Rafael Valentín Valdivieso Zañartu

Reseñas biográficas parlamentarias



Nació en La Chimba, Santiago el 2 de noviembre de 1804, siendo hijo de Manuel Joaquín Valdivieso Maciel y de doña María Mercedes Zañartu y Manso de Velasco.

Siendo aún muy joven inició estudios de latín y más tarde, de filosofía. Ingresó al Instituto Nacional donde estudió Economía Política, Derecho Natural de Gentes, Canónico y Patrio. A los 21 años se recibió de Abogado.

Su vocación sacerdotal fue tardía ya que se manifestó cuando Valdivieso tenía treinta años, fue ordenado sacerdote y luego cantó su primera misa en la Iglesia de Santo Domingo en 1834. Su primer designio fue misionar y como tal condujo las misiones a Chiloé y lo recorrió íntegramente. Por ser intelectual estaba situado en primer orden entre los clérigos chilenos lo que le significó que el gobierno lo integrara en una terna para Obispo de La Serena, pero él rehusó a dicho cargo.

Se destacó en su carrera docente por haber sido miembro de la Facultad de Leyes de la Universidad de Chile, donde alcanzó el decanato y creó la Academia de Ciencias Sagradas. A los 44 años fue consagrado Obispo de Santiago. Valdivieso desarrolló una intensa labor tanto como abogado y político.

En otro ámbito fue nombrado Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago. Se destacó por su gran labor social como administrador del Hospicio de Santiago y participó en misiones en el Sur y en el Norte del país, poniendo en relieve en todo lugar sus grandes dotes oratorias. Fue un ferviente defensor de la religión Católica, fundando en 1843 la “Revista Católica”, órgano desde el cual se referiría permanentemente a los temas contingentes de la sociedad y de la política desde esa perspectiva.

Al asumir la conducción de la Iglesia Católica Chilena, Valdivieso desarrolló una labor de ordenamiento y organización del Arzobispado ordenando inventarios de parroquias y cofradías restableciendo el culto al apóstol Santiago, exigiendo, además, una estadística de bautismos, casamientos y entierros con los respectivos valores recolectados.

Alberto Edwars en su historia de los partidos políticos chilenos lo caracteriza así: “El señor Valdivieso poseía un alma de hierro. Una energía inconstrastable, un carácter dominador, casi altanero, orgulloso de su poder moral con la conciencia que tenía en sus manos un arma formidable, en la influencia casi omnímoda que el espíritu religioso ejercía sobre las conciencias”.

Le tocó enfrentar el problema de la “Cuestión del Sacristán”, en el marco de una serie de controversias, tales como la Libertad de Cultos, el Patronato, el Fuero Eclesiástico, que generarían la más grande controversia de la época entre la Iglesia y el Estado. Valdivieso “Optó por el peor de los caminos el de hacer pesar su poder religioso en las contiendas políticas, coadyuvando a la formación de un partido afecto a los intereses del clero, cuyo lamentable resultado sería quebrantar la fe y perturbar o destruir los partidos meramente civiles en nombre de las cuestiones teológicas”. La destitución de un sacristán de la Catedral de Santiago, hizo intervenir a los tribunales civiles a los que Valdivieso negó jurisdicción sosteniendo que esas decisiones civiles no le alcanzaban. El Gobierno consideró esta actitud subversiva y estalló el escándalo.

Valdivieso defendió enérgicamente la Independencia de la Iglesia y ello produjo una fuerte tensión en la sociedad civil.

Diputado suplente por Santiago para el período de 1831 a 1834. Integró la Comisión de Legislación y Justicia; la Comisión Eclesiástica y la Comisión de Educación y Beneficencia. Diputado por Caupolicán para el período 1834 a 1837 y por Santiago para el período 1837 a 1840, ocupando el cargo de Secretario el 14 de junio de 1839. Integró la Comisión Eclesiástica.

Murió en Santiago, el 8 de junio de 1878.

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