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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 19.745

ESTABLECE FECHA PARA ELECCIÓN DE DIPUTADOS Y SENADORES.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Mensaje

Fecha 16 de julio, 2001. Mensaje en Sesión 17. Legislatura 344.

MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE SE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE FECHA DE ELECCIÓN PARA DIPUTADOS Y SENADORES.

_____________________________

SANTIAGO, julio 16 de 2001

MENSAJE Nº 115-344/

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS.

Honorable Cámara de Diputados:

Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que define un nuevo método para determinar la fecha en que debe realizarse toda elección periódica de Diputados y Senadores, y establece el día en que deberá efectuarse la próxima elección parlamentaria.

I. EL DIA DE LAS ELECCIONES.-

Uno de los rasgos más notables de nuestra arraigada tradición democrática, es la masiva participación ciudadana que registran todos los procesos electorales, no obstante la dispersión y frecuencia que en nuestro sistema presentan, y a pesar de la tendencia mundial al aumento del ausentismo electoral.

El día de la elección, por lo mismo, es una fecha relevante para toda la comunidad nacional y no sólo para los partidos políticos y los grupos gobernantes. Todos los ciudadanos, cuál más, cuál menos, ordenan sus actividades y obligaciones de modo de ejercer oportunamente su derecho a sufragio.

De otro lado, una gran mayoría de ciudadanos debe participar activamente en los procesos electorales, más allá de la emisión del voto, desempeñándose como vocales, miembros de las juntas electorales, delegados, apoderados, etc. Los chilenos asumen estas cargas públicas con enorme responsabilidad y, en muchas ocasiones, realizando esfuerzos y sacrificios personales encomiables.

El compromiso cívico que apreciamos en la comunidad nacional y que a todos nos enorgullece, implica, sin embargo, que los eventos electorales conllevan diversos trastornos o alteraciones en el normal desenvolvimiento de la actividad nacional.

En efecto, la masiva concurrencia a los locales de votación, que muchas veces exige desplazamientos o traslados desde un punto a otro del territorio, el desempeño de las cargas públicas por parte de un gran número de ciudadanos y, en fin, la expectación que el desarrollo del proceso y de sus escrutinios generan en toda la comunidad nacional, determinan que el desenvolvimiento ordinario del país se vea necesariamente alterado durante un proceso electoral, en particular durante el día en que la elección tiene lugar.

Por ello, en nuestro país, el día en que se efectúa una elección ha sido tradicionalmente declarado feriado legal. Así lo dispone actualmente el artículo 169 de la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

Ahora bien, el costo país que significa declarar feriado un día laboral o hábil es cada vez mayor. La paralización de múltiples actividades, la disminución o suspensión de la atención en los servicios públicos, el margen de producción que se deja de obtener, los efectos accesorios a ello, así como la alteración de diversos otros procesos, generan costos cada vez más altos para la sociedad y, por ende, cada vez más difíciles de solventar.

De ahí que la tendencia sea, en la actualidad, establecer que las elecciones se efectúen en días domingo. Al tener éstos carácter de feriados, son días en que las actividades productiva, laboral, educacional, etc., son naturalmente menores y, por lo mismo, la realización de la elección no impone una disminución adicional mucho mayor, ni tampoco un costo agregado o no considerado en el normal desenvolvimiento del país.

Así, por ejemplo, se ha establecido que los plebiscitos comunales sean realizados en día domingo, en el inciso segundo del artículo 169 de la Ley Nº 18.700, inciso incorporado en 1990 por la Ley Nº 18.963. Lo mismo se ha hecho, mediante ley especial, respecto de las últimas elecciones municipales.

II. LA FECHA EN QUE DEBE REALIZARSE LA ELECCION DE DIPUTADOS Y SENADORES.-

No obstante lo señalado anteriormente, el ordenamiento vigente, acogiendo normas tradicionales de nuestro sistema electoral, por regla general define el día de una elección en base a la fecha en que deba concluir el período normal de las autoridades en ejercicio.

De este modo, la fecha de la elección corresponde a un día cierto y determinado: aquel que anteceda en un cierto plazo, a la fecha en que deban expirar en el cargo las autoridades en ejercicio. Se trata, entonces, de una fórmula rígida; la elección sólo puede efectuarse el día que conforme a esta regla se determine, no existiendo posibilidad de trasladarlo a un domingo u otro feriado próximo.

Esta restricción adquiere especial relevancia si se considera que, normalmente, la fórmula descrita determina que el día de la elección sea un día hábil de la semana que, por ende, será declarado feriado, generándose todos los efectos colaterales que se han descrito antes.

Precisamente en la situación señalada se encuentran las elecciones periódicas de parlamentarios, pues a consecuencia de que la primera elección realizada bajo la Constitución de 1980 se realizó un día 11 de diciembre, todas las elecciones ordinarias posteriores han debido realizarse en idéntica fecha, salvo que mediara norma legal expresa y particular que trasladara el día de la elección a otra fecha.

Es así como la próxima renovación de la Cámara de Diputados y del Senado debe producirse el 11 de marzo de 2002. Aplicando la norma vigente, contenida en el artículo 174 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la elección periódica debería realizarse noventa días antes de esa fecha, esto es, el 11 de diciembre de 2001, no obstante corresponder a un día martes.

Ahora bien, la definición de la fecha de las elecciones periódicas de parlamentarios es una materia de regulación legal, específicamente de la ley orgánica constitucional citada y, por lo mismo, la modificación del mecanismo, forma o procedimiento aplicable al efecto, es resorte del legislador orgánico constitucional mencionado.

A diferencia de lo que ocurre con la fecha de la elección presidencial, que está expresamente definida en el artículo 26 de la Constitución Política de la República, la fecha de las demás elecciones periódicas y votaciones populares es una materia que el constituyente no definió y que encomendó al legislador en el artículo 18, y que éste reguló en los artículos 169 y siguientes de la Ley Nº 18.700.

El Ejecutivo considera que es pernicioso para el país, que los eventos electorales detengan el normal desarrollo de las actividades nacionales, obligando a declarar feriado un día hábil e intermedio de la semana. Más aún en el caso de la próxima elección parlamentaria, en que la fecha determinada para su realización es estrechamente cercana a otro feriado legal de carácter religioso.

Por ello, y ante la objeción formulada recientemente por el Tribunal Constitucional respecto de un proyecto de ley que adelantaba la fecha de la próxima elección parlamentaria a un día domingo anterior al 11 de diciembre de 2001, el Ejecutivo ha formulado la presente iniciativa legal que, además de corregir la fecha de dicha elección trasladándola para el domingo inmediatamente siguiente al 11 de diciembre, busca sustituir de manera definitiva la forma de determinar el día de las elecciones periódicas de parlamentarios, de modo que siempre sean realizadas en día domingo.

III. OBJETIVOS DEL PROYECTO DE LEY.-

Acorde con lo expuesto anteriormente, el presente proyecto de ley tiene dos finalidades concretas.

Primero, definir un nuevo método o fórmula para determinar la fecha en que deba realizarse toda elección periódica de Senadores y Diputados. Es decir, se pretende que de ahora en adelante, todo acto electoral de este tipo deba realizarse en día domingo.

De este modo, se resuelve de una vez, el siempre recurrente problema que genera todo evento electoral, en cuanto a que no existe margen alguno para adecuar la fecha de la elección al día que mejor convenga a los intereses de la comunidad y del país.

En segundo término, el proyecto de ley que se somete a vuestra consideración busca adecuar, de conformidad con la nueva norma, el día en que deberá realizarse la próxima elección parlamentaria, trasladando la fecha de la elección, desde el 11 de diciembre al domingo 16 de diciembre.

IV. EL PRECEDENTE Y LA DECLARACION DE INCONSTITUCIONALIDAD.-

El pasado 17 de mayo de 2001, el H. Congreso Nacional despachó un proyecto de ley que disponía que las elecciones de diputados y senadores que corresponde verificar el próximo 11 de diciembre de 2001, se realizarían el domingo 2 de diciembre del mismo año.

El referido proyecto de ley contemplaba, además, algunas normas adecuatorias de aquellos plazos aplicables al proceso electoral que se definen en base a la fecha de la elección.

En tal sentido estableció que las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, deberían llevarse a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida para ella.

Paralelamente y en resguardo de los derechos o intereses de terceros de buena fe, la norma disponía que los plazos que hubieren comenzado a correr antes de su entrada en vigencia, vencerían en la fecha que originalmente hubiere correspondido.

Por último, el precepto legal en comento declaraba válidamente realizados y perfeccionados los actos electorales y administrativos que se hubieren llevado a cabo con anterioridad a su entrada en vigencia.

Con ocasión del control de constitucionalidad previo efectuado por el Tribunal Constitucional, el proyecto de ley descrito fue declarado contrario a la Constitución, en base a las siguientes consideraciones:

1) Al mantenerse la fecha original de vencimiento para aquellos plazos que hubieren comenzado a correr antes de la entrada en vigencia del nuevo texto legal, se estaba manteniendo también la fecha en que comenzaron a correr. Es decir, por aplicación de esta norma, los plazos que se cuentan desde el día de la elección hacia atrás y que habían comenzado a correr, expirarían el 11 de diciembre de 2001, no obstante que la elección se realizaría el 2 de diciembre.

2) Por aplicación de esta norma, según declaró el Tribunal, los plazos constitucionales exigidos por los artículos 44 y 46 (dos años de residencia en el distrito o región) y por el artículo 54 (inhabilidades), vencerían o se completarían el 11 de diciembre de 2001, esto es, después de verificada la elección.

3) Esto significa, precisó el Tribunal, que los plazos constitucionales referidos ya no serían de 2 años y 1 año, contados hacia atrás desde el día de la elección, como disponen las normas respectivas, porque a la fecha de realización de ésta no se habrán enterado o completado.

4) El Tribunal concluyó que las normas mencionadas disminuían la duración de los plazos establecidos en los artículos 44, 46 y 47 de la Constitución y, por tal razón, las declaró inconstitucionales, extendiendo tal declaración al resto de las disposiciones del proyecto por entender que carecían de todo sentido por sí solas.

Como puede apreciarse, las consideraciones que motivaron la declaración de inconstitucionalidad están exclusivamente referidas al efecto que la anticipación de la fecha de la elección, provocaba sobre determinados plazos que habían comenzado a correr, en el sentido de que se los tendría por cumplidos o completados antes del momento que correspondía según la Constitución.

En consecuencia, el efecto invalidado o considerado inconstitucional no puede llegar a producirse en el evento que la fecha de la elección sea postergada, en la medida que lo sea dentro del ámbito de libertad configuradora que corresponde al legislador. Esto es, debe ser antes de que corresponda la renovación de las Cámaras y con la anticipación suficiente para que el proceso electoral esté afinado a esa fecha.

De este modo, todos los plazos que de acuerdo a la Constitución se cuentan desde el día de la elección hacia atrás, no se ven disminuidos ni modificados en cuanto a su complitud o término.

Los reparos de constitucionalidad que mereció el proyecto de ley que adelantaba la fecha de la elección, no son en absoluto predicables respecto de la presente iniciativa, que posterga la fecha de la elección al día domingo inmediatamente siguiente al 11 de diciembre de 2001.

V. CONTENIDO DEL PROYECTO.-

El proyecto de ley que someto a vuestra consideración consta de un artículo único, mediante el cuál se introducen dos modificaciones a la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, una relativa a la determinación de la fecha de las elecciones periódicas de diputados y senadores, y la otra, para establecer la fecha en que deberá realizarse la elección parlamentaria del año 2001.

1. Determinación de la fecha de las elecciones periódicas de Diputados y Senadores.

La primera modificación tiene por objeto complementar el actual artículo 174 de la referida Ley, norma que establece que las elecciones parlamentarias periódicas deben realizarse 90 días antes de aquel en que deban renovarse la Cámara de Diputados y el Senado.

Se agrega a este inciso primero, una frase que dispone que, en caso de que la fecha indicada corresponda a un día hábil, la elección se efectuará el domingo inmediatamente siguiente a esa fecha.

2. La fecha de la elección parlamentaria del año 2001.

La segunda norma que considera el presente proyecto de ley, consiste en una disposición transitoria que viene a establecer la fecha en que deberá realizarse la próxima elección parlamentaria, de modo que tenga lugar en un día domingo.

En consecuencia, la elección de senadores y diputados que correspondería realizar el 11 de diciembre de este año, tendrá lugar el domingo 16 del mismo mes.

Para efectos de certeza y seguridad jurídica en las diversas actuaciones y trámites electorales cuya oportunidad se define en consideración a la fecha de la elección, como por ejemplo el trámite de declaración de candidaturas a que se refiere el artículo 3º de la Ley Nº 18.700, la norma transitoria especifica que se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida para la elección.

En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración, para ser tratado en la actual Legislatura de Sesiones del Congreso Nacional, con urgencia en todos sus trámites constitucionales -incluyendo los que correspondiere cumplir en el H. Senado,- la que, de conformidad con los artículos 26 y siguientes de la ley Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, califico de "discusión inmediata", el siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Modifícase la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, de la siguiente manera:

1) Agrégase al inciso primero del artículo 174, después del punto aparte, que pasa a ser punto seguido, la siguiente frase:

"En caso de que esta fecha corresponda a un día hábil, la elección se realizará el domingo inmediatamente siguiente.".

2) Agrégase la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de la Ley Nº 18.700, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efectos sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".

Dios guarde a V.E.,

RICARDO LAGOS ESCOBAR

Presidente de la República

JOSE MIGUEL INSULZA SALINAS

Ministro del Interior

1.2. Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 17 de julio, 2001. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 17. Legislatura 344.

?Certificado de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

Valparaíso, 17 de julio de 2001.

Boletín Nº 2757-06

El Secretario de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia que suscribe, certifica:

Que el texto que se acompaña, debidamente autenticado, contiene el articulado íntegro del proyecto de ley que "Establece fecha de elección para diputados y senadores" (boletín Nº 2756-06), con urgencia calificada de "discusión inmediata", tal como fue aprobado por esta Comisión, tanto en general como en particular, por unanimidad, con la asistencia de los diputados señora Laura Soto González (Presidenta accidental) y señores Francisco Bartolucci Johnston, Juan Bustos Ramírez, Aldo Cornejo González, Sergio Elgueta Barrientos y Francisco Huenchumilla Jaramillo.

Asimismo, en reemplazo del diputado señor Ignacio Walker Prieto, asistió el diputado señor Zarko Luksic Sandoval.

Asistió a la Comisión durante el análisis de la iniciativa el señor ministro del Interior don José Miguel Insulza Salinas.

En consecuencia, el texto aprobado es el siguiente:

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Agrégase a la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".

-o-

Constancia:

Para los efectos de lo establecido en los números 2º, 4º, 5º y 7º del artículo 287 del Reglamento de la Corporación, la Comisión dejó constancia de lo siguiente:

1º Que la disposición única del proyecto tiene rango de ley orgánica constitucional.

2º Que dicha disposición no es de la competencia de la Comisión de Hacienda.

3º Que el proyecto fue aprobado en general por unanimidad.

4º Que no hubo artículos o indicaciones rechazados por la Comisión.

Aprobado en sesión de esta fecha, 17 de julio de 2001.

Se designó diputado informante al señor Francisco Bartolucci Johnston.

(Fdo.): EUGENIO FOSTER MORENO, Secretario".

1.3. Discusión en Sala

Fecha 17 de julio, 2001. Diario de Sesión en Sesión 17. Legislatura 344. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

FECHA PARA ELECCIÓN DE DIPUTADOS Y SENADORES. Primer trámite constitucional. Proyecto sobre Tabla.

El señor PARETO (Presidente).-

Continúa la sesión.

Corresponde ocuparse del proyecto, en primer trámite constitucional, que establece fecha de elección para diputados y senadores, calificado con urgencia de “discusión inmediata”.

Diputada informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es la señora Laura Soto.

Antecedentes:

- Mensaje, boletín Nº 2757-06. Documentos de la Cuenta Nº 1.

- Certificado de la Comisión de Constitución. Documentos de la Cuenta Nº 9.

El señor PARETO (Presidente).-

Informo a la Sala que el debate comienza a las 14 horas y que el tiempo máximo para despachar el proyecto vence a las 14.50 horas.

Tiene la palabra la diputada informante.

La señora SOTO (doña Laura).-

Señor Presidente, paso a informar el proyecto enviado por su Excelencia el Presidente de la República, que define un nuevo método para determinar la fecha en que debe realizarse toda elección periódica de diputados y senadores, y establece el día en que deberá efectuarse la próxima elección parlamentaria.

El Jefe del Estado hace diversas disquisiciones de tipo filosófico y democrático, trayendo a colación la tremenda importancia del día de la elección, que involucra a muchos actores y moviliza a todo el país.

Señala que, por ello, muchas veces se prefiere que la elección se realice un día domingo, pues en día hábil habría que suspender las actividades normales, lo que produciría tremendos e ingentes gastos que nuestro país no está en condiciones de solventar.

No obstante esos análisis, el mensaje señala que el ordenamiento vigente, acogiendo normas tradicionales de nuestro sistema electoral, por regla general define el día de una elección en base a la fecha en que deba concluir el período normal de las autoridades en ejercicio. De este modo, la fecha de la elección corresponde a un día cierto y determinado: el que anteceda en un cierto plazo a la fecha en que deban expirar en el cargo las autoridades en ejercicio. Se trata, entonces, de una fórmula rígida. La elección sólo puede efectuarse aquí está el quid del asunto el día que conforme a esta regla se determine, no existiendo posibilidad de trasladarlo a un día domingo o a otro feriado próximo.

Es así como la próxima renovación de la Cámara de Diputados y del Senado debe producirse el 11 de marzo de 2002. Al aplicar la norma vigente, contenida en el artículo 174 de la ley orgánica constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la elección periódica debería realizarse noventa días antes de esa fecha, esto es, el 11 de diciembre de 2001, no obstante corresponder a un día martes.

La definición de la fecha de las elecciones periódicas de parlamentarios es una materia de regulación legal, específica de la ley orgánica constitucional citada y, por lo mismo, la modificación del mecanismo, forma o procedimiento aplicable al efecto es resorte del legislador orgánico constitucional.

El Ejecutivo considera que para el normal desarrollo de las actividades nacionales es determinante especificar ahora el día en que se debe llevar a cabo la elección de diputados y senadores.

En consecuencia, el objetivo del proyecto es definir un nuevo método o fórmula para determinar la fecha en que deba realizarse toda elección periódica de senadores y diputados. Es decir, se pretende que, de ahora en adelante, todo acto electoral de este tipo deba realizarse en día domingo.

En segundo término, el proyecto busca adecuar, de conformidad con la nueva norma, el día en que deberá realizarse la próxima elección parlamentaria, trasladando la fecha de la elección desde el 11 de diciembre al domingo 16 de diciembre.

El precedente y la declaración de inconstitucionalidad de que tuvo conocimiento la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

El pasado 17 de mayo de 2001, el honorable Congreso despachó un proyecto que disponía que las elecciones de diputados y senadores que corresponde verificar el próximo 11 de diciembre de 2001, se realizarían el domingo 2 de diciembre del mismo año.

Con ocasión del control de constitucionalidad previo efectuado por el Tribunal Constitucional, el proyecto de ley descrito fue declarado contrario a la Constitución y se concluyó que las normas mencionadas disminuían la duración de los plazos establecidos en los artículos 44, 46 y 47 de la Constitución y, por tal razón, las declaró inconstitucionales, extendiendo tal declaración al resto de las disposiciones del proyecto por entender que carecían de todo sentido por sí solas.

En consecuencia esto es muy importante, el efecto invalidado o considerado inconstitucional no puede llegar a producirse en el evento de que la fecha de la elección sea postergada, en la medida que lo sea dentro del ámbito de libertad configuradora que corresponde al legislador. Esto es, debe ser antes de que corresponda la renovación de las Cámaras y con la anticipación suficiente para que el proceso electoral esté afinado en esa fecha.

De este modo, todos los plazos que de acuerdo con la Constitución se cuentan desde el día de la elección hacia atrás, no se ven disminuidos ni modificados en cuanto a su amplitud o término.

El proyecto que se somete a consideración de la Cámara consta de un artículo único y de un artículo transitorio, del siguiente tenor:

“Artículo único.- Modifícase la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, de la siguiente manera:

“1) Agrégase al inciso primero del artículo 174, después del punto aparte, que pasa a ser punto seguido, la siguiente frase:

“En caso de que esta fecha corresponda a un día hábil, la elección se realizará el domingo inmediatamente siguiente.”.

“2) Agrégase la siguiente disposición transitoria, nueva:

“Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

“Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de la ley Nº 18.700, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

“Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.”.

El proyecto fue conocido hoy por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, y aprobado por unanimidad.

Es todo cuanto puedo informar a la Sala.

He dicho.

El señor PARETO (Presidente).-

Se suspende la sesión hasta las 14.00 horas.

Transcurrido el tiempo de suspensión:

El señor PARETO (Presidente).-

Continúa la sesión.

Tiene la palabra el diputado señor Sergio Aguiló.

El señor AGUILÓ.-

Señor Presidente, en nombre de la bancada socialista, anuncio nuestro voto favorable a este proyecto enviado por su Excelencia el Presidente de la República, que establece fecha de elección para diputados y senadores.

He dicho.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Arturo Longton.

El señor LONGTON.-

Señor Presidente, la bancada de Renovación Nacional desea fijar su posición sobre el proyecto en discusión.

Hay que tener presente que todo el sistema de justicia electoral el sistema electoral público y el sistema de partidos políticos, está establecido sobre la base de dos instancias, elementos esenciales de la garantía constitucional del debido proceso.

Es así como el Tribunal Calificador de Elecciones, Tricel, es requerido constantemente al tenor de disposiciones de leyes orgánicaspara ejercer jurisdicción electoral, sea en primera o en segunda instancia. En materia de organización y funcionamiento interno de los partidos políticos, el Tricel es el órgano llamado a ser la segunda instancia cuando el director del Servicio Electoral ejerce la primera.

El artículo 14 de la ley Nº 18.603 dispone que el rechazo por el director del Servicio Electoral de una inscripción de partido político es apelable ante el Tricel. El artículo 35 establece que el rechazo por parte de dicho director del balance de la contabilidad de un partido político también es apelable ante el Tricel, y el artículo 43 señala que la cancelación de la inscripción de un partido político por el mencionado director también es apelable ante el Tricel.

Pero podemos seguir. El artículo 57 consigna que las reclamaciones por la generación defectuosa del tribunal supremo de un partido político son conocidas por el Tribunal Electoral.

Esta regulación jerárquica entre el Tricel y el director del Servicio Electoral es tan clara y natural que el artículo 60 de la ley Nº 18.603 establece un recurso de queja por las actuaciones del director, que conocerá y resolverá el Tricel. En el inciso segundo de este artículo se señala que “el Tribunal Calificador de Elecciones podrá imponer al Director del Servicio Electoral las sanciones que señala el artículo 537 del Código Orgánico de Tribunales”. En este contexto, el caso de las inscripciones de las candidaturas de la Democracia Cristiana debería resolverse por los canales establecidos por la justicia electoral, que, reiteradamente, se ha declarado parte integrante del Poder Judicial.

Ahora bien, de acuerdo con el artículo 73 de la Constitución, “la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

Este proyecto, en primer trámite legislativo, soluciona un error cometido por la Democracia Cristiana, el cual debería ser resuelto vía justicia electoral, pues ahora se puede estar configurando el ejercicio indebido de una función jurisdiccional por medio de la ley, dado que el precepto legal propuesto resuelve un caso concreto controvertido.

Dentro del concepto “causas civiles”, se incluyen todas aquellas controversias jurídico-administrativas que se puedan suscitar, debiendo ser resueltas por autoridades que, si bien no están establecidas en el Código Orgánico de Tribunales, ejercen jurisdicción y resuelven cuestiones que afectan los derechos de las personas. Es así como el artículo 85 de la Carta Fundamental, refiriéndose a los tribunales electorales regionales y al Tribunal Calificador de Elecciones, les entrega la facultad de proceder como jurado y de resolver este tipo de controversias.

Por lo tanto, nos vamos a abstener en la votación de este proyecto presentado por el Gobierno; estamos por una solución distinta, más integral y que resuelva los problemas del país. Por eso, esta mañana hemos propuesto al Ejecutivo que las campañas electorales, que hoy duran seis meses, se reduzcan a 60 ó 90 días. Creo que ello sería una buena señal de austeridad, atendida la difícil situación económica por la que hoy atraviesa nuestro país.

Repito: anunciamos nuestro voto de abstención y reiteramos que si el Gobierno remite un proyecto con las características que hemos solicitado esta mañana rebajar el período eleccionario, estaremos gustosos en ceder y en aportar nuestro voto.

He dicho.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada señora Lily Pérez.

La señora PÉREZ (doña Lily).-

Señor Presidente, da lo mismo si se trata de un problema que aqueja a la Democracia Cristiana o a otra colectividad política, pues el día de mañana podría afectar a un partido de la Oposición. Para nosotros, el proyecto incide en un tema de fondo y en un asunto absolutamente ético. Además, al margen de las dudas de constitucionalidad que ha presentado el diputado señor Longton, existen artículos, tanto en el Código de conductas parlamentarias como en la ley orgánica del Congreso Nacional, que establecen, en forma meridiana, que, obviamente, existe incompatibilidad entre nuestra condición de legisladores y el votar por proyectos que beneficien a un particular, o adoptar decisión que favorezca, como en este caso, a un grupo político.

El argumento que más hace fuerza para nuestra abstención es que no puede ser que en Chile existan dos tipos de personas: los ciudadanos comunes y los políticos. Es decir, aquí hay grupos que pueden compensarse con altas indemnizaciones, hay autoridades de la Corte Suprema que pueden infringir la restricción vehicular y no les pasa nada, autoridades de Gobierno que pueden votar con la licencia de conducir y no con el carné de identidad, como se nos obliga a todos los chilenos, y, ahora, hay un grupo político que puede cometer un tremendo error, pero que sabe que éste no importa porque siempre habrá otro grupo o políticos en general que van a tenderle la mano para solucionarlo.

Me hubiera encantado ver ayer al Presidente de la República y a varios de sus ministros concentrados, por más de tres horas en La Moneda, para resolver con la misma fuerza y energía los problemas de desempleo y delincuencia que hoy nos afectan; pero no, se han juntado para resolver un problema que aqueja a un partido político de la Concertación. Es decir, los chilenos comunes y corrientes no tienen ninguna posibilidad de que les arreglen, mediante una ley, su situación en Dicom, a pesar de que se sabe que, si se atrasan en el pago de un dividendo, de inmediato, muchas veces, les rematan sus casas.

Por lo tanto, en Renovación Nacional creemos que no pueden existir dos tipos de leyes: una, para el “club de los políticos intocables”, y otra, para la gente común y corriente. Nos parece pésimo que se siente este precedente de ilegalidad, y que se elabore un mensaje presidencial absolutamente mentiroso. En efecto, aquí se nos habla ahora de las bondades de votar un día domingo, en circunstancias de que, hace años, muchos diputados de la Oposición presentamos un proyecto similar. Hoy, por conveniencia política, sí se pueden hacer las cosas. Creemos que éstas no se pueden hacer por conveniencia o por parche.

Cabe agregar que el presidente de la Democracia Cristiana afirmó, el viernes recién pasado, en el diario “La Segunda”: “Antes de morirme, voy a firmar en un partido de Derecha, porque prefiero que se muera un derechista antes que un democratacristiano”. Pues bien, la soberbia se paga, porque este mismo presidente hoy le pide apoyo al grupo de Derecha que él tanto denuesta y desprecia. Pero como nosotros estamos acostumbrados a ganar los votos en las urnas, porque nos va estupendamente en las elecciones populares, queremos, obviamente, que la Democracia Cristiana pueda competir; porque deseamos competencia no para ganar por secretaría, sino con un proyecto que no altere la constitucionalidad, que no sea mentiroso frente al país y con el compromiso de que el Gobierno, tal como se la juega hoy con esta iniciativa para arreglar un problema de un partido político, haga lo mismo con otros proyectos sociales.

Por eso, queremos impulsar la idea de que se pueda ampliar el plazo de inscripción, pero no que se tenga más plazo para las campañas electorales. Además, este proyecto adolece de un inconveniente increíble: quieren cambiar la fecha para el domingo 16 de diciembre, en circunstancias de que ese día hay reconocimiento de Sala, pues el 17 es la Prueba de Aptitud Académica. O sea, al Gobierno le importa un bledo lo que pase con los estudiantes. Creemos que proyectos cuyo objetivo es acomodar políticamente a un grupo de personas, son realmente lamentables.

Por las razones expuestas, nos vamos a abstener. No queremos ser cómplices de espalda al paísde enmendar una situación puntual, consecuencia de la equivocación de un grupo de dirigentes de un partido. Repito: esto no tiene que ver con la Democracia Cristiana, sino con un problema creado por dirigentes que hacen las cosas mal; y no puede ser que en Chile dé lomismo hacer las cosas bien o mal, porque los chilenos necesitan parlamentarios de todos los partidos comprometidos por el bien común de la sociedad y no con un partido político.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

En el minuto que resta, tiene la palabra la diputada señora María Victoria Ovalle.

La señora OVALLE (doña María Victoria).-

Señor Presidente, ojalá me pueda exceder en el tiempo para fundamentar debidamente mi voto.

El señor PARETO (Presidente).-

Si le parece a la Sala, así se acordaría.

Acordado.

Tiene la palabra su Señoría.

La señora OVALLE (doña María Victoria).-

Gracias, señor Presidente.

Realmente, creo que la opinión pública tiene a la clase política en el nivel que se merece: del desprestigio máximo, y la iniciativa en debate corrobora ese desprestigio.

¿Qué hubiera pasado si esto le hubiese sucedido a un partido pequeño o a un independiente? ¡Inmediatamente lo hubieran borrado del mapa! Entonces, ¡hasta cuándo! Hagamos las cosas como se deben hacer. Los políticos no podemos estar legislando en 48 horas para favorecernos. La gente no es tonta. Esto es una vergüenza ante todo el país. Por eso, que Chile sepa que no me presto para los arreglines de ninguna naturaleza. ¡Hasta cuándo! Cambiemos el sistema electoral binominal, tengamos valentía, enfrentemos a la opinión pública como se debe. Que gane el partido político que obtenga la mayor votación y terminemos con los arreglines. ¡Hasta cuándo! Voy a votar en contra, pues no acepto que esto se apruebe en esta Cámara, porque hacerlo desprestigia a la política, que ya me tiene asqueada.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada señora Adriana Muñoz.

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

Señor Presidente, en mi calidad de jefa de la bancada del Partido por la Democracia, expreso nuestro total respaldo a este proyecto de ley.

Resulta inconcebible y lamentable que cada vez que se suscitan debates de esta naturaleza, algunos parlamentarios y parlamentarias de la Oposición muestren muy fácilmente la hilacha. Lo señalo porque en las intervenciones que he escuchado se ha expresado tanto el desprecio fascista por la política como el desprecio absoluto por lo que representa la actividad política del país. Por esa razón, quiero preguntar a los colegas presentes hombres y mujeres que así lo han manifestado: ¿para qué, entonces, vienen a este Parlamento?, porque aquí no estamos en una amasandería ni en un lugar donde se vendan mermeladas, sino donde se lleva a cabo una actividad netamente política. ¡Métanse ese hecho en la cabeza! De lo contrario, mejor váyanse para sus casas.

En verdad no entiendo cómo esa clase política que está aquí sentada, la cual durante diecisiete años representó a la dictadura más brutal y asesina que ha habido en el país, hoy venga con argumentos de esa naturaleza.

Hablan varios señores diputados a la vez.

El señor PARETO (Presidente).-

Le ruego que se refiera al tema, señora diputada.

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

Palabras sacan palabras, señor Presidente.

No es posible que las dos señoras diputadas que han intervenido se expresen de esa manera.

El señor PARETO (Presidente).-

Ruego a su Señoría referirse al tema.

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

Las palabras de la diputada señora Lily Pérez son inadmisibles en este hemiciclo.

El señor GARCÍA (don René Manuel).

¡Piense positivo, señora diputada!

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

Pensemos todos positivo, pero sin agresiones y sin el ánimo de señalar siempre que aquí hay una clase política inmunda. Si así fuera, entonces los invito a que no seamos clase política. Sin embargo, en ningún caso se debe dar ese tipo de diálogos frente al país.

Lo que hoy ocurre es que se ha cometido un grave error, el cual debe reconocerse de cara al país. En todo caso, felizmente, en democracia los errores se conocen, se debaten y se transparentan frente a la opinión pública.

Por esa razón, no cabe aprovechar este momento para seguir atacando a la clase política, porque de lo contrario deberíamos cerrar el Congreso y las instituciones democráticas del país. ¡Estamos frente a un error en que ha incurrido nuestro sector, hecho que reconocemos, como le podría haber ocurrido a cualquier otro partido en estas mismas circunstancias! Sin perjuicio de eso, queremos invitar a la clase política a reflexionar sobre nuestro quehacer. Por ejemplo, es un buen momento para discutir sobre el sistema electoral binominal existente y sobre sus inflexibilidades.

Hablan varios señores diputados a la vez.

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

Señor Presidente, pido que suspenda la sesión, porque no puedo continuar hablando en estas condiciones.

El señor PARETO (Presidente).-

Ruego a la Sala guardar silencio.

Puede continuar su Señoría.

La señora MUÑOZ (doña Adriana).-

La situación suscitada no habría ocurrido si no tuviéramos un sistema de inscripción de candidatos del nivel de inflexibilidad existente.

Asimismo, debemos discutir por qué no podemos ser capaces de elaborar una normativa que nos permita corregir errores cuando los cometemos. Lo planteo, porque los diputados y los senadores, es decir, la clase política, está conformada por seres humanos. No creo que seamos una casta especial de dioses y diosas infalibles. Por lo tanto, debemos cambiar esas situaciones que nos impiden corregir los errores que podamos cometer, razón por la que respaldaremos plenamente esta iniciativa.

Dado que la Unión Demócrata Independiente ha tenido una posición absolutamente distinta de la planteada por el jefe de bancada de Renovación Nacional, estimo que podemos abrir un debate incluso dentro de las diferencias existentes. No obstante, eso no significa aprovechar la situación para pronunciar un discurso como el de la diputada señora Lily Pérez, inadecuado para enfrentar con seriedad un debate sobre una situación que hoy afecta a un partido de la Concertación, pero que mañana podría afectar a otros partidos.

Por lo tanto reitero, aquí no hay seriedad para debatir estos temas; porque una vez más la diputada señora Pérez ha salido con la cantinela del desprestigio de la clase política y nos trata de enemistar con el país, como si no fuera a pedir el día de mañana el voto de la ciudadanía para ocupar un escaño de la Cámara de Diputados, que es una cámara política. Entonces, si ella se siente tan incómoda con la clase política, mejor que se vaya a un centro de madres.

Queremos tener un debate serio, como lo hemos sostenido con el diputado señor Longueira y con tantos otros representantes de la UDI, respecto de la necesidad de efectuar modificaciones a ciertas situaciones.

En ese sentido, reiteramos que vamos a apoyar a nuestros colegas y al Partido Demócrata Cristiano, porque somos parte de una alianza y porque venimos trabajando con la Democracia Cristiana desde antes de que existiera la Concertación, desde los oscuros días en que nos tocaba reunirnos en la clandestinidad.

Por eso y porque reconocemos en ellos el partido más importante de Chile, no podemos permitir que no se pueda corregir el error cometido, situación que impide la legislación electoral inflexible que tenemos, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, cuando una persona incurre en un error al inscribirse en la universidad, caso en el cual dispone de unos días para enmendar los datos. A cualquiera de los presentes en la Sala le puede ocurrir que en el futuro cometa un error en la inscripción de candidaturas a cargos de representación popular, en circunstancias de que no existe la posibilidad de corregir errores para una situación tan seria como lo es aquélla. No es admisible que por secretaría se puedan eliminar candidaturas. De hecho, cualquier persona puede inscribirse, aunque sea independiente. Sin embargo, la peor forma de eliminar a personas como representantes populares es que, cuando cometan un error en su inscripción, no lo puedan rectificar.

El tema da para un debate extenso, pero serio, no oportunista ni demagógico, en el que no se aprovechen de las cámaras de televisión y de la prensa para seguir insultando a la clase política. ¡Me siento orgullosa de ser política, de ser diputada y de representar a la gente como parlamentaria, porque si así no fuera desde hace rato que estaría tejiendo en mi casa!

He dicho.

Aplausos.

El señor PAYA.-

Pido la palabra sobre un punto de Reglamento, señor Presidente.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Paya.

El señor PAYA.-

Señor Presidente, quedan serias dudas sobre cuál es la intención de fondo del discurso de la diputada, razón por la que pedimos suspender la sesión por diez minutos.

El señor PARETO (Presidente).-

Se suspende la sesión por diez minutos.

Transcurrido el tiempo de suspensión:

El señor PARETO (Presidente).-

Se reanuda la sesión.

Tiene la palabra, por tres minutos y medio, el diputado señor Tuma.

El señor TUMA.-

Señor Presidente, hace tres meses conocimos un proyecto de ley del Ejecutivo, respaldado por algunos parlamentarios, cuyo objeto era cambiar la fecha de la elección, del martes 11 al domingo 16 de diciembre.

Con los diputados señores Juan Ramón Núñez, Patricio Hales y Jaime Jiménez presentamos una indicación para anticiparla al día 2 de diciembre, y fue acogida por el Ejecutivo en un proyecto de ley aprobado unánimemente por la Cámara de Diputados y por el Senado.

Posteriormente, se declaró su inconstitucionalidad por cuanto alteraba los derechos de los candidatos respecto de los plazos previos que se exigen para inscribirse y participar en la elección.

En verdad, no me gusta el día 16, como lo dije en esa oportunidad, porque se interrumpen materias importantes para muchos ciudadanos: económicas, comerciales, festividades religiosas; la realización de la Teletón y, sobre todo, de la Prueba de Aptitud Académica.

Por esas razones, el Congreso consideró la inconveniencia de realizar la elección el día 16 y optó por el día 2 de diciembre. De manera que la fecha no es nueva.

Sin embargo, todos los inconvenientes para realizarla el día 16 son menores frente al hecho de dejar sin participar en la elección parlamentaria a la fuerza política más importante, constituida por las bancadas de la Democracia Cristiana en ambas ramas del Congreso Nacional, lo que iría en desmedro del sistema democrático y de todas las colectividades.

Reconozco el respaldo que la UDI ha dado a la iniciativa para resolver un problema que se ha originado en un lamentable error; pero de ningún modo puede sacrificarse la transparencia y representatividad del sistema democrático.

Por eso, nuestra bancada aprobará el proyecto de ley.

He dicho.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Pablo Longueira.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, la bancada de la UDI, tal vez hubiese votado en contra del proyecto si sólo se tratara de cambiar la fecha para el 16 de diciembre. Sin embargo, lo votaremos a favor porque soluciona el problema de un partido importante que, por error, no podría inscribir a sus candidatos al Parlamento.

Es muy fácil hablar de democracia y de demócratas; es muy fácil hablar de seriedad y de rectitud en política. Por fortuna, en la vida siempre hay ocasiones en que uno puede acreditar si es caballero, si cumple su palabra, si es demócrata, decente y serio, y creo que hoy estamos frente a una de ellas.

Muchos quisieran hacer trampa para continuar en el Parlamento. El club de los políticos evitaría que postularan los buenos candidatos e impediría la competencia y que el pueblo de Chile eligiera.

A aquellos que han levantado su voz para decir que el club de los políticos aprueba algunos proyectos con gran velocidad, les manifiesto que, a lo mejor, muchos de nosotros no volveremos, precisamente por el proyecto que aprobaremos, pero preferimos actuar con legitimidad.

Es muy fácil buscar miles de razones constitucionales, jurídicas, políticas, todas muy rimbombantes; pero la UDI prefiere ser decente y votará a favor del proyecto que soluciona un error de gran envergadura.

Vuelvo a insistir: si se tratara de no solucionar un problema, lo más probable es que los diputados de la UDI votáramos en contra del cambio de la elección para el día 16 de diciembre.

Es fácil hablar de democracia, pero es muy difícil ser consecuente, y la mejor forma de demostrar que uno es consecuente es votando a favor del proyecto. El desprestigio de los políticos deriva, precisamente, de la inconsecuencia.

Cuando la directiva de la Democracia Cristiana, a primera hora del lunes no tuve conocimiento del problema hasta ese día en la mañana, me pidió el concurso de la UDI, ni siquiera se me pasó por la cabeza el rechazo de un proyecto en este sentido, y así se lo dije a los dirigentes de la Democracia Cristiana. Sin embargo, tengo la convicción de que si a nosotros nos hubiese ocurrido, no habría solución, lo que demuestra más aún la consecuencia nuestra.

También le dije a la directiva de la Democracia Cristiana que no tienen que pagar ningún favor en el futuro. A aquellos que están pensando cómo nos van a devolver la mano, les digo que no tienen nada que de volver. No hemos pedido absolutamente nada. Nos parecería indecente que nos aprovecháramos de un error para que algunos llegaran al Parlamento si no tienen los votos para hacerlo. A él se llega conquistando la voluntad de la gente, el alma y el corazón de los chilenos. Así se prestigia la política.

Algunas personas se preguntan cómo la UDI tiene esta actitud con un presidente de la Democracia Cristiana que no ha perdido oportunidad para injuriarla. Ya se citó una entrevista del día viernes, efectuada a un fanático, a un señor al que no le aporta nada la política chilena. Pero la soberbia también se paga aquí.

Por lo tanto, los diputados de la UDI votaremos a favor del proyecto, porque somos demócratas, decentes y serios.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Zarko Luksic.

El señor LUKSIC.-

Señor Presidente, en nombre de los diputados de la bancada de la Democracia Cristiana, quiero partir reconociendo que se cometió un error, al menos una omisión, por la incompetencia de algunos, y pedir disculpas por el tiempo que estamos dedicando a un proyecto electoral en lugar de abocarnos a materias de mayor relevancia para nuestro pueblo, especialmente para los desposeídos. Pero, con la misma convicción y la misma fuerza, afirmo que la Democracia Cristiana tiene el derecho y el deber de llevar candidatos en la próxima elección. El sistema político lo demanda.

La democracia se prueba especialmente en los momentos en que podría haber un aprovechamiento y un interés mezquino para ganar algunos cupos, pero, como bien dijeron algunos de los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, esa actitud sería indecente y poco caballerosa. La democracia se sustenta en la amistad cívica y en el derecho de todos de competir. Creo que sería bastante feo e impresentable que perdiéramos por secretaría.

Por eso, valoro las palabras del honorable diputado señor Pablo Longueira, quien ayer dijo que prefiere una Democracia Cristiana que compita en las urnas a que sea derrotada por secretaría o administrativamente.

También en estos momentos se prueba la hidalguía. Por eso, les pido perdón. Pido perdón en representación de mi bancada, de todos y cada uno de mis colegas, porque ninguno ha venido con un discurso de soberbia o basado en ingeniería electoral o en una fundamentación constitucional. Éste es un momento ético, de amistad cívica, de fortalecer nuestra democracia.

Además, quiero agradecer, porque ser demócrata también es ser agradecido, la buena disposición de todos ustedes para resolver esta impasse. En verdad, también siento vergüenza y me cuesta hablar de este tema, pero quiero agradecer.

La conducta de los parlamentarios en esta Sala prestigia a la Cámara y a la clase política. Esta actitud solidaria, de confianza que ponen en nosotros no va a ser en vano y va a traer consigo el restablecimiento de vínculos, de una sana competencia, de una sana convivencia.

Por último, quiero citar las palabras de nuestro gran profeta, de nuestro gran pensador, Eduardo Frei Montalva: “Quien pide perdón, no se humilla cuando lo hace por el bien de la democracia y del país”.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el honorable diputado señor José Pérez.

El señor PÉREZ (don José).-

Señor Presidente, estamos abocados a buscar salida a un problema que preocupa a uno de los partidos más importantes del país: el Partido Demócrata Cristiano. Ha sido una sesión interesante, con sus altos y bajos, la que hemos presenciado en esta oportunidad. Vamos a terminarla demostrando la grandeza de los representantes de las distintas colectividades y también de los independientes que conforman esta Sala.

Los radicales hemos mantenido grandes relaciones con los parlamentarios, diputados y senadores de las diversas bancadas. Una gran amistad y un gran respeto tenemos con quienes representan en el Congreso al Partido Demócrata Cristiano, el más grande de nuestro país en este momento, con el que mantenemos también muy buenas relaciones. Hacemos votos por que ellas se conserven a través del tiempo.

Queremos que estén inscritos todos quienes deseen participar en la próxima elección parlamentaria y que sea el pueblo, en las urnas, el que decida quien lo representará en el Parlamento, en la forma en que lo estimen conveniente.

Aquí hemos escuchado a la Oposición, la que, con la grandeza que la ha caracterizado, con generosidad y transparencia ha dicho categóricamente que va a apoyar el proyecto. Quiero felicitarla por este gran gesto. Aquí no hay soberbia. Hay entendimiento respecto de que se ha cometido un error y que todos estamos dispuestos a buscar una salida.

En representación de mi bancada, hago presente nuestro voto favorable, porque queremos que exista una competencia real en el país; pero una competencia con altura de miras y con mucho respeto, porque eso fortalece a la política y le hace bien al país y a la Cámara de Diputados.

Lamentamos la situación por la que atraviesa nuestro partido amigo y aliado, el Demócrata Cristiano, y esperamos que el proyecto cuente con el voto de la gran mayoría de los diputados, con el objeto de lograr una solución que nos deje a todos satisfechos.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Gutenberg Martínez, por tres minutos.

El señor MARTÍNEZ (don Gutenberg).-

Señor Presidente, no cabe ninguna duda de que es un tiempo particularmente difícil para la Democracia Cristiana como institución y para cada uno de nosotros en particular. Y no cabe ninguna duda de que, desde ese punto de vista, es un minuto histórico para la Democracia Cristiana y para cada uno de nosotros. No es fácil, es complejo; a ratos, doloroso y, como ha dicho nuestro jefe de bancada, con más de alguna dosis de bochorno.

A su vez, es cierto que queremos competir y participar en las elecciones; es cierto que tenemos derecho a hacerlo, pero también es cierto que cuando experimentamos esta situación, nuestra directiva encomendó a algunos de nosotros tomar contacto con los partidos aliados, con el Gobierno y con los partidos de la Oposición. Todos, sin excepción, nos dijeron que entendían que éste era un problema del sistema y que más allá de nuestros errores, por una concepción y práctica de la democracia, estaban por apoyar lo que eso significara, en forma transparente ante el país.

Señor Presidente, porque el minuto es especial y porque cada uno ha actuado responsablemente en sus decires, hay que dar a conocer las cosas tal como han sucedido.

Por supuesto, nuestros aliados y el Gobierno nos respaldaron. Lo mismo nos expresó de inmediato el presidente de la UDI cuando se lo planteamos cara a cara, junto con un senador de ese partido. Igual contestación recibió quien directamente hizo el planteamiento al presidente de Renovación Nacional.

Por lo tanto, quiero agradecer al Partido Socialista, al PPD, al Partido Radical, a mi Gobierno y a la UDI. Nobleza obliga.

Son tiempos difíciles para los democratacristianos, pero no vamos a olvidar a quienes dieron su opinión y apoyo en momentos difíciles, y fueron capaces de cumplirla democráticamente en la Cámara, también en un momento difícil, como es hoy.

Nos sentimos más demócratas y más chilenos.

He dicho.

Aplausos.

El señor PARETO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor ministro del Interior.

El señor INSULZA (ministro del Interior).-

Señor Presidente, en primer lugar, quiero aclarar que existían distintas alternativas cuando se planteó este problema; pero nos pareció más apropiado volver sobre una iniciativa que ya habíamos planteado. La Cámara conoció una indicación presentada por un grupo de diputados estaban los señores Velasco, Jiménez y algunos otros, entre los que me parece recordar al señor Tuma que planteaba que la elección se realizara el domingo 16 de diciembre. Discutimos aquí y llegamos a la conclusión de que era mejor hacerla el 2 de ese mes, y se votó esa fecha.

A raíz de la intervención del diputado señor Longton, de paso quiero recordar que existe una salvaguardia para todos los problemas que señaló. El artículo 82 de la Constitución Política establece que son atribuciones del Tribunal Constitucional: “1º) Ejercer el control de la constitucionalidad de las leyes orgánicas constitucionales...”. Por lo tanto, ese problema no debería preocupar. Ciertamente, hay que legislar bien, pero el Tribunal Constitucional se tiene que pronunciar de inmediato respecto de la constitucionalidad de esta reforma.

En aquella época, ese tribunal declaró que, en atención a un conjunto de disposiciones que enumeró, los artículos 44, 46 y 54 de la Constitución Política, ese proyecto era inconstitucional, por cuanto acortaba los plazos.

Por esa razón, cuando nos vimos enfrentados a este problema, no tuvimos ninguna duda en presentar este proyecto porque, primero, es constitucional, a nuestro juicio seguimos sosteniendo eso y haciéndonos responsables de lo que decimos, y además, porque era un bien que ya habíamos buscado, cual era hacer la elección un día domingo por ser mucho más favorable para el país, para sus ciudadanos y para su economía.

Entonces, lo primero que deseo aclarar es la legitimidad del proyecto en sí: que su constitucionalidad no nos merece dudas y que, en todo caso, tiene que ser visto por el Tribunal Constitucional.

Ante la preocupación de algunos señores diputados que me han preguntado respecto de sus inscripciones los que se inscribieron normalmente, entregando mandatos para ser inscritos en la elección del 11 de diciembre, quiero aclarar también que, por esa misma razón, la redacción del artículo que hemos presentado es cuidadosa, y dice: “Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el domingo 16 de diciembre del mismo año”. Así queda de manifiesto absolutamente esto ha sido consultado con todos los expertos del caso que se trata de la misma elección y, por lo tanto, quien se inscribió válidamente, no tiene que hacerlo de nuevo, porque ya lo hizo para la elección a verificarse el 11 de diciembre de 2001, que ahora se efectuará el domingo 16.

Eso es lo esencial del proyecto muy simple, que busca solucionar un gran problema, el cual se soluciona con grandeza.

Cabe preguntarse, simplemente, si es bueno modificar las leyes. Ciertamente, no es bueno; tampoco, elaborar un artículo transitorio. Uno quisiera hacer muchas de las cosas que aquí se han planteado: acortar el período electoral soy partidario de eso o modificar los trámites; pero si un candidato alguien señalaba ese caso queda marginado porque no tiene licencia secundaria, no está inscrito en los registros electorales o no reunió las firmas necesarias, ello se debe a requisitos de fondo que la ley exigió. Uno podrá discutirlo o no, pero son requisitos de fondo; una escritura pública frente a un poder notarial es un asunto esencialmente administrativo.

Quiero decir con sinceridad que el Gobierno no habría legislado jamás para eliminar un requisito de la esencia de un parlamentario; no habría venido al Parlamento a decir: “Por favor, apurémonos en cambiar esto, dado que este señor no se puede inscribir porque no cumple tal requisito”. Pero en este caso se trata de un error administrativo.

¿Es bueno modificar? No, no es bueno; es malo, pero mucho peor es que tengamos durante cuatro años un Congreso cuestionado permanentemente por no haber sido elegido por la ciudadanía.

Aquí no estamos hablando de los derechos de la clase política; hablamos de los derechos de los ciudadanos. Si quieren votar por su partido, a lo mejor, votan menos por uno y mucho más por otro. ¡Enhorabuena por aquel que gana¡ Nada es inmutable, y los partidos pueden crecer o disminuir. Lo importante es que todos nos comprometamos con nuestro sistema. Aquí se usó muy bien la expresión “amistad cívica”.

Espero sinceramente que sirva esta experiencia, y me siento francamente orgulloso y feliz de haber escuchado hoy algunas de las intervenciones, porque así uno cree realmente que es posible reponer un clima de amistad cívica en el país, en que nos peleamos y nos decimos cosas tremendas, en que nos atacamos, pero estamos todos por cuidar nuestro sistema democrático; estamos todos por ganarnos unos a otros con hidalguía, con decencia, como se ha dicho aquí. ¡Qué importante para la democracia del país es lo que hemos escuchado hoy!

Quiero agradecer sinceramente a los diputados que han puesto el acento en ese punto, a los que han reconocido que se ha cometido un error, pero que han sostenido que sacar provecho de él sería malo para la democracia, para el país, para el futuro.

En ese sentido, el Gobierno concurre con este proyecto; no para sacar ninguna ventaja porque, evidentemente, no hay ninguna, sino para corregir algo que dañaría nuestro proceso democrático. Así lo he afirmado esta mañana cuando, al igual que el diputado señor Gutenberg Martínez, agradecí públicamente a los presidentes de los dos partidos de oposición por la actitud que habían tenido y dije que ninguno de ellos había puesto ninguna condición. Pude haberme equivocado en parte, pero le sigo agradeciendo al presidente de la UDI, porque ha mantenido la misma actitud desde ayer en la mañana hasta hoy en la tarde, sin llegar ni una sola vez a preguntar si no se podría hacer esto o lo otro. Tenían otras ideas; a nosotros nos gustaban ésas; sin embargo, nuestros expertos nos dijeron que no tenían la misma certeza de que fueran constitucionales como de éstas, y por eso no las propusimos; pero son ideas constructivas. Me parece que cuando uno actúa así, finalmente reporta los beneficios, porque hoy éstos no son tangibles, no se miden en votos, sino que en la solidez de la democracia, en la respetabilidad ante el electorado, en mostrar la voluntad de hacer las cosas por el bien de Chile.

Creo que si la Cámara entrega hoy ese ejemplo y también el Senado, habrá salido ganando toda la clase política; habrán salido ganando todos los que ejercen esta noble profesión, no los que la desprecian.

He dicho.

El señor PARETO (Presidente).-

En votación general el proyecto.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 89 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 20 abstenciones.

El señor PARETO (Presidente).-

Aprobado en general, con el quórum constitucional respectivo.

Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Acuña, Aguiló, Alvarado, Álvarez, Allende (doña Isabel), Arratia, Ascencio, Ávila, Bartolucci, Rozas (doña María), Bustos, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Coloma, Cornejo (don Aldo), Cornejo (don Patricio), Correa, Dittborn, Elgueta, Encina, García-Huidobro, Girardi, González (doña Rosa), Gutiérrez, Hales, Hernández, Huenchumilla, Ibáñez, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Jiménez, Jocelyn-Holt, Krauss, Leal, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Longueira, Lorenzini, Luksic, Martínez (don Gutenberg), Masferrer, Melero, Mesías, Molina, Monge, Montes, Mora, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Navarro, Núñez, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma (don Andrés), Palma (don Joaquín), Pareto, Paya, Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Pérez (don Víctor), Pollarolo (doña Fanny), Recondo, Reyes, Rincón, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Sánchez, Seguel, Silva, Soto (doña Laura), Tuma, Ulloa, Urrutia, Valenzuela, Van Rysselberghe, Velasco, Venegas, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio).

Votó por la negativa la diputada señora

Ovalle (doña María Victoria).

Se abstuvieron los diputados señores:

Alessandri, Álvarez-Salamanca, Bertolino, Caminondo, Delmastro, Espina, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), García (don José), Kuschel, Longton, Martínez (don Rosauro), Palma (don Osvaldo), Pérez (doña Lily), Prokurica, Vargas, Vega y Vilches.

El señor PARETO (Presidente).-

Si le parece a la Sala, se dará por aprobado en particular con la misma votación, dejando constancia de haberse obtenido el quórum requerido.

Aprobado en particular.

1.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 17 de julio, 2001. Oficio en Sesión 14. Legislatura 344.

VALPARAISO, 17 de julio de 2001

Oficio Nº 3425

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

Con motivo del Mensaje y certificado que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Agrégase en la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".".

****

Hago presente a V.E. que el proyecto fue aprobado, tanto en general como en particular, con el voto a favor de 89 Diputados, de 120 en ejercicio, dándose cumplimiento a lo preceptuado en el inciso segundo del artículo 63 de la Carta Fundamental.

Dios guarde a V.E.

LUIS PARETO GONZALEZ

Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario de la Cámara de Diputados

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 17 de julio, 2001. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 14. Legislatura 344.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece fecha de elección para Diputados y Senadores.

BOLETÍN N° 2.757-06

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, tiene el honor de informaros, en segundo trámite constitucional, acerca del proyecto de ley de la referencia, que tuvo su origen en un Mensaje de S.E. el Presidente de la República y ha sido calificado de “Discusión Inmediata”.

Hacemos presente que esta iniciativa legal debe ser aprobada con quórum orgánico constitucional, en virtud de lo dispuesto en el artículo 18, inciso primero, de la Constitución Política, en relación con el artículo 63, inciso segundo, de la misma Carta Fundamental.

- - -

ANTECEDENTES

a) Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios:

El artículo 174, inciso primero, señala que “Las elecciones periódicas de Diputados y Senadores se harán conjuntamente, pero en cédulas separadas, noventa días antes de aquel en que deban renovarse la Cámara de Diputados y el Senado.”

b) Proyecto de ley que establece nueva fecha para elecciones parlamentarias del año 2001 (Boletín Nº 2689-06)

b.1.- El Congreso Nacional aprobó, en el mes de mayo pasado, el siguiente proyecto de ley:

"Artículo único.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001, se realizarán el día domingo 2 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de la ley N° 18.700, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 1 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero. No obstante, los plazos que ya hubieren comenzado a correr a la entrada en vigencia de la presente ley, vencerán en la fecha que originalmente habría correspondido.

Para todos los efectos legales, los actos electorales y administrativos que se hubieren llevado a cabo con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia de esta ley, se entenderán válidamente realizados y perfeccionados.".

b.2.- Esa iniciativa legal fue declarada inconstitucional por el Excmo. Tribunal Constitucional mediante sentencia de 24 de mayo de 2001, recaída en los autos rol Nº 326.

Tuvo presente para ello que, al disponer el inciso tercero del artículo único, que los plazos establecidos en los artículos 44, 46 y 54 de la Constitución Política, deberán vencer el día 11 de diciembre del presente año, y al indicar, el inciso primero del mismo artículo, que las elecciones “se realizarán el día domingo 2 de diciembre” de 2001, “fuerza es concluir que los plazos de residencia contemplados en los artículos 44 y 46 de la Carta Fundamental, y de inhabilidad contenidos en el artículo 54 de la Constitución Política, en lo concerniente, por aplicación de dichas disposiciones, resultan de una duración inferior a aquella que señalan los preceptos constitucionales.” (considerando 14º)

Concluyó expresando que, “como consecuencia de lo anterior, las normas del artículo único del proyecto que se han analizado, al disminuir la duración de los plazos de residencia e inhabilidad establecida en los artículos 44, 46 y 54, en cuanto corresponde, de la Carta Fundamental, son inconstitucionales y así debe declararse”. (considerando 15º).

c) Mensaje de S.E. el Presidente de la República.

El Mensaje con que S. E. el Presidente de la República inició la tramitación del proyecto de ley que se informa sostiene que la tendencia, en la actualidad, es establecer que las elecciones se efectúen los días domingo, porque el costo para el país que significa declarar feriado un día laboral es cada vez mayor por la paralización de múltiples actividades, la disminución o suspensión de la atención en los servicios públicos, el margen de producción que se deja de obtener, así como la alteración de diversos otros procesos.

A diferencia de la fecha de la elección presidencial, que está determinada en el artículo 26 de la Constitución Política de la República, la fecha de las demás elecciones periódicas y votaciones populares está encomendada al legislador. En el caso de las elecciones periódicas de parlamentarios, como la primera elección bajo la actual Carta Fundamental se realizó un 11 de diciembre, todas las posteriores han debido realizarse en idéntica fecha.

Afirma que las consideraciones que motivaron la declaración de inconstitucionalidad del anterior proyecto de ley sobre la materia por parte del Tribunal Constitucional están referidas exclusivamente al efecto que provocaba la anticipación de la fecha de la elección sobre determinados plazos que habían comenzado a correr. Pero esa consecuencia no se produce en el evento de que la fecha de la elección sea postergada, porque no se afectarían todos los plazos que, de acuerdo a la Constitución, se cuentan desde el día de la elección hacia atrás.

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DISCUSION GENERAL Y PARTICULAR

El proyecto de ley consta de un artículo único que agrega una disposición 18 transitoria en la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

La nueva disposición transitoria establece que las elecciones de diputados y senadores que deberían efectuarse el día 11 de diciembre de este año se realizarán el día domingo 16 de diciembre.

Fija, como nueva fecha en que habrá de realizarse el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de la Ley Nº 18.700, las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Concluye manifestando que las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha.

La Comisión compartió la conclusión a que se llega en el Mensaje Presidencial, respecto de que el vicio de inconstitucionalidad que afectó al proyecto anterior sobre la materia, que anticipaba la fecha de las elecciones parlamentarias, no se produce en la actual propuesta, que posterga la realización de tales elecciones y, como consecuencia, los plazos que se cuentan hacia atrás desde el día de la elección.

Hubo coincidencia en la Comisión en que no se verán afectadas las inscripciones de ciudadanos que efectuaron las Juntas Inscriptoras durante el período extraordinario de inscripción electoral, que se inició el martes 15 de mayo en virtud de los artículos 22, inciso tercero, y 35, letra b), de la Ley Nº 18.556, Orgánica Constitucional sobre el Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, por tratarse de actuaciones realizadas válidamente en su oportunidad.

En lo que atañe a la determinación del día sábado 15 de diciembre del año 2001, a las 9 horas, como nueva fecha en que habrá de realizarse el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios, se justifica plenamente desde el momento en que, por aplicación del artículo 49, inciso primero, de la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, debería trasladarse del sábado 1º de diciembre al sábado 8 del mismo mes, lo que produciría numerosos trastornos derivados de la celebración religiosa de la Inmaculada Concepción.

- Sometido a votación, el proyecto de ley fue aprobado en general y en particular con los votos de los HH. Senadores señores Aburto, Chadwick, Díez, Hamilton y Silva.

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En concordancia con el acuerdo anteriormente expresado, vuestra Comisión de Constitución, Legislación Justicia y Reglamento os recomienda aprobar el proyecto de ley en los mismos términos en que fue acogido por la H. Cámara de Diputados, que son del tenor siguiente.

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Agrégase a la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".

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Acordado en sesión celebrada el día de hoy, con asistencia de los HH. Senadores señores Sergio Díez Urzúa (Presidente), Marcos Aburto Ochoa, Andrés Chadwick Piñera, Juan Hamilton Depassier, y Enrique Silva Cimma.

Sala de la Comisión, a 17 de julio de 2001.

JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA

SECRETARIO

2.2. Discusión en Sala

Fecha 17 de julio, 2001. Diario de Sesión en Sesión 14. Legislatura 344. Discusión General. Se aprueba en general y particular sin modificaciones.

NUEVA FECHA PARA ELECCIONES PARLAMENTARIAS DE 2001

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional e iniciado en mensaje, que establece una nueva fecha para las elecciones de Diputados y Senadores, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y urgencia calificada de "discusión inmediata".

--Los antecedentes sobre el proyecto (2757-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 14ª, en 17 de julio de 2001.

Informe de Comisión:

Legislación, sesión 14ª, en 17 de julio de 2001.

El señor HOFFMANN ( Secretario ).-

La iniciativa tiene por objeto agregar a la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, una disposición transitoria que establece como nueva fecha para las elecciones parlamentarias del año en curso el domingo 16 de diciembre.

En consecuencia, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios se llevará a cabo a las 9 horas del sábado 15 de diciembre de 2001, y las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección se efectuarán sobre la base de la nueva fecha que se fija.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, luego de reseñar en el informe la discusión habida en su seno, deja constancia de la aprobación general y particular del proyecto por la unanimidad de sus miembros: Honorables señores Aburto, Chadwick, Díez, Hamilton y Silva.

Cabe destacar que la iniciativa requiere para su aprobación la conformidad de cuatro séptimos de los Senadores en ejercicio, es decir, 27 votos.

Finalmente, según lo preceptuado en el artículo 127 del Reglamento, el proyecto debe ser discutido en general y particular a la vez.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

En discusión general y particular.

Tiene la palabra el Honorable señor Díez.

El señor DÍEZ .-

Señor Presidente , la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, por la unanimidad de sus miembros, aprobó el proyecto de la Cámara de Diputados que establece una nueva fecha para la elección de Diputados y Senadores de 2001.

Como Presidente de ese organismo, me referiré en primer lugar a su informe.

El artículo 174 de la ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios señala que "Las elecciones periódicas de Diputados y Senadores se harán conjuntamente, pero en cédulas separadas, noventa días antes de aquel en que deban renovarse la Cámara de Diputados y el Senado.". En consecuencia, esta norma orgánica constitucional puede ser modificada por una de igual jerarquía que no viole, respecto de otros plazos, los parámetros consignados en la Carta Fundamental.

La Comisión analizó cuidadosamente el mensaje. Concordó con el Presidente de la República en que es bueno que las elecciones se efectúen los domingos. Sin embargo, tuvo perfecta conciencia de que esta iniciativa no se originó en la rebaja de costos que significa celebrar comicios esos días, sino en la necesidad de solucionar el problema en que se encuentra nuestro sistema político por el inexplicable error de un partido que, al no cumplir los requisitos consagrados en la Constitución, deja a un número importante de aspirantes a Senadores y Diputados fuera de la elección que debía llevarse a cabo el 11 de diciembre de 2001.

Consideramos que el respeto a la ciudadanía, por sobre todo; el permitir que los próximos comicios constituyan un acto absolutamente normal, donde la voluntad del electorado se refleje fielmente, y el que no se produzcan circunstancias políticas anómalas por el simple error de un funcionario de un partido, ameritan la celeridad del Congreso Nacional para despachar este proyecto de ley.

También deseo dejar constancia de nuestro asombro por una celeridad que el Gobierno no ha manifestado antes. En esta ocasión usó el mecanismo constitucional de la urgencia para el rápido despacho del proyecto en análisis. Sin embargo, en otras oportunidades ha denostado al Parlamento por la lentitud con que tramita las iniciativas de ley.

En particular, la postergación de la elección permite resolver el problema de la Democracia Cristiana sin violar ninguno de los derechos adquiridos de las personas emanados de la Carta Fundamental.

Del mismo modo, nos parece bien que la constitución de las mesas receptoras de sufragios, que debía realizarse el 8 de diciembre (esta fecha produce trastornos, por ser el Día de la Inmaculada Concepción), se lleve a cabo a las 9 horas del sábado 15 de diciembre de 2001.

Los Senadores de Renovación Nacional votaremos a favor del proyecto, porque lo consideramos una obligación de lealtad para con nuestro sistema político y nuestra vocación democrática. Nos parece que, habiendo mecanismos constitucionales y legales para subsanar inconvenientes como el ocurrido a la Democracia Cristiana, aquello corresponde al trato digno y honorable dentro de una democracia, que es leal, no sólo con la letra de las leyes, sino básicamente con el espíritu de la Carta Fundamental, que desea que la participación de la ciudadanía sea lo más verdadera posible, lo que no ocurriría si no aprobáramos esta iniciativa de ley.

Gracias, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Recuerdo a Sus Señorías que los Comités acordaron tratar este proyecto como si fuera de fácil despacho. En tal virtud, hay diez minutos para la discusión, divididos en partes iguales entre los Senadores que sostengan la iniciativa y aquellos que la impugnen. Ello, sin perjuicio del derecho a fundar el voto.

Tiene la palabra en primer lugar el Honorable señor Ruiz-Esquide, y luego, los Senadores señores Martínez y Muñoz Barra.

El señor CHADWICK.-

Pido la palabra.

El señor RUIZ-ESQUIDE .-

Señor Presidente , se está votando un proyecto que, de acuerdo con las definiciones y antecedentes que dio el Senador informante de la Comisión de Constitución, tiene derechamente dos aspectos.

Primero, en el texto enviado se recoge una opinión que hubo anteriormente en el Senado en cuanto a cambiar los días de las elecciones para los domingos, lo cual genera una serie de ventajas que todos conocemos; sin embargo, ante distintas observaciones que se formularon, no fue posible concretar la enmienda pertinente. Por tanto, ése es el primer elemento del proyecto: un factor destinado a optimizar el funcionamiento del sistema electoral, precisamente para que la ciudadanía se exprese de la mejor manera posible.

Empero, asimismo, nadie puede negar que hay una situación especial, que el Senador señor Díez describió al explicar los acuerdos de la Comisión: el problema planteado con el Partido Demócrata Cristiano, al que tenemos el honor de representar en el Parlamento.

Hubo interpretaciones equivocadas, erradas, posiblemente no atinadas o tal vez visualizadas de manera diferente. Pero lo concreto es que ese hecho, que reconocemos con hidalguía, genera un conflicto a la Democracia Cristiana y, más que eso -como se ha expuesto aquí; y lo hemos expresado nosotros mismos-, una situación insólita (ello pudo ocurrir a cualquiera de las colectividades aquí representadas) que impide al electorado elegir abierta y claramente de entre las diversas opciones que ofrece el espectro político nacional.

Por eso, sin negar la existencia de nuestro problema y viendo cómo se ha ido desenvolviendo la situación, valoramos desde estas bancas (con mucha honestidad y franqueza y con la lealtad con que siempre hemos trabajado entre nosotros) la decisión de los partidos políticos representados en el Senado de recoger tal circunstancia y colocarla en el sitio que merece la ciudadanía, e instamos a aprobar el proyecto en los términos en que lo despachó la Cámara de Diputados. Y lo señalo en forma expresa para poner de relieve la actitud asumida por todos los miembros de los partidos representados en nuestra Comisión de Constitución, que presumiblemente nos permitirá aprobar esta iniciativa y resolver el problema.

Termino, señor Presidente , manifestando algo que me nace muy de adentro.

En los debates del Senado, siempre -no sólo ahora- hemos tratado de buscar acuerdos, pero con mucha claridad en nuestros puntos de vista. Me parece que aquí se ha dado eso. Sin desmerecer las razones que cualquier persona o partido pueda tener para votar, yo y los Senadores democratracristianos valoramos el hecho de que, por sobre ello, se ha tenido respeto por las ideas centrales que marcan la democracia, es decir, en el entendido de que ésta no es sólo una forma de gobierno, sino también una manera de vivir la vida. Esto no lo digo con un afán vanidoso de demostrar lo que estamos haciendo, sino con el deseo de evidenciar que la democracia constituye también una forma de respeto, de actitud y, por lo tanto, de cómo se enfrentan las discusiones y las distintas posiciones.

Por eso, en un momento en que la política no siempre es bien comprendida ni se le da la seriedad que debe tener o que debe ser reconocida por el país, gestos como los manifestados en estas últimas 48 ó 24 horas, a mi juicio, valoran el ejercicio del quehacer político y la relación con que normalmente trabajamos en el Parlamento. Y esta valoración le hará bien a la política chilena en el sentido de que, por encima de acciones personales -como se ha querido mostrar en el último tiempo- y de instituciones o intereses partidarios, se está dando un ejemplo de cómo resolver materias que hoy pueden afectar a la Democracia Cristiana y, tal vez -ojalá nunca-, mañana a otros partidos.

En nombre de los Senadores democratacristianos, deseo valorar la actitud de los partidos de la Concertación, la de la Oposición y la de los Senadores institucionales en cuanto al proyecto en debate, el que naturalmente votaremos favorablemente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Chadwick.

El señor CHADWICK .-

Señor Presidente , sin duda alguna analizamos, y debemos pronunciarnos, sobre un proyecto extraordinariamente excepcional, inesperado, sorpresivo y, por cierto, no deseado por ningún Senador presente en la Sala.

En mi opinión, esta normativa no debe ser debatida considerando sus bondades jurídicas o sus términos legislativos, o si está bien o mal formulada. Si a esta bancada se le hubiera consultado o propuesto una iniciativa para modificar la fecha de la elección de Diputados y Senadores sin otro fundamento que el trasladarla o postergarla, sin duda alguna la habría votado en contra. Lo que nos motiva es algo completamente distinto. Como muy bien señaló el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra, un Partido, como la Democracia Cristiana, ha incurrido en un lamentable e injustificado error al inscribir sus candidaturas parlamentarias, dejándolo en una situación absolutamente insólita: virtualmente la totalidad de sus candidatos al Congreso no podrían postularse en los próximos comicios.

Cuando uno enfrenta un problema de esta gravedad, de esta envergadura, obviamente caben dos actitudes: o se busca sacar un pequeño provecho electoral o político, desligándose de los efectos que ello puede generar en el país; o bien se coloca en la obligación y deber ético -que todos quienes actuamos en el servicio público debemos siempre hacer prevalecer- de mirar las cosas con un sentido de bien común.

Ayer, cuando a primera hora de la mañana la directiva de la Democracia Cristiana nos planteó el problema que la afectaba, la Unión Demócrata Independiente le respondió de inmediato que, frente a su gravedad, asumía la voluntad y disposición de buscar una solución. Y lo hicimos motivados fundamentalmente por dos razones muy profundas. En primer lugar, por un sentido de responsabilidad política, de responsabilidad con el sistema democrático. Resultaría fácil, como algunos señalaron, ampararse en una especie de majestuosidad de la ley o de imperio irrestricto de la ley, desligándose por completo de los efectos que ello pudiera traer consigo y olvidando que el significado más profundo de la ley siempre debe estar vinculado a la justicia y, fundamentalmente, al compromiso con el bien común. En esta oportunidad, -puede alguien en esta Sala desligarse de la posibilidad de que en la próxima elección parlamentaria tenga lugar un proceso democrático en el cual un partido -en este caso, mayoritario del país- no pueda competir, dado que, por el incumplimiento de un requisito formal, todos sus candidatos quedaron impedidos de presentarse a dicha elección? En términos reales -y digamos las cosas como son-, es imposible que un sistema político pueda aceptar ese escenario. Los efectos de asumir algo así serían extraordinariamente más nocivos que la solución legal que estamos dando al problema que enfrenta el Partido Demócrata Cristiano. No podemos desligarnos de esos efectos ni actuar con falta de realismo político ni desvincularnos por completo de los compromisos con el sistema democrático, porque, como digo, sus efectos serían mucho más perniciosos. ¿Qué legitimidad podría tener esa elección? ¿Qué escenario político podría surgir después de ello? ¿Qué conflictos graves podrían producirse? Serían totalmente insospechados. Por lo tanto, por un sentido de responsabilidad política, había que buscar una solución al problema que afecta al proceso de inscripción de los candidatos democratacristianos.

La segunda razón para actuar como lo hemos hecho radica en algo muy profundo para nosotros, que es el desarrollo, en la vida democrática, de la vocación y voluntad de compromiso valórico, ético, de honestidad política. No deseamos representar una fuerza política enfrentada a adversarios políticos a quienes pretende derrotar a cualquier precio y en cualquier circunstancia. No queremos ser una fuerza política que busque enfrentarse a adversarios políticos sin consideración de conductas éticas o valóricas, o que esté dispuesta a cualquier cosa con tal de ganar una elección. La vocación democrática guarda relación no sólo con los compromisos con el sistema democrático, sus leyes y reglas de juego, sino que también lleva envuelto, por sobre toda consideración, un compromiso ético, valórico, con conductas democráticas, con reglas de juego, con honestidad, con transparencia; es decir, con un sentido valórico de la política y no con uno de tipo instrumental o con miras a obtener triunfos electorales a cualquier precio o en cualquier circunstancia.

En consideración a esas dos razones muy profundas relativas a valoración de la democracia -por un lado, de responsabilidad con el sistema político y, por otro, de una visión ética y valórica de las conductas democráticas-, desde el inicio hemos decidido dar solución al problema que afecta a la Democracia Cristiana.

Entonces, porque el proyecto procura resolver una dificultad y, por sobre todo, dar consistencia ética al sistema democrático que hoy vive el país, lo votaremos favorablemente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Restan dos inscritos: los Honorables señores Martínez y Muñoz Barra.

Sin embargo, como concluyó el tiempo de Fácil Despacho, los señores Senadores que deseen intervenir pueden hacerlo en la fundamentación del voto. Ése fue el acuerdo de Comités.

En votación general y particular el proyecto.

--(Durante la votación).

El señor MARTÍNEZ .-

Señor Presidente , debido a un aspecto de manejo administrativo, regulado en el artículo correspondiente de la Ley sobre Votaciones Populares y Escrutinios, un partido político se ha visto en serias dificultades para cumplir dicha normativa.

Más allá de los aspectos internos -que no corresponde analizar a quien habla- aparece algo fundamental. ¿Cuál es la razón por la cual la ciudadanía elige a sus autoridades políticas y, esencialmente, a quienes integran el Parlamento? Es, sencillamente, para poder escuchar, comparar y entender los diferentes planteamientos y las visiones relativos a la conducción general del país. Por lo tanto, es absolutamente necesaria la competencia entre ideas políticas que representan las personas. Eso es, a mi juicio, esencialmente la democracia moderna: una competencia de ideas, de planteamientos, dentro del marco legal que la regula. Y, por supuesto, parecería absurdo, en ese sentido, no aprobar este proyecto, pues, al fijar una nueva fecha para los próximos comicios parlamentarios, permite solucionar un problema administrativo, acontecido porque los seres humanos se equivocan.

Lo anterior me lleva a hacer dos planteamientos. Primero, el Comité Institucionales 1 aprueba, con especial agrado, la iniciativa; y segundo, que nuestro Comité no es político, pues el Senado está compuesto no sólo por distinguidos Senadores representantes de colectividades políticas, sino también por personas que, proveniendo de una elección que hace tanto la Corte Suprema como el Consejo de Seguridad Nacional, son parte de esta Corporación y de su funcionamiento.

Como Comité Institucional 1, damos nuestro apoyo a la competencia libre de las ideas, y esperamos que esta normativa facilite la inscripción de los candidatos en la lista partidaria correspondiente.

Voto a favor.

El señor MUÑOZ BARRA.-

Señor Presidente , la democracia lleva implícita la idea de la participación. No es concebible pensar en la existencia plena de un régimen democrático si por razones administrativas o de forma, aunque exigidas por una ley, se impida la participación electoral de un partido político, como es el hecho que hoy analizamos, por un lamentable error de buena fe.

La participación es, por consiguiente, inherente a la democracia. Al contrario, la no participación se convierte en una deslegitimación de la democracia, en una apariencia de democracia.

No podemos concebir que la próxima elección parlamentaria deje fuera a los candidatos del Partido Demócrata Cristiano por el hecho de no haber cumplido un requisito de forma exigido por la ley. Se trata, indudablemente, de la colectividad política que representa a la mayor corriente de opinión ciudadana, según la última elección efectuada, y el que cuenta con la mayor cantidad de Parlamentarios.

¿Cómo decir convincentemente a los ciudadanos que se identifican con la Democracia Cristiana que en la próxima elección parlamentaria, sus ideales, sus aspiraciones, su confianza en quienes reconocen liderazgo y capacidad de representación no podrán manifestarse, porque faltó uno de los requisitos formales para inscribir sus candidaturas?

Pero más grave aún, ¿cómo decir a los electores de dicha colectividad política y a la ciudadanía en general, que los Parlamentarios en ejercicio fuimos incapaces de ponernos de acuerdo para resolver esta situación de suya absurda, lo que felizmente estamos consiguiendo? Con seguridad, no nos entenderían. Concluirían que, por cálculo pequeño, las demás organizaciones políticas nada hicimos por remediar un problema que no es de fondo, sino de forma; concluirían que la política y los políticos carecen de nobleza, y concluirían que la política, que según los sondeos de opinión pública no cuenta con una aceptable valoración ciudadana, es una actividad carente de ética y proclive al pragmatismo utilitarista y mezquino.

Poseemos una legislación electoral anacrónica y formalista en exceso. Éste es el momento de dar pasos rectificadores, de demostrar que quienes representamos a la ciudadanía en el Congreso Nacional -institución que es la expresión más alta de la democracia, porque permite que en su seno participen todas las manifestaciones ciudadanas- actuemos con grandeza, con preocupación por los destinos de la patria, los que no lograremos proscribiendo a un sector organizado políticamente, sino permitiendo su participación; permitiendo el debate plural que enriquece, y permitiendo el esfuerzo por alcanzar consensos y por dar gobernabilidad al país.

La pluralidad se vería gravemente resentida si se hubiere marginado a la Democracia Cristiana de la posibilidad de tener representantes en el Congreso. Y la ética política sería cuestionada -con justicia- si no llegamos a un acuerdo, expresado en una nueva ley que permita la corrección de un error cometido de buena fe por dicho partido.

Estoy seguro de que así lo haremos, por el bien del país y de la democracia que aspiramos perfeccionar. Confío en que, ante esta situación inédita y extraña, actuaremos con nobleza.

Por supuesto, el Partido Por la Democracia se pronunciará afirmativamente.

Voto que sí.

El señor VIERA-GALLO .-

Señor Presidente , estamos legislando para reparar un lamentable error cometido por el aparato electoral de la Democracia Cristiana, que no cumplió con una solemnidad del acto jurídico de inscripción de sus candidatos, que requería escritura pública. En verdad, cuando se exige esa solemnidad, es básicamente para que haya autenticidad de que el representante inscribe a las personas que corresponde. Eso es lo que se resguarda. Y aquí, en el fondo, ningún candidato ha reclamado que se ha abusado de su personería, sino, al contrario, que no fueron bien inscritos. A nadie se ha inscrito contra su voluntad. Entonces, en el fondo, no se ha incurrido en un vicio. Se trata de un error formal. Podrá estimarse inexplicable, pero es formal.

Por eso, así como tal vez no se justifica tal vicio, tampoco se justifican los discursos grandilocuente relativos a la generosidad que supondría votar a favor del proyecto. Éste es obvio. A nadie le puede convenir una elección trunca. Entonces, no se aprueba por generosidad democrática ni por grandes principios éticos, sino simplemente porque es obvio; porque 2 más 2 son 4.

En consecuencia, no hagamos gárgaras de generosidad cuando solamente estamos aprobando algo obvio.

Voto que sí.

El señor ZALDÍVAR (don Adolfo) .-

Señor Presidente , sin duda hubo un error inexcusable. Pero más allá de lo que puede significar este error para la Democracia Cristiana, que es importante -desde ya agradezco la forma como se ha tomado este asunto-, pienso que lo relevante es que no sólo estamos dando un paso para superarlo, sino también para afirmar y confirmar un sistema político. ¡Eso es lo fundamental!

La democracia, más que un sistema político, es un estilo de vida. Con este gesto damos contenido a ese concepto que estimo esencial y que debe clavarse profundamente en nuestra sociedad para perfeccionarla y hacerla cada vez más amplia.

Pero, sin lugar a dudas, cuando un problema formal es resuelto con grandeza y con altura de miras, nos permite garantizar una vez más que las formas están para confirmar el fondo y no como muchas personas creen algunas veces que aquéllas tienen más importancia que el fondo. En tal sentido, el paso que estamos dando no sólo va a permitir superar este inconveniente, sino que orientará la democracia chilena por donde siempre ha debido transitar.

La democracia es un sistema político basado realmente en algo mucho más amplio, que es un estilo de vida, y ello debe traducirse en los hechos de cada uno de nosotros con lealtad.

La forma como superaremos este problema cimentará el camino para que en el futuro podamos y debamos actuar siempre con grandeza y no con la pequeñez que destruye los sistemas políticos y la convivencia entre nosotros. ¡Esto es lo importante!

Aquí no se ha buscado el atajo ni una salida fácil. Se ha enfrentado con la verdad un error y ha habido generosidad de parte de todos para superarlo.

Por eso, voto que sí.

El señor BITAR.-

Señor Presidente , me hubiese gustado que se aprovechara esta ocasión para agregar una simple modificación tendiente a flexibilizar la normativa vigente. La norma actual habla de escritura pública. Sin embargo, mi criterio apunta a que perfectamente bastaría una autorización privada escrita del candidato respectivo. Lo que la ley persigue es resguardar la autenticidad y la fe pública. Y esta última, además del documento escrito del candidato, está garantizada por la propia afirmación del candidato ante la ciudadanía que lo elige.

Por lo tanto, junto con votar a favor el proyecto, dejo registrado mi punto de vista, que ayudaría a que no seamos tan formalistas en nuestras formulaciones legales, dándose mayores márgenes de flexibilidad para ahorrarnos tanto un problema como éste, que es absolutamente secundario, como también las sesiones del Congreso destinadas a resolverlo por la vía de una ley.

Voto a favor.

El señor BOMBAL.-

Señor Presidente , a las palabras del Honorable señor Chadwick -que hago mías- sólo quisiera agregar que el sentido de bien común que desde un comienzo ha inspirado la voluntad favorable de estas bancas hacia el proyecto, se funda en el respeto que sentimos por un conjunto muy importante de chilenos que, de no haber mediado esta solución, se habrían visto impedidos de ejercer sus derechos a causa del error cometido. Y creo que precisamente eso es lo que motiva nuestra decisión, por la que no estamos pidiendo que se nos agradezca ni reconozca nada. Por lo contrario, hemos considerado un deber de conciencia y de ética, al participar de la vida política del país, hacer lo que correspondía.

Por lo mismo, señor Presidente , y para despejar toda duda, debemos aclarar que nuestra postura no obedece a negociación ni pedido de especie alguna a partido o autoridad de Gobierno. De modo que cuando hablamos de un compromiso ético, como al que a nuestro juicio debíamos dar cumplimiento -lo cual hicimos con mucha serenidad, no obstante las críticas que se formulan o los malos entendidos que puedan existir en la opinión pública, tal vez muy respetables y razonables-, lo hacemos con la clara convicción de que era lo único que nos motivaba.

Y queremos decirlo aquí, aunque no era mi intención hacerlo, movidos precisamente por las afirmaciones que acabamos de escuchar -a mi entender, muy desafortunadas y que probablemente enmendará en su momento- al Senador señor Viera-Gallo . Porque no se trata de un simple error: es un error muy profundo el cometido al omitir el cumplimiento de disposiciones legales, y que este proyecto pretende enmendar. Si fuera tan simple, le preguntaría al Honorable señor Viera-Gallo qué sucedería si comprara una casa sin la correspondiente escritura pública: el contrato no tendría validez alguna de haberse omitido esta formalidad. Por algo semejante estamos sentados acá, para resolver un problema, dada su gravedad.

Por eso, lamentando las desafortunadas palabras del Senador señor Viera-Gallo , queremos decirle que no buscamos ni reconocimientos ni gratitudes especiales, ni nada que se parezca. Hemos cumplido un deber para que un grupo importante de ciudadanos de este país, conforme a su voluntad, pueda manifestar su opinión en las próximas elecciones.

Deseamos dejar muy en claro que no nos vamos a sentar en estas bancas sin que medie la voluntad popular, ni pretendemos ganar una elección por secretaría. Eso no nos legitima como Parlamentarios ni mucho menos en el marco de nuestras ideas. Deseamos triunfar en la próxima elección, en una competencia libre en la que estén todos los actores representados.

De allí nuestra posición, en la que no pretendemos refregar un error que sí se cometió, que es muy lamentable y cuya responsabilidad deberán asumir quienes incurrieron en él, pero nuestra voluntad, pensando en el bien común y asumiendo todo lo dicho por el Honorable señor Chadwick , es la de suscribir, con valores éticos, un compromiso serio, cabal y profundo con la democracia a la que todos juntos, en el Senado y en el Parlamento, hemos contribuido a levantar en estos años.

Voto que sí.

El señor CANTERO.-

Señor Presidente , nos encontramos frente a un proyecto de "discusión inmediata" cuya idea matriz, quiero decirlo derechamente, no comparto. No me parece adecuado a estas alturas pensar en cambiar la fecha de la elección. No comparto -repito- la idea matriz, pero entiendo que, en realidad, estamos jugando un verdadero baile de máscaras. Se ha tratado de evitar reconocer públicamente un error. Me habría gustado más que se hubiese presentado un proyecto de ley en términos claros. Considero que hay una actitud un tanto hipócrita. La ciudadanía nos mira con desconfianza, con recelo. Lo cierto es que la Democracia Cristiana cometió un error garrafal en materia de inscripción. Ésa es la verdad, ésa es la idea matriz que me inspira a analizar este iniciativa, y no la idea matriz de mentira que el Gobierno en pocas horas ha inventado. Me habría gustado también una mayor franqueza por parte del Gobierno en el planteamiento de su mensaje. Da la impresión que intenta burlar la realidad, o eludir la causa real, y no lo estimo adecuado.

Considero también importante señalar lo siguiente. Si esto hubiese ocurrido a un independiente, ¿se habría atendido con la misma oportunidad, con la misma velocidad, con el mismo interés? Cada cual podrá formarse su propio juicio en torno al tema.

Aquí hay otro punto que me interesa destacar. Muchas veces el Gobierno nos ha imputado responsabilidades por la lentitud en la tramitación de los proyectos de ley. Hoy día ha quedado demostrado que cuando al Ejecutivo le interesa despachar rápidamente un proyecto de ley, lo hace en menos de doce horas, como lo hemos podido comprobar esta tarde. Por eso, no me parece bueno jugar con el prestigio del Senado. Creo que el Gobierno no atina en esa intención. Cuando la urgencia y la prioridad interesan, hay urgencias muy particulares como la que hemos visto en el día de hoy. Mucha gente se pregunta por qué mi proyecto, por qué mi problema, por qué esa idea que yo espero que el Senado despache se demora dos, tres, cuatro y cinco años, pero cuando a los políticos les interesa, entonces sale rápido. Opino que esa gente tiene derecho a que uno le diga que vamos a intentar que todos los proyectos se despachen con mayor rapidez. Creo que ése es el compromiso que debe surgir de la experiencia que estamos viviendo. Sin embargo, no estoy dispuesto a que, por secretaría, tengamos ventajas o ganemos distritos donde podría haberse dado una competencia franca y leal.

No estoy dispuesto a inhibir o impedir el derecho de los electores que quieran votar por un candidato de la Democracia Cristiana. Tienen derecho a equivocarse; podrían votar por un RN... Pero, bueno, ése es su derecho. De manera que en esto hay que ser mucho más directo y mucho más franco. Creo también que habría sido interesante analizar la posibilidad de alargar el período de inscripción, acortando el proceso de la campaña que tanto cuesta, que tanto dinero reclama, que tanto esfuerzo, en definitiva, demanda, y que tanto daño genera en las ciudades, por los costos que esto representa.

Con todo -repito-, no es la idea matriz de este proyecto lo que me motiva porque creo que la postergación en sí misma no se justifica, sino que lo hago para permitir que los candidatos de la Democracia Cristiana puedan participar en este contienda electoral y podamos actuar en democracia.

Voto a favor por tal razón.

El señor FERNÁNDEZ.-

Señor Presidente , el proyecto que estamos analizando tiene por objeto, como se ha dicho, resolver un grave error y, obviamente, existían distintas alternativas o posibilidades para enfrentar el tema. Creo que habría otras maneras de hacerlo, desde el punto de vista jurídico. Sin embargo, hemos contribuido a aprobar este proyecto, el cual votaremos a favor por creer que lo importante es buscar la solución, más allá de la fórmula que pudiera emplearse.

Probablemente, por la vía de haber corrido el plazo de la inscripción, esto es, haber permitido un mayor plazo para inscribir las candidaturas partidistas, pudo haberse encontrado una solución en esta materia. También, haberse hecho a través del instrumento mismo, es decir, de la escritura pública. Pero, en fin, son alternativas que, a mi juicio, hoy día dejan de tener importancia frente a la cuestión principal, que es encontrar una solución.

Ahora, ¿por qué estoy por facilitar la salida al problema? No porque las solemnidades carezcan de importancia -como aquí se ha dicho, ellas están para cumplirse, de lo contrario habría que eliminarlas y dictar una norma definitiva; además, no debemos olvidar que muchas veces ha habido candidatos impedidos de participar en un proceso eleccionario precisamente por el incumplimiento de estas solemnidades-, sino porque creemos que aquí se encuentran gravemente comprometidos valores fundamentales de nuestra democracia. No sería explicable que un partido tan importante como la Democracia Cristiana no pudiera participar en un proceso eleccionario (eso no sería entendido ni aquí ni en el extranjero; en ninguna parte) y que, además, fuéramos incapaces de encontrar una salida al asunto. De tal manera que estamos frente a la necesidad de encontrar una solución adecuada a la situación que se nos ha presentado.

Por otro lado, creemos que, en el evento de que esto no se hubiera resuelto en la forma como lo estamos haciendo, habríamos llegado a una elección en donde una parte importante de electorado no hubiera podido participar y, lo que es más grave, las Cámaras elegidas como consecuencia de ese acto electoral ¿qué valor jurídico, qué legitimidad democrática habrían tenido en los cuatro años en que deberían cumplir con sus funciones? Se habría comprometido gravemente todo nuestro sistema electoral.

Por esa razón votaremos a favor del proyecto, por creer que hay un principio de responsabilidad política envuelto en él, el afianzamiento de nuestro régimen democrático y, además, valores que resulta importante que se vayan robusteciendo, como la amistad cívica y la lealtad en el cumplimiento de los deberes políticos que, más allá de los intereses de un partido, o sus diferencias con otros conglomerados políticos, deben fortalecerse porque son pilares fundamentales del régimen democrático.

Voto que sí.

El señor LARRAÍN.-

Señor Presidente , votaré a favor de esta iniciativa, porque, sin lugar a dudas, la elección de diciembre sin la participación de un sector tan importante del espectro político del país como lo es la Democracia Cristiana, no sería legítima ni representativa, aunque esto fuese motivo de un error -involuntario, ciertamente, e inexplicable a ratos; pero de todas maneras un error- en el cumplimiento de un aspecto formal que no puede impedir el debido pronunciamiento democrático de la ciudadanía. De manera que nos sumamos a la fórmula a la que se ha llegado, aunque pudo haberse buscado otras para resolver el problema.

Sin embargo, no puedo dejar de manifestar dos consideraciones que me parecen relevantes a la hora de aprobar la iniciativa.

La primera tiene que ver con el mensaje que acompaña la iniciativa a que estamos abocados.

Señor Presidente , leí su texto, y da la impresión de que esto estuviese ocurriendo en un país diferente y en otro momento histórico. No hay en él ni una sola referencia a la razón de fondo que justifica la iniciativa. En realidad, esto es lo único grandilocuente que he encontrado en el debate. No sé si es posible separar el mensaje, retirarlo o no aprobarlo, porque parece que estuviéramos escribiendo ciencia-ficción.

Creo que es hora de que digamos las cosas como son.

Aquí estamos resolviendo un problema y lo hacemos de buena voluntad, porque sabemos que hay que concurrir a su solución. Pero el mensaje que acompaña al proyecto es completamente ajeno a la discusión y a la razón por la cual lo aprobaremos.

En segundo lugar, pienso que la calificación de mera formalidad o solemnidad -como aquí se ha tratado de minimizar- no es apropiada.

Creo que debemos hacernos cargo de una crítica que se ha hecho a esta iniciativa, porque pareciera que "el club de los políticos se está arreglando los bigotes", lo cual no puede hacer la ciudadanía. Porque cuando un ciudadano se atrasa un día en el pago de los impuestos o no cumple con una formalidad, debe pagar multas, mora e intereses. Por cierto, la voluntad pudo haber sido pagar oportunamente; pero a lo mejor existió un motivo para no hacerlo. Y la ley, por esa solemnidad, no lo perdona y le obliga a pagar más. De manera que las solemnidades y formalidades no son meras bagatelas, sino actos de la esencia.

Y, en este caso, se está buscando una solución, no para "arreglarnos los bigotes" -al contrario, quizás lo hubiese sido no haber encontrado tal solución, pues eso habría traído algún tipo de beneficio político para otro sector distinto del afectado-, sino por una razón de bien común.

Por eso, lamento que se hayan vertido ciertas expresiones que minimizan el significado de ponerse rápidamente en disposición de resolver un problema sin cuestionar nada, sin pedir nada a cambio, más que simplemente darse a la razón de que, de otra manera, las elecciones no serían ni legítimas, ni democráticas, ni representativas.

Repito que votaremos a favor de esta iniciativa.

Empero, sí debo lamentar que el fundamento que el Ejecutivo le dio haya sido tan irreal -como el que leímos- y que se hayan manifestado expresiones indebidas, como si las formalidades exigidas por la ley o las solemnidades de los actos jurídicos no fueran necesarias. Porque si eso fuera así, prácticamente la mitad de las normas que aprobamos periódicamente no tendrían sentido porque, precisamente, éstas consisten en establecer requisitos formales para que los actos tengan validez jurídica.

Voto que sí.

El señor LAVANDERO .-

Señor Presidente , los partidos hoy, a diferencia de ayer, son instituciones de derecho público, y los representan sus autoridades, como el Presidente y el Secretario . Por lo tanto, me parece un exceso burocrático la exigencia tan formalizada a una autoridad pública que cuenta, además, con un poder por escritura pública para inscribir a sus candidatos, sobre todo cuando la ley le da la representación del partido.

Me parece habría que corregir esto hacia el futuro.

Confieso que en la presente ocasión dudé en votar, tal vez pensé en abstenerme. Pero dos razones me han empujado a pronunciarme.

La primera es que tengo el mandato por escritura pública, efectuado en una notaría de Temuco con anterioridad al 14 de julio, fecha del vencimiento de inscripción de candidaturas.

La segunda es que me parece, más que una cuestión personal, un problema con la raíz de la representación democrática. Y, por tanto, situaciones como ésta no son menores, ni personales.

Lo que hoy ha estado en juego es la representatividad democrática por sobre un doble trámite, a mi juicio innecesario.

Por tales razones, no tengo ninguna duda en manifestar mi opinión favorable a este proyecto.

Voto que sí.

El señor NÚÑEZ.-

Señor Presidente , a mi juicio, más que un acto de generosidad, lo que hemos presenciado en esta oportunidad tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado ha sido un acto de gran responsabilidad política de todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento. Porque era perfectamente posible que se generara una discusión absurda -como la sostenida en diversas oportunidades a propósito de otras materias- y una crisis política de gran envergadura no en la Democracia Cristiana, que -digámoslo francamente- cometió un error, sino en el país en general.

El sistema político chileno descansa sobre pies débiles; no es suficientemente sólido para enfrentar este tipo de situaciones con facilidad. Por el contrario, no sólo él se encuentra de alguna manera cuestionado, sino también los partidos políticos. Más o menos todas las colectividades políticas sufren un grave deterioro frente a la opinión pública, al igual que el sistema que las rige. Porque nuestro sistema electoral es absolutamente imperfecto, y -lo digo con sinceridad- en algún momento las fuerzas democráticas en Chile debemos sentarnos a conversar seriamente para tener uno que efectivamente represente la voluntad soberana de la ciudadanía.

En la actualidad, el sistema binominal genera una cantidad de problemas que lleva a muchos Senadores o Diputados a sufrir eventuales dificultades de legitimidad en sus mandatos.

Podría haber ocurrido que la Democracia Cristiana quedara fuera de la elección, pero sus parlamentarios que eventualmente resultaren "beneficiados" tendrían un grave problema de ilegitimidad; es decir, por ley podrían ocupar el cargo respectivo, pero carecerían de legitimidad política y moral para ello.

En consecuencia, lo que hemos realizado es un acto de responsabilidad política que habla bien del Parlamento, de las fuerzas políticas en él representadas y, en definitiva, de la sensatez que hemos demostrado frente al país.

Sin embargo, señor Presidente , quiero hacer una observación. Hace alrededor de seis años el ex Senador señor Cantuarias , con el Honorable señor Ríos y el que habla presentamos un proyecto para perfeccionar un detalle muy importante de la Ley sobre Votaciones Populares y Escrutinios que dice relación al tema que afectó a la Democracia Cristiana. Todavía nos sigue pareciendo absurdo que los presidentes nacionales de nuestros partidos políticos -yo lo fui hasta hace poco tiempo de mi propia colectividad- sean los encargados de presentar ante el Director del Servicio Electoral los candidatos de cada una de las comunas cuando se trata de elecciones municipales o de las circunscripciones o distritos según corresponda para las elecciones parlamentarias.

Jamás he entendido por qué el Senado no aprobó esa idea. Nosotros mismos rechazamos una moción -creo que el Senador señor Ríos estará de acuerdo conmigo- que a mi juicio debe reponerse, pues hay que dotar a nuestros representantes en cada una de las regiones de la facultad para presentar los candidatos ante el Director Regional del mismo servicio. No existe ninguna razón para que los señores Ricardo Hormazábal o Pablo Longueira sean quienes deben inscribir los candidatos, cuando tenemos dirigentes regionales que, en representación de nuestras direcciones nacionales, pueden realizarlo en cada región.

Por lo tanto, si queremos hablar de descentralización, uno de los actos necesarios para que el sistema político chileno funcione es introducirle grados crecientes de descentralización, porque los partidos políticos chilenos en general adolecen de un alto centralismo. Y creo que una de las dificultades de la Democracia Cristiana, más allá del error grave que cometió, es que también padece -así como nos ocurre a los socialistas- de un grave centralismo, el cual lleva a que este tipo de inscripciones, que debieran ser normales, fáciles, menos burocráticas, se compliquen de la manera como sucedió a una de las principales colectividades del sistema político nacional.

En consecuencia, por el acto de responsabilidad demostrado, voto a favor del proyecto.

El señor OMINAMI.-

Señor Presidente , al parecer todos concordamos en que esta situación insólita -como fue calificada- debe repararse, porque de otra forma tendría gravísimas consecuencias. No es concebible una elección parlamentaria como la de diciembre próximo sin la participación de la mayor parte de los candidatos del Partido Demócrata Cristiano. Los resultados de esos comicios estarían marcados por una peligrosa distorsión, y es nuestra obligación elemental evitar la ocurrencia de algo semejante.

En democracia la competencia debe realizarse sobre la base de conquistar votos, la adhesión de la ciudadanía, y nadie puede pretender obtener triunfos por secretaría, por la vía administrativa.

Sin embargo, creo que también se debe ser claro en lo siguiente: más allá de nuestros discursos; más allá de los agradecimientos que se puedan hacer a la grandeza o a la responsabilidad con que estamos actuando, yo creo que esta situación no es sin costo frente a la ciudadanía. Habrá más de alguien pensando que aquí se hacen trajes a la medida y que se resuelven los problemas de algunas personas y no de otras.

En ese sentido, considero fundamental que, junto con aprobar el proyecto, se haga un esfuerzo para explicar -en función de la claridad y transparencia con que actuamos- los errores que han obligado al Parlamento a pronunciarse a través de la ley en proyecto con el objeto de corregir tal situación, y ojalá pudiésemos comprometernos para actuar con la misma rapidez cada vez que los problemas de los ciudadanos requieran también un tratamiento expedito de parte del Congreso Nacional.

Por esas consideraciones, voto a favor.

El señor PARRA .-

Señor Presidente , lamento que a lo largo del debate se haya silenciado la circunstancia de que el proyecto tiene una disposición de efectos permanentes, la cual fue planteada ya en un mensaje anterior del Ejecutivo y mereció el respaldo prácticamente unánime de esta Sala. Más allá de la elección de diciembre próximo, va a quedar en pie el hecho de que en el futuro las elecciones en nuestro país tendrán necesariamente lugar un día domingo. Ello, sin duda es sano, y fue el propósito que en su momento compartió el Senado.

En segundo lugar, no puede silenciarse tampoco el que la normativa que nos ocupa, como toda ley, es de alcance general y que, frente al plazo adicional que ella va a generar para los efectos de inscribir nuevos candidatos o de reemplazar a los que ya lo habían hecho al 14 de julio, no caben renuncias anteladas. Sólo al vencimiento del nuevo plazo conoceremos quienes hicieron uso de la ley y los que no la utilizaron.

Pero sobre todo he querido fundamentar mi voto para expresar mi esperanza en que las expresiones vertidas esta tarde en la Sala hagan posible de verdad una revisión integral y sustantiva de nuestra legislación política. La Ley de los Partidos Políticos y la de Votaciones Populares y Escrutinios están llenas de formalidades y de mecanismos que debilitan la expresión ciudadana, que someten a los partidos políticos -comprometiendo incluso su supervivencia- a exigencias de carácter secundario e impiden en los hechos que se desarrolle una efectiva competencia en los procesos electorales.

Señor Presidente , ¡cuántas distorsiones se han presentado en todos los procesos electorales vividos en los últimos años! La reciente elección municipal "alcaldizada" en los hechos, no fue posible llevarla a cabo en un ambiente de real transparencia y competencia, porque se impidió -invocando razones de oportunidad- modificar la ley para los efectos de separar las elecciones de alcaldes y concejales. Y el mismo Congreso que impidió materializar tal modificación en forma oportuna, la aprobó casi unánimemente sólo semanas después de haberse producido el referido evento eleccionario.

Ojalá que, en consecuencia con el espíritu reflejado por las intervenciones escuchadas en la Sala, podamos dar pasos más significativos y de efectos permanentes, a fin de dar a nuestro sistema político mayor apertura y capacidad para interpretar a la ciudadanía.

Voto a favor.

El señor PÉREZ .-

Señor Presidente , no quisiera ahondar en los argumentos expresados con relación a cómo funcionan las instituciones democráticas, a la honorabilidad, al "fair play" que debe existir entre los distintos actores y a la necesidad de que una elección libre frente a la ciudadanía permita a ésta escoger entre todas las opciones que se presentan.

No creo, por lo demás, que el culpable de la situación sea un partido político determinado. No lo son sus parlamentarios ni sus concejales. Lo es un funcionario, y media, quizás, la negligencia de algunos miembros de la mesa directiva.

Sin embargo, al leer el mensaje -como lo ha dicho el Senador señor Larraín -, en el que no hay ninguna línea vinculada a los motivos que han originado el proyecto, da la sensación de que en esta sesión correspondería rendir un homenaje al ex Senador señor Hormazábal , porque gracias a éste el Gobierno descubrió que era mejor cambiar las elecciones de un martes a un domingo. Y todos sabemos que la iniciativa obedece a otro fundamento.

Así como el error de una colectividad política fue cometido por un funcionario, supongo que el del Ministerio del Interior es imputable a un abogado.

Pero, en definitiva, juzgo que en un proyecto de ley es muy importante la fidelidad que deben guardar sus motivos con el articulado mismo, así como la transparencia y lealtad que las instituciones políticas deben mantener con la opinión pública.

Voto a favor.

El señor ROMERO.-

Señor Presidente , pienso que la opinión pública se encuentra muy distante del actual debate y probablemente no entenderá el alcance de lo que hoy hace el Congreso. La noticia -y no sus fundamentos- será muy escueta y dará cuenta de una votación registrada en una determinada circunstancia. Estoy cierto de que esa información será criticada muy severamente, porque nadie entenderá que el Gobierno haga llegar un proyecto que en ninguna de sus líneas mencione el verdadero sentido de lo que se discute y aprueba. ¡Cuántas situaciones legítimas y que afectan a tantos chilenos no correrán la misma suerte que las normas en estudio! A mi juicio, el principio de la ley pareja está siendo gravemente lesionado con la iniciativa que se trata.

Estimo que una de las cuestiones que más deben preocuparnos es demostrar la más clara transparencia respecto de lo que hacemos. Y me parece que no rendimos homenaje ni a la transparencia ni a nada que se parezca a la claridad en una cuestión respecto de la cual el Gobierno presenta un proyecto en que no se dice absolutamente nada de lo que realmente ocurrió y en la medida en que en el debate simplemente nos referimos a una situación completamente ajena a lo señalado por el mensaje.

En realidad, me parece que nos encontramos no solamente en un baile de máscaras. Nos hallamos en un caso relativamente peor: estamos dando la espalda a una opinión pública cada vez más distante de lo que pensamos y somos.

Y deseo ser muy franco. Sé que puede ser mal interpretada una decisión que no favorezca el dar una salida a la dificultad real. Por mi parte, considero que esa salida se debe dar, pero no me parece que sea éste el camino adecuado. Ni al país ni a la opinión pública les hace bien un debate enmascarado. Ni una línea del mensaje -repito- alude a la verdad objetiva de lo sucedido. Sin embargo, nadie en Chile tendrá duda alguna de que se resuelve una situación particular, respecto de la cual todo el mundo sustenta una opinión.

Reitero que estoy de acuerdo en la necesidad de evitar un hecho que dejaría al margen a un número relevante de candidatos de un partido importante. Pero de algún modo debemos reflexionar acerca de si la vía que se escoge -no el fondo del asunto- es la apropiada.

Y, en ese aspecto, señor Presidente , lamento sinceramente tener que abstenerme, aun cuando sea una excepción en la Sala. Creo que interpreto a muchos chilenos. Por lo menos, dejaré de manifiesto un fundamento que probablemente la gran mayoría de mis Honorables colegas que han votado a favor también han tenido presente.

Me abstengo.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Me ha pedido la palabra el señor Ministro del Interior , conforme al artículo 37 de la Constitución, por haber sido mencionado en algunas de las intervenciones con relación a sus propias responsabilidades.

Puede usar de ella el señor Ministro.

El señor INSULZA ( Ministro del Interior ).-

Señor Presidente , en efecto, en virtud de la disposición citada, los Ministros pueden participar en los debates, etcétera, y durante la votación podrán rectificar "los conceptos emitidos por cualquier diputado o senador al fundamentar su voto.".

Cabe dejar establecido que para solucionar la situación presentada existían numerosas alternativas. Optamos por una que era perfectamente coherente con lo que habíamos hecho. El Ejecutivo había presentado ante el Congreso Nacional una propuesta a fin de adelantar la elección para un domingo. Y ello fue aprobado por el Senado, entiendo que por unanimidad. Por desgracia, el Tribunal Constitucional estimó que la medida no era pertinente, por acortar determinados plazos -no los alargaba-, y, en consecuencia, la única posibilidad era atrasar los comicios.

Al resolver la cuestión en análisis, por lo tanto, decidimos usar ese mismo proyecto y, en definitiva, los mismos fundamentos. La normativa no dice relación a ningún tema que no sea el de cambiar la fecha de la elección, de modo que no corresponde exponer otros motivos en el mensaje. Pero lo que se ha dicho claramente ante el país se refiere al asunto de fondo. Si algún señor Senador desea abstenerse, o votar en contra, o dejar registrada su opinión, ello está muy bien, pero que no se afirme que el Ejecutivo no ha sido claro al presentar el texto, lo que no es en absoluto efectivo. Basta con consignar lo planteado en la Cámara, en el Senado y ante el público. Y la iniciativa fundamenta el postergar la elección para un domingo, habiendo sido tomado el mensaje exactamente del mismo proyecto que los señores Senadores tuvieron a la vista cuando aprobaron adelantar los comicios para el domingo 2 de diciembre.

¡Muchas gracias!

El señor SABAG.-

Señor Presidente , cuando se constató la omisión o error, no dudé un instante de que se iba a buscar una solución. Porque fui miembro de la Cámara de Diputados y conocer a sus integrantes, así como a mis colegas Senadores, sé que todos nos hallamos inspirados por principios de una alta política y no de politiquería barata.

Sé que a estas bancadas se llega combatiendo ideas y principios, y buscando el apoyo de la ciudadanía, y no sobre la base de argucias o de errores cometidos por otros partidos políticos. Ésa es la esencia de la democracia. Y, por ello, todas las ideas están hoy en día postulando; inclusive el Partido Comunista que, por el sistema electoral, no ha podido ocupar un escaño. Pero eso es otra cosa. Y la Democracia Cristiana, en la actualidad el partido más grande de Chile, no podía hallarse ausente de una justa electoral.

Por tal motivo, tengo claro el apoyo que nos dan todos para que reparemos el error u omisión. Y hoy día quisiera recordar el pensamiento del célebre escritor y filósofo francés Voltaire: "Estoy en completo desacuerdo con sus ideas, pero daría mi vida por el derecho de poderlas expresar".

De esa forma Voltaire está presente en cada uno de ustedes.

Voto que sí.

El señor STANGE.-

Señor Presidente , agradezco al señor Ministro las explicaciones que ha dado para complementar la fundamentación de este proyecto, a pesar de que no las comparto.

Lo que estamos haciendo ahora es lanzar un salvavidas a un importante Partido político, lo cual debe ser muy justificado por el bien común. Lamento sí que haya sido un error el que indujo a esta situación. Sin embargo, es del caso señalar que la ley imperante es conocida por todos y debe ser respetada.

Aquí estamos solucionando un problema político. Por ello, pensando en el bien común, no votaré en contra del proyecto, sino que me abstendré.

El señor URENDA.-

Señor Presidente , me había alegrado del debate sostenido en esta Sala, porque permitía aclarar dos aspectos importantes.

Primero, que no se trataba en este caso de celebrar o no las elecciones en un día domingo, materia sobre la cual discrepo, pues las elecciones más importantes del mundo no se efectúan necesariamente ese día. Y segundo, que se determinaba el verdadero fundamento de este proyecto de ley.

Me alegraba de eso, porque de alguna manera el Senado de la República estaba demostrando, mediante este debate, que no tenía miedo a la verdad, la cual es evidente: esta iniciativa no fue enviada al Congreso para que las elecciones se efectuaran en un día domingo, y este envío tampoco corresponde a un antiguo criterio del Gobierno sobre el particular, sino que el propósito específico de tal envío es subsanar un problema que se le presentó a la Democracia Cristiana. Si no fuera así, no se habría solicitado tratarla con "discusión inmediata", lo que es absolutamente imprescindible para llevar a cabo el objetivo perseguido mediante este proyecto.

Por lo anterior, lamento que el señor Ministro haya agregado acá, para tratar de cohonestar una actitud, ciertos argumentos respecto al verdadero engaño que significó el envío de esta iniciativa, en la que no se hace mención alguna de su razón de ser, como si no existiera el problema que se desea corregir.

Es evidente, y así se desprende de las intervenciones de veinte señores Senadores y del debate habido en la Cámara de Diputados, como la opinión pública lo sabe, que se pretende subsanar un lamentable error cometido por la Democracia Cristiana.

En consecuencia, quiero reivindicar el papel que el Senado está cumpliendo en orden a decir la verdad al pueblo: acá estamos legislando específicamente por esa circunstancia y no por otra. Porque nada justificaría el hecho de que, respecto de cierta normativa, se solicite despacho inmediato, que es el mecanismo requerido para que pasado mañana sea posible subsanar el problema, lo cual, obviamente, no se lograría con un proyecto cualquiera.

Como lo han expresado algunos Senadores de estas bancas, deseo señalar que, no obstante tratarse de un error ajeno que de alguna manera podría favorecernos, en ningún momento hemos pensado en las ventajas que podrían derivarse de ello. En este sentido, por respeto a la democracia y a la voluntad popular, hemos manifestado que estamos dispuestos a que, mediante una vía legal, se corrija ese lamentable error. Además, de esta forma -y es bueno dejar constancia de esto; ojalá lo hubiera escuchado el señor Ministro - es posible sanear un vicio que hoy existe.

Ése es el objetivo del proyecto y lo que nos induce a su aprobación, vale decir, el deseo de que las cosas se hagan bien.

Lo anterior podría hacerse extensivo a los particulares, quienes -como se lo comentaba a un Honorable colega que me antecedió en el uso de la palabra- muchas veces no tienen la posibilidad de corregir un error y deben pagar multas. Más aún, el ciudadano que olvida su carné de identidad no puede votar el día de las elecciones. Sin embargo, en este caso específico, quien se olvida de cumplir un trámite esencial sí podrá participar en los comicios electorales.

Deseo insistir -y me alegro de ello- en la reivindicación del Parlamento, en cuanto a no tener miedo a la verdad y decir al país lo que estamos haciendo. Si en este momento votamos a favor del proyecto es porque de esa manera podrá sanearse un lamentable error cometido y porque en absoluto deseamos obtener ventaja de él.

Por tales razones, señor Presidente, junto con dejar constancia de mi punto de vista sobre la materia, voto favorablemente la iniciativa.

El señor VALDÉS .-

Señor Presidente , debo manifestar, con entera sinceridad, que para un democratacristiano no es fácil hablar en este momento en el Senado. Pero sí deseo expresar que no observo hipocresía en la actitud de nadie y veo que se trata de lograr un doble efecto.

Agradezco la actitud de quienes han comprendido la naturaleza de esta situación, particularmente la del Senador señor Díez , quien informó sobre el proyecto a la Sala.

Reconozco que se ha cometido un error inexplicable, porque las leyes se hacen para cumplirlas y no para pasar por encima de ellas. Ésta es una verdad.

Como dijo el Honorable señor Parra , esta iniciativa legal es complicada. A mi juicio, todas las legislaciones lo son. Y en el Derecho Público, campo donde nos encontramos, hay que respetarlas, sobre todo quienes estamos por doble razón convirtiendo en ley nuestras propias opiniones.

Sin perjuicio de lo anterior, creo que deberíamos aprovechar esta ocasión para introducir alguna enmienda a la legislación en comento, simplificándola y, al mismo tiempo, considerando en ella algo que es de lógica jurídica y política: quien recibe la documentación de las candidaturas -vale decir, el Director del Servicio Electoral ; persona intachable que merece todo nuestro respeto- debería disponer de un plazo para certificar si los antecedentes se encuentran en orden y advertir al candidato que los tenga incompletos que corrija su situación dentro de un cierto lapso, aunque sea breve.

A mi juicio, debería corregirse este plazo mortal, establecido para verificar si se cumplió o no con lo requerido y para averiguar si se ha cometido alguna estafa o algún engaño, cosa que no ha ocurrido en este caso.

Como democratacristiano, agradezco personalmente esta votación. No creo que sea un acto de compasión. No me siento feliz, sino muy triste por estar en esta situación. Pero, al mismo tiempo, considero que las razones dadas para apoyar el proyecto no son ni de compasión, ni de simpatía, ni de amistad. Son de peso político, y deben ser evaluadas en ese contexto.

Nadie se ha aprovechado de tal error: ni los que lo cometieron, ni aquellos a quienes podía haber beneficiado. Creo importante recalcar esto.

En ese acto no hubo dolo. Hubo error. Un error grave, pero subsanable porque no afecta, no compromete ni engaña a nadie.

La presente votación indica que en Chile tenemos una vida política civilizada (la democracia exige un grado de civilización; vale decir, de respeto de unos hacia otros), y si se hubiera tratado de una colectividad distinta, yo me habría pronunciado en la misma forma.

Lamento que mi partido, tan grande, tan antiguo y que me merece todo respeto por ser el de mi familia, haya cometido ese error, el que -felizmente- hoy se ha levantado gracias a la actitud de los Diputados y Senadores chilenos.

Gracias.

El señor HOFFMANN ( Secretario ).-

¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor GAZMURI.-

Señor Presidente , como ya se ha abundado bastante en el tema, sólo...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Reglamentariamente, a Su Señoría no le corresponde fundar el voto ahora.

El señor GAZMURI.-

Sí me corresponde.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Cuando un señor Senador no se encuentra en la Sala en el momento de ser llamado para emitir su voto, en una segunda instancia pierde el derecho a fundarlo. Sin embargo, como parece haber consenso, puede hacerlo brevemente.

El señor GAZMURI.-

Voto a favor.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en general y particular el proyecto (42 votos afirmativos y 2 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple con el quórum constitucional exigido.

Votaron por la afirmativa los señores Aburto, Bitar, Boeninger, Bombal, Cantero, Cariola, Cordero, Chadwick, Díez, Fernández, Foxley, Frei ( doña Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Hamilton, Horvath, Larraín, Lavandero, Martínez, Matta, Matthei, Moreno, Muñoz Barra, Novoa, Núñez, Ominami, Páez, Parra, Pérez, Pizarro, Prat, Ríos, Ruiz (don José), Ruiz-Esquide, Sabag, Silva, Urenda, Valdés, Vega, Viera-Gallo, Zaldívar (don Adolfo) y Zaldívar (don Andrés).

Se abstuvieron los señores Romero y Stange.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).-

Despachado el proyecto.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación sin Modificaciones . Fecha 17 de julio, 2001. Oficio en Sesión 18. Legislatura 344.

Valparaíso, 17 de Julio de 2.001.

Nº 18.509

A S. E. El Presidente de la H. Cámara de Diputados

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha aprobado, en los mismos términos en que lo hizo esa H. Cámara, el proyecto de ley que establece nueva fecha de elecciones para Diputados y Senadores, correspondiente al Boletín Nº 2.757-06.

Hago presente a V. E. que el proyecto ha sido aprobado, en general y particular, con el voto afirmativo de 42 señores Senadores, de un total de 47 en ejercicio, dándose cumplimiento de esta forma a lo preceptuado en el inciso segundo del artículo 63 de la Constitución Política de la República.

Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 3425, de 17 de Julio de 2.001.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

ANDRES ZALDIVAR LARRAIN

Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS

Secretario del Senado

3. Trámite Tribunal Constitucional

3.1. Oficio al Tribunal Constitucional

Oficio de examen de Constitucionalidad. Fecha 17 de julio, 2001. Oficio

VALPARAISO, 17 de julio de 2001.

Oficio Nº 3428

A S. E. EL PRESIDENTE DEL EXCMO. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Tengo a honra transcribir a V.E. el proyecto de ley que establece fecha de elección para diputados y senadores. (Boletín N° 2757-06).

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Agrégase en la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".".

********

De conformidad con lo estatuido en el inciso tercero del artículo 82 de la Constitución Política de la República, informo a V.E. que el proyecto quedó totalmente tramitado por el Congreso Nacional en el día de hoy, al recibirse el oficio N° 118-344, mediante el cual el S.E. el Presidente de la República manifestó a esta Corporación que había resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del artículo 70 de la Carta Fundamental.

******

En virtud de lo dispuesto en el N° 1° del inciso primero del artículo 82 de la Constitución Política de la República corresponde a ese Excmo. Tribunal ejercer el control de constitucionalidad respecto del artículo único del proyecto.

Para los fines a que haya lugar, me permito poner en conocimiento de V.E. lo siguiente:

La Cámara de Diputados, en primer trámite constitucional, aprobó el artículo único, tanto en general como en particular, con el voto a favor de 89 Diputados, de 120 en ejercicio.

El H. Senado, en segundo trámite constitucional, aprobó en los mismos términos propuestos el citado artículo, con el voto a favor de 42 Senadores, de 47 en ejercicio

Por último, me permito informar a V.E. que no se acompañan las actas respectivas por no haberse suscitado cuestión de constitucionalidad.

Dios guarde a V.E.

LUIS PARETO GONZALEZ

Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario de la Cámara de Diputados

3.2. Oficio del Tribunal Constitucional

Sentencia del Tribunal Constitucional. Fecha 17 de julio, 2001. Oficio en Sesión 18. Legislatura 344.

Santiago, diecisiete de julio de dos mil uno.

VISTOS Y CONSIDERANDO:

1º. Que, por oficio Nº 3.428, de 17 de julio de 2001, la H. Cámara de Diputados ha enviado el proyecto de ley, aprobado por el Congreso Nacional, que modifica la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, a fin de que este Tribunal, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 82, Nº 1º, de la Constitución Política de la República, ejerza el control de su constitucionalidad;

2º. Que, el artículo 82, Nº 1º, de la Constitución Política establece que es atribución de este Tribunal: "Ejercer el control de la constitucionalidad de las leyes orgánicas constitucionales antes de su promulgación y de las leyes que interpreten algún precepto de la Constitución";

3º. Que el proyecto sometido a consideración de este Tribunal señala:

"Artículo único.- Agrégase en la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero".";

4º. Que, de acuerdo al considerando segundo, corresponde a este Tribunal pronunciarse sobre las normas del proyecto remitido que estén comprendidas dentro de las materias que el Constituyente ha reservado a una ley orgánica constitucional;

5º. Que, el artículo único del proyecto sometido a conocimiento de este Tribunal es propio de la ley orgánica constitucional a que se refiere el artículo 18, inciso primero, de la Constitución Política de la República, por cuanto, de acuerdo con dicho precepto, una ley de esa naturaleza ha de regular la forma en que deben realizarse los procesos electorales y plebiscitarios en todo lo no previsto por la Carta Fundamental;

6º. Que, cabe precisar que la situación contemplada en el proyecto de ley actualmente sometido a conocimiento de este Tribunal es diferente a aquella comprendida en el proyecto que, por oficio Nº 3.348, de 17 de mayo de 2001, la Cámara de Diputados remitió a esta Magistratura, para los efectos de lo dispuesto en el artículo 82, Nº 1º, de la Constitución Política.

En esa oportunidad, al adelantarse la fecha de las elecciones de diputados y senadores a verificarse en el presente año, para el día 2 de diciembre, y de acuerdo con lo dispuesto en el inciso tercero del artículo único de dicho proyecto, los plazos de residencia contemplados en los artículos 44 y 46 de la Carta Fundamental y de inhabilidad contenidos en el artículo 54 de la Constitución, en lo concerniente, resultaban de una duración inferior a aquella exigida por la Ley Fundamental, razón por la cual, por sentencia de 24 de mayo de 2001, el proyecto fue declarado inconstitucional.

En cambio, con el precepto que se ha propuesto en esta ocasión, no se ha incurrido en el vicio antes descrito, porque al postergarse la fecha de la elección de diputados y senadores del 11 al 16 de diciembre de 2001, en nada se ven afectados los plazos constitucionales antes mencionados, motivo por el cual el proyecto en estudio se ajusta a la Constitución Política de la República;

7º. Que, consta de autos que la disposición a que se ha hecho referencia ha sido aprobada en ambas Cámaras del Congreso Nacional con las mayorías requeridas por el inciso segundo del artículo 63 de la Constitución Política de la República, y que sobre ella no se ha suscitado cuestión de constitucionalidad;

8º. Que, la norma contemplada en el artículo único del proyecto remitido, que modifica la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, no es contraria a la Constitución Política de la República.

Y, VISTO, lo prescrito en los artículos 18, inciso primero, 63, y 82, Nº 1º e inciso tercero de la Constitución Política de la República, y lo dispuesto en los artículos 34 al 37 de la Ley Nº 17.997, de 19 de mayo de 1981,

SE DECLARA: Que el artículo único del proyecto remitido, es constitucional.

La Ministro señora Luz Bulnes Aldunate previene que concurre a la sentencia en el entendido que el acto de declaración de algunas candidaturas a diputados y senadores realizado el día sábado 14 de julio del presente año, podría adolecer de nulidad de derecho público, conforme a los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de la República, en el caso que no se hubieran respetado las normas pertinentes de la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, Nº 18.700.

Si bien las nulidades de derecho público no se pueden convalidar por ley, como resulta claro de lo expresado por este Tribunal en sentencia de 4 de agosto de 1998, Rol Nº 278, en este caso el legislador orgánico constitucional no se ha referido al proceso de declaración mencionado, y solamente ha modificado la fecha de la elección parlamentaria, señalando para estos efectos el día domingo 16 de diciembre del año en curso, lo que lógicamente trae como consecuencia la alteración de la fecha de la declaración de las candidaturas a diputados y senadores.

Sin embargo, el proyecto sometido al control de ésta Jurisdicción omite pronunciarse sobre los derechos que tendrían los que se registraron constitucional y legalmente y tampoco se pronuncia sobre la situación en que quedarían las declaraciones que podrían adolecer de nulidad, requisitos todos que, a juicio de la Ministro que previene, son indispensables para determinar los derechos que reconoce y ampara el ordenamiento constitucional.

Redactaron la sentencia los Ministros que la suscriben, y la prevención la Ministro señora Bulnes.

Devuélvase el proyecto a la H. Cámara de Diputados, rubricado en cada una de sus hojas por el Secretario del Tribunal, oficiándose.

Regístrese, déjese fotocopia del proyecto y archívese.

Rol Nº 332.-

4. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

4.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 17 de julio, 2001. Oficio

VALPARAISO, 17 de julio de 2001

Oficio Nº 3429

A S. E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Tengo a honra poner en conocimiento de V.E. que la Cámara de Diputados, por oficio Nº 3428, remitió al Excmo. Tribunal Constitucional el texto del proyecto de ley, aprobado por el Congreso Nacional y al cual V.E. no formulara observaciones, que establece fecha de elección para diputados y senadores, (Boletín N° 2757-06), en atención a que el artículo único del proyecto, contiene normas de carácter orgánico constitucional.

En virtud de lo anterior, el Excmo. Tribunal Constitucional, por oficio Nº 1650, recibido en esta Corporación en el día de hoy, ha remitido la sentencia recaída en la materia, en la cual declara que el proyecto de ley en cuestión, es constitucional.

En consecuencia, y habiéndose dado cumplimiento al control de constitucionalidad establecido en el artículo 82, Nº 1, de la Constitución Política de la República, corresponde a V.E. promulgar el siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Agrégase en la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

"Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".".

********

Acompaño a V.E. copia de la sentencia.

Dios guarde a V.E.

LUIS PARETO GONZALEZ

Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario de la Cámara de Diputados

5. Publicación de Ley en Diario Oficial

5.1. Ley Nº 19.745

Tipo Norma
:
Ley 19745
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=187738&t=0
Fecha Promulgación
:
18-07-2001
URL Corta
:
http://bcn.cl/29l0m
Organismo
:
MINISTERIO DEL INTERIOR; SUBSECRETARIA DEL INTERIOR
Título
:
ESTABLECE NUEVA FECHA PARA ELECCION DE DIPUTADOSY SENADORES
Fecha Publicación
:
19-07-2001

ESTABLECE NUEVA FECHA PARA ELECCION DE DIPUTADOS Y SENADORES

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

    Proyecto de ley:

    "Artículo único.- Agrégase en la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, la siguiente disposición transitoria, nueva:

    "Artículo 18.- Las elecciones de diputados y senadores a verificarse el día 11 de diciembre de 2001 se realizarán el día domingo 16 de diciembre del mismo año.

    Para dicho efecto, el acto de constitución de las mesas receptoras de sufragios a que se refiere el artículo 49 de esta ley, se llevará a cabo a las 9 horas del día sábado 15 de diciembre del año 2001.

    Las actuaciones electorales y administrativas cuya oportunidad debe determinarse en consideración al día de la elección, se llevarán a efecto sobre la base de la nueva fecha establecida en el inciso primero.".".

    Habiéndose cumplido con lo establecido en el Nº 1º del Artículo 82 de la Constitución Política de la República y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

    Santiago, 18 de julio de 2001.- Ricardo Lagos Escobar,  Presidente de la República.- José Miguel Insulza Salinas, Ministro del Interior.

    Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda atte. a Ud., Jorge Correa Sutil, Subsecretario del Interior.

    Tribunal Constitucional

    Proyecto de ley que modifica la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios

    El Secretario del Tribunal Constitucional, quien suscribe, certifica que la Honorable Cámara de Diputados envió el proyecto de ley enunciado en el rubro, aprobado por el Congreso Nacional, a fin de que este Tribunal ejerciera el control de su constitucionalidad, y por sentencia de 17 de julio de 2001, lo  declaró constitucional.

    Santiago, julio 17 de 2001.- Rafael Larraín Cruz, Secretario.