La siguiente intervención fue pronunciada por la senadora María de la Cruz Toledo, el 21 de julio de 1953 en la Sesión 12ª ordinaria del Senado. A esa fecha, la senadora De la Cruz era miembro del Partido Femenino de Chile y representaba a Cuarta Agrupación Provincial "Santiago”.
Desde el punto de vista histórico, la intervención de la senadora De la Cruz tiene una relevancia fundamental, al tratarse de la primera mujer senadora de la historia de Chile, ingresando al Senado en febrero de 1953, ejerciendo su cargo hasta agosto de ese año, fecha en la cual fue desaforada. En general, la intervención debe situarse dentro del contexto de las luchas políticas de las mujeres en Chile, demandas que por primera vez entran en el Congreso Nacional a comienzos de la década de 1950. El movimiento político femenino surgió con fuerza en el siglo XX y sus objetivos principales fueron defender y luchar por los derechos y las problemáticas que afectaban a las mujeres, como la igualdad civil, leyes de protección y sufragio femenino, destacándose la fundación del Partido Cívico Femenino (1922) y del Partido Femenino de Chile (1946), organización que la propia senadora De la Cruz ayudó a fundar. Esta lucha tuvo su correlato en la dictación de leyes importantes como la que permitió el sufragio femenino en las elecciones municipales en 1934, y en las elecciones parlamentarias y presidenciales, en 1949.
En cuanto a su contenido, la breve intervención de la senadora De la Cruz propone una defensa de la mujer, referente a la incorporación en la previsión social de una forma “más completa y más humana”, especialmente refiriéndose a las empleadas particulares. También, en la intervención denuncia el abuso laboral provocado a las mujeres en varios espacios como las fuentes de soda y hoteles, además de mujeres embarazadas. A su vez, “Hoy día la mujer tiene que trabajar en la mayoría de los casos igual que el hombre, porque el salario de éste, sea obrero o empleado, es insuficiente, dado el alto costo de la vida, para mantener un hogar.” En conclusión y por todo esto, la intervención de la senadora De la Cruz representa un hito importante en la historia del Congreso Nacional.