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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 19.793

Suprime los feriados que indica.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Senado

1.1. Moción Parlamentaria

Moción de Hosain Sabag Castillo y Juan Hamilton Depassier. Fecha 11 de septiembre, 2001. Moción Parlamentaria en Sesión 28. Legislatura 344.

MOCIÓN DEL HONORABLE SENADOR SEÑOR HAMILTON, CON LA QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE SUPRIME FERIADOS QUE INDICA (2779-06)

Honorable Senado:

Con ocasión del debate parlamentario de dos proyectos de ley que trasladan o proponen días feriados, y que se han traducido en las leyes Nº 19.958, que declaró feriado el primer lunes del mes de septiembre de cada año, “Día de la Unidad Nacional”, y Nº 19.568, que trasladó a los días lunes los feriados correspondientes al 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo; al 12 de octubre, y al día de la fiesta de Corpus Christi, se han manifestado reparos a estos feriados, sea porque ellos no concitan adhesión ciudadana o bien, en el caso de ciertos feriados religiosos, porque la Iglesia Católica no los considera como fiestas de precepto. Entre los primeros destaco el feriado destinado a celebrar el Día de la Unidad Nacional, que recientemente hemos conmemorado. Tanto la prensa como diversos grupos de opinión han estado contestes, casi por unanimidad, en que esta festividad lejos de unir a los chilenos, provoca su división y ahonda sus diferencias, efecto que es muy contrario al propósito que se tuvo en vista al instaurarlo.

Similar fenómeno se produce con el 12 de octubre, fecha en que se recuerda el descubrimiento de América que marcó en nuestro continente el hito de la conquista y la dominación de los pueblos autónomos. Hoy vemos cómo esa fecha sirve de pretexto para exacerbar el conflicto que en los últimos tiempos se ha suscitado con estos pueblos, en desmedro de otras legítimas y razonables aspiraciones que se han levantado en estos años.

En el caso de las festividades de Corpus Christi y de San Pedro y San Pablo, ha sido la propia Iglesia Católica la que con ocasión de la tramitación de otra iniciativa de ley que proponía normas sobre días feriados, expresó al Parlamento que no eran fiestas de precepto para los católicos y “que la Iglesia no tendría mayores inconvenientes si eran declaradas no festivos”. Además, el culto calendario litúrgico señale otro día para celebrarlo, lo cual abona su supresión como feriado especial.

Las consideraciones precedentes, a juicio del suscrito, justifican la conveniencia y oportunidad de suprimir estos feriados, razón por la que vengo en proponer el siguiente:

“Proyecto de ley:

Artículo único.- Deróganse las leyes Nº 3.810, que declara feriado legal el día 12 de octubre de cada año; Nº 18.432, que declara feriado legal el día 29 de junio de cada año; Nº 18.607, que declara feriado legal el día correspondiente a la fiesta de Corpus Christi de cada año; Nº 19.588 que declara feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, “Día de la Unidad Nacional”, y Nº 19.568, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y el día de la fiesta de Corpus Christi, a los días que indica.”.

(Fdo.): Juan Hamilton Depassier, Senador.

1.2. Informe de Comisión de Gobierno

Senado. Fecha 09 de octubre, 2001. Informe de Comisión de Gobierno en Sesión 5. Legislatura 345.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE GOBIERNO, DESCENTRALIZACIÓN Y REGIONALIZACIÓN recaído en el proyecto de ley que suprime los feriados que indica.

BOLETÍN Nº 2.779-06.

__________________________________

Honorable Senado:

Esta Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización tiene a honra emitir su informe acerca del proyecto de ley señalado en el epígrafe, en primer trámite constitucional e iniciado en moción de los HH. Senadores señores Juan Hamilton y Hosain Sabag.

- - -

I. Objetivo

Derogar las leyes Nº 3.810, que declara feriado legal el día 12 de octubre de cada año; Nº 18.432, que declara feriado legal el día 29 de junio de cada año; Nº 18.607, que declara feriado legal el día correspondiente a la fiesta de Corpus Christi; Nº 19.588, que estableció como día feriado el primer lunes del mes de septiembre de cada año, fecha que se denominó “Día de la Unidad Nacional”, y Nº 19.668, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y el día de la fiesta de Corpus Christi, a los días que indica.

II.- Antecedentes

a) Legales

La Constitución Política de la República incluye, entre las materias que integran el dominio máximo legal, las “relativas al régimen jurídico laboral, sindical previsional y de seguridad social. (artículo 60 Nº 4).

El establecimiento o derogación de un día feriado incide directamente en el régimen laboral, lo que genera consecuencias para el quehacer económico nacional y por ende justifica la preocupación del legislador por regular la fijación o supresión de un día feriado.

De conformidad con tal presupuesto la ley común ha venido regulando esta materia a través de diversos cuerpos legales:

uno) La ley Nº 2.977, de 1915, estableció como feriados los días domingos de todo el año; los festivos correspondientes al 1º de enero, 15 de agosto, 1º de noviembre, 8 y 25 de diciembre, los días viernes y sábados de la Semana Santa, y los días 21 de mayo y 18 y 19 de septiembre.

dos) La ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, dispone feriado legal el día en que se celebren plebiscitos o elecciones de Presidente de la República y Parlamentarios.

tres) La ley Nº 18.432, declara feriado el día 29 de junio; la ley Nº 18.607, el día correspondiente a Corpus Christi; la ley Nº 18.620, el 1º de mayo; ley Nº 19.588 estableció como día feriado el primer lunes del mes de septiembre de cada año, que se denominó “Día de la Unidad Nacional”, y ley Nº 19.668, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y el día de la fiesta de Corpus Christi, a los días que indica.

cuatro) La Ley General de Bancos decreta feriado bancario los días sábados de todo el año y el día 31 de diciembre.

cinco) El Estatuto Administrativo exime a los funcionarios públicos de cumplir sus labores habituales las tardes de los días 17 de septiembre y 24 y 31 de diciembre.

b) De hecho

Esta iniciativa de ley se estructura en un artículo único que deroga las leyes señaladas en el primer acápite de este informe.

En los fundamentos de este proyecto, sus autores hace presente que con ocasión del debate parlamentario de iniciativas legales que trasladan o suprimir feriados, se ha objetado el grado de adhesión ciudadana que ellos provocan como conmemoraciones históricas o, en el caso de los feriados religiosos, en el sentido de si ellos son o no fiestas de precepto para la Iglesia Católica.

En cuanto a los primeros, se alude al Día de la Unidad Nacional, poniendo de relieve que la prensa y los grupos de opinión han coincidido, casi unánimemente, que esta festividad, en lugar de unir a los chilenos, ahonda sus diferencias, efecto contrario al espíritu que animó al legislador al sancionarlo como ley. Similar situación ocurre con el 12 de octubre, que conmemora el descubrimiento de América, fecha en que se inicia la conquista y la dominación de los pueblos autóctonos, y que hoy es un referente que exacerba el conflicto que últimamente se ha levantado en desmedro de otras legítimas y razonables aspiraciones de estas etnias.

Agregan que respecto de las festividades religiosas de San Pedro y San Pablo y el día de Corpus Christi, la Iglesia Católica ha manifestado que éstas no son fiestas de precepto y que, además, la de Corpus Christi es una festividad que se celebra el día domingo aunque el calendario litúrgico señale otra día para conmemorarlo.

Las razones precedentes, en opinión de los autores de la iniciativa, evidencian la conveniencia de derogar las leyes que instituyen las mencionadas festividades y, en su caso, la que dispone su traslado a los días lunes cuando caen en otros días de la semana.

Discusión del Proyecto

Puesta en discusión esta iniciativa de ley, la Comisión, por la unanimidad de sus miembros presente, HH. Senadores señora Frei y señores Cantero y Cariola, rechazó la idea de legislar contenida en ella, pues estimó que en comparación con otros países, Chile exhibe un número prudente de días feriados en el año calendario, y que algunos de ellos ya están arraigados en la comunidad nacional, como lo son los feriados religiosos y el 12 de octubre.

En relación con la festividad de la Unidad Nacional, la Comisión tuvo presente que está en trámite en la H. Cámara de Diputados otro proyecto que se refiere a este feriado, el cual debe ser objeto de un debate particular en que se determine la conveniencia de mantenerlo, sustituirlo o derogarlo.

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Atendidas las explicaciones precedentes, esta Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, por la unanimidad de sus miembros presentes, HH. Senadores señora Frei y señores Cantero y Cariola, tiene a honra proponer a la Sala rechazar la idea de legislar respecto del proyecto de ley en informe.

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Acordado en sesión de hoy, 9 de octubre de 2001, con asistencia de los HH. Senadores señora Frei (Presidenta) y señores Cantero y Cariola.

Sala de la Comisión, a 9 de octubre de 2001.

MARIO TAPIA GUERRERO

Secretario de la Comisión

RESEÑA

I.BOLETÍN Nº: 2.779-06.

II.MATERIA: Suprimir los feriados de Corpus Christi, San Pedro y San Pablo, 12 de octubre y del “Día de la Unidad Nacional”.

III.ORIGEN: Moción de los HH. Senadores señores Hamilton y Sabag.

IV.TRAMITE CONSTITUCIONAL: Primer trámite.

V.APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: No hay.

VI.INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 11 de septiembre de 2001.

VII.TRAMITE REGLAMENTARIO: Primer informe.

VIII.URGENCIA: No tiene.

IX.LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA

MATERIA:

uno) La ley Nº 2.977, de 1915 estableció como feriados los días domingos de todo el año; los festivos correspondientes al 1º de enero, 15 de agosto, 1º de noviembre, 8 y 25 de diciembre, los días viernes y sábados de la Semana Santa, y los días 21 de mayo y 18 y 19 de septiembre.

dos) La ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, dispone feriado legal el día en que se celebren plebiscitos o elecciones de Presidente de la República y Parlamentarios.

tres) La ley Nº 18.432, declara feriado el día 29 de junio; la ley Nº 18.607, el día correspondiente a Corpus Christi; la ley Nº 18.620, el 1º de mayo; ley Nº 19.588 que estableció como día feriado el primer lunes del mes de septiembre de cada año y que se denominó “Día de la Unidad Nacional”, y ley Nº 19.668, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y el día de la fiesta de Corpus Christi, a los días que indica.

cuatro) La Ley General de Bancos decreta feriado bancario los días sábados de todo el año y el día 31 de diciembre.

cinco) El Estatuto Administrativo exime a los funcionarios públicos de cumplir sus labores habituales las tardes de los días 17 de septiembre y 24 y 31 de diciembre.

X.ESTRUCTURA DEL PROYECTO PROPUESTO: No tiene.

XI.PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO:

Derogar las leyes Nº 3.810, que declara feriado legal el día 12 de octubre de cada año; Nº 18.432, que declara feriado legal el día 29 de junio de cada año; Nº 18.607, que declara feriado legal el día correspondiente a la fiesta de Corpus Christi y la ley Nº 19.588 que estableció como día feriado el primer lunes del mes de septiembre de cada año, fecha que se denominó “Día de la Unidad Nacional”, y Nº 19.668, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y el día de la fiesta de Corpus Christi, a los días que indica.

XII.NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: No tiene.

XIII.ACUERDOS: La unanimidad de los miembros presentes de la Comisión, HH. Senadores señora Frei y señores Cantero y Cariola, rechazó la idea de legislar contenida en este proyecto.

MARIO TAPIA GUERRERO

Secretario

1.3. Discusión en Sala

Fecha 10 de octubre, 2001. Diario de Sesión en Sesión 6. Legislatura 345. Discusión General. Pendiente.

SUPRESIÓN DE FERIADOS

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señores Hamilton y Sabag, en primer trámite constitucional, que suprime los feriados que indica, con informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.

--Los antecedentes sobre el proyecto (2779-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley: (moción de los señores Hamilton y Sabag).

En primer trámite, sesión 28ª, en 11 de septiembre de 2001.

Informe de Comisión:

Gobierno, sesión 5ª, en 9 de octubre de 2001.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

La iniciativa señala como objetivo principal derogar las siguientes leyes que declaran feriados los días que se indican: Nº 3.810, el 12 de octubre de cada año; Nº 18.432, el 29 de junio de cada año; Nº 18.607, el día correspondiente a la fiesta de Corpus Christi; Nº 19. 588, el primer lunes del mes de septiembre, fecha que se denominó "Día de la Unidad Nacional", y Nº 19.668, que traslada los feriados correspondientes al 29 de junio, 12 de octubre y a Corpus Christi, a los días que señala.

La Comisión informante, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables señora Frei y señores Cantero y Cariola), rechazó la idea de legislar contenida en la iniciativa en discusión y propone a la Sala adoptar igual criterio. Los fundamentos de la decisión de dicho organismo se consignan en la página 3 de su informe.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra la señora Presidenta de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.

La señora FREI (doña Carmen).-

Señor Presidente, en repetidas oportunidades la Comisión de Gobierno ha tratado el tema de los feriados, estudiándolo extensamente. Se ha consultado a numerosos especialistas de distintas tendencias, concluyéndose que Chile es uno de los países con menos feriados en el mundo.

Nosotros valoramos especialmente el hecho de que las personas dispongan de espacios libres para reunirse con sus familias y recrearse. En la vida no todo es trabajar. También se debe contar con momentos de descanso, lo que además redunda en el mayor entusiasmo con que las personas vuelven a sus funciones.

Por eso, nos pareció prudente rechazar el proyecto.

Deseo reiterar que realizamos estudios muy serios sobre el particular, y nos dimos cuenta de que Chile es uno de los países a nivel mundial con menos feriados.

Por otro lado, respecto de la derogación propuesta en la moción para el "Día de la Unidad Nacional", debo hacer presente que hay un proyecto en la Cámara de Diputados sobre esa materia. En consecuencia, no se presentaría el problema planteado por algunos señores Senadores en el sentido de que si el Senado rechaza la moción no se podría volver a tratar en un año, puesto que -repito- ya existe una iniciativa sobre ese asunto en la Cámara Baja. Por lo tanto, tampoco se justifica pedir la división de la votación en el proyecto que nos ocupa, porque ya viene en camino la referida normativa.

Por eso, señor Presidente, a pesar de que hay pocos Senadores en la Sala y de que se trata de un proyecto con quórum especial, pido que se someta a votación. Su rechazo implicará que los chilenos podrán seguir disfrutando de días de descanso. Por otra parte, no todos los Parlamentarios que representan a regiones extremas viajan en avión; hay quienes deben desplazarse en buses, lo que implica horas y horas de viaje. Y si se dispone de días feriados -como ocurre actualmente, en que éstos son trasladados a los lunes, extendiéndose los fines de semana- existen más posibilidades de reencuentro con la familia.

No abundaré más en el tema, porque entiendo que el Senador señor Hamilton defenderá su moción, la cual, desgraciadamente, creo que no llegará a buen fin.

He dicho.

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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Deseo aprovechar este momento para saludar al otro grupo de la delegación de alumnos del Tercer Curso de la Escuela de Investigaciones de Chile, que acaba de ingresar a las tribunas del Senado. Ella está compuesta por aspirantes a oficiales que se graduarán en diciembre próximo.

Muchas gracias por su visita.

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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

A continuación, está inscrito el Honorable señor Núñez.

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente, este tema fue muy discutido en el Senado con motivo del proyecto relacionado con el traslado de determinados días feriados a los lunes. Lo cierto es que quedó claramente establecido, no sólo en la Comisión, sino también en la Sala, que en Chile existen dos rasgos característicos: uno, que es un país donde se trabaja más, según la OIT, y dos, que es una de las naciones de América Latina que cuenta con menos días feriados.

Sin embargo, observo que ahora las cosas se están haciendo exactamente al revés -lo digo con el debido respeto que merecen los autores de la moción-, no obstante que la idea es trasladar los días feriados a los lunes, precisamente para que se produzca el efecto indicado por la Senadora señora Carmen Frei.

En estos últimos años hemos experimentado los efectos positivos que representa -especialmente para la recreación de la familia, la mayor unidad de la misma y las posibilidades de desarrollo del turismo en nuestro país- el hecho de disponer de varios lunes feriados a raíz del traslado que dispuso la normativa correspondiente.

Por tales razones, y además porque tras los análisis realizados en la Comisión de Gobierno se ha podido constatar que Chile es uno de los países de Latinoamérica con menos días feriados y con el mayor índice de trabajo -según lo establecido por la OIT-, creo que su eliminación ciertamente acentuará los rasgos que caracterizan a nuestra sociedad; entre otros, que la mayoría de los chilenos está consumiendo diazepam con gran entusiasmo, producto de los estrés generados por los ritmos de trabajo, los cuales son absolutamente neuróticos y afectan a la mayor parte de la población.

En consecuencia, me parece que el proyecto resulta muy improcedente, y lo votaré en contra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, asumo los argumentos esgrimidos aquí para votar en contra de la iniciativa. Pero, además, me induce a pronunciarme negativamente el hecho de que, una vez más, estamos abordando separadamente estos temas, en forma desordenada y sin llegar a una decisión final.

Hoy nos encontramos abocados al análisis de este proyecto, pronto ingresará al Senado uno proveniente de la Cámara de Diputados con características similares, determinados señores Senadores han planteado otras supresiones. A mi juicio, todo esto produce un desorden increíble.

En tales condiciones, me parece razonable que, con respecto a las leyes aprobadas por el Congreso y que en definitiva suprimen o trasladan los días feriados a los lunes, se considere, a lo menos, el factor tiempo para ver cómo opera el sistema. Es necesario realizar un esfuerzo para apreciar el funcionamiento de la nueva ordenación del trabajo chileno.

Formulo ese comentario porque, en mi opinión, las sucesivas expresiones contenidas en este tipo de proyectos perjudican el orden y el concierto de lo que pretendemos hacer.

Por lo anterior, señor Presidente, anuncio que votaré en contra de la iniciativa.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.

El señor CANTERO.-

Si la Mesa me permite, reservaré el uso de la palabra para después, ya que deseo conocer las argumentaciones favorables al proyecto.

El señor HAMILTON.-

¿Me permite, señor Presidente? Entiendo que se pidió segunda discusión.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Así es, Su Señoría. Pero en su oportunidad manifesté al Comité que la solicitó que primero intervendrían los señores Senadores inscritos. Y todavía restan tres.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, como la votación tendrá lugar en la segunda discusión, prefiero usar de la palabra en ese momento.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Bien, señor Senador.

En todo caso, la segunda discusión debe ser anunciada. Mientras tanto, existe la obligación de terminar con la primera.

Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.

El señor CANTERO.-

Señor Presidente, el tema que nos ocupa ha sido tratado frecuentemente en el último tiempo, en particular con motivo del proyecto relativo al traslado de los feriados de mitad de semana a los días viernes o lunes, según fuere el caso.

A raíz de esos análisis, se llegó a la conclusión de que la cantidad de feriados en Chile es muy pequeña en comparación a la de otras otros países, trátese de los del primero, segundo o tercer mundo.

En concreto, se ha observado que es reducido el número de días feriados para las personas, especialmente para los trabajadores. Además, conforme a las estadísticas de los centros de estudios vinculados a la materia, se aprecia que en Chile se trabaja una cantidad de horas semanales que está por sobre la media. En consecuencia, la jornada es bastante dura.

Otro elemento que también es de conocimiento público dice relación a la salud mental en nuestro país, que en general, sobre todo en el mundo laboral, no es algo que nos haga sentir muy cómodos.

Por lo tanto, a mi juicio, una iniciativa que pretenda quitar los pocos días de descanso, reduciéndolos a una cifra menor, significa atentar contra la familia chilena, la convivencia familiar, la salud mental, el desarrollo espiritual de las personas, hombres y mujeres de nuestro país. Y, finalmente, con ello se desconoce que la dimensión del ser humano no sólo está vinculada al trabajo, sino también al espacio recreativo, al de la lectura, al de la convivencia familiar, etcétera.

Además, estimo que el proyecto pone una dificultad en materias de otro orden. Es sabido que los feriados religiosos son asumidos o rechazados por el ámbito eclesiástico, y esto ha sido una tradición en nuestro país. Por consiguiente, en mi opinión, no resulta adecuado que, en virtud de una iniciativa surgida en el Senado, sean eliminados aquellos días. Siempre hemos aplicado la sana norma de consultar la opinión de la Iglesia en torno de estos asuntos.

Ahora bien, con respecto al tema en cuestión y con ocasión de las últimas normativas, no ha existido un pronunciamiento -ni debería haberlo-, porque considero que debemos esperar que la ley relacionada con el traslado de los días feriados, de reciente aplicación, cumpla un período de ejecución que efectivamente permita hacer una evaluación con cierta racionalidad, con antecedentes previos, y no actuar -como creo que ocurrirá en el evento de que se apruebe el proyecto- sobre la base de un impulso reflejo.

Por esas razones, señor Presidente, anuncio mi voto en contra de la iniciativa, pues estimo que siempre se debe legislar pensando que el hombre tiene una dimensión que va más allá de la de ser un mero elemento productivo, por cuanto es un ser humano con racionalidad y con espíritu, trascendente. En consecuencia, debemos cuidar todos los espacios que permitan su trascendencia como tal. Y los días de descanso, de encuentro familiar, de desarrollo espiritual y de espacios recreativos significan una ayuda en tal sentido.

He dicho.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.

El señor MORENO.-

Señor Presidente, como se sugirió segunda discusión, yo no había pensado intervenir en este debate, porque sé que el tema despierta muchas emociones y, sobre todo, porque se encuentra ligado -según algunos argumentos que he escuchado acá- a conceptos filosóficos, laborales y de distinta naturaleza.

Sin embargo, hice un pequeño ejercicio, muy simple. Todos los señores Senadores utilizan una libreta como la que tengo en mi mano, la cual nos es obsequiada gentilmente por el señor Secretario del Senado al comienzo de cada año calendario gregoriano. En ella hay dos hojas que contienen una lista de doce países: once de América Latina y Estados Unidos. Y ahí figuran, para evitar cualquier equivocación, los feriados.

En verdad lo que hemos escuchado aquí en la Sala no es exactamente lo que dice la libreta.

El señor CHADWICK.-

¡Está mal impresa!

El señor MORENO.-

Probablemente lo esté; pero lo cierto es que no he visto la celebración de feriados que no se encuentren consignados en tal libreta.

Chile tiene 16 feriados oficiales -¡dieciséis!-; Colombia, 17; Bolivia, 9; Argentina, 11; Venezuela, 12; Paraguay, 11; Uruguay, 20; Ecuador, 10, México, 12. Es decir, sólo nos superan Uruguay y Colombia, con 20 y 17 feriados, respectivamente.

No me voy a pronunciar aún sobre el mérito del proyecto. Sólo quiero introducir un elemento que sí es esencial. Es correcto lo dicho por la Senadora señora Frei en el sentido de que en la Cámara de Diputados se encuentra en trámite otro proyecto de ley relativo al feriado del Día de la Unidad Nacional.

Yo sería partidario de separar, tanto en el debate como en la votación, lo tocante al Día de la Unidad Nacional y a los feriados religiosos, por tener connotaciones distintas. A mi juicio, no es apropiado tratarlos en conjunto, ya que, en el fondo, se busca generar un cuadro de estabilidad. A este respecto, me parece que un señor Senador que me precedió en el debate dio un argumento bastante sólido en cuanto a la conveniencia de dejar que las cosas operen por un tiempo, para ver cómo funcionan.

Todos tenemos conciencia de que en algunos casos el feriado del día lunes extiende una semana más allá de lo previsto, y sabemos que en muchas partes ese fin de semana comienza el viernes en la mañana o a mediodía. Pero está bien, los chilenos podemos tener en ese régimen uno o dos fines de semana largos aparte de nuestras festividades naturales. Sin embargo, no resulta conveniente que eso prolifere.

El señor CANTERO.-

¿Me concede una interrupción, Honorable colega?

El señor MORENO.-

Con todo gusto.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Con la venia de la Mesa, tiene la palabra el Senador señor Cantero.

El señor CANTERO.-

Señor Presidente, respecto de la reciente reflexión del Honorable señor Moreno, debo manifestar que la información entregada por él es efectiva. Sin embargo, falta consignar que, en el caso de Estados Unidos, que es un país federal, las instancias subnacionales tienen la facultad de establecer días feriados. Y en las naciones no federativas, de Estado unitario -según la información que recibimos durante el estudio de la iniciativa-, las regiones o las comunas cuentan con atribuciones para ello y, en consecuencia, esos feriados son de alcance nacional, sin perjuicio de los festivos que las regiones o comunas, es decir, los niveles subnacionales, pueden establecer de acuerdo a sus propias normas constitucionales o legales.

Agradezco la interrupción.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Puede continuar el Honorable señor Moreno.

El señor MORENO.-

Señor Presidente, recojo la argumentación del Senador señor Cantero. La conozco. En cierto modo, en nuestro país también existe una atribución similar, no declarada legalmente, sino practicada de hecho. Mencionaré algunos ejemplos.

En el Día de Arica, nadie trabaja en esa ciudad. En el Día de Rancagua, el 2 de octubre, tampoco nadie lo hace allá. Y así, sucesivamente. Incluso, podría citar algunas festividades religiosas de connotación local o provincial que paralizan la actividad de la provincia y a veces de la región.

Ésa es una praxis. Incluso más. Yo tuve la intención de proponer, con el apoyo del Senador señor Chadwick, que se declarara feriado en la Región del Libertador General Bernardo O´Higgins el 2 de octubre; pero me desaconsejaron, haciéndome ver que con ello se rompería el criterio de unidad nacional, no obstante que en Rancagua nadie trabaja ese día.

Ése es un punto distinto. Lo dejaré pendiente por el momento, hasta que consolidemos las regiones de otra manera.

Señor Presidente, insisto en la conveniencia de separar la propuesta del Senador señor Hamilton en dos partes: por un lado, los feriados religiosos, y por el otro, el Día de la Unidad Nacional. Si hubiere acuerdo en la eliminación de este último -pese a que llegará de la Cámara de Diputados un proyecto sobre la materia-, dado que el 4 de septiembre fue una jornada compleja para la vida de nuestro país, estamos dispuestos a analizarla. En cuanto a las festividades religiosas, el cambio podría quedar para más adelante.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

No se puede tomar ningún acuerdo, Su Señoría.

Tiene la palabra el Honorable señor Boeninger.

El señor BOENINGER.-

Señor Presidente, entiendo la lógica que inspira la moción del Senador señor Hamilton, en el sentido de que cada día feriado significa teóricamente una pérdida no despreciable de producción y, en consecuencia, de no aumento del Producto Nacional. Desde este punto de vista, la iniciativa es bastante razonable.

De otro lado, también es cierto -como aclaró el Honorable señor Moreno- que el problema de que en Chile tengamos tan pocos feriados es más mito que realidad. Sin embargo, creo que nos hemos embarcado en una tendencia razonable.

Uno de los pocos temas que -¡cosa rara!- suscitó unanimidad en esta Sala cuando se discutió la reforma laboral, fue el acortamiento de la jornada de 48 a 45 horas. De manera que ahí hay cierto instinto de facilitar la vida familiar. Creo que ésta se refuerza con la acumulación en el curso del año de algunos días lunes en que no se trabaje, lo cual es algo positivo para el país, pues la vida familiar evidencia estar bastante resentida.

El problema es otro: en Chile las horas de trabajo son muchas y el rendimiento no es muy alto. Creo que nuestro gran desafío en cuanto al rendimiento nacional, no es aumentar o disminuir el número de feriados, sino, fundamentalmente, lograr que a la gente le cunda más su labor; que se dedique a su tarea en las horas de trabajo. Así ocurre en Estados Unidos, donde a las cinco y media en punto de la tarde todos se van para la casa. Pero resulta que durante las horas formales de trabajo, en los países desarrollados, la gente labora efectivamente. En nuestro caso, como bien sabemos -y los chilenos no somos de los más flojos de América Latina, ni mucho menos- se pierde una cantidad importante de horas en distintos tipos de conversaciones, lectura de diarios, cafecitos reiterados, etcétera.

En síntesis, el desafío nacional es el de la productividad. El hecho de disminuir o no disminuir los feriados no influirá suficientemente en ese factor. A mi juicio, no debe alterarse el número de feriados, en consideración al problema de la vida familiar, aunque entiendo que el tema es más discutible de lo que podría parecer, por las opiniones mayoritarias expresadas en la Sala.

Ahora, yendo a lo particular, me doy cuenta de que no hay ambiente para separar lo relativo al Día de la Unidad Nacional. Francamente, dado el origen de la festividad así llamada, eso no tiene ningún sentido.

El señor HAMILTON.-

¿Me permite una interrupción, Honorable colega?

El señor BOENINGER.-

Termino de inmediato y se la concedo, señor Senador.

Creo que el Día de la Raza, en cuya conmemoración era feriado el 12 de octubre, en virtud de su traslado al lunes ha ido perdiendo significación. Incluso, para las etnias originarias, contemporáneamente es más bien un día conflictivo. Por lo tanto, soy partidario de suprimirlo como feriado. Tampoco sé si existe ambiente para ello, pese a que, como digo, creo que se ha reducido el elemento de resistencia a su respecto por no celebrarse el mismo día 12, sino el lunes correspondiente, como ocurrirá la próxima semana.

En resumen, comprendo las razones del Senador señor Hamilton. Las juzgo bastante valederas. Pero, en el balance, me inclino por privilegiar la vida familiar, por lo cual votaré en contra de la iniciativa.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri, último orador inscrito en la primera discusión. Después se cerrará el debate.

El señor GAZMURI.-

Señor Presidente, opinaré en el mismo sentido en que lo ha hecho la mayoría.

En realidad, la única justificación de un proyecto de esta naturaleza es un asunto de productividad, económico. Tengo la impresión de que la señal es incluso contradictoria con otras que en el Senado hemos dado hace poco, al discutir la última reforma laboral. Se realizó un debate muy a fondo acerca de la disminución de la jornada de trabajo, de 48 a 45 horas, asunto que al principio despertó bastante resistencia en la Corporación, pero que finalmente aprobamos por amplia mayoría.

Un argumento que en esa oportunidad se dio fue que, en su actual estado de desarrollo, la economía chilena necesita dar señales de que nuestro crecimiento va a estar basado en gran proporción en aumentos sustantivos de productividad más que en extensión de las jornadas de trabajo. Eso, a mi juicio, significa que va en sentido contrario desde el único punto que sería justificable un proyecto como éste, que es un elemento productivo. Creo que otros argumentos, como el de una ciudadanía estresada al igual que muchas de las modernas o el de una vida familiar problemática en numerosos sectores, avalan el rechazo.

Dado que existe un proyecto específico en la Cámara de Diputados para suprimir el llamado Día de la Unidad Nacional -en ello no hay una consideración productiva, pues la práctica ha demostrado que, más que un motivo de unidad, ese día se convierte en una nueva causa de fricción entre los chilenos-, un pronunciamiento del Senado no tiene sentido. Pero es por esa razón y no por otra. Por lo tanto, ese hecho amerita que la discusión sea específica respecto de ese feriado y no como tema general sobre aumento o disminución de días festivos en el país.

Por todas estas razones, anuncio mi voto contrario al proyecto.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate respecto de la primera discusión, quedando el proyecto para segunda.

1.4. Discusión en Sala

Fecha 16 de octubre, 2001. Diario de Sesión en Sesión 8. Legislatura 345. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

SUPRESIÓN DE FERIADOS

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción de los Honorables señores Hamilton y Sabag, que suprime los feriados que indica, con informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.

--Los antecedentes sobre el proyecto (2779-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley: (moción de los señores Hamilton y Sabag).

En primer trámite, sesión 28ª, en 11 de septiembre de 2001.

Informe de Comisión:

Gobierno, sesión 5ª, en 9 de octubre de 2001.

Discusión:

Sesiones 6ª, en 10 de octubre de 2001 (queda para segunda discusión).

El señor HOFFMANN (Secretario).-

La relación del presente proyecto fue realizada durante la sesión anterior, oportunidad en la que se solicitó segunda discusión.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

En la segunda discusión, ofrezco la palabra.

El señor HAMILTON.-

Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, la moción que presentamos junto con el Senador señor Sabag intenta racionalizar el número de feriados reconocidos en el año calendario.

Al efecto, se considera que cada día festivo, aunque puede ayudar a determinados grupos o sectores de la ciudadanía, en definitiva supone una importante sangría a la economía nacional. Testimonios de esto se encuentran en las discusiones hechas en el Senado sobre el tema, donde ha quedado constancia de cuánto afecta económicamente al país cada día feriado.

Además -como lo comprobó en su intervención durante la primera discusión el Senador señor Moreno-, nuestro país cuenta con un elevado número de días legalmente declarados feriados, en comparación con el resto de los países del continente.

Desde esa perspectiva, el proyecto propone suprimir cuatro feriados, a saber:

1) El mal llamado "Día de la Unidad Nacional", a celebrarse el primer lunes de septiembre. Existe consenso en el país en el sentido de que este feriado, que ya logró su objetivo de poner fin al 11 de septiembre, no tiene justificación alguna, salvo la de contar con un largo fin de semana sin trabajar.

2) El "Día de la Raza", que se conmemora el lunes siguiente al 12 de octubre de cada año, cuya justificación es cada día más discutible, si se considera que en España no es celebrado y que en Chile es controvertido especialmente por las etnias originales. También da origen a un fin de semana largo de feriado.

3) El feriado religioso que recuerda a San Pedro y San Pablo el 29 de junio, que se celebra el lunes siguiente. Desde el punto de vista de la Iglesia Católica, no se trata de una fiesta de precepto. El Estado chileno lo suprimió durante la Administración del Presidente Frei Montalva, con el consentimiento de las autoridades religiosas. Y se desconoce la razón por la cual el Gobierno militar lo impuso nuevamente como feriado, y

4) "Corpus Christi", que al igual que el anterior fue suprimido y repuesto. No es una fiesta de guardar y genera otro largo fin de semana sin trabajo.

Pero este caso es aún más particular. Para la iglesia es una fiesta movible, que siempre se celebra el domingo de la semana que corresponde. No obstante, la ley que pretendemos derogar obliga a una nueva celebración el día siguiente.

Pienso que, como ocurre con el resto de los feriados nacionales, éstos deben tener clara justificación desde el punto de vista histórico, de la acendrada tradición religiosa arraigada en el pueblo, o de la costumbre universal, condiciones de las que carecen los feriados que mediante la moción intentamos suprimir.

He escuchado en el debate algunos argumentos en el sentido de que en Chile se trabaja mucho y de que es bueno que existan espacios para la recreación, el descanso y la vida familiar. A esos objetivos, muy sanos y loables, tiende la legislación laboral, recientemente modificada para reducir la jornada de trabajo. Si tal esfuerzo fuera aún insuficiente, debiera revisarse, aunque al menos en los tiempos en que vivimos, dados el nivel de desarrollo de nuestro país y los desafíos de derrotar el subdesarrollo y la pobreza, lo que se requiere es más trabajo y mayor productividad, en lugar de más ocio y más festivos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Silva.

El señor SILVA.-

Señor Presidente, estoy de acuerdo con el proyecto iniciado en moción de los Senadores señores Hamilton y Sabag, y deseo simplemente recordar un hecho.

Cuando el ex Presidente señor Frei Montalva resolvió disponer una amplia racionalización y modernización de la Administración Pública, me hizo el honor de pedirme que presidiera la Comisión respectiva -a la sazón, desempeñaba el cargo de Contralor General de la República-, la que estuvo integrada, entre otros distinguidos funcionarios, por el entonces Subsecretario de Hacienda, señor Andrés Zaldívar, y por el del Interior, señor Hamilton. Y estuvimos todos de acuerdo, en verdad, en proponer la supresión de una serie de feriados que existían en la época en Chile, la mayoría de los cuales eran de carácter religioso.

Asimismo, quiero traer a la memoria que el entonces Cardenal señor Raúl Silva Henríquez conversó con quien habla, que presidía la Comisión, para hacer presente que no se oponía a la supresión de dichos feriados y que el único que a su juicio debía mantenerse era el del 8 de diciembre. Y nosotros, respetando la posición de la Iglesia, excluimos esa fecha de la nómina propuesta al Ejecutivo. Todos los demás feriados se acordó suprimirlos.

Es cierto que a la lista que ahora presentan en su iniciativa los Honorables señores Sabag y Hamilton se agregan otros, como el del 12 de octubre y el Día de la Unidad Nacional, el último en esa época no existía como feriado; pero las razones que se han dado para eliminarlos son muy plausibles.

Además, quiero hacer ver que en la oportunidad indicada la materia se estudió en profundidad, llegándose a la conclusión de que, desde el punto de vista económico, el país perdía una enorme cantidad de dinero con cada uno de los días festivos. De allí que se produjera el acuerdo prácticamente unánime y el Congreso de la época acordó su derogación, pero después, durante el Régimen autoritario, se repusieron en su gran mayoría. Y a eso conduce la moción de los Senadores señores Hamilton y Sabag: a restablecer la norma que durante el Gobierno del Presidente señor Frei Montalva permitió suprimir esos días en su condición de feriados.

Por eso, en consonancia con lo que en su oportunidad estudiamos, votaré favorablemente la iniciativa, pues me parece que es una medida de elemental racionalidad.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra la Honorable señora Frei.

La señora FREI (doña Carmen).-

Señor Presidente, lo que se analizó durante el Gobierno presidido por mi padre estuvo muy bien pensado en ese momento, pero creo que las condiciones de la vida moderna han cambiado. Estamos hablando de más de treinta años atrás, cuando la vida era mucho más reposada, tranquila; no de la de ahora, de extremo estrés. Es impresionante la cantidad de gente que sufre de depresión y, en fin, todo lo que a diario vemos en nuestro país. Y es porque el mundo está caminando a tal velocidad que realmente no evaluamos lo que significa el descanso para las personas.

Comprendo que Chile puede dejar de ganar, a lo mejor, sumas grandes. Pero también cabe hacerse la reflexión en sentido contrario: se trabaja mucho mejor cuando el individuo no está estresado, cuando tiene oportunidad de descansar, de estar con su familia, de recrearse. En todas las encuestas realizadas últimamente por organismos internacionales se refleja que la gente valora mucho su familia, los momentos libres, el descanso y la recreación. Considero que en el mundo actual el descanso y la recreación se necesitan más que nunca. Y no es buena señal eliminar feriados.

Más aún, cuando en la sesión pasada el Senador señor Moreno se refirió a lo que se trabaja en diversos países, es claro que puede aparecer así en las cifras; pero olvida que cuando Bolivia celebra el carnaval, es un mes de vacaciones. Y cuando Brasil hace lo propio en el verano, por lo menos es un mes de celebración. En Estados Unidos, ¿quién trabaja después de las 5 de la tarde? Todo el mundo se va a su casa, o a donde sea, y se libera. Eso es lo que necesitamos. En México y en otros países es la hora del cafecito. ¿Cuánto tiempo pierden los españoles a media mañana para tomar el café? Y nosotros, ¡dale que dale!

De lo que estoy hablando es de la salud mental de la gente, lo que sí debe tenerse en cuenta. Repito: en un país donde las personas tienen oportunidad de descansar en familia, eso ayuda mucho más que la simple cifra de que la economía ande tan bien. Eso, por una parte.

Segundo argumento: a algunos señores Senadores que representan a las Regiones del centro del país les pido que se pongan en la situación de las extremas, especialmente de las del norte, pues mucha gente de Santiago va a trabajar allá. ¿Por qué no le damos la oportunidad de disponer de un wikén largo para que pueda viajar tranquilo a compartir con su familia, pues no puede llevarse viajando en avión, por el gasto que ello implica?

Entonces, consideremos que las personas tienen derecho a participar en familia, a descansar. Y nuestro país andará mucho mejor con gente descansada, con buena salud mental, y no estresada y tomando cualquier cantidad de antidepresivos, como ocurre en la actualidad.

Por eso, creo que las condiciones de hace treinta años eran muy diferentes de las actuales, y opino que constituye un error quitar a los chilenos la posibilidad de descansar un poco más con los suyos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señor Presidente, deseo decir dos cosas. La primera, soy de la idea de dividir la votación del proyecto, por estar a favor de eliminar como feriado el Día de la Unidad Nacional y prefiero que se vote separadamente.

Respecto de los demás festivos, me pronunciaré en contra, tratando de ser coherente con la forma como voté en la oportunidad cuando se discutieron estos temas, cuando no fui partidario de mover los feriados a los días lunes, sino de mantenerlos.

La otra es una razón muy práctica: en el caso de la Cuarta Región, que represento, en verdad, la afluencia de turistas los fines de semana largos son un instrumento de activación económica muy importante para el desarrollo del turismo. El último esto se hizo más que evidente, pues fueron miles los chilenos que se desplazaron hacia esa zona, con el consiguiente beneficio para quienes trabajan en el rubro turístico. Por lo tanto, mal podría yo votar por la eliminación de estos feriados.

Me sumo a las expresiones de la Honorable señora Carmen Frei, quien, por su experiencia personal, se ha referido a la necesidad de descanso.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Horvath.

El señor HORVATH.-

Señor Presidente, del análisis hecho, queda demostrado fehacientemente -por ejemplo, en cuanto a las leyes sobre modernización del Estado, en especial la que regula el silencio administrativo- que en Chile, desde el punto de vista horario, se trabaja mucho; pero que, en relación con la productividad, se rinde poco. Y eso pasa por la necesaria modernización del Estado, la capacitación, etcétera, pues no creo que tal situación se resuelva con tener más o menos feriados.

Por otro lado, ya legislamos acerca del traslado de los feriados de la semana a los lunes siguientes. En tal sentido, a mi juicio, continuar suprimiendo tales días debería estudiarse en un contexto más amplio.

Respecto a las ideas matrices de la moción, estoy claramente en desacuerdo. Suprimir el 12 de octubre como feriado, porque es un día en el cual se exacerban los ánimos por las demandas de las etnias originales de América en desmedro de los conquistadores, en mi opinión, es mirar las cosas en forma demasiado estrecha. No solamente es el día del descubrimiento de América, sino también el Día de la Raza, considerando toda su diversidad. Ello no debe ser motivo para generar conflicto.

El 29 de junio -de homenaje a San Pedro y San Pablo-, además de haberse corrido al lunes siguiente, es el día de los pescadores artesanales, por lo cual se celebra en todas las regiones de Chile, salvo la Metropolitana. Por lo tanto, para su mantención como feriado existen otras causas, aparte los preceptos cristianos y católicos.

En lo relativo al Día de la Unidad Nacional, cabe recordar que surgió de un acuerdo entre el Presidente del Senado y el Senador señor Augusto Pinochet. Considero que lo relativo a tal fecha debe ser revisado con más antecedentes; de hecho, se encuentra en la Cámara de Diputados una iniciativa legal sobre la materia.

Por estas razones, a mi juicio, no es conveniente aprobar el proyecto en debate.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Se resolvió instaurar el Día de la Unidad Nacional y derogar el 11 de septiembre por la unanimidad de los señores Senadores. No hubo acuerdos individuales.

El señor HAMILTON.-

Yo no participé, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Fue un acuerdo firmado por todos.

El señor HAMILTON.-

Yo no lo hice.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Se puede traer el documento correspondiente, para que reconozcan sus firmas.

El señor PIZARRO.-

Fue un acuerdo suyo, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, en la sesión anterior di como argumento de mi posición contraria al proyecto el de la necesidad de que haya cierta racionalidad en la forma en que debemos legislar. Con demasiada frecuencia, aprobamos modificaciones a leyes recientemente promulgadas, sin dar tiempo a que las cosas se consoliden y se vea cómo funcionan. No hace mucho se produjo la lamentable discusión sobre el Día de la Unidad Nacional; aun cuando la ley correspondiente al traslado de los feriados no tiene más de uno o dos años de vigencia, ya estamos discutiendo nuevamente sobre lo mismo. Por primera vez diré que no es bueno para el Senado que muestre este excesivo afán de legislar, pues, en definitiva, no se da tiempo para que se consoliden ni para que funcionen las leyes, generando una sensación de liviandad y de movilidad excesiva. Ésta es mi primera observación sobre el asunto.

La segunda, señor Presidente, se refiere a la circunstancia de que los feriados que se pretende eliminar tienen un sentido.

Lo peor del caso sería que se utilicen las argumentaciones aquí dadas, por ejemplo, respecto del Día de la Raza: que suprimimos dicha festividad debido a que crea conflicto con nuestras etnias. Lo lógico es reconocer el valor del ancestro español, así como el de los pueblos chilenos originarios, generando una coincidencia de unidad en torno de nuestra propia personalidad.

No manifiesto lo anterior sólo a propósito de este debate, sino que hablo en términos generales, pues estamos tendiendo a que, frente a un conflicto, en la sociedad chilena pareciera que hay dos criterios mentales. El primero es "lo mío es válido y lo demás, no", aunque no es el caso de ahora, pero es común en esta suerte de maniqueísmo en que estamos cayendo y que es inadmisible en un proceso democrático. El otro criterio es decir que "como no hay acuerdo entre lo suyo y lo mío, entonces borrón y cuenta nueva", descartando ambas perspectivas, con lo cual el desarrollo mental y psicológico del país empieza a empobrecerse, pues en vez de sumar, permanentemente estamos restando.

En tercer lugar, señor Presidente, quiero insistir en algo que ya se ha señalado: no sé si realmente la pérdida económica de la que se ha hablado concluiría al suprimir los feriados. Porque, qué es lo que se pierde. En definitiva, en esos días también se consume y se trabaja. En consecuencia, el problema debiera resolverse mediante otros mecanismos y no por la eliminación de feriados. Esto último equivaldría a la venta del sofá en el cuento de Don Otto.

En mi opinión, también es valioso reconocer lo que nos está sucediendo como resultado de esta forma absolutamente absurda en que se desarrollan las vidas de las personas en Chile. Primero que nada, tenemos la sensación de que, mientras más tiempo se trabaje, es mejor; en circunstancias de que lo que debiéramos hacer es racionalizar el trabajo.

El segundo aspecto es que no cabe ninguna duda de que uno de los temas que puede consumir a la sociedad chilena es la sensación de competitividad extrema, donde lo que importa no es el desarrollo personal, sino el aspecto económico, esa vieja idea que tanto rechazara Maritain, de tener más, cuando en realidad se trata principalmente de ser. Eso implica un desarrollo personal, familiar y de naturaleza muy superior.

El otro elemento, señor Presidente, ya se ha mencionado en esta Corporación: no cabe ninguna duda de que Chile, a través del Ministerio de Salud y de la sociedad en su conjunto, tendría que revisar lo que sucede con el consumo de antidepresivos y tranquilizantes. No es lógico, no hay consecuencia e implica un asunto peligroso que la chilena se esté transformando en una sociedad iracunda, la que, frente a cualquier estímulo, reacciona mediante expresiones de rabia extremas. Esta realidad tiene que ver con una sensación de inestabilidad y de competencia exigente, lo cual provoca que la gente consuma drogas.

Según informaciones de la Organización Mundial de la Salud, Chile es uno de los países con mayor consumo de drogas tranquilizantes y de antidepresivos. Entonces, no se concilia la búsqueda de medidas para trabajar más tiempo y de una mayor productividad, con la presencia de un proceso de salud mental que podría tener gravísimas consecuencias en nuestras relaciones, si no se estudia la forma en que se va desarrollando nuestra manera de reaccionar.

Señor Presidente, este problema y el mencionado anteriormente en cuanto a que debe haber no digo mayor seriedad, pero sí más lógica y estabilidad en la manera de legislar, deben conciliarse con el valor que tienen los feriados cuya supresión estamos discutiendo.

Por ello, estoy disponible para dar al país las expresiones que se requieren en esta materia; pero valoremos los días que estamos celebrando, porque puede darse que de repente nos quedemos sin conmemorar fechas extremadamente arraigadas en nuestra idiosincrasia. Adoptamos con mucha soltura festividades que se importan desde naciones con las que no tenemos ninguna afinidad cultural. Así, han surgido en el medio chileno fiestas que en nada se vinculan con lo nuestro y que, sin embargo, las hemos asumido con extrema facilidad. Por ello, no me parece conveniente rechazar una fiesta "A" o una fiesta "B", que tienen su valor.

Se ha tocado el tema del Día de la Unidad Nacional al igual que el del Día de la Raza, fecha esta última respecto de la cual no argumentaré más, porque creo que debe dársele otra connotación. En todo caso, no me gustaría renunciar a su celebración, en la medida en que sea posible rescatar el valor de nuestras etnias y lograr un acuerdo sobre la materia.

Con respecto al Día de la Unidad Nacional, recojo lo manifestado por el señor Presidente de la Corporación, en orden a que su instauración surgió de un acuerdo unánime -por lo menos, así lo entendí-, y como una manera de terminar con una fecha que generaba conflictos a un sector de la población. Para muchos Senadores presentes ahora en la Sala, la celebración del 11 de septiembre nos violentaba. Por eso, se buscó una fórmula razonable, adecuada, en que las partes decimos: "Miren, esto no constituye una celebración para unos, ni tampoco una expresión de desagrado y violencia para otros. Busquemos un día de unidad nacional".

Se argumenta que esa fecha no ha dado resultado. Pero esto obedece a que desde un comienzo -me parece que así sucedió a los treinta días de haberse aprobado el proyecto sobre el Día de la Unidad Nacional- hubo parlamentarios que dijeron incluso que debía terminarse con él. En Chile efectivamente hay problemas de unidad nacional. ¿Acaso los conflictos de etnias no lo son? ¿Acaso los problemas sociales no se derivan de la visión de que habría dos países? ¿Acaso no existe la sensación de que muchos chilenos se sienten lejanos?

Con la misma fuerza con que soy contrario a las manifestaciones de nuestras etnias que dicen querer una nación distinta, pienso que se debe valorar el concepto de unidad nacional y darle cualquiera otra significación.

Por lo tanto, nunca votaré favorablemente un proyecto que termine con el Día de la Unidad Nacional, aunque aparezca como una fecha superflua e inútil. ¡Démosle otro sentido! En su momento, entendí que se había logrado un avance cuando se cambió la celebración de algo que se traducía en triunfo para algunos y en dolor para otros. Sin embargo, ahora se pretende suprimir tal feriado.

Por tales razones, en caso de que el proyecto sea sometido a votación, anuncio que me pronunciaré en contra. Pero, honestamente, para no inferir una negativa o una derrota a sus autores, que son colegas de bancada, sugiero que sea archivado hasta otro momento.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Zurita.

El señor ZURITA.-

Señor Presidente, como eco de las palabras tan bien dichas por el Senador señor Ruiz-Esquide, debo manifestar que no sólo ahora hemos tenido este ir y venir. Durante la Presidencia de la República de don Eduardo Frei Montalva, fueron suprimidas las celebraciones de Corpus Christi y de San Pedro y San Pablo y otra fiesta religiosa; sin embargo, curiosamente, el Gobierno de las Fuerzas Armadas las restituyó. Pero, ¿qué hace la Iglesia? No celebra la fiesta de Corpus Christi en día jueves, sino en domingo. ¿Por qué? ¿Por llevar la contra a los otros? O sea, se advierte la falta de unidad a que se hizo referencia y que al parecer nos acompañará toda la vida.

Ahora bien, la situación se repite nuevamente. Porque si se suprime el Día de la Unidad Nacional, surgirán los marxistas -ya lo dijeron- queriendo resucitar el 11 de septiembre, pero ahora consagrándolo a la memoria de Allende y del Régimen de la Unidad Popular.

¡Dejémonos de historias y seamos consecuentes!

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.

El señor OMINAMI.-

Señor Presidente, en mi concepto, es necesario argumentar sobre la base de algunos datos de la realidad.

Chile es un país donde se trabaja mucho, pues si uno revisa las estadísticas de la OIT observará que nuestra jornada figura entre las tres más extensas del mundo.

El señor ZURITA.-

¿Me permite una interrupción, señor Senador, con la venia de la Mesa?

El señor OMINAMI.-

Por supuesto, Su Señoría.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Zurita.

El señor ZURITA.-

A mi juicio, se comete un gran error al afirmar que en Chile se labora mucho, puesto que no es así. La persona ocupa parte importante de su tiempo en trasladarse al trabajo y en volver al hogar. Hay gente que necesita hora y media para llegar a su destino laboral. Frente a lo cual se dice: "Este sujeto se levanta a las seis de la mañana, se acuesta a las diez de la noche y duerme cuatro horas". Sin embargo, esto no significa que trabaje todo ese lapso, porque se está moviendo en un país en el que no existe ninguna racionalidad respecto de dónde la gente debe vivir y trabajar.

El señor OMINAMI.-

En realidad, ésa es una discusión más específica. Lo concreto es que, de acuerdo con las mediciones internacionales, la jornada anual chilena aparece entre las más largas del mundo. Ésa, por lo demás, fue una de las razones que tuvimos en consideración cuando discutimos las reformas laborales. En esa oportunidad, si no me equivoco, el punto que concitó unanimidad se refiere precisamente a reducir la jornada laboral de 48 a 45 horas semanales, lo cual significa que todos partimos reconociendo que ella era excesivamente extensa.

En lo que respecta a esta discusión, quiero simplemente dar mi opinión, que más bien constituye una proposición distinta de la formulada por los señores Senadores que presentaron la moción.

El Senador que habla, junto con el Diputado señor Aguiló, apoyó una moción -ya ha comenzado su tramitación en la Cámara Baja que parte de la base de una consideración distinta de la que tienen los autores de la iniciativa en debate; vale decir, que en Chile se trabaja mucho; que el Día de la Unidad Nacional no refleja un sentimiento de unidad y que existe acuerdo para suprimirlo.

Sin perjuicio de lo anterior, me parece que Chile necesita continuar fortaleciendo su esfuerzo productivo. Por eso, hemos planteado -lo que, a mi juicio, resulta muy razonable- eliminar el Día de la Unidad Nacional, no abrir una discusión como la mencionada por el Senador señor Zurita y hacer algo muy simple.

Hay dos semiferiados ampliamente reconocidos por la ciudadanía: el 24 y el 31 de diciembre. Son días de unidad nacional. Además, este año caerán en lunes. También existe una experiencia muy práctica vinculada al 17 de septiembre, fecha en que -según lo observado- nadie trabajó, porque todo el mundo de alguna manera se las arregló para hacer "sandwich". Por lo tanto, nuestra idea es derogar el Día de la Unidad Nacional y establecer como feriados completos los días 24 y 31 de diciembre.

En la Administración Pública, conforme al Estatuto Administrativo, esos días son semiferiados. Y la verdad es que son feriados completos, porque los funcionarios -en este sentido, comparto las expresiones del Senador señor Zurita- prácticamente van a marcar tarjeta, y no a trabajar. Por lo demás, los 24 y 31 de diciembre la gente tampoco efectúa trámites en la Administración Pública.

Desde el punto de vista de la productividad, es mucho mejor para el país canjear o agregar un día laboral completo -es lo que resultará si se termina con el Día de la Unidad Nacional-, y establecer derechamente como feriados aquellos días que en la práctica son tales. Naturalmente, en esto hay que exceptuar al comercio, que debe regirse por normas particulares. Además, a éste le haría muy bien mantener sus puertas abiertas el 24 de diciembre, sobre todo si se considera que la gente y los funcionarios públicos podrán salir de compras durante la mañana y evitar la aglomeración en las tiendas después de la hora de almuerzo. Eso, a lo mejor, también resulta muy útil para quienes se desempeñan en el comercio, ya que podrán terminar un poco más temprano sus labores, porque, en verdad, da pena ver a los empleados de los "malls" abandonar su trabajo a las diez u once de la noche, con lo cual, para ellos, simplemente, no hay Pascua. Seremos todos muy cristianos, pero algunos no la pueden celebrar. A mi juicio, es perfectamente posible que el comercio regule su actividad, a fin de terminarla un poco antes.

Desde el punto de vista de la productividad del país, no me cabe la menor duda de que la medida de suprimir el Día de la Unidad Nacional es un buen negocio, porque, de hecho, durante el 24 y el 31 de diciembre se trabaja muy poco. Si eliminamos a aquél -este año fue el 3 de septiembre, y el próximo será el 2-, aumentará el esfuerzo productivo y se zanjará bien la sustitución de ese día al consagrarse como feriados el 24 y 31 de diciembre, que en la práctica ya la gente los considera como tales.

Además, en mi opinión, desde el punto de vista de la familia y de cómo celebrar las fiestas de fin de año, sería muy bueno que esos días sean derechamente feriados -es lo que ocurrirá este año al caer en lunes el 24 y 31 de diciembre-, pues los trabajadores tenderán a hacer "sandwich". En todo caso, necesariamente ha de estudiarse una norma especial tanto para el comercio como para algunas faenas agrícolas.

En virtud de tales excepciones, que podrían quedar perfectamente establecidas, podemos hacer un buen aporte y lograr que esa iniciativa vaya efectivamente en la dirección de elevar la calidad de vida de la gente posibilitándole mejores fiestas de fin de año, sin que ello signifique lesionar la productividad del país.

Eso es todo.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Urenda.

El señor URENDA.-

Señor Presidente, ante todo, adhiero plenamente a lo expresado por el Senador señor Ruiz-Esquide.

En lo fundamental, y más allá de cualquier tipo de discusiones, el hecho de que el Senado pretenda aprovechar este proyecto (que, en el fondo, tenía un objetivo más amplio) simplemente para derogar una ley dictada hace poco, luego de ser aprobada aquí en forma unánime, no nos prestigia como institución. Creo que debemos dar oportunidad para que el Día de la Unidad Nacional -que nos honra como país- dé sus verdaderos frutos.

No olvidemos que el grueso de los pueblos latinoamericanos celebra dos días nacionales: aquel en que se realizó la Primera Junta de Gobierno, o su equivalente, y el correspondiente a la fecha en que realmente se declaró la Independencia. Curiosamente, así ocurrió en Chile durante mucho tiempo, pues el Día de la Independencia Nacional se conmemoraba tanto el 12 de febrero como el 18 de septiembre, por haber sido el primero de éstos la fecha de declaración de nuestra Independencia.

Pero, en fin, me parece inaceptable que dos o tres años después de instaurado el Día de la Unidad Nacional se pretenda echar pie atrás y eliminar esa festividad, que fue producto de un acuerdo unánime, en el cual le cupo un papel muy importante al señor Presidente del Senado.

En seguida, quiero agregar un par de conceptos.

En primer término, el número de feriados en Chile no es exagerado. Las referencias que hizo la Senadora señora Frei son bastante exactas. Y puedo añadir otra. En la mayoría de los países, como Estados Unidos, en que se trasladan al lunes los feriados que caen en otros días de la semana, también se cambian al lunes aquellos que caen en sábado y domingo. Es decir, tienen mayor cantidad de días feriados que en Chile. Porque, en nuestro caso, en la práctica hay 1, 2 ó 3 festividades en el año que coinciden con sábados o domingos y que, por consiguiente, reducen los feriados.

Con relación al argumento de que el exceso de días festivos repercutiría en la evolución de nuestra economía, pienso que se exagera mucho en cuanto a las pérdidas derivadas de paralizaciones. Indudablemente, a la industria en general le afecta un día feriado; más cuando éste interrumpía las faenas en mitad de la semana. Pero hay muchas otras actividades que conforman el Producto Geográfico y que no se ven alteradas. Así, se mantienen la producción agrícola, las rentas de bienes raíces, el comercio exterior, etcétera.

En segundo lugar, se han formulado observaciones acerca de lo que representa el trabajar un horario excesivo; pero hay algo a lo que quizá debería prestársele mayor atención que a los muchos días u horas que demandan las diversas funciones: al hecho de que, debido principalmente al centralismo y a la poca habilidad con que se ha procedido a este respecto (muchas veces las poblaciones de trabajadores se han construido lo más lejos posible del sitio en que laboran), registramos tantas horas perdidas. Como expresó el Senador señor Zurita, en Santiago la gente pierde 2, 3 y hasta 4 horas, no en su tarea específica, sino en movilizarse desde el hogar hasta su fuente de trabajo.

Por las razones expuestas, pienso que el proyecto es inoportuno. Debemos rechazarlo y -como se señaló- dejar que las cosas maduren en el tiempo.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Valdés.

El señor VALDÉS.-

Señor Presidente, el debate deja en la mente algunas confusiones sobre lo que podría ser mejor para el país.

Se ha afirmado que en Chile se trabaja mucho. Discrepo de ello. Lo que pasa es que se labora durante más horas, pero se hace mal. No tenemos horario ni eficiencia. Nosotros, en esta Corporación, trabajamos más que, por ejemplo, los Senadores de Francia o de Estados Unidos. Estos últimos disponen de 3 ó 4 minutos para emitir su opinión. Nosotros tenemos un tiempo excesivamente largo y no por eso trabajamos mucho, sino que lo hacemos mal.

En general, en el país el trabajo es poco eficiente. Se conversa mucho. Esto, por una parte. Por otra, los estudios demuestran que el horario es muy largo. Adicionalmente, un señor Senador (que se halla sentado detrás de mí), de gran categoría intelectual, histórica, acotaba que los chilenos desarrollan sus funciones muy lejos de donde residen. En Estados Unidos trabajé durante 10 años en un lugar al que tardaba una hora y media en trasladarme. Llegaba a las nueve de la mañana y me iba a las cinco de la tarde. Y cerca de un millón de personas que trabajan en la isla de Manhattan, van allá, mejor dicho iban, antes de la tragedia, todos los días y regresaban a las cinco.

Por lo tanto, se trata de un problema de métodos, de sistemas, y no tanto de otorgar más días de descanso, como sostenía la Senadora señora Frei, con quien concuerdo en un sentido maternal, femenino. Sin embargo, ésa no es razón para aumentar el número de feriados, que ya son abundantes. Además, como expresaba el Honorable señor Ominami, el día anterior a un feriado la gente se va más temprano; y el posterior, llega "con el cuerpo malo". Ésta es una realidad chilena.

Hay feriados que no se deberían tocar. No digo el "Día de la Raza", porque me parece un nombre torpe, ni el "Día de la Hispanidad", que tampoco considero adecuado. Me explico. En Osorno, donde hay un alcalde muy bueno, se ha creado un día de festejo para todas las comunidades: italiana, árabe, alemana, croata, judía. Y como Chile es un país de agregaciones históricas, es un día de festividad de la nación a que cada cual pertenece. Porque las naciones no desaparecen por el hecho de que muchos de quienes nacieron en ellas se encuentren viviendo a lo largo de nuestro territorio.

Dejo lanzada la idea de destinar un día a celebrar las distintas vertientes que conforman la nacionalidad chilena. Sería lógico proceder así.

En cuanto a los otros dos feriados, respeto el Día de la Unidad Nacional (este año no me encontraba en Chile y me preocupó mucho ver por televisión lo que sucedió). No cabe duda de que su gran mérito es haber reemplazado el 11 de septiembre, que era una fecha de ruptura. Creo que con el tiempo llegaremos a otra formulación. Yo estaba convencido de que valía la pena suprimirlo, pero después del debate he llegado a la conclusión de que es mejor dejar los feriados como están y no hacer mayor cuestión de ellos porque, en definitiva, pasan a ser una especie de patrimonio del país y resulta muy difícil desarraigarlos.

Tocante a la festividad religiosa de Corpus Christi, la Iglesia ya la desafilió de su tradición de celebrarla en determinado día de la semana. En consecuencia, no debería ser feriado.

Como no creo que vaga la pena abundar más en la materia, anuncio que no votaré a favor del proyecto, como pensé hacerlo originalmente. La discusión habida me ha convertido en un adversario de él.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Queda cerrado el debate.

Corresponde votar.

Se ha solicitado dividir la votación, o sea, pronunciarse separadamente feriado por feriado.

Se votará primero la supresión del feriado del 12 de octubre.

El señor BITAR.-

Pido votación económica, señor Presidente.

La señora FREI (doña Carmen).-

Sí, que se vote en forma económica.

El señor CHADWICK.-

De acuerdo.

El señor FERNÁNDEZ.-

Muy bien.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Me veo obligado a tomar votación nominal. Hay muchos señores Senadores participando en las Subcomisiones de Presupuesto y debe dárseles la posibilidad de pronunciarse.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

¿Se va a votar uno por uno, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

En efecto. Así lo pidió el Honorable señor Viera-Gallo.

En votación la derogación de la ley Nº 3.810, que declaró feriado el día 12 de octubre de cada año.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Terminada la votación.

--Se rechaza (24 votos contra 5).

Votaron por la negativa los señores Aburto, Bitar, Boeninger, Canessa, Cariola, Cordero, Chadwick, Fernández, Foxley, Frei (doña Carmen), Horvath, Moreno, Núñez, Ominami, Pizarro, Prat, Ríos, Ruiz-Esquide, Urenda, Valdés, Vega, Viera-Gallo, Zaldívar (don Andrés) y Zurita.

Votaron por la afirmativa los señores Hamilton, Lavandero, Parra, Sabag y Silva.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Propongo a la Sala que, con la misma votación, quede rechazada la proposición de eliminar como feriado legal el día de San Pedro y San Pablo.

¿Habría acuerdo?

El señor VIERA-GALLO.-

No, señor Presidente. Sugiero más bien que nos pronunciemos en votación económica, para avanzar más rápido.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Si le parece a la Sala, se procederá de esa forma.

Acordado.

En votación económica la derogación de la ley Nº 18.432, que declaró feriado legal el 29 de junio de cada año, fecha correspondiente a la fiesta de San Pedro y San Pablo.

--Se rechaza (21 votos contra 6).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Corresponde emitir pronunciamiento sobre la proposición de derogar la ley Nº 18.607, que declaró feriado legal el día correspondiente a la fiesta de Corpus Christi de cada año.

En votación económica.

--Se rechaza (16 votos contra 7).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

A continuación, se somete a votación en la misma forma la derogación de la ley Nº 18.588, que declaró feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, para celebrar el "Día de la Unidad Nacional".

--Se aprueba (13 votos contra 12).

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Corresponde emitir pronunciamiento sobre la proposición para derogar la ley Nº 19.568, que traslada los feriados de 29 de junio; de 12 de octubre, y de celebración de Corpus Christi a los días que indica.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Como consecuencia del resultado de las votaciones anteriores, se entendería rechazada dicha proposición.

El señor PIZARRO.-

Señor Presidente, ¿qué estamos votando?

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Se vota la proposición de traslado de los feriados que se ha decidido mantener, señor Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, tengo muy claro lo que se votó anteriormente. Pero ¿qué tiene que ver eso con el traslado de los feriados, en circunstancias de que ello no se propone en el proyecto?

El señor NÚÑEZ.-

Además, dichos feriados fueron trasladados por ley. De modo que no hay razón alguna para discutir el asunto en esta oportunidad, salvo que se presente una iniciativa en contrario.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, deseo aclarar lo que hemos votado.

Se rechazaron las tres primeras proposiciones sometidas a votación por la Mesa. Ahora, ¿qué ocurrió con el proyecto de derogación del llamado "Día de la Unidad Nacional"?

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Se aprobó, señor Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, ¿por qué el señor Secretario habla de traslado si eso no se contempla en el texto del proyecto?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Se mantiene el traslado de los tres feriados a los días lunes siguientes. Es decir, no se altera la normativa vigente, salvo en lo que dice relación al Día de la Unidad Nacional.

El señor HAMILTON.-

Exactamente.

El señor VALDÉS.-

Eso está en la ley, no el proyecto.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Está en el proyecto, señor Senador.

El señor HAMILTON.-

Pido la palabra.

El señor NÚÑEZ.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Voy a ir por orden.

Tiene la palabra el Honorable señor Hamilton.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, la situación es muy clara. La mayoría del Senado rechazó la iniciativa en cuanto a tres de los feriados que se proponía suprimir y la aprobó con respecto a la eliminación del Día de la Unidad Nacional. En este último caso, nada hay que postergar o anticipar. Se suprime y se acabó. Así de simple.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Foxley.

El señor FOXLEY.-

Señor Presidente, debí ausentarme un minuto de la Sala, pero antes de salir me acerqué a la Mesa para indicarle mi votación, que usted aceptó.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Así fue, señor Senador.

El señor FOXLEY.-

Y ella era contraria a los dos aspectos señalados: a la supresión de feriados en general y a la eliminación del Día de la Unidad Nacional en particular. Sin embargo, ahora me informan que mi votación no fue considerada.

Dado que ambos convinimos, verbalmente, en que era posible dejar mi voto en la Mesa, le pido, señor Presidente, computarlo. Me parece que es lo mínimo para la buena convivencia.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Efectivamente, el Senador señor Foxley me hizo tal planteamiento antes de salir de la Sala. Sin embargo, Secretaría no lo registró al momento de llevarse a cabo la votación económica.

El señor FOXLEY.-

Si yo hubiera sabido lo que iba a ocurrir, señor Presidente, me habría quedado aquí. Pero se me aceptó la votación.

La señora FREI (doña Carmen).-

El Honorable señor Ominami desea hacer una proposición.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.

El señor OMINAMI.-

Señor Presidente, si hubiera unanimidad, podríamos resolver el problema presentando una indicación que, junto con suprimir como feriado el primer lunes de septiembre, diera tal carácter a los días 24 y 31 de diciembre. Creo que todos podríamos estar de acuerdo con esa idea, que apunta en la dirección de fortalecer el sentimiento de unidad nacional, que fue, por lo demás, el motivo que estuvo detrás al establecer en el Senado el Día de la Unidad Nacional.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Voy a proponer que el proyecto vuelva a Comisión, pero solo para recibir indicaciones, fijando plazo al efecto. Es lo que corresponde, ya que la iniciativa ha sido objeto de más de una indicación durante su discusión particular.

El señor HAMILTON.-

Perdón, señor Presidente, pero...

El señor NÚÑEZ.-

¿Me permite hacer una pregunta, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

En consecuencia, el proyecto vuelve a Comisión.

Ahora tenemos que fijar plazo para presentar indicaciones.

El señor HAMILTON.-

¡No, señor Presidente!

Pido la palabra.

El señor NÚÑEZ.-

¿Puedo formularle una pregunta, señor Presidente?

El señor HAMILTON.-

Yo creo que su propuesta no es reglamentaria, señor Presidente, porque el proyecto se rechazó en sus dos terceras partes, y en lo que subsiste, fue aprobado por mayoría. No tiene indicaciones.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Basta que cualquier Senador lo pida para que se abra plazo a los efectos de formular indicaciones.

El señor HAMILTON.-

No se puede abrir plazo si no hay indicaciones. No ha llegado ninguna a la Mesa. Y, de acuerdo con el Reglamento, no es posible considerar como indicación el planteamiento verbal de un señor Senador que para ello solicita recabar la unanimidad de la Sala.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Hubo dos indicaciones, señor Senador.

El señor HAMILTON.-

¿Cuáles?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

La primera, formulada por el Comité Demócrata Cristiano don Jorge Pizarro, para votar separadamente la supresión como feriado del primer lunes de septiembre; y la segunda, hecha por el Honorable señor Viera-Gallo, para votar por separado la eliminación de los demás feriados.

El señor HAMILTON.-

Pero esas indicaciones fueron aceptadas, y las votaciones se llevaron a efecto en conformidad a ellas. No son indicaciones al proyecto, sino que responden al ejercicio de un derecho reglamentario.

¡Usted quiere imponer determinado resultado, señor Presidente, en contra de lo que fue la votación!

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Sólo estoy tratando de solucionar el problema, considerando que algunos Senadores no pudieron votar, como es el caso del Honorable señor Foxley.

El señor HAMILTON.-

Y el del Senador señor Sabag.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Por eso estoy planteando una solución.

Aquí no se trata de ganar por sorpresa. Lo que estoy sugiriendo es que la iniciativa -además, hubo una insinuación de un señor Senador- vuelva a Comisión para perfeccionarla, incluso en los aspectos indicados por el Honorable señor Hamilton, y luego retorne a la Sala.

El señor BITAR.-

Pido la palabra.

El señor HAMILTON.-

No estoy de acuerdo, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

De ese modo, votaríamos sobre las proposiciones de la Comisión.

El señor HAMILTON.-

No me parece que sea lo más adecuado, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Bitar.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente, hace rato que estoy pidiendo la palabra.

El señor BITAR.-

Señor Presidente, las indicaciones se hicieron antes de votar, y según entiendo, conforme al procedimiento, la iniciativa, por constar de un artículo único, está despachada en general y particular. No me parece posible, entonces, la formulación de indicaciones; eso está fuera de discusión.

Ahora, otra cosa es que la Corporación -me allano a esto, a pesar de que estoy en desacuerdo con el Honorable señor Foxley- reconozca el derecho de un Senador que dice haber dejado su voto en la Mesa antes de abandonar la Sala.

Podemos discutir el punto. Pero, a mi juicio, corresponde aceptar la votación que se verificó después de haberse aprobado dos indicaciones.

En cuanto a la fórmula planteada por el señor Presidente, que permitiría considerar otras indicaciones, aunque entiendo su intención, no me parece procedente.

Sin perjuicio de ello, yo estaría dispuesto a suscribir una nueva iniciativa que declare feriados los días 24 y 31 de diciembre de cada año, salvo para el comercio, cuyo funcionamiento es importante.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Núñez.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente, tal como el Senador señor Bitar, no veo ningún motivo para que el proyecto vuelva a Comisión. Aquí, una clarísima mayoría se pronunció a favor de mantener como feriados determinados días y, prácticamente por un empate -si se considera el voto del Honorable señor Foxley-, nos encontramos frente a una delicada situación respecto a la eliminación del Día de la Unidad Nacional. Esto es lo que debemos resolver ahora. Y, sobre el particular, estoy de acuerdo en que se considere el voto del Senador señor Foxley; no existe ninguna razón para no hacerlo.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.

El señor VIERA-GALLO.-

Señor Presidente, según el Reglamento, corresponde repetir la votación, con la presencia del Honorable señor Foxley y la de cualquier otro Senador que ingrese a la Sala, para decidir democráticamente si el Día de la Unidad Nacional se mantiene como feriado -no le ha hecho mal a nadie- o se elimina. No sería el fin del mundo.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

La Sala debe resolver el problema.

El Senador señor Viera-Gallo sugirió repetir la votación.

El señor HAMILTON.-

Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

La tiene, Su Señoría.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, quiero saber si el voto del Honorable señor Sabag -Su Señoría me dijo que lo dejó en la Mesa- fue contabilizado o no.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Secretaría le va a informar, señor Senador.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Al igual que a los Honorables señores Foxley y Urenda, en la primera votación, que fue nominal, como correspondía, al Senador señor Sabag se le computó el voto.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, si se contabilizó el voto del Senador señor Sabag, lo lógico es que se respete el del Honorable señor Foxley.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Fue computado, señor Senador.

El señor HAMILTON.-

Para la primera votación, pero no para la última.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

A los Honorables señores Sabag y Urenda...

El señor HAMILTON.-

O se computan los votos de los dos Senadores -Foxley y Sabag- o no se computa ninguno.

El señor BOMBAL.- Repita la votación mañana, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Aquí no se trata de obtener una votación a favor o en contra, sino de ser respetuosos de las decisiones que toma el Senado, como también de las normas reglamentarias.

Ahora, la única manera de reabrir la votación es con el acuerdo de la Sala. Si éste se obtiene, para permitir que todos se pronuncien, no tengo ningún inconveniente. Pero si no se logra ese acuerdo, deberé mantener la votación tal como se produjo.

¡Tan claro como eso!

Tiene la palabra el Honorable señor Foxley.

El señor FOXLEY.-

Sólo deseo insistir en un punto.

Antes de retirarme de la Sala, me acerqué al señor Presidente del Senado y le pregunté si podía tomar mi votación. Me respondió que sí; le indiqué cuál era, y supuse que ella quedaba registrada. Estaba al lado, en la cafetería; nada me costaba venir a votar.

Aquí hay un problema de buena fe.

El señor VIERA-GALLO.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor VIERA-GALLO.-

Señor Presidente, si se hubiera contabilizado el voto del Senador señor Foxley, se habría producido un empate; al repetirse la votación, el empate habría persistido, y en tal caso se habría entendido rechazado el proyecto.

Entonces, si se contabilizara el voto negativo del Senador señor Foxley, correspondería dar por realizadas las votaciones y por rechazado el proyecto.

El señor HAMILTON.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VIERA-GALLO.-

Eso es lo que corresponde.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Hamilton.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, he escuchado con toda claridad al señor Secretario.

Efectivamente, en la primera votación votaron los Honorables señores Foxley y Sabag. Al retirarse de la Sala este último señor Senador, que es coautor de la moción, me señaló que había dejado en la Mesa su voto favorable para todas las votaciones. Y ahora le ocurre lo mismo que al Honorable Foxley.

En consecuencia, no hay tal empate, porque con el pronunciamiento del Senador señor Sabag, presente en la Sala y dejando su voto en la Mesa, aunque equivocadamente, de todos modos la iniciativa queda rechazada.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

En esa misma situación, señor Senador, se encontraba el Honorable señor Urenda, quien votó en contra.

El señor HAMILTON.-

Pero no dejó el voto.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

Y en la primera votación se computaron los votos de los Honorables señores Sabag, Foxley y Urenda.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Pido a Sus Señorías mantener las normas que hemos aplicado siempre en el Senado.

Se formuló una proposición. Dejemos pendiente la votación del punto en comento, a fin de repetirla mañana, para que ningún señor Senador sienta que sus derechos no fueron considerados.

Creo que ante problemas de esta índole debe procederse así.

Si hubiera acuerdo en tal sentido...

El señor NÚÑEZ.-

No estoy de acuerdo, señor Presidente,

El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-

El Honorable señor Núñez no está de acuerdo.

Entonces, se mantiene la votación.

El señor BITAR.-

Yo pienso igual, señor Presidente: debemos mantener la votación. De lo contrario, tendríamos que llamar a todos los Senadores que no votaron: los Honorables señores Sabag, Urenda, etcétera.

El señor BOENINGER.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor NÚÑEZ.-

Sería un precedente extraordinariamente peligroso, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Boeninger.

El señor BOENINGER.-

Señor Presidente, creo que el debate se produjo porque hubo una votación muy estrecha respecto de un día feriado sobre el cual existe una sensibilidad particular.

El Senador señor Foxley formuló un reclamo -me parece justificado- en el sentido de que se considere su voto, porque así lo entendió al dejarlo en la Mesa.

Por consiguiente, pienso que, o se deja pendiente la votación sobre el feriado del primer lunes de septiembre para repetirla mañana, o se repite hoy, con la participación del Honorable señor Foxley y de los demás señores Senadores presentes en la Sala. Porque el compromiso explícito de aceptar la votación de Su Señoría -que yo sepa- no ha sido asumido por la Mesa respecto de otros señores Senadores, cualquiera que sea su posición.

El señor RÍOS.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor OMINAMI.-

Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ríos.

El señor RÍOS.-

Señor Presidente, aquí hay un elemento que a mi juicio la Mesa debe tener en cuenta, por lo siguiente.

En efecto, se plantearon indicaciones y se registraron distintas votaciones. Y todas éstas se efectuaron en el ánimo de que el proyecto se iba a rechazar; porque ése era el objetivo global.

Cuando se habló del feriado del primer lunes de septiembre, la opinión del Senado fue que era necesario esperar, pues venía a esta Corporación, desde la Cámara Baja, un proyecto de ley surgido -entiendo- del propio Poder Ejecutivo. Por tal motivo, muchos Senadores que se encuentran en este momento en las Comisiones concurrieron a ellas convencidos de que la iniciativa en debate se iba a rechazar.

Basado en ese hecho, que forma parte de una lógica natural en nuestros procedimientos, apoyo el planteamiento del señor Presidente en cuanto a que la iniciativa se vote mañana, a fin de que resolvamos sobre la materia con la participación de todos.

El señor OMINAMI.-

Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, creo que en este problema hay dos cuestiones dignas de consideración.

En primer lugar, el Senado debe ajustarse al máximo a sus normas reglamentarias, pues de lo contrario puede complicarse la vida de la Corporación.

La segunda dice relación a la situación muy especial de un señor Senador que expresamente preguntó si su voto podía ser admitido por la Mesa y, tras la respuesta afirmativa de ella, se retiró de la Sala. Sin embargo, durante su ausencia se cambió el sistema de votación de nominal a económica y el pronunciamiento de Su Señoría no fue considerado.

Creo que el derecho del Honorable señor Foxley es legítimo y debe ser respetado por nosotros, si queremos actuar de buena fe.

Entonces, para que nadie gane o pierda por un voto y no se considere violentado con el resultado de la votación, propongo, para intentar zanjar la situación -puede haber otra fórmula-, que se tome en cuenta la votación del Senador señor Foxley, con lo cual se logra el empate, según entiendo.

El señor BITAR.-

No, señor Senador, porque el Honorable señor Sabag se encuentra en la Sala y es coautor del proyecto.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Ruego a los señores Senadores evitar los diálogos.

Está con la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Entonces, pregunto a la Mesa cuál es el resultado si se consideran los votos de los señores Senadores que expresaron su voluntad de pronunciarse de determinada manera antes del cambio del sistema de votación de nominal a económica.

El señor SABAG.-

Pido la palabra.

El señor HOFFMANN (Secretario).-

El Honorable señor Urenda también votó contra la supresión, en la misma situación que el Senador señor Foxley.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Entonces, derechamente,...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Habría un empate.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

...se produce un empate. Se vuelve a votar. Y ahora, para conjugar los dos elementos, debe llamarse a votación tocando los timbres, como corresponde. De esa manera se resguarda el derecho de los señores Senadores que consideran que no fueron tomados en cuenta, se respeta el procedimiento reglamentario y el señor Presidente se evita cualquier crítica.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.

El señor OMINAMI.-

Señor Presidente, aquí hay dos cosas que se deben resguardar: por una parte, el Reglamento, y por otra, la buena fe.

En materia de Reglamento, lo único posible es aceptar el resultado de una votación. Las votaciones son las votaciones. En las elecciones se cuentan los votos, no las intenciones. Y los votos son los votos.

Eso es así.

Ahora, el Honorable señor Foxley planteó un problema, que me parece atendible. Pero no creo que él pueda resolverse sobre la base de repetir la votación, porque no se encuentran presentes todos los Senadores que ya se pronunciaron. Entonces, sería muy injusto repetir la votación ahora en tales condiciones. Eso es inadmisible.

En ese evento, propongo que el señor Presidente declare hecha la votación. Porque introducir el concepto de "votación provisoria" sería completamente descabellado.

Lo que sí podemos hacer es, con el acuerdo de todos los Senadores que participaron en la votación, en el momento en que se establezca, reabrir el debate y votar. Y a lo mejor llegamos a otro acuerdo.

No me parece correcto -insisto- repetir la votación no hallándose presentes todos los Senadores que se pronunciaron con anterioridad, ni tampoco agregar el voto de un colega que manifestó una intención, pero que desgraciadamente no votó, porque ello vulnera de manera flagrante todos los procedimientos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene toda la razón, señor Senador. El Reglamento debe aplicarse en su integridad. O sea, proclamada una votación, no puede ser modificada sin el consentimiento unánime de la Sala.

Por lo tanto, lo único que cabe es solicitar la reapertura del debate con el consenso del Senado. Y si Sus Señorías lo desean, mañana, al comenzar la sesión ordinaria, puedo consultar a la Sala si hay unanimidad para tal efecto.

Ahora, se dice que no van a estar todos los señores Senadores que votaron hoy.

El señor CHADWICK.-

¿Por qué no adoptamos ahora el acuerdo?

El señor BOENINGER.-

Pero sólo el acuerdo para votar mañana.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

El acuerdo para votar. Ahora, si Sus Señorías lo desean, podemos votar hoy. No veo ningún inconveniente.

El señor HAMILTON.-

¡Es absolutamente antirreglamentario!

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Núñez.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente, no me parece bueno el procedimiento, porque sentará un precedente muy peligroso: cualquier votación podrá ser de hecho provisoria. Porque si Su Señoría me dice que este asunto se va a votar mañana, yo puedo pedir la misma garantía que se da a los demás Senadores y dejar mi voto ahora en la Mesa, porque ese día no voy a estar. Eso puede suceder perfectamente y será legítimo que todos lo solicitemos.

Por lo tanto, planteo que demos por válidas las tres primeras votaciones y repitamos ahora la cuarta,...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

No tengo ningún inconveniente.

El señor NÚÑEZ.-

...referente al Día de la Unidad Nacional, procediendo a tocar los timbres, porque en la oportunidad anterior ello no ocurrió.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

El Honorable señor Núñez está en lo correcto. El artículo 185 del Reglamento del Senado dispone: "Aprobado o desechado en su totalidad un proyecto de ley o un acuerdo, podrá pedirse que se reabra la discusión sobre él". En seguida, señala: "La aprobación de la reapertura requerirá la unanimidad de los Senadores presentes.".

Por lo tanto, si hay unanimidad se procederá a la reapertura del debate, conforme a lo solicitado por el Senador señor Núñez.

El señor FOXLEY.-

Señor Presidente, en todo caso, no deseo ser obstáculo para que se actúe estrictamente de acuerdo con el Reglamento, ni mucho menos solicitar un tratamiento especial. Si hubo un mal entendido, asumo la responsabilidad.

Por lo tanto, retiro mi objeción.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

¿Mantiene su petición, Senador señor Núñez?

El señor NÚÑEZ.-

No, señor Presidente, porque el asunto ha quedado resuelto con lo que expresó el Honorable señor Foxley.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Por lo tanto, la votación respecto de la eliminación del Día de la Unidad Nacional queda a firme.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, ¿se va a repetir la votación?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

No, señor Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Puede hacer uso de ella, señor Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

Señor Presidente, no me importa ganar o perder la votación. Creo que ganarla o perderla por un voto es absolutamente irrelevante. El hecho de que se mantenga o no el Día de la Unidad Nacional no cambiará la situación del país.

Sin embargo, me preocupa tanto el cumplimiento del Reglamento -que fue lo primero a lo cual me referí-, como el hecho de que aquí se desprecie una situación muy sui géneris. Si la votación hubiera sido nominal, se habría considerado el voto del Senador señor Foxley. Y su objeción no tendría validez si el acuerdo de efectuarla en forma económica se hubiera tomado antes de que se ausentara de la Sala. Pero aquí se produjo una situación muy concreta: Su Señoría la abandonó cuando se estaba aplicando una modalidad de votación que luego se cambió. Y eso me parece que no debe considerarse como algo justo.

Por lo tanto, yo propuse -lo que fue recogido por el Senador señor Núñez-, como única forma razonable de resolver la situación, que de inmediato se votara de nuevo, llamando a los señores Senadores, y que ganara la posición que obtuviera más votos.

El señor VIERA-GALLO.-

Hay muchos que ya se fueron.

El señor RUIZ-ESQUIDE.-

No importa, ya llegarán, pues la mayoría de ellos se encuentra en el Senado.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Boeninger.

El señor BOENINGER.-

Señor Presidente, coincido con el Senador señor Ruiz-Esquide, en el entendido que me da lo mismo que se vote ahora -llamando a los Honorables colegas- o mañana.

El hecho de que el Senador señor Foxley haya retirado su planteamiento en aras de no aparecer como un obstáculo al desenlace no creo que altere la situación. Concuerdo plenamente con la argumentación del Honorable señor Ruiz-Esquide, en el sentido de que se produjo una anormalidad, ciertamente sin mala intención. Reitero lo ya señalado: se cambió el modo de votación después de que el Senador señor Foxley dejó su voto en la Mesa. En consecuencia, procede asumir ese hecho, independientemente de la postura que en este momento, para facilitar las cosas, adoptó el señor Senador.

Aun más, aquí todo el mundo sabe que el problema tiene que ver con la supresión del feriado del primer lunes de cada mes de septiembre que sustituyó al del 11 de septiembre. Francamente, creo que tampoco es lógico legislar "por la ventana", con una votación que aparece como bastante dudosa, dirimida por un voto de un señor Senador que se ausentó de la Sala. Considero que el Senado debería reflexionar con más seriedad.

Además, yo no creo en el Día de la Unidad Nacional. Me abstuve de votar, pero sin dar a conocer las razones. Hice como si no estuviera presente en la Sala, por no estimar conveniente legislar en la forma como se estaba haciendo respecto de ese día tan complicado.

Por lo tanto, sería mucho mejor dejar pendiente la votación para mañana, a fin de meditar más serenamente sobre el particular, y ver, además, si prospera una de las proposiciones iniciales del Senador señor Ominami, que liga la supresión del Día de la Unidad Nacional con la aprobación de los días 24 y 31 de diciembre como feriados completos.

En tal virtud, no me parece conveniente dar por buena la votación anterior.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Hamilton.

El señor HAMILTON.-

Señor Presidente, estoy en desacuerdo con los dos señores Senadores que me precedieron en el uso de la palabra.

La votación se tomó, se dio a conocer su resultado y no cabe dejarla sin efecto, a menos que sea por acuerdo unánime, conforme al Reglamento. Y no hay esa unanimidad.

En cuanto al argumento de que a ciertos señores Senadores no se les consideró su voto, cabe señalar que están empatados, pues algunos de ellos sostienen una posición, y otros, una distinta. El cambio de modalidad de votación -de nominal a económica- lo acordó la Sala, y no sólo se aplicó respecto de la supresión del Día de la Unidad Nacional, sino acerca de varias materias anteriores.

Es muy grave señalar que, en razón de que se gana o se pierde por un voto, hay que cambiarlo todo. Porque, en este momento, el Senado se halla prácticamente empatado o desempatado por un voto. A situaciones de esta naturaleza nos veremos enfrentados en muchas oportunidades, y hay que saber ganar y perder.

Yo celebro la actitud del Senador señor Foxley, quien reclamó con todo derecho, porque es absolutamente inocente de lo que le ocurrió. Pero, al mismo tiempo, reconoce que puede tener responsabilidad, conforme al Reglamento, por haberse ausentado de la Sala, lo cual todos hacemos a menudo. Ello también acaeció con el Honorable señor Sabag.

En consecuencia, no hay nada más que discutir. Para reabrir la discusión sobre la materia, se requiere la unanimidad de la Sala. Y no la hay. La votación está tomada y declarada.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Fernández.

El señor FERNÁNDEZ.-

Señor Presidente, lamentablemente la votación económica impide dejar de manifiesto todas las situaciones que se presentan. Por ejemplo, yo no voté porque estoy pareado con el Senador señor Ruiz De Giorgio, quien se halla ausente, y ello no quedó registrado en dicha votación.

Por lo tanto, rogaría que en el futuro se evitara votar económicamente, salvo en casos de acuerdos muy amplios. Cuando se estime que los resultados serán estrechos, la votación debe ser nominal, a fin de dejar constancia de la voluntad expresada por los señores Senadores; de lo contrario, surgirán problemas como el que ahora se enfrenta.

En todo caso, quiero dejar en claro que, estando presente, no voté por estar pareado con el Honorable señor Ruiz De Giorgio.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Tiene razón el Senador señor Fernández. Me parece que la votación económica conlleva este tipo de dificultades y constituye un sistema cuya aplicación debe ser muy restrictiva. Por lo tanto, se tomará nota al respecto.

Queda despachado el proyecto en los términos ya señalados.

1.5. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 16 de octubre, 2001. Oficio en Sesión 10. Legislatura 345.

Valparaíso, 16 de Octubre de 2.001.

Nº 19.068

A S. E. El Presidente de la H. Cámara de Diputados

Con motivo de la Moción, informe y antecedente que tengo a honra pasar a manos de Vuestra Excelencia, el Senado ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo único.- Derógase la ley Nº 19.588, que declara feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, “Día de la Unidad Nacional”.”.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ANDRES ZALDIVAR LARRAIN

Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS

Secretario del Senado

2. Segundo Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

2.1. Informe de Comisión de Gobierno

Cámara de Diputados. Fecha 22 de enero, 2002. Informe de Comisión de Gobierno en Sesión 30. Legislatura 345.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE GOBIERNO INTERIOR, REGIONALIZACIÓN, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE DEROGA LA LEY N°19.588 Y SUPRIME LOS FERIADOS QUE INDICA

BOLETÍN Nº2779-06-1 (S)

___________________________________________________________________

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Gobierno Interior, Regionalización, Planificación y Desarrollo Social pasa a informar el proyecto de ley individualizado en el epígrafe, de origen en una Moción patrocinada por los Senadores señores Hamilton y Sabag, en segundo trámite constitucional, y para cuyo despacho el Ejecutivo ha hecho presente la urgencia con fecha 8 del corriente, calificándola de “simple”.

Cabe hacer notar que el proyecto en Informe, tal como fue aprobado por el Senado, se limita a suprimir el feriado conocido como el “Día de la Unidad Nacional”. No obstante, y según se verá más adelante, la moción original tenía un alcance más amplio.

El proyecto de ley es de quórum simple y no requiere trámite de Hacienda.

I.- ANTECEDENTES GENERALES

Como se indicó previamente, la moción original no sólo proponía la derogación del feriado antedicho, sino además los correspondientes a Corpus Christi, 29 de junio (San Pedro y San Pablo) y 12 de octubre.

En lo tocante al Día de la Unidad Nacional, que es el único feriado cuya eliminación aprobó en definitiva el Senado, se expresa que se trata de un hito que no ha concitado la adhesión ciudadana, sino por el contrario, ya que diversos grupos de opinión han hecho ver que la celebración de este Día ahonda las diferencias entre los chilenos, provocando por ende el efecto contrario al propósito que se tuvo en vista al establecer dicho feriado.

Es importante consignar que la decisión de la Cámara de origen no recoge la recomendación evacuada por la Comisión respectiva de esa Corporación, cuyos integrantes, por unanimidad, propusieron rechazar la idea de legislar en torno a la supresión de los feriados aludidos, incluyendo el relativo al Día de la Unidad Nacional. Sobre este último, el informe de la Comisión señala que “está en trámite en la H. Cámara de Diputados otro proyecto que se refiere a este feriado, el cual debe ser objeto de un debate particular en que se determine la conveniencia de mantenerlo, sustituirlo o derogarlo”.

Por otra parte, cabe expresar que el tema sobre que versa el proyecto sancionado por el Senado fue objeto de otras iniciativas análogas, presentadas por varios honorables diputados, y que están radicadas actualmente en la Comisión de Gobierno Interior. Es el caso de la moción suscrita por los señores Ascencio, Encina, Jaramillo, Jocelyn-Holt, Montes, Mulet, Palma don Andrés, Pérez don José y Valenzuela, contenida en el boletín N°2384-06; y de aquélla iniciativa patrocinada por las señoras Allende, Muñoz doña Adriana y Pollarolo, y por los señores Krauss, Mesías, Naranjo, Palma don Osvaldo y Walker don Patricio (Boletín N°2584-06). Por último, cabe citar la moción suscrita por el señor Aguiló, que junto con proponer la eliminación del feriado en cuestión declara como tales los días 24 y 31 de diciembre de cada año (Boletín N°2808-06).

Atendiendo que las mociones individualizadas en el párrafo precedente se encuentran cumpliendo su primer trámite constitucional -a diferencia de la iniciativa en informe-, no se ha estimado adecuado, desde el punto de vista formal, refundir aquéllas con el presente proyecto.

**********

En materia de feriados, resulta pertinente recordar que la ley Nº2977, del año 1915, estableció los siguientes:

a) Los domingos de todo el año;

b) Los festivos correspondientes al 1º de enero, 15 de agosto, 1º de noviembre, 08 y 25 de diciembre;

c) Los días viernes y sábado de la Semana Santa, y

d) El 18 y 19 de septiembre y el 21 de mayo.

El texto antes citado ha sido complementado por diversas leyes que han establecido feriados específicos atendiendo a diversas circunstancias (celebración de festividades, desarrollo de actos de alcance nacional, etc.) que el legislador, recogiendo la necesidad avalada por la experiencia, ha plasmado en el ordenamiento jurídico. Se trata, pues, de feriados que, por lo general, si bien no tienen el arraigo de los antes referidos, responden a situaciones muy atendibles.

En este orden de consideraciones, cabe señalar que la ley Nº18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, prescribe como feriado legal el día en que se lleven a efecto plebiscitos o elecciones de Presidente de la República o Parlamentarios.

A su vez, la ley N°19.668 trasladó los feriados -establecidos previamente en distintos cuerpos legales- correspondientes al 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo; 12 de octubre, día del Descubrimiento de Dos Mundos; y el día de la Fiesta de Corpus Christi, a los días lunes de la semana en que ocurren, en caso de corresponder a día martes, miércoles o jueves, o los días lunes de la semana siguiente, en el evento de que sean el viernes.

En otro plano, la ley N°19.588 sustituyó el feriado del 11 de septiembre (instaurado por la ley N°18.026), estableciendo en cambio el feriado del Día de la Unidad Nacional.

En el ámbito del derecho laboral, cabe consignar que la ley N°18.620, que contiene el Código del Trabajo, estipula como feriado el día 1° de mayo.

Por su parte, la Ley General de Bancos declara feriado bancario los días sábado y el 31 de diciembre de cada año.

Finalmente, el Estatuto Administrativo dispone que los funcionarios públicos no estarán obligados a trabajar las tardes de los días 17 de septiembre, como tampoco las del 24 y del 31 de diciembre, sin perjuicio de la facultad que confiere al Jefe Superior de la institución, al Secretario Regional Ministerial y al Director Regional, según el caso, de ordenar trabajos extraordinarios por razones de tareas impostergables que hayan de cumplirse.

**************

En otro orden de consideraciones, es importante señalar que se ha suscitado entre los expertos en derecho constitucional la cuestión acerca de si la instauración de días feriados se trata de una materia que debe ser regulada a través de una ley, o puede serlo mediante una norma de rango inferior.

Al respecto, algunos tratadistas han planteado las siguientes consideraciones:

1) En primer lugar, debe reconocerse que la Constitución Política no incluye expresamente, entre los asuntos propios de ley, el establecimiento o supresión de los días feriados.

2) No obstante lo anterior, existen asideros en la propia Carta Fundamental que llevan a concluir que una materia de tal naturaleza sí debe ser abordada mediante una norma legal:

a) Así, el artículo 19 N°3 inciso quinto declara que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Ahora bien, las actuaciones procesales sólo son válidas cuando se efectúan en días hábiles, y por regla general son días hábiles los no feriados. Por ende, si se aceptara que por una norma de jerarquía inferior a la ley se fijaran días feriados se perdería uno de los elementos del debido proceso, cual es su legalidad, pues su tramitación vulnerará un aspecto esencial del procedimiento, a saber, los plazos, incluyendo su cómputo.

b) Por otra parte, el artículo 60 N°4 de la Ley Fundamental señala que constituye materia de ley la regulación de las “materias básicas relativas al régimen jurídico laboral”. Cabe complementar dicho precepto con el artículo 35 del Código del Trabajo, que establece que “los días domingo y aquéllos que la ley declare festivos serán de descanso, salvo respecto de las actividades autorizadas por ley para trabajar en esos días”. Se infiere de esta disposición que la remuneración mensual pactada en el contrato de trabajo se paga independientemente del número de domingos y demás festivos incluidos en el mes. Por lo tanto, a mayor número de festivos, aumenta la remuneración proporcional por cada día efectivamente trabajado. De esta manera, los feriados son una materia que incide en el régimen jurídico que regula el ámbito laboral.

3) En un plano diferente, es discutible -asumiendo que lo relativo a días feriados es materia de ley- si el proyecto respectivo debe originarse exclusivamente en un Mensaje presidencial. De acuerdo al artículo 62 inciso cuarto, N°4, de la Constitución, el Presidente de la República tiene la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley que tienen por objeto alterar las bases que sirven para determinar las remuneraciones y demás beneficios económicos de los trabajadores del sector público y privado.

Desde este punto de vista, y en armonía con lo expuesto en la letra b) del N°2, cabe concluir que los días feriados constituyen una base para el cálculo de remuneraciones de los trabajadores, y por lo tanto los proyectos de ley concernientes al establecimiento o supresión de aquéllos son de iniciativa exclusiva presidencial.

Sin embargo, podría argumentarse en contra de lo dicho precedentemente que la base de cálculo a que alude el precepto constitucional es solamente la declaración de que los días festivos son de descanso, pero que la determinación de esos días no forman parte de la base de cálculo, sino únicamente su aplicación a casos concretos, o sea, el cálculo mismo.

Adicionalmente, los beneficios económicos para los trabajadores son también materia de ley de iniciativa exclusiva presidencial, según el mismo precepto constitucional. Bajo esta perspectiva, el día feriado constituye un beneficio económico, pues se gana sueldo y no se trabaja. En otras palabras, hay una prestación a favor del trabajador, sin que medie por parte de éste una contraprestación directa. La circunstancia de que ese beneficio no se materialice en la entrega de una suma de dinero al trabajador no altera la esencia del asunto.

No obstante, el tema es discutible, porque podría sostenerse en contra de lo expuesto en el párrafo que antecede que los beneficios económicos a que alude la Carta Fundamental deben entenderse en un sentido restrictivo, es decir, que se materialicen en pagos en dinero (sueldo, gratificaciones, bonos de producción, etc.), pero no en un beneficio indirecto como es el mantenimiento del sueldo pese a no trabajarse un día por ser feriado legal.

II.- DISCUSIÓN Y VOTACIÓN DEL PROYECTO.

1) En General

Por 5 a favor y 4 en contra la Comisión aprobó la idea de legislar sobre el tópico, compartiendo los fundamentos de la moción enunciada.

El voto de minoría sostuvo que feriado que se pretende suprimir fue el fruto de un acuerdo que surgió en el Senado en 1998, contando a la sazón con el amplio respaldo de parlamentarios de diversas colectividades, como una forma de zanjar las diferencias que se habían producido en nuestra sociedad con motivo del feriado del 11 de septiembre. Así, pues, cristalizó la idea de reemplazar este último por un día festivo que tuviese un significado de mayor reencuentro entre los chilenos. El Día de la Unidad Nacional presenta una connotación específica y trasciende a un sector político determinado del país, ya que lo que persigue es precisamente crear un clima de reflexión en torno a los acontecimientos por todos conocidos que dividieron a los chilenos, proyectando nuestras legítimas diferencias hacia un ideal de cohesión en torno a los valores patrios por todos compartidos. El profundo sentido de este feriado lo encuadra perfectamente, pues, dentro de alguna de las categorías de días festivos que consagra el ordenamiento jurídico, ya que -como se indicó- hunde sus raíces en nuestro devenir histórico, con el propósito de fortalecer la convivencia armónica entre los chilenos. En otros términos, el Día de la Unidad Nacional es compatible con los restantes feriados de tipo cívico, porque tiene un significado distinto de éstos.

2) En Particular

Por idéntico quórum fue aprobado el artículo único del proyecto, que deroga la ley N°19.588, que instauró el feriado conocido bajo el nombre de “Día de la Unidad Nacional”.

III.- ARTÍCULOS QUE REVISTEN EL CARÁCTER DE ORGÁNICO CONSTITUCIONALES O DE QUÓRUM CALIFICADO.

Coincidiendo con el criterio del Senado sobre el punto, la Comisión estimó que el artículo único del proyecto es de quórum simple.

IV.- ARTÍCULOS QUE DEBEN SER CONOCIDOS POR LA COMISIÓN DE HACIENDA.

En ejercicio de sus atribuciones, el señor Presidente de la Comisión determinó que el artículo único del proyecto no precisa ser conocido por la instancia mencionada.

V.- ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADOS

No hay.

***************

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, y por las consideraciones que dará a conocer el Diputado Informante, la Comisión de Gobierno Interior, Regionalización, Planificación y Desarrollo Social recomienda a la Sala la aprobación, en los mismos términos propuestos por el Senado, del siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo único.- Derógase la ley Nº19.588, que declara feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, “Día de la Unidad Nacional”.”.

***************

Se designó Diputado Informante al señor Leopoldo Sánchez.

Sala de la Comisión, a 22 de enero de 2002.

Acordado en sesión de igual fecha, con la asistencia de los señores Sánchez, don Leopoldo (Presidente); Alessandri, don Gustavo; González, doña Rosa; Palma, don Joaquín; Pérez, don Víctor; Prokurica, don Baldo; Reyes, don Víctor; Silva, don Exequiel; y, Valenzuela, don Felipe.

SERGIO MALAGAMBA STIGLICH

Abogado Secretario de la Comisión

2.2. Discusión en Sala

Fecha 23 de enero, 2002. Diario de Sesión en Sesión 30. Legislatura 345. Discusión General y Particular . Se aprueba en general y particular sin modificaciones.

DEROGACIÓN DE LA LEY Nº 19.588, QUE DECLARA FERIADO LEGAL EL “DÍA DE LA UNIDAD NACIONAL”. Segundo trámite constitucional.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Corresponde conocer, en segundo trámite constitucional, el proyecto de ley que suprime el feriado correspondiente al “Día de la Unidad Nacional”.

Diputado informante de la Comisión de Gobierno Interior, Regionalización, Planifi­cación y Desarrollo Social es el señor Sán­chez.

Antecedentes:

-Proyecto del Senado, boletín Nº 2779-06 (S), sesión 10ª en 30 de octubre de 2001. Documentos de la Cuenta Nº 12.

-Informe de la Comisión de Gobierno Interior, sesión 30ª, en 23 de enero de 2002. Documentos de la Cuenta Nº 3.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el señor diputado informante.

El señor SÁNCHEZ.-

Señor Presidente, el proyecto de ley que tuvo su origen en una moción patrocinada por los senadores seño­res Hamilton y Sabag, se encuentra en se­gundo trámite constitucional y para su des­pacho el Ejecutivo hizo presente la urgencia, calificada de “simple”, con fecha 8 de enero de 2002.

Tal como fue aprobado por el Senado, se limita a suprimir el feriado conocido como el “Día de la Unidad Nacional”. No obstan­te, según se informará más adelante, la mo­ción original tenía un alcance más amplio.

El proyecto de ley es de quórum simple y no requiere trámite de la Comisión de Ha­cienda.

Antecedentes generales.

Como se indicó previamente, la moción original no sólo proponía la derogación del feriado antedicho, sino, además, los corres­pondientes a Corpus Christi, 29 de junio -San Pedro y San Pablo- y 12 de octubre.

En lo tocante al Día de la Unidad Nacio­nal, que es el único feriado cuya eliminación aprobó en definitiva el Senado, se expresa que se trata de un hito que no ha concitado la adhesión ciudadana, sino por el contrario, ya que diversos grupos de opinión han he­cho ver que la celebración de este día ahon­da las diferencias entre los chilenos, provo­cando, por ende, el efecto contrario al pro­pósito que se tuvo en vista al establecer di­cho feriado.

Es importante consignar que la decisión de la Cámara de origen no recoge la reco­mendación de la Comisión respectiva de esa Corporación, cuyos integrantes, por unani­midad, propusieron rechazar la idea de legis­lar en torno de la supresión de los feriados aludidos, incluyendo el relativo al Día de la Unidad Nacional. Sobre este último, el in­forme de la Comisión señala que “está en trámite en la honorable Cámara de Diputa­dos otro proyecto que se refiere a este feria­do, el cual debe ser objeto de un debate par­ticular en que se determine la conveniencia de mantenerlo, sustituirlo o derogarlo”.

Por otra parte, cabe expresar que el tema sobre el que versa el proyecto sancionado por el Senado fue objeto de otras iniciativas análogas, presentadas por varios honorables diputados -señores Jaramillo, Tuma, Valen­zuela, entre otros-, que están radicadas ac­tualmente en la Comisión de Gobierno Inter­ior. Es el caso de la moción suscrita por los diputados señores Ascencio, Encina, Jarami­llo, Jocelyn-Holt, Montes, Mulet, Palma, don Andrés; Pérez, don José, y Valenzuela, contenida en el boletín Nº 2384-06, y del proyecto patrocinado por las diputadas seño­ras Allende, Muñoz, doña Adriana, y Polla-rolo, y por los diputados señores Krauss, Mesías, Naranjo, Palma, don Osvaldo, y Walker, don Patricio. Por último, cabe citar la moción suscrita por el diputado señor Aguiló, que junto con proponer la elimina­ción del feriado en cuestión declara como tales los días 24 y 31 de diciembre de cada año.

Atendiendo que las mociones individua­lizadas se encuentran cumpliendo su primer trámite constitucional -a diferencia de la iniciativa en informe-, no se ha estimado adecuado desde el punto de vista formal refundir aquéllas con el presente proyecto.

En otro orden de consideraciones, es importante señalar que se ha suscitado entre los expertos en derecho constitucional la cuestión acerca de si la instauración de días feriados se trata de una materia que debe ser regulada a través de una ley o puede serlo mediante una norma de rango inferior.

Al respecto, algunos tratadistas han plan­teado las siguientes consideraciones:

1. En primer lugar, debe reconocerse que la Constitución Política no incluye expre­samente, entre los asuntos propios de ley, el establecimiento o supresión de los días feriados.

2. No obstante lo anterior, existe asidero en la propia Carta Fundamental que lleva a concluir que una materia de tal naturaleza sí debe ser abordada mediante una norma legal.

Discusión y votación del proyecto.

1. En general. Por 5 votos a favor y 4 en contra, la Comisión aprobó la idea de le­gislar sobre el tópico, compartiendo los fundamentos de la moción enunciada. El voto de minoría sostuvo que el feriado

que se pretende suprimir fue el fruto de un acuerdo que surgió en el Senado en 1998, contando a la sazón con el amplio respaldo de parlamentarios de diversas colectivida­des, como una forma de zanjar las diferen­cias que se habían producido en nuestra sociedad con motivo del feriado del 11 de septiembre. Así, pues, cristalizó la idea de reemplazar este último por un día festivo que tuviese un significado de mayor reen­cuentro entre los chilenos. El Día de la Unidad Nacional presenta una connotación específica y trasciende a un sector político determinado del país, ya que lo que persi­gue es precisamente crear un clima de re­flexión en torno de los acontecimientos por todos conocidos, que dividieron a los chi­lenos, proyectando nuestras legítimas dife­rencias hacia un ideal de cohesión en torno de los valores patrios por todos comparti­dos.

El profundo sentido de este feriado se encuadra perfectamente dentro de algunas de las categorías de días festivos que consa­gra el ordenamiento jurídico, ya que, como se indicó, hunde sus raíces en nuestro deve­nir histórico con el propósito de fortalecer la convivencia armónica entre los chilenos. En otros términos, el Día de la Unidad Nacional es compatible con los restantes feriados de tipo cívico, porque tiene un significado dis­tinto de éstos.

Resumiendo, el artículo único que deroga la ley Nº 19.588, que instauró el feriado conocido como “Día de la Unidad Nacio­nal”, fue aprobado por 5 votos contra 4.

Coincidiendo con el criterio del Senado, la Comisión estimó que el proyecto es de quórum simple y, en ejercicio de sus atribu­ciones, el señor presidente determinó que no precisaba ser conocido por la Comisión de Hacienda.

Debo agregar, con el mayor respeto, que la unidad nacional no se decreta por ley, sino que es una demostración o consecuen­cia del trabajo y de la buena disposición de todos los chilenos. En definitiva, la creación del Día de la Unidad Nacional, hace un par de años, no tuvo la finalidad que se perse­guía y se confirmó lo que muchos plantea­ron en ese momento.

Aunque parezca reiterativo, la unidad nacional no se consigue mediante un decre­to. Es consecuencia de la voluntad, del espí­ritu, de la generosidad, de la tolerancia, de la capacidad de todos los chilenos de perdonar y olvidar y de la disposición de mirar hacia delante, que es lo que estamos tratando de hacer en democracia para defender el siste­ma, con los defectos y características que emanan de la condición humana.

Es cuanto puedo informar.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Entrando en el debate, tiene la pala­bra la diputada señora Rosa González.

La señora GONZÁLEZ (doña Rosa).-

Señor Presidente, formo parte del voto de minoría informado por el señor presidente de la Comisión.

Considero razonable que él diga que la unidad nacional no se obtiene mediante decreto, pero es conveniente recordar que esta ley, cuya vigencia es de sólo 27 me­ses, fue aprobada por amplia mayoría en el Parlamento. Entonces, lógicamente, en la discusión que tuvimos ayer en la Comisión de Gobierno Interior explicitamos que la unidad nacional tampoco se derogará por ley.

Cuando el país atraviesa por momentos tan difíciles y todos los chilenos tenemos tantos problemas, no es pertinente derogar una ley cuyo proyecto tuvo tanta resonancia y significó tiempo y trabajo para muchos senadores y diputados. Creo que esto provo­cará más divergencias.

La derogación el Día de la Unidad Na­cional, como expresó el colega Exequiel Silva -dio cualquier cantidad de detalles-, no tiene connotación ni incidencia y producirá más roces y problemas en una comunidad que está tranquila al respecto y preocupada por el desempleo.

Por las razones expuestas, votaré en co­ntra del proyecto.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el diputado señor Andrés Palma.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, he quedado sorprendido, casi anonadado, con las palabras de mi colega señora Rosa González, porque el Día de la Unidad Nacional no es tema de país. El úni­co problema es que en lugar de ser un feria­do que relaje y convoque, provoca tensión. Ahora, que ella diga que casi la unanimidad del Parlamento lo apoyó, sólo demuestra que casi la unanimidad del Parlamento se equi­vocó. En ese sentido, está muy bien que aprobemos esta disposición.

Mi preocupación va por otro lado. En las mociones que hemos presentado en la Cá­mara de Diputados se ha planteado que este feriado se sustituya por otro. Chile es un país trabajólico. La mayor parte de los chi­lenos trabaja demasiado. Los índices de es­trés dicen que los que tienen empleo traba­jan mucho y los que no, también, porque hacen “pololos” o buscan trabajo y sobrevi­ven. Un día feriado menos no me entusias­ma, sino todo lo contrario.

Creo que necesitamos más tiempo de descanso y de relajo. Este feriado significa lo contrario, por lo cual hay que terminar con él.

Eliminar un día feriado no me entusiasma y prefiero, si existe la posibilidad, que agili­cemos el despacho de los proyectos que sustituyen un feriado por otro. Se han pro­puesto muchas fechas. Hay meses en que no hay feriado y no nos vendría mal que tuvié­ramos alguno, como en julio.

Voy a votar favorablemente el proyecto, porque si no nos ponemos de acuerdo en hacer feriado algún día, prefiero evitar la tensión que causa un día en el cual siempre hay incidentes y divisiones en vez de uni­dad.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier.

El señor LETELIER (don Juan Pablo).-

Señor Presidente, aunque suene pesado, sólo quiero dejar constancia de que algunos, cuando enfrentamos este debate hace un par de años, dijimos que hay hechos que deben ser abordados de otra manera y no a través del reemplazo de una fecha por otra, en for­ma cosmética.

Se nos criticó mucho cuando la bancada del Partido Socialista se opuso a la creación artificiosa de un día de unidad nacional, precisamente porque teníamos la convicción de que, a poco andar, no iba a ser una fecha de encuentro, sino una oportunidad para justificar los desencuentros. Por eso tenía­mos la convicción de que, con posterioridad, se eliminaría ese día.

Por cierto, aprobaremos el proyecto, sin perjuicio de debatir, como señalaba al dipu­tado señor Andrés Palma, si son muchos o pocos los feriados dentro del calendario, para evitar, por un lado, un daño en la eco­nomía y, por otro, potenciar algo muy esca­so en nuestro país: la convivencia en fami­lia, el descanso, la recreación.

Es buena la práctica de trasladar los fe­riados a los días lunes, que comenzó a apli­carse el año pasado, pero el mecanismo de transición que eliminó el 11 de septiembre como feriado nacional ha demostrado que, a veces, es mejor dejar de lado las pasiones cuando se legisla.

No dudo de la buena intención de parte de quienes lo propusieron, pero el Día de la Unidad Nacional fue un mal invento. Para ello, en el Senado se logró un consenso muy amplio para eliminar el 11 de septiembre, y cuando desaprobamos la fórmula, la gran mayoría de los sectores políticos del Parla­mento nos criticaron por no concurrir a una solución supuestamente ideal.

Nos contenta que se eliminen los elemen­tos que desunen a los chilenos y que se pro­mueva el encuentro en nuestra historia repu­blicana, lo que tanta falta hace, de modo de enfrentar el pasado de forma distinta. El día de la unidad nacional y de encuentro de to­dos los chilenos es el 18 de septiembre, y esperemos que esta transición no se repita.

No queríamos parecer como pulga en la oreja cuando afirmamos que la solución del Día de la Unidad Nacional iba a ser mala, en especial para los que sufrieron daños o actos de violencia, independientemente de dónde haya sido, que por lo general fueron niños, adolescentes y familias inocentes. A ellos los tuvimos presentes cuando sostuvimos nuestra posición de minoría hace algunos años.

Por eso, hoy nos vamos a sumar a la vo­luntad de terminar con este feriado.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el diputado señor Salvador Urrutia.

El señor URRUTIA.-

Señor Presidente, desde luego me sumo a los que han plantea­do que es necesario aprobar este proyecto por los motivos latamente expresados.

El primer lunes de septiembre, “Día de la Unidad Nacional”, es exactamente lo contra­rio a lo que se pretendió, es decir, de re­flexión y de encuentro entre chilenos. Es más, se ha transformado en un día de vio­lencia, de desencuentro, de odiosidad, de discrepancia. En vez de recordar el 11 de septiembre como una fecha triste que debe hacernos recapacitar en la necesidad de bus­car consensos y fraternidad entre nosotros, por un fenómeno realmente lamentable, fue acaparado por los violentistas, por aquellos que ven en el pasado una fuente de odio y de violencia más que de enseñanza de cómo ser mejores.

Por lo tanto, no se cumplió en absoluto el objetivo, y lo lógico y razonable es eliminar una fecha que no contribuye a mejorar los sentimientos entre chilenos, sino que actúa en sentido opuesto.

Por ello, apruebo la proposición del Se­nado de eliminar este día feriado para sim­plemente dedicarlo al trabajo, que es lo que Chile necesita para salir adelante.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el diputado señor Gustavo Alessandri.

El señor ALESSANDRI.-

Señor Presi­dente, deseo recordar, en forma breve, que el proyecto de ley original trataba la dero­gación de cuatro fechas: el 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo; Corpus Christi, que, como lo saben los católicos de la Cá­mara, es una fiesta movible; el 12 de octu­bre, día de la Raza, y el Día de la Unidad Nacional.

Por diferentes razones, el Senado rechazó la eliminación del feriado del 29 de junio. Aparentemente, y aunque la Iglesia señaló que no era fiesta de guardar, ésta se mantuvo como un homenaje a su Santidad el Papa con ocasión del arbitraje con la República Argentina.

También estimó conveniente mantener la fiesta de Corpus Christi, según se me ha informado, y lo repito con beneficio de in­ventario, por la visita que hizo su Santidad el Papa a Chile.

El 12 de octubre, pese a la mucha presión de los sectores mapuches para su elimina­ción, el Senado de la República lo mantuvo como feriado porque es una fecha emblemá­tica en la historia de Chile.

Ahora, desgraciadamente, en la elimina­ción del Día de la Unidad Nacional han in­tervenido muchos factores.

En primer lugar, se le asoció, no sé si voluntaria o involuntariamente, al día 11 de septiembre, cuando me han informado quie­nes llevaron adelante el proyecto que no era ésa la intención íntima y verdadera, sino que, por el contrario, en un país que estaba dividido, donde imperaban las odiosidades, que estaba convulsionado, se trataba de bus­car un elemento que hiciera posible confluir hacia la unidad.

Le encuentro la razón al diputado infor­mante cuando dice que la unidad no se de­creta por ley. Eso es evidente, pero la unidad se puede incentivar a través de diversos me­dios: a través de una educación adecuada y de campañas para sanar heridas que han calado profundamente. También pensamos que se podría incentivar celebrando los éxi­tos, y éste era el fin último de la creación o de la institucionalización del Día de la Uni­dad Nacional.

Del debate fluye, con una claridad meri­diana, que eso no se ha logrado, y aparente­mente será muy difícil conseguirlo por este sistema.

Ayer voté por el rechazo del proyecto; pero ahora no tengo esa misma convicción después de haber escuchado a diferentes señores parlamentarios. Pienso que en nues­tro común esfuerzo para lograr esta unidad, tendremos que buscar otros cauces más con­ducentes, otros remedios que nos lleven a sanear este problema de la desunión.

Por eso me voy a abstener en la votación del proyecto, pese a que ayer, reitero, voté en contra. Estoy íntimamente convencido de que todos tenemos que hacer esfuerzos muy serios para lograr esa unidad y, si éste no es el camino, no empece para que sigamos luchando y buscando otras vías para conse­guir ese objetivo que, desde mi punto de vista, es primordial.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.

El señor JARPA.-

Señor Presidente, cuando hablamos de derogar el 11 de sep­tiembre, debemos recordar que un día festi­vo es de fiesta. En una oportunidad expresé que el 11 de septiembre divide a los chile­nos, puesto que para unos es un día muy alegre y para otros, muy amargo. Por ese motivo, abogamos por su supresión y nos pareció importante, en período de transición, que se reemplazara por el Día de la Unidad Nacional. Sin embargo, esa fecha quedó muy cerca del 11 de septiembre, ya que se trasladó al primer lunes de dicho mes.

Como dijo el diputadoGustavo Alessandri, es muy importante que vayamos cerrando nuestras heridas, terminando la etapa de transición. El Día de la Unidad Nacional fue en un lapso de transición. Me alegro que él encuentre aceptable esto e indique su abs­tención. Es muy importante que todos los chilenos hagamos esfuerzos para que poda­mos terminar con la transición y lograr la unidad nacional. Es el esfuerzo que debemos realizar para dejar atrás el pasado. He dicho que no hay que olvidar, porque debemos recordar las cosas que sucedieron, pero no con el afán de buscar venganza, sino para que esos hechos no ocurran nunca más.

En ese sentido, el proyecto que suprime el Día de la Unidad Nacional en la fecha indicada apunta en la idea de terminar con esta transición y de buscar mecanismos para conducir a nuestra sociedad a un verdadero encuentro.

Por eso, anunciamos nuestro voto favo­rable al proyecto.

Es oportuno lo que han dicho otros dipu­tados en el sentido de que el día de unidad nacional fuera otra fecha, porque podemos incentivar fórmulas para llegar a esa reconci­liación nacional en un día de reflexión que nos permita recordar nuestra historia para mantener la identidad y buscar siempre un futuro mejor para las generaciones venideras.

También es interesante lo señalado por el diputadoAndrés Palma en cuanto a buscar mecanismos por los cuales los chilenos po­damos tener días de descanso sin perturbar el aspecto económico.

Mantener los lunes como días festivos reactiva la economía a través del turismo y sirve también para el descanso de los chile­nos.

Reitero, entonces, nuestro voto favorable a este proyecto de ley que suprime el Día de la Unidad Nacional.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Tiene la palabra, por tres minutos, el diputado señor Gabriel Ascencio.

El señor ASCENCIO.-

Señor Presidente, los diputados de la Democracia Cristiana vamos a votar favorablemente el proyecto.

Nos alegramos mucho de que estemos en esta posición, especialmente porque estamos de acuerdo en que el propósito que se persi­guió cuando se instauró este feriado, hoy definitivamente no se ha alcanzado y, por el contrario, el feriado del primer lunes de sep­tiembre produce más problemas, más intran­quilidad, más violencia, lo que no queríamos que se produjera cuando se instauró.

La unidad nacional -es muy importante aclarar que se está derogando un feriado-dice relación con otras cosas. Los incenti­vos, las motivaciones y las conductas que debiéramos tener para lograr plena reconci­liación en Chile, tienen que ver con cosas distintas a la simple imposición de un día feriado. Por ejemplo, el país tiene una deuda grande que impide la reconciliación de sus ciudadanos. Hoy hay centenares de deteni­dos desaparecidos cuyos cuerpos no sabe­mos dónde están y, lamentablemente, pare­ciera ser que nuestra sociedad y sus institu­ciones iniciaron definitivamente el camino del olvido al respecto. Durante un tiempo hubo esperanzas, una mesa de diálogo, un trabajo que se realizó con la idea de hacer un esfuerzo por reunir la mayor cantidad de información posible que permitiera ubicar los restos de detenidos desaparecidos; pero eso no se logró. La información fue escasí­sima y, en verdad, después de casi dos años de iniciado ese proceso, tenemos el triste resultado de un fracaso. Entonces, el tema de la unidad nacional pasa por otras cosas y no simplemente por un feriado más o menos.

Algunos dicen: “Mira, logramos terminar con el feriado del 11 de septiembre”. Puede ser muy importante ese tema y que hayamos debido transitar por ese período que llama­mos de transición, pero hoy tenemos moti­vaciones distintas.

Es bueno que terminemos con este feria­do, porque el objetivo no se consiguió, pero no debemos olvidar que en materia de reen­cuentro, de reconciliación, de unidad nacio­nal, el país tiene deudas pendientes y, por lo menos, quiero recordar la deuda que tene­mos con los familiares de los detenidos des­aparecidos que siguen y seguirán exigiendo que les demos la respuesta que permita ubi­car a sus seres queridos.

He dicho.

El señor VALENZUELA (Vicepresi­dente).-

Cerrado el debate.

La votación de esta iniciativa queda pen­diente para el término del Orden del Día.

Asimismo, queda pendiente la votación de las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley que modifica la ley general de Cooperativas.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes térmi­nos:

El señor PARETO (Presidente).-

En votación general el proyecto de ley que de­roga la ley Nº 19.588 y suprime los feriados que indica.

-Efectuada la votación en forma econó­mica, por el sistema electrónico, dio el si­guiente resultado: por la afirmativa, 51 votos; por la negativa, 17 votos. Hubo 6 abstenciones.

El señor PARETO (Presidente).-

Apro­bado en general el proyecto.

Por no haber sido objeto de indicaciones, queda también aprobado en particular.

Despachado el proyecto.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Acuña, Allende (doña Isabel), Arratia, Ascencio, Ávila, Bertolino, Rozas (doña María), Bustos, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo (don Patricio), Elgueta, Encina, Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Jaramillo, Jeame Barrueto, Jiménez, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Lete­lier (don Felipe), Longton, Lorenzini, Luksic, Mesías, Montes, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Navarro, Núñez, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Andrés), Palma (don Joaquín), Pareto, Pérez (don José), Pollarolo (doña Fanny), Reyes, Saa (doña María Antonieta), Salas, Seguel, Silva, Tuma, Urrutia, Velasco, Venegas y Villouta.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Álvarez, Coloma, Correa, Díaz, Dittborn, González (doña Rosa), Ibáñez, Longueira, Masferrer, Melero, Molina, Paya, Pérez (don Víctor), Prokurica, Recondo, Ulloa y Vargas.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Alessandri, Álvarez-Salamanca, Fossa, García (don René Manuel), Monge y Rojas.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación sin Modificaciones . Fecha 23 de enero, 2002. Oficio en Sesión 28. Legislatura 345.

VALPARAISO, 23 de enero de 2002

Oficio Nº 3628

A S. E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha tenido a bien prestar su aprobación, en los mismos términos en que lo hiciera ese H. Senado, al proyecto de ley que deroga la ley N° 19.588 y suprime los feriados que indica, boletín N° 2779-06 (S).

Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio Nº 19.068, de 16 de octubre de 2001.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

LUIS PARETO GONZALEZ

Presidente de la Cámara de Diputados

ADRIAN ALVAREZ ALVAREZ

Prosecretario de la Cámara de Diputados

3. Trámite Finalización: Senado

3.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 30 de enero, 2002. Oficio

Valparaíso, 30 de Enero de 2.002.

Oficio Nº 19.387

A S. E. El Presidente de la República

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo único.- Derógase la ley Nº 19.588, que declara feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, “Día de la Unidad Nacional”.”.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ANDRES ZALDIVAR LARRAIN

Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS

Secretario del Senado

4. Publicación de Ley en Diario Oficial

4.1. Ley Nº 19.793

Tipo Norma
:
Ley 19793
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=195243&t=0
Fecha Promulgación
:
19-02-2002
URL Corta
:
http://bcn.cl/2cx86
Organismo
:
MINISTERIO DEL INTERIOR; SUBSECRETARIA DEL INTERIOR
Título
:
SUPRIME FERIADO QUE INDICA
Fecha Publicación
:
06-03-2002

SUPRIME FERIADO QUE INDICA

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

    P r o y e c t o  d e  l e y:

    "Artículo único.- Derógase la ley Nº 19.588, que declara feriado legal el primer lunes del mes de septiembre de cada año, "Día de la Unidad Nacional".".

    Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

    Santiago, 19 de febrero de 2002.- RICARDO LAGOS ESCOBAR, Presidente de la República.- José Miguel Insulza Salinas, Ministro del Interior.

    Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda atte. a Ud., Carlos Mackenney Urzúa, Subsecretario del Interior Subrogante.