La siguiente intervención fue pronunciada por el diputado Fernando Ochagavía Valdés, el 02 de junio de 1965, en la Sesión 4ª ordinaria de la Cámara de Diputados. A esa fecha, Ochagavía era miembro del Partido Nacional y representante de la Vigesimoquinta Agrupación Departamental "Ancud, Castro, Quinchao y Palena".
Esta intervención se enmarca en la dictación de la Ley de Reforma Agraria Nº16.640, publicada en el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) el 28 de julio de 1967, y que reemplazó a la ley anterior de 1962. Luego de un debate parlamentario que duró cerca de dos años, el texto quedó compuesto por 333 artículos permanentes y 24 disposiciones transitorias. Como proceso histórico, la reforma agraria, entendida como una serie de cambios que buscaban la modernización del campo chileno y el fin del latifundio tradicional, fue una de las transformaciones estructurales más importantes del siglo XX chileno. Esta reforma -que se explica por elementos del contexto nacional e internacional- se llevó a cabo entre 1962 y 1973, atravesando gobiernos de distinta orientación ideológica.
En cuanto a su contenido, la intervención del diputado Ochagavía aborda lo que define como el “grave peligro”, que implica la discusión del derecho de propiedad en Chile, en particular en lo relativo a la reforma agraria. Señala el estado de inquietud de los sectores de la “producción, el comercio y el trabajo”, al menoscabarse un derecho básico como es el de propiedad. En su intervención, el diputado Ochagavía agrega que se basa en la tradición cristiana, rechazando el individualismo radical. No obstante, su enfoque argumenta que el derecho de propiedad “no puede ser abolido ni amenazado“, ya que es garantía del orden social, destacando el estado de incertidumbre, remarcando que estaría de acuerdo en una reforma “justa y razonable”. En una de sus frases más relevantes, el diputado Ochagavía señala que: “El derecho de propiedad no puede ser abolido ni amenazado, porque se funda en la naturaleza misma del hombre y constituye una de las condiciones esenciales para el orden social, el progreso y la libertad de los pueblos”, con lo cual establece una férrea defensa de este principio. En síntesis, la intervención del diputado nacional es un reflejo de las profundas tensiones políticas e ideológicas que cruzaba el debate público chileno, principalmente visibles en sus actores parlamentarios.