Este período se inaugura el 26 de diciembre de 1891, fecha cuando asume la presidencia de la República Jorge Montt Álvarez, primer presidente del régimen parlamentario, culminando el 18 de septiembre de 1925, con la promulgación y firma la Constitución Política de 1925.
Tras el fin de la Guerra Civil de 1891 y la muerte del Presidente José Manuel Balmaceda, este período se caracteriza por la existencia de un régimen político parlamentario. Sin embargo, la preeminencia del Parlamento no significa reemplazar la institucionalidad política emanada de la Constitución de 1833, sino que se la reforma e interpreta de manera parlamentaria –por medio de las llamadas “prácticas parlamentarias”-, limitando y disminuyendo el poder del Jefe de Estado y otorgando facultades ejecutivas a los partidos políticos representados en el Congreso. Entre estas prácticas destacan las facultades de pedir cuentas a los ministros en las llamadas interpelaciones, las que provocan una marcada inestabilidad de los gabinetes, afectados por una frecuente rotativa ministerial entorpeciendo el normal desenvolvimiento de la labor gubernativa.
A pesar de ello, el régimen parlamentario se desenvuelve con una notable estabilidad política, manteniendo las instituciones republicanas, las libertades públicas y la alternancia en el poder de la Alianza Liberal y la Coalición Conservadora. Durante el período se suceden de manera consecutiva en la Presidencia de la República el almirante Jorge Montt (1891-1896), Federico Errázuriz Echaurren (1896-1901), Germán Riesco (1901-1906), Pedro Montt (1906-1910), Ramón Barros Luco (1910-1915), Juan Luis Sanfuentes (1915-1920) y en sus postrimerías, Arturo Alessandri Palma (1920-1925), a quien se le considera un mandatario de transición.
Asimismo, se desarrollan las obras públicas, se impulsa la educación, se expande el comercio y la economía da muestras de un gran vigor. Estas iniciativas se sostienen, en gran medida, gracias a las abundantes riquezas que el Estado recauda por medio del impuesto a la venta del salitre, principal producto de exportación del periodo.
Sin embargo, con ocasión de las celebraciones del Centenario en 1910, en la opinión pública se hace presente una sensación de malestar y pesimismo, con fuertes críticas al sistema político parlamentario, en vista del cerrado elitismo de clase oligárquica, su ineficacia e inmovilismo, especialmente ante la denominada “cuestión social”. Intelectuales como Enrique Mac Iver, Alberto Edwards, Nicolás Palacios, Tancredo Pinochet, Alejandro Venegas, Francisco Antonio Encina y Luis Emilio Recabarren, fueron parte de esta corriente crítica, desde diversas posturas.
En la primera década del siglo XX se promulgan las primeras leyes sociales de nuestra historia, tales como la ley de la silla (1904), la ley sobre habitaciones obreras (1906) y la ley de descanso dominical (1907). Estas iniciativas legales se muestran insuficientes para solucionar las graves carencias que afectan a los sectores obreros y populares de nuestra sociedad. Es por eso que esta coyuntura histórica que surgen las primeras agrupaciones y partidos políticos de izquierda, tales como los movimientos anarquistas y el Partido Obrero Socialista, -fundado en 1912 y que pasaría a convertirse en el Partido Comunista de Chile, diez años más tarde-, quienes propugnan cambios radicales en la organización política, económica y social chilena.
En consecuencia, el malestar hacia el régimen parlamentario persiste y se agudiza, hasta manifestarse de forma abierta y masiva en el año 1920, con la elección presidencial de Arturo Alessandri Palma. Alessandri asume la primera magistratura del país tras una campaña presidencial que apela a los sectores medios y populares, haciendo una dura crítica al sistema y a la clase política que sostiene al régimen parlamentario.
Durante su presidencia, Alessandri intenta implementar una serie de reformas a la institucionalidad política parlamentaria y a la legislación social y laboral, con el objeto de responder a las demandas ciudadanas y de impedir un estallido social. Sin embargo, la clase política oligárquica se niega a acceder a tales reformas, lo que provoca un agudo clima de frustración e impotencia ante el régimen político imperante.
Esta situación llega a una crisis terminal en septiembre de 1924, con la intervención militar denominada “Ruido de sables”, que obliga al Congreso a aprobar sin mayor debate un paquete de leyes sociales que estaban pendientes desde largo tiempo en el Congreso. En vista de que los militares se constituyen en una junta militar, Alessandri renuncia al cargo y sale del país. Pocos días después es disuelto el Congreso y la junta militar asume el poder. En estos días comienza a destacarse la figura del coronel Carlos Ibáñez del Campo, quien se transformó en una figura importante en la vida política chilena de buena parte de este siglo.
El 9 de septiembre de 1924, el país quedó a cargo del ministro del Interior, general de división Luis Altamirano Talavera, en calidad de vicepresidente. Entre el 11 de septiembre de 1924 y el 23 de enero de 1925, se organizó una Junta de Gobierno presidida por Altamirano. Este último, le entregó el mando al general de división Pedro Pablo Dartnell Encina, quien se mantuvo en el cargo hasta el 27 de enero de 1925. Ese día, asumió Emilio Bello Codesido, hasta el 20 de marzo de 1925, fecha en que se le pidió al presidente que regresara a cumplir el resto de su mandato. Tras el regreso de Alessandri a la Primera Magistratura, éste impulsa la redacción de una nueva Constitución Política, que logró fortalecer el Poder Ejecutivo sobre el Legislativo, alcanzó la separación definitiva de la Iglesia y el Estado, y aumentó el período presidencial de 5 a 6 años.
A su vez, se suprimen las facultades de interpelación y censura del Congreso en relación a los ministros de Estado, quienes pasan a ser de la exclusiva confianza del Presidente de la República. Las leyes de contribuciones y de fijación de las Fuerzas Armadas pierden su carácter de periódicas y la ley de presupuestos pierde su carácter de arma política del Parlamento ante el Ejecutivo. Se prohíbe el acceso de diputados y senadores a cargos ministeriales y se entrega el control de las elecciones a un ente autónomo, el Tribunal Calificador de Elecciones. Con esto se pone fin al parlamentarismo, restaurando el sistema presidencialista.
En síntesis, la Constitución Política de 1925 proporcionará el marco institucional del proceso de ampliación y de incorporación de la ciudadanía al sistema político, que predominó en gran parte del siglo XX.
Filtre los resultados por la categorías listadas a continuación
Total de registros:
15-05-1915
Pedro Aguirre Cerda (Pocuro, 6 de febrero de 1879 – Santiago, 25 de noviembre de 1941) Profesor, abogado y político radical. Presidente de la República entre los años 1938 y 1941. Diputado en dos periodos, entre 1915 y 1921, por San Felipe, Los Andes, Putaendo y Santiago. Senador por Concepción entre 1921 y 1927. Ministro de Justicia e Instrucción Pública entre enero y septiembre de 1918, en el gobierno de Juan Luis Sanfuentes, Ministro del Interior en el gobierno de Arturo Alessandri Palma, entre diciembre de 1920 a agosto de 1921. Destacado educador, profesor de castellano y abogado, su memoria en leyes versa sobre “La Instrucción secundaria en Chile”. Presidente de la Sociedad Nacional de Profesores, ejerce como profesor de la Universidad del Estado y es nombrado visitador de liceos. Creador en 1934 de la Facultad de Industria y Comercio de la Universidad de Chile, de la cual es decano y que será el núcleo de la futura carrera de ingeniería comercial. Su lema de campaña presidencial en 1938 es “Gobernar es educar”. Electo Presidente de la República el 25 de octubre de 1938 por el periodo 1938 – 1944, impulsa poderosamente las libertades individuales, la libertad de prensa, de asociación y reunión y la defensa del Estado docente. Durante su gobierno y tras el terremoto de Chillán de 1939, crea la CORFO, palanca fundamental del desarrollo industrial chileno. Aquejado de tuberculosis, fallece el 25 de noviembre de 1941, a la edad de 62 años.
25-06-1915
Candidato presidencial de la Coalición balmacedista-conservadora, se enfrenta al candidato de la Alianza Liberal Javier Figueroa Larraín. La elección es estrecha y muy dura, El Congreso Pleno decide entre ambos candidatos, eligiendo Presidente de la República a Juan Luis Sanfuentes por 159 electores sobre 102, para el periodo presidencial que corre entre 1915 y 1920.
30-12-1916
Ley N° 3.170 aprobada el 30 de diciembre de 1916, bajo la administración de Juan Luis Sanfuentes. Regula que los accidentes ocurridos a los obreros o empleados, por el hecho o con ocasión directa del trabajo que ejecuten en las empresas, dan derecho a una indemnización a cargo del patrón o jefe de la empresa en provecho de la víctima y sus eventuales deudos.
13-01-1917
Ley N° 3.186, promulgada el 13 de enero de 1917, bajo la administración de Juan Luis Sanfuentes. Toda fábrica o taller o establecimiento industrial que ocupe a cincuenta o más mujeres mayores de 18 años, deberá disponer de una sala especialmente acondicionada para recibir en las horas de trabajo a los hijos de las obreras durante el primer año de edad.
22-06-1918
Ley N° 3.385 promulgada en el Diario Oficial el 22 de junio de 1918. Organiza y regula los servicios sanitarios, de la policía sanitaria y de las medidas de profilaxis de las enfermedades infecciosas, del ejercicio de la medicina y de la salubridad e higiene en las poblaciones.
25-06-1920
La elección presidencial de 1920 es la última realizada bajo el sistema de electores y marca el fin del régimen parlamentario oligárquico. Esta elección está marcada por la campaña presidencial sin precedentes efectuada por Arturo Alessandri Palma, candidato de la Alianza Liberal, quien apela a las masas populares con discurso anti oligárquico, reformista y democrático. En estas elecciones Alessandri Palma se enfrenta al candidato de la Unión Liberal Luis Barros Borgoño y al candidato del Partido Obrero Socialista Luis Emilio Recabarren. El resultado es muy estrecho, con 179 electores para Alessandri y 175 para Barros Borgoño. Recabarren no obtiene ningún elector. En vista de la mayoría unionista en el Congreso, Alessandri propone dirimir la elección por medio de un Tribunal de Honor compuesto por un grupo de 7 políticos notables, el cual da su veredicto el 30 de septiembre de 1920, proclamando vencedor a Arturo Alessandri con 177 electores sobre Barros Borgoño con 176. El 6 de octubre de 1920 Alessandri Palma es proclamado Presidente de la República para el periodo que corre entre 1920 y 1925.
02-01-1922
En la tercera convención del Partido Obrero Socialista, se aprueba el cambio de nombre de la colectividad y se decide su afiliación a la Tercera Internacional Comunista. A partir de ese momento el partido genera estrechos lazos con el movimiento marxista internacional y, a nivel nacional, proclama la lucha por las reivindicaciones sociales y políticas del proletariado chileno. A lo largo de su historia el Partido Comunista de Chile sufre persecuciones y proscripciones, por lo cual debe organizarse con diferentes nombres. Participa a su vez en diversas alianzas políticas de izquierda, como el Frente Popular, el Frente de Acción Popular y posteriormente la Unidad Popular, eligiendo representantes en el Congreso y participando activamente de la política formal. Luego del golpe militar de septiembre de 1973, es proscrito y sufre una dura persecución por parte del régimen militar, lo que lo lleva a proclamar la lucha armada como herramienta legítima de combate a la dictadura. Esta determinación lo aleja de los sectores afines al Partido Socialista, rompiendo así la tradicional alianza entre estos dos partidos políticos de la izquierda chilena. En vista de ello y de la institucionalidad instaurada por la Constitución de 1980, el PC pierde representación parlamentaria. Para las elecciones 2010 y tras casi cuarenta años de ausencia del Parlamento, el Partido Comunista retorna al Congreso gracias a la elección de tres diputados.
02-01-1922
Liderado por Estela La Rivera de Sanhueza, Elvira de Vergara y Berta Recabarren, entre otras, surge en 1922 constituyéndose como el primer partido político exclusivamente feminista de la historia de Chile. En ese sentido, se declara laico e independiente de la influencia de cualquier credo religioso o ideología política. Se estructura de una manera transversal, tomando como precedentes los estatutos de varios movimientos y organizaciones de mujeres de otros países, tales como las organizaciones feministas de España, Uruguay y Argentina. Entre sus principios programáticos plantea la lucha por los derechos políticos y civiles de las mujeres, la protección de los niños y de la maternidad. Utiliza como medio para difundir sus ideas la revista Acción Femenina.