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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 19.311

DISPONE ERIGIR TRES MONUMENTOS, UNO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, UNO EN LA CIUDAD DE VALPARAISO Y UNO EN LA CIUDAD DE PUNTA ARENAS, EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Moción Parlamentaria

Moción de Héctor Luis Olivares Solís, Adriana Muñoz D' Albora, Felipe Valenzuela Herrera, Carlos Montes Cisternas, Camilo Escalona Medina, Carlos Smok Ubeda, Jorge Schaulsohn Brodsky, Armando Arancibia Calderón, Juan Pablo Letelier Morel y Jaime Estévez Valencia. Fecha 16 de mayo, 1991. Moción Parlamentaria en Sesión 57. Legislatura 321.

DISPONE ERIGIR TRES MONUMENTOS, UNO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, UNO EN LA CIUDAD DE VALPARAÍSO y UNO EN LA CIUDAD DE PUNTA ARENAS, EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS.

VISTOS:

El artículo 60 N° 5 de la Constitución Política de la República de Chile. Considerando

1.- Que el ex Presidente Salvador Allende Gossens dedicó toda su vida al servicio público corno lo demuestra su biografía:

SALVADOR ALLENDE GOSSENS nace en Valparaíso el 26 de junio de 1908. Hijo de doña Laura Gossens Uribe y del Abogado Salvador Allende Castro. Su abuelo, Ramón Allende Padín, fue el organizador de los Servicios Médicos del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico, Senador del Partido Radical y Serenísimo Gran Maestre de la Gran Logia Masónica de Chile.

Su niñez se desarrolló en las ciudades de Iquique, Valdivia y Valparaíso, de tal modo que a temprana edad, el joven Salvador conoce una gran parte de Chile y sus problemas sociales.

Realiza sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, concluyendo a los 16 años, con excelentes notas y habiendo ganado los títulos de campeón juvenil en decatlón y natación. A los 17 años ingresa corno voluntario a cumplir su Servicio Militar, egresando del Ejército con la primera antigüedad y la mejor clasificación corno jinete en el Regimiento "Coraceros" de Viña del Mar.

En 1926 ingresa a estudiar Medicina, en donde realiza labores como Presidente del Centro de Alumnos, Vicepresidente de la Federación de Estudiantes, Profesor ayudante en anatomía patológica y Profesor de las Escuelas nocturnas para obreros.

El 19 de abril de 1933 participa en la fundación del Partido Socialista de Chile.

En 1935, redacta con José Viscarra el trabajo "Estructuración de la Salubridad Nacional", que habrá de constituir el germen del posterior Servicio Nacional de Salud.

En 1937, representando al Partido Socialista, es elegido Diputado por Quillota y Valparaíso.

Contrae matrimonio en 1939 con doña Hortensia Bussi, con quien tuvo tres hijas: Carmen Paz, Beatriz y María Isabel. Este mismo año renuncia a su banca como Diputado y asume como Ministro de Salubridad en el Gobierno de don Pedro Aguirre Cerda.

En 1940, publica el artículo "Realidad Médico Social Chilena", que vendrá a cambiar la visión acerca de la salud pública en el país y por el cual recibió el premio Van Buren.

En noviembre de 1940, siendo aún Ministro de Salubridad, recibe el voto de aplauso de la Convención anual de la Asociación Médica. Ese mismo mes presenta el proyecto que establece el Seguro Obligatorio de Accidentes del Trabajo. Presenta, además, el primer proyecto de ley tendiente a crear el Colegio Médico de Chile.

En 1941, el Ministro Allende inaugura y realiza la "Primera exposición Nacional de la Vivienda", la cual demuestra crudamente como viven y mueren los chilenos.

En noviembre de 1941, pasa a ocupar la Vicepresidencia de la Caja del Seguro Obrero, luego de la muerte del Presidente Aguirre Cerda, hecho que lo lleva a renunciar como Ministro. El Presidente Ríos diría "No tenía que renunciar ... gestos de limpieza moral como el suyo son los que engrandecen la patria".

En 1945, es elegido Senador por Valdivia, Chiloé, Llanquihue, Aysén y Magallanes.

En 1949, es elegido Presidente del Colegio Médico de Chile, cargo que ocuparía hasta 1953.

En 1952, es nominado por primera vez candidato a la Presidencia de la República.

Presenta ese año al Parlamento el proyecto de Nacionalización del cobre y en 1953 el proyecto de creación de la Corporación de Ventas del Cobre.

En 1953, es elegido Senador por Tarapacá y Antofagasta.

En 1958, es nuevamente candidato a la Presidencia de la República. En 1961, es elegido Senador por Valparaíso y Aconcagua y en 1964 nuevamente es nominado por el FRAP como Candidato a la Presidencia.

En 1966, es elegido Presidente del Senado, cargo desde el que promueve activamente la integración Latinoamericana.

En 1969, es elegido Senador por Aysén, Chiloé y Magallanes con una alta votación.

El 4 de septiembre de 1970, Salvador Allende es elegido Presidente de Chile, cargo que ocupa hasta el día de su muerte, el 11 de septiembre de 1973 a consecuencias de un golpe de Estado.

Desde aquella fecha, en las más diversas latitudes se han rendido homenajes a su memoria de demócrata y luchador social, levantándose monumentos y dándole su nombre a numerosas plazas y calles.

2.- Que constituye una antigua y hermosa tradición en nuestra patria el erigir monumentos recordatorios a sus Presidentes de la República, por ser elementos fundamentales para la preservación de nuestra memoria histórica como país y de claro valor pedagógico a las nuevas y futuras generaciones de chilenos.

Por 10 anterior, los Diputados que suscriben, viene a presentar el siguiente;

PROYECTO DE LEY

Artículo 1° Dispónese la erección de tres monumentos por suscripción popular, en la memorias del ex Presidente de la República don SALVADOR ALLENDE GOSSENS.

Artículo 2° Los monumentos se erigirán: uno, en la ciudad de Santiago, uno en la ciudad de Valparaíso, y uno en la ciudad de Punta Arenas.

Artículo 3° Las obras se financiarán mediante la realización de colectas públicas, que se efectuarán en todo el país, en las fechas que la Comisión Especial determine.

Artículo 4° Créase un fondo con el mismo objeto, que estará constituido, además, por donaciones y aportes privados.

Artículo 5° Créase una Comisión especial de nueve miembros ad honorem, encargados de ejecutar los objetivos de esta ley, la que estará constituida por tres Senadores, tres Diputados, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación "Salvador Allende", y por el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

Los Senadores y Diputados serán nominados por las respectivas Cámaras.

La Comisión deberá constituirse dentro del plazo de treinta días, contados desde la entrada en vigencia de la presente ley.

Artículo 6° La Comisión tendrá las siguientes funciones:

a) Hacer el llamado a concurso público de proyectos, fijando sus bases y condiciones.

b) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con los

Alcaldes de las respectivas Municipalidades y con el Consejo de Monumentos Nacionales.

c) Organizar la realización de las colectas públicas a que se refiere el artículo 3.

d) Administrar el fondo creado para este efecto.

(Fdo.): Carlos Smok Ubeda, Diputado; Juan Pablo Letelier, Armando Arancibia, Carlos Montes, Felipe Valenzuela, señora Adriana Muñoz, señores Jaime Estévez, Jorge Schaulsohn, Camino Escalona y Héctor Olivares

1.2. Informe de Comisión de Educación

Cámara de Diputados. Fecha 10 de septiembre, 1991. Informe de Comisión de Educación en Sesión 40. Legislatura 322.

?INFORME.DE LA COMISION DE EDUCACION, CULTURA, CIENCIAS Y TECNOLOGIA, DEPORTES Y RECREACION, RECAIDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE DISPONE ERIGIR TRES MONUMENTOS, UNO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, UNO EN LA CIUDAD DE VALPARAISO Y UNO EN LA CIUDAD DE PUNTA ARENAS, EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS.

BOLETIN N° 356-04.

HONORABLE CÁMARA:

Nuestra Comisión de Educación, Cultura, Ciencias y Tecnología, Deportes y Recreación pasa a informaras el proyecto de ley que "Dispone erigir tres monumentos, una en la ciudad de Santiago, una en la ciudad de Valparaíso y una en la ciudad de Punta Arenas, en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.".

El referido proyecto se originó en una moción de la señora Diputada Adriana Muñaz D'Albora y de los señores Diputados Armando Arancibia Calderón, Camilo Escalona Medina, Jaime Estévez Valencia, Juan Pablo Letelier Morel, Carlos Montes Cisternas, Héctor Olivares Solís, Jorge Schaulsohn Brodsky, Carlos Smok Ubeda y Felipe Valenzuela Herrera.

ANTECEDENTES.

Don Salvador Allende Gossens nació en Valparaíso tal 26 de junio de 1908, siendo hijo del abogado don Salvador Allende Castro y de la señora Laura Gossens Uribe. Su¡ abuelo paterno, don Ramón Allende Padín, había sido el organizador de los Servicios Médicos del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico, Senador del Partido Radical y Serenísimo Gran Maestre de la Gran Logia Masónica de Chile.

Efectuó sus estudios primarios en la ciudad de Tacna, entonces bajo jurisdicción chilena, trasladándose, posteriormente, a Iquique, Valdivia y Valparaíso según las exigencias del trabajo de su padre, circunstancia que le permite, a temprana edad, conocer gran parte de Chile y los problemas sociales que afectan a sus habitantes.

Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, establecimiento del que egresa a los 16 años, con excelentes calificaciones y habiendo obtenido, además, los títulos de campeón juvenil en la especialidad del decatlón y en natación.

A los 17 años ingresó como voluntario a cumplir su servicio militar al regimiento "Coraceros", de Viña del Mar, institución de la que egresó con la primera antigüedad y con la mejor clasificación como jinete.

En el año 1926 ingresó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde se distinguió como estudiante y como activista social. Ocupa, además, la Presidencia del Centro de Estudiantes de Medicina y, luego, la Vicepresidencia de la Federación de Estudiantes.

Envuelto en los sucesos políticos de 1931-1932, se desempeña como ayudante en la cátedra de Anatomía Patológica y como profesor en las escuelas nocturnas para obreros.

A fines del año 1932, recibe el título de médico cirujano, obteniendo su primer empleo en la Asistencia Pública, a la vez que se desempeña como profesor ayudante en las Escuelas di Medicina y Dental de la Universidad de Chile.

El 19 de abril de 1933 participa en la fundación del Partido Socialista de Chile, organización en que ocupa diversos cargos tales como el de Secretario Provincial de Aconcagua.

En el año 1935 es redactor del Boletín Médico de Chile, organizador de la Revista de Medicina Social de Valparaíso y dirigente de la Asociación Médica. En este mismo año redacta, conjuntamente con el doctor José Viscarra, un trabajo titulado "Estructuración de la Salubridad Nacional”, que, posteriormente, serviría de base al Servicio Nacional de Salud.

En el año 1937 es elegido Diputado por Quillota y Valparaíso y en 1938, como generalísimo de la campa a de don Pedro Aguirre Cerda, conduce al triunfo electoral al Frente Popular.

En 1937 es designado Ministro de Salubridad por el Presidente de la República, publicando, al año siguiente, un artículo titulado “Realidad Médico Social Chilena", que provoca un cambio en la visión médico social del país y que significa a su redactor el premio Carlos van Buren".

En el año 1939 contrae matrimónio con doña Hortensia Bussi con quien tuvo tres hijas: Carmen Paz, Beatriz y María Isabel.

En el mismo año 1940, su gestión como Ministro lo lleva a recibir el voto de aplauso de la Convención Anual de la Asociación Médica. Asimismo, inspira los proyectos sobre Seguro Obligatorio de Accidentes del Trabajo y el que crea el Colegio Médica de Chile.

En 1941 inaugura y realiza la "Primera Exposición Nacional de la Vivienda" en la que se demuestra, en toda su realidad, como viven y mueren los chilenos.

En noviembre de este mismo año, luego del fallecimiento de don Pedro Aguirre Cerda, pasa a ocupar la Vicepresidencia de la Caja del Seguro Obrero, renunciando al Ministerio al ser elegido Presidente de la República don Juan Antonio Ríos Morales, actitud que provoca la admiración del Presidente quien diría “No tenía que renunciar. Gestos de la limpieza moral como el suyo son los que engrandecen a la Patria”. También en este año es elegido Secretario General del Partido Socialista.

En el año 1945 es elegido Senador por Valdivia, Chiloé, Llanquihue, Aysén y Magallanes y en 1949 es designado Presidente del Colegio Médico, cargo que ocupa hasta 1982.

En el año 1952 es elegido, por primera vez, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Socialista, presentando, en ese mismo año, un proyecto de nacionalización del cobre.

Más tarde, en 1953, patrocina el proyecto que crea la Corporación de Ventas del Cobre y es elegido nuevamente Senador, esta vez por Tarapacá y Antofagasta.

En esta época se gesta el Frente de Acción Popular, llevando como candidato presidencial en las elecciones de 1958 al señor Allende. No resulta elegido, pero en 19ó1 obtiene la senaturía por Valparaíso y Aconcagua.

En 1984, una vez más, el Frente de Acción Popular lo elige su abanderado a la Presidencia de la República.

En 1966 es elegido presidente del Senado, cargo desde el que promueve activamente la integración latinoamericana.

En 1969 es elegido Senador por Aysén, Chiloé y Magallanes con una alta votación, hasta que el 4 de septiembre de 1973 es elegido Presidente de la República, cargo que desempeña hasta su muerte, el 11 de septiembre de 1973, como consecuencia de un golpe de Estado.

Desde aquella fecha, en las más diversas latitudes, se han rendido homenajes a su memoria de demócrata y, luchador social, levantándose monumentos en su recuerdo y dándole su nombre a numerosas plazas y calles.

ANALISIS DEL PROYECTO (Ideas matrices o fundamentales y contenido de sus disposiciones).

La idea matriz o fundamental del proyecto se orienta a rendir un homenaje en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens, en recuerdo de su destacada trayectoria ciudadana.

Dicha idea central que, conforme lo establece el artículo 60 Nº 5) de la Constitución Política, en relación con el Nº 2 del mismo artículo1 sólo puede concretarse por medio de una ley, el proyecto, la desarrolla en seis artículos.

En efecto, por su artículo 1º dispone la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente.

Por su artículo 2° establece que estos monumentos deberán ubicarse en las ciudades de Santiago y Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

Por su artículo 3° señala que las obras se financiarán mediante colectas públicas a realizarse en todo el país, en las fechas que determine la comisión especial.

Por su artículo 4° se crea un fondo con el objeto de financiar tales obras, el que estará formado por donaciones y aportes privados.

Por su artículo 5º se crea una comisión especial compuesta por nueve miembros ad honorem, encargada de llevar a cabo los objetivos de la iniciativa, la que estará constituida por tres Senadores, tres Diputados, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación Salvador Allende" y el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

Agrega la disposición que los Senadores y los Diputados serán nominados por las respectivas Cámaras, debiendo constituirse la comisión dentro de los 30 días contados desde la vigencia como ley del proyecto.

Por el artículo 6º se señalan las funciones que cumplirá la comisión especial, las que son las siguientes:

a) Llamar a concurso público de proyectos, fijando sus bases y condiciones;

b) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos en coordinación con los alcaldes de las respectivas municipalidades y, con el Consejo de Monumentos Nacionales;

c) Organizar la realización de las colectas públicas, y

d) Administrar el fondo creado para el financiamiento de las obras.

DISCUSION DEL PROYECTO.

Discusión en general.

La Comisión expresó su pleno acuerdo en cuanto a la justicia del homenaje que se desea rendir en memoria del señor Allende y, sin mayor - debate, procedió a aprobar la idea de legislar por unanimidad.

Discusión en particular.

Durante la discusión detallada de la iniciativa, la Comisión llegó a los siguientes acuerdos:

Articulo 1°.-

Dispone erigir tres monumentos en memoria de don Salvador Allende.

Respecto de esta norma, el Diputado señor Villouta preguntó si las expresiones “suscripción popular" Comprenden también a las donaciones, por cuanto dado que el artículo 3° se refiere a la realización de colectas públicas en las fechas que la comisión determine, podría entenderse que tales donaciones deberían hacerse sólo en esas fechas y no con posterioridad.

El Diputado señor Smok aclaró que la parte relacionada con el financiamiento se encuentra regulada en los artículos 3° y 4°.

El señor Rodríguez Guerrero estimó excesivo el número de monumentos propuestos, manifestando que dos parecerían suficientes.

El Diputado Smok hizo presente que aun cuando no se sabía exactamente cuál era la medida para determinar lo que era o no bueno o apropiado, la autorización que la ley da para erigir los monumentos no garantiza en modo alguno que se levanten, circunstancia que depende de los fondos que se recolecten. Lo único que se persigue con la iniciativa es obtener la imprescindible autorización para levantar tales monumentos, agregando que si los fondos lo permitieran, pero la autorización sólo habilitara para erigir dos, seguramente no llegaría a presentarse otra moción de ley.

El señor Muñoz Barra propuso suprimir las expresiones “suscripción popular", las que nada agregan al proyecto y, en cambio, se prestan a equívocos en lo referente al financiamiento del mismo.

La Comisión, por acuerdo unánime, hizo suya esta proposición.

Cerrado el debate, se aprobó el artículo 1°, con el acuerdo alcanzado, por unanimidad (4 votos a favor, ninguno en contra y 2 abstenciones).

Artículos 2º y 4º.

La primera de estas disposiciones establece que los monumentos se ubicarán en Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

La segunda crea el fondo destinado al financiamiento de las obras.

Ambas disposiciones se aprobaron, sin debate, por unanimidad, en los mismos términos propuestos.

Artículo 3°.

Se refiere al financiamiento de las obras mediante colectas públicas en las fechas que determine la comisión especial.

La Comisión, por acuerdo unánime, agregó a este artículo la frase "en coordinación con el Ministerio del Interior", ya que es esta Secretaría de Estado quien autoriza las colectas públicas en el país.

Ante la aprensión expresada por algunos Diputados en el sentido de que la redacción en plural podría significar la organización de más de una colecta, el señor Muñoz Barra desestimó tal posibilidad por considerar que ello implicaría una falta de criterio de los organizadores, a la vez que lo normal sería que en caso de faltar fondos, el déficit fuera cubierto por donaciones y aportes particulares.

Cerrado e1 debate, se aprobó el artículo conjuntamente con el acuerdo alcanzado, por unanimidad.

Artículo 5°

Se refiere a la constitución de la comisión especial encargada de llevar a cabo los fines del proyecto.

El Diputado señor Elizalde estimó que la auto-representación que implica el proyecto para los parlamentarios al incluirlos en esta Comisión, constituye una incompatibilidad constitucional. Cita el caso del Instituto Nacional de la Juventud y el de la Mujer.

El señor Muñoz Barra considera equivocada esta opinión toda vez que se trata de cargos privados servidos ad honorem.

El señor Smok reforzó esta posición, agregando que la actual Constitución habría proscrito las consejerías parlamentarias, en cuanto los congresistas no pueden integrar consejos o instituciones públicas como las mencionadas por el señor Elizalde, prohibición que en nada afecta la integración de entes privados creados con fines específicos. Por lo demás, agregó, todas las leyes sobre monumentos se han aprobado con tal integración. Finalmente, señala que tanto el Presidente de la Cámara como el del Senado forman parte del Consejo para las Donaciones Culturales, actualmente en funciones y sin objeción alguna. Termina señalando que la objeción del señor Elizalde se refiere a otra materia.

A continuación el mismo Diputado señor Smok formuló una indicación a este artículo para reemplazar, en su inciso primero, la palabra "nueve" por "cinco"; las expresiones tres Senadores, tres Diputados," por "un Senador, un Diputado", y para sustituir, en el inciso segundo, la frase "Los Senadores y Diputados "por "El Senador y el Diputado”.

Fundó su indicación en la conveniencia de acoger una observación del Senado efectuada en proyectos similares, evitando, así, posibles terceros trámites constitucionales.

Se acogió la indicación por unanimidad.

Puesto en votación el artículo con la indicación, se lo aprobó también por unanimidad.

Artículo 6°.

Se refiere a las funciones de la comisión especial.

Respecto de la letra a) de este artículo, la Comisión acordó, a sugerencia del señor Muñoz Barra, agregarle las expresiones "y resolverlo", toda vez que la función señalada en ella aparecía incompleta.

En lo referente a la letra c) y ante la observación de que podría haber más de una colecta, el señor Smok sostuvo que autorizar sólo una podría ser insuficiente, de ahí la redacción en plural. .

Cerrado el debate, la Comisión aprobó por unanimidad el artículo con la modificación a la letra a).

Constancia.

Para los efectos de lo establecido en los números 2°, 4° y 5° del artículo 286 del Reglamento de la Corporación, la Comisión dejó constancia de lo siguiente:

1º Que el proyecto no contiene disposiciones que sean propias de ley orgánica constitucional o de quórum calificado;

2° Que ninguna de sus normas es de la competencia de la Comisión de Hacienda, y

3° Que todas sus disposiciones fueron aprobadas por unanimidad.

Por las razones expuestas y las que en su oportunidad dará a conocer el señor Diputado Informante, esta Comisión recomienda aprobar el proyecto, al que se han introducido, además de las modificaciones acordadas, algunas correcciones de forma que no se detallan, todas las que se incluyen en el siguiente texto:

PROYECTO DE LEY:

Artículo 1°.- Autorízase la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Artículo 2º.- Los monumentos se erigirán en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

Artículo 3°.- Las obras se financiarán mediante la realización de colectas públicas, las que se efectuarán en todo el país, en las fechas que la comisión especial determine, en coordinación con el Ministerio del Interior.

Artículo 4°.- Créase un fondo con el mismo objeto señalado en el artículo anterior, el que estará constituido, además, por donaciones y aportes privados.

Artículo 5º.- Créase una comisión especial de cinco miembros ad honorem, encargada de ejecutar los objetivos de esta ley, la que estará constituida por un Senador, un Diputado, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación "Salvador Allende" y el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

El Senador y el Diputado serán nominados por las respectivas Cámaras.

La comisión deberá constituirse dentro del plazo de treinta días, contado desde la entrada en vigencia de la presente ley.

Artículo 6º.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

a) Llamar a concurso público de proyectos, fijar sus bases y condiciones y resolverlo.

b) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con los alcaldes de las respectivas municipalidades y con el Consejo de Monumentos Nacionales.

c) Organizar la realización de las colectas públicas a que se refiere el artículo 3º.

d) Administrar el fondo creado por el artículo 4º.

*****

Se designó Diputado Informante al señor Carlos Smok Ubeda.

Sala de la Comisión, a 10 de septiembre de 1991.

Acordado en sesión de igual fecha, con asistencia de los señores Diputados Roberto Muñoz Barra (Presidente), José Miguel Ortiz Novoa, Hugo Rodríguez Guerrero, Carlos Smok Ubeda, Felipe Valenzuela Herrera, Sergio Velasco de la Cerda y Edmundo Villouta Concha.

Asistieron también a la sesión los Diputados señores Carlos Dupré Silva y Ramón Elizalde Hevia.

Eugenio Foster Moreno

Secretario

1.3. Discusión en Sala

Fecha 02 de junio, 1992. Diario de Sesión en Sesión 2. Legislatura 324. Discusión General. Pendiente.

MONUMENTOS EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DON SALVADOR ALLENDE. Primer trámite constitucional.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto que dispone erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República, don Salvador Allende, en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas.

Diputado informante de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencias y Tecnología, Deportes y Recreación, es el señor Smok.

El texto del proyecto está impreso en el boletín N° 356-04 y figura en el número 9 de los documentos de la Cuenta de la sesión 40a., celebrada en 12 de septiembre de 1991.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Smok.

El señor SMOK.-

Señor Presidente, ha sido de común ocurrencia el comentario de la prensa respecto de que buena parte de la capacidad legislativa de los parlamentarios en este período ha tenido que ver con la decisión de erigir monumentos. Es cierto que en alguna forma ello refleja el estado de las atribuciones parlamentarias, pero también es cierto que la Cámara debe enfrentar esto como una labor necesaria.

Quiero destacar que el criterio común de la Cámara ha sido no entrar en el debate del juicio histórico de los personajes de nuestro pasado político, por ser contemporáneos o muy cercanos a nuestro tiempo, sino establecer ante la opinión pública la necesidad de conocer como formadores de nuestro acervo político cultural y como personajes dedicados a la vida pública a quienes han ejercido altas labores de Estado.

En estos dos años el Congreso ha aprobado leyes que disponen la erección de monumentos a los ex Presidentes Alessandri y Frei, y también de otras personalidades públicas como el ex Senador Bossay. Además, se encuentra en estado de Tabla para pasar a esta Sala, después de haber sido aprobado por el Honorable Senado, un proyecto por el cual se erigirá un monumento al ex Senador Jaime Guzmán.

La aprobación de cada uno de estos proyectos implica el reconocimiento de la entrega a la labor pública de cada uno de estos ciudadanos y la clara y nítida función pedagógica que debe cumplir ante las futuras generaciones el recuerdo de quienes han participado en ella.

Con ese criterio, la Comisión de Educación aprobó en forma unánime, la idea de erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República, don Salvador Allende Gossens, en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas. Además, autorizó la constitución de una corporación y estableció mecanismos de erogación pública y colectas para tal efecto.

El proyecto es similar a los anteriormente aprobados, y por no contener ningún elemento novedoso, como Diputado informante me permito recomendar su aprobación.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Palestro.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, con este proyecto se rinde homenaje y se hace justicia a uno de los políticos más destacados hasta 1973, que entregó una vida entera al servicio de la causa popular, que mantuvo una actitud consecuente en cuanto a sus principios, a su ideología. Jamás se le señaló algún acto deshonesto en su vida de luchador, de gran combatiente, de líder popular. Al compañero Allende nunca se le pudo señalar con el dedo porque hubiera cometido un acto del que pudiera avergonzarse o ser una mancha en su extensa y honesta vida política.

En verdad, ha habido mucha mezquindad respecto del compañero Allende. Incluso, en muchos libros de historia ni siquiera figura su nombre como Presidente de la República, y en otros apenas aparecen tres o cuatro líneas para señalar la rica trayectoria de este querido, recordado y siempre presente compañero Salvador Allende.

Los de Izquierda hemos tenido gran amplitud de criterio para tratar este tipo de problemas y despachar proyectos que disponen la erección de monumentos a hombres que hicieron historia, aunque su ideología fuera distinta a la nuestra. En cierta forma estimamos que aquí ha habido un olvido y, como decía, mezquindad con respecto al trato histórico que merece ese hombre que pasó a la historia como uno de los grandes presidentes de este país.

Las circunstancias políticas en que llevó a cabo su gestión presidencial fueron muy duras, porque en el fondo estaba culminando un proceso político en este país. Estaba llegando a su término una larga polémica, que prácticamente se extendió todo el siglo, hasta 1973. Pero en los sectores pobres y genuinamente modestos está en el corazón, en la conciencia y en el recuerdo más grande la figura del compañero Salvador Allende.

Esa gente, la más pobre, la más modesta, fue justamente la que recibió todos los beneficios de ese gobierno popular que encabezara nuestro querido amigo y compañero Salvador Allende. Toda esa gente que supo lo que era tener un televisor, una cocina, una estufa, o cosas que para muchos pueden ser triviales, sin mayor valor, para el pueblo significaron avanzar un poco en el bienestar de su hogar y en la mantención de su familia.

Es profundamente grato pronunciar estas palabras y entregar nuestro voto favorable a un proyecto que hace honor y justicia a Salvador Allende, pues en tres puntos del país se le rendirá el homenaje correspondiente. Creo que también se debería autorizar a las municipalidades, grupos o sectores que lo estimen conveniente para erigir un monumento o monolito, como existen en otros países. Quienes estuvimos en el exilio durante tantos años supimos en cuántos países le rindieron homenaje antes que nosotros aquí en Chile, al dar su nombre a calles, levantar monolitos autorizados por ley; es decir, se anticiparon a ofrecerle el homenaje que genuinamente tenía y tiene ganado el compañero Salvador Allende.

Desde el punto de vista personal, por haber trabajado durante mucho tiempo a su lado y participado prácticamente en todas sus campañas, de haberlo conocido personalmente en su condición de honestidad y consecuencia política, de respeto por sus ideas durante tantos años, me produce gran emoción saber que este proyecto fue aprobado por unanimidad por todos los sectores políticos que integran la Comisión correspondiente. Es motivo de agradecimiento como amigo, camarada y viejo militante socialista, que se le rinda en esa forma un homenaje a este gran Presidente que fue el compañero Salvador Allende.

Por todo esto, naturalmente mi voto será favorable. Al mismo tiempo quiero agradecer ¿por qué no? a los sectores que discreparon con el compañero Allende en aquellos tiempos y que ahora le han hecho honor y justicia. Su actitud revela que el juicio histórico ya está siendo revisado y que el nombre de Allende pasará en gloria y majestad a la historia de este país, junto con el de otros Presidentes de otros sectores políticos.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Taladriz.

El señor TALADRIZ.-

Señor Presidente, somos y nos manifestamos respetuosos de todas las ideas políticas, pero debemos respetar más aún la historia de nuestro país.

En ese contexto, en Chile existió un grave deterioro en lo político, económico, social y moral en el período que gobernó el señor Allende.

No creemos que esta grave crisis se debe sólo al señor Allende, sino a todo el sistema político de ese tiempo y al apoyo y orientación marxista que inspiró su mandato. Miles de familias chilenas sufrieron pérdidas irreparables como consecuencia directa o indirecta de ese gobierno. Pérdidas que aún en estos tiempos duelen y se sienten, como la gran cantidad de exonerados, de familias que perdieron a sus seres queridos, como la de muchas industrias destruidas, como la de muchos campos estafados.

No podemos olvidar que el Gobierno del señor Allende fue censurado por el pueblo chileno a través de múltiples manifestaciones, y también por esta Cámara, en un acuerdo histórico de agosto de 1973, aprobado por una gran mayoría, cuya redacción se dice fue confeccionada por el actual Presidente de la República, señor Patricio Aylwin.

Creemos que el proyecto que propone levantar tres, dos o siquiera un monumento, no refleja lo sucedido, y su erección evocaría un período triste para todos y reeditaría antiguas y ya olvidadas odiosidades.

Por tales razones, y sin profundizar en ellas, precisamente para no revivir esa época que es mejor olvidar, nos opondremos a este proyecto de ley.

He dicho.

El señor PALESTRO.-

¡Retiro el agradecimiento, entonces!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Kuschel.

El señor KUSCHEL.-

Señor Presidente, quiero fundar mi voto en contra de este proyecto en el pronunciamiento de la Cámara de Diputados de 1973; en el análisis del mensaje presidencial del entonces Presidente Allende ante el Congreso Pleno ese mismo año, efectuado por el actual Presidente de la República, señor Aylwin y, además, en los elementos de juicio entregados por don Eduardo Frei a don Mariano Rumor, para explicar las razones del quiebre institucional en Chile.

¿Qué ocurrió en Chile?" expresaba el ex Presidente.

"Este país ha vivido más de 160 años de democracia prácticamente ininterrumpida. Es de preguntarse entonces cuál es la causa y quiénes son los responsables de su quiebre.

"A nuestro juicio decía el Presidente Freila responsabilidad íntegra de esta situación y lo decimos sin eufemismo alguno corresponde al régimen de la Unidad Popular instaurado en el país.

"¿En qué basamos esta afirmación?

"a)Este régimen fue siempre minoría y nunca quiso reconocerlo. Obtuvo en la elección presidencial el 36 por ciento de los votos. Subió al 50 por ciento a los cuatro meses de elegido, en elecciones municipales, siguiendo una vieja tradición chilena en que el pueblo da su apoyo al Gobierno recién elegido. En los comicios parlamentarios del 73 bajó al 43 por ciento, a pesar de haber ejercido una intervención no conocida en la historia de Chile intervención, por lo demás, nada edificante y haber utilizado toda la maquinaria del Estado, enormes recursos financieros y presión sobre las personas y organizaciones, que llegó hasta una violencia desatada, que causó varios muertos y numerosos heridos a bala. Por último quedó comprobado con posterioridad un fraude de por lo menos un 4 a 5 por ciento de los votos, pues los servicios públicos, entre otras cosas, falsificaron miles de carnés de identidad."

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor KUSCHEL.-

En seguida, el ex Presidente Eduardo Frei, en su carta a don Mariano Rumor, manifestaba:

"b)Pero no fueron minoría sólo en el Parlamento. Fueron minoría en los municipios; lo fueron en las organizaciones vecinales, profesionales y campesinas y progresivamente estaban llegando a ser minoría en los principales sindicatos industriales y mineros, como el caso del Acero, Petróleo, Cobre, etcétera. Igualmente, salvo en un solo caso, fueron derrotados en todas las organizaciones universitarias en que votaron los Académicos y los estudiantes y para qué decir en las organizaciones específicamente estudiantiles.

En vez de reconocer este hecho decía el ex Presidente Eduardo Frei y buscar el consenso, trataron de manera implacable de imponer un modelo de sociedad inspirado claramente en el marxismo-leninismo. Para lograrlo aplicaron torcidamente las leyes o las atropellaron abiertamente, desconociendo a los Tribunales de Justicia. Cada vez que perdían una elección en las organizaciones sindicales y campesinas o estudiantiles desconocían el hecho y creaban una organización paralela afecta al gobierno, la cual recibía la protección oficial, mientras eran perseguidos los organismos que respondían a una elección legítima. Así se trató de dividir a los estudiantes, a la clase obrera y a los campesinos".

Y agregaba el ex Presidente Eduardo Frei Montalva:

"En esta tentativa de dominación llegaron a plantear la sustitución del Congreso por una Asamblea Popular y la creación de Tribunales Populares, algunos de los cuales llegaron a funcionar, como fue denunciado públicamente. Pretendieron asimismo transformar todo el sistema educacional; basado en un proceso de concientización marxista. Estas tentativas fueron vigorosamente rechazadas no sólo por los partidos políticos democráticos, sino por sindicatos y organizaciones de base de toda índole, y en cuanto a la educación ella significó la protesta de la Iglesia Católica y de todas las confesiones protestantes que hicieron públicamente su oposición.

"Frente a estos hechos, naturalmente la Democracia Cristiana no podía permanecer en silencio. Era su deber y lo cumplió denunciar esta tentativa totalitaria-totalitaria, no habla de democrática que se presentó siempre con una máscara democrática para ganar tiempo y encubrir sus verdaderos objetivos. Eso fue lo que el país resistió.

"Fueron éstas las razones por las que la Corte Suprema de Justicia, por la unanimidad de sus miembros, denunció ante el país el hecho de que por primera vez en la historia de Chile los Tribunales no eran respetados, se atropellaban las leyes y sus sentencias no se cumplían.

"La Contraloría General de la República, órgano que en Chile adquiere un verdadero carácter constitucional y que no sólo tiene funciones contables, sino que califica la legalidad de los decretos del Ejecutivo, rechazó innumerables resoluciones del Gobierno por estimarlas ilegales.

"El Parlamento continuamente reclamó durante tres años la violación de las leyes y el atropello al Derecho, sin ser oído. Esto culminó cuando, aprobadas dos Reformas Constitucionales, el Presidente de la República se negó a promulgarlas. Buscando un pretexto para no hacerlo, recurrió primero al Tribunal Constitucional, el cual dio la razón al Congreso. Sin embargo, eso fue inútil. Pretendió después promulgar estas reformas de manera trunca, o sea parte del texto, lo que rechazó la Contraloría General de la República. Por último, se negó lisa y llanamente a respetar la decisión del Congreso Nacional de este Congreso Nacional.

"Esto llevó a la Cámara de Diputados a aprobar un acuerdo destinado a señalar al país que se estaban atropellando abiertamente la Constitución y las Leyes, y mostrar una lista abrumadora de casos concretos de cómo así ocurría.".

En éstas y otras razones en que se extiende la carta del ex Presidente Frei, sustento mi voto negativo.

Además, quiero referirme a algunos aspectos mencionados por el actual Presidente Aylwin, en ese tiempo Senador. Respecto del mensaje presidencial de 1973, decía, por ejemplo: "No hizo ningún examen el señor Allende sobre la inflación de 200 por ciento que ha habido en los últimos doce meses, ni respecto de sus causas y perspectivas, si sobre la creciente escasez de alimentos y demás bienes esenciales, que los hogares chilenos están sufriendo día a día. No hizo ningún análisis sobre la baja de la producción agrícola, ni sobre el deterioro de las instalaciones industriales del país, ni sobre el descenso de las exportaciones, ni sobre la emigración de profesionales y técnicos al extranjero lo decía el actual Presidente Aylwin, Senador de la época, si bien destacó la gran preocupación que tenía el Gobierno por la fuga de cerebros que afecta en general al mundo subdesarrollado.

Y, continuaba el señor Aylwin: "Tampoco hizo análisis alguno sobre la discriminación entre los chilenos, la ilegalidad y la violencia, convertidas por su Gobierno en regla de conducta de la administración del Estado.

"¿Ignora preguntaba el señor Aylwin, actual Presidente de la República, en ese tiempo Senador el señor Presidente la desesperación de las madres que buscan en vano alimento para sus guaguas o medicamentos para sus enfermos? ¿No ha visto las largas colas que ahora es preciso hacer para conseguir pan, azúcar, aceite, gas licuado, neumáticos y tantos otros bienes indispensables? En su veloz tránsito por las calles, ¿No se ha fijado en el drama de la gente que espera locomoción colectiva? ¿Desconoce lo que significan para todos los que viven de un sueldo o salario las frecuentes y estratosféricas alzas de precio de los alimentos, el vestuario y los artefactos indispensables del hogar? ¿No tiene nada que decir sobre los asesinatos políticos cometidos en los últimos tiempos y sobre la participación en ellos de funcionarios de Gobierno o de individuos ligados al oficialismo? La verdad es que la lectura o la audición decía el Senador Aylwin del mensaje presidencial del Presidente Allende pueden dar la impresión, a quien no conozca nada de la realidad chilena, de que el Presidente de la República describió en él a un país de fantasía. Para él, los problemas económicos más transcendentales que afligen a los chilenos la escasez, la inflación, el mercado negro, la discriminación odiosa, el sectarismo, la ineptitud burocrática, la crisis de participación, el desprecio por la legalidad, el violentismo, parecieran quedar englobados dentro del concepto de "fenómenos coyunturales" que tendrían poca trascendencia en el análisis profundo de la situación chilena. Pero son esos "fenómenos coyunturales" los que caracterizan la realidad diaria que los chilenos vivimos, los que angustian a los hogares de nuestros compatriotas y los que hacen temer por el porvenir de la democracia chilena y por el propio destino y la seguridad de nuestra patria.

"En vez de hacer el análisis a que la Constitución Política lo obligaba continuaba el Senador Aylwin, el Presidente de la República expuso al Congreso Pleno una teoría política sobre el significado de su Gobierno el de la Unidad Popular. Este tendría como misión, según esa teoría, "cumplir un mandato popular de conducir a Chile al socialismo por una vía democrática". El cumplimiento de esa tarea le acarrearía la resistencia creciente de los afectados por los cambios, quienes buscarían deliberadamente la ruptura institucional y la crisis económica. Esta sería la causa de todos los males que afligen y amenazan al país: la reacción de los intereses mezquinos del imperialismo, del capitalismo, de los monopolios, de las oligarquías y de los consorcios internacionales, frente al deterioro que sus privilegios están sufriendo como consecuencia de la acción del Gobierno. Se trataría de un enfrentamiento inevitable entre conservación y revolución. De un lado, estarían personeros de los grandes intereses nacionales y extranjeros, partidarios del caos, empeñados en socavar la convivencia cívica y en desatar la violencia, los que estarían empujando a Chile a la guerra civil; de otro lado, estarían todos los ciudadanos según las expresiones del Presidente Aylwin, en ese tiempo Senador democráticos y patriotas...".

Por todos estos argumentos que,...

El señor SEGUEL.-

¡Diga algo suyo!

El señor ARAYA.-

¡Lo más importante en la vida es ser consecuente!

El señor PALESTRO.-

¡Exprese algo propio!

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¡Señores Diputados, ruego guardar silencio!

El señor KUSCHEL.-

... como he dicho, no son míos, sino que corresponden a lo señalado por el ex Presidente Frei y por el actual Presidente en un momento trágico y traumático vivido por nuestra patria, votaré en contra de este proyecto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Olivares.

El señor OLIVARES.-

Señor Presidente, en primer lugar, felicito al Diputado señor Kuschel por la brillante lectura de su discurso y lo amena que resultó su intervención.

Como nos ha manifestado su preocupación por los atropellos a los derechos humanos y a la Constitución y por el "fraude electoral" que hubo, debo aclararle que soy Diputado por cuarta vez. En diciembre de 1973 fui reelecto por la provincia de O'Higgins con la primera mayoría; y ahora, después de la salida de Pinochet, he vuelto a la Cámara, también con la primera mayoría en representación del mismo distrito. Esa es una prueba del "fraude" cometido durante la Unidad Popular, que Su Señoría denunció.

Según su intervención, podría concluirse que ignora lo ocurrido en los 17 años de gobierno pasado. A modo de ejemplo le informo que yo, por el solo hecho de haber sido militante socialista y como tal, integrante del Gobierno de la Unidad Popular, y, además, amigo, de lo cual me enorgullezco, del ex Presidente Salvador Allende, con quien recorrí Chile en diversas campañas políticas fui detenido, llevado a la Isla Dawson, a otras unidades militares en Santiago, y, posteriormente, tuve que vivir 12 años fuera del país.

Salvador Allende no incurrió en esas conductas ni cometió esos atropellos con nadie. Los cometió esa persona, el Capitán General, a quien Su Señoría y otros colegas de las bancadas de la Derecha han defendido durante tantos años. Por lo tanto, hay que tener cara para recordar estas cosas.

Cuando escuché a los Diputados señores Smok, informante, y Palestro agradecer el criterio amplio con que se procedió en la Comisión para votar este proyecto, pensé que en la Sala también se iba a actuar en esa forma. Por ello, es realmente doloroso y vergonzoso que, después de lo ocurrido en la Comisión, un colega formule observaciones en este hemiciclo que nos sentimos obligados a responder, si bien no en el mismo tono, con un poco más de calor, porque no se puede tolerar tanta falsedad.

¡Allende no tuvo ni se fue de este mundo con las manos manchadas con sangre! ¡Allende no dispuso la existencia de campos de concentración! ¡Allende no hizo desaparecer a ciudadanos de este país ni ordenó torturar en su gobierno! Fue un hombre que, aun cuando no era hijo de un obrero, a pesar de la clase a la cual pertenecía, durante su trayectoria como militante del Partido Socialista, fue consecuente no sólo con un ideal político, sino con los trabajadores, con los desposeídos de este país y, también, con el pueblo de Chile, para el cual siempre quiso lo mejor. Es importante recordar antecedentes que Su Señoría no ignora, pero que maliciosamente ha silenciado esta mañana. Investigaciones posteriores hechas por el Senado de Estados Unidos indican los dólares que transitaron para desestabilizar a ese gobierno. ¿Son antecedentes que desconoce Su Señoría?

Estamos dispuestos a discutir el tema en esta o en otra sesión; no nos oponemos a ello. Pero, ahora, no puede negarse que con estos monumentos sólo se hace justicia a un hombre que no sólo integró la Cámara de Diputados, sino que fue un político de prestigio, que llegó a ser Presidente del Senado y Primer Mandatario. No podemos permitir que años después de su muerte, en este Congreso, se pretenda enlodar su nombre y su limpia trayectoria política.

He dicho.

Aplausos.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Quedan dos minutos para que termine el Orden del Día.

Tiene la palabra el Diputado señor Palma.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, espero que el Diputado señor Kuschel también utilice los argumentos del Presidente Aylwin para aprobar las reformas constitucionales que deberemos votar en los próximos días. Resulta factible que eso también sea considerado por Renovación Nacional, dado que sus parlamentarios estiman que el Presidente Aylwin es realmente una autoridad en materia política en este país. Pero ahora estamos discutiendo un proyecto de ley destinado a erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende.

Aunque los democratacristianos fuimos opositores a su gobierno, ello no significa que no podamos emitir un juicio histórico y crítico, pero también leal, a su persona. Considero que el Presidente Allende actuó con dignidad en la política chilena, tanto durante el desempeño de sus múltiples cargos como hasta el momento de su muerte, en que rechazó el quiebre de la institucionalidad poniendo término a su vida, como una manera de señalar que no estaba dispuesto a cohonestar lo que ocurría en el país.

Para algunos, su actitud puede haber sido un gesto tardío; pero, para muchos, digno de una persona que sirvió al país desde múltiples cargos y que, aunque cometió muchos errores en el ejercicio de sus funciones, debe ser considerada por la nación en relación con la totalidad de la gestión que desarrolló, con la dignidad con que desempeñó sus cometidos y con su comportamiento personal.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ha terminado el Orden del Día.

El señor PALESTRO.-

¿No votaremos el proyecto?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No, porque hay varios parlamentarios inscritos para hacer uso de la palabra: los Diputados señores Letelier, Schaulsohn, Bosselin, Elgueta y señora María Maluenda, sin perjuicio de los que se inscriban en la sesión de mañana.

Queda pendiente la discusión del proyecto.

1.4. Discusión en Sala

Fecha 04 de junio, 1992. Diario de Sesión en Sesión 5. Legislatura 324. Discusión General. Pendiente.

MONUMENTOS EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA SALVADOR ALLENDE GOSSENS. Primer trámite constitucional (continuación).

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde continuar la discusión, iniciada ayer, del proyecto de ley que ordena la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente Salvador Allende.

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

En votación el proyecto.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, no hubo quorum.

El señor LOYOLA (Secretario).-

Han votado sólo 39 señores Diputados.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay quorum. Se va a repetir la votación.

En votación.

Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, no hubo quorum.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se llamará a los señores Diputados por cinco minutos.

Transcurrido el tiempo reglamentario:

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se va a repetir la votación.

Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, no hubo quorum.

El señor LOYOLA (Secretario).-

Han votado solamente 35 señores Diputados.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Por no haberse obtenido el quorum necesario, se levanta la sesión.

1.5. Discusión en Sala

Fecha 10 de junio, 1992. Diario de Sesión en Sesión 7. Legislatura 324. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

MONUMENTOS EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA SALVADOR ALLENDE. Primer trámite constitucional. (Continuación).

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Continúa la sesión.

Corresponde votar el proyecto de ley que dispone erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende.

El señor LETELIER.-

Pido la palabra para un asunto reglamentario.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor LETELIER.-

señor Presidente, en la sesión en que se empezó a tratar el proyecto todos sabemos cómo se realizó y por qué fracasó no se cumplió un acuerdo adoptado con anterioridad, en orden a permitir que un grupo de parlamentarios inscrito hiciera uso de la palabra. Ese es un punto que pone en entredicho la afirmación del señor Presidente, en el sentido de que el debate está cerrado.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Advierto al señor Letelier que, no obstante el desenlace de la sesión, el debate del proyecto estaba cerrado y sólo podría reabrirse por unanimidad de la Sala.

El señor ELGUETA.-

Señor Presidente, ¿se puede fundar el voto?

El señor CERDA (Vicepresidente).-

No, señor Diputado.

En votación.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 48 votos; por la negativa, 13 votos. No hubo abstenciones.

Aplausos.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Aprobado en general y en particular, con lo cual queda despachado el proyecto.

1.6. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 14 de julio, 1992. Oficio en Sesión 10. Legislatura 324.

PROYECTO DE LEY DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE DISPONE LA ERECCION DE MONUMENTOS EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE EN SANTIAGO, VALPARAISO Y PUNTA ARENAS

AS. E. El Presidente del H. Senado

Con motivo de la Moción, Informe y antecedente que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Autorízase la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Artículo 2°.- Los monumentos se erigirán en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

Artículo 3º.- Las obras se financiarán mediante la realización de colectas públicas, las que se efectuarán en todo el país, en las fechas que la comisión especial determine, en coordinación con el Ministerio del Interior.

Artículo 4°.- Créase un fondo con el mismo objeto señalado en el artículo anterior, el que estará constituido, además, por donaciones y aportes privados.

Artículo 5°.- Créase una comisión especial de cinco miembros ad honorem, encargada de ejecutar los objetivos de esta ley, la que estará constituida por un Senador, un Diputado, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación "Salvador Allende” y el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

El Senador y el Diputado serán nominados por las respectivas Cámaras.

La comisión deberá constituirse dentro del plazo de treinta días, contado desde la entrada en vigencia de la presente ley.

Artículo 6°.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

a) Llamar a concurso público de proyectos, fijar sus bases y condiciones y resolverlo.

b) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con los alcaldes de las respectivas municipalidades y con el Consejo de Monumentos Nacionales.

c) Organizar la realización de las colectas públicas a que se refiere el artículo 3°.

d) Administrar el fondo creado por el artículo 4°.”.

Dios guarde a V.E.

(Fdo.): José Antonio Viera-Gallo Quesney.- Carlos Loyola Opazo.

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe de Comisión de Educación

Senado. Fecha 01 de junio, 1994. Informe de Comisión de Educación en Sesión 3. Legislatura 329.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN Y CULTURA, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE AUTORIZA ERIGIR UN MONUMENTO EN LAS CIUDADES DE SANTIAGO, VALPARAÍSO Y PUNTA ARENAS, EN MEMORIA DEL EX PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS.

BOLETÍN N° 356-04

Honorable Senado:

Vuestra Comisión de Educación y Cultura tiene el honor de informaros el proyecto de ley de la referencia, en segundo trámite constitucional, originado en Moción de los HH. Diputados señores Armando Arancibia Calderón, Camilo Escalona Medina, Jaime Estévez Valencia, Juan Pablo Letelier Morel, Carlos Montes Cisternas, Héctor Olivares Solís, Jorge Schaulsohn Brodsky y Felipe Valenzuela Herrera, y de los ex Diputados señora Adriana Muñoz DAlbora y señor Carlos Smok Ubeda.

- - -

El ex Presidente de la República, don Salvador Allende Gossens, nace el 26 de junio de 1908, en Valparaíso. Su infancia transcurre en Tacna, ciudad que en esa época se hallaba bajo jurisdicción chilena.

En 1918 la familia Allende se traslada a Iquique, y más tarde, ese mismo año, a Valdivia, cuando su padre es nombrado abogado de la Defensa Fiscal en esta última ciudad. En 1922, la familia regresa a Valparaíso.

Realiza sus estudios secundarios en el Instituto Nacional de Santiago, del cual egresa a los dieciséis años con notas sobresalientes. Al cumplir diecisiete, Salvador Allende solicita su ingreso al Regimiento Coraceros de Viña del Mar, ejecutando su Servicio Militar en forma voluntaria, con la primera antigüedad y la mejor clasificación como jinete.

En 1926 ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile. En ella, y siendo estudiante, se desempeña como profesor de la Escuela Nocturna para Obreros, organizada por la Federación de Estudiantes; Presidente del Centro de Estudiantes de Medicina; Vicepresidente de la Federación de Estudiantes; Delegado ante el Consejo Universitario, y Ayudante de Cátedra en Anatomía Patológica, entre otras actividades. Su período de internado lo lleva a cabo en la Posta de la Asistencia Pública de Santiago. A fines de 1932 recibe el título de Médico Cirujano, con la tesis "Higiene Mental y Delincuencia".

El 19 de abril de 1933 participa en la fundación del Partido Socialista, en el que ocupará sucesivamente los cargos de Jefe de Núcleo, Secretario de Estudios Sociales en la Seccional de Valparaíso y Secretario Provincial de Aconcagua.

En 1935 es redactor del Boletín Médico de Chile, dirigente de la Asociación Médica y organizador de la Revista de Medicina Social de Valparaíso. En colaboración con el doctor José Vizcarra elabora el documento "Estructuración de la Salubridad Nacional", que constituirá, posteriormente, el germen del actual Servicio Nacional de Salud.

En 1937, representando al Partido Socialista, es elegido Diputado por Quillota y Valparaíso, con el apoyo del Frente Popular, integrado por los Partidos Radical, Comunista, Socialista, Democrático y Radical Socialista, más la Confederación de Trabajadores de Chile.

El 28 de septiembre de 1939 asume como Ministro de Salud, durante el gobierno del Presidente Aguirre Cerda, renunciando a su banca de Diputado. En 1941 viaja a Estados Unidos para asistir a la reunión anual de la Asociación Americana de Salud Pública, impulsando la creación del Departamento de Cooperación Interamericana.

En 1940 obtiene el premio Van Burén por la publicación de su obra "La Realidad Médico Social Chilena".

Después de la muerte del ex Presidente de la República don Pedro Aguirre Cerda, en noviembre de 1941, pasa a ocupar la Vicepresidencia de la, entonces, Caja del Seguro Obrero.

Disuelto el Frente Popular, Allende renuncia al Ministerio en 1942 al ser elegido Secretario General del Partido Socialista.

En 1945 es elegido Senador por Valdivia, Chiloé, Llanquihue, Aysén y Magallanes. Más tarde, en 1949, es elegido Presidente del Colegio Médico de Chile, cargo que ocupa hasta 1963.

En 1952 es nominado candidato a la Presidencia de la República por el Partido Socialista. Ese mismo año presenta al Parlamento un proyecto de ley de nacionalización del Cobre y, luego, en 1953, tras haber sido elegido Senador por Tarapacá y Antofagasta, uno sobre creación de la Corporación de Ventas del Cobre.

En 1961 es elegido Senador por Aconcagua y Valparaíso.

Para las elecciones de 1958 y 1964 el Frente de Acción Popular, integrado por los Partidos Comunista, Socialista Popular, Socialista de Chile, Democrático del Pueblo, Democrático de Chile, Democrático Nacional y el Frente Nacional del Pueblo, levantó la candidatura presidencial de Salvador Allende.

En 1966, con los votos de los partidos del Frente de Acción Popular y del Partido Radical, es elegido Presidente del Senado. En tal carácter, Salvador Allende lleva a cabo una labor de integración de las instituciones democráticas en América Latina.

El 2 de mayo de 1969, es elegido Senador por Chiloé, Aysén y Magallanes, con una significativa votación.

Como parlamentario, don Salvador Allende tuvo una intensa participación como autor o coautor de numerosas leyes y proyectos de ley.

En 1970, los partidos que componen la Unidad Popular, esto es, los Partidos Radical, Comunista, Socialista, Social Demócrata, la Acción Popular Independiente y el Movimiento de Acción Popular Unitaria (agrupaciones a las que más tarde se agregaron la Izquierda Cristiana y el Partido de Izquierda Radical), lo nominan nuevamente candidato a la Presidencia de la República.

En dichas elecciones obtiene la primera mayoría relativa, por lo que debe ser ratificado por el Congreso Pleno, en conformidad con la Constitución Política de 1925, el 24 de octubre de 1970. Tras haber sido proclamado Presidente Electo, asume el mando supremo de la Nación el 3 de noviembre de 1970, cargo que desempeña hasta el día de su fallecimiento, el 11 de septiembre de 1973.

Teniendo presente los antecedentes anteriores, vuestra Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer, aprobó por unanimidad la idea de legislar en la materia.

Cabe dejar constancia que el H. Senador señor Cantuarias, no obstante concurrir a la aprobación del proyecto, planteó sus dudas respecto a la necesidad de legislar para autorizar la erección de monumentos en homenaje a grandes servidores de la República, cuestión que, a su juicio, debiera ser analizado en profundidad.

El propósito de la iniciativa legal en comentario es rendirle un homenaje al ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens, mediante la autorización para erigir un monumento en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas. Dicho propósito, de acuerdo con lo prescrito en el artículo 60, N° 5, de la Constitución Política, sólo puede materializarse en virtud de una ley.

Este proyecto de ley consta de seis artículos, los que a continuación se describen, indicándose, en cada caso, los acuerdos adoptados por la Comisión a su respecto.

Artículo 1°

Autoriza erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

- Fue aprobado, en los mismos términos, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

Artículo 2°

Prescribe que los monumentos a que se refiere el artículo anterior se erigirán en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas.

- Fue aprobado, sin enmiendas, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

Artículo 3°

Dispone que las obras serán financiadas con colectas públicas, que se efectuarán en todo el país, en las fechas que determine la comisión especial que crea el artículo 5°, en coordinación con el Ministerio del Interior.

- Fue aprobado, en los mismos términos, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

Artículo 4°

Crea un fondo, que estará constituido por las erogaciones reunidas en virtud de las colectas y, además, por donaciones y otros aportes privados, con el mismo objeto señalado en el artículo anterior.

- Fue aprobado, sin enmiendas, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

Artículo 5°

Establece la creación de una comisión especial de cinco miembros ad honorem que estará encargada de ejecutar las finalidades de este proyecto de ley. Dicha comisión estará constituida por un Senador, un Diputado, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación Salvador Allende y el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

En sus incisos segundo y tercero prescribe que el Senador y el Diputado serán nombrados por las respectivas Cámaras, y que la comisión se constituirá dentro del plazo de treinta días, contado desde la entrada en vigencia del proyecto.

- Fue aprobado, sin enmiendas, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

Artículo 6°

Le entrega a la comisión las siguientes funciones: llamar a concurso público de proyectos, fijar sus bases y resolverlo; determinar los lugares en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con las respectivas municipalidades y el Consejo de Monumentos Nacionales; organizar la realización de las colectas públicas, y administrar el fondo creado por el artículo 4°.

- Fue aprobado, en los mismos términos, por la unanimidad de los miembros presentes de vuestra Comisión, HH. Senadores señores Cantuarias, Muñoz, Ruiz-Esquide y Thayer.

En mérito de los acuerdos precedentemente señalados, vuestra Comisión de Educación y Cultura os propone que aprobéis el proyecto propuesto por la H. Cámara de Diputados, sin enmiendas.

En virtud de lo anterior, el proyecto queda como sigue:

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Autorízase la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Artículo 2°.- Los monumentos se erigirán en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

Artículo 3°.- Las obras se financiarán mediante la realización de colectas públicas, las que se efectuarán en todo el país, en las fechas que la comisión especial determine, en coordinación con el Ministerio del Interior.

Artículo 4°.- Créase un fondo con el mismo objeto señalado en el artículo anterior, el que estará constituido, además, por donaciones y aportes privados.

Artículo 5°.- Créase una comisión especial de cinco miembros ad honorem, encargada de ejecutar los objetivos de esta ley, la que estará constituida por un Senador, un Diputado, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación "Salvador Allende" y el Director del Museo Nacional de Bellas Artes.

El Senador y el Diputado serán nominados por las respectivas Cámaras.

La Comisión deberá constituirse dentro del plazo de treinta días, contado desde la entrada en vigencia de la presente ley.

Artículo 6°.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

a) Llamar a concurso público de proyectos, fijar sus bases y condiciones y resolverlo.

b) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con los alcaldes de las respectivas municipalidades y con el Consejo de Monumentos Nacionales.

c) Organizar la realización de las colectas públicas a que se refiere el artículo 3°.

d) Administrar el fondo" creado por el artículo 4°.".

- - -

Acordado en sesión celebrada el día 1° de junio de 1994, con asistencia de los HH. Senadores señores Eugenio Cantuarias Larrondo (Presidente), Roberto Muñoz Barra, Mariano Ruiz-Esquide Jara y William Thayer Arteaga.

Sala de la Comisión, a 1° de junio de 1994.

M. ANGÉLICA BENNETT GUZMÁN

Secretario

ÍNDICE

Antecedentes pg. 1

Aprobación idea de legislar pg. 4

Descripción particular pg. 4

Texto del proyecto pg. 7

- - -

2.2. Discusión en Sala

Fecha 14 de junio, 1994. Diario de Sesión en Sesión 5. Legislatura 329. Discusión General. Se aprueba en general y particular sin modificaciones.

ERECCIÓN DE MONUMENTOS EN MEMORIA DE EX PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Por último, figura en el Orden del Día el proyecto de la Honorable Cámara de Diputados que dispone erigir monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, informado por la Comisión de Educación y Cultura.

-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 10a, en 14 de julio de 1992.

Informe de Comisión:

Educación, sesión 3a, en 7 de junio de 1994.

El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-

El proyecto tuvo su origen en una moción de los Diputados señores Armando Arancibia, Camilo Escalona, Jaime Estévez, Juan Pablo Letelier, Carlos Montes, Héctor Olivares, Jorge Schaulsohn y Felipe Valenzuela, y de los ex Diputados señora Adriana Muñoz y señor Carlos Smok.

La Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables señores Cantuarias, Muñoz Barra, Ruiz-Esquide y Thayer, propone aprobar el proyecto en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Ofrezco la palabra para fundamentar el voto.

Tiene la palabra el Honorable señor Prat.

El señor PRAT.-

Señor Presidente , estamos llamados a resolver la autorización para erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente Salvador Allende Gossens. El hecho tiene un marcado valor pedagógico y vitalizador de la memoria histórica de nuestra sociedad, como bien señala el considerando segundo de la moción con la cual los proponentes han dado origen al proyecto de ley.

Lo anterior obliga a realizar un debate a su respecto, y hace de suyo inconvenientes acuerdos de Comités en orden a eludir la discusión.

El ex Presidente Allende tuvo una dilatada actuación pública. Sin duda, su labor como Ministro de Salud , como funcionario público y como Parlamentario, debe haber significado elevados aportes -desde su respetable posición doctrinaria- a la cuestión pública. Pero es innegable que la relevancia de su actuación, que trasciende el paso del tiempo y hace pedagogía, radica en su gestión como Presidente de la República y principalísimo actor del proceso político que derivó en el quiebre institucional que dio origen al pronunciamiento de las Fuerzas Armadas y de Orden del 11 de septiembre de 1973.

En ese proceso de destrucción sistemática de la institucionalidad republicana, el ex Presidente Allende tuvo un marcado protagonismo de acción culpable como dirigente partícipe de la resolución en pro de adoptar la vía violenta para imponer sus postulados políticos que tomó el Partido Socialista en el Congreso de Chillan de 1967; como Presidente de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad), organismo creado para extender la revolución cubana en esta área del Continente. Y, principalmente, en el ejercicio de una Presidencia en la que se emplearon resquicios legales para avanzar hacia un régimen totalitario; los atropellos a las resoluciones judiciales fueron cuestión de cada día; se utilizó políticamente a las Fuerzas Armadas, involucrando a sus Comandantes en Jefe en labores políticas ministeriales; se intentó afectar la libertad de prensa a través del pretendido control del papel de diario, y se atropellaron las atribuciones del Congreso, por ejemplo, haciendo enroques en los Ministerios, entre aquellos Secretarios de Estado que el Parlamento destituía en uso de sus atribuciones constitucionales.

Señor Presidente , como la erección de monumentos implica una acción pedagógica, con significación para ésta y las futuras generaciones, he creído imposible callar los hechos citados.

Por tales razones, aunque dolido, me veo obligado a votar negativamente la iniciativa.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.

El señor GAZMURI.-

Señor Presidente , deseo fundamentar el apoyo de los Senadores socialistas, legítimos y orgullosos herederos políticos de Salvador Allende, al presente proyecto, y al mismo tiempo, solicitar al Senado que le preste su aprobación.

No hay duda de que Salvador Allende ha sido uno de los políticos chilenos más ilustres del siglo: Diputado , Ministro de Estado , Senador por varios períodos, Presidente de esta Corporación y Primer Mandatario; durante años -fundamentalmente, a partir de los 60-, líder indiscutible de la izquierda chilena, una de las grandes corrientes políticas, sociales y culturales que han contribuido al desarrollo de la nación en esta centuria.

Se trata de un hombre que es ejemplo de consecuencia con sus ideas y principios, que hizo de la vida pública una vocación de servicio, dedicada, fundamentalmente, a los más pobres, a los desamparados de la sociedad.

Fue un visionario en muchos aspectos, y su mensaje político tiene también una dimensión universal. Por primera vez se intentó en Chile conciliar dos ideales muy profundos de la sociedad contemporánea: el de la igualdad y el de la democracia o libertad. Democracia y socialismo fueron los dos grandes ejes que determinaron su vida política, dos aspectos que, en la historia dramática del siglo, unas veces no se conjugaron bien y otras no se conjugaron del todo.

En mi opinión, este núcleo central del pensamiento de Salvador Allende está vigente. No es una casualidad el reconocimiento universal de que goza, y que hoy existan monumentos en su memoria -como los que deseamos que haya también en las tres ciudades que fueron testigos principales de su actividad política- repartidos en todas partes del mundo.

En lo personal, entiendo que los acontecimientos que desembocaron en el Golpe de Estado de 1973 están vivos en la memoria del país. Muchos hemos sido protagonistas de episodios que efectivamente dividieron muy profundamente a la sociedad chilena. Sobre tales acontecimientos tenemos visiones diversas, y las seguiremos teniendo. Eso forma parte del debate político, cultural e histórico que la sociedad deberá hacer y rehacer permanentemente. Pero considero que ello no es obstáculo para pedir a quienes no comparten nuestro pensamiento y nuestra visión de la historia que aprueben la iniciativa, acto que, a mi juicio, tiene que ver con el convencimiento de que una nación se construye con los aportes plurales, diversos y, a veces, hasta encontrados de sus distintos hombres ilustres.

Tampoco hubo unanimidad respecto de la acción pública y política de nuestras grandes figuras nacionales: O'Higgins, Carrera, Balmaceda y, en fin, toda una larga lista de hombres públicos que dieron a Chile su identidad histórica. Por tanto, tampoco la pedimos hoy para Salvador Allende, pero sí el reconocimiento de que -contradictorio para algunos; muy querido para millones de chilenos como nosotros- forma parte del patrimonio humano, político y cultural de nuestra patria.

Creo que si aprobamos la iniciativa estaremos dando una prueba, como Corporación, de una mirada histórica larga, de acuerdo con la cual la nación es algo que se construye con el aporte diverso de sus hijos más ilustres. Y no nos cabe duda alguna de que Salvador Allende es uno de ellos.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Siebert.

El señor SIEBERT.-

Señor Presidente , pienso que, dado el proceso que está viviendo el país, no se dan aún los requisitos para hacer un juicio histórico sobre la figura del ex Presidente Salvador Allende , por lo que resulta precipitado y prematuro someter a la consideración del Senado la presente iniciativa, que dispone la erección de monumentos en su memoria.

No creo que contribuyan a la solidaridad y reconciliación entre los chilenos ni este proyecto ni los monumentos que se construyan, en ninguna de sus fases: su discusión y aprobación, la erogación popular consiguiente, la iniciación de las obras, su inauguración, y, en seguida, cada una de las fechas que se celebren al pie de los mismos en los tres lugares de Chile donde se los propone erigir.

Han transcurrido apenas 21 años desde que concluyó su Gobierno. Y se me viene a la memoria el hecho de que al Presidente Balmaceda , cuya Administración terminó en forma similar, se le erigió un monumento después de 60 años. Dificulto que en 1911 ó 1912 hayan estado dadas las condiciones para rendirle un homenaje semejante.

Por otra parte, me parece que las verdaderas ideas marxistas leninistas que se sustentaron durante el Gobierno del ex Presidente Allende son cuestionadas hoy incluso por los patrocinantes del proyecto. En Chile y en el resto del mundo se ha llegado al convencimiento de que tales ideas realmente impidieron la libertad y el progreso de los trabajadores.

Los monumentos de Marx y Lenin han sido destruidos y arrasados, por la reacción de libertad de los pueblos de Europa del Este. En Chile, en cambio, donde la desaparición de ese Régimen, después del peor caos político, social y económico de nuestra historia, dio origen a la recuperación de la patria, a su elevación al sitial de privilegio que ocupa entre las naciones del mundo, se pretende levantar no uno, sino tres monumentos a quien patrocinó y lideró esas ideas. Estas fueron aventadas por un verdadero huracán de la historia. Y si hay sectores que deseen solidarizar con ellas, perderán credibilidad respecto de la renovación que dicen impulsar.

Al margen de lo anterior, considero que hay figuras de nuestra historia -incluso Presidentes- con las cuales los chilenos aún no cumplimos ese compromiso de gratitud que se merecen. Estas iniciativas siguen esperando la retribución ciudadana.

En cambio, se pretende erigir un monumento a quien se declaró Presidente , no de todos los chilenos, sino sólo de los que pertenecían a la Unidad Popular, o sea, a quien, por su propia definición, nos condujo a la desunión.

A los desoladores efectos de la Unidad Popular, hubo de ponerse fin por un verdadero mandato de la historia y de la nación. En mi opinión, el estado desastroso en que quedó el país y su economía no merecen un homenaje de parte de la ciudadanía. Si hay una profunda deuda social, ésa es la que han dejado los socialismos reales dondequiera que hayan imperado, llámese Unión Soviética, Europa Oriental o Chile. No debemos refrescar esta situación con estatuas ni monumentos. Sólo es posible superarla en libertad, con esfuerzo, trabajo, perseverancia y buena voluntad.

Quiero ser consecuente con mi forma de pensar y de actuar, y leal con mis principios. Por ello, no puedo sino recordar cómo en tantas ocasiones en estos últimos años, a pesar de la solidaridad y reconciliación que se predican, he debido escuchar manifestaciones agresivas y ofensivas hacia las autoridades e instituciones del Gobierno cívico-militar al cual tuve la honra de pertenecer. Sin embargo, para ser consecuente con lo que realmente predico y practico, y en aras de no ser óbice al homenaje que se desea rendir en memoria del ex Presidente Allende con la erección de estos monumentos, me abstendré, respetuosamente, dejando la responsabilidad de su aprobación a los que crean sinceramente en la bondad de los principios y actos que dicho ex Mandatario sustentó.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.

El señor MUÑOZ BARRA.-

Señor Presidente , no se podría negar que los chilenos estuvimos divididos durante un tiempo bastante apreciable. Pero, al final, la gran mayoría del país ha terminado haciendo patrióticamente lo que se debe hacer.

Nadie puede discutir que todos los gobernantes, en definitiva, han ayudado a construir la nación, con lo bueno y lo malo de sus gestiones como tales. Y también es cierto que, pasado el tiempo de las pasiones, todos, absolutamente todos ellos, han ingresado a nuestra historia con el respeto, aun crítico, de todos los chilenos.

Quiero traer a la memoria en esta oportunidad un impresionante discurso de don Arturo Alessandri Palma. Al inaugurar el monumento a Balmaceda, casi 50 años después de su suicidio y de la fratricida guerra civil de 1891, el gran tribuno comenzó diciendo: "Yo, que tanto te combatí, estoy aquí para rendirte el homenaje que te mereces.".

Viene bien recordar este ejemplo en la presente ocasión. Es cierto que han transcurrido sólo 20 años desde la muerte del Presidente Allende , pero, si hemos dicho, y lo decimos sinceramente, que el país está buscando senderos de reconciliación, ¿qué mejor muestra y prueba de ello que rendirle el homenaje mínimo que importa recordarlo con un monumento?

Creo que nadie, cualquiera que sea su posición política, puede dudar de que, equivocado o no, el Presidente Allende quiso el bien de Chile. Luchó por él y dio su vida por sus ideales. Guste o no guste, está en la galería de los Presidentes de Chile.

Es obvio que, por ahora, el monumento que se nos propone no puede tener el mismo significado para todos. Aún viven muchos que lo combatieron, y de ahí que se confunda un tanto la pasión con la necesidad de buscar una reconciliación fraterna entre todos los chilenos. Cualesquiera que sean las discrepancias que se hayan tenido con su Gobierno, creo que deben dejarse a un lado. Demos, pues, un ejemplo desde esta Sala aprobando la erección de estos monumentos a un Presidente de Chile que, equivocado o no, trató de desarrollar un proyecto político y social.

Como Comité Partido por la Democracia, apruebo la erección de los monumentos al ex Presidente Allende.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Pérez.

El señor PÉREZ.-

Señor Presidente , quiero fundamentar mi voto sobre el proyecto en una posición muy personal.

¡Viva la libertad, la libertad de las ideas; la libertad para adherir a causas que cada cual crea nobles; la libertad para admirar personas, para compartir ideales y movimientos! ¡Viva la libertad de los hombres para rendir tributo a quienes estiman su líder!

Yo estoy muy lejos de compartir un juicio positivo del Gobierno del ex Presidente Allende. Sin embargo, a mi entender, la expresión de esa libertad también se extiende al derecho de miles de chilenos, de millones de chilenos, de rendir tributo al luchador social, al luchador político que ellos admiraron.

¿Cómo impedir que tantos ciudadanos, en los pocos metros cuadrados de una plaza que ocupa un monumento, rindan homenaje a una persona que durante 30 años representó el liderazgo de un sector político del país?

Desde mi punto de vista, la adhesión de quienes siguieron a Salvador Allende es el ejercicio de un derecho, aunque equivocado en las ideas. Desde el punto de vista de ellos, fue acertado. Sin embargo, viva la libertad de miles de chilenos, de millones de chilenos para rendir homenaje a quien fue su líder.

Voto que sí.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Bitar.

El señor BITAR.-

Señor Presidente, quiero apelar a la tolerancia y a la amplitud del Senado en el momento de fundar mi voto y, asimismo, señalar que la democracia es tolerancia.

Para un sector muy grande de chilenos, la figura del ex Presidente Allende es expresión de patriotismo, de lucha social, de consistencia democrática y también, acumulación de un gran dolor, el cual es parte de la historia de nuestro país y de lo que estamos construyendo juntos ahora.

Salvador Allende es para muchos una gran figura pública: fue Presidente de Chile y de la Cámara Alta, Ministro , Senador, Diputado , dirigente político. Dio su vida -a los hombres hay que juzgarlos por su trayectoria completa- por la tradición democrática, por los derechos sociales, por los más pobres. Fue elegido Presidente constitucionalmente por los chilenos.

No estamos efectuando en el Senado un juicio sobre la historia, ni acerca de si las cosas hechas en el Gobierno del señor Allende fueron buenas o malas. Lo que corresponde en democracia es hacer aquí pedagogía de la reconciliación, pedagogía de la tolerancia. Y si se presentaran en esta Corporación proyectos para erigir monumentos a otros ex Presidentes, ¿por qué no considerarlos si fueron hombres públicos que han representado a sectores importantes de la ciudadanía? La historia juzgará.

Sin embargo, lo que debemos hacer hoy al resolver -por eso pido tolerancia- es que el Senado dé una lección de pedagogía de la amplitud, de la tolerancia y de la diversidad. Por lo tanto, si el hecho de erigir tres monumentos en memoria del ex Presidente Allende es significativo para un gran número de personas, respetemos a esos chilenos y aprobemos el proyecto como ese símbolo.

¡Apelo a la tolerancia! ¡Hagamos un signo de pedagogía de la tolerancia!

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Hormazábal.

El señor HORMAZÁBAL.-

Señor Presidente , el Senado se encuentra analizando este asunto en virtud de que el número 5) del artículo 60 de la Carta Fundamental establece que sólo son materias de ley "Las que regulen honores públicos a los grandes servidores".

La cuestión en debate es si el Senado, al aprobar la erección de estos monumentos, ¿se compromete con la práctica política de quien se desempeñó como Presidente democrático de Chile entre 1970 y 1973? Ello, a mi juicio, sería acortar el sentido de lo que por mandato de la Constitución y la ley como legisladores nos corresponde definir.

En la sesión de hoy hemos tenido la oportunidad de aprobar la erección de otros monumentos, por ejemplo, para doña Juana Ross de Edwards, que nació en La Serena el 2 de agosto de 1830. Se han fundamentado las razones por las cuales el Senado, sin mayores inconvenientes, le ha reconocido un rol tan relevante. ¿Podríamos estar juzgando en la lejanía del tiempo -cerca de un siglo- lo que fue su aporte en un momento de conflictos y el valor que representó su testimonio ciudadano?

Creo que la decisión del Senado significa reconocer la trayectoria de un servidor público.

Hemos aprobado la erección de un monumento, con una sola abstención -la cual es dolorosa, aunque sea un derecho de las personas-, en memoria de un dirigente sindical que se entregó por entero a la causa de los trabajadores y que murió en tan trágicas circunstancias. Sin embargo, dentro del dolor, algunos nos sentimos felices, pues pronto se conocerá quiénes fueron los asesinos, ya que la razón por la cual lo mataron ya la sabemos.

Entonces, el juicio que hoy estamos desarrollando aquí sobre Salvador Allende ¿es sólo respecto de su desempeño como Presidente de la República?

Si fuese efectivo, en mi opinión, eso significaría desconocer la vida de ese joven dirigente universitario que, en 1926, ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile; el rol que cumplió como Diputado desde 1937, precisamente por Quillota y Valparaíso; el papel que desempeñó en su calidad de Ministro de Salud desde el 28 de septiembre de 1939. Significaría, asimismo, no tener presente su cometido como Senador por distintas Regiones de Chile desde 1945 en adelante; no apreciar la labor ejercida por él como Presidente del Colegio Médico de Chile durante varias décadas, e ignorar el aporte que como servidor público tuvo a lo largo de tanto tiempo.

He querido reseñar lo anterior, que figura en el informe, porque he sido categóricamente contrario a las ideas que defendió don Salvador Allende Gossens. Me correspondió desempeñarme en la Oposición bajo su Gobierno democrático que duró tres años y que terminó en la forma que todos los chilenos conocen. Y, por lo tanto, el punto de la interpretación histórica va más allá de los vaivenes del tiempo contemporáneo.

No estoy dispuesto a entender que un voto a favor de esos monumentos significa compartir su ideología y sus acciones, sino, simplemente, recoger el mandato constitucional y legal que nos dice, más allá de la contingencia, de la discrepancia, si existen o no calificaciones, suficientes para comprender que se trata de un servidor público que requiere un reconocimiento de tal naturaleza.

¿Cuántos años deberán transcurrir para borrar las heridas que aún tenemos? Creo que no hay plazo para ello. Y ya que se ha estimado que ahora es la ocasión nos parece apropiado -por lo menos, a los Senadores democratacristianos, que fuimos opositores al Gobierno de Salvador Allende- rendirle esta forma de homenaje, en la perspectiva de largo aliento que representa el desempeño de un hombre público, cual es la de permitir la erección de esos monumentos al igual que ha sucedido con otros chilenos.

El Honorable colega señor Muñoz Barra hizo un recuerdo muy importante: en el siglo pasado el Presidente Balmaceda fue objeto de ataques muy grandes. La historia de Chile nos enseña que en esos tiempos se dividieron los Poderes del Estado: el Congreso Nacional en un bando, y el Ejecutivo en otro; el Ejército por un lado, y la Marina por otro. Y todavía con dolor se evoca lo que significó ese derrame de sangre entre hermanos. Quisiera que cada vez que tengamos oportunidad de pasar frente al monumento del Presidente Balmaceda , lo miremos y nos acordemos que en los tiempos del desencuentro, en que los políticos y la sociedad pierden la capacidad de entenderse, es precisamente el dolor el que reemplaza a cada uno de los ciudadanos.

Nosotros tenemos la convicción de que hicimos lo honestamente compatible con nuestras ideas y vocación democráticas cuando fuimos opositores al Gobierno de Salvador Allende entre 1970 y 1973. Y estimamos comprensible que haya gente con opiniones distintas. Pero decir que no se vota por un monumento porque se desconoció el rol del Congreso, cuando se defiende un Régimen que eliminó al Congreso; y manifestar que no se vota por un monumento en homenaje a un Presidente que pudo haber incurrido en actos que fueron criticados por la Oposición, cuando se defiende un Régimen que negó toda Oposición, me parece que es entrar en un conflicto innecesario. Yo no pido un voto a favor por los actos de un servidor público que van más allá de la trascendencia de tres años, sino que tiene el sentido de quienes -no compartiendo ideas- reconocen que en Chile es posible que los ciudadanos vean en piedra a personas destacadas que cumplieron un papel que la historia y cada uno de nosotros tienen derecho a juzgar.

Por esas razones, no obstante que en su momento fui un convencido opositor del Presidente Allende considero que no incurro en contradicción alguna con mis principios e ideas al votar a favor de esta iniciativa.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Díaz.

El señor DÍAZ.-

Señor Presidente , me parece un tanto contradictorio el hecho de que Senadores que votaron negativamente cuando nosotros pretendimos eliminar el 11 de septiembre como día festivo, hoy den argumentos absolutamente opuestos con una posición que yo entiendo de otra manera.

La inmensa mayoría de los chilenos somos contrarios a seguir manteniendo como festivo ese día, venturoso para algunos y aciago para la gran parte de nuestros compatriotas. Sin embargo, ellos votaron que no.

Ahora, cuando nos pronunciamos para erigir un monumento, se vota por las cualidades de la persona, ya sea como Presidente , héroe, mártir, o lo que haya sido. Si a mí me dicen que debería levantarse un monumento a Pablo Neruda , tengo que olvidar su condición de comunista -lo fue toda su vida- y votar por el poeta, al igual como lo haría respecto de Gabriela Mistral. En este caso, me estoy pronunciando por la erección de monumentos al ex Presidente Salvador Allende , más allá de cualquier posición ideológica que él haya tenido. Fue Primer Mandatario de Chile. Y nosotros tenemos autoridad moral para emitir juicio en tal sentido -como dijo el Senador señor Hormazábal -, porque fuimos sus adversarios durante el Gobierno que dirigió.

Recuerdo un hecho que me conmovió y me sigue conmoviendo cada vez que lo leo: el homenaje de Ramón Sijé a Miguel Hernández , poeta comunista, español, que murió en las cárceles de Franco. Y en la oportunidad en que su amigo, católico profundo, franquista decidido, se lo rindió lo hizo de tal manera que quienes conocieron ese lamento, indiscutiblemente se emocionan hasta el día de hoy. He ahí un ejemplo claro de que la amistad, el reconocimiento, la hidalguía en las posiciones, superan cualquier contradicción en política. Para mí, lo realizado por Ramón Sijé respecto de Miguel Hernández , sigue constituyendo un ejemplo, como creo que lo es para muchos.

Por lo tanto, voto por el ex Presidente Salvador Allende , más allá de su condición política.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Thayer.

El señor THAYER.-

Señor Presidente , como integrante de la Comisión de Educación y Cultura, suscribí el informe que unánimemente se aprobó para autorizar la erección de monumentos a don Salvador Allende.

No podemos olvidar el objetivo de éste y de otros proyectos similares: lo que estamos haciendo es autorizar la erección de un monumento, mediante los aportes de sus propios partidarios. La alternativa es no autorizar.

En una sociedad pluralista como la chilena, nadie puede negar que un porcentaje muy alto de la ciudadanía desea rendir este homenaje en memoria de Salvador Allende. Y, a mi juicio, tienen derecho a hacerlo, derecho que no podemos obstaculizar.

He escuchado con sumo respeto y particular consecuencia la posición expuesta por mi estimado colega y amigo el Senador Siebert, quien es muy consecuente con lo que ha dicho. Y, personalmente, también lo soy con mi responsabilidad en la Comisión de Educación y Cultura. Creo que no sería explicable la historia de Chile en los últimos 50 años sin una mención al ex Mandatario, cualquiera que sea la opinión que se tenga sobre su gestión. La mía es negativa, pero me parece que nuestra historia no puede olvidar a un hombre que constituyó parte importante de sus páginas en los últimos 50 años.

Por último, deseo referirme a un aspecto de carácter personal.

Guardadas las distancias, mantuve con Salvador Allende una relación de amistad. Su actitud para conmigo fue muy deferente. Fuimos vecinos en Viña del Mar. Mi familia era amiga de la suya. Y en las relaciones que tuvimos en mi calidad de rector de la Universidad Austral, siempre actuó con particular gentileza, mientras algunos de sus partidarios -pero no de los métodos que patrocinaba- buscaban mi muerte. Su trato para conmigo se enmarcó siempre en esa línea, en una actitud que no debo olvidar.

Por esas y otras razones, pero esencialmente porque hay que respetar el pensamiento ajeno -el de una gran proporción de chilenos es favorable a la erección de los monumentos-, votaré favorablemente el proyecto.

Quiero decir finalmente que tengo la convicción -no pretendo imponerla a nadie-, por el conocimiento directo que tuve de él, de que Salvador Allende fue un hombre que buscaba el bien de Chile, la justicia y la libertad; pero lo hizo a través de una doctrina -el marxismo-leninismo- que no le permitió materializar esos altos objetivos.

Voto que sí.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Cantuarias.

El señor CANTUARIAS.-

Como Presidente de la Comisión de Educación y Cultura he suscrito el informe que hoy día se somete a la consideración del Senado, recaído en el proyecto que dispone la erección de un monumento en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Quiero recordar que las iniciativas legales sobre monumentos -por lo menos, desde 1990- siempre han contado con la aprobación y el concurso de todos los señores Senadores. No sería adecuado que, en este caso, el Senado alterara esa conducta. Y ésta es la razón que la Comisión tuvo en vista al proponer en forma unánime, como se deja constancia en el informe, que la Sala la vote favorablemente.

En ocasiones anteriores, con motivo de la aprobación de proyectos semejantes, hemos hecho presentes nuestras dudas respecto de la necesidad de recurrir para ello a la dictación de una ley especial. Es más, hemos constatado que después de la aprobación de diversos proyectos que autorizaban la erección de monumentos, ninguno de éstos se ha materializado ni está sirviendo de ejemplo y testimonio a la ciudadanía.

Tal situación nos ha llevado a plantear la revisión del procedimiento y a estudiar la pertinencia de leyes con ese propósito. Tal vez serían más convenientes otros mecanismos. Al parecer, dada la institucionalidad que nos rige, tanto en el ámbito de los gobiernos comunales cuanto regionales, podrían ser éstas las instancias más adecuadas para rendir estos homenajes, máxime cuando, en muchos casos, reconocimientos de mayor relevancia -incluso la erección de monumentos- pueden ser autorizados por las decisiones que tanto gobiernos comunales como regionales pueden adoptar al respecto. Así todas las comunas a lo largo de Chile -principales, principalísimas, capitales regionales, la capital del país-, mediante sus propias decisiones, pueden rendir los homenajes que estimen pertinentes, poner nombre a las calles y barrios e incluso levantar monumentos en memoria de grandes servidores públicos.

Lo anterior se inserta en una dinámica y una perspectiva que vale la pena tener presentes; pero ellas no nos pueden hacer olvidar que en el Senado hemos autorizado la erección de monumentos en memoria de numerosas personas cuyos atributos personales, morales, intelectuales y otras características, como su entorno y trayectoria, podrían ser objeto de cuestionamiento, de dudas o de legítimas discrepancias entre muchos chilenos o, por lo menos, entre algunos de los presentes en la Sala.

Aquí no estamos autorizando la erección de un monumento para un ex Presidente por lo que hizo durante el ejercicio de su mandato. Estamos simplemente permitiendo que quienes veían en él un modelo, un testimonio, un líder, cuenten con un lugar en Chile -o tres, como lo establece el proyecto- donde recordarlo, porque corresponderá a la historia posterior juzgar su actuación en forma más apropiada.

Desde las trincheras estudiantiles fui también un adversario activo de las políticas que él patrocinó en el ámbito de la educación superior y en el de las organizaciones sociales; pero hoy día quiero expresar mi conformidad y acuerdo con esta iniciativa, a la cual ya prestamos nuestra aprobación en la Comisión de Educación.

Y al señor Senador que ante la abstención frente a una iniciativa semejante tratada esta tarde señaló que tales actitudes duelen, quiero manifestarle que a nosotros tampoco nos pareció apropiado y justo que hubiese una abstención cuando en su momento esta Corporación se pronunció respecto de un proyecto que autorizaba la erección de dos monumentos en memoria del ex Senador alevosamente asesinado don Jaime Guzmán Errázuriz. Eso constituyó una injusticia y nosotros recogemos lo principal de la decisión que, en su oportunidad, tomó el Senado. Estamos seguros de que no todos los chilenos compartían las ideas -tan nuestras- de Jaime Guzmán , pero esta Corporación estimó que había fundamento para que algunos, por lo menos -quizás más en el futuro-, pudieran recordar lo que fue en vida ese gran servidor público.

Por tales razones, y sin acoger como juicio propio el que ciertos señores Senadores tengan sobre la gestión, las ideas y los propósitos que guiaron la actuación del ex Presidente Allende , desde estas bancas contribuiremos a autorizar la erección de los monumentos que la Comisión de Educación propone a través del informe en análisis.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Piñera.

El señor PIÑERA.-

Señor Presidente , lo que estamos discutiendo hoy día es si autorizamos o no autorizamos la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente Salvador Allende y si permitiremos que se efectúen donaciones y aportes voluntarios para llevar a cabo esta idea.

Creo que cuando hablamos de monumentos, no estamos haciendo un reconocimiento ni validando ideas políticas, como ya se ha explicado en forma extensa. Muchos de nosotros somos totalmente contrarios al pensamiento marxista-leninista y a las ideas estatistas y socialistas, que fueron las matrices de las concepciones de Salvador Allende. Tampoco estamos evaluando las obras o resultados de su Gobierno, frente al cual ya se han anticipado opiniones, y que a nuestro juicio significó -no estamos calificando intenciones, pero sí resultados- una destrucción sistemática de la convivencia, de las bases de la economía y del sistema democrático. Lo que estamos discutiendo hoy día es la trayectoria de un hombre que, como aquí se ha dicho, desde muy temprana edad sintió el llamado de la vocación pública: fue dirigente juvenil, médico -que también implica una forma de servicio público-, Diputado , Ministro , Presidente del Colegio Médico, Senador , Presidente del Senado , y Presidente de la República.

Es esa trayectoria la que hoy día, en mi opinión, fundamenta la erección de los monumentos. Y, en reconocimiento a ella, debemos estar conscientes de que fue siempre un hombre de vocación de servicio público que, aunque equivocado, en nuestra opinión, se jugó con convicción y coherencia por su causa, por su utopía, por sus ideas; y esto constituye un mérito que no podemos desconocer.

La erección de tales monumentos puede ser analizada desde dos puntos de vista. En primer lugar, si la trayectoria del Presidente Allende lo amerita o no lo amerita. Yo pienso que sí. En segundo término -este elemento ya fue debatido, aunque no en forma directa-, si nuestra decisión, favorable o desfavorable, contribuye a la reconciliación nacional.

Se mencionó aquí que en el caso de Balmaceda se requirieron 60 años para la erección de un monumento. En éste, sólo 21, el período correspondiente a una generación. Y creo, francamente, que el hecho de que seamos capaces de volver a mirarnos a los ojos y dejar atrás reyertas, querellas y odiosidades que tanto nos dividieron en el pasado sólo en el transcurso de una generación, habla bien de nuestro país. Muchos de nosotros pertenecemos a una generación nueva, que no fue protagonista de los sucesos de los años 70.

Por esa razón, considero que un monumento satisface sin duda una sentida y legítima aspiración de un importante sector de chilenos. Y espero que ello no ofenda ni violente a otros compatriotas.

Finalmente, estimo que la reconciliación es un tema que depende esencialmente de nosotros. En la historia hay dos visiones. Una de ellas es la visión mecánica y fatalista de los hechos, según la cual las cosas se van sucediendo en virtud de un encadenamiento y una causalidad predeterminados, frente a las que el hombre muy poco puede hacer. La otra, por lo contrario, considera que la historia la hacen los hombres, con sus actitudes, con sus hechos diarios, con sus gestos y sus símbolos.

Soy partidario de la segunda tesis, y no puedo dejar de recordar ahora la frase de San Agustín según la cual "los tiempos son como los hacen los hombres; seamos mejores, y los tiempos serán mejores".

Por eso, por estimar que constituye un reconocimiento legítimo a una trayectoria y un aporte a la reconciliación, voto favorablemente el proyecto.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Alessandri.

El señor ALESSANDRI.-

Señor Presidente , frente a este proyecto, como Senador independiente y como chileno -chileno viejo-, me siento obligado a justificar mi posición contraria, dadas las circunstancias vigentes, a la erección de monumentos en memoria del que fuera Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Nuestro país ha sido tradicionalmente agradecido con quienes han hecho del servicio público una opción de vida, independientemente de la apreciación que se tenga sobre los resultados de su gestión.

No ha sido costumbre en esta Corporación el que iniciativas de ley de esta índole susciten una discusión política ni dividan mayormente las opiniones de partidarios y opositores de la persona que se recuerda. Tales son los casos de los ex Presidentes don Jorge Alessandri Rodríguez y don Eduardo Frei Montalva.

A eso ha contribuido decisivamente la prudencia de quienes han promovido estas iniciativas, procurando presentarlas y recoger el apoyo para ellas, inspirados en ese espíritu de reconocimiento cívico, sin pretender manipular ni utilizar la memoria del servidor público para otros fines políticos.

Al iniciar la discusión de este proyecto de ley, es válido preguntarse: ¿Por qué en esta oportunidad nos divide esta iniciativa?

¿Por qué en esta ocasión el Senado no está dispuesto a adherir en forma unánime a este eventual reconocimiento?

El Gobierno de Salvador Allende, para muchos chilenos, representa un intento deliberado de llevar hacia el establecimiento de un gobierno totalitario en nuestro país. Recuerda la prepotencia, el atropello, la apología de la violencia y la lucha de clases, que generó un cuadro de virtual guerra civil, que sólo la decidida acción de las Fuerzas Armadas logró conjurar. El es el responsable directo e indirecto de los dolorosos hechos que se hicieron sentir mucho más allá de su Administración.

Por cierto que para sus partidarios el Gobierno de la Unidad Popular tiene un sentido muy distinto. Es probable que donde yo sólo veo violencia fratricida, otros vean la etapa de un proceso que llevaba al establecimiento de la sociedad socialista, la que -para el bien de todos- hoy se encuentra absolutamente desacreditada.

Es probable que esta discrepancia se prolongue en el tiempo, como ocurre con otros hechos de nuestra historia republicana cuya discusión aún despierta pasiones en un debate fundamentalmente intelectual. Sin embargo, esa discrepancia no ha sido obstáculo para diversos reconocimientos a los protagonistas de esos hechos.

¿Dónde radica, entonces, la razón de la oposición a este proyecto de ley, si los valores y el modelo de sociedad que encarnó ese Gobierno están definitivamente superados? ¿Cuál es la amenaza que presenta, entonces, este supuesto homenaje de sus partidarios?

Lamentablemente, y no obstante los esfuerzos de importantes líderes políticos, somos testigos de una acción sistemática dirigida a tergiversar los hechos de nuestra historia política más reciente. Observamos a diario los esfuerzos por transformar a los victimarios en víctimas; a quienes cumplieron con su deber, en traidores, y a los terroristas, en héroes de una lucha desigual.

Se intenta reescribir la historia de Chile. Así puestas las cosas, el acuerdo de la Cámara de Diputados, adoptado en agosto de 1973 -que yo también suscribí-, haciendo ver el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República, se silencia o se le atribuye un significado distinto; las violaciones a los derechos humanos se hacen principiar el 11 de septiembre de 1973, según lo sugiere la competencia otorgada a la Comisión Rettig, y se indulta a los terroristas por sus actos de violencia durante el Gobierno Militar, mientras se pretende negar al Director General de Carabineros de Chile el derecho de probar su inocencia frente a una denuncia. Son signos evidentes de un espíritu revanchista, que por desgracia aún subsiste en algunos sectores, pero que -estoy cierto- el tiempo y la distancia irán extinguiendo en beneficio de todos los chilenos. Son parte de este intento de reescribir nuestra historia, lo que adquiere especial gravedad en el presente, por sus repercusiones políticas. No se trata en este caso de una discrepancia en el plano teórico o de una discusión histórica que busca satisfacer inquietudes intelectuales, sino de una acción destinada a obtener beneficios políticos a corto plazo.

De una nueva versión del pasado, se pretende deducir conclusiones que descalifican tanto a quienes asumieron las responsabilidades que la mayoría de los chilenos les reclamaban cuanto a quienes lealmente apoyaron un Gobierno cuya gestión nos permite gozar hoy de una situación excepcional en el continente.

Por desgracia, las circunstancias reseñadas no permiten desvincular este proyecto de ley de esa acción concertada para escribir una historia oficial a la medida de algunos chilenos y en perjuicio de muchos otros. Esta iniciativa no se nos presenta en un contexto de búsqueda de una efectiva reconciliación de los chilenos con su pasado, por lo que está destinada a transformarse en más que un mero reconocimiento cívico a quien fuera Presidente de la República.

Los hechos descritos reflejan la ausencia del necesario espíritu de concordia que en el pasado permitieron al Senado aprobar los homenajes a los hombres públicos de Chile por sobre las diferencias políticas de sus integrantes.

Por eso, yo me opongo a la aprobación de este proyecto de ley. Me opongo, más que a la idea de erigir un monumento a un ex Presidente , al intento de reescribir una historia tergiversada de Chile, con el objeto de obtener beneficios políticos para unos y causar perjuicios a otros. Por eso, votaré en contra de esta iniciativa de ley.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Errázuriz.

El señor ERRÁZURIZ.-

Señor Presidente , Allende forma parte de la historia, pero de una triste historia que nadie desea revivir.

El parangón que se ha hecho aquí por parte de algunos señores Senadores del Presidente José Manuel Balmaceda --valiente hombre de centro y liberal, que nunca comprometió nuestra independencia, que debió luchar y fue vencido por la politiquería de una clase política que lo combatió con fiereza- es no sólo injusto, sino, además, inaceptable. Rechazo categóricamente la comparación -que no se ajusta a la verdad- que se ha hecho aquí del hermano de mi bisabuelo -el Presidente Balmaceda - con la figura y el nombre de Salvador Allende. Fueron dos personas muy distintas. Son dos hechos históricos muy diferentes.

Respeto y perdono los errores del ex Presidente Allende , que me correspondió vivir y sufrir aquí en Chile, como también espero que mañana perdonen los míos. Mi juicio sobre el Gobierno de Salvador Allende no es bueno: es malo. Pero reconozco el derecho que tienen para recordar su nombre quienes no piensan como yo. Por eso, no me opongo a la iniciativa que se nos propone. Será la historia la que deberá juzgar.

Por ello, y en respeto a la memoria de quienes fueron partidarios de un hombre ya fallecido, en recuerdo a la amistad que como Senador mantuvo Salvador Allende con mi familia y con mi padre -también Senador en esta misma Corporación, aunque desde tiendas políticas muy diferentes-, voto que sí. Lo hago porque debemos dejar atrás el pasado; lo hago en señal y muestra de que es la historia del futuro la que debe unirnos, dejando atrás las divisiones del ayer. Por eso, voto a favor, porque así voto por el mañana.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Díez.

El señor DÍEZ.-

Señor Presidente , a pesar del debate, en conciencia no puedo señalar a Salvador Allende como un ejemplo de servidor público. Tampoco puedo en conciencia rechazar el derecho de muchos chilenos a expresar su propio criterio. Por eso, me abstengo.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra la Honorable señora Feliú.

La señora FELIÚ.-

Sólo deseo decir que voto en contra, señor Presidente , pero no voy a fundar mi pronunciamiento.

El señor CALDERÓN.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Nos hemos confundido. Esperaba que fueran pocos los votos negativos. Por eso, procederemos a tomar la votación, pero sin fundamento de voto, pues éste ya se expresó.

En votación.

-(Durante la votación).

El señor CALDERÓN.-

Señor Presidente , al votar favorablemente este proyecto de ley, debo reconocer la conducta que han tenido los Parlamentarios de la Oposición que lo apoyaron, pero a su vez debo compararla con la actitud asumida por otros, que lo rechazan.

Creo que hay...

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Perdón, señor Senador. Siento tener que interrumpirlo, pero acordamos votar sin justificar el voto, porque ya se lo había fundado con anterioridad.

El señor CALDERÓN.-

¡No! ¡No! ¡Estoy fundamentándolo!

Vuelvo a señalar: reconozco el gesto de determinados Parlamentarios de la Oposición y rechazo la actitud odiosa, desde el punto de vista histórico y político, de otros Senadores y colegas de este Parlamento.

Aun cuando no recuerde de quién fue la abstención para un contrincante nuestro en la historia de Chile, debo señalar que no fue de la bancada socialista. Nuestra bancada apoyó unánimemente -como la gran mayoría del Parlamento- la erección de un monumento en memoria del ex Senador Guzmán. Y precisamente en esta misma Sala levanté mi voz no sólo para rendir un homenaje, sino también para votar en favor de levantar un monumento a un contrincante de nuestras luchas de los años sesenta y setenta.

Por eso, con derecho moral, puedo criticar la actitud de los señores Senadores que han votado por el rechazo del proyecto, queriendo con ello borrar parte de la historia de Chile, pero ella no se borra con un voto negativo.

No es posible que Chile niegue a sus ciudadanos la posibilidad de levantar un monumento; más aún cuando ello no se ha negado en ningún país de la tierra. Aquí se ha señalado que en todas partes del mundo existen calles con el nombre de Salvador Allende y existen monumentos en memoria del extinto Mandatario. En todas partes se reconoce al líder, al dirigente social y político que, antes de ser Presidente , nos representó en muchas ocasiones en distintos foros.

Fue un brillante Senador y Presidente del Senado. ¡Ocupó durante 30 años las testeras de este Parlamento! Y reconociendo las palabras del Honorable señor Díez , debo señalar que muchos en su tiempo le reconocieron su dignidad de político, la firmeza de sus posiciones hasta su muerte, la lealtad que tenía para con sus palabras e ideas, las que afirmaba siempre con hechos. Por ejemplo, y sin pretender volver al pasado, muchas veces recuerdo determinadas actitudes del político Salvador Allende, de ese hombre de palabra, de ese hombre capaz de reconocer en el adversario una actitud digna cuando éste la tenía. Y en innumerables ocasiones así lo hizo, como ha quedado establecido en muchos foros, y desde luego, en la historia de este Parlamento.

Por eso, lamento que un señor Alessandri , que pretendía ser Presidente de la República , no siga precisamente los pasos de su propio abuelo, que tantas veces ha señalado como ejemplo.

Quiero indicar lo que me pasó hoy. Antes de la reunión de Comités, un alto funcionario del Parlamento contaba anécdotas sobre Senadores, relatando cómo se comportaban, cómo era la fraternidad entre ellos, cómo era el reconocimiento de unos hacia otros por más que estuvieran en posiciones distintas, en bancadas diferentes. Y también contó que precisamente cada vez que se atacaba a Lafertte, dirigente obrero comunista, se levantaba la voz del viejo caudillo Arturo Alessandri Palma para defender la postura de su contrincante. ¡Eso es precisamente tener altura de miras en política! Y es la que ahora estoy reclamando de este Parlamento.

Por eso, concluyo mi fundamentación del voto destacando la altura de miras de los Senadores de la Oposición que han apoyado esta iniciativa y condenando nuevamente la mezquindad histórica y política de quienes se oponen a ella.

He dicho.

El señor ALESSANDRI.-

He sido aludido, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Estamos en votación, señor Senador. Al término de ella, podrá hacer uso de su derecho.

La señora CARRERA.-

Deseo fundamentar mi voto, señor Presidente.

Desde el punto de vista internacional -por no tocar el nacional-, sería en extremo curioso que el Senado impidiera que una parte importante del pueblo de Chile erigiera un monumento al que fuera su líder y sigue inspirando las acciones de muchos chilenos.

En el extranjero, como ya se ha mencionado aquí, existen muchos lugares que llevan el nombre de Salvador Allende. Porque fue un líder para un gran sector de la humanidad. Se apreciaba que en un país donde había grandes diferencias sociales, se levantaran líderes que luchaban con todas sus fuerzas por cerrar un poco ese abismo existente entre los distintos estratos de la sociedad.

Y es así como en diferentes países capitalistas, en donde nunca las fuerzas de la Izquierda fueron mayoría, existen monumentos en memoria del extinto Mandatario. Hay estatuas de Salvador Allende, por ejemplo, en Capri. Y en Caracas, hace poco se acaba de inaugurar una en presencia de nuestro Embajador. Existen calles de países absolutamente lejanos del marxismo y leninismo en toda época, como Bélgica -y tengo una lista de ellas-, llamadas Salvador Allende. Son 14 y se ubican en los más distintos lugares, tanto en pueblos pequeños como en grandes ciudades. Y allí la autoridad es un rey. Además en ese país hay salas auditorio, puentes de ferrocarril y cinco plazas que llevan su nombre. Asimismo, existen avenidas, monumentos y plazas en distintas naciones del mundo, y no sólo en lo que constituyó el mundo socialista sino -y mucho más- en Europa capitalista, América Latina, África, Asia y otras partes.

Señalo esto únicamente para llamar la atención sobre la extrañeza que causaría al mundo internacional del más puro estilo capitalista si se rechazara la iniciativa. Por fortuna para el país, ello no sucederá, porque el Senado mostrará su tolerancia y altura con respecto a esta materia. Reitero que rechazar esta idea habría significado de alguna manera un mal síntoma para Chile. Me alegro de que no suceda así.

Voto que sí.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Ruego a los señores Senadores que, como ya se ofreció la palabra y Sus Señorías intervinieron, se limiten a votar sí o no al momento de ser llamados a emitir pronunciamiento.

El señor LARRAÍN.-

Señor Presidente , seré muy breve.

Pensaba no intervenir, considerando las muchas cosas que ya se han dicho. Pero algunas intervenciones de quienes me antecedieron en la votación me llevan a hacerlo.

No es fácil para muchos de nosotros votar la iniciativa. Porque, inevitablemente, por la cercanía de los hechos se nos aproximan ideas y eventos con los cuales indisolublemente se halla ligado el recuerdo de quien hoy algunos desean honrar: el ex Presidente don Salvador Allende. Y recuerdan un período que para muchos de nosotros fue oscuro, muy negativo y, quizás, uno de los peores momentos en nuestra historia. Esa es tal vez la razón de quienes han planteado legítimamente su postura negativa a la idea de erigir un monumento.

Creo que ésa es una opinión respetable. Y la respeto, aunque no la comparto. Porque quiero decir, con todas las dificultades que esta materia conlleva, que me parece legítimo que un grupo de chilenos -aquí representados- desee tener en lugares públicos el recuerdo de quien fuera su líder. Reitero que los respeto, y no me siento autorizado para negar el derecho a tener ese recuerdo.

Por ello, y como una manera de aligerar tensiones y de contribuir a una pacificación en los ánimos, voy a dar mi voto favorable a la iniciativa.

Voto que sí.

El señor LARRE.-

Señor Presidente , creo que ninguno de nosotros puede desconocer el mérito de la personalidad política del doctor Salvador Allende, como dirigente, como Diputado , como Senador, como Ministro.

Sin embargo, igualmente estimo que nadie puede desconocer que durante su gestión presidencial se produjo un colapso en el país que terminó con el régimen democrático. Tuve la oportunidad de contarme entre los Parlamentarios que suscribimos un voto público en agosto del año 1973 denunciando los excesos políticos del Gobierno. Empero, considero también absolutamente justo que quienes reconocen en él a un líder, al amigo, al gran dirigente, al Presidente , tengan la posibilidad de manifestar públicamente su adhesión.

Personalmente, me sentiría incapaz de negar ese derecho, en honor a lo que se planteó esta tarde: la libertad de cada chileno para expresar su propia voluntad en la adhesión a los principios y a las personas.

Por esa razón, me abstendré, y así otros podrán manifestar su voluntad.

El señor MARTIN.-

Señor Presidente , en los últimos meses del Gobierno de Salvador Allende la Corte Suprema de Justicia envió varios oficios en que le representaba al señor Presidente el inminente quiebre del Estado de Derecho debido a los atropellos a la legislación y a la juridicidad, como también debido a hechos lamentables ocurridos en distintos tribunales del país. Compartí ampliamente esos informes, y como ex integrante de ese Alto Tribunal, no puedo votar favorablemente la iniciativa.

Voto que no.

El señor SIEBERT.-

Señor Presidente , ya fundamenté mi abstención.

El señor URENDA.-

Señor Presidente , en el claro sentido aquí establecido de que un pronunciamiento no implica concordar ideológicamente con Salvador Allende, ni aprobar su gestión, y en el convencimiento absoluto de que a este país debemos seguir construyéndolo entre todos, lo que hace necesario gestos que así lo demuestren, voto que sí.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Terminada la votación.

-Se aprueba en general el proyecto, y por no haber sido objeto de indicaciones, queda también aprobado en particular (27 votos contra 8, 3 abstenciones y un pareo).

Votaron por la afirmativa los señores Bitar, Calderón, Cantuarias, Carrera, Díaz, Errázuriz, Frei (don Arturo), Frei (doña Carmen), Gazmuri, Hormazábal, Horvath, Larraín, Lavandero, Matta, Muñoz Barra, Núñez, Ominami, Páez, Pérez, Piñera, Ruiz (don José), Ruiz-Esquide, Sule, Thayer, Urenda, Valdés y Zaldívar (don Andrés).

Votaron por la negativa los señores Alessandri, Feliú, Fernández, Huerta, Martin, Mc-Intyre, Prat y Sinclair.

Se abstuvieron de votar los señores Díez, Larre y Siebert.

No votó, por estar pareado, el señor Romero.

El señor ALESSANDRI.-

Pido la palabra señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor ALESSANDRI.-

Señor Presidente , fui aludido en términos algo destemplados por un señor Senador. Y debo señalar que lamento que haya sido así, porque en el Senado en general siempre he tenido una actitud muy deferente con todo el mundo, y el discurso que pronuncié, lo leí en un tono tranquilo, explicando el porqué me oponía a aprobar la iniciativa.

Si estos proyectos se someten al parecer de la Corporación, es justamente para que los Senadores manifiesten su opinión en el sentido de si deben o no aprobarse. Nada es más fácil que sumarse a la mayoría y votar que sí, y adoptar una actitud simpática y así evitar cualquiera crítica.

Sin embargo, honestamente, tal como expresé, creí mi deber, por convencimiento íntimo, que no podía dar mi aprobación a esta iniciativa.

Reitero que lamento que mi Honorable colega que me increpó -puede decirse así- haya sido tan destemplado. Además, no veo por qué Su Señoría tiene que sacar a mis antepasados, cuyo nombre llevo con mucha honra, respeto, y estoy orgulloso de él.

Por lo tanto, señor Presidente , quiero dejar estampado aquí, no mi protesta, pero sí el hecho de que lamento que en el ejercicio del derecho a que tenemos todos los Senadores de expresar nuestras opiniones libremente, ellas se hayan dirigido de esa manera a un Senador que emitió conceptos perfectamente aceptables y en un tono tranquilo.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Terminado el Orden del Día.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación sin Modificaciones . Fecha 14 de junio, 1994. Oficio en Sesión 10. Legislatura 329.

Valparaíso, 14 de junio de 1994.

N° 6061

AS.E. El Presidente de la Cámara de Diputados.

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Senado ha aprobado, en los mismos términos en que lo hizo esa H. Cámara, el proyecto de ley dirigir un monumento en las ciudades de Santiago, Valparaíso Punta Arenas, en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio N° 776, de 9 de julio de 1992.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL VALDES S.

Presidente del Senado

RAFAEL EYZAGUIRRE ECHEVARRÍA

Secretario del Senado

3. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

3.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 14 de junio, 1994. Oficio

No existe constancia del Oficio por el cual se aprueba el Proyecto de Ley, enviado al Presidente de la República para su promulgación.

4. Publicación de Ley en Diario Oficial

4.1. Ley Nº 19.311

Tipo Norma
:
Ley 19311
URL
:
https://www.bcn.cl/leychile/N?i=30678&t=0
Fecha Promulgación
:
24-06-1994
URL Corta
:
http://bcn.cl/2cxr4
Organismo
:
MINISTERIO DEL INTERIOR
Título
:
AUTORIZA ERECCION DE MONUMENTOS EN MEMORIA DE DONSALVADOR ALLENDE GOSSENS
Fecha Publicación
:
11-07-1994

   AUTORIZA ERECCION DE MONUMENTOS EN MEMORIA DE DON SALVADOR ALLENDE GOSSENS

   Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

   Proyecto de Ley:

   "Artículo 1°.- Autorízase la erección de tres monumentos en memoria del ex Presidente de la República don Salvador Allende Gossens.

   Artículo 2°.- Los monumentos se erigirán en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, respectivamente.

   Artículo 3°.- Las obras se financiar�n mediante la realización de colectas públicas, las que se efectuarán en todo el país, en las fechas que la comisión especial determine, en coordinación con el Ministerio del Interior.

   Artículo 4°.- Créase un fondo con el mismo objeto señalado en el artículo anterior, el que estará constituido, además, por donaciones y aportes privados.

   Artículo 5°.- Créase una comisión especial de cinco miembros ad honorem, encargada de ejecutar los objetivos de esta ley, la que estará constituida por un Senador, un Diputado, un representante del Ministro de Educación, el Presidente de la Fundación "Salvador Allende" y el Director del Mueseo Nacional de Bellas Artes.

   El Senador y El Diputado serán nominados por las respectivas Cámaras.

   La comisión deberá constituirse dentro del plazo de treinta días, contado desde la entrada en vigencia de la presente ley.

   Artículo 6°.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

   a) Llamar a concurso público de proyectos, fijar sus bases y condiciones y resolverlo.

   d) Determinar los sitios en que se ubicarán los monumentos, en coordinación con los alcaldes de las respectivas municipalidades y con el Consejo de Monumentos Nacionales.

   c) Organizar la realización de las colectas públicas a que se refiere el artículo 3°.

   d) Administrar el fondo creado por el artículo 4°.".

   Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; y por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

   Santiago, 24 de Junio de 1994.- EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, Presidente de la República.- Germán Correa Díaz, Ministro del Interior.

   Lo que transcribo a Ud., para su conocimiento.- Saluda a Ud., Belisario Velasco Baraona, Subsecretario del Interior.