sentido, si en realidad es a ello a lo que apunta.

Reitero que la fecha no tiene nada que ver con la Independencia de Estados Unidos. Y sería razonable que, así como se estableció la tradición de que el Presidente de la República diera cuenta al país el 21 de mayo de cada año, ¡por qué no crear también como tradición lo propuesto en la iniciativa que nos ocupa!

La cuenta presidencial del 21 de mayo es una tradición que no estaba contemplada en la Constitución de 1925 ni en ninguna otra anterior. Sin embargo, las normas consuetudinarias a veces tienen más fuerza que las escritas, y finalmente ella se recogió en el Texto Constitucional.

Es prudente que la rendición de cuenta pública anual por las autoridades del Parlamento, que se propone en este caso, se consagre en el ámbito de nuestra Carta Política.

Si hubiera acuerdo en lo fundamental, creo que podríamos avanzar, salvo que -como se ha dicho aquí- alguien no quiera que se rinda dicha cuenta, cualesquiera que sean las consideraciones que aduzca. Está bien. Pero podemos mejorar el texto, perfeccionarlo.

De eso se trata el trabajo legislativo: de que en la discusión en particular se formulen las indicaciones pertinentes y realicemos nuestro trabajo; que la Comisión lo recoja y traiga nuevamente el proyecto a la Sala, para su debate.

Constituiría una señal de mucho valor el que en este momento de fuerte cuestionamiento a la labor parlamentaria, tomáramos la iniciativa y dijéramos: "Sí, estamos dispuestos a rendir cuenta pública de nuestra actividad y trataremos de hacerlo lo mejor posible".

¿Y qué significa "lo mejor posible"? Este punto lo analizaremos en la discusión en particular.

Negarse a eso constituiría realmente una pésima señal -¡una pésima señal!-, que justificaría, una vez más, el rechazo ciudadano, porque daría la impresión de que queremos alimentar el secreto o la reserva de nuestras actuaciones.

Se ha avanzado bastante a través de las páginas web; pero esto todavía no genera la dinámica de una interacción verdaderamente ciudadana y masiva. Debemos buscar que así sea a nivel de cada una de las responsabilidades que tenemos en nuestros distritos o circunscripciones.

Y, de lograr que el acto de rendición de cuenta de los Presidentes de ambas Corporaciones sea transmitido -como se hace con la cuenta del Presidente de la República - en forma directa por televisión a nivel nacional, por cadenas de radio, en fin, estaremos contribuyendo fuertemente a acercarnos a los ciudadanos contándoles lo que hacemos.

¡Si el juicio de rechazo al Parlamento es un prejuicio, pues existe muy poca información! Porque más valen los escándalos que publica la prensa que la realidad de la labor que efectuamos cotidianamente.

Merece la pena que se rinda la cuenta pública anual en comento. Es un riesgo. Sin embargo, necesitamos asumirlo, por el bien de nuestra actividad legislativa, que requiere mayor compromiso y cercanía con la gente.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Ofrezco la palabra al Senador señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señora Presidenta , el debate sobre esta materia ha sido muy bueno, pero muy irregular, porque algunos colegas postulan un preciosismo absolutamente imposible de cumplir.

Como planteó un Senador, estamos tratando una reforma constitucional y la discusión debe circunscribirse a ella. Por consiguiente, no corresponde discutir aquí los detalles sobre la manera en que se rendirá la cuenta pública, ni la fecha, ni si se transmitirá por radio o por televisión.

Todos sabemos que hay parlamentarios que tienen una mayor y mejor exposición pública y que efectúan permanentemente una especie de "rindo cuenta". No obstante, si consideramos que la legislación vigente contempla la obligación de que rindan cuenta los fiscales; los alcaldes; los defensores públicos; el Presidente de la República , cada 21 de mayo, y distintas otras autoridades, no está mal que los parlamentarios hagamos también una cuenta pública. ¡No está mal!

Los detalles y otros elementos orientados a implementar esa cuenta, bueno, los incorporaremos en la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional. No corresponde que estén en la Constitución.

Ahora, el debate que hemos de hacer respecto de esta reforma constitucional debe centrarse en si es positivo o no que los parlamentarios rindamos una cuenta pública cada cuatro años, una vez al año o al término de nuestro mandato. En lo personal, cuando finalizo un período elaboro un documento llamado "Rindo cuenta" y lo reparto.

A mi juicio, es sano que los legisladores demos cuenta de nuestra actividad de alguna manera, porque se nos paga con recursos fiscales y, además, porque los ciudadanos necesitan tener alguna fórmula para decidir si van a reelegir a un Diputado o Senador , o si van a apoyar su trabajo en algún minuto. Y si no acuden a escuchar esa cuenta pública o no la leen, eso será de su responsabilidad.

Señora Presidenta , comparto lo sostenido por algunos Senadores que han intervenido en cuanto a que parte del desprestigio del Parlamento obedece al desconocimiento total de lo que aquí se hace. Y seguramente muchas personas se preguntan: "¿Qué hace por mí este Diputado (o este Senador)?". O bien: "Estos tipos cobran su sueldo y no hacen nada", en circunstancias de que -como muy bien señaló un colega- hoy día es enormemente fácil saber si un Senador o un Diputado asiste a las sesiones; si interviene o no; qué opina sobre alguna materia; cómo votó un asunto. Para ello basta con meterse a la página web respectiva. Sin embargo, no es lo mismo -lo he comprobado a propósito de lo observado al final del Gobierno del Presidente Piñera- informar lo que sucede día a día y lo que uno pone en un documento o entrega en una ocasión, que dar la cuenta que por ley deben rendir los Ministros, los fiscales u otras autoridades.

A mí me da la impresión de que la reforma constitucional en debate es positiva; de que la rendición de una cuenta pública anual obligatoria va a ayudar a la transparencia.

Y la transparencia siempre es buena. El conocimiento por la gente del trabajo de sus autoridades o de los parlamentarios, a quienes se les paga con recursos del Estado, y en especial de quienes somos elegidos mediante el voto popular, es bueno, y va a ayudar a aumentar el prestigio tan escaso que hoy día tiene el Congreso Nacional.

Soy partidario de votar favorablemente la iniciativa.

Insisto: no corresponde entrar en el detalle de esta reforma constitucional -entiendo que hoy no se va a votar-; hay que hacer esa discusión en el momento oportuno.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Antes de ofrecer la palabra al Senador De Urresti, quiero señalar a Sus Señorías que la presente sesión debiera concluir a las 20, que es la hora de término habitual.

Dado que restan cuatro oradores -los Honorables señores De Urresti , Guillier , Horvath y Pizarro -, ojalá pudiésemos terminar a las 8. De no ser así, como el proyecto no se votará esta tarde y el debate continuará en la próxima sesión, los señores Senadores podrán intervenir entonces en el mismo orden de inscripción.

Esa es la propuesta de la Mesa.

Tiene la palabra el Honorable señor De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta , al tenor del debate, resulta difícil negarse a la aprobación de este proyecto, porque rendir cuenta pública es hoy día una costumbre, una práctica que en buena hora sigue extendiéndose.

Un par de observaciones al proyecto propiamente tal.

A mi juicio, nosotros debemos consagrar en la Constitución la obligación de que ambas Mesas del Congreso Nacional y, particularmente los Senadores y los Diputados, rindan cuenta pública. Pero la forma establecida en el artículo 62 bis, inciso final: "Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación", podría hacer diferir su aplicación y entregarle a dicha ley orgánica una materia que perfectamente podemos regular por la vía reglamentaria.

Con la capacidad institucional que posee cada una de las Cámaras del Parlamento perfectamente podemos estandarizar la rendición de esa cuenta, porque esta corresponde a lo que nosotros hacemos.

Habrá que consagrar la obligación de que los equipos parlamentarios de cada circunscripción entreguen información, especialmente sobre la labor de representación que realizamos en terreno, porque la ciudadanía, o mejor dicho la prensa, muchas veces no comprende que cuando no estamos presentes en la Corporación, nos hallamos ejerciendo una función propia de la representación parlamentaria.

Eso deberá ser un aporte desde el punto de vista particular de los equipos parlamentarios. Pero aquí, en el Senado, se encuentran los antecedentes objetivos y transparentes de la labor que realizamos: nuestras intervenciones, nuestras votaciones, nuestras asistencias.

¡Vaya que es complicado, señora Presidenta , cuando la ciudadanía centra su atención simplemente en si un parlamentario estuvo o no en una sesión, pero no pone el acento en cómo vota!

Lo importante es que los ciudadanos que nos eligen a través del sufragio popular puedan saber cómo uno los representa en el Parlamento; cómo nos pronunciamos; cómo protegemos sus intereses; si hay coherencia entre lo propuesto en el programa y lo que se vota en definitiva, y, también, que conozcan qué intereses se defienden.

En cuanto a lo último, en el debate de diversos proyectos de ley en los cuales claramente están en juego intereses el parlamentario fija una posición. Es esencial que el ciudadano lo sepa. No se trata de un juicio de valor, sino de uno político. Somos una Cámara que establece una posición política. Y creo que es vital transparentarlo.

Como concepto, resulta primordial estandarizar la rendición de las cuentas públicas. Por eso, es relevante que el Parlamento y el propio Senado colaboren en la redacción de esa memoria, de esa cuenta, para que se establezcan parámetros objetivos: obviamente, la obligación de transmitirla y comunicarla a la ciudadanía; que se coloque en todos nuestros soportes electrónicos -canal de televisión del Senado, página web-, a fin de que la gente pueda saber qué hizo y cómo votó su parlamentario; que se informe acerca del financiamiento de las campañas electorales; que exista transparencia acerca de las reuniones en que participa y su presencia en el territorio nacional.

En definitiva, se debe saber cómo ejercen los parlamentarios su trabajo en el Congreso Nacional.

Estoy de acuerdo con el proyecto y valoro la iniciativa de sus autores, porque me parece bien que se consagre esa obligación en la ley. Sin embargo, también considero importante que este tipo de discusiones se desarrolle en el marco del debate de una nueva Constitución. Es ahí donde tenemos que generar ese espacio de análisis.

Por otra parte, deseo señalar al Senador Hernán Larraín -con quien voy a integrar la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento- que dispone de mi respaldo para incorporar este tipo de proyectos, pero también para que discutamos una nueva Carta, que sea democrática, participativa, en donde los planteamientos serios y responsables de usted y los valores y principios que representa y pregona su sector estén legítimamente presentes, así como los nuestros y los de todos los ciudadanos.

Esperamos que esa Constitución sea producto de una Asamblea Constituyente o de la participación masiva de la ciudadanía.

Claramente, ello no ocurrió en la Constitución de 1980. Ese debate no se efectuó ni en las comisiones constitucionales ni menos en el plebiscito pertinente.

Como yo era menor de edad, no pude ir a votar. Pero recuerdo que no había registros electorales y se marcaba el carné de identidad.

El Senador Navarro me acota que se le cortaba un pedazo en una esquina. ¡Su Señoría debe haber ido a votar entonces...!

Por eso, pretendo que en la discusión de la nueva Constitución podamos incorporar esos valores y principios, propios de una sociedad democrática, que corresponden a elementos fundamentales para que la ciudadanía tenga mayor presencia, mayor vinculación, mayor control, a fin de que sepa cómo actúa su parlamentario.

Estoy absolutamente de acuerdo en eso: nada de ocultismo, nada de secretismo.

Asimismo, en la actualidad hay control cruzado. Porque lo que se publica o la información que se entrega perfectamente puede ser contrastado. Por eso estimo importante efectuar una cuenta.

Le comentaba al Senador Larraín , señora Presidenta , lo relevante que es estandarizar ciertos conceptos de la cuenta. En esto será de gran ayuda el conjunto de funcionarios, profesionales y técnicos del Senado, quienes serán su base, además del aporte particular, obviamente, que cada uno tiene en su circunscripción.

Entonces, valoro el proyecto y los principios que se han establecido. Tal vez se pueda avanzar en que vayan por una vía reglamentaria y no a través de una ley orgánica, porque esto significaría diferir su ejecución.

Invito a que esta materia, junto a muchas otras, las incorporemos en el debate de la iniciativa para una nueva Constitución democrática, representativa, que esperamos sea enviada al Parlamento por la Presidenta Bachelet lo antes posible.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Guillier.

El señor GUILLIER.-

Señora Presidenta , antes de intervenir sobre este proyecto, quiero decir que para mí es muy satisfactorio que mi primer voto en el Senado haya sido para elegir a una mujer como Presidenta de la Corporación , particularmente por el simbolismo que usted representa.

Respecto al tema en debate, yo sugiero que se recuerde que, en cuanto al principio de la información, se corre el riesgo de que la sobreinformación o la falta de aquella sean una forma de manipulación. Es decir, en el descrédito puede operar una abundante información, pero carente de estructura. Y eso -reitero- es un riesgo.

Me parece que desde los tiempos de la Mesa integrada por el entonces Senador Gazmuri y por el Senador Hernán Larraín , acá presente, se trabajó bastante en transparentar la gestión parlamentaria. Sin embargo, las páginas web necesitan contar con un criterio de selección para determinar qué es relevante. Porque la cuenta pública de las autoridades no puede durar horas de horas, sino que tiene que ser breve, acotada y, por ende, especificar aspectos destacados de la labor del Congreso Nacional.

En tal sentido, creo que sería bueno conversar con los propios medios de comunicación, con el objeto de determinar qué es de interés público y seleccionarlo de los informes de las páginas web de cada parlamentario y de la Corporación.

Entiendo que algunos lo hacen, pero durante la campaña electoral entré a sus sitios web, y créanme que había páginas y páginas de información, pero con muy poca sustancia.

En consecuencia, pido que al menos los informes que rindan los Presidentes de ambas Corporaciones se rijan por algunos criterios de relevancia, tales como número de proyectos de ley tramitados; grado de participación en su debate, y quiénes fueron invitados y escuchados, sobre todo para controlar un segundo fenómeno: el lobby.

Por otro lado, concuerdo con quienes proponen definir criterios generales con el fin de que la cuenta no sea muy larga, pues nadie la leería y no tendría la eficacia que buscamos. Acá no se trata de cumplir con un aspecto burocrático, sino de realizar una función que mejore la imagen corporativa.

En resumen, estoy de acuerdo en legislar, pero considero excesivo que una ley orgánica constitucional regule la forma de operar; para ello basta con un simple reglamento.

Eso sí, insisto en la necesidad de abrirse un poco más a la ciudadanía. Cada parlamentario debería tener la obligación de informar qué mociones presentó, cuál es su estado de avance y cómo votó los distintos proyectos de ley. Por lo menos esa debería ser la base. Además, tendría que comunicar en qué reuniones participó; con quiénes se juntó; qué temas debatió, y si adquirió algún compromiso al respecto. Ello tendría la finalidad de controlar el lobby, y vendría a complementar la legislación vigente.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Horvath.

El señor HORVATH.-

Señora Presidenta , en primer lugar, esta es una materia que se ha ido planteando con cierta regularidad en el Congreso Nacional. Y existen varias iniciativas que apuntan en la misma línea. Es decir, a que la ciudadanía tenga información fidedigna sobre qué hace y, por descarte, qué no hace una persona o una institución en el Congreso Nacional.

De hecho, lo más fácil es llevar una suerte de hoja de vida parlamentaria, que permita saber la asistencia de un diputado o senador a las sesiones. Pero hablo de una asistencia efectiva, porque uno puede entrar por una puerta y salir por otra y quedar presente, igual que quienes permanecen en la Sala durante toda la sesión y participan en los debates.

Actualmente, no existe un filtro que permita conocer qué se hace en el Parlamento, aparte del registro que informa si se está o no presente en el Hemiciclo.

En una moción que presentamos en su minuto, planteamos que la cuenta pública la hicieran los ministros de fe del Congreso Nacional, no que cada uno dijera qué labor realizó. Esto último es habitual para nosotros, que informamos de ello en nuestras regiones y en los ámbitos en que nos movemos. Corresponde que los ministros de fe, que están en las Comisiones tanto del Senado como de la Cámara Baja, entreguen el detalle de la actividad parlamentaria.

¿Por qué planteamos eso? Porque normalmente se hace la siguiente crítica: "Determinada ley duerme en el Parlamento". Es habitual escuchar eso en distintos medios de comunicación. Pero no se indaga más allá.

Recuerdo el caso del proyecto de ley sobre bosque nativo, que estuvo 14 años en el Congreso Nacional. En verdad, la tramitación de tal propuesta no prosperaba por tratarse de una mala iniciativa: permitía que se sustituyeran las especies nativas por especies exóticas; no contaba con financiamiento para bonificaciones sobre buenas prácticas; no se cumplía con un compromiso de mejoramiento al personal de la CONAF, a fin de transformar dicha entidad en una institución pública. Sin embargo, paralelo a la situación en que se encontraba ese proyecto, se debatió sobre el particular; se hicieron trabajos con las ONG, con las distintas organizaciones; se realizaron talleres, seminarios, en cada una de las regiones.

Por lo tanto, ese "dormir" de la iniciativa permitió que finalmente saliera una ley que soluciona todos los problemas que he señalado.

Ahora, la actividad parlamentaria es poco conocida. Normalmente, la gente pide al diputado o senador cosas que están dentro de las funciones propias del Ejecutivo o de los alcaldes. Y si el parlamentario o su grupo de trabajo no proporciona alguna respuesta a ese tipo de requerimientos, ¡es objeto de escarnio público!

Por lo tanto, uno debe adicionar una serie de actividades que no corresponden a la función legislativa o parlamentaria.

A nosotros nos compete la presentación de mociones, de indicaciones, de enmiendas a proyectos; la búsqueda de acuerdos con el Ejecutivo ; todo lo relativo a la participación en talleres y seminarios; el trabajo en Comisiones, que realizan una labor muy fructífera y profunda, las cuales han funcionado también fuera de esta sede, en las distintas regiones de Chile.

Creo que toda esa información, hasta el mínimo detalle, con las referencias pertinentes para que las personas puedan acceder a ella, puede enriquecer nuestra función, ¡y mucho!

Por lo tanto, concordamos tanto con el espíritu como con el objetivo de esta reforma.

Asimismo, solicitamos que en su análisis particular en la Comisión se aborden todas las otras iniciativas sobre la materia, para poderlas aunar. Así, será factible definir con mucha precisión cómo efectuar dicha cuenta pública, porque de ello dependerá que cumpla la función que se espera. De lo contrario, dará motivo para que se desvíe la verdadera información que requiere la gente.

De paso, vuelvo a insistir en la necesidad de impulsar un proyecto que posibilite la presentación de iniciativas legales por parte de la ciudadanía. Creo que esa reforma es muy importante. La participación ciudadana hasta la fecha ha sido meramente formal. Por más que las personas traten de lograr una definición vinculante en las decisiones del país, eso no ocurre. Y ello genera frustración en la gente.

Por lo tanto, estimo relevante que el Congreso pueda compartir con la ciudadanía la función de presentar proyectos, a través de las denominadas "iniciativas populares de ley".

He dicho.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra al Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , quiero manifestar mi opinión positiva respecto a la necesidad de entregar una cuenta institucional por parte del Senado y de la Cámara de Diputados.

Considero esencial que la Corporación sea la que entregue una cuenta pública. Esa es la única forma de garantizar una información más objetiva, tal como han planteado algunos colegas, en cuanto a todo el trabajo legislativo y a las actividades de extensión.

Nosotros contamos con un centro de extensión, que nos colabora; que hace seminarios; que promueve encuentros con la ciudadanía; que participa en regiones, y que desarrolla una serie de proyectos.

Lo mismo sucede con la Biblioteca del Congreso, que forma parte del Poder Legislativo . En ella hay esfuerzo, trabajo, y entrega un servicio no solo al Senado, sino a la comunidad nacional. Tampoco es muy conocido ni aprovechado por todo el mundo; sin embargo, ha impulsado campañas con gran éxito.

Valoro la objetividad de la información institucional, pero, francamente, me entran muchas dudas respecto de la llamada "cuenta individual", tal como se propone en el proyecto.

¿De qué debería dar cuenta un parlamentario? En estricto rigor, los antecedentes proporcionados por cada uno tendrían que ser iguales a los entregados por la institución.

¿Cómo da cuenta uno de su participación en un proyecto de ley: por la cantidad de veces que opinó en la Sala; por el número de indicaciones presentadas en la Comisión; por la forma en que votó? Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo propuesto. Entonces, ¿qué se evalúa? ¿Se evalúa si el trabajo realizado por determinado parlamentario fue arduo para aprobar o para echar abajo una iniciativa? Las dos cosas son parte de nuestra función.

Entonces, se les puede decir a los electores con cierta objetividad: "Miren, este parlamentario hizo una buena tarea y será bien evaluado, porque, desde su punto de vista, votó todos los proyectos en contra, si así ocurriera".

La subjetividad empezaría a generar un problema en términos de la veracidad de la información que se entrega.

Aquí algunos colegas han manifestado que realizan una cuenta pública. Es cierto; yo también la hago. La del período anterior me sirvió, además, de material de campaña. Pero fue más una cuestión comunicacional, informativa, de propaganda o publicidad que de cuenta. Y uno la presenta como tal. Así lo reconoció recién el propio Senador Prokurica . Porque, a lo mejor, eso es lo que a la gente le interesa.

Entonces, ¿qué pone uno en la cuenta? Coloca algunos proyectos en los que tuvo una participación positiva que pueden ser interesante para la opinión pública de la región respectiva; coloca muchas fotos con organizaciones de diferentes ámbitos (de la minería, del turismo, de la pesca, de la agricultura, de lo que sea); coloca eventos o hitos de tipo político nacional o internacional en los cuales participó o le cupo alguna función.

Pero una cuenta que realmente se precie de tal debe enfrentarse con la solemnidad que exige una reforma constitucional. Porque se trata de dejar establecida en la Carta Fundamental dicha obligación.

En consecuencia, me parece que lo fundamental aquí es, primero, lo relativo a la cuenta institucional. Eso es lo que nosotros deberíamos fortalecer.

Respecto de la rendición de la cuenta pública, en el artículo 56 bis propuesto se establece que en ella se deberá informar "del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional".

La segunda parte de la cita es subjetividad total y absoluta. Somos 38 Senadores. Puede haber igual o mayor cantidad de opiniones completamente distintas, lo que nada tiene que ver con la cuenta institucional, ni menos con la individual.

En cuanto a los recursos públicos, señora Presidenta , hemos avanzado en otorgar transparencia a fin de informar en qué se utilizan los fondos que recibe el Congreso Nacional para cumplir su función institucional y la de cada parlamentario. Además, hemos establecido un sistema objetivo, a cargo de un Consejo, que determina el monto de las asignaciones parlamentarias y define cómo se usan, cómo se gastan, cómo se transparentan, de qué manera se rinden, con qué objetivos se entregan, etcétera.

Entonces, el asunto del uso de los recursos públicos está resuelto.

¿Qué cuenta voy a dar yo al respecto? La misma que entrega el Consejo, con sus auditorías internas, incluidos los gastos.

A lo mejor, lo que se está pidiendo es informar los nombres de las personas en las que uno invierte esas platas para hacer asesorías. Pero esos antecedentes también se encuentran disponibles, y están respaldados por la institución, no por uno.

¿Qué otros recursos públicos usamos nosotros? Ninguno. ¡Ninguno! Solo las asignaciones, que están bajo un régimen claramente establecido, y que no decidimos nosotros, sino el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias, que es un ente autónomo para todos los efectos. ¡Absolutamente autónomo! Sus decisiones ni siquiera son discutidas por nosotros: se aplican tal como este organismo dispone.

Tampoco recibimos recursos públicos de los municipios, de los gobiernos regionales, de los ministerios. ¡No tenemos nada de eso!

Entonces, es complicado efectuar una cuenta por parlamentario.

Y hay otro elemento.

¿Vamos a dar cuenta de nuestras gestiones? Pero si, desde el punto de vista constitucional, no podemos cumplir roles de representación de intereses o de grupos; no podemos ni debemos participar en negociaciones de organismos gremiales o laborales, y tampoco podemos hacer un lobby al revés, a pesar de que somos objeto de él. Sin embargo, una buena parte de la gestión de un senador o de un diputado en la región o en el distrito con sus electores o con los distintos grupos de interés tiene que ver con estas cosas.

¿Vamos a colocar en nuestras cuentas públicas las actividades de tipo social o gremial que hacemos en las regiones?

Al final, uno en todo momento es parlamentario. No dejamos de serlo los viernes a las 5 de la tarde, por ejemplo, porque cumplimos el horario. ¡No! Porque en realidad no tenemos horario.

Entonces, a mí me complican la subjetividad y la amplitud de la cuenta individual que se ha planteado.

Se dice que una ley orgánica podrá regular esta materia. Pues bien, yo no creo que ese tipo de cosas puedan resolverse por esa vía. Al revés, estaríamos haciendo un daño mayor.

Institucionalmente, es posible llevar a cabo varias medidas: entregar información; mejorarla; buscar mecanismos de relación con la comunidad; impulsar mayor transparencia; hacer participar más a la gente en el proceso legislativo. Tenemos muchas posibilidades de fomentar la educación cívica -es lo que más se requiere, tal como han sostenido acá varios señores Senadores-, toda vez que la gente desconoce en qué consiste la función legislativa.

¿Vamos a medir la calidad de nuestro funcionamiento por la cantidad de mociones que presentamos, cuando todos sabemos que muchas de ellas, sin patrocinio del Ejecutivo, no pueden tramitarse por ser inconstitucionales; o por el número de proyectos de acuerdos formulados; o por las veces que intervenimos en la hora de Incidentes?

¿Cómo se mide el trabajo y la eficiencia legislativa: viendo quién presenta más mociones, a sabiendas de que nunca se aprobará ninguna?

También hay mociones que buscan levantar monumentos, lo cual no guarda relación con lo que le importa a la mayoría de la gente, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, con el proyecto que otorga el "bono marzo", enviado hoy día por la Presidenta Bachelet -lo conoceremos la próxima semana-, que sí beneficia directamente a millones de familias.

¡Ahí nuestra labor es fundamental! Como carecemos de iniciativa en esa materia, lo más probable es que solo nos quedará aprobar dicha propuesta. Y ese será nuestro aporte y nuestra contribución.

En consecuencia, me parece que la subjetividad es el problema mayor para dar una cuenta individual. Con ello se podría caer en el abuso de la información o en la desinformación, que lleva a la propaganda, al panfleto o al hecho comunicacional sin una real consistencia. Esto, a la larga, hará perder credibilidad y confiabilidad al Senado y al Congreso, en general, que ya están bastante a maltraer en ese sentido.

Gracias, señora Presidenta.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Finalmente, tiene la palabra el Senador señor Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta , en primer lugar, deseo que su gestión y la Mesa que usted encabeza, que nos honra a todos, sean tremendamente exitosas. En el fondo, eso también asegurará el éxito de las labores que tenemos por delante en los próximos años.

Me estaba guardando para intervenir la próxima semana sobre este proyecto, pero cambié de opinión.

La verdad es que, entendiendo el espíritu de los autores de la moción (Senadores señores Hernán Larraín , Zaldívar , Escalona y Novoa), comparto absolutamente el deseo de buscar mecanismos que nos permitan acercarnos a una ciudadanía que cada día nos ve más distantes. Por tanto, me parece que la idea esbozada en esta iniciativa no produce ningún perjuicio. Todo lo contrario.

Sí recojo gran parte del discurso del colega que me antecedió en el uso de la palabra, Senador Pizarro, en el cual deja ver que, probablemente, habrá criterios que adolecen de mucha ambigüedad. Y eso es complejo.

Me motivé a intervenir ahora para dar a conocer la posición que tomé en este ámbito frente al trabajo que me toca realizar en la región que represento.

Creamos un espacio público en mi circunscripción que nos permite dar una cuenta pública mensual -lo denominamos "Es mi deber informar"- acerca de todo lo que ha sido nuestro accionar durante el mes de trabajo.

El drama está en cómo hacer una cuenta pública que convoque a la mayoría de la región que uno representa. No es fácil. Tanto es así que yo me veo en la obligación de contratar los servicios de canales regionales -obviamente, ello implican un costo no menor- para buscar una manera de masificar dicha cuenta. Otra alternativa sería elaborar un díptico, un tríptico o un documento que se les parezca. Pero cuesta captar el interés de la ciudadanía en la función que nosotros pretendemos llevar adelante.

Ahora, cuando se dice que el Senado y la Cámara de Diputados deben hacer una cuenta pública una vez al año, debo recordar que nuestra Corporación ha transparentado todo su accionar. ¡Todo su accionar! De hecho, fuimos los primeros en dar transparencia -bien lo indicó el Senador Pizarro- al uso de los recursos y a toda nuestra actividad senatorial. Cualquier persona que desee ver nuestros ingresos y gastos o saber qué personas trabajan con cada uno de nosotros, etcétera, tiene a su disposición esa información.

Entonces, me parece que este proyecto de ley apunta a otra cosa: a permitir que la gente aprecie que ambas ramas del Parlamento, al contrario de lo que algunas personas piensan, llevan adelante una labor muy importante.

Son muchas las iniciativas que debemos revisar; son muchas las intervenciones que realizamos. No tengo en mi poder la cifra exacta, pero el ejercicio del año pasado muestra que este Senado despachó ciento y tantos proyectos de ley.

¡Y cuesta que ese dato llegue a la gente! ¡No se conoce! ¡Pero es así: más de cien proyectos de ley fueron tramitados por este Senado! Comparado con la realidad de otras cámaras de diversos lugares del mundo, nuestra Corporación queda en un muy buen pie.

Entonces, entregar una cuenta pública anual de la gestión que lleva a cabo, en nuestro caso, el Senado a mí me parece razonable. En alguna medida, ello nos permitirá hacer ver el trabajo que efectuamos, el cual muchas veces no corresponde a lo que se dice y que, en definitiva, reviste una productividad importante, en aras de sacar adelante las iniciativas legales que el país espera.

La situación, sí, es un poco más dificultosa cuando se plantea que cada Senadora o Senador deberá rendir una cuenta pública, toda vez que ella debe ser masiva para que obviamente cumpla su objetivo. Y eso conlleva costos adicionales, tal como se los graficaba con mi experiencia personal.

Ahora, mi reflexión final -no quiero quitar más minutos, señora Presidenta - es que este ejercicio termina siendo tremendamente sano, tremendamente productivo.

El respeto a la labor que realizo como Senador, por lo menos en mi caso, en gran parte me lo he ganado haciendo una cuenta pública resumida todos los meses, a través de las instancias que señalé. Y eso hace que la gente conozca de primera fuente las funciones que uno cumple. Ahora bien, aquí se juntan lo social, las atenciones que uno realiza, las reuniones que sostiene con los personeros de los Ministerios, las mociones que ha presentado, los proyectos de ley y de acuerdo que, de una forma u otra, ha votado, etcétera. Entonces, hay mucho que informar.

En tal sentido, respaldo la presente iniciativa.

Es más, felicito que exista por parte de los señores Senadores que mencioné el interés de transparentar lo que más se pueda la función que llevamos adelante. Y, en esa línea, mi voto es favorable.

Sí entiendo que las cuentas públicas individuales de las Senadoras y los Senadores se dificultan bastante. Y no deja de ser un tema adicional que, en definitiva, la gente posee el conocimiento. El Canal del Senado también permite transparentar nuestra participación. Por lo tanto, algo más que posibilite informar sobre nuestro accionar me parece positivo y termina haciendo que exista una mayor noción de la labor que llevamos adelante.

He dicho.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Queda pendiente la discusión general del proyecto, la que continuará en las siguientes sesiones.

1.4. Discusión en Sala

Fecha 01 de abril, 2014. Diario de Sesión en Sesión 4. Legislatura 362. Discusión General. Se aprueba en general.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA OBLIGATORIA POR AUTORIDADES DEL PARLAMENTO

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción de los Senadores señores Hernán Larraín, Escalona, Novoa y Andrés Zaldívar, en primer trámite constitucional, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

--Los antecedentes sobre el proyecto (8624-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional (moción de los Senadores señores Larraín Fernández y Zaldívar, don Andrés, y de los entonces Senadores señores Escalona y Novoa):

En primer trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2013.

Informe de Comisión:

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 60ª, en 8 de octubre de 2013.

Discusión:

Sesión 1ª, en 12 de marzo de 2014 (queda pendiente la discusión general).

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

La discusión de la idea de legislar quedó pendiente en sesión del 12 de marzo del año en curso.

Cabe recordar a Sus Señorías que este proyecto de reforma constitucional requiere, para su aprobación, las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, esto es, 22 votos favorables.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).- Continúa la discusión general del proyecto.

Ofrezco la palabra.

En la reunión de Comités, recordé a los jefes de bancadas que la idea de esta iniciativa dice relación con que tanto el Senado cuanto la Cámara de Diputados -en esto coincidimos con uno de los autores de la moción, el Senador señor Hernán Larraín- rindan una cuenta pública una vez al año. Creo que en ese objetivo hay absoluta unanimidad o un gran acuerdo.

Distinto es lo relativo a los Senadores. Habrá que modificar ese aspecto mediante la presentación de indicaciones durante la discusión en particular. Este punto generó mayor debate. La voluntad general, al parecer, es dejar que la cuenta pública de cada Senador quede sujeta a la decisión de cada cual.

En mi opinión, hay consenso respecto a la cuenta que deben rendir ambas ramas del Parlamento.

Eso es lo que hemos conversado hasta ahora en los Comités. También fue lo que plantearon los Senadores de la Nueva Mayoría.

Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señora Presidenta , después del debate que se ha realizado y que quedó pendiente, y antes de pronunciarnos sobre la idea de legislar, deseo manifestar que lo que más me interesa es lo concerniente a la cuenta pública que debe dar el Congreso a través de sus autoridades: los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados. A eso se refiere el artículo 56 bis propuesto.

Creo que ese es un objetivo bastante importante. El Presidente de la Corte Suprema entrega una cuenta de su actividad todos los años y lo mismo hace el Presidente de la República . Lo lógico, entonces, sería que la cabeza del Poder Legislativo procediera de igual modo.

Por ello, pido a la Sala aprobar el proyecto en general.

En la discusión en particular, no persistiré en el artículo 62 bis, que dice relación con la cuenta pública que deberían rendir los diputados y senadores, porque efectivamente podría interpretarse en otro sentido.

Lo esencial se halla consignado en el artículo 56 bis: el Parlamento, una vez al año y en fecha determinada, tendrá que entregar una cuenta de su actividad al país, lo que hará a través de los Presidentes de ambas Cámaras.

Por tales razones, insisto en que aprobemos la iniciativa. En la discusión particular podremos hacer las correcciones que sean necesarias.

El señor TUMA ( Vicepresidente ).-

Ofrezco la palabra.

El señor LARRAÍN .-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor TUMA ( Vicepresidente ).-

Puede intervenir, Su Señoría.

El señor LARRAÍN .-

Seré muy breve.

Efectivamente, en la reunión de Comités conversamos el punto con la Presidenta del Senado y con varios Senadores.

Pareciera que hay bastante acuerdo en la necesidad de que el Congreso, como institución, rinda una cuenta pública. Existe menos acuerdo respecto de que hagan lo propio los parlamentarios. En ese caso, sugiero que aprobemos la idea de legislar y dejemos esta última materia para el debate en particular. Si no hay voluntad para ambas cosas, bueno, no se aprobará lo pertinente a la cuenta de cada senador y diputado . Me gustaría que le diéramos una segunda vuelta al asunto.

A todo evento, sería absolutamente inexplicable que el Parlamento no dispusiera de una fecha oficial, institucional, para rendir cuenta de su gestión, lo que considero algo importante. Además, ello se puede regular en el Reglamento de las Corporaciones, antes que en la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

Me parece que este es el minuto para aprobar la iniciativa en general y entregar una señal positiva en esta materia. Luego, en el debate en particular, introduciremos las correcciones necesarias.

Dado que esta es una reforma constitucional, si no hay acuerdo en todas las áreas, no será posible acogerla en su totalidad. Lo razonable es que, al menos, aprobemos la rendición de cuentas institucional, de cada una de las ramas del Congreso.

El señor TUMA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Ossandón.

El señor OSSANDÓN .-

Señor Presidente , creo que es muy importante avanzar en la transparencia y concuerdo en que los parlamentarios deben rendir cuenta en forma personal. Eso hay que trabajarlo. Porque sería necesario ver la historia de leyes anteriores por medio de las que el Parlamento les ha exigido a muchas autoridades hacer lo mismo.

Constituiría una pésima señal que apareciéramos nosotros eximiéndonos de esa obligación.

El lugar, la forma se podrán discutir. Me parece obvio, y muy importante, que la Institución rinda cuenta -eso, por descontado-, pero también comparto que nosotros, como Senadores, sí debemos cumplir idéntica obligación una vez al año.

He dicho.

El señor TUMA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señor Presidente, este debate lo hicimos largamente en semanas anteriores, y no cabe duda de que resulta demasiado subjetivo lo que se plantea en términos de la necesidad de una cuenta individual de los parlamentarios.

Institucionalmente, creo que estamos claros: el Senado y la Cámara tienen que rendir cuenta y deben hacerlo de manera corporativa. La rendición de una cuenta está relacionada con el desempeño de determinada función, con la administración de recursos, con el cumplimiento de metas, cuestiones que son medibles de manera más objetiva.

En el caso de los parlamentarios, en cambio, la cuenta sobre nuestra función individual es total y absolutamente subjetiva.

¿De qué damos cuenta los parlamentarios? De cómo votamos rendimos cuenta frente a la ciudadanía, y lo hacemos de acuerdo a nuestro mejor saber y entender.

¿De qué más damos cuenta? Nosotros no administramos, ni decidimos, ni manejamos recursos, salvo los establecidos y reglamentados por el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias.

¿De qué más vamos a rendir cuenta? ¿De cómo ejercemos nuestro trabajo de representación? ¿Cómo se puede rendir cuenta de eso? ¿Cuántas reuniones tuvimos? ¿Cuántas veces salieron en la prensa los temas de los que hablamos?

A veces la importancia que uno le da a determinada materia es subjetiva y no guarda relación con la función legislativa, sino, a lo mejor, con lo que puede ser nuestra modesta opinión desde el punto de vista político.

Respecto de las actividades propiamente tales, la cuenta y la información de cada uno de nosotros están. Las sesiones de Sala y de Comisiones a las que asistimos, las intervenciones que hacemos en este Hemiciclo se conocen, ya que todas son públicas.

Se ha dicho mucho aquí que damos cuenta. Es cierto. Todos damos cuenta frente a los ciudadanos, frente a nuestros electores. Pero eso más bien tiene que ver con los énfasis en el rol que uno juega en cuanto a la representación de unos y otros o desde las opiniones políticas que expresamos de acuerdo a nuestra filiación o punto de vista.

En consecuencia, me parece pertinente aprobar en general el proyecto, en el entendido de que nos vamos a concentrar en una legislación que obligue al Congreso a rendir una cuenta institucional y que, ojalá, incluso fije un marco respecto de cómo, en términos individuales, podemos mantener informados -porque de eso se trata- a nuestros electores y a la comunidad que representamos.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

En votación la idea de legislar.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

Hago presente a Sus Señorías que, como se señaló, para la aprobación del proyecto se requieren al menos tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, esto es, 22 votos favorables.

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en general el proyecto (22 votos a favor y 2 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple con el quórum constitucional exigido.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, García, García-Huidobro, Guillier, Horvath, Larraín ( don Hernán), Orpis, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).

Se abstuvieron las señoras Muñoz y Van Rysselberghe.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Girardi.

Corresponde fijar plazo para la presentación de indicaciones.

Sugiero la misma fecha que acordamos para uno de los proyectos que tratamos anteriormente o el 21 de abril.

El señor LARRAÍN.-

El 21 de abril.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Muy bien.

En consecuencia, si le parece a la Sala, se fijará el 21 de abril como plazo para la presentación de indicaciones.

--Así se acuerda.

1.5. Boletín de Indicaciones

Fecha 21 de abril, 2014. Boletín de Indicaciones

?BOLETÍN Nº 8.624-07

INDICACIONES

21.04.14

INDICACIÓN FORMULADA DURANTE LA DISCUSIÓN EN GENERAL DEL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE ESTABECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL DE RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL.

ARTÍCULO 2°

Artículo 62 bis

Inciso primero

1.- Del Honorable Senador señor Ossandón, para agregar la siguiente oración final: “Dicha cuenta deberá llevarse a cabo en alguna de las comunas que conformen la respectiva circunscripción o distrito del parlamentario, a elección suya.”.

- - - - -

1.6. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 04 de julio, 2014. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 30. Legislatura 362.

SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de reforma constitucional, en primer trámite constitucional, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

BOLETÍN Nº 8.624-07

____________________________________

HONORABLE SENADO:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de presentar su segundo informe sobre el proyecto de reforma constitucional señalado en el epígrafe, iniciado en Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández y Andrés Zaldívar Larraín, y los exsenadores señores Camilo Escalona Medina y Jovino Novoa Vásquez.

A una de las sesiones en que la Comisión consideró esta iniciativa concurrió la Ministra Secretaria General de la Presidencia señora Ximena Rincón y su asesor, señor Francisco Pérez Walker.

Igualmente, asistió, especialmente invitado, el Secretario General del Senado, señor Mario Labbé Araneda, quien fue acompañado por el Jefe del Departamento de Informática de esta Corporación, señor Patricio Álvarez.

Asimismo, estuvieron presentes los asesores de la Biblioteca del Congreso Nacional, señora Annette Hafner y señor Juan Pablo Cavada; el asesor legislativo del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, señor Diego Calderón; el asesor legislativo del Honorable Senador señor Harboe, señor Sebastián Abarca; el asesor legislativo del Honorable Senador señor Araya, señor Robert Angelbeck; el asesor legislativo de la Honorable Senadora señora Muñoz, señor Leonardo Estradé-Bráncoli; el asesor legislativo del Comité Socialista, señor Claudio Rodríguez; y la asesora de la organización Chile Transparente, señora Constanza Castillo.

- - -

NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL

Hacemos presente que los dos artículos que conforman esta iniciativa requieren, para ser aprobados, del voto conforme de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, según lo prescribe el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, pues modifican el Capítulo V de la Carta Fundamental, referido al Congreso Nacional.

- - -

Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 124 del Reglamento del Senado, se deja constancia de lo siguiente:

1.- Artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones: no hay

2.- Indicaciones aprobadas sin modificaciones: no hay

3.- Indicaciones aprobadas con modificaciones: número 1.

4.- Indicaciones rechazadas: no hay

5.- Indicaciones retiradas: no hay

6.- Indicaciones declaradas inadmisibles: no hay

- - -

DISCUSIÓN EN PARTICULAR

A continuación, se efectúa una relación de las normas del proyecto, las indicaciones presentadas a su respecto y los acuerdos adoptados por la Comisión.

Al iniciarse el estudio de esta iniciativa, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, recordó que esta iniciativa está estructurada en dos artículos.

Explicó que el primero agrega a la Ley Fundamental un artículo 56 bis, nuevo, que dispone que el 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones que les corresponde desempeñar en el período anual inmediatamente anterior. Agrega que en dicha exposición pública se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período, y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional.

En su inciso segundo prescribe que una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

A continuación, recordó que el artículo 2° agrega un artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República. Mediante esta disposición se prescribe que los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones.

Añade en su inciso segundo que una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.

Finalmente, expresó que solo se había presentado una indicación al artículo 2°, cuyo autor es el Honorable Senador señor Ossandón. Mediante ella se propone agregar a esta disposición la siguiente regla:

“Dicha cuenta deberá llevarse a cabo en alguna de las comunas que conformen la respectiva circunscripción o distrito del parlamentario, a elección suya.”.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, el señor Presidente propuso a la Comisión examinar en detalle esta iniciativa, especialmente teniendo en cuenta las observaciones que se plantearon durante el debate en general de este proyecto de reforma constitucional.

A continuación, intervino el Honorable Senador Larraín, don Hernán, quien manifestó que hay dos aspectos que están presentes en la discusión de esta iniciativa. El primero dice relación con las características de la cuenta pública institucional que deberían entregar los Presidentes de las dos ramas del Congreso Nacional. El segundo, recordó, dice relación con la cuenta pública anual que deberían rendir los parlamentarios ante los ciudadanos que los eligieron.

Agregó que era partidario que ambas tuvieran lugar. Recalcó que las objeciones que se levantaron respecto a la cuenta pública de los Presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado dicen relación, por ejemplo, con la fecha en que ella debería entregarse. Agregó que tales reparos no tienen un fundamento sólido, ya que en la fecha fijada,- el día 4 de julio de cada año-, se conmemora la instalación del primer Congreso Nacional en nuestro país.

En todo caso, agregó que esta rendición de cuenta institucional debería hacerse con posterioridad a la que da S.E. el Presidente de la República.

Precisó que, a pesar que no se ha presentado indicaciones respecto de este artículo, no tenía inconveniente en que se le introduzcan modificaciones que perfeccionen su redacción, o que contribuyan a su aprobación. Puntualizó, por ejemplo, que se podría modificar el inciso final del artículo 1º, para establecer que en el Reglamento del Congreso Nacional se determinara el contenido de la cuenta que darán los Presidentes de ambas Corporaciones y la forma en que lo anterior se llevará a cabo.

Asimismo, sostuvo que la cuenta pública anual que deberían entregar los parlamentarios es completamente procedente. Estimó que hacer un acto formal en que se informe a los ciudadanos acerca de la labor realizada constituye una práctica que contribuye a incrementar la publicidad de la acción pública y mejora los niveles de transparencia. Este acto, acotó, le otorga a la ciudadanía la posibilidad de informarse y configura, respecto del parlamentario, un tipo de obligación positiva. Añadió que si bien actualmente no está reglamentado, siempre es conveniente que los Diputados y Senadores den a conocer las tareas legislativas, representativas y fiscalizadoras que ejecutan.

Recordó que actualmente no hay ninguna norma que los obligue a cumplir con este deber político en la circunscripción o distrito que representan. Hizo presente que un parlamentario muy despreocupado podría, en teoría, no volver nunca a la circunscripción o distrito por el que fue elegido.

Manifestó que la cuenta que realiza un parlamentario puede servir, además, para informar objetivamente a los ciudadanos sobre las labores que ha efectuado en su calidad de representante político.

Insistió que cumplir con este deber ayudará a hacer más transparente la acción de Diputados y Senadores, y se constituirá, posiblemente, en uno de los caminos que pueden servir para recuperar la confianza del electorado.

Finalmente, señaló, en referencia a la indicación del Honorable Senador señor Ossandón, que no tenía inconvenientes en aprobarla, dado que parecía una idea razonable.

Luego, intervino el Honorable Senador señor Araya, quien manifestó que estaba de acuerdo con la idea de que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados den una cuenta pública ante el país, de la gestión institucional. Agregó que esta obligación debería ser regulada por un reglamento y no por una ley orgánica constitucional.

Seguidamente, recordó que en su calidad de Vicepresidente de la Cámara de Diputados ya participó en la cuenta pública que en el año 2012 entregó la referida Corporación. Hizo presente que tratándose de los parlamentarios, si bien no existe prohibición legal para dar la mencionada cuenta pública, algunos efectivamente la realizan.

Indicó que la pregunta que hay que resolver en esta materia se vincula con la naturaleza y características que debe reunir dicha cuenta pública. Afirmó que estos actos tienen como objetivo que los ciudadanos puedan conocer el estado financiero de determinadas instituciones y que informen de las políticas públicas que se han implementado con cargo a dichos recursos.

Precisó que en el caso de los parlamentarios es difícil determinar sobre qué se dará específicamente cuenta. Puntualizó que esto debe ser aclarado por el respectivo reglamento para no generar más conflictos.

Consignó que atendidas las nuevas tecnologías, basta que cualquier persona ingrese a la página web de la Cámara de Diputados o del Senado para recabar información relevante acerca, por ejemplo, la asistencia de un parlamentario a la Sala de la Corporación o en las Comisiones en que participa. Cualquier persona puede hoy saber cómo ha votado su representante, y en general, la labor legislativa que realiza.

Finalmente, señaló que coincidía con el Honorable Senador señor Larraín en el sentido de que los Presidentes de ambas Cámaras deben rendir una cuenta acerca de la labor efectuada por la institución que presiden.

Luego, el Honorable Senador señor De Urresti estimó que establecer la obligación de ambas Cámaras de dar cuenta pública de su labor, constituye un gran avance. Recordó que la Cámara de Diputados ya inició hace algún tiempo este trámite.

En todo caso, indicó en materia de rendición de cuentas parlamentarias podían presentarse algunos problemas. Añadió que debido al gran número de parlamentarios y atendida la diversidad de circunscripciones y distritos se puede generar una situación de falta de objetividad en la información que se entrega. Preguntó cómo se determina el lugar en que se entrega la cuenta pública en circunscripciones que tienen 12, 15, 16 y 20 comunas.

Asimismo, sostuvo que debería existir en el Senado una unidad que reúna y sistematice el trabajo legislativo que lleva a cabo cada Senador.

Manifestó ser partidario de una cuenta institucional de cada una de las ramas del Congreso Nacional.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe consideró adecuado y necesario que exista un sistema de cuentas institucionales. Recordó que el Presidente de la Excma. Corte Suprema, en representación del Poder Judicial, efectúa una cuenta pública en el mes de marzo. Asimismo, que el Presidente de la República da cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación el 21 de mayo de cada año, ante el Congreso Pleno.

Agregó que el Poder Legislativo también tiene que generar un espacio formal, establecido en norma constitucional, para dar cuenta de su desarrollo y gestión institucional.

Puntualizó que al cumplir con este deber político el Congreso Nacional realiza un aporte a la educación cívica nacional, pues permite que los ciudadanos conozcan cuál es el rol del Senado y de la Cámara de Diputados en un sistema democrático.

Aseveró que el día 4 de julio de cada año le parece adecuado para entregar esta cuenta, porque corresponde a la fecha de fundación del Congreso Nacional.

Igualmente, afirmó que era fundamental que los parlamentarios tengan la oportunidad de rendir cuenta y explicar a los electores cuál es la función que un Senador o Diputado realiza en el desempeño de sus funciones, todo ello mediante parámetros objetivos.

Connotó que con la cuenta pública se puede aportar a la reivindicación de la política, a través de información objetiva sobre la labor parlamentaria.

Hizo presente que la cuenta pública que realizarían los parlamentarios cumpliría un triple rol. Primero, rendir cuenta de la labor realizada (accountability); luego contribuir a la educación cívica de los ciudadanos y, finalmente, acrecentar el nivel de transparencia de la gestión parlamentaria. Expresó que lamentablemente hoy en día muchos ciudadanos no son capaces de distinguir el rol de un concejal, un consejero regional, un alcalde, un diputado o un senador, etc. Precisó que la referida cuenta pública ayudaría a difundir con más claridad cuál es la función que cumple un parlamentario.

Respecto a la forma de materializarla, coincidió con el Honorable Senador señor Larraín, de que estas materias deben ser reguladas en detalle en un reglamento, más que por una ley orgánica constitucional.

El Honorable Senador señor De Urresti aclaró que no difiere del criterio planteado por el Presidente de la Comisión. Respecto a la cuenta individual de parlamentarios, manifestó que ésta tiene que ser estandarizada y de cargo de la institución, quizás mediante una unidad creada para dicho efecto, para asegurar la objetividad en la información que se entrega a la ciudadanía.

La Ministra Secretaria General de la Presidencia, señora Ximena Rincón manifestó que como exsenadora entregó en su momento una cuenta pública de su gestión e indicó que el resultado de ese ejercicio ciudadano es muy relevante, porque los electores logran informarse en detalle de la labor realizada por el parlamentario.

Apuntó que debe precisarse que la cuenta pública que se rinda ante el país por los Presidentes de ambas Cámaras, no puede coincidir con la fecha en que cada parlamentario deba rendirla en su circunscripción o distrito.

Agregó que el reencuentro de la ciudadanía con el poder político es un fin para el cual se debe trabajar con seriedad.

El Honorable Senador señor Larraín señaló que las cuentas públicas anuales que entreguen los parlamentarios, debieran considerar materias como las consignadas en el artículo 56 bis.

Señaló que le parecía adecuado que un Reglamento del Congreso Nacional regule la forma en que los Presidentes de ambas Corporaciones cumplirán con la obligación institucional de rendir cuenta pública ante el país.

Respecto a las cuentas públicas que cada parlamentario debe rendir, recordó que ya existen dispositivos informáticos, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, que permiten a la ciudadanía conocer la asistencia de los parlamentarios tanto a Sala como a las Comisiones de cada Corporación, y la forma en que cada uno de nosotros vota determinados proyectos de ley. Esa información, agregó, debe formar parte de la cuenta pública.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe coincidió con lo expresado por el Honorable Senador señor Larraín.

En la sesión siguiente en la que se continuó con el estudio en particular de este proyecto, asistió el Secretario General del Senado, señor Mario Labbé, quien agradeció la invitación que le hizo llegar la Comisión para analizar estos temas.

Acompañó un documento que refleja el conjunto de información que actualmente contempla el sistema informático del Senado, toda la cual está a disposición de los Honorables Senadores y del público en general.

Añadió que para la cuenta pública que los Senadores deberían rendir, en caso de aprobarse el presente proyecto de reforma constitucional, se crearía un sitio determinado con los distintos elementos que ya están disponibles y aquellos que determine el Reglamento de la Corporación. Dicha información se entregaría en orden cronológico.

Luego, el señor Secretario General del Senado entregó un documento en que se sintetiza la información del quehacer legislativo de un parlamentario, que podría servir de base para la cuenta pública que podría rendir un parlamentario. Dicho documento tiene la siguiente estructura:

“Cuenta Pública Senador [nombre Senador] Año 2014

Trabajo Sala de Sesiones

-Sesiones celebradas:

Asistencia: En este aspecto se puede indicar el número de sesiones, en relación con el total de ellas, en las que el Senador estuvo presente. Por ejemplo, que asistió a cincuenta sesiones de un total de cincuenta y dos celebradas. Esta información podría detallar cada una de las sesiones en que estuvo presente.

Inasistencias justificadas:

En este rubro, se indicaría la sesión en que estuvo ausente y cuál fue la circunstancia que lo motivó. Por ejemplo, se podría indicar: “Sesión N° 24 Ordinaria, miércoles 11 de Junio de 2014, en Misión oficial.”.

Proyectos de ley tratados.

Intervenciones:

Sesión N° 19, Legislatura 362

En esta sección se puede detallar cada una de las intervenciones que realizó un Senador en la Sala de Sesiones, con ocasión del estudio de un proyecto de ley. Por ejemplo, informar que intervino en: “En el proyecto que “Regula entrevistas grabadas en video y, otras medidas de resguardo a menores de edad, víctimas de delitos sexuales. (Boletín Nº 9245-07) »Intervención o en el que “Suprime feriado judicial, para los tribunales que indica. (Boletín Nº 9155-07).

Precisó que esta información se puede entregar, siguiendo el siguiente esquema:

Sesión N° 15, Legislatura 362.

-Establece el derecho real de conservación. (Boletín Nº 5823-07) »Intervención

Modifica Art. 164 de Ley de Tránsito, con objeto de sancionar a conductores y organizadores de carreras de vehículos no autorizadas por la autoridad competente, como responsables de los delitos que señala. (Boletín Nº 8919-15) »Intervención

Sesión N° 14, Legislatura 362

Modifica ley N° 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, disponiendo funciones y atribuciones, para presidente del consejo regional. (Boletín Nº 9294-06) »Intervención

Modifica Ley General de Telecomunicaciones, para establecer la obligación de una velocidad mínima garantizada, de acceso a Internet. (Boletín Nº 8584-15) »Intervención

Votaciones electrónicas

En este ámbito, explicó que también se encuentra disponible la forma en que cada Senador ha votado un determinado proyecto de reforma constitucional o de ley. Igualmente, se puede informar acerca de cómo se han pronunciado respecto de las modificaciones que trató la Sala.

Puntualizó que esa información se podía entregar desagrada por iniciativa, siguiendo el siguiente modelo:

“Sesión N° 19, Legislatura 362

Regula entrevistas grabadas en video y, otras medidas de resguardo a menores de edad, víctimas de delitos sexuales. (Boletín Nº 9245-07)

»Votación en general: Votó SI (Votación Proyecto: 37 SI, 0 NO, 0 abstención, ningún pareo)

Suprime feriado judicial, para los tribunales que indica. (Boletín Nº 9155-07).

»Votación en general: Votó SI (Votación Proyecto: 37 SI, 0 NO, 0 abstención, ningún pareo)

Sesión N° 14, Legislatura 362

Modifica ley N° 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, disponiendo funciones y atribuciones, para presidente del consejo regional. (Boletín Nº9294-06)

»Votación en particular: Enmienda propuesta por la comisión al inciso cuarto del artículo 30 bis: Votó SI (Votación Proyecto: 30 SI, 0 NO, 0 abstención, ningún pareo)

-Enmiendas unánimes propuestas por la comisión: Votó SI (Votación Proyecto: 35 SI, 0 NO, 1 abstención, ningún pareo).”.

Hizo presente que esa información también estaba disponible respecto de la discusión y aprobación de los tratados internacionales que son sometidos al conocimiento del Congreso Nacional.

Señaló que estos antecedentes también estaban disponibles respecto de los asuntos de tramitación exclusiva del Senado, los que se consideran en la Hora de Incidentes, y los relativos a los homenajes que se rinden en la Sala del Senado.

Añadió que la ciudadanía y los Senadores pueden acceder también al trabajo que se realiza en las Comisiones del Senado. Explicó que en la página electrónica de la Corporación se puede, por ejemplo, encontrar la siguiente información.

Trabajo de Comisiones

Participación en otras Comisiones:

Mociones

Hizo presente que también están disponibles los antecedentes sobre las Mociones presentadas por los Senadores. Esta información se podría desagregar distinguiendo entre las que se admitieron a tramitación y las que fueron declaradas inadmisibles. Al respecto, presentó el siguiente esquema:

"- Admitidas a tramitación

9372-07 03/06/2014 Modifica Código Orgánico de Tribunales, para permitir que personas con capacidades especiales, puedan ser nombrados en cargos de juez o notario. En tramitación

9351-02 14/05/2014 Sobre degradación militar en caso de traición a la patria, y en los casos de violaciones a derechos humanos, genocidio o crímenes de lesa humanidad, en el Código de Justicia Militar. En tramitación

9349-13 13/05/2014 Modifica Código del Trabajo, para determinar días hábiles e inhábiles, respecto del derecho a feriado anual. En tramitación

9323-13 23/04/2014 Que hace inaplicable la causal de terminación del contrato de trabajo prevista en el numero 3° del artículo 160 del Código del Trabajo, respecto de los bomberos voluntarios o voluntarias, con ocasión del combate de los siniestros que se señalan. En tramitación

9322-13 23/04/2014 Modifica Código del Trabajo, en materia de discriminación e igualdad de remuneraciones, de hombres y mujeres. En tramitación

- Declaradas inadmisibles

22/01/2014 Modifica el Código de Minería en materia de publicaciones en los boletines mineros.”.

Seguidamente, señaló que también se encontraba disponible información referida a proyectos de acuerdo, misiones oficiales que realizan los Senadores en el extranjero.

En este aspecto, presentó el siguiente esquema en que se podría desagregar la información relevante.

“Proyectos de Acuerdo

1672-12 11/06/2014 Expresan su satisfacción por el acuerdo del Comité de Ministros respecto de Hidroaysén, solicitan a S. E. la Presidenta de la República el inicio de un proceso de renovación de la institucionalidad ambiental, especialmente en materia de participación ciudadana y la revisión, en el contexto de la agenda energética propuesta por el Gobierno, de los supuestos e instituciones sobre los cuales se ha constituido su matriz en los últimos cuarenta años. En tramitación

1663-12 14/05/2014 Solicitan a S. E. la Presidenta de la República adoptar medidas que permitan suspender los trámites judiciales iniciados como consecuencia de los pagos municipales por concepto de incremento previsional que han sido reparados por la Contraloría General de la República. Aprobado

1662-12 14/05/2014 Piden a S. E. la Presidenta de la República que tenga a bien disponer el envío de una norma aclaratoria del decreto ley N° 3.501, de 1980, a fin de salvar las objeciones de la Contraloría General de la República a los pagos efectuados por las municipalidades por concepto de incremento previsional. Aprobado

1661-12 14/05/2014 Pide a S.E. la Presidenta de la República que tenga a bien disponer el envío de una norma aclaratoria del precepto contenido en la letra b) del artículo único de la ley N°19.143, que permita a las comunas que se benefician con el pago de patentes mineras invertir en distintos ámbitos. Aprobado

Misiones al extranjero

En relación a los viajes al extranjero, señaló que la información puede proporcionarse, a modo de ejemplo, en los siguientes términos:

“UNIÓN INTERPARLAMENTARIA MUNDIAL (UIP) 15-03-2014 SUIZA: Participación en la 130a. Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) y Reunión Semestral de la Asociación de Secretarios Generales de Parlamentos (ASGP). 6 días de viático.”.

Finalmente, puntualizó que se podía entregar información, que ya es pública, y que se refiere al ámbito de las asignaciones parlamentarias que perciben los Senadores y las audiencias o reuniones que han celebrado.

En este rubro presentó el siguiente esquema:

Asignaciones Parlamentarias

Gastos operacionales

- ACTIVIDADES REGIONALES; DIFUSION; MATERIALES DE OFICINA; SERVICIOS MENORES; TELEFONIA CELULAR; TELEFONIA FIJA; TRASLACION

- Oficinas parlamentarias; Asignación personal de apoyo

- Asesorías externas; agenda pública; audiencias y reuniones; donaciones, y viajes.”

A continuación, el señor Secretario General hizo presente que era importante, para efectos de la cuenta pública, hacer una distinción en relación a los viajes que realizan los Senadores. Aclaró que si un parlamentario se encuentra en misión oficial del Senado, las inasistencias se consideran justificadas.

Añadió que la cuenta pública debe ser anualizada, ya que entrar al detalle de cada mes extendería esta labor innecesariamente. Advirtió que lo relevante, desde el punto de vista de la transparencia, es el conjunto del gasto, sin perjuicio, de que quien desee analizar los detalles del mismo puede ingresar al sistema informático de la Corporación.

Seguidamente, y en relación con el rubro relativo a las intervenciones en hora de incidentes, señaló que en algunos casos podía ser un dato poco objetivo ya que no todos los parlamentarios hacen uso de la palabra en esta parte de la Sesión de la Sala. Puntualizó que, a su juicio, si dicha información se incorpora en la cuenta pública, se podría producir una diferenciación que podría generar conflictos entre los parlamentarios.

Asimismo, planteó sus dudas acerca si las mociones declaradas inadmisibles deberían figurar en una cuenta parlamentaria.

En todo caso, concluyó, todas estas materias deberían ser estatuidas en los Reglamentos de ambas Corporaciones.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, agradeció al señor Secretario General del Senado su intervención y los antecedentes entregados en esta sesión.

Luego, entregó el uso de la palabra al Honorable Senador Larraín, don Hernán, quien señaló que, como ha indicado el Secretario General del Senado, existe mucha información que ya está disponible en la página electrónica y en las bases de datos de la Corporación. Puntualizó que todos esos antecedentes hacen factible entregar una cuenta de carácter individual. Asimismo, puntualizó que un proyecto de ley, aunque sea declarado inadmisible, debía ser contabilizado, porque muchas veces constituye una forma de hacer presente un asunto que interesa a la ciudadanía.

Seguidamente, consultó si las indicaciones que los Senadores presentan estaban registradas. Consideró relevante que ellas se incorporen en esta cuenta parlamentaria, porque lo anterior permite tomar conocimiento de una parte muy significativa de la labor que desempeñan los parlamentarios.

El Secretario General del Senado, señor Mario Labbé, precisó que respecto a las indicaciones hay dos situaciones. La regla general es que ellas se presenten en la Secretaría del Senado, la que elabora un boletín. Añadió que en otras oportunidades, cuando se renueva el plazo para presentarlas, ellas se ingresan normalmente en la Comisión que está estudiando el proyecto. Posteriormente, en el informe respectivo, se señala lo que se resolvió respecto de cada una de ellas.

Seguidamente, el Jefe del Departamento de Informática, señor Patricio Álvarez, señaló que actualmente se está trabajando, como meta institucional, en una sistematización de las intervenciones de los Senadores, mediante una herramienta que consiste en marcar los documentos y anotar las indicaciones asociadas a los parlamentarios. Destacó que dicho proyecto está planificado que se concrete a fines del presente año.

El Honorable Senador señor Larraín hizo presente que si se aprueba esta iniciativa, dicha información podría ser utilizada, pues la primera cuenta recién se rendiría el próximo año.

Añadió que se podrán discutir puntos específicos que deberán ser considerados en esta cuenta, como son los viajes, las inasistencias, etc, pero toda la información reseñada por el señor Secretario General del Senado refleja y retrata cuantitativamente la labor que realizan los parlamentarios. Reiteró que las indicaciones debiesen formar parte de los antecedentes que debe entregar un parlamentario.

El Secretario General del Senado, señor Mario Labbé, recalcó que en cuanto a las indicaciones las que representan una mayor dificultad son aquellas que se presenten en las respectivas comisiones, pero debe idearse la forma para que éstas sean incorporadas a los antecedentes que se entregará a través del sistema.

Agregó que debiera ser de responsabilidad de cada Senador la información que corresponde a la labor que realizan en su circunscripción o las otras tareas políticas o representativas que cada Diputado o Senador efectúan fuera del Congreso Nacional.

Precisó que, como una manera de dotar de una mayor objetividad al sistema, en el Reglamento del Senado se debería fijar un mes determinado para que los Senadores rindan cuenta.

El Honorable Senador señor Larraín consultó si la información que se detalla en el documento antes transcrito está disponible para los parlamentarios.

El Jefe del Departamento de Informática, señor Patricio Álvarez aclaró que dicha información ya se encuentra disponible y abierta al público, en distintas secciones de la página web del Senado.

Concluido el examen de este asunto, el señor Presidente de la Comisión sometió a votación cada uno de los artículos que conforman esta iniciativa.

Artículo 1º

El texto aprobado en general agrega el siguiente artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados rendirán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, del estado de avance y desarrollo de las actividades efectuadas por sus respectivas Corporaciones y sus integrantes en cumplimiento de las atribuciones que les corresponde desempeñar durante ese período. En dicha exposición pública se deberá informar del trabajo efectuado en la Cámara y el Senado, de los logros y avances alcanzados, de las dificultades y errores advertidos en el desempeño de sus funciones, del uso de los recursos públicos utilizados durante el período y de toda apreciación, juicio u opinión que contribuya al mejor desempeño institucional.

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

En relación con esta norma, el señor Presidente de la Comisión propuso reemplazarla por la siguiente redacción:

“Artículo 1°: Agrégase el siguiente artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación. “.

La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Araya, De Urresti, Harboe y Larraín, aprobó la referida norma sustitutiva, según los autoriza el inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

Al adoptar esta decisión se tuvo en cuenta que esta nueva redacción del artículo 56 bis favorecerá que el Senado y la Cámara de Diputados alcancen un acuerdo acerca de aquellas materias que deben formar parte de la referida cuenta pública institucional. Asimismo, que un texto constitucional más breve, permitirá su adaptación a los cambios políticos y sociales y, finalmente, que se trata de un asunto en que se requiere la necesaria flexibilidad para ajustarse a los cambios y requerimientos sociales.

Artículo 2º

La norma aprobada en general agrega el siguiente artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 62 bis: Los diputados y senadores rendirán cuenta pública del cumplimiento de sus deberes y derechos parlamentarios, tanto las que ejercen en el Congreso Nacional y ante las autoridades de la nación, como en sus respectivos distritos y circunscripciones

Una ley orgánica regulará la forma de cumplir esta obligación.”.”.

En relación con esta disposición, se presentó la indicación número 1, del Honorable Senador señor Ossandón, mediante la cual se agrega al inciso primero la siguiente oración final:

“Dicha cuenta deberá llevarse a cabo en alguna de las comunas que conformen la respectiva circunscripción o distrito del parlamentario, a elección suya.”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, propuso aprobar esta indicación, subsumida en la siguiente nueva redacción de este precepto. Su texto es el siguiente:

“Artículo 2°: Incorpórase el siguiente artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al Reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen la circunscripción o distrito que representan.”.

El Honorable Senador señor Larraín acogió el texto propuesto y coincidió en la idea de que Reglamento de cada Corporación regule la forma en que se entregue la cuenta parlamentaria.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe manifestó que debe fijarse un mes determinado para que los parlamentarios deban rendir cuenta. Sugirió que ello se agregue en el artículo 62 bis propuesto.

El Honorable Senador señor Larraín indicó que la fecha para rendir la cuenta debiera ser uno de los aspectos a considerar en el reglamento de cada Corporación. Señaló que también podían contemplarse las demás materias que se mencionaban originalmente en el artículo 56 bis. En todo caso, propuso que la cuenta de los parlamentarios se efectúe posteriormente a la que deben entregar los Presidentes de ambas Cámaras.

El Honorable Senador señor De Urresti sostuvo que está de acuerdo en la rendición de cuenta individual y enfatizó que ella debe ser uniforme y objetiva. Insistió en que la información necesaria para su elaboración deberá ser provista por la Cámara de la que forma parte el parlamentario.

Consideró que la imagen que ciertos medios de comunicación difunden de la labor parlamentaria es demasiado incompleta. En algunas ocasiones solo se toma como parámetro la asistencia y la intervención en Sala, sin valorar o considerar la función político- representativa que realizan los Senadores y Diputados. Asimismo, recordó que diversos parlamentarios cumplen tareas ejecutivas en los partidos políticos, las que demandan una cantidad significativa de tiempo.

Sugirió que en el artículo 62 bis se añada que la propia Corporación elaborará las bases para preparar el informe, tomando como antecedentes de carácter objetivo.

Estimó que sería importante considerar, como obligación de cada Corporación, la impresión de una cantidad determinada de memorias en que figuren estas cuentas públicas.

El Honorable Senador señor Larraín enfatizó que del debate que hubo en la Sala se desprendía cierta inquietud o renuencia de algunos Senadores a hacer una cuenta pública individual. Hizo presente que la información disponible ayuda a hacer una radiografía cuantitativa y cualitativa, pero también objetiva, de la función que el parlamentario desempeña y del modo en que ella se cumple.

Recalcó que lo planteado por el Honorable Senador señor De Urresti corresponde a una materia que debe ser precisada por el Reglamento de cada Corporación.

Finalmente, planteó que cada parlamentario debería tener un sitio web en el que los ciudadanos puedan consultar la mencionada cuenta pública.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe estimó que la discusión que se ha dado, las modificaciones propuestas y la información entregada por el señor Secretario General del Senado van aportar a disminuir las inquietudes de algunos Senadores respecto a la viabilidad de cuenta pública individual. Precisó que ella era fundamental para mejorar los niveles de transparencia en información de carácter objetivo.

Apuntó que los parlamentarios no son solo personas que tienen por objetivo redactar de una u otra forma un determinado artículo, sino que cumplen un rol político que se plasma en visiones de Sociedad que se presentan en la discusión legislativa.

Concluido este debate, el señor Presidente sometió a votación la nueva redacción del artículo 2° de esta iniciativa.

La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Araya, De Urresti, Harboe y Larraín, le dio su aprobación.

En esta redacción se entiende aprobada con modificaciones, la indicación del Honorable Senador señor Ossandón.

MODIFICACIONES

En conformidad a los acuerdos adoptados, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de proponer las siguientes modificaciones al proyecto de reforma constitucional aprobado en general por el Honorable Senado:

ARTÍCULO 1º

Sustituirlo por el siguiente:

“Artículo 1°: Agrégase el siguiente artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”. (Unanimidad. 4 x 0. Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado).

Artículo 2º

Remplazarlo por el que sigue:

“Artículo 2°: Incorpórase el siguiente artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”. (Unanimidad. 4 x 0. Indicación número 1, con modificaciones, e inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado).

-.-.-

TEXTO DEL PROYECTO

En virtud de las modificaciones anteriores, el proyecto de reforma constitucional queda como sigue:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo 1°: Agrégase el siguiente artículo 56 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 56 bis: El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

Artículo 2°: Incorpórase el siguiente artículo 62 bis, nuevo, a la Constitución Política de la República:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.

.-.-.-.

Acordado en sesiones celebradas los días 10 de junio y 1° de julio de 2014, con asistencia de los Honorables Senadores señor Felipe Harboe (Presidente) y señores Araya, De Urresti y Larraín.

Sala de la Comisión, a 4 de julio de 2014.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Secretario

RESUMEN EJECUTIVO

SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL A RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL.

BOLETÍN Nº 8.624-07

I.- OBJETIVO DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: Establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país del avance y desarrollo de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores legislativas y representativas que han efectuado en el desempeño de su cargo.

II.- ACUERDOS:

- Indicación N° 1: aprobarla, con modificaciones. (4x0).

III.- ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: dos artículos permanentes.

IV.- NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: Esta iniciativa, para ser aprobada, requiere del voto conforme de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por incidir en el Capítulo V de la Carta Fundamental, relativo al Congreso Nacional.

V.- URGENCIA: no tiene.

VI.- ORIGEN E INICIATIVA: Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández y Andrés Zaldívar Larraín, y de los exsenadores señores Camilo Escalona Medina y Jovino Novoa Vásquez.

VII.- TRÁMITE CONSTITUCIONAL: primero

VIII.- INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 10 de octubre de 2012.

IX.- TRÁMITE REGLAMENTARIO: segundo informe.

X.- LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

1.- Capítulo V de la Carta Fundamental, relativo al Congreso Nacional.

2.- Ley Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

3.- Artículo 102 del Código Orgánico de Tribunales.

3.- Reglamento del Senado y de la Cámara de Diputados.

Valparaíso, 4 de julio de 2014.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Secretario de la Comisión

1.7. Discusión en Sala

Fecha 22 de julio, 2014. Diario de Sesión en Sesión 33. Legislatura 362. Discusión Particular. Se aprueba en particular.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA OBLIGATORIA POR AUTORIDADES DEL PARLAMENTO

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Corresponde ocuparse en el proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción de los Senadores señores Hernán Larraín, Andrés Zaldívar, Escalona y Novoa, en primer trámite, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir cuenta pública anual, con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y urgencia calificada de "simple".

--Los antecedentes sobre el proyecto (8.624-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional (moción de los Senadores señores Larraín Fernández y Zaldívar, don Andrés, y de los entonces Senadores señores Escalona y Novoa):

En primer trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2013.

Informes de Comisión:

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 60ª, en 8 de octubre de 2013.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento (segundo): sesión 30ª, en 9 de julio de 2014.

Discusión:

Sesión 1ª, en 12 de marzo de 2014 (queda pendiente la discusión general); sesión 4ª, en 1 de abril de 2014 (se aprueba en general).

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor ALLIENDE ( Secretario General subrogante ).-

Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión de 1° de abril del año en curso y cuenta con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, órgano que deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que no existen artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni de modificaciones.

Dicha Comisión efectuó dos enmiendas al proyecto aprobado en general, las cuales se acordaron por unanimidad. Estas modificaciones unánimes deben ser aprobadas por las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, esto es, con al menos 22 votos favorables.

Sus Señorías tienen en sus escritorios un boletín comparado que en la tercera columna transcribe las modificaciones introducidas por la Comisión de Constitución, y en la cuarta, el texto como quedaría si ellas se aprobaran.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

En la discusión particular, tiene la palabra el Senador señor Araya para entregar el informe de la Comisión de Constitución.

El señor ARAYA.-

Señora Presidenta , corresponde que esta Sala se pronuncie en particular sobre el proyecto de reforma constitucional que establece la obligación para las autoridades del Congreso Nacional de rendir cuenta pública anual.

Como Sus Señorías saben, una de las principales características de las democracias modernas es la participación de los representantes de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas fundamentales.

En concordancia con ese deber, nuestros electores tienen que contar con los medios para conocer las acciones políticas y legislativas que desarrollamos.

Si bien la prensa, la televisión, la radio y muchos sitios de internet les permiten obtener información relevante casi en tiempo real, no menos significativo es que las propias instituciones y sus integrantes den cuenta oficial a la ciudadanía de las labores que han efectuado anualmente.

Como bien se sabe, los otros Poderes del Estado cumplen tal obligación.

En la actualidad, el inciso tercero del artículo 24 de la Constitución Política le impone al Presidente de la República la obligación de darle cuenta al país del estado político y administrativo de la nación.

Por su parte, el Presidente de la Excelentísima Corte Suprema entrega una cuenta de la labor realizada por dicho tribunal, a la luz de lo que dispone el artículo 102 del Código Orgánico de Tribunales.

Esa práctica de dar cuenta de la gestión realizada se ha extendido a los servicios públicos, incluidos los municipios.

Durante el estudio en particular del proyecto, en la Comisión tuvimos presente que la Cámara de Diputados ya comenzó a difundir anualmente las labores institucionales que realiza, y asimismo, que algunos parlamentarios se han sumado voluntariamente a esta buena práctica.

Creemos que hay que profundizar en tal conducta, pues, junto con incrementar los niveles de transparencia de la labor que ejercemos, contribuimos a aumentar la educación cívica en nuestro país, ya que los ciudadanos podrán entender con mayor claridad cuál es el ámbito de acción de un parlamentario y distinguirlo del que desempeña un ministro , un consejero regional, un alcalde o un concejal.

Con motivo del segundo informe, dicho órgano técnico se hizo cargo de las observaciones formuladas durante la discusión general.

Precisamente para despejar parte de esas inquietudes, recaídas en las rendiciones de cuentas individuales, se invitó al señor Secretario General del Senado , quien nos detalló una serie de antecedentes de carácter objetivo que deberían figurar en la cuenta que presentaríamos ante nuestros electores.

A partir de dichos antecedentes, y con el fin de perfeccionar la iniciativa, la Comisión de Constitución, por la unanimidad de sus miembros presentes, adoptó en particular los acuerdos que especificaré.

En primer lugar, mantener la idea de que los Presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado den, anualmente y ante el Congreso Pleno, cuenta de la gestión institucional de cada Corporación.

Para lo anterior, proponemos aprobar una disposición más espontánea y simple que la acordada en general. En ella, básicamente, se prescribe que el 4 de julio de cada año el Presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por la Corporación que cada cual preside.

En segundo término, sugerimos mantener la obligación de los parlamentarios de dar cuenta una vez al año, ante los electores, de las labores realizadas.

Aprobamos también una indicación del Honorable señor Ossandón para que la cuenta se rinda en una de las comunas que conforman el distrito o de la circunscripción a la que representa el parlamentario respectivo.

Y, por último, estimamos conveniente que los detalles referidos al contenido y la forma de las cuentas, en ambos casos, se regulen mediante disposiciones de carácter reglamentario y no a través de preceptos de rango orgánico constitucional, con el fin de no rigidizar una materia que, por su contenido, debe tener flexibilidad adecuada para encajar con las exigencias que hace la ciudadanía.

Por las razones expuestas, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento propone la aprobación de esta iniciativa en particular.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.-

Señora Presidenta , tal como lo acaba de manifestar el Senador señor Araya , estamos en la discusión particular de un proyecto de reforma constitucional que en la Comisión recibió solo una indicación, presentada por el Honorable señor Ossandón , destinada a asegurar que la cuenta se dé en una de las comunas del distrito o de la circunscripción del parlamentario correspondiente.

La iniciativa que nos ocupa está conformada por dos artículos. El 1° se refiere a la cuenta institucional que deben entregar los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados. El artículo 2° se relaciona con la cuenta de los parlamentarios, y en él se recoge la inquietud del Senador señor Ossandón para que la rendición de cuentas se verifique en una de las comunas que conforman el distrito o la circunscripción del parlamentario pertinente.

La importancia de una iniciativa de esta envergadura es múltiple.

Desde luego, se trata de la única de las autoridades de los Poderes Públicos que hasta hoy no tiene la obligación de rendir cuenta. Los demás titulares, sí. De hecho, en los últimos años la tendencia ha sido a incorporar la obligación de rendir cuenta en el caso de todas las autoridades que se van instalando, incluidos los organismos autónomos.

La transparencia no se verifica solo al incorporar información al día, sino también al entregarla periódicamente de una manera más sistemática, analizada, argumentada, a fin de que sea posible un juicio ciudadano respecto de la gestión que se desarrolla.

Es cierto que la situación se presta -y lo hemos visto en el ámbito municipal- para que cada uno, más que una cuenta, narre un cuento y, de alguna forma, una historia que no siempre tiene que ver con la realidad que conocen los vecinos de la comuna.

Por ello, me parece muy importante que contemplemos, además, algún mínimo de exigencias en la materia.

Tratándose de los Presidentes de nuestras Corporaciones, me parece que eso es más fácil. Hemos modificado la redacción original, que se estimó muy farragosa, y eliminado la referencia a una ley orgánica que regulara la forma de cumplir la obligación, lo que correspondería, en cambio, al Reglamento del Congreso -sería el primero-, con lo cual ambas Corporaciones se ceñirían al mismo formato y a la misma fecha para estos efectos. Ya se ha señalado que sería el 4 de julio, aniversario de la fundación del Congreso Nacional en 1811.

Respecto de los parlamentarios, la cuenta ha sido objeto de mayores inquietudes -las advertimos en el debate general en la Sala-, pero mucha gente también abriga dudas sobre el particular.

Como lo recordó el Honorable señor Araya al exponer sobre el contenido del proyecto, la Secretaría General, a la que le pedimos colaborar con los antecedentes de que dispone -podría ser la base de una información acerca de las actividades de un Senador o un Diputado , en su caso-, nos proporcionó una cantidad muy contundente y maciza de los existentes, lo que se puede sistematizar y entregar por cada uno de los miembros de esta Corporación.

Ello se señala en el segundo informe. Mis Honorables colegas pueden observar que se trata de datos, no solo cuantitativos, sino también cualitativos. Se consignan la asistencia, las inasistencias justificadas, los proyectos de ley que se tratan en las sesiones. No aparecerán únicamente los temas considerados, sino asimismo, en versión escrita o directamente en la grabada -porque este tipo de registro se realiza en todas las ocasiones-, la intervención del parlamentario, de manera que si alguien quiere saber qué opinó o cómo se pronunció con relación a un asunto determinado, puede acceder a todos los antecedentes necesarios, con las respectivas votaciones electrónicas.

Se encuentra abierta la posibilidad de hacer lo propio en relación con las Comisiones, en donde ya se cuenta con esos datos. Por lo tanto, la información no dice relación únicamente con la mera votación, sino también con el parecer que cada uno de nosotros manifiesta en el trabajo legislativo de los órganos técnicos. Ello permitiría

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Se agotó su tiempo, Su Señoría, pero puede concluir.

El señor LARRAÍN.-

Gracias, señora Presidenta .

Decía que ello permitiría a un interesado, a los electores, a una organización no gubernamental, a una universidad, a un periodista, conocer todas las opiniones de un Senador, consideradas ya desde el punto de vista de su posición.

A lo anterior se agregan las mociones, con la especificación de las declaradas inadmisibles; los proyectos de acuerdo y su votación; las misiones al extranjero.

A comienzos del próximo año se dispondrá de un registro de las indicaciones que cada uno de nosotros haya presentado con motivo de un proyecto, con la respectiva votación y si ha sido aprobada o no, o aprobada con modificaciones.

También se contemplan, desde luego, todos los gastos operacionales y en personal que efectúa un parlamentario.

Se agregarán, asimismo, todos los registros que la ley del lobby exige para esta Corporación.

A eso habrá que sumar una explicación del sentido de la labor de cada uno y, adicionalmente, el trabajo distrital.

Me parece que eliminar la disposición o reducirla sería un error.

Además, resultaría bastante inexplicable, desde el punto de vista de la opinión pública, que no se incluyera la rendición de cuenta de la Corporación y de cada uno de nosotros. Estimo que, dentro del esfuerzo de transparencia, esa medida -es el accountability en el mundo anglosajón- constituye una necesidad impostergable.

La posibilidad de poner en conocimiento de la gente todo lo que hacemos va en beneficio, por otra parte, de nuestra acción legislativa. Porque, muchas veces, parte de los problemas de esta última obedece a la desfiguración que sufre por la acción de los medios de comunicación. Por esta vía, cada uno podrá entregar una información directa.

Y, con información, la gente, la ciudadanía, puede ejercer la democracia y el control de la gestión pública de cada una de las autoridades electas.

Por estos motivos, espero que la iniciativa sea aprobada.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señora Presidenta , en los últimos años hemos sido testigos de una de las más grandes y profundas modernizaciones del Estado en nuestro país, que ha tenido como objetivo la probidad y la transparencia en los diversos órganos e incluye a las autoridades de los poderes Ejecutivo , Legislativo y Judicial.

Algunas empresas públicas igualmente han seguido el ejemplo y hecho este tipo de rendiciones, lo que siempre es positivo.

Las políticas en pro de la transparencia y modernización rompieron una tradición de secretismo y reserva de la información por parte de las autoridades y han permitido y facilitado una apertura, así como también el acceso de la ciudadanía a las actividades y el desempeño en ese ámbito. Lo anterior, basado en el concepto de que las autoridades son las que se deben a las personas, y no al revés, lo que se traduce en que la información y los antecedentes en su poder son públicos en su gran mayoría.

Señora Presidenta , se trata de principios cuyo objetivo apunta a que se responda al control de la ciudadanía a través de la entrega de herramientas que lo hagan posible. En tal sentido, una mayor transparencia del quehacer público facilita una manera más democrática de la actuación de las autoridades, lo que permite una mayor participación de la gente.

¿Y por qué no decirlo? A mi juicio, gran parte del bajo prestigio que exhibe el Congreso obedece al desconocimiento de la ciudadanía. Cada vez que uno sostiene reuniones en juntas de vecinos, en distintas organizaciones, la mayoría de los planteamientos nada tiene que ver con el trabajo parlamentario. Y, por eso mismo, la iniciativa en debate va a ayudar, sin duda, a que las personas conozcan mejor lo que hace su representante.

Los principios expuestos forman parte de nuestro ordenamiento jurídico a través de su incorporación en diversas normas, entre las cuales destaca la ley N° 20.285, sobre Acceso a la Información Pública, que establece y hace operativo el principio de transparencia al permitir el derecho de acceso a esos antecedentes por cualquier persona.

Dichas disposiciones y la acción del Consejo para la Transparencia, así como la cultura creada por este conjunto de preceptos, sin lugar a dudas están cambiando la manera de actuar del Estado.

El objetivo del proyecto es establecer que el Presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados deberán dar cuenta pública ante el país, el 4 de julio de cada año, del desarrollo de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden, así como también que cada parlamentario estará obligado a hacer otro tanto, ante sus electores, de las labores legislativas y representativas que ha efectuado en el desempeño de su cargo.

No me cabe ninguna duda, señora Presidenta , de que será preciso afinar el texto. Porque algunos dicen que las cuentas públicas que se hacen en los municipios suelen ser poco representativas: solo se efectúan con quienes apoyan al alcalde. A mí me parece que de cualquier manera que los parlamentarios rindan una de ellas ante sus electores va a ser positivo.

Y estoy seguro de que se trata de un ejercicio que mejorará la imagen del Congreso en la opinión pública, la que, muchas veces -y lo digo con conocimiento-, no reconoce el trabajo que lleva a cabo, o por ignorarlo, o por no haber existido la posibilidad de que el parlamentario tenga la obligación de rendir cuenta, tanto a sus electores como a aquellos que no votaron por su persona, respecto de cuál ha sido su trabajo, cuáles sus logros y cuál la justificación de haber sido elegido.

Gracias.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Puede intervenir el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-

Señora Presidenta , soy uno de los Senadores que plantearon la posibilidad de establecer una rendición de cuenta.

Hemos escuchado al colega Larraín expresar algo cierto: nuestro Congreso es uno de los que han llegado a ser más transparentes en cuanto a exponer la actividad de cada uno de sus miembros. En la página web se puede recoger hoy día toda la información que Su Señoría expresó, en cuanto a asistencia a sesiones, votaciones, pronunciamientos en Comisiones, gastos de operación, misiones en el extranjero, etcétera. Hay toda una transparencia.

Lo digo con bastante orgullo, porque a mí me tocó participar, como uno de los doce expertos convocados hace tres años por la Unión Interparlamentaria Mundial -hace dos años completamos el trabajo que se nos encomendó-, en el estudio de la forma como se podía modernizar la actividad de los Parlamentos que la componen. Se destacaron, en ese sentido, los avances en el Congreso chileno con la incorporación de nueva tecnología y la transparencia que se estaba aplicando en su tarea.

Cuando tuvo lugar la presentación de la iniciativa en debate, estuve de acuerdo e intervine en ello. Sin embargo, al madurarse las cosas, surgen algunas reflexiones.

Y no es por oponerme a una idea en la cual participé. Me parece muy bien que en la norma constitucional quede incorporada la cuenta que tendrán que dar el Presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados, como representantes de un Poder Público. Lo anterior, al igual que el Primer Mandatario ante el Congreso o que el Presidente de la Corte Suprema ante el Pleno, con relación a las actividades del Poder Judicial. En lo que abrigo dudas es en si acaso resulta lógico que la disposición relacionada con los parlamentarios tenga el mismo rango. Al pensar en el punto, concluyo que esta última más bien tendría que estar contenida en la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, en cuanto a que podríamos dar cuenta de acuerdo con los reglamentos que nos diéramos.

Repito que no me surge ninguna interrogante con relación al primer punto. Pero en la Carta no podemos incluir todo tipo de disposiciones, por muy importantes que sean.

No significa que desee asignar un aspecto negativo acerca de lo que estamos haciendo, de lo cual también soy autor, sino que mantengo esa inquietud. Se lo hice presente al Honorable señor Larraín antes de mi intervención.

Dejo expuesta la cuestión.

Considero que es preciso contemplar ambas rendiciones de cuenta, pero el rango de cada norma debe ser diferente. La de los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados debe incluirse -reitero- en la Constitución, como lo establece el proyecto; y a lo mejor es conveniente que la obligación de los parlamentarios se incorpore en la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

Gracias.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Deseo recordar que se verificará una sola votación para la aprobación en particular. Si Su Señoría quisiera transformar su planteamiento en una indicación, se requeriría la unanimidad de la Sala, porque nos encontramos en la discusión previa a dicho pronunciamiento.

Formulo la observación, en todo caso, porque, comprendiendo el espíritu de lo manifestado, que comparto, no sé si existe la posibilidad de que usted converse con los Comités, que a lo mejor estarían de acuerdo para tal efecto.

Tiene la palabra el Senador señor Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señora Presidenta , en las últimas horas, cuatro mujeres, una de ellas embarazada, y otras cinco personas fallecieron en diferentes bombardeos sobre la ciudad de Gaza, así como en el norte y el sur de ese territorio.

Un total de 609 palestinos han muerto y otros 3 mil 720 resultaron heridos en quince días de operación militar israelí.

El portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf Al Qedra , actualizó el número de personas que han perecido en los ataques por tierra, mar y aire. Entre las 609 víctimas, destacó, se incluyen 154 niños, 58 mujeres y 38 ancianos.

El Senado aprobó un proyecto de acuerdo para solicitarle al Gobierno las mayores gestiones posibles con relación a tan grave problema, que nos tiene conmocionados no solo a nosotros, sino también al mundo. Ojalá que se pudiera avanzar en esas diligencias.

Pongo tanto énfasis sobre el particular porque uno discute los proyectos de ley, mas no puede perder la capacidad de asombro ante un hecho gravísimo que hoy día se registra en esa parte del mundo, lo que nos hace ser solidarios con Palestina.

Entrando al contenido de la iniciativa que nos ocupa, deseo consignar que la Corporación Privada de Desarrollo de la Región del Biobío (CORBIOBÍO) efectuó recientemente una encuesta en la zona. Los resultados podrían dejarme tranquilo -figuro primero, por enésima vez, en los índices de parlamentarios con mayor futuro-, pero el dato duro es que el 61 por ciento de los consultados rechaza la gestión de Diputados y Senadores.

Fíjense, estimados colegas, que cada vez que hay elecciones y se enfrenta el debate con los empresarios, parto por decirles: "Tenemos con ustedes algo muy en común, a pesar de que tal vez no dialogamos mucho: somos los más detestados en el país". En efecto, disputamos entre el 11 por ciento de aprobación para nosotros y el 9 por ciento para ellos. ¡Somos despreciados por la ciudadanía!

Entonces, uno se pregunta cuáles son las causas. Porque aquellos a quienes observo en la Sala son hombres de bien, de convicción, de trabajo. Podemos mantener diferencias. ¿Qué hace que en definitiva la ciudadanía nos siga percibiendo de esa manera?

Pienso que una de las razones puede encontrarse en el presidencialismo. ¡En verdad, constituye una ofensa moral, ética, política, que las leyes que discutimos con mucho esfuerzo no lleven la firma de ningún parlamentario! ¡Que, al final, el presidencialismo determine que salgan con la que estampa el Ministro respectivo, que nunca viene a la Sala, que nunca va a Comisiones! ¡Y una ley de la República exhibirá el nombre de quien nunca asistió a los debates -repito- y a veces nada hizo por la iniciativa!

No es el caso de la señora Ministra Secretaria General de la Presidencia, quien concurre permanentemente a los órganos técnicos.

El señor PROKURICA .-

Y ahora firmará el proyecto 

El señor NAVARRO.-

Es algo que ocurre en ambos lados, en uno u otro Gobierno.

Creo que tampoco nos hemos preocupado adecuadamente de cómo nos mostramos ante la ciudadanía. En otra época se publicaban en un diario de circulación nacional los textos de nuestras intervenciones. Eso terminó. Ahora nos dan 200 copias por cada una de aquellas que efectuamos en una sesión.

El señor CHAHUÁN .-

Así es.

El señor NAVARRO.-

Por mi parte, cuento con cerca de un millón de electores, y algunos Senadores tienen un millón y medio. O sea, esa cantidad de copias no parece ser un mecanismo de distribución muy apropiado.

Nunca he traído a Valparaíso una delegación desde la Región que represento, porque resulta excesivamente caro. Tengo un bus algo antiguo, pero muy noble, y hacemos traslados allá. Pero cuando se realizan los jueves visitas a esta Corporación, no hay nadie. ¡Penan las ánimas! No hay una sala para mostrar en video el trabajo en Comisiones, por ejemplo.

¡Vienen 200 mil personas al año al Congreso! ¡Y la paradoja es que la institución menos prestigiada del país es la más visitada! ¡Tiene, en efecto, una mala evaluación!

Hemos reclamado que debiéramos disponer de salas, de videos demostrativos de nuestro trabajo, de mecanismos interactivos.

Una vez dijimos: "Es preciso comprar" -y voy a insistir en ello- "los edificios que están enfrente del Senado en Santiago para destinarlos al museo del Congreso Nacional". Porque parece absurdo que una institución de 200 años no cuente con una memoria histórica para las actuales y las futuras generaciones. ¡No la hay! Existen museos de todo tipo, pero no uno como aquel que he mencionado.

El señor PROKURICA .-

¡Y algunas personas están para un museo!

El señor NAVARRO.-

¡Que en el Congreso haya piezas de museo es otra cosa! Por mi parte, hice una referencia precisa.

Me parece que la iniciativa puede avanzar positivamente en los aspectos señalados, a fin de poder acercar a la ciudadanía.

Tenemos la experiencia de los alcaldes. ¡Nada más aburrido que su cuenta pública! Ya lo sabemos. Entonces, ahora se lleva música clásica, powerpoint y una pantalla gigante cuyo arriendo cuesta "dos palos". En definitiva, un cometido que era muy necesario ha devenido claramente más bien en una actividad de campaña, no de información. Además, todos los proyectos del Gobierno son mostrados como propios. No se hace ninguna referencia al Ministerio de Obras Públicas 

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Se acabó su tiempo, señor Senador, pero puede redondear su intervención.

El señor NAVARRO.-

Lo más importante es el cóctel al final. Como existe un estrecho vínculo entre la gestión de los jefes comunales, en orden a la consecución de recursos, y la de los Gobiernos, se termina confundiendo una tarea con otra.

A mí se me dificulta un poco la consideración de la forma como vamos a posicionar una cuenta anual. Tal vez, los Diputados podrían hacerlo cada dos años, y los Senadores, cada tres, de modo de que existan períodos intermedios.

¿Cómo demostrar nuestras gestiones por conseguir recursos para la región; por impulsar iniciativas, las cuales al final no avanzan o son sintetizadas? Todos registramos muchos proyectos de ley que, al final -se lo hemos planteado a la Ministra Ximena Rincón -, no avanzan en la Comisión respectiva si no tenemos a su Presidente del lado nuestro. Gastamos muchos esfuerzos en eso. O bien llega el Gobierno y manda una iniciativa que subsume todas las mociones presentadas sobre un tema y nos hace desaparecer.

Una vez un grupo de amigos fuimos a una ceremonia en Conchalí. Estaba la Presidenta Bachelet y el Ministro del Trabajo . Como no subíamos al escenario, nos preguntaron: "¿Qué hacen ustedes?". Respondimos: "Bueno, nosotros hacemos las leyes". Y añadieron: "¿Por qué entonces no están arriba?". Yo creo que la sabiduría popular tiene mucho sentido. Nos hicieron ver que debíamos estar arriba del escenario si éramos autores de la ley.

Por eso, señora Presidenta , considero necesario revisar este proyecto, de tal modo de generar elementos que permitan perfeccionar el conocimiento de la ciudadanía. En mi caso, quisiera proponer la obligación de tener página web. Yo tengo una desde mi segundo año como Diputado , en tiempos en que resultaban muy caras. Había que contar con un equipo de cuatro o cinco personas para crearla y mantenerla. Y debiera ser obligación de cada parlamentario implementar una, con todos los contenidos aquí mencionados, para que estén disponibles de manera directa.

Y la cuenta debería ser diaria, no una vez al año. Y para todos, incluidos los jóvenes, que llegan a través de la web, para no ir a pegarse la lata de escuchar a un Diputado hablar dos horas contando lo bueno que es. Porque yo no me imagino ninguna cuenta pública de un parlamentario para decir lo malo que es, lo mal que lo ha hecho. Puede haber una cuenta pública para informar que lo hemos hecho muy bien, aunque en realidad lo hayamos hecho mal. Por tanto, la cuenta pública es siempre inducida, no objetiva. Pienso que eso también hay que revisarlo.

Por último, estimo que la página web es una idea que merece ser considerada seriamente. Si el proyecto va a pasar a la Cámara de Diputados, allá se puede perfeccionar. Pero no caigamos en el error de efectuar una cuenta que más bien constituya un acto de campaña. Si es así, la gente se va a aburrir.

¿Quiénes van a la cuenta de los alcaldes? Van los militantes puros y sinceros, y algunos ni tan puros ni tan sinceros. Van a escuchar, a aplaudir a su alcalde. ¿Y qué hacen estos? Llevan una claque tremenda. Invitan a los suyos, y los concejales, que son de la Alianza o de la Nueva Mayoría, según el caso, invitan a los mismos. ¡Guerra de aplausos! Y la cuenta, entonces, se transforma en un espectáculo que no apunta al objetivo para el cual fue pensada.

Siento que no podemos repetir tal experiencia. La del proyecto es una buena idea. Yo la voy a apoyar, aunque espero que en la Cámara de Diputados sean recogidas algunas de las observaciones que he planteado.

¡Patagonia sin represas!

¡Nueva Constitución, ahora!

¡No más AFP!

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Deseo reiterar lo que ha indicado muy bien el Senador Navarro en cuanto a que este proyecto, de ser aprobado, pasa a su siguiente trámite en la Cámara de Diputados, donde se pueden recoger algunas observaciones, pues aquí, lamentablemente, como ya expliqué antes, el tiempo para hacer indicaciones o cambios ya caducó.

De hecho, lo que nos queda es una votación única. Así que reitero dicha información para que los Senadores estén conscientes de que cualquier modificación tendrá que ser efectuada en la otra rama del Parlamento.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO .-

Señora Presidenta , si se están tocando los timbres, quiere decir que ya está abierta la votación.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

No, señor Senador. Se están tocando los timbres para que los Senadores vengan a votar, pero la votación propiamente tal aún no está abierta. Solamente la voy a abrir cuando tenga la seguridad de que contamos con el quórum de los tres quintos.

El señor MOREIRA.-

¿Me permite, señora Presidenta?

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Sí, señor Senador.

El señor MOREIRA.-

Quiero plantearle dos cosas.

La primera ya se mencionó: si es posible abrir la votación.

Y, segundo, nos ha costado bastante conciliar la disponibilidad y los intereses de todos los Senadores miembros de la Comisión de Agricultura, especialmente de la Nueva Mayoría. En definitiva, se decidió sesionar los martes de 19 a 20:30 o 21 horas. Así que quiero pedir autorización para que dicho órgano pueda sesionar en forma simultánea con la Sala. Está citado el Ministro del ramo, que viene con una gran exposición sobre cuencas y otros temas que han causado mucha expectación.

Por lo tanto, solicito la anuencia -por su intermedio, señora Presidenta - para que la Comisión de Agricultura comience a sesionar después de la votación.

Tenemos al Ministro esperando horas, de modo que se lo agradecería.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Entiendo que sería a partir de las 19.

El señor MOREIRA.-

Sí. Pero los Ministros de este Gobierno llegan una hora, dos horas antes, señora Presidenta .

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Me parece muy bien que los Ministros lleguen antes y se preocupen tanto. Sin embargo, como usted ya se habrá dado cuenta, se están tocando los timbres porque necesitamos más Senadores para proceder a efectuar la votación, que aún no he abierto.

Tomemos la decisión en un rato más, Senador Moreira. Ahora lo importante es que podamos reunir en la Sala el número suficiente para aprobar el proyecto.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

A continuación, tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.-

Señora Presidenta , este es un proyecto que hemos apoyado desde el primer minuto. Yo presenté una moción similar en la Cámara de Diputados, pues, ciertamente, la accountability es muy trascendente.

Por otro lado, debo contar que los que tuvimos oportunidad de estar en Lima el jueves y viernes de la semana pasada, el Senador Hernán Larraín , la señora Presidenta -que presidió la delegación-, junto a otros parlamentarios, sin lugar a dudas vivimos una experiencia importante: el Primer Encuentro Interamericano de Presidentes de Poderes Legislativos .

Ahí, básicamente, lo que se abordó fue el desprestigio y el descrédito actual de los parlamentos en Iberoamérica.

Esa es una materia muy relevante, puesto que se analizaron las distintas variables que llevan a los parlamentos a no tener repercusión en las respectivas sociedades.

Se hizo un barómetro latinoamericano para evaluar cuáles eran las condiciones que permitían a un parlamento tener mejor imagen. Y arrojó que las materias más significativas decían relación con la credibilidad y la transparencia, temas a los cuales se refirió el Senador Navarro .

A partir de lo anterior, se examinaron experiencias de otros parlamentos, entre ellos el brasileño. Y me gustaría que los colegas pudieran escuchar, porque se trata de un asunto importante que también tiene que ver con lo que finalmente proyectamos.

El Congreso brasileño, analizando sus cifras de descrédito, así como las de las asambleas legislativas estaduales, optó finalmente por invitar a hackers a viralizar el trabajo que se desarrollaba.

Y fue una experiencia gratificante, que en poco tiempo mostró un mejoramiento sustantivo de imagen, porque la ciudadanía se enteró de los debates parlamentarios, de los estados de tramitación de las iniciativas presentadas en las respectivas asambleas, y de cómo interactuar, a través de los actuales medios de comunicación, básicamente las redes sociales, con la actividad parlamentaria.

Por lo tanto, en la medida en que el Poder Legislativo fue capaz de permear a la ciudadanía la actividad que desempeñaba, se vieron aumentos sustantivos de mejoría en su imagen.

Ese ejercicio lo hizo Brasil, como señalé recién, con muy buenos resultados, a tal punto que instaló permanentemente en el Congreso Nacional un departamento de hackers, que permitirá viralizar la actividad parlamentaria. No hablo de los crackers, que son aquellos que buscan intervenir redes sociales, sino de quienes pretenden difundir y viralizar una determinada actividad, en este caso la actividad parlamentaria.

Otro ejemplo importante lo planteó el Presidente del Congreso español, que, a través de la armonización y difusión de la actividad del Parlamento en las redes sociales, fue capaz, también, de vigorizar y mejorar la performance pública de la respectiva institución.

Esas y otras experiencias se han ido multiplicando.

Tiene mucha razón el Senador Navarro cuando señala que el modelo presidencialista de nuestro país -y de muchos otros países de Latinoamérica- lleva a que los logros, las felicitaciones por los éxitos de algún proyecto de ley tramitado en el Parlamento, recaigan finalmente en el Poder Ejecutivo . Porque el Congreso Nacional siempre ha funcionado como una especie de caja negra, debido a que en verdad los ciudadanos poco saben de la actividad que realizamos aquí.

Por eso resulta tan importante que seamos capaces de transparentar, de difundir, de viralizar, en el buen sentido de la palabra, los debates parlamentarios, y de dar cuenta de la gestión que efectuamos.

De ahí la relevancia que adquiere igualmente la obligación de rendir una cuenta pública de la actividad parlamentaria. Nosotros lo hacemos en nuestra circunscripción. Rendimos cuenta pública, año a año. Tenemos la posibilidad de contar con una cadena regional de radios para difundir la actividad que desarrollamos como parlamentarios, que es muy poco conocida por los ciudadanos. Sin embargo, este esfuerzo de rendir cuenta acerca de nuestra gestión pública, finalmente se transforma en un impulso individual.

Creo que hoy tenemos la oportunidad de posibilitar la accountability de la gestión pública que realizamos. Y yo aplaudo a los colegas que la efectúan.

Los parlamentarios tenemos dos tipos de funciones: una labor política, de representación de nuestros electores, que finalmente -y lamentablemente- es por la cual nos evalúan los ciudadanos: si estamos o no trabajando, si estamos o no cercanos a la gestión próxima, a la unión comunal, al club deportivo.

Y tenemos otra labor, la labor parlamentaria propiamente tal, la labor del debate, del día a día, del trabajo en Comisión, que es poco conocida por parte de los electores.

Por eso es tan relevante que desde el propio Parlamento se genere la certidumbre de que no solo es necesario avanzar en la labor que realizamos, en términos de establecer una accountability reglada, normada, en nuestra legislación, que permita que los parlamentarios -Senadores y Diputados- podamos rendir cuenta ante nuestros electores de la actividad parlamentaria que desarrollamos.

Pero, por otra parte, también es muy importante que esta sea una oportunidad para enfocarnos en una materia que se ha debatido poco al interior del Parlamento, de modo de ver, asimismo, cómo somos capaces de proyectar nuestro trabajo; de proyectar las horas en Comisión; de proyectar el debate que efectuamos día a día para los efectos de generar la convicción, en la ciudadanía, de la labor intensa que se realiza en el Poder Legislativo .

¿Qué dice la gente? Que los parlamentarios trabajan poco, ganan mucho y viajan bastante, en circunstancias de que aquí se hace un trabajo serio, que se extiende por largas horas.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Se agotó su tiempo, señor Senador.

Por favor, termine.

El señor CHAHUÁN.-

Señora Presidenta , hay pocos parlamentarios que no tengan jornadas extenuantes de doce a catorce horas diarias, particularmente aquellos que una vez al mes, durante la semana regional, van a sus respectivas circunscripciones y que, por tanto, tienen que multiplicarse.

Entonces, si ni siquiera nosotros mismos valoramos el trabajo que hacemos; si nosotros mismos no podemos convertir esta en una verdadera oportunidad para enfrentar el problema de fondo -no solo la accountability o rendición de cuentas, que es absolutamente necesaria-, en términos de generar, como Corporación, instancias para viralizar, para permear a la ciudadanía, a efectos de comunicar adecuadamente el trabajo que realizamos; si ni siquiera nosotros tenemos respeto por la actividad parlamentaria, nos queda muchísimo por hacer.

Quiero decirles, simplemente, que esta es la oportunidad, a través de este debate, de rendir una cuenta pública, pero también de transparentar la gestión parlamentaria.

He dicho.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Voy a abrir la votación en este momento, así que a las señoras y señores Senadores les ruego estar pendientes.

En votación.

--(Durante la votación).

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta , la verdad es que uno tiene que alegrarse de lo que puede parecer un proyecto simple, pero que, en definitiva, contiene algo que nos demanda toda la sociedad: el que quienes ejercemos un cargo público, quienes ejercemos un cargo como parlamentario, tengamos que obligarnos a dar cuenta pública de las gestiones que no pudimos hacer y de las que efectivamente realizamos.

Claramente, las cuentas públicas deben tener un contenido de credibilidad, de trasparentar todo lo que uno es capaz de llevar o no a cabo.

Fíjese, señora Presidenta , que desde la primera vez que me tocó ejercer este cargo, en la Región que represento (Magallanes) -esto la gente lo sabe, y por eso puedo decirlo públicamente-, tomé la decisión de trasparentar, todos los meses, la acción que me toca efectuar como Senador. Y ese ha sido el mejor camino, el mejor vínculo, primero, para tener una cercanía mucho más real, mucho más concreta, con las personas.

El segundo punto es que, como decía el Senador Chahuán, esta es una tremenda oportunidad para los parlamentarios, que muchas veces no sentimos que estamos en una dimensión distinta de lo que les ocurre a las personas.

Y quiero ser gráfico en señalar que estas son las opciones que a mí, por lo menos, con mi experiencia en esta materia, donde me ha tocado conocer de innúmeras cantidades de proyectos, de ideas, de anhelos, de desacuerdos, de desencuentros, de un diálogo directo con la gente, más han enriquecido mi trabajo parlamentario.

Hoy día tenemos a disposición las redes sociales, los medios de comunicación. Yo diría que incluso hay que tener cuidado con lo excesivo que está a la mano el tema de la información, porque no siempre se posee el discernimiento para ver con exactitud los datos que están a disposición de todos nosotros.

A mí esto de rendir cuenta pública una vez al año me parece que debiera ser lo mínimo. Y quiero ser categórico en esto: lo mínimo.

El espacio que nosotros contratamos -en la televisión, en las radios, además de hacerlo personalmente en distintas instancias-, se llama "Es mi deber informar". Porque es eso: ¡es nuestro deber informar!

Yo siento que aquí también se da un poco esto de quienes somos parlamentarios y tenemos un sentido de pertenencia del lugar que representamos. Y eso se nota. Cuando alguien representa un territorio, un lugar geográfico, siente que es su deber el tener que transparentar, el contar todo lo que uno ha sido capaz de hacer o no hacer.

Cuando uno está presente siempre en su región, la gente no solo lo percibe cercano, sino que, aun cuando no tendría por qué hacerlo, se lo agradecen. Porque no siempre se da esta opción de que quienes decimos representar un lugar geográfico estemos toda la semana, o todos los meses, y podamos ser capaces de recorrer, de informar, de dar cuenta pública de nuestro accionar.

Entonces, a mí me sorprende que haya tenido que llevarse adelante una reforma constitucional por algo que debiera ser nuestro deber: informar.

Y hoy existen tantas formas de hacerlo. ¡Tantas formas de hacerlo!

Así que, sinceramente, a mí me parece que es una enorme oportunidad el que ahora tengamos este proyecto de ley.

Es la forma, además, en que actualmente las sociedades del mundo perciben que es la manera en que se recibe la información. En nuestro caso, en definitiva, en que ejercemos un cargo político, público, se sabe si la persona está dando cumplimiento por lo menos a los compromisos pactados o a lo que se comprometió en algún momento.

Yo voy a apoyar este proyecto de reforma constitucional.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Se agotó su tiempo, señor Senador.

Termine.

El señor BIANCHI.-

Sí, señora Presidenta .

Felicito a los Senadores Larraín y Zaldívar , así como a nuestros ex colegas Escalona y Novoa , por haber llevado adelante este proyecto de ley. Es una de las mejores formas de transparentar la acción pública y política que realizamos. En lo personal, a mí no me cuesta nada votarlo a favor, porque representa un ejercicio que he efectuado desde el primer día que asumí como Senador.

He dicho.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.

El señor DE URRESTI .-

Señora Presidenta , este proyecto fue discutido largamente en la Comisión de Constitución, donde confrontamos distintas opiniones, estando de acuerdo en la idea central y la importancia de rendir cuenta y transparentar la gestión del Senado.

Yo siempre lo he señalado. En la medida en que nuestros electores y los ciudadanos sepan efectivamente el trabajo que acá se realiza, mayor será su aceptación, mayor su conocimiento, y habrá una crítica, si es que la hay, con mayor fundamento.

Desgraciadamente, son los medios de comunicación los que pautean el trabajo legislativo. Como señalaron varios Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, quien no hace el trabajo no sale reelecto. Es bastante clara y transversal la opinión de que, si un parlamentario (Senador o Diputado ) no lleva a cabo su labor, no trabaja la cantidad de horas necesarias, no va a terreno, lo más probable es que no saldrá reelecto.

Lo que sí discutimos en la Comisión fue la posibilidad de objetivar el contenido de la cuenta pública para que, en definitiva, no constituya solo un panegírico del parlamentario que da a conocer en un auditorio favorable un informe que alude a elementos positivos, sin puntos de comparación.

Por eso, en el debate habido en el órgano técnico planteamos, junto con varios de sus integrantes presentes, que la cuenta debe ser objetiva. Con tal finalidad debe diseñarse, en primer lugar, una base con información de todos los Senadores cimentada en elementos objetivos transcritos y documentados por la propia Cámara Alta. Me refiero no solo a asistencia, a mociones presentadas, a proyectos de acuerdo, a intervenciones, sino además a un marco, a un parámetro común.

Y después, como es obvio, cada Senador podrá difundir esos datos en las comunas de su región en que lo estime necesario.

De lo contrario, señora Presidenta , no se cumplirá el objetivo que se persigue y, simplemente, se llevará a cabo un acto formal igual al que, por desgracia, se realiza en muchos municipios donde se rinde cuenta anual: algunos alcaldes participativos invitan a la comunidad, se formulan planteamientos, se discuten; y otros, solo entregan información.

Se trata de actos que, buscando el mismo fin, conducen a logros diferentes.

Me interesa que los electores de mi Región sepan qué hacen sus Senadores, razón por la cual -qué duda cabe- voy a aprobar en particular esta iniciativa. Pero me parece -así lo dejamos establecido- que la adecuación al Reglamento que acompaña a esta reforma constitucional debería establecer que la Cámara Alta recopile objetivamente toda la información relativa al trabajo que se realiza acá y que no se conoce. Porque gran cantidad de Senadores efectúa una enorme labor a través de su participación en las Comisiones, la presentación de indicaciones y sus intervenciones en la Sala o en otras instancias, pero ello no es percibido.

El canal de televisión del Senado no goza de mucha audiencia, más aún considerando que transmite vía cable, lo cual hace que en zonas rurales sea prácticamente imposible verlo.

Entonces, creo que tanto el Senado como la Cámara de Diputados tienen que modificar parte de su estructura de comunicación. Y, en nuestro caso, elaborar instrumentos objetivos para los 38 Senadores, incluyendo al Presidente o a la Presidenta de turno ; hacer un resumen de toda esa información e imprimirla para que después la Corporación se la haga llegar a los Senadores y estos la difundan en su circunscripción. Obviamente -insisto-, cada uno podrá adornarla con gráfica, fotos, videos y una puesta en escena.

Esta ley en proyecto avanza en transparencia, en información. Pero, si los datos no son objetivos y no partimos de parámetros comunes para los 38 Senadores, será solo letra muerta.

Por eso, conociendo la actitud de apertura que usted ha tenido a la cabeza de la Cámara Alta, señora Presidenta -no por casualidad es la primera Presidenta en sus más de 200 años de vida-, considero imprescindible 

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Terminó su tiempo, Su Señoría.

Redondee la idea, por favor.

El señor DE URRESTI .-

Decía que considero imprescindible anticipar, desde el punto de vista administrativo, los elementos que esta Corporación va a disponer para la realización de esta cuenta y establecer quién recopilará las intervenciones y las indicaciones formuladas en las diversas Comisiones; dónde estará consignada esa información.

Además, a propósito de la ley que regula el lobby, también debe quedar documentada la cantidad de reuniones paralelas con la Sala sostenidas con sindicatos, agrupaciones, colectivos y distintas organizaciones.

Esos elementos, que hoy pueden objetivarse, tienen que ser provistos -insisto- por la Mesa de la respectiva Corporación como elemento fundamental en las enmiendas que se deben efectuar al Reglamento, ya que resultan esenciales para darle viabilidad al proyecto a fin de que no se transforme en simple retórica o en un canto al vacío en la Constitución.

La señora ALLENDE (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , cuando se realizó la discusión en general de esta iniciativa debatimos mucho sobre en qué consistía entregar una cuenta pública y si era lógico o normal que cada parlamentario informara de manera individual sobre las labores y funciones realizadas en el ejercicio de su cargo.

Quiero manifestar nuevamente que, desde el punto de vista institucional (la Cámara de Diputados o el Senado), sí corresponde entregar una cuenta pública. De hecho, en algunas oportunidades la otra rama legislativa ha dado a conocer cierta memoria de sus actividades.

En cuanto al Senado, siempre hemos efectuado una relación del trabajo realizado en términos del carácter de los proyectos de ley aprobados: cuáles son mociones parlamentarias o mensajes del Ejecutivo ; qué carácter tienen; si se trata de reformas constitucionales, etcétera.

Me parece que se efectúa un esfuerzo comunicacional permanente para difundir la labor del Senado y de las funciones que cumple como institución.

Con lo anterior estoy completamente de acuerdo, y estimo que debería quedar establecido a nivel constitucional. Con lo que no lo estoy, es con la cuenta pública individual consagrada en el artículo 2° de la iniciativa, que propone agregar un artículo 62 bis a la Carta, pues me parece que ello podría ser más confuso, e incluso hasta discriminatorio.

En esa norma se señala: "Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara". Ambos textos reglamentarios se tendrán que adecuar.

Y después prosigue: "en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan".

En el caso de ciertos colegas que -entiendo- representan a más de 20 comunas, ¿cómo van a escoger a una sola?

Alguno podrá manifestar: "Doy cuenta de ella en la capital regional porque ahí tengo a los medios de comunicación". Sin embargo, lo más probable es que eso genere un centralismo excesivo respecto de una labor que -así debería ser- es representativa y supone igualdad de condiciones para todos.

Y si los Senadores en cuya circunscripción hay más de 8 comunas no son reelegidos, es altamente posible que nunca entreguen su cuenta en todas ellas, como establece el mencionado artículo.

No obstante, más allá de lo anecdótico, señora Presidenta , me parece muy difícil y absolutamente subjetivo pretender que cada uno de nosotros dé una cuenta individual.

Podríamos decir: "Asistimos a tantas sesiones", lo cual no sería problemático, porque se encuentra actualizada la información semanal acerca del funcionamiento de la Corporación: Comisiones y Sala. O también podríamos mencionar: "Soy autor de equis mociones parlamentarias". Es parte de nuestro trabajo, y es lo lógico y normal.

¿Cómo lo expresamos? A través de las votaciones.

O sea, la subjetividad de la cuenta que podemos entregar cada uno de nosotros es demasiado demasiado amplia y no veo cómo se podría establecer en el Reglamento la forma de hacerlo.

Buena parte de nuestro trabajo parlamentario tiene que ver con la representación, la cual se relaciona con gestiones, con conversaciones, con diálogo, con convencimiento, con negociar con el sector público o el privado para solucionar determinados problemas.

¿Podemos presentar esa labor en una cuenta pública?

A mi juicio, ello se va a prestar más que nada para actos de propaganda o de publicidad, en los cuales cada uno finalmente dirá lo que quiera pero que no responderá al espíritu que motiva este proyecto de reforma constitucional: la necesidad de dar cuenta pública.

Por eso, reitero que estoy convencido de que este mecanismo debe instaurarse solo a nivel institucional.

Me parece bien que el Senado, de manera colectiva, dé a conocer una cuenta pública de todos los aspectos que le competen: no solo el legislativo, sino también, como es natural y lógico -por lo demás, se hace todos los años-, el relacionado con su funcionamiento como institución en cuanto al uso de los recursos, las labores que cumple, etcétera.

Señora Presidenta , no sé si al final este proyecto se va a votar por separado o como un todo. A mí por lo menos me gustaría pronunciarme respecto al artículo 62 bis que se propone, porque no estoy de acuerdo con él.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

El Senador señor Moreira me ha pedido que recabe autorización para que la Comisión de Agricultura pueda sesionar en paralelo con la Sala, a partir de las 19, una vez que finalice la votación de la iniciativa que nos ocupa.

¿Habría acuerdo para acceder a lo solicitado?

--Se autoriza.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ossandón.

El señor OSSANDÓN .-

Señora Presidenta , estoy de acuerdo con este proyecto y opino que lo propuesto es una de las medidas mínimas que podemos tomar, sobre todo considerando que en el Parlamento se han aprobado iniciativas que obligan a alcaldes y a diferentes actores públicos a rendir cuenta.

Entonces, se trata de un ejercicio mínimo de transparencia dentro del trabajo que tenemos que efectuar para empezar a mejorar y a recuperar el prestigio de la política.

Espero que en la cuenta pública seamos lo más integrales que sea posible. Por experiencia, debo decirles que una buena cuenta pública no solo tiene que hablar de las cosas buenas, sino también, a veces, hacer un mea culpa y reconocer las cosas que faltan o que no se pudo hacer. Y eso le da mucho más fuerza. Ojalá en la parte económica de la cuenta pública de un Senador -cómo utilizamos nuestras platas- pudiéramos ver los gastos electorales.

¿Por qué lo digo? Porque en este debate muchos Senadores han planteado el problema del desprestigio de la política. Hoy día estamos dando un tremendo espectáculo a propósito de la discusión a nivel nacional de la reforma al binominal, que se ha transformado en un "bisnominal". Y nosotros mismos, los políticos y el Gobierno, estamos repartiendo y "redistritando" aquello que se propone de cara al país. Es como si los supermercados elaboraran la ley del consumidor, o los bancos, la normativa que los regula.

Esas son las cosas que tenemos que realizar, aparte de este proyecto, para mejorar nuestro prestigio. Ojalá fuéramos capaces de trabajar junto con el Gobierno en iniciativas relativas a la existencia de una comisión autónoma que se abocara a este tema. Porque, al final, no solo no vamos a mejorar la representatividad de nuestro sistema electoral, sino que terminaremos muchísimo más desprestigiados.

Así que me parece que esta cuenta pública -me tocó rendir muchas veces una como alcalde- constituye una buena medida.

Ahora bien, claramente todas las personas tratan de mostrar lo mejor de sí en una cuenta, es un tema de sentido común. Pero eso no impide que, de alguna u otra manera, el tener que rendirla nos obligue a esforzarnos para ser lo más transparentes posible.

Ojalá esta norma se sume a todas las herramientas de información existentes en el Senado: páginas web, redes sociales, etcétera.

Por otro lado, creo que constituiría una señal importante que cuando nosotros, como parlamentarios, usáramos una vara para medir a las otras autoridades, tuviéramos la sinceridad de utilizar la misma para medirnos a nosotros.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , yo había pedido votación dividida de la norma relativa al artículo 62 bis. Eso se puede solicitar en la votación en particular.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Así es, Su Señoría. Sin embargo, como ello no se pidió antes de iniciar la votación, me parece que sería complejo proceder de esa forma, pues ya muchos Senadores emitieron su voto y se retiraron.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta, se lo estoy consultando formalmente a la Mesa.

El proyecto se encuentra en discusión en particular, contiene más de una disposición y se debe votar artículo por artículo -esa observación formulé durante mi intervención-, salvo que existiera un acuerdo unánime de la Sala para votar de una sola vez. Y eso no lo escuché.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Señor Senador, usted no estaba en la Sala cuando advertí que íbamos a realizar una sola votación. Y lo hice dos veces. Incluso, esperé que se reuniera el quórum suficiente. Por eso, le repito que resultaría difícil efectuarla ahora.

Yo sé que la iniciativa tiene más de un artículo, pero insisto en que ya lo había hecho presente.

El señor PIZARRO.-

Si usted lo advirtió y hubo acuerdo de la Sala para renunciar al derecho a votar en particular, no tengo nada que decir.

Yo no la escuché, señora Presidenta , o estaba en una reunión cuando eso se planteó. Entonces, vamos a tener que votar en la Cámara por separado.

La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

De hecho, cuando el Senador señor Zaldívar preguntó acerca de la posibilidad de modificar lo relativo al Reglamento y yo manifesté que si hubiera un acuerdo unánime de Comités se podría presentar una indicación en tal sentido, también advertí a la Sala que, como se haría una sola votación, las observaciones solo se podrían hacer en el trámite en la Cámara de Diputados.

El señor ALLIENDE ( Secretario General subrogante ).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

 La señora ALLENDE ( Presidenta ).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en particular el proyecto (28 votos a favor), dejándose constancia de que se cumple el quórum constitucional exigido, y queda despachado en este trámite.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, García, García-Huidobro, Girardi, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.

1.8. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 22 de julio, 2014. Oficio en Sesión 49. Legislatura 362.

?Valparaíso, 22 de julio de 2014.

Nº 759/SEC/14

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que, con motivo de la Moción, informes y antecedentes que se adjuntan, el Senado ha dado su aprobación a la siguiente iniciativa, correspondiente al Boletín N° 8.624-07:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Modifícase la Constitución Política de la República del modo que sigue:

1.- Agrégase el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

2.- Incorpórase el siguiente artículo 62 bis:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.”.

- - -

Hago presente a Vuestra Excelencia que este proyecto de reforma constitucional fue aprobado, en general, con el voto favorable de 22 Senadores, de un total de 37 en ejercicio.

En particular, el artículo único de la iniciativa fue aprobado con el voto afirmativo de 28 Senadores, de un total de 36 en ejercicio, dándose así cumplimiento a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

- - -

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ISABEL ALLENDE BUSSI

Presidenta del Senado

JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA

Secretario General (S) del Senado

1.9. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 22 de julio, 2014. Oficio en Sesión 49. Legislatura 362.

Valparaíso, 22 de julio de 2014.

Nº 759/SEC/14

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que, con motivo de la Moción, informes y antecedentes que se adjuntan, el Senado ha dado su aprobación a la siguiente iniciativa, correspondiente al Boletín N° 8.624-07:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Modifícase la Constitución Política de la República del modo que sigue:

1.- Agrégase el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

2.- Incorpórase el siguiente artículo 62 bis:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.”.

- - -

Hago presente a Vuestra Excelencia que este proyecto de reforma constitucional fue aprobado, en general, con el voto favorable de 22 Senadores, de un total de 37 en ejercicio.

En particular, el artículo único de la iniciativa fue aprobado con el voto afirmativo de 28 Senadores, de un total de 36 en ejercicio, dándose así cumplimiento a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

- - -

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ISABEL ALLENDE BUSSI

Presidenta del Senado

JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA

Secretario General (S) del Senado

2. Segundo Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

2.1. Primer Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 20 de abril, 2015. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 17. Legislatura 363.

INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAIDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL DE RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL.

__________________________________________________________________

BOLETÍN N° 8.624-07-1

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, viene en informar, en segundo trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto de la referencia, originado en moción de los senadores señores Larraín, don Hernán y Zaldívar, don Andrés y de los exsenadores señores Escalona, don Camilo y Novoa, don Jovino.

Para el despacho de esta iniciativa, S.E. la Presidenta de la República ha hecho presente la urgencia la que ha calificado de “simple” para todos sus trámites constitucionales, motivo por el cual esta Cámara cuenta con un plazo de 30 días para afinar su tramitación, término que vence el día 9 de mayo próximo por haberse dado cuenta de la urgencia en la Sala el día 9 de abril, recién pasado.

Durante el análisis de esta iniciativa la Comisión contó con la colaboración de la Ministra de la Secretaría General de la Presidencia, señorita Ximena Rincón; del asesor jurídico de dicha Secretaría de Estado, señor Tomás Jordán y de la Subdirectora del Servicio Electoral, señora Elizabeth Cabrera.

CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS PREVIAS.

1) La idea matriz o fundamental del proyecto es la de establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores realizadas en el ejercicio de su cargo.

2) Quórum de votación.

De conformidad a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los dos numerales del artículo único, contenido en esta reforma constitucional, requieren para su aprobación del voto conforme de las tres quintas partes de los senadores y diputados en ejercicio.

3) Normas que requieren trámite de Hacienda.

No hay.

4) El proyecto fue aprobado, en general, por unanimidad.

En sesión 89ª, de fecha 20 de abril de 2015, se aprobó en general por la unanimidad de los diputados presentes.

Votaron por la afirmativa los señores Ceroni, don Guillermo; Chahin, don Fuad; Coloma, don Juan Antonio; Gutiérrez, don Hugo; Melo, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Silber, don Gabriel; Soto, don Leonardo y Squella, don Arturo.

5) Se designó Diputado Informante al señor Soto, don Leonardo.

I.- RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS DEL PROYECTO.

Señalan los autores de la moción que una de las modernizaciones del Estado más amplias y profundas que han tenido lugar en nuestro país en los últimos años, se refiere a la aplicación del principio de probidad y transparencia en los diversos órganos públicos.

Agregan que mediante ella se procura romper con una tradición de secretismo y reserva de la información que obra en poder de las autoridades públicas.

Explican que las últimas reformas legales emprendidas han permitido a los ciudadanos ejercer un mayor control sobre la gestión pública. Indican que el incremento en la mayor transparencia contribuye al actuar democrático de las autoridades, facilita una mayor participación ciudadana, y ayuda a prevenir actos irregulares o de corrupción.

Manifiestan que estos principios se han incorporado a nuestro ordenamiento jurídico mediante la ley N° 19.653, de 1999, que incluyó el principio de probidad administrativa y de transparencia en la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado; la ley N° 20.050, que consagró en el artículo 8° de la Constitución Política los referidos principios, y la ley N° 20.285, sobre Acceso a la Información Pública.

Seguidamente, puntualizan que estos cuerpos legales, más la acción del Consejo para la Transparencia han cambiado la forma de actuar del Estado. Sostienen que, asociado a lo anterior, se está imponiendo la noción de que las autoridades públicas deben “rendir cuenta” de su gestión, asimilando este concepto al de “accountability” incorporado en la tradición anglosajona -primero en Estados Unidos y luego en Gran Bretaña- y que procura hacer responsable a la autoridad ante los ciudadanos, estableciendo no sólo el derecho de acceso a la información pública, sino que el deber de dar cuenta, en forma periódica, de sus actividades. Afirman que la rendición de cuentas constituye un principio ético en el funcionamiento de las reparticiones públicas, las que deben dar razón de sus actuaciones y de la forma en que ejercen sus atribuciones y deberes.

A continuación, recuerdan que la democracia se ha desarrollado sobre la base de un sistema de controles y contrapesos que procuran garantizar el debido uso y alcance de las atribuciones de los órganos públicos. A este modelo se agrega la rendición de cuentas como una nueva forma de profundizar el ejercicio democrático del poder, para evitar la opacidad en las decisiones, estimular la participación ciudadana, favorecer la fiscalización de los actos de autoridad, prevenir los hechos de corrupción y fortalecer el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía.

Luego, hacen presente que la idea de rendición de cuentas ya ha sido consagrada en el ámbito del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.

En este sentido, mencionan el artículo 24 de la Ley Fundamental que establece la obligación del Presidente de la República de “dar cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno”. Agregan que el Código Orgánico de Tribunales impone similar obligación al Presidente de la Corte Suprema, quien debe anualmente rendir cuenta de la labor desarrollada por los Tribunales de Justicia.

Manifiestan que a lo anterior se suma la última modificación al artículo 72 de la Ley Orgánica de Bases Generales de la Administración, disposición que impone a los órganos de la Administración la obligación de rendir cuenta pública de su labor.

No obstante lo anterior, afirman que no deja de sorprender que el Congreso Nacional y los parlamentarios no estén legalmente sometidos a similar obligación.

Sostienen que para enmendar esta situación indispensable subsanar este vacío e imponer a los Presidentes de ambas Cámaras del Congreso Nacional, así como a los Senadores y Diputados, el deber de rendir cuenta de su gestión.

Ahondando en este punto, precisan que mediante esta iniciativa se busca que los Presidentes de ambas Corporaciones y los parlamentarios que las integran, cumplan con el deber de informar a los ciudadanos de manera seria, responsable, e integral acerca de las labores legislativas y representativas que realizan. No se trata, añaden, de entregar solo datos cuantitativos o que se exhiba una larga lista de logros alcanzados en opinión de los informantes. Aseveran que el propósito de esta reforma es el de transparentar la labor efectuada tanto en forma cuantitativa como cualitativa, describiendo los aspectos positivos o negativos de su quehacer, los aciertos y errores, y lo que se podría hacer para mejorar la gestión institucional y personal. Añaden que lo anterior también supone rendir cuenta de los ingresos y gastos efectuados, tanto por ambas Corporaciones como por parlamentarios, acompañando los antecedentes que permitan efectuar un juicio de mérito de los resultados alcanzados.

Proponen que esta obligación la cumplan los Presidentes de ambas ramas del Congreso Nacional el 4 de julio de cada año. Explican que esa fecha se ha establecido porque ese día se conmemora el establecimiento del primer Congreso Nacional. Agregan que en el caso de los parlamentarios, la ley deberá definir el período en el cuál se deba cumplir con esta obligación, preferentemente en el mismo mes de julio, una vez entregada la cuenta institucional.

Concluyen afirmando que el acceso ciudadano a estos antecedentes hará posible una evaluación más positiva y real del trabajo legislativo. Del mismo modo, la rendición de cuentas permitirá que los centros académicos, organismos de la sociedad civil y los medios de comunicación, puedan conocer, evaluar y difundir la labor desarrollada por los parlamentarios.

II.- RESUMEN DEL CONTENIDO DEL PROYECTO APROBADO POR EL SENADO.

El proyecto despachado por el Senado consta de un artículo único que propone las siguientes dos enmiendas a la Constitución Política de la República:

Mediante la primera de ellas, se agrega un artículo 56 bis a la Constitución Política, en el que se establece que el 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública ante el país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

Concluye señalando que el Reglamento del Congreso Nacional determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.

La segunda, propone agregar a la Constitución un artículo 62 bis mediante el cual se establece que los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.

III.- SÍNTESIS DE LA DISCUSIÓN EN LA COMISIÓN Y ACUERDOS ADOPTADOS.

1.- Discusión General.

El proyecto en informe fue aprobado, en general, por vuestra Comisión en su sesión 89ª de fecha 20 de abril del 2015, por la unanimidad de los diputados presentes.

Votaron por la afirmativa los señores Ceroni, don Guillermo; Chahin, don Fuad; Coloma, don Juan Antonio; Gutiérrez, don Hugo; Melo, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Silber, don Gabriel; Soto, don Leonardo y Squella, don Arturo.

Durante ella, el diputado Soto, don Leonardo, señaló que la obligación de la cuenta pública anual para los Alcaldes ya existe, al igual que la Presidencia de la República. Los parlamentarios estaban exentos, y se consideró que es fundamental fortalecer la calidad de mandatarios de los congresistas, y ello se va fortaleciendo en iniciativas de este tipo. Esta carga, estimó, es pertinente reponerla a nivel constitucional.

Así, se dispone la obligación a nivel constitucional para los presidentes de ambas cámaras. A su vez se agrega que los diputados y senadores darán cuenta anual del ejercicio de sus funciones, en alguna de las comunas que conforman el distrito del congresista, avanzándose en la línea adecuada.

La Ministra Secretaria General de la Presidencia, señorita Ximena Rincón, señaló que le tocó informar este proyecto en la Comisión de Constitución del Senado. Efectivamente el Ejecutivo estimó que es correcta la línea de dar cuenta del trabajo realizado por los congresistas a sus electores. Le pareció una buena moción y la respaldo por estar en línea con lo que Chile ha hecho en la materia y ratificado por BM y BID.

El diputado Ceroni, don Guillermo, señaló que le parece errónea la referencia al artículo 56 bis que se agrega, en cuanto a que no existe un Reglamento del Congreso Nacional.

La Secretaría de la Comisión mencionó que en el segundo informe de Senado, se hizo presente durante la discusión la conveniencia de que un Reglamento del Congreso Nacional regulara estas materias, es decir se instó a su dictación.

El diputado Soto, don Leonardo, reiteró que en su oportunidad la ley encargó que se hiciese en el reglamento, pero no se indicó procedimiento concreto para su ejecución.

El diputado Squella, don Arturo, respaldó la reforma constitucional, pero no veía inconveniente en dictar un reglamento Dudaba si el reglamento era la vía adecuada para esta materia, y como última prevención, establecer tajantemente el día 4 de julio de cada año, lo que obliga a los presidentes.

Sobre la Cuenta del Presidente de la República, la Constitución fija la fecha del 21 de mayo de cada año.

La Subdirectora del Servel, doña Elizabeth Cabrera, señaló que es una señal más de que la transparencia es lo que debe regir en el actuar de los funcionarios estatales y uniforma las obligaciones de todos en la materia. Informar en completitud a la ciudadanía es bienvenido.

El diputado Chahin, don Fuad, apoyó la moción, pero no por existir una diferencia entre los deberes y derechos de los diputados. Cuando se trabaja hasta los días domingos, sin horarios, cada diputado asume su responsabilidad y compromiso por los ciudadanos, y tienen que ser evaluado por ellos. Por ende no existiría ese equilibrio. Es bueno subir los estándares para generar prácticas uniformes en la transparencia, y por cierto era partidario de ello. Ha hecho cuentas públicas, se hizo un documento y la repartió durante su campaña, pero si se tiene un estándar mínimo y garantizado, en buena hora, pero generar afirmaciones de que se trata de un grupo privilegiado, no lo comparte.

El diputado Soto, don Leonardo, señaló que no quería dejar establecido tal circunstancia, sino que la diferencia entre la Presidencia de la República y los alcaldes con los diputados, quienes no tienen expresamente tal obligación, y esto sólo pone a tono tales obligaciones.

El diputado Coloma, don Juan Antonio, señaló que no sabía por qué no se fijaba una fecha cierta para la época de la cuenta, pero para los alcaldes se señala sólo un mes. Quizás convendría fijar un mes.

El diputado Ceroni, don Guillermo, señaló que verdaderamente, dejar una fecha específica podía ser un problema. En el fondo, estimó que cada parlamentario elija la fecha más adecuada para rendir en su distrito, en el momento más adecuado para hacerlo. Así, en el Sur es importante cuando haya buen clima para la rendición de cuenta, lo que permite a la gente asistir. Dependerá de cada zona cuando es mejor. Si se fija una fecha, en un día determinado todos los diputados estarán rindiendo cuenta al mismo tiempo.

El diputado Squella, don Arturo, señaló que no veía necesidad que alguna de las modificaciones esté en la Constitución. Si es que se viene escuchando a los constitucionalistas de que la CPR debería contener la menor cantidad de disposiciones, esta iniciativa no va en ese camino y podría estar en la ley orgánica. Con todo, para no entorpecer la tramitación, no hace mayor cuestión.

El diputado Melo, don Daniel, reafirmó que se hace justicia a todos los servidores públicos, pues no se entiende que la Presidenta y los alcaldes deban dar cuenta y los diputados no, independiente de que cada uno lo haga. Agregó que, no obstante la desconfianza que existe en la Corporación y el Senado, el que den un paso en esta perspectiva, es una señal de transparencia, y una señal a través de la cual los ciudadanos pueden analizar el desempeño de sus representantes.

La señora Cabrera, doña Elizabeth, en cuanto a la oportunidad, señaló que en año electoral no debería ser hecha en época de campaña o propaganda electoral. Debiera considerarse una fecha que evite suspicacias.

El diputado Soto, don Leonardo, indicó que debía abordarse el contenido, la fecha, el 62 bis, “de conformidad al reglamento de cada Cámara”. Es decir que cada Cámara resolverá estas materias, y corresponderá a las Comisiones de Régimen validarlo con la Sala.

Añadió que sería inconveniente que se haga durante el período de campaña.

El diputado Gutiérrez consultó como se abordarían las observaciones del Servel.

2.- Discusión Particular.

Artículo único

N°1

Sometido a votación este numeral, se aprobó por la unanimidad de los diputados presentes, con la sustitución, en el inciso segundo del artículo 56 bis que se propone, de la frase “del Congreso Nacional” por la frase: “de cada Cámara”. Votaron por la afirmativa los señores Ceroni, don Guillermo; Chahin, don Fuad; Coloma, don Juan Antonio; Gutiérrez, don Hugo; Melo, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Silber, don Gabriel; Soto, don Leonardo y Squella, don Arturo.

N°2

Sometido a votación este numeral, se aprobó por la unanimidad de los diputados presentes. Votaron por la afirmativa los señores Ceroni, don Guillermo; Chahin, don Fuad; Coloma, don Juan Antonio; Gutiérrez, don Hugo; Melo, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Silber, don Gabriel; Soto, don Leonardo y Squella, don Arturo.

IV.- ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADAS POR LA COMISIÓN.

No existen artículos ni indicaciones en tal sentido.

V.- TEXTO DEL PROYECTO TAL COMO QUEDARÍA EN VIRTUD DE LOS ACUERDOS ADOPTADOS POR LA COMISIÓN.

Por las razones señaladas y por las que expondrá oportunamente el señor diputado informante, esta Comisión recomienda aprobar el proyecto de conformidad al siguiente texto:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Modifícase la Constitución Política de la República del modo que sigue:

1.- Agrégase el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- El 4 de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

2.- Incorpórase el siguiente artículo 62 bis:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública anual de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.”.

**********

Tratado y acordado en sesión de fecha 20 de abril de 2015, con la asistencia de los diputados señores Ceroni, don Guillermo; Chahin, don Fuad; Coloma, don Juan Antonio; Gutiérrez, don Hugo; Melo, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Silber, don Gabriel; Soto, don Leonardo y Squella, don Arturo.

Sala de la Comisión, a 20 de abril de 2015.

2.2. Discusión en Sala

Fecha 05 de mayo, 2015. Diario de Sesión en Sesión 19. Legislatura 363. Discusión General. Pendiente.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA ANUAL OBLIGATORIA DE AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL (SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N°8624-07) (S)

La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-

Corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, iniciado en moción, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento es el señor Leonardo Soto .

Antecedentes:

-Proyecto del Senado, sesión 49ª de la legislatura 362ª, en 23 de julio de 2014. Documentos de la Cuenta N° 4.

-Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, sesión 17ª de la presetne legislatura, en 22 de abril de 2015. Documentos de la Cuenta N° 9.

La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado informante.

El señor SOTO (de pie).-

Señora Presidenta, en nombre de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, paso a informar sobre el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional y primero reglamentario, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual, el cual se originó en una moción de los senadores señores Larraín, don Hernán , y Zaldívar, don Andrés , y de los exsenadores señores Escalona, don Camilo , y Novoa, don Jovino .

La idea matriz o fundamental del proyecto de reforma constitucional es la de establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país de las actividades realizadas por las corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores realizadas en el ejercicio de su cargo.

Los autores de la moción señalan que una de las modernizaciones del Estado más amplias y profundas que han tenido lugar en nuestro país en los últimos años se refiere a la aplicación del principio de probidad y transparencia en los diversos órganos públicos.

Explican que las últimas reformas legales emprendidas han permitido a los ciudadanos ejercer un necesario y mayor control sobre la gestión pública. Indican que el incremento en la mayor transparencia contribuye al actuar democrático de las autoridades, facilita una mayor participación ciudadana y ayuda a prevenir actos irregulares o de corrupción.

Manifiestan que estos principios se han incorporado a nuestro ordenamiento jurídico mediante la ley N° 19.653, de 1999, que incluyó el principio de probidad administrativa y de transparencia en la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado; la leyN° 20.050, que consagró en el artículo 8° de la Constitución Política los referidos principios, y la ley N° 20.285, sobre Acceso a la Información Pública.

Hacen presente que la idea de rendición de cuentas a la ciudadanía ya ha sido consagrada en el ámbito del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.

En este sentido, mencionan el artículo 24 de la Ley Fundamental, que establece la obligación del Presidente de la República en el sentido de que el 21 de Mayo de cada año “dará cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno.”. Agregan que el Código Orgánico de Tribunales impone similar obligación al Presidente de la Corte Suprema, quien anualmente, el primer día hábil de marzo, debe rendir cuenta de la labor desarrollada por los tribunales de justicia.

Manifiestan que a lo anterior se suma la última modificación al artículo 72 de la Ley Orgánica de Bases Generales de la Administración del Estado, disposición que impone a los órganos de la Administración la obligación de rendir cuenta pública de su labor.

No obstante lo anterior, afirman que no deja de sorprender que el Congreso Nacional y los parlamentarios no estén legalmente sometidos a similar obligación de rendir cuenta de sus gestiones. Sostienen que para enmendar esta situación es indispensable subsanar este vacío e imponer a los presidentes de ambas cámaras del Congreso Nacional, así como a todos los senadores y diputados, el deber de rendir cuenta pública de su gestión.

Durante la discusión general del proyecto, la ministra secretaria general de la Presidencia, señora Ximena Rincón , señaló que el Ejecutivo estima correcta la línea de dar cuenta del trabajo realizado por los congresistas a sus electores, lo que respalda la línea de lo que Chile ha hecho en la materia, ratificado por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Finalizada la discusión, el proyecto fue aprobado, en general, por la unanimidad de los diputados presentes.

Durante la discusión particular, sometido a votación el número 1 del artículo único del proyecto, con la sustitución, en el inciso segundo del artículo 56 bis que se propone, de la frase “del Congreso Nacional”, por la frase “de cada Cámara” -ya que no existe un reglamento único del Congreso Nacional, sino uno por cada una de las cámaras-, y el número 2, fueron aprobados por la unanimidad de los diputados presentes.

Es todo cuanto puedo informar.

He dicho.

La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-

En discusión el proyecto.

Tiene la palabra el diputado Ignacio Urrutia .

El señor URRUTIA (don Ignacio).-

Señora Presidenta, desde que soy parlamentario, me he fijado en que la gran mayoría de los diputados y senadores rendimos cuenta al país sin tener la obligación de hacerlo. Algunos lo hacen en forma anual; otros lo hacen cada cuatro años. Siempre los diputados hemos publicado folletos o diarios en los que damos cuenta de la labor que realizamos, con el propósito de que la ciudadanía conozca nuestro trabajo no solo en el distrito, sino también en el Congreso Nacional.

Por lo tanto, lo que hará esta obligación, que me parece bien -no estoy en desacuerdo con ella-, será reeditar públicamente algo que ya hemos venido haciendo.

Cada cuatro años, cuando postulamos a la reelección, publicamos un diario, un boletín o algún informativo para contarle a la ciudadanía sobre el trabajo que hemos realizado durante el tiempo que hemos ejercido como diputados.

Por lo tanto, no creo que esta moción cambie mucho una práctica que algunos llevamos a cabo cada cuatro años y otros en forma anual. De acuerdo con la iniciativa, deberemos hacerlo en forma anual y el Reglamento fijará las fechas para aquello.

Quiero manifestar una duda con respecto a la fecha fijada para que los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado realicen su cuenta pública ante el país. En el caso del resto de los parlamentarios, el Reglamento fijará las fechas correspondientes para hacerlo, pero en el caso de los presidentes de ambas cámaras se fija el 4 de julio de cada año. Mi aprensión en esta materia es qué pasará cuando el 4 de julio corresponda a un día domingo.

El proyecto señala que el 4 de julio se citará a Congreso Pleno para escuchar ambas cuentas públicas. No me gustaría que a futuro, en vísperas del primer 4 de julio que corresponda a un domingo, estemos apurados tratando de cambiar la fecha mediante una moción.

Por eso, he presentado una indicación para que los presidentes de ambas cámaras rindan cuenta pública al Congreso Pleno en la primera semana de julio. La idea es no fijar una fecha determinada que provoque que en el futuro deban presentarse mociones para cambiarla porque corresponde a un sábado o a un domingo, lo cual complica sobremanera no a los parlamentarios que viven cerca del Congreso Nacional en Valparaíso, sino a los que viven lejos y deben trasladarse en avión. A ellos les complicará viajar un domingo a Valparaíso.

Por eso, me parece adecuado dejar para la primera semana del mes de julio de cada año la cuenta pública de los presidentes de ambas cámaras, quienes pueden concordar la fecha que sea más adecuada, ojalá un día legislativo y no un fin de semana. De lo contrario, lo único que lograremos será complicar las cosas, lo que provocará -reitero- que debamos cambiar la fecha por una que consideremos en su momento la más adecuada.

He dicho.

La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Ricardo Rincón .

El señor RINCÓN.-

Señora Presidenta, todos estamos de acuerdo en que mientras más información otorguemos como autoridad en el ejercicio de nuestro mandato, más potenciamos nuestro propio rol y más empoderamos a la ciudadanía en el conocimiento de nuestras facultades, de nuestras atribuciones y de aquellas que no tenemos, pues existe mucho mito urbano respecto de supuestas atribuciones o facultades que se piensa que tenemos, pero que en verdad no tenemos. Por lo tanto, realizar una cuenta pública contribuye en esa línea.

Sin embargo, a pesar de que la moción va en el sentido correcto -no dudo del buen espíritu de sus autores-, estimo que requiere un sentido más concordante con nuestros mandatos y nuestras funciones. Me explico: se sostiene que no es dable que tengamos una diferencia con los alcaldes, que ya tienen la obligación de rendir cuenta pública. Ellos son los representantes de la corporación municipal; pero la obligación de rendir cuenta pública no se les exige a los concejales.

Se sostiene que el Poder Judicial también tiene esa obligación. El presidente de la Corte Suprema, que representa a la judicatura, la tiene; pero no la tiene cada uno de los ministros que integran el tribunal supremo.

Entonces, la primera parte de la moción es concordante con lo anterior respecto de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, en tanto son quienes representan a las dos corporaciones. Al respecto, no puedo sino estar en total acuerdo con que ambos tengan la misma obligación que ya cumplen otras entidades. Sin embargo, en cuanto a la fecha fijada para tal finalidad, me surge la misma duda que al colega Ignacio Urrutia , porque en algún año el 4 de julio corresponderá a un domingo, o podrá coincidir con otra convocatoria a sesión de Congreso Pleno.

Creo que la fecha es un punto que deberá aclarar en debida forma la Comisión de Constitución, porque la frase cerrada que propone puede generarnos un problema.

Anticipándonos a constatar ese problema, o a lo menos esa duda razonable, lo lógico es que solucionemos el punto y aprobemos el proyecto, y no que lo salvemos cuando ya sea ley. Lo planteo porque puede ocurrir lo que muy bien manifestó el colega Ignacio Urrutia : que enfrentados a la situación, hagamos un proyecto de ley en forma rápida, a última hora, es decir, corriendo contra el tiempo para salvar el problema, en circunstancias de que ahora lo estamos constatando, o por lo menos tenemos una duda razonable al respecto.

Por otra parte, nuestro mandato es por períodos legislativos; tiene fechas de inicio y de término. Por ejemplo, nuestro mandato vigente corresponde al período 2014-2018. Así ha ocurrido con cada uno de los mandatos de los diputados en épocas pretéritas, y así seguirá sucediendo a futuro. Lo mismo corre respecto del Senado, cuyos períodos, a diferencia de los nuestros, son de ocho años.

En lo personal -creo que varios colegas comparten mi parecer-, pienso que lo lógico es que rindamos cuenta de nuestro período legislativo. Ello, a diferencia de los presidentes de ambas corporaciones, que ejercen mandatos anuales por acuerdo y, a veces, por votación de las respectivas Salas, y que tienen además una función de administración que va mucho más allá de la función que tenemos el resto de los legisladores por mandato, acuerdo, votación, sanción de la Sala.

A diferencia de los presidentes de ambas corporaciones, cuyo mandato es de carácter anual y que, además, representan a las respectivas cámaras, los diputados no tenemos un mandato anual, pues de acuerdo con la Constitución nuestro período es de cuatro años, y no representamos a la institución. Es más, la norma no va en el correcto sentido constitucional del mandato legislativo, sino que choca abiertamente con el mandato legislativo de rango constitucional.

Dado lo anterior, presenté una indicación no para suprimir la moción, sino para reforzarla, en el sentido de que los presidentes de las corporaciones rindan cuenta anual de su mandato -está la duda de la fecha; y parece que la presidencia también la tiene- y que los parlamentarios rindamos cuenta de nuestra gestión en función de nuestro período legislativo, porque los diputados no representamos a la corporación Cámara de Diputados y los senadores no representan a la corporación Senado de la República. Es más, si alguien pretendiera que la rendición de cuentas fuera un acto de campaña, expresamente deberemos establecer un plazo para desacoplarla de esa instancia para que no se pretenda hacerla parte de ella, es decir, un plazo poscampaña.

Por lo demás, esa fue una de las dudas surgidas en el debate en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

Entonces, tenemos una situación en cuanto a la fecha de rendición de cuenta pública: una diferencia entre la función de representación de los presidentes de las corporaciones, por lo que creemos que la rendición debe ser anual, y la no anualidad de dicho acto administrativo por parte de los parlamentarios en su conjunto, porque tenemos un mandato por un período legislativo. Ello, además, partiendo de la base de que el control, la aprobación o el rechazo al ejercicio de la labor parlamentaria solo tiene un espacio de definición democrática. Lo digo porque de repente vemos que aquí se citan informes del BID, del Banco Mundial. Entonces, es bueno recordarles a esos señores que el único espacio de sanción, de control, de aprobación o rechazo de la función parlamentaria es el voto legítimamente emitido en urna.

Como a los legisladores nos gusta interactuar con la ciudadanía, y por eso defendemos con tanta fuerza las semanas distritales, en el caso de los diputados, y las semanas regionales, en el de los senadores, como la única forma de tener espacio para ejercer el derecho y la obligación de representación, pues no solo tenemos el mandato para legislar y, en el caso de esta Cámara, fiscalizar, sino también para representar, obviamente no tenemos ningún problema para, dentro de esas funciones, rendir además cuenta pública respecto del cumplimiento de nuestro mandato en el correspondiente período legislativo.

Pero como además esto se basa en los principios de publicidad y de transparencia, lo que nos parece bien, creemos que si un parlamentario, diputado o senador, en el ejercicio de sus facultades suministra determinado material audiovisual, también debe existir para las corporaciones la obligación de incluirlo en las correspondientes cuentas públicas y de exhibir aquellas a través de sus respectivos canales de televisión, porque eso va en la línea de los principios mencionados.

Como no podemos revivir el ágora griega, donde el pueblo se reunía para conversar de la polis, ya que con los millones de habitantes que tiene Chile es imposible hacerlo, convocaremos a quienes podamos a las rendiciones de cuentas públicas. El Salón de Honor tiene espacios limitados y nunca podrán asistir todos. Es más, los diputados deberemos escoger una comuna, pues no podremos rendir nuestra cuenta pública en todas -son 365-, y muchas quedarán fuera de dicho acto, lo que no es justo.

Lo anterior se compensará con la publicidad que daremos a la rendición de cuenta pública a través del canal de televisión de la Cámara de Diputados y del canal TV Senado.

Alguien podrá decir que estamos incorporando a la Constitución Política una serie de normas que no le son propias. Pero, ¡por favor!, si esto no es propio de la Constitución. Si en algo se equivocaron quienes hicieron este proyecto, pese la buena intención que tenían, fue en no haber agregado las normas a la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional. Por lo demás, esto no lo estoy diciendo solo yo. Si los colegas revisan el debate del proyecto en el informe de la comisión, lo constatarán. No se trata de normas propias de rango constitucional. Basta con pedirle un informe a cualquier constitucionalista para que lo acredite.

Pero, bueno, estamos enfrentados a la discusión de normas de rango constitucional; entonces, tengo que hacer indicaciones con ese rango, salvo que -y no tengo ningún problema para ello; me estoy anticipando al debate sobre el punto- facultemos a la Secretaría para que haga las enmiendas o las correcciones respectivas en función de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.

Ahora, a mi juicio, lo más práctico es que con un mandato preciso, que está señalado por varios parlamentarios en función de las indicaciones presentadas, en una sesión la Comisión de Constitución armonice las respectivas indicaciones con el texto originalmente propuesto por el Senado y lo despachado por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara. Ello, para poder dar viabilidad a la moción de varios senadores y, junto con ello, recoger las legítimas inquietudes que diversos diputados hemos planteado en esta Sala.

He dicho.

La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado señor Fidel Espinoza .

El señor ESPINOZA (don Fidel).-

Señora Presidenta, en primer lugar, quiero señalar que valoro esta iniciativa. Soy de los que consideran importante -más allá de lo señalado por el diputado Ignacio Urrutia , de que cada cuatro años entregamos un diario, un boletín, un informativo con nuestro trabajo legislativo- situarnos en la categoría de lo que ocurre en otras democracias del mundo. Si estamos avanzando en las tareas de democracia, de transparencia, a raíz de todos hechos que han escandalizado al país, que guardan relación con el financiamiento ilegal de la política, es superimportante hacer lo propio también respecto materias que vayan en la línea de transparentar la labor que efectúan los parlamentarios en sus respectivos distritos.

Creo que esto puede ser un gran paso y la ayuda necesaria para que la ciudadanía conozca el real trabajo que cada parlamentario realiza en el día a día, en el mes a mes y en el año calendario del trabajo legislativo.

Uno de los principales reclamos de la ciudadanía es que no conoce verdaderamente cuál es la labor que llevan a cabo los parlamentarios. Muchas acciones de los parlamentarios en regiones se ven diluidas por el trabajo del Ejecutivo. Pero también -hay que decirlo- existen oficinas parlamentarias que cumplen una tremenda labor de apoyo justamente para representar los intereses de la ciudadanía en diferentes materias que no son abordadas por los gobiernos regionales o por el gobierno central y que forman parte de su quehacer.

Cuando las oficinas parlamentarias realmente cumplen una función al servicio de la ciudadanía, ejecutan un trabajo de inconmensurable significado. Desde ese punto de vista -aquí se mencionó-, así como los alcaldes deben rendir cuenta pública de las labores que realizan en sus respectivas comunas, por el bien de la democracia sería muy relevante que aquí ocurriera lo mismo que en otros países, donde los parlamentarios deben rendir cuenta de su gestión ante su electorado, y sus agendas de trabajo son de carácter público, para que sean los propios electores quienes puedan constatar si verdaderamente corresponden al trabajo legislativo y de terreno que realizan sus parlamentarios. Creo que esos pasos: agenda de trabajo pública y, en este caso, cuenta pública de la labor parlamentaria, contribuyen a lo que tanto hemos venido discutiendo en el Parlamento.

Eso sí, quiero hacer algunas precisiones.

Comparto lo señalado con relación a las cuentas públicas que deberán rendir los presidentes de ambas cámaras: que sea en la primera semana de julio y no en un día perentorio.

No comparto el que la cuenta pública de los parlamentarios se deba rendir anualmente. En tal sentido, anuncio que presentaré una indicación para establecer que dicha cuenta pública se rinda una sola vez en el período legislativo, ojalá como plazo máximo un año antes de la próxima elección. Tampoco tiene sentido hacerla, como algunos lo plantearon, en el entretanto, es decir, luego de que se cumpla el período legislativo y antes de que se inicie el nuevo, porque quien pierda la elección no se sentirá con la obligación de rendir cuenta pública de su labor. No obstante, si se establece dicha obligación del modo que planteé: una sola vez en el período legislativo, un año antes del nuevo proceso eleccionario, obviamente todos los parlamentarios que vayan a la reelección, incluso quienes decidan no hacerlo, tendrán la obligación constitucional de rendir cuenta pública de su gestión.

Reitero que valoro la iniciativa. No es efectivo lo que algunos han pretendido establecer aquí: que la presentación de un boletín informativo, cada cuatro años, en una campaña eleccionaria se ajuste al corazón del proyecto. Todos quienes hemos buscado la reelección en una nueva campaña, comunicamos ahí, en ese momento, cuál ha sido nuestro trabajo.

El proyecto busca algo mucho más profundo y que valoro como parlamentario, porque constituye un avance. Las democracias más modernas del mundo hace varios años establecieron el mecanismo que plantea la iniciativa, y ha sido un éxito porque le da mayor transparencia a la labor legislativa.

En resumen, estoy a favor de la iniciativa, pero insisto en que presentaré una indicación -ojalá otros colegas la suscriban- para establecer la obligación de rendir cuenta de la gestión parlamentaria solo una vez en el período legislativo, en el tercer año, esto es, un año antes del nuevo proceso eleccionario.

He dicho.

El señor VALLESPÍN (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni .

El señor CERONI.-

Señor Presidente, no hay duda de que la iniciativa en discusión va en la dirección correcta en cuanto a lograr mayor transparencia del trabajo parlamentario y que la ciudadanía se informe debidamente de la labor que realizamos. En este sentido, es muy importante que a la rendición de nuestras cuentas públicas también asistan los medios de comunicación para que socialicen el trabajo real que hacemos, que muchas veces es absolutamente desconocido para la ciudadanía, más allá de los distritos que representamos. Ojalá ello ocurra así.

Comparto la opinión de que es necesario introducir algunas modificaciones al proyecto.

En primer lugar, me parece más que atendible que la fecha señalada para la rendición de cuentas no sea tan fija, sino que se establezca un mes dentro del cual los parlamentarios tengamos mayor flexibilidad para cumplir con dicha obligación sin chocar con las demás tareas legislativas que debemos realizar.

Asimismo, considero más que atendible lo que aquí se propuso: que la rendición de cuentas se deba cumplir solo una vez en el correspondiente período legislativo, sin perjuicio de que, como parlamentario, en la práctica uno siempre le está informando a la comunidad la labor que se encuentra realizando.

Todo eso lo podemos aclarar, discutir y corregir en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de esta Corporación.

He dicho.

El señor VALLESPÍN (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el diputado señor Jorge Rathgeb .

El señor RATHGEB.-

Señor Presidente, esta es, por decir lo menos, una modificación novedosa. El asunto es: cuenta pública de qué.

Se rinde cuenta pública cuando uno se obliga a algo, cuando se autoimpone una obligación.

En el debate de la modificación al sistema electoral, junto con otro parlamentario presenté una indicación para establecer que los candidatos a cargos de elección popular, incluidos por supuesto los de diputado y de senador, presentaran un pequeño programa de trabajo respecto de cuáles serían sus iniciativas y qué postura tendrían frente a ciertas materias durante el desempeño de sus funciones. Pues bien, esa indicación fue rechazada en la comisión. Intenté renovarla en la Sala, pero no obtuve los respaldos necesarios para ello.

La indicación apuntaba justamente en ese sentido: que los parlamentarios rindieran cuenta pública respecto de algo que ofrecieron o que dijeron que harían.

Insisto, hoy cuenta pública de qué. ¿De las votaciones que se hacen acá? Y si uno vota en contra de todos los proyectos, ¿qué cuenta púbica rendirá? Además, puede tratarse de iniciativas que ni siquiera sean propias, o que todos los proyectos que uno presente sean rechazados.

Por tanto, si no existe un programa, no hay una obligación anterior respecto de la cual se deba rendir cuenta.

Cuando se entrega un mandato, la persona está obligada a ejecutar ciertas acciones y, finalmente, a rendir cuenta. Nuevamente, la pregunta es: rendir cuenta de qué si no hay un programa, una agenda de lo que se pretende realizar.

En todo caso, me parece bien la iniciativa. Si la comisión hubiese aprobado la indicación que presenté en su oportunidad en cuanto a que todos los candidatos a cargos de elección popular deban presentar un programa al momento de postularse, la cuenta pública que hoy se propone tendría sentido, porque sería respecto de algo a lo que el propio candidato se obligó y que motivó a la gente a darle su voto y, con ello, un mandato y su confianza para que la representara.

Por lo expuesto, votaré favorablemente el proyecto. Pero creo que quedará cojo, pues no hay claridad respecto de qué se deberá rendir cuenta si no existe un programa, una agenda que el parlamentario pretenda llevar adelante.

He dicho.

-Aplausos.

El señor VALLESPÍN (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra la diputada señorita Camila Vallejo .

La señorita VALLEJO (doña Camila) .- Señor Presidente, valoro esta iniciativa. A pesar de ser un proyecto que, desde mi punto de vista, llegó tarde, de todas maneras lo hizo en un momento oportuno, dado el contexto político de desconfianza, de descrédito del sistema político y sus representantes y del débil ejercicio de nuestra democracia. Desde hace mucho tiempo la ciudadanía está sintiendo que el ejercicio democrático y la toma de decisiones se encuentran bastante alejados de su propia realidad.

La participación ciudadana ha sido débil. La gente siente que no basta con que la democracia se reduzca simplemente a votar en una elección cada cuatro años ni con que las autoridades que eligieron, utilicen la campaña para reelegirse como único momento para dar cuenta de su gestión.

Considero que el proyecto es coherente y claro en señalar la necesidad de que la rendición de cuenta pública sea anual. El trabajo legislativo es complejo. Pero la labor de los parlamentarios, diputados y senadores, no consiste solo en legislar, sino también en representar, y en el caso de los diputados, en fiscalizar diariamente. La rendición de cuentas no es una obligación que se deba cumplir cada cuatro años, porque nuestro ejercicio es cotidiano. Las organizaciones sociales, juntas de vecinos, sindicatos, en fin, todas las organizaciones comunitarias, constantemente les piden a sus representantes que fiscalicen los servicios públicos, los hospitales, los centros de salud, el trabajo de las autoridades para conocer cómo se están llevando a cabo los proyectos comprometidos por el gobierno de turno y si los distintos servicios públicos están cumpliendo sus deberes. Al respecto, el diputado tiene la responsabilidad de fiscalizar cuando la comunidad que representa se lo pide.

Se pregunta de qué se debe rendir cuenta pública. ¡Es obvio!: de lo que hace un parlamentario, lo que en nuestro caso, por mandato constitucional, es fiscalizar, representar y legislar. El hecho de dar cuenta de cómo se avanza en los proyectos de ley que se propusieron a la ciudadanía durante una campaña no obsta a que de repente en la tramitación no se logre avanzar en ellos, porque, por ejemplo, no se reunieron las mayorías necesarias. Pero el dar cuenta ante la ciudadanía de que no se obtuvieron los votos suficientes y que por eso no se logró avanzar en las iniciativas comprometidas -estas pudieron ser propuestas por el candidato respectivo o construidas junto con la gente- también es un ejercicio democrático necesario que la ciudadanía exige por una cuestión de transparencia, de probidad para tener claridad respecto de la labor que está realizando el parlamentario por el que votó. En el caso de los diputados, ese ejercicio democrático sirve para que la gente conozca cuál ha sido el ejercicio de nuestra facultad fiscalizadora.

Por eso, creo que esta es una buena iniciativa, que se inserta además en el marco de una profunda regulación del ejercicio de la actividad política y del financiamiento público de las campañas electorales para que se controle y se regule el gasto, las campañas sean equitativas, la información de los proyectos y programas de los parlamentarios sea bien distribuida entre la población, al igual que el resto de los elementos que contribuyen a dar transparencia y profundizar el ejercicio democrático y, por cierto, de otras materias que deberemos discutir, como las iniciativas populares de ley y los plebiscitos vinculantes, que nos permitan robustecer y profundizar nuestra democracia.

Ahora bien, a modo de observación, la fecha fijada en el proyecto -el 4 de julio- como día en el que todos los parlamentarios y los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado deben rendir cuenta pública, me parece algo estricta; podría flexibilizarse, por ejemplo, estableciendo el cumplimiento de dicha obligación en el marco de una semana. Ello, como una modificación a considerar.

De todas maneras, pienso que el proyecto va en la línea correcta y es necesario en el contexto actual, pero sobre todo en una perspectiva de futuro, para que nuestra democracia considere elementos de mayor transparencia y participación.

He dicho.

El señor VALLESPÍN (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el diputado señor Jaime Bellolio .

El señor BELLOLIO.-

Señor Presidente, en primer lugar, quiero saludar a la alcaldesa, a los alcaldes, a los funcionarios municipales y a los suplementeros que se encuentran presentes en las tribunas. Todos ellos son servidores públicos.

Creo que estamos en una situación de crisis, entendida esta como aquel momento entre el fin de un ciclo que aún no termina completamente y el inicio de otro que todavía no nace. Nos encontramos en esa nebulosa, en ese limbo. Algunos de los proyectos que hoy discutimos tienen que ver con cómo poder salir de esa nebulosa o de ese limbo.

Hoy estamos en una crisis de poder y de confianza. Con respecto al poder, lo que ha evolucionado es su esencia y, por ende, obviamente la forma en que este se lleva a cabo. Pero parece que no todos nos hemos ajustado. El poder no es lo que solía ser; cambia porque cambian los valores subyacentes que lo soportan.

En consecuencia, Chile y el resto del mundo están viviendo un desajuste: se ha producido un rompimiento en la confianza de las instituciones del pasado, que terminan por alimentar y acelerar aún más este sentimiento de crisis.

En mi opinión, la sociedad que se halla organizada en cuerpos intermedios está a la vanguardia de ese cambio; pero ni la política ni para qué decir la empresa tradicional se han ajustado a este nuevo poder.

Entonces, no bastan las respuestas antiguas basadas en la autoridad de quien las emita, sino que hay que convencer al receptor y a los ciudadanos. Tampoco basta con cumplir la ley, sino que también hay que cumplir con su espíritu.

Un reciente artículo de dos profesores, publicado en Estados Unidos de América, llamado “Nuevo Poder” (“New Power”, Heimans and Timms ), dice que hay un nuevo poder que nace empujado por un nuevo sistema de valores en el que la antigua forma de gobernar una institución, una gobernanza puramente representativa, ha quedado obsoleta, dando paso a un poder mucho más informal, que descansa, por ejemplo, en la autoorganización y en la gobernanza de redes. El antiguo poder era el exclusivo. Conceptos como “competencia”, “autoridad” y “consolidación estratégica” eran una pura norma; el nuevo poder descansa en plataformas abiertas, en colaboración, en inteligencia colectiva, en compartir. El antiguo poder se ejercía puramente con discreción y confidencialidad, mientras que el nuevo poder exige transparencia radical, sobre todo cuando las esferas públicas y privadas se entremezclan.

Creo que hoy estamos conversando sobre eso.

Qué duda puede caber de que para volver a ganar la confianza de los ciudadanos necesitamos ser más transparentes y tener un estándar ético todavía mucho más alto. No cabe ninguna duda. Por tanto, considero que debemos rendir cuenta a los ciudadanos no solo una vez en el período, sino muchas más. Aquí se dice que necesitamos hacerlo formalmente una vez al año. Ojalá que en la discusión -ello deberá establecerse en los respectivos reglamentos- se incorpore la idea de que hay otras vías además para rendir cuenta que la estrictamente antigua: un parlamentario sentado en un escritorio o de pie en un ambón frente a la ciudadanía que lo escucha. Reitero: hay otras formas de rendir cuenta. Hoy los políticos lo hacemos de distinta manera: cuando nos reunimos con las juntas de vecinos, cuando vamos a las ferias libres, cuando repartimos nuestros propios boletines.

Yo rendí mi cuenta pública en enero del año pasado, y quiero entregar una cada tres meses. Creo que esa es la forma en que cada uno de nosotros puede explicar a la ciudadanía cuáles son nuestras labores y qué estamos haciendo en cuanto a representación, a legislación y para aumentar la participación ciudadana.

Me parece que no solo se trata de una buena idea, por lo cual tenemos que aprobar el proyecto, ojalá por unanimidad. Sin embargo, es evidente que se le pueden hacer algunas mejoras.

¿Por qué razón se fijó el 4 de julio para la rendición de cuentas de ambas corporaciones? Creo que la razón no es antojadiza: porque el 4 de julio de 1811 se instaló nuestro primer Congreso Nacional. Por tanto, no es una fecha que se sacó del sombrero. Más aún -entiendo que hay un proyecto en ese sentido-, la cuenta pública anual que la Presidenta de la República rinde ante el Congreso Pleno, en vez de ser el 21 de Mayo, perfectamente podría ser el 4 de julio. Por tanto, en esa ocasión se podría comenzar con la cuenta pública de la Presidenta de la República y continuar con las cuentas públicas de los presidentes de las dos cámaras. Me parece mucho más lógico que se cumpla esa obligación en un único día, aunque sea domingo, en sesión de Congreso Pleno. De lo contrario, como lo señaló el diputado Ignacio Urrutia , para los efectos de este proyecto de ley será problemático celebrar una sesión de Congreso Pleno en un día de julio que puede caer fin de semana.

Pero, de nuevo, los diputados y senadores no podemos pensar que porque es domingo no debemos rendir cuenta pública. Creo que la forma en que se rinde cuenta no debe ser exclusivamente la antigua, la tradicional, sino también la nueva. O sea, podemos rendir cuenta todos los meses si publicamos el trabajo que hemos realizado en nuestras respectivas páginas web, en Facebook, en un video de YouTube o en otras redes sociales. Algunos podrán considerar que eso es muy informal; pero les tengo una mala noticia: el poder nuevo es informal, es distinto, ya no es controlable. Por tanto, a pesar de que los parlamentarios estamos en una institución más formal y de que debemos valorar algunas de nuestras tradiciones, hay otras que debemos ajustarlas a esa nueva realidad. Si no evolucionamos hacia el sentido correcto, corremos el serio riesgo de pasar a ser una especie en extinción.

Por lo expuesto, anuncio que votaré favorablemente el proyecto. Creo que el Reglamento de cada cámara deberá permitir que haya distintas formas de rendir cuenta. Es una muy buena idea establecer el cumplimiento de dicha obligación el 4 de julio tanto para la Cámara de Diputados como para el Senado en la medida que la Presidenta de la República rinda cuenta pública ese mismo día. De no ser así, encuentro muy razonable que se consigne que dicha obligación podrá cumplirse hasta el 4 de julio o durante la primera semana de ese mes, pero predominantemente el día 4. Insisto, no se trata de una fecha antojadiza, y creo que eso se puede arreglar. Entiendo que se presentarán algunas indicaciones en tal sentido.

Por último, espero que exista un apoyo mayoritario en la Sala en cuanto a que nosotros rindamos cuenta pública con un estándar más alto, para volver a ganar la confianza de la ciudadanía.

He dicho.

El señor VALLESPÍN (Presidente en ejercicio).-

Los diputados que se encuentran inscritos para intervenir en este proyecto podrán hacerlo en una próxima sesión ordinaria, puesto que ha terminado el tiempo destinado al Orden del Día.

2.3. Boletín de Indicaciones

Fecha 12 de mayo, 2015. Boletín de Indicaciones

Indicaciones al proyecto que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional a rendir una cuenta pública anual, boletín N°8624-07 (S).

Al artículo único

Al número 1)

a) Del diputado señor Urrutia, don Ignacio, para reemplazar en el inciso primero del artículo 56 bis propuesto, la frase: “El 4 de julio de cada año” por “La primera semana de julio de cada año”.

b) Del diputado señor Jackson, para sustituir la frase: “El 4 de julio de cada año” por “El primer miércoles del mes de julio de cada año”.

c) De los diputados señores Auth y Rincón, para sustituir la expresión: “El 4 de julio” por “En el mes de julio”.

Al número 2)

a) Del diputado señor Jackson, para intercalar entre las palabras “anual” y “de” la frase “, a excepción del último año de su mandato,”.

b) Del diputado señor Jackson, para incorporar un inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto, del siguiente tenor:

“La cuenta pública contendrá información y justificación para los ciudadanos sobre las acciones y gestiones de cada diputado o senador en todo el rango de sus atribuciones, dejándose además constancia por escrito de su contenido.”.

c) De los diputados señor Rincón, señoras Hernando y Hoffmann y señores Andrade; Barros; Cornejo; Espinosa; Espinoza; Flores; Macaya; Núñez, don Daniel; Pérez, don Leopoldo; Torres; Ulloa y Walker, para agregar el siguiente inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto, del siguiente tenor:

“Existirá la facultad para cada diputado y senador, de proveer, conforme al reglamento de cada Cámara, un registro audiovisual de la cuenta pública a la que se refiere el inciso anterior. Este hecho generará la obligación para el canal de televisión de la Cámara de Diputados y del Senado, dependiendo el caso del que se trate, de emitir dicho registro dentro de los treinta días posteriores a la entrega del mismo por parte del parlamentario.”.

d) De los diputados señor Rincón, señora Hernando y señores Andrade; Barros; Cornejo; Espinosa; Flores; Macaya; Pérez, don Leopoldo; Torres; Ulloa y Walker, para reemplazar la palabra “anual” por la frase “, dentro de los sesenta días previos al término de su período parlamentario,”.

e) De los Diputados señores Espinoza y Jaramillo, para sustituir el artículo 62 propuesto por el siguiente:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, dentro del mes anterior al último año de su periodo, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.

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2.4. Discusión en Sala

Fecha 12 de mayo, 2015. Diario de Sesión en Sesión 22. Legislatura 363. Discusión General. Se aprueba en general.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA ANUAL DE AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL (SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N° 8624?07) [CONTINUACIÓN]

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Corresponde continuar la discusión del proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

Antecedentes:

-El Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento se rindió en sesión 19ª de la presente legislatura, en 5 de mayo de 2015.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Hago presente a la Sala que el informe del proyecto se rindió en la sesión 19ª, de 5 de mayo de 2015.

Tiene la palabra el diputado David Sandoval .

El señor SANDOVAL.-

Señor Presidente, sin duda, los momentos que vive nuestra sociedad, y que también vivimos como Poder del Estado frente a la comunidad, abren cada vez mayor espacio a la necesidad de ir transparentando y mejorando los mecanismos de gestión, de trabajo y de rendición de cuentas, para que la comunidad no solo conozca los hechos que, a veces, constituyen noticias públicas, sino que también tenga información sobre nuestro trabajo parlamentario.

El proyecto, iniciado en moción de diversos senadores, va en la dirección correcta. No obstante, las observaciones que se le han hecho en materia de procedimientos técnicos sobre qué informar, a todas luces resultan fundamentales y necesarias, pues somos responsables ante la ciudadanía de nuestras acciones y opiniones. Estamos aquí en representación de quienes nos eligen, y ante ellos tenemos obligaciones diversas. Una de ellas es la de informar sobre nuestro trabajo parlamentario y sobre cómo, a través de ese trabajo, representamos cabalmente el sentir y la opinión de la comunidad. No se trata solo de nuestras opiniones personales; también representamos a un grupo de personas que cree en lo que decimos y hacemos. Por ello, somos responsables ante la ciudadanía de nuestros actos y expresiones.

Hoy existe una amplia plataforma de redes comunicacionales. Personalmente, utilizo mecanismos de toda naturaleza, pero especialmente internet, que me permite mantener una página web, enviar y recibir mensajes mediante el servicio Twitter, publicar boletines y notas, enviar correos electrónicos e información de prensa a los diferentes medios de la región, como diarios, radios y canales de televisión. Se entrega la información lo más fluida posible, para mantener al tanto a la comunidad sobre nuestro trabajo.

Tengo en mis manos un ejemplar de la cuenta pública del período parlamentario 2014-

2015, que reseña lo acontecido durante este año. Es un buen mecanismo de información, que entrego a toda la comunidad del distrito 59, de la Región de Aysén.

Por eso, si poderes del Estado como el Ejecutivo y el Judicial rinden cuenta pública, nada justifica que el Legislativo no haga lo propio.

Cabe hacer presente una salvedad: primero, creo que establecer un día específico para rendir la cuenta pública me parece que provocará que en algunos años la fecha coincida con un día no hábil; segundo, es muy necesario que el Reglamento de la Cámara de Diputados se haga cargo de los detalles operativos, de manera que se especifiquen los estándares mínimos que deberán tener las rendiciones de cuenta. La idea es que estas no se transformen en un acto más de propaganda personal, en vez de cumplir su objetivo de informar sobre el trabajo legislativo, sobre las acciones de fiscalización y sobre las acciones de representar los intereses de la región en el Congreso Nacional.

Por lo expuesto, anuncio que votaremos a favor este proyecto de reforma constitucional. He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Daniel Melo .

El señor MELO.-

Señor Presidente, me correspondió integrar la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento cuando el proyecto fue votado en general. En dicha instancia concurrí con mi voto favorable -al igual que lo haré hoy-, pues considero que apunta de manera concreta a satisfacer una de las demandas más sentidas de los ciudadanos y ciudadanas, esto es, que quienes somos sus mandatarios rindamos cuenta pública de aquello que nos fue encomendado por las urnas.

Espero sinceramente que el establecimiento de esta obligación para todos y cada uno de los parlamentarios y parlamentarias, sea el primer paso hacia el establecimiento de lo que se conoce como “voto programático”. Se trata de una propuesta, concebida por la doctrina moderna en la materia y de larga data en la práctica de las naciones, que establece ciertas obligaciones. Entre ellas, la de inscribir los programas de campaña en registros públicos de fácil acceso, como un resguardo que permita al ciudadano verificar que estos sean cumplidos una vez que el parlamentario está en ejercicio del cargo. Incluso, considera mecanismos para que a quienes no cumplan con ello, les sean revocados sus mandatos.

Lamentablemente, en Chile no existen mecanismos que nos obliguen a responder por nuestros actos, ni menos que revoquen nuestro mandato, tal como sucede en otras democracias en nuestro continente, que sí los han implementado para avanzar en transparencia y regulación del ejercicio de las funciones públicas.

Por eso, en un contexto de fuertes, reiterados y justos cuestionamientos -reconozcámosloa la labor pública, proponer que quienes votan por las ideas que representa un candidato o candidata dispongan de un medio institucional para informarse del grado de cumplimiento de las promesas realizadas en campaña, constituye un paso fundamental para que las chilenas y los chilenos vuelvan a creer en la política. Mediante el establecimiento de cuentas públicas, las ciudadanas y los ciudadanos tendrán, al fin, una herramienta efectiva y eficaz para conocer, debatir y controlar el grado de cumplimiento de nuestros programas.

No debe olvidarse que, de conformidad con la Constitución Política, solo cada cuatro años -ocho, en el caso de los senadoresel pueblo tiene la oportunidad de controlar nuestros actos y evaluar el cumplimiento de nuestras promesas de campaña. Por eso, el voto no puede ser la única instancia de control que una democracia reserve para fiscalizar el ejercicio de la soberanía que se nos ha delegado.

Espero que cuando debatamos -por cierto, en una asamblea constituyente acerca de los mecanismos que permitan el control ciudadano de nuestros compromisos programáticos, avancemos decididamente hacia mejores sistemas de rendición de cuentas, de control y de revocación del mandato.

Concurriré con mi voto favorable al proyecto, pues constituye una señal de transparencia y una excelente oportunidad para que los ciudadanos y las ciudadanas puedan analizar el desempeño de sus representantes.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Vlado Mirosevic .

El señor MIROSEVIC.-

Señor Presidente, estamos ante un gran proyecto y una gran noticia para la democracia chilena. Esperamos que sea el inicio de un proceso en que se obligue a la rendición de cuentas a todas las autoridades públicas elegidas por la ciudadanía. Incluso, ojalá en el futuro se someta a la obligación de rendición de cuentas a cualquier autoridad que cumpla funciones públicas, no solo a aquellas elegidas por el voto ciudadano.

Ahora, ¿por qué es importante el proyecto? Porque significa el retorno de la buena política. Cuando un ciudadano vota por un candidato a parlamentario, lo hace también por sus ideas, esto es, a quiénes representa, a quiénes defiende y en qué posición está frente a determinadas materias. Por consiguiente, para mí, para la democracia y para Chile, esta iniciativa es una buena noticia.

Espero que los estándares de la rendición de cuenta impidan que los parlamentarios caigan en situaciones tales como “tirarse flores” sobre lo realizado en el ejercicio de su cargo. Por el contrario, lo que el parlamentario debe rendir con claridad es cómo ha votado los diversos proyectos y si lo ha hecho a favor de las grandes mayorías o defendiendo solo a unos pocos.

En definitiva, este mecanismo debe servir para que la ciudadanía haga una evaluación política y crítica respecto de sus representantes. No se trata de que refleje qué parlamentario fue capaz de hacer más favores o de producir más clientelismo. La rendición de cuentas debe expresar la posición política del parlamentario en el Congreso Nacional y cómo ha votado los distintos proyectos. Ello debe ser así, porque cuando los electores votan por un diputado o senador, lo hacen por aquello.

Por lo tanto, para mí es una tremenda noticia el hecho de que por fin tendremos una ley que nos obligará a entregar a la ciudadanía una rendición de cuentas política, que permitirá a las personas decir: “Diputado, yo no comparto su posición. Probablemente, en una futura elección no votaré por usted, porque tenemos una diferencia política en nuestras ideas y convicciones.”.

Ojalá que el voto voluntario derive, como consecuencia de este mecanismo de rendición de cuentas, hacia un voto de opinión, de modo que el elector vote sobre la base de sus convicciones, y no por los favores o por el clientelismo generado por tal o cual representante. Es la mentalidad que debemos instalar en Chile.

Por lo expuesto, anuncio que votare a favor el proyecto. He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo .

El señor JARAMILLO.-

Señor Presidente, sin duda, esta es una materia que nos lleva a meditar. El Consejo para la Transparencia ha cambiado la forma de proceder de las instituciones del Estado: las autoridades públicas deben rendir cuenta de su gestión. Eso es lo medular y trascendental del proyecto.

La labor de los diputados es tridimensional, por cuanto consiste en legislar, fiscalizar y, por sobre todo, representar a los ciudadanos que habitan en el territorio nacional y cuya voz intentamos hacer llegar a las distintas esferas del poder público.

Por ello, resulta casi de Perogrullo que un parlamentario tenga una comunicación permanente con su electorado, a fin de mantenerlo informado acerca de la labor que desarrolla dentro de las distintas facetas de su quehacer. Estamos conscientes de que es una tarea que se realiza semanalmente, y que incluye el trabajo durante la semana distrital. Por lo tanto, se trata de una cuenta constante de nuestro quehacer.

Establecer la obligación de rendir una cuenta pública no es sino una forma de mantener el vínculo del parlamentario con sus electores y con quienes se interesan por las cuestiones públicas. Lo anterior no significa que no existan otras formas de comunicar cotidianamente nuestras actividades. Por ejemplo, a través de las radios de cada uno de nuestros distritos y regiones, se informa diariamente sobre lo que estamos haciendo, sobre nuestras gestiones y sobre nuestras opiniones respecto de determinado proyecto. Por ello, digo que constantemente estamos informando a la ciudadanía sobre la labor que realizamos y, por qué no decirlo, también sobre la que realiza el Parlamento en general.

Para el diputado que habla, rendir cuenta de una forma más orgánica me parece una buena idea, por cuanto nos permitirá realizar un compendio de la labor realizada durante el año y constituye una oportunidad para mejorar el vínculo que debemos mantener con las personas que depositaron su confianza en nosotros. Incluso, para algunos implica rendir cuenta pública para las generaciones futuras, debido al largo espacio de vida parlamentaria que algunos tenemos en esta Corporación. En relación con ese aspecto surgen algunas interrogantes sobre esta labor.

El proyecto concuerda con la idea del Consejo para la Transparencia, en el sentido de que las autoridades públicas deban rendir cuenta de su gestión. Sin embargo, no me parece adecuado que la rendición de la cuenta sea anual. Ello, porque prácticamente siempre estamos entregando a nuestros electores información sobre lo que hacemos, ya sea a través de las radios o de otros medios de comunicación. Lo que me parece que corresponde es rendir cuenta pública por el período completo de nuestra gestión. Hace poco se mencionó una idea muy interesante, y que suscribiré si es presentada mediante una indicación, cual es que la cuenta pública abarque todo el período parlamentario y que sea rendida un año antes de la elección o reelección parlamentaria. A lo mejor, se plantea una idea un poco más maciza sobre ello. Espero que en las próximas intervenciones mis colegas hagan esta propuesta: rendición de cuenta pública por el período completo.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Fernando Meza .

El señor MEZA.-

Señor Presidente, estamos debatiendo un proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, iniciado en moción, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

La materia que estamos debatiendo es importantísima. ¿Quién podría no estar de acuerdo con ello? Como dijo el colega Enrique Jaramillo , el Consejo para la Transparencia ha cambiado el modo de actuar de todas las autoridades del país, que es uno de los avances que la ciudadanía reclama.

¿Cómo vamos a acercar la labor parlamentaria a los ciudadanos de nuestro país si no les informamos sobre lo que hacemos y lo que no hacemos? Por cierto, la comunidad se encuentra en un momento histórico y sociológico distinto, y está empoderada en términos de saber cuáles son sus derechos. Algunas personas se extralimitan y caen en acusaciones al voleo y en el desprestigio per se hacia los parlamentarios. Uno comprende aquello, porque son tantas las insatisfacciones de la ciudadanía por las desigualdades que asuelan a nuestro país, que muchas personas escogen ese camino para desahogar sus molestias. Claramente, es más fácil pegarles a los parlamentarios que a los periodistas.

Por lo tanto, rendir una cuenta pública de lo que hacemos como parlamentarios me parece una medida adecuada que contribuirá de manera directa a mejorar nuestras relaciones con la sociedad.

Personalmente, lo he hecho y lo sigo haciendo. Pero lo hago, como decía el colega Jaramillo , de manera semanal, a través de una cadena de emisoras de mi distrito, que abarca a toda la región y que informa sobre lo que sucede en nuestra Corporación, sobre lo que hacen todos los diputados y, por supuesto, sobre mi gestión como parlamentario. En ese espacio le cuento a la ciudadanía, con un lenguaje comprensible, en qué consiste cada proyecto de ley que discutimos, por qué voté de una u otra forma, etcétera. Es una forma de mantener informados a los electores.

Invito a todos los colegas que no lo hacen a que procedan de esa forma. Los diputados José Pérez , Enrique Jaramillo y otros lo hacen semanalmente.

Ahora bien, otra forma de informar a la ciudadanía es entregar en vivo, en directo y personalmente una cuenta pública. Pero, naturalmente, estimo que esa cuenta pública debe ser por el período completo en que el diputado o senador ha desempeñado su cargo. La idea es no caer en el juego anual de instalarse en una sola comuna para rendir la cuenta pública, en circunstancias de que lo lógico es que en dicha rendición estén presentes los electores de todas las comunas que uno representa.

Sin perjuicio de ello, votaré favorablemente el proyecto, a pesar de que he confesado que informo de mi gestión a mi distrito de manera semanal y anual.

Nos alivia el hecho de que la iniciativa establezca la oportunidad de elegir una sola comuna para entregar la cuenta pública de nuestra actividad parlamentaria, sobre todo a quienes representamos distritos de siete, ocho o diez comunas, que pronto serán de doce o catorce, debido a la reforma al sistema binominal. Pero me llama la atención que no tengamos la obligación de entregar la cuenta pública, en el período parlamentario, en cada una de las comunas que representamos. Hacerlo sería más cercano a la ciudadanía y haría realidad aún más el espíritu de la ley.

¡Qué bueno que se haya presentado este proyecto de reforma constitucional! Anuncio que lo vamos a apoyar, en la medida en que se tome en cuenta lo que hemos planteado algunos parlamentarios en esta Sala, entre ellos, el diputado Enrique Jaramillo : realizar una cuenta pública durante el período legislativo, un año antes de las elecciones, de modo que la ciudadanía sepa qué hizo y que no hizo el parlamentario, y pueda tomar una decisión en cuanto a apoyar o no su eventual reelección.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Osvaldo Urrutia .

El señor URRUTIA (don Osvaldo).-

Señor Presidente, a principios de la década del 2000 se dio impulso a un proceso de modernización del Estado, el cual ha permitido destacables avances en materia de gestión pública, procedimientos administrativos, transparencia, entre otras materias.

Sin embargo, el momento político que se vive actualmente en nuestro país es un fiel reflejo de que esos avances no fueron suficientes. Por esta razón considero que como Parlamento, especialmente como Cámara de Diputados, debemos promover medidas claras y concretas que profundicen la probidad en el sector público, para lo cual debemos, primero que todo, comenzar por nuestra propia casa.

Señor Presidente, actualmente no existe ningún fundamento para que la Corporación se encuentre exenta de entregar una cuenta pública a la ciudadanía para informar de nuestra actividad legislativa, fiscalizadora y de representación de nuestro electorado. Por ello, estimo que esta moción va en el sentido correcto, pues constituye una señal necesaria para el momento político que estamos viviendo.

En cuanto a la crisis, estamos de acuerdo en el diagnóstico; pero en cuanto a sus causas, existe un punto que no se ha abordado y que considero que explica en parte el rechazo que la ciudadanía expresa hacia el Parlamento.

La desinformación que existe sobre el trabajo parlamentario es gigantesca. En general, los ciudadanos no tienen conocimiento del trabajo que se hace en el Congreso Nacional, en qué consiste la labor que se realiza en comisiones o las atribuciones que tenemos para iniciar la tramitación de un proyecto de ley. Esto último es muy relevante, puesto que en muchas materias no somos más que un mero buzón del Ejecutivo.

A lo anterior debemos sumar que muchas veces la prensa destaca solo lo malo que ocurre entre estos muros, lo cual ha derivado en la construcción de una imagen errónea e incompleta de lo que nos compete como legisladores.

Es por ello que está obligación de rendir cuenta pública, más allá de una imposición o nueva carga, como puedan considerarla algunos, a mi juicio se transformará en una verdadera herramienta que permitirá a la ciudadanía contar con mayor información para evaluar el desempeño de todos sus representantes.

Tal cual lo expresó muy bien el diputado por la Región de Aysén, don David Sandoval , votaremos con mucho agrado a favor de este proyecto, y espero que se constituya en un avance entre las medidas pro transparencia, que son tan necesarias para Chile en estos momentos.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda .

El señor OJEDA.-

Señor Presidente, el trabajo de diputados y de senadores es arduo, incesante, sacrificado y muy cercano a los problemas e inquietudes de la gente. Diputados y senadores siempre estamos en terreno y percibimos y auscultamos sus problemas.

Se trata de un trabajo diario, que nos convierte en verdaderos representantes de la ciudadanía. Somos los depositarios de su voluntad y solucionamos sus problemas y sus necesidades a través de la elaboración de iniciativas de ley. Nos mostramos y estamos en todas partes, lo cual constituye una forma de demostrar a la ciudadanía que estamos trabajando. Pero hay otras fórmulas que deben ser establecidas en la ley, porque las cosas no solo pueden hacerse de manera voluntariosa.

Este proyecto de ley responde a la necesidad de que los diputados y senadores puedan dar a conocer a la opinión pública el trabajo que han desarrollado. Es oportuno y está a tono con la tendencia moderna de exigir eficacia en el trabajo de los organismos públicos, en general. Es importante que demos cuenta de nuestra actividad, tal como lo hacen los demás organismos públicos. Si hablamos de control total de todos los organismos del Estado, entonces, que nadie quede fuera. Todos los organismos son controlados y rinden cuenta pública de su gestión. Por ejemplo, el Poder Judicial rinde cuenta, el Poder Ejecutivo rinde cuenta, el contralor general de la República rinde una cuenta anual, el fiscal nacional acaba de rendir su cuenta anual y los alcaldes también rinden cuenta pública a su comunidad anualmente. A ellos se suman los intendentes y otras autoridades.

Entonces, no podemos quedar ajenos a esta realidad y mantener privilegios que originen el descrédito o la desconfianza de la comunidad. La opinión pública quiere saber qué hacemos.

Una cuenta pública anual sirve para que la gente sepa qué proyectos de ley se aprobaron, qué se hizo y qué beneficios pueden significar.

Este hecho se enmarca dentro de la tendencia moderna de exigir probidad y transparencia a los organismos del Estado. Hoy todo el mundo habla de probidad y de transparencia porque es una necesidad y una cualidad que debe tener el Estado y todos sus organismos. Todo debe saberse; no es aceptable el secretismo. Es necesario que la opinión pública se sienta partícipe, no solo para elegir a sus representantes, sino también para saber qué hacen, cuál es su trabajo, cuál es su orientación y cuál es su opinión sobre determinadas materias.

La realización de una cuenta pública anual legitima aún más la representación ciudadana de los parlamentarios. En los últimos años, el Congreso Nacional ha aprobado reformas importantes, como el voto voluntario y el cambio del sistema binominal por uno de carácter proporcional inclusivo, que otorga mayor legitimidad. Así estamos dando a la representación parlamentaria una característica, que es necesaria en este proceso de modernización del Estado.

Por eso, estoy a favor del establecimiento de esta obligación a las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual. Resta saber todavía en qué fecha se hará, en armonía con nuestro Reglamento, y qué recursos implicarán.

Estoy de acuerdo con este proyecto de reforma constitucional, porque considero que sintoniza con las recomendaciones del informe del Consejo Asesor Presidencial contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción.

Estoy de acuerdo con que los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado den cuenta pública al país, el 4 de julio de cada año, e informen sobre lo realizado por el Congreso Nacional. Es nuestra oportunidad para informar qué hacemos, porque nuestra labor es trascendente para el ordenamiento jurídico, para el progreso del país, para el beneficio de la gente y para la satisfacción de las necesidades primordiales de todos los chilenos.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Luis Rocafull .

El señor ROCAFULL.-

Señor Presidente, quiero ser categórico en señalar que el deber de transparencia y de información es transversal en todos los poderes y niveles del Estado, tanto nacional como regional, provincial y comunal. De hecho, la Presidenta de la República, cada 21 de mayo, rinde cuenta pública ante la ciudadanía. De la misma manera, lo hacen el presidente de la Corte Suprema y el contralor general de la República, entre otras autoridades.

Al aprobarse este proyecto de reforma constitucional, el Congreso Nacional adquirirá una tremenda connotación. Más que una obligación legal para los parlamentarios, estamos fortaleciendo el derecho a la información de todos los ciudadanos y ciudadanas, quienes tendrán el poder de exigir a sus representantes en este hemiciclo que les informen acerca de lo que hicieron y no hicieron, lo que les dará la información necesaria para exigirles lo que deberían haber hecho realmente.

Así, en este período de crisis de confianza que sufre la labor política, este proyecto va en la dirección correcta, puesto que busca recuperar los lazos con la ciudadanía.

Es importante para las personas conocer no solo aquello que nosotros queremos publicar, como son nuestros logros legislativos o gestión parlamentaria, sino también aquello que no es de fácil acceso para el ciudadano de a pie, como las asignaciones y los gastos asociados a las mismas.

Si los ciudadanos tienen acceso a un conocimiento acabado de nuestra acción legislativa, política y económica, podrán distinguir de mejor manera en qué consiste nuestra labor y diferenciarla de la que realizan los ministros, alcaldes, concejales y consejeros regionales.

En cuanto a la técnica legislativa del proyecto, este podría haber sido regulado perfectamente dentro de la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional, de manera de colaborar en la descongestión reguladora que necesita nuestra Constitución Política de la República.

Asimismo, encuentro necesario que cada Cámara, a través de sus respectivos reglamentos, regule en específico esta obligación, con el fin de que no quede sometida a una lenta dictación de un reglamento del Congreso Nacional, como lo proponía el proyecto aprobado por el Senado.

Por último, el proceso de rendición de cuentas propuesto, en términos generales, permite adquirir información necesaria para realizar, de forma fundada y no meramente influenciada por la prensa, un justo juicio ciudadano a sus representantes en el Congreso Nacional, lo que, sumado a la transparencia dispuesta por la ley del lobby y las medidas que nuestra Presidenta propondrá para erradicar los conflictos de intereses, tráfico de influencias y corrupción, harán de Chile un Estado más confiable, con instituciones fuertes y ciudadanos empoderados.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Hugo Gutiérrez .

El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).-

Señor Presidente, en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento voté a favor este proyecto.

Ahora, como bancada del Partido Comunista e Izquierda Ciudadana, apoyamos la iniciativa porque, a mi entender, el hecho de rendir cuenta materializa dos principios fundamentales: en primer lugar, el de transparencia, que, sin duda, es un principio general de la administración del Estado. Hoy, la ciudadanía nos exige transparencia total y quiere saber cómo llegamos al Parlamento y quiénes financiaron nuestras campañas. En resumen, la ciudadanía lo quiere saber todo y tiene todo el derecho a hacerlo. En consecuencia, debemos dar aplicación plena al principio de transparencia, y creo que nadie se puede negar a ello.

En segundo lugar, el principio de responsabilidad funcionaria, que también se aplica en nuestro caso. La teoría democrática de la representación señala que somos representantes populares de la comunidad, de la sociedad, lo que significa que tenemos un mandato ciudadano que nos permite tener un escaño aquí. Por tanto, de acuerdo a esa hipótesis, debemos respetar y honrar ese mandato. ¿Cómo? Como lo hace todo mandatario a su mandante, de acuerdo a la legislación civil: rindiendo cuentas a la ciudadanía. Una de las obligaciones mínimas de todo mandatario es rendir cuenta.

Entonces, como todo mandatario, debemos rendir cuenta a la ciudadanía sobre lo que hacemos, cómo votamos, cómo fiscalizamos y cómo representamos.

Ahora bien, muchos entienden que esa cuenta se rinde al momento de una reelección. A mi parecer, una forma de rendir cuenta es la reelección, porque la ciudadanía nos pregunta qué hicimos durante el mandato, nos evalúa y decide si lo hicimos bien o mal.

Otras autoridades rinden cuenta, como el Presidente de la República, que no va a la reelección. El presidente de la Corte Suprema y el contralor general de la República no son elegidos por el pueblo y, por tanto, no rinden cuenta.

En nuestro caso, rendimos cuenta ante el pueblo cada vez que nos presentamos a una reelección. Pero, ¿debemos rendir cuenta periódicamente o solo al momento de la reelección? De acuerdo a la teoría democrática de la representación, debemos rendir cuenta, pero no solo cuando nos presentamos a una reelección.

Estoy de acuerdo con este proyecto, porque debemos rendir cuenta periódicamente, por una razón muy importante, que hoy tiene mayor valor. El voto tiene una serie de características, una de las cuales es que debe ser informado. Cuando el ciudadano vota, debe saber por quién lo hace y por qué.

Por lo tanto, es de alta conveniencia para nosotros rendir cuenta, ya que así la ciudadanía sabrá qué hemos hecho durante nuestro período, y no solo al momento de presentarnos a una reelección. De lo contrario, dejamos entregada la rendición de cuenta a la propaganda. Entonces, la reelección, que es la herramienta para evaluarnos, queda entregada al dinero. Si no queremos seguir entregados al mercado y al dinero, debemos rendir cuenta periódica, a fin de que la ciudadanía sepa por quién vota y por qué.

El voto informado es fundamental para que la ciudadanía vote correctamente y no se deje seducir por el clientelismo y por el dinero.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Pepe Auth .

El señor AUTH.-

Señor Presidente, rendir cuenta es una responsabilidad inherente a la función de representar.

Representar significa poner en boca de uno las palabras de la gente. Naturalmente, eso obliga a escuchar, luego a interpretar y después a traducir esa interpretación en proyectos de ley y, sobre todo, en intervenciones y votaciones en el Congreso Nacional.

En lo personal, tengo el pequeño mérito de haber inaugurado, hace dos años, una práctica que debería ser generalizada, cual es la edición de un disco compacto con una selección de mis intervenciones en la Cámara de Diputados, denominado “En el Congreso hablo por ti”, material que es enviado a 5.000 dirigentes sindicales, deportivos, sociales, femeninos, etcétera, del conjunto de las organizaciones vivas de Maipú, Cerrillos y Estación Central; el volumen dos, que está en edición, si me lo permiten los diputados Patricio Melero y Gabriel Silber , lo haré llegar además a Pudahuel, Colina , Quilicura , Lampa y Tiltil .

Ahora bien, uno debiera dar cuenta por lo que la Constitución nos asigna como responsabilidad principal. Por lo tanto, debiéramos informar, no particularmente de nuestras gestiones clientelares, de acompañamiento a las distintas organizaciones ciudadanas en la resolución de sus problemas, sino de lo que dice relación con la toma de decisiones en el Congreso Nacional.

Digo lo anterior porque he visto folletos de candidatas en los que publicitan y hacen suyas ciertas leyes, pero cuando participaron en la discusión de la misma fueron de las principales oponentes. Pero en sus folletos aquello aparece como un éxito propio. Es decir, falta transparencia.

Hoy están todas las votaciones en el sitio web, pero naturalmente la gente no está dispuesta a hacer una verdadera investigación sobre cada tema. Por lo tanto, a la hora de rendir cuenta, nosotros debiéramos consignar nuestro comportamiento en relación con cada uno de los proyectos de ley que se votan en el Congreso Nacional. Esa debiera ser la rendición de cuenta fundamental.

Además, quiero agregar que esa rendición de cuenta no puede ser exclusivamente oral; debe ser escrita y debe quedar consignada en el sitio web de la Cámara de Diputados y de cada parlamentario. La página web no puede ser un simple archivo PowerPoint con fotografías en que el parlamentario acompañe a la gente para conseguir terrenos en Bienes Nacionales o en su discusión con el Serviu, tareas que, en todo caso, son muy dignas.

En verdad, en el futuro, particularmente con el nuevo sistema electoral, se nos va a exigir -¡en buena hora que ello ocurra!que tomemos posiciones y tengamos identidad política, para que, a la hora de votar, los ciudadanos sepan qué pensamos y votamos en cada una de las materias que les interesan. De esa manera veo la rendición de cuenta pública escrita de cada parlamentario.

Por eso, anuncio que votaré entusiastamente a favor este proyecto. He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo del Partido Socialista, tiene la palabra el diputado señor Roberto Poblete .

El señor POBLETE.-

Señor Presidente, los tiempos políticos cambian y, con ello, los ciclos que tiene nuestra vida pública sufren alteraciones a tal punto que un período que recién ha pasado parece ser antiguo, y lo que ayer era aun más viejo, hoy parece asomar con aires de novedad.

Estoy hablando de tiempos políticos que unas veces son gratificantes, llenos de logros, de crecimiento en igualdad; pero que luego cambian y pasan a ser oscuros, con algunos reveses involuntarios, con errores no forzados, que traen aparejados toda clase de avalanchas de nimiedades que no permiten salir fácilmente del atolladero.

Es precisamente hoy, en que nos encontramos en un período así, cuando debemos reflexionar a fondo sobre el sentido de todo esto: ¿Para qué se quiere el poder? ¿Para qué estamos, día a día, esforzándonos en una actividad cuando la gente, aparentemente en forma mayoritaria, rechaza nuestra gestión? ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Para qué persistimos en una labor que no tiene recompensa, que parece un camino minado y que, al final, nos llevará, con certeza, a un necesario olvido? Precisamente, porque pensamos que tiene sentido, porque creemos que en una sociedad civilizada la administración de las diferencias se hace a través de la política, porque del diálogo y de la discusión de cara a la ciudadanía nacen las soluciones y porque discutiendo a rostro descubierto se va haciendo el camino, precisamente aquel que hoy está lleno de niebla.

En estos tiempos, la política pasa a ser un acto de fe, pues sabemos que no reditúa y que trae malos ratos; conocemos los efectos perversos de sus laberintos. Sin embargo, persistimos. Sabemos que detrás de todos estos discursos instalados están los mismos de siempre, que esperan y solo esperan; aquellos que, de esperar, han hecho una profesión. Estamos aquí por ellos, pues son ellos los que han escogido estos cambios y son los destinatarios de las urgentes reformas que debemos seguir realizando.

En estas horas bajas es cuando se hace más claro que nunca el paso que debemos dar: solo debemos seguir avanzando.

No nos confundamos. La ciudadanía ha juzgado el programa de gobierno de nuestra Presidenta el día en que ella fue elegida, y ha dicho, por abrumadora mayoría, que Chile quiere una nueva educación, una nueva Constitución y una reforma tributaria que permita disminuir la enorme brecha que nos separa.

Eso debe separarse y, a la vez, distinguirse de los errores políticos que hemos cometido; de las desprolijidades e imprudencias de personas que no han dimensionado el riesgo ni han cuantificado el impacto de sus actos ante la ciudadanía. Asumir esos hechos es un imperativo categórico.

Por otra parte, han caído las barreras de la información parcelada, ha sucumbido la pauta rígida y de formulario de los periódicos; hoy tenemos información en línea y a la hora. Tenemos redes sociales, teléfonos, computadores y cuánta información queramos. Nuestro problema no es adivinar qué puede estar sucediendo, sino discriminar cuál de las muchas versiones puede ser cierta.

Los discursos editoriales e informativos se entrecruzan, formando una red en la que a veces no se distingue la información veraz de la que no lo es. Por eso, debemos entender que nuestro comportamiento y compromiso real con la ciudadanía es clave. Debemos comprender que somos testeados de forma permanente, y que el sistema político imperante pone el foco escrutador sobre lo público y, en especial, sobre aquellos órganos que pueden volverse agentes de cambio.

Nada sabemos de lo privado y de sus males, salvo porque lo público lo ha mostrado tangencialmente.

El presente nos urge más que nunca. Necesitamos el programa de nuestra Presidenta. A esos tres puntos fundamentales que inspiraron este programa ciudadano, solo debe agregársele un cuarto punto: regular de manera rotunda y definitiva la relación del dinero con la política y, de una vez por todas, establecer el financiamiento público de los partidos y de las campañas. No distraigamos esfuerzos ni tiempo en obviar lo que es obvio.

Por eso, las señales que ofrece este proyecto de reforma constitucional, cuya idea matriz es establecer que los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados rindan cuenta pública ante el país, el 4 de julio de cada año, de las actividades realizadas por las corporaciones que presiden, no solo es un paso imprescindible, sino que además forma parte de las nuevas medidas que deberá contener este tiempo nuevo.

Asimismo, el que cada parlamentario esté obligado a dar cuenta de las labores realizadas en el cumplimiento de su cargo es un ejercicio de accountability en el que debemos perseverar hoy y mañana.

Es necesario que se sepa de nuestra boca lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer, pues, sin duda alguna, servirá para que trances como el que hoy vivimos sean un recuerdo, pero también un aviso para regresar siempre a los fundamentos del mandato que nos ha sido dado.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo del Partido por la Democracia, tiene la palabra la diputada señora Cristina Girardi .

La señora GIRARDI (doña Cristina).-

Señor Presidente, este proyecto de ley es relevante para la discusión que se está dando hoy en nuestro país y que se refiere a nuestra relación como diputados y como políticos con la ciudadanía.

Creo en el concepto de política cruza todos los espacios: el de los ciudadanos, el de los que se incluyen en lo que hoy se denomina la clase política, porque está presente en cada una de las decisiones que adoptamos cada día como ciudadanos.

Cuando se ocupa un cargo de elección popular y se dice que se va a representar a otros, y no a sí mismo, lo mínimo que se debe hacer es dar cuenta de esa representación y en qué se ha concretado, que es el mínimo respeto que se debe hacia los demás. El hecho de que personas hayan votado por nosotros -incluso quienes no lo han hecho por uno-, que hacen que ocupemos un cargo de representación popular, implica, como mínimo, el reconocimiento, el respeto y el conocimiento de la voluntad del otro.

En verdad, pocas veces tomamos decisiones de verdadera representación en el Congreso Nacional; más bien nos representamos a nosotros mismos que a quienes decimos representar. Coincido con lo expresado por el diputado Auth en cuanto a que, en ocasiones, nos vestimos con ropaje ajeno, aunque antes nos hayamos opuesto a ese ropaje.

Por ello, en aras de la trasparencia, del respeto, del reconocimiento que debemos a los demás, lo mínimo que se nos puede exigir es que demos cuenta pública de nuestros actos.

En todo caso, considero que esa cuenta pública no debe ser meramente informativa, sino un acto de retroalimentación, un diálogo que nos permita conocer permanentemente la opinión de quienes representamos. Ojalá que esa situación de diálogo con los ciudadanos y vecinos de nuestras comunas fuera constante, para saber qué piden, qué proyectos de ley requieren y no nos quedemos solo con lo que nosotros pensamos que necesitan.

Asimismo, sería importante conocer la opinión que los ciudadanos tienen sobre los proyectos de ley que aprobamos, aunque en muchas ocasiones ni siquiera se enteran de lo que legislamos, ni siquiera de aquellas iniciativas que los pueden beneficiar, porque no logramos que se informen y no estamos al tanto de sus opiniones.

Ojalá que la cuenta pública no solo sea obligatoria, sino que también se le exijan estándares mínimos. Además, es necesario que los ciudadanos tengan la posibilidad de pronunciarse respecto de la labor que realizamos, no solo al momento de una elección, sino también al momento de construir, para que lo hagamos en conjunto.

Votaré favorablemente el proyecto, pero espero que tanto los diputados como las demás autoridades que ejercen cargos de elección popular nos impongamos progresivamente mayores niveles de exigencia y estándares en cuanto a las cuentas públicas que deberemos dar a nuestros votantes y vecinos.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Lautaro Carmona .

El señor CARMOMA.-

Señor Presidente, en el cuadro de crisis de credibilidad que vivimos, en que la ciudadanía desconoce qué hacen las autoridades que eligieron para que la representara, la iniciativa que obliga a dar cuenta pública de la gestión parlamentaria, a lo menos una vez al año, es una medida que, si va al fondo, debiera ayudarnos a reconstituir ese espacio de afecto y de confianza que la ciudadanía necesita tener con sus representantes.

Hay un principio que respetar: la soberanía radica en los ciudadanos. Los parlamentarios somos mandatarios, y nuestros mandantes, los dueños del poder que ejercemos por representación, son los ciudadanos. Pero el ejercicio de ese poder soberano por parte de la ciudadanía no puede limitarse a emitir un voto cada cuatro años, en las elecciones para renovar los cargos de representación; debemos trasladar muchas más capacidades de control hacia los ciudadanos, para que controlen si las autoridades que eligen, cumplen los compromisos que adquieren al momento de postularse. Es necesario crear las condiciones para que el ejercicio del control ciudadano sobre sus representantes sea eficaz. Si es eficaz, llega hasta el final y permite comparar lo que el parlamentario comprometió con lo que ha hecho en el ejercicio del cargo, debiese existir, para cuando esa diferencia sea negativa para el evaluado, el mecanismo de revocación. Eso es dar cuenta y someterse al control ciudadano sin otro límite que no sea confiar en la madurez, el discernimiento y el ejercicio democrático de los ciudadanos para ejercer sus facultades y definir quiénes son sus representantes y cómo estos cumplen su papel.

Me parece que no precisar la forma en que se debe dar la cuenta pública puede terminar por transformarla en una mera formalidad, para la tranquilidad de espíritu de alguien. De manera que bastaría reunirse con el núcleo de gente más cercana y decir que se ha dado cuenta pública de la gestión y, por tanto, cumplido con la obligación.

Debemos crear, además, las condiciones para que esa cuenta sea un dato de la realidad. Por lo tanto, si aprobamos esta obligación parlamentaria, como espero que lo hagamos, habría que poner en línea lo que hacen los medios de comunicación que tiene la propia Cámara de Diputados y, en general, el Congreso Nacional, para, por un lado, ver cómo contribuyen a esa labor y a empoderar a los ciudadanos en el ejercicio del control a los parlamentarios, y, por otro, para que sean vehículos con más cobertura, a fin de que la información llegue a los ciudadanos, estén o no en disposición de concurrir a una sede parlamentaria a escuchar una cuenta o en disposición de leer un periódico que publique esa cuenta.

En consecuencia, no solo debemos convencernos, sino que debemos sentir esta obligación como una necesidad. Es conveniente expresar la vocación democrática desde los propios parlamentarios, para que el ejercicio del control no sea molesto y no se descalifique, sino que se cultive y se promueva. Pero para eso se requiere una adecuada conexión entre la opción que tomará el parlamentario y la ayuda de los medios de comunicación.

En ese sentido, parece necesario especificar los instrumentos que se establecerán para entregar la cuenta pública. Además, entre las obligaciones debería incluirse la de informar sobre el uso de los recursos de la dieta parlamentaria y de los viáticos que recibimos. Asimismo, la publicación debería hacerse en las condiciones que corresponda, por medios accesibles para su lectura, porque la entrega de la cuenta y los antecedentes que contenga serán también un mecanismo de control de nuestro funcionamiento desde la propia Cámara de Diputados. Es decir, también nuestra institucionalidad estará interesada en controlar que quienes somos parte de esta Corporación cumplamos esta obligación y en que lo hagamos en la forma que corresponda.

Por sobre cualquier “marketeo”, frase ancla o colores llamativos, lo que vale es que tengamos conciencia de que estamos dando cuenta del cumplimiento de los deberes de los diputados: legislar, fiscalizar -a veces hay muchas pruebas que indican por qué ocurrió tal o cual hecho que significó atropello o un abuso de la ley por parte de algún aparato público, y, no obstante haber parlamentarios en esa región, no se fiscalizan esos abusos cometidos por alguien en las tareas públicasy representar. A ratos, este último deber se olvida, porque se suele representar solo aquello que es más amable con el parlamentario y no lo que de verdad constituye una corriente de opinión, un juicio que tiene incidencia y que está construido a partir de una vivencia en la propia región, según sea la implementación de las políticas del caso.

Es conveniente someterse a control ciudadano para evaluar la consecuencia, que relaciona palabra y acto. ¿Cuál fue la palabra en el mensaje para ganar adhesión? ¿Cuál fue el acto consecuente con esa palabra para cumplir con lo comprometido? La idea común es que, cuando hay campañas electorales, los candidatos vienen, se toman una foto con la gente -todas son muy parecidas-, dicen palabras muy bonitas, que se parecen a las necesidades y realidades de los eventuales electores, y estos los eligen, pero después aquellos nunca más aparecen. Nos dicen: “No sabemos más de ustedes, y cuando nos enteramos de algo, están haciendo cosas distintas a las que dijeron que iban a dedicar su tiempo de representación”.

Esa es la consecuencia. Hay que abordarla de cara al sol y someterse al veredicto ciudadano, que es un ejercicio democrático. Ya mencioné que se debe incluir la revocación y el papel que juegan los medios de comunicación, empezando por los instrumentos que la propia Cámara de Diputados tiene, para ponerlos al servicio de la construcción de una cultura cívica distinta. Así lo veo: como un paso adelante en la cultura cívica del pueblo de Chile, que se empodera para ejercer control, con sentido, sobre sus autoridades.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo de la bancada de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el diputado señor Sergio Espejo .

El señor ESPEJO.-

Señor Presidente, en los años en que usted y yo éramos dirigentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile -la gloriosa universidad, digámoslo sin más calificativos-, estábamos acostumbrados a dar cuenta todo el día. Dábamos cuenta a quienes no creían que hubiera una dictadura o que se violaran los derechos humanos. También dábamos cuenta del porqué estábamos dispuestos a luchar para recuperar la democracia y la autonomía universitaria. Dábamos cuenta a quienes creían que esa tarea no era compatible con la lucha por la excelencia académica que nuestra universidad merecía. Por lo tanto, fuimos formados en una tradición en la cual no había diferencia entre servir, liderar y dar razón, permanentemente, de lo que hacíamos.

Ayer, la Presidenta de la República dio cuenta de lo mismo, al proceder a un cambio de gabinete macizo. Agradeció a quienes cesaban en su trabajo como ministros; pero también dijo -todos lo escuchamos que era necesario, para poder cumplir con lo que hemos comprometido y dar cuenta de nuestros compromisos, introducir ciertos cambios en la forma de hacer las cosas, que incluye, por supuesto, mucho más diálogo.

¿Cómo podríamos nosotros legislar y fiscalizar de verdad, de cara a la ciudadanía, si no fuéramos capaces, además, de dar a conocer a quienes votaron por nosotros la forma en que estamos cumpliendo esta función? Es cierto que podría parecer como algo que va a pasar “piola”, porque uno está en esta Sala y nuestros electores o quienes nos han apoyado y han confiado en nosotros están lejos, y en el anonimato de este hemiciclo, entre 120 diputados, puedo votar por algo y después -como bien decía uno de los parlamentarios que me antecedió en el uso de la palabra simplemente esconderme en la masa y decir, incluso, que he apoyado un proyecto al cual me opuse tenazmente. Eso no puede ocurrir.

Me gusta este proyecto. Entiendo las dudas de aquellos que han planteado problemas formales, pero me parece que este es un momento en el cual nosotros tenemos que hacer una opción nítida, clara y sin ambigüedades, para poner a disposición de los ciudadanos toda la información que sea necesaria sobre nuestra gestión. Obviamente, la primera parte consiste en permitir que tanto quienes votaron por nosotros como quienes pueden hacerlo en el futuro sepan exactamente cómo nos hemos pronunciado en cada materia.

Uno de los colegas que intervino, miembro de mi coalición, diputado por Santiago y además gran amigo, decía que con el fin del sistema electoral binominal va a ser muy importante que cada uno de nosotros exprese nítidamente su identidad política. Son cosas que se van a ir apreciando en cada momento. Por ejemplo, los democratacristianos tenemos la tranquilidad de que, al momento de cubrir un cupo en el Senado porque una destacada militante nuestra, la senadora Ximena Rincón , asumió como ministra, apostamos de inmediato por la realización de primarias en su región. Algo distinto ha ocurrido durante los últimos días respecto de la modalidad que otros compañeros de coalición, legítimamente, han estimado que les permitiría resolver esta misma dificultad.

Esa expresión de lo que uno hace se quiere consagrar en este proyecto de ley: la voluntad firme y nítida de dar cuenta, permanentemente, de lo que se hace y de la disposición a decir que es una actividad que debe realizarse de manera anual y no solo al término de cada período.

Este es un buen proyecto, y estoy contento por la posibilidad de debatirlo en esta Sala. Lo voy a apoyar con entusiasmo, porque dar cuenta de nuestra labor parlamentaria es la obligación mínima a la que estamos sujetos quienes hemos contado con la confianza del pueblo de Chile.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo del Comité Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado señor Daniel Farcas .

El señor FARCAS.-

Señor Presidente, en este proyecto se combina y se conjuga gran parte de los anhelos de búsqueda de una mayor transparencia y también de una comunicación efectiva con los electores. Es cierto que puede ser modificado y perfeccionado para que, tal como han dicho algunos parlamentarios, sea realizado de mejor forma.

Se requiere el establecimiento de un compromiso con la ciudadanía, en que exista la necesidad de poder dar cuenta de todas y cada una de las acciones que realizamos, no solo en el Parlamento cuando votamos, sino también en términos de representación de las ideas que nos corresponde realizar como parte de nuestra gestión como representantes de la ciudadanía en los respectivos distritos.

También tiene relación con volver a recorrer las organizaciones sociales, las ferias y, por cierto, conversar con las personas para poder hacernos cargo de sus inquietudes, sus anhelos y sus recriminaciones en torno a algunas de las iniciativas y proyectos que, a pesar de haber impulsado, no hemos logrado concretar.

Es muy importante rendir esta cuenta y generar un feedback adecuado en la ciudadanía. Ese puede ser un elemento muy interesante para vincularnos de mejor forma con ella y volver a prestigiar la actividad política, no solo por un necesario y adecuado rendimiento específico acerca de cómo votamos, cuáles son los proyectos de ley que impulsamos y por qué apoyamos o no determinados proyectos o alternativas en ámbitos como la representación y la fiscalización, sino también porque, de una u otra forma, la necesidad de entregar un resumen de nuestras actividades nos obligará -lo que me parece positivo y afortunado a realizar un ejercicio de vínculo permanente con la gente que nos corresponde representar. Obviamente, esto no reemplaza el necesario vínculo que nos obliga a participar en las distintas actividades en las comunas, a estar muy presentes en cada uno de los lugares en donde podemos encontrar a la gente a la que nos debemos, como los consultorios.

El hecho de que exista esta formalidad de rendir una cuenta pública es un elemento adicional que contribuirá a mejorar el vínculo y a una mayor comunicación con la ciudadanía.

No cabe duda de que este tipo de materias nos convocarán en este tiempo, en que la política ha sido puesta en tela de juicio por múltiples razones. Será una buena manera de reflexionar y de buscar los mecanismos adicionales con que los parlamentarios podamos, de manera efectiva y eficiente, conectarnos con la gente.

Recojo la experiencia mencionada por el diputado Espejo, en que, a partir de vivencias más dolorosas y complejas, siempre tuvimos la entereza para dar a conocer nuestros puntos de vista e ideas frente a la adversidad; pero eso no limita la necesidad de entregar esa cuenta pública anual respecto de todas y cada una de las materias que abordamos.

Quiero poner énfasis en la necesaria y obligatoria tarea que realizamos los parlamentarios con las organizaciones sociales. Es importante no solo rendir cuentas a la ciudadanía, sino también observar cuáles son los diferentes tipos de representación, de vínculos y de tareas que asumimos en nuestras campañas, para evaluar si estamos cumpliendo en el Parlamento. Eso también ayudará a prestigiar la política, a mejorar nuestros canales de comunicación y a generar la convicción en la ciudadanía de que estamos representándola adecuada y pertinentemente.

Finalmente, reafirmo mi voluntad de apoyar este proyecto, de buscar mecanismos alternativos que puedan ser sinérgicos con él, de compatibilizarlo con otras formas de representación y de vínculos de comunicación, porque siempre es necesario estar disponibles para que la mayor cantidad de alternativas sean parte de esta comunicación efectiva con la ciudadanía.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo del Comité del Partido Socialista, tiene la palabra el diputado señor Marcelo Schilling .

El señor SCHILLING.-

Señor Presidente, instituir para distintas autoridades el principio de la rendición de cuentas siempre será una buena idea. Formulada así, en términos abstractos y generales, no cabe sino decir que es una buena idea. Pero puestas las cosas en contexto, a mi juicio, requieren de una mayor precisión, porque en el caso de los parlamentarios, la rendición de cuentas, sea anual o cuatrianual, reviste ciertas dificultades que tienen que ver con un problema de carácter sistémico, que dice relación con las competencias, atribuciones y facultades del Congreso Nacional.

Aquí siempre se insiste en la idea de que nuestra labor es legislar, participar en la formulación de las leyes, fiscalizar, controlar el quehacer del Poder Ejecutivo y que este se ajuste a la ley, y representar a la ciudadanía, tanto a la de los territorios que puedan haber concurrido a nuestra elección como a la del conjunto de la república.

Sin embargo, como lo demuestra la vida de nuestra república, estas facultades están bastante limitadas. En materia de fiscalización, por ejemplo, ha quedado en evidencia que, más que la propia Cámara de Diputados, son mucho más eficaces los tribunales ordinarios de justicia y, en particular, la Fiscalía, ya que terminan por hacer claridad sobre los asuntos que se investigan e, incluso, proponen sanciones muchísimo antes de que concluya el trabajo de una comisión investigadora que tuvo su origen en el escándalo nacional que significó tal o cual hecho.

Entonces, me pregunto: ¿Vamos a rendir cuentas sobre lo eficientes y eficaces que fuimos en fiscalizar, en circunstancias de que llegamos tarde al esclarecimiento de las cosas?

Como se sabe, tenemos limitadas potestades en materia de iniciativa legislativa. ¿De qué vamos a dar cuenta? ¿De cómo votamos los proyectos de otros? Seguramente, ello puede ser interesante para conocer la inclinación y la fidelidad de cada parlamentario con las causas de interés general y de bien común, pero siempre va a quedar al debe si el diputado tuvo la capacidad de determinar una necesidad e incidir en esa iniciativa.

Señor Presidente, estas cuentas públicas, si se atienen estrictamente a las competencias del Congreso Nacional, pueden ser muy decepcionantes para la ciudadanía. Algunos dicen que la cuenta pública dará mayor prestigio a la Corporación y a los parlamentarios, porque habrá más transparencia y se demostrará cuánto calzaron sus dichos de campaña con su labor parlamentaria. Con todo, a mi juicio, ese ejercicio terminará siendo muy poca cosa.

He escuchado a quienes me antecedieron en el uso de la palabra. A partir de ello, señalo que las cuentas públicas no darán cuenta de la práctica del clientelismo. Me parece que la práctica de visitar consultorios, regalar premios para bingos o participar en una campaña para llevar a un club de fútbol a participar a no sé qué campeonato en Chile o en el mundo no es pertinente. ¿Esa es la cuenta que van a rendir los parlamentarios para que tenga alguna enjundia esta cazuela? Con ello terminaremos por desvirtuar absolutamente el trabajo parlamentario. Así las cosas, no sé si la cuenta pública finalmente redundará en mayor prestigio o mayor desprestigio para la Corporación.

Señor Presidente, la intención es buena; pero para que esto surta algún efecto no basta con que el reglamento de cada cámara determine el contenido de la cuenta y regule la forma de cumplir esa obligación parlamentaria, lo que incluye la cuenta que el propio Presidente de la Corporación rinde una vez finalizado su mandato. Es necesario estandarizar lo obrado cada año así como las decisiones adoptadas respecto de las distintas materias abordadas, de modo que se pueda comparar la acción de uno y otro parlamentario para hacerlas ilustrativas para la ciudadanía. ¡Que la cuenta diga algo! Es necesario evitar cuentas fofas e insulsas que lo único que hacen es entregar cifras que no tienen sentido.

La rendición de cuentas está ligada a la necesidad de que la ciudadanía tenga la posibilidad de revocar los mandatos cuando vea que un parlamentario no responde a sus expectativas. En tal sentido, la rendición de cuentas y la revocabilidad del mandato deberían estar unidas en forma indisoluble. De incluirse esa idea en el proyecto en debate, probablemente acabaría con la unanimidad argumental que he apreciado en favor del mismo.

Pese a que siempre es interesante rendir cuentas, el proyecto, tal como está presentado, es absolutamente insuficiente. Sin embargo, como peor es mascar lauchas, de todos modos lo votaré favorablemente.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Ramón Barros .

El señor BARROS.-

Señor Presidente, lo que abunda no daña. Por eso, más allá del cuestionamiento y de los estándares que se deben fijar en una cuenta pública, voy a votar a favor el proyecto.

¿Cuáles son las complicaciones?

Como bien decía el diputado señor Schilling , se deben fijar determinados estándares. Hoy, cualquier ciudadano, a través de los sistemas que la misma Cámara ha implementado, es capaz de obtener en forma inmediata información sobre asistencia, votaciones en proyectos de resolución y proyectos de ley, pasajes aéreos utilizados y acerca de un sinnúmero de otras materias. Por lo tanto, ¿en qué sentido habría que fijar estándares?

Quienes somos de regiones, a diferencia de los de las zonas profundamente urbanas, también realizamos una labor que, a veces, es mirada con bastante desdén, cual es actuar como puente entre instituciones alejadas de los centros de poder y las gobernaciones, los seremis, etcétera, a fin de que esas autoridades adopten una actitud de acercamiento. Se trata de instituciones que muchas veces se ven discriminadas, alejadas del poder y que nunca “agarran ni uno”. Me parece que esa labor es bastante determinante. Las personas saben perfectamente que muchos de nosotros damos una cuenta pública todos los días, a través de nuestra presencia en los distritos, viviendo en ellos y participando en las actividades que se generan, a fin de recabar información sobre ciertas materias.

Debemos establecer una norma respecto de cuál es la cuenta pública que debemos aprobar; de lo contrario, solo se trataría de un resumen estadístico que cada persona podría examinar a través de internet, el cual tampoco concitaría interés, ya que sería una cuenta pública más dentro de muchas otras. En abril, asistí por lo menos a unas 15 cuentas públicas. La mayoría de ellas eran bastante meritorias, pero todas muy parecidas y con cada vez menor asistencia de público.

En consecuencia, voy a votar a favor del proyecto, porque, como señalé, lo que abunda no daña. Quienes representamos a regiones damos testimonio de nuestro actuar todos los días de la semana -a veces, incluso los domingos-, trabajando con nuestros concejales y alcaldes, incluso con las autoridades de gobierno, más allá de si pertenecen a mi partido político.

Reitero, encantado voy a apoyar este proyecto; pero quiero saber qué cuenta pública vamos a aprobar, ya que, como bien decía el diputado señor Schilling , esperamos que no sea una que a la gente no le provoque algún interés o remezón, y, por ende, tampoco algún alza en nuestro prestigio. Si la cuenta pública va a estar constituida solo por cifras, sin enjundia o esencia para la cazuela, me parece que ese instrumento no va a contribuir al objetivo que persigue. No obstante, voy a votar a favor el proyecto, porque como dije, lo que abunda no daña.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada señorita Karol Cariola .

La señorita CARIOLA (doña Karol) .-

Señor Presidente, en primer lugar, quiero valorar el proyecto y manifestar mi pleno acuerdo, incluso, con diputados con los cuales no tenemos tanta cercanía, como el diputado señor Barros, quien me acaba de anteceder en el uso de la palabra, con el que comparto algunos elementos que ha planteado.

Pienso que este proyecto es muy interesante y muy necesario para nuestro país, sobre todo por el momento político que estamos viviendo, ya que nuestra ciudadanía ha hecho un cuestionamiento importante al rol que juegan las autoridades políticas en los distintos espacios de representación.

Legislar, fiscalizar y representar es la labor que tenemos como parlamentarios y que nos asignaron los ciudadanos que votaron por nosotros. O sea, quienes nos eligieron para cumplir esta labor también nos responsabilizan de entregar información a quienes quieren conocer más de lo que ocurre en la Cámara de Diputados. Digo esto porque, a veces, ocurre, cuando visitamos el distrito y estamos en relación directa con nuestros vecinos, que estos se confunden en cuanto a los distintos roles que ejercen las autoridades políticas. La ciudadanía no siempre logra diferenciar los roles de los parlamentarios de los que ejercen los alcaldes o los senadores, y hacen exigencias cruzadas frente a ciertas temáticas que debiesen resolver unos u otros. No la culpo, porque vivimos en un país donde la educación cívica, sin duda, no ha sido una prioridad. Por eso, esperamos que la reforma educacional empiece a resolver, de una vez por todas, esa situación.

Por otro lado, una de las cosas que me sorprendió cuando hace un año y un mes asumí al cargo de diputada fue precisamente que los parlamentarios, a diferencia de otras autoridades que tienen roles políticos importantes, como los alcaldes, los ministros o la misma Presidenta de la República, no tuviéramos la posibilidad de rendir cuenta pública a nuestros electores. Cuando digo “cuenta pública” me refiero a varias cosas. Comparto con el diputado señor Barros que aquí hay varios elementos que se pueden poner arriba de la mesa. Los electores tienen el deber, la responsabilidad, pero también el derecho de conocer cómo votan sus parlamentarios, las decisiones que toman y en función de quiénes votan. ¡Ya lo hemos visto! Aquí hay parlamentarios que, lamentablemente, han votado determinados proyectos de ley no atendiendo los intereses de las grandes mayorías ciudadanas, sino dirigidos por aquellos que los financian y por empresas que han ejercido poderes políticos sobre ellos. Esa situación es lamentable; el país ha sido testigo de ello.

Por lo tanto, es necesario que los chilenos y las chilenas sepan no solo cómo votan los parlamentarios, sino también en qué ocupan su tiempo, qué proyectos de leyes representan, de qué discusiones forman parte.

Además, cuando asumí como parlamentaria en representación de las comunas de Independencia y Recoleta -estoy orgullosa de ello-, una de las prácticas que implementé fue precisamente colegislar con los ciudadanos y con las ciudadanas. Se trata de llevar al barrio, a las unidades vecinales, a las organizaciones sociales, procesos de discusión legislativa que llamamos Parlamentos barriales. En ellos, no solo presentamos una cuenta pública de nuestra gestión e informamos sobre qué estamos haciendo en el ámbito de nuestra labor parlamentaria -legislar, fiscalizar y representar-, sino que, además, hemos logrado recoger opiniones y propuestas que los ciudadanos, que nuestros vecinos, han sido capaces de elaborar, las que posteriormente se transformaron en mociones, en proposiciones y en proyectos de resolución.

El proyecto en debate constituye una gran iniciativa, porque permite que el Presidente de la Cámara de Diputados presente anualmente una cuenta pública al país para informar qué hemos hecho. Ello es positivo, porque a veces, lamentablemente, por el ímpetu de cuestionarlo todo, algunos han planteado que la Cámara de Diputados no hace nada, lo cual no comparto. Hemos dado pasos importantísimos. En ese sentido, agradezco el rol de los parlamentarios, a pesar de tener diferencias con algunos.

La verdad es que existe trabajo, esfuerzo y un permanente rol encaminado a sacar adelante iniciativas de ley y transformaciones que Chile, durante tantos años, ha esperado. Me refiero a la reforma tributaria, a la reforma educacional, a la discusión necesaria que hoy se está dando en torno a la reforma laboral y a otros debates generados en la Cámara de Diputados, que dan cuenta al país de la labor de la Corporación.

Estoy consciente de todas nuestras falencias. Por ello, estoy completamente de acuerdo en que la Cámara de Diputados se debe abrir a la ciudadanía. Para ello, debemos buscar mecanismos -ojalá el Congreso se traslade a la Región Metropolitana y no esté en Valparaíso, como lo impuso la dictadura, entre otras medidas-, porque, sin duda, podemos mejorar nuestro rol. Decir que no se hace nada, que no hemos logrado dar pasos importantes, no lo comparto.

Es un buen momento, y el presente proyecto es una buena señal para concretar dichas iniciativas, que, sin duda -como lo dijo el diputado Lautaro Carmona , de mi partido-, aún son insuficientes, pues se debe seguir profundizando, incluso, al punto de legislar sobre la posibilidad de que los parlamentarios que no cumplan correctamente su deber sean revocados de sus responsabilidades y, por lo tanto, pierdan el escaño.

Las autoridades y, en consecuencia, la responsabilidad, no pueden ser eternas. No debe perpetuarse lo que se ha producido durante todos estos años: la inexistencia del recambio, que impide que la ciudadanía adopte un rol activo en la determinación de la acción de sus representantes.

Reafirmo mi voto a favor del proyecto. He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Cerrado el debate.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de ley en los siguientes términos.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Corresponde votar en general el proyecto de reforma constitucional que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

Hago presente a la Sala que para su aprobación se requiere el voto favorable de 70 señoras diputadas y señores diputados.

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 110 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Aprobado.

- Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Álvarez Vera Jenny ; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo ; Arriagada Macaya Claudio ; Auth Stewart Pepe ; Barros Montero Ramón ; Becker Alvear Germán ; Bellolio Avaria Jaime ; Berger Fett Bernardo ; Boric Font Gabriel ; Browne Urrejola Pedro ; Campos Jara Cristián ; Cariola Oliva Karol ; Carmona Soto Lautaro ; Carvajal Ambiado Loreto ; Castro González Juan Luis ; Ceroni Fuentes Guillermo ; Chahin Valenzuela Fuad ; Chávez Velásquez Marcelo ; Cicardini Milla Daniella ; Coloma Alamos Juan Antonio ; Cornejo González Aldo ; De Mussy Hiriart Felipe ; Edwards Silva José Manuel ; Espejo Yaksic Sergio ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farcas Guendelman Daniel ; Farías Ponce Ramón ; Fernández Allende Maya ; Flores García Iván ; Fuentes Castillo Iván ; Fuenzalida Figueroa Gonzalo ; Gahona Salazar Sergio ; García García René Manuel ; Girardi Lavín Cristina ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Gutiérrez Pino Romilio ; Hernández Hernández Javier ; Hernando Pérez Marcela ; Hoffmann Opazo María José ; Jackson Drago Giorgio ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; Kast Sommerhoff Felipe ; Lavín León Joaquín ; Lemus Aracena Luis ; León Ramírez Roberto ; Letelier Norambuena Felipe ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Danús Javier ; Melero Abaroa Patricio ; Melo Contreras Daniel ; Meza Moncada Fernando ; Mirosevic Verdugo Vlado ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Bruner Cristián ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Monsalve Benavides Manuel ; Morales Muñoz Celso ; Morano Cornejo Juan Enrique ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Arancibia Daniel ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Núñez Urrutia Paulina ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pascal Allende Denise ; Paulsen Kehr Diego ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Pilowsky Greene Jaime ; Poblete Zapata Roberto ; Provoste Campillay Yasna ; Rathgeb Schifferli Jorge ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Robles Pantoja Alberto ; Rocafull López Luis ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Saldívar Auger Raúl ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Soto Ferrada Leonardo ; Squella Ovalle Arturo ; Tarud Daccarett Jorge ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Trisotti Martínez Renzo ; Tuma Zedan Joaquín ; Turres Figueroa Marisol ; Ulloa Aguillón Jorge ; Urízar Muñoz Christian ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Urrutia Soto Osvaldo ; Vallejo Dowling Camila ; Vallespín López Patricio ; Venegas Cárdenas Mario ; Verdugo Soto Germán ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe .

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Por haber sido objeto de indicaciones, el proyecto vuelve a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:

Al artículo único

Al número 1)

a) Del diputado señor Urrutia, don Ignacio , para reemplazar en el inciso primero del artículo 56 bis propuesto, la frase: “El 4 de julio de cada año” por “La primera semana de julio de cada año”.

Al artículo único

Al número 1)

b) Del diputado señor Jackson , para sustituir la frase: “El 4 de julio de cada año” por “El primer miércoles del mes de julio de cada año”.

Al artículo único

Al número 1

c) De los diputados señores Auth y Rincón, para sustituir la expresión: “El 4 de julio” por

“En el mes de julio”.

Al número 2)

a) Del diputado señor Jackson , para intercalar entre las palabras “anual” y “de” la frase “, a excepción del último año de su mandato,”.

b) Del diputado señor Jackson , para incorporar un inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto, del siguiente tenor:

“La cuenta pública contendrá información y justificación para los ciudadanos sobre las acciones y gestiones de cada diputado o senador en todo el rango de sus atribuciones, dejándose además constancia por escrito de su contenido.”.

c) De los diputados señor Rincón, señoras Hernando y Hoffmann y señores Andrade ; Barros; Cornejo ; Espinosa ; Espinoza ; Flores; Macaya ; Núñez, don Daniel ; Pérez, don Leopoldo ; Torres ; Ulloa y Walker , para agregar el siguiente inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto, del siguiente tenor:

“Existirá la facultad para cada diputado y senador, de proveer, conforme al reglamento de cada Cámara, un registro audiovisual de la cuenta pública a la que se refiere el inciso anterior. Este hecho generará la obligación para el canal de televisión de la Cámara de Diputados y del Senado, dependiendo el caso del que se trate, de emitir dicho registro dentro de los treinta días posteriores a la entrega del mismo por parte del parlamentario.”.

d) De los diputados señor Rincón, señora Hernando y señores Andrade ; Barros; Cornejo ; Espinosa ; Flores; Macaya ; Pérez, don Leopoldo ; Torres ; Ulloa y Walker , para reemplazar la palabra “anual” por la frase “, dentro de los sesenta días previos al término de su período parlamentario,”.

e) De los Diputados señores Espinoza y Jaramillo , para sustituir el artículo 62 propuesto por el siguiente:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, dentro del mes anterior al último año de su periodo, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.

-o-

2.5. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 10 de junio, 2015. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 35. Legislatura 363.

SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO RECAIDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL DE RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL.

__________________________________________________________________

BOLETÍN N°8.624-07-02

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento viene en informar, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, el proyecto de la referencia, originado en moción de los senadores señores Larraín, don Hernán y Zaldívar, don Andrés y de los exsenadores señores Escalona, don Camilo y Novoa, don Jovino.

*************

La Cámara de Diputados, en su sesión ordinaria celebrada el día 12 de mayo de 2015, aprobó en general el proyecto de ley de la referencia.

De acuerdo a lo preceptuado en el artículo 130 del Reglamento, el proyecto de ley con todas las indicaciones cursadas durante su tramitación, fue remitido a esta Comisión para segundo informe reglamentario, el que fue discutido durante la sesión celebrada el día 10 de junio del presente año.

*********

En conformidad con lo dispuesto en el artículo 303 del Reglamento de la Corporación, en este informe se debe dejar constancia de lo siguiente:

I.- ARTÍCULOS QUE NO HAN SIDO OBJETO DE MODIFICACIONES.

No existen artículos en tal sentido.

II.- ARTÍCULOS CALIFICADOS COMO NORMAS DE CARÁCTER ORGÁNICO CONSTITUCIONAL O DE QUÓRUM CALIFICADO.

De conformidad a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, el artículo único, contenido en esta reforma constitucional, requiere para su aprobación del voto conforme de las tres quintas partes de los senadores y diputados en ejercicio.

III.- ARTÍCULOS SUPRIMIDOS.

No existen artículos en tal sentido.

IV.- ARTÍCULOS MODIFICADOS.

Se encuentra en esta situación el artículo único del proyecto en informe.

V.- DEBATE DEL PROYECTO.

Discusión Particular

Artículo único

El diputado señor Urrutia, don Ignacio, formuló indicación para reemplazar en el inciso primero del artículo 56 bis propuesto en el N°1, la frase: “El 4 de julio de cada año” por “La primera semana de julio de cada año”.

El diputado señor Jackson, don Giorgio, formuló indicación para sustituir en el artículo 56 bis propuesto en el N°1, la frase: “El 4 de julio de cada año” por: “El primer miércoles del mes de julio de cada año”.

Los diputados señores Auth, don Pepe y Rincón, don Ricardo, formularon indicación para sustituir en el artículo 56 bis propuesto en el N°1, la expresión: “El 4 de julio” por “En el mes de julio”.

El diputado Jackson, don Giorgio, formuló indicación para intercalar en el artículo 62 bis propuesto en el N°2, entre las palabras “anual” y “de” la frase: “, a excepción del último año de su mandato,”.

El diputado Jackson, don Giorgio, formuló indicación para incorporar un inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto en el N° 2, del siguiente tenor:

“La cuenta pública contendrá información y justificación para los ciudadanos sobre las acciones y gestiones de cada diputado o senador en todo el rango de sus atribuciones, dejándose además constancia por escrito de su contenido.”.

Las diputadas señoras Hernando, doña Marcela y Hoffmann, doña María José y los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Barros, don Ramón; Cornejo, don Aldo; Espinosa, don Marcos; Espinoza, don Fidel; Flores, don Iván; Macaya, don Javier; Núñez, don Daniel; Pérez, don Leopoldo; Rincón, don Ricardo; Torres, don Víctor; Ulloa, don Jorge y Walker, don Matías, formularon indicación para agregar el siguiente inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto en el N°2, del siguiente tenor:

“Existirá la facultad para cada diputado y senador, de proveer, conforme al reglamento de cada Cámara, un registro audiovisual de la cuenta pública a la que se refiere el inciso anterior. Este hecho generará la obligación para el canal de televisión de la Cámara de Diputados y del Senado, dependiendo el caso del que se trate, de emitir dicho registro dentro de los treinta días posteriores a la entrega del mismo por parte del parlamentario.”.

Las diputadas señora Hernando, doña Marcela y los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Barros, don Ramón; Cornejo, don Aldo; Espinosa, don Marcos; Flores, don Iván; Macaya, don Javier; Pérez, don Leopoldo; Rincón, don Ricardo; Torres, don Víctor; Ulloa, don Jorge y Walker, don Matías, formularon indicación para reemplazar en el artículo 62 bis propuesto en el N° 2, la palabra “anual” por la frase: “, dentro de los sesenta días previos al término de su período parlamentario,”.

Los diputados señores Espinoza, don Fidel y Jaramillo, don Enrique, formularon indicación para sustituir el artículo 62 bis propuesto en el N°2, por el siguiente:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, dentro del mes anterior al último año de su periodo, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.

El diputado señor Soto, don Leonardo, formuló indicación para reemplazar el artículo único del proyecto, por el siguiente:

“Artículo único.- Agrégase a la Constitución Política de la República el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- Durante el mes de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.

Sometida a votación la indicación del diputado señor Soto, don Leonardo, se aprobó por la unanimidad de los diputados presentes. Votaron por la afirmativa la diputada señora Turres, doña Marisol y los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Ceroni, don Guillermo; Coloma, don Juan Antonio; Farcas, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Rincón, don Ricardo; Saffirio, don René; Soto, don Leonardo; Squella, don Arturo y Trisotti, don Renzo.

Por la misma votación se dieron por rechazadas el resto de las indicaciones presentadas.

VI.- ARTÍCULOS NUEVOS INTRODUCIDOS.

No existen artículos en tal sentido.

VII.- ARTÍCULOS QUE DEBEN SER CONOCIDOS POR LA COMISIÓN DE HACIENDA.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 228 del Reglamento de la Corporación no existen artículos que deban ser conocidos por la Comisión de Hacienda.

VIII.- ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADAS O DECLARADAS INADMISIBLES.

Se rechazaron las siguientes indicaciones:

1.- Del diputado señor Urrutia, don Ignacio, para reemplazar en el inciso primero del artículo 56 bis propuesto en el N°1 del artículo único, la frase: “El 4 de julio de cada año” por: “La primera semana de julio de cada año”.

2.- Del diputado señor Jackson, don Giorgio, para sustituir en el artículo 56 bis propuesto en el N°1 del artículo único, la frase: “El 4 de julio de cada año” por: “El primer miércoles del mes de julio de cada año”.

3.- De los diputados señores Auth, don Pepe y Rincón, don Ricardo, para sustituir en el artículo 56 bis propuesto en el N°1 del artículo único, la expresión: “El 4 de julio” por “En el mes de julio”.

4.- Del diputado Jackson, don Giorgio, para intercalar en el artículo 62 bis propuesto en el N°2 del artículo único, entre las palabras “anual” y “de” la frase “, a excepción del último año de su mandato,”.

5.- Del diputado Jackson, don Giorgio, para incorporar un inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto en el N° 2 del artículo único, del siguiente tenor:

“La cuenta pública contendrá información y justificación para los ciudadanos sobre las acciones y gestiones de cada diputado o senador en todo el rango de sus atribuciones, dejándose además constancia por escrito de su contenido.”.

6.- De las diputadas señoras Hernando, doña Marcela y Hoffmann, doña María José y de los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Barros, don Ramón; Cornejo, don Aldo; Espinosa, don Marcos; Espinoza, don Fidel; Flores, don Iván; Macaya, don Javier; Núñez, don Daniel; Pérez, don Leopoldo; Rincón, don Ricardo; Torres, don Víctor; Ulloa, don Jorge y Walker, don Matías, para agregar el siguiente inciso segundo, nuevo, al artículo 62 bis propuesto en el N°2 del artículo único, del siguiente tenor:

“Existirá la facultad para cada diputado y senador, de proveer, conforme al reglamento de cada Cámara, un registro audiovisual de la cuenta pública a la que se refiere el inciso anterior. Este hecho generará la obligación para el canal de televisión de la Cámara de Diputados y del Senado, dependiendo el caso del que se trate, de emitir dicho registro dentro de los treinta días posteriores a la entrega del mismo por parte del parlamentario.”.

7.- De las diputadas señora Hernando, doña Marcela y de los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Barros, don Ramón; Cornejo, don Aldo; Espinosa, don Marcos; Flores, don Iván; Macaya, don Javier; Pérez, don Leopoldo; Rincón, don Ricardo; Torres, don Víctor; Ulloa, don Jorge y Walker, don Matías, para reemplazar en el artículo 62 bis propuesto en el N° 2 del artículo único, la palabra “anual” por la frase: “, dentro de los sesenta días previos al término de su período parlamentario,”.

8.- De los diputados señores Espinoza, don Fidel y Jaramillo, don Enrique, para sustituir el artículo 62 bis propuesto en el N°2 del artículo único, por el siguiente:

“Artículo 62 bis.- Los diputados y senadores darán cuenta pública de las labores realizadas en el ejercicio de sus funciones, dentro del mes anterior al último año de su periodo, de conformidad al reglamento de cada Cámara, en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan.”.

IX.- TEXTO DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN.

Por las razones señaladas y por las que expondrá oportunamente el señor Diputado Informante, esta Comisión recomienda aprobar el siguiente:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Agrégase a la Constitución Política de la República el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- Durante el mes de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.”.

****************

Se mantuvo como Diputado Informante al señor Soto, don Leonardo.

Tratado y acordado según consta en el acta correspondiente a la sesión de fecha 10 de junio del presente año, con la asistencia de la diputada señora Turres, doña Marisol y de los diputados señores Andrade, don Osvaldo; Ceroni, don Guillermo; Coloma, don Juan Antonio; Farcas, don Daniel; Monckeberg, don Cristián; Rincón, don Ricardo; Saffirio, don René; Soto, don Leonardo (Presidente); Squella, don Arturo y Trisotti, don Renzo.

Sala de la Comisión, a 10 de junio de 2015.

2.6. Discusión en Sala

Fecha 18 de junio, 2015. Diario de Sesión en Sesión 39. Legislatura 363. Discusión Particular. Se aprueba en particular con modificaciones.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA ANUAL DE AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL (SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N° 8624-07)

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, iniciado en moción, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir cuenta pública anual.

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento es el señor Leonardo Soto .

Antecedentes:

-Segundo informe de la Comisión de Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, sesión 35ª de la presente legislatura, en 11 de junio de 2015. Documentos de la Cuenta N° 12.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado informante.

El señor SOTO (de pie).-

Señor Presidente, en representación de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, paso a informar sobre el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual, originado en una moción de los senadores señores Larraín, don Hernán , y Zaldívar, don Andrés , y de los entonces senadores señores Escalona, don Camilo , y Novoa, don Jovino .

La idea matriz o fundamental del proyecto es establecer que el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados deberán dar, el día 4 de julio de cada año, cuenta pública ante el país de las actividades realizadas por las corporaciones que presiden. Asimismo, que cada parlamentario estará obligado a dar, ante sus electores, cuenta de las labores realizadas en el ejercicio de su cargo.

La Cámara de Diputados, en sesión ordinaria celebrada el día 12 de mayo recién pasado, aprobó en general la iniciativa en informe.

De acuerdo con lo preceptuado en el artículo 130 del Reglamento de la Corporación, el proyecto de reforma constitucional, con las indicaciones cursadas durante el primer trámite reglamentario, fue devuelto a la comisión para su segundo informe y discutido durante la sesión efectuada el día 10 de junio recién pasado.

Durante el debate, la comisión acordó, por unanimidad, circunscribir la obligación de dar cuenta pública solo a los presidentes de ambas cámaras, estableciendo que ello ocurrirá dentro del mes de julio de cada año.

Asimismo, la forma en que se dará cumplimiento a la referida obligación será determinada en los reglamentos de cada cámara.

Las demás indicaciones presentadas fueron rechazadas.

Es cuanto puedo informar a la Sala.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En discusión el proyecto.

Informo a sus señorías que para el debate de esta iniciativa se dispone de cinco minutos por bancada.

Tiene la palabra el diputado señor Juan Antonio Coloma .

El señor COLOMA.-

Señor Presidente, solo quiero hacer dos pequeños comentarios.

En primer lugar, este proyecto, que obliga a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado a rendir cuenta pública, fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Constitución. Sin embargo, en esta materia hay una discusión más de fondo: no se trata solo del hecho de que se rinda o no cuenta pública, sino también de cuál va a ser su contenido.

Al respecto, serán los presidentes de ambas corporaciones quienes den cuenta pública institucional. Pero está la posibilidad de que las cuentas públicas se utilicen para entregar a la ciudadanía puntos de vista particulares tanto del Presidente del Senado como de su par de la Cámara de Diputados sobre hechos y personas específicas.

Lo señalo particularmente porque el Presidente de la Cámara Alta, en distintas entrevistas, ha señalado que hará un mea culpa no solo institucional, sino también de determinadas personas.

Eso me parece muy grave, porque hoy será por un tema; mañana, por otro, y finalmente se terminarán utilizando las cuentas públicas más para un lucimiento personal que como una forma de rendir cuentas a la ciudadanía del trabajo, en nuestro caso, de la Cámara de Diputados.

En la reunión de Comités de ayer se acordó establecer en el Reglamento el que la cuenta pública sea informada previamente a los distintos Comités, para velar que se realice dentro del marco institucional y que no se busque, independientemente del presidente de turno, una ventaja particular o hacer un punto político en específico.

Por tanto, es importante que ello quede en acta, para que se establezca la obligación del Presidente de la Cámara de Diputados de informar a los Comités el contenido de la cuenta pública.

Sobre el particular, le solicito a la Mesa comunicar al Presidente del Senado cuál ha sido nuestro acuerdo, porque consideramos importante que dicha corporación también lo adopte. No vaya a ser cosa que después de una cuenta pública desafortunada debamos arreglar esta reforma en trámite, que si bien tiene un fin adecuado y justo, no queremos que se preste para provecho personal de los distintos presidentes.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor René Saffirio .

El señor SAFFIRIO.-

Señor Presidente, quiero plantear algunos puntos respecto de este proyecto, que les impone, a través de una norma de rango constitucional, a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados la obligación de rendir cuenta pública anual durante el mes de julio.

Lo primero que deseo señalar es que este es un intento por incorporar en una norma de rango constitucional un aspecto que tiene ver con la gestión integral del Congreso Nacional, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, que profundiza en cuanto a transparencia en la gestión.

Ese es un valor que hoy la sociedad chilena nos demanda con mayor intensidad. Los estándares de transparencia se han elevado sustancialmente, lo que nos obliga a adoptar reformas o medidas en la lógica de poder realizar además algo que desde el retorno de la democracia se ha hecho muy poco: transferir a la ciudadanía cuáles son en realidad las funciones del Parlamento y no aquellas que, por distintas razones, generalmente por distorsión, se han ido instalando en la conciencia de los ciudadanos.

En segundo lugar, como muy bien lo explicó el diputado señor Coloma , se trata de una cuenta pública anual de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, que conlleva el carácter de institucional. Eso tiene una lógica, cual es precisamente la de reforzar la representación institucional de ambas cámaras y no relevar a la mayor importancia la persona del Presidente del Senado o la del Presidente de la Cámara.

Eso es lo que sostenemos cuando decimos que lo que busca la obligación de rendir cuenta pública es mejorar las condiciones y los estándares de transparencia.

También es importante destacar que, de aprobarse esta reforma constitucional propuesta, la manera en que se realizará la cuenta pública estará definida por el reglamento de cada corporación.

De esa modo, no puedo sino alegrarme porque estamos frente a un proyecto que transita en la dirección requerida con mucha frecuencia por la ciudadanía, el que mejorará sustancialmente la transparencia, pero también la formación ciudadana y la educación cívica de las personas en torno a las funciones propias de la Cámara de Diputados, del Senado y del Congreso Nacional en su conjunto.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Pedro Browne .

El señor BROWNE.-

Señor Presidente, obviamente, se valora el que podamos tener una gestión lo más transparente posible y el que ojalá la ciudadanía pueda estar lo más informada posible respecto de lo que se realiza en el Congreso Nacional. Pero para eso creo que mucho más importante que una cuenta pública institucional del Presidente de la Cámara y del Presidente del Senado es que cada parlamentario efectúe dicha actividad en sus distritos frente a sus electores, para lo cual creo que no se requiere una reforma constitucional.

En mi opinión, es una mala práctica el que estemos permanentemente legislando a través de la Constitución. Eso hace que al final se mal use este instrumento, que debería ser simplemente una carta rectora de lo que queremos para nuestro país y no un elemento legislativo permanente.

Por otra parte, la cuenta pública de los presidentes de ambas corporaciones ya existe: se rinde cuenta sobre la gestión de la Mesa en marzo, antes de que se produzca el cambio. Evidentemente, tiene sentido que la rendición de cuenta planteada se haga en ese mes, porque si se efectúa en julio, ¿de qué gestión rendirá cuenta el Presidente de la Cámara o el Presidente del Senado si ha transcurrido apenas el 25 por ciento de su mandato? Rendiría cuenta respecto de la gestión de la Mesa anterior.

Entonces, desde mi punto de vista, no tiene sentido llevar adelante esta reforma.

Insisto: si lo que queremos es informar de buena manera acerca de los compromisos que asumimos durante las campañas y de la forma en que los estamos cumpliendo, debería ser cada diputado quien realice su propia cuenta pública en su distrito, informando de buena manera a la ciudadanía respecto de su gestión, y no hacer esta reforma constitucional que, a final de cuentas, no va a tener ningún efecto.

Por otra parte, son sumamente llamativas la urgencia que se le dio al proyecto y la necesidad tan grande de aprobarlo, cuando tenemos una serie de otras iniciativas que sí son importantes para la ciudadanía y a las que no se les ha dado el mismo tratamiento.

En consecuencia, en esta materia hay solo un beneficio, que podría ser el político, para quien ostenta el cargo de Presidente de la Cámara de Diputados o de Presidente del Senado. No veo que tenga utilidad real para la ciudadanía el que se le entregue información concreta respecto de cómo se está llevando a cabo la labor parlamentaria.

Por lo expuesto, anuncio que vamos a votar en contra el proyecto.

He dicho

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Felipe Letelier .

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, en primer lugar, la Constitución establece que las chilenas y los chilenos tienen el derecho a ser informados, sobre todo cuando hay resoluciones del Estado. Particularmente, este Parlamento tiene una deuda con la sociedad chilena en materia de información respecto de sus leyes, muchas de las cuales son en beneficio del pueblo, y, sin embargo, no se conocen.

Por consiguiente, el derecho constitucional que tiene el pueblo a ser informado aún está en deuda.

En segundo término, por lo general, cada año -los colegas que llevan más tiempo en la Corporación lo saben- los diputados hemos realizado cuentas públicas en nuestros distritos, informando de las cosas más relevantes de esta Corporación y del Parlamento. Pero eso es una iniciativa individual.

Por lo tanto, lo que está en cuestión acá es que la cuenta pública que se propone, que se comentó ayer en la reunión de Comités, obviamente debe ser institucional. Si acá no hay acuerdo y cada bancada o cada Comité dirá lo que piensa sobre la cuenta pública, la verdad es mejor no hacerla.

Entiendo que tanto la Cámara de Diputados como el Senado, en sesión conjunta, de común acuerdo, daremos una cuenta pública, lo que me parece importante, en el sentido de que hay acuerdo unánime de las distintas bancadas, de los diversos Comités para tal efecto.

De lo contrario, francamente creo que no tiene sentido que el Presidente de la Corporación, en nombre de todos los diputados, rinda hoy cuenta pública y mañana aparezca una bancada o un comité manifestando que no están de acuerdo con ella, porque piensan de manera distinta.

Ayer entendí que este tema estaba resuelto y que había consenso unánime de los Comités al respecto.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Cristián Monckeberg .

El señor MOCKEBERG (don Cristián).-

Señor Presidente, seré más que breve en mi intervención, para que votemos hoy este importante proyecto de reforma constitucional.

Primero, hago un llamado a ciertos parlamentarios a recapacitar sobre su decisión -lo anunciaron- de votar en contra esta iniciativa, porque más allá de si sirve o no, o de si es prioritario o no, considero importante el rendir cuentas. Es importante rendir cuentas individualmente, cada uno de los parlamentarios; pero también institucionalmente es bueno que la Cámara de Diputados y el Senado asuman esa obligación como relevante, y que además ella quede establecida en la Constitución, sobre todo porque será una actividad que se llevará a efecto convocando a Congreso Pleno. Esa es una buena decisión.

Me voy a colgar de las palabras del diputado señor Juan Antonio Coloma , e insistiré en ellas: la gran duda respecto de esta reforma es cómo se llevará adelante. Si vamos a transformar la rendición de cuentas en una suerte de show mediático favorable a quien le toque ocupar, circunstancialmente, el cargo de Presidente de la Cámara de Diputados o de Presidente del Senado, vamos a comenzar muy mal con la reforma.

Es importante dejar eso establecido en el debate, porque la creación de la institución de la rendición de cuenta pública por parte de un poder, como es el Legislativo, tiene que ir acompañada y revestida de la seriedad que ella conlleva.

Por lo tanto, si la tentación es transformar la rendición de cuentas en una suerte de show pirotécnico de propuestas, de planteamientos y de ensalzamiento personal de quien sea al que le toque llevar adelante la obligación, será una mala reforma e irá por mal camino.

Nosotros estamos apostando a la buena fe, a la seriedad institucional y a la respetabilidad que tiene cada cargo, tanto el de Presidente de la Cámara de Diputados como el de Presidente del Senado. Y digo “estamos apostando” también porque estamos creyendo en cómo se irá construyendo la institución de la cuenta pública hacia adelante.

Así, son relevantes, sobre todo respecto de aquellos a los que les va a tocar rendir cuenta pública -por lo que hemos visto, el señor Presidente de la Cámara y su par del Senado serán los primeros-, la acción y la forma en que ella se llevará a cabo. Si se trata de una rendición de cuentas que diga relación con la gestión, las labores, las prioridades, los desafíos que debe enfrentar el Congreso Nacional y que represente de manera transversal las diferentes opiniones de cada uno de los parlamentarios, independientemente de las diversas posturas políticas, será una buena reforma. Si esto se transforma en una serie de ofertones, de shows pirotécnicos -lo señalé- o de shows mediáticos en los que se ensalza la figura del Presidente y el Parlamento queda detrás, olvidado en el cajón de los recuerdos, será una mala reforma.

Así, en la lógica de que la propuesta de reforma se utilice bien, anuncio que la votaremos a favor. Pero queda en las manos de los respectivos presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado el ejecutarla de buena manera en cada una de sus rendiciones de cuentas.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo de la bancada del PPD, por un minuto y medio, tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth .

El señor AUTH.-

Señor Presidente, me parece una buena señal de equilibrio de poderes el que se constituya un nuevo hito republicano: que la Cámara de Diputados y el Senado rindan cuenta al país. Hago votos por que ese rito se instale con la misma relevancia que tienen el 11 de marzo y el 21 de mayo.

Ahora, para que ello ocurra, primero colabora el hecho de que la rendición de cuenta sea en julio y no en marzo, como lo sugirió el diputado Browne . Porque si es en marzo, será una cuenta personal; si es en julio, será institucional, es decir, de la marcha del Parlamento: el trabajo, el compromiso, los proyectos de ley aprobados, las conductas colectivas, y no la individual.

Tomo en consideración el riesgo del que nos ha alertado el diputado Cristián Monckeberg . Para evitarlo, estimo que deberíamos trabajar más adelante en un reglamento que establezca específicamente qué contenidos y formatos debe tener la cuenta institucional, para evitar el riesgo -por supuesto, no estoy pensando de ninguna manera que ese riesgo se corre con el señor Marco Antonio Núñez en la Presidencia- de que se convierta efectivamente en una actividad de puro lucimiento personal y no de incremento del prestigio institucional.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo de la bancada de Renovación Nacional, tiene la palabra, por dos minutos, el diputado señor Diego Paulsen .

El señor PAULSEN.-

Señor Presidente, comparto gran parte de las palabras expresadas por el presidente de mi partido, Cristián Monckeberg ; de los diputados José Antonio Coloma y Pepe Auth , en cuanto a que esta será una tercera fecha republicana. Pero en este sentido también es importante hacer presente la necesidad de que ese hito republicano que queremos establecer en el mes de julio cuente también con un gran acuerdo de los Comités.

Quiero aprovechar la idea del diputado Coloma , quien señaló que la medida propuesta tiene que ser un hito de la Cámara y no uno personal de su Presidente.

Entendemos que hay muchas clases de políticos y que algunos pueden utilizar de mejor o de peor forma este tipo de rendición de cuentas. Por eso se da además la posibilidad de que quien asuma como Presidente de la Cámara pueda establecer su visión y su misión respecto de su año al mando de la Corporación.

Queremos que se disponga que en el mes de julio de cada año, el Presidente tenga la posibilidad de establecer las prioridades como cámara y no de hacer un discurso para una próxima candidatura senatorial o de diputado.

Por tanto, espero que se recapacite sobre la materia y que se pueda llevar nuevamente a la consideración de los Comités el proyecto para que en el Reglamento quede claramente establecida la forma en que llevaremos a cabo la rendición de cuenta pública, para que finalmente no sea utilizada para fines personales.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo de la bancada del Partido Comunista e Izquierda Ciudadana, tiene la palabra la diputada señorita Karol Cariola .

La señorita CARIOLA (doña Karol) .-

Señor Presidente, en primer lugar, desde el principio este proyecto ha sido bastante valorado por la Cámara de Diputados, y así lo expresamos cada uno de nosotros en el primer trámite reglamentario.

La ciudadanía y todo Chile están esperando que los diputados digamos cuál es la labor que estamos cumpliendo.

Soy partidaria de que la Cámara de Diputados y el Senado se abran mucho más a la ciudadanía. Parte de eso pasa por dar cuenta de lo que hacemos los parlamentarios día a día.

Si la acción parlamentaria se ha ido desprestigiando, ha sido por diversas razones. Hemos discutido largamente los cuestionamientos ciudadanos que existen en este momento al financiamiento de la política, y particularmente al vínculo de la política con los negocios. Eso es algo a lo que el país hoy está muy atento. Pero también es importante poner atención en aquellas cosas que a veces son mucho más simples y que tienen que ver con que en ciertos momentos la ciudadanía no entiende ni sabe lo que hacen los parlamentarios en el ejercicio de su cargo. La ciudadanía pocas veces conoce qué y cómo votamos quienes la representamos.

Por lo tanto, es muy importante el que hoy se esté hablando de generar cuentas públicas en cada espacio en que sea necesario.

Este proyecto contemplaba inicialmente esa idea, y proponía además la obligación de que cada diputado -y lo propio establecía respecto de los senadores- entregara una cuenta pública, a lo menos una vez al año, en su respectivo distrito. Lamento que la Comisión de Constitución haya restringido esa posibilidad en esta iniciativa.

Por otra parte, valoro tremendamente que al proyecto se le haya dado la visión de que los presidentes de ambas cámaras rindan una cuenta pública al país con cada uno de los elementos de la labor parlamentaria que han significado avances para Chile. Sin embargo, quiero expresar mi descontento y mi malestar por haber restringido esto solo a los presidentes de la Cámara Alta y de la Cámara Baja y que no se les haya dado la posibilidad a los chilenos de exigir a los diputados que los representan en sus distritos que rindan cuenta pública de su acción parlamentaria.

Como bancada del Partido Comunista e Izquierda Ciudadana, anuncio que vamos a aprobar el proyecto de reforma constitucional así como quedó, porque creemos necesario que se rinda la cuenta pública anual en el mes julio por parte de los presidentes de ambas cámaras. Sin embargo, desde ya anunciamos que tomaremos iniciativa para reponer la obligación de que los diputados den cuenta de su gestión en sus respectivos distritos.

Asimismo, hemos decidido autoimponernos la obligación ética de dar cuenta pública a lo menos una vez al año en nuestros distritos. Ya lo estamos haciendo. Yo lo hice en el período anterior. También lo hicieron los diputados Lautaro Carmona , Camila Vallejo, Hugo Gutiérrez , Daniel Núñez , Sergio Aguiló y Guillermo Teillier . No obstante, insisto en que esta debería ser una acción permanente de los parlamentarios de la Cámara en función de resguardar la labor que realizamos y de llevar a la ciudadanía cada uno de los esfuerzos que hacemos cotidianamente frente a las tareas que convocan a hacer cambios importantes en nuestro país, como sucedió ayer, por ejemplo, con la aprobación del proyecto de reforma laboral, o, en su momento, con la aprobación del proyecto de reforma tributaria, como ha sido levantar el Ministerio de la Mujer y diversas iniciativas que hoy le permiten a Chile decir que es un país mejor, más igualitario y más desarrollado.

Por lo expuesto, reitero nuestro voto a favor de la iniciativa, pero con las consideraciones que mencioné. Vuelvo a señalar que, como bancada, tomaremos las medidas para reponer la norma propuesta en el proyecto original, y, por la vía de los hechos, vamos a realizar nuestras cuentas públicas en los respectivos distritos.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

En el tiempo de la bancada del Partido Socialista, tiene la palabra el diputado señor Marcelo Schilling .

El señor SCHILLING.-

Señor Presidente, los socialistas vamos a apoyar con entusiasmo este proyecto de reforma constitucional que impone la obligación al Congreso Nacional de rendir cuenta pública anual a través de los presidentes de ambas cámaras.

Sin embargo, el entusiasmo que nos acompaña no obsta a que tengamos algunas dudas al respecto, muchas de las cuales ya fueron manifestadas por los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra. Por ejemplo, la duda respecto de si la cuenta pública se va a personalizar en el presidente de la respectiva corporación y va a servir para ensalzar su figura en vez de cumplir con el propósito de contribuir al prestigio de la institución en su conjunto, es algo que no podemos resolver de antemano.

Imagino que la cuenta pública anual se referirá a cuestiones objetivas, como el número de proyectos de ley aprobados, el uso del presupuesto y la ejecución presupuestaria, las gestiones internacionales realizadas, todas cuestiones que son medibles como hechos que ocurrieron en el año calendario respecto del cual se da cuenta. Si hubiera algún exceso en cuanto a resaltar el ego del Presidente, como esto no podrá ser corregido de antemano, se rectificará a través de la crítica que se hará, ya sea en reunión de Comités o directamente en la Sala por cada uno de los diputados. De modo que eso no lo podremos subsanar anticipadamente.

Muchos de los diputados aquí sentados realizan su cuenta pública anual, independientemente de que exista o no una norma sobre el particular. Creo que pedir que todo esto se norme no es en realidad una buena idea, porque el rendir cuentas a los ciudadanos que han depositado su confianza en uno debería ser una obligación que nos nazca naturalmente del compromiso que tenemos con ellos. Imponerlo a través de una norma hará la diferencia: será un rito por cumplir, en vez de algo que se realice por convicción y con entusiasmo.

De ese modo, al menos yo -no puedo hablar por el resto de la bancada- no comparto la idea de imponer la obligación de manera generalizada, y si se propone, desde luego que la votaré en contra. Ello, no porque a los socialistas no nos importe la transparencia -sí nos importa-, sino porque también nos importa el que se demuestre de manera espontánea y natural el compromiso que se tiene con las instituciones, con la ciudadanía, en fin.

Por todo lo señalado, reitero que los socialistas apoyaremos esta reforma con entusiasmo. Nos mantendremos vigilantes respecto de aquel al que le toque la fortuna, o la desgracia, de presidir la Cámara. Ese Presidente será atentamente seguido en su cuenta pública por los parlamentarios socialistas, para ver que sea bien utilizada, no para fines distintos de los que le dieron origen.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Por el tiempo que le resta a la bancada del Partido Demócrata Cristiano, es decir, un minuto cincuenta y cinco segundos, tiene la palabra el diputado señor Mario Venegas .

El señor VENEGAS.-

Señor Presidente, tengo muy poco tiempo para intervenir.

Brevemente, quiero decir que apoyo este proyecto en el contexto actual, en que la ciudadanía está pidiendo mayor transparencia e información de parte de los órganos públicos y de este Poder del Estado en particular. Me parece que es una medida que va en la dirección correcta.

Por otra parte, deseo manifestar que muchos de nosotros -hablo desde mi propia experiencia- rendimos cuenta pública de distintos modos. Lo hemos hecho con las organizaciones sociales; lo hacemos en los documentos que entregamos, en que rendimos cuentas de lo que hemos efectuado en los tres roles que nos corresponde cumplir: legislar, fiscalizar y representar.

De esa manera, para la inmensa mayoría esto es absolutamente natural. Por lo demás, cada cuatro años rendimos una cuenta pública tremendamente severa: cuando la ciudadanía evalúa y califica si lo hicimos bien o mal. Si lo hicimos mal, nos manda para la casa. Así de claro y así de duro.

Así, me parece importante que el Congreso Nacional, en particular esta Corporación, rinda cuenta pública en el marco del actual estado de las cosas.

Por último, la reforma constitucional que se propone es buena, y espero que alcance los objetivos que persigue.

Por tanto, cuenten con mi voto favorable al proyecto.

He dicho.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Cerrado el debate.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de reforma constitucional en los siguientes términos:

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Corresponde votar en particular el proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional para rendir una cuenta pública anual, para cuya aprobación se requiere del voto favorable de 71 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

Antes de votar, ya que se encuentran en la Sala más de 90 diputados, pido la unanimidad para aprobar esta reforma constitucional.

No hay acuerdo.

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 90 votos; por la negativa, 3 votos. Hubo 1 abstención.

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Aguiló Melo Sergio ; Álvarez Vera Jenny ; Andrade Lara Osvaldo ; Auth Stewart Pepe ; Barros Montero Ramón ; Bellolio Avaria Jaime ; Berger Fett Bernardo ; Boric Font Gabriel ; Campos Jara Cristián ; Cariola Oliva Karol ; Carmona Soto Lautaro ; Carvajal Ambiado Loreto ; Castro González Juan Luis ; Chahin Valenzuela Fuad ; Chávez Velásquez Marcelo ; Cicardini Milla Daniella ; Coloma Alamos Juan Antonio ; Cornejo González Aldo ; Edwards Silva José Manuel ; Espejo Yaksic Sergio ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farcas Guendelman Daniel ; Farías Ponce Ramón ; Fernández Allende Maya ; Flores García Iván ; Fuentes Castillo Iván ; Gahona Salazar Sergio ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Gutiérrez Pino Romilio ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernando Pérez Marcela ; Hoffmann Opazo María José ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; Lavín León Joaquín ; Lemus Aracena Luis ; León Ramírez Roberto ; Letelier Norambuena Felipe ; Macaya Danús Javier ; Melero Abaroa Patricio ; Melo Contreras Daniel ; Mirosevic Verdugo Vlado ; Monckeberg Bruner Cristián ; Morales Muñoz Celso ; Morano Cornejo Juan Enrique ; Nogueira Fernández Claudia ; Núñez Arancibia Daniel ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Núñez Urrutia Paulina ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pascal Allende Denise ; Paulsen Kehr Diego ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Pilowsky Greene Jaime ; Poblete Zapata Roberto ; Provoste Campillay Yasna ; Rathgeb Schifferli Jorge ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Robles Pantoja Alberto ; Rocafull López Luis ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Saldívar Auger Raúl ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Soto Ferrada Leonardo ; Squella Ovalle Arturo ; Tarud Daccarett Jorge ; Torres Jeldes Víctor ; Trisotti Martínez Renzo ; Tuma Zedan Joaquín ; Turres Figueroa Marisol ; Ulloa Aguillón Jorge ; Urízar Muñoz Christian ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Urrutia Soto Osvaldo ; Vallejo Dowling Camila ; Vallespín López Patricio ; Venegas Cárdenas Mario ; Verdugo Soto Germán ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe .

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Browne Urrejola Pedro ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Jackson Drago Giorgio .

-Se abstuvo la diputada señora Rubilar Barahona Karla .

El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-

Despachado el proyecto.

2.7. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 18 de junio, 2015. Oficio en Sesión 30. Legislatura 363.

VALPARAÍSO, 18 de junio de 2015

Oficio Nº 11.967

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha dado su aprobación al proyecto de reforma constitucional que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional a rendir una cuenta pública anual, correspondiente al boletín N°8624-07 (S), con las siguientes enmiendas:

ARTÍCULO ÚNICO

- Ha sustituido su encabezado por el siguiente:

“Artículo único.- Agrégase a la Constitución Política de la República el siguiente artículo 56 bis:”.

Número 1

- Ha eliminado su encabezamiento.

- Ha modificado el artículo 56 bis propuesto de la siguiente forma:

. Ha reemplazado, en su inciso primero, la expresión “El 4 de julio” por “Durante el mes de julio”.

. Ha sustituido, en su inciso segundo, la frase “del Congreso Nacional” por “de cada Cámara”.

Número 2

- Lo ha suprimido.

*******************

Este proyecto de reforma constitucional fue aprobado en general, con el voto favorable de 110 diputados, de un total de 117 en ejercicio. En particular, el artículo único fue aprobado con el voto afirmativo de 90 diputados, de un total de 118 en ejercicio, dándose así cumplimiento a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

*******************

Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio N°759/SEC/14, de 22 de julio de 2014.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

MARCO ANTONIO NÚÑEZ LOZANO

Presidente de la Cámara de Diputados

MIGUEL LANDEROS PERKI?

Secretario General de la Cámara de Diputados

3. Tercer Trámite Constitucional: Senado

3.1. Discusión en Sala

Fecha 30 de junio, 2015. Diario de Sesión en Sesión 30. Legislatura 363. Discusión única. Se aprueban modificaciones.

RENDICIÓN DE CUENTA PÚBLICA OBLIGATORIA POR AUTORIDADES DEL PARLAMENTO

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Corresponde discutir el proyecto de reforma de la Carta, en tercer trámite constitucional, que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual.

--Los antecedentes sobre el proyecto (8.624-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional (moción de los Senadores señores Larraín Fernández y Andrés Zaldívar, y de los entonces Senadores señores Escalona y Novoa):

En primer trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2013.

Informes de Comisión:

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 60ª, en 8 de octubre de 2013.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento (segundo): sesión 30ª, en 9 de julio de 2014.

Discusión:

Sesiones 1ª, en 12 de marzo de 2014 (queda pendiente la discusión general); sesión 4ª, en 1 de abril de 2014 (se aprueba en general); sesión 33ª, en 22 de julio de 2014 (se aprueba en particular).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

Este proyecto inició su tramitación en el Senado, y la Cámara de Diputados le efectuó las siguientes enmiendas:

1) Sustituyó el encabezamiento del artículo único por el siguiente:

"Artículo único.- Agrégase a la Constitución Política de la República el siguiente artículo 56 bis:".

2) Eliminó el encabezamiento del número 1.

3) Modificó de la siguiente forma el artículo 56 bis propuesto: remplazó, en su inciso primero, la expresión "El 4 de julio" por "Durante el mes de julio" (respecto de la fecha en que se rendirá la cuenta), y sustituyó, en su inciso segundo, la frase "del Congreso Nacional" por "de cada Cámara" (en relación con el Reglamento que determinará el contenido y la forma de cumplir la obligación de rendir la cuenta pública).

4) Suprimió el número 2, relativo a la obligación de Senadores y Diputados de dar cuenta pública anual.

Para la aprobación de las referidas enmiendas se requieren a lo menos 22 votos favorables.

En el boletín comparado que Sus Señorías tienen en sus escritorios se transcriben el texto aprobado por el Senado y las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados.

Nada más, señor Presidente .

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Muchas gracias, señor Secretario .

En discusión las enmiendas aprobadas por la Cámara de Diputados.

Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.-

Señor Presidente , este proyecto, que fue presentado hace algún tiempo por un grupo de Senadores (quien habla y los colegas Andrés Zaldívar , Camilo Escalona y Jovino Novoa ), persigue como propósito cumplir una obligación que, curiosamente, el Congreso Nacional no tiene.

Todas las instituciones públicas, todos los Poderes del Estado están obligados a rendir cuenta de sus actividades periódicamente, una vez al año. La única excepción en nuestro ordenamiento institucional la constituye el Parlamento.

Es cierto que la Cámara de Diputados presenta una cuenta anual voluntariamente. Sin embargo, ella no se rinde en forma solemne ni busca como objetivo establecer una suerte de responsabilidad que le permita a la ciudadanía exigirla y ver con más claridad el producto del trabajo realizado por dicha Corporación.

Lo hacen todas las demás instituciones. Por tanto, nos pareció indispensable que ello ocurriera también en el Parlamento a nivel institucional.

Esta iniciativa se aprobó por el Senado en primer trámite constitucional, y hoy recibimos de vuelta el texto despachado por la Cámara Baja, que le introdujo algunas modificaciones que, en lo fundamental, me parecen bastante razonables.

Primero, cambia la rendición de la cuenta del "4 de julio" al "mes de julio". La idea del 4 de julio era porque coincidía con el día de la fundación del Congreso Nacional: 4 de julio de 1811. Pero entiendo que se quiere hacer durante el mes de julio como una manera de posibilitar la rendición en la fecha fijada por cada Corporación, al revés de lo que sucede con la cuenta presidencial del 21 de mayo, que se da en este día preciso.

La otra modificación, en la primera parte, recae en la determinación del contenido y la forma de cumplir la obligación en comento. La idea es no hablar del Reglamento "del Congreso Nacional", sino del Reglamento "de cada Cámara".

Dicha enmienda, sin embargo, presenta un riesgo: que lo que establezcan ambas Corporaciones sea diferente. Y por eso originalmente se habló de "El Reglamento del Congreso Nacional".

Ahora, apelaremos al sentido común en cuanto a que las materias pertinentes no deben ser objeto de regulaciones diferentes. Porque resultaría bastante lamentable que el Presidente de la Cámara de Diputados y el del Senado presentaran cuentas radicalmente distintas.

Por eso, yo tampoco haría cuestión a ese respecto.

Empero, lo que aprobó la Cámara Baja en la segunda parte, a mi juicio, envuelve un cambio muy significativo con relación al proyecto original.

En efecto, nuestra propuesta incorporaba no solo la rendición de cuenta de los Presidentes de ambas Cámaras, sino también la de los integrantes del Congreso, Diputados y Senadores; en este último caso, mediante una cuenta anual en alguna comuna de su región, para por esa vía tener un diálogo de los parlamentarios con sus respectivos electores.

Esto último ha sido eliminado, y, personalmente, lo considero erróneo. Si existirá la responsabilidad institucional de dar una cuenta, me parece que nosotros, como representantes de la ciudadanía, debemos cumplir con la misma obligación ante quienes integran nuestra Región. Una parte del ejercicio precisamente apunta a hacerles accesibles nuestras actuaciones.

Ello fue parte del debate en el primer trámite constitucional, y, no obstante algunas dudas e inquietudes, se dejó incorporado en el texto.

Ahora, he conversado con algunos Senadores y Senadoras interesados en la aprobación y en darle un curso rápido al asunto de manera que sea posible concretar en fecha breve la rendición de cuentas institucional. Si media la voluntad de la Sala, se le podría encargar a la Comisión de Constitución una enmienda del Reglamento, para regular el trámite y contemplar algunas pautas comunes generadas por la Secretaría General, porque una serie de antecedentes y elementos objetivos permitirían cumplirlo en parte: todo lo relativo a la presentación de proyectos, de indicaciones, de acuerdos; a la asistencia; a las votaciones, en fin. Se podría elaborar por el Senado -y por la Cámara, en su caso- un cuerpo bastante fuerte de contenidos legislativos en cuanto a la acción del parlamentario.

En forma adicional, cada uno podría consignar el trabajo en terreno, y eso permitiría configurar la cuenta que deberíamos dar anualmente.

Si la voluntad de la Sala es hacerle dicho encargo a la Comisión, no cabría introducirle modificaciones al acuerdo de la Cámara. Pero si no es así, pido insistir en el artículo 62 bis original e ir, por lo tanto, a una Comisión Mixta.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Puede intervenir el Honorable señor Harboe.

El señor HARBOE.-

Señor Presidente , creo que este es un proyecto que avanza en la línea correcta, tal como lo expresaba el Senador señor Larraín , porque permite que, al igual que otras autoridades del Estado, de diversa naturaleza, que rinden hoy día una cuenta pública, también lo hagan las del Congreso Nacional.

Al inicio del año judicial, el Presidente de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia expone el rendimiento y la gestión del Poder Judicial en el año inmediatamente anterior.

De igual forma, Su Excelencia la Presidenta de la República, como representante del Ejecutivo, da una cuenta pública los días 21 de mayo -hay un proyecto para cambiar la fecha- ante el Congreso Nacional.

En consecuencia, parece adecuado que las autoridades elegidas -en este caso- del Congreso Nacional, integrado por la Cámara de Diputados y el Senado, cuenten asimismo con la oportunidad de dar a conocer su gestión.

Esta cuenta pública no debiera circunscribirse a aspectos relativamente formales -léase asistencia, número de proyectos de ley y de urgencias despachados, indicaciones presentadas-, sino incluir también algo de contenido, desde el punto de vista de la visión política del Congreso Nacional acerca de la situación del país. Es más, podría permitirse la proposición de ciertas políticas públicas que se estimaran beneficiosas para el desarrollo.

Me inclino por aprobar, entonces, el proyecto acogido en primera instancia por nuestra Corporación.

Mas necesariamente tengo que hacer presente que no me parece apropiado que la otra rama del Congreso haya suprimido la obligación de Diputados y Senadores, en cuanto autoridades elegidas, de rendir una cuenta pública. El mundo avanza, en general, hacia la accountability, es decir, la posibilidad de que aquellas personas que han otorgado un mandato de representación -nuestros electores- conozcan cuál ha sido la gestión de sus parlamentarios.

Ciertamente, la evaluación que merezcan los legisladores estará dada por la votación en las reelecciones, pero, no obstante verificarse cada cuatro u ocho años, según el caso, parece adecuado que cada uno de ellos rinda una cuenta anual ante sus electores con relación a algunos aspectos que me parecen esenciales.

Coincido con el Honorable señor Larraín en el sentido de circunscribir el trámite a ciertos parámetros objetivos. No se trata de llevarlo a cabo en términos de que más bien sea un levantamiento de la imagen personal o de las características que legítimamente pueda exhibir cada parlamentario. La Secretaría de una y otra rama del Congreso, por ejemplo, podría señalar, para el efecto del Reglamento interno, un conjunto de elementos básicos de la cuenta pública que presentaran la naturaleza mencionada en primer término, y al legislador le sería posible agregar otros.

Insisto en que parece conveniente que los electores vayan conociendo año a año el accionar de un parlamentario.

Por lo tanto, me inclino por rechazar el texto proveniente de la otra rama del Congreso, con el objeto de reponer la obligatoriedad de la cuenta pública de Senadores y Diputados, a menos que la Mesa o la mayoría de los Comités estimen que una dilación del proyecto puede afectar la que darán los Presidentes de ambas Corporaciones y que ha sido anunciada por los medios de comunicación.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señor Presidente , ya sostuvimos aquí el debate sobre la materia -algunos de nosotros fuimos autores de la disposición que nos ocupa-, en el cual se planteó si es o no conveniente la cuenta de Diputados y Senadores, así como también, por supuesto, la que pueden dar los Presidentes de las ramas del Congreso.

Me parece razonable la modificación que ha hecho la Cámara con relación a la primera parte del texto y que aclara que no se trata del Reglamento del Congreso Nacional, sino del correspondiente a cada una de sus ramas el que regulará el cumplimiento de la obligación.

En lo relativo a la cuenta de los parlamentarios, se ha hecho ver que el artículo, tal como se redactó, puede perseguir dicho objetivo, por supuesto. Pero si ella se le va a dar a una comuna, creo que su trascendencia será muy menor. No la advierto.

A mi juicio, este es un asunto que debiéramos discutir más a fondo y en que tenemos que ver cómo hacemos obligatoria la cuenta del Diputado y del Senador a través de los medios disponibles. A lo mejor es mucho más lógico materializarla a través de la página web institucional, donde cada uno de ellos puede exponer lo que ha sido su gestión en un período determinado, y difundirla después en el distrito o la circunscripción correspondientes.

Reitero que los términos de la disposición redundarán en que sea muy poca la trascendencia pública de la obligación de que se trata.

Fui partidario de la forma como el proyecto estaba originalmente en el Senado. Además, pienso que es preciso darle trascendencia a lo que queremos hacer y que el Congreso, al igual que el Poder Judicial y el Ejecutivo , ha de dar una cuenta pública en el sentido mencionado por el Honorable señor Harboe , la cual no solo dice relación con lo realizado, sino también con una visión política de largo plazo.

Muchas veces, el Presidente de la Corte Suprema , al cumplir el trámite, plantea: "Respecto del Poder Judicial , se necesitan tales y tales modificaciones"; "Es necesario avanzar en la reforma procesal civil"; "Se requiere progresar en la reforma procesal penal"; "Es preciso hacer tal cosa"; "Se registra tal situación".

Estimo que el Congreso también tiene la obligación, a lo mejor, de decir: "En la tramitación de las leyes se debieran efectuar tales enmiendas, porque queremos agilizar el quehacer legislativo en tal y tal sentido" o "El Congreso tiene que recurrir a tales y tales atribuciones", incluso reclamándose algunas que no son propias y que no le ha dado el ordenamiento jurídico, ya sea la Constitución o las leyes.

Por mi parte, aprobaría la propuesta de la Cámara de Diputados, ya que con ello no se objetaría la cuenta pública de los próximos días, y se podría considerar en forma más reflexiva el otro aspecto en la Comisión de Constitución, al objeto de que nos haga una propuesta más concreta.

Gracias.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Puede intervenir el Senador señor Lagos.

El señor LAGOS.-

Señor Presidente , creo que hace un año o un año y medio sostuvimos la discusión sobre la materia, mas no respecto de la necesidad de que cada una de las Cámaras dé una cuenta pública, sobre lo cual juzgo que hay un consenso relativamente amplio.

Basta discutir, sí, cómo se va a definir esta última. Porque se menciona que la rinden el Primer Mandatario , el Poder Judicial y el Contralor General de la República -esto es, una serie de instituciones-, pero es algo que le corresponde a la entidad y no a cada uno de los miembros que la componen. El Presidente de la Corte Suprema expone la del Poder Judicial , y entiendo que el trámite no lo llevan a cabo todas y cada una de las cortes de Apelaciones ni cada uno de los jueces.

Tratándose del Congreso, lo que cabe esperar, siguiendo el símil de la Presidencia de la República o el de la Corte Suprema, como lo manifestaba el Honorable señor Zaldívar , es que nuestra Corporación tenga la capacidad de plantearle al país, una vez al año, un repaso de lo aprobado y de sus implicancias, pero, al mismo tiempo, sus necesidades o demandas o qué metas, si las hubiere, pudiera ponerse, en el entendido, además, de que somos distintos.

A mi juicio, llevar lo anterior al nivel de cada uno de los parlamentarios es más difícil. Dificulto que la raya para la suma en la cuenta pública de muchos de nosotros sea algo así como: "Parece que no lo hice bien el año pasado". Estimo que habrá una tendencia a resaltar todo aquello que nos parezca haber efectuado de manera muy brillante y excelsa, y, al mismo tiempo, a justificar lo que no nos ha resultado, argumentando que no contamos con la mayoría necesaria; que el Gobierno no nos escuchó. Y no sé qué aporte será ese, desde el punto de vista de nuestra gestión.

El Senador que habla dejaría la cuestión en un plano voluntario. He visto a varios parlamentarios hacer una cuenta pública no todos los años y sacar un libreto, un folleto, realizando un esfuerzo en el nivel de las redes sociales.

Al escuchar la cuenta pública del 21 de mayo, me parece que pocos se centran en lo que se hizo y más en lo que propondrá el gobernante de turno respecto a lo que viene en su mandato. Ello es lo que debería motivarnos como Corporación. Por tal motivo es tan delicado, de aprobarse el proyecto y a la hora de determinar cuál será la cuenta pública -eso va a tocarle a usted, señor Presidente -, establecer qué temas se van a relevar, los que tienen que interpretarnos a todos, medida conforme a la cual vamos a colaborar.

Mas ha de entenderse que es la cuenta pública de la Corporación y no exclusivamente la visión del Presidente de turno, lo que sé que no está en el espíritu del nuestro. Lo que hace la diferencia entre ella y la del Primer Mandatario es que la Jefatura del Estado le corresponde a un Gobierno elegido, que cuenta con un Programa y se "impuso" democráticamente, con una visión de lo que se quiere hacer en Chile. El desafío de acá es mucho más complejo, porque usted, señor Presidente , cuenta con el apoyo de todos nosotros, en el entendido de que en cada lado de la Sala pensamos de manera distinta.

Entonces, ¿cuáles son los desafíos de futuro que se van a proponer y que reúnen nuestro consenso? ¿Se trata de avanzar a un sistema semiparlamentario; de darles a Senadores y Diputados más atribuciones en materia de gastos o de tributos, o de disponer de facultades que hoy día nos están negadas por la Constitución? Eso genera un debate interesante, pero que no sé si se puede acometer de aquí a fines de julio, lo que es muy poco tiempo.

Por último, estoy por aprobar lo que viene de la Cámara de Diputados, ya que insisto en que, desde el punto de vista de los esfuerzos que vamos a hacer individualmente, es poco lo que se va a aportar para lo que realmente se persigue.

Muchas gracias.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Antes de seguir dando la palabra, hago presente, por lo que he escuchado, que existe acuerdo en una cuenta pública de los Presidentes de las Corporaciones, con todas las características expuestas en orden a que sea una fecha flexible -esto es, no necesariamente el 4 de julio-, y que se registra una diferencia respecto de si el trámite se efectúa individualmente, además, por los parlamentarios.

En la medida en que los Honorables señores Larraín , Harboe y otros han planteado básicamente lo mismo, me parece adecuada la sugerencia de pedirle a la Comisión de Constitución un informe y una propuesta respecto de la posibilidad de que los parlamentarios rindan cuenta individualmente. Ese órgano técnico manifestará su coincidencia o su discrepancia sobre el particular. De esa manera podemos despejar hoy aquellos aspectos en que concordamos.

Lo anterior va unido a la petición que me han formulado el Senador señor Harboe y varios otros en orden a abrir la votación, porque varios de Sus Señorías tienen que concurrir a Comisiones que están funcionando.

No sé si hay acuerdo al respecto.

Puede intervenir el Honorable señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señor Presidente , lo que pasa es que algunos, como no hemos intervenido, no hemos podido plantear nuestras ideas, y a lo manifestado por algunos colegas deseo agregar, estando de acuerdo con que el Poder Legislativo rinda una cuenta, que el Senado y la Cámara son entes distintos, por lo que puede corresponder una al primero y otra a la segunda. La Cámara de Diputados dispone de facultades fiscalizadoras y puede formar comisiones de investigación, en tanto que las funciones del Senado son diferentes. Ante una rama del Congreso con 120 miembros -y va a tener 155-, no así la otra, además de facultades disímiles, estimo totalmente obvio proceder por separado.

No me parece bien una cuenta pública en el Congreso Pleno, porque eso es adecuado para el Gobierno, que es un solo ente. Constituimos instancias distintas, y puede ser que ni la Cámara ni el Senado deban acarrear las dificultades del otro. Si nosotros hemos tramitado equis número de proyectos y sido eficientes, ¿por qué vamos a cargar con los problemas de la otra rama del Congreso, y viceversa?

Solo quería agregar eso, ya que la que he expuesto es también una fórmula a fin de que la diligencia resulte mucho mejor para la opinión pública.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Patricio Walker.

El señor WALKER (don Patricio).-

Señor Presidente , primero, solo deseo recordar que todos nosotros aprobamos por unanimidad, en el primer trámite constitucional, que hubiera una cuenta pública de los Presidentes de las Corporaciones en una sesión de Congreso Pleno, es decir, de Diputados y Senadores. Y todos los presentes podemos cambiar de opinión, por supuesto, pero votamos a favor de ello.

Segundo, todos nosotros acogimos por unanimidad un proyecto de acuerdo, en el mes de marzo, en que le pedimos a la Primera Mandataria patrocinar y darle urgencia a la iniciativa aprobada en el primer trámite. Los Senadores señores Larraín , Espina y Harboe , señora Allende y quien habla le entregamos a ella el texto, no de nosotros -repito-, sino de todos.

Tercero, a veces tengo la impresión de que los árboles no dejan ver el bosque. No es aceptable que el Presidente de la Corte Suprema , quien también tiene que ponerse de acuerdo con sus pares por tratarse de un órgano colegiado y de una situación institucional, exponga una cuenta el 1° de marzo y la Presidenta de la República haga otro tanto el 21 de mayo, sin que ello se extienda a los Presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Es absurdo. Hoy, la accountability es una exigencia en cualquier democracia moderna, transparente, en que la ciudadanía puede informarse. Y ello asimismo dice relación, por supuesto, con los parlamentarios.

La pregunta es si va a tratarse de una cuenta personal. ¿Va a corresponder a los tres meses en que se ha desempeñado el cargo de Presidente de la Cámara de Diputados o del Senado? La respuesta es no. Hace dos semanas invité a todos los jefes de bancada de la Nueva Mayoría y de la Alianza por Chile -tuvimos una reunión en Santiago- para decirles que debemos empezar a trabajar el contenido de esta cuenta, porque es institucional. Lo propio hizo la Cámara de Diputados, que también desea rendir una cuenta de ese carácter.

Por eso hoy día, en reunión de Comités, les reiteramos a todas las bancadas que deben designar a sus representantes para trabajar una cuenta institucional, no personal.

Naturalmente, ella abordará en especial la gestión encabezada por la ex Presidenta Senadora señora Isabel Allende. Yo llevo solo tres meses en el cargo.

Quiero aclarar eso porque son temas que tal vez no todos conocen pero que hemos conversado con los jefes de bancada.

El Senador Hernán Larraín , que es autor de este proyecto de ley, ha insistido mucho en una cuenta autocrítica. ¿Qué significa eso? ¿Un mea culpa? Nunca hemos hablado de un mea culpa¡Nunca! Un diario puso eso una vez; no sé de dónde lo sacó. Por lo menos, yo jamás lo he dicho.

¿Autocrítica? Por supuesto.

¿Qué significa "autocrítica"? Poner las cosas buenas, que son muchas -porque hay que reivindicar lo positivo de este Congreso: tiene un Consejo de Asignaciones autónomo y cuenta con índices de probidad y transparencia altísimos, lo que es reconocido a nivel internacional- y, además, mencionar aquellos aspectos que se deben mejorar -obvio; por eso es autocrítica-, pero con propuestas de futuro, no con una lógica autoflagelante.

En seguida, quiero decir que si todos estamos de acuerdo en que es bueno que los Presidentes de ambas Corporaciones realicen una cuenta, como lo hacen el titular de la Corte Suprema y el Presidente de la República -ella sería institucional; la vamos a trabajar con los jefes de bancada, pero sobre la base de un año, no de los últimos tres meses-, entonces podríamos dejar que los miembros de la Comisión de Constitución -porque varios lo plantearon- evalúen el asunto y nos formulen una propuesta, sea positiva o negativa, respecto de la posibilidad de que los parlamentarios lleven a cabo o no una cuenta individual en sus regiones. Yo lo hago permanentemente, ¡permanentemente!, cuando recorro mi Región. Y creo que todos hacemos lo mismo.

Admito que ese es un tema discutible. Por tanto, aprobemos lo que se propone -es mi modesta sugerencia-, realicemos una cuenta institucional y aprovechemos esta crisis como una oportunidad, no con la lógica del mea culpa o de la autoflagelación -insisto-, sino para dar a conocer lo que estamos haciendo, que es mucho -¡es mucho!- y para que este Parlamento siga aprobando normativas tan importantes como la "Ley Ricarte Soto", la "Ley Emilia" , o aquellas vinculadas a materias educacionales y con los temas de futuro que está trabajando la Comisión Bicameral Pro Transparencia, que preside el Senador Larraín, donde se están haciendo propuestas muy interesantes.

¡Por favor!, yo de verdad no estoy pensando en ninguna persona, sino diciendo que este proyecto fue aprobado por unanimidad en el primer trámite constitucional. Y, en cuanto al punto en que tenemos una pequeña diferencia, dejemos que se pronuncie la Comisión de Constitución, como una segunda instancia, y quienes deseen que los parlamentarios presenten sus cuentas individualmente, que lo planteen a través de una moción. Pero no desaprovechemos esta oportunidad histórica.

Insisto: a veces los árboles no nos dejan ver el bosque. Tengamos una mirada amplia, de alto vuelo, porque sería inentendible que si el Presidente de la Corte Suprema y el Presidente de la República rinden cuenta el 1 de marzo y el 21 de mayo, respectivamente, no hiciéramos lo mismo los titulares de la Cámara y el Senado, que representamos órganos colegiados, por lo que nuestra cuenta sería institucional y no personal.

He dicho.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Señor Presidente , la verdad es que a mí me parecen pertinentes las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados. Creo que nosotros, como Senado, somos un cuerpo colegiado. Tenemos iniciativas individuales, pero actuamos en calidad de cuerpo colegiado y, por ende, aquello que se aprueba o se rechaza es finalmente una decisión del Senado de la República.

Por lo tanto, considero razonable que haya una cuenta institucional, y también que ella sea vista como una oportunidad para mostrar lo que hace el Congreso, porque me da la impresión de que la mayoría de la gente no sabe cuál es el trabajo de los parlamentarios. Y si esta propuesta es bien utilizada, puede servir para visibilizar nuestra labor.

Sin embargo, estoy en desacuerdo con que existan cuentas individuales. Efectivamente, muchos de nosotros rendimos cuenta en nuestras regiones, en alguna comuna, incluso más de una vez al año. Pero, si bien es cierto que ello tiene que ver con el trabajo que cada uno de nosotros realiza o con aquellas mociones que eventualmente tratamos de impulsar, también está vinculado con la labor institucional.

Entonces, estimo que pretender que haya cuentas individuales en las regiones no corresponde, porque el trabajo nuestro es institucional y, por lo mismo, la cuenta debe tener ese carácter.

En lo personal -como dije-, estoy de acuerdo con las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados. Estoy de acuerdo también -y, de hecho, así lo hice saber en la reunión de Comités- en que la labor de la Cámara Baja y la del Senado son bastante distintas y en que una y otro tienen atribuciones y funciones diferentes. Pero si lo que se propone puede de alguna manera ser concordado para que se traduzca en una expresión institucional de ambas Corporaciones, que quede refrendada en algún documento que vaya más allá de las voluntades de los presidentes de turno, sería bastante bueno.

Por consiguiente, voto a favor de esta iniciativa. Creo que si es bien utilizada será un aporte para visibilizar el trabajo que realiza el Congreso Nacional.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Allamand.

El señor ALLAMAND.-

Señor Presidente , he seguido con mucha atención el debate y quiero fijar mi posición.

A mi juicio, no hay ningún inconveniente, como han planteado diversos señores Senadores, en que la Comisión de Constitución nos formule una proposición respecto de las cuentas individuales. Hay muchos parlamentarios que las hacen hoy día y que las han venido haciendo durante bastante tiempo.

En consecuencia, no veo impedimento alguno en que se establezca algún mecanismo para que, en definitiva, la rendición de cuentas pueda realizarse sobre la base de un formato común en la forma en que usted lo ha planteado, señor Presidente .

Y en cuanto a la cuenta "general institucional" -por así llamarla-, respaldo con mucha fuerza la propuesta que hizo el Senador Prokurica. Porque la verdad es que, si uno se fija en las facultades que hoy día tiene el Congreso como tal -es decir, Cámara de Diputados y Senado-, advierte que ellas son muy pocas. Ya no se reúne el Congreso Pleno para los efectos de pronunciarse sobre las reformas constitucionales, y una de las sesiones que mantiene es precisamente aquella en que recibe la cuenta del Presidente de la República .

Pero el Senado y la Cámara de Diputados son dos instituciones diferentes, con roles distintos.

Sobre el particular yo quisiera hacerle notar lo siguiente, señor Presidente .

En su alocución usted planteó que la cuenta institucional iba a ser fundamentalmente -digámoslo así- "administrativa". ¡Pero eso no va a ser así!, como no lo son tampoco la cuenta del Primer Mandatario ni la que efectúa el Presidente de la Corte Suprema , por usar los ejemplos que usted mencionó.

Si uno revisa las cuentas, podrá observar que ellas básicamente tienen dos partes: aspectos administrativos y elementos propiamente políticos, donde muchas veces se formula -lo ha hecho el titular del Máximo Tribunal y lo hace siempre el Presidente de la República - una presentación, un punto de vista, una exposición sobre temas que pueden ser particularmente polémicos.

Por ejemplo: ¿qué ocurriría si en un ambiente de mucho crispamiento político transformáramos al mismo tiempo la cuenta del Presidente de la Cámara de Diputados y la cuenta del Presidente del Senado en una suerte de debate entre ambas instituciones?

Algunos países mantenían la costumbre de que, al momento de jurar la nueva autoridad, el presidente saliente hacía una alocución y el entrante, otra. Usted comprenderá, señor Presidente , lo que ahí ocurría. Era un verdadero guirigay, donde surgían, en un sentido y en otro, puntos de vista muy diferentes.

Si queremos darles solemnidad a las cuentas tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, no me parece una buena idea hacerlas en conjunto, no solo por las razones que se han dado, sino porque creo que ello va a ser, hacia delante -no en el caso suyo, señor Presidente -, un incentivo para que dichas cuentas se transformen -tratándose, por ejemplo, de un Senado o de una Cámara de oposición- en "la" oportunidad privilegiada para hacer la mayor controversia respecto de la gestión del gobierno.

¿Eso es lo que queremos?

Ese es el tipo de cuenta al que vamos a llevar si no definimos muy bien el asunto.

Y, si las Cámaras representan mayorías distintas, será inevitable que las cuentas sean marcadamente políticas, no administrativas.

Entonces, pienso que, al final del día, el fin perseguido por quienes han planteado una cuenta institucional se realizaría mucho mejor si cada Cámara, de acuerdo con su naturaleza, rindiera, frente a sus pares, frente a la opinión pública, una cuenta por separado.

Creo que la cuenta conjunta va a generar discrepancias inevitables y tensiones que perfectamente podrían no producirse de la otra manera.

Me parece que la dinámica política de los hechos inducirá necesariamente a lo que estoy señalando.

Entonces, desde todo punto de vista es una buena idea que exista rendición de cuenta institucional. Ella nunca va a ser meramente administrativa, por lo que creo firmemente que debiéramos separarlas, de manera que haya una rendición de cuentas en la Cámara de Diputados y otra en el Senado.

Fíjese, señor Presidente , lo que podría ocurrir además: muchas veces puede que un proyecto haya avanzado muy rápidamente en una Cámara y se haya detenido en la otra. ¿No será eso fuente de controversias al momento de rendirse las cuentas en forma conjunta?

Por lo tanto, vamos a generar un montón de polémicas cruzadas absolutamente innecesarias.

Por ello, es mucho mejor para la seriedad, para el rango jerárquico que deben tener las cuentas, que sean institucionales y por separado.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señor Presidente , este proyecto, cuyo propósito era simplemente incorporar un artículo 56 bis en la Constitución, ha generado un debate que va más allá de lo que los propios autores han señalado.

La Cámara de Diputados modificó el texto despachado por el Senado en términos de establecer que la cuenta se realizará dentro del mes de julio de cada año, sin precisar el día, y ante el Congreso Pleno.

Recojo -y me hace sentido- lo planteado por el Senador Allamand en cuanto a que podría presentarse allí una controversia entre las Cámaras, debido a visiones y liderazgos distintos frente a un momento político particular.

Sin embargo, ello podría subsanarse al disponer que las cuentas sean institucionales, de las corporaciones como tales. Y el planteamiento político, además del administrativo, tendrá que ser consensuado por las presidencias de cada una de ellas.

Sí tengo una discusión en cuanto a la necesidad de las cuentas individuales. Estoy absolutamente de acuerdo con ellas, pero creo que mientras no se establezca un procedimiento homogéneo e institucional, al que deba circunscribirse cada Senador o Diputado, vamos a estar simplemente frente a una parodia de cuenta.

Señor Presidente , creo que -y lo hice ver en la Comisión-, así como establecimos por medio de una modificación constitucional la rendición de cuenta institucional por ambas Cámaras, la rendición de cuenta individual de senadores o diputados debiera verificarse a través de un formato establecido por cada Corporación. Si no, vamos a estar ante la situación que planteaba muy bien el Senador Lagos: cada parlamentario va a contar única y exclusivamente lo que le favorece ante el público. Tendremos una parodia de cuenta.

Por tanto, debiéramos contar con una norma objetiva. Es el Senado el que debiera proveer, a través de sus distintas instancias, datos concretos sobre el trabajo y funcionamiento de cada uno de sus integrantes: asistencia, mociones, intervenciones, proyectos de acuerdo y participación en distintas instancias.

Esa sería una norma objetiva.

Así, los ciudadanos podrán reconocer cuál es el funcionamiento, el trabajo efectivamente realizado por cada uno de los parlamentarios. De lo contrario, estaríamos simplemente frente a un acto en que se cuenta lo que se quiere contar y ante quienes se quiere contar.

Más aún, el artículo 62 bis establecía que esta cuenta se rendiría en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción respectivo. Pero ¿qué ocurre con las grandes circunscripciones? ¿Cuál lugar se preferirá: la capital regional, la capital provincial, la comuna con más adherentes o la comuna con algún conflicto en particular?

Hay que avanzar en trámites y ámbitos de participación, de transparencia, pero objetivos, que no sean simulacros.

Las cuentas tienen que ser institucionales. Es el Senado de la República el que debe rendir la suya.

Recojo las prevenciones que hace el Senador Allamand en términos de evitar una confrontación. Eso habría que precisarlo mejor. Pero recalco que las cuentas individuales tienen que estar formateadas, objetivizadas, respaldadas por la propia institución. Si no, simplemente van a ser actos propagandísticos de cada uno de los parlamentarios, y no se cumplirá el objetivo de transmitir, informar y entregar una cuenta a los electores, con toda la transparencia y la información que se requieren.

Seamos responsables y eficientes en la legislación que estamos planteando; no aprobemos una norma que va a ser letra muerta, que no podrá implementarse.

Insisto: se necesitan estándares objetivos para todos los senadores, de manera que no sean cuentas a la carta para quienes las quieran presentar.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Larraín.

No se encuentra en este momento.

Tiene la palabra el Senador señor Quintana.

No desea intervenir.

Muy bien. Antes de votar, cito a reunión de Comités.

Se suspende la sesión por 10 minutos.

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--Se suspendió a las 17:17.

--Se reanudó a las 17:51.

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El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Continúa la sesión.

Vamos a poner en votación el proyecto de ley.

Les pido, por favor, a los señores Senadores y a las señoras Senadoras tomar asiento, y, si pueden, llamar a los integrantes de sus bancadas, porque algunos no se hallan en la Sala. Se demoró un poquito más de la cuenta la reunión de Comités.

Se ha propuesto hacer una sola votación.

¿Le parece a la Sala?

El Senador señor Harboe no está de acuerdo.

En ese caso, deberemos realizar las votaciones pertinentes.

Solo quiero indicar lo siguiente.

En reunión de Comités, en la que estaban todos presentes, se conversó acerca de que se facilite la aprobación de las modificaciones de la Cámara de Diputados para poder realizar una cuenta institucional, sin perjuicio de que cada Senador, obviamente, es libre y soberano para emitir su voto. Y se ratificó lo que dijo el Secretario del Senado en el sentido de que en el primer trámite constitucional y en el segundo se aprobó que los Presidentes de las Corporaciones rindan una cuenta pública al país; por lo tanto, eso no está en debate.

En segundo lugar, se planteó que esa cuenta sea no solo administrativa, sino también político-institucional, en cuyo contenido se trabaje con todas las bancadas.

Con tal fin se fijó plazo hasta el próximo lunes, a primera hora, para que cada bancada indique el nombre del Senador que integrará la Comisión que abordará el tema del contenido. Este no será insípido, incoloro, neutro, pero tampoco a gusto de algún actor político en particular, sino el correspondiente a una cuenta institucional.

También, se decidió pedir un informe a la Comisión de Constitución en cuanto a la determinación de un criterio respecto a las cuentas individuales, habida consideración de que no hay una sola opinión sobre el particular, las que quedarán pendientes para una segunda instancia.

Y, por último, quiero pedir cierta flexibilidad -entendiendo el legítimo punto de vista del Senador señor Harboe - para, ojalá, hacer una sola votación, porque si no alcanzamos los 22 votos requeridos se caerá la posibilidad de realizar la cuenta pública.

Recuerdo que todos concordamos en lo importante que era efectuar dicha cuenta. Y por eso se debe aprobar hoy el proyecto tal cual viene de la Cámara, dejando a la Comisión de Constitución lo relativo al informe o la sugerencia respecto a las cuentas individuales.

Entonces, deseo saber si existe la posibilidad de hacer una sola votación.

Tiene la palabra el Honorable señor Harboe.

El señor HARBOE.-

Señor Presidente , tengo una duda procedimental.

Si ya tenemos aprobada -usted señaló que lo ratificó el señor Secretario - la cuenta pública de los Presidentes de cada rama del Parlamento, eso no es materia de controversia. En consecuencia, si hoy despacháramos el proyecto la cuenta no se caería.

De otro lado, si pusiéramos en votación el número 2, relativo a las cuentas individuales, su aprobación o rechazo no incidiría en la posibilidad de la rendición de la cuenta pública, salvo que se rechazara lo aprobado por la Cámara de Diputados: la supresión del artículo 62 bis.

Entonces, pregunto por qué una votación separada podría retrasar el despacho de la iniciativa.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

Quiero explicar la situación reglamentaria.

No puedo presumir el resultado de las votaciones. Pero, partiendo de la base de que se aprobaran las modificaciones de la Cámara al encabezamiento del artículo único y al número 1, que están concatenadas; y de que luego se rechazara el número 2, automáticamente el proyecto iría a Comisión Mixta, solo por este numeral.

Eso es evidente. Sin embargo, al parecer lo que se quiere es que la iniciativa se convierta en ley lo más rápidamente posible.

Ahora, sin perjuicio de que el inciso segundo del artículo 56 bis propuesto diga que "El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta...", la competencia para regular las situaciones reglamentarias en cada rama legislativa corresponde a su Comisión de Constitución, que, en el caso del Senado, ve las modificaciones al Reglamento, y dentro de ellas puede regular la forma de rendir la cuenta. Entonces, si así se estimare, a lo mejor también le sería factible referirse el día de mañana a posibles cuentas individuales de los señores Senadores, sea vía web u otro sistema, como se considere pertinente.

Pero, si se rechaza la enmienda de la Cámara al número 2, el proyecto completo irá a Comisión Mixta. Distinto es que esta tendrá como limitación el que ya se aprobó el establecimiento de una cuenta pública, en sesión de Congreso Pleno, de los Presidentes de ambas Cámaras.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Harboe.

El señor HARBOE.-

Solo una precisión, señor Presidente : si bien la facultad de proponer modificaciones al Reglamento, tal como señala el señor Secretario , recae en la Comisión de Constitución, en este caso, lo que estaríamos aprobando del numeral 1 es la facultad para que cada Cámara efectúe las enmiendas reglamentarias pertinentes, pero respecto de dicha cuenta pública, es decir, la de los Presidentes de cada Corporación, no la cuenta individual.

En consecuencia, de aprobarse el numeral 2 como viene de la Cámara, que suprime la posibilidad de cuenta pública de Senadores y de Diputados, no habrá facultad de la Comisión de Constitución para proponer una modificación reglamentaria destinada a regular las cuentas públicas individuales, porque no existirían legalmente.

A lo único que hace alusión el número 1 es a la determinación reglamentaria del contenido de la cuenta pública realizada por los Presidentes de la Cámara y del Senado.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Así es.

Por eso, se le está pidiendo a la Comisión de Constitución una sugerencia respecto de si es necesario que los parlamentarios den una cuenta individual, porque muchos sostienen que la entregamos permanentemente en nuestros recorridos, en fin, y, por lo tanto, una cosa no quita la otra.

Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.

El señor LARRAÍN.-

Señor Presidente , entendiendo la inquietud del Senador Harboe, si no aprobamos este proyecto hoy tal cual viene de la Cámara no habrá cuenta pública este año. Y, en ese sentido, lo acogería.

Sin embargo, simultáneamente con aprobarlo, yo pediría que se entendiera -quienes nos oponemos a que se suprima el segundo punto quedamos en una situación muy inconfortable- que esto no es incompatible con que el Senado adopte el acuerdo de que la Comisión de Constitución proponga una fórmula. Eso no obliga a la Sala a aprobarla, pero sí a que la Comisión sugiera una forma, a través del cambio reglamentario, para propiciar la rendición de cuenta de cada uno de los Senadores.

Si hay un acuerdo de la Sala para encomendarle a la Comisión de Constitución que formule una proposición, yo por lo menos estaré en condiciones de votar favorablemente este proyecto como viene.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Antes de iniciar la votación, ¿habría acuerdo para pedirle a la Comisión de Constitución que trazara una línea de acción respecto a las cuentas individuales de los parlamentarios?

Tiene la palabra el Senador señor Orpis.

El señor ORPIS.-

Señor Presidente, estoy de acuerdo con ambas cuentas.

Eso sí, complementando lo dicho por el Senador Harboe, debo decir que me preocupa lo siguiente: estamos rechazando que existan cuentas individuales de cada parlamentario.

Entonces, me cuesta pensar que habiendo rechazado las cuentas individuales de los parlamentarios en una reforma constitucional, le demos en la Sala a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia la facultad para que las reglamente.

Más bien, si ese fuera el tema, yo preferiría que se presentara un nuevo proyecto de reforma respecto a las cuentas individuales de los parlamentarios, para no cometer una eventual inconstitucionalidad, porque en este caso las estamos rechazando directamente.

En consecuencia, estoy por aprobar la propuesta de la Cámara para que efectivamente se dé una cuenta, pero me parece que el camino más lógico -repito-, estando de acuerdo con las cuentas individuales, es la presentación de un nuevo proyecto de reforma.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señor Presidente , en la misma línea del Senador Larraín, creo que para efectos de que la reforma constitucional pueda regir tenemos que aprobar la propuesta de la Cámara de Diputados. De lo contrario, este año no contaremos con cuenta pública del Parlamento.

Sin embargo, creo que es factible acoger el tema de la cuenta individual.

El Reglamento de nuestra Corporación perfectamente podría establecer un sistema de rendición de cuentas para los Senadores en cuanto a sus actividades. En este sentido, nuestra Corporación es autónoma, y el Reglamento es obligatorio para los Senadores. Y, por supuesto, aprobadas esas modificaciones por la Sala, no serían una ley, pero sí constituirían un mandato para nosotros.

Quiero llamar la atención -no por meter más pelos en la leche-, acerca de que en el inciso segundo del artículo 56 bis hay un problema: ¿Cuál es el Reglamento del Congreso Nacional? No existe. Entonces, ¿cómo se determinará el contenido de la cuenta?

Si lo eliminamos, se irá al siguiente trámite. No hay Reglamento del Congreso Nacional

El señor LARRAÍN.-

Eso ya se eliminó.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

A ver.

Solamente deseo aclarar que la redacción de la Cámara de Diputados -les pido atención, por favor- habla de Reglamento "de cada Cámara". Esa modificación vamos a votar.

Nosotros, en el primer trámite, habíamos aprobado la frase: "El Reglamento del Congreso Nacional", que tiene las deficiencias que Su Señoría señala.

No obstante, la otra rama legislativa, al sustituir en su inciso segundo "del Congreso Nacional" por "de cada Cámara", puso las cosas en su lugar -perdón que formule un juicio de valor, si ustedes me lo permiten-. De ahí que con la redacción de la Cámara de Diputados se zanja el problema.

Ahora, el señor Secretario me señala -recogiendo lo expresado por el Senador señor Zaldívar - que cada Cámara puede establecer en su Reglamento la rendición de cuenta individual, ¡puede establecer la rendición de cuenta individual!

Por lo tanto, los Senadores Orpis , Larraín -mis disculpas por no nombrarlos a todos-, que son partidarios de las cuentas individuales, pueden proponer su establecimiento -me dice el señor Secretario - a través de una reforma reglamentaria.

Tiene la palabra el Senador señor Espina.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente , seré muy breve.

Dos comentarios.

Primero, para ratificar algo que usted ha dicho, quiero expresar que estamos votando el texto aprobado por la Cámara Baja, en tercer trámite constitucional. Y este distingue claramente que no se trata de un Reglamento del Congreso Nacional, sino de cada Corporación.

En segundo lugar, personalmente soy partidario de que existan cuentas en las comunas.

¿Saben lo que pasa? Encuentro muy ridículo que se crea que existe algún Senador que no rinde cuenta en la práctica. Porque a cualquier Senador que se dirige a una comuna le preguntan habitualmente, en la gran mayoría de los casos, por las materias que les interesan a quienes participan en ella. Y, como probablemente uno se reúne con personas de distintas actividades, termina rindiendo cuenta de lo que hizo respecto a cada una de estas.

Quiero compartir con usted, señor Presidente , lo siguiente: no es necesario que esto quede establecido en la Constitución, porque es perfectamente posible -¡perfectamente posible!- que el Reglamento del Senado contemple que los Senadores deben rendir cuenta. Y yo preferiría que quedara en su texto.

Me explico.

Si ponemos lo que dice la Cámara de Diputados: "en alguna de las comunas que componen el distrito o circunscripción que representan" los Diputados o Senadores, habría que preguntar en cuál.

Esto requiere un estudio mayor. ¿Se trata de la más numerosa? ¿De la capital provincial? ¿De aquella donde hay más dificultades? ¿De donde hubo mayor debate respecto al tema de la contingencia?

Entonces, para solucionar el punto, prefiero que saquemos un solo proyecto en esta materia.

Quiero aprovechar de decir en mi tiempo que hace un mes, ¡un mes!, esta Corporación despachó la iniciativa de probidad en la función pública -que quede en la historia fidedigna de la ley-. Y llevamos esperando el mismo tiempo -no sé si ya se notificó el rechazo de la Cámara de Diputados- para constituir la Comisión Mixta.

Por consiguiente, pido que saquemos los proyectos adelante, nomás. No serán perfectos, pero las cosas que hacemos deben transformarse en leyes.

Por lo tanto, soy partidario de aprobar esta iniciativa, con la explicación que usted ha dado. Que se incluya en el Reglamento, y que la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento determine la manera de hacerlo, el criterio. Y, luego, que se traiga el proyecto a la brevedad a la Sala para que se genere un debate y se resuelva el problema.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Con el fin de aclarar lo que manifestó el Senador Espina, debo decir que hoy se dio cuenta del rechazo de la Cámara de Diputados.

Nosotros informamos que integrarán la Comisión Mixta los miembros de la Comisión de Gobierno.

Mañana se dará cuenta de esto en la Cámara Baja y se constituirá la Comisión Mixta.

Quiero valorar el trabajo de ese órgano técnico en el proyecto de probidad de la función pública y en otros.

Así que, Senador señor Espina , esperamos que mañana se pueda constituir la Comisión Mixta.

El señor ESPINA.-

Un detalle, Su Señoría, en este momento somos cuatro los miembros de la Comisión de Gobierno.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Sí.

El señor ESPINA.-

El Senador Horvath había dicho que tenía interés en participar en ella. A mí me parece excelente. Entonces, pido a los Comités y a la Presidencia que ese reemplazo esté resuelto cuando constituyamos la Comisión Mixta.

Nosotros estaríamos felices de que fuera el Senador Horvath. No hay ningún problema. ¡Encantado! Tenemos que contar con cinco Senadores en la Comisión.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Muy de acuerdo, Senador señor Espina .

Por última vez pregunto: ¿Habría la posibilidad de hacer una sola votación?

El señor WALKER (don Ignacio) .-

Sí.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Allamand .

El señor ALLAMAND.-

Señor Presidente, siempre que nos dé la posibilidad de fundamentar el voto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Por supuesto.

En votación.

--(Durante la votación).

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

Corresponde votar las modificaciones propuestas por la Cámara de Diputados, en tercer trámite constitucional, en una sola votación.

Cabe señalar que para ser aprobadas se requieren tres quintos de las Senadoras y de los Senadores en ejercicio, esto es, al día de hoy, 22 votos favorables.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Allamand.

El señor ALLAMAND.-

Señor Presidente , he querido fundamentar mi voto, porque varios de los señores Senadores expresaron un juicio en términos de que era mejor estar a favor de que hubiera cuentas separadas del Senado y de la Cámara de Diputados, por las razones que se expusieron. El problema es que con la tramitación que le estamos dando al proyecto no es posible insistir en esa idea.

En consecuencia, si votamos favorablemente estaremos aprobando una modalidad de cuenta que traerá graves problemas hacia delante. Pero votar en contra significará en la práctica rechazar la idea, y que se conjeture que somos contrarios a que existan estas disposiciones.

Por lo tanto, quienes queremos que se concrete esta cuenta pública debemos aprobar lo que se propone, aunque consideremos inconveniente el análisis de este asunto en una sola sesión.

En mi opinión, lo señalado por el señor Presidente con relación a cómo resolver el problema de la cuenta pública de cada parlamentario es correcto.

Pero quiero aprovechar la oportunidad para retomar el punto expuesto por el Senador Espina.

He visto durante las últimas cuatro semanas un conjunto de informaciones de prensa donde se señala que los Presidentes de ambas Cámaras se juntaron con las máximas autoridades de Gobierno para definir cierta calendarización de los proyectos que tanto se requiere abordar, con el propósito de lograr la normalización de la política en este semestre.

Sin embargo, como aquí se ha dicho, no se observa absolutamente ningún orden para tratar esas materias.

¿Cuándo se va a votar la iniciativa sobre el Servicio Electoral?

¿Cuándo analizaremos lo relativo al financiamiento de los partidos?

¿Cuándo debatiremos el tema general que afecta a la actividad política?

De hecho, aquí estamos aprobando una propuesta legislativa sin haber tenido el tiempo suficiente para escuchar las argumentaciones acerca de si se deben o no separar las cuentas públicas de ambas Cámaras.

En consecuencia, señor Presidente , le solicito encarecidamente que, a través de sus buenos oficios y considerando que hay un nuevo Ministro en el gabinete, se preocupe de lograr, de una vez por todas, el ordenamiento del calendario desde aquí hasta fin de año, para sacar adelante esas iniciativas -son urgentes para la normalización de la política-, pero en forma ordenada, conocida y con tiempo necesario para argumentar adecuadamente, al contrario de cómo lo estamos haciendo en esta oportunidad.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Si me lo permite la unanimidad de la Sala, contestaré desde la testera la inquietud del Honorable señor Allamand.

Acordado.

Comunico a los señores Senadores que, hace dos semanas, el lunes antepasado, tuvimos una reunión de coordinación en Santiago con todos los jefes de bancadas de la Nueva Mayoría, de la Alianza y de los independientes.

En esa ocasión, luego de acordar las prioridades, se las transmitimos al Ejecutivo a través de la Ministra Secretaria General de la Presidencia subrogante . Entonces se pidió fijar urgencias y se elaboró un cronograma de 22 proyectos de ley, respecto de los cuales efectivamente estamos cumpliendo los plazos.

En esa reunión participaron, además, los Presidentes de las Comisiones de Probidad y Transparencia y de Gobierno. Y no alcanzó a llegar el de la Comisión de Constitución.

El señor DE URRESTI .-

¡No me invitaron!

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

¿No le llegó la invitación?

Revisaremos qué pasó, porque Su Señoría estaba considerado.

El señor MOREIRA.-

¡Eso sí que es grave...!

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Es muy grave.

Como valoro la preocupación del Honorable señor De Urresti en esta materia, le comunico que este lunes, a las 8:30, nuevamente se efectuará una reunión de coordinación con todos los jefes de bancadas y los presidentes de las Comisiones mencionadas.

Espero que ahora sí le llegue la invitación, porque es muy importante su opinión.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Terminada la votación.

--Se aprueban las modificaciones de la Cámara de Diputados (26 votos a favor y una abstención) y queda despachado el proyecto en este trámite.

Votaron por la afirmativa las señoras Goic, Muñoz, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Chahuán, De Urresti, Espina, García-Huidobro, Guillier, Harboe, Horvath, Hernán Larraín, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.

Se abstuvo el señor Matta.

3.2. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación de Modificaciones. Fecha 30 de junio, 2015. Oficio

Valparaíso, 30 de junio de 2015.

Nº 148/SEC/15

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha aprobado las enmiendas introducidas por esa Honorable Cámara al proyecto de reforma constitucional que establece la obligación de las autoridades del Congreso Nacional de rendir una cuenta pública anual, correspondiente al Boletín N° 8.624-07.

Hago presente a Vuestra Excelencia que las referidas enmiendas fueron aprobadas con el voto conforme de 26 Senadores, de un total de 37 en ejercicio, dándose cumplimiento de esta forma a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 11.967, de 18 de junio de 2015.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

PATRICIO WALKER PRIETO

Presidente del Senado

MARIO LABBÉ ARANEDA

Secretario General del Senado

4. Trámite Finalización: Senado

4.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S.E. La Presidenta de la República. Fecha 30 de junio, 2015. Oficio

?Valparaíso, 30 de junio de 2015.

Nº 151/SEC/15

A S.E. LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Agrégase, en la Constitución Política de la República, el siguiente artículo 56 bis:

“Artículo 56 bis.- Durante el mes de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.”.”.

-.-.-

Hago presente a Vuestra Excelencia que esta iniciativa de reforma constitucional tuvo su origen en una Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández y Andrés Zaldívar Larraín, y de los ex Senadores señores Camilo Escalona Medina y Jovino Novoa Vásquez.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

PATRICIO WALKER PRIETO

Presidente del Senado

MARIO LABBÉ ARANEDA

Secretario General del Senado

5. Publicación de Ley en Diario Oficial

5.1. Ley Nº 20.854

Tipo Norma
:
Ley 20854
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=1079688&t=0
Fecha Promulgación
:
13-07-2015
URL Corta
:
http://bcn.cl/24y3f
Organismo
:
MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE GOBIERNO
Título
:
ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL A RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL
Fecha Publicación
:
21-07-2015

LEY NÚM. 20.854

     

ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES DEL CONGRESO NACIONAL A RENDIR UNA CUENTA PÚBLICA ANUAL

     

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente Proyecto de Reforma Constitucional originado en una Moción de los Honorables Senadores señores Hernán Larraín Fernández y Andrés Zaldívar Larraín, y de los ex Senadores señores Camilo Escalona Medina y Jovino Novoa Vásquez,

     

    Proyecto de reforma constitucional

     

    "Artículo único.- Agrégase, en la Constitución Política de la República, el siguiente artículo 56 bis:

     

    "Artículo 56 bis.- Durante el mes de julio de cada año, el Presidente del Senado y el Presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden.

    El Reglamento de cada Cámara determinará el contenido de dicha cuenta y regulará la forma de cumplir esta obligación.".".

   

 

    Por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República y ténganse por incorporadas sus disposiciones a la Constitución Política de la República, de conformidad con lo dispuesto en el inciso final del Artículo 129 de este cuerpo constitucional.

   

    Santiago, 13 de julio de 2015.- MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la República.- Nicolás Eyzaguirre Guzmán, Ministro Secretario General de la Presidencia.- Jorge Burgos Varela, Ministro del Interior y Seguridad Pública.

    Lo que transcribo a Ud., para su conocimiento.- Patricia Silva Meléndez, Subsecretaria General de la Presidencia.