Labor Parlamentaria

El señor POBLETE.-

Señor Presidente, mis primeras palabras son para agradecer en nombre de mi partido, el Partido Radical, la forma patriótica en que han respondido todos los Comités Parlamentarios, al acoger nuestra iniciativa de realizar esta sesión especial para analizar en profundidad, buscando soluciones realistas, los problemas de la mediana y pequeña minería que ya han hecho crisis.

El Partido Radical, nacido en las ásperas y ricas tierras mineras de Copiapó, ha mostrado siempre especial interés y dedicación por el desarrollo de la minería, y muy especialmente de la pequeña y mediana minería, que se caracterizan por su profundo sentido nacional, a diferencia de la gran minería, controlada por capitales e intereses foráneos.

Don Pedro Aguirre Cerda, don Juan Antonio Ríos y don Gabriel González Vi- dela, durante sus Administraciones, dieron muestras claras de la preocupación del radicalismo por los problemas de la pequeña y mediana minería, dejando, para la historia de sus Administraciones, normas e instituciones que han servido o debieron servir de base para el gran despliegue de la minería nacional, base de nuestra economía.

Sin embargo, los cambios políticos y la influencia demoledora de la burocracia y la tecnocracia impidieron esta superación integral y agudizaron los problemas, hasta el punto que el Presidente de la Repúblicadon Eduardo Frei Montava tuvo toda la razón al enjuiciar la política minera en la forma en que lo hizo en la Convención Minera de Copiapó, efectuada en enero de 1966, cuando fijó la política de su Gobierno respecto a, la minería y, muy especialmente, respecto a la mediana y pequeña minería.

Bajo los auspicios de la Sociedad Nacional de Minería, la Asociación Minera de Copiapó organizó un Congreso Minero, que se celebró en la ciudad nortina durante los días, 29, 30 y 31 de enero de 1965, a un mes y días de las elecciones parlamentarias de ese año, que culminaron con el triunfo abrumador de la Democracia Cristiana. No queremos creer que el discurso de Su Excelencia el Presidente de la República en el Congreso de Copiapó haya estado inspirado en propósitos demagógicos y electorales. Estamos seguros de que estaba bien inspirado cuando trazaba la política minera de su Gobierno y criticaba las Administraciones anteriores. Queremos pensar que él también ha sido vencido por la burocracia y la tecnocracia, que se refugian en la Empresa Nacional de Minería, en la Corporación del Cobre, en el Banco Central de Chile y en la Corporación de Fomento de la Producción, castrando e impidiendo todo alto vuelo creador, porque lo estimamos sincero cuando decía: "Mi Gobierno saldrá al encuentro de las iniciativas de los mineros y de sus organizaciones representativas para darnos la mano sin reservas y avanzar aceleradamente en nuestra, empresa común.

"Esperamos para nuestra pequeña y mediana minería una enorme expansión de las 100.000 toneladas que hoy produce a 250.000 ó 300.000 toneladas en los próximos años.

"La minería ha sido verdaderamente paralizada por la incomprensión nacional o por la ineficacia burocrática, y sus divisas se han desviado más allá de toda justa medida al beneficio fácil de otras actividades.

"Tenemos los hombres y tenemos los recursos, y esa conjunción irresistible avanza a pesar de todos los obstáculos... Para resumirlo todo en una sola expresión: Lo que el país necesita para alcanzar metas que hoy nos parecen increíbles es soltar las riendas de la industria minera".

Estas atinadas palabras del Presidente Frei en el Congreso Minero de Copiapó fueron seguidas por un programa de cinco puntos, que todos los mineros aceptaron entusiastamente. Este fue el programa del Presidente Frei, según sus propias palabras :

1.- Suprimir o compensar, con decisión y sin encogimientos timoratos, los factores económicos que hoy gravan la minería con perjuicio de su capacidad competitiva en los mercados internacionales, que son su campo de acción;

2.- Reconocerle la evidente prioridad en el uso de sus propias divisas para la importación de los elementos, sin los cuales no puede exportar ni producir divisas. No detenerse en esto por temor, sino avanzar resueltamente con el ánimo de facilitar y promover la producción;

3.- Asegurar la estabilidad a largos plazos de su régimen tributario y monetario, tal como la gozan sus competidores mundiales, a fin de que sus proyectos productivos no estén sometidos a la "tembladera" de las modificaciones legales o de las resoluciones administrativas. Hemos llegado al extremo verdaderamente grotesco de imponer por ley a nuestros mineros el temor al crecimiento de sus actividades bajo la amenaza de cambio de régimen legal y tributario;

4.- Asociar la actividad del Estado y la inversión pública al desarrollo de los proyectos concretos de producción minera, en la energía, el transporte, el aprovechamiento de los puestos por todos los mineros, el crédito y las instalaciones básicas de beneficio o enriquecimiento de minerales, de- fundición y refinación, así como también en el comercio internacional, que sólo debe someterse a la norma suprema de la expansión y calificación técnica de la producción, para el interés generaLdel país, y no de reglamentaciones que lo entraban, y

5.- Organizar en la más vasta escala, con todos los medios disponibles en el país o en la cooperación internacional, pública y privada, la exploración de nuestros recursos y la creación de una capacidad técnica nacional capaz de darles el máximo de valor y de construir una minería verdaderamente chilena e independiente.

Este fue el programa ofrecido por el Presidente Frei a los mineros de la pequeña y mediana minería en el Congreso Minero de Copiapó realizado en enero de 1965, advirtiendo que Su Excelencia señaló que la política de su Gobierno "es la de ofrecer una estrecha asociación general de esfuerzos y de criterios, de modo que las instituciones y sus funcionarios sean las servidores de la minería, antes que sus guardianes o controladores; sus agentes ante los Poderes del Estado y sus cooperadores en la realización de su comercio y de sus importaciones, en el estudio de sus proyectos y en la gestión de sus créditos".

Han transcurrido dos años y tres meses desde la fecha del Congreso Minero de Copiapó en que Su Excelencia dio a conocer su programa y sus buenos propósitos respecto a la pequeña y mediana minería. Y todo lo dicho constituye hoy un hermoso recuerdo. El aire de primavera y esperanza que recorrió a todas las instituciones de la minería se trocó en vientos de otoño, arrojando por el suelo las hojas de los árboles creadores de riqueza, y hoy, en vendaval de invierno que amenaza destruirlo todo.

Todo han sido palabras y buenos propósitos presidenciales. Pero, paralelamente, todo ha sido inoperancia, obstrucción y desaciertos por parte de las instituciones y sus funcionarios que, según el Presidente Frei, debían ser los servidores de la minería. Desde 1965 se han realizado tres Congresos mineros y una Convención Nacional, en los que los productores han clamado inútilmente porque se cumpla el programa del Presidente Frei. En Atacama, Antofagasta, La Serena y Santiago se ha solicitado un trato justo para la pequeña y mediana minería.

En todos los tonos los mineros han pedido que se fijen tarifas que tengan relación con el esfuerzo y dificultades empresariales de la minería; para que las utilidades del cobre, de todos los minerales metálicos y no metálicos sean para el que las-produce; para que se opere una activa y efectiva mecanización de las minas, prospección del subsuelo, reparación y establecimiento de caminos transversales, asistencia técnica adecuada, y, muy principalmente, una reorganización de los organismos que tienen a su cargo el control y fomento de la pequeña y mediana minería.

Estas materias, repito, han sido planteadas por las organizaciones representativas de la minería a lo largo de los dos últimos años, en innumerables Congresos y comunicados. Personalmente, el Diputado que habla ha venido alertando al Supremo Gobierno, a través de intervenciones en esta Cámara y de oficios dirigidos a los señores Ministros de Minería y de Hacienda, sobre la gravedad de la situación creada; pero todo ha sido inútil. Se ha chocado con la muralla soberbia de la burocracia y tecnocracia, ante las cuales las mejores iniciativas y propósitos fracasan.

Ya la situación ha hecho crisis. Y como lo ha expresado la Convención Minera reunida en Santiago, los días 1S y 19 de este mes, ya no bastan buenos propósitos y enunciados programáticos. Se hace necesario pasar de inmediato a tomar medidas efectivas. '

Hoy la provincia de Atacama ha amanecido con sus banderas a media asta. De 30.000 obreros que laboran en la pequeña y mediana minería, 8.000 están expuestos a la cesantía, y, según se calcula, ésta podría llegar a no menos de 15.000 hogares de mineros. En tribunas y en galerías y en los jardines de esta Honorable Cámara, en este momento, se encuentran junto a nosotros decenas de mineros que, siguiendo el ejemplo publicitario de la Patria Joven, han marchado desde Copiapó para pedir al Congreso Nacional que tome en sus manos la solución de los graves problemas de la minería, impulsando al Gobierno para que cumpla su programa e impida la muerte por inanición de una de nuestras principales fuentes de recursos.

A juicio de los personeros de la mediana y pequeña minería, "tres son los factores que han influido en que la minería haya desembocado en una situación absurda, en que tenga que paralizar durante un período de alto precio del cobre:

"Primer factor: una política cambiaría que ha significado una reducción en el valor adquisitivo del dólar que retorna la minería, del 50%, debido a que el aumento del cambio oficial es muy inferior al aumento de los costos internos.

"Segundo factor: una política de fomento de la industria nacional, sobre la base de impedir la importación de productos extranjeros, y que ha permitido a la industria nacional alzar sus precios más allá de todo lo que la minería puede aceptar, y

"Tercer factor: la errada política de ENAMI, en materia de tarifas, que la ha llevado a triplicar el valor de las maquilas en el caso de los concentrados, en el espacio de cuatro años; y en el caso de Jos minerales de concentración, la ha llevado a aplicar maquilas de concentración superiores, entre 50 % y 100% a los costos de las plantas particulares."

Aparece, entonces, claro que los organismos técnicos destinados a proteger y fomentar la minería son los culpables de los serios errores que hoy estamos lamentando y que debemos corregir a breve plazo. Se hace necesario que la Comisión de Minería" inicie, de inmediato, reuniones de trabajo, a fin de que investigue y tome las medidas para que los organismos del Estado actúen derechamente, porque las contradicciones surgen a cada paso. Por ejemplo, empresas del Estado, como Ferrocarriles, ENAP, ENDESA, Banco Central, etcétera, está actuando en sentido contrario a la política que dice impulsar el Supremo Gobierno.

Los Ferrocarriles del Estado han dejado en letra muerta aquellas iniciativas destinadas a lograr tarifas de fletes cercanas a niveles internacionales de transporte de minerales, o al nivel fijado para el transporte interno de minerales de hierro.

La ENAP ha subido el precio del petróleo suprimiendo descuentos que otorgaba a los exportadores.

La ENDESA no entrega energía eléctrica a precios compensados entre el sur y el norte, y grava el costo minero a niveles superiores al 400%, en muchos casos.

El Banco Central considera impuestos y gravámenes para autorizar, o no, exportaciones que la minería requiere para producir divisas, recargando, en esa forma, los costos de producción sin siquiera recurrir posteriormente a devoluciones.

Sin embargo, dentro de este panorama aparece como principal culpable de la crisis minera la Empresa Nacional de Minería, cuyas actuaciones deben ser estudiadas seriamente por la Comisión de Minería de la Honorable Cámara. Es necesario estudiar los costos y tarifas de compra de la ENAMI, que son los más altos del mundo; y su organización interna y crecimiento burocrático, ya que en menos de dos años su personal ha subido de 400 a 1.300 funcionarios.

Es indispensable que la Comisión se traslade a la región minera, venciendo toda clase de dificultades, para visitar las plantas de la ENAMI y ver las condiciones de funcionamiento. Estoy seguro de que cuando finalice sus estudios dará la razón a los mineros y recomendará la reorganización de la ENAMI y un viraje violento en la política minera del Estado y de sus organismos técnicos. De otra manera, nada pondrá término a la crisis minera que empieza a vivir el país y que se hará cada día más aguda.

La situación ha quedado bien clara en el memorándum dirigido por los mineros a Su Excelencia el Presidente de la República el 21 de este mes, en el cual sintetizan las observaciones hechas en la Convención Nacional Minera celebrada recientemente.

Solicito del señor Presidente se sirva recabar el asentimiento de la Honorable Cámara para insertar en la versión de esta sesión el memorándum a que me he referido.

El señor PARETO (Vicepresidente).-

¿Habría acuerdo para insertar en la versión de esta sesión el memorándum señalado por el Honorable señor Poblete?

Varios señores DIPUTADOS.-

Sí, señor Presidente.

El señor PARETO (Vicepresidente).-

Acordado.

-El memorándum, cuya inserción se acordó, es el siguiente:

"Los mineros desean sintetizar a Su Excelencia el Presidente de la República las razones que han determinado que una minería que trabajó con utilidades a niveles de precios de 30 centavos de dólar la libra, esté, en la actualidad, en la imposibilidad de trabajar a 45 centavos de dólar la libra. Estas razones son:

1.- Que las tarifas existentes en 1962 equivalían:

a) A un descuento por fundición de US$ 10,80 y que, actualmente, este descuento llega a US$ 29,04.

b) A un descuento por refinación de

US$ 22 por tonelada de cobre fino, y el descuento actual alcanza a US$ 106,94. Esta alza se debe, en parte, a que se cobran una serie de gastos por tonelada de cobre fino que enero pasado ascendían a US$ 45,83.

c) Los gastos de concentración, lixiviación y compra de minerales, lejos de irse reduciendo por mejores instalaciones y mayor capacidad, como por mecanización de las agencias de compras, han ido aumentando en el cobre por tonelada y se las han aplicado mermas arbitrarias, incluso por pérdidas de minerales entregadas en plantas de concentración o de fundición, y de concentrados entregados en fundición.

d) Se han agregados gastos no contemplados anteriormente; como lo son, por ejemplo, intereses por financiamientos no efectuados por el Estado, intereses por financiamientos de las inversiones, que corresponden a capital, gastos de representación, recepción y otro que, normalmente, están incluidos en los descuentos establecidos en las maquilas internacionales.

Desearíamos agregar, Excelentísimo Señor, que con relación a 1962, las tarifas convenidas en las reuniones amplias efectuadas en el Ministerio de Minería, con el actual Ministro señor Alejandro Hales, tienen las siguientes diferencias: maquilas de fundición y de conversión, US$ 10,80, en 1962, y US$ 55,10 los convenidos.

Se ha seguido, en consecuencia, el proceso de mayores utilidades que están obteniendo las fundiciones internacionales, aprovechándose de los altos precios del cobre, en beneficio de una entidad que debiera trabajar sin utilidades, para el fomento y desarrollo de la minería nacional.

2.- No sólo por el aumento de salarios propiciados por el Supremo Gobierno en 1965, sino como una consecuencia lógica de la mayor participación laboral en un período de utilidades, las alzas de costo dentro del abastecimiento interno y, en consecuencia, de la minería, han sobrepasado en mucho los reajustes del tipo de cambio, ya que han sufrido un serio deterioro en los años anteriores.

Ello determina, Excelentísimo Señor, recibir una cantidad de escudos como liquidación de retornos, de mucho menor valor adquisitivo para los fines de producción del que se reciba en años anteriores.

Desgraciadamente, los beneficios del decreto N° 256, y los que contempla la ley de fomento a las exportaciones no se están aplicando en la práctica a la minería nacional, contraviniendo la franca posición de Su Excelencia frente a la importancia del desarrollo de la industria extractiva nacional.

La situación actual, Excelentísimo Señor, se ha precipitado con caracteres tan graves por razones totalmente ajenas al minero, ya que aún, a los costos con que se explotan los minerales de El Teniente, no podrán seguir trabajando a los actuales niveles de precio, si se tuviera que tratar los minerales en los establecimientos de la Empresa Nacional de Minería.

Por ello, Excelentísimo Señor; la parte fundamental de los planteamientos que preocupan a la minería nacional radican en que se cumpla con la aplicación de las tarifas a niveles internacionales en fundición y refinación, y comerciales, en lo que se refiere a compra, concentración y lixiviación, a que se comprometiera, en representación del Gobierno, por carta pública, el entonces Ministro de Minería, señor Eduardo Simián, y que se busque una justa aplicación de la ley de fomento a las exportaciones, que contemple los aspectos anteriormente planteados, para que la minería pueda enfrentar la actual crisis de precios en el mercado internacional."

El señor POBLETE.-

Frente a este memorándum dirigido a Su Excelencia el  Presidente de la República, ahora es justo esperar y ver cómo reacciona el Ejecutivo: si lo hace de acuerdo con los justos principios de una sana política; o en conformidad con los dictados de la burocracia y la tecnocracia.

Pero aquí, también, nuestra responsabilidad debe manifestarse, de manera urgente, a través de la más acuciosa intervención de la Comisión de Minería, si así lo disponen los Honorables Diputados.

Señor Presidente, concedo una interrupción al Honorable señor Fuentealba.

El señor FUENTEALBA.-

Señor Presidente, nos ocupamos de un problema de vital importancia para la economía tdel país: de la pequeña y mediana minería, que abarcan una zona muy extensa del territorio nacional.

Varias provincias del norte tienen como actividad principal ésta de la pequeña y mediana minería. Por ejemplo, en la provincia de Coquimbo hay pueblos enteros que viven exclusivamente de la pequeña minería, como es el caso del pueblo de Andacollo y otros, como Combarbalá, que tienen como actividad principal la pequeña y mediana minería. En general, la mayor parte de la zona vive y gira alrededor de estas actividades mineras.

Hay más brazos ocupados en la pequeña minería que en la gran minería. Ya sabemos que la producción del año 1966, como ejemplo, fue de 115 toneladas, cuota importante que se ha exportado. Trabajan en esta actividad 25 mil personas y, precisamente, en el año 1966 la pequeña y mediana minería produjeron 110 millones de dólares.

Es evidente que la baja del precio repercute más. ..

El señor PENNA.-

Señor Presidente, en las convenciones mineras efectuadas durante el último tiempo en Antofagasta, La Serena y Santiago, se ha sostenido por algunos personeros de la minería, que ha existido una especie de incumplimiento por parte del Gobierno para realizar una política minera que se prometió al principio de este Gobierno y que fue expuesta por el Presidente de la República, pocos meses después de haber asumido el Poder, en el Congreso Minero de Copiapó celebrado en 1965.

Creo que vale la pena hacer un balance a estas alturas de lo dicho por el Presidente de la República en ese Congreso, cuando planteaba un programa para una Administración completa de seis años, y lo que hasta este momento se ha realizado; porque, como muy bien dijo el Diputado por Atacama, Honorable señor Poblete, que hizo uso de la palabra anteriormente, allí señaló las grandes líneas que tenían que ver con el porvenir de la pequeña mi- minería.

Me propongo, señor Presidente, tomar las partes fundamentales de aquel discurso y compararlo con la realidad actual después de algo más de dos años de Gobierno, o sea, un tercio del período en el cual basaba su programa completo.

Por ejemplo, Su Excelencia el Presidente de la República, como uno de sus primeros puntos, planteó "la necesidad de suprimir o compensar los factores económicos que gravan a la minería con perjuicio de su capacidad competitiva en los mercados internacionales" y, además, pro puso "reconocer a la minería prioridad en el uso de sus propias divisas para la importación de elementos sin cuales no puede exportar ni producir divisas".

Haciendo un recuento de lo que al respecto se ha hecho en estos dos años, se puede decir que se han puesto en vigencia dos instrumentos legales.

En primer lugar, el artículo 11 de la ley N° 11.828 modificado por la ley N° 16.425. Este artículo 11 libera de derechos de internación y demás impuestos que se perciban por intermedio de las aduanas, como, asimismo, de cualquier otro gravamen o contribución, como también de todo depósito previo o de otras obligaciones o exigencias que afecten a la importación de maquinarias, máquinas, repuestos y demás elementos que se destinen en forma permanente al desarrollo y funcionamiento de minas, plantas de beneficio, fundiciones, refinerías u obras complementarias y accesorias que sean importadas por las empresas.de la pequeña y mediana minería nacional, cualquiera que sea su naturaleza.

El decreto supremo N° 95, publicado en el "Diario Oficial", de 30 de octubre de 1965, que reglamentó el artículo N° 11 de la ley N° 11.828, estableció un procedimiento, mediante el cual el Banco Central de Chile fija semestralmente, y en relación con las divisas producidas por la pequeña y mediana minería, una suma global con cargo a la cual pueden efectuar las importaciones necesarias para la marcha, renovación o ampliación de sus faenas o industrias.

En esta forma, el minero adquiere en el exterior los bienes necesarios, acreditando su calidad de productor ante la Corporación del Cobre o ante el Banco Central de Chile, según el caso, sin las exigencias u obligaciones que afectan ordinariamente las importaciones, ni las limitaciones y trabas para obtener las divisas que cubran la internación.

Así ENAMI ha importado maquinarias para venta a mineros y para arrendamiento y prestación de servicios por los siguientes valores: 5.324.000 dólares en 1966 contra 1.016.000 en 1965 y 425.000 dólares en 1964.

En otras palabras, por medio de este instrumento legal entregado a los mineros por este Gobierno, y no por otro, se ha multiplicado el equipamiento de las faenas mineras en estos dos años, cumpliendo así el Presidente de la República con lo dicho en Copiapó.

El otro instrumento legal de que se dispone, es la ley de Fomento a las Exportaciones, que libera de cargas tributarias y arancelarias a los bienes de exportación y que fue enviada al Congreso por iniciativa de este Ejecutivo.

Sin embargo, en lo que a minería se refiere, el Gobierno no lo ha usado, porque, hasta hace poco tiempo, el precio del cobre en el mercado internacional estaba muy encima de lo normal, y se pensó que el "draw-back", que es un sacrificio que hace la comunidad entera, no era necesario ya que se les estaba además entregando los beneficios anteriormente descritos.

Hoy, el precio del cobre está bajando paulatinamente y las condiciones han cambiado; pero, en todo caso, el Gobierno debe considerar con sumo cuidado la situación, ya que, si bien es cierto, por un simple decreto se puede incluir un producto en las listas de bonificaciones, para retirarlo de la lista la ley indica que deben transcurrir varios años. Si las condiciones vuelven a ser favorables, el país estará haciendo un esfuerzo innecesario al bonificar esta exportación.

En otra parte de su discurso de enero de 1965, en Copiapó, Su Excelencia el Presidente de la República planteó la necesidad de "asegurar a la pequeña y mediana minería la estabilidad a largo plazo de un régimen tributario y monetario, tal como la tienen sus competidores mundiales". Lo expuesto "con el fin de que sus proyectos productivos no estén sometidos a modificaciones legales o resoluciones administrativas".

Por otra parte, expresó que "era necesario proceder a una clasificación nacional del actual sistema de diferencias entre la pequeña, mediana y gran minería, con el objeto de que no se frene el impulso y desarrollo de las minas y las empresas, clasificación que debe ser hecha sobre la base del volumen de producción".

Agregó que "se debe considerar y estudiar y definir un régimen tributario estable y conocido que fije las condiciones y franquicias necesarias para las clasificaciones enumeradas".

En esta materia, señor Presidente, estimo que no se ha andado con la velocidad deseada.

Constituye un factor importante que debe considerarse cuanto antes, el establecer una clasificación nacional que refleje, por una parte, la realidad en que actualmente trabajan estas empresas y, por otra, mueva al productor a incrementar su faena o industria, con el objeto de pasar de una etapa a otra. Actualmente, al empresario que invierte capitales e incrementa la producción, se le castiga aplicándole un sistema de tributación que le impone mayores gravámenes tributarios.

Sin embargo, el Supremo Gobierno intentó modificar el actual régimen legal y tributario de esas empresas, para lo cual se aprobó el artículo 15 de la ley número 16.425. No obstante, durante la tramitación de proyecto en referencia fue agregado un inciso a la disposición señalada que la hace inoperante en la forma como la había propuesto el Ejecutivo. El artículo 15 del Título IV de la ley N9 16.425 es del tenor siguiente: "Facúltase al Presidente de la República para dictar disposiciones legales tendientes a clasificar y definir las empresas de la actividad minera y fijar todos los efectos legales sin limitación de ninguna especie, de manera que las bases actualmente establecidas no sean un obstáculo para el crecimiento de esa actividad".

El inciso que lo hace inoperante es el que sigue: "Sin embargo, todas aquellas disposiciones relativas al régimen tributario .de las empresas correspondientes a la pequeña y mediana minería será objeto de una ley especial".

Por otra parte, los propios mineros en su Convención Nacional de hace algunos días incurrieron en contradicciones abismantes. Por ejemplo, el acuerdo de la Comisión de Tributación y Asuntos Varios para establecer los límites de capital dentro de los cuales quedarán clasificadas la pequeña y mediana minería, para los efectos de tributación, es el siguiente: "a) El acuerdo de mayoría recomienda insistir en el pronunciamiento de la Convención Nacional celebrada en Antofagasta,. que fijó en un 3% de 75.000 toneladas el límite máximo dentro del cual quedará encuadrada la pequeña minería para los fines propuestos.".

Señor Presidente, el 3% de 75.000 toneladas equivale a una producción de 2.250 toneladas de cobre fino al año. Suponiendo un mineral de 3%, esto significa beneficiar con un 90% de recuperación, unas 83.000 toneladas de mineral al año, o sea, unas 7.000 toneladas mensuales. Si el empresario vendiera a ENAMI este mineral que paga al precio actual, más o menos E° 60 por toneladas, recibiría una entrada bruta de Eº 420.000 mensuales, o sea, alrededor de Eº 5.000.000 al 'año.

Yo pregunto, ¿se puede considerar pequeño minero a este productor? Si tuviera una planta concentradora, ésta sería más grande que el término medio de las que tiene ENAMI distribuidas a lo largo del país.

Además, de las estadísticas de compra de ENAMI del año 1965, que en proporción no difieren de las de 1966, pero que no tengo a mano, se puede apreciar que, en total, 4.000 faenas mineras vendieron en sus diversos tipos, más o menos, 42.000 toneladas de cobre fino a esta institución; y de éstas solamente 28 faenas mineras le vendieron a ENAMI más o menos 18.000 toneladas. En otras palabras, el 44% de las compras de ENAMI las hizo a 28 faenas mineras, todas las cuales tienen una producción superior a 200 toneladas de cobre fino al año.

Estas son las contradicciones que confunden al Gobierno. La gran mayoría de los mineros son pequeños industriales mineros; sin embargo, están defendiendo límites de la pequeña minería que no guardan relación con ellos mismos.

Más adelante, el Presidente expresó en su discurso de enero de 1965, en Copiapó: "Será necesario asociar la actividad del Estado y la inversión pública al desarrollo de los proyectos concretos de producción minera en la energía, el transporte, el crédito y las instalaciones básicas de beneficio, fundición y refinación".

En esta materia el Supremo Gobierno impulsó la dictación de la ley N9 16.425, que permite la creación de sociedades mixtas.

Durante el año 1966 -en respuesta a este discurso del señor Presidente de la República- han funcionado 8 sociedades mixtas, a las cuales se han de agregar tres nuevas en 1967.

Se espera una producción de esas sociedades, en el presente año, de 181 toneladas de cobre fino; para 1968, de 2.150 toneladas de cobre fino; y para 1969, de 4.895 toneladas de cobre fino.

Más adelante, el Presidente dijo: "Hay que organizar en la más vasta escala y con todos los medios disponibles en el país o con la cooperación internacional pública y privada, la exploración de nuestros recursos y la creación de una capacidad técnica nacional capaz de darles el máximo valor y de establecer una minería verdaderamente chilena e independiente".

No existen dudas respecto a que cualquier política minera debe contemplar preferencialmente un programa de exploración de las riquezas mineras, con el objeto de determinar' el capital con que Cuenta la Nación en este rubro y planificar una explotación adecuada y racional de la misma.

Lo anteriormente señalado es valedero también tratándose de un yacimiento particular. No es posible determinar el monto del capital que debe invertirse ni los recursos con que debe contarse para explotar económicamente un yacimiento, si no se sabe qué rendimiento es capaz de dar- esa inversión; esto, es, si no se conoce la naturaleza, calidad, cantidad y ubicación de los minerales contenidos en el yacimiento de que se trate. Toda planificación debe realizarse sobre la base de Ios- resultados que se obtengan de la exploración de los recursos.

En este aspecto, el Gobierno, aunando recursos de diversas instituciones, como- ENAMI, Servicio de Cooperación Técnica, Departamento de Minas del Estado, Instituto de Investigaciones Geológicas y con proyectos mineros de las Naciones Unidas, está realizando una vasta labor.

Hace pocos días, varios organismos del Estado suscribieron un convenio de asistencia integral para promover un desarrollo minero acelerado en el departamento de Illapel, provincia de Coquimbo, suscitando la participación en él de la Cooperativa Minera de Illapel, en formación, como organismo de base, que agrupa a los miembros de la comunidad del Sector Minería. Para ello han debido hacerse intensas prospecciones.

En Combarbalá, se ha estado realizando un intenso trabajo de conocimiento de los recursos, y se1 han llegado a establecer recursos para instalar una planta de 300 toneladas diarias con una inversión de US$ 200.000 y E° 1.000.000 para desarrollar las minas que la abastecerán.

En O valle, se ha trabajado intensamente en el análisis de los recursos y se está a punto de abrir un poder comprador de minerales por parte de ENAMI para que los maquile la Planta Los Mantos de Puni- taqui, de la Compañía Minera Tamaya.

En Andacollo, están terminados los estudios, y se ha determinado una reserva de 20.000.000 toneladas de mineral del 1,3%, y se avanza en el estudio y las negociaciones para invertir US$ 25.000.000.

Hacia el norte, en Vallenar hay planes y prospecciones; y la instalación de la Planta de Taltal es otra muestra de la realidad de las palabras del Presidente.

En lo concerniente a ENAMI que, según el Jefe de Gobierno, "es la Empresa creada para el fomento de la minería y destinada a ser la palanca fundamental para levantar a la minería chilena", creo que hay que hacer algunas consideraciones.

Mi opinión personal es que ENAMI, •como empresa industrial, ha cumplido sus objetivos previamente señalados, pero hay otros aspectos que necesitan rectificarse, y tal vez el que tengan más importancia es el de las relaciones con los mineros.

Digo esto, porque el simple examen de las cifras indican un avance importante. Por ejemplo, los aportes fiscales a ENAMI, que en 1964 eran de 10 millones de escudos y 3 millones de dólares, en 1965 subieron a 10 millones de escudos y 4 millones de dólares; y en 1966 a 28 millones- de escudos-y 3 millones de dólares.

El señor CLAVEL.-

¡ Eso es lo gastando en sueldos!

El señor PENNA.-

Los préstamos otorgados a sociedades e industriales mineros, reducidos a dólares son los siguientes:

En 1964, se prestaron 1 millón 100 mil -dólares, en números redondos; en 1965, 3 millones de dólares; y en 1966, 7 millones 642 mil dólares, o sea, prácticamente se han sextuplicado los préstamos en los últimos dos años. N

La capacidad de tratamiento anual, expresada en toneladas de capacidad instalada de las plantas es la siguiente:

En 1964 era de 248 mil 400 toneladas; .en 1965, subió a 410 mil 400 toneladas; y en 1966 aumentó a 580 mil toneladas. En consecuencia, la capacidad de tratamiento instalada de ENAMI se ha duplicado en dos años.

La producción de la pequeña minería comprada por ENAMI, que era de 33 mil toneladas de cobre fino el año 1964, subió a 42 mil toneladas en 1965; y a 48 mil toneladas en 1966.

Como dije anteriormente, la importación dé maquinarias para venta a mineros y para arriendo y prestación de servicios, que eran de 425 mil dólares en 1964, subió a 1 millón 16 mil dólares, en 1965; yaS millones 423 mil dólares, en 1966.

A la luz de estas cifras, es evidente que ENAMI, como empresa industrial, ha cumplido con el programa previamente señalado ; pero creo que en la pequeña minería hay otros aspectos que tomar en cuenta y en eso creo que hay que rectificar rumbos. Espero poder enfocar estos aspectos cuando en el curso de esta sesión...

El señor MELO.-

Señor Presidente, los Diputados comunistas saludamos a las delegaciones de mineros que llegan hoy hasta el Congreso Nacional para expresar con su presencia que ya está bueno que los Gobiernos que han ocupado la casa de Toesca, no sigan con la improvisación que han tenido con nuestras materias primas fundamentales.

Saludamos y respaldamos ampliamente a los miles de mineros que, junto a sus esposas, se han concentrado en las diferentes ciudades del país, a fin de que se oiga su voz de protesta y se tomen medidas adecuadas para no ser víctimas propiciatorias cuando bajan los precios de los metales en la Bolsa de Metales de Londres o de Nueva York, o cuando resultan perjudicados por los precios o las tarifas abusivas que les aplican la Empresa Nacional de Minería o las empresas particulares.

Ayer fue el salitre la base de una industria qúe nada dejó a las provincias de Tarapacá y Antofagasta, ni al país, y que hoy muestra sólo una actividad en decadencia, con organismos burocráticos, como la COVENSA, que paga sueldos millonarios, suntuosos viajes al exterior, mientras los mineros día a día ven agotarse estas fuentes de trabajo. Hoy son el cobre y el hierro los que están siguiendo este mismo camino.

En efecto, es un hecho fresco que, mientras en Londres aumentaba el precio del cobre, el Presidente de la República llegó a decir que Chile renunciaba a los préstamos internacionales para financiar £u presupuesto, y que parte de las entradas del cobre iban a financiar la reforma agraria.

El señor Simián, ex Ministro de Minería, llegó a decir, y durante la discusión de la famosa "chilenización" del cobre del mineral de El Teniente, ante una pregunta de los Diputados comunistas, en el sentido de por qué el Estado no se asociaba con los pequeños mineros chilenos, que, debieran ser el pilar de una futura política minera, que "no nos preocupáramos" y que había en estudio un proyecto muy completo y que muy luego iba a llegar a la Cámara de Diputados. Pero el señor Simián dejó de ser Ministro de Minería, hoy hay un nuevo Ministro, y este anunciado proyecto aún no llega a este hemiciclo.

El señor MELO.-

La verdad es que, con la baja del precio del cobre en el mercado de Londres, se han venido por tierra todos los anuncios, todos los discursos, todas las ideas rosas que se habían lucubrado por parte de los hombres de Gobierno. Los hechos han resultado, porfiados, una vez más y demuestran que no hay ningún plan ni ninguna medida económica para salir de esta precaria situación, que se produce cada cierto tiempo, con la baja en los precios de las materias primas.

Hay reuniones apresuradas del Presidente dé la República y de sus Ministros, hasta altas horas de la noche; reuniones con los ejecutivos de la CORFO, de la Corporación del Cobre y de la ENAMI; declaraciones del Ministro de Hacienda, etcétera. ¿Qué medidas concretas se proponen? I9 Pedir nuevos empréstitos para tapar el hoyo fiscal, haciendo viajar urgentemente al MinistroMolina a Estados Unidos, ...

El señor ESCORZA.-

Son suposiciones.

El señor MELO.-

. .. a fin de solicitar esta ayuda.

29 Que se destinarán 3 millones de escudos a la mediana y pequeña minería a fin de que no paralicen las minas pequeñas; ayuda estatal que no se ve por ninguna parte' y de llegar será por gotas.

¡Qué razón tenían las palabras de un viejo minero de Andacollo, que conocía muchas crisis de la pequeña minería, cuando en una asamblea sindical expresaba: "Lo que pasa, compañeros, es que ayer los Gobiernos se farrearon el salitre, hoy lo hacen con el cobre y dan de llapa el hiero". !

El señor MELO.-

Los mineros desean que el Gobierno tenga una política económica estable con esta rama de la minería que es nacional y que, no sólo proporciona trabajo, sino, lo que es más importante, es la mayor fuente de divisas para el país; y no necesita chilenizarse, porque -repito- es nacional.

¿Qué dicen las asociaciones de mineros, los Sindicatos de Iquique, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Aconcagua, Valparaíso, O'Higgins, etcétera? Que ya está bueno que la Empresa Nacional de Minería, la Corporación del Cobre y la CORFO dejen de soñar; que estudien un precio estable para la pequeña minería, a fin de que ésta pueda seguir desarrollándose; y que no se preocupen tanto de proteger los monopolios extranjeros, favoreciéndolos con las rebajas de fletes, tarifas, electricidad, retornos, granjerias tributarias y excesivas utilidades, mientras a la pequeña minería se le da duro, no acordándose que estos hombres viven en Chile, que sus utilidades, cuando las hay, quedan en el país y que los retornos, las maquinarias y herramientas, las compras de alimentos y explosivos las hacen en nuestro territorio. Hay que tener presente también que sus empleados, sus obreros y ejecutivos son casi en su totalidad chilenos, que pagan sus impuestos y contribuciones en Chile, y que no necesitan reunirse en Nueva York para decir lo que deben hacer, porque aquí no es necesario reunir el 51% de las acciones para tomar las determinaciones, como lo señalan los tristes ejemplos de "El Teniente" y "Andina".

Nada de esto ocurre en este caso, señor Presidente. Esta es una auténtica actividad nacional a la cual debe prestarse ayuda, a fin de que tengan las condiciones creadoras necesarias para expandirse en un futuro cercano. Debe proporcionársele ayuda a través de la CORFO, a largo plazo, en forma de maquinarias, herramientas y créditos; y no debe otorgarse esta ayuda a aprovechadores, como Pubill, a quien de la noche a la mañana, el Banco del. Estado y la CORFO le prestan aproximadamente cerca de 10 millones de escudos, para que, después de recibirlos y malgastarlos, salga arrancando del país, en vez de afrontar, como hombre, los acontecimientos posteriores.. .

El señor MELO.-

¿A cuánto ascienden los préstamos de CORFO para proporcionar ayuda en maquinarias, herramientas y explosivos a los pequeños mineros y pirquineros del país?

A este respecto solicito, señor Presidente, que se dirija un oficio al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, a fin de que entregue los nombres de los favorecidos y los montos de las ayudas económicas a la pequeña minería.

Los mineros, en grandes concentraciones, no sólo han solicitado un precio estable para sus minerales, sino que, además, han reclamado por los excesivos cobros que les hace la Empresa Nacional de Minería por la maquila, lo cual ha sido desmentido por esta empresa, en publicaciones insertadas en los diarios, diciendo que se trata de cargos infundados. Pero, aun cuando le duela a la Empresa Nacional de Minería, los mineros tienen la razón y aquí entrego algunos antecedentes que prueban cómo se tiene un trato preferencial con las grandes empresas, como la Braden Copper, la Compañía D. M. Zaita, la Compañía Mines Trade, mientras que a los pequeños mineros se les cobran tarifas más altas, como si estos últimos tuvieran más recursos económicos.

Puedo señalar algunos ejemplos, señor Presidente. El contrato de la Braden Copper, con la ENAMI, de fecha 11 de marzo de 1966, señala que por pérdida metalúrgica se le cobrará el 0,8%; por maquila de fusión y conversión, 22,41 dólares; por maquila de refinación, 61 dólares.

A la Compañía La Disputada de Las Condes, con fecha 18 de abril de 1966, se le cobra, por pérdida metalúrgica, un 0,9%; por fusión y conversión, 23,50 dólares, mientras que a los pequeños mineros se les cobra, por pérdida metalúrgica, el 1% ; por maquila de fusión, 28,51, y por conversión y refinación, 105 dólares.

Como se ve, las diferencias son bastantes altas, y, los mineros nunca han sido informados sobre qué se hace con el oro y la plata de sus metales.

Solicito que se oficie al señor Ministro de Minería, a fin de que se haga un estudio sobre el pago de maquila y se otorguen más garantías a los mineros chilenos que a los consorcios de la gran minería de nuestro país.

El señor PARETO (Vicepresidente).-

Se enviarán, en su nombre, los oficios solicitados por Su Señoría, a los señores Ministros de Economía, Fomento y Reconstrucción y de Minería.

El señor MELO.-

Otra sentida aspiración de los pequeños mineros del cobre es que se les den incentivos por sus productos de exportación, como hasta ahora los tienen otros productores, incluidos los del hierro.

Asimismo, es una vergüenza que no tengan una tarifa especial por la electricidad que ocupan y que se les venda a un precio considerable, lo cual encarece mucho más su producción, por la razón muy sencilla de que los mineros no pueden darse el lujo de tener planta eléctrica propia que genere energía a precio más barato, como lo hacen las grandes empresas mineras.

Otro problema que preocupa a los mineros es el de los precios de las herramientas y de los explosivos que, de la noche a la mañana, han subido en forma excesiva. Por ejemplo, una pala que ayer costaba E° 3 hoy vale Eº 12; una carretilla de mano que costaba Eº 100 hoy vale Eº 180; una cajón de explosivos que costaba Eº 50 hoy vale Eº 84; la guía de diez metros que costaba Eº 2,80 hoy vale Eº 4,30; el fulminante que costaba Eº 1,70 hoy vale Eº 2,40, y así sucesivamente. ¿Qué decir del precio de la alimentación que tiene que llevar el trabajador a la mina?

Esta es la situación referente a los precios, sin contar el drama del agua, que toman los mineros, las viviendas en que viven, que son verdaderas pocilgas humanas, donde se hallan expuestos, en forma permanente, a las enfermedades profesionales.

La delegación de parlamentarios que presidió el Honorable señor Jaque y que visitó el norte de Chile, pudo imponerse en el terreno mismo de las duras condiciones de vida de los mineros, que viven como verdaderas bestias bajo la tierra, en cuevas y en hoyos.

El minero y el pirquinero son huérfanos de la previsión social, no tienen asignaciones familiares ni ninguna clase de regalías. Cuando tienen que abandonar las minas por la baja del precio de sus metales, vuelven a las ciudades endeudados, sin ninguna ley que los proteja.

Por eso, no nos vengan a hablar del proyecto de Andacollo ni de los que hay en beneficio de cada provincia, como lo ha hecho un colega de la Democracia Cristiana. Hoy los mineros están viviendo el drama de la cesantía. En Antofagasta, se han reunido frente a la Intendencia, y como no tienen trabajo ni dinero, han levantado una olla común. Hoy la ciudad de Copiapó amaneció con banderas negras, como protesta por la lenidad e insensibilidad del Gobierno para solucionar los problemas de los trabajadores. Mientras los mineros, al cerrar las minas para bajar a la ciudad a protestar por el drama de la cesantía, tienen que dejar sin pan a sus hogares, a los personeros de la Empresa Nacional de Minería, a los Ministros y a todos los altos dirigentes que tienen que preocuparse de los trábajadores, no les faltará el pan ni el sueldo para vivir. Por eso, hay que dar inmediato cumplimiento a la, promesa hecha por el señor Ministro de Hacienda, que dijo tener 3 millones de escudos para ayudar a la pequeña y mediana minería. Además, hay que fijar precios estables, a fin de que las minas no se vean en la necesidad de paralizar sus labores. De lo contrario, habrá miles de obreros cesantes a lo largo de las provincias mineras del país.

Para terminar, quiero referirme en dos palabras a la industria del hierro, que es la que más se ha ido desarrollando en nuestro país. En 1965 produjo 12 millones 721 mil toneladas. De esta producción, ¿qué queda en Chile? ¿Cuánto se paga por concepto de impuestos? Nada. Sólo quedan cerros pelados; ciudades abandonadas, porque, cuando las empresas trasladan sus instalaciones de un lado para otro, no dejan ni un hospital, ni una escuela, ni una sola población.

Por eso, también hay que legislar en favor de los trabajadores de la industria del hierro, con el objeto de otorgarles protección, fundamentalmente a los enfermos de silicosis...

El señor AGUILERA.-

Señor Presidente, el Honorable señor Poblete ha planteado con toda franqueza y crudeza el problema de la pequeña y mediana minería.

Me alegro mucho de que así lo haya hecho, porque se encuentra presente en la Sala el señor Ministro de Minería, escuchando las observaciones que todos los sectores de esta Cámara harán respecto de este problema. Y me alegro de que ¡así sea, porque en este último tiempo, cuando se han celebrado sesiones especiales para tratar conflictos del trabajo, el señor Ministro del ramo no ha concurrido a exponernos su criterio.

Ahora, el señor Ministro de Minería podrá ilustrar a la Cámara sobre algunos de los proyectos que tiene para solucionar este problema y, al mismo tiempo, recibir nuestras sugerencias, porque el adversario político es el único que dice la verdad, por no encontrarse en el grupo de los aduladores que permanentemente están alrededor de los señores Ministros de Estado.

Al entrar en este debate, lo hacemos con muy pocas esperanzas de que se resuelvan en profundidad éste y otros problemas que ha abordado la Cámara en anteriores ocasiones.

La crisis violenta que pesa y gravita sobre la mediana y pequeña minería, especialmente sobre esta última, puede aminorarse en la medida en que se dé una solución con miras a asegurar la estabilidad y desarrollo de este importante sector de la producción. Seguramente que con'la movilización de la última convención de las Asociaciones Mineras, saldrán del paso, pero a medias, para ser enfrentados con nuevas crisis mineras de aquí a un tiempo más.

El impacto más serio lo han recibido las provincias de Atacama y Coquimbo, lo que ha motivado la movilización de las empresas mineras en general. Han clamado a Su Excelencia el Presidente de la República y al señor Ministro de Minería, quienes han prometido corregir algunas anomalías impuestas por ENAMI, derivadas del alto valor de sus tarifas y de la alarma causada por la baja violenta del cobre en la Bolsa de Londres. Esto ha creado un estado de suspenso, de incertidumbre, de desesperación en los productores y obreros mineros. ¡Para qué hablar del pirquinero y del pequeño minero, que con sus esfuerzos y sacrificios logran arrancar de las entrañas de la tierra algunas toneladas de mineral! Para estos últimos es la ruina total: es la cesantía y el hambre en sus hogares.

Los Diputados socialistas tenemos una clara visión de lo que son las explotaciones mineras en el país. Mientras este Gobierno, o los que vengan, no impongan una política minera netamente nacional, que, por sobre todo, resguarde el interés de Chile y el de sus productores nacionales, seguiremos enfrentándonos a continuas crisis. En caso contrario, seguiremos lamentándonos y solucionando a medias los problemas que comentamos. La política 'minera, que desde hace años ha fracasado, ha sido entreguista y timorata. Aún no aparece un visionario que se dé cuenta de que nuestro país es rico en l'as más diversas gamas de minerales. No es posible que legalmente estemos entregando nuestras riquezas a asociaciones; otorgando concesiones a extranjeros, que al final nos explotan, nos dividen y nos crean problemas sociales traducidos en conflictos huelguísticos; que nos producen cesantías, que nos dejan enfermedades incurables en los pulmones del obrero chileno, y que nos llevan lo mejor de nuestras riquezas, dándose el lujo incluso de fijar el valor de nuestros minerales en el exterior.

No se adopta una política proteccionista para las riquezas de nuestro subsuelo. El país pareciera no conocer lo que tiene. Se carece de geólogos que permitan a Chile cuantificar sus reservas minerales. En cambio, los extranjeros, que han realizado con nuestra anuencia las prospecciones mineras, sí que saben lo que tenemos.

Aún no se constituye ni se lleva a la práctica el funcionamiento de una bolsa de metales que nos permita fijar y defender el valor de nuestros minerales.

No se protege ni se estimula como es debido al pequeño productor minero.

No se advierte estabilidad de trabajo en las minas, ni siquiera se cumplen las leyes y decretos, como, por ejemplo, la 16.258, y el artículo 11° de la 11.828, modificada por la ley 16.425, y el decreto supremo N9 95. Es lamentable que la Corporación del Cobre, a través del abogado señor Lagarrigue, escuche solamente a la gran minería, sin preocuparse de estudiar los procedimientos que permitan a la mediana y pequeña minería la libre importación, sin trabas de ninguna especie, de las maquinarias, vehículos, herramientas y repuestos que necesita. Con-ello se lograría aumentar la producción, aminorar sus costos y afrontar con éxito las fluctuaciones del mercado internacional.

Ojalá que el aporte de estos beneficios alcancen también al pequeño productor y al pequeño minero, y que el Estado coopere prolongando caminos a los centros mineros y adoptando las medidas de seguridad para proteger a quienes allí trabajan.

El Gobierno no tiene una política clara respecto de la explotación técnica de los minerales. Actualmente, el país no es capaz de vender su propio hierro; el cobre lo vende directamente, en muy baja escala, en no más del 20% de la producción nacional. En cambio, se entregan miles y miles de pertenencias a las compañías extranjeras, que hacen una explotación y una comercialización que no se conoce a la luz del día. Se llevan el metal de 63% arriba, en lo que se refiere al hierro; el resto, el de inferior ley, lo botan "a desmonte.

Ahí está el caso particular de la Compañía Minera Santa Fe. El Ministerio de Minería no exige la creación de plantas pelletizadoras (concentradoras), que permitan aprovechar los minerales de baja ley, como se hace en Suecia, Francia y en la Unión Soviética, especialmente.

La Empresa Nacional de Minería debe reorganizarse, dándole agilidad comercial y técnica, sin explotación para el pequeño minero, eliminando los altos costos de sus tarifas. Hay que hacer que las plantas de ENAMI sean trabajadas al ciento por ciento de su capacidad, pues algunas, como la de Illapel, lo hacen al 40 ó 50% de su capacidad de producción.

Es de suma conveniencia que ENAMI vaya a la creación de un poder comprador y vendedor de hierro en el mercado internacional. Es conveniente que el Gobierno nacionalice las minas de hierro con sus instalaciones, especialmente las que están en poder de la Compañía Minera Santa Fe, a fin de que sean explotadas a través de la Empresa Nacional de Minería, incluyendo su comercialización en los mercados internacionales.

Cuando el Gobierno lleve a la práctica esta política de nacionalización, habrá cumplido con las palabras que Su Excelencia el Presidente de la República manifestara en la Convención Minera de Copiapó, de que, "en su Gobierno la minería chilena no sufrirá sobresaltos en atención a que ésta es uno de los pilares de la economía nacional".

Señor Presidente, hay incertidumbre y sobresaltos en los centros mineros. El Gobierno debe revisar su política minera. El precio del cobre en el mercado internacional, fijado por los grandes monopolios y "trust" Capitalistas, constituye una subyugación y una imposición arbitraria, artificial de precios, a los países subdesarrollados como Perú, Chile, Zambia y el Congo del continente africano. Basta recordar que tuvimos la oportunidad de vender nuestro cobre por lo menos a 66 centavos de dólar la libra, y, sin embargo, aceptamos la imposición de vender una partida a 36 centavos de dólar la libra.

¿Qué significaba esa diferencia de sólo un centavo de dólar en nuestra producción nacional de cobre? Ocho millones de dólares, que al cambio actual representan alrededor de unos cuarenta mil millones de pesos: lo suficiente para construir 40 hospitales o 40 colegios de un valor de un millón de escudos cada uno. ¿Dónde estaban entonces los que tenían la obligación de cautelar el precio del cobre? Afortunadamente los Senadores y Diputados socialistas lo advertimos en su debida oportunidad.

Los parlamentarios socialistas estamos preocupados de los pasos que no se quieren dar por el Gobierno para cautelar nuestras riquezas metálicas. Se ha anunciado un viaje del señor Ministro de Minería a Zambia, con el fin de cambiar algunas ideas respecto a la defensa de los precios del metal rojo. Lo acompañarán seguramente asesores que conocen en teoría los problemas mineros. El Gobierno debiera considerar, en esa delegación, la presencia del obrero chileno que extrae el cobre, designado por los propios trabajadores, a fin de que tomara contacto directo con los obreros del cobre de ese lejano país. El Gobierno y los trabajadores mineros deben tomar la responsabilidad de defender el precio del cobre, pero a través de nuestra propia bolsa de metales, ya que en Londres no han sido defendidos como corresponde.

Fuera de estos planteamientos de orden general de nuestro partido, entregaremos a la consideración de la Mesa algunos proyectos de acuerdo para que el señor Ministro de Minería los tome en cuenta en su debida oportunidad.

Tenemos conocimiento de cómo la empresa Minera Santa Fe, con la soberbia que le es característica, entregó en cierta ocasión al Ministerio del Trabajo la explotación de su mina, con todas sus maquinarias y pertenencias. Pero el Gobierno 110 le aceptó el desafío. Ahora haremos indicación para, que el Gobierno explote todas las pertenencias mineras de Santa Fe, con todas sus instalaciones, a fin de que se convierta en una empresa estatal, que venda directamente el hierro. Es un'a vergüenza que los chilenos no seamos capaces de vender lo que producimos. Ni siquiera somos capaces de vender el gas licuado que produce la Empresa Nacional del Petróleo. Cada vez que el Gobierno dé pasos nacionalistas, contará con nuestras votaciones favorables, porque ésa ha sido siempre nuestra línea.

La Asociación Minera, en su última convención, ha elaborado algunas peticiones. Obran en mi poder los resultados de la. Comisión de Tributación y Asuntos Varios, que tienen mucha importancia. Son cuatro o cinco acuerdos.

Solicito del señor Presidente que recabe el acuerdo de la Honorable Cámara para que sea insertada, 'al final de mi intervención, esta solicitud de los mineros de las provincias de Atacama y Coquimbo.

El señor PARETO (Vicepresidente).-

Cuando sea oportuno, se recabará el asentimiento de la Sala, señor Diputado.

El señor AGUILERA.-

Solicito también que sean insertados en la versión dos o tres telegramas que me han sido enviados por las federaciones mineras.

Finalmente, queremos expresar que nuestros planteamientos no tienen otro alcance que el de contribuir a solucionar el problema minero que está aquejando a las provincias nortinas. Como ya se ha anunciado por el Diputado señor Meló, la cesantía está avanzando allí a pasos agigantados y se agudizará si el Gobierno no toma las medidas necesarias y más urgentes para solucionar este problema.

Concedo una interrupción al Honorable señor Poblete.

El señor POBLETE.-

Señor Presidente, el Ministro de Minería, presente en la Sala, señor Alejandro Hales, está patrocinando, con inusitado interés y empeño, la construcción de plantas de beneficio dé minerales por medio de sociedades constituidas con el aporte de capitales de un consorcio financiero denominado con la sigla ADELA y que corresponde a un grupo de capitalistas de distintas nacionalidades, que, con el pretexto de contribuir al desarrollo de los países no desarrollados, se han cobijado bajo la bandera de Luxemburgo, con el propósito evidente de aludir la fiscalización de sus negocios e inversiones y evitar el pago de tributos, aprovechando la liberalidad y tolerancia existente en ese pequeño país al respecto.

Esta nueva política para la construcción de planteles mineros, propiciada por el señor Ministro de Minería, contradice las declaraciones formuladas tan reiteradamente por el Presidente de la República, don Eduardo Frei, y su partido, en el sentido de "chilenizar"' la minería nacional. Por primera vez, un Gobierno nuestro está impulsando, sin necesidad, como lo demostraremos en seguida, la entrega e intervención de nuestra producción extractiva de la mediana y pequeña minería nacionales a entidades extranjeras, que no otra cosa significa la intromisión de esa organización financiera de lucro en las plantas de beneficio, pues es lógico que ella, que va a ser el principal capitalista, controle la inversión de capitales y el manejo del negocio. Por el momento, se proyecta construir por ese sistema una planta en Va-Henar y otra en Antofagasta, pero se piensa continuar con otras. A nuestro juicio, es innecesaria la capitalización extranjera si se considera:

a) Que ENAMI está destinando e invirtiendo, en el presupuesto del presente año, varios millones de dólares en la formación de sociedades mixtas mineras a base de minas con muy discutido porvenir, en vez de destinar esos fondos a la construcción de las plantas que requieren con verdadera angustia los mineros de Vallenar, Antofagasta, Copiapó y otras zonas mineras, para tratar el mineral de sus minas abiertas y listas para explotar;

b) Que tampoco se ha procurado obtener créditos en el exterior con tal objeto, no obstante que el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, don Felipe Herrera, en una entrevista...

El señor BARRIONUEVO.-

Señor Presidente, junto con mi Honorable colega Diputado Orlando Poblete, conscientes del drama social y económico por el cual atraviesa la provincia de Atacama con motivo de la baja del precio del cobre en el mercado internacional, hemos solicitado esta sesión especial, con el propósito de analizar y buscar una solución adecuada a este grave y serio problema, cuyas consecuencias difícilmente pueden calcularse, por la gravedad que él encierra.

En estos momentos, toda la ciudadanía de Copiapó y sus alrededores -mineros, comerciantes, industriales- se encuentra concentrada en la plaza pública. La ciudad está embanderada.

La suspensión de todas las actividades en la provincia de Atacama se debe a la paralización del 50%, a lo menos, de las minas que estaban trabajando. Las consecuencias de esta paralización de las faenas mineras difícilmente se pueden prever.

Forzoso es decir cuáles son las principales causas que han motivado tal estado de zozobra y desesperación en la provincia de Atacama.

La Caja de Crédito Minero fue creada durante la primera Administración del Presidente Ibáñez, con el concreto propósito de defender a la pequeña y mediana minería del agiotismo de los compradores extranjeros, de minerales que, previa una distribución de las zonas mineras acordada entre ellos, imponían, sin competencia posible, condiciones de compra que sólo permitían la explotación de altas leyes.

Desde que esta institución inició sus funciones, y a pesar de sus precarios medios económicos, desenvolvió sus actividades rodeada del respeto y del afecto de sus clientes, los mineros, que veían en sus jefes y funcionarios a eficientes colaboradores en una tarea común: el desarrollo de la minería, que le estaba encomendada. Así, modestamente, sin los afanes reclamistas de ahora, fueron jalonando las zonas mineras de plantas de beneficio, dentro de un plan que obedecía a prioridades bien estudiadas por técnicos que conocían la realidad.

Entonces -cabe recordarlo con tristeza- la Caja de Crédito Minero, en estrecho vínculo con sus clientes, presentaba un solo frente contra la incomprensión gubernativa o burocrática y contra las contingencias derivadas de los mercados internacionales. Había imaginación para sortear las eventualidades, había agilidad para adaptarse a las circunstancias. Así, cuando las oscilaciones del mercado externo del cobre lo aconsejaban, CACREMI diversificaba el tratamiento de sus plantas para concentrar oro o plata, y, en pocas semanas, el minero recuperaba su actividad. Así, también, sin grandes formalidades técnicas, los ingenieros provinciales, a medida de sus posibilidades, iban dotando a las faenas de la mecanización necesaria. Esta acción, que desde hace- más de quince años aún rinde frutos, no significó para la Caja de Crédito Minero mayor esfuerzo económico que el que le significa ahora a la Empresa Nacional de Minería.

Se ha interrumpido, con excusas pueriles, el plan de estudios de geología económica que estaban haciendo técnicos contratados por el Proyecto Minero de las Naciones Unidas, lo que deja sin resolver importantísimas interrogantes en los centro mineros de mayor producción en Ata- cama.

En el Plan Quinquenal de la ENAMI no se le asigna a Atacama ninguna importancia en orden a su desarrollo futuro, no obstante que su producción no ha podido ser superada por ninguna de las otras provincias, pese a que ellas han contado con la atención de la CORFO, que en Ata- cama no se ha generalizado.

Su inficacia técnica y su desinterés han impedido a la ENAMI acondicionar sus planteles para que puedan absorber la producción que compra dentro de un ciclo comercial.

La ENAMI, en vez de confesar la imposibilidad en que está para darle el circuito normal de tratamiento al mineral que compra, ha preferido convencer al Gobierno de que las tarifas que paga son tan buenas, que se está produciendo inflación con el derroche de los mineros.

Mientras en las provincias productoras casi exclusivamente de cobre las plantas no se modernizan, según dice ENAMI, por falta de fondos, se distrae por ella, en una sola sociedad mixta, la Cúter Cover, en Magallanes, la no despreciable cantidad de dos millones y medio de dólares, que serviría para financiar la planta de lixiviación de Paipote, lo que permitiría el aprovechamiento de los minerales oxidados de baja ley. Esto no significa oponerse a que se busquen explotaciones mineras en cualquier parte del país, lo que perseguimos es un plan sensato de prioridades.

Otro serio inconveniente que debe soportar especialmente el pequeño minero es la diferencia del precio del dólar, ya que la ENAMI le paga un dólar oficial de Eº 4,74, en circunstancias que, por los implementos que necesita para explotar su mina, él debe pagar un dólar que a veces sobrepasa los Eº 30.

Por el mineral de concentración, por ejemplo, de 2%, la ENAMI les paga a los mineros Eº 32,26 por tonelada, en circunstancias que los costos de producción son superiores a esta suma.

Se advierte una manifiesta contradicción en la política de la ENAMI. Por ejemplo, en 1963, de enero a diciembre, el precio medio fue de 29 centavos de dólar por libra de cobre. De este precio, parte se pagó en tarifas a los mineros y el resto fue la maquila que cobró la ENAMI. En páginas enteras de "El Mercurio" del 23 de abril, la ENAMI sostiene que las maquilas, desde 1958, no han subido, en circunstancias que documentos emanados de la propia ENAMI demuestran que, en los minerales del 2%, durante el mismo mes de diciembre de 1966, cobró una maquila de 33 centavos de dólar por libra.

En la misma publicación, la ENAMI asegura que una de las causas de la situación actual es que ha aparecido un porcentaje importante de nuevos productores, debido al alto precio en el mercado internacional. Rechazamos tal afirmación, pues, por lo que respecta a la provincia de Atacama, no se registran nuevos productores mineros ni nuevas minas, sino en un ínfimo porcentaje, que corresponde al crecimiento vegetativo normal.

Hay otro hecho de extrema injusticia para los pequeños y medianos mineros. Según contrato, la ENAMI le cobra a la Braden Copper, por fusión, conversión y refinación, 83,41 dólares por tonelada de cobre fino. A la compañía peruana Mis- trade, por igual servicio, le cobra 95,50 dólares por tonelada. En cambio, al productor chileno de la pequeña y mediana minería le cobra 188,37 dólares por tonelada. Vale decir, les cobra el doble a los pequeños industriales chilenos a quienes por su ley orgánica, tiene la obligación de proteger.  

En la última convención minera efectuada en Santiago, se solicitaron, como medidas urgentes e indispensables las siguientes:

l9 Que la ENAMI cobre a los mineros maquilas de concentración a los costos de planteles similares para fundición y refinación de cobre, maquilas internacionales, y

29 Que el Gobierno otorgue a la pequeña y mediana minerías el más alto porcentaje que le permite la ley 16.528, de estímulo y fomento a las exportaciones.

El Presidente de la República solicitó públicamente, en Copiapó, una mayor producción minera. Los mineros cumplieron con este sano propósito del Gobierno. Sin embargo, a ellos no se les ha cumplido, ya que, desgraciadamente, hasta estos momentos no han recibido los estímulos que les fueron ofrecidos.

En la provinca de Atacama, los problemas sociales han tocado techo, como vulgarmente se dice. Se han bonificado a otras industrias, como la del carbón y la de la harina de pescado, y, últimamente, se ha solucionado el grave problema de la madera. ¿Por qué no se aborda el problema de la pequeña y mediana minería? ¿Se pretende mantener a la provincia de Ata- cama en la postración social y económica en que siempre se le ha tenido?

La Compañía Minera Santa Fe ha solicitado a los Poderes Públicos la paralización de Cerro Negro Norte, lo que afecta a más de 300 obreros. En estos momentos no hay donde ocupar a los obreros que están quedando cesantes en la minería del cobre. Fácil es comprender que tampoco van a encontrar trabajo estos 300 mineros de Cerro Negro Norte.

La provincia de Atacama no cuenta, fuera de la industria extractiva de la minería, con ninguna otra fuente de producción. Y yo no deseo que en la provincia que represento vuelva a ocurrir lo de los años 1927, 1928, 1929 y 1930, cuando, para vergüenza nacional, funcionó allá la "olla del pobre".

Tengo 66 telegramas, que no puedo leer por el escaso tiempo de que dispongo, de las distintas organizaciones de mi provincia. Me dicen, por ejemplo, que en algunos casos la carne ha sido devuelta a los frigoríficos -por la falta de venta. El comercio está paralizado y pide moratoria, porque, como decía, no hay una sola fuente de producción y, para mayor desgracia, hay una persistente sequía, ya que desde hace 23 años no llueve en la zona. ..

El señor BARRIONUEVO.-

Yo estoy relatando un hecho grave que está viviendo la provincia de Atacama y, como soy representante de ella, tengo el deber de darlo a conocer.

En la provincia de Atacama no hay oposición en este momento, sólo hay desesperación. ..

El señor PEREIRA.-

¡Herencia de los radicales!

El señor PARETO (Vicepresidente).-

Honorable Diputado, ruego a Su Señoría se sirva guardar silencio.

El señor BARRIONUEVO.-

... por cuyo motivo en todas las asociaciones mineras y en las plazas públicas- de todas partes se juntan hombres de todas las condiciones sociales y económicas y de diferentes filosofías políticas. Es la provincia la que está zozobrando.

Tengo fe en el Gobierno. Soy Diputado de Gobierno, como lo decía mi Honorable colega, que es parlamentario por Antofagasta, pero también tengo la obligación moral de ponerme al frente de mi provincia porque ella, repito, está zozobrando y en un quebranto que no podrá soportar. Hay indiferencia en los grandes centros de Santiago, sin duda lo ha habido siempre, por lo que pasa en las provincias del norte, especialmente en la que yo represento. Pero tengo confianza.

En esta sesión especial se han expuesto, a un alto nivel, los problemas sociales que allá se presentan. Conozco al señor Ministro de Minería; reconozco su capacidad y sé que él no es responsable de esta postración en que vive mi provincia, especialmente en materia minera, porque ella se arrastra desde hace muchos años. Es indudable que hay algunas responsabilidades. El ex Ministro de Minería, señor Simián, ofreció públicamente, a través de "El Mercurio", diario serio, en circunstancias que el cobre había bajado de precio, rebajar las maquilas como una medida positiva para que la minería pudiera seguir produciendo. El Gobierno debe estar consciente de que junto con el alza del precio del cobre en el mercado internacional subieron los costos de producción. Ahora bajó la materia prima que es el cobre, pero no se pueden dejar sin efecto los aumentos de salarios si se busca un incremento de la minería. Esa es la causa de la zozobra que se está viviendo. En la última Convención se hizo una exposición muy clara al respecto.

Espero, como Diputado de Gobierno, que los señores Ministros de Minería y de Hacienda y el Presidente de la República tomen medidas de inmediato con el objeto de evitar un quebranto social, ya que no resiste espera la situación caótica que está viviendo la provincia de Atacama. No habrá tranquilidad social mientras no haya trabajo suficiente.

De ahí que yo me permita solicitarle al señor Ministro la solución inmediata de estos graves problemas.

El señor POBLETE.-

Muchas gracias.

Quiero terminar lo que estaba expresando sobre lo innecesario que es, frente al problema que exponía, la capitalización extranjera. Tampoco se ha procurado obtener créditos en el exterior con tal objeto, no obstante que el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), don Felipe Herrera, en una entrevista con representantes de la mediana y pequeña minería realizada a fines de 1965 o principios de 1966, con asistencia de persone- ros de la ENAMI, manifestó que ese Banco estaba en condiciones y disposición de otorgar préstamos a nuestra minería con el objeto de fomentar su producción exportable, siempre que se le presentaran proyectos y planes bien estudiados.

Resulta absurda la participación de capitales extranjeros para la construcción de dichas plantas del Estado, cuando el propio Gobierno, por intermedio de la CORFO, otorgó, no hace mucho a la sociedad "Sali Hochschild S. A.", empresa minera competidora de la ENAMI, un préstamo por varios millones de dólares, destinado a la ampliación y modernización de su planta de lixiviación instalada en Copiapó. Es muy extraño, entonces, que no pueda concurrir ahora a la financiación de esas plantas cuando tiene en el presente año un presupuesto minero bastante holgado.

Hace 40 años fue creada la Caja de Crédito Minero, antecesora de la ENAMI, con el propósito de sustraer de las fauces de los capitalistas extranjeros la industrialización y comercio de los minerales genuinamente nacionales, lo que se consiguió con claro beneficio para nuestra pequeña y. mediana minería, pues, a pesar de la errada política actual de la ENAMI, la situación* y trato de los mineros chilenos son mejores que los que existían con anterioridad a la creación de la Caja, ya que entonces se les pagaban precios arbitrarios, se les engañaba en la ley y peso del mineral y se les aplicaban tales descuentos y sistemas que sólo las minas de condiciones excepcionales podían soportar.

Es evidente que, si se consuma el atentado que está planeando el señor Ministro de Minería, se corre el peligro de volver a esa situación que ya se creía superada, toda vez que significaría la introducción de una "punta de lanza" que puede llegar fácilmente al control total de la minería chilena por parte de capitalistas foráneos.

Con seguridad, se argumentará que el "proyecto Hales" es conveniente y se pretendrá demostrarlo con el hecho de que los propios mineros, que serían afectados, lo han aceptado. Esta argumentación es sólo aparentemente efectiva, pues, frente a la situación de apremio en que se encuentra? los mineros, no se les ha ofrecido otra alternativa que ADELA y se han visto obligados a aceptar este sistema, ya que saben que se les cierra todo otro camino.

Con lo expresado, lógicamente tenemos que llegar a la conclusión de que la política dé financiación sustentada por el señor Ministro resulta extraña, pues significa y constituye un evidente peligro para la independencia de nuestra pequeña y mediana minerías y contradice, en forma inexplicable, las declaraciones del Presidente de la República y de su partido, toda vez que con ello, en vez de "chilenizar", se pretende "extranjerizar" el único sector de nuestra minería que hace 40 años, con gran esfuerzo, habíamos logrado nacionalizar por medio de la creación de la Caja de Crédito Minero.

El señor CLAVEL.-

Bajo sombríos presagios, derivados de la baja del precio internacional del cobre, se ha celebrado recientemente en esta capital una nueva Convención Minera, convocada por la Sociedad Nacional de Minería.

Delegados de las distintas zonas mineras del país expresaron, con acento de ruda franqueza, su abierta crítica hacia organismos y áutoridades de Gobierno por lo que han calificado como una errada política minera nacional.

La Sociedad Nacional de Minería estimó oportuno convocar a este torneo para analizar los graves problemas que afectan a la pequeña y mediana minería, para levantar su voz de alerta ante la desastrosa e incomprensible gestión del Supremo Gobierno en relación a la explotación minera y para exigir del mismo Gobierno la aplicación inmediata de medidas que esta Convención, con sereno y acabado estudio, ha recomendado, a través de sus cuatro comisiones de trabajo, para enfrentar un inminente período de crisis que amenaza con revivir en las provincias del norte aquellos días tan sombríos de la crisis salitrera de 1932.

Como representante en esta Honorable Cámara de la provincia de Antofagasta, zona minera por excelencia, he seguido con vivo interés las alternativas de esta

Convención Minera y he podido apreciar, con íntima satisfacción, cómo ha despertado en los hombres que extraen la riqueza de la tierra un espíritu de solidaridad y férrea unidad, con que esperan hacer frente a los días inciertos que se ciernen sobre la mediana y pequeña minería como consecuencia de la baja del precio del cobre en el mercado internacional.

Como lo expresara el Presidente de la Asociación Minera de Antofagasta, los mineros se reunirán por quinta vez en una Convención, para reiterar al Gobierno sus numerosos y detallados petitorios, con sus problemas y posibles soluciones, sin que hasta la fecha hayan obtenido alguna respuesta definitiva y responsable, no obstante recibir en torneos anteriores, como' en Copiapó, promesas de mejor trato a la minería, formuladas por el propio Presidente de la República.

Desde esta tribuna hago llegar mis felicitaciones a los miembros de esta Convención, por la altura de miras con que se abordaron los problemas del presente y futuro de nuestra minería, por la profundidad y versación con que se trataron materias Se evidente interés para la industria minera, y por la mesura y sentido de las proporciones con que se adoptaron en definitiva los acuerdos, los que oportunamente serán puestos en conocimiento del Supremo Gobierno.

Sólo resta desear a los organizadores de este torneo que logren del Presidente de la República, de su Ministro de Minería y dé los organismos pertinentes, la consideración, el interés y la preocupación que por mandato de la ley están obligados a prestar a la industria minera del país.

Como es de conocimiento público, el mercado internacional de metales viene acusando desde hace varios días sensibles bajas en el precio del cobre, y estos centavos de dólar de menos que percibe el erario por cada libra del metal rojo producen un sismo económico en la. caja fiscal, pues nuestro país deja de recibir, a la fecha, una suma alzada estimada en seis millones de dólares, por concepto del menor precio del cobre. Como consecuencia de esto, estamos en presencia de una paralización total de obras públicas y ante una reducción de gastos del Presupuesto Nacional, que desgraciadamente se aplicará con perjuicio para las obras de adelanto de las provincias de Tarapacá, Antofagasta. y O'Higgins que, por ser las que producen esta riqueza minera, debieran tener prioridad aun en estos días inciertos por que atraviesa nuestra economía.

Este clima de baja de nuestro metal básico está creando también una atmósfera densa de inquietud en las provincias del norte, y la ansiedad de los trabajadores mineros se traduce en los innumerables telegramas que estamos recibiendo los parlamentarios de las provincias mineras, para reclamar una acción eficaz, decidida y enérgica, atinada e inteligente del Gobierno que conjure a su debido tiempo el desastre económico y social que debería afrontar el país, en caso de una quiebra irreparable de nuestra minería.

Yo me hago eco en esta Sala de la angustia y el clamor de los hombres que mucho han dado al Presupuesto de la Nación y muy poco o nada, han recibido en compensación.

Yo me hago eco de las conclusiones y principales aspiraciones de la mediana y pequeña minería, contenidas en los acuerdos adoptados por la reciente Convención minera, y desde esta tribuna, como miembro de un poder fiscalizador del Estado, le digo al Supremo Gobierno, en la persona de Su Excelencia el Presidente de la República y su Ministro de Minería, que sobre ellos pesa la grave obligación de disponer de los máximos recursos de la Nación para atenuar los efectos que en nuestra economía está produciendo un fenómeno internacional, ajeno a nuestra voluntad.

No puede el Gobierno, como lo ha estado haciendo hasta ahora, seguir sordo e impasible ante las quejas que se formulan en cuanto torneo minero se efectúa. Por quinta vez en los últimos años, los mineros elevan a conocimiento del Gobierno un memorándum con las aspiraciones básicas de la mediana y pequeña minería, el que ojalá no vaya a engrosar los polvorientos archivos de las oficinas fiscales.

Ahí están, entre las principales conclusiones, la de lograr la fijación, durante siete años, de un precio mínimo de 45 centavos de dólar por libra de cobre, sobre el cual la ENAMI puede calcular sus tarifas, iniciativa que puede proporcionar desarrollo y producción estable en la minería dentro de un clima de confianza.

En este rubro piden los mineros que las nuevas tarifas entren a regir a partir del 19 de abril, como un medio de evitar las continuas paralizaciones de las minas.

Ahí están, entre las demás conclusiones, la aspiración de los productores mineros de obtener para la pequeña y mediana minerías la aplicación de la ley número 16.528, sobre fomento a las exportaciones, de tal suerte que ellos se beneficien al máximo con los porcentajes de los productos que exporta la Empresa. Nacional de Minería.

Ahí está, como otra conclusión de este torneo, el clamor incesante, durante años, de la pequeña y mediana minería, de lograr un trato similar al del salitre, de manera que la minería nacional disponga de parte de sus propias divisas para financiar sus necesidades vitales de consumo. Este trato excepcional lo recibe la industria salitrera. ¿Por qué, entonces, a la mediana y pequeña, minería no se le otorgan idénticas franquicias? Con un egoísmo inconcebible se obliga a nuestra industria minera a adquirir sus implementos en el mercado interno, a precios ele vados, superiores siempre a los importados, sin considerar los impuestos que gravan con una tasa del 2% a la industria minera en este rubro.

Ahí está, como otra de las aspiraciones básicas de este torneo, la de que se reduzcan las altas maquilas y costosos desembolsos o gravámenes que pesan sobre la mediana y pequeña minería, impuestos por la ENAMI. No es posible que la producción minera esté destinada a alimentar la insaciable burocracia de una empresa estatal, como la ENAMI, que ha aumentado su planta de empleados de 380, que había en 1964, a más de 1.300 que existen a la fecha, sin que los servicios o beneficios de esta empresa hayan aumentado en la misma proporción.

Escuchemos, por un instante siquiera, quejas tan atendibles de los mineros por el monto fijado para las maquilas que aplica la ENAMI, cuyos valores se han triplicado en el lapso de 4 años, como en el caso de los minerales concentrados, de tal manera que estas maquilas alcanzan cifras muy superiores a. las que tienen las plantas particulares.

No obstante la baja considerable del precio del cobre, estas maquilas se mantienen aún a precios superiores a los internacionales. A los mineros se les exigen, además, mayores gastos por concepto de refinación. En cuanto a sus retornos, para ellos rige un bajo cambio, ya que al minero chileno se le paga la suma de E° 4,55 por cada dólar que exporta, y, por ironía, se le exigen 5 escudos por cada dólar que necesita para efectuar, la importación de elementos de trabajo.

Lo justo, lo que reclaman los mineros, es que la ENAMI cobre sus maquilas a nivel internacional. Para llevar confianza y tranquilidad a los productores, sería acertado el establecimiento de un fondo de compensación, con recursos aportados por el Estado, para bonificar a la mediana y pequeña minería en casos de fluctuaciones alarmantes del precio del cobre en el mercado internacional. Tal es la idea del Presidente de la Asociación Minera de Antofagasta, que ojalá el Gobierno lo considere y aplique, para beneficio de las provincias mineras del país.

Con su experiencia, versación y conocimientos, los convencionales mineros han señalado al Gobierno el camino que se debe seguir para evitar la catástrofe minera del norte. Ellos solicitan del Presidente de la República que cumpla con el compromiso contraído en el Congreso Minero de Copiapó, en enero de 1965, cuando estimuló a la pequeña y mediana minería a incrementar su producción, ofreciendo "soltar las riendas" de la minería nacional.

Ha transcurrido el tiempo y la promesa presidencial parece naufragar definitiva-" mente en las aguas turbulentas de una. crisis minera en marcha, fomentada, más que por la baja del precio internacional del cobre, por la desidia del Gobierno en encarar tan delicado problema con criterio realista y nacional.

Este es el trazado general del grave problema minero que nos preocupa. Puede apreciarse que nada hay en él que exceda de los límites de la capacidad económica del Estado o que implique una alteración del orden establecido para subsistir.

Tal ha sido la reciente Convención Minera organizada por la Sociedad Nacional de Minería.

Dentro del problema que estamos analizando, debo referirme a la situación de la provincia, de Antofagasta y, en especial, de su departamento de Taltal, que espera alcanzar su mayor desarrollo mediante el incremento de su producción minera.

Aunque tenga que repetir los mismos conceptos de hace dos años, porque todo sigue igual, todavía estudia la ENAMI la ampliación de su planta en Taltal, que tiene actualmente una capacidad para 100 toneladas, lo que constituye un escollo para el resurgimiento de la pequeña minería en este departamento.

Se proyecta ampliar esta planta a 200 toneladas, pero en breve resultará insuficiente, por lo que he sugerido en más de una oportunidad que se dote a esta planta de una capacidad superior a 500 toneladas de elaboración.

Iguales conceptos debo repetir en estos instantes por la apertura de un poder comprador de minerales de baja ley, y la construcción de otra planta lixiviadora de cobre en las inmediaciones de Antofagasta; de tal manera que su ubicación no represente un nuevo sacrificio económico a los pequeños mineros por concepto de fletes. No debe olvidar la ENAMI que' que más de 500 pequeños productores mineros han de concurrir con sus aportes al financiamiento de esta planta, y ellos deben tener prioridad en recibir sus beneficios.

He trazado, a grandes rasgos, las líneas principales y características de esta reciente Convención Minera, en donde se han vertido severas críticas a la Empresa Nacional de Minería, la que por medio de la prensa ha formulado sus descargos ante la opinión pública.

Pienso que ha existido fundamento en estas reclamaciones, porque ellas han sido formuladas con antecedentes por el Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, por los Presidentes de las Asociaciones Mineras de Antofagasta, Copiapó, Coquimbo y La Serena, y los distintos delegados, exhibiéndonos una fría empresá estatal que pareciera no comprender la importancia y necesidad de la mediana y pequeña minería dentro de nuestra economía nacional.

La ENAMI paga actualmente Eº 33 por la tonelada de cobre de ley del 3 %. Todos sabemos que el precio de la libra de cobre ha sido siempre para el pequeño minero inferior al que se cotiza en el mercado internacional.

Es imposible, entonces, que esta empresa estatal sea mirada con simpatías por los productores mineros, máxime si se considera que el Estado está preocupado de la gran minería. Existe incomprensión, además, hacia las provincias productoras, las que son consideradas como aspectos secundarios dentro del inmenso cuadro de la economía nacional, como si la fabulosa riqueza aportada al Presupuesto de la Nación por la industria "extractiva no significara el Presupuesto mismo del país.

Los hechos que comenzamos a lamentar vienen a justificar la patriótica actitud asumida por el Partido Radical en esta Corporación, al patrocinar una acusación constitucional en contra del anterior Ministro de Mineréa, don Eduardo Simián, por su desafortunada gestión en la venta de 90 mil toneladas de cobre a Estados Unidos de Norte América, al precio de 36' centavos de dólar la libra, en circunstancias que el precio real de nuestro metal en Londres, en 1966, era de 69,46 centavos de dólar. Esta inexplicable gestión viene a confirmar el desinterés y desidia del Gobierno en la aplicación de su política minera, que, como fue señalado en la reciente Convención Minera, ha significado al país una pérdida del orden de los 57 millones de dólares.

Ahora que iniciamos nuestra marcha forzada por la cuesta de una inminente crisis cuprera, en la que la "viga maestra" de la política económica del Gobierno comienza a debilitarse, cabe preguntarse: ¿en qué medida los vecinos del Norte nos compensarán el sacrificio de nuestras legítimas utilidades en la venta de estas 90 mil toneladas de cobre, en 1966, al precio de 36 centavos de dólar la libra, y cuál será su ayuda para que Chile afronte esta baja del cobre en el mercado internacional ?

El señor PARETO (Vicepresidente).-

¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Independiente.

Su Señoría puede continuar en el tiempo del Comité Radical.

El señor CLAVEL.-

En ese libelo acusatorio, mi partido deslindó responsabilidades por el perjuicio causado a nuestra economía por el Gobierno del Presidente Freí. Hoy, esos 57 millones de dólares, restados a la Caja Fiscal, habrían servido para hacer frente sobradamente a las tan graves repercusiones que está teniendo en nuestro país el fenómeno de la Bolsa de Metales de Londres.

Para terminar, señor Presidente, quiero expresar mi adhesión y pública admiración hacia los mineros de nuestro país, por el estoicismo con que hacen frente a tanta incomprensión y por el alto espíritu patriótico con que se reúnen para debatir sus problemas y exigir soluciones, sin pedir favores ni prebendas, como lo ha manifestado el Presidente de la Sociedad Nacional de Minería.

Ellos están luchando por nosotros mismos, por mantener nuestra economía, por que no se repita la amarga experiencia del salitre chileno. Por eso, quiero que ellos sepan que la ciudadanía consciente de este país los acompaña en su causa, pues es justa y se identifica con el interés nacional.

Para concluir, quisiera hacer una pregunta al señor Ministro de Minería, la que podrá responder en el momento que él estime conveniente. He tenido conocimiento de que el señor Ministro tendría ya redactado un decreto por el cual se autoriza la formación de algunas sociedades mineras, destinadas a ayudar directamente a la pequeña minería. Estas sociedades, según también he tenido conocimiento, se formarían con capitales de los pequeños productores de cobre de las respectivas provincias.

Si así fuera, yo felicitaría al señor Ministro, porque creo que la formación de estas cooperativas sería una solución para ir en ayuda de los pequeños mineros, pues ella sería la única manera de que- pudieran salir de la crisis en que están actual' mente.

Señor Presidente, el resto del tiempo lo usará el Honorable señor Fuentealba, a quien concedo una interrupción.

El señor FUENTEALBA.-

Señor Presidente, en la primera parte de nuestra intervención en este debate, yo daba algunos antecedentes referentes a la importancia que tiene en el país esta actividad minera. Decía, precisamente, que la baja del precio del cobre repercute más en la pequeña minería, porque los pequeños mineros no tienen sus trabajos totalmente mecanizados. En cambio, la gran minería cuenta con instalaciones, fundiciones y refinerías propias, y su costo de producción es mucho más bajo.

Y no sólo la baja del precio del cobre los afecta, sino también el tratamiento que se le da al precio del dólar, puesto que mientras ellos deben vender sus minerales a un dólar determinado, tienen que comprar sus maquinarias a un dólar mucho más subido. Los costos de maquila y los costos de trabajo interno son mucho más altos en la pequeña minería que en la gran minería.

A pesar de que existe el ánimo de que esta industria funcione constantemente, por la falta de plantas y por la falta de recursos, es, prácticamente, una industria aleatoria, puesto que, cuando viene la baja del precio del cobre, no puede trabajar normalmente.

En cambio, a la gran minería del cobre se le está dando un tratamiento totalmente distinto. Por ejemplo, a pesar del impuesto que paga, tiene un trato especial para los retornos, para la comercialización y para las importaciones. Ahí está el caso de la Compañía Minera Andina, que tiene tarifas y descuentos muy especiales en la fundición de la ENAMI. Además, también tiene descuentos en las tarifas de la ENDESA, por el suministro de energía eléctrica. Aparte de ello, el tratamiento que se les da a los empleados norteamericanos es muy diferente del que se les da a los empleados chilenos.

Cuando aquí se trató la ley sobre los convenios del cobre, dijimos que había necesidad de ayudar a la pequeña minería, precisamente, con los recursos que recibe la gran minería. El artíeulo 26 de la ley N° 11.828, en el año 1966 produjo la suma de 175.941.805 dólares. Dicho artículo .establece que el 30% de esa cantidad .debe ser invertido en obras de regadío. Sin embargo, de la cantidad de 80 millones de que se dispuso para ello en el año pasado, se invirtieron? sólo 22 millones de escudos en obras de regadío.

Por otra parte, el artículo citado establece la misma cantidad para invertirlo en caminos de las provincias del norte. Sin embargo, en caminos se ha gastado mucho menos. Pero cerca de E° 120 millones han pasado a rentas generales, los que podrían haber sido destinados a la pequeña y mediana minería, que están solicitando una .pequeña, bonificación para compensar la baja del precio del cobre. Estimo que los fondos provenientes de la tributación del cobre, que pasan a rentas generales, debieran destinarse a ayuda de la pequeña minería, a fin de que ésta no paralice sus minas, pues hoy -día está en vísperas de hacerlo. La sola paralización, de las minas produciría una grave cesantía. Unicamente en Andacollo hay trabajando actualmente, dos mil obreros, que producen más o menos, tres millones de escudos mensuales. Creo que con esto nos basta para comprender el enorme problema que .se produciría en este .pueblo' que vive exclusivamente de la minería.

Podríamos hablar mucho sobre .esta actividad y sus problemas,; pero el tiempo no nos permite -plantear todas las cosas que es necesario -analizar..

Nosotros vamos a presentar un proyecto de acuerdo para que se mantengan las Jarifas que estaba pagando la ENAMI, a fin de .que se resuelva este problema;

para que se reduzcan los costos de maquila; y para que se estudie una política de fomento y, desde luego, un tratamiento en el precio del dólar.

Termino, señor Presidente, pidiéndole al señor Ministro de Minería que, con buena voluntad, estudie el grave problema que se está presentando en la pequeña y mediana minería del país.

Concedo una interrupción al Honorable señor Zepeda.

El señor ZEPEDA COLL.-

Señor Presidente, los mineros, a través de muchos años, han venido luchando por sus justas reivindicaciones.

Durante los casi tres años del actual Gobierno, han recibido numerosas promesas de obtener satisfacción a sus peticiones. La primera de ellas la dio personalmente el Jefe del Estado en la convención celebrada por los mineros en Copiapó, en febrero de 1965, cuando Su Excelencia el Presidente de la República expuso su política de gobierno frente a los problemas de la pequeña y mediana minería, señalando que la actividad de esta parte de la producción era de suma, importancia para nuestro País.

Desgraciadamente, los hechos han desmentido estas promesas de Su Excelencia el Presidente de la República, las que se han venido reiterando desde hace más de dos años, porque no hay reunión convocada por los mineros' en la que el Primer Mandatario o su Ministro de Minería no expresen sus deseos permanentes de favorecer a esta industria extractiva. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado la concreción de las medidas necesarias para solucionar los problemas que afectan a la pequeña y mediana minería.

Es indiscutible que el problema fundamental lo constituyen las tarifas que- cobra la Empresa Nacional de Minería por- concepto de procesamiento de minerales. Cuando la libra de cobre cuesta 55 centavos de dólar, debido a los gastos y costos mínimos de explotación y transporte de minerales, más los descuentos que hace la Caja de Crédito Minero, los mineros ganan lo mismo que si el precio de ésta fuese sólo de 35 centavos de dólar. En consecuencia, aunque exista algún alza en el precio mundial del cobre, siempre la pequeña y mediana minería estarán menoscabadas por las excesivas tarifas que cobra la ENAMI.

Sin duda alguna, esta situación se está agravando cada día más con la disminución constante-que está experimentando en el mercado internacional el precio del metal rojo. La situación de los mineros se hace prácticamente insostenible; se están cerrando las faenas, y la amenaza de la cesantía se cierne sobre los hogares de tantos de nuestros conciudadanos que en forma esforzada han contribuido al progreso del país y al financiamiento del erario.

Se dice que estos problemas se vienen arrastrando desde hace muchos años. Eso es cierto, en .parte, pero también es indiscutible que en estos últimos años se ha agudizado el problema en forma mucho más notable. En la Administración pasada, siendo Ministro de Minería donJulio Chaná Carióla, la tarifa de la Empresa Nacional de Minería en los concentrados de cobre era más o menos el 25%. Esto en dólares significaba 27,21 centavos de dólar. En cambio, ahora los costos llegan a 85,17 centavos de dólar por tonelada de concentrados, lo que significa que está "gravada en 15,6 centavos de dólar la libra de cobre. Esto indica que, en vez de? avanzar en esta materia, se ha ido hacia atrás y cada día la situación se está deteriorando más. Es indispensable una política definida en materia minera de parte- del Gobierno. Para ello es necesario disminuir los costos de producción. Uno de los problemas que, según los mineros, incide más en los costos, es el uso por la ENAMI del carboncillo como combustible, a fin de proteger a la industria carbonífera nacional. Pero las consecuencias de- esta política y su repercusión en el costo* la están pagando los mineros. En realidad, debiera usarse el petróleo que, sin: duda alguna, abarataría los costos. Por- eso, nosotros creemos que el primer problema que debe ser afrontado por el Gobierno es el relacionado con las tarifas. Estas nuevas tarifas deberían regir desde el 1° de abril como una manera de iniciar una política que realmente vaya ert beneficio de la pequeña y mediana minería.

Nosotros creemos que es indispensable- también introducir economías en la propia Empresa Nacional de Minería, la cual tiene mucho de empresa, pero sirve muy poco para fomentar la actividad minera nacional. Esta no es una afirmación peregrina de los opositores. Hemos escuchado al Honorable señor Barrionuevo,, quien ha sido claro...

El señor PENNA.-

Señor Presidente, antes de proseguir con otros aspectos que me interesa analizar sobre la ENAMI quiero referirme a algunas observaciones que aquí se han formulado.

Se ha dicho que la ENAMI ha subido año a año los costos de sus "maquilas" y que hoy llegan a límites tales que los mineros no pueden trabajar. Como se sabe, la maquila es el costo de elaboración de los minerales o de los concentrados en su caso, para transformarlos en cobre fino.

Esta maquila la descuenta la ENAMI del precio del mineral expresado como porcentaje de cobre fino.

Tengo aquí a mi vista un cuadro de las maquilas cobradas durante varios años por la ENAMI para minerales de concentración de 3 % :

En 1959/61, era de 24,22 centavos la libra; en 1962, de 25,23 centavos la libra; en 1963, de 27,41; en 1964, de 26,70; en 1965, de 27,85; en 1966, de 27,89; y en abril de 1967, de 26,88.

Como se puede apreciar, los costos de maquila se han mantenido bastante parejos durante varios años.

Lo que inquieta a los mineros es que hoy con un precio del cobre en el mercado mundial superior a 40 centavos la libra, reciba casi lo mismo, expresado en la misma moneda que cuando el precio del cobre era de 29,35 centavos la libra.

Y la explicación es que entre los años 1959 a 1963 se bonificaban las tarifas con fondos proporcionados por el Supremo Gobierno de aquel entonces.

Refiriéndome al caso mencionado por el Honorable señor Zepeda, puedo decir que el año 1963 el cobre estaba en el mercado mundial a 29,35 centavos la libra y la maquila que descontaba la ENAMI era de 27,41 centavos por libra, correspondiéndole al productor solamente 1,94 centavos; pero el Gobierno, con fondos proporcionados por él, bonificaba con 11,82 centavos la libra al productor, el cual recibía en total 13,76 centavos que en escudos de marzo de 1967 significaba E° 48.- p'or tonelada de mineral de concentración de 3%.

Hoy día si el cobre llegara a 40 centavos la libra, el productor recibiría E° 46.- por tonelada del mismo mineral, porque el Gobierno no está bonificando las tarifas.

El problema se complica muchísimo más, porque muchos mineros, estimulados por el alto precio del cobre de los últimos dos años, trabajaron minas que en condiciones normales son antieconómicas, por su baja ley o el difícil acceso a ellas.

He hecho algunos cálculos para visualizar el problema. Para obtener una tonelada de cobre fino, con recuperación de 90%, se necesita extraer, transportar y faenar 73 toneladas de mineral de 1,5 por ciento de cobre; 56 toneladas si el mineral es de 2 %; 44 toneladas si el mineral es de 2,5% y 37,5 toneladas si el mineral es de 3%.

Esta es la razón por la cual, al bajar el porcentaje de cobre en un mineral, suben los costos, el cual sólo se puede soportar con los altos precios del mercado internacional de este último tiempo; pero ahora que el precio del cobre está bajando paulatinamente, afrontamos esta grave crisis que puede significar la paralización de muchas faenas.

Por ello habrá que tomar medidas para paliar esta crisis y estoy cierto de que el Gobierno está dispuesto a hacer un sacrificio económico para evitar problemas mayores.

Para seguir con este análisis, vale la pena estudiar las estadísticas de compras de la ENAMI. Lamentablemente tengo a mano sólo las de 1965; pero, como dije anteriormente, en proporción no varía con respecto a la de 1966. Los productores están repartidos de la siguiente manera.

Había 2.579 productores, con una producción inferior a 1 tonelada, que entregan en total 806 toneladas de cobre fino. Había 1.161 productores con producciones entre 1 a 30 toneladas, que entregan en total 6.393 toneladas. Había 189 productores con producciones entre 20 y 250 toneladas que entregan 16.412 toneladas de cobre fino. Había 28 productores con producciones superiores a 250 toneladas, que entregan 18.291 toneladas.

O sea, menos del 1% de los productores entregan en total el 44% del cobre que la ENAMI recibe.

Naturalmente, creo que no es posible bonificar a todos por parejo, porque estoy seguro de que los 28 grandes productores que producen el 44% de las entregas pueden perfectamente bien subsistir y ganar con un precio internacional de 40 centavos por libra. Según un cálculo que tengo a mano, en este caso se les pagarían É 46.- por tonelada de mineral de concentración de 3%, que es lo mismo que recibían en 1963, incluyendo la subvención del Estado, cuando el precio Internacional era de 29,35 centavos por libra, considerando siempre la misma moneda. Si se hace Un examen de lo que pasa para los concentrados, resulta lo mismo.

El dar bonificación exige un sacrificio del país, y por ello 'habría que estudiar si se bonifica en forma pareja a todos o se hace una escala, ya que en estos momentos de crisis los pequeños "productores son los que mas ayuda -necesitan.

Señor Presidente, para terminar, deseo esbozar aquí algunas apreciaciones acerca de la ENAMI.

He dicho anteriormente que, si bien es cierto que creo que la ENAMI está cumpliendo su cometido como una empresa industrial del Estado, tengo serias dudas en cuanto a que sea una Institución de Fomento en un sentido tan especial, como especial es la pequeña minería chilena.

El minero chileno es hombre con sangre caliente en sus venas; y nuestra historia, y especialmente la Guerra del 79, nos enseñan mucho sobre ellos y acerca de su individualisino heroico. Yo creo que la ENAMI, a través de funcionarios fríos, ha Sido incapaz de entender esta riqueza potencial de gente que no espera que el Gobierno les dé un puesto, sino que busca en la aventura su porvenir. También creo que ninguna institución pública con sentido' tradicional, en ninguna parte del mundo, podrá tener la agilidad necesaria para satisfacer su anhelante inquietud.

Además, por los antecedentes anteriores, se ve que los productores son empresarios que entregan a la ENAMI, desde unos kilos de cobre al año hasta unos miles de toneladas, y yo creo que ahí está justamente el problema.

ENAMI tiene el mismo trato para gente que posee intereses muy distintos y cualquier medida que tome, por muy atinada que sea para un sector, siempre produce descontento en otros. Y en esto, hay algunos que son maestros en usar las mayorías para escudar sus intereses..

Si a esto se agrega que las actuales asociaciones mineras no son representativas, como lo demuestra el hecho de que en la Convención minera de hace algunos días, en Santiago, de las 10 personas que hablaron, seis no registran producción ni siquiera de un kilo de cobre, se tendrá el cuadro completo.'

Por ello, creo que se debe encarar definitivamente el problema. Separar, en cuanto al trato a la gran mayoría que es homogénea, de "los grandes" de la' pequeña minería.

Sin perjuicio de alentar al pequeño para que se haga más grande a través de incentivos, debe orientarse a la gran mayoría a la formación de cooperativas mineras.

Es imposible que el Estado pueda andar preguntándole a cada minero chico cuáles son sus necesidades, para tratar de satisfacerlas, porque para ello se necesitaría un ejército de funcionarios, pero sí puede organizar a muchos pequeños mineros, pirquineros, etc., en cooperativas y entenderse con una sola organización.

Si necesita abrir caminos, se les podrá entregar las máquinas necesarias para que ellos las administren de común acuerdo; muchas maquinarias pueden ser usadas en forma comunitaria; podrán organizar almacenes de insumos en que, en vez de andar cada uno comprando pequeñas cantidades de materiales, sea la cooperativa la que compre para todos de una vez, a precio mayorista; incluso los propios ingenieros y técnicos de la ENAMI pueden tener participación especial en las cooperativas, para que se sientan parte de la comunidad minera. Así se puede llegar hasta el traspaso de las plantas de concentración o lixiviación de la ENAMI, con facilidades y a plazo, para que los mineros se hagan dueños de su propio destino.

Yo creo que un sistema de este tipo le sale más barato al Estado y le da mucho mas eficacia a su labor, al mismo tiempo que respalda al minero en el desarrollo de su inquietud.

Nada más, señor Presidente.

El señor CERDA (don Eduardo).-

Señor Presidente, tal como lo manifestó el Honorable colega señor Orlando Poblete al comenzar su intervención de hoy, los Diputados democratacristianos que representamos en la Cámara a las principales provincias productoras de cobre de la pequeña y mediana minería, firmamos, junto con los parlamentarios de los demás partidos políticos la petición para celebrar la presente sesión y hoy hemos contribuido a dar el quorum correspondiente.

Hemos tomado esta determinación por la enorme importancia que tienen para el país la pequeña y mediana minerías como fuente de producción y de trabajo para miles de familias chilenas, y porque consideramos que todos los sectores políticos, el Gobierno, las organizaciones gremiales de trabajadores y las asociaciones de productores deben participar en la búsqueda de soluciones positivas para sacarla de la crisis que la está afectando.

Dado el escaso tiempo de que dispongo, sólo me referiré, en líneas generales, a lo que, a nuestro juicio, puede ser una solución integral del problema que encara la producción minera, a fin de evitar que, si el precio del metal sigue bajando, resulte gravemente perjudicada esta rama de la industria nacional.

Los factores que inciden en esta materia son los siguientes:

Primero el precio de venta del cobre en el Mercado de Londres, el cual está a nivel del precio internacional.

Segundo, el costo de maquila de la ENAMI.

Tercero, el costo de producción de los mineros.

Cuarto, la tributación casi igual que pagan el pequeño y el mediano minero.

Quinto, la tenencia de la propiedad minera que, generalmente, sólo está en manos de grandes sociedades, las que la arriendan a los mineros que la trabajan, quienes deben absolver los mayores costos.

Sexto, también tienen gran importancia para nosotros las regalías que se cobran a los pirquineros por parte de quienes tienen posesiones mineras.

Respecto al precio de venta del cobre, evidentemente, estamos a la par con las tarifas internacionales. Pero nadie puede desconocer la preocupación del actual Gobierno por logra que los países productores tengan, día a día, una mayor ingerencia en la fijación de los precios de venta del cobre. El hecho de que los países consumidores del metal sean los que desempeñen un papel decisivo en la materia, contribuye a que las naciones des arrolladas obtengan cada día mayores entradas, en tanto que las subdesarrolladas vivan permanentemente en la miseria.

A nuestro juicio, es indispensable establecer un precio de compensación para los mineros que, conjugando los intereses de la comunidad y de los productores mineros, evita que la producción minera esté siempre afectada por las bajas del precio del cobre. Si se logran precios de compensación, indudablemente que tal hecho permitirá formar un fondo común; de modo que, cuando se produzcan bajas como las que estamos viendo en estos días -y que ojalá no sigan registrándose-, se pueda mantener un precio que permita a las empresas productoras de la minería trabajar normalmente.

Junto a lo anterior, está la posibilidad del "draw back", para el fomento de la producción de la pequeña y mediana minería. En el presente año, entre los egresos del presupuesto nacional, no están consultados los fondos necesarios para bonificar a la minería. Ello se debe a que, en aquel entonces, el precio de venta del cobre permitía suponer que la pequeña y mediana minerías no. necesitarían del "draw back" para el fomento de las exportaciones. Pero en las condiciones actuales, indudablemente que una de las fórmulas destinadas a evitar esta paralización de faenas consiste en la existencia de ese fondo para el fomento de las exportaciones, para lo cual se requiere, indiscutiblemente, contar también con el financiamiento adecuado. Nosotros creemos que, sobre la base de estudios, podremos ir proponiendo soluciones concretas.

En lo que se refiere al costo de la maquila, en ENAMI, los Diputados democratacristianos pensamos que, evidentemente, hay que considerar, dentro de este rubro, lo que significa el verdadero costo interno, ya que, en muchos casos, los costos deben destinarse a fomento en lugar de los precios de maquila. Me refiero especialmente a aquellas plantas que, a causa de estar abiertas para permitir un aumento de producción de cobre, reciben muy poco de ésta y, por lo tanto, el precio de la maquila sube en forma considerable. Hay casos concretos; por ejemplo, la planta de Iquique, en la cual el costo de ENAMI es alrededor de E° 100 por tonelada, en circunstancias que en otras plantas modernas, como en las de Cabildo y Pedro Aguirre Cerda, el costo es sólo de E° 6.- ó Eº 7.- por tonelada de cobre.

Al mismo tiempo, por las razones que indicó días atrás el señor Ministro del ramo en una reunión de la Sociedad Nacional de Minería, existe el problema de que se ha tenido que usar carboncillo, en algunas plantas, en lugar de petróleo, lo que importa un mayor costo, porque también se requiere que la producción interna de carbón sea consumida dentro del país y permita que haya fuentes de trabajo seguras en la zona del carbón. Pero, a nuestro juicio, la maquila debe tener un costo que haga posible el fomento de la producción minera.

En cuanto al tercer punto, costos de producción de los mineros, debo expresar que hemos podido observar, con alarma, que los costos de los insumos han subido enormemente. Acabamos de escuchar al Honorable señor Meló manifestar su preocupación por el alza de la corriente eléctrica para los productores mineros, y muchos otros más.

Creemos que en este momento es necesario el control del Estado sobre los costos de producción de los mineros, para poder llegar a una solución integral del problema. Esto se puede lograr formando cooperativas a nivel zonal, en los lugares de producción y en las plantas. A través de ellas, los mineros organizados podrían rebajar sus costos y, por ende, trabajar en condiciones normales.

Respecto de la tributación de la pequeña y mediana minería, denantes hacía hincapié en que prácticamente existe una misma política de tributación para el minero pequeño, el mediano y el grande. Estimamos que esto debe ser estudiado a fondo, con el objeto de que los pequeños mineros, que entregan su producción al país con gran esfuerzo, puedan tener un trato diferente dentro de la tributación minera.

Con referencia a la tenencia de la propiedad minera, se ha venido planteado en •el país, desde hace bastante tiempo, una reforma de ella, que nosotros deseamos -ver concretada en Breve plazo.

Es bien sabido que son pocos quienes detentan la propiedad de la explotación minera en el país y que la arriendan a diferentes mineros. Ello significa un aumento de los costos y, lo que es más grave, en la mayoría de los casos estas pertenencias mineras no trabajadas directamente por sus dueños, que casi siempre son compañías extranjeras, permanecen sin ser explotadas, por lo cual no aportan náda a la producción del país.

Este es uno de los puntos principales. Si queremos abordar en forma integral el problema de la pequeña, y mediana minería, tenemos que resolver también el problema de la tenencia de la propiedad minera.

En otros casos sucede que, para hacer sus pedimentos, la gente incluye hasta a sus familiares, lo que impide que muchos pequeños mineros exploten minas que aumentarían la producción nacional y les permitiría mantener a sus familias.

Con relación a las regalías que se cobran a los pirquineros, también queremos que se realice un estudio a fondo en esta materia, por cuanto, indudablemente, ellos son quienes trabajan en forma directa en las minas, por lo general, ubicadas a gran distancia de las ciudades. A ellos, que están laborando en condiciones difíciles, se les está cobrando regalías muy onerosas y que no les permiten trabajar <en condiciones normales, como podrían hacerlo si se reformara la legislación sobre estas regalías.

Por nuestra parte, propondremos un proyecto de acuerdo para que la Comisión de Minería e Industrias tiene que...

El señor ROBLES.-

Señor Presidente, los parlamentarios comunistas concurrimos a esta sesión porque consideramos que para nuestro país y, en especial, para los trabajadores mineros, tiene una gran importancia. En realidad, la actividad de la pequeña y mediana minería está íntimamente vinculada a la vida de los trabajadores mineros: su manera de trabajo, la alimentación para ellos y sus familiares, la educación para sus hijos; y, significa además, un aporte al Presupuesto Nacional.

Por ello -repito- los parlamentarios comunistas creemos que ésta no puede ser la primera ni la única sesión de la Cámara de Diputados destinada a debatir los problemas de la pequeña y mediana minería. Debemos continuar realizando todas las sesiones que sea necesario para analizar este importante problema de los mineros, de los pequeños mineros de las provincias de Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Aconcagua, fundamentalmente.

El señor ESCORZA.-

De todas las provincias de Chile.

El señor ROBLES.-

El señor Ministro de Minería nos ha hecho una proposición para continuar este debate en otra sesión. Los parlamentarios comunistas somos los primeros en estar de acuerdo en celebrar una nueva sesión si es que los demás sectores lo estiman conveniente.

En la vida de las provincias mineras está implicada la enorme fuerza y sacrificio de los hombres que trabajan en las minas, los pirquineros, quienes trabajan 12 y más horas todos los días, para ganarse su salario y lo hacen para entregar el fruto de su esfuerzo a otros; es decir, bus fuerzas las emplean trabajando para contratistas, para dueños de minas que viven de lo que ellos producen.

Este problema de los pirquineros de las provincias mencionadas debe merecer un estudio en particular desde el punto de vista social y también económico especialmente en relación con las enfermedades profesionales. Actualmente está pendiente el despacho de una ley que beneficia a los enfermos de silicosis, ya que no existe una legislación destinada a proteger a los obreros de esta enfermedad.

Además, en la provincia de Antofagasta hay diversas plantas mineras de tratamiento de minerales de baja ley y de cemento que, por el costo de producción, no pueden continuar trabajando. Son varias las empresas que, a estas alturas, han notificado que paralizarán sus faenas. Esto, fuera de otras industrias del cobre o del salitre que han dejado de producir en la zona de Antofagasta. La cesantía ha aumentado en esa zona por el problema creado a la minería.

La Comisión de Minería e Industrias- de la Honorable Cámara visitó, hace algún tiempo, las provincias mineras. Nosotros propondremos que vaya nuevamente, porque las condiciones han cambiado, desde entonces hasta ahora, y que estudie en los lugares mismos, con representantes del Ministerio de Minería, los problemas generales.

Por esto, he querido expresar estas opiniones, que junto a las que el colega Galvarino Meló manifestó, reflejan nuestra posición frente a estos problemas de la minería.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, nosotros estamos plenamente de acuerdo con el señor Ministro en cuanto a realizar una nueva sesión especial para seguir tratando este problema tan importante para los intereses del país y que afecta también, a un amplio sector de la pequeña y mediana minería.

En nombre del Comité Socialista señalo que estamos de acuerdo con esa proposición porque creo que tiene mucha importancia el tema que se está tratando, el cual, desgraciadamente, por la premura del tiempo, no puede discutirse con la tranquilidad y la profundidad que todos deseamos.

Aprovecho la gentileza de los Diputados comunistas para pedirle al señor Ministro de Minería un pronunciamiento respecto a un problema que interesa al tercer distrito de Santiago. Me refiero concretamente al conflicto del trabajo que existe en la mina Merceditas, ubicada en El Volcán, el que tiene fuerte gravitación en la tranquilidad de la zona, y en el rodaje del comercio, por la cesantía que se producirá si la sociedad propietaria es autorizada para paralizar sus faenas, petición que ha hecho a las autoridades aduciendo las mismas razones que aquí se han señalado respecto de otros minerales.

En consecuencia, deseo solicitar del señor Ministro que, cuando se realice esa sesión especial ojalá ya se haya adoptado una resolución por el Ministerio a su cargo con el objeto de poder sacar de la incertidumbre no tan sólo a los mineros que en estos instantes se encuentran abocados a un conflicto dé tipo social y legal, que no ha sido resuelto, pues la única solución que encuentra esta sociedad, que ya tres veces ha pedido la paralización de las faenas, es justamente la de lanzar a la cesantía a este centenar de empleados y obreros que laboran en ese sector, sino también a toda la población de ese lugar, que se verá muy afectada por una determinación de esta naturaleza.

De ahí, señor Presidente, que también pida al señor Ministro que amplíe los trámites que se están realizando por intermedio del Ministerio de Minería para investigar a fondo quiénes son los que habiéndose aprovechado de los aportes de fondos fiscales, presentan ahora, como única solución, como única alternativa ante una baja del precio del cobre, la de lanzar al hambre y a la miseria a un grupo numerosísimo de trabajadores de El Volcán.

Por lo tanto, como representante de este distrito, también quisiera pedir al señor Ministro, al finalizar esta sesión, un pronunciamiento con respecto a esta petición hecha por la Compañía, de ir a la paralización de las labores de esa mina.

Nada más, señor Presidente.