El senador Salvador Allende Gossens, pronunció la siguiente intervención en la Sesión 16ª especial, celebrada el jueves 22 de octubre de 1970. A esa fecha, era militante del Partido Socialista de Chile e integraba el Senado en representación de la Décima Agrupación Provincial Chiloé, Aysén y Magallanes.
Esta intervención del Senador Allende, se enmarca en el proceso de discusión de la Reforma Constitucional, que culminó con la dictación de la Ley N° 17.398, publicada el 9 de enero de 1971, y que es conocida también como “Estatuto de Garantías Constitucionales”. Este pacto tiene su origen en el acuerdo entre el Partido Demócrata Cristiano y la Unidad Popular; fue la condición para apoyar la proclamación de Salvador Allende como Presidente de la República, quien en la elección presidencial de ese año no alcanzó la mayoría absoluta de los votos, correspondiéndole al Congreso Pleno, según la legislación de la época, elegir al primer Mandatario entre las dos primeras mayorías relativas, hecho que ocurrió en el 24 de octubre de 1970. El triunfo de Allende representaba para algunos sectores políticos la llegada al poder del socialismo y el peligro de que se implementara en el país un modelo que limitara las garantías individuales como ocurría en otros lugares del orbe, que se encontraban bajo la influencia de la Unión Soviética.
La intervención del Senador Allende Gossens, tiene gran relevancia histórica, por cuanto constituye la última oportunidad en que hace uso de la palabra en el Hemiciclo en su calidad de Senador de la República. En ella hace un resumen de su dilatada trayectoria como Senador; condena el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército Gral. René Schneider, hecho acaecido el mismo día en que pronuncia su intervención, como una maniobra para evitar su elección como Presidente de la República; reafirma la necesidad de que Chile debe seguir un camino “sobre la base de su idiosincrasia, su tradición y su historia”; consigna que el acuerdo refleja la voluntad mayoritaria del pueblo, manifestada en las suma de los votos de su candidatura y la del candidato Radomiro Tomic. Por otra parte, se refiere a la importancia del pasado de Chile y sus etapas, las cuales dan forma y continuidad a la nación. Declara que esta herencia es la que pesará en su modo de actuar, guiado por su lealtad a “sus ideas, a sus principios, a su partido, a la Unidad Popular, al pueblo chileno y, fundamentalmente, de haberse guiado por un sentido patriótico profundo”. Termina su intervención, afirmando que los principios de la reforma constitucional constituyen el marco en el que se desarrollarán las aspiraciones colectivas que no puede defraudar y que forman parte del programa de la Unidad Popular: “Voto que sí”.