Ismael Pereira Iñiguez

Reseñas biográficas parlamentarias



Nació en Santiago, en el año 1881. Hijo del eminente hombre público, don Luis Pereira Cotapos y Carolina Iñiguez Vicuña.

Se casó con Luz Lyon Lynch y tuvieron tres hijos.

Hizo sus estudios de humanidades en el Colegio San Ignacio y cursó Leyes en la Universidad del Estado, hasta obtener su título de licenciado, para cuya opción presentó un trabajo titulado "La declaración de guerra".

Siendo estudiante de Leyes, trabajó como secretario privado del adalid del conservantismo, don Carlos Walker Martínez, durante todo el tiempo que estuvo éste a cargo de la cartera del Interior en la administración del presidente Errázuriz Echaurren.

En 1899, aún estudiante de Leyes, ingresó al ministerio de Relaciones Exteriores, y, desde simple supernumerario, por su talento y discreción, fue ascendiendo, hasta llegar a jefe de sección, tocándole una ardua labor en el curso de la cuestión de límites con Argentina. Tenía a su cargo la clave, y ayudaba a la redacción diplomática, habiéndole confiado el gobierno delicadas misiones de caracter confidencial, en el periodo del presidente Errázuriz.

En 1903 fue nombrado oficial de secretaría de la Legación de Chile en la República Argentina, siendo ministro Carlos Concha en la época en que se firmaron los pactos de mayo, que fueron el último paso hacia la confraternidad argentino chilena.
Después de cuatro meses regresó al país y otra vez al ministerio de Relaciones Exteriores, hasta que el presidente Riesco le ofreció la primera secretaría de la Legación en la República Argentina.
Estuvo como dos años y medios en caracter de encargado de negocios, siendo canciller en el gobierno Argentino, el eminente hombre público, reconocido por su sagacidad y talento, don Estanislao Zeballos.
Don Ismael Pereira, un joven de 25 años, tuvo una gran actuación en aquella época, mereciendo la confianza plena del gobierno Nacional y todas las simpatías del gobierno argentino.
Con motivo de la renuncia de José Francisco Vergara Donoso, la Legación en Argentina quedó sin ministro durante dos años y medio, época en que don Ismael desplegó todas sus dotes diplomáticas. A raíz de los pactos de mayo, era una tarea muy delicada comenzar a estrechar relaciones y suavizar asperezas que se habían acrecentado durante 40 años de dificultades internacionales.
Le tocó también, el terremoto de Valparaíso y organizó en Argentina sociedades, buscó recursos, operarios y elementos que eran remitidos a Valparaíso y obtuvo que la sociedad entera y el pueblo argentino se asociaran a la desgracia de este país.
Considerando que Argentina sería un gran mercado para el salitre chileno, organizó la primera propaganda y obtuvo que el gobierno enviara el primer cargamento en el transporte de la armada "Maipo". Instaló un pabellón de venta permanente, dió conferencias y llevó muestras de abono a todos los puntos de la República Argentina, obteniendo grandes resultados. Por ello se le consideró como el introductor del salitre en Argentina. También hizo las primeras gestiones para un tratado comercial amplio entre los dos países y logró que se nombraran, con el objeto de informar a los gobiernos, las dos comisiones comerciales que se trasladaron a estudiar las bases del tratado que posteriormente se haría realidad.
Impulsó las obras del ferrocarril trasandino por Uspallata, que estaban paralizadas desde mucho tiempo en las Cuevas y se le debió también, la concesión que el gobierno argentino hizo a un capitalista chileno, para construir una línea de Salta a Antofagasta, por la cual las provincias del norte argentinas pasarían a ser tributarias del puerto chileno.
Al terminar su misión en Argentina, toda la colonia chilena residente le obsequió una hermosa medalla de oro y un álbum con todas las firmas de los chilenos residentes en el país trasandino.
En Buenos Aires colaboró en la "Revista de derecho, de historia y letras", entre cuyos artículos se destacó uno de sus trabajos eruditos: "Las repúblicas sudamericanas en la Conferencia de La Haya".

Poco antes del Centenario de la Independencia de Chile, en 1910, realizó un viaje de estudio por los países europeos, renunciando, a su regreso al país, a la carrera diplomática, para atender sus interese particulares.
El gobierno, en reconocimiento a los servicios prestados, al aceptarle la renuncia de primer secretario de la Legación en Buenos Aires, lo nombró secretario "ad honorem" del Tribunal Permanente de Chile ante el Congreso de La Haya.

En el año 1912 fue elegido diputado del Partido Conservador, por el departamento de San Fernando, periodo de 1912-1915; fue diputado reemplazante en la Comisión de Relaciones Exteriores y Colonización y en la de Obras Públicas; miembro de la Comisión Permanente de Policía Interior.
Reelecto diputado, por la misma agrupación, para el periodo 1915-1918; miembro de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores y Colonización.
1918-1921, nuevamente diputado por la agrupación ya mencionada; continuó como miembro de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores y Colonización.
1921-1924, nuevamente diputado por San Fernando.

Hizo un viaje a Europa, en busca de salud, a principios de 1925. El mal que tenía se agravó; llegó a Santiago y falleció el 4 de noviembre de 1925.

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