Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
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Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- I. ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- ELECCIÓN DE MESA DEL SENADO
-
AGRADECIMIENTO, RECONOCIMIENTO A SENADOR VALDÉS Y SIGNIFICADO DEL SENADO
- INTERVENCIÓN : Sergio Eduardo De Praga Diez Urzua
-
RECONOCIMIENTO DE LABOR DE SENADORES SEÑORES BELTRÁN URENDA Y RICARDO NUÑEZ
- INTERVENCIÓN : Eugenio Cantuarias Larrondo
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 332ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 39ª, en martes 12 de marzo de 1996
Ordinaria
(De 16:21 a 18:06)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES GABRIEL VALDÉS Y SERGIO DÍEZ, PRESIDENTES
SECRETARIOS, EL SEÑOR RAFAEL EYZAGUIRRE ECHEVERRÍA, TITULAR
____________________
Í N D I C E
Pág.
I. ASISTENCIA.................................................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN........................................................................................
Elección de Mesa del Senado..........................
Agradecimiento, reconocimiento a Senador Valdés y significado del Senado..................................
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Alessandri Besa, Arturo
--Bitar Chacra, Sergio
--Calderón Aránguiz, Rolando
--Cantuarias Larrondo, Eugenio
--Carrera Villavicencio, María Elena
--Cooper Valencia, Alberto
--Díaz Sánchez, Nicolás
--Díez Urzúa, Sergio
--Errázuriz Talavera, Francisco Javier
--Feliú Segovia, Olga
--Fernández Fernández, Sergio
--Frei Bolívar, Arturo
--Frei Ruiz-Tagle, Carmen
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Hamilton Depassier, Juan
--Hormazábal Sánchez, Ricardo
--Horvath Kiss, Antonio
--Huerta Celis, Vicente Enrique
--Lagos Cosgrove, Julio
--Larraín Fernández, Hernán
--Larre Asenjo, Enrique
--Lavandero Illanes, Jorge
--Letelier Bobadilla, Carlos
--Martin Díaz, Ricardo
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Mc-Intyre Mendoza, Ronald
--Muñoz Barra, Roberto
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Otero Lathrop, Miguel
--Páez Verdugo, Sergio
--Pérez Walker, Ignacio
--Piñera Echenique, Sebastián
--Prat Alemparte, Francisco
--Ríos Santander, Mario
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Siebert Held, Bruno
--Sule Candia, Anselmo
--Thayer Arteaga, William
--Urenda Zegers, Beltrán
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Zaldívar Larraín, Adolfo
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrieron, además, los señores. Ministros del Interior, de Relaciones Exteriores , Secretario General de la Presidencia , Secretario General de Gobierno y de Economía , Fomento y Reconstrucción.
Actuó de Secretario el señor Rafael Eyzaguirre Echeverría, y de Prosecretario, el señor José Luis Lagos López.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:21, en presencia de 45 señores senadores.
El señor VALDÉS (Presidente).-
En el nombre de Dios, se abre la sesión.
ELECCIÓN DE MESA DEL SENADO
El señor VALDÉS (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
Se han recibido en Secretaría las siguientes comunicaciones:
"Valparaíso, 7 de Marzo de 1996.
"Señor
Secretario del Senado
don Rafael Eyzaguirre E.
Presente
"Señor Secretario :
"El 11 de Marzo en curso expira el plazo para el cual fui elegido el 11 de Marzo de 1994, como Presidente del Senado .
"De conformidad con lo dispuesto en el artículo 26 del Reglamento del Senado y lo acordado por los Comités corresponde que en la sesión del 12 del mes en curso se proceda a elegir Presidente de la Corporación .
"Atentamente,
" Gabriel Valdés S."
"Valparaíso, 05 de marzo de 1996.
"Señor
Rafael Eyzaguirre
Secretario
Senado de la República.
Valparaíso
"Señor Secretario :
"El próximo 11 de marzo de 1996 expira el mandato que me fuera otorgado, en su oportunidad, para ejercer el cargo de Vicepresidente del Senado de la República.
"En consideración a lo anterior, vengo en solicitar a usted que se proceda a la elección de un nuevo Vicepresidente de esta Corporación, teniendo presente, para esos efectos, lo dispuesto en el artículo 26 del Reglamento del Senado.
"Atentamente,
" Ricardo Núñez Muñoz
Senador
Vicepresidente del Senado "
El señor VALDÉS (Presidente).-
En conformidad a lo dispuesto en el Reglamento, en esta sesión ordinaria corresponde elegir Presidente y Vicepresidente del Senado.
Antes de proceder a la votación, deseo formular algunas apreciaciones.
Honorable Senado:
He tenido el honor de presidir esta Corporación por un período de 6 años y un día continuados, el de mayor extensión desde que rigió la Constitución de 1925.
Señores Senadores:
Agradezco muy profundamente vuestra confianza, vuestro apoyo y vuestra generosidad.
He puesto todo mi empeño en servir este digno cargo inspirado en el amor a la Patria, a la democracia, en el respeto al Estado de Derecho, en la consideración a cada Senador y en la defensa de los fueros del Parlamento, institución cuya existencia y libre funcionamiento define la esencia de la democracia en Chile y en todo el mundo.
Recuerdo con enorme emoción el día en que fuera elegido, casi sorpresivamente, sin experiencia parlamentaria alguna, cuando el Senado aún no tenía sede, y minutos después debía presidir en el Congreso Pleno una ceremonia que el país y el mundo entero aplaudió por su hondo contenido histórico.
El primer desafío que encontramos fue recrear la expresión máxima de la democracia: nuestro Parlamento.
El segundo fue el esfuerzo de todos para lograr la convivencia armoniosa de hombres y mujeres venidos de todas las vertientes ideológicas, políticas y de todas las regiones, separados por años de profundas divisiones y sufrimientos de tantos.
Enfrentamos el atroz desafío del asesinato del Senador Jaime Guzmán Errázuriz , que nos conmovió hondamente.
No fue fácil participar en algunas sesiones del Consejo de Seguridad Nacional, que no considero que sea una institución de análisis y asesoría al Presidente de la República en graves problemas de seguridad, sino un lugar donde se pueden crear conflictos que ninguna instancia democrática puede solucionar, por la forma en que está concebido.
Defendí ante los tribunales superiores de justicia el derecho de emitir opiniones por parte de los Senadores.
Me retiro con la emoción de quien luchó por la libertad, que contribuyó a lograrla y que ha tratado de cumplir con su deber de Senador, y en este cargo cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes y el Reglamento que nos rige.
Aprendí de todos ustedes, señoras y señores Senadores, lecciones de generosidad, de paciencia, de inteligencia, de pensamiento profundo y de cultura, de derecho, economía y ciencias sociales, y de los problemas del país en todas sus dimensiones. Aprendí a practicar la amistad cívica, que es la base de la convivencia democrática y, sobre todo, aprendí --y creo que todos aprendimos-- que en los debates, más allá de las posiciones políticas, hay un espíritu que está en la raíz de nuestra historia y que nos permite superar las diferencias cuando se halla comprometido el interés de la Patria, porque entre nosotros estamos construyéndola.
Es en este Senado donde efectivamente se ha practicado nuestra muy original transición hacia la democracia, no sólo por la respetuosa convivencia mantenida, sino porque hemos funcionado sin que las fuerzas políticas, que reiteradamente han recibido respaldo ciudadano mayoritario, hayan podido expresar aquí esa mayoría.
El Senado ha sido paradigma de un proceso político aplaudido por el mundo entero, pero que debe equilibrarse en diversos aspectos para asegurar la equidad y la democracia en el camino de la reconciliación y del éxito social y económico que el país ha emprendido.
Aquí se conjugó la variedad dentro de la unidad, que no es solamente la regla de oro de la convivencia democrática; es el logro de la paz, es el respeto a la opinión y al derecho ajeno.
Si bien la opinión pública parece no apreciar aún la insustituible labor que se ha realizado, por razones que no es del caso analizar, aquí se ha trabajado con dedicación, con probidad, con transparencia, con creciente expedición, con una modernísima información y una constante relación con los poderes públicos y las organizaciones de la sociedad civil, cada vez más importantes, frente a las cuales debemos demostrar que la política no es una lucha de ambiciones, sino de servicio al país y de regulación del bien común, porque Chile es un proyecto inacabado de vida y destino común para todos sus habitantes.
La labor legislativa ha sido fecunda, aunque las cifras son menos importantes que el contenido. Y quiero mencionar solamente algunas: en 1990, despachamos 81 proyectos. De ahí fuimos aumentando: en 1991, 157; en 1992, 126; en 1993, 130; en 1994, 173, para alcanzar en 1995 la cantidad de 187 leyes.
Deseo hacer presente que el Senado de los Estados Unidos despachó en su última legislatura 111 leyes, y el de Francia, 121. Por lo tanto, no estamos mal en materia de despacho de proyectos, aunque creo, a título muy personal, que muchas leyes son excesivamente reglamentarias y que, por otra parte, no hemos tenido suficiente tiempo para debatir temas nacionales que antaño concitaban el interés de la opinión pública, para darle más profundidad a la política y salir de la pequeña querella que nada útil produce para solucionar los problemas de la gente.
Quedan ciertamente aspectos que perfeccionar. Podemos exhibir un altísimo nivel de probidad y de transparencia, exigencias fundamentales en un mundo en que los valores éticos y la pureza de las acciones políticas aparecen afectadas por un grave relativismo moral.
Por ello --repito--, si bien el Senado ha mantenido tales exigencias, debemos extremar los cuidados y delimitar con nitidez la línea que separa la acción política y la decisión legislativa de los intereses personales o corporativos privados. Por ello, lamento que no haya prosperado mi reiterado intento de crear una Comisión de Ética, como la hay en los mejores parlamentos del mundo. No lo pienso para censurar, sino para prevenir.
Agradezco a los Senadores señores Beltrán Urenda y Ricardo Núñez , quienes me han acompañado en la Vicepresidencia con tanta generosidad como capacidad en la conducción de esta Corporación.
Expreso mi reconocimiento al Secretario , señor Rafael Eyzaguirre ; al Prosecretario , señor José Luis Lagos ; al Oficial Mayor , señor Gustavo Yáñez , y a nuestro Edecán, Capitán de Navío don Sergio del Campo, por su solidaridad y eficiencia en la altura de la tradición ejemplar del Senado, como asimismo a todo el personal de los distintos servicios y a la unidad de Carabineros de Chile por su invariable rectitud y espíritu de servicio.
Deseo el mayor éxito a los señores Senadores que ahora elegimos para presidirnos, en la seguridad de que perfeccionarán y distinguirán nuestra labor. Desde luego, les ofrezco mi personal y total apoyo para hacer del Senado la institución que prestigió a Chile en su pasado histórico y que debe servir al país en el futuro feliz que todos deseamos.
Que Dios bendiga al Senado.
Muchas gracias.
--(Aplausos).
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
A continuación, hará uso de la palabra el Vicepresidente de la Corporación , Senador señor Núnez.
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Señor Presidente , Honorables señores Senadores y Diputados:
En primer lugar, deseo agradecer muy sinceramente a los funcionarios de la Secretaría --Oficiales de Partes, de Actas y de Oficios; Secretarios de Comisiones, Ayudantes y Secretarias--; a los funcionarios de la Redacción --Taquígrafos y Redactores--; a los funcionarios de la Tesorería, a los de la Oficina de Informaciones, a las Operadoras de teléfonos, a los funcionarios de la Imprenta, a los del Audio, a los de Seguridad, a los del Departamento Técnico de Mantención , a los Mayordomos, al Jefe de Guardia , a los Oficiales de Sala y de Comisiones, a los conductores, al personal de la Enfermería, a los funcionarios de Administración y Servicios, al personal de comedores y de cocina, a la señora Directora y a los funcionarios de la Biblioteca del Congreso Nacional, a los señores Jefes de la Redacción, de la Oficina de Informaciones, de Mantención, de Administración y Servicios, y de Finanzas; al señor Coordinador de la Unidad de Servicios Tecnológicos , al señor Oficial Mayor , al señor Prosecretario, al señor Edecán, al señor Secretario del Senado ; naturalmente, a las Secretarias y demás colaboradores de la Vicepresidencia, y muy particularmente a la persona que en esta ocasión deja el cargo de Presidente del Senado , quien me ha permitido conocerlo más íntimamente en toda su grandeza.
En segundo término, deseo agradecer a los Honorables colegas, tanto de las bancadas de la Concertación como de Oposición, por todo lo que me han enseñado y que he aprendido, por la grandeza con que desempeñan sus funciones, por la enorme responsabilidad y calidad, tanto intelectual como moral y política, que poseen y han demostrado en cada uno de los debates que hemos llevado a cabo durante dos largos años.
Para mí, ésta ha sido una gran experiencia. Pienso, con toda seguridad, que la Vicepresidencia de la Corporación quedará en muy buenas manos y seguiremos --quienes tenemos la oportunidad histórica de ocupar esta testera-- engrandeciendo una institución tan noble y fundamental para la patria como es el Senado de la República.
Muchas gracias.
--(Aplausos).
El señor VALDÉS (Presidente).-
En seguida, procederemos a elegir Presidente y Vicepresidente del Senado.
La votación de ambos cargos es separada, pero se la registrará dentro de la misma cédula. Se repartirán las cédulas según la cantidad de señores Senadores presentes.
Solicito a quienes estén pareados que lo expresen de viva voz.
Sus Señorías tienen libertad para votar, colocando los nombres del Presidente y del Vicepresidente . En seguida, daré lectura a los votos y el señor Secretario realizará la cuenta correspondiente. Quienes deseen abstenerse deberán votar en blanco, porque, de otra manera, resultará difícil compatibilizar el número de cédulas con el de Senadores presentes. Por ello, ruego a Sus Señorías utilizar correctamente la cédula que se va a repartir.
Hemos modificado la antigua costumbre de recoger los votos, a fin de que la ceremonia sea más solemne y expedita. Para estos efectos, cada señor Senador será llamado por orden alfabético, con el objeto de que deposite su voto en la urna que se halla en el centro del Hemiciclo.
Ningún señor Senador ha anunciado su pareo, por lo que daremos inicio...
La señora FREI (doña Carmen) .-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Tiene la palabra, Su Señoría .
La señora FREI (doña Carmen) .-
Señor Presidente , en nombre de la bancada de Senadores democratacristianos, solicito a la Mesa que suspenda la sesión por diez minutos.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Siendo ésta una sesión ordinaria, cualquier Comité tiene derecho a solicitar una suspensión.
Ruego a Sus Señorías que sean puntuales, pues estamos celebrando una sesión muy solemne que no puede, por ningún motivo, perder su seriedad.
Se suspende la sesión por diez minutos.
)---------------(
--Se suspendió a las 16:39.
--Se reanudó a las 16:51.
)---------------(
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Continúa la sesión.
El señor EYZAGUIRRE (Secretario).-
Se van a repartir las cédulas, en cada una de las cuales se votará para Presidente y para Vicepresidente.
Queda constancia de que no hay señores Senadores pareados.
El señor THAYER.-
Consulto a la Mesa si se colocan solamente los nombres o también se agregan las palabras "Para Presidente" y "Para Vicepresidente".
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
Se especifica, asimismo, el cargo.
El señor VALDÉS (Presidente).-
Es necesario proponer los nombres de los candidatos.
El señor ERRÁZURIZ.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
La tiene, Su Señoría.
El señor ERRÁZURIZ .-
Existe un acuerdo político, tomado hace dos años, en el sentido de que corresponde a quienes conformamos el pacto Unión por Chile proponer en esta oportunidad los nombres de los señores Senadores que ocuparán los cargos de Presidente y Vicepresidente de esta Corporación para el período de los dos años siguientes. Sobre esa base, me permito proponer a don Sergio Díez y a don Eugenio Cantuarias para Presidente y Vicepresidente del Senado , respectivamente.
Gracias, señor Presidente.
El señor HORMAZÁBAL.-
¿Existe el pacto?
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Se llamará a los señores Senadores por orden alfabético.
El señor HORMAZÁBAL .-
Para los efectos de la Versión Oficial, señor Presidente , cabe consignar que se registra un nuevo hecho político: se ha reconstituido el pacto Unión por Chile. Me alegro, porque los países necesitan ese tipo de...
El señor ERRÁZURIZ.-
Me parece muy adecuada la observación del señor Senador democratacristiano.
El señor VALDÉS (Presidente).-
En votación.
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Terminada la votación.
Se han recogido 45 cédulas, número igual al de señores Senadores presentes en la Sala.
Resultado de la votación: por los Honorables señores Díez como Presidente y Cantuarias como Vicepresidente, 21 votos; por los Honorables señora Feliú como Presidente y Cantuarias como Vicepresidente, 4 votos; por los Honorables señores Alessandri como Presidente y Cantuarias como Vicepresidente, 1 voto; por el Honorable señor Cantuarias , sólo como Vicepresidente , l voto, y en blanco, 18 votos.
Como al parecer la Secretaría tiene dudas acerca del recuento de los votos, tendremos que repetir tal acto, para lo cual se procederá a mencionarlos en voz alta.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Pido la palabra, señor Presidente .
El señor ERRÁZURIZ.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Con el objeto de evitar una nueva votación --si bien de todas maneras se puede repetir el conteo de votos, que debe ser preciso y consistente--, en nombre del Comité Demócrata Cristiano --al cual otros pueden adherir--, pido proclamar como Presidente y Vicepresidente del Senado a quienes obtuvieron una clara mayoría: los Honorables señores Díez y Cantuarias .
--(Aplausos).
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
¿La proposición anterior sería apoyada por todos los Comités?
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , sin perjuicio de las disposiciones reglamentarias, en nombre de la bancada de Senadores socialistas, apoyo el planteamiento del Honorable señor Andrés Zaldívar . En consecuencia, adhiero a la proclamación inmediata de los Senadores Díez y Cantuarias como Presidente y Vicepresidente de la Corporación , respectivamente.
--(Aplausos).
El señor VALDÉS (Presidente).-
Las personas de la tribuna deben guardar silencio y no hacer manifestaciones, porque el Reglamento las prohíbe.
El señor MUÑOZ BARRA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.- Señor Presidente , en nombre de los Comités Partido por la Democracia y Partido Radical, también hacemos nuestra la proposición del Honorable señor Andrés Zaldívar .
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
¿Habría consenso?
El señor PIÑERA.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente , si interpreto correctamente las palabras de los señores Comités que intervinieron, ellos estarían proponiendo que los Honorables señores Sergio Díez y Eugenio Cantuarias queden elegidos en forma unánime, como Presidente y Vicepresidente , respectivamente.
¿Así debo entender la propuesta de los señores Senadores? Porque, de lo contrario, preferimos que la votación concluya de acuerdo con el Reglamento.
El señor GAZMURI.-
La de Su Señoría es una interpretación abusiva.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Los votos están a la vista y los señores Senadores escucharon la contabilidad de ellos. Si no estoy equivocado, la propuesta del Honorable señor Andrés Zaldívar , a la cual han adherido otros Comités, es proclamar a quienes hayan obtenido las más altas mayorías. Cuando una elección se decide por aclamación, debe entenderse que es por unanimidad.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , yo no puedo sugerir la aclamación de algunos candidatos, porque hubo colegas que también recibieron votos para Presidente .
El señor ERRÁZURIZ.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Lo que he planteado es que nosotros, para evitar la segunda votación que debería hacerse, no la realicemos y, tomando en cuenta la primera votación, hagamos la elección por aclamación.
Eso es lo que he propuesto.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
En la primera votación ha habido clara mayoría.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Pido la palabra.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Puede usar de ella Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo) .-
Señor Presidente , creo que se cometió un error al proceder a la votación. No debió llevarse a cabo si había sólo dos candidatos: uno a la Presidencia y otro a la Vicepresidencia. Correspondía declararlos elegidos por aclamación. Como, lamentablemente, no se hizo de esa manera y tenemos el resultado de la votación, sea que ahora se haga nuevamente el conteo o se acoja lo planteado por el Comité Demócrata Cristiano --a mi juicio, es lo que indica el sentido común--, el Senado ya manifestó su voluntad y hay dos señores Senadores elegidos para integrar la Mesa.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
La votación para Presidente ha dado amplia mayoría a un señor Senador, y reglamentariamente se requiere sólo simple mayoría.
El señor ERRÁZURIZ.-
Pido la palabra.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Puede hacer uso de ella Su Señoría.
El señor ERRÁZURIZ .-
Dado el sentir mayoritario de los Honorables colegas, en nombre del Partido Unión Centro Centro, solicito formalmente proclamar por unanimidad al Senador señor Díez como Presidente , y al Senador señor Cantuarias como Vicepresidente de la Corporación .
Ésa es mi proposición concreta, señor Presidente . Y concuerdo con lo señalado recién por Su Señoría.
El señor HORMAZÁBAL.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VALDÉS (Presidente).-
Tiene la palabra, señor Senador.
El señor HORMAZÁBAL .-
Señor Presidente , el Reglamento norma la conducta que ha de seguirse en estas situaciones. Se ha producido un hecho político. Algunos señores Senadores han estimado conveniente reconocer que los Honorables señores Diez y Cantuarias deben asumir la Presidencia y Vicepresidencia de esta Alta Cámara, en atención al pronunciamiento mayoritario a favor de ambos; a que algunos señores Senadores se abstuvieron, y a que otros --legítimamente-- se inclinaron por una distinguida señora Senadora como Presidenta .
Figuran tres señores Senadores con votos para Presidente . ¿Qué corresponde hacer según el Reglamento? Repetir la votación entre quienes lograron las dos más altas mayorías. Sin embargo, como expresó nuestro Comité Honorable señor Andrés Zaldívar , en vista del resultado los Senadores democratacristianos proponemos obviar la segunda votación y proclamar a los Senadores señor Diez y Cantuarias , como Presidente y Vicepresidente de la Corporación.
Previamente, habría que pedir a la Senadora señora Feliú que retire su postulación.
El señor ERRÁZURIZ.-
Estas votaciones se resuelven por simple mayoría, y esto ya se produjo.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Excúseme, señor Senador. La votación para Presidente arrojó 21 votos para el Senador señor Diez, 4 votos para la Senadora señora Feliú , un voto para el Senador señor Alessandri y 18 abstenciones. Además, existe una propuesta apoyada por tres Comités, con cuyos integrantes, en conjunto, se supera holgadamente la mayoría absoluta.
Por lo tanto, ¿no es dable considerar que se ha alcanzado la mayoría necesaria en la votación y que en virtud de ésta cabría proclamar como Presidente a quien obtuvo la primera mayoría?
Por otra parte, como el Senador señor Diez tendría mayoría absoluta, no es necesario que nadie renuncie a su postulación.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , quiero saber si la Secretaría tiene constancia de la votación, a fin de estar seguro del resultado producido.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Sí, señor Senador. El señor Secretario registró el resultado de la votación.
El señor LARRAÍN.-
Entonces, pido que se lea. Si la mayoría es holgada, el Partido Unión Demócrata Independiente respalda la proposición formulada. Así quedará en evidencia cómo algunos Senadores cumplen los pactos de caballeros planteados en este Hemiciclo.
--(Aplausos en las tribunas).
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Reitero a los asistentes a las tribunas que seré muy severo en la aplicación del Reglamento, y que ante una próxima manifestación haré desalojar la Sala.
El señor DÍAZ .-
Concuerdo con su advertencia, señor Presidente , pero sería bueno que ciertos Honorables colegas no provocaran al público ni al resto de los Senadores.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Lo manifestado por el Senador señor Larraín está fuera de discusión. Lamento que lo haya dicho.
El señor Secretario repetirá el resultado de la votación, con el objeto de establecer quién obtuvo la primera mayoría. Y si algunos adhieren a ese pronunciamiento favorable y se logra la mayoría absoluta, se solucionará el problema.
Ése es el procedimiento que indican el sentido común y la lógica.
El señor ERRÁZURIZ .-
Evidente.
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
Resultado de la votación para Presidente : por el Honorable señor Díez , 21 votos; por la Honorable señora Feliú , 4 votos; por el Honorable señor Alessandri , un voto.
Resultado de la votación para Vicepresidente: por el Honorable señor Cantuarias, 27 votos.
Se registraron l8 abstenciones.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Considerando que tres Comités, que representan un número de Senadores que excede la mayoría absoluta, han propuesto dar por elegidos a quienes obtuvieron las más altas mayorías, la Mesa estima que corresponde proclamar como Presidente y Vicepresidente a los Senadores señores Díez y Cantuarias .
El señor PIÑERA.-
Pido la palabra.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
Puede hacer uso de ella Su Señoría.
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente , indudablemente pudimos haber hecho la elección de otra manera. Sin embargo, dadas las circunstancias y el hecho de que los Comités de los Partidos Demócrata Cristiano y Socialista, y por el Comité Mixto los Partidos Radical, por la Democracia, Unión Demócrata Independiente y Unión Centro Centro, a los cuales se suma, naturalmente, el Comité Renovación Nacional, han planteado proclamar al Senador señor Díez como Presidente y al Senador señor Cantuarias como Vicepresidente del Senado , sugiero darlos por elegidos con los votos de todos los Senadores --conforman una amplia mayoría-- representados por los Comités a que he hecho mención. Por lo demás, así lo han expresado los propios Comités.
El señor VALDÉS ( Presidente ).-
En consecuencia, teniendo en cuenta el resultado de la votación y la proposición formulada por cuatro Comités, proclamo como Presidente y Vicepresidente del Senado a los Honorables señores Sergio Díez Urzúa y Eugenio Cantuarias Larrondo , respectivamente, a quienes ruego pasar a la testera.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
AGRADECIMIENTO, RECONOCIMIENTO A SENADOR VALDÉS Y SIGNIFICADO DEL SENADO
El señor DIEZ ( Presidente ).-
Señoras Senadoras y señores Senadores; señoras Diputadas y señores Diputados; funcionarios del Senado, señoras y señores:
Quiero agradecer al Senado que me haya expresado su confianza para presidirlo a partir de esta fecha.
Desempeñar el cargo de Presidente de la Cámara Alta no sólo es motivo de legítimo orgullo para quien inició su carrera parlamentaria allá por el año 1957, sino, también, un gran honor. Lo dicho es particularmente real para mí, que siempre he pensado y sentido al Senado como la institución de mayor permanencia histórica y relevancia en nuestra vida democrática.
Es bueno recordar a la ciudadanía que el Senado ha cobijado en su seno a los más ilustres personajes de toda la época republicana. Desde personas de decisiva participación en la configuración misma de nuestra sociedad, como don Andrés Bello , hasta humanistas y científicos, como el doctor Eduardo Cruz Coke , y poetas, como Pablo Neruda. Muchos de sus miembros ocuparon la Presidencia de la República en numerosas ocasiones. De los últimos tiempos, tengo que recordar la vocación de bien común y la inteligencia de Jaime Guzmán.
El recuerdo de todos ellos hace aún más solemne para mí este acto.
Durante la Presidencia de mi antecesor, esta Corporación fue la tribuna orientadora de la reflexión política y el lugar donde se solucionaron problemas nacionales con serenidad y altura de miras, abordándose las más delicadas materias sin apasionamientos ni desbordes.
El Senador Gabriel Valdés, con particular acierto, reinició el funcionamiento de la Cámara Alta dentro de su tradición de patriotismo, ponderación, experiencia y apego estricto a los valores democráticos en los que fue creado. Vaya para Su Señoría, con justicia y de corazón, nuestro reconocimiento. Estoy seguro de que este juicio es compartido, no sólo por el Senado, sino por el país entero.
Expresamos igualmente nuestra gratitud al Senador Ricardo Núñez , quien acompañó últimamente al Honorable señor Valdés como Vicepresidente , cargo desde donde nos permitió apreciar su gran calidad humana y capacidad política.
El rol del Senado en nuestra institucionalidad aparece señalado con uniformidad desde nuestras primeras Constituciones, confiándosele en alto grado la preservación de los valores y de los principios por los que se guía nuestra sociedad.
El Senado es una Cámara de representación ciudadana. Pero también, en importante grado, juega un papel morigerador de las discusiones políticas; conserva las vivencias más allá de los Gobiernos, y, en grado sumo, constituye un órgano que ha desempeñado un rol esencialmente determinante en la historia patria.
Ningún asunto público que afecte el funcionamiento de nuestra sociedad o a toda o parte de ella ha escapado de la atención del Senado. Su función no es solamente legisladora y asesora del Presidente de la República ; es el lugar donde deben discutirse con elevación las grandes preocupaciones nacionales. Tal rol, pensado por los constitucionalistas, ha sido enriquecido por una valiosa tradición.
De ahí, entonces, que la duración de su mandato, superior incluso al período del Primer Mandatario , garantiza la continuidad de la identidad histórica del país.
Los principios y valores que el Senado preserva necesitan adaptarse a las modalidades que la sociedad chilena adquiere a través de las épocas, a sus nuevas aspiraciones y esperanzas. Por eso este cuerpo se renueva por parcialidades, para que cada cuatro años reciba las ideas de vocaciones políticas nuevas.
Ahora bien, las realidades y dinámicas tanto nacionales como internacionales imponen nuevos desafíos a los que el Senado está obligado a responder con jerarquía.
Necesidad de un acuerdo constitucional
El primero de ellos es brindar al país un marco institucional estable y sólido, que, junto con reconocer los derechos de los gobernados y las normas básicas de la convivencia social, organice y delimite los Poderes Públicos de manera tal que represente un gran consenso nacional.
He sido no sólo Parlamentario, sino además profesor de Derecho Constitucional por largos años. He aprendido y enseñado a mis alumnos que una Constitución debe ser respetada y también venerada, y que los pueblos deben sentirse protegidos por ella. Por esto creo firmemente que es obligación del Senado buscar un consenso constitucional. Esta obligación no se refiere sólo a los problemas pendientes, sino que tiene el carácter de una inspiración permanente.
En ningún caso es conveniente para la vida política de un país que su Texto Fundamental esté sometido a los avatares políticos del día a día, porque su principal característica, la de ser marco regulador, se transformaría entonces en materia cambiante, sujeta a los vaivenes de cada acto electoral.
Por otra parte, considero importante llamar la atención de la ciudadanía para señalarle que la actual discusión constitucional está lejos de afectar los contenidos valóricos y de convivencia civilizada que ella contiene. Ni los derechos de los gobernados ni las limitaciones del poder de los gobernantes se hallan en tela de juicio.
La actual Constitución es muy sabia, obligándonos, a través de los quórum requeridos, a lograr acuerdos para su perfeccionamiento. Esta indiscutible realidad debe ser asumida por todos. Nuestras acciones tienen que recoger este principio para buscar, más allá de nuestras ideas personales o de grupo, el consenso que el país desea que se produzca en el Senado respecto a su Carta Fundamental.
Ésta es nuestra ruta obligada, ineludible y necesaria. Nuestra más reciente historia constitucional es una prueba de ello. ¿Alguien podrá discutir que la reforma constitucional de 1989, lograda después de arduas y trabajosas negociaciones, aprobada luego por la inmensa mayoría de los chilenos, no ha sido factor fundamental para la estabilidad que Chile goza y el mundo reconoce?
Hoy vivimos una encrucijada que nos abre dos caminos: mantenemos la Constitución como el eje del debate político y la controversia, la transformamos en el campo de batalla permanente y la perpetuamos como un factor de división, o, a la inversa, generamos respecto de la Carta Fundamental un profundo consenso, logramos que refleje un grado sustantivo de armonía y hacemos de ella, como todas las naciones verdaderas, democráticas y fecundas, el principal cimiento de la unidad, respeto a la identidad y proyección al futuro del pueblo que debe regir.
En nuestras manos está resolver con grandeza, inteligencia, generosidad y patriotismo esta encrucijada vital.
Senado: constructor privilegiado del futuro
A los hombres mayores, quienes ya hemos realizado gran parte de nuestros proyectos personales, nos resulta más fácil visualizar los problemas de la República con una proyección de plazo más extendido.
Nuestro futuro ya no somos nosotros mismos. El futuro tiene el rostro y los ojos de las generaciones del mañana.
El análisis global de una sociedad joven y pujante debe ser objeto de nuestra especial atención. He sido testigo de ello en numerosas oportunidades, en el estudio de proyectos de ley determinados. Estoy cierto de que nuestros jóvenes tienen reales y razonables preocupaciones por su porvenir. Debemos, pues, considerar, analizar y buscar las respuestas antes de que los hechos nos apremien, para que las soluciones no resulten parciales o de menor eficacia o disminuida justicia, y para que podamos abrir perspectivas optimistas de realizaciones personal y familiar a cada uno de los jóvenes de Chile.
Este Senado debe responder a las inquietudes e interrogantes de gran parte del país; de jóvenes de más cultura que los de otras generaciones, de mejor preparación técnica y científica y, por lo tanto, de mayor capacidad de análisis de su propio futuro.
¡No permitamos que la juventud se sumerja en la apatía y el desgano por el servicio público! ¡Abrámosle horizontes amplios, más allá de los materialismos y realidades inmediatas!
Hoy los jóvenes presencian valores morales en crisis o en discusión. Corrupción, felizmente localizada, pero quizás en aumento. Una vida política que no parece ni idónea ni interesada en recibir sus aportes. Esquemas económicos que no compatibilizan adecuadamente el equilibrio entre la búsqueda de un desarrollo justo y la necesidad de promover un crecimiento acelerado que tenga la capacidad de recibirlos a todos. La extrema injusticia es no tener un lugar en el desarrollo.
Por todo lo anterior, el Senado debe ponerse en el lugar de los jóvenes y reflexionar con la mente abierta:
¿Cuáles serán los principios valóricos sobre los que organizarán sus vidas en el futuro?
¿Qué capacidad tendrá el cuerpo social para brindarles verdaderas oportunidades de aplicar los conocimientos adquiridos con tanto esfuerzo personal y de sus padres?
¿En qué forma podrán participar, con sus ideales y esperanzas, en la conducción de la sociedad futura, que mañana será de su responsabilidad?
Dar adecuada y oportuna respuesta es y será misión del Senado.
Esta Corporación debe abocarse también a la discusión de tres grandes problemas y prioridades, cuya urgencia aparece escondida a los ojos de muchos.
La primera es la conservación y mejoramiento de la naturaleza en que vivimos, que necesita soluciones específicas y más recursos y mayor dedicación aplicados a tal tarea, la cual debe ser acometida sin ideologías ni demagogias, sin perder de vista que el hombre es el centro de la creación, pero sin olvidar que es deber de cada generación no pensar sólo en sí misma, sino también resguardar el destino de las generaciones venideras.
Se trata de pensar en el hombre de siempre, no en el hombre de hoy.
La segunda gran preocupación actual es la realidad internacional.
Necesitamos insertarnos debidamente en ella para nuestro desarrollo, pero sin perder jamás nuestra individualidad.
En materias tan decisivas como las relaciones exteriores, permítaseme citar el pensamiento de Juan Pablo II :
"Los países subdesarrollados, en vez de transformarse en naciones autónomas, preocupadas de su propia marcha hacia la justa participación en los bienes y servicios destinados a todos, se convierten en piezas de un mecanismo y de un engranaje gigantesco. Esto sucede a menudo en el campo de los medios de comunicación social, los cuales, al estar dirigidos mayormente por centros de la parte norte del mundo, no siempre tienen en debida consideración las prioridades y los problemas propios de estos países, ni respetan su fisonomía cultural; a menudo, imponen una visión desviada de la vida y del hombre y así no responden a las exigencias del verdadero desarrollo".
Esta peligrosa realidad mundial se une a la forma moderna del actuar internacional, que ha sustituido los tratados bilaterales o específicos por acuerdos o convenios de una generalidad y amplitud desconocidos, permitiendo a los Gobiernos resolver, sin participación parlamentaria, asuntos de trascendencia en el plano económico, cultural o geográfico. Todo esto hace necesaria una intervención activa del Parlamento en nuestras relaciones exteriores.
No se trata de disputar competencias con el Presidente de la República, sino de aportar nuestros conocimientos y experiencias para la actuación de Chile en el mundo contemporáneo.
Por último, en el plano de los problemas apremiantes, no puedo soslayar el hecho de ser, como Senador, representante de una zona predominantemente agrícola.
Quiero reafirmar desde la Presidencia del Senado mi profunda convicción de que la agricultura no es sólo una actividad productiva. Es también, y sobre todo, un modo de vida; es una forma de pensar; es una manera de ser chileno. El agro es un mundo inconfundible de creencias y valores, de relaciones humanas y de estilos de trabajo, que ninguna sociedad puede dejar de respetar.
¡Ninguna sociedad que haya destruido el mundo agrario ha podido persistir en el tiempo! ¡No existen prosperidades efímeras levantadas sobre la ruina de la agricultura!
Modernización del Senado
Para canalizar todas las discusiones e inquietudes que he manifestado, junto a muchas otras, me parece imprescindible que el Senado enfrente, aun más rápidamente, su puesta al día con los tiempos que corren.
En el mundo de hoy, los órganos de representación popular conocen el riesgo de ser desplazados por el avance de las comunicaciones y son cuestionados por su eficiencia.
Es un hecho que el Senado, en su tramitación legislativa, sigue tradiciones y formas establecidas desde hace décadas. Gran parte de estas prácticas deben conservarse; pero no podemos despreciar las ventajas que nos proporcionan hoy los sistemas y la tecnología moderna.
El plan de modernización del Senado nos entrega instrumentos para esta finalidad, que tenemos que aprovechar con mayor intensidad y ocupar en el proceso legislativo.
Sin perjuicio de las facultades que la Constitución otorga al Presidente de la República en materia de urgencias, estimo que debemos crear nuestro propio sistema de tratamiento preferente. Pienso que esta nueva herramienta puede tener significados de alcances mayores que los que hoy podemos prever.
Una materia en la que resulta necesario introducir cambios drásticos de funcionamiento es la relativa a la forma de confeccionar los informes. Hoy resulta prácticamente imposible a los Senadores tomar conocimiento adecuado de todos ellos, debido a su forma y extensión, lo cual contradice la esencia de nuestra tradición parlamentaria, donde el aporte individual de sus miembros ha sido frecuente y fecunda fuente de progresos importantes.
Cada Senador debiera disponer de un informe sintético, que contenga todas las materias sobre las que se debe pronunciar; el criterio de la Comisión; las votaciones de cada disposición, de manera de poder tomar conocimiento del proyecto de ley y de los asuntos que han originado mayor debate. Esta innovación operaria sin perjuicio de que los informes o actas completas de las Comisiones sean incorporados al sistema computacional de la Corporación, para que cada Senador pueda obtener desde su propia oficina toda la información disponible que requiera para profundizar el estudio de la iniciativa respectiva.
Asimismo, estimo conveniente que el Congreso Nacional, al terminar la tramitación de un proyecto de ley, lo haga con publicidad, y al enviarlo al Poder Ejecutivo , señale con claridad los aportes del Parlamento. Porque, como hemos visto constantemente, la opinión pública conoce con profusión la acción del Ejecutivo en la iniciativa de un proyecto y también en la ceremonia de su promulgación, pero desconoce la participación, generalmente sustancial y correctiva, del Congreso Nacional.
No es mi intención formular cargos al Poder Ejecutivo , sino admitir la falta de información hacia la opinión pública en que nosotros hemos incurrido, siguiendo --es cierto-- la tradición parlamentaria. Los modernos medios de comunicación nos obligan a variar nuestra práctica y a informar debidamente a la ciudadanía del fruto de nuestro trabajo y deliberación.
En mi calidad de Presidente de la Corporación , enviaré a la Comisión respectiva una moción para incorporar éstas y otras modificaciones al Reglamento.
Función pública y dignidad del Parlamento
Señores Senadores, no puedo terminar mi intervención sin expresar mi satisfacción por la forma en que el Senado ha defendido los valores de nuestra civilización cristiana y de nuestra República. Tengo la esperanza de que nuestra acción no sólo cumpla con los mandatos que la Constitución nos entrega, sino que sepamos abordar los desafíos del futuro con la misma profundidad, seriedad y respeto con que hemos trabajado hasta ahora.
Con ello contribuiremos a la dignificación de la vida pública y a fomentar las vocaciones para participar en ella de las personas mejor calificadas.
Estimados colegas:
Hoy existe un descrédito de la política y de los políticos. Este fenómeno --no sólo nacional-- no es nuevo. Es cíclico; se ha dado en otras ocasiones. Considero que uno de los papeles fundamentales que tiene el Senado en el Chile de hoy es el de participar en la tarea de devolver a la política el prestigio y la credibilidad que, por distintas razones, algunas justas y otras no, se ha erosionado.
En lo que nos corresponde, estimo que nuestro aporte debe orientarse a dar la mayor transparencia posible a la actividad legislativa, administrativa y financiera del Congreso Nacional.
Considero, Honorables colegas, que la política es una actividad de la mayor nobleza. Tengo un gran concepto de los miembros del Parlamento. Nunca, en mi extensa vida de parlamentario, he conocido de un solo acto de corrupción cometido por alguno de los que fueron o han sido mis colegas en la tarea legislativa. El Congreso Nacional tiene, a mucha honra, una histórica tradición de limpieza. Y éste es un valor del que nos enorgullecemos.
La verdad es que la ética en política tiene permanente vigencia por la trascendencia de esta actividad en la vida y en la historia de los pueblos.
Pero, además, estimo que, en el cumplimiento de su función, el político debe cautelar su manera de expresarse. Es necesariamente un comunicador. Y el lenguaje oral o escrito es su forma natural de comunicación. Por lo mismo, el lenguaje del político debe ser uno que se sirva de símbolos nobles para transmitir sus ideales y sus propuestas de bien común.
Mi experiencia me ha llevado a la convicción de que todo hombre público es también un educador y como tal debe entregar sus conocimientos y reflexiones en un lenguaje que se caracterice por el rigor en el manejo de los conceptos, la veracidad y la objetividad de la información que otorga. El político debe esmerarse por ser un buen comunicador. Debe tener la capacidad de ser comprendido por sus interlocutores. Además, es su responsabilidad transmitir sus ideas con claridad, ya que las personas tienen el derecho de conocer su pensamiento y contar con los elementos de juicio para evaluar sus actuaciones.
Agradecimiento final
Honorable Senado, espero haber transmitido en estas breves palabras lo que constituyen mis inspiraciones al asumir el cargo con el que ustedes me han honrado.
Igualmente, tengo que agradecer a múltiples personas el honor que se me confiere al elegirme Presidente del Senado. No sólo a los Senadores, particularmente a los de mi Partido, sino a muchos que me han alentado y comprendido.
En este momento trascendental de mi vida política no puedo sino recordar a mi padre, de quien heredé la vocación de servicio público y a quien reemplacé en su sillón parlamentario. Agradezco, como simple ciudadano, a la democracia chilena el alto honor que me hoy me tributa.
Y en esta ocasión también agradezco, sentida y sinceramente, a mi esposa, que ha compartido junto a mí las alegrías y tristezas, algunos reconocimientos y las muchas incomprensiones de la actividad a que he destinado parte fundamental de mi vida: el servicio público. Ella ha sido guía, prudencia y consuelo en duros momentos que juntos hemos vivido. Ella ha sabido aportar la sabiduría para tomar también con humildad las satisfacciones que brinda la vida política.
Al terminar estas palabras imploro a Dios que me guíe en el ejercicio de la responsabilidad que ustedes me han confiado. Y espero de todos ustedes, amigos y colegas, colaboración, apoyo y lealtad.
Muchas gracias.
--(Aplausos).
El señor DÍEZ ( Presidente ).-
El señor Vicepresidente, don Eugenio Cantuarias, hará uso de la palabra.
RECONOCIMIENTO DE LABOR DE SENADORES SEÑORES BELTRÁN URENDA Y RICARDO NUÑEZ
El señor CANTUARIAS.-
Señor Presidente , Honorables señoras y señores Senadores, Honorables señoras y señores Diputados, señores Ministros:
En medio de la natural expectación que suelen producir estos cambios entre nosotros, quiero hacer uso de la palabra para expresar a ustedes mi profundo agradecimiento por haberme honrado con tan alta investidura. Me alegra que se haya materializado finalmente el acuerdo que tomáramos hace dos años, a pesar de las turbulencias de los últimos días, principalmente porque ello habla bien del honor con que se cumplen los compromisos en nuestro Senado, antes, por cierto, que por la posición que este representaba para el que habla.
Estoy plenamente consciente de las responsabilidades que adquiero al asumir la Vicepresidencia del Senado. Sucedo en este cargo a dos distinguidos colegas que realizaron una muy destacada gestión durante sus respectivos mandatos. Ambos, con su propio estilo y su sello personal, contribuyeron decisivamente, desde la Vicepresidencia, a preservar el clima de armonía y entendimiento que hizo posible a nuestra Corporación cumplir oportuna y apropiadamente sus elevadas funciones.
Es justo reconocer, agradecer y felicitar, pues, la labor realizada por los Honorables Senadores señores Beltrán Urenda y Ricardo Núñez .
Desafíos y metas por cumplir
La experiencia vivida en este Hemiciclo desde marzo de l990 me lleva a asumir este cargo motivado por un conjunto de desafíos y metas, que son la continuación lógica del gran esfuerzo desarrollado por la Mesa, en el sentido de mejorar sustancialmente la labor que está llamada a realizar nuestra Corporación. No cabe la menor duda de que debemos profundizar y robustecer los avances logrados hasta ahora, de manera de sacarles el mayor provecho posible.
En este contexto --y ya lo hemos analizado con algunos Honorables colegas-- es imperioso agilizar el procedimiento legislativo, adecuándolo razonablemente a los tiempos actuales.
Dejo claro que una de las limitaciones de este compartido propósito la constituye la dificultad para establecer una medida de eficiencia adecuada a nuestra tarea. No se trata de más leyes por cualquier unidad de tiempo; se trata de buenas leyes, que no necesiten correcciones antes o a poco de su promulgación, que tengan oportuna y fielmente su reglamentación correspondiente y que --ojalá-- se hagan cargo del conjunto de necesidades, aspiraciones y anhelos de nuestra sociedad.
La experiencia me indica que ello es factible, que, sin descuidar los aspectos de técnica legislativa y sin vulnerar las prerrogativas de los Honorables señores Senadores, nuestra Corporación puede --en ciertas circunstancias muy excepcionales, por cierto-- aplicar un mecanismo de vía rápida a determinadas iniciativas legales, cuya dilación en el Parlamento puede ocasionar serios perjuicios al país.
No parece razonable, en efecto, que el despacho de las leyes tome, en la actualidad, en determinados casos, uno, dos o más años, habida consideración de la velocidad con que hoy se están produciendo los cambios en el mundo. Me asiste la convicción de que algo podemos hacer, por lo menos en lo que a nuestra Corporación respecta, para cambiar el actual estado de cosas, y es mi firme propósito instar para que esos cambios se produzcan.
Lo anterior tiene para mí una enorme importancia, dada mi calidad de Parlamentario por la Región del Biobío .
El regionalismo es una realidad que se impone día tras día con mayor fuerza en nuestro país, y a la que debe abrirse todavía más el Parlamento. Los problemas reales, como suele decirse, deben continuar siendo los temas prioritarios de la agenda legislativa y, para ello, es fundamental profundizar nuestros procedimientos y esquemas de trabajo, de manera de hacerlos aún más funcionales a las demandas de las Regiones.
En esta materia, el Senado ha impulsado --con éxito, por lo demás-- algunas iniciativas innovadoras, como el traslado de sus Comisiones Legislativas a ciertas regiones del país, pero, indudablemente, todavía podemos hacer algo más en esa dirección.
Los positivos resultados obtenidos hasta ahora son, en mi opinión, el mejor acicate para estrechar aún más el acercamiento logrado entre esta Corporación y las Regiones. Por ello, desde la Vicepresidencia aspiro a dar un nuevo impulso a esta línea de trabajo, propósito en el que estamos ciertos de contar con el respaldo de todos los Comités y los estimados señores Senadores.
En un contexto más general, considero que el Senado tiene mucho que aportar a la agenda pública nacional, que hoy experimenta profundos cuestionamientos de parte de la ciudadanía. Más allá de las legítimas discrepancias que en todo orden de materias suelen producirse inevitablemente entre nosotros, compartimos, sin embargo, una común preocupación acerca del desgaste que exhibe hoy la actividad política en nuestro país.
Sería un profundo error de nuestra parte minimizar la gravedad que tiene para el país el distanciamiento gradual y progresivo que se ha venido produciendo entre la ciudadanía y los partidos políticos. ¡El Senado no puede permanecer indiferente ante esta realidad! Por ello, compartimos los diversos planteamientos que se han venido formulando en la Sala en tal sentido.
Personalmente, he intentado aportar algunos lineamientos que, en mi particular opinión, permitirían revertir esa situación. Algunas iniciativas legales que he patrocinado se insertan en tal dirección; sin embargo, pese a contar con el apoyo de la mayoría de los Honorables colegas, no han conseguido el quórum constitucional necesario para convertirse en ley.
Creo mi deber expresar a la Sala que, desde la Vicepresidencia del Senado, haré cuanto esté a mi alcance para contribuir a generar los imprescindibles acuerdos que nos permitan avanzar con paso seguro en el afianzamiento de nuestra democracia.
Señor Presidente , Honorables colegas, estoy prevenido de que estas reflexiones responden a una motivación compartida por el Hemiciclo y, por ello, sé que contaré con el apoyo de Sus Señorías en las nuevas responsabilidades que asumo en el día de hoy como nuevo Vicepresidente del Senado .
Agradecimientos finales
Permítanme, finalmente, una digresión muy personal para agradecer, en primer lugar, a Dios, por tener la satisfacción de vivir este instante junto a ustedes; para recordar a mis padres, Eugenio y Laura , quienes desde el cielo me están acompañando como tantas veces; para agradecer a mi familia, a mi mujer --Marisol-- y a mis hijos -- Eugenio , Rocío y Alonso --, que hoy día también están aquí, por su eterno apoyo, por su permanente respaldo y porque han estado siempre, y no sólo en la política, en cada uno de los desafíos que juntos nos hemos planteado. Creo que nunca les había dado las gracias, y me parece que ésta es una buena oportunidad para hacerlo.
Asimismo, la ocasión es propicia para expresar mis agradecimientos a la gente de mi Región, que hoy ha venido a compartir este instante de tanto significado para nosotros; al resto de mi familia que también nos acompaña, y a los integrantes de mi Partido, que han hecho posible esta Vicepresidencia junto a ustedes. Y para recordar entre ellos, muy especialmente, a aquél junto al cual, hace seis años, prestamos juramento en este Hemiciclo, en un contexto de similar emotividad personal. Me refiero a mi querido amigo el ex Senador Jaime Guzmán , puesto que hoy nos encontramos a sólo días de conmemorarse cinco años de su trágico partida. El Senador Guzmán ya no está físicamente entre nosotros, pero nos continúa acompañando en espíritu. Un recuerdo para ti, Jaime , que nos involucraste en estas tareas hace menos de treinta años, cuando en el ámbito universitario decidimos dar algunas batallas, que hoy día nos mantienen, en Chile y en el mundo de la política, absolutamente válidos y con tareas por realizar.
Estimados colegas, asumo el compromiso de respetar cada una de vuestras prerrogativas reglamentarias.
A los funcionarios, a los que extiendo mi gratitud y agradecimiento muy especiales por el apoyo que nos brindan en el funcionamiento de la Corporación y en el despacho de las leyes, quiero asegurarles que tienen en este Vicepresidente a un servidor.
Y mi gente, en casa, tendrá quizá una vez más menos marido y menos papá, pues deberemos enfrentar otra tarea entre todos.
Muchas gracias.
--(Aplausos).
El señor DÍEZ ( Presidente ).-
Solicito el asentimiento del Senado para dar por levantada esta sesión, e invito a los Comités a una reunión destinada a analizar el programa de trabajo de la presente semana.
Acordado.
--Se levantó a las 18:6.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción