Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I.- ASISTENCIA.
- II.- APERTURA DE LA SESION.
- III.- TRAMITACION DE ACTAS.
- IV.- LECTURA DE LA CUENTA.
- LECTURA DE LA CUENTA
- MOCIÓN
- Victor Benito Contreras Tapia
- MOCIÓN
- EXPROPIACION DE PREDIO DE DON JORGE ALESSANDRI RODRIGUEZ. OFICIO.
- INTERVENCIÓN PETICIÓN DE OFICIO : Tomas Pablo Elorza
- ADHESION
- Alfredo Macario Lorca Valencia
- ADHESION
- INTERVENCIÓN PETICIÓN DE OFICIO : Tomas Pablo Elorza
- LECTURA DE LA CUENTA
- V.- ORDEN DEL DIA.
- NORMAS SOBRE INDIGENAS.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Luis Fernando Luengo Escalona
- INTERVENCIÓN : Julio Antonio Gaston Duran Neumann
- INTERVENCIÓN : Pedro Ibanez Ojeda
- INTERVENCIÓN : Aniceto Rodriguez Arenas
- INTERVENCIÓN : Tomas Pablo Elorza
- INTERVENCIÓN : Aniceto Rodriguez Arenas
- INTERVENCIÓN : Jorge Antonio Montes Moraga
- PORCENTAJE DEL PRESUPUESTO DE LA CORPORACION DE MAGALLANES PARA MUNICIPALIDADES DE MAGALLANES, PUERTO NATALES Y PORVENIR. VETO.
- ANTECEDENTE
- NORMAS SOBRE INDIGENAS.
- VI.- TIEMPO DE VOTACIONES.
- RENUNCIA DE LA MESA DE LA CORPORACION.
- RENUNCIA
- Patricio Aylwin Azocar
- Ricardo Ferrando Keun
- RENUNCIA
- DEBATE
- RENUNCIA DE LA MESA DE LA CORPORACION.
- HOMENAJE A LA MEMORIA DE DON MARCIAL MORA MIRANDA.
- HOMENAJE : Humberto Aguirre Doolan
- HOMENAJE : Tomas Pablo Elorza
- HOMENAJE : Francisco Bulnes Sanfuentes
- HOMENAJE : Raul Hernan Morales Adriasola
- VI.- TIEMPO DE VOTACIONES.
- PUBLICACION DE DISCURSO.
- INSERCION DE DOCUMENTO.
- PUBLICACION DE DISCURSO.
- SESION SECRETA.
- VII.- INCIDENTES.
- PETICIONES DE OFICIOS.
- Del señor Aguirre Doolan:PAVIMENTACION DE CAMINO DE YUMBEL A YUMBEL ESTACION (CONCEPCION).
- MOBILIARIO Y ELEMENTOS DE ESTUDIO PARA ESCUELA Nº 72 DE ANTIQUEREO (ÑUBLE).
- Del señor Baltra:PRIORIDAD EN DISTRIBUCION DE EXCEDENTE DE TAXIS IMPORTADOS.
- IRREGULARIDADES EN CORHABIT DE VALDIVIA. OFICIO.
- INTERVENCIÓN PETICIÓN DE OFICIO : Luis Papic Ramos
- DESPIDO DE TRABAJADORES DE CORHABIT DE VALDIVIA. OFICIO.
- INTERVENCIÓN PETICIÓN DE OFICIO : Luis Papic Ramos
- INCIDENTES EN CONCEPCION.
- INTERVENCIÓN : Rafael Adolfo Moreno Rojas
- INTERVENCIÓN : Jorge Antonio Montes Moraga
- PETICIONES DE OFICIOS.
- CIERRE DE LA SESIÓN
- ANEXOS.
- 1.- INFORME DE LA COMISION DE DEFENSA NACIONAL RECAIDO EN EL PROYECTO DE LEY DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE MODIFICA EL D. F. L. Nº 200, DE 1960, EN LO RELATIVO A LA DEPENDENCIA DEL CUERPO MILITAR DEL TRABAJO.
- 2.- INFORME DE LA COMISION DE RELACIONES EXTERIORES RECAIDO EN EL PROYECTO DE ACUERDO DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE APRUEBA EL PROTOCOLO DE ENMIENDA DEL ARTÍCULO 56 DEL CONVENIO DE LA AVIACION CIVIL INTERNACIONAL.
- 3.- INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAIDO EN LA PETICION DE DESAFUERO DEL SEÑOR GOBERNADOR. DE RIO BUENO, DON ARNALDO CARCAMO PAREDES, FORMULADA POR EL SEÑOR LUIS CARRASCO ALVARADO.
- 4.- INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAIDO EN LA PETICION DE DESAFUERO FORMULADA EN CONTRA DEL SEÑOR INTENDENTE DE CONCEPCION DON VLADIMIR CHAVEZ RODRIGUEZ POR LA COMPAÑIA SINGER SEWING MACHINE.
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPUBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACION OFICIAL.
LEGISLATURA 315ª, EXTRAORDINARIA.
Sesión 25ª, en miércoles 17 de mayo de 1972.
Ordinaria.
(De 16. 12 a 21. 13).
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES PATRICIO AYLWIN AZOCAR, PRESIDENTE; RICARDO FERRANDO KEUN, VICEPRESIDENTE,
Y TOMAS PABLO ELORZA Y ALEJANDRO NOEMI HUERTA, PRESIDENTES ACCIDENTALES.
SECRETARIOS, EL SEÑOR PELAGIO FIGUEROA TORO, Y EL PROSECRETARIO, SEÑOR DANIEL EGAS MATAMALA.
INDICE.
Versión taquigráfica.
I.- ASISTENCIA 1457
II.- APERTURA DE LA SESION 1457
III.- TRAMITACION DE ACTAS... 1457
IV.- LECTURA DE LA CUENTA 1457
Expropiación de predio de don Jorge Alessandri Rodríguez. Oficio.. 1459
V.- ORDEN DEL DIA:
Proyecto de ley, en segundo trámite, que establece normas sobre indígenas (queda pendiente el debate) 1459
Observaciones, en segundo trámite, al proyecto sobre destinación de parte del presupuesto de la Corporación de Magallanes a las Municipalidades de Magallanes, Puerto Natales y Porvenir (quedan despachadas) 1478
VI.- TIEMPO DE VOTACIONES:
Renuncia de la Mesa de la Corporación (se aprueba) 1478
Homenaje a la memoria de don Marcial Mora Miranda (se rinde).. 1479
Publicación de discursos 1486
Inserción de documento 1486
Sesión secreta 1486
VII.- INCIDENTES:
Peticiones de oficios (se anuncian) , 1486
Irregularidades en CORHABIT de Valdivia. Oficio (observaciones del señor Papic) 1487
Despido de trabajadores de CORHABIT de Valdivia (observaciones del señor Papic) 1488
Incidentes en Concepción (observaciones de los señores Moreno y
Montes) ........ 1488
Anexos. DOCUMENTOS:
1.- Informe de la Comisión de Defensa Nacional recaído en el proyecto que modifica la dependencia del Cuerpo Militar del Trabajo 1506
2.- Informe de la Comisión de Relaciones Exteriores recaído en el proyecto de acuerdo aprobatorio del Protocolo de Enmienda del artículo 56 del Convenio de Aviación Civil Internacional 1508
3.- Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento recaído en la petición de desafuero presentada en contra del Gobernador de Río Bueno, señor Arnaldo Cárcamo
Paredes 1509
4.- Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento recaído en la petición de desafuero formulada en contra del Intendente de Concepción, señor Wladimir Chávez por la CompañíaSinger Sewing Machine ...... 1511
VERSION TAQUIGRAFICA.
I.-ASISTENCIA.
Asistieron los señores:
Acuña Rosas, AméricoAguirre Doolan, HumbertoAylwin Azocar, PatricioBalíra Cortés, AlbertoBallesteros Reyes, EugenioBulnes Sanfuentes, FranciscoCampusano Chávez, JulietaCarmona Peralta, Juan de DiosContreras Tapia, VíctorChadwick Valdés, TomásDurán Neumann, JulioFerrando Keun, RicardoFoncea Aedo, José;
Fuentealba Moena, RenánGarcía Garzena, VíctorGumucio Vives, Rafael AgustínHamilton Depassier, JuanIbáñez Ojeda, PedroIrureta Aburto, NarcisoJuliet Gómez, RaúlLorca Valencia, AlfredoLuengo Escalona, Luis FernandoMiranda Ramírez, HugoMontes Moraga, JorgeMorales Adriasola, RaúlMoreno Rojas, RafaelMusalem Saffie, JoséNoemi Huerta, AlejandroOchagavía Valdés, FernandoOlguín Zapata, OsvaldoPablo Elorza, TomásPalma Vicuña, IgnacioPapic Ramos, LuisPrado Casas, BenjamínReyes Vicuña, TomásRodríguez Arenas, AnicetoSepúlveda Acuña, AdonisSilva Ulloa, RamónTarud Siwady, RafaelTeitelboim Volosky, Volodia;
Valente Róssi, Luis, y
Valenzuela Sáez, Ricardo.
Actuó de Secretario el señor Pelagio Figueroa Toro y de Prosecretario, el señor Daniel Egas Matamala.
II.-APERTURA DE LA SESION.
Se abrió la sesión a las 16. 12, en presencia de 17 señores Senadores.
En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III.-TRAMITACION DE ACTAS.
Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 22ª y 23ª, que no han sido observadas.
El acta de la sesión 24ª, queda en Secretaría a disposición de los señores Senadores hasta la sesión próxima para su aprobación.
(Véase en el Boletín el acta aprobada).
IV.-LECTURA DE LA CUENTA.
El señor AYLWIN (Presidente). Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor PROSECRETARIO. Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Oficios.
Uno de la Honorable Cámara de Diputados, con el que comunica que ha tenido a bien aprobar, con la enmienda que indica, el proyecto de ley que beneficia, por gracia, a don Roberto Costabal García Huidobro.
Pasa a la Comisión de Asuntos de Gracia.
Uno del señor Ministro del Interior, con el que comunica que Su Excelencia el Presidente de la República dará cuenta del estado administrativo y político de la nación el día domingo 21 de mayo próximo, a las 16. 30.
Se manda archivarlo.
Dos del Excelentísimo señor Presidente de la Corte Suprema y del señor Ministro de Justicia, con los cuales dan respuesta a las peticiones que se indican, formuladas por el Honorable Senador señor Moreno:
Toma de posesión del fundo Los Molinos.
Concesión de personalidad jurídica a la Cooperativa que señala.
Quedan a disposición de los señores Senadores.
Uno del señor Director del Instituto Nacional de Estadísticas, con el que remite el índice de Precios al Consumidor correspondiente al mes de abril de 1972 y una Lista de Precios de marzo y abril del año en curso.
Pasa a la Oficina de Informaciones.
Informes.
Uno de la Comisión de Defensa Nacional, recaído en el proyecto de ley de la Honorable Cámara de Diputados que modifica el D. F. L. Nº 200, de 1960, en lo relativo a la dependencia del Cuerpo Militar del Trabajo (véase en los Anexos, documento 1).
Uno de la Comisión de Relaciones Exteriores, recaído en el proyecto de acuerdo de la Honorable Cámara de Diputados que aprueba el Protocolo de Enmienda del artículo 56 del Convenio de Aviación Civil Internacional (véase en los Anexos, documento 2).
Quedan para tabla.
Uno de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en la petición de desafuero formulada en contra del Gobernador de Río Bueno, señor Arnaldo Cárcamo Paredes (véase en los Anexos, documento 3).
Queda para el Tiempo de Votaciones de esta sesión.
Otro de la misma Comisión, recaído en la solicitud de desafuero formulada en contra del señor Intendente de Concepción, don Wladimir Chávez, por la Compañía Singer Sewing Machine (véase en los Anexos, documento 4).
Queda para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
Mociones.
Una del Honorable Senador señor Contreras, con la que inicia un proyecto de ley que concede amnistía al señor Juan Augusto Manes Donoso.
Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Comunicaciones.
Una del representante del Senado ante la Comisión Chilena para la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo, señor Manuel Sanhueza Cruz, con la que invita a los señores Senadores y personal superior de la Corporación a visitar las instalaciones en que se desarrolla la mencionada Conferencia.
Se manda ponerla en conocimiento de los señores Senadores.
Una de la Federación Sionista de Chile, con la que agradece el homenaje rendido por diversos señores Senadores a la República de Israel.
Se manda archivarla.
El señor PABLO.- Solicito que se me concedan dos minutos para referirme a un asunto extraño a la Cuenta.
El señor AYLWIN (Presidente).- Pido el asentimiento unánime de la Sala para otorgar la palabra por dos minutos al Honorable señor Pablo.
Acordado.
Tiene la palabra Su Señoría.
EXPROPIACION DE PREDIO DE DON JORGE ALESSANDRI RODRIGUEZ. OFICIO.
Señor Presidente, en estos días me he impuesto por la prensa de que la Corporación de la Reforma Agraria expropió en la provincia de Santiago un predio de 40 hectáreas físicas, equivalente a 81 hectáreas de riego básicas, de propiedad del ex Presidente de la Repúblicadon Jorge Alessandri Rodríguez.
No me liga vínculo alguno al dueño de ese fundo. Fui opositor a su candidatura en 1958 y a su Gobierno; también fui opositor a su candidatura del año 1970.
Según mis antecedentes, ese predio estaría espléndidamente explotado y no habría conflicto con sus trabajadores. Se le expropia por exceso de cabida, exceso que es de una hectárea. Sé también que se trata de un ex Presidente de la República, quien, más allá de las distancias que puedan existir en el plano ideológico, ha merecido como persona el respeto de hombres de los distintos sectores. Y, aún más, el señor Alessandri ha llevado una vida austera, conocida por el país, que se desenvuelve entre su departamento y su predio agrícola.
Es cierto que hay un viejo refrán que dice que la ley pareja no es dura. Pero creo que, respecto de las expropiaciones, como en otros asuntos a los que no me quiero referir, no siempre se ha actuado con la estrictez aplicada en el caso a que me estoy refiriendo.
En mi concepto, el Primer Mandatario no ha tenido conocimiento de la determinación adoptada. Más allá de calificarla de buena o mala, de justa o injusta, considero, por los términos en que se procedió, que sólo se trata de una soberana estupidez.
Por eso he querido decir estas palabras en el Senado, y solicito transcribirlas a Su Excelencia el Presidente de la República.
Si le parece a la Sala, se enviará el oficio en nombre de Su Señoría.
En nombre del Comité Demócrata Cristiano.
Si le parece al Senado, así se procederá.
Acordado.
V.-ORDEN DEL DIA.
NORMAS SOBRE INDIGENAS.
El señor FIGUEROA (Secretario). En el primer lugar del Orden del Día figura el proyecto de la Cámara de Diputados que establece normas sobre indígenas.
Esta iniciativa, cuyo debate quedó postergado en la sesión de ayer, tiene primeros informes de las Comisiones de Agricultura y de Hacienda; segundo informe de la Comisión de Agricultura, y un informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento en el que se introducen enmiendas al proyecto despachado en particular por la de Agricultura.
Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 31ª, en 23 de noviembre de 1971.
Informes de Comisión:
Agricultura, sesión 47ª, en 5 de enero de 1972.
Hacienda, sesión. 47ª, en 5 de enero de 1972.
Agricultura (segundo), sesión 22ª, en 9 de mayo de 1972. Legislación, sesión 22ª, en 9 de mayo de 1972.
Discusión:
Sesiones 47ª, en 5 de enero de 1972 (se aprueba en general), y 24ª, en 16 de mayo de 1972.
El señor FIGUEROA (Secretario).- En la sesión de ayer se acordó dejar abierto el debate, y quedaron inscritos para formular observaciones generales los señores Luengo, Durán e Ibáñez.
Durante la discusión general algunos señores Senadores no alcanzaron a intervenir. Por eso, la Sala resolvió darles tiempo para que pudieran formular observaciones de carácter general durante el debate del segundo informe.
El señor AYLWIN (Presidente).- En otros términos, hay en este trámite una continuación del debate general.
El señor LORCA.- Siempre que sea breve.
El señor AYLWIN (Presidente).- Entiendo que, en virtud del acuerdo adoptado en aquella oportunidad, cada intervención no podrá exceder de 15 minutos.
Estaba con el uso de la palabra el Honorable señor Luengo.
Puede continuar Su Señoría.
El señor CONTRERAS.- ¿Me permite, señor Presidente?
Antes de que intervenga el Honorable señor Luengo, deseo que se aclare en qué forma se iniciará el debate. Entiendo que se acordó otorgar tiempo especial a algunos señores Senadores; pero ayer se hizo presente la conveniencia de dar tiempo por Comité. Me parece necesario aclarar el problema, para saber quiénes tienen derecho a usar de la palabra en esta sesión.
El señor AYLWIN (Presidente).- Reglamentariamente, estando un proyecto en discusión particular es el caso de la iniciativa en debate, debe discutirse cada artículo que haya sufrido enmiendas en la Comisión y todo aquel que se pida debatir, aunque no haya sido objeto de modificaciones, y en cada oportunidad puede hacer uso de la palabra quien lo solicite. Sin embargo, durante la discusión general los Honorables señores Luengo, Durán e Ibáñez, para posibilitar el despacho de la iniciativa, renunciaron a su derecho a intervenir, no obstante estar inscritos, sobre la base del acuerdo de la Sala en virtud del cual, iniciada la discusión particular, podrían usar de la palabra, cada uno de ellos, hasta por 15 minutos.
Me informa el señor Secretario que ayer se acordó, además, que si, las expresiones de esos oradores daban lugar a algunos alcances, se otorgaría la palabra por tiempo limitado a los señores Senadores que desearan intervenir. O sea, se prolongaría el debate general, e inmediatamente después de terminado empezaría la discusión artículo por artículo, en conformidad al Reglamento.
El señor LUENGO.- Quiero hacer una aclaración: entiendo que los tres oradores autorizados para formular observaciones de carácter general no quedamos excluidos del segundo acuerdo.
El señor AYLWIN (Presidente).- Evidentemente que no, señor Senador.
El señor LUENGO.- Señor Presidente, en la discusión general de este proyecto, que por sus fundamentos filosóficos y sociológicos marca una posición señera e histórica en la política del Estado de Chile con relación a nuestras valiosas reservas demográficas autóctonas, no tuvimos oportunidad de terminar nuestro análisis del mismo. Pero podríamos sintetizar ahora nuestro pensamiento poniendo énfasis en lo que es para el Gobierno Popular el problema indígena y, en seguida, dando a conocer nuestro criterio sobre algunas cuestiones de fondo contenidas en el proyecto que hoy conoce esta Honorable Corporación.
Para nosotros, el problema indígena consiste en el estado de postergación, abandono, miseria, marginalidad y discriminación en que se encuentra un grupo humano de aproximadamente ochocientas mil personas; y, para resolverlo, Habrá que eliminar los factores negativos que deprimen a ese conglomerado, con el fin superior de incorporarlo a la sociedad chilena, en condiciones iguales a las de todos los ciudadanos de este país y conservándole sus caracteres étnicos y culturales.
Para los sectores opositores, el problema indígena parece consistir en la existencia misma de dicho grupo, y la solución, en su eliminación a corto plazo, especialmente los mapuches, que son mayoritarios.
El proyecto del Ejecutivo, inspirado en consideraciones humanitarias imprescriptibles, con criterios racionales y científicos, y en insoslayables imperativos históricos, fija su política al respecto definiéndola en cuatro líneas de acción concreta, para resolver definitivamente el problema de la población indígena. Ellas son: a) Recuperación, aumento y protección de la integridad de las tierras indígenas; b) Transformación del sistema de tenencia y explotación de las tierras; c) Impulso sistemático y enérgico al desarrollo de los grupos indígenas autóctonos, a través de medidas económicas, sociales, educativas, jurídicas y otras; d) Creación de un instrumento administrativo ágil y funcional que permita planificar y llevar a cabo toda una política de desarrollo.
En estas líneas centrales del proyecto del Gobierno están de acuerdo, como es de conocimiento público, las asociaciones y comunidades responsables y organizadas de la población indígena, que las han puntualizado en varios congresos regionales y nacionales y todas las cuales han sido consideradas y están contenidas en el proyecto de ley.
Desafortunadamente, después de existir consenso de todos los partidos políticos en la Cámara de Diputados, en forma inesperada e incomprensible para nosotros, al iniciarse su estudio y discusión en las Comisiones del Senado, los partidos de la Oposición cambiaron de actitud y presentaron sobre 150 indicaciones que significaban 150 mutilaciones de fondo al proyecto ya aprobado en la Cámara con los votos de esos mismos partidos. En ese instante las organizaciones indígenas de toda La Frontera se trasladaron hasta la capital de la República, con varios centenares de delegados, para representar al Congreso Nacional, vigorosa pero respetuosamente, que el proyecto enviado por el Gobierno interpretaba a cabalidad las aspiraciones de las razas aborígenes. Y obtuvieron, además hecho sin precedente en la historia del Parlamento chileno, que el Senado autorizara la presencia de sus representantes directos en los estudios y debates del proyecto en sus Comisiones de trabajo. Así, se dio cima a la labor de rectificación para procurar que el proyecto se despachara en condiciones relativamente similares a como lo hizo la Cámara de Diputados.
Por eso, ahora solamente nos corresponde considerar la iniciativa en la forma en que la aprobaron las Comisiones de esta Corporación.
Debo referirme, en primer término, al rechazo de una indicación presentada por el Senador que habla en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, destinada a suprimir en el artículo 2°, Nº 1, la frase agregada por indicación formulada durante la discusión general del proyecto, y que es del siguiente tenor: y que, a la fecha de la publicación de esta ley, se encuentren constituidas en comunidades indígenas indivisas. En virtud de ella, se excluye de la calidad de tierras indígenas, para todos los efectos legales, a aquellas correspondientes a comunidades que se dividieron en el pasado. Es decir, con ello quedan incorporadas dichas tierras al derecho común: pueden venderse, son embargables, pagan contribuciones, no pueden recuperarse mediante reivindicación o expropiación, etcétera.
Como tal indicación significa desconsiderar como tierras indígenas, terrenos estimables en alrededor de 100. 000 hectáreas y, por lo tanto, hacer ilusorios importantes efectos positivos que se propugnan en el proyecto del Ejecutivo, sostenemos que es de toda conveniencia eliminar esa indicación. Para este efecto, insistiré en que la Sala considere la supresión de tal frase, para lo cual solicito desde luego dividir la votación.
Consecuentemente, quiero expresar mi rechazo a la supresión del Nº 3 del artículo 2º del proyecto de la Cámara, que estimo debe ser repuesto, y que incluye entre las tierras indígenas las hijuelas singulares resultantes de la división de una comunidad indígena.
De igual manera, creemos más conveniente para el interés nacional y para la conservación de nuestros recursos renovables, rechazar el artículo 10 del informe de la Comisión, reemplazándolo por el inciso tercero del artículo 7º del proyecto despachado por la Cámara, porque todo aconseja no entregar a terceros, en caso alguno, la explotación de bosques situados en terrenos indígenas.
Señor Presidente, debo analizar ahora un punto de gran importancia, relativo a la conservación e integridad de las tierras indígenas y a la división de las comunidades indígenas. El artículo 14 del informe de la Comisión, contrariamente a lo propuesto por el Ejecutivo en su iniciativa y al criterio de la Cámara al respecto, establece que estas comunidades podrán dividirse en las condiciones que allí se determinan. En cambio, el criterio del Gobierno es mantener, conservar y aumentar las tierras indígenas. Para ello propone la indivisión de dichas comunidades y, al mismo tiempo, el establecimiento de un sistema encaminado a procurar la transformación o aporte de dichas comunidades a cooperativas campesinas. Para lograr estos fines, creemos más adecuadas y convenientes las disposiciones de los artículos 14, 15 y 16 del proyecto de la Cámara, que confirman la indivisibilidad y la condición de no ser liquidables tales comunidades, salvo en los casos de excepción expresamente señalados en el mismo proyecto. Sobre la base de este principio, contenido en los artículos 14, 15 y 16 ya referidos, se estatuyen las normas a que quedarán sujetas las actuaciones sobre tierras indígenas y su integración al proceso económico y productivo nacional. Son tan claras y precisas las normas de esos tres artículos, que legislan sobre las tierras indígenas y su destino, que insistiré acerca de la materia cuando se discuta en particular el artículo 14 del informe de la Comisión de Legislación del Senado.
El Nº 3 del artículo 30 del informe, referente a la expropiación de las tierras de indígenas, dispone que ella procede cuando las tierras no se encuentren en actual posesión o dominio de los indígenas, con excepción de las adquiridas legítimamente por otras personas. Es de toda evidencia más justa y conveniente para la finalidad de la ley la regla establecida en el artículo 38 del proyecto aprobado por la Cámara, según la cual son expropiables las tierras de indígenas que, por cualquier causa, no se encuentren en actual posesión o dominio de los indígenas, cualquiera que sea' el título que acredite el actual ocupante.
Del análisis del artículo 32 del informe de la Comisión, sobre expropiación de dichas tierras, se desprende que será de poca efectividad tal precepto si no se lo complementa con el Nº 6 del artículo 39 del proyecto de la Cámara, que establece que cualquiera reclamación que se formulare en contra de la resolución de expropiación adoptada por el Instituto de Desarrollo Indígena no interferirá la toma de posesión material del predio.
Señor Presidente, creo de la más alta conveniencia para la historia fidedigna del establecimiento de esta ley fundamental, que, como ya lo hemos dicho, marca, un hito histórico en la política de Chile respecto de la raza autóctona, dejar señaladas, como síntesis, mis observaciones al informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado. Ellas son:
1) El régimen de la ley en la forma propuesta se aplica sólo a las comunidades indígenas, excluyéndose las que se encuentren divididas. Ello significa que a las hijuelas singulares, que son aproximadamente una cuarta parte del total de las tierras indígenas, no se aplicarán las normas sobre protección, restitución y expropiación.
2) Se amplía el concepto de ausente, ya que para incurrir en las situaciones previstas por la ley basta que no viva o no trabaje (requisitos disyuntivos), en circunstancias de que la iniciativa aprobada por la Cámara los establecía copulativos. La consecuencia es que serán ausentes todos aquellos que viven en tierras indígenas si no trabajan personalmente la tierra, y los que, trabajándola, no vivan en ella, salvo caso de fuerza mayor.
3) Se eliminaron las medidas de protección de la integridad de las hijuelas singulares, por lo cual éstas quedan sometidas al régimen común, es decir, pueden venderse, hipotecarse, rematarse libremente, sin restricciones. Ello implica volver a la situación de los años 1943 a 1947, época durante la que se produjo la transferencia del mayor número de tierras indígenas a particulares, con la secuela de problemas que acarrea.
4) El proyecto de la Comisión de Constitución del Senado, al igual que el de la de Agricultura, establece la división de las comunidades indígenas. En cambio, el Ejecutivo propone la indivisión. Aparte atentar contra toda la filosofía general del proyecto, que junto con establecer la indivisión abre cauces para transformar el sistema de tenencia de la tierra en fórmulas cooperativas o comunitarias de propiedad y producción, el texto de la Comisión de Constitución contiene una serie de imperfecciones jurídicas que harán inoperante el sistema de divisiones.
5) Omite normas fundamentales para que las comunidades indígenas se transformen en unidades orgánicas de producción, como cooperativas, comunidades, etcétera. Ello implica condenar a los campesinos indígenas a continuar con el mismo sistema de goces individuales, que, entre otras causas, ha generado su empobrecimiento y subdesarrollo.
6) Las normas sobre restitución quedan bastante limitadas. Debido a que en estas causas podrá alegarse la prescripción, se sanean todas las transferencias efectuadas con omisión de los requisitos exigidos por las leyes, realizadas por lo menos desde hace diez años a la fecha. En la práctica, por haberse excluido las hijuelas singulares del régimen de la ley y por admitirse que el poseedor pueda acreditar el dominio mediante la prescripción, el mecanismo de la restitución resultará inaplicable.
7) El sistema de expropiación también ha sido cercenado y prácticamente anulado. Si no se pueden expropiar las tierras indígenas poseídas por personas no aborígenes y que éstas hubieren adquirido legítimamente, significa que no habrá expropiaciones por este concepto, ya que la casi totalidad de las tierras que han salido del dominio de los indígenas se encuentran en este caso. La disposición constituye un contrasentido jurídico bastante impropio del Senado.
8) Se establece como domicilio del Instituto de Desarrollo Indígena la ciudad de Temuco y se le señala una duración de veinte años. El mensaje del Ejecutivo propone como domicilio Santiago y duración indefinida. La magnitud nacional del problema, toda vez que sus disposiciones comprenden a las comunidades aborígenes a lo largo del país y su estrecha vinculación con la labor que deben cumplir casi todos los organismos del Estado, aconseja que el Instituto tenga su sede en Santiago. Por otra parte, no puede establecerse una duración temporal, ya que es imposible fijar un plazo para que cumpla realmente sus objetivos..
Señor Presidente, al poner término a mis observaciones sobre este proyecto, a cuya trascendente significación ya me he referido y aunque estoy consciente de que, en el camino que recorren las naciones para llegar a una aurora de progreso, no se deben buscar culpas históricas por los errores cometidos y sí intentar rectificaciones profundas, creo indispensable destacar que estamos cumpliendo con un mandato de la historia al crear normas legislativas que, por fin, harán justicia al valioso núcleo de nuestra raza aborigen que aún sobrevive después de haber sido secularmente perseguida, agredida, asediada, asesinada y masacrada, y de habérsela hecho víctima de infinitas ofensas y humillaciones hasta hoy no reparadas.
Esta iniciativa del Gobierno de la Unidad Popular deberá tranquilizar para siempre la conciencia nacional.
El señor AYLWIN (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Durán.
El señor DURAN.- Honorable Senado, cuando hace algunos días iniciamos la discusión general del proyecto modificatorio de la ley de Indios, que en este momento conoce la Corporación en su discusión particular, la Sala tuvo la gentileza de otorgarnos la posibilidad de expresar durante veinte minutos algunas ideas generales sobre el tema en debate y, de esta manera, permitirnos hacer uso de la palabra como si estuviéramos en la discusión general. Ello me permitió tomar contacto con representantes de la raza araucana en una gira a las provincias de mi representación y conocer sus propios puntos de vista y en especial un hecho que me produjo verdadera perplejidad. En efecto, supe por ellos mismos que en el debate general de este proyecto en Comisión, sus personeros más auténticos y representativos no habían sido escuchados en una materia que se vincula a su futuro y a la solución de uno de los problemas más delicados de quienes viven en la zona de La Frontera.
Debo expresar mi satisfacción por el hecho de que ahora, después de reabrir debate sobre artículos ya aprobados, se permitiera que personeros de los mapuches llegaran hasta la Comisión a expresar sus opiniones sobre las diversas normas de la iniciativa.
Es interesante destacar que cada vez que se plantean problemas relativos a los pueblos1 que primitivamente poblaban nuestro actual territorio, se crea que tienen tal carácter sólo aquellos que se vinculan a la tenencia, dominio o explotación de la tierra, olvidando que hay múltiples y complejos problemas sociales, culturales, y político-económicos que son, quizás, más amplios, profundos e inquietantes, sin dejar de reconocer que entre ellos hay relaciones y que en muchos casos se entrelazan.
El problema de la tierra, según expresan los personeros del propio Gobierno, no tiene en el proyecto que debatimos una solución definitiva y concreta. Respecto de los demás problemas, se hacen afirmaciones enfáticas, equivocadas. Los mapuches, que son chilenos tanto o más que nosotros mismos, y que entroncan sus orígenes con los que vivían en estas tierras antes de la llegada de los españoles, no encuentran en el proyecto un trato igualitario y se proponen sólo caminos imprecisos que no aseguran la integración racial y que tal vez en aspectos importantes hasta la agravan. Y hacemos presente que hablamos de la integración de los mapuches, no obstante la existencia de numerosas otras tribus, como las de los huilliches, alacalufes, chonos, onas y yaganes, que viven hacia el sur de la provincia de Cautín, o la de tribus menos trascendentales y menos numerosas, como los picunches y los diaguitas, cuya nacionalización, para emplear un término convencional que traduzca ese conjunto de graves problemas que afloran en la incendiada zona de La Frontera, ya se ha producido.
A quienes tenemos una inquietud constructiva, nos entristece observar cómo cada vez que se planteó en esta Corporación, o en la tribuna o en el diálogo, el problema de los mapuches, dentro del cual se incluyen la tenencia de sus tierras y sus condiciones socioeconómicas misérrimas y postergadas, se repitieron siempre frases más o menos parecidas: Esta es la primera vez que un Gobierno enfoca estos problemas desde diversos ángulos; o Ahora se analiza con criterio social un viejo problema de la zona de La Frontera; o Se ha consagrado, hasta ahora, un estatuto colonialista y de explotación.
Son frases y más frases entre las que se mezclan anhelos políticos, muchas veces electoreros y demagógicos, de los que se aprovechan algunos personajes nuevos que, ahora como líderes, se dedican a echar bencina sobre un problema candente, para agravar aún más los muchos errores cometidos por la legislación, a veces por falta de claridad en las disposiciones que contienen, y otras veces, no pocas, por el espíritu arbitrario y de ocupantes de quienes, sin más respaldo que la fuerza bruta, atropellaron con inspiración económica delictiva.
Buscar soluciones poniendo énfasis en el lenguaje que distancia es tan peligroso como sostener criterios discriminatorios o racistas. Por eso debo observar que en el Título I del proyecto se habla de los indígenas y de las tierras indígenas; que el artículo 1º se encarga de afirmar que se tendrá por indígenas, para todos los efectos legales, a personas que se encuentren en alguno de los casos que cita este artículo. Cuánto mejor nos habría parecido que el enfoque de las diversas situaciones que se describen se aplicara a las personas de que se trata sin insistir en este lenguaje que ha venido creando una discrepancia, un separatismo, incentivando complejos y odiosidades que están muy distantes de dar una adecuada base sobre la cual estructurar nuestros anhelos de integración de todos los que viven en este territorio, en calidad de chilenos. Porque, hoy más que nunca, cuando es indispensable precisar juicios y buscar fórmulas serias para evitar la explotación económica, social o política, creemos que es nuestro deber decir estas palabras: el país se viene desenvolviendo, desde hace algunas décadas, con cambios que hacen que muchos prejuicios caigan y se vaya abriendo camino una solución más adecuada y cada vez más justa en el trato entre los hombres.
Cuando profundos cambios se inician y profundizan en la tenencia de la tierra, y los grupos gobernantes expresan su optimismo por el desarrollo, en la forma y en el fondo, de estos hechos que se vienen produciendo con respeto a veces de la ley, y comúnmente, con violación do ella, no se ve razón alguna para que en el desenvolvimiento del proceso de reforma agraria no se hubiese dado a los mapuches una participación más trascendental, más profunda, que les permitiera entrar en forma más numerosa en los asentamientos y vincularse allí en trato con las nuevas técnicas, con las nuevas fórmulas que el avance del desarrollo plantea en la producción agrícola. Sin embargo, son los propios personeros del Gobierno los que sostienen que, en las áreas de los sectores reformados, el asentamiento de indígenas es mínimo comparado con el porcentaje de mapuches que, comúnmente, vive en los sectores rurales de las provincias incluidas.
Si la política del Gobierno con los asentados tiene como inspiración esencial mejorar las condiciones del trabajador del campo, ¿qué razón hay, si no existiera un criterio discriminatorio racial, para no dar a los mapuches un trato igual, parecido o mejor? Si se buscan fórmulas de convivencia en donde después de producida la expropiación los asentados comiencen una etapa que les permitirá más tarde ser dueños de las tierras que siempre trabajaron, y cuando a ellos el Estado los ayuda técnica y económicamente, ¿por qué no aceptar en relación con los mapuches una política similar, que entregue a los jefes de familia una entrada segura, especialmente cuando en el caso de ellos el Estado no hace desembolsos, pues las tierras les pertenecen? ¿Por que no les da una fórmula de convivencia que les haga posible una vida más holgada y con más horizontes?
Afirmamos también que, junto a una política que se inspire en un criterio más uniforme, se hace necesario preocuparse, como en parte señala la ley, de abrir otros caminos. Son Cautín, Malleco y Bío Bío las zonas en donde el problema mapuche es más cruento, más duro, más difícil y, ahora, aún más peligroso, ya que a las necesidades y a la miseria, actualmente se mezcla el anhelo de dañar, por sobre la búsqueda de soluciones justas, a quienes no comparten el criterio del Gobierno. Entonces, el fenómeno se hace aún más explosivo. Se nota en la ley tendencia a un burocratismo formalista que crea un montaje de politización que permite en apariencia hacer creer a los chilenos que se vive bajo una égida protectora que tiene el efecto de un abrazo cariñoso, y que, sin embargo, es tan fuerte, que ahoga y hasta quiebra las costillas.
De esta manera, el Instituto de Desarrollo Indígena al que se otorga el carácter de permanente se transformará en el organismo centralizado hegemónico. Todas las actividades que se crean a través de esta ley caen bajo la tuición del nuevo organismo, con un poder tal, que tendrá sobre los chilenos que por nacimiento pertenecen a la raza mapuche, una extraordinaria influencia.
Desde 1866, pasando por las leyes de 1874, 1883, 1930 y 1931, hasta la ley 14. 511, de 1961, se han estado dictando normas protectoras que demuestran su insuficiencia y, a veces, vacíos tan grandes que permiten atropellos, vejámenes y hasta delitos. Si la ley 14. 511 contiene errores como los que aquí hemos analizado en la discusión general, lo lógico habría sido buscar solución a esos problemas, pero no reiniciar todo un debate, cuyas finalidades no se conocen y es difícil precisar, aunque no de prever.
Nosotros deseamos decir que nuestro anhelo de ayuda a los mapuches nos llevó a votar favorablemente el proyecto de ley que conocemos, dejando clara constancia de que el cúmulo de facultades que se entrega es tan amplio, que hay disposiciones que nos parecen simplemente increíbles.
Cuando de distintas localidades muchos de nosotros estamos recibiendo cartas, antecedentes, quejas de pequeños propietarios agrícolas que por muchos años laboraron la tierra dentro de los términos establecidos por la ley de Indios en vigencia y por las anteriores terrenos en los que mucha gente dejó su esfuerzo y su viday que ahora, como consecuencia de esta ley, entran a un juicio que puede ser precipitado, de organismos administrativos que no dan ninguna posibilidad seria de defender sus derechos a los que de buena fe compraron la tierra y, esforzados, la laboraron, creemos estar volviendo atrás en el desarrollo social y jurídico de Chile.
Pongo énfasis en soluciones justas y humanas para los mapuches, y abogo por ellas, a fin de que el Estado comprenda que no es sólo el asentado chileno el que puede requerir de la reforma agraria los bienes que esa ley entrega. De la misma manera enfatizo mis palabras para decir que el pequeño trabajador del campo, el hijo de quien adquirió un pedazo de suelo de acuerdo con la ley y sin violar norma alguna, debe merecer de parte de los Poderes Públicos un trato adecuado.
La desaparición de los Juzgados de Letras de Indios es un caso extraordinariamente interesante y digno de la mayor preocupación, porque, si bien es cierto que en teoría los jueces de letras de los tribunales ordinarios conocerán de todos los problemas relacionados con los mapuches, para tener así un mecanismo más amplio que permita el estudio en cada departamento de los problemas que allí se susciten, no es menos cierto que en los Juzgados de Letras de Indios es posible el nombramiento de jueces adecuados, en forma especial por la forma en que se interesen por los problemas del mapuche: concurren al terreno con un criterio más humano a conocer tantos y tantos problemas, que a veces se van formando como consecuencia de un conocimiento escaso, y no pocas veces, a causa de un interesado envenenamiento y de que muchos de ellos son víctimas. El problema, en todo caso, es digno de meditación, y lo resolveremos con un estudio más detallado en la discusión particular. A través de muchos años hemos tenido ocasión de conocer la vida del indígena, con su paso tranquilo, cansado, sereno, y alejado del bullicio, de la venganza y de las provocaciones. Lo conocemos. Cada vez que tuvo posibilidad, entró a las escuelas públicas, donde escalón a escalón, fue subiendo en el conocimiento de la ciencia, de las técnicas, de las artes, y fueron alumnos cuya capacidad quedó establecida en los puntajes de las escuelas normales y cuya eficiencia como profesores fue siendo conocida en toda la zona de La Frontera. Es cierto que son escasos como consecuencia de problemas económicos o de la lejanía en que viven, problemas que el Estado no se ha encontrado en condiciones de resolver; pero ahora, en la medida en que las distancias se acortan y hay mejores condiciones, las soluciones se facilitan.
¡Cuántos mapuches entraron al Cuerpo de Carabineros, haciendo honor a la policía que mantiene el orden; a la Gendarmería o al Ejército! ¡Cuántos funcionarios públicos se fueron destacando en los distintos escalafones hasta llegar al Parlamento, en donde demostraron eficiencia y ocuparon incluso cargos de Ministros de Estado! Es, pues, necesario un proyecto de ley que tenga como objetivo buscar soluciones para que todos seamos una raza homogénea en donde desaparezcan el privilegio y la discriminación; buscar un camino para disminuir las tensiones, en lugar de estar permitiendo fórmulas discriminatorias sobre las cuales el profesionalismo violentista y revolucionario encuentra en la pobreza y en el dolor posibilidades de mayor agresividad.
El señor AYLWIN (Presidente).- Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor DURAN.- Todavía no, señor Presidente, porque son veinte minutos.
El señor AYLWIN (Presidente).- Quince, señor Senador.
El señor DURAN.- El acuerdo fue otorgar veinte minutos. Creo que ha habido un error. En todo caso, sólo necesito dos minutos para terminar mi intervención.
El señor AYLWIN (Presidente).- Si le parece a la Sala, se concederá tiempo adicional al Honorable señor Durán para continuar sus observaciones.
Acordado.
Puede continuar Su Señoría.
El señor DURAN.- Tengo mucho temor de que, en el problema planteado a la Sala, el camino de transformar al indígena en industrial no se abra ancho. Se ha hecho imposible cuando se observa que la política del Ejecutivo pretende, cada día más, apretar toda iniciativa particular para traspasar la organización industrial, comercial, agrícola, a manos del Gobierno. Creemos que el problema del campo, por no ser una solución completa, como lo planteo, debe buscar otros caminos mixtos: en la ciudad campesina, en el pequeño poblado sin muchos habitantes, sin muchos recursos, en la población campesina típica, debe asentarse el desarrollo de la pequeña o mediana artesanía o el trabajo artístico; debe fomentarse el esfuerzo que vaya permitiendo, junto al proceso educacional, impulsar el internado; dar mayor capacidad, que permita más tarde la organización de sistemas cooperativos, fundados en la espontánea voluntad que arranque del conocimiento y no de la presión, la fuerza o la amenaza.
Señores Senadores, expresaremos en la discusión particular nuestros juicios, de acuerdo con el conocimiento que tenemos de estos problemas, enfatizando lo que es nuestro deseo: buscar un camino de integración a estos anhelos comunes en toda la raza mapuche.
El señor AYLWIN (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ibáñez.
El señor IBAÑEZ.- Señor Presidente, nuestra preocupación por los problemas de la raza aborigen no aflora con motivo de la discusión del proyecto de ley que tenemos frente a nosotros: desde su fundación, y desde la larga trayectoria de sus antecesores, el Partido Nacional tiene el honor de haberse preocupado de los problemas relacionados con la raza aborigen de nuestra patria. Así, nos honra el hecho de que el único mapuche que ha formado parte del Congreso Nacional haya sido don Venancio Coñuepán, distinguido Diputado del Partido Nacional.
El señor LUENGO.- Eso no es efectivo.
El señor TEITELBOIM.- Está en un error. Antes fueron otros dos.
El señor IBAÑEZ.- A él le rindo un especial homenaje esta tarde, cuando el Senado se preocupa de estos problemas.
El señor LUENGO.- Antes de Coñuepán fueron parlamentarios Francisco Melívilu y Arturo Huenchullán, pertenecientes al Partido Democrático.
El señor IBAÑEZ.- Quiero decir que el proyecto original presentado al Congreso tenía una finalidad evidente: someter a los indígenas por medio de un organismo administrativo, régimen, por lo demás, puesto en práctica por el actual Gobierno en infinidad de ocasiones y a propósito de múltiples situaciones diferentes de la que hoy día tratamos.
En dicho proyecto se sustituía, por ejemplo, la tuición de los juzgados de indios en materia de diferendos entre los componentes de esa raza, por una intervención absolutamente desmesurada del organismo administrativo que se proponía crear en esa iniciativa. Afortunadamente, en el curso de la discusión en las Comisiones, se la ha modificado favorablemente, y los juzgados de indios pasan a ser sustituidos por la justicia ordinaria, como debe ser.
El proyecto en discusión es complejo. Debemos preguntarnos cuál es la finalidad que se persigue con él. ¿Se pretende facilitar, permitir y acelerar la integración de los indígenas a la comunidad nacional? ¿O, por el contrario, se pretende mantener ad aeternum minorías raciales sometidas a un régimen discriminatorio, distinto del que rige para todos los chilenos?
No es fácil responder a tales preguntas en estos instantes. El proyecto original, como dije, tenía el propósito de mantener la minoría racial indígena y, además, de someterla a un organismo administrativo. Pero los cambios que se le han introducido en los largos debates en las Comisiones permitieron eliminar buena parte de esos propósitos, que no vacilo en calificar de abusivos.
Con todo, es preciso tener presente que la antigua legislación, que ha estado vigente por espacio de noventa años anacrónica en muchos aspectos, puesto que corresponde a una situación social distinta de la que tenemos hoy, ha permitido la incorporación de los mapuches a las actividades normales del país en proporción realmente digna de todo encomio. Y así, tal como acaba de señalar el Honorable señor Durán, los vemos actuar con prestancia dentro del Cuerpo de Carabineros y en determinadas industrias, como las panaderías; como conductores de la locomoción colectiva, en las universidades, en la Administración Pública, en el magisterio, etcétera. Es decir, con el transcurso del tiempo se ha ido consiguiendo la finalidad de integración, que me parece esencial.
Ahora bien, es necesario analizar con especial detención las características del Instituto de Desarrollo Indígena que se crea mediante esta iniciativa, pues, a juicio del Senador que habla, ese organismo es la pieza clave de ella.
Estimo que la composición de dicho Instituto es absolutamente inconveniente, porque deja a los indígenas, sin contrapeso alguno, en manos de los funcionarios del Gobierno. Es cierto que en el curso de los debates en la Comisión repito se modificó el proyecto alterando la composición del organismo y permitiendo el ingreso de seis o siete representantes indígenas, que, en todo caso, son inferiores en número a los personeros dependientes de la Presidencia de la República. Pero, en cambio, se rechazó una indicación presentada por nosotros, mediante la cual tanto el Senado como la Cámara designaban tres representantes no parlamentarios que integrarían la directiva del Instituto, a fin de asegurar el pluralismo político e independencia y libertad indispensables para todos los chilenos, y particularmente para todos los araucanos. Digo particularmente para los araucanos, porque ellos constituyen un pueblo extraordinariamente amante dela libertad y muy celoso de su independencia. Y tengo temor de que mediante abusos administrativos como los que estamos presenciando a cada instante, se utilice al Institituto para cohonestar las libertades de que deben gozar los aborígenes que constituyen la raza mapuche o araucana.
La señora CAMPUSANO.- Pero nunca denunció Su Señoría los abusos de los latifundistas, que arrebataron las tierras de los mapuches.
El señor IBAÑEZ.- Si se tratara de denunciar los abusos de los latifundistas y supongo que la interrupción será con cargo al tiempo de la señora Senadora, deberíamos comenzar por denunciar los abusos incalificables que cometen los funcionarios del actual Gobierno al someter a los campesinos en tal forma, que los tiene al borde de la rebelión o en la rebelión misma, como se está viendo en todo el país.
La señora CAMPUSANO.- Mejor hable del robo de la tierra, señor Senador.
El señor IBAÑEZ.- No tengo inconveniente en conceder interrupciones a la señora Senadora, pero deseo saber si ellas serán con cargo al tiempo de Su Señoría. 1
El señor AYLWIN (Presidente).- No se acordó tiempo especial para conceder interrupciones, señor Senador.
El señor IBAÑEZ.- En ese caso, rogaría a la Mesa hacer respetar mi derecho a no ser interrumpido.
Dentro del limitado tiempo de que dispongo, debo destacar que, desgraciadamente, no se acogió una indicación que a nuestro juicio es muy importante: la que propusimos los Senadores nacionales para reglar las comunidades indígenas.
Tampoco se acogió otra que patrocinamos a fin de permitir la transformación progresiva de las comunidades indígenas en cooperativas. En esta materia habré de ocuparme en el curso del debate en particular de la iniciativa.
Pero deseo subrayar un aspecto extraordinariamente importante y de gravedad. Me refiero al hecho de que en el articulado del proyecto se configura la permanencia de minorías raciales, lo que, aparte ser socialmente inconveniente, implica un peligro para la soberanía nacional. Nosotros habíamos presentado una indicación, suscrita por varios señores Senadores, entre ellos el Presidente de la Democracia Cristiana, para agregar un artículo nuevo que garantizaba a todos los habitantes de la República, y en particular a las minorías raciales, los derechos consagrados en convenciones internacionales ratificadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en cuanto a la eliminación de toda forma de discriminación racial.
Por la limitación del tiempo, no leeré esta indicación, que es muy completa, y en la cual se garantiza la igualdad de tratamiento en los tribunales, el derecho a la seguridad personal, los derechos políticos, el derecho a ser propietario individualmente o en asociaciones, a heredar y a ejercer la libertad de pensamiento, de opinión y de expresión; el derecho al trabajo, a fundar sindicatos, a profesar la religión que se prefiera, etcétera. Como decía, esta indicación también se rechazó. Sin embargo, me permito llamar la atención del Honorable Senado respecto de la gravedad que implica no incorporar una disposición de esta naturaleza a la iniciativa.
Yo rogaría a los Honorables colegas que tengan interés en asuntos de esta entidad meditar, aunque sea breves instantes, en cuanto a lo que significa mantener minorías raciales, pues con ello colocamos en entredicho la soberanía de Chile sobre la Isla de Pascua.
Probablemente muchos señores Senadores ignoran que han sido objeto de discusión en las Naciones Unidas los derechos que tendría o no tendría nuestro país para ejercer soberanía en la Isla. Se ha fundado esta duda en el hecho de que ella está poblada por una minoría racial a la que se trata como tal. Se ha dicho que, en tales circunstancias, según las disposiciones que rigen las facultades de las Naciones Unidas, éstas deberían tomar la Isla en fideicomiso para su administración.
Por consiguiente, desde el momento en que no dejamos en claro que a través de esta legislación ponemos término a las discriminaciones raciales, estamos, también, dejando en entredicho el ejercicio de nuestra soberanía sobre un punto tan vital e importante como es la Isla de Pascua. Quisiera extenderme bastante más sobre este particular, pero los minutos corren y no podré hacerlo. Espero que en algún momento, durante el debate en particular, pueda dar más detalles sobre este asunto, cuyas proyecciones trascienden las de un proyecto sobre protección a los indígenas.
Por último, para los efectos de la discusión de los distintos artículos del proyecto, deseo destacar que la raza aborigen tiene un carácter marcadamente individualista, de modo que todo intento por colectivizar su vida, por someterla a tuiciones estatales cosa que no se ha borrado del todo en este proyecto, contraría la esencia misma de la raza araucana.
Hay disposiciones que me parece importante analizar, y habremos de hacerlo cuando se discutan en particular. Me refiero, por ejemplo, a las relativas a la calificación de quiénes son indígenas y quiénes no lo son. Afortunadamente, se ha mejorado en forma sustancial la redacción de este precepto y se han introducido elementos objetivos para la calificación, como el idioma. La forma en que la iniciativa fue planteada por el Ejecutivo se prestaba a los más increíbles abusos.
Hay otro punto, también muy controvertido, que habremos de discutir igualmente en detalle más adelante: el de la calificación de los ausentes. El proyecto de ley que tenemos frente a nosotros establece que quienes permanezcan fuera de las comunidades durante más de un año perderán las prerrogativas que se otorgan a los aborígenes. Estimo que esta disposición, aparentemente inobjetable, constituye, sin embargo, un arma de doble filo que el Senado deberá pesar con mucho cuidado, pues de aprobarse una norma de esta naturaleza podría producirse un retorno masivo de los aborígenes a la zona sur, con el fin de no perder sus derechos en las comunidades de las cuales salieron. Pienso aunque parezca un tanto paradójico que, si fuésemos mucho más amplios y elimináramos este tipo de calificación de los ausentes, permitiríamos a la gente que ha emigrado de las comunidades, permanecer fuera de ellas sin tener que regresar. Pero si establecemos una limitación de un año como plazo máximo de ausencia, crearemos un incentivo para que muchos miles de aborígenes, actualmente radicados en Santiago o en otros puntos del país, vuelvan al Sur para mantener o consolidar los derechos de que han gozado desde tiempos inmemoriales, provocando con ello un gravísimo problema.
Ya que la Mesa me hace señales para indicarme que terminó mi tiempo, concluyo manifestando que, a juicio del Senador que habla, este proyecto ha mejorado considerablemente durante su estudio en las Comisiones. Esto nos ha dado la razón a quienes solicitamos que el asunto fuese conocido por la Comisión de Legislación. De modo muy especial, deseo poner de relieve la espléndida labor desarrollada por este organismo de estudio al ordenar las disposiciones del articulado del proyecto, al eliminar duplicaciones y al mejorar en todo sentido sus alcances. Era evidente que un asunto tan técnico y complicado como el que discutimos, debía ser conocido por la Comisión de Legislación. El texto que ella entregó de este proyecto de ley, ya pulido, demuestra que era absolutamente necesaria su revisión en ese organismo.
Deseo consultar a la Mesa si discutiremos por lo menos, así lo entiendo ¿yo el texto aprobado por la Comisión de Legislación, que, en realidad, es equivalente al de la de Agricultura, pero con mejoras que aquélla le introdujo.
El señor AYLWIN (Presidente).- Se discutirán ambos informes, señor Senador: el de la Comisión de Agricultura y el de la de Legislación. En muchos aspectos, ésta mantiene las normas de aquélla, si bien en otros las modifica.
El señor IBAÑEZ.- ¿Discutiremos los dos informes simultáneamente? Entonces, tenemos para un buen tiempo.
Termino mis palabras aquí. Sólo me resta expresar que tenemos muchas otras observaciones que, desgraciadamente, por la limitación del tiempo, no podré plantear; pero nos, reservamos para hacerlo al discutir en particular cada artículo del proyecto.
El señor RODRIGUEZ.- En los pocos minutos de que dispongo, deseo fijar brevemente la posición de nuestro partido frente a la materia, que, por razones que no es del caso recordar, no pudimos exponer en la discusión general de la iniciativa, seguramente por el hecho de no tener representantes en las Comisiones de Agricultura y de Legislación.
Vale la pena señalar que en el Programa de la Unidad Popular, que tengo a la mano, en uno de los capítulos más sustantivos del enfoque de las nuevas tareas del cambio político, económico y social del país, se incluye un tema preferente: el de trazar una nueva política para las comunidades indígenas chilenas, tradicionalmente expoliadas, reiteradamente atropelladas en sus derechos, porfiadamente perseguidas por las clases poseedoras de los partidos tradicionales, que continuaron la brutal explotación que venía desde el tiempo de la Colonia.
La verdad es que las comunidades indígenas chilenas no sintieron realmente el cambio cuando advino la República en 1810: conquistadora de la concepción encomendera feudal de los españoles, se pasa a la explotación también feudal o semi-feudal y encomendera de las clases dominantes, que se proyecta después en la república políticamente independiente.
Y cuando la Unidad Popular recoge entre sus aspiraciones más sentidas la de trazar una nueva política para las comunidades indígenas, la concreta en un proyecto de ley, a los seis meses de asumir el Gobierno. Exactamente el 19 de mayo del año pasado se envió el mensaje correspondiente al Congreso Nacional. Y tal medida significa que el Gobierno es consecuente con lo prometido ayer al pueblo, al enviar con la mayor celeridad, sólo a seis meses de haberse instalado en el Poder, la iniciativa al Parlamento. Sin embargo, esta legislación lleva ya un año en el Congreso, lo que refleja la justicia de la crítica que los partidos revolucionarios formulan a esta institución, por esta especie de siesta colonial con que analiza los asuntos más vitales para el país. ¡Un año lleva el proyecto en el Parlamento, y sólo ahora estamos estudiando su segundo informe en el Senado!
De lo expuesto anteriormente quedan en evidencia dos cosas fundamentales: primero, la rapidez y consecuencia del Gobierno al enviar una iniciativa que legisla sobre los indígenas, y segundo, la lentitud del Congreso Nacional, donde una mayoría opositora no fue capaz de darle agilidad a un proyecto tan importante como éste.
El señor PABLO.- ¿Me permite una interrupción?
El señor RODRIGUEZ.- No puedo concedérsela, pues mi tiempo es limitado. Además, Su Señoría puede intervenir posteriormente, salvo que ella sea con cargo a su tiempo.
El señor PABLO.- Es con cargo a mi tiempo, señor Senador.
Deseo formular una sola observación.
Quiero hacer presente al Honorable señor Rodríguez que es muy fácil afirmar que la mayoría opositora no se ha preocupado de la iniciativa, pero es muy difícil demostrarlo, máxime cuando hemos tenido más de 30 sesiones, muchas de las cuales se han prolongado por más de 5 o 6 horas.
Lo que ocurre es que el proyecto enviado por el Ejecutivo adolecía de tales deficiencias, que prácticamente fue necesario hacerlo de nuevo, tanto en las Comisiones técnicas pertinentes como en la de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento Tal hecho fue reconocido por los propios funcionarios de Gobierno. Debo añadir que el Subsecretario de Agricultura, señor Montenegro, los funcionarios que concurrieron y los Ministros que hicieron presente su interés en el despacho de la iniciativa, agradecieron y felicitaron a la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento por la labor que en tal sentido le cupo.
Creo que las acusaciones lanzadas así como así al Congreso deben tener respuesta de parte de quienes muchas veces no intervienen habitualmente en la Sala, pero que trabajan en las Comisiones, donde a algunos señores Senadores no se les ve aparecer oportunamente.
El señor RODRIGUEZ.- En realidad, es fácil argumentar en la forma como lo ha hecho el Honorable señor Pablo. Pero el hecho es que ahora quieren que el proyecto que legisla sobre los indígenas sea un dechado de perfección legislativa. Sin embargo, dispusieron de seis años en el Gobierno anterior para haber enviado un proyecto sobre la materia, y no lo hicieron. Pero ahora reclaman la perfección, y dilatan el despacho del proyecto. Por su parte, los caballeros que ocupan las bancas de enfrente tuvieron 150 años para enviar una legislación, y tampoco lo hicieron. Por lo contrario, como lo dije al comenzar mis palabras, trataron como subclase a los araucanos, a los mapuches, y la historia es en este aspecto más relevante que las palabras. Aquí podrán afirmarse muchas cosas, pero la historia es porfiada. Y la verdad es que en la zona sur los indígenas están siendo rescatados por este Gobierno, por primera vez, de su situación de explotación material, del saqueo de sus tierras, de su escaso nivel cultural.
Al respecto, considero útil recordar lo que dice el mensaje, y que a veces se olvida. Al contestar al Honorable señor Pablo, no pretendo decirle que el proyecto del Ejecutivo sea un dechado de perfección. Es posible que tenga fallas y errores; pero hubo la voluntad de proponer una legislación sobre la materia, que seguramente fue enriquecida en el debate parlamentario, pero que la mayoría opositora no tenía derecho a mantenerla detenida durante un año.
En una de sus partes, el mensaje dice:
Si bien la problemática de los grupos indígenas es distinta a la del resto del campesinado, por lo que debe ser observada y tratada con procedimientos y sistemas también distintos, no siempre el legislador ni el ciudadano común lo entendieron, agravando con ello el problema. Como es diversa su escala de valores, lo es también su conducta. En cuanto tiene conciencia que por centenares de años ha sido el dueño de la tierra, su actitud es la de quien se siente desposeído de algo que en justicia le pertenecía, en tanto, para los restantes campesinos, el logro de la tierra constituye una conquista. Su bandera de lucha es la recuperación, mientras para los demás, es la distribución para quienes mejor la trabajen.
Él es, por ello, el auténtico minifundista, cada vez más reducido y aniquilado; en cambio, el otro sector campesino lo constituyen fundamentalmente los inquilinos, los medieros, los arrendatarios, etc.
En sus relaciones recíprocas suele haber divergencias que derivan en un abierto enfrentamiento, hechos todos que no desmienten que en lo esencial el problema de los campesinos chilenos es uno solo.
De otra parte, su relevancia no sólo debe ser referida a Chile, sino también al resto de los países de la América Latina que sufren el problema indígena. Como sostiene Alfonso Caso, cada vez parece más claro que muchos problemas de las Repúblicas Latinoamericanas, que son en su esencia, fundamentalmente iguales, no se deben sólo a la semejanza de las causas históricas que han operado después del contacto con los europeos, sino que tenemos que explicarnos también esa semejanza por ideas e instituciones que ya existían entre las poblaciones americanas antes de la Conquista.
Lo anterior tiene importancia cuando acogemos, una vez más, lo expresado por el Honorable señor Luengo, que, indudablemente, fija un criterio distinto del que al parecer tuvo la mayoría en las Comisiones en cuanto al carácter que se da a las comunidades indígenas. Yo diría que el proyecto del Gobierno tiene el valor de recoger históricamente lo que fue la comunidad araucana, mapuche, la indígena en general, donde el sentido individualista de la propiedad desaparece para dar entrada, y en alto grado, en el proceso general del desarrollo de los indígenas, al sentido de las comunidades, al concepto tribal de la posesión colectiva de la tierra.
En seguida, cabe destacar aquella parte del mensaje que señala que La situación de los grupos indígenas se ha ido deteriorando permanentemente y es de la máxima gravedad, tanto porque geográficamente se reducen, como en virtud de su empobrecimiento cada vez mayor, al punto que hoy día, comparativamente, sólo podemos hablar de un número muy inferior, ya se trate de los de origen quechua, aymará, atacameños o changos en las provincias del Norte Grande, principalmente en las zonas limítrofes y costeras; el pueblo mapuche, radicado entre las provincias de Arauco y Valdivia; unos pocos huilliches en Osorno y Llanquihue; el mestizaje de yaganes y onas prácticamente exterminados en la isla grande de Chiloé y el minúsculo grupo de alacalufes en el extremo austral de nuestro país.
Más adelante, agrega el mensaje:
Puede estimarse en forma aproximada, que la población indígena total en Chile, es de unas 800 mil personas: una cuarta parte de ella radicada en el sector urbano, especialmente en Santiago, Concepción y Temuco, y el resto en el sector rural, de lo cual se desprende su importancia en relación con la situación de la agricultura.
Es importante recalcar la existencia de esos 800 mil indígenas, frente a lo que afirmaba el Honorable señor Ibáñez. Creo que el problema que él enfocaba en cuanto al trato como minorías raciales no radica en exterminarlas o en absorberlas. El problema no reside solamente en si están marginadas o no de la nacionalidad. Hasta ahora resulta evidente que estas comunidades mapuches han estado marginadas de lo que es auténticamente un contenido de nacionalidad. Pero ahora lo fundamental es qué un régimen ha trazado una política nueva, capaz de interpretarlas, de respetar sus derechos históricos, de recoger su cultura, por primitiva que a algunos les parezca. Yo diría que el problema de las minorías étnicas constituye uno de los aspectos de preocupación contemporánea del más alto valor moral, intelectual y político. Por eso, reconforta que en países como Yugoslavia y la Unión Soviética exista una respuesta casi integral, que permite que las minorías étnicas puedan confluir al goce más universal dé la participación real en una comunidad multinacional.
En Chile, por cierto, el problema no es de tanta envergadura, pues, como lo han señalado algunos señores Senadores en sus intervenciones y se deja constancia en el mensaje del Ejecutivo, el número de minorías indígenas es pequeño.
Pero yo diría también, y aquí reivindico la política del Gobierno y, en general, de los partidos populares, que hemos sido los únicos, por ejemplo, que hemos rescatado el valor folklórico de los mapuches, estimulando sus expresiones artísticas, permitiéndoles recorrer el país a fin de que conozcan, más allá de su terruño, la patria grande, y de que, a su vez, las poblaciones de diversas provincias conozcan el valor artístico y cultural de los mapuches; es decir, respetando su idioma, sus derechos ancestrales y promoviendo toda clase de posibilidades, canales y conductos culturales y educacionales, será posible que esa minoría racial logre realmente participar en una comunidad nacional integrada.
Quierámoslo o no, y cualesquiera que sean las afirmaciones de los parlamentarios de Oposición, particularmente de la Derecha, hasta hoy el mapuche vio en el chileno común y corriente, especialmente en el hombre blanco, al huinca opresor, al huinca abusivo, al que le quitaba sus tierras o lo envenenaba mediante el alcohol, al que le ofrecía baratijas para despojarlo de sus tierras o se aliaba vergonzosamente con el juez de turno para estamparle su firma o su dedo como analfabeto, para ratificar el robo y el saqueo de sus tierras.
Por otra parte, las legislaciones del pasado, patrocinadas de buena fe por algunos, pero de mala fe por otros, declaraba relativamente incapaces a los indígenas, con el pretexto hipócrita de defenderlo de los usurpadores de tierras, pero, en definitiva, dejándolos más indefensos, a mi juicio, ante esos saqueadores de sus pertenencias históricas.
Podría sostenerse que el proyecto, del Ejecutivo tiene limitaciones, fallas y vacíos. Es posible que así sea; pero no cabe la menor duda de que, por primera vez, existe la voluntad de rescatar los valores de los indígenas para darles una proyección adecuada, para reivindicarlos como hombres en su más relevante sentido, integrándolos a la comunidad y haciéndolos partícipes del gran proceso fie cambio revolucionario chileno, en el cual ellos forman parte de un capítulo de la reforma agraria, e integrándose también al cambio económico y social en general consignado en el Programa de la Unidad Popular.
Por otra parte, no es efectiva la afirmación del Honorable señor Ibáñez de que sólo Sus Señorías contaron con un parlamentario de origen araucano, Venancio Coñuepán, a quien conocí y respeté mucho fui colega de él y que fue un esforzado defensor de los intereses de Cautín y de su raza. Pero anteriormente hubo también otros en la historia parlamentaria, como lo recordó el Honorable señor Luengo. Entiendo que el Partido Democrático anteriormente Demócrata contó entre sus filas al Diputado Huenchullán. Y en los tiempos del General Ibáñez ostentaron ese mismo cargo dos indígenas: uno con un apellido no muy araucano, Romero, y el otro, Callupi. Ambos eran araucanos auténticos que llegaron al Parlamento con ese movimiento.
Por otra parte, en este momento se produce el hecho fundamental, desde otro punto de vista, de que en las confederaciones campesinas, por primera vez se integran las comunidades indígenas con los campesinos comunes y corrientes, formando un gran frente social, de clase, donde expresan sus derechos y aspiraciones.
Señor Presidente, deseaba manifestar estas palabras a fin de fundar la posición de nuestro partido y reivindicar la justa política del Gobierno de la Unidad Popular respecto de una de las más trascendentales iniciativas de la vida nacional en los últimos años.
El señor MONTES.- En la Comisión de Agricultura, tuvimos oportunidad de participar en la discusión de este proyecto de ley, que venía de la Cámara de Diputados, y de escuchar las opiniones que a las diversas organizaciones mapuches merecía cada uno de los aspectos más importantes, decisivos y fundamentales de la iniciativa. La larga discusión a que el proyecto dio origen en las Comisiones nos permitió formarnos un juicio más o menos detallado de lo que la idea en él contenida representa. Por consiguiente, en el curso de la discusión particular nosotros intervendremos de manera más dilatada para abordar los diversos preceptos que vayan siendo puestos en debate. Ahora sólo queremos expresar de manera muy breve nuestra opinión general sobre el proyecto.
Estimamos que de una u otra manera casi siempre sin resultados desde el punto de vista práctico, positivo para los indígenas de nuestro país, y fundamentalmente para los mapuches se han hecho algunos esfuerzos tendientes a superar la situación evidentemente discriminada que este importante grupo de chilenos ha vivido a lo largo de toda nuestra historia.
Pensamos que la iniciativa que el Ejecutivo envió a la consideración del Parlamento y que en este instante analizamos, constituye un intento serio de encontrar los caminos, de abrir las compuertas que nos permitan entrar en la búsqueda de una solución para el gran problema económico social, para el gran problema del desarrollo que vive nuestra raza indígena. Y a ésta la entendemos no sólo como la existencia de mapuches en nuestro país, sino también como la existencia de otros sectores, como aquí se ha señalado, que en distintos rincones de la república representan lo que podríamos denominar minorías étnicas o representaciones raciales indígenas, que, siendo chilenas, por su propia condición han vivido una situación discriminada, como ya expresé, siendo la principal de ellas la constituida por el mapuche chileno.
Queremos decir, con franqueza, que en nuestra opinión la iniciativa legal del Ejecutivo no soluciona todos los problemas que nuestra raza aborigen, los mapuches u otros grupos étnicos, tiene y ha vivido a lo largo de nuestra historia. Concebimos este proyecto como un intento para abrir camino a la solución de los problemas que, según me parece, la inmensa mayoría de los chilenos anhela, desea, busca y procura encontrar.
El gran problema que plantea el proyecto que nos ocupa es la posibilidad de entregar tierra al mapuche y a otros sectores indígenas de nuestro país para que puedan trabajarla, teniendo en cuenta que éste es un factor fundamental, decisivo, para todos aquellos grupos humanos que trabajan la tierra y viven en ella. Digo esto porque, por estudios realizados, hemos comprobado que también existe un importante contingente de nuestra raza aborigen que vive en las ciudades, que ha adquirido determinada posición y que está participando en otro tipo de actividades. El proyecto que analizamos aborda, pues, el problema del mapuche que trabaja la tierra.
Repito: la tierra constituye el gran problema que el Gobierno plantea mediante la iniciativa legal que consideramos, y ésta tiende a recuperar aquélla y a entregarla a quienes la trabajan. Por eso, el mensaje respectivo define como tierra indígena a todas aquellas tierras que han sido o son consideradas como tales. Por lo tanto, a los parlamentarios de Gobierno nos ha parecido que cualquier criterio restrictivo respecto de lo que puede estimarse como tierra indígena reduce, al mismo tiempo, la posibilidad de solucionar de manera más adecuada el gran problema de los aborígenes de nuestro país.
Probablemente, donde se centre la discusión particular y se produzcan las diferencias será en la apreciación de qué se entiende por tierra indígena y qué posibilidades tenemos de dar solución al gran problema de la tierra del mapuche chileno. Oportunamente daremos a conocer nuestro criterio respecto de este asunto, que nos parece fundamental y decisivo. Por ahora, y tratando de apresurar el desarrollo de mis observaciones sobre la materia, quiero expresar que en el fundamento de motivos del mensaje que el Ejecutivo envió al Congreso, el problema en cuestión se plantea de la manera que paso a señalar, agregándose un par de datos que me parece importante destacar:
Puede estimarse en forma aproximada que la población indígena total en Chile es de unas ochocientas mil personas; una cuarta parte de ellas radicadas en el sector urbano, especialmente en Santiago, Concepción y Temuco, y el resto en el sector rural, de lo cual se desprende su importancia en relación con la situación de la agricultura. Y la mayor concentración de esta población rural, se encuentra entre Arauco y Osorno con alrededor de la mitad del total; es decir, cuatrocientos mily, en Cautín, con aproximadamente un cuarto, lo que significa que poco menos de la mitad de toda esta provincia y más de los dos tercios de su población rural es mapuche. Ocuparían un área aproximada de 596. 000 hectáreas los que viven y laboran entre las provincias de BíoBío y Osorno, es decir, el ocho por ciento del territorio total de ellas, mientras específicamente en Cautín, es el 20%, es decir, 343. 306, 04 hectáreas.
Estas cifras permiten concluir que la relación hombre tierra ha variado sustancialmente y en más de tres veces: mientras en la época de la radicación entre los años 1884 y 1929 era de 6, 2 hectáreas per cápita, en la actualidad, es escasamente entre 0, 9 a 1, 4. Fácil es comprender que esta circunstancia, fundamentalmente, genere un proceso circular de empobrecimiento.
Por cierto, si se da esa relación hombre tierra, que en la práctica para no emplear décimos significa alrededor de una hectárea o un poco menos por cada mapuche, se podrá comprender que la situación económica de este sector es de una gravedad tal, que obliga a enfrentarla y resolverla en forma que nos permita propender al desarrollo de aquél. Y esto, luego de resolver el problema de la tierra de la manera más adecuada, constituye el segundo gran problema. Entendemos, por cierto, que esta solución es difícil, pues aun cuando pudiéramos disponer de la totalidad de las tierras consideradas indígenas, en modo alguno ellas serán suficientes para resolver el problema económico de ese sector.
Por otra parte, sí consideramos el territorio nacional, llegamos claramente, a la conclusión de que aquél, por desgracia, no nos ofrece, por su extensión, la posibilidad de llegar a la solución integral del problema. Y éste también es un factor que es preciso tener en cuenta, pues se trata de dificultades reales y objetivas.
Como digo, el segundo gran problema que se plantea en el proyecto en debate, luego de abordar lo relativo a la tierra, es, pues, cómo promover el desarrollo económico social de los indígenas. Para ello, y mediante los distintos artículos que contiene la iniciativa, se propone una serie de formulaciones de alta importancia, según nos parece, en la forma como estaban contenidas en el proyecto original del Ejecutivo, destinadas a satisfacer esta segunda gran necesidad: promover el desarrollo del indígena chileno.
Cuando este proyecto se discutió en la Comisión de Agricultura, escuchamos argumentos tendientes a demostrar que la iniciativa gubernamental contenía, de alguna manera, ciertos elementos de discriminación racial. Así, por ejemplo, se dijo que si los indígenas son chilenos como el que más, y más que muchos, no había necesidad de establecer un criterio de discriminación racial ni de dedicarles una atención especial. Nosotros en modo alguno concordamos con este criterio. Por lo contrario, rechazamos de manera categórica un razonamiento de esta índole. Porque la idea, el fundamento o, si lo quieren los señores Senadores, la filosofía que inspira el proyecto, consiste en abordar un problema que afecta a alrededor de medio millón de compatriotas nuestros: los indígenas, los mapuches y otros grupos étnicos que, en el curso de nuestro desenvolvimiento histórico, han soportado un trato de discriminación que es necesario superar, y que, además, viven hoy una situación de subdesarrollo que va más allá de la que sufre el resto de los chilenos, que también es indispensable enfrentar y superar.
Los comunistas creemos que mediante la iniciativa legal que nos ocupa se entregan elementos importantes para abordar y superar algunas de las causas y de las consecuencias del problema planteado. A nuestro juicio, hoy más que nunca es indispensable formular la apreciación muchas veces repetida: que ojalá la política contingente, partidista, y los juicios que nos pueda merecer la situación que tenemos ante nuestras narices no nos impidan mirar más lejos ni más alto, porque se trata de superar un problema que viven cientos de miles de compatriotas nuestros que han sido postergados a lo largo de nuestra historia, y es un problema que no sólo afecta a un grupo determinado de chilenos, sino que al país mismo. Y, desde este punto de vista, nos parece indispensable abordar el asunto.
Por cierto, han surgido juicios críticos, opiniones distintas; incluso algunas de ellas malintencionadas, diría yo. Porque está claro que la historia de la Araucanía, sobre todo del mapuche chileno, está repleta de injusticias y atropellos cometidos por muchos que hoy todavía tienen una posición económico-social privilegiada en nuestro país. Como es lógico, nosotros comprendemos que esos sectores de manera yo diría natural, desde el punto de vista de sus propios intereses por lo que han sido, por lo que han hecho o no han hecho, y por la responsabilidad que tienen y les ha cabido en la situación que vive el indígena chileno adopten también una posición particular con relación al proyecto de ley en debate. Pero yo creo que no sólo en la ciudadanía de nuestro país, sino también en este Senado y en la Cámara de Diputados, hay sectores suficientemente mayoritarios para enfrentar estos problemas con criterio nacional y patriótico. Esta es nuestra intención y nuestra idea, y de este modo abordaremos el problema de los mapuches, pues sabemos, además, que la iniciativa fue puesta en conocimiento y contó con la aprobación, por lo menos, de aquellas organizaciones que expresaron ser mayoritarias.
Nuestra opinión particular, entonces, la entregaremos al debatirse cada artículo. Ahora sólo quiero limitarme a señalar, en nombre de los Senadores comunistas, nuestro criterio favorable a la aprobación del proyecto y, si es posible, al mantenimiento de los puntos de vista consignados en la iniciativa enviada originalmente por el Gobierno al Parlamento.
El señor PABLO (Presidente accidental).- Corresponde destinar estos últimos cinco minutos del Orden del Día, a dar cumplimiento a un acuerdo de los Comités.
PORCENTAJE DEL PRESUPUESTO DE LA CORPORACION DE MAGALLANES PARA MUNICIPALIDADES DE MAGALLANES, PUERTO NATALES Y PORVENIR. VETO.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Los Comités Parlamentarios acordaron tratar, en los últimos cinco minutos del Orden del Día. de la sesión ordinaria de hoy, las observaciones del Ejecutivo, en segundo trámite constitucional, formuladas al proyecto de ley que destina 10% del presupuesto de la Corporación de Magallanes a las Municipalidades de Magallanes, Puerto Natales y Porvenir, con informe de la Comisión de Gobierno.
Firman este acuerdo los Comités señores Lorca, por la Democracia Cristiana; Montes, por el Partido Comunista; Silva Ulloa, por el Partido Unión Socialista Popular; Américo Acuña, por el Partido Izquierda Radical; Miranda, por el Partido Radical, y Ochagavía, por el Partido Nacional.
La Comisión recomienda rechazar las observaciones e insistir en el texto del proyecto aprobado por el Congreso.
Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que sé indican:
Proyecto de ley.
En segundo trámite, sesión 20ª, en 13 de julio de 1971. Observaciones en segundo trámite, sesión 13ª, en 25 de abril de 1972.
Informe de Comisión:
Gobierno, sesión 22ª, en 20 de julio de 1971.
Discusión:
Sesión 31ª, en 5 de agosto de 1971 (se aprueba en general y particular).
El señor PABLO (Presidente accidental).-
En discusión general y particular las observaciones.
Ofrezco la palabra.
Señor Presidente, ¿podría darse por aprobada la recomendación de la Comisión?
Si le parece al Senado, así se acordaría.
Acordado.
Terminada la discusión del proyecto.
VI.-TIEMPO DE VOTACIONES.
RENUNCIA DE LA MESA DE LA CORPORACION.
En el Tiempo de Votaciones, corresponde a la Sala pronunciarse acerca de la renuncia presentada por los Senadores señores Patricio Aylwin y Ricardo Ferrando a sus cargos de Presidente y Vicepresidente, respectivamente, de esta Corporación.
En votación.
Pido votación nominal, señor Presidente.
En votación nominal.
Se aprueban las renuncias (27 votos por la afirmativa y 6 por la negativa).
Señores Senadores, quisiera solicitar el acuerdo de la Sala para rendir en seguida, antes de continuar con el Tiempo de Votaciones, el homenaje que está anunciado para hoy, a la memoria de don Marcial Mora Miranda. A continuación se constituiría el Senado en sesión secreta para tratar las peticiones de desafuero.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el Honorable señor Aguirre Doolan para rendir el homenaje.
HOMENAJE A LA MEMORIA DE DON MARCIAL MORA MIRANDA.
El señor AGUIRRE DOOLAN.-
Señor Presidente, Honorables Senadores:
Hay en la trayectoria de nuestra historia cívica una galería multitudinaria de hombres públicos, de quienes, con justicia, se enorgullece la nación.
Hacer la relación de todos ellos, señalarlos a nuestros conciudadanos de hoy y a las juventudes chilenas, llamadas a forjar la patria del mañana, sería, acaso, repetir la historia entera de Chile.
Los hombres de hoy parecemos empequeñecidos y conturbados por la diatriba política, callejera y violenta, sectaria y divisionista. Damos la imagen de un país en caos, próximo a la desbandada, donde cuanto ha sido construido en más de un siglo y medio de titánico esfuerzo se agita y tiembla, haciéndonos perder la vigorosa personalidad nacional que nos dio rectoría internacional en el pasado.
Sin embargo, ni los pueblos mueren, ni la generación de valores extingue la renovación' de calidades humanas, que forman hitos salvadores en la convivencia ciudadana.
Os debo declarar, Honorables colegas, que pocas veces en los casi veinte años en que participo 'de los debates en este recinto, he levantado mi voz con mayor emoción, pues se trata de recordar y hacer justicia, en parte, a un hombre ilustre, a un estadista de verdad, a un político de convicciones, al catedrático y ex colega Marcial Mora Miranda, cuyo deceso la ciudadanía lamenta profundamente.
Nace en Cobquecura allá por el año 1895, en esa tierra ñúblense que tengo el honor de representar en esta Alta Corporación, y que parece que, por el sortilegio de superiores influencias, ha dado a Chile tan esclarecidos valores en toda la gama del saber, del arte y del talento.
Titulado de abogado en 1918, después de haber sido dirigente activo de la Federación de Estudiantes, se inicia en el foro y en la docencia en el Liceo de Hombres de su ciudad natal. Más tarde fue Diputado y Senador de la República, Ministro de Estado en las Carteras de Interior, de Relaciones Exteriores y de Hacienda, Presidente de la Caja Nacional de Ahorros, Presidente del Banco Central de Chile, Presidente del Partido Radical, Embajador en los Estados Unidos de América en momentos de singulares acontecimientos de la vida internacional. En la posguerra, que daría creación a las Naciones Unidas, empezando por la célebre Conferencia de San Francisco, como delegado de Chile le tocó destacada actuación. En cada uno de esos cargos, de tanta relevancia, Marcial Mora Miranda puso el sello personal de su mesurado talento, de su sagacidad e inteligencia, como lo demostró una vez más en las negociaciones personales con el Embajador soviético Gromyko al debatir las relaciones entre Chile y esa potencia del mundo socialista. Fue hombre probo, rectilíneo y modesto. Formó su hogar con una bella compañera de estudios del Instituto Pedagógico, la señora Elena Wakenhut, quien lo acompañó en sus triunfos y sus derrotas con la admirable comprensión que distingue a la mujer chilena.
Colaboró en sociedades fraternales, cívicas y americanistas, y su honda huella justifica el indeleble recuerdo y el sincero pesar que se han expresado en todos los círculos nacionales.
Cuando corría el año 1925, la ciudadanía de Ñuble lo elige su representante en la Cámara de Diputados, interviene en los debates y visita su región, permanentemente. Es parlamentario regional y nacional a la vez.
Sin embargo, su espíritu democrático, que no vaciló jamás, lo transforma a poco andar en un fiscalizador implacable de un régimen de prepotencia y de abandono de las normas jurídicas vigentes. Vino el término de su mandato y, como no hubo consulta al pueblo, él no volvió al Congreso. No fue incluido entre los parlamentarios del llamado Congreso Termal.
Marcial Mora, sin fuero parlamentario, es acusado de sedicioso y relegado a Chiloé por el Gobierno de la época, y allí sufrió persecuciones y vejámenes; por largos meses, y con su esposa, que le siguió al destierro, hicieron clases particulares de historia e inglés, respectivamente.
El nombre de Marcial Mora Miranda se grabará firmemente en la historia nuestra por haber colaborado eficazmente y preparado el decreto sobre la Antártida chilena, que fue dictado el 6 de noviembre de 1940 con su firma y la del PresidenteAguirre Cerda. Aquel decreto fijó los límites del Territorio Chileno Antártico. Fue un acto de soberanía similar a la ocupación del Estrecho de Magallanes en 1843, y que permitió a Chile formar parte, como país, del Tratado Antartico del 1º de diciembre de 1959.
Después de la muerte del Presidente Aguirre Cerda, asume la presidencia del radicalismo y lleva adelante el reagrupamiento de las fuerzas que determinaron el abrumador triunfo del Presidente Ríos, grupo político formado por los Partidos Radical, Socialista, Comunista, Demócrata y Democrático, Falange Nacional y un sector importante del liberalismo, encabezado por don Arturo Alessandri Palma y nuestros ex colegas Amunátegui y Videla Lira, entre otros.
Al asumir el Presidente Ríos, inició su lucha por derrotar el nazismo y el fascismo, que campeaban casi victoriosos en el viejo mundo, y fundó la institución Unión para la Victoria, que tuvo la virtud de inquietar a la ciudadanía y predisponerla para el rompimiento con los países del Eje, lo que se alcanzó.
En 1953, su partido, colocado en la Oposición, lo designó para la candidatura de Senador por las provincias de Tarapacá y Antofagasta.
Llegamos juntos, en mayo de 1953, al Senado, y fue en ese lapso de los ocho años que siguieron que pude valorizar, aún más, las excelsas virtudes públicas y ciudadanas de Marcial Mora, su capacidad, Sobriedad ejemplar y afán de servir. Su paso por el Senado significó un valioso aporte al desenvolvimiento económico y social de las provincias nortinas, en aquella época en plena decadencia. Colaboró a su resurgimiento y a que se les diera un justo trato discriminatorio para evitar la crisis que las afectaba.
Sus procedimientos le hicieron merecedor del respeto y del aprecio de sus colegas, con quienes alternaba en Comisiones y en el despacho de las leyes en general. En lo personal, puedo declarar que fue para mí una divisa como hombre, como luchador por el triunfo de las doctrinas democráticas, laicas y socialistas. Alternaba sus funciones de Senador con las de dirigente máximo del radicalismo, trazando una huella de lealtad con sus principios, digna de admiración.
Apartado de las actividades parlamentarias, vació su pasión en la Antártida, y su muerte lo sorprende cuando terminaba un trabajo sobre el Tratado Antártico que deberá ser presentado al Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, de Estocolmo.
Con sobrados títulos, presidió la Delegación Chilena a la Conferencia de la Antártida, de Washington, y también a las dos primeras reuniones consultivas del Tratado en Australia y Argentina, respectivamente.
Por otra parte, las inquietudes espirituales y filosóficas, que fueron preocupación permanente de su vida, determinaron su ingreso a la Masonería chilena, cuando aún no cumplía los veintitrés años.
Sabía el querido hermano Marcial Mora que la Masonería, en toda su historia y bajo diversas circunstancias, se ha empeñado en el perfeccionamiento del hombre y de la sociedad, a través del amor, la solidaridad, la justicia y la paz, en democracia.
En la hora dolorosa de la pérdida de este servidor público de singular relevancia en nuestra república y su democracia, en nombre del Partido de Izquierda Radical, del Instituto O'Higginiano de Chile, del Senadordon Luis Fernando Luengo y de los admiradores y amigos de Ñuble, cuya noble provincia represento, rindo homenaje al ejemplar ciudadano que sirvió al país con tan nobles virtudes, talento y patriotismo, y expreso a sus hijos Marcial, Elena, Gabriela y familiares, como también a su partido, la Democracia Radical, nuestra sincera condolencia por su desaparecimiento, que enluta a ellos y a Chile.
El señor PABLO.-
Honorable Senado:
Una figura señera en la política chilena, un radical que siempre llevó la doctrina en su alma y en su sangre, un ciudadano que alcanzó gran relevancia pública y un servidor permanente de los más altos intereses del país, desaparece con el deceso de Marcial Mora Miranda, ocurrido tras una larga y provechosa existencia.
Diríase que en Marcial Mora, acaso como en muy pocos chilenos, el ideario radical se encarnó muy profundamente, pues sus principios siempre fueron sólidos, sirviéndole de coraza para terciar en batallas doctrinarias que siempre lo reclamaban en las primeras filas del combate, en esos frentes de lucha, en alguna oportunidad peligrosos, donde la política suele adquirir un perfil de violencia; allí, en fin, donde se precisan hombres acerados en sus concepciones ideológicas y decididos y valientes para afrontar contingencias imprevistas.
Su partido conocía esas cualidades de ía personalidad de Marcial Mora y, por eso, le impuso responsabilidades muy delicadas, que supo asumir con firmeza doctrinaria, con serenidad y con una ponderación que le fueron reconocidas unánimemente, y que ahora en el instante en que su nombre y su obra son sólo un recuerdo, se las subraya con clara justicia.
No obstante la rigurosidad de sus juicios y su quehacer político tan decidido, a Marcial Mora lo respetaron siempre sus adversarios ideológicos y le, admiraron sus correligionarios, estableciéndose una mutua comunicación de propósitos y coincidencias espirituales que nunca fue interrumpida, porque el radicalismo vivía en Marcial Mora, y Marcial Mora vivió para el radicalismo.
Nacido en 1895 en Chillán, ciudad que también fue cuna de otros políticos ilustres de las filas del Partido Radical, como Luis Alamos Barros, Alfonso Quintana Burgos, Santiago Labarca, entre muchos otros, educóse en su liceo de hombres, prosiguiendo posteriormente estudios de derecho y de pedagogía en la Universidad de Chile.
Abogado y pedagogo en historia y geografía, Marcial Mora incursionó, además,
en el periodismo, ejerciendo tal oficio como secretario de redacción de ese gran periódico que fue La Nación, en tiempos de don Eliodoro Yáñez, y, más tarde, como director del diario El Día, de su ciudad natal.
Sin embargo, el abogado, el pedagogo y el periodista, que habitaban con comodidad en la persona de Marcial Mora, recibieron a otro hombre del hombre, como diría Eduardo Barrios: el político. Recién pasada la treintena llegó a la Cámara de Diputados, representando a los ciudadanos de San Carlos, Chillán, Bulnes y Yungay.
Opositor tenaz a toda dictadura, combatió con denuedo la que en la década de 1930 impuso en nuestro país el General Ibáñez. Conducta tan afín a la doctrina radical, que repudia todo totalitarismo y todo atropello a la ley y a la Constitución, habría de procurarle encarcelamientos y destierros. Un libro que llamó Una jornada solitaria recogió ese tiempo de rebeldía y de lucha contra quien atropellaba las normas democráticas.
Durante la Vicepresidencia de don Manuel Trueco, y con sólo 36 años de edad, sirvió el Ministerio del Interior, y con posterioridad fue designado Presidente del Banco Central y consejero de importantes organismos del sector público del país.
El recordado Presidente Pedro Aguirre Cerda, justipreciando los méritos de su correligionario, lo llamó, en julio de 1940, para que le acompañara como Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio, cargo en el cual tuvo la visión excepcional de promover la dictación de un decreto que estableció los límites de la Antártida chilena, resguardando para nuestra soberanía el continente blanco, no sólo de vital importancia para la geopolítica del cono sur de América Latina, sino también por tener en sus entrañas riquezas minerales que algún día serán fuente de prosperidad.
Años más tarde, en 1944, el PresidenteJuan Antonio Ríos propuso a esta Corporación su nombramiento como Embajador ante el Gobierno de los Estados Unidos, misión diplomática que sirvió con un brillo singular, pues eran tiempos difíciles, ya que ese país había movilizado todos sus recursos en la guerra contra Alemania, Italia y Japón, lo que motivaba la generación de problemas económicos y políticos para los representantes diplomáticos latinoamericanos en Washington.
Rotas las relaciones de Chile con los países del Eje, e incorporado al conjunto de pueblos que se integraron en la Asamblea de las Naciones Unidas, nuestro Embajador en Washington formó parte, por derecho propio, de la delegación de Chile a la Conferencia de San Francisco, donde se aprobó la Carta Magna de las Naciones Unidas.
De regreso al país, y como antes lo había sido en 1941, en 1958 Marcial Mora fue designado jefe máximo de su partido, mientras servía el cargo de Senador por Tarapacá y Antofagasta para el período 19531961.
Su labor en el Senado se destacó por la calidad de sus observaciones, pues no sólo participó en debates ideológicos de alto contenido político, sino también en materias de interés regional y de conveniencia colectiva.
Señor Presidente, en nombre del Partido Demócrata Cristiano rindo un merecido homenaje a la memoria de Marcial Mora Miranda, cuya densa vida pública he procurado esbozar esta tarde, y cuyo ejemplo no sólo es valedero para el radicalismo, sino para todos los chilenos que vieron en él a un ciudadano que sostuvo con valentía sus principios doctrinarios, de los cuales jamás abdicó en beneficio de situaciones que no se aviniesen con el respeto más irrestricto a la persona humana, a la ley, a la libertad y al pensamiento e instituciones democráticos.
He dicho.
El señor BULNES SANFUENTES.-
Señor Presidente:
La muerte de don Marcial Mora Miranda significa la pérdida de un hombre justo. Un hombre que, a pesar de sus firmes convicciones doctrinarias y políticas, supo respetar siempre, durante su larga actuación pública, el pensamiento de sus contrarios, sin dejarse llevar jamás por la pasión que divide ni por el juicio que destruye.
Ministro de Estado, Diputado, Senador, Embajador, Presidente de su partido, entregó sin vacilaciones su gran talento, su vasta cultura y su generoso esfuerzo a la causa democrática, que él sintió como la auténtica causa de Chile.
Bondadoso por naturaleza y caballero a carta cabal, actuó con la serenidad de aquellos que saben bien que para defender la verdad no son necesarias las estridencias.
Patriota ejemplar, sintió suyos los problemas del país y se dio con todas las fuerzas de su espíritu a las importantes misiones que le encomendaron durante su vasto accionar público.
Modesto, los honores y los éxitos que obtuvo no alteraron nunca su gentileza y sencillez.
Con la quietud de los hombres bien inspirados, fue cumpliendo etapas sin otra ambición que realizarlas con eficiencia y seriedad.
Tuve la suerte de ser su colega en este Senado durante ocho años, y al rendir hoy un homenaje a su memoria, lo hago con el respeto que siempre me inspiró su rica personalidad y con el pesar que se siente cuando desaparece un hombre noble, grande y patriota.
En nombre del Partido Nacional, y en el mío propio, expreso a su distinguida familia nuestra sentida condolencia y la hago extensiva a nuestros amigos de la Democracia Radical, que han perdido con don Marcial Mora a una de sus figuras más esclarecidas.
El señor MORALES ADRIASOLA.-
Nuestro homenaje para el periodista, Diputado, Ministro, administrador público, Embajador, jefe de partido, Senador,
Homenaje para un muy querido amigo, Marcial Mora.
Sus rasgos personales y la labor ciudadana que cumpliera durante cincuenta años de su vida, nos hizo siempre pronunciar su nombre con respeto y admiración. De clara y recia personalidad, proyectó vigorosamente su acción por las estructuras democráticas y libertarias. Muchas de ellas, en la hora de su desaparición, lo incorporan con justicia a los acontecimientos que la historia de Chile recogerá.
El paso de los años no debilitó su accionar público. La muerte lo sorprendió plena y fructíferamente dedicado a materias que afectan a todos los chilenos. Sólo horas antes había terminado de dictar un profundo estudio que hiciera para el Instituto Antártico. Días antes se le encontraba, con sus ademanes y lenguaje pausados, aportando su experiencia e inquietudes en las reuniones de nuestro partido.
No abandonó jamás sus irreductibles principios, con los que nutrió todas las etapas de su ejemplar existencia.
En la revista de los alumnos del Liceo de Chillán, en un artículo denominado Bocetos al temple, se decía de Marcial Mora, a propósito de su nombramiento como director del diario El Día, de esa ciudad: Cuando él lo recibió, estaba el diario en una especie como de agonía, se le veía ya su fin; pero los propietarios duchos en esto de salvar vidas, lo pusieron en manos del joven' abogado y fue como ponerle una inyección. El tiraje creció, los buenos colaboradores se multiplicaron, el prestigio aumentó, se le tomó en serio la opinión editorial y ejerció una levantada campaña de depuración edilicia digna.
El artículo continúa anotando: Estudió leyes e historia. Se recibió de abogado en 1918 y de pedagogo en 1917. Se hizo profesional en dos carreras, llevó una vida activa en el ajetreo estudiantil hasta llegar a ser candidato a la presidencia de la Federación de Estudiantes de Chile, y luego agrega el artículo cargado de prestigio, con grandes ideas, acariciando proyectos color de rosa, sentó plaza de profesor del Liceo y abrió bufet de abogado.
Termina este artículo de 1923, escrito con cariño y simpatía, diciendo: En sus buenos tiempos fue Marcial, hoy es don Marcial. Más tarde será el señor Mora Miranda y por último recuperará lo de Marcial y lo llamará todo el mundo el señor Mora Miranda, don Marcial.
Al ser elegido Diputado el 22 de noviembre de 1925, don Marcial Mora Miranda decía: Quisiera realizar el ideal de lo que a mi entender debe ser un Diputado regional; esto es, que junto con desarrollar una levantada labor legisladora y fiscalizadora, atienda los justos intereses de la zona que represento. La labor ideológica, me la señala el bello programa de mi partido.
Su severa posición ideológica en el transcurso de memorables debates habidos en la Cámara de Diputados durante 1930, le significó que en uno de los siguientes días al 26 de julio de ese mismo año, el Gobierno dictatorial de la época lo incluyera en una lista de deportaciones, escrita de puño y letra por el gobernante. A continuación del nombre del DiputadoMora, se leía: preso y fuera.
En 1931, al cambio de Gobierno, fue traído desde Ancud, lugar de relegación, al Ministerio del Interior. Su talento organizador y su muy definida personalidad y convicción democrática, le permitieron restablecer el orden y dar paso de nuevo a una vida institucional tan propia de Chile.
Después de presidir la Caja de Ahorros y el Banco Central, don Pedro Aguirre Cerda dijo de él que sería el mejor vigilante de la integridad territorial: su talento y su sagacidad evitarían muchos conflictos en una hora realmente delicada para el mundo entero.
Como Canciller, y posteriormente en la Cartera de Hacienda, Marcial Mora debió afrontar los problemas derivados de la segunda guerra mundial y reajustar la economía y el desarrollo de las actividades del comercio de nuestro país.
Fue de fundamental influencia en esa época la labor que cumplió Marcial Mora Miranda en la construcción de opinión pública a favor de la ruptura con el Eje. Como dirigente político, ya incorporado sólo a las tareas de su partido, fundó el Movimiento Unión para la Victoria. Decía en sus discursos: La paz que le ponga término a. esta guerra será el reflejo de la victoria de un sistema ideológico, do un concepto moral que aplaste al otro. La actual contienda es un duelo a muerte entre un mundo libre y un mundo esclavo. Chile pertenece al primero y debe tomar partido. No hay otra alternativa.
Marcial Mora era Presidente del Partido Radical.
Y escribía diciendo:
Triunfamos. A nuestro llamado ha respondido fervorosamente el pueblo chileno. Se han entregado muchos miles de pesos para significar su adhesión a la causa de las Naciones Unidas; su admiración y su emocionada simpatía a las juventudes que se desangran y mueren defendiendo su libertad, nuestra libertad, la libertad. Hombres y mujeres de todas las doctrinas y creencias, sin distinción de condición social, situación económica o nacionalidad, se han cobijado bajo nuestra limpia bandera idealista. Trabajan desde todos los ámbitos de nuestro territorio en íntima colaboración con Unión para la Victoria, por contribuir al triunfo de la doctrina democrática sobre el totalitarismo y por ayudar, moral y materialmente, a quienes la defienden en los campos de batalla de los cinco continentes.
Para todos ellos estas líneas.
Y para los que aún viven enquistados dentro de su egoísmo, sin inquietudes por el porvenir de la humanidad, sin preocupación por las desgracias que inundan de lágrimas la Tierra, sin cariño por el progreso y la cultura alcanzada por nuestra civilización, sin empuje ni patriotismo para afanarse por el futuro de Chile. Aspiramos a que remuevan sus conciencias.
Recordamos nítidamente cómo lo captó el lente siendo Embajador en los Estados Unidos, cuando se supo la victoria y término de la segunda guerra mundial. Él lo celebraba con emoción, puesto que había sido un soldado más de los muchos que se entregaron por completo al triunfo de los valores en juego en ese sangriento conflicto.
Como Senador de la República elegido por las provincias de Tarapacá y Antofagasta para el período 19531961, su bitácora parlamentaria da cuenta de una intensa, labor en esta rama del Congreso. Cabe destacar su activa participación en el debate de los proyectos conocidos con los nombres de Nuevo Trato del Cobre y Referéndum Salitrero. Presidió también la delegación chilena a la Conferencia Antártica celebrada en Washington, a fines del año 1959, que dio origen al Tratado Antártico suscrito por los representantes de los doce Gobiernos que participaron en ella.
El Senadordon Humberto Aguirre Doolan se ha referido a esta materia. Sólo cabe agregar que este tratado reviste un reconocimiento implícito para Chile de potencia antártica, con todos los beneficios que tal calidad implica, manteniéndose incólumes nuestros derechos soberanos en el Territorio Antártico Chileno, y permite que nuestras Fuerzas Armadas mantengan allí sus bases actuales, y aun que instalen nuevas para la investigación y otros fines científicos.
Siempre en una misma línea de conducta, en 1953 el Senador Mora proclamaba en este mismo recinto: Nosotros estamos aquí, entre otras cosas, para defender la democracia y las libertades públicas cuando se sienten amenazadas por actos sucesivos y coincidentes que autoridades del Ejecutivo o entidades o personas ajenas a él, pero concordantes con su acción, han estado cometiendo en estos últimos tiempos.
Es, sin duda, Honorable Senado, que su destacada personalidad alcanza relieves excepcionales en la lucha por los valores democráticos. En el Gobierno o en la Oposición, en la paz o en conflicto, su espíritu y talento alcanzaron la plenitud de su creación trascendente. Vertió todo el caudal de su vigor y entereza inspirado en su inigualable pasión libertaria.
Señor Presidente, sólo unas palabras, pero vertidas desde muy dentro del alma, para el amigo de toda una vida, para el que nos vio crecer y a quien aprendimos a querer en la intimidad de su hogar y de nuestro hogar.
Para Marcial, desde el Senado de la República, una reverente y acongojada expresión de dolor por su muerte. Sus hijos, nietos, nosotros sus amigos y todos cuantos lo conocieron, mantendremos un emocionado homenaje a su calidad de hombre. Su sensibilidad, sus selectos sentimientos nos serán inolvidables.
Agradezco el homenaje que en esta oportunidad han rendido a este ex militante de la Democracia Radical el Senador de la IzquierdaRadical don Humberto Aguirre Doolan, el Honorable señor Tomás Pablo, en representación de la Democracia Cristiana, y el Senador del Partido Nacional don Francisco Bulnes Sanfuentes.
Muchas gracias.
Solicito que el Senado de la República envíe a los familiares de don Marcial Mora Miranda una nota de condolencias, en la persona de su hijo primogénito don Marcial Mora Wakenhut.
Si le parecerá la Sala, se enviará la nota de condolencias solicitada por Su Señoría.
Acordado.
VI.-TIEMPO DE VOTACIONES.
PUBLICACION DE DISCURSO.
Indicación del Honorable señor Ibáñez para publicar in extenso el discurso pronunciado por el Honorable señor García en Incidentes de la sesión de ayer.
Se aprueba.
INSERCION DE DOCUMENTO.
Indicación del Honorable señor García para insertar un documento en el texto de su intervención en Incidentes de la sesión ordinaria de ayer.
Se aprueba.
PUBLICACION DE DISCURSO.
Indicación del Honorable señor Reyes para publicar in extenso los discursos de homenaje pronunciados en esta sesión.
Se aprueba.
Se va a constituir la Sala en sesión secreta.
SESION SECRETA.
Se constituyó la Sala en sesión secreta a las 18. 17 para tratar diversos asuntos.
En primer lugar, rechazó la petición de desafuero del Intendente de Santiago, don Alfredo Joignant Muñoz.
A continuación, respecto de la solicitud de desafuero del Gobernador de San Carlos, don Carlos Figueroa Aedo, resolvió devolver el expediente a la Corte, por no proceder el desafuero.
Por último, rechazó la petición de desafuero del Gobernador de Río Bueno, don Arnoldo Cárcamo.
Se suspendió la sesión a las 19. 23 y se reanudo en forma pública a las 19:44.
VII.-INCIDENTES.
PETICIONES DE OFICIOS.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).- Continúa la sesión.
El señor EGAS (Prosecretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor Aguirre Doolan:PAVIMENTACION DE CAMINO DE YUMBEL A YUMBEL ESTACION (CONCEPCION).
Al señor Ministro de Obras Públicas y Transportes, solicitándole la iniciación de los trabajos de pavimentación en el camino Yumbel a Yumbel Estación, de la provincia de Concepción, obras que debían haberse realizado en el curso del año pasado y que tienen importancia extraordinaria para esa zona.
MOBILIARIO Y ELEMENTOS DE ESTUDIO PARA ESCUELA Nº 72 DE ANTIQUEREO (ÑUBLE).
Al señor Ministro de Educación, a fin de que ordene habilitar la Escuela Nº 72 del sector Antiquereo, de la comuna de Portezuelo, en la provincia de Ñuble, y dotarla de todos los muebles que permitan su buen funcionamiento, de los que carece actualmente, al mismo tiempo, que se le suministren también los materiales de estudio que le son necesarios.
Del señor Baltra:PRIORIDAD EN DISTRIBUCION DE EXCEDENTE DE TAXIS IMPORTADOS.
A los señores Ministro de Obras Públicas y Subsecretario de Transportes, solicitándoles información acerca del destino que se dará a la diferencia entre la cantidad de coches importados, para el servicio de taxis, y la de las personas favorecidas de acuerdo con publicaciones aparecidas en el Diario Oficial.
Al mismo tiempo, solicitándoles dar prioridad, en la redistribución de ese excedente, a los taxistas cuyas solicitudes fueron aprobadas por la Contraloría y Subsecretaría de Transportes y que no alcanzaron a ser publicadas en el Diario Oficial. En esta situación al parecer, se encuentran ocho provincias, entre ellas Bío Bío y Malleco.
El primer turno corresponde al Comité Demócrata Cristiano.
Tiene la palabra el Honorable señor Papic.
IRREGULARIDADES EN CORHABIT DE VALDIVIA. OFICIO.
El señor PAPIC.
Señor Presidente, me referiré a una delicada situación por que atraviesa el personal de CORHABIT de la Delegación de Valdivia.
De acuerdo con los antecedentes, el personal de ese organismo, en los primeros días del pasado mes de abril, inició un movimiento relacionado con irregularidades que habrían cometido el señor Delegado y algunos otros funcionarios; movimiento que culminó con la toma de las oficinas por el personal, las que fueron devueltas después de cinco o seis días de ocupación, previa acta de acuerdo firmada por el señor Intendente de la provincia de Valdivia y el señor Gerente General de la Corporación de Servicios Habitacionales. En dicha acta se establece la instrucción de una investigación sumaria para esclarecer los hechos, y se nombra un funcionario de Santiago a cargo de la Delegación. Además, en el punto 3 se estatuye que no se tomarán represalias en contra del personal de dicho organismo.
Los trabajadores de CORHABIT de Valdivia, en una extensa acusación firmada por el Comité Provincial CUT Gobierno, Federación de Obreros y Comité dé Empleados, cuya copia fotostática tengo a la mano, acusan al señor Delegado de diversos cargos. El documento en referencia se entregó a la Contraloría General de la República.
En el texto de la presentación a que me refiero se formulan repito varios cargos en contra del señor Delegado. Entre otros, por ejemplo, el haber contratado obreros que ejercen funciones administrativas y cobran comisiones de servicio.
Cabe señalar que esta acusación, como lo establecen los firmantes de ella, la respalda todo el personal de CORHABIT de Valdivia.
Ahora bien, mayor inquietud y desagrado ha producido entre todo el personal la resolución del fiscal que instruyó la investigación sumaria, quien procedió a notificar de suspensión de sus funciones, con 50% del sueldo, en forma preventiva, con fecha 11 del presente mes, a todos aquellos que actuaron en la toma de las oficinas y firmaron la acusación. Además, en dicha resolución se formulan algunos cargos carentes de efectividad y se contraviene el punto 3 del acta de acuerdo, que señala que no se tomarían represalias y que fue avalado por el señor Intendente de la provincia y por el Gerente General de CORHABIT.
Con estas medidas vuelve a crearse la situación de caos predominante durante los dos últimos meses en los servicios de CORHABIT de Valdivia, ya que el personal mantiene su criterio de aclarar los cargos que ha formulado.
Por las razones expuestas, pido oficiar a la Contraloría General de la República, a fin de que se aboque al conocimiento y esclarecimiento de los hechos referidos, como única manera de dar solución a esa grave crisis.
En conformidad al Reglamento, se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del señor Senador.
DESPIDO DE TRABAJADORES DE CORHABIT DE VALDIVIA. OFICIO.
El señor PAPIC.-
Señor Presidente, a lo expresado anteriormente se suma la nueva inquietud creada con el presunto despido, entre los meses de mayo y agosto, de 388 trabajadores de CORHABIT de Valdivia, debido a que la mano de obra que representan sería innecesaria en ese servicio, por no existir perspectivas de nuevos trabajos. Esos asalariados, si no se los ubica en otros servicios fiscales, pasarán inevitablemente a incrementar la cesantía que existe en esa ciudad.
La situación a que me refiero se desprende de un informe que entregaron a la publicidad dirigentes del Comité CUT Gobierno de la Delegación de Valdivia, y cuya autenticidad hasta el momento no puede desconocerse. Si esta situación se produce, se creará un gravísimo problema, aparte constituir una medida contraria a la política ocupacional de la actual Administración.
Por tales razones, solicito oficiar al señor Ministro de la Vivienda, con el objeto de conocer y aclarar los antecedentes del caso, especialmente aquellos que puedan llevar tranquilidad a los trabajadores de CORHABIT de Valdivia.
De acuerdo con el Reglamento, se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del señor Senador.
Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.
INCIDENTES EN CONCEPCION.
El señor MORENO.-
Señor Presidente, quiero referirme en esta oportunidad a los sucesos ocurridos en la ciudad de Concepción el viernes recién pasado y que se prolongaron hasta, el día siguiente.
A raíz de la decisión del Gobierno de suspender la marcha que habían solicitado el Partido Demócrata Cristiano y las demás colectividades de la Oposición de esa provincia, y que estaba autorizada, se originó un hecho de violencia que desgraciadamente costó la vida a un joven estudiante.
La marcha de la libertad.
Tuve ocasión de estar en Concepción durante los días viernes y sábado recién pasados. Mi partido, el Demócrata Cristiano, me designó para concurrir a esa concentración y acompañar a los parlamentarios de la zona. Por deferencia de las directivas de los otros partidos que integran la Oposición el Partido Nacional, la Democracia Radical y el PADENA, fui designado para hacer uso de la palabra en el acto que se realizaría esa tarde en Concepción.
El permiso para la marcha de la Oposición, al igual que para otras realizadas en el país, se solicitó con anterioridad al señor Intendente de la provincia, cumpliéndose todos los requisitos que las leyes y la práctica estatuyen en la materia. El 29 de abril, con la firma del presidente provincial de la Democracia Cristiana, señor Hosaín Sabag, y la de los dirigentes de los otros partidos políticos, se solicitó formalmente, ante el Intendente de Concepción, la autorización para realizar la marcha de la Oposición o marcha de la libertad, como se la denominó, la cual se efectuaría el viernes 12 de mayo, a las seis de la tarde, en las calles de esa ciudad.
Intendente autoriza tres marchas simultáneas.
Como consecuencia de la petición formulada desde luego, se juzgó que se concedería la autorización para realizar la marcha y la concentración posterior, tal como había ocurrido en otras ciudades del país, se comenzaron los preparativos correspondientes. Sin embargo, pocos días antes de la marcha de la libertad, el señor Intendente de la provincia procedió a autorizar la realización simultánea de tres marchas para el mismo día viernes 12 de mayo, a la misma hora y a pocas cuadras de distancia unas de otras.
Tengo a la mano las declaraciones oficiales formuladas por la primera autoridad de la provincia, el señor Wladimir Chávez, ex Intendente de O'Higgins y militante del Partido Comunista, quien fue removídp de esa Intendencia y trasladado a la de Concepción después de la derrota del candidato de la Unidad Popular en la elección realizada en O'Higgins y Colchagua el 16 de enero del año en curso.
En declaración que consta y cuyo texto tengo a la mano, el señor Chávez manifestó oficialmente que él había recibido solicitud de permiso para cuatro marchas que se realizarían en Concepción: una de la Oposición; otra del Frente de Trabajadores Revolucionarios, filial del MIR; una tercera del propio Movimiento de Izquierda Revolucionario, en lugar distinto, y una cuarta cuya autorización solicitaban los partidos de la Unidad Popular. En una actitud que me atrevo a calificar de poco criterio, el Intendente manifestó que se había tomado algunos días para pensar esta compleja situación, Como había sido requerido en los días previos al fin de semana anterior, expresó que no podía dar una respuesta de inmediato.
Las meditaciones del Intendente.
Comprendo que el señor Intendente necesitara consultar a sus superiores jerárquicos, como normalmente ocurre. No obstante, la respuesta suya fue muy insólita, aun cuando, como es de suponer, debía consultar al Ministro del Interior o al Presidente de la República. Pero el señor Intendente declaró que había querido tomarse un tiempo para pensarlo durante el fin de semana. Al respecto dice: Y como lo medité, he decidido lo siguiente: autorizar las tres marchas. Y detalla lugares y formas y explica que ha enviado la marcha de la Oposición, o marcha de la libertad, al lugar más alejado de la plaza. Aquí es donde aflora un segundo acto de discriminación o de poco criterio, pues él declara que: He enviado la marcha de la Oposición a un lugar más lejano, por una razón obvia: ésta es una concentración para atacar al Gobierno, y las otras marchas son para defenderlo. En consecuencia, es lógico que junto a la Intendencia, que es la casa del Gobierno, se realice la concentración para defenderlo, y la otra, para atacarlo, se haga lo más lejos posible. Este es el criterio del señor Intendente de la provincia, resumido por él en la información que diera públicamente el 8 de mayo de que se realizaría ese acto.
Subsecretario del Interior desautoriza al Intendente.
Como tales hechos provocaran alarma pública, y en Santiago, al igual que en Concepción, se tuviera la aprensión de que este errado criterio podría provocar un enfrentamiento dramático, la Directiva Nacional del Partido Demócrata Cristiano encomendó al Secretario General, señor Belisario Velasco, que, acompañado del Diputadopor Concepción don Mariano Ruiz-Esquide, concurriera al despacho del señor Subsecretario del Interior, don Daniel Vergara, a plantear este problema y a solicitar una rectificación de lo obrado por el Intendente. El señor Subsecretario los recibió, los escuchó, y allí se convino que sería suspendida la marcha del MIR y también la de la Unidad Popular, y que sólo se realizaría en la ciudad de Concepción el acto programado por la Oposición y que éste contaría con la autorización dada por el Gobierno y, además, con la protección policial adecuada y necesaria para garantizar que no hubiera provocaciones o desmanes que alteraran el orden público.
Este acuerdo, tomado en el despacho del señor Subsecretario, comunicado al Intendente de la provincia y hecho público en la propia ciudad, dejó los ánimos aparentemente calmos, y se confió en que ese acto se realizaría sin incidentes, tal como había ocurrido en la totalidad de los actos realizados por los partidos de la Oposición en otras provincias, en los que no se han debido lamentar situaciones de hecho, provocaciones, destrozos o ataques a las personas achacables a los manifestantes.
La Unidad Popular se resquebraja.
De lo ocurrido en Concepción surge un hecho que el país entero aprecia hoy con toda nitidez: la Unidad Popular no es la organización monolítica que ha aparentado ser. Ella presenta no una fisura, sino una resquebrajadura grave, que produce una alteración en el manejo del Gobierno y en el de la seguridad interior, y que de acentuarse puede crear problemas imprevisibles. Es, en efecto, lo que ocurrió en Concepción los días miércoles 10 y jueves 11 de mayo, días previos a la realización de la marcha de la libertad. Se reúne la Unidad Popular de Concepción. Todos los partidos integrantes de la Unidad Popular se congregan en la Intendencia de la provincia, como se relata en la prensa, con participación del MIR, o sea, de un movimiento no perteneciente a la Unidad Popular, aparentemente contradictorio con la política del Gobierno, el cual concurre a una reunión pública en la sala de la Intendencia de la provincia en que se toman acuerdos que desconocen la resolución adoptada en Santiago por el Ministerio del Interior, creando con ello una situación de provocación increíble, que, desgraciadamente, cuesta la vida a un joven estudiante y deja más de una cincuentena de heridos en dicha ciudad.
El MIR en la Intendencia de Concepción.
Tengo a la vista la fotografía publicada en el diario Color, de Concepción, el día viernes 12 de mayo. Quiero dejar constancia de que este diario es controlado por la Unidad Popular: lo controlan el Partido Comunista y el Partido Socialista. En esa fotografía aparecen los dirigentes regionales de los partidos de la Unidad Popular en la sala de la Intendencia, donde ofrecen una conferencia pública al terminar su reunión. En esa conferencia dada en la propia Intendencia de la provincia se declara que se desconocerá el acuerdo a que llegó el Gobierno de la República con la directiva de la Democracia Cristiana y no se respetará la orden recibida de éste desde Santiago, por medio del Subsecretario del Interior; y que la Unidad Popular, con exclusión del Partido Comunista y del API, participantes en la reunión pero que no concurren a dicho acuerdo, saldrá a las calles a manifestar en contra de la marcha de la libertad y en contra de la orden del propio Gobierno.
Sólo pueden desfilar los de la Unidad Popular.
No cabe duda de que esta situación es realmente crítica. Y ello está así establecido en las declaraciones de distintos personeros dirigentes de los patridos de la Unidad Popular. No las leeré todas porque sería demasiado largo, pero sí leeré una, que ilustra muy bien lo que ahí estaba ocurriendo. Tengo a la vista un ejemplar del diario Color del día viernes 12 de mayo, en que se reproduce toda la declaración de don Rafael Merino, Secretario Regional del Partido Socialista, quien habla de que la movilización popular que realizamos en el día de hoy es de apoyo al Gobierno y para demostrar que aquí, en 'Concepción, las calles son del pueblo. Nosotros agrega a continuación el señor Merino creemos que no puede legitimarse en Concepción la presencia de la reacción en la calle. O sea, no tienen derecho otros que no sean de la Unidad Popular a estar en las calles. No tienen añade, y estoy leyendo textualmente la solvencia moral ni política para pretender ese derecho, derecho, señores Senadores, garantizado en la Constitución Política del Estado.
El compañero Undurraga.
Concuerdo añade el Secretario Regional del Partido Socialista con lo que decía muy bien el compañero Undurraga subrayo el apellido: Undurraga; Joaquín Undurraga(de la Izquierda Cristiana) que pueden concentrarse ellos en Providencia, ése es su lugar natural. Esto es lo que declara el señor Undurraga.
No me voy a extender sobre esto, que, verdaderamente, incluso resulta cómico. Sólo el señor Undurraga tendrá que dar cuenta de sus propias declaraciones y de lo ridículas que son, ya que yo lo conocí precisamente cuando vivía en el sector de Providencia. A lo que quiero referirme es al hecho central de que un acuerdo tomado por el Gobierno por intermedio del señor Subsecretario del Interior, respaldado por el Ministro de esa Cartera y por el Presidente de la República, de garantizar el derecho de la Oposición a reunirse el día viernes 12, en Concepción, sin que hubiera otros actos de provocación, y con la fuerza pública necesaria para resguardar ese acto; ese acuerdo, digo, es desconocido en forma abierta por los partidos de la Unidad Popular, con la sola excepción del Partido Comunista y del API.
¿El Partido Comunista discrepa?
Los propios diarios de la provincia de Concepción muestran esa grave contradicción el día viernes, en que se realizó la marcha.
Tengo aquí los dos grandes matutinos de la ciudad: el diario El Sur y el diario Color. En este último, el Partido Comunista, por medio de su Comité Regional, publica una inserción en la cual, ante la situación producida, de que se realice lo que ellos denominan la marcha del odio para el Partido Comunista el que marche la Oposición es la marcha del odio, declara entre otros párrafos: Frente a esta situación la Unidad Popular, en un gesto que la enaltece, ha acordado suspender la Concentración que legítimamente tenía programada con mucha anticipación para el día de hoy. Los Comunistas respaldamos plenamente esta actitud patriótica y solidaria y estamos por dar una gran respuesta de masas el próximo viernes 19 en el mismo lugar en que la harán ellos. Y agrega otros considerandos.
La Unidad Popular sin comunistas.
Ese mismo día y a la misma hora, no obstante que el Comité Regional del Partido Comunista declara, en nombre de la Unidad Popular, repito, que, frente a esta situación la Unidad Popular, en un gesto que la enaltece, ha acordado suspender la Concentración, se publica una inserción a página llena en el diario El Sur, diario no controlado por el Partido Comunista ni por el Partido Socialista, en la cual, bajo la firma del Partido Socialista, del Partido Radical, del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), de la Izquierda Cristiana, del Movimiento de Izquierda Revolucionario, de una lista de sindicatos y de la Central Unica de Trabajadores, se declara: Llamamos al pueblo a ocupar las calles e impedir los desmanes y provocaciones de los delincuentes fascistas de Patria y Libertad, del P. D. C. y el P. N. en Concepción. Y se convoca a la gente a la Plaza Perú desde las tres de la tarde, y a la Plaza España, desde las cuatro. O sea, aquí se aprecia que el acuerdo a que se llegó el día anterior en la Intendencia de la provincia por la Unidad Popular era precisamente éste: salir a la calle a provocar incidentes en contra de la Oposición.
¿Existe discrepancia?
Aquí es donde surge mi primera pregunta, señor Presidente: ¿Había realmente una discrepancia o había una concertación para discrepar? Es ésta una pregunta que vale la pena que se conteste, porque realmente muchos de los hechos posteriores me han hecho pensar que, probablemente, no era tan simple y llana la situación, como aparentemente se concluye de la lectura de los periódicos.
Me parece innecesario relatar en toda su latitud los hechos que se produjeron en Concepción la noche del viernes 12. Sólo me referiré a ellos en cuanto al parte de Carabineros emitido el día siguiente en la ciudad de Concepción. Carabineros establece: Ayer, de 17 a 23 horas, cuando miembros del Partido DC y otros de oposición encontrábanse reunidos sin realizar marcha programada, al conocer decisión Supremo Gobierno divulgada por emisoras locales, y relata a continuación los hechos allí producidos.
Las cadenas del Intendente.
Quiero detenerme unos minutos en los hechos producidos. Yo llegué a Concepción el viernes, a la una treinta del día, y me tocó escuchar por cadena de emisoras al señor Intendente de la provincia, en una reproducción de lo que él había manifestado a la una: declaraba a la ciudadanía de Concepción que se realizaría la marcha de la Oposición; que saliera la gente a las calles porque había resguardo policial adecuado, y que no habría otro tipo de marchas autorizadas. Posteriormente, a las 16. 30, cuando la gente ya estaba en las calles, de nuevo en una cadena regional de emisoras, el señor Intendente de la provincia anuncia que se suspende la marcha que se había autorizado y que el Gobierno ha dado instrucciones a Carabineros de reprimir cualquier manifestación y de disolverla.
La respuesta del Intendente.
Concurrí, con los parlamentarios de la zona, al despacho del Intendente a solicitarle que nos informara cuáles eran los argumentos que abonaban esa nueva vejación a la Constitución y ese desconocimiento de los derechos que en ésta se establecen, de reunirse, previa comunicación a la autoridad, en lugares de la vía pública. El Intendente me manifestó que él había detectado diez focos, en la ciudad de Concepción, en los que grupos pertenecientes al Comando Rolando Matus y a Patria y Libertad provocarían incidentes, y que ante ello el Gobierno había ordenado cancelar esa marcha. Le pregunté expresamente al señor Intendente si no tenía antecedentes de que grupos de la Unidad Popular o del MIR fueran a provocar esos hechos. Me dijo que no, y que sólo tenía una aprensión de tipo personal de que pudieran provocarse algunas situaciones de enfrentamiento por parte de esos sectores.
El parte de Carabineros.
¿Qué dice el parte de Carabineros, señor Presidente? Dice que, precisamente, quienes se congregaron para desfilar fueron partidarios de la Unidad Popular, y no quienes habían sido llamados a la marcha de la libertad convocada por los partidos de Oposición.
En verdad, no hubo actos de provocación e incidentes de ninguna naturaleza por parte de la Oposición, sino que, muy por el contrario, la Unidad Popular con excepción del Partido Comunista, que se había reunido en el local de su sede y el MIR, actuando de consuno, como ha quedado de manifiesto en esta publicación y en todas las declaraciones posteriores, actuaron y provocaron una marcha a partir de las tres de la tarde, fueron al centro de la ciudad, rebasaron los cordones policiales y originaron una situación de enfrentamiento con las fuerzas de Carabineros que derivó en hechos en que resultaron varios heridos.
La agresión a Carabineros.
¿Qué dice el parte de Carabineros? Señala que, no obstante haberse prohibido realizar estos actos, lograron filtrarse grupos hablando del MIR y de la Unidad Popular hasta la Plaza de Armas, donde fueron interceptados por personal de Carabineros y al no acatar la intimación a disolverse, hízo se uso de disuasivos químicos para dispersarlos. Mientras personal policial actuaba en la dispersión, otro grupo se filtró por otro lado, colocando bancos de plaza pública frente a la Catedral, originándose incidentes en que éstos el MIR y la Unidad Popularhicieron uso de diversos medios y objetos contundentes que lanzaron contra la fuerza policial, como bolones de acero, tuercas, pedazos de diversos metales especialmente preparados, garrotes de madera, etcétera.
Tengo aquí las fotografías de los diarios donde aparecen los militantes de la Unidad Popular y del MIR golpeando a Carabineros; y tengo un testimonio que habla por sí solo. Realmente, lamento que las versiones del Senado no puedan a veces mostrar algunos hechos físicos o fotografías, para apreciarlos en su verdadera magnitud, y que ellos no se puedan incorporar al acta.
Los bolones de acero.
Esto que muestro al Senado son los bolones de acero que los militantes de la Unidad Popular y del MIR lanzaban en contra del Cuerpo de Carabineros. Los más grandes eran lanzados a mano, y los más pequeños, con hondas. Se trata de bolones de acero provenientes de una industria de Concepción tomada por el MIR desde hace bastante tiempo. El peso de este artefacto es cercano al kilo, lo cual se puede comprobar por el ruido que provoca al caer sobre mi mesa.
En consecuencia, éstas son armas mortales; no se trata de elementos que puedan ser usados en una lucha callejera con la sola intención de disuadir a otros grupos o para crear una situación transitoria de ventaja.
¡Estos son los elementos usados por el MIR y la Unidad Popular con excepción del Partido Comunista, que no estaba en la calle en contra del Cuerpo de Carabineros!
Buscando culpables.
Una vez provocados los hechos, se trató de buscar a los culpables. Y no hay duda de que era muy difícil desmentir los acontecimientos y negar la verdad.
Pero no obstante eso como se creía que incluso se podría continuar engañando a la opinión pública, el día domingo 14 de mayo, el diario El Siglo, órgano oficial del Partido Comunista, tratando de lavar en parte la responsabilidad que le pudiera caber en los hechos al Intendentede Concepción, don Wladimir Chávez, militante de esa colectividad, y tratando, quién sabe, de cerrar la grieta abierta ¡o la zanja entre los partidos de la Unidad Popular, publicó, bajo el título Moreno, el instigador, un artículo en el cual trata de hacer aparecer al Senador que habla como responsable e instigador de los hechos ocurridos en la ciudad de (Concepción.
Creo que las propias declaraciones posteriores de las cuales haré uso en esta sesión desmienten esta imputación verdaderamente calumniosa, que yo rechazo, del Partido Comunista.
Por lo menos, dicha colectividad pudo haber tenido la honestidad de buscar las causas verdaderas y de no recurrir a argumentos tan baratos, como tratar de acusar a personas que no tenían el carácter de instigadores ni eran y ellos muy bien lo saben los responsables de lo que allí había sucedido.
No traficamos con la sangre.
Ni el que habla ni los democratacristianos acostumbramos a eludir nuestras responsabilidades. Inclusive, cuando nos ha tocado hacer frente a hechos dolorosos acaecidos cuando éramos Gobierno, no nos lavamos las manos como Pilatos; ni tampoco traficamos con la sangre. Y no nos gusta establecer culpabilidades y responsabilidades políticas mientras no haya un sumario, o mientras la justicia, que es la responsable de la investigación de los hechos, no determine realmente lo ocurrido.
Por ello, no seremos los Senadores democratacristianos ni el Senador que habla quienes nos levantaremos para acusar o para cobrar precio por la sangre del estudiante caído. Creo que la opinión pública sabrá juzgar esta actitud moral, que no es de ahora, sino de siempre, y que refleja la línea que permanentemente hemos mantenido ante este tipo de situaciones.
El Partido Socialista de Concepción contra el Gobierno.
Pero, desgraciadamente, para la Unidad Popular y para el Partido Comunista, la actitud de nuestro partido no ha sido compartida por todas las personas que militan en ella. Y precisamente tengo aquí las declaraciones surgidas en los días posteriores. Por ejemplo, el diario Color, controlado por los Partidos Comunista y Socialista, el sábado 13 de mayo publica una entrevista al Secretario Regional del Partido Socialista, don Rafael Merino, y otra hecha al Diputado por Concepción de esa misma colectividad, don Gerardo Espinoza.
Textualmente, el primero de los nombrados declara: El Partido Socialista llamó a la gran movilización de masas que duró desde tempranas horas de la tarde de ayer y ha probado a la opinión pública de la provincia y del país que la reacción, el fascismo y los sediciosos no pueden marchar por las calles de Concepción.
Luego agrega: El Partido Socialista llama a todos los trabajadores a mantenerse en permanente movilización para salir nuevamente a la calle, para respaldar al Gobierno e impedir todo intento de marcha o concentración de los enemigos del pueblo. El señor Merino hace estas declaraciones no obstante que el día viernes 12 el Presidente de la República se comprometió, por cadena regional de emisoras promesa que nuevamente contrajo con el Presidente de la Democracia Cristiana, don Renán Fuentealba, a autorizar sólo la marcha de la Oposición para días posteriores, sin que hubiera otro acto de la Unidad Popular y del MIR.
Sin embargo, ¿qué declara, por su parte, el Diputado socialista por Concepción, Gerardo Espinoza? La determinación adoptada en Santiago de prohibir en última instancia la marcha y concentración de las fuerzas populares y sólo permitir la de la oposición, constituyó a nuestro juicio y a juicio de la mayoría de los partidos un grave error, por cuanto las órdenes de movilización ya estaban dadas y colocaban a la Intendencia en la imposibilidad de asegurar el orden público.
No obstante, después agrega que considera muy conveniente la decisión del Presidente de la República de ordenar la suspensión de la marcha programada por los partidos de Oposición.
Sin embargo, debo poner de manifiesto que el juicio dado por el Diputado socialista por Concepción con posterioridad a los hechos, muestra la discrepancia aparente o real que existe entre la Unidad Popular, el Partido Comunista y su Intendente; y entre la Unidad Popular de Concepción y el Subsecretario del Interior, Daniel Vergara, representante del Gobierno a través de esa Subsecretaría.
Por ello, creo que si tuviéramos que publicar todas las declaraciones y contradeclaraciones de los distintos grupos de la Unidad Popular, habría para un verdadero libro blanco de las situaciones surgidas.
Quizás nunca pensaron algunos grupos de la Unidad Popular, en su verbalismo revolucionario, que tendrían que ser ellos responsables de hechos que ayer instigaron en contra de otros Gobiernos tratando de obtener beneficios de tipo político electoral a costa del tráfico de acontecimientos provocados por ellos mismos.
El criterio del Ministro del Interior.
Sólo quiero leer una declaración porque realmente refleja el criterio del Ministro del Interior, Hernán Del Canto, publicada en Las Noticias de Última Hora, diario que se supone publica textualmente las palabras de ese Secretario de Estado, militante socialista.
El periódico señala que, consultada la autoridad sobre la decisión de realizar o no realizar las marchas, el señor Ministro del Interior declara que el funcionario aludido, el Intendente de Concepción, señaló que la autoridad provincial se usó legítima y racionalmente, con moderación y firmeza, pero que el Gobierno agrega el Ministro del Interior no tolerará actitudes sediciosas de la ultra Derecha ni los desbordes de la ultra Izquierda. El Gobierno ejerce su autoridad con dignidad y firmeza, de acuerdo a sus atribuciones y no caerá en actitudes represivas indiscriminadas, como sucedía en otros Gobiernos, en que los únicos perjudicados eran los obreros y campesinos. El Gobierno no caerá en esas conductas. El Ministro del Interior, Hernán Del Canto, formuló esta declaración el lunes 15 de mayo.
Desde el Senado quiero preguntar a ese Secretario de Estado qué era el estudiante que cayó muerto. Si era representante de la Derecha, de la burguesía, de los reaccionarios o de algunos grupos de Patria y Libertad. ¡Queman las palabras tan poco responsables de ese personero!
La división después de los hechos.
Por ese motivo hoy el país presencia atónito una división que puede tener graves proyecciones para el orden público, si es real; y en el caso de no serlo, no hay duda de que nos plantea una situación moral extraordinariamente crítica y negativa.
Finalmente, quiero citar las declaraciones oficiales aparecidas en los últimos días en la ciudad de Concepción, que llevan la firma del Partido Socialista, Movimiento de Acción Popular Unitaria, Partido Radical, Izquierda Cristiana y Movimiento de Izquierda Revolucionario.
El domingo 14 de mayo, en el diario El Sur, de Concepción, que no es controlado por la Unidad Popular, aparece una inserción pagada donde se hace una relación cronológica de las declaraciones que esos partidos y movimientos emitieron el viernes 12 en la noche, antes de conocerse el fallecimiento del estudiante Caamaño, y el sábado 13 a las tres de la tarde, una vez conocidos íntegramente los hechos que costaron la vida a ese estudiante.
Sólo citaré algunos de los acápites de la declaración, porque muestran la discrepancia de criterios que se está produciendo.
La represión según la U. P.
El día viernes, en uno' de sus párrafos, la declaración dice lo siguiente: Una vez más ha quedado demostrado que la fuerza del Gobierno y la Revolución no reside en la habilidad de sus personeros para alternar en reuniones, conferencias o parlamentos, sino que su fuerza reside fundamentalmente en la combatividad del pueblo que se hace presente con su número, su voz y sus puños. De allí que resulta una peligrosa contradicción la violenta represión desatada por las fuerzas policiales contra la izquierda ante la contemplación guardada para con la derecha. Esto se declaró la noche misma de los incidentes, cuando en las calles de Concepción había más de 50 heridos y ya se sabía que más de uno estaba herido con proyectiles, a bala.
Recado público al Presidente.
¿Qué otra cosa declara la Izquierda de Concepción, a excepción del Partido Comunista, al cual han sacado de la Izquierda en esta declaración? Ahí también se señala: La Izquierda de Concepción desea creer que la represión contra el pueblo, medida por el número de heridos y contusos, no constituye un precedente sino un desatino extemporáneo de la autoridad local, de Carabineros o de quien corresponda. Entiendo que se refieren al señor Presidente de la República, lo cual me consta, porque estaba en la Intendencia de la provincia con el Intendente señor Chávez cuando llegó la instrucción de don Salvador Allende de disolver las manifestaciones que se realizaban en Concepción una vez denegado el permiso. En consecuencia, la Unidad Popular manda un recado a quien corresponda. Quien corresponda es el señor Presidente de la República, que asumió la responsabilidad de la cancelación de la marcha y de ordenar la acción de Carabineros en Concepción el día viernes 12.
La ausencia comunista y la unidad de la Izquierda.
Y agrega la declaración, refiriéndose al mismo día viernes en la noche: La ausencia oficial del Partido Comunista esta frase me induce a pensar si no habría alguna presencia extraoficial de esa colectividad en la movilización realizada constituye un error que el pueblo espera no vuelva a repetirse, especialmente ahora que, en Concepción, la fuerza de los hechos ha producido un avance decisivo en la unificación de la izquierda. O sea, la unificación de la Izquierda es la incorporación del MIR y la marginación del Partido Comunista. Este es el hecho que políticamente la opinión pública debe anotar: la unificación de la Izquierda es la participación del Movimiento de Izquierda Revolucionario en las reuniones de la Intendencia, en las declaraciones, en las marchas conjuntas y en los actos realizados en Concepción en contra de Carabineros. ¡A esa unificación se refiere este texto!
¿Y qué declaran a las 15 horas del día sábado, cuando ya se sabía que había muerto el estudiante Eladio Caamaño Sobarzo? Lo siguiente: Una vez más, la generosa sangre de la juventud ha sido derramada en la ciudad de Concepción. Con profunda amargura y estupor hemos sido golpeados por el hecho increíble de la muerte del compañero Eladio Caamaño Sobarzo, como consecuencia directa del sistemático apaleo a que fue sometido por la acción policial desatada en el día de ayer en contra del pueblo en las calles de la ciudad. Como miles de miembros de la izquierda, el compañero Caamaño había salido a manifestar la voluntad terminante de obreros, campesinos, pobladores y estudiantes de probar que legítimamente las plazas y calles son del pueblo; que el pueblo movilizado está dispuesto a defender sus avances y que nada ni nadie podrá trancarle el paso a la conquista total del poder.
La U. P. acusa a su propio, Gobierno.
Posteriormente, agrega: Los sucesivos ataques que periódicamente están sufriendo obreros, campesinos, estudiantes y pobladores de parte del aparato represivo del Estado, manejado por el Presidente de la República, don Salvador Allende que la lleva a decenas y decenas de trabajadores en las cárceles, a lo largo y ancho de Chile, están mostrando un proceso contradictorio que lleva a resultados tan funestos como el que el pueblo, movilizado por objetivos de clase tan claros, como impedir el paso de la reacción y defender al Gobierno Popular, como ha ocurrido en las calles de Concepción, sufra una agresión policial claramente meditada, con el resultado de sesenta heridos y un muerto en las filas del mismo pueblo.
Las exigencias.
Y terminan diciendo: Consecuentes con lo anterior, exigimos al Gobierno la inmediata aplicación a lo menos de dos medidas que den la seguridad a los trabajadores, pobladores y estudiantes que estos hechos no se repetirán: 1) La disolución del siniestro Grupo Móvil, cumpliéndose una de las 40 medidas del programa de la Unidad Popular, ésta también sería una de las varias medidas del programa de la Unidad Popular que no se están cumpliendoy 2) El alejamiento de su cargo del Intendente de la provincia. Se refieren a don Vladimir Chávez, militante del Partido Comunista.
Estos son los hechos y las conclusiones a que llegaron posteriormente los distintivos movimientos de la Unidad Popular a raíz de los incidentes ocurridos en la ciudad de Concepción.
Las conclusiones. Responsabilidad del Intendente.
Junto con denunciar esto, quiero manifestar lo siguiente.
No tengo dudas de que no toda la responsabilidad recae en el Intendente de la provincia; sería absurdo pensar así. El señor Chávez tiene una cuota importante de responsabilidad, por su falta de criterio. No actuó como autoridad responsable y, además, no formó ante la opinión pública una imagen que permitiera creer que procedía responsablemente. Según informaciones que recibí en la propia ciudad de Concepción, el señor Intendente habría sido presionado para aceptar las tres marchas simultáneas. No obstante que él declara que debió tomarse el fin de semana para pensar y posteriormente decidir, no escapa a mi criterio que probablemente fue sometido a una presión política, como queda demostrado por las actitudes que asumieron posteriormente los partidos de la Unidad Popular, y también el MIR movimiento con el que el Partido Socialista, el MAPU, la Izquierda Cristiana y el Partido Radical han preferido marchar por las calles de Concepción, que no adoptaron la actitud que asumió el Partido Comunista frente a los sucesos del viernes pasado.
En consecuencia, la primera conclusión es la responsabilidad parcial del Intendente.
La responsabilidad de la U. P.
La segunda es la responsabilidad directa en los hechos ocurridos en Concepción de los militantes de la Unidad Popular que firmaron la declaración inserta en el diario El Sur, quienes no pueden rehuir hoy, ante la gravedad de los acontecimientos, la cuota de responsabilidad determinante que les corresponde y que deberían asumir.
El Cuerpo de Carabineros obedece órdenes superiores.
Tercera conclusión: el Cuerpo de Carabineros no tiene la responsabilidad que se le pretende imputar y achacar, porque sólo actuó obedeciendo instrucciones de sus superiores jerárquicos Intendente de la provincia, Ministro del Interior y Presidente de la República; procedió únicamente a instancia de ellos, lo que ha sido norma característica de su acción desde que se inició este Gobierno. Toda la opinión pública tiene clara conciencia de que en repetidas oportunidades muchos actos ilegales, atropellos, vejaciones a las personas, a los derechos de las personas ni siquiera pueden sancionarse, o de que el Cuerpo de Carabineros no puede intervenir en esos casos porque tiene instrucción de no actuar sino bajo la orden directa de las autoridades del Gobierno y de adoptar la técnica denominada de la persuasión. En Concepción se usó esa técnica; me consta. Vi cómo el Prefecto de Carabineros, en las horas previas al incidente, dialogaba en la calle con los dirigentes locales de la Unidad Popular. También vi de qué manera la provocación partió de los militantes del Partido Socialista, del MAPU, del Partido Radical, de la Izquierda Cristiana y del MIR, quienes golpearon a los carabineros antes de que éstos actuaran. De modo que, frente a los hechos acaecidos en Concepción, Carabineros actuó primero en defensa propia, y posteriormente, como lo dice el propio parte, usando los elementos disuasivos necesarios para disolver la manifestación.
Por lo tanto, mal pueden ahora quienes son Gobierno entre otros, el Partido Socialista, en el cual milita el señor Presidente de la República acusar al Cuerpo de Carabineros, que es obediente, de haber actuado para reprimir una manifestación legalmente organizada. Eso es proceder irresponsablemente.
Que los dirigentes socialistas asuman su responsabilidad.
Los dirigentes nacionales del Partido Socialista deben asumir su responsabilidad ante lo acaecido en Concepción, y no lavarse las manos ni culpar a quienes están en la zona. Ante los lamentables incidentes promovidos en dicha ciudad, los dirigentes nacionales del Partido Socialista deben responder por esta prédica de la violencia y el odio, en vez de volver las espaldas e intentar que asuman la responsabilidad los secretarios regionales o las organizaciones zonales de esa colectividad y de los Partidos Radical e Izquierda Cristiana. Esa no es una actitud consecuente con lo que se piensa, con lo que se dice y con lo que se debería hacer.
Defenderemos nuestros derechos constitucionales.
Por eso, ante los graves hechos provocados en Concepción, hacemos presente nuestra decisión inalterable de ejercer los derechos que la Constitución nos garantiza. La marcha de la ciudad de Concepción se realizará la próxima semana. Se solicitó autorización al Gobierno para llevarla a cabo el viernes 19 de mayo, pero éste no dio su asentimiento. Fui informado esta mañana de que el Presidente de la República se comprometió formalmente a posibilitar que el miércoles 24 de mayo se realice la concentración de la Oposición como única marcha en esa ciudad, y a que los manifestantes cuenten con el resguardo que la ley establece.
Concurriremos a Concepción para acompañar a quienes saldrán a las calles con el objeto de marchar en un acto de libertad, y sobre todo después de los graves hechos ocurrido la semana recién pasada, porque estamos conscientes de que hoy, más que nunca, es necesario reforzar la validez de nuestra Constitución y poner de manifiesto, no en un acto provocativo, que estamos decididos a ejercer nuestros derechos y a no dejarnos atropellar.
Las calles son del pueblo chileno.
Las calles son del pueblo chileno, no del Partido Socialista, ni del MIR, ni de ningún grupo que quiera apropiarse de ellas. Por eso reafirmamos, nuestra decisión de marchar. Lo haremos serena y organizadamente, como hemos llevado a cabo todos los demás actos. Pero no nos dejaremos intimidar por la prepotencia, por las
amenazas o por los hechos desgraciados provocados por personas insensatas que no confían en las ideas que sustentan y que, cuando se dan cuenta de que el pueblo no cree en ellas ni respalda las ideologías o los planteamientos que le formulan como partidos o como Gobierno, no tienen más camino que recurrir a la violencia y la provocación.
Respaldamos la mantención de la legalidad.
Por eso, dejamos planteadas estas interrogantes y declaramos que lo ocurrido en Concepción es un proceso que aún no termina, porque, como muy bien lo dicen hoy día incluso periódicos de la Unidad Popular y una declaración oficial del Partido Comunista, apreciamos una grave grieta dentro de aquélla; puede ser aparente o real, pero está producida. Y esperamos que quienes dentro del Gobierno luchan por mantener la institucionalidad y el respeto a la ley tengan éxito. No seremos nosotros los que alimentaremos odios o pasiones para intentar debilitar a quienes desean respetar la constitucionalidad y la ley en el país. Pero también queremos expresar muy claramente desde aquí, desde el Senado, que no nos dejaremos intimidar y que nuestros derechos no son una concesión graciosa de militantes de la Unidad Popular hacia nosotros, sino que emanan de la Carta Fundamental de nuestra patria.
Nada más.
Restan 17 minutos al Comité Demócrata Cristiano.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
El siguiente turno corresponde al Comité Comunista.
Tiene la palabra el Honorable señor Montes.
Señor Presidente, deseo referirme a los sucesos de Concepción, para analizar lo que significan y extraer conclusiones que, por supuesto, no son las mismas que señaló el señor Moreno. En verdad, esperaba que el señor Senador planteara, en las conclusiones por lo menos, algunas ideas que nos parece indispensable que en este instante consideren todos los partidos responsables de nuestro país.
Y quiero referirme a los sucesos de Concepción porque estuve también en esa provincia y porque, de alguna manera, también he venido participando, ya sea directamente o a través del conocimiento de las gestiones, de los desenlaces de las situaciones que se han ido produciendo posteriormente.
Queremos señalar de manera muy clara que en nuestro país se han planteado en otras épocas y períodos no lejanos situaciones complicadas para el proceso democrático chileno, y que cuando tales situaciones se produjeron nosotros no nos alegramos por la suerte que pudieran correr nuestros adversarios de entonces, ni batimos palmas ante la posibilidad de que un Gobierno contrario a nuestras posiciones pudiera caer tras una asonada militar. En aquellas ocasiones tuvimos la que, a nuestro juicio, deba ser siempre la actitud de un partido responsable ante el pueblo, la que no he visto, desgraciadamente, en las palabras pronunciadas por el señor Moreno en la tarde de hoy. Y supongo, por esa razón, que tales palabras fueron dichas a título personal y no en nombre del Partido Demócrata Cristiano.
La pausa que acabo de hacer obedece al hecho de que el señor Moreno, de quien no me ocuparé esta tarde, pues me referiré a temas políticos, se retira en estos momentos de la Sala. Pero ello no obsta para que expresemos nuestro juicio y pensamiento sobre lo que consideramos una grave situación política que vive Chile y que es necesario abordarla de esa manera y. con ese criterio, no tanto con el criterio de lo que dijo tal o cual representante de uno u otro partido de la Unidad Popular, de lo que señaló en sus declaraciones tal o cual dirigente del MIR, que es precisamente el tema que ha consumido la mayor parte del tiempo del señor Moreno en esta hora de Incidentes. Lo que más ha destacado el señor Senador han sido las posiciones del MIR y las de aquellos que no perteneciendo a ese movimiento han estado, en relación con los sucesos de Concepción, contra la política correcta del Gobierno popular. No ha dicho nada de la declaración del Partido Comunista que hoy día publican algunos diarios de nuestro país. En cuanto a ella, el Honorable señor Moreno sólo se ha referido a la afirmación de que se han producido grietas en la Unidad Popular de Concepción. Es claro el propósito de ocultar los planteamientos, la política, la posición del Partido Comunista en relación con los sucesos de Concepción y de destacar a todo bombo la política formulada por el MIR y por aquellos sectores que hicieron declaraciones contra la posición del Gobierno popular.
El Honorable señor Moreno debió haber hecho referencia a la declaración de un Senador comunista por esa zona, el que habla, formulada en nombre del Partido Comunista y que apareció en el diario Color del jueves de la semana pasada. De ella el señor Senador no se acuerda; ni la menciona. A la declaración del Comité Regional del Partido Comunista de Concepción apenas le dedica una alusión, a la pasada. Porque hay sectores en este país interesados en que los hechos ocurran de esta manera.
El diario El Mercurio de hoy publica en su primera página este tremendo título: Oleada revolucionaria en Chile anuncia el MIR, y el artículo continúa prácticamente a lo ancho de casi la mitad de la página 12. El Mercurio es en Chile el primer propagandista del MIR. El Mercurio es en Chile el primer órgano de difusión del MIR y de su política. Y por algo será. ¿Por qué razón El Mercurio dedica hoy, como en otras oportunidades, prácticamente toda su primera página y la mitad de la 12 para destacar la política del MIR, mientras que a la declaración del Partido Comunista en la misma edición sólo destina cinco líneas de una columna? Ello no es por casualidad, sino porque refleja la dirección y el interés político en el desarrollo de los acontecimientos actuales, en el caso del diario El Mercurio, de magnificar y de presentar a todo bombo en sus columnas la política del MIR, y de ocultar, de no decir nada, acerca de lo que el Partido Comunista piensa, dice o señala, actitud absolutamente idéntica a la adoptada aquí en la intervención del señor Moreno. Insisto: el señor Senador ha gastado la mayor parte de su tiempo, precisamente, en destacar en qué consiste, qué cosa es el MIR, en hacer propaganda a lo que el MIR quiere en este país, y también lo que declararon los partidos que en la ciudad de Concepción no compartieron la posición del Gobierno.
A nuestro juicio, es necesario enmarcar estos problemas dentro de la situación política general producida en el país. Es muy claro que desde el 4 de septiembre de 1970 los reaccionarios chilenos, los imperialistas, la gente que mantenía inmensos intereses en nuestra patria, han buscado modificar los hechos. No se conformaron ni se conformarán con la existencia en Chile de un Gobierno popular, con el desarrollo de un proceso revolucionario que, con todos sus defectos y errores, es eso, nada menos que eso: un proceso revolucionario. Antes de que asumiera Allende, ya se preparó el golpe. En el último año del Gobierno del señor Frei hubo la posibilidad de que se trastrocara el proceso constitucional chileno. Y todos recordamos lo que en este país se denominó el tacnazo y, también, que los partidos responsables de la situación política chilena actuaron en consecuencia con esa responsabilidad. Luego de la última elección presidencial, vino el caso del General Schneider y, más tarde, toda una política dirigida y orientada a liquidar al actual Gobierno, y se están creando hechos destinados a conseguir ese objetivo.
Nosotros, los comunistas, señalamos que en la situación actual lo que viene, si se altera el curso constitucional de los acontecimientos en Chile, es el fascismo, es una dictadura brutal.
Por eso, cuando escuchamos a alguien alegrarse por lo que está ocurriendo en determinadas circunstancias o zonas de nuestro país, nos parece una alegría de ciegos que no ven lo que está aconteciendo en esos procesos o de gente perfectamente consciente de lo que está sucediendo.
Porque la estrategia reaccionaria está orientada a desgastar a este Gobierno, a producir su caída. Para eso se trabaja, para eso se actúa. Lo que ocurre hoy día con las bombas bencineras no es para nosotros una simple reivindicación relativa a un par de botas más o a un mameluco que esos trabajadores están pidiendo a esas empresas. Es algo más, tiene una connotación distinta, que debe inscribirse en el proceso orientado por esta estrategia de los adversarios del Gobierno y destinada a socavar al Gobierno popular, a fin de provocar su caída.
La ultraderecha chilena, ese sector denominado Patria y Libertad y el Partido Nacional necesitan en momentos como estos que otras fuerzas que no provengan de su propio lado, sino del otro extremo del espectro político, actúen de manera tal que puedan ser utilizados como detonante para producir determinados efectos políticos en un instante dado. Por esa razón, cuando el MIR, por ejemplo, adopta una posición como la que asumió en la ciudad de Concepción, desconociendo lo obrado y resuelto por este Gobierno, y decide salir a las calles para atajar la marcha de la Oposición, está actuando en ese instante como el detonante político que ayuda y contribuye objetivamente en los hechos, en la realidad, a que pueda desarrollarse y prosperar la estrategia aplicada por el sector de la ultraderecha de este país, que busca la caída del actual Gobierno.
Entonces, a nuestro juicio, en los hechos, porque no sólo nuestra propia experiencia lo demuestra, hay que mirar también un poco fuera de las fronteras de Chile y, probablemente, un poco hacia el pasado, hacia la historia, para comprobar cómo determinados seudo-revolucionarios, que en un instante determinado pretendieron inclinarse a la izquierda de la Izquierda y ser más revolucionarios que los comunistas, a quienes acusan de debilidad y otras monsergas, no hacen sino, caminando por la Izquierda, juntarse con la Derecha para servir a los propósitos reaccionarios contra el legítimo proceso revolucionario de nuestro pueblo.
Y por eso decimos también que cuando alguien, que alguna responsabilidad tiene, se alegra por los hechos ocurridos en la ciudad de Concepción, no está mirando las cosas abiertamente tal como son ni pensando en los destinos de este país, en la suerte y en los destinos de la democracia chilena ni en lo que significan las libertades públicas, sino que está pensando de manera miope, como quien dice con sordina; para repetir lo que ya dije, adopta una actitud ciega o está consciente de lo que ocurre.
Se aprovechan de los errores, de las fricciones, de las desavenencias y de las dificultades que surgen en el seno de la Izquierda, porque a ellos les interesa, insisto, crear hechos públicos, desmanes y atentados para originar condiciones políticas contrarias al Gobierno popular. Creemos que quienes echan leña a la hoguera en este instante están contribuyendo, también de manera objetiva, a que en este país se produzcan hechos extraordinariamente lamentables.
Tenemos la obligación de representar estos problemas aquí y donde sea necesario, porque pensamos que en este mismo instante, y probablemente en los días que vienen, nuestro país está expuesto no sólo a que se produzcan sucesos lamentables como los ocurridos en Concepción, sino a acontecimientos peores. Lo señalamos no por la suerte personal de nadie ni por el destino de nuestra propia colectividad o de cualquier otro partido. Nos interesa señalar nuestra preocupación por la situación de este país.
Estamos profundamente convencidos de que en Concepción se produjo una grave expresión de algo que puede tener carácter nacional. Viéndolo así, nosotros, comunistas, estimamos que cumplimos firmemente con nuestro deber en relación con la actitud que allí adoptamos y en cuanto a dejar muy en claro que nuestra actitud no es otra ni será otra que la lucha firme y consecuente por llevar adelante una orientación política inspirada en la línea del Gobierno de la Unidad Popular, expresada en éste, y no otra línea ni ninguna otra expresión política que se aparte del programa que sirve de base a la acción política del actual Gobierno.
Por eso hemos actuado como lo hicimos en la provincia de Concepción, en los hechos que ha relatado el señor Moreno por desgracia no de manera absolutamente objetiva. Allí, por cierto, ha habido y hay incomprensión respecto de nuestra actitud pero también hay comprensión por parte de otros sectores y de mucha gente. A nuestro juicio, cada vez se irán esclareciendo más las cosas y permitirán ver a cada cual, de manera mucho más nítida todavía, cuál es la responsabilidad de cada uno frente a esos hechos.
Pensamos que estos sucesos sirven para establecer más claramente aún en qué consiste el compromiso que tenemos con el pueblo; compromiso que significa mantener y desarrollar en este país una sociedad pluralista, desarrollar el proceso democrático, impulsar el cambio social mediante los cauces constitucionales. Queremos expresar muy claramente aquí, como lo hemos hecho en aquella provincia, a fin de que nadie tenga dudas al respecto, que nuestro partido, ante hechos contingentes, por muy discutibles que ellos sean, adoptará la única actitud posible para un partido revolucionario; actitud que puede o no ser compartida por toda la gente en un momento dado, sobre todo cuando existe confusión y duda en la cabeza de muchas personas, actitud que puede ser incomprendida en un primer momento por las masas de trabajadores, pero respecto de la cual estamos convencidos de que debe necesariamente abrirse paso en la comprensión de la mayoría de la gente.
Algunos hechos de Concepción ocurrieron para ocupar menos tiempo que el usado por el señor Moreno tal como él los ha relatado, y otros no. Efectivamente, en Santiago, entre la directiva democratacristiana y el Gobierno se convino en que habría una sola marcha el día viernes: la de la Democracia Cristiana. Esa decisión la compartimos plenamente los comunistas no sólo aquí, sino también allá. Y al reunirse la Unidad Popular de Concepción, adoptó un solo acuerdo unánime: suspender la marcha de la Unidad Popular, acuerdo que también compartió según supe después el MIR. Luego, cada partido de la Unidad Popular tuvo su propia posición que, por cierto, no fue la misma. Hubo allí partidos que acatando la decisión o acuerdo de suspender la marcha y concentración programadas, decidieron sin embargo salir a la calle, para realizar actos tendientes a impedir la marcha autorizada: la de la Democracia Cristiana. Tal posición no fue compartida por nuestro partido. Entonces se produjo un problema; problema que, frente a los hechos y acontecimientos que ocurren o que pueden ocurrir en este país, tampoco es para alegrar a nadie, como en su época no fue para alegrar a quienes alguna responsabilidad tenían en los asuntos nacionales la posibilidad de que se impidiera terminar su período al ex Presidente Frei. Lamentamos que aquí el Senador Moreno casi como que se alegra al señalar que la Unidad Popular ya no es monolítica. Yo no diría tanto. Los sucesos de Concepción revelaron que entre los partidos de la Unidad Popular no hubo acuerdo para adoptar una decisión conjunta en esta materia. Eso es verdad, y lo sabe todo el pueblo. Pero eso no permite sacar tampoco una conclusión catastrofista que puede interesarles a algunos extraerla, y que nosotros estimamos que no es conveniente para nuestro país; no digo ya para la Unidad Popular o para su Gobierno. Por ello considero que no es justa la apreciación del Honorable señor Moreno cuando señaló que la Unidad Popular se reúne en la Intendencia y resuelve negarse a acatar lo resuelto por el Gobierno, a raíz del acuerdo de éste con la Democracia Cristiana. Ello no fue así.
El señor Senador plantea una pregunta que no logro comprender cabalmente, porque a veces cuesta un poco gustar o digerir el veneno. La pregunta es si habría discrepancia o concertación para actuar. El señor Moreno duda de que nuestro partido haya tenido una actitud legítima, única y resuelta. Piensa que hemos pretendido engañar a alguien. No sé a quién. No esclareció su idea ni su pregunta; pero de los hechos y de la posición que hemos adoptado surge muy nítida la actitud de nuestro partido.
Es verdad que el Intendente de Concepción concedió el permiso para realizar las tres marchas. Y ése fue un error. Es muy claro. El Intendente de Concepción manifestó a la Unidad Popular de esa provincia su desacuerdo con la marcha, su actitud personal de rechazo a tal eventualidad. Y su error estuvo en haber cumplido la decisión de la Unidad Popular. Pero cualquiera que mire las cosas de manera responsable, no puede sino concluir en que la actitud del Intendente de Concepción, a
partir del instante en que la decisión fue autorizar la marcha de la Democracia Cristiana, primero, y suspender después todas las otras manifestaciones, fue la expresión más cabal y más clara de responsabilidad de una autoridad de este país, que comprende que sólo de esa manera es posible resolver problemas que pueden trastrocar el proceso que estamos viviendo. Y el Intendente de Concepción asumió su responsabilidad. Ese día, y al siguiente, cuando él personalmente concurrió a los funerales entre los gritos de repudio de mucha gente, lo hizo también de manera cabal y de forma que es necesario tener en cuenta, porque estaba cumpliendo con su responsabilidad política. Y cuando desde la Derecha y desde la ultraizquierda pedían la cabeza del Intendente, su salida, como lo siguen solicitando hoy día, queda demostrado, de manera mucho más fehaciente todavía, que esos extremos se tocan cuando se trata, de combatir a nuestro partido, de oscurecer u obnubilar la mente de mucha gente respecto de las ideas de nuestro partido; porque el anticomunismo une siempre a los reaccionarios de la Derecha y a los oportunistas de la ultraizquierda. Y se comprendió también de manera cabal cómo los extremos de este país quieren fuego.
Esto está claro también en los documentos de la I. T. T. publicados en Chile. Los propios norteamericanos dicen cuán necesaria es la presencia de estos sectores de la ultraizquierda como detonantes políticos provocadores, para hacer la política que a ellos les interesa en este país. Quien lea aquellos documentos o recuerde hechos de otras naciones de historia más o menos reciente, que han demostrado el papel de los provocadores en todo proceso social, podrá extraer una gran enseñanza para nuestro propio país.
El 1° de mayo se celebra en el mundo precisamente por la acción de un provocador que, metido entre la multitud de
Chicago, lanzó bombas contra la policía para provocar la reacción de ésta y producir la masacre.
A mi juicio, los sectores interesados en provocar la situación que trato de definir procurarán aprovechar todo para eliminar el debate y para producir los enfrentamientos. Este es un problema respecto del cual debemos meditar.
Señor Presidente, tengo entendido que a las 21. 13 termina el tiempo del Comité Comunista, de manera que en el del Partido de Izquierda Radical, que lo cedió al nuestro...
No ha llegado la comunicación respectiva a la Mesa, señor Senador.
¿No ha llegado?
Lo lamento, pero la Izquierda Radical nos cedió su tiempo. La tarjeta en que se deja constancia de ello se la entregué a alguien, y deploraría que no se encontrara. Yo mismo la suscribí, junto con el Comité del Partido de Izquierda Radical.
Como no lograré terminar mis observaciones por la pérdida de esta tarjeta lo que me sorprende bastante, rogaría que se insertara en el texto de mi intervención la declaración de la Comisión Política del Partido Comunista en cuanto a los hechos de Concepción a que me he referido, y que aparece en los diarios de hoy. Creo que alcanza a poco más de dos carillas.
En esa declaración se reafirma la posición que ha adoptado nuestro partido y la del Intendente de Concepción, y la actitud del Presidente de la República. Deseo destacar especialmente este punto, pues creo que aún no se comprende lo que el país le debe al Jefe del Estado por su decisión de suspender todas las manifestaciones del día viernes en Concepción. Creo que se trata de un gesto que el país entero aplaudirá el día de mañana, cuando sepa valorarlo debidamente. Nosotros lo comprendemos perfectamente, pues estamos convencidos de que el Presidente de la República actuó de manera adecuada, como continuará haciéndolo, para resguardar los intereses superiores del país.
Ha terminado su tiempo, señor Senador.
La petición de Su Señoría quedará para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
El documento mencionado, cuya inserción se acuerda más adelante, es el siguiente:
La Comisión Política del Partido Comunista analizó los acontecimientos de estos días en Concepción y las declaraciones formuladas por las directivas provinciales de los partidos Socialista, Radical, MAPU e Izquierda Cristiana en unión del MIR.
Se ha comprobado que los enemigos del Gobierno Popular pretendían desencadenar en Concepción un enfrentamiento violento, que favoreciese planes sediciosos de la peor especie. Con este fin, se habían preparado los fascistas de Patria y Libertad y contaban con la ayuda que, objetivamente, les proporcionaban la confusión existente en sectores populares y las actitudes de la ultraizquierda.
Ante la solicitud del Partido Demócrata Cristiano de que se le autorizase un desfile, que deseaba efectuar el día viernes, los partidos de la Unidad Popular, incluido el Comité Regional del Partido Comunista, exigieron al Intendente de la provincia que otorgase el permiso para realizar, simultáneamente, en la misma ciudad, manifestaciones paralelas de la Democracia Cristiana, de la Unidad Popular y de la ultraizquierda. El Intendente no compartió esa actitud, se opuso a ella, pero terminó accediendo. Sin embargo, al verificar que los preparativos de los grupos fascistas, para un enfrentamiento, creaban una situación en que las provocaciones podrían desarrollarse con suma peligrosidad al haber tres marchas de fuerzas políticas antagónicas, consultó a La Moneda y, can el respaldo del Gobierno, propuso fechas diferentes para los desfiles de la Unidad Popular y de la ultraizquierda. El Comité Provincial de Concepción de la Unidad Popular estuvo unánimemente con esa resolución.
Sin embargo, continuaron desarrollándose los preparativos de grupos fascistas para aprovechar la marcha del Partido Demócrata Cristiano con vistas al desencadenamiento de la violencia. Algunos de los partidos integrantes de la Unidad Popular optaron por llamar, de su lado en conjunto con el MIR, a impedir esa marcha. Objetivamente, se crearon, así, las condiciones para un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias. El Presidente Allende alertó personalmente sobre los peligros que ello implicaba, ordenando la suspensión de todos los actos públicos del viernes en Concepción.
Las direcciones centrales de los Partidos Socialista y Comunista habíamos contraído el compromiso, previamente, de no interferir el desarrollo de la manifestación de los democratacristianos de Concepción y de contestar a ella convocando, de acuerdo con nuestros aliados de la Unidad Popular, a una marcha de apoyo al Gobierno, que se realizaría días después.
El Intendente compañero Vladimir Chávez, miembro del Comité Central del Partido Comunista, se ha comportado de acuerdo a la responsabilidad de su cargo, aplicando en todo momento las instrucciones del Gobierno y ejerciendo la autoridad para evitar el cumplimiento de los objetivos de los elementos sediciosos. Su actuación merece el pleno respaldo y la solidaridad del Partido, que expresamos igualmente a todos los comunistas de Concepción que no se han dejado arrastrar a actitudes contrarias al Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular.
A pesar de los esfuerzos del propio Presidente de la República y del Intendente de Concepción, ha debido lamentarse en esa provincia la penosa pérdida de la vida de un joven estudiante. Además, el enemigo ha aprovechado las actitudes de algunos partidos para presentar a una parte de la Unidad Popular en contradicción con los compromisos políticos asumidos con el país.
El Partido Comunista considera de extrema gravedad lo sucedido en Concepción, porque revela la existencia de los propósitos de los elementos de ultraderecha de provocar enfrentamientos violentos y se ha abierto en esa provincia una seria grieta en la Unidad Popular.
Declara, al mismo tiempo, que la actitud de quienes piden la salida del Intendente de Concepción, constituye un obsequio a la Derecha y a los provocadores de ultraizquierda, unidos por su odio anticomunista y por su afán de hacer fracasar al Gobierno Popular.
En estas circunstancias, el Partido Comunista hace y hará todos los esfuerzos dirigidos a consolidar y desarrollar la unidad combativa del pueblo, junto al Presidente de la República y al Programa de la Unidad Popular.
Nuestra consigna es: Con el Presidente Allende y el Programa de la Unidad Popular derrotemos las provocaciones de la ultraderecha y de la ultraizquierda.
La Comisión Política del Partido Comunista de Chile.
Santiago, 16 de mayo de 1972.
Se dará lectura a una indicación.
Indicación para publicar in extenso los discursos de los Honorables señores Papic y Moreno pronunciados en la hora de Incidentes de esta sesión.
Queda para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
Se levanta la sesión.
Se levantó a las 21. 13.
Dr. Raúl Valenzuela García, Jefe de la Redacción.
ANEXOS.
DOCUMENTOS:
1.- INFORME DE LA COMISION DE DEFENSA NACIONAL RECAIDO EN EL PROYECTO DE LEY DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE MODIFICA EL D. F. L. Nº 200, DE 1960, EN LO RELATIVO A LA DEPENDENCIA DEL CUERPO MILITAR DEL TRABAJO.
Honorable Senado:
Vuestra Comisión, de Defensa Nacional tiene el honor de informaros acerca del proyecto de ley de la Honorable Cámara de Diputados que modifica el D. F. L. Nº 200, de 1960, en lo relativo a la dependencia del Cuerpo Militar del Trabajo.
A la sesión en que estudiamos este asunto asistieron los señores Subsecretarios de Guerra y de Marina, don Rafael Valenzuela y don Jorge Domínguez, respectivamente.
Antecedentes.
El D. F. L. Nº 13, de 1953, dispone en su artículo 1º que las Fuerzas Armadas, sin perjuicio de sus funciones específicas y sólo con su dotación normal, cooperarán en la realización de los programas civiles de obras públicas de carácter extraordinario, bajo la dirección del Ministerio de Obras Públicas.
Para hacer posible el cumplimiento de esta misión, el artículo 2º del mismo texto legal crea la Inspección del Servicio Militar del Trabajo, dependiente directamente del Ministro de Defensa Nacional, Subsecretaría de Guerra, a fin de que organice este Servicio en su aspecto propiamente militar.
Con posterioridad, el D. F. L. Nº 200, de 1960, dispuso que la Inspección en referencia se denominaría, en lo sucesivo, Cuerpo Militar del Trabajo y dependería directamente del Comando en Jefe del Ejército. Establece, asimismo, este último texto legal, que cualquiera entidad de la administración pública nacional, fiscal, semifiscal, autónoma y municipal, podrá ejecutar obras por intermedio de dicho Cuerpo y con cargo a los recursos consultados en los presupuestos de las respectivas entidades.
El proyecto de ley en informe, que consta de un solo artículo, consulta dos modificaciones al artículo 1º del citado D. F. L. Nº 200. Con ello se pretende hacer más expedita y ágil la labor del Cuerpo Militar del
Trabajo, suprimiendo la frase y dependerá directamente del Comandante en Jefe de dicha Institución, lo que permitirá que dicho Cuerpo pase a formar parte del Comando de Infraestructura, lo que está más acorde con las necesidades de la época. En efecto, se refundirán en un organismo determinado ciertas Unidades y Reparticiones que desarrollan actividades complementarias.
Además, esta iniciativa legal agrega un inciso nuevo a la disposición legal en referencia, que preceptúa que las facultades que se otorgan al Cuerpo Militar del Trabajo serán ejercidas por la autoridad bajo cuya dependencia se encuentre esta repartición.
En discusión general y particular el proyecto, fue aprobado con una enmienda propuesta por el Honorable Senador señor Carmona, que consigna una agregación al citado inciso nuevo, la que confirmará en la letra de la ley que las facultades del Cuerpo Militar del Trabajo serán ejercidas por la autoridad del Ejército.
Como dato ilustrativo ponemos en vuestro conocimiento que, de conformidad con el aludido D. F. L. Nº 200, la Armada y la Fuerza Aérea podrán también integrar unidades técnicas en el Cuerpo de que se trata, pero siempre dentro del mecanismo orgánico y jerárquico que el Ejército ha creado con este objeto.
En mérito de las consideraciones anteriores, la unanimidad de vuestra Comisión de Defensa Nacional os recomienda aprobar la iniciativa en informe, con la siguiente enmienda:
Artículo único
Intercalar en la letra b), entre las palabras autoridad y bajo, las expresiones del Ejército.
Con la modificación que precede, el proyecto de ley queda como sigue:
Proyecto de ley:
Artículo único. Introdúcense al D. F. L. Nº 200, de 2 de abril de 1960, las siguientes modificaciones:
a) En el artículo 1º suprímese la frase y dependerá directamente del Comando en Jefe de dicha Institución. .
b) Agrégase como inciso segundo del artículo 1º, el siguiente:
Las facultades que se otorgan al Cuerpo Militar del Trabajo serán ejercidas por la autoridad del Ejército bajo cuya dependencia se encuentre esta repartición. . .
Sala de la Comisión, a 10 de mayo de 1972.
Acordado en sesión de fecha 2 del corriente, con asistencia de los Honorables Senadores señores Carmona (Presidente), Foncea, Juliet, Ochagavía y Valente.
(Fdo.): Raúl Charlín Vicuña, Secretario.
2.- INFORME DE LA COMISION DE RELACIONES EXTERIORES RECAIDO EN EL PROYECTO DE ACUERDO DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE APRUEBA EL PROTOCOLO DE ENMIENDA DEL ARTÍCULO 56 DEL CONVENIO DE LA AVIACION CIVIL INTERNACIONAL.
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Relaciones Exteriores tiene el honor de informaros acerca del proyecto de acuerdo de la Honorable Cámara de Diputados que aprueba el Protocolo de Enmienda del artículo 56 del Convenio de Aviación Civil Internacional.
A la sesión en que se despachó este asunto asistieron el señor Subsecretario de Relaciones Exteriores, don Aníbal Palma, y el relacionador de ese Ministerio con el Congreso Nacional, señor Jorge Hunneus.
El instrumento internacional que interesa fue suscrito en Viena, el 7 de julio de 1971, después de haber sido aprobado por la Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en el XVIII período de sesiones.
La citada Organización es una Agencia Especializada de las Naciones Unidas, que fue creada el 4 de abril de 1947, luego de ratificada la Convención constitutiva por veintiséis Estados..
Su finalidad específica es estudiar y resolver los problemas de la aviación civil internacional; establecer las normas y reglamentaciones que rijan internacionalmente en esta materia y fomentar el desarrollo y la planificación del transporte aéreo internacional.
Cabe tener en consideración que el organismo en referencia ha realizado una intensa labor en materia de seguridad aérea, de regulación de sistemas de operación, de uniformación y simplificación de trámites de frontera y de promoción del uso de métodos y equipos técnicos modernos.
En esta actividad ha contado con el apoyo de otros organismos internacionales y de las Naciones Unidas, que estudian el transporte aéreo, su seguridad, materias meteorológicas, servicios de comunicaciones, de radiofaros, de búsqueda y salvamento, etc.
El órgano técnico de mayor importancia que existe dentro de la Organización de Aviación Civil Internacional es la Comisión de Navegación Aérea, la que está formada por doce expertos designados por el Consejo de la Organización a propuesta de los Estados miembros.
Ahora bien, el Protocolo de Enmienda a que se refiere el proyecto de acuerdo objeto de este informe, modifica el artículo 56 del Convenio constitutivo, aumentando de doce a quince el número de los integrantes de la mencionada Comisión.
La razón que fundamenta esta medida es que el número de miembros de la Organización de Aviación Civil Internacional se ha elevado de cincuenta a ciento veinte. Se ha considerado, asimismo, que las técnicas relacionadas con la aeronavegación se hacen cada día más complejas y requieren, en consecuencia, de un mayor número de expertos de alta calificación.
El Protocolo objeto de nuestra atención entrará en vigencia con respecto de los Estados que lo hayan ratificado, en la fecha en que se deposite el octogésimo instrumento de ratificación en la Organización de Aviación Civil Internacional y, respecto de los Estados que lo hagan después de esa fecha, a partir del momento en que cada uno de ellos deposite el respectivo instrumento de ratificación.
Los antecedentes expuestos permitieron a vuestra Comisión de Relaciones Exteriores aprobar, por unanimidad, el proyecto de acuerdo en informe y os recomienda adoptar un pronunciamiento similar.
Sala de la Comisión, a 16 de mayo de 1972.
Acordado en sesión de fecha 3 del corriente, con asistencia de los Honorables Senadores señores Reyes (Presidente), Contreras, Juliet y Pablo.
(Fdo.): Raúl Charlín Vicuña, Secretario.
3.- INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAIDO EN LA PETICION DE DESAFUERO DEL SEÑOR GOBERNADOR. DE RIO BUENO, DON ARNALDO CARCAMO PAREDES, FORMULADA POR EL SEÑOR LUIS CARRASCO ALVARADO.
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene a honra informaros acerca de la petición formulada por don
Luis Carrasco Alvarado, para que se declare que ha lugar a la formación de causa en materia criminal en contra del señor Gobernador de RíoBueno, don Arnaldo Cárcamo Paredes.
Cargos que formula el recurrente.
Expresa el peticionario que el 12 de diciembre de 1969, don Oscar Arrepol, obrero agrícola, con domicilio en la parcela de su propiedad, se presentó ante la Inspección del Trabajo haciendo presente que se retiraba voluntariamente del predio y pidiendo dos meses de plazo para su partida.
Que llamado a la Inspección del Trabajo, aceptó la petición porque nada tenía en contra de dicho obrero y no lo había despedido.
Que vencido el plazo, el señor Arrepol pidió diversas prórrogas que concedió verbalmente, aunque no le prestaba ningún servicio.
Que solicitó a la Gobernación el desalojo del señor Arrepol, dejando un cheque por Eº 500 para pagar los posibles gastos que pudiera ocasionarle al señor Arrepol el traslado y ofreció pagarle el arriendo de una casa por dos meses para que se trasladara.
Que aun así el señor Arrepol no desocupó el predio y que, por tal razón, inició acción judicial en su contra, obteniendo sentencia definitiva de restitución, concediéndosele finalmente el auxilio de la fuerza pública para su cumplimiento el 18 de septiembre de 1971.
Que hasta la fecha no se ha tramitado en la Gobernación dicho oficio y que, en consecuencia, el señor Gobernador ha cometido el delito de denegación de auxilio.
Descargos del señor Gobernador
Manifiesta el señor Gobernador que ha tenido varias reuniones con las dos personas afectadas en este caso, habiendo concedido el propietario del predio plazo para el retiro del señor Arrepol.
Que dada la situación económica social del señor Arrepol y su familia se ha preocupado de la situación de este último y se está construyendo, por CORHABIT, una media casa de emergencia para ser entregada al obrero demandado.
Que ha conversado con el peticionario, quien se ha comprometido a retirar la petición de desafuero formulada en su contra, y que enviaría los documentos respectivos.
Que, en consecuencia, solicita el rechazo de la petición de desafuero.
Hasta la fecha de redacción de este informe la Comisión no ha tenido más antecedentes que los ya relatados, a pesar de que se ha solicitado telefónicamente al señor Gobernador el envío de una comunicación oficial a la Comisión sobre el referido desistimiento, aún por vía telegráfica.
Por esta razón, y mientras no lleguen los nuevos antecedentes y dado que el plazo respectivo está por vencer, los Honorables Senadores señores Acuña, Bulnes y Pablo fueron partidarios de aceptar la petición de desafuero, sin perjuicio de cambiar su voto si los documentos ofrecidos por el señor Gobernador llegan a la Honorable Corporación.
Por su parte, el Honorable Senador señor Luengo expresó que de los antecedentes existentes se desprendía que el señor Gobernador había tratado de solucionar el problema socioeconómico y que, en consecuencia, no procedía el desafuero.
En consecuencia, vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, con los votos de los Honorables Senadores señores Acuña, Bulnes y Pablo, la oposición del Honorable Senador señor Luengo y la abstención del Honorable Senador señor Palma, tiene a honra proponeros que declaréis que ha lugar a la petición de desafuero formulada por don Luis Carrasco Alvarado en contra del señor Gobernador de RíoBueno, don Arnaldo Cárcamo Paredes.
Sala de la Comisión, a 17 de mayo de 1972.
Acordado en sesión de esta fecha, con asistencia de los Honorables Senadores señores Pablo (Presidente), Acuña, Bulnes, Luengo y Palma.
(Fdo.): Iván Auger Labarca, Secretario.
4.- INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAIDO EN LA PETICION DE DESAFUERO FORMULADA EN CONTRA DEL SEÑOR INTENDENTE DE CONCEPCION DON VLADIMIR CHAVEZ RODRIGUEZ POR LA COMPAÑIA SINGER SEWING MACHINE.
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene a honra informaros acerca de la petición formulada por la compañía Singer Sewing Machine para que se declare que ha lugar a la formación de causa en materia criminal en contra del señor Intendente de Concepción, don Vladimir Chávez Rodríguez, según lo dispuesto en el artículo 42, atribución 3ª, de la Constitución Política del Estado.
Cargos que formula la recurrente
Expresa la peticionaria que es acreedora del señor Renato Quiñones por ocho cheques sin fondos y por un total de Eº 32. 860.
Que protestados los cheques, inició acción judicial para notificar el protesto y luego ejerció la acción ejecutiva, embargándose las máquinas cuyo precio no había sido pagado como consecuencia del protesto de los cheques mencionados.
Que se pidió la fuerza pública para obtener la entrega material de las máquinas, debido a que el establecimiento del señor Quiñones había sido tomado por sus operarios.
Que el señor Intendente no concedió la fuerza pública y, en el intertanto, se declaró en quiebra al señor Quiñones.
Que declarada la quiebra, el señor Síndico solicitó al Tribunal que se oficiara al señor Intendente para que concediera la fuerza pública para incautarse de los bienes del fallido y el Tribunal acogió dicha petición.
Que hasta la fecha de presentación de la querella no se ha concedido el auxilio de la fuerza pública y que, en consecuencia, el señor Síndico no se ha incautado de los bienes y no ha formado el cuaderno de administración, dejando a todos los acreedores burlados en sus derechos.
Que, en consecuencia, el señor Intendente ha cometido el delito de denegación de auxilio, por lo que solicita su desafuero para proceder en su contra.
Descargos formulados por el señor Intendente
Manifiesta el señor Intendente que con fecha 10 de enero del año en curso se recibió en la oficina de partes de la Intendencia el oficio por el cual se solicitaba el auxilio de la fuerza pública para que el señor Síndico de Quiebras procediera al desalojo del local ocupado y a la incautación de los bienes del fallido.
Que si bien era procedente que se requiriera el auxilio de la fuerza pública para que el señor Síndico procediera a la incautación de los bienes del fallido, no es menos cierto que no procedía dicho auxilio para que el señor Síndico procediera al desalojo del local ocupado, por tratarse de una materia totalmente ajena al juicio de quiebra.
Que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 47 de la Ley de Quiebras no procede solicitar la fuerza pública al Intendente en los juicios de quiebra, sino al jefe más inmediato.
Que los trabajadores del fallido lo han demandado por el no pago de sus remuneraciones y de sus imposiciones previsionales durante los tres meses que trabajaron para el señor Quiñones.
Que de lo anterior se desprende que la incautación inmediata y la realización de los bienes del fallido habrían significado la pérdida de la fuente de trabajo de 19 obreros; la baja de la producción, y la imposibilidad de verificar los créditos de dichos trabajadores al carecer de una sentencia favorable de término del juicio.
Que lo expuesto llevó al Intendente a buscar una solución al problema socioeconómico producido. En la actualidad los obreros han formado una sociedad de responsabilidad limitada y han obtenido un crédito bancario para adquirir las máquinas necesarias para reemplazar a las del fallido.
Que encontrada la solución aludida, el señor Síndico de Quiebras de Concepción se ha incautado de los bienes del señor Quiñones y la Intendencia ha dado curso al auxilio de la fuerza pública requerida.
Que, en consecuencia, solicita se declare que no ha lugar a la petición de desafuero en informe.
Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, por unanimidad, y teniendo principalmente en consideración que el problema planteado ha sido solucionado, tiene el honor de proponeros que declaréis que no ha lugar a la petición de desafuero del señor Intendente de Concepción, don Vladimir Chávez Rodríguez, formulada por la compañía Singer Sewing Machine.
Sala de la Comisión, a 17 de mayo de 1972.
Acordado en sesión de esta fecha, con asistencia de los Honorables Senadores señores Pablo (Presidente), Acuña, Bulnes, Luengo y Palma.
(Fdo.): Iván Auger Labarca, Secretario.