Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- DEBATE
- I. - ASISTENCIA.
- ASISTENCIA A SESIÓN DE SALA
- Ricardo Nunez Munoz
- ASISTENCIA A SESIÓN DE SALA
- II. - APERTURA DE LA SESION.
- III .- ACTAS.
- IV .- CUENTA.
- V. - HOMENAJES
- HOMENAJE EN MEMORIA DEL EX CANCILLER SEÑOR ORLANDO LETELIER DEL SOLAR.
- HOMENAJE : Armando Arancibia Calderon
- HOMENAJE : Jorge Pizarro Soto
- HOMENAJE : Martin Manterola Urzua
- HOMENAJE : Mario Palestro Rojas
- HOMENAJE : Victor Barrueto
- HOMENAJE EN MEMORIA DEL EX CANCILLER SEÑOR ORLANDO LETELIER DEL SOLAR.
- ENVIO A COMISIÓN DE PROYECTO QUE MODIFICA EL DECRETO LEY N° 2.573, DE 1979.
- VI.- ORDEN DEL DIA.
- INFORME SOBRE TRANSPORTE DE PLUTONIO A TRAVES DEL TERRITORIO NACIONAL.
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Vladislav Kuzmicic Calderon
- INTERVENCIÓN : Victor Reyes Alvarado
- INTERVENCIÓN : Dionisio Ventura Faulbaum Mayorga
- INTERVENCIÓN : Roberto Munoz Barra
- INTERVENCIÓN : Jaime Orpis Bouchon
- INTERVENCIÓN : Carlos Bombal Otaegui
- INTERVENCIÓN : Jaime Orpis Bouchon
- INTERVENCIÓN : Victor Barrueto
- INTERVENCIÓN : Jorge Schaulsohn Brodsky
- INTERVENCIÓN : Baldemar Carrasco Munoz
- INTERVENCIÓN : Antonio Horvath Kiss
- INTERVENCIÓN : Juan Martinez Sepulveda
- INTERVENCIÓN : Vladislav Kuzmicic Calderon
- INTERVENCIÓN : Juan Alberto Perez Munoz
- INTERVENCIÓN : Milenko Vilicic Karnincic
- INTERVENCIÓN : Gutenberg Martinez Ocamica
- INTERVENCIÓN : Sergio Velasco De La Cerda
- INTERVENCIÓN : Julio Rojos Astorga
- INTERVENCIÓN : Mario Hamuy Berr
- INFORME SOBRE TRANSPORTE DE PLUTONIO A TRAVES DEL TERRITORIO NACIONAL.
- ACUERDOS DE LOS COMITES.
- CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
CAMARA DE DIPUTADOS
LEGISLATURA 325a., EXTRAORDINARIA
Sesión 13a, en martes 3 de noviembre de 1992.
(Ordinaria, de 11.00 a 14.34 horas)
Presidencia de los señores Viera-Gallo Quesney, don José Antonio;Hamuy Berr, don Mario, y Coloma Correa, don Juan Antonio.
Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.
Prosecretario, el señor Zúñiga Opazo, don Alfonso.
ÍNDICE
I.- ASISTENCIA
II.- APERTURA DE LA SESION
III.- ACTAS.
IV.- CUENTA
V.- HOMENAJES
VI.- ORDEN DEL DIA
VIL DOCUMENTOS DE LA CUENTA VIII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTA
INDICE GENERAL
Pág.
I.Asistencia 1018
II.- Apertura de la sesión.. 1020
III.Actas 1020
IV.Cuenta 1020
V.- Homenajes.
1.- Homenaje en memoria del ex Canciller señor Orlando Letelier del
Solar 1020
2.- Envío a Comisión de proyecto que modifica el decreto ley Ns 2.573,
de 1979 1028
VI.- Orden del Día.
3.- Informe sobre transporte de plutonio a través del territorio nacional. 1028
4.- Acuerdos de los Comités 1066
VII.- Documentos de la Cuenta.
1.- Oficio de S.E. el Presidente de la República, mediante el cual retira la
urgencia hecha presente para el despacho del proyecto sobre mejoramiento de pensiones de los empleados públicos y otras disposiciones previsionales(boletínNe71813) 1067
2.- Oficio de S.E. el Presidente de la República, mediante el cual retira la
urgencia y la hace presente nuevamente, con calificación de "simple", para el despacho del proyecto que establece normas sobre asociaciones de funcionarios de la administración del Estado (boletín Ns 69606) 1067
3.- Mensaje de S.E. el Presidente de la República que modifica los ar
tículos 24A, 333 y 369 del Código de Justicia Militar, proyecto calificado de "suma urgencia" (boletín NQ 84702) 1067
4.- Mensaje de S.E. el Presidente de la República que sustituye el artícu
lo 26 de la ley N2 16.466, relativo a facultades de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional y de la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile (boletín N2 84802) 1070
5.- Mensaje de S.E. el Presidente de la República que transforma el Insti
tuto Profesional de Santiago en Universidad (boletín Ne 84904) 1071
6.- Oficio del Senado mediante el cual comunica que ha dado su apro
Pág.
bación, en segundo trámite constitucional, al proyecto que modifica el decreto ley NQ 2.573, de 1979, Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado y modifica la planta del personal de dicho Servicio, con modificaciones. El proyecto se encuentra calificado de "simple
urgencia" (boletín Ne 50107) 1075
7 Segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, recaído en el proyecto que modifica diversas normas del Código Penal, de Justicia Militar y de Procedimiento Penal y otras disposiciones legales en materia de seguridad de las personas (boletín N2 56607) (S) 1081
8.- Informe de la Comisión de Salud, recaído en el proyecto que sustitu
ye la ley N2 18.933, sobre Instituciones de Salud Previsional (boletín N2 60211) 1088
9.- Informe de las Comisión de Hacienda, recaído en el proyecto que
sustituye la ley N2 18.933, sobre Instituciones de Salud Previsional (boletín N2 60211) 1141
10.- Segundo informe de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, re
caído en el proyecto sobre mejoramiento de pensiones de los empleados públicos y otras disposiciones previsionales (boletín N2 71813) 1143
11.- Informe de la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano, recaído
en el proyecto sobre rebaja de dividendos por créditos hipotecarios exAnap (boletín N276314) 1150
12.- Informe de la Comisión de Hacienda, recaído en el proyecto sobre
rebaja de dividendos por créditos hipotecarios exAnap (boletín NQ 76314) 1158
13.- Informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interpar .
laméntanos e Integración Latinoamericana, recaído en el proyecto de acuerdo relativo al Convenio sobre Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, suscrito entre las Repúblicas de Chile y de Francia (boletín N282210) 1163
14.- Informe de la Comisión de Economía, Fomento y Desarrollo, recaído
en el proyecto que faculta al Servicio Nacional de Turismo para integrar personas jurídicas de derecho privado que tengan por finalidad la promoción del turismo en el exterior (boletín NQ 67003) 1168
15.- Informe de la Comisión de Hacienda, recaído en el proyecto que
faculta al Servicio Nacional de Turismo para integrar personas jurídicas, de derecho privado que tengan por finalidad la promoción del turismo en el exterior (boletín N2 67003) 1176
VIII.- Otros documentos de la Cuenta.
1.- Comunicaciones:
Del Diputado señor Carlos Vilches, por la cual adhiere a la moción que prohíbe el ingreso al territorio nacional de desechos provenientes de terceros países (boletín N° 150-11).
Del Diputado señor Sergio Ojeda, mediante la cual adhiere a la moción que modifica el artículo 45 de la Constitución Política de la República de Chile (boletín N° 820-07).
Del Diputado señor Rubén Gajardo, por la que adhiere a la moción que modifica el Código de Procedimiento Civil en lo relativo a las relaciones de las causas y ordena los alegatos de las mismas (boletín N° 175-07).
Del Diputado señor Rubén Gajardo, por medio de las cuales adhiere a las siguientes mociones:
Dispone cancelación de anotaciones en el Boletín Comercial, en los casos que señala (boletín N° 324-05).
Modifica el inciso segundo del artículo 20, de la Constitución Política, eliminando limitación al recurso de protección para la garantía constitucional del medio ambiente libre de contaminación (boletín N° 110-07).
Del Diputado señor Edmundo Villouta, mediante las cuales adhiere a las siguientes mociones:
Modifica la ley N° 18.010, que establece normas para las operaciones de créditos y otras obligaciones de dinero que indica (boletín N° 24-05).
Modifica el Código Tributario en lo relativo a la reserva de antecedentes (boletín N9 450-05).
2.- Oficios:
Del señor Contralor General de la República, por el que responde al que se le enviara en nombre del Diputado señor Andrés Palma, acerca de situaciones ocurridas en la Dirección de Obras de la Municipalidad de San Joaquín.
Del señor Ministro del Interior, por los cuales da respuesta a los que se les dirigieron en nombre de los Diputados que se indican, sobre las materias que se señalan:
Del Diputado señor José García, entrega de materiales.
Del Diputado señor Alfonso Rodríguez, cumplimiento de un dictamen de la Contraloría.
Del Diputado señor Baldo Prokurica, tarifas de compra de Enami.
Del Diputado señor Víctor Reyes, proyectos de inversión regional.
Del Diputado señor Sergio Correa, sobre la misma materia.
Del Diputado señor Andrés Chadwick, proyecto técnico educacional y oficina del Servicio Electoral.
Del Diputado señor Carlos Valcarce, solicitud de antecedentes a la Municipalidad de Arica.
Del Diputado señor Jaime Orpis, antecedentes referidos a la Municipalidad de Macul.
Del Diputado señor Carlos Ignacio Kuschel, situación económica y financiera en Chiloé.
Del Diputado señor Vicente Sota, creación de la comuna de Padre Hurtado.
Del Diputado señor Antonio Horvath, enajenación de un inmueble.
Del señor Ministro del Interior, mediante el cual remite gráficos con estadísticas policiales.
Del señor Ministro de Relaciones Exteriores, por medio de los cuales responde:
El que se le remitiera en nombre del Diputado señor Rodolfo Seguel, acerca de la situación de Jorge Peña Banda.
El que se le enviara en nombre de los Comités parlamentarios de los Partidos Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, en relación al llamado "caso Honecker".
Del señor Ministro de Relaciones Exteriores, por el cual remite debates en las Cortes españolas en relación con escuchas telefónicas.
Del Ministerio de Justicia, mediante los cuales responde:
El que se le remitiera en nombre del Diputado señor Pedro Alvarez-Salamanca, referido a la creación de una notaría en San Clemente.
El que se le enviara en nombre del Diputado señor Víctor Reyes, sobre la situación de una escuela.
Del señor Ministro de Obras Públicas, por los que da respuesta a los que se les dirigieron en nombre de los Diputados que se indican, sobre las materias que se señalan:
Del Diputado señor Pedro Alvarez-Salamanca, defensas fluviales.
Del Diputado señor Pedro Guzmán, construcción de un alcantarillado.
De los Diputados señores Francisco Bayo, Carlos Valcarce y Edmundo Villouta, construcción de un sistema de alcantarillado.
Del Diputado señor José García, abastecimiento de agua potable.
Del Diputado señor Ramón Pérez, saneamiento de títulos, ampliación de un canal.
Del Diputado señor Antonio Horvath, demora en entrega de obras.
Del Diputado señor Juan Concha, problemas de agua potable.
Del Diputado señor Vladislav Kuzmicic, derechos de aprovechamiento de aguas.
Del señor Ministro de Agricultura, por medio del cual responde al que se le dirigiera en nombre del Diputado señor Carlos Valcarce, sobre compra de ganado camélido.
Del señor Ministro del Trabajo y Previsión Social, por los cuales da respuesta a los que se les dirigieron en nombre de los Diputados que se indican, sobre las materias que se señalan:
Del Diputado señor Carlos Vilches, programas de formación y capacitación.
Del Diputado señor Antonio Horvath, rechazo de pensiones.
Del Diputado señor Juan Masferrer, creación de programas laborales, cursos aprobados por el Sence.
Del Diputado señor Armando Arancibia, situación de trabajadores mineros.
Del Diputado señor Octavio Jara, densidad de imposiciones.
Del señor Ministro de Vivienda y Urbanismo, mediante los cuales responde:
El que se le remitiera en nombre del Diputado señor Juan Masferrer, sobre subsidios rurales otorgados.
El que se le enviara en nombre del Diputado señor Sergio Velasco, referido a la población Baquedano II.
El que se le dirigiera en nombre del Diputado señor Antonio Horvath, referido a la ciudad de Puerto Aisén.
Del señor Ministro Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción, por el que responde al que se le enviara en nombre del Diputado señor Armando Arancibia, acerca del cobro de tarifas de consumo de agua potable.
Del señor Ministro de Planificación y Cooperación, por medio del cual responde al que se le remitiera en nombre del Diputado señor Carlos Valcarce, acerca del desarrollo de un proyecto.
Del señor Ministro del Interior, mediante los cuales responde:
El que se le enviara en nombre del Diputado señor Juan Pablo Letelier, relativo al Concejo Municipal de Machalí.
El que se le dirigiera en nombre de los Diputados señores Sergio Velasco, Andrés Palma, Milenko Vilicic y Sergio Elgueta, referido a la libertad de prensa en nuestro país.
I.- ASISTENCIA.
Asistieron los siguientes señores Diputados: (109)
--Acuña Cisternas, Mario
--Aguiló Meló, Sergio
--Alamos Vázquez, Hugo
--Alessandri Balmaceda, Gustavo
--Alvarez-Salamanca Buchi, Pedro
--Arancibia Calderón, Armando
--Araya, Nicanor de la Cruz
--Bartolucci Johnston, Francisco
--Bayo Veloso, Francisco
--Bombal Otaegui, Carlos
--Bosselin Correa, Hernán
--Caminondo Sáez, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Caraball Martínez, Eliana
--Cardemil Alfaro, Gustavo
--Carrasco Muñoz, Baldemar
--Cerda García, Eduardo
--Colonia Correa, Juan Antonio
--Concha Urbina, Juan
--Cornejo González, Aldo
--Correa De la Cerda, Sergio
--Cristi Marfil, María Angélica
--Chadwick Piñera, Andrés
--Devaud Ojeda, Mario
--Dupré Silva, Carlos
--Elgueta Barrientes, Sergio
--Elizalde Hevia, Ramón
--Espina Otero, Alberto
--Fantuzzi Hernández, Angel
--Faulbaum Mayorga, Dionisio
--Gajardo Chacón, Rubén
--Galilea Vidaurre, José Antonio
--García García, René
--García Ruminot, José
--Guzmán Alvarez, Pedro
--Hamuy Berr, Mario
--Horvath Kiss, Antonio
--Huenchumilla Jaramillo, Francisco
--Huepe García, Claudio
--Hurtado Ruiz-Tagle, José María
--Jara Catalán, Sergio
--Jara Wolff, Octavio
--Jeame Barrueto, Víctor
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Kuzmicic Calderón, Vladislav
--Latorre Carmona, Juan Carlos
--Leay Morán, Cristian
--Leblanc Valenzuela, Luis
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longton Guerrero, Arturo
--Longueira Montes, Pablo
--Manterola Urzúa, Martín
--Martínez Ocamica, Gutenberg
--Martínez Sepúlveda, Juan
--Masferrer Pellizzari, Juan
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Matthei Fornet, Evelyn
--Mekis Martínez, Federico
--Melero Abaroa, Patricio
--Montes Cisternas, Carlos
--Morales Adriasola, Jorge Munizaga
--Munizaga Rodríguez, Eugenio
--Muñoz D'Albora, Adriana
--Muñoz Barra, Roberto
--Ojeda Uribe, Sergio
--Olivares Solís, Héctor
--Orpis Bouchon, Jaime
--Ortega Riquelme, Eugenio
--Ortiz Novoa, José Miguel
--Palestro Rojas, Mario
--Palma Irarrázaval, Andrés
--Palma Irarrázaval, Joaquín
--Peña Meza, José
--Pérez Muñoz, Juan Alberto
--Pérez Opazo, Ramón
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Mackay, Sergio
--Pizarro Soto, Jorge
--Prochelle Aguilar, Marina
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Ramírez Vergara, Gustavo
--Rebolledo González, Víctor
--Recondo Lavanderos, Carlos
--Reyes Alvarado, Víctor
--Ribera Neumann, Teodoro
--Ringeling Hunger, Federico
--Rocha Manrique, Jaime
--Rodríguez Cataldo, Claudio
--Rodríguez del Río, Alfonso
--Rodríguez Guerrero, Hugo
--Rojo Avendaño, Hernán
--Rojos Astorga, Julio
--Sabag Castillo, Hosain
--Salas De la Fuente, Edmundo
--Schaulsohn Brodsky, Jorge
--Smok Ubeda, Carlos
--Sota Barros, Vicente
--Sotomayor Mardones, Andrés
--Taladriz García, Enrique
--Tohá González, Isidoro
--Urrutia Ávila, Raúl
--Valcarce Medina, Carlos
--Valenzuela Herrera, Felipe
--Velasco De la Cerda, Sergio
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Vilches Guzmán, Carlos
--Vilicic Karnincic, Milenko
--Villouta Concha, Edmundo
--Yunge Bustamante, Guillermo
Con permiso constitucional, estuvieron ausentes los Diputados señores Jaime Campos Quiroga y Akin Soto Morales.
Asistieron, además, el Ministro de Relaciones Exteriores, señor Enrique Silva Cimma; el Ministro de Justicia, señor Francisco Cumplido Cereceda, y el Ministro Secretario General de Gobierno, señor Enrique Correa Ríos.
Asistió también, el Senador señor Ricardo Núñez Muñoz.
II.- APERTURA DE LA SESION.
Se abrió la sesión a las 11.00.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III.- ACTAS.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Las actas de las sesiones 10a y 11a se declaran aprobadas por no haber sido objeto de observaciones.
El acta de la sesión 12a queda a disposición de los señores Diputados.
IV.- CUENTA.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Se va a dar lectura a la Cuenta.
El señor ZUÑIGA (Prosecretario) da cuenta de los documentos recibidos en la Secretaría.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Terminada la Cuenta.
V.- HOMENAJES
HOMENAJE EN MEMORIA DEL EX CANCILLER SEÑOR ORLANDO LETELIER DEL SOLAR.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Corresponde rendir homenaje en memoria del ex Canciller don Orlando Letelier del Solar.
Tiene la palabra el Diputado señor Arancibia.
El señor ARANCIBIA (de pie).-
Señor Presidente, mañana retorna a su suelo patrio Orlando Letelier del Solar.
Sin embargo, en esta oportunidad no habrá cabida sólo para el júbilo y la fantasía del futuro con que Chile recibe a cada uno de los que se vieron forzados a buscar asilo en latitudes más o menos distantes. La emoción del reencuentro hará revivir, inevitablemente, recuerdos profundos y sentimientos que a lo largo de estos años no han dejado de animarnos.
Al rendir este homenaje me ha correspondido el honor de hacerlo en nombre de la bancada del Partido Socialista, esta Corporación cumple no solo con un acto de justicia hacia quien desempeñó altas responsabilidades públicas en nuestro país, sino que, simultáneamente, entrega un testimonio colectivo de reconocimiento y admiración a un hombre que resume en su existencia, luchas y holocausto posterior, el destino de muchos otros compatriotas que fueron víctimas de designios que tenemos la obligación de evitar que vuelvan a ocurrir entre nosotros.
Nacido en Temuco, en 1932, Orlando Letelier fue producto de su época y contribuyente activo de su historia. Alumno distinguido de la Escuela Militar, debió abandonarla en el cuarto año a causa de las secuelas de una enfermedad contraída en maniobras. Estudiante de Derecho y Economía, se comprometió entusiastamente con los afanes políticos, intelectuales y artísticos de esos años.
Hombre afable y multifacético, animaba con sus canciones y su guitarra jornadas memorables que compartía con sus altas responsabilidades de hombre público y profesional.
Amigo de José Tohá y de otros dirigentes socialistas, convivió y solidarizó muy de cerca con los exiliados venezolanos de la dictadura de Pérez Jiménez.
Profesional del Departamento del Cobre, en 1958 se incorporó junto con su cónyuge, señora Isabel Morel que nos distingue con su presencia a la campaña presidencial de Salvador Allende.
Despedido del trabajo y con una familia en aumento, aceptó la oportunidad que le ofreció Venezuela para desplegar sus capacidades. Pronto, Felipe Herrera lo invitó a colaborar con él en el Banco Interamericano de Desarrollo en una empresa que lo entusiasmó: impulsar iniciativas en beneficio del desarrollo e integración latinoamericanos. Hombre brillante y eficiente, permaneció 14 años en esa entidad, donde ascendió a las más altas responsabilidades. Durante ese lapso adquirió renombre como economista y diplomático, y siempre se mantuvo al día sobre los acontecimientos de Chile y lo relacionado con el Partido Socialista.
Producido el triunfo de Salvador Allende, regresó prestamente al país; pero no tardó en retornar a Washington para asumir como embajador, cargo que sirvió con especial brillo, a despecho de las dificultades y complejidades del momento, tarea reconocida por los más variados círculos estadounidenses.
Ministro de Relaciones Exteriores, del Interior y de Defensa, no vaciló en desempeñar las tareas para las que fue requerido, con decisión, entrega y lealtad a toda prueba. Como funcionario de ese gobierno, tuve la fortuna de verlo enfrentar problemas agudos y trascendentes sin perder la serenidad y gentileza que lo caracterizaron. Ajustándose con rigor a los principios y orientaciones del gobierno, privilegió sistemáticamente la búsqueda de las soluciones que le parecieron más eficaces y apropiadas a las circunstancias. Rehuyó con energía las actitudes estridentes o las consignas inviables.
Confinado en la isla Dawson, sus compañeros de ese inhóspito y cruel cautiverio lo recuerdan, sobre todo, como una persona entera, digna y humanista. En aquel campo de concentración y posteriormente en Ritoque, lo único que lograron quitarle a Orlando fueron varios kilogramos y la agudización de una enfermedad a la piel que lo aquejaba.
Liberado gracias a las gestiones del Gobierno de Venezuela, se incorporó, con su inmensa capacidad y talento, a las actividades de solidaridad con el pueblo chileno para recuperar la democracia.
Precisamente sus éxitos lo convirtieron en blanco del odio homicida del organismo represivo del régimen, tal como ocurrió con Carlos Prats, Bernardo Leigh ton y sus cónyuges. La demencia de los autores intelectuales de estos crímenes les indujo a pensar vanamente que con ello ahogaban las aspiraciones de justicia y libertad de todo un pueblo, y la solidaridad de todo el mundo civilizado.
Uno de sus mayores dolores en el exilio lo vivió aquel 10 de septiembre de 1976, cuando le comunicaron que el gobierno chileno le había quitado la nacionalidad por decreto. Esa misma noche leyó un discurso, ya famoso, en el Madi son Square Garden, de Nueva York, en parte del cual dijo: "Nací chileno, soy chileno y moriré como chileno. Ellos, los fascistas, nacieron traidores, viven como traidores, y serán recordados por siempre como traidores fascistas.".
A pocos kilómetros de allí, los esbirros daban los últimos pasos para asesinar en forma despiadada a este noble chileno. La mano asesina consumó sus propósitos terribles el 21 de septiembre de 1976, segando la vida de este ex hombre público, que aún tenía muchos aportes que entregar, y de su ayudante Ronni Moffit.
Son conocidos los avances de las investigaciones criminales efectuadas en los Estados Unidos y Chile. Los jefes superiores en ese entonces de la disuelta Dina Manuel Contreras y Pedro Espinoza, están sometidos a proceso por la responsabilidad que les cabe. Nadie ignora los tropiezos encontrados hasta ahora para aplicar a los culpables de tan horrible crimen el castigo a que son acreedores. Este es uno de los serios desafíos aún pendientes para restañar las hondas heridas de nuestra sociedad y lograr el efectivo reencuentro entre los chilenos; pretender otra cosa sólo revela ceguera política e irresponsabilidad ante el futuro de nuestra patria.
Con impunidad, con acomodaticios olvidados, con tecnicismos procesales más o menos burdos e incomprensibles, no se borrará la convicción, muy hondamente arraigada en la conciencia de la inmensa mayoría de los chilenos, de quiénes son los culpables de tantos crímenes y del castigo que merecen.
Tenemos la tarea invitamos a todos los sectores de nuestro país a ello de modificar las leyes que posibilitan que hoy sea escamoteado de la justicia ordinaria el conocimiento de procesos tan brutales como el de los degollados o el de los detenidos desaparecidos.
Momentos duros y amargos le ha tocado vivir a la familia Letelier Morel, que, incansablemente, busca justicia. Solidarizamos con el sufrimiento de Isabel Margarita Morel, de sus hijos Francisco de su nuera, también presente y Juan Pablo, colega de nuestra bancada e integrante de nuestro partido, a través del cual Orlando perpetúa su compromiso socialista.
Nos llena de satisfacción, y honra a este Congreso, haber aprobado la ley que restituyó la nacionalidad de Orlando Letelier, la cual, en verdad, como bien dijo, nunca perdió.
Ahora que, por fin, recibimos en Chile tus restos, Orlando, podemos decirte: "Es cierto, naciste chileno, fuiste chileno y moriste como chileno. No te olvidaremos."
He dicho.
Aplausos.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Pizarro.
El señor PIZARRO, don Jorge (de pie).-
Señor Presidente, estimados colegas:
Esta mañana queremos detenernos un momento y, desde la Cámara de Diputados, mirar hacia nuestro pasado, hacia nuestra historia, que sigue siendo presente, que no es olvido ni rencor.
Queremos hacerlo así para, finalmente, rendir homenaje a un chileno que se destacó en el servicio a su país; un hombre que no debió morir; un hombre al que se le quitó la vida: Orlando Letelier del Solar.
21 de septiembre de 1976, una fecha que nada ha borrado, una fecha que marcó para siempre la vida de los chilenos, porque el horror se hizo evidencia para todo el mundo: un ex Ministro de Estado de nuestro país había sido asesinado, en Washington, de manera planificada, por los organismos de seguridad chilenos. Orlando Letelier fue asesinado ese día, porque se le consideraba un enemigo peligroso, y porque había personas que creían tener el poder de la vida, la muerte y la impunidad.
Orlando Letelier era socialista, y como tal cumplió cabalmente con las responsabilidades que le encomendara el Presidente Salvador Allende: Embajador, Canciller, Ministro de Defensa.
El golpe de Estado se produjo cuando él se desempeñaba en esa importante cartera. El 11 de septiembre de 1973 concurrió a primera hora a cumplir sus funciones en el Ministerio de Defensa. Ahí fue detenido; días después, trasladado al campo de prisioneros de isla Dawson. No recuperó la libertad hasta que partió al exilio por la acción solidaria del gobierno venezolano.
Su decidida acción para promover la solidaridad con Chile y sus denuncias de las continuas violaciones a los derechos humanos en nuestro país, fueron la causa de que el Gobierno de Pinochet le privara de la nacionalidad días antes de que fuera asesinado.
Increíbles versiones se hicieron circular en Chile y en los Estados Unidos para justificar el crimen, como si el engaño pudiese perdurar y como si el poder omnímodo que algunos creían tener fuese real. Diez meses más tarde, con la detención de dos agentes anticastristas, comenzó la lenta tarea de descubrir a los responsables y llevarlos a la justicia. Fueron años en que la mentira y la impunidad parecían ser todopoderosas.
Pero en 1978, el Gobierno militar debió pedir a la Corte Suprema la designación de un Ministro en visita para que investigara la autorización de pasaportes falsificados, por parte de un oficial de ejército y un agente de la Dirección de Inteligencia Nacional, quienes viajaron a Estados Unidos y aparecían vinculados al crimen. En esos días, el jefe máximo de la Dina, el General de Ejército Manuel Contreras, se retiró voluntariamente de la institución.
El Gobierno de los Estados Unidos, por su parte, estableció la responsabilidad, en el crimen, de Contreras, del Coronel Pedro Espinoza y del Capitán Armando Fernández Larios y pidió su extradición. La Corte Suprema chilena la denegó, y el caso pasó a la justicia militar.
En 1986, los tribunales castrenses sobreseyeron el caso por no existir culpables. Sólo la tenacidad de la familia y de los abogados defensores de los derechos humanos logró reabrir el proceso, y luego de que éste pasara a manos de la justicia civil se han podido reconstituir las responsabilidades.
Han transcurrido, sin embargo, 16 años y todavía no hay sanción para los culpables.
Una de las tareas más urgentes que se planteó el Gobierno democrático fue hacer justicia en los casos de violaciones a los derechos humanos. Mucha gente estima que buscar la verdad y hacer justicia es expresión o sinónimo de rencor y de venganza, y se ha opuesto con todas sus fuerzas a reconocer esta realidad de dolor y muerte que vivimos los chilenos.
El PresidenteAylwin convocó a la formación de la Comisión Verdad y Reconciliación. Señaló que las violaciones a los derechos humanos son una herida abierta en el alma nacional, que sólo cicatrizaría si procurábamos reconciliamos sobre la base de la verdad y la justicia.
Frente al asesinato de Orlando Letelier es indispensable que los tribunales cumplan con su deber de hacer justicia y de sancionar a los responsables materiales e intelectuales, sin consideraciones con las actividades o cargos que hayan desempeñado en el pasado.
La voluntad de los partidos de la Concertación ha sido que haya justicia; no ha cejado en este empeño y ha hecho todos los esfuerzos ante los tribunales.
En el caso de la muerte de Orlando Letelier, como en tantos otros, fueron agentes del Estado los responsables del crimen y, como bien lo estableció el PresidenteAylwin, son responsables el Estado y la sociedad entera, bien sea por acción u omisión. Es la sociedad chilena la que está en deuda con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos.
Han pasado 16 años desde que el automóvil de Orlando Letelier explosionara por la acción de una bomba en Sheridan Circle, en Washington. Un acto de terrorismo de Estado cometido en otro país; un hecho que se ha pretendido desconocer mediante el subterfugio de que las responsabilidades sean asumidas sólo por quienes son menos responsables; un crimen que se ha pretendido ocultar con otras muertes, con la pérdida de parte del expediente, con años de abandono de las investigaciones en la justicia militar y con la lentitud que caracteriza en algunos casos al máximo tribunal de nuestro país.
Han transcurrido 16 años, pero esto no ha significado que haya olvido. Hasta que no se haga justicia y se castigue a los responsables, a los que el pueblo chileno conoce, ¡ningún demócrata puede descansar!
Hasta que no reconozcamos todos el doloroso pasado de 17 años que vivimos en Chile, no podremos reconstruir una sociedad verdaderamente democrática y respetuosa de las personas y sus derechos. Hasta que no se termine con la situación excepcional de algunos chilenos amparados en un régimen de justicia especial, no tendremos un sistema judicial reconocido y legitimado por todos los chilenos.
Señor Presidente, permítaseme una reflexión. ¡Cómo no recordar lo que ha sido la larga historia que se ha vivido buscando la verdad en el crimen de Orlando Letelier, cuando en los últimos días nuevamente se pretende ocultar lo ocurrido y que otra vez haya responsables impunes, con la decisión de la Corte Suprema de que la investigación por la desaparición y muerte de Alfonso Chanfreau pase a manos de los tribunales militares! Sólo podemos decir que la verdad siempre se impondrá.
En nombre de los Diputados de la Democracia Cristiana, reitero nuestro compromiso con la verdad y la justicia, bases de una sociedad democrática.
Asimismo, quiero manifestar nuestro reconocimiento a la familia del ex CancillerOrlando Letelier a su viuda, a su hermana, a sus hijos y a nuestro colega Juan Pablo Letelier, por su fuerza, su capacidad de sobreponerse al dolor y su incansable búsqueda de justicia y reconciliación.
Por último, deseo agregar que como producto de muchos años de esfuerzo, de lucha, de muchas vidas y dolor, rendimos hoy homenaje en la Cámara de Diputados a un hombre bueno, a un hombre consecuente que no debió morir: Orlando Letelier del Solar.
He dicho.
Aplausos.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Manterola.
El señor MANTEROLA (de pie).-
Señor Presidente, Honorables colegas:
Orlando Letelier del Solar nació en Temuco el 13 de abril de 1932. Sus estudios los efectuó en el Instituto Nacional, en la Escuela Militar y en la Universidad Católica. Se tituló de abogado después de brillantes estudios; se especializó en materias económicas, especialmente en la comercialización de nuestra principal riqueza básica: el cobre.
Desde joven, Letelier manifiesta su preocupación en el ámbito político y en el ámbito social. Fue dirigente estudiantil durante los años 1951 y 1952; posteriormente, en el año 1953, es Presidente del Centro de Arte y Cultura en la Escuela de Derecho. Fue economista, asesor comercial del cobre en 1955; y luego se desempeñó como alto ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, en Nueva York. Durante el Gobierno del Presidente Salvador Allende, ocupa los cargos de Ministro de Defensa, Embajador ante el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y Ministro de Relaciones Exteriores.
Tras el golpe militar de 1973, es detenido y recluido, junto a otras altas autoridades políticas y administrativas de la época, en la Isla Dawson, durante 8 largos meses.
Liberado por el Gobierno del General Pinochet, en razón de la preocupación internacional por su detención, viaja a Venezuela y posteriormente a Washington. Allí desarrolla una intensa actividad política y organiza diversas campañas que tienen por objeto provocar las condiciones necesarias, en el campo internacional, para fortalecer la lucha por el restablecimiento de la democracia en nuestra Patria.
Su prestigio en el ámbito externo provoca gran preocupación en el Gobierno de la época, que enfrenta graves acusaciones por la sistemática violación de los derechos humanos en el país. Junto con las actividades políticas que desarrollaba, Orlando Letelier era profesor del Instituto de Servicios Extranjeros de Washington.
El 10 de septiembre de 1976, bajo la acusación de realizar actividades atentatorias contra los intereses del Estado en el exterior, el Gobierno del General Pino chet dicta un decreto por el cual se priva a Orlando Letelier de su nacionalidad chilena. Once días después, Orlando Letelier es víctima de un atentado terrorista en el corazón político de los Estados Unidos de América: fallece instantáneamente al explosionar el vehículo en que viajaba.
El atentado terrorista de que fuera objeto tiene las características y el signo de otros atentados semejantes, entre los que destaca el que causó la muerte del ex Comandante en Jefe del Ejército de la República de Chiledon Carlos Prats González, en la República Argentina.
Las investigaciones posteriores determinarían que en la planificación y ejecución de este vil asesinato participaron terroristas chilenos vinculados a los servicios de inteligencia creados durante el régimen anterior, en concomitancia con terroristas cubanos anticastristas.
Orlando Letelier fue víctima del terrorismo que se proyectó desde nuestra Patria en contra de aquellos hombres que destinaban su esfuerzo a la lucha libertaria desde el exilio.
Su muerte reviste características que ponen de manifiesto el desprecio por la vida y por los derechos humanos, como expresión permanente de una época trágica que, por fortuna, hemos dejado en el pasado.
Cuando hoy los restos de Orlando Letelier asesinado según la convicción nacional como un modo de acallar al vocero más importante de la lucha internacional por el retomo de la democracia en Chile han llegado a nuestro país, surge de nuevo el necesario enjuiciamiento a las prácticas inhumanas que, con el pretexto de una guerra interna, que no existió, constituyeron el terror en todos los puntos de nuestro territorio.
Con la muerte de Orlando Letelier no sólo se tronchó la vida de un hombre brillante, antítesis de la bestialidad de sus ejecutores, sino que se atentó contra una voz representativa del clamor nacional, por el regreso a las tradiciones democráticas, que tanto prestigio nos dieron en el mundo. Sin embargo, su nombre quedó ligado, en la conciencia nacional, a los valores más nobles: a los valores libertarios de nuestra Patria.
En nombre de los Diputados radicales y socialdemócratas, expreso a su familia, y en particular al DiputadoJuan Pablo Letelier, compañero en esta Cámara de Diputados; al Partido Socialista, en el cual militó, nuestra solidaridad y fraternidad, compartiendo el dolor de nuestro pueblo y destacando la figura de Orlando Letelier como un símbolo de la causa libertaria de nuestro pueblo.
He dicho.
Aplausos.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Palestra.
El señor PALESTRO (de pie).-
Señor Presidente, Honorable Cámara:
Me dirijo a ustedes con mucha emoción, y guardando muchos recuerdos de esa figura humana que esta mañana recibe el homenaje de una rama del Parlamento Nacional: el compañero Orlando Letelier.
Lo conocí más en el exilio, en Venezuela, porque allí estuvimos cerca de 14 ó 15 años recibiendo la solidaridad del gobierno y del pueblo venezolanos y de mucha gente importante de ese país que se volcó vigorosamente tras de nosotros, para apoyar nuestra denuncia en contra de la dictadura brutal que ensuciaba el suelo de nuestra Patria. Ahí recibimos la solidaridad, y, sobre todo, la comprensión de un pueblo libre, como es Venezuela, que supo entregarnos lo mejor de sí en cuanto a aprecio, a respeto, a abrirnos todas las puertas. Ese querido país caribeño, nos hizo olvidar en gran medida el sufrimiento de cuando andábamos escapando de los perros de presa de la dictadura.
Lo mismo sucedió cuando logramos llegar a otras naciones, muchas de ellas lejanas como Nomega, que sin saber siquiera dónde estaba ubicado Chile ni saber prácticamente quiénes éramos nosotros, nos entregaron el calor humano que se nos negaba en nuestro propio país. Se nos abrieron todas las puertas de un pueblo generoso que había sabido de la represión fascista y que nos recibía como exiliados, como perseguidos políticos.
En Venezuela nos encontramos con Orlando en varias ocasiones, cuando él trabajaba en el Ministerio de Hacienda de ese país. Conversábamos recordando el Chile lejano, el Chile que quisimos siempre, que nunca se nos escapó de la memoria; el Chile donde estaba lo mejor de nosotros, el Chile de nuestra niñez, de nuestra juventud y de nuestra madurez, el Chile de tantos amigos y de tantos compañeros, muchos de ellos perseguidos y asesinados por la dictadura, muchos de ellos detenidos o desaparecidos para siempre. Ahí nos encontrábamos a recordar con Orlando Letelier, ese grande y querido amigo y compañero, quien sufrió ese horrendo y brutal atentado que le costó la vida.
No podían faltar los mercenarios aquí en Chile ni los de la gusanera cubana radicados en Miami, quienes, por orden de los jefes de los grupos de investigación de los Estados Unidos, tramaron ese crimen brutal con la complicidad de un General Contreras, una verdadera hiena que, desgraciadamente, ensució el uniforme militar de nuestra Patria, y del otro oficial, no menos bestial, que también vestía uniforme, Pedro Espinoza, que custodió a los miles de chilenos que repletaron las aposentadurías del Estadio Nacional, donde murieron tantos compañeros casi a la vista de los demás detenidos.
El exilio no es dorado ni un paseo triunfal por otros países. Necesitados de dinero y de a quién recurrir con confianza y sin vergüenza a pedir ayuda, encontramos en Orlando eso que aquí se ha dicho: su condición de ser humano. En dos o tres oportunidades me invitó a almorzar junto con otro exiliado tan necesitado, en aquellos tiempos, de la mano amiga de un compañero. Nos invitó a comer, seguramente, porque Orlando veía en nuestros rostros la necesidad imperiosa de que alguien nos tendiera la mano, y porque entendió el reclamo de nuestros estómagos y que no andábamos bien de dinero. El tuvo esa gentileza y percibió, sin decirlo, nuestra angustiosa situación.
Jamás se me olvidó ese gesto de hombre que tenía responsabilidades internacionales muy importantes y que, sin embargo, se permitió tenderles la mano a chilenos alejados de su Patria, sin recursos, pero que no perdían un solo instante esa fue la verdad para denunciar las tropelías que se cometían en Chile por la dictadura de Pinochet. A pesar de todas esas necesidades, fuimos suficientemente hombres, capaces, leales y consecuentes con nuestra lucha y con nuestra salida al extranjero, que no tuvo por objeto pasarlo bien ni hacer fortuna. Denunciamos los crímenes que se cometían entre Arica y Magallanes, desde la cordillera al mar, y que ni el joven, ni la mujer, ni el hombre, ni nadie estaba seguro de que no iría a parar a la cárcel o a desaparecer definitivamente, como sucedió con tantos hombres.
Después tuvimos la gran satisfacción de ser recibidos por don Carlos Andrés Pérez, en aquel tiempo Presidente de esa nación, y por el Gobernadorde Caracas, don Diego Arrias quien, me imagino, también viene en la comitiva que trae los restos del compañero Letelier, y contar con ellos para autorizar el traslado del cuerpo desde Estados Unidos a Caracas, ocasión en que prácticamente se volcó toda la ciudad a la calle para recibir al querido compañero que vuelve mañana a su Patria, la que seguramente le brindará el mismo cariño de quienes lo conocimos más de cerca. Allí, en la Municipalidad de Caracas, todos hicimos guardia para rendir un postrer homenaje a este gran compatriota, asesinado por mercenarios de la gusanera de Miami.
Por ello, con mucha emoción y, por qué no decirlo, con expectación, esperamos el regreso de los restos de Orlando. También, desde el silencio de nuestros corazones, agradecemos aquellos gestos humanos de un compañero que no tenía por qué sufrir ese tipo de atentado ni menos esa muerte.
En estas pocas palabras, con profunda emoción y con el recuerdo de un hombre que merecía aprecio, respeto y cariño, en esta mañana quiero hacer llegar las condolencias a su familia, que se encuentra en las tribunas de esta Cámara, y a nuestro querido y apreciado colega Juan Pablo, para que sepan que somos miles y millones los chilenos que mañana vamos a esperar así la llegada, a su Patria, de aquel querido y gran compatriota, que fue orgullo para nuestra nacionalidad.
Para ustedes, familiares de Orlando Letelier, este recuerdo emocionado de un modesto parlamentario socialista de siempre, y de un hombre que conoció en los últimos días de vida al querido compañero Orlando Letelier.
He dicho.
Aplausos.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jeame Barrueto.
El señor JEAME BARRUETO (de pie).-
Señor Presidente, estimados colegas:
En este homenaje a Orlando Letelier, quiero destacar lo que él significa y puede significar para nuestro país, para los jóvenes y para quienes, compartiendo sus ideales, pertenecemos a una nueva generación.
Ya se ha dicho lo que Orlando Letelier fue, por lo que no tiene sentido repetirlo. Pero, en síntesis, nos encontramos frente a un hombre brillante, triunfador, quien podría haber llevado una apacible vida de familia. Sin embargo, se entregó a la causa de su pueblo, lo que le significó truncar su vida a la temprana edad de 44 años, constituyéndose en un gran ejemplo de generosidad y de amor por su patria. Esto es muy importante cuando entre las nuevas generaciones priman el individualismo, el afán de lucro y la competencia, debilitándose el amor por el prójimo, la solidaridad, la generosidad y la cooperación entre nosotros.
En el Chile post '73, Orlando Letelier se constituyó en uno de los hombres más influyentes, sobre todo en Estados Unidos, al jugar un papel fundamental en la detención de las verdaderas masacres que se ejecutaron en el Chile de esa época. Los administradores del poder no pudieron perdonarle eso. Por ello, Orlando Letelier se constituyó en una de las grandes víctimas del terrorismo de Estado, de aquellos miserables que no se detienen ante nada para alcanzar sus objetivos; de aquellos que justifican cualquier medio para conseguir sus fines.
Por eso, la vida de Orlando Letelier y las circunstancias trágicas de su muerte constituyen también una tremenda lección para todos nosotros. Ningún fin justifica cualquier medio, ni aun el más hermoso.
Debemos levantar muy en alto aquí y ahora los derechos humanos como la gran inspiración ética de la política. Orlando Letelier es un símbolo de compromiso y de entrega a la causa de su pueblo.
Es también un hombre del futuro, una lección que podemos recoger y rescatar del pasado. El, como pocos hombres, se adelantó a su tiempo y a su medio. Fue básicamente un hombre moderno, un hombre de la democracia, que entendió que la política y las relaciones internacionales debían hacerse respetando los mecanismos democráticos. Fue un hombre abierto de mente. Cuando todos dividían el mundo de manera maniquea entre buenos y malos, él era capaz de comprender la realidad de Estados Unidos; de hacerse parte de ella; de recoger sus elementos progresistas. Fue un hombre que entendió que los cambios debían hacerse considerando las realidades económicas e internacionales. Sin duda, fue un progresista, un hombre moderno, alguien que a nosotros y particularmente a las fuerzas progresistas y socialistas del país, tiene mucho que decirnos, no por sus escritos, sino por sus obras, su acción, su estilo, por lo que él fue ayer, es hoy y será en el futuro.
El Partido por la Democracia se siente orgulloso de contar, entre sus tradiciones, con la vida y la obra de Orlando Letelier y de Carlos Prats.
Señor Presidente, estimados colegas, Juan Pablo: Orlando Letelier está con nosotros y para siempre.
He dicho.
Aplausos.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Así, la Cámara de Diputados ha rendido homenaje en memoria de don Orlando Letelier del Solar. Expresamos a su familia, presente en la tribuna y a nuestro querido colega Juan Pablo, todo el sentimiento y el dolor que nos embarga en este momento.
ENVIO A COMISIÓN DE PROYECTO QUE MODIFICA EL DECRETO LEY N° 2.573, DE 1979.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Solicito el acuerdo de la Sala para remitir a Comisión el proyecto que modifica el decreto ley N° 2.573, de 1979, Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado, devuelto con modificaciones por el Honorable Senado.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
Acordado.
VI.- ORDEN DEL DIA.
INFORME SOBRE TRANSPORTE DE PLUTONIO A TRAVES DEL TERRITORIO NACIONAL.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Corresponde ocuparse del informe emitido por la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente sobre los alcances, riesgos y medidas que involucra el transporte de plutonio a través de nuestro territorio.
Se encuentra en la Sala el señor Ministro de RelacionesExteriores, don Enrique Silva Cimma.
Diputado informante de la referida Comisión es el señor Vladislav Kuzmicic.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor KUZMICIC.-
Señor Presidente, Honorable Cámara:
Vuestra Comisión de Recursos Naturales pasa a informaros sobre los alcances, riesgos y medidas que involucra el transporte de plutonio a través del territorio nacional, en cumplimiento del acuerdo adoptado por esta Honorable Cámara en sesión 36a, de 3 de septiembre de 1992.
La Comisión celebró seis sesiones especiales, en las cuales recibió antecedentes y escuchó a científicos y expertos en la materia y a representantes del Gobierno.
Los invitados que concurrieron a la Comisión fueron los siguientes: el Director General del Territorio Marítimo y Marina Mercante, Vicealmirante don Juan Carlos Toledo De la Maza, y el Capitán de Fragata don Emilio León Hoffmann; el Director de Política Especial, Embajador señor Jorge Berguño, y el Primer Secretario, señor William Patrickson Prada, ambos del Ministerio de Relaciones Exteriores; el Ministro Consejero, Director de Política Especial subrogante, señor Jorge Iglesias Cortés, y el Tercer Secretario, abogado señor Jorge Beals Pott, ambos del Ministerio de Relaciones Exteriores; el Jefe de la Unidad Ambiental del Ministerio de Minería, señor Jaime Solari Saavedra; el Presidente de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, doctor Eduardo Bobadilla López, y la Jefa de la Oficina de Asuntos Internacionales y abogada del Departamento de Asuntos Jurídicos, doña Marcela Ugalde Flaquer, de la misma Comisión; el físico teórico señor Igor Saavedra; el físico nuclear señor Luciano Laroze Barrios, y la representante de Greenpeace para América Latina, señora Sara Larraín.
¿Qué es el plutonio?
El plutonio es un elemento químico que se obtuvo artificialmente a partir de reacciones nucleares en la década de 1940.
Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, los científicos desarrollaron una serie de' experiencias a partir del uranio natural, en busca de nuevos combustibles. En este proceso descubrieron que si el uranio enriquecido era bombardeado por neutrones en el interior de un reactor nuclear, se transformaba en una serie de nuevos y distintos elementos radiactivos que no existían en la naturaleza. El que más les llamó la atención, por su potencial como combustible atómico, fue el plutonio.
El plutonio es un elemento de alta toxicidad radiactiva, que no existe en la naturaleza y que constituye el material fisionable más eficiente para la fabricación de armas nucleares. Es producido durante la quema del combustible en las plantas nucleares y, a través de un reprocesamiento, puede ser extraído químicamente desde el combustible nuclear quemado.
De todas las substancias radiactivas, el plutonio es la más tóxica y cancerígena. Con una vida media de veinticuatro mil años, el plutonio 239 permanece radiológicamente tóxico por miles de años.
El plutonio produce rayos gamma, neutrones y rayos x, pero primordialmente es un emisor de partículas alfa y beta. Un solo microgramo, más pequeño que un grano de arena, puede causar cáncer fatal si es inhalado o ingerido.
El plutonio 239 es tanto o más eficaz que el uranio enriquecido y catorce veces más caro que éste.
Es una substancia extremadamente peligrosa de manipular y de transportar. Cualquier accidente que provoque una filtración del material radiactivo del contenedor, ya sea por explosión, fuego, impacto o presión, sería fatal.
El plutonio se puede usar en procesos rápidos y lentos. Por eso, tiene ventajas en los usos bélicos.
Japón ha tenido dos problemas energéticos bastante graves desde hace mucho tiempo. Uno consiste en que no puede seguir creciendo si carece de energía su única salida es la energía nuclear y el otro, en que no tiene dónde colocar los desechos.
Ambas dificultades se resuelven a través del hecho de que Japón saca de sus reactores los residuos nucleares y los envía a Francia o a Inglaterra para reprocesarlos. De tal manera que Japón gana por partida doble: soluciona su problema de no tener un depositario nuclear en islas con problemas sísmicos y saca buena parte de sus desechos nucleares, recibiendo plutonio para energía.
Se estima que los programas de generación de energía basados en el plutonio tenderán a seguir creciendo con el tiempo.
En general, el plutonio se transporta en estado de óxido de plutonio, y su apariencia es la de una arena fina. Es especialmente peligroso, debido a que es inhalado o ingerido fácilmente y también se introduce en la cadena alimentaria. Si, por alguna razón, partículas de plutonio se escaparan desde los contenedores en que es transportado, la contaminación afectará extensas áreas, especialmente si el fuego de un accidente o el viento dispersan las partículas.
El plutonio debe ser manejado con extrema precaución en contenedores herméticos. Su producción, uso y transporte en cualquiera de sus formas constituye un grave peligro para trabajadores y público en general.
Este transporte, y ello es extremadamente importante, estimados colegas, ha sido precedido por el de otros materiales radiactivos en gran cantidad, porque el plutonio se obtiene del material quemado de los reactores. Por lo tanto, para obtenerlo en las plantas europeas, todo el material quemado ha debido transportarse en el mismo barco para ser reprocesado. Documentos de prensa informan de nueve viajes que se habrían hecho en forma furtiva desde Japón a las plantas re procesadoras de Francia.
Durante dos décadas, hasta fines de los años sesenta, el plutonio fue usado como combustible para centrales nucleares solamente en Estados Unidos, Alemania, Francia e Inglaterra. Las centrales de plutonio fueron abandonadas por su alto costo y peligrosidad. Sólo persisten hoy día dos plantas experimentales: una, en Inglaterra, y otra, en Estados Unidos.
Los reactores que operan sobre la base de plutonio tienen, sin embargo, la particularidad de producir más plutonio. En otras palabras, aunque sean relativamente caros respecto de los que usan otros combustibles, se autoabastecen y resultan teóricamente ideales para un país como Japón, que depende enteramente del exterior para abastecerse de energía.
Justamente por esta razón, a mediados de la década de los 80, decidió convertir sus plantas de energía nuclear convencional.
Para alimentar sus plantas nucleares, los japoneses compraban uranio enriquecido a los Estados Unidos. Existe un tratado bilateral que obliga a Japón a regirse en materia nuclear por las directivas impuestas por Washington. Como Japón no pertenecía al Club Atómico, no le estaba permitido reprocesar en su territorio los desechos de sus centrales para recuperar el plutonio. Con la aprobación del Departamento de Estado norteamericano, sus compañías nucleares japonesas se asociaron a la British Nuclear Fuel Limited, empresa británica que opera una planta reprocesadora de plutonio en Sellafield, Inglaterra, y con una empresa francesa, Cogema, instalada en La Hague. Así se constituyó la Pacific Nuclear Transport Limited, sociedad que se encargaría del transporte marítimo de los desechos nucleares japoneses a las plantas de reprocesamiento en Inglaterra y Francia.
Antecedentes técnicos referidos al buque.
Integridad del casco: Las características de integridad del casco del buque que transportará el plutonio están de acuerdo con las especificaciones que fija el Organismo Internacional de Energía Atómica, las cuales estarían confirmadas por los Gobiernos de Estados Unidos, Francia y Japón.
La integridad del barco está diseñada para cualquier evento o accidente creíble, de índole natural, con lo cual se pretende proteger el medio ambiente, aun ocurrido el evento no deseado.
El casco ha sido diseñado por una compañía francesa y sometido a una serie de test para verificar si cumple con los requisitos establecidos por las normas de la Organización Internacional de Energía Atómica.
El Gobierno francés ha confirmado que el casco cumple tanto los requerimientos de la normativa francesa, como de los organismos internacionales.
El Gobierno japonés ha sometido el casco a presiones hidráulicas equivalentes a 10 mil metros de profundidad.
Medidas de seguridad ante el evento 'Juego":
El buque está provisto de sistemas de alarmas de fuego redundantes; bombas para ataque del fuego, sistemas de anhídrico carbónico como el mismo objeto y también para prevenir tempranamente el inicio del incendio.
El casco del buque dispone de un sistema de moni toreo de temperatura que funciona continuamente.
La estructura del buque es a prueba de fuego.
La carga de material inflamable en el buque ha sido reducida al mínimo.
Si aun así existiese fuego, el buque sería bañado por un sistema de rociadores, con el objeto de que el casco mantenga las condiciones establecidas por las normas de la Organización Internacional de Energía Atómica, esto es, que soporte temperaturas de hasta 800 grados Celsius durante 30 minutos.
Otras medidas de seguridad adicionales:
Selección de rutas para evitar desastres naturales, intrusismos o sabotajes.
Mantención del buque en navegación, en mar abierto, tan lejos de tierra como sea posible, con el objeto de que aquélla sea lo más expedita, directa y rápida posible.
No información sobre el puerto de partida, de llegada o de recalada.
Diseño del buque con doble casco y compartimientos estancos, lo que hace que el buque sea resistente a choques, colisiones u otro tipo de impactos con elementos naturales.
Además, posee características de estabilidad que le permitirían mantenerse a flote, incluso en caso de inundación de partes del mismo.
Medidas de protección física:
El buque está equipado con los más avanzados elementos de navegación, incluidos un radar de anticolisión, sistema de navegación por satélite y escolta armada de uno o más buques que estarán permanentemente monitoreando el entorno por donde se realizará el transporte.
De acuerdo con los antecedentes de que se dispone, los contenedores en los que se transportará el plutonio cumplen con las recomendaciones establecidas por el Organismo Internacional de Energía Atómica en materia de transporte de material radiactivo.
Los requisitos de seguridad que se les exigen son, en general, los siguientes:
"Test" de Impacto. Un contenedor debe ser capaz de mantener su integridad incluso al chocar con hormigón armado a una velocidad de 120 kilómetros por hora.
"Test" de caída.
"Test" de resistencia mecánica.
"Test" de temperatura.
"Test" de estanqueidad.
"Test" de inmersión adicional para el contenedor de plutonio. El contenedor debe soportar presiones hidráulicas equivalentes a las que soportaría, bajo agua, a 10.000 metros de profundidad.
"Test" de penetración.
Sin embargo, antecedentes proporcionados por Greenpeace ponen en duda que los test de inmersión existente para los contenedores sean absolutamente seguros y consignan que ya a los 200 metros comenzarían las filtraciones de agua y que a los 3.600, por la presión hidrostática, aquéllos cederían completamente.
También mencionan el problema del fuego. Hay que recordar que el barco japonés recorrerá distancias de 17 mil millas marinas, para lo cual requerirá concentraciones de combustible en el propio barco, las que, indudablemente, agregan un elemento adicional a la gravedad del asunto.
En la actualidad, cuatro son las posibles rutas para que el barco navegue entre Francia y Japón. Nuestro país es principal protagonista, pues una de las cuatro (en la práctica sólo tres, pues el paso por el Canal de Suez está descartado, debido a su peligrosidad bélica) llevará al buque a navegar por el Cabo de Hornos. Esta ruta, junto a la del Cabo de Buena Esperanza, es la más larga, demorosa y turbulenta. Pero tiene ventajas, por cuanto no pasa por centros demasiado poblados, y los ecologistas difícilmente lo alcanzarán para hacer manifestaciones contrarias. No sucederá así con la cuarta ruta posible, el Canal de Panamá, que tiene numerosas esclusas, las que hacen más lenta y riesgosa la travesía.
El cargamento, de acuerdo con las informaciones disponibles, sería transportado por el buque Akatsuki Maru, de 4.550 toneladas de registro, entre octubre y noviembre del presente año, desde la planta de reprocesamiento de La Hague, Francia, hasta Japón, escoltado por el destructor Shikishima.
¿Cuál es la situación legal?
Al respecto, es posible citar, primero, el Convenio sobre el Derecho del Mar, de 1982.
Si bien es cierto que la Convención no ha entrado en vigencia, sus disposiciones se consideran, en la mayoría de los países, como parte del derecho internacional consuetudinario, y por ello se la menciona.
Su artículo 23, que se refiere a los buques extranjeros de propulsión nuclear y a los buques que transportan sustancias nucleares u otras intrínsecamente peligrosas o nocivas, establece: "Al ejercer el derecho de paso inocente por mar territorial, los buques extranjeros de propulsión nuclear y los buques que transportan substancias nucleares u otras intrínsecamente peligrosas o nocivas, deberán tener a bordo los documentos y observar las medidas especiales de precaución que para tales buques se hayan establecido en los acuerdos internacionales".
El artículo 24 dispone que "el Estado ribereño no podrá dificultar el paso de buques extranjeros por mar territorial, salvo en conformidad con esta Convención" y, en su letra a), señala que "se abstendrá de imponer a los buques extranjeros requisitos que produzcan el efecto práctico de denegar u obstaculizar el derecho de paso inocente".
El artículo 58 prescribe que "en la zona económica exclusiva todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, gozan, con sujeción a las disposiciones pertinentes de la Convención, de las libertades de navegación y sobrevuelo".
Por último, en el número 3, ella dispone que "en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus deberes en la zona económica exclusiva, los Estados tendrán en cuenta los derechos y deberes del Estado ribereño y cumplirán sus leyes y reglamentos, dictados en conformidad con la Convención y otras normas del Derecho Internacional, en la medida en que no sean incompatibles con esta parte".
La Ley de Navegacióndecreto ley N° 2.222, de 1978, establece en su artículo 29 que la navegación en aguas sometidas a la jurisdicción nacional es controlada por la Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante.
Su artículo 32 permite que, en casos calificados, se restrinja o prohíba por aquélla el paso o permanencia de naves en determinadas zonas o lugares, o se prohíba su ingreso a puertos nacionales.
Se faculta igualmente a la Dirección de Territorio Marítimo y Marina Mercante en el resto de los espacios marítimos, para prohibir el tránsito por aguas sometidas a la jurisdicción nacional si su paso no es inocente o es peligroso para alguna de las actividades económicas del Estado ribereño en la zona contigua o zona económica exclusiva.
El Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar de 1974, conocido como Solas, promulgado por decreto supremo del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 1980, trata, en su capítulo VII, del transporte de mercancías en bultos o en forma sólida a granel. La clase 7 se refiere a las sustancias radiactivas.
La letra b) de la regla 1 del capítulo dispone que, como complemento de las disposiciones del mismo, cada Gobierno contratante del Convenio Solas publicará o hará publicar instrucciones detalladas que indiquen la forma de embalar y estibar con seguridad ciertas mercancías peligrosas, con las precauciones que proceda tomar para transportarlas.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo destinado al Diputado informante.
Si le parece a la Sala, se prorrogará hasta el término de su informe.
Acordado.
Puede continuar Su Señoría.
El señor KUZMICIC.-
El Código Marítimo Internacional de Mercaderías Peligrosas y sus anexos fue aprobado en Chile como reglamento por decreto supremo N° 777, de 1978.
En la clase 7, Generalidades, se señala que estas disposiciones están basadas en los principios que rigen el reglamento para el transporte seguro de materiales radiactivos del Organismo Internacional de Energía Atómica.
En la sección 3, se trata la garantía de calidad y verificación del cumplimiento.
En el transporte de materiales radiactivos, la seguridad del público y de los trabajadores está asegurada si se cumple lo dispuesto en esta clase, y la certeza se obtiene mediante la garantía de calidad, que comprende planes y medidas adoptadas por los autores del diseño y los fabricantes de embalajes y envases.
Conclusiones'.
De los aspectos legales y técnicos citados precedentemente, se concluye que la normativa mundial y nacional existente no impide el hecho de que un cargamento radiactivo surque los océanos, ya que, de acuerdo con la información disponible, la nave pasaría por alta mar, donde existe libertad de navegación, y no por aguas sometidas a la jurisdicción nacional.
En el caso hipotético de que la nave japonesa "Akatsuki-Maru" pretenda navegar por aguas jurisdiccionales chilenas, debe notificarlo, en primer lugar, a la autoridad marítima chilena. Esta podría exigir la exhibición de los documentos que acrediten que el transporte del material radiactivo cumple con todas las medidas de seguridad impuestas por los reglamentos de la Organización Internacional de Energía Atómica. Ella no puede oponerse a la libertad de navegación existente en la zona económica exclusiva, salvo en algunos de los casos autorizados en el artículo 32 de la Ley de Navegación, caso en el cual podría existir contradicción entre la norma interna y la norma de los convenios internacionales de los cuales el país es parte. En el caso de que la nave quisiera ingresar a aguas territoriales chilenas o a un puerto nacional, dicha situación debería evaluarse cuidadosamente.
Lamentablemente, el Convenio de Basilea, de 1990 sancionado por esta Honorable Cámara, sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y de su eliminación, no está supeditado a aquellos desechos o sustancias radiactivas.
Hay sólo un acuerdo, adoptado en 1990 por los miembros de la Organización Internacional de Energía Atómica, en que se establece que los Estados pueden prohibir los movimientos de desechos radiactivos dentro o a través de sus territorios, pero no tiene carácter obligatorio, sino que es un compromiso político, que, por lo demás, está limitado en cuanto a las sustancias radiactivas.
Riesgos:'
Aun cuando se pueda establecer que el transporte de material radiactivo está sujeto a controles muy estrictos por la organización Internacional de Energía Atómica y por la Organización Marítima Internacional, el riesgo de accidente, con la consiguiente contaminación de nuestras aguas jurisdiccionales o en áreas adyacentes, no puede descartarse. En efecto, las condiciones meteorológicas rigurosas del extremo austral, así como la eventual presencia de témpanos, incrementan los riesgos habituales de toda navegación, específicamente el de naufragio. Por otro lado, la circulación de corrientes oceánicas hacia nuestras costas tiende a llevar hacia las aguas nacionales las consecuencias contaminantes de hechos que se produzcan fuera de ellas, lo que afectaría el patrimonio ictobiológico de nuestra zona económica exclusiva.
El secreto que rodea a los transportes de plutonio ha provocado un movimiento de oposición en los países cercanos a la ruta propuesta por ellos. En mayo, la Cámara de Diputados de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para prohibir la entrada de barcos con carga de plutonio en aguas y puertos norteamericanos. A principios de julio de este año, el Ministro de Población y Medio Ambiente de Indonesia pidió públicamente al gobierno japonés evitar los transportes de plutonio a través de las rutas de navegación y de los congestionados estrechos del sudeste asiático.
Simultáneamente, el Ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica anunció que los transportes de plutonio serían prohibidos dentro de las 200 millas de la zona económica exclusiva y que no podrían comunicarse con puertos sudafricanos bajo ningún pretexto, si es que la compañía escogiera la ruta Africa-Océano Indico-Sur de China.
Finalmente, el 10 de julio, el Foro del Pacífico Sur reunión anual de los Jefes de Estado de la región expresó su preocupación y desacuerdo frente a los transportes de plutonio por la zona del Pacífico Sur, debido a sus riesgos. Además, el Gobernador de Hawai ha hecho declaraciones en el mismo sentido, y la Asociación de Gobernadores del Oeste de Estados Unidos, a fines de junio, ha aprobado una resolución contra los transportes de plutonio.
Sólo existe un antecedente de transporte marítimo de plutonio por una ruta tan larga: en 1984, 189 kilos de plutonio, y no 1.800, fueron llevados desde Francia a Japón.
Este tipo de transporte no se ha repetido debido a las extremas medidas de seguridad desplegadas y a los altos costos implicados (fuerzas navales de cuatro países: Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Japón; navegación sin escala fuera de las rutas marítimas y monitoreo permanente por vía satélite, entre otras).
Los riesgos asociados al plutonio aumentarán enormemente por el incremento de su transporte en los próximos años.
Los contenedores que serán usados para transportar plutonio son los mismos utilizados para el combustible nuclear quemado. Estos contenedores, que deberían ser diseñados para prevenir un grave accidente, son inadecuados, y sus pruebas de resistencia, insuficientes.
Un escape radiactivo provocaría la dispersión de material radiactivo sobre extensas áreas, según las condiciones atmosféricas y las haría inhabitables, las fuentes de agua dulce para la bebida serían contaminadas gravemente, los productos agrícolas se convertirían en productos incomibles, la pesca debería suspenderse por años y los cursos de agua dulce y las playas se contaminarían por decenas de miles de años.
El impacto de la contaminación radio tóxica en el ecosistema subantártico austral tendría efectos directos sobre todos los ecosistemas costeros del Pacífico suroriental Perú, Chile, Ecuador, una de las áreas más productivas del planeta y donde se asienta la pesquería chilena, la sexta más importante del mundo.
Es importante recordar que la base productiva de los ecosistemas costeros y oceánicos del Pacífico suroriental se origina a partir de la "corriente de la deriva del oeste", de origen antártico. Esta corriente, al chocar contra el extremo sur de América Latina, origina la corriente de Humboldt, con aguas frías y alto contenido de oxígeno y nutrientes, la cual asciende en dirección norte hasta las costas de Ecuador.
Un eventual foco de contaminación radiotóxica en el extremo sur afectaría a todas las pesquerías demersales de la zona de Magallanes y de la Undécima Región, a toda la acuicultura, que está definida como un nuevo recurso "cobre" para el país y, por supuesto, también a la pesquería pelágica, del extremo norte y de las regiones III hasta la VIII, las cuales aportan el mayor porcentaje de los 6 millones de toneladas anuales de captura que se efectúan en aguas chilenas. Socialmente, el sector pesquero chileno da trabajo a alrededor de 70 mil pescadores.
Si ocurre un accidente nuclear que comprometa a un barco que transporta plutonio, ni la Convención de Viena, ni la de París, sobre responsabilidad nuclear, consignan medidas de protección internacional adecuadas para las víctimas. El Organismo Internacional de Energía Atómica, después del accidente de Chernobyl, reconoce estas deficiencias de la legislación internacional. Sin embargo, no se ha llegado a compromisos adecuados. Por tanto, el transporte de sustancias radiactivas no está sujeto a responsabilidad. Por ello, sus víctimas, sean países o individuos, no tendrán compensación.
¿Cuáles son los antecedentes aportados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país?
Se informó que, por disposición del Presidente de la República, la Cancillería ha estudiado el problema en sus diversos aspectos. El estudio jurídico concluye que Chile no está habilitado para prohibir el paso por sus aguas jurisdiccionales. No obstante, cabría contemplar alguna acción de carácter diplomático, exhortatorio o disuasivo para procurar que Japón no utilice como opción la ruta del Cabo de Hornos. De emprenderse esta acción, sería conveniente realizarla conjuntamente con países vecinos, cometido que se ha hecho con éxito.
La Cancillería ha efectuado acciones ante Japón. Le ha solicitado antecedentes respecto del cargamento, de las condiciones y seguridades del mismo y de la ruta que se emplearía. Además, le ha recordado la normativa internacional vigente.
Las respuestas de las autoridades japonesas pueden considerarse satisfactorias en lo concerniente a la seguridad y a la protección física del cargamento de plutonio. Pero no se ha obtenido información acerca de la ruta de la nave, sino una declaración de intención de no ingresar en aguas territoriales de ningún país.
El Gobierno de Chile ha adoptado una actitud vigilante y previsora en la materia. Es importante recordar que, junto con Panamá, somos el único país del mundo que ha prohibido el vertimiento de desechos naturales, radiactivos y tóxicos en las 200 millas de su zona económica exclusiva. Chile, además, apoyó un Protocolo Adicional de la Comisión Permanente del Pacífico Sur, que reglamentaría el transporte de desechos radiactivos en el
Pacífico Sur, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, recientemente celebrada en Río de Janeiro. Se propuso incorporar en la Agenda 21 la elaboración de una Convención Mundial de Seguridad Nuclear.
Por último, la delegación de Chile a la reciente Asamblea del Organismo Internacional de Energía Atómica tomó la iniciativa de promover una resolución que mejorase y completara los procedimientos de notificación en caso de accidentes nucleares.
No obstante, la normativa internacional considera este transporte, en el caso de aguas territoriales, como "paso inocente". Por tanto, es susceptible de ser reglamentado con extrema seguridad, pero no prohibido totalmente, pues se vulneraría la libertad de navegación dentro de estos parámetros. Dentro de éstos, cabe considerar acciones disuasivas del tránsito de plutonio por zonas adyacentes a las costas chilenas y disponer, si dicho tránsito es inevitable, los patrullajes de protección y de seguridad que la Armada de Chile puede realizar con apoyo aéreo y satelital, en toda la extensión marítima de nuestro territorio.
Con todo, a pesar de todas estas dificultades de la normativa internacional, la Cancillería estima posible avanzar un paso más en la protección de nuestros intereses, adoptando las siguientes medidas:
1° Desarrollar una acción conjunta con otros países de la región para desaconsejar a Japón el empleo de la ruta del Cabo de Hornos. Esto se ha dicho y se ha hecho con bastante éxito.
2°.- Precisarle a Japón que, en ningún caso, se permitirá el paso por el estrecho de Magallanes o el ingreso en el puerto de Punta Arenas, dada la extrema fragilidad ecológica de esas aguas jurisdiccionales. En eso, la Cancillería, con la importante e inclaudicable cooperación de la Armada, quiere ser enfática.
3°.- Estudiar la posibilidad de un acuerdo regional más amplio que el que propicia la Comisión Permanente del Pacífico Sur, que restrinja al máximo el transporte de cargas peligrosas o nocivas en la zona económica exclusiva, es decir, en las 200 millas de los países que se integren al acuerdo.
4°.- Estudiar, además, la posibilidad de una legislación que, inspirada en el artículo 234 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, que se refiere a las zonas cubiertas de hielos, resguardare oficialmente las áreas subantárticas aledañas al Cabo de Hornos y contribuyera a la preservación del medio ambiente marino, sobre la base de los mejores conocimientos científicos disponibles.
Por último, existe una insuficiencia manifiesta en la normativa internacional en los aspectos concernientes a la responsabilidad internacional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha asumido la tarea de promover, enérgicamente, un cambio en la actitud de inercia de la comunidad internacional en este rubro. Se ha preparado para el inicio de los debates de la 47a Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que nuestro EmbajadorJuan Somavía hará una intervención específica y expresa sobre la necesidad, la conveniencia y la urgencia de establecer más mecanismos de seguridad en este tema, que garanticen y preserven el patrimonio ecológico.
Por instrucciones del Presidente de la República, especiales y concretas, se le dará a este tema la más alta prioridad en los foros internacionales.
Paralelamente al trabajo interno, el Ministerio de Relaciones Exteriores, en cumplimiento de las instrucciones del Ministro, inició una gestión diplomática de coordinación con otros países amigos, eventualmente involucrados en este asunto.
En este contexto, existe una iniciativa de la Comisión Permanente del Pacífico Sur para realizar pronto una reunión de expertos, a fin de que se establezca un Protocolo que regule este tránsito de "desechos radiactivos". Así dice el proyecto, pero en la Cancillería se piensa que existe un vacío importante en la utilización de la expresión "desecho", puesto que el plutonio puede darse como tal, pero en este caso, en que está reprocesado, es únicamente una substancia, y la peligrosidad es, básicamente, la misma o mayor. La concepción de esta regulación, por una parte, debería abarcar todas las substancias radiactivas y, por otra, si bien es muy útil una iniciativa en el Pacífico Sur, debido a la situación crítica de Chile entre dos océanos, sería más interesante que ella se extendiera al ámbito sudamericano.
Como es de conocimiento de la Honorable Cámara, persiste el derecho del Estado ribereño de reglamentar, desalentar o impedir la navegación de esta nave por sus aguas territoriales, si se percibe el más mínimo riesgo para el medio ambiente marino. Se tiene la seguridad de que el Gobierno adoptará todas las medidas que el derecho internacional provee para el cumplimiento de tal fin.
Finalmente, los representantes de la Cancillería y S.E. el Presidente de la República hicieron presente a la Honorable Cámara que el Gobierno analiza con extrema atención los detalles de este transporte y adoptará las medidas que sean necesarias para evitar cualquier daño del patrimonio ecológico nacional.
El informe de la Cancillería, de acuerdo con la normativa jurídica internacional, concluye que no resulta posible impedir la navegación por alta mar, zona económica exclusiva o mar territorial. Sin embargo, en este último caso se podrán adoptar medidas restrictivas y limitativas fundadas en la legislación nacional.
Es todo cuanto puedo informar, señor Presidente.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Diputado señor Víctor Reyes.
El señor REYES.-
Señor Presidente, el tema que hoy ocupa la atención de esta Honorable Cámara está adecuadamente abordado en el informe de la Comisión de Recursos Naturales, que obra en poder de los señores Diputados, y en la completa exposición del Diputado informante señor Kuzmicic.
En el seno de la Comisión los Diputados democratacristianos señalamos expresamente nuestra preocupación sobre la materia en análisis, toda vez que toca un tema de alta sensibilidad y que ha provocado profunda inquietud ciudadana.
Es un hecho que los riesgos implícitos en el transporte de plutonio que se ha denunciado constituyen una realidad incuestionable, atendidas las características altamente peligrosas de dicho elemento: alta toxicidad, permanencia de sus efectos y complejidad de su manipulación y transporte, lo cual, además, está absolutamente ratificado por los informes de técnicos o de científicos, y por los resguardos que necesariamente deben observarse para su traslado de un lugar a otro. Tanto es así que bastó la denuncia de la organización ecologista Greenpeace, para generar todo un movimiento de opinión pública, cuya magnitud y efecto se reflejan en las informaciones de la prensa mundial, en decisiones gubernamentales, en acuerdos parlamentarios y en acciones conjuntas que se promueven entre las cancillerías de los países que pudieren verse involucrados y/o afectados.
Esa inquietud surge no sólo por razones de protección ambiental, sino también por la propia seguridad humana, expuesta, asimismo, la posibilidad de un siniestro que, eventualmente, afectare a un cargamento de características tan peligrosas como las que consigna el informe de la Comisión.
Frente a la situación denunciada cabe preguntarse si ella constituye necesariamente el precio del desarrollo o si estamos abusando de la capacidad creadora del hombre para provocar su propia autodestrucción.
Las exigencias energéticas, de defensa, de seguridad u otras cualesquiera que puedan argumentarse, no justifican, desde mi 'punto de vista, la utilización de elementos de alta peligrosidad, cuyos efectos, en caso de mal manejo, de negligencia, de un desastre natural o de un imprevisto cualquiera, no sólo perjudicarían a los directamente interesados, sino que también podrían extenderse y afectar a países lejanos y distantes, cuyos territorios son sólo lugares de tránsito.
El problema que enfrentamos hoy es qué hacer o cómo resolver adecuadamente algo que en el hecho amenaza con materializarse de todas maneras, a pesar de las oposiciones o desacuerdos que podamos manifestar.
La verdad es que no se divisa una solución fácil, sobre todo cuando están en juego intereses de todo orden y normas jurídicas que pueden entrar en colisión, como las del derecho interno y las de los tratados o convenciones internacionales que garantizan la libertad de navegación, de los cuales nuestro país es parte o ha adherido.
¿Qué pasa si nosotros prohibimos y mañana se nos aplica una norma similar, por ejemplo, respecto de la exportación de productos contaminantes, tales como arsénico o ácido sulfúrico? ¿Qué pasa si aceptamos el tránsito sin mayores exigencias o garantías de seguridad?
Son interrogantes que saltan al debate y que deben ser materia de discusión y análisis en todos los ámbitos y foros, tanto nacionales como internacionales, lo cual indica que estamos iniciando un largo camino hasta encontrar fórmulas eficaces que protejan nuestros intereses, en concordancia con los de otros países.
Por esas razones, estimamos adecuado a la oportunidad y circunstancias el contenido del informe de la Comisión de Recursos Naturales, puesto que recoge con objetividad el debate habido en su seno y, como consecuencia, esta Honorable Corporación deberá aprobar hoy un proyecto de acuerdo.
He dicho.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Relaciones Exteriores.
El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-
Señor Presidente, señores parlamentarios, asisto a este debate por instrucciones expresas del señor Presidente de la República, quien como es sabido, por mandato de la Constitución Política, conduce las relaciones internacionales de nuestro país.
Inicio mi exposición con el muy buen propósito de evidenciar el interés con que el Supremo Gobierno observa la justificada preocupación de la Honorable Cámara de Diputados sobre una materia que, en realidad amerita no sólo las aprensiones del Gobierno y del Congreso, sino también la preocupación de nuestro país y del mundo.
Desde el momento en que por informaciones de nuestras embajadas acreditadas tanto en Japón como en Francia, tuvimos conocimiento de la situación que ha promovido este debate, la Cancillería se ha preocupado especialmente sobre ella.
Me es muy grato reconocer la objetividad con que el señor Diputado informante en representación de la Comisión técnica, ha expuesto tanto su pensamiento y conclusiones, como los planteamientos que la Cancillería de Chile sustenta sobre esta materia.
Con el mero propósito de resumir algunos aspectos fundamentales dejo constancia, en primer término, de que, efectivamente, la legislación que regula el caso a nivel mundial es en extremo limitada, tanto porque el derecho consuetudinario internacional desde hace muchos años como algunas normas positivas, entre otras la Convención de Jamaica, de 1982, sobre Derecho del Mar, que, dicho sea de paso, no ha sido ratificada por Japón, ni por ninguna de las grandes potencias, ni por Chile, en términos de que no es una Convención que rija en integridad, porque sólo tiene la ratificación de 51 y no de 60 países, exigencia mínima para los efectos de que entre en vigor a nivel internacional, consagran el principio de la libertad de navegación, tanto respecto de alta mar como del denominado "mar económico de las 200 millas", y aun del mar territorial. De suerte, pues, que este principio, que recoge la Convención de Jamaica, no es más que el planteamiento que el derecho internacional consuetudinario consagró in illo tempore.
En segundo lugar, a pesar de esta circunstancia, nuestro país y el Gobierno se han preocupado intensamente y con fundamento de la materia que inquieta a la Honorable Cámara, precisamente, por las razones que con tanta validez ha dado a conocer el señor Diputado informante.
En la especie, se trata del transporte de material con un eminente grado de radiactividad y, por lo tanto, con peligro de riesgo en el caso hipotético de que llegase a producirse un accidente que, de alguna manera, condujese a la destrucción del contenedor que transporta la carga que se pretende trasladar desde Francia a Japón.
Como la legislación impide al Gobierno de Chile, y a cualquier otro, establecer algunas normas que prohíban que Japón pueda realizar este transporte, citamos por instrucciones del Jefe del Estado, al señor Embajador de Japón para representarle, en nombre del Gobierno de Chile, nuestra profunda preocupación ante el intento de su país de transportar esta carga por una ruta cercana a nuestros mares; específicamente, ante el eventual anuncio de que uno de esos transportes podría efectuarse a través del Cabo de Hornos.
No obstante ello, haciendo uso del sistema de consultas que, en agosto de 1991, se consagró entre Chile y Argentina, el Canciller que habla viajó a dicho país, donde detenidamente, ambas Cancillerías, con los asesores correspondientes, intercambiaron opiniones. Fruto de ello fue el acuerdo categórico que el 21 de octubre recién pasado emitieron ambos Cancilleres, en el cual se establece el propósito común de no permitir el viaje de ese barco japonés por nuestras aguas territoriales y ni tampoco que, ocasionalmente, llegare a puerto de uno u otro país.
Al emitir esa declaración, ambas Cancillerías partieron del supuesto de que este transporte no puede estimarse inmerso en el concepto de "paso inocente", que a nivel internacional ha consagrado el derecho consuetudinario marítimo, y que fue reiterado en la Convención de Jamaica. Por el contrario, en este caso es susceptible o viable que la norma y el derecho consuetudinario puedan ser interpretados en el sentido de que aquí existe el peligro de una situación de riesgo y, por lo tanto, el llamado "paso inocente" no tendría lugar en la especie.
El Canciller que habla, por imperativo propio y exclusivo de su Gobierno, representó al Gobierno de Japón que, en la hipótesis de que, para el tránsito del referido barco, se pretendiera usar el Estrecho de Magallanes o cualquier otro que circunde nuestro litoral, el Gobierno de Chile no lo permitiría, por tratarse de un asunto de alto riesgo y porque, aun cuando la libre navegación se extiende también al tránsito por los estrechos, el gobierno ribereño en este caso, exclusivamente nuestro país puede regular y reglamentar ese tránsito.
Hasta allí ha llegado la Cancillería en cuanto a la interpretación de las normas vigentes sobre la materia.
Desde el punto de vista de nuestra política exterior, la Cancillería ha dado instrucciones a nuestra representación diplomática en Naciones Unidas, para que enfatice la necesidad de que se regule más intensamente una materia que se encuentra insuficientemente legislada en el marco internacional, sobre todo cuando se trata del transporte de sustancias o materias peligrosas.
Efectivamente, nuestro representante en Naciones Unidas así lo hizo presente. Me limito a dar lectura a un párrafo del texto de su discurso, que dice textualmente: "Chile manifiesta su preocupación y alerta por el eventual peligro radiactivo que podría significar para sus costas el transporte de un cargamento de plutonio radiactivo, desde Francia a Japón. Junto con Argentina, Brasil y Uruguay queremos llamar la atención de la comunidad internacional acerca del potencial peligro que podría representar una eventual catástrofe nuclear en el Pacífico.
"Las nefastas consecuencias que aquélla podría ocasionar para la vida marina y humana, nos lleva a denunciar dicho transporte de sustancias radiactivas, a la vez que criticar los posibles beneficios económicos o científicos que su uso pudiera generar."
Al terminar su discurso, nuestro representante en Naciones Unidas hizo presente ante el máximo organismo mundial la necesidad de regular este tipo de materias.
Extremando la preocupación del Gobierno en un asunto de esta magnitud anuncio hoy que a fines de esta semana, someteré a la consideración del Congreso Nacional la ratificación de la Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares.
Dicha Convención, aun cuando fue aprobada en 1985 no ha sido ratificada, porque el anterior gobierno y la Comisión Chilena de Energía Nuclear, en su oportunidad, se opusieron categóricamente a que Chile lo hiciera.
En oficio de 19 de febrero de 1985, se dice textualmente por el entonces Director Ejecutivo de esa Comisión: "Chile debe sustentar hacia la referida Convención la misma política que ha sustentado con respecto a otras, vale decir, no hacerse parte de ella por ningún motivo, pues ello significaría coartar nuestra libertad para negociar el suministro de materiales nucleares esenciales para nuestro desarrollo nuclear, renunciando a un derecho soberano que tienen todos los pueblos."
En nombre del Gobierno de Chile, hago presente que ésa no ha sido su posición y que, en consecuencia, procederá a enviar a esta Honorable Cámara la ratificación de una convención que tiene importancia en el asunto que preocupa al Honorable Congreso Nacional.
La Convención sobre Protección Física de Materiales Nucleares que Chile no ha ratificado, pero sí Japón es la única que, de alguna manera, regula el transporte de plutonio. Así lo establece en su artículo l2, donde incluye el plutonio entre los "materiales nucleares", como en su artículo 2a, que dispone: "La presente Convención se aplicará a los materiales nucleares utilizados con fines pacíficos, cuando sean objeto de transporte nuclear internacional."
Por último, el artículo 32 de esta Convención prescribe que los Estados Partes cooperarán y se consultarán como proceda, directamente entre ellos o por conducto de organizaciones internacionales, con miras a obtener asesoramiento acerca del diseño, mantenimiento y perfeccionamiento de los sistemas de protección física de los materiales nucleares en el transporte internacional.
Dado que la Cancillería considera de suma importancia que esta Convención sea ratificada por el Honorable Congreso, procederá a enviar a fines de esta semana el proyecto de acuerdo correspondiente.
Debo hacer presente que el Congreso de Chile es uno de los pocos parlamentos en el mundo que, junto con el de Argentina, se han preocupado en profundidad de tan delicada materia.
En la reunión que sostuve en Argentina con su Canciller, convinimos en hacer las consultas: ellos, con los países del. Atlántico de nuestro subcontinente, y, nosotros, con los países que integran la Comisión Permanente del Pacífico Sur.
Acerca de la posibilidad de un acuerdo sobre esta materia por parte de la Comisión Permanente del Pacífico Sur han concurrido Ecuador y Colombia para respaldar nuestra posición de reclamación, por este transporte. Desgraciadamente, no hemos podido tomar contacto con la Cancillería peruana, a pesar de nuestros múltiples esfuerzos. Uno de los argumentos que se nos ha dado es que esa Cancillería está de cambio.
En lo que respecta a los países del Atlántico, Uruguay está de acuerdo con nuestro planteamiento. Por su parte, Brasil expresó que ellos harían personalmente su representación al Japón, como al parecer lo han hecho.
Por estas circunstancias a nivel internacional existe coincidencia en cuanto al enfoque de esta materia. En nuestro subcontinente están Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Chile. Más adelante seguiremos extremando las medidas.
Señor Presidente, al Gobierno le parece muy importante que la Honorable Cámara apruebe un proyecto de acuerdo a este respecto, para lo cual considera más viable que éste sea enviado directamente a la Comisión de Relaciones Exteriores, donde podría tratarse con la máxima premura.
Para disipar cualquier duda, comunico que ayer, enviado por nuestra Embajada, llegó un fax desde Japón, según el cual en un diario japonés probablemente ya salió en alguna prensa de hoy, lo que no he podido confirmar se informa que el transporte de plutonio se podría efectuar por la ruta del Cabo de Hornos. Sobre la misma materia, al momento de salir de la capital he recibido un fax de nuestra Embajada en Francia, el que de alguna forma desmiente la noticia anterior e informa que el barco Akatsuki Maru que es el que transportaría el material de plutonio estaría saliendo de Brest con destino a Cherburgo, donde procedería a embarcar ese material, por lo que es dable pensar que el inicio del transporte puede demorarse algunos días.
A raíz del fax que recibí anoche, me contacté de inmediato con él embajador del Japón para que me informara respecto de la realidad de la noticia. El me expresó categóricamente que no había ninguna información oficial y que lo único que podía asegurar era que el barco cosa que corrobora el segundo cable a que me he referido estaba saliendo de Brest con destino a Cherburgo.
Por lo tanto, se mantiene la idea de que el buque no partirá antes del 11 o 12 de noviembre. En cuanto a la ruta que seguirá, ésta no ha sido oficialmente comunicada hasta el momento.
He dicho.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente, quiero plantear un punto de Reglamento.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente, sugiero que pida el asentimiento de la Sala para que los discursos de los parlamentarios que no alcancen a intervenir sean insertados en el acta correspondiente.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se insertarán en el acta los discursos que no alcancen a ser pronunciados en la presente sesión.
Acordado.
En el tiempo del Comité Social Demócrata, tiene la palabra el Diputado señor Faulbaum.
El señor FAULBAUM.-
Señor Presidente, el problema del eventual transporte de plutonio por aguas cercanas a nuestro territorio tal vez motive las más variadas posiciones en nuestra sociedad; pero, sin duda, no será un tema que pasará inadvertido, dado que, de ocurrir un accidente, se generaría un daño irreparable en los ecosistemas y, en definitiva, en la vida humana de las áreas afectadas, según nos han señalado los especialistas que han participado en la Comisión de Recursos Naturales de esta Honorable Cámara.
Efectivamente, se dice que el plutonio es la más tóxica y cancerígena de todas las sustancias radiactivas.
Por otro lado, para nadie es un misterio que hoy en día los problemas medio ambientales forman parte de los temarios de las asambleas y cumbres del más alto nivel a escala mundial, lo que remarca la importancia de esta materia y de que nuestro país enfatice todos aquellos temas vinculados al medio ambiente, porque, en definitiva, estamos defendiendo nuestro patrimonio.
Los Diputados de la bancada radical socialdemócrata compartimos la idea de que este tipo de problemas, tan propio de nuestras sociedades, constituye, junto con la pobreza y la modernización tecnológica, la cuestión más relevante que nuestros países deben afrontar para lograr una mejor calidad de vida de sus habitantes.
Además, existe urgencia para asumir posiciones firmes y claras a este respecto. En tal sentido, nos parecen positivas las expresiones del Cancillerdon Enrique Silva Cimma, quien ha señalado la firmeza y claridad con que la Cancillería ha operado respecto de este punto.
Es necesario actuar con firmeza y claridad, debido al claro peligro que se cierne sobre la humanidad y, en especial, porque de no adoptar medidas que rectifiquen nuestras conductas, estaremos afectando el futuro de nuestro planeta. En este sentido, cabe consignar cómo el crecimiento económico y la pobreza conspiran en la profundización de los daños a la naturaleza, sin que, lamentablemente, nos demos cuenta, o bien, sin que queramos reconocerlo.
La necesidad de tomar conciencia sobre este punto queda meridianamente retratada en el análisis que la Comisión de Recursos llevó a efecto sobre el transporte del plutonio, en el cual se constató que ni las normas del derecho interno ni del derecho internacional en vigencia podrían impedir que un cargamento radiactivo surcara los océanos por aguas no sometidas a la jurisdicción nacional, es decir, más allá de las 12 millas de aguas territoriales. Incluso, si se invocara la libertad de navegación y se considerara a este tipo de transporte como "paso inocente", susceptible de reglamentar con el máximo de seguridad, no se podría prohibir totalmente el citado transporte o tránsito a través de nuestras aguas territoriales, con todo el peligro que ello implica. Afortunadamente, el señor Canciller nos ha manifestado su seguridad de que esta embarcación no transitará en dichas aguas, es decir, dentro de las 12 millas.
Por su parte, también vale la pena señalar que no existe norma alguna que obligue al causante de una catástrofe a indemnizar al país ribereño afectado, como podría pensarse que sucedería en el caso que nos preocupa. Sin embargo, aun cuando existiera esta posibilidad, el monto de la indemnización cualquiera que fuere, difícilmente podría resarcir los daños producidos.
Resulta curioso, contradictorio y hasta paradójico que sea precisamente Japón la nación que ponga a la humanidad en riesgo de contaminación radiactiva, al dar inicio al primero de numerosos traslados de una grande y peligrosa carga de plutonio, cuando aún se mantienen vividas las imágenes de rostros desfigurados y cuerpos destrozados de centenares y centenares de japoneses debido a los efectos de la explosión o de la actividad radiactiva de las bombas atómicas que cayeron en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.
Las cantidades de plutonio por trasladar podrían servir para fabricar alrededor de cien bombas de las que explosionaron en aquella fatídica oportunidad, y no resulta una ficción pensar en la intervención, como por lo demás se puntualizó en la Comisión, de piratas que pudieran apoderarse del cargamento, el que, en manos inescrupulosas, pondría en mayor peligro aún al planeta. Por lo demás, según los antecedentes conocidos, este traslado, a diferencia de otro anterior, sólo contempla una patrullera de la armada japonesa para su custodia.
Estos traslados se realizarán paulatinamente, dadas las restricciones que Japón tiene para almacenar este material en su territorio, de modo que el que vaya llegando se utilice sin infringir las limitaciones precitadas, todo lo cual termina multiplicando los riesgos que se presumen. Además, recordemos que todo esto se enmarca en un proyecto de esa nación, destinado a resolver el déficit energético que enfrentará para asegurar su crecimiento económico.
En síntesis, Japón pone en riesgo a otras regiones del mundo por las limitaciones internas que le prohíben almacenar este tipo de materiales y debido a sus propios intereses económicos.
Sin duda, este traslado importa un precedente de la más extraordinaria importancia, puesto que, como se ha dicho, corresponde a uno de una serie de cerca de 30 toneladas de plutonio, y quien sabe de cuántas más, de prosperar este primer "gran paso". Si a esto sumamos la agravante de que si se concreta por los océanos que rodean el Cono Sur de América, no sólo se pondría en peligro a las zonas cercanas al continente americano y, por lo tanto, a nuestro país, sino también al continente antártico, dado el sistema de corrientes marítimas interconectadas en toda esa área, por lo que se trata de un precedente que importa peligros incalculables e impredecibles.
Creemos importante expresar nuestra preocupación sobre este peligro contemporáneo y asolador de la humanidad, no con el prisma provinciano de pensar que sólo es un error, sino porque estamos convencidos de que los daños ambientales de este tipo no reconocen fronteras de ninguna naturaleza y, por lo tanto, nadie puede ser indiferente a sus efectos. En consecuencia, si hoy somos permisivos, caeríamos en la mayor de las irresponsabilidades, por desidia, frente a nuestro futuro.
Decíamos que era urgente rectificar nuestras conductas frente a la naturaleza. Desde luego, podemos afirmar que ésta es fuerte y tiene capacidad de absorber los efectos que producen los actos irresponsables que los hombres solemos cometer; pero, de ninguna manera, la naturaleza es invencible.
Aunque todos enarbolen las banderas de la defensa del medio ambiente, no olvidemos que gran parte del origen de estos problemas radica en los modelos económicos mercantilistas, que no reparan en los costos en que incurren, lo que causa desequilibrios graves en los ecosistemas de nuestro planeta.
Señor Presidente, por último, queremos enfatizar desde esta bancada que, racionalmente, no podemos tolerar que, por intereses particulares, se ponga en riesgo, aunque se asegure que éste es remoto, a toda la humanidad.
Concedo una interrupción al Diputado señor Roberto Muñoz Barra.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Con cargo al tiempo de su Comité, tiene la palabra el Diputado señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente, respecto del tema que estamos tratando, debe comenzar a inquietarnos el dilema del límite de la ciencia. En nuestro país enfrentamos la responsabilidad de fortalecer una nueva sensibilidad, que no debe nutrirse sólo de la idea de la distribución de la riqueza, sino también de la preservación de los recursos ambientales.
Si continúan los descuidos ecológicos que contaminaron el Danubio, o las deficiencias que provocaron la catástrofe de Chernobyl, las futuras generaciones no tendrán posibilidad de vivir en este planeta. La idea de producir y de vender más rápidamente, de crecer y en seguida equilibrar, de regular a través del mercado, está generando un nuevo límite en el desequilibrio ambiental.
Las fronteras ecológicas deben cambiar sustantivamente las concepciones de hacer, incluso, la política.
En Europa y en los Estados Unidos, la ecología es un tema cada vez más claro.
El barco japonés es una amenaza. En el Amazonas se quemaron 11 mil millones de hectáreas de bosques, la reserva vegetal más grande de la biosfera. Nuestra "Amazonas" se llama "Antártida", pues allí se concentra el 86 por ciento del agua en estado sólido del planeta; la mayor acumulación de agua dulce de la Tierra: 14 millones de kilómetros cuadrados, cubiertos por un grosor medio de 2,3 kilómetros y con una influencia fundamental en la renovación del agua de los mares.
El tema que estamos tratando debe alertarnos, al tenor de estos antecedentes. Las 47 toneladas de material radiactivo que trae el barco japonés son una amenaza para las costas latinoamericanas, la que debemos evitar. Greenpeace, con serios fundamentos, señala que un accidente de esta naturaleza puede provocar graves daños...
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Termino inmediatamente, señor Presidente.
Decía que un accidente de este tipo provocará graves daños a la fauna marina. Por eso, el debate en este Parlamento es muy responsable.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, en el transcurso de la segunda quincena de agosto, el país fue recibiendo distintas denuncias y noticias de eventual transporte de plutonio por la zona sur del país.
En aquel entonces pensé que, por la gravedad del tema, el país y, especialmente el Parlamento, como órgano que debe resguardar aspectos tan importantes como el ecológico, no podían estar ausentes.
Por eso, con fecha le de septiembre, nuestra bancada, junto a otros colegas parlamentarios, presentó este proyecto de acuerdo para que el Parlamento se abocara a estudiar, a investigar y a proponer la materia contenida en el informe que estamos conociendo hoy día.
En ese entonces tuve la profunda convicción de que es tarea propia de esta Cámara dar la voz de alerta para evitar cualquier daño al patrimonio ecológico nacional.
Desde esa fecha, la opinión pública se ha sensibilizado profundamente respecto del tema, lo cual obliga a las autoridades del Estado a reflexionar hondamente, no sólo sobre el caso particular que nos ocupa en estos momentos, sino también delinear y perfeccionar políticas globales que nos permitan evitar, en el corto y mediano plazos, y en todas sus variantes, este mal moderno llamado "contaminación", producido por los países desarrollados y que tanto daño provoca a los menos desarrollados.
Por eso, señor Presidente, no fue por azar que en el proyecto de acuerdo se haya señalado que debe abocarse a este tema una comisión permanente de esta Cámara de Diputados y no una comisión especial, ya que, en la actualidad, el tema de la contaminación y del medio ambiente son demasiado relevantes.
Este Parlamento, señor Presidente, ha estado abocado a otros temas relacionados con la contaminación, como la Comisión Especial Investigadora del Deterioro de la Capa de Ozono, que también está abordando un tema relevante que afecta a nuestro país y que es producido por los países desarrollados.
Ese fue el espíritu con que se enfrentó este proyecto de acuerdo, y el cual pone de relieve tanto el trabajo realizado como el informe dado a conocer a esta Honorable Cámara.
En este breve tiempo, señor Presidente, ya todos sabemos que el plutonio es la más tóxica y cancerígena de las sustancias radiactivas, y que mantiene su peligrosidad por decenas de miles de años, ya que su vida media es de 24 mil años, por lo que afectaría a incontables generaciones nuestras. Sabemos también que es una sustancia extremadamente peligrosa de manipular y transportar, y que cualquier accidente que provoque una filtración de este material radiactivo sería fatal y con daños incalculables para el ser humano y la ecología.
Con estos antecedentes se verifica definitivamente nuestro llamado de atención de hace ya más de un mes, respecto del peligro que significa para nuestro país el paso cercano a nuestras costas de un cargamento de esta naturaleza, en el evento de que Japón decida utilizar la ruta del Cabo de Hornos para transportar durante 7 años este material radiactivo desde Francia hasta sus puertos.
Sobre esta materia, consideramos que, si bien la legislación nacional y la internacional no impiden que un cargamento radiactivo sea transportado por una ruta respecto de la cual existe libertad de navegación, sí se pueden adoptar dos o tres medidas concretas:
1° Que el Gobierno de Chile solicite formalmente al de Japón que descarte la alternativa de utilizar la ruta del Cabo de Hornos o del Estrecho de Magallanes, en consideración a que las características naturales del área incrementan el riesgo de accidentes, sobre todo por tratarse de una carga radiactiva y por el daño que podría ocasionar, y, además, le notifique la prohibición de navegar por aguas jurisdiccionales chilenas, de acuerdo con el artículo 32 de la Ley de Navegación.
Esta acción disuasiva debería emprenderse como bloque conjuntamente con Argentina y Brasil, para tener más fuerza ante Japón.
22.- Que la Cámara de Diputados encomiende a la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente que se aboque al estudio de la legislación nacional e internacional sobre la materia, con el objeto de sugerir modificaciones a las normativas vigentes que permitan evitar, regular o prohibir el transporte de productos que puedan producir daños irreparables al medio ambiente, aun en el caso de que se transporten por alta mar, cuando de su traslado se deriven perjuicios ecológicos irreparables para los espacios marítimos, aéreos y terrestres, en especial, que revise el Convenio de Basilea, de 1990, sobre control fronterizo de desechos radiactivos y su eliminación.
A mi juicio, son las medidas mínimas que deberían adoptarse en el evento de que a pesar de todas las gestiones que nuestro Gobierno efectúe, el de Japón decida realizar el transporte de plutonio por la ruta cercana a nuestras costas.
En el plano diplomático, el Gobierno debe adoptar una enérgica actitud de repudio, por cuanto especialmente el Japón, por su experiencia histórica, debería comprender a cabalidad que el temor a la contaminación radiactiva nunca es exagerado. Así como su gobierno incluso prohíbe en su territorio el uso de armas nucleares y la producción de substancias radiactivas, debe respetar, consecuentemente, las decisiones de países amigos, a fin de evitar todo riesgo, por mínimo que sea, de sufrir los efectos de la radiactividad.
Frente a tal contingencia, en la práctica, el Gobierno debería tomar todas las medidas de resguardo tendientes, por una parte, a disminuir los efectos de accidentes por ejemplo, acompañando o vigilando la navegación del buque japonés con buques cisternas y de salvataje nacionales, y, por otra, a exigir los seguros internacionales por cualquier daño, directo o indirecto, a nuestro patrimonio.
Señor Presidente, antes de terminar, por su intermedio, concedo una interrupción al Diputado señor Bombal.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Bombal, con cargo al tiempo de Renovación Nacional.
El señor BOMBAL.-
Señor Presidente, felicito a la Comisión de Recursos Naturales por su completo informe, entregado a la Sala por el Diputado señor Kuzmicic.
Considero oportuno llamar la atención sobre los dos reactores nucleares existentes en Chile: uno en la comuna de La Reina, y otro, en el sector de Lo Aguirre, en la de Pudahuel.
También es propicia la ocasión para hacer resaltar el interés que ha despertado el eventual paso del buque japonés por nuestros mares; para conocer qué medidas de seguridad se han adoptado para la operación de dichos reactores; para saber qué control periódico existe sobre ellos, dada su antigüedad, y en qué condiciones se transporta por el territorio nacional el material radiactivo, sea para investigación científica o para usos médicos e industriales.
Repito que es oportuna la ocasión para llamar la atención sobre estos aspectos. En ese sentido, solicitamos, como bancada, que al finalizar la discusión de este tema, la Cámara acuerde oficiar a la Comisión Chilena de Energía Nuclear para que remita un informe, tanto a la Cámara como a la Comisión de Recursos Naturales, acerca del tratamiento y de la operatoria del material radiactivo en Chile, especialmente sobre su traslado dentro del territorio, materias que sería conveniente conocer, en especial porque junto a estos reactores existen importantes y extensas áreas pobladas.
Nada más.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se enviará el oficio solicitado por el Diputado señor Bombal.
Acordado.
Puede continuar el Diputado señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, como lo señalé en mi intervención, este transporte de plutonio se realizará durante muchos años. Por lo tanto, una de las proposiciones que deseo formular, como complemento a las del proyecto de acuerdo propuesto en el informe, es prorrogar el mandato de la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente para que siga investigando el tema mientras persista el peligro de un eventual transporte de plutonio por la zona austral de nuestro país.
He dicho.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jeame Barrueto.
El señor JEAME BARRUETO.-
Señor Presidente, se han señalado aquí con mucho énfasis las consecuencias de un eventual accidente en esta ruta. Es bueno precisar que ella podría ser una de las preferidas no obstante que es la más larga, demorosa y turbulenta, porque tiene la ventaja de no pasar por centros demasiado poblados, de manera que los ecologistas difícilmente podrían hacer manifestaciones contrarias.
Sin embargo, tal como se ha puntualizado, sigue siendo una ruta tremendamente peligrosa.
Entre otras cosas, un eventual accidente en esta zona dañaría a uno de los llamados cinco oasis existentes en los océanos de la tierra, el más productivo, aparte de las nefastas consecuencias que tendría tanto para el medio ambiente, como para la salud humana.
Frente a este problema, me referiré, básicamente, a dos aspectos. En primer lugar, que no estamos ante uno sino a 45 posibles viajes; es decir, el problema no sólo es cómo impedir que se use ahora esta ruta, sino que si se utiliza a futuro, se establecerá un precedente que pondrá constantemente en peligro la vida, la salud y el medio ambiente de nuestra zona.
Desde ese punto de vista, es importante que tanto el Parlamento como el Gobierno de Chile manifiesten explícitamente su rechazo al uso de esa vía marítima. Nuestro Gobierno, junto con el argentino, ya lo hicieron, pero referido al mar territorial, es decir, a las 12 millas, y al no uso de nuestros puertos. Sin embargo, ello es insuficiente, porque en la medida en que los barcos de alejan de las 12 millas de la zona económica exclusiva, y se acerquen a la Antártica, los peligros siguen siendo prácticamente los mismos. Desde ese punto de vista, es indispensable que el Gobierno exprese su voluntad en cuanto a desincentivar al Japón para el uso de esa vía.
En segundo término, en la medida en que exista un vacío en las legislaciones nacional e internacional, Japón podrá optar por usar dicha ruta, y entiendo que no tenemos facultades legales para prohibírselo.
Por lo mismo, tan importante como la conducta internacional señalada, es la pronta aprobación de una legislación nacional sobre el tema.
Se presentó una moción respecto de la cual la Comisión inició su discusión, y pido al Gobierno que además de patrocinarla como ya lo hizo, haga presente su urgencia, pues complementa una actuación como Estado frente al Japón, con una legislación que si bien sólo será nacional, sin efecto jurídico internacional, por lo menos es un antecedente que Japón debería tener presente, en atención a las normativas internacionales. Me refiero a que en este proyecto de acuerdo se prohíbe el tránsito, pero si, por efecto de la legislación internacional no pudiera prohibirse, establece un conjunto de medidas que van desde el impacto ambiental hasta la determinación de indemnizaciones en casos de accidentes.
Estas medidas podrían influir de manera importante en la decisión japonesa y esgrimirse como precedentes para establecer jurisprudencia, y promoverlas en la legislación internacional, como sucedió en otros tiempos con las 200 millas marítimas.
Desde ese punto de vista, es importante dar urgencia a esta expresión de voluntad pública del Estado chileno y de la Cámara de Diputados, de rechazar el uso de esta vía, antes de contar con una legislación nacional sobre la materia, de la cual también carecemos.
He dicho.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.
El señor SCHAULSOHN.-
Señor Presidente, coincido con las expresiones del Diputado señor Jeame Barrueto.
En primer lugar, quiero hacer una precisión sobre el primer punto del texto propuesto como acuerdo de la Honorable Cámara: "Solicitar de Su Excelencia el Presidente de la República que, en su calidad de único director de las Relaciones Exteriores del país, haga saber al Gobierno de Japón su rechazo terminante al tránsito por la ruta del Cono Sur de América de cualquier elemento radiactivo.
Estimo que es una reacción exagerada.
En segundo lugar, la Cámara también debe debatir sobre la energía nuclear, la cual, desde mi punto de vista, es una fuente energética que puede beneficiar a la humanidad, siempre y cuando se haga en forma adecuada.
En tercer término, desde el punto de vista técnico y científico, llamo la atención sobre el método utilizado por Japón, se trata de un procedimiento de reconversión del plutonio, el cual de no existir obligaría a enterrar este material como desecho.
Hoy día, la mayor amenaza para la humanidad, desde el punto de vista de la utilización de la energía nuclear, son precisamente los desechos. Pero, existe un procedimiento altamente sofisticado que permite la reutilización del plutonio en la producción de energía nuclear. Por lo tanto, ése también es un antecedente que se debe considerar.
Por último, observo cierta contradicción entre el texto de las consideraciones contenidas en la página 21 del informe de la Comisión, bajo el subtítulo "conclusiones", cuya simple lectura parece indicar que se han adoptado todas las medidas de resguardo y seguridad posibles, con las ideas del proyecto de acuerdo que recomiendan impedir el paso de este material.
En mi opinión, habría que armonizar las conclusiones del informe, que en cierto modo le dan un certificado de buena conducta a las medidas técnicas adoptadas, con el proyecto de acuerdo, que sugiere lo contrario.
En todo caso, hay que tratar con cautela este tema. Debemos proteger nuestras costas; pero, al mismo tiempo, tener una actitud abierta frente a la energía nuclear, la cual puede ser utilizada para fines pacíficos, que de hecho, así lo es en muchos países del mundo.
Estoy de acuerdo con el espíritu de la Cámara, pero solicito que en el primer punto del proyecto de acuerdo se precise mejor que se trata de reservas adoptadas frente a esta situación y no ante cualquier elemento radiactivo. El día de mañana puede que sea necesario transportar elementos radiactivos hay muchos, no sólo el plutonio, y entonces tendremos que modificar la resolución tomada, que prohíbe de manera muy amplia el traslado de dichos elementos.
Nada más.
El señor HAMUY (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Carrasco.
El señor CARRASCO.-
Señor Presidente, en la Comisión nos dimos cuenta de que estábamos ante un tema difícil de enfrentar.
Sólo me referiré a una de las conclusiones a que se llegó: El transporte se hará en varias etapas, una tonelada cada dos meses, totalizando 40 toneladas en un período de siete años. Ese es el problema.
Para nosotros no voy a repetir lo que dice el informe, cuyo texto compartimos, el problema debe considerarse no sólo mirando este caso. Cada día será mayor la presión para transportar material nuclear por los países industrializados. Existe gran cantidad de plantas nucleares para producción eléctrica. Cada día es mayor el uso de plantas de tipo nucleoeléctrica. Países con potencialidad industrial y política están presionando y presionarán fuertemente por este hecho.
Por otro lado, si se impide consumir energía vegetal los bosques y se impide consumir energía hidroeléctrica, sólo nos resta la energía nuclear si consideramos también el alto costo y la escasez del petróleo.
Debemos entender que no hay desarrollo industrial ni proceso productivo sin energía. Por eso, el tema es bastante difícil de abarcar.
Son muchos los países que seguirán el camino de Japón. De ahí la necesidad de una legislación nacional adecuada, y más aún internacional, que asegure a los países ribereños que no serán dañados en sus intereses. Lógicamente requerimos como se ha expresado de la necesidad de desarrollar y aprobar una legislación nacional e internacional que prevenga y delimite claramente las responsabilidades por accidentes nucleares. Pero tampoco es fácil plantearse una que prohíba todo paso de material radiactivo.
El material radiactivo está siendo bastante empleado en medicina. Lógicamente, nadie se va a oponer a que entre material radiactivo cuando se usa con fines pacíficos y se emplea en medicina.
Existe una insuficiencia manifiesta en la normativa internacional en aspectos concernientes al pago de indemnizaciones que procederían en el evento de accidente. No existen seguros para daños al medio ambiente. Es necesario ampliar en la legislación el concepto de daño al medio ambiente, por responsabilidad nuclear, como sería subir el monto de los seguros.
A nuestro juicio, puede haber muchas afirmaciones de Japón y de Francia de que se cumplen las normas y los estándares del barco y los embalajes. Sin embargo y esto es lo grave, no conocemos, no hemos leído ni tenido información de que exista certificación de peritaje técnico de la Comisión Internacional de Energía Atómica, aunque sea a posteriori, de las características técnicas y de las especificaciones del barco y sus envases. Lo mismo decimos de nuestra Comisión Nacional de Energía.
Por supuesto, no compartimos el hecho de avisar a un país, en el último minuto que el referido barco navegará cerca de sus costas, sin que tengan el tiempo suficiente para tomar las medidas pertinentes. Aún más, nuestro organismo debió haber sido invitado a visitar el barco y su carga, para que pudiera entregar un informe técnico y científico a las autoridades del país. Esto debe pedirse; debe exigirse, y, por ello, reclamarse con mucha fuerza.
Todavía más. Debemos tener mucho cuidado para enfrentar el tema, porque el Presidente de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, doctor Eduardo Bobadilla, expresó que se trata sólo de una operación más de la industria nuclear a nivel mundial, que viene trasladando el elemento por Europa desde hace muchos años, incluso por tren y camión. El destacado científico considera que las denuncias han sido formuladas hasta el momento en forma vaga, aunque loable. Para el doctor, la polémica se debe, por un lado, a falta de educación nuclear y, por otro, a alarmas infundadas, por lo que, según dijo, corresponde a los medios de comunicación interrogarse por qué ahora se plantea el tema.
Estamos entrando al siglo XXI, y el profesor Bobadilla lógicamente tiene mucho de la verdad, y como lo hemos expresado, tendremos que vivir permanentemente en función de esta materia. Por eso, también es importante que junto con tomarse todas las medidas recomendadas en el informe y legislarse, el país comience también a tener educación nuclear, como la que recomienda el doctor Bobadilla.
Los diarios de Chile han expresado que nuestro Gobierno iniciará negociaciones reservadas respecto del traslado de un cargamento de plutonio desde un puerto francés a la nación asiática; hemos escuchado y leído que nuestro Canciller se ha reunido con el Embajador del Japón. Queremos saber, si es posible de parte del señor Ministro, en qué consisten las negociaciones reservadas que Chile iniciaría en esta materia con el Japón. Posteriormente, se ha dicho que nuestro Canciller seguirá conversando con el Embajador japonés en términos reserva, dos; que el secreto se mantendrá hasta que termine la conversación y que Japón informará, en el momento oportuno, al Gobierno chileno si utiliza la ruta del Cabo de Hornos. Sobre esta materia, queremos que el señor Canciller nos explique a qué se está refiriendo la información de prensa.
Visitó el país el Jefe del Departamento de Combustibles Nucleares de la Agencia de Ciencia y Tecnología Japonesa, Toichi Sakata, quien vino a explicar técnicamente los requerimientos de seguridad del barco.
En la Comisión, a pesar de haber invitado tanto al Embajador del Japón como al señor Sakata, no tuvimos la posibilidad de conversar con ellos. Para formarnos un juicio, es importante conocer estas conversaciones y tener una explicación del señor Canciller respecto de ellas.
Por último, a propósito del juicio del señor Canciller acerca de que el Japón informará a última hora la ruta que seguirá el barco con plutonio, es imposible que un país informe a otro sin la debida antelación para tomar los resguardos necesarios, sobre todo tratándose de una materia tan delicada.
En definitiva nos interesa que este barco no pase por las costas chilenas, dado el precedente que significará para los otros viajes, que van a poner en peligro latente al país por muchos años.
Mientras tanto, es necesario buscar la legislación adecuada que nos permita, junto con eliminar el peligro que significa el paso de cargas nucleares por nuestras costas, gozar también de los beneficios pacíficos que estos elementos tienen cuando son usados, por ejemplo, en medicina.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Antonio Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente, en primer lugar, debiéramos tener en claro más que pedir que se inserten nuestros discursos en la versión, tres puntos: la gravedad del transporte de materias radiactivas, como el plutonio, por aguas jurisdiccionales, el riesgo que significa para nuestro país y el mundo, y qué puede o está haciendo Chile al respecto.
Siempre pensamos que nuestro alejamiento de los demás países del mundo constituye una ventaja desde el punto de vista ambiental. Sin embargo, la globalidad de las interrelaciones de los factores ambientales nos deja como uno de los más afectados, no sólo en el caso del plutonio, sino también en el del ozono.
Las actividades de los países "más desarrollados" son las que ponen en la que a Chile.
El informe y en este aspecto conviene hacer mayor hincapié, señala que el riesgo involucrado en el transporte de un material extremadamente peligroso, como se ha catalogado por las autoridades científicas de renombre mundial, sin duda es la dimensión del problema distinta de la que habitualmente enfrentan los países en materia ambiental, diversa por la cantidad de años que puede llevarnos a la contaminación. Estamos hablando de 24.370 años como vida media del plutonio material artificial elaborado por el hombre; y en este tiempo su cantidad baja a la mitad, con la característica de que basta un gramo, a través de un ciclo ecológico, para que produzca cáncer o mutación genética.
En segundo lugar, ha quedado claro que el saber tecnológico o científico no tiene solución para la manipulación de elementos radiactivos, sean enriquecidos como el caso del plutonio o desechos radiactivos. En las medidas y normas relativas al riesgo en el manejo de estos materiales está la posibilidad del error humano.
Respecto de las centrales termonucleares se señaló, a través de los medios internacionales y tecnológicos, que la posibilidad de que hubiese problema era de uno a un millón o superior. Sin embargo, conocimos el desastre de Chernobyl, en Ucrania, ex Unión Soviética, el de Three Islands, en Nueva Jersey, Estados Unidos, y una serie de otros problemas que ha tenido el manejo de este tipo de materiales, que no han sido debidamente publicitarios.
Por eso, conviene hacer hincapié en el sentido de que cuando se dice que se cumplen las normas de riesgo, la probabilidad de que ocurran estos hechos existe e históricamente han acaecido en los últimos años.
Por otro lado, del análisis que se hizo en la Comisión, en particular de los convenios y normas internacionales, se infiere que existe un gran vacío con respecto a hacer exigibles las indemnizaciones en el caso de que se produjese un accidente o derrame de un material de esta naturaleza en aguas internacionales, en el aire o en cualquier parte del territorio.
En tercer lugar, el hecho de que parlamentarios, la opinión pública y el Gobierno de Chile levanten su voz y formulen a Japón el planteamiento terminante de que se abstengan de utilizar el paso de Drake para el transporte de plutonio, para nada afecta nuestras relaciones comerciales, culturales y sociales con esa nación. Las relaciones entre países se hacen en términos de respeto mutuo y también de reciprocidad.
Entre las materias analizadas, una cuestión importante fue la definición, de acuerdo con nuestra Ley de Navegación y con la Convención de Derechos sobre el Mar, en cuanto a calificar de "paso inocente" un transporte de esta naturaleza.
Precisamente, el señor Canciller ha señalado que ésta fue una de las bases para la declaración conjunta del Gobierno con Argentina, en el sentido de rechazar tanto el paso de plutonio por nuestras aguas territoriales, como el dar los servicios de puerto en caso necesario.
Sin embargo, la propia Convención del Mar permitiría, de acuerdo con un derecho de carácter consuetudinario, el que Chile y Argentina hiciesen exigible esto para las doscientas millas de zona económica exclusiva, toda vez que, a nuestro juicio, esta materia pone en riesgo, notablemente, nuestros recursos y la calidad de vida de sus habitantes, y, por lo tanto, afecta nuestra soberanía, como lo señala, textualmente, el artículo 19 de la referida Convención.
Con respecto a los riesgos involucrados, deseo citar textualmente el informe de la Armada.
Nuestra Armada de Chile señala: "Aun cuando se pueda establecer que el transporte de material radiactivo está sujeto a controles muy estrictos por parte de las organizaciones internacionales, el riesgo de accidente, con la consiguiente contaminación de nuestras aguas jurisdiccionales y sus áreas adyacentes, no puede descartarse.
"En efecto, las condiciones meteorológicas rigurosas del extremo austral, así como la eventual presencia de témpanos, incrementan los riesgos habituales de toda navegación, específicamente el de naufragio.
"La circulación de corrientes oceánicas hacia nuestras costas, tienden a llevar hacia las aguas nacionales, los efectos contaminantes que pudieran ocurrir fuera de ellas, afectando el patrimonio biológico de nuestra zona económica exclusiva.
"Por otra parte, si la nave quisiera evitar la navegación en las aguas jurisdiccionales nacionales, obligadamente se desplazaría más al sur, hacia las aguas antárticas pudiendo, en tal caso, afectar al frá 'gil equilibrio ecológico de este continente.".
En cuanto a los recursos afectados, es una materia de la mayor trascendencia también en el ámbito económico. La incontaminación es la mayor garantía de nuestras aguas, pero basta con que pase un barco con material de esta característica, sin una situación base conocida hasta la fecha como fue planteado en la Comisión de Recursos Naturales por los científicos del país, para que perdamos el sello verde que tienen nuestros recursos económicos del sector, y además, su potencial.
Sólo en cuanto a materia de cultivo del mar, la zona austral que se vería afectada, por sus áreas protegidas de canales y fiordos, significará un nuevo cobre para Chile. Es decir, un ingreso de 4 mil millones de dólares al año se vería afectado por esta acción.
En esta materia creo conveniente, en primer lugar, hacer lo que otros países, como Estados Unidos, que en tiempo récord aprobó una legislación para prohibir el ingreso y tránsito por sus aguas jurisdiccionales de materiales como el plutonio.
En segundo lugar, solicitar a Japón que, en caso de que dentro de las cuatro o cinco alternativas, deba usar todavía esa vía, se abstenga de tomar la ruta del Mar de Drake, por ser la más peligrosa de la Tierra, y por último, que en su primer viaje, casi ineludible, utilice el paso por el sur de Australia y Nueva Zelanda, que no afecta la zona económica exclusiva de ningún país del mundo.
En tercer lugar, solicitar a Japón, por intermedio del Gobierno, que procese en su propio país los materiales radiactivos y enriquezca en él el plutonio para sus planes de energía.
En cuarto lugar, que, a través del Gobierno, se utilicen todos los foros e instancias internacionales para regular esta materia e impedir que en lo futuro se usen nuestros pasos y aguas jurisdiccionales. Me refiero a la Comisión Permanente del Pacífico Sur, a la Organización de los Estados Americanos, a la Organización de las Naciones Unidas y a los países del Tratado Atlántico.
Por intermedio de la Mesa, quiero pedir al señor Canciller, en primer lugar, que nos dé a conocer los antecedentes que el enviado especial japonés, señor Sakata, habría entregado a la Cancillería, a los cuales no pudimos acceder el fin de semana en que él vino a nuestro país; y, en segundo lugar, los que le habría proporcionado el señor Embajador del Japón, con respecto al posible paso del Akatsuki Maru por nuestras aguas jurisdiccionales.
También quiero preguntar al señor Canciller si, dentro del derecho consuetudinario, se podría utilizar la misma base del acuerdo con Argentina para aplicarla en la zona económica exclusiva; y, en cuarto lugar, si podemos contar con el apoyo de la Cancillería para dictar una legislación compatible con los tratados internacionales, de modo que podamos convertir nuestra moción parlamentaria en ley de la República antes del 11 de noviembre próximo, fecha en que zarpa el barco "Akatsuki Maru" que, entre paréntesis, significa "amanecer" desde el puerto de Cherburgo al Japón.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Canciller.
El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-
En primer término, la Honorable Cámara puede tener la certeza de que la Cancillería otorgará todo su apoyo en materia de antecedentes, y estudios que se estimen necesarios para los efectos de preparar una legislación adecuada sobre la materia.
El Diputado señor Horvath ha solicitado también un pronunciamiento de la Cancillería en cuanto a si la expresión "paso inocente" se limita solamente al mar territorial o si esta norma podría hacerse extensiva a la zona económica exclusiva y la alta mar. A nuestro juicio, ello no es posible, porque el artículo 19 de la Convención de Jamaica, mencionado por la Cancillería, se refiere explícitamente al mar territorial. En todo caso, cabe hacer presente que esta Convención no ha sido ratificada por el Gobierno de Chile; pero se ha estimado que las normas del derecho consuetudinario que se reproducen aquí, en cuanto a la expresión "paso inocente", sólo son aplicables al mar territorial.
En cuanto a las conversaciones con la Embajada de Japón en Chile, cabe expresar, de manera muy diáfana, que la Cancillería, por instrucciones del Jefe del Estado, le representó al señor Embajador el hecho de que se estuviera planteando la posibilidad aleatoria toda vez que no se ha reconocido oficialmente de que el barco japonés pudiera pasar por aguas territoriales o aguas cercanas a nuestro litoral.
A eso me refería cuando dije que habíamos conversado con el Embajador del Japón para representarle, en nombre del Gobierno, nuestra profunda preocupación y el inconveniente de que ese buque japonés pase cerca del litoral de nuestra patria.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Martínez.
El señor MARTINEZ (don Juan).-
Señor Presidente, el transporte de material radiactivo por los océanos es un peligro potencial para la humanidad y en este caso para Chile, toda vez que se hace por aguas del mar austral.
No deja de ser paradójico que un producto del desarrollo científico y del afán del hombre por dominar la naturaleza ya sea a través de sus desechos o de la manipulación del uranio enriquecido, como es en este caso represente a la humanidad que debe existir una preocupación mayor, más central, respecto de los efectos nocivos, potencialmente muy grandes, involucrados en estas creaciones.
La posibilidad de un desastre de carácter ecológico va a estar latente en toda la travesía del barco, ya sea por una ruta o por cualquier otra que adopte el Gobierno de Japón. Desde ese punto de vista hubiésemos preferido no saber que se está generando este tipo de situaciones. Obviamente, es impensable revertir el avance científico y hacer desistir a los gobiernos industrializados que ven en un combustible barato la posibilidad de sustentar su desarrollo y crecimiento económico. Por lo mismo, la situación futura de la humanidad, y especialmente de Chile, va a ser muy compleja si no se adoptan medidas en la legislación internacional respaldadas por una voluntad política muy fuerte, para disminuir al máximo los eventuales peligros que pudieran ocurrir.
Se ha recordado que los reactores nucleares, como el de Chernobyl, produjeron una situación que impactó al mundo y de la cual todavía hay efectos que lamentablemente no han podido ser muy conocidos, pero que en su oportunidad horrorizaron a la humanidad.
El eventual transporte del plutonio por las aguas del mar austral, aunque no sea por el mar territorial, y la ocurrencia de algún derrame o accidente cosa que tampoco es impensable como producto de la situación marítima natural que tiene esa ruta, podría significar un desastre muy grave que afectaría, no se sabe por cuántos años, la posibilidad de seguir recogiendo la riqueza y los frutos del mar de Chile.
Lo peor radica en que, si en definitiva se realiza este viaje, aun cuando tuviera éxito, abriría una ruta que sería empleada permanentemente en el transporte de este producto radiactivo. Se ha dicho, y el señor Canciller también se ha referido a la materia, que existe debilidad en la legislación internacional para abordar en forma eficiente la situación y que incluso la propia legislación nacional es precaria al respecto.
De hecho, el Canciller no ha dado garantías de que este barco no surcará el mar territorial; sólo ha manifestado que el Gobierno se opondrá firmemente en el caso de que lo haga por el Estrecho de Magallanes; pero, en definitiva, tampoco tenemos seguridad de que, por alguna circunstancia que hoy no podemos prever a lo mejor, una eventualidad en la travesía del barco cerca de nuestras aguas jurisdiccionales, se le impida ingresar al mar territorial o, inclusive, a puerto chileno.
Entonces, no podemos descartar completamente los peligros, pues los riesgos que existen no han sido minimizados. Según informes de una consultora a la cual acudió Greenpeace, se plantea entre otras cosas, que no están tomadas todas las garantías, que no se han efectuado todos los "test" necesarios para minimizar los riesgos. Desde ese punto de vista, espero que el Gobierno adopte medidas no solamente en relación con la situación planteada hoy respecto del primer viaje, sino como una política permanente en los foros internacionales, y una actitud que propenda a una legislación bastante rigurosa en el transporte de este material radiactivo, en su debido resguardo, y en la oportuna comunicación que deben tener los gobiernos para adoptar todas las medidas que sean eficaces para estos efectos.
Señor Presidente, por su intermedio le concedo una interrupción al Diputado señor Vladislav Kuzmicic, en el tiempo de la bancada socialista.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor KUZMICIC.-
Señor Presidente, como primera reflexión, estamos ante un hecho inédito. Sin que nosotros mismos, los que habitamos estos territorios, hayamos generado nada, en los próximos siete años deberemos rogar al cielo con todas las fuerzas de la tierra, que no ocurra ningún siniestro ni accidente mientras este barco japonés, con una carga tan específicamente mortífera, termine de trasladar las 46 toneladas de plutonio desde las plantas francesas a los generadores japoneses.
Peligros impresionantes, de los cuales los propios pueblos son inocentes, nos acechan de improviso desde ángulos inesperados y, desde ahora, cada vez más frecuentemente.
Como segunda reflexión, cabe puntualizar que la ausencia de legislación internacional hace aparecer esta travesía como deliberada por parte de las grandes potencias. Entre las conclusiones del informe, hacemos notar que existen convenios internacionales, como el Tratado de Basilea, que regulan los desechos químicos y farmacológicos, pero no los radiactivos, lo cual implica un contrasentido evidente y una inmoralidad de las grandes potencias.
Se podrán realizar "Cumbres de la Tierra" todos los años, pero mientras no haya una regulación internacional de esta naturaleza, todo ello suena a demagogia e inconsecuencia, porque un accidente en uno solo de estos viajes puede incidir sobre la biodiversidad genética, el cambio de clima o la capa de ozono, efectos mucho más alarmantes que los aumentos de anhídrido sulfuroso, de clorofluorocarbonos u otros halógenos.
Consideramos digna la decisión del Gobierno de impedir el paso del buque por aguas territoriales. Sin embargo, junto con valorar la actitud de la Cancillería, en atención a las consideraciones comerciales y diplomáticas envueltas en el caso, es necesario señalar que ante un accidente nuclear, las 12 millas que constituyen nuestro mar territorial representan un área insignificante frente a las consecuencias ambientales de un siniestro.
La opinión pública debe saber que Chile tiene soberanía hasta las 200 millas, expresada en la exploración y explotación de los recursos marinos y de los fondos marinos, pero también en el derecho a conservar, administrar y proteger dichos recursos.
El artículo 21 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en relación con las leyes y reglamentos del Estado ribereño, se refiere a la conservación de los recursos vivos del mar en su letra d), y a la preservación de su medio ambiente y a la prevención, reducción y control de la contaminación de éste, en la letra f).
Con respecto a la calificación de "paso inocente" de este transporte, ¿es adecuada dicha calificación? ¿Se puede considerar "paso inocente" el transporte de 1.700 kilogramos de uno de los elementos más dañinos para la vida en la Tierra? ¿Es posible considerar así una carga que equivale a 120 bombas atómicas? Es un asunto al menos cuestionable, ya que la misma Convención preceptúa que "el paso es inocente mientras no sea perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño" (Sección 3. Paso inocente por el mar territorial, artículo 19, significado de paso inocente, NQ 1).
Bajo las condiciones de poca transparencia y ocultamiento de alguna información respecto del transporte, ¿no cabe pensar que, pese a las medidas de seguridad adoptadas, existe una constante amenaza para la seguridad y la calidad de vida?
Estas son preguntas que deben hacerse, pues de no mediar la denuncia de distintos Estados y organizaciones, este viaje se habría realizado furtivamente, en un marco de desinformación absoluta.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Señor Diputado, terminó el tiempo del Comité del Partido Socialista.
El señor KUZMICIC.-
Le ruego me permita finalizar mi exposición, señor Presidente.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Si le parece a la Sala, el Diputado señor Kuzmicic podrá terminar su exposición.
Acordado.
El señor KUZMICIC.-
Con respecto a las medidas legales posibles de adoptar en nuestra zona económica exclusiva, es erróneo pensar que estamos con las manos vacías ante un acto de esta naturaleza. Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Parte V, de la Zona Económica Exclusiva, artículo 55, ésta "es un área situada más allá del mar territorial y adyacente a éste, sujeta al régimen jurídico específico establecido en esta Parte, de acuerdo con el cual los derechos y jurisdicción del Estado ribereño."... "se rigen por las disposiciones pertinentes de esta Convención.".
El artículo 56 de la misma Convención dispone que el Estado ribereño tiene "derechos de soberanía para los fines de exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales..." y jurisdicción con respecto a la protección y preservación del medio marino.
Algo extraordinariamente importante: En el caso de un conflicto relativo a la atribución de derechos y jurisdicción en la zona económica exclusiva, el artículo 59 de este instrumento preceptúa que "el conflicto debería ser resuelto sobre una base de equidad y a la luz de todas las circunstancias pertinentes, teniendo en cuenta la importancia respectiva que revistan los intereses de que se trate para las partes, así como para la comunidad internacional en su conjunto.".
Ante estas disposiciones, no cabe decir que nuestro país no tiene preceptos jurídicos o derechos de soberanía para evitar el riesgo que significa la sucesión de viajes de cargamento de plutonio. Hoy, el paso de este barco puede y debe ser prohibido mediante una ley nacional, que constituye un instrumento al cual el Estado chileno no puede renunciar, en atención a la garantía constitucional asegurada a todos los habitantes de nuestro país, que consagra el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación.
Una iniciativa que ya ha sido presentada a la Cámara de Diputados, respaldada por parlamentarios de las distintas bancadas y que apunta a prohibir el ingreso de desechos y material radiactivo por aguas chilenas, ha sido incluida por Su Excelencia el Presidente de la República en la convocatoria para la legislatura extraordinaria del Congreso Nacional. En la forma que nuestro país tiene para defenderse de este transporte, lo que permitirá resguardar nuestro patrimonio ante los viajes programados para los próximos diez años.
El Estado de Chile cuenta con facultades para impedir este grave riesgo a la vida y a la seguridad de su población y medio ambiente. Por ello, debe dictar una legislación que permita ejercer efectivamente sus derechos de soberanía y jurisdicción sobre las 200 millas, para lo cual sólo se necesita la voluntad política y legislativa, que se expresa en dar la máxima urgencia a la discusión del proyecto de ley presentado y en adoptar una actitud, junto con el resto de los países del Cono Sur, que no sea permisiva, sino firme ante esta acción. Hoy, diversas autoridades ya se han pronunciado al respecto.
Más allá de consideraciones legales que existen en favor de la adopción de la medida indicada, la decisión de impedir el paso del transporte de plutonio se basa en criterios de protección de vida y medio ambiente, en evitar que el transporte de substancias radiactivas adquiera los rasgos de un tráfico indiscriminado, sin ninguna consideración de la soberanía de Estados ni respeto por la vida de los pueblos. Adoptar una decisión firme, denunciando los riesgos y las consecuencias que implicaría un accidente nuclear, significa representar la conciencia mundial que le dice "no" al transporte de estas nocivas substancias.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-
Señor Presidente, naturalmente que el planteamiento del Diputado señor Kuzmicic es compartido por la Cancillería, pero todas las disposiciones que él ha citado no están vigentes. Desgraciada y deplorablemente no lo están, porque forman parte de la Convención de Jamaica, que sólo ha sido ratificada por 51 Estados y, por lo tanto, no rige.
Tampoco ha sido ratificada por Chile ni por ninguna de las grandes potencias.
En cambio, el Gobierno entregará y lo he anunciado a la consideración de la Cámara, para su ratificación, la Convención Sobre Protección Física de los Materiales Nucleares.
Esta Convención y es la única que, en alguna medida permite realizar el control de los materiales que se transportan por vía terrestre o marítima, será sometida a la consideración de la Honorable Cámara el viernes de esta semana. No fue ratificada por Chile, porque explícitamente el anterior Gobierno se opuso a ello.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
}Tiene la palabra el Diputado señor Juan Alberto Pérez.
El señor PEREZ (don Juan Alberto).-
Señor Presidente, Honorables colegas:
Producir más energía y generar electricidad es el asunto de fondo que motiva hoy el transporte de plutonio desde Francia a Japón. A juicio de los técnicos japoneses ésta es la solución más conveniente, económica y fácil.
Se ha olvidado Japón que en esta trayectoria podría ocurrir un accidente fatal, similar al de Chernobyl, pero en el mar, con graves y catastróficas consecuencias por el grado de difusión que ejercen las mareas.
Nosotros estamos entre los posibles afectados si el buque, sus dueños y Japón usan la ruta del Mar de Drake.
Se ha entregado una serie de antecedentes técnicos de resguardo y seguridad, pero el simple análisis de uno de ellos pone en evidencia la falencia de tales normas.
Por ejemplo, se establece que los contenedores están resguardados para superar temperaturas de hasta 800 grados Celsius; pero nada se ha dicho de la enorme cantidad de combustible que el buque
Akatsuki-Maru lleva en sus bodegas para no tocar puerto en una navegación aproximada a las 17.000 millas náuticas.
Se ha logrado determinar que en incendios declarados y registrados en alta mar, las temperaturas pueden sobrepasar los 1.500 a 1.800 grados Celsius, las que no permitirían superar las dificultades, aun cuando los contenedores están diseñados para transportar plutonio en el mencionado buque.
Lo sano sería entonces buscar alternativas económicas distintas para la producción de energía, como la eólica, la solar, los combustibles fósiles o hasta el criticado sistema de generación de energía hidroeléctrico e incluso de la fisión del agua; y exigir eficaces medidas de seguridad para contribuir a que mediante mayor resguardo para los países involucrados en la ruta, se desincentive, por su alto costo, a los usuarios de este producto.
Países como Japón, que requieren mucha energía, han resuelto utilizar este elemento por su precio, pero también digámoslo con honestidad por la ineptitud y falta de exigencias realmente eficaces, como las establecidas por países con gobiernos que poco o nada hacen para proteger su integridad ecológica y la vida humana por sobre todas las cosas.
El Gobierno debe comprometerse públicamente ante la ciudadanía a poner este transporte en tela de juicio en los foros internacionales, a exigir la compensación indemnizatoria en caso de accidente y a promover ante los vecinos y ojalá en toda América Latina, la prohibición de este tipo de tráfico en la zona económica exclusiva, en el mar territorial, y con ello desincentivar a los que hoy lo realizan a un bajo costo, pero con un riesgo monstruoso.
Por estas razones, apoyaremos, en términos generales, las proposiciones de la Comisión de Recursos Naturales, pero, en todo caso, las consideramos insuficientes. Ojalá que lo anunciado por el señor Canciller se haga efectivo a la brevedad, para que tengamos otro elemento de juicio, de análisis y de discusión pública, con el objeto de que el viaje de este buque, desde Francia a Japón, sea simultáneamente, el inicio y el último transporte de plutonio por vía marítima.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Terminó el tiempo de Renovación Nacional.
En conformidad con el acuerdo anterior, se incluyen las siguientes intervenciones:
El señor VILICIC.-
Señor Presidente, el paso del barco "Akatsuki-Maru", con un cargamento de plutonio, por las aguas del Cabo de Hornos, con el consiguiente peligro en caso de accidente, tiene a la población de Magallanes en un estado de nerviosismo e inquietud que sólo se ve reducida por la confianza que existe en que este problema se está estudiando por el Supremo Gobierno y por este Parlamento, con la profundidad que este altísimo riesgo, como ningún otro hasta ahora, merece.
Por lo tanto, señor Presidente, solicito que esta Cámara haga todos los estudios necesarios y solicite al Supremo Gobierno que oficie al gobierno de Japón para que los dueños de esta nave no ocupen la ruta a través del Cabo de Hornos ni el Estrecho de Magallanes para el tránsito de su nave "Akatsuki-Maru" con su cargamento de plutonio para los diversos viajes que tienen programados.
He dicho.
El señor MARTINEZ (don Gutenberg).-
Señor Presidente, creo que el informe de nuestra Comisión de Recursos Naturales es muy acucioso y ahorra referirse a aspectos relacionados con el diagnóstico de la situación.
Sólo cabe agregar que, lamentablemente, según mi información, Japón no ha suscrito buena parte de los acuerdos, convenios o tratados internacionales que hoy están vigentes y que limitan de algún modo el tratamiento y transporte de materiales o desechos radiactivos.
Me parece que lo anunciado por el señor Ministro de Relaciones Exteriores, en el sentido de proponer próximamente al Congreso, la ratificación de la Convención sobre protección física de los materiales nucleares es una muy buena noticia que debe ser saludada por esta Cámara. De igual modo, me parece positiva la actuación que nuestra Cancillería ha tenido al respecto, pues demuestra iniciativa y voluntad política, todo esto como prueba de su capacidad para responder rápida y adecuadamente a los problemas que preocupan a los chilenos.
Estimo que la acción gubernamental no debe limitarse al viaje de estos días del carguero japonés "Akatsuki-Maru", pues ya ha sido analizado el hecho de que se anunciaron 70 viajes más, por lo cual, nuestro país debe planificar un conjunto de medidas permanentes, que permitan generar la reglamentación internacional que limite, controle y posibilite a los países ribereños decidir libremente, no tan solo respecto al mar territorial, sino también en la denominada zona económica exclusiva. En este último aspecto es indispensable que la Convención de Jamaica sea ampliada en los términos ya señalados.
Se ha comentado latamente en esta discusión, la viabilidad de aprobar una moción que prohíba el ingreso al país de elementos radiactivos, en especial el plutonio. Debo señalar al respecto que debemos tener presente el proyecto de prohibición de ingreso de derechos peligrosos aprobado en esta Cámara, pues es posible que la legislación ya esté disponible, ya que el plutonio objeto de esta preocupación es un desecho y por tanto se encuentra comprendido en dicha moción que junto con otros colegas patrocinamos y elaboramos en su oportunidad.
Naturalmente, si es necesaria una legislación complementaria, me declaro partidario de su elaboración, pero en todo caso estos proyectos deben ser muy bien analizados, pues del estudio que he hecho de la moción de los colegas Horvath y Kuzmicic, me parece que se estaría prohibiendo el ingreso al país de todo elemento radiactivo, y eso es un tanto exagerado, pues como ya se ha referido el colega Carrasco, en Chile realizamos aplicaciones de la energía nuclear en el campo de la medicina, agricultura, minería, industria e hidrología, y esto se hace con combustible constituido por material radiactivo ingresado al país. Dicho directamente, si simplemente esta Cámara aprobare el artículo Ia de la moción señalada, esto implicaría que nuestros enfermos de cáncer quedarían sin tratamiento y que se paralizaría toda la investigación científica y tecnológica que requiere el uso de elementos radiactivos.
Estimo que el proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión de Recursos Naturales puede ser complementado. En especial, propongo que se exprese en la resolución de esta Cámara la decisión de respaldar el acuerdo de los Gobiernos de Chile y Argentina, de no aceptar el tránsito de buques que transporten plutonio u otras sustancias o desechos radiactivos por su mar territorial y el ingreso de los mismos a sus puertos.
En conclusión apoyo el proyecto de acuerdo, sugiero implementarlo con lo antes señalado y expreso mi reconocimiento a la actitud de nuestra Cancillería.
He dicho.
El señor VELASCO.-
Señor Presidente, desde hace un tiempo a esta parte, se ha tomado de moda ser ecologista. Basta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de la gran variedad de productos ecológicos que nos ofrece el mercado.
Algunos de ellos, por cierto, lo son, pero seríamos ingenuos si no consideráramos la existencia de una eco-publicidad que pretende convencemos por ejemplo, de que existen "zapatos ecológicos", como reza por ahí un anuncio de televisión, sin explicar qué es lo ecológico de tal artículo.
Sin embargo, a pesar de que el asunto constituye una verdadera preocupación nacional, los chilenos pecamos como siempre de predicar y no practicar.
Creo no equivocarme si digo que en este país se habla mucho del problema ecológico que enfrentamos y sobre cómo el hombre por su propia voluntad va destruyendo día a día lo que tantos y tantos miles de años le tomó a la naturaleza formar. Pero lamentablemente, nos quedamos en eso y no realizamos acciones concretas al respecto.
Hoy, el asunto vuelve a estar en el tapete nacional por una cuestión muy específica:
Un barco japonés cargado con cerca de 2 toneladas de plutonio reprocesado se prepara para zarpar el próximo 11 de noviembre desde un puerto militar francés hasta Japón por una ruta aún no confirmada, pero con altísimas probabilidades de que lo haga en dirección al Atlántico Sur, rumbeando hacia el Océano Pacífico por el Cabo de Hornos y atravesando por el siempre peligroso Mar de Drake, cementerio de cientos de naves de todo tipo debido a las frecuentes tormentas que se verifican en la zona y al fuerte oleaje característico de los sitios donde se encuentran dos océanos.
Este embarque de plutonio es el mayor que se haya efectuado jamás, y es el primero de un total de 30 toneladas que serán enviadas a la nación nipona en el transcurso de esta década.
Ante esta terrorífica visión, (no olvidemos que el plutonio es un material altamente radiactivo, que tiene una vida media de 24 mil años, y que cualquier accidente que pudiera tener el barco que lo transporta sería tremendamente dañino no sólo para el país, sino que afectaría toda la costa del Pacífico, además del hecho de que su carga permitiría fabricar 120 bombas atómicas de una capacidad destructiva superior a las lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki) los países frente a cuyas costas navegaría el mencionado barco han manifestado su molestia ante la eventualidad de que pudiese ocurrir un accidente o un atentado terrorista que sin duda generaría una catástrofe ecológica, declarando incluso su decisión de no permitir su paso por las respectivas aguas territoriales, ni el atraque de la nave a sus puertos.
Estimados colegas, como ya muy bien lo dijeron "los ecosistemas no tienen fronteras" y todos estamos expuestos. Nadie puede garantizarnos que no hay riesgo.
En la Carta de los Derechos Humanos, suscrita por nuestro país, se consigna el derecho que todas las personas tienen de vivir en un espacio libre de contaminación, por lo que me parece que no podemos transar en esto.
Tenemos claro que en términos legales no se puede impedir el paso del buque japonés por aguas internacionales, razón urgente para legislar sobre el transporte de cargas peligrosas. A la vez, se hace imprescindible que asumamos una posición mucho más enérgica sobre este caso específico y sobre el que nos amenazará durante los próximos diez años, adoptando, ojalá, una posición como bloque con los países hermanos, haciendo causa común para defender lo que nos corresponde.
Bastante hemos callado ya ante las pruebas nucleares que se efectúan en el atolón de Muroroa. ¡No queremos chernobyls flotantes frente a nuestras costas!
¡No queremos al "Akatsuki-Maru" circulando por nuestros mares!
Hay un sabio refrán que dice "ante la duda: abstente", y por eso, por los hijos de cada uno de los chilenos, yo digo: ¿Plutonio? ¡No gracias...!
He dicho.
El señor ROJOS.-
Señor Presidente, el día lunes 24 de agosto pasado, el buque japonés "Akatsuki-Maru" (ex Pacific Crane) zarpó del puerto de Yokohama, en Japón, con destino a Francia, para cargar una tonelada de plutonio. Este cargamento, de acuerdo con diversos antecedentes, constituye una fracción de un total de 45 toneladas que se transportarían desde Francia a Japón, en virtud de un contrato de servicio de reciclamiento entre la sociedad francesa Cogema y compañías de producción de electricidad japonesas.
El plutonio, que se produce durante la quema de combustibles nucleares y se extrae químicamente desde el combustible nuclear quemado, a través de una técnica llamada reprocesamiento, constituye el material fisionable más eficiente para la fabricación de armas nucleares. Hoy, sin embargo, las naciones altamente industrializadas lo utilizan como parte de una mezcla de combustible para reactores convencionales de agua liviana, con el propósito de generar energía eléctrica.
En efecto, Francia, que es el país que tiene mayor desarrollo nuclear para fines pacíficos, genera casi el 60 por ciento de su energía eléctrica desde reactores nucleares, a muy bajo costo, e incluso, la exporta a países vecinos.
Japón, que tiene serios problemas de energía, obtiene casi el 30 por ciento de su energía eléctrica desde reactores nucleares que funcionan con una mezcla de combustible, conocida como combustible óxido mixto, que contiene isótopos fisionables de uranio y plutonio.
Todos los antecedentes recibidos en la Comisión de Recursos Naturales indican que en el futuro los programas para gennerar energía eléctrica utilizando el plutonio como parte integrante del combustible nuclear tenderán a incrementarse.
El programa francés-japonés de reprocesamiento o reciclaje de residuos nucleares quemados, tiene innegables beneficios para dichas naciones. Por una parte Japón soluciona el problema de residuos radiactivos al sacar sus desechos nucleares y recibir plutonio para energía y, por la otra, Francia se beneficia del alto ingreso que importa el proceso de reciclaje del combustible nuclear quemado.
Lo dicho hasta aquí, señor Presidente, constituye una realidad actual del mundo industrializado, el que sin energía ve amenazado su desarrollo.
Es más, el desarme nuclear, esto es, el desmantelamiento de misiles nucleares estratégicos y tácticos, significará disponer de una cantidad muy significativa de plutonio, el que deberá ser utilizado con fines pacíficos. Al respecto, existe información que la ex Unión Soviética ha solicitado la colaboración de Japón para desmantelar las cabezas nucleares de su arsenal atómico.
Por otra parte, señor Presidente, es de todos conocido que de todos los materiales radiactivos, el plutonio es el más tóxico y cancerígeno por su producción de rayos gamma, rayos X y neutrones, y por ser, primordialmente, un emisor de partículas alfa y beta. Así, se ha determinado que un microgramo de este material puede causar cáncer fatal si es inhalado o ingerido.
Adicionalmente, el plutonio tiene una vida media estimada en 24.000 años.
El error con que la humanidad toda asume la utilización y manipulación de los materiales radiactivos está fuertemente asociada a su utilización desde el punto de vista bélico y, recientemente, por accidentes como el de Chernobyl.
En contraposición a esa percepción, la humanidad no ha colocado en el fiel de la balanza los efectos positivos del uso pacífico del átomo en la producción de energía, preservación de alimentos y medicina, entre otros.
La manipulación, uso y transporte de los materiales radiactivos y sus desechos, constituye, sin duda alguna, un serio problema que la humanidad debe enfrentar, ya que además de su empleo en usos bélicos, uso que felizmente declina día a día, constituye un producto capaz de polucionar irreversiblemente, al menos para las generaciones actuales, gran parte sino todo el planeta.
De allí que el transporte de este material altamente tóxico por vía marítima desde el puerto de Cherburgo en Francia, a Japón, desate una fuerte oposición internacional, particularmente acentuada por entidades ecológicas.
Nuestra Cancillería ha señalado que para el transporte del plutonio, el gobierno de Japón ha previsto tres rutas, que son el Canal de Panamá, el Cabo de Buena Esperanza, al sur de África, y el Cabo de Hornos, en el extremo austral de América del Sur. Consecuentemente, las zonas marítimas que eventualmente serían afectadas por una catástrofe serían el Atlántico, el mar Caribe, el Canal de Panamá y el Océano Pacífico.
De acuerdo a lo manifestado por el gobierno japonés, no se informará previamente, por razones de seguridad, la ruta que será elegida, y conjuntamente con el Departamento de Estado norteamericano, que ha aprobado el transporte de este material, han señalado que la ruta sólo se decidirá algunos días antes que el embarque salga del puerto de Cherburgo.
El secreto que ha rodeado el transporte de plutonio ha provocado un movimiento de fuerte oposición en todos los países cercanos a las rutas propuestas. Así, en Estados Unidos la Cámara de representantes, en el mes de mayo pasado, aprobó una ley para prohibir la entrada de barcos cargando plutonio en aguas y puertos norteamericanos. En el mes de julio, Indonesia pidió públicamente al gobierno japonés, no efectuar el transporte de plutonio en los congestionados estrechos del sudeste asiático. Simultáneamente, el gobierno de Sudáfrica anunció que los transportes de plutonio serían prohibidos dentro de las 200 millas de zona económica exclusiva. Finalmente, en julio, el foro del Pacífico Sur expresó su desacuerdo y preocupación por el transporte de esta carga por la zona del Pacífico Sur.
Entidades ecológicas como Greenpeace, han recomendado a los gobiernos latinoamericanos y, especialmente a Chile y Argentina, rechazar el tránsito de navíos que transporten materiales nucleares de alta toxicidad por sus aguas territoriales y por las 200 millas de zona económica exclusiva, así como también oponerse a que recalen y se abastezcan en sus puertos.
Como se desprende de lo anterior, señor Presidente, existe una alta preocupación frente a este tema que se ha visualizado exclusivamente desde la perspectiva catastrófica. Las preguntas que debemos formularnos son: ¿Ocurrirá un accidente? ¿Cuáles son las probabilidades de ocurrencia? ¿Estamos en condiciones legales y materiales de oponemos al transporte de dicho material por nuestras aguas territoriales y por la zona exclusiva? ¿Se han adoptado todas las medidas de seguridad? ¿La legislación internacional nos protege?
Honestamente, pienso que no nos podemos oponer eficazmente al transporte de dicho material nuclear.
Nuestro Presidente ha sido enfático en señalar que Chile puede prohibir el paso en el mar territorial, tomar precauciones en la zona exclusiva, pero el tráfico en alta mar es enteramente libre.
En efecto, la sección E) del Convenio sobre Derechos del Mar de las Naciones Unidas, relativa al paso inocente por el mar territorial, establece que el Estado ribereño podrá dictar normas, leyes y reglamentos relativos al paso inocente para la preservación de su medio ambiente y la prevención, reducción y control de la contaminación de éste.
También, el país ribereño podrá exigir que los buques extranjeros que ejerzan el derecho de paso inocente a través de su mar territorial utilicen las vías marítimas y los dispositivos de separación de tráfico que se hayan designado o prescrito para la regulación del paso de los buques.
Además, los buques de propulsión nuclear, los que transporten sustancias nucleares u otras intrínsecamente peligrosas o nocivas, deberán tener a bordo los documentos y observar las medidas especiales de precaución que se hayan establecido de conformidad a normas internacionales.
Respecto de la zona económica exclusiva, el artículo 58 de la sección 3 de la Convención, establece que todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, gozan, con sujeción a las normas pertinentes de la convención, de las libertades de navegación y sobrevuelo.
Como se puede apreciar, señor Presidente, de los aspectos legales y técnicos citados en la Convención de Derechos del Mar, se concluye que la normativa mundial y nacional existente no impide el hecho de que un cargamento radiactivo surque los océanos, ya que de acuerdo a la información existente, la nave pasaría por alta mar, donde existe libertad de navegación, y no por aguas sometidas a la jurisdicción nacional.
A pesar de lo anterior, la Comisión de Recursos de esta Honorable Cámara acordó solicitar al señor Presidente de la República que haga saber al gobierno de Japón su rechazo terminante al tránsito por la ruta del Cono Sur de América, de cualquier elemento radiactivo.
Además, comunica a los parlamentarios de los países involucrados, su preocupación por el transporte de este material, por el grave peligro que reviste para la humanidad.
Adicionalmente, ha solicitado al Presidente de la República, que con urgencia proponga una legislación adecuada para preservar al país definitivamente de este tipo de situaciones y que promueva a nivel internacional, los convenios y normas legislativas que fueren pertinentes, así como la refrendación de todos los tratados internacionales que tiendan a esta misma finalidad.
También, la Comisión acordó invitar a la Conferencia Parlamentaria Sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, que tendrá lugar en Brasilia, del día 21 al 28 de noviembre. Declara su solidaridad son los países del Cono Sur de América, cuyo medio ambiente se verá severamente amenazado.
Finalmente, la Comisión acordó solicitar a todos los parlamentarios de dicha conferencia, la urgente convocación a una conferencia intergubernamental, para prohibir el transporte internacional de productos que puedan producir daños irreparables al medio ambiente de los países por donde dicho tráfico se realiza.
Señor Presidente, como se desprende de mis palabras, las únicas herramientas disponibles para evitar el transporte de este material nuclear lo constituyen planteamientos, posiciones y el sentimiento lógico de preservar nuestros recursos y el de la humanidad.
Hoy, es el transporte de materiales radiactivos; ayer fue el arsenal nuclear, que hoy felizmente tiende a desaparecer.
El hombre creó un engendro al explorar y explotar el átomo; hoy se enfrenta a dicha realidad.
Es de esperar que con su limitada inteligencia busque tecnologías que disminuyan los riesgos de transportar y manipular la fuente de energía del futuro que tanto daño ha causado a la humanidad, pero que estoy cierto puede generar un avance significativo para su propio bienestar.
Hoy, frente a este problema, donde poco o nada podemos hacer, estimo pertinente que nuestro gobierno exija al gobierno de Japón, el conocimiento de todas las medidas de seguridad que rodean la operación, el apoyo de nuestra Marina para la navegación en el Cabo de Hornos, pues es reconocido internacionalmente su conocimiento y habilidad para navegar por tan difíciles aguas, solicitar a la Comisión Chilena de Energía Nuclear el seguimiento y monitoreo de la eventual contaminación radiactiva que pudiera producirse.
Creo que con el apoyo de todos y el conocimiento profundo de las medidas de seguridad que involucra esta operación, podremos estar ayudando a evitar una eventual tragedia, que no sería más que el resultado de lo que el hombre hoy tan vanamente se ufana, "el desarrollo".
He dicho.
El señor HAMUY.-
Señor Presidente, es para mí motivo de especial interés intervenir en la sesión que se nos convoca, relativa al informe evacuado por la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, respecto de los alcances y riesgos que significa el transporte de plutonio a través del territorio nacional, y de las medidas a asumir en una materia de tan vital importancia para el país, y aun para la comunidad internacional.
Para el legislador contemporáneo, la defensa del medio ambiente ha dejado de ser una inquietud exclusiva de los ecologistas, convirtiéndose en un problema que también impacienta a los hombres de Derecho y a todos a quienes tenemos por misión salvaguardar los intereses superiores de nuestros connacionales.
Es sabido que la finalidad del Estado es la promoción del bien común, esto es, el bien de todos y cada uno de los integrantes de nuestra sociedad, para lo cual, debemos crear las condiciones que permitan una mayor y creciente realización espiritual y material de todos y cada uno de los habitantes de Chile.
Los poderes públicos, elementos esenciales del Estado, deben velar por una correcta y racional utilización de los recursos naturales; asimismo, por su efectiva defensa, compatibilizando, en ambos casos, la protección y mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos.
He querido realizar este breve preámbulo con el objeto de resaltar la gravedad del tema que nos preocupa.
De un tiempo a la fecha, el país ha tomado conocimiento a través de los medios de comunicación del eventual paso por el Cabo de Hornos del carguero japonés "Akatsuki-Maru", que transportaría 1,2 toneladas de material altamente tóxico. De allí la causa del informe que hoy la Honorable Cámara debate.
Frente a este hecho, habida consideración a la inminente posibilidad de que ello ocurra, y considerando la peligrosidad de la substancia transportada, una de las más tóxicas de que se tenga conocimiento, es que quiero manifestar mi opinión.
Si bien, como lo han señalado las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores, particularmente el señor Ministro, don Enrique Silva Cimma, las respuestas del gobierno japonés pueden considerarse satisfactorias en cuanto a la seguridad y la protección física del cargamento de plutonio, asimismo, que el gobierno nipón ha señalado que no existe la intención de que el carguero ingrese en aguas territoriales de Chile, no es menos cierto que nos encontramos frente a una situación que debe llamar nuestra mayor atención.
Un viejo no por ello menos vigente proverbio nos indica que "más vale prevenir que curar". En el caso en comento, y ante la probabilidad de un accidente en aguas territoriales o en la zona económica exclusiva (aún más, en alta mar), resulta claro que se provocaría un daño irreparable a la ecología de la zona extrema de nuestro país, a la vez que se generaría un riesgo cierto en la salud de los habitantes de dicho lugar.
Frente a tal evento, resulta indispensable que las instituciones fundamentales de la República, en especial esta Honorable Cámara, tomen el debido, preciso y acucioso conocimiento del enorme y capital alcance de la operación descrita.
Como bien lo ha señalado el Honorable Diputado informante, doctor Vladislav Kuzmicic, el plutonio es un elemento químico de alta toxicidad radiactiva. Una mínima ingestión o inhalación, tan sólo un microgramo, puede causar efectos nocivos en la vida humana y animal.
El informe evacuado por la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente es tajante en lo que dice relación con las graves situaciones de un accidente, cuestión que podría provocar la filtración del material radiactivo transportado, hecho que sería fatal.
Revisada la normativa legal, tanto del Derecho Internacional Público como de la legislación interna, particularmente en el ámbito del Derecho del Mar, resulta que no existen en ella los mecanismos que permitan la efectiva protección de nuestros mares.
La legislación internacional y nacional actualmente vigente no impide que un "cargamento peligroso" atraviese los mares, ya que en ella prima el principio de plena libertad de navegación, salvo la exigencia de cumplir con cierta reglamentación. Frente a tan desolador panorama legislativo, surge la imperiosa necesidad de crear o reforzar los deficientes instrumentos que posibiliten la real defensa de los vitales intereses de las naciones.
Es más, la inexistencia en la legislación internacional de la figura de compensación obligatoria a los países o personas que resultaren víctimas en caso de accidentes, es otra insuficiencia que nos obliga a pensar detenidamente en el tema.
Sin ánimo de extenderme en demasía y sin perjuicio de lo anterior, quisiera señalar mi mayor preocupación frente a este grave hecho, a la vez que manifestar mi más enérgico respaldo al proyecto de acuerdo que hoy la Honorable Cámara de Diputados vota.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Corresponde votar el proyecto de acuerdo.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente, quiero un asunto reglamentario.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente, solicítase reunión de Comités por cinco minutos, para afinar algunas observaciones incluso las veíamos con el señor Canciller, a esta proposición de proyecto de acuerdo.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Se suspende la sesión.
Se suspendió a las 14.03 y se reanudó a las 14.16.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Se reanuda la sesión.
El señor Secretario va a dar lectura al proyecto de acuerdo firmado por los Comités parlamentarios.
El señor LOYOLA (Secretario).-
"La Honorable Cámara de Diputados acuerda:
"1.- Aprobar el informe de la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, sobre alcances, riesgos y medidas que involucra el transporte marítimo de plutonio a través del Cono Sur.
"2.- Manifestar su seria preocupación por la iniciación de un proyecto de transporte marítimo de plutonio desde Francia hacia Japón, y rechazarlo si implica el uso de la ruta del Cono Sur de América, la que, por sus condiciones físicas y meteorológicas, presenta riesgos innegables. El transporte del material radiactivo afecta los principios del Tratado sobre Preservación del Medio Ambiente del continente antártico.
"3.- Solicitar del Gobierno chileno que haga saber al Gobierno de Japón el rechazo de la ciudadanía ante este eventual paso de plutonio por la ruta del Cono Sur de América.
"4.- Apoyar la decisión de los gobiernos de Argentina y de Chile, de no aceptar el tránsito de buques que transporten plutonio u otras sustancias o desechos radiactivos por su mar territorial y el ingreso de los mismos a sus puertos.
"5 Solicitar al Presidente de la República que el Gobierno de Chile haga presente, ante las Naciones Unidas, la Organización Marítima Internacional, la Agencia Internacional de Energía Atómica, la Organización Latinoamericana de Energía Atómica, y en todas las demás instancias internacionales, el peligro que involucra el transporte del material radiactivo y promueva la dictación de normas de derecho internacional para prevenir la contaminación nuclear de los mares.
"6.- Solicitar al Gobierno que estudie la posibilidad de convocar a una conferencia internacional para reglamentar en forma cabal y completa el transporte marítimo de material radiactivo, reconociendo el derecho de los Estados ribereños a adoptar medidas de protección aun en la zona económica exclusiva.
"7.- Comunicar el presente acuerdo a los Parlamentos de Francia y de Japón, al Parlamento Europeo, a los Parlamentos de Argentina, de Brasil y de Uruguay, y al Parlamento Latinoamericano, como expresión de la legítima inquietud del pueblo chileno sobre la materia.
"8.- Prorrogar el mandato de la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, para que continúe analizando el problema del transporte de material radiactivo por mares cercanos a nuestras costas, para lo cual deberá trabajar en estrecha colaboración con la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana. Además, que ambas comisiones estudien una adecuación de la legislación nacional compatible con las normas del derecho internacional.".
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 74 votos y 1 abstención. No hubo votos por la negativa.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Aprobado el proyecto de acuerdo.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Con el objeto de ganar tiempo, y sin necesidad de llamar a reunión de Comités, consulto a la Sala sobre la posibilidad de tratar de inmediato el proyecto relativo a jubilaciones del sector público en lugar del de las Isapres.
No hay acuerdo.
Entonces, llamo a una reunión de Comités. Se suspende la sesión por 15 minutos.
Se suspendió la sesión a las 14.21 y se reanudó a las 1430.
ACUERDOS DE LOS COMITES.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Hago presente a la Sala que los Comités han acordado, en primer lugar no tratar hoy el proyecto de ley sobre Instituciones de Salud Previsional, sino el próximo martes.
En segundo lugar, efectuar mañana miércoles una sesión especial, a las 17 horas, para tratar el proyecto de ley sobre mejoramiento de las pensiones del sector público y las observaciones del Presidente de la República al proyecto sobre Junta Nacional de Jardines Infantiles y Becas.
En tercer lugar, se autoriza a las Comisiones para que, durante la sesión especial, puedan sesionar en forma simultánea con la Sala.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.
Solicito el acuerdo unánime de la Sala para no tratar en esta sesión los proyectos de acuerdo.
Acordado.
Por haberse cumplido el objeto de esta sesión, se levanta.
Se levantó a las 14.34.
JORGE VERDUGO NARANJO,
Jefe de la Redacción de Sesiones.