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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 21.238

Reforma la Constitución Política de la República limitando la reelección de los Diputados y Senadores.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 22 de marzo, 2006. Moción Parlamentaria en Sesión 5. Legislatura 354.

Esta Historia de la Ley fue construida con los documentos disponibles a la fecha de publicación de la Ley.

REFORMA CONSTITUCIONAL QUE LIMITA LA REELECCIÓN DE LOS DIPUTADOS Y SENADORES

BOLETÍN N° 4115-07

De acuerdo a lo establece nuestro ordenamiento constitucional de 1980, los parlamentarios pueden ser reelegidos en sus cargos de manera indefinida (Artículo 51, inciso segundo de la Constitución Política).

Esta materia ha suscitado un gran debate a través del tiempo, por cuanto la posibilidad de la reelección o no de quienes ejercen los cargos de elección popular se vincula directamente, y al mismo tiempo, con dos elementos de enorme relevancia política. Por una parte con el ejercicio de los liderazgos políticos ya sea dentro del Gobierno, de los partidos políticos o respecto de la ciudadanía en general; y por otra, se relaciona con la discusión en torno a la igualdad de oportunidades para participar en la vida pública y la forma en que se desempeñan estos cargos públicos, en términos de vocación de servicio, transparencia y eficiencia, y de ese modo finalmente con la calidad de la democracia.

Así mismo, como lo señala el sociólogo uruguayo, Oscar Bottinelli (2004), se trata de un tema complejo, porque pasa además por la profesionalidad de la actividad política (materia que ya destacaba Max Weber a comienzos del siglo XX), en cuanto a definir si la política es una actividad transitoria y coyuntural de personas primordialmente dedicadas a otros menesteres y por consiguiente se entiende que no requiere habilidades ni formaciones específicas. O bien, si la política es una actividad que necesita formación y habilidad determinada y por tanto se requieren profesionales para la misma.

En este escenario, de múltiples variables y por tanto, de una enorme complejidad, surge también la pregunta sobre la virtud de la renovación en los liderazgos políticos, tema siempre preocupante así como reiterado en los debates públicos.

De esta forma, creemos necesario buscar una solución que sea capaz de equilibrar todos los elementos antes señalados, alcanzando un punto medio entre la necesidad de permitir la renovación de los representantes en el parlamento, con el objetivo de promover el bien común, la alternancia en el poder, la mayor eficiencia en el ejercicio de los cargos, la participación de la ciudadanía y la posibilidad de que quien lo ha hecho en forma exitosa pueda continuar sometiéndose a la voluntad del escrutinio público, promoviendo con ello a su vez, los proyectos de largo plazo.

Puesto que junto con reconocer una serie de ventajas de la reelección indefinida que contempla nuestro ordenamiento jurídico, es preciso también dar cuenta de las desventajas que este sistema trae consigo. Entre las posibles desventajas, que hacen plausible proponer un sistema limitado de reelecciones, se encuentra el enquistamiento nocivo de las elites en el poder.

Sobre este punto, destaca la reflexión que realiza el abogado mexicano Francisco de Andrea Sánchez, a propósito del debate sobre la reelección parlamentaria en su país (2006), cuando señala que “lo que inicialmente se consideró que era precisamente una muestra de la democracia llevada a su más pura expresión: el que un electorado pueda, si así lo desea, continuar reeligiéndose casi ilimitadamente (...) ahora resulta más bien una fórmula para alcanzar un autoritarismo legislativo”. En otras palabras, se consideraba que para que un sistema político fuese plenamente democrático, debía contemplar la posibilidad de la reelección consecutiva, y que en caso contrario, de entrada se estaría limitando las opciones del elector.

Sin embargo, existen algunos llamados de alerta a este razonamiento que muchas veces parece ser implacable. Principalmente se trata de efectuar modificaciones con el objeto de nivelar las oportunidades de quienes pretenden desafiar a los que actualmente se encuentran en el ejercicio del poder (los incumbentes). Estos últimos, de decidir volver a presentarse a elecciones, lo hacen con todas las ventajas que implica disponer de las estructuras administrativas, logísticas, de medios de comunicación, de contactos y de poder ocupar un lugar de privilegio en cualquier acto público.

Por otra parte, también están los eventuales riesgos de la corrupción, la falta de renovación de las elites, el debilitamiento de la clase política y el favorecimiento de la formación de alianzas y vínculos “clientelares” entre representantes políticos y grupos de interés (De Andrea, Francisco. 2006).

En este marco de ideas y debate, en nuestro país, desde el primer período legislativo luego del retorno a la democracia, los mismos parlamentarios han sido promotores de iniciativas legales tendientes a limitar la facultad que hoy contempla nuestra Constitución en esta materia. En este sentido, se han presentado a la fecha cinco mociones de Reforma Constitucional con el mismo fin, desde 1992.

Asimismo, cabe destacar el resultado de la Encuesta “Trabajo y vida parlamentaria. Chile y Argentina”, realizada por la Corporación de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), en septiembre del año 2005, respecto a la posibilidad de limitar la reelección, opción con la que un 60% de los diputados estuvo de acuerdo.

Por tanto, en mérito de todos los antecedentes anteriormente expuestos, estimamos conveniente proponer el siguiente Proyecto de Reforma Constitucional, con el objeto de limitar la reelección inmediata de los Diputados y Senadores, a tres y dos períodos respectivamente, y de esa forma lograr un justo equilibrio entre las ventajas y desventajas que presenta nuestro actual sistema de reelección indefinida. Con la fórmula que se sugiere, un Diputado podría permanecer en el cargo hasta por doce años y en el caso de un Senador, hasta dieciséis, estimando que, en ambos casos, es un tiempo razonable para permitir el desarrollo y discusión de proyectos legislativos de largo aliento y el esfuerzo por implementar políticas públicas vinculadas a los compromisos adquiridos con la ciudadanía.

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo 1º.- Reemplázase la segunda oración del inciso segundo del artículo 51º, por la siguiente oración nueva: “Los Diputados podrán ser elegidos en forma consecutiva en sus cargos hasta por tres períodos, mientras que los Senadores sólo podrán serlo consecutivamente, por dos períodos.”.

Artículo 2º.- Incorpórase la siguiente nueva vigésima primera disposición transitoria:

“Vigésima Primera: Las modificaciones dispuestas en el artículo 51º inciso segundo, se aplicarán respecto de los Diputados y Senadores en ejercicio, a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, considerando para tales efectos que el período que actualmente ejercen es el primero.”.

FRANCISCO CHAHUÁN CH.

DIPUTADO

VIÑA DEL MAR - CONCÓN

1.2. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 07 de septiembre, 2006. Moción Parlamentaria en Sesión 73. Legislatura 354.

Reforma constitucional para establecer un límite a la reelección a los cargos de diputado, senador y concejal

Boletín N° 4499-07

Fundamentos.

La presente iniciativa legal tiene como objeto modificar la periodicidad en la elección de cargos y la alternancia en el poder, tema que posee una enorme importancia en los sistemas democráticos de todos los tiempos.

La discusión jurídico-política en torno a la conveniencia de establecer limitaciones a la elegibilidad de un ciudadano que es candidato a un cargo de elección popular, tiene varias lecturas que son posibles de ser analizadas a la luz de los tiempos que corren. Sin duda nuestra sociedad aspira a que quienes representan a los ciudadanos y ciudadanas, den señales de transparencia que posibiliten una mayor legitimidad del sistema democrático y una estabilidad en el poder político, así como de las instituciones que conforman el Estado.

La alternancia establecida legalmente, implica un cambio obligatorio. Interpone entre la voluntad política y el ejercicio del poder, una dinámica que contribuye a generar nuevos espacios, nuevos rostros e innovaciones que encaminen a la democracia hacia rumbos en que las transformaciones necesarias se empiecen a dar, debido a que el acceso a los cargos que se eligen por sufragio popular, cuenten con figuras cuyo poder y peso político no impidan una rotación para materializar nuevas visiones ni tampoco el aporte de nuevas ideas que vengan a perfeccionar el sistema democrático.

Gran parte de los saltos cualitativos que el Chile de hoy requiere dar, se inician en los cambios que la política puede y debe aportar, uno de los cuales sin duda alguna, está presente en este proyecto.

Motivos del proyecto.

Sabemos que algunos parlamentarios, a través de reelecciones consecutivas, dominan electoralmente distritos sin representar adecuadamente los intereses y necesidades reales de las personas insertas en el contexto cultural y político que nos rodea. En este mismo sentido, el cargo de concejal debe garantizar sin lugar a dudas la necesaria traslación que requiere un adecuado rol fiscalizador al interior del Gobierno Comunal.

Frente a esto pensamos que la diversidad exige que para existir como tales, dichos espacios a los cuales accede un parlamentario, un concejal o un alcalde, sean relativizados y limitados con el objeto de dar paso a nuevas ideas y nuevas personas que hagan del servicio público su porvenir y su tarea.

Creemos firmemente que una de las limitantes que más incidencia tiene en la renovación del Congreso Nacional y de los Gobiernos locales, es la dificultad que para un simple ciudadano existe en triunfar electoralmente sobre un parlamentario o concejal en ejercicio. No sólo por los recursos económicos y partidistas empleados en ello, sino además porque el lugar notorio y privilegiado que ocupa dicha autoridad en cualquier acto público y la tribuna permanente que puede llegar a ostentar en los medios de comunicación impiden la rotación la cual es enormemente necesaria para las renovaciones y reestructuraciones que el Chile de hoy requiere.

Un constante debate acerca del país al que aspiramos, nos obliga tener como viga maestra de la política a las ideas que en ella se viertan. Un sistema binominal como el que tenemos que no da paso a la diversidad, hace que las ideas reales pasen a un segundo plano siendo las personas como tales y la escasa información que proporciona su imagen, los protagonistas de una política que no construye país. A esto debe sumarse, el excesivo presidencialismo del que hace gala la Constitución Política de 1980, todo lo cual desemboca en un escenario donde la rotación, creación de espacios y la potenciación de las ideas, es precario, y los personalismos, recurrentes y nocivos.

Aspiramos ciertamente a que la eficacia y bondad de las ideas que se generan en la política, en conjunto con todas las señales que se han dado en dichas materias, abran paso a una manera de entender a la ciudadanía y a lo público, en la cual las condiciones y características personales del parlamentario en ejercicio, como asimismo las de un concejal, sean secundarias en relación al proyecto de sociedad que propone y sustenta.

Aún cuando en el derecho comparado la ausencia de límites a la reelegibilidad de los cargos de elección popular, sea la regla general, encontramos casos en que se presenta la regla contraria.

Al efecto, en el caso de México, su Constitución Política en su artículo 59, nos señala que “Los Senadores y Diputados al Congreso de la Unión no podrán ser reelectos para el período inmediato.”

Asimismo, en el caso de Costa Rica, su Constitución Política en el artículo 107, nos expresa: “Los Diputados durarán en sus cargos cuatro años y no podrán ser reelectos en forma sucesiva.”

Estructura del proyecto de ley.

La presente moción modifica la Constitución Política de la República.

Dichos cambios se introducen para limitar la reelección de diputados, senadores y concejales en los ámbitos del Poder Legislativo y de la Administración Comunal respectivamente, fijándose como límite el de una reelección para el período inmediatamente sucesivo.

Para ello es indispensable que mucho de lo que existe y que impide aquel salto cualitativo que la política requiere, debe ser entendido como una tarea por hacer y por sobre todo, como un insoslayable compromiso con quienes emiten su voto en las urnas, y que para elegir a quienes han decidido hacer del servicio público su función, han hecho sobretodo una apuesta, un voto de confianza.

En virtud de los argumentos expuestos, proponemos a la Honorable Cámara de Diputados el siguiente proyecto de ley:

PROYECTO DE LEY.

Artículo único. Sustitúyase el inciso segundo del artículo 51 de la Constitución Política de la República por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los parlamentarios sólo podrán ser reelegidos por una sola vez para el período inmediatamente siguiente.”

-Sustitúyase el inciso primero del artículo 119 de la Constitución Política de la República por el siguiente:

“En cada municipalidad habrá un concejo integrado por concejales elegidos por sufragio universal en conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades. Durarán cuatro años en sus cargos y sólo podrán ser reelegidos por una sola vez para el período inmediatamente siguiente. La misma ley determinará el número de concejales y la forma de elegir el alcalde.”

1.3. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 05 de diciembre, 2006. Moción Parlamentaria en Sesión 103. Legislatura 354.

Reforma Constitucional que limita la reelección de Diputados y Senadores

Boletín N° 4701-07

VISTOS:

Lo dispuesto en los artículos 63 y 65 de la Constitución Política de la República; lo prevenido por la Ley Nº 18.918 Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y lo establecido por el Reglamento de la H. Cámara de Diputados.

CONSIDERANDO:

1° Que una democracia, entre otras muchas se caracteriza como un sistema que permite la alternancia en el poder, de modo que todas las tendencias políticas de una sociedad puedan ejercer cargos de relevancia política con el fin de desarrollar sus propuestas y programas.

2° Que en Chile la actividad política de desarrolla fundamentalmente desde los partidos políticos, sin perjuicio de la existencia de coaliciones y otras formas de organización que modernamente podemos ir vislumbrando, siendo la participación independiente prácticamente nula.

3° Que en nuestro país, con cierta madurez política, la mayoría de los partidos políticos son organizaciones con un amplio sentido democrático, al interior de los cuales coexisten diversos sectores, agrupados –desde luego- bajo unos principios determinados.

4° Que la política por definición es una actividad dinámica, que experimenta constantes cambios, sin perjuicio de desarrollarse -como hemos- dicho bajo ciertos criterios y principios que aseguran continuidad de ideas a quienes participan activamente en las organizaciones sociales, que son por excelencia los partidos políticos.

5° Que no obstante lo anterior, en lo que dice relación con la participación de pública de los militantes, ésta se desarrolla fundamentalmente a través de los cargos públicos de elección popular, al extremo que muchas veces el anhelo de un militante, y hasta la causa que explica su adscripción a un determinado partido político, es poder llegar a ser alcalde, senador o diputado.

6° Que la experiencia de los últimos 15 años nos ha mostrado una realidad en la cual, las mismas personas son quienes ejercen los mismos cargos y se eternizan en ellos por años. Lo que en sí no es malo, pues supone que a esas personas, cuyos cargos son de elección popular, se las ha vuelto a elegir porque han desarrollado de buena manera sus cargos. No obstante, tal afirmación no es siempre correcta, si consideramos que el voto en Chile se ejerce pensando en un partido político o en una coalición determinada. La inmensa mayoría del país vota, actualmente, por la Concertación de Partidos por la Democracia, una mayoría relativa lo hace por la denominada Alianza por Chile y otros muchos por otras corrientes políticas. Lo que queremos significar con ello es que las personas en Chile confían en las ideas representadas por determinadas personas, y en este bien entendido poco importa el nombre del candidato, como no sea para una elección determinada (para saber por quién se vota) como sí interesa saber a qué sector político adscribe.

7° Que, siguiendo la idea anterior, y tomando en cuenta que al interior de los partidos hay personas que “no ascienden” hasta lograr ser candidatos porque no hay cupos disponibles, se hace necesario limitar los períodos en que se puede repostular a un cargo de elección popular, dando de este modo “tiraje a la chimenea” y permitiendo que nuevas caras sean las que representen a sus partidos o colaciones en el Congreso Nacional o las Municipalidades.

8° Que de otro punto vista, y aunque son los mismos electores quienes determinan la permanencia de sus representantes en el Congreso Nacional y las Municipalidades (porque prefieren eso a permitir que otras fuerzas políticas conquisten tales o cuales espacios) esta es precisamente una de las situaciones que hacen recelar de la actividad política a las persona comunes y corrientes, que son en definitiva para quienes ejercemos los cargos públicos.

POR LO TANTO,

El diputado que suscribe viene en someter a la consideración de este Honorable Congreso Nacional el siguiente,

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo único: Agregase a continuación del punto y seguido del inciso segundo del artículo 47 de la Constitución política de la República, que se elimina, la siguiente frese: “hasta por un período.”

RODRIGO GONZÁLEZ TORRES

Diputado

1.4. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 08 de marzo, 2007. Moción Parlamentaria en Sesión 128. Legislatura 354.

Reforma constitucional que modifica el artículo 51, estableciendo reglas especiales en materia de reelección de cargos parlamentarios.

BOLETÍN N° 4891-07

1. Prolegómenos.- ¿Qué es el poder? La definición de FOUCAULT parece muy simple, el poder es una relación de fuerzas, o más bien, toda relación de fuerzas es una “relación de poder”. Como bien explica DELEUZE “eso quiere decir, en primer lugar, que el poder no es una forma, por ejemplo la forma-Estado; y que la relación de poder no se produce entre dos formas, como el saber. En segundo lugar, eso quiere decir que la fuerza nunca esta en singular, que su característica fundamental es estar en relación con otras fuerzas, de suerte que toda fuerza ya es relación, es decir, poder: la fuerza no tiene otro objeto ni sujeto que la fuerza”[1].

Las disposiciones programáticas de la Carta fundamental de 1980, asume una relación de poder optando por la reelección sin limitaciones, -como modo de ejercicio en este ámbito-, concretamente al establecer que el mandato parlamentario es renovable indefinidamente, como se desprende expresamente de la segunda oración del inciso segundo del art. 51 (antiguo art. 47). Esta posición ha sido controvertida, y existen criterios divergentes sobre su mantención en la carta de 1980, es así que la prohibición de la reelección se explica dogmáticamente, al decir del profesor SILVA BASCUÑAN “en el propósito que los mandatos electivos se ejerza sin sufrir la influencia que provenga del afán confesado o implícito de lograr del electorado la confirmación en el mandato; y de impedir así la transformación del cargo en una verdadera profesión, que tiene también sus inconvenientes, considerando que la inamovilidad puede ser obstáculo para la elevación al solio de otros ciudadanos cuando menos más aptos y sostenerse esa permanencia en compromisos desfavorables para el interés general”[2].

2. Historia legislativa. Desde la perspectiva histórica, no existía norma que impidiera la reelección de diputados y senadores en la carta de 1925 ni en las anteriores, siendo el mandato renovable indefinidamente (expresamente en el art. 36 Carta de 1823)[3]. En materia de reelección, existen varios proyectos presentados a la fecha tanto en materia parlamentaria como municipal, entre ellos el Boletín 712-07, de 3 de junio de 1992 (Dip. Schaulson), a la fecha archivado; el Boletín 1098-07 de 15 de septiembre de 1993 (Sen. Cantuarias), consagrando una limitación relativa a los Senadores, pero rechazado; el Boletín 2181-07 de 9 de junio de 1998 (Dip. Errázuriz), modificando el régimen de inhabilidades (antiguo art. 54) y con una fundamentación sorprendente al señalar que la reelección sin límites “…dificulta que los parlamentarios que quieren dejar la vida pública, puedan hacerlo si no hay un buen reemplazante que los sustituya”(¿quién determina que es un buen reemplazante?); el Boletín 2652-07 de 16 de enero de 2001 (Diputados Aguiló, Montes) en Primer trámite legislativo; el Boletín 2764-07, de 1 de agosto de 2001 (Sen. Ominami), a la fecha archivado; más reciente el Boletín 4115-07 de 22 de marzo de 2006 (Diputados Chahuán, Aedo, Rubilar y Valcarce); y el Boletín 4499-07 de 7 de septiembre de 2006 (Diputados Enríquez-Ominami, Alinco, Farías, Jiménez y Vidal).

3. Ideas Matrices.- Es por tales razones, que se propone un modelo que pretende limitar la reelección de diputados e impedir la de senadores, sin perjuicio de que postulen nuevamente al Congreso Nacional, al cabo de un período sin ejercer el poder en el Congreso Nacional, pues en definitiva se busca posibilitar una nueva relación de fuerzas en que los ciudadanos puedan optar al ejercicio de la función parlamentaria.

Es por eso que sobre la base de estos antecedentes y fundamentos venimos en proponer el siguiente:

Proyecto de reforma Constitucional

Art. Único. Para sustituir en el inciso segundo del artículo 51 de la Constitución Política, la expresión “Los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos” por la siguiente; “Los diputados podrán ser reelegidos en sus cargos por una sola vez. Los senadores no podrán ser reelegidos”.

MARCELO DÍAZ D.

DIPUTADO DE LA REPÚBLICA

[1] Deleuze Gilles Las estrategias o lo no estratificado: el pensamiento del afuera (poder) en Foucault p. 99 y ss. traducción de José Vásquez P. 1ª reimpresión de la 2ª edición Paidos Studio Buenos Aires 2005.
[2] Cfr. por todos SILVA BASCUÑAN Alejandro “Tratado de derecho constitucional” Tomo VI p. 85 2ª edición Editorial Jurídica de Chile 2000; véase además Constituciones Políticas de la República de Chile 1810-2005 p. 269 Diario Oficial Gráfica Puerto Madero.
[3] SILVA BASCUÑAN ob. cit. p. 99.

1.5. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 31 de agosto, 2011. Moción Parlamentaria en Sesión 76. Legislatura 359.

Reforma Constitucional que limita la reelección de Senadores y Diputados a uno y dos períodos máximos, respectivamente

Boletín N°7888-07

CONSIDERANDO:

1° Que, a la luz de los recientes acontecimientos de organización y movilización ciudadana de que hemos sido testigos y protagonistas millones de chilenos y chilenas, mediante los cuales se expresa una demanda generalizada por mayor participación en las decisiones del Ejecutivo y el Legislativo, se plantea la urgencia de llevar a cabo reformas políticas que apunten a mejorar nuestra consolidada democracia representativa.

De manera especial y en el contexto señalado, importa crear condiciones mínimas para el surgimiento, desarrollo y potenciación de mayores y renovados liderazgos democráticos.

2° Que, igualmente el actual sistema electoral binominal que se arrastra en nuestro país desde hace mas de dos décadas, restringe la renovación de tales liderazgos, pues contribuye en gran parte a perpetuar la reelección de 'los actuales parlamentarios, tal cual ha sido desde el año 1990 a la fecha.

Efectivamente, el sistema binominal tiene poco de competitivo a la hora de ofrecer a la ciudadanía las alternativas políticas electorales que permitan renovar los liderazgos en nuestro Congreso Nacional.

3° Que, de la misma forma, las estructuras, dinámicas y cultura organizacional de los partidos políticos tienen rasgos que no favorecen su democracia interna, dentro de los cuales tenemos la falta de una acción concertada para promover nuevos liderazgos.

Al respecto, el Partido Demócrata Cristiano, en su V Congreso Ideológico Programático, se comprometió y acordó que es urgente, no solo en la DC, sino también en todos los partidos de Chile, una renovación de sus liderazgos, estableciendo que es su decisión que los cargos de elección popular ocupados por los militantes de partido tengan limite a la reelección indefinida.

4° Que, nuestra Carta Fundamental, en su artículo 51, inciso segundo, contempla la reelección por periodos indefinidos de parlamentarios, tanto de Senadores como de Diputados. De la misma forma, en su artículo 119, inciso primero, la Constitución de la República contempla de reelección por periodos indefinidos de los concejales, incluido por cierto la figura del Alcalde.

En virtud de lo expuesto y con la convicción de querer contribuir al fortalecimiento de nuestra democracia y facilitar el surgimiento de más y renovados liderazgos, los Diputados y las Diputadas abajo firmantes, vienen en proponer el siguiente:

PROYECTO DE LEY

Refórmese la Constitución Política de la República, en el siguiente sentido:

ARTÍCULO PRIMERO: En el artículo 51, inciso segundo, reemplácese la última frase, luego del punto seguido (.), por la siguiente:

"Los Senadores podrán ser reelegidos consecutivamente solo por una vez; mientras que los Diputados podrán ser reelegidos consecutivamente solo por dos veces"

ARTÍCULO SEGUNDO: Intégrese una vigésima primera disposición transitoria, nueva, en los siguientes términos:

"Vigésima Primera: Las modificaciones dispuestas en el artículo 51, inciso segundo, serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, considerándose que el actual periodo en ejercicio es el primero".

1.6. Moción Parlamentaria

Moción de Karla Rubilar Barahona, René Aedo Ormeño, Ximena Valcarce Becerra y Francisco Chahuán Chahuán. Fecha 04 de abril, 2012. Moción Parlamentaria en Sesión 10. Legislatura 360.

Reforma constitucional que modifica el artículo 51, referido a la elección de Diputados y Senadores

Boletín N° 8221-07

I. Antecedentes

El día 30 de octubre de 2007 algunos de los que suscribimos esta moción, presentamos un proyecto de reforma constitucional (Boletín N°5429-07) que luego de los trámites de rigor fue rechazada en la Sala de la Cámara de Diputados con fecha 12 de agosto de 2009, al haber obtenido 70 votos favorables, en circunstancias que constitucionalmente requería 72 votos. Por ello, habiendo transcurrido ya sobradamente el periodo de tiempo necesario para presentar una nueva moción sobre la materia, los firmantes reiteramos, en idénticos términos la propuesta de reforma constitucional contenida en la presentación de octubre de 2007.

II. Fundamentos que justifican la propuesta

A continuación se desarrollan los argumentos que justificarían la reforma constitucional de acuerdo en los términos planteados en la propuesta. Considerando:

a. Que el desprestigio de la política y de quienes actúan en ella es creciente, todo lo cual hace que parte importante de la ciudadanía no confíe en las autoridades e, incluso, no tenga interés en participar en los procesos eleccionarios. Es algo común que gente valiosa, preparada y con vocación de servicio público, se margine completamente de las actividades políticas y no asuma responsabilidades por considerar que se les niegan las oportunidades y porque las tareas en el servicio público estarían reservadas para quienes hacen carrera política y se afirman en los cargos para los que han sido elegidos, de manera tal que sólo excepcionalmente alguien que provenga del mundo privado puede llegar a desplazarlos.

b. Que el hecho que haya personas que ejercen determinados cargos por largos períodos de tiempo, indiscutiblemente atenta contra la renovación de las ideas y propuestas, en contra de la eficiencia y el correcto ejercicio de los cargos y en contra de la seriedad, respetabilidad e independencia de las instituciones en que se cumplen dichas funciones, sin perjuicio, además, de que pueda constituirse en una fuente de corrupción.

c. Que desde la restauración democrática, se han presentado diversos proyectos de reforma constitucional destinados a limitar el número de reelecciones de los parlamentarios, todos los cuales, sea que se hayan archivado o rechazado, en la práctica, se encuentran con su tramitación paralizada, lo que pareciera indicar que no existe mayor interés en el mundo político por ocuparse de este tema que, por el contrario, interesa de sobremanera a la opinión pública, circunstancia que no hace más que aumentar el desprestigio de la política y de quienes se dedican a ella.

d. Que es menester evitar que los cargos de elección popular para el ejercicio de funciones parlamentarias, puedan convertirse en oficios o trabajos a que los elegidos dediquen toda su vida laboral, en circunstancias que lo que corresponde es que al servicio público se venga a aportar, para lo cual resulta primordial que lleguen a él los mejores, los que deberían poder competir sin tener que afrontar las trabas en que se traduce el hecho de que quienes detentan los cargos puedan mantenerlos indefinidamente.

e. Que es gravemente riesgosa para el sistema democrático, la reelección indefinida en los cargos de elección popular, por cuanto ello fomentaría el clientelismo político y la falta de renovación y de acceso de nuevas personas al servicio público. Es primordial que en una democracia moderna exista una efectiva alternancia en el poder, facilitando la renovación de ideas y de personas, en beneficio de un régimen político que debe estar cada vez más cerca de la gente y al servicio de sus necesidades.

f. Es por todo lo anterior, que presentamos el presente proyecto de reforma constitucional, en la esperanza de que tenga verdadera acogida en el Poder Ejecutivo y en el Congreso Nacional, ya que lo entendemos de urgente necesidad para el mejoramiento de nuestra democracia.

Texto de la propuesta

Por lo tanto, en base a las consideraciones precedentemente expuestas, los diputados que suscriben, vienen en presentar el siguiente:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

"Artículo único.- Introclúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1 Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

"Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados, en cambio, podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.",

2.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

"Vigésima primera.- Lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 51, tendrá aplicación sólo a partir de las elecciones parlamentarias del año 2013".

1.7. Primer Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 05 de septiembre, 2012. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 79. Legislatura 360.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN Y JUSTICIA RECAÍDO EN SEIS PROYECTOS DE REFORMA CONSTITUCIONAL REFUNDIDOS QUE LIMITAN LA REELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS Y CONCEJALES.

BOLETINES N°s. 4115-07; 4499-07; 4701-07; 4891-07; 7888-07 y 8221-07.

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia viene en informar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, los siguientes proyectos de reforma constitucional refundidos:

1.-Reforma constitucional que limita la reelección de los diputados y senadores. Boletín N° 4115-07, originada en una moción del entonces diputado señor Francisco Chahuán Chahuán, de la diputada señora Karla Rubilar Barahona y de los ex diputados señora Ximena Valcarce Becerra y René Aedo Ormeño.

2.- Reforma constitucional para establecer un límite a la reelección a los cargos de diputado, senador y concejal. Boletín N° 4499-07, originada en una moción de la diputada señora Ximena Vidal Lázaro, diputados señores René Alinco Bustos, Ramón Farías Ponce y Tucapel Jiménez Fuentes y del ex diputado señor Marco Enríquez-Ominami Gumucio.

3.- Reforma constitucional que limita la reelección de diputados y senadores. Boletín N° 4701-07, originada en una moción del diputado señor Rodrigo González Torres.

4.- Reforma constitucional que modifica el artículo 51, estableciendo reglas especiales en materia de reelección de cargos parlamentarios. Boletín N° 4891-07, originada en una moción de los diputados señores Marcelo Díaz Díaz, Alfonso de Urresti Longton y del entonces diputado señor Fulvio Rossi Ciocca y con el copatrocinio de los diputados señoras Clemira Pacheco Rivas y Denise Pascal Allende y señor Fidel Espinoza Sandoval y del ex diputado señor Raúl Súnico Galdames.

5.- Reforma constitucional que limita la reelección de senadores y diputados a uno y dos períodos máximos, respectivamente. Boletín N° 7888-07, originada en una moción de los diputados señores Fuad Chahín Valenzuela, Jorge Sabag Villalobos y Matías Walker Prieto y el copatrocinio de los diputados señora Carolina Goic Boroevic, René Saffirio Espinoza y Víctor Torres Jeldes.

6.- Reforma constitucional que modifica el artículo 51, referido a la elección de diputados y senadores. Boletín N° 8221-07, originada en una moción de los diputados señores Jorge Burgos Varela, Alberto Cardemil Herrera, Guillermo Ceroni Fuentes, Marcelo Díaz Díaz y Edmundo Eluchans Urenda.

Durante el análisis de esta iniciativa, la Comisión contó con la colaboración del abogado señor Roberto Munita Morgan, asesor de la bancada del partido Renovación Nacional.

I.- IDEAS MATRICES O FUNDAMENTALES

La idea central de todos estos proyectos tiene por objeto limitar las reelecciones consecutivas de quienes sirvan cargos de representación popular.

Con tal propósito:

a) El proyecto Boletín 4115-07 permite la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores hasta por uno, a la vez que agrega una norma transitoria para que se considere el actual período como el primero.

b) El proyecto Boletín 4499-07 limita la reelección de diputados, senadores y concejales a sólo una vez.

c) El proyecto Boletín 4701-07 autoriza la reelección de diputados y senadores hasta por una vez.

d) El proyecto Boletín 4891-07 permite solamente la reelección de los diputados, limitada a un período. Mediante una indicación, se considera el actual período como el primero.

e) El proyecto Boletín 7888-07 autoriza la reelección de los diputados hasta por dos períodos y la de los senadores solamente por uno, agregando mediante una norma transitoria que esta normativa será aplicable a partir de las próximas elecciones parlamentarias, pero considerando el actual período como el primero.

f) El proyecto Boletín 8221-07 permite la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores sólo por uno, estableciendo mediante una norma transitoria que esta limitante empezará a aplicarse a partir de las elecciones parlamentarias de 2013.

II.- CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS.

Para los efectos de lo establecido en los números 5° y 7° del artículo 287 del Reglamento de la Corporación, la Comisión, teniendo en consideración el acuerdo adoptado en el sentido de refundir las seis iniciativas pero tomando como base para el debate el proyecto contenido en el boletín N° 8221-07, dejó constancia de lo siguiente:

1.- Que se aprobó la idea de legislar por mayoría de votos ( 8 votos favor, 1 en contra y 1 abstención). Votaron a favor los diputados señores Burgos, Calderón, Cardemil, Ceroni, Eluchans, Cristián Monckeberg, Squella y Walker. En contra lo hizo el diputado señor Rincón. Se abstuvo la diputada señora Turres.

2.- Que se rechazaron las siguientes indicaciones:

a.- La del diputado señor Díaz para agregar la siguiente disposición vigésimo sexta transitoria:

“ Las modificaciones introducidas en el artículo 51 se aplicarán a los Diputados y Senadores actualmente en ejercicio.”.

b.- La de los diputados señora Turres y señores Calderón y Rincón para introducir las siguientes modificaciones en el artículo único:

1.- Suprimir las expresiones “ en cambio”.

2.- Reemplazar el vocablo “ dos” por “ tres”.

III.- DIPUTADO INFORMANTE.

Se designó Diputado Informante al señor Edmundo Eluchans Urenda.

IV.- QUÓRUM DE VOTACIÓN.

De conformidad a lo establecido en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política, afectando las modificaciones que introduce este proyecto a los capítulos V y XIV de la Carta Fundamental, requieren para su aprobación del voto conforme de las tres quintas partes de los diputados y senadores en ejercicio.

V.- RESEÑA DE LAS MOCIONES PARLAMENTARIAS REFUNDIDAS EN ESTE PROYECTO.

El texto de las mociones parlamentarias consideradas en este proyecto es el siguiente:

a.- Boletín N° 4115-07

1.- reemplaza en su artículo 1° la segunda oración del inciso segundo del artículo 51 por la siguiente:

“Los diputados podrán ser elegidos en forma consecutiva en sus cargos hasta por tres períodos, mientras que los senadores sólo podrán serlo consecutivamente por dos períodos.”.

2.- agrega una norma transitoria del siguiente tenor:

“ Las modificaciones dispuestas en el artículo 51, inciso segundo, se aplicarán respecto de los diputados y senadores en ejercicio, a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, considerando para tales efectos que el período que actualmente ejercen es el primero.”.

b.- Boletín N° 4499-07.

Sustituye el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“ Las elecciones de diputados y senadores se efectuarán conjuntamente. Los parlamentarios sólo podrán ser reelegidos por una sola vez para el período inmediatamente siguiente.”.

c.- Boletín N° 4701-07.

Este proyecto, presentado antes de la reforma constitucional introducida por la ley N° 20.050, suprime el punto seguido del inciso segundo del artículo 47 ( que después de la reforma pasó a ser 51), y agrega a continuación lo siguiente:

“hasta por un período.”.

d.- Boletín N° 4891-07.

Sustituye en el inciso segundo del artículo 51 los términos “ Los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos” por los siguientes:

“ Los diputados podrán ser reelegidos en sus cargos por una sola vez. Los senadores no podrán ser reelegidos.”.

e.- Boletín N° 7888-07.

1.- Reemplaza por su artículo 1°, en el inciso segundo del artículo 51, la frase que sigue al punto seguido por la siguiente:

“ Los senadores podrán ser reelegidos consecutivamente sólo por una vez; mientras que los diputados podrán ser reelegidos consecutivamente sólo por dos veces.”.

2.- Por su artículo 2° agrega una norma transitoria del siguiente tenor:

“ Las modificaciones dispuestas en el artículo 51, inciso segundo, serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, considerándose que el actual período en ejercicio es el primero.”.

f.- Boletín N° 8221-07.

Introduce las siguientes modificaciones en la Constitución Política:

Por su número 1 sustituye el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“ Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados, en cambio, podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.

Por su número 2 agrega la siguiente disposición transitoria:

“ Lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 51, tendrá aplicación sólo a partir de las elecciones parlamentarias del año 2013.”.

VI.- LEGISLACIÓN COMPARADA.

Conforme a un trabajo preparado por la Asesoría Técnica Parlamentaria de la Biblioteca del Congreso Nacional, de un total de 17 países analizados, solamente Costa Rica y México impiden la reelección inmediata, sin perjuicio de la posibilidad de repostularse pasada una legislatura.

Tomando como base un trabajo titulado “Debate sobre la reelección en Latinoamérica” del señor John Carey, se señala que sobre la materia existen visiones antagónicas, argumentando quienes están a favor de la reelección, que ello debiera alentar la responsabilidad democrática y la rendición de cuentas debido a que se alinean los intereses de la autoridad política en ejercicio con los futuros votantes; en otras palabras, quienes aspiran a la reelección están más atentos a las preferencias de los ciudadanos y a responder ante ellos.

Otro argumento a favor de la reelección consiste en que ella tendería a generar una profesionalización de la carrera legislativa por cuanto entregaría más experiencia a los legisladores, quienes “ saben que la prudencia, la negociación y la discreción son herramientas básicas del quehacer político y legislativo y hacen más estable la relación Ejecutivo – Legislativo”.

Quienes son contrarios a la reelección, sostienen, como principal argumento, que los políticos podrían abusar del poder con que cuentan a fin de perpetuarse en sus cargos, además de que podría fomentar la corrupción ya que está en juego la mantención de un cargo de poder y el político en ejercicio que, a la vez, es candidato, puede disponer de mayores recursos para fines electorales, lo que también conlleva el riesgo del clientelismo con determinados sectores de la sociedad en desmedro de otros.

Otro argumento sostiene que una clase política que no se renueva, pierde vigor en el debate y las ideas, transformándose en una especie de club cerrado de caras conocidas.

Finalmente, de acuerdo al autor mencionado, las prohibiciones a la reelección inmediata son poco comunes, haciendo presente que el sistema estadounidense, que sirvió de base para el establecimiento de las democracias latinoamericanas, permite la reelección indefinida de los miembros del Congreso y, por ende, la gran mayoría de los países de la región no contemplan restricciones al respecto. Algo similar sucede con los países que tienen sistemas parlamentarios.

VII.- ANTECEDENTES.

En atención a que la Comisión en la sesión de fecha 29 de agosto del año en curso, acordó refundir los seis proyectos reseñados y tomar como base para el debate el texto propuesto en el boletín N° 8221-07, en este capítulo se efectúa un resumen de los fundamentos de tal iniciativa.

1.- Los autores de esta moción empiezan recordando que una anterior iniciativa, presentada el 30 de octubre de 2007, suscrita por varios de los patrocinantes de la que ahora se analiza, fue rechazada en la Cámara no obstante haber obtenido 70 votos a favor, insuficientes para cumplir con la exigencia constitucional de los tres quintos de los diputados en ejercicio, es decir, 72 votos, razón por la cual, transcurrido el plazo legal, vienen en reiterar en los mismos términos dicha presentación.

Al efecto, sostienen en su fundamentación, que el desprestigio de la política y de quienes actúan en ella es creciente, lo que redunda en que parte importante de la ciudadanía no confíe en las autoridades e, incluso, se desinterese en participar en los procesos eleccionarios. Agregan que ya es algo común que gente valiosa y con preparación, se margine de la actividad política y rehúya asumir responsabilidades por estimar que las tareas propias del servicio público están reservadas para quienes hacen carrera política, los que además se afirman en sus cargos, de tal manera que sólo por excepción quienes provienen del mundo privado tienen la posibilidad de desplazarlos.

Agregan que el hecho que haya personas que detenten determinados cargos por largos períodos, atenta contra la renovación de las ideas y del correcto ejercicio de la función como también de la seriedad, respetabilidad e independencia de las instituciones en que estas personas se desempeñan, sin perjuicio, además, de que ello pueda dar lugar a actos de corrupción.

Recuerdan que desde la restauración democrática, han sido presentadas diversas iniciativas de reforma a la Constitución para limitar el número de reelecciones de los parlamentarios, todas las que han sido rechazadas o archivadas o su tramitación se encuentra paralizada, lo que estaría demostrando el poco interés del medio político por tratar este tema, cuestión que, en cambio, sí es del interés de la opinión pública, dicotomía que evidentemente aumenta el desprestigio de la política y de quienes a ella se dedican.

Estiman necesario evitar que los cargos parlamentarios puedan convertirse en verdaderos oficios o trabajos a los que los elegidos dediquen toda su vida laboral, por cuanto lo que corresponde es que al servicio público se venga a aportar, lo que requiere la incorporación de los mejores, lo que, en otras palabras, significa permitirles competir por tales cargos sin que deban afrontar las trabas que representan quienes pueden mantenerlos indefinidamente.

De todo lo anterior, deducen lo altamente riesgoso para el buen desarrollo del sistema democrático que resulta el permitir la reelección indefinida en los cargos de elección popular, por cuanto ello fomenta el clientelismo político y conlleva la falta de renovación y de acceso de nuevas personas al servicio público. Agregan que en una democracia moderna parece primordial una efectiva alternancia en el poder, que facilite una verdadera renovación de las ideas y personas, en beneficio de un sistema político más cercano a la gente y a la atención de sus necesidades.

2.- El artículo 51 de la Constitución Política establece lo siguiente:

“Se entenderá que los diputados tienen, por el solo ministerio de la ley, su residencia en la región correspondiente, mientras se encuentren en ejercicio de su cargo.

Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos.

Las vacantes de diputados y las de senadores se proveerán con el ciudadano que señale el partido político al que pertenecía el parlamentario que produjo la vacante al momento de ser elegido.

Los parlamentarios elegidos como independientes no serán reemplazados.

Los parlamentarios elegidos como independientes que hubieren postulado integrando lista en conjunto con uno o más partidos políticos, serán reemplazados por el ciudadano que señale el partido indicado por el respectivo parlamentario al momento de presentar su declaración de candidatura.

El reemplazante deberá reunir los requisitos para ser elegido diputado o senador, según el caso.

Con todo, un diputado podrá ser nominado para ocupar el puesto de un senador, debiendo aplicarse, en ese caso, las normas de los incisos anteriores para llenar la vacante que deja el diputado, quien al asumir su nuevo cargo cesará en el que ejercía.

El nuevo diputado o senador ejercerá sus funciones por el término que faltaba a quien originó la vacante.

En ningún caso procederán elecciones complementarias.”.

VIII.- DISCUSIÓN DEL PROYECTO.

a.- Discusión general.

1.- Durante el debate acerca de la idea de legislar, la Comisión consideró en un principio, sobre la base de las seis iniciativas analizadas, la posibilidad de incluir en el límite de la reelección no sólo todos los cargos que son de elección popular, sino también aquéllos de representación gremial o sindical como también los de las directivas de los partidos políticos, idea que encontró oposición en las opiniones de los diputados señores Araya, Squella y Letelier.

En efecto, el diputado señor Araya expresó dudas acerca de la posibilidad de limitar las reelecciones en el campo gremial, aduciendo que ello constituiría una intromisión indebida del legislador en la vida interna de las organizaciones intermedias de la sociedad civil. Creía que la forma más eficaz de evitar la eternización de ciertos dirigentes en sus cargos, podría darse por la vía de establecer un control efectivo de las elecciones internas de dichas organizaciones, sin perjuicio, además, de que medidas como las que se proponían, podrían traducirse en un entorpecimiento de las funciones de muchas organizaciones que sólo cuentan con cantidades relativamente pequeñas de afiliados.

Se mostró partidario de limitar los alcances de la iniciativa sólo a los cargos de elección popular.

El diputado señor Squella, citando el inciso tercero del artículo 1° de la Constitución Política, sostuvo que la proposición, en lo que se refiere a los dirigentes gremiales, sería inconstitucional, por cuanto las entidades gremiales como grupos intermedios de la sociedad civil, son soberanas en decidir acerca de la reelección de sus dirigentes, toda vez que, de acuerdo a la citada norma, el Estado garantiza a dichas entidades la adecuada autonomía para cumplir sus propios fines específicos, opinión que compartió en todas sus partes el diputado señor Letelier y de la que discrepó el diputado señor Cristián Mönckeberg.

La Comisión acogiendo las opiniones mencionadas y contando, además, con el parecer favorable de los Diputados señores Burgos, Calderón, Díaz y Eluchans, acordó limitar los alcances de la iniciativa solamente a los cargos de elección popular.

El diputado señor Mönckeberg junto con efectuar una reseña de los puntos en discusión, señaló ser partidario de fijar un límite común de tiempo como máximo para el ejercicio de todos los cargos, dejándolo en 16 años, lo que permitiría una reelección para los senadores y tres para todas las demás autoridades. Igualmente, fue partidario de no considerar tal límite en el caso de quienes no postulen a la misma circunscripción, distrito o comuna por cuanto ello significaría una situación nueva y no reflejaría la intención de perpetuarse en el cargo.

El diputado señor Eluchans recordó una anterior moción suya en el mismo sentido del tema que se analiza, que se perdió en la Sala por no haber obtenido el quórum constitucional requerido, en la que se proponía una reelección para los senadores, es decir, 16 años en el cargo; dos en el caso de los diputados, es decir 12 años de ejercicio; una para los alcaldes, vale decir 8 años en el cargo, y dos para los concejales, o sea, 12 años de duración. No obstante, estaba llano a considerar la propuesta del diputado señor Mönckeberg.

Explicó que, en realidad, no creía que esta reforma por sí sola fuera a solucionar el problema de la permanencia excesiva en sus cargos de algunos parlamentarios ni la mala imagen que se tiene en general de la política, pero, en todo caso, sería un paso positivo que junto con varios otros que se darán a futuro, podrán ayudar a recuperar la respetabilidad de estas funciones, sin perjuicio, además, de que permitirá una renovación de los políticos y el surgimiento de nuevos liderazgos.

En lo referente a la posibilidad de no considerar límite de tiempo en el cargo si la postulación se efectúa a una circunscripción, distrito o comuna distintos, sostuvo que si bien podría ser una idea que concitara mayor respaldo para la aprobación de esta reforma, no le parecía adecuada, insistiendo en que la restricción debería ser de carácter general.

Con respecto a que esta restricción se aplicara con efecto retroactivo, es decir, a quienes sirven actualmente sus cargos, creía que la norma que se proponía debería regir para las reelecciones consecutivas y no hacia atrás por cuanto ello haría inviable el proyecto. Ante una objeción formulada por el diputado señor Díaz, agregó que no sólo tal inviabilidad lo llevaba a sostener su opinión, sino porque podría darse lugar a situaciones injustas respecto de quienes ganaron sus cargos sin esta limitación, sin perjuicio, además, de las suspicacias que podrían despertarse en el sentido de querer perjudicar a determinadas personas.

Terminó señalando que todas estas consideraciones lo habían llevado a plantear en la iniciativa que patrocinaba, que la limitación que se imponía rigiera solamente a contar de las elecciones del año 2013, de tal manera que el primer período comenzara a correr cuando asumieran sus cargos los electos en dicha elección.

El diputado señor Walker explicó que en la moción que patrocinaba se permitía hasta por dos veces la reelección de los diputados, por tanto, 12 años en el cargo, y una en el caso de los senadores, es decir, 16 años de ejercicio. En cuanto a su aplicación en el tiempo no compartía la posibilidad de la retroactividad, toda vez que ello abriría la puerta a sospechas de una conjura de los diputados para desbancar a algunos senadores. A su juicio, la norma debería ser general, abstracta y permanente aunque ello permitiera que quienes detentan sus cargos por veinte años, puedan aún optar a dos reelecciones más, no obstante lo cual estaba llano a considerar el actual período como el primero y así lo proponía en su moción a fin de evitar se desvirtuara la reforma.

En cuanto al número de reelecciones permitidas a los integrantes de la Cámara que proponía el diputado señor Mönckeberg, consideró que tres reelecciones podría resultar excesivo, aún cuando apreciaba se homologara la cantidad máxima de años en el cargo de las autoridades. Concordó también con la idea de que la limitación de las reelecciones debería ser de carácter general, sin atender a que la postulación fuera a otra circunscripción, distrito o comuna por cuanto los parlamentarios son diputados y senadores de la República

Coincidió también con la idea de limitar las reelecciones de alcaldes y concejales a una vez para los primeros y dos para los segundos, pero respecto de los consejeros regionales debería ser una sola por cuanto el ejercicio de esos cargos está asociado a la disposición de los recursos de la región.

El diputado señor Ceroni expresó su conformidad con las ideas matrices de las mociones en análisis, en especial por las ventajas que implica renovar a los miembros del Congreso Nacional y por el sistema electoral imperante, ya que si este último fuera distinto, permitiría competir bajo condiciones de mayor igualdad y, en tal caso no parecería necesaria esta reforma, correspondiendo a la ciudadanía decidir sobre la permanencia de sus representantes en los cargos parlamentarios, aunque ello pueda significar que algunos congresistas conserven sus plazas casi de forma vitalicia.

Estaba de acuerdo con el planteamiento efectuado por el diputado señor Walker en cuanto al número de reelecciones permitidas, creyendo, además, necesario compatibilizar la idea de la renovación con la que impone la realidad, es decir, de que quienes ejercen hoy labores parlamentarias, tengan en cuenta la inevitable retoma de las actividades que ejercían antes de ser electos. Al respecto, pensaba que la prohibición del ejercicio de la abogacía que afectaba a los parlamentarios, atentaba a la posibilidad de éstos de reinsertarse en el mundo laboral.

Creía importante esta iniciativa en cuanto constituía una señal de apertura en el sentido de que todos podrían acceder a la función parlamentaria, pero no concordaba con la idea de darle efecto retroactivo a sus disposiciones, no sólo por las inevitables polémicas y suspicacias que podría ocasionar sino porque impediría a los electores decidir si los actuales parlamentarios que los representan pueden o no seguir en sus cargos.

El diputado señor Burgos señaló que la moción que patrocinaba, permitía la reelección de diputados y senadores en cualquier distrito o circunscripción, hasta dos veces en el caso de los primeros y una en el de los segundos, pero, en todo caso, debería señalarse en la ley la fecha de su entrada en vigencia porque, en caso contrario, regiría de inmediato, cuestión que solamente le preocupaba por la posibilidad de que se rechazará la iniciativa. En lo que se refería a la reelección de alcaldes, concejales y consejeros creía razonable establecer igual límite, es decir, dos veces o, lo que es lo mismo, 12 años de ejercicio a fin de no establecer asimetrías en cuanto al tratamiento de estos cargos.

El diputado señor Araya dijo creer que el problema que se generaba era producto del sistema electoral binominal, por cuanto, a pesar de las buenas intenciones de estas mociones, podrían generarse efectos perversos. Así, en el caso de los senadores el establecimiento del límite a la reelección, significaría que en el último período que sirvieran, carecerían de incentivos para acudir a sus circunscripciones e incluso, para no ausentarse de su propio trabajo legislativo, sin que exista un adecuado control del cumplimiento de sus funciones. Creía que estas modificaciones no solucionarían el problema, siendo para ello indispensable reformar el sistema electoral, ya que bajo un régimen proporcional se darían las condiciones para una real competencia y sería innecesaria esta reforma.

En todo caso, era partidario que tanto senadores, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales duraran en sus cargos, como máximo, 16 años, a fin de estandarizar su ejercicio para todas estas autoridades.

El diputado señor Díaz manifestó su total acuerdo con lo afirmado por el diputado señor Araya acerca de la necesidad de reformar el sistema electoral, pero como no había seguridad de que se aprobaran las mociones que en tal sentido se habían presentado, parecía razonable analizar la posibilidad de la limitación de las reelecciones, por lo que había suscrito la moción del diputado señor Eluchans.

Concordó, asimismo, con la opinión del diputado señor Burgos en cuanto a que si no se fijaba una fecha de vigencia en la ley, ésta entraría a regir de inmediato. No obstante lo cual, dijo ser partidario de establecer expresamente la posibilidad de la retroactividad a fin de que la ciudadanía supiera como votan sus representantes, argumentando que la disociación que existe entre las acciones y dichos de los diputados en la Cámara y en sus distritos, ha contribuido al desprestigio de la política. No le parecía aceptable oponerse a la retroactividad por el simple temor de que se rechazara la iniciativa, por cuanto la verdadera razón de la imposición de límites, obedecía a que el mecanismo que permite la reelección indefinida es equivocado. Al respecto, señaló que al término del actual período legislativo, habrá senadores que habrán ejercido sus cargos por 24 años y a los que, al no establecer la aplicación retroactiva de esta reforma, les permitirá completar 40 años en sus cargos.

El diputado señor Rincón, citando como ejemplo las regulaciones restrictivas impuestas sobre la materia en el Congreso de México, las que actualmente se busca revertir por no haber dado los resultados que se esperaban, dijo no creer que esta reforma contribuyera a solucionar los problemas de imagen que afectan al Parlamento, pero, en todo caso, de persistirse en la idea de limitar las reelecciones, ésta debería ser igual en sus efectos para senadores y diputados, porque no habría razón para permitir que los primeros, con una reelección, pudieran detentar sus cargos por 16 años y los segundos con dos, solamente 12 años. Sostuvo que la extensa duración del mandato senatorial, constituye un caso único en lo que respecta a cargos de elección popular y que si lo que se busca es renovar el Congreso en un ambiente de real competencia, parece imprescindible velar por la igualdad de armas, permitiendo que un diputado pueda desafiar a un senador en la postulación a un cargo en la Cámara Alta. Por todo lo anterior, era partidario de permitir una reelección para los senadores y tres para los diputados, de tal manera de igualar el tiempo máximo en el cargo en un total de 16 años.

El diputado señor Calderón apoyó la opinión del diputado señor Díaz por cuanto si se optaba por no pronunciarse acerca del efecto retroactivo de esta reforma, esta propuesta carecería de sentido, ya que no será posible evitar que algunos parlamentarios superen con creces los límites que se desea establecer, pudiendo alcanzar el tiempo ya señalado de 40 años en el cargo.

Coincidió, asimismo, con la opinión del diputado señor Rincón en cuanto a que no había fundamentos suficientes para hacer distingos entre diputados y senadores en lo referente a la limitación de las reelecciones y el tiempo máximo de permanencia en los cargos, toda vez que la asimetría en tal materia dificultaría la competencia.

Creía, al igual como lo habían afirmado los demás diputados, que la reelección indefinida constituía una barrera para el ingreso de nuevos candidatos, aun cuando pensaba que el traslado del parlamentario a otra circunscripción o distrito, no debería ser impedimento para su postulación, no afectándole los límites que se quería imponer ya que ello no afectaría la competencia, opinión esta última con la que coincidió el diputado señor Cardemil.

La diputada señora Saa consideró que el problema de las reelecciones se vinculaba directamente con el régimen electoral imperante, por cuanto con la aplicación del sistema binominal, la reelección indefinida constituye un abuso de poder, puesto que si se considera, por una parte, la paridad de parlamentarios electos en los dos conglomerados mayoritarios y, por la otra, la inmensa ventaja que tiene quien postula a la reelección sobre quien aspira al mismo cargo, la desigualdad resulta evidente. Citó en apoyo de sus afirmaciones el ejemplo de su propia carrera parlamentaria, señalando que había sido reelecta en cuatro oportunidades, lo que significaba que fuera conocida por el 90% de los electores de su distrito, porcentaje que para un competidor que fuera en su misma lista, difícilmente superaría el 12%.

Estuvo de acuerdo con que esta iniciativa podría contribuir a mejorar la imagen que se tiene sobre los parlamentarios, razón que la llevaba a apoyar la idea de legislar, pero no por ello dejaba de considerar que dicho efecto podría conseguirse en forma más efectiva si el sistema electoral permitiera una real competencia. Terminó su intervención reflexionando acerca de si convenía que la política se convirtiera en una verdadera profesión, como sucedía con las personas que desempeñaban cargos parlamentarios por largo tiempo.

El diputado señor Schilling señaló no creer que esta iniciativa contribuyera a mejorar la percepción existente sobre la democracia representativa, sus actores y los partidos políticos y, refiriéndose a la propuesta del diputado señor Rincón, en cuanto a igualar la cantidad de años que puede un parlamentario permanecer en su cargo, dijo que ello, en la práctica, equivaldría a designar diputados como senadores, por cuanto una vez agotada la reelección a que puede aspirar el segundo, el diputado que gane la correspondiente elección, podrá ocupar su cargo de inmediato, opinión esta última que no compartió la diputada señora Turres, quien sostuvo que tal situación podría darse únicamente en las regiones de Aysén y Magallanes, pero no en las demás en que hay más de un distrito por circunscripción.

Cerrado finalmente el debate, la Comisión llegó a los siguientes acuerdos:

1° Limitar los alcances de la iniciativa solamente a los cargos de elección popular, vale decir, diputados, senadores, alcaldes, concejales y consejeros regionales.

2° Fijar como límite para las reelecciones una para los senadores, es decir, 16 años y dos para los diputados y demás autoridades, o sea, 12 años.

Cabe señalar que esta opción contó con el voto favorable de los diputados señores Burgos, Cardemil, Ceroni, Díaz, Eluchans y Walker.

Los diputados señores Araya, Calderón y Cristián Mönckeberg fueron partidarios de fijar los límites en 16 años para todos los cargos.

3° La reforma no tendrá efecto retroactivo, sin perjuicio de la opinión contraria del diputado señor Díaz.

4° La limitación regirá para las reelecciones consecutivas, de tal manera que una vez alcanzadas una o dos reelecciones, no podrá el parlamentario postular al cargo para el período inmediatamente siguiente, pero si podrá hacerlo para el subsiguiente.

5° El límite será de carácter absoluto, es decir, afectará todas las reelecciones independientemente de si se trata de la misma circunscripción, distrito, comuna o región.

Esta opción contó con el apoyo de los diputados señores Araya, Burgos, Ceroni, Díaz, Eluchans y Walker.

Los diputados señores Calderón, Cardemil y Cristián Mönckeberg fueron partidarios de no aplicar el límite si la postulación fuera a una circunscripción, distrito, comuna o región distintos.

6° No habrá impedimento para quien luego de haber sido reelecto por el número de veces que se autoriza, se postule a un cargo distinto, como sería el caso de un diputado dos veces reelecto al cargo de senador.

7° Las disposiciones de esta reforma serán aplicables a partir de las próximas elecciones parlamentarias y municipales, considerando como el primer período el que empiece a correr una vez que asuman las nuevas autoridades.

Esta opción contó el apoyo de los Diputados señores Araya, Calderón, Cardemil, Eluchans y Cristián Mönckeberg.

Los Diputados señores Burgos, Ceroni, Díaz y Walker fueron partidarios de considerar el período en ejercicio como el primero.

Puesto en votación en general el proyecto, se aprobó por mayoría de votos (8 votos a favor; 1 en contra y 1 abstención). Votaron a favor los diputados señores Burgos, Calderón, Cardemil, Ceroni, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker. En contra lo hizo el diputado señor Rincón. Se abstuvo la diputada señora Turres.

b.- Discusión en particular.

Como ya se dijo en el capítulo II al tratar de las constancias reglamentarias, el debate en particular se efectuó sobre la base del texto propuesto en el boletín N° 8221-07, de autoría de los diputados señores Burgos, Cardemil, Ceroni, Díaz y Eluchans.

Artículo único.

Introduce dos modificaciones en la Constitución Política.

Número 1.-

Sustituye el inciso segundo del artículo 51, el que dispone que “Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos.”.

La modificación reemplaza esta norma por lo siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrá ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados, en cambio, podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.

Los diputados señora Turres y señores Calderón y Rincón presentaron una indicación para suprimir la expresión “ en cambio” y sustituir el término “dos” por “ tres”.

La indicación, en parte formal y en parte de fondo, no tuvo otro objetivo que el de igualar la cantidad máxima de tiempo que diputados y senadores pueden permanecer ininterrumpidamente en el cargo.

No se produjo mayo debate, rechazándosela por mayoría de votos. (4 votos a favor y 6 en contra). Votaron a favor los diputados señora Turres y señores Calderón, Cristián Mönckeberg y Rincón. En contra lo hicieron los diputados señora Saa y señores Cardemil, Díaz, Eluchans, Squella y Walker.

Puesto en votación luego el número, fue aprobado por mayoría de votos (9 votos a favor y 1 en contra). Votaron a favor los Diputados señoras Saa y Turres y señores Calderón, Cardemil, Díaz, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker; en contra lo hizo el diputado señor Rincón.

Posteriormente a la aprobación de esta norma, la Comisión acordó, por unanimidad, suprimir las expresiones “ en cambio”.

Número nuevo ( pasó a ser 2).

Los diputados señora Turres y señores Calderón, Cardemil, Ceroni, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker presentaron una indicación para introducir una modificación en el inciso segundo del artículo 113, disposición que junto con señalar el carácter normativo, resolutivo y fiscalizador dentro del ámbito de competencia del gobierno regional que competen al consejo regional y señalar las funciones que le corresponden, indica en su inciso segundo que “estará integrado por consejeros elegidos por sufragio universal en votación directa, de conformidad con la ley orgánica constitucional respectiva. Durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos. La misma ley establecerá la organización del consejo regional, determinará el número de consejeros que lo integrarán y su forma de reemplazo, cuidando siempre que tanto la población como el territorio de la región estén equitativamente representados.”.

La indicación agrega a continuación de los términos destacados y antes del punto seguido, las expresiones “hasta por dos veces consecutivas”.

La modificación que no tiene otro objeto más que limitar la reelección de los consejeros regionales para hacerlos coincidir con el tiempo máximo de duración en el cargo de un diputado, se aprobó sin mayor debate por mayoría de votos (7 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención). Votaron a favor los diputados señores Calderón, Cardemil, Ceroni, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker. En contra lo hizo el diputado señor Rincón. Se abstuvo la diputada señora Turres.

Número nuevo (pasó a ser 3).

Los mismos diputados señora Turres y señores Calderón, Cardemil, Ceroni, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker presentaron una indicación para modificar el inciso primero del artículo 119, norma que en dicho inciso señala que en “cada municipalidad habrá un concejo integrado por concejales elegidos por sufragio universal en conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades. Durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos. La misma ley determinará el número de concejales y la forma de elegir al alcalde.”.

La indicación, al igual que en el caso anterior y con similar finalidad, intercala entre los términos destacados y el punto que los sigue, las expresiones “hasta por dos veces consecutivas”.

Se aprobó la indicación sin mayor debate, por mayoría de votos (7 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención). Votaron a favor los diputados señores Calderón, Cardemil. Ceroni, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker. En contra lo hizo el diputado señor Rincón. Se abstuvo la diputada señora Turres.

Respecto de estos dos nuevos números, el Diputado señor Rincón precisó que su voto en general respecto del proyecto y en particular sobre estos dos números nuevos, obedeció a la falta de aplicación de un criterio uniforme en lo que respecta a la cantidad máxima de años en que pueden ejercerse, en forma consecutiva, los cargos de parlamentario, concejales y consejeros regionales, lo cuales deberían uniformarse en 16 años.

Número 2. ( pasó a ser 4).

Agrega una nueva norma transitoria a la Constitución Política para establecer que lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 51, tendrá aplicación sólo a partir de las elecciones parlamentarias del año 2013.

El diputado señor Eluchans, previendo posibles demoras en la aprobación de esta iniciativa, sugirió precisar que la reforma será aplicable a partir de la primera elección parlamentaria que se efectúe con posterioridad a la publicación de esta ley.

El diputado señor Walker recordó que en la iniciativa que el patrocinaba, se planteaba en una norma transitoria que las modificaciones que se introducen en el artículo 51, regirían a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, pero entendiendo que el período en ejercicio es el primero, propuesta que rebatió el diputado señor Squella por estimar que ello sería inconstitucional, por cuanto afectaría el ejercicio de un cargo para el cual se fue elegido, sin que la Constitución señalara límites en lo referente a la reelección.

El diputado señor Calderón reiteró su parecer en cuanto a que si se omitía la norma transitoria, la reforma constitucional, una vez publicada, regiría de inmediato, con lo cual aquellos parlamentarios que ya hubieren servido sus cargos el número de veces que se fijan como límite, no podrían postular en las siguientes elecciones al mismo cargo.

1.- Al respecto, el diputado señor Díaz presentó una indicación para sustituir este número por el siguiente:

“Vigésimo sexta: Las modificaciones introducidas en el artículo 51 serán aplicables a los diputados y senadores actualmente en ejercicio.”.

Se rechazó la indicación, sin nuevo debate, por mayoría de votos (2 votos a favor, 7 en contra y 1 abstención). Votaron a favor los diputados señores Calderón y Díaz; en contra lo hicieron los diputados señora Turres y señores Cardemil, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Rincón, Squella y Walker. Se abstuvo la diputada señora Saa.

2.- El diputado señor Walker presentó una segunda indicación para sustituir este número por el siguiente:

“ Las modificaciones dispuestas en el artículo 51, inciso segundo, serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, considerándose que el actual período en ejercicio es el primero.”.

No se produjo mayor debate en cuanto a los fines perseguidos por la indicación, sin perjuicio de la necesidad de complementarla para incluir en ella las modificaciones introducidas a los artículos 113 y 119, aprobándosela en definitiva por mayoría de votos ( 8 votos a favor y 2 en contra). Votaron a favor los diputados señoras Saa y Turres y señores Calderón, Cardemil, Díaz, Cristián Mönckeberg, Squella y Walker. En contra lo hicieron los diputados señores Eluchans y Rincón.

Conforme a lo anterior, el texto de esta disposición quedó como sigue:

“ Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.

Finalmente, la Comisión con el objeto de que la suma o denominación del proyecto correspondiera a la totalidad de las modificaciones que se introducían en el texto constitucional, acordó sustituirla por la siguiente:

“ Reforma constitucional que establece límites a la reelección de senadores, diputados, concejales y consejeros regionales.”.

******

Por las razones señaladas y por las que indicará oportunamente el señor diputado informante, esta Comisión recomienda aprobar el proyecto de conformidad al siguiente texto:

“PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“ Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.

2.- Intercálanse en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, las expresiones “ hasta por dos veces consecutivas”.

3.- Intercálanse en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, las expresiones “ hasta por dos veces consecutivas”.

4.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“ Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.

******

Sala de la Comisión, a 5 de septiembre de 2012.

Acordado en sesiones de fechas 6 de junio, 7, 14 y 29 de agosto y 5 de septiembre del año en curso, con la asistencia de los diputados señor Cristián Mönckeberg Bruner ( Presidente), señora Marisol Turres Figueroa y señores Pedro Araya Guerrero, Jorge Burgos Varela, Giovanni Calderón Bassi, Alberto Cardemil Herrera, Guillermo Ceroni Fuentes, Aldo Cornejo González, Marcelo Díaz Díaz, Edmundo Eluchans Urenda, Felipe Harboe Bascuñán, Ricardo Rincón González y Arturo Squella Ovalle.

En reemplazo del diputado señor Marcelo Díaz Díaz asistió el diputado señor Marcelo Schilling Rodríguez; en reemplazo de la diputada señora Marisol Turres Figueroa asistió el diputado señor Cristián Letelier Aguilar; en reemplazo del diputado señor Aldo Cornejo González asistió el diputado señor Matías Walker Prieto y en reemplazo de los diputados señores Guillermo Ceroni Fuentes y Felipe Harboe Bascuñan asistió la diputada señora María Antonieta Saa Díaz.

EUGENIO FORTER MORENO

Abogado Secretario de la Comisión

1.8. Discusión en Sala

Fecha 12 de septiembre, 2012. Diario de Sesión en Sesión 80. Legislatura 360. Discusión General. Se aprueba en general.

REFORMA CONSTITUCIONAL PARA ESTABLECER LÍMITE A REELECCIÓN SUCESIVA DE DIPUTADOS Y SENADORES, CONSEJEROS REGIONALES Y CONCEJALES. Primer trámite constitucional.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, iniciado en mociones refundidas, que limita la reelección de los diputados y senadores, consejeros regionales y concejales.

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es el señor Edmundo Eluchans.

-Antecedentes:

-Moción, boletín 4115-07, sesión 5ª, en 22 de marzo de 2006. Documentos de la Cuenta N° 4.

-Moción, boletín 4499-07, sesión 73ª, en 7 de septiembre de 2006. Documentos de la Cuenta N° 7.

-Moción, boletín 4701-07, sesión 103ª, en 5 de diciembre de 2006. Documentos de la Cuenta N° 13

-Moción, boletín 4891-07, sesión 128ª, en 8 de marzo de 2007. Documentos de la Cuenta N° 7.

-Moción, boletín 7888-07, sesión 76ª, en 31 de agosto de 2011. Documentos de la Cuenta N° 7.

-Moción, boletín 8221-07, sesión 10ª, en 4 de abril de 2012. Documentos de la Cuenta N° 7.

-Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, sesión 79ª, en 12 de septiembre de 2012. Documentos de la Cuenta N° 5.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

El diputado señor Giovanni Calderón rendirá el informe, en reemplazo del diputado informante .

Tiene la palabra su señoría.

El señor CALDERÓN.-

Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, paso a informar el proyecto de reforma constitucional, que recoge las propuestas de seis iniciativas parlamentarias, que buscan el mismo objetivo: modificar la Carta Política para los efectos de limitar la reelección sucesiva de diputados, senadores, concejales y consejeros regionales.

Las seis iniciativas parlamentarias mencionadas, cuyo contenido y finalidades se reseñan en el informe, cuentan con el patrocinio de representantes de todas las corrientes políticas y fueron presentadas a tramitación en este período legislativo y en anteriores. Todo ello demuestra la transversalidad de su origen y el interés que esta materia despierta en el medio político desde hace ya algún tiempo.

En virtud de un acuerdo de la Comisión, refrendado por esta Sala, se procedió a refundir tales iniciativas, tomando como base el texto del proyecto propuesto por los diputados señores Burgos , Cardemil , Ceroni , Díaz y Eluchans .

Los fundamentos de las limitaciones que se proponen se basan en la necesidad de revertir el creciente desprestigio que hoy afecta a la política y a quienes actúan en ella, sentimiento que provoca desconfianza en las autoridades e, incluso, desinterés en participar en los procesos eleccionarios. Además, la permanente reelección de las mismas personas en los cargos de elección popular, provoca que gente capacitada y con vocación de servicio sea renuente a asumir responsabilidades, por cuanto consideran que los cargos del servicio público están prácticamente reservados para quienes hacen carrera política y, por lo mismo, desplazarlos resulta casi imposible.

Cabe agregar que la mantención de cargos por largos períodos impide la renovación de las ideas y el correcto ejercicio de la función, afectando la respetabilidad e independencia de las instituciones en que esas personas se desempeñan, sin perjuicio de la posibilidad de que tal situación pueda dar lugar a actos de corrupción.

Los patrocinantes de estas iniciativas estiman necesario evitar que los cargos de elección popular devengan en verdaderos oficios o trabajos a los que puedan dedicar toda su vida laboral quienes los detentan, por cuanto lo que corresponde es que al servicio público se vaya a aportar, para lo cual se requiere la concurrencia de los mejores. Para ello parece imprescindible permitir a las personas competir por tales cargos sin tener que afrontar las trabas que representan quienes pueden mantenerlos indefinidamente.

Para lograr la consecución de los propósitos anunciados se plantea limitar la reelección de senadores a un solo período, pudiendo completar así un total de 16 años ininterrumpidos en el cargo; y la de diputados, concejales y consejeros regionales, a dos reelecciones consecutivas, con un total de 12 años en el cargo. En todo caso, esta limitación en nada impedirá al interesado, una vez completado el total de reelecciones a que puede aspirar, presentarse para el período subsiguiente.

Ante algunas prevenciones acerca de la conveniencia de homologar el tiempo máximo de permanencia ininterrumpida en los cargos para todos quienes accedan a ellos por medio de votaciones populares, se estimó que tres reelecciones sucesivas para diputados, concejales y consejeros podrían resultar excesivas.

Como complemento de lo anterior, se acordó que la limitación de la reelección consecutiva tendría carácter de absoluto; es decir, afectaría igualmente a quien, luego de cumplida la cantidad de reelecciones permitidas, postule al mismo cargo en otra circunscripción, distrito, comuna o región. No obstante, nada impediría aspirar a un cargo diferente, como sería el caso de un alcalde a diputado o de un diputado a senador.

Finalmente, en lo que se refiere a la aplicación en el tiempo de estas nuevas disposiciones, se planteó que regirían a partir de las próximas elecciones parlamentarias, de concejales y de consejeros regionales, respectivamente, pero considerando que el período en actual ejercicio es el primero.

Es cuanto puedo informar.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

En discusión general el proyecto.

Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.

El señor GARCÍA (don René Manuel).-

Señor Presidente , pedí la palabra para fijar mi posición respecto de este proyecto, por una razón muy sencilla: estoy pareado con mi colega de distrito Fernando Meza.

No obstante ello, estoy absolutamente de acuerdo con la restricción de la elección de los parlamentarios (diputados y senadores), consejeros regionales y concejales.

Por lo tanto, más que un discurso, quiero fijar mi postura, ya que estoy pareado.

Quiero dar esta explicación para que no se preste a interpretaciones equívocas de algunas personas que pueden usar esto en forma política. La verdad es que estoy absolutamente de acuerdo con el proyecto y si no hubiese estado pareado con mi colega Fernando Meza, lo hubiera votado en forma favorable.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.

El señor BURGOS.-

Señor Presidente , como cuestión formal, creo que es una lástima que el diputado René Manuel García esté pareado, porque, si mal no recuerdo, la última vez que se votó una moción en este sentido él votó en contra y veo que ha tenido un cambio muy positivo y lo felicito.

Por tanto, le pido que haga una gestión con el Partido Radical, porque presumo que el diputado Meza también está a favor de esta moción, por tanto, estamos perdiendo dos votos. En consecuencia, por esta vez, ojalá el Partido Radical libere al diputado René Manuel García del pareo para que pueda votar esta moción en forma favorable, ya que pueden faltar votos para su aprobación.

Le doy una interrupción al diputado don René Manuel García , señor Presidente .

El señor RECONDO ( Vicepresidente ).-

Por la vía de la interrupción, tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.

El señor GARCÍA (don René Manuel).-

Señor Presidente , que no quede suspicacia en el ambiente. Mociones en este sentido se han votado otras veces y siempre lo he hecho en forma favorable. No estoy buscando ningún subterfugio para esto. Además, el pareo lo tengo con el colega Fernando Meza y no con el Partido Radical. En la mañana, le consulté al señor Secretario si era posible levantar el pareo por hoy y respondió negativamente, ya que había órdenes expresas de que se mantuviera hasta el día 14 de septiembre.

No son suspicacias. Si el señor Secretario revisa las votaciones realizadas respecto de otras mociones en este sentido, va a encontrar mi voto favorable a limitar la reelección de los parlamentarios por el tiempo que establece el proyecto.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Puede continuar con el uso de la palabra el diputado señor Jorge Burgos.

El señor BURGOS.-

Señor Presidente , mejor todavía. Creo que era una gran oportunidad para seguir votando esto en forma favorable.

Volviendo al tema de fondo, la simplicidad del proyecto es obvia. Se trata de poner un límite a una cuestión que en Chile hoy no lo tiene, que es la reelección de ciertas autoridades, particularmente los parlamentarios. Creo que, con justa razón, se ha agregado a cores, concejales y alcaldes.

Me parece que es bueno para la democracia que se ponga un límite a las reelecciones, tal como existe para la reelección de Presidente de la República y también para otros cargos que no tienen tanta connotación política, como ocurre con el Tribunal Constitucional y Banco Central, ya que en ninguna de esas entidades las personas pueden ser reelegidas.

Me parece que es una regla sana y positiva. Es particularmente positiva en el caso de las elecciones universales, en que se incluyen los parlamentarios, porque cuando la ausencia de una norma restrictiva de reelecciones permanentes va acompañada de un sistema electoral que es favorable al incumbente, las cosas son aún más complejas.

Siempre se dice que, al terminar un período, el cambio de parlamentarios está dentro de la regla histórica, que es de un tercio en cada Cámara, pero buena parte de ese tercio se compone de personas que no van a la reelección u optan a ser candidatos al Senado.

En consecuencia, si uno desagrega esas dos situaciones puede ver que la renovación es bastante mínima, y eso tiene que ver con la dificultad que existe para derrotar al incumbente en un sistema brutal y excesivamente mayoritario. Ahí hay una reforma pendiente, ojala que algún día se apruebe.

A mi juicio, no siendo esta la reforma más esencial de las que están pendientes, ayuda a dar más tiraje a la chimenea, pero también a una cuestión que es fundamental, que es intentar legitimar a las instituciones democráticas de nuestro país. Qué duda cabe, no hay ninguna encuesta ni informe de cualquier naturaleza que no dé cuenta del grado de desprestigio de nuestras instituciones políticas, incluido, por cierto, en un lugar muy privilegiado, el Congreso Nacional. Ello es grave, porque si hay una institución distintiva entre una democracia y una dictadura, es el Congreso Nacional. Suelen haber dictaduras, o las hay, todas con Ejecutivo y, muchas veces, con poder judicial seudoautónomo, como ocurrió en Chile, pero lo que nunca hay es un Congreso Nacional. Es, por esencia, la institución más demostrativa de la existencia de un régimen democrático en una determinada nación.

Cuando el grado de prestigio de ese Congreso Nacional está por los suelos, o muy cerca, es motivo de preocupación para cambiar ciertas conductas -qué duda cabe-, pero también para dar cuenta de reformas institucionales, y esta es una de ellas que, probablemente, no es la más esencial. A mi juicio, lo es mucho más abordar el tema de los altísimos quorums, que van más allá de una mayoría natural en cualquiera Constitución, y también el sistema binominal.

Pero, sin duda, esta reforma, que ha sido transversalmente apoyada no solo en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, sino que también por los mocionantes de las seis o siete propuestas, en las que hay nombres de diputados de todos los partidos representados en esta Cámara y desde hace mucho tiempo.

En consecuencia, tenemos una gran oportunidad para dar una señal y, más que eso, para dar un paso concreto que permita avanzar en una norma que limite las elecciones en los términos señalados en el proyecto. No son limitaciones brutales, sino que tienen que ver con dos períodos, considerando el actual como el primero. En consecuencia, si se aprueba, los actuales diputados van a tener la posibilidad de tener dos reelecciones y los senadores una elección más, completando un período de ocho años más.

Por último, es una buena oportunidad para que esta reforma -la última vez que se votó una moción similar se perdió por dos o tres votos- se apruebe en esta sesión, sobre todo, en un momento en que, como Cámara de Diputados, no hemos dado buenas señales respecto de modificaciones que también llevan a una mayor legitimación de la política chilena. Me refiero, fundamentalmente, al cambio de la Constitución, lo cual hace unas semanas se perdió por dos o tres votos.

En resumen, se trata de un buen proyecto, una buena reforma constitucional que ayuda a un objetivo central frente a la sociedad, que es crear mayores condiciones de legitimidad del sistema político en las instituciones y da cuenta de una necesidad. En Chile es necesario abrir las ventanas y permitir que, a partir de nuevas candidaturas, más personas participen en la democracia. El proyecto se inserta en esa lógica.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni.

El señor CERONI.-

Señor Presidente , no hay duda que muchos parlamentarios queríamos que llegara el momento de votar un proyecto así, que esperamos se apruebe.

La iniciativa se viene gestando desde hace muchos años y no solo en el último tiempo, como algunos pueden pensar. Ya en el año 2007 -si no me equivoco- existían mociones en este sentido. Incluso esta es consecuencia de alrededor de seis mociones de diversos parlamentarios.

En mi opinión, la causa más profunda de presentar este proyecto y apoyarlo para limitar la reelección de parlamentarios y otras autoridades es el sistema binominal, que no permite que puedan llegar al Congreso Nacional nuevas caras. No cabe duda de que si tuviéramos un sistema electoral más representativo sería distinto y, a lo mejor, no estaríamos discutiendo esta materia, porque la ciudadanía podría expresarse en forma mucho más clara, libre y democrática sobre si quiere seguir votando por determinado diputado o senador y cuántos años más quiere que sigan desempeñando sus cargos. Pero como el sistema binominal tergiversa la voluntad popular, hay que legislar para establecer límites.

Sin duda, son muchas las opiniones que se dan en uno y otro sentido. También se han realizado estudios, como los que nos entregó la Biblioteca del Congreso Nacional: de 17 países analizados, solo en Costa Rica y México no existe reelección inmediata. No son muchos los casos, pero en Chile estamos así debido al sistema electoral existente. La bestia del binominal, como algunos llaman a este sistema, complica la vida y desprestigia las instituciones y al sistema. Por lo tanto, es urgente cambiarlo, para prestigiar la política.

Este proyecto ha sido bastante consensuado y en la Comisión fue aprobado, prácticamente, por todos los sectores políti-

cos, lo que habla muy bien de la Cámara. El proyecto fija claramente el número de reelecciones, estableciendo que un senador no podrá ocupar el cargo por más de 16 años, y los diputados y otras autoridades por más de 12 años. Es decir, un senador puede ser reelecto una vez, y un diputado , dos veces.

Pero, para que no queden dudas, el límite que se establece para las reelecciones es absoluto, porque algunos podrían pensar que si un diputado se presentara por otro distrito o un senador por otra circunscripción, podría considerarse que no es una reelección. Pero no es así, pues también se considera como tal. Como digo es un límite absoluto, porque se considera cualquier distrito o circunscripción para los efectos de que un candidato no supere el límite de las reelecciones.

También queda claro que si un diputado es reelegido dos veces, después de cumplir con la restricción impuesta, podrá volver a postular a futuro, incluso a otro cargo. Es algo que el proyecto también deja claro.

Se trata de una iniciativa bastante clara y sencilla, y considero que aprobarla sería bueno para nuestra democracia y para el prestigio de la política. Nuestro deseo es que cuente con los votos que requiere para ello y, por supuesto, será una forma de ir respondiéndole a la ciudadanía respecto de lo que quiere íntimamente.

Sin embargo, la señal más de fondo es modificar el sistema electoral, así como también efectuar algunos cambios institucionales mucho más profundos.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Fidel Espinoza.

El señor ESPINOZA (don Fidel).-

Señor Presidente , sin perjuicio de compartir algunos criterios expresados con anterioridad, considero que si bien este proyecto no es la panacea, representa un avance importante para un régimen democrático que ofrece pocas posibilidades a las coaliciones y a los partidos políticos para que se produzca el necesario tiraje a la chimenea que requiere la actividad política.

No comparto plenamente lo manifestado por el diputado Burgos , quien señaló que es un muy buen proyecto; considero que no es tan bueno. Como digo, es un avance porque, a partir de su promulgación como ley, permitirá limitar los períodos que podrá cumplir un parlamentario, sea senador o diputado , así como también otras autoridades públicas, como alcaldes, concejales y consejeros regionales. Reitero que, desde ese punto de vista, el proyecto constituye un avance.

Comparto algunos lineamientos que planteó en la Comisión el diputado Marcelo Díaz , en cuanto a que este proyecto podría haber tenido otro carácter. Incluso, manifestó que podría tener efecto retroactivo.

Quiero iniciar mi intervención expresando, en primer lugar, que no comparto el hecho de que en Chile tengamos un sistema que establece distinto número de años para el ejercicio de los cargos de senador y diputado . Es excesivo que los senadores permanezcan ocho años en su cargo, lo que se traduce en perjuicio para la propia comunidad que los elige, por una razón muy sencilla. Hay muchos candidatos y candidatas que se han especializado en ser elegidos senadores o senadoras y que después, simplemente, desaparecen de la región en la cual fueron elegidos, para reaparecer 18 o 24 meses antes de una nueva elección. Es un problema que debemos tener claro, que ocurre no solo en la región que represento, sino también en otros lugares del país, porque los períodos de los senadores son muy extensos.

He conversado con muchos colegas que me han dicho que, en siete años, algunos senadores van una o dos veces a las comunas de la circunscripción que representan y después se olvidan de ellas. Suelen concurrir, por ejemplo, a los actos oficiales de Fiestas Patrias y a otras actividades similares, pero no a trabajar con la comunidad, que es lo que todos quisieran. Parto de esta base, porque es algo que no se puede solucionar.

Además, tenemos otro problema, que hoy nos convoca, relacionado con el número ilimitado de reelecciones existente en la actualidad. Así, por ejemplo, en el Congreso Nacional -por más que para algunos sea motivo de orgullo-, algunos parlamentarios que fueron elegidos cuando recuperamos la democracia, es decir, en 1990, han sido reelegidos desde la siguiente elección en adelante. Pero muchos de ellos -destaco su labor porque considero que ha sido positiva- han sido reelegidos porque no han tenido una verdadera competencia en su distrito o circunscripción senatorial. Al final, para no perder un cupo, sus partidos optan por seguir nominándolos, lo que ha facilitado su reelección en forma ilimitada. Me parece un exceso que algunos diputados lleven seis períodos parlamentarios, situación que el proyecto corrige, aunque solo en parte.

Algunos dirán por ahí que si son reelegidos es porque lo han hecho muy bien, lo que puede ser cierto en muchos casos; pero también sucede porque la gente no tiene otra alternativa, debido a que nuestro actual sistema electoral se lo impide. En el pasado, un partido político podía llevar uno, dos o tres candidatos, y la gente elegía al que consideraba su mejor representante.

Obviamente, vamos a votar a favor de este proyecto de ley, sin dejar de plantear algunos aspectos que me parecen preocupantes, como la diferenciación en la cantidad de años -como dijo el diputado Rincón- que pueden permanecer en sus cargos diputados y senadores. No estoy de acuerdo con la indicación que apuntaba a nivelar esta cifra en 16 años, porque es un período excesivo. Lo ideal sería que los diputados tuvieran derecho a una reelección, y los senadores a ninguna. Sería algo interesante porque, reitero, desde mi punto de vista, 16 años es un período excesivo.

Asimismo, me gustaría que a futuro pudiéramos discutir -es un tema que ha estado en el tapete, después de las brillantes intervenciones del diputado Urrutia , que hoy, nuevamente, ha hecho una apología del odio- sobre la posibilidad de introducir otras inhabilidades. Por ejemplo, los candidatos que colaboraron con quienes violaron los derechos humanos no deberían ser elegidos parlamentarios. Incluso, en las bancadas de enfrente, tenemos exmiembros de la DINA, órgano represor que violentó los derechos humanos de las personas. En la UDI, también hay diputados que fueron colaboradores directos de Colonia Dignidad y que, por lo tanto, no deberían ser elegidos parlamentarios.

Después de volver a escuchar, hace algunos minutos, la intervención del diputado Urrutia , me doy cuenta de que, a pesar de que han pasado tantos que años desde que recuperamos la democracia, hay algunos que siguen con la prédica del genocidio. No me cabe duda alguna de que, si volviera a producirse una situación similar a la del 11 de septiembre de 1973, -Dios no lo quiera-, algunas mentes enfermizas como la del diputado Urrutia -no podría tener otro calificativo- acusarían a diputados de nuestras bancadas para que nos hicieran desaparecer o para que nuestros derechos humanos fueran atropellados, tal como quedó demostrado con la segunda intervención del diputado que acabo de mencionar.

No me quiero desviar del sentido del proyecto que, como dije al inicio de mi intervención, constituye un avance que hay que valorar. Pero no tenemos que quedarnos solo en eso. El principal mal de nuestra democracia es el sistema binominal, que empaña el sentido de la iniciativa como la que conocemos hoy, que busca mayor participación ciudadana, que haya nuevos candidatos, nuevos postulantes, y que exista un nuevo Parlamento. El sistema binominal causa deterioro en nuestra democracia, porque impide que los partidos opten, como ocurría en la década de los 60 o 70. En ese entonces existía un sistema proporcional, en el que los partidos podían llevar más candidatos, no como ocurre con el cerrado sistema actual, que impide a la ciudadanía elegir, dentro de un abanico mucho más grande de oportunidades, a parlamentarios, concejales y consejeros regionales.

Termino mis palabras expresando que vamos a votar favorablemente la iniciativa, porque es un paso importante, sin perjuicio de dejar establecido en la Sala que eso no debe limitar nuestra posibilidad de seguir avanzando para, en el futuro, perfeccionar la democracia, lo que significa terminar con el perverso sistema binominal, que tanto daño ha hecho a la democracia de nuestro país.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Cristián Monckeberg.

El señor MONCKEBERG (don Cristian) .-

Señor Presidente , este es uno de los buenos proyectos que nos ha tocado conocer que, quizá, no genera mayor noticia o revuelo, pero constituye una buena señal desde el Congreso Nacional a la ciudadanía.

Tengo mis dudas de si el Senado le dará la celeridad que nosotros le dimos en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Diputados, y espero que esas dudas se despejen. Como se sabe, el proyecto se está tramitando sin urgencia -el Ejecutivo no se la ha puesto- y tuvo su origen en moción, no en mensaje del Presidente de la República . Por lo tanto, tiene doble o triple valor, porque somos los propios parlamentarios -en este caso, los diputados- quienes, tras recoger la crítica o la mala opinión sobre la labor del Parlamento y de los diputados, los que hemos sido capaces de estudiar y sacar adelante un proyecto para limitar nuestras reelecciones, de manera que no puedan ser indefinidas, como está consagrado hoy.

Reitero que uno de los primeros puntos dignos de destacar es que se trata de un proyecto originado en moción parlamentaria.

Como bien indicó el diputado informante , se encuentran en tramitación dos proyectos: el primero, reforma la Constitución en lo que dice relación con la reelección de diputados y senadores, consejeros regionales y concejales; el segundo, modifica la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades en relación con la reelección de alcaldes.

La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, pese a su recargada agenda legislativa, plagada de importantes proyectos, algunos calificados con discusión inmediata y otros con suma urgencia, se ha dado tiempo -dentro del escaso de que dispone, porque es una de las comisiones que sesiona más veces por semana- para llevar adelante la discusión de estos proyectos.

El primero trata del reemplazo parlamentario, que se discutió en la Sala en dos oportunidades y no ha sido objeto de consenso. A buen entendedor, pocas palabras, habrá que hacer reposar la iniciativa hasta que logremos ese consenso. Pero eso no significa que no vamos a seguir tramitando otras reformas políticas que a la bancada de Renovación Nacional le interesan y generan debate interno.

La primera es la que ahora nos convoca, sobre el límite a la reelección indefinida. Todos sabemos que la reelección solo está limitada para el cargo de Presidente de la República , por lo tanto, forma parte de la agenda de los temas que nosotros creemos que hay que estudiar y sacar adelante, entendiendo las legítimas diferencias dentro de las propias bancadas. Ojalá se genere un consenso y un acuerdo necesario en la materia.

Otro punto que forma parte de la discusión de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia -y en esto es importante que quede claro que actuamos absolutamente coordinados con las directivas de los partidos políticos, pues así debe ser en estos temas-, es el que dice relación con el cambio del sistema electoral para elegir a los parlamentarios. Ahí tenemos que hacer esfuerzos importantes y todos debemos ceder de una u otra manera. Ha habido grandes avances; esfuerzos de la UDI, de mi partido, Renovación Nacional, y de los partidos de la Oposición, con el ánimo de buscar consenso y alcanzar acuerdos. Es obvio que requieren ciertas condiciones, una de las cuales, insoslayablemente, es que dejemos operar el nuevo padrón electoral, que es la gran reforma en la materia que ha llevado adelante el Gobierno con la inscripción automática y el voto voluntario. Lo lógico y obvio, antes de llevar adelante una modificación sobre el particular, es que probemos cómo se comporta el padrón electoral en la próxima elección municipal.

De los temas que nos interesaban y en los que no fuimos capaces de alcanzar consenso, y es importante que quede establecido para la historia fidedigna del establecimiento de la ley, es que también en la Comisión se discutió limitar no solo la elección a los cargos que hemos señalado en innumerables ocasiones, sino que también a otros. ¿Por qué no limitar las elecciones de las directivas de los gremios, de las directivas de los partidos políticos, de los colegios profesionales? Es decir, limitar las reelecciones de las organizaciones intermedias.

Había un atisbo de consenso, pero surgieron argumentos que dicen relación con inconstitucionalidades, como la del artículo 1° que todavía no me convence mucho, en el sentido de que las organizaciones intermedias tienen la autonomía plena para cumplir sus propios fines específicos, por lo tanto, la Constitución se los garantiza y a través de esa norma no podríamos limitar la reelección sino cambiando ese artículo.

No quisimos seguir explorando y ampliando la reforma, porque vimos que, a lo mejor, eso iba a limitar o a imposibilitar llegar a un acuerdo importante.

Creemos que esa reforma debiera abordarse en una segunda etapa, porque así como un parlamentario o un alcalde tendrán una limitación de 12 o 16 años, según el cargo, no nos parece adecuado que un señor, por ejemplo, que es presidente de la CUT, esté 20, 30 o 40 años en el cargo; que nadie le diga nada, que nadie lo saque y por osmosis se vaya repitiendo. Eso no nos cabe en la cabeza, no creemos que sea bueno ni sano y es importante que también se aborde.

Por lo tanto, como se ha dicho en los informes, en los cargos de senadores se permitirá la reelección por un período, y en todos los demás cargos, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales, en la reforma que lleva adelante el Gobierno para que se elijan por votación popular, podrán estar en sus cargos 12 años.

Sin ir más lejos, el informe plantea en sus páginas 13 y 14 los principios que dicen relación con la reforma y que votamos uno por uno. Primero votamos los principios, para ver si alcanzábamos acuerdos y, luego, redactamos y aprobamos lo que dice relación con la normativa constitucional. No los voy a repetir, pero es importante señalar que están en la página 13 y 14 del número 1 al 7, donde están claramente establecidos los principios que rigen esta reforma en cuanto a número de períodos, reglas de si soy diputado y después de cumplir mi período puedo o no presentarme inmediatamente a senador. Eso se podrá hacer, lo que no puede ocurrir es que si soy diputado y me quiero cambiar de distrito, no lo voy a poder hacer y tendré que esperar un tiempo de cuatro años para presentarme de nuevo al mismo cargo.

Es importante que se conozcan esos principios y que después quedan reflejados en el articulado del proyecto.

Otro tema importante es que el primer período desde el cual se cuenta esta reforma es el actual, el que estamos ejerciendo ahora. Es bueno que eso se sepa, por lo tanto, los diputados, los senadores, los alcaldes, están ahora cumpliendo su primer período y quien lleva un período, en el caso de los diputados, podrá ser reelegido por dos períodos más.

Esto forma parte de una agenda que opera por convicción y principios y porque, efectivamente, los diputados que concurrimos con nuestros votos a aprobar el proyecto -y espero que hoy también exista mayoría en la Sala para eso- actuemos por convicción.

Creemos que la democracia debe estar marcada por la participación masiva de la ciudadanía, pero también hay que buscar la manera de que la reelección tenga límites. ¿Qué quiere decir esto? Que haya una mezcla que permita, por un lado, que la experiencia se mantenga en el Congreso Nacional, por ejemplo, y también en las alcaldías, en los concejos y en los consejos regionales, pero con renovación de liderazgos. Un plazo de 16 años va a permitir esa mezcla. A su vez, los parlamentarios se van a renovar y también van a recoger la experiencia de los que se queden, pero incorporando a los nuevos, que traen las ganas, las fuerzas y el empeño suficiente para sacar adelante las iniciativas.

Para terminar, agrego que forma parte del convencimiento de efectuar una serie de reformas políticas que este Gobierno ha impulsado, que hay que destacar, porque cuando se dijo que la administración del Presidente Piñera iba a sacar adelante reformas políticas, el signo de interrogación fue gigantesco.

Pues bien, se han efectuado reformas políticas. La primera, se miró muy en menos, pero es importantísima porque va a facilitar la participación y adelanta la elección presidencial y parlamentaria en un mes, en el caso de la primera y segunda vuelta, para que queden en noviembre y diciembre.

Además, debo señalar que el proyecto de ley que establece el sistema de primarias se acaba de aprobar en el Senado. Se trata de una normativa importantísima, que va a permitir mayor participación de la ciudadanía. En este caso, de las personas que van a optar a ser candidatos en algunas de las diferentes elecciones que establece la ley.

El proyecto de ley que reforma a los partidos políticos es otro tema importantísimo. Entiendo que ingresó a tramitación, la que espero sea expedita, porque si la iniciativa sobre primarias va a salir adelante, los partidos políticos, que son los que las gatillan, van a requerir de una reformulación importante, en cuanto a sus facultades, límites y normas que los deben regular.

Por último, no puedo dejar de lado lo que dice relación con el cambio en el sistema electoral.

Así como el sistema binominal tuvo sus bondades y aspectos positivos, también permitió dar estabilidad en cierta época política. Sin embargo, considero que debemos dar pasos importantes para buscar acuerdos en esa materia.

La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia está haciendo esfuerzos, los partidos políticos también; la bancada de la UDI, comandada por el diputado señor Felipe Ward , también hace sus esfuerzos en relación con buscar los consensos sobre la materia. Todos esperamos que los acuerdos se produzcan en la medida de la posible. No sé si en todo, pero creo que en casi todo.

Hace falta un sistema electoral que corrija, mejore y arregle los desperfectos. No voy a hablar de vicios, porque no podría respecto de un sistema que ha funcionado relativamente bien, salvo en casos excepcionales. Se pueden buscar arreglos respecto del sistema electoral por el cual se elige a los parlamentarios.

Estas iniciativas son de aquellas que no se aprueban para modificarlas en seis o diez meses. Por lo tanto, debemos estudiar en profundidad las normativas, que deben ser probadas elección tras elección.

Por lo tanto, estimo que estamos con el tiempo suficiente para aprobar normas como estas, que permiten, como dije al principio, aprovechar la experiencia de los parlamentarios y autoridades en diferentes cargos, pero también la renovación de los liderazgos.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Matías Walker.

El señor WALKER.-

Señor Presidente, es gratificante llegar al día en que podemos votar este proyecto de reforma constitucional, respecto del cual tengo el honor de ser el autor de uno de los seis que se refundieron.

Esta iniciativa fue elaborada por los diputados señores Fuad Chahín , Jorge Sabag , señora Carolina Goic , y por los diputados señores René Saffirio y Víctor Torres .

Me satisface haber participado en el análisis y discusión del proyecto en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Espero que el resultado sea similar al contenido del proyecto de reforma constitucional presentado por un conjunto de diputados de la Democracia Cristiana, que se integró por los diputados señores Jorge Burgos , Ricardo Rincón y Aldo Cornejo, pues coincide en muchos aspectos con los proyectos presentados por los diputados señores Edmundo Eluchans y Jorge Burgos , y también con otras mociones que se mencionan en el informe que hoy se somete a nuestra consideración.

El contenido del proyecto fue acogido en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Establece que los diputados no podrán estar en sus cargos por más de tres períodos consecutivos. Es decir, dos reelecciones, y los senadores por un período máximo de 16 años, con una sola reelección, como lo dijo el presidente de la Comisión , el diputado Cristián Monckeberg , a quien aprovecho de felicitar por la celeridad que le dio al proyecto de reforma que habíamos presentado el 2011. Sin el apoyo del presidente de la Comisión , en cuanto a colocar en tabla este proyecto de reforma, hubiese sido muy difícil su concreción.

Se establece, al mismo tiempo, que estos períodos son consecutivos y que la prohibición es absoluta. Es decir, cumplido el período de 12 años, en el caso de los diputados, y cumplido el período de 16 años en el caso de los senadores, no pueden participar de una nueva reelección, aun cuando sea en distritos o circunscripciones distintas.

Finalmente, en cuanto a la disposición transitoria sobre cuándo se empieza a aplicar esta norma, se acogió en el seno de la Comisión de Constitución la propuesta establecida en nuestro proyecto de reforma constitucional. Se estableció que, para todos los efectos legales, este es el período que se va a considerar como el primero.

Había otras ideas, una de las cuales planteaba que el próximo período, a partir de la elección de 2013, iba a ser el primero. Nos pareció mucho más adecuado considerar a este como tal para todos los efectos legales.

Algunos diputados legítimamente, y lo van a defender probablemente en esta sesión, han sostenido que esta norma debiese ser de carácter retroactivo. Nuestro proyecto no lo considero así; tampoco la Comisión, por un argumento muy sencillo que quiero explicar. Las normas deben ser siempre generales, abstractas y permanentes. No podemos, a mi juicio, establecer proyectos de reforma constitucional con nombres y apellidos como resultado de los cuales se va a afectar a uno y otro parlamentario con nombre y apellidos.

Tenemos que legislar para el futuro. Creemos que esto es lo más sano. Es decir, establecer que este período para todos los efectos legales se considera como el primero. De lo contrario, se podría haber pensado, con alguna suspicacia, que este proyecto tenía por intención, por parte de un grupo de diputados, sacar a algunos senadores y no ha sido ese el objeto de este proyecto de reforma constitucional. Esperamos que tenga un carácter permanente, en el sentido que aquí se ha señalado y que explicaron muy bien los diputados señores Jorge Burgos y Cristián Monckeberg . Se trata de abrir nuevos espacios de participación; que la reelección indefinida de los parlamentarios no sea y no constituya una barrera de entrada para la generación de nuevos liderazgos que puedan participar en el servicio público y, particularmente, pensando en la gente joven.

Sabemos que la mezcla de reelección indefinida y sistema binominal resulta nefasta para la renovación de la política y la mala imagen que tiene la ciudadanía respecto de los servidores públicos.

Un grupo de parlamentarios tiene la esperanza de contar con el apoyo de los tres quintos de los diputados en ejercicio -necesitamos 72 votos- para refrendar esta opción, que constituye el gesto que queremos para autolimitar nuestra propia posibilidad de reelección futura.

Esos son los gestos que la ciudadanía espera de nosotros, junto con el cambio definitivo al sistema binominal. Espero que dentro de esta legislatura podamos votar su sustitución y la ciudadanía pueda evaluar quién es quién en esta materia.

También podemos aprobar el proyecto de ley que establece el mecanismo de primarias, ojalá con financiamiento público, para que aquellas sean posible. En ese sentido, estaremos dando un gran paso respecto de lo que nos pide la ciudadanía. De lo contrario, no nos asombremos que debates como el de instalar una asamblea constituyente vayan ganando terreno, si la ciudadanía observa un Congreso Nacional que reniega la posibilidad de hacer reformas democráticas y tener una Constitución Política a la altura del Chile democrático del siglo XXI.

Por último, cabe señalar que, por un sentido de economía legislativa, algunos miembros de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia -agradezco la invitación que me hicieron en tal sentido- suscribimos el proyecto que modifica la ley orgánica constitucional de Municipalidades y otros cuerpos legales, tendientes a que el límite de la reelección afecte a los concejales, alcaldes y consejeros regionales por el mismo período máximo que tienen los diputados; es decir, 12 años.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Patricio Melero.

El señor MELERO.-

Señor Presidente , ¿qué puede motivar a este Congreso Nacional para que, a través de una ley, restrinja la soberanía popular que democráticamente quiera elegir tantas veces como le parezca a un representante ante el Parlamento, un municipio o la Presidencia de la República ? ¿Qué cosa puede hacer que, por ley, queramos limitar lo que democráticamente la soberanía popular quisiera reiterar tantas veces como le parezca necesario, como ha ocurrido hasta hoy?

La historia de nuestro Congreso Nacional demuestra que ha tenido una muy alta renovación sin esa norma, es decir, entre 30 y 40 por ciento entre un período y otro.

Si nos remontamos a los inicios de la vuelta a la democracia y la reapertura del Congreso Nacional, desde 1990 a la fecha, no más de ocho diputados, entre los cuales me incluyo, hemos sido reelegidos sucesivamente. Unos han llegado al Senado y otros se han alejado del Congreso.

Considero que la primera regulación, más que por ley, parte por una decisión y una voluntad política que debe ser ejercida al interior de los partidos políticos. Hablo con la autoridad moral de la UDI, por cuanto es el partido que ha tenido una mayor renovación de sus integrantes, que ha integrado una mayor cantidad de parlamentarios jóvenes, que presenta el mayor porcentaje de jóvenes en las elecciones de alcaldes y concejales y que lleva la mayor cantidad de candidatas sin norma alguna que la obligue, ni siquiera con su norma interna, como ocurre con otros partidos en el Congreso Nacional, que han resuelto establecer un porcentaje obligatorio al interior de sus tiendas políticas.

¿Por qué lo hemos hecho así? Por convicción. No ha sido por el imperativo de una ley, sino porque creemos necesario generar al interior de los partidos un tipo de incentivo que permita abrir las puertas a las generaciones de jóvenes, para que se vaya produciendo la necesaria renovación. Quizá en el partido político que represento existe mayor voluntad a tener menor aversión al riesgo y mayor disposición a enfrentar elecciones o, muchas veces, a perderlas. Hoy, muchos buscan las “sandías caladas” y los candidatos aceptan participar en elecciones en la medida que tengan la posibilidad de ganar o las condiciones para que el del lado no compita mucho. Incluso, eso se arregla entre los mismos conglomerados políticos y las coaliciones para no afectar a otros. Muchos se eligen prácticamente solos, porque claramente hay un candidato y otro que solo acompaña. Por decirlo de algún modo, es como el filete y el arroz. Esa es la historia de cómo ha sido nuestro comportamiento democrático.

Pero, a la luz de los hechos, la evidencia empírica demuestra que ha habido una muy importante renovación de nuestros parlamentarios sin norma alguna que lo genere.

Es cierto que la mayor permanencia en el Congreso Nacional genera una especialización muy favorable. Es bueno que los parlamentarios nos vayamos especializando en determinados temas y hagamos un seguimiento de la historia de la ley, más aún ahora que hemos implementado un Departamento de Evaluación de la ley. Es bueno que los parlamentarios sepan más sobre un tema u otro y sean contraparte ante el Ejecutivo . Entonces, qué duda cabe que en este Congreso tengamos a muy buenos parlamentarios. Cualquier gobierno sabe, al momento de discutir un proyecto de ley, quiénes son los parlamentarios con los cuales deberá dialogar más intensamente, por el nivel de experiencia y conocimiento que tienen. Sin duda, eso es generado por la posibilidad de la reelección.

Ahora bien, cabe preguntarse si es necesario tanto o más de tres períodos, en el caso de la Cámara de Diputados, o más de dos y hasta 16 años en el caso del Senado.

Otro tema importante dice relación con que la ley se hace necesaria a consecuencia del sistema binominal, porque actualmente no hay posibilidad alguna de generar espacios para aquellos que quieren competir y que el incumbente es muy difícil de cambiar. Nuevamente la evidencia empírica destierra aquello y este Congreso Nacional tiene representados a ocho de los 12 partidos políticos legalmente constituidos en el país, las fuerzas políticas se han integrado y la renovación se ha ido produciendo. Quizá, el ejemplo del Partido Radical y del Partido Comunista es una expresión de aquello, en la medida que han logrado convenir y ponerse de acuerdo con los grandes conglomerados y han logrado ser elegidos con el subsidio de aquellos, porque por sí solos no obtendrían las votaciones que sacan, lo cual me parece bueno. Pero no le echemos la culpa al sistema binominal o al sistema electoral respecto de la menor representatividad que tienen algunos o del factor de la no renovación, porque los hechos demuestran que los partidos políticos pequeños también ingresan y la renovación se produce. Por consiguiente, los elementos deben estar puestos en otro ámbito.

Dicho todo lo anterior, no comparto el criterio de que no se permita -y hemos presentado una indicación en ese sentido- que un parlamentario pueda, una vez vencido el plazo, ser reelegido en un distrito o una circunscripción distinta. ¿Por qué ello no se puede? Todos sabemos que las comunidades que representamos son muy distintas y que hay personas que lo han hecho varias veces en su vida política. De ese modo, si una persona que ha sido diputado por Arica, por qué mañana no podría serlo en Punta Arenas, o por qué un senador de la Región Metropolitana el día de mañana, vencido su período, no puede serlo en otra circunscripción si tiene la vocación de servicio público. Es el caso del senador Andrés Zaldívar , del exsenador Salvador Allende y de muchos otros que han representado a distintas regiones durante su trayectoria política. No tiene sentido restringir eso mediante la ley y más bien debe quedar abierto para que, una vez vencido el plazo, el candidato que quiera cambiarse de circunscripción o distrito, o de municipio en el caso de los alcaldes, pueda optar a eso si tiene vocación pública.

Ahora bien, ¿qué está ocurriendo? En la medida que avanza el tiempo, los parlamentarios empiezan a esforzarse y a destinar más horas para atender a los habitantes de sus distritos que la labor legislativa, porque sobreviene el instinto natural de sobrevivencia. Por lo tanto, en esa medida se van dando cuenta de que el desgaste va siendo cada vez mayor y, por consiguiente, cuidan más a su electorado que su tarea legislativa. Con el respeto que todos se merecen, creo que hoy tenemos un Congreso Nacional con un desempeño mediocre. El nivel de dedicación a la tarea legislativa es cada día menor, como asimismo la capacidad de estudiar las leyes. Existe falta de rigor en la forma como se preparan y, muchas veces, llegan a votar a la Sala sin saber lo que está en discusión o estudian muy poco los proyectos. ¿Somos flojos los parlamentarios? ¿Somos ineptos o no tenemos ganas? ¿Qué nos ocurre? En verdad, bajo este sistema, el grueso del incentivo está en dedicarle más tiempo al distrito o a la circunscripción electoral que a sus funciones en el Congreso Nacional, porque allí está la sobrevivencia que fomenta la continuidad de los parlamentarios, lo cual, como es obvio, genera un incentivo a brindarle más tiempo a las labores políticas proselitistas que a las políticas legislativas, lo cual se produce en la medida en que avanza el tiempo.

Cabe preguntarse qué ocurrirá con el diputado o senador que se encuentre en su último período parlamentario y que sabe que no será reelegido. En ese caso, puede producirse un efecto de desincentivo al trabajo legislativo, puesto que podría reflexionar: “Para qué me voy a esforzar más si estoy en mi último período”. “No tengo para qué hacer mi pega tan bien, puesto que nadie me evaluará”. No obstante, prefiero apostar a que lo hará bien y que se dedicará al trabajo legislativo, puesto que me cuesta creer -por la vocación y trayectoria del diputado o senador respectivo- que vaya a dejar de lado sus funciones.

Todas esos aspectos -lo señalo desde la perspectiva de alguien que lleva veintidós años en el Congreso Nacional- son algunas de las materias que he querido compartir y analizar, las cuales, en definitiva, me impulsan a apoyar el proyecto de ley en discusión.

Creo que lo que propone la iniciativa genera una modalidad que debemos analizar, pero con el resguardo de establecer un sistema que permita la reelección en distritos o circunscripciones electorales distintas, porque me parece legítimo que quien tenga una vocación pública pueda hacerlo de ese modo.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Orlando Vargas.

El señor VARGAS.-

Señor Presidente , de las mociones que se presentaron para legislar sobre el establecimiento de una ley que limita la reelección de los diputados y senadores, consejeros regionales y concejales, se elaboró una iniciativa que propone una serie de reformas a nuestra Constitución Política, en particular a los artículos 51, 113 y 119.

La reelección posee una serie de beneficios, como muy bien lo señala el doctor Miguel Carbonell, que es un famoso jurista e investigador mexicano, entre los cuales se deben destacar los siguientes:

1.- Crear una relación más directa entre los representantes y los electores.

Al tener que regresar los legisladores a buscar el voto en sus distritos o circunscripciones, se generara un incentivo para una mejor y más eficaz gestión por parte de los representantes y para mantener un contacto más estrecho con los votantes.

2.- Fortalecer la responsabilidad de los legisladores.

Se puede entender que bajo el incentivo de la reelección quizá aumente la preocupación de los legisladores para desempeñar diligente y transparentemente su cargo.

3.- Profesionalizar a los legisladores.

Se enfoca en la complejidad de las sociedades actuales, lo cual se ha traducido, también, en una complejidad de las tareas legislativas y de sus respectivos productos normativos. Hoy los legisladores igual tienen que votar y eso lo otorga el tiempo. Así, también, la continuidad permite concretar y terminar tareas que son de mayor plazo.

Ahora bien, ¿qué es lo más importante de regular en materia de reelección? Para mí, sin duda alguna, se debe ser cauteloso con los plazos que se otorgan para ese cometido, ya que dentro de la posibilidad de continuidad se puede caer en el empoderamiento de un cargo, situación a partir de la cual no nacen nuevas ideas, decae el compromiso con los electores y, por sobre todo, se priva a nuestro querido Chile de nuevas generaciones de legisladores, consejeros regionales y concejales, que posean aires frescos y representen el avance y evolución de los tiempo y de la sociedad.

Además, se debe considerar los tiempos en que se deben llevar a cabo los recambios naturales. Por eso, hago una invitación a los jóvenes, a quienes insto a que se interesen en participar en estas materias, en especial a los que salen a la calle a participar de los movimientos ciudadanos y que no son interlocutores con el Congreso Nacional. Los invitamos a participar en cualquier tipo de elección y de cargo de elección popular, con el propósito de que ellos también se interesen en la política, puesto que eso generará un recambio natural.

Por todo lo expuesto, limitar a los senadores a un período de reelección y a los diputados, consejeros regionales y concejales a dos períodos de reelección constituye una formula exacta para obtener beneficios de nuestros electores y, a su vez, de no privar a otros de poder aportar -si los ciudadanos así lo determinan- a nuestro gran país.

En consecuencia, por las razones señaladas, votaré a favor el proyecto.

He dicho.

El señor BURGOS.-

Señor Presidente, pido la palabra para referirme a un asunto reglamentario.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, su señoría.

El señor BURGOS.-

Señor Presidente , quiero ofrecer mis disculpas al diputado señor René Manuel García , porque en mi intervención presumí que con anterioridad había votado en contra del proyecto respectivo, pero al revisar el archivo de votaciones pude comprobar que lo hizo a favor.

He dicho.

El señor RECONDO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Díaz.

El señor DÍAZ.-

Señor Presidente , en primer lugar, hay que hacer una valoración en términos de lo que significa estar discutiendo este proyecto en la Sala de la Cámara de Diputados en un contexto de mayor respaldo. Lo señalo porque cuando discutimos una iniciativa similar -de la que soy autor-, hace dos o tres años, nos faltaron dos votos para alcanzar el quorum requerido.

Como se ha señalado en la Sala, sin duda se trata de reformas parciales, porque una modificación más integral debe partir o tener origen en la reforma del sistema electoral, que es parte importante de los lastres que nos ha heredado la Constitución Política de 1980, sistema que sobrerrepresenta a la minoría, subrepresenta a la mayoría, lo cual, combinado con los quorums elevados que establece la Carta Fundamental, particularmente para las leyes orgánicas constitucionales -engendro único en la especie constitucional en América Latina y en el mundo-, entrega a la minoría poder de veto, la cual está representada por quienes durante todo este período han sido minoría en el Congreso Nacional y que, sin embargo, han puesto la tasa y la medida de los cambios que se pueden hacer en Chile. Por cierto, me refiero a los herederos más legítimos de la Carta Fundamental de 1980 y del pinochetismo.

Entonces, en ese contexto, lo que hemos visto es que hay parlamentarios que pueden estar en el Congreso Nacional -dado que el sistema electoral lo permite- 4, 8, 12, 16, 20 años; es decir, prácticamente ad eternum.

El proyecto en discusión a lo mejor no sería estrictamente necesario en un contexto de un sistema más abierto, con primarias, con mecanismos de representación proporcional, con partidos políticos con mecanismos de control democrático y de respeto al legítimo juego de las mayorías y las minorías y de democracia interna. Tal vez, en ese contexto, la iniciativa no tendría la prioridad que tiene hoy. Sin embargo, la tiene, precisamente, por la imperfección, la opacidad y la oligarquización de nuestro sistema político.

Desde esa perspectiva, a lo que hemos asistido en los últimos veintidós años, desde la restauración de la democracia, es al enquistamiento de una elite política que se reproduce y autorreproduce al amparo de mecanismos como el sistema binominal, combinado con la reelección indefinida que hoy contempla nuestra Constitución Política.

En ese sentido, el proyecto tramitado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia dista de la moción que presenté originalmente. Sin embargo, con posterioridad, suscribí una iniciativa del diputado señor Eluchans y de otros diputados, con el objeto de llegar a un consenso, toda vez que esta es de las reformas que requiere de los quorums más elevados exigidos por la Constitución Política -72 votos-, lo cual en 22 años ninguna coalición ha obtenido por sí misma ni lo obtendrá, dadas las bondades que el sistema binominal entrega a la minoría para asegurar su poder de veto a las reformas políticas sociales y económicas relevantes que el país demanda.

En la versión original que suscribí en el período legislativo anterior -el primero como diputado -, planteé que los diputados pudiesen ser reelegidos solo una vez y que no hubiese reelección para los senadores. Desde esa perspectiva, me parece que la fórmula a la que hemos llegado hoy, que plantea un sistema de elección con un máximo de tres períodos -dos reelecciones para diputados y de un solo período de reelección para senadores-, parece una fórmula transaccional aceptable para todos, de manera que la quiero valorar. Lo quiero hacer porque creo que si las cosas no cambian a lo que se informó en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, debiésemos contar con los votos para avanzar, al menos en esta reforma.

Sin embargo, quiero hacer extensiva esa proposición para el resto de los cargos de elección popular que se plantea en las reformas que se discuten en sede legislativa, de alcaldes y concejales, una vez que se concrete esa larga, dilatada, esperada y anhelada reforma que permita materializar lo que ya resolvimos sobre la elección directa de los consejeros regionales, que resuelven sus recursos también de una manera importante y a quienes no los elige mucha gente. De hecho, en varias regiones hay algunos consejeros regionales que son electos por el voto de un concejal.

Entonces, sin perjuicio de valorar aquello y de sumarme a este planteamiento, he repuesto una indicación para mantener el sentido natural de esta norma en el debate en la Sala.

Las leyes sobre asuntos de derecho público rigen in actum, es decir, se aplican desde el mismo momento en que son aprobadas, de conformidad con lo que dispone la Constitución Política y desde el momento en que son promulgadas y publicadas, según corresponda.

Eso significa que de aprobarse la iniciativa en debate, debería aplicarse, de manera retroactiva la disposición que estamos acordando. Algunos se ríen, porque no les gustaría; pero esa es la norma. Dice que aprobado esto, debiese contarse con efecto retroactivo los plazos, a fin de determinar si se puede o no ir a una reelección. Pero, como algunos han dicho que quieren salir con los pies por delante, yo he repuesto esa indicación para que votemos y decidamos si lo que queremos es alterar el sentido natural de la norma que proponemos o si queremos garantizar que algunos estén 30 o 40 años acá o en la Cámara del lado.

Una de las cosas que se nos reprocha es que los parlamentarios y los políticos -ese discurso también se escucha muchas veces en esta misma Sala- legislamos siempre poniendo a salvo nuestros intereses, resguardando aquello que nos importa. Bueno, aquí podemos hacer una demostración de que buscamos dos objetivos que pueden ser materializados hoy: que no es necesario esperar 16 años para ello. Si lo que queremos es limitar la reelección de los parlamentarios y estamos dispuestos a votarla, podemos hacerlo para que tenga efecto desde ahora y provocar una inmediata renovación en las próximas elecciones parlamentarias. Eso, a mi juicio, es coherente con lo que estamos planteando detrás de este proyecto. ¿Dónde está escrito, en qué texto sagrado, que quienes estamos acá tenemos derecho a estar 20, 30 o 40 años, porque así lo resolvemos nosotros? Si hoy llegamos a la convicción de que es necesario limitar las reelecciones parlamentarias, aquellos que vamos a votar a favor -hay otros que, legítimamente, sostienen su negativa y creo que es hasta más sincero, más franco, más honesto y transparente ese punto- que creemos que la limitación a la reelección de los parlamentarios es una necesidad pública, un bien público, que el país requiere para mejorar y dignificar la función pública, no entiendo, entonces, cuál es la razón para dilatarlo en el tiempo y hacer que tenga efecto en 16 años más; es decir, en tres lustros más; en una década y media más, cuando podemos hacerlo desde ahora.

No recuerdo si la última versión del proyecto salió con que el primer período que se cuenta es desde ahora. Ni siquiera éste se cuenta, me dicen. O sea, partimos de cero; nos estamos autoamnistiando; estamos diciendo que partimos todos de nuevo y el que lleva 22 años tiene derecho a 16 más. Considero que eso es francamente impresentable. Es decir, repito, nos hacemos una autoamnistía: nunca más, ahora sí sólo 16 años e igual período en el Senado. Estamos garantizando el derecho para que entre los 158 parlamentarios del país algunos puedan llegar a cumplir casi medio siglo en funciones; o sea, prácticamente vitalicios.

Estoy del lado de aquellos que combatieron a los designados y vitalicios. Por eso, voy a votar a favor de esta reforma constitucional y también de la indicación que hemos renovado para que no se altere el sentido natural que implica aprobar esta norma. Digamos las cosas como son. Si esta norma se aprueba, sin el transitorio que organiza el cómputo del plazo a partir de la próxima elección, nos autoamnistiamos o autoconcedimos la posibilidad de estar acá, al menos, 16 años más, como asimismo los senadores.

Esa es una modificación a la norma que hemos propuesto, al sentido natural de esta reforma que se quiere implementar. Lo demás es seguir ahondando en la misma dinámica de siempre. Si los sistemas políticos requieren de dinamismo, sería bueno que miráramos lo que está pasando en el conjunto de los dispositivos institucionales y políticos del país. Los nombres se repiten en los partidos, en los municipios, en los concejos, en los consejos regionales, en la Cámara de Diputados y en el Senado. Entonces, cuando uno siente que tiene una suerte de derecho divino a estar sentado en el Congreso Nacional, donde se está para representar a los ciudadanos y no para proteger los derechos propios, es entonces cuando se llega a la cifra de descrédito que hemos conocido que tiene el Parlamento en el último tiempo.

Si queremos dar una señal de verdad, de renovación, de oxigenación del sistema político, del Parlamento, invito a mis colegas a aprobar este proyecto, pero que también mantengamos la norma de tal manera para que esto se haga efectivo desde ahora. No me parece razonable autoconcedernos una amnistía para postular o garantizar la permanencia en esta Sala de aquellos que aún quieren 16 años más de escaño.

He dicho.

El señor MARINOVIC ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la diputada señora Marisol Turres.

La señora TURRES (doña Marisol).-

Señor Presidente , escuché atentamente las intervenciones previas y quiero retomar un poco la idea de cuál fue la inspiración de este proyecto y hacerme, de alguna manera, cargo de lo que significa hoy el descrédito de la Cámara de Diputados o del Senado, del Congreso en general.

Y me hago cargo de ello sin sentirme responsable, porque el descrédito obedece a malas prácticas que son de otra naturaleza. La mayoría de los 120 diputados y 38 senadores vivimos en regiones; hacemos nuestro trabajo allá y acá en la forma más seria posible. Tenemos un contacto con la gente lo más estrecho posible, dentro de las limitaciones del tiempo que significa viajar constantemente a nuestros hogares. Pero no todos salimos en la prensa o somos figuras nacionales. A veces por 30 segundos en la televisión o en esa pequeña página o media plana en algún diario, efectivamente, hemos visto casos que han sido vergonzosos. Pero no somos todos iguales. La gran mayoría de nosotros trabaja de manera seria y responsable en los distritos y acá. Podríamos hacerlo mejor, qué duda cabe. Siempre se puede hacer mejor. Pero aquellos que piensan que por una modificación, en este caso, a la Constitución que limita nuestros períodos va a cambiar la visión que tiene la ciudadanía de nosotros, están equivocados. Es bueno limitar la reelección, no nos confundamos, pero no tengo la esperanza de que sea ello lo que lleve a la ciudadanía a tener una mejor opinión de nosotros. Dicha opinión se va a basar, exclusivamente, no solo en el trabajo que realicemos, sino, además, en aquello que podamos poner en conocimiento de la ciudadanía, porque, lamentablemente, lo que se sabe y aparece en la prensa, usualmente, son malas noticias, debates álgidos, disputas, muchas veces, de bajo nivel, a veces con groserías, y eso, sin duda, no representa el quehacer diario de esta Cámara de Diputados o del Senado.

Ahora, en relación a lo que vamos a votar, algunos parlamentarios estamos proponiendo indicaciones. Queremos limitar, de alguna manera, el número de períodos durante los cuales van a estar en sus cargos concejales, alcaldes, diputados y senadores. Se da una cifra bastante desigual, cual es que a concejales, a alcaldes y a diputados se les considera un tiempo máximo de 12 años; sin embargo, a los senadores, 16 años. Eso me parece injusto. En términos generales, si vamos a hacer una revisión sobre las normas que nos rigen, tenemos dos opciones: o reducir el período de ejercicio de los senadores de 8 a 6 años o permitir que los diputados sean reelegidos hasta por tres veces.

Además, el diputado Díaz planteaba que esto rigiera a partir de ahora, porque no hay rostros nuevos. Invito al señor diputado -por su intermedio, señor Presidente - a que mire hacia el frente, a esta bancada, y vea cómo ha crecido. Los 12 o 14 que hubo primero no se han triplicado por sí mismos; no son clones. Aquí hay un ejemplo de que cuando el trabajo se hace en serio es posible que vayan ingresando nuevos rostros a la política, de manera que se vaya renovando. Es más, en cada elección parlamentaria, esta Cámara se renueva, al menos, en un tercio. En las dos últimas elecciones, si no me equivoco, han sido cuarenta y tres diputados que no han seguido siéndolo en el período siguiente.

Por lo tanto, tampoco demonicemos lo que sucede en esta Cámara. Hay parlamentarios que llevan más períodos que otros y tenemos algunos muy buenos. Si es hora de que se vayan a su casa y la ciudadanía así lo decide, muy bien. Si es hora de que algunos senadores no sigan siendo reelegidos, porque la ciudadanía no quiere, muy bien, pero tengamos reglas justas. No me parece que sea justo venir a decir que, a partir del próximo año, muchas personas que son un importante aporte al desarrollo legislativo de este Congreso deben jubilarse porque sí. ¿Qué pasa con aquel parlamentario que está en su último período y le dicen: oye, el próximo año no puedes ser reelegido, no puedes ser parlamentario en otro distrito. Me temo que descuide, de alguna manera, su trabajo parlamentario.

Por lo tanto, me parece que es importante que este debate se dé y que revisemos el número de períodos razonables que debe estar cada miembro en el Congreso, pero no nos desacreditemos, diciendo que todos llevamos aquí muchísimos años, que no ha habido renovación, que no hay rostros nuevos, porque, en verdad, el promedio de edad de la actual Cámara de Diputados es bastante menor. Incluso, me atrevería a decir que, al menos, diez años menor que cualquier Congreso que hubo antes de 1973.

Creo que hay renovación en política y rostros jóvenes, pero también rostros no tan jóvenes, que tienen más experiencia en este Congreso, han sido y siguen siendo un aporte.

¿Limitemos? Sí, pero más descrédito y seguir hablando más de nosotros mismos no me parece que sea el camino correcto.

He dicho.

El señor MARINOVIC ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el diputado señor Ricardo Rincón.

El señor RINCÓN.-

Señor Presidente , en verdad, creo que hay bastantes coincidencias transversales en distintos temas y ello debería ser un tema a analizar en un segundo informe reglamentario de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Por lógica, el proyecto debería volver a nuestra Comisión.

Dicho eso, quiero señalar que pude haber inducido a un error a mi colega Marcelo Díaz . Si fue así, me hago cargo, porque, reitero, lo pude haber inducido a un error con una seña que le hice cuando él hablaba respecto de una norma que yo no había leído en detalle, que es la vigésima sexta, que está en el numeral 4 del artículo único, en la página final del informe.

De su lectura, todo indica que esta reforma entraría a regir, incluyendo el actual período, que sería el primero del límite que se quiere fijar. Esto lo señalo, para hacer una aclaración al colega Marcelo Díaz , al cual, insisto, pude haber inducido a un error cuando estaba interviniendo.

No creo que este proyecto de ley vaya en la dirección correcta, porque aquí hay mucho mito respecto de la especie de enclaustramiento en que se encuentran las cámaras del Congreso Nacional y la dificultad de acceso de nuevos rostros. Lo digo basado en cifras que, incluso, debieran ser parte de un análisis estadístico bastante rápido que tendrían que hacer esta Corporación y el Senado. Por ejemplo, cuando algunos parlamentarios dicen que más de 40 diputados salen del Hemiciclo cada cuatro años, lo obvio es que no salen para irse al Senado, pues este no tiene ni siquiera cuarenta miembros. Además, el Senado se renueva por parcialidades. O sea, no se pueden renovar los 38 senadores; máximo se pueden renovar 19. Y comprenderán que esos 19 senadores no pueden tener tan poco piso electoral, que se vayan todos para la casa. Por lo tanto, por lógica, no puede ser que la esencia del cambio sea que el diputado no quiso repostularse o que se fue al Senado. Todo lo contario. Por alguna razón determinada, buena parte de esos cuarenta o más pierden la elección.

Ahora, ¿con eso estoy sosteniendo que es fácil acceder a un cupo en la Cámara de Diputados o en el Senado? No, yo creo que es difícil, primero, porque este país, aún con los posibles errores del nuevo Censo, somos más o menos 17 millones de personas y sus representantes en el ámbito legislativo son un número bastante pequeño.

Eso da una complejidad enorme a la posibilidad de acceder a la Cámara de Diputados o al Senado. Por eso, mientras más joven se es, más dificultades existen para tener la posibilidad de representar, porque en la vida, mientras más joven, menos armas se tienen para los desafíos electorales de todo tipo.

Entonces, es difícil, pero no por una suerte de enclaustramiento o cierre con candados para que no sea fácil acceder. Además, no es tan fácil llegar y decir: ¡Qué derecho tenemos a estar en los sillones tal cantidad de años! Si nadie tiene el sillón amarrado. Le guste o no, va a ser desafiado por alguien en su zona.

El sistema electoral binominal podría generar más competencia, incluso manteniéndolo -yo no soy partidario de ese sistema- si las listas, en vez de dos, fueran cuatro. Ahí ni siquiera alteraríamos el sistema, aun cuando yo no soy partidario de él, pero el propio binominal podría tener más competencia si tuviéramos listas que pudieran cerrarse, no en dos, sino que en cuatro. Eso aumentaría la competencia en la Alianza, en la Oposición y en la coalición que quiera armar alianzas de partidos para competir por un escaño parlamentario. Entonces, con cualquier sistema electoral se puede tener más competencia. Sin embargo, un sistema electoral, con listas bien cerraditas, contribuye a la limitación. Pero, no es la reelección indefinida la que genera un enclaustramiento o impedimentos para que otros puedan acceder. Son múltiples los factores, algunos propios de la naturaleza humana, propios de la representación, propios de la vida.

Por cierto, quien ve el debate, a lo mejor, está de acuerdo -en la opinión pública puede estar instalada la idea- con limitar el período parlamentario, porque hay que oxigenar. Bueno, mejor cerremos el Congreso. ¿Qué más oxígeno? Se cierra o, simplemente, se dice que todos pueden estar un solo período y le damos un oxígeno espectacular. Con tanto oxígeno, quizá qué cosas podrían cambiar, pero creo que ese no es el tema. ¿Cómo va a ser ese el tema? Lo que tenemos que hacer en este país es contribuir a que las instituciones se fortalezcan y no a que se debiliten.

El proyecto de ley, a mi juicio, contiene una debilidad natural, una capitis diminutio para los diputados que no optan al cargo de senador, porque solo podrían ejercer el cargo 12 años. Es una capitis diminutio para los diputados, para los alcaldes, para los concejales, para los consejeros regionales. No hay ninguna razón objetiva, ni subjetiva, ni racional, ni directa, ni indirecta que justifique esa distinción, salvo que -lo digo para que quede en la historia de la ley- se quiera, por esta vía, establecer un incentivo para que el Senado apruebe este proyecto de ley. A lo mejor, a alguien se le ha ocurrido y no ha querido decir que es un buen incentivo para que el Senado apruebe este proyecto, porque donde obviamente hay senadores de todos los sectores inteligentes y hábiles políticamente, podrían sentirse tentados a eliminar la competencia mediante una ley. Es evidente que la competencia más natural de un senador es un buen diputado o un buen alcalde. ¿Qué va a pasar, entonces, si tiene la obligación de abandonar por ley el mandato popular, siendo mayoría, siendo querido, habiendo sido reelecto y habiéndosele aprobado legítimamente el mandato? A lo mejor, eso es lo que está implícito en esto y es el sentido de este capitis diminutio. Yo no la voy a aprobar, porque creo en la igualdad de armas y creo en la competencia. Se dice que tiene que haber más oxígeno y más competencia. Pero, ¿qué más competencia que darle la oportunidad a todos y, sobre todo, a aquellos que tienen igualdad de armas para desafiar legítimamente a otros en la brega electoral?

Entonces, uniformemos todos los períodos en un determinado número de años, porque el límite a la reelección, fundamento del proyecto, idea matriz del mismo, no tiene nada que ver con el número de años en el ejercicio del cargo. Nada que ver.

Es más, si se revisan las actas de la Comisión Ortúzar, en las que está la génesis de los mandatos de 8 años, se advierte que el único fundamento para establecer un período de 8 años en el Senado era igualar el presidencial, que recordarán era de 8 años también. Pero el periodo presidencial se rebajó a 6 años y después a 4. Cambió, pero quedó la única autoridad de elección popular con ese mandato. No tengo problema con que lo tengan. Lo que no creo que sea bueno es que terminemos estableciendo, a partir de la idea de limitar períodos, distinciones que, a mi juicio, son arbitrarias, infundadas e ilógicas, en los períodos de todas las autoridades de la República, con una excepcionalidad especial para los senadores, que van a quedar, no porque ellos lo quieran, ya que no lo han propuesto, con un tiempo más prolongado. Así que no estoy haciendo ninguna imputación a los senadores, tentados con este proyecto a eliminar la natural competencia del sistema, porque buenos alcaldes o buenos diputados van a tener que salir cuatro años antes del sistema, para que disminuya la competencia y la capacidad, con igualdad de armas, de desafiarlos electoralmente. La brega electoral legítima es una buena cosa, porque esa es la forma como los pueblos democráticos eligen a sus autoridades.

El proyecto tiene deficiencias concretas, y las he expresado con total claridad. Por eso, lo vote en contra en la Comisión. Aprovecho de agradecer a los diputados -están las constancias en las páginas del informe- que nos siguieron en algunas de estas argumentaciones. Nobleza obliga. Lo reconozco.

Pero creo que esto no apunta en la dirección correcta, no contribuye a tener un sistema más democrático, más competitivo, en que los acentos estén puestos donde deben estar. Podríamos dar tantos ejemplos. Conversaba con parlamentarios, con ocasión de una discusión en el Senado, donde una senadora planteó, no en la ley de cuotas, lo que habría sido legítimo, que el voto para la mujer tenga una compensación económica doble de parte del Estado. ¡Y por qué no! ¿Cuánto les cuesta a las mujeres llegar al Congreso? ¿Cuánto les cuesta ser gerentas en el mundo privado? Este no es un problema político, eso es falso. En cualquier actividad de la vida, a la mujer le cuesta mucho más. Entonces, ¿por qué no podríamos, desde el Estado, tener un incentivo económico doblado en el voto? Esto haría que los partidos, automáticamente, tuvieran el incentivo para elegir buenas candidatas, porque por ese solo hecho tendrían la posibilidad de allegar más recursos en las campañas, potenciarse y potenciar a sus candidatas. Y compensaría lo harto que le cuesta, lo mucho que les cuesta a las mujeres, en todo ámbito de la vida, abrirse espacio, porque nunca se desligan del hogar, porque siempre son las primeras que se preocupan de la familia, porque siempre son las primeras que velan por los hijos.

Pero esas discusiones no las queremos tener, y pretendemos que mediante estas limitaciones a la reelección vamos a mejorar la imagen del Congreso. A mi juicio, eso es totalmente y absolutamente errado. Por lo demás, las discusiones pendientes tienen mucho consenso transversal en este Hemiciclo y, por cierto, en el Senado. Por eso, se debieran abordar y debatir.

¡Cómo no vamos a tener, por ejemplo, la posibilidad, si tenemos primarias para elegir a los candidatos presidenciales, de contar con franja electoral! Algunos dirán que el gasto es excesivo. Creo que sería una crítica demasiado simplista. Nunca lo que se gasta en democracia es excesivo, porque esta contribuye a la paz social. A lo mejor, no podrán existir franjas electorales gratuitas para otras elecciones, incluida las de diputados, pero tratándose de primarias, reguladas electoralmente, al país le haría bien tener garantizado por el Estado franjas electorales televisivas gratuitas para los candidatos presidenciales de los distintos bloques, porque tienden a ser los mejores de los mejores los que se baten en esas lides para conducir el país. Pero en la ley de primarias eso se está prohibiendo. Digámoslo con todas sus letras: eso se está prohibiendo. Esta Cámara, por supuesto, transversalmente no lo aprobó, pero el proyecto de ley de primarias no va en esa dirección.

Entonces, y reconociendo el esfuerzo de los parlamentarios, porque siempre en este esfuerzo hay una intención buena por tratar de ayudar en el proceso de mejorar nuestras instituciones, se cometen errores que lamentablemente desvirtúan su buen sentido.

Por lo tanto, es total y absolutamente necesario que eso sea reparado y enmendado. Para eso, varios parlamentarios hemos presentado indicaciones, las que deben verse en el mérito del mayor rigor, no solo político-electoral, sino que también jurídico, y eso solo será posible si ese segundo debate se hace en la Comisión de Constitución.

He dicho.

El señor MARINOVIC ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el diputado señor Pedro Browne.

El señor BROWNE.-

Señor Presidente, valoro esta iniciativa, porque es importante para nuestra ciudadanía y para nuestra democracia.

Se dice que hay renovación en el Congreso, que en cada elección se renueva 30 a 35 por ciento de sus integrantes. Pero si miramos con detalle esta cifra, veremos que cuando se trata de la competencia, dentro de una misma lista, con un diputado incumbente, ese porcentaje baja considerablemente. Derrotar a un parlamentario en ejercicio es tarea muy difícil, y así lo demuestran las cifras, habida consideración de su experiencia, del recorrido que tiene en el distrito y que, además, cuenta con una cantidad de recursos importante. Si a esto le sumamos el actual sistema electoral para elegir a nuestros parlamentarios, la situación se complejiza aún más, toda vez que compite un candidato fuerte, que es el parlamentario en ejercicio, que va a la reelección, con un candidato sin recorrido, sin recursos, y que compite dentro de ese pacto.

En el caso de los alcaldes, la situación es aún más dramática, cuando hablamos de renovación en la política. Para esta elección municipal -hablaré de mi conglomerado- 96 por ciento de los alcaldes de la UDI va a la reelección y 87 por ciento de Renovación Nacional. Entonces, ¿de qué renovación estamos hablando? Es imposible que una persona, que quiere representar a uno de los partidos de mi coalición en la contienda municipal, lo pueda hacer, toda vez que los alcaldes van a la reelección. Si a esto le agregamos que, además, nos hemos repartido las comunas, algunas son RN y las otras son UDI, quiere decir que un militante de estos partidos, que le toca estar en una comuna del partido de la coalición, como alcalde, no tiene ni siquiera la posibilidad de participar, porque si no va el alcalde a la reelección, es casi seguro que irá a la elección un militante del otro partido.

Por lo tanto, es necesaria una renovación en la política, es necesario que existan posibilidades de acceder a cargos de representación popular. Considero que es importante correr riesgos y tener que asumir nuevos desafíos en cualquier ámbito de la vida. No creo que sea bueno permanecer eternamente haciendo exactamente lo mismo. Algunos me dicen que en las diferentes áreas profesionales de la vida hay muchas personas que hacen lo mismo por años; pero, en muchos de esos casos, se debe a que han podido acceder por sus capacidades profesionales. No obstante, los profesionales exitosos suelen tener mucha movilidad. En el caso de los parlamentarios no hay movilidad, somos una élite, un grupo pequeño que se mantiene dentro del Congreso. No hay parlamentarios de categoría A o B, o mejor o peor ubicados; somos todos iguales. Y esa diferencia no existe en el Congreso, como sí la hace el mercado laboral fuera del Congreso.

Hay una situación que es aún más de fondo para limitar la reelección, que es que nosotros ostentamos un cargo de representación popular. En consecuencia, debemos ponernos por un segundo en los zapatos de quienes representamos. Para eso no podemos estar permanentemente haciendo lo mismo, no podemos ser diputados per sé, porque si es así, nunca seremos representados y estaremos siempre en el rol de representantes. Y toda vez que queremos representar de buena manera a nuestro electorado y a la ciudadanía, tenemos que estar en los zapatos de ellos. Para eso tenemos que estar también fuera del sistema político. Creo que es una necesidad del cargo.

Aquí se ha preguntado por qué no se puede optar al mismo cargo, cuando se elimina la reelección, en otro distrito. Creo que ahí se produce una situación que es completamente irregular, porque la persona se debe abocar durante dos años, a lo menos, a hacer campaña en el distrito B en circunstancias de que ha sido elegido para representar el distrito A. Eso no es correcto, porque estaríamos utilizando los recursos de la Cámara de Diputados para que un parlamentario que fue elegido por la ciudadanía para representar a un distrito específico, destine parte importante de su tiempo en hacer campaña en otro distrito, lo que considero una situación irregular.

Por otra parte, si no puede postular al mismo cargo, en su último período parlamentario se dedicaría mucho más tiempo a la Cámara de Diputados, algo que es necesario, toda vez que vemos que muchas veces el distrito pasa a ser más importante que legislar en el Congreso, lo que es una realidad. Lo vamos a ver el día de mañana, cuando observemos cuántos parlamentarios estarán en el Congreso y cuántos en su distrito, lo que se agrava aún más cuando no le damos la prioridad que tiene legislar por sobre el trabajo en terreno. De alguna manera, habrá un porcentaje de diputados dedicados con mayor energía, tiempo y capacidades a legislar.

Finalmente, podemos discutir muchísimo si lo adecuado son una, dos o tres reelecciones. Creo que es una discusión eterna. Lo importante es que se ha llagado a un acuerdo transversal, que tiene un apoyo mayoritario. Puede ser perfectible, corregible y mejorable; pero es un acuerdo que avanza y da una señal clara de que queremos renovación, de que no vamos a quedarnos apernados eternamente no sólo dentro del Congreso, sino que en los cargos de alcaldes, concejales y senadores. Creo que es un avance importante para nuestra democracia.

Por lo tanto, como bancada de Renovación Nacional, votaremos mayoritariamente a favor y esperamos conseguir los votos para aprobar esta reforma.

He dicho.

El señor MARINOVIC ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el diputado señor Pedro Araya.

El señor ARAYA.-

Señor Presidente , hemos discutido latamente el tema en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, y ha sido debatido por lo menos en un par de ocasiones en la Sala.

Seguiré insistiendo en algo que dije en dicha comisión. Creo que el problema de la renovación de los parlamentarios no pasa necesariamente por limitar la reelección. Aquí no hemos querido entrar al problema de fondo, que es el sistema electoral. En la medida en que mantengamos el actual sistema electoral binominal, no tiene ningún sentido, a mi juicio, aprobar este tipo de normas. Sostuve en esa comisión, y lo ratificaré en la Sala, que este tipo de normas harán más mal que bien. Me explico, porque lo que vamos a consagrar en la práctica son períodos parlamentarios, en el caso de los senadores, de 16 años, y en el caso de los diputados, de 12 años, punto que ya no comparto, porque no entiendo por qué los diputados tienen que sufrir una disminución respecto del tiempo que pueden ser reelectos los senadores.

Ante la posibilidad de que un parlamentario no vaya a la reelección, esto será más complejo en el caso de los senadores, que podrán ser reelegidos por 16 años. En su último período, en la práctica, no tendrán ningún incentivo para hacer bien su trabajo, porque, mal que mal, si un diputado o un senador quiere ir a la reelección, tiene que esforzarse en hacer bien su trabajo en el distrito o en la circunscripción respectiva. Además, quien no haga bien su trabajo, producirá un mayor descrédito al Parlamento que el que existe en la actualidad.

Coincido con lo dicho por algunos colegas, en el sentido de que no podemos seguir desprestigiando a la Cámara de Diputados. Cuando uno mira lo que ocurre cada inicio de período parlamentario, podrá observar que la Cámara de Diputados se renueva a lo menos en un tercio de sus miembros. Todos los que llegamos por primera vez a la Cámara, salvo aquellos que la integran desde 1990, competimos en una elección en que tuvimos que derrotar a algún diputado o senador en ejercicio. Eso da cuenta que hay un grado de renovación.

A mi juicio, la mayor renovación no se dará por limitar las reelecciones, sino que más bien en la medida en que seamos capaces de modificar el sistema binominal, respecto de lo cual tenemos que tomar decisiones como parlamentarios. Estimo que uno de los grandes déficits, entre muchos otros que tiene la Constitución del 80, es que nunca estableció adecuadamente un estatuto parlamentario; es decir, un documento que señale cuáles son los fueros de un senador o diputado , cuál es su sistema de elección, si se limitan o no sus reelecciones.

El proyecto, si bien es cierto pareciera tener un fin loable, y en esa línea apoyé la idea de legislar sobre la materia, demanda que nos hagamos cargo de los otros problemas que tiene aparejados. Insisto, el principal problema sigue siendo el sistema electoral binominal. Mientras no lo modifiquemos, este tipo de normas no tiene mucho sentido.

Por lo demás, hay que tener presente que vamos a enfrentar por primera vez una elección con inscripción automática y voto voluntario, lo que puede significar una verdadera revolución en los resultados electorales de los últimos veinte años, ya que tenemos una cantidad importante de jóvenes que podrán votar por primera vez, lo que podría cambiar la mirada electoral.

A mi juicio, el desafío es, más allá de limitar la reelección de diputados y senadores, el cambio del sistema electoral y tener un adecuado estatuto parlamentario, que establezca con claridad las obligaciones, las responsabilidades, los derechos y deberes que tienen los parlamentarios en el ejercicio de sus cargos.

En esa misma línea, me parece demasiado corto el período de ocho años que plantea el proyecto para concejales y alcaldes. Como sostuve en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, si vamos a limitar la reelección, soy partidario de que se fije un lapso de 16 años como tope para reelegir a las autoridades mencionadas, con excepción del Presidente de la República , aunque eso signifique una reelección para los senadores y tres reelecciones para los diputados, alcaldes y concejales.

Asimismo, de aprobarse el proyecto, es importante que se haga con la norma transitoria que establece que se computará como primero el período que se lleva a cabo cuando entre en vigencia esta legislación. Me ha tocado conocer colegas que vienen ganando elecciones desde los años 90 y 94, a quienes considero que son un muy buen aporte para la Cámara de Diputados. No ocurrió lo mismo cuando teníamos la institución de los senadores designados, en que se hacía una designación a dedo, tal como sucede con el sistema de remplazo de parlamentarios que tenemos actualmente.

Cada diputado y cada senador, sobre todo cada alcalde y cada concejal, termina ganando la elección porque consigue los votos necesarios y porque es capaz de presentar un proyecto más atractivo a los ciudadanos.

En esa línea, hago un llamado para que seamos capaces de mirar el sistema político en su conjunto; es decir, para tener una legislación más acorde y democrática en relación con los diputados y senadores, para avanzar en el logro de un sistema electoral proporcional representativo y para modernizar la ley de Partidos Políticos.

El proyecto, si bien es cierto limita la reelección de diputados, senadores, alcaldes y concejales, nada dice qué ocurre con las democracias internas de los partidos. Y la pregunta natural y obvia que uno se hace, porque nos ha tocado ver en elecciones anteriores cuando un determinado partido nomina un candidato y el pacto electoral decide que no tenga competencia, en la práctica está designando a un parlamentario.

El proyecto no se hace cargo de ese problema. Y lo complejo es que si no miramos esto en su conjunto, puede ocurrir que, al final, las directivas de los partidos terminen nominando candidatos que vayan solos en el pacto y, con nuestro actual sistema electoral parlamentario, resulten elegidos técnicamente por secretaría.

Vimos en elecciones pasadas cómo en algunas circunscripciones senatoriales se nominó solo un candidato a senador o se designó un candidato a senador con un acompañante que ni siquiera quería ser candidato.

Entonces, en esa lógica, la limitación de la reelección tiene que ir acompañada de un nuevo estatuto del sistema político chileno; una nueva ley de partidos políticos, un nuevo sistema electoral, un nuevo estatuto de los parlamentarios.

Por lo expuesto, anuncio que estoy por la idea de legislar, pero con la salvedad que apoyaré la indicación del diputado Rincón , en el sentido de igualar a 16 años los períodos a las autoridades que señala el proyecto.

He dicho.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez.

El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).-

Señor Presidente , solo quiero recalcar la importancia de este proyecto.

Es sabido por la opinión pública que después de largos 20 años de transición democrática, el Partido Comunista de Chile pudo llegar a este Parlamento.

Bien podríamos haber estado de acuerdo y sumarnos a todos los proyectos de reforma constitucional, que posteriormente se han rechazado, o archivado, o su tramitación se encuentra paralizada; sin embargo, hemos adherido a los que expresan que se debe limitar la reelección de parlamentarios, concejales, consejeros regionales, por una sencilla razón: así lo quiere el soberano.

Y el soberano es el pueblo que ha hecho una evaluación de todas las autoridades que hoy están ejerciendo sus cargos en el país. Su opinión ha sido categórica, sobre todo la que recae sobre este Parlamento -Senado y Cámara de Diputados-: no somos representativos de ellos. Sin duda, eso hay que tenerlo en cuenta.

Bien podríamos decir que concordamos con la reelección indefinida, dado que no hemos estado en este Congreso y nos podría hasta convenir. Pero el problema no es la conveniencia de este Partido, sino realmente lo que le interesa al pueblo chileno, que ya ha expresado una opinión sobre nosotros, y nosotros nos debemos a ellos.

En una democracia representativa, en un Estado representativo quien tiene no solo la última palabra, sino también la primera voluntad, es el soberano: el pueblo de Chile. En ese sentido, sin duda, son ellos quienes no han sido escuchados, los no atendidos, y deben tener la posibilidad, si no es posible terminar con el sistema electoral binominal, de resolver si el mandato permanece o no y así también ayudar a renovar a quienes los representan.

El sistema electoral binominal ha tergiversado esa representatividad. Si no existiese este sistema en nuestro país, hoy no nos encontraríamos debatiendo esta materia. ¿Por qué? Porque sería la voluntad soberana la que se expresara permanentemente en cada elección, y no como ocurre ahora, que finalmente queda entregado a la decisión de los partidos políticos quiénes son o no candidatos. Eso le hace mal a la democracia.

Como manifestó el diputado Melero , el Partido Radical y el Partido Comunista tuvieron que ponerse de acuerdo con los grandes conglomerados políticos para poder salir electos. Pero ahí está el problema. ¿Por qué teníamos que ponernos de acuerdo con los “grandes conglomerados” para poder ser elegidos si también tenemos nuestra votación y en un sistema proporcional podríamos aspirar a que el pueblo nos eligiera?

Ahí es donde da cuenta la perversión del sistema: hay que ponerse de acuerdo con los grandes conglomerados políticos para poder salir electos. ¿Por qué? Si no queremos ponernos de acuerdo, o que el pueblo nos elija como corresponde: ir a una elección y que él elija. Pero el pueblo no tiene oportunidad de hacer eso. Y como no la tiene, no queda otra cosa que lo que estamos haciendo. ¿Y qué estamos haciendo? Poniéndole un límite a la reelección.

Uno siempre debería dejar que la soberanía se expresara. Pero eso no ocurre; por eso, inventamos esta coartada. Puede ser buena, puede ser mala, puede ser la correcta, puede ser la incorrecta, pero, en definitiva, es la que tenemos a la mano para poder, de una forma u otra, ponerle límite a un sistema electoral que hoy es perverso y obliga a lo que indicó hace unos instantes el diputado Melero : a ponerse de acuerdo con los grandes conglomerados políticos. Lo que él señala es justamente la incorrección de este sistema.

No queremos eso, sino la oportunidad de que el pueblo, el soberano elija. Y más aún, creo que el límite a la reelección no es más que otra coartada a un tema mayor, que es la imposibilidad, de acuerdo a nuestra Constitución, de la revocabilidad del mandato.

Vuelvo a insistir en lo que manifestó el diputado Melero: que este es un Parlamento mediocre. Y él, en consecuencia, se une a todos quienes están diciendo afuera que nosotros lo hacemos mal.

Con mayor razón aquí debería existir un principio constitucional que contienen las constituciones más modernas, cual es la revocabilidad del mandato; es decir, que vuelva al soberano no solo la posibilidad de elegir cada cierto tiempo a sus autoridades, sino también de revocarles el mandato cuando, por ejemplo, un diputado o un senador ejerce mal su cargo, expresa ideas facinerosas, fascistas, que van contra el soberano, que -insisto- es el pueblo.

Si en nuestro ordenamiento jurídico existiera la revocabilidad del mandato, ni siquiera tendríamos posibilidad de discutir el límite de la reelección. Más aún, puede que ni siquiera tuviese que discutir el sistema electoral del país.

El pueblo chileno, en el ejercicio del principio de la revocabilidad -reitero: se encuentra contenido en las principales constituciones modernas-, podría decir: Quiero que este diputado siga en su mandato. Quiero que este senador siga en su mandato. De lo contrario, que se revoque el mandato y se pueda decir: No queremos que este diputado siga en su puesto. No queremos que este senador siga en su puesto.

Pero acá tenemos límites para la elección, y no existe la posibilidad de que el soberano, de una vez por todas, diga qué quiere respecto de quien mandata.

Esta es una democracia representativa, pero en el sentido de que, de cuando en cuando, tiene alguna posibilidad de elegir a sus parlamentarios. Pero no tiene ninguna posibilidad de decirles: Váyanse para su casa, porque lo están haciendo mal.

Creo que el pueblo chileno nos exige más en esta materia.

Y si es cierto lo que dice el diputado Melero, que este es un Parlamento mediocre, con mayor razón debería existir el principio de revocabilidad para que, quien sea, se vaya para la casa y no permanezca aquí desarrollando una labor mediocre.

Este proyecto, como dije, puede ser hasta una mala coartada. Puede que no sea el más indicado, pero hoy no queda otra opción más que aprobarlo, tomar una postura en cuanto a que debe haber un límite a la reelección de las autoridades que señala, por una sencilla razón: el pueblo chileno así lo está pidiendo.

He dicho.

El señor ULLOA.-

Señor Presidente , ¿por qué los que están en contra de la reelección nos avisan que no van en las próximas elecciones y así se acaba el problema?

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

En virtud del artículo 56 de la Constitución Política de la República, se ha pedido a la Mesa el cierre del debate.

Si le parece a la Sala, así se procederá.

El señor MONTES.-

No, señor Presidente, que se vote.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 64 votos; por la negativa, 11 votos. Hubo 2 abstenciones.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Araya Guerrero Pedro; Baltolu Rasera Nino; Bertolino Rendic Mario; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Girardi Lavín Cristina; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Hoffmann Opazo María José; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Lemus Aracena Luis; León Ramírez Roberto; Rosales Guzmán Joel; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Moreira Barros Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pérez Arriagada José; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Saa Díaz María Antonieta; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Chahín Valenzuela Fuad; Jarpa Wevar Carlos Abel; Muñoz D’Albora Adriana; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Schilling Rodríguez Marcelo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Tuma Zedan Joaquín; Vargas Pizarro Orlando.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Jaramillo Becker Enrique; Montes Cisternas Carlos.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Para un asunto de Reglamento, tiene la palabra el diputado señor Carlos Montes.

El señor MONTES.-

Señor Presidente, pido a la Mesa que solicite el asentimiento de la Sala para insertar los discursos.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Hago presente a la Sala que, por haber sido objeto de indicaciones, el proyecto solo se va a votar en general y vuelve a la Comisión respectiva.

Pido el asentimiento de la Sala para insertar los discursos de las diputadas señoras Andrea Molina, de los diputados señores Moreira, Saffirio, Chahín, Ortiz, Ojeda, Auth, Jiménez, de la señora Ximena Vidal y de los diputados señores Jaramillo, Cardemil, Bertolino, De Urresti, Montes, Shilling y Robles.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Para un asunto de Reglamento, tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.

El señor BURGOS.-

Señor Presidente, pido a la Mesa que solicite el asentimiento

de la Sala para votar las indicaciones en esta sesión.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Recabo el asentimiento de la Sala para votar ahora las indicaciones.

Varios señores DIPUTADOS.-

¡No!

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth.

El señor AUTH.-

Señor Presidente, quisiera saber si es posible dejar el mismo orden de inscritos para cuando se lleve a efecto la discusión en particular del proyecto.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

No hay ningún problema, señor diputado . Así se hará.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre el proyecto en los siguientes términos:

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Corresponde votar, en general, el proyecto de reforma constitucional, iniciado en mociones refundidas, que limita la reelección de los diputados y senadores, consejeros regionales y concejales.

Hago presente a la sala que por tratarse de una reforma constitucional, que recae en los Capítulos V y XIV de la Constitución Política de la República, se requiere el voto afirmativo de las tres quintas partes de los diputados en ejercicio.

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 79 votos; por la negativa, 9 votos. Hubo 7 abstenciones.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).- Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Andrade Lara Osvaldo; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Becker Alvear Germán; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Castro González Juan Luis; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Girardi Lavín Cristina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; León Ramírez Roberto; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rincón González Ricardo; Rivas Sánchez Gaspar; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Schilling Rodríguez Marcelo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Turres Figueroa Marisol; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Baltolu Rasera Nino; Bobadilla Muñoz Sergio; Estay Peñaloza Enrique; Rosales Guzmán Joel; Norambuena Farías Iván; Tarud Daccarett Jorge; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Bauer Jouanne Eugenio; Cristi Marfil María Angélica; Kort Garriga Issa; Hoffmann Opazo María José; Martínez Labbé Rosauro; Salaberry Soto Felipe; Verdugo Soto Germán.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Por haber sido objeto de indicaciones, vuelve a la Comisión para un segundo informe.

-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:

Boletines refundidos N° 4115-07, 4499-07, 4701-07, 4891-07, 7888-07 y 8221-07

-De los diputados señores José Pérez y Ricardo Rincón,

con el propósito de sustituir el epígrafe del proyecto por el siguiente: “Reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica”.

-De la diputada señora Marisol Turres y del diputado señor Ricardo Rincón

, con el fin de sustituir en el artículo 49 inciso segundo de la Constitución Política las palabras “ocho” por “seis” y “cuatro” por “tres”.

-De la diputada señora Andrea Molina y de los diputados señores Giovanni Calderón, Patricio Melero y Ricardo Rincón, para sustituir el numeral 1) del artículo único del proyecto (artículo 51 de la Carta Fundamental), por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez, y los diputados por dos veces, en sus respectivas circunscripciones y distritos.”.

-De los diputados señores José Pérez y Ricardo Rincón

, con el fin de reemplazar en el numeral 1) del artículo único del proyecto (artículo 51 del a Constitución Política) las palabras “una” por “dos”, y “vez” por “veces”; como asimismo sustituir en la frase final, relativa a los diputados, la expresión “dos” por “tres”.

-De los diputados señores José Pérez y Ricardo Rincón

, para reemplazar en el numeral 2) del artículo único del proyecto (artículo 113 de la Constitución Política) el vocablo “dos” por “tres”.

-De los diputados señores José Pérez y Ricardo Rincón

, para reemplazar en el numeral 3) del artículo único del proyecto (artículo 119 de la Carta Fundamental) la palabra “dos” por “tres”.

-Del diputado señor Marcelo Díaz, con la finalidad de agregar la siguiente disposición Vigésimo sexta transitoria a la Carta Fundamental:

“Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a los cargos actualmente en ejercicio.”.

-o-

1.9. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 03 de octubre, 2012. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 86. Legislatura 360.

?SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN Y JUSTICIA RECAIDO EN SEIS PROYECTOS DE REFORMA CONSTITUCIONAL REFUNDIDOS QUE LIMITAN LA REELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS Y CONCEJALES.

BOLETINES N°s. 4115-07: 4499-07; 4701-07; 4891-07;7888-07 y 8221-07.

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia viene en informar, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, los proyectos de reforma constitucional mencionados en el epígrafe, refundidos de acuerdo al texto propuesto en su primer informe.

De conformidad a lo establecido en el artículo 130 del Reglamento de la Corporación, este informe recae sobre el citado texto refundido, aprobado en general por la Cámara en su sesión 80ª. de 12 de septiembre del año en curso, con todas las indicaciones presentadas en la Sala y admitidas a tramitación.

De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 288 del Reglamento, en lo que es aplicable tratándose de una reforma constitucional, en este informe debe dejarse constancia de lo siguiente:

1.- De las disposiciones que no fueron objeto de indicaciones durante la discusión del primer informe en la Sala ni de modificaciones durante la elaboración del segundo en la Comisión.

No hubo.

2.- De las disposiciones suprimidas.

No hubo.

3.- De las disposiciones modificadas.

No hubo.

4.- De las disposiciones nuevas introducidas.

No hubo

5.- De las indicaciones rechazadas.

Se rechazaron las siguientes indicaciones:

a.- La de los diputados señora Molina y señores Calderón, Melero y Rincón para sustituir el número 1 del artículo único por el siguiente:

“ Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez, y los diputados por dos veces, en sus respectivas circunscripciones y distritos.”.

Se rechazó por mayoría de votos ( 3 votos a favor, 6 en contra y 2 abstenciones). Votaron a favor los diputados señora Turres y señores Calderón y Squella. En contra lo hicieron los diputados señora Saa y señores Burgos, Eluchans, Cristián Mónckeberg, Schilling y Walker. Se abstuvo el diputado señor Cardemil.

b.- La de los diputados señores Pérez y Rincón para reemplazar en el número 1 del artículo único las expresiones “una vez” por “dos veces” y “ dos períodos “ por “ tres períodos “.

Se rechazó por mayoría de votos (3 votos a favor y 8 en contra). Votaron a favor los diputados señora Turres y señores Calderón y Rincón. En contra lo hicieron los diputados señora Saa y señores Burgos, Cardemil, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Schilling, Squella y Walker.

c.- La de los diputados señores Pérez y Rincón para reemplazar en el número 2 del artículo único, la palabra “ dos” por “ tres”.

Se rechazó por mayoría de votos ( 3 votos a favor y 8 en contra). Votaron a favor los diputados señora Turres y señores Calderón y Rincón. En contra lo hicieron los diputados señora Saa y señores Burgos, Cardemil, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Schilling, Squella y Walker.

d.- La de los diputados señores Pérez y Rincón para reemplazar en el número 3 del artículo único la expresión “ dos” por “ tres”.

Se rechazo por mayoría de votos ( 3 votos a favor y 8 en contra). Votaron a favor los diputados señora Turres y señores Calderón y Rincón. En contra lo hicieron los diputados señora Saa y señores Burgos, Cardemil, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Schilling, Squella y Walker.

e.- La del diputado señor Díaz para reemplazar el número 4 del artículo único por el siguiente:

“ Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a los cargos actualmente en ejercicio.”.

Se rechazó por mayoría de votos ( 4 votos a favor y 7 en contra). Votaron a favor los diputados señora Saa y señores Burgos, Calderón y Schilling. En contra lo hicieron los diputados señora Turres y señores Cardemil, Eluchans, Cristián Mönckeberg, Rincón, Squella y Walker.

6.- Texto o mención de las disposiciones que el

proyecto modifica o deroga.

El proyecto modifica únicamente el inciso segundo del artículo 51; el inciso segundo del artículo 113 y el inciso primero del artículo 119 de la Constitución Política. Agrega, además, en el texto señalado, una nueva disposición transitoria.

*****

ACUERDO DE LA COMISIÓN.

La Comisión, en virtud de una indicación de los diputados señores Pérez y Rincón, basada en que el objetivo del proyecto excedía la sola reelección de parlamentarios, acordó, por unanimidad, sustituir el epígrafe, por el siguiente:

“Reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica.”.

QUORÚM DE VOTACIÓN.

De conformidad a lo establecido en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política, tratándose de modificaciones introducidas a disposiciones contenidas en los capítulos V y XIV de la Carta Fundamental, requieren para su aprobación del voto conforme de las tres quintas partes de los diputados y senadores en ejercicio.

***

Por las razones señaladas y por las que expondrá oportunamente el señor diputado informante, esta Comisión recomienda aprobar el proyecto de conformidad al siguiente texto:

“Proyecto de reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica.

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“ Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.

2.- Intercálanse en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, las expresiones “hasta por dos veces consecutivas”.

3.- Intercálanse en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, las expresiones “hasta por dos veces consecutivas”.

4.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“ Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.

******

Sala de la Comisión, a 3 de octubre de 2012.

Continúa como diputado informante el señor Edmundo Eluchans Urenda.

Acordado en sesión de igual fecha con la asistencia de los diputados señor Cristián Mönckeberg Bruner, ( Presidente), señora Marisol Turres Figueroa y señores Pedro Araya Guerrero, Jorge Burgos Varela, Giovanni Calderón Bassi, Alberto Cardemil Herrera, Ricardo Rincón González y Arturo Squella Ovalle.

En reemplazo de los diputados señores Guillermo Ceroni Fuentes, Aldo Cornejo González y Marcelo Díaz Díaz asistieron los diputados señora María Antonieta Saa Díaz y señores Matías Walker Prieto y Marcelo Schilling Rodríguez.

EUGENIO FOSTER MORENO

Abogado Secretario de la Comisión

1.10. Discusión en Sala

Fecha 10 de octubre, 2012. Diario de Sesión en Sesión 88. Legislatura 360. Discusión Particular. Se aprueba en particular.

REFORMA CONSTITUCIONAL SOBRE LÍMITE A REELECCIÓN DE AUTORIDADES. Primer trámite constitucional.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, iniciado en mociones refundidas, que limita la reelección de las autoridades que indica.

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es el señor Edmundo Eluchans.

Antecedentes:

-Segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, boletines N° 4115-07, 4499-07, 8221-07, 7888-07, 4891-07, 4701-07, sesión 86ª, en 9 de octubre de 2012. Documentos de la Cuenta N° 5.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Recabo el acuerdo de la Sala para que el proyecto se dé por informado y procedamos solo a su votación, en atención a que las indicaciones presentadas en su oportunidad fueron rechazadas, razón por la cual su redacción es similar a la despachada por la Cámara cuando debatió la iniciativa en general.

Tiene la palabra el diputado Jaramillo.

El señor JARAMILLO.-

Señor Presidente , estoy de acuerdo con lo planteado por su señoría, siempre y cuando el diputado Eluchans rinda el informe respectivo.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Acordado.

Tiene la palabra el diputado informante .

El señor ELUCHANS (de pie).-

Señor Presidente , en representación de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, vengo en informar, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, un proyecto de reforma constitucional que recoge las propuestas de seis iniciativas parlamentarias, que tienen por finalidad limitar la reelección sucesiva de diputados, senadores, concejales y consejeros regionales.

Como se recordará, en una sesión de hace un par de semanas, se aprobó la idea de legislar y el proyecto tuvo que volver a la Comisión de Constitución, porque se presentaron siete indicaciones, de las cuales una fue aprobada, otra retirada y las cinco restantes rechazadas. Brevemente, me referiré a cada una de ellas.

La primera indicación tiene por propósito sustituir el epígrafe del proyecto por el siguiente: “Reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica.”. La indicación fue aprobada.

La segunda indicación, de la diputada señora Turres y del diputado señor Rincón , que tenía por propósito establecer que los senadores durarán seis años en el cargo y renovarse, alternadamente, cada tres años, fue retirada.

La tercera indicación, de la diputada señora Molina y de los diputados señores Calderón , Melero y Rincón, que pretendía restringir la reelección de los parlamentarios en los respectivos distritos y circunscripciones, fue rechazada.

La cuarta indicación, de los diputados señores Pérez y Rincón, que pretendía que las reelecciones de los diputados pudieran ser tres, de manera tal que el período inicial de 4 años más tres reelecciones sumara un total de 16 años, igual período que se permite a los senadores, fue rechazada.

La quinta indicación, que pretendía lo mismo respecto de los consejeros regionales, fue rechazada.

La sexta indicación, de los diputados señores Pérez y Rincón, que pretendía lo mismo respecto de los concejales, esto es, tres reelecciones, fue rechazada.

La séptima y última indicación, del diputado Marcelo Díaz , que tenía por propósito establecer que esta reforma constitucional, de aprobarse, tuviera vigencia en el tiempo, de manera que a los parlamentarios que ya tuviesen períodos cumplidos se le imputara esta nueva norma constitucional, fue rechazada.

Es todo cuanto puedo informar a la Sala.

He dicho.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Como se acordó con anterioridad, el proyecto se votará sin discusión.

Se suspende la sesión por dos minutos.

-Transcurrido el tiempo de suspensión:

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes términos:

El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).-

Corresponde votar en particular el proyecto de reforma constitucional, iniciado en mociones refundidas, que limita la reelección de las autoridades que indica.

El señor RINCÓN.-

Señor Presidente, punto de Reglamento.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Tiene la palabra, diputado Rincón.

El señor RINCÓN.-

Señor Presidente , a continuación corresponde votar el tercer proyecto de la Tabla, que limita la reelección de las autoridades que indica.

Señor Presidente , a usted le consta que, en su momento, hubo a lo menos dos diputados que se opusieron a que no hubiera debate, a lo que su señoría señaló que dependería del tiempo que hubiera para el término del Orden del Día. Como no hubo tiempo, el señor Presidente cerró el debate, pese a que había diputados que queríamos intervenir.

Entonces, dado que nuevamente no pudimos presentar indicaciones, porque su señoría cerró automáticamente el debate, lo mínimo que puede hacer ahora, señor Presidente , es recabar la unanimidad de la Sala para dar lectura a dos de ellas, que dicen relación con temas fundamentales: Una, prohíbe toda posibilidad de elección en otros distritos y circunscripciones, y la otra, establece el igualamiento en años de diputados y senadores.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Señor diputado , se antepone el acuerdo de Comités de votar hoy el proyecto.

 Durante la sesión llegó una indicación de los diputados Díaz, Schilling y Gutiérrez, don Hugo, que se deberá votar. Por lo tanto, recabo la unanimidad de la Sala para ingresar nuevas indicaciones.

No hay unanimidad.

Corresponde votar en particular el proyecto de reforma constitucional, con la salvedad, del numeral 4 del artículo único, por haber sido objeto de indicación renovada.

Hago presente a la Sala que por tratarse de un proyecto de reforma constitucional que recae en los capítulos V y XIV de la Constitución Política de la República, para su aprobación se requiere el voto afirmativo de las tres quintas partes de los diputados y diputadas en ejercicio, esto es, 71 votos.

Por último, hago presente a la Sala que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia rechazó todas las indicaciones presentadas, por lo que el texto que se vota en este momento es el mismo que se tuvo a la vista en la discusión general.

En votación

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 87 votos, por la negativa 9 votos. Hubo 4 abstenciones.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alinco Bustos René; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Andrade Lara Osvaldo; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Baltolu Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Chahín Valenzuela Fuad; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; García García René Manuel; Kort Garriga Issa; Godoy Ibáñez Joaquín; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Rosales Guzmán Joel; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Schilling Rodríguez Marcelo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López Patricio; Vargas Pizarro Orlando; Venegas Cárdenas Mario; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Cerda García Eduardo; León Ramírez Roberto; Norambuena Farías Iván; Rincón González Ricardo; Tarud Daccarett Jorge; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Velásquez Seguel Pedro.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Cristi Marfil María Angélica; Isasi Barbieri Marta; Lorenzini Basso Pablo; Van Rysselberghe Herrera Enrique.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Corresponde votar la indicación renovada de los diputados Díaz, Schilling y Gutiérrez, don Hugo“Para reemplazar el numeral 4 del artículo único del proyecto por el siguiente:“Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a los cargos actualmente en ejercicio.”.”

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 26 votos, por la negativa, 59 votos. Hubo 7 abstenciones.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Rechazada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Andrade Lara Osvaldo; Barros Montero Ramón; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Chahín Valenzuela Fuad; Díaz Díaz Marcelo; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Harboe Bascuñán Felipe; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Lemus Aracena Luis; Montes Cisternas Carlos; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Saa Díaz María Antonieta; Schilling Rodríguez Marcelo; Silber Romo Gabriel; Teillier Del Valle Guillermo; Vallespín López Patricio; Vidal Lázaro Ximena.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Cardemil Herrera Alberto; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Cristi Marfil María Angélica; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Estay Peñaloza Enrique; García García René Manuel; Kort Garriga Issa; Godoy Ibáñez Joaquín; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; León Ramírez Roberto; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pérez Lahsen Leopoldo; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Torres Jeldes Víctor; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Venegas Cárdenas Mario; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Araya Guerrero Pedro; Farías Ponce Ramón; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Isasi Barbieri Marta; Muñoz D’Albora Adriana; Tarud Daccarett Jorge.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Corresponde votar el numeral 4 del artículo único propuesto por la Comisión de Constitución, al cual va a dar lectura el señor Secretario .

El señor ÁLVAREZ ( Secretario ).-

“4.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.”

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 80 votos; por la negativa, 6 votos. Hubo 10 abstenciones.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alinco Bustos René; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Baltolu Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Calderón Bassi Giovanni; Campos Jara Cristián; Cardemil Herrera Alberto; Cerda García Eduardo; Ceroni Fuentes Guillermo; Cornejo González Aldo; Cristi Marfil María Angélica; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; García García René Manuel; Kort Garriga Issa; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Pino Romilio; Harboe Bascuñán Felipe; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Molina Oliva Andrea; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Tuma Zedan Joaquín; Ulloa Aguillón Jorge; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Venegas Cárdenas Mario; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Carmona Soto Lautaro; Díaz Díaz Marcelo; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Hales Dib Patricio; Jiménez Fuentes Tucapel.

-Se abstuvieron los diputados señores:

Andrade Lara Osvaldo; Chahín Valenzuela Fuad; Lemus Aracena Luis; León Ramírez Roberto; Muñoz D’Albora Adriana; Pascal Allende Denise; Rincón González Ricardo; Tarud Daccarett Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio.

El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-

La Comisión ha propuesto cambiar el epígrafe del proyecto por el siguiente: “Reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica”.

¿Habría acuerdo?

Acordado.

Despachado el proyecto.

1.11. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 10 de octubre, 2012. Oficio en Sesión 55. Legislatura 360.

VALPARAÍSO, 10 de octubre de 2012

Oficio Nº 10416

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

Con motivo de las Mociones refundidas, Informes y demás antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente proyecto de reforma constitucional, correspondiente a los boletines N°4115-07, 4499-07, 4701-07, 4891-07, 7888-07 y 8221-07.

“PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.

2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

3.- Intercálase en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

4.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.”.

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Hago presente a V.E. que el artículo único del proyecto fue aprobado, en general, por 79 diputados, de 118 en ejercicio; y, en particular, por 87, con excepción de su numeral 4, que lo fue por 79 diputados, en ambos casos de 119 en ejercicio, dándose cumplimiento de esta manera a lo preceptuado en la primera oración del inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política.

Dios guarde a V.E.

NICOLÁS MONCKEBERG DÍAZ

Presidente de la Cámara de Diputados

ADRIÁN ÁLVAREZ ÁLVAREZ

Secretario General de la Cámara de Diputados

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe de Comisión Especial

Senado. Fecha 18 de mayo, 2015. Informe de Comisión Especial en Sesión 19. Legislatura 363.

?INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL ENCARGADA DE CONOCER PROYECTOS RELATIVOS A PROBIDAD Y TRANSPARENCIA, recaído en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite, para limitar la reelección de las autoridades que indica.

BOLETINES NÚMEROS 4.115-07, 4.499-07, 8.221-07, 7.888-07, 4.701-07 Y 4.891-07, refundidos.

______________________________________

HONORABLE SENADO:

La Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia, tiene el honor de informar respecto del proyecto de reforma constitucional aludido, que se inició en la Cámara de Diputados en seis mociones que fueron refundidas, con urgencia calificada de “discusión inmediata”.

Se hace presente que, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento de la Corporación, la Comisión discutió en general y en particular esta iniciativa de reforma constitucional, por haberse hecho presente la urgencia de discusión inmediata a su respecto.

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OBJETIVOS DEL PROYECTO

-Limitar la reelección de los Senadores –por una sola vez-, de los Diputados –por dos períodos sucesivos- y de los alcaldes, consejeros regionales y concejales por dos veces consecutivas, y considerar el período en actual ejercicio de las autoridades mencionadas como el primero.

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NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL

Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los cinco numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

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A las sesiones en que la Comisión estudió esta reforma constitucional asistieron, además de sus miembros, el Ministro Secretario General de Presidencia, señor Jorge Insunza Gregorio de las Heras, la ex Ministra Secretaria General de la Presidencia, señora Ximena Rincón González, la Subsecretaria del mismo Ministerio, señora Patricia Silva Meléndez, el Jefe de la División de Relaciones Políticas e Institucionales, señor Gabriel de la Fuente y el abogado señor Nicolás Torrealba; la abogada de la División Jurídica de dicha Secretaría de Estado, señora Valeria Lubbert y los asesores señores Tomás Jordán y Daniel Portilla; el asesor del Comité Partido por la Democracia, señor Sebastián Abarca; el asesor del Comité Partido Comunista de la Cámara de Diputados, señor Matías Jiménez y el asesor del Instituto Igualdad, señor Sebastián Divin. Asesores parlamentarios: del Senador señor Ignacio Walker, la señora Constanza González; del Senador Espina el señor Pablo Urquízar y del Senador Harboe, la Jefa de Gabinete, señora Deborah Bailey.

ANTECEDENTES

Para el debido estudio de esta iniciativa de reforma constitucional se han tenido en consideración, entre otros, los siguientes:

I.- ANTECEDENTES JURÍDICOS

-La Constitución Política de la República, especialmente los artículos que dicen relación con la generación de la Cámara de Diputados y del Senado, la elección de los alcaldes, la integración de los consejos regionales y la conformación de los concejos municipales.

El artículo 47 preceptúa que la Cámara de Diputados está integrada por miembros elegidos en votación directa por distritos electorales, renovándose en su totalidad cada cuatro años. A su vez, el artículo 49 consagra la integración del Senado por votación directa por circunscripciones senatoriales, durando ocho años en sus cargos y renovándose alternadamente cada cuatro años.

El artículo 51, en su inciso segundo establece que las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente y que los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos, sin considerar límites a esta posibilidad.

El artículo 113, referido al consejo regional, partícipe del gobierno de cada región, estatuye que estará integrado por consejeros elegidos por sufragio universal en votación directa y que durarán cuatro años en sus cargos pudiendo ser reelegidos.

El artículo 118, en su inciso primero hace recaer la administración local de cada comuna o agrupación de comunas en una municipalidad, entidad que estará constituida por el alcalde, que es su máxima autoridad y por el concejo.

El artículo 119 contempla que los concejales municipales, elegidos por sufragio universal, durarán cuatro años en sus cargos y que podrán ser reelegidos.

II.- ANTECEDENTES DE HECHO

Esta iniciativa tuvo su origen en las siguientes seis mociones presentadas en la Cámara de Diputados:

-Boletín N° 4.115-07. Del ex Diputado y actual Senador señor Chahuán, de la Diputada Rubilar, y de los ex Diputados Aedo y Ximena Valcarce, cuya idea central era permitir la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores hasta por uno, a la vez que agregaba una norma transitoria para que se considere el actual período como el primero.

-Boletín N° 4.499-07. De los Diputados Farías y Jiménez y de los ex Diputados Alinco y Ximena Vidal, para limitar la reelección de diputados, senadores y concejales a sólo una vez.

-Boletín N° 4.701-07. Del Diputado Rodrigo González, que autorizaba la reelección de diputados y senadores hasta por una vez.

-Boletín N° 4.891-07. Del Diputado Fidel Espinoza y de las Diputadas Pacheco y Pascal, y de los ex Diputados De Urresti y Díaz, para permitir solamente la reelección de los diputados, limitada a un período.

-Boletín N° 7.888-07. De los Diputados Chahín, Sabag, Saffirio, Torres y Walker y de la ex Diputada Carolina Goic, cuya idea central era autorizar la reelección de los diputados hasta por dos períodos y la de los senadores solamente por uno, agregando mediante una norma transitoria que esta normativa será aplicable a partir de las próximas elecciones parlamentarias, pero considerando el actual período como el primero.

-Boletín N° 8.221-07. Del Diputado Ceroni y de los ex Diputados Burgos, Cardemil, Díaz y Eluchans, para permitir la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores sólo por uno y establecía mediante una norma transitoria que esta limitante empezaría a aplicarse a partir de las elecciones parlamentarias de 2013.

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PROYECTOS DE REFORMA CONSTITUCIONAL INICIADOS EN MOCIÓN EN EL SENADO RELACIONADOS CON LA INICIATIVA EN DISCUSIÓN

La Comisión Especial tuvo a la vista los siguientes proyectos de reforma constitucional que se vinculan con la materia en discusión, todos en primer trámite constitucional:

1) El iniciado en Moción de los Senadores señores Ossandón, Guillier y Quinteros, que limita la reelección de autoridades –diputados, senadores, concejales, alcaldes y consejeros regionales-, establece elecciones complementarias, amplía las causales de cesación y renuncia de los cargos parlamentarios y elimina el fuero de los diputados y senadores, correspondiente al Boletín N° 9.978-07.

2) El iniciado en Mensaje del ex Presidente de la República, señor Sebastián Piñera Echenique, sobre reelección y vacancia de parlamentarios, correspondiente al Boletín N° 9.031-07.

3) El iniciado en Moción del Senador señor Navarro, que modifica el inciso primero del artículo 119 de la Carta Fundamental para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como concejal, correspondiente al Boletín N° 9.215-07.

4) El iniciado en Moción del Senador señor Navarro, que incorpora un inciso final al artículo 48 de la Carta Constitucional para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como diputado, correspondiente al Boletín N° 9.126-07.

5) El iniciado en Moción del Senador señor Navarro, que incorpora un inciso final al artículo 50 de la Carta Constitucional para limitar a dos los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como senador, correspondiente al Boletín N° 9.217-07.

6) El iniciado en Moción del Senador señor Navarro, que modifica el inciso segundo del artículo 113 de la Carta Fundamental para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como consejero regional, correspondiente al Boletín N° 9.218-07.

Además de las reformas constitucionales precedentemente enumeradas, la Comisión Especial tuvo en consideración la idea matriz del proyecto de ley, iniciado en Moción del Senador señor Navarro, que limita a un máximo de dos reelecciones consecutivas la participación de un candidato a alcalde, correspondiente al Boletín N° 9.225-07.

Informe de la Biblioteca del Congreso Nacional sobre la reelección de autoridades públicas en la experiencia comparada

La Comisión Especial también tuvo a la vista el informe elaborado por el área de Asesoría Técnica Parlamentaria de la Biblioteca del Congreso Nacional, cuyo texto se puede consultar en la página web del Senado, asociado al Boletín N° 4.115-07.

Dicho documento señala resumidamente que en el ámbito presidencial, la experiencia comparada exhibe casos en que la reelección está permitida en forma inmediata e indefinida, como en Francia y Venezuela; inmediata, aunque limitada a un solo período consecutivo, como ocurre en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador; inmediata, con dos períodos contiguos, como en Estados Unidos; o alterna, con la opción de postular nuevamente al cargo una vez transcurrido uno o dos mandatos, como ocurre hoy en Chile, Perú y Uruguay. En contraste, en países como México y Paraguay, la reelección no es admitida.

Respecto a los parlamentarios, en el análisis comparado no se aprecian mayores limitaciones a la reelección, salvo en los casos de Costa Rica y México, en que los legisladores que culminan su período, deben esperar el paso de una legislatura para volver a re-postular.

Finalmente, a nivel local, existen cortapisas a la reelección en estados como Brasil, Uruguay y México.

Asimismo, este informe expresa que la reelección de autoridades públicas es una realidad visible en una buena proporción de países, pese al argumento de algunos especialistas, que afirman que esta posibilidad se puede prestar para abusos de poder.

En los planos presidencial y local se advierten mayores matices en torno a la figura de la reelección, por cuanto en la mayoría de los países analizados esta no es ilimitada ni inmediata, existiendo algunos estados en los cuales, incluso, se encuentra prohibida.

En contraste, a nivel parlamentario se advierte una mayoritaria tendencia en favor de esta alternativa, como lo refrendan los casos ya revisados.

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Texto aprobado por la Cámara de Diputados

El proyecto de reforma constitucional despachado por la Cámara de Diputados consta de un artículo único, que contempla cuatro numerales. El primero, referido a las elecciones de diputados y senadores, sustituye el inciso segundo del artículo 51 para disponer que los senadores puedan ser reelegidos sucesivamente sólo por una vez y que los diputados puedan ser reelegidos sucesivamente por dos períodos.

El numeral 2 modifica el inciso segundo del artículo 113 con el objeto de limitar la reelección de los consejeros regionales hasta por dos veces consecutivas.

El numeral 3 introduce una enmienda en el inciso primero del artículo 119 para limitar la reelección de los concejales municipales hasta por dos veces consecutivas.

El numeral 4 agrega una disposición transitoria a la Carta Fundamental con la finalidad de establecer que las limitaciones a la reelección ya mencionadas serán aplicables a contar de las próximas elecciones de parlamentarios, de consejeros regionales y de concejales. Asimismo, se declara –en relación a las limitaciones contempladas- que el período en actual ejercicio de dichas autoridades corresponde al primero.

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DISCUSIÓN EN GENERAL Y EN PARTICULAR

Sesión celebrada el 6 de mayo de 2015

La Comisión Especial, en la primera sesión dedicada al estudio de esta reforma constitucional, escuchó los planteamientos de la entonces Ministra Secretaria General de la Presidencia, señora Ximena Rincón González, para continuar con la expresión de los puntos vista de cada de uno de sus integrantes respecto de la iniciativa.

MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE LA PRESIDENCIA

La ex Ministra Secretaria General de la Presidencia, señora Ximena Rincón González, manifestó que este proyecto pretende mejorar los niveles de confianza de la ciudadanía hacia las instituciones y las personas que se desempeñan en ellas mediante los procesos eleccionarios, en cuyo contexto deben considerarse las modificaciones que introdujo la ley N° 20.840, publicada 5 de mayo de 2015, que sustituye el sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional inclusivo y fortalece la representatividad del Congreso Nacional.

En esa línea, aseveró que la aprobación de la iniciativa puede mejorar el funcionamiento de las instituciones democráticas, al limitar los períodos en que es posible ejercer el cargo de Senador, Diputado, Concejal o Consejero Regional. Al efecto, afirmó que los índices de renovación en el Parlamento señalan que el 87% de los parlamentarios en ejercicio se presentaron a las elecciones parlamentarias de 2013, de cuyo universo el 72% resultó electo.

Con todo, afirmó que la iniciativa de reforma constitucional en estudio introduciría una restricción a la voluntad de la ciudadanía, en un contexto internacional en que sólo en México, Costa Rica y Perú se contemplan mecanismos de esa índole.

En consecuencia, abogó por equiparar los períodos en que las autoridades públicas pueden ejercer sus funciones. Asimismo, sostuvo que, tratándose de la administración comunal, debe establecerse una limitación a los períodos en que un alcalde puede desempeñarse en tal condición, toda vez que el texto aprobado en primer trámite constitucional por la Cámara de Diputados sólo consagra dicha restricción respecto de los concejales.

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El Senador señor Prokurica abogó por resolver las problemáticas derivadas de la posibilidad de reelección indefinida de autoridades en cargos de elección popular, incluyendo a los presidentes de partidos políticos, toda vez que dicha materia resulta relevante para mejorar los índices de confianza de la ciudadanía respecto de las instituciones públicas.

En ese sentido, sostuvo que, en los años 2006 y 2010, la directiva de la colectividad de la que forma parte envió un documento a la Presidenta de la República representándole dicha situación, lo que habría sido considerado en la iniciativa en estudio.

El Senador señor Pérez Varela sostuvo que, sin perjuicio de la necesidad de evaluar la procedencia de limitar la reelección indefinida de autoridades públicas, la mejoría en los índices de confianza de la ciudadanía hacia la instituciones públicas requiere de propuestas de reformas legales en diversas materias, tal como ocurre tratándose de la legislación relativa al funcionamiento y financiamiento de los partidos políticos.

En efecto, aseveró que, aun cuando la iniciativa en estudio propone favorecer la renovación de las autoridades de elección popular, nuestro país presenta altos índices en el ingreso de nuevos parlamentarios. En la misma línea, agregó que entre las conclusiones del Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés, tráfico de influencias y corrupción, no se consigna el establecimiento de un límite a la reelección de parlamentarios, lo que sí ocurre tratándose de alcaldes[1].

En ese contexto, aseveró que, sin perjuicio de concordar en la necesidad de establecer un límite a la reelección, dicha medida debe ser analizada reflexivamente, habida cuenta de los efectos que pudiere producir en el funcionamiento del Parlamento, y los indicadores que señalan que, en general, nuestro país presenta una permanente renovación de sus autoridades.

El Senador señor Harboe afirmó que la iniciativa recoge uno de los elementos que la ciudadanía ha cuestionado respecto del funcionamiento de las instituciones públicas.

En efecto, indicó que las reformas en materia de transparencia de la política requieren limitar el período en que las autoridades de elección popular pueden ejercer tales labores, incluyendo a funcionarios de organismos específicos, tales como los fiscales regionales del Ministerio Público. En ese sentido, enfatizó que existe la necesidad de implementar una regulación coherente que, desde diversos ángulos, permita mejorar la calidad de la actividad política en materias tales como transparencia y financiamiento de los partidos políticos.

Sin perjuicio de ello, manifestó que, durante el análisis de la iniciativa, deben ponderarse adecuadamente los efectos que la limitación a la reelección de autoridades públicas puede generar respecto de quienes han acumulado la experiencia necesaria para ejercer correctamente sus labores.

En ese sentido, expresó que, en momentos en que la evaluación ciudadana respecto de la labor de las instituciones públicas resulta ser negativa, la labor que debe cumplir el Parlamento debe desarrollarse buscando lo mejor para el país, con prescindencia de las consecuencias que se pudieren producir en términos de popularidad.

Agregó que el inciso segundo del artículo 49 de la Constitución Política de la República, al disponer que los Senadores durarán ocho años en su cargo y se renovarán alternadamente cada cuatro años, pretende evitar la total renovación del Senado en conjunto con la Cámara de Diputados y la elección del Presidente de la República, de modo de favorecer la estabilidad del proceso democrático.

En consecuencia, puntualizó que, al limitar la reelección de las autoridades, se establecería, en rigor, una restricción hacia la forma en que la ciudadanía puede elegir a sus representantes, lo que podría afectar injustamente a aquellos servidores públicos de mayor experiencia que desempeñan adecuadamente sus labores.

El Senador señor Guillier sostuvo que el país se enfrenta a un contexto en que la ciudadanía advierte la tendencia de las autoridades públicas a reelegirse indefinidamente en sus cargos, lo que, en general, puede constituir un síntoma de corrupción, junto a una evaluación especialmente crítica respecto de la labor de las instituciones públicas, en general, y del Congreso Nacional, en particular.

En ese sentido, enfatizó que la respuesta que debe provenir desde las instituciones públicas debe ser clara, con la finalidad de dar cuenta de una voluntad seria y drástica en materia de limitación a la reelección indefinida.

En consecuencia, manifestó que, en el evento de implementar un límite a la reelección de ciertas autoridades públicas, debe tratarse de un mecanismo que impida que, en los hechos, se produzca la situación actual, en que algunas de ellas ejercen sus funciones durante varias décadas de modo consecutivo.

Enfatizó que es necesario que las autoridades promuevan una verdadera autolimitación de sus facultades en el ejercicio del poder. Bajo esa premisa, añadió, no resulta adecuado que la iniciativa en análisis, en lugar de introducir una modificación sustantiva en la materia, proponga legalizar una situación que se produce de facto, la que ha sido evaluada muy negativamente por la ciudadanía, consistente en la excesiva permanencia de ciertas autoridades en sus cargos.

El Senador señor Walker, don Ignacio, afirmó que, en el marco de la democracia representativa, corresponde diseñar los mecanismos que permitan garantizar la calidad de las instituciones públicas y favorecer la gobernabilidad, considerando que, de ese modo, es posible evitar la aparición de gobiernos populistas o liderazgos individualistas.

En ese contexto, aseveró que el establecimiento de un límite a la reelección indefinida de autoridades públicas puede desempeñar un rol muy relevante, aun cuando ello podría constituir una limitación a las facultades de la ciudadanía respecto de la elección de sus representantes en cargos de elección popular. En efecto, agregó que la regla general, en las democracias más desarrolladas, es la inexistencia de restricciones en materia de reelección, habida cuenta de que se trata de una materia que debe ser resuelta, en último término, mediante el voto popular.

Por otra parte, señaló que, en conformidad al numeral 17° del artículo 19 de la Constitución Política de la República, la admisión a las funciones y empleos públicos, en la forma establecida por la Constitución y las leyes, constituye un derecho fundamental de toda persona. Asimismo, agregó que el inciso segundo del artículo 13 de la Carta Fundamental consagra que la calidad de ciudadano otorga el derecho a optar a cargos de elección popular. Ambas disposiciones, afirmó, deben ser consideradas durante el debate de la iniciativa, considerando que ésta pretende limitar la posibilidad de ejercer determinados cargos públicos.

Sesión celebrada el 13 de mayo de 2015

Al inicio de esta sesión, el Presidente de la Comisión Especial, Senador señor Walker, don Ignacio, puso en votación la idea de legislar respecto de la reforma constitucional en estudio, resultando aprobada por la unanimidad de los integrantes de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio.

Seguidamente, la Comisión Especial efectuó la discusión en particular de esta iniciativa.

Artículo único

Numeral 1)

El numeral 1) del artículo único del proyecto de reforma constitucional apunta a sustituir el inciso segundo del artículo 51 de la Constitución Política de la República, estableciendo que los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez, en tanto que los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.

El Senador señor Walker, don Ignacio, explicó que la disposición en análisis limita la reelección de los diputados hasta por dos períodos consecutivos.

Agregó que la iniciativa consagra un máximo equivalente a doce años de ejercicio consecutivo del cargo de diputado, los que resultarían de sumar los cuatro años de la primera elección junto al período de ocho años, en el evento de producirse dos reelecciones sucesivas.

A su turno, especificó que tratándose de los senadores, el proyecto de reforma constitucional permite la posibilidad de una sola reelección, la que, sumada a la primera elección, equivale a un período máximo sucesivo de dieciséis años en el cargo.

-Puesto en votación el numeral 1) del artículo único del proyecto de reforma constitucional, fue aprobado, con una adecuación de carácter formal, por la unanimidad de los integrantes de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio.

Numeral 2)

El numeral 2) del artículo único del proyecto en estudio propone establecer, en el inciso segundo del artículo 113 de la Constitución Política de la República, que, tratándose de los consejeros regionales -cuyo período equivale a cuatro años-, podrán ser reelegidos en sus cargos hasta por dos veces consecutivas.

-Puesto en votación el numeral 2) del artículo único del proyecto de reforma constitucional, fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica (Espina) y Walker, don Ignacio, en los mismos términos que la Cámara de Diputados.

Indicación de S.E. la Presidenta de la República

La Presidenta de la República, señora Michelle Bachelet Jeria, presentó una indicación para intercalar, en el artículo único del proyecto de reforma constitucional, un numeral 3, nuevo, pasando los actuales numerales 3) y 4) a ser 4) y 5), respectivamente.

En efecto, la disposición propuesta apunta a establecer, en el inciso primero del artículo 118 de la Constitución Política de la República, que los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.

Al inicio del análisis de la indicación del Ejecutivo, el Jefe de la División de Relaciones Políticas e Institucionales del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, señor Gabriel de la Fuente, afirmó que, mediante la aprobación de dicha disposición, se propone limitar el período en que los alcaldes pueden ejercer sus funciones de modo consecutivo, por el equivalente a doce años.

Al mismo tiempo, aseveró que, de ese modo, se incorporan las normas relativas a la forma de elección y duración del mandato de los alcaldes al texto constitucional vigente, toda vez que dichas disposiciones se encuentran contenidas en el Título II del decreto con fuerza de ley N° 1, del Ministerio del Interior, de 2014, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la ley N° 18.695, orgánica constitucional de Municipalidades.

-Puesto en votación el numeral 3, nuevo, que la indicación de S.E. la Presidenta de la República propone agregar al artículo único del proyecto de reforma constitucional, fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio.

Numeral 3, que ha pasado a ser 4)

El numeral 3), que ha pasado a ser numeral 4), del artículo único del proyecto de reforma constitucional, propone establecer, en el inciso primero del artículo 119 de la Constitución Política de la República, que los concejales que forman parte de la Administración Comunal, cuyo período equivale a cuatro años, podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.

-Puesto en votación el numeral 3) del artículo único del proyecto de reforma constitucional, que ha pasado a ser numeral 4), fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio, en los mismos términos que la Cámara de Diputados.

Numeral 4), que ha pasado a ser 5)

El numeral 4), que ha pasado a ser numeral 5), del artículo único del proyecto de reforma constitucional, propone incorporar, a la Constitución Política de la República, una disposición transitoria, nueva, estableciendo que las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas que el período en actual ejercicio corresponde al primero.

A su respecto, S.E. la Presidenta de la República presentó una indicación para introducir una disposición transitoria vigésimo séptima, nueva, estableciendo que los límites a la reelección que operan respecto de senadores, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales serán aplicables a partir de las primeras elecciones posteriores a su elección. Asimismo, propone que, para las autoridades en ejercicio al momento en que tales restricciones se encuentren vigentes, se contabilizará la próxima elección como su primera candidatura a reelección, en su caso.

En la misma línea, el Senador señor Harboe propuso establecer un texto que consigne el actual período de las distintas autoridades como el primero, para los efectos de los límites a la reelección establecidos.

-Puesta en votación la indicación de S.E. la Presidenta de la República, que incorpora una disposición transitoria vigésimo séptima, nueva, a la Constitución Política de la República, fue aprobada, con modificaciones, por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio.

MODIFICACIONES

En mérito de los acuerdos recién consignados, la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia propone aprobar el texto despachado por la Cámara de Diputados con las siguientes enmiendas:

ARTÍCULO ÚNICO

NUMERAL 1

Ha intercalado, a continuación de la expresión “en el cargo” la segunda vez que aparece, la preposición “hasta”.

(Adecuación formal)

ooooooo

Ha incorporado, a continuación del numeral 2, el siguiente nuevo:

“3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.”.

(Unanimidad 5X0. Indicación del Ejecutivo. Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio).

NUMERAL 3

Ha pasado a ser numeral 4, sin modificaciones.

NUMERAL 4

Ha pasado a ser numeral 5, sustituido por el siguiente:

“5.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.”.”.

(Unanimidad 5X0. Indicación del Ejecutivo, con modificaciones. Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio).

TEXTO DEL PROYECTO

En conformidad con los acuerdos adoptados, la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia propone aprobar el proyecto de reforma constitucional en informe en los siguientes términos:

“PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.”.

4.- Intercálase en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

5.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.”.”.

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Acordado en sesiones celebradas los días 6 y 13 de mayo de 2015, con asistencia de los Senadores señores Ignacio Walker Prieto (Presidente), Alejandro Guillier Álvarez, Felipe Harboe Bascuñán, Víctor Pérez Varela y Baldo Prokurica Prokurica (en reemplazo del Senador señor Espina).

Sala de la Comisión, a 18 de mayo de 2015.

PILAR SILVA GARCÍA DE CORTÁZAR

Secretaria de la Comisión

RESUMEN EJECUTIVO

____________________________________________________________

INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL ENCARGADA DE CONOCER PROYECTOS RELATIVOS A PROBIDAD Y TRANSPARENCIA, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN SEGUNDO TRÁMITE, PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

BOLETINES NÚMEROS 4.115-07, 4.499-07, 8.221-07, 7.888-07, 4.701-07 Y 4.891-07, REFUNDIDOS.

I. PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: -Limitar la reelección de los Senadores –por una sola vez-, de los Diputados –por dos períodos sucesivos- y de los alcaldes, consejeros regionales y concejales por dos veces consecutivas, y considerar el período en actual ejercicio de las autoridades mencionadas como el primero.

II. ACUERDOS: aprobado en general y en particular (5X0) (Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica y Walker, don Ignacio).

III. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: consta de un artículo único dividido en cinco numerales.

IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los cinco numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

V. URGENCIA: discusión inmediata.

VI. ORIGEN INICIATIVA: Cámara de Diputados. Seis Mociones.

VII. TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo.

VIII. APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: en general 79 votos a favor, 9 en contra y 7 abstenciones. En particular, los numerales 1 al 3 contaron con 87 votos a favor, 9 en contra y 4 abstenciones y el numeral 4 fue aprobado por 80 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones.

IX. INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 16 de octubre de 2012.

X. TRÁMITE REGLAMENTARIO: primer informe, en general y en particular.

XI. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA: La Constitución Política de la República.

_____________________________________________________________

Valparaíso, 18 de mayo de 2015.

PILAR SILVA GARCÍA DE CORTÁZAR

Secretaria de la Comisión

[1] Página 38 del Informe Final del Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés tráfico de influencias y corrupción.

2.2. Discusión en Sala

Fecha 20 de mayo, 2015. Diario de Sesión en Sesión 23. Legislatura 363. Discusión General. Pendiente.

LÍMITE A REELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS, ALCALDES, CONSEJEROS REGIONALES Y CONCEJALES

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Corresponde ocuparse en el proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica la Carta Fundamental para limitar la reelección de las autoridades que indica, con informe de la Comisión Especial Encargada de Conocer Proyectos Relativos a Probidad y Transparencia y urgencia calificada de "suma".

--Los antecedentes sobre el proyecto (4.115-07, 4.499-07, 8.221- 07, 7.888-07, 4.701-07 y 4.891-07, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional:

En segundo trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2012.

Informe de Comisión:

Especial Encargada de Conocer Proyectos Relativos a Probidad y Transparencia: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2015.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).-

Los objetivos de este proyecto son limitar la reelección de los senadores, por una sola vez; la de los diputados, por dos períodos sucesivos, y la de los alcaldes, consejeros regionales y concejales, por dos veces consecutivas, y considerar como primero el período en actual ejercicio de las mencionadas autoridades.

La Comisión Especial de Probidad y Transparencia discutió esta iniciativa en general y particular, en virtud de lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento de la Cámara Alta, por tener "discusión inmediata" en ese momento, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela, Prokurica e Ignacio Walker.

En cuanto a la discusión particular, la Comisión efectuó diversas enmiendas, todas las cuales se aprobaron por unanimidad.

Cabe hacer presente que para la aprobación de los cinco numerales del artículo único del proyecto en informe se requieren tres quintas partes de los Senadores en ejercicio (en este momento, al menos 22 votos favorables), por cuanto esas normas recaen en los Capítulos V y XIV de la Carta Fundamental.

El texto que se propone aprobar se consigna en la página 13 del informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

En discusión general.

Tiene la palabra el Presidente de la Comisión Especial de Probidad y Transparencia, Senador señor Ignacio Walker.

El señor WALKER (don Ignacio).-

Señor Presidente , sin duda alguna, este tema es opinable, muy debatible en cuanto a si colocar o no límites a la reelección en los cargos de representación popular.

Si uno mira el informe que nos entregó la Biblioteca del Congreso Nacional, donde se revisa la política comparada sobre la materia, puede percibir que existen al menos tres visiones.

En primer lugar, en el caso de los parlamentarios -me concentraré principalmente en ellos; pero, como veremos, el proyecto es más general-, hay quienes sostienen que la reelección permite profesionalizar la carrera legislativa. Este primer argumento valora la experiencia. Por lo tanto, poner límites sería contradictorio con la acumulación de experiencia; con la profesionalización de la carrera legislativa, y, en general, con lo que significa el ejercicio de esos cargos de representación popular.

Existe otra teoría, opuesta a la anterior -estoy hablando de la legislación comparada-, que es contraria a la reelección, principalmente por la mayor probabilidad de abusos en el ejercicio del poder; por la perpetuación en los cargos -dicen algunos autores-, y, de otro lado, por la cristalización de una clase política anquilosada, sin mayor renovación. De ahí que esa teoría tienda a favorecer el límite a la reelección.

Finalmente, existen posturas intermedias, como aquella que sostiene que las restricciones a la reelección no debiesen existir en los países que cuentan con institucionalidad democrática sólida.

La verdad es que la inmensa mayoría de las democracias maduras, de las naciones desarrolladas, no contemplan límite alguno a la reelección.

Por ejemplo, en Estados Unidos no hay ninguna cortapisa a ese respecto. Ello, a nivel federal. Porque, desde el año 90 en adelante, 20 estados han adoptado la modalidad de limitar la reelección.

Sin embargo, los estudios de que disponemos sobre las consecuencias que ha producido ese experimento en el país del norte señalan que existen grandes distorsiones. Entre ellas, el hecho de que los parlamentarios abandonan el distrito en el último período.

Pero hay algo más preocupante: empíricamente, los últimos 25 años, desde que rige aquel límite a la reelección en algunos estados -no en el nivel federal, repito-, demuestran que la inmensa mayoría de los exparlamentarios se dedican al lobby,se transforman en lobistas, pues tienen la experiencia del trabajo legislativo; o sea, como después necesitan reinsertarse en el mercado laboral, abandonan los distritos y terminan de lobistas.

Estados Unidos, por consiguiente, no tiene límite alguno a la reelección ni de senadores ni de diputados.

Tampoco ponen límite Argentina , Brasil, Perú , Uruguay , España , Francia, Italia.

Entonces, la evidencia comparada es categórica: la inmensa mayoría de las democracias del mundo no contemplan restricciones a la reelección.

Hay solo dos excepciones: México y Costa Rica.

México viene de vuelta, pues tenía un solo período (ya hay dos). Y Costa Rica establece alguna limitación.

Punto: no hay más excepciones.

Chile sería la tercera excepción en el mundo si limitara la reelección en los cargos de representación popular.

Los casos que di de ausencia de límite constituyen la inmensa mayoría. Repito: en Europa, España , Francia, Italia; en América Latina, Argentina , Brasil, Perú, Uruguay ; en Norteamérica, Estados Unidos, etcétera.

¡Estamos con mucho ánimo en la Sala...!

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Les ruego a Sus Señorías guardar silencio para escuchar al Presidente de la Comisión Especial de Probidad y Transparencia.

El señor WALKER (don Ignacio).-

Gracias.

Señor Presidente , ¿cuál es el gran argumento en contra del límite a la reelección? Un principio democrático: la libre expresión de la voluntad popular.

Ese es el principio para no establecer límite. O sea, que los cargos de representación popular se ejerzan mientras quienes los ostentan cuenten con el apoyo popular.

¿Por qué?

Seamos claros: lo que estamos haciendo en este proyecto al restringir la reelección es limitar la libertad del ciudadano

Evidentemente, nos estamos autolimitando como senadores o diputados y limitamos además a quienes ejercen los otros cargos de representación popular; pero también estamos restringiendo la libertad del ciudadano para elegir.

Doy un ejemplo de mi Circunscripción.

El doctor Luis Mella Gajardo , señalado recientemente en una encuesta como el mejor alcalde de la Región de Valparaíso (38 comunas), lleva siete períodos. Y en los últimos comicios fue elegido con 70 por ciento de la votación.

¿Por qué nosotros habríamos de decirles a los quillotanos y a las quillotanas: "Usted no puede elegir más al doctor Mella "? "¡Pero es que yo quiero elegirlo! ¡Es un tremendo alcalde! ¡Acaba de obtener 70 por ciento de los votos!". "No, porque puede anquilosarse, perpetuarse en el poder...".

Entonces, aquí por un lado hay una contraposición con la libre expresión de la voluntad popular, que nos debiera llevar a no establecer límites, y por otro estamos limitando los derechos a elegir y ser elegido, que emanan de la calidad de ciudadano.

En consecuencia, estamos procediendo a una autolimitación (es cierto), pero también estableciéndoles una limitación a los ciudadanos.

Por eso la inmensa mayoría de las naciones del mundo no pone restricciones a la reelección.

Ahora, en nuestro país hay un argumento a favor del límite -es el único que he encontrado- que me parece razonable: el proyecto de ley sobre financiamiento de la política -está en la Cámara de Diputados y va a venir al Senado- tiende a favorecer a los incumbentes, a quienes ejercemos un cargo de representación popular. Porque tenemos dieta, secretarías, sedes, difusión; en consecuencia, existe una ventaja con respecto al retador, para el que, con las iniciativas sobre financiamiento de la política que estamos aprobando, el solo aparecimiento en el radar va a ser muy difícil.

Entonces, hay una ventaja para quienes ejercemos cargos de representación popular.

Por lo tanto -me lo decían dos o tres académicos; algunos participaron en la Comisión Especial de Probidad y Transparencia-, fijar un límite a la reelección es un contrapeso adecuado.

Yo no quiero hablar de los climas de opinión -se dice que el actual hace impensable no establecer restricciones, en fin-, pues son muy subjetivos, muy precarios y muy débiles.

Recordemos lo que ocurrió en enero de 2010 con el voto voluntario. Clima de opinión: había que complacer a cierta candidatura. Por ende, el Congreso Nacional -yo no era parlamentario; pero habría votado en contra- resolvió a favor de aquel.

Sin embargo, hoy parece haber preocupación por el voto voluntario, pues en las últimas elecciones sufragó 40 por ciento de los ciudadanos.

No hablo de los climas de opinión, pero sí de los pesos y contrapesos, pues son un principio importante en la democracia.

De consiguiente, si el financiamiento de la política, que nos va a beneficiar a quienes ejercemos un cargo de representación popular, es tal que nos da ventaja con respecto a los retadores, pareciera razonable el establecimiento de algún tipo de contrapeso.

¿Qué dispone este proyecto de ley? Un máximo de dos períodos para senadores -es decir, una sola reelección consecutiva- y un máximo de tres períodos para diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales (o sea, dos reelecciones consecutivas).

Evidentemente, un diputado que deja de serlo puede aspirar a ser Senador, y un alcalde, a ser diputado . Pero el ejercicio del cargo se limita.

Tampoco se trata de que sea posible cambiarse de distrito o de circunscripción. No: el ejercicio del cargo es consecutivo.

Reitero: un máximo de tres períodos para diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales, y un máximo de dos períodos para senadores; es decir, dos reelecciones y una reelección, respectivamente. Ello, con un artículo transitorio que dispone que en todos esos casos el actual período se considerará como el primero.

En consecuencia, descartamos dos cosas: uno, que lo dispuesto empezara a regir desde la próxima elección, de ahí para delante -de lo contrario la presentación habría sido más difícil-, y dos, que la norma fuera retroactiva.

En el último caso habría que ver lo que significa la retroactividad en Derecho Público y en Derecho Constitucional. ¿Por qué? Porque el ciudadano que votó y eligió a su senador, diputado , alcalde, concejal, consejero regional lo hizo bajo las reglas del juego que regían en su momento.

A la Comisión, pues, le pareció razonable -la decisión fue unánime: 5 votos contra 0- establecer en un artículo transitorio que se considerará como primero el actual período, de manera que no haya retroactividad y que la entrada en vigencia de la ley no sea desde la próxima elección.

Señor Presidente , termino con una frase -no pediré la palabra de nuevo- para fijar mi posición personal.

Por principio, siempre he sido contrario a limitar las reelecciones, pues ello envuelve una restricción a la libertad de los ciudadanos para elegir; porque la norma rectora de la democracia es la libre expresión de la voluntad popular. Pero me hace fuerza el argumento de que la nueva institucionalidad que estamos construyendo, especialmente en materia de financiamiento de la política y de las campañas, nos da una ventaja a quienes estamos en el ejercicio de cargos de representación popular, por lo que pareciera razonable establecer algún tipo de contrapeso.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señor Presidente , la verdad es que en Chile, y especialmente en política, la memoria es cada día más corta. Y es por eso que quiero recordar a la Sala que Renovación Nacional ya en 2006 le planteó al primer Gobierno de la Presidenta Bachelet -después lo hizo en 2012- el asunto que nos ocupa.

De hecho, el proyecto de ley tiene entre sus autores al Honorable señor Chahuán , en esa época Diputado ; a los entonces Diputados señor Aedo y señora Valcarce , y a otros parlamentarios de mi Partido. Fue presentado el 22 de marzo de 2006.

En caso de haberse aprobado, quizás habríamos evitado muchos de los problemas actuales de la política. Preveíamos una situación adversa y proponíamos adelantarnos a ella, pero eso no fue posible por distintas razones.

Como lo ha dicho el señor Presidente de la Comisión, esta es una materia totalmente discutible, porque no se da en todas las democracias y porque, claro, a lo mejor desde la calle o desde quienes han pretendido ser parlamentarios se quiere hacer ver que poco menos que el cargo les fue regalado a quienes lo desempeñamos.

Eso no es así. Aquí nos estamos autorrestringiendo, por una parte, los propios parlamentarios que aprobaremos la iniciativa, pero, además, se está limitando la voluntad popular. Porque, como se ha expuesto, hay personas que han integrado el Congreso por mucho tiempo, o alcaldes o concejales que se han desempeñado durante largos años, y por algo la gente los sigue eligiendo.

Un informe de la Biblioteca del Congreso Nacional consigna que la experiencia comparada exhibe casos en que la reelección en el ámbito presidencial se permite en forma inmediata e indefinida, como en Francia y Venezuela; inmediata, aunque limitada solo a un período, como en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador ; inmediata, con dos períodos consecutivos, como en los Estados Unidos, o alterna, con la opción de repostular al cargo una vez transcurridos uno o dos mandatos, como en nuestro país, Perú y Uruguay. En México y Paraguay la reelección no es admitida.

En el ámbito parlamentario, tal como lo ha planteado el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, solo hay limitación a la reelección en Costa Rica y en México, donde los parlamentarios que culminan su período deben esperar el paso de una legislatura para volver.

Hay argumentos a favor y en contra que se han señalado en muchas oportunidades.

Por un lado, algunos juzgan que la experiencia parlamentaria es un plus. Y creo que eso es cierto. Quienes hemos estado ya mucho tiempo en el Congreso nos damos cuenta de que a veces no es fácil encontrar gente con experiencia para desempeñarse en nuestra labor, o en la de alcalde o la de concejal. Muchos de los elegidos pasan períodos completos aprendiendo cómo ser jefe comunal, por ejemplo.

Y, por el otro, hay críticas de quienes afirman que se trata de una especie de "apernamiento" de personas que se profesionalizan en la política.

Me parece que es una cuestión totalmente opinable.

Estimo que el proyecto, que tiene por objeto limitar la reelección de los Senadores a un período, la de los Diputados a dos períodos sucesivos, y la de los alcaldes, concejales y consejeros regionales a dos veces consecutivas, constituye una buena medida. Creo que va a provocar un efecto en la opinión pública desde el punto de vista de que existirá una carrera con límites y que eventualmente podrá dar espacio a nuevas generaciones. Considero que la propuesta va en la línea correcta.

No es, a diferencia de lo que algunos medios han querido exponer, una fórmula con letra chica porque, supuestamente, quienes ocupamos los cargos podríamos repostular.

A mi juicio, se presentaban tres opciones. Una de ellas era determinar que el sistema empezara a regir a partir del próximo período, lo que, a lo mejor, hubiera sido más difícil presentar con el ambiente actual. Otra era disponer un efecto retroactivo, lo que presenta el problema de que mucha gente fue elegida en ciertas y determinadas condiciones, que se estarían cambiando. La Comisión adoptó el justo medio, que es decir: "Se aprueba la limitación, pero se computa el período actual como el primero para los efectos de la inhabilidad en cuanto a volver a ser candidato".

Finalmente, deseo hacer constar, en el poco tiempo que me queda, que en 2006 y 2012 nosotros no solo planteamos la limitación en la reelección de parlamentarios, alcaldes y concejales -en esa época no había elección popular de consejeros regionales, y estimo que en un tiempo más vamos a tener que agregar a los intendentes, que serán designados en esa forma-, sino también en los períodos de los dirigentes políticos.

Y aquí hay un trabajo pendiente para la Comisión. ¡Hay partidos cuyos presidentes duran treinta años! ¡Ese es un desprestigio total! Me parece que la gente percibe mal a estas colectividades por creer que se trata de un grupo de personas al que no se puede ingresar y que mantiene la llave de la posibilidad de las inscripciones o las elecciones.

Pienso que es un caso que también debiéramos estudiar en el futuro.

Finalmente, deseo comunicar una reflexión: las últimas modificaciones que hemos hecho van en una línea incorrecta. Con la modificación del sistema binominal, los parlamentarios aumentaron en 47, en circunstancias de que en las democracias se procede al revés en el mundo entero: se disminuyen.

Por eso, con varios colegas presentamos un proyecto tiempo atrás para volver a la cantidad actual. Frente a la opinión pública, estimo que hoy día es francamente impresentable incrementar en un tercio los integrantes del Congreso.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Puede intervenir el Honorable señor Moreira.

El señor MOREIRA.-

Señor Presidente, voy a votar a favor de la iniciativa.

Sabemos que, en la actualidad, el Gobierno y todos los parlamentarios estamos empeñados en el estudio de una serie de normativas en torno a la transparencia y la probidad, y en que los índices de confianza mejoren en los chilenos.

El informante, Senador señor Ignacio Walker , ha sido muy explícito al mostrar distintas líneas de argumentación, y, obviamente, ha hecho presente por cuál se inclina.

A propósito de lo mismo, se ha dicho aquí y a través de los medios de comunicación: "No podemos legislar porque la calle quiere esto". ¡Pero si cuántas veces hemos legislado por la calle! Y hoy, más que nunca, es importante escuchar a la ciudadanía en la materia de que se trata. Y tenemos que dar señales.

Aquí no está en juego el desfortalecimiento de la democracia. Al contrario. Creo que es una forma de que el Congreso logre mejorar la confianza entre todos los chilenos.

En ese orden de cosas, se ha hecho referencia a que el voto voluntario ha sido un desastre.

El primer proyecto de ley al respecto fue presentado en 1997 -y eso se puede verificar- por quien habla y por parlamentarios de la UDI. Con el tiempo, algunos de ellos desistieron y sostuvieron otra opinión.

Hasta hoy, soy un convencido de que la iniciativa sobre el particular es una de las importantes que se han acogido.

¿Qué ha significado? Que quizás más del 50 por ciento de los chilenos no van a votar. Pero ¿por qué no analizamos las causas? El mundo político no ha tenido capacidad de convocatoria. A lo menos, nuestro deber es atraer con ideas, con proyectos.

Por eso, reivindico -y voy a hacerlo siempre- el voto voluntario.

No estoy de acuerdo con la obligatoriedad, y menos bajo apercibimiento de arresto. Porque el que no sufragaba recibía, de parte del juzgado de policía local, una conminación de esa índole si no concurría al tribunal a pagar la multa correspondiente.

El voto voluntario involucra principios relevantes, y creo que nuestra responsabilidad es ejercer la capacidad para convocar.

Ahora, aunque aquí se diga que siempre hay una renovación porque a la política ingresa un porcentaje muy considerable de gente nueva que representa un aporte -algunos de ellos, no todos-, eso no implica que tengamos que rechazar un proyecto de esta naturaleza.

No vamos a aprobar el texto solo porque la calle o la ciudadanía se manifiesten de acuerdo. En lo personal, lo estimo trascendental: se señala el tipo de reelección que se puede dar y la posibilidad de que sea una sola para los Senadores. Ello me parece tremendamente significativo.

Como lo ha expuesto el señor Presidente de la Comisión especial, el articulado forma parte de una serie de iniciativas que se llevan adelante como una forma de mejorar las confianzas, de fortalecer la democracia, y que tienen que ir acompañadas de leyes sobre el funcionamiento y financiamiento de los partidos y de algo a lo que en un momento quizás nos oponíamos muchos de nosotros: el solventar las campañas.

Si esta es la manera más transparente de lograr dicho mejoramiento y los niveles en que se encuentran el Congreso y la política, muchas veces por responsabilidad de cada uno, indudablemente votaré que sí. Celebro el proyecto. Me asiste la convicción de que el límite a las reelecciones será un instrumento para mejorar las confianzas -lo reitero una y otra vez- y la imagen de que estos cargos son prácticamente a perpetuidad.

Gracias.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la Honorable señora Lily Pérez.

La señora PÉREZ ( doña Lily).-

Señor Presidente , años atrás, siendo Diputada , junto a colegas de entonces -con algunos de ellos, como el Senador señor Chahuán , integramos hoy día esta Corporación- fuimos coautores de un proyecto de ley tendiente a regular e impedir las reelecciones permanentes. Y lo perdimos por varios votos.

Afortunadamente, las cosas han cambiado. Una masa crítica muy grande a nivel de la opinión pública, de los ciudadanos, de la gente, ha considerado con mucha más comprensión la necesidad de un límite, no solo en relación con los parlamentarios, sino también de cualquier persona con un cargo de representación popular: alcaldes, concejales, consejeros regionales, y el día de mañana, los intendentes.

Por conocer el Derecho comparado, sé que en muchos países no existe una norma en tal sentido.

Respeto a quienes concluyen que una disposición como la que nos ocupa a lo mejor no va a generar un gran impacto, pero estoy convencida de que le dará un enorme tiraje a la chimenea.

Me parece que lo importante, cuando uno participa en la política, que resulta tan desgastadora, es que los cargos se ocupen por motivaciones y convicciones. No es una forma de ganarse la vida, de obtener una remuneración, ni constituye una profesión. Hay profesionales de la política, sin duda, que la convierten en su modo de vida. Para la Senadora que habla, es una actividad no solo conforme a una convicción, sino también vocacional. Y las vocaciones se aman, pero asimismo se sufren. Por lo tanto, son limitadas. La motivación se va perdiendo después de muchos años de desempeño.

Recuerdo haber escuchado en más de alguna oportunidad a un Diputado que iba a una tercera o cuarta reelección expresar: "Si llego a perder, ¿qué voy a hacer? ¿De qué voy a vivir?". Creo que eso tiene que ver con la pérdida de motivación de muchas personas en estos cargos.

Por estas razones, estoy bien convencida de que haber cambiado el sistema electoral binominal por uno representativo; haber aprobado las cuotas para las mujeres, con muchas de las cuales sostuve en la mañana un encuentro -no concibo el liderazgo femenino sin conciencia de género, por ejemplo-, y lograr el establecimiento de un límite a las reelecciones, sumadas a otras medidas que se están tomando, sin duda contribuirán, más que a mejorar la imagen de los parlamentarios o de los políticos, en general, a que mayor número de ciudadanos y ciudadanas comunes y corrientes entren a la política. Porque muchos de los participantes en esta actividad vienen desde el mundo de la misma política o de grupos familiares o económicos.

Desde ese punto de vista, estoy convencida de que estamos dando un paso muy correcto.

Ahora, en lo personal, considero que la medida debiera ser retroactiva; que, en el fondo, muchos automáticamente debieran quedar fuera y no postular a la elección como Diputado o Senador. Voy a presentar una indicación en esa línea cuando corresponda formularlas.

Entiendo que la Comisión Especial votó por considerar el actual período, es decir, por no partir de cero, lo que me parece un gran paso adelante y lo saludo. No lo critico para nada. Pero estimo que ello debiera ser retroactivo.

Con todo, obviamente voto a favor de la iniciativa.

A mi entender, el Congreso Nacional está dando el gran paso adelante de predicar con el ejemplo.

He dicho.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Puede intervenir el Senador señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.-

Señor Presidente , Honorables colegas, en el contexto de las recientes acciones anunciadas para combatir la corrupción, mejorar la normativa sobre probidad y transparencia, y terminar con la relación entre política y dinero, la Primera Mandataria ha dispuesto aplicarle urgencia al proyecto de ley que limita la reelección de diversas autoridades de representación popular, aprobado por la Cámara de Diputados en octubre de 2012 y sometido ahora a la consideración de esta Corporación.

No puedo manifestar sino mi satisfacción por esa decisión, ya que el primer proyecto de ley que presenté cuando asumí el cargo de Diputado , en 2006, precisamente apuntó a establecer dicha restricción, habiendo sido ingresada la moción respectiva el 22 de marzo de ese año, con el boletín N° 4.115-07. Posteriormente se sumaron otras cinco que perseguían el mismo objetivo y que se fusionaron con la nuestra, agregándose, para este propósito, a los concejales y a los consejeros regionales.

Adicionalmente, nuestro Partido estuvo trabajando en una propuesta contenida en el Informe Prokurica, entregado en 2006 a la Presidenta de la República , y que proponía medidas con las cuales pretendíamos generar, ya en aquella época, las condiciones para mejorar el sistema político chileno, entre otras, el establecimiento de una ley de cuotas, el límite a la reelección indefinida de los parlamentarios, la modificación del sistema electoral binominal mediante un mecanismo de cupos compensatorios. Nunca obtuvimos respuesta del Ejecutivo.

Desde entonces, hemos llevado a cabo una intensa cruzada para lograr la aprobación de esta iniciativa, cuya tramitación ha durado más de nueve años. Tuvo que pasar todo ese tiempo y debió vivirse una crisis política de esta envergadura para que finalmente se le pusiera urgencia. Desde octubre de 2012 este proyecto se encontraba en la Comisión de Constitución, pero no se trataba.

Hoy en día se hace más necesario que nunca establecer este límite, ya que entre las desventajas que hacen indispensable consagrar un sistema limitado de reelecciones se encuentra un enquistamiento nocivo de las elites en el poder.

Con el sistema de reelección indefinida de los representantes de la soberanía popular, tal como lo permite actualmente nuestra Carta Fundamental, se transita a una especie de autoritarismo legislativo que por cierto es pernicioso para nuestra democracia.

Resulta indudable que debe consagrarse una igualdad de oportunidades para participar en la vida pública, lo que incidirá en que estos cargos de representación de la soberanía popular se desempeñen con verdadera vocación de servicio público. Ello redundará en una mejor calidad de la democracia y de la participación ciudadana, evitando el "clientelismo político" por parte de los incumbentes.

Asimismo, la iniciativa permite una necesaria y adecuada renovación de las autoridades en sus distintos ámbitos de acción, lo que también resulta saludable para la democracia. Entra aire nuevo al Congreso, a los concejos municipales, a los consejos regionales, y, consecuentemente, se van renovando tanto las visiones respecto de los temas como el ímpetu inicial.

Durante la tramitación en el Senado de las mociones señaladas, la Presidenta de la República introdujo una indicación, en virtud de la cual se incorporan también, entre las autoridades sometidas a límite de reelección, a los alcaldes, que podrán ser reelegidos hasta por dos períodos consecutivos.

Les recuerdo que este proyecto fue presentado junto con el que establecía el límite a la reelección de alcaldes y concejales, pero el que finalmente logró saltar la valla fue el que nos ocupa.

Hubo otras iniciativas al respecto, presentadas por innumerable cantidad de parlamentarios. Lamentablemente, en aquel entonces no pasaron la valla de la Cámara de Diputados. Recuerdo que en alguna oportunidad a una le faltaron tres o cuatro votos. Curiosamente, algunos parlamentarios se levantaron al baño o a alguna reunión y finalmente no votaron. Así, a un proyecto que obtuvo 72 votos no le alcanzó para ser aprobado.

Concordamos totalmente con la modificación que se propone, pues deja en condiciones de igualdad, para los efectos de limitar su reelección, a todas las autoridades de representación popular.

Por ello, no podemos sino felicitar la adopción de esta acertada medida legislativa, impulsada por la Primera Mandataria, que por fin acoge la reiterada propuesta de muchos parlamentarios que hoy están presentes en esta Sala, la cual le hará muy bien a nuestra democracia y que estoy convencido de que cuenta con el apoyo mayoritario de la ciudadanía.

Por estas consideraciones, anuncio mi voto favorable a este proyecto de reforma constitucional, que constituye un anhelo de larga data de quienes lo plantearon originalmente y de distintos parlamentarios que se sumaron a nuestra idea inicial.

Espero que finalmente hoy demos una señal política importante en cuanto al término de los privilegios del Parlamento, uno de los cuales es que no haya límite a la reelección.

De igual forma, ojalá este ímpetu continúe para que también sean realidad otros proyectos que hemos presentado, como el relativo al descuento en las dietas de los parlamentarios que falten injustificadamente a las sesiones o el de la renuncia al fuero parlamentario.

He dicho.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Señor Presidente, probablemente voy a ser políticamente incorrecta, pero creo que en este Hemiciclo uno tiene que decir lo que piensa.

Efectivamente, la política y las instituciones en general están pasando por una crisis. Pero suponer que esta se va a resolver al limitar las reelecciones de los parlamentarios me parece francamente una ilusión. Considero que la crisis de confianza que se está viviendo en la sociedad es infinitamente más profunda que la desconfianza que la ciudadanía tiene hacia la política en particular. Existe un resentimiento hacia todas las instituciones, públicas y privadas. Las personas se sienten vulneradas en sus derechos y culpan a los políticos porque ven que estos no hacen nada por defenderlas o por cambiar la situación que están viviendo.

¿De dónde surge la idea de la no reelección de los cargos de elección popular? Del clamor de la calle.

Pero, si vemos los números, nos daremos cuenta de que nuestro sistema permite que en cada elección el Parlamento se renueve en cerca de 40 por ciento. ¿Y quiénes se quedan? Quienes hacen bien la pega; quienes de alguna manera representan a sus comunidades; quienes están en sus distritos y en sus circunscripciones; quienes tienen la capacidad de levantar temas ciudadanos. Por lo tanto, me parece absolutamente legítimo que puedan ganar sus escaños. Porque quienes no hacen aquello, o no van a la reelección, o pierden sus cargos.

Esta actitud de autocensura, de creer que nos debemos castigar porque en la calle hay una rebelión en contra de todos, y que de alguna manera se focaliza en los políticos, me parece que a lo único que ayuda es a cristalizar esta especie de profecía autocumplida.

Me llama mucho la atención que la "Comisión Engel", que justamente apuntaba en este sentido, no haya propuesto dentro de sus medidas la no reelección de los parlamentarios. Y me imagino que esta materia debe de haber estado dentro de su discusión. La reelección parlamentaria puede ser una medida popular -yo diría más bien populista-, pero no apunta al fondo del problema. Y les recuerdo que, tal como dije, el sistema actual permite la renovación de más del 40 por ciento del Parlamento en cada elección.

Creo que avanzar legislando por la superficie, con medidas que son populares y que responden a tratar de tranquilizar y dejar en una especie de statu quo a la opinión pública, sin atender el tema de fondo, es exactamente lo mismo que hizo el Parlamento con el voto voluntario y con un montón de otras materias. Y estoy segura de que a la larga, cuando se cristalicen, se darán cuenta de que son un profundo error.

Yo considero -lo digo como Senadora que está por primera vez en el cargo- que la experiencia es un bien que hay que valorar. Yo veo a colegas con experiencia, de distintas bancadas, y en verdad creo que son buenos parlamentarios, que conocen la técnica legislativa, que saben cómo avanzar.

Lo más probable es que esta iniciativa se apruebe. Y seguramente muchos de quienes voten a favor no estén muy de acuerdo con lo que estén aprobando, pero lo hagan porque es políticamente correcto, porque es impopular decir que no nos molesta la reelección de los parlamentarios.

Sin embargo, me parece que hay que ser coherente, que hay que ser valiente, que hay que ser capaz de decir lo que uno cree, y también tener la capacidad de apoyar lo que dice la calle, pero cuando creemos en ello. Tratar de ser complaciente, como una hoja al viento, con los vaivenes de los movimientos populares, pienso que de verdad no le hace bien al país.

Así que yo, aunque vaya a ser la única, me voy a oponer a este proyecto.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente , agradezco poder hacer uso de la palabra después de la Senadora Van Rysselberghe, con quien probablemente, en materias culturales, políticas e ideológicas, tenemos una distancia tremenda, ¡tremenda! Y pienso que allí está el valor de este debate.

Yo creo en la democracia y en el rol que los partidos políticos juegan en ella. Y considero que es consustancial a la democracia y a los partidos políticos el lugar donde se expresan. Y estos se expresan, por excelencia, en el Poder Legislativo.

Lo que aquí se propone -repitiendo una experiencia que ha sido muy nociva en otros países- es que el eje del poder de los partidos salga del Parlamento y se traslade a un lugar oscuro.

Voy a volver sobre esto después.

En segundo término, se meten en un mismo debate cargos de elección popular, de naturaleza absolutamente distinta, y cargos de naturaleza ejecutiva, que administran recursos públicos, programas y políticas que se ejecutan, versus los de quienes fijan reglas, normas.

Creo que aquí se está mezclando agua con aceite, lo cual resulta absolutamente inadecuado.

En tercer término, señor Presidente , hay un debate sobre qué es el ejercicio profesional. ¿Es la política una actividad de desarrollo profesional, es decir, una actividad que se valora, que se considera consustancial al desarrollo democrático de una sociedad, o es un oficio?

Pienso que la limitación de los cargos de elección popular es la elección.

Yo no he visto que un abogado contratado por una firma se someta al escrutinio público. Se somete al escrutinio de quien lo contrata.

A los periodistas, que a veces plantean este tema con tanta vehemencia, ¿quiénes los eligen? Nadie. Los contratan.

Y cuando alguien desempeña mal su trabajo, ¿qué hace su empleador? Lo echa.

Nosotros, en el caso del Parlamento, al igual que otros cargos de elección popular, estamos sometidos a la soberanía popular. Por el momento que vivimos, estamos sometidos a la opinión de la calle.

Recuerdo que cuando se discutió el tema del voto voluntario, junto con el entonces Senador Longueira nos opusimos. Pero la calle y la coyuntura fueron las que se impusieron. Hoy, estoy seguro de que, si hubiese que discutir y votar nuevamente lo mismo, los resultados serían distintos.

Ahora se pretende que este debate, sobre reelección de un mandato público, se sitúe en el contexto de una ley de transparencia.

Yo quiero decir que me rebelo, porque me opongo a pensar -y hablo de esta institución y de la Cámara de Diputados- que aquí estamos rodeados de personas no transparentes, corruptas o que actúan fuera del margen de la ley.

Pero esa es la insinuación, al haber sido tratado este proyecto por una comisión especial y en un contexto inadecuado.

Este debate se debe dar en el marco de la discusión de una nueva Constitución, de cuáles deben ser las instituciones permanentes del Estado. Y evaluar si es que esta renovación, que algunos creen necesaria, se logra efectivamente con la limitación de la reelección.

La experiencia, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, muestra que se ha producido un proceso de renovación a pesar del sistema binominal, que estaba vigente hasta ayer. Hoy, con un cambio en el sistema electoral, donde se han bajado los umbrales de ingreso a esta actividad; donde, efectivamente, habrá un mayor incentivo a la renovación; donde se va a reducir el gasto electoral; donde se va a limitar las campañas y el tipo de campañas, sin duda se generará algo que muchos de nosotros queremos desde hace años: mayor competencia; menor "apernamiento", como dicen algunos. Porque se presume que quien está en un cargo tiene una ventaja comparativa. Eso es parte de la discusión de por qué se debe limitar la reelección.

Con el cambio del sistema electoral, en que la cantidad de candidatos será mayor a los cupos a elegir, se rompe uno de los principales obstáculos que había para aumentar aún más la renovación.

En la Cámara de Diputados, de los que fueron elegidos a principios de los noventa, creo que quedan cuatro; seis -voy a decir, para ser generoso- de ciento veinte. O sea, es una falacia afirmar que no ha habido renovación. ¡Una absoluta falacia!

Estas instituciones se han renovado.

Pero la pregunta es: los liderazgos políticos y el rol de los partidos en estas instituciones, ¿importan, o no importan? Personalmente, creo que aportan a la estabilidad democrática, a la representación. Y es por eso que en todos los sistemas parlamentarios, en casi todos los sistemas democráticos -con dos excepciones-, no existe un mecanismo para limitar la reelección de un parlamentario como instrumento que ayude a la transparencia o al fortalecimiento de la democracia.

Yo, señor Presidente , en verdad me rebelo.

Sé que políticamente no es correcto, en estos tiempos, expresar lo que uno piensa en esta materia. Porque, por otro lado, hay quienes están en un afán de destruir ciertas instituciones. Hay quienes -y lo quiero decir- plantean -con una cierta liviandad, a mi juicio- que la limitación de la reelección va a generar tiraje. Habría que ver cuál es el beneficio de la medida propuesta.

Con este proyecto lo que puede ocurrir es que un parlamentario salte del Senado a la Cámara de Diputados o de la Cámara de Diputados al Senado. Eso es lo que se instala como lógica.

¿Es eso bueno?

Yo, al menos, lo considero menos transparente de lo que tenemos hoy.

En lo que se refiere a los alcaldes y a otros cargos de autoridad ejecutiva, uno puede hacer una reflexión distinta, por cuanto administran recursos públicos y, por consiguiente, se puede hacer uso o mal uso de ellos para promover campañas en su favor.

Es lo que está implícito, en el plano presidencial, con la no reelección. Cuando se redujo el período de seis a cuatro años, yo manifesté en el Congreso Pleno que era partidario de la posibilidad de reelección del primer mandatario, por una sola vez, porque considero que un gobierno de cuatro años es insuficiente para sacar adelante un programa. Pero fui minoría.

Tratándose de los cargos de los gobiernos locales, estimo que la reflexión es distinta de la que debe hacerse a nivel parlamentario, por cuanto la autoridad ahí no es una autoridad exclusivamente partidaria; no tiene que ver con la esencia de la institucionalidad democrática en el sentido de los grandes acuerdos del país; tiene que ver con quienes administran recursos. Me parece que allí hay un punto.

Yo no tengo convicción en ese aspecto, señor Presidente , pero creo que se debería abrir un debate para ponderar si una situación es igual que la otra.

En verdad, para muchos de nosotros, la reflexión en torno a esta materia no se relaciona -es mi caso, señor Presidente- con si uno va a ir o no a la reelección.

Soy de aquellos parlamentarios -y no me siento acomplejado por esto, sino, por el contrario, honrado- que fueron electos en 1989. Ejercí cuatro períodos como Diputado . Siempre fui la primera mayoría en mi región, y siempre he estado entre las primeras mayorías nacionales, desde 1993 hasta la fecha. Lo mismo como Senador. Y me siento honrado de haber estado entre las tres primeras mayorías de esta Corporación en mi reelección. Son pocos los casos en que se aumenta la votación.

Yo me someto al escrutinio de la soberanía popular.

Alguien podrá decir: "Eso no es suficiente".

Yo me pregunto cuál es el concepto de democracia que tenemos.

Yo me someto a que sean los electores de un territorio los que digan si quieren que uno siga o no, tal como dijo la Senadora que me antecedió en el uso de la palabra.

Yo me pregunto si todos quienes cuestionan la reelección tienen la convicción -y me refiero a personas que no pertenecen a esta institución- de que un ejercicio profesional debe estar limitado: que los médicos sean médicos por diez años, que los abogados lo sean por doce años, y así sucesivamente.

Me parece que lo que está en discusión aquí es si hay una defensa, no corporativa, sino de las instituciones de la democracia y los partidos.

Yo, señor Presidente , creo que los partidos son esenciales para la democracia, y que la representación y los límites a la reelección los definen las elecciones, la soberanía popular.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.

El señor QUINTEROS.-

Señor Presidente , voy a concurrir con mi voto a la aprobación de este proyecto de reforma constitucional que limita la reelección de las autoridades.

Esta misma idea fue recogida en una iniciativa que presentamos junto con los Senadores Ossandón y Guillier.

Es claro que no se trata de un tema de principios. Hay democracias que funcionan bien con o sin reelección. Hay autoridades que cumplen cabalmente sus funciones sin importar el número de períodos que ejerzan.

El verdadero problema de fondo del que nos hacemos cargo es la crisis de confianza ciudadana en el sistema político.

No cabe debatir si las autoridades reelectas lo han hecho bien o mal, pues eso se mide precisamente en las elecciones. Es justo decir que quienes han sido reelectos por varios períodos, entre los cuales se encuentran algunos Senadores presentes, lo han hecho por sus méritos, después de enfrentar el escrutinio ciudadano. Y son acreedores, por tanto, al reconocimiento de todos nosotros.

En consecuencia, señor Presidente, el objetivo de esta reforma no es provocar un cambio en los representantes de elección popular, sino en las instituciones a las cuales ellos pertenecen.

Serán este Congreso Nacional, los gobiernos regionales, los municipios los que cambiarán con esta reforma, en cuanto a la manera en que se relacionan los ciudadanos con estos organismos, su imagen y su gestión interna.

Desde luego, esta proposición no asegura que tendremos mejores instituciones. Eso, al final, dependerá de las personas que sean electas. Pero sí será una oportunidad para que tales entidades se renueven con mayor frecuencia que la actual.

Por otra parte, esta iniciativa fortalecerá a los partidos políticos, en perjuicio de los liderazgos caudillistas, que se basan en una política clientelista y pueden instalarse en algunas ciudades o regiones. Este proyecto, por tanto, también tiene un objetivo de prevención.

Aquello es particularmente importante si pensamos que próximamente contaremos con intendentes surgidos del voto popular.

Por último, hay una razón de coherencia en esta iniciativa. Todos los altos cargos de servicio público tienen límites tanto en el período de duración como en la edad de sus autoridades.

En conclusión, si bien sus efectos solo podrán medirse de verdad en diez años más, esta reforma es necesaria hoy, porque es sana para nuestras instituciones: permitirá la renovación de autoridades; ayudará a cambiar la deteriorada imagen del sistema y a prevenir focos de caudillismo; fortalecerá a los partidos políticos, y dará mayor coherencia a nuestra institucionalidad.

Como dije esta mañana en la discusión del proyecto sobre probidad en la función pública, los problemas de la política se resuelven con más y mejor política.

Un paso importante en ese sentido es el término del sistema binominal. Sin embargo, se requiere además modificar el mecanismo de financiamiento electoral y el régimen de partidos políticos.

Otro elemento está dado por la formación cívica de la gente, que confunde roles ejecutivos y parlamentarios, lo que genera expectativas equivocadas y, al final, condiciona la acción de las respectivas autoridades.

Ninguna medida por sí sola nos sacará de la crisis, pero pienso que esta reforma ayudará a recomponer en parte la deteriorada autoridad de las instituciones.

He dicho.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señor Presidente, observo con bastante agrado este proyecto de ley, sobre todo porque al menos mi realidad hace que tenga una mirada tremendamente distinta de quienes han participado toda su vida dentro de las estructuras partidarias, muy necesarias, por lo demás, para una democracia sana en cualquier Estado.

No obstante, quienes venimos absolutamente desde afuera, quienes hemos sido los invitados de piedra en este proceso, quienes no tenemos familias con cargos importantes, quienes éramos personas comunes y corrientes, podemos decir con satisfacción y orgullo que hemos llegado desde la calle al Senado. La Senadora Lily Pérez me señala lo mismo. Ambos fuimos concejales. Y, con la mayor honra, puedo manifestar que he conocido el mundo municipal, el mundo más cercano a la ciudadanía.

Creo que es bueno expresarlo porque muchas veces aquí todos somos vistos por igual, pero hay situaciones de vida que claramente marcan la forma en que uno actúa, hace su trabajo y representa a quienes lo eligieron.

Señor Presidente, yo también elaboré varias iniciativas previamente a este proyecto de ley, que lo que busca precisamente es oxigenar, producir cambios.

Sin embargo, el problema no está en lo político. Aquí se comete un error al señalar que existe una crisis política. No la hay, desde mi óptica. Lo que se aprecia es una crisis de las "instituciones políticas": la política habitacional, la política de salud, la política educacional, la política laboral.

Todo ello, obviamente, dice relación con el ordenamiento de un Estado en lo que respecta a su administración.

Por cierto, el problema radica en que hay una crisis de credibilidad, de representación. De ahí que no solo el recambio sea tan necesario. Los propios partidos políticos están llamados, hoy más que nunca, a dar mayor confianza, a reinventarse, a fortalecerse, porque es lo único que nos permitirá tener una democracia estable, sana, y que evitará la aparición de individualismos que, a la postre, puedan producirle un daño a la política nacional.

Eso lo digo desde mi perspectiva como Senador completa y absolutamente independiente. Con todo, aun cuando no he militado nunca en las estructuras partidarias, las respeto y las creo del todo necesarias para la sanidad de la democracia.

Y quiero agregar algo más.

A mí me preocupa la estabilidad de las políticas del Estado en la siguiente lógica.

En Chile existen períodos presidenciales de cuatro años, que en la práctica se traducen en dos y un poco más: alrededor de tres años. ¿Y estos períodos presidenciales de cuatro años permiten que tengamos políticas públicas más allá del tiempo durante el cual se gobierna? ¡No lo permiten!

Entonces, junto con la discusión que hoy sostenemos, sería bueno realizar ese otro debate: revisar en algún momento si es conveniente un período presidencial de seis años, para establecer políticas públicas de largo plazo, políticas necesarias en materia laboral, de salud, previsional, donde no se actúe para el titular de la prensa de mañana, donde no se trabaje para la opinión inmediata, sino para establecer políticas de mucha más larga extensión.

Podrá considerarse un período presidencial de seis años o uno de cuatro con una sola reelección.

A mi juicio, ese debate está pendiente, es necesario, y tenemos que realizarlo en el país para empezar a generar políticas públicas serias, políticas públicas responsables, pero no en función de estos cortos períodos que, al final, no nos permiten llevar a cabo lo que señalé.

Con respecto a este proyecto -lo dijeron Senadoras y Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra-, debo expresar que cumplí un período como Senador y después gane la reelección. Y la gané -aprovecho de mencionarlo- con tres querellas de mis eventuales y permanentes contrincantes políticos. Ahora por lo menos estoy viviendo la etapa final del último proceso. La situación es tremendamente difícil.

En esta Sala he escuchado argumentos en un sentido y en otro. Y quiero señalar con gran fuerza que estos cargos no se nos regalan a quienes venimos desde afuera. Uno compite, con los grados de desigualdad que he mencionado, pero compite.

¡Aun así, soy partidario de la renovación absoluta!

Yo habría sido mucho más transparente en esta materia: simplemente hubiese contado el período en el que estamos ejerciendo. Como lo dijo la Senadora Lily Pérez, habría aplicado esa retroactividad. Porque -sinceremos el tema-, a la postre, todos los que estamos acá recién en dieciséis años más podremos ver un cambio. Antes no.

Ahora bien, ¿es esa la solución para la situación de crisis que estamos enfrentando? Obviamente que no.

Hoy todas las instituciones están en crisis: las iglesias, el Poder Judicial , el propio Gobierno, el Congreso. Es decir, existe una crisis institucional.

Lo que hacemos acá es enviar una señal al país, a la gente, de que a lo menos nosotros tenemos la voluntad de no apernarnos, de no perpetuarnos en el cargo, sino de dar tiraje a la chimenea para que ojalá participen muchas personas que ven tan lejos un cargo de esta naturaleza, que ven tan distante la posibilidad de ser Diputado , Senador, Alcalde , o lo que sea.

Queremos que se entienda -como yo lo hago- que existirá la posibilidad de hacer cambios en el sentido de que no vamos a ocupar un cargo de por vida o a valernos, a aprovecharnos, para hacer de esto una profesión permanente que, después de tantos años, conduzca a que el entusiasmo inicial ya no sea el mismo.

Por eso, es necesario llevar adelante este proyecto de ley. Sin embargo, lamento que no se haya considerado el cargo que hoy desempeñamos, lo cual, en el fondo, hará que recién en bastante tiempo más comience a haber una verdadera renovación.

He dicho.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Coloma.

El señor COLOMA.-

Señor Presidente , si hay algo más complicado que vivir una crisis política, es resolverla mal. Esto generaría una situación de complejidad mucho mayor, de peores efectos y de bastante daño para nuestro país.

Más allá del interés de quienes están detrás de esta iniciativa, no alcanzo a entender -lo digo con franqueza- la forma de tramitarla, pues tiene urgencia calificada de "suma", y podría tener vigencia en dos años y medio más. Esto es bastante raro, por cuanto aborda un tema complejo.

No llego a comprender las razones para defender una idea como la que se propone.

Y déjenme mostrar un pequeño estándar de los efectos que uno le pediría a una reforma de este tipo para considerar adecuada su realización.

Primero, ¿esto es más democrático o no?

Me parece esencial plantearlo. Incluso, el Presidente de la Comisión , al explicar esta iniciativa -de la que es partidario-, hizo una reflexión muy profunda. Esto limita la soberanía democrática. Se les dice a los ciudadanos que no les será posible elegir a quienes deseen, como lo consagra un principio esencial, porque habrá determinados ciudadanos que no podrán optar a ser electos al impedirlo la Constitución, en este caso, y no por creerse que no harán bien la tarea.

Yo creo en la democracia representativa, noción que ha tenido una larga discusión desde la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, en 1776. Y lo que hacemos acá es introducir excepciones al concepto profundo de la democracia representativa.

¿En qué descansa esto? En el derecho a votar por quién a uno le parezca, por creer en esa persona, por confiar en ella y por sentir que el país estará mejor con su elección. Esa es una realidad consustancial a la democracia.

No sé si los chilenos somos tan geniales en esta materia como para ser casi los únicos a quienes se les ocurre una fórmula que supone que "limitando la democracia" habrá mejores resultados.

Se decía que hay dos naciones -¡dos de doscientas!- que tienen límites a la reelección. Les quiero informar que no es así: ¡es una! Costa Rica lo mantiene, pero México no, pues acaba de modificar la no reelección de sus autoridades por los malos efectos que produjo.

Tengo el informe de la revista jurídica de la Universidad Nacional de México que explica las razones del cambio del sistema.

¡Acaba de ocurrir ahora!

Se consideró que justamente el desprestigio del Parlamento mexicano se debía a la falta de experiencia de los parlamentarios. Eso expresa ese informe.

En definitiva, la importancia de la estabilidad política y legislativa, la responsabilidad de los legisladores, el mejor contacto y nexo entre representantes políticos y electores, el fomento -lo mencionaba un Senador- de proyectos legislativos coherentes a largo plazo, son las razones por las cuales México acaba de cambiar lo que Chile ahora quiere imponer.

Entonces, señores Senadores, desde un punto de vista conceptual, o en Costa Rica son unos genios únicos en el mundo, o nosotros estamos cometiendo un error gravísimo, puesto que otros países van en sentido inverso.

Algunos han señalado: "bueno, pero aquí hay un problema".

Debo decir que personas como Eduardo Frei , Salvador Allende , Arturo Alessandri , Francisco Bulnes o Mario Palestro -busqué las cinco personas más transversales-, no habrían podido ser parlamentarios en los períodos en que lo fueron porque habrían excedido lo que esta iniciativa plantea, y casualmente se trata de los ex Presidentes o los dirigentes políticos de mayor valoración ciudadana y democrática de Chile.

A eso, entonces, decimos "No".

¿Se equivocaron todos? Por favor, lo único que pido es sentido común en la reflexión.

Alguien dice que hay un problema de renovación. Tengo aquí un informe acerca del porcentaje de renovación que existe en Chile cada cuatro años: 32,5 por ciento. Es uno de los más altos estándares de renovación periódica del mundo parlamentario.

Les pido que busquen si existe un sistema con índices mejores.

Las democracias más consolidadas, como la estadounidense o la inglesa, tienen indicadores muy elevados de reelección, y eso no es sinónimo de que estén equivocados.

Otro argumento pudo haber sido que le cuesta mucho a quien quiere optar a un cargo obtener un cupo. Ese pudo haber sido un argumento, pero ya cambió el sistema electoral. Y hoy existen básicamente espacios de competencia amplios: de siete, nueve, once, dependiendo del número de lugares.

Entonces, eso tampoco es una buena argumentación.

Si alguien cree que se trata de un tema ético y no político, bueno, tomará su decisión en ese sentido como le parezca, y de igual forma si se piensa que no puede mantenerla. No obstante, aquí estamos haciendo políticas públicas.

Un Senador que me antecedió en el uso de la palabra manifestó: "No hay nada peor que tratar de personalizar a partir del rol de uno".

Señor Presidente , en Chile, ¡en Chile con mayúsculas!, tenemos que construir entre todos los mejores escenarios para producir un proceso legislativo coherente. Y no los he encontrado en los estudios -este tema me gusta- de Ciencia Política. Según estos, los sistemas de Costa Rica y de México son ejemplos del paraíso de cualquier Gobierno, no de este.

El Ejecutivo disfruta intensamente si logra ir armando y alterando a quienes hacen el seguimiento a las políticas públicas o tienen alguna experiencia en materia legislativa. Además, ahí hay procesos en donde las coaliciones se van manteniendo.

Esto se encuentra en toda la Ciencia Política. No estoy diciendo nada diferente de lo que he leído, y no he encontrado opiniones en sentido contrario.

Señor Presidente , entiendo que uno diga: "Oiga, es muy complicado no apoyar esto, porque la crisis política...". Pero será complicado si resolvemos una crisis política y después debemos reponer algo, o reclamar que no hay coherencia en políticas públicas de largo plazo; que se impide votar por el alcalde lejos más realizador, del partido A, B o Z, que ha sido un baluarte en el progreso de una región; o que no se puede reelegir al Senador o a cualquiera otra autoridad que haya establecido en su región políticas públicas potentes, pues así lo decidió el Parlamento.

Señor Presidente , este debate es profundo, es de fondo, y no alcanzo a entender el estándar que se busca con este proyecto en materia democrática, en materia de renovación de autoridades, en materia de políticas serias a largo plazo, en materia de dificultad de cupos.

Yo sé que esta función es ingrata, incómoda, pero para pasarlo bien hay otros escenarios. Aquí uno viene a cumplir un deber público.

Para la Administración Pública -en particular, respecto de la Alta Dirección Pública-, suelo pedir que haya coherencia de largo plazo. Lo solicito permanentemente. No me gusta cuando un gobierno cambia todo.

¡Pero es lo que estamos haciendo!

Le decimos a la ciudadanía que vamos a terminar con un espacio de continuidad, lo cual, bien entendido, es sano, aunque implica ya no creer mucho en la democracia. Equivale a decir: "Es que la gente no tiene la capacidad de decidir quién lo está haciendo bien y quién, mal".

Eso es como una capitis diminutio social, lo que me parece completamente impresentable en una sociedad madura como la nuestra.

Necesitaba hacer estas reflexiones.

No se trata de una materia cualquiera: es importante; no contingente, sino de largo plazo; no del pasado, sino de futuro. Y no hay nada peor que resolver mal los desafíos en políticas públicas.

He dicho.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Lagos.

El señor LAGOS.-

Señor Presidente, va a ser bien compleja la tramitación de este proyecto en el Parlamento.

El Senador informante , el colega Ignacio Walker , señaló que no se dejaba llevar por la opinión pública. Puede ser, pero creo que esta sí va a pesar muchísimo a la hora de abordar esta materia, por cuanto existe una percepción negativa hacia quienes estamos en la cosa pública, en especial los que estamos en el Congreso.

Según la última encuesta que hizo en la Región de Valparaíso la Fundación Piensa, a través de una empresa muy conocida a nivel nacional, las tres instituciones peor evaluadas son: el Poder Judicial , el Congreso y los partidos políticos. Y yo pertenezco a dos de ellas, igual que ustedes.

Hablando en castellano, la cuestión podría traducirse de la siguiente forma: "Si usted está a favor de la reelección, lo va a pasar mal. Si usted limita la relección, está en la senda correcta y va a tener apoyo".

Como el asunto está en discusión, digo con franqueza que no estoy en condiciones de respaldar la propuesta que se nos presenta; sobre todo, su disposición transitoria.

Algo de peso debe hacernos el hecho de que solo dos países en el mundo han restringido la reelección de autoridades.

Dicho eso, el artículo transitorio -lo expreso con mucho respecto- me parece un poco hipócrita.

Para explicarles a los que nos ven por la tele -porque esta materia se va a discutir también afuera-, hago presente que el proyecto establece limitaciones a la reelección de Senadores y Diputados, entre otras autoridades. En el caso de los Diputados, podrán ser reelegidos hasta por dos períodos (doce años en el ejercicio del cargo como máximo), y en el de los Senadores, por una sola vez (dieciséis años como máximo).

La pregunta es desde cuándo se cuenta.

En general, las leyes que aprobamos en el Congreso rigen a partir del día de su publicación, desde ahí hacia adelante. Sin embargo, acá parece que la opinión pública sí pesa, porque se dice: "El actual período hay que imputarlo".

Yo podría apretar los dientes y manifestar mi acuerdo a legislar para limitar la reelección. Pero con la disposición transitoria propuesta me parece que caemos en una hipocresía.

Me plantean ser hipócrita. ¡Mejor seamos populistas completos...! En tal caso digamos: "Se imputan todos los períodos, desde el año 90 hasta la fecha".

¡Eso es populismo!

Yo encuentro muy injusta la norma transitoria, en especial para quienes están cumpliendo su primer período parlamentario. Y ni siquiera saben si van a un segundo, porque para eso hay que tener la voluntad de competir y ganar la reelección.

Se los empata a todos: a los que están en su primer período con los que llevan bastante tiempo. Y muchos de los que tomaron la decisión de presentar esta iniciativa -ya vi quiénes son- llevan varios períodos en el cuerpo.

¿Cuál es la hipocresía?

En el informe aparecen todas las mociones presentadas. Figuran mi compañero Chahuán , Navarro , Fuad Chahín , De Urresti , entre varios más. Todos propusieron límites a la reelección cuando eran Diputados. Entonces, ellos no requieren ley. ¡No requieren ley!

El 3 de diciembre del año pasado presenté dos proyectos de ley: uno, para establecer la elección complementaria como procedimiento de provisión de los cargos parlamentarios vacantes, y otro, para impedir el nombramiento de parlamentarios en cargo de Ministros.

Sí, presenté dichas iniciativas. Porque creo en ello.

En consecuencia, si alguien me pidiera prestar servicios o colaboración en el Ejecutivo , le iría mal. ¡Yo quedé inhabilitado a partir de ese momento, pues! ¡Porque en eso creo!

Entonces, con todos los que están acá convencidos de lo que plantea la iniciativa en estudio, ya tenemos una buena renovación. Basta que anuncien que no van a la reelección. De lo contrario, dejémonos de hipocresías.

Reitero: no comparto el artículo transitorio propuesto.

Estoy considerando qué hacemos ahora con el límite a la reelección. Me parece que será muy difícil aprobar este proyecto, desde el punto de vista de la experiencia internacional.

Ahora, yo sabía lo que iba a pasar con este argumento en las redes sociales: "¡Se quiere quedar!"; "¡Apitutado!".

Uno no se reelige, lo reeligen. Y el aseguramiento de una mejor calidad de la política no pasa por la reelección.

Vamos a cosas más concretas.

Harto discutimos hoy sobre el tema del patrimonio, de la transparencia, de los intereses que algunos tenemos. Tal vez habría que ser más exigentes en eso.

¿Qué pasa con las fundaciones? ¿Un parlamentario puede ser miembro de una fundación? Consideremos que una fundación recibe donaciones de empresas privadas -con rebaja tributaria, por supuesto- y, con esos recursos, aquella puede entregar donaciones y ayuda a los electores.

No sé si esto se halla regulado en el proyecto que aprobamos hoy. Lo digo porque me llegó dicha información hace poco.

¿Qué les parecería a ustedes si alguno de nosotros tuviera una fundación y saliera en los medios entregando sillas de ruedas, las que fueron donadas por un empresario, quien por ello rebajó tributos?

La señora PEREZ ( doña Lily ).-

¡Mal!

El señor LAGOS.-

¡Mal, pues!

¿Y si una fundación beca a un joven para estudiar? Este es el sueño de todo papá. Pero ¿de dónde salió la plata? De las donaciones. ¡Ah, qué bien! Entonces, ¿quién otorgó de verdad esa beca: el parlamentario o el que hizo la rebaja tributaria?

El señor TUMA .-

¡El Fisco!

El señor LAGOS.-

¡El Fisco! ¡Todos nosotros!

Entonces, revisemos esa situación.

Si queremos mejorar la política, sugiero que el Servicio Electoral regule las elecciones internas de todos partidos políticos. ¡Eso quiero yo! Porque es ahí donde se decide quiénes son los candidatos al Parlamento, sobre todo en el sistema binominal.

El señor COLOMA .-

¡Ya no existe!

El señor LAGOS.-

Cierto. Hoy no tenemos binominal -¡afortunadamente!-, lo cual va a ayudar a dar representatividad.

Si se trata de recuperar la confianza, de terminar con el hastío que hay contra la clase política, lo primero es que den un paso al costado todos los que no están a favor de la reelección, que presentaron mociones para limitarla y que han cumplido hartos años en el cargo.

Me da lo mismo si fueron dos períodos como Senadores, tres como Diputados. "Mi amigo, sume cuántos años lleva y, si es partidario de restringir la reelección, solito dígalo; pronúnciese". Aquí cualquiera lo puede hacer, al igual que en la Cámara de Diputados. Basta explicitarlo: "Mire, yo presenté tal moción". En esa situación está Chahín, De Urresti .

¡Que lo digan! "Llevo quince años de parlamentario, y no voy más". ¡Bien!

Ahora, ¡por qué hay que dictar una ley para eso, con lo cual se arrastra a todo un sistema!

Yo quiero mejorar el sistema político.

Estamos en esta situación debido a que algunos -y aquí les voy a pasar la cuenta- no quisieron modificar el sistema binominal antes.

Se ha podrido todo y no se alcanzó a ver ningún cambio al respecto. Como el binominal producía un empate permanente, era noticia cuando había una ventaja para alguien. Salía en los diarios: "Doblaron en la Cuarta Región"; "En el distrito 9 se dobló". Porque no era habitual. Y ahí lográbamos la mayoría.

Entonces, hay responsabilidad cuando uno estira el chicle.

Una persona que ya no está acá, cuando conversábamos acerca de la necesidad de introducir reformas a tiempo, me dijo: "Ricardo, no te preocupes; el sistema aguanta una vuelta más de tuerca". Esto fue cuatro años atrás. Sin embargo, creo que llegamos tarde. Se melló el hilo de la tuerca.

Entonces, debemos abordar los problemas reales. Los relativos al financiamiento de la política, por ejemplo. En medio de ellos, lo concerniente a la reelección cabe en el paquete completo.

Y como bien indicó el Senador Letelier, quien me interpretó en muchas de las cosas que expuso, ahora resulta que el asunto de la reelección pasa por la probidad. De hecho, este proyecto se encuentra radicado en la Comisión Especial de Probidad y Transparencia. O sea, si alguien desea ser reelegido, cumpliendo con la Constitución, que lo permite, ¿deberá responder ante dicho órgano técnico? ¡No, pues! ¡Modifiquemos la Carta Fundamental entonces! Que ahí se establezca cuánto duran los Presidentes, quiénes se reeligen y de qué forma.

Esto de legislar ad hoc ocurre porque algunos están escuchando la opinión de la calle, aunque acá manifiesten lo contrario.

En esta materia debemos tener mucha responsabilidad. Sé que implica un costo. Algunos están recién elegidos; les quedan seis años todavía como Senadores, y otros tenemos que enfrentar la decisión de ir a una reelección en el corto plazo. ¡Y esto seguramente va a pesar!

Mientras estoy hablando acá, hay gente que me dice: "No digas esas cosas, Lagos".

Pese a ello, pienso que esta no es la forma de abordar el Parlamento que requerimos.

Regulemos el modo en que se designan a las autoridades al interior de los partidos. ¡Son estos los que deciden quién será candidato a concejal, a core, a Diputado y a Presidente de la República ! ¡Ahí está el meollo! ¡Ahí se resuelve quiénes son los que se sientan acá al final de día! Porque de ahí salen los postulantes por los cuales los ciudadanos se van a pronunciar y la soberanía popular se va a ejercer.

Y si pido al sistema público la plata para financiar a los partidos, como contrapartida exijo transparencia full al interior de estos -¡full!-, no con cojines en las ventanas para que no se sepa cómo se eligen las autoridades. ¡No, señor! Hay que transparentar todo si queremos recursos públicos.

En consecuencia, esto de la reelección debiera incorporarse en un conjunto de reformas más integrales y globales, y no quedar supeditada a la crisis de confianza que se vive hoy -con razón, por lo demás- ni a esta forma de legislar.

He dicho.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Señor Presidente , en mi opinión, se ha realizado un debate y una reflexión muy profundos respecto de esta propuesta de reforma constitucional.

Quienes estamos aquí ingresamos por una decisión de vida, por vocación y no por conseguir una pega.

En ese sentido...

Por favor, pido a mis colegas que me permitan intervenir.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Solicito a los señores Senadores que guarden silencio.

Continúe, señor Senador.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Gracias.

Se ha dicho que el promedio histórico de renovación del Parlamento es superior a 33 por ciento cada cuatro años. Y con el cambio del sistema electoral lo más probable es que ese porcentaje se acerque a 50. Cabe concluir, por tanto, que ha existido renovación permanente.

Voy a ser muy sincero: noto que los autores de estas mociones, que son presentadas siempre en períodos cercanos a procesos eleccionarios, son personas que, en su mayoría, han ganado elecciones desde 1989. ¡Están acá desde el 89, y firmaron estas mociones! ¡Por qué mejor no se retiraron en forma voluntaria! Eso habría sido mucho más auténtico y transparente.

Por otra parte, al limitar las reelecciones, se plantea que los alcaldes podrán tener máximo tres períodos, al igual que los concejales, los cores y los Diputados. Los Senadores, dos períodos. Me pregunto: ¿Por qué no tres en vez de dos? o ¿por qué no cuatro en vez de tres? Argumento: ¡ninguno!

En mi opinión, quien realiza bien su trabajo y cumple con lo que ha ofrecido a su gente es elegido permanentemente. En cambio, el que pierde la reelección es probablemente el que no hizo bien su labor. Aquí se propone dejar sin opción al primero por secretaría -porque eso es lo que se está planteando-, impidiendo la decisión de la voluntad popular.

Debemos sacar esto a la luz pública.

Lo peor que puede ocurrir -lo han manifestado varios colegas que me antecedieron en el uso de la palabra- es que votemos una iniciativa de esta índole. Por lo mismo, estoy seguro de que mi jefe de bancada pedirá segunda discusión para este proyecto.

Debemos hacer las cosas bien y reflexionar como corresponde.

Somos un país que está interesado en seguir a la OECD. Pues bien, no veo a este organismo planteando recomendaciones de este tipo. Ni siquiera lo hizo la Comisión Engel, como recordó el Senador Letelier o el Senador Coloma .

Por lo tanto, creo que se está actuando de una manera precipitada.

Voy a agregar un problema más complejo: ¿cómo actuarán las autoridades que dejaron sus profesiones para insertarse en la política, una vez que sean reelegidas en su último período? Porque entonces empezarán a analizar cómo reinsertarse en el mundo laboral. Me pregunto si durante el período final en el cargo van a realizar su trabajo como el país necesita.

Pido una mayor reflexión al respecto. Tenemos que ser supertransparentes y examinar con mayor tranquilidad esta materia.

Y comparto plenamente lo dicho por el Senador Lagos: ¡cómo este proyecto puede estar radicado en la Comisión Especial de Probidad!

¡Si este asunto ha sido permanentemente presentado cerca de momentos electorales! ¡Y luego se olvida!

¡No sé cuántas mociones ha habido sobre el particular!

Por primera vez -me imagino- se habla de esta forma aquí, en el Senado.

Señor Presidente , este será el único país del mundo, como ya dije, que va a impedir al pueblo reelegir a un alcalde, a un concejal, a un consejero regional -cargo recién instalado por votación popular- o a un parlamentario.

Lo que podría ocurrir a futuro es que tengamos una "sillita musical": de Diputado a alcalde; de Senador a Diputado, etcétera.

Creo que este proyecto causa más daño a la imagen de la política y a la del Parlamento.

Insisto: les pido una reflexión en esta materia.

Pienso que ninguno de nosotros está aquí por conseguir una pega, sino por vocación de servir a la gente que más lo necesita. Entregamos nuestras vidas en esta función para que a nuestro querido país le vaya mejor.

En consecuencia, señor Presidente , conforme a la solicitud que formulará mi jefe de bancada, creemos que debemos tener una segunda discusión.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Señor Senador, ¿es efectivo que su jefe de bancada va a pedir segunda discusión?

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Sí.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Okay

Tiene la palabra el Senador señor Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señor Presidente , estamos debatiendo un proyecto para limitar la reelección de autoridades, a raíz de una crítica que se ha planteado al sistema con relación a cómo se ha generado el Parlamento.

En todo caso, la responsabilidad de dicha crítica no se encuentra en el Congreso.

Las normas que rigen el proceso de elección parlamentaria se fijaron en una Constitución, la cual no contó con participación democrática (tres generales y un almirante). Se generó gracias a un acuerdo político pero dentro de un clima muy complejo: saliendo de una dictadura.

Entonces se instaló un sistema único en el mundo: el binominal, mediante el cual 33 por ciento era igual a 66 por ciento, produciendo una distorsión, una anomalía, una situación absolutamente descompensada, en el pronunciamiento de la soberanía popular.

Dicho sistema -maligno, perverso- sacrificó la legitimidad democrática en pos de la estabilidad política.

Este largo andar ha devenido en crisis: crisis de legitimidad, crisis de participación, crisis de representación.

De esto último padece hoy el Congreso Nacional. Ello se expresa en que solo cuatro de cada diez chilenos vota en las elecciones para determinar quiénes llegan a este Hemiciclo. Es decir, ¡el 60 por ciento de los chilenos no quiere participar o no puede!

Por lo tanto, lo primero es asumir que estamos en una crisis de participación, de legitimidad y de representación.

En ese sentido el problema global de la política no es entre Izquierda y Derecha; no es entre Gobierno y Oposición; no es entre liberales y conservadores. Es entre ciudadanía e institucionalidad.

A la ciudadanía le da exactamente lo mismo -se lo digo al colega Víctor Pérez , por su intermedio, señor Presidente - si será reelecto un Senador de la UDI o un Senador del MAS. Como aquella tiene una bronca acumulada con la política, no distingue a unos y otros, solo ve rostros de poder. No identifica bien de dónde provienen, pero percibe que representan el poder.

Por eso, señor Presidente , ante esta crisis profunda el Parlamento ha de efectuar un aporte. El Gobierno ya lo hizo cuando la Presidenta sacó completamente a su equipo político y descabezó al equipo económico.

Esa acción, que causó dolor, dio una señal clara de que se quiere enmendar las cosas.

La ciudadanía está expectante respecto de cómo actuará el Congreso, de si hará un acto de contrición, de si enviará una señal que le posibilite advertir que los parlamentarios han entendido que esta situación de cuestionamiento, de descrédito, debe comenzar a ser subsanada.

Se eligió el camino de limitar la reelección. Pudo haber sido otro, pero se escogió este.

Señor Presidente , el año 2003 en la Sala de la Cámara de Diputados se aprobaron las donaciones secretas a las campañas y no se estableció la pérdida del cargo para el parlamentario.

En esa oportunidad advertimos -fuimos tratados de desleales, de díscolos, de traidores- que ese sistema era perverso, que legitimaba y legalizaba la intromisión del dinero en la política.

A pesar de eso, la normativa se aprobó igual.

Como dije, hemos resuelto que el acto de contrición que la ciudadanía nos está pidiendo lo haremos sobre la base de limitar nuestro mandato.

El sistema binominal y, particularmente, medidas como el castigo a los independientes posibilitaron la falta de legitimidad. Es cierto: competimos para ser elegidos; sin embargo, la mayoría no participa.

La Comisión Engel propuso 236 medidas.

Si las cumpliéramos -pedí en más de una ocasión en este mismo Hemiciclo que fueran vinculantes-; si le hiciéramos caso al informe del Consejo Asesor Presidencial, 173 alcaldes y 91 parlamentarios no podrían ir a la reelección en 2017.

Hay planteado un debate sobre la efectividad del cambio.

En México -ya se señaló- no existe reelección, y el resultado ha sido un desastre: alta rotación, escasa preparación, gran inexperiencia. Están de vuelta. El 85 por ciento de sus parlamentarios no tiene experiencia legislativa.

Ciertamente, ello en nada se compara con el Senado de Estados Unidos, donde 26 de sus miembros son multimillonarios que acaparan fortunas por 195 mil millones de dólares, que equivalen a lo que percibe el 43 por ciento más modesto de la población, es decir, cerca de 50 millones de estadounidenses.

Allí también existe el dinero. Y hay reelección infinita, indefinida.

El problema, entonces, radica en el camino elegido.

Tenemos distorsionada la presencia de parlamentarios en ambas Cámaras por el sistema binominal.

Ese sistema no le permitía a la gente participar en igualdad, con derecho a elegir y ser elegido.

Se vino la crisis.

¿Cómo salimos de ella? La Presidenta pagó el costo.

La ley que nos proponen dice que en diez años más veremos el resultado de esta medida, en el caso de los Senadores y Diputados.

Me parece un período muy largo.

Señor Presidente , el numeral 1 del artículo único del proyecto propone sustituir el inciso segundo del artículo 51 de la Constitución por el siguiente: "Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.".

Eso abre la posibilidad de que haya un período de descanso y de que, después, la persona vuelva a ser elegida por la misma cantidad de tiempo. Es decir, un Diputado dura tres períodos en su cargo; deja pasar cuatro años, y se postula de nuevo para estar 12 años más. Lo mismo ocurriría con los Senadores.

La norma dispone que "podrán ser reelegidos sucesivamente".

Si existe alternancia entre Diputado y Senador o si media un período de receso, se retoma todo el proceso.

Si esa fuera la norma permanente, ¿cuál sería, entonces, la señal de contrición?

Yo habría preferido una normativa que estableciera por única vez la retroactividad.

Le pregunté al Secretario del Senado dónde está la norma de la ley en proyecto que impide la retroactividad; por qué no podemos limitar la reelección a tres períodos para los Diputados y a dos para los Senadores a partir de hoy y decir: "Se limita ahora, y la norma definitiva la discutiremos cuando tengamos una nueva Constitución; que la ciudadanía decida".

Porque nuestra principal limitante en este debate es que somos incumbentes: en la crisis, en la decisión que nos afecta directamente.

Quisimos evitar que determináramos nuestros sueldos, y creamos una Comisión especial. Hoy los parlamentarios en Chile no deciden cuánto ganan: el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias lo hace.

Pero, en este caso, la ciudadanía observa que los incumbentes deben resolver sobre sí mismos: "¿Quieren que siga? ¿Quieren que pare?".

Carecemos de legitimidad para opinar sobre esta materia.

Señor Presidente , creo tanto en hacer efectiva la no reelección en diez años más, como incluso (es lo que pienso) en una ley que permita establecer la retroactividad y limitar ahora -¡ahora!- la reelección a tres períodos como máximo para los Diputados y a dos para los Senadores, lo que provocaría el recambio de 91 parlamentarios.

Lo que hay aquí es una decisión adoptada entre cuatro paredes. No hubo debate con la ciudadanía; no le hemos dado la oportunidad de participar.

Siento que solo una nueva Carta, y en particular una Asamblea Constituyente, pueden determinar el mecanismo que los chilenos quieren para elegir parlamentarios y permitir su reelección.

Entonces, no me gusta el proyecto como viene planteado; no tendrá efectividad ni impacto.

Yo habría querido -espero debatir sobre esta materia, pues se va a pedir segunda discusión- una ley que permita la limitación ipso facto, ahora; que se sienta y duela ahora...

El señor TUMA.-

¡Para todos!

El señor NAVARRO.-

O sea, que no haya reelección.

Algunos dicen: "Claro, yo tendría un período y medio totalmente disponible".

Hay que interrumpir el período parlamentario. Y esta es una posición del Movimiento Amplio y Social (MAS); lo discutimos.

Si no, como hay elecciones el 2017, algunos tendríamos hasta el 2021.

Yo manifiesto mi completa disposición a que el período llegue hasta el 2017, independiente de que falten algunos años para completar el mandato. Pero lo que no podemos hacer...

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Continúe, señor Senador.

El señor NAVARRO.-

... es dictar una norma que regirá en diez años más y todo va a continuar igual.

Yo digo: una norma que limite la reelección a tres períodos para los Diputados y a dos para los Senadores a partir de 2017 por única vez, y que luego la Constitución, tras un debate ciudadano amplio, no de este mismo poder parlamentario, defina la norma general.

Es decir, cuando se fije la normativa que aúne el sentimiento del Chile del futuro allí se discutirá, no por nosotros mismos.

Lo señalo porque, a mi entender, no tenemos ahora legitimidad para legislar y autorregularnos a través de una legislación que la ciudadanía va a rechazar.

De aprobarse la ley en proyecto, no surtirá ningún efecto en el mejoramiento de la imagen del Congreso; no habrá ningún resultado respecto de lo que la ciudadanía espera, y nos habremos autoimpuesto una limitación que podría ser muy antidemocrática, pues la gente tiene el derecho a elegir y ser elegida.

Estoy por la alternativa que indiqué, señor Presidente.

Me voy a abstener en este proyecto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señor Presidente , tal como lo anticipó el Senador García-Huidobro , quiero partir pidiendo, en nombre del Comité Unión Demócrata Independiente, segunda discusión, toda vez que aquí se ha generado un debate muy superior al que tuvimos en la Comisión Especial de Probidad y Transparencia.

Se trata de una discusión que, sin duda, debemos realizar. Porque la falta de confianza y de credibilidad hacia nosotros por parte de la ciudadanía debe ser analizada en el Senado, con los parlamentarios elegidos por ella.

La ley en proyecto abre un amplio debate sobre esta materia, lo cual me parece sano, oportuno y necesario.

Desde que empezó a agudizarse la situación que estamos viviendo, en esta Alta Corporación no hemos conversado ni discutido sobre sus aspectos fundamentales.

Considero extraordinariamente positivo y sano que aquí se genere un debate al respecto.

Pero es muy importante que leamos bien los documentos, que compartamos los mismos datos y que podamos tener distintas opiniones.

Yo discrepo del Senador Navarro, quien dice que este proyecto empezará a surtir efecto en diez años más.

¡Este proyecto comenzará a regir desde el momento en que la ley se publique en el Diario Oficial, no en diez años más: inmediatamente!

A Su Señoría, a mí y a los demás Senadores nos computarán un período desde ya.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Dos más ocho.

El señor PÉREZ VARELA.-

No nos empezarán a computar en diez años: el proceso se inicia ahora.

Por lo tanto, tenemos la más absoluta competencia para discutir sobre esta materia.

El Senador Navarro señalaba que no podemos legislar porque carecemos de legitimidad y que sí tendría legitimidad la Asamblea Constituyente.

Ese dato no guarda ninguna relación con una evidencia democrática: en la última elección, siete candidatos a Presidente de la República plantearon la Asamblea Constituyente como una bandera de lucha, ¡y todos fueron derrotados!

En consecuencia, nadie puede sostener que la ciudadanía está detrás de la Asamblea Constituyente. Si estuviera, los candidatos que plantearon públicamente que iban a realizarla habrían tenido una adhesión popular en el voto.

Entonces, lo que Su Señoría afirma no es efectivo: aquí, en el Senado, nosotros tenemos perfecto derecho a debatir esta materia y a tratar de ser eficaces en las soluciones.

Ahora bien, no se puede discutir el límite de las reelecciones solo en la perspectiva de determinado proyecto. Ello debe debatirse en el contexto nacional en que nos encontramos, en la situación política en que nos hallamos, en la que la ciudadanía cuestiona nuestro actuar básicamente en función de la falta de eficacia. Por ende, hay que analizar esta iniciativa en tal dimensión.

Algunos hablan de que deben limitarse las reelecciones para permitir la renovación.

Yo quiero decirles que tienen que empezar a buscar otro argumento.

Aquí alguien señalaba: "De los parlamentarios que van a la reelección, 32 por ciento no se reeligen. Si se suman los que no van, la renovación sube al 40 por ciento".

¡No hay en el mundo desarrollado, en el mundo democrático occidental, otro Congreso que tenga ese nivel de renovación!

Por consiguiente, llamo a quienes buscan renovar que cambien de argumento, porque el indicado carece de validez.

La renovación ha sido una fuente permanente cada cuatro años en nuestro país. El Parlamento se renueva.

Cuando uno quiere saber si hay o no renovación, debe comparar con Parlamentos de países a los cuales quiere acercarse: los de las naciones del mundo occidental, los de las democracias europeas, donde la renovación difícilmente llega al diez por ciento.

Ahora, el Senador Navarro sostiene que nuestro problema de falta de legitimidad emana del sistema binominal.

Según lo que dice Su Señoría, ya tendríamos la solución, porque cambiamos el referido sistema. No habría necesidad de hacer nada más: ya remplazamos el binominal, y la próxima elección será con un sistema proporcional.

Pero le quiero decir al Senador Navarro que ponga ojo a lo que afirma en cuanto a que en la siguiente elección la gente irá a votar. Yo tengo mis dudas. Me gustaría apostar a cuánto llegará la participación ciudadana en ese acto.

En todos los países democráticos donde existe el voto voluntario -en todos- los umbrales de votación más altos no superan el 60 por ciento.

Hace pocas semanas el Parlamento inglés tuvo una elección extraordinariamente reñida, y votó el 66 por ciento de las personas con derecho a sufragio. ¡El 66 por ciento!

En España -y no se puede decir que estamos hablando de democracias decadentes, ilegítimas, en fin- la cifra más alta de votación alcanzó a 75 por ciento 48 horas después del atentado de Atocha. Nunca más se ha alcanzado ese nivel. Las otras votaciones han estado incluso bajo el 50 por ciento.

Por lo tanto, Senador Navarro, habiendo en Chile voto voluntario, tendrá que esperar que la gente concurra a las urnas. Pero es parte de la libertad de las personas decidir a ese respecto.

Por ende, debemos empezar a buscar en nuestros datos y en nuestras discusiones qué tenemos que hacer para superar la crisis de credibilidad y confianza que nos afecta.

Para ello hay un solo camino: la eficacia en nuestra acción.

Debemos ser eficaces para resolver los problemas de los ciudadanos, para darles cauce a los anhelos de la gente. Así la ciudadanía podrá mirarnos de mejor manera.

Eso significa tomar una serie de medidas que hace cinco, diez años eran absolutamente impensadas -muchos otros Parlamentos están pensando en tomarlas-: transparencia, probidad, declaración de intereses, cesación en el cargo. Y otra puede ser limitar la reelección para buscar elevar la calidad de la política.

Considero que nuestro gran desafío -y nosotros podemos hacer una contribución- es elevar la calidad de la política.

En la medida que tengamos mejores políticas públicas y mejores políticos a lo largo de toda la institucionalidad estaremos aportando de manera más eficaz.

Por cierto, eso significa debatir y analizar todo: la duración del régimen presidencial y el régimen presidencial en sí.

Pienso que últimamente todos nos hemos dado cuenta de que un período presidencial de cuatro años es extraordinariamente breve.

Por consiguiente, de acuerdo a nuestra tradición y cultura, a lo mejor debemos llegar nuevamente a los seis años sin reelección. Porque, además, en Chile existe la tradición de que no haya reelección de Presidente de la República . Ello puede deberse a que tenemos un régimen presidencial con una dimensión extraordinariamente influyente en la vida ciudadana.

De otro lado, alguien dijo aquí que cuando la Comisión Asesora de la Presidenta de la República habló del límite de las reelecciones lo hizo solo con relación a los alcaldes; no lo recomendó tratándose de los Senadores y Diputados.

Por lo tanto, Senador Navarro , no es efectivo lo que usted dijo en el sentido de que si aplicáramos el Informe Engel noventa y tantos parlamentarios no podrían ir a la próxima elección. Y la Comisión Engel estableció un límite a la reelección de los alcaldes únicamente por el eventual riesgo de corrupción: por los recursos, por los programas, etcétera.

Por ende, hay que tener especial cuidado a ese respecto.

Ahora, pienso que el debate no podemos hacerlo a base de descalificaciones, de peyorar a quienes piensan distinto.

Si queremos ser de verdad una generación política que contribuya a salir de la crisis de confianza y credibilidad, hemos de actuar con la mayor responsabilidad posible, con la máxima seriedad.

En mi concepto, establecer un límite a las reelecciones es una prueba importante para procurar mejorar la calidad de la política.

Puede que a la larga eso no se dé; puede que cuanto se haga no sea suficiente. Pero debemos realizar un esfuerzo.

Lo que a mí me insta a apoyar esta medida y otras es el mejoramiento de la calidad de nuestra política, de nuestras políticas públicas. Porque eso es, en definitiva, lo que espera la ciudadanía.

La gente está indignada, está molesta, está insatisfecha, porque no hemos sido eficaces en nuestro accionar.

¿Qué ocurre en el norte de nuestro país: en Copiapó, en Atacama, en Antofagasta?

Yo he conversado con la gente. He estado en contacto con muchas de las personas que salen a protestar, amigos míos...

Se acabó mi tiempo.

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Su Señoría dispone de un minuto adicional.

El señor PÉREZ VARELA.-

Gracias.

Señor Presidente, el problema estriba en la ineficacia de la acción gubernamental para resolver un problema angustiante de aquella gente.

¿Qué vivíamos nosotros luego del 27 de febrero cuando demorábamos un año, dos años en reconstruir poblaciones enteras? ¿Por qué estaba indignada la gente? Porque quería más rapidez, más inmediatez en las soluciones.

Es la calidad de la política la que hemos de conjugar.

Esta materia es opinable, discutible. Y debemos hacer un debate como el que hemos esbozado hoy.

Lo peor que podríamos haber hecho, señor Presidente , habría sido llegar y votar esta iniciativa a rajatabla para cumplir: "Hemos despachado un proyecto más, y mañana se anunciará con bombos y platillos en el Congreso Pleno".

¡Sería el error más grande que podríamos cometer!

Senadores de ambos lados han manifestado aquí opiniones contrarias al límite a la reelección. Y tienen argumentos.

Por lo tanto, esto no es algo en lo que vamos a clavar la rueda de la fortuna.

Ahora, lo que no podemos hacer es decir que no tenemos legitimidad para enfrentar esta materia, y usar datos absolutamente erróneos, falsos o inexistentes para resolver, pues así no vamos a contribuir a que el país, la democracia y la política salgan de la crisis de confianza y credibilidad en que se encuentran.

Este debate debe continuar. Hay que ampliarlo, hay que hacerlo realidad para ver si logramos adoptar medidas claras al objeto de avanzar en la materia.

Yo he escuchado plantear muchas medidas populistas: "¡Que se vayan todos altiro!", "¡Rebaja de sueldos!", etcétera.

Solo quiero expresarles lo siguiente: en la última reforma tributaria nos subimos los impuestos, en comparación con los demás. ¡Pero a la ciudadanía eso le importó absolutamente nada!

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Debo recordar que el Senador señor García-Huidobro, del Comité UDI, pidió segunda discusión.

Por lo tanto, en esta sesión no va a haber votación sobre este proyecto.

Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señor Presidente , Honorable Sala, hemos escuchado una serie de intervenciones, y me alegra que la discusión se vaya reconduciendo hacia un debate de fondo encaminado a entender cómo mejoramos la política, de qué manera transparentamos, pero sin discursos para la galería.

Por convicción personal, creo que uno no debe permanecer largo tiempo en un cargo. Sin embargo, no soy de los que pontifican sobre esta situación, porque considero que hay grandes parlamentarios, de todos los colores, de todos los sectores, de la Oposición y del Gobierno, que llevan largo tiempo en el Congreso Nacional y son un aporte. Otros, teniendo poco tiempo, un período o dos, no han aportado mucho.

Entonces, la cuestión no radica en la reelección o en la no reelección, sino principalmente en qué tipo de Parlamento queremos tener, cómo incluimos -fue una de las indicaciones que formulé en el proyecto de reforma al sistema binominal- mayor proporcionalidad, pero también mayor diversidad.

A este último respecto, con algunos Senadores presentamos una indicación para establecer la representación indígena en el Congreso Nacional. Y eso no se logra cambiando el binominal o estableciendo límites a la reelección, sino teniendo la voluntad, tanto la Cámara de Diputados cuanto el Senado y la política en general, de incluir la mayor representatividad y la mayor diversidad territorial, política, étnica, cultural de nuestro país.

El Parlamento continúa siendo muy homogéneo. Sigue habiendo, no los mismos de siempre, sino una casta, un tipo de parlamentario.

Hay barreras de entrada desde el punto de vista del financiamiento de la política. Espero que con el límite a los gastos tengamos más capacidad de acceso. Eso va a significar mayor integración: más gente joven, más gente de la periferia, más gente de los pueblos originarios asegurando su representación en el Poder Legislativo .

¡Con qué autoridad el Parlamento puede muchas veces discutir grandes temas vinculados a los pueblos originarios, a su reconocimiento constitucional, a la tenencia de tierras, a la devolución de territorios, cuando en él no hay representación indígena!

Entonces, claramente, el Congreso Nacional no representa a toda la sociedad. Y en ello debiéramos avanzar.

Por eso creo en una Asamblea Constituyente. Por eso creo que el gran debate va más allá del límite de la reelección, de si son dos períodos o uno, de si existe retroactividad. ¡No! ¡Eso es populismo!

Algunos Senadores hicieron hoy buenos discursos para la galería. Sin embargo, ahora no están presentes para defender su posición. Y eso no es correcto.

Nosotros debemos pensar en cómo mejoramos la política, en cómo logramos que el Parlamento represente a todos y a todas: diversidad territorial, diversidad de origen.

En el Congreso Nacional, habiéndose establecido ya las elecciones primarias, tenemos mayor inclusión. No tenemos barreras de entrada.

Lo señalaba el Senador Lagos Weber, sin ir más lejos: la gran barrera de entrada al Parlamento no es la reelección indefinida o el sistema binominal, sino lo que ocurre dentro de los partidos, la forma de definir los candidatos.

Y lo digo por experiencia.

Creo ser el único Senador -al menos de los que estamos en este momento- que se halla aquí producto de una elección primaria, la que hizo el Partido Socialista, con la oposición de muchos conservadores, los que existen en todas las instituciones.

Ganamos una primaria del Partido Socialista en la que quienes teníamos una visión regional y habíamos construido fuerza parlamentaria desde Los Ríos enfrentamos a un señor hijo de un conde, quien quería ir a esa Región a heredar un cupo.

¡Gente que nunca se ha mojado y que jamás se ha embarrado en el territorio!

¡Gente que cree que desde Santiago puede estar disponible para ser representante en otra región!

¡Gente que no vive en Los Ríos y que con suerte tiene casas de veraneo allí!

¡Esos son los que distorsionan la realidad!

¡Y le ganamos en la elección primaria!

¡Y estoy presente aquí, tras obtener la primera mayoría en la Región de Los Ríos luego de romper las barreras de entrada, para representar con legitimidad a quienes votaron por mí!

Señor Presidente , hago esta alegación porque, en mi concepto, el tema de fondo no es cuántos límites se ponen a la reelección, si hay o no efecto retroactivo.

¡Por favor! ¡Eso es para la galería!

La cuestión de fondo es cómo renovamos el Parlamento; cómo logramos mayor integración; cómo hacemos mejor política; cómo establecemos barreras fuertes y claras en materia de intereses y de patrimonio, en términos de lo que apoyamos y aprobamos esta mañana.

Hago esta alegación, señor Presidente , porque considero importante ver este proyecto, para el cual se solicitó segunda discusión, dentro del marco constitucional.

Esta iniciativa fue despachada por la Comisión de Probidad y Transparencia. Me parece bien haberla tratado allí. Pero hay que discutirla también en el marco constitucional.

Por eso, creo relevante debatirla además en la Comisión de Constitución.

En tal sentido, para quienes pregonamos la necesidad de una Asamblea Constituyente existen temas de fondo.

Primero, qué tipo de Parlamento queremos.

¿Por qué no discutimos en torno a un Congreso unicameral?

¡Ese es un debate central!

Hay que preguntarles a los ciudadanos si luego de 200 años se explica, se entiende, se justifica tener un Parlamento bicameral.

Propongo el tema para su discusión.

No voy a fijar una posición única y exclusiva. Pero que sea la ciudadanía, que sea el pueblo en su conjunto, que sea la mayor cantidad de ciudadanos la que diga si el país está disponible para tener un Parlamento unicameral; si debemos avanzar hacia un sistema político semipresidencial; si tenemos capacidad para reestructurar y remirar nuestros ordenamientos regional y político.

Me parece bien -reitero- que se abra debate sobre ese tipo de situaciones. Pero fijemos la discusión en un contexto mayor, no en el contexto fácil de sacar una ley antes de tal o cual fecha para decir "Hemos cumplido y con esto se arregla el problema".

Este problema no tiene arreglo si no hay una repolitización en nuestro país, si no existe una valorización de la importancia que revisten los partidos políticos.

Me parece bien que la Derecha se haya abierto a la discusión sobre una nueva Constitución.

Algunos postulamos la Asamblea Constituyente. Y si la Alianza propone otra fórmula, veamos qué es mejor. Pero debemos arribar a una Carta Fundamental que nos represente a todos; con un sistema político que nos integre a todos, no autoritario y sin estos cambios cosméticos de plazos, pues simplemente son una golondrina que no hace un verano.

Esos cambios no me interesan. Yo quiero tener mejor política, mejor representación del territorio, mejor identificación de los parlamentarios con sus electores.

¡Ahí está el fondo de la discusión!

Por eso, señor Presidente , me parece bien la solicitud de segunda discusión.

Estimo relevante, asimismo, considerar lo que señalé en el sentido de que la Comisión de Constitución pueda ver esta materia a la luz de la discusión constitucional. Y espero que el 21 de mayo la Presidenta de la República haga un anuncio en cuanto a esa discusión y al proceso de Asamblea Constituyente, que anhelo sea una realidad un nuestro país.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Guillier.

El señor GUILLIER.-

Señor Presidente, este proyecto no se explica sino por las circunstancias que estamos viviendo.

En mi concepto, estamos asistiendo a una crisis general de las instituciones, agravada por ciertas prácticas, probablemente basadas en la costumbre y la tradición, pero que, ante los nuevos estándares, cada vez más críticos y de mayor demanda ciudadana por transparencia y probidad, se nos presentó abruptamente y se procura resolver sobre la marcha.

Ahora, discutir sobre las instituciones bajo una presión de tal índole generalmente es complicado, sobre todo cuando uno debe autolimitarse o legislar para sí mismo.

Evidentemente, existen problemas complejos. Pero quiero decir que la opción que estamos planteando no es un drama.

En la situación que nos ocupa, se pretende proteger un bien público por la vía de mejorar -se supone- la probidad y la transparencia a través de iniciativas como la que estamos analizando esta tarde.

Quizá, dados los momentos que vive nuestro país, el segundo de aquellos principios sea particularmente significativo.

Más allá de si hemos incurrido o no en conductas inapropiadas, la gente quiere más transparencia y, de alguna manera, asocia la continuidad en los cargos por períodos prolongados a algo negativo para la democracia.

Esa opinión ya está instalada. Por consiguiente, modificarla resulta difícil y nos obliga a emprender acciones.

Si los postulantes a un cargo de elección popular -y en el proyecto hay cierta racionalidad- ven que determinadas figuras copan el escenario o que la competencia frente a un incumbente es singularmente difícil, la ciudadanía empieza a tratar de poner límites a situaciones como la reelección o el ejercicio del poder.

Me queda claro que en el desempeño de los cargos que implican que las autoridades administren recursos públicos la prudencia también se asocia a la probidad.

El manejo de fondos públicos durante períodos prolongados probablemente motiva que muchas veces se relajen normas básicas de gestión pública y se aumente el riesgo.

En el caso de las autoridades cuya labor tiene que ver más con la administración de justicia también existen límites. Recordemos que pusimos restricciones de edad para los miembros de los tribunales de justicia, en circunstancias de que varios jueces podrían seguir ejerciendo sus cargos por varios años más; sin embargo, colocamos limitaciones, pues estimamos necesaria una renovación de estilos y de visiones.

Asimismo, numerosos académicos de universidades, al llegar a cierta edad -salvo situaciones muy excepcionales, como la de los premios nacionales-, se ven impedidos de continuar ejerciendo sus funciones.

Lo mismo pasa en otros ámbitos.

Ahora, es evidente que nuestra experiencia reciente hace aconsejable que haya mayor transparencia y algunos límites en muchas instituciones afectadas por la crisis generalizada que existe.

De hecho, quiero recordar que el propio Congreso redujo el período presidencial de seis a cuatro años después de haberse registrado una elección: una Presidenta elegida para gobernar por seis años finalmente gobernó por cuatro. Y ese proceso no provocó ningún trauma.

Por consiguiente, el Parlamento debe ver el autolimitarse, no como un trauma, sino como una respuesta frente a un hecho coyuntural. Y, debido a que ella tendrá permanencia en el tiempo, hay que reflexionarla.

En todo caso, me parece que no es un drama la reforma que estamos discutiendo. Al contrario, debemos mirarla como un sacrificio que hacemos frente a una ciudadanía particularmente decepcionada de los estilos políticos y que quiere, entre otras cosas, ver la renovación y rotación de sus representantes en diversas instituciones, las que, por lo demás, adolecen de debilidades derivadas de la burocracia, de la jerarquización, del hecho de ser organismos representativos en momentos en que la gente parece querer avanzar hacia un concepto de democracia más participativa, con mayor presencia en la toma de decisiones, por lo cual asocia la renovación permanente a una virtud, y la permanencia en los cargos, a un defecto.

Eso también debe analizarse.

Habría que ver, por ejemplo, lo que está ocurriendo con los movimientos y las organizaciones estudiantiles, cuyos dirigentes rara vez son reelectos, pues los jóvenes sienten que de alguna manera la reelección transforma a sus líderes en figuras políticas autónomas de la ciudadanía y los pone a creciente distancia de ella en la medida que se constituyen en parte de la institucionalidad.

Eso explica por qué en este momento estamos discutiendo algo respecto de lo cual en otras circunstancias simplemente habríamos defendido, para la mantención en determinado cargo, la suficiencia tanto del voto popular cuanto de la confianza ciudadana.

Pero la verdad es que en nuestro país hay cambios muy profundos, que recién estamos empezando a sopesar. Y ellos exigen una renovación efectiva.

De hecho, dicha renovación ocurre. En cada elección la Cámara Baja se renueva prácticamente en un tercio, lo que está a tono con los doce años considerados como límite para la reelección de los Diputados.

Empero -repito-, también se exigen formas nuevas. Y este proyecto, sin duda, las plantea.

Nuestro país, que está cambiando, en el futuro va a mirar de manera diferente nuestra historia política, nuestra institucionalidad política. En ese contexto, va a querer mayor rotación de las figuras que lo lideran, en los distintos ámbitos, pero sobre todo en el de la representación popular. Y va a querer también acciones políticas más transparentes, especialmente en lo que respecta a la toma de decisiones.

Todo eso es parte de una institucionalidad nueva, a la que deberemos acostumbrarnos.

Por lo tanto, no le veo drama a este proyecto de reforma constitucional.

Entiendo que hay otras opiniones sustentables y serias. Pero creo que llegó la hora de acoger el sentimiento ciudadano en cuanto a que las virtudes públicas requieren transparencia y se asocian a una rotación en el poder más que a una permanencia indefinida en él.

En tal sentido, opino que esta iniciativa será una pequeña contribución junto a muchas otras reformas que están por desarrollarse.

Anuncio mi voto favorable.

El señor NAVARRO (Vicepresidente).-

A continuación tengo inscritos a los Senadores señores Tuma, Araya y Horvath, quienes no se encuentran en la Sala.

La discusión, conforme a lo solicitado por el Comité de la UDI, continuará en la sesión que determinen los Comités, manteniéndose el orden de inscripción señalado.

)---------(

El señor NAVARRO ( Vicepresidente ).-

Habiéndose cumplido su objetivo, levantaré la sesión, sin perjuicio de dar curso a las peticiones de oficios que han llegado a la Mesa.

2.3. Discusión en Sala

Fecha 02 de junio, 2015. Diario de Sesión en Sesión 24. Legislatura 363. Discusión General. Pendiente.

LÍMITE A REELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS, ALCALDES, CONSEJEROS REGIONALES Y CONCEJALES

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Corresponde ocuparse en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite, para limitar la reelección de las autoridades que indica, con informe de la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a Probidad y Transparencia, y calificado con urgencia "suma". El asunto fue objeto de una petición de segunda discusión.

--Los antecedentes sobre el proyecto (4.115-07, 4.499-07, 8.221- 07, 7.888-07, 4.701-07 y 4.891-07, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional:

En segundo trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2012.

Informe de Comisión:

Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2015.

Discusión:

Sesión 23ª, en 20 de mayo de 2015 (queda pendiente la discusión en general).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ ( Secretario General ).- Se hace presente que la aprobación de los cinco números del artículo único requiere tres quintas partes de los Senadores en ejercicio -esto es, 22 votos a favor-, por cuanto esas normas recaen en los Capítulos V y XIV de la Carta Fundamental.

El texto que se propone acoger se consigna en el informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.

Cabe recordar que en la sesión de 20 de mayo se solicitó segunda discusión respecto de la iniciativa, pero quedaron inscritos para hacer uso de la palabra, en la primera discusión, los Senadores señores Tuma, Araya y Horvath.

Nada más.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Puede intervenir el Honorable señor Tuma.

El señor TUMA.-

Lo haré más tarde, señor Presidente .

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

¿Y usted, Senador señor Araya?

El señor ARAYA.-

No usaré de la palabra, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Le corresponde hacerlo, entonces, al Honorable señor Horvath.

El señor HORVATH.-

Señor Presidente, creo que es preciso considerar el proyecto en el marco de las nuevas reformas efectuadas, particularmente en cuanto al sistema electoral, con el que se abren mejores expectativas para candidaturas de partidos regionales, algo que mantenemos en discusión.

Estimo que los independientes también pueden asociarse bajo ese alero o crear su propia instancia en el ámbito local.

Por lo tanto, más que negarme a que se cercene -y, además, no en forma pareja- la posibilidad de que los parlamentarios o las autoridades, llámense intendentes, consejeros regionales, concejales o alcaldes, sean reelegidos y se fije un número determinado de períodos en que puedan desempeñarse, hago presente que no se trata de una materia de ley, sino que son los propios ciudadanos los que tienen que tomar una decisión.

Claro, uno puede parecer interesado o incumbente en la causa, pero me parece que lo anterior es lo mejor.

Gracias.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Puede intervenir el Senador señor Rossi.

Le ruego a la Sala guardar silencio.

El señor ROSSI.-

Señor Presidente , este es uno de los casos clásicos en que, muchas veces, se legisla a la ligera, pensando en el aplauso fácil y no en lo mejor para el Congreso, para el país, para la democracia.

No sé por qué la materia se planteó en la agenda de probidad, porque en absoluto guarda relación con esta última el ser o no reelegido. El Consejo Asesor Presidencial solo planteó la restricción en cuanto a los alcaldes y, como Sus Señorías lo saben, dio para ello una serie de razones, entre otras la de que disponen de una fuerte cantidad de recursos.

A mí me llama la atención que estemos aprobando un proyecto de esta índole cuando toda la experiencia internacional ha sido desastrosa. Evidentemente, el que habla mal de la política y de los políticos gana aplausos, pero también es cierto que se debiera tener en cuenta lo sucedido en otras naciones.

Fíjense mis Honorables colegas en la situación de los Estados Unidos: en más de la mitad de los estados se registró un desbalance tremendo entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo . El Congreso resultó debilitado, con parlamentarios nuevos sin experiencia y otros que se encontraban en su último período, por lo que presentaban algo así como el "síndrome del pato cojo".

Más aún, eso es preocupante en países como el nuestro, con regímenes presidenciales y un Congreso de por sí ya desmejorado.

Además, se observó que el hecho de limitar la reelección bajaba la calidad legislativa.

Y, por otro lado, si se buscaba aumentar la participación de las mujeres o de minorías, ello tampoco se logró. Por el contrario, hubo una baja participación en los procesos electorales. Se estima que esta podría obedecer a que la papeleta incluía pocos nombres conocidos.

En consecuencia, la pregunta que uno debiera hacerse ante este tipo de proyectos es si la renovación por la renovación implica o no un valor intrínseco y, por otra parte, si lo realmente importante es o no una verdadera competencia electoral, en la que los incumbentes sean realmente desafiados.

La iniciativa en debate no afecta en particular a quien habla, porque el actual sería el primer período, de manera que no enfrento una restricción. Así que mi comentario no tiene que ver con un interés personal, sino más bien con una mirada integral del tema.

Juzgo que nos arrepentimos a menudo. Escucho a muchos de nosotros lamentar la votación respecto del sufragio voluntario, porque legislamos en un período electoral. El mismo Senador que habla asume el error. Y numerosa gente ha deplorado, años después, haberse pronunciado a favor. Eso lo sabemos en todos los sectores políticos.

Algunos incluso han planteado reponer el voto obligatorio.

A mi juicio, lo verdaderamente importante es que exista un financiamiento electoral, un verdadero financiamiento electoral. Eso es clave, como también lo es que seamos capaces de evaluar las experiencias que ha habido a nivel internacional en esta materia.

Incluso más: no deja de llamarme la atención que se utilice como argumento el hecho de que no hay renovación.

Cuando uno analiza lo que pasa en la Cámara de Diputados cada cuatro años con el sistema electoral binominal que tenemos -no con el que se va a comenzar a aplicar a partir de la próxima elección-, que genera poca competencia y, muchas veces, poca participación, vemos que se renueva un tercio de sus miembros.

O sea, tampoco es que el sistema actual no permita renovar el Parlamento.

Y, finalmente, me llama la atención que el proyecto también parezca ser un traje a la medida, porque, si uno realmente pensase que la renovación es intrínsecamente buena y que tener parlamentarios con más experiencia y más años en el cargo es algo negativo para la democracia y para la política, entonces debiesen contarse todos los períodos hacia atrás.

Cómodamente, algunos dicen: "¡Ah, no! No pueden ser todos los períodos para atrás, sino que el actual debe ser considerado el primero". ¿Qué significa eso? Que no hay una convicción detrás. Lo que hay detrás es señalarle a la ciudadanía algo que muchos quieren escuchar, porque suena bonito, pero que no necesariamente es bueno para la democracia. Pero aún no se asumen los costos, porque se afirma: "Este es mi primer período", cuando sabemos que, si la ley tuviese efecto retroactivo, probablemente ninguno o casi ninguno de los aquí presentes seguirían sentados en esta Sala, porque no podrían ir a la reelección.

Además, hay una serie de efectos inesperados y perniciosos cuando se plantean límites a la reelección. El "sindrome del pato cojo" es el más claro. ¿Cuál es la vinculación que tiene con su territorio un parlamentario electo por ocho años que desde el día uno sabe que ya no va a seguir en el cargo? Nosotros, en el norte, lo vivimos claramente con el caso bastante conocido de un Senador que nunca más apareció, porque sabía que no iba a continuar en el siguiente período.

Por lo tanto, señor Presidente , creo que hace falta que proyectos de este tipo sean sometidos a una mayor reflexión, sobre todo cuando contienen normativas que no son para mañana ni pasado mañana, sino para los próximos diez, quince, veinte o treinta años.

Gracias.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.-

Señor Presidente , Honorable Sala, hoy día estamos dando un paso muy importante para nuestra democracia al terminar con la reelección indefinida de los parlamentarios.

Entre varios Diputados, que ahora somos Senadores , presentamos proyectos de ley sobre esta materia, la cual también estuvo considerada en el informe de la Comisión que presidió el Senador Baldo Prokurica . Con la colega Lily Pérez planteamos una moción en su oportunidad, al igual que como lo hicieron otros parlamentarios. Finalmente, logramos que todas estas iniciativas se fusionaran, aunque debieron pasar nueve años y generarse una crisis política de envergadura para poder llegar a tener este proyecto ad portas de ser votado por la Sala del Senado.

Creemos, sin lugar a dudas, que sus normas van a permitir que entre aire nuevo: a los concejos comunales, a los consejos regionales, al Parlamento, a las alcaldías. También se incorpora al intendente regional, otra figura que será elegida y que igualmente requiere un límite a la reelección.

¿Por qué es tan importante? Porque creemos que los incumbentes tienen, de alguna manera, una posición privilegiada respecto de aquellos que entran a disputar un cupo parlamentario.

Mi moción, que finalmente determinó la fusión de las cinco iniciativas presentadas sobre la materia, la presenté el 21 de marzo del 2006, solo días después de haber asumido mi mandato. Y venía acompañada de otra, que buscaba limitar la reelección indefinida de alcaldes y concejales, la cual quedó incorporada, en definitiva, en el proyecto que hoy estamos analizando.

Estoy cierto de que hay que avanzar en esta dirección, que es la misma que debemos tomar respecto de la renunciabilidad del fuero parlamentario y del descuento en las dietas para los Diputados y Senadores que no asistan, injustificadamente, a las sesiones. Hay que dar señales de que los legisladores somos iguales a cualquier otro trabajador chileno. Y esta no es una señal de populismo, es una señal de sentido de la realidad.

Creemos que, en la medida en que entre aire nuevo, que el ímpetu se mantenga, se apunta en la dirección correcta.

Pienso que hoy estamos dando un paso importante.

Hubo alguna discusión acerca de la retroactividad. Pero la normativa que estamos estudiando ya lo es. Considerar que este es el primer período por supuesto que ya involucra la pérdida de un privilegio y establece efectivamente un piso a los actuales incumbentes. Ahora, consagrar una retroactividad hacia atrás me parecería un populismo sin límites, y quiero decirlo. Aquellos que llevan dos o tres períodos fueron elegidos con otras reglas del juego, e impedirles una nueva reelección me parecería -repito- un populismo sin límites. Sí creo que considerar el actual como el primer período es relevante y constituye un signo.

Así que esperemos que el Parlamento dé una señal positiva ante la opinión pública aprobando este proyecto de ley, el que, como ya indiqué, va en la dirección correcta.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.

La señora PÉREZ ( doña Lily).-

Señor Presidente , al igual que como lo hice hace algunos días, cuando argumenté a favor de este proyecto de ley, hoy me pronuncio de todas maneras por limitar la reelección de todos los representantes populares.

Me parece superinjusto que algunas señoras y señores Senadores a los que escuché días atrás y también hoy en la Sala afirmen que él es producto de la crisis actual o de exacerbados populismos. Precisamente, quienes somos autores o coautores de mociones sobre la materia hemos apoyado esta idea desde que éramos Diputados, o desde siempre. Y eso es refácil verlo, porque uno es esclavo de sus palabras, de sus dichos y de sus entrevistas, que son públicas, todas.

Por lo tanto, quienes siempre hemos sido partidarios de limitar las reelecciones, no solamente de los parlamentarios (también de los alcaldes, de los concejales y ahora de los cores, que son electos popularmente; el día de mañana será igualmente de los intendentes, ojalá lo antes posible y no con posterioridad al año 2016), queremos dar además, en este contexto de crisis en que se halla la actividad pública y en particular la política, una señal sumamente relevante.

Todo lo que estamos viviendo hoy no es solo culpa de los medios de comunicación, sino que hay una responsabilidad enorme de los políticos, en general, y de los propios parlamentarios. Por eso, me sumo a quienes piensan que es muy importante dar una señal en ese sentido.

Creo que es bueno renovar siempre la política, aunque sea parcialmente: la Cámara y el Senado. Me parece que el hecho de haber reemplazado el sistema electoral binominal nos va a dar un dinamismo para cambiar los paradigmas de este "binominalismo mental" que todavía está presente en Chile. Pienso que eso igualmente va a dar muchas más oportunidades a más mujeres, y por eso también voté a favor de una ley de cuotas.

Por esas razones, señor Presidente , por coherencia política, porque siempre he sido partidaria de limitar la reelección permanente de los parlamentarios, voy a aprobar este proyecto, incluido su artículo transitorio -había anunciado una indicación a esta norma-, pues entiendo que ya ingresa a contabilidad el período actual dentro de aquellos que se considerarán para los efectos de la reelección.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Tuma.

El señor TUMA.-

Señor Presidente, de alguna manera hay que administrar la sociedad, los bienes, el Estado. Y no se ha descubierto mejor modo que aquel en que los ciudadanos pueden elegir a sus autoridades.

Evidentemente, la democracia representativa a veces pasa por momentos de crisis -y qué duda cabe de que en Chile estamos en una de ellas-, pero me parece que debemos buscar una forma para que los ciudadanos vuelvan a confiar en sus parlamentarios, en sus autoridades. Y tengo la convicción de que el obstáculo que les impide hacerlo no pasa por la reelección, de que un proyecto de esta naturaleza no hace más democrática a una sociedad. Los vicios de una democracia se resuelven, en mi opinión, con más democracia.

Con esta limitación estamos privando a los ciudadanos de ampliar el abanico para elegir entre aquellos candidatos que pudiesen ser sus representantes.

Si alguien siente que competir con quienes se hallan instalados en los cargos significa una competencia desleal, entonces busquemos formas de equilibrar esa competencia, pero en ningún caso me parece que eliminar a autoridades que han sido elegidas o reelegidas varias veces vaya a resolver el problema de la legitimidad de la política. Un proyecto de esta naturaleza no resuelve la falta de legitimidad.

Aquí se busca aprobar una legislación con la cual los Diputados podrán ser reelegidos solo por dos períodos y los Senadores por una sola vez, pero luego se presenta un artículo transitorio para establecer que el período actual se considerará como el primero, de forma tal que quienes lleven tres, cuatro o cinco en el cargo van a poder ser reelegidos de nuevo. Pues bien, cuando cumplan los años para jubilar largamente no estarán presentes en la lista de candidatos, pero por razones de edad.

Por lo tanto, es fantasioso hacer creer a la comunidad, a la opinión pública, a los ciudadanos, que estamos votando una iniciativa que impide la reelección, cuando en realidad no va a pasar nada: va a dejar las cosas tal como están.

Considero que este proyecto es de un cinismo y una hipocresía increíbles: junto con establecer toda una normativa para impedir la reelección, incluye un artículo transitorio que dispone que dicha reelección se va a limitar en 16, 8 o 10 años más.

En definitiva, me parece que la señal es mala. No podemos decir: "Mire, la reelección es negativa y, en consecuencia, vamos a impedir a las autoridades reelegirse. Sin embargo, sí lo podrán hacer a partir de 15 años más".

Bueno, si la reelección es tan mala, comencemos a aplicarla de inmediato.

El problema que los ciudadanos tienen con la política no se relaciona con la reelección, sino con la falta de compromiso de un sistema que no les brinda solución a sus problemas.

Si el Parlamento hubiese sido capaz de modificar la Constitución para convertir una sociedad de mercado en una sociedad de derecho no estaríamos en este debate.

El punto de fondo no es si se reelige o no a las autoridades, sino cómo resolvemos los problemas de los ciudadanos: la salud, la educación, el ingreso a un trabajo, el acceso al agua. Esos son los temas que preocupan a los ciudadanos hoy día.

Entonces, no me vengan a decir que todo eso se va a resolver y que los ciudadanos van a recuperar la confianza con un proyecto "mentiroso", que establece que las autoridades no serán reelegidas, pero que agrega un artículo que señala que aquello regirá en no sé cuántos años más.

Lo primero que tenemos que hacer -y se lo digo a los parlamentarios que presentaron la indicación- es sincerar nuestra posición con los ciudadanos. Digámosles la verdad: que queremos seguir manteniendo este privilegio, aunque para mí no es un privilegio ni genera un daño el que exista reelección. A mi juicio, es un mérito para una sociedad tener parlamentarios experimentados. ¿Y si lo hacen mal? Para eso están los ciudadanos: para elegir. Si lo hacen mal, no los reelegirán.

¿Por qué no permitir que sus nombres estén en la papeleta? Por celo.

Si un candidato no parlamentario siente que no se halla en igualdad de oportunidades con quien ocupa el cargo, lo cual le hará muy difícil derrotarlo, bueno, hablemos y hagamos un proyecto sobre eso; démosles, desde el Estado, un financiamiento mayor a quienes no son parlamentarios; nivelemos la cancha; busquemos una forma para que todos compitan en igualdad de condiciones, pero no les quitemos a los ciudadanos la posibilidad de elegir de entre un abanico de personas con y sin experiencia. Dejemos que ellos decidan. ¿Por qué nos vamos a arrogar nosotros el derecho a determinar cuáles candidatos deben conocer y cuáles no?

Los ciudadanos son dueños de votar por quienes estimen conveniente.

Por eso, insisto en que los vicios de la democracia no se resuelven con menos democracia, con más opacidad, con menos transparencia, ocultando a potenciales candidatos o prohibiendo que lo sean quienes tienen condiciones y experiencia.

Creo que ese es un camino equivocado. Estamos distrayendo a la opinión pública con iniciativas y mociones que no resuelven los problemas. El tiempo que hemos invertido en debatir este proyecto, o el que hemos usado en discutir, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, iniciativas engañosas que no atienden a los temas ciudadanos, empleémoslo en aquellas materias que efectivamente sí podemos resolver.

Si hoy hubiésemos estado analizando la reforma al Código de Aguas y hubiésemos logrado sacar un proyecto de ley que permitiera dar acceso al agua a quienes la necesitan, eso sí que prestigiaría al Congreso, y no estos voladores de luces, estos proyectos que buscan limitar la reelección pero que al final dejan las cosas tal como están y que también pretenden limitar a los ciudadanos para poder mejor elegir y construir una mejor democracia.

Por eso, señor Presidente, creo que esta iniciativa es dañina.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Lagos.

El señor LAGOS.-

Señor Presidente, este proyecto de ley es muy importante para la ciudadanía en general.

La premisa es: hay que limitar la reelección básicamente porque el descontento es muy grande con el tipo de trabajo que realizamos acá. Cualquier encuesta demuestra que, junto con el Poder Judicial y los partidos políticos, el Congreso es una de las instituciones peor evaluadas en Chile. ¡De las peor evaluadas!

En consecuencia, una solución es impedir la reelección porque de esa forma va a mejorar la política. El problema no sería el sistema (ni para elegir ni para permitir la reelección), sino las personas que estamos aquí dentro. Eso explicaría por qué se ha presentado esta iniciativa, y además con un artículo transitorio que es bien odioso. Y voy a explicar por qué.

Primero, les quiero recordar que solamente hay dos países en el mundo que prohíben la reelección: Costa Rica y México . En todos los demás (del hemisferio norte, del hemisferio sur; las democracias del sudeste asiático; Australia, Nueva Zelandia ; nómbrenme el que quieran) no hay límites para la reelección de los parlamentarios. Puede ser consecuencia de que quienes tienen que aprobar dichos límites son los propios parlamentarios. ¡Podría ser¿! Me pongo el parche antes de la herida.

Sin embargo, creo que el problema que tenemos hoy no es el de la reelección, porque ocurre que hay renovación. Leí estadísticas y artículos que muestran lo siguiente.

En la Cámara de Diputados, solo 6 de sus 120 miembros (esto es, el 5 por ciento) son Diputados desde el retorno a la democracia. ¡Seis de ciento veinte!

Ninguno de los Senadores actuales ha mantenido su cargo de forma continua desde 1990.

Cuando se considera la carrera política de legisladores que han sido Diputados, Senadores o la secuencia de ambos en forma ininterrumpida, vemos que son 14, es decir, un 9 por ciento del total de actuales parlamentarios.

Es un dato duro.

Ahora, puede ocurrir que los pocos que forman parte de ese 9 por ciento sean tremendamente influyentes y sean las caras que han visto muchos chilenos y la razón por la cual estos piden un recambio.

Les dejo el dato porque voy a entrar a ese mismo tema a propósito del artículo transitorio.

Repito que solamente el 9 por ciento de todos los legisladores, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, han estado vigentes estos 25 años de democracia.

Entonces, la pregunta que corresponde hacerse es la siguiente: ¿es ese 9 por ciento el que los chilenos han visto durante tanto rato? Tal vez han sido muy influyentes y han motivado esta necesidad de recambio tan brusco.

Como los datos no reflejan que sean los mismos los que han estado en los cargos, creo que los vicios que tenemos que erradicar o los asuntos sobre los cuales debemos pronunciarnos son otros, y tienen que ver, creo yo, con la forma de seleccionar las candidaturas y no con el sistema electoral: cómo se eligen los candidatos en cada uno de los partidos y el control que hay sobre estos.

Y al respecto se plantea una propuesta -imagino que el Ejecutivo la va a enviar con "discusión inmediata" y que la vamos a aprobar con gusto-: que el SERVEL se haga parte y fiscalice las elecciones internas de los partidos. Porque ellas definen si Lagos Weber, Víctor Pérez Varela o el Alcalde Castro son candidatos; o si Lily Pérez es candidata nuevamente al Parlamento, por cuarta vez. Eso lo determinará el partido con su elección interna.

En consecuencia, se quiere mejorar la forma de elegir a los candidatos en los partidos. Esto es mucho más democrático que decir: "Usted no llegue". Ya se demostró, en los números, que eso no es cierto. ¿Por qué? Porque ha existido una renovación tremenda. Pero, si ha habido renovación de caras y nombres, y no ha cambiado el proceso, tal vez existe otra razón.

Vuelvo, entonces, a este tema. Como es popular, vamos a aprobar en general el proyecto. No obstante, les digo lo siguiente: donde yo me voy a cruzar, en lo personal -espero tener muchos adeptos-, es en el artículo transitorio. Porque ¿qué dice la propuesta de reelección? Los Senadores no podrán serlo por más de dos veces: una reelección, dos períodos. Y los Diputados, por más de tres.

No me gusta. Seremos el tercer país con límites en la reelección. Como hay que hacerse cargo del duro ambiente que existe actualmente, lo haré. Sin embargo, no me parece adecuado que en el artículo transitorio se diga que este es el primer período para todos quienes estamos acá.

¡Perdónenme! No estimo justo que a aquellos que venimos debutando en el Parlamento con solo un período nos igualen con los que llevan hartos años acá.

Por lo tanto, yo planteo que, si vamos a hacer algo conforme al sentido de la calle, se imputen todos los años como parlamentario. Así se tiene que hacer con los que han sido dos veces Diputados.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Concluyó su tiempo, señor Senador.

Tiene un minuto adicional.

El señor LAGOS.-

Yo les quiero pedir que en el artículo transitorio se presenten indicaciones para que se tomen en cuenta todos y cada uno de los años como parlamentario.

¿Quiénes son nuevos aquí? Los Senadores Rabindranath Quinteros y Pedro Araya , por ejemplo. Es su primer período como parlamentarios y, eventualmente, se les va a igualar a alguien como el Senador Fulvio Rossi , que lleva un par de años; o como los Senadores Larraín , Pérez Varela , García-Huidobro , Allamand , Lily Pérez , Bianchi , Prokurica , Horvath , Zaldívar .

Yo les propongo que, como debemos escuchar a la calle con muchas ganas, seamos consistentes e imputemos todos los años de ejercicio parlamentario. ¿No les parece más justo? ¡Es obvio!

Por ello, algunos tal vez no podrán reelegirse por llevar ya muchos años. Y será bastante más sano que la hipocresía contemplada en el artículo transitorio.

Votaré gustosamente a favor de esta iniciativa, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor García.

El señor GARCÍA .-

Señor Presidente , yo me inclino por quienes piensan que la mejor manera de que la ciudadanía ejerza un control es permitir la reelección y no privarla.

El ciudadano pocas veces se equivoca. Y si lo hace, será por una vez, pero no por dos, ni tres.

El ciudadano debe tener la oportunidad de pronunciarse respecto de la gestión de sus Diputados y Senadores . Y la forma concreta de hacerlo en democracia es reelegirlo si se presenta a la reelección, para premiarlo con su voto y continuar con su relación de confianza; o respaldar otra opción, con el propósito de castigarlo, cambiando a su representante a fin de que no sea la persona por la que votó anteriormente.

Esa es mi posición respecto de esta iniciativa.

Sin embargo, yo más bien pedí la palabra para señalarle al Presidente de la Comisión Especial Encargada de Conocer Proyectos Relativos a Probidad y Transparencia que este proyecto, en estricto rigor, lo debería ver la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

Seguramente nosotros, debido a la enorme cantidad de iniciativas que hemos debido tramitar en los últimos meses, no nos percatamos cuando se planteó en la Sala que este proyecto iría a esa Comisión Especial. Y yo también me sumo a las muchas opiniones vertidas en el sentido de que al menos la reelección parlamentaria no se relaciona con la probidad.

Los problemas de nuestra democracia no tienen nada que ver con la reelección, por lo menos, parlamentaria.

Señor Presidente , me gustaría que el Presidente de la Comisión Especial pudiera decirnos qué reelección se pretende impedir.

¿Va a poder un Diputado , que lleva tres períodos en el distrito 1, ser candidato por el 2 o por el 25? ¿Será posible trasladarse de una región a otra y, de esa manera, diremos que ahí no hubo reelección pues no sería el mismo distrito o circunscripción senatorial? Y, en el caso de los alcaldes, el de Padre Las Casas , si completa tres períodos, ¿no podría ser candidato a Alcalde en Temuco? ¿Por qué lo vamos a impedir? ¿El Alcalde de Estación Central , si lleva tres períodos, no podría ser candidato por Santiago? ¿Qué razón habría para ello?

No tengo claro si eso lo prohibimos. Porque, en realidad, si nos ajustamos solo a lo que yo entiendo por reelección -es decir, a ser elegido en el mismo lugar y por los mismos ciudadanos que participaron en las elecciones anteriores-, concedo que ahí hay un punto. Pero, si incluso impedimos la movilidad dentro de los territorios electorales a lo largo y ancho del país, creo que la privación que le hacemos a la ciudadanía es todavía mucho mayor.

Escuché al Senador Ignacio Walker , quien preside esta Comisión, cuando hizo su exposición respecto del proyecto. Y me quedó la idea de que se prohíbe todo tipo de reelección. Nadie podría moverse de su distrito, de su circunscripción o de su comuna. Y quisiera que nos ratificaran si es así o no, para asimilarlo como un elemento más al momento de votar.

Finalmente, señor Presidente , es bueno decir que en la propia Comisión Engel (a quien la Presidenta de la República le encargó el estudio de una serie de medidas precisamente para lograr mayor transparencia en la relación entre política y dinero y entre representación ciudadana y dinero, derechamente en el financiamiento de las campañas y de los partidos políticos) no está la recomendación de prohibir la reelección de Diputados y Senadores.

Y no aparece, creo, porque, primero, hubo opinión dividida en su interior. Y, segundo -se debe ser muy claro en reiterarlo, pues ya lo han dicho otros señores Senadores-, no es la tendencia en el mundo. La tendencia en el mundo es permitir la reelección sin límite a lo menos de los parlamentarios. Esa ha sido, por lo demás, la tradición republicana y democrática de nuestro país.

Insisto: a mí me gustaría que se aclarara qué tipo de reelección estaríamos impidiendo con esta ley en proyecto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Señor Presidente , estimadas Senadoras y Senadores , son relevantes las cifras que entregó el Senador Lagos hace unos minutos.

Yo las corroboraré con otras, pues es importante que la Sala tenga conocimiento cabal de la situación.

En el año 1993 hubo 40 por ciento de Diputados nuevos; en 1997 dicha cifra llegó a 38,3 por ciento; en 2001 alcanzó a 37,5; al igual que el año 2005, y en 2009 subió a 38,33 por ciento.

En el caso de los Senadores -es importante señalarlo-, entre los años 1993 y 1997 el 58 por ciento de la Corporación se constituyó con Senadores distintos, nuevos; entre 2001 y 2005, el 56 por ciento, y en 2009, el 50.

Si se sostiene que no ha habido renovación, debo decir que las cifras indican lo contrario: ha existido permanentemente.

Y qué mayor incentivo para quien ha adoptado como vocación de vida servir a su pueblo que pueda seguir haciéndolo, y no que por secretaría se le impida a ese mismo pueblo reelegir a quien estime conveniente.

Considero que por secretaría no se puede atacar a la democracia. Al revés, hay que permitirle a la democracia que elija a su Alcalde, a su concejal, a su consejero regional, a su Diputado, a su Senador, a su Presidente de la República.

Y lo anterior debe ser siempre analizado desde el punto de vista de qué quiere la ciudadanía. Efectivamente, si se aprueba esta reforma constitucional, ¿qué va a ocurrir, considerando que en el Senado se requiere experiencia legislativa, experiencia política? ¿Se va a impedir acceder a estas? ¡Buena consulta!

Debemos analizar este punto en conciencia.

Por otro lado, en la sesión anterior pregunté -escuché que algunos parlamentarios, me parece que el Senador Rossi, también lo hicieron- ¿qué incentivo va a tener un Senador, un Alcalde o un Diputado que sea elegido y que no podrá ir a una nueva elección? Esa persona se deberá reinsertar en el mundo laboral. ¿Y qué ocurrirá con ella? ¿Estará en su mente la preocupación por el trabajo que deberá desempeñar una vez que termine su período o se concentrará en su labor legislativa y de contacto con su comunidad?

Es decir, con el sistema propuesto se aleja la posibilidad del contacto directo entre esos representantes y su gente. Por la vía administrativa, se les impide ir a una nueva elección.

Y como bien dije, las cifras son bastante claras en cuanto a que la renovación del Parlamento ha sido muy importante en toda la historia desde el retorno a la democracia.

De otra parte, señor Presidente -y sobre todo en ese aspecto-, a un Alcalde que hace un buen trabajo en algunas localidades chicas (no solamente rurales), que se ha entregado por entero, que ha dedicado su vida a servir a su pueblo, se le niega, también por una legislación, la posibilidad de seguir sirviendo a su gente, en circunstancias de que hay jefes comunales que sacan 60, 70, 80 por ciento de los votos, de manera transversal, porque realizan una gestión valorizada por su propio electorado y su pueblo.

Por eso, señor Presidente, pienso que lo contemplado en el proyecto que nos ocupa no es lo que debiera existir hoy.

Valoro el análisis hecho por los parlamentarios, donde resulta legítimo sustentar diferencias, pero también llamo la atención en el sentido de que muchas personas que plantean iniciativas de tal naturaleza han sido reelegidas permanentemente. Ellos debieran haberse retirado en forma voluntaria del Parlamento y no pueden impedirle al resto de los legisladores, alcaldes o concejales...

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Ha concluido su tiempo, señor Senador.

Dispone de un minuto adicional.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Muchas gracias.

Decía que no pueden impedir seguir sirviendo lo que significa una vocación de vida, una disposición que realmente se debe valorar.

Habrá que entender que el Parlamento, y sobre todo el Senado, necesitan personas con experiencia legislativa. Y veo a algunos legisladores aquí con mucha experiencia. Conversaba el otro día con el Honorable señor Zaldívar . ¡Qué bueno contar con un hombre como él, porque conoce la historia, porque ha sido Ministro , porque ha dedicado su vida entera al servicio público! Y ¡por Dios! qué importante es consultarle materias respecto a las cuales muchos de nosotros necesitamos su experiencia.

El Senado es un lugar de experiencia. Y aquí justamente no se estaría aprovechando.

A mi juicio, señor Presidente , el país requiere mayor trabajo político, mayor contacto con la ciudadanía, y no sacar a los parlamentarios, a los alcaldes, a los concejales, a los consejeros regionales por vía administrativa.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente , estimados colegas, en lo personal, creo que el actual debate requiere ser insertado en la discusión de una nueva Constitución para el país, y que tiene que ver con los ordenamientos institucionales permanentes de nuestra democracia.

Yo podría emitir opiniones más específicas, como las expresadas por otros, relacionadas con la diferencia de tipos de actividades o funciones que desempeñan las personas electas: algunas desarrollan funciones ejecutivas; otras, normativas.

A mi entender, el proyecto peca, por ende, no solo en lo que se refiere al contexto en que se debe discutir, sino también al juntar categorías de elección popular de naturaleza distinta.

Una razón por la cual en numerosos países con modelos presidenciales se limita la reelección se vincula a que la administración del poder y de los recursos de todos no incida en un mal uso, una prolongación de un modelo de Gobierno por parte de quien los administra. Ello puede constituir un argumento para discutir si, a nivel alcaldicio, en un modelo bastante presidencialista de nuestros Gobiernos -y mañana quizás de los intendentes o intendentas electas- debe restringirse la reelección.

En tercer término, señor Presidente , hay un debate que dice relación con nuestro modelo institucional y con dónde radica el poder de una institución fundamental para la democracia, independiente de que se halle más o menos cuestionada hoy, que tiene que ver con los partidos políticos.

Los partidos políticos -soy de aquellos que tienen esta convicción- son fundamentales para la democracia. Y los países que han podido sortear crisis y ponerse al día en las demandas sociales, que van cambiando en el tiempo, dependen de un sistema de partidos fuertes.

¿Dónde radica la expresión y el poderío o la presencia de los partidos políticos? Por excelencia, en el Parlamento. Cuando se ha limitado que ese sea su espacio de expresión (como ha pasado en México), ¿dónde se traslada el eje del poder? Fuera del Congreso, cayéndose en un área gris y, en ese caso, yo diría también de claroscuros.

Señor Presidente , porque considero que existen muchas aristas en el presente debate que no se relacionan con cierta pasión que mostró un colega hace poco rato al usar conceptos de hipocresía o de otra naturaleza; porque esta discusión tampoco se relaciona con probidad, sino con la institucionalidad de una sociedad democrática, quiero solicitar que se recabe la autorización de la Sala a fin de que se emita un nuevo informe, pero de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, para que se discuta este asunto en donde debe ser analizado.

Me resisto, señor Presidente, a este debate medio forzado.

Hago presente -porque lo planteaba un Senador que me antecedió en el uso de la palabra- que efectivamente yo fui electo rompiendo el sistema binominal el año 1989 por el Partido Amplio de Izquierda Socialista (PAIS). Me siento honrado de haber representado al distrito 33, de la provincia de Cachapoal, obteniendo sucesivamente las más altas votaciones en la Región y siendo una de las tres primeras mayorías nacionales desde mi segundo período de Diputado en adelante. Y como Senador, he sido reelecto una vez con una de las votaciones más altas del país.

En mi concepto, el límite a la reelección es la elección misma. ¡Es la soberanía popular! Y en este punto de vista me acompañan incluso colegas que no han sido reelectos. Me parece que eso es de la esencia de la representación y la democracia.

Yo sé que mi postura puede ser una opinión minoritaria o una que pocos se atreven a plantear. Por eso agradezco el debate que se ha ido abriendo en el Senado. Porque, cuando leí el boletín de sesiones respectivo de la Cámara de Diputados, no vi expresada dicha posición.

En consecuencia, insisto en la petición de un nuevo informe, de parte de la Comisión de Constitución, a fin de explorar si esto debiera estar en la discusión de la nueva Carta Fundamental.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Allamand.

El señor ALLAMAND.-

Señor Presidente, por cierto, me sumo a las expresiones que han vertido distintos parlamentarios que reflejan por lo menos un buen ánimo para revisar esta materia tan importante, la cual -para decir las cosas como son- se presta para tanta demagogia. Algunas ya se han manifestado en esta Sala y otras, extramuros.

En esa misma línea, cabe señalar que me siento un tanto comprometido en este tema, porque, cuando me correspondió participar en una candidatura primaria, fui de los que sostuvieron que era aconsejable impedir las reelecciones. Lo digo en aras de la claridad.

Al parecer, en este ámbito hay dos principios a cautelar: por un lado, el valor de la experiencia de los legisladores y la expresión amplia de la soberanía popular y, por otro, en contraste, la idea de impedir que existan privilegios para los actuales parlamentarios.

Esto último de alguna manera se lograría limitando la reelección, lo que, a su turno, traería otro valor positivo: la oxigenación del sistema político.

Dicho lo anterior, resulta particularmente interesante mirar bien la experiencia comparada en esta materia.

Al respecto, me sorprende cómo en esta Sala a veces se le da un extraordinario valor a la legislación comparada y acto seguido, ninguno. Por ejemplo, cuando discutimos lo relativo al lucro en educación, la realidad de los países de la OCDE se consideró casi una piedra filosofal. No obstante, cuando hablamos de gratuidad universitaria, aquella no vale absolutamente para nada.

¡Cómo no va a ser importante que el Senado atienda lo que dice la experiencia comparada!

El Senador Letelier tiene toda la razón: en la mayoría de las democracias de reconocido prestigio en el mundo sí hay limitaciones a las reelecciones pero en cargos ejecutivos. Tal norma no se traslada automáticamente, como lo hace el proyecto en estudio, a las autoridades de carácter legislativo.

¿Cómo nos ilumina la experiencia comparada de las democracias más sólidas en este ámbito? A lo menos en los regímenes presidenciales, la reelección indefinida de cargos ejecutivos es rechazada en la mayoría de los países y, a la inversa, la reelección parlamentaria se encuentra aceptada.

Por consiguiente, esta iniciativa a lo menos debería tomar nota de esa diferencia. Tal como mencionó el Senador Letelier, estamos metiendo hoy en un mismo saco circunstancias distintas.

Mi segunda reflexión tiene que ver, por así decirlo, con el presente.

Otro argumento para restringir la reelección es evitar que se utilicen los privilegios que provendrían del cargo parlamentario.

Al respecto, señor Presidente, hago la siguiente pregunta: ¿existen esos privilegios?

Si en la actualidad la investidura parlamentaria sufre el descrédito que muestran las encuestas, si es casi un deporte nacional criticar a los parlamentarios con o sin razón, ¿estar en el Congreso es efectivamente una ventaja a la hora de enfrentar una elección?

Miremos, por ejemplo, la experiencia de las elecciones primarias. ¿Quién tiene ventaja en esa disputa: el que debe estar tres o cuatro veces a la semana cumpliendo tareas legislativas, muchas veces anónimas, o quien puede dedicar todo el tiempo disponible al contacto con los votantes?

Yo no observo que exista en forma tan nítida, como algunos quisieran hacerlo ver, tal privilegio para quienes ejercen el cargo parlamentario. El motivo es el que estoy explicando: el descrédito de la institución.

Creo que parte importante del desprestigio del Congreso se debe a la falta de facultades que este tiene. La gente piensa que los Diputados y Senadores cuentan con mucho más poder que el que efectivamente poseen. Una de las razones de dicho descrédito es precisamente que ese poder no existe como tal.

¡Y qué decir del total desconocimiento acerca del trabajo legislativo! Este se encuentra completamente menospreciado en nuestro país. El parlamentario acucioso, que perfecciona la legislación, que contribuye a que esta sea mejor, que aporta a la solución de los problemas, no puede ni siquiera competir en los medios de comunicación con aquellos parlamentarios que hacen de la estridencia, de la acusación sin fundamento, de la descalificación a todo evento una forma de actuar en política.

Entonces, señor Presidente , pienso que, por las razones expuestas, debiéramos darnos el tiempo necesario para una adecuada reflexión sobre la materia en análisis.

Así como en otras oportunidades hemos hecho ver que de pronto el debate parlamentario parece no conducir a una mejor iluminación y a una mejor resolución, siento que esta discusión ha sido particularmente constructiva y ha ido permitiendo que vayamos acercándonos por lo menos a una mirada mucho más decantada y mucho más objetiva respecto de aquello que debemos resolver.

He dicho.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

El Senador señor Letelier ha solicitado que este proyecto vaya a la Comisión de Constitución para un nuevo informe.

¿Habría acuerdo?

--El proyecto pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento para el propósito señalado.

)----------(

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

A petición del Ministerio Secretaría General de Gobierno, pido que se amplíe el plazo para presentar indicaciones al proyecto de ley sobre identidad de género, hasta el 24 de junio.

El señor WALKER, don Patricio ( Presidente ).-

Si le parece a la Sala, se accederá a lo solicitado.

--Se autoriza.

2.4. Primer Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 05 de noviembre, 2019. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 65. Legislatura 367.

?

INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, para limitar la reelección de las autoridades que indica.

BOLETINES NÚMEROS 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos.

__________________________________

HONORABLE SENADO:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de presentar su informe sobre el proyecto señalado en el epígrafe, iniciado en la Cámara de Diputados en seis mociones que fueron refundidas, con urgencia calificada de “suma”.

Hacemos presente que el día 2 de junio del año 2015 la Sala del Senado acordó que esta iniciativa fuera informada por esta Comisión, luego de que la Comisión Especial Encargada de Conocer Proyectos Relativos a Probidad y Transparencia ya había evacuado su informe.

A la sesión en que se analizó este proyecto asistieron, además de los integrantes de la Comisión, los Honorables Senadores señores Francisco Chahuán Chahuán y José Miguel Insulza Salinas.

Igualmente, se contó con la presencia de la asesora del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, señora Begoña Jugo; del asesor de la Biblioteca del Congreso Nacional, señor Juan Pablo Cavada; de la asesora del Honorable Senador señor De Urresti, señora Melissa Mallega; del asesor del Honorable Senador señor Insulza, señor Nicolás Godoy, y de los asesores del Comité PPD, señores Sebastián Abarca y José Miguel Bolados.

-.-.-

OBJETIVO DEL PROYECTO

Limitar la reelección de los Senadores –por una sola vez-, de los Diputados –por dos períodos sucesivos- y de los alcaldes, consejeros regionales y concejales por dos veces consecutivas, y considerar el período en actual ejercicio de las autoridades mencionadas como el primero.

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NORMAS DE QUÓRUM

Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los cinco numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

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ANTECEDENTES

Para el debido estudio de esta iniciativa de reforma constitucional se han tenido en consideración, entre otros, los siguientes:

I.- ANTECEDENTES JURÍDICOS

-La Constitución Política de la República, especialmente los artículos que dicen relación con la generación de la Cámara de Diputados y del Senado, la integración de los consejos regionales, la elección de los alcaldes, y la conformación de los concejos municipales, a saber, los artículos 51, 113, 118 y 119, respectivamente.

- Los artículos 25 y 111 de la Carta Política, que contienen reglas especiales respecto de la posibilidad de reelección del Presidente de la República y de los Gobernadores Regionales, respectivamente.

II.- ANTECEDENTES DE HECHO

Esta iniciativa tuvo su origen en las siguientes seis mociones presentadas en la Cámara de Diputados:

- Boletín N° 4.115-07. Del ex Diputado y actual Senador señor Francisco Chahuán, y de los ex Diputados señoras Karla Rubilar y Ximena Valcarce y señor René Aedo, cuya idea central era permitir la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores hasta por uno, a la vez que agregaba una norma transitoria para que se considere el actual período como el primero.

- Boletín N° 4.499-07. De los Honorables Diputados señores René Alinco y Tucapel Jiménez y de los ex Diputados señora Ximena Vidal y señores Ramón Farías, para limitar la reelección de diputados, senadores y concejales a sólo una vez.

- Boletín N° 4.701-07. Del Honorable Diputado señor Rodrigo González, que autorizaba la reelección de diputados y senadores hasta por una vez.

- Boletín N° 4.891-07. De los Honorables Diputados señores Fidel Espinoza y Marcelo Díaz y de las ex Diputadas señores Clemira Pacheco y Denise Pascal, y del ex Diputado y actual Senador señor Alfonso De Urresti, para permitir solamente la reelección de los diputados, limitada a un período.

- Boletín N° 7.888-07. De los Honorables Diputados señores Jorge Sabag, René Saffirio, Víctor Torres y Matías Walker y de la ex Diputada y actual Honorable Senadora señora Carolina Goic y del ex Diputado señor Fuad Chahín, cuya idea central era autorizar la reelección de los diputados hasta por dos períodos y la de los senadores solamente por uno, agregando mediante una norma transitoria que esta normativa será aplicable a partir de las próximas elecciones parlamentarias, pero considerando el actual período como el primero.

- Boletín N° 8.221-07. Del Honorable Diputado señor Marcelo Díaz y de los ex Diputados señores Jorge Burgos, Alberto Cardemil, Guillermo Ceroni y Edmundo Eluchans, para permitir la reelección de diputados hasta por dos períodos y la de los senadores sólo por uno y establecía mediante una norma transitoria que esta limitante empezaría a aplicarse a partir de las elecciones parlamentarias de 2013.

Hacemos presente que la Comisión estimó necesario, para el estudio de la presente iniciativa, tener a la vista los siguientes proyectos de reforma constitucional en tramitación en el Senado, que se relacionan con el asunto materia del presente informe:

1) El iniciado en Moción de los Honorables Senadores señores Manuel José Ossandón, Alejandro Guillier y Rabindranath Quinteros, que limita la reelección de autoridades –diputados, senadores, concejales, alcaldes y consejeros regionales-, establece elecciones complementarias, amplía las causales de cesación y renuncia de los cargos parlamentarios y elimina el fuero de los diputados y senadores, correspondiente al Boletín N° 9.978-07.

2) El iniciado en Mensaje del Presidente de la República, señor Sebastián Piñera Echenique, sobre reelección y vacancia de parlamentarios, correspondiente al Boletín N° 9.031-07.

3) El iniciado en Moción del Honorable Senador señor Alejandro Navarro, que modifica el inciso primero del artículo 119 de la Carta Fundamental para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como concejal, correspondiente al Boletín N° 9.215-07.

4) El iniciado en Moción del Honorable Senador señor Alejandro Navarro, que incorpora un inciso final al artículo 48 de la Carta Constitucional para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como diputado, correspondiente al Boletín N° 9.216-07.

5) El iniciado en Moción del Honorable Senador señor Alejandro Navarro, que incorpora un inciso final al artículo 50 de la Carta Constitucional para limitar a dos los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como senador, correspondiente al Boletín N° 9.217-07.

6) El iniciado en Moción del Honorable Senador señor Alejandro Navarro, que modifica el inciso segundo del artículo 113 de la Carta Fundamental para limitar a tres los períodos consecutivos en que un ciudadano puede ser elegido como consejero regional, correspondiente al Boletín N° 9.218-07.

7) El iniciado en Moción del Honorable Senador señor Alejandro Navarro, que limita la reelección de Senadores y Diputados en ejercicio, correspondiente al Boletín N° 10.134-07.

8) El iniciado en moción de los Honorables Senadores señora Carmen Gloria Aravena y señores Juan Castro y Kenneth Pugh, sobre reelección de las autoridades que indica y duración del período presidencial, correspondiente al Boletín N° 12.035-07.

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ESTRUCTURA DEL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL APROBADO POR LA COMISIÓN ESPECIAL ENCARGADA DE CONOCER PROYECTOS RELATIVOS A PROBIDAD Y TRANSPARENCIA

El proyecto aprobado por la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia del Senado consta de un artículo único, conformado por cinco numerales.

El artículo único introduce diversas modificaciones en la Constitución Política de la República:

El número 1 sustituye el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

El referido inciso segundo del artículo 51 de la Carta Política establece que las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente y que los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos, sin considerar límites a esta posibilidad.

Luego, el número 2 intercala en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

Al efecto, cabe señalar que el inciso segundo del artículo 113 consigna que el consejo regional estará integrado por consejeros elegidos por sufragio universal en votación directa y que durarán cuatro años en sus cargos pudiendo ser reelegidos.

El número 3, en tanto agrega en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.”.

El indicado precepto constitucional estatuye que la administración local de cada comuna o agrupación de comunas que determine la ley reside en una municipalidad, la que estará constituida por el alcalde, que es su máxima autoridad, y por el concejo.

Seguidamente, el número 4 intercala en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

Es preciso hacer presente que el citado precepto, en el inciso primero, contiene un texto del siguiente tenor:

“En cada municipalidad habrá un concejo integrado por concejales elegidos por sufragio universal en conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades. Durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos. La misma ley determinará el número de concejales y la forma de elegir al alcalde.”.

Finalmente, el número 5 agrega la siguiente disposición transitoria a la Carta Fundamental:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.”.

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DISCUSIÓN EN GENERAL

Al iniciarse el estudio del proyecto de reforma constitucional en informe, el Honorable Senador señor Pérez recordó que, junto con el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, formaron parte de la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia que discutió inicialmente el proyecto en su tramitación en el Senado y que, además de analizar la iniciativa de forma pormenorizada, alcanzó un alto consenso en la pertinencia de las disposiciones sancionadas. Por lo mismo, se mostró favorable a su aprobación en general en esta instancia.

Luego, advirtió que la iniciativa no se hizo cargo de la regulación de la reelección de los Gobernadores Regionales, toda vez que fue aprobada antes de la incorporación en el Texto Fundamental de la regulación de esas autoridades.

Sobre ese punto, la Comisión tomó nota de que el inciso cuarto del artículo 111 de la Constitución Política de la República dispone, en lo atingente, que los Gobernadores Regionales durarán en el ejercicio de sus funciones por el término de cuatro años, pudiendo ser reelegidos consecutivamente sólo para el período siguiente.

A su turno, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, confirmó que la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia se abocó en su oportunidad al conocimiento de diversas iniciativas destinadas a elevar los estándares en esas materias, entre las cuales estuvo el referido al establecimiento de límites a la reelección de diversas autoridades. Así, se discutió extensamente acerca de este asunto y se tuvo a la vista la experiencia comparada, que regula este ámbito de forma variada.

A modo de ejemplo, se observó que naciones como Argentina, Uruguay, Italia, España y Francia no poseen límites a la reelección de sus autoridades, pero que sí hay otros países que la han instituido. En particular, evocó la realidad de diversos estados norteamericanos que, a partir de la década de 1990, han adoptado esos límites. No obstante ello, afirmó que algunos de ellos han retrocedido en esas medidas en los últimos años, porque se ha entendido que, en definitiva, dichas restricciones se imponen finalmente como una barrera a la decisión soberana de los ciudadanos para elegir a una persona en un cargo determinado.

Una vez aprobado el proyecto en la referida instancia legislativa, la Sala del Senado tomó la decisión de que, antes de proceder a su votación en general, se requería el informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Sin embargo, en el tiempo intermedio se produjo la discusión que dio origen al cambio del sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional, lo cual derivó en que algunos de los parlamentarios que tenían una predisposición favorable a esta iniciativa retrocedieran en esa postura, ya que se suponía que era el sistema binominal el que en definitiva generaba un efecto de inmovilismo entre quienes ya ostentaban los cargos de elección popular. En efecto, en la última elección parlamentaria se produjo una importante renovación entre quienes conforman la Cámara de Diputados.

Sin perjuicio de lo expuesto, expresó que comparte los objetivos del proyecto de reforma constitucional, el cual, por lo demás, luego de ser sometido a la aprobación en general del Senado, puede ser perfeccionado mediante la formulación de indicaciones a su texto, por ejemplo, en lo relativo a la materia que aborda la disposición transitoria que se pretende incorporar en la Carta Fundamental.

El Honorable Senador señor Allamand, junto con compartir los fundamentos de la iniciativa y adelantar su votación favorable a la idea de legislar, planteó que algunas de las dudas que surgen del texto sancionado podrán ser aclaradas durante la discusión en particular del proyecto de reforma constitucional, entre las cuales está la diferencia que se dispondría entre la reelección de los Gobernadores Regionales y la de aquellas autoridades que también ejercen sus períodos por cuatro años, como alcaldes y concejales.

En ese entendido, sostuvo que la normativa que se dicte al respecto debería tender a uniformar esas situaciones análogas.

Los Honorables Senadores señores De Urresti y Huenchumilla también expresaron su disposición favorable a votar en general este proyecto de reforma constitucional y, de esa forma, avanzar en la regulación de tan relevante materia.

Finalmente, la Comisión tuvo en consideración que, dadas las últimas modificaciones introducidas en los preceptos transitorios de la Carta Fundamental, la que incorpora el numeral 5 del artículo único del proyecto correspondería, en realidad, a la disposición vigésimo novena transitoria.

IDEA DE LEGISLAR

Culminada la discusión y el estudio de los antecedentes de la iniciativa, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la idea de legislar.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, aprobó en general este proyecto de reforma constitucional.

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En conformidad con el acuerdo adoptado precedentemente, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene a honra proponer la aprobación en general del siguiente texto:

“PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.”.

4.- Intercálase en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

5.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.”.”.

.-.-.-.-

Acordado en sesión celebrada el día 4 de noviembre de 2019, con la asistencia de los Honorables Senadores señores Felipe Harboe Bascuñán (Presidente), Andrés Allamand Zavala, Alfonso De Urresti Longton, Francisco Huenchumilla Jaramillo y Víctor Pérez Varela.

Sala de la Comisión, a 5 de noviembre de 2019.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Secretario

RESUMEN EJECUTIVO

INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

(BOLETINES NÚMEROS 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos.)

I. OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: Limitar la reelección de los Senadores –por una sola vez-, de los Diputados –por dos períodos sucesivos- y de los alcaldes, consejeros regionales y concejales por dos veces consecutivas, y considerar el período en actual ejercicio de las autoridades mencionadas como el primero.

II. ACUERDOS: Aprobado en general (5 x 0).

III. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: Un artículo único, conformado por cinco numerales.

IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los cinco numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

V. URGENCIA: suma, vence el 12 de noviembre de 2019.

VI. ORIGEN E INICIATIVA: Cámara de Diputados. Seis mociones refundidas, de autoría del ex Diputado y actual Honorable Senador señor Francisco Chahuán, y de los ex Diputados señoras Karla Rubilar y Ximena Valcarce y señor René Aedo, Boletín N° 4.115-07; de los Honorables Diputados señores René Alinco y Tucapel Jiménez y de los ex Diputados señora Ximena Vidal y señor Ramón Farías, Boletín N° 4.499-07; del Honorable Diputado señor Rodrigo González, Boletín N° 4.701-07; de los Honorables Diputados señores Fidel Espinoza y Marcelo Díaz y de las ex Diputadas señoras Clemira Pacheco y Denise Pascal, y del ex Diputado y actual Honorable Senador señor Alfonso De Urresti, Boletín N° 4.891-07; de los Honorables Diputados señores Jorge Sabag, René Saffirio, Víctor Torres y Matías Walker y de la ex Diputada y actual Honorable Senadora señora Carolina Goic y del ex Diputado señor Fuad Chahín, Boletín N° 7.888-07, y del Honorable Diputado señor Marcelo Díaz y de los ex Diputados señores Jorge Burgos, Alberto Cardemil, Guillermo Ceroni y Edmundo Eluchans, Boletín N° 8.221-07.

VII. TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo.

VIII. APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: en general 79 votos a favor, 9 en contra y 7 abstenciones. En particular, los numerales 1 al 3 contaron con 87 votos a favor, 9 en contra y 4 abstenciones y el numeral 4 fue aprobado por 80 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones.

IX. INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 16 de octubre de 2012.

X. TRÁMITE REGLAMENTARIO: primer informe.

XI. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

-La Constitución Política de la República, especialmente los artículos que dicen relación con la generación de la Cámara de Diputados y del Senado, la integración de los consejos regionales, la elección de los alcaldes, y la conformación de los concejos municipales, a saber, los artículos 51, 113, 118 y 119, respectivamente.

- Los artículos 25 y 111 de la Carta Política, que contienen reglas especiales respecto de la posibilidad de reelección del Presidente de la República y de los Gobernadores Regionales, respectivamente.

Sala de la Comisión, a 5 de noviembre de 2019.

Rodrigo Pineda Garfias

Secretario

ANEXO

INFORME

BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL

Límites a la reelección de autoridades públicas en la experiencia comparada

El debate en torno a la reelección presidencial y parlamentaria presenta encontradas posiciones. Autores como Linz y Carey se muestran más proclives a esta alternativa, al considerar que permite una mayor responsabilidad de las autoridades políticas frente al electorado, fomentando de paso la profesionalización de la actividad.

En contrapartida, otros especialistas afirman que la reelección se puede prestar para abusos de poder, constituyendo un aliciente propicio para quienes buscan perpetuarse en un cargo.

En el ámbito presidencial, la experiencia comparada exhibe casos en que la reelección está permitida en forma inmediata e indefinida, como en Francia y Venezuela; inmediata, aunque limitada a un solo período consecutivo, como ocurre en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador; inmediata, con dos períodos contiguos, como en Estados Unidos; o alterna, con la opción de repostular al cargo una vez transcurrido uno o dos mandatos, como ocurre hoy en Chile, Perú y Uruguay. En contraste, en países como México y Paraguay, la reelección no es admitida.

Respecto a los parlamentarios, en el análisis comparado no se aprecian mayores limitaciones a la reelección, salvo en los casos de Costa Rica y México, en que los legisladores que culminan su período, deben esperar el paso de una legislatura para volver a repostular.

Finalmente, a nivel local, existen cortapisas a la reelección en estados como Brasil, Uruguay y México.

Introducción

El presente documento da cuenta de la realidad comparada en materia de reelección de autoridades públicas, contrastando entre aquellos países en que sí se permite esta posibilidad, con aquellos que presentan una fórmula más restrictiva a la opción de que un personero público pueda repostular a su cargo.

En primer término, el informe entrega un breve marco teórico en torno a la figura de la reelección, exponiendo argumentos politológicos a favor y en contra de esta perspectiva.

Luego el texto se enfoca en el análisis comparado, describiendo brevemente la realidad de una serie de países, a partir de los ámbitos presidencial, parlamentario y local.

El documento finaliza con algunas conclusiones generales.

I. Debate en torno a la reelección

A nivel teórico, existen dispares visiones respecto a la conveniencia de permitir la reelección de autoridades en los sistemas políticos democráticos.

Al respecto, académicos como Juan Linz y John Carey se han mostrado a favor de la reelección de cargos públicos. El primero de ellos, aduciendo que las limitaciones a una repostulación inmediata pueden privar a una sociedad de un jefe de gobierno competente y popular[1]; en tanto que el segundo, estableciendo que la reelección estimularía la responsabilidad democrática y la rendición de cuentas, pues produciría “una alineación entre los intereses de la autoridad política en ejercicio con los futuros votantes”[2]. En otras palabras, las autoridades estarían más atentas a las preferencias y necesidades de los ciudadanos.

En el caso parlamentario, los mismos autores aducen que la reelección permitiría profesionalizar la carrera legislativa, al entregarles una mayor experiencia a los representantes políticos, tanto desde el punto de vista del proceso de formación de la ley, como en la esfera de la negociación política.

Este elemento, sostienen, generaría una relación de mayor estabilidad entre los poderes Ejecutivo y Legislativo[3]; a la vez que estimularía los proyectos legislativos de largo plazo y la buena convivencia, tanto entre los partidos, como al interior de cada uno de ellos[4].

En contrapartida, los argumentos en contra de la reelección popular giran en torno a la mayor probabilidad de abusos en el ejercicio del poder y la perpetuación en los cargos[5].

En esta línea, la chance de reelección podría ser caldo de cultivo para fomentar prácticas de corrupción y de utilización ilícita de fondos públicos para objetivos electorales[6].

Asimismo, redundaría en el afiatamiento de vínculos clientelares entre los políticos y determinados segmentos de la sociedad, nexos que irían en directo detrimento de terceras partes[7].

Por último, otro argumento en contra de la reelección es su incidencia en la cristalización de una clase política anquilosada y sin mayor renovación, que perdería vigor en el debate de las ideas, conformándose como una suerte de ‘club cerrado de caras conocidas’[8].

Una postura intermedia aparece en autores como Mainwaring y Shugart, para quienes los límites a la reelección, si bien se justificarían como barreras al abuso de poder, no debiesen existir en aquellos países que cuenten con una sólida institucionalidad democrática[9].

II. Experiencia comparada

1. Reelección presidencial

A nivel de autoridades presidenciales, la posibilidad de reelección está normada de dispar forma en una serie de países incluidos en el presente análisis.

En el caso de Estados Unidos (EE.UU.), que encarna el sistema presidencialista de más larga data, la posibilidad de que un Primer Mandatario sea reelecto, está supeditada, desde 1951, a un máximo de dos períodos consecutivos.

En contraste, en el sistema semipresidencial de Francia, la Constitución Política de 1958 permite la reelección indefinida del Presidente de la República.

Por su parte, hasta fines de la década de 1990, la mayoría de los países latinoamericanos rechazaba la reelección presidencial, actitud explicable –a juicio de Serrafero- por la experiencia histórico-política autoritaria, que había caracterizado hasta entonces a buena parte de los estados del continente[10].

Una opinión compartida por Dieter Nohlen, quien establece que la no reelección cuenta con un amplio respaldo histórico en América Latina, tanto como previsión constitucional contra cualquier intento de un Presidente por perpetuarse en el cargo; como a manera de antídoto frente a prácticas coactivas y fraudulentas durante los procesos electorales[11].

No obstante lo anterior, en las últimas dos décadas, distintos países de la región han llevado a cabo reformas para posibilitar el proceso de reelección, que ha pasado a ser la tendencia predominante en esta área geográfica[12].

En síntesis, existen cuatro modalidades vigentes a nivel mundial, a saber[13]:

• Países con reelección inmediata e indefinida, como Francia, España y Venezuela;

• Países con reelección inmediata, tales como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador;

• Países con reelección alterna, como Chile, Perú y Uruguay, en los que un ex Jefe de Gobierno debe aguardar a lo menos un mandato para volver a elevar su candidatura. Costa Rica igualmente presenta este esquema, con la salvedad de que, en este caso, se exige el transcurso de dos períodos presidenciales para que un exgobernante pueda volver a postular; y

• Países sin reelección de ninguna índole, como México y Paraguay.

2. Reelección parlamentaria

En contraste con los modelos vigentes en materia de reelección presidencial, la evidencia internacional avala la casi completa ausencia de limitaciones a la reelección parlamentaria.

Así, por ejemplo, en EE.UU.[14], a nivel federal, no hay cortapisa alguna a la repostulación de parlamentarios[15]. No obstante, a partir de 1990, un total de veinte estados incorporaron límites a la reelección de sus respectivos parlamentarios, aunque seis de ellos optaron posteriormente por suprimir tal disposición[16].

La siguiente tabla ilustra esta realidad:

Tabla 2: Restricciones a la reelección de parlamentarios en Congresos estatales de Estados Unidos[16].

Argentina es otro país que no pone mayores limitaciones a la opción de reelegir sus autoridades parlamentarias. En esta línea, y de conformidad con el artículo 50 de la Constitución Política, los diputados se mantienen en sus cargos por cuatro años, siendo reelegibles. Cabe consignar que esta cámara se renueva por mitades, a razón de dos años[17].

Los senadores, por su parte, asumen su función por seis años, con la opción de ser reelegidos indefinidamente, como lo expresa el artículo 56 de la Carta Magna trasandina. Cada dos años, esta corporación renueva una tercera parte de los distritos electorales[18].

Similar situación a la que acontece en Brasil, donde el Texto Fundamental[19] puntualiza que la función legislativa recae en el Congreso Nacional, que está conformado por el Senado federal y la Cámara de Diputados.

El mandato senatorial es de ocho años, en tanto que el de los diputados se extiende por cuatro años, sin que existan, ni a nivel constitucional ni electoral, normas que pongan freno a la reelección.

En el caso peruano, en tanto, el artículo 90 de la Constitución Política[20] dispone que el Poder Legislativo reside en un Congreso de carácter unicameral, conformado por 120 miembros, que ejercen sus funciones por cinco años, sin que exista, ni a nivel constitucional ni en la Ley Orgánica de Elecciones de este país, disposiciones que limiten la reelección de estas autoridades[21].

Tampoco en Uruguay se aprecian limitantes constitucionales ni electorales a la repostulación de los legisladores[22], que en este país se distribuyen entre el Senado y la Cámara de Representantes, con períodos que duran cinco años (artículos 84 a 89 de la Constitución[23]).

La misma carta libre para la reelección mantiene vigencia en una serie de países de Europa Occidental.

En tal sentido, el artículo 68 de la Constitución española consagra la elección por cuatro años de los integrantes del Senado y el Congreso de los Diputados, con la plena libertad de que puedan ser reelegidos[24].

Asimismo, el artículo 24 de la Constitución francesa establece que los diputados de la Asamblea Nacional son elegidos por sufragio directo, en tanto que los integrantes del Senado, lo son por votación indirecta[25].

De acuerdo al ordenamiento legal vigente en el país, no existen límites a la reelección parlamentaria, más allá de los requisitos legales que deben cumplir los candidatos, como por ejemplo la edad mínima de 23 años de edad.

Con todo, cada parlamentario tiene la obligación de presentar en su elección un suplente, quien pasa a llenar el lugar del titular, en caso de que este sea designado en un cargo gubernamental o incurra en alguna inhabilidad[26].

Por último, junto con permitir la reelección parlamentaria, el artículo 60 de la Constitución italiana dispone que los integrantes del Senado y la Cámara de Diputados son elegidos por períodos de cinco años, sin opción de prórroga, salvo en caso de guerra[27]. La reelección parlamentaria está permitida[28].

Solo en los casos de México y Costa Rica, existen limitaciones a la reelección inmediata.

En el primer caso, la Constitución Política establece que la Cámara de Diputados debe renovarse cada tres años y el Senado, cada seis; a la vez que consigna, en su artículo 59, que los senadores y diputados al Congreso de la Unión, no pueden ser reelectos para el período inmediato[29], salvo en el caso de los parlamentarios suplentes[30], que no estén en ejercicio del cargo.

En el paradigma costarricense, a su vez, la Carta Magna precisa que la potestad legislativa se halla delegada en la Asamblea Legislativa, conformada por diputados elegidos por provincias.

El artículo 107 del Texto Fundamental dispone igualmente que “los diputados durarán en sus cargos cuatro años, no pudiendo ser reelectos en forma sucesiva”[31][32].

3. Reelección de autoridades locales

En el plano de las autoridades locales o municipales, existen distintas modalidades de reelección, así como también algunos casos en que esta posibilidad se halla completamente vetada.

En países como Argentina, Perú y Costa Rica, no existe límite alguno a la reelección de esta clase de personeros.

En el primer caso, cada provincia federal trasandina fija su propia forma de gobierno municipal, dejando en manos de un Intendente Municipal la administración del territorio.

En términos generales, estas autoridades duran cuatro años en sus cargos, pudiendo ser reelectas[33].

El gobierno local peruano, a su vez, reside en las municipalidades provinciales y distritales.

Esta institucionalidad exhibe una estructura orgánica conformada por el Concejo Municipal y la Alcaldía, en tanto que las autoridades de estas unidades, vale decir, los alcaldes y regidores, son elegidas por sufragio directo, por un lapso de cuatro años, pudiendo ser reelegidas.

En Costa Rica, en tanto, los gobiernos municipales se encargan de administrar los intereses y servicios locales de cada cantón.

Se trata de cuerpos deliberantes, conformados por regidores municipales de elección popular y por un funcionario ejecutivo nombrado por ley.

Cada alcalde municipal es elegido por cuatro años, no existiendo restricciones a su reelección, ni en la Constitución Política del país ni en las normas municipales[34].

En una posición más matizada, países como EE.UU., Brasil, Uruguay y México admiten la reelección de autoridades de alcance local, aunque bajo ciertas circunstancias y con claros límites.

Es así como el paradigma estadounidense muestra ciertas diferencias entre cada uno de los estados federales que lo componen.

Por ejemplo, el Consejo de la Ciudad de Nueva York está sometido a un límite de reelección de tres mandatos de cuatro años cada uno, tal cual quedó estipulado en 2008, cuando se modificó el Reglamento de la Ciudad, o City Charter, que establecía desde 1993 un límite de dos períodos[35].

En el caso de Los Ángeles, los miembros de su Consejo pueden ejercer funciones por un máximo de tres mandatos, de cuatro años cada cual, conforme lo indica el Reglamento de la Ciudad[36][37].

La situación es parecida en la experiencia de Brasil, donde la máxima autoridad municipal es el Prefecto, o jefe del poder ejecutivo municipal. Este personero es elegido por cuatro años, con la posibilidad de ser reelecto solo una vez consecutiva[38].

Respecto a Uruguay, la división administrativa de menor alcance es el departamento, que es gestionado por una junta departamental, a la cabeza de un Intendente.

Esta autoridad ejerce por cinco años, con la chance de repostular por una sola vez y haciendo la salvedad de que, para ser candidato, tiene que dimitir con un mínimo de tres meses de anticipación a la fecha de los comicios[39].

Finalmente, en México los municipios son gobernados por un ayuntamiento, cuya cabeza visible es el Presidente Municipal. Este cargo es elegido en votación popular cada tres años, sin la posibilidad de ser reelecto para el período inmediatamente posterior[40].

III. Conclusiones

La reelección de autoridades públicas es una realidad visible en una buena proporción de países, pese al argumento de algunos especialistas, que afirman que esta posibilidad se puede prestar para abusos de poder.

En los planos presidencial y local se advierten mayores matices en torno a la figura de la reelección, por cuanto en la mayoría de los países analizados esta no es ilimitada ni inmediata, existiendo algunos estados en los cuales, incluso, se encuentra prohibida.

En contraste, a nivel parlamentario se advierte una mayoritaria tendencia en favor de esta alternativa, como lo refrendan los casos ya revisados.

.-.-.-

[1] Linz Juan. “Presidentialism or Parliamentarism: Does It Make a Difference?”. Disponible en: “In The Failure of Presidential Democracy: The Case of Latin America”. Linz y Valenzuela (editores). 1993. Baltimore: Johns Hopkins University Press (Abril 2015).
[2] Béjar Luisa. “La reelección parlamentaria inmediata: un reto a la agenda política en México”. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales vol. XLVI Nº 187 2003 p. 205 (Abril 2015).
[3] De Andrea Francisco. “Reelección legislativa consecutiva: una iniciativa de reforma riesgosa”. Boletín parlamentario de derecho comparado UNAM vol. XXXV Nº 103. 2002 (Abril 2015).
[4] Ibídem.
[5] Carey John. “The Reelection Debate in Latin America”. Latin American Politics and Society (Abril 2015).
[6] De Andrea F. Op. cit.
[7] Ibídem.
[8] Ibídem.
[9] Serrafero Mario. “Reelección presidencial en América Latina: evolución y situación actual”. Anales de la Academia Nacional de Ciencias Políticas y Morales. Buenos Aires. 2010 (Abril 2015).
[10] Ibídem.
[11] Nohlen Dieter. “La Reelección”. Extracted from Treatise on Compared Electoral Law of Latin America. IDEA. 2007. Disponible en: http://www.idea.int/publications/electoral_law_la/upload/XV.pdf (Abril 2015).
[13] Información basada en el informe BCN “Reelección presidencial y parlamentaria: Debate y Experiencia Comparada” del autor Gonzalo Álvarez. Disponible en: http://bcn.cl/1qld5 (Abril 2015).
[14] Información basada en el informe BCN “Reelección de parlamentarios y autoridades locales: Derecho Comparado” de la analista Annette Hafner. Disponible en: https://repositorio.bcn.cl/jspui/bitstream/10221/15779/1/Informe3__v3%20Reeleccion_v4_v5.doc (Abril 2015).
[15] Supreme Court of the United States. ‘U.S. Term Limits Inc. v. Thornton 514 U.S. 779 (1995)’. Disponible en: http://www.law.cornell.edu/supct/html/93-1456.ZO.html (Abril 2015).
[16] ‘Econstor’. “Legislative term limits and state aid to local governments”. Disponible en: https://www.econstor.eu/dspace/bitstream/10419/58887/1/71581186X.pdf (Abril 2015).
[17] Información basada en el informe BCN “Experiencia extranjera sobre límites a la reelección de parlamentarios” de la analista Gabriela Dazarola. Disponible en: http://bcn.cl/1qldl (Abril 2015).
[18] Constitución Política argentina. Disponible en: http://www.senado.gov.ar/deInteres (Abril 2015).
[19] bídem.
[20] Constituicao da República Federativa do Brasil de 1988. Disponible en: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/Constituicao/Constituicao.htm (Abril 2015).
[21] Constitución Política del Perú. Disponible en: http://www4.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/Constitu/Cons1993.pdf (Abril 2015).
[22] Información basada en la minuta BCN “Reelección de parlamentarios y autoridades locales en América Latina” de la analista Gabriela Dazarola. Disponible en: http://bcn.cl/1qlds (Abril 2015).
[23] Ley de Elecciones. Disponible en: http://pdba.georgetown.edu/Parties/Uruguay/Leyes/LeyElecciones.pdf (Abril 2015).
[24] Constitución Política de Uruguay. Disponible en: http://bcn.cl/1qjot (Abril 2015).
[25] Constitución de España. Disponible en: http://www.lamoncloa.gob.es/documents/constitucion_es1.pdf (Abril 2015).
[26] Constitución de 4 de octubre de 1958. Disponible en: http://www.senat.fr/fileadmin/Fichiers/Images/lng/constitution-espagnol_juillet2008.pdf pp. 11-12 (Abril 2015).
[27] Beytía José Miguel y Vergara Eugenio. “Reelección parlamentaria”. Disponible en: http://bcn.cl/1qlei p. 107 (Abril 2015).
[28] Constitución de la República Italiana. Disponible en: http://wwwext.comune.fi.it/costituzione/spagnolo.pdf pp. 23-24 (Abril 2015).
[29] González Jorge. “El Sistema Parlamentario en cinco Países de Europa”. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spi/DPI-12-Jun-2000.pdf p. 21 (Abril 2015).
[30] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf (Abril 2015).
[31] En el caso mexicano por cada senador y diputado electo se elige también a uno como suplente para que en los casos establecidos en la ley ocupe el cargo cuando se produzca una vacancia.
[32] Constitución Política de la República de Costa Rica. Disponible en: http://www.constitution.org/cons/costaric.htm (Abril 2015).
[33] Información basada en el informe BCN “Reelección presidencial y parlamentaria: Debate y Experiencia Comparada” del autor Gonzalo Álvarez. Disponible en: http://bcn.cl/1qld5 (Abril 2015).
[34] Ley N° 4233 Orgánica de Municipalidades. Disponible en: http://www.mininterior.gov.ar/municipios/archivos_regimen/Ley_Organica_Chaco.pdf. (Abril 2015).
[35] Información basada en la minuta BCN “Reelección de parlamentarios y autoridades locales en América Latina” de la analista Gabriela Dazarola. Disponible en: http://bcn.cl/1qlds (Abril 2015).
[36] New York City Charter Revision Commission. Disponible en: http://www.nyc.gov/html/charter/html/home/home.shtml (Abril 2015).
[37] City Charter. Disponible en: http://www.bixby.org/charter/charters/Los%20Angeles.pdf (Abril 2015).
[38] Media Kit. Los Angeles City elections. Disponible en: http://cityclerk.lacity.org/election/mediakit.pdf (Abril 2015).
[39] Constituicao da República Federativa do Brasil de 1988. Op. cit.
[40] Constitución Política de Uruguay. Op. cit.
[41] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Op. cit.

2.5. Discusión en Sala

Fecha 11 de noviembre, 2019. Diario de Sesión en Sesión 67. Legislatura 367. Discusión General. Pendiente.

LÍMITE A REELECCIÓN DE SENADORES, DIPUTADOS, CONSEJEROS REGIONALES, ALCALDES Y CONCEJALES

El señor QUINTANA (Presidente).-

A continuación, corresponde ocuparse en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, para limitar la reelección de las autoridades que indica, con informes de la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia y de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y urgencia calificada de "suma".

--Los antecedentes sobre el proyecto (4.115-07, 4.499-07, 8.221-07, 7.888-07, 4.701-07 y 4.891-07, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional:

En segundo trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2012 (se da cuenta).

Informes de Comisión:

Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2015.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 65ª, en 5 de noviembre de 2019.

Discusión:

Sesiones 23ª, en 20 de mayo de 2015 (queda para segunda discusión en general); 24ª, en 2 de junio de 2015 (se solicita nuevo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento).

El señor QUINTANA (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

Cabe hacer presente que en sesión de fecha 2 de junio del año 2015 la Sala del Senado acordó que esta iniciativa fuera informada por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, luego de que la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia evacuara su informe, en que se había aprobado en general y en particular el proyecto por la unanimidad de sus miembros, Senadores señores Guillier, Harboe, Pérez Varela y los entonces Senadores señores Prokurica e Ignacio Walker.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, por su parte, discutió la iniciativa solamente en general, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez Varela.

Cabe consignar que para la aprobación de este proyecto de reforma constitucional se requieren tres quintos de los Senadores en ejercicio, esto es, 26 votos favorables.

El texto que se propone aprobar se transcribe en las páginas 8 y 9 del informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.

Es todo, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Muchas gracias, señor Secretario.

Para informar esta iniciativa de reforma constitucional, tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, Senador Felipe Harboe.

El señor HARBOE.-

Señor Presidente, el proyecto que esta Sala va a discutir en general en esta oportunidad fue originado en seis mociones refundidas, presentadas en la Cámara de Diputados y cuyo segundo trámite constitucional se inició en el Senado con fecha 16 de octubre de 2012. En primer término, fue analizado por la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia, para luego disponerse su estudio también por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, antes de ser sometido a la aprobación en general en la Sala del Senado.

El objetivo fundamental de la proposición de reforma constitucional es limitar la reelección de los senadores, por una sola vez; de los diputados, por dos períodos sucesivos; y de los alcaldes, consejeros regionales y concejales, por dos veces consecutivas, y considerar el período en actual ejercicio de las autoridades mencionadas como el primero.

Ese fue el proyecto que llegó de la Cámara Baja.

En ese contexto, las exposiciones de motivos de las mociones que dieron origen al articulado de la iniciativa de reforma constitucional señalan, en lo medular, la pertinencia de limitar la reelección indefinida de diversas autoridades que han accedido a sus cargos en procesos de elección popular, con el objeto de consagrar un equilibrio entre la necesidad de permitir la renovación de tales representantes de la ciudadanía, la alternancia en el poder, la mayor eficiencia en el ejercicio de los cargos, la participación de la ciudadanía y la posibilidad de que quien lo ha hecho en forma exitosa pueda continuar sometiéndose a la voluntad del escrutinio público, promoviendo con ello los proyectos de largo plazo.

De igual modo, la Comisión de Constitución tuvo presente que algunas disposiciones constitucionales ya imponen restricciones en ese sentido, a saber, las vinculadas con el ejercicio de los cargos de Presidente de la República y de gobernadores regionales.

Así, la iniciativa sometida a la consideración del mencionado órgano técnico consta de un artículo único, conformado por cinco numerales que introducen las siguientes enmiendas a la Constitución Política de la República.

La primera modifica el inciso segundo del artículo 51, referido a las elecciones de los parlamentarios, con el fin de establecer la factibilidad de que los senadores sean reelegidos sucesivamente solo por una vez y que los diputados puedan ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.

La segunda modifica el inciso segundo del artículo 113 con el objeto de limitar la reelección de los consejeros regionales hasta por dos veces consecutivas.

La tercera modifica el inciso primero del artículo 118 para establecer que los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad con la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades; que durarán cuatro años en sus cargos, y que podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.

La cuarta introduce una modificación en el inciso primero del artículo 119 para limitar la reelección de los concejales municipales hasta por dos veces consecutivas.

Finalmente, la última agrega una disposición transitoria a la Carta Fundamental con la finalidad de precisar que, para los efectos de los límites de reelección de las autoridades ya señaladas, se considerará su actual período como el primero.

Cabe señalar que los cambios sustantivos que introdujo la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia respecto del texto despachado por la Cámara de Diputados en el primer trámite constitucional están relacionados con la inclusión de los alcaldes entre las autoridades que verían limitada su reelección indefinida y el reemplazo de la disposición transitoria de la iniciativa, que postula que, para los efectos de los límites a la reelección de los senadores, diputados, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considera su actual período como el primero.

Una vez analizado el proyecto de reforma constitucional por la Comisión, para lo cual se tuvo en vista el estudio elaborado por la Biblioteca del Congreso Nacional respecto de la experiencia extranjera sobre límites a la reelección de parlamentarios y los diversos proyectos de reforma constitucional en tramitación en el Senado que se relacionan con el asunto materia del presente informe, si bien se alcanzó un consenso unánime en la pertinencia de avanzar en su tramitación y de apoyar, por tanto, la idea de legislar a su respecto, se formularon algunas observaciones que podrán ser aclaradas durante la fase de discusión en particular.

En efecto, se planteó la idea de conciliar las restricciones que dispone el proyecto de reforma constitucional con el respeto a la decisión soberana de los ciudadanos para elegir a una persona en determinado cargo.

De igual manera, se propuso analizar la posibilidad de uniformar la regulación que propone esta iniciativa de reforma constitucional con aquellas disposiciones análogas que ya forman parte de la Carta Política, como la vinculada con la reelección de los gobernadores regionales, en que se advierten diferencias con la situación de las autoridades que también ejercen sus períodos por cuatro años, como alcaldes y concejales.

Por último, se instó a revisar con mayor detalle el contenido de la materia que aborda la disposición transitoria que se pretende incorporar en el Texto Fundamental.

Sometido a votación en general el proyecto en estudio fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Allamand , De Urresti , Huenchumiila , Pérez Varela y quien habla.

En síntesis, el mencionado órgano técnico propone a la Sala la aprobación en general de esta iniciativa de reforma constitucional, con el objeto de dar espacio a un mayor estudio de las modificaciones propuestas y otorgar a los señores Senadores y a las señoras Senadoras que no participaron en su análisis la oportunidad de perfeccionarla con ocasión del segundo informe.

En último término, hago notar que el informe de la Comisión da cuenta del trabajo realizado, consignando las intervenciones efectuadas, la discusión de los preceptos abordados y los acuerdos alcanzados a su respecto.

Es cuanto puedo señalar, señor Presidente.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

El señor ELIZALDE.-

¿Puede abrir la votación, señor Presidente?

El señor QUINTANA (Presidente).-

¿En votación?

Tiene la palabra la Senadora Carolina Goic.

La señora GOIC.-

Señor Presidente, estuve revisando los antecedentes, y este proyecto ha sido objeto de una larga tramitación. Se presentaron varias mociones sobre la materia. En particular, como Diputada me tocó encabezar una junto con Matías Walker. Ha sido un esfuerzo de varios años. Lo retomamos el 2012 en la Comisión Especial que se constituyó para ver materias relativas a probidad y transparencia a fin de dar una señal sobre cómo contribuimos a hacer mejor política.

Todos hemos seguido el debate durante estos años. En un momento la tramitación quedó detenida. Es un proyecto que genera legítimas diferencias sobre si se debe limitar la reelección de estas autoridades o más bien es la ciudadanía la que ha de pronunciarse al respecto.

Sin embargo, me alegra que hoy día estemos debatiéndolo; que tengamos la posibilidad de aprobarlo en general; que demos un paso hacia la revisión de una serie de detalles que deben ser parte de su texto, porque constituye una señal concreta, que probablemente en algunos casos cuesta, en cuanto a decir que aquí también tenemos que dar espacio para la renovación; que debemos ver cómo se combina la experiencia, que es buena, sana para el Parlamento y la tarea legislativa, con la preocupación por dejar lugar para otros y ayudarlos en su formación.

Hay que permitir la existencia de ciclos, como sucede en distintas áreas, no solo en el Parlamento, que posibiliten que otras generaciones también puedan estar aquí presentes.

Considero que hay varios aspectos que analizar, y ojalá lo hagamos además con serenidad, sobre todo en un momento en que la discusión se polariza y donde se cae en la descalificación.

Espero que este sea un debate que nos permita poner sobre la mesa con mucha generosidad un proyecto que creo que sirve, que es una señal concreta en la línea de reconstruir confianzas frente a la ciudadanía.

En esa perspectiva se inscribe la revisión de la dieta parlamentaria, no porque vaya a generar mayor equidad o mayor justicia social o porque resuelva los problemas de la distribución de la riqueza en nuestro país, sino porque es una señal de decir "aquí estamos dispuestos". Y estas señales las debe dar no solo el Parlamento, sino también otros sectores.

Cuando hoy hablamos de Chile, de un país valioso, de un país con una tremenda riqueza, uno se pregunta: ¿qué hacemos para estar a la altura del desafío que nos plantea la crisis, a la altura de lo que nos demandan los ciudadanos, que es una apertura? Y es lo que decía hace mucho tiempo el padre Berríos: ceder poder, porque es lo que nos pide una democracia que madura y que se debe fortalecer.

Es lo que quiero plantear.

Ojalá que el debate que realicemos parta por entender que tenemos que ser parte de la solución a la crisis, que debemos dar espacio a formas mucho más participativas respecto de cómo hacemos nuestro trabajo, incluyendo, además, la necesaria renovación; algo que no siempre es fácil, no solo aquí, en el Parlamento, sino también dentro de nuestros partidos.

Se ha puesto sobre la mesa la discusión de si las normas del proyecto deben ser retroactivas o no. Yo lo que pediría es que el eje que guíe esa discusión sea el que desde este Parlamento seamos parte de la solución a una crisis, donde ya no podemos discutir entre cuatro paredes, donde ya no se puede alcanzar un acuerdo bajo la lógica tradicional de cuánto cede el Gobierno y cuánto cede la Oposición, sino desde el punto de vista de cómo respondemos a una ciudadanía mucho más crítica. Pero -repito-, más que agravar la crisis, debemos ser parte de quienes la conducen, debemos ser parte de la solución.

Por eso, me alegro de que hoy día hayamos dado la señal de poner primero en la tabla este proyecto, avanzando en su votación general, para después discutirlo en detalle, en el ánimo de sacar adelante una agenda que permita hacer mejor política, que facilite, también, el desarrollo de una mejor labor legislativa y, de ese modo, hacernos cargo de los legítimos cuestionamientos que se formulan desde la ciudadanía, sin hacernos a un lado, sino permitiendo, efectivamente, que esto nos lleve a mejorar el trabajo legislativo y el aporte que realiza este Poder del Estado a la construcción de nuestro país.

Gracias.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Antes de darle la palabra al siguiente orador, ¿habría acuerdo para que durante el transcurso de la sesión presida la Senadora Ximena Rincón?

El señor MOREIRA.-

Sí.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Acordado.

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El señor QUINTANA (Presidente).-

El Senador Girardi ha hecho llegar el número de boletín del proyecto que se ha autorizado desarchivar. Es el 7.667-11.

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El señor QUINTANA (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador Moreira.

El señor MOREIRA.-

Señor Presidente, todos han expresado aquí...

Si ordena la Sala, señor Presidente, puedo continuar.

¡Claro, a algunos no les gusta lo que voy a decir...!

¡Que me descuenten el tiempo perdido, señor Presidente!

Gracias.

Bueno, yo sé que hoy es un día muy importante para nosotros. Somos muchos los que hemos presentado proyectos de ley, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, con respecto al límite de la reelección. Basta verlo.

Pero eso no viene al caso ahora. Solamente lo menciono como un téngase presente, porque este es el momento de la verdad, este es el momento del desprendimiento del poder, es el momento de actuar, de dejar las declaraciones y poner los hechos sobre la mesa, de tomar decisiones que pueden doler mucho en lo personal, pero que implican un sacrificio necesario para el restablecimiento de la confianza que la ciudadanía debe depositar en nosotros.

Son tiempos difíciles, son tiempos de crisis, son tiempos en que cada día la credibilidad de este Congreso y el mundo político es verdaderamente muy reprochable y muy insignificante, porque, para no decir que no nos creen nada, debo señalar que, en verdad, nos creen muy poco.

Si queremos entregar una señal, esta debe ser completa, transparente, perfectamente entendible y no sujeta a interpretaciones mañosas; en definitiva, debe ser, como siempre se habla, "sin letra chica". Por ello, este proyecto, que busca limitar las reelecciones a cargos de elección popular, tiene que ser claro y transparente como el agua.

En primer lugar, establece que los Senadores solo podrán ser reelegidos una vez y que el actual será el primer período, pudiendo permanecer un máximo de dieciséis años en el cargo. Los Diputados, alcaldes y consejeros regionales podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas, también considerando este término como su primer período, llegando a un total de doce años.

Hasta ahí, el proyecto cumple con lo que la ciudadanía ha reclamado y viene reclamando desde hace tiempo: promover la renovación de rostros nuevos y, con suerte, de las ideas que dominan la política, pues no hay nada peor que jóvenes con ideas viejas, como hemos visto, lamentablemente, en estos tiempos.

Pero aún falta y debemos ser claros en despejar las dudas que este proyecto puede plantear. Debemos cerrar la puerta y las ventanas a las entradas traseras de las interpretaciones antojadizas que harían de este proyecto solo un decorado más en la mala impresión que, justa o injustamente, tiene la gente sobre la clase política.

Se debe dejar muy claro que el límite a la reelección es para el cargo, sin importar el lugar, distrito, circunscripción, comuna o región donde se postule. ¡Nada de pasearse por diferentes lugares para burlar la prohibición! Tampoco se podrá nombrar como reemplazo de un parlamentario fallecido a un excongresista que haya cumplido con el límite de las reelecciones en el período inmediatamente anterior.

Además, una persona que ya haya cumplido el límite de reelecciones como Diputado y Senador, vale decir, habiendo transcurrido veintiocho años entre ambas, debe tener prohibición de volver a postular al Congreso. No tiene que haber "sillas musicales". Es lo que exige la ciudadanía: un proyecto sin trampas, sin dobles interpretaciones, sin entradas traseras.

Lo mismo debe quedar claro para alcaldes, consejeros regionales y los aún no elegidos gobernadores regionales, sin excepciones. La actual redacción omite a los gobernadores regionales, por cuanto al momento de discutirse el proyecto aún no estaban incorporados a nuestra legislación, pero ya pronto debieran ser una realidad.

Sin embargo, señor Presidente, desde el principio hay que dejar en claro una cosa: que ahora estemos hablando de límites a nuestras reelecciones no significa ni puede significar que este Congreso sea ilegitimo.

Hay algunos parlamentarios, algunos candidatos presidenciales que han señalado que debemos irnos para la casa, que tenemos que renunciar, que ponen sus cargos a disposición. Yo no acepto que me digan que este Congreso es ilegítimo. Yo he ganado distintas elecciones, en los lugares más difíciles, todas las veces necesarias, como hijo del rigor, y he sido siempre un parlamentario elegido democráticamente.

Es fácil usar cuñas en la televisión, pedir renuncias, renunciar al cargo. Eso no es serio. ¡Es circo; circo que hoy no quiere el país! No los nombro porque ustedes los conocen y yo no tengo intención de que me contesten en esta Sala. Por lo tanto, el que quiera ponerse el saco, que se lo ponga.

Por eso, hablar de ilegitimidad es una mentira; es una falsedad; es ignorancia; es conveniencia electoral, pensando que quienes están en la calle saqueando o protestando pacíficamente los van a admirar.

Señor Presidente, toda la Cámara de Diputados fue elegida bajo el nuevo sistema electoral y el nuevo sistema de financiamiento electoral hace menos de dos años. La mitad de este Senado también fue elegido bajo esas nuevas reglas.

Nuestro deber no es renunciar ni echarnos a correr. Nuestra obligación es cumplir con nuestro mandato constitucional y responderle a la gente que nos eligió.

El que se sienta ilegítimo, o incapaz, o tenga miedo, ¡que renuncie!, pero que no arrastre al fango del populismo y la demagogia a una institución fundamental de la democracia. El "todos para la casa" no resuelve nada.

Yo me siento orgulloso de ser Senador de la República, porque este Congreso y este Senado tienen tradición. Aquí se pueden resolver los problemas que el país requiere hoy día, con discusión inmediata.

Si hemos hecho la autocrítica que en el pasado no hicimos, bueno, este es el momento, porque fuimos elegidos democráticamente.

Ayer, el Gobierno anunció que está pronto a iniciar la discusión de una nueva Constitución mediante el mecanismo del congreso constituyente.

Insisto en mi convicción: una nueva Constitución no es la solución para algunos de los problemas que plantea la sociedad. Sin embargo, estoy dispuesto a discutirla, de cara al país, y ahora, pero siempre dentro de nuestra institucionalidad.

Dije "sí" a una Constitución que defendí por años, la cual puede ser reemplazada, puede ser modificada, pero nunca desde cero, pues en ella están plasmados algunos principios y valores que he defendido por cuatro décadas. ¡Por eso su modificación tiene que hacerse institucionalmente, aquí, en este Congreso!

Finalmente, tengo el convencimiento de que si hacemos las cosas bien pensadas, no a la rápida, con tiempos acotados, de cara a la gente, con la gente y para la gente, como primera prioridad, podremos, eventualmente, volver a ganarnos su confianza.

Esta iniciativa puede ser simple, pero es la prueba de fuego para la credibilidad de este Congreso.

Insisto: estoy disponible para una "nueva Constitución", o para una "modificación de la Constitución", como la quieran llamar, siempre y cuando no se empiece desde cero.

Si en algún minuto se discute un mecanismo relativamente aceptable dentro de la institucionalidad de este Congreso, estaré disponible. Pero quiero decirlo ahora: ¡no estaré disponible para una asamblea constituyente, porque en una asamblea constituyente el que gana es el que grita más fuerte!

Si la Constitución es el camino para la paz en Chile, por supuesto que voy a estar disponible.

Anuncio mi voto a favor.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.

La señora RINCÓN.-

Señor Presidente, qué duda cabe de que las manifestaciones ciudadanas tienen hoy día expresión en esta Sala, y de que la discusión de este proyecto, ingresado el 31 de agosto del año 2011 (son varios boletines refundidos), da cuenta de que la ciudadanía ganó.

Permítanme ponerlo en ese término: ganó, porque en el Parlamento estamos debatiendo un tema que se había puesto en la palestra muchas veces, ya aprobado en la Cámara de Diputados, y ganó, porque ayer el Presidente de la República, finalmente, anunció que habrá un camino hacia una nueva Constitución.

Tendremos que discutir la forma, pues en este minuto las formas son quizás más importantes que entrar a discutir el fondo, que constituirá el segundo debate.

Ver, por primera vez, un atisbo de cambio de actitud da cuenta de que lo que la ciudadanía ha puesto encima del debate en materia de reformas políticas está siendo recogido.

Señor Presidente, hoy día iniciamos la discusión general de este proyecto, el cual espero que todos quienes estamos en la Sala aprobemos sin ninguna duda, sin perjuicio, obviamente, de abrir un breve período de análisis en particular que permita mejorarlo en todo aquello que sea posible.

Creo, además, que es el minuto de decir basta a la violencia, que les ha costado la vida a muchos, y daños físicos irreparables, a tantos otros.

Creo que necesitamos hacer una pausa para poder conversar y tomar cartas en el asunto respecto de lo que la ciudadanía nos ha dicho.

Este proyecto es una primera muestra, pero no es suficiente. Necesitamos hacer más; hacerlo en la forma y en el fondo, y hacerlo en los tiempos de urgencia que amerita el debate que la gente nos ha puesto a todos y a todas.

El 18 de octubre -lo hemos dicho todos- marca un antes y un después. Y este Senado, este Parlamento, tiene que emitir una voz clara, contundente, rotunda, respecto de las demandas ciudadanas.

Estas demandas no son por nada. Durante un largo tiempo hemos avanzado, sin lugar a dudas, pero hemos dejado a muchos atrás. Y creo que nuestra responsabilidad nos obliga, como Senado de la República, a hacer un alto, una pausa, y establecer cuáles van a ser los pilares de la conversación que la ciudadanía ha puesto encima de la mesa y de la cual no podemos rehuir.

No podemos rehuir -incluyo aquello- diciendo que es más fácil arrancar y dejar el cargo para el cual nos han elegido. Pido seriedad a todos; seriedad y valentía para enfrentar lo que los tiempos, que no son fáciles, nos imponen, y que nos demandan humildad, generosidad y también coraje.

Este proyecto de ley es una primera muestra del triunfo ciudadano, pero quedan muchas más que tendremos que enfrentar en el Congreso y en el país.

Gracias.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Solicito la anuencia de la Sala para que el Subsecretario General de la Presidencia, don Juan Francisco Galli, pueda incorporarse a esta sesión.

¿Habría acuerdo?

--Se accede a lo solicitado.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador Chahuán.

El señor CHAHUÁN.-

Señor Presidente, Honorable Sala, en el mes de abril del año 2006, a poco más de un mes de asumir el cargo de Diputado, presenté esta moción, destinada a limitar la reelección indefinida de Diputados y Senadores, tal cual lo permite expresamente el inciso segundo del artículo 51 de la Constitución Política, a la cual se sumaron varias otras de diversos parlamentarios.

En los fundamentos contenidos en su exposición de motivos señalé que debe existir igualdad de oportunidades para participar en la vida pública y en la forma en que se desempeñan los cargos públicos, en términos de vocación de servicio, transparencia y eficiencia, de tal modo de mejorar, finalmente, la calidad de nuestra democracia.

Asimismo, expuse que es necesaria la alternancia, a fin de evitar el enquistamiento de las élites en el poder y terminar con estas castas que van quedando, básicamente, en el Parlamento y otras instituciones.

Se trata, igualmente, de nivelar las oportunidades de quienes pretenden desafiar a los que actualmente se encuentran en el ejercicio del poder, esto es, los incumbentes. Estos últimos, de decidir volver a presentarse a elecciones, lo hacen con todas las ventajas que implica disponer de estructuras administrativas y logísticas, de medios de comunicación, de contactos, y de ocupar un lugar de privilegio en cualquier acto público.

Por otra parte, están los eventuales riesgos de corrupción, la falta de renovación de las élites, el debilitamiento de la clase política, y el favorecimiento de la formación de alianzas y vínculos "clientelares" entre los representantes políticos y los grupos de interés.

Por ello, estimamos que era necesario reformar la Carta Fundamental en esta materia y, de ese modo, lograr un justo equilibrio entre las ventajas y las desventajas que presenta nuestro actual sistema de reelección indefinida.

Consideramos como fórmula a aplicar para la permanencia máxima en el cargo, en el caso de un Senador, hasta dos períodos, y en el de un Diputado, hasta tres períodos, estimando que, en ambas situaciones, se trata de un tiempo razonable para permitir el desarrollo y discusión de proyectos legislativos de largo aliento, así como el esfuerzo por implementar políticas públicas vinculadas a los compromisos adquiridos con la ciudadanía.

Las otras mociones refundidas también consideran un límite a la reelección de los consejeros regionales, los alcaldes y los concejales, el que de igual modo apoyamos, por estimar que existe la misma razón que para los parlamentarios. De hecho, en la Cámara de Diputados presentamos asimismo un proyecto que buscaba limitar la reelección indefinida de dichas autoridades.

En la moción de reforma que planteáramos hace dieciséis años consideramos, como una disposición transitoria de la Constitución Política, que estas normas modificatorias entrarían en vigencia, respecto de los Senadores y Diputados, en las siguientes elecciones parlamentarias. Durante el debate de los proyectos refundidos se ha considerado establecer igual disposición transitoria para consejeros regionales, alcaldes y concejales, tomándose el actual período como el primero.

Sin embargo, señora Presidenta, estamos disponibles para buscar la mejor fórmula que nos permita dar la señal de que hoy día, más que nunca, es necesario airear la casa para que entre fuerza, energía nueva al Parlamento, a los municipios y a los gobiernos regionales.

Tuvo que pasar un largo trecho para que este proyecto se pudiera discutir en la Comisión de Constitución del Senado. Y agradezco a sus integrantes porque finalmente esta iniciativa se puso en tabla y se logró que llegara a esta instancia.

Espero que busquemos la mejor fórmula.

Estamos en un momento y en un punto de inflexión de nuestra historia republicana y democrática. ¡Y acá hay que actuar alejados de los populismos de izquierdas y derechas y sin la irresponsabilidad de aquellos que pretenden hacer un llamado anticipado a elecciones generales!

Yo quiero señalar claramente: ¡me parece de una irresponsabilidad mayúscula lo que hacen quienes buscan terminar tempranamente con un mandato popular!

¡Y claro que hay legitimidad en este Parlamento! ¡Por supuesto que hay legitimidad en este Parlamento para resolver la crisis!

Porque la responsabilidad de los mandatados es poder conducir la crisis.

Y hoy día tenemos dos alternativas: o nos quedamos pasmados e inmovilizados ante la crisis o somos capaces de conducir, de facilitar el diálogo, de generar los cambios que Chile necesita. Sí, Chile necesita muchos cambios, no solo una agenda social sustantiva; no solo modificaciones constitucionales capaces de hacerse cargo del nuevo pacto social que el país reclama; no solo el diálogo; también es preciso que nos hagamos cargo con mucha fuerza de los propios quehaceres de este Parlamento.

¡Cómo no va a ser importante modificar, modernizar el tratamiento de los proyectos de ley!

¡Cómo no va a ser relevante que la política vuelva a redignificarse como un instrumento al servicio de las personas!

¡Cómo no va a ser importante que la política vuelva a ser relevante para los chilenos!

¡Esas y otras señales son importantes!

Este proyecto de ley también es un elemento de aquello. El límite a la reelección indefinida es absolutamente necesario.

Yo quiero señalarles a los que están renunciando al mandato -¡sí, al mandato que les dio la ciudadanía!-, sosteniendo que están dispuestos a que se llame a elecciones anticipadas de Presidente de la República y de parlamentarios, que la responsabilidad con aquellos que nos eligieron es conducir, buscar soluciones, facilitar el diálogo, ser capaces de generar el reencuentro entre los chilenos.

El populismo y la irresponsabilidad, claramente, son tentaciones en las cuales quienes fuimos elegidos con el voto popular no podemos caer.

Llamo no solo a aprobar este proyecto, sino también a buscar fórmulas para que, en definitiva, esta también sea una señal del propio Parlamento y de los incumbentes en cuanto a que somos capaces de disminuir nuestros propios privilegios, a fin de que los ciudadanos vuelvan a creer, vuelvan a confiar.

¡Pero con esa misma fuerza rechazo a los que llaman a elecciones anticipadas, pidiendo la renuncia al Presidente Piñera y terminar con el mandato popular que le dieron los chilenos!

¡No entienden que la propia ciudadanía, cuando eligió a este Senado, lo mandató para ser el punto de reflexión, el punto de encuentro, el punto que nos permita con liderazgo, con capacidad, resolver las crisis y los problemas que vive el país!

Renunciar anticipadamente a esa responsabilidad me parece una afrenta para este Parlamento.

He dicho.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta, yo voy a contrariar absolutamente a quienes me dijeron que no hiciera uso de la palabra hoy.

Mi situación personal, más que comentársela a ustedes, que la conocen, se la planteo al país. Efectivamente, de todos los aquí presentes, soy el único Senador que en dos oportunidades ha podido llegar a este cargo desde afuera de las estructuras de los partidos políticos. En dos ocasiones rompí el sistema binominal y llegué desde afuera, no perteneciendo al establishment, a grupos, a estructuras de partidos políticos.

Entonces, algo tengo yo que decir con respecto a lo que aquí estamos tratando.

Escuché con mucha atención a algunas Senadoras y algunos Senadores cuando emitían sus discursos, y a ratos hasta me emocioné, por la forma en que le dicen al país que se debe cambiar la lógica, la estructura y que hay que responderle a Chile. Me parece que eso es lo legítimo, lo responsable, lo serio. Pero yo pido en esto coherencia y honestidad.

Porque, efectivamente, este proyecto de ley permite que las parlamentarias y los parlamentarios que fueron Diputados por dos, tres o cuatro períodos ahora puedan ser Senadores por dos períodos más.

Yo pensé que en este Hemiciclo íbamos a hablar de que la parlamentaria o el parlamentario estuvieran en el cargo, como máximo, dos períodos, así fuese Diputada o Diputado, Senadora o Senador.

¡Eso es lo honesto!

Ahora bien, yo entiendo que al aproximarse las contiendas políticas del próximo año o de dos años más hay quienes ven en esto una oportunidad para sacar por secretaría a los que podrían ser sus competidores.

¡Y eso es lo que hay que decirle al país: que aquí se está llevando a cabo una operación política para sacar a aquellos parlamentarios que le han respondido a su región, que han hecho el trabajo en su región, pero como no se les puede ganar, he aquí una tremenda oportunidad para sacarlos del camino por secretaría, no a través de una competencia electoral, no democráticamente!

Hay otras experiencias, señora Presidenta, en el resto del mundo, en que se señala que cuando un parlamentario no tiene reelección le dan lo mismo los cuatro, seis, ocho años, porque sabe que no va a ser reelegido. Y hasta hay corrupción, desinterés, porque ese parlamentario o esa parlamentaria tiene claro que en ocho o seis años más, aun cuando lo quiera, no podrá ser reelegido.

Esas experiencias existen hoy día en el mundo.

Habiendo venido desde afuera, habiendo roto el sistema binominal, llevando dos períodos en mi calidad de Senador, podría torcer la ley y decir: "Como no puedo ser Senador, ahora voy a ser Diputado".

Sin embargo, eso es torcer la ley. Eso no es hablar de manera honesta. Eso no es responderle a la ciudadanía, que hoy día está en una catarsis personal, en cuanto a ponerle fin a la reelección.

Voy a votar a favor de este proyecto de ley, porque quiero creer que si la persona ha tenido dos, tres o cuatro períodos como Diputado y uno o dos como Senador la regla será pareja.

Quienes hemos tenido dos períodos como parlamentario simplemente no tenemos ninguna posibilidad de ser reelegidos. ¡Pero que sea parejo, parejo! Que no se busque por esta vía una salida por secretaría para competir en las próximas elecciones parlamentarias.

Me parece que eso es lo honesto. Y eso es lo que la gente entendió, además.

Quienes han conversado conmigo me han dicho: "Yo supuse que, habiendo estado dos períodos en determinado cargo, esa persona, simplemente, no tenía la opción de postularse".

Por lo tanto, señora Presidenta, voy a votar favorablemente.

Pienso que nosotros debemos hacer todos los esfuerzos y todo lo que sea necesario para buscar vías de salida, para llegar a consensos, a acuerdos. Y tenemos que encontrar la forma para responder a la ciudadanía, que hoy día más que nunca nos reclama dignidad, igualdad y todo lo que hemos venido escuchando en todo este proceso, para que aquello, efectivamente, le permita a este Congreso abrir las puertas -como alguien dijo: abrir las ventanas- para nueva sabia, para nuevas fuerzas políticas.

Pero hagamos eso de manera honesta.

Anuncio mi voto a favor, señora Presidenta.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Sandoval.

El señor SANDOVAL.-

Señora Presidenta, sin duda, hoy día estamos siendo interpelados por nuestra sociedad, por nuestra comunidad, por la gente, y creo que es el minuto para sentarse a establecer los grandes diálogos que la ciudadanía nos reclama.

Me parece que las diferencias que tengamos, legítimas obviamente desde el punto de vista político, no deben ser causa ni pretexto para no ser capaces de sentarnos a la mesa, de construir los acuerdos y -lo que es más importante- de generar los espacios para las verdaderas soluciones a aquello por lo que la gente nos está interpelando en la calle.

¿De qué sirven encendidos discursos o justificaciones hoy día?

¿De qué sirve hoy realizar acciones que apunten, en definitiva, a desviar el foco del centro de la discusión? Estamos absolutamente de acuerdo con el proyecto que se está debatiendo hoy día.

Pero el 17 de octubre cada uno de los que nos encontramos en esta Sala peleábamos por la presentación o por la tramitación de nuestras iniciativas legislativas. Algunos querían proteger a los animales; otros deseaban impulsar acciones vinculadas a sus propios territorios.

El 17 de octubre -no nos olvidemos, amigos y amigas- estábamos todos desfasados de un aspecto tan fundamental y sustantivo como es la sintonía de nuestros pensamientos, de nuestros deseos con relación a lo que la gente en las calles estaba planteando.

Y tenemos que hacer el ejercicio de asumir que cometimos un gravísimo error en no olfatear clara y adecuadamente esa situación.

Por eso hoy día nos encontramos interpelados y ante la obligación de legislar sobre aquellas acciones que permitan hacerle un guiño a la comunidad que ha salido a las calles pretendiendo resolver los problemas de esa manera.

Creo que el Gobierno ha abierto las puertas, como se señaló acá, para iniciar un proceso de transformación en un aspecto que ha sido cuestionado durante tantos años, respecto de la Constitución. Y, a propósito de lo mismo, evidentemente estamos disponibles para que esta discusión se realice en los tiempos y en la forma más apropiados.

Y, sin duda, en lo personal creo y valoro que es el Congreso, con todas sus virtudes y debilidades, el espacio para ello. Si somos realmente dignos representantes de la voluntad de nuestras comunidades, aquí está, con sus defectos y sus virtudes, la sociedad chilena representada democráticamente, sin ningún acto de duda. ¡Democráticamente!

Nos gustarán algunos, nos gustarán otros. Pero aquí está la sociedad chilena debidamente representada con todos sus defectos y sus virtudes.

Y esperamos, sinceramente, que en la discusión a la cual hoy día estamos interpelados saquemos nuestras mejores virtudes para construir la sociedad que todos queremos.

¡Pero este no es el momento para la grandilocuencia!

Hoy día es el momento para construir diálogos, para sentarse a la mesa y avanzar, definitiva y realmente, en el cómo somos capaces de construir esa sociedad que la comunidad y la gente en las calles nos reclama: no más abuso, no más corrupción, no más injusticia.

¡Cómo nos hacemos parte y carne de esas legítimas demandas cuando a nosotros aquí mismo se nos han cuestionado la suma de acciones y privilegios que hemos tenido por diversos años y respecto de los cuales, por lo demás, nunca hemos hecho mención ni mucho menos cuestionamiento!

Por eso creo que este minuto, cuando nos convoca con tanta fuerza el reclamo de nuestra comunidad, nos exige hacer frente a la situación con la misma claridad.

Pienso que hoy día es el momento de sentarse a la mesa para conversar, sentarse a la mesa para dialogar, sentarse a la mesa para construir los acuerdos. ¡Ya no está nuestro país ni nuestra sociedad en condiciones de seguir enfrentados en trincheras!

¡Que las diferencias que tenemos los de aquí con los de allá, los de arriba con los de abajo, sean un aporte para construir mejores propuestas, una mejor sociedad!

Esa es la convocatoria que hoy día tenemos.

Ante estas oportunidades, evidentemente debemos estar a la altura, humana, responsable políticamente, frente a una sociedad que en mi opinión tiene el más legítimo derecho de reclamar lo que está planteando.

Y, como aquí se ha señalado, en este proyecto habrá que avanzar. Sin duda.

Incluso más, contra los cuestionamientos que aquí se han formulado -estamos en la votación general-, esperamos sinceramente que en la discusión particular se aclaren tales dudas.

Yo soy partidario de establecer limitaciones significativas. Alguien hablaba acá de dos períodos para la reelección de los Senadores. Eso significa veinticuatro años en esta Corporación. ¡Imposible!

Creo que hay que establecer esas limitaciones.

El señor HARBOE .-

Dieciséis años.

La señora VON BAER.-

Solo una.

El señor SANDOVAL.-

Se hablaba de dos reelecciones, la elección más dos reelecciones.

El señor HARBOE .-

Una.

El señor SANDOVAL.-

Bueno, está bien. Solo una. ¡Son dieciséis años!

Independiente de ese punto, ojalá seamos dignos representantes, al final del día, de las interpelaciones que nos están haciendo hoy día para que construyamos la sociedad que la gente se merece.

Vamos a votar a favor de esta reforma constitucional, pero lo que más queremos, fundamentalmente, es la exigencia política que tenemos todos para lograr que nuestras diferencias sean una apuesta orientada a construir las mejores propuestas, el mejor diseño, las mejores políticas con la finalidad de conseguir ese país que la ciudadanía nos está reclamando allá afuera, en las calles.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Latorre, y luego el Senador Girardi.

El señor LATORRE.-

Señora Presidenta, nos encontramos en un momento de profunda crisis política y social. Parte importante de esta crisis también se refiere a nosotros y nosotras, el Poder Legislativo de Chile, por una serie de problemas en los que tal vez no valga la pena ahora redundar: crisis de confianza, de representatividad, de corrupción. Hay un problema de legitimidad.

Este es un momento en que debemos tomar medidas y dar señales adecuadas, que permitan, aunque sea paso a paso, comenzar un proceso de relegitimación y de confianza en nuestras instituciones políticas.

Por eso considero grave que este proyecto, que en principio parece estar bien encaminado hacia no permitir la reelección y a través de ese mecanismo mantener oxigenado al Congreso, mediante su letra chica no esté orientado efectivamente hacia ese fin.

En primer lugar, el proyecto en su modificación al artículo 51 consagra un máximo de dos reelecciones para las Diputadas y los Diputados y de una reelección para las Senadoras y los Senadores.

En número de años esto permitiría tener personas en la Cámara de Diputados por doce años y en el Senado, por dieciséis.

Dado que es posible postular a diversos cargos, una persona que pase doce años en la Cámara podría luego estar dieciséis años en el Senado. O sea, permanecería veintiocho años en el Congreso Nacional.

Como si esto fuera poco, la modificación al artículo 113 que propone el proyecto permite que los consejeros y las consejeras regionales (cores), los alcaldes y las alcaldesas puedan ser reelectos hasta dos veces consecutivas, o sea, ejercer durante tres períodos.

Otro de los aspectos graves del proyecto es que limita la reelección dentro de un mismo territorio, pero no en el ejercicio de un cargo. A nivel de alcaldías y cores no es tan común ejercer en diversos períodos el mismo cargo en diferentes territorios. Pero en el caso de la Cámara de Diputados y Diputadas y del Senado podría ocurrir que las personas se movieran de distrito en distrito y así pasarían toda la vida en el Parlamento.

Finalmente, como si lo anterior no fuera una concepción torcida del límite a la reelección, el proyecto contiene una disposición transitoria a través de la cual se concibe que las próximas elecciones serán consideradas como el primer período. O sea, resetea y vuelve a fojas cero la contabilización de los períodos en el ejercicio del cargo. O sea, aquellos que ya llevan muchos años en el Congreso podrán partir de cero.

En este contexto de deslegitimación de la política y en que la consigna "No más abusos; no más privilegios" se ha enarbolado con gran fuerza por parte de la ciudadanía, no podemos estar aprobando proyectos que, a través de la letra chica, hagan torcer el espíritu de la ley.

Puede ser legítimo que alguien, conceptualmente, se oponga a limitar la reelección. De hecho, muchas democracias en el mundo no ponen límites a la reelección. Ese es un debate legítimo, respecto del cual podemos argumentar.

Sin embargo, decir que este proyecto efectivamente limitará la reelección es una burla a los chilenos y las chilenas.

A eso obedecen el desprestigio, la desconfianza, el enojo, la bronca que la gente tiene hacia la clase política: decir que las cosas cambian para que, al final, no cambie nada.

¡Por favor! No sigamos desvirtuando el objetivo de los proyectos de ley a través de la letra chica. Escuchemos al país que nos dice: ¡No más abusos! ¡No más privilegios!

¡Y seamos claros, seamos transparentes, seamos honestos con los cambios que estamos dispuestos o dispuestas a realizar!

Oxigenemos nuestro sistema político.

Demos espacio a dirigentes sociales y sindicales. Todavía -esta es otra herencia de la dictadura- los dirigentes sindicales no pueden -¡no pueden!- participar en el Parlamento. Eso no ocurre en gran parte de las democracias del mundo.

Consideremos escaños reservados a pueblos originarios. Todavía Chile no reconoce a los pueblos originarios en su Constitución. ¡Cuántos años llevamos discutiendo esto! ¡Escaños reservados para los pueblos originarios!

Avancemos hacia un Parlamento genuinamente paritario, con igualdad de género. Las mujeres están subrepresentadas en nuestro Parlamento. Son la mitad de la población, pero en el Parlamento están subrepresentadas.

Profundicemos la democracia. Busquemos una salida profundamente democrática a la crisis en la que nos encontramos. Construyamos la casa de todos y todas, donde nos sintamos parte y representados: una nueva Constitución construida y legitimada en democracia a través de un mecanismo participativo, institucional, inclusivo. Eso es, en opinión nuestra, una asamblea constituyente. Pero que ese mecanismo lo defina el pueblo soberano en un plebiscito (por ejemplo, la consulta que han convocado los alcaldes y alcaldesas el 7 y 8 de diciembre). Que ahí comience, de facto, institucionalmente, el plebiscito de entrada para el proceso constituyente, para la nueva Constitución.

Yo voy a votar a favor de la idea de legislar, pero claramente hay que presentar indicaciones -insisto- para no torcer el espíritu de la ley, donde, por ejemplo, se diga:

"Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo solo por un período" o "hasta por una vez consecutiva".

"Se considerarán, según sea el caso, el actual período como el primero para las autoridades electas en el cargo por primera vez, y el segundo para las autoridades que hayan sido electas en el cargo por dos o más ocasiones.".

La idea es que esas y otras indicaciones, en el fondo, permitan acotar y, con mucha transparencia, explicarle a la ciudadanía de qué estamos hablando cuando hablamos de limitar la reelección de los parlamentarios.

Lo mismo en relación con la reducción de la dieta parlamentaria. Creo que son medidas simbólicas. Esto no va a resolver el problema de fondo, no va a resolver el problema de desigualdad social, pero son pasos simbólicos en términos de recuperar en parte la confianza de la ciudadanía.

Me parece que hay que avanzar en esa dirección, pero debemos ser muy honestos y muy transparentes con lo que legislemos, lo que debe hacerse de cara a la ciudadanía, sin letra chica.

Voto a favor.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador señor Girardi. Y luego, el Senador señor Castro.

El señor GIRARDI.-

Señora Presidenta, creo que todos los momentos de crisis requieren de hechos simbólicos, y este es un hecho simbólico. Tal vez uno podría discutir la conveniencia de que no sea la ciudadanía, sino que sean normas las que establezcan la elección de las personas y los períodos en los cuales pueden seguir siendo candidatos y aspirando a determinados cargos. Yo creo que hay experiencias buenas. También hay experiencias más o menos. Por ejemplo, en México esto generó una gran problemática cuando se hizo.

De todas maneras, lo sustantivo acá es que el país espera señales de nosotros. Muchas personas piensan que los Senadores no trabajan. A veces, uno dice: "Mire, los Senadores trabajan lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo". La gente no tiene esa percepción. Tal vez esto sea un tema simbólico. A lo mejor tendremos que venir más acá, a Valparaíso, porque aparentemente la señal de trabajo tiene que ver con que los Senadores estén acá; el resto no se valora.

Es contradictorio, porque después hay quejas muchas veces de que los Senadores no están en su circunscripción, de que no tienen vínculos con las personas. Pero son temas simbólicos en los cuales deberemos ir avanzando. Lo mismo con la reducción de la dieta, en fin.

Pero no quisiera dejar pasar la oportunidad para decir que, claro, estos son hechos simbólicos, son la manifestación de una crisis. Es como la fiebre respecto de una enfermedad, pero, cuidado, porque si el esfuerzo es tratar la fiebre con una aspirina simbólica y no se trata la enfermedad propiamente tal, creo que ese sería el peor error de todos.

Y desde mi punto de vista, ¿por qué nuestro Congreso se ha venido deslegitimando? Yo pienso que él, al igual que la democracia, se ha deslegitimado porque las expectativas que tenían los chilenos y las chilenas de los cambios que iba a generar su democracia eran mayores a lo que se ha logrado.

Creo que fue muy importante el pacto de gobernabilidad. Aquí hay varios que fueron protagonistas -yo no lo fui- del pacto de transición para pasar de la dictadura a la democracia. A mí me tocó ser dirigente estudiantil. Hay otros colegas, que están al frente, a los que les tocó ser protagonistas, como el Senador Allamand, en esa transición. Y pienso que esa transición fue importante. Pero se mantuvo un pacto de gobernabilidad que fue mucho más allá de la transición.

A mi juicio, la prolongación de la transición hizo que, finalmente, renunciáramos a algo, que era muy importante: el vínculo permanente que debiera tener cualquier movimiento político, cualquier movimiento intelectual vinculado a la política con el movimiento social.

De hecho, gran parte de los cambios que hemos vivido no fueron cambios que hizo la política, son cambios que nacieron de lo más profundo de Chile a través del movimiento social. Ahí estuvo la Asamblea de la Civilidad. Y aquí hubo una forma tácita de desmovilizar a la Asamblea de la Civilidad, de desmovilizar a las organizaciones.

Y creo que tanto para el mundo oficialista como para la Oposición (en ese tiempo, la Derecha), o los movimientos de Izquierda fueron feneciendo y perdiendo creatividad, capacidad de innovación, capacidad de renovarse, porque todos los procesos se renuevan desde los bordes. Y lo que nosotros eliminamos fue ese borde creativo, que era el vínculo con la ciudadanía.

Finalmente, eso hizo que también fuéramos olvidando y dejando de lado muchas de las demandas que tenía la ciudadanía.

La política de los acuerdos, si bien fue positiva, también tuvo externalidades negativas. De hecho, en el mundo nuestro se generó un debate muy profundo entre los "autocomplacientes" y los "autoflagelantes". Desde hace mucho tiempo que se venía planteando esta intuición que había de que el país avanzaba hacia un modelo de crecimiento económico que era monopolizado por unos pocos, pero que tenía niveles de desigualdad que eran muy profundos, como una externalidad. Si bien estaba permitiendo sacar al país de la pobreza, tenía externalidades muy profundas que, tal vez, justamente no fuimos capaces de corregir.

Y puede que ese sea el elemento central, que hoy día se hace evidente. También entramos en un modelo de consumo, en un modelo de competencia, en un modelo individualista, donde las personas olvidaron la construcción de un colectivo, de un nosotros, y cada uno se centró en su propia lógica individual. Y quizá esa lógica neoliberal convenció a todos. Y todos, en cierta manera, también fuimos tributarios de eso: que lo único que valía y tenía sentido eran las cosas, era el consumo, era el estatus que te daba el consumo.

Por ello, la dimensión aspiracional de las personas ya no estaba en las ideas, en las ideologías, en las religiones; estaba en las marcas: "Dime la marca que tienes y yo te digo quién eres"; "dime el barrio en que vives y yo te digo quién eres", "dime el auto que tienes...".

Finalmente, la autorrealización de las personas y su relación en la sociedad era puramente individualista.

Lo más maravilloso de lo que ha pasado es una toma de consciencia de que ese mundo es frágil, es un mundo que justamente carece de sentido de vida.

A mí me parece que aquí hay un proceso muy profundo: en cierta manera, se ha desinvisibilizado una situación tremendamente dramática. Estoy convencido de que muchas de las personas que, en sus familias, a la hora de almuerzo y la cena conversaban del auto que se iban a comprar, de la nueva bicicleta, de la visita al último mall, hoy día todas ellas están conversando del país. Hay un proceso de repolitización, que no es partidario, pero que es tremendamente auspicioso, que es tremendamente renovador. Pienso que ahí hay una fuerza muy importante.

Pero me hago cargo de esa crítica. De hecho, habiendo sido uno de los críticos, justamente, de estos acuerdos que se pactaron en la Concertación, y habiendo sido parte de esos "autoflagelantes", creo que tenemos responsabilidades: cuando pudimos cambiar el sistema de isapres, no tuvimos convicción. De hecho, quiero recordar que el Presidente Lagos intentó cambiarlo y, no obstante, no se le tocó un pelo de la cola al sistema.

Y muchos dijimos: "Mire, no podemos votar esa reforma porque cómo vamos a tener autoridad moral después para cambiar las isapres".

No hubo ninguna voluntad para ir más allá en la reforma a las AFP. Hay algunos que tienen más responsabilidad que otros, evidentemente. Hace mucho tiempo que estos señores son los verdaderos delincuentes de cuello y corbata que hay en este país, que están teniendo utilidades sobre las normales a expensas de las cotizaciones de las personas.

A mi juicio, ahí tampoco hubo voluntad para poder transformar esto.

Tampoco hubo voluntad en materia laboral.

Tampoco hubo voluntad -y no la hay todavía- para devolverles a todos los chilenos el agua que les expropiaron ilegítimamente en el año 80.

No nos parece anómalo que Chile sea el único país del planeta en que la salud, constitucionalmente, no es derecho; en que se garantiza solo el libre acceso.

No nos parece extraño que sea un país que no tiene la educación garantizada como un derecho a nivel constitucional.

No nos parece extraño que Chile sea uno de los pocos países civilizados del planeta donde la seguridad social no es un derecho. Y por eso existen las AFP. Cada cual se rasca con sus propias uñas porque no es un derecho. Usted va a tener seguridad social, va a tener salud, va a tener educación en función de su capacidad económica.

No nos parece extraño que tengamos el rol subsidiario del Estado, donde este solo puede hacer lo que al mundo privado no le interesa, lo que no es negocio o lo que no considera atractivo.

No nos parece extraño que estemos en el año 2019 y no haya reconocimiento de los pueblos originarios.

No nos parece extraño -o no nos pareció extraño- que no se reconozcan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, a los efectos de que puedan decidir sobre su propia vida.

Por lo tanto, hemos sido cómplices de sistemas clasistas, homofóbicos, discriminatorios, que incluso, por ejemplo, por instancia constitucional han impedido -así se señalaba acá- que sectores de la sociedad civil, como los sindicatos, pudieran participar de la sociedad y de los procesos legislativos y políticos.

Entonces, también hoy día tenemos el desafío de decir que la actual Constitución está obsoleta porque no incluye nuevos derechos, como el derecho a internet, a borrar la memoria, a la privacidad; los neuroderechos, etcétera.

Estamos viviendo una crisis que es muy profunda.

En tal sentido, quiero valorar la apertura que muestra hoy día el oficialismo al señalar: "necesitamos una nueva Constitución".

Pero ha pasado mucho tiempo y lamentablemente esto lo hicimos todos un poco tarde. Hoy día, me parece que, si queremos canalizar la inmensa voluntad de participar que manifiesta la ciudadanía, que está en una asamblea constituyente permanente en sus casas, en las calles, y que se ganó el derecho a participar, la única forma de lograrlo -y no nos equivoquemos de nuevo- es a través de un plebiscito.

Y espero que el Presidente convoque a un plebiscito para que los chilenos diriman -ellos y no nosotros-, primero, si quieren una nueva Constitución. Cometeríamos el mayor de los errores si no lo hacemos. Y aprovechemos esta instancia municipal que va a haber el 7 de diciembre, para recoger todas esas propuestas, para las cuales incluso podamos pensar: "Cuando se construya este espacio constituyente, serán las bases sobre las cuales se va a trabajar, dado que hubo un esfuerzo inmenso de recoger iniciativas".

Por lo tanto, me parece muy importante...

Le pido un minuto más, señora Presidenta.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Puede continuar.

El señor GIRARDI.-

Me parece muy importante que podamos avanzar en esa dirección. Debemos convencernos todos, y convencer al Gobierno, de que lo que se necesita aquí es canalizar ese ímpetu, ese deseo, esa gana, conquistada legítimamente, de participar, de poder decidir sobre el país. Porque la mayoría siente que estuvo absolutamente impedida de hacer eso durante décadas, y hoy día se abre una oportunidad. ¡Y no neguemos nosotros eso! Va a ser como detener un tsunami con un dedo: nos va a pasar por encima.

Yo quiero ser muy claro. No estoy de acuerdo en hacer lo mismo que está ocurriendo en Bolivia; o sea, golpes blancos, en que Presidentes que son elegidos o que convocan a elecciones son derrotados por golpes militares.

A mí me parece que tenemos que hacer todos los esfuerzos para que el Presidente Piñera, Presidente constitucional de Chile, termine su período.

Y si queremos derrotar a la Derecha, lo haremos democráticamente, pero no por la vía de un golpe blanco.

Y, en segundo lugar -ahora sí termino-, yo creo que no debemos tenerle miedo a la eventualidad de una asamblea constituyente. Para mí, los chilenos tienen que decidir el mecanismo constituyente, ya sea bicameral, convención constituyente o asamblea constituyente, porque se ha de elegir sobre la base de parámetros conocidos, de parámetros que corresponderán a los distritos donde se eligen los diputados, donde los partidos tienen injerencia.

Aquí hay una realidad que muchas veces asusta, pero creo que las cosas son mucho más simples de lo que parecen. Y si efectivamente hay cambios en las correlaciones de fuerzas, no van a ser tampoco dramáticos, e incluso puede haber una asamblea constituyente donde establezcamos quorum que puedan garantizar que nadie pueda llevarse esta Constitución para la casa.

Pero me parece muy muy importante que no entrabemos nosotros este deseo, que tal vez es de las cosas más interesantes que han ocurrido en Chile, este proceso de politización, de democratización, donde todos quieren participar.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Castro.

El señor CASTRO.-

Señora Presidenta, estoy muy preocupado por lo que está pasando en el país el día de hoy, porque creo que todos los destrozos originados por los desmanes no se recuperan tan fácilmente. Hablo de la propiedad privada, de la propiedad pública. Es un tema que me preocupa, porque sabemos que la calle hoy día tiene mucha fuerza y sabemos lo que la gente está pidiendo.

Por otro lado, he escuchado acá que varios parlamentarios han presentado proyectos de ley para limitar la reelección de las autoridades políticas.

Cuando llegué a este Senado, mi primer proyecto iba en la misma línea. Y se me respondió que había mucho trabajo, que no era posible verlo.

Entonces, cuando uno mira lo que está pasando en la calle y lo que hace este Senado -no puedo hablar de la Cámara de Diputados porque formo parte de esta Corporación-, se da cuenta de que algo malo estamos haciendo. Nosotros, que estamos sentados en este lugar, no somos capaces de trabajar de una manera organizada, para dar la señal de que nuestro país necesita paz social. Y no damos la señal de decir que tenemos voluntad de reparar las cosas malas que se han hecho.

Sin duda que la calle pide hoy día cambio de autoridades. Y tienen toda la razón, señora Presidenta. Cuando uno ve desde afuera a las autoridades políticas, se empieza a dar cuenta de que aquí, en el Senado, las autoridades políticas llevan una vida trabajando en este lugar, lo que no puede ser, porque cuando uno llega a este cargo viene a servir y no a servirse de él.

Es un tema que duele en la calle. Duele cuando uno tiene sintonía con la comunidad y la gente le hace esos comentarios.

Considero que ahora, con toda esta presión social que estamos viviendo, debemos entender que tenemos que dar un paso al lado, debemos dejar que llegue gente nueva. La forma como está presentado este proyecto de ley, a mí la verdad es que tampoco me gusta mucho, porque me encantaría que uno viniera acá por un período. Yo vengo a servir ocho años de mi vida, vengo a entregar lo mejor de mí. Y no puedo pretender contar con reelecciones, porque una reelección para un parlamentario o para un Senador en ejercicio es muy fácil. Y ese es el dolor que tiene la sociedad, que está viendo que un Senador se repite una y otra vez en el cargo. Eso debemos ser capaces de corregirlo.

Venir a servir a este lugar es venir a trabajar con responsabilidad por el bien social. Y en los pocos meses que llevo como Senador me doy cuenta de que eso no sucede, porque este Senado lleva 209 años funcionando de la misma forma y no avanza como se necesita.

Hoy día, con el problema social que estamos viviendo, acá todos pedimos la palabra y hablamos. Yo sería partidario de que todas las bancadas fuesen capaces de entregar una propuesta de mejora para esta iniciativa. Creo que andaríamos bastante más rápido. Porque, si todos presentáramos ahora nuestras propuestas, no me cabe ninguna duda de que en la sesión de mañana ya estaríamos viendo en qué puntos hay acuerdo, para así avanzar. Y a lo mejor en una o dos semanas tendríamos un proyecto ya entregado para que se transformara en ley de la república.

Lo que no debe ocurrir es que lleguemos a esta Sala a ver proyectos sin ningún sentido para la sociedad que estamos viviendo o para la sociedad que está demandando cambios grandes en nuestra legislación.

En lo referente a la Constitución, muchos estamos dispuestos a trabajar con responsabilidad un cambio constitucional.

¿Pero uno qué debe ver, entender y aceptar? Que hay profesionales mejor preparados que muchos de los Senadores sentados en este lugar. Hay académicos, científicos, abogados constitucionalistas, personas vinculadas a lo que significa una Constitución.

Y por qué no poder tener un equipo de elite, integrado por profesionales de diferentes tendencias políticas, que nos genere propuestas de verdad para ver cómo las validamos. Y las formas para validarlas pueden ser varias.

Pero creo que ese trabajo se hace día a día y no llegando a esta Sala a pedir la palabra y seguir hablando durante toda la sesión y, al final, si vemos el resultado, es pocazo lo que avanzamos.

Por eso, ante la situación que estamos viviendo, que me parece muy muy grave porque siento que la democracia está en riesgo, creo que es el momento de que trabajemos con responsabilidad, con interés por mantener nuestra institucionalidad democrática.

No nos podemos quejar el día de mañana de todo lo que sucede en Chile si no somos capaces ahora de estar unidos para pedir que este país cambie su mirada a fin de evitar los destrozos que estamos sufriendo.

La verdad es que me parece doloroso, pues mucha gente humilde sufre y no me cabe ninguna duda de que seguirá sufriendo porque todos los desmanes y destrozos que se han producido les quitan las fuentes laborales a muchas personas que de verdad quieren tener un país en tranquilidad, en desarrollo, en crecimiento.

Creo que podemos trabajar para ayudar a terminar con todas esas desigualdades que la gente reclama.

Quienes estamos sentados en este lado no estamos amparando ni los abusos ni las desigualdades. Queremos que Chile vaya por el camino del trabajo, del crecimiento, del desarrollo personal y que la gente entienda que las cosas se ganan trabajando con responsabilidad.

Obviamente, la educación es un pilar fundamental. Y sabemos que la educación que tenemos, aparte de ser de mala calidad, carece de valores. No estamos entregando valores a nuestros jóvenes. Hoy día los jóvenes no tienen ningún valor por el respeto, el trabajo, asunto respecto del cual debemos ser capaces de legislar, para mejorar la educación que tantos necesitan.

Señora Presidenta, como mensaje, quiero señalar que debemos cambiar la forma de legislar. Deberíamos revisarla como Senado, porque, desde mi punto de vista, conversamos mucho, hablamos mucho y avanzamos muy poco. Es una invitación para ver cómo somos capaces de hacer de esta Corporación un mejor lugar de trabajo por el bien de nuestro país.

He dicho.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Durana.

El señor DURANA.-

Señora Presidenta, este proyecto, que limita la reelección de diputados, senadores y alcaldes, tiene por objeto que nuestra Constitución Política del Estado determine que quienes somos elegidos para el ejercicio de estas funciones no nos eternicemos en ellas.

La alternancia en las funciones públicas electas es parte de la esencia de un sistema democrático sano. Solo así se garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso al ejercicio de la representación de sus pares, llevando sus iniciativas y vivencias a refrescar el enfoque y las prioridades de las entidades del Estado.

Esta reforma constitucional, que estoy seguro de que será aprobada transversalmente por todos nosotros, demuestra, entre otras cosas, que es posible reformar la Carta Fundamental y que esta instancia, el Congreso de la República, es el legítimo escenario para su discusión, con toda la representatividad que nos otorga el voto de los ciudadanos que nos eligieron, poniéndonos como legisladores constituyentes, y es donde nosotros mismos hoy nos fijamos límites a nuestra propia reelección.

Este diálogo y consenso constitucional que se han dado para aprobar esta reforma se oponen a quienes buscan deslegitimizar y deteriorar nuestras instituciones, y, al parecer, se molestan cuando el diálogo, la institucionalidad y la convivencia política funcionan.

Una norma como la que ahora tratamos ha sido discutida y vulnerada en países donde sus textos constitucionales, provenientes todos de asambleas constituyentes como las que muchos pregonan, derivaron en gobernantes promotores, por cierto, de esas mismas asambleas, que solo buscaron eternizarse en el poder.

El concepto de alternancia en el poder o de limitación a la reelección simplemente no existe, por el simple hecho de que no les interesa la democracia. Y una de las herramientas para destruirla es la falsedad y el espejismo de una asamblea constituyente, para posteriormente realizar increíbles interpretaciones que solo buscan asegurar muchas veces eternas reelecciones.

Esta iniciativa protege nuestro sistema democrático al garantizar límites a la reelección de nuestras propias funciones y nos invita a ser vigilantes de nuestra institucionalidad y garantes de la democracia a la cual nos debemos.

Por ello, a la vez que manifiesto mi aprobación a este proyecto de ley, hago votos porque todos cuidemos a través de este tipo de iniciativas y reformas constitucionales nuestra democracia.

Gracias.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señora Presidenta, qué paradójico que quienes llegaron al poder bombardeando La Moneda mediante el uso indiscriminado de la violencia, el asesinato, la persecución y el exilio pretendan venir a darnos, cuarenta años después, cuando aún las heridas no se cierran respecto a un golpe de Estado cruento, lecciones sobre cómo hacer los cambios sin violencia.

¡Pero son los que se especializaron en la violencia, los que acompañaron a Pinochet en el gabinete, los que fueron a Chacarilla, los que establecieron la hegemonía civil dentro de la dictadura!

Y son responsables civiles de esa dictadura militar, porque esta no solo fue militar, ¡fue cívico militar! ¡Y algunos de ellos están presentes en la Sala! ¡Participaron en esa dictadura! ¡Avalaron los atroces crímenes que esa dictadura cometió!

Yo quiero un cambio en Chile, pero no quiero que sea por medio de la violencia. Hemos condenado la violencia; hemos condenado a los saqueadores, a los delincuentes.

Pero lo que oculta ese discurso contra la violencia es precisamente la resistencia al cambio.

"Vamos a perseguir la delincuencia", dijo Piñera en su primer Gobierno. ¡Los delincuentes estaban de fiesta! No solamente tuvieron acceso a la puerta giratoria, ¡estuvieron de fiesta!

Y la violencia hay que perseguirla entre todos, ¡entre todos! Y esa es la invitación que tenemos que hacer hoy día en esta Sala: ¿cómo enfrentamos la violencia que se ha generado producto de la movilización?

La gente quiere cambios profundos, y los quiere ahora, no en dos años más.

Este proyecto de ley que hoy día discutimos es el ejemplo más nítido de cómo desviarnos del camino. Se discute una iniciativa para limitar la elección de los parlamentarios.

Mañana discutiremos un proyecto para devolver el agua al Estado. Se requiere un quorum de tres quintos (26 votos). Se va a aprobar; yo votaré a favor.

Asimismo, mañana debatiremos una iniciativa para restituir el agua que nos robó la dictadura y se la entregó a los privados, quienes se hicieron millonarios. Se requieren, por cierto, dos tercios (29 votos). Y se va a perder.

¡Estos parches no resisten más! ¡No resiste más esta vieja, arcaica, maloliente Constitución! ¡No resiste más cambio!

Quienes hemos estado en esta convicción no a partir de ahora, sino desde hace dos décadas, hemos venido repitiendo: "¡Nueva Constitución, ahora!", "¡No más AFP!", "¡Patagonia sin represas!". Y éramos objeto de bullying en esta Sala,¡bullying directo, abierto, sarcástico!

Entonces, señora Presidenta, permítame decir que a ese congreso constituyente, que de manera mágica en San Damián convenció a la UDI, no le creo. No le creo a la UDI, porque hasta hace veinticuatro horas su Presidenta, quien me acompaña en mi circunscripción, decía que no era necesario ningún cambio a la Constitución. El Senador Coloma: ni un cambio a la Constitución. Melero vino a esta Sala y dijo que no se requiere ningún cambio a la Constitución.

¡Qué bebieron en San Damián! ¡Cuál fue el polvo mágico que allí se aplicó para decir que cambiaron de la noche a la mañana!

¡No les creo! No, porque han demostrado durante más de cuarenta años su fidelidad a esta Constitución.

¿Cuál es el mandato, entonces, que tiene hoy día el Gobierno?

Yo quiero afirmarlo: el Presidente Piñera y el Gobierno son rehenes de la UDI; están secuestrados. La UDI prefiere sacrificarlos y no ceder un milímetro en el modelo económico neoliberal y tampoco, por cierto, en la nueva Constitución.

¿Qué dice el Presidente de RN, Mario Desbordes? Que hay que abrirse. ¿Qué dice Chahuán? ¿Qué dice Allamand? Todos señalan que hay que dar un paso.

¿Cuál es la resistencia de la UDI? ¿Cuál es el tema de fondo? Ellos saben perfectamente que comenzar un proceso para cambiar la Constitución implica no solo abordar el contenido de la Carta Fundamental y resolver la ausencia de participación ciudadana, sino también abrirse al cuestionamiento del modelo neoliberal completo, que ha fracasado en Chile.

Tal como sucedió en noviembre de 1989, cuando cayó el Muro de Berlín y se vino abajo un socialismo que no era real ni socialista, hoy día el mundo nos mira.

Se cae el modelo económico que ha fracasado en Chile, el que ha generado riqueza, pero no la ha distribuido. ¡Se cae el modelo económico! Pero la UDI está dispuesta a defenderlo, aun sacrificando a Piñera, aun sacrificando al Gobierno, porque no quiere cambiar los parámetros.

¡Nos mira el mundo!

Chile era presentado como un ejemplo a nivel mundial. Iba a ser sede de la APEC, de la COP25. Este era un paraíso. El 17 de octubre el Presidente Piñera dijo que Chile era el oasis de América Latina, tan convulsionada. Luego, el 21 de octubre, partió la revolución ciudadana.

¿Algo ha cambiado de la noche de este domingo hasta ahora? No. Solo la estrategia del Gobierno, que ha decidido comenzar un proceso de congreso constituyente, que no está en la Constitución. Yo desafío a mis colegas abogados constitucionalistas a que me digan dónde se habla de congreso constituyente; en qué parte de la Carta dice cómo va a funcionar.

Lo que sí sé es que el artículo 42, inciso tercero, de la Constitución obliga al Presidente Piñera a rendir cuenta al Congreso sobre los estados de excepción, y aun cuando la Comisión de Derechos Humanos solicitó por unanimidad que Piñera rindiera dicha cuenta, todavía no lo hace. ¡No cumple la Constitución!

El señor MOREIRA .-

¡Lo va a hacer!

El señor NAVARRO.-

Piñera es rehén de la UDI, señora Presidenta. Por tanto, estamos frente a una batalla ideológica, ¡absolutamente ideológica!, de negación al cambio, para que los mismos que han avalado esta Constitución tengan la facultad de cambiarla.

Algunos Senadores de Derecha han dicho: "La soberanía radica en mí, porque me eligieron; entonces, yo puedo ahora hacer la nueva Constitución". ¡Se equivocan, señores Senadores! ¡La soberanía siempre reside en el pueblo! ¡La soberanía es del pueblo! Solo la cede momentánea y voluntariamente.

En tal sentido, el fracaso del modelo es claro.

¿Qué nos dice la Cepal? El 1 por ciento es dueño del 26,5 por ciento del PIB; el 50 por ciento de los chilenos ganan 371 mil pesos o menos; el 75 por ciento de las familias están endeudadas, sin ninguna capacidad de pago, pues deben veinte, cuarenta, cincuenta veces lo que ganan; hay 4,5 millones de morosos en Chile, quienes viven, como dice la calle, del crédito de una tarjeta para llegar a fin de mes.

¡Se endeudan para comer!

Entonces, ¿cómo va a resolver este congreso constituyente que no está en la Constitución y no tiene plebiscito? Se trata de un proceso sin plebiscito, sin participación ciudadana. No hay cómo consultar a los ciudadanos de manera formal, porque no tenemos plebiscito. Las bancadas de Derecha, siendo Oposición o de Gobierno, siempre se han negado. Al parecer hay un acuerdo que desconozco, y se conversa a diario con Piñera.

Lo único que les advierto es que no quiero que pasemos de la "cocina de Zaldívar" a la "cocina de Quintana". Si hubiera un proceso de búsqueda de acuerdo político, sería bueno que lo conociéramos todas las bancadas y que hubiera transparencia. ¡No negocien de espaldas a la gente! ¡Negocien sobre la mesa! Porque la gente que está en la calle nos ha dado un mensaje concreto: "¡No queremos más `juegos democráticos'! ¡Queremos transparencia!".

Se dice aquí que debemos valorar la postura del oficialismo, que ha habido un cambio de actitud. Efectivamente, hoy día se ve una nueva voluntad del Gobierno.

Sin embargo, quiero decirles a los señores Senadores, con muchos de los cuales nos hemos acompañado durante veinticinco años, que este cambio de actitud en el Gobierno conlleva cero respeto por los derechos humanos. ¡Este es un Gobierno violador de los derechos humanos, de manera sistemática! Hay 200 personas que han perdido sus globos oculares; más de 250 ciudadanos están heridos a bala; 25 muertos; 3.600 heridos, ¡y sigue!

Y el General Rozas nos sigue con la monserga de que ahora va a traer una comisión de expertos y que ahora sí va a capacitar a los policías.

¡Hay que terminar ahora con las escopetas de balines y perdigones!

Pero pareciera que a nadie le importan los derechos humanos. ¡En este país se violan ahora, por el Gobierno de Sebastián Piñera, de manera sistemática los derechos humanos! Y por ello va a ser perseguido por la Corte Penal Internacional en juicios históricos.

Se abrió, lamentablemente y con el dolor de mi corazón, una nueva herida en el alma de Chile. Los derechos humanos han sido violentados, y esto aún no para. ¡No para!

Mañana hay un gran paro nacional y la Mesa del Senado acordó sesionar. ¡Chile para! ¡Este Congreso va a ser rodeado mañana por los portuarios, por los camioneros, por los profesores, por los estudiantes! ¡A nadie le importa la integridad física de los funcionarios! Pareciera que hay que dar señales de normalidad y funcionar. No importa lo que discutamos.

Y vamos a discutir una iniciativa de ley para la que no tenemos votos. Sepa el país que se va votar la reforma del agua, y la Derecha va a oponerse. Se requieren 29 votos. La mal llamada "Oposición", que poco tiene de Oposición, tiene solo 23. ¡Entonces, no le mintamos al país diciendo que vamos a sacar ese proyecto! ¡No va a haber reforma constitucional con relación al agua!

Tampoco habrá una nueva Constitución con esta conformación del Congreso. Si esta ni siquiera quiere devolvernos el agua, menos va a plantear una Constitución legítima.

Insisto en que Piñera tiene que acceder a un proceso constitucional.

Por eso, hemos venido diciendo durante dieciséis años: ¡Patagonia sin represas! ¡Nueva Constitución, ahora! ¡No más AFP!

¡No más AFP! ¡Nueva Constitución, ahora! ¡Patagonia sin represas!

Y eso no se ha escuchado.

Yo solo quiero decir que estoy disponible para renunciar aquí y ahora;...

El señor MOREIRA .-

¡Renuncia!

El señor NAVARRO.-

... poner nuestros cargos a disposición.

El señor MOREIRA .-

¡Renuncia!

El señor NAVARRO.-

Chile requiere un Congreso digno;...

El señor MOREIRA .-

¡Eres un mentiroso!

El señor NAVARRO.-

... requiere una nueva Constitución, y este Congreso no tiene la legitimidad para discutir una nueva Constitución.

He dicho, Presidenta.

El señor MOREIRA .-

¡Renuncia!

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Señor Secretario.

El señor MOREIRA.-

¡No seas mentiroso!

¡Tienes a tu gente hasta las diez de la noche en Santiago!

El señor NAVARRO.-

¡Algunos cacerolean con la olla que otros raspan...!

El señor MOREIRA.-

¡Tienes a tu gente hasta las diez de la noche!

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

¡Silencio, por favor!

¡Silencio, por favor, Senador Navarro!

El señor MOREIRA.-

¡Renuncia!

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

¡Senador Moreira, silencio, por favor!

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La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

El señor Secretario va a dar cuenta de unos asuntos.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

Gracias, señora Presidenta.

En este momento han llegado a la Mesa los siguientes documentos:

Informes

De la Comisión de Minería y Energía, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que rebaja la rentabilidad de las empresas de distribución y perfecciona el proceso tarifario de distribución eléctrica (boletines Nos 12.567-08 y 12.471-08, refundidos) (con urgencia calificada de "discusión inmediata").

De la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en el Oficio de Su Excelencia el Presidente de la República por el que solicita el acuerdo del Senado para nombrar Ministro de la Excelentísima Corte Suprema al señor Leopoldo Llanos Sagristá (boletín N° S 2.086-05) (con la urgencia calificada conforme a los términos del párrafo segundo del N° 5) del artículo 53 de la Carta Fundamental).

De la Comisión de Economía, recaído en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales sobre endeudamiento y derechos del consumidor (boletín No 13.020-03).

Segundo informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización recaído en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales con el objeto de agilizar la aplicación de sanciones a los alcaldes en caso de responsabilidades administrativas (boletín N° 11.900-06).

De la Comisión de Relaciones Exteriores, recaído en el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, aprobatorio del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador", adoptado en San Salvador, el 17 de noviembre de 1988 y suscrito por Chile el 5 de junio de 2001 (boletín N° 4.087-10).

--Quedan para tabla.

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La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tienen la palabra la Senadora Ena von Baer.

La señora VON BAER.-

Señora Presidenta, en el debate de este proyecto de ley, yo sé que es fácil decir, en los momentos que estamos viviendo, que este es el único camino para salvar nuestra democracia.

Mirando el contenido de esta iniciativa, me pregunto si al votarla favorablemente estaremos diciendo realmente que confiamos en la democracia o, más bien, si confiamos en los ciudadanos. Al final del día, luego de votar a favor, de alguna manera vamos a estar señalando que los ciudadanos actúan incorrectamente cuando eligen tres o cuatro veces al mismo Senador o Diputado; que están equivocados; que lo están haciendo mal, o que, por alguna razón que no alcanzo a comprender, están incapacitados para tomar dicha decisión, pues les vamos a decir que no pueden volver a votar por ese parlamentario.

Es ahí donde yo me pregunto si creemos en la democracia, si creemos en las capacidades de las personas para tomar decisiones correctas para sus vidas y para el país; o tal vez no creemos que los ciudadanos estén capacitados para decidir correctamente sobre ellos y su país.

Y la argumentación que se da es que se necesita renovar más. Entonces, la pregunta que me hago de vuelta es: ¿tenemos un sistema político que se renueva poco? La verdad es que no.

Cuando nos comparamos con otros países del mundo, observamos que el sistema binominal tenía un alto grado de renovación. O sea, no es correcto decir que existía poca renovación. Y tendremos que ver qué pasa con el nuevo sistema electoral, porque ahora no es posible hacer una comparación.

Uno se pregunta por qué es buena la renovación. Imagino que lo es porque entran personas nuevas. Ahora, no entra poca gente nueva a nuestro sistema político; pero partamos de la base de que debiera ser mejor renovar más. La pregunta es: ¿Eso es así? Creo que no necesariamente. Porque la idea que está detrás de que es bueno renovar mucho es que en la política o en la actividad que realizamos como legisladores (esta concepción de una actividad que se hace en paralelo a otra estaba arraigada en la democracia antigua, no en una democracia moderna donde la política, siguiendo lo planteado por Max Weber , es una profesión) el tener poca experiencia es algo bueno. Y yo, al revés, considero que tener experiencia en la actividad de legislar es algo bueno.

Yo no llevo tanto tiempo en el Senado, pero sí más que otras personas. Y quiero reivindicar, de alguna manera, a los Senadores que llevan harto tiempo en esta actividad. Porque uno aprende de ellos, señora Presidenta. Y me parece que eso es bueno y hace que aquel funcione mejor.

Sin embargo, hoy día pareciera que todo lo que hemos hecho está mal. Y no concuerdo con ello, señora Presidenta. Pienso que no puedo decir que todo lo que hicieron los Gobiernos de la Concertación, Nueva Mayoría, que gobernaron 24 años -nosotros llevamos solo cinco-, estuvo mal. No coincido con esa opinión. Y si hacemos el análisis de lo que sucede actualmente en la calle en cuanto a decir que está todo mal, que echemos a la basura el Chile que tenemos y empecemos todo de nuevo, me parece que no es lo que la mayoría de los chilenos desean.

¿Los chilenos quieren cambios? Sí. ¿Quieren cambios profundos? Sí. ¿Quieren llegar de mejor forma a fin de mes? Sí. ¿Quieren reformas sociales? Sí. ¿Quieren probablemente más cosas que esas? Sí. Pero no sé si los chilenos quieren que echemos por la borda todo lo que hemos logrado hasta ahora.

De hecho, creo que no desean echar a la basura los veinticuatro años de la Nueva Mayoría. Y lamento escuchar a parlamentarios que formaron parte del Gobierno de la Nueva Mayoría decir que todo lo que se hizo está mal. Lamento que esa sea la forma de aproximarse a nuestra democracia.

¿Significa esto que no hay que efectuar ningún cambio? No, señora Presidenta, hay que hacer cambios, y muchos. Pero no nos podemos equivocar en el camino que tomamos. Porque puede ser que cambiemos todo, o que digamos que lo haremos, y que a la vuelta de la esquina la ciudadanía nuevamente esté frustrada.

Me asusta un poco -y deseo plantearlo derechamente- cuando se dice: "Aquí todo se soluciona con un cambio a la Constitución". No me estoy negando a ello. Pero cuando se señala aquello, ¡cuidado! Porque puede ser que en dos años más la gente sienta que la cambiamos, y que no le cambió la vida. Y si no fue así, ¿cómo le daremos legitimidad a esa nueva Constitución?

En consecuencia, el llamado que hago es a que seamos honestos con lo que podemos prometer respecto a los cambios y con lo que no podemos prometer.

Señora Presidenta, decir que la política chilena tendrá mejores resultados con la aprobación de este proyecto de ley, no es real. Porque puede pasar que Senadores y Diputados que hacen un gran aporte y son muy buenos legisladores, no se puedan reelegir. Y es posible que ellos, que hubieran sido un gran aporte, tengan mayoría en sus distritos. Entonces, nosotros diremos que la gente está equivocada por no elegirlos. Y esta nos podrá responder: "Bueno; no existe esa opción".

Pero resulta que cambiamos el sistema electoral para dar más opciones.

En conclusión, la única razón por la cual estamos votando este proyecto es para enviar una señal, porque se dice que es relevante hacerlo en esta situación.

Yo comparto esa opinión: la ciudadanía necesita señales de parte de nosotros. Y estamos dispuestos a darlas. Pero no digamos que va a suceder algo que no pasará. Votemos a favor de esta iniciativa para que no se puedan reelegir los parlamentarios. ¿Pero ustedes pueden asegurar de verdad que con eso la política chilena va a mejorar? ¿Pueden asegurar de verdad que el Congreso legislará mejor porque no se va a reelegir más de una vez a los parlamentarios?

¡Ojo con eso! Porque a la vuelta de la esquina, en dos, en tres, en seis años más (para aquellos que están más tiempo en política, ¡qué rápido pasaron cuarenta años o veinte!), van a tener que responder por este día. Acuérdense de este día, cuando afirmaron que por votar este proyecto la política chilena iba a funcionar mejor. No soy capaz de sostener eso. Sí puedo votar a favor para dar una señal, porque entiendo el momento que estamos viviendo, pero no puedo manifestar algo en que no creo.

Con esta iniciativa no necesariamente tendremos un mejor Congreso. La renovación no asegura mejores políticas públicas. Para nada. El no poder reelegir a buenos Senadores que tienen apoyo en sus distritos no asegura una mejor política. Para nada.

Yo, señora Presidenta, creo en las personas y en que toman buenas decisiones. Por eso creo en la democracia. Si no creemos en ella y consideramos que las personas no pueden tomar buenas decisiones, entonces, para qué dejamos que decidan, porque estamos diciéndoles que algunas veces está bien lo que deciden y que en otras está mal. A mí me parece que siempre está bien, pues. ¿De acuerdo?

Pero, en fin, demos una señal, que puede ser buena. Pero -repito- no pienso que podamos afirmar que con esto la política chilena mejorará. Y el que lo haga, que sea honesto, porque de verdad no lo puede asegurar.

He dicho.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena, luego el Senador Pizarro y después el Senador Pérez Varela.

La señora ARAVENA.-

Señora Presidenta, quiero partir diciendo que en momentos difíciles como el que vive hoy día el país, también se puede evidenciar quiénes demuestran generosidad por su patria, por su país y por sus ciudadanos y quiénes están por sacar cálculos pequeños y personales.

Lamento muchísimo que el Senador Navarro, que me antecedió en el uso de la palabra, no esté presente. Solamente llevo este período; ni siquiera dos años, y me parece preocupante que señale -no es primera vez que lo hace- que tenemos que transferirle a este Senado, de alguna manera, la responsabilidad, cuando él ha estado un buen tiempo acá.

Aquí la responsabilidad de lo bien o lo mal que está funcionando el país es de muchos. Y una actitud constructiva es analizar cómo somos capaces de avanzar.

Pedirle a un Presidente de la República que renuncie -y lo quiero decir con todas sus letras- me parece una irresponsabilidad. Es un llamado legal a la sedición, lo cual me parece grave. El Primer Mandatario fue electo y también participó democráticamente en una elección que perdió, y puede volver a participar todas las veces que desee. Pero un Presidente elegido democráticamente tiene el derecho de gobernar. Y la Oposición y las personas que hoy día estamos apoyando al Presidente debemos tener la capacidad de ser generosos y de ver cómo podemos llegar a acuerdo para que el país efectivamente comprenda que la labor que está realizando el Congreso es importante y que nosotros somos parte de la solución y no del problema.

A mí la verdad es que me avergüenza que tengamos que analizar ese tipo de cosas; pero es muy necesario que esto lo planteamos acá con mucho respeto. Si no somos capaces de respetar a un Presidente de la República, si no somos capaces de respetarnos entre nosotros, lo cierto es que es muy difícil que le pidamos a la ciudadanía respeto también por los demás.

Me parece que nosotros debemos dar el ejemplo al resto de la ciudadanía.

En cuanto al proyecto que estamos votando, yo soy más positiva y sí creo que, efectivamente, esta no es solo una señal, sino que es algo necesario. Hay muchos estudios internacionales que plantean que es importante, por un lado, la participación ciudadana para una democracia sana, pero también es relevante la renovación de la política.

Pienso que aquí -y coincido con la Senadora que me antecedió-están presentes numerosos legisladores que han hecho un gran aporte al país. Y yo, que soy de una generación que está por primera vez acá -y, probablemente, por última vez-, quiero darles las gracias en nombre de todos los ciudadanos que hemos sido beneficiados con muchas de las cosas que ustedes legislaron.

Pero considero que es muy relevante que esto no solo sea una señal. Y por eso nosotros también vamos a aportar con indicaciones para que este proyecto se mejore y efectivamente no tenga letra chica. No obstante, sí quisiera plantear lo siguiente: es esencial que el límite de las reelecciones lo analicemos en detalle, pero no solamente eso, sino también un aspecto que para mí es fundamental: el establecimiento del voto obligatorio.

No se ha planteado ese tema acá, pero estimo que debemos reconocer que el proyecto de ley que eliminó el voto obligatorio fue un atentado contra la democracia, porque todavía somos ciudadanos que necesitamos cierto de grado de obligación para dar nuestra opinión. Mientras eso no cambie, creo que es muy importante, dado que el Presidente, el Gobierno en general, se ha abierto a la posibilidad de una nueva Constitución, que lo que estamos analizando vaya de la mano con el voto obligatorio, porque eso permitiría que lo que salga de aquí sea legitimado por todos los ciudadanos.

Voy a votar a favor de esta iniciativa y anuncio que con mi equipo estamos preparando indicaciones que permitan mejorarla.

Por cierto, yo sí confío en los políticos, sí confío en este Congreso, confío en quienes nos gobiernan y principalmente confío en la democracia.

Muchas gracias.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).-

Tiene, a continuación, la palabra el Senador Jorge Pizarro.

El señor PIZARRO.-

Señor Presidente, curiosamente, la discusión de este proyecto de ley, que establece un límite a las reelecciones tanto de parlamentarios, de alcaldes, de concejales -porque se nos olvida que esta iniciativa también coloca una limitación a la reelección de otras autoridades del Estado y no solamente del Congreso-, en mi modesta opinión debiera estar inserta dentro de una discusión mayor; porque, si no, no lograría entenderse. Y esta tiene que ver con el régimen político y con el sistema presidencial que existe en nuestro país, que es producto de una larga tradición en la sociedad chilena del siglo pasado y antepasado. Cuando se debatió, hubo incluso enfrentamientos civiles respecto de cómo establecer un régimen político en nuestro país.

Como tenemos un sistema presidencial extraordinariamente fuerte, entonces uno debiera pensar qué es lo que persigue el equilibrio de poderes y ver la forma de ese equilibrio de poderes se pueda expresar en nuestra Constitución. Y ahí es donde lo que en definitiva está en discusión es el rol del Parlamento, el papel que juega el Congreso en la mantención de un cierto equilibrio frente a un Ejecutivo extraordinariamente fuerte, extraordinariamente potente: un Presidente de la República que es el que determina el Presupuesto, el que tiene iniciativa legislativa, un colegislador, el que coloca las urgencias, el que pone los temas.

Aquí se ha planteado el debate que tiene la sociedad chilena, desde hace un tiempo largo a esta fecha, acerca de su Constitución Política. Y, en este sentido, quien tiene una parte importantísima de la iniciativa es el Ejecutivo. Pero no basta solo con la voluntad de este para llevar adelante una discusión constitucional; se requiere también la participación de otros actores de la ciudadanía.

La ex Presidenta Michelle Bachelet desarrolló un proceso durante su mandato que posibilitó, a través de la participación ciudadana, establecer una propuesta de cambios constitucionales importantes, una nueva Constitución, producto de un debate público.

Se alcanzó a presentar ese proyecto antes de que terminara su Administración, pero no ha sido discutido hasta la fecha. Y ahora se produce una situación de explosión social, de manifestaciones pacíficas, masivas, lamentablemente marcadas por hechos de violencia: saqueos, desorden público y la expresión de grupos antisistema, que están por la violencia, por generar condiciones para que el Estado en la práctica no exista, por situaciones que sobrepasan lo que es el Estado de derecho y la convivencia ciudadana.

Pero, en realidad, lo que deberíamos estar discutiendo acá es el tema de fondo: los cambios a la Constitución para decidir entre todos los chilenos qué tipo de régimen político es el que creemos que es mejor para los tiempos que vienen.

En mi modesta opinión, es evidente que un sistema presidencialista tan fuerte, tan potente como el que tenemos, no será la solución ni va a dar alternativas de flexibilidad para generar los cambios sociales que se producen en todas las sociedades y que estamos viendo acá en Chile, al igual que en el resto de nuestra América Latina. ¡Claramente, no! Claramente, la mantención de este esquema, de este régimen político, acompañado además de un modelo económico y social, no está dando el ancho. Y los reclamos, las manifestaciones y las protestas tienen que ver también con el tipo o el modelo de sociedad en el cual estamos insertos.

En seguida, con franqueza, quiero referirme a la intervención que hizo un colega hace un rato, cuando dijo: "En realidad, aquí nosotros hacemos mal las cosas, porque cada uno viene, habla y no avanzamos; lo lógico sería que cada bancada tomara la decisión, que se pusieran de acuerdo en cinco minutos y que votaran. Así tendríamos una ley de la república".

Claro, eso puede ser para el común de la gente. Afuera a lo mejor dirán: "Sí, qué sentido tiene que cada uno de estos señores, cada uno de los Senadores o las Senadoras expresen su punto de vista". Pero, justamente, es de la esencia del Parlamento que exista diversidad y que cada uno de nosotros consecuentemente sea capaz de representar ideas, valores, principios o proyectos de sociedad que uno cree que son los mejores para nuestros compatriotas.

Son visiones distintas.

La gracia de un organismo colegiado, como el Senado o la Cámara de Diputados, los concejos comunales, los consejos regionales es que haya expresión de la diversidad de la sociedad, y esta expresión de la diversidad de la sociedad se da por la representación que tiene cada uno de nosotros.

La gente tiende a votar por lo que podemos representar en términos de ideas, de cómo concebimos una sociedad; pero también por lo que representamos desde el punto de vista del territorio; por lo que representamos respecto a sectores de interés, de grupos de presión legítimos.

Eso es lo más normal que hay en cada uno de los Congresos. Y es bueno que así sea; porque las leyes que hacemos aquí tienen que ser normativas que permitan establecer reglas del juego claras para todo el mundo y donde se concilien los intereses de unos y otros, pero sobre la base de principios y una concepción social.

Entonces, es bueno que se exprese la diversidad y que los que aquí estamos, que hemos sido elegidos para representar a quienes nos eligen, manifestemos nuestro punto de vista y nuestra posición.

Es evidente que eso forma parte de cualquier ejercicio democrático mínimo.

Y, por lo tanto, con un proyecto de este tipo nos estamos yendo por las ramas y no al tronco del problema. Y esto necesariamente sí pasa por un cambio en la Constitución, porque el sistema político y el sistema económico tienen que adecuarse a los desafíos de esta sociedad moderna, que lo que está exigiendo es mejor calidad de vida, sobre la base de mayor igualdad y de justicia social, con más participación de los ciudadanos en la toma de decisiones.

Ahí pasa a ser irrelevante cuántos periodos puede durar cada uno de nosotros.

Para ser franco, a mí me parece que es lógico y razonable que los parlamentarios rindan cuenta a quienes los eligen; que cada cierto tiempo, si alguien quiere postularse para una reelección, sea sometido al escrutinio popular. Y si lo ha hecho bien o los ciudadanos creen que los ha representado de buena manera, volverá a ser elegido; si se desempeñó mal o dejó de representar a sus electores, no lo van a elegir nuevamente.

Las experiencias en otros Congresos de países amigos que han establecido la no reelección han sido tremendamente negativas. De hecho, han tenido que cambiar sus propias Constituciones para adecuar el funcionamiento del Parlamento a un régimen político distinto.

En México por décadas existió la posibilidad de reelección de diputados y senadores solo por una vez. ¿Y qué hacían? Quienes terminaban su período como diputados se pasaban al Senado. Y si concluían su mandato en el cargo de senador volvían a la Cámara de Diputados. Si ello no les coincidía se iban a las cámaras estaduales; y si tampoco alcanzaban a presentarse a esos cargos, pasaban a las gobernaciones o a los municipios. ¡Pero seguían haciendo exactamente lo mismo!

¿Cuál era el problema más grave? Que en el fondo no tenían la representatividad de sus electores. La razón es muy sencilla: no debían rendirle cuenta a nadie; le rendían cuenta al partido, no a quienes votaban por ellos. Y en la medida en que su partido estuviera en la estructura del poder, entonces podían ir haciendo el juego que les estoy reseñando.

Ese, sin duda, es un engaño. Tan así es que debieron cambiar el sistema, y hoy día la reelección será posible en México.

Pero a mi juicio, señor Presidente, el tema acá está más vinculado con los necesarios cambios constitucionales. En tal sentido, el solo hecho de que el jefe del equipo político del Gobierno haya hablado ayer por primera vez de avanzar hacia una nueva Constitución, me parece un cambio sumamente importante, porque hasta el momento, como aquí se ha señalado varias veces, esa señal no se había entregado.

Entonces, va a ser nuestra responsabilidad el ser capaces de ir creando condiciones para los efectos de que podamos avanzar hacia esa nueva Carta Fundamental con una participación ciudadana que va mucho más allá de la representatividad que tenemos en el Congreso, porque hoy día sin esa participación va a ser muy difícil entender que de verdad queremos hacer los necesarios cambios a la Constitución.

Este debate -y con esto termino, señor Presidente-, en que considero que nos estamos yendo por las ramas -porque esto no es lo más importante en un sistema democrático, en un régimen político-, nos da la oportunidad de analizar la forma como nuestra sociedad puede generar un Texto Constitucional que se plantee los desafíos que vienen de aquí a treinta, cuarenta, cincuenta años más.

En sociedades cambiantes, en que las cosas mutan mucho más rápido, las estructuras institucionales del país deben tener también la flexibilidad necesaria para ir anticipándose a esas necesidades de cambio.

Si en tal sentido sirve esta señal que se quiere dar acá, votaré favorablemente cuando corresponda, solo en ese entendido, pues, evidentemente, el tema de fondo es otro.

He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador Víctor Pérez Varela.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señor Presidente, considero que cometen un error quienes creen que este es un proyecto cuya discusión se haya inserta en el marco de la crisis que está viviendo nuestro país.

Esta es una iniciativa que el Senado tenía lista desde el año 2015, en que fue necesario que la analizara una Comisión Especial que creó el propio Senado para conocer proyectos relativos a probidad y transparencia, que presidía el entonces Senador Ignacio Walker, a propósito de la crisis que se vivía en ese momento y que requería respuestas a cuestiones planteadas por todos los chilenos.

Esa Comisión y el Senado aprobaron el proyecto sobre fortalecimiento y transparencia de la democracia, un cambio sustancial en cuanto a la forma como se financiaban los partidos y las campañas políticas; elevaron a rango constitucional el Servicio Electoral para darle una potestad que hasta ese momento no tenía; establecieron modificaciones a la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, cuya iniciativa, al igual que este proyecto, quedó paralizada en 2015 -y digámoslo con todas sus letras- porque muchos parlamentarios de la hoy Oposición frenaron su discusión.

Por lo tanto, la materia que ahora nos ocupa, sin duda, pudo haber estado totalmente resuelta hace tres o cuatro años.

Ahora bien, reconozco que se trata de un asunto opinable; aquí nadie posee la razón absoluta. Limitar la reelección de las autoridades tiene pros y contras. En lo personal he votado a favor de esta iniciativa siempre, pues creo que hay que limitar ante la opinión pública ciertos privilegios; que se deben hacer esfuerzos para mejorar la calidad de la política, y que tenemos que establecer un cambio generacional, que siempre es importante, en las autoridades políticas.

Entiendo que quienes tienen una idea contraria exhiben argumentos igualmente válidos, por lo que resulta absolutamente legítimo votar a favor de este proyecto o hacerlo en contra.

Yo lo voy a votar favorablemente, porque creo -y así lo habría hecho el 2015- que esta reforma a la Constitución y a las leyes orgánicas respectivas constituye un avance para mejorar la calidad de la política y para dar una señal en el sentido de que el Parlamento y las autoridades políticas no deben eternizarse en sus cargos, ya que eso genera -y así se ha demostrado en muchos casos- vínculos con la corrupción, con cierto grado de privilegios. De modo que me parece muy relevante despejar eso.

Ahora bien, hay muchos ejemplos de personas que han ejercido su cargo con absoluta dignidad, con total prestigio, por lo que esto puede ser injusto para ellas. Pero uno legisla respecto del conjunto, sobre la regla general.

Por eso me llama profundamente la atención el debate que estamos sosteniendo hoy día, porque he escuchado a personas argumentar aquí que esta es una normativa para sacar a los competidores por secretaría; otros han planteado que esta iniciativa tiene letra chica, o que aquí hay una actitud -lo que no es cierto- de mala fe o de ignorancia.

Digo aquello porque todos sabemos que la tramitación legislativa permite la participación de todos los señores Senadores que están aquí sentados. Por lo tanto, si alguna norma, un inciso, una disposición, un artículo no les gusta, pueden presentar las indicaciones respetivas para modificarlo. Aquí nadie -y me he preocupado firmemente de verlo en el debate en las Comisiones- ha actuado con esa actitud baja o de mala fe para sacar personas por secretaría o para establecer letra chica en el proyecto.

En el debate parlamentario se podrá mejorar su texto si a alguno no le gusta determinada norma. Si alguien está a favor de limitar las reelecciones de las autoridades y cree que es preferible perfeccionar esto de una manera distinta a como se plantea, tiene todo el derecho a plantear el punto, y ello se verá en la discusión en particular en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

Pero aquí se busca en definitiva -eso es lo que verdaderamente nos hallamos estableciendo- generar un límite a las reelecciones en el conjunto de las autoridades.

Sin duda, tenemos que perfeccionar la iniciativa presentada, pues no me parece adecuado que los alcaldes puedan ser reelegidos hasta por dos veces y los gobernadores regionales solo por una. Creo que hay que establecer ciertas coherencias ahí. Esto, porque los alcaldes podrán ser reelegidos hasta por dos veces y los gobernadores regionales, cuyos cargos duran el mismo período que el de aquellos (cuatro años), solo en una oportunidad. Hasta ahora nadie me ha podido convencer de que esa diferencia tiene un verdadero sustento.

Por lo tanto, este proyecto, que -reitero- estamos discutiendo de manera bastante atrasada, no tiene nada que ver con el contexto político en que estamos; pero su debate ha permitido traer cuestiones que verdaderamente demuestran por qué la ciudadanía desconfía de los políticos; por qué la ciudadanía manifiesta un profundo resquemor hacia nosotros, por lo que tenemos un problema serio para representarla adecuadamente.

Primero, no podemos llegar de una manera evidentemente irresponsable y plantear: "Vamos a renunciar a este cargo".

¡Somos Senadores! ¡Y todos sabemos que aquello no es posible!

¿Qué se busca con plantear la renuncia? ¡Quebrar el ordenamiento institucional! ¡Agudizar el conflicto! ¡Llamar a la comunidad para que ataque al Senado!

Eso no tiene otro sentido; a mi juicio, esto no corresponde a una actitud patriótica o de bien común. Con ello se busca agudizar, radicalizar la situación de crisis, así como generar en los ciudadanos una duda más respecto del Senado y el Congreso.

Me parece muy irresponsable que desde el interior del Parlamento se realicen estas acciones, que contribuyen a acrecentar el desprestigio del Senado y del Congreso en general frente al país.

Se habla mucho de eso, de que estamos desacreditados, de que la gente no confía en nosotros. Pero actitudes como esas son las que verdaderamente contribuyen a ello, pues producen falsas expectativas en las personas.

Si un Senador dice "Voy a renunciar", la gente cree que esto es posible. ¡Pero eso no es efectivo!

Cuando se le miente al ciudadano este dice: "¡No puedo creer en esta persona, pues me está mintiendo!".

Considero aquello extraordinariamente grave, señor Presidente.

En el marco institucional, en el contexto nacional en que estamos viviendo esa nos parece una actitud extraordinariamente gravosa.

Entonces, esta es una reforma absolutamente opinable. Existen argumentos a favor y en contra de ella. Nadie tiene clavada la rueda de la fortuna acá.

Hay países que han tenido buenas experiencias limitando las reelecciones; en otras naciones ello no ha sido así. Existen países que no tienen límite para la reelección de sus autoridades y que registran buenas experiencias.

Lo importante aquí es que en el año 2015, ante la crisis que se generó por los hechos que todos conocimos vinculados a la forma como se financiaban los partidos y las campañas políticas, en que era necesario dictar una serie de normativas, el Senado reaccionó adecuadamente bien y estableció -reitero- modificaciones en materia de financiamiento y de transparencia de la política; de potestades del Servicio Electoral, en fin. Pero nos quedó este asunto pendiente, producto de intereses subalternos.

Eso es lo que estamos haciendo ahora con este proyecto -espero que se apruebe-: completar ese conjunto de normativas absolutamente necesarias e indispensables para que la política vuelva a generar confianza; para que verdaderamente se constituya en un instrumento de participación, de debates de ideas y contribuya al desarrollo de nuestro país.

No existe otra intención, ni tampoco hay otra forma de ver las cosas.

Reitero: aquí no se quiere sacar a nadie por secretaría; acá no hay letra chica, sino un debate abierto, claro y contundente, en que cualquier Senador puede participar a fin de mejorar o perfeccionar el proyecto o de eliminar de su texto aquellas normas que no considere pertinentes.

Así que yo por lo menos anuncio mi voto a favor de esta iniciativa.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).-

Ha llegado la hora de término de esta sesión extraordinaria.

--Queda pendiente la discusión general del proyecto.

2.6. Discusión en Sala

Fecha 13 de noviembre, 2019. Diario de Sesión en Sesión 68. Legislatura 367. Discusión General. Se aprueba en general.

LÍMITE A REELECCIÓN DE SENADORES, DIPUTADOS, CONSEJEROS REGIONALES, ALCALDES Y CONCEJALES

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, para limitar la reelección de las autoridades que se indica, con informe de la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia e informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. La urgencia ha sido calificada de "suma".

--Los antecedentes sobre el proyecto (4.115-07, 4.499-07, 8.221-07, 7.888-07, 4.701-07 y 4.891-07, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional:

En segundo trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2012 (se da cuenta).

Informes de Comisión:

Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2015.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 65ª, en 5 de noviembre de 2019.

Discusión:

Sesiones 23ª, en 20 de mayo de 2015 (queda para segunda discusión en general); 24ª, en 2 de junio de 2015 (se solicita nuevo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento); 67ª, en 11 de noviembre de 2019 (queda pendiente la discusión en general).

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

Cabe recordar que este proyecto de reforma constitucional requiere para su aprobación tres quintos de los Senadores en ejercicio, esto es, 26 votos favorables.

Quedaron inscritos para hacer uso de la palabra los Senadores señores Elizalde, Quinteros, Araya, Coloma; Senadora señora Ebensperger; Senadores señores Letelier, Huenchumilla; Senadoras señoras Órdenes y Muñoz, y Senadores señores De Urresti e Insulza.

Es todo, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Continúa la discusión general del proyecto.

Hago presente a la Sala que los Comités acordaron votar esto hoy. Si les parece, abriremos la votación y se continuará con las intervenciones, conservando los tiempos.

La señora RINCÓN.-

Sí, abra la votación.

El señor COLOMA.-

No, votemos después.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Bueno,no hay inconveniente. El Senador tiene todo el derecho a pedir que se vote después. Igualmente, estamos obligados a votar al final del Orden del Día, hayan o no hayan hablado todos.

La señora RINCÓN.-

Señor Presidente, tengo una propuesta.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Senadora Rincón, tiene la palabra.

La señora RINCÓN.-

Entiendo que el Senador Coloma está proponiendo que votemos al final.

¿La sesión a qué hora termina?

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

A las 14 horas.

La señora RINCÓN.-

Entonces, pido que a las 13:45 se abra la votación.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

¿Tendría inconveniente, Senador Coloma, en acceder a la solicitud de la Senadora Rincón? Es difícil negarse, ¿no es cierto?

El señor COLOMA.-

Ni un problema; es razonable.

El señor MONTES.-

Está bien.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Así lo acordamos.

Tiene la palabra el Senador señor Elizalde.

El señor ELIZALDE.-

Señor Presidente, respecto de este proyecto quisiera plantear la importancia de que demos una señal como Corporación ante la sensación que tiene la ciudadanía, y que muchas veces es expresión de realidad, sobre los privilegios que tenemos los parlamentarios.

Yo tengo dudas conceptuales respecto del tema de la reelección -lo señalo con mucha claridad- por lo que se ha visto en los países en que se ha restringido. Pero creo que efectivamente se ha instalado en Chile, sobre todo por la situación de la dieta, esta percepción de que los parlamentarios, los políticos somos parte de un grupo privilegiado.

Por tanto, se desconoce el sentido fundamental de la política, que es una labor de servicio. A mi juicio, eso debiéramos recuperarlo, dando señales potentes en esta materia.

Por lo anterior -reitero-, teniendo dudas conceptuales, voy a votar a favor de esta iniciativa. Pero aquí hay que abordar un tema más de fondo, que dice relación con lo que está aconteciendo hoy en día en las calles, el descontento que se expresa ante situaciones de abusos y cómo el sistema político es capaz de dar respuestas.

Al respecto, varias reflexiones.

La primera, como Presidente del Partido Socialista quiero reiterar la solidaridad que hemos expresado públicamente ante los hechos de violencia de que han sido víctimas nuestros adversarios políticos

La semana pasada se atentó contra la sede de la UDI. Yo llamé a la Senadora Van Rysselberghe para expresarle nuestra solidaridad. Y junto a otros presidentes de partidos de Oposición manifestamos nuestro rechazo a ese hecho de violencia. Y, también, respecto del incendio -ya es el tercer atentado- de la sede del Senador Coloma.

El Senador Coloma es de mi circunscripción. Tenemos profundas diferencias; acostumbramos a votar en un sentido contrario; argumentamos en un sentido contrario, pero a mí me parece necesario dar una señal de que nada justifica la violencia y de que en democracia debemos saber respetarnos.

Es altamente probable que respecto de esta coyuntura incluso tengamos posturas radicalmente opuestas con las que ha expresado la Unión Demócrata Independiente. Nosotros creemos que aquí se ha producido una brecha entre la ciudadanía y el sistema político y que, por tanto, hay que dar una señal de apertura democrática que nos permita avanzar hacia una nueva Constitución en que los ciudadanos sean protagonistas. Por eso, hemos planteado en concreto el mecanismo de la asamblea constituyente. Pero nuestras diferencias no pueden significar, bajo ninguna circunstancia, que seamos ambiguos respecto de hechos de violencia que en el pasado llevaron a una polarización inaceptable en nuestro país, con las consecuencias dramáticas que todos conocemos.

Por eso, creo que en esto no es posible que uno tenga ambigüedades. Cuando se defienden principios, se defienden siempre.

Nosotros no creemos en la violencia como método de acción política. Creemos profundamente en la democracia y creemos profundamente en los derechos humanos. Por tanto, en esta materia no puede existir doble estándar.

Y reitero en esta sesión la solidaridad con nuestros adversarios políticos que han sido víctimas de hechos de violencia que son inaceptables. Sepan que el Partido Socialista en esta materia tiene una conducta y un compromiso indubitados. Y ese compromiso se expresa en declaraciones y en acciones que ratificamos, obviamente, en este Hemiciclo.

Ahora, es evidente que la brecha que existe entre la ciudadanía y el sistema político exige que este último esté a la altura de las demandas ciudadanas. Y por eso nosotros hemos expresado la importancia de, en primer lugar, impulsar una ambiciosa agenda antiabusos. Porque la verdad es que los chilenos se están movilizando ante el hastío, ante el malestar que generan las situaciones de abuso de que son víctimas permanentemente.

Creo que es importante que demos una señal clara al respecto y, en segundo lugar, que iniciemos una apertura democrática que nos permita avanzar hacia una Constitución de la que todos nos sintamos parte.

Nosotros lo decimos con mucha claridad: la actual Constitución, que fue impuesta en dictadura, que ha recibido reformas importantes -no las vamos a desmerecer-, sigue siendo una Constitución que da cuenta de una mirada del país. Una mirada legítima, pero que es solo la de un sector. Y las Constituciones, por ser normas fundamentales, deben ser expresión de amplios consensos y responder a la mirada compartida del país que tienen los distintos sectores políticos.

Bajo esta Constitución, nuestras ideas, las ideas al menos de la mitad de los chilenos -y diría que incluso de más de la mitad- son inconstitucionales. De ahí que consideremos que es una Norma Fundamental que no responde a lo que debe ser una Constitución.

Y el planteamiento que hemos hecho es que aquí no debe ser reemplazada una Constitución conservadora o de Derecha por una Constitución de Izquierda. Aquí lo que necesitamos es una Carta Fundamental de la que todos nos sintamos parte y en la que todos nos sintamos interpretados. Ese es el planteamiento que estamos formulando.

En efecto, la idea es que respecto del marco regulatorio que existe como Norma Fundamental, todos podamos señalar con orgullo el día de mañana: "Esta es mi Constitución, es nuestra Constitución, es la Constitución de Chile".

Y eso no acontece hoy día. Lamentablemente, no acontece.

Yo entiendo que haya temor de parte de los sectores conservadores ante los cambios que estamos impulsando. Pero lo decimos con toda claridad: aquí no se trata de reemplazar una Constitución de un signo por la Constitución de otro signo.

Y será el pueblo el que soberanamente decidirá, el día de mañana, la orientación que siga el país. Si elige a quienes son partidarios de un Estado subsidiario o de políticas neoliberales, podrán llevar adelante su programa porque cuentan con el mandato del pueblo. Pero si eligen a quienes creemos en un Estado social de derecho, debemos poder llevar adelante esas iniciativas sin que a priori se declare que nuestras ideas son inconstitucionales. Porque resulta inadmisible que en una democracia como la nuestra las ideas de un sector de la sociedad -reitero- a priori sean consideradas inconstitucionales. Eso no da cuenta del consenso que requiere una Norma Fundamental en esta materia.

Y respecto de la brecha que existe con la sociedad, con la ciudadanía, considero que es necesario dar señales. Nosotros tenemos como partido voluntad de diálogo y entendimiento, qué duda cabe. Pero se lo hemos dicho al Gobierno: si alguien cree que una foto de las máximas autoridades del país con los representantes de todos los partidos políticos va a ser suficiente para dar una señal a la ciudadanía sobre lo que está pasando, nosotros pensamos que no va a ser suficiente.

Aquí se tiene que dar una señal de cambio. Y esa señal de cambio implica una apertura democratizadora, un salto que nos permita contar con un nuevo pacto social y un nuevo pacto político donde efectivamente los ciudadanos, cualquiera sea su corriente de pensamiento, sientan que forman parte de una comunidad que se llama Chile y que, por tanto, entre todos debemos preservar la convivencia.

Por cierto, cuando rechazamos la violencia, estamos diciendo que aquellos que cometen delitos tienen que ser detenidos por la fuerza pública y responder ante la justicia. Pero no nos parece que sea una buena señal que se criminalice la protesta per se o, lo que es peor, que se repriman manifestaciones pacíficas.

Estamos viviendo momentos muy difíciles, que requieren que todos actuemos con altura de miras y también con un importante grado de generosidad.

Por eso, nosotros, como partido de Oposición, reiteramos nuestra disposición a dialogar todo lo que sea necesario para buscar una fórmula de salida, pero que esa fórmula de salida no solo sea suficiente para quienes estamos representados en este Hemiciclo, sino también para los ciudadanos que hoy día se expresan en las calles, para los ciudadanos que han manifestado su malestar, lamentablemente, ante las formas de abuso de que son permanentemente víctimas.

Porque no cabe duda de que cuando la pensión no alcanza para llegar a fin de mes, cuando la pensión no alcanza a garantizar que nuestros jubilados tengan un nivel mínimo de vida, eso genera malestar. Y un malestar profundo.

Yo he visto hoy cómo adultos y jóvenes se manifiestan, por ejemplo, con carteles que dicen: "Estoy aquí por mi padre, estoy aquí por mi abuelo, porque su pensión no alcanza para llegar a fin de mes".

Sin ir más lejos, el Presidente del principal partido del oficialismo señaló en un programa de televisión donde ambos participamos que su padre percibía una pensión de 180 y tantos mil pesos. Y que él entendía que por eso su hijo era parte de los que se estaban manifestando en las calles.

Pues bien, debemos acoger esa demanda con políticas responsables, no con populismo; con propuestas serias, que permitan dar solución a esta deuda social. Pero, sobre todo, con un sistema democrático que canalice las demandas y que les dé respuesta. Y que la gente sienta que cuando vota, su voto pesa y hace la diferencia; no como se siente hoy día, donde da lo mismo quien gane porque al final todo sigue igual y nada cambia de manera sustantiva.

Eso va a permitir, obviamente, mayores niveles de participación, va a incentivar la incorporación de los jóvenes a la actividad política y nos va a conducir a una democracia de mayor calidad.

Es un desafío que tenemos como sociedad. Y todos debemos contribuir de la misma forma a enfrentarlo, poniendo lo mejor de nosotros y, por cierto, actuando con todos los grados de generosidad necesarios, pero entendiendo que aquí hay una demanda mayor y nuestra deuda no es entre nosotros, sino con la sociedad que está afuera, la ciudadanía que siente que el sistema político no le está dando respuesta.

Y ante esa demanda tenemos que estar a la altura, dando una respuesta de fondo.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger, hasta por diez minutos.

La señora EBENSPERGER.-

Señor Presidente, voy a votar a favor de esta reforma constitucional que limita la reelección de los Senadores, por una vez; de los Diputados, por dos períodos sucesivos; de los alcaldes, consejeros regionales y concejales, por dos veces consecutivas. Y lo voy a hacer como una señal, efectivamente, frente a lo que hoy pasa en nuestro país.

Sin embargo, creo que se trata de un tema absolutamente discutible.

Todas las autoridades a quienes hoy día se les pretende limitar la reelección son elegidas por el pueblo, por la ciudadanía. Y no permitirle a la gente seguir eligiendo a las autoridades que ellos quieren me parece a mí que es atentar contra la soberanía.

Dicho eso, y no estando, en el fondo, de acuerdo con la modificación propuesta, pero entendiendo que constituye una señal importante, votaré a favor. Sin embargo, creo que si vamos a avanzar en esta materia, me parece impresentable y un engaño para la ciudadanía lo que se establece en el artículo transitorio, que señala: "Para los efectos de los límites a la reelección (...) se considerará su actual período como el primero".

Si queremos dar una señal, demos una señal de verdad. No con letra chica, no tratando de avanzar pero sin hacerlo en definitiva.

Me preocupa ese artículo transitorio. Estimo que hay que reestudiarlo.

De la misma forma, me preocupa sobremanera la limitación de la reelección de los concejales, sobre todo en comunas rurales pequeñas, muy acotadas en habitantes, donde es muy difícil encontrar personas dispuestas a asumir esos cargos.

Respecto de lo que hoy día pasa en el país, y que señalara el Senador que me antecedió, todos hemos escuchado a esa gran cantidad de ciudadanos que están en las calles, que quieren que se conozcan sus carencias, sus dolores, que mejoremos su calidad de vida, pero también hemos escuchado a esa gran cantidad de personas, y probablemente muchas más en número, que están en sus casas asustadas con la violencia desmedida que ocurre en las calles.

Y esas personas, que hoy día nos piden a gritos restablecer el orden público y vivir en paz, disponen del mismo derecho a ser escuchadas que aquellas que se encuentran en la calle manifestándose.

En lo que no nos podemos equivocar es en repudiar la violencia. ¡No puede ser legitimada bajo ninguna circunstancia!

Estos días hemos visto cómo se quema y se destruye nuestro país. Las noticias y la televisión muestran lo que sucede en Santiago, Valparaíso, Concepción; pero eso no ocurre solo en estas ciudades, sino también en las más pequeñas, las cuales, precisamente por ser pequeñas, se destruyen inmediatamente en su totalidad.

Creo que Chile requiere con urgencia restablecer el orden público. Hecho eso, sin duda podremos avanzar en todas las demás reformas políticas y sociales que la ciudadanía exige, dándoles prioridad, por cierto, a las políticas sociales.

Modificar hoy día la Constitución no les mejorará el sueldo a las personas; no les ayudará a tener una mejor pensión; no les ayudará a tener una mejor salud. No digo que no sean necesarias las modificaciones políticas. Lo son, y estamos dispuestos a conversarlas dentro de un margen de institucionalidad.

Y a aquellos de las bancadas del frente que nos quieren sacar a la pizarra como si fuéramos los principales responsables, les recuerdo, aunque les duela, que esto no es responsabilidad solamente de este Gobierno o de este Congreso, sino de todos los gobiernos anteriores y de todos los parlamentarios que han pasado por acá.

Ustedes, que hoy exigen y ponen condiciones para dialogar, gobernaron veinticuatro años. Y sé que les duele que uno les diga eso, pero es la verdad; es la historia. Chile no comenzó hace de dos años.

Por lo tanto, el llamado es a entender la historia de nuestro país, a asumir nuestras responsabilidades y a actuar en consecuencia con lo que la gente quiere y necesita. Y la gente quiere y necesita que seamos responsables, que restablezcamos con urgencia el orden público y que avancemos en buscar las soluciones a sus necesidades: que reciban pensiones dignas; que tengan una mejor salud; que nadie muera porque no fue atendido; que los remedios tengan un precio razonable, en fin; que los adultos mayores sean protegidos por una política pública coherente y que vivan los años que les quedan de manera digna, porque el país hoy día es lo que es, gracias al trabajo que hicieron ellos por muchos años.

Y avancemos también -vuelvo a decirlo- en las modificaciones políticas que se requieren, pero siempre en un ambiente de orden público y dentro de la legislación e institucionalidad vigentes.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Senador Rabindranath Quinteros.

El señor QUINTEROS.-

Señor Presidente, la sesión que estamos realizando grafica muy bien la tragedia de este país.

Estamos discutiendo poner límite a la reelección de las autoridades con un problema diagnosticado una y otra vez durante años. Conocemos sobradamente la opinión de la gente y, sin embargo, estamos llegando tarde.

A estas alturas, ¿alguien valorará este avance?

Es la expresión nítida de lo que ocurre en Chile.

Las tensiones sociales se han acumulado hace años y hace cuatro semanas se han tomado las calles, sumiendo al país en la mayor crisis de los últimos treinta años. Pero no bastan las millones de personas reclamando sus demandas.

Adicionalmente, el orden público está sobrepasado por las expresiones de violencia aguda y delincuencia pura y simple a niveles nunca vistos. Y, sin embargo, escuchando anoche las palabras del Presidente de la República, siento que una vez más llegaremos tarde.

Pero, en este caso, la responsabilidad es exclusiva del Presidente de la República. De él depende destrabar este conflicto que está desgarrando al país; de él depende tomar decisiones para llegar a un acuerdo concreto y sin ambigüedades para una salida política entre todos los sectores. Pero lo más importante, de él depende enviar una señal clara a la ciudadanía respecto de que efectivamente se ha escuchado su voz y se cambiará el rumbo, posibilitando que se imponga el camino de la paz.

Algunos colegas, con mucha buena disposición, tratan de leer entre líneas para encontrar voluntad para el acuerdo en las palabras o en el silencio del Presidente.

¡Pero la ciudadanía es la que necesita un mensaje claro! Es la gente la que no encuentra respuesta, la que no ve una salida y se debate entre la angustia de que las cosas no cambiarán, mientras que la violencia y el descontrol seguirán aumentando.

Señor Presidente, estamos debatiendo una reforma constitucional que necesita de un alto quorum para ser aprobada. Se nos ha achacado acá que gobernamos durante muchos años y no hicimos los cambios necesarios. ¡Y precisamente no se hicieron por los altos quorum que nunca logramos!

No es fácil alcanzar un quorum elevado. Confío en que hoy día lo lograremos. Sin embargo, ante la gravedad de la crisis que vivimos, esta reforma parece casi intrascendente.

El proyecto tomó casi seis años en la Cámara de Diputados para ser aprobado y lleva siete más en este Senado. En el intertanto, varias autoridades han sido una vez más reelegidas en sus cargos. Y seamos francos, si hoy no estuviésemos en la situación de cuestionamiento y crisis en que nos encontramos, probablemente este proyecto seguiría congelado.

Podría mantener íntegramente mi intervención de hace cuatro años, la primera vez que debatimos esta iniciativa en general. En aquella oportunidad señalé que la limitación de la reelección permitía prevenir focos de caudillismo que, lamentablemente, están instalados en todas las regiones y en todos los partidos, incluidos mi región y mi partido.

Tal vez lo único que tendría que cambiar es que en aquella oportunidad me referí a la necesidad de hacernos cargo de la "crisis de confianza ciudadana en el sistema político". Hoy esa crisis es general, política y social, la más grave que hemos vivido en los últimos treinta años.

Por cierto, no habríamos desactivado este estallido si hubiésemos aprobado este proyecto en su tiempo.

Pero esta crisis, que tiene múltiples responsables, es el resultado de una sumatoria de muchos errores, de muchas omisiones, en los planos político, económico, ambiental y social. Y este es uno de ellos.

El elemento común que exhiben todas estas fallas es que, al momento de tomar las decisiones políticas, económicas, ambientales o sociales, muchas veces no se ha considerado la voluntad de la mayoría, y hace mucho tiempo que esa mayoría es partidaria de poner límites a la reelección.

En la actualidad,...

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Les pido silencio a los señores Senadores, por favor.

El señor QUINTEROS.-

Que me deje terminar el Presidente de mi partido.

En la actualidad, no hay explicación que justifique este desfase de las instituciones con el sentir ciudadano.

Los altos quorum que establece la Constitución, que supuestamente aseguraban la estabilidad del país, al transformarse en un tapón para los cambios, han sumido a Chile en la inestabilidad.

Este proyecto requiere para su aprobación tres quintos de este Senado. Confío en que contaremos con esos 26 votos para resolver este aspecto puntual.

Pero esta no es una solución definitiva ni mucho menos. Esa solución de fondo para devolverle la legitimidad al sistema político la hará un plebiscito y una nueva Constitución. Para ello se requieren dos tercios: 29 votos. Espero que no nos demoremos otros cuatro años, ni siquiera cuatro meses o cuatro días, para llegar a un acuerdo. La situación del país demanda reaccionar con responsabilidad y con urgencia.

He dicho, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Les voy a pedir a los colegas que tratemos de no interrumpir a quienes están haciendo uso de la palabra.

El señor PÉREZ VARELA.-

¡Sobre todo si son del mismo partido...!

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Senador Juan Antonio Coloma.

¡Espero que la Presidenta de su partido lo respalde y lo deje hablar tranquilo, Senador...!

El señor COLOMA.-

Nuestro partido es muy respetuoso, señor Presidente.

Quizá por la experiencia que tengo, la misma que esta reforma trata de impedir -a mi juicio, equivocadamente-, no voy a caer en la tentación, aunque la tengo, de referirme a la contingencia, pues soy de los que creen que las historias de las leyes al final importan y quedan reflejadas. Alguien las leerá en un futuro y dirá: "¿Por qué estas instituciones, que eran A, B o C, se modificaron?".

Por ello, quiero señalar dos breves comentarios, aunque son muchos los que me gustaría hacer.

Antes, quiero agradecerle -por su intermedio, señor Presidente- al Presidente del Partido Socialista por lo que ha planteado en materia de solidaridad frente a los atentados de que hemos sido objeto. Lo valoro y le manifiesto lo mismo con relación a los atentados en contra de su partido. He visto que en Valdivia han saqueado la sede del Partido Socialista, al igual que la de la Democracia Cristiana. Encuentro que son hechos lamentables y claros reflejos de que estamos ante una situación que va mucho más allá de una política partidista. Eso es violencia política, que amenaza con destruir la convivencia social.

¡Eso agrede, eso duele, eso afecta!

Si no somos capaces entre nosotros de dar una señal de comprensión de aquel fenómeno, quiere decir que estamos fuera de sintonía con lo que está ocurriendo en Chile.

Brevemente, quiero decirle -también por su intermedio, señor Presidente- al parlamentario que señaló que la responsabilidad aquí era excluyente del Presidente de la República que no comparto esa inquietud. Creo que este es un problema mucho más global, que no partió el día que el Presidente prestó juramento; es algo que se arrastra de antes. Y sentirse siempre acreedores de las soluciones es un mal consejero en política pública.

Ahora me hago cargo, señor Presidente, del proyecto que estamos discutiendo.

La primera reflexión que quiero hacer apunta a dilucidar si existe una directa relación entre la reelección de parlamentarios o la antigüedad de estos con los problemas que tiene Chile. Y me bajó una duda metodológica. ¿Acaso nuestro país tiene un porcentaje de reelección extraordinariamente superior al de otros países? Más aún, ¿la modificación de caras es casi inexistente como para ameritar una norma de este tipo?

Hice una pega que no sé cuántos la harían. Les cuento que, para bien o para mal, si uno compara la conformación del Senado de hace diez años con la que actualmente se halla en ejercicio, nota que hay solo un 32 por ciento de caras iguales. En el mismo período en la Cámara de Diputados, el porcentaje de reelección fue solo de 27 por ciento.

Si usted compara esos datos -porque en la vida hay que ser serios- con los de países latinoamericanos o los de la OCDE, que es el nuevo referente, se dará cuenta de que somos la nación que presenta más cambios de caras en materia política.

Entonces, a quienes plantean con una liviandad simplemente brutal que aquí habría poco espacio para el recambio, les quiero dar una noticia que no sé si los va a alegrar o a amargar: Chile es uno de los países donde se da la renovación de caras más importante a nivel político. No sé si ese antecedente pesa sobre la reflexión de algunos de los que están presentes aquí.

Esa primera teoría no existe, no es verdad, es falsa. Es mentira que el sistema electoral o que la lógica electoral vigente no garantiza que haya renovación. ¿Saben por qué? Porque es difícil ser elegido. Yo que he sido candidato lo puedo decir: ¡no es fácil! Aquel que crea que es simplemente un ejercicio, está equivocado. Es difícil. Hay que tener responsabilidad y capacidad para creer en el electorado.

Entonces, humildemente, por lo menos quiero cambiar ese argumento.

Segundo, yo creo que esto no le hace bien a la democracia, entendida como la capacidad que tiene el elector para elegir lo mejor. Yo no veo ninguna razón por la cual en Chile le restemos oportunidades a la gente para elegir. No lo logro entender. Para mí la democracia es la capacidad de elegir entre las máximas opciones posibles.

Voy a hacer referencia a un alcalde que ha sido muy importante en Chile y que no es de mi bancada. Estoy pensando, por ejemplo, en el alcalde de Quillota, Luis Mella, quien, según entiendo, es de la Democracia Cristiana y ha sido -así le he oído decir a todo el mundo- un muy buen alcalde.

El señor QUINTEROS.-

¡El alcalde Ojeda!

El señor COLOMA.-

A Mella es al que yo conozco. Pueden haber otros más.

Pues bien, el día de mañana, en virtud de esta futura ley, los quillotanos, a quienes conozco poco pero valoro, van a decir: "Podemos elegir a cualquiera, menos al mejor". Lo encuentro raro. Lo encuentro curioso. Lo encuentro debilitante del derecho a elegir.

Como me gusta la democracia más amplia, no entiendo bien esta lógica de eliminar opciones para poder tomar decisiones. Me agravia. Me parece un error. Y creo que va a tener, sobre todo en comunas chicas -porque esto no se refiere solamente a los parlamentarios-, un costo grande.

Por lo tanto, desde un punto de vista democrático, para mí esto no significa ningún avance. Es quitar opciones de elección. ¡Digámoslo en su exacta dimensión!

Pensé que esta idea podía tener -porque siempre se dice- una referencia mundial. Me di la lata -porque es latoso, señor Presidente- de revisar todos los parlamentos del mundo, labor en la que me ayudó la Unión Interparlamentaria: de 196 países que cuentan con un sistema democrático, dos no tienen reelección. ¡O sea, están todos equivocados! ¡Son todos unos ineptos! ¡Nunca han pensado! No sé cómo calificar a la democracia francesa, a la inglesa y a la americana, porque a ellas no se les ha ocurrido esta solución "fantástica", que consiste en decir: "¿Sabe qué? Elimine las opciones para poder tomar decisiones".

Tercero, estudié la legislación comparada y los autores sobre la materia, y todos señalan algo bien sorprendente: la falta de experiencia en el congreso o los "parlamentos noveles", como se les dice en doctrina, es el sueño de cualquier gobierno, porque no hay nada más cómodo para un gobierno que tener un parlamento que no signifique contrapeso. Y a mí nadie me va a discutir que en esto la experiencia ayuda a generar contrapeso, ayuda a tener gobernabilidad, ayuda a abrir espacios de entendimiento con reglas del juego claras.

Entonces, ¿contribuye eso a fortalecer el rol de nuestro Parlamento? ¿Contribuye a una democracia decir "tengo un contrapeso adecuado"?

A mi juicio, con el cambio permanente vamos a tener debilidades permanentes.

Yo sé que a los gobiernos -a este, al anterior- les encantaría no tener buenos contrapesos. Como no soy de aquellos que creen que los únicos que hacen la pega son los gobiernos, pues los parlamentos también aportan, me duele que con esta iniciativa se esté disminuyendo el rol del Congreso en esta instancia.

En cuarto lugar, creo que ello genera una irresponsabilidad en el ámbito político. El hecho de ser o no reelecto no es una cosa semántica; implica tener la capacidad, cuando uno tiene vocación -porque no es obligatorio- de medirse con el electorado, para saber si lo ha hecho bien o mal.

Yo sé que desde afuera se ve fácil, pero les digo una cosa: es muy difícil. Son muchos más los que van cayendo, que los que van quedando, porque ser reelegido supone tener capacidad de representar, supone tener humildad, supone tener terreno, supone tener sensibilidad, supone estudiar las leyes, supone saber lo que está ocurriendo hasta el último rincón, supone recorrer el territorio. Y eso, señor Presidente -no me lo explique nadie-, va a disminuir.

Si una persona no tiene opción de volver a ser elegido, para exhibirse, para plantear si ha hecho bien o mal el trabajo, obviamente vamos a caer en una irresponsabilidad. Y eso ha ocurrido en los dos países donde se ha empleado este procedimiento, que, dicho sea de paso, son Costa Rica y México . Y México -de hecho, está cambiando el sistema- es uno de los países que presenta la mayor corrupción política. ¿Por qué? Porque una vez electa la persona -lo he hablado con los mexicanos-, como ya no tendrá ni una posibilidad de volver a preguntarle a su electorado si lo ha hecho bien o mal, simplemente hace lo que le da la gana: deja de preguntar, deja de tener contactos, deja de tener responsabilidad y se transforma en un caudillo personal.

Entonces, señor Presidente, si eso es lo que se quiere, ¡bienvenido! No lo voy a discutir; a estas alturas cada país toma la decisión que quiere. Pero quiero que quede constancia de que a lo menos un parlamentario no se avergonzó de haber sido reelecto. Y considera que eso fortalece la democracia, que eso fortalece la responsabilidad, que eso da capacidad de contrapeso a los Gobiernos y que constituye la capacidad de dar dignidad a algo que está muy desprestigiado, que es la política.

Por eso yo, al menos, no voy a aprobar el proyecto.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señor Presidente, he escuchado atentamente los distintos discursos y sobre todo el del Senador Coloma, quien me acaba de preceder en el uso de la palabra.

Entonces, me pregunto de qué estamos hablando cuando tramitamos una ley que limita la reelección.

A mi juicio, es un error pensar que lo que estamos discutiendo es la bondad o no de los parlamentarios, si hay buenos o malos parlamentarios, o si algunos son más preparados que otros, con sus distintas especialidades.

Me parece que es un error conceptual ya que todos los parlamentarios política y jurídicamente son iguales. ¿Por qué? Porque, independientemente de la especialidad o capacidad que puedan tener, ese parlamentario fue electo con el fin de ejercer una cuota de poder para tomar decisiones obligatorias en el Estado. Esa es la característica del parlamentario. Y ese voto es igual, cualquiera que sea su capacidad.

Por lo tanto, cuando hay una elección, se está haciendo operativa la democracia representativa, no la democracia directa de los griegos. Es la democracia moderna que actúa mediante el sistema de representación.

Lo que está eligiendo la gente es la forma como el Estado toma decisiones obligatorias para la colectividad. Esa decisión es la ley.

A ese parlamentario elegido se le da la plenitud de esa cuota de poder para concurrir a la formación de la voluntad colectiva, que es la ley. Pero debemos mirar en perspectiva cómo funciona esto.

En el fondo, de lo que estamos hablando es de cómo se ejerce el poder en una sociedad. Y esto es nuevo. La democracia moderna tiene 250 años, con la revolución francesa, con la revolución americana, que establecieron la democracia representativa. Pero antes de eso, ¿qué había? ¡Antes de eso existía la concentración del poder, pues! El poder era hereditario, no había el tipo de representación que existe aquí, no había dispersión del poder. La humanidad vivió miles de años en que una sola persona tenía el poder absoluto y te mandaba a la hoguera o te cortaba la cabeza. Y la diferencia de la democracia es que el poder se reguló.

Por lo tanto, la reelección de los parlamentarios es la regulación de la concentración del poder y no un juicio de mérito respecto de sus capacidades personales para ejercer esa cuota de poder.

Eso nace con los nuevos estados modernos territoriales. Acuérdense de que entre los principales autores que tratan el tema se encuentra Thomas Hobbes, el autor del Leviatán, que habla de la concentración del poder absoluto que le damos todos al Estado, renunciando a nuestra libertad.

Pero el Estado democrático significa que tú le pones límites al poder. ¿Y cuáles son esos límites? El primero es la división de poderes, el contrapeso entre los distintos poderes. Tú repartes el poder. Es al revés del anterior Estado absolutista, en el que el poder estaba concentrado.

Tú a esta nueva democracia y nuevo poder le pones "Estado de derecho". La ley regula y limita su poder. "Usted solamente puede hacer lo que indica la ley".

Ahí están los artículos 6º y 7º de nuestra actual Constitución. El Estado de derecho y la alternancia en el poder. Tú no puedes eternizarte en el poder, como los antiguos reyes absolutistas, que gobernaban desde que nacían hasta que morían. En la democracia no es así, aunque seas un excelente Presidente, un excelente mandatario. Porque de acuerdo con los criterios que aquí se han dado, si alguien es excelente podría gobernar toda la vida. ¿Por qué no puede gobernar toda la vida un excelente mandatario que pudiera existir? Porque la ley y la democracia resguardan previamente el ejercicio del poder para que no se vea expuesto a distorsiones. Por eso se regulan el dinero y la política, con todos los problemas que nosotros tuvimos acá.

Por último, hoy día, en el Chile del siglo XXI, y en el contexto que estamos viviendo, tenemos un problema con la crisis de representatividad. Actualmente todos nosotros estamos cuestionados, independientemente de los muchos méritos personales que tienen todos los que estamos aquí, desde el punto de vista de su formación intelectual, de su probidad, del aporte que hacen en cada una de las leyes. No es ese el problema. El problema es que la democracia necesita colocar límites. Porque si no, tú ganas en redes sociales, en conocimiento de todos los que ejercen el poder en el Estado, en los poderes económicos.

De eso se trata la reelección; de darle ventilación al sistema, para que tú no vayas acumulando poder. Porque en la medida que estás uno, dos, tres, cuatro o cinco períodos, evidentemente estás acumulando poder en el conocimiento que te dan todas las redes del Estado para tomar decisiones que afectan a numerosos ámbitos de la economía, de la sociedad y de la política.

En consecuencia, esa es la filosofía que existe para colocar límites a la reelección: evitar la concentración del poder, que nos ha hecho mal. Porque todo lo que pasó en estos años en los que tuvimos el poder, en el caso de la Policía, por ejemplo, significó un tremendo problema con dineros del Estado, porque algunos pensaban que no existía un control del poder; o en el Ejército, o en la política, porque no había regulación.

Entonces, de lo que se trata es de ventilar el sistema. Eso es lo que nos está pidiendo la gente hoy día. Las personas nos están diciendo: "No creo en ustedes". Aquí existe un problema de legitimidad del sistema político. Y la ciudadanía, que está en la calle, nos está cuestionando.

Por lo tanto, la respuesta que podríamos decir es: "Mire, no. Tengo tanta experiencia, que quiero seguir aquí indefinidamente".

No considero que eso vaya en la línea correcta de lo que el país necesita. Debemos tener un sistema transparente, dar posibilidades de que venga otra gente, con nuevas ideas, en que no concentremos el poder.

De esa forma, la democracia estará ahí, jugando entre nosotros, como es la filosofía que imbuye al sistema de convivencia llamado "democracia", que cuenta con un poco más de doscientos cincuenta años y que debemos perfeccionar en Chile.

Me parece que es una buena señal que nosotros con generosidad, en virtud de los problemas que tenemos, le digamos a la gente: "Estamos disponibles para que el soberano elija a quien va a estar aquí, en estos organismos colegiados para tomar decisiones obligatorias, como son las leyes".

Esa es la filosofía que está en este proyecto, señor Presidente. Por eso, votaré favorablemente.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Senador señor Pugh.

El señor PUGH.-

Señor Presidente, nos encontramos frente a una situación que nunca habíamos presenciado en nuestra historia, en la que, de alguna manera, estamos yendo al fondo de lo que es nuestro Estado.

El Estado de derecho, como muy bien han indicado los Senadores y las Senadoras que me antecedieron, requiere la separación del poder.

Por eso debemos respetar esta institucionalidad y reforzarla. El reforzamiento viene no solo por la falta de representatividad de la que hoy se nos acusa, sino también de legitimidad. Y la legitimidad tiene su origen en los procesos constituyentes. El proceso constituyente más importante que ha tenido nuestro país es el del plebiscito del año 88. Porque en ese momento se decidió qué se quería hacer. Ese proceso es lo que da validez y legitima lo que estamos haciendo en estos momentos.

Por esa razón es tan importante que en este minuto estemos discutiendo precisamente una reforma constitucional, que nos regula a nosotros mismos, a los parlamentarios, a quienes fuimos electos.

También deseo recordar que quienes ingresamos a este Parlamento, hace un año y medio, lo hicimos con nuevas reglas del juego, cuando decidimos incorporarnos con el estándar europeo. Y quizás esto no se ha considerado en la actual discusión. Hubo una reforma tremenda, que eliminaba un sistema que tenía particularidades y defectos, pero también virtudes, para pasar a uno de mucha más representatividad.

Por lo tanto, me extraña que haya quienes nos acusen de que nos falta representatividad; porque quizás como nunca antes el Parlamento tiene esa representatividad tan anhelada.

Primer argumento, entonces.

Hemos sido capaces de expandirnos. ¿Y con qué? Con más parlamentarios. ¿Y por qué? Porque eso permite más representatividad en territorios que son difíciles de cubrir y, también, dar mucha más apertura en cuotas de género, que hoy son tan necesarias.

Así que el nuevo sistema de elección que tenemos, que les permite entrar a la política a aquellos que quieran venir a servir al país y no a servirse del cargo que puedan ostentar, es lo primero que debemos postularnos.

Hoy nuestra crisis no es económica; es moral, es ética, es de fundamento, de esencia, de familia.

Eso es lo que estamos viendo en la calle, en las discusiones, en el odio que se ha instalado, en la destrucción de unos a otros. ¿Por qué? Porque no se concibe cómo vamos a destruir lo que nos da progreso; cómo vamos a destruir las empresas; cómo vamos a destruir el Metro; cómo vamos a destruir todas aquellas cosas que nos permiten recaudar recursos para precisamente ir en beneficio de los más necesitados.

Esta crisis, entonces, no es de representatividad. Y, por consiguiente, quienes hoy tenemos la importante función de definir los cambios trascendentes de nuestra forma de ser, de nuestro Estado, estamos hoy aquí convocados y sentados en el lugar que corresponde: en sede legislativa, donde se tiene que producir la discusión necesaria. Además, es preciso entender los argumentos de aquellos que sostienen que la experiencia y el voto popular, que democráticamente ejercen las personas cada cuatro años para elegir Diputados y cada ocho años para elegir Senadores, es lo que manda.

Pero asimismo está el sentimiento de cómo poder limitar y generar espacios incluso para otros. Porque no podemos desentendernos de que hay personas que también tienen talento y que lo único que esperan es una oportunidad.

¡Esa es la verdadera reflexión que en este minuto estamos enfrentando!: el tener igualdad de oportunidades para que las personas con talento puedan acceder a lugares en los diferentes ámbitos y no solo en el político.

Ese es el dilema ético de fondo que hoy estamos discutiendo.

Valido el sistema democrático, y estoy convencido de que las urnas es lo mejor que un país puede tener. Porque fue el plebiscito del año 88 lo que le dio precisamente la constitucionalidad y la legitimidad a todo nuestro sistema. Y por eso estamos hoy sentados aquí.

Valoro también que se haya puesto en discusión este proyecto de ley, que nos involucra a nosotros para que seamos capaces de sincerar nuestras posiciones y así poder apoyar una u otra opción: o seguir el modelo mundial en el cual las urnas deciden quiénes siguen o empezar definitivamente a construir otro modelo en donde nos limitemos. ¿Para qué? Para permitir la participación a otros.

Y yo quiero en ese sentido explicar qué es la generosidad: esta significa dar no lo que sobra, sino lo que a uno más le duele. El padre Alberto Hurtado nos decía: "Dar hasta que duela". Bueno, llega un minuto en que aquellos que están en el servicio público y que realmente se encuentran convencidos del servicio público tienen que estar conscientes de que en algún momento deben dejar ese espacio tan valioso para que otra persona, un hombre o una mujer, se pueda incorporar.

¡Eso es limitarse! Y podemos definir desde qué momento y por cuánto tiempo.

También es preciso reconocer que quienes estamos sentados hoy día aquí tenemos que hacernos cargo de otras personas, no solo de los parlamentarios, me refiero a los alcaldes, como también instalar, desde ya, la discusión. ¿Por qué a los alcaldes se les va a limitar fijándoles un periodo menor que a los Senadores? Para estos últimos, ya se dijo, se quiere que sean dos periodos: dieciséis años. ¿Y por qué para los alcaldes no pueden ser también dieciséis años? ¿Por qué no pueden tener un poco más de tiempo? ¿Por qué tiene que ser igual?

Esos son los temas de fondo que debemos abordar.

Ya se mencionó aquí: efectivamente las urnas demuestran que hay alcaldes de un color político y que toda la comuna vota por ellos. Porque lo que vale es la persona.

Eso es lo valioso: que en las elecciones se pueda decidir quién queremos que continúe y por cuánto tiempo. Porque también hay gente talentosa, que tiene capacidades y todos los méritos, y lo único que espera es una oportunidad. Insisto: quienes se quieren incorporar al servicio público no vienen a servirse de él; vienen a servir.

Quizás, ese es el criterio con el que tenemos que formar a esta nueva sociedad, una sociedad basada en el respeto y en la dignidad, que es lo que nos está faltando. Porque si no nos respetamos unos a otros, nos vamos a destruir. Y la dignidad de las personas es lo primero.

Por lo tanto, no solo debemos tener acuerdos de paz y una agenda de justicia social, sino también entender que ello está en lo esencial, en lo básico, en la ética, en lo que corresponde hacer.

Este es un buen debate para dar en sede legislativa, y por eso yo estoy abierto a esa discusión, a ver los pros y los contras, a determinar qué es lo mejor para el país en las condiciones actuales, entendiendo que lo más frágil que tenemos es precisamente nuestra democracia, la cual hemos armado de a poco y hoy ha sufrido un sismo de una naturaleza que la tiene con una fractura tremenda.

Entonces, debemos hacernos cargo de esa realidad y entender que ya no es el mismo edificio que teníamos treinta años atrás; que ahora es preciso reforzarlo, y reforzarlo de verdad.

Y por eso esta discusión aquí, en sede legislativa, se hace en el momento adecuado, en el lugar adecuado y con las personas adecuadas. ¡Porque ustedes, Senadoras y Senadores, tienen toda la legitimidad! Y, por favor, no pierdan eso de vista.

Esa legitimidad se dio hace treinta años y esa legitimidad es la que tienen porque fueron elegidos. No nos dejemos llevar por encuestas de percepción ciudadana. Dejémonos ver por nuestro trabajo, por la seriedad con que lo hacemos.

Señor Presidente, creo sinceramente que este es el momento apropiado para comenzar a construir un Chile nuevo, un Chile distinto, basado en hechos concretos, en evidencias, en datos, y de saber si efectivamente las medidas que hemos tomado son las correctas.

La calidad de las leyes se debe medir: primero, viendo si efectivamente el nuevo sistema de elección que tenemos es el adecuado, y además, si nos representa a todos en la forma que queremos. Porque las minorías deben tener representatividad, pero hay que aceptar los votos de las mayorías, porque esos son los que finalmente permiten encontrar acuerdo en este lugar.

Valoro -por su intermedio, señor Presidente- las palabras del Senador Álvaro Elizalde, quien se hizo cargo de condenar la violencia. Esta no se puede aceptar. Porque si se pierde el respeto y la dignidad de las personas, Chile, por más que cambie su Constitución, de la forma que sea, no va a llegar a ningún lado.

Tenemos que ir a las esencias, a las bases del porqué estamos aquí sentados, del porqué estamos debatiendo y qué queremos construir.

Y somos nosotros, no otra gente, quienes tenemos las facultades para hacerlo, no solo por la experiencia acumulada de algunos de los que están acá o por las múltiples experiencias de vida de otros, sino porque hemos sido elegidos para esto. ¡Y debemos estar a la altura de las circunstancias!

El país, más que nunca, demanda ese compromiso. No hay que abandonarlo. Tenemos que debatir, pero con respeto. Y ese respeto es el que yo he visto en este lugar.

Aprecio y valoro todas las medidas de confianza que se han podido demostrar, especialmente hoy, un día después de ocurridos hechos vandálicos y actos que superaron la imaginación, poniendo en peligro incluso cuarteles militares, pues fueron asaltados.

Los militares están dentro de sus cuarteles cuidando sus armas. No han salido. Por eso los civiles no pueden ingresar a esos recintos. Si entendemos esto, el respeto básico y la esencia, protegeremos nuestro Estado de derecho.

Estoy convencido de que ha llegado el momento de comenzar a construir este Chile nuevo aquí, en sede legislativa. Y por eso voy a estar disponible para votar a favor en general y para discutir posteriormente cuáles serán la forma y los términos en que esto concluirá.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.

La señora RINCÓN.-

Señor Presidente, seré muy breve.

Yo creo que los hechos de estas últimas semanas, ya casi un mes, imponen generosidad. Porque uno podría rebatir cada uno de los argumentos que se han dado.

Conversábamos con la Senadora Provoste y coincidíamos con el Senador Coloma en orden a que todo el mundo piensa que es fácil llegar acá. Pero en general no lo es. A algunos les podrá salir más fácil producto del resultado de su lista. Sin embargo, reitero, no es fácil; es muy difícil.

Como decía, obviamente, uno podría cuestionar cada uno de los argumentos que se dan para no apoyar esta idea; por ejemplo, el que la experiencia es un argumento válido, necesario, importante. Y la verdad es que el primer Parlamento, producido el retorno a la democracia, tenía mucha inexperiencia en el mundo legislativo, pero contaba con experiencia en el mundo de lo social, de lo económico, de lo político, todo lo cual era un aporte.

Pienso que hoy día se imponen gestos, generosidad, y hay que entender que el mundo y nuestro país cambiaron, que no podemos seguir llegando tarde y con poco. Lo digo porque este proyecto, si no lo aprobamos, va a llegar tarde, aunque no sea poco.

Por lo tanto, con todos los antecedentes que tenemos, con toda la discusión legislativa que hay detrás, con todos los años que han pasado, pero por sobre todo con la urgencia y el llamado de la ciudadanía, considero que se impone que aprobemos esta iniciativa y que vayamos por los otros temas que también se nos están imponiendo desde la ciudadanía, desde la sociedad civil como prioritarios.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Señor Presidente, ante todo, no quiero entrar de lleno en lo que es la contingencia, pero sí deseo referirme a un par de puntos que se tocaron previamente en esta Sala...

El señor PIZARRO (Presidente accidental).-

Les ruego a Sus Señorías guardar silencio.

Puede continuar, señora Senadora .

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Decía, señor Presidente, que quiero referirme básicamente a los hechos de violencia que hemos vivido, no solo a la violencia política de la que nuestro partido ha sido víctima, sino también a la violencia generalizada que uno ha visto en las calles.

En efecto, se han registrado ataques a la sede nacional de la UDI y a nuestras sedes en distintas regiones del país; se han producido agresiones directas a vehículos de nuestros parlamentarios.

Ante esas situaciones de violencia hemos recibido la solidaridad de casi todos los partidos -me habría encantado que hubiesen sido todos- representados en el Congreso.

Pero ojalá pudiéramos dar un paso más. Acá no basta con decir: "Lo sentimos". Debemos avanzar; hay que controlar.

La gente que está en las calles quemando iglesias; atacando sedes políticas; saqueando e intimidando a la población; generando violencia, no es la que salió a cacerolear al comienzo. Estas personas son violentistas que no buscan el fortalecimiento de la democracia, y tampoco creo que les importen mucho las demandas sociales que estuvieron en algún minuto en la calle: les interesa la violencia por la violencia y hacer daño.

Entonces, me gustaría que no nos quedáramos en la condena solo de palabra, sino que avanzáramos en el respaldo explícito a medidas tendientes a controlar esta violencia. No es posible que las personas no se hagan responsables de los actos que cometen y anden encapuchadas para cometer delitos.

¡Apoyemos la ley pertinente!

Seamos capaces de lograr cosas que sustenten las declaraciones públicas. De lo contrario, vamos a seguir viendo violencia en las calles en cada una de las regiones.

¡Cómo es posible que quemen las intendencias, independientemente del Gobierno de turno! ¡Cómo es posible que quemen las gobernaciones! ¡Cómo es posible que la Fiscalía, por estos delitos graves en que se provocan incendios, tenga apenas dos formalizados!

Si de verdad creemos que vamos a controlar la violencia haciendo declaraciones, que son valiosas, pero que no pasan de ser de buena crianza, sin que exista una actitud real detrás para combatirla, no vamos a lograr avanzar en algo que a mi juicio está solicitando a gritos la comunidad.

Sinceramente, pienso que las personas desean vivir tranquilas. ¿Quieren mejoras sociales? Sí. ¿Quieren vivir en paz? Sí.

Ya escuchamos a la gente. Ahora queda oír también al resto de los chilenos que no están saliendo a la calle y que esperan continuar con su vida y salir adelante con el fruto de su trabajo.

Con respecto a este proyecto, señor Presidente, quiero respaldar lo que planteó el Senador Coloma.

Es mi primer período como parlamentaria -ni siquiera como Senadora, sino como parlamentaria, pues nunca fui Diputada-, y, por lo tanto, en principio la ley en proyecto no me afecta.

Y digo en principio porque cuando llegué, al comienzo, probablemente por no haber sido parlamentaria antes, de verdad fue un aporte contar con la visión y experiencia de Senadores antiguos de distintos sectores.

En tal sentido, recuerdo al Senador Zaldívar y al propio colega Letelier, con quien tengo muchísimas diferencias; sin embargo, para quienes no pertenecíamos a este mundo, ellos han sido un aporte sobre todo al principio, cuando llegamos a esta Alta Corporación.

Entonces, me cuesta entender esto, sobre todo porque los parlamentarios no son nominados a dedo, sino que elegidos democráticamente. En verdad, creo que acá necesitamos poner en valor la experiencia. Para que alguien sea reelecto debe hallarse validado en su comunidad. No es fácil que una persona sea elegida con el desprestigio que tienen los políticos; además, está el factor de las redes sociales.

Cuando un parlamentario es reelecto es porque de alguna manera la ciudadanía opina que a lo menos él está haciendo bien su trabajo. Por otro lado, debo decir que nuestro Parlamento registra una renovación altísima.

Por lo tanto, como ya lo señaló un Senador de manera previa, aquí el poder de un parlamentario no puede estar concentrado, pues somos un poder colectivo. La gente decide, y las mayorías políticas se ven reflejadas en el Congreso. De modo que es imposible la concentración del poder, porque lo que hoy día tenemos en el Parlamento es definitivamente la manifestación de la voluntad popular.

Si creemos que puede decirse que alguien va a seguir indefinidamente en el poder, debo señalar que eso tampoco es efectivo. Ello, porque estamos sometidos a elecciones, y si la persona no ha hecho bien su trabajo, no la reelegirán. Eso ha pasado muchísimo, y la gente dice: "¡Nunca más!".

Asimismo, si esto lo hacemos extensivo a los alcaldes, debo decir que me parece grave. Yo fui alcaldesa durante dos períodos y medio. Y, en verdad, no es fácil en el caso de los alcaldes, pues se necesita una gran mayoría de votos para ser elegido. Son muchos los alcaldes que han sido derrotados en las urnas. ¿Por qué? Porque no hicieron una buena gestión.

Entonces, me llama la atención que hoy día digamos que la ciudadanía tiene la capacidad para elegir bien solo la primera vez y la segunda no; o sea, no va a poder decidir si quien los representa lo ha hecho bien o mal, pues no tendrá la opción para ello.

Me parece que eso de verdad debilita la democracia. También se debilita hoy día porque, en lugar de plantear lo que pensamos, nos hacemos eco de las encuestas.

Yo creo que la experiencia es un valor. Lo digo con responsabilidad y, además, porque -reitero- la ley en proyecto no me afecta para la próxima elección. Valoro la experiencia de la gente que estuvo antes, independientemente de la bancada de que forme parte. Para quienes llegamos por primera vez al Parlamento -ese fue mi caso al menos-, ello constituyó un activo, pues nos dio la posibilidad de aprender distintas cosas, de tener diferentes miradas, cuestión que se cultiva con la experiencia.

En consecuencia, lo que estamos haciendo acá no me parece correcto. A mi juicio, dejarse llevar en este tipo de cosas deslegitimando a una institución y a personas que muchas veces fueron un aporte, porque han sido capaces de plantear con respeto y responsabilidad las distintas miradas de una sociedad, y no darle a la gente la posibilidad de elegir, lo considero un error.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Conforme al acuerdo que adoptamos, correspondería abrir la votación.

El señor NAVARRO.-

Pero respetando los tiempos, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).-

El Senador Navarro intervino ayer. Y estamos discutiendo la misma materia en esta sesión. Pero Su Señoría tiene derecho a fundamentar su voto.

El señor LETELIER.-

Pido la palabra para un punto de reglamento, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Entonces, abriremos la votación.

El señor LETELIER.-

¡No, Presidente!

El señor QUINTANA (Presidente).-

Hay acuerdo para abrirla, Senador Letelier.

El señor LETELIER.-

¡Pero antes de eso, señor Presidente!

El señor QUINTANA (Presidente).-

No puedo pasar por sobre los Senadores: había un acuerdo para abrir la votación.

Tiene la palabra el Senador señor Letelier para un punto de reglamento.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, no me opongo a la apertura de la votación; quizás no me expresé bien o se me entendió mal. Lo que pido es que respecto de quienes no hemos usado de la palabra aún dispongamos del mismo tiempo que tuvieron aquellos que ya han intervenido.

Una cosa distinta es que alguien quiera fundamentar su voto para hablar nuevamente.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Tendría todo el derecho a hacerlo.

Entonces, los Senadores que no han usado de la palabra en esta materia tendrán diez minutos para intervenir; y quienes quieran fundamentar el voto y ya hablaron dispondrán de cinco minutos.

En votación general el proyecto.

--(Durante la votación).

El señor QUINTANA (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Letelier, hasta por diez minutos.

Antes de que intervenga Su Señoría, solicito la autorización de la Sala para que me reemplace en la testera la Senadora Ximena Rincón.

El señor HARBOE.-

Sí.

El señor QUINTANA (Presidente).-

Acordado.

--Pasa a presidir la sesión la Senadora señora Rincón, en calidad de Presidenta accidental.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta, estimados colegas, la democracia en nuestro país es representativa, donde hemos optado porque la soberanía popular, que radica en los ciudadanos, se delegue temporalmente para funciones específicas. Ello, a nivel local, en los concejales, en los alcaldes, en los consejeros regionales y, por cierto, en el Parlamento.

Aquí algunas personas han querido cuestionar o replantear nuestra democracia representativa.

En el primer nivel de la discusión teórica de la Ciencia Política, en muchos países se ha debatido y se ha probado delimitar el ejercicio de la delegación de la representación del soberano; pero ello ha fracasado y ha llevado a malas prácticas.

Sin embargo, más allá de la Ciencia Política; más allá de que se trata de una discusión acerca de la democracia representativa, y más allá de lo que han planteado varios colegas con respecto a la experiencia, yo no le voy a decir, por ejemplo, a un actor que debe bajarse del escenario porque le ha ido bien y sigue siendo exitoso, ni tampoco le señalaré a un médico, que es una eminencia en su área de especialización, que no puede continuar operando porque no nomás.

Hay algunos a los que les molesta o no comparten una dimensión de la democracia representativa, que tiene que ver con que la actividad política conlleva la existencia de partidos políticos y de personas que se dedican a esta actividad de por vida.

En materia de democracia puede que aquello les guste a algunos y a otros no.

Se trata de un debate legítimo.

En nuestra democracia -como se señaló- ha habido un proceso de rotación y de experiencia. Y está demostrado tanto respecto de la rotación como de la experiencia que, por regla general, el proceso de elección no tiene por qué limitarse.

¿Pero qué ha ocurrido? Y aquí quiero explicar por qué tengo un reparo con la ley en proyecto.

Voy a partir de un juicio personal.

Yo primero fui elegido fuera del binominal: le gané a ese sistema. En cada elección de diputados en que participé posteriormente siempre aumenté mi votación: estaba dentro de las primeras tres mayorías nacionales.

En las elecciones para el cargo de senador en 2005 obtuve más de 120 mil votos. He sido de los pocos Senadores que han ido a la reelección y que han aumentado su votación a más de 150 mil votos. El que me siguió tuvo 98 mil votos.

Si eso se halla vinculado con la representatividad o no, no lo sé.

Lo cierto es que hay un debate más allá del hecho de que mi presencia en el Congreso se encuentre relacionada con el respaldo de la gente, por cuanto existe en la ciudadanía un cuestionamiento a la legitimidad del Parlamento. Quizá ello tenga que ver con que acá no existe voto obligatorio. Lo planteo como un primer punto a discutir, porque tal vez está votando el 40 o el 50 por ciento de la población y hay otro porcentaje de compatriotas que no se sienten representados.

Algunos dirán: "Bueno, es culpa de ellos, porque no fueron a votar".

Sin embargo, pienso que ahí nosotros tenemos responsabilidad, y parte de lo que debemos asumir es reponer el voto obligatorio para enfrentar lo relativo a la legitimidad.

Yo he dicho -y en la zona que represento ha causado sorpresa- que en estas condiciones no voy a la reelección.

La gente que conoce mi región sabe que no tengo ninguna dificultad para salir reelecto. Es más, sistemáticamente he sido centro de ataques -y no quiero que me entiendan mal mis colegas de enfrente, pues eso forma parte de la política-, porque yo soy el objeto para evitar que la Oposición de hoy, la Centroizquierda, saque dos de los tres Senadores que se van a elegir. Y entiendo perfectamente que por eso a uno le pegan más; es parte de la actividad en que estamos.

No obstante, he señalado que estoy disponible para dar un paso al lado si el propósito de la ley en proyecto es crear un saneamiento, buscar una salida a la crisis política en que estamos.

No estoy -y me van a perdonar los Senadores Navarro y Guillier- con aquellos que dicen: "¡Adelantemos las elecciones!".

¡No, señor Presidente!

Tiene sentido dar un paso al lado si logramos un nuevo pacto constitucional; tiene sentido no presentarse a la reelección si acaso resolvemos la crisis.

Yo no deseo ir a la reelección con la misma Constitución, sin que haya un proceso constituyente participativo. No: porque no resolvemos la crisis.

Pero si queremos hacer esto en serio, bueno, entonces que nadie que tenga cierta cantidad de períodos en sus cargos vaya a la reelección, no importa que sea Diputado o Senador.

Porque cuando uno ve la arquitectura de este proyecto, se da cuenta de que está hecha para que algunos Diputados sean Senadores.

Eso tampoco es sano, pues no se está abordando el tema sustantivo, si es que deseamos hacer un saneamiento.

Estoy disponible para ayudar a salir de la crisis.

No creo ser el problema, y lo digo humildemente. Y tampoco pienso que lo sean el Senador Pérez Varela, quien ha estado en el Congreso por varios años, pues ha sido reelecto en elecciones sucesivas, o el Senador García, quien también ha enfrentado varios procesos electorales -me refiero a las bancas de enfrente-, porque tienen legitimidad, porque han recibido el respaldo ciudadano.

El señor PÉREZ VARELA .-

Gracias.

El señor LETELIER.-

Planteo aquello porque el debate de este proyecto de reforma constitucional requiere que se sepa qué queremos resolver.

¿Es cambiar nuestra democracia representativa? ¿O, como lo conversé con el Senador Latorre, airear, dar oxígeno?

¡Qué es eso!

La representación política no es un problema de oxígeno, sino de representatividad.

Yo no sé si lo que están planteando algunos aquí es simplemente cambiar un modelo para acomodar ciertos intereses particulares.

Señora Presidenta, no tengo ningún problema para votar esta iniciativa en general; no tengo ningún problema en dar un paso al lado si esto es para resolver la crisis que vivimos.

Pero si es para fines subalternos y no nos hacemos cargo de que necesitamos una nueva Constitución, de que requerimos reponer el voto obligatorio para que nuestra democracia tenga efectivamente más representatividad y, por sobre todo, legitimidad; si es solo una operación para dejar contentos a algunos, no va a servir, no va a ayudar.

Por ello hago un llamado a que tengamos esta conversación más plenamente.

¿Por qué en otros países se abandonó esto de restringir el proceso de la reelección -y también lo quiero decir- y se volvió (en el caso de México) al sistema que posibilita a las personas ser reelegidas? Para evitar que los parlamentarios dejen de tener compromiso para trabajar; para impedir que se generen malas prácticas. Porque si uno resulta electo por un período y no tiene ningún incentivo para seguir trabajando, se distancia absolutamente de su electorado, lo deja de representar desde el minuto en que sale elegido.

Creo que el proyecto da pie para que discutamos acerca de nuestro modelo político, de nuestro sistema de representación. Es indispensable que lo debatamos abiertamente. Pero, si vamos a limitar la reelección para sanear a cualquiera que haya estado más de dos períodos, da igual que sea Diputado o Senador, demos el paso al lado. Si es necesario que todos demos el paso al lado, hagámoslo si es eso lo que realmente va a permitir el nuevo pacto constitucional que Chile requiere.

En ese sentido, señora Presidenta, yo me abro al debate, desprendidamente, porque debemos hacer algo para resolver esta crisis, que, sobre todo, es política y social. De nosotros depende cómo dar los siguientes pasos.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra la Senadora Muñoz.

La señora MUÑOZ.-

Yo me borré, señora Presidenta.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Entonces, puede hacer uso de la palabra el Senador Insulza.

El señor INSULZA.-

Señora Presidenta, en realidad esta no es una discusión menor, sobre todo por el día y las circunstancias en que se está dando.

Además, he escuchado muchos argumentos relacionados con esas circunstancias. El Senador Elizalde, por ejemplo, dijo que esta era una forma de mandar una señal a la sociedad en cuanto a que nosotros no estamos aquí para quedarnos de manera permanente. Creo que tiene razón: es una buena señal.

Otros han argumentado, muy correctamente además, a mi juicio, respecto de que, si la gente lo quiere elegir a uno, ¿por qué no va a poder hacerlo? Y, si lo quiere elegir ocho veces, pues que lo elija ocho veces.

Considero importante, señora Presidenta, decir desde el comienzo que yo soy partidario de esta reforma -que, en mi opinión, ha llegado bastante tarde- y, por alguna razón, del principio que ella quiere exponer.

Soy de aquellos que creen que la democracia debe tener límites. La tendencia natural de las personas, de los seres humanos, es a perpetuar su permanencia en el poder. Y es algo que se da mucho en nuestra región.

En América Latina, en general, la idea es que, mientras alguien lo haga bien, mientras sea exitoso, que se quede. En los países anglosajones existe un sistema algo más restrictivo. Se fijan más en el respeto a la norma que en el respeto al resultado. Por lo tanto, el que está y le toca irse, se va, le haya ido bien o le haya ido mal. Cumple su período y se va. Para mí, es una sana práctica. Yo estoy convencido de que el que se puede quedar se queda. ¡Por lo general!

Por eso existen los límites. A algunos les gustan, a otros no. En mi caso personal, para decirlo claramente, fui Secretario General de la OEA dos veces y me vine de vuelta a Chile el mismo día en que terminó mi mandato, porque quería mandar la señal de que era hasta por dos veces y punto.

Otros prefieren una manera distinta. En Bolivia todavía se está viviendo un drama. El Presidente Morales fue elegido por cinco años. A los cuatro cambió la Constitución y prometió que, si postulaba de nuevo -y lo hizo de inmediato: perdió un año-, iba a ser su única y última reelección. Cuatros años después, cuando ya llevaba nueve y la economía boliviana andaba muy bien y todo el mundo estaba muy contento, dijo "¿por qué no de nuevo?", dejando de lado la promesa que había hecho. Como la Constitución no tenía límites, se volvió a elegir. Y poco después pasó lo mismo.

¿Había en ello algo de ambición? No. En nuestro continente es habitual la actitud de "no he terminado mi tarea", "el pueblo me confirió un mandato y no he terminado de hacer lo que tengo que hacer". Y nos quedamos para siempre.

Yo creo que eso está mal, señora Presidenta. Lo digo muy francamente. Creo que el incumbente, sea que estemos hablando de un alcalde, un Diputado, un Senador, un gobernador, tiene una ventaja: el que se presenta contra ellos no tiene la disposición del cargo para seguir haciendo el bien, entre comillas.

Por lo tanto, la tendencia a la reelección es, desgraciadamente, una cosa natural; nace en las personas; todos creen que la próxima vez lo van a hacer mejor que la vez anterior; está en el ser humano.

Soy de aquellos que creen que la democracia tiene cierta cantidad de defectos. Una es que estimula determinadas pasiones y entusiasmos en el ser humano que deben ser limitadas.

Por esa razón, soy partidario, no de que no haya reelección. ¡Si aquí hay reelección! ¡Por favor! Un Senador se va reelegir una vez, y un Diputado, dos veces. Pero no sigamos con un sistema, en general, en el cual las reelecciones indefinidas al final terminan anquilosando la democracia y provocando reacciones como las que ha provocado en nuestros países en muchas oportunidades.

Gracias.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador señor Navarro, por cinco minutos.

El señor NAVARRO.-

Señora Presidenta, he insistido y lo vuelvo a hacer: claramente, nos hemos abocado al debate de proyectos de ley que en nada inciden en la demanda ciudadana.

En este proyecto no hay paz, no hay justicia, no hay nueva Constitución, que fueron las peticiones que anoche nos hizo el Presidente de la República: paz, justicia y nueva Constitución.

¿Y qué hace el Congreso? Debate una minúscula parte de lo que tiene que ser una nueva Constitución y que no le importa a nadie. ¿O ustedes creen que a quienes están en las calles, a los pequeños comerciantes saqueados, a la gente que ha visto arder la propiedad de al lado, a la gente que se manifiesta en la calle, ¡millones!, les importa algo si un parlamentario dura un período más o un período menos? ¡No les importa nada!

Esto me revela que no hemos entendido nada. Este Congreso no ha entendido nada. Este Senado ¡no ha entendido nada de nada de lo que está pasando en la calle, en la mente, en el corazón, en el estómago, en la pasión de millones de chilenos, que esperan de nosotros respuestas para salir de la crisis! Y lo que ofrece esta Corporación es discutir si los Senadores seguimos un período más o un período menos. ¡Absurdo! ¡Ridículo! ¡Una vergüenza!

¡"La orquesta del Titanic"! Tradujeron mi artículo al italiano, al francés.

Lo que debiéramos estar debatiendo ahora es una ley sobre plebiscito. Me hubiera encantado que el Senador Harboe me hubiera hecho caso cuando la semana pasada le pedí que discutiéramos el lunes -estamos a miércoles- los tres proyectos de ley existentes sobre la materia, a fin de convocar este 15 de diciembre a la ciudadanía a salir de la calle y marchar por el voto, para votar dos cosas: una nueva Constitución, o reforma a la Constitución en definitiva; y el mecanismo: congreso constitucional, como lo ha indicado el Presidente Piñera, que no sé lo que es; convención constitucional, que tampoco sé lo que es... ¡Sí sé lo que es una asamblea constituyente! Se han realizado veinticinco en el mundo y la ONU ha entregado un informe estricto, categórico, de cómo funcionan con la idiosincrasia propia. ¡Asamblea constituyente en Chile! ¡No en Islandia, no en Venezuela, no en Ecuador, no en Bolivia! ¡En Chile!

Por lo tanto, debiéramos estar discutiendo un proyecto de ley para hacer realidad un plebiscito que posibilite realizar una consulta sobre si Chile quiere voto obligatorio. Hoy el voto es voluntario. ¡No! Los trece o catorce millones de chilenos debieran votar. ¿Queremos nueva Constitución o queremos reforzar la actual, parcharla? ¿Queremos que esto se haga a través de una asamblea constituyente, un congreso constituyente, una convención constituyente? Y estarle preguntando a la ciudadanía para que, antes de que finalice el año, podamos tener una salida, una luz al final del túnel, que es lo que la gente pide porque está angustiada. Pero no, discutimos si duramos un período más o un período menos.

Lo único posible hoy día es una nueva Constitución.

¿Y por qué este proyecto no sirve? Porque yo quiero saber cuántos períodos tiene que durar el Presidente, cuántos años. ¡Cuatro son insuficientes!

¿Por qué seguimos con un Senado y una Cámara de Diputados? ¿Por qué no un régimen parlamentario donde el Presidente electo tenga mayorías en las Cámaras para gobernar?

En definitiva, debe haber una nueva Constitución, una transformación constitucional y no una mera "reformita", como este proyecto de ley sobre períodos parlamentarios y en donde ya estamos claros: no tenemos la mejor solución.

Yo no quiero que decida el Congreso. Yo no quiero que decida el Senador Letelier si él puede continuar o no. Yo no quiero que decida el Senador Navarro si puede continuar o no. O el Senador Pérez. ¡Que decida la gente! La ciudadanía puede decidir cuánto quiere que duren los parlamentarios, el Presidente de la República, cuál debe ser el régimen político-institucional, cuáles las instituciones que vamos a fortalecer, cuál será la participación ciudadana, el reconocimiento a los pueblos originarios, la defensa del medio ambiente y nuestros recursos naturales. En definitiva, que defina todo a través de un plebiscito y una asamblea constituyente para tener una nueva Constitución.

¡Eso debiéramos estar discutiendo!

Sin embargo, señora Presidenta, voy a votar a favor de este proyecto de ley. Que nadie piense que queremos continuar. Lo he dicho: "Pongo mi cargo a disposición ahora. ¡Renunciemos todos!".

Si Piñera no es capaz de sacarnos de esta crisis, ¡que renuncie! ¡Y que renuncien también los Diputados y los Senadores y tengamos un nuevo Congreso!

Lo hemos dicho. Porque la gente no aguanta más, el país no soporta más. ¡Chile está en llamas!

Se requiere generosidad, decisión y conducción. Y hoy un Presidente que no conduce ha hecho una propuesta. Yo espero la respuesta de la Oposición.

¡Patagonia sin represas!

¡Nueva Constitución, ahora!

¡No más AFP!

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Soria, por cinco minutos.

El señor SORIA.-

Señora Presidenta, colegas Senadores, les voy a hablar muy poquito.

La voluntad de los pueblos se expresa en las urnas. Por eso todos estamos acá.

La mejor experiencia que les puedo dar es mi vida misma.

Yo, desde 1963, he ganado las elecciones normalmente con la primera mayoría nacional porcentual.

¡Qué mayor respeto al pueblo y a la democracia que el voto de la gente! Por lo tanto, yo no puedo quitarle el derecho a alguien de reelegirse diez, quince, veinte veces. ¡Que haga lo que quiera! ¡Es su vida! ¡Es la democracia! Quien lo pone -de alcalde, concejal, Diputado, Senador- es el pueblo.

Hay que buscar la mejor ecuación para que el pueblo pueda expresarse. Pero no diciendo "vas a ser Senador dos veces y vas a ser Diputado otras dos", pudiendo yo ser dos veces Diputado y de ahí me voy a Senador, y ahí estoy dos veces más y luego me devuelvo al cargo anterior. ¡Ese es un juego! Seamos sinceros y respetemos al pueblo.

El pueblo siempre ha querido elegir él. Debemos seguir igual que siempre. Lo otro lo podemos arreglar. ¡Lógico! Podemos poner mil ejemplos, como he escuchado. Me he educado esta mañana sobre cómo eligen en el mundo. Eso no lo sabía. Y me da la razón en cuanto a lo que les estoy diciendo, de ir por el camino de la democracia plena. El pueblo vota por uno y, si lo quiere tener cincuenta años, por algo será.

Muchas gracias, colegas.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador Alejandro García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Señora Presidenta, varios años atrás estuvimos analizando y discutiendo, pero no votando, el tema que aborda este proyecto, compuesto por varias mociones que vienen tanto de Diputados como de Senadores.

Lo primero que quiero consultar entre nosotros, a nuestra propia conciencia, es saber efectivamente por qué estamos aquí. ¿Por qué tomamos esta decisión de vida?

Y yo los miro a la cara y veo, por ejemplo, al Senador Pizarro, a quien recuerdo que conocí cuando fuimos dirigentes en la Universidad de Chile. Tenía vocación política. Y la vocación política es algo muy profundo, que cada uno tiene en su corazón en cuanto a entender por qué está en este mundo y para qué quiere adelantar el mejoramiento de la calidad de vida de todos los chilenos.

Todos nosotros, señora Presidenta, tenemos vocación de servicio, porque la felicidad en la vida se da cuando el corazón se siente contento por servir a otros y, sobre todo, por servir a otros en su representación.

He escuchado, con toda franqueza, distintas visiones. Escuché al Senador Letelier, que planteó algo que no le había escuchado: que está disponible para dar un paso al costado, en circunstancias de que tuvo la posibilidad de romper el binominal en su primera elección, algo que yo también puedo decir, señora Presidenta, pues rompí el binominal en mi segunda elección. ¿Por qué nos eligieron? Porque tratamos de hacer un trabajo honesto, cercano a la comunidad. Y así hemos sido reelegidos.

Me pregunto: la manera moderna de sacar a los parlamentarios, a los alcaldes, a los concejales, a los consejeros regionales, ¿será por secretaría?

Y quiero ir más allá. Hay que entender que por una reforma constitucional vamos a impedirles a muchas personas que se han dedicado a servir -por ejemplo, a su comuna- a ser candidatos, cuando han realizado una muy buena gestión, cuando han sido, a lo mejor, reelectos varias veces, y cuando han sido personas que han levantado a su comunidad.

¿Se lo vamos a impedir por secretaría?

Lo entiendo, pero en México y en otros países vienen de vuelta.

Considero lamentable -quiero ser superfranco- que muchas veces se le impida a una persona seguir desarrollando su vocación de servicio. ¡Eso sí que atenta contra los derechos humanos, sí que atenta, también, contra la decisión de un pueblo de elegir a quien estima que es el mejor, sea para concejal, alcalde, parlamentario o core!

Y me preocupa, señora Presidenta, que esto vaya a ser así de aquí para adelante. Es decir, lo que haya para atrás no cuenta.

Seamos sinceros: si no se quiere que se reelijan después de dos elecciones los parlamentarios, los alcaldes, los concejales, eso partirá de aquí para adelante. Pero hay indicaciones que dicen algo distinto. Y quisiera ver cómo las van a votar tanto en la Cámara como en el Senado.

Llamo a la reflexión al respecto.

Yo quiero que el pueblo sea el que decida, siempre. Si una persona ha dedicado su vida entera a servir a su gente, me parece impresentable que nosotros les estemos quitando la posibilidad, a esa persona y a ese pueblo, de designarla vía elecciones.

Sé que este tema se está viendo por la presión circunstancial que hay. ¿Profunda? Sí. ¿Por mucha responsabilidad que tenemos todos? Sí. Pero lo que se está haciendo aquí, de alguna manera, es atentar contra la democracia; contra una democracia libre, señora Presidenta, en que el pueblo resuelve quiénes son sus representantes. Y como esta es una democracia representativa, al estar impidiéndoles a los representados elegir a las personas que les corresponde creo que no vamos en el camino correcto.

Señora Presidenta, creo que estamos, tal como lo han planteado varios colegas, en un momento difícil. Pero tenemos que llamar a la serenidad. Debemos ser todos responsables, en cuanto a que una cosa es lo que pensamos y otra distinta lo que tenemos que manifestar, sobre todo, respecto de la tranquilidad que requiere nuestro país.

No podemos seguir alentando en forma indirecta, y algunos de manera directa, la delincuencia, el saqueo, lo que se está haciendo hoy día para destruir todo el esfuerzo que ha hecho esta democracia para que nuestro país esté en el primer lugar en calidad de vida en Latinoamérica. No podemos echar eso por la borda.

No es cierto que una asamblea constituyente y una nueva Constitución vayan a solucionar todos los problemas de este país. Podemos reformarla, podemos mejorarla con amplios acuerdos. Pero pensar que aquí se aprieta un botón y los problemas se solucionan es nuevamente engañar a la gente, es nuevamente seguir vendiendo humo.

La responsabilidad que tenemos todos nosotros es justamente al revés. Las políticas públicas dependen fundamentalmente de lo que podamos hacer entre todos nosotros. Pero, por ningún motivo, ¡no sentirnos legítimos representantes del pueblo! ¡Lo peor que puede existir en nuestra democracia es no saber asumir como corresponde lo que el pueblo mismo nos indicó cuando nos eligió!

¿Podemos mejorar? ¡Mucho!

Pero, primero que nada, debemos entender que si no hay paz social, si no hay paz en las calles, si no hay orden público, esta democracia puede dejar de existir, y nos vamos a ir, posiblemente, a los extremos que este país no quiere. ¡A los extremos que este país no quiere! ¡Porque el extremismo no lleva a ninguna parte!

Yo creo que todos tenemos que ser muy responsables. Nos conocemos, y yo confío en la calidad moral y en la calidad ética de todos los Senadores de mi país.

Señora Presidenta, este tipo de proyectos, que se ponen en discusión por decisión de la Mesa y -me imagino- también de los Comités, no van a solucionar ningún problema, los van a fomentar.

Creo que si nos preocupamos fundamentalmente de los temas sociales, de la agenda social, de lo que nosotros también queremos para Chile, estamos en el camino correcto.

Todo lo demás, muchas veces, es vender ilusiones, y el día de mañana las consecuencias van a ser peores.

He dicho.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Tiene la palabra el Senador De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta, Honorable Sala, estamos llamados a pronunciarnos sobre un proyecto de ley que, precisamente, busca limitar la reelección de las autoridades.

Y el debate apunta a escuchar qué está sucediendo en este país, por qué hay cansancio, por qué hay aburrimiento, por qué hay malestar.

Yo difiero de lo que ha señalado el colega que me antecedió en el uso de la palabra. Tenemos que preguntarle a la ciudadanía, efectivamente, pero preguntémosle de todo. Para eso hemos propuesto que se hagan plebiscitos y que sea el soberano, que sea el pueblo el que en esta tesitura, en esta situación, plantee si quiere una nueva Constitución.

Pero queremos consultar para determinados temas y para otros, no.

A mi juicio, nosotros debemos garantizar, a través de instrumentos constitucionales, la posibilidad de consultar permanentemente al pueblo. Y creo que los plebiscitos son buenos. Los plebiscitos para estas grandes coyunturas, para estas grandes crisis, permiten destrabar situaciones difíciles. Por eso hemos insistido en el plebiscito.

Creo que este proyecto avanza en el camino correcto. Hay que hacer precisiones, pero pienso que avanza.

Me parece que uno, al ser electo, tiene la legitimidad y el respaldo de la ciudadanía. En todos los que estamos acá ha confiado un conjunto de ciudadanos, un conjunto de electores, quienes han dicho: "Usted está investido para tal o cual posición".

Puedo hablar desde mi experiencia personal: soy el único Senador que pasó por primarias, donde votaron más de diez mil personas para que yo llegara hasta acá. En todas las elecciones en que he participado he sido primera mayoría, en mi distrito como Diputado y también en mi circunscripción como Senador. En la última elección fui segunda mayoría nacional.

Pero uno debe estar dispuesto también a ceder y a entender que, precisamente, la ciudadanía quiere un reemplazo, quiere que no se eternicen en los cargos. Y no lo digo por el Senado o por la Cámara de Diputados. Sé que hay colegas que llevan largo tiempo y tienen una tremenda trayectoria y hay un acumulado, hay experiencia. Pero yo siento que no es bueno eternizarse en los cargos.

Y así como esto es importante en la Cámara Alta y en la Cámara de Diputados, creo que también es relevante en materia municipal.

La eternización en un cargo termina profesionalizándolo y desvinculando muchos aspectos fundamentales para la rotación, para la oxigenación y también, a veces, hace que se incurra en determinadas malas prácticas.

Yo valoro la oportunidad de haber llegado al Senado, luego de ser ocho años Diputado, y de conocer la experiencia.

Aquí hay Senadores y Senadoras a los que, precisamente, el transcurso del tiempo, su trayectoria como funcionarios, como altas autoridades, como Diputados y como Senadores les permiten tener capacidad y una técnica legislativa que no se aprende si no es estando acá.

Sin embargo, considero que dieciséis años en el Senado es un tiempo suficiente, lo mismo que estar doce años en la Cámara de Diputados, doce años en un municipio o en los consejos regionales.

Creo que esto es parte, precisamente, de la capacidad de renovar -como lo sostuvieron algunos colegas que me antecedieron en el uso de la palabra-, de ceder y de entender que debe haber recambios. Uno no puede profesionalizarse, no puede institucionalizarse donde está.

Las elecciones periódicas son la prueba de fuego, la nota, la evaluación que hace la ciudadanía respecto a si una gestión ha estado buena o mala.

Pero pienso que lo planteado para las elecciones de Diputados en los tres períodos que se consideran; de Senadores, con una reelección para completar dieciséis años; de alcaldes, de concejales y de consejeros regionales, va en el camino correcto.

Tengo un par de aprensiones del debate que estimo importantes.

¿Qué ocurre cuando se tiene una norma de entrada y se sabe que alguien no va a ser reelecto? ¿Cómo se asegura eso, cómo se focaliza con rendimiento? Porque se dirá: "Soy electo para este período, pero ya sé que, aunque quiera, no voy a poder postular para ser reelegido".

Pienso que ahí tiene que haber una discusión.

Recuerdo haber conversado sobre esto con parlamentarios de Costa Rica, de México, donde se ha establecido esto. Y, a mi juicio, hay que considerar una fórmula para que, en definitiva, no exista un desincentivo, ya que inmediatamente de elegido en un cargo ya se sabe que no se va a repostular. Ahí se debe buscar una fórmula...

El señor GARCÍA-HUIDOBRO .-

¿Cuál?

El señor DE URRESTI.-

Creo que hay que mejorar un sistema político, un sistema que permita volcar lo que uno ha aprendido en otras experiencias.

Vamos a tener los gobiernos regionales, con un gobernador regional como una instancia de participación. Y, en mi concepto, ahí se debe contar con una mirada más integral.

Pero estoy de acuerdo con este principio.

Por otra parte, cuando se produce la perpetuación en el cargo, la capacidad de control baja y la imposibilidad de acceso a ese cargo por parte de otros no incumbentes es más alta. Y en eso debemos ser claros.

Quien se reelige tiene mayor capacidad de conocimiento de su zona, de su territorio, de sus electores, lo cual tiene un valor por la cercanía, pero también puede significar una situación de eternización en el cargo.

Creo que también debe haber un estudio del modelo de elección.

Valoro, y ojalá que también se ponga en discusión, una norma, que se corrigió precisamente con el nuevo sistema electoral proporcional, respecto de quienes ingresan con baja representación.

Me parece que un parlamentario debiera tener un respaldo suficiente, una cantidad de miles de electores, un guarismo que diga: "A usted lo apoyó tal porcentaje de la ciudadanía".

Yo siempre lo señalo: el parlamentario que no hace su pega no es reelecto; el que no hace un buen trabajo no tiene asegurado su cargo, y más aún hoy día considerando la enorme competencia, porque -y esto también hay que valorarlo- entendemos que la reforma al sistema binominal, con sus aciertos y sus defectos, ha permitido mayor diversidad y mayor competencia. En el sistema binominal era uno y uno, y prácticamente estaban predeterminados los elegidos.

Entonces, a mi juicio, tiene que haber un profundo debate al respecto.

Otro punto, que no se ha formulado en esta discusión -lo planteé en la Comisión; no es la idea matriz del proyecto que nos ocupa-, dice relación con la eternización de cargos en otro tipo de entidades, por ejemplo, las gremiales.

En esa materia también debiéramos sostener una discusión.

El señor CHAHUÁN.-

Está presentado el proyecto.

El señor DE URRESTI.-

¡Qué bueno! Si está presentado, pienso que sería bueno sumarlo a la discusión para que no se produzca la repetición de las mismas caras de siempre, contando con un conjunto de elementos que nos permitan dinamizar los distintos cuerpos gremiales y sociales.

Ahí también debe prevalecer este mensaje, este principio.

Asimismo, quiero hacer presentes dos elementos que en mi opinión son tremendamente importantes y que debieran quedar claros en la discusión.

Yo no soy partidario de las sillitas musicales. En buen chileno, esa práctica significa que el Diputado de determinado distrito cumple su período en él y se va al del lado. Esto ocurre principalmente en la Región Metropolitana, donde hay numerosos distritos.

Veo en este Hemiciclo a muchos colegas con los que fuimos compañeros en la Cámara de Diputados. Es sabido que uno en su región tiene uno o dos distritos y ahí pertenece. Y los que hemos hecho el trabajo saltamos a la Cámara Alta, pero desde nuestro territorio.

A mí no me gusta que se eludan estas normas yéndose a otro distrito o a otra región. Creo que eso es burlar el objetivo del proyecto.

Los Senadores tienen una identidad territorial regional; los Diputados, proporcional en la representación.

Uno tiene que construir identidad territorial, identidad con sus electores, sobre todo con sus regiones, más aún hoy día cuando hemos establecido que cada región corresponde a una circunscripción.

Podrá haber cinco, tres o dos, dependiendo de cómo haya quedado el guarismo, pero ese es el lugar de representación y es ahí donde el parlamentario debiera desplegar su capacidad.

Otra discusión que también se ha planteado -y creo que es necesario señalarla- se refiere a si habrá Senadores nacionales, es decir, entender este dinamismo y plantear que hay figuras que tienen una representación nacional. Hagamos esa discusión, pero no sigamos con este trasvasije de "Soy Senador en esta región. Para no infringir la norma, me voy a otra y así no me corre el plazo".

Por último, me parece importante aclarar algo respecto de la retroactividad.

Creo que aquí tenemos que ser claros.

Si nosotros no establecemos una norma retroactiva, estos plazos van a ser in aeternum: de aquí a dieciséis o veinte años. Y eso significaría burlar el objetivo que está detrás de esta reforma constitucional.

Por esas razones, voto a favor.

Pienso que tenemos que hacer esa discusión para un mejor sistema político, para que efectivamente seamos representantes de nuestros electores, de nuestros territorios y, en definitiva...

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Concluyó su tiempo, señor Senador.

Dispone de un minuto adicional.

El señor DE URRESTI.-

Gracias, señora Presidenta.

Decía que, en definitiva, se debe tener la capacidad de ganar las elecciones con el respaldo genuino, popular de quienes creen y confían en nosotros.

Y los procesos electorales, con las limitaciones que se han mencionado, precisamente sirven para evaluar a los parlamentarios con una nota: si hizo el trabajo, es reelecto; si hizo bien el trabajo, será promovido de Diputado a Senador o a otro cargo que quiera cumplir.

Creo que el debate tiene que ser un poquito más amplio, pero el principio, sobre todo con lo que está sucediendo en nuestro país y con lo que hemos escuchado de la sociedad, debe ser avanzar.

Termino señalando que, si le consultamos a la ciudadanía, tenemos que hacerlo en lo local, en lo regional y en lo nacional. Y para eso necesitamos avanzar con un plebiscito que le posibilite a la ciudadanía definir una nueva Constitución para nuestro país.

He dicho.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

No hay más inscritos.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Terminada la votación.

--Se aprueba en general el proyecto (36 votos a favor y 4 en contra), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional requerido.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Castro, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros y Sandoval.

Votaron por la negativa la señora Van Rysselberghe y los señores Coloma, García-Huidobro y Soria.

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Quintana.

Si le parece a la Sala, se fijará plazo para presentar indicaciones hasta el jueves 28 de noviembre, a las 12 horas.

--Así se acuerda.

)----------(

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

En otro orden de cosas, el Senador Víctor Pérez Varela ha solicitado reabrir el plazo para formular indicaciones al proyecto que fortalece y moderniza el sistema de inteligencia del Estado (boletín No 12.234-02), que se encuentra en la Comisión de Defensa Nacional, hasta hoy miércoles a las 15:30.

¿Le parece a la Sala acceder a lo solicitado?

Acordado.

)------------(

La señora RINCÓN (Presidenta accidental).-

Ha concluido el Orden del Día.

Por haberse cumplido su objetivo, procederé a levantar la sesión, sin perjuicio de dar curso reglamentario a las peticiones de oficios que han llegado a la Mesa.

2.7. Boletín de Indicaciones

Fecha 28 de noviembre, 2019. Boletín de Indicaciones

BOLETINES Nºs 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos

INDICACIONES

28.11.19

INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSIÓN EN GENERAL DEL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

ARTÍCULO ÚNICO

Número 1

1.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para reemplazarlo por el siguiente:

“1.- Agrégase en el inciso segundo del artículo 51 la siguiente oración final: “Los diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos y los senadores podrán ser reelegidos solo por una vez.”.”.

Inciso segundo propuesto

2.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazarlo por el siguiente:

“Las elecciones de Diputados y de Senadores se efectuarán conjuntamente. Los Senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los Diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos.”.

3.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para reemplazar el texto que señala: “Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”, por el siguiente: “Los senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos en el cargo solo por un período.”.

4.- De los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, para agregar la siguiente oración final: “Los senadores que hayan sido reelegidos y cumplan el límite antes señalado no podrán participar en elecciones a cargos de elección popular en el plazo de 4 años, desde que termine su último período, con excepción de la elección de Presidente de la República.”.

5.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para agregar la siguiente oración final: “Tanto en el caso de los senadores como en el de los diputados, el límite a la reelección se efectuará con prescindencia del distrito o circunscripción a los que se presentaren, respectivamente.”.

o o o o o

6.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para introducir en el artículo 51, después del inciso segundo, el siguiente inciso, nuevo:

“Para el cálculo de cada elección, se tomará en consideración aquellas elecciones que se hubiesen realizado en diferentes distritos o circunscripciones, respectivamente.”.

o o o o o

7.- De los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, para agregar al artículo 51 un inciso nuevo, del siguiente tenor:

“En el caso de los diputados estos no podrán ser electos como gobernador regional, consejero regional, alcalde y concejal en un plazo de 4 años, el que será contado desde que termine su último período.”.

o o o o o

8.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para introducir el siguiente numeral, nuevo:

“… Sustitúyese el inciso final del artículo 60 por el siguiente:

“Los Diputados y Senadores podrán renunciar a sus cargos transcurrido la mitad de su período para el cual fueron electos.”.”.

o o o o o

9.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para consultar un numeral nuevo, del tenor que se señala:

“… Elimínase el número 15° del artículo 93.”.

o o o o o

10.- Del Honorable Senador señor Castro, para contemplar un numeral, nuevo, del siguiente tenor:

“… Sustitúyese en el inciso cuarto del artículo 111 la expresión “sólo para el período siguiente” por “hasta por dos veces consecutivas”.”.

o o o o o

Número 2

11.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazarlo por el siguiente:

“2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue la expresión “hasta por dos veces”.”.

12.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para sustituir la expresión “hasta por dos veces consecutivas” por la que sigue: “hasta por una vez consecutiva”.

Número 3

13.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para suprimirlo.

Oración final propuesta

14.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para reemplazar la frase “podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas” por la siguiente: “podrán ser reelegidos hasta por una vez consecutiva”.

15.- Del Honorable Senador señor Moreira, para reemplazar el vocablo “dos” por “tres”.

16.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para eliminar la palabra “consecutivas”.

Número 4

17.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para eliminarlo.

18.- Del Honorable Senador señor Moreira, para reemplazar el vocablo “dos” por “tres”.

19.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para eliminar la palabra “consecutivas”.

Número 5

Disposición transitoria propuesta

20.- Del Honorable Senador señor Ossandón, para reemplazarla por la siguiente.

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerarán todos los períodos que hayan ejercido las actuales autoridades que estén ejerciendo el cargo. En caso de que alguna de las mencionadas autoridades excediere el límite de reelecciones establecido, podrá terminar su actual período sin poder reelegirse.”.

21.- Del Honorable Senador señor Pérez Varela, para sustituirla por la que sigue:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerará su actual período como el primero. En el caso de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, el límite a la reelección se considerará a partir de la próxima elección de alcaldes y concejales.”.

22.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para eliminar la expresión “primero del artículo 118 y primero del artículo 119”.

23.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazar la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial”.

24.- Del Honorable Senador señor Castro, para reemplazar la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos sucesivamente en uno de los cargos señalados, a partir del año 1990”.

25.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para sustituir la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán, según sea el caso, el actual período como el primero para las autoridades electas en el cargo por primera vez, y el segundo para las autoridades que hayan sido electas en el cargo por dos o más ocasiones”.

o o o o o

26.- Del Honorable Senador señor Castro, para introducir el siguiente inciso, nuevo:

“Lo prescrito en el inciso anterior será con independencia del territorio electoral en el cual haya resultado electo el ciudadano a quien se le haga aplicable la limitación.”.

o o o o o

27.- Del Honorable Senador señor Castro, para incorporar un inciso nuevo, del tenor que se señala:

“Las limitaciones de este artículo en el caso de los alcaldes tendrán aplicación a partir de la elección municipal siguiente a la que se verificará el año 2020.”.

o o o o o

28.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para agregar una disposición transitoria nueva, del tenor que se indica:

“Vigésimo ...- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerarán todos los períodos anteriores, si es que los hubiese, incluidos los ejercidos en otra cámara para el caso de Diputados y Senadores.

No obstante lo establecido en el inciso precedente, las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, se considerará su actual período como el primero para los efectos de la elección del año 2020.”.

o o o o o

2.8. Boletín de Indicaciones

Fecha 03 de diciembre, 2019. Boletín de Indicaciones

BOLETINES Nºs 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos

INDICACIONES II

03.12.19

INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSIÓN EN GENERAL DEL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

ARTÍCULO ÚNICO

Número 1

1.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para reemplazarlo por el siguiente:

“1.- Agrégase en el inciso segundo del artículo 51 la siguiente oración final: “Los diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos y los senadores podrán ser reelegidos solo por una vez.”.”.

Inciso segundo propuesto

2.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazarlo por el siguiente:

“Las elecciones de Diputados y de Senadores se efectuarán conjuntamente. Los Senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los Diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos.”.

3.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para reemplazar el texto que señala: “Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”, por el siguiente: “Los senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos en el cargo solo por un período.”.

4.- De los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, para agregar la siguiente oración final: “Los senadores que hayan sido reelegidos y cumplan el límite antes señalado no podrán participar en elecciones a cargos de elección popular en el plazo de 4 años, desde que termine su último período, con excepción de la elección de Presidente de la República.”.

4 A.- De la Honorable Senadora señora Provoste, para agregar después del punto (.) ubicado a continuación de la expresión "dos periodos" lo siguiente: "Esta limitación no será aplicable a los senadores y diputados que hayan sido elegidos como independientes fuera de una lista de partido político o pacto electoral.".

5.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para agregar la siguiente oración final: “Tanto en el caso de los senadores como en el de los diputados, el límite a la reelección se efectuará con prescindencia del distrito o circunscripción a los que se presentaren, respectivamente.”.

o o o o o

6.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para introducir en el artículo 51, después del inciso segundo, el siguiente inciso, nuevo:

“Para el cálculo de cada elección, se tomará en consideración aquellas elecciones que se hubiesen realizado en diferentes distritos o circunscripciones, respectivamente.”.

o o o o o

7.- De los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, para agregar al artículo 51 un inciso nuevo, del siguiente tenor:

“En el caso de los diputados estos no podrán ser electos como gobernador regional, consejero regional, alcalde y concejal en un plazo de 4 años, el que será contado desde que termine su último período.”.

o o o o o

7 A.- De los Honorables Senadores señores Bianchi y Letelier, para agregar al final del art. 51 lo siguiente:

“En cualquier caso, ninguna persona podrá ser parlamentario por más de 12 años”.

7 B.- Del Honorable Senador señor Letelier, para agregar al final del art. 51 lo siguiente:

"En cualquier caso, ninguna persona podrá ser parlamentario por más de 16 años".

o o o o o

8.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para introducir el siguiente numeral, nuevo:

“… Sustitúyese el inciso final del artículo 60 por el siguiente:

“Los Diputados y Senadores podrán renunciar a sus cargos transcurrido la mitad de su período para el cual fueron electos.”.”.

o o o o o

9.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para consultar un numeral nuevo, del tenor que se señala:

“… Elimínase el número 15° del artículo 93.”.

o o o o o

10.- Del Honorable Senador señor Castro, para contemplar un numeral, nuevo, del siguiente tenor:

“… Sustitúyese en el inciso cuarto del artículo 111 la expresión “sólo para el período siguiente” por “hasta por dos veces consecutivas”.”.

o o o o o

Número 2

11.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazarlo por el siguiente:

“2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue la expresión “hasta por dos veces”.”.

12.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para sustituir la expresión “hasta por dos veces consecutivas” por la que sigue: “hasta por una vez consecutiva”.

Número 3

13.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para suprimirlo.

Oración final propuesta

14.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para reemplazar la frase “podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas” por la siguiente: “podrán ser reelegidos hasta por una vez consecutiva”.

15.- Del Honorable Senador señor Moreira, para reemplazar el vocablo “dos” por “tres”.

16.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para eliminar la palabra “consecutivas”.

Número 4

17.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para eliminarlo.

18.- Del Honorable Senador señor Moreira, para reemplazar el vocablo “dos” por “tres”.

19.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para eliminar la palabra “consecutivas”.

Número 5

Disposición transitoria propuesta

20.- Del Honorable Senador señor Ossandón, para reemplazarla por la siguiente.

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerarán todos los períodos que hayan ejercido las actuales autoridades que estén ejerciendo el cargo. En caso de que alguna de las mencionadas autoridades excediere el límite de reelecciones establecido, podrá terminar su actual período sin poder reelegirse.”.

21.- Del Honorable Senador señor Pérez Varela, para sustituirla por la que sigue:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerará su actual período como el primero. En el caso de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, el límite a la reelección se considerará a partir de la próxima elección de alcaldes y concejales.”.

21 A.- De la Honorable Senadora señora Provoste, para reemplazarla por la siguiente:

"Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, se considerará su actual período como el primero, en caso que hayan sido elegidos como independientes fuera de una lista de partido político o pacto electoral.".

21 B.- De la Honorable Senadora señora Provoste, para reemplazarla por la que sigue:

"Vigésimo séptima: Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial.

En el caso de que por la aplicación de la presente disposición transitoria, alguna de las autoridades mencionadas en el inciso anterior estuviera imposibilitada de presentarse como candidato en la elección inmediatamente siguiente, se le permitirá la oportunidad de reelegirse en el cargo solo por un período adicional.".

21 C.- De los Honorables Senadores señores Bianchi y Letelier, para sustituirla por la siguiente:

“Para los efectos de la próxima elección, a integrantes del Congreso Nacional, ninguna persona podrá postular a participar en ella si ya ha ejercido como parlamentario 12 o más años”.

21 D.- Del Honorable Senador señor Letelier, para sustituirla por la siguiente:

“Para los efectos de la próxima elección, a integrantes del Congreso Nacional, ninguna persona podrá postular a participar en ella si ya ha ejercido como parlamentario 12 o más años".

22.- De la Honorable Senadora señora Rincón, para eliminar la expresión “primero del artículo 118 y primero del artículo 119”.

23.- Del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplazar la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial”.

24.- Del Honorable Senador señor Castro, para reemplazar la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos sucesivamente en uno de los cargos señalados, a partir del año 1990”.

25.- De los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, para sustituir la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán, según sea el caso, el actual período como el primero para las autoridades electas en el cargo por primera vez, y el segundo para las autoridades que hayan sido electas en el cargo por dos o más ocasiones”.

o o o o o

26.- Del Honorable Senador señor Castro, para introducir el siguiente inciso, nuevo:

“Lo prescrito en el inciso anterior será con independencia del territorio electoral en el cual haya resultado electo el ciudadano a quien se le haga aplicable la limitación.”.

o o o o o

27.- Del Honorable Senador señor Castro, para incorporar un inciso nuevo, del tenor que se señala:

“Las limitaciones de este artículo en el caso de los alcaldes tendrán aplicación a partir de la elección municipal siguiente a la que se verificará el año 2020.”.

o o o o o

28.- De los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, para agregar una disposición transitoria nueva, del tenor que se indica:

“Vigésimo ...- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerarán todos los períodos anteriores, si es que los hubiese, incluidos los ejercidos en otra cámara para el caso de Diputados y Senadores.

No obstante lo establecido en el inciso precedente, las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, se considerará su actual período como el primero para los efectos de la elección del año 2020.”.

o o o o o

2.9. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 27 de enero, 2020. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 102. Legislatura 367.

?SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, para limitar la reelección de las autoridades que indica.

BOLETINES NÚMEROS 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos.

____________________________

HONORABLE SENADO:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de presentar su segundo informe sobre el proyecto de reforma constitucional señalado en el epígrafe, iniciado en la Cámara de Diputados en mociones del ex Diputado y actual Senador señor Francisco Chahuán, y de los ex Diputados señoras Karla Rubilar y Ximena Valcarce y señor René Aedo (Boletín N° 4.115-07); de los Honorables Diputados señores René Alinco y Tucapel Jiménez y de los ex Diputados señora Ximena Vidal y señores Ramón Farías (Boletín N° 4.499-07); del Honorable Diputado señor Rodrigo González (Boletín N° 4.701-07); de los Honorables Diputados señores Fidel Espinoza y Marcelo Díaz y de las ex Diputadas señores Clemira Pacheco y Denise Pascal, y del ex Diputado y actual Senador señor Alfonso De Urresti (Boletín N° 4.891-07); de los Honorables Diputados señores Jorge Sabag, René Saffirio, Víctor Torres y Matías Walker y de la ex Diputada y actual Honorable Senadora señora Carolina Goic y del ex Diputado señor Fuad Chahín (Boletín N° 7.888-07), y del Honorable Diputado señor Marcelo Díaz y de los ex Diputados señores Jorge Burgos, Alberto Cardemil, Guillermo Ceroni y Edmundo Eluchans (Boletín N° 8.221-07), refundidos, con urgencia calificada de “suma”.

Se hace presente que, en sesión celebrada con fecha 13 de noviembre de 2019, el Honorable Senado aprobó en general esta iniciativa.

Asistieron a una o más sesiones en que la Comisión analizó este asunto, además de sus miembros, los Honorables Senadores señores Carlos Bianchi Chelech e Iván Moreira Barros.

Asimismo, concurrieron, por la Asociación de Municipalidades de Chile, el Alcalde de la Municipalidad de Talcahuano, señor Henry Campos y el Coordinador del área jurídica, señor César Rojas. Igualmente, por la Asociación Chilena de Municipalidades, participaron el Subsecretario Ejecutivo, señor Miguel Moreno y la asesora legislativa, señora Marcia González.

De igual manera, se contó con la presencia de los asesores del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, señora Antonia Andreani y señor Víctor Inostroza; de la Jefa de Gabinete del Honorable Senador señor Harboe, señora Joanna Ledever; de la asesora del Honorable Senador señor De Urresti, señora Melissa Mallega; de los asesores del Honorable Senador señor Huenchumilla, señora Alejandra Leiva y señor Felipe Barra; de los asesores del Honorable Senador señor Bianchi, señora Constanza Sanhueza y señor Mauricio Henríquez; del asesor del Honorable Senador señor Insulza, señor Nicolás Godoy; del asesor legislativo de la Honorable Senadora señora Aravena, señor Eduardo Méndez; del asesor de la Honorable Senadora señora Allende, señor Rafael Ferrada; de los asesores del Comité PPD, señores Robert Angelbeck, Sebastián Abarca y José Miguel Bolados y del periodista, señor Gabriel Muñoz; de la asesora legislativa del Comité PS, señora Evelyn Pino; del asesor del Comité UDI, señor Emiliano García; del asesor del Comité DC, señor Mauricio Burgos, y del asesor de la Biblioteca del Congreso Nacional, señor Juan Pablo Cavada.

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NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL

Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los seis numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

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Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 124 del Reglamento del Senado, se deja constancia de lo siguiente:

1.- Artículos que no fueron objeto de indicaciones ni modificaciones: Ninguno.

2.- Indicaciones aprobadas sin modificaciones: Ninguna.

3.- Indicaciones aprobadas con modificaciones: 21 E y 23.

4.- Indicaciones rechazadas: N°s 1; 2; 3; 4; 4 A; 5; 6; 7; 7 A; 7 B; 10; 11; 12; 14; 15; 16; 18; 19; 20; 21; 21 A; 21 B; 21 C; 21 D; 24; 25; 26; 27, y 28.

5.- Indicaciones retiradas: N°s 8; 9; 13; 17, y 22.

6.- Indicaciones declaradas inadmisibles: Ninguna.

- - -

Cabe señalar que durante esta discusión en particular hubo tres plazos para formular indicaciones. Todas las proposiciones de enmienda presentadas figuran en el presente informe, dándose cuenta, además, del debate que ellas motivaron y de los acuerdos adoptados a su respecto.

Del mismo modo, debe hacerse notar que la Comisión acordó introducir algunas modificaciones al proyecto en virtud de lo establecido por el inciso final artículo 121 Reglamento del Senado, contándose, en cada caso, con el voto favorable de la unanimidad de los señores Senadores presentes. De ello se dará cuenta en el curso de la discusión.

Asimismo, se deja constancia de que en una sesión el Honorable Senador señor Francisco Huenchumilla Jaramillo fue reemplazado por la Honorable Senadora señora Ximena Rincón González.

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DELIBERACIÓN PREVIA EN LA COMISIÓN

Previo al estudio en particular de las indicaciones, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, ofreció la palabra al Honorable Senador señor Bianchi, quien connotó que, dada la situación actual del país, un proyecto de esta índole genera gran interés y, al respecto, hizo presente algunos asuntos que le han generado preocupación.

En primer término, dio cuenta de que las experiencias comparadas de reglas de límite a la reelección son escasas y, en algunos casos, han tenido efectos que no se pueden catalogar como positivos, dado que los congresistas, puestos en la situación de contar con límites en sus mandatos, no muestran demasiado interés en ser parte activa del debate parlamentario e, incluso, durante el último tiempo de sus períodos podrían ser cuestionados en algunas de las decisiones que tomen en determinadas materias.

En ese contexto, continuó, se le ha querido presentar al país esta iniciativa como una solución a la crisis política, pese a que, en general, quienes ejercen la labor parlamentaria lo hacen con total responsabilidad y compromiso, instalándose como un ejemplo para otros órganos legislativos.

Aseguró, por tanto, que, si bien está plenamente dispuesto a debatir este asunto, es preciso considerar de forma especial la situación de aquellos congresistas que han ganado un escaño en calidad de independientes. En efecto, la iniciativa no hace distinciones en ese sentido, a pesar de que, por ejemplo, en su caso personal tuvo que enfrentar en su momento serias dificultades para romper el sistema binominal imperante y competir en desigualdad de condiciones con quienes lo hacían con respaldo partidario y financiamiento superior. En el escenario actual del sistema proporcional en vigor un candidato independiente, para resultar elegido, debe superar las votaciones de todos los demás postulantes que conforman una lista, lo que también plantea dificultades.

Destacó, por tanto, que no es asimilable la condición de un candidato que pertenece a una estructura partidaria de quienes lo hacen en calidad de independientes, con otras perspectivas y desafíos.

En tal sentido, pidió analizar concienzudamente estas particularidades y, en lo que atañe a las indicaciones presentadas, se declaró partidario de aprobar la proposición de enmienda promovida por la Honorable Senadora señora Provoste, signada con el número 4 A.

Postuló posteriormente que la regulación debe ser justa y, por lo mismo, instó a los miembros de la Comisión a no caer en análisis superficiales como lo que se han planteado en otras instancias, en especial por las experiencias negativas que se han constatado en otras latitudes.

Sobre ese último juicio, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, propuso, para tener más antecedentes al respecto, solicitar a la Biblioteca del Congreso Nacional un informe acerca de lo que ha ocurrido en otras experiencias comparadas y qué grado de eficacia ha tenido el límite a la reelección para solucionar crisis de representatividad.

El Honorable Senador señor Pérez reparó en que la presente iniciativa no se formuló a partir de la situación que afecta actualmente al país, sino que fue tramitada, al menos en el Senado, durante el año 2015 en la Comisión Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia, de la que también formó parte.

Luego, advirtió que, a su juicio, las normas de este proyecto no se deberían aplicar a los alcaldes y concejales, cuyo período electoral ya ha comenzado y culminará en algunos meses. Por lo mismo, anunció la formulación de una indicación en ese sentido.

A su turno, el Honorable Senador señor De Urresti sugirió analizar de forma detallada las legislaciones comparadas en la materia, pues a partir de ello se podrá determinar cuáles son los méritos, beneficios y perjuicios involucrados y los casos de rotación y eternización en el poder que se pueden constatar. En definitiva, contar con todos los elementos atingentes para ilustrar adecuadamente la discusión en el seno de la Comisión.

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En la siguiente sesión, la Comisión recibió el parecer de los representantes de la Asociación de Municipalidades de Chile y de la Asociación Chilena de Municipalidades.

En primer término, expuso el Alcalde de la Municipalidad de Talcahuano, señor Henry Campos, en representación de la Asociación de Municipalidades de Chile.

El referido edil expuso que la soberanía reside esencialmente en la Nación, y así como en las democracias modernas el derecho a sufragio se sustenta sobre bases ampliamente aceptadas y cuidadosamente protegidas que permiten al ciudadano elegir a sus autoridades, es cada sistema de gobierno el que determina la extensión del derecho a ser elegido, no siendo esta facultad de carácter absoluta.

En este sentido, continuó, existe amplio consenso en la comunidad global de que los límites a la reelección, entonces, están orientados a proteger los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho, que son objetivos legítimos dentro del significado de las normas internacionales, los que en todo caso se deben basar en criterios razonables y objetivos. Ahora bien, resulta fundamental comprender que la relación entre los límites a la reelección y el derecho a postular a cargos de elección popular no se puede considerar como un obstáculo para el ejercicio de la participación política. En efecto, si no existen criterios razonables y objetivos, la definición en ese ámbito se podría instituir como una restricción a la soberanía de la Nación para elegir libremente a sus autoridades y representantes y una limitación al derecho a sufragio, en su doble acepción, la facultad para elegir y la potestad para ser elegido.

Agregó que hoy en día los ciudadanos poseen el derecho a elegir a sus autoridades y, si estiman pertinente que dicho representante está ejerciendo de manera leal y razonable su cargo, pueden depositar su confianza nuevamente en esa persona mediante los procesos electorales democráticos. El ejercicio de esa soberanía es el que se podría ver afectado con una reforma como la que se ha sometido a la consideración de la Comisión.

Sobre el particular, añadió que una situación que debe ser analizada por la Comisión es que el proceso eleccionario municipal se encuentra en curso. De hecho comenzó el día 25 de octubre de 2019, fecha en que se cumplió el plazo para que las autoridades renunciaran a sus cargos para participar de las elecciones de Gobernadores Regionales. Ello, sin considerar que para el mes de junio próximo están programadas las elecciones primarias en aquellas comunas que así lo requieran.

A mayor abundamiento, planteó que los alcaldes y concejales, cuya continuidad pudiera estar en cuestionamiento en aplicación de las normas en debate, ya iniciaron el próximo proceso eleccionario en el marco de la preceptiva vigente. En definitiva, se estarían cambiando las reglas, no sólo para quienes deseen ser reelectos, sino que también para aquellos ciudadanos que quieran elegir a esa autoridad.

En otro ámbito, es sabido que la ley sólo puede disponer para el futuro y no tendrá jamás efecto retroactivo, salvo cuando un precepto de rango legal establezca una excepción al respecto. Así, se ha entendido que las excepciones se fundamentan cuando se beneficia a las personas, por ejemplo, mediante la aplicación de los principios pro operario y pro reo.

Enfatizó que, aunque es competencia del Congreso Nacional discutir sobre los eventuales límites a la reelección, ello se debe realizar dentro de un marco jurídico razonable y concreto, con reglas preestablecidas con claridad. Por lo mismo, si se sancionará un régimen en ese sentido, su vigencia debería comenzar con posterioridad a la elección del mes de octubre del año 2020, particularmente para los alcaldes y concejales que se encuentran en el curso de un proceso eleccionario ya iniciado.

El Subsecretario Ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades, señor Miguel Moreno, sostuvo que la entidad que representa entiende que el presente proyecto de reforma constitucional, dadas las circunstancias actuales y que comenzaron a partir del mes de octubre del año 2019, está dentro de aquellas normas que requieren ser debatidas y modernizadas. No obstante, hizo notar que las mociones que dieron origen a la presente iniciativa no son nuevas, sino que responden a un interés parlamentario que se había expresado hace bastante tiempo.

Sostuvo que la iniciativa en debate es bienvenida, en el afán de refrescar la política y de incorporar rostros nuevos en el debate público, junto con la actualización de los marcos que regulan los procesos electorales. Sin perjuicio de lo expuesto, llamó la atención sobre los estándares en vigor aplicables a los alcaldes y concejales al proceso electoral que se avecina.

En seguida, instó a tener en cuenta la legislación comparada y las regulaciones internacionales sobre la materia. Así, mencionó que la Comisión de Venecia, dependiente de la Comunidad Económica Europea, plantea que la elección o reelección de determinados actores en la política no forma parte del concepto de los derechos humanos y, por tal motivo, los países son los que disponen sus propios mecanismos regulatorios para sus autoridades. En conclusión, la reelección no forma parte del régimen de los derechos humanos.

En otro aspecto, la citada Comisión ha postulado que cuando se proponen reformas constitucionales que aumenten, prolonguen o disminuyan los poderes de los altos niveles del Estado o de autoridades dentro de él, dichas enmiendas, de ser promulgadas, sólo deben surtir efectos para los mandatos futuros y no para quienes están en ejercicio del cargo. En resumen, cualquier acción o modificación que se pretendiera en este campo debe tener consecuencias a futuro, lo cual resulta lógico, toda vez que cuando una persona toma la decisión de representar a una parte de la ciudadanía en un cargo determinado de elección popular, debe tener claras las reglas para ejercerlo, no siendo adecuado que posteriormente se pretenda cambiar esas condiciones que, quizás, de haberlas conocido de antemano, habrían desincentivado su deseo de asumir el puesto respectivo.

Clarificó que esos comentarios no se deben entender como una oposición al presente proyecto de reforma constitucional, sino que sólo se ha estimado que el marco jurídico aplicable a las autoridades electas debe ser anunciado con anterioridad a los procesos eleccionarios que las determinen.

La Honorable Senadora señora Rincón, al inicio de su intervención, felicitó a las autoridades presentes por el ejercicio democrático que conllevó la consulta ciudadana realizada recientemente por los gobiernos comunales del país, ejemplo que se debería replicar con mayor frecuencia. Solicitó un reporte acerca de la forma en que se llevó a cabo el proceso y las conclusiones que se obtuvieron a partir de ese ejercicio ciudadano, en particular, del sistema de votación electrónica aplicado.

En segundo orden, hizo presente que el momento de aplicación de las normas que se estipulan en la presente iniciativa está incluido en el debate, por lo que será analizado en su oportunidad.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, junto con manifestar su complacencia por la reciente consulta patrocinada por los municipios, llamó a distinguir algunas de las situaciones en esta discusión. La primera está relacionada con la situación particular de los alcaldes, en que parece adecuado hacer algún tipo de salvedad respecto de la aplicación de las normas a un proceso electoral que ya está en curso. Sin embargo, instó a circunscribir las excepciones sólo a esos casos, porque la invocación de ciertos principios -como la limitación de los derechos ciudadanos- es aplicable a todas las elecciones de autoridades y no sólo a algunos de ellos, como en este caso los alcaldes y concejales. Por lo demás, el argumento de que no corresponde cambiar las reglas en curso aplicaría todos los incumbentes, incluidos los parlamentarios, quienes podrían aducir que se está afectando el ejercicio de su cargo.

Connotó que, según las cifras que se han expuesto, de aplicarse inmediatamente las reglas de esta iniciativa, habría 96 alcaldes que estarían inhabilitados para competir en la próxima elección. Por lo mismo, exhortó a los intervinientes en este debate a abstraer la discusión de los nombres específicos que se podrían ver afectados o beneficiados, de manera de instituir preceptos estables en el tiempo y que el sistema político equilibre la experiencia con una apropiada renovación que permita la generación de nuevos liderazgos. Sobre el particular, llamó la atención acerca de la última elección parlamentaria que, sin esta regla, condujo a una renovación de cerca de un 60% de la Cámara de Diputados.

En definitiva, enfatizó, el fondo del asunto tiene que ver realmente con la calidad de quienes acceden a los cargos de elección popular y, por lo tanto, los principales esfuerzos se deberían enfocar en los requisitos de ingreso a la Administración, con parámetros de mayor transparencia en la gestión.

En otro orden de ideas, observó que una alta rotación de autoridades que envuelva un cambio permanente en la capacidad de aprender todo lo que implica el ejercicio de un cargo determinado, reduciría de forma relevante la eficacia en la administración de los órganos respectivos. En un escenario hipotético, sin reelección, estimó que el Congreso Nacional se vería tremendamente debilitado respecto del Ejecutivo y los municipios tendrían problemas graves de gestión, porque sus ediles no alcanzarían a contar con el tiempo necesario para instruirse sobre todas las especificidades del cargo.

El Alcalde de la Municipalidad de Talcahuano, señor Campos, puso de manifiesto que la aplicación inmediata de estas normas a la elección que se avecina en el mes de octubre de 2020 supondría afectar no solo a 96 alcaldes, sino que también a alrededor de 700 concejales.

En la misma línea, consignó las alternativas que, en su opinión, resultan atendibles en este punto, pensando en no afectar a los alcaldes que ya llevan tres períodos o más en el ejercicio del cargo. La primera es iniciar la aplicación de la reforma constitucional con posterioridad a las elecciones del mes de octubre de 2020. La segunda es que dicho proceso eleccionario sea considerado como la primera reelección y, por tanto, se entienda que el período actual es el primero. Finalmente, una tercera opción es que el referido proceso eleccionario sea la última posibilidad de reelección.

La Honorable Senadora señora Rincón hizo notar que, en los hechos, se proponen períodos adicionales de 12, 8 y 4 años, respectivamente.

Postuló que si se postula el principio de que los cambios en esta materia se deberían aplicar para el futuro, sin afectar a las autoridades que actualmente ejercen los cargos por los que han sido elegidos, se debería hacer sin distinción.

El Honorable Senador señor Bianchi se sumó a las congratulaciones por la positiva experiencia que significó la consulta ciudadana llevada a cabo por los gobiernos comunales, aún sin contar con el debido apoyo estatal.

Luego, entrando al debate que ha convocado a la Comisión, sostuvo que otra situación que requiere ser analizada es la de aquellos diputados que luego desean optar a ser senadores, casos en los cuales, sumados los períodos parlamentarios, se puede alcanzar una cantidad de años estimable.

Acotó, en otro sentido, que comparte las apreciaciones sobre la relevancia de la experiencia en la administración municipal, dada la complejidad de las materias que se deben tratar, y que, por lo mismo, han significado que las experiencias comparadas de países que han establecido límites a la reelección no sean positivas.

Puso de manifiesto que escenarios de alta renovación de autoridades, como la que aconteció en la Cámara de Diputados en la elección del año 2017, no han derivado en una mayor valoración ciudadana de la función parlamentaria. Instó, por tanto, a tener en consideración esos antecedentes al momento de adoptar resoluciones en este proyecto de reforma constitucional.

En lo que atañe a la situación de las autoridades municipales, subrayó que le parece apropiada la segunda opción que se ha puesto en debate, esto es, aquella que postula que el próximo proceso eleccionario sea considerado como la primera reelección.

En relación con lo expuesto precedentemente, el Subsecretario Ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades, señor Miguel Moreno, evocó las graves dificultades que enfrentaron los municipios para poder llevar adelante la consulta ciudadana efectuada recientemente. Al efecto, dio cuenta de la extrema rigidez de la regulación estatal, que no está en línea con las demandas de la ciudadanía.

A modo de ejemplo, relató que el Servicio Electoral se negó rotundamente a entregar a la Asociación Chilena de Municipalidades el padrón electoral actualizado, pese a que tiene un carácter público, aduciendo que tenían la exclusividad en la supervisión de los procesos electorales. Por su lado, el Registro Civil tampoco accedió a entregar la información de los jóvenes de 14 a 19 años para que pudiesen participar del proceso y canalizar sus particulares visiones.

En definitiva, recomendó abordar en profundidad la forma en que el Estado dará cuenta de las necesidades evolutivas de la sociedad, de manera que las instituciones nacionales estén alineadas con las demandas actuales.

Connotó que los resultados de la consulta serán puestos en conocimiento de los Presidentes de ambas Cámaras apenas esté terminado el trabajo destinado a consolidar las conclusiones de las opciones más votadas. Destacó, asimismo, la alta participación constatada, probablemente por el hecho de que los ciudadanos se sintieron tomados en cuenta por sus autoridades.

Finalmente, hizo hincapié en que las principales dificultades que se han advertido en materia de administración municipal se verifican en aquellos gobiernos comunales que tienen alcaldes que se encuentran en su primer período en el cargo.

El Honorable Senador señor Allamand pidió a los representantes municipales a ahondar en aquellas fórmulas que permitirían, en la práctica que el próximo proceso eleccionario sea considerado la primera reelección o, en subsidio, como la última posibilidad para reelegirse.

El Alcalde de la Municipalidad de Talcahuano, señor Campos, consignó que la postura que han defendido es que el nuevo marco regulatorio rija con posterioridad a la elección del año 2020. Sin perjuicio de ello, manifestó que no se oponen a que haya un límite a la reelección, con un máximo de tres períodos. Esa opción ha sido consensuada entre las dos asociaciones de gobiernos comunales.

A su turno, el Honorable Senador señor De Urresti connotó que la primera definición que se debe adoptar es si se está de acuerdo con establecer un límite a la reelección y si esa restricción se aplicará a los alcaldes y concejales que ya han cumplido tres períodos en el cargo. En ese sentido, expresó que es efectivo que la aplicación inmediata de estas normas podría afectar a quienes ya han iniciado el proceso electoral que se llevará a cabo en el mes de octubre de 2020.

Sostuvo que, aunque se ha convencido en la necesidad de establecer límites a la reelección, particularmente para aquellas autoridades que administran recursos, puesto que por esa particularidad la capacidad de perpetuación en el cargo es mucho mayor.

Entonces, consignó que, más allá de propuestas concretas o la afectación de determinados ediles, lo relevante es estatuir los principios rectores que se aplicarán en la discusión, ya que a partir de ellos se podrán resolver las situaciones específicas que surjan del debate. A modo de ejemplo, subrayó que, tomada la decisión de disponer un límite, no está disponible para la aplicación de la reforma constitucional con posterioridad a las elecciones del mes de octubre de 2020 y que, en definitiva, se “parta de cero”, pues ello sería burlar el espíritu de la reforma.

A continuación, hizo hincapié en que, más relevante que la afectación a determinadas personas de lo que se resuelva a partir del proyecto que ocupa a la Comisión, sería conocer cuál es la tasa de renovación que generalmente hay en los gobiernos comunales después de cada elección y cómo ello ha impactado en la eficacia de la administración municipal. Asimismo, si ha tenido influencia en la evaluación de la gestión de los alcaldes y concejales.

Sin perjuicio de lo expuesto, también valoró la acumulación de experiencia en el cometido comunal que otorga el paso del tiempo y, por lo mismo, es aceptable que, por ejemplo, un alcalde planifique su gestión en un horizonte de doce años para medidas u obras de largo plazo.

Acogiendo el planteamiento efectuado por el señor Senador que le antecedió en el uso de la palabra, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, informó que se solicitará un informe a la Biblioteca del Congreso Nacional acerca de la tasa de renovación en materia municipal y parlamentaria.

En otro asunto, vinculado con la consulta municipal recientemente realizada, preguntó a los representantes comunales cómo consiguieron los padrones actualizados, si el Servicio Electoral no los quiso proporcionar. Lo anterior, por cuanto en la entrevista en un medio de comunicación social a un alcalde se señaló que la adquisición se había hecho a través de una empresa que los ofrecía, cuestión que, a su juicio, resultaría extremadamente grave.

El Subsecretario Ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades, señor Moreno, puntualizó que se utilizó el padrón del año 2017. Sin perjuicio de ello, es efectivo que ciertas empresas decían contar con el padrón actualizado, pero no se aceptaron esos ofrecimientos.

En otro aspecto, destacó que, si bien los municipios administran una cantidad relevante de recursos, también es preciso tener en cuenta que muchas de las leyes aprobadas no cuentan con financiamiento suficiente para ser posteriormente aplicadas.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, hizo presente que en el Senado está asentado el criterio de que no se aprueban nuevas normativas sobre competencias municipales si ellas no poseen el debido financiamiento.

Luego, preguntó si la votación electrónica que se utilizó en la consulta ciudadana es secreta o quedó almacenada en alguna base de datos. En esta última opción, preguntó quién administra esos datos.

El Subsecretario Ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades, señor Moreno, puso de manifiesto que la votación electrónica es absolutamente privada y, respecto de ella, resulta imposible conocer la ponencia de cada uno de los votantes. En cuanto a los datos, sostuvo que las empresas encargadas para administrar estos sistemas son las que se quedaron con la información, desde la perspectiva de los resultados de la votación, pero no de las opciones elegidas.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, pidió a las dos asociaciones concurrentes que indiquen los municipios que contrataron a empresas que manejen las bases de datos de las personas que votaron electrónicamente y que, eventualmente, las podrían ofrecer en una próxima elección. Además, pidió adjuntar los contratos respectivos.

La Honorable Senadora señora Rincón compartió la preocupación expresada, toda vez que los datos representan uno de los bienes más valiosos en la actualidad. De igual manera, consignó que esta discusión se enmarca en el debate mayor acerca de la pertinencia de la implementación del voto electrónico y, por lo mismo, la información solicitada resulta fundamental.

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En la siguiente sesión en que la Comisión se abocó al estudio de este asunto, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sugirió a esta instancia legislativa discutir algunas ideas y definir, en primer lugar, ciertos criterios generales, ejercicio que colaborará en la posterior votación de las indicaciones formuladas al texto aprobado en general por el Senado. Entre los temas generales que identificó está la fijación de los períodos máximos en que se podrá ejercer un cargo de los que aborda el proyecto de reforma constitucional; la definición de si ellos serán sucesivos o no; las eventuales inhabilidades para el ejercicio de otros cargos; la posibilidad de renuncia de los parlamentarios; la eventualidad de que una autoridad cambie de zona para continuar ejerciendo el cargo; la situación de los independientes, y la aplicación en el tiempo de las normas en debate. Consignó que todos esos asuntos son tratados por las proposiciones de enmienda que se han presentado.

El Honorable Senador señor Pérez adelantó que en el último plazo acordado para la formulación de indicaciones presentó una propuesta para analizar de forma separada la situación de los alcaldes y concejales, quienes ya se encuentran en el curso de un proceso eleccionario que culminará en el mes de octubre del año 2020. Lo anterior, sin perjuicio de estar de acuerdo en que se instituya un límite a la reelección de las autoridades.

En cuanto al primero de los temas propuestos, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, hizo presente que algunas indicaciones han propuesto que los diputados opten a tres períodos como máximo en el cargo, mientras que los senadores podrían acceder a dos. Lo anterior, sin importar la eventual calidad de independiente del parlamentario.

Los miembros de la Comisión concordaron con ese planteamiento.

El Honorable Senador señor De Urresti estimó, luego, que la situación de los consejeros regionales se debería asimilar a la de los alcaldes y concejales y, por lo tanto, todos ellos deberían poder optar a tres períodos como máximo.

Seguidamente, ante la consulta referida sobre si los períodos en el cargo deben ser sucesivos o no, consignó que, si el espíritu del proyecto es evitar que alguien se eternice en un cargo y, por lo mismo, generar renovación, sostuvo que esa limitación se debería aplicar al ejercicio de períodos sucesivos en el cargo. Si no lo son, no operaría la restricción.

El Honorable Senador señor Allamand opinó que la norma debería ser absoluta, ya que, de lo contrario, se podría dar el caso de parlamentarios que ejerzan más de los períodos máximos que se han aludido.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, postuló que el sentido de la reelección y de establecer períodos sucesivos como límite es evitar la perpetuación de una autoridad en un determinado cargo y que, eventualmente, la ostentación de dicho cargo haga prácticamente imposible que alguien le pueda competir. Así, por ejemplo, un alcalde que haya servido su cargo durante tres períodos podría dejar pasar uno y volver a ejercerlo, si así lo decreta democráticamente la ciudadanía.

El Honorable Senador señor Allamand concluyó que, en cierto sentido, a esas autoridades se les aplicaría el régimen que se prevé para los Presidentes de la República, quienes no pueden tener reelecciones sucesivas, pero sí alternadas.

A su vez, el Honorable Senador señor Huenchumilla se mostró partidario de una limitación absoluta. En el ejemplo de los parlamentarios, diputados solamente por un máximo de tres períodos. Si no se opera de ese modo, enfatizó, sería estipular una especie de “letra chica” en la iniciativa, que permitiría, en los hechos, una eternización en el cargo, simplemente dejando pasar algún período sin ejercerlo.

Esa postura también sería aplicable a las otras autoridades que regula la iniciativa de reforma constitucional, sentenció.

El Honorable Senador señor De Urresti expresó una posición opuesta, toda vez que, tal como lo ha explicitado previamente, lo que este proyecto intenta impedir que alguien se perpetúe en el cargo, puesto que esa situación genera acomodo en las funciones y control del territorio en el cual se ejerce.

Señaló a continuación que, desde el año 1990, la Cámara de Diputados se ha renovado aproximadamente en un tercio de sus integrantes en cada elección periódica, lo cual, desde el punto de vista de la alteración periódica de los miembros de un órgano legislativo resulta significativo.

En el ejemplo propuesto por el Presidente de la Comisión, referido a la situación de los alcaldes, sostuvo que si alguien ha ostentado el cargo más alto en un gobierno comunal por 12 años y no puede reelegirse nuevamente, el hecho de que deba estar al menos un período fuera, igualmente cumple los objetivos perseguidos. Por el contrario, si no puede postular nuevamente y someterse a la decisión democrática de la ciudadanía, después de haber pasado ese lapso, se perdería de antemano un capital humano relevante que podría ser provechoso para la comunidad respectiva. Afirmó que una decisión en contrario perjudicaría especialmente a quienes han ejercido los cargos desde muy jóvenes o que no desean cumplir otras funciones sometidas a la decisión popular.

Mencionó que un período intermedio de 4 años en el caso de diputados, concejales, alcaldes o consejeros regionales u 8 años en el caso de senadores permite una renovación, la entrada de nuevos candidatos a la zona y una sana competencia, sin que se mantenga la influencia que otorga el ejercicio del cargo.

Por su parte, el Honorable Senador señor Huenchumilla se preguntó, para resolver el presente debate, cuál es el objetivo que se pretende con el establecimiento de un límite. En su opinión, la idea de la iniciativa es “oxigenar” el sistema político. En efecto, aclaró que la ciudadanía piensa que hay un grupo de privilegiados que se eternizan en los cargos mediante el poder que les otorga esa dignidad. Así, si un alcalde ha servido por tres períodos, lo más probable es que, luego de dejar el cargo comience su campaña para postular en la siguiente elección, convirtiéndose en un factor de perturbación para el nuevo edil.

El Honorable Senador señor Pérez observó que un régimen de limitación de las elecciones provoca un efecto de tensión en los derechos a elegir y a ser elegido. En la práctica, lo que se pretende es que la persona que ejerce un determinado cargo no lo utilice para perpetuarse en él. Sin embargo, adujo que estipular una inhabilidad absoluta para optar nuevamente de forma democrática al mismo puesto resulta excesivo.

Precisó, en otro orden de ideas, que no es partidario de que, por ejemplo, alguien se cambie de distrito o circunscripción para eludir la disposición que limita las reelecciones. No obstante, la norma no puede ser tan estricta para impedir que una persona que no ha ostentado un puesto de elección popular lo ejerza nuevamente, luego de transcurrido uno o más períodos. Una restricción de esa naturaleza afectaría directamente los derechos a elegir y ser elegidos.

El Honorable Senador señor Allamand señaló su concordancia con la postura esgrimida por el Honorable Senador señor Huenchumilla, porque, en definitiva, se trata de las inhabilidades para un mismo cargo. A modo de ejemplo, hizo notar que un concejal que ha cumplido doce años en el cargo perfectamente podría decidir postular al cargo de alcalde y, este último, puesto en la misma circunstancia, podría optar también a otro cargo de elección popular. En resumen, la inhabilidad se aplica al mismo cargo.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, acotó que el proyecto limita la “reelección” de autoridades, acción que no se produce cuando hay cargos alternados. En efecto, formalmente la reelección supone una elección sucesiva, es decir, cuando se elige a una autoridad por un mismo período en su mismo cargo. Por tal motivo, se distingue entre períodos y reelecciones.

Puso como ejemplo el caso de los Presidentes de la República que, si bien pueden volver al puesto de Jefe de Estado, no lo hacen mediante el mecanismo de la reelección.

En seguida, connotó que el objetivo tenido a la vista para el límite a la reelección es la renovación de la política, que supone que la persona que ha ostentado un cargo por una determinada cantidad de períodos da un paso al costado para que otros se postulen en ese puesto. Esa oportunidad, a su juicio, es muy valiosa, pero no puede significar que se hipoteque la posibilidad de que en el futuro esa persona se pueda someter a la decisión democrática de los electores. Se trataría, en los hechos, de una inhabilidad sobreviniente por haber servido un cargo.

En torno a lo señalado por el Honorable Senador señor De Urresti, coincidió en que muchas personas, sobre todo a nivel municipal, no tienen aspiraciones de servir cargos diferentes de los que ya han ejercido. En definitiva, no es una opción para ellos cambiarse a otro puesto de elección popular.

En conclusión, expresaron su postura favorable a que la limitación se aplique a la reelección sucesiva los Honorables Senadores señores De Urresti, Harboe y Pérez. Por la opción contraria se manifestaron los Honorables Senadores señores Allamand y Huenchumilla.

Luego, se sometió a debate la posibilidad de establecer una inhabilidad para otro cargo, esto es, que alguien que ha completado el tiempo máximo en una función determinada, pueda postular inmediatamente a un cargo diferente de elección popular.

Con el objeto de ejemplificar esa situación, el Honorable Senador señor Pérez adujo que un senador que ha ejercido dos periodos sucesivos estaría habilitado para postular seguidamente como diputado.

Al respecto, el Honorable Senador señor De Urresti mencionó el caso del Honorable Diputado señor Matta, quien ejerció previamente como senador.

Los miembros de la Comisión coincidieron en la postura de no establecer una inhabilidad para otros cargos.

En torno a la indicación de su autoría que aborda la factibilidad de los parlamentarios renuncien a sus cargos, el Honorable Senador señor Huenchumilla planteó que la Constitución impide la renuncia de tales servidores públicos, a menos que se constate una enfermedad grave que lo afecte, circunstancia que calificará en su oportunidad el Tribunal Constitucional. Sin embargo, si alguien ha postulado a un puesto de parlamentario y después de un cierto período -que la indicación postula como la mitad del período- estima que, por distintas razones, debe dejar su escaño, debería contar con la posibilidad de renunciar sin mediar la intervención del Tribunal Constitucional.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, adujo que la prohibición de la renuncia se introdujo en el derecho comparado como un mecanismo para evitar actos de amenaza o amedrentamiento a las autoridades e incluso de faltas a la probidad.

En el primer caso, indicó que un parlamentario podría ser amenazado para que vote de determinada forma y, si no desea hacerlo, se le compele a renunciar.

Otros argumentos de peso son las situaciones de faltas a la probidad, pues algún parlamentario podría votar una propuesta que favorezca a determinado tipo de industria y, al día siguiente renunciar para trabajar en ese rubro.

Aclaró que en Chile no se permite la renuncia parlamentaria y, lo que sí es posible, es que en situaciones de enfermedad grave, calificadas como tales por el Tribunal Constitucional, se declara su cesación en el cargo. Lo mismo ocurre si, por ejemplo, es nombrado en el cargo de Ministro o Subsecretario.

Sin perjuicio de lo anterior, se mostró disponible a aprobar una idea como la que contiene la proposición de enmienda, para que no se reiteren casos como el del ex Senador señor Fernando Flores quien, al segundo año de su mandato, había perdido la motivación para ejercer el cargo. Ello significó, en la práctica, que la Región de Arica tuvo, durante un largo período, un representante ausente.

Llamó la atención, sin embargo, sobre el sistema de reemplazo que se podría emplear en esta circunstancia.

El Honorable Senador señor De Urresti connotó que, por razones de técnica legislativa, este tema debería ser discutido a partir de una iniciativa diferente, pues contiene elementos y fundamentos diversos de los que han sustentado el presente proyecto de reforma constitucional.

Al recuerdo del ex Senador señor Fernando Flores sumó la situación del ex Senador señor Marco Cariola. No obstante, instó a analizar igualmente la responsabilidad de los partidos políticos y organizaciones que promovieron a esos candidatos.

Aseguró que la última afirmación cobra relevancia ante la posibilidad de que se formen instancias de “titulares y reemplazantes”, en que se lleva un buen candidato que gana el cupo, pero que, superada la mitad del período, renuncia y el partido en el cual milita es el que, con criterios de maquinaria interna, decide sobre su sustituto dejando de lado la voluntad popular. Planteó, entonces, que la renuncia tiene que significar un costo para el sistema político.

Otra opción para estudiar sería una elección complementaria en caso de renuncia, sentenció.

Por último, señaló que la única objeción que tiene acerca del límite a la reelección, como institución, es que acceder a un cargo con fecha de caducidad puede desmotivar a esa persona en esa gestión.

El Honorable Senador señor Huenchumilla, aunque reconoció que se trata de un asunto discutible, subrayó que una persona que acepta ser candidato asume una responsabilidad. Sin embargo, es posible que alguien, en el curso de su trabajo parlamentario, sienta que no puede hacer una contribución, por distintos motivos. Indicó que cuando ejerció como diputado pudo advertir ese ánimo en algunos de sus colegas.

Afirmó que, de todas maneras se impone una limitación, a saber, que se ejerza al menos la mitad del período.

El Honorable Senador señor Pérez se mostró contrario a instituir la renuncia como una posibilidad en el Texto Constitucional. En efecto, el rol y la responsabilidad de un parlamentario es tal en la vida democrática que no sería aconsejable su institución, particularmente por las desventajas que, en un análisis sucinto, ya se han advertido.

Por lo demás, aseveró que tiene dudas de que las indicaciones sobre este tema estén acordes a las ideas matrices del presente proyecto de reforma constitucional, pues la discusión de la renuncia lleva a estudiar de forma íntegra el rol institucional y de representación que le cabe a un parlamentario, que se podría ver debilitado con una facultad de esa naturaleza.

A su vez, el Honorable Senador señor Allamand coincidió con el reparo de constitucionalidad antes formulado, pues excede las ideas matrices de la iniciativa en discusión. No obstante, concordó en que una discusión separada podría ser la oportunidad de analizar tan relevante asunto.

En ese contexto, el Honorable Senador señor Huenchumilla anunció el retiro de las indicaciones formuladas a ese respecto.

En seguida, la Comisión se abocó al debate de la eventualidad de que una autoridad cambie de zona para continuar ejerciendo el cargo. En definitiva, una inhabilidad por cambio de zona.

Al efecto, el Honorable Senador señor Pérez connotó que si alguien ha alcanzado el límite de las reelecciones permitidas, no es posible que luego postule en otra zona. En efecto, el límite opera sobre el cargo, con independencia del territorio en que se aplique.

Para precisarlo aún más, el Honorable Senador señor De Urresti señaló que, eventualmente, sí se podría modificar el territorio si se opta a otro cargo de elección popular. En la práctica, la inhabilidad aplica en el mismo cargo.

A modo de ejemplo, el Honorable Senador señor Huenchumilla planteó que un diputado podría cumplir tres períodos sucesivos, ya sea en Arica, Punta Arenas y Coquimbo, o en un solo distrito.

Los integrantes de la Comisión concordaron con el postulado de que la limitación se aplica al cargo, con independencia de la circunscripción, distrito o territorio en que éste se ejerce.

Respecto de la aplicación de las disposiciones de la iniciativa a los independientes, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, consignó que la indicación número 4 A, de autoría de la Honorable Senadora señora Provoste, propone que la limitación de las reelecciones no sea aplicable a los senadores y diputados independientes. Discrepó de esa postura, en razón del principio de igualdad ante la ley.

El Honorable Senador señor Huenchumilla explicó que la naturaleza del independiente es distinta de la de aquellos que pertenecen a un partido político, dado que estos últimos conglomerados tienen como objetivo conducir el Estado. En efecto, en democracia los ciudadanos se organizan en partidos políticos, cuyo objetivo principal es acceder al poder estatal.

Un independiente, por el contrario, es un ciudadano que, por sobre esas estructuras, solo y sin pretensiones de contar con una orgánica para administrar el Estado, busca una situación de poder en ese ámbito. En definitiva, el independiente, desde su soledad, desafía a los partidos políticos.

Por lo mismo, en esta materia deben tener un régimen excepcional.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, manifestó que las decisiones que ha adoptado la Comisión apuntan a la limitación del cargo, con independencia de la naturaleza u origen de la candidatura. Aunque es probable que también haya parlamentarios de partidos políticos que no pretenden administrar el Estado, ello no puede ser una justificación para hacer una excepción a las reglas generales. En efecto, el objetivo de esta iniciativa es la fijación de un límite para propender a la renovación de la política y, por tal motivo, no corresponde que un independiente pueda estar sucesivamente en el cargo cuatro o más períodos.

En la misma línea, el Honorable Senador señor Pérez planteó que la limitación de la reelección se sustenta en que resulta positivo que una persona no se perpetúe en el ejercicio de un cargo determinado, sin importar la forma en que ha sido elegido.

Además, se generaría una desigualdad ante la ley entre un militante de partido o un independiente electo en un pacto con partidos con aquellos independientes propiamente tales.

Con la oposición del Honorable Senador señor Huenchumilla, la Comisión acordó no hacer distinciones en el caso de los independientes.

En lo que atañe a la eventual aplicación retroactiva de las normas de este proyecto de reforma constitucional, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso de manifiesto que, a su juicio, resulta evidente que esta iniciativa debe tener efecto retroactivo. Así, sería una burla a la ciudadanía si se hace alguna excepción al respecto.

El Honorable Senador señor Pérez coincidió con esa premisa, salvo en lo atingente a la situación de los alcaldes y concejales, quienes, como se ha señalado, ya se encuentran en medio de un proceso electoral. La indicación número 21 E, de su autoría, aborda ese asunto.

El Honorable Senador señor Huenchumilla hizo presente que, con una norma de ese tipo, alcaldes que han cumplido tres o más períodos en el cargo podrían postular a uno adicional, lo que sobrepasa los límites que se han fijado.

En respuesta a esa inquietud, el Honorable Senador señor Pérez afirmó que la aplicación retroactiva de las disposiciones de la iniciativa a alcaldes y concejales que han ejercido el cargo por tres o más períodos alteraría las reglas para el proceso eleccionario que se realizará en unos meses. En los hechos habría una afectación del principio de igualdad ante la ley. Para ellos, enfatizó, la próxima sería la última elección a la que se podrían presentar de forma sucesiva.

El Honorable Senador señor Huenchumilla sostuvo que esa regla parece razonable para quienes llevan tres períodos en el cargo, pero no para los que han alcanzado un número superior.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, hizo hincapié en que el punto central de esta discusión es que el período electoral municipal se ha iniciado. Por ejemplo, si bien esta norma afectaría a 96 alcaldes, el proceso de inscripción de las candidaturas ya comenzó y, por de pronto, tienen vedada la posibilidad de renunciar para optar a otro cargo.

En definitiva, los miembros de la Comisión se inclinaron por la aplicación retroactiva de las normas del proyecto, con la salvedad de los alcaldes y concejales que hayan servido el cargo por tres o más períodos.

DISCUSIÓN EN PARTICULAR

A continuación, se efectúa una descripción de las normas aprobadas en general, las indicaciones que se han formulado a su texto y los acuerdos adoptados a su respecto por la Comisión.

ARTÍCULO ÚNICO

El artículo único del proyecto, conformado por cinco numerales, introduce diversas modificaciones a la Constitución Política de la República.

Número 1

El numeral 1 del artículo único de la iniciativa sustituye el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

El inciso que se reemplaza consigna actualmente que los parlamentarios podrán ser reelegidos en sus cargos, sin establecer limitaciones a su respecto.

Respecto de este numeral se formularon 13 proposiciones de enmienda.

La indicación número 1, de los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, lo reemplaza por el siguiente:

“1.- Agrégase en el inciso segundo del artículo 51 la siguiente oración final:

“Los diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos y los senadores podrán ser reelegidos solo por una vez.”.”.

La indicación número 2, del Honorable Senador señor Huenchumilla, lo reemplaza por el siguiente:

“Las elecciones de Diputados y de Senadores se efectuarán conjuntamente. Los Senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los Diputados podrán ser reelegidos en el cargo hasta por dos períodos.”.

La indicación número 3, de los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, reemplaza el texto que señala: “Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”, por el siguiente: “Los senadores podrán ser reelegidos en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos en el cargo solo por un período.”.

La Comisión acordó discutir conjuntamente las tres indicaciones precedentes, dado que proponen textos similares, sobre la base de una limitación de carácter absoluto.

Para una mayor claridad, el Honorable Senador señor Huenchumilla puntualizó que, si no se aprueban las proposiciones de enmienda, se permitirá la reelección alternada.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación las mencionadas proposiciones de enmienda.

- La Comisión, por la mayoría de sus miembros, Honorables Senadores señores De Urresti, Harboe y Pérez, las rechazó. Votaron a favor los Honorables Senadores señores Allamand y Huenchumilla.

La indicación número 4, de los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, agrega la siguiente oración final: “Los senadores que hayan sido reelegidos y cumplan el límite antes señalado no podrán participar en elecciones a cargos de elección popular en el plazo de 4 años, desde que termine su último período, con excepción de la elección de Presidente de la República.”.

Dado los criterios generales adoptados, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

La indicación número 4 A, de la Honorable Senadora señora Provoste, agrega después del punto (.) ubicado a continuación de la expresión "dos periodos" lo siguiente: "Esta limitación no será aplicable a los senadores y diputados que hayan sido elegidos como independientes fuera de una lista de partido político o pacto electoral.".

Dado que ya quedó consignada la postura expresada en su momento por el Honorable Senador señor Huenchumilla, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la indicación.

- La Comisión, por la mayoría de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe y Pérez, la rechazó. Se pronunció por la afirmativa el Honorable Senador señor Huenchumilla.

La indicación número 5, de los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, agrega la siguiente oración final: “Tanto en el caso de los senadores como en el de los diputados, el límite a la reelección se efectuará con prescindencia del distrito o circunscripción a los que se presentaren, respectivamente.”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, hizo notar que la indicación hace una distinción que no concuerda con los criterios aprobados, porque, por ejemplo, no incluye a alcaldes, concejales ni consejeros regionales. En definitiva, la inhabilidad está dirigida al cargo respectivo, tal como se convino previamente entre los miembros de la Comisión y, en ese sentido, es suficiente el texto aprobado en general por el Senado.

Entendiendo esa argumentación, el Honorable Senador señor De Urresti se inclinó por la mantención de los criterios generales sancionados en el seno de la Comisión.

Acto seguido, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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La indicación número 6, de los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, introduce en el artículo 51, después del inciso segundo, el siguiente inciso, nuevo:

“Para el cálculo de cada elección, se tomará en consideración aquellas elecciones que se hubiesen realizado en diferentes distritos o circunscripciones, respectivamente.”.

Siguiendo el criterio antes adoptado, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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La indicación número 7, de los Honorables Senadores señores Castro y Prohens, agrega al artículo 51 un inciso nuevo, del siguiente tenor:

“En el caso de los diputados estos no podrán ser electos como gobernador regional, consejero regional, alcalde y concejal en un plazo de 4 años, el que será contado desde que termine su último período.”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió inmediatamente a votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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La indicación número 7 A, de los Honorables Senadores señores Bianchi y Letelier, agrega al final del art. 51 lo siguiente:

“En cualquier caso, ninguna persona podrá ser parlamentario por más de 12 años”.

En virtud de los postulados generales adoptados, la Comisión se inclinó por el rechazo de la presente indicación.

Así, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, la sometió a votación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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La indicación número 7 B, del Honorable Senador señor Letelier, agrega al final del art. 51 lo siguiente:

"En cualquier caso, ninguna persona podrá ser parlamentario por más de 16 años".

En la misma línea de lo aprobado previamente, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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La indicación número 8, del Honorable Senador señor Huenchumilla, introduce el siguiente numeral, nuevo:

“… Sustitúyese el inciso final del artículo 60 por el siguiente:

“Los Diputados y Senadores podrán renunciar a sus cargos transcurrido la mitad de su período para el cual fueron electos.”.”.

Al efecto, cabe señalar que el inciso que se pretende sustituir estipula que los diputados y senadores podrán renunciar a sus cargos cuando les afecte una enfermedad grave que les impida desempeñarlos y así lo califique el Tribunal Constitucional.

- La indicación número 8 fue retirada por su autor.

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La indicación número 9, del Honorable Senador señor Huenchumilla, consulta un numeral nuevo, del tenor que se señala:

“… Elimínase el número 15° del artículo 93.”.

El referido numeral, situado en el precepto que regula las atribuciones del Tribunal Constitucional, postula que esta magistratura podrá calificar la inhabilidad invocada por un parlamentario en los términos del inciso final del artículo 60 y pronunciarse sobre su renuncia al cargo.

- La indicación número 9 fue retirada por su autor.

Al retirar estas indicaciones, el Honorable Senador Huenchumilla expresó que esta materia debería ser objeto de un mayor análisis en un proyecto distinto, idea que fue respaldada por los demás integrantes de la Comisión.

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La indicación número 10, del Honorable Senador señor Castro, contempla un numeral, nuevo, del siguiente tenor:

“… Sustitúyese en el inciso cuarto del artículo 111 la expresión “sólo para el período siguiente” por “hasta por dos veces consecutivas”.”.

El mencionado inciso cuarto del artículo 111 de la Carta Política, en lo que interesa a la proposición de enmienda, dispone que el Gobernador Regional durará en el ejercicio de sus funciones por el término de cuatro años, pudiendo ser reelegido consecutivamente sólo para el período siguiente.

La Comisión prefirió no innovar en esta materia y, por lo tanto, optó por el rechazo de la proposición de enmienda.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

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Número 2

El numeral 2 del artículo único de la iniciativa intercala en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

La referida modificación, en los hechos, limita la posibilidad de reelección de los consejeros regionales hasta por dos veces consecutivas.

Sobre este numeral recayeron 2 indicaciones.

La indicación número 11, del Honorable Senador señor Huenchumilla, lo reemplaza por el siguiente:

“2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue la expresión “hasta por dos veces”.”.

Los miembros de la Comisión entendieron que la propuesta está en la misma línea de los criterios generales asentados en la votación de las indicaciones números 1, 2 y 3, por lo que se remitieron a los argumentos ya expresados a ese respecto.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la mencionada proposición de enmienda.

- La Comisión, por la mayoría de sus miembros, Honorables Senadores señores De Urresti, Harboe y Pérez, la rechazó. Votaron a favor los Honorables Senadores señores Allamand y Huenchumilla, quienes fueron de la opinión que la regla de la limitación de la reelección no debía estar acotada a la exigencia de dos períodos sucesivos.

La indicación número 12, de los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, sustituye la expresión “hasta por dos veces consecutivas” por la que sigue: “hasta por una vez consecutiva”.

Dado lo resuelto previamente, la Comisión postuló su rechazo, con la intención de seguir los criterios ya instituidos.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

Número 3

El numeral 3 del artículo único del proyecto agrega en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final:

“Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas.”.

Respecto de este numeral se presentaron 4 indicaciones.

La indicación número 13, de la Honorable Senadora señora Rincón, lo suprime.

- Esta indicación fue retirada por su autora.

Oración final propuesta

La indicación número 14, de los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, reemplaza la frase “podrán ser reelegidos hasta por dos veces consecutivas” por la siguiente: “podrán ser reelegidos hasta por una vez consecutiva”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió inmediatamente a votación la indicación, con la misma argumentación señalada en la votación de la indicación número 12, respecto de la reducción de los períodos en que se puede ejercer el cargo.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

La indicación número 15, del Honorable Senador señor Moreira, reemplaza el vocablo “dos” por “tres”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la proposición de enmienda sin mayor debate, ya que sobre este punto la Comisión fijó un criterio, tal como se consignó en la discusión previa a la votación de las indicaciones, en orden a no aumentar el período por el que pueden ser reelegidas las autoridades políticas.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

La indicación número 16, del Honorable Senador señor Huenchumilla, elimina la palabra “consecutivas”.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la mencionada proposición de enmienda, que está en consonancia con lo que ya se ha resuelto a partir de las indicaciones números 1, 2, 3 y 11.

- La Comisión, por la mayoría de sus miembros, Honorables Senadores señores De Urresti, Harboe y Pérez, la rechazó. Votaron a favor los Honorables Senadores señores Allamand y Huenchumilla.

Número 4

El numeral 4 del artículo único intercala en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.

El citado inciso postula que los concejales durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos.

En torno a este numeral se formularon 3 proposiciones de enmienda.

La indicación número 17, de la Honorable Senadora señora Rincón, lo elimina.

- Esta indicación fue retirada por su autora.

La indicación número 18, del Honorable Senador señor Moreira, reemplaza el vocablo “dos” por “tres”.

En relación a esta enmienda, la Comisión siguió el criterio establecido a partir de lo resuelto en la indicación número 15.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, sometió a votación la indicación.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la rechazó.

La indicación número 19, del Honorable Senador señor Huenchumilla, elimina la palabra “consecutivas”.

Al iniciarse el estudio de esta materia, se recordó que, por mayoría de votos, la Comisión, ya había respaldado la idea de limitar las elecciones consecutivas, por lo que no resulta concordante eliminarla en este precepto.

El Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en votación la indicación.

- La Comisión, por la mayoría de sus miembros, Honorables Senadores señores De Urresti, Harboe y Pérez, la rechazó. Votaron a favor los Honorables Senadores señores Allamand y Huenchumilla, quienes fundaron su voto en los argumentos señalados previamente en este informe.

Número 5

El numeral 5 del artículo único del proyecto agrega la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.”.

En relación con esta disposición se formularon 14 indicaciones.

La indicación número 20, del Honorable Senador señor Ossandón, la reemplaza por la siguiente.

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerarán todos los períodos que hayan ejercido las actuales autoridades que estén ejerciendo el cargo. En caso de que alguna de las mencionadas autoridades excediere el límite de reelecciones establecido, podrá terminar su actual período sin poder reelegirse.”.

La indicación número 21, del Honorable Senador señor Pérez Varela, la sustituye por la que sigue:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerará su actual período como el primero. En el caso de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, el límite a la reelección se considerará a partir de la próxima elección de alcaldes y concejales.”.

La indicación número 21 A, de la Honorable Senadora señora Provoste, la reemplaza por la siguiente:

"Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, se considerará su actual período como el primero, en caso que hayan sido elegidos como independientes fuera de una lista de partido político o pacto electoral.".

La indicación número 21 B, de la Honorable Senadora señora Provoste, la reemplaza por la que sigue:

"Vigésimo séptima: Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial.

En el caso de que por la aplicación de la presente disposición transitoria, alguna de las autoridades mencionadas en el inciso anterior estuviera imposibilitada de presentarse como candidato en la elección inmediatamente siguiente, se le permitirá la oportunidad de reelegirse en el cargo solo por un período adicional.".

La indicación número 21 C, de los Honorables Senadores señores Bianchi y Letelier, la sustituye por la siguiente:

“Para los efectos de la próxima elección, a integrantes del Congreso Nacional, ninguna persona podrá postular a participar en ella si ya ha ejercido como parlamentario 12 o más años”.

La indicación número 21 D.- Del Honorable Senador señor Letelier, la sustituye por la siguiente:

“Para los efectos de la próxima elección, a integrantes del Congreso Nacional, ninguna persona podrá postular a participar en ella si ya ha ejercido como parlamentario 12 o más años".

La indicación número 21 E, del Honorable Senador señor Pérez, la reemplaza por la siguiente:

“Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119 que ya han servido tres o más períodos, el período que se inicia con las elecciones de octubre de 2020 se considerara el último al que podrán postular.”.

La indicación número 22, de la Honorable Senadora señora Rincón, elimina la expresión “primero del artículo 118 y primero del artículo 119”.

La indicación número 23, del Honorable Senador señor Huenchumilla, para reemplaza la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial”.

La indicación número 24, del Honorable Senador señor Castro, reemplaza la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos sucesivamente en uno de los cargos señalados, a partir del año 1990”.

La indicación número 25, de los Honorables Senadores señores De Urresti y Latorre, sustituye la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán, según sea el caso, el actual período como el primero para las autoridades electas en el cargo por primera vez, y el segundo para las autoridades que hayan sido electas en el cargo por dos o más ocasiones”.

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La indicación número 26, del Honorable Senador señor Castro, introduce el siguiente inciso, nuevo:

“Lo prescrito en el inciso anterior será con independencia del territorio electoral en el cual haya resultado electo el ciudadano a quien se le haga aplicable la limitación.”.

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La indicación número 27, del Honorable Senador señor Castro, incorpora un inciso nuevo, del tenor que se señala:

“Las limitaciones de este artículo en el caso de los alcaldes tendrán aplicación a partir de la elección municipal siguiente a la que se verificará el año 2020.”.

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La indicación número 28, de los Honorables Senadores señora Aravena y señores García, Ossandón, Prohens y Pugh, agrega una disposición transitoria nueva, del tenor que se indica:

“Vigésimo ...- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51 y segundo del artículo 113, se considerarán todos los períodos anteriores, si es que los hubiese, incluidos los ejercidos en otra cámara para el caso de Diputados y Senadores.

No obstante lo establecido en el inciso precedente, las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119, se considerará su actual período como el primero para los efectos de la elección del año 2020.”.

-.-.-.-

Dado que todas estas indicaciones abordan, en lo medular, un mismo asunto, el señor Presidente de la Comisión propuso a esta instancia discutirlas conjuntamente.

- En primer lugar, se deja constancia que la indicación número 22 fue retirada por su autora, la Honorable Senadora señora Rincón.

- Seguidamente, la Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, rechazó las indicaciones números 20, 21, 21 A, 21 B, 21 C, 21 D, 24, 25, 26, 27 y 28.

A continuación, el señor Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, puso en discusión la indicación número 21 E, de autoría del Honorable Senador señor Pérez. Al comenzar su análisis, se constató, que sin perjuicio de que se hace la salvedad necesaria respecto de los alcaldes y concejales, no se contiene una regulación para los parlamentarios y consejeros regionales, en la línea de los criterios generales que ya adoptó la Comisión.

Como forma se solucionar ese vacío, la Comisión consideró oportuno aprobar la indicación número 23, promovida por el Honorable Senador señor Huenchumilla, que reemplaza la frase “se considerará su actual período como el primero” por la siguiente: “se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, comuna o circunscripción provincial”.

Al efecto, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, si bien concordó con la propuesta antedicha, sugirió eliminar de su texto la referencia a la “comuna”, toda vez que esa regulación quedará contenida en la redacción aprobada a partir de la indicación número 21 E.

Con esa enmienda, sometió a votación la indicación número 23.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la aprobó con modificaciones.

De igual manera, se puso en votación la indicación número 21 E.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez, la aprobó con modificaciones.

En definitiva, el Presidente de la Comisión, Honorable Senador señor Harboe, concluyó que la Comisión ha sancionado la retroactividad de la aplicación de las disposiciones de esta iniciativa, salvo en lo referido a la situación de los alcaldes y concejales.

De igual manera, se aclaró que la disposición transitoria aprobada tendrá efecto únicamente respecto de las autoridades que actualmente están en posesión de los cargos cuya reelección se limita.

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Con posterioridad al despacho en particular de la iniciativa, la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión, Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez, decidieron reabrir la discusión del proyecto, de conformidad con lo estatuido en el artículo 185 del Reglamento del Senado.

En primer lugar, se observó que resulta necesario, por razones de técnica legislativa, uniformar las redacciones de las normas constitucionales que regulan la reelección de autoridades, de conformidad con los postulados adoptados previamente en la discusión de esta iniciativa.

La Comisión coincidió con esa postura y, de conformidad con lo dispuesto en el inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado, convino en hacer los ajustes de redacción necesarios en los artículos 113, 118 y 119 de la Constitución Política de la República.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Allamand Harboe, Huenchumilla y Pérez, aprobó esa proposición.

Seguidamente, la Comisión estimó pertinente dejar establecido expresamente en el texto de la disposición transitoria que se agrega por la presente reforma constitucional que, para efectos de la contabilización de los períodos servidos por los consejeros regionales, ellos se contabilizarán a partir de la aplicación de la ley N° 20.678, que establece la elección directa de los consejeros regionales, y que dispuso que dichas autoridades se elegirían por sufragio universal, en votación directa.

Dicha disposición, en aplicación de lo prescrito en el inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado, se incorporó como oración final en el inciso primero de la disposición vigesimonovena transitoria que el proyecto agrega en el texto de la Carta Fundamental.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Allamand Harboe, Huenchumilla y Pérez, aprobó esa propuesta.

Finalmente, a partir del debate que se suscitó respecto del contenido propuesto en la indicación número 23, la Comisión discutió sobre la necesidad de aclarar en el proyecto de reforma constitucional la situación de aquellas autoridades que, por diversos motivos, no alcanzan a cumplir la totalidad del período para el cual fueron elegidos. Lo anterior, para efectos del cómputo de los períodos que determinarán la aplicación del límite a la reelección.

A pesar de que la referida proposición de enmienda propone una regulación de carácter transitorio, la Comisión juzgó conveniente consignar una regla permanente para resolver esa situación.

En tal sentido, se convino en estatuir que la correspondiente autoridad ha ejercido su cargo durante un período cuando haya cumplido la mitad de su mandato. Dicha precisión se efectuó respecto de los diputados y senadores como oración final en el nuevo inciso tercero que se intercala en el artículo 51 constitucional, y en torno a la regulación de los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, mediante la agregación de un nuevo artículo 125 bis en la Constitución Política de la República.

De igual modo, se acordó, a proposición del Honorable Senador señor De Urresti, perfeccionar la redacción de la primera oración del citado inciso tercero del artículo 51 de la Carta Fundamental, de manera de hacer coherente su texto con los términos usados en otras disposiciones para reglar los límites a la reelección de los parlamentarios.

Los acuerdos anteriormente mencionados se adoptaron en virtud de lo establecido en el inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

- La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Allamand Harboe, Huenchumilla y Pérez, aprobó ambas proposiciones.

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MODIFICACIONES

De conformidad con los acuerdos precedentemente consignados, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de proponer la aprobación del proyecto de reforma constitucional acordado en general por el Honorable Senado, con las siguientes enmiendas:

ARTÍCULO ÚNICO

Número 1

- Reemplazarlo por el siguiente:

“1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.”. (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez). Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

Número 2

- Reemplazarlo por el siguiente:

2.- Sustitúyese en el inciso segundo del artículo 113 la frase: “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos” (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

Número 3

- Sustituirlo por el siguiente:

“3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final:

“Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.” (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

Número 4

- Reemplazarlo por el siguiente:

“4.- Reemplázase en el inciso primero del artículo 119 la frase “y podrán ser reelegidos.” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.” (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

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- A continuación, agregar el siguiente número 5, nuevo:

“5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis, nuevo:

“Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.”. (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

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Número 5

Pasa a ser número 6

- Sustituirlo por el siguiente:

“6.- Agrégase la siguiente disposición transitoria.

“Vigesimonovena. Para los efectos de determinar los límites a la reelección de las autoridades señaladas en el inciso segundo del artículo 51 y en el inciso segundo del artículo 113 se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, o circunscripción provincial. (Unanimidad. 5 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez. Indicación número 23, con modificaciones). Para el cómputo del plazo aplicable a los consejeros regionales se contabilizarán los períodos en que hayan sido elegidos por sufragio universal, de conformidad con la ley N° 20.678. (Unanimidad. 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, De Urresti, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Inciso final del artículo 121 del Reglamento del Senado.

Asimismo, para determinar los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119 que ya han servido tres o más períodos, el período que se inicia luego de las elecciones de octubre de 2020 se considerará el último al que podrán postular.”. (Unanimidad 4 x 0. Honorables Senadores señores Allamand, Harboe, Huenchumilla y Pérez) Indicación 21 E, con modificaciones.

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TEXTO DEL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL

En virtud de las modificaciones anteriores, el proyecto de reforma constitucional quedaría como sigue:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA:

Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.”.

2.- Sustitúyese en el inciso segundo del artículo 113 la frase: “y podrán ser reelegidos.” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final:

“Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

4.- Reemplázase en el inciso primero del artículo 119 la frase “y podrán ser reelegidos.” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis, nuevo:

“Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.”.

6.- Agrégase la siguiente disposición transitoria.

“Vigesimonovena. Para los efectos de determinar los límites a la reelección de las autoridades señaladas en el inciso segundo del artículo 51 y en el inciso segundo del artículo 113, se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, o circunscripción provincial. Para el cómputo del plazo aplicable a los consejeros regionales se contabilizarán los períodos en que hayan sido elegidos por sufragio universal, de conformidad con la ley N° 20.678.

Asimismo, para determinar los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos primero del artículo 118 y primero del artículo 119 que ya han servido tres o más períodos, el período que se inicia luego de las elecciones de octubre de 2020 se considerará el último al que podrán postular.”.”.

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Acordado en sesiones celebradas los días 9 y 17 de diciembre de 2019,y 16 y 21 de enero de 2020, con la asistencia de los Honorables Senadores señores Felipe Harboe Bascuñán (Presidente), Francisco Huenchumilla Jaramillo (H. Senadora señora Ximena Rincón González), Andrés Allamand Zavala, Alfonso de Urresti Longton, y Víctor Pérez Varela.

Sala de la Comisión, 27 de enero de 2019.

RODRIGO PINEDA GARFIAS

Abogado Secretario de la Comisión

RESUMEN EJECUTIVO

SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

(BOLETINES NÚMEROS 4.115-07,

4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 Y 8.221-07, REFUNDIDOS).

I. OBJETIVO DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN:

Limitar la reelección sucesiva de los Senadores, de los Diputados, de los alcaldes, consejeros regionales y concejales, a los períodos que se indica.

Precisar que la aplicación de esta limitación a los actuales Senadores, Diputados y Consejeros Regionales considerará todos los períodos en que han ejercido el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito, o circunscripción provincial en que lo hayan desempeñado.

Establecer que a los actuales alcaldes y concejales que han servido tres o más períodos sus cargos, excepcionalmente podrán postular a un período adicional que se inicia luego de las elecciones de octubre de 2020.

II. ACUERDOS:

Indicación N° 1 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 2 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 3 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 4 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 4 A Rechazada (Mayoría 4 x 1)

Indicación N° 5 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 6 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 7 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 7 A Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 7 B Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 8 Retirada

Indicación N° 9 Retirada

Indicación N° 10 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 11 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 12 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 13 Retirada.

Indicación N° 14 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 15 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 16 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 17 Retirada.

Indicación N° 18 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 19 Rechazada (Mayoría 3 x 2)

Indicación N° 20 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 A Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 B Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 C Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 D Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 21 E Aprobada con modificaciones (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 22 Retirada.

Indicación N° 23 Aprobada con modificaciones (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 24 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 25 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 26 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 27 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

Indicación N° 28 Rechazada (Unanimidad 5 x 0)

III. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: Consta de un artículo único, conformado por seis numerales.

IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: Conforme a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República, los cinco numerales del artículo único del proyecto de reforma constitucional en informe requieren de la aprobación de las tres quintas partes de los Senadores en ejercicio, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV del Texto Fundamental.

V. URGENCIA: Suma. Vence el 28 de enero de 2020.

VI. ORIGEN INICIATIVA: Cámara de Diputados. Seis mociones refundidas, de autoría del ex Diputado y actual Honorable Senador señor Francisco Chahuán, y de los ex Diputados señoras Karla Rubilar y Ximena Valcarce y señor René Aedo, Boletín N° 4.115-07; de los Honorables Diputados señores René Alinco y Tucapel Jiménez y de los ex Diputados señora Ximena Vidal y señor Ramón Farías, Boletín N° 4.499-07; del Honorable Diputado señor Rodrigo González, Boletín N° 4.701-07; de los Honorables Diputados señores Fidel Espinoza y Marcelo Díaz y de las ex Diputadas señoras Clemira Pacheco y Denise Pascal, y del ex Diputado y actual Honorable Senador señor Alfonso De Urresti, Boletín N° 4.891-07; de los Honorables Diputados señores Jorge Sabag, René Saffirio, Víctor Torres y Matías Walker y de la ex Diputada y actual Honorable Senadora señora Carolina Goic y del ex Diputado señor Fuad Chahín, Boletín N° 7.888-07, y del Honorable Diputado señor Marcelo Díaz y de los ex Diputados señores Jorge Burgos, Alberto Cardemil, Guillermo Ceroni y Edmundo Eluchans, Boletín N° 8.221-07.

VII. TRÁMITE CONSTITUCIONAL: Segundo.

VIII. INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 16 de octubre de 2012.

IX. TRÁMITE REGLAMENTARIO: Segundo informe.

X. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

- La Constitución Política de la República, especialmente los artículos que dicen relación con la generación de la Cámara de Diputados y del Senado, la integración de los consejos regionales, la elección de los alcaldes, y la conformación de los concejos municipales, a saber, los artículos 51, 113, 118 y 119, respectivamente.

- Los artículos 25 y 111 de la Carta Política, que contienen reglas especiales respecto de la posibilidad de reelección del Presidente de la República y de los Gobernadores Regionales, respectivamente.

Rodrigo Pineda Garfias

Abogado Secretario de la Comisión

Valparaíso, 27 de enero de 2020.

2.10. Discusión en Sala

Fecha 26 de mayo, 2020. Diario de Sesión en Sesión 29. Legislatura 368. Discusión Particular. Se aprueba en particular con modificaciones.

LÍMITE A REELECCIÓN DE SENADORES, DIPUTADOS, CONSEJEROS REGIONALES, ALCALDES Y CONCEJALES

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Conforme a lo resuelto por los Comités, corresponde ocuparse en el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, para limitar la reelección de las autoridades que indica, que cuenta con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y urgencia calificada de "suma".

--Los antecedentes sobre el proyecto (4.115-07, 4.499-07, 8.221- 07, 7.888-07, 4.701-07 y 4.891-07, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de reforma constitucional:

En segundo trámite, sesión 55ª, en 16 de octubre de 2012 (se da cuenta).

Informes de Comisión:

Especial encargada de conocer proyectos relativos a probidad y transparencia: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2015.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 65ª, en 5 de noviembre de 2019.

Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 102ª, en 28 de enero de 2020.

Discusión:

Sesiones 23ª, en 20 de mayo de 2015 (queda para segunda discusión en general); 24ª, en 2 de junio de 2015 (se solicita nuevo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento); 67ª, en 11 de noviembre de 2019 (queda pendiente la discusión en general); 68ª, en 13 de noviembre de 2019 (se aprueba en general).

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión de 13 de noviembre de 2019 y cuenta con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, la que deja constancia para los efectos reglamentarios de que no existen artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni de modificaciones.

El referido órgano técnico efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron aprobadas por unanimidad.

Cabe recordar que estas enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión a su respecto o existieren indicaciones renovadas.

Dichas enmiendas unánimes, referidas a los seis numerales que integran el artículo único que compone la iniciativa, requieren la aprobación de las tres quintas partes de las señoras Senadoras y los señores Senadores en ejercicio; esto es, el día de hoy, 26 votos favorables para ser aprobadas, por cuanto recaen sobre los Capítulos V y XIV de la Carta Fundamental.

Sus Señorías, en la plataforma, en la sección de los documentos, tienen a su disposición un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y el texto como quedaría de ser aprobadas dichas modificaciones.

Es todo, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

En discusión particular el proyecto.

Ofrezco la palabra al Senador De Urresti.

¿Usted va a dar cuenta del informe, señor Senador ?

El señor DE URRESTI.-

Así es, señora Presidenta . Como Presidente de la Comisión de Constitución, voy a proceder a rendir el informe correspondiente.

El proyecto que esta Sala va a discutir en particular tiene su origen en seis mociones refundidas presentadas en la Cámara de Diputados, y cuyo segundo trámite constitucional se inició en el Senado con fecha 16 de octubre del 2012. En primer término, por acuerdo de la Sala, fue analizado por la Comisión especial encargada de conocer proyectos relativos a la probidad y transparencia, para luego disponer su estudio por parte de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

En los antecedentes de estas iniciativas se señala en lo medular la pertinencia de limitar la reelección indefinida de diversas autoridades que han accedido a sus cargos en procesos de elección popular, con el objeto de consagrar un equilibrio entre la necesidad de permitir la renovación de tales representantes de la ciudadanía, la alternancia en el poder, la mayor eficiencia en el ejercicio de los cargos, la participación de la ciudadanía y la posibilidad de que quien lo ha hecho en forma exitosa pueda continuar, sometiéndolo a la voluntad del escrutinio popular, promovido por ello en los proyectos de largo plazo.

La iniciativa fue aprobada en general por el Senado con fecha 13 de noviembre del año 2019, disponiendo tres plazos para formular indicaciones, términos en los cuales se recibieron diversos aportes de señoras y señores Senadores.

Los objetivos fundamentales de la proposición de reforma constitucional que la Comisión efectúa a la Sala del Senado se pueden sintetizar en los tres siguientes aspectos fundamentales:

Primero, limitar la reelección sucesiva de los Senadores, de los Diputados, de los alcaldes, consejeros regionales y concejales en los períodos que indica.

Segundo, precisar que la aplicación de esta limitación a los actuales Senadores, Diputados y consejeros regionales considerará todos los períodos en que han ejercido el cargo, cualquiera que sea la circunscripción, distrito o circunscripción provincial en que lo hayan desempeñado.

Tercero, establecer que los actuales alcaldes y concejales que han ejercido en tres o más períodos en sus cargos excepcionalmente podrán postular a un período adicional que se inicia luego de las elecciones de octubre del 2020. Ahí, valga la precisión, donde dice "octubre del 2020" debiera decir "abril del 2021", producto de las últimas reformas que se generaron para el calendario electoral, tanto del plebiscito como de elecciones municipales.

Para enfrentar el cometido que se le encargó a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, se recibió en audiencia a representantes de la Asociación Chilena de Municipalidades y de la Asociación de Municipalidades de Chile, quienes expusieron sus puntos de vista acerca del mérito del proyecto de ley y de las indicaciones formuladas a su respecto; en particular, hicieron presente que el proceso electoral que se llevará a cabo el próximo mes de octubre para la elección de alcaldes y concejales -valga la aclaración, en el mes de abril- ya se encuentra en curso, cuestión que a su juicio debiera ser considerado por la Comisión al momento de analizar los eventuales límites a la reelección de dichas autoridades.

Además, se contó con la colaboración de la Biblioteca del Congreso Nacional, que emitió un informe que ayudó a ilustrar el debate.

Con el objetivo de ordenar la discusión, la Comisión decidió, en primer término, efectuar un debate acerca de los temas generales abordados por las indicaciones formuladas al texto aprobado en general. A saber, la fijación de los períodos máximos en que se podrá ejercer un cargo de los que aborda el proyecto de reforma constitucional; la definición de si ellos serán sucesivos o no; las eventuales inhabilidades para el ejercicio de otros cargos; la posibilidad de renuncia de los parlamentarios en la eventualidad de que una autoridad cambie de zona para continuar ejerciendo el cargo; la situación de los independientes y la aplicación en el tiempo de las normas en debate.

En términos generales se estableció que los diputados, consejeros regionales, alcaldes y concejales podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.

A su vez, los Senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período.

Así, luego del estudio de las proposiciones de enmiendas que incidían en dichos temas generales, se decidió rechazar varias de ellas y centrar el debate...(falla de audio en transmisión telemática)... en las indicaciones que recaían en el último de los aspectos antes referidos.

En este contexto, la Comisión decidió el reemplazo de la disposición transitoria aprobada en general por esta Corporación por otra que en lo medular consigna que, a los efectos de determinar los límites a la reelección de diputados, senadores y consejeros regionales, se considerarán todos los períodos ejercidos en el cargo, cualesquiera que sean la circunscripción, el distrito o la circunscripción provincial.

No obstante, se previno en el texto aprobado que para el cómputo del plazo aplicable a los consejeros regionales se contabilizarían los períodos en que hayan sido elegidos por sufragio universal, de conformidad a la ley N° 20.678.

De igual manera, como forma de acoger los planteamientos efectuados en torno a la proximidad del proceso por el cual se elegirá a los representantes comunales, el precepto transitorio que se incorpora en la Carta Política dispone que para determinar los límites a la reelección de los alcaldes y concejales que ya han servido tres o más períodos, el período que se inicia luego de las próximas elecciones se considerará el último al que podrán postular.

Una vez concluida esta discusión, la Comisión estimó pertinente efectuar diversas enmiendas tanto de forma como de fondo en los demás preceptos en que incide la iniciativa de reforma constitucional.

Así, las modificaciones formales se ocuparon de uniformar los términos en que se instituyeron las restricciones a la reelección de las autoridades mientras que aquellas enmiendas de mérito versaron especialmente en la definición de que, para los efectos de la reelección, se entenderá que las autoridades afectadas han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad del mandato.

Dicha norma se hace cargo en particular de la situación de aquellos representantes ciudadanos que por diversos motivos no pueden culminar el período para el cual han sido electos.

Señora Presidenta , debo hacer presente que la totalidad de las enmiendas ya explicitadas contó con el voto favorable de la unanimidad de los miembros presentes en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

Ello da cuenta del transversal apoyo alcanzado en esta materia en aras de otorgar una respuesta efectiva desde el Poder Legislativo y de la necesidad de equilibrar la experiencia parlamentaria y el respeto a la voluntad democráticamente ejercida por la apropiada renovación que permita la generación de nuevos liderazgos políticos y ciudadanos.

En último término, quiero hacer notar que el informe de la Comisión da cuenta del trabajo realizado, consignando las intervenciones efectuadas, la discusión de los preceptos abordados y los acuerdos alcanzados al respecto.

He dicho.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Senador.

Me ha pedido la palabra el Senador Pedro Araya para un tema reglamentario.

Puede intervenir, Su Señoría.

El señor ARAYA.-

Señora Presidenta , quisiera solicitarle a usted y, por su intermedio, al señor Secretario lo siguiente.

Primero, la votación separada de la totalidad de los artículos del proyecto y, segundo, que me clarifiquen una duda que me surge en este minuto.

Todos sabemos que este proyecto es bastante controvertido, especialmente en lo que dice relación con el tema de la retroactividad. Y al respecto quiero consultarle a la Mesa dos cosas.

La primera es si en el caso de que sea rechazada la enmienda propuesta por la Comisión de Constitución como consecuencia de una votación separada queda vigente el texto aprobado en general por el Senado y que proviene de la Cámara de Diputados.

En razón de ello, de no aprobarse dicha norma, se entiende que no habría retroactividad y que el período que ejercen los Senadores se contaría como el primero, así como también para el resto de las autoridades.

En segundo lugar, quiero consultarle a la Mesa si, en el caso de que algún señor Senador o señora Senadora se inhabilite en la votación, ¿el requerido quorum para la aprobación de las normas del proyecto baja o se mantiene?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Lo primero es que usted ha solicitado votación separada, y eso se acepta por el solo hecho de pedirlo.

El señor Secretario responderá a los dos planteamientos que usted ha hecho.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, señora Presidenta .

Efectivamente, es posible solicitar votaciones separadas, pues si bien se trata de un proyecto de artículo único está compuesto por seis numerales.

Con respecto a la consulta que se ha planteado -estoy buscando el documento-, si ustedes revisan el comparado verán que tiene cinco columnas. Ahí figura el texto aprobado en particular por la Comisión, que es el que se someterá a votación en esta sesión.

En el caso de no aprobarse el numeral 6, debería votarse el texto aprobado en general por el Senado, que viene de la Cámara Baja y al cual se le han incorporado algunas modificaciones.

De no haber quorum para aprobar ese texto, cabe tener presente que ese numeral no venía en el texto original de la Cámara de Diputados, sino que se incorporó con posterioridad, caso en el cual no habría texto en esta materia.

Esa es la situación del proyecto en cuanto a su texto, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¿Y sobre las inhabilidades?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Sobre las inhabilidades que pueden hacer valer las señoras y los señores Senadores que estimen que concurre alguna causal de tal naturaleza, cabe tener presente que las inhabilidades son situaciones de interpretación y aplicación estricta, toda vez que normalmente el Parlamento conoce normas de aplicación de carácter general, de modo tal que de alguna u otra forma una normativa de carácter general también puede afectar a algunos legisladores a los cuales les corresponde pronunciarse acerca de ellas.

Por lo tanto, la interpretación relativa a las inhabilidades debe ser estricta, caso en el cual debiera concurrir una serie de ellas para afectar estrechamente al parlamentario.

De inhabilitarse las señoras y los señores Senadores, no se produce variación en el quorum. El quorum que exige la reforma constitucional es mínimo, es decir, se debe alcanzar el número mínimo de 26 votos en este caso, de acuerdo a los 43 Senadores en ejercicio.

De no alcanzarse esos 26 votos, no se aprobaría el respectivo numeral de la reforma constitucional.

Eso es, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Tiene la palabra el Senador señor García.

El señor GARCÍA .-

Señora Presidenta , si entendí bien, ¿el Senador Araya pidió votación separada de cada numeral? ¿Cuántas votaciones tendríamos entonces?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Tendríamos seis votaciones, porque son seis numerales.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Así es.

Muy bien.

Tiene la palabra el Senador señor Harboe.

Micrófono para el Senador Harboe.

El señor HARBOE.-

Gracias, señora Presidenta .

En la misma línea, quiero preguntarle a la Secretaría si, de conformidad a los artículos 8º de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y 5º del Reglamento del Senado, corresponde la inhabilidad de algún señor Senador, toda vez que la interpretación es particular.

No obstante, por aplicación de precedentes, si se estableciera una inhabilidad a este respecto, podría pedirse la inhabilidad con relación a cualquier tipo de proyecto de ley que afecte directa o indirectamente a un Senador; por ejemplo, la reforma tributaria u otro de carácter laboral.

Le pregunto a la Secretaría. Nosotros conversamos con ella en la Comisión de Constitución, y hubo una interpretación.

Sería bueno saber qué opina el Secretario .

La señora MUÑOZ (Presidente).-

Muy bien.

Señor Secretario, tiene la palabra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , voy a revisar los textos de rigor.

Efectivamente, el artículo 8º del Reglamento establece lo relativo a las inhabilidades. Dice: "No podrán los Senadores promover ni votar ningún asunto que interese directa o personalmente a ellos, sus ascendientes, sus descendientes, su cónyuge, sus colaterales hasta el tercer grado de consanguinidad y el segundo de afinidad, ambos inclusive, o a las personas ligadas a ellos por adopción. Con todo, podrán participar en el debate advirtiendo previamente el interés que ellos, o las personas mencionadas, tengan en el asunto.".

Hay un inciso segundo, que señala: "Sin embargo, no regirá este impedimento en negocios de índole general que interesen al gremio, profesión, industria o comercio a que pertenezcan, en elecciones, o en aquellos asuntos de que trata el Título XII de este Reglamento", que son las materias exclusivas que conoce el Senado.

Debemos tener presente, Sus Señorías, que esta norma se modificó en 1954. Antes de ello, estaba contenida en el antiguo artículo 140 del Reglamento, que también contenía una circunstancia de excepción respecto de la situación de los gremios, norma que se había interpretado de manera bastante laxa para establecer o generar inhabilidades.

La regulación que determina el Reglamento del Senado respecto de las inhabilidades de los señores Senadores, particularmente teniendo presente tanto los efectos que genera la participación en cierto tipo de actividades que están reguladas en la Constitución de parlamentarios que tuvieran algún grado de interés como las situaciones de excepción donde también se prohíbe que parlamentarios puedan formar parte, por ejemplo, de directorios de sociedades anónimas, hay que entenderla en el sentido de que tales inhabilidades puedan ser hechas valer por terceros o por otros parlamentarios respecto de Senadores que han intervenido de alguna forma en un negocio que sea de su interés.

A este respecto, el interés que normalmente se debe comprender dentro de las situaciones de inhabilidad puede ser directo y de carácter pecuniario.

En ese sentido, existió un informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento a propósito del planteamiento que formuló un Honorable señor Senador, quien era accionista de una empresa en un porcentaje que equivalía al 0,3 por ciento, para determinar si concurría o no un interés estrecho y directo que pudiera afectar la independencia y autonomía de su decisión al momento de votar el proyecto en cuestión. Dicha Comisión estimó que en ese caso no concurría la causal de inhabilidad, de modo tal que no se daba la situación de vinculación estrecha y directa que pudiera afectar la voluntad o la decisión del parlamentario.

Desde esa perspectiva, señora Presidenta , las inhabilidades, en primer lugar, sin duda las tienen que evaluar los propios parlamentarios en su fuero interno, en cuanto a la eventualidad de verse afectada su votación o su decisión por la existencia de algún interés.

Desde el punto de vista externo, formal, las inhabilidades están reguladas en el Reglamento a efectos de que algún otro parlamentario, al momento de decidirse alguna cuestión, haga valer los antecedentes pertinentes y el parlamentario aludido decida inhabilitarse efectivamente y no votar, o bien, esa decisión la adopte, en definitiva, la Sala mediante una votación para determinar si concurre la inhabilidad hecha valer respecto de la señora Senadora o el señor Senador que se vea afectado por esa circunstancia.

Por otra parte, también hay que tener presente que, desde esa perspectiva, si concurre alguna circunstancia que no configure este interés estrecho y directo, existe la posibilidad, para alguna señora Senadora o algún señor Senador , de abstenerse en la votación.

Eso es, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Muy bien.

Senador Manuel José Ossandón, tiene la palabra.

Activen el micrófono del Senador.

El señor OSSANDÓN.-

¿Ahí? ¿Me escucha?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Sí.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Se escucha bien, Senador.

El señor OSSANDÓN.-

Señora Presidenta , solo quiero dejar constancia de que aquí hay algo bien extraño, porque si uno aplica el sentido común, sin ser ningún especialista en leyes, se da cuenta de que la inhabilidad hoy día opera justamente al revés: me podría inhabilitar para sacar un beneficio.

Claramente, a los que estén en contra de la retroactividad les conviene inhabilitarse.

Entonces, pido que, por lo menos, quede constancia de que eso debiera ser por votación y no por decisión personal, porque lo que pase en el resultado de la votación de esta parte del proyecto igual nos van a descuerar a todos. O sea, aquí, según lo que salga, va a aumentar o disminuir el desprestigio de nuestro Senado.

Pero, claramente, para quienes están en contra, el inhabilitarse es más conveniente que no hacerlo. Por lo tanto, se da un juego bastante nefasto.

Por consiguiente, quiero que quede constancia, por lo menos en la historia de la ley y en el Diario de Sesiones, de que aquí la inhabilidad es exactamente lo contrario de lo que se dice que se va a hacer.

Gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Me ha pedido la palabra el Senador Moreira.

El señor MOREIRA.-

No, señora Presidenta .

¡Lo que pasa es que moví el dedito para decir que estoy de acuerdo con mi nuevo mejor amigo, Manuel José Ossandón...!

Nada más.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

El Senador Huenchumilla ha pedido la palabra por un asunto de reglamento.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señora Presidenta, todos sabemos que esta es una materia compleja, controvertida. Por lo tanto, es muy importante que, antes de empezar el debate y, sobre todo, antes de votar, tengamos absoluto acuerdo respecto de los procedimientos, porque si nos enredamos en ellos, creo que no saldremos bien de esta sesión.

Entonces, me parece que debemos resolver adecuadamente este tema de las inhabilidades. Efectivamente tenemos una regulación en el artículo 8º del Reglamento, pero también está el artículo 5º B de nuestra Ley Orgánica.

En segundo lugar, de la explicación que aquí se dio, no me quedó claro qué pasa si, puesta en votación una cuestión, ya sea por separado o en conjunto -como sea-, esta se rechaza. Alguien insinuó: "Bueno, en tal caso, ¿qué es lo que revive?". ¡Si se rechaza, no hay norma simplemente!

Aquí estamos en el segundo trámite y lo que votamos en la discusión en general no fue un texto específico, sino la idea de legislar, las ideas matrices del proyecto. ¡No un texto en particular!

La ley dice que después, en la tramitación en particular, se entra al articulado. Mediante las indicaciones se configura un texto que después va a la Sala para su discusión y votación. Si la Sala lo debate, lo vota y lo rechaza, simplemente no hay texto. De lo contrario, vamos a empezar a revivir los que estaban anteriormente. Nunca había visto en la tramitación de un proyecto de ley en el Senado o en la Cámara Baja que el rechazo de un texto hiciera revivir un trámite anterior.

Entonces, me parece que sería bueno que tuviéramos claridad en esto, señora Presidenta . Si usted estima pertinente suspender la sesión y realizar una reunión de Comités para aclararlo bien, bienvenido sea.

En el fondo, le pido que aplique todas las facultades de la Mesa para resolver adecuadamente los temas de procedimiento, para que todos estemos tranquilos de que aquí no habrá problemas.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

La única complejidad de procedimiento que hasta ahora habíamos previsto era la relativa a la votación separada. Pero ha surgido el tema de la inhabilidad, que no estaba dentro de las conversaciones que habíamos sostenido con el Secretario y la Mesa.

Hay varios Senadores inscritos. No sé si están solicitando la palabra para referirse a algún punto de reglamento o para entrar al debate del proyecto.

Para acoger la propuesta del Senador Huenchumilla, dado que se complejizó el procedimiento, habría que suspender y hacer una pequeña reunión de Comités.

Senador Pizarro, ¿está pidiendo la palabra por reglamento?

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta, estaba pidiendo intervenir desde el inicio, cuando el Senador Araya planteó, acertadamente a mi juicio, que se discutiera lo referente a las inhabilidades.

Pido al Senado y a todos los colegas que no nos declaremos interdictos entre nosotros a propósito de este proyecto. Con el criterio que plantean algunos, en cuanto a que esta materia podría afectarnos a cualquiera hoy, mañana o en el futuro, prácticamente nunca podríamos votar ninguna iniciativa de ley.

Hemos sido suficientemente masoquistas y nadie se ha inhabilitado, por ejemplo, cuando subirnos los impuestos, ¡y pagamos más impuestos que cualquier chileno! Tampoco nos hemos inhabilitado cuando decidimos respecto de cualquier norma que termina afectándonos en temas económicos, sociales, laborales, previsionales, de todo tipo. Entonces, ¿por qué alguien se va a inhabilitar ahora diciendo: "Es que esto me podría afectar"?

Concuerdo con el Senador Ossandón, quien tiene una obsesión con que cada cosa que decidimos es pésima para la imagen del Senado, en que lo lógico y natural es que cada uno exprese con claridad y trasparencia lo que piensa y lo que quiere.

Mi opinión la conoce todo el mundo desde hace muchísimos años. En la última elección decidí no volver a postularme para un nuevo período.

Y tengo mi postura respecto al tema de fondo: yo no creo que sea positivo para un organismo colegiado, cualquiera que sea, el que sus componentes tengan límites. Pero, en fin, es opinable.

En todo caso, a ese respecto, ninguno de nosotros se puede inhibir, ¡ninguno!

Debemos decidir lo que sea mejor para el país, para nuestra democracia y, obviamente, para la institución del Congreso y del Senado que tanto queremos.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Hay varias palabras pedidas. Quiero consultar si son para hablar del tema reglamentario o para entrar al debate.

Senador Harboe, lo tengo anotado.

Están inscritos también los Senadores Coloma, Insulza y Aravena.

¿Sobre reglamento, Senador Coloma?

No lo escucho.

Mientras tanto, le entrego la palabra al Senador Harboe.

El señor COLOMA.-

¡No! Ahí pude, Presidenta .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Ahí está.

Tiene la palabra, Senador Coloma.

El señor COLOMA.-

Señora Presidenta , lo que pasa es que el tema reglamentario en este caso con lleva una diferencia básica: nos afectaría a todos.

Yo quiero explicar el criterio de fondo.

Efectivamente, inhabilitarse procede cuando hay implicado un eventual beneficio particular, propio, distintivo. Pero en el inciso siguiente de la misma norma, se dice que en todas las disposiciones que regulen asuntos de índole general uno tiene que votar.

El Senador Pizarro lo ha explicado con razón: si fuera por eso, no podríamos votar normas sobre impuestos y tampoco habríamos podido regular nuestras dietas, como lo hicimos la semana pasada, porque obviamente existe un eventual interés en esas materias.

Entonces, uno podrá tener posiciones, pero estas influyen en este caso. En efecto, cuando alguien se inhabilita, no baja el quorum; por tanto, la inhabilidad es una decisión.

Si algún colega se inhabilita por esa causa, ¿por qué otro no lo hace?

Debemos tomar nota en general de esto o nunca se podrá votar en tales circunstancias, porque bastaría con que uno diga: "Yo me inhabilito" para que todos estemos en la misma condición, pues no hay una situación distinta, dado que tiene que ver con la reelección de los parlamentarios.

¡Imagínense! En la Cámara de Diputados también podría ocurrir lo mismo.

En consecuencia, pido que, cuando esto se vea o lo acuerden los Comités, se entienda que se trata de normas de carácter general que nos afectan a todos.

No puede ser que uno diga, ante la misma norma y ante la misma lógica, que se siente inhabilitado, porque eso obviamente pugna con el sentido del inciso que señala que en todas las disposiciones de carácter general tenemos la obligación de votar.

Eso es lo que quería agregar, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Senador Harboe, tiene la palabra.

El señor HARBOE.-

Señora Presidenta , intervendré en la misma línea del Senador Coloma .

Creo que en este proyecto evidentemente tenemos diferencias, y es muy legítimo que así sea. Cada uno las ponderará pertinentemente.

Pero plantearse -por eso mantengo la pregunta del principio- la inhabilidad a propósito de una iniciativa como esta puede generar un precedente muy nefasto: ¿por qué uno se inhabilitaría en esta materia y no en otras?, sobre todo considerando que la inhabilidad constituye decisión. En efecto, la inhabilidad en este caso es rechazo, porque, al no bajar el quorum, implica tal decisión.

Yo quisiera pedir una explicación en tres líneas al Secretario .

La Comisión de Constitución discutió esta materia y la Secretaría de dicho órgano dio una opinión jurídica respecto de si procedía o no inhabilitarse.

Quisiera saber si el Secretario del Senado tiene una opinión respecto de si hay que inhabilitarse o no a este respecto.

Eso es, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Hay varias palabras pedidas sobre el punto reglamentario.

Mejor hagamos aquí el debate que propone el Senador Huenchumilla y definamos el asunto, porque estar llamando a otra reunión de Comités será complicado.

Están inscritos el Senador Víctor Pérez y la Senadora Von Baer.

Antes tiene la palabra la Senadora Aravena.

La señora ARAVENA.-

Señora Presidenta , en la misma línea de lo que planteó el Senador Harboe, creo que no podemos iniciar ningún debate sin antes resolver lo relativo al procedimiento.

También le pido a nuestro Secretario, que ya nos entregó una explicación, que se defina un poquito más respecto de las inhabilidades. Si no las tratamos cuando la semana pasada votamos sobre nuestras remuneraciones, lo que claramente nos afectaba a todos, es bastante extraño que hoy día estemos abordando este tema; sobre todo porque, desde el punto de vista de la afección, es mucho más relevante decidir sobre las remuneraciones del Senado que lo que estamos viendo hoy día.

No soy abogada, pero entiendo muy bien lo que estamos haciendo ahora. Me parece que la inhabilidad no se puede interpretar para la ciudadanía ni para nosotros mismos como un pretexto para no votar.

Muchas gracias.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Le voy a pedir al señor Secretario que se pronuncie sobre la pregunta que le ha hecho el Senador Felipe Harboe.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , tal como se ha señalado, acá juegan fundamentalmente dos normas con relación a las inhabilidades que puedan afectar a un parlamentario: el artículo 5 B de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso y en el artículo 8° del Reglamento.

Todas las normativas vinculadas al ejercicio de la función parlamentaria en general están también en la Constitución, la cual establece ciertos efectos respecto a algunos quebrantamientos e infracciones de normas para los parlamentarios mediante sanciones bastante drásticas.

Sin perjuicio de lo señalado y tal como ya lo indiqué en mi primera intervención, cabe tener presente que el Congreso -y cualquier parlamento en el mundo- dicta normas de aplicación general, es decir, para todos los ciudadanos, entre los cuales también se encuentran los propios parlamentarios.

Cuando se establecen inhabilidades, ya sea a nivel constitucional (la ley orgánica constitucional, como ocurre en nuestro caso) o de Reglamento (artículo 8°), estas deben entenderse en sentido estricto.

Respecto de quiénes las pueden hacer valer, en primer lugar, el propio parlamentario que la pueda percibir, pero en segundo lugar, sobre todo, otros parlamentarios respecto de su intervención o votación en ciertos proyectos, en función de los cuales pueden tener algún interés directo.

Considero importante recordar lo que se informó cuando se modificó el Reglamento en 1941, al discutirse estas materias, en que se señala: "negar el derecho a voto a los Senadores que se encuentren en presencia de un asunto que, sobre interesarle directa o personalmente a ellos o a sus parientes indicados, los afecta, además en forma también exclusiva. Cuando el interés que está en juego rebasa los límites estrictos del círculo estrecho del Senador o sus familiares, este recobra la plenitud de sus facultades para ejercer la función parlamentaria y poder votar todos aquellos proyectos que son de conocimiento de la respectiva sala".

Y cuando se habló de que rebasa los intereses de sus familiares, es decir, cuando estamos hablando de normas generales, concurre esta interpretación restrictiva y estricta de las inhabilidades.

Me parece que acá hay un punto que bien lo clarificó y ejemplificó la Senadora señora Aravena . La semana pasada se votó en esta Sala todo lo que dice relación con las dietas parlamentarias, que es precisamente un interés pecuniario de cada uno de los parlamentarios, que es una cuestión estrictamente personal, directa. No puede haber otro ejemplo más claro de un interés en la decisión o en la votación de un proyecto de ley o de una reforma constitucional como aquella que estaba vinculada a lo que se puede entender como remuneración o dieta de un parlamentario.

Tanto es así, señora Presidenta y Sus Señorías, que si fuera cualquier tipo de interés que generara esta inhabilidad, los parlamentarios no podrían, por ejemplo, votar normas que establezcan regulaciones para las administradoras de fondos de pensiones, porque la mayoría de ellos están adscritos a ellas; no podrían votar modificaciones a la Ley de Tránsito que digan relación con permisos de circulación o patentes, porque la mayoría posee vehículos inscritos a su nombre y paga permisos de circulación; no podrían votar modificaciones al sistema de salud, a los sistemas de libre competencia en el mercado de las farmacias, porque todos de alguna forma y en algún momento pueden recurrir a un sistema de salud y concurrir con una receta médica a una farmacia a comprar un medicamento determinado.

En tal sentido, a juicio de la Secretaría, respecto de este caso en particular y teniendo presente que esta va a ser una reforma constitucional de aplicación general, tanto para quienes hoy día ejercen la labor de parlamentarios como para aquellos que en el futuro la desempeñarán, no concurriría un interés directo que generara una inhabilidad para abstenerse de votar en este proyecto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Yo comparto plenamente su criterio. Creo que en un sentido estricto tendríamos que inhabilitarnos absolutamente todos y todas, porque estamos comprometidos con los procesos electorales.

Entonces, estoy completamente de acuerdo con la opinión del señor Secretario.

Me han pedido la palabra el Senador Víctor Pérez, la Senadora Von Baer y el Senador Lagos, y cerramos este debate.

El señor PÉREZ VARELA.-

¿Me escucha, señora Presidenta ?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Escucho bien, muy bien.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señora Presidenta , sin duda, la explicación que ha dado el señor Secretario y lo planteado por los Senadores Pizarro, Coloma y Harboe me ahorran muchos argumentos.

Aquí estamos votando una norma política que forma parte del sistema y la organización político-democrática del país. Por lo tanto, es una disposición de interés absolutamente general, más allá o más acá de que cada uno de nosotros tenga la posibilidad de ser o no ser reelecto. Lo que estamos haciendo es dar un nuevo ordenamiento a la estructura electoral del país, lo cual corresponde a una norma general en todas partes.

Ahora bien, se pidió votación separada de seis normas distintas, y la principal es el numeral 6, que establece la retroactividad. Si se rechaza esa retroactividad, la norma que opera es la que establece la Cámara de Diputados, y como tiene que ir nuevamente a esa Corporación, ahí se verá si existe una discrepancia y, por lo tanto, terminaríamos en Comisión Mixta. No hay otra dificultad en eso.

En consecuencia, creo que se debe resolver el tema de la inhabilidad, que ha quedado meridianamente claro, y procedamos a pronunciarnos utilizando ese sistema, porque votando esa disposición se aclaran las cuatro o cinco restantes.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Está inscrito el Senador Lagos.

No sé si todavía quiere hacer uso de la palabra.

La Senadora Von Baer no va a intervenir.

Senador Lagos, Senadora Rincón y Senador Letelier, y después concluimos el debate.

Tiene la palabra el Senador Lagos.

El señor LAGOS.-

Un segundo.

Ahí estoy.

¿Se ve de ahí?

Perdón.

Señora Presidenta , creo que después de su intervención y de la del Secretario queda más claro el tema de las inhabilidades.

Mi intervención apunta a despejar el asunto en caso de que hubiera dudas, porque hasta ahora estamos discutiendo sobre la eventualidad de que algún Senador o alguna Senadora quisiera inhabilitarse.

Esto se resolvería más fácilmente si supiéramos de inmediato si hay alguien que tiene esa intención, porque si nadie quiere inhabilitarse nos saltaríamos esta etapa.

Entonces, pregunto si el señor Secretario o la Mesa han recibido la voluntad expresada por algún Senador o alguna Senadora de inhabilitarse en esta discusión.

Hago míos todos los argumentos que dicen que es inapropiado inhabilitarse, realmente, porque eso va a influir en el quorum al final.

Si alguien tiene una mirada distinta, mejor que vote en contra, a favor, que no vote, que no esté en la Sala, pero inhabilitarse va a generar un problema aún mayor, desde todo punto de vista, de comentarios, de interpretaciones, de complejidades.

Pero, reitero: le pregunto formalmente si usted ha recibido, o el señor Secretario , la información de algún señor Senador que haya señalado de manera expresa a la Mesa su intención de inhabilitarse. Podría ocurrir que estemos discutiendo en el aire, porque tal vez no hay nadie que tenga esa decisión tomada o que la haya expresado, mejor dicho. Y sería bueno preguntarlo, porque así despejamos esta inquietud.

Gracias.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

No ha llegado nada a la Mesa.

Esa inquietud la planteó el Senador Araya en la Sala. Por eso se abrió el debate para revisar las normas que regulan la posibilidad de que un Senador o una Senadora se inhabilite.

La Mesa no ha recibido un planteamiento formal.

Voy a entregar la palabra al Senador Letelier, después a la Senadora Rincón y luego al Senador Moreira, quien tiene un planteamiento en otras materias.

Senador Letelier, tiene la palabra.

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta , quiero exponer dos temas.

La inhabilidad es una decisión estrictamente personal de cualquier parlamentario, de acuerdo con nuestro Reglamento.

Quiero recordar, adicionalmente, que quienes plantearon esta discusión de las inhabilidades, emplazando a algunos a inhabilitarse, fueron personas que tienen un interés creado en el debate y en el resultado de la votación del artículo transitorio. Esto no surgió del aire. Esto se debe a que hay quienes tienen una opinión sobre el efecto retroactivo y querían evitar que algunos participaran de la votación.

Y en eso me van a perdonar, porque no hay que andar con hipocresía ni con dobles estándares de ningún tipo. Algunos tienen una visión del proyecto, otros tienen una distinta, y eso es muy legítimo.

La inhabilidad es una decisión personalísima de los individuos. Podrá haber alguien que no comparta esa opinión, pero no es una decisión del colectivo determinar cuándo hay una inhabilidad o no, es una decisión del parlamentario o de la parlamentaria, de acuerdo con la votación que se realice.

En todo caso, quiero recordar que esto surgió de quienes son partidarios de una tesis que está en votación en el día de hoy y que emplazaron a otros a inhabilitarse. Pero ninguno de los que abrieron el debate son miembros del Senado.

Por ende, creo que lo único cierto de esta discusión es que no influye en los quorum, la decisión que uno tenga de votar o no votar no afecta reglamentariamente y es personalísima de quien lo plantea. Y tampoco es una decisión, con todo respeto al señor Secretario , que le corresponda calificar a él.

Pero la razón por la que he pedido punto de reglamento es por la interpretación del Senador Huenchumilla sobre los resultados, sobre la implicancia de una votación. Porque cuando la Sala completa vota en general un texto y después una Comisión de cinco miembros cambia el texto, el suponer que esta última tiene más peso que la mayoría que votó en general un texto no me parece correcto. La práctica siempre ha sido que se aprueba en general un texto, no solo la idea. Y ha habido dos Comisiones que han hecho modificaciones -no una, ¡dos!-.

Lo planteo porque si el texto que propone la Comisión de Constitución es rechazado, lo que se revive es el texto que aprobamos en la votación en general propuesto por la Comisión que en ese tiempo estaba integrada por los Senadores Pérez , García , Walker y otros. ¿Por qué? Porque, a mayor abundamiento, esa votación fue explícita de un nuevo texto incluso votado en general, pues la Comisión Especial lo discutió a partir de una votación en que se le dieron atribuciones para discutir en general y en particular.

En este caso, si rechazamos el texto de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, queda el que se aprobó en general, que fue explícitamente votado para ese fin.

Lo he querido clarificar, señora Presidenta, porque no comparto la interpretación del Senador Huenchumilla al respecto.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.

La señora RINCÓN.-

Señora Presidenta , no tiene que ver con este tema. Quería referirme a la Cuenta, pero no alcancé a pedir la palabra.

Solicito que la Sala apruebe pedir al Ejecutivo que publique la modificación a la ley N° 21.227, de protección al empleo. Eso aún no ocurre, lo que significa que muchos no han podido recibir esta ayuda; entre otras cosas, a muchos niños y niñas en nuestro país no les está llegando la pensión alimenticia.

Así que pido que se solicite al Gobierno que publique esta ley.

Gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Estoy completamente de acuerdo.

¡La aplaude el Presidente de la Comisión de Trabajo...!

Tiene la palabra el Senador Moreira.

El señor MOREIRA.-

Señora Presidenta , muy cortito.

Dos cosas.

En primer lugar, quiero pedirle que tratemos de avanzar lo antes posible en este proyecto, que se ha demorado tanto.

En lo personal, que se inhabilite... (falla de audio en la transmisión telemática)... más que un problema de reglamento, es un problema de transparencia. El Senador Letelier dijo: "Ya basta de hipocresía". Él esbozó su inquietud. Cada uno tiene que votar como estime conveniente; quien quiera usar esta cuestión de la inhabilidad, ¡que la use!

Ahora, claro, si afectara la votación, uno podría decir: "No, no tienen por qué inhabilitarse". Pero da exactamente lo mismo.

Este proyecto se debe votar. No sigamos en esta discusión porque, si bien sé que estamos citados hasta total despacho, es demorar las cosas.

Pido que entremos en el debate yo sigamos con lo relativo al Reglamento.

En lo que sí quiero pedir un punto de reglamento, señora Presidenta , es en que la Secretaría y usted evalúen lo siguiente: es un poquitito absurdo -no sé si es la palabra indicada- que haya seis votaciones.

Sugiero -por eso quiero que lo revisen la Secretaría, usted, y también el Presidente de la Comisión de Constitución- que haya solo tres votaciones: una sobre los límites a las reelecciones; otra referida al artículo 125 bis (llevar más de la mitad del mandato); y la tercera sobre la retroactividad. Esas son, de alguna manera, las tres votaciones que debiésemos realizar, porque son las más pertinentes. Yo no entiendo por qué tenemos que aumentarlas a seis.

Me gustaría conocer, de parte de la Secretaría, si se puede hacer esta economía procesal, por decirlo así.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Respecto al tema de la inhabilidad, vamos a cerrar acá el debate.

La Mesa ya se ha pronunciado -el señor Secretario y yo misma- en el sentido de que en este proyecto de ley no es pertinente inhabilitarse, por las materias que tenemos presentes en el debate.

Sin embargo, si un Senador o una Senadora considera en su fuero interno que se debe inhabilitar, es su decisión. Ya hemos establecido que ello no altera el quorum.

Entonces, cerremos el debate ahí. Esa es la decisión que podemos concluir, de acuerdo con lo que el señor Secretario ha informado a partir de la lectura de las disposiciones reglamentarias.

Han pedido la palabra los Senadores Harboe y Elizalde sobre esta propuesta.

Ofrezco la palabra al Senador Harboe .

El señor HARBOE.-

Señora Presidenta , encuentro que usted tiene toda la razón. Ya han dicho el Secretario y usted misma que no corresponde inhabilitarse, pero es una decisión, como decía el Senador Letelier, individual. No obstante, es (falla de audio en transmisión telemática)... señalar que quien se inhabilita está marcando opción, porque obviamente, como este es un artículo de quorum especial, los que se inhabiliten, en la práctica -y para ser muy claro-, van a estar beneficiando la opción de rechazo a la norma transitoria.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

El señor Secretario ha señalado que esto no impacta en el quorum.

Pero si vamos a hacer una lectura de cada situación, es otro tema. Y si después lo debatimos públicamente, es otra cosa; me refiero a los medios.

Senador Elizalde, tiene la palabra.

El señor ELIZALDE.-

Señora Presidenta , me gustaría, si es posible, que la Secretaría del Senado clarificara el debate respecto del efecto de la votación que se generó entre los Senadores Huenchumilla y Letelier, porque para saber cómo se vota hay que conocer las consecuencias que va a tener esa votación y cuál será finalmente el texto que se va a aprobar.

Creo que antes de iniciar la votación se debiera clarificar ese punto. Así que pido un pronunciamiento expreso respecto de qué ocurriría en caso de que alguna de estas normas no tuviera quorum para ser aprobada, en relación con el texto que fue aprobado hace ya bastante tiempo, la vez anterior en que se tramitó el proyecto. No olvidemos que se votó la iniciativa que había sido estudiada y propuesta por una Comisión Especial, que no es exactamente el mismo texto que llegó de la Cámara de Diputados. En muchas disposiciones es el mismo contenido de fondo, pero cambió la redacción.

Entonces, quisiera saber cuál va a ser el efecto práctico en caso de que alguna de estas disposiciones no se aprobara, pues eso nos permite formarnos una opinión de cómo votar, porque lo importante es cuál es el contenido final que tendrá la norma.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Ese es el segundo tema que está pendiente, Senador Elizalde.

Quería concluir con lo relativo a las inhabilidades, que lo hemos hecho recién.

Ahora podemos entrar al procedimiento de tramitación.

Propongo que suspendamos la sesión y quedemos con el señor Secretario y los jefes de Comités para definir, porque si vamos a hacer una asamblea nuevamente, demoraremos otra hora más. ¡Y llevamos cuánto rato!

Veo que se opone el Senador Harboe.

Senador Harboe, tiene la palabra para pronunciarse sobre el tema.

¿Usted se opuso a que lo viéramos en Comités?

El señor HARBOE .-

Sí.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Entonces, debe de tener alguna propuesta.

El señor HARBOE.-

Sí, efectivamente, señora Presidenta .

Evidentemente, aquí hay dos puntos.

El primero dice relación con lo que plantea el Senador Huenchumilla, que creo que tiene toda lógica. Me tocó participar en la Comisión Especial de Transparencia, donde discutimos en su origen este proyecto, que es el típico que pasa por más de una Comisión. En la primera se aprobó un texto determinado; después pasó a la Sala, que aprobó el proyecto en general; y de ahí se envió a la Comisión de Constitución -también participé en ella-, en que luego de la discusión se cambió el texto del proyecto. Es decir, tenemos tres textos: el original y de la Cámara; el que modificó la Comisión de Transparencia, y el que aprobó la Comisión de Constitución.

En consecuencia, a mi entender, si se aprueba el texto de Constitución, no habría problemas; si hay un rechazo, la discusión va a estar dada por si se revive la norma de la Comisión de Transparencia, que fue la aprobada en general, o bien, no hay norma.

En mi concepto, por lo menos de lo que me ha tocado ver a mí, efectivamente reviviría la disposición aprobada en general.

Ese es el punto en discusión.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Senador Víctor Pérez, tiene la palabra.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señora Presidenta , vuelvo a reiterar que tenemos básicamente tres materias por las cuales hay que votar.

El tema del límite de las reelecciones fue aprobado por el Senado. Eso no está en discusión. Está aprobado.

Ahora bien, ¿qué genera debate? Primero, desde cuándo se empieza a contar ese límite, que es la norma retroactiva; segundo, a partir de qué momento se considera que alguien ha cumplido determinado período, y, tercero, lo relacionado con los alcaldes.

Lo que va a definir hoy el Senado es la postura de nuestra Corporación. Por lo tanto, así va a volver el proyecto a la Cámara de Diputados, la cual deberá ver si lo que se resolvió es distinto a lo que ellos aprobaron. ¡Y sin duda que lo es!

En consecuencia, si la Cámara Baja aprueba el texto despachado por nuestra Corporación, no habría Comisión Mixta; pero si insiste en su predicamento, puede haberla.

Al final del día, ese el resultado: lo que ahora determinemos será la posición del Senado sobre la materia.

Si se aprueba lo relativo a la retroactividad, la Cámara de Diputados verá si acoge o no la norma respectiva. Si no se aprueba, pero hay diferencias en otra disposición, podemos llegar a una Comisión Mixta.

Entonces, señora Presidenta , básicamente son tres las materias respecto de las cuales debemos pronunciarnos, que se hallan en el numeral 6. La indicación tiene que ver con la retroactividad respecto de los períodos efectivamente cumplidos.

Ello despejará el resto de los temas que debemos votar, y hará más fácil su despacho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señora Presidenta , de repente da lata que estemos entrampados en este asunto reglamentario; pero esto tiene importancia, pues lo que resolvamos ahora va a sentar un precedente para el futuro, porque lo que se está diciendo acá es que si la Sala rechaza el texto aprobado por una Comisión, se revive el anterior.

Eso es lo que se está expresando aquí.

En tal sentido, cuando el Senador Letelier expresa "¡Cómo una Comisión le va a imponer a la Sala!", debo señalar que justamente se trata de aquello: la Comisión no le impone a la Sala, pues su texto se halla sujeto a la aprobación de esta. Si la Sala lo acoge, queda a firme; si no lo aprueba, queda rechazado, y, en consecuencia, no hay norma.

No debemos confundir la aprobación de un texto con la aprobación de una indicación. Naturalmente, si la Sala rechaza una indicación, queda el texto anterior. Pero lo que estamos votando aquí no es una indicación, sino el texto final que despachó la Comisión de Constitución.

Por lo tanto, si se rechaza, simplemente no hay norma en esa materia, y así pasará a la Cámara de Diputados. Porque si no, después tendríamos que explicarle a dicha Corporación señalándole: "Fíjese que rechazamos, y ahora el texto vigente es este otro".

Quiero preguntarles a los Senadores y a la Secretaría cuál es la norma que autoriza a revivir un texto anterior. En qué parte del Reglamento, de la Constitución o de la ley orgánica respectiva se encuentra el artículo que establece esto.

Porque partamos de la base de que acá estamos hablando de materias de Derecho Público. En consecuencia, debe haber una norma expresa que diga que, rechazado un texto aprobado en la Comisión por la Sala, revive un texto anterior que no se sabe cuál es.

Entonces, me parece mejor no sentar ese precedente. Clarifiquemos el punto.

En tal sentido, vuelvo a insistir en que sería bueno tomarse un par de minutos para que este asunto lo vean adecuadamente la Mesa con la Secretaría, a fin de que no cometamos un error. A lo mejor podría ser del caso consultarle también al Secretario de la Comisión de Constitución , quien intervino en la redacción de este proyecto durante su estudio en dicho órgano técnico.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Acabo de solicitar el acuerdo para que se reúnan la Mesa con la Secretaría y se pueda incluir al Secretario de la Comisión de Constitución a fin de presentarle a la Sala una propuesta de procedimiento para tramitar esta iniciativa.

Les daré la palabra a los Senadores Insulza y Elizalde. Luego de ello nuevamente voy a recabar el acuerdo de la Sala para que podamos proceder de esa manera.

Puede intervenir, Senador señor Insulza.

El señor INSULZA.-

Señora Presidenta , en verdad, voy a hablar sobre este mismo asunto.

Tenía la impresión de que, cuando se aprobaba un proyecto en general, este podía ser objeto de modificaciones, las cuales se plantean a través de indicaciones. Estas se deciden en la Comisión, y luego se votan en la Sala.

Cuando no hay indicaciones, no se vuelve a votar en la Sala: el texto queda como estaba.

No entiendo por qué razón habría que votar de nuevo, o peor todavía, porque lo que está diciendo el Senador Huenchumilla es como que ya no se vota y necesariamente pasa sin ley en esa parte a la Cámara de Diputados.

Por lo tanto, ahí sí tiene razón el Senador Letelier cuando dice: "Entonces, la Comisión manda más que la Sala". La Sala lo aprobó en general, pero lo hizo. Y luego lo que planteó la Comisión se rechazó, y, por lo tanto, lo que aprobó la Sala no vale.

Creo que eso es bien discutible, señora Presidenta.

Me parece que en aquello que no ha sido objeto de una indicación aprobada se mantiene el texto que estaba originalmente en la iniciativa que llegó al Senado.

Esa es mi opinión.

Ahora, me pueden decir lo contrario y lo acato. En verdad, no soy un especialista en estas materias, y estoy dispuesto a escuchar la voz que haya al respecto. Pero me llama la atención, porque la Constitución señala que los proyectos de reforma constitucional se tramitan como leyes, salvo en el caso de que haya alguna norma especial que indique lo contrario.

Aquí no hay ninguna norma especial que diga lo contrario. Yo no sabía que cualquier texto, que cualquier indicación de la Comisión que la Sala rechaza significa que no se vuelve al texto anterior y que, por tanto, queda un vacío.

Para mí es nuevo esto; lo digo sinceramente. Esto, sí, es constitucional; estoy de acuerdo. Pero la Carta Fundamental resuelve el problema, pues establece claramente que aquello en lo que no hay norma se trata como si fuera una ley. Y en las iniciativas de ley no se votan de nuevo los textos rechazados: se votan las normas despachadas por la Comisión, y el resto queda tal como se aprobó en general.

Eso es lo que al menos yo conozco en cuanto a la tramitación.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Elizalde.

El señor ELIZALDE.-

Señora Presidenta , yo más bien comparto la interpretación que le escuché al Senador Harboe, en el sentido de que si se rechazara la indicación acogida por la Comisión, se entendería aprobado el texto que había sido discutido y sancionado por la Sala. Fue la explicación que dio Su Señoría. Porque en caso contrario, se produciría el absurdo siguiente: se aprueba un texto; una Comisión lo modifica; esto se somete a consideración, y si la Sala no comparte aquello, entonces ¿no hay norma; no se aprueba ningún texto?

El problema es que tampoco se trata de una indicación. Porque alguien podrá decir: "Es que no se presentó ese texto como indicación en la Comisión". Pues bien, uno no presenta una indicación para ratificar una norma aprobada por la Sala: se presenta una indicación para modificar un texto que fue acogido por la Sala en general.

Por consiguiente, sería un absurdo que cada vez que se rechace el texto de una Comisión no haya norma, salvo que se autorice a votar lo que no está. Pero en este caso ni siquiera así ocurriría, porque ya se votó en general ese texto.

Ahora bien, pongámonos en otra hipótesis: si la indicación se hubiese rechazado en la Comisión, ¿cuál sería el texto? El que fue aprobado en general en la Sala.

Luego, quién manda: ¿la Comisión o la Sala? La Sala.

Por tanto, así como cuando se rechaza una indicación en una Comisión se mantiene el texto aprobado por la Sala, con mayor razón rechazada una indicación en la Sala se mantiene la norma aprobada por ella.

Lo otro sería un absurdo desde el punto de vista de la lógica legislativa, porque llevaría a la conclusión de que cada vez que la Sala rechaza un cambio que introduce una Comisión no se legisla respecto de esa materia y se cae la norma.

Aquella me parece una interpretación absurda.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el señor Secretario , y luego vamos a llamar a reunión de Comités.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , escuchando el debate y teniendo presentes las normas reglamentarias y también de la Constitución, en el caso de la discusión y votación de este tipo de proyectos, centrando la cuestión en el numeral 6 del artículo único, se produce el efecto que han indicado los Senadores señores Elizalde y Harboe .

Es decir, si no se acoge el texto aprobado en particular por la Comisión -hay que tener presente, además, que nos encontramos en la discusión particular, pues así lo ha dispuesto dicho órgano técnico-, pasaríamos al texto despachado en general, que era el antiguo número 5 aprobado por la Sala, el cual se debería votar.

Como esta norma, particularmente el numeral 6, se introdujo durante la tramitación en el Senado, no había texto en la Cámara de Diputados al respecto; pero sí quedan los otros numerales de la disposición.

Ahora bien, ¿cómo se produce esta votación y por qué se va votando hacia atrás? No se trata de revivir los textos anteriores, sino de que estos han sido objeto de indicaciones o de modificaciones.

El artículo 124 del Reglamento, en su inciso final, regula expresamente esa situación, pues señala: "Ante el rechazo de una proposición de la Comisión, se someterá a votación la disposición contenida en el texto aprobado en general, en cuanto sea pertinente".

Acá tenemos una disposición que había sido aprobada en general por el Senado, y sería esta la que debería someterse a votación de no aprobarse la propuesta por la Comisión.

Eso es todo, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Tiene la palabra el Senador señor Pizarro, a quien le doy excusas por cuanto no sabía que me hacía señas para intervenir.

El señor PIZARRO.-

Está bien, señora Presidenta . ¡Además, estos temas son los que apasionan a la opinión pública...!

Creo que la última explicación del Secretario ahorra mucho debate, porque por algo existe la discusión en particular.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Así es.

El señor PIZARRO.-

Si no, aprobaríamos en general y no habría discusión en particular, y punto.

Lo que corresponde acá el señor Secretario ya lo dejó bastante claro.

No hay que olvidarse de que -aparte toda la argumentación que se ha dado- es la Sala la que aprueba la idea de legislar; el proyecto regresa nuevamente a la Comisión, la cual después de analizarlo envía de vuelta su propuesta, que puede ser igual o distinta a la que aprobó aquella, y es la Sala la que rechaza o acoge dicha proposición.

Si se rechaza lo que propuso la Comisión, la norma pertinente tiene que ser ratificada nuevamente por la Sala, la que incluso puede votar otra cosa distinta si quiere.

Así que no se produce la situación que algunos han planteado.

Lo que quiero pedir, señora Presidenta , es algo muy sencillo.

Sé que la pasión, el debate y todo se centran en la retroactividad; pero para mí al menos la cuestión estriba también en lo relativo a la reelección. De manera que me parece que debe mantenerse la solicitud del Senador Araya . Si quiere retirarla, la voy a plantear yo: que se discuta artículo por artículo.

Asimismo, deseo relevar que tengo un distingo entre lo que son las autoridades ejecutivas unipersonales y los organismos colegiados.

Entonces, no considero lógico, tal como viene en el proyecto, que se meta en el mismo saco a concejales con alcaldes, a consejeros regionales con el futuro gobernador: son autoridades distintas, son roles distintos, son funciones distintas. Además, tienen origen diferente, porque uno es proporcional representativo y el otro es una autoridad ejecutiva.

Por lo tanto, quiero que se mantenga la referida solicitud.

Usted tiene facultad para suspender inmediatamente la sesión a fin de tomar las consideraciones que necesite con el Secretario y después hacer una propuesta que despeje todo el debate que se ha generado acá.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Es lo que vamos a hacer de inmediato, porque llevamos una hora y media en este apasionante tema de reglamento.

La Mesa hará una propuesta recogiendo, por cierto, lo que ha dicho el señor Secretario y lo que hemos escuchado de los Senadores.

Se suspende la sesión por quince minutos.

)---------(

--Se suspendió a las 17:03.

--Se reanudó a las 18:09.

El señor PIZARRO.-

Antes de suspender la sesión, le pedí que se mantuviera la separación de la votación -no quiero hacer problema por ello ahora-, porque entendía que en el punto 3 es donde está la situación de los alcaldes y quería dejar constancia de mi votación distinta al resto.

Sé que en esto seguramente voy a estar solo toda la noche, porque soy partidario de que la gente sea la que decida, pero con el sistema que adoptaron los Comités, de una sola votación, se complica y quería dejar constancia de eso. No quiero hacer problema, pero para una próxima oportunidad pido que se respete el derecho que tienen los Senadores a que se mantenga su voluntad.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Se agruparon los numerales del 1 al 5, Senador señor Pizarro, y solo el 6 quedó para una votación y un debate aparte.

Vamos a continuar, entonces, el debate del proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, que limita la reelección de las autoridades que indica.

Tiene la palabra el Senador señor Insulza, hasta por cinco minutos.

El señor INSULZA.-

Muchas gracias, Presidenta .

Voy a tratar de ser más breve, incluso.

A mí, en general, las normas que excluyen personas de ser elegidas no me gustan. Estoy de acuerdo con lo que recién decía el Senador Jorge Pizarro . Creo que la gente tiene derecho a elegir a una persona del tamaño, de la edad, del domicilio, del género que estime conveniente y que le parezca, aunque lo haya elegido cinco veces. Por lo tanto, yo no soy muy partidario de esto.

Reconozco que hay excepciones. Una excepción importante es la que estamos haciendo recién para la Asamblea Constituyente, en que decidimos elegir en paridad hombres y mujeres. Otra excepción que ha existido es la del domicilio.

Pero me preocupa que se vayan generalizando más excepciones al principio de que cada persona debe elegir a quien le parezca y que de pronto nos encontremos con otras similares a esta, debido a que, por ejemplo, una mayoría del Senado opine que las personas no se pueden ya reelegir después de cierta edad, o cosas por el estilo. Y de ahí vamos cayendo en una visión en que las mayorías configuran el Parlamento como les parece. A mí eso no me gusta en general.

Sin embargo, reconozco que existe un problema fuerte con la incumbencia. La incumbencia efectivamente permite una cierta facilidad para quien va a ser elegido. Entre paréntesis, este es el gran tema de una elección, en realidad, porque, si nos vamos a las cifras -las proporcionó un conocido analista esta mañana-, el gran problema de la reelección no existe: el 60 por ciento de la Cámara de Diputados son parlamentarios nuevos, que se eligieron por primera vez; y en el caso del Senado, un 72 por ciento salimos electos en la última elección también por primera vez. Entonces, es muy raro que se diga que el problema de la reelección es terrible.

Al margen de eso, reconozco que también existe una cifra que muestra que los incumbentes, por lo general, se reeligen bastante más que otros participantes.

Por esa razón, señora Presidenta , de manera muy simple, en esta parte de la votación voy a manifestar mi abstención. Creo que hay demasiados argumentos a favor, pero yo sostengo el principio de que la reelección debería ser posible en todos los casos.

Muchas gracias.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Senadora Luz Ebensperger, tiene la palabra.

La señora EBENSPERGER.-

Señora Presidenta, simplemente quiero solicitar que, si es posible, se ponga el texto en la pantalla.

Voy a hacer uso de la palabra más tarde.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

Tiene la palabra el Senador Víctor Pérez.

El señor PÉREZ VARELA.-

Presidenta, usted ha puesto en votación los numerales del 1 al 5, en que se establecen todas las normas de limitación para las reelecciones de las distintas autoridades: Senadores, Diputados, consejeros regionales, concejales y alcaldes. Eso es lo que hoy día estamos sometiendo a votación, e implica refrendar lo que mayoritariamente el Senado determinó hace algunos meses atrás, con solo 4 o 5 votos en contra en ese momento.

Por lo tanto, el Senado lo que hizo fue expresar con absoluta claridad que estaba de acuerdo con que se limitaran las reelecciones. Por eso, a mí me llama la atención que hoy día el límite de las reelecciones vuelva a figurar. Eso se determinó aquella vez, y creo saber casi de memoria quiénes fueron los cuatro o cinco Senadores que votaron en contra.

Entonces, lo que no estamos discutiendo aquí, ni debiéramos hacerlo, es fijar un límite. El límite ya lo aprobó el Senado.

Todas las normas que se encuentran en los numerales 1 y 5 ordenan qué límite existe para cada autoridad: los Senadores, los Diputados, los consejeros regionales, los alcaldes, los concejales. Hay una norma especial al final que establece que se considera que hizo uso del período quien ha ejercido la mitad de él más un día.

Por lo tanto, a mi juicio, estas cinco normas no presentan mayores dificultades. Si existe una coherencia con lo que el Senado votó hace algunas semanas atrás, esto lo debiéramos aprobar. Y espero que ello sea solo con los 4 o 5 votos en contra de quienes se manifestaron en ese momento.

Pero, para información de la Sala, aquí se establece cuál es el límite para los Senadores, los Diputados, los consejeros regionales, los alcaldes y los concejales. Estas normas no tienen otras cuestiones. Por lo tanto, si ustedes pueden ver los textos, se van a dar cuenta de que las modificaciones que realizó la Comisión de Constitución son bastante menores; en algunos casos, corresponden a la redacción, no al fondo de las normas que el Senado ya había aprobado en general. Distinta es la situación del numeral 6, que genera una diferencia fundamental con respecto a las disposiciones ya aprobadas.

En consecuencia, señora Presidenta, creo que esta es una norma que debiera aprobarse, a lo menos, por una amplia mayoría.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Pedro Araya.

El señor ARAYA.-

Señora Presidenta , en la primera parte o en esta primera votación voy a pronunciarme a favor de la iniciativa del límite a la reelección. Creo que efectivamente es una norma necesaria, aun cuando, en lo personal, no estoy muy convencido de que sea la mejor.

Considero que efectivamente el límite a la reelección tendría que ir aparejado de una serie de normas que permitieran que de manera efectiva se cumpliera con el cargo. Por ejemplo, en el caso de los parlamentarios, al haber límites a la reelección, alguno podría sentirse tentado de no volver nunca más al distrito electoral que lo eligió. Nosotros en el norte ya tuvimos esa experiencia: parlamentarios que fueron electos y no volvieron nunca más a la región. Lo mismo puede ocurrir, por ejemplo, en el caso de los alcaldes: cuando existe un límite a la reelección y saben que no van a postular nuevamente, pueden tomar decisiones que terminen perjudicando a la futura administración municipal, porque sienten que no tienen un mayor grado de responsabilidad fiscal respecto de la administración de las arcas del municipio.

En esa línea, me hubiera gustado que junto con el límite a la reelección uno hubiera fijado ciertos criterios respecto de cómo hacer exigible la responsabilidad de aquellas autoridades que no van a la reelección y que no están cumpliendo efectivamente con el mandato constitucional o legal que tienen.

De todas maneras, a mi juicio resulta necesario que en algún minuto legislemos respecto de qué forma puede existir una especie de referéndum revocatorio para aquellas autoridades que dejan de cumplir con su mandato legal o constitucional.

Dicho eso, señora Presidenta , voy a votar a favor de esta primera parte del límite a la reelección, porque creo que esta norma, si bien no tiene muchos fundamentos o no es muy clara, sí entrega un mensaje sobre lo que debiera ser la renovación de las distintas autoridades políticas; aunque, como ya se ha dicho por parte de algunos parlamentarios durante el debate, cuando uno mira las estadísticas, principalmente de la Cámara de Diputados y del Senado, advierte que en el Congreso existe una alta renovación en cada elección. Entonces, esto de eternizarse en los cargos no es tan así, ya que la ciudadanía siempre tiene la posibilidad de elegir; y eso ha quedado demostrado cada vez que hay una elección parlamentaria, donde se produce una alta renovación en cada Cámara.

Dicho eso, señora Presidenta , voto a favor.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Durana.

El señor DURANA.-

Señora Presidenta , con relación al proyecto que establece limitaciones creo sinceramente que la democracia es patrimonio de los ciudadanos; está basada en el principio de la capacidad de elegir y la posibilidad de ser reelegido. La verdad es que surge, entonces, una interrogante de por qué, si los ciudadanos quieren elegir repetidas veces a un mismo representante, esta voluntad popular va a ser limitada.

En esta reflexión no puede haber dobles lecturas. No importa a quien favorezca o perjudique esta limitación a la reelección, pensando en los próximos procesos electorales. Se trata, simplemente, de respetar el voto de los ciudadanos, y si en las urnas deciden reelegir a alguien, creo que debe respetarse. En este mismo sentido, es inaceptable que esta norma se aplique retroactivamente. Ello aparece como una sanción a quienes han sido elegidos democráticamente en períodos anteriores y no puede ser aceptado, pues resulta atentatorio contra principios básicos como la igualdad jurídica.

De hecho, en este Senado de la República, independiente de los colores políticos, existen parlamentarios que han servido y contribuido al país en diversos períodos; y en nuestra experiencia y pericia parlamentaria esto no debe tomarse ligeramente.

La Cámara de Diputados tuvo una importante penetración de parlamentarios novatos, quienes han llevado a una paupérrima gestión institucional y legislativa, considerando además el poco respeto por las normas que rigen el proceso de formación de una ley, como lo demuestra la gran cantidad de iniciativas inadmisibles que han ingresado, a sabiendas de que no cumplen con los requisitos, burlándose de la institucionalidad y con el fin de obtener pequeñas ganancias políticas, a costa del respeto a las normas e instituciones. Ninguna de las grandes democracias del mundo tiene límite a la reelección; eso no mejora la labor legislativa; cuestiona la institucionalidad y las prácticas consuetudinarias legítimas que han dado estabilidad a la democracia.

Finalmente, quiero hacer presente la posición de la Asociación Nacional de Consejeros Regionales (Ancore), a través de un oficio que le han hecho llegar a todos los parlamentarios. Ellos también manifiestan que de aprobar la aplicación retroactiva de la norma resultaría un sistema profundamente injusto.

Una cosa muy distinta es que nuestro sistema democrático sea perfeccionado para permitir que los ciudadanos tengan la garantía de ser candidatos en igualdad de condiciones. Y para ello siempre voy a estar dispuesto.

El día de mañana, a lo mejor, también sería importante que los Ministros no se repitan el plato en cada gobierno, porque algunas autoridades han sido demasiadas veces Ministros, incluso muchos más años que los mismos parlamentarios.

Gracias, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

A usted, señor Senador.

Le voy a entregar la palabra al señor Secretario, porque ha llegado una indicación a la Mesa.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, señora Presidenta .

Voy a dar cuenta de una indicación que se ha presentado a la Mesa por el Senador señor Francisco Chahuán , al proyecto de reforma a la Carta Fundamental, en segundo trámite constitucional, que limita la reelección de las autoridades que señala.

La indicación tiene por objeto:

1) Agregar un nuevo inciso al artículo 51 de la Constitución Política de la República del siguiente tenor:

"En cualquier caso, ninguna persona podrá ser integrante del Congreso Nacional por un plazo superior a 16 años".

2) Asimismo, intercala, como inciso segundo nuevo, en la disposición vigésimo novena transitoria, el siguiente:

"Para los efectos de la próxima elección de integrantes del Congreso Nacional en cualquiera de sus Cámaras, ninguna persona podrá participar en ella si ha ejercido como parlamentario por más de 16 años".

Esta no es una indicación renovada. No fue presentada en su oportunidad en la Comisión. Sin embargo, no estando aún abierta la votación, es posible presentar nuevas indicaciones y para admitirla a discusión se requiere la unanimidad de la Sala, señora Presidenta .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Voy a recabar la unanimidad de la Sala para admitir a discusión la indicación presentada por el Senador Chahuán.

¿Habría acuerdo para incorporar esta indicación al debate de la Sala?

El señor PIZARRO.-

¿Me permite, señora Presidenta ?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Senador Pizarro, tiene la palabra.

El señor PIZARRO.-

Quiero hacer una consulta respecto de la indicación, para entenderla bien.

Cuando la indicación, en la primera parte, habla de que una persona no puede estar en el Congreso Nacional más de 16 años, ¿eso es válido para Diputados y Senadores? ¿No pueden cambiarse de una Cámara a otra? O sea, ¿un Senador no podría ser candidato a Diputado , una vez cumplido su límite, y los Diputados tampoco podrían ser candidatos a Senadores? De lo contrario, esto sería un carrusel.

Quiero que se me aclare bien esa duda, porque, según entendí de la lectura de la indicación, se podría llegar a tal extremo. Sería absurdo que un Senador no pudiera postular a la Cámara de Diputados y un Diputado no pudiera postular a ser Senador.

Quisiera que se me aclarara esa interrogante.

Francamente, no sé qué piensa el resto de los Senadores, pero se ha discutido tanto este tema que presentar una indicación de este tipo me parece que complica aún más las cosas. Y no sé si corresponde o no.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Se requiere la unanimidad de la Sala para poder incorporarla al debate. No abriré discusión sobre ella si no hay unanimidad al respecto.

Por lo tanto, vuelvo a recabar la unanimidad de la Sala para que podamos debatirla. De lo contrario, no soy partidaria de discutirla.

¿Habría acuerdo en tal sentido?

No hay acuerdo.

Entonces, no se acoge a debate.

Muy bien.

Seguiré entregando la palabra.

Puede intervenir el Senador señor De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta , solo un comentario, como Presidente de la Comisión de Constitución .

Todas las indicaciones son siempre válidas y yo nunca me he negado a discutir algo por secretaría. Sin embargo, me parece que la instancia para debatir la propuesta del Senador y para confrontar distintas opiniones es la Comisión. Hoy día estamos convocados para pronunciarnos sobre el proyecto que estamos analizando.

No creo que esta sea la instancia ni el momento para hacer una discusión de ese tenor. Puede ser en la Comisión Mixta o en otra etapa.

Por eso, insisto: concentrémonos en el debate de fondo acerca del mérito de lo que se nos ha presentado y avancemos en esa línea.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

No hubo acuerdo para incorporar la indicación.

Por lo tanto, proseguimos con el debate.

Está inscrito a continuación el Senador señor Chahuán.

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor CHAHUÁN.-

Señora Presidenta, Honorable Sala, soy uno de los autores del primer proyecto que fue presentado.

Cabe hacer presente que hay diversos proyectos de Senadores y Senadoras que fueron Diputados y Diputadas en su oportunidad y que hoy conforman la iniciativa que estamos debatiendo en su segundo trámite constitucional.

El primer proyecto data del año 2007. Fue presentado hace trece años.

Evidentemente, yo estoy de acuerdo con regular y poner límites a las reelecciones indefinidas, pues me parece necesario actuar por principios y sin sacar cuentas electorales.

Además, creo que la renovación de los cuadros políticos en los municipios, en el Congreso Nacional, en los gobiernos regionales es una norma de sana democracia.

Lo más relevante es que encontremos una fórmula mediante la cual se garantice el interés legítimo que hemos tenido para impulsar esta iniciativa que limita la reelección, urgente y necesaria, en aras de darle una renovación a la política en general, y que no termine siendo utilizada para que algunos hagan pasadas de cuentas políticas a otros o saquen cálculos mezquinos para conseguir cupos.

El espíritu del proyecto se debe respetar sin importar a quienes afecte o beneficie.

Además, yo he anunciado que no seré candidato a la reelección -me quedan seis años más en mi cargo, pero ya lo he dicho- y, por tanto, lo que uno debiera esperar es que este proyecto no termine siendo un acomodo para algunos que pretenden despejarse una futura elección sacando a alguien que haya acumulado varias reelecciones.

Esa es la razón por la cual presenté la indicación. Está bien: quedará para la historia y veremos si es posible incorporarla en la Cámara de Diputados o en la discusión de la Comisión Mixta.

Sin lugar a dudas, la regulación de las reelecciones es, por supuesto, una materia que hemos impulsado.

Voy a votar favorablemente en este tema central, pero una cosa distinta es la aplicación retroactiva.

Ciertamente, si es por principio y por voluntad... (falla de audio en transmisión telemática)... tenemos que regular las reelecciones indefinidas, sí o sí, tanto para alcaldes, concejales y consejeros regionales como para Diputados y Senadores.

Señora Presidenta , anuncio mi pronunciamiento favorable en la primera votación.

He dicho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Jaime Quintana.

El señor QUINTANA.-

Señora Presidenta , la verdad es que limitar la reelección no es la regla general en el mundo, ni siquiera para las elecciones presidenciales, pues en muchos países se permite la reelección de Presidentes...(falla de audio en transmisión telemática)... de forma inmediata e indefinida.

Y estamos hablando incluso de sociedades democráticas, con democracias muy sólidas y acentuadas. Es el caso, por ejemplo, de Francia o de... (falla de audio en transmisión telemática)... de Alemania, donde al Presidente se le permite postular indefinidamente al cargo.

En consecuencia, no es la regla general, tampoco para el caso de los Presidentes.

Lo que uno más encuentra en el mundo en esta materia es que se permite la reelección inmediata del Presidente . Y tomo estos tres países como modelo, pues son los que uno más mira en distintas áreas. No hay ningún tipo de límite; la reelección es indefinida. Y, en general, en los comicios presidenciales se permite la reelección inmediata.

En el caso de los parlamentarios -evidentemente, todos hemos leído literatura comparada-, si uno mira lo que ocurre en otros países, son muy pocos los casos...(falla de audio en transmisión telemática)... Costa Rica, y fundamentalmente México , que es el ejemplo que se ha dado. Pero no es la tónica, no es la regla general limitar la postulación a cargos parlamentarios.

Insisto, eso ocurre en la mayoría de los países: Noruega , Suecia, Dinamarca . No hay ningún límite. O sea, si uno quiere mirar los países...(falla de audio en transmisión telemática)

Ahora, también me parece necesario hacer una distinción, que no he escuchado en el debate y que tampoco aparece en el informe de la Comisión de Constitución, que tiene que ver con la naturaleza distinta de los cargos. Porque una cosa es un Presidente y otra un alcalde. Bueno, es bien raro que tengamos incorporados a los alcaldes, que hoy día gozan de la mejor opinión ciudadana. Sin embargo, aquí los estamos limitando a dos períodos. Pero está bien; esa es otra discusión.

Sin embargo, a mí siempre me parece oportuno hacer la distinción entre aquellas autoridades que asignan fondos públicos y tienen responsabilidad en su administración y custodia versus aquellas que no la tienen. Y el Parlamento no administra fondos públicos. Alguien dirá: "Sí, las asignaciones". Bueno, ojalá eso lo hubiéramos sacado hace bastante rato. Cada vez que se plantea el tema, algunos Senadores impiden que esa discusión se dé, pero, evidentemente, tenemos que dejar fuera aquello. Un parlamentario no administra fondos, provisiones de recursos, como sí lo hace un alcalde, un intendente, un gobernador o el Presidente de la República .

Yo esa distinción la echo de menos en toda esta discusión.

Seguidamente, se ha dado el argumento de renovar las caras, de oxigenar la política. Y, efectivamente, lo que también se...(falla de audio en transmisión telemática)...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Está mala su señal.

El señor QUINTANA.-

... la renovación que...(falla de audio en transmisión telemática)... porque aún falta la incorporación de Senadores de las nuevas regiones. Es una situación que, por tanto, aún está pendiente.

En consecuencia, creo que es importante mirar acá distintos aspectos para ver si, efectivamente, el cambio propuesto se correlaciona o no con una mayor fortaleza...(falla de audio en transmisión telemática)...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Está sin señal, señor Senador.

¿Se podrá reconectar, Secretario?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Estoy tratando de conectarlo, Presidenta .

Está sin señal.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Bueno, tendrá que retomar su intervención con posterioridad.

Le voy a entregar la palabra al Senador Pizarro, mientras vemos si puede recuperar la señal el Senador Quintana.

El señor PIZARRO.-

¡Voy a hacer de telonero de Quintana, Presidenta , con mucho gusto...!

Mire, ojalá que este tema se pueda debatir en su justo mérito y no producto de las presiones de la opinión pública, o de redes, o de grupos de presión, o, lo que es más delicado -y ha estado en el ambiente en el propio Senado-, de intereses de unos o de otros, para que algunos sigan, otros queden y otros no se presenten más.

A mí lo que me importa -y quiero insistir en este punto- es que quede claro que considero de la esencia de la democracia que sean los ciudadanos los que puedan elegir a sus representantes, en cualquiera de los niveles: a nivel local, a nivel comunal, a nivel regional, a nivel nacional. Lo importante es que los ciudadanos tengan, de manera transparente e informada, la posibilidad de contar con una diversidad de candidatos que les permita elegir al que les parezca mejor, de acuerdo a sus ideas, de acuerdo a su proyecto de sociedad, de acuerdo a sus convicciones políticas, o de acuerdo a sus intereses, que son legítimos, respecto de quien creen que los puede representar mejor.

Entonces, colocar cortapisas o límites a ese ejercicio democrático tan esencial como es el voto (secreto, libre e informado) de cada ciudadano, me parece que no es lo mejor para el funcionamiento de una democracia que cada día quiere ser más participativa, más proactiva.

¿Cuáles son los vicios que se producen acá?

Yo puedo entender el tema que se expone por algunos, relativo a la renovación de los liderazgos en un sistema electoral como el binominal, donde la diversidad o la oferta era poca, donde no había muchas opciones de elegir. El Senador Soria ya lo planteó en su momento.

Hoy día eso lisa y llanamente ya no es tema, no es un problema, porque, con la proporcionalidad, existe mayor representatividad de la diversidad, de proyectos sociales, pluralidad en la representación de los distintos sectores y una cantidad enorme de candidatos donde poder elegir. Algunos se quejaban, en la última elección, de que los votos eran unas verdaderas sábanas. Y es cierto. Pero cada ciudadano elegirá al candidato que le parezca mejor. Y si alguien lo ha hecho bien, si alguien ha cumplido, ha realizado su trabajo, ha representado bien, ¿por qué no reelegirlo?

En los organismos colegiados no es tan sencillo aprender cómo es un concejo comunal, cómo es un CORE, cómo es el Parlamento, la Cámara o el Senado. Y lo que empieza a suceder, entonces, cuando se plantean estas limitantes, es que en definitiva comienzan a decidir los partidos por sobre lo que resuelven los ciudadanos, porque aquellos que saben que tienen un límite a la reelección o tienen limitantes para postular a los cargos empiezan a preocuparse más de las estructuras partidarias.

Yo creo que lo fundamental acá es distinguir lo que son las autoridades unilaterales o ejecutivas, en este caso alcaldes, gobernadores, presidente. Ellos tienen recursos, disponen de una serie de facultades; en un régimen presidencial como el nuestro, son prácticamente omnímodos. Los alcaldes son verdaderos amos, dueños y señores. Hoy día tendrán un "veranito de San Juan", pero lo que uno escucha, en las bases, es que el alcalde, cuando hace las cosas mal, abusa del poder y, como sabe que se puede reelegir, entonces empieza a usar el recurso del Estado, el recurso municipal de acuerdo a sus propios intereses y no conforme a las conveniencias de la comunidad.

Eso es parte de los vicios. Hay otros que lo hacen muy bien. Ahí creo que se da una suerte de situación intermedia, porque ser alcalde es también como un oficio. Y si alguien lo hace bien, ¿por qué no reelegirlo? Me parece que en el nivel local puede resultar razonable colocar un límite intermedio, tal como lo hace este proyecto.

Pero, en lo esencial, no entiendo por qué los miembros de organismos colegiados no pueden ser reelegidos todas las veces que sea necesario, como los concejales o los cores. Los cuerpos colegiados no administran recursos; toman decisiones colectivas; tienen la posibilidad de ser diversos y representar a toda una comunidad: al mundo de la cultura, al mundo social, al mundo del deporte, al mundo político; en fin, hay diversidad.

A mí me parece, Presidenta , que aquí se está cometiendo un error. En México se terminó con este problema porque los parlamentarios, por instrucciones de los partidos, se pasaban de una Cámara a otra: del Senado se pasaban a la de Diputados; de la de Diputados se pasaban a la de Diputados del Estado federal; de esta última al gobierno local, y así empezaban a subir de nuevo. ¿Qué ligazón tenían con su electorado, con sus ciudadanos, a los cuales representaban? Muy poca, casi nula. Y ello significó el término de ese sistema en dicho país, donde buscaron por el lado de una reelección indefinida.

Creo, Presidenta , que además hay mucha presión extemporánea o fuera de la lógica en esta discusión.

Yo ya he dicho varias veces...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele otro minuto, señor Secretario .

El señor PIZARRO.-

Presidenta, ya lo he dicho en otras oportunidades: voy a votar en contra.

Me parece que es la gente la que tiene que decidir. Y créanme, por favor. Ustedes me conocen y lo he señalado públicamente hasta el cansancio. Desde el año 1993 vengo con elecciones primarias al interior de mi partido y con elecciones públicas después. Y también ha habido todo un proceso de apertura de los partidos que, creo yo, ayuda a la renovación de los buenos liderazgos y a la no reelección de los malos liderazgos. Es la gente, en definitiva, la que tiene que decidir.

Así que, cuando sea el momento, Presidenta, voy a votar en contra.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena.

La señora ARAVENA.-

Presidenta, hoy día nos toca tomar una decisión que, a mi juicio, tiene a buena parte de la ciudadanía expectante. Por supuesto que, como estamos en democracia, vamos a respetar -y así debe ser- la opinión de cada uno y, evidentemente, de los que tienen más experiencia en el Senado. Como yo no tengo tanta, voy a hablar desde la poca experiencia que me dan los dos años y medio que me mantienen hasta el día de hoy en este trabajo.

La experiencia es servir. Y que con nuestra labor podamos cambiar positivamente la vida de las personas es siempre, en mi opinión, un privilegio. Desde mi experiencia particular, en lo laboral, aquello puede realizarse de muchas maneras: desde los municipios, en las universidades, en las instituciones públicas, el Poder Legislativo y, por supuesto, desde la sociedad civil. Elegir el servicio público como propósito de vida implica, en mi concepto, un profundo compromiso con la sociedad y con su pleno desarrollo.

La actividad legislativa, según mi experiencia, es sin duda una importante oportunidad de servicio público, pero no la única. Tampoco está exenta de dificultades, cuestión que todos hemos vivido, de una manera u otra, en estos tiempos.

La falta de confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones, y especialmente en la clase política, es, a mi juicio, uno de los grandes problemas que enfrenta nuestra sociedad.

En este nivel de problemática se puede vivenciar claramente que en marzo del 2019 el Consejo para la Transparencia indicó que, de diez personas que eran entrevistadas, ocho pensaban que las instituciones públicas eran corruptas.

Por otro lado, después del estallido social del 18 de octubre, la ciudadanía volvía a reiterar su opinión negativa y planteaba que las instituciones más confiables eran Bomberos, juntas de vecinos y organismos de ayuda.

¿Por qué es tan relevante la confianza? Porque a partir de ella se construye capital social y se permite que la democracia esté en un lugar privilegiado de la ciudadanía y que tenga efectivamente la sanidad que se requiere para construir desarrollo.

Estos dos conceptos que hoy estoy planteado han cambiado muchísimo con el tiempo, porque las nuevas tecnologías, la información y el conocimiento hacen que la ciudadanía cuente con mucho más acceso a la información y, por lo tanto, se siente en la necesidad y el derecho de ser partícipe del desarrollo y de comprender las decisiones que cada uno de nosotros tomamos.

Por lo tanto, en mi opinión, la democracia -y no lo digo yo, lo dicen muchos estudios- está en peligro cuando efectivamente se pierde la confianza en las autoridades y en la instituciones.

Las decisiones se toman siempre en un contexto. Yo no creo que Chile pueda compararse con lo que pasa actualmente en otros países, porque no solo estamos enfrentando las complejidades que provoca el COVID, sino que nos encontramos profundamente complicados con una crisis social que no va a cambiar después de la pandemia si no le damos señales a la ciudadanía.

Hoy debemos decidir si estamos a favor de limitar la reelección, con lo cual estoy absolutamente de acuerdo, y también si es retroactiva o no.

En mi opinión, si no estuviéramos en medio de la crisis que actualmente nos afecta este tema no estaría en discusión. Pero en este momento sí vivimos una crisis y hay que asumirla. Por tanto, votaré a favor de ambas.

Hoy el destino nos regala la oportunidad de dar a la ciudadanía una posibilidad de recambio en la composición del Parlamento. Esto no implica que quienes han estado por años en el Senado o en la Cámara de Diputados no hayan contribuido profundamente al desarrollo del país, todo lo contrario. Fueron tiempos muy difíciles y todas las generaciones van a valorar el trabajo que hemos hecho. Pero Chile es un país de grandes hombres y mujeres. Muchos estarán dispuestos, al igual que nosotros, a trabajar fielmente por el país que tanto queremos.

Señora Presidenta , agradezco la oportunidad histórica de hacer cambios, y por supuesto que vamos a respetar la mayoría, como corresponde a un país democrático.

Vuelvo a reiterar mi voto de aprobación a ambas indicaciones de este proyecto, porque creo que van en el camino correcto. Muchos chilenos esperan que esto suceda porque confían plenamente en la democracia.

Muchas gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Sandoval.

El señor SANDOVAL.-

Señora Presidenta , sin duda que estamos en la discusión de un proyecto de ley que procura o busca en realidad revertir el enorme rechazo y cuestionamiento que existen desde la sociedad hacia la actividad política.

Se han hecho diversos esfuerzos por parte del Congreso para procurar caminos a fin de revertir esta situación. Mientras más apertura, más transparencia, más instancias, los efectos curiosamente han sido inversamente proporcionales en lo que significa el respaldo...(falla de audio en transmisión telemática)... nos sitúa trabajando en el ambiente, en la empresa, en el negocio que, a su vez, tiene los peores niveles de aprobación. Y eso evidentemente no es grato para nadie.

Se han hecho diversos esfuerzos. Y quiero también señalar que este proyecto fue aprobado -como lo decía el Senador Pérez- el día 13 de noviembre del año pasado, con 36 votos a favor y 4 votos en contra. Yo voté a favor en ese minuto. Hoy día estamos enfrentados al desafío de cómo hacemos estos cambios.

A propósito de ello, hace poco leía sobre la experiencia en España. Después de casi cuarenta años del PSOE gobernando, no tomaron preso al Primer Ministro solamente porque lograron suscribir los Pactos de la Moncloa, que permitieron salvarlo. No obstante, aún no pueden recuperarse del desprestigio que los afectó, a pesar de todos los esfuerzos y de todos los intentos en tal sentido.

Volviendo a nuestro país, en un minuto dado el binominal era la causa fundamental de todos los males de la democracia, ¡de todos! Y los parlamentarios que aquí estaban hicieron grandes discursos del importante cambio que modificarlo iba a significar para la renovación, para terminar con los enclaves de la dictadura y otros tantos epítetos más. Pero, desgraciadamente, con la mejor de las intenciones, ese cambio no se transformó, a pesar de su buena intención, en el producto y en la realidad que nosotros quisiéramos.

Incluso, es más, hubo nuevos parlamentarios, un Diputado de RD , que llegó a señalar que estaban los Locos Adams en algún nivel de representación en la Cámara de Diputados.

Y aquella Corporación, ¡para qué decir!, ha sido fuente de una imagen muy deteriorada de la institucionalidad. Bien lo señalaba el Senador Durana cuando explicaba el proceso a través del cual el cuestionamiento de cierta gente busca debilitar la institución, ¡porque no la quiere!, ¡no la respeta!, no está en su ADN asumir y representar lo que significan estos desafíos.

Voté a favor el día 13 de noviembre porque creo que debemos buscar los mecanismos para abrir espacios de oxigenación y ver cómo somos capaces de avanzar en la búsqueda de un camino que, probablemente, ni con este proyecto vamos a encontrar.

La sociedad nos interpela con exigencias cada vez más grandes. Hoy día mismo la sociedad nos interpela. El propio Presidente nos interpela a construir un gran acuerdo para avanzar en los relevantes temas que tenemos por delante.

Espero sinceramente que demos una discusión que realmente esté a la altura.

Si hoy día estamos aprobando una norma en estos primeros cinco aspectos, con relación a que de aquí en adelante se van a establecer estas limitaciones, aparentemente si ello es válido -entre comillas- por qué...(falla de audio en transmisión telemática)... pudiera eventualmente, bueno, será parte de la última votación que tendremos que... (falla de audio en transmisión telemática).

Me parece que para enfrentar esta complejidad debemos ponernos a tono con la nueva realidad política y social que se manifiesta en nuestro país.

Como lo dijo la Senadora Carmen Gloria Aravena, en este minuto o damos un gran salto hacia delante o nos quedamos en los encendidos discursos de algunos llamando a tomar aeropuertos, a la revolución, al caos.

No me parece que ese sea el camino.

La gente nos pide salud de calidad, ¡miren!, educación de calidad. ¿Cuántos fueron los discursos por una educación gratuita y de calidad? Es gratuita, ¡pero no de calidad!

Tenemos tantos desafíos en materia de vivienda, ¡de tantas familias!, más de dos millones de personas viviendo en condiciones de precariedad. Asimismo, grandes desafíos sociales, los cuales evidentemente debemos centrar en el discurso. Y no me cabría ninguna duda de que obtendríamos mucho más instancias de respaldo... (falla de audio en transmisión telemática). Creo que esto hace un necesario cambio.

Voy a votar a favor en esta primera etapa del proyecto.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Se ha reconectado el Senador Quintana.

Le daré la palabra para que concluya su intervención.

El señor QUINTANA.-

Gracias, señora Presidenta.

Escuchaba a algunos colegas que decían que hay que conectar con el movimiento ciudadano, que esto lo pide la gente. Incluso, yendo más allá, se refieren al estallido social después del 18 de octubre.

Yo recuerdo que los carteles que se repetían en todas las calles eran "Nueva Constitución o nada" y "No más AFP". La verdad es que no me parece haber visto un cartel por el límite a la reelección.

Esta discusión ha sido instalada por ciertos líderes de comunicación y por algunos actores interesados sin haber estudiado toda la evidencia.

A mí lo que me preocupa, especialmente... (falla de audio en transmisión telemática)..., es que lo que se resuelva hoy día... (falla de audio en transmisión telemática)... algunos Diputados... (falla de audio en transmisión telemática)... porque sale determinado Senador de carrera, lo deja virtualmente electo, casi sin campaña. Yo me pregunto, ¿eso se correlaciona con un fortalecimiento de la democracia? ¡Para nada!

Tal como lo señalaba el Senador Pizarro, efectivamente existe una presión de los medios. Presión que muchas veces tampoco es muy meditada.

Pero se nos olvida que la última elección parlamentaria, hace tan solo dos años, fue la más transparente en las últimas tres décadas. Que yo sepa, hasta el día de hoy no existe ninguna elección impugnada, no he visto a ningún comentarista de televisión referirse a ello; no hay ninguna cuenta o rendición de campaña abierta en la justicia.

Fue la primera elección sin binominal, por de pronto, pero además la primera elección sin ningún tipo de aporte de empresa, ni reservado, ni de ninguna naturaleza. O sea, la elección con estándares más altos que cualquier país escandinavo.

Esa fue la primera elección de la cual a veces nos arrepentimos.

Y esa elección motivó un recambio...(falla de audio en transmisión telemática).

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Está mala de nuevo la conexión.

¿Se puede reconectar?

El señor QUINTANA.-

Termino diciendo que voy a votar... (falla de audio en transmisión telemática)... esta primera parte, por el contexto en que nos encontramos, por la crisis de confianza y porque en alguna medida eso pueda ayudar a reestablecer la confianza.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, Senador Quintana.

Ofrezco la palabra al Senador Carlos Montes.

¿Está conectado el Senador Montes?

Tiene la palabra...

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Aquí le vamos a dar el micrófono al Senador Montes.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

El señor MONTES.-

Presidenta, quiero partir mi intervención por algo más personal y decirle que hoy día, 26 de marzo, es un día muy importante para mí. Hace 34 años en un día como este fue detenido Juan Maino Canales , amigo, compadre, compañero. Detenido desaparecido muchos años. Hace un tiempo se logró determinar que fue asesinado en Colonia Dignidad. Después, en el marco de una operación, fue enterrado, después desenterrado, incinerado y lanzado al río. Hay condenados por este hecho. Todavía hay cientos de detenidos desaparecidos y sus familias aún no saben qué pasó con ellos.

Por eso quería hacer un homenaje a Juan Maino .

Sobre el tema de la reelección de parlamentarios, tengo opiniones cruzadas, no porque estoy desde el 90 en el Parlamento, y sería razonable que me declarara incapacitado para reflexionar con mucha tranquilidad por ese hecho. No, pero yo no voy a ser nunca más candidato y por muchas razones.

A mí se me presentan dos maneras de reflexionar sobre esto: una, es qué es lo mejor para un sistema democrático, y la otra, es acerca de la circunstancia histórica concreta de Chile.

En relación con la democracia, está claro que esta no es una cuestión de principio. Hay buenos argumentos en un sentido y en el otro sobre que haya límite o no haya límite.

Yo estuve en México en un seminario, me invitó el Senado mexicano, nada más que para reflexionar sobre este tema. Y la verdad es que el balance que ellos hacían respecto de límites, del tipo mexicano, era que bajo la consigna "Sufragio efectivo, no reelección", no había nada; por lo tanto, se generaba una fuerte distorsión al sistema político, a la representación. Bueno, han tratado de superarlo y han tenido hartos problemas en lo que llevan.

Creo que aquí no estamos discutiendo un modelo de ese extremo. A mí me parece una opción sólida la regulación de las reelecciones con un criterio amplio, como se hace en este proyecto, y en ese sentido me parece que está bien.

La otra dimensión del problema es la circunstancia histórica. Creo que el sistema binominal favoreció mucho la reelección, a los incumbentes, y la instalación de un cierto grupo, o de una cierta clase política como se dado en llamar. Y eso genera fuertes distorsiones, o sea, permite la separación de los parlamentarios con la ciudadanía, la separación de los parlamentarios con los partidos, que es una cuestión fundamental para la democracia: que haya entre los colectivos del partido y los parlamentarios individuales una dialéctica, una dinámica.

Yo presenté en su época varios proyectos para que no hubiera reelección en el contexto del binominal. Pero hoy día hemos llegado a una regulación que compatibiliza de mejor forma la renovación con la reelección en este proyecto, y esta mejor compatibilización de las dos cosas ayuda a la confianza ciudadana.

Ahora en las últimas elecciones las cosas se dieron mucho mejor en un sistema no binominal, y ya se ha dicho acá, muchos no estaban por primera vez, y se demostró una mucho mayor fluidez.

Sin embargo, la realidad histórica concreta hay que tenerla muy presente.

Yo votaré a favor de la norma de la retroactividad, porque creo que esta marca un hito de cambio, marca un antes y un después. Hoy los chilenos aspiran a un cambio en las caras, en las características, en los estilos, en la forma de entender la política y practicar la política. Y esto no solo por la reelección de parlamentarios, porque también tiene que ver con la configuración de los liderazgos en el país y el aburrimiento que hay con ciertos tipos de líderes. Puede ser justo o no justo, pero eso existe.

Creo que es necesario marcar un hito de cambio. Está claro que el tema de la confianza en la política no se va a resolver ni con la dieta ni con un mecanismo de reelección. Esas son fuentes de desconfianza. El problema es más profundo, tiene que ver con la necesidad de reformar los partidos, la necesidad de reformar las instituciones democráticas, el Parlamento, los municipios. Y digo que todo esto es más profundo, porque tiene que ver con el sistema político, ya que el sistema político no guarda relación con la realidad de hoy día. La separación entre política y poder es una cuestión que condiciona mucho los liderazgos, condiciona mucho las instituciones, condiciona mucho las confianzas. Y nosotros como Parlamento tenemos poco poder, poca capacidad de incidir en cuestiones fundamentales, y eso la gente lo siente, lo ve, lo sufre.

La crítica por el tema de las pensiones es permanente: ¡Años ustedes ahí en el Parlamento y no resuelven el tema de las pensiones!

En fin, el poder es muy muy limitado.

Yo estoy por una cuestión más bien referida a la circunstancia histórica, a marcar un hito. Considero que es bueno que haya una norma como la que se plantea aquí respecto de la retroactividad, y ojalá que esto ayude a fortalecer el sistema político, pero con esto no se resuelven las cosas.

Muchas gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.

La señora ALLENDE.-

Señora Presidenta , poner fin a la reelección indefinida de los cargos de elección popular la verdad es que es una demanda que intenta darle mayor legitimidad al sistema político, por desgracia, altamente desacreditado, y donde muchas de nuestras instituciones, no solo el Parlamento, desde luego, los partidos políticos, y también otras hoy día están seriamente cuestionadas y carecen de mucha legitimidad. Y se intenta con una medida como esta recuperar una dosis de legitimidad, que, a mi juicio, no sé si se va a lograr con esto, pero es un intento, porque una democracia frágil, vulnerable, no ayuda a los grandes temas socioeconómicos que tenemos en nuestro país, como las profundas desigualdades que ha dejado de manifiesto esta pandemia.

Por eso, necesitamos reafirmar nuestras instituciones y yo sé que limitar la reelección indefinida es algo muy cuestionable, en el sentido de que, como se ha dicho, hay argumentos a favor y en contra. Hay países que la han practicado y probablemente sus Parlamentos han tenido renovaciones y nuevas caras, y hay países que no. Pero en la ciencia política no hay una opinión única.

En ese sentido tenemos que hacernos cargo de un principio más general. A mí lo que me complica es que se crea que con esta medida nosotros estamos solucionando los problemas de la democracia; que con esta medida vamos a legitimar mayormente nuestra institución, el Parlamento, u otras.

Creo que ahí hay un profundo error. Porque aquí lo primero que tenemos que ver es que existe un gran distanciamiento entre la elite y la ciudadanía. Aquí tuvimos por años un sistema binominal que permitía que prácticamente el 90 por ciento de los incumbentes se eligiera, y que además subvencionaba a dos grandes coaliciones. Afortunadamente, después de tantos años, aunque a algunos colegas no les parezca, logramos terminar con aquello. ¿Y qué sucedió? Que tuvimos elecciones con un sistema distinto, más proporcional, y eso significó que en la Cámara, como se ha dicho, existan 60 por ciento de caras nuevas, con 92 diputados; y en el Senado, 78 por ciento, con 17 Senadores.

Eso se logró gracias a la reforma del sistema binominal; terceras fuerzas fueron posibles, y algo importante: avanzamos las mujeres del 6 por ciento al 22 por ciento, que todavía es completamente insuficiente.

Pero debo señalar que nosotros necesitamos, para que haya mucho mayor conexión entre esa elite y los ciudadanos, entre otras cosas, no seguir sosteniendo los costos que hoy día tienen las campañas. Creo que el dinero no debe ser el elemento que de alguna manera consiga los objetivos y la posibilidad de ser elegido. Creo que es tremendamente dañino y perverso.

Yo espero que vayamos caminando hacia una nueva Constitución, y que en esa nueva Constitución caminemos también hacia un régimen semipresidencial. Me gustaría que tuviésemos más las características de un régimen parlamentario, donde haya listas de los partidos y los ciudadanos voten por el partido que tiene claro sus programas, sus ideas fuerza y es identificable.

Pero hoy día descansa mucho, como he dicho, en el dinero, lo que me parece muy inaceptable para la democracia.

Y creo que eso también nos ha debilitado, como nos ha sucedido con algunas prácticas irregulares y también con financiamientos irregulares.

Ya hemos hecho todo lo que en su momento nos recomendó la Comisión, y avanzamos enormemente. Necesitamos más transparencia, un Servel autónomo, mayor fiscalización y, por cierto, un financiamiento muy parcial.

Por eso, señora Presidenta , es preciso fortalecer nuestra democracia, muy cuestionada lamentablemente, pero muy necesaria.

Por esas razones, voy a votar a favor de este proyecto, que limita la reelección indefinida, incluso con la retroactividad, sabiendo que esto último puede sonar arbitrario, pues normalmente las leyes no son retroactivas. Dado el momento que estamos viviendo, después del estallido, en la actual pandemia, y el cuestionamiento que tenemos como Parlamento, necesitamos dar señales de mayor transparencia, de mayor cercanía.

Y voy a hacer un cierto acto de fe, porque sé que esto no es la panacea. Eso lo tengo sumamente claro. Pero al menos estamos dando una señal de que vamos caminando en un sentido importante: cómo fortalecer nuestra democracia.

Espero que el día de mañana, con una Constitución elaborada democráticamente, caminemos hacia la reforma de un sistema político que nos permita parecernos mucho más a un régimen parlamentario, en lugar de este excesivo presidencialismo, que efectivamente termina ahogando las expresiones más democráticas, no solo de los partidos, sino de la participación de muchas instituciones de la sociedad civil, que no tienen hoy día los espacios, que no son escuchadas, que no tienen voz. Eso también hace que se sientan profundamente decepcionadas. Por eso el grado de abstención que se produce en nuestras elecciones, que tanto nos ha afectado.

Presidenta, anuncio desde ya que voy a votar a favor de los primeros cinco numerales y también del siguiente, que tiene que ver con la retroactividad.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

El Senador Latorre tiene la palabra.

El señor LATORRE.-

Señora Presidenta, por fin se está discutiendo este proyecto, para zanjarlo en el Senado.

Estas materias, que son complejas; que tienen pros y contras, y legítimos argumentos en una postura y en otra; en las que, además, hay obviamente incumbentes, y que afectan intereses personales o partidarios, es bueno zanjarlas de una vez por todas. Y es bueno hacer ese debate de cara a la ciudadanía: que cada uno diga cómo vota y dé su argumento, con lo cual se cierra una discusión que, por lo demás, lleva muchísimos años desde que se presentó el proyecto por primera vez.

Claro, ahora estamos en pleno contexto de pandemia, con una crisis social, sanitaria muy profunda. Ante ello, no sé si este sea un tema central. Es cierto.

En ese sentido, debemos tener mesura en cuanto a la señal que damos a la ciudadanía, como si la pelea entre cargos, en cómo sale uno ganando o no -quién gana, quién pierde-, fuese lo central del asunto, porque afuera de este debate hay gente pasando hambre; hay gente muriendo; hay gente enfermándose; hay gente perdiendo su empleo, y una crisis humanitaria muy dura.

Creo que debemos tener ahí cierto tono, un criterio de prudencia, diría yo.

Dicho eso, anuncio que estoy a favor de este proyecto, que busca limitar las reelecciones.

Es cierto lo que han dicho otros Senadores en cuanto a que hay otras democracias en el mundo, países a los que uno mira con cierta admiración, como los escandinavos, ciertas democracias más avanzadas, más desarrolladas, que no tienen límite a la reelección.

Pero también es importante considerar el ámbito cultural en el que estamos en Chile y en América Latina, donde hay lógicas de clientelismo, de caudillismo, de asimetría de poder muy brutal.

Asimismo, hay que tener presente lo que se ha dicho respecto de la desconexión o profunda distancia entre la elite, esta clase o casta política, y las grandes mayorías de la ciudadanía. Hablo del nivel de ingresos de las personas; del salario que se paga en Chile, que es muy bajo; de la precariedad social en la que viven muchos, a diferencia de esta elite política, que se autorreproduce en sus cargos. Y si no hay límites, en el fondo, es muy probable que continúe así de manera indefinida.

Es cierto que se han ido dando pasos, aunque han costado muchísimo en democracia, como terminar con el sistema binominal y abrirse a un sistema proporcional corregido (no es completamente proporcional).

Pero todavía el dinero -lo han dicho otros Senadores y Senadoras, y lo comparto- juega un rol central en las campañas. Me refiero al financiamiento, al tamaño de la billetera a la hora de poner en marcha una campaña y competir.

En ese sentido, es importante fijar límites; abrir la cancha, para que haya tiraje a la chimenea. Me parece que tres períodos como Diputados y dos como Senadores (12 y 16 años, respectivamente) es suficiente.

Me preocupa sí el tema de los alcaldes, porque sabemos que algunos llevan cuatro períodos o, incluso, cinco, y con la norma propuesta podrían postular en la próxima elección para un último período; o sea, podrían ser candidatos alcaldes que tienen tres o más períodos. Entonces, habría que poner un límite ahí. En una de esas, la iniciativa termina en una eventual Comisión Mixta; no lo sé.

Dicho eso, hago presente que estoy a favor de poner límites a la reelección y de establecer la retroactividad.

Creo que son señales. No se soluciona todo el problema de legitimidad de la clase política en Chile. ¡No se soluciona! Este proyecto no es la panacea; acá no hay varitas mágicas. Solo son señales que avanzan en la dirección correcta.

Por lo tanto, anuncio mi voto a favor respecto de los cinco primeros numerales y también de la retroactividad.

Gracias, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Juan Castro.

El señor CASTRO.-

Señora Presidenta, la verdad es que siento que este es uno de los proyectos más importantes que debemos legislar como Senadores.

¿Por qué? Primero que nada, porque el desprestigio que tenemos como parlamentarios es gigantesco. Y es gigantesco precisamente porque -y es mi opinión personal, Presidenta , pero la voy a decir como siempre digo las cosas- el mayor daño que se le ha hecho a la política de este país es por culpa de no limitar la reelección. El hecho de que tengamos parlamentarios toda una vida genera un dolor en la comunidad, en la gente. Eso es lo que a uno en la calle le dicen habitualmente.

Y no es una crítica a las personas que están hoy día como parlamentarios, sino al sistema político, que en este país se ha manoseado demasiado.

Lo que sucede es que la forma de legislar en el Parlamento no se ha cambiado. Es demasiado antigua. Por lo mismo, los parlamentarios que llevan muchos años -lo digo con todo respeto- son mañosos, porque cuando quieren frenar un proyecto, logran de una u otra manera que no avance. Eso no corresponde. Las personas que están en estos cargos, que son de elección popular, para apoyar a la gente, para ayudarla a que le vaya bien, deben tener un sentido común más desarrollado, más comprensible con lo que la gente realmente necesita.

Lamentablemente, Presidenta , hoy día nos damos cuenta de que no es así en el Congreso Nacional. Después de los dos años y medio que llevo aquí, me doy cuenta de que no funciona la ley para el beneficio de la gente. Muchas veces funciona para el beneficio de grupos de poder, ¡y eso no puede ser!

Lo más importante para la gente, lo que más va a valorar, aparte de saber que se va a rebajar la dieta parlamentaria, es el que se fije este límite a la reelección. No puede ser que las personas que están en el Congreso, entre las cuales me incluyo, seamos eternos. Aquí nadie puede pretender ser eterno.

Algunos dicen: "Que la gente decida". Pero todos sabemos cómo funcionan las elecciones; todos sabemos que ganarle a un parlamentario en ejercicio es muy difícil. Y es difícil por diferentes razones. La primera es que el parlamentario en ejercicio genera una red importante de información, de comunicación y también de poder en la zona, en la región. Entonces, a un candidato al que le interese seguir una carrera política, obviamente la autoridad que está en ejercicio no le va a dar nunca la posibilidad de mostrarse. Eso es lo que sucede.

Por esa razón, señora Presidenta, creo que esta votación es muy importante.

El primer proyecto que presenté como Senador precisamente buscaba limitar la reelección, porque sé que es necesario, y mucha gente me lo ha pedido. Obviamente cuando lo presenté, alguien me dijo que no había tiempo para revisarlo. Si no hay tiempo para ver una iniciativa que la comunidad pide, la verdad es que da mucho dolor.

Afortunadamente, la presión social que hemos vivido este último tiempo nos ha llevado a tener una mirada diferente de la clase política. Y el estallido social en su minuto planteó la misma razón. Como parlamentarios, no hemos sido capaces de tener sintonía y sentido común con nuestra gente, con nuestro país, con quienes muchas veces lo pasan realmente mal.

Por eso, señora Presidenta , felizmente voy a votar por limitar la reelección, incluida la norma de retroactividad. Con mucho cariño y con mucha felicidad, votaré a favor este proyecto de ley.

He dicho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta , antes de fundamentar mi posición, quiero hacer un reconocimiento para que no nos olvidemos de algo importante: hoy hace cuarenta y cuatro años, fue secuestrado y hecho desaparecer Juan Maino Canales, quien hasta el día de hoy es un detenido desaparecido.

Creo que nunca hay que olvidar este tipo de situaciones y debemos entender que tenemos una deuda pendiente en justicia, en verdad. Hay que comprender que en este país no pueden existir todavía detenidos desaparecidos.

Recomiendo ver un video maravilloso que circula llamado "El valor de la esperanza", sobre la historia de Juan Maino .

Señora Presidenta , Honorable Sala, votaré a favor de este proyecto, como lo hice en la Sala durante el debate en general y como lo hice también en la Comisión de Constitución.

Me parece que su contenido apunta a un problema que hoy día en la actualidad tenemos en nuestra sociedad. No digo -y comparto la opinión que varios han señalado en este sentido- que la iniciativa resuelva todos y cada uno de los inconvenientes que se observan en el sistema político imperante. Y tampoco lo soluciona una varita mágica.

Esto solo se va a resolver en la medida en que tengamos una nueva Constitución, un nuevo pacto constitucional, en el cual la cancha no esté marcada anticipadamente por una Constitución tramposa, que limita un montón de situaciones.

No sacamos nada con hacer modificaciones al sistema político y parlamentario si no contamos con las herramientas para, con las mayorías que tenemos, hacer efectivamente las transformaciones que se requieren.

Considero que debemos convocarnos para realizar transformaciones de fondo, como el cambio al sistema de las AFP, al sistema de salud y a otros que permitan entender que en este país hay un cambio.

En ese sentido, nosotros debemos dar una señal.

Es bueno comparar nuestra legislación con la de otros países, particularmente con la de México, donde se ha aplicado esta misma norma. Ahí tendremos que ir evaluando.

Pero uno tiene que detonar, generar y dar el ejemplo. Siendo incumbente, incluso, uno debe poder decir: "Tengo un límite respecto de cuál es el ejercicio adecuado para esta función pública".

En este punto difiero de lo que han señalado algunos colegas en cuanto a tratar de hacer un distingo entre consejeros, concejales, alcaldes, parlamentarios y gobernadores regionales. Cuando uno ejerce el poder, un cargo de alta responsabilidad, elegido popularmente, claramente se produce un desgaste, una situación en la cual la tendencia es a eternizarse en el poder.

Ahí tiene que haber un desafío. En lo personal me planteé el desafío de ser Diputado y de ser reelecto por un período. Creo ser el único parlamentario que luego llegó a ser Senador a través de una primaria. Por lo mismo, mi región confió en que pudiera representarla en el Senado. Y es lo que he tratado de hacer.

Pero uno debe tener un camino de salida, una posibilidad de decir: "Mire, contribuyo en un tiempo con mis fuerzas, con mi energía, pero en algún momento vendrán otros". Uno también tendrá que dedicarse a otras funciones. Me parece que es importante.

En la discusión de la iniciativa hicimos ver una situación bien relevante, que dejamos claramente establecida: ¡no a las sillitas musicales! O sea, no a esto de decir: "Soy parlamentario en una circunscripción o en un distrito y salto a otro, y así voy burlando el sistema". ¡No, no, no! Uno debe tener una identidad territorial, a partir de la cual uno aspira a un cargo determinado.

El avance del término del binominal, la mayor competencia electoral y la mayor capacidad de recambio debieran conectar con lo que necesita nuestro país. Pero creo que también políticamente, desde la Izquierda, como socialista, en mi caso, uno debe plantearse la idea de impulsar una profunda reforma en una sociedad que todavía es injusta, transformación que pasa por el cambio constitucional.

Primero, no sacamos nada con tener más diversidad en el Parlamento si no contamos con las herramientas y las mayorías necesarias. Y, segundo, no deben mantenerse los sesgos institucionales que hoy existen, como el hecho de que es posible declarar inconstitucionales determinados proyectos y que el Gobierno tiene la llave para tramitar ciertas iniciativas.

Ahí es donde uno claramente entiende la necesidad de un cambio. Espero que en octubre con el plebiscito y luego en abril con la asamblea constituyente, se abra un espacio de participación para ello.

Esas son señales para renovar y profundizar nuestra democracia. No tenemos que tenerles miedo.

Voy a votar a favor...(falla de audio en transmisión telemática)... en estos artículos que se señalan tenga un impacto... (falla de audio en transmisión telemática)

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Se interrumpió el audio.

Dele un minuto, por favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Se le va a conectar el micrófono al señor Senador.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Senador De Urresti, está sin micrófono.

Se lo van a habilitar de nuevo.

El señor DE URRESTI.-

¿Ahí está bien?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Ahora sí.

El señor DE URRESTI.-

Lo que señalaba es que no se trata de sancionar a nadie en particular.

Creo que hay brillantes parlamentarios, autoridades y otras personas que llevan un tiempo en sus cargos y no...(falla de audio en transmisión telemática)... esa ecuación, sin importar la edad y el género.

Me parece que la ciudadanía es la que decide. Pero hay que disponer de los instrumentos y la capacidad para que, en definitiva, las autoridades se vayan renovando. Debemos dar señales de renovación, profundizar nuestra democracia, darle la oportunidad a más gente para que participe en estos debates.

Pero, insisto, desde el punto de vista de la política pública y de las transformaciones que nuestro país necesita, lo esencial es el avance hacia un nuevo texto constitucional. Es ahí donde debemos jugarnos, creo yo, el gran esfuerzo.

Votaré a favor de la iniciativa, incluido el artículo de la retroactividad, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Coloma.

El señor COLOMA.-

Señora Presidenta , la verdad es que soy uno de los cuatro Senadores que votaron en contra de la idea de legislar en este proyecto, como ha sido de referencia. Y a medida que pasa el tiempo, estoy más convencido de que estuvo bien esa resolución.

Aquí hay cuatro temas que deseo poner sobre de la mesa.

El primero es la confusión de los fines con los medios. Con esta iniciativa se trata de mejorar la calidad de la política. Es lo que han señalado varios. En verdad, no veo la relación de la calidad de la política con la reelección de los parlamentarios. No puedo encontrarla en textos comparados, en textos internacionales ni en análisis de ninguna naturaleza, porque son materias completamente diferentes.

Ahora, si alguien me pregunta si hay algún dato empírico en esto, la respuesta es sí. Algo que ha pasado en Chile en los últimos años es el recambio de rostros. Se ha dicho: en la última década solo el 30 por ciento de las caras que uno ve en ejercicio estaba anteriormente. Por tanto, ha habido una renovación mucho más importante que en cualquier país que mide la OECD.

La pregunta que uno debería hacerse es si aquello ha significado una mejora en la calidad de la política. Pido que alguien levante la mano si cree que la calidad de la política es mejor que hace diez años. Yo creo que eso no es así.

Entonces, no tiene que ver la forma de elección de los candidatos con la lógica de la calidad de la política. Y me temo que se producirá una confusión muy dramática, porque la gente tenderá a pensar que con tal modificación va a generar calidad, cosa que se busca por otra vía, versus simplemente reducir el asunto a una forma de ejercer la democracia.

El segundo tema tiene que ver con la democracia. Honestamente, no considero democrático que se limite la opción para que las personas puedan votar, ni respecto de los parlamentarios ni tampoco de los alcaldes. Yo no tengo ningún trauma en esa materia. Si alguien lo ha hecho bien, creo que es mucho mejor que la ciudadanía, más que un conjunto de parlamentarios, defina si corresponde, y si es que él quiere, que sea reelecto o no. Y la misma razón para efecto de los alcaldes.

En esta materia, no encuentro un argumento razonable para pensar: "es más democrático quitar opciones". Creo que al revés: es más democrático dar opciones, generar que cada uno pueda optar como mayor de edad. No hagamos capitis deminutio respecto del resto, como si supiéramos lo que le conviene a Chile. No, cada ciudadano puede ejercer la democracia de la manera que le parezca. Y si considera que deben ser unos, serán unos.

Y no digamos que es tan fácil. Yo he sido candidato varias veces y no voy a aceptar que me digan que es una cosa simple, una cosa que no requiere sudor, que no requiere ejercer la máxima imaginación posible, esforzarse, demostrar iniciativa. No, es difícil.

Entonces, no pensemos aquí que alguien por el solo hecho de ser candidato está electo. Se ha demostrado que hoy día a un parlamentario le cuesta cada vez más reelegirse, lo que da cuenta de una ciudadanía mucho más exigente.

Tercero, el efecto internacional. Alguien mencionó como ejemplo a México. Pero hay una cosa muy rara: de 196 países, ¡solo 2! tienen este sistema tan sui géneris. Ahora, en una de esas somos más inteligentes que el resto y están todos equivocados; o sea, las democracias son dignas de desconsideración. No. Es así porque entienden el concepto de la democracia y que los fines han de estar acomodados a los medios y que no resulta razonable buscar mejoras de calidad por una vía instrumental de esta naturaleza.

Y por último, a mí me gusta que nos hagamos cargo de lo que hacemos. Yo considero que decir: "¿Sabe qué más?, usted resultó electo y deja de asumir responsabilidades de aquí para adelante, porque no tendrá derecho a exponerse a que las personas decidan si le parece bien o mal lo que usted hace", es una forma de instalar la irresponsabilidad en el cargo, o más bien, no asumir con todo lo que supone ser parte de un proceso político.

Nosotros estamos hoy día enfrentados a decisiones muy importantes. Vamos a ser juzgados, en la lógica de la historia, por lo que hagamos o dejemos de hacer en este proceso. Pero estamos haciéndonos cargo. Y si a alguien le parece...(falla de audio en transmisión telemática)... puede plantearse frente a la ciudadanía si está correcto o incorrecto.

En suma, señora Presidenta , entiendo las intenciones -no las voy a criticar-, pero no me gustan los eslóganes, no me gustan las cosas sin reflexión. Uno puede equivocarse, pero esta modificación no hace de Chile un país más democrático, porque elimina opciones; no hace de Chile automáticamente un país que va a mejorar la calidad de la política, porque la demostración más clara es que las últimas renovaciones no han logrado ese objetivo; y no hay experiencia internacional que la sustente, porque aquí son muy buenos para andar siempre viendo dónde funcionan las democracias, y las mejores democracias no tienen el sistema que queremos implementar. Y, por último, siempre me gusta que haya responsabilidad.

Por lo expuesto, voto en contra.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Ofrezco la palabra al Senador Alejandro Navarro.

El señor NAVARRO.-

Señora Presidenta , el 17 de junio de 2015, mediante el boletín N° 10.134-07, presenté una reforma constitucional para establecer límite a la reelección. Había sistema binominal y la imposibilidad de una nueva Constitución. En este Senado me decían que era una locura pensar en una nueva Constitución. Presenté ese proyecto de ley y mantengo mi convicción sobre la materia.

¿Cuál es mi crítica fundamental hoy día?

Chile está de duelo: acaba de morir José René Sánchez Bascuñán , médico del hospital Sótero del Río, combatiendo la pandemia. Chile entero está combatiendo la pandemia y hoy día el Senado discute ¡el límite a la reelección...!

Podría haberlo hecho en uno, en dos o en tres meses más. Podría haberlo discutido después, pero no.

Aquí estamos, en un día triste para la historia de Chile: somos el primer país del mundo con más infectados por cada millón de habitantes. Sumamos casi 80 mil contagiados, y en unos días más China va a quedar atrás; Chile va a tener más contagiados que China. Y, por cierto, sigue aumentando el número de muertos. Y nosotros preocupados ¿de qué?, ¡preocupados del límite a la reelección...!

Mañalich ha dicho hoy día que se le derrumba el castillo de naipes construido con todo lo que él creía respecto de los ejercicios epidemiológicos. Y no ponemos atención a que la crisis ha tocado la puerta de cientos de miles de hogares. Colapsó la Región Metropolitana, no hay camas, están al límite de capacidad, y la gente va a comenzar a morir. Y los médicos, convertidos en dioses, decidiendo quién vive o quién muere.

El Ministro Briones aparece señalando que Latam es una empresa estratégica. El paso que viene es que vamos a ir al salvataje de Latam y no al salvataje de los trabajadores.

La primera línea de la salud se halla abandonada, como lo escuchamos hoy día en la mañana. Y quiero agradecer a la Presidenta , Adriana Muñoz , por haber tomado la decisión de escuchar a la primera línea de la salud, para que nos cuenten su drama y su abandono.

Y está el acuerdo de Piñera. Hoy día el Presidente nos propone un acuerdo y Blumel dice: "hay que poner en cuarentena la política". Y nos hacen una oferta para colocarnos a trabajar todos a fin de combatir la pandemia, pero el Senado discute ¡el límite a la reelección...!

Quiero señalar que parecemos ignorar que hay un proceso constituyente en marcha, fruto del 18 de octubre, y los incumbentes, los Senadores que estamos aquí, queremos definir cuánto duramos, cuánto ganamos y cuántos somos. ¡No va a haber Senado, señora Presidenta ! ¡Yo espero que haya un Parlamento unicameral, que la convención constituyente cambie la estructura fundamental de la institucionalidad! Dejemos a otros, a los elegidos por el pueblo para transformar la Constitución, decidir cuánto duramos en el cargo.

Ojalá hubiera tanto empeño en el Senador Harboe, en el Senador Kast y en el Senador Moreira en discutir el tema de las AFP. Pero no, no es el tema de las AFP. Es la obsesión de esta mascarada.

Todos sabemos que la obsesión del Senador Harboe con Girardi radica en sacarlo por los líos internos. Es lo que hay detrás de esta obsesión en contra de Girardi.

Todos sabemos que cuando el Senador Bianchi y yo dijimos que no votábamos por Harboe para la Presidencia del Senado , este tomó una decisión que hoy día impulsa con inusitado entusiasmo. Y no lo critico, tiene todo el derecho de hacerlo.

Pero que no nos venga a hablar de inhabilidad y a criticarla. Porque cada vez que el Senador Harboe se ha inhabilitado en materia de las empresas sanitarias, en materia de las empresas farmacéuticas, en materia de los malls de Chile, nadie lo ha criticado ni le ha pedido que cuente las razones por las cuales se ha inhabilitado. Él se ha inhabilitado -y tiene el derecho a hacerlo- y nadie le ha exigido un debate por eso. Y se han inhabilitado muchos Senadores, y otros, no. Votamos para devolver el agua de los chilenos a los chilenos quitándosela a las grandes empresas y quince Senadores, poseyendo derechos de agua, no se inhabilitaron y votaron.

Por eso digo, señora Presidenta , que aquí hay parlamentarios que tenían interés.

Y Kast , los niños de Kast (Blumel, Sichel y Briones ), porque señalaba "los niños primero", y se olvidó.

Señora Presidenta , voy a votar a favor, por cierto, del límite a la reelección; me voy a inhabilitar en el segundo tema porque soy incumbente y tengo el derecho de hacerlo. Y anuncio que la convención constituyente va a formar un Parlamento de verdad, un Parlamento unicameral, decidido por el pueblo y no por los incumbentes, que son los Senadores.

He dicho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra la Senadora Ximena Órdenes.

La señora ÓRDENES.-

Señora Presidenta, la verdad es que este proyecto de ley ha generado bastante debate. Y me parece positivo.

Pero ¿qué quiere abordar esta iniciativa? Razones se han dado bastantes: se habla de control del poder, de evitar la corrupción, de renovar la política, de evitar la perpetuidad en el cargo y de renovar y mejorar el ejercicio de los liderazgos, entre otras cosas.

Yo coincido con tales propósitos. Pero la pregunta es si este proyecto de ley corrige esos problemas del sistema político.

Revisando algunas encuestas, que en general muestran coincidencia -solo voy a citar la del Centro de Estudios Públicos de enero de este año-, un dato que me parece interesante es que la ciudadanía muestra un aumento en la valoración de la democracia: el 64 por ciento de los encuestados así lo manifiesta.

Pero hay otro dato: el 47 por ciento considera que funciona mal o muy mal.

Entonces, yo creo que ahí hay un dilema para el sistema político y para quienes participamos en este espacio.

¿Por qué existe esa brecha?

A mi juicio, parte de la respuesta también podría estar en la propia encuesta: porque los chilenos y las chilenas quieren que resolvamos sus problemas prioritarios. Y cuando se les pregunta sobre sus prioridades, señalan que son los temas de las pensiones; de la salud, que hoy día será un tema a raíz de la pandemia; de la educación, y de los sueldos. Y en eso el sistema político, no solo nosotros, sino todos los que son parte de este sistema, evidentemente hemos estado en deuda con la respuesta adecuada.

Este mismo entusiasmo de verdad me gustaría que lo tuviéramos para hablar de un nuevo sistema de pensiones en Chile, de un sistema único de salud, de educación de calidad y de sueldos que dejen de ser desiguales.

Digo eso como contexto.

Yo creo, y también hablo desde mi experiencia personal, que el sistema electoral chileno requería cambios: cambio al binominal de manera drástica, que me parece positivo, pues permitió que terceras fuerzas se incorporaran al debate político; la ley de cuotas, que también fue un elemento positivo para muchas que llegamos por primera vez a este espacio.

Pero, evidentemente, se continúa con un déficit en la democracia. Y el límite a la reelección pone en debate algo que tiene que ver con el valor democrático. Yo estoy convencida de que una democracia descansa en la soberanía popular: es el pueblo el que, a través de elecciones, decide a sus representantes. Y lo digo por experiencia personal, porque me tocó correr una carrera bien compleja; probablemente, para todos ha sido así.

Creo que el problema está en la estructura de los partidos, en el acceso a los espacios, en la formación de cuadros políticos. Allí hay personas que se autodenominan expertos electorales y se creen dueños de los espacios y bloquean el acceso a muchos buenos candidatos. Considero que ahí es donde hay que hacer el cambio. Y por eso, soy bien honesta, voy a votar en general a favor de la iniciativa, pero tengo dudas con el tema de la retroactividad.

Hace algunos meses votamos el derecho al tiempo, la imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores. Yo estaba a favor de la retroactividad, insistí en ese tema. Y se me señaló que las leyes son pensadas hacia futuro, y por eso no se aprobó. En general, en el sistema chileno el principio de retroactividad no es muy común, porque se entiende que la ley rige hacia el futuro, es un principio que está consagrado en el derecho chileno.

Además, tengo algunas dudas con el proyecto, porque se habla del cargo, es decir, si tengo esta imposibilidad siendo Diputado , puedo postular a Senador. Y probablemente, como estamos en este ejercicio durante muchos años, varios van a postular también a otro tipo de cargos. Entonces, no sé qué es lo que resuelve en general el límite.

Voy a votar en general a favor porque, evidentemente, hay que dar señales. Pero creo que la señal que requiere la ciudadanía dice relación con otras variables, con hacernos cargo de tener un proyecto político sólido que asuma las prioridades. Y ahí es donde debemos actuar, al menos cada uno desde su bloque, con cierta unidad y con cierto consenso respecto de que vamos a abordar ese tema.

La experiencia internacional, efectivamente, solo muestra dos países: Costa Rica y México . Yo siento que esta es una ley que hay que revisar con el tiempo. Hoy día, evidentemente, la opinión pública manifiesta un rechazo y se ha instalado que esta es la gran solución, y eso se ha hecho desde este espacio.

Le voy a pedir otro minuto, señora Presidenta .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien. Dele un minuto, señor Secretario .

La señora ÓRDENES.-

Solo para cerrar.

Creo que tenemos que defender el sistema democrático. Esta discusión me recuerda una frase de Augusto Pinochet en que hablaba de "los señores políticos" como irrelevantes. Siento que ha ganado mucho espacio esa frase a raíz de las discusiones que hemos sostenido en este sentido.

Nosotros tenemos un rol. Permítanme hacer una alusión personal, porque es lo que conozco también: creo que yo fui presidenta de curso casi todos los años que estuve en educación media. Nosotros venimos con esto. Así como hay personas que se preparan para la ingeniería, otros que juegan al fútbol y son exitosos en eso, los liderazgos no se sacan de un sombrero. Pero claro, hay una deuda con la ciudadanía, pero no es este el proyecto de ley, a mi juicio, que soluciona de manera drástica esa situación.

Hablemos, afrontemos la realidad, hagámoslo de cara a la gente. Pero en este tema voy a dar la señal, voy a votar a favor del límite a la reelección, pero me abstendré en el tema de la retroactividad porque, insisto, la democracia descansa en la soberanía popular.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Moreira.

El señor MOREIRA.-

Señora Presidenta , la verdad es que luego de escuchar al Senador Navarro, que me mencionó, quisiera decirle que usar la pandemia es un acto de cobardía, y usarlo como pretexto para evadir un debate...

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Cuidemos el lenguaje, Senador. No entremos en polémicas.

El señor MOREIRA.-

No, pero ¡por favor!

Señora Presidenta , discúlpeme, yo tengo derecho a opinar lo que estime conveniente. Porque yo ocupo una palabra que usted considera inapropiada, pero no le señala lo mismo al Senador Navarro , que lo único que hace es expresar odiosidad.

Entonces, yo quiero decirle que a mí me parece un acto de cobardía que un Senador aquí ensucie el debate haciéndonos aparecer como que estamos debatiendo solo cosas menores y que no nos preocupamos de lo que está pasando con la pandemia y con la gente que está sufriendo.

¡Ese es un acto de cobardía para mí!, ¡impresentable!

Y también quiero señalarle que después de escuchar a Navarro, porque él utiliza expresiones de odiosidad tremendamente grandes... (falla de audio en transmisión telemática)... es imposible que podamos invitar a una persona así a un diálogo. ¡Qué diálogo se puede tener! ¡No confundamos este debate!

Pero también debo reconocer, señora Presidenta , que después de escuchar a la Senadora Ximena Órdenes ¡me vino el alma al cuerpo! ¿Y por qué? Porque recordó a mi general, a mi tata. Para mí ha sido motivante haberla escuchado, porque las expresiones del general Pinochet en aquella época no buscaban desmerecer la función política, porque a su lado había muchos políticos que le ayudaron a levantar a Chile en esa etapa importante de nuestra historia, de la que, obviamente, ustedes pueden tener una opinión totalmente distinta.

Pero entrando al debate, con argumentos más que atendibles algunos se oponen. Dirán que la democracia se construye con votos y que son estos los que deben decidir; que es una idea con pocos precedentes internacionales; que la democracia se construye en las urnas y que estas deben ser la voz soberana.

Eso es verdad, pero es una verdad incompleta. La democracia se organiza con...(falla de audio en transmisión telemática)... que hacen posible. La voluntad soberana tiene límites que hacen que la democracia representativa pueda funcionar. Nuestra(falla de audio en transmisión telemática)... situación penal. Por eso lo de la voluntad soberana es verdad, pero no es toda la verdad. Limitar las reelecciones es una forma de obligar claramente a la renovación, es una señal potente.

Y eso de alguna manera impide el surgimiento de castas y "barones de la política", como yo los llamo, que desde sus puestos pueden hacer y deshacer. Esto no solo...(falla de audio en transmisión telemática)... La señal es potente, pero sería insuficiente e incompleta si la norma que contempla su retroactividad no se aprobara. Sería impresentable una ley que tuviera efectos en...(falla de audio en transmisión telemática)... y dieciséis años más...(falla de audio en transmisión telemática)... iguales, así como en la novela El Gatopardo. O lo hacemos bien o mejor no hacemos nada. O sea, sería un proyecto con letra chica, insuficiente e impresentable.

Reconozco que he seguido lo que ha planteado la Comisión de Constitución. El informe de esta Comisión es taxativo en el espíritu que tuvo al momento de redactar la norma transitoria que establece la retroactividad: esto es, ¡sin letra chica!

Es claro que este proyecto despierta oposición, lo cual es entendible desde el punto de vista humano y político, porque el concepto es completamente debatible. Pero debemos dar una señal clara de cara a la comunidad, que nos sindica como una casta favorecida de atornillados o apitutados.

Sin embargo, aún más importante, esta iniciativa resulta relevante, porque es una necesidad...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más, por favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Ya está activado su micrófono, señor Senador.

El señor MOREIRA.-

Gracias.

Sin embargo, señora Presidenta, el proyecto es importante, porque se trata de una necesidad de cara al futuro. Los nuevos tiempos requieren nuevas ideas, nuevos rostros, nuevos enfoques, ayudados por la experiencia de quienes ya están, pero que deben entender que esta labor no ha de ser indefinida, sino más bien una etapa sujeta a un plazo, como todo en la vida.

Por eso, voy a votar a favor.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

¿Se escucha?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Sí, señor Senador, se oye muy bien.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Muchas gracias, señora Presidenta , gusto en verla.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).- 

Igualmente, señor Senador.

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Señora Presidenta , tal como lo señaló el Senador Coloma, fuimos cuatro quienes votamos en contra de la idea de legislar respecto de este proyecto. Y en esa época lo planteamos claramente, porque nosotros creemos en la libertad de las personas para elegir a quienes quieran que las dirijan o representen; y en la libertad de... (falla de audio en transmisión telemática)... representen de poder presentarse ante la comunidad y ante la ciudadanía para un cargo de elección popular.

Lo que se está haciendo aquí va en contra de la libertad de ser elegido o de elegir. Y no digo aquello solo sobre los parlamentarios, pues originalmente esto se pretendió hacer contra los alcaldes y concejales. El día de mañana tampoco van a querer que vayan a la reelección los dirigentes sindicales, o los dirigentes vecinales, o los representantes de asociaciones de toda índole, los cuales son elegidos justamente por quienes desean que los sirvan y dirijan.

¡Cómo podemos decirle a alguien: "Usted no puede ir más a desarrollar su vocación de servicio público"! Reitero que hablo en general, y no solo de los parlamentarios.

Yo me pregunto y también a ustedes: ¿por qué están en el Senado? Porque tienen vocación de servicio público; porque han entregado una vida entera a ello, y con valentía, pues se han expuesto a sistemas difíciles, como postular a cargos de elección popular y mostrarse frente a la ciudadanía, en que el escrutinio se realiza en forma democrática y donde algunos resultan elegidos y otros no.

Bien se señaló cuántos parlamentarios no pueden continuar. La renovación en la política chilena ha sido muy grande. Vean la historia: no más allá del 30 por ciento sale victorioso en una reelección.

Por eso considero muy importante entender que este proyecto pretende justamente, de forma directa o indirecta, sacar por secretaría a personas que pueden perfectamente seguir representando al pueblo, al que no le será factible elegirlas nuevamente. ¿Por qué? Porque existe esta reforma constitucional, que lo único que hace es decirle a alguien "Usted no puede estar más que un tiempo sirviendo a su país", precisamente en una situación tan compleja como la que se está viviendo.

En tal sentido, señora Presidenta, quiero ser muy enfático, y no voy a repetir lo que dije cuando nos pronunciamos acerca de la idea de legislar.

Me voy a pronunciar en contra en ambas votaciones: en la de los numerales 1 al 5 y también en la del numeral 6, porque a mi juicio sin duda atentan contra la libertad de las personas, contra la libertad que tiene cualquier ser humano de desarrollar su vocación de servicio público.

Debemos entender que con este tipo de proyectos, en lugar de abrir la democracia, de darle más opciones a la gente, estamos restringiendo la posibilidad de que los mejores muchas veces -y estoy pensando en alcaldes, en concejales; ni siquiera hablo de los parlamentarios- sirvan a su pueblo.

Me pregunto qué diría un poblador si el día de mañana ve que se trata de impedir que sus dirigentes gremiales o sindicales puedan presentarse a la renovación de sus respectivos períodos.

Ellos seguramente dirían: "¡Cómo! ¡Si a los parlamentarios tampoco se les permite!".

Aquí se está atentando contra la libertad, que es uno de los derechos más sagrados que tiene el ser humano.

Por ello, con todo orgullo y convencimiento, tal como lo hice respecto de la idea de legislar, anuncio que me pronunciaré en contra en las dos votaciones que se van a efectuar hoy día.

He dicho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador señor Guillier.

El señor GUILLIER.-

Señora Presidenta, a mi juicio hoy estamos rindiendo un examen frente a lo que ha sido la política en Chile desde el retorno a la democracia.

Sin duda, el sistema binominal, que se prolongó demasiado tiempo, más allá de las justificaciones que se dieran en un inicio, fue alimentando la incapacidad de renovación de la clase gobernante e instaurando al mismo tiempo ciertas prácticas muy elitarias, donde el ciudadano común se ha ido sintiendo cada vez más lejos de la toma de decisiones, lo cual alentó un distanciamiento progresivo, incluso en la participación en procesos electorales.

Creo que estuvo acertado -porque era urgente- pero un poquito tardío cuando fuimos capaces de cambiar el sistema binominal por un sistema representativo, que de inmediato mostró otro Chile. ¡De inmediato en la primera elección que se efectuó hubo una enorme renovación de Diputados y de Senadores! Y en la segunda ocasión ¡con mayor razón!

¿Qué nos está diciendo eso?

La gente tiene una profunda frustración, y lo que quiere es avanzar más todavía, con mayor rapidez.

Esa circunstancia histórica la debemos unir a la crisis de octubre y a la pandemia que estamos viviendo ahora, donde en Chile entero, como bien decían algunos Senadores, las personas están pasando hambre; están sintiendo angustia, y no saben lo que va a pasar, en que la autoridad señala: "Se nos cayeron todos los esquemas".

En realidad, tácitamente está dicho: la situación se halla fuera de control.

Entonces, debemos unir todas las fuerzas.

El ciudadano que ahora está sufriendo quiere gestos de su clase dirigente; que le demuestre que está dispuesta a realizar un sacrificio, incluso a no seguir en el poder, a darle la posibilidad a otros de ingresar. Muchos chilenos nos están exigiendo eso, sobre todo los que se interesan en la cosa pública; otros ya renunciaron a ello, y probablemente miran esto de lejos, pues estarían más atraídos si discutiéramos otros temas.

Es perfectamente factible que ello sea así.

Pero lo que estamos haciendo hoy se explica por una circunstancia histórica particular; no nos comparemos con los países nórdicos. Ellos no tienen una crisis de legitimidad, de transparencia ni de participación como nosotros. Nos hallamos ante una circunstancia histórica en que debemos generar empatía con la ciudadanía, hacernos cargo de esa situación y dar señales.

Lo que estamos haciendo ahora es entregar una señal en el sentido de ser capaces de inmolarnos un poquito por el país, por recuperar las confianzas, por demostrar generosidad política.

Por esa misma razón creo que hay que empatizar, y ello significa aprobar esta reforma, que establece un límite para la reelección de autoridades. Lo demás no es ningún drama, porque quienes poseen vocación pública podrán participar en otras actividades políticas. El Congreso o el municipio no son los únicos espacios donde el ciudadano con vocación de servicio público puede intervenir.

Ahora vamos a tener que reinventarnos como lo deberán hacer muchos chilenos que han visto que su forma de subsistencia se está cayendo a pedazos y que tendrán que ser capaces de pensar las cosas de una manera distinta.

Acá no se está echando a nadie para la casa. Lo que se está diciendo es que vamos a poner límites a la reelección en ciertos cargos para los efectos de poder renovar los estilos políticos, para acelerar ese cambio.

Y digamos las cosas como son: si muchos acá estamos dispuestos a dar esa señal, no podemos esperar... (falla de audio en transmisión telemática)... para que, entonces, en diez años más recién se sienta el efecto de lo que hoy aprobemos, porque la gente lo va a tomar como una especie de tomadura de pelo o como una acción destinada a patear este tema.

Por lo mismo, hay que ser prácticos. Creo que debemos hacer este gesto.

Sé que algunos colegas están realmente afectados. Me duele la situación de muchos Diputados y Senadores, pero la patria está primero. Todos tenemos que hacer sacrificios.

Me parece que debemos terminar con la reelección indefinida, establecer otros criterios y hacerlo aquí y ahora...(falla de audio en transmisión telemática).

Es ahora que está la crisis; es ahora que está la angustia; es ahora cuando la mayoría de los chilenos quieren señales de generosidad.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger.

La señora EBENSPERGER.-

Gracias, Presidente...

Perdón, ¡ Presidenta ! ¡Nuevamente...!

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¡Suena mejor para mí...!

La señora EBENSPERGER.-

Así es. ¡Para mí también...!

Señora Presidenta , entiendo que existe malestar con la política, o más bien con los políticos, en particular porque el comportamiento de quienes nos dedicamos a esta actividad en algunas ocasiones deshonra a las instituciones, sea porque se hace frívolamente, sea porque se busca la aprobación, como si esta fuera la motivación máxima para participar en la vida pública, y no el mejoramiento de la calidad de vida a las personas.

Enfrentamos, por tanto, una decisión que a la larga coarta desde mi punto de vista las posibilidades del electorado de elegir a quienes los representarán en el Congreso y en otros cargos de elección popular.

En efecto, si realmente creyéramos que la gente está hastiada de ver siempre las mismas caras, es razonable suponer que no reelegirían a esas personas en la próxima ocasión.

Pero aquí estamos sometiendo a votación la restricción de las reelecciones, idea que no sanará ni mejorará nuestra democracia, ni ventilará la política. Con ello solo debilitaremos, desde mi perspectiva, la soberanía del pueblo.

El proyecto considera una regla que impide a aquellos que han sido elegidos por el pueblo presentarse a la reelección después de determinado tiempo. Podrán decir que votar a favor de la prolongación indefinida de las mismas caras es impopular y no obedece a lo que la ciudadanía quiere.

Sin embargo, yo me pregunto: ¿no corresponde que sea el pueblo (los votantes, los electores) el que decida aquello en una elección? ¿Para quiénes estamos legislando en este caso? ¿Para algunos columnistas? ¿Para quienes escriben en las redes sociales? ¿Es el proyecto que hoy discutimos un remedio apto para nuestra democracia, o más bien constituye una limitación impuesta por ley a la soberanía del pueblo que se ejerce en las elecciones?

Si nuestra institucionalidad descansa en que la soberanía reside en la nación y su ejercicio se realiza por el pueblo, ¿por qué entonces no le damos esa decisión al pueblo? ¿Qué tiene de malo entregarles a los votantes, a los electores esta última palabra? ¿Por qué este Congreso tiene que decidir por ellos?

Son y deben seguir siendo, desde mi punto de vista, los ciudadanos los que decidan y elijan a sus representantes en las urnas. ¿Por qué nosotros tenemos que condicionarles ese derecho?

Además, creo que con esta normativa se vulneran otros principios y derechos importantes y esenciales de nuestra democracia, como el derecho a presentarse a cargos de elección popular y a ser elegido.

Lo dije cuando votamos la paridad en la futura elección de constituyentes si eso ocurre. ¿Por qué? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué tenemos que limitarle la soberanía al pueblo?

Finalmente, si el problema de fondo en esta discusión es la renovación de los políticos, tal como acá se ha dicho, creo que existen otros caminos para ello.

Le pido un minuto más para terminar, señora Presidenta .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Puede continuar, señora Senadora.

La señora EBENSPERGER.-

Gracias.

Por ejemplo, señora Presidenta , tenemos algunos casos, como lo que ha pasado en nuestro Congreso, cuando el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias prohibió la contratación de concejales o consejeros regionales para asesorías parlamentarias o territoriales en períodos de elecciones. Y el día de mañana podría limitarse más aún el gasto público a los incumbentes en desmedro de aquellos que van por primera vez a una elección.

Este es mi primer período senatorial y no tuve inconvenientes, al igual que el ex alcalde Soria . Él lo ha dicho muchas veces: lleva en distintos cargos públicos más de cincuenta años, y si la gente lo sigue eligiendo con altas mayorías, por qué nosotros se lo vamos a limitar.

El límite de la reelección, en definitiva, no es condición para mejorar la labor parlamentaria o municipal: al contrario, puede ser incluso un perjuicio.

Creo que la experiencia es importante, y hay que valorarla.

Dicho aquello, es del caso señalar que voy a honrar mi votación en general, cuando dije que este era un tema discutible y que aprobaba la idea de legislar, pero que debía revisarse la disposición transitoria.

En consecuencia, votaré a favor de los numerales 1 a 5, pero rechazaré la retroactividad.

No creo que debamos ser nosotros los que tengamos que limitar la soberanía del pueblo.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Felipe Kast.

El señor KAST.-

Señora Presidenta, en verdad, lo primero que quiero decir es que ojalá seamos honestos.

En tal sentido, sería más honesto que quienes han señalado que se inhabilitarán, como el Senador Navarro y otros, simplemente votaran en contra, sobre todo Su Señoría, quien más encima fue autor de un proyecto que perseguía este mismo objetivo.

Está bien que cambie de opinión, pero que al menos lo reconozca, porque, de lo contrario, la ciudadanía al final termina no creyendo nada.

Si se inhabilita ahora, ¿por qué no hizo lo mismo la semana pasada cuando votamos el proyecto destinado a bajar las dietas? Todos votamos a favor, afortunadamente, y lo aprobamos.

Entonces, pido un mínimo de consecuencia, porque tratar de camuflarse, de no atreverse a votar en contra señalando una inhabilitación me parece gatopardismo puro.

Pero en fin, vamos a la cuestión de fondo.

El fondo de este asunto es que estamos ante una propuesta seria, que mezcla experiencia con renovación. Acá a nadie se le dice que va a durar un período: para los Senadores son dieciséis años; para los Diputados son doce años. O sea, nadie puede señalar que aquí no se está reconociendo la experiencia y que no se permite la existencia de una carrera política seria.

Sabemos lo que ocurre en el caso del Presidente de la República.

Acá se ha argumentado mucho: "¿Sabe qué? ¡Cómo voy a limitar la libertad de las personas! ¡Cómo voy a limitar la democracia!".

Bueno, a los Presidentes tampoco los dejamos reelegirse, porque entendemos que es necesario el oxígeno en la política. Quienes están en cargos públicos tienen acceso a equipos de trabajo, y, por lo tanto, es conveniente que cada cierto tiempo haya renovación.

De lo contrario, después de dieciséis años, con recursos públicos, claramente se hace más fácil reelegirse y es más difícil que haya una competencia sana a fin de que exista oxigenación en la materia.

Por eso a mí me sorprende esta situación.

Por último, respeto a quienes se oponen a todo, porque dicen: "¿Saben qué? Yo quiero que no haya ni un límite de nada". Luego, esperaría que dijeran lo mismo en el caso de la elección presidencial. Pero claramente no he escuchado ese argumento.

Considero sano que los Presidentes de la República también tengan límite a su reelección. Si terminan su período y después pueden volver, bueno, la ciudadanía los podrá elegir. Sin embargo, no estoy de acuerdo con que ocupen su cargo para contar con esa ventaja en forma permanente y definitiva.

Tenemos claro que existen redes clientelares de poder y que el Estado, además, desgraciadamente todavía sigue capturado por los partidos políticos.

Eso les da aún más poder, cosa que también espero que podamos reformar para que haya un Estado cada vez más meritocrático, con menos influencia de los partidos políticos en los cargos técnicos y con influencia de los partidos políticos en los cargos ministeriales y subsecretarías.

Pero ojalá que tengamos un Estado cada vez más profesional y sin operadores políticos.

Ahora bien, lo que sería doloroso y que golpearía aún más la credibilidad de este Congreso es que hoy día este proyecto lo aprobáramos y que le dijéramos a la ciudadanía que esto empieza a operar en catorce años más. O sea, poner el reloj en cero ahora, cuando hay parlamentarios que llevan décadas -legítimamente, porque han sido elegidos- y que alguien vote a favor y señale "mire, en realidad los tiempos que se llevan no cuentan para mí", me parece verdaderamente inconsistente.

Y esto ni siquiera puede considerarse retroactividad; es aplicar una condición básica en la próxima elección. Es una condición que existe. No es que uno quiera cambiar las reglas del juego para atrás. Se trata, simplemente, de pedir para el futuro que se consideren las condiciones objetivas que hoy día existen.

Por lo tanto, señora Presidenta, espero que hoy día estemos a la altura y podamos aprobar esta ley, que oxigena.

Recuerdo que al asumir como Diputado , bajo el Gobierno de la Presidenta Bachelet , como Evópoli le pedimos una reunión. Y esa vez lo único que le dijimos -porque recordemos que este proyecto lleva ocho años esperando, desde que se aprobó en la Cámara de Diputados- a la Presidenta Bachelet , el 2014, fue: "Por favor, póngale urgencia a este proyecto de ley", pues nos parecía necesario.

Es verdad que no soluciona todos los problemas, y en eso hay que ser bien objetivo. Existen muchas dificultades en la política. Y lo decían Ximena Órdenes y otros que hablaron de la importancia de los partidos, de poder formar nuevos cuadros, pero creo que esta es una iniciativa seria, ponderada y que permite el equilibrio entre la experiencia y la renovación.

Por eso, voto a favor en ambos casos, Presidenta .

Espero que logremos los votos hoy día. Y ojalá que no ocurra que, con la excusa de inhabilitarse, finalmente se rechace esta iniciativa.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Rodrigo Galilea.

El señor GALILEA.-

Señora Presidenta , muchos de los que han manifestado reparos frente a esta iniciativa lo han hecho basándose en un argumento que es bastante cierto y que consiste en decir: "Bueno, si al final del día hay que respetar lo que elija la gente; cualquier candidato se somete finalmente a una elección popular y, por lo tanto, no vemos razón alguna para restringir ese derecho ciudadano a elegir". Pero la verdad de las cosas es que, a mi parecer, esa es una parte de la ecuación en una democracia sana.

Las razones por las cuales es conveniente poner límites al ejercicio del poder son muchas. Es natural y, para todos nosotros, normal que exista un límite en las elecciones de los presidentes. En Chile, el límite es que no pueden tener períodos sucesivos; en el caso de Estados Unidos, el que es presidente una vez no puede ser candidato a jefe de Estado nunca más, y, en fin, pueden existir otras reglas.

No sé por qué el Senador Coloma pone cara rara, pero en Estados Unidos, si una persona fue elegida Presidente una vez, puede postular a una reelección y luego nunca más.

Ya, esa era la precisión que quería el Senador Coloma.

En todo caso, el criterio por el cual se limita la reelección de presidentes es también perfectamente válido para restringir las elecciones de parlamentarios o personas que participan en cuerpos colegiados. Y la razón es que en muchos países -y en esto las idiosincrasias creo que juegan un rol muy importante- pueden generar distorsiones demasiado relevantes para la sana renovación de la política.

Para empezar, hay que tomar en cuenta siempre las restricciones dentro de los partidos para poder desafiar al incumbente. Probablemente ahí aparece la primera gran barrera -ya muchos otros Senadores lo han señalado; lo decía la Senadora Ximena Órdenes -, casi insuperable, para poder desafiar a un incumbente dentro de tal o cual partido.

También, en países como Chile la verdad es que el caudillismo, el clientelismo, la colonización del sector público -llámenlo como quieran- es enorme, ¡es enorme! Y, por lo tanto, las redes de poder que consciente o inconscientemente se van produciendo desde un Senador a los Diputados de una determinada sensibilidad, desde los alcaldes a los concejales, en fin, son tan grandes que se hace muy pero muy difícil romperlas. Y esas redes de poder, a mi juicio, no le hacen ningún favor a la sanidad de nuestra política.

Además de ello, hay que decir que este clientelismo también opera en lugares chicos. Alguien decía "Bueno, ¿por qué no se les aplica esto a los alcaldes?". ¡Con mayor razón debemos aplicar restricciones de poder a los alcaldes! Y mientras más chica la comuna, más importante es establecer límites a las reelecciones, porque acá no cuesta nada, ¡nada!, crear esta red de favores que, en definitiva, entorpece el dinamismo y la oxigenación de la política.

¿Cómo me gustaría imaginarme esto? Porque al final ponemos el nombre de la "libre elección" y nos terminamos haciendo un poco de trampa entre nosotros mismos. Piensen ustedes -esto es lo que quería decir hace unos minutos- que la actual Ley de Elecciones y los límites en la publicidad en las campañas son una limitación, para mi gusto, grosera para los que desafían a los incumbentes. Los estrechos períodos de campaña ¿a quién favorecen? ¡Solo a los incumbentes! Los límites de todo tipo, ¿a quién favorecen? ¡A los incumbentes!

Por lo tanto, hemos creado una estructura que es extremadamente difícil desafiar.

A mí me encantaría -y reconozco que me agrada un modelo ojalá distinto- que las dietas fueran más bajas, ¡sí!, pero por una razón distinta a la que todos imaginan: porque me gustaría que el cargo de legislador no fuera de dedicación exclusiva y que fuera una constante que quien ejerce cargos parlamentarios, importantes en la política, vaya y venga de la ciudadanía y sea un ciudadano lo más normal posible.

Me encantaría que fuera completamente normal que alguien que ejerce un cargo de Senador, también después, eventualmente, sea concejal o sea alcalde; que le toque ser más importante o menos importante, con más dignidad o menos dignidad, y que ese paso sea completamente normal y natural. ¡Eso oxigena! ¡Eso da naturalidad! Eso hace que toda la ciudadanía se sienta mucho más cerca de quienes son sus representantes.

Por eso, señora Presidenta , y si me da un minutito...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Continúe, señor Senador.

El señor GALILEA.-

Creo que este proyecto de ley hace una ecuación correcta.

Aquí a nadie se le está limitando la posibilidad de dedicarse a la política. Tiene cualquier cantidad de años para dedicarse a ella...(falla de audio en transmisión telemática)...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

No se escucha, Su Señoría.

No tiene audio.

El señor GALILEA.-

... y si es puesto político y si tiene que postular también.

Reitero: esa naturalidad de pasar de cargos más importantes a menos importantes, de un tipo de responsabilidad a otro tipo de responsabilidad, creo que le hace bien al dinamismo de nuestro país.

Así que, Presidenta , anuncio que voy a votar a favor de ambas posturas: tanto que se nos aplique a los parlamentarios que actualmente estamos en ejercicio como también que se haga efectiva la limitación. Como bien decía Felipe Kast ... (falla de audio en transmisión telemática)...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

No se escucha, Senador Galilea; está sin señal, parece.

El señor GALILEA.-

Terminé.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¿Terminó?

No escuché el "He dicho".

El señor GALILEA.-

He dicho.

Muchas gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Está muy bien.

Tiene la palabra el Senador Guido Girardi.

El señor GIRARDI.-

Gracias, Presidenta .

Bueno, yo pienso que estos son tal vez los debates más relevantes que podemos tener respecto a la política, a pesar de que estamos en un momento muy lamentable. El Ministro de Salud hoy día acaba de hacer anuncios que son muy preocupantes sobre la situación que viene por delante.

Espero que esto no sea entendido por la ciudadanía como algo descontextualizado con lo que está pasando en el país.

Yo tengo la convicción de que la democracia está en crisis en todas partes del mundo, independientemente de los sistemas electorales. Ello tiene que ver con el modelo de desarrollo, que le ha ido quitando cada vez más atribuciones al Estado de bienestar, a la política. Los procesos de privatización han ido trasladando cada vez más la responsabilidad al mercado de lo que antes estaba a cargo de la política. Eso ha pasado con las pensiones, con la salud.

Esto también tiene que ver con la era digital, la cual pone en cuestión el humanismo liberal. Cada vez más serán los sistemas digitales, los algoritmos los que le dirán a las personas por quién votar, como Cambridge Analytica; como Tinder, que les va a decir qué pareja tener o qué comprar.

Eso erosiona, justamente, la dimensión del humanismo liberal, el cual entiende que la persona es la que mejor sabe qué decisiones tomar. Y yo creo que estamos enfrentando eso.

Este es un proceso que va a ser muy acelerado, muy rápido, que se va a acrecentar con este tiempo de pandemia, con lo que está generando el mundo de los televideos, las teleconferencias, la inteligencia artificial. Y creo que es insoslayable.

Hay que repensar la política.

Mi convicción es que también nuestro sistema político tiene un problema: las mayorías no se expresan. Cuando en el Congreso existen mayorías, se exigen quorum especiales, lo que genera frustración en las personas. Tuvimos un proyecto de ley hace un tiempo atrás de recuperación del agua como bien nacional de uso público. Recibió 24 votos a favor. La Oposición tuvo 12 y no se pudo aprobar. Y, ¡claro!, la ciudadanía siente entonces que el esfuerzo que hizo de elegir no se traduce en los logros y en los desafíos que quiere.

Yo comparto mucho de lo que se ha dicho acá. Creo que la mejor decisión es la que toman los ciudadanos y las ciudadanas. Pero, evidentemente, me parece que en este contexto tenemos que hacernos cargo de que hay una demanda ciudadana. Y yo, si bien no estoy totalmente convencido de limitar las elecciones, porque por alguna razón hay solo dos países que lo han hecho, voy a votar a favor, porque pienso que se trata de un tema de confianza ciudadana y, por lo tanto, voy a respaldar eso.

Pero donde tengo un problema es en la retroactividad. La retroactividad es un tema evidentemente complejo en función de cómo se use. Aquí los instrumentos son técnicamente asépticos, depende de cómo se usen.

Yo creo que es difícil cambiar las reglas del juego cuando ya se está en un proceso. Y se cambian muchas veces según la conveniencia de las personas, lo que me parece que puede tener una dificultad. Lo señalaba la Senadora Rincón: la retroactividad ni siquiera existe en las causas penales.

Pero mi punto de vista es el siguiente.

Yo creo que lo que también daña la democracia, lo que también atenta contra la credibilidad es que se intenten disfrazar o vestir de principios intereses que muchas veces son de incumbentes o de interesados que quieren modificar las reglas del juego no necesariamente porque aquí están en cuestión sus principios y sus valores, y eso es lo que a mí me preocupa.

Me parece que parte de la transparencia de todo esto es que lo que esté movilizando esta iniciativa sea efectivamente una visión altruista. Porque sería tremendamente dramático que esto no hiciera más que disfrazar intereses de corto plazo, de pasadas de cuenta, como se ha dicho, o intentos de eliminar por secretaría a competidores de los mismos incumbentes o de los mismos interesados. Eso, evidentemente, lesiona este tipo de iniciativas.

Por tanto, Presidenta , como yo quiero tener tranquilidad espiritual, política y ética en esta materia, voy a abstenerme en el punto de la retroactividad, porque creo que puede haber un uso inadecuado de ella. Pero, al mismo tiempo, como se trata acá de poner principios y hacer una autoevaluación, una objetivación de lo que son las prácticas de cada cual, quiero señalar -y le pido que me dé un minuto, Presidenta - que yo, por lo menos, no me voy a repostular en la próxima elección. Y lo hago con una firme convicción de que esto pueda colaborar a la confianza...

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señor Senador, tiene que activar el micrófono.

El señor GIRARDI.-

Señalaba que esto lo hago con la firme convicción de que puede ayudar a recuperar la confianza.

Todas las elecciones en que he sido parlamentario las he ganado con las primeras mayorías. He sido dos veces primera mayoría nacional; las dos veces que he sido Senador he sido elegido con la primera mayoría de la circunscripción. He presentado leyes que han sido premiadas internacionalmente. He intentado defender los derechos de los ciudadanos, muchas veces contra intereses muy poderosos, y eso también tiene costos en la sociedad chilena.

Pero lo hago porque creo que hay que colaborar a la confianza. Y esa autoauditoría que uno tiene que hacerse debe ser real. Yo no podría hablar acá de principios y de valores si finalmente digo "Voy a votar para que termine la reelección indefinida" y, al mismo tiempo, no me presento como parte de ese proceso, no pongo en acción esos valores.

Lo que me parece grave, Presidenta , es que se intente vestir, como se ha señalado acá, intereses que son pequeños, subalternos, de una dimensión valórica que no es tal. Creo que eso también daña y afecta a la democracia.

Y yo, por lo menos, después de esta votación me quedo con la conciencia tranquila. Considero que se puede colaborar a Chile desde distintos espacios. Yo lo voy a seguir haciendo desde el medioambiente, la ecología, la defensa de los derechos ciudadanos, la salud. Me interesan mucho los desafíos futuros, pensar cuál es el mundo que vamos a enfrentar después de la pandemia, cómo colaborar a resolver esta crisis sanitaria y ayudar al Gobierno a evitar las muertes y el sufrimiento innecesario. Pero creo que es muy importante que la democracia, que el Parlamento tengan transparencia.

Lamentablemente, pienso que muchos de los problemas que enfrentamos no se van a resolver con cambios de este tipo y que tal vez la única manera de dar una solución a los temas profundos es a través de una asamblea constituyente, que redefina el marco de acción, que adecúe la democracia al siglo XXI, que le devuelva poder a los ciudadanos, que intente saber cómo enfrentar esta era digital que cada vez más se va a apropiar de las decisiones de las personas. Sin que nos demos cuenta, ya les entregamos los datos a las plataformas, cada vez más nos neuroprograman, cada vez más deciden por nosotros. Ese es el mundo complejo que viene.

Entonces, Presidenta , apoyo y voy a votar a favor...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más, señor Secretario .

El señor GIRARDI.-

Como señalaba, voy a abstenerme en la retroactividad. Y quiero reiterar que no me presentaré nuevamente a la reelección en la próxima elección.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Rabindranath Quinteros.

El señor QUINTEROS.-

No sé si se escucha...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Se escucha bien, Rabín .

El señor QUINTEROS.-

Gracias, Presidenta.

En su oportunidad, voté a favor de la idea de legislar. Sin embargo, creo que este es un proyecto que puede tener una muy buena intención, pero que no termina de resolver el problema que intenta remediar.

En efecto, la demanda por contar con un sistema que garantice el recambio de los representantes políticos viene sumando fuerzas desde hace bastante tiempo y se intensificó con el estallido social de octubre pasado. Pero, tal como ha ocurrido con la discusión en torno a la dieta parlamentaria, es difícil creer que la limitación de las reelecciones cambie la percepción de la gente respecto de la actividad política.

En principio, para la opinión pública resulta exagerado concebir que un legislador ejerza su cargo por veinte e incluso más años. Este proyecto, sin embargo, podría permitir que más de un legislador cumpla treinta y seis y hasta cuarenta y ocho años de labor ininterrumpida en el Parlamento, con el solo resquicio de cambiarse de Cámara.

Este proyecto, Presidenta , falla al hacer la distinción entre Diputados y Senadores. El Congreso es uno solo; está compuesto por dos Cámaras y, para hacer realmente efectivo el límite de reelecciones, debería operar para todos los parlamentarios, sin distinción de Cámara. De lo contrario, se corre el riesgo de provocar una distorsión en el espíritu de la ley, que es precisamente asegurar la renovación de los representantes.

¡Pero de qué renovación me hablan cuando un legislador que lleve doce, dieciséis, veinte, veinticuatro años, con el solo hecho de cambiarse de una Cámara a otra, puede estar otros doce o dieciséis años!

De más está decir que cuando eso ocurra, se decepcionará la opinión de la gente y continuará minándose la confianza en las instituciones.

Sostengo que en el momento actual se necesita una renovación verdadera y más fuerte en los distintos cargos de elección popular. Sin embargo, el debate sobre esta iniciativa, lejos de desarrollarse en el marco de una discusión reposada y de fondo, ha estado marcado por las consignas. Y de ello da cuenta la verdadera guerrilla de declaraciones, promesas y acusaciones que hemos presenciado en estos días a través de los medios y las redes sociales.

Leo declaraciones de Diputados emplazando a este Senado para que se apruebe una supuesta retroactividad. Pero ha faltado sinceridad: nadie precisa que el proyecto aprobado por los Diputados considera el actual período como el primero para todas las autoridades, es decir, no aprobaron la referida retroactividad.

Con respecto a esta famosa retroactividad, me llama la atención que este mismo Congreso se haya negado a aplicar tal criterio a cuestiones ciertamente más relevantes y claves en la legislación que hemos hecho. Noto ciertos tintes de populismo en la defensa de esta medida.

Se ha llegado al absurdo de que se ataque por las redes, ¡siempre las redes!, a ciertos Senadores, instándolos a inhabilitarse en esta votación, porque se afectaría su interés en una probable reelección, ignorando que ello puede afectar el propio éxito de esta reforma.

La discusión se ha centrado en la retroactividad de la norma, pero la disposición transitoria que se propone, al menos en su inciso primero, resulta perfectamente inútil, porque, si se prescindiera de ella, de igual modo regirá de inmediato la limitación a la reelección. Es decir, según algunos juristas, con inciso o sin inciso primero de la norma transitoria, los Diputados que hayan cumplido tres períodos y los Senadores que hayan cumplido dos están imposibilitados de ir a una reelección. Por cierto, esta prohibición regirá solo para la misma Cámara, pues estarían habilitados para presentarse en la otra...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más, por favor, Secretario .

El señor QUINTEROS.-

Treinta segundos.

En definitiva, señora Presidenta , con mi voto a favor, reitero mi decisión de apoyar el establecimiento de límites a la reelección, pero que sean de verdad, sin subterfugios, aunque estoy consciente de que el proyecto que estamos votando no garantiza cabalmente este objetivo.

He dicho.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Senador Juan Pablo Letelier.

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta , estimados colegas, recuerdo que cuando se hizo la discusión para terminar con el voto obligatorio, se argumentó que era para mejorar el sistema democrático, para el bien de escuchar a los ciudadanos. Debo decir que hoy tengo la convicción de que fue uno de los mayores errores políticos que yo, en lo personal, he cometido, al concurrir con poca fuerza para oponerme a aquello.

Creo que tener hoy voto voluntario es un error y que reponer el voto obligatorio le haría muy bien a nuestra democracia, porque tiene que ver con una convicción de deberes y derechos.

Hoy estamos en una situación de crisis democrática que no es solamente de Chile. Es una crisis de representación, una crisis de eficiencia. Se habla de la democracia líquida, de cómo el poder se ha desplazado desde el Estado hacia el mercado, y de cómo los Estados, con sus diferentes órganos, no son capaces de resolver las demandas ciudadanas.

Bueno, esta crisis, que no es solamente chilena, que es de épocas de las cuales algo hablaba el Senador Girardi, nos tiene que ocupar, y ocupar en serio. Yo espero que el proceso constituyente que viviremos en los próximos meses y años sea una buena ocasión para profundizar una mirada crítica a lo que ha sido este desplazamiento del poder hacia el ámbito de lo privado y fuera del ámbito de lo público, porque hoy, efectivamente, aquel se encuentra desplazado.

Sí creo que, cuando hagamos esa discusión, consideremos que hay ciertas cuestiones de principios, de principios democráticos. Yo soy de aquellos que piensan que los principios deben guiar ciertas decisiones en nuestras vidas. Y la democracia, como sistema, tiene entre sus principios el elegir y ser elegido, la representación delegada de lo que es la voluntad o la soberanía popular, que viene a ser la democracia representativa: la entrega de la soberanía popular a representantes en diferentes espacios, tanto locales y regionales como nacionales; y a nivel nacional, por la división de los poderes, en el poder democrático legislativo y ejecutivo.

Es evidente que los cargos de elección popular, donde se ejerce esa delegación de facultades, son de naturaleza distinta. Las funciones ejecutivas no son lo mismo que las de los cuerpos colegiados. Me parece que el Senador Pizarro se detuvo en eso en forma acertada. Y es la razón de por qué se limita la elección o la reelección de los Presidentes, que administran el poder, más aún en un sistema presidencialista, considerando los recursos involucrados. Es muy distinto de los cuerpos colegiados, donde aquello no ocurre.

Yo, la verdad, si tuviera la convicción de que el límite a la reelección garantiza la renovación de la política, aprobaría con entusiasmo esta iniciativa. Pero tengo el convencimiento de que esa es una falsedad absoluta. No se puede entender que la renovación de rostros vaya a renovar las elites y la forma de funcionamiento de las instituciones. Hay datos objetivos de cuál ha sido, en este tiempo, la tasa de renovación de los Diputados, de los Senadores, de los consejos regionales, de los concejos municipales. Y es cierto que ha habido tasas de rotación altísimas, pero, ¿es suficiente? ¿Es eso lo que busca la gente?

Me pregunto si la renovación de rostros garantiza un cambio en las instituciones. Y yo por lo menos no veo que eso esté garantizado hoy.

Si uno dijera que los procesos electorales no son representativos, cabría preguntarse si el tránsito hacia el sistema proporcional fue correcto. Hoy tenemos parlamentarios electos con un alto porcentaje de votos y otros electos con un bajo porcentaje de votos, porque son parte de una lista. Y uno podría preguntarse, entonces, si eso está bien o está mal.

Yo estimo que en esa parte de nuestro sistema democrático aún tenemos tareas pendientes en cuanto al rol y fortaleza de los partidos. Quizás es uno de los grandes vacíos que se advierten.

Sí pienso, en cambio, que cualquier posibilidad de avanzar, de repensar la política y repensar las instituciones debe hacerse a partir del principio de que uno debe poder elegir y ser elegido.

No creo que el límite a la reelección...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más al Senador Letelier, por favor, Secretario .

El señor LETELIER.-

No creo que el límite a la reelección sea la solución que garantice la renovación. Aquí hay muchos que buscan una solución en medio de la crisis, pero a través de un camino que no resolverá, de por sí, el problema. Yo no veo por qué, a nivel local, un concejal no pueda ser reelecto; no veo por qué un consejero regional no pueda ser reelecto; no sé por qué un alcalde no pueda ser reelecto.

Es cierto que, en la coyuntura, todo este debate se ha concentrado en el Parlamento, probablemente porque la gente esperaría que tuviéramos más poder para resolver sus demandas, como terminar con un sistema de pensiones arcaico, abusivo; para acabar con los abusos en la participación en la creación de la riqueza y, por sobre todo, en el acceso a la riqueza. Si el Congreso tuviera la facultad para resolver de otra forma los problemas de desigualdad, probablemente la crisis de representación que hoy existe en nuestra sociedad sería distinta.

No soy de aquellos que creen que aquí solamente estamos llamados a dar señales. Me parece que debemos hacer un debate a fondo.

Yo voté a favor en general pensando que eso ayudaría. Hoy, cuando veo el texto que nos presentan, no tengo esa convicción: no tengo la convicción de que cuestionar el derecho a elegir y ser elegido en Chile, tal como se ha hecho solo en otros dos países, resolverá las causas de nuestra crisis. La crisis que vive nuestra sociedad es mucho más profunda.

Siendo de aquellos que han estado en esta actividad pública desde hace tiempo y que no tenemos la decisión de ir de nuevo a una reelección, en particular por el contexto en que vivimos, queremos abordar este debate desde una perspectiva de principios y de acuerdo a nuestras convicciones.

Y pienso que el mismo error que cometimos cuando cambiamos el voto obligatorio a voluntario lo estamos cometiendo nuevamente ahora, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Lagos.

¿Senador Lagos?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

No aparece conectado en este minuto, señora Presidenta . Y el Senador Soria está solicitando la palabra.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¿Está conectado, Senador Lagos?

El señor LAGOS.-

Sí.

No había pedido la palabra todavía, así que no tengo ningún problema en hablar después del Senador Soria.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

Le damos la palabra al Senador Soria.

El señor SORIA.-

Muchas gracias, Presidenta .

Colegas, quiero ser cortito, tal como lo fui ayer en la mañana en la Comisión.

Nosotros amamos y queremos la democracia. Seamos del partido que sea, todos tenemos esa convicción.

¿Cuántas veces me costó a mí que me eligieran candidato dentro de mi partido? Tuve que pelearla. Hoy, son los partidos los que manejan quién llega a la Presidencia , al Senado, a la Cámara, a la alcaldía, al concejo, al CORE.

Eso es Chile.

Y cerré el anillo. Hay que estar en un partido, y estar con la directiva del partido, para que te lleven. Mi experiencia de 54 años en la política me lleva a decirles que, cuando tú no le caes bien a la línea del que está dirigiendo el partido, estás outside.

Entonces, ahora nosotros queremos oír al pueblo, que se cabreó de todo. Respetemos a ese pueblo, y hagamos fácil que ese grupo grande, de donde sea, de Chile, que quiere poner a su Senador, a su Diputado , a su alcalde, a su consejero, lo haga con sus firmas, en la forma más expedita posible. ¡Tantas firmas! Pongamos un número. ¡Y esa es una verdadera democracia!

Si Chile quiere elegir a los mismos que estamos hoy, nos elegirán. A mí no me toca: voy a llegar casi a los 90 años, ¡así que no estoy peleando mi reelección, por si acaso...! Pero quiero traspasar mi experiencia, que seamos democráticos, que se respete lo que quiere el pueblo. Y, bueno, si el pueblo quiere que acá, en Santiago, en La Pintana, sea Pedro, Pedro tendrá que conseguir 300 firmas de la gente de La Pintana para ser candidato a alcalde, Diputado , Senador o Presidente de Chile .

Establezcamos un número de firmas para ser Presidente ; ofrezcamos caminos abiertos; abramos una verdadera democracia en libertad, donde el pueblo opine.

Ese es el consejo de este viejo político, que lleva 55 años metido en este lío.

Lo importante es que el pueblo opine. Hoy, no lo hace.

Aquí, todos hemos hablado, Senadores y Diputados, pero el pueblo no lo ha hecho; el pueblo habla cuando elige directamente a sus candidatos.

En este momento se cree que el camino a seguir es aquel que se está planteando.

Yo voto en contra; voto por dar facilidades para que, quien quiera llegar al poder, lo haga a través de las firmas del pueblo; voto por que el pueblo opine.

Gracias.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Ahora sí, tiene la palabra el Senador Lagos.

El señor LAGOS.-

Muchas gracias, señora Presidenta.

El 18 de octubre se inició en Chile un proceso muy intenso, muy dramático, muy fuerte, que culminó, si usted quiere, con una decisión política: el acuerdo alcanzado el 15 de noviembre para realizar un plebiscito constitucional con el objeto de darnos la posibilidad, en la medida en que esa fuera la decisión de los chilenos, de definir una organización para el país -el tipo de Estado que queremos, las normas que nos van a regir- y de legitimar la Constitución. Y ese, ciertamente, es un proceso incierto y complejo que también arrastra a la actividad política, a la actividad pública.

La razón de que estemos discutiendo hoy este proyecto es por lo que ocurrió en ese período. La decisión del 15 de noviembre fue precedida, 48 horas antes, por la aprobación general de este proyecto, que votamos el 13 de noviembre, diez para las dos de la tarde. Y lo notable es que en ese resultado, en el que participaron cuarenta Senadores, creo que solo cuatro votaron en contra. Todo el resto lo hizo a favor.

La pregunta es: ¿por qué habremos votado a favor? En mi opinión, porque en ese minuto existía la convicción de que era necesario hacerlo. No me cabe duda de que estábamos influidos por el ambiente que se vivía en Chile. Estoy hablando del martes 13 de noviembre. Ese día me parece que fue muy dramático por lo que ocurrió en el país en materia de protestas.

Entonces, yo creía -y creo ahora, aunque pensaba que mi opinión era más compartida- que la decisión de aprobar la no reelección tenía que ver con el tipo de desprendimiento que entendíamos que teníamos que hacer para contribuir al debate en el país.

Y lo que nos piden los chilenos, a quienes estamos en esta actividad, más allá de si ello vaya a resolver los problemas de fondo, son dos cosas bien concretas: una rebaja en la dieta parlamentaria, y además una limitación en la reelección.

Lo de la reelección podemos discutirlo desde dos puntos de vista. Podemos tomar el derecho comparado, la experiencia de otros países, que es diversa y donde hay de todos los argumentos, desde la teoría política, desde la práctica, pero también hay que analizarlo desde la realidad nacional, que hoy resulta inseparable y a la cual tenemos que responder.

Por eso aprobé con entusiasmo el proyecto. Y por eso que desde noviembre vengo planteando que voy a concurrir con mi voto favorable a la limitación de los períodos actuales para adelante, la mal llamada "retroactividad", sin perjuicio -y lo dije entonces- de que, comillas, me afecte a mí, porque estoy en mi segundo período. Sí, me quedan cinco años como Senador, pero creo que es la contribución que tenemos que hacer.

No comulgo con aquellos que dicen que porque hacemos esto nos van a querer más. ¡No! ¡No nos van a querer más! No porque hagamos esto vamos a mejorar, necesariamente, nuestra democracia de aquí en adelante, con la mejor fórmula. ¡No! Pero vamos a hacernos cargo de lo que ocurrió en Chile, pues lo que se inició el 18 de octubre y terminó el 15 de noviembre es el cansancio por cambios que no se hicieron.

En cuanto a aquellos que han argumentado fuertemente sobre la soberanía popular, etcétera, quiero decirles que vivimos 25 años con el sistema binominal, en el cual el 33 por ciento era igual al 66 por ciento. ¡Un subsidio increíble para la Derecha, y para un partido en particular! Ahí no importaba la soberanía popular.

Eso fue lo que se arrastró, y que termina con la imagen que tenemos.

Yo creo que debemos hacer este desprendimiento.

Por último, a aquellos que se quieren inhabilitar, les digo, con mucho respeto, que a mi juicio no están procediendo bien, porque dan una señal confusa. Se va a entender como un subterfugio para no rechazar el proyecto. He escuchado a varios colegas, incluso de mi sector político, a quienes además respeto muchísimo, decir: "Miren, yo no comparto esta decisión". Me parece sano y legítimo, y no tengo idea qué va a pasar con esta votación. Pero encuentro que inhabilitarse degrada más a la política por lo siguiente.

Siempre pongo el ejemplo de la dieta: "No, si era para bajar la dieta", nos dicen, "Qué conflicto había". Pero ninguno se inhabilitó cuando reajustamos la remuneración al sector público, y de paso se aumentaron nuestras dietas.

No vi a ninguno de los que hoy han señalado que se van a inhabilitar que lo hicieran entonces, o que se rebajaran la dieta a continuación. Por tanto, no formulemos ese argumento para no dañarnos entre nosotros.

Lo que digo con mucha tranquilidad es que tal vez si en el futuro se plantea otro esquema, lo podamos hacer.

Le pido treinta segundos, señora Presidenta . Ni siquiera un minuto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene un minuto.

El señor LAGOS .-

Gracias. Termino acá.

Demos esta señal. Nos están pidiendo desprendimientos a todos los que tenemos alguna cuota de poder. Es sano hacerlo. No va a ayudar a que nos quieran más, pero sí estaremos un poquito más en sintonía con la molestia y la rabia de la ciudadanía, y con lo que está ocurriendo.

Por esa razón era importante introducir este artículo transitorio, que lo que hace hoy, en el fondo, es fijar una condición para poder competir en la próxima elección y decir: "Si usted ya lleva los dos períodos de senador o los tres como diputado , no va a competir". Podrá hacerlo subsecuentemente; podrá hacerlo como Senador, si es Diputado , y no escapa a mi atención y a mi inteligencia promedio que seguramente hay gente que tiene interés en esto, que desea aspirar a otros cargos. Pero no puedo legislar pensando en aquellos intereses personales y particulares.

Por esa razón voy a aprobar la no reelección y, además, el artículo transitorio que establece limitaciones y que contabiliza los períodos a partir de ahora.

Muchas gracias, señora Presidenta .

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Gracias, Senador señor Lagos.

Tiene la palabra el Senador señor Harboe.

El señor LAGOS.-

Me activaron el audio de nuevo y no procede.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Senador señor Harboe, tiene la palabra.

El señor HARBOE.-

Ahora sí está funcionando el audio.

Señora Presidenta , la política sin técnica es populismo y la técnica sin política también puede generar grandes conflictos sociales, como hemos visto en el pasado reciente.

Por eso considero necesario dar una breve mirada a lo que dice la academia en estas materias. Porque se ha dicho mucho. Pero desde el punto de vista de la Ciencia Política, esta no es una materia pacífica. Y es tremendamente legítimo que pensemos distinto.

Hay quienes plantean que las reelecciones indefinidas logran crear una casta parlamentaria con mayor expertise, que permite hacerle un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo .

Y hay quienes no lo recomiendan, porque afirman que genera el riesgo de consolidación de una verdadera casta de conocidos, en la que además se facilitan nexos de influencia, por muchos años, que pueden generar o promover vicios de falta de probidad. El poder y la influencia impiden el surgimiento de nuevos liderazgos.

Se ha hablado de los casos de México y de Costa Rica. Pero no se dice nada, por ejemplo, respecto a que en Estados Unidos hay veinte estados que contienen límites a la reelección parlamentaria. Aun cuando los senadores solo duran cuatro años en los cargos.

También se habla de países nórdicos, pero nada se dice de que, a diferencia de lo que ocurre en Chile, los senadores tienen un período máximo de cuatro años y los diputados, donde los hay, duran tres años en el cargo.

Debemos considerar que sus funciones, sus remuneraciones y sus obligaciones son muy distintas a las nuestras. ¿Se imaginan si hubiésemos aplicado el régimen de remuneraciones de Suecia a nuestro país? Bueno. Si invocamos a una nación, hagámoslo para todo.

En otros cargos, a mi juicio, los límites son aún más necesarios. Los alcaldes manejan presupuestos. Además son autoridades de las cuales dependen la salud y la educación en este país. Esto exige renovaciones periódicas para evitar procesos naturales de descomposición de administraciones.

Yo voté a favor de este proyecto en el 2015 en un escenario completamente distinto y cuando tenía otras normas. Pero el 18 de octubre, al igual que a muchos, nos golpeó muy fuertemente. Chile estuvo al borde del quiebre institucional. Y aquello me llegó muy fuerte.

Hay quienes dicen que el 18 de octubre no había carteles pidiendo esta iniciativa. Pero son incapaces de ver que el estallido social también fue contra el sistema político, contra nosotros por no hacer los cambios estructurales que nuestros representados nos reclaman. La consigna era y es en las calles: "¡Que se vayan todos!". Y este es un problema.

Probablemente esto sea injusto, en parte. Porque es la propia Constitución la que reduce nuestras competencias de una manera que considero exagerada. Por ello me jugué orgulloso por un acuerdo que permita a los propios ciudadanos decidir sobre su nueva Constitución, que es la que establecerá las normas, atribuciones y los marcos de la relación de poder entre el Ejecutivo y el Legislativo.

La academia debe conversar con la realidad y no hay que cerrar los ojos. Estamos en un proceso de profundo deterioro institucional por diversas razones. La separación entre el poder y la política, como dice Bauman, las malas prácticas, los abusos, la pérdida de la estética del lenguaje en nuestras relaciones, en las que predomina la descalificación por sobre el debate de ideas y de transformación social.

Prontamente entraremos en un proceso de transición institucional y social que es necesario para nuestro país. Sería ilusorio pensar que esta reforma soluciona el problema de legitimidad de la política. Pero me parece que constituye un pequeño aporte al proceso de desprendimiento de poder que la ciudadanía reclama a gritos en las calles.

Debemos ser capaces de reformar nuestras instituciones, las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento y la distribución del poder en el territorio. Chile no aguanta más este nivel de centralización.

Ayer fue la disminución de las dietas y las remuneraciones de altas autoridades públicas. Hoy es el límite a la reelección para congresistas, alcaldes, concejales y cores. Necesitamos hacer una renovación no solo de edad, sino también de práctica y de formas de entender el país.

Lo aprobado en la Comisión de Constitución por unanimidad es un avance importante. Se ha dicho que tiene un efecto retroactivo. ¡Perdónenme! Pero no es así. El efecto retroactivo significa afectar derechos adquiridos. Y aquí lo que se hace es afectar una mera expectativa, que es la posibilidad de postular a futuro.

Entonces, eso es lo que se está planteando. Se establecen condiciones nuevas para postular a futuro.

Estoy consciente de que el proyecto nos ha enemistado con algunos o al menos nos ha tensionado entre nosotros. Pero no se puede legislar a la carta, excluyendo a unos respecto de otros. Debemos ser todos iguales.

Se nos limita a todos en el futuro, pero también a las autoridades actuales. No se entendería algo distinto. Regular para otros, pero no para nosotros, no sería adecuado.

Hay quienes buscan todo tipo de excusas para no votar. Pero es importante decidir este proceso.

Considero que el Senador Navarro ha hecho una mención que no merece mayor análisis. Solo quiero explicarle que inhabilitarse cuando hay un eventual conflicto de interés es la forma transparente de resolver un conflicto que puede darse sobre todo cuando la familia no depende del sector público, y a mucho orgullo.

Yo lo haré cada vez que sea necesario, porque inhabilitarse frente a un eventual conflicto de interés es ser transparente. Pero hacerlo hoy implica beneficiarse personalmente. Esa...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más, señor Secretario .

El señor HARBOE.-

Gracias.

Usted no se atreve a rechazar y se esconde tras la inhabilidad para no dar el quorum usando una de las trampas de la Constitución de Pinochet para su propio interés.

Hay otros que argumentan que se pone un límite a la libertad. ¿Qué es la ley sino un límite de la libertad? ¿No es acaso un condicionamiento de conducta? Las libertades nunca han sido absolutas.

Pero llama la atención que esa misma Senadora hace un tiempo, en otra discusión, exigía que la ley y el Estado se metieran en las relaciones y les prohibiera a las mujeres la interrupción de sus embarazos en casos dramáticos; o se oponía al matrimonio igualitario. Eso sí es coartar las libertades. Esto no, porque es brindarles más opciones a los ciudadanos para elegir.

Estamos aquí, Presidenta , para transformar la sociedad. Y dichas transformaciones también deben ocurrir en el mundo político.

Votaré a favor del límite a la reelección de todas las autoridades, y también para que se nos aplique a nosotros desde ahora en adelante.

He dicho.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muchas gracias, Senador señor Harboe.

Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta , en primer lugar, deseo partir pidiéndole disculpas al país porque hoy nos hemos tomado todo el día en la discusión de este proyecto, que no digo que no sea relevante, pero mucho más relevante es lo que el Congreso ha postergado, que vamos a tratar mañana, que es votar lo que se relaciona con los consumos de gas, de agua, de luz, con el posnatal, con la situación que atraviesa actualmente la salud en nuestro país.

Aquello se postergó porque hay un grupo de Senadoras y Senadores que, pública y reservadamente, han hecho todo lo posible para que esta discusión se haga primero y no aquella que es tremendamente más relevante y que el país de verdad nos está exigiendo.

Quisiera hacer una primera reflexión respecto a esta iniciativa que votaré a favor en general para colocarle límites a la reelección.

¿Este proyecto de ley le pone límites a la reelección? Y aquí está la trampa. ¡No! Porque permite que si uno ha sido dos veces Senador, después pueda ser tres veces Diputado , tres veces alcalde, dos veces gobernador, concejal, consejero. Incluso, como en el caso de quien me antecedió en el uso de la palabra, ocupar por muchos años cargos designados.

Entonces, digamos la verdad.

El presente proyecto no se encarga de ponerle límites a la reelección, sino que se preocupa de la elección que viene en un año más.

¿Y por qué lo señalo? Yo he sostenido pública e insistentemente que, como todos y todas somos incumbentes, el asunto debió quedar en manos de los constituyentes que propondrán una nueva Constitución. Y hemos exigido tal cosa; pero, ¡no!, aquí se quiso adelantar todo el proceso para resolverlo antes de la votación por la nueva Constitución.

¿Para qué? Para intentar hacer un traje a la medida, para intentar, en lo que respecta a la retroactividad, hacer que quienes tienen algún grado de dificultad para continuar su carrera política saquen a un lado a quienes son sus contendores.

Esa, y no otra, es la verdad.

Por eso este entusiasmo tan desbordante que se manifestó públicamente por los medios, por las redes para que el asunto se viera cuanto antes. Y algunos medios compraron esta teoría.

Pues bien, hoy día le estamos diciendo al país que el proyecto que pone límites a la relección tiene letra chica. ¡No le pone límites a la relección!, sino a la participación ciudadana. Y que los nuevos constituyentes, que nos pondrán frente a una nueva Constitución, no puedan sacar este esquema.

A diferencia de todos mis colegas, mujeres y hombres, soy el único Senador que ha resultado elegido por dos períodos como Senador, rompiendo el sistema binominal, llegando desde fuera de los sectores de los partidos políticos. Y soy el que más aboga, el que más pide la verdadera participación de las personas independientes, mujeres y hombres independientes, para producir una verdadera oxigenación, un verdadero recambio, y que las estructuras de los partidos políticos se abran a recoger a toda esa nueva generación, esas nuevas ideas, esas nuevas energías de personas que, no militando, tienen el deseo de participar.

Es así como yo lo hice. Claro, afuera, al margen de las estructuras, compitiendo con sistemas que no permiten que una persona independiente, salvo muy pocas excepciones, pueda llegar al Congreso Nacional.

Por eso yo digo: "Mire, estoy tremendamente de acuerdo -y le pido un minuto más, señora Presidenta -, en poner un límite a la reelección". Pero establezcamos algo que efectivamente establezca un límite, que no traiga letra chica, que no traiga un articulado sobre retroactividad que les permite a quienes cuenten con menores opciones de salir hacer a un lado a los competidores.

Porque esa situación hoy día la gente la está entendiendo. Afortunadamente, la gente se ha dado cuenta de que aquí hay vendettas, de que aquí hay pasadas de factura, de que aquí se está cobrando por las razones que sean, en las que yo no quiero entrar.

Creo que habría que ponerle límite a otras cosas: al abuso; a la sinvergüenzura; ¡al "raspado de la olla"!: ¿Hay algo peor que eso?

Yo considero que estamos llamados a poder, en definitiva, mejorar la política, mejorar nuestra participación, pero con proyectos que efectivamente sean honestos, que busquen el bien mayor, y no la pequeña ventaja.

He dicho.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra, por último, el Senador Huenchumilla.

El señor HUENCHUMILLA.-

Muchas gracias, señora Presidenta .

Estimados colegas, nosotros no estaríamos discutiendo este proyecto si no hubiera ocurrido el estallido social del 18 de octubre. Yo creo que esta iniciativa es fruto del proceso social que vivimos en Chile y es fruto de las circunstancias.

Como decía un escritor: "yo y mis circunstancias". En este caso, Chile y sus circunstancias.

Eso llevó a la gente a cuestionar a los poderosos, a aquellos que detentan el poder; a la desigualdad, a aquellos que poseen privilegios; a la crisis de las instituciones, al hecho de que las personas no crean en nosotros. Es lo que tenemos hoy día como escenario en este país. No estamos en tiempos de normalidad, sino en tiempos excepcionales.

La clase política chilena leyó correctamente el escenario, y por eso firmó el 15 de noviembre un acuerdo para que la soberanía popular fuera la que estructurara un nuevo contrato social, a través de una nueva Constitución.

Por primera vez en la historia de Chile la Derecha y todos los sectores se allanaron a eso: a tener una Constitución con soberanía popular. Pero eso es fruto de las circunstancias: nunca había ocurrido en 200 años. Siempre las Constituciones las hicieron un grupo de notables.

Y, entonces, ahora estamos discutiendo este asunto como debatimos la dieta parlamentaria, que nunca se cuestionó en 90 años y un poco más, porque las dietas parlamentarias fueron introducidas desde el año 1924 en adelante. Nunca se discutió una rebaja de tal emolumento.

Bueno, discutimos su rebaja y la aprobamos.

Y hoy día estamos debatiendo esta materia no porque estemos en período de normalidad, donde las razones que aquí se han dado, en el sentido de cuál es el límite a la reelección, cuáles son las situaciones comparadas en el mundo, qué significa la experiencia, la posibilidad de que la gente elija, son todos argumentos válidos. Pero son argumentos válidos cuando las democracias funcionan normalmente.

Y hoy día nosotros tenemos un problema de falta de credibilidad total. Y la encuesta SEP, una de las encuestas serias en Chile, dice que nosotros alcanzamos un 2 por ciento de aprobación.

Mire, aquí hay personas honorables. La mayoría somos todos profesionales, llevamos muchos años en esto. No están en discusión esos aspectos. Aquí se halla en discusión si nosotros somos capaces de entender eso que alguna vez señaló el "Puma" Rodríguez: "hay que escuchar la voz del pueblo". La gente quiere un cambio, no quiere grupos que se enquisten en el poder económico, social o político y estén ahí toda la vida.

Eso está en discusión hoy día.

En consecuencia, creo que no hay drama. Hemos estado muchos años en política. Yo vengo del año 90 en esto. Yo presenté una indicación dentro de las indicaciones del proyecto para que se nos permitiera renunciar. Lamentablemente, no pasó en la Comisión, pero estimo que nosotros debemos entender el asunto. No es nada personal en contra de nadie.

Pero debemos escuchar el proceso social que estamos viviendo y dar una señal. Yo creo que es válido dar una señal.

Porque permítanme, estimadas colegas y estimados colegas, decirles lo siguiente: hemos estado durante dos o tres meses discutiendo sobre proyectos de ley para la gente más modesta: hemos debatido sobre el subsidio de cesantía -un bono por aquí, un bono por allá-, beneficio que dura tres meses y va decreciendo. Y a esa gente la echaron del trabajo, la van a echar, tiene incertidumbre, tiene miedo, tiene hambre, y nosotros le decimos: "Mire, dispone de un horizonte de tres meses".

Y en el caso de este proyecto, si no lo establecemos con efecto retroactivo, resulta que un Senador que termine su período el 11 de marzo del 2022 puede tener un horizonte hasta el año 2038. Y si entró en 1990, va a poder estar 48 años en el Parlamento.

A mi juicio, en los tiempos que corren, eso no tiene presentación.

Por esa razón, señora Presidenta, voy a votar a favor de este proyecto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, Senador Huenchumilla.

Estaba inscrita también la Senadora Goic.

Tiene la palabra.

La señora GOIC.-

Señora Presidenta , no sé si todos escuchamos, ya que en mi casa oigo los aplausos de homenaje al personal de la salud. Y pediría que nos sumemos a ese reconocimiento y que por al menos quince segundos todos podamos aplaudir en honor a que muchos funcionarios de la salud han caído enfermos también, como lo reconocíamos en la mañana. Y no puedo dejar de señalarlo al comienzo de mi intervención.

--(La Senadora aplaude y se suman a dicho reconocimiento otras Senadoras y otros Senadores).

Creo que es merecido este reconocimiento, que es justo.

Junto con lo anterior, quiero partir reconociendo que hemos tenido un buen debate. Y que quizás muchos de los temores que manifestábamos y que se habían expresado, y aquí voy a hablar en nombre de la Corporación, de manera general eran infundados respecto a lo que pasaba si desarrollábamos la presente discusión.

Y además exponiendo posiciones encontradas.

Yo respeto a aquellos que han planteado argumentos en contra, a los que hemos planteado argumentos a favor, y respeto, sobre todo, a quienes toman una decisión y la enfrentan y votan, porque me parece que para eso estamos aquí.

Quiero insistir en que este ha sido un buen debate, respetuoso, con altura de miras y con argumentos.

Y reitero mi postura: yo estoy a favor de este proyecto. No podía ser de otra manera, porque esta no es una discusión nueva. La retomamos por la presión que nos ha impuesto la ciudadanía, por lo que está esperando la gente, pero esta iniciativa lleva muchos años en el Parlamento. Creo que vale la pena recordarlo. ¡Son ocho años desde que la Cámara de Diputados la aprobó y pasó al Senado! Y varios de los que somos autores de este proyecto hemos pedido en reiteradas ocasiones que se vuelva a poner en tabla.

Yo me alegro de eso. Lo hemos conversado tantas veces con Matías Walker, con Jorge Sabag, con Víctor Torres, que son algunos de los autores de una de las mociones.

Este debate tiene que ver con que si efectivamente somos capaces de sintonizar con lo que la gente nos está pidiendo. Creo que se han entregado acá los argumentos. El estallido social fue un grito de la gente para reclamar no solamente contra la inequidad, sino también contra los privilegios, contra la lógica del sistema político. ¡Y eso tenemos que ser capaces de verlo!

Hoy día nuestra votación ¿de qué habla? De si estamos dispuestos a salir de la burbuja; si estamos dispuestos, además, a no seguir cuidando esa burbuja; si estamos dispuestos a romperla. Y eso significa ceder poder; eso significa atrevernos a ser audaces también.

Aquí se han dado varios ejemplos de lo que sucede en otras partes del mundo. ¡Acuérdense cuando defendíamos el proceso constituyente y la ruta que trazamos, que es inédita! Yo me alegro y me siento orgullosa de que como país hayamos hecho eso. ¿Qué hizo el acuerdo que permitió la ruta constituyente? ¿Qué hizo la política ahí? Permitir que sean los ciudadanos los que se expresen. Nosotros cedimos nuestros espacios. Podíamos haber dicho: "Se puede hacer en el Parlamento", pero cedimos, porque entendemos que eso es lo que la gente nos está pidiendo hoy día.

Estamos enfrentados, además, a una pandemia que ha roto todos nuestros esquemas. Se trata de un virus, un organismo al cual ni siquiera consideramos algo vivo. ¿Y qué ha hecho este coronavirus? Poner en jaque el orden global. Son tiempos en que debemos tener la humildad para decir: "Aquí abrimos espacios". En eso tenemos una responsabilidad de la cual debemos hacernos cargo.

Efectivamente, este proyecto no soluciona los problemas de la política -nadie ha señalado eso; ojalá existiera esa varita mágica-, pero sí es una señal concreta o, más aún, un hecho concreto que permite empezar a entablar una nueva conversación.

Ocurrió lo mismo cuando dijimos: "Queremos incorporar a las mujeres". Fue una ruta larga y difícil, ¡acuérdense! Muchas de las que estamos aquí recordamos cuáles fueron las discusiones iniciales. Y finalmente eso le hizo bien a la democracia. Yo creo que es algo similar lo que hoy día estamos votando. Y tenemos una responsabilidad al respecto.

Otra responsabilidad, queridos colegas, es cómo formamos a otros. No se trata solo de abrir espacios y ceder poder, también debemos preocuparnos de que otros accedan a las posibilidades que nosotros hemos tenido. Hay que abrir las puertas para que formas distintas y nuevas de pensar también entren a la política en los diferentes espacios.

Con este proyecto no se jubila a nadie de la política, porque hay distintos ámbitos desde los cuales todos podemos contribuir en nuestra vida, y eso es bienvenido. Pero es una señal concreta, para desprenderse del poder y para dar cuenta de que escuchamos a la ciudadanía y estamos dispuestos a tomar decisiones que son difíciles.

Ya lo hicimos con la rebaja de la dieta parlamentaria. Yo creo que para mucha gente este proyecto es aún más importante para empezar a reconstruir confianza en la política.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, Senadora Goic.

No hay más inscritos.

Se cierra el debate.

En votación los numerales 1 al 5.

--(Durante la votación).

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Habiendo concluido la discusión sobre los numerales 1 al 5 del artículo único de este proyecto de reforma constitucional, conforme al acuerdo de Comités, voy a consultar por la opción de voto de cada Senador y Senadora.

Senador señor Allamand, ¿cómo vota?

El señor ALLAMAND.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador vota a favor.

Senadora señora Allende, ¿cómo vota?

La señora ALLENDE.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora Allende vota a favor.

Senadora señora Carmen Gloria Aravena, ¿cómo vota?

La señora ARAVENA.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

Senador señor don Pedro Araya, ¿cómo vota?

El señor ARAYA.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

Senador señor Bianchi, ¿cómo vota?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

No se escucha.

El señor BIANCHI.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

Vota a favor el Senador Bianchi.

Senador señor Castro, ¿cómo vota?

El señor CASTRO.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Castro vota a favor.

Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?

El señor CHAHUÁN.-

La política está al debe...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¡Francisco, cierra tu micrófono!

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?

El señor CHAHUÁN.-

Y en eso estamos trabajando. Estuvimos trabajando junto con...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¡Está encendido el micrófono, Senador!

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Coloma, ¿cómo vota?

El señor COLOMA.-

En contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Coloma vota en contra.

Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?

El señor DE URRESTI.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

Senador señor Durana, ¿cómo vota?

El señor DURANA.-

En contra, señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Durana vota en contra.

Senadora señora Ebensperger, ¿cómo vota?

La señora EBENSPERGER.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora Ebensperger vota a favor.

Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?

El señor ELIZALDE.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Elizalde vota a favor.

Senador señor Galilea, ¿cómo vota?

El señor GALILEA.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Galilea vota a favor.

Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?

Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador García vota a favor.

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

Senadora señora Goic, ¿cómo vota?

La señora GOIC.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora Goic vota a favor.

Senador señor Guillier, ¿cómo vota?

El señor GUILLIER.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Guillier vota a favor.

Senador señor Harboe, ¿cómo vota?

El señor HARBOE.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Harboe vota a favor.

Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?

El señor HUENCHUMILLA.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Huenchumilla vota a favor.

Senador señor Insulza, ¿cómo vota?

Senador señor Kast, ¿cómo vota?

El señor KAST.-

Voto a favor, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Kast vota a favor.

Senador señor Lagos, ¿cómo vota?

Senador señor Latorre, ¿cómo vota?

El señor LATORRE.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Latorre vota a favor.

Senador señor Letelier, ¿cómo vota?

Senador señor Montes, ¿cómo vota?

Senador señor Moreira, ¿cómo vota?

El señor MOREIRA.-

Con mucho agrado y convicción, voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Moreira vota a favor.

Senador señor Navarro, ¿cómo vota?

El señor NAVARRO.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Navarro vota a favor.

Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?

La señora ÓRDENES.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

La Senadora Órdenes vota a favor.

Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?

El señor OSSANDÓN.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Ossandón vota a favor.

Senador señor Pérez, ¿cómo vota?

El señor PÉREZ VARELA.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Pérez vota a favor.

Senador Pizarro, ¿cómo vota?

El señor PIZARRO.-

Presidenta, entiendo que se puede fundamentar el voto, ¿cierto?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Sí, se puede.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Así es.

El señor PIZARRO.-

Muchas gracias.

Señora Presidenta , a pesar de lo que han dicho algunos colegas, quiero reiterar con mucha tranquilidad que me parece importante este debate. Y si no lo realizamos quienes estamos en política, no veo quién lo va a hacer.

Esto tiene relación con el funcionamiento de nuestra democracia, con el fortalecimiento de nuestras instituciones, con los cambios que seguramente van a venir a través del proceso constituyente que hemos acordado y que espero que la gran mayoría de los chilenos apruebe, a fin de iniciar una revisión del régimen político, por lo que seguramente estas materias van a volver a estar en el debate.

Lo más probable es que las cambien radicalmente, porque los tiempos son distintos y el futuro que viene es diverso. No lo imaginamos. Sin duda, lo que debe marcar cualquier régimen democrático, sea parlamentario, presidencialista o semipresidencial, es una mayor participación de la ciudadanía.

Dicho eso, Presidenta , con toda tranquilidad quiero dejar testimonio -por lo mismo, voy a votar en contra- de que siempre me he sentido con una legitimidad democrática al representar a la gente de la Cuarta Región, las ideas de la Democracia Cristiana y el proyecto social que encarnó la Concertación desde el Presidente Aylwin en adelante.

Desde muy joven, desde los tiempos en que estudiaba en el Internado Nacional Barros Arana, he hecho política, sin aspirar a nada, en las peores épocas. Y uno siempre va a seguir haciéndolo, porque tiene esa vocación política. Por eso, también siempre recibí con mucha humildad los grandes respaldos que obtuve en las votaciones en mi región, y a ella me debo, sin duda, y eso lo agradezco de por vida. Uno aprende mucho en esta actividad.

Quiero dejar constancia de que voto en contra con toda tranquilidad, porque no quiero repetir la experiencia de haber sido sometido al chantaje de Marco Enríquez-Ominani, candidato presidencial en 2009, quien nos obligó a establecer el voto obligatorio, como condición para apoyar en segunda vuelta al candidato de la Concertación en contra del entonces candidato Piñera .

¡De eso nadie se responsabiliza ahora, y la democracia chilena ha pagado un costo horrible!

Los argumentos eran muy parecidos a los de hoy: la renovación; la necesidad de que los jóvenes participen en política; que con el voto voluntario estos se iban a agolpar en las calles, participando en todas las instancias; que ahora sí que sí. Pero el resultado de la renovación, de la participación en política o de la generación de una nueva o distinta forma de tratar los temas del país no se vio coronado. Al revés, hemos pagado un costo gigantesco.

La renovación se construye sobre la base de liderazgos que se van legitimando, no sobre la base del voluntarismo, del individualismo, de creer que cada uno de nosotros posee la fórmula mágica o de salvación.

En la última elección presidencial tuvimos una diversidad de candidatos, quienes expresaban la renovación de todo tipo, dado sus proyectos personales. Algunos no llegaron ni al 1 por ciento de los votos; otros sacaron un poquito más; otros generaron la dispersión de sectores que podrían haberse sumado y haber obtenido una fuerza mayor en torno a un proyecto de sociedad. A la Derecha le pasó un poco lo mismo.

Esa forma de hacer política ha hecho pagar un alto costo a todos quienes están en la política, porque lo único que se percibe es individualismo, falta de proyectos colectivos, falta de trabajo en equipo, falta de ideas, falta de valores, falta de principio, falta de coherencia.

Por eso, señora Presidenta, prefiero derechamente decir que voy a votar en contra, pues estoy convencido de que no existe mejor fórmula que permitir que sean los propios ciudadanos quienes decidan.

A aquellos que quieren dar señales, yo les pediría una señal concreta, como han dicho ya varios colegas, y creo que sería buena: ¡no vaya ninguno a la reelección! Que los Senadores y Diputados que están actualmente en ejercicio, si quieren hacer gestos de desprendimiento, digan derechamente que no van a la reelección, y se renueva todo el Congreso. ¿Por qué no? Hay distintos espacios en los que uno puede seguir participando, como se ha dicho.

Mi decisión la tomé el año 2013, durante la última campaña, y siempre quedé muy conforme con ella.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

No se escucha, señor Secretario . Al parecer perdió la conexión el Senador.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Sí, señora Presidenta . Vamos a revisar.

Es un problema de la conexión del Senador.

Intentaremos conectarlo nuevamente. En todo caso, ya había manifestado su opción de voto.

Mientras tanto, seguiremos con la consulta a los demás Senadores y Senadoras.

Senador Prohens, ¿cómo vota?

El señor PROHENS.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Prohens vota a favor.

Senadora Provoste, ¿cómo vota?

La señora PROVOSTE.-

Voy a fundamentar mi voto, señora Presidenta .

Tuve la posibilidad de anticipar mi posición en el debate del día 4 de mayo.

Quiero felicitar la perseverancia de los autores de esta iniciativa, quienes utilizaron diversos métodos para incorporarla en el debate público: escribir cartas en los diarios, solicitar que se colocara en tabla y, como aquí se ha señalado, también postergar proyectos que hoy día son importantes para enfrentar la situación y el drama humano que viven muchas familias, al anteponer este debate.

En verdad, yo tengo una opinión bien distinta de lo que se ha estado discutiendo en el día de hoy. No creo que la participación ciudadana se deba analizar solo cada cuatro u ocho años, cuando elegimos diputados o senadores, respectivamente.

Escucho a tantos decir que creen en la voluntad de la ciudadanía. Sin embargo, no se cuestionan el que se les entregue a las personas una caja de alimento, con lo cual otros deciden qué deben comer, y se oponen tenazmente a que se les dé una tarjeta para que puedan comprar los alimentos que necesitan.

¡Estamos llenos de contradicciones!

Entonces, a mí me parece que es más sensato y más honesto lo que ha planteado el Senador Pizarro . Todos y todas quienes estamos hoy acá hagamos ese compromiso: ¡no vayamos a la reelección!

Aquí claramente hay quienes están utilizando este debate para sacar a las posibles competencias en sus territorios, porque saben que no van a contar con la voluntad ciudadana si un determinado candidato o candidata va a la reelección. ¡Entonces, es mejor sacarlo por secretaría...!

Creo que todos quienes estamos en el Parlamento tenemos un rigor muy claro: la evaluación de la ciudadanía. Entonces, por qué no somos capaces de levantar la voz y ser el escudo realmente de los más pobres, que hoy día tienen hambre, que están enfrentando dificultades, que tienen miedo.

Si este debate los deja tranquilos, yo no tengo dificultad en votar a favor en general. Pero no escabullamos la discusión de fondo.

Hay quienes toman decisiones las 24 horas al día por todos los chilenos y no es la ciudadanía, como se dice aquí, cada cuatro u ocho años: es el poder económico. Y ese poder económico no se quiere tocar en este Parlamento; ese poder económico sigue respaldando a las AFP, a propósito de lo cual hoy día muchos siguen tratando de diluir un debate que es importante para nuestro país. Ese poder económico toma las decisiones todos los días, las 24 horas, estableciendo sueldos miserables para los chilenos y chilenas. ¡Y este Parlamento no quiere enfrentar dicha situación!

Entonces, yo no tengo dificultad en votar a favor este proyecto. Pero hagamos también un compromiso: que todos quienes participan en esta votación no se presenten a una reelección.

¡Ese sería un buen gesto para Chile!

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora Provoste vota a favor.

Senador Pugh, ¿cómo vota?

El señor PUGH.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Pugh vota a favor.

Senador señor Quintana, ¿cómo vota?

El señor QUINTANA.-

A favor, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Quintana vota a favor.

Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?

El señor QUINTEROS.-

Voto a favor, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, Senador.

El Senador señor Quinteros vota a favor.

Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?

La señora RINCÓN.-

Señora Presidenta , voy a fundamentar mi voto.

He escuchado atentamente a todos mis colegas y creo que el desprestigio de la política y del Parlamento, tanto del Senado como de la Cámara, no está en la duración en los cargos, pues son los electores los que toman esa decisión.

Creo que el problema profundo del desprestigio de la política está en que hemos dejado de ser voz de los más necesitados; hemos dejado de dar las peleas por las cuales ellos han hecho su voto de confianza, y no hemos sido capaces, como dijo el Senador Jorge Pizarro hace un rato, de articular proyectos colectivos mediante los cuales podamos representar a la ciudadanía.

Sin lugar a dudas, esa rabia contenida, esa molestia de la ciudadanía, se expresan hacia quienes detentan el poder. ¿Quiénes son ellos? El Presidente de la República , que alcanza bajísimos niveles de adhesión; y los parlamentarios, quienes tienen la voz y la cara de la representación en la elaboración de las leyes, pero que, producto de una serie de trabas, no poseen iniciativa en las materias más sentidas, como pensiones y salud.

Por lo tanto, la molestia se vierte en contra de nosotros y se expresa de manera dura en las encuestas de opinión.

Y, probablemente, muchas personas que están viendo este debate no entiendan que algunos hagan ofertas de no ir a la reelección o que pidan a otros no repostularse, o que soliciten al resto que asuma el compromiso de no ir a la reelección y no sean ellos los primeros en señalarlo.

Tengo la impresión de que el problema de nuestra poca credibilidad o poca adhesión está en lo colectivo, no en lo individual, pues yo he sido una de las que han desafiado a incumbentes en las dos elecciones en que he participado. No terminé mi primer período para acompañar a la ex Presidenta de la República y en el segundo aún estoy en ejercicio.

Por lo tanto, en ambas elecciones he desafiado y en las dos he ganado con el respaldo de la ciudadanía.

Entonces, creo profundamente en los ciudadanos.

Pero como hoy día todo está en tela de juicio ¿probablemente, más de alguno de los que han intervenido tiene profunda razón al decir que esto debiera ser parte del proceso constituyente-, me parece que la decisión que adoptemos hoy va a ser revisada en el futuro proceso constituyente.

Yo voy a respaldar este proyecto, al igual como lo hice en su votación general. Pero insisto en que nuestra baja credibilidad y la falta de fe en la labor parlamentaria tienen que ver con el no ser capaces de golpear la mesa, de dar las peleas y exigir los cambios estructurales que Chile necesita en salud, en pensiones, en educación, que den cuenta de un nuevo país.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Rincón vota a favor.

Senador señor Sandoval, ¿cómo vota?

Senador señor Soria...

El señor SANDOVAL.-

Recién me activaron el micrófono, Secretario .

Voto absolutamente a favor, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Sandoval vota a favor.

Senador señor Soria, ¿cómo vota?

El señor SORIA.-

Voto en contra para que cualquier chileno que no pertenece a un partido político pueda llegar al Parlamento, a las alcaldías, a los consejos regionales.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, Senador.

Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?

Vamos a conectarle el micrófono, Senadora.

Ahí sí.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Muchas gracias.

Quiero fundamentar mi voto brevemente.

Yo creo profundamente en la representación popular; creo que en democracia la gente decide quién está y quién no está.

Estoy en mi primer período parlamentario y, por tanto, la ley en proyecto no me afecta directamente.

Ahora bien, pienso que la experiencia no es un pecado, sino un haber.

No comparto el desechar por principio cuando en la experiencia se ha visto que las plantillas se renuevan naturalmente en cada elección; cuando la práctica internacional demuestra que el limitar la reelección no es una buena medida, porque, tal como se dijo en intervenciones anteriores, solo dos países, de todos, mantienen esa modalidad, y aun así, nosotros queremos ser más inteligentes que todos ellos juntos.

Entonces, tal como lo hice en la primera oportunidad, cuando nos pronunciamos en general, voto en contra de este proyecto, porque me parece un profundo error, pues, como se ha dicho en la gran mayoría de las intervenciones, no soluciona el problema de fondo, no resuelve el tema de la credibilidad ni de la falta de confianza por parte de la ciudadanía.

Sin embargo, a pesar de ello, todos están votando a favor.

La verdad es que eso me parece una franca contradicción.

El que no quiera ir, que no vaya; el que es mal parlamentario no saldrá reelegido, simple y sencillamente.

Dejemos que la gente se pronuncie.

Voto en contra, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

La Senadora señora Van Rysselberghe vota en contra.

Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?

La señora VON BAER.-

A favor, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Von Baer vota a favor.

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?

Vamos a consultar por algunos votos que están pendientes...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Yo no he votado, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

... de los que no han votado.

Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?

El señor CHAHUÁN.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Chahuán vota a favor.

Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

En contra, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

El Senador señor García-Huidobro vota en contra.

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

El señor GIRARDI.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Girardi vota a favor.

Senador señor Insulza, ¿cómo vota?

El señor INSULZA.-

¿Qué votación es esta?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Esta es la votación de los numerales 1 al 5 del artículo único.

El señor INSULZA.-

Me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador se abstiene.

Senador señor Lagos, ¿cómo vota?

El señor LAGOS.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

El Senador señor Lagos vota a favor.

Senador señor Letelier, ¿cómo vota?

Le vamos a dar el audio.

Trate de activarlo desde allá.

Me señalan que tiene apagado el audio.

Ahora sí.

El señor LETELIER.-

Gracias, señor Secretario .

Quiero fundamentar mi voto.

Voy a votar en contra.

Yo voté a favor de la idea de legislar, pero después de este tiempo de reflexión y de lo que ha pasado, y recordando, como indiqué en mi intervención anterior, lo que sucedió con el voto obligatorio -también aludió a ello el Senador Pizarro-, en que producto de las presiones externas y no por convicción de principios algunos concurrimos a cambiar el sufragio obligatorio por el voto voluntario, me he formado la convicción de que en esta materia uno debe tener convencimiento de principios.

Y en tal sentido, pienso que la crisis de representación, de legitimidad que vivimos, que es profunda, en nada se resuelve con este proyecto de ley en la forma como está enfocado, ni tampoco con la limitación del derecho de los concejales, de los alcaldes y de los consejeros regionales a ir a una reelección, pues con eso dañamos el sistema de representación en general y el principio y el derecho a elegir y ser elegido.

A partir de la crisis de legitimidad quizás del Congreso muchos quieren contaminar todo el sistema electoral. Y creo que eso es un error. Más profundo es el error de no guiarnos por el principio del derecho a elegir y ser elegido.

Y sé que en esta coyuntura esto puede significar para muchos que votamos de acuerdo con nuestra consciencia un costo en las redes sociales, porque hay varios que están preocupados del qué dirán, de cómo actuarán los otros.

Yo tengo la convicción, en particular por la experiencia comparada, de que es una equivocación limitar la institución de la reelección.

Si se tratara de una decisión de renovar todo, a través de un proyecto que tuviera un alcance no para cambiar el principio, sino para interrumpir la situación de que todos fueran reelectos, entendería que posee una coherencia mayor la iniciativa que finalmente estamos votando en el Senado.

Este proyecto tiene mucha insuficiencia. Por lo mismo, yo votaré en contra de esta parte, señora Presidenta.

No creo que resuelva el conflicto. Y lo digo en el siguiente contexto, y quizás es malo que uno se refiera a la experiencia personal. Me siento tremendamente honrado de haber sido elegido en todas mis reelecciones con más del 40 o 50 por ciento de los votos. A mí nunca me han arrastrado; yo rompí el sistema binominal en mis elecciones. Y tengo la convicción de que la gente que me ha elegido es la que debe decidir si no me reeligen, como ha ocurrido con todos los Diputados con lo cuales yo partí en mi proceso político y con la gran mayoría de los Senadores que han pasado por la Región de O'Higgins.

Creo que el proceso de renovación que necesitamos corresponde a otras necesidades. No tiene que ver con el sistema electoral, sino con cómo los partidos generan liderazgos, cómo los promueven. Por ende, aunque sea minoría en esta ocasión, me voy a quedar apegado a mi consciencia, a mis convicciones de que la decisión de elegir o ser reelegido es un principio base de la democracia.

Al aprobar hoy esta norma estaremos abriendo mañana la puerta para que una mayoría circunstancial esté limitando otros criterios de los principios democráticos de elegir y ser elegido. Mañana dirán "el que no tuvo estudios"; mañana dirán "el que no estuvo en tales colegios"; mañana dirán "los que no tuvieran tales condiciones".

Hay un principio básico de la democracia: el principio de elegir y ser reelegido, o votar a quien uno quiera. Y creo que hoy rompemos un poco, o más bien bastante, con ese principio.

Por eso, voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, Senador.

El Senador señor Letelier vota en contra.

Senador señor Montes, ¿cómo vota?

El señor MONTES.-

Voy a argumentar, señora Presidenta.

A mi juicio, lo relativo a la reelección y a la dieta no resuelve la crisis de la política, pero crea condiciones para enfrentarla de otra manera.

Aquí han salido varias interpretaciones sobre la crisis de la política. Sé que hay gente que está molesta por comportamientos de muchos de los que actuamos en política. Sé también que no somos los buenos políticos - Evelyn Matthei dice que somos una muy mala generación-, que nos falta capacidad de hacer proyectos colectivos, de representar, de tener responsabilidad país, o sea, seríamos una generación -señalan algunos- que no está a la altura de los desafíos. Algo puede haber de eso también. Otros sostienen que hay grandes desigualdades y no somos capaces de enfrentarlas. Yo creo que algo de eso también existe.

Pero hay algo mucho más de fondo y tenemos que discutirlo. Por eso es fundamental llevar adelante este debate sobre la naturaleza, el fondo, la explicación de la crisis de la política.

Aquí estamos con un problema serio en el sentido de que las estructuras políticas, el sistema político no dan cuenta de la realidad del mundo actual y de nuestro país. Gran parte de las decisiones que se toman sobre Chile no se toman en Chile; gran parte de los problemas que vive Chile no surgen de Chile, nos llegan de otros lados. Y si no somos capaces de repensar los sistemas políticos internacionales y nacionales, la política pierde poder, no adopta decisiones, no ayuda a enfrenar temas.

Esa es la realidad.

Ser político en esta etapa es muy complejo, porque no tiene que ver solo con los comportamientos, porque los partidos son débiles, porque los Estados son muy débiles. O sea, hay una concatenación de situaciones que hay que repensar.

Por ello, no me quedo con explicaciones rápidas de la crisis. Lo relativo a la reelección y a la dieta no resuelven el conflicto que vive la política, pero por lo menos crea condiciones para hablar con el país de otra manera.

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, Senador.

El Senador señor Montes vota a favor.

Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?

Le vamos a activar el micrófono, Senador.

El señor PIZARRO.-

Ahí. ¿Se escucha ahí?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Ahí sí.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , solo quería terminar con una pequeña reflexión.

A mí me encanta escuchar a mi colega Francisco Huenchumilla , por su forma de razonar; por su forma de ver la política, la sociedad; por esa mirada un poquito más a mediano y largo plazo que cualquier político debe tener siempre. Además, porque con Francisco hemos compartido desde los años de la dictadura, los 70, los 80; desde que éramos Diputados. Él después fue alcalde, intendente, ministro . ¿Cómo despreciar esa experiencia adquirida?

Como decía al principio, los liderazgos no son solo voluntarismo o ambición personal, legítima o desmedida, como mucho. Es algo que no se compra en la botica de la esquina, como decían nuestros antiguos.

Y tantos otros que están en este Senado y en la Cámara seguramente han sido alcaldes -nominados, elegidos, como sea-, intendentes o intendentas, ministros, subsecretarios, han tenido cargos de responsabilidad pública. Y siempre parto de la base de que todos hemos tratado de hacerlo lo mejor posible.

Entonces, a mí me parece que subirse siempre al carro del qué dirán, o de las redes, o del que grita más o del que violenta más no es lo más aconsejable para quienes debemos tomar decisiones.

Sé que la determinación que estoy adoptando será muy impopular. Seguramente, más de alguien va a decir: "¡Ah! Es que este quiere reelegirse". ¡No! Y lo he dicho claramente: no me voy a reelegir, por distintas razones. Y tampoco voy a dejar la política: la seguiré practicando. Como señala el dicho: "El que nace chicharra muere cantando". Siempre hay espacios donde uno puede servir y llevar adelante su vocación.

Pero quiero quedarme tranquilo, señora Presidenta . Lo que me nace hoy día es una tranquilidad enorme, a pesar de los argumentos que escucho. Porque oigo a colegas que plantean argumentos que reafirman lo que pienso pero después votan de manera distinta. Eso lo entiendo y no hago crítica alguna al respecto. Pero por lo menos yo quiero quedarme tranquilo esta noche.

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Pizarro vota en contra.

Señora Presidenta , ¿cómo vota?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, señora Presidenta .

Ahora sí, ya no hay votos pendientes.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Terminada la votación.

--Se aprueban los numerales 1 al 5 del texto propuesto por la Comisión de Constitución (35 votos a favor, 7 en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, De Urresti, Elizalde, Galilea, García, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros y Sandoval.

Votaron por la negativa la señora Van Rysselberghe y los señores Coloma, Durana, García-Huidobro, Letelier, Pizarro y Soria.

Se abstuvo el señor Insulza.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Entonces, señor Secretario , pasamos al numeral 6.

Proceda a darle lectura. Se refiere al tema de la retroactividad.

El acuerdo de Comités es discutir y votar los numerales 1 a 5, cuestión que ya hicimos, así como debatir y votar el numeral 6.

Como varios Senadores y Senadoras hablaron sobre la retroactividad en su intervención anterior, propongo que no hagamos mayor discusión respecto de este numeral y procedamos a votar. Al momento de solicitarse el pronunciamiento, quienes lo deseen podrán fundamentar el voto.

¿Les parece a Sus Señorías?

Acordado.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , solo quiero señalar que en el comparado que Sus Señorías tienen a su disposición, en la cuarta columna de la página 12 se halla el texto de la norma aprobada por la Comisión y que ahora se somete a votación, que consta de dos incisos. Para su aprobación se requiere la concurrencia de 26 votos afirmativos. En caso de no aprobarse, conforme al artículo 124 del Reglamento, se debería votar el texto despachado en general por la Sala, el cual se encuentra en la segunda columna de la página 12 de dicho boletín.

Ha solicitado la palabra el Senador señor Víctor Pérez , quien tendría que precisar si es para el debate de la norma o como fundamentación del voto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra el Senador Víctor Pérez.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señora Presidenta , había pedido la palabra antes de que usted tomara el acuerdo respectivo.

En el momento de votar fundamentaré mi voto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).- .

Okay

En votación el numeral 6.

--(Durante la votación).

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Voy a consultarles a las Senadoras y a los Senadores su opción de voto respecto del numeral 6 del artículo único del proyecto de reforma constitucional.

Como se indicó, el texto de la norma aprobada por la Comisión consta de dos incisos.

Senador señor Allamand, ¿cómo vota?

El señor ALLAMAND.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Allende, ¿cómo vota?

La señora ALLENDE.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?

La señora ARAVENA.-

Señora Presidenta , quiero expresar que me pronunciaré favorablemente, pues de no hacerlo esta norma será efectiva solo el año 2038.

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Araya, ¿cómo vota?

El señor ARAYA.-

Señora Presidenta , voy a fundamentar mi voto.

Primero, debo decir que esta disposición, en el caso de ser aplicada, en el evento que decida ser candidato a Senador no me afecta. Entonces, hablo con la tranquilidad de defender un principio que considero necesario hacer presente a la Sala.

Voy a votar en contra por una razón fundamental: la retroactividad en nuestra legislación es una norma excepcionalísima. De hecho, la legislación civil consagra que la ley solo puede disponer para el futuro y no tendrá jamás efecto retroactivo. ¿Por qué razón? Porque se ha entendido en el mundo jurídico y en las sociedades democráticas que se necesitan ciertas certezas y determinados fundamentos respecto de la consolidación de los hechos y actos jurídicos que realicen las personas en el devenir del día a día. Esa razón ha llevado a que todas las democracias modernas consagren el principio de la irretroactividad, que si bien no está sancionado a nivel constitucional, se suele establecer en la legislación civil.

Aquí debemos entender que la legislación hay que mirarla como un todo, no parceladamente. Y con justa razón varios autores han escrito sobre la irretroactividad. Desgraciadamente, no existen muchos comentarios acerca de la irretroactividad en el Derecho Público; es una materia que no se suele tratar, pero sí se encuentra en algunos documentos y en sentencias incluso de nuestro Tribunal Constitucional.

En ello tiene razón un artículo que escribió el profesor Marco Antonio Sepúlveda relativo a la irretroactividad de la ley civil en la Teoría de los derechos adquiridos. Acertadamente, este profesor señala que "el artículo 9° del Código Civil contiene reglas que no solo están dirigidas al intérprete, sino, también, al legislador. Lo que sucede es que para el intérprete tienen el carácter de obligatorias; en cambio, al legislador le recuerdan cuáles son las reglas generales en la materia dentro de nuestro ordenamiento jurídico. Se trata de reglas que se basan en sólidos fundamentos, por lo que no es llegar y derogarlas.".

¿Por qué hago este cometario? Porque al contrario de lo que indicó un señor Senador que participó en el debate anterior, aquí sí se está consagrando un norma sobre retroactividad de la ley, porque hay que decirlo: el funcionario público o la persona que postuló a un cargo que hoy día ejerce de Senador, Diputado , alcalde, concejal o gobernador regional, al momento de su nombramiento o de la elección de su cargo lo hizo bajo determinado estatuto jurídico, que le imponía ciertas obligaciones, competencias, condiciones y requisitos, y, por cierto, que le establecía inhabilidades o restricciones para desempeñarlo o para volver a postular.

Como consecuencia de ello, no podemos desconocer que el legislador, y el constituyente propiamente tal, puede modificar estos estatutos; pero debe hacerlo de acuerdo a la realidad social y política, respetando las normas del ordenamiento jurídico, como muy bien lo expresa el profesor Sepúlveda . En esa línea, debe consagrar el principio de la irretroactividad. No puede fijar normas que terminen perjudicando a los funcionarios o estableciendo situaciones que no dicen relación con lo que efectivamente se está buscando al dictar determinada disposición.

Si nosotros consagramos o abrimos la puerta a la retroactividad de las leyes, a mi juicio estaremos abriendo una compuerta bastante compleja, porque esto definitivamente generaría una incertidumbre en materia jurídica.

Cuando se ha hablado de que la retroactividad produce cierto riesgo, me parece que es así. Por tanto, creo que consagrar la retroactividad atentará contra la certeza y la seguridad jurídicas.

Es cierto que los funcionarios públicos, y mucho menos los parlamentarios, no pueden ampararse en lo que ha construido la teoría civil para defender la irretroactividad de la ley, que tiene que ver con la teoría de los derechos adquiridos.

Pero si uno lo tuviera que asimilar, podría hacerlo a la llamada "teoría de la confianza legítima de la Administración", es decir, aun cuando no existan derechos adquiridos, al actuar conforme al ordenamiento jurídico no pueden dictarse normas que terminen perjudicando a los funcionarios.

Si queremos la ley en proyecto, debe tener efecto hacia el futuro. Por eso la normativa aprobada originalmente por el Senado a mi juicio era correcta, porque establecía un límite de tiempo y claridad con respecto a cómo deberían aplicarse estas disposiciones.

En mi concepto, la propuesta de la Comisión de Constitución está abriendo una puerta bastante compleja en temas jurídicos, pues no da certeza ni seguridad.

Por otra parte, no puede interpretarse que esta norma busque, más allá de que algunos piensan que es un fin altruista, constituir más bien una rencilla política tendiente a sacar de carrera a quienes ejercen legítimamente un cargo porque lo ganaron en las urnas.

Por eso voy a votar en contra, porque creo firmemente en el principio de la irretroactividad de la ley, y eso es lo que hoy día tenemos que defender.

El propio Tribunal Constitucional en nuestro país ya dictó en 1995 una sentencia refiriéndose justamente a la forma en que se aplicaba la retroactividad de la ley en temas de Derecho Público.

Y, en ese mismo sentido,...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto adicional, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Ya está activado el micrófono de Su Señoría.

El señor ARAYA.-

Gracias.

Señora Presidenta , termino señalando que votaré en contra, porque creo que aquí no podemos violar el principio de la irretroactividad de la ley.

Sé que esta es una cuestión muy impopular, porque muchos están realizando fuertes campañas en redes sociales. Pero aquí tenemos que defender ciertos principios.

Insisto: si hoy día abrimos la puerta de la retroactividad de la ley, abriremos una compuerta muy compleja para la estabilidad y la seguridad jurídicas.

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Araya vota en contra.

Senador señor Bianchi, ¿cómo vota?

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta , quiero fundamentar brevemente mi voto.

Primero, me hace total sentido lo que acaba de explicar el Senador Araya desde la perspectiva jurídica. Sin embargo, deseo explicar esto desde el punto de vista de mi convicción.

Estoy convencido de que tendremos una nueva Constitución; estoy convencido del empoderamiento que deben tener los nuevos constituyentes; estoy convencido de que han de haber profundos cambios en el ámbito político en nuestro país; estoy convencido, además, de adoptar un sistema unicameral.

Ese convencimiento es lo que me permite manifestar con mucha fuerza que me preocupa muchísimo el entusiasmo para votar esta materia con tanta antelación a lo que va a ocurrir en algunos meses más, que es la elección de nuevos constituyentes, que deberán redactar una nueva Constitución y que no me cabe duda de que se encargarán de ver la situación política futura de nuestro país.

¿Tendremos dos Cámaras? ¿Una sola Cámara? ¿Será unicameral el Congreso? ¿Será bicameral? ¿Pensarán que basta con un solo período? ¿No va a haber límite?

Pero nosotros, como incumbentes, no podemos arrogarnos, entre cuatro paredes, entre algunas y algunos parlamentarios, la decisión de decir: "Vamos a dejar fuera de camino a este contendor". Porque de eso se trata lo relativo a este numeral: la retroactividad efectivamente -y digamos las cosas con la verdad absoluta- se encarga de ir dejando fuera competencia para que tengan mayores posibilidades quienes se van a postular.

A mí me hacía mucho sentido la indicación del Senador Chahuán: establecer un máximo de años. ¡Punto! Pero bueno, no fue acogida, pues hubo quienes se negaron a dar tal posibilidad. Era una muy buena indicación la del referido Senador, quien a lo largo de los años ha venido dando muestra de querer realmente buscar caminos para oxigenar de mejor manera la política.

Yo voy a votar abstención este numeral, porque ya lo dije, en todo lo demás me pronuncio favorablemente.

Esto esconde una pasada de cuenta, tiene nombres y apellidos; aquí se ha hecho una enorme campaña comunicacional en los medios, en las redes. Mañana estaremos presenciando una campaña -¡es increíble!- de personas que llevan más de 40 años en determinados puestos, que han sido designadas para ocupar cargos públicos; de parlamentarios que entraron al Congreso por la ventana, como es el caso de uno que ingresó en reemplazo de una Diputada -así comenzó su vida política-, y que hoy día hacen sentir una rectoría moral por sobre el resto.

Por ello me voy a abstener, estimado señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Bianchi se abstiene.

Senador señor Castro, ¿cómo vota?

El señor CASTRO.-

Señora Presidenta , soy un convencido de que el desprestigio de la política y la mala evaluación que tenemos hoy día son atribuibles a los propios políticos. Señalo esto siendo un político también.

Creo que los mayores responsables de esta situación son quienes llevan muchos años en estos cargos. La gente de verdad siente dolor cuando ve a un político reeligiéndose. Me parece que el sentido común lleva a pensar que aquello es por nuestra propia culpa.

Por lo tanto, voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Castro vota a favor.

Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?

El señor CHAHUÁN.-

Señora Presidenta , tal como lo señalé durante mi intervención, me habría gustado que hubiésemos discutido la indicación que se mencionó, que establecía un plazo máximo de 16 años para ejercer como parlamentario.

La norma sobre retroactividad efectivamente plantea la posibilidad de no respetar el espíritu inicial del proyecto, lo cual puede prestarse finalmente para pasadas de cuenta.

Ya manifesté que no voy a ser candidato a la reelección, pero siento claramente que dicha disposición tiene nombres y apellidos.

Por tanto, me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Excúseme, señor Senador, pero se cayó el audio.

¿Cómo vota Su Señoría?

El señor CHAHUÁN.-

Me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Chahuán se abstiene.

Senador señor Coloma, ¿cómo vota?

El señor COLOMA.-

Pido la palabra, señora Presidenta.

Quiero hacer dos comentarios, uno de orden general y otro de índole particular.

De orden general, debo decir que una cosa es la ley, que es un mandato que manda, prohíbe, permite, y junto con el Presidente y la Cámara de Diputados tenemos la facultad de generar aquello, lo que es de la esencia de la democracia representativa, cuestión siempre importante; pero otra distinta es lo que voluntariamente uno puede hacer, lo cual está más allá de la ley. Si alguien cree objetivamente que la reelección es buena, o siente que debería cambiar la norma para que haya un período máximo de tiempo, insto a que de manera libre cada uno adopte las decisiones que le corresponden.

Para ello no es necesaria la ley; para eso se requiere la convicción, la seguridad de que lo que uno plantea realmente está dispuesto a practicarlo.

Hago esa reflexión, pues me sorprende que algunos digan que no hubo opción para tomar una decisión por un problema reglamentario. Pero si alguien cree que debería haber determinados períodos de tiempo, nadie le impide proceder al respecto, y basta con que voluntariamente adopte tal resolución.

No obstante, quiero ir al tema de forma.

A diferencia del conjunto de incisos anteriores, en que es claro tener una convicción, y yo planteé con toda la fuerza que pude que creía positivo el que paso que se había dado, pienso, con esa misma convicción, que este es un tema distinto, donde hay dos principios o conceptos que al menos para mí son contradictorios.

Por un lado, si hay una mayoría que... (falla de audio en transmisión telemática)... que es un tema de democracia del futuro, o de lo que... (falla de audio en trasmisión telemática)... el hecho de que haya un máximo de reelecciones, bueno, per se a mí lo que me nace, si se adopta eso, es preguntar por qué de aquí para delante. Si ello es malo , no veo bien la razón por la que es malo hacia delante y no hacia el medio o hacia atrás. No tengo la convicción de que eso no sea una buena idea.

Por otro lado, yo soy un convencido -y siempre he validado las capacidades de alternativa de las personas- de que el día en que nosotros -es una tentación que existe, y algunos lo han planteado con acierto- nos instalemos o tratemos de... (falla de audio en transmisión telemática)... al hermano, que trata de justificar u orientar las conductas de los ciudadanos, colocando cada vez más trabas respecto de las decisiones que debe tomar, o a quién tiene que elegir o a quién no, o a quién no puede presentarse, me parece que vamos al revés del sentido de libertad, del sentido inmanente que por lo menos para mí representa la democracia.

Por eso, señora Presidenta , como soy reflexivo en estas materias, intenso, me he pasado varios días pensado qué corresponde hacer acá -porque creo que los argumentos de uno y otro lado son razonables-, y contra mi espíritu genérico para tomar decisiones, en este caso me voy a abstener.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Coloma se abstiene.

Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta , voy a fundamentar mi voto.

Cuando diseñamos una ley que establece límites a la reelección de autoridades, porque por la crisis institucional, por el estado de la política, pero también como muestra de desprendimiento, tenemos la convicción de que debe ser así, y por ello aprobamos los cinco numerales anteriores, debemos ser coherentes en cuanto a que ello opere en el corto o mediano plazos.

A mi juicio, para que las decisiones sean relevantes deben tener un impacto inmediato en el próximo período. Por eso creo que debemos aprobar esta norma, para que sea coherente con una idea, con un buen principio, con lo que planteamos desde el punto de vista operativo.

Ahora, ¿esto tiene efectos? Claro que los tiene. Ese es precisamente el llamado que hoy día se hace: debe haber consecuencias; hay que tener capacidad de desprendimiento, y entender que debemos someter nuestros cargos a lo que se resuelva respecto de esta iniciativa y a lo que ha de ser el proceso electoral.

Nuestro país avanzó cuando se establecieron primarias; avanzó cuando se introdujo la paridad; avanzó cuando se logró fijar un itinerario constituyente que va a desembocar en octubre con un plebiscito y en abril -así lo espero- con una asamblea constituyente que va a delinear un país distinto, con otro ordenamiento del poder.

Hacia allá avanzamos; pero tenemos que dar una señal, debemos establecer medidas en lo inmediato.

Insisto en que no se trata de un principio simplemente para decir "Con esto se recupera la confianza". Esa es una tarea que se gana día tras día. Y ahí hago el siguiente punto, desde la perspectiva de la política: reivindico la política, reivindico hacer política, reivindico tener una orientación ideológica a la cual anclarse.

A mí no me gusta cuando se trata de uniformar y decir: "Aquí todos estamos en determinada situación". Yo creo que los ciudadanos distinguen en sus territorios quiénes hacen el trabajo; distinguen quiénes son los parlamentarios, el alcalde, el concejal,... (falla de audio en transmisión telemática)... el Diputado que hace el trabajo, y es... (falla de audio en transmisión telemática)... participar en los procesos y tener la convicción de ideas.

Pero hoy día nos encontramos ante esta situación, y por eso voy a aprobar esta norma, para abrir camino.

Pero, claro y preciso: nos quedan temas pendientes. Me gustaría ver la misma convicción, el mismo impulso, el mismo apoyo que ha habido en esta iniciativa para luchar por un proyecto que está en la Comisión de Constitución, que lo llevaremos adelante, que lo traeremos a la Sala, Presidenta : el que pone término a las AFP.

Esas son las peleas que también hay que dar: condiciones materiales para que cambie, ¡cambie!, efectivamente la correlación del poder, de las decisiones en este país, de manera que se avance en algo tan relevante como son las AFP o como es el matrimonio igualitario.

Debemos tener la misma convicción y pedir que la ciudadanía que apoya y respalda esas iniciativas nos ayude.

Voto a favor, señor Secretario .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¡No se olvide del Código de Aguas...!

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Durana, ¿cómo vota?

El señor DURANA.-

Presidenta , señor Secretario , quiero justificar mi voto.

Creo en la soberanía popular, en el voto ciudadano. Debemos tener respeto por la ciudadanía, porque, en general, siempre sabe votar y elegir muy bien.

Por lo tanto, tengo la absoluta convicción de que no debemos sentir vergüenza, nosotros mismos, de la función pública que desarrollamos.

Por esa razón, ratifico mi voto en contra. La ciudadanía es la que, efectiva y soberanamente, debe decidir quiénes la representarán.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Ebensperger, ¿cómo vota?

La señora EBENSPERGER.-

Me abstengo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?

Senador señor Galilea, ¿cómo vota?

El señor GALILEA.-

Voy a votar a favor, señor Secretario , pero quiero fundamentar en un segundo.

Ya dije anteriormente por qué considero razonable limitar los períodos de elección de los parlamentarios y de diversas autoridades. Pero quiero referirme básicamente al argumento que esbozó el Senador Araya, de que esta sería una norma retroactiva y, por lo tanto, inconstitucional o contraria al derecho generalmente aceptado.

Tengo una diferencia de opinión con él. En este caso, no estamos hablando propiamente de retroactividad. En el derecho penal está claro, y es parte de la civilización occidental, que no puede haber ninguna norma con efecto retroactivo, a menos que sea lo que se llama "In dubio pro reo", esto es, que beneficie a quien eventualmente está condenado o sujeto a alguna pena.

En el derecho civil la irretroactividad se aplica, más bien, a los derechos adquiridos, pero no a las meras expectativas. Ahí es donde está el punto de discusión. Las meras expectativas son distintas, no están en el patrimonio de nada.

Me voy a permitir dar dos ejemplos.

Si nosotros el día de mañana dijéramos que para ser elegido Presidente de la República o Senador , en vez de 35 años, se debe tener 40 años, eso no habilita a todos los ciudadanos que tenían menos de 35 para decir: "Oiga, a mí me deben respetar los 35 años, porque yo tenía la legítima pretensión de poder presentarme a ese cargo a esa determinada edad".

O bien, si a mí me suben los impuestos el día de mañana, no puedo alegar y decir: "Oiga, me están aplicando una norma, en circunstancias de que yo iba a pagar a fines de abril del próximo año una determinada tasa de impuestos". ¡No, pues!

¿Y por qué eso es perfectamente factible de hacer? Porque se está afectando expectativas y no derechos adquiridos.

Así que quería simplemente hacer mención a ese tema estrictamente jurídico, por si alguno tenía la inquietud, porque creo que no estamos frente a una norma retroactiva en el sentido que ha expresado el Senador Araya .

Gracias, Presidenta .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Galilea, ¿vota a favor?

El señor GALILEA.-

Sí.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Pido la palabra.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra, señor Senador.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Yo quiero decir que voto en contra, tal como lo manifesté en el momento en que se discutió la idea de legislar de este proyecto.

Quiero insistir en que son los ciudadanos quienes tienen el derecho a elegir. No debemos coartarles la posibilidad de elegir a quienes ellos estimen conveniente que sean sus autoridades.

Por otro lado, es necesario dar la posibilidad de que cualquier chileno, cumpliendo las normas que existen, pueda presentarse para ser elegido como representante de la ciudadanía.

Por lo tanto, voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA.-

Pido la palabra, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra.

El señor GARCÍA .-

Concurrí con mi voto a aprobar la norma que va a establecer límites a la reelección. El sentido práctico de esto debe ser que rija a partir de la próxima elección parlamentaria. Nadie entendería que hiciéramos una cosa distinta.

Sé muy bien que probablemente vamos a afectar a personas con nombre y apellido. Y pido mis excusas al respecto. Pero está lejos de nuestro ánimo; está lejos de nuestro propósito. Aquí lo que se halla de por medio es la fe pública. La ciudadanía no entendería que nosotros hiciéramos una norma que va a regir a partir del año 33, o del año 34. ¡Eso no se entendería!

Las señales que le damos a la ciudadanía, a la opinión pública tienen que ser concretas y comprensibles.

Por esas razones, voto a favor de esta norma.

Gracias, Presidenta .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

Senadora señora Goic, ¿cómo vota?

La señora GOIC.-

Presidenta, voto a favor.

Quiero señalar, además, que si este debate lo hubiéramos tenido el 2012 -pues desde entonces está el proyecto en el Senado- probablemente esta discusión sería inconducente, porque habrían pasado ocho años y ya se habría aplicado.

Me hace mucho sentido, además, la argumentación del Senador Galilea. Él lo explica con simpleza, desde el sentido común, pero también con el argumento jurídico que hay detrás.

Y es efectivo lo que se ha señalado: desde el sentido común nadie entendería que en esto no tomemos opción. Podemos estar a favor o en contra. En mi caso, estoy a favor. Y me parece que esta medida debería ser sin letra chica, sin una segunda interpretación, donde se diga: "Sí, pero no". Eso es lo que está esperando la ciudadanía, justamente en la lógica de mi argumentación en la votación anterior. Este es un paso para ir reconstruyendo confianza, es un paso para dar señales de coherencia y es un paso en cómo nos autolimitamos en temas que sabemos que no son fáciles.

Por eso, voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Guillier, ¿cómo vota?

El señor GUILLIER.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Harboe, ¿cómo vota?

El señor HARBOE.-

Señora Presidenta , quiero argumentar el voto.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Por cierto.

Tiene la palabra, señor Senador.

El señor HARBOE.-

Gracias, Presidenta .

A ver, esta es la verdadera votación.

No se entiende que aquellos Senadores y Senadoras que estuvieron disponibles para establecer un límite a la reelección no se lo pretendan aplicar a ellos mismos, a nosotros mismos. ¡Es raro!

Raro es decir: "Mire, estoy de acuerdo con esto para el futuro, pero para mí no". Eso me parece que no tiene mucha presentación.

Yo valoro a aquellos Senadores o Senadoras que han votado en contra, porque han argumentado posiciones legítimas. Son diferencias; pensamos distinto, y eso es muy legítimo y respetable.

Pero aquellos que han intentado inventar una tesis de retroactividad, ¡por favor! ¡El Senador Galilea lo explicaba con meridiana claridad!

Primero, intentar citar disposiciones del derecho civil para interpretar una reforma constitucional es torcer, pero ya absolutamente, la interpretación de las normas.

Segundo, intentar aplicar criterios de interpretación del derecho privado al derecho público no tiene ninguna lógica. Eso lo discutimos en la Comisión de Constitución y probablemente va a haber que planteárselo de nuevo al Senador.

En tercer lugar, señalar, además, que no podríamos poner una norma retroactiva me parece que también es completamente inadecuado, salvo en materia penal, donde hay normas específicas.

En consecuencia, ese argumento no me lo compro.

Respecto de lo planteado por un Senador, yo creo que la descalificación es el primer síntoma de la falta de argumentos y la desesperación.

La verdad es que hay que transparentar esta discusión. Quienes se abstengan, lo que están haciendo es votar en contra. Porque esta es una norma de quorum especial: requiere 26 votos. Y como es de quorum especial, quienes se abstienen no concurren a aprobarla, porque las abstenciones no se suman a la mayoría.

En consecuencia, para que los electores sepan: quienes se abstienen en la práctica están votando en contra. No quieren que se les aplique a ellos aquello que sí aprobaron para otros.

Insisto: vuelvo a distinguir respecto de quienes no están a favor de esto; que están en contra. Porque tienen una posición distinta.

Por tanto, así como voté a favor de aplicar el límite a la reelección a todas las autoridades hacia el futuro, también me lo aplico a mí mismo, porque hay que predicar con el ejemplo. También me lo aplico a mí mismo.

En consecuencia, no me parece que alguien pretenda que no se le aplique a él lo que desea que se le aplique a otros y a otras. No es adecuado.

Señora Presidenta , voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?

Senador señor Insulza, ¿cómo vota?

Hay que activar el audio.

Senador señor Insulza, tiene muy bajo el micrófono de su iPhone. Por eso no se escucha acá.

Senador señor Kast, ¿cómo vota?

El señor KAST.-

Yo quisiera fundamentar mi voto, Presidenta .

Primero, debo aclarar que aquí no hay ninguna retroactividad. Retroactividad sería que los Senadores que tienen más tiempo del que permite la ley dejaran su cargo. Eso no está aplicándose aquí. Lo que estamos haciendo es fijar una condición para el futuro. Y a mí me llama mucho la atención que haya algunos que voten a favor de la primera parte, y estén de acuerdo con que se limite la reelección, pero que en la segunda parte opten o por votar en contra o por abstenerse, sabiendo que abstenerse en la práctica, en una ley de quorum especial como esta, significa votar en contra.

Entonces, yo los invitaría a transparentar las posiciones.

En lo personal, agradezco a dos tipos de Senadores que he visto. Algunos dicen: "¿Saben qué? Yo no quiero que haya límite a la reelección nunca y voto en contra siempre. Porque no creo en eso". Más allá de que hay quienes cambiaron su voto, ya que votaron a favor hace pocos meses atrás y ahora se dieron vuelta. Pero, bueno, por último, si alguien vota en contra y dice: "Yo no creo", está bien. Pero lo que no entiendo es que alguien vote a favor la primera parte y vote en contra la segunda o se abstenga.

Porque ¿qué va a pensar Chile mañana, cuando digan: "Miren, lo aprobaron, pero se aplica el 2033"? ¡Se aplica en catorce años más!

O sea, de verdad yo prefiero que no aprobemos nada, antes que andar aprobando algo que se aplica en catorce años más. Porque el hacer trajes a la medida o votar con letra chica nos va a desprestigiar aún más.

Realmente les pido que seamos consecuentes en esto, y agradezco especialmente a varios Senadores que saben que se van a afectar.

He visto al Senador Lagos Weber y he visto a varios otros que dicen: "¿Sabe qué? A mí me va a afectar, pero creo que es lo que corresponde".

Al parecer, no somos capaces de conectarnos con lo que hoy día la ciudadanía nos pide. Y sabemos que esta no es la solución a todos los problemas de la política. Pero no digamos que tengo que o abstenerme o inhabilitarme, porque sabemos perfectamente que ambas acciones, en una ley de quorum especial como esta, equivalen a votar en contra.

Por eso, agradezco a los que por lo menos son coherentes, valientes y dicen: "Yo no me atrevo a votar esto. No lo creo". Porque es legítimo que pensemos distinto. Y celebro que lo hagan de cara a la ciudadanía. Pero yo pediría que tratáramos de ser transparentes en esto. Porque, si no, lo que vamos a observar mañana es una decepción, una vez más, de la política. De ahí que espero que todos, en conciencia, aprobemos esta ley.

Y, como digo, aquí no hay ninguna retroactividad. Lo único que se hace es establecer una condición para el futuro, a fin de que no pongamos el reloj en cero, ¡en cero!, como si no hubiesen existido los últimos veinte años en que, legítimamente, muchos están en el Congreso.

Así que, obviamente, voto a favor de esta norma y espero que logremos los 26 votos el día de hoy para que ella sea realidad.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Kast vota a favor, entonces.

Senador señor Lagos, ¿cómo vota?

El señor LAGOS .-

Voy a fundamentar brevemente mi voto, Secretario , Presidenta .

Este artículo es, básicamente, el artículo definitorio del proyecto de ley, dadas las circunstancias nacionales. Y es la razón por la cual yo creo que resulta tremendamente relevante cómo va a votar cada uno.

Primero, quiero señalar que el tema de la retroactividad no existe como tal. Estamos fijando condiciones para el futuro. Lo dije en mi intervención anterior. Se ha repetido nuevamente acá. En consecuencia, no hablemos de retroactividad. No se le afecta el derecho a nadie; el derecho, nada. No hay derechos adquiridos, sino puras expectativas de ser candidato.

Pero lo más importante es que se requieren 26 votos para aprobar esta norma, y somos 43 Senadores. Basta que no voten, voten en contra o se abstengan para que el resultado sea el mismo.

Me desconecto del computador, no voté: es lo mismo que votar en contra o abstenerse, desde el punto de vista del efecto. Puede haber otras razones para hacerlo.

Por último, he escuchado a algunos señores Senadores que tienen un punto que yo comparto. Si alguien dice que le parece bien esta norma, también puede especificar si quiere ir a la reelección o no.

En mi caso, ya que lo han dicho -no sé si se dirigían a mí, pero varios estamos votando a favor esta norma-, quiero señalarles que ya hace varios meses anuncié que no iba a la reelección. ¿Por qué? Porque iba a aprobar este proyecto con la norma que voy a votar ahora favorablemente, que consiste en computar los períodos actuales. Me parece que es lo más sano que podemos hacer, dada la circunstancia nacional.

Este no es un tema solamente de la práctica legislativa, parlamentaria mundial, del derecho comparado. Tiene que ver con nuestra realidad. Y nuestra realidad es que hoy día nos están pidiendo a nosotros, los que estamos en la toma de decisiones, que hagamos gestos de desprendimiento.

¿No nos van a querer más por eso? No nos van a querer más por eso.

¿Se va a mejorar el sistema democrático, el ambiente inmediatamente? No, eso no va a ocurrir, pero vamos a haber contribuido, nosotros, con la rebaja de la dieta y con la no reelección, porque es lo que está señalando que hay un desprendimiento.

Y lo hago pensando que es lo más sano que podemos hacer hoy. No es lo único, no es suficiente, no nos van a aplaudir, pero por lo menos, como dice alguien -escuché a un Senador-, me voy a quedar con mi conciencia muy tranquila, sabiendo que voto algo que me afecta en lo personal, porque me encanta ser Senador. Estoy honrado de representar a Valparaíso; me ha ido bien en las dos elecciones en las que he participado; saqué la más alta votación de la Centroizquierda en la última elección presidencial, con candidatos muy competitivos y con un sistema distinto. O sea, estoy feliz con lo que hago; me siento honrado con lo que me han señalado, pero también escucho lo que me dice la ciudadanía y siento el pulso de la política, y creo que lo que corresponde es hacer esto. Se podrá modificar en el futuro, podrá haber otro Chile, pero hoy día estimo que es lo que hay que hacer. Me parece que es lo que nos permite un poco de, no sé si la palabra es humildad, ante lo que está ocurriendo.

Por esas razones, voy a votar a favor de esta normativa, señora Presidenta, colegas, entendiendo que hay quienes piensan distinto de mí y que yo voy a respetar.

Sí creo que resulta bien complejo inhabilitarse o abstenerse en votaciones de este tipo. Lo considero una señal confusa. Porque les digo: inhabilitarse, no votar o votar en contra, el efecto será el mismo. Puede haber razones distintas, pero eso es lo que va a ocurrir.

Eso, señora Presidenta.

Me sobró un minuto y medio.

Muchas gracias.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Lagos vota a favor.

Senador señor Latorre, ¿cómo vota?

El señor LATORRE.-

Voy a fundamentar brevemente mi voto.

Yo también creo que resulta muy inentendible que en el bloque anterior haya habido 35 votos a favor y ahora no se logre el requerido quorum de 26 votos para aprobar la retroactividad.

Si estamos a favor de limitar la reelección, para mí resulta evidente e inexplicable, algo muy muy difícil de explicarle a la ciudadanía, que para la siguiente elección no corra ese límite a la reelección. Parece que se estaría actuando, una vez más, con letra chica; una vez más, con actitud de gatopardismo, y creo que eso desprestigia aún más al Senado.

Yo hubiese preferido, tal como lo han planteado otros Senadores, que se dijera "bueno, estoy en contra de ponerle límite a la reelección" -es un debate legítimo-, y ser consistente en ambas votaciones, pero aprobar la primera y abstenerse o rechazar la segunda me parece completamente inconsistente, muy difícil de explicar y, a mi juicio, agrava el problema en vez de ayudar a solucionarlo.

Voto a favor de la retroactividad.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Latorre vota a favor.

Senador señor Letelier, ¿cómo vota?

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta , primero permítame afirmar que me sorprende cómo algunos que me han antecedido justifican sus votos criticando lo que votan otros. Me llama la atención una forma de fundamentar el voto que no tiene que ver con lo que uno piensa sino con que no les gusta lo que piensan otros.

Dejo constancia de aquello, porque me llama la atención.

Es evidente que en esta materia algunos tenemos opiniones diferentes. Yo soy de los que fueron emplazados públicamente para inhabilitarse, porque he sido reelecto como Diputado y reelecto como Senador, siempre con la más alta mayoría no solo en mi región, sino también dentro de las primeras mayorías dentro del país, sistemáticamente.

Y entiendo que este debate no tiene que ver con uno; tiene que ver con la visión que uno posee sobre la institucionalidad más permanente. Yo pienso que la crisis que vivimos no se relaciona con el sistema electoral y que no es solo una crisis de representación. Es más profunda, y no creo que se resuelva con este gesto, donde involucramos a concejales, alcaldes, consejeros regionales. Es la mirada de quienes han votado de otra manera. La mía es que debería respetarse el principio democrático de que uno siempre tiene el derecho a elegir y ser elegido y que los problemas de nuestra sociedad se juegan en otro espacio.

Y eso, independiente de que uno vaya o no vaya a la reelección. Porque varios han planteado la voluntad del desprendimiento. Me gustaría ver si todos tienen esa misma voluntad. Pero es evidente que no es así. Y lo veremos aún más en los debates que sigan.

Yo no creo que las causales de inhabilidad, señora Presidenta , quepan en mi caso personal. Yo no recibo un beneficio con la forma en que voy a votar, sea en una dirección o en otra. Hubiese preferido no participar de la votación para que no se pensara que uno está votando a favor de sus intereses, pero, tal como lo hice en la primera votación, donde me manifesté en contra, en esta materia hubiese preferido no votar, pues la retroactividad podría interpretarse de una manera distinta.

Por aquella razón, porque no creo que estén dadas las causas para inhabilitarme, me voy a abstener respecto de esta norma, pensando, en todo caso, que este es un debate en curso y que va a haber, probablemente, un tercer trámite, donde se podrá separar el tipo de candidatos a reelegir -los que son de cuerpos colegiados versus los que ocupan cargos unipersonales- y tal vez definir un criterio distinto de cuál será la actitud, con respecto a los que actualmente estamos en ejercicios parlamentarios, de aquí en adelante.

Si el criterio fuera "vayámonos todos y se eligen todos de nuevo", probablemente mi disposición, en esta votación, habría sido distinta, pero no es ese el criterio que está primando.

Entonces, evidentemente, creo que lo que corresponde en este punto, dado que he sido reelecto y lo coherente sería no participar, cosa que no puedo hacer, me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Letelier se abstiene.

Senador señor Montes, ¿cómo vota?

El señor MONTES.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Montes vota a favor.

Senador señor Moreira, ¿cómo vota?

El señor MOREIRA.-

Voy a justificar mi voto, pero antes quisiera pedirle a la Presidenta que nos confirmara si mañana, a las nueve y media o diez de la mañana, vamos a tener reunión de Comités. Me gustaría que nos informaran y nos mandaran el ID, como también la contraseña, para poder conectarnos cuando corresponda.

Yo voto a favor de la retroactividad, porque creo que el Congreso debe cambiar. Me parece que no tiene sentido limitar las reelecciones si la norma no nos afecta. Eso es "letra chica". Y si alguien pensaba que íbamos a mejorar nuestra imagen, el no aprobar este proyecto, la retroactividad, sería verdaderamente una burla para la gente. Así que nadie gana.

Yo respeto las distintas posiciones, pero también me gustan la coherencia y la consecuencia.

Efectivamente, yo llevo mucho tiempo en política, pero tengo una cualidad que es importante en esta actividad: estar siempre en la misma vereda. Yo no he cambiado de partido ni reniego de mi pasado. En cambio, veo personas que se dicen independientes, que vienen del sur y que yo conozco; interpelan con una voz docta y llegaron a este Congreso alabando a Pinochet, como hombres de Derecha, y se han transformado en izquierdistas. Andaban con las banderas del "Sí" en el pasado y después los he visto celebrando y festejando el "No" en el Senado.

Esas personas a mí no me gustan. No me gusta el populismo. No me gustan los que muchas veces hablan como independientes, cuando son las personas más inconsecuentes. Yo, verdaderamente, no le puedo tener ningún respeto a ese tipo de personas.

Yo me mantengo fiel a mis principios, con mi estilo. Me puedo equivocar, como cualquiera; tengo mi estilo, que no voy a cambiar. Pero también entiendo que debemos renovar el Congreso. Y este es un buen punto de partida.

Creo que este ha sido, en un 99,9 por ciento, un debate de verdad serio, donde todos han planteado sus puntos de vista. Pero, si alguien pensó que ganábamos algo, no ganamos absolutamente nada: ni los que estamos de acuerdo con la retroactividad, ni los que están en desacuerdo con ella, ni los que quieren mantenerse en el cargo por conveniencia.

Quiero decirle, Presidenta, que valoro que este tema se haya puesto ahora y haya habido un debate sin presiones, porque no las hubo. Antes sí, puesto que existieron presiones para que este asunto no se viera -todos lo sabemos-, pero finalmente llegó.

Llegó la definición de la dieta, llegó la definición en el proyecto de las reelecciones, y ahora creo que nos queda, para zanjar todos estos temas que nos dividen, la reducción de parlamentarios. Ahí podremos pensar en el futuro y dedicarnos a hacer muchas cosas.

Tiempo tenemos en cuarentena. Y lo he dicho: todos los proyectos se pueden ver, ¡todos!, porque tenemos tiempo para ello. Creo que la cuarentena nos ha servido para trabajar mucho más, porque la actividad parlamentaria que teníamos en las regiones no se ha podido realizar, por razones obvias. Por tanto, hoy día tenemos más tiempo para legislar.

Termino mis palabras, Presidenta, indicándole que voto a favor. Voto por la coherencia, por la consecuencia. Respeto a aquellos que han votado distinto, y creo que, en este caso, los que estuvieron por el camino de decir que se inhabilitaban finalmente no lo pudieron hacer porque los argumentos fueron demasiado sólidos.

Gracias.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Moreira vota afirmativamente.

Senador señor Navarro, ¿cómo vota?

El señor NAVARRO.-

Voy a fundamentar mi voto, señor Secretario .

Hemos escuchado que hay quienes quieren reponer el binominal, reduciendo el número de parlamentarios, anticipándose a una decisión soberana expresada por el pueblo en la calle el 18 de octubre. Quieren reemplazar al soberano de la asamblea constituyente.

El 23 de octubre, en la Sala del Senado, frente a una incomprensión profunda de lo que pasaba en la calle, señalé: " Presidente Piñera: renuncie. Renunciemos todos. ¡Elecciones anticipadas ahora, si es que no hay capacidad de superar la crisis!".

Esa crisis, la del 18 de octubre, no la logró superar el Gobierno, y en la crisis de la pandemia estamos con graves problemas.

He planteado, durante los últimos catorce años, "Patagonia sin represas", y ya no existe el proyecto HidroAysén.

Planteé "Nueva Constitución" cuando nadie creía en la Nueva Constitución y se burlaban en la Sala. Hoy día estamos en camino de tener una nueva Carta Fundamental.

He dicho "No más AFP", y yo ya quisiera ver, en quienes han impulsado el proyecto en debate, la misma pasión en las redes, la misma pasión en los periódicos, en las entrevistas, todo el ímpetu que han puesto, para impulsar lo que el 90 por ciento de los chilenos quiere, que es terminar con las AFP. Pero no, no ponen ese mismo ímpetu en aquello que también le interesa a la ciudadanía.

Por cierto, el proceso constituyente será determinante. Hay que ganar los dos tercios, porque tiene que haber un Parlamento unicameral. Y no les corresponde a los incumbentes determinar ni cuánto ganan, ni cuántos son, ni cuánto duran: le corresponde al pueblo soberano, en la asamblea constituyente, que yo espero que ya esté funcionando el próximo año.

Y como para ese objetivo, Presidenta, hay que seguir luchando, porque dentro de la mascarada respecto de este debate se incluye a todos a quienes quieren que las AFP sigan, a todos quienes quieren que la Constitución siga, y como soy incumbente, tal como ya lo anuncié, voy a inhabilitarme en esta votación.

He dicho.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Navarro manifiesta que se inhabilita.

Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?

La señora ÓRDENES.-

Presidenta, yo expuse latamente mis argumentos y adelanté mi votación: señalé que en esta oportunidad me iba a abstener.

Quiero decir que, si existen tres categorías de votación ("sí", "no" y "abstención"), es porque son categorías distintas. Respeto las diferentes posiciones, pero creo que es una presión indebida tratar de empatar dos categorías que son excluyentes.

Yo también tenía dudas y así lo planteé. Si un Diputado , de acuerdo a este proyecto de ley, no tiene derecho a la reelección porque ya lleva un número de períodos importante -entiendo que son dos-, ¿puede ser Senador? Yo entiendo que sí, porque la normativa dice, según sus propias palabras, que no puede ser reelegido para el cargo.

Por lo tanto, creo que el texto carece de ciertas precisiones. Y en eso fui honesta.

Y aquello aplica igualmente para los consejeros regionales, porque, probablemente, lo que va a pasar es que habrá una "sillita musical" que la ciudadanía también rechaza.

Por lo mismo, considero que el proyecto presenta déficit. Y es la razón por la que decidí abstenerme.

Asimismo, señalé que la retroactividad es un principio de excepción general. Así se explicó -lo recuerdo- y por eso aludí al proyecto de ley de derecho al tiempo, de imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores, donde todos dijeron que las leyes rigen para lo futuro. Yo estaba por la retroactividad, porque precisamente ese tipo de delitos requiere tiempo.

Ahora se están haciendo algunas distinciones. Yo me quedo con los argumentos que indicó el Senador Araya, que me parecen razonables desde el punto de vista jurídico. Creo que los argumentos de todos tienen sus razones. Yo he dado las mías, y por eso me abstengo, pues me parece distinto a votar de otra forma. Respeto las de los demás, pero no comparto que se argumente en función de interpretar por qué votan otros de tal o cual manera.

Espero que eso no se repita, porque no lo había visto anteriormente.

Muchas gracias.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Órdenes se abstiene.

Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?

El señor OSSANDÓN.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

¿Perdón?

El señor OSSANDÓN.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

El Senador señor Ossandón vota a favor.

Senador señor Pérez, ¿cómo vota?

El señor PÉREZ VARELA.-

Pido la palabra, Presidenta, para justificar mi voto.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

La tiene, señor Senador.

El señor PÉREZ VARELA.-

Muchas gracias.

Este es un debate relevante, que quiero abordar, primero, desde la perspectiva personal.

Soy parlamentario desde el año 90 y he ganado todas mis elecciones, ya sea con la primera o la segunda mayoría. Jamás he sido "arrastrado", sino que he liderado, o la lista, o la elección en su conjunto. Y estoy orgulloso de todos y cada uno de mis triunfos electorales.

Pero, por otro lado, creo que si el Senado -y yo, personalmente, porque así lo estimo también- genera un límite a la reelección y ese límite, para los Senadores, es un máximo de dos períodos, no puedo pararme frente a la misma ciudadanía que me ha respaldado durante seis elecciones y decirle que los dos períodos que yo tengo no cuentan. Por lo tanto, a mi juicio, la manera de contabilizar o de iniciar el conteo de los períodos que se ha establecido en esta normativa es la correcta y se me tiene que aplicar. Y se me tiene que aplicar porque responde a un concepto de igualdad ante la ley absolutamente claro y nítido.

Nosotros, soberanamente, hemos planteado que los Senadores no sean elegidos por más de dos períodos. Yo ya tengo dos períodos y, por consiguiente, esa norma se me tiene que aplicar, más allá de que yo ya haya resuelto no presentarme en la próxima elección, pero me parece bueno transparentarlo claramente cuando uno toma una decisión de política pública, una decisión de trascendencia respecto de cuáles son los sistemas electorales que quiere para el país.

Sin duda, este ha sido un debate trasparente, honesto, con buenos argumentos. Y valoro mucho a quienes han votado que no, a quienes han votado distinto de como yo pienso, porque soy un convencido de que esta norma, si bien es cierto que no resuelve todos los problemas de la política, abre la oportunidad para el gran desafío que ella enfrenta.

Hoy día estamos viviendo cambios de paradigma, cambios en el mundo, no solamente en Chile, en cuanto a la visión del Estado, de la sociedad, de la naturaleza, del desarrollo tecnológico y, por lo tanto, muchas veces la política aparece sobrepasada y absolutamente al margen de las decisiones que otros toman, o que el fenómeno de la sociedad toma.

En consecuencia, la política tiene que adecuarse a aquello. No hay duda de que son las nuevas generaciones las que deben asumir ese cambio, y de que nosotros tenemos que generar una oportunidad para cumplir los desafíos que la sociedad nos demanda hoy día de una manera dramática.

¿Cuándo habíamos pensado que estaríamos uno o dos meses encerrados en nuestras casas? ¿Cuándo habíamos pensado que no podríamos abrazar a nuestros seres queridos? ¿Cuándo habíamos pensado que la violencia destruiría los barrios y los centros de nuestras ciudades?

La política ha cambiado. Por lo tanto, hay nuevos desafíos, se requieren nuevas decisiones, y la política tiene que tomar estas decisiones. Creo que puede tomarlas de por sí; pero muchas veces hay que forzarlas. Y esta es una manera de forzar nuevas decisiones, nuevos criterios, nuevas actitudes, nuevos predicamentos.

Aquí algunos han planteado que a lo mejor la política está en detrimento ante la ciudadanía, porque no han resuelto los temas previsionales. Yo escucho a mucha gente que dice que no quiere que le quiten sus fondos previsionales, que se los expropien y que pasen al Estado. Lo que quieren es mejorar sus pensiones. Pero la política tiene que estar a la altura para defender los derechos de las personas.

Y creo que esta decisión, que hoy día estamos tomando, de limitar las reelecciones es para darle una oportunidad a la política de asumir los grandes desafíos del futuro, los grandes problemas de la actualidad para poder resolverlos; porque la ciudadanía, la sociedad requieren una política que genere un camino, que genere oportunidades, que genere derechos, que genere una vía para una vida mejor para todas y cada una de las familias de nuestro país. Y esto es un proceso mundial.

No creo que el desprestigio de la política sea por las actitudes personales de cada uno de nosotros; puede que en algo hayan influido. Pero estamos ante un cambio de paradigma que tenemos que enfrentar. Y esta es, a mi juicio, una decisión que va a forzar a una definición; va a forzar a los partidos a tomar decisiones; va a forzar...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto adicional, señor Secretario .

El señor PÉREZ VARELA.-

Tendremos que salir de la zona de confort en que muchas veces estamos para poder responderle adecuadamente a la ciudadanía.

Así que, por eso, voto a favor.

Reitero que esta es una norma que se aplica en mi caso, y creo que ello es absolutamente necesario. Porque si yo le estoy diciendo a la ciudadanía que los Senadores no pueden tener más de dos períodos, los dos que yo ya llevo tienen que contarse. No tendría cara para enfrentar a la ciudadanía y decir que esos períodos no se cuentan.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, Senador Pérez.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?

Senador señor Prohens, ¿cómo vota?

El señor PROHENS.-

A favor.

El señor PIZARRO.-

Presidenta .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta, ¿es posible fundamentar brevemente el voto?

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Sí, tiene la palabra.

El señor PIZARRO.-

Gracias, ¡es que como me pasaron de largo...!

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

No, es que no estaba conectado.

El señor PIZARRO.-

Perdón.

Estaba diciendo que me alegro de la intervención del Senador Pérez. Ambos entramos el año noventa al Congreso por decisión de la gente y por la voluntad de nuestros partidos, yo en representación de un proyecto, y él en representación de otro. Y hemos seguido seguramente siendo elegidos con grandes mayorías y con respaldo de la gente. Eso no está en cuestión.

Pero me alegro, por lo siguiente. Porque si uno da el argumento, que he escuchado de varios colegas, de que hay que renovar la política, de que no se pueden perpetuar en los cargos, de que los parlamentarios no pueden estar equis cantidad de años en el Congreso, lo lógico es que eso corra para todos y de la misma manera.

Se han fijado doce años para los Diputados y dieciséis para los Senadores, por la sencilla razón de que los períodos de los Diputados son más cortos que los de los Senadores; entonces, se habla de tres períodos para los Diputados y de dos para los Senadores. Pero el tema no es unos y otros, sino la permanencia en la actividad parlamentaria en representación de la gente.

Entonces, vuelvo a una pregunta que hice cuando argumenté en mi primera votación: ¿Por qué, lisa y llanamente, todos aquellos que llevan doce años como Diputados o dieciséis como Senador no van más a ninguna reelección de cualquier tipo? Porque hay algunos que han sido Diputados y Senadores. Yo fui Diputado y ahora soy Senador, y ya largamente tengo cumplidos los plazos.

Sin embargo, por qué los que están ahora, por las señales que se han dado, y por toda esta argumentación que he escuchado, derechamente no dicen: "¿Saben? El que tiene más de doce o dieciséis años en el Congreso, ya sea como Senador o Diputado , no postula más". Eso sería coherente.

Eso no se lo he escuchado a ninguno de los colegas o Diputados que están en esa situación. ¿Por qué? Porque saben que o les queda un tiempo o pueden cambiarse de Diputado a Senador , o de Senador a Diputado . No sé, cada cual sabrá lo que opina.

Quien puede lo más, puede lo menos, Presidenta.

Yo he dicho desde el inicio que soy partidario de que la gente decida.

¿Por qué a mis colegas Senadoras se les va a prohibir ir a una reelección, si lo han hecho muy bien, son personas comprometidas y quieren ir a la reelección? Y ojalá lo sean. ¡Por qué se les va a prohibir por Secretaría! O al mismo Senador Pérez , si hubiera querido seguir; o a cualquiera de los que están ahí o de los Diputados que quieran ir legítimamente de candidatos a Senador.

Yo conozco un Diputado de mi partido que lo ha hecho muy bien, que es una persona con un tremendo compromiso, y lo mismo su hermano. Yo lo llevé con acuerdo de la gente de la región para renovar la política en ella.

¿Por qué se les va a prohibir? No entiendo.

Esa es la lógica que no logro entender, con el debido respeto.

Y lo otro que no me gusta, Presidenta , son los argumentos de que: "Mire, usted se abstiene, entonces, lo que está haciendo es tal cosa". ¡Por favor, no interpretemos! Cada cual sabe qué está votando, somos grandecitos.

Si en una primera votación las abstenciones influyen en el resultado, en una segunda pasarán a formar parte de la mayoría. Acá me van a decir que no, porque a lo mejor no se alcanza el quorum. Bueno, pero el problema de alcanzar el quorum es de los que quieren conseguirlo y deben buscar los apoyos necesarios. Cada cuál sabe cuándo se abstiene, cuándo vota en contra, cuándo vota a favor.

Yo no soy ni más ni menos que el colega que se ha abstenido o el que ha votado a favor. No soy quien para criticarlos, como no me gustaría que me criticaran a mí porque he dicho desde el inicio y públicamente, desde antes de esta discusión, que quiero que sean los ciudadanos los que decidan. ¡Eso es lo único que espero, que sean los ciudadanos los que decidan!

Soy minoría, estoy en contra, parezco incidente; no importa, está bien. Pero vuelvo a insistir: quedo tranquilo con mi conciencia.

¡Por favor!, no nos descalifiquemos entre nosotros; no andemos con las pullas: que la gente no entiende, que la colega no sé qué, que el colega no sé cuánto, que el Senador aquí, que la Senadora allá.

¡No caigamos en eso! No creo que sea bueno.

Todos estamos haciendo un discurso en que lo que queremos...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele otro minuto, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Un minuto, sí.

Hay que activarle el micrófono.

El señor PIZARRO.-

Digo que voy a votar en contra, lógicamente siendo coherente con mi primera votación, porque es la que da el marco. Esto otro es un cogollo, como dicen; en mi opinión, no es de la mayor importancia. Lo relevante es lo otro.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Pizarro vota en contra.

Senador señor Prohens, ¿cómo vota?

El señor PROHENS.-

A favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?

La señora PROVOSTE.-

Voy a argumentar, Presidenta .

En este proyecto, en cuanto a la retroactividad, el que nosotros mostráramos el acto de generosidad, de desprendimiento, del que tanto se ha hablado, no tendría sentido si cada uno de nosotros comprometiera que no va a la reelección.

Porque acá, con esta capacidad infinita de muchos y de muchas de mirarse el ombligo, pareciera que la retroactividad solo tiene injerencia en lo que ocurre en el Parlamento. Y eso no es así. La retroactividad de esta norma también tiene impacto respecto de consejeros y consejeras regionales, y de alcaldes y concejales.

En la región donde yo vivo no tenemos ningún consejero regional del partido en el que yo milito. Y uno podría decir "yo apruebo, así ninguno de ellos se reelige y puedo tener la posibilidad", pues ha estado en la mente de algunos hacer este cálculo pequeño a raíz de la discusión de este proyecto.

Esta norma en materia de retroactividad, ¿qué establece? Establece excepciones, contenidas en el artículo 118 y 119, para alcaldes y concejales. Y dice que para ellos esta ley no vale y se les cuenta el actual período como el segundo. Por lo tanto, los plazos son aun distintos.

Entonces, y esto me parece mucho más progresista, tenemos que creer en el itinerario constituyente a raíz del cual los próximos miembros de dicha instancia podrán definir cómo vamos a realizar y a organizar de mejor manera un adecuado intercambio de rostros, de generación, de etnias, de religiones en todos los procesos territoriales.

Por lo tanto, una vez más, a lo mejor este debate pudo haber tenido más sentido el año 2012.

Pero ahora, cuando estamos en medio de un itinerario constituyente, lo que veo es el esfuerzo de pasar por encima de una voluntad que, como esperamos, debe ser definida en un órgano constituyente, en el cual se establezca que ninguno de los que están actualmente en el Parlamento pueda continuar una vez finalizado su período.

Me abstengo, señora Presidenta, pues creo que esta decisión debiera quedar en manos del órgano constituyente.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, Senadora.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Provoste se abstiene.

Senador señor Pugh, ¿cómo vota?

El señor PUGH.-

A favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Quintana, ¿cómo vota?

El señor QUINTANA.-

Voy a fundamentar mi voto, señor Secretario .

En primer lugar, me quedo con el debate de la primera tanda. Creo que hubo argumentos más de fondo.

La verdad es que observar a colegas que para tratar de sacar su iniciativa adelante fustigan algo muy propio del Parlamento, como es la posibilidad de inhabilitarse, o le dan un carácter pernicioso al voto de abstención, francamente es algo que nunca antes había visto, pues opino que todas las votaciones tienen un efecto, una consecuencia y una ponderación.

Y si a lo mejor no se alcanzan los votos favorables, probablemente es porque estuvimos muy centrados en esta segunda norma. Porque aquí nos dicen: "No. Esto es lo importante. Lo demás no sirve de nada".

Entonces, los mismos promotores de esta modificación nos dicen que aquí de lo que se trata es de dar una señal. Y a mí me parece que la señal está más que dada con la primera votación.

Lo que se busca aquí es otra cosa. Y quiero decirlo con mucha franqueza, señora Presidenta . Esto tiene un tufillo a instalarse por secretaría -no me refiero a la Secretaría General, sino a ganar "por secretaría"-, y yo no quiero que ningún colega gane por ese medio, pues ese es el efecto de esta norma.

Por eso en la primera parte de mi argumentación decía que esta enmienda es como un Tricel que proclamaría a algunos como Diputados o como Senadores. Y es probable que muchos ahora se estén sobando las manos, pero creo que eso es lo más alejado de la democracia.

Si yo tuviese en esta propuesta la misma convicción de mis colegas en el sentido de que estamos fortaleciendo la democracia representativa, ¡altiro! Pero claramente eso no está ocurriendo. Varios colegas lo han dicho: "Esto no va a servir de mucho".

Pero para lo que sí va a servir -y cuidado con eso- es para el desprendimiento. ¿Pero el desprendimiento para qué? ¿El desprendimiento para la ciudadanía? ¡No! La política desprende poder en favor de los ciudadanos en las primarias; pero aquí no hay un desprendimiento de poder en favor de los ciudadanos, porque los ciudadanos tendrán menos posibilidades de elegir.

Se habla mucho del tiempo. ¡Tantos años! ¡Bueno! Puede haber un colega que esté veinte años en el Parlamento defendiendo los derechos de los trabajadores; el mejoramiento de la salud, por ejemplo, a propósito del COVID...(falla de audio en transmisión telemática) pasada esta mañana.

Y ese será su leitmotiv.

Sin embargo, puede haber otro colega que pase por la Cámara solo cuatro años y se dedique exclusivamente a defender los intereses corporativos de las isapres, de las AFP, de los grandes grupos económicos.

Entonces, cuidado con eso de la cantidad de años.

Creo incluso, señora Presidenta , que aquí había y hay razones para que...(falla de audio en transmisión telemática)... si alguien quiere inhabilitarse, porque el Secretario o alguien decía: "No, es que esto es comparable a la votación del proyecto sobre las dietas". ¡Cuidado! Porque eso está más bien en la dimensión del Derecho Civil. Ese es un tema pecuniario, particular. Pero lo que estamos debatiendo acá a mi entender tiene que ver con el Derecho Público y, por tanto, es absolutamente válido inhabilitarse.

Tal vez eso es lo que debió haber ocurrido con todos los que llevamos dos períodos senatoriales, ya sea que culminemos en un año más o en seis años más.

En fin.

Opino que esta discusión se dio mal, porque aquí hay una obsesión de sacar a algunos por secretaría. Y eso no fortalece en absoluto nuestro proceso democrático.

Además, me parece que no va a haber renovación de las caras más de la que hubo con el fin del binominal, porque va a ocurrir lo que señaló la Senadora Órdenes: mucha sillita musical. Algunos van a pasar ocho años para la cámara de al lado y después volverán para acá.

Eso es el sistema mexicano. Y no sé si estamos en condiciones de adoptar hoy día un sistema parlamentario como ese, que claramente no cuenta con el mayor de los prestigios.

Entonces, francamente no me siento convencido por esta segunda norma: el numeral 6.

Por esa razón, comparto lo que ha dicho magistralmente la Senadora Provoste: si a la vuelta de la esquina tenemos un proceso constituyente, dejémosle algo a dicho proceso.

Me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?

El señor QUINTEROS.-

Quiero fundamentar mi voto, señora Presidenta .

Yo manifesté que apoyaba una reforma real, una reforma que limite, de verdad, las reelecciones. Por eso voté a favor en la primera vuelta.

Y dije que para mí este proyecto resultaba bastante incompleto, porque el Congreso es uno solo, compuesto por dos Cámaras, lo cual es diferente.

También indiqué que la norma transitoria era muy confusa, que no estaba bien diseñada y que para mi gusto era inútil, porque la norma permanente es suficiente para los que esperan que la limitación rija de inmediato.

La norma permanente está y los que quieren la limitación se equivocan rechazando la transitoria que se nos propone.

Creen que con eso están evitando la retroactividad. Y aquí no estamos hablando de la retroactividad, porque para materializar ese propósito, que piensan algunos, se necesita otra norma.

Lo dije en mi intervención.

Lamentablemente, esta enmienda aplica distintas soluciones para alcaldes y para parlamentarios. Y yo concuerdo con que esta norma no se aplique para las autoridades locales cuyo proceso electoral ya se encuentra en marcha.

Por eso espero que todas estas contradicciones se aclaren adecuadamente, y ojalá el proyecto se pueda mejorar en una Comisión Mixta.

Por esas razones, me abstengo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?

Senador señor Sandoval, ¿cómo vota?

El señor SANDOVAL.-

Señora Presidenta , resulta difícil establecer una línea que nos permita legislar de manera adecuada.

En estricto rigor, si hubiésemos querido no legislar nada de esto para que el proyecto tuviera efectos en las próximas elecciones y -como se ha dicho muchas veces- en varios varios años más, me parece bastante futurista bajo esa perspectiva legislar de esa manera.

Por ello, era lógico y natural generar una visión clara hacia el electorado. Por eso, si establecemos un mecanismo de limitación a la reelección resulta absurdo pensar que ella solo iba a ser válida para las futuras elecciones y dejar afuera a los que hoy día estamos ejerciendo esta función.

Soy total partidario de aprobar esta norma. Y voto absolutamente a favor, pues no hacerlo daría lugar a una realidad que sería impresentable.

No me imagino en una elección que venga un parlamentario que lleva diez, quince, veinte años en el Congreso repostulando, sin considerar los énfasis pertinentes. ¿De qué manera se presenta un proyecto político de esa naturaleza cuando queremos generar, en definitiva, los cambios necesarios?

Si todos estuvimos a favor de lo indispensable que es regular esta materia para adelante, ¿por qué no aplicar la misma disposición a nosotros?

En segundo lugar, me parece razonable lo planteado respecto de los alcaldes y concejales. Quienes vivimos en regiones rurales, apartadas, extremas sabemos que cuesta una enorme cantidad encontrar candidatos que incluso cumplan con los requisitos. Por lo mismo, esperamos que pronto se apruebe la iniciativa de ley que pretende cambiar la exigencia del cuarto año medio en el caso de los concejales. En muchas comunidades no vamos a tener candidatos si no logramos salvar esa situación.

Creemos que este es un paso absolutamente necesario.

Me da la impresión de que todavía quedan patitas pendientes de resolver: por ejemplo, la reducción indudable del número de parlamentarios. En esto, no comparto lo señalado por el Senador Navarro, pues no pretendemos volver al sistema binominal; existen mecanismos alternativos. Pero, sin duda, también necesitamos propiciar la rebaja de la cantidad de parlamentarios.

Desgraciadamente, no incluimos en la reducción de la dieta parlamentaria, la eliminación de las remuneraciones y asignaciones para los ex Presidentes de la República . Creo que el Poder Legislativo no tiene por qué hacerse cargo de un asunto de esa naturaleza. Ese gasto debería irse al Poder Ejecutivo , pues de ahí emana la función presidencial. Lamentablemente, no se alcanzó a incorporar ese planteamiento.

Ahora, no sé cómo quedará la propuesta que deberá realizar el Consejo de Alta Dirección Pública con respecto a la rebaja de nuestra dieta, pero, sin duda, la situación actual nos obliga avanzar con mucho más criterio.

Sería absurdo aplicar una norma para el futuro y nosotros quedar eximidos de esa obligación. Desde mi perspectiva política, es muy poco defendible, es impresentable. Evidentemente, esa situación debe incorporarse en las referidas circunstancias.

Por último, señora Presidenta , señor Secretario , quiero manifestarles que nosotros tenemos una pandemia peor.

Por supuesto que hay grandes tareas por delante. Hoy hemos dedicado una buena jornada para tratar este tema, que ha estado en el debate público. Me parece bien que avancemos en estos desafíos, pero, por favor, pido que por favor liquidemos rápidamente las tareas pendientes en varios de estos ámbitos, como las que ya se han señalado acá respecto de la rebaja de la dieta y otras tantas más, para que nos aboquémonos pronto a responder al llamado que nos ha hecho el Presidente de formalizar, a la brevedad posible, la construcción de un acuerdo, con el fin de hacernos parte de las demandas que la comunidad afuera, en la calle, nos está pidiendo.

Tenemos serios problemas. Sinceramente, ojalá pudiéramos construir los acuerdos para dar soluciones, que son absolutamente prioritarias y esenciales.

Todo lo tratado hoy era una tarea política pendiente, de la cual debíamos hacernos cargo.

Voto a favor, señora Presidenta .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Sandoval vota a favor.

Senador señor Soria, ¿cómo vota?

El señor SORIA.-

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias, Senador.

Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora Van Rysselberghe vota en contra.

Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?

La señora VON BAER.-

Me abstengo, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Von Baer se abstiene.

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?

Para saberlo, voy a consultar a quienes no respondieron en el primer llamado.

Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

El señor GIRARDI.-

Señora Presidenta , voté a favor de que se limite la reelección y, al mismo tiempo, señalé que yo no voy a repostular en la próxima elección. Eso tiene que ver con reafirmar ciertas convicciones que me parecen muy importantes.

A mi juicio, la retroactividad, lamentablemente, es un instrumento que iba con nombres y apellidos, y no me parece que sea la forma en que nos entendamos entre nosotros. Se trata de vestir de principios una situación que tiene que ver muchas veces con intereses. Y no lo digo respecto de todos.

Al respecto, quiero hacer un llamado.

Creo que los principios y los valores no necesitan leyes. Como lo ha señalado muy bien la Senadora Provoste con relación al tema de los concejales y alcaldes, me parece que cada persona que de verdad tenga la convicción, la visión de que es posible renovar la política puede optar por la renuncia, lo que es difícil.

Yo he sido dos veces primera mayoría nacional como Diputado; doblé tres veces en mi distrito como Diputado; he sido dos veces primera mayoría como Senador.

He intentado renovar e innovar en la política, presentando iniciativas en materias ambientales y de alimentos, como la Ley de Etiquetado, que, como señalé, es tal vez la única normativa nacional que ha sido premiada afuera y es parte de un orden global. Hoy se habla de la ley chilena, de los parlamentarios que la presentamos, de la ciencia chilena. También hemos creado situaciones inéditas, como el Congreso del Futuro, único en el mundo. Me parece que hemos generado un proceso de innovación muy importante.

Evidentemente, creo que la renovación tiene que ver con las ideas y no solamente con cuánto lleva una persona en el Congreso, pero estoy disponible, si hay una posibilidad de recuperar la confianza ciudadana, para hacer una pérdida.

Lo más probable es que una persona como yo se pueda volver a reelegir; lo más probable es que pueda seguir haciendo aportes innovadores. Pero este no es el único lugar o espacio para ello.

Además, soy de aquellos que impulsaron, junto con la ciudadanía, la idea de un plebiscito. Y tengo la convicción -la tengo profundamente- de que se necesita una asamblea o convención constituyente que defina el marco institucional de nuestro país y todos estos temas.

A mi juicio, hay un interés muy particular de adelantar esas decisiones, de menoscabar lo que puede ser la atribución de esa convención constituyente. Me parece que esta es la que debe resolver esas cosas.

Aquí hay una contradicción de intereses.

Para mí la única manera confiable y ética de participar en este debate es decir: "Mire, luego de evaluar todas estas circunstancias y las demandas ciudadanas, yo estoy disponible para no repostular en la próxima elección". Esto depende de cada cual. ¡Cada uno de nosotros debe evaluarlo! A los Senadores y las Senadoras que han planteado este tema les sugiero que no lo propongan para los demás, ¡háganlo para sí mismos!

Muchos llevamos años como Diputados, como Senadores. Y si esa es la convicción, entonces, dejémosles el espacio a otros. Depende de nosotros.

¡Las convicciones y los valores no necesitan leyes!

Yo nunca he necesitado leyes para actuar con mis principios y valores. Y me he comprado muchos adversarios, muchos enemigos, evidentemente, porque defender principios es difícil.

Por eso señalé que tenemos una democracia que recuperar.

Por ejemplo, para mí uno de los temas más importantes en el mundo es la crisis del agua en el planeta. En el proyecto sobre el agua ¡tuvimos 24 votos! ¡Algunos ni siquiera votaron! Otros Senadores reunieron 12 votos y pudieron más que nosotros. Eso habla de una democracia totalmente imperfecta.

¡Pero eso no lo vamos a resolver acá! ¡Resolvámoslo en la convención constituyente! ¡Dejemos que sean los ciudadanos y las ciudadanas los que definan estos temas, porque a lo mejor sus decisiones van a ser más sabias y más legítimas!

Les aseguro que todo lo que establezcamos acá no va a colaborar un ápice a mejorar la credibilidad en nuestro Parlamento ni la confianza de los ciudadanos.

A mi juicio, la única manera de hacerlo es a través de desprendimientos personales. Por eso valoro, por ejemplo, que el Senador Víctor Pérez haya dicho: "Bueno, yo no voy a ir a la reelección". Claro, entiendo su punto de vista porque está haciendo un desprendimiento.

A cada Senador y a cada Senadora que tenga esa convicción, lo invito, más bien lo conmino, a llevarla a la práctica. En lugar de pedírsela a otro, practíquela, llévela adelante. Por lo menos, yo estoy dispuesto a hacerlo.

Por lo tanto, como ya he señalado, me abstengo en esta votación.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Girardi se abstiene.

Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?

El señor HUENCHUMILLA.-

Pido la palabra, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

La tiene, señor Senador.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señora Presidenta , este debate no es fácil; es difícil, porque hay dos maneras de aproximarse a un problema: la primera es mediante las emociones y la otra, a través de la razón. Así nos dice la filosofía.

Pero nosotros formamos parte de una institución de la república. Somos una institución importante en la república.

Si yo me aproximara a este problema desde las emociones y los sentimientos, me sería muy difícil, porque, por ejemplo, soy amigo de Jorge Pizarro desde hace muchos años, de jóvenes. Estamos aquí desde los noventa y somos de un mismo partido. Creo que él habló con mucha grandeza esta noche.

Si hiciera un análisis y me aproximara a este problema desde el punto de vista de las emociones, no podría estar participando en este debate ni tener una postura frente a él.

Muchos Senadores han expuesto argumentos personales respecto de su vida, de sus votaciones, de lo que han hecho. Todo eso lo sabemos y lo valoramos y lo respetamos.

Pero aquí no estamos en un club de amigos. Esta es una institución de la república, que nos exige tomar decisiones no mediante el prisma de lo personal, sino mediatizadas por el efecto que producen en la sociedad. ¿Cuál es el efecto que va a generar en Chile la decisión que tomemos?

Si es por las emociones, realmente estoy muy apenado, pues muchos amigos y colegas a los cuales aprecio están involucrados en esto.

Sin embargo, desde que asumí como Senador, acepté la responsabilidad de velar por el interés superior de la sociedad, para lo cual tengo una visión. A lo mejor estoy equivocado o a lo mejor ustedes no comparten mi visión, pero, bueno, esa es la democracia y la tolerancia de respetarnos en las diferencias, a pesar de las relaciones emocionales que podamos establecer entre nosotros.

Dicho eso, señora Presidenta, quiero plantear dos breves precisiones.

La primera es que me parece -y lo digo desde el punto de vista de la razón- que como institución hoy día estamos cometiendo un grave error político: hemos aprobado limitar la reelección, pero el artículo transitorio no se va a acoger -ya se ve que no obtendrá los votos-, con lo cual estamos diciendo que no a la reelección, pero no para nosotros. En otras palabras, nosotros partimos con el taxímetro en cero. Entonces, cuando se termine este período, el 11 de marzo del 2022, pese a estar vigente esta ley, a nosotros no nos afectará, debido a que nuestro taxímetro recién empezará a correr.

Hago el planteamiento desde el punto de vista de la racionalidad, de la institucionalidad.

Mi presentación pública frente a la crisis social que estamos viviendo, ¡y a todos los dramas que aquí se han descrito!, ha sido clara. Aquí ha habido argumentos apelando a todo el sufrimiento de la gente. Pues bien, ¿qué le vamos a explicar a esa gente?

¡Le decimos que no a la elección, pero no para nosotros!

Esa es la primera observación que quería plantear.

Mi segundo comentario es de orden jurídico.

Esta es una reforma constitucional; por tanto, no estará sujeta al control del Tribunal Constitucional, salvo que algún Senador o Diputados reclamen por vicios en su tramitación. Pero, en general, no debería llegar a esa instancia.

Lo importante es que la ley sea clara para que no presente problemas cuando se aplique. Entonces, aclaremos las cosas.

Aquí se ha hablado...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Dele un minuto más, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Le vamos a activar el micrófono.

Ahora, Senador.

El señor HUENCHUMILLA.-

Gracias.

La retroactividad es un concepto periodístico que se colocó en la discusión pública.

La norma que se aprobó en la parte sustantiva de la Constitución establece determinados requisitos para postular a los cargos de diputado y senador. Tal disposición dice que el ciudadano que fue reelegido por dos períodos como diputado o un período como senador no puede volver a ser candidato. Esa es la norma.

Y el artículo transitorio que se propone en este proyecto solo viene a reforzar un procedimiento de contabilidad. Por tanto, una vez aprobada esta iniciativa, si el día de mañana un parlamentario se presenta otra vez a la reelección, lo más probable es que será objetado, porque no cumplirá con los nuevos requisitos que tendrá la Constitución: no haber sido reelecto por una vez en el caso de los senadores o por dos veces en el de los diputados.

Entonces, tengámoslo claro, porque si no consideramos el contenido sustantivo de esta futura norma, nos vamos a encontrar en algún minuto con que esta se va a interpretar.

Reitero: no estamos frente a una disposición de efecto retroactivo, porque no lo es. La disposición transitoria es simplemente una aclaratoria de contabilidad respecto a los períodos ejercidos, los cuales se establecen en el número 1 del artículo único del proyecto, que ya aprobó este Senado.

Por lo tanto, señora Presidenta, y para mayor claridad de esta interpretación, voto a favor.

Gracias.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

A usted, señor Senador.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Huenchumilla vota a favor.

Senador señor Insulza, ¿cómo vota?

El señor INSULZA.-

Señora Presidenta , ¿me permite?

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra.

El señor INSULZA.-

Señora Presidenta , creo que esta discusión es completamente distinta de la anterior. Por eso me extraña que alguien haya dicho que era consecuencia prácticamente una de la otra y que tenía que haber coherencia.

La primera discusión fue interesante, sin duda.

Le confieso que en algún momento dudé incluso: para dar una muestra de buena voluntad, pensé en unirme a la mayoría para que aprobáramos todo.

Si todos creen que es necesario limitar los períodos de los parlamentarios, está bien. No me parece una buena idea; a mí no me gusta, y comparto el parecer de los que dicen que no mejora en absoluto la función pública. Pero, en fin. Esa discusión en su momento parecía perseguir fines democráticos legítimos y daba la posibilidad a la ciudadanía, que era lo que queríamos, de decidir si seguían o no en el cargo sus parlamentarios.

Me parecía razonable. Fue una buena discusión.

Pero, acto seguido, entramos a esta segunda materia. ¡Este era el artículo de verdad, pues! ¡Esta era la discusión en serio!

El problema de decidir sobre la retroactividad -o como se llame; no voy a discutir si está bien o mal el nombre- radica en que quienes deben resolver no se encuentran en una posición de imparcialidad. Y no es necesario empezar a concluir de qué manera algunos pueden sacar provechos electorales u otros ver frustradas sus intenciones de elegirse o reelegirse. Ese no es el punto. El problema es que públicamente, incluso, ya se sacan cuentas acerca de quiénes son perjudicados y quiénes son favorecidos.

Es la consecuencia -y perdonen que vuelva el tema de la retroactividad- de que se permita aplicar la norma al mismo Congreso que la eligió, porque el Parlamento se renueva en el año 2021 y entra a funcionar el 2022. Ese será un nuevo Congreso y es allí donde corresponde.

Dicho sea de paso, por eso me gusta mucho la argumentación que dio la Senadora Órdenes y otros. Hay que esperar la Nueva Constitución. ¿Por qué estamos tan apurados por reformarla ahora?

¡Hay gente que podría estar cuarenta años en el Congreso! ¡Hay colegas que han sido Diputados y Senadores durante tres décadas y ahora pontifican acerca de la necesidad de renovarse!

Yo no tengo nada con que hayan estado ahí todo ese tiempo. Creo que algunos de ellos lo hicieron bien.

Pero no entiendo eso de decir: "¡Tenemos que rebajarnos el sueldo!"; "¡Tenemos que acortarnos los períodos!"; "¡Tenemos que limitar el número de parlamentarios!".

Esas medidas no van a resolver el problema.

¡Eso lo estamos haciendo para tratar de resolver un problema anterior! Y ese problema es la crisis de representatividad que golpea transversalmente a los que ejercemos actividades públicas en las instituciones democráticas del país.

Es mucho más profunda la crítica respecto de cuánta plata ganamos o cuántos años duramos en el cargo y todas esas cosas.

Entonces, si vamos a hacer un debate en serio, no lo contaminemos con cálculos de corto plazo, como parece ocurrir aquí, ni con la búsqueda de aplausos fáciles, ni con el temor a las funas o al reproche de las redes sociales.

Algunos creen que los problemas de las redes sociales existen solo ahora. ¡Pero si la oficina cien de La Moneda se llenaba de cartas insultantes, anónimas, cuando yo era Ministro del Interior , y muchas iban dirigidas a mí! Y me tocó vivir un caso que ustedes recordarán, de un amigo del Senador Moreira, y tuve que ir a dar la cara a mi partido y a todas partes por eso. Porque cuando uno cree en las cosas, la gente le cree, lo respeta. La gente no cree en nosotros porque no nos respeta. Y no nos va a respetar porque hagamos estas cosas, nos va a respetar si gobernamos bien. Y no estamos gobernando bien. ¡Cómo vamos a estar gobernando bien si estamos sentados aquí toda una tarde cuando el país está en el peak de su pandemia, y puede ir más allá todavía!

Entonces, señora Presidenta , creo que hay que discutir francamente esto. Nosotros vamos a salir de aquí mal, por mucho que se diga que no. Por cierto que aquí van a surgir resentimientos y van a quedar resabios, etcétera. Si no, no sería tan dramática esta discusión, si finalmente va a una Comisión Mixta. De pronto, se arreglan las cosas en la Comisión Mixta.

Dicho sea de paso, en la Cámara de Diputados -fue ahí donde surgió el actual debate- no hubo ningún problema para aprobar la enmienda que reduce los períodos y acto seguido hacerla regir un período después. No hubo ningún inconveniente. A nadie le pareció terrible eso. Nadie se escandalizó. ¿Y por qué no podemos hacerlo nosotros? Porque las urgencias son ahora. Y en eso tienen razón los Senadores que lo han planteado. Si queremos dictar una nueva Constitución dentro del plazo de un año, un año y medio, antes de las elecciones -el ideal es que eso fuera antes o inmediatamente después de la elección-, ¿por qué no limitamos ahí los plazos?, ¿por qué no ponemos ahí las normas?...

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Vamos a activar el micrófono.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Active el micrófono.

El señor INSULZA.-

(falla de audio en transmisión telemática)... sorprendido, de pronto, por esta vehemencia con que primero tuvimos una gran discusión, pomposa y entusiasta, con todo tipo de bonitas palabras, pero de pronto surgió la verdad: aquí de lo que se trata es de echarlos ahora.

A mí no me gusta eso, señora Presidenta . Francamente, no lo creo sincero ni que esté bien.

Por esa razón, voy a votar en contra de la norma, porque realmente deshace toda la discusión que efectuamos antes. No creo que sea la continuación necesaria, sino que es el mentís del debate que tuvimos primero.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Insulza vota en contra.

El Senador señor Navarro se inhabilitó.

Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?

La señora RINCÓN.-

Señora Presidenta , llevo exactamente catorce horas sentada ante esta pantalla o la otra pantalla, en las sesiones de las Comisiones, de la Comisión Mixta, de la Sala del Senado, y la verdad es que ya mi jaqueca no da más, así que fui a buscar un paracetamol.

En verdad, ha sido tremendamente interesante escucharlos a todas y a todos. Creo que las dos últimas intervenciones, la del Senador Huenchumilla y la del Senador Insulza, son tremendamente iluminadoras. Porque esto va a terminar inevitablemente en una Comisión Mixta, que espero que repare varias cosas que el proyecto tiene. Desde luego, el tema que planteaba el Senador Rabindranath Quinteros, pues somos un Parlamento, no dos Cámaras distintas.

Además, en el contexto de lo que señalaba el Senador Insulza y creo que la Senadora Provoste, vamos a tener un proceso constituyente que a lo mejor deshace el bicameralismo e instaura el unicameralismo; que quizás nos plantea el desafío de tener un sistema semiparlamentario y no uno presidencialista, en fin.

Yo voy a respaldar esta norma, pero creo que, sin lugar a dudas, hay mucho que arreglar en este proyecto, que tiene una intencionalidad, pero que no resuelve los problemas de falta de representación o de conexión entre nosotros y la ciudadanía. Son otros los temas que urgen hoy día, y había tiempo para poder pronunciarse sobre esto en su momento.

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Rincón vota a favor.

Señora Presidenta , ¿cómo vota?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Yo me abstengo, señor Secretario , y quiero fundamentar mi voto.

Lamento que en el transcurso del debate de esta tarde, sobre todo en la tramitación de este numeral 6, se haya instalado un tono acusador y amenazante para quienes nos vamos a abstener.

Es realmente inaceptable llegar en estos términos a instalar un tema que legítimamente reviste importancia y validez para debatirlo hoy día, pese a toda la situación que estamos viviendo, pero dado que se instaló como un asunto de la máxima importancia para profundizar y mejorar nuestra democracia, hay que realizarlo, pero con respeto.

En realidad, yo no soy incumbente, porque estoy en mi primer período como Senadora. Si me abstengo no me estoy favoreciendo, como logré escuchar de algún señor Senador que dijo que eso iba a pasar con quienes nos abstuviéramos. Pero sí estoy absolutamente convencida de que esta norma no impacta, no tiene la categoría, en mi opinión, de intervenir en el mejoramiento y la profundización de la democracia.

Es difícil que nos veamos la suerte entre gitanas y gitanos y los que llevamos tiempo en la política miramos ya debajo del agua. En mi opinión, esta norma tiene una dimensión de calculadora política, porque aquí sabemos cuando uno tira un dado para un lado pero se mueve para el otro. En mi región algunos de los colegas que han sostenido con pasión la retroactividad, pese a ser de otras regiones, han ido a dar conferencias, han ido a explicar y a desprestigiar un poco a los que estamos ahí, buscando que esos espacios se abran, debilitándonos y con la idea de sacar no solo a los que llevan dos años, sino que a otros también, porque esta es una posibilidad para personas y partidos de entrar a desplazar por secretaría a quienes están ejerciendo los cargos.

Yo tengo esa opinión, y sé que ya los titulares de las redes, desde antes, ahora y durante todo este debate están instalando a quiénes somos los despreciables que nos estamos absteniendo, rechazando, favoreciéndonos. Y realmente lamento el nivel al que han llevado algunos colegas esta discusión. Lo lamento muchísimo.

Cada uno tiene su opinión, es respetable. Y creo que aquí todos hemos tratado, por lo menos yo llevo años, de luchar por el cambio, por la renovación de los liderazgos. Además, yo he buscado siempre que la renovación de los liderazgos no tenga solo rostros masculinos. Nos ha costado mucho abrirnos espacios para el cambio de rostro de los liderazgos, porque aquí se defiende mucho la renovación, pero esta es siempre con rostro de varones, y lo demostró el debate que tuvimos hace pocos meses respecto de la paridad. ¡Por Dios que costó sacar la paridad para el proceso constituyente! Entonces, le haría muy bien a la democracia y a la política que haya más mujeres participando y que ustedes, los señores, los varones realmente estuvieran del lado de esa postura.

Ahora, ¿por qué no pueden entrar más dirigentes sindicales? Hay una disposición constitucional que lo impide y cada vez que se presenta una iniciativa para cambiarla, se rechaza. No se permite que los dirigentes sindicales, gremiales, vecinales sean candidatos al Parlamento. Ahí sí habría cambio de rostros, ahí sí habría cambio de liderazgos.

Entonces, en mi opinión, aquí se está buscando por secretaría que algunas colegas y algunos colegas puedan abrirse un espacio sin competir con parlamentarios que llevan años y que es difícil desplazar. Eso es claro. Pero para ello hay primarias y una serie de mecanismos que pueden despejar el escenario y permitir que haya competencia. Quienes estamos en estos cargos hemos competido en primarias, hemos competido en distintas elecciones, y eso no es fácil.

En consecuencia, ese mecanismo de secretaría, diría, es lo que me provoca distancia para aprobar esta norma. Porque como ya somos gitanas y gitanos que nos conocemos, que vemos debajo del agua, sabemos cuándo sale la calculadora.

Lamento el tono y que los colegas estén apasionados con este tema, porque no hay peor ave que la que emporca su propio nido.

En el Parlamento somos nosotros mismos quienes hemos emporcado, no la política, sino el quehacer parlamentario.

De verdad, por muchas leyes que hagamos, nosotros mismos debemos cambiar y abordar estos temas que provocan diferencia -unos tienen una visión; otros, otra- mucho más con la razón, como decía el Senador Huenchumilla . Aunque para mí es redifícil separar la razón de la pasión: ojalá que muchas veces el corazón se instalara fuertemente en las decisiones que tomamos.

Pero hay que actuar con fraternidad, con argumentos. Y no venir a decir, dando clases, poniendo titulares, que porque uno se abstiene está ayudando a que fracase el quorum y que de esa manera poco menos que una está pegándole una estocada a la democracia, está apernándose, está una misma favoreciéndose.

Ese nivel de debate no contribuye en nada a mejorar la democracia. Somos nosotros mismos los responsables de la situación en que estamos, porque cada discusión, cada planteamiento se hace mucho desde el absoluto ego. Estamos llenos de egos y de un individualismo extremo.

Entonces, cuando cada cual actúa desde su propio proyecto personal, individual ("Yo quiero ser Presidente de la República ", "Yo quiero ser Senador") y a eso lo supeditamos todo, incluso el trato entre nosotros, está muy mal la democracia. En realidad, es bueno debatir estas iniciativas, pero con otro tono.

En consecuencia, yo me voy a abstener. No soy incumbente, pero sí tengo serias dudas acerca de la efectividad de esta norma.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

La Presidenta, Senadora señora Muñoz, se abstiene.

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Terminada la votación.

--Se rechaza el numeral 6 propuesto por la Comisión de Constitución (22 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones), por no alcanzar el quorum constitucional exigido.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Goic y Rincón y los señores Allamand, Castro, De Urresti, Galilea, García, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh y Sandoval.

Votaron por la negativa la señora Van Rysselberghe y los señores Araya, Durana, García-Huidobro, Insulza, Pizarro y Soria.

Se abstuvieron las señoras Ebensperger, Muñoz, Órdenes, Provoste y Von Baer y los señores Bianchi, Chahuán, Coloma, Girardi, Letelier, Quintana y Quinteros.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Como se indicó en los Comités y también en el debate de la Sala, conforme al artículo 124, habiéndose rechazado o no habiéndose aprobado la propuesta de la Comisión, corresponde ahora conocer y votar el texto aprobado en general por la Sala del Senado.

El texto que en su oportunidad aprobó en general el Senado proponía agregar la siguiente disposición transitoria:

"Vigésimo séptima.- Para los efectos de los límites a la reelección de las autoridades señaladas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113, primero del artículo 118 y primero del artículo 119 se considerará su actual período como el primero.".

Ese es el texto, señora Presidenta, que correspondería someter a votación.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Propongo solo votar, no seguir argumentando.

Son las doce de la noche.

No es por dejar de trabajar, sino porque ya la mente no funciona en toda su solidez.

Pongámoslo en votación inmediatamente, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Pizarro está solicitando la palabra.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Puede intervenir, Senador Pizarro.

Micrófono para el Senador.

¿Usted tiene que activarlo, Secretario?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Sí, se lo vamos a activar.

El señor PIZARRO.-

Ya.

Señora Presidenta, ¿se escucha?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Superbién.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , perdone.

Es solo para saber. ¿Algún colega está con permiso, o pareado, o inhabilitado para votar? Lo consulto porque se registraron 41 votos. Y entiendo que estamos todos presentes en la Sala.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

No emitió su voto el Senador señor Elizalde y se inhabilitó el Senador señor Navarro .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

El señor Secretario ya leyó el texto aprobado en general y respecto del cual hay que pronunciarse.

En votación.

--(Durante la votación).

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Conforme lo indicó la señora Presidenta , está abierta la votación. Vamos a proceder a consultar la opción de voto de cada señora Senadora y cada señor Senador.

Senador señor Allamand, ¿cómo vota esta disposición?

Senadora señora Allende, ¿cómo vota?

La señora ALLENDE.-

Señora Presidenta , quiero ser clara.

Primero, brevemente, a pesar de algunas palabras que a lo mejor estuvieron de más y otras de menos, en general, con todo, valoro la discusión. Porque si hay algo que nos ha faltado es el debate político de fondo: el tipo de democracia que tenemos; la falta de representatividad; la desconexión con los ciudadanos; la falta de credibilidad; la falta de legitimidad, lamentablemente; y muchos otros temas. Evidentemente, estos problemas no son solo chilenos, sino que bastante mundiales, pero eso no quita que tengamos un grado de responsabilidad y conciencia.

Por lo tanto, valoro la discusión política.

A diferencia, incluso, de lo que piensa este Gobierno, que habla de una cuarentena política, yo creo que es superimportante hablar de política y entender el tipo de sociedad que tenemos, que, como hemos dicho, desnudó en esta pandemia las desigualdades y las vulnerabilidades.

Pero, en concreto, ha sido una buena discusión. Algunos de nosotros tenemos conciencia o creemos que estamos dando algún paso, ¡algún paso! -no es en absoluto la solución-, para mayor transparencia y para mejorar la democracia y avanzar hacia una mayor legitimidad.

Yo quiero que se me aclare algo. Voy a votar en contra del transitorio aprobado en general, para mantener la coherencia. Y deseo que me ratifique el Secretario, pues yo las dos veces he votado a favor. O sea, estoy a favor de limitar la reelección y a favor de lo que han llamado "retroactividad". Por lo tanto, entiendo que votando en contra mantengo la posición de lo dicho.

Quiero que me asegure que estoy en lo correcto en mi interpretación.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Efectivamente, sus dos votaciones anteriores fueron en contra, señora Senadora.

La señora ALLENDE.-

¡No!

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

¡Perdón! ¡A favor, a favor!

La señora ALLENDE.-

¡Fueron a favor!

Eso quiere decir que estoy, como ya lo he explicado, a favor de que haya límites para la reelección y a favor de lo que han denominado "retroactividad", llámese o no de esa manera. Y ahora me voy a pronunciar en contra del texto que se aprobó en general, para conservar la coherencia con las dos votaciones que he emitido.

En dos palabras, quiero mantener que haya límites a la reelección y creo que debe haber una contabilidad a partir de ahora.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Así es.

La Senadora señora Allende vota en contra.

Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?

La señora ARAVENA.-

Por las mismas razones que explicó la Senadora Allende, yo también voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Aravena vota en contra.

Senador señor Araya, ¿cómo vota?

El señor ARAYA.-

Voy a hacer una precisión, señor Secretario .

Yo voy a votar a favor de esta norma, porque viene a precisar cómo se computarían los plazos para los efectos de poder ser candidato.

Ahora bien, algo que dije y que quizás por razones de tiempo no pude explicar más latamente en mi intervención anterior tiene que ver con que hay que recordarles a algunos señores Senadores que el derecho posee una función integradora. Cuando no existe una disposición expresa se debe recurrir a las normas del Derecho Civil, que son supletorias.

Las disposiciones del Código Civil son las que rigen la materia. Y contrariamente a lo que piensa el Senador Galilea, si bien le concedo el punto, pues por lo avanzado de la hora no podemos discutir la Teoría de los derechos adquiridos y meras expectativas, yo señalé en mi intervención que en el caso de los funcionarios públicos y de aquellos que tienen cargos de elección popular existe un estatuto jurídico que les permite acceder al cargo y que establece los deberes que han de cumplir.

Algunos Senadores han dicho que esta norma no tiene efecto retroactivo. Pero claramente lo posee, porque le está imponiendo una prohibición a quien hoy día no la tiene. Ello claramente está generando un efecto que a mi juicio hace que esta disposición sea retroactiva.

Creo que si se rechaza esta norma, se corre el riesgo de que se deje a una interpretación, que probablemente en este caso debiera ser del Tribunal Calificador de Elecciones, acerca de cómo se computarían los plazos de los parlamentarios cuando ya tuvieran un período en el caso de los Senadores y dos en el de los Diputados, para los fines de determinar si pueden ir o no a la elección respectiva.

Aquí es donde entran a jugar las normas que señalé en mi intervención anterior respecto de la retroactividad de la ley.

Estimo que esta disposición es necesaria al objeto de precisar el sentido correcto de la forma en que se van a computar los plazos y evitar problemas interpretativos que pudieran generarse en el evento de aprobarse.

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Araya vota a favor.

Senador señor Bianchi, ¿cómo vota?

El señor BIANCHI.-

Señora Presidenta , tal como dije desde mi primer discurso, hubiese deseado que esta decisión, ya que todos y todas somos incumbentes, quedara en las manos de los nuevos constituyentes, quienes se encargarán de redactar una nueva Constitución, y no que forzosamente esto se hubiera tenido que votar ahora.

Son diez para las doce de la noche; diez para la una de la mañana en la Región de Magallanes. Pocas veces hemos llegado a un debate tan extenso como este, el cual no tiene nada que ver con la pandemia, ni con las urgencias que hoy día el país nos está reclamando: esto se relaciona con intereses mezquinos de un grupo que vio acá la opción de dejar de lado a competidores para la elección del próximo año.

Por lo tanto, voy a votar favorablemente esta norma, señalando que a lo menos se descubrió y despejó lo que estaba en el fondo de esto, que no era otra cosa que, por la vía de la retroactividad, impedir la existencia de una decisión soberana del pueblo; impedir, además, que sean los nuevos constituyentes quienes en esta materia establezcan el futuro político de nuestro país.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Bianchi vota a favor.

Senador señor Castro, ¿cómo vota?

El señor CASTRO.-

En contra, señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Castro vota en contra.

Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?

El señor CHAHUÁN.-

¿Aló? ¿Se escucha?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Sí.

El señor CHAHUÁN.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Coloma, ¿cómo vota?

El señor COLOMA.-

Señora Presidenta , me sorprende un poco la votación hasta este minuto. Yo tengo mis ideas; lo planteé...(falla de audio en transmisión telemática)... a favor la anterior, pero no entiendo por qué vota en contra de esta. Más allá de la contingencia, yo llamo a reflexionar lo que significa respecto de quienes piensan distinto a mí. Simplemente estoy tratando de colaborar a una buena reflexión.

Por las mismas razones que señalé en la votación anterior, me abstengo en esta.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Coloma se abstiene.

Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?

El señor DE URRESTI.-

Señora Presidenta , hay que ser coherentes y explicar bien lo que estamos votando. Digo esto principalmente para quien hacía la consulta y me antecedió en la palabra.

Quienes hemos votado sostenidamente sí con respecto al límite a la reelección, los primeros cinco numerales, y sí en cuanto a hacer aplicable inmediatamente esta norma con carácter retroactivo, límite primero y retroactividad después, de no aprobarse este último numeral, debemos votar en contra de la disposición que se había votado en general. Porque eso posibilita abrir la discusión.

Por ello es coherente votar en contra.

Quienes sostuvimos la afirmativa en ambas votaciones ahora debemos votar en contra para que el proyecto vaya en esas condiciones al tercer trámite y que, eventualmente, en una Comisión Mixta se origine el debate que consideramos importante.

Por eso, mi voto es no...(falla de audio en transmisión telemática)... Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Excúseme, señor Senador.

¿Cuál es su opción de voto?

El señor DE URRESTI.-

Rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor De Urresti rechaza.

Senador señor Durana, ¿cómo vota?

El señor DURANA.-

Consecuente con mi votación anterior, me abstengo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Durana se abstiene.

Senadora señora Ebensperger, ¿cómo vota?

La señora EBENSPERGER.-

Me abstengo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Ebensperger se abstiene.

Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?

Senador señor Galilea, ¿cómo vota?

El señor GALILEA.-

Rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Galilea vota por el rechazo.

Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?

Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA.-

Rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor García Ruminot vota rechazo.

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

Senadora señora Goic, ¿cómo vota?

La señora GOIC.-

Señora Presidenta , consistente con mi votación anterior a favor de limitar la reelección, voto en contra de esta norma, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Goic vota en contra.

Senador señor Guillier, ¿cómo vota?

Senador señor Harboe, ¿cómo vota?

El señor HARBOE.-

Señora Presidenta , me pronunciaré en contra, porque lo que hace este texto en la práctica es otorgarle un período más a Senadores y Diputados en ejercicio, lo cual me parece un exceso.

Por tanto, voto por el rechazo, para que el proyecto vaya a Comisión Mixta.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Harboe vota por el rechazo.

Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?

El señor HUENCHUMILLA.-

Señora Presidenta, creo que si votamos en contra de esta norma, se posibilita abrir una discusión en otras instancias.

Así que por esa razón, rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Huenchumilla vota rechazo.

Senador señor Insulza, ¿cómo vota?

El señor INSULZA.-

Señor Presidenta , considero importante dejar en claro que esto no significa elegir a nadie para el próximo período, sino que pueda postular en el período siguiente, dentro de un año y medio más.

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Insulza vota a favor.

Senador señor Kast, ¿cómo vota?

El señor KAST.-

Señora Presidenta , siendo consecuente con lo que he planteado, dado que me parece lamentable que se haya rechazado el elemento anterior, que permitía que esta legislación se nos aplicara a todos, y claramente no había retroactividad, y para que esto vaya a Comisión Mixta a fin de que se pueda corregir y que el de mañana los titulares en la prensa no digan que en el Senado se aprobó el límite a la reelección, pero que se aplica en catorce años más, en el 2033, voy a votar por el rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Kast rechaza.

Senador señor Lagos, ¿cómo vota?

El señor LAGOS .-

Señora Presidenta , para darle una oportunidad al proceso de discusión que tenemos y que el proyecto vaya a la Cámara de Diputados a fin de ver si en dicha instancia, con la influencia de los Diputados, que podría asemejarse a una suerte de unicameralismo, se produce un cambio de parecer en los parlamentarios con el objeto de reducir esas doce abstenciones y esos siete votos en contra y lograr cambiar la norma, voy a votar en contra.

Así seré consecuente con lo que he señalado en mis dos intervenciones anteriores.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

El Senador señor Lagos vota en contra.

Senador señor Latorre, ¿cómo vota?

El señor LATORRE.-

Señora Presidenta , voto en contra para propiciar, esperemos, la Comisión Mixta y que ojalá se arregle este episodio, que en mi opinión lo único que hace es perjudicar aún más la imagen del Senado. Creo que estamos dando un triste espectáculo.

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Latorre vota en contra.

Senador señor Letelier, ¿cómo vota?

El señor LETELIER.-

Señora Presidenta , lo que ha ocurrido es por la forma como se estructuraron los artículos transitorios, donde se juntó lo relativo a los parlamentarios con lo tocante a los concejales, los alcaldes y los consejeros regionales.

De rechazarse esta norma -y quienes la voten en contra deben entenderlo-, se les está diciendo a los alcaldes que no tienen derecho a la reelección, lo cual amerita un uso más cuidadoso de las palabras.

Quiero señalar esto, porque el colega que me antecedió me imagino que no tiene problemas con que algunos alcaldes vayan a la reelección; pero al rechazarse la norma, y dependiendo de cuál sea el mecanismo de interpretación, podría aterrizarse en aquello.

He escuchado a varios que piensan que esto rige solo respecto de los parlamentarios. De los Senadores que pudiesen ser afectados por esta norma casi todos han dicho que no van a la reelección. Por ende, la consecuencia de este precepto para el Senado es de otra naturaleza. Y quiero mencionar el punto. Aquí estamos afectando a concejales, alcaldes, consejeros. De modo que tengo la impresión de que lo mejor es dar una señal de lo que queremos. Este proyecto va a ir a una Comisión Mixta, según como está avanzando la votación; sin embargo, considero que deberíamos moderar el lenguaje y entender que hasta ahora, por la forma en que se armó el artículo transitorio anterior, que juntó cosas distintas y no de una manera adecuada, igual necesitamos un tercer trámite para perfeccionar la norma.

Yo voy a votar a favor, pues soy partidario de que los alcaldes y concejales sí vayan a la reelección, y, asimismo, de que se considere el actual período como el primero y no se les impida participar.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Letelier vota a favor.

Senador señor Montes, ¿cómo vota?

El señor MONTES.-

Voto en contra, señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Montes vota en contra.

Senador señor Moreira, ¿cómo vota?

El señor MOREIRA.-

Señora Presidenta , yo no voy a exacerbar los ánimos, menos a esta hora; el debate ya se hizo. Pero sí quiero señalar que desde el punto de vista político quedamos todos mal: los que estaban de acuerdo, los que estaban en desacuerdo, ¡todos!, porque para la gente finalmente esta es una burla hacia la opinión pública, pues dijimos que íbamos a limitar las reelecciones.

Por lo tanto, aquí nadie ganó. Al contrario, el que ganó fue el desprestigio.

Yo voy a rechazar esta norma para que esta iniciativa vaya a una Comisión Mixta. Muchas veces se ha dicho que esta es la Cámara revisora; ahora parece que aquella función recaerá en la Cámara de Diputados y no el Senado.

Rechazo, señora Presidenta .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Moreira rechaza.

Senador señor Navarro, ¿cómo vota?

El señor NAVARRO.-

A favor, señora Presidenta .

Solo quiero hacer mención de que quien me antecedió, el Senador Harboe, dejó muy claro que el objetivo era limitar un período de reelección a los Senadores: no era ni la grandeza de la patria, ni la dignificación del Senado, sino una finalidad muy personal.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Navarro vota a favor.

Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?

La señora ÓRDENES.-

Voto a favor, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Órdenes vota a favor.

Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?

El señor OSSANDÓN.-

Rechazo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Ossandón vota rechazo.

Senador señor Pérez, ¿cómo vota?

El señor PÉREZ VARELA.-

Pido la palabra, señora Presidenta.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PÉREZ VARELA.-

Señora Presidenta, voto en contra por dos razones.

Primero para que el proyecto vaya a Comisión Mixta y, por lo tanto, siga el debate a fin de poder resolver bien este problema. Porque de aprobarse esta norma estaríamos diciendo aquí, en el Senado, que fijamos un límite a la reelección de los Senadores por dos períodos, una reelección, y en los hechos estaríamos generando una reelección adicional.

Eso es claramente inaceptable.

Voto en contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Pérez vota en contra.

Hago presente a Sus Señorías que, en el caso de que se rechace esta norma, existe otra que debería votarse.

Señalo aquello para que lo tengan en consideración.

Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?

El señor PIZARRO.-

¿Me permite, señora Presidenta ?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PIZARRO.-

Señora Presidenta , para los efectos de que la gente tenga claridad, entiendo que ya está aprobado el límite a la reelección. Eso ya se acordó. Digo aquello por algunas de las intervenciones anteriores de mis colegas que colocan en cuestión eso.

Yo voté en contra de ello, porque estoy convencido de que, al menos en los organismos colegiados, no debe haber límite. Pero entiendo que ese asunto ya está sancionado.

Lo que no alcanzó los votos para ser aprobado, porque solo 22 de 43 Senadores estuvieron de acuerdo, es que esto fuera con efecto retroactivo. Eso no se aprobó.

Por lo tanto, a mí me parece que todavía hay espacio en el tercer trámite en la Cámara de Diputados, que puede aprobar lo que despachemos o rechazarlo para ir a una Comisión Mixta a fin de buscar una solución en torno a una mayoría.

Para que la gente vuelva a tener claridad, pues se ha tergiversado mucho el asunto, insisto en que, a pesar de que estuve en contra, una mayoría de quorum calificado aprobó que hubiera un límite a la reelección. Si es por dos períodos o por uno, o si es retroactivo es otro tema; pero que hay límite a la reelección, lo hay.

Entonces, señora Presidenta, siendo coherente con las dos votaciones anteriores, voy a votar a favor de este artículo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador Pizarro vota a favor.

Senador señor Prohens, ¿cómo vota?

El señor PROHENS.-

En contra.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Prohens vota en contra.

Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?

La señora PROVOSTE.-

Señora Presidenta , lo he señalado a lo largo de este debate: creo que esto se soluciona en la medida en que cada uno de nosotros muestre ese acto de generosidad al que tanto se ha hecho alusión en el discurso y lo plasmemos en los hechos, y ninguno de los que se halla acá vuelva a presentarse al proceso de reelección.

Y -tal como lo he señalado- consistentemente con eso, debo expresar que creo en el itinerario constituyente: que aquellos que elijamos sean quienes definan cómo se va a estructurar nuestro sistema político.

Mantengo mi abstención respecto de esta votación.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La Senadora señora Provoste se abstiene.

Senador señor Pugh, ¿cómo vota?

El señor PUGH.-

Rechazo.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Pugh vota por el rechazo.

Senador señor Quintana, ¿cómo vota?

El señor QUINTANA.-

Señora Presidenta , voy a votar a favor, porque no quisiera que nos quedáramos con la idea de que aquí, con esta votación, más allá de las recriminaciones de lado y lado, no ha pasado nada. Lo que acá ha ocurrido es que se aprobó el límite a la reelección. Y probablemente no es lo que le gusta al criterio de tal o cual, pero aquello se aprobó.

Quizás tampoco es lo que algunos Senadores querían, porque no se alcanzó el quorum requerido respecto de determinada materia.

Pero lo peor que podemos hacer es seguir dejando esta discusión en el aire. Eso a mi juicio genera más incertidumbre y agranda el problema.

Lamentablemente, vamos a continuar con este lío. Y es una pena.

Varios colegas lo han dicho: el país está en otra, o el Senado está en otra, o el Congreso está en otra. No puede ser que primen más las pasadas de cuenta y el interés de sacar a algunos colegas por secretaría, habiendo una definición clara: no se alcanzó el quorum necesario para la norma de la retroactividad.

Entonces, seguir con la pataleta, viendo ahora qué otra ventanilla me queda, es torcer demasiado las cosas. Y el daño es para todos, sin distinción. Y en eso coincido con el Senador Moreira.

Voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

El Senador señor Quintana vota a favor.

Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?

El señor QUINTEROS.-

Señora Presidenta , debo ser consecuente con lo que he manifestado en mis dos intervenciones anteriores. Yo dije que este proyecto no me satisfacía; que era incompleto, y que esperaba que una Comisión Mixta solucionara los vacíos que le veo.

Así que, bajo esa premisa, voto en contra.

El señor GUZMÁN (Secretario General).-

El Senador señor Quinteros vota en contra.

Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?

La señora RINCÓN.-

Presidenta, yo voto en contra, y entiendo que, si se rechaza esta norma, tenemos que votar todavía la que viene de la Cámara de Diputados.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Sandoval, ¿cómo vota?

El señor SANDOVAL.-

En contra, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Soria, ¿cómo vota?

El señor SORIA.-

Voto en contra, señor Secretario.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?

Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?

La señora VON BAER.-

(Falla de audio en trasmisión telemática)...señor secretario

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

¿Perdón?

La señora VON BAER.-

Abstención.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

La señora VAN RYSSELBERGHE.-

Secretario, me abstengo también.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Gracias.

Muy bien, vamos a consultar a aquellos señores Senadores que no emitieron su opinión.

Senador señor Allamand, ¿cómo vota?

El señor ALLAMAND.-

Rechazo, Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?

El señor ELIZALDE.-

Secretario, en primer lugar, yo quisiera aclarar que en la votación anterior estaba desconectado. Me dicen que usted solicitó mi pronunciamiento pero no aclaró que estaba desconectado.

No obstante, deseo señalar que en esa votación yo me habría abstenido, y la razón es muy simple: voté a favor del límite a la reelección, pero si se va a establecer una excepción creo que debe ser para todos los niveles, y lo que se proponía era una excepción solo para algunos niveles. Por tanto, lo coherente es: o hay retroactividad sin excepciones o la hay con excepciones a todos los niveles. Eso es lo que habría sido coherente.

Lo anterior da cuenta de que, efectivamente, aquí se trató de generar normas a la medida, para perjudicar a algunos, con otro tipo de lógica. Porque, si los principios son los principios, y he visto en la primera parte de la sesión que muchos hablaron de principios, ¡bueno!, tienen que ser los mismos para todos.

Eso es lo primero.

Lo segundo es que algunos Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra han sido poco rigurosos, porque si se aprueba esta norma, de todas maneras hay tercer trámite. Por tanto, de todas maneras hay Comisión Mixta, porque ahora no estamos votando la norma de la Cámara de Diputados, sino la que aprobó en general el Senado, después de haber sido evaluada y analizada por una Comisión especialmente constituida al efecto, y en el contenido es igual a la de la Cámara. Porque no olvidemos que los Diputados aprobaron una disposición mucho más laxa que la que le estaban exigiendo al Senado, que consideraba el actual período como el primero.

En lo personal, soy partidario de establecer límites a la reelección, pero considero que la retroactividad tiene que ser parcial. A mi juicio, se debe permitir a los alcaldes y a los concejales ser candidatos. Establecida esa excepción, tiene que extenderse a los otros niveles.

Entendiendo que de todas maneras esto va a ir a tercer trámite, voto a favor.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-

Abstención.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Senador señor Girardi, ¿cómo vota?

El señor GIRARDI.-

Presidenta , mire, en la misma perspectiva, yo creo que acá hay un tema de fondo: nosotros estamos haciendo el intento de suplantar la convención constituyente. Son materias que ella debiera tratar. No considero adecuado ni bueno para la confianza ciudadana que un tema que es propio de esa convención, definir cuál va a ser el futuro sistema electoral, cómo va a ser la institucionalidad, se trate, con apremio, de resolver hoy día.

Yo quiero insistir, igual que la Senadora Provoste, en que quien tiene convicciones de verdad, quien considere que efectivamente hay que poner límites a la reelección lo lleve a la práctica. Y yo comparto esa visión; por eso he tomado la decisión que he tomado, de no repostularme. Pero no pueden exigirlo a los demás, sino hacerlo carne, cada cual, en su propio proyecto. No es conveniente que estas sean ideas que se las lleve el viento y no tengan ningún valor.

Ha sido tan contundente el planteamiento de algunos sobre la necesidad de que no haya reelección, que lo razonable es que no se requiera una ley para llevar adelante los principios y los valores.

Los principios y los valores, desde mi punto de vista, tienen que estar por sobre cualquier otra cosa. Todos tenemos la oportunidad hoy día de ganarnos un espacio en la confianza ciudadana haciendo renuncia. Por lo tanto, aquellos que tienen convicciones tan profundas, que dejen el espacio a otros; eso sería lo más adecuado.

Si no, creo que tenemos derecho a pensar que la retroactividad era más bien un traje a la medida para intentar sacar por secretaría a algunas personas, porque no se puede hacer a través de los mecanismos democráticos, y eso me parece que daña y genera una grave desconfianza en la democracia, porque se disfrazan intenciones, se revisten de altruismo cuando en realidad no lo son.

Entonces, yo creo que esto va a ir a Comisión Mixta, pero hay una decisión que cada cual puede tomar y que puede ayudar, como he señalado, a ir recuperando la confianza ciudadana. A veces, los hechos concretos valen más que mil palabras, y eso es lo que debemos hacer quienes tenemos esa convicción.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

¿Entonces vota...?

El señor GIRARDI.-

Me voy a abstener, porque esto va a Mixta de todas maneras.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Abstención.

Senador señor Guillier, ¿cómo vota?

El señor GUILLIER.-

Rechazo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

La señora Presidenta , Senadora señora Muñoz, ¿cómo vota?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Me abstengo, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Abstención.

¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Terminada la votación.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Vamos a efectuar el cómputo.

--Se rechaza el número 5 aprobado en general por el Senado (24 votos en contra, 10 a favor y 9 abstenciones), por no alcanzar el quorum constitucional exigido.

Votaron por la negativa las señoras Allende, Aravena, Goic y Rincón y los señores Allamand, Castro, De Urresti, Galilea, García, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.

Votaron por la afirmativa la señora Órdenes y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, Elizalde, Insulza, Letelier, Navarro, Pizarro y Quintana.

Se abstuvieron las señoras Ebensperger, Muñoz, Provoste, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Coloma, Durana, García-Huidobro y Girardi.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Coloma, para un asunto de reglamento.

El señor COLOMA.-

(Falla de audio en transmisión telemática)... ahí.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¿ Senador Coloma?

El señor COLOMA.-

Mire, Presidenta , esto no tiene nada que ver; no influye en la votación; carece de relevancia, en teoría. Pero quiero, por lo menos, plantear una cuestión de reglamento y hacer una reflexión respecto del tema de las inhabilidades para votar.

El Senador Navarro, con todo derecho, se inhabilitó en la votación anterior respecto del mismo artículo que acaba de votar. Ese es el tipo de problemas que genera usar estas fórmulas en las que, en mi opinión, hay que ser supercuidadosos. Porque si él sentía, con toda razón, que tiene una inhabilidad para votar una norma, no veo por qué no existe inhabilidad para votar otra disposición sobre el mismo tema.

Presidenta , yo le doy mucha importancia a los asuntos reglamentarios. Y lo digo con serenidad, con tranquilidad, porque se producen estos problemas por un mal diseño. Si uno se inhabilita respecto de un tema, no puede votar en el mismo tema.

Gracias, Presidenta .

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

Señor Secretario, dado que se rechazó esta norma, hay que votar la que viene de la Cámara.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Así es, señora Presidenta .

La disposición que se rechazó tenía un antecedente: el numeral 4 que provenía de la Cámara. Está en la página 14, segunda columna, del boletín comparado.

Yo les he remitido, a través del WhatsApp, la imagen del texto de la Cámara que correspondería someter a votación.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

¿Podría leer la norma, por favor?

¿Es el número 4 o el 5?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Es el numeral 4 de la Cámara, que agrega la siguiente disposición transitoria:

"Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.".

Es una norma bastante similar a la que se votó. Sin embargo, para que se conforme efectivamente la Comisión Mixta, debiera ser rechazada.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Gracias, señor Secretario .

Vamos a poner, entonces, en votación la norma que viene de la Cámara de Diputados.

Tiene la palabra el Senador Pizarro.

El señor PIZARRO.-

¿Me escucha?

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Sí.

El señor PIZARRO.-

Presidenta, me parece que lo más lógico es que rechacemos todos esta norma: los malos que estamos a favor, los que estamos en contra; da igual. Porque es lo mismo que ya votamos y es lo que se ha discutido: que en la Cámara no se estableció un efecto retroactivo, sino que se dice que el actual es el primer período.

Entonces, lo ideal es que votemos en contra y vayamos derechamente a una Comisión Mixta. Yo creo que va a haber unanimidad para eso.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra el Senador Letelier.

El señor LETELIER.-

En el mismo sentido, Presidenta, este número aborda situaciones distintas. No se refiere solamente al Congreso Nacional, sino también a los consejeros regionales, a los concejales, a los alcaldes.

Como hay voluntad de llegar a una situación diferenciada, a lo menos en la última votación, es evidente que no va a haber una mayoría para que todos estén en una misma condición. Lo que corresponde es que este texto lo rechacemos y que pasemos todo a Mixta, para que en esa instancia se pueda diferenciar la situación.

Porque entiendo que, en términos generales, nadie es contrario a que los alcaldes actuales puedan ir a la reelección. Con la norma que hemos aprobado están impedidos de hacerlo. Este artículo puede generar... (falla de audio en transmisión telemática)... porque hay opiniones distintas respecto a los otros. Son situaciones ambiguas. Propongo que rechacemos este artículo con la misma votación o por unanimidad, para que vayamos a Comisión Mixta.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Hay dos propuestas en ese sentido.

¿Habría acuerdo para rechazar esta norma y mandar todo a Mixta?

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , las dos alternativas son viables: darlo por rechazado con la votación anterior, o bien, por la unanimidad de los presentes.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Están entregando la unanimidad los colegas, así que optemos por rechazar de esa forma.

¿Hay unanimidad?

¿No?

Senador Elizalde, ¿no da la unanimidad? ¿O pide votación?

El señor ELIZALDE.-

No, quiero hablar.

La señora MUÑOZ (Presidenta).-

Tiene la palabra.

El señor ELIZALDE.-

Yo creo que es bien importante que la decisión política que se adopte tenga un correlato en la forma en la cual se establece una norma.

¿Por qué digo esto? Porque existen dos maneras de interpretar lo que se aprobó en el Senado esta noche. Una es la tesis "Menen-Fujimori-Evo Morales"; esto es, que por ser una reforma que estableció un límite a la reelección opera de ahí para adelante. La otra tesis es que por ser una reforma constitucional rige in actum. Y al establecer los requisitos para ser candidatos no opera para adelante, sino como una norma constitucional, con todo el peso que ella implica.

Por lo tanto, cualquiera que desee ser candidato la próxima vez, teniendo dos períodos en el caso de los Senadores y tres en el de los Diputados, alcaldes y otras autoridades, no podrá serlo.

Este no es un tema irrelevante al momento de definir qué se va a hacer, porque existen esas dos tesis jurídicas.

Yo entiendo que la Comisión de Constitución planteó la retroactividad como una forma de reforzar una interpretación, pero a mi juicio este es un tema jurídicamente debatible.

En ese contexto, a mí me parece que se debe establecer la excepción para que los alcaldes y los concejales puedan ser candidatos por un período más.

Y ya lo señalé: si se establece una excepción para un nivel, debe establecerse para todos los otros. A mi entender, eso es lo coherente.

Creo que es fundamental instaurar esa excepción, porque se va a generar una controversia en cuanto a la interpretación de lo que aquí se ha aprobado.

La jurisprudencia del Tribunal Calificador de Elecciones en torno a reformas estatutarias de organizaciones sociales que han llevado a cabo sus elecciones, acerca de las cuales dicho organismo ha tenido que pronunciarse, señala que esto opera como una norma, un estatuto, independientemente de que sea modificado posteriormente, que ya estaba vigente como tal al momento en que determinada autoridad ocupó un cargo por uno o más períodos, de acuerdo al límite que establece ese estatuto...

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Concluyó su tiempo, Senador.

Dele un minuto más, señor Secretario .

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Muy bien.

Le vamos a dar otro minuto.

El señor ELIZALDE.-

Gracias, señora Presidenta.

Entonces, ¿por qué digo esto? Porque es muy importante que la decisión política que se adopte, que puede ser retroactividad o no retroactividad, se plasme jurídicamente en la forma adecuada.

Creo que eso no ha quedado bien resuelto en el debate que hemos sostenido esta tarde, porque perfectamente alguien podría decir que la disposición aprobada esta noche por el Senado, por ser de carácter constitucional, rige in actum y, por tanto, constituye un requisito para quienes deseen ser candidatos en las próximas elecciones.

En consecuencia, ese es el debate que debiéramos tener y que es necesario precisar, porque, en caso contrario, va a generar una enorme controversia y puede prestarse para judicializar la calificación de las próximas elecciones.

Reitero lo que he señalado: me parece necesario establecer una excepción para que los alcaldes y concejales puedan ser candidatos una vez más y, si consagramos esa excepción para ese nivel, debiéramos ser coherentes con todos los demás.

La señora MUÑOZ ( Presidenta ).-

Muy bien.

Gracias, Senador Elizalde .

Estábamos tratando de resolver la votación de esta norma que viene de la Cámara de Diputados y se ha propuesto rechazarla.

Podemos hacerlo por unanimidad o remitirnos a la votación anterior.

¿Habría acuerdo para rechazar por unanimidad la proposición de la Cámara de Diputados?

Muy bien.

Acordado.

--Por unanimidad, se rechaza el número 4 del texto aprobado por la Cámara de Diputados, y el proyecto de reforma constitucional queda despachado en este trámite.

El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-

Señora Presidenta , con esto queda rechazada la norma y el proyecto pasa a tercer trámite constitucional a la Cámara de Diputados.

2.11. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 27 de mayo, 2020. Oficio en Sesión 26. Legislatura 368.

Valparaíso, 27 de mayo de 2020.

Nº 188/SEC/20

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de reforma constitucional, de esa Honorable Cámara, para limitar la reelección de las autoridades que indica, correspondiente a los Boletines Nos 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07, refundidos, con las siguientes enmiendas:

ARTÍCULO ÚNICO

Número 1

Lo ha reemplazado por el siguiente:

“1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.”.”.

Número 2

Lo ha reemplazado por el siguiente:

“2.- Sustitúyese, en el inciso segundo del artículo 113, la frase: “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.”.

° ° °

Ha incorporado el siguiente número 3, nuevo:

“3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.”.

° ° °

Número 3

Ha pasado a ser número 4, sustituido por el siguiente:

“4.- Reemplázase, en el inciso primero del artículo 119, la frase “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.”.

° ° °

A continuación, ha agregado el siguiente número 5, nuevo:

“5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis:

“Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.”.”.

° ° °

Número 4

Lo ha suprimido.

- - -

Hago presente a Vuestra Excelencia que este proyecto de reforma constitucional fue aprobado en general con el voto favorable de 36 senadores, de un total de 43 senadores en ejercicio.

En particular, los numerales 1 a 5 del artículo único del texto despachado por el Senado fueron aprobados por 35 votos, de un total de 43 senadores en ejercicio, dándose así cumplimiento a lo dispuesto en la primera oración del inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

Lo que comunico a Su Excelencia en respuesta a su oficio Nº 10.416, de 10 de octubre de 2012.

Acompaño la totalidad de los antecedentes.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ADRIANA MUÑOZ D’ALBORA

Presidenta del Senado

RAÚL GUZMÁN URIBE

Secretario General del Senado

3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

3.1. Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 02 de junio, 2020. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 27. Legislatura 368.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO RECAÍDO EN EL PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA.

_____________________________________________________________

Boletines N°4115-07, 4499-07, 4701-07, 4891-07, 7888-07 y 8221-07

HONORABLE CÁMARA:

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento informa, en tercer trámite constitucional, el proyecto de la referencia, originado en mociones, el cual cuenta con urgencia calificada de suma.

I.- CONSTANCIAS PREVIAS:

De conformidad a lo señalado en el artículo 120 del Reglamento, corresponde a esta Comisión pronunciarse sobre los alcances de las modificaciones introducidas por el Senado y, si lo estimare conveniente, recomendar aprobar o desechar las propuestas.

Debe consignarse, para los fines del caso, que el H. Senado aprobó este proyecto de reforma constitucional en general con el voto favorable de 36 senadores, de un total de 43 senadores en ejercicio.

En particular, los numerales 1 a 5 del artículo único del texto despachado por el Senado fueron aprobados por 35 votos, de un total de 43 senadores en ejercicio, dándose así cumplimiento a lo dispuesto en la primera oración del inciso segundo del artículo 127 de la Constitución Política de la República.

II.- MÉTODO DE TRABAJO DE LA COMISIÓN.

La Comisión escuchó a los abogados constitucionalistas, señores:

• Patricio Zapata.

• Jorge Correa Sutil.

• Gabriel Osorio.

• Francisco Zúñiga.

• Fernando Atria.

También escuchó al señor Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros.

La Comisión acordó remitir a la Sala un informe conteniendo las opiniones de los expositores recibidos, que figuran de las páginas 4 a 12 del mismo.

III.- MODIFICACIONES INTRODUCIDAS POR EL H. SENADO:

ARTÍCULO ÚNICO

Número 1

Texto Cámara:

“1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por el siguiente:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente. Los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo sólo por una vez; los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo por dos períodos.”.”.

Lo ha reemplazado por el siguiente:

“1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.”.”.

Comentario:

Se puede observar que la modificación que efectúa el Senado dice relación con establecer que se entenderá que ha transcurrido un período cuando el parlamentario ha cumplido más de la mitad de su mandato.

Número 2

Texto Cámara:

“2.- Intercálase en el inciso segundo del artículo 113, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.”.

Lo ha reemplazado por el siguiente:

“2.- Sustitúyese, en el inciso segundo del artículo 113, la frase: “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.”.

Comentario:

Sin cambiar el fondo da una redacción distinta a la propuesta por la Cámara de Diputados, que hablaba de reelección de los CORES “hasta por dos veces consecutivas”.

° ° °

Ha incorporado el siguiente número 3, nuevo:

“3.- Agrégase, en el inciso primero del artículo 118, la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.”.

Comentario:

El Senado agrega al régimen de limitación de reelección a los alcaldes.

° ° °

Número 3

Texto Cámara:

“3.- Intercálase en el inciso primero del artículo 119, entre la palabra “reelegidos” y el punto (.) que la sigue, la expresión “hasta por dos veces consecutivas”.”.

Ha pasado a ser número 4, sustituido por el siguiente:

“4.- Reemplázase, en el inciso primero del artículo 119, la frase “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.”.

Comentario:

Como sucedió respecto a los CORES se cambia la redacción propuesta por la Cámara de Diputados, manteniendo el fondo respecto a los concejales.

° ° °

A continuación, ha agregado el siguiente número 5, nuevo:

“5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis:

“Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.”.”.

Comentario:

Esta nueva disposición introducida por el Senado extiende el considerar que se ha cumplido el período cuando han ejercido más de la mitad del respectivo mandato, a los gobernadores regionales, alcaldes y concejales.

° ° °

Número 4

Texto Cámara:

“4.- Agrégase la siguiente disposición transitoria:

“Vigésimo sexta.- Las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51, segundo del artículo 113 y primero del artículo 119 serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas, que el período en actual ejercicio corresponde al primero.”.”.

Lo ha suprimido.

Comentario:

Suprime la norma que regulaba la aplicación temporal especial de la reforma propuesta por la Cámara de Diputados. En cuanto a los alcances de esta supresión cabe consultar las opiniones recibidas por la Comisión de parte de destacados constitucionalistas, que vienen a continuación.

IV.- DISCUSIÓN ACERCA DE LA ENMIENDAS INTRODUCIDAS POR EL H. SENADO.

Sesión N° 214 de 1 de junio de 2020.

LA COMISIÓN PROCEDIÓ A ESCUCHAR LA OPINIÓN QUE SOBRE LAS ENMIENDAS TIENEN LOS SIGUIENTES EXPERTOS Y AUTORIDADES:

El académico señor Jorge Correa Sutil expresa que la normativa permanente aprobada por el Senado -al suprimir la disposición transitoria aprobada por la Cámara de Diputados- es aplicable a los parlamentarios actualmente en ejercicio, considerando el número de veces que han sido reelectos, por varias razones:

Primero, porque se trata de normas de Derecho Público, que rigen in actum.

Segundo, porque la norma no distingue entre reelecciones pasadas y futuras, por ende, para computar la prohibición se debe considerar todas las reelecciones ya acaecidas, en virtud del aforismo jurídico “donde la ley no distingue no cabe al intérprete distinguir”. La única forma de excluirlas sería que la norma lo señalara expresamente.

Tercero, no hay retroactividad al aplicar la norma a parlamentarios en ejercicio, estos no tienen un derecho adquirido a ser reelegidos, es solo una expectativa. El Tribunal Constitucional ha declarado en innumerables oportunidades que nadie adquiere el derecho a que no se modifique la legislación o que se incorpore a su patrimonio la legislación existente.

En consecuencia, el sentido natural y obvio de una regla que fija el número máximo de veces que un parlamentario puede ser reelegido, sin distinguir en las reelecciones ocurridas o por ocurrir, es la inclusión de ambas.

El único efecto del rechazo de la norma transitoria verificado por el Senado es el de suprimir la regla interpretativa –contenida en la disposición vigésima sexta transitoria, aprobada por la Cámara de Diputados- por la cual se entendía, a efectos de computar el número máximo de reelecciones, que el actual período de ejercicio del cargo correspondía al primero. De ese modo, se verifica la paradoja de que la propuesta del Senado sería más severa que la aprobada por la Cámara de Diputados.

Sin embargo, esta interpretación –a su juicio correcta- pugna con la intención que manifestaron senadores al suprimir la disposición transitoria y que buscaban, aunque de modo deficiente-, evitar su aplicación a las autoridades en actual ejercicio.

Poner énfasis en la intención subjetiva del legislador es una tesis abandonada hace largo tiempo e inconveniente por muchas razones (que no expone por razones de tiempo), y reñida con valores democráticos. A la ciudadanía se impone –y esta debe conocer- el “texto” de la ley, en pos de la certeza jurídica; exigir a los ciudadanos que deban conocer las intenciones subjetivas de legisladores sería contrario a principios democráticos, de acuerdo a la doctrina y jurisprudencia chilena largamente dominante.

De todas formas, advierte que se podrían producir eventuales conflictos interpretativos –particularmente, por la fuerza que para algunos juristas tiene la intención subjetiva de los legisladores, bajo una visión decimonónica-, y en caso de conflicto, deberá resolver el Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel) o si se impugna su resolución, el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).

Ante ello, expresa que sería aconsejable la formación de una Comisión Mixta, que dote de plena certeza al sentido y alcance de la legislación que se va a aprobar, lo que es, especialmente relevante, para evitar pugnas en reglas electorales, las que, por su naturaleza pueden generar crisis políticas de proporciones.

Asimismo, una Comisión Mixta permitiría salvar un segundo problema. El artículo 19, letra a), de la ley N° 18700, orgánica constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, habilita al Consejo Directivo del Servel para rechazar una candidatura de diputado o senador, en relación con los artículos 25, 48 y 50 de la Constitución Política de la República, o que se encuentren en alguna de las situaciones previstas en su artículo 57, pero no menciona el artículo 51 del texto constitucional, porque no trataba ninguna inhabilidad o prohibición para ejercer el cargo. Estima prudencial que una Comisión Mixta resuelva esta situación y no cargar a tribunales con la solución de este problema.

En caso de que se verifique una Comisión Mixta sugiere que la prohibición de reelección se aplique solo a los incumbentes que quieran postular por igual distrito, circunscripción, región o comuna.

Por último, y en términos generales, emite su opinión desfavorable a la limitación de las reelecciones, al estimar que la experiencia política es una virtud, más no la renovación, y da importancia a superar las deficiencias en la competencia electoral que generan amplias ventajas a los incumbentes por sobre los desafiantes.

El académico señor Patricio Zapata manifiesta que en el Senado se produjo un error de interpretación. Aparentemente, se pensó que habría algo ilógico, antinatural en el efecto in actum de la reforma constitucional en discusión. Por ello, se buscó un artículo transitorio que le diera ese efecto inmediato, sin embargo, la práctica constitucional chilena apunta en la dirección contraria.

Cita tres precedentes que dan cuenta de que cuando se busca un texto expreso, especial, es justamente para hacer una excepción al efecto in actum: uno, la reforma constitucional del año 1871 que prohibió la reelección inmediata del Presidente de la República, donde no hubo discusión en torno a que la nueva regla le iba a impedir al Presidente Federico Errázuriz Zañartu su reelección; dos, la Constitución del año 1980 innovó respecto del límite de edad de los magistrados de la Corte Suprema e incorporó expresamente una disposición transitoria que no lo hacía aplicable a quienes se encontraban actualmente en funciones; por último, en 1993, al acortarse el mandato presidencial de 8 a 6 años, no se consideró que se hubiera lesionado una expectativa del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Las únicas dos retroactividades que repugnan a la Constitución Política son:

- La penal, es decir, que se le aplique a alguien una ley penal más desfavorable por hechos que, al momento de realizarlos o cometerlos, no eran delito o tenían una pena más baja. Esta retroactividad está prohibida por la Constitución Política y por tratados internacionales.

- La civil, en caso de que el legislador cambiara, retroactivamente, las reglas sobre los modos de adquirir el dominio, los contratos, de modo de hacer una afectación esencial al patrimonio de una persona.

Pero en materia de cargos o funciones públicas, pese a que existe un derecho a la ciudadanía activa (artículo 13 inciso segundo de la Constitución Política), y a acceder a cargos públicos, no hay un derecho adquirido relativo al estatuto del parlamentario.

La reforma constitucional propuesta no tiene por objeto favorecer o perjudicar a un determinado sector político, es de carácter general, largamente discutida, y su efecto jurídico natural es que entre a regir de inmediato. Del punto de vista de la interpretación constitucional, concuerda con el profesor Correa en cuanto a que la única intención que importa es la que se plasma en el texto, es la única que se puede imponer a la ciudadanía.

Jurídicamente, es bastante claro que el sentido de la reforma aprobada por el Senado –sin artículos transitorios- es que la reforma opera in actum. Es decir, en la próxima elección parlamentaria estarían afectos a una inhabilidad aquellos diputados que ya completaron dos reelecciones o senadores que completaron una.

Sobre el fondo de la iniciativa, su opinión es que no es partidario a que en sistemas presidencialistas se impongan límites a la reelección de los parlamentarios.

El académico señor Gabriel Osorio (proporciona minuta que complementa su exposición) hace una relación de los principales hitos en la tramitación de la reforma, destacando que durante la discusión en el Senado, se elimina la disposición transitoria aprobada por la Cámara de Diputados, que buscaba evitar los efectos in actum de la norma. Con ello, las normas pasan a regir in actum, en sintonía con las exposiciones precedentes.

¿Qué significa que las normas en Derecho Público rijan in actum”? Menciona a los profesores Hernán Ríos Larraín, Carlos Carmona, Enrique Barros y Antonio Bascuñán Rodríguez, quienes, en síntesis, sostienen que en derecho público no hay derechos adquiridos y que, por consiguiente, las leyes de derecho público rigen in actum para todos los casos previstos por ellas desde el momento de ser dictadas, lo que es ampliamente reconocido por la doctrina y la jurisprudencia.

En esa línea, consigna las sentencias roles 15549-2017, 12130-2018 y 2777-2010 todas de la Corte Suprema; la sentencia 2793-15 del Tribunal Constitucional; las sentencias 15/2008 y 491/2018, ambas del Tricel, entre otras.

La tradición jurídica constitucional y, particularmente, la tradición de interpretación de las normas electorales lleva inexorablemente a que estas normas rigen in actum.

Apunta que la Cámara de Diputados siempre sostuvo que la reforma sí tenía efecto inmediato, razón por la cual se diseñó una disposición vigésimo sexta transitoria para evitarlo. Asimismo, observa que en la discusión en el Senado hubo integrantes que advirtieron esta circunstancia y la inutilidad de la disposición transitoria que se discutía.

El texto de la reforma constitucional es claro, y no es lícito consultar su espíritu (que tampoco es unánime, sino sólo de algunos senadores) para determinar sus alcances.

Expresa que la manera de evitar los efectos in actum de una norma es mediante una disposición transitoria que determine, de manera explícita, que la norma no se aplicará a las autoridades electas actuales o que se reputa que están en su primer período. De esta manera, la técnica legislativa usada por la Cámara de Diputados, en el año 2012, era la correcta si se perseguía ese efecto.

Si la Sala de la Cámara de Diputados aprueba las enmiendas del Senado, los efectos son los siguientes: los senadores en ejercicio con más de una reelección, y los diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales en ejercicio con más de dos reelecciones no podrán ser candidatos (propuesta más severa que la planteada originalmente por la Cámara). Si la Sala de la Cámara de Diputados no aprueba las enmiendas, deberá una comisión mixta resolver las divergencias.

Por último, estima que se hace necesario considerar que la reforma constitucional se pudiera efectuar al artículo 50 de la Constitución Política (y no al artículo 51) y con ello evitar una modificación de la ley N° 18.700, sobre Votaciones Populares y Escrutinios. Pone atención que también debe hacerse la concordancia con las leyes orgánicas 18.695, de Municipalidades, y 19.175, sobre Gobierno y Administración Regional.

El académico señor Francisco Zúñiga concuerda con las normas que están en discusión tienen vigencia in actum, regla general de las normas de derecho público, y solo por excepción se puede remitir la eficacia temporal retroactiva o ultractiva de normas de derecho público.

Esta norma, en relación al menos con los parlamentarios, se incorpora al estatuto del parlamentario como una prohibición parlamentaria, como una inhabilidad preexistente, de aquellas denominadas “requisitos de elegibilidad”.

El proyecto de reforma constitucional no aborda de manera satisfactoria la cuestión relativa a diputados y senadores reemplazantes ni a gobernadores regionales (en relación con el artículo 111 inciso cuarto de la Constitución Política).

Desde una perspectiva doctrinaria, la cuestión relativa a la reelección tiene dos planos. En el marco de los presidencialismos latinoamericanos, los politólogos y juristas reconocen que detrás de reelección presidencial hay continuismo de los jefes de Estado y un reforzamiento populista de los regímenes presidencialistas.

En cambio, en el plano parlamentario hay un abierto debate. Hay dos miradas distintas.

La primera, en clave republicano-democrática, en la cual existe un recelo sobre la reelección indefinida de diputados y senadores, lo que ha sido discutida largamente. Bajo esta mirada, la teoría política ha defendido la no reelección parlamentaria por el efecto de incumbencia, es decir, por la acumulación de privilegios o ventajas de quien ejerce el cargo parlamentario, lo que genera, en la práctica, la imposibilidad de desafiar a quien lo ejerce, petrificando las élites políticas.

Una segunda mirada, pragmática, de quienes defienden la reelección de parlamentarios en los congresos (por ejemplo, Dieter Nohlen, Max Weber, Alejandro Silva Bascuñán). Se observan ventajas para el sistema político, en base a experiencia, lo que supone mejorará las políticas públicas. Apunta a contar con una clase política parlamentaria profesional, altamente eficiente.

Observa que si se estima valiosa la definición de la forma de política de Estado, como una República Democrática, se debería limitar la reelección en cualquier cargo de elección popular, y estimar que la profesión política debe estar abierta al desafío en las urnas. (Memoria de prueba Reelección Parlamentaria, de Beytía y Vergara, 2011).

A modo de conclusión, señala que se está en presencia de una norma que se suma al estatuto del parlamentario, que opera como un requisito de elegibilidad, de interpretación restrictiva y de derecho estricto, lo que confirma la vigencia in actum. Por último, la discusión como órgano constituyente, se deberá inclinar desde una perspectiva republicana-democrática o pragmática al abordar estas materias.

El académico señor Fernando Atria (proporciona minuta que complementa su exposición) manifiesta que para el análisis, es útil revisar e identificar las reglas generales de entrada en vigencia de la ley y cómo ellas se aplican al caso en particular.

Una norma tiene la forma de un enunciado que conecta un antecedente con un consecuente. El antecedente es una hipótesis de hecho, y el consecuente es alguna consecuencia normativa que es debida si los hechos operativos del antecedente se realizan. Los casos respecto de los cuales la norma vale se denominan su dominio (o ámbito) de validez. Este tiene cuatro dimensiones: material, personal, temporal y territorial. La cuestión que interesa en esta discusión es el ámbito temporal de validez de la norma.

En cuanto al dominio temporal de validez, la regla general está contenida en el artículo 6° del Código Civil: La ley no obliga sino una vez promulgada en conformidad a la Constitución Política del Estado y publicada de acuerdo con los preceptos que siguen. Es decir, la fecha crítica es la de su promulgación. Desde el momento de su publicación, la ley “obliga”, es decir, produce sus efectos normales respecto de todos los casos que quedan comprendidos dentro de su ámbito o dominio de validez.

Adicionalmente, el Código Civil contiene lo que parece ser una prohibición de retroactividad, en su artículo 9°: La ley puede solo disponer para lo futuro, y no tendrá jamás efecto retroactivo. Esta categórica prohibición, sin embargo, no tiene el efecto que parece tener. En particular, no implica que la ley no puede tener efecto retroactivo. Ello porque el artículo 9° del Código Civil tiene el rango de una ley, y por consiguiente no vincula al legislador, que puede decidir dar a la ley efecto retroactivo.

Es parte establecida y pacífica del derecho chileno que aunque no hay una prohibición general, en el texto constitucional hay dos prohibiciones específicas de retroactividad.

Una es expresa, y está contenida en el artículo 19 N° 3, inciso séptimo, del texto constitucional (que prohíbe castigar a un delito con una pena más gravosa que la establecida por la ley al tiempo de su ejecución); la otra es implícita, y se funda en la protección constitucional del derecho de propiedad: no puede una ley privar retroactivamente a alguien de su derecho de dominio. Esta segunda limitación al principio general de que la ley puede tener efecto retroactivo ha tenido una expansión exagerada dada la amplia protección que el texto constitucional vigente da a las cosas incorporales.

Como puede observarse de las dos limitaciones constitucionales al efecto retroactivo de las leyes, la prohibición de retroactividad es una garantía para los individuos frente al Estado, que supone entonces que ella afecta ciertos derechos fundamentales. Esto tiene una consecuencia considerablemente relevante para el caso ahora en cuestión: no vale cuando no hay derechos fundamentales envueltos.

Todo el estatuto del parlamentario, incluidas características del mismo como su inmunidad, su fuero, su dieta, sus asignaciones, etc., han de ser entendidas como formas de asegurar las condiciones de su actividad representativa, no como derechos subjetivos de quienes ejercen el cargo. Por consiguiente, en ningún caso la modificación de estas cuestiones suscita problemas de derechos fundamentales.

Como respecto de los cargos de representación política no hay derecho al cargo, no hay derechos fundamentales que impidan dar a la ley efecto retroactivo. Esto es lo que está detrás de que, en estas materias, las leyes rigen in actum, porque sus posibles efectos retroactivos no son constitucionalmente problemáticos, en el sentido, de que en lo que se refiere a cargos de representación política, no hay derechos adquiridos, no hay derechos subjetivos, en razón de que no hay derechos fundamentales comprometidos.

Por cierto, lo anterior no quiere decir que las personas en general no tengan derecho fundamental a postularse y desempeñar, si son elegidos, cargos representativos. Pero es claro que este derecho no justifica una prohibición de retroactividad. Algunos (como famosamente el presidente Evo Morales, en 2017) han alegado que la prohibición de reelección infringe el derecho de todo ciudadano a ser elegido. Pero incluso si esa alegación fuera correcta (que a mi juicio no lo es) lo que se seguiría no es una limitación al efecto retroactivo de una prohibición de reelección, sino la inconstitucionalidad de la prohibición misma.

La discusión de este proyecto de reforma ya ha pasado el punto sobre de si es correcto o conveniente limitar la reelección. No hay desacuerdo en torno a la legislación permanente que limitaría la reelección. La cuestión en discusión es solamente cuál es el efecto en su aplicación temporal.

La regla general es que las leyes que se dictan rigen desde el momento que se promulgan y para todos los casos a los cuales se aplican. ¿Qué ocurre con la decisión tomada por el Senado?

El proyecto que en su momento fuera aprobado por la Cámara de Diputados contenía una regla especial en cuanto al dominio temporal de validez de la regla al disponer que, en todos los casos de parlamentarios, consejeros regionales y concejales en ejercicio, el período que están actualmente ejerciendo se reputará el primero. Esta regla específica fue rechazada, y por tanto, se vuelve a la regla general.

Desde el punto de vista estrictamente jurídico, no hay mayor discusión. Si se aprobara en su estado actual, no contendría ninguna regla transitoria, por lo que se sujeta a las reglas generales, es decir, regiría in actum, afectando a todas las personas que se encuentren de las hipótesis descritas en el proyecto.

Una advertencia, la aprobación de las reglas permanentes del proyecto y el rechazo de su artículo transitorio fue entendido por los mismos senadores que votaron, como que se había aprobado la limitación de reelección pero que también se había decidido que esa limitación no se les aplicaría a los parlamentarios en ejercicio. Por lo explicado más arriba esto es un error. Ello podría generar conflictos ante el Servel y el Tricel cuando sea el momento de inscribir candidaturas.

El Senado ya actuó de un modo que dañará considerablemente su ya escasa prestancia institucional; lo que queda ahora es actuar de modo que el desprestigio que esto significará al Senado no se traspase al desprestigio de la ley.

Para eso la cuestión debe decidirse de nuevo, y la solución debe ser que se apruebe el proyecto sin reglas especiales de temporalidad, pero que se apruebe positivamente. La Comisión Mixta es una oportunidad para lograr este resultado. Por cierto, dar paso a la Comisión mixta arriesga la posibilidad de que no haya proyecto aprobado, aunque ahora si la Cámara de Diputados aprueba lo hecho por el Senado el proyecto quedaría enteramente tramitado. La evaluación de si este resultado es posible, sin embargo, estima no corresponderle.

El Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros, expresa que le llamó la atención el debate en el Senado pues el texto aprobado por la Corporación era claro en señalar que las modificaciones serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente.

Manifiesta no tener duda alguna en relación con que la norma rige in actum, lo cual fue confirmado, en forma unánime, por los académicos a los que consultó y los presentes. Al parecer, ha habido una errónea interpretación por parte Senado.

Afirma que la discusión en torno a atender la voluntad del constituyente derivado ha sido superada en la doctrina y gran parte de la jurisprudencia. El Código Civil Argentino suprimió la referencia a la voluntad del legislador por la dificultad de determinarla.

En una nueva derivada, observa que los efectos de la disposición transitoria propuesta por el Senado eran aún más extensos que lo aprobado, pues consideraba todos los períodos, en cambio, con el texto actual se van a contar los períodos sucesivos.

En el plano político, se deberá decidir si se forma una Comisión Mixta para resolver, y si se acota lo que se envía a ella, por ejemplo, enviar únicamente el artículo transitorio, y lo relativo a los alcaldes en atención al cronograma electoral que ya se encuentra en curso.

Respecto de las facultades del Servel, precisa que se deberán efectuar las modificaciones legales correspondientes, lo que se efectúa regularmente. Cabe recordar que están prohibidas las reformas constitucionales y legales conjuntas.

Los diputados presentes efectuaron sus observaciones y plantearon sus inquietudes a los expositores, siendo en forma sucinta, las siguientes:

El diputado Longton expresa que se ha generado una incertidumbre al existir una intención (de los senadores) distinta de lo aprobado por ellos, pregunta la conveniencia de efectuar un pronunciamiento expreso a fin de evitar eventuales conflictos de interpretación y sobre la competencia del Servel. Asimismo, evalúa las diversas hipótesis posibles en caso de someter la norma a la Comisión Mixta.

En la misma línea, el diputado Soto, don Leonardo observa que la confusión en el seno del Senado generó una situación contradictoria entre la intención expresada y el texto aprobado; se debe aclarar la situación, analizar sus diversos alcances y efectos, para una adecuada aprobación de la norma.

Pregunta si en la reelección de autoridades de elección popular, cabría distinguir entre cargos que se ejercen de manera colectiva o unipersonal, con distintos grados de representatividad.

Por último, señala que restan por resolver dos problemas, para evitar eventuales litigios:

1. Sobre la competencia del Servel. Al efecto, este organismo podría argumentar su falta de competencia al no haber una remisión expresa de su ley orgánica al artículo 51 de la Constitución Política. Propone ubicar la norma en el artículo 50 para mantener la concordancia entre la ley orgánica y el texto constitucional.

2. Situación de los alcaldes, y el calendario electoral en curso, se están cerrando etapas, expirando plazos, como el de octubre pasado, en torno a los cambios de partidos políticos o candidaturas independientes.

El diputado Ilabaca consulta el alcance del término reelecciones “sucesivas”. Observa que no hay cuestionamientos a efecto inmediato de la norma, y que las decisiones deben abordarse una perspectiva política.

El diputado Walker (Presidente) manifiesta que lo que tienen que definir es si se va a ser solidariamente responsable de una votación ambigua del Senado o bien tomar la interpretación, expresada en forma unánime por los expositores, donde no hay doble interpretación, la norma rige con efectos inmediatos, in actum.

Hace presente que se debe resolver la situación de los alcaldes ya que el cronograma electoral se encuentra en curso.

Es importante evitar la controversia que se pueda producir ante el Servel, sea incorporando a la tramitación una reforma a la ley orgánica del Servel o promoviendo una modificación de manera paralela.

El diputado Saffirio observa que hay que cuestiones políticas que resolver para aprobar una reforma constitucional que sea buena, razonable y asumida como legítima por todos. Insta a acuerdos y a no imponer criterios.

El diputado Boric precisa que se debe distinguir entre el informe jurídico requerido a la Comisión, donde existe una opinión unánime en cuanto a que la norma rige in actum, y las consideraciones políticas sobre cómo continuar la tramitación, que se deben resolver con mayor información, fuera de esta instancia.

En la misma línea, la diputada Jiles señala los académicos concuerdan en la forma que ya se ha reiterado. Analizar los efectos de aprobar la norma sin acudir a una Comisión mixta o en caso de generar esa instancia excede la competencia de la Comisión.

El diputado Gutiérrez señala que existe un acuerdo manifiesto entre diputados y senadores de limitar las reelecciones.

La Cámara de Diputados al aprobar la disposición transitoria, en el primer trámite constitucional, estaba modificando el efecto in actum, inmediato de la norma. El problema es que en el Senado se equivocaron.

Concuerda que hay que hacerse cargo de la situación de los alcaldes-incorporada por el Senado- ya que se está afectando a personas cuyo itinerario electoral ya ha comenzado.

La diputada Núñez, doña Paulina reafirma que no hay dos opiniones en torno a que la norma rige in actum.

El diputado Alessandri pregunta si los términos (positivos) en que se encuentra redactada la propuesta reafirma la idea de que rige para las nuevas candidaturas. Asimismo, pregunta si pudiera existir algún efecto perjudicial en la limitación a la relección de concejales y consejeros regionales.

Por último, manifiesta que es importante advertir una posible litigiosidad ante el Tricel en virtud de este requisito de elegibilidad.

Respondiendo a las diversas consultas, el profesor Jorge Correa Sutil aclara que quien tiene las facultades para aprobar o rechazar las inscripciones de una candidatura es el Servel. Por ello, si este resuelve que no tiene la facultad para resolver este punto en virtud de su ley orgánica, esa candidatura va a continuar. El Tricel se puede pronunciar sobre las reclamaciones a las resoluciones del Servel, o en su caso, podrá no proclamar al diputado o senador elegido pero en un conflicto político mayor. No miraría desaprensivamente esta situación.

Precisa que no debieran cesar los parlamentarios en ejercicio porque lo que la norma prohíbe es una reelección. Asimismo, sostiene que esta discusión no se refiere a cargos unipersonales o colectivos, sino que la base está en la experiencia y permanencia de políticas públicas.

Por su parte, el profesor Zapata puntualiza que una vez que se aprueba una reforma constitucional, a reglón seguido, se procede a efectuar las modificaciones legales que sean pertinentes. Más allá de la coyuntura, se deberán efectuar las modificaciones que sean necesarias a fin de que las facultades del Servel sean concordantes con texto constitucional vigente.

No es tan evidente la facultad del Tricel en materia de apelación de decisiones del Servel, pero la práctica es inequívoca, hay precedentes en que se pronunció sobre una inhabilidad.

Sobre el término “sucesivos” precisa que en derecho público chileno significa y debe significar “inmediatamente conectadas, una tras otra, sin solución de continuidad, sin intervalos, sin intermedios”.

Por último, expresa que no se debiera dejar sin efecto un período parlamentario en la mitad de su gestión, por respeto a la votación popular, en base a la teoría democrática. Lo mismo ocurre con la elección de los magistrados.

Por su parte, ante las inquietudes planteadas sobre la reelección de alcaldes y concejales, el profesor Gabriel Osorio manifiesta que en el Senado se propuso una norma transitoria que permitía, por última vez, a los actuales alcaldes y concejales participar en una elección, no obstante, encontrarse más allá de su segundo período, dado que el cronograma electoral ya se había iniciado. Sin embargo, esta disposición no se aprobó por la confusión generada. Al efecto, sería lógico introducir una disposición que se pronuncie sobre el punto.

Aclara que las reclamaciones ante aceptaciones o rechazo de candidaturas, son a petición de parte de los partidos políticos o candidatos independientes, y no opera de oficio. De todas formas, señala que el Tricel no tiene limitaciones sobre su pronunciamiento.

Sobre el rol del Tricel, el profesor Francisco Zuñiga destaca que la práctica jurisprudencial ha demostrado que una visión pragmática, muy razonable, que ha enmendado errores u omisiones injustificadas del Servel.

El Secretario General de la Cámara de Diputados precisa que modificar el artículo 50 en vez del 51 de la Constitución Política exige mayores quórum de votación que modificar la ley orgánica del Servel. Efectuar una reforma a la ley orgánica del Servel en esta tramitación no es técnica ni constitucionalmente correcto.

Por último, el diputado Walker (Presidente) valora el debate que se ha suscitado, y si bien todos los académicos coinciden en que la norma permanente rige in actum, con efecto inmediato para las próximas elecciones, han sugerido que esto no quede sujeto a interpretaciones al momento de definir cada candidatura en particular por parte del Servel, y eventualmente, por el Tricel. Hay temas anexos como lo relativo a la ley orgánica del Servel o la situación de los alcaldes.

Sesión N° 215 de 2 de junio de 2020.

El señor Walker (Presidente) señala que en las exposiciones de los profesores de derecho constitucional y del Secretario General de la Corporación recibidas por la Comisión, hay dos denominadores comunes. El primer punto a destacar es que no puede haber duda de interpretación para los legisladores que las normas permanentes del proyecto votado por el Senado rigen in actum, esto es, con efectos inmediatos para las próximas elecciones.

En segundo lugar, recuerda que varios de los profesores repararon en que si bien no habría problemas en aprobar las normas tal como vienen del Senado, no sería malo a su vez, tratar los artículos transitorios en una Comisión Mixta. Agrega que en tal caso, la comisión mixta tendría por objeto aclarar de manera definitiva cualquier interpretación sobre la aplicación de la reforma en estudio. En particular, destaca los problemas interpretativos que eventualmente podría producirse en el SERVEL o el TRICEL sobre las candidaturas que se presenten y que se vean afectadas por esta reforma. En tal, sentido se podría ratificar lo permanente y rechazar lo transitorio.

El señor Saffirio recuerda que se oyeron opiniones jurídicas que orientaron a la Comisión sobre los alcances del texto aprobado por el Senado. Explica que la Cámara y Senado resolvieron el punto de un modo distinto, por lo que corresponde a la Comisión pronunciarse sobre las enmiendas de Senado y recalca que es la Sala quien decidirá políticamente qué ocurrirá con el proyecto de ley, de allí que el informe de la Comisión deba ser neutral.

El señor Alessandri advierte sobre el peligro de incluir en el informe una posición que pueda dar lugar a equívocos y recuerda que los profesores repararon en la necesidad de las modificaciones legales posteriores que deben realizarse y que guarden concordancia con la reforma constitucional en estudio. Insta a despejar todos los nudos de confusión, atendido el error que ha cometido el Senado.

Por su parte, el señor Soto, don Leonardo destaca el rol que le corresponde a la Comisión al tenor del artículo 120 del Reglamento de la Corporación que en su parte pertinente señala: “(…) deberá pronunciarse sobre el alcance de las modificaciones introducidas por el Senado”.

Agrega que los efectos de dichas enmiendas están claros al tenor de la exposición de los profesores en la sesión pasada, en el sentido que la reforma rige in actum. Luego, recuerda que de esas exposiciones se verificaron varios temas. El primero de ellos dice relación con la competencia del SERVEL para revisar el límite a la reelección. El proyecto aprobado por el Senado carece de normas sobre el particular lo que representa a su juicio un riesgo de interpretación que podría redundar en que finalmente este servicio no aplique el límite a la reelección que se está aprobando actualmente. Advierte que dicha consecuencia sería aun más vergonzosa que lo ocurrido en el Senado.

Un segundo tema dice relación con la aplicación del límite a la reelección que introduce este proyecto respecto de las elecciones municipales. Hace presente que el calendario y cronograma electoral para su realización ya está en marcha.

Finalmente, volviendo al artículo 120 del Reglamento de la Corporación expresa que la Comisión podría recomendar aprobar o rechazar las enmiendas propuestas e insta a tomar con calma esta facultad.

El señor Coloma refiriéndose a la aplicación de esta reforma a alcaldes y concejales, identifica los tres punto que han sido objetados de las enmiendas, cuales son la incorporación de los alcaldes a esta limitación y considerar la necesidad de dotar de facultades al Servel en la materia.

El señor Boric señala que se está dando una discusión inoficiosa ya que a su juicio solo corresponde informar lo que expusieron los profesores durante la sesión pasada. Agrega que ni siquiera corresponde votar el texto, sino solo enviar el acta de la sesión respectiva. Concluye que el pronunciamiento final será político y este le corresponde a la Sala.

El señor Ilabaca coincide con el señor Boric y agrega que si hay quienes quieran hacer un punto político sobre el proyecto, que se deje constancia de ello.

La señora Jiles señala que la discusión está llevando a un derrotero infausto que no corresponde que ocurra en esta Comisión. Agrega que hoy se está tornando la discusión obscura porque hasta ayer estaba claro cuál era el efecto de las enmiendas del Senado. Hace presente que solo el profesor Correa Sutil fue quien recomendó ir a Mixta para arreglar la confusión del Senado y el resto en tanto, solo propuso eventuales soluciones a futuro. Declara y recalca que la Comisión solo debe dar cuenta del acta con la interpretación unívoca de los expositores en el sentido de que el proyecto de ley en tabla rige in actum.

El señor Saffirio expresa estar de acuerdo con el señor Boric, en el sentido de entregar el acta de la sesión de ayer e insiste, coincidiendo con la señora Jiles, que la Comisión no podría ir más allá de dicha tarea.

El señor Coloma concuerda con el señor Saffirio en que es extraño que los proyectos en tercer trámite constitucional pasen por la Comisión. Asimismo reitera los puntos más complejos de las enmiendas.

El señor Walker (Presidente) concuerda con el señor Soto, en orden a que la Comisión debe informar a la Sala sobre los alcances de las modificaciones del Senado. Expresa que es evidente que se debe indicar en el informe lo expuesto por los profesores y que la Comisión puede recomendar aprobar, rechazar o incluso omitir pronunciarse sobre el punto. Señala que hay temas que surgieron en el debate y que es difícil soslayar en el informe. Concluye que todos los debates sobre el proyecto son válidos.

El señor Velasquez, Secretario Abogado de la Comisión, a solicitud del Presidente de la Comisión, aclara el mandato que tiene ésta respecto del proyecto de ley en tabla. Para tales efectos cita el artículo 120 del Reglamento de la Cámara de Diputados y a propósito de la frase “pronunciarse sobre el alcance de las modificaciones realizadas por el Senado” precisa que por “alcance” se debe entender el contenido y efectos de las modificaciones realizadas por la Cámara Revisora. Agrega que la recomendación de aprobación o rechazo es facultativa para la Comisión. Concluye que el objetivo clave es pronunciarse sobre las enmiendas y eventualmente, podría la Comisión recomendar a la Sala su aprobación o rechazo.

El señor Saffirio declara que no está de acuerdo en recomendar nada a la Sala.

Al tenor del debate el señor Walker (Presidente) señala que la idea sería entonces informar a la Sala lo expuesto por los profesores y el Secretario General de la Cámara, señalando que la conclusión principal es que la reforma que contiene el proyecto rige in actum. Por otra parte, se agregarían las distintas opiniones que surgieron sobre la competencia del SERVEL respecto de la inhabilidad. Agrega que sería transcripción íntegra de los expuesto y cada integrante podrá dar su opinión en la Sala.

El señor Coloma expresa que si la Comisión no hace recomendación, no sería procedente hacer una precisión sobre los temas secundarios señalados por el señor Walker. Insta a hacer una propuesta artículo por artículo o simplemente adjuntar la opinión íntegra de los profesores, sin deducir nada respecto de aquellas exposiciones.

El señor Alessandri expresa que solo adjuntaría las opiniones de los profesores con el enlace respectivo porque emitieron opiniones sobre el fondo del proyecto de ley que debería ser conocidas por la Sala.

La señora Núñez expresa que no está de acuerdo con los señores Coloma y Alessandri en orden a que la Comisión no debe dar una opinión sobre el punto. Propone que se elabore un comparado por la Secretaría con las opiniones de cada invitado para ilustrar a la Sala el debate sobre las modificaciones del Senado.

La señora Jiles declara su acuerdo con el señor Coloma, en orden a enviar lo expuesto por los profesores.

El señor Gutiérrez señala que previo al golpe militar la Comisión de la Constitución tenía la atribución de aclarar normas jurídicas a la Corporación y hoy que se está tratando de rescatar dicha función histórica no se podría simplemente reenviar lo expuesto por los profesores. Señala que sería ridículo aprobar aquello que en el Senado fue aprobado por error y agrega que eso también sería un bochorno. Recalca que en el proyecto hay problemas que deben ser resueltos para no aprobar una ley que originará conflictos interpretativos. Insta a la Comisión a hacer un poco más de esfuerzo y hacer presente los problemas que generan las normas aprobadas por el Senado.

El señor Soto expresa su acuerdo con el señor Gutiérrez. Agrega que se pueden tener opiniones distintas sobre cómo votar este tema, pero no comparte que la Comisión no haga nada al respecto, pues sería anular el rol que corresponde a la Comisión. Hace un llamado a prevenir a la Sala sobre los puntos de conflicto y cita como ejemplo, lo relativo a la competencia del SERVEL para aplicar el límite a la reelección y el cronograma electoral de alcaldes y concejales. Señala que estos dos puntos deben agregarse a la conclusión principal, cual es que esta reforma rige in actum.

El señor Ilabaca expresa que todos saben en qué consiste la norma y cuáles son sus efectos. Señala que no está disponible para abrir un nuevo debate para arreglar la situación y velar por las autoridades que se verán afectadas por la norma. Expresa que lo relativo a la competencia del SERVEL es un punto importante pero que si agrega dicha observación, propone a su vez agregar una aclaración en orden a que solo se aplicará este límite tratándose de elecciones sucesivas y que no impide que la autoridad en cuestión vuelva a presentarse a un cargo de elección popular. Hace un llamado a aprobar como la ciudadanía espera, esto es, evitar que las personas se mantengan en los cargos indefinidamente.

El señor Fuenzalida recuerda que la Comisión ha sido llamada en otras ocasiones a intervenir en los mismos términos que fue mandatada para este proyecto. Cita el caso del proyecto sobre el litio. Agrega que la Sala espera que la Comisión envíe un informe sobre alcances que tienen las modificaciones del Senado y en tal sentido, debe emitir una opinión. Expresa su desacuerdo con lo planteado por el señor Ilabaca, porque el límite es respecto de las elecciones sucesivas, porque finalmente si alguien se retira por un tiempo y quiere regresar, no ve razón para privar a alguien de ese derecho. Además el solo hecho de ser candidato no asegura el cargo.

La señora Flores declara que si la Comisión emite una opinión, ello implicaría la justificación de lo injustificable por el mal trabajo del Senado. Advierte sin embargo, que hay un gran riesgo en llegar a una Comisión Mixta. Explica que se ha visto en el Senado una suerte de corporativismo por quienes se pudieren ver afectados por esta normativa lo que implica un peligro para que esta sea finalmente aprobada. Insiste que es importante emitir una opinión pero dar una señal fuerte a la ciudadanía y aprobar esta reforma, sin letra chica.

El señor Walker (Presidente) de lo expuesto en el debate señala que se ha formado un espíritu en orden a que la Comisión diga algo sobre el proyecto. Agrega que de lo dicho por el señor Gutiérrez rescata que la Comisión debe pronunciarse sobre el sentido y alcance más allá de las divergencias entre los profesores. Explica que si un día esto llega al SERVEL lo discutido aquí será tomado en cuenta para resolver frente a una candidatura. Recuerda que el Director Ejecutivo del SERVEL se excusó de exponer ante la Comisión porque precisamente conocerá de este asunto.

El señor Gutiérrez expresa que se están cambiando las reglas del juego para alcaldes y concejales y aclara que no está defendiendo los intereses de ningún alcalde. Insta a resolver ahora los problemas del texto aprobado por el Senado ya que se trata de una reforma ineficaz.

El señor Coloma rechaza la idea de enviar un comparado a la Sala y recalca que la Comisión transcribe la opinión de los profesores o analiza uno a uno los puntos modificados por el Senado. Propone que se vote lo que se va a proponer a la Sala y tomar así resoluciones sobre lo que hará la Comisión.

Finalmente, el señor Walker (Presidente) insiste en que su propuesta era enviar a la Sala lo expuesto por los profesores y destacar los puntos de conflicto que presenta al normativa y que los propios profesores citaron

El señor Saffirio complementando lo señalado por el señor Walker, señala que la Comisión debe decidir si emite una opinión sobre lo expuesto por los profesores o bien remite derechamente la opinión de éstos a la Sala.

V.- VOTACIÓN

La Comisión, después de un debate, acordó votar el siguiente acuerdo: proponer a la Sala la opinión favorable o contraria de la Comisión sobre todas o algunas de las enmiendas propuestas por el Senado.

Asimismo, se acordó que de ser rechazada esta moción se procederá a remitir a la Sala un informe que contenga las opiniones recibidas por parte de la Comisión, de los expertos que fueron escuchados.

Sometida a votación la referida propuesta recibe los votos favorables de los diputados (as) señores (as) Matías Walker (Presidente de la Comisión); Camila Flores; Gonzalo Fuenzalida; Hugo Gutiérrez; Paulina Núñez, y Leonardo Soto (6). Votaron en contra los señores (as) Jorge Alessandri; Gabriel Boric; Juan Antonio Coloma; Pamela Jiles; Marcos Ilabaca, y René Saffirio (6). De conformidad con el inciso final del artículo 199, la proposición fue rechazada.

En consecuencia se emite un informe conteniendo las exposiciones y opiniones recibidas sobre las enmiendas introducidas por el Senado a este proyecto. Estas figuran de las páginas 4 a 12 de este informe.

VI.- DIPUTADO INFORMANTE.

Se designó como diputado informante al señor Matías Walker.

*****************

Acordado en sesiones de fechas 1 y 2 de junio de 2020, con las asistencia de los diputados (as) señores (as) Matías Walker Prieto (Presidente de la Comisión); Jorge Alessandri Vergara; Gabriel Boric Font; Juan Antonio Coloma Álamos; Luciano Cruz-Coke Carvallo; Camila Flores Oporto; Gonzalo Fuenzalida Figueroa; Hugo Gutiérrez Gálvez; Pamela Jiles Moreno; Marcos Ilabaca Cerda; Paulina Núñez Urrutia; René Saffirio Espinoza, y Leonardo Soto Ferrada. Asimismo asistieron los diputados señores Juan Luis Castro; José Manuel Fuenzalida; Raúl Leiva; Andrés Longton, y Raúl Soto.

Sala de la Comisión, a 2 de junio 2020.

PATRICIO VELÁSQUEZ WEISSE

Abogado Secretario de la Comisión

3.2. Discusión en Sala

Fecha 03 de junio, 2020. Diario de Sesión en Sesión 27. Legislatura 368. Discusión única. Se aprueban modificaciones.

REFORMA CONSTITUCIONAL PARA ESTABLECER LÍMITE A REELECCIÓN SUCESIVA DE DIPUTADOS Y SENADORES, CONSEJEROS REGIONALES Y CONCEJALES (TERCER TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETINES NOS 4115-07, 4499-07, 4701-07, 4891-07, 7888-07 Y 8221-07, REFUNDIDOS)

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

En el Orden del Día, corresponde tratar las modificaciones introducidas por el Senado recaídas en el proyecto de reforma constitucional, originado en mociones refundidas, para limitar las reelecciones de las autoridades que indica (boletines Nos 4115-07, 4499-07, 4701-07, 4891-07, 7888-07 y 8221-07, refundidos).

Por acuerdo de los Comités Parlamentarios, se otorgarán cinco minutos base por bancada, más 90 minutos distribuidos de forma proporcional.

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento es el señor Matías Walker Prieto .

Antecedentes:

-Modificaciones del Senado, sesión 26ª de la presente legislatura, en martes 2 de junio de 2020. Documentos de la Cuenta N° 10.

-Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Documentos de la Cuenta N° 4 de este boletín de sesiones.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado informante.

El señor WALKER (de pie).-

Señor Presidente, en representación de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, paso a informar sobre el proyecto de reforma constitucional, en tercer trámite constitucional, con urgencia suma, para limitar la reelección de las autoridades que indica.

Este proyecto se originó en seis mociones aprobadas por la Cámara de Diputados en 2012 y que fue objeto de enmiendas en el Senado.

Para cumplir el mandato dado por la Corporación, conforme al artículo 120 del Reglamento, el cual -recuerdo a la honorable Sala- tenía por propósito explicar y fijar el contenido y alcance de las modificaciones introducidas por el Senado, la comisión efectuó dos sesiones y recibió las opiniones de los constitucionalistas señores Patricio Zapata , Jorge Correa , Gabriel Osorio , Francisco Zúñiga y Fernando Atria . También se escuchó al señor Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros , a cuyas opiniones me referiré sucintamente más adelante.

Respecto de las enmiendas introducidas por el Senado al proyecto, me referiré únicamente a aquellas que son de fondo. Así, la primera de este tipo establece que para efectos de la limitación a la reelección se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.

Otra enmienda extiende el considerar que se ha cumplido el período cuando han ejercido más de la mitad del respectivo mandato a los gobernadores regionales, alcaldes y concejales.

Luego, el Senado introduce a los alcaldes entre aquellas autoridades que no pueden ser elegidas sucesivamente por más de dos períodos. Esto crea una nueva situación compleja, porque existe un cronograma legal encaminado a las elecciones de alcaldes que ya está en marcha con varios de sus plazos ya cumplidos.

Finalmente, una enmienda muy relevante es aquella que elimina la norma transitoria que contenía el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, que, como se podrá apreciar más adelante, ha producido el efecto de darle aplicación inmediata a las normas de esta reforma.

En efecto, el proyecto introducía una disposición transitoria vigésimo sexta a la Constitución, la cual establecía que las modificaciones introducidas en los incisos segundo del artículo 51 (diputados y senadores), segundo del artículo 113 (consejeros regionales) y primero del artículo 119 (concejales) serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias, de consejeros regionales y de concejales, respectivamente, entendiendo para los efectos señalados en las disposiciones citadas que el período en actual ejercicio correspondía al primero.

En lo que se refiere a los expositores, el informe evacuado contiene sus opiniones en forma íntegra, razón por la cual solo me referiré a ellas en forma sumaria.

El académico señor Jorge Correa Sutil expresó que la normativa permanente aprobada por el Senado, al suprimir la disposición transitoria aprobada por la Cámara de Diputados, es aplicable a los parlamentarios actualmente en ejercicio, principalmente porque se trata de normas de derecho público, que rigen in actum, es decir, de inmediato. Además, porque la norma no distingue entre reelecciones pasadas y futuras y porque no hay retroactividad al aplicar la norma a parlamentarios en ejercicio, quienes no tenemos un derecho adquirido a ser reelegidos, pues es solo una mera expectativa.

El académico manifestó que los senadores, al suprimir la disposición transitoria, buscaban, aunque de modo deficiente y erróneo, evitar su aplicación a las autoridades en actual ejercicio; pero al eliminar la disposición transitoria aprobada por la Cámara de Diputados produjeron un efecto por ellos no deseado, cual es que toda la normativa de esta reforma se aplique de inmediato, generando una situación compleja. No obstante que poner énfasis en la intención subjetiva del legislador es una tesis abandonada hace largo tiempo, de todas formas advierte que se podrían producir eventuales conflictos interpretativos, y, en caso de conflicto, deberá resolver el Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel) o, si se impugna su resolución, el Tribunal Calificador de Elecciones. Ante ello, el profesor Jorge Correa expresó que sería aconsejable la formación de una comisión mixta, que dote de plena certeza al sentido y alcance de la legislación que se va a aprobar.

Por su parte, el académico señor Patricio Zapata manifestó que en el Senado se produjo un error de interpretación. Explicó que cuando se usa un texto expreso, especial, es justamente para hacer una excepción al efecto in actum. Las únicas dos retroactividades que repugnan a la Constitución Política de la República son la penal, y la civil respecto de las reglas sobre los modos de adquirir el dominio. Pero en materia de cargos o funciones públicas, pese a que existe un derecho a la ciudadanía activa -que como saben está regulado en el artículo 13, inciso segundo, de la Constitución Política-, y a acceder a cargos públicos, no hay un derecho adquirido relativo al estatuto del parlamentario.

El profesor Zapata concluyó que jurídicamente la reforma aprobada por el Senado, sin artículos transitorios, opera in actum. Es decir, en la próxima elección parlamentaria estaríamos afectos a una inhabilidad aquellos diputados que ya completamos dos reelecciones o los senadores que completaron una.

El académico señor Gabriel Osorio destacó que durante la discusión en el Senado se eliminó la disposición transitoria aprobada por la Cámara de Diputados, que buscaba evitar los efectos in actum de la norma. Con ello, las normas pasan a regir de inmediato.

Explicó que existe amplio consenso en la doctrina y jurisprudencia en cuanto a que en derecho público no hay derechos adquiridos y que, por consiguiente, las leyes de derecho público rigen in actum para todos los casos previstos por ellas.

Destacó que la Cámara de Diputados siempre sostuvo que la reforma sí tenía efecto inmediato, razón por la cual se diseñó una disposición vigésimo sexta transitoria para evitarlo.

Asimismo, observó que en la discusión en el Senado hubo algunos integrantes que advirtieron esta circunstancia y la inutilidad de la disposición transitoria que se discutía, para evitar un efecto in actum, y que finalmente no fue aprobada. Especificó que la manera de evitar los efectos in actum de una norma es mediante una disposición transitoria que determine, de manera explícita, que la norma no se aplicará in actum, que no es el caso. También advirtió acerca de la necesidad de dotar al Servel de las facultades para rechazar la candidatura cuando se infrinja la limitación a la reelección.

El académico señor Francisco Zúñiga concordó con que las normas que están en discusión tienen vigencia in actum, regla general de las normas de derecho público, y solo por excepción se puede remitir la eficacia temporal retroactiva o ultractiva de normas de derecho público.

A modo de conclusión, señala que se está en presencia de una norma que se suma al estatuto del parlamentario, que opera como un requisito de elegibilidad, de interpretación restrictiva y de derecho estricto, lo que confirma la vigencia in actum.

Finalmente, el académico señor Fernando Atria explicó, respecto de los cargos de representación política, que no hay derecho al cargo, no hay derechos fundamentales que impidan dar a la ley efecto retroactivo. Es por ello que las normas del caso rigen in actum. Indicó que el Senado, al eliminar el artículo transitorio propuesto por la Cámara, le dio efecto inmediato a la normativa de esta reforma, no obstante no haberse alcanzado el quorum de la norma transitoria que había surgido en la Comisión de Constitución del Senado.

Advirtió que la aprobación de las reglas permanentes del proyecto y el rechazo de su artículo transitorio fueron entendidos por los mismos senadores que votaron como que se había aprobado la limitación de reelección, pero que también se había decidido que esa limitación no se aplicaría a los parlamentarios en ejercicio. Manifestó que esto es un error y que eventualmente podría generar conflictos ante el Servel y el Tricel cuando sea el momento de inscribir candidaturas.

Finalmente, el Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros , expresó que le llamó la atención el debate en el Senado, pues el texto aprobado por la Corporación era claro en señalar que las modificaciones serán aplicables a partir de las siguientes elecciones parlamentarias de consejeros regionales y de concejales, respectivamente. Manifestó no tener duda alguna en relación con que las normas rigen in actum, lo cual fue confirmado, en forma unánime, por los académicos a los que consultó y a los presentes. Estimó que al parecer ha habido una errónea interpretación por parte del Senado.

Respecto de las facultades del Servel, precisó que se deberán efectuar las modificaciones legales, que pueden ser parte de una reforma a la ley orgánica constitucional del Servel, correspondientes a facultarlo para rechazar candidaturas que infrinjan el límite de reelección. No obstante, estimó que la reforma constitucional es autoejecutable, en el sentido de que rige in actum.

Como señalé, esta es una síntesis de las opiniones recibidas, que se entregan a la Sala en mayor extensión en el informe evacuado por la comisión que tienen en su poder las señoras diputadas y los señores diputados.

Es todo cuanto puedo informar.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Reitero a los jefes de Comités la petición de hacer llegar a la Mesa los nombres de los diputados que intervendrán en el debate de las enmiendas incorporadas por el Senado a este proyecto.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Para referirse a un punto de Reglamento, tiene la palabra el diputado Miguel Mellado .

El señor MELLADO (don Miguel).-

Señor Presidente, quiero señalar, con el objeto de que quede consignado en el acta, que hace ya varias sesiones hemos podido observar que las decisiones que adoptan los Comités Parlamentarios se han convertido en una especie de tiranía hacia del Parlamento, porque no dejan parlamentar. Uno viene aquí a debatir las iniciativas que se someten a nuestra consideración, pero, lamentablemente, algunos proyectos han sido votados sin debate, mientras que en el caso de otros se han otorgado pocos minutos para su discusión.

Lo planteo, porque hay proyectos muy importantes -como este, cuyas modificaciones del Senado comenzaremos a debatir- en los que cualquiera de nosotros se podría inscribir para intervenir a fin de plantear su punto de vista de cara al país.

En consecuencia, como debido a la pandemia por covid-19 en curso hay 58 parlamentarios que están sesionando vía telemática y 31 en forma presencial, queremos proponer que a futuro -más allá de que en el caso de algunas iniciativas el tiempo para intervenir ha sido zanjado por los jefes de los Comités- todos podamos hacer uso de la palabra para expresar nuestra opinión respecto de cualquier proyecto de ley.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Señor diputado, tanto usted como el resto de los miembros de la Cámara de Diputados son representados por sus jefes de Comités.

Además, la tabla de la semana se confecciona de acuerdo con la calificación de las urgencias que el Ejecutivo hace presente a los proyectos de ley, sin perjuicio de lo cual, si queda espacio disponible para tal efecto, agregamos -como a todos les consta- iniciativas iniciadas en moción para ser debatidas.

En discusión las modificaciones del Senado.

Tiene la palabra el diputado Andrés Longton Herrera .

El señor LONGTON.-

Señor Presidente, este proyecto de ley llega en el momento en que el Congreso Nacional necesita un remezón muy fuerte.

Nunca es fácil desprenderse de aquello que a algunos los valida como personas o que les permite ensalzar su figura en una burbuja de poder; pero es precisamente por ese motivo que es necesario hacerlo, para así nunca perder de vista la razón por la que estamos acá y para que no olvidemos que nuestra experiencia como parlamentarios es solo de paso. Se requiere dicho remezón para que marque huella, no solo en la vida de nosotros, sino en la vida de las personas.

Al respecto, la función parlamentaria debe venir acompañada de la garantía de que estará alejada lo más posible del pensamiento constante de eternizarse en los cargos y de que se utilizarán maniobras de cualquier índole para satisfacer el interés personal. Ese tipo de actitudes aleja cada vez más -muchas veces sin dimensionarlo- a quienes ocupan algún cargo parlamentario de los nobles fines que debe tener siempre esta función.

El Senado fue hace algunos días el escenario en el que quedó en evidencia una de las razones que más se esgrimen por parte de las personas cuando manifiestan su indignación en contra de la clase política. Lamentablemente, con la votación de los senadores en contra de la retroactividad, pero a favor del límite de la reelección, esas razones quedaron al desnudo. Aquello se hizo sin descaro y demostró la peor cara de la política: los senadores quisieron que el límite aplicara para todos, pero, por supuesto, no para ellos.

Lo que allí ocurrió es un bochorno difícil de explicar, pero nos dejó muy en claro que se había traspasado una vez más la delgada línea que existe entre los intereses personales y el bien común, que debiera ser siempre el fiel compañero de las convicciones y de las decisiones que se adoptan en política.

Lo anterior podría haber sido el cruel desenlace de un proyecto que hace ocho años había sido aprobado por la Cámara de Diputados, pero que se encontraba completamente dormido en el Senado, respecto del cual muchos tenían ganas de que su sueño fuera ojalá eterno. Esa era la situación de esta iniciativa, hasta que el clamor social pudo doblegar aquella oposición.

Sin embargo, a pesar de la actuación bochornosa que cometió un grupo de senadores, aún existen esperanzas. A pesar de la advertencia de algunos de sus colegas, que les señalaron, en forma expresa, que no había que aprobar una norma que dijera que la reelección iba a afectar a aquellos senadores que ya hubiesen cumplido con una reelección, ya que las normas en derecho público rigen, sin necesidad de señalarlo, de manera inmediata para todos aquellos que estén en dicha situación, igualmente no lo advirtieron o bien, pese a advertirlo, votaron en contra o se abstuvieron.

Por lo tanto, la norma del límite de una reelección sucesiva para senadores, y de dos reelecciones sucesivas para diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales regirá en el acto. Por eso, todos aquellos que tengan cumplidos dichos períodos no podrán ser reelegidos en la próxima elección.

Cuando algunos hablan de la libertad que tienen los ciudadanos para poder elegir y ser elegidos, pienso qué libertad puede tener una persona común y corriente frente a una autoridad que lleva veinte años en su cargo. Cabe hacerse esa pregunta si se consideran las redes de poder que muchas veces se tejen alrededor de una autoridad que lleva tantos años en su cargo, las campañas constantes en las que ha estado involucrado, por ejemplo, un parlamentario, o los recursos con que este cuenta para pagar un equipo de difusión y oficinas, entre otras cosas. Si se trata del caso de un alcalde o de una alcaldesa, en los municipios se manejan recursos con equipos en diversas áreas. Claramente, la desigualdad en las condiciones coarta la libertad, la cual algunos pretenden acomodar a su antojo.

Estoy convencido de que la renovación y la oxigenación del Congreso Nacional y demás cargos traerá no solo la frescura de rostros y de ideas, que muchas veces se duermen en la comodidad de un cargo, sino que posibilitará que se ponga fin a la profesionalización de la política. Ese es el vicio que más nos puede alejar del bien común y que más nos puede acercar a prácticas indeseadas y reprochables.

Finalmente, la aprobación de las modificaciones incorporadas por el Senado a este proyecto de ley nos permitirá sanar la herida que aqueja a la política, pero que algunos aún no son capaces de ver por lo fascinados e irresistiblemente atraídos que se sienten por sus cargos.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, la diputada Andrea Parra Sauterel .

La señora PARRA (doña Andrea) [vía telemática].-

Señor Presidente, en verdad nuestro sistema político muestra un enorme nivel de desgaste y de falta de confianza.

Digamos también que tenemos una falta de representación de la realidad nacional bien abismante. En los últimos años se dieron pasos importantes para reparar este problema. Así, debo reconocer que el término del sistema binominal y las nuevas normas de transparencia y financiamiento de la política permitieron una amplia renovación de rostros, particularmente aquí, en la Cámara de Diputados y de diputadas. Por fin, aparecieron los Parra, los Soto, los González ; todavía nos faltan los Tapia. Además, la corrección que hizo la ley de cuotas nos dio la oportunidad a muchas mujeres de acceder a estos cargos de representación popular.

No obstante, la ciudadanía sigue representándonos, una y otra vez, que estos cargos parecen capturados por una elite poderosa que, finalmente, se instala ahí y no permite que ocurran los cambios que con rabia nos expresaron en su momento, durante el estallido social.

Entonces, la pregunta de hoy es si este proyecto que limita la reelección dará respuesta a esta ciudadanía. Creo, muy honestamente, que sí y que no. Sí, porque, sin duda, una vez que esté promulgada la ley, concejales, alcaldes, cores, diputados y senadores dejarán aquellos cargos que ostentaron por varios años. No, porque, sin duda, esta norma será un traje a la medida para algunos que ya están en el ruedo, colegas que están aquí y que hablan de oxigenar la política, pero que, tras varios períodos en la Cámara, van a postular al Senado, porque tendrán ese camino liberado.

No, también, porque varios van a jugar a la sillita musical. Seamos francos, digamos a la ciudadanía la verdad de este proyecto: la norma habla de períodos sucesivos. Si alguien es bastante habiloso para diseñar su carrera política, encontrará el modo de saltarse la ley. Por lo tanto, no vamos a asegurar la renovación.

Sinceramente, no me gusta el proyecto, no solo porque no aborda el origen de la molestia ciudadana, sino porque, además, la evidencia ha demostrado que limitar la reelección exclusivamente no es efectivo para renovar y mejorar la política. Sin embargo, reconozco la soberanía popular, y esta nos exige esta señal. Por ello, estoy disponible para darla, pero no sin plantear que nuestro sistema político electoral merece una revisión mucho más profunda.

Espero que la convención constituyente tenga la misión y la potestad para hacer las definiciones más de raíz, pero también…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Ha terminado su tiempo, señora diputada.

Tiene la palabra, hasta por 2 minutos y 39 segundos, el diputado Florcita Alarcón Rojas .

El señor ALARCÓN (vía telemática).-

Señor Presidente, me parece muy rara la desconexión que se produce entre el parlamentario elegido y el grupo de personas que trabajaron con él para alcanzar ese logro.

Laura Rodríguez , nuestra primera parlamentaria, decía que finalmente se olvidan de que llegaron al Congreso por una acción de muchas personas y para representar aquí a esas personas; se olvidan de que hubo un trabajo colectivo para llegar a la cantidad de votos que necesitaban y de que no fue una acción puramente individual.

Estamos acá para representar a un cierto grupo de personas, como es mi caso, y no puedo argumentar libertad de conciencia para votar cualquier cosa; estamos relacionados con un conjunto. He escuchado a parlamentarios decir: “Mira, yo tengo libertad de conciencia, así que voy a votar cualquier cosa”. Se olvidan de dónde vienen y a quiénes representan.

Nuestro sistema, asociado a la mal llamada dignidad parlamentaria, colabora a esa desconexión, al entregar a los diputados o a los senadores choferes, autos para que no usen el trasporte público, el metro; lugares especiales en los aeropuertos, para alejarlos de la gente; un sueldo millonario y muchos privilegios que los dejan muy conformes, por lo cual, valorando esta singularidad, buscan la reelección, pero no porque quieran realizar un buen trabajo parlamentario, sino porque quieren mantener esos privilegios.

Muchas intervenciones en la Sala no dejan nada claro, no dicen nada nuevo, repiten lo mismo, solo con un propósito: mandar el video para el distrito, con afán publicitario, para que la gente vea que está siendo representada, aunque malamente representada.

Si se hablara lo justo, ojalá sin repetir cuando estamos todos de acuerdo -se repite lo mismo para enviar este video al distrito, más como publicidad que como genuino aporte-, se podría hablar menos, podría ir todo más rápido. Incluso, podríamos tener una sola cámara en el Congreso Nacional, ya que los senadores demoran una enormidad todo esto.

Esos elementos, más muchos otros que van a plantear aquí mis colegas, me llevan a pensar que estuvo muy mal que no se vetara aquí, en la Cámara de Diputados, la reelección hacia atrás, porque aquí hay diputados…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Ha terminado su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra la diputada Alejandra Sepúlveda .

La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-

Señor Presidente, si el diputado Florcita Motuda necesita un poco más de tiempo para terminar su discurso, no habría problema.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Diputado Florcita Alarcón , ¿requiere el tiempo que su bancada le otorga?

El señor ALARCÓN (vía telemática).-

No, gracias, señor Presidente. Gracias a la bancada, pero fue suficiente con eso.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado José Pérez Arriagada .

El señor PÉREZ (don José) [vía telemática].-

Señor Presidente, respecto de este proyecto de ley, que limita la reelección de autoridades, hay que hacer una serie de observaciones que son importantes.

La primera es que debemos recordar que en el pasado tuvimos que modificar la ley de juntas de vecinos, pues establecía un límite para la reelección de los dirigentes vecinales. La Cámara de Diputados y el Senado tuvieron que dar un tiempo indeterminado o indefinido para que pudieran ser reelegidos los dirigentes que representan a esas organizaciones comunitarias.

Asimismo, quiero dejar claramente establecido que la Cámara de Diputados y el Senado se renuevan, en cada elección, entre 30 y 50 por ciento, como ocurrió en la última elección.

No recuerdo que antes en Chile se haya establecido límites a la reelección de diputados, senadores o alcaldes.

Quiero decir a las estimadas diputadas y a los estimados diputados que en la provincia de Biobío me jugué por entero para recuperar la democracia, allá en la década de los 80. ¿Para qué recuperar la democracia? Seguramente, algunos de los que están en la Cámara de Diputados eran muy jóvenes o no habían nacido. Recuperar la democracia para que el pueblo pudiera elegir a sus representantes: alcaldes, concejales, consejeros regionales, diputados, senadores, Presidente de la República. ¡Para eso nos jugamos por recuperar la democracia!

La historia es testigo de que muchos parlamentarios han durado solo un período. Es el pueblo de Chile, el soberano, el que tiene el legítimo derecho a elegir a sus representantes en el Parlamento las veces que crea necesario, si es que lo hacen bien, y a no reelegirlos cuando no cumplan la función de acuerdo a lo que se estime adecuado.

Pienso que los concejales, los cores, los alcaldes, los diputados y los senadores, todos los que ocupan cargos públicos, nos debemos al pueblo, al soberano, y él es quien tiene que reelegir o no reelegir a quienes lo representan, según si lo hacen bien o lo hacen mal.

Por consiguiente, creo que estamos frente a una situación bien compleja.

¡Hay que respetar y cuidar la democracia! ¡No le saquemos las plumas del ala a esta ave importante, que debe volar a lo largo de todo nuestro territorio! ¡No la desplumemos ni la maltratemos! ¡El día en que no haya democracia no van a elegir a nadie!

De manera que sigo insistiendo en que es el pueblo soberano el que tiene derecho a elegir o no a quienes postulen a un cargo de representación popular.

Además, esta norma que limita la reelección tiene un incentivo perverso. Según este proyecto, un senador solo dura en el cargo hasta por dos períodos consecutivos. El primer período va a trabajar con entusiasmo, esmero y responsabilidad, mientras que en el segundo período no lo hará con el mismo entusiasmo, porque sabe que no podrá ir a la reelección. Por eso, esta ley tiene un incentivo perverso.

Hay que cuidar la democracia. ¡No le pongamos límites, ya que nos costó mucho recuperarla!

Considero que es más importante la ética y la moral de los candidatos a parlamentarios o a cualquier cargo de elección popular. Es fundamental que ante todo sean hombres transparentes, que no hayan sido sobornados con cientos de millones de pesos por empresas pesqueras, mineras o de otro tipo. ¡Eso es fundamental!

Además, hoy estamos por primera vez ejerciendo nuestra labor en el distrito que nos corresponde representar. Anteriormente, ejercíamos nuestra labor en otro distrito. En mi caso, el distrito N° 21, corresponde a Arauco, Biobío y Lota. Antes representaba solo a la provincia de Biobío. Hemos cambiado la composición del territorio distrital, y por primera vez estamos ejerciendo en el distrito que representamos.

¡Cuidemos la democracia, porque no cuesta nada perderla!

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Pablo Kast .

El señor KAST.-

Señor Presidente, según mi humilde opinión, hoy estamos ante una oportunidad histórica de cerrar un ciclo en que hemos visto muchos vicios que tienen a la política y a todas las instancias de representación popular en los niveles de legitimidad y de credibilidad que conocemos.

Sin ninguna arrogancia ni soberbia, quiero decir a mis colegas que la ciudadanía nos está observando. La gente sigue muy atenta este proyecto, por lo que no podemos abrir una ventana para discutir el tema en comisión mixta. El Senado, que mostró una sinvergüenzura total y un nivel de descaro impresionante, se hizo el tonto con la retroactividad, con lo que dio un triste espectáculo que, por supuesto, no mejora la calidad de nuestras instituciones.

Este es un proyecto que viene tramitándose desde hace muchos años. De hecho, cuando ingresamos a la Cámara de Diputados planteamos que su aprobación debía ser uno de los ejes principales de este período legislativo. Hay que oxigenar la política de manera inmediata y no en 10, 12 o 16 años más.

Necesitamos tener más y mejor democracia y, en este sentido, una de las primeras mociones que presentamos fue el limitar la reelección de las autoridades. Al respecto, tras recorrer en estos años el distrito, conversando con la gente en las calles o a través de las redes sociales, cuando planteamos esta idea, no hubo ninguna persona que no estuviera de acuerdo con el límite a la reelección.

Desde el retorno a la democracia hasta la fecha se han presentado cerca de 40 proyectos de ley y de reforma constitucional en este sentido. Esto habla de que es un asunto al que desde hace mucho tiempo se le viene dando vueltas, dilatándose injustificadamente y, muchas veces, de manera hipócrita, como lo hemos visto hace unos días en el Senado. Hoy, finalmente, después de casi tres décadas, llegó el momento de dar una respuesta definitiva a la ciudadanía.

En cuanto al fondo del asunto, este es un tema importante y no es producto del azar, como lo señaló el diputado que me antecedió en el uso de la palabra. No se trata de limitar la democracia, sino todo lo contrario; se trata de abrir la posibilidad de que haya una renovación en la clase política, y voy a dar algunos datos que avalan esta tesis.

El 80 por ciento de los parlamentarios que se ha presentado a una reelección, desde el retorno a la democracia, ha sido reelecto. Esto indica claramente que hay una desventaja, muchas veces insuperable, para una persona que quiere entrar en la política, a través de un proyecto político nuevo o por el interés de entregar un servicio público personal en el territorio que busca representar.

Las altas cifras de reelección se explican fácilmente cuando vemos cómo las redes de clientelismo, las prebendas que se ofrecen y las redes de poder en la designación de autoridades van generando una malla que beneficia la continuidad en el poder de la persona que está en el cargo.

Reitero, sin soberbia ni arrogancia, la invitación a que votemos a favor de sellar hoy este tema, sin dar espacio a la formación de una comisión mixta.

En cuanto a la situación de los alcaldes, sin duda, cabe una discusión posterior. Es perfectamente posible presentar un proyecto de ley posterior, con toda la urgencia que amerita, pero no abramos la ventana a que nuevamente el Senado le meta mano al proyecto.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Juan Santana .

El señor SANTANA (don Juan) [vía telemática].-

Señor Presidente, desde octubre de 2019 han quedado claramente plasmados los principios a los cuales aspira nuestra sociedad y se han apuntado con fuerza las tremendas injusticias en las que radica la desigualdad en nuestro país. Con la crisis actual no solo ha quedado en evidencia nuestra pobreza en términos materiales, sino también las carencias en nuestras instituciones democráticas.

Sin duda, el Congreso Nacional vive una suerte de desprestigio institucional, que ha quedado arraigado en el parecer colectivo de nuestros electores. Por cierto que esta mala fama no surgió de la noche a la mañana y no obedece al desempeño de un solo diputado, de un gobierno o de algún partido político en específico, sino que es la expresión de una organización democrática debilitada y que tenemos el deber de rescatar, porque efectivamente, aunque desprestigiada, es la política la que genera cambios en la vida de los sectores más vulnerables.

En política y en los cargos de representación popular no hay derechos adquiridos. No se es diputado, senador o alcalde por derecho propio, sino que por las reglas de la democracia, las que hoy día estamos buscando perfeccionar en favor de la igualdad de oportunidades.

Obviamente, ser diputado o senador es un privilegio, y la perpetuación de estos privilegios es lo que genera los malos argumentos que hemos escuchado durante estos días, que poco y nada hacen por el bien de la democracia.

Acá no solo se nos presenta un problema ético, sino además de desconfianza hacia nuestros proyectos políticos, que no son propios, sino que trascienden a quienes los representan. No se erigen desde la popularidad de un candidato que ha estado 30 años en el Congreso, sino que desde un pensamiento y una reflexión colectiva.

La limitación de la reelección, por cierto, no es la manera de salvar al Congreso Nacional ni va a cambiar sustancialmente la calidad de la política o la opinión de los ciudadanos sobre ella, pero es un paso necesario para avanzar en una refundación de ambas Cámaras, que hoy es tan necesaria. No nos podemos quedar de brazos cruzados “tirando la pelota” a la Asamblea Constituyente o postergando su debate para tres elecciones más.

Cualquiera que sea el tipo de poder de que se trate, debe tener un contrapeso; de lo contrario, se transforma en tiranía y abuso.

Por eso, cuando autoridades de gobierno dicen que la oposición solo critica, quedamos desconcertados, ya que de eso se trata ser de oposición: criticar, proponer, debatir ideas y fiscalizar.

Lo mismo ocurre con los parlamentarios: si nada limita ni coarta su poder, dejan de ser servidores públicos y se transforman en una élite, en privilegiados.

Durante esta emergencia sanitaria hemos visto con crudeza la desigualdad, aquella que el ministro Jaime Mañalich desconocía. Esta inequidad no solo es económica y social, sino también política, porque las decisiones son políticas e ideológicas, aunque a algunos les cueste reconocerlo.

Si queremos cambiar Chile, entonces demos el ejemplo. Debemos combatir esa desigualdad y poner límites a nuestros privilegios.

La bancada del Partido Socialista votará a favor de limitar la reelección de todas las autoridades de nuestro país.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Vlado Mirosevic .

El señor MIROSEVIC (vía telemática).-

Señor Presidente, anuncio que no voy a la reelección. Así me comprometí en mi campaña, firmando un compromiso asumido como Partido Liberal y como Frente Amplio.

Por eso, hoy quiero defender con fuerza esta idea que termina con la reelección inmediata y fija su límite.

Llegué aquí muy joven, a los 26 años, rompiendo -como ustedes saben- un sistema binominal hecho por la dictadura para que no surgieran nuevas alternativas. Por supuesto que no fue fácil; nadie nos regaló el espacio, pero pudimos jaquear el sistema junto a un maravilloso movimiento ciudadano que el día del triunfo portaba banderas de Arica y fotos de los presidentes José Manuel Balmaceda y Pedro Aguirre Cerda .

Llegué aquí para representar dos ideales, ninguno de los cuales es fácil: primero, la vieja aspiración de que hay que distribuir el poder desde el centro hacia las regiones, como soñaron grandes ariqueños como Luis Valente Rossi y Bernardino Guerra, y segundo, las viejas ideas de libertad, igualdad y fraternidad.

Soy parte de una generación joven que intenta revivir, contra conservadores y autoritarios, las ideas de un liberalismo progresista, plebeyo y de provincia, o, como diría el gran Dióscoro Rojas, un ideario humilde, cariñoso y republicano. Me refiero al liberalismo de Ramón Freire , de Francisco Bilbao, de José Victorino Lastarria o de la gran Amanda Labarca , quienes nos enseñaron de humanismo y libertad.

Estoy orgulloso de haber tenido esa posibilidad y solo tengo gratitud para aquellos que confiaron en mí y me dieron la posibilidad de hacer esto que amo. Pero porque amo esta labor y quiero cuidarla y defenderla, no tengo ninguna duda de que hay que ponerle límite inmediato a la reelección parlamentaria. Probablemente, no sería necesario hacerlo quienes detentan el poder supieran desprenderse del mismo cuando llega el momento, pero eso en general no suele suceder. Entonces, para cuidar la democracia y no corromperla es necesario fijar ciertas reglas que favorezcan su renovación y su salud, el cambio y la innovación y le dé aires de una nueva representación.

No creo que todo lo nuevo sea bueno ni que todo lo viejo sea malo, pues sería un eslogan muy simplista, pero hoy resulta evidente que nuestra democracia está bajo tensión, lo que en parte se debe a una renovación tardía, a que hubo mucha demora en soltar el poder. De uno y otro lado, no han querido “soltar la teta” y terminaron asfixiando los cambios. Quizás no los creyeron necesarios. Estiraron el chicle y terminaron abusando del poder. Transformaron la política en una red oligárquica, elitista, en una relación promiscua con el mundo empresarial. Le dijeron a la gente que se dedicara a su vida privada y se desentendiera de lo público. No quiero insultar a nadie, pero ustedes y la gente saben a qué me refiero.

A pesar de que mi presencia en el Congreso Nacional no ha sido para frenar los cambios, sino para empujarlos, debo dar mi testimonio: no ir a la reelección, a pesar de haber tenido un muy buen resultado en la última elección, constituye un pequeño gesto que puede ayudar. Hay que hacer política desde todos los espacios. Las ideas se defienden desde todos los lugares, y no solo desde el Congreso Nacional.

Por ello, votaré a favor, porque el texto es nítido y no deja ninguna duda. Con su aprobación se fijará un límite de manera inmediata a todos los senadores y diputados que ya cumplieron su tiempo en el Congreso Nacional. Espero seguir defendiendo, en lo que me queda de tiempo en el Parlamento, el Estado laico, las regiones y las libertades.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Matías Walker Prieto .

El señor WALKER.-

Señor Presidente, estamos muy orgullosos de que finalmente, después de ocho años, estemos a punto de despachar nuestro proyecto de reforma constitucional, que fue refundido con otras mociones y que presentamos con los diputados Víctor Torres , Jorge Sabag , René Saffirio y los entonces diputados Carolina Goic y Fuad Chahín , presidente de mi partido. Finalmente, lo ratificaremos en tercer trámite constitucional para poner límite a la reelección de todos los cargos de representación popular.

No ha sido fácil el camino. Sabemos que un grupo de senadores y senadoras hizo todo lo posible para que este día nunca llegara, para que nunca tuviéramos la posibilidad de avanzar en este proyecto en tercer trámite constitucional. Sin duda, una legítima presión ciudadana logró que finalmente el Senado aprobara el proyecto de manera imperfecta, a tal grado de que los propios senadores pensaron que los efectos de lo que habían aprobado y rechazado eran distintos.

Por eso, valoro el trabajo realizado por todos los integrantes de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, los que en dos sesiones cumplimos con el mandato encomendado por la Sala, en el sentido de analizar el sentido y alcance de lo aprobado por el Senado.

No hubo dos opiniones. Todos los profesores de derecho constitucional, los señores Jorge Correa , Patricio Zapata , Cristóbal Osorio , Francisco Zúñiga y Fernando Atria , y también el Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros , estuvieron contestes en que la norma aprobada por el Senado, específicamente el articulado permanente que ratificaremos, rige in actum, es decir, con efectos inmediatos.

El senador Pedro Araya se equivocó al señalar que tenía un derecho adquirido para ir a la reelección. Eso es falso; no tiene tal derecho. Esta norma no tiene efecto retroactivo, como equivocadamente señalaron algunos. Repito, rige in actum, o sea, con efecto inmediato hacia el futuro. Nadie es dueño de los cargos, porque tenemos una mera expectativa de repostular.

Según recordó el abogado constitucionalista Rodrigo Zapata , el mejor ejemplo lo dio el ex-Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle , quien a pesar de ser electo por 8 años con la más alta votación en la historia de Chile, cumplió un período presidencial de 6 años, pues en la mitad de su mandato se aprobó una reforma constitucional para reducir el mismo. ¡Qué mejor demostración de que las normas rigen in actum en derecho público!

¿Por qué soy partidario de aprobar este proyecto, a pesar de todas las imperfecciones de la iniciativa enviada por el Senado? Porque el Senado no debiera volver a poner sus manos en esta iniciativa legal. Eso sería un peligro.

Hay un grupo de senadores que, de manera obstinada, se opone a que el proyecto siga avanzando. Si esta iniciativa es enviada a comisión mixta, me temo que la Presidenta del Senado, con todo el cariño que le tengo, por la presión de los senadores que se opusieron a aprobar la norma transitoria, nunca convocará a comisión mixta. Si ya dilataron el proyecto durante 8 años, perfectamente lo pueden postergar 2 o 4 años más. Ese es el peligro que debemos sopesar: el Senado. Lo digo responsablemente.

Evidentemente, hay materias que se pueden perfeccionar. Hay quienes han señalado que en un proyecto paralelo se pueden establecer directamente las inhabilidades para que esto no sea objeto de interpretaciones. Sin embargo, como indicó el Secretario General de la Cámara de Diputados, señor Miguel Landeros , esta reforma constitucional es autoejecutable, es decir, rige in actum, con efectos inmediatos para la próxima elección.

Otros diputados legítimamente se preguntan qué sucederá con los alcaldes y concejales, porque ya se inició el cronograma electoral, incluido el plazo que tenían para renunciar a ser candidatos independientes. Sin duda, es una cuestión que habrá que resolver en su mérito, pues se trata de una discusión perfectamente legítima. Con todo, recordemos que el Senado rechazó una norma transitoria que establecía que alcaldes y concejales podían repostular por última vez.

Lo importante es que depende de nosotros ratificar la matriz de este proyecto, es decir, el límite a la reelección de todos los cargos de representación popular. Por cierto, junto con los diputados Pepe Auth , Víctor Torres y otros firmamos una carta para señalar que, aunque no se apruebe esta reforma, no repostularemos a nuestros cargos, pues ya cumplimos el período máximo y queremos ser consecuentes con el proyecto de reforma constitucional que nosotros mismos presentamos en 2011.

La idea es que esto quede reflejado en la Constitución Política, porque necesitamos aire fresco en la política, que no existan profesionales de la política y que podamos volver a ejercer nuestras profesiones y nuestros oficios. Eso le hace bien a la democracia.

Por eso, vamos a ratificar las modificaciones del Senado a este proyecto.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Les recuerdo a las bancadas de la Unión Demócrata Independiente, del Partido Comunista y de Revolución Democrática que, hasta el minuto, no tienen diputados inscritos para hacer uso de la palabra. Tiene la palabra el diputado Leonardo Soto Ferrada .

El señor SOTO (don Leonardo) [vía telemática].-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a todos los colegas.

Este es un proyecto largamente tramitado: nueve años estuvo avanzando en la Cámara de Diputados, en el primer trámite constitucional; en el Senado estuvo hasta la semana pasada, y hoy está a punto de ser despachado para convertirse en ley de la república.

Este proyecto tiene que ver con la desconexión que tiene la clase política o las autoridades de elección popular respecto de la gente. Evidentemente, existe un profundo descontento ciudadano por la manera en que se ejercen estos cargos y por cómo algunos se eternizan en los cargos de elección popular. Esa es la desconexión que trata de remediar este proyecto de ley, al poner límite a la reelección de autoridades de elección popular, estableciendo la norma que hoy viene desde el Senado.

Al respecto, cabe señalar que el hecho de estar discutiendo temas políticos en medio de la pandemia sanitaria y social que vive el país revela una cierta desconexión, difícil de presentar ante la ciudadanía.

La ciudadanía espera que el Congreso haga buenas leyes que la protejan ante el problema sanitario y la debacle o ruina económica que están amenazando a las cuarentenas y a la lucha contra el coronavirus. Sin embargo, debo señalar que el Ejecutivo colocó este debate. El Ejecutivo es el que calificó con suma urgencia este proyecto de ley, así como también es el que dio prioridad y calificó con discusión inmediata el proyecto para sacar a las calles a las Fuerzas Armadas a proteger la infraestructura crítica, y otras iniciativas. Nosotros simplemente tenemos que aprobar o rechazar.

Este diputado va a aprobar el proyecto de ley que viene del Senado, porque, sin duda, hace una renovación importante a nuestro sistema político. Hoy se ha aclarado meridianamente que el efecto que produce lo que aprobó el Senado, en un debate bochornoso, es inmediato.

Las normas que se van a aprobar, que establecen un límite para diputados, senadores y otras autoridades, rigen in actum en la siguiente elección. Eso hay que respaldarlo completamente. Si hoy aprobamos todas las normas permanentes, en la práctica el proyecto quedará listo para ser despachado como ley de la república; no habrá nadie que las pueda modificar.

A la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento se le pidió analizar los alcances de estas normas. Existe mucha confusión en relación con el debate que tuvo lugar en el Senado, y la idea es no traspasar a la Cámara de Diputados los problemas de interpretación que vienen de esa Corporación.

Nosotros escuchamos a cinco constitucionalistas que ratificaron el efecto inmediato de la reforma -eso es lo esencial-, y además tocaron dos temas preocupantes. Para que esta norma constitucional se aplique, el Servel debe tener una facultad expresa para calificar cuando revise las candidaturas.

La norma que se aprobará no está incluida en la ley orgánica del Servel, y existen eventuales conflictos interpretativos que podrían llevar a que esta no se aplique nunca. Esa es una advertencia, una alerta que nos hicieron dos de los expertos que asistieron a la comisión, y que nosotros tenemos que considerar en este debate. Pero estamos por aprobar completamente en los mismos términos…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Leonidas Romero Sáez .

El señor ROMERO (vía telemática).-

Señor Presidente, este es mi primer período como diputado, gracias a Dios y a las cerca de doce mil personas que votaron por mí en mi distrito.

Cuando asumí el cargo, en mi primera intervención dije claramente que teníamos que limitar las reelecciones. Hoy existen parlamentarios, diputados y senadores, que llevan treinta años en sus cargos. Me llama poderosamente la atención que durante todos esos años ninguno de ellos -o muy pocos- se hayan dado cuenta de la galopante corrupción que existe en nuestro país, pues empresas del Estado hicieron uso y mal uso de los recursos de todos los chilenos, y nadie denunció.

Aquí algunos han dicho que tenemos que defender la democracia. Efectivamente, estoy por defender la democracia; el país así lo exige. A nivel nacional, el Congreso es la institución peor evaluada. La gente ya no nos cree, piensa que todos somos corruptos, flojos y que no hacemos el trabajo.

En mi primera intervención dije que había que bajar la dieta parlamentaria, los gastos reservados y los gastos en asesores. Además, sinceramente, creo que se debe bajar a ciento veinte el número de diputados y a cuarenta el número de senadores, porque no se justifica tener un exceso de parlamentarios.

Sin duda, se debe incluir en esta oportunidad a los alcaldes y concejales. A nivel nacional, hay algunos que llevan veintidós, veintiséis o treinta años, y están empoderados en el cargo. Creo que es sano para la democracia, para la comunidad y para el Parlamento ventilar u oxigenar la actuación de los parlamentarios y que es importante dar oportunidades. En mi caso particular, la edad me está sorprendiendo. Yo tuve la suerte de ser cuatro años concejal, ocho años alcalde, y hoy soy diputado -reitero- gracias a Dios y a las personas que votaron por mí.

Existen muchas comunidades con autoridades que están en forma perpetua, por ejemplo, treinta años. ¿Será necesario aquello? ¿Será democrático aquello, cuando en las comunidades no hay rostros nuevos y -por qué no decirlo- con recursos para competir contra la autoridad que está en el cargo? Me refiero a recursos para hacer campaña en un distrito, como por ejemplo el N° 20, que es toda la provincia de Concepción con excepción de Lota. Entonces, es muy difícil ganar a una persona que lleva veintiséis o treinta años en el cargo; lo mismo ocurre en el caso de los senadores.

Lamento el triste espectáculo que dieron algunos senadores al querer que el límite a la reelección fuera en ocho años más, es decir, cuando termine su próximo período senatorial, o en cuatro años más, cuando termine el período de los diputados que llevan treinta años en sus cargos. Eso no es sano.

Por eso, me alegro de que estemos discutiendo esta materia. Espero en Dios que, mayoritariamente, aprobemos el proyecto para limitar las reelecciones. Aquel que se tenga que ir a su casa, que se vaya. ¿Acaso tienen temor de enfrentar la vida laboral de forma distinta? ¿Tienen temor de generar una microempresa y dar puestos de trabajo? ¿Tienen temor de cumplir un horario de trabajo como cualquier chileno? ¿Tenemos temor de perder el privilegio de recibir sueldos bastante buenos -por qué no decirlo: millonarios- y una serie de prebendas más? Yo no tengo ese temor.

Dios dirá si me van a reelegir para el próximo período o no, pero votaré a favor el límite a la reelección.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra la diputada Camila Rojas Valderrama .

La señorita ROJAS (doña Camila ) [vía telemática].-

Señor Presidente, saludo a quienes están escuchando y viendo esta sesión.

La iniciativa que estamos discutiendo establece que los senadores podrán ejercer su cargo por un máximo de dos períodos, y que en el caso de diputados, alcaldes y concejales podrán hacerlo por tres períodos consecutivos.

Si el proyecto no fuese retroactivo, las próximas elecciones corresponderían al año cero, por lo cual la ley se aplicaría ocho o doce años después de su promulgación, dependiendo del caso; en el caso de un diputado o diputada la ley se le aplicaría recién cuando termine su tercer período. En suma, contando desde ahora, en el 2033 veríamos los resultados de un proyecto de ley presentado en 2012 y aprobado en 2020. Habría dos décadas de espera si se aprobara tal como el Senado lo planteó en términos discursivos.

Eso sería irrisorio e increíble, por la cantidad de años de que hablamos: veinte años esperando que una ley sea aplicable, es decir, que entre en vigencia. También por lo que significa asegurar a los actuales representantes elegidos por voto popular el derecho a la reelección; así de insólito: el derecho a la reelección, porque tendrían asegurado tal derecho por sobre cualquier otro interesado en ser candidato, lo que generaría una desigualdad tremenda.

Tal como informó la Comisión de Constitución, sabemos que es inconducente la retroactividad planteada por el Senado, debido a que las leyes de derecho público rigen in actum. En consecuencia, en la próxima elección estarán inhabilitados de ser candidatos o candidatas quienes hayan completado el número correspondiente de reelecciones. Por lo tanto, la nueva norma prevalecerá sobre las antiguas.

Por eso, votaremos a favor las modificaciones del Senado, para que de una vez por todas mejoremos la representación en los cargos de elección popular.

Algunos han señalado sin pudor que ello sería contrario a la libertad de los electores. ¡Por favor! Llevar treinta años en un cargo de elección popular tiene poco que ver con la libertad de los electores, porque quienes ya hemos sido elegidos, y todavía más quienes lo han sido por treinta años, que es más de la edad que tengo, corremos con suficiente ventaja por sobre los demás, especialmente en lo referido a recursos y conocimiento, que son claves para ser elegidos, lo que, como digo, tiene poco que ver con la libertad de los electores.

¡Qué decir sobre lo representativo de este espacio, aspecto que ya mencionó la diputada Parra ! ¿Se parece este Congreso Nacional a Chile, o es mayoritariamente la expresión de una élite económica, social y política que también ha capturado estos espacios de poder?

Terminemos pronto esto y concentrémonos en lo que aflige realmente a las mayorías del país.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Jaime Bellolio Avaria .

El señor BELLOLIO (vía telemática).-

Señor Presidente, concuerdo con varios de los presentes que han dicho que esta es una discusión muy relevante que hemos estado esperando por mucho tiempo. Quiero anunciar inmediatamente que estoy a favor de poner límite a la reelección y, por supuesto, de que nos afecte de manera inmediata.

Sin embargo, debo hacer algunas argumentaciones al respecto.

A quienes han sostenido, legítimamente, que se está restringiendo a los ciudadanos porque no podrían escoger a sus autoridades, pues estarían limitadas, les quiero recordar que todas las elecciones tienen limitaciones: tienen limitaciones geográficas, porque existen los distritos; tienen limitaciones consistentes en que los partidos políticos deben tener cierta cantidad de militantes y en que los candidatos independientes deben contar con cierta cantidad de firmas para presentarse; hay limitaciones en las formas de hacer campaña, limitaciones en el gasto, etcétera. Todas ellas son limitaciones que se asumen como beneficiosas para el resultado electoral.

Lo mismo ocurrirá ahora, con una nueva condición, que se traducirá en dos períodos consecutivos para los diputados y un período consecutivo o una reelección para los senadores. ¡Cuánto bien le podría hacer a esta Cámara que quienes tanto hablan de empleo, de impuestos y del sector privado, tuvieran que pasar también por allí cada cierto tiempo! ¡Qué bueno sería que quienes nunca han creado ni un empleo y nunca han tenido que pagar IVA, también pasaran por el sector privado después de cada cierto tiempo!

Creo que la fórmula que se ha acordado valora la trayectoria y la experiencia, pero también permite, como bien dijo el diputado Walker , que se pueda ejercer la profesión y seguir en el sector privado.

Creo que somos objeto de un descrédito político y que, para ganar nuevamente la confianza de las personas, no solo necesitamos establecer el límite a la reelección, sino que además debemos centrarnos en las urgencias de las personas, no solo en aquellas de la política.

Es cierto que en las últimas elecciones se ha renovado entre un 40 y un 50 por ciento de la Cámara de Diputados, pero el problema es que ello no ha sido suficiente para que el nivel del debate y de la argumentación en nuestra Corporación sea más beneficioso para los ciudadanos.

No obstante, no me parece razonable establecer esa limitación para concejales y alcaldes cuando ya partió su período eleccionario, más aun cuando no pueden renunciar. ¿Por qué lo digo? Porque los diputados podemos ser candidatos a senadores si ya tuvimos dos reelecciones. Sin embargo, si se aprueba este proyecto tal como está, los concejales actuales que tuvieron dos reelecciones no podrían ser candidatos a alcaldes, y los alcaldes irían a la reelección originalmente en octubre, proceso eleccionario que ahora tendrá que ser en abril, tampoco podrán hacerlo si han sido reelegidos dos veces. Me parece que eso es simplemente improcedente.

Entiendo la desconfianza que existe en la oposición. Incluso más, la Presidenta del Senado, que es de oposición, dice que no va a citar a una comisión mixta. Sería completamente inaceptable, porque esta es una materia en que, evidentemente, existe una presión ciudadana por que se logre despachar el proyecto, para lograr mayor transparencia y, como han dicho otros, debido a los privilegios. Pero me parece que no es adecuado sacar de carrera, por secretaría, a actuales concejales y alcaldes, toda vez que ya no pueden renunciar a sus cargos y que comenzó su período eleccionario.

Por lo tanto, llamo a votar favorablemente la norma permanente que establece límites a la reelección de senadores y diputados, y que actúe de inmediato; estoy de acuerdo con que actúe de inmediato. Sin embargo, no estoy de acuerdo con impedir que los actuales concejales puedan presentarse como candidatos a alcaldes ni con dejar fuera de carrera a los alcaldes que ya iniciaron su período eleccionario.

Es verdad que hay algunos a quienes les conviene más aplicar esta regla para todos. Obvio, cuando hay algunas coaliciones, como el Frente Amplio y otras, que no tienen alcaldes, entonces, claro, les conviene que se abran las puertas. Otros lo harán por convicción; bienvenido sea. Yo creo que, en lugar de estar con la calculadora en la mano, lo importante es la convicción de cada uno de nosotros sobre lo que queremos para la política, y así como son necesarias la trayectoria y la experiencia -valoro profundamente la experiencia y trayectoria de muchos de los que están acá-, es más importante que nunca tener renovación y buenas…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Señor diputado, ha concluido el tiempo de su intervención.

Tiene la palabra la diputada Marisela Santibáñez Novoa .

La señorita SANTIBÁÑEZ (doña Marisela ) [vía telemática].-

Señor Presidente, es un gran avance estar discutiendo, en su tercer trámite constitucional, el proyecto de reforma constitucional que limita las reelecciones de ciertas autoridades, como senadores, diputados y alcaldes, entre otros; limita, por ejemplo, la reelección de los senadores a una sola vez, la de los diputados a dos períodos sucesivos y la de los alcaldes a dos veces consecutivas.

El diputado Jaime Bellolio sabe bien que para mí fue una dura batalla llegar al Congreso Nacional, después de haberlo superado por casi 8.000 votos, con un sistema binominal que no me permitió llegar la primera vez. Por lo mismo, le pido que reflexione sobre las reelecciones de los alcaldes, sabiendo la situación que se vive en San Bernardo y la de varios alcaldes que se han perpetuado en sus cargos. Dado que cuentan con recursos y con cierto conocimiento de la gente, limitan la posibilidad de surgimiento de nuevos rostros.

Estaría de más señalar nombres; no viene al caso. Hemos visto envejecer a personas; hemos visto, desde los años 90, a algunos diputados que están sentados ahí en sus asientos. No haré ningún análisis de su trabajo, pero se han eternizado en sus cargos.

Por eso, como han dicho muchos diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, este proyecto de reforma constitucional viene a refrescar la política y da cumplimiento a un anhelo y a una petición ciudadana que guarda estrecha relación con la rebaja de la dieta parlamentaria, pero no así del número de parlamentarios. Ahora bien, si disminuye el número de parlamentarios, también debe rebajarse la dieta parlamentaria. En ese sentido estoy hablando y en ese sentido va este proyecto.

Aun cuando este proyecto es un avance, no resuelve todos los problemas de la democracia, porque la actual Constitución Política prohíbe postular al Congreso Nacional a los dirigentes sindicales y vecinales, y el dinero, pese a los cambios legales, sigue siendo un factor relevante en la política.

Finalmente, no podemos perder de vista que tenemos un gran desafío por delante: la nueva Constitución, elaborada en democracia, que ojalá dé un paso hacia un Congreso unicameral, el cual procese y recoja las demandas de cambio de la sociedad de manera práctica, rápida e inmediata.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Luciano Cruz-Coke Carvallo .

El señor CRUZ-COKE.-

Señor Presidente, anuncio que votaremos favorablemente esta reforma en todos y cada uno de sus artículos.

No hay nada menos cómodo para un parlamentario que poner en tela de juicio a las instituciones que dan legitimidad y sustento a la democracia -incluyendo, por supuesto, a la Cámara de Diputados y al Senado- o al sistema electoral que nos hemos dado, en el caso de los concejos municipales y de los consejos regionales.

Sin embargo, urge generar reformas que mejoren la calidad del trabajo parlamentario y que también perfeccionen la democracia, la representatividad y la eficiencia de lo público hacia la ciudadanía. ¡Y por Dios que cuesta -y vaya que lo ha demostrado este proyecto- legislar en contra del interés particular de los propios incumbentes! Por eso este proyecto de ley es tan relevante en esa materia.

Este era un proyecto perfecto para que la clase política demostrara que entendió, al menos, parte del mensaje que la ciudadanía ha intentado trasmitir: que es fundamental que avancemos hacia una igualdad de trato en nuestro país y que eso, indefectiblemente, implica que, como élite política, debamos renunciar a algunos de nuestros privilegios, mostrar sintonía, mostrar empatía con la gente y no legislar con la vista puesta en las próximas elecciones o en los intereses particulares o partidarios.

Me he formado el convencimiento de que la voluntad de la mayoría del Senado es que, de alguna u otra forma, este proyecto no prospere por las vías que fuere, generando enorme confusión a la ciudadanía. Por ende, habrá que ser extremadamente claros en la señal de aprobación que esta Cámara dé esta tarde.

Y quiero ser claro: entiendo a quienes argumentan respecto del valor de la experiencia en el ejercicio de cargos como los parlamentarios; respeto a quienes creen que la situación no se mejora quitando opciones a la ciudadanía, sino entregando más y mejores -me parece válido ese debate-, y que haya quienes valoren la experiencia comparada para sostener que la limitación de elecciones no es conveniente. Está bien; es un debate dable. Pero es importante señalar que este proyecto, que limita la cantidad de reelecciones -una para senadores y dos para diputados, completando así dos y tres períodos, de dieciséis y de doce años, respectivamente-, a nuestro juicio ofrece un tiempo más que suficiente para servir adecuadamente al país. Y quienes deseen seguir sirviéndolo podrán aportar con esa experiencia adquirida desde otra tribuna, lo cual también estará permitido.

La Comisión de Constitución recibió a cinco expertos constitucionalistas con distintas cercanías partidarias, quienes estuvieron de acuerdo en señalar que la normativa, tal y como está redactada, rige in actum y no habría dudas respecto de dicha interpretación.

Eso no quiere decir que no puedan darse conflictos litigiosos en el futuro, sobre todo atendiendo al espíritu que tenía la ley al aprobarse, pudiendo abrir espacio para litigiosidad electoral por intereses de candidatos fundamentados en estas imprecisiones o en las confusiones a las que hacía referencia.

Se hizo presente que queda un vacío legal, ya que el Servel tendría competencias para impugnar una candidatura por esta causal en una elección, para lo cual deberán revisarse o modificarse otros cuerpos normativos, como la ley orgánica constitucional del Servicio Electoral o la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

Otro aspecto que también será objeto de debate es la incorporación de los alcaldes al proyecto de ley, los cuales se dejaron expresamente fuera por parte de la Cámara de Diputados. Sin embargo, incorporarlos hoy parece de toda lógica. Hay que recordar que el debate que se dio hace ocho años en la Cámara de Diputados, en un contexto totalmente distinto en materia política y social, así lo señalaba. Si bien podemos hacer la salvedad de que el proceso de los alcaldes puede haber comenzado y no se considera ninguna norma transitoria al respecto, claramente ese debate abriría el riesgo de que los mismos que a través de artimañas, indicaciones y artilugios legislativos mañosos nos pusieron en esta posición tengan una segunda oportunidad de meter mano en este proyecto, de tal forma que esta limitación no prospere.

Por lo tanto, los seis votos de Evópoli estarán disponibles.

Es importante señalar que este es un primer paso para ir avanzando hacia reformas que permitan acercar la ciudadanía a la política y no sentir que este es un coto de privilegios para algunos.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Giorgio Jackson Drago .

El señor JACKSON.-

Señor Presidente, cuando en el 2012 este proyecto de ley fue despachado al Senado por la Cámara de Diputados, nosotros no estábamos presentes, no teníamos representación parlamentaria, pero en principio veíamos, desde afuera, desde la sociedad civil, con buenos ojos la idea de que un proyecto pusiera límite a algo tan importante como es la representación ciudadana.

Alguien podría pensar -lo hemos escuchado bastante de quienes se oponen a la idea del límite a la reelección- que el límite a la reelección lo tienen que poner las personas con su votación popular. Si bien es un principio seductor, lo cierto es que, en la práctica, las redes que se tejen, tanto desde el Poder Ejecutivo, en los municipios, en los gobiernos nacionales como también en los cargos de representación popular, pueden minar la posibilidad de que haya una buena representación y, por el contrario, provocar que se generen redes de clientelismo que, más allá de esa relación de favores cruzados, no tengan que ver necesariamente con lo importante de la oxigenación de la política y la buena representación.

Cuando entramos a la Cámara, también lo discutimos en el contexto del debate sobre el sistema binominal. En el proyecto sobre el binominal se presentaron indicaciones que pretendían hacer exactamente lo mismo que ya había sido aprobado por la Cámara; pero se quiso poner el tema en ese momento. Sin embargo, en ese minuto levantamos la inquietud de que el proyecto que había sido presentado en la Cámara de Diputados tenía letra chica, principalmente por tres razones: primero, porque el proyecto de la Cámara permitía “cambiarse de silla”, cambiarse de distrito; es decir, un diputado podría estar durante tres periodos en un distrito y luego moverse a otro distinto y seguir tres periodos más. Qué bueno que el Senado haya cambiado eso, que denunciamos en su momento.

Segundo, el proyecto de la Cámara incluía la posibilidad de que se partiera desde el período uno; es decir, el artículo transitorio que contenía el proyecto de la Cámara decía de manera explícita que se iba a contar el primer periodo desde que se promulgara la ley; eso también lo rechazó el Senado.

Y el tercer punto, que fue el que se discutió en el Senado, que fue el transitorio más bullado, la verdad es que se netea con este último transitorio, porque ambos transitorios, tanto el que buscaba hacer explícita la norma de interpretación y jurisprudencia que se ha dado hasta ahora, cual es que esta modificación rige en actum, sumado al que trataba de exceptuar a los diputados, diputadas, senadores y senadoras de esa disposición, fueron rechazados por el Senado.

Por lo tanto, lo que hoy recibimos es un proyecto que, más allá de toda la discusión pública, más allá de todos los dimes y diretes, en concreto modifica aspectos sustantivos de la iniciativa que se aprobó en la Cámara el 2012, que la mejora y que, sobre todo -esta es la parte importante-, elimina el artículo transitorio que esta Cámara de Diputados había incorporado para que el reloj partiera desde uno, es decir, que una vez promulgada la ley, el actual fuera el primer periodo.

Por eso, no hay espacio a la duda, no hay espacio a la doble interpretación. Y mi interpretación en ese sentido es la misma que la de muchos constitucionalistas.

La disyuntiva que tenemos es simple. Quienes queremos que rija in actum tenemos dos posibilidades: enviar el proyecto a comisión mixta o aprobarlo ahora. La pregunta es: ¿En qué tenemos más confianza? ¿En que el Senado va a aprobar una proposición de la comisión mixta que explícitamente consistirá en lo que ellos ya rechazaron? ¿O acaso creemos que el Tricel va a cambiar la jurisprudencia que ya existe, por la presión que puedan hacer esos incumbentes, en contrario tanto a la jurisprudencia como a la opinión de constitucionalistas o también a la propia presión ciudadana?

Desde Revolución Democrática, vamos a aprobar…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Ha terminado su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Ricardo Celis Araya .

El diputado CELIS (don Ricardo) [vía telemática].-

Señor Presidente, primero, manifiesto que mi posición y votación la ejerzo en mi rol de representante de los ciudadanos en el Parlamento -para eso fui elegido- y porque tengo la convicción de que todos y todas tenemos los mismos derechos.

No podemos desconocer que hoy existe una crisis de confianza entre la ciudadanía y el Congreso. La ciudadanía está expectante de lo que legislamos para ella. Por ello, cuando existe una crisis de confianza, se requieren gestos para poder recomponer esa confianza, y esos gestos se constituyen en el reconocimiento y en el desarrollo de los derechos de las personas.

Eso es lo que está en juego hoy: reconocer que tenemos los mismos derechos de muchos que quieren participar. Eso nos piden. No es difícil de entender. El derecho a participar no es solo tener la opción de presentarse como candidato y competir, sino también ser escuchados por el Estado, tal como se establece en nuestra Constitución Política en materia de derechos humanos. Nosotros, como parte del Estado, debemos reconocer ese derecho y escuchar a los ciudadanos.

Hoy, cuando debemos pronunciarnos sobre el límite a la reelección de las autoridades de elección popular, tanto de parlamentarios como de autoridades regionales y comunales, me asiste la firme convicción de que debemos aprobarlo, a fin de que la iniciativa sea despachada a ley tal como llegó a la Cámara de Diputados.

Por lo tanto, a partir de su publicación, la reforma constitucional que se propone a través de este proyecto comenzará a operar in actum, en forma inmediata, para todas las autoridades en ejercicio que indica, tal como respecto de esta materia lo han fundamentado los profesores Hernán Ríos Larraín , Carlos Carmona , Enrique Barros y Antonio Bascuñán Rodríguez , quienes, en síntesis, sostienen que en derecho público no hay derecho adquirido y, por consiguiente, las leyes de derecho público rigen in actum para todos los casos previstos por ella desde el momento de ser dictadas, lo que es ampliamente reconocido por la doctrina y la jurisprudencia.

No podemos seguir dilatando la tramitación de un proyecto de reforma constitucional que, sin duda, traerá mayor participación, mayor sentido social y más responsabilidad por parte de la ciudadanía. Por el contrario, debemos seguir abriendo caminos de diálogo, participación y democracia. Ese era mi compromiso antes de ser parlamentario y lo sigue siendo hoy, en momentos en que los electores y los ciudadanos piden mayores canales de participación.

Lo que planteo no es un juicio moral, sino una visión y una convicción personal que comparto con los ciudadanos, de manera que en atención a mi rol de representante popular, votaré de acuerdo con los gestos y derechos que los ciudadanos nos piden hoy.

Se terminaron los tiempos de las calculadoras: se perderán seis alcaldes por aquí y otros tantos por allá; habrá seis senadores y treinta y ocho diputados que podrán verse “afectados”. Pero hoy, más que nunca, necesitamos legislar para todo el país, y no para una decena de actores políticos que han tenido por muchos años la oportunidad de hacer cosas, muchas de las cuales han sido positivas.

En consecuencia, como es necesario que nuestra democracia alcance niveles superiores de representación, votaré a favor las modificaciones del Senado, con el objeto de que lo que se propone a través del proyecto de reforma constitucional comience a operar in actum.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Karim Bianchi Retamales .

El señor BIANCHI (vía telemática).-

Señor Presidente, ¿cómo explicamos a gran parte de la ciudadanía que cuando no tiene qué comer ni cómo pagar las cuentas a fin de mes estemos destinando días completos a la discusión de un proyecto que regula cuántos años podemos estar aquí? La gente no quiere limitar la reelección de algunos, sino, en lo posible, que nos vayamos todos.

La gente quiere un cambio al sistema y quiere que cambien las personas. Pero, ¿saben qué? Aunque se apruebe este proyecto, la gente querrá lo mismo en un tiempo más, porque es un total engaño. Lo grave de este desencanto es que está siendo aprovechado por algunos para conseguir beneficios propios, porque nadie se puede oponer a un discurso que utiliza la probidad como un supuesto argumento.

En verdad, nos equivocamos en el fondo: la política va a mejorar solo si impulsamos un cambio estructural, y eso tiene que ver con el poder y con la posibilidad de participación. No puedo generalizar: hay quienes son reelectos legítimamente por la voluntad de quienes votan, y debe existir más de alguna virtud para que la democracia los prefiera por sobre otros.

También hay nombres que se reinstalan porque no tienen la suficiente competencia.

Sin embargo, en el fondo, el problema dice relación con quiénes llegan a la papeleta, de cómo se ejerce actualmente el poder político en este país, y de que cada uno de los que nos sentamos en un escaño del Congreso Nacional representamos distintas cosas. Esto lo digo porque si la gente cree que en el Congreso hay caca, con la futura ley será lo mismo, pero con distinto olor, porque llegarán personas que representen lo mismo.

Nicolás Ibáñez , exdueño de los supermercados Líder, ¿le dejará de financiar la campaña a Cruz-Coke cuando sepa que no se puede reelegir? Buscará a otro; así de simple. ¿Ustedes creen que los dueños de la CMPC, que le pusieron plata a la campaña de Schalper, se irán de la política cuando ese diputado no pueda ir a la reelección? La respuesta es no. Seguirán financiando las campañas políticas, independientemente del proyecto de reforma constitucional que estamos tramitando ahora y del político de turno.

Juan Sutil , presidente de la CPC, buscará otro diputado Macaya para financiar su campaña. Si queremos un cambio real, debemos ir más allá de la reelección; debemos mejorar los niveles de participación.

Con el respeto que me merece quien rindió la cuenta del informe, el diputado Walker , quiero señalar que si llega a ser senador por la circunscripción a que postulará, lo que hará será reemplazar al senador Pizarro .

Entonces, lo que propone este proyecto, ¿permitirá renovar de verdad la política? ¿Permitirá renovar de verdad a las personas?

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Disculpe, señor diputado, acá nadie lo va a censurar, pero le recuerdo que de acuerdo con las normas de trato de esta Corporación, debe dirigirse a sus colegas a través de la Mesa.

Puede continuar, señor diputado.

El señor BIANCHI (vía telemática).-

Por su intermedio, entonces, señor Presidente.

Continúo con mi intervención.

No, porque no limita la reelección. Es un traje hecho a la medida para ciertos cargos, para sacar del camino a algunos por vías de dudosas competencias. El partido seguirá diciendo quién irá de candidato, y pondrá en muchos casos a quien le conviene para pagar favores políticos.

Es fácil: la gente elige a quien los representa de acuerdo con que si lo hace bien o lo hace mal. El problema está en que muchas personas no pueden participar, porque muy pocos deciden quiénes son los candidatos. Por ejemplo, ¿cómo competir con un sistema proporcional de listas, en el cual la gente no vota por personas, sino por listas, y donde un independiente debe financiarse y competir desigualmente?

Todo eso no se soluciona sacando del camino a algunos, sino con sistemas de participación universal, en el que no sea un grupo o el presidente de algún partido el que diga quién va o no como candidato, para evitar que siga pasando lo mismo.

Quiero que pueda participar como candidato un dirigente, un líder sindical o un vecino común y corriente que no le debe un favor a un grupo. Lo que aquí se hace es seguir el camino fácil: jubilar a otros sin darse cuenta de que muchos son parte de lo mismo.

Es tan falso este proyecto que podría inhabilitar a un parlamentario con dieciséis años en el cargo, pero instalar a otros que podrían perpetuarse veintiocho años en el Parlamento, porque no limita la reelección; limita una elección. Algunos señalan que quieren arreglar la situación para alcaldes y concejales, pero no me vengan con cuentos; esa es la manera de algunos para evitar la competencia.

No estoy en contra del límite a la reelección, pero esta debe aplicarse para todos los cargos; no a la medida, como está planteado en este proyecto. Algunos, por darse el gustito de asegurarse un cargo de manera más cómoda, se saltaron la discusión que debió darse, por ejemplo, en la reforma constitucional sobre temas como este o respecto de un Congreso unicameral o bicameral o del tipo de elección.

Les aseguro que si la participación ciudadana es sana, limpia y justa, los empresarios solitos se irán, ya que no podrán financiar campañas políticas como las que nombré. La solución al problema no se logra…

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Ha terminado su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra, vía telemática, la diputada Ximena Ossandón Irarrázabal .

La señor OSSANDÓN (doña Ximena ) [vía telemática].-

Señor Presidente, en el Chile actual, claramente estamos en un contexto de crisis de representatividad. Tal como se ha señalado, tenemos el nivel de aprobación más bajo, y lo que afecta a un diputado nos afecta a todos.

En Chile estamos enfrentando un grave problema debido a la denominada baja cohesión social, la cual tiene su origen en los altos grados de individualismo que se observan en el país. De hecho, estudios realizados por el PNUD y por otras instituciones indican que desde 1990 en nuestro país no se confía en nadie: no se confía en las instituciones ni en las personas.

Por lo tanto, es muy difícil construir dada la baja aprobación y la desconfianza de las personas hacia nosotros. No obstante, se trata de un problema que debemos solucionar. No sé si este proyecto permitirá hacerlo, pero por lo menos va en la línea de lo que ha pedido la gente: terminar con los parlamentarios vitalicios. En todo caso, quiero aclarar que no tengo nada en contra de ellos, porque creo que muchos han hecho una tremenda labor.

Además, debemos reconocer -yo lo reconozco- que estamos en un mundo distinto, en el que hay ciertas cosas que hoy no se toleran. La tendencia natural de las personas -de los seres humanos en general- es perpetuar la permanencia en el poder, situación que hemos visto muchas veces en nuestra región.

Hay gente que cree -incluidos algunos presidentes- que lo ha hecho muy bien y que debe seguir eternamente, porque sienten que son la voz del pueblo, algo como medio mesiánico; piensan que no han terminado su tarea y que aún les queda algo por cumplir.

Uno puede creer que eso no ha pasado en Chile, pero me parece que debemos tener cuidado y, de alguna forma, prevenir que caminemos por ese sendero, que es tremendamente peligroso.

Representar a una comunidad no es una carrera que se estudie en la universidad, y si se estudiara en la universidad, les aseguro que nos dirían que el recambio es muy importante, porque cuando no hay recambio, es más fácil. Debemos reconocerlo, porque si bien no podemos decir que quienes no han sido cambiados son corruptos, es fácil caer en la corrupción y hacer mal uso del poder, dado que se van creando redes que, finalmente, terminan usándose, muchas veces en forma casi natural, con fines personales y no necesariamente para alcanzar el bien común.

Creo que la acumulación de poder es un mal agregado y lo debemos evitar. Lo que la gente nos pide va por el camino contrario. Debemos tener un sistema que dé posibilidades para que vengan otras personas, con nuevas ideas, o con las mismas, pero que no concentremos el poder siempre en los mismos.

Si bien considero que debemos aprobar esta iniciativa, esta no es la solución para los problemas de nuestra baja aprobación. Para mí -puedo estar equivocada-, la destrucción de nuestro prestigio tiene diversos condimentos, como actitudes personales no tolerables, basadas en privilegios acumulados por años, y el voto voluntario. Si no logramos que la gente vaya a votar y haga sentir su parecer, ninguna de estas medidas tendrá mayor efecto. No sacamos nada con limitar la reelección si la gente sigue sin elegir a sus autoridades mayoritariamente, por lo que estimo que cometimos un tremendo error cuando permitimos que el voto fuera voluntario.

Espero que se revise aquello; sería el camino correcto.

Aprobar esta iniciativa es un gran paso, pero, como ya expresé, debemos retomar el tema del sufragio universal y el voto obligatorio, porque sin universalidad no hay representatividad. Es así de claro, y lo que hoy estamos viviendo es fruto de ello.

Apoyo esta iniciativa, con todas las consecuencias que genere.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Fidel Espinoza Sandoval .

El señor ESPINOZA (vía telemática).-

Señor Presidente, hace casi un año los socialistas votamos la reducción de la dieta parlamentaria en 50 por ciento, y fue el Senado, el mismo Senado hoy cuestionado, el que desvió esa discusión a la Alta Dirección Pública, para que sea esa entidad la que dirima sobre cuánto será la rebaja de la dieta de los parlamentarios, yendo en contra de lo que los ciudadanos de nuestro país están pidiendo.

En 2012 votamos a favor el límite a la reelección de los parlamentarios, y lo hicimos con la convicción de que era necesario para dar oxigenación y movilidad a la política. Sin embargo, ese proyecto estuvo ocho años estancado en el Senado, instancia que hizo un soberano ridículo, un bochorno la semana pasada, en un debate que, como dijo el diputado Leonardo Soto , no guardó ninguna relación con lo que se aprobó, porque mientras algunos celebraban otros se lamentaban, y, finalmente, el resultado no era ni lo uno ni lo otro, ya que el que la norma rija in actum les vino de suerte.

Al respecto debemos decir las cosas por su nombre: los senadores que votaron en contra o se abstuvieron no querían la retroactividad, sino que se incorporaran los períodos de aquí en adelante, no de aquí hacia atrás.

Lamento, en esa discusión, las declaraciones mezquinas, egoístas y egocéntricas de algunos senadores, que querían sacar por secretaría a sus futuras competencias, diciendo que el Parlamento era uno solo. Es más, en ese sentido discrepo del senador Carlos Bianchi cuando dice que algunos querían sacar por secretaría a los senadores; es al contrario, ellos querían implementar una norma para quedar con el campo expedito para sus propios intereses.

Señor Presidente, soy una persona afectada por este proyecto de ley, porque tengo más de tres períodos, y dos de ellos con amplias primeras mayorías nacionales, pero estoy en el servicio público porque amo el servicio público. Sé que cuando se actúa con honestidad, compromiso, trabajo, cercanía a la gente y defendiendo sus derechos, ella reconoce el trabajo realizado. Porque los ciudadanos evalúan en cada elección los parámetros con los cuales optan por un candidato determinado. Sin embargo, es bueno que haya una oxigenación.

Un concejal puede querer ser alcalde. ¿Por qué no? ¿Por qué un consejero regional no puede ser diputado o un alcalde llegar al Senado o a la Cámara de Diputados? Eso es parte de las democracias en el mundo.

Por eso, mi bancada y yo vamos a votar a favor del límite a la reelección para todas las autoridades de nuestro país. No obstante, con la misma convicción digo que personalmente me abro a la posibilidad de discutir la situación de los alcaldes y concejales, porque es un proceso que hoy está abierto y está en camino. Por eso, tendremos que discutir la posibilidad de que ellos tengan un último período.

Seguramente, esto causa discrepancia dentro de mi propia bancada, pero voy a respetar irrestrictamente lo que ayer decidimos todos: límite a la reelección ahora.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Pepe Auth Stewart .

El señor AUTH.-

Señor Presidente, desde 1871 existe la limitación a la reelección sucesiva del Presidente de la República, porque el legislador ha evaluado que hay razones suficientes para limitar esa libertad del ciudadano elector. Y como dice el aforismo jurídico, “quien puede lo más, puede lo menos”.

Desde fines de los noventa venimos debatiendo sobre la reelección indefinida y la conveniencia de establecer límites a la reelección en cargos de representación popular. Parlamentarios de todos los sectores políticos aquí representados han presentado innumerables proyectos al respecto en el transcurso de estas dos décadas.

Somos partidarios del límite a la reelección para atenuar la ventaja de los “incumbentes” respecto de los demás ciudadanos que aspiran a un cargo. La probabilidad de reelegirse es varias veces superior a la de elegirse por primera vez en un cargo. Asimismo, para alentar la competencia, para promover que los representantes busquen ejercer las distintas responsabilidades del servicio público, sea Congreso Nacional, municipios, gobiernos regionales o Poder Ejecutivo, y también -esta es mi convicción personal- para instalar la saludable práctica de volver cada tanto a sus oficios o profesiones, a vivir como ciudadanos de a pie, fuera de la burbuja del poder.

Hace casi ocho años aprobamos aquí una norma general que establecía el límite a la reelección. Adicionalmente, se aprobó una norma transitoria que, en la práctica, hacía que ese límite comenzara a regir en las elecciones de 2021, es decir, en las próximas, al señalar expresamente que el período en curso sería el primero para efectos de la ley.

El Senado, como suele hacer, no tramitó durante varios años nuestro proyecto. Probablemente no les gustaba, pero tampoco querían votarlo en contra. Solo después del estallido social la Comisión de Constitución del Senado retomó el trámite legislativo, gracias a los senadores Felipe Harboe , Víctor Pérez , Andrés Allamand , Alfonso de Urresti y Francisco Huenchumilla . Fíjense que todos fueron diputados previamente, y dos de ellos participaron en la votación de este proyecto en 2012 aquí, en esta Sala. Por eso rechazaron el artículo transitorio que establecía la excepción para las autoridades que ejercen hoy sus respectivos cargos.

Las reformas constitucionales rigen en el acto y para todos los ciudadanos, salvo que se establezcan expresamente diferencias en su aplicación para determinado grupo o se señale que entrarán en vigor en alguna fecha futura.

Respeto a quienes, desde una visión distinta, son contrarios al límite a la reelección, y lo expresan votando en contra; pero no respeto para nada a quienes dicen estar a favor del límite a la reelección, pero en contra de que se les aplique a ellos mismos. Esto no tiene nada que ver con la retroactividad; más bien se trata de una condición para participar en una elección futura. Retroactivo sería que perdieran el cargo aquellos que tienen en el Congreso Nacional cuatro o más períodos, o que hubieran dejado de ser alcaldes aquellos que no tenían licencia de enseñanza media cuando se aprobó ese requisito.

Los alcaldes que no tenían su enseñanza media completa no pudieron ir a la reelección inmediata. Y nosotros, los que tenemos tres o más períodos en la Cámara de Diputados, tampoco podremos ir a la reelección.

¡Las leyes rigen para todos por igual! Que algunos senadores creyeran que podía ser de otra manera, que reelegirse era un derecho adquirido, es imposible de explicar. Si querían autoexcluirse, tendrían que haber presentado un artículo transitorio que hiciera aplicable la norma en una fecha distinta, pero probablemente no se atrevieron. Sin un artículo transitorio, la norma se aplica para todos in actum, del mismo modo que aplicará la reducción de la dieta parlamentaria; del mismo modo que aplicó el término de la posibilidad de reelección al Presidente Federico Errázuriz en 1871; del mismo modo que aplicó la reducción del período presidencial de ocho a seis años a Eduardo Frei Ruiz-Tagle ; del mismo modo que aplicó la exigencia de licencia de enseñanza media a los alcaldes que fueron a la reelección. ¡Para todos es la siguiente elección!

Los que votamos en 2012 volveremos a hacerlo hoy, ahora que nos afecta a nosotros mismos. Catorce diputados y diputadas que votamos en octubre 2012 por el límite a la reelección de ciertas autoridades, nos comprometimos públicamente a aprobar hoy este proyecto de ley sin letra chica. Reafirmo que cumpliremos con nuestro compromiso.

En nombre del núcleo de independientes socialdemócratas que conformo junto a Carlos Abel Jarpa y Fernando Meza , anuncio nuestro voto favorable a todas y cada una de las modificaciones del Senado. Ello, para que el límite a la reelección rija desde ahora y para todas las autoridades elegidas, incluidos nosotros mismos.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Jaime Mulet Martínez .

El señor MULET.-

Señor Presidente, por lo que he escuchado hoy en la Sala, aprobaremos sin letra chica esta reforma constitucional que establece una barrera que impide la reelección indefinida de diputados, diputadas, senadores y senadoras.

Es un paso significativo y muy importante que rija in actum. Me alegro de que esa sea la disposición de la mayoría de las bancadas. La idea es aprobar las modificaciones del Senado sin letra chica, como dijo el colega Pepe Auth . Los cuatro parlamentarios de la Federación Regionalista Verde Social, por cierto, las vamos a apoyar, sin letra chica, para que rija in actum.

Doctrinariamente , por lo que he estudiado, no hay una postura única respecto de si los parlamentarios deben o pueden elegirse indefinidamente. De hecho, hay distintas posturas. En la mayoría de los regímenes parlamentarios europeos las reelecciones son indefinidas; lo mismo sucede en Estados Unidos de América, pero no así en México.

Hay una historia detrás de cada una de las decisiones. Depende del sistema electoral utilizado, de si hay lista única, si hay división en distritos o hay un gran distrito nacional, etcétera. Hay distintas maneras de enfocar esto. Sin embargo, hoy en Chile lo más relevante -lo quiero destacar- es que, más allá de que no hay un problema doctrinario, sí hay un problema de orden práctico.

Es un problema que debemos abordar, porque la crisis global de la política y la crisis de credibilidad que sufren todos los parlamentos afecta también a nuestro Congreso Nacional y a la actividad política. Una manera de abordarlo correcta y decentemente es empezar a poner barreras para que haya efectivamente una renovación.

Uno de los factores que ha influido negativamente es que al interior de los partidos políticos tradicionales han surgido corrientes o bloques que realizan negociaciones, muchas veces poco transparentes, que no respetan los principios o acuerdos democráticos o los resultados de elecciones primarias, lo que ha ido mermando o corroyendo el prestigio de la política.

Aquí se está dando un paso, aunque entiendo que no es el definitivo. Si la iniciativa se aprueba in actum, como queremos los regionalistas verdes, por cierto el desprestigio de la política no se recuperará de inmediato.

Reitero: este es un paso o un avance significativo, tal como lo es la reducción de la dieta parlamentaria.

Los pasos definitivos para reencontrar a los partidos políticos o a las organizaciones que los reemplacen con el mundo de la representación directa o indirecta los vamos a lograr en el proceso constituyente que se producirá en los próximos meses, que es muy relevante para el país. A partir del 18 de octubre pasado, el pueblo de Chile se ganó el derecho a realizar ese proceso constituyente, cuando protestó contra todo el sistema político, contra todos nosotros -hay que decirlo-, porque no se salvó nadie.

Vamos en el camino correcto. Por eso, votaremos a favor las modificaciones del Senado, sin letra chica, a la espera de que se cumpla el proceso correspondiente.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Gabriel Boric Font .

El señor BORIC (vía telemática).-

Señor Presidente, no soy un parlamentario independiente, sino un militante de un partido político, Convergencia Social, perteneciente a la coalición Frente Amplio. Lo digo con mucho orgullo, porque me parece importante destacar un punto que ha estado presente en este debate: es muy fácil decir en estos días que la gente vota más por las personas que por los partidos políticos; pero la política no es un espacio en donde se está permanentemente privilegiando los intereses individuales por sobre los colectivos.

La política es un esfuerzo colectivo. Por lo tanto, defiendo no solamente la militancia en un partido, sino también el ser parte de organizaciones, el ser parte de esfuerzos que vayan más allá de uno mismo.

Desgraciadamente, eso ha quedado en entredicho después de la decisión del Senado respecto de este proyecto y después de escuchar posiciones como la que expresó un colega representante de la Región de Magallanes.

Respecto del tema de fondo, las posiciones tanto a favor como en contra del límite a la reelección son legítimas. Hay buenos argumentos para defender la necesidad de un límite a la reelección, tal como hay buenos argumentos en el sentido de que esa libertad tiene que ser otorgada en un ciento por ciento a los electores.

Lo que no es aceptable, al menos desde mi punto de vista, es que se diga públicamente que se está a favor del límite a la reelección, pero que se está en contra de que se les aplique a ellos mismos. Eso fue lo que hizo el Senado. Las leyes no se pueden hacer con nombre y apellido. El bien común debe estar siempre por sobre los intereses particulares de quienes legislan, lo cual, desgraciadamente, ha quedado severamente en entredicho tras la decisión del Senado.

Estoy a favor del límite a la reelección, particularmente en un contexto como el actual, porque tengo la convicción de que ante el clientelismo, el caudillismo, el achatamiento y la falta de chispa que hoy día caracterizan a la política, es necesario inyectar una mayor competencia. Me parece que la competencia queda limitada no solamente por la eternización en sus cargos de algunos parlamentarios, consejeros regionales, alcaldes o concejales, sino también por otros elementos que acá se han mencionado.

Este problema no se va a solucionar solamente colocando límites a la reelección de las autoridades, sino también, como dijo el diputado Diego Ibáñez , poniendo un límite al gasto electoral y haciendo efectiva la ley que impide la donación de empresas a las campañas políticas, a través de distintas personas jurídicas o de otros mecanismos, como lo han hecho los grandes empresarios de nuestro país.

Por lo tanto, debemos avanzar hacía una mayor transparencia para que primen las ideas, no cuánto dinero tiene uno u otro candidato.

Desgraciadamente, el escenario en el que nos ha puesto el Senado le hace mal a la democracia y a las instituciones, porque hay una evidente discordancia entre la voluntad declarada de los senadores y el texto aprobado.

Como Frente Amplio, hoy vamos a aprobar el texto tal como fue despachado por el Senado, porque entendemos que rige, más allá de los latinajos, de modo inmediato, y, en tal condición, es aplicable a parlamentarios y demás autoridades en ejercicio. Esto va a implicar una judicialización del problema, porque seguramente quienes defendieron sus intereses personales durante este debate tratarán de recurrir a la justicia para evitar que se les limite la posibilidad de ser reelectos. Al final, eso va a traer más desprestigio a las instituciones, lo que debemos evitar.

Pongamos por delante el bien común antes que los intereses personales. Ese debería ser el principio que nos guíe siempre y no mirar la calculadora al votar cuestiones tan importantes como esta.

Como Frente Amplio votaremos a favor para que el proyecto no pase a comisión mixta y se apruebe ya.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra por el tiempo restante el diputado independiente, miembro de la bancada del Partido por la Democracia, don Raúl Soto Mardones .

El señor SOTO (don Raúl).-

Señor Presidente, como diputados y diputadas de la bancada del Partido por la Democracia participamos profundamente en este debate. Además, en la Comisión de Constitución seguimos las exposiciones de los expertos juristas y constitucionalistas que expresaron sus opiniones sobre el proyecto. También participamos en una sesión donde se generó una discusión bastante profunda con un constitucionalista amigo, don José Antonio Ramírez , que nos ayudó a clarificar los efectos jurídicos de la iniciativa.

Sobre la base de lo que acabo de señalar, nuestra bancada tomó, mayoritariamente, una definición legislativa y política respecto del proyecto, la que pasaré a detallar a continuación.

La bancada de diputadas y diputados del Partido por la Democracia declara ante la opinión pública su apoyo al límite de reelección de los cargos de elección popular.

Envueltos en una grave crisis de confianza que debilita constantemente nuestra democracia, creemos que es necesario actuar sobre la base de principios y no según calculadoras políticas. Necesitamos un sistema político que promueva institucionalmente la renovación de sus actores y que facilite la inclusión de nuevos representantes.

En ese sentido, creemos que limitar la reelección es una señal en la dirección correcta y que debemos dar con decisión. Frente a lo anterior, tenemos la obligación de tomar las decisiones legislativas que Chile espera y precisa.

Despejado el punto de que el límite de reelección rige in actum, es decir, aplica de inmediato para todos los cargos de elección que el proyecto plantea, incluidas las autoridades en ejercicio, creemos que lo consecuente es aprobar lo despachado por el Senado y no dilatar más la definición.

Este debate debe zanjarse rápidamente en el sentido planteado, ya que es necesario que todos los sectores políticos enfoquemos nuestros esfuerzos en dar respuestas a las necesidades de la ciudadanía en el marco de la actual crisis sanitaria, económica y social.

Al mismo tiempo, esperamos que el debate en torno de la recuperación de las confianzas ciudadanas y del fortalecimiento de nuestro sistema político no se agote acá y podamos avanzar también en perfeccionar las normas relativas al gasto electoral y discutir cómo emparejar la cancha en el ámbito de la competencia electoral entre desafiantes e incumbentes, temas relevantes y necesarios para una verdadera renovación de la política, si ese es el objetivo que esta Cámara de Diputados busca al apoyar este proyecto.

Por lo tanto, hemos decidido aprobar lo despachado por el Senado y mostrar una señal clara a la ciudadanía de que estamos por el límite a la reelección.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado José Miguel Ortiz Novoa .

El señor ORTIZ (vía telemática).-

Señor Presidente, quiero expresar claramente que para mí ha sido un alto honor ser elegido por octava vez diputado de la república en representación de mi ciudad de Concepción.

En la vida política uno tiene que ser consecuente y no dejarse llevar por el momento que se está viviendo, en donde todo el mundo quiere cambios, legítimos con seguridad. Le recuerdo, señor Presidente, que en 2012 no solo voté a favor el término de las reelecciones, sino que también fundamenté mi voto en la Sala.

Siempre he tratado de ser consecuente y me siento orgulloso de haber participado, desde 1990 a la fecha, en el 99 por ciento de las votaciones llevadas a cabo en el Congreso Nacional. Me siento absolutamente conforme, porque le he devuelto la confianza a miles y miles de chilenos penquistas -hombres y mujeres, jóvenes y adultos mayores- que me dieron grandes primeras mayorías las ocho veces en que fui electo. Eso se logra respondiéndole a la gente, no solo a través de los medios de comunicación con tres o cuatro periodistas en puntos de prensa. En muchas ocasiones, cuando se votaban proyectos importantes, los colegas daban conferencias de prensa y no asistían a las votaciones. Es cosa de analizar las grandes reformas que de verdad se han llevado adelante en el país.

Votaré -siempre lo he dicho- a favor de que se tome en cuenta el límite a la reelección con efecto retroactivo, como he tratado de cumplir siempre. El ministro de fe de la Cámara de Diputados es el Secretario General y él planteó que esta reforma constitucional es autoejecutable. Es decir, el hecho de que votemos todo lo que viene del Senado significará -que quede en la historia fidedigna de la ley- que hay efecto retroactivo.

Termino con algo muy importante.

En algún momento nos jugamos por el término del sistema binominal, sabiendo que, legítimamente, iban a llegar al Parlamento muchos jóvenes, mujeres y hombres. También estuvimos a favor de las cuotas de género, de la votación voluntaria y de la inscripción automática. Siempre he actuado en función de lo que significa ser parte de un congreso, y eso es lo que haré hoy.

He dicho.

-Aplausos.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Alejandro Santana Tirachini .

El señor SANTANA (don Alejandro) [vía telemática].-

Señor Presidente, estoy absolutamente a favor de limitar la reelección y que la medida comience a regir de inmediato. Eso significa que los diputados que cumpliremos tres periodos no iremos a la reelección.

Esta iniciativa es antigua. Ya en 2012 fue aprobada por la Cámara de Diputados, pero permaneció por mucho tiempo durmiendo en el Senado.

El debate sobre esta materia y la demanda asociada a ella no se explica por la situación que estamos viviendo, sino porque las miradas, definiciones y legítimas posiciones de determinados parlamentarios, entre los que me incluyo, apuntaban en el pasado a que las reelecciones debían ser ilimitadas. Algunos han dicho que debe ser el electorado el que diga hasta cuándo uno debe ejercer el cargo. Otros han dicho que hay limitaciones cuando uno reta electoralmente a un alcalde, concejal o consejero regional, porque se genera una cancha desigual a la hora de la elección.

Creo que cada cierto tiempo hay que ir renovando la política. Esto no coarta, por ningún motivo, a los parlamentarios. Como bien señaló el diputado Matías Walker , a cada parlamentario se da la posibilidad de transitar también por el mundo privado, de trabajar en otras cosas distintas de la actividad pública o de cumplir otras funciones dentro de la actividad pública. Nosotros sentimos que esto no significa coartar la libertad de nadie; simplemente, buscamos que exista la posibilidad de que la política, cada cierto tiempo, se vaya renovando.

Es legítimo que quienes hoy tienen varios períodos o más de tres períodos como diputados, que han sido electos legítimamente por sus electores, también tengan aspiraciones de ejercer funciones distintas en el futuro.

La contingencia ha acelerado esta iniciativa, y como Congreso tenemos la posibilidad de dar una señal y decir al país que, efectivamente, la ley sobre reelección limitada empieza a aplicarse desde ahora. Eso significa que quienes cumplieron tres períodos como diputados o van a cumplir dos períodos como senadores, no van a poder postular al mismo cargo.

Por lo tanto, vamos a votar en ese sentido, con el objeto de dar fin a una iniciativa que lleva varios años de tramitación y que, como sabemos, se priorizó producto de la contingencia, porque creemos que será una buena señal para nuestro país.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Natalia Castillo .

La señora CASTILLO (doña Natalia) [vía telemática].-

Señor Presidente, en este hemiciclo hay parlamentarios y parlamentarias que estamos en nuestro primer período como diputados y hay otros que están aquí desde 1990, y así ocurre también en el Senado. Por sí solo, eso no es algo que sea bueno ni malo, ni que divida entre los buenos y los malos ni que signifique que lo nuevo es bueno y que lo antiguo es malo. Esa diferencia no tiene esa relación. Por ello, no es necesario moralizar esta discusión.

Esta Cámara de Diputados ya aprobó el proyecto de ley que establecía el límite a la reelección en 2012, hace ocho años, antes del estallido social, antes de la existencia, por ejemplo, del Frente Amplio como lo conocemos y antes de que Revolución Democrática tuviera un diputado. Ya en ese entonces la Cámara de Diputados estaba mayoritariamente de acuerdo en que debían limitarse las reelecciones de las autoridades. La razón es muy simple y clara: la democracia está en crisis; hay una baja en la participación electoral que es realmente abrumadora.

Eso se refleja en muchos otros ámbitos, porque tampoco podemos reducir la democracia solamente al hecho de votar. El límite a la reelección es una herramienta que tenemos para fortalecer nuestra democracia. Es así de simple.

Obviamente, no quiero decir que la mera existencia de caras nuevas implique que esta situación va a mejorar. Evidentemente, afirmar eso sería absurdo, y precisamente, en esta Cámara de Diputados, hay buenos ejemplos que lo confirman. Pero es evidente que la perpetuación de las mismas personas en la política aumenta el riesgo y termina transformándose en un caldo de cultivo para prácticas poco saludables para nuestra democracia o, derechamente, en prácticas de corrupción, y voy a dar ejemplos muy concretos.

¿El tiempo de ejercicio en el cargo que permite la reelección habrá influido, por ejemplo, en que Jaime Orpis armara redes de influencia y de poder para que grupos económicos terminaran redactándole las leyes? Jaime Orpis fue reelegido cuatro veces y cumplió cinco períodos en total. Él era parlamentario desde 1990.

¿O cuántos períodos legislativos necesitó el senador Iván Moreira para tener la audacia de pedir a Hugo Bravo, de Penta, un “raspado de la olla”? Por supuesto que el tiempo no asegura nada, pero es indudable que sí hace más probable que se generen estas redes clientelares y de intereses.

El límite a la reelección tiene la función preventiva de proteger nuestra democracia, además de asegurar la participación de nuevas personas en política, quienes tienen un desafío muy difícil contra los incumbentes que están siempre, pues aquí se da la lógica de “el que tiene, mantiene”. Para los incumbentes es fácil decir que se someten al constante escrutinio de la gente mediante las reelecciones, pero cuando son elegidos por una mayoría dentro de una minoría, esa mayoría no es tan representativa. Para un ciudadano común y corriente es prácticamente imposible competir con un incumbente, y este proyecto también es un pequeño paso para emparejar esa cancha.

Por último, quiero ser clara respecto de que las normas de derecho público rigen in actum, es decir, entran en vigencia al momento de publicarse en el Diario Oficial; la norma que limita la reelección se debe aplicar de inmediato y, por ende, deben contarse los períodos previos de las autoridades en el cargo. Cualquier interpretación en contrario implica hacer una distinción que la norma, en este caso, no hace; por lo tanto, no sería una interpretación válida.

No hay una especie de derecho a la reelección; no hay algún derecho adquirido en este punto. ¿Hasta cuándo se sigue con la lógica de los derechos subjetivos? No puede ser que algunos quieran entender que la norma se aplica a los demás y no a ellos, como si fuera una clasificatoria de fútbol, donde se borran las tarjetas amillas. ¡No, Presidente! La norma es clara y debe regir para todos y todas, para los futuros y actuales parlamentarios.

Votaremos a favor.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Juan Antonio Coloma .

El señor COLOMA.-

Señor Presidente, voy a partir diciendo algo políticamente incorrecto: la gente tiene el legítimo derecho a elegir como su representante al candidato que ella quiera, al candidato que mejor la represente, sea que este lleve años en el cargo o sea nuevo, sea este un incumbente o no.

Hablo con la tranquilidad de no ser incumbente, con la tranquilidad de no ser de aquellos diputados o diputadas que están en su tercer período o llevan más tiempo, porque, obviamente, para ellos es más complejo.

Pero antes de analizar esta reforma, quiero recordar cuáles han sido las últimas dos grandes reformas políticas que hemos llevado adelante en el Parlamento.

La primera es el cambio del voto obligatorio por el voto voluntario. Muchos de los que están aquí nos decían que ese cambio permitiría que la gente volviera a creer en la democracia y en las personas que las representan, que el Congreso iba a mejorar su aprobación, porque la gente, libre y soberanamente, iría a votar. ¿Qué ocurrió? Que bajó la participación, que fue menos gente a votar y que el Congreso bajó significativamente su nivel de aprobación.

Hoy muchos de los que hablaban y se llenaban la boca con la democracia quieren volver atrás, porque se dieron cuenta de que un proyecto que parecía bueno resultó tener efectos perniciosos.

La segunda gran reforma que hemos tenido es el cambio del sistema electoral. Durante años, muchos de los que están aquí nos dijeron que el gran problema de la democracia era el sistema binominal. Me acuerdo de cuando, sentado en esta Sala, el entonces ministro Peñailillo nos venía a contar las maravillas del nuevo sistema electoral. Nos dijo que tendría costo cero. ¡Falso! Nos dijo que iba a mejorar la credibilidad de las personas. ¡Falso! Nos dijo que la gente ahora sí iba a confiar en su Parlamento. ¡Falso! Nos dijeron, además, que el cambio de sistema electoral se haría pensando en la democracia. ¡Falso! ¡Fue un traje a la medida de los incumbentes del momento! ¿O acaso alguien puede explicar que la Región de Atacama elija casi el doble de los representantes de la Región de Tarapacá, en circunstancias de que tienen la misma cantidad de habitantes? Hay una sola explicación: fue un traje a la medida en ese momento del Partido Comunista y de su secretario general, Lautaro Carmona . Ellos además crearon la bancada del 1 por ciento. Con ese proyecto de ley que cambió el sistema electoral, que venía a mejorar la democracia y a recuperar la credibilidad, reitero, crearon la bancada del 1 por ciento.

Estoy convencido de que hoy la gente rechaza a los parlamentarios que son arrastrados con ínfimas votaciones. Pero no solo eso: aumentaron a 155 diputados.

¿Alguien cree que la ciudadanía valora al Congreso, que ahora tiene más representación? ¡No! Lo que la gente nos pide es disminuir el número de diputados, reducir nuestros recursos, terminar con la bancada del uno por ciento. Por eso desde la UDI estamos impulsando la disminución de parlamentarios, la reducción de las asignaciones y terminar con los diputados arrastrados con ínfimas votaciones.

¿Qué tiene que ver todo esto con el proyecto que hoy estamos discutiendo? Que este proyecto es un traje a la medida para algunos parlamentarios.

Aquí, saquémonos las caretas. Todos hablan de la democracia con liviandad, como si todos fueran representantes del espíritu cívico final. Yo, honestamente, veo un traje a la medida total.

Voy a dar ejemplos solo de la izquierda, obviamente de senadores que no me representan y por los cuales jamás votaría.

¿Alguien cree que nadie gana si sacan por secretaría al senador Pizarro ? Obviamente, hay parlamentarios que ganan. ¿Alguien cree que no hay parlamentarios que ganan si sacan por secretaría al senador Juan Pablo Letelier ? Obviamente que hay parlamentarios que ganan. ¿Alguien cree que nadie gana si sacan por secretaría al senador Bianchi ? Obviamente, hay personas que ganan, y están pendientes de eso. ¿Alguien cree que no hay un traje a la medida cuando sacan al senador Girardi ? Obviamente, hay personas que están viendo la posibilidad de competir. ¿Alguien cree que no hay un traje a la medida cuando sacan al senador Navarro ? Obviamente, hay personas que le quieren competir.

Como dije, ninguno de ellos me representa, pero es evidente que aquí hay intereses creados en quienes se escudan en la democracia para sacar a competencia directa. Ninguno me representa, pero todos tienen en común una cosa: que quienes legislan son incumbentes. Si hay algo complicado en la teoría de la ciencia política es legislar en caliente, para nosotros y para el ahora.

¿Por qué no se dijo esto? Oiga, establezcamos mecanismos.

Voy a ser honesto: yo no soy partidario del límite a la reelección; creo en la ciudadanía, en que la gente tiene capacidad para elegir. Lo que estamos haciendo aquí es simplemente bochornoso: sacar de carrera a quienes me compiten o a quienes no les puedo ganar. Pero no es solo eso: aquí, además, entre gallos y medianoche están agregando a los alcaldes, a los concejales y a los consejeros regionales. ¿Por qué? Porque ven nichos de poder para competirle a personas que llevan años en el cargo.

Hasta hace ocho o seis meses siempre se dijo: “No se preocupen, alcaldes y concejales quedan fuera de esta norma”. Pero hoy los meten en la norma. ¿Y por qué los meten en la norma? Porque cambió la ley, y ahora la elección de estos es en marzo del próximo año. Pues bien, los que pierdan en marzo no podrán competir contra los diputados, pues no cumplirán con el requisito de haber renunciado a su cargo con un plazo mínimo de un año antes de la respectiva elección.

Entonces, en ese momento la gente nos va a decir: “Miren, esto de nuevo era un traje a la medida para el Parlamento”. Y no vamos a bajar nuestra aprobación simplemente porque ya no podemos seguir bajando.

Señor Presidente, soy un convencido de que la gente tiene derecho a elegir, tiene derecho a buscar a quienes mejor la representen, sea que lleven un mes o veinte años. Dejemos que la gente elija, creamos en las personas que van a votar. No utilicemos un proyecto de ley coyuntural para sacar de la pista a competencia, para asegurar una elección senatorial, para sacar a la persona que me cae mal, para sacar a la persona que piensa distinto. Compitamos.

Eso fue parte de lo que ustedes nos prometieron con este nuevo sistema. Cuando cambiamos el sistema electoral, nos dijeron: “Ahora va a haber más competencia, y esta competencia va a permitir oxigenar la política”. Lo que hoy quieren hacer ustedes es ahogar la competencia.

Porque soy un convencido de que la gente tiene el legítimo derecho a elegir, voy a votar en contra -así lo hará gran parte de mi bancada- de limitar la elección de alcaldes, concejales, diputados, senadores y consejeros regionales.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado Marcos Ilabaca .

El señor ILABACA.-

Señor Presidente, el triste espectáculo que dieron los senadores de la república la semana pasada nos obliga hoy a discutir raudamente un tema que, si bien no está dentro de las materias prioritarias que requiere la ciudadanía, sí da cuenta de la crisis institucional que vive la política. Esto nos obliga a decir que el Senado equivocó el camino, equivocó la decisión, pues, lamentablemente, no lograron aquello que manifestaban públicamente, esto es, evitar la reelección.

Al respecto, como establecieron los constitucionalistas que asistieron a la Comisión de Constitución de la Cámara, la norma se aplica a todos de manera inmediata.

Esto, en definitiva, da cuenta no de la voluntad de los parlamentarios, sino de la visión que tiene la ciudadanía de nosotros. Hoy existe desconfianza, desprestigio, deslegitimación. Por eso es necesario que desarrollemos una mejor política y mayor conexión con los problemas que hoy tienen los ciudadanos, porque, lamentablemente, el Congreso es visto como un grupo privilegiado, que vela generalmente por sus intereses personales, no por los intereses del pueblo.

Es lamentable que hoy estemos discutiendo un tema que, si bien mejorará la democracia, deja a un lado el debate de problemas que sí preocupan a la ciudadanía, como el corralito que nos están tratando de imponer mediante la prohibición o retardo en la posibilidad de cambio de fondos de la AFP.

Pero ya que el Senado, de manera equívoca y absolutamente perjudicial para el sistema político, puso este tema sobre la mesa, anuncio que la bancada del Partido Socialista va a aprobar las modificaciones del Senado al proyecto ley, en el entendido de que la eternización en los puestos de representación popular no puede seguir y de que es bueno refrescar y renovar el ejercicio político en todos sus niveles.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra, hasta por 2 minutos y 56 segundos, la diputada Alejandra Sepúlveda .

La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-

Señor Presidente, parece que hoy tenemos más de 4.000 contagiados y 87 personas fallecidas. Nos hubiese gustado estar discutiendo otras cosas, no cuestiones que, quizás, la ciudadanía no valora.

Lamento que el Senado se haya demorado tantos años en despachar este proyecto en su segundo trámite constitucional, modificaciones que hoy revisamos aquí en la Sala.

Debo decir que no temo la competencia; al contrario. En todos los años que llevo en el Congreso hemos sacado la primera mayoría nacional; hemos estado permanentemente dentro de las primeras mayorías regionales; también hemos roto el sistema binominal, a través de, incluso, la recolección de firmas para ser candidata. La ciudadanía, mediante el voto popular, nos ha entregado permanentemente su confianza, pero también la responsabilidad. Y cuando nos toca votar en esta Sala, con estos tres botones de colores distintos, uno sabe que le está cambiando la vida o complicando la vida a muchas personas.

Por lo tanto, lo más importante es cómo asumimos este cargo con responsabilidad, con entrega absoluta, pero también con honestidad. Eso es lo que hemos pretendido muchos de nosotros en esta Sala en estos años. Pero, al mismo tiempo, entendemos que hay procesos y que hay cosas que plantear a la ciudadanía, porque se nos está exigiendo permanentemente. Creo que el estallido social está en la cabeza y en la retina de todos nosotros permanentemente. También está el proceso constituyente, que esperamos que se dé lo antes posible sin ningún retroceso. También está lo que hicimos en 2012, cuando votamos favorablemente que hubiera un límite a la reelección y que fuera retroactivo.

Por eso, hoy, siendo incumbente, pero también asumiendo la responsabilidad absoluta de que esto es necesario y urgente para entregar una señal importante a la ciudadanía, no tengo por qué cambiar mi voto; por el contrario, tengo que sostenerlo, tal como lo hice en 2012, cuando votamos favorablemente esta idea.

Por lo tanto, el día de hoy, a pesar de todas las dificultades y del hecho de que deberíamos estar tratando otros temas que son más urgentes en relación con la pandemia, votaremos favorablemente, tal como lo hicimos en 2012, que no exista reelección y que esta norma sea retroactiva.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra, vía telemática, la diputada Camila Vallejo .

La señorita VALLEJO (doña Camila ) [vía telemática].-

Señor Presidente, comparto lo que señaló la colega diputada Alejandra Sepúlveda . Precisamente en el contexto en que se da este debate, me habría gustado que estuviéramos privilegiando obviamente aquellos proyectos de ley que dicen relación con enfrentar con sentido de urgencia los impactos de la crisis sanitaria. Lo lamentamos, pero fue el Senado el que se demoró años y dilató este debate, que podría haberse resuelto el mismo año 2012 o en 2013. Pero más vale tarde que nunca.

Como bancada del Partido Comunista estamos muy de acuerdo con poner límite a la reelección, tal como lo hemos manifestado siempre desde el reingreso al Congreso de nuestros parlamentarios comunistas en contexto de democracia. De hecho, no tenemos ningún parlamentario que haya ido más de dos veces a la reelección -se lo aclaro al diputado Coloma -. Lo consideramos necesario, porque este debate, además, se da en un contexto más general de crisis aguda de nuestros modelos económicos de distribución de la riqueza, y de los sistemas políticos que sostienen esos modelos económicos. Hoy tenemos -se hace más evidente que nunca- un sistema económico que privilegia el negocio por sobre la vida, por sobre la salud y por sobre tantos otros derechos fundamentales del ser humano. También tenemos un sistema político que ayuda a mantenerlo, que ayuda a perpetuarlo y que, lamentablemente, muchas veces baila al compás y a los ritmos de las leyes del mercado. Nosotros hemos dicho que hay que cambiar esto; hay que enfrentar esta crisis del modelo económico y de los sistemas políticos que representan esos modelos, a través de un cambio en la Constitución Política y de una reflexión nacional en torno al modelo social que tenemos.

Estos proyectos de ley son una señal en esa línea. No son suficientes, pero contribuyen, porque se requiere que la democracia y los espacios de representación ojalá sean cada vez más populares y permitan incorporar al mundo social y sindical; no solamente deben incorporar a aquellos que tienen experiencia y trayectoria en el mundo de los negocios y las finanzas, sino también a quienes tienen representación popular. Por ello, poner límite a la reelección también contribuye.

El límite a la reelección debe ser aplicado ya, tanto al Parlamento como a los alcaldes y a los concejales; necesitamos un “tiraje en la chimenea”. Si damos la posibilidad de que esas autoridades ilimitadamente se reelijan, obviamente habrá más posibilidades de corrupción y de que el sistema político siga bailando al compás de los intereses particulares o de algunos negocios en particular de nuestro país.

Por eso, como bancada del Partido Comunista votaremos a favor este proyecto de ley, para que el límite de la reelección sea retroactivo y se aplique al Parlamento, a los concejales y a los alcaldes y alcaldesas de nuestro país.

He dicho.

El señor AUTH (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Francisco Eguiguren .

El señor EGUIGUREN.-

Señor Presidente, vivimos días y años decisivos para el futuro de nuestro país. Los miedos, las incertidumbres, las luchas ideológicas y también los prejuicios se resolverán o no en la forma como nosotros protejamos nuestra democracia.

Hoy vemos un proyecto que ha sido noticia -no sé cómo calificarla- por la falta de información o de formación de un Senado que creyó que podía “meter un gol de media cancha”, pero que no le resultó.

La democracia sana en el mundo debe contemplar, sin duda, la alternancia en el poder. No solamente la alternancia en el poder del Ejecutivo, sino también de todas las personas elegidas popularmente. Necesitamos que nuestras autoridades y nosotros, en primer lugar, no nos eternicemos en un cargo, sino que tengamos claro que en este estamos de paso para contribuir, para resolver, para ayudar, para representar a las personas y no para transformarlo en una carrera profesional y política de toda la vida. No es sano que un legislador se mantenga en un puesto por treinta años; no es sano para la democracia, no es sano para el país y no es sano para nadie, en realidad.

Vengo del mundo privado, donde no podíamos permanecer más de tres años, como mucho, en un puesto, porque, como decimos vulgarmente, uno “se achancha” y empieza a ser más rutinario de lo que corresponde. Es bueno y sano que haya alternancia, que haya cambios, que entre gente nueva -mayor o menor, da lo mismo, pero nueva-, con nuevas ideas, con nuevos enfoques y con nuevos aires.

La democracia, como cualquier obra humana, es perfectible. Necesitamos apoyarla, necesitamos darle herramientas para que se consolide, sobre todo en un país como el nuestro. Por eso, es muy necesario que no solamente haya alternancia en el poder, sino también con retroactividad. De ahí que es bueno que este proyecto rija in actum, como han dicho los expertos y los académicos; no que rija de ahora en adelante y que lo que ocurrió para atrás se considere como que no es historia, como que está olvidado. No, la idea es que rija in actum para todos aquellos parlamentarios que lleven los periodos contemplados, de modo de poder darles espacio a otros. No podemos legislar para protegernos a nosotros mismos.

Por todo lo anterior, hoy apoyaremos este proyecto de ley, primero, para que limite la reelección; segundo, para que sea con efecto retroactivo; tercero, para que permita dar tranquilidad a la ciudadanía, para que permita dar credibilidad ante la opinión pública y para que demuestre que realmente este Parlamento no está legislando para beneficio propio, sino para el país.

Por ello, es importante que este proyecto tenga un apoyo transversal y total, porque aquí nadie viene a beneficiarse del cargo para poder perpetuarse eternamente, sino a contribuir con un grano de arena a hacer un país mejor. En eso estamos, ese es nuestro propósito. Si somos consecuentes con ese propósito, lo que tenemos que hacer hoy es votar a favor de la limitación a la reelección con retroactividad para todas las autoridades de nuestro país elegidas por elección popular.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Javier Macaya Danús .

El señor MACAYA (vía telemática).-

Señor Presidente, soy de los que hace algún tiempo, cuando se votó este proyecto de reforma constitucional en primer trámite constitucional, en 2012, estaba convencido de la premisa que sostenía que permitiría aumentar la legitimidad de este Parlamento y de que tendríamos la posibilidad de reivindicar el prestigio de la política.

Hemos hecho hartas cosas en este tiempo: se cambió el sistema electoral binominal, se aumentaron los escaños parlamentarios, se aprobó el proyecto que rebaja la dieta parlamentaria y se aprobó el voto voluntario, que entrega libertad a los chilenos a la hora de decidir ir a votar o no.

Sin embargo, no tengo duda alguna -es cosa de mirar el ranking de aprobación del Parlamento en las encuestas- de que el Congreso Nacional no solo no ha aumentado su prestigio, sino que, por el contrario, lo ha disminuido a los peores niveles desde el retorno a la democracia. De manera que tengo la impresión de que este proyecto de reforma no implicará una mejora significativa al respecto, tal como muchos lo han señalado.

Al revisar experiencias comparadas, como el caso de México, donde existe límite a la reelección y esos años probablemente son muy nefastos para el prestigio de la política en ese país, creo que en Chile va a ocurrir una situación más o menos parecida.

Lo peor de todo es que, en el caso de este proyecto, estamos legislando con letra chica. Entiendo y comparto el argumento de que es muy difícil ganarle a un incumbente, a pesar de que los números evidencian que la renovación en esta Cámara de Diputados y en el Parlamento es real. De hecho, más del 30 por ciento del Parlamento se renueva periódicamente en las sucesivas elecciones. El problema es que hoy estamos dejando afuera, por secretaría, a un alcalde que quiera ser diputado o a un diputado que quiera ser alcalde o concejal.

Lo que se está proponiendo en verdad no generará el aumento del prestigio de la política, sino que, por el contrario, lo disminuirá. Por eso, no me deja de llamar la atención que incumbentes que llevan más de veinte años en el Congreso se compren este canto de sirenas para quedar bien con lo políticamente correcto. Lo digo en términos personales, porque yo no voy a ir a la reelección como diputado. Tomé esa decisión y la comuniqué hace algún tiempo.

Viene un proceso constituyente en nuestro país, respecto del cual algunos han levantado desde la idea de que debe haber un congreso unicameral, hasta que debe haber límites en las reelecciones. No creo que estos sean temas que debamos discutir con esta soltura, pues insisto en que la aplicación de esta norma generará problemas importantes.

Estoy de acuerdo con que se aumente la competencia, pero para eso hay que eliminar las barreras de entrada que deben sortear las personas que compiten con parlamentarios. No es posible que recibamos las asignaciones que recibimos en periodos previos a las campañas. Deberíamos tener un menor financiamiento que las personas que compiten contra nosotros. Las barreras de entrada que existen para entrar a la política supuestamente se eliminarían con la modificación al sistema electoral binominal y con un cambio a la ley de financiamiento de la política, pero el Congreso no ha aumentado un ápice su prestigio. Por el contrario, este solo ha seguido disminuyendo significativamente.

Hoy no aprobaré las modificaciones introducidas por el Senado a este proyecto, porque considero que a pesar de lo que es políticamente correcto, de lo que uno escucha por las redes sociales, de lo que se dice en la calle en cuanto a que hay que terminar con el “apernamiento” y que debemos dar paso a la juventud y a nuevos rostros en política -apreciación que comparto-, primero debemos generar instancias de financiamiento para que eso ocurra. Tenemos que generar las instancias correspondientes para que los incumbentes tengan menores posibilidades o para que se equipare la cancha respecto de los que no lo son, para que puedan competir.

Este proyecto de reforma no mejorará un ápice los niveles de prestigio que tiene la Cámara de Diputados y el Congreso Nacional, sino que, probablemente, los disminuirá, porque en unos meses más los alcaldes -que son muy queridos en las comunidades y que han aparecido como los personajes mejor evaluados durante esta la pandemia- no podrán ser reelegidos y esa cuenta se cobrará al Parlamento.

Si en Chile existiera libertad para que un seremi, un gobernador o un alcalde pudiera ser candidato a diputado o para que un senador pudiera ser candidato a concejal, es decir, si existiera movilidad total en los cargos, entendería la naturaleza y la lógica de este proyecto de reforma. No obstante, como esa movilidad no existe, como este proyecto quedará con letra chica y como viene un proceso constituyente, aprobarlo no aumentará la competencia ni renovará el Congreso.

Me llama significativamente la atención que un “hijito de su papá” -por su intermedio, Presidente-, que es diputado porque su papá es senador, como el diputado Bianchi , haga un comentario respecto de las reglas de financiamiento a la política. Que haga un comentario como ese y que esté enojado con este proyecto porque su padre no podrá ir a la reelección, considerando que es diputado gracias a que su padre es senador, me parece que es utilizar un argumento patético.

Pongamos las cosas arriba de la mesa: viene un proceso constituyente y, probablemente, tendremos límites a la reelección -porque creo que se aprobará-, pero, para la historia de la ley, no quiero ser parte de esto, pues, así como muchos se recriminan del cambio del sistema electoral binominal o -no es mi caso- del voto voluntario, porque fueron proyectos que se aprobaron con la intención de mejorar el prestigio de la política, no tengo duda de que este proyecto no lo mejorará.

Por ello, votaré en contra de las enmiendas del Senado con mucha convicción, en el convencimiento de haber visto evidencia comparada que demuestra que lo que propone este proyecto no funciona y, además, porque elimina la competencia por secretaría, lo cual no me parece correcto.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Marcelo Schilling Rodríguez .

El señor SCHILLING (vía telemática).-

Señor Presidente, Chile ha iniciado un proceso de cambio que tendrá distintas velocidades y profundidades, y a ese proceso de cambio no puede ser ajeno el Congreso, que es un engranaje fundamental del andamiaje institucional que sostiene a nuestra democracia, que es el que pone límites a la concentración del poder en el Ejecutivo, a través de la fiscalización y el control, y es el que defiende a los ciudadanos. Por lo mismo, vale la pena esmerarse, de a poco o de a mucho, para actualizarnos y ponernos a tono con los tiempos para estar vigentes. Sin duda, este proyecto hace una contribución en ese sentido.

Distribuir el poder nunca ha sido una tarea sencilla. Vean la intervención del diputado Bianchi o la del diputado Coloma , en las que queda graficado el choque de intereses y que hacen que no sean procesos simples, sino más bien complejos, incluso desordenados y, a veces, hasta contradictorios en sí mismos. Pero no por eso nos vamos a negar a avanzar. Hay que continuar.

Quiero despejar dos cosas. Se dice que el Servel no quedará habilitado para inscribir candidaturas teniendo a la vista este nuevo requisito, lo cual es falso, es una leguleyada. La competencia del Servel está definida en su ley, la cual establece que es el organismo que califica las inscripciones para todas las elecciones en el país; por ende, también para la de diputados y senadores.

Es falso que el proceso municipal esté iniciado. Los alcaldes que iban a renunciar para ir como independientes o para ser candidatos a diputados ya lo hicieron, porque la fecha estaba fijada para octubre, la que ahora se ha prolongado para marzo. Ambos son argumentos mentirosos, que se construyen para impedir la entrada en vigencia inmediata de esta reforma.

Como todos los socialistas, voy a apoyar lo que viene del Senado sin ninguna modificación, para que no haya comisión mixta y así no exista posibilidad alguna de chanchullo.

Creí que nunca iba a tener la oportunidad en mi vida de decir esto, con lo que concluyo: ¡Gracias, Senado, por haberte equivocado y haber dado al pueblo de Chile lo que este quería!

He dicho.

-Aplausos.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Sebastián Torrealba Alvarado .

El señor TORREALBA.-

Señor Presidente, no sé si hacer lo mismo que el diputado Schilling y dar las gracias a la otra Cámara, porque nos dieron un pase desde el Senado.

Creo que está bastante claro que a partir de hoy el límite a la reelección de los parlamentarios será una realidad, por lo cual votaré a favor. Lo haré por distintas razones, pero la principal es dar una señal a la ciudadanía respecto de la renovación en la política.

Agradezco a varios parlamentarios y dirigentes políticos de Renovación Nacional que han dado mucho de sí para construir buenas políticas públicas en nuestro país. Lo mismo tengo que hacer respecto de muchos parlamentarios de la oposición, quienes de buena fe han participado en diálogos y acuerdos para construir buenas políticas públicas y tener un país como el que tenemos, aunque haya quienes critican que está todo mal.

La verdad es que en Chile no está todo mal ni tampoco está todo bien, pero tenemos un país del que todos los chilenos debemos sentirnos absolutamente orgullosos por lo que hemos construido, un país que en los últimos treinta años transitó de casi el 45 por ciento de pobreza a tan solo el 10 por ciento, lo que ocurrió gracias a la labor de muchos que estuvieron sentados acá, algunos de los cuales siguen aquí.

Pero Chile también ha cambiado en cuanto a su valoración de la política, y creo que para reconstruir esa valoración y lograr que los parlamentarios volvamos a ser actores destacados de esta sociedad tenemos que dar algunas señales, que tienen que ver con dar espacios a las nuevas generaciones y a las nuevas ideas en relación con la política.

Repito que tenemos que agradecer a muchísimos parlamentarios y políticos que dieron su vida por Chile, pero también se debe reconocer que es el momento de cambiar.

En esta Cámara de Diputados se tramitó el cambio del sistema de elecciones populares, del binominal al proporcional, y eso ha generado una gran rotación de parlamentarios, por lo que tenemos un gran número de diputados y senadores nuevos, con distintas visiones, pero que comparten un acuerdo mayoritario o casi total acerca de que establecer el límite a la reelección es algo que beneficiará a la política y que hará que, de una u otra forma, se inicie un camino que la política chilena tiene que construir, en dirección a que los parlamentarios y los políticos seamos bien valorados. Pero para lograrlo se requiere dar buenas señales.

Al igual que lo que se hizo en relación con la dieta parlamentaria hace algunas semanas, esta decisión de limitar la reelección va en el camino correcto, pues permitirá que se produzca una renovación en la política.

Pienso que está bastante claro que lo que se aprobó en el Senado es que el límite a la reelección comienza ahora, ya, y no que el reloj empiece a andar desde cero, por lo que en la próxima elección algunos parlamentarios no podrán presentarse a la reelección, así que tendremos varias renovaciones.

Ese es el principio de este proyecto: la renovación, por lo que nosotros, desde Renovación Nacional, lo apoyaremos.

He dicho.

El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-

Cerrado el debate.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre las modificaciones del Senado en los siguientes términos:

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar las enmiendas introducidas por el Senado respecto del número 1 del artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere el voto favorable de 93 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Carlos Kuschel y Tucapel Jiménez .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 132 votos; por la negativa, 14 votos. Hubo 6 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobadas.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Eguiguren Correa , Francisco Longton Herrera , Andrés Rocafull López , Luis Alinco Bustos , René Espinoza Sandoval , Fidel Lorenzini Basso , Pablo Rojas Valderrama , Camila Álvarez Ramírez , Sebastián Fernández Allende , Maya Luck Urban , Karin Romero Sáez , Leonidas Álvarez Vera , Jenny Flores García, Iván Marzán Pinto , Carolina Rosas Barrientos , Patricio Amar Mancilla , Sandra Flores Oporto , Camila Matta Aragay , Manuel Saavedra Chandía , Gastón Ascencio Mansilla , Gabriel Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Mellado Pino , Cosme Sabag Villalobos , Jorge Auth Stewart, Pepe Gahona Salazar , Sergio Mellado Suazo , Miguel Saffirio Espinoza , René Baltolu Rasera , Nino Galleguillos Castillo , Ramón Meza Moncada , Fernando Saldívar Auger , Raúl Barrera Moreno , Boris García García, René Manuel Mirosevic Verdugo , Vlado Santana Castillo, Juan Barros Montero , Ramón Garín González , Renato Mix Jiménez , Claudia Santana Tirachini , Alejandro Bellolio Avaria , Jaime Girardi Lavín , Cristina Molina Magofke , Andrés Santibáñez Novoa , Marisela Berger Fett , Bernardo González Gatica , Félix Monsalve Benavides , Manuel Sauerbaum Muñoz , Frank Bernales Maldonado , Alejandro González Torres , Rodrigo Morales Muñoz , Celso Schalper Sepúlveda , Diego Boric Font , Gabriel Gutiérrez Gálvez , Hugo Mulet Martínez , Jaime Schilling Rodríguez , Marcelo Brito Hasbún , Jorge Hernández Hernández , Javier Muñoz González , Francesca Sepúlveda Orbenes , Alejandra Calisto Águila , Miguel Ángel Hernando Pérez , Marcela Naranjo Ortiz , Jaime Soto Ferrada , Leonardo Cariola Oliva , Karol Hertz Cádiz , Carmen Núñez Arancibia , Daniel Soto Mardones , Raúl Carter Fernández , Álvaro Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Urrutia , Paulina Teillier Del Valle , Guillermo Carvajal Ambiado , Loreto Ibáñez Cotroneo , Diego Nuyado Ancapichún , Emilia Tohá González, Jaime Castillo Muñoz , Natalia Ilabaca Cerda , Marcos Olivera De La Fuente , Erika Torrealba Alvarado , Sebastián Castro Bascuñán, José Miguel Jackson Drago , Giorgio Orsini Pascal , Maite Torres Jeldes , Víctor Castro González, Juan Luis Jarpa Wevar , Carlos Abel Ortiz Novoa, José Miguel Trisotti Martínez , Renzo Celis Araya , Ricardo Jiles Moreno , Pamela Ossandón Irarrázabal , Ximena Troncoso Hellman , Virginia Celis Montt , Andrés Jiménez Fuentes , Tucapel Pardo Sáinz , Luis Undurraga Gazitúa , Francisco Cicardini Milla , Daniella Jürgensen Rundshagen , Harry Parra Sauterel , Andrea Urruticoechea Ríos , Cristóbal Cid Versalovic , Sofía Kast Sommerhoff , Pablo Paulsen Kehr , Diego Vallejo Dowling , Camila Crispi Serrano , Miguel Keitel Bianchi , Sebastián Pérez Lahsen , Leopoldo Velásquez Núñez , Esteban CruzCoke Carvallo , Luciano Kort Garriga , Issa Pérez Olea , Joanna Venegas Cárdenas , Mario Del Real Mihovilovic , Catalina Kuschel Silva , Carlos Pérez Salinas , Catalina Verdessi Belemmi , Daniel Desbordes Jiménez , Mario Labra Sepúlveda , Amaro Prieto Lorca , Pablo Vidal Rojas , Pablo Díaz Díaz , Marcelo Lavín León , Joaquín Rathgeb Schifferli , Jorge Walker Prieto , Matías Durán Espinoza , Jorge Leiva Carvajal , Raúl Rentería Moller , Rolando Winter Etcheberry , Gonzalo Durán Salinas , Eduardo Leuquén Uribe , Aracely Rey Martínez, Hugo Yeomans Araya, Gael

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Alessandri Vergara , Jorge Hoffmann Opazo , María José Sanhueza Dueñas , Gustavo Van Rysselberghe Herrera , Enrique Bobadilla Muñoz , Sergio Macaya Danús , Javier Sepúlveda Soto , Alexis Velásquez Seguel , Pedro Coloma Álamos, Juan Antonio Melero Abaroa , Patricio Urrutia Soto , Osvaldo Von Mühlenbrock Zamora , Gastón Fuenzalida Cobo , Juan Pérez Arriagada, José

-Se abstuvieron los diputados señores:

Alvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo Norambuena Farías , Iván Silber Romo , Gabriel Urrutia Bonilla , Ignacio Bianchi Retamales , Karim Ramírez Diez, Guillermo

-Aplausos.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar las enmiendas introducidas por el Senado respecto del número 2 del artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere el voto favorable de 93 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Ramón Barros y Ramón Galleguillos .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 121 votos; por la negativa, 21 votos. Hubo 10 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobadas.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Fernández Allende , Maya Luck Urban , Karin Romero Sáez , Leonidas Alinco Bustos , René Flores García, Iván Marzán Pinto , Carolina Rosas Barrientos , Patricio Álvarez Ramírez , Sebastián Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Matta Aragay , Manuel Saavedra Chandía , Gastón Álvarez Vera , Jenny Gahona Salazar , Sergio Mellado Pino , Cosme Sabag Villalobos , Jorge Ascencio Mansilla , Gabriel Galleguillos Castillo , Ramón Mellado Suazo , Miguel Saffirio Espinoza , René Auth Stewart, Pepe García García, René Manuel Meza Moncada , Fernando Saldívar Auger , Raúl Baltolu Rasera , Nino Garín González , Renato Mirosevic Verdugo , Vlado Santana Castillo, Juan Barrera Moreno , Boris Girardi Lavín , Cristi-na Mix Jiménez , Claudia Santana Tirachini , Alejandro Barros Montero , Ramón González Gatica , Félix Molina Magofke , Andrés Santibáñez Novoa , Marisela Bellolio Avaria , Jaime González Torres , Rodrigo Monsalve Benavides , Manuel Sauerbaum Muñoz , Frank Berger Fett , Bernardo Gutiérrez Gálvez , Hugo Mulet Martínez , Jaime Schalper Sepúlveda , Diego Bernales Maldonado , Alejandro Hernando Pérez , Marcela Muñoz González , Francesca Schilling Rodríguez , Marcelo Boric Font , Gabriel Hertz Cádiz , Carmen Naranjo Ortiz , Jaime Sepúlveda Orbenes , Alejandra Brito Hasbún , Jorge Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Arancibia , Daniel Soto Ferrada , Leonardo Calisto Águila , Miguel Ángel Ibáñez Cotroneo , Diego Núñez Urrutia , Pauli-na Soto Mardones , Raúl Cariola Oliva , Karol Ilabaca Cerda , Marcos Nuyado Ancapichún , Emilia Teillier Del Valle , Guillermo Carvajal Ambiado , Loreto Jackson Drago , Gior-gio Olivera De La Fuente , Erika Tohá González, Jaime Castillo Muñoz , Natalia Jarpa Wevar , Carlos Abel Orsini Pascal , Maite Torrealba Alvarado , Sebastián Castro Bascuñán, José Miguel Jiles Moreno , Pamela Ortiz Novoa, José Miguel Torres Jeldes , Víctor Castro González, Juan Luis Jiménez Fuentes , Tu-capel Ossandón Irarrázabal , Ximena Troncoso Hellman , Virginia Celis Araya , Ricardo Jürgensen Rundshagen , Harry Parra Sauterel , Andrea Undurraga Gazitúa , Francisco Celis Montt , Andrés Kast Sommerhoff , Pablo Pérez Lahsen , Leopoldo Urruticoechea Ríos , Cristóbal Cicardini Milla , Da-niella Keitel Bianchi , Sebas-tián Pérez Olea , Joanna Vallejo Dowling , Camila Cid Versalovic , Sofía Kort Garriga , Issa Pérez Salinas , Catali-na Velásquez Núñez , Esteban Crispi Serrano , Miguel Labra Sepúlveda , Amaro Prieto Lorca , Pablo Venegas Cárdenas , Mario Cruz-Coke Carvallo , Luciano Lavín León , Joaquín Rathgeb Schifferli , Jorge Verdessi Belemmi , Daniel Díaz Díaz , Marcelo Leiva Carvajal , Raúl Rentería Moller , Rolando Vidal Rojas , Pablo Durán Espinoza , Jorge Leuquén Uribe , Ara-cely Rey Martínez , Hugo Walker Prieto , Matías Durán Salinas , Eduardo Longton Herrera , Andrés Rocafull López , Luis Winter Etcheberry , Gonzalo Eguiguren Correa , Francisco Lorenzini Basso , Pablo Rojas Valderrama , Camila Yeomans Araya , Gael Espinoza Sandoval, Fidel

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Alessandri Vergara , Jorge Hoffmann Opazo , María José Pardo Sáinz , Luis Trisotti Martínez , Renzo Bobadilla Muñoz , Sergio Kuschel Silva , Carlos Paulsen Kehr , Diego Urrutia Soto , Osvaldo Carter Fernández , Álvaro Macaya Danús , Javier Pérez Arriagada , José Van Rysselberghe Herrera , Enrique Coloma Álamos, Juan Antonio Melero Abaroa , Patri-cio Sanhueza Dueñas , Gustavo Velásquez Seguel , Pedro Desbordes Jiménez , Mario Norambuena Farías , Iván Sepúlveda Soto , Alexis Von Mühlenbrock Zamo-ra , Gastón Hernández Hernández, Javier

-Se abstuvieron los diputados señores:

AlvarezSalamanca Ramírez , Pedro Pablo Del Real Mihovilovic , Catalina Morales Muñoz , Celso Silber Romo , Gabriel Amar Mancilla , Sandra Flores Oporto , Camila Ramírez Diez , Guillermo Urrutia Bonilla , Ignacio Bianchi Retamales , Karim Fuenzalida Cobo, Juan

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar la enmienda introducida por el Senado para agregar un nuevo número 3 al artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere el voto favorable de 93 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Bernardo Berger , Carlos Kuschel , Mario Venegas y Tucapel Jiménez .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 109 votos por la negativa, 31 votos. Hubo 12 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Flores García, Iván Marzán Pinto , Carolina Saavedra Chandía , Gastón Alinco Bustos , René Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Matta Aragay , Manuel Sabag Villalobos , Jorge Álvarez Ramírez , Sebastián Gahona Salazar , Sergio Mellado Pino , Cosme Saffirio Espinoza , René Álvarez Vera , Jenny Galleguillos Castillo , Ramón Meza Moncada , Fernando Saldívar Auger , Raúl Ascencio Mansilla , Gabriel Garín González , Renato Mirosevic Verdugo , Vlado Santana Castillo , Juan Auth Stewart , Pepe Girardi Lavín , Cristina Mix Jiménez , Claudia Santana Tirachini , Alejandro Barrera Moreno , Boris González Gatica , Félix Molina Magofke , Andrés Santibáñez Novoa , Marisela Berger Fett , Bernardo González Torres , Rodrigo Monsalve Benavides , Manuel Schalper Sepúlveda , Diego Bernales Maldonado , Alejandro Gutiérrez Gálvez , Hugo Mulet Martínez , Jaime Schilling Rodríguez , Marcelo Boric Font , Gabriel Hernando Pérez , Marcela Muñoz González , Francesca Sepúlveda Orbenes , Alejandra Brito Hasbún , Jorge Hertz Cádiz , Carmen Naranjo Ortiz , Jaime Soto Ferrada , Leonardo Calisto Águila , Miguel Ángel Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Arancibia , Daniel Soto Mardones , Raúl Cariola Oliva , Karol Ibáñez Cotroneo , Diego Nuyado Ancapichún , Emilia Teillier Del Valle , Guillermo Carvajal Ambiado , Loreto Ilabaca Cerda , Marcos Olivera De La Fuente , Erika Tohá González, Jaime Castillo Muñoz , Natalia Jackson Drago , Giorgio Orsini Pascal , Maite Torrealba Alvarado , Sebastián Castro González, Juan Luis Jarpa Wevar , Carlos Abel Ortiz Novoa, José Miguel Torres Jeldes , Víctor Celis Araya , Ricardo Jiles Moreno , Pamela Parra Sauterel , Andrea Troncoso Hellman , Virginia Celis Montt , Andrés Jiménez Fuentes , Tucapel Pérez Olea , Joanna Undurraga Gazitúa , Francisco Cicardini Milla , Daniella Jürgensen Rundshagen , Harry Pérez Salinas , Catalina Urruticoechea Ríos , Cristóbal Cid Versalovic , Sofía Kast Sommerhoff , Pablo Prieto Lorca , Pablo Vallejo Dowling , Camila Crispi Serrano , Miguel Keitel Bianchi , Sebastián Rathgeb Schifferli , Jorge Velásquez Núñez , Esteban CruzCoke Carvallo , Luciano Labra Sepúlveda , Amaro Rentería Moller , Rolando Venegas Cárdenas , Mario Díaz Díaz , Marcelo Lavín León , Joaquín Rey Martínez , Hugo Verdessi Belemmi , Daniel Durán Espinoza , Jorge Leiva Carvajal , Raúl Rocafull López , Luis Vidal Rojas , Pablo Durán Salinas , Eduardo Leuquén Uribe , Aracely Rojas Valderrama , Camila Walker Prieto , Matías Eguiguren Correa , Francisco Longton Herrera , Andrés Romero Sáez , Leonidas Winter Etcheberry , Gonzalo Espinoza Sandoval , Fidel Lorenzini Basso , Pablo Rosas Barrientos , Patricio Yeomans Araya, Gael Fernández Allende, Maya

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Amar Mancilla , Sandra García García, René Manuel Norambuena Farías , Iván Sauerbaum Muñoz , Frank Baltolu Rasera , Nino Hernández Hernández , Javier Núñez Urrutia , Paulina Sepúlveda Soto , Alexis Barros Montero , Ramón Hoffmann Opazo , María José Ossandón Irarrázabal , Ximena Trisotti Martínez , Renzo Bobadilla Muñoz , Sergio Kuschel Silva , Carlos Pardo Sáinz , Luis Urrutia Soto , Osvaldo Castro Bascuñán, José Miguel Luck Urban , Karin Paulsen Kehr , Diego Van Rysselberghe Herrera , Enrique Coloma Álamos, Juan Antonio Macaya Danús , Javier Pérez Arriagada , José Velásquez Seguel , Pedro Desbordes Jiménez , Mario Melero Abaroa , Patricio Pérez Lahsen , Leopoldo Von Mühlenbrock Zamora , Gastón Flores Oporto , Camila Mellado Suazo , Miguel Sanhueza Dueñas, Gustavo

-Se abstuvieron los diputados señores:

Alessandri Vergara , Jorge Bianchi Retamales , Karim Fuenzalida Cobo , Juan Ramírez Diez , Guillermo AlvarezSalamanca Ramírez , Pedro Pablo Carter Fernández , Álvaro Kort Garriga , Issa Silber Romo , Gabriel Bellolio Avaria , Jaime Del Real Mihovilovic , Catalina Morales Muñoz , Celso Urrutia Bonilla, Ignacio

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar las enmiendas introducidas por el Senado respecto del número 3 del artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere el voto favorable de 93 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Bernardo Berger , José Miguel Castro y Fidel Espinoza .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 112 votos; por la negativa, 27 votos. Hubo 13 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobadas.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Flores García, Iván Matta Aragay , Manuel Saavedra Chandía , Gastón Alinco Bustos , René Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Mellado Pino , Cosme Sabag Villalobos , Jorge Álvarez Ramírez , Sebastián Gahona Salazar , Sergio Meza Moncada , Fernando Saffirio Espinoza , René Álvarez Vera , Jenny Galleguillos Castillo , Ramón Mirosevic Verdugo , Vlado Saldívar Auger , Raúl Auth Stewart , Pepe Garín González , Renato Mix Jiménez , Claudia Santana Castillo, Juan Barrera Moreno , Boris Girardi Lavín , Cristina Molina Magofke , Andrés Santana Tirachini , Alejandro Berger Fett , Bernardo González Gatica , Félix Monsalve Benavides , Manuel Santibáñez Novoa , Marisela Bernales Maldonado , Alejandro González Torres , Rodrigo Mulet Martínez , Jaime Schalper Sepúlveda , Diego Boric Font , Gabriel Gutiérrez Gálvez , Hugo Muñoz González , Francesca Schilling Rodríguez , Marcelo Brito Hasbún , Jorge Hernando Pérez , Marcela Naranjo Ortiz , Jaime Sepúlveda Orbenes , Alejandra Calisto Águila , Miguel Ángel Hertz Cádiz , Carmen Núñez Arancibia , Daniel Silber Romo , Gabriel Cariola Oliva , Karol Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Urrutia , Paulina Soto Ferrada , Leonardo Carvajal Ambiado , Loreto Ibáñez Cotroneo , Diego Nuyado Ancapichún , Emilia Soto Mardones, Raúl Castillo Muñoz , Natalia Ilabaca Cerda , Marcos Olivera De La Fuente , Erika Teillier Del Valle , Guillermo Castro González, Juan Luis Jackson Drago , Giorgio Orsini Pascal , Maite Tohá González , Jaime Celis Araya , Ricardo Jarpa Wevar , Carlos Abel Ortiz Novoa, José Miguel Torrealba Alvarado , Sebastián Celis Montt , Andrés Jiles Moreno , Pamela Ossandón Irarrázabal , Ximena Torres Jeldes , Víctor Cicardini Milla , Daniella Jiménez Fuentes , Tucapel Parra Sauterel , Andrea Troncoso Hellman , Virginia Cid Versalovic , Sofía Jürgensen Rundshagen , Harry Pérez Olea , Joanna Undurraga Gazitúa , Francisco Crispi Serrano , Miguel Kast Sommerhoff , Pablo Pérez Salinas , Catalina Urruticoechea Ríos , Cristóbal CruzCoke Carvallo , Luciano Keitel Bianchi , Sebastián Prieto Lorca , Pablo Vallejo Dowling , Camila Desbordes Jiménez , Mario Labra Sepúlveda , Amaro Rathgeb Schifferli , Jorge Velásquez Núñez , Esteban Díaz Díaz , Marcelo Lavín León , Joaquín Rentería Moller , Rolando Venegas Cárdenas , Mario Durán Espinoza , Jorge Leiva Carvajal , Raúl Rey Martínez , Hugo Verdessi Belemmi , Daniel Durán Salinas , Eduardo Leuquén Uribe , Aracely Rocafull López , Luis Vidal Rojas , Pablo Eguiguren Correa , Francisco Longton Herrera , Andrés Rojas Valderrama , Camila Walker Prieto , Matías Espinoza Sandoval , Fidel Lorenzini Basso , Pablo Romero Sáez , Leonidas Winter Etcheberry , Gonzalo Fernández Allende , Maya Marzán Pinto , Carolina Rosas Barrientos , Patricio Yeomans Araya, Gael

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Alessandri Vergara , Jorge Coloma Álamos, Juan Antonio Melero Abaroa , Patricio Sepúlveda Soto , Alexis Amar Mancilla , Sandra Flores Oporto , Camila Mellado Suazo , Miguel Trisotti Martínez , Renzo Baltolu Rasera, Nino García García, René Manuel Norambuena Farías , Iván Urrutia Soto , Osvaldo Barros Montero , Ramón Hernández Hernández , Javier Pardo Sáinz , Luis Van Rysselberghe Herrera , Enrique Bobadilla Muñoz , Sergio Hoffmann Opazo , María José Pérez Arriagada, José Velásquez Seguel , Pedro Carter Fernández , Luck Urban , Karin Sanhueza Dueñas , Von Mühlenbrock ZamoÁlvaro Gustavo ra , Gastón Castro Bascuñán, José Miguel Macaya Danús , Javier Sauerbaum Muñoz, Frank

-Se abstuvieron los diputados señores:

Alvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo Del Real Mihovilovic , Catalina Kuschel Silva , Carlos Pérez Lahsen , Leopoldo Ascencio Mansilla , Gabriel Fuenzalida Cobo , Juan Morales Muñoz , Celso Ramírez Diez , Guillermo Bellolio Avaria , Jaime Kort Garriga , Issa Paulsen Kehr , Diego Urrutia Bonilla , Ignacio Bianchi Retamales, Karim

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar la enmienda introducida por el Senado para agregar un nuevo número 5 al artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere el voto favorable de 93 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Manuel Matta y Aracely Leuquén .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 132 votos; por la negativa, 11 votos. Hubo 9 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Eguiguren Correa , Francisco Lorenzini Basso , Pablo Romero Sáez , Leonidas Alinco Bustos , René Espinoza Sandoval , Fidel Luck Urban , Karin Rosas Barrientos , Patricio Álvarez Ramírez , Sebastián Fernández Allende, Maya Marzán Pinto , Carolina Saavedra Chandía , Gastón Álvarez Vera , Flores García , Matta Aragay , Sabag Villalobos , Jenny Iván Manuel Jorge Amar Mancilla , Sandra Flores Oporto , Camila Mellado Pino , Cosme Saffirio Espinoza , René Ascencio Mansilla , Gabriel Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Mellado Suazo , Miguel Saldívar Auger , Raúl Auth Stewart, Pepe Gahona Salazar , Sergio Meza Moncada , Fernando Santana Castillo, Juan Barrera Moreno , Boris Galleguillos Castillo , Ramón Mirosevic Verdugo , Vlado Santana Tirachini , Alejandro Barros Montero , Ramón García García, René Manuel Mix Jiménez , Claudia Santibáñez Novoa , Marisela Bellolio Avaria , Jaime Garín González , Renato Molina Magofke , Andrés Sauerbaum Muñoz , Frank Berger Fett , Bernardo Girardi Lavín , Cristina Monsalve Benavides , Manuel Schalper Sepúlveda , Diego Bernales Maldonado , Alejandro González Gatica , Félix Mulet Martínez , Jaime Schilling Rodríguez , Marcelo Bobadilla Muñoz , Sergio González Torres , Rodrigo Muñoz González , Francesca Sepúlveda Orbenes , Alejandra Boric Font , Gabriel Gutiérrez Gálvez , Hugo Naranjo Ortiz , Jaime Soto Ferrada , Leonardo Brito Hasbún , Jorge Hernando Pérez , Marcela Norambuena Farías, Iván Soto Mardones , Raúl Calisto Águila , Miguel Ángel Hertz Cádiz , Carmen Núñez Arancibia , Daniel Teillier Del Valle , Guillermo Cariola Oliva , Karol Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Urrutia , Paulina Tohá González , Jaime Carvajal Ambiado , Loreto Hoffmann Opazo , María José Nuyado Ancapichún , Emilia Torrealba Alvarado, Sebastián Castillo Muñoz , Natalia Ibáñez Cotroneo , Diego Olivera De La Fuente , Erika Torres Jeldes , Víctor Castro Bascuñán, José Miguel Ilabaca Cerda , Marcos Orsini Pascal , Maite Trisotti Martínez , Renzo Castro González, Juan Luis Jackson Drago , Giorgio Ortiz Novoa, José Miguel Troncoso Hellman , Virginia Celis Araya , Ricardo Jarpa Wevar , Carlos Abel Ossandón Irarrázabal , Ximena Undurraga Gazitúa , Francisco Celis Montt , Andrés Jiles Moreno , Pamela Pardo Sáinz , Luis Urrutia Soto , Osvaldo Cicardini Milla , Daniella Jiménez Fuentes , Tucapel Parra Sauterel , Andrea Urruticoechea Ríos , Cristóbal Cid Versalovic , Sofía Jürgensen Rundshagen , Harry Pérez Lahsen , Leopoldo Vallejo Dowling , Camila Coloma Álamos, Juan Antonio Kast Sommerhoff , Pablo Pérez Olea , Joanna Van Rysselberghe Herrera , Enrique Crispi Serrano , Miguel Keitel Bianchi , Sebastián Pérez Salinas , Catalina Velásquez Núñez , Esteban CruzCoke Carvallo , Luciano Kort Garriga , Issa Prieto Lorca , Pablo Venegas Cárdenas , Mario Del Real Mihovilovic , Catalina Kuschel Silva , Carlos Rathgeb Schifferli , Jorge Verdessi Belemmi , Daniel Desbordes Jiménez , Mario Labra Sepúlveda , Amaro Rentería Moller , Rolando Vidal Rojas , Pablo Díaz Díaz , Marcelo Lavín León , Joaquín Rey Martínez, Hugo Walker Prieto , Matías Durán Espinoza , Jorge Leiva Carvajal , Raúl Rocafull López , Luis Winter Etcheberry , Gonzalo Durán Salinas , Eduardo Longton Herrera , Andrés Rojas Valderrama , Camila Yeomans Araya, Gael

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Alessandri Vergara , Jorge Hernández Hernández , Javier Pérez Arriagada , José Velásquez Seguel , Pedro Baltolu Rasera , Nino Macaya Danús , Javier Sanhueza Dueñas , Gustavo Von Mühlenbrock Zamora , Gastón Carter Fernández , Álvaro Melero Abaroa , Patricio Sepúlveda Soto, Alexis

-Se abstuvieron los diputados señores:

Alvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo Leuquén Uribe , Aracely Paulsen Kehr , Diego Silber Romo , Gabriel Bianchi Retamales , Karim Morales Muñoz , Celso Ramírez Diez , Guillermo Urrutia Bonilla , Ignacio Fuenzalida Cobo, Juan

El señor PAULSEN (Presidente).-

Corresponde votar la enmienda introducida por el Senado para suprimir el número 4 del artículo único del texto aprobado por la Cámara de Diputados, cuya votación separada ha sido solicitada.

Para su aprobación se requiere quorum simple.

Quienes votan a favor están por mantener la supresión del texto aprobado por la Cámara de Diputados.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LANDEROS (Secretario).-

Señores diputados, quienes votan a favor, apoyan la supresión de la disposición Vigésimo sexta transitoria; quienes votan en contra, están por enviar el proyecto a comisión mixta.

El señor PAULSEN (Presidente).-

En votación.

-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, la votación de los diputados Issa Kort , Luis Pardo y Fernando Meza .

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 137 votos; por la negativa, 8 votos. Hubo 7 abstenciones.

El señor PAULSEN (Presidente).-

Aprobada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:

Alarcón Rojas , Florcita Durán Salinas , Eduardo Leuquén Uribe , Aracely Rojas Valderrama , Camila Alessandri Vergara , Jorge Eguiguren Correa , Francisco Longton Herrera , Andrés Romero Sáez , Leonidas Alinco Bustos , René Espinoza Sandoval , Fidel Lorenzini Basso , Pablo Rosas Barrientos , Patricio Álvarez Ramírez , Sebastián Fernández Allende , Maya Luck Urban , Karin Saavedra Chandía , Gastón Álvarez Vera , Jenny Flores García, Iván Macaya Danús , Javier Sabag Villalobos , Jorge Amar Mancilla , Sandra Flores Oporto , Camila Marzán Pinto , Carolina Saffirio Espinoza , René Ascencio Mansilla , Gabriel Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Matta Aragay , Manuel Saldívar Auger , Raúl Auth Stewart, Pepe Gahona Salazar , Sergio Melero Abaroa , Patricio Sanhueza Dueñas , Gustavo Baltolu Rasera , Nino Galleguillos Castillo , Ramón Mellado Pino , Cosme Santana Castillo, Juan Barrera Moreno , Boris García García, René Manuel Mellado Suazo , Miguel Santana Tirachini , Alejandro Barros Montero , Ramón Garín González , Renato Meza Moncada , Fernando Santibáñez Novoa , Marisela Bellolio Avaria , Jaime Girardi Lavín , Cristina Mirosevic Verdugo , Vlado Sauerbaum Muñoz , Frank Berger Fett , Bernardo González Gatica , Félix Mix Jiménez , Claudia Schalper Sepúlveda , Diego Bernales Maldonado , Alejandro González Torres , Rodrigo Molina Magofke , Andrés Schilling Rodríguez , Marcelo Bobadilla Muñoz , Sergio Gutiérrez Gálvez , Hugo Monsalve Benavides , Manuel Sepúlveda Orbenes , Alejandra Boric Font , Gabriel Hernández Hernández , Javier Mulet Martínez , Jaime Soto Mardones , Raúl Brito Hasbún , Jorge Hernando Pérez , Marcela Naranjo Ortiz , Jaime Teillier Del Valle , Guillermo Calisto Águila , Miguel Ángel Hertz Cádiz , Carmen Norambuena Farías , Iván Tohá González , Jaime Cariola Oliva , Karol Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Arancibia , Daniel Torrealba Alvarado , Sebastián Carter Fernández , Álvaro Hoffmann Opazo , María José Núñez Urrutia , Paulina Torres Jeldes , Víctor Carvajal Ambiado , Loreto Ibáñez Cotroneo , Diego Nuyado Ancapichún , Emilia Trisotti Martínez, Renzo Castillo Muñoz , Natalia Ilabaca Cerda , Marcos Orsini Pascal , Maite Troncoso Hellman , Virginia Castro Bascuñán, José Miguel Jackson Drago , Giorgio Ortiz Novoa, José Miguel Undurraga Gazitúa , Francisco Castro González, Juan Luis Jarpa Wevar , Carlos Abel Ossandón Irarrázabal , Ximena Urrutia Soto , Osvaldo Celis Araya , Ricardo Jiles Moreno , Pamela Pardo Sáinz , Luis Urruticoechea Ríos , Cristóbal Celis Montt , Andrés Jiménez Fuentes , Tucapel Parra Sauterel , Andrea Vallejo Dowling , Camila Cicardini Milla , Daniella Jürgensen Rundshagen , Harry Paulsen Kehr , Diego Van Rysselberghe Herrera , Enrique Cid Versalovic , Sofía Kast Sommerhoff , Pablo Pérez Lahsen , Leopoldo Velásquez Núñez , Esteban Coloma Álamos, Juan Antonio Keitel Bianchi , Sebastián Pérez Olea , Joanna Verdessi Belemmi , Daniel Crispi Serrano , Miguel Kort Garriga , Issa Pérez Salinas , Catalina Vidal Rojas , Pablo CruzCoke Carvallo , Luciano Kuschel Silva , Carlos Prieto Lorca , Pablo Von Mühlenbrock Zamora , Gastón Del Real Mihovilovic , Catalina Labra Sepúlveda , Amaro Rentería Moller , Rolando Walker Prieto , Matías Desbordes Jiménez , Mario Lavín León , Joaquín Rey Martínez, Hugo Winter Etcheberry , Gonzalo Díaz Díaz , Marcelo Leiva Carvajal , Raúl Rocafull López , Luis Yeomans Araya , Gael Durán Espinoza, Jorge

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:

Alvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo Fuenzalida Cobo , Juan Rathgeb Schifferli , Jorge Velásquez Seguel , Pedro Bianchi Retamales , Karim Muñoz González , Francesca Sepúlveda Soto , Alexis Venegas Cárdenas, Mario

-Se abstuvieron los diputados señores:

Morales Muñoz , Celso Pérez Arriagada , José Silber Romo , Gabriel Urrutia Bonilla , Ignacio Olivera De La Fuente , Erika Ramírez Diez , Guillermo Soto Ferrada, Leonardo

El señor PAULSEN (Presidente).-

Despachado el proyecto.

3.3. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Aprobación de Modificaciones. Fecha 03 de junio, 2020. Oficio en Sesión 33. Legislatura 368.

VALPARAÍSO, 3 de junio de 2020

Oficio Nº 15.584

A S.E. LA PRESIDENTA DEL H. SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión celebrada el día de hoy, ha aprobado las enmiendas introducidas por ese H. Senado al proyecto de reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica, correspondiente a los boletines N°S 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07 (refundidos), del siguiente modo:

- La enmienda introducida al numeral 1 fue aprobada por 132 votos a favor.

- La enmienda introducida al numeral 2 fue aprobada por 121 votos a favor.

- La enmienda introducida para agregar un nuevo numeral 3 fue aprobada por 109 votos a favor.

- La enmienda introducida al numeral 3, que ha pasado a ser numeral 4, fue aprobada por 112 votos a favor.

- La enmienda introducida para agregar un nuevo numeral 5 fue aprobada por 132 votos a favor.

- La supresión del numeral 4 del texto de la Cámara de Diputados fue aprobada por 136 votos a favor.

Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio Nº 188/SEC/20, de 27 de mayo de 2020.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

DIEGO PAULSEN KEHR

Presidente de la Cámara de Diputados

MIGUEL LANDEROS PERKI?

Secretario General de la Cámara de Diputados

4. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

4.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio a S.E. El Presidente de la República. Fecha 03 de junio, 2020. Oficio

VALPARAÍSO, 3 de junio de 2020

Oficio N° 15.583

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al proyecto de reforma constitucional para limitar la reelección de las autoridades que indica, correspondiente a los boletines 4.115-07, 4.499-07, 4.701-07, 4.891-07, 7.888-07 y 8.221-07 (refundidos), del siguiente tenor:

PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL:

“Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto supremo N° 100, de 2005, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia:

1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

“Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.”.

2.- Sustitúyese en el inciso segundo del artículo 113 la frase “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.

3.- Agrégase en el inciso primero del artículo 118 la siguiente oración final: “Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.”.

4.- Reemplázase en el inciso primero del artículo 119 la frase “y podrán ser reelegidos” por “y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos”.

5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis:

“Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.”.”.

*****

Hago presente a V.E. que esta reforma constitucional tuvo su origen en mociones refundidas; la primera, correspondiente al boletín N° 4.115-07, de los exdiputados Francisco Chahuán Chahuán y René Aedo Ormeño y de las exdiputadas Karla Rubilar Barahona y Ximena Valcarce Becerra; la segunda, correspondiente al boletín N° 4.499-07, de la exdiputada Ximena Vidal Lázaro, de los diputados René Alinco Bustos y Tucapel Jiménez Fuentes, y de los exdiputados Marco Enríquez- Ominami Gumucio y Ramón Farías Ponce; la tercera, correspondiente al boletín N° 4.701-07, del diputado Rodrigo González Torres; la cuarta, correspondiente al boletín N° 4.891-07, de los diputados Marcelo Díaz Díaz y Fidel Espinoza Sandoval, de las exdiputadas Clemira Pacheco Rivas y Denise Pascal Allende y de los exdiputados Alfonso De Urresti Longton, Fulvio Rossi Ciocca y Raúl Súnico Galdames; la quinta, correspondiente al boletín 7.888-07, del exdiputado Fuad Chahin Valenzuela, de los diputados Jorge Sabag Villalobos, René Saffirio Espinoza, Víctor Torres Jeldes y Matías Walker Prieto y de la exdiputada Carolina Goic Boroevic y la sexta, correspondiente al boletín N° 8.221-07, del exdiputado Edmundo Eluchans Urenda, del diputado Marcelo Díaz Díaz y de los exdiputados Jorge Burgos Varela, Alberto Cardemil Herrera y Guillermo Ceroni Fuentes.

Dios guarde a V.E.

DIEGO PAULSEN KEHR

Presidente de la Cámara de Diputados

MIGUEL LANDEROS PERKI?

Secretario General de la Cámara de Diputados

5. Publicación de Ley en Diario Oficial

5.1. Ley Nº 21.238

Tipo Norma
:
Ley 21238
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=1147301&t=0
Fecha Promulgación
:
03-07-2020
URL Corta
:
http://bcn.cl/2eoxc
Organismo
:
MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE LA PRESIDENCIA
Título
:
REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA
Fecha Publicación
:
08-07-2020

LEY NÚM. 21.238

REFORMA CONSTITUCIONAL PARA LIMITAR LA REELECCIÓN DE LAS AUTORIDADES QUE INDICA

    Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente proyecto de reforma constitucional, originado en mociones refundidas; la primera, correspondiente al boletín Nº 4.115-07, de los exdiputados Francisco Chahuán Chahuán y René Aedo Ormeño y de las exdiputadas Karla Rubilar Barahona y Ximena Valcarce Becerra; la segunda, correspondiente al boletín Nº 4.499-07, de la exdiputada Ximena Vidal Lázaro, de los diputados René Alinco Bustos y Tucapel Jiménez Fuentes, y de los exdiputados Marco Enríquez-Ominami Gumucio y Ramón Farías Ponce; la tercera, correspondiente al boletín Nº 4.701-07, del diputado Rodrigo González Torres; la cuarta, correspondiente al boletín Nº 4.891-07, de los diputados Marcelo Díaz Díaz y Fidel Espinoza Sandoval, de las exdiputadas Clemira Pacheco Rivas y Denise Pascal Allende y de los exdiputados Alfonso de Urresti Longton, Fulvio Rossi Ciocca y Raúl Súnico Galdames; la quinta, correspondiente al boletín Nº 7.888-07, del exdiputado Fuad Chahin Valenzuela, de los diputados Jorge Sabag Villalobos, René Saffirio Espinoza, Víctor Torres Jeldes y Matías Walker Prieto y de la exdiputada Carolina Goic Boroevic, y la sexta, correspondiente al boletín Nº 8.221-07, del exdiputado Edmundo Eluchans Urenda, del diputado Marcelo Díaz Díaz y de los exdiputados Jorge Burgos Varela, Alberto Cardemil Herrera y Guillermo Ceroni Fuentes,

     

    Proyecto de Reforma Constitucional:

    "Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones en la Constitución Política de la República, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto supremo Nº 100, de 2005, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia:

     

    1.- Sustitúyese el inciso segundo del artículo 51 por los siguientes:

     

    "Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente.

     

    Los diputados podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos; los senadores podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por un período. Para estos efectos se entenderá que los diputados y senadores han ejercido su cargo durante un período cuando han cumplido más de la mitad de su mandato.".

     

    2.- Sustitúyese en el inciso segundo del artículo 113 la frase "y podrán ser reelegidos" por "y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos".

     

    3.- Agrégase en el inciso primero del artículo 118 la siguiente oración final: "Los alcaldes serán elegidos por sufragio universal de conformidad a la ley orgánica constitucional de municipalidades, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos.".

     

    4.- Reemplázase en el inciso primero del artículo 119 la frase "y podrán ser reelegidos" por "y podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos".

     

    5.- Agrégase el siguiente artículo 125 bis:

     

    "Artículo 125 bis. Para determinar el límite a la reelección que se aplica a los gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales, se considerará que han ejercido su cargo durante un período cuando hayan cumplido más de la mitad de su mandato.".".

    Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto, promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

     

    Santiago, 3 de julio de 2020.-  SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE,  Presidente de la República.- Claudio Alvarado Andrade, Ministro Secretario General de la Presidencia.- Gonzalo Blumel Mac-Iver, Ministro del Interior y Seguridad Pública.

    Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda Atte. a Ud., Juan José Ossa Santa Cruz, Subsecretario General de la Presidencia.