Nació el 5 de abril de 1807 en Santiago.

Hijo de José Joaquín Pérez Salas y Mercedes Rosales Larraín, miembros de la aristocracia criolla chilena. Su padre murió de tisis cuando era niño y su madre volvió a casarse con el acaudalado comerciante Felipe Santiago Del Solar, quien asumió como su padre. El segundo matrimonio de su madre le dio nuevos hermanos y ambos padres tuvieron una preocupación especial por su educación.

Se casó con Antonieta Urrutia en la ciudad de Concepción cuando ya contaba con más de 50 años.

Hacia 1814, debido a los desordenes políticos producto de los conflictos de la Independencia de Chile su familia debió radicarse en Mendoza, Argentina, ciudad donde inició sus estudios. Recién hacia 1820 retornó al país. Al año siguiente, con catorce años y custodiado por un capitán inglés, fue llevado a Valparaíso para que conociera la vida de los marineros ingleses. Sin saberlo, fue embarcado con rumbo a Europa y obligado a trabajar como marinero. Tras un mes navegando fue desembarcado en el puerto brasileño de Río de Janeiro, sin dinero ni identificación. Gracias a la ayuda de uno de los tripulantes logró escapar del barco y fue rescatado por el cónsul inglés radicado en el puerto y un chileno cercano a su familia. Tras dos años en Brasil logró retornar al país en la nave Doris capitaneada por el marido de la escritora y viajera inglesa María Graham quien lo ayudó en esta etapa de su jornada.

A los 18 años se embarcó nuevamente con destino a Europa acompañado por algunos de sus medios hermanos, primos y otros hijos de la alta sociedad chilena. En París, profundiza sus estudios en literatura y artes junto a diferentes intelectuales europeos y sudamericanos como el matemático Leandro Fernández de Moratín.

Una vez de regreso en Chile, recibió lecciones del pintor Raymond Monvoisin y tomó contacto con Andrés Bello. Sin embargo, decidió alejarse del mundo intelectual para dedicarse al comercio y a las actividades agrícolas. Introdujo el cultivo de la fresa y la grosella en un fundo que arrendó en la Provincia de Colchagua. Sin embargo, no tuvo éxito en esta actividad y comenzó a producir aguardiente. Fracasó en dicha actividad, vendió la fábrica y puso una tienda para dedicarse al comercio y a ser médico de yerbas medicinales. Más adelante, compró una mina de oro en Copiapó, que no rindió los frutos esperados. Por lo que decidió dedicarse al contrabando de animales y mercadería, recorrió Argentina y se hizo conocedor de los pasos cordilleranos autorizados y clandestinos.

En 1846, fundó el periódico político El Mosaico junto Hermógenes de Irisarri, Manuel Blanco Cuartín y José Luis Borgoña, del que sólo circularon 12 números. También, visitó el mineral de Chañarcillo, en el norte chileno.

En 1848, partió a California impulsado por la fiebre del oro. Lo acompañaron cuatro de sus hermanos, un cuñado y dos sirvientes. En la zona, se desempeñó como minero, comerciante, sirviente y marinero. En la zona, observó cómo los norteamericanos enfrentaron el proceso de ocupación territorial de California. Alcanzó a estar un año en la zona luego de perder todo en un incendio en la ciudad de San Francisco.

En 1849, volvió a Chile.

En 1850, Antonio Varas de la Barra, ministro del Interior del presidente Manuel Montt Torres, le ofreció el cargo de intendente de Concepción. Sin embargo, declinó dicha propuesta para asumir como agente de Colonización del Sur en la zona de Llanquihue y Valdivia. Fue nombrado en remplazó de Bernardo Philippi para que llevara a cabo lo planteado por la Ley de Colonización de 1845 que impulsó la llegada de inmigrantes para poblar el sur del país.

Se trasladó a Corral con la misión de adquirir terrenos que el Estado entregaría a los colonos alemanes prontos a arribar en los buques Herman, Susana, San Paoli y Adolfo. Inició la penetración del sur de Chile abriendo caminos, despejando bosques, buscando las mejores bahías para instalar puertos y fundando ciudades. Ascendió el volcán Osorno y desde su cima avistó el seno de Reloncaví. Asimismo, compró la isla Teja para asentar inmigrantes.

De esa misma época es su libro Memoria sobre la Colonización de Valdivia y la fundación de la ciudad de Puerto Montt, en homenaje al presidente Manuel Montt Torres.

En 1855, luego de una exitosa misión y por su capacidad gestora, el presidente Manuel Montt lo nombró cónsul general en Hamburgo y agente de inmigración. Como tal, se dedicó a reclutar nuevos contingentes de inmigrantes europeos, difundir las bondades de nuestro país como un buen lugar para la colonización de profesionales alemanes y a publicar textos de difusión donde daba a conocer las bondades de Chile y sus proyectos de colonización. En marzo de 1858, fue enviado a la ciudad de Hamburgo, Alemania, como agente de inmigración y cónsul de Chile. Durante su estadía, también visitó Prusia, Dinamarca y Praga.

En 1857, comenzó a circular su Ensayo sobre Chile donde explicaba las bondades del país con un foco especial en los futuros colonos europeos. Para desarrollar la obra, que describía al país geográfica, cultural y ecológicamente, pidió ayuda a expertos conocedores de Chile como Ignacio Domeyko, Rodolfo Amando Philippi, Eduard Friedrich Poeppig y Alexander von Humboldt. Al año siguiente, publicó el Manual del Ganadero Chileno cuyo fin era describir a los chilenos los últimos adelantos tecnológicos en dirección y producción de predios agrícolas.

En 1857, se integró al Partido Conservador, a pesar de manifestar un pensamiento económico liberal por su formación en Francia. Más tarde, formó parte de las filas del Partido Nacional.

En 1859, regresó a Chile para ayudar a someter un levantamiento indígena ocurrido en La Araucanía. Los mapuches de la zona redujeron a cenizas varios asentamientos, robaron ganado, arrasaron sementeras, mataron a la población y provocaron la huida de muchos de los colonos a tierras más protegidas. Tras la debilitación de la administración de los territorios se reforzó la ocupación militar del territorio y la fortificación de la zona. En diciembre de ese año fue nombrado intendente de Concepción

Entre 1861 y 1879, suspendió sus actividades en el sur por estar aqujado de reumatismo.

En 1870, publicó La Colonia de Llanquihue, su Origen, Estado Actual y Medios para Impulsar su Progreso.

Posteriormente, cambió su residencia a Santiago y en 1884, fue electo presidente del Consejo Directivo de la Sociedad de Fomento Fabril.

En junio de 1885 falleció su esposa y sufrió un derrame cerebral que lo dejó semiparalizado.

Murió el 6 de septiembre de 1886 a los 79 años.

En el ámbito literario, fue autor de: Memoria sobre la Colonización de Valdivia; Ensayos sobre Chile; y Recuerdos del Pasado. Esta última obra la comenzó a publicarla para complacer a algunos de sus amigos a quienes les relataba sus anécdotas. Benjamín Vicuña Mackenna fue el encargado de escribir el prólogo de la primera edición, una separata donde se reunieron los episodios que habían sido publicados por entregas en un suplemento del diario La Época.

También se dedicó a la pintura, soporte que le sirvió para registrar las experiencias observadas durante su vida.