Labor Parlamentaria

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

En el Orden del Día, corresponde tratar el informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que crea el Consejo Fiscal Autónomo.

Antecedentes:

-Informe de la Comisión Mixta. Documentos de la Cuenta N° 3 de este boletín de sesiones.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

En discusión el informe de la Comisión Mixta.

Tiene la palabra el diputado José Miguel Ortiz .

El señor ORTIZ.-

Señora Presidenta, ayer sesionamos los cinco senadores y los cinco diputados que conformamos la Comisión Mixta, quienes en forma unánime aprobamos la modificación que consistió en reemplazar la conjunción “y” por la conjunción “o” en el inciso segundo del artículo 13, lo cual dice relación con un asunto del que nos dimos cuenta aquí en la Cámara en el tercer trámite. Con esa modificación se resolvió por unanimidad el problema. Por lo tanto, lo único que debemos hacer es aprobar esa proposición, porque con ella mejoramos y clarificamos especialmente lo relativo a las penas que podrían aplicarse a los miembros del Consejo Fiscal Autónomo.

Fueron dos modificaciones muy simples las que introdujo la Comisión Mixta, y todos consideraron que eran lo que correspondía: reemplazar la conjunción “y” por la conjunción “o” y clarificar el tipo de pena a aplicar.

Un senador de la república consideró que las multas eran muy bajas, más aun si se considera que uno de los errores que podría cometer un integrante del Consejo Fiscal Autónomo podría ser el de divulgar información privilegiada; pero esa duda se clarificó y al final la proposición tuvo respaldo unánime.

Por lo tanto, recomiendo a la Sala que vote la proposición de la comisión mixta en los mismos términos.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Guillermo Ramírez .

El señor RAMÍREZ.-

Señora Presidenta, solamente para decir que este fue un proyecto que avanzó muy rápido, que contó con apoyo unánime tanto en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados como en la del Senado, y que la semana pasada votamos mayoritariamente a favor aquí en la Sala.

La discrepancia que fue sometida a la comisión mixta decía relación solo con un artículo, el que fue rechazado en esta Cámara por petición de dos senadores de la Democracia Cristiana.

Básicamente, la lógica era la siguiente: se trataba de un artículo que establecía penas asociadas a la divulgación por parte de los consejeros del Consejo Fiscal Autónomo de información que no haya sido publicada y, a su vez, al uso que estos den en beneficio propio o ajeno a esa información.

Originalmente, el artículo usaba la conjunción “y”; es decir, disponía que para que pudiesen ser sancionados, los consejeros tenían que hacer las dos cosas: divulgar la información y usarla.

El espíritu de lo que habíamos conversado con el gobierno era que la conjunción que debía usarse era “o”, de modo que bastara que se divulgara o se utilizara para que los consejeros fueran merecedores de la sanción. Por lo tanto, se cambió la letra “y” por la letra “o”.

El segundo asunto que tratamos fue que algunos senadores de la Democracia Cristiana manifestaron su inquietud en el sentido de que la sanción asociada a esta norma debía ser de reclusión menor en su grado mínimo a medio. La norma aprobada por el Senado disponía que fuera de reclusión en su grado mínimo a medio; no usaba la expresión “menor”. En consecuencia, había temor de que se pudiese considerar que era una ley penal en blanco.

Por lo tanto, la segunda proposición que aprobamos ayer en la comisión mixta fue incorporar la palabra “menor”, de manera que quedara claro que la sanción será de reclusión menor en su grado mínimo a medio.

En conclusión, ayer, con 10 votos favorables de los cinco diputados y de los cinco senadores, se introdujeron esos dos cambios necesarios en el artículo 13 que fue enviado a la comisión mixta, los que espero que sean aprobados hoy por unanimidad en la Cámara de Diputados.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que modifica la Ley General de Educación con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de Educación Parvularia.

Diputada informante de la Comisión de Educación es la señora María José Hoffmann .

Antecedentes:

-Mensaje, sesión 75ª de la presente legislatura, en 25 de septiembre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 1.

-Informe de la Comisión de Educación, sesión 92ª de la presente legislatura, en 24 de octubre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 5.

-Informe de la Comisión de Hacienda, sesión 109ª de la presente legislatura, en 11 de diciembre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 27.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra la diputada informante.

La señora HOFFMANN, doña María José (de pie).-

Señora Presidenta, en representación de la Comisión de Educación, paso a informar sobre el proyecto de ley que modifica la Ley General de Educación, con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de educación parvularia.

La iniciativa legal tiene como propósito implementar la reforma constitucional que hizo obligatorio el segundo nivel de transición de la educación parvularia, estableciéndolo como requisito para el ingreso a la educación básica, aumentando así a trece años la educación obligatoria.

Fundamentos

Según se expresa en el mensaje remitido por el Presidente de la República, en las últimas décadas el país ha iniciado un camino para consolidar a la educación parvularia como un nivel fundamental del proceso educativo. Así, desde la década de los 70, el país cuenta con dos grandes proveedores de educación parvularia financiada con aportes del Estado para niños provenientes de familias vulnerables: la Junta Nacional de Jardines Infantiles y la Fundación Integra.

Continúa la iniciativa señalando que en 1999 se modifica la Carta Fundamental para establecer la obligación del Estado de promover la educación parvularia; en 2003, se modificó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza para reconocer a la educación parvularia como un nivel educativo; en 2007, se estableció el acceso gratuito y universal al segundo nivel de transición; en 2008, se avanzó hacia la universalización de la subvención para el primer nivel de transición, y, en 2009, se creó el programa Chile Crece Contigo, que asegura educación parvularia gratuita a todos los niños pertenecientes a las familias del 60 por ciento más vulnerable.

Asimismo, surgió la necesidad de contar con una nueva institucionalidad para el segundo nivel de transición. De esta forma, la ley Nº 20.835, de 2015, creó la Subsecretaría de Educación Parvularia, y la Intendencia de Educación Parvularia en la Superintendencia de Educación.

Añade que la educación parvularia de calidad trae efectos positivos en el desarrollo futuro de un niño, especialmente para quienes provienen de hogares más vulnerables. Intervenciones tempranas basadas en interacciones estables y sensibles que enriquecen el proceso de aprendizaje durante los primeros años de vida contribuyen a un desarrollo integral y adecuado, disminuyendo significativamente las brechas que se producen desde la cuna.

De ese modo, la educación parvularia juega un papel crucial en la transformación de la sociedad, puesto que permite que el origen socioeconómico no sea determinante en la trayectoria educativa.

A pesar de la abundante evidencia científica, en Chile uno de los mayores obstáculos para atraer a más niños a la educación parvularia es de carácter cultural. Según la encuesta Casen 2017, el 62 por ciento de los encuestados con hijos entre cuatro y cinco años de edad señaló no enviarlos a la educación parvularia debido a que los cuidan en el hogar, en tanto que el 10 por ciento respondió que no le parecía necesario que asistieran a ese nivel educacional a esa edad.

La mayoría de las familias en el país percibe la educación parvularia como un servicio de cuidado, no como uno educativo. Esta creencia es muy fuerte en las familias de escasos recursos, lo que afecta las oportunidades futuras de nuestros niños.

En esa línea, lo que constituyó un nuevo hito histórico en materia de educación parvularia, el 2013 se promulgó la reforma constitucional que estableció la obligatoriedad del segundo nivel de transición de la educación parvularia. Al respecto, se señaló que “Para el Estado es obligatorio promover la educación parvularia, para lo que financiará un sistema gratuito a partir del nivel medio menor, destinado a asegurar el acceso a este y sus niveles superiores. El segundo nivel de transición es obligatorio, siendo requisito para el ingreso a la educación básica.”.

Esta reforma vino a modificar la percepción señalada previamente, dándose así una señal política inconfundible sobre la importancia que tiene la educación parvularia en la primera infancia, estableciendo el kínder obligatorio, con lo que se aumentó a trece años la educación obligatoria.

Tramitación en la comisión

En el marco de la discusión general del proyecto de ley y luego de la exposición de diversos especialistas en la materia, hubo consenso en la comisión en torno a la necesidad de aprobar esta iniciativa.

Durante la discusión particular, la comisión introdujo algunas modificaciones, las que se reseñan a continuación.

En primer lugar, se estableció que en el caso del segundo nivel de transición es necesario promover el aprendizaje mediante experiencias significativas, a través del juego, el descubrimiento, la resolución de problemas, la educación de las emociones y la creatividad, con respeto del proceso de construcción mental y de formación de estructuras de los niños.

Del mismo modo, se determinó que en el caso del segundo nivel de transición, la certificación de las calificaciones anuales de cada alumno se limitará a dejar constancia del hecho de haberse cursado tal nivel.

Por último, se estableció que por decreto supremo, expedido a través del Ministerio de Educación, se reglamentará también la forma como se validarán los aprendizajes y se convalidará el segundo nivel de transición parvularia y los mecanismos para dar cumplimiento a la promoción del aprendizaje mediante experiencias significativas a través del juego, el descubrimiento, la resolución de problemas, la educación de las emociones y la creatividad.

Constancias reglamentarias

1)Los números 1), 2), 3), 4), 5), 6), 7), 8) y 10) del artículo 1° del proyecto contemplan normas orgánicas constitucionales, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 19, número 11°, de la Constitución Política de la República.

2)De acuerdo con el artículo 226 del Reglamento de la Corporación, el número 1) del artículo 1° y los artículos primero y segundo transitorios del proyecto de ley aprobado por la comisión debieron ser conocidos por la Comisión de Hacienda.

3)El proyecto fue aprobado en general por unanimidad.

Es todo cuanto puedo informar.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Hacienda.

El señor SANTANA (de pie).-

Señora Presidenta, en representación de la Comisión de Hacienda, paso a informar, en lo que respecta a la materia financiera y presupuestaria del Estado, sobre el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en mensaje de su excelencia el Presidente de la República, que modifica la Ley General de Educación, con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de educación parvularia.

La iniciativa ingresó a tramitación el 25 de septiembre del año 2018 y fue informado en primer trámite constitucional y primero reglamentario por la Comisión de Educación, con urgencia calificada de “suma”.

Concurrió, en representación del Ejecutivo, la subsecretaria de Educación Parvularia, señora María José Castro Rojas .

La idea matriz del proyecto es concretar el anhelo de entregar a los niños, sin excepción, una educación temprana de calidad, que les permita el máximo despliegue de sus potencialidades, para contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa, en cumplimiento e implementación de la reforma constitucional que hizo obligatorio el segundo nivel de transición de educación parvularia, añadiéndose un año obligatorio al ciclo educativo.

Respecto de la incidencia en materia presupuestaria, el informe financiero que acompañó al proyecto a su ingreso considera un escenario potencial debido a que existen razones de aplicación complejas de evaluar.

Efectivamente, algunas de estas razones se refieren a lo difícil de abarcar, en su magnitud total, a los niños y las niñas beneficiados por esta política, por las restricciones y preferencias familiares exhibidas históricamente en el sistema educacional chileno.

Estos elementos pueden derivar en la no asistencia de niños y niñas al segundo nivel de transición de educación parvularia, aun cuando este sea obligatorio, tal como ya ocurre en Chile en algunos niveles de educación básica. Eso también se condice con la evidencia internacional, pues incluso en países desarrollados las tasas de asistencia para esos niveles son menores al ciento por ciento.

Este proyecto podría tener un potencial mayor gasto fiscal, asociado a los siguientes conceptos: subvenciones educacionales, Programa de Alimentación Escolar, nuevos educadores y nueva infraestructura.

Por concepto de subvenciones y alimentación escolar, se considera el potencial aumento de niños y niñas que formarían parte del grupo regular que acude a los establecimientos. Del total, que asciende a 6.350 niños y niñas, se estima que 80 por ciento asistirá a jornada escolar completa, por los cuales se alcanza un gasto promedio de 143.523 pesos mensuales por niño, lo que en definitiva se traduce en un gasto presupuestario anual por subvención de 9.198 millones de pesos adicional y de 1.741 millones de pesos por concepto de alimentación, en el 2018.

Además, por concepto de los nuevos educadores necesarios, se ha estimado que, del incremento de matrícula, algunos de los niños y las niñas pueden asistir a establecimientos con capacidad disponible, otros a establecimientos con media jornada escolar y que un último grupo necesitará de nueva infraestructura y nuevos educadores.

Por lo tanto, el potencial mayor gasto presupuestario anual correspondiente a estos nuevos educadores a media jornada y jornada completa se estima, en régimen, en 444.891 millones de pesos.

Asimismo, por concepto de la nueva infraestructura en salas cunas, según la cantidad de niños y niñas que la necesitarían y tomando en cuenta las ubicaciones geográficas, se estimó un potencial número máximo de nuevas salas por construir.

En caso de que fuera necesario construir este número de salas en establecimientos municipales o dependientes de servicios locales de educación, los recursos actualmente contemplados para fines de infraestructura que distribuye la Dirección de Educación Pública son suficientes para hacer frente a esta necesidad, por lo que no irrogaría un mayor gasto fiscal. El presupuesto máximo asociado a este concepto, en el cual se incurriría una sola vez, sería de 1.182 millones de pesos.

Se debe tener presente que la información disponible no posibilita precisar cuándo se alcanzará el régimen. Esto es concordante con lo que ocurre actualmente, dado que la mayoría de los niños y las niñas ya asisten a este nivel educativo, así es que el gasto estimado considera a la totalidad de la población objetivo.

En definitiva, el potencial mayor gasto fiscal que irrogue la aplicación de esta ley en proyecto en su primer año presupuestario de vigencia se financiará con cargo al presupuesto del Ministerio de Educación. No obstante, el Ministerio de Hacienda podrá suplir dicho presupuesto en lo que faltare, con cargo a la partida presupuestaria Tesoro Público .

Los diputados integrantes de la Comisión de Hacienda se manifestaron muy de acuerdo con la aprobación del proyecto, ya que estimaron que va en la dirección correcta: establecer igualdad de oportunidades y equidad, justamente donde está la falencia más grande en el sistema educacional chileno: en los primeros niveles de formación. Asimismo, consideraron que esta iniciativa empalmará bien con la ley sobre sala cuna universal, porque ambas normativas promueven la confianza en el sistema educativo.

En definitiva, puestas en votación las normas de competencia de la Comisión de Hacienda, fueron aprobadas por la unanimidad de los diez diputados presentes, señores Pepe Auth , Giorgio Jackson , Pablo Lorenzini , Patricio Melero , Manuel Monsalve , José Miguel Ortiz , Leopoldo Pérez , Guillermo Ramírez , Marcelo Schilling y Gastón von Mühlenbrock . Es cuanto puedo informar.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

En discusión el proyecto. Tiene la palabra el diputado Jaime Naranjo .

El señor NARANJO.-

Señora Presidenta, sin duda, nuestro país ha dado pasos muy importantes en materia educacional. Como muestra de ello mencionaré solo algunas fechas que dan cuenta de hitos importantes al respecto.

En 1920 se dictó la Ley de Educación Primaria Obligatoria, que originalmente consideraba cuatro años, pero que en 1929 se extendió a seis, y en 1965, a ocho.

En 2003 se estableció la obligatoriedad de la educación media, pasando de ocho a doce años de educación obligatoria. Cabe recordar que junto con otros parlamentarios presentamos, en 2002, un proyecto de reforma constitucional al respecto, proyecto que corresponde al boletín N° 1907-04.

Hago este alcance justamente porque lo que hoy discutimos tuvo su origen en una moción parlamentaria que presenté cuando era senador, en 2003, con el entonces colega Carlos Ominami , para establecer, a través de una reforma constitucional, la obligatoriedad y gratuidad del segundo nivel de transición. La moción que presentamos en 2004 dio frutos en 2007, en la reforma constitucional que se promulgó ese año, que consagró el acceso gratuito y universal al segundo nivel de transición. Tuvieron que pasar cuatro años desde que presentamos la moción para que se aprobara dicha iniciativa.

Hoy, después de casi doce años, estamos abordando nuevamente esta materia para que, de una vez por todas, hagamos efectiva la ampliación de la educación obligatoria de doce a trece años, y con financiamiento. Lo digo porque si bien lo que se había aprobado correspondía a cambios importantes, no había el financiamiento adecuado para hacer efectiva la normativa aprobada.

De manera que es muy importante el paso que estamos dando hoy.

Diversos expertos en materia educacional y en distintas disciplinas del área de la salud manifiestan la importancia de lo que ellos denominan la estimulación temprana de los niños, de los menores de edad, porque permite desarrollar su inteligencia. Aproximadamente 600.000 niños, o quizás un poco más, se encuentran en esa edad, los cuales se verán beneficiados con la iniciativa que estamos impulsando.

No está de más señalar todo lo que hizo la Presidenta Bachelet en sus dos gobiernos para impulsar la creación de salas cuna y jardines infantiles en el país, que constituyen un paso previo al nivel que hoy estamos analizando.

Mientras más recursos se inviertan en educación, en sus diversas formas y expresiones, podremos dar pasos tremendamente importantes para alcanzar la igualdad de oportunidades que requerimos. Solo a través de una mayor inversión en educación estaremos construyendo bases sólidas para que en nuestro país generemos una sociedad más igualitaria y justa, con igualdad de oportunidades. Solo así se avanza en justicia social.

En definitiva, valoro lo que estamos haciendo, así como todos los esfuerzos que se hagan para masificar no solo la educación, sino también su calidad. Esos son los pasos fundamentales para hacer más amplia y extensiva la educación. Si ella va acompañada con calidad, vamos a lograr que en nuestro país comencemos a cimentar bases sólidas para construir una sociedad mucho más justa.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Osvaldo Urrutia .

El señor URRUTIA (don Osvaldo).-

Señora Presidenta, proyectos como el que estamos discutiendo son fundamentales para otorgar a nuestros niños, el futuro de la nación, herramientas para que desde temprana edad puedan enriquecer sus primeros años de vida, mediante un desarrollo integral y apropiado, a través de la consolidación de la educación parvularia como un nivel primordial del proceso educativo que el Estado tiene por obligación promover.

A pesar de que las cifras de niños y niñas que no asisten hoy a kínder son relativamente bajas en nuestro país, debemos reconocer que esta se concentra mayoritariamente en niños que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad. Por lo tanto, ahí debemos poner extremo cuidado y hacernos cargo de los principios o derechos inspiradores y consagrados a nivel constitucional, como el principio de igualdad y el derecho a la educación.

En este sentido, nuestro rol como parlamentarios es poner énfasis para que ellos se cumplan a cabalidad, sobre todo cuando se trata de un grupo que, en cuanto a su desarrollo personal, requiere las mejores condiciones de cuidado y enseñanza desde sus primeros pasos.

Existe consenso en cuanto a que la primera infancia constituye una etapa fundamental en la evolución y el crecimiento de todo ser humano. Avanzar en implementar el que fue un hito histórico, es decir, la reforma que hizo obligatorio el kínder o segundo nivel de transición de la educación parvularia a través de la ley Nº 20.710, aprobada en 2013, mediante una modificación a la Ley General de Educación, no hace más que reafirmar la importancia o efecto que tiene en nuestros niños el cumplimiento de este mandato constitucional que admitirá, sin excepciones, una educación temprana, que espero sea también de calidad, que permitirá potenciar las habilidades de aprendizaje y de conocimiento de los niños a un nivel que los preparará para desenvolverse de la mejor forma posible en el futuro. Además, hará posible una sociedad más justa y equitativa en el país al estrechar la brecha existente.

Nuestro deber como parlamentarios, educadores, padres, abuelos y sociedad es incentivar el ingreso a kínder de los más pequeños, ya que no solo encontrarán ahí a quien los cuide y los proteja, sino también, y más importante aún, encontrarán un lugar que cuenta con un proyecto o programa educativo que les entregará las herramientas necesarias, las oportunidades de aprendizaje y las habilidades que, desde luego, les permitirán un futuro mejor en todos los ámbitos de la vida.

En razón de lo expuesto, hoy tenemos la responsabilidad de fomentar el segundo nivel de transición de educación a nivel nacional, que es el antecedente fundamental y necesario para ingresar al primer año de educación básica, y buscar soluciones que permitan promover el ingreso, así como concientizar a la ciudadanía respecto de las consecuencias positivas que trae consigo la educación temprana o primaria en los niños y niñas de todo el país.

Por lo anterior, el proyecto de ley nos permitirá, a través de sus cualidades técnicas e impactos sociales ya expuestos, dar un importante paso en la batería de herramientas tendientes a emparejar la cancha entre los ciudadanos de nuestro país. Sin duda alguna, la educación es el instrumento más eficiente para lograr mayor igualdad y justicia social en Chile. Es por eso que es imperativo que un proyecto que construye en ese sentido sea promovido, apoyado y ejecutado sin condiciones.

Votaré a favor el proyecto, porque engrandece a Chile.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Pepe Auth .

El señor AUTH.-

Señora Presidenta, tengo sentimientos encontrados con este muy buen e importante proyecto.

La ley de instrucción primaria obligatoria, que data de 1920, fue objeto de una larga serie de modificaciones y avances hasta 2013, fecha de la reforma constitucional a la que hizo alusión el colega Urrutia , que hizo obligatorio el segundo nivel de transición. Por lo tanto, es deber del Estado financiar un sistema gratuito a partir del nivel medio menor. Sin embargo, tenemos 99 por ciento de cobertura en el segundo nivel de transición. El costo que representa el 1 por ciento -en realidad, 0,9 por ciento- restante, considerando alimentación, contratos de nuevas educadoras, etcétera, alcanza aproximadamente a los 18 millones de dólares.

Por supuesto, es importante saldar la deuda constitucional que tenemos como país y seguir avanzando en la cobertura, porque todos sabemos que los primeros seis años de vida de una persona son decisivos respecto de la desigualdad futura.

No obstante, el primer nivel de transición y el inmediatamente siguiente tienen 94,7 por ciento de cobertura, por lo que hay un 5,3 por ciento restante. Estimo que, a ojo de buen cubero, con unos 100 millones de dólares también podríamos hacer obligatorio todo el nivel de transición, en que, entre paréntesis, es más corta la distancia entre los sectores más pudientes y los más vulnerables, porque, considerada la transición en su conjunto, los dos últimos quintiles tienen un 97 por ciento de cobertura y los dos quintiles más pobres tienen un 95 por ciento de cobertura, básicamente por la infraestructura y el sistema público, esto es, Junji , Integra, jardines de transferencia e instituciones colaboradoras.

Hemos logrado mejorar y ampliar la oferta pública a través de un ciclo virtuoso de inversión en infraestructura, en ampliación de la oferta pública, que ha sido consistente gobierno a gobierno, y espero que siga siendo igual de consistente durante el actual. Sin embargo, la señal que se dio en la discusión del proyecto de ley de presupuestos, aprobada en noviembre, no va en la dirección de confirmar esa ampliación de cobertura e infraestructura. Espero que se recupere ese camino en el proyecto de ley de presupuestos del próximo año.

Por supuesto, votaré a favor el proyecto, porque constituye un avance. Sin embargo, lo haré con una invitación muy activa al gobierno a que sea más audaz y ambicioso, con el fin de que, durante su mandato, sea obligatorio el primer nivel de transición, porque aún queda poco más de 5 por ciento de niños que no asiste a ese nivel educativo.

Todos sabemos -lo reitero- que el futuro de Chile y las oportunidades que tendrán esos niños para progresar se juegan en los primeros seis años de vida.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Mario Venegas .

El señor VENEGAS.-

Señora Presidenta, por su intermedio saludo a la ministra de Educación, a la subsecretaria de Educación Parvularia y a cada uno de mis colegas presentes.

Necesariamente, debo repetir algunos lugares comunes para reafirmar la importancia que tiene la educación parvularia, también denominada educación de primera infancia que, incluso para mí, que soy profesor -y obviamente para mis colegas-, es un tema un poco desconocido.

La educación parvularia consta de distintos niveles y parte cuando el niño tiene 85 días de vida. A partir de esa edad puede ser recibido en una sala cuna y, posteriormente, en los jardines infantiles. Hay sala cuna menor, nivel medio -que además, está subdividido- y el nivel de transición, del que se ocupa el proyecto. El nivel de transición abarca entre los cuatro y los cinco años de edad, por ende, nos referimos al segundo nivel de transición que, en términos concretos y para el común e la gente, es el kínder.

La idea matriz del proyecto establece que el kínder sea obligatorio, aumentando el tiempo de duración de la etapa escolar, desde los doce años actuales, entre educación básica y media, ambas obligatorias, conquistas importantes en la historia de la educación, hasta los 13 años.

De aprobarse este proyecto, será requisito para ingresar a primer año básico. La edad mínima para ingresar a kínder es de cinco años. De esos niños estamos hablando.

El diputado Pepe Auth , que me antecedió en el uso de la palabra, señaló acertadamente las coberturas que tenemos en la actualidad, pero creo que es importante -lo digo a riesgo de repetir lugares comunes- que todos entendamos que esa etapa de la educación de nuestros niños y niñas es esencial para su desarrollo posterior.

Entiendo que nuestro desafío es mejorar la calidad del aprendizaje que reciben nuestros niños y niñas, y le agrego un adjetivo: equitativo, en términos de que este también llegue a los sectores más vulnerables, que a mi entender son los que más necesitan una educación de calidad, para que sea una herramienta que los promueva con éxito en la vida. Como Estado, como gobierno, como políticos, debemos hacer los mayores esfuerzos para fortalecer aquello.

Respecto del kínder, como decía el diputado Pepe Auth , la cobertura es bastante importante, no así en los niveles anteriores, en ese mundo que va entre cero y cuatro años. Allí existe una brecha importante, si nos comparamos con los promedios y coberturas que existen en los países con que acostumbramos a hacerlo, como los de la OCDE.

Un dato aun más importante que deben conocer es que los niños pertenecientes a familias de menores recursos son quienes menos asisten a la educación parvularia. Paradójicamente, ellos son quienes más necesitan ir a esas instancias. El nivel socioeconómico está asociado directamente a la escolaridad de los padres -hay una correlación casi directa-, por lo que los niños de menores recursos requieren de mayor estimulación temprana para entrar en condiciones adecuadas a la educación formal.

En consecuencia, me parece que la idea central de este proyecto es correcta. Por eso la apoyamos en la Comisión de Educación y la votamos favorablemente. Con esos argumentos mi intención es convencer que este es un avance, si alguien tiene alguna duda.

Me parece que la obligatoriedad es un paso importante para complementar ese objetivo. Ojalá sigamos haciendo esfuerzos en este sentido, como se han hecho en gobiernos anteriores. Allí está el concepto de igualdad desde la cuna, que es un eslogan, pero muy importante, porque representa un desafío a nivel de país.

En consecuencia, anuncio mi apoyo a este proyecto e invito a todos a votarlo favorablemente.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Ramón Galleguillos.

El señor GALLEGUILLOS.-

Señora Presidenta, saludo por su intermedio a la ministra, quien nos acompaña esta mañana.

En 2013, durante el primer gobierno del Presidente Piñera, el Congreso Nacional aprobó la reforma constitucional que estableció la obligatoriedad del segundo nivel de transición de educación parvularia, conocido como kínder. Sin embargo, por razones que no están del todo claras, durante el gobierno anterior nunca se envió el mensaje destinado a modificar la Ley General de Educación, conforme lo establecía el mandato constitucional de 2013, con lo cual quedó en la práctica en letra muerta. Esa situación ha sido corregida por este nuevo gobierno mediante el presente proyecto de ley.

Sin perjuicio de la discusión legislativa que se originó en su oportunidad, es absolutamente necesario remarcar la importancia transcendental que tiene esta iniciativa legal. Si se promulga como ley, su entrada en vigencia hará obligatorio el nivel conocido como kínder para todos los niños de Chile.

Toda la evidencia científica apunta a la importancia de que los niños, antes de entrar a la educación básica, cuenten con una base formativa y de sociabilidad, dado que precisamente en esa edad son particularmente susceptibles al desarrollo cognitivo. Por tanto, ello puede ser muy determinante para su futuro.

En ese sentido, como señala el mensaje presidencial, la encuesta Casen 2017 otorga un dato revelador: un 62 por ciento de los encuestados con hijos de 4 y 5 años de edad señala que no los envía a la educación parvularia, sino que opta por su cuidado en la casa. Esa cifra se condice además con la visión cultural de que la educación parvularia es como una instancia para cuidar a los niños y no de educación formal. Esa es la visión cultural que el presente proyecto de ley pretende cambiar, de modo que el niño no vaya a kínder a que lo cuiden, sino a educarse, como en una etapa más en su vida en materia educacional.

De aprobarse el proyecto de ley, los años de escolaridad aumentarían de 12 a 13 de manera obligatoria y otorgaría al párvulo las herramientas de educación y de sociabilización formal tan necesarias a su edad, especialmente para entrar a la educación básica.

Por eso, creo firmemente que esta iniciativa está acorde a los tiempos modernos, en que se concibe la educación parvularia como un elemento muy necesario en la vida de las personas y determinante en su desarrollo posterior. Además, está en línea con los compromisos del Presidente y de la ministra de Educación, que pretende poner siempre a los niños primero, como una política pública de nuestro país.

Por lo dicho, votaré a favor este proyecto de ley.

He dicho.

El señor VENEGAS (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Jorge Sabag .

El señor SABAG.-

Señor Presidente, valoro este proyecto.

Recuerdo que una de las primeras reformas constitucionales en que se manifestó preocupación por los menores de la educación preescolar fue una que promovió el entonces senador Mariano Ruiz-Esquide , que estableció la obligatoriedad de la educación preescolar.

Hoy nos encontramos con este importante proyecto, que apunta a cumplir el compromiso que asumió nuestro país cuando se promulgó la reforma constitucional que hizo obligatorio el segundo nivel de transición de educación parvularia, para lo cual se ha optado como estrategia disponer el cumplimiento de ese nivel para que los niños y niñas puedan entrar a la educación básica.

Además de generar un periodo de escolaridad de 13 años para los niños chilenos, se da un fuerte impulso a un sector al que tradicionalmente no se le había dado la importancia que merece. Todos sabemos que en la educación básica se adquieren conocimientos que son claves para la vida, para profundizar la instrucción que las personas requieren para insertarse con éxito en la sociedad y en el mundo laboral, pero es en la etapa parvularia en la que se les forma como parte de un mundo que requiere cualidades como la perseverancia, el trabajo en equipo y la curiosidad por aprender.

Antiguamente, la educación parvularia, conocida como jardín infantil o kínder, era considerada como una instancia de cuidado de los niños mientras los padres trabajaban. Recién en los últimos años se ha tomado conciencia y se han hecho estudios para demostrar la diferencia que existe en el rendimiento escolar entre niños que han asistido a la educación parvularia y quienes no han tenido acceso a ella.

Probablemente, dejar ese nivel como optativo reforzaría las diferencias en nuestra sociedad, ya que las familias que pueden pagar tienen mayor seguridad de que su hijo o hija será exitoso en el futuro. Por tanto, las familias de escasos recursos, que no cuentan con medios para enviar a sus niños a una escuela parvularia, reproducen las desigualdades de su medio. Pienso especialmente en el mundo rural, donde el acceso a la educación es más difícil.

Visto en sentido inverso, la obligatoriedad de ese nivel permite avanzar en igualdad de oportunidades entre niños y niñas, y en la educación de calidad que tanto nos ha preocupado en los últimos años.

Una persona bien formada desde la infancia más temprana es también un mejor ciudadano, más consciente del medio ambiente y de las responsabilidades y derechos ante el resto de la sociedad, por lo que es imprescindible que el Estado y todos nosotros invirtamos para hacer realidad este compromiso.

Señor Presidente, aprovecho esta oportunidad para, por su intermedio, saludar a la ministra de Educación y a la subsecretaria de Educación Parvularia, y señalarles que estamos dando un paso muy importante en materia de educación y de igualdad de oportunidades para los niños de nuestro país, y pensando también en el mundo rural, que siempre ha estado excluido de estos avances, pues, al hacer obligatoria la educación parvularia, será obligatorio que los sectores rurales cuenten con este tipo de educación o que los niños sean trasladados a centros urbanos donde puedan recibirla.

He dicho.

El señor VENEGAS (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Diego Schalper .

El señor SCHALPER.-

Señor Presidente, en materia de educación podemos discutir muchos temas: el sistema de admisión, el financiamiento, etcétera; pero hay algo que es indiscutible, cual es que la batalla de la educación se juega entre los cero y los seis años de edad de un niño. Eso es algo archidemostrado y que todos los estudios así señalan.

Por lo tanto, cuando hablamos de educación inicial, nos referimos al momento pedagógico y formativo más relevante de las personas.

Personalmente -este es un punto que comparto con la subsecretaría de Educación Parvularia-, creo que cuando se habla de educación preescolar, cometemos un error no solo conceptual, sino que además tiene que ver con una cosa muy de fondo, que es no escolarizar el pe- ríodo de la educación inicial, porque la estimulación que se debe hacer en ese período no tiene nada que ver con acelerar los procesos de escolarización.

Por lo tanto, me alegra que hablemos de educación parvularia y de educación inicial, pero no de educación preescolar, porque no es una etapa de tránsito, sino una etapa que debe tener objetivos pedagógicos específicos.

Esta iniciativa, además de tener el imperativo legal de cumplir con una reforma constitucional, tiene un sentido de fondo, porque cuando se dice que este nivel de transición será obligatorio, al final se está diciendo que surge el deber del Estado de asegurar una educación de calidad a nivel de kínder para todos los niños de Chile. Por consiguiente, enviamos una señal al país de que el kínder no es una guardería, no es un lugar donde se va a dejar a los hijos para estar tranquilos -también cumple un rol en ese sentido-, sino que es un espacio pedagógico indispensable.

En ese sentido, la Subsecretaría de Educación Parvularia asumió el desafío de hacer planes de estudio y de estimulación temprana que permitan ir formando desde muy pequeños a los futuros ciudadanos del país.

Espero que con este proyecto demos una señal inequívoca de compromiso unánime con la educación parvularia en Chile.

Felicito a la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro , y a la ministra de Educación, Marcela Cubillos , por el empuje que han tenido en esta materia. Me parece que el impulso que hemos dado a la educación inicial es indispensable, y me alegro de que Chile se ponga en la senda de las decisiones correctas, que es impulsar la educación para los niños más pequeños.

Como bancada de Renovación Nacional, votaremos con mucha confianza y entusiasmo a favor este proyecto, pues estamos seguros de que es una gran iniciativa para el futuro de Chile. He dicho.

El señor VENEGAS (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla .

El señor BOBADILLA.-

Señor Presidente, los diputados Nicolás Noman y Celso Morales me pidieron que saludara a la ministra Educación y a la subsecretaria de Educación Parvularia, y les expresara su sincero reconocimiento por la labor que están desarrollando en beneficio de la educación de nuestro país.

En relación con el proyecto en discusión, lo que está ocurriendo en la Sala no nos debe sorprender, porque ocurrió exactamente lo mismo en la Comisión de Educación, no solo cuando aprobamos por unanimidad este proyecto, sino también cuando recibimos los testimonios de los distintos invitados, quienes expresaron su adhesión a esta iniciativa que ha tenido nuestro Presidente Sebastián Piñera , porque contribuye a generar las condiciones para que tengamos un desarrollo integral desde la temprana edad, partiendo con los niños de cinco o seis años.

Sin duda, este proyecto ha tenido una discusión favorable. En ese sentido, todas las opiniones que se han vertido manifiestan que apunta en la dirección correcta. Las estadísticas indican que cerca de 95 por ciento de la cobertura que tenemos en este nivel de educación es muy aceptable, pero que 3 o 4 por ciento de los niños no asiste a los colegios. ¿Quiénes son los que no asisten? Como señalaron algunos diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, particularmente el diputado Pepe Auth , los niños que no asisten son los más vulnerables. Precisamente a estos niños apunta el proyecto, a fin de generar las condiciones para que tengan un desarrollo integral desde la temprana edad.

Por lo tanto, al igual que todos los colegas que han hecho uso de la palabra, manifiesto mi voluntad y la de todos los integrantes de la Unión Demócrata Independiente de apoyar por unanimidad esta gran iniciativa.

Por cierto, también saludo y felicito a la ministra de Educación y a la subsecretaria de Educación Parvularia por este proyecto.

He dicho.

El señor VENEGAS (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Esteban Velásquez .

El señor VELÁSQUEZ (don Esteban).-

Señor Presidente, seguramente, la educación debe ser uno de los temas esenciales que se discute en esta Sala, y me parece bien que -al parecer- exista unanimidad respecto del proyecto en discusión. Ayer hablamos de cobertura, de gratuidad y de calidad; hoy hablamos de establecer la obligatoriedad de que este nivel educacional se incorpore a la educación formal.

Ahora, aprovechando que la ministra de Educación está presente en la Sala, quiero destacar su actitud para enfrentar los temas: probablemente no está de acuerdo con algunos puntos de vista, pero es muy clara y concreta para expresar el suyo.

Hay un tema que tiene que ver con el proceso de articulación entre los niveles de educación parvularia y los primeros años de educación básica, particularmente el primer año básico. Hace varios años que se están estableciendo estos procesos de articulación, es decir, la forma en que son capaces de entenderse las educadoras de párvulos y los profesionales de educación que atienden los primeros años de educación básica, particularmente primero y segundo básico.

Esto no siempre se concreta de buena manera. Como señaló un diputado, lo que se hace es escolarizar y caer en la rigidez, que en ciertos niveles educacionales puede ser aceptable: probablemente, en la educación media. Sin embargo, en algunos casos, en la educación parvularia o en los primeros años de la educación básica hay una escolarización tremenda y profunda. Por ello, uno se pregunta si los niños van a ser mejor formados en esos niveles educacionales, en este caso, en la educación parvularia, o en sus familias.

Como ahora la educación parvularia será obligatoria, debemos asumir esa responsabilidad, porque estamos diciendo que en la educación formal los niños serán mejor formados que en su casa, su hogar y su familia. Por consiguiente, existe una gran responsabilidad al financiar y hacer obligatoria la educación parvularia, y, además, una responsabilidad ética en ese sentido.

Actualmente, en nuestro país tenemos no solo estudios, sino también grandes estudiosos del tema que señalan cómo se debe producir esa articulación. Lo planteo, porque probablemente después de aprobar este proyecto -la bancada regionalista lo va a respaldar- deberemos ser capaces de determinar cómo va a operar en régimen esta propuesta. En efecto, muchos profesores, por nuestra experiencia, nos damos cuenta de que jardines infantiles o escuelas se transforman en guarderías. Esa es la realidad. A veces, algunas consultoras elaboran el proyecto educativo, pero finalmente no se hace carne.

Cuidado con aquello. Soy bastante partidario de los proyectos educativos, pero de aquellos que son participativos.

Hoy debemos estar convencidos de cómo los procesos educacionales impactan de verdad en la sociedad.

Ojalá que permanentemente discutamos sobre temas educacionales. Todos en esta Sala tenemos diversos puntos de vista.

Esta materia también tiene que ver con el concepto de ciudadano que queremos formar; por lo mismo, a veces entramos en algunos debates que, desde mi punto de vista, no son muy trascendentales. Pero este debate, sin duda, sí lo es.

Por ello, tenemos que dar garantías no solo financieras y pedagógicas, sino también éticas, desde los diversos gobiernos -en este caso, desde el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, cuyo eslogan era “los niños, primero”-, lo cual debe reforzarse desde el Ministerio de Educación a través del fortalecimiento de las direcciones provinciales de Educación y de las seremis de Educación con profesionales idóneos, que en algunas regiones son muy reconocidos. Yo no soy muy partidario de las ATE. Por ello, me parece necesario fortalecer a dichos profesionales en las direcciones provinciales de Educación, con quienes seguramente tiene encuentros la ministra, pues son quienes realmente orientan el trabajo al interior de las unidades educativas.

Reitero que vamos a respaldar el proyecto. Qué bueno que ya estemos trabajando en iniciativas similares, originadas en mensajes, con apoyo unánime. No sé si mañana en la discusión del SAE ocurra así; pero no me importa. Lo importante es que construyamos en conjunto una mirada en la que a usted, ministra, y a cada uno de los presentes nos importe el proceso educacional.

He dicho.

-Aplausos.

El señor VENEGAS (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Miguel Mellado .

El señor MELLADO (don Miguel).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria.

En verdad, quiero hacer un reconocimiento al Presidente Sebastián Piñera . Gracias al hecho de haberse aprobado en su primer gobierno la ley de posnatal de seis meses -algunos de los diputados aquí presentes participaron en esa discusión-, se está protegiendo la educación del niño que es concebido en el vientre materno. Se está protegiendo su educación, porque una madre, desde que sabe que está embarazada, empieza ya a pensar en la educación y en el futuro de su hijo. A los padres obviamente nos corresponde pensar en el futuro de nuestros hijos. Por ello, en el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera se estableció el posnatal de seis meses, que en verdad protege la primera infancia.

En el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera, el año pasado, también se estableció la sala cuna universal, para que las madres pudieran, si así lo requerían, dejar en cuidado a sus hijos y poder salir al mundo del trabajo.

Hoy se continúa con esa protección a la madre y a la familia, a través del presente proyecto, que establece la obligatoriedad del kínder, con lo cual aumenta de 12 a 13 años la educación obligatoria.

Es importante el camino que se está llevando a cabo. Creo que pronto, ministra, habrá que conversar sobre la calidad de la educación dentro del aula. En el gobierno pasado se habló de “la compra de fierros”, de “la compra de colegios”, pero no se habló de la calidad interna de la educación. Este es un tema importante para que se concrete la igualdad de oportunidades en educación de niños de distintos estratos socioeconómicos. Ese es un desafío importante, y creo que el gobierno del Presidente Piñera va a tomar esa posta.

Estos importantes avances han sido posibles gracias al consenso que veo que existe en torno a que la primera infancia constituye una etapa fundamental en la evolución del ser humano. En ella, el desarrollo cerebral está marcado fuertemente por la experiencia en el entorno familiar y también en el entorno educativo que estamos promoviendo. Es más, las interacciones tempranas de calidad que tenga el niño pueden ser importantes herramientas para reducir las brechas tanto cognitivas como otras, que ya se manifiestan en los primeros años y que tienden a perdurar en todo el proceso educativo.

En relación con lo anterior, la educación parvularia de calidad trae efectos positivos en el desarrollo futuro de un niño, especialmente en el de quienes provienen de hogares más vulnerables. Intervenciones tempranas basadas en interacciones estables y sensibles que enriquecen el proceso de aprendizaje durante los primeros años de vida, contribuyen a un desarrollo integral y adecuado, disminuyendo significativamente las brechas que se producen desde la cuna.

Así, la educación parvularia juega un papel crucial en la transformación de la sociedad, pues permite que el origen socioeconómico no sea determinante en la trayectoria educativa.

Esa es la línea que el Presidente Sebastián Piñera está llevando adelante.

A pesar de la abundante evidencia científica, en nuestro país uno de los mayores obstáculos para atraer a más niños a la educación parvularia es de carácter cultural. Según la encuesta Casen 2017, el 62 por ciento de los encuestados con hijos de entre cuatro y cinco años de edad señalaron que no los envían a la educación parvularia porque los cuidan en su hogar. En tanto, el 10 por ciento respondió que no les parece necesario que asistan a esa edad.

Consistente con la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI 2012), la mayoría de las familias del país percibe la educación parvularia como un servicio de cuidado -lo señaló un diputado-, no como uno educativo, como debe ser. Esta creencia es más fuerte en las familias de escasos recursos, lo que afecta las oportunidades futuras de esos niños.

En cuanto a la cobertura, en segundo nivel de transición podemos destacar un alza significativa, pero que merece ser reforzada, tal como lo estamos haciendo ahora.

Según la encuesta Casen 2017, en los dos quintiles más altos de ingresos se alcanzó una cobertura de 97 por ciento, en tanto que en los dos de más bajos ingresos solo se logra el 95 por ciento. Esto significa que niños en edad de asistir a kínder no lo están haciendo. La mayoría se concentra en los sectores más vulnerables de la población, principalmente debido a la falta de conocimiento de la importancia de este nivel educativo. Esta percepción de la educación parvularia es nuestro principal obstáculo, y se necesita con urgencia que sea abordado.

La experiencia comparada ya ha realizado esfuerzos por exigir y fomentar la educación parvularia. En este sentido, en países de la OCDE, como Alemania, Países Bajos y Reino Unido, el segundo nivel de transición es obligatorio. Por otra parte, países de nuestra región, como Brasil, Perú y Colombia, exigen este nivel educativo en rango constitucional.

En esta misma línea, y constituyendo un nuevo hito histórico en materia de educación parvularia, en 2013 se promulgó la ley Nº 20.710, de reforma constitucional, con el objeto de hacer obligatorio el segundo nivel de transición en la educación parvularia, esto es, para niños de cinco a seis años. Dicha reforma modificó el inciso cuarto del número 10° del artículo 19 de la Constitución Política.

Por lo tanto, me queda solamente decir que estamos en buena línea. Espero que el futuro sea…

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Gonzalo Winter .

El señor WINTER.-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la subsecretaria de Educación.

Quiero hacer un comentario sobre este proyecto de ley.

Obviamente, vamos a votar a favor esta iniciativa, porque no tiene más objeto que hacer cumplir una reforma constitucional; por lo tanto, es urgente y necesario. Sin embargo, respecto de la obligatoriedad hay que hacer un punto y una reflexión que es importante que tengamos clara.

La obligatoriedad de la educación en cualquiera de sus niveles tiene un contenido político muy importante, cual es establecer que la educación de todos es un problema de todos. En ese sentido, cualquiera podría preguntarse, por ejemplo, respecto de la educación primaria, por qué alguien no podría tener la libertad de decidir que no quiere saber leer. La respuesta es que como sociedad, hace ya unos cien años, decidimos que eso no era parte de las libertades de una persona, porque, en tanto vivimos en sociedad, la educación de todos es asunto de todos, pues la educación responde a la pregunta “qué sociedad queremos construir”.

Por ello, como la educación de todos es un problema de todos, es importante que vayamos entendiendo y avanzando hacia reconocer a la educación como un derecho social, no como un derecho individual universal, que es la forma en que se ha construido filosóficamente el sistema educacional chileno.

¿Por qué eso tiene relevancia hoy? Porque cuando decimos que algo es obligatorio para los padres y para los estudiantes, se debe considerar que nadie puede obligar a lo imposible.

Por lo tanto, también estamos diciendo que es obligatorio para la sociedad generar las condiciones para que esta educación se dé en buenos términos. Y eso tiene una doble salida: es un problema de plata y un problema de contenido de la educación.

Respecto del problema de plata, quiero relevar la importancia de entender que la educación dispersada, vía váucher, sin una concepción científica y social sobre qué es lo que queremos lograr con esa educación, que ahora es obligatoria -o sea, no se tiene derecho a prescindir de ella-, es una educación que no va a llegar a ninguna parte. No me gusta el término “calidad” -entiendo que es un término aceptado en este mundo-, pero si lo que se hará será solamente repartir váucheres, eso no necesariamente garantizará la calidad, y no lo ha hecho en ninguno de los niveles.

Por otra parte, a la hora de establecer el contenido, además del financiamiento, deberemos preocuparnos mucho, porque no está presente en esta reforma -quizás no tenía que estarlo-, de la articulación con los otros sistemas. Cuando se estableció la obligatoriedad de la educación primaria y secundaria, nos demoramos décadas en hacer que un sistema tuviese que ver con el otro.

Por último, quiero señalar que estoy muy a favor de la obligatoriedad y de entender a la educación como un derecho social, lo que hace que como sociedad podamos obligar a alguien a educarse, pero sin financiamiento y sin un plan científicamente elaborado y socialmente acordado respecto de qué sociedad queremos construir, articulado con el resto de los niveles, esto puede terminar en obligaciones que realmente no constituyen avances, como, por ejemplo, la jornada escolar completa, que significa tener a muchos niños en talleres que no aportan nada.

He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Gastón von Mühlenbrock .

El señor VON MÜHLENBROCK.-

Señor Presidente, primero, saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria presentes en la Sala.

El paso hacia el desarrollo constituye una etapa de un largo camino por el que ha debido transitar nuestro país y que trasciende a todas las temáticas involucradas en el quehacer público y gubernamental de Chile en sus más de 200 años de vida republicana.

Qué duda cabe que la educación representa el vehículo más formidable de esfuerzo de desarrollo que los sucesivos gobiernos han abordado, que en la actualidad debemos comentar con altura, inteligencia y patriotismo.

De acuerdo con este proyecto de ley, son los niños el principal foco en materia de beneficiarios de estos cambios fundamentales, toda vez que busca consolidar la educación parvularia como el nivel base del proceso educativo y, por consiguiente, constituir un antecedente necesario para ingresar al primer año de educación básica.

En general, nos encontramos con una iniciativa perfectamente compatible con la orientación del gobierno del Presidente Sebastián Piñera en torno a promover no solo una mejor educación en los chilenos, sino también fomentar mejores estándares de vida en nuestros niños, toda vez que busca la equidad desde la más temprana infancia.

En tal sentido, se debe promover una cultura en torno al acceso a la educación desde la más temprana infancia, como una práctica garantizada que significará que los chilenos y las chilenas tendrán una mejor base de desarrollo de sus talentos y destrezas de los ciudadanos, lo que redunda en una nación más culta, libre, democrática y desarrollada.

Este proyecto de ley ayuda a nivelar la cancha en la vida y en el desarrollo de nuestros niños, que tendrán una mayor igualdad de oportunidades.

Por lo anterior, quiero manifestar que votaré a favor esta iniciativa, la que espero que tenga el apoyo trasversal de la Sala, puesto que beneficiará a miles de niños y niñas de nuestro país. He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Camila Vallejo .

La señorita VALLEJO (doña Camila) .-

Señor Presidente, es cierto que no podemos sino valorar esta iniciativa legislativa que viene a hacerse cargo de implementar algo que el país discutió en su momento. Hubo distintas reformas constitucionales para asegurar el acceso a la educación parvularia de niños y niñas. Ese proceso partió en el 2007, con una ley de reforma constitucional que garantizaba este derecho y luego con la obligatoriedad a nivel constitucional de ejercerlo.

Hoy estamos frente a un proyecto de ley que nos permitiría implementar esa obligatoriedad y de manera gradual.

Ahora, tenemos evidentes preocupaciones a propósito de que todos los expertos -es algo que es un consenso, y todos lo sabemos- valoran la importancia que tiene la educación parvularia en los primeros años de vida. Pero esto se refiere principalmente al período entre los 2 y los 4 años de edad, y a esa edad es muy determinante lo que pasa en un niño o una niña.

Si se accede a una buena educación parvularia, el nivel de desarrollo que puede tener a futuro, el acortamiento de las brechas socioculturales, es determinante, pero si se accede a una mala educación parvularia entre los 2 y 4 años, las consecuencias pueden ser irreparables. Entonces, lo que se ha planteado, en reiteradas oportunidades, es la necesidad de un acceso a la educación parvularia, pero una buena educación parvularia.

Allí surge la preocupación, porque en este nivel, que no es desde que el niño o la niña nace hasta los 4 años de edad, sino de 5 a 6 años, que es el nivel del kínder, cuya cobertura es de 97,7 por ciento, de manera que nos resta muy poco para poder cubrir la totalidad de los niños en esa edad, tenemos todavía déficit de salas para llegar al ciento por ciento.

En efecto, la mayoría de las familias dice que no lleva a sus hijos de cinco a seis años porque los cuidan en la casa; consideran que es mejor tenerlos en la casa que acceder a la educación parvularia, lo que es un tema cultural, pero también podría tener que ver con si están las condiciones o no y con la calidad de ese proceso educativo.

Entonces, tenemos que asegurar que exista el espacio, la infraestructura; que los 20 o 30 niños no estén encerrados en una sala pequeña, sino que tengan espacios para el juego, que no termine siendo un espacio de estrés, que tengan buenas educadoras de párvulos, que tengan capacidad de que la educadora de párvulos atienda a cada uno de los niños y no simplemente se destine la mayor cantidad de horas de cuidados a las técnicos, que es lo que suele pasar. Entonces, nos faltan recursos para eso, y por eso quiero pedir que se pudiera precisar desde el Ministerio de Educación que están las condiciones, porque la información oficial que se nos ha entregado es que hay déficit de 25 salas para cumplir con esta cobertura que debiera recibir a los restantes 5.685 niños y niñas. Hay alcaldes de regiones que han dicho que en la realidad actual tienen problemas para mantener los colegios donde está radicado principalmente el kínder, a propósito de la asistencia, porque la subvención educacional se paga principalmente por asistencia de los alumnos, y en las zonas rurales la asistencia disminuye por distintos factores, como el clima y la distancia, más aún si se trata de menores, pues no pueden ir solos al jardín infantil, sino que deben ser llevados por los adultos responsables de ellos.

De ese modo, si el financiamiento para garantizar las condiciones necesarias para el adecuado funcionamiento de los kínder sigue dependiendo de la asistencia, vamos a tener un problema real.

Valoro que haya gradualidad, porque eso permitirá ir corrigiendo y poniendo recursos. En el próximo proyecto de ley de presupuestos podríamos incluir una glosa que nos permita cubrir adecuadamente la jornada, con recursos concretos. Se planteó varias veces esa duda, pero como no ha sido resuelta, sigue generando un espacio de incertidumbre. En todo caso, esperamos que se vaya resolviendo, porque si ello no ocurre, podrían surgir problemas en el camino.

Un elemento adicional que quiero plantear tiene que ver con una inconsistencia entre lo que es el mundo educacional y el mundo laboral. Si uno piensa en las familias más vulnerables, habitualmente son ellas las que cuidan a sus hijos de entre 5 y 6 años de edad, y lo hacen en su propia casa. Esa es la situación de a lo menos el 62 por ciento de los niños de esa edad. Cuando ello ocurre, habitualmente son las abuelas o las madres quienes asumen la tarea. La idea que está detrás de esta iniciativa es que si los niños van al kínder, esas mujeres podrán salir al mercado laboral.

El propósito, entonces, es que, además de los objetivos educativos que tiene este proyecto, incentivemos que papá y mamá trabajen, si es que están juntos, y si no es el caso, que lo haga la madre soltera. Pero resulta que la jornada laboral, a menos que sea muy precaria y a tiempo parcial, termina a las seis de la tarde, por lo cual llegan muy tarde a sus casas, muchas veces cerca de las diez de la noche, y la cobertura escolar del kínder en muchos casos sigue siendo de media jornada, de manera que los padres deben elegir entre enviar a sus hijos a la jornada de la mañana o a la de la tarde. Si la jornada de la mañana es de 8.00 a 12.00 horas, ¿cómo lo harán esas mujeres?

Obviamente, ahí existe un problema que excede a este proyecto de ley, pero debe resolverse, porque no hacerlo es una complicación para la madre, dado que deberá pagar el llamado after school, una persona que cuide a su hijo después de que salga del colegio, con lo cual no estaremos cumpliendo realmente con el objetivo de compatibilizar el mundo laboral con la realidad y las necesidades de los niños y las niñas de nuestro país.

He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Pedro Álvarez-Salamanca .

El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA.-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra y a la subsecretaria, y las felicito por la labor que están realizando por nuestros niños y niñas. Asimismo, felicito al Presidente de la República por este tremendo mensaje que votaremos hoy en la Cámara de Diputados, que busca modificar la Ley General de Educación para establecer el paso obligatorio por kínder o segundo nivel de transición a los niños de entre 5 y 6, como requisito fundamental y necesario para ingresar al primer año de educación básica.

Todos sabemos de la importancia que tiene la educación parvularia para esa etapa fundamental en la evolución de nuestros niños y niñas, durante la cual el desarrollo cerebral está marcado fuertemente por las experiencias en su entorno familiar y educativo.

Considero que, en general, estamos ante un tremendo proyecto, pero debo hacer presente, aprovechando la presencia de la subsecretaria, que para lograr todos los objetivos que propone el proyecto es necesario, a mi juicio, hacer más esfuerzos respecto de cómo dotar de más profesionales permanentes a los jardines infantiles dependientes de la Junji o de Integra, al menos. Estoy hablando, por ejemplo, de fonoaudiólogos y psicopedagogos.

He conversado con directores de jardines infantiles de la Región del Maule, quienes me han dicho que están un poco al debe en cuanto a los profesionales que se desempeñen en forma permanente en los establecimientos que dirigen. ¿Por qué? Porque cada vez que tiene que ir un fonoaudiólogo a un jardín infantil, hace su trabajo en un día y luego vuelve quince o veinte días después.

Evidentemente, no es bueno que el niño que requiere la atención de un fonoaudiólogo o de un psicopedagogo en las primeras etapas de su vida escolar esté sometido a una situación como esa, y en los jardines infantiles, al menos en los de sectores rurales, siempre están con déficit de profesionales de ese tipo.

Por lo tanto, señora ministra y señora subsecretaria -por su intermedio, señor Presidente-, sería bueno hacer un esfuerzo para dotar, a lo menos a estos jardines infantiles, de más fonoaudiólogos, pero para que se desempeñen permanentemente en ellos y no que atiendan una o dos veces al mes.

En todo caso, vamos a aprobar este proyecto en general, porque creemos que es muy necesario.

He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Enrique van Rysselberghe .

El señor VAN RYSSELBERGHE.-

Señor Presidente, este proyecto de ley, que ingresó a tramitación el 25 de septiembre del año pasado, busca modificar la Ley General de Educación para establecer el paso obligatorio por kínder o segundo nivel de transición de educación preescolar de los niños de entre 5 y 6 años de edad, como antecedente fundamental y necesario para ingresar al primer año de educación básica.

Así, se extenderá a 13 años la escolaridad obligatoria; es decir, se suma un año adicional, en este caso de educación parvularia.

Según la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro , esto es importante, ya que en esta etapa es cuando realmente podemos corregir carencias sociales de origen, nivelar la cancha y hacer así un verdadero aporte a una sociedad más justa.

Desafortunadamente, la brecha comienza tempranamente. Esta puede ser de habilidades entre individuos y grupos de distinta condición socioeconómica, pero también aplica para las habilidades cognitivas y no cognitivas. Por ello, los expertos que acudieron a la comisión sugieren que se comience a intervenir a temprana edad, antes de que se amplíe la brecha en favor de aquellas personas que gozan de más privilegios sociales y económicos.

Por otra parte, este proyecto busca cambiar la percepción de la ciudadanía, para que entienda la importancia de estimular la temprana infancia, especialmente para las familias en situaciones desfavorecidas, porque todos los niños y niñas deben tener la misma importancia y merecen un trato equitativo, en especial en esa edad tan vulnerable. Así que les pido a mis colegas presentes en la Sala que apoyen esta gran iniciativa de nuestro Ejecutivo.

Es deber nuestro, como parlamentarios, acudir en apoyo de de los niños y empezar a equiparar la brecha desde la más temprana infancia. El compromiso de nuestro Presidente, Sebastián Piñera , es poner a los niños primeros en la fila, y este proyecto da un paso muy importante para avanzar en equidad y para que se abran efectivamente más posibilidades de políticas públicas para el 3 por ciento de los niños que hoy, lamentablemente, no asisten a kínder.

He dicho.

El señor GARÍN.-

Señor Presidente, solicito la palabra.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Antes de suspender o levantar la sesión, es obligación llamar a los diputados y diputadas a que vuelvan a la Sala, así es que procederemos como solicita su señoría.

En todo caso, me parece oportuno aclarar que hay comisiones funcionando, para que la opinión pública sepa por qué hay pocos diputados en la Sala y no se vaya a creer que no están cumpliendo su labor parlamentaria. Lo aclaro porque estimo necesario defender la imagen de nuestra institución.

Para continuar la discusión del proyecto de ley en debate, tiene la palabra el diputado Juan Santana .

El señor SANTANA (don Juan).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria de Educación Parvularia.

Lamento que a pesar de la gran relevancia de la materia en discusión haya tan pocos parlamentarios presentes en la Sala.

Valoro este proyecto, que implementa la reforma constitucional que estableció el deber del Estado de promover la educación parvularia, el financiamiento de un sistema gratuito para ello y la obligatoriedad del segundo nivel de transición. El Estado debe promover un sistema gratuito para toda la educación parvularia, es decir, tanto para las salas cuna como para los niveles medio y de transición, junto con establecer la obligatoriedad de cursar el kínder como requisito para ingresar a la educación básica.

Los dos artículos permanentes y las normas transitorias de este proyecto hacen las adecuaciones necesarias a la Ley General de Educación para exigir, a partir del 2021 -si el proyecto se aprueba antes de junio del presente año-, que los niños tengan la obligación de haber cursado el kínder para ingresar a la educación básica.

En 2013 existía 93 por ciento de cobertura en ese nivel, por lo que solo el 7 por ciento de los niños no cursaba kínder. Se comentaba, entonces, que como la obligatoriedad se estable- cía cuando ya se había alcanzado un porcentaje alto de cobertura, no surtiría tanto efecto.

Transcurridos cinco años, la cobertura llega a 97 por ciento en los dos quintiles de ingresos más altos y a 96 por ciento en los de ingresos más bajos, es decir, estamos muy cerca de la plena cobertura.

Lo expresado anteriormente no tiene por propósito desmerecer los efectos reales que tendrá la aprobación de este proyecto de ley; por el contrario, todos los avances dirigidos a eliminar las desigualdades de nuestra sociedad, especialmente en nuestro segregado sistema educativo, son necesarios, valorados y apoyados.

La evidencia presentada por la Agencia de Calidad de la Educación sugiere que la calidad de la comprensión lectora en los primeros años de la educación depende de las experiencias de aprendizaje de la primera infancia, que es la etapa en la cual se crean los patrones que impactan en la trayectoria escolar.

Por lo anterior, si bien valoro la iniciativa, no puedo dejar de mencionar que, transcurridos cinco años y alcanzada casi la plena cobertura del kínder, valoraría avanzar en la cobertura del primer nivel de transición, prekínder, y en los niveles medios, ya que en ellos se advierte que seguimos teniendo una baja cobertura en relación con los países de la OCDE.

No puedo dejar de hacer presente que el gobierno de la Presidenta Bachelet dejó aprobada la creación de una serie de instituciones, como la Subsecretaría de la Niñez, a cargo del ministro Moreno; el Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez, en el cual deberían participar once ministros, y la Defensoría de la Niñez, institución autónoma que tiene por objeto la difusión, promoción y protección de los derechos de los niños y niñas. En segundo trámite constitucional quedó el proyecto de ley que crea el Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez, y en primer trámite constitucional se encuentran los proyectos que ponen término al Sename y crean dos nuevas instituciones.

Ojalá sigamos avanzando en la dirección de fortalecer las oportunidades en materia de educación para todas las niñas y todos los niños de nuestro país, de manera igualitaria, bajo la responsabilidad del Estado chileno, no bajo otra mirada, que pareciera ser una permanente tentación, en donde se segrega, se selecciona y se discrimina.

He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Cristina Girardi .

La señora GIRARDI (doña Cristina).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria.

La importancia de este proyecto es que aplica o concreta en nuestro sistema escolar una garantía constitucional. Recordemos que una reforma constitucional estableció la obligatoriedad de que los niños cursaran el segundo nivel de transición de educación parvularia.

Un tema relevante, que discutimos mucho en la comisión, dice relación con el hecho de que cuando se establece esa obligatoriedad, el Estado debe garantizar la calidad de ese nivel educacional. Lamentablemente, en nuestro sistema educativo no están garantizados todos los elementos, tanto pedagógicos como de infraestructura, que requieren los niños en esa etapa. Por lo tanto, el esfuerzo del Estado deberá estar dirigido a lograr eso.

Nos cuestionamos -lo hemos discutido- si tenemos el derecho a hacer obligatorio un nivel en el que no podemos garantizar la entrega de las herramientas que necesitan los niños en esa etapa. ¿El Estado está preparado para responder a esa exigencia?

La educación parvularia es vital para la formación de los niños, en cuanto a las capacidades que pueden desarrollar a posteriori. Es una etapa determinante, para bien o para mal, que va a marcar el destino de los niños, que depende de la forma en que se actúe.

Reitero: es importante cuestionar si el Estado tiene la capacidad de entregar a los niños lo que ellos realmente necesitan en esa etapa; si puede asegurar los mejores estándares de calidad, los mejores espacios de desarrollo y los mejores ambientes de aprendizaje y de socialización.

Me gustaría que la ministra o la subsecretaria de Educación Parvularia respondieran si es posible garantizar eso, si somos capaces de asegurar que lo que ocurra en ese nivel realmente va a favorecer y no a perjudicar a los niños. Hay muchos elementos positivos que se podrían desarrollar si esto se hace bien.

¿Tenemos la capacidad de hacerlo bien? Esa es la pregunta. Si vamos a hacer obligatorio el segundo nivel de transición de educación parvularia, debemos ser capaces de responder a la altura del requerimiento de los niños. Me gustaría que las autoridades del Ministerio de Educación respondieran mi inquietud antes de la votación del proyecto.

He dicho.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Corresponde tratar el proyecto de acuerdo que aprueba el Acuerdo entre el gobierno de la República de Chile y el gobierno de los Estados Unidos de América para la Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación de Proyectos en Materia de Defensa, suscrito en Puerto España, Trinidad y Tobago, el 11 de octubre de 2016. Diputados informantes de las comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, y de Defensa Nacional son las señoras Carmen Hertz y Loreto Carvajal , respectivamente.

Antecedentes:

-Mensaje, sesión 63ª de la presente legislatura, en 23 de agosto de 2018. Documentos de la Cuenta N° 2.

-Informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, sesión 81ª de la presente legislatura, en 9 de octubre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 17.

-Informe de la Comisión de Defensa, sesión 104ª de la presente legislatura, en 21 de noviembre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 3.

El señor ORTIZ (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada informante de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.

La señora HERTZ, doña Carmen (de pie).-

Señor Presidente, en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, me corresponde informar ante ustedes sobre el proyecto de acuerdo que aprueba el Acuerdo entre el gobierno de la República de Chile y el gobierno de los Estados Unidos de América para la Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación de Proyectos en Materia de Defensa, suscrito en Puerto España, Trinidad y Tobago, el 11 de octubre de 2016, el que se encuentra sometido a la consideración de esta Cámara en primer trámite constitucional, hoy con suma urgencia, y de conformidad con lo establecido en los artículos 32, Nº 15, y 54, Nº 1, de la Constitución Política de la República.

Según lo señala el mensaje, la relación bilateral entre Chile y los Estados Unidos de América en el área de la Defensa es de larga data. Ambos Estados cuentan con agregados de Defensa residentes y con actividades de cooperación, visitas de autoridades y un nutrido intercambio operacional, académico y de ciencia y tecnología.

Agrega que entre los gobiernos de ambos países se han llevado a cabo diversas iniciativas de cooperación a nivel de las Fuerzas Armadas, entre ellas la suscripción del presente acuerdo, celebrado en el marco de la XIIª reunión de Ministros de Defensa de las Américas, en 2016.

Precisa, a continuación, que este acuerdo propone una relación más estrecha y fluida entre las partes, de manera de fomentar, facilitar y desarrollar la cooperación científica y tecnológica en el sector de la Defensa, a través de sus respectivos ministerios de defensa y de sus fuerzas armadas.

El acuerdo consta de un preámbulo, en el cual se señalan los propósitos que animaron a las partes a suscribirlo; diecisiete artículos, en los que se explicitan las disposiciones sustantivas, y dos anexos, singularizados con las letras A y B, respectivamente, el primero de ellos con tres apéndices.

En el preámbulo, las partes dejan de manifiesto su común interés en mejorar la relación bilateral en el ámbito de la Defensa y reconocen que para lograrlo es fundamental la cooperación, haciendo mejor uso de sus respectivas capacidades de desarrollo, especialmente en el campo de la tecnología y la investigación.

En cuanto a su contenido, el artículo 1, denominado Definiciones, comprende una serie de términos para el mejor entendimiento y aplicación del acuerdo. Estos son: información clasificada, contrato, contratación, entidad contratante, responsable de contratación, contratista, personal de apoyo del contratista, información no clasificada controlada, personal de proyecto cooperativo, fines de Defensa, autoridad de seguridad designada, equipos y material, costos financieros, etcétera, así como otros, a los cuales no me referiré en detalle por encontrarse contenidos y explicitados latamente en el informe que mis colegas tienen en su poder.

En el estudio de este proyecto de acuerdo, la comisión contó con la asistencia del señor ministro de Defensa Nacional, don Alberto Espina Otero ; del señor subsecretario de Defensa, don Cristián de la Maza Riquelme ; de la señora Carolina Valdivia Torres , subsecretaria de Relaciones Exteriores; de la señora Mariana Durney Meneses , directora general de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, y del señor Armin Andereya Latorre , director de Seguridad Internacional y Humana de dicha cartera de Estado, quienes, además de ratificar los contenidos expresados en el mensaje, manifestaron, en términos generales, el común interés de las partes contratantes en mejorar la relación bilateral en el ámbito de la Defensa, haciendo mejor uso de su respectivas capacidades de desarrollo, especialmente en el campo de la tecnología y la investigación.

En dicha ocasión, el señor Espina , ministro de Defensa Nacional, manifestó que la presente iniciativa responde a la continuación del proceso de cooperación entre Chile y Estados Unidos en el área de la Defensa, que tuvo su origen en un memorándum de entendimiento que data de 1996, mediante la creación del Comité Consultivo de Defensa.

Dicho comité, ya en 1996, tenía por objeto institucionalizar un proceso de consultas regulares en materias de Defensa y Seguridad entre Chile y Estados Unidos, estableciendo una agenda de trabajo que permita ampliar los esfuerzos de cooperación.

En particular, se señaló que este acuerdo propone una relación más fluida y estrecha entre ambos países, estableciendo un acuerdo marco que permita fomentar, facilitar y desarrollar la cooperación científica y tecnológica en el sector de la Defensa, a través de sus respectivos ministerios, definiendo los términos y condiciones generales para el intercambio de información y el establecimiento de grupos de trabajo que permitan cofinanciar proyectos de cooperación bilateral en temas de mutuo interés.

De esta forma, se agregó que este proyecto permite a nuestro país abaratar costos en temas de interés nacional, en innovación y desarrollo; inferir el conocimiento y experiencia de un país vanguardista en esta materia en el mundo, y generar el acceso a nuevas tecnologías que no lograríamos individualmente.

Finalmente, el ministro de Defensa Nacional afirmó que como consecuencia de los esfuerzos realizados en conjunto en materia de Defensa en los últimos veinticinco años, Chile es un país que tiene un prestigio reconocido mundialmente, y que nuestro país tiene las mejores relaciones con Estados Unidos, con quien se vincula en forma absolutamente igualitaria, guardando las proporciones, y siempre ha mantenido su autonomía e independencia en la toma de decisiones.

El señor Espina finalizó afirmando que Chile firma acuerdos en la medida en que sean provechosos para nuestros intereses y recalcó que este proyecto de acuerdo permitirá mejorar el intercambio de conocimientos con el país que probablemente más invierte en fomentar el desarrollo científico en materia de defensa.

Por su parte, las señoras y los señores diputados que votaron favorablemente el proyecto en informe manifestaron que este acuerdo, como el mensaje lo indica, propone una relación más estrecha y fluida entre las partes, de manera de fomentar, facilitar y desarrollar la cooperación científica y tecnológica en el sector de la defensa, a través de sus respectivos ministerios de Defensa y de sus Fuerzas Armadas.

Sometido a votación el proyecto de acuerdo, se aprobó por 8 votos a favor, 1 en contra y ninguna abstención.

Votaron a favor las diputadas señoras Catalina del Real, Carmen Hertz y Francesca Muñoz , y los diputados señores Carlos Abel Jarpa , Issa Kort , Cristhian Moreira , Jaime Naranjo y Luis Rocafull . En contra lo hizo el diputado señor Pablo Vidal .

Por último, me permito hacer presente que la comisión no calificó como normas de carácter orgánico constitucional o de quorum calificado ningún precepto contenido en el proyecto de acuerdo en informe. Asimismo, determinó que sus preceptos no deben ser conocidos por la Comisión de Hacienda, por no tener incidencia en materia presupuestaria o financiera del Estado.

Como consecuencia de los antecedentes expuestos y visto el contenido formativo del acuerdo en trámite, la comisión decidió recomendar a esta Cámara aprobar dicho instrumento, para lo cual propone adoptar el artículo único del proyecto de acuerdo, cuyo texto se contiene en el referido informe.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

En reemplazo de la diputada Loreto Carvajal , rinde el informe de la Comisión de Defensa Nacional el diputado Mario Desbordes .

El señor DESBORDES (de pie).-

Señora Presidenta, en representación de la Comisión de Defensa Nacional, paso a informar, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 222 del Reglamento de la Corporación, en primer trámite constitucional, sobre el proyecto de acuerdo que aprueba el Acuerdo entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de los Estados Unidos de América para la Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación de Proyectos en Materia de Defensa, suscrito en Puerto España, Trinidad y Tobago, el 11 de octubre de 2016, iniciado en mensaje de su excelencia el Presidente de la República.

La idea matriz o fundamental de este proyecto de acuerdo es aprobar el Acuerdo entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de los Estados Unidos de América para la Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación de Proyectos en Materia de Defensa, suscrito en Puerto España, Trinidad y Tobago, el 11 de octubre de 2016.

Las primeras conversaciones entre ambos países sobre este tema se inician en 2011, cuando Estados Unidos propone a Chile como una oportunidad no solo para intercambiar experiencia y profesionales en el área de la ingeniería, sino también como una posibilidad de desarrollar proyectos en conjunto.

La propuesta fue revisada por un comité multidisciplinario, compuesto por representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, de Defensa Nacional y de Economía, cuya función fue, durante cuatro años, realizar el seguimiento del mismo.

El primer semestre de 2016 se realizaron dos reuniones de negociación entre el comité multidisciplinario y la contraparte, llegando a un consenso, previa aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos. El acuerdo fue firmado por el entonces ministro de Defensa Nacional José Antonio Gómez , en la Conferencia de las Américas de 2016, realizada en Trinidad y Tobago, concluyendo con el documento que se propone hoy al Congreso Nacional.

El acuerdo se compone de 17 artículos más dos anexos, los que detallan su forma de materialización.

Este instrumento internacional permite principalmente cofinanciar proyectos bilaterales, no solo en cuanto a sus costos de carácter económico, sino también a la utilización de equipamiento de ambos países para desarrollar proyectos en diversas gamas de la tecnología.

Además, el acuerdo detalla las responsabilidades jurídicas, de trabajo y la estructura de los directores a cargo del mismo, como asimismo establece agentes de gestión y directores de proyectos.

La aprobación de este acuerdo no solo beneficia al campo de la defensa, sino también a los trabajos de investigación realizados por diversas universidades y centros de estudios.

Finalmente, sometido a votación su artículo único, fue aprobado por 6 votos a favor, 1 voto en contra y 1 abstención.

Votaron por la afirmativa la diputada señora Loreto Carvajal y los diputados señores Álvaro Carter , Leonidas Romero , Marcelo Schilling , Jaime Tohá y Osvaldo Urrutia . Votó por la negativa el diputado señor Jorge Brito . Se abstuvo el diputado señor Guillermo Teillier .

Es cuanto puedo informar.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

En discusión el proyecto de acuerdo. Tiene la palabra el diputado Marcelo Díaz .

El señor DÍAZ.-

Señora Presidenta, en general, siempre he sido partidario de perseverar en una línea que Chile ha implementado con fuerza desde 1990, que en tiempos del Presidente Aylwin se llamó reinserción internacional de Chile, a partir de nuestra condición de país que había vuelto al concierto de naciones democráticas.

Eso tuvo básicamente dos o tres aspectos: primero la reincorporación de Chile a muchos foros de los que habíamos sido expulsados, como consecuencia de la condición de régimen antidemocrático de la dictadura; recuperar presencia y personalidad política en el ámbito de las Naciones Unidas, y adherirnos, muchas veces en calidad de observadores de foros en los que antes habíamos tenido la condición de miembros plenos, como el Pacto Andino o Comunidad Andina; suscribir múltiples tratados que fueron vinculando a Chile con distintos foros, como, por ejemplo, al Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de los 77, que luego se tradujeron en acuerdos políticos, económicos y comerciales que hasta hoy tienen a Chile como el país que más tratados de libre comercio y acuerdos comerciales ha suscrito con terceros países a nivel mundial, que han permitido el acceso estable, garantizado y bajo condiciones favorables y ventajosas a los productos de países que no tienen mercado suficiente a nivel interno para su consumo.

Esto ha ido acompañado de acuerdos de cooperación en el ámbito civil, científico, cultural y también militar, como es el caso del proyecto que hoy está en discusión.

No obstante lo anterior, tengo serias reservas sobre este proyecto de acuerdo, primero, porque hay elementos que se plantearon en el primer gobierno. No está presente el canciller, lo que es muy raro. No recuerdo haber discutido un proyecto de esta naturaleza sin alguien que represente a la Cancillería, pero, bueno, este canciller es bien particular. Debe estar preocupado de la APEC y del nuevo senior officials meeting.

¿Por qué tengo reparos respecto de este acuerdo? Porque estamos hablando de un tratado en materia de defensa con un gobierno -no con un país- cuya conducta en materia de política de defensa y de principios en materia de política exterior dista radicalmente de lo que Chile ha sostenido a lo largo de estos 28 años de democracia y ha inspirado el ciento por ciento de los tratados y acuerdos bilaterales y multilaterales que nuestro país ha suscrito, lo cual tiene que ver, por ejemplo, con el respeto a los organismos internacionales y al multilateralismo, puntos claves para el desarrollo de los intereses de Chile más allá de nuestra frontera.

Sin una adhesión irrestricta a los principios del multilateralismo, probablemente el 80 o 90 por ciento de los intereses que Chile promueve y defiende en el mundo serían inviables.

Además, este tratado en materia de defensa se suscribe con un país que, a mi juicio, en estas cuestiones no es un socio estable. Con ello no me refiero a Estados Unidos, sino al gobierno de Donald Trump. No tengo prejuicios antiimperialistas, porque me parece que todos esos temas son parte de la historia. Aclaro que son parte de la historia y no del pasado; esa es mi opinión, y si a alguien no le gusta, está en su derecho de pedir la palabra y decir otra cosa.

Tenemos un tratado de libre comercio con Estados Unidos, pero quiero decirles que, a diferencia de lo que pasaba en otros países de América Latina y del mundo, cuando se firmó cabe recordar que se firmó después del gesto soberano del Presidente Lagos de rechazar la petición del gobierno norteamericano de que Chile acompañara la resolución de invadir Iraq, lo que provocó preocupación en Chile por lo que podría pasar con ese tratado de libre comercio-, el Presidente Lagos aumentó en las encuestas y la ciudadanía valoró ese acuerdo. Porque, desprejuiciadamente, si uno mira las consecuencias de los tratados de libre comercio -hay varios informes que así lo demuestran-, verá que Chile ha ganado mucho más de lo que ha cedido en materia de dichos tratados, porque no hay mercado suficiente para nuestras exportaciones al interior de un mercado tan pequeño como el nuestro, un país distante, lejano.

Pero vuelvo, porque me queda poco tiempo, al foco de este acuerdo.

Este tratado habla de un conjuntó de materias que tienen que ver con la defensa e intercambio de información, que nos obliga a establecer ciertas reservas y secretos que son muy naturales en tratados en materia de defensa. Pero -insisto- si bien esto vincula como Estado a Chile y a Estados Unidos, y no tengo un prejuicio respecto de aquello, sí tengo una diferencia sustancial en cuanto a que estos compromisos se suscriban con un gobierno como el de Donald Trump, que, a mi juicio, no es un gobierno confiable.

Por tanto, no voy a acompañar este acuerdo -el acuerdo está firmado, pero puede demorarse años en ser aprobado, como muchas veces ha ocurrido-, porque cuando uno firma un acuerdo tiene que hacerlo con un socio confiable, y no me parece que sea un socio confiable el que quiere instalar un muro al sur del Río Grande, en la frontera entre Estados Unidos y México; no me parece un socio confiable aquel que se retira del Acuerdo de París sobre cambio climático, no me parece un socio confiable aquel que no firma el Pacto Mundial para la Migración y no me parece que el gobierno de Donald Trump sea un socio confiable para suscribir un tratado en materia de defensa.

He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado René Saffirio .

El señor SAFFIRIO.-

Señora Presidenta, la verdad es que comparto las afirmaciones hechas por el diputado Marcelo Díaz . Tal vez para no repetir lo señalado por él, quiero mencionar algunas normas que les pediría a mis distinguidos colegas que pudiéramos tener presentes.

Este acuerdo define, por ejemplo, qué es “Información clasificada”. Dice que es “Información oficial que debe ser protegida en interés de la seguridad nacional y que se designa así mediante la aplicación de una marca de clasificación de seguridad. Esta información puede adoptar forma verbal, visual, magnética, electrónica, documental o adoptar la forma de equipos, material o tecnología.”. El tema de la información para los Estados Unidos es vital y nosotros sabemos perfectamente por qué.

El acuerdo establece qué son los “Fines de defensa”. Dice que es -¡ojo!-: “Fabricación u otro uso en cualquier lugar del mundo -reitero: fabricación u otro uso en cualquier lugar del mundo- por parte de las Fuerzas Armadas de cualquiera de las Partes o para ellas.”. Es decir, para Estados Unidos o para Chile. Repito: uso en cualquier lugar del mundo.

Más adelante, el acuerdo define “Información” como los “Conocimientos que pueden comunicarse por cualquier medio, independientemente de la forma o tipo, en particular los de naturaleza científica, técnica, comercial o financiera, así como las fotografías, informes, manuales, datos sobre amenazas, datos experimentales, datos de pruebas, software informático, diseños, especificaciones, procesos,…”, en fin, una larga lista.

También menciona y define qué son los “Acuerdos de Proyecto”. Este tratado los define como “Acuerdos separados, negociados individualmente, celebrados con arreglo al presente Acuerdo…”. Después diré por qué hice referencia a esta norma. El acuerdo señala que los “Acuerdos de Proyectos separados entre los representantes autorizados de acuerdo con los procedimientos nacionales de las partes (…) se celebraran de conformidad con el presente Acuerdo…”. Luego agrega: “Adicionalmente, el presente Acuerdo permitirá el intercambio de Información con cualquier fin -reitero: permitirá el intercambio de información con cualquier fin- comprendido en el alcance del presente Acuerdo…”.

Asimismo, añade: “El ámbito de trabajo del presente Acuerdo abarcará la colaboración en investigación, desarrollo, prueba y evaluación que potencialmente se traduzca en una capacidad militar nueva o mejorada.”. ¡Qué buen socio hemos elegido para estos efectos!

En materia de gestión, el acuerdo dispone que “Serán responsables de la ejecución del presente Acuerdo la Secretaría de Defensa de los Estados Unidos de América y el Ministerio de Defensa Nacional de la República de Chile…”, y otorga a los responsables de este acuerdo la facultad de celebrar, de conformidad con él, las políticas y procedimientos nacionales y los Acuerdos de Proyectos, de acuerdo con lo establecido en la página 27 del texto. Fíjense que en la página 27 se señala que “Cada parte contribuirá equitativamente, en conformidad a sus respectivas leyes…” a los Acuerdos de Proyectos.

¿Por qué digo esto? Porque el informe financiero del Ministerio de Hacienda, que era el informe con el que querían que resolviéramos este acuerdo sin el texto del acuerdo -que después logramos que se tradujera-, dice que la implementación del acuerdo no tiene efectos sobre el presupuesto del sector público. ¡Falso! ¡Mentira! ¡No es cierto!

Lo que hay aquí es un evidente bypass al Congreso Nacional para no fijar los costos en este acuerdo, sino para fijarlos en el acuerdo delegado a quienes tendrán la responsabilidad de administrarlo. Hay, en consecuencia, dos conclusiones básicas.

Quisiera escuchar a quienes rasgaron vestiduras por la concesión de soberanía a partir de la firma del acuerdo sobre migrantes.

¡Esto sí que es una violación a la soberanía! ¡Esta sí que es una concesión gratuita a la soberanía!

¿Creen ustedes, acaso, distinguidos colegas, que Estados Unidos nos va a entregar información confidencial sobre lo que ocurre al interior y al exterior de sus fronteras, cuando tiene un jefe de Estado, el Presidente Trump , que cierra las fronteras físicas construyendo muros y que cierra las fronteras económicas abriendo una guerra comercial con China, que no solo busca proteger los intereses económicos de los Estados Unidos sino dañar, aún a ese riesgo, y paralizar prácticamente la economía en el mundo?

Afecta a la economía mundial y cierra todo, excepto la posibilidad de abrirse para recoger información confidencial de carácter militar.

Yo no estoy para esto. Yo aquí sí defiendo la soberanía de mi país y la soberanía de las Fuerzas Armadas de mi país, para proteger esa información que es sensible y que puede terminar afectando la seguridad, la soberanía y la transparencia de los procesos, más aún cuando esa transparencia está en duda en las Fuerzas Armadas chilenas también.

He dicho.

-Aplausos.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra el diputado Vlado Mirosevic .

El señor MIROSEVIC.-

Señora Presidenta, la verdad es que no es posible concurrir a votar favorablemente un acuerdo de esta naturaleza, de cooperación entre Chile y Estado Unidos, particularmente sobre la seguridad y la defensa nacionales, en el contexto de un gobierno norteamericano que no tiene una real convicción sobre dos principios respecto de los cuales Chile, en cambio, sí ha tenido siempre una vocación en su comportamiento internacional. Me refiero a los derechos humanos y al multilateralismo.

Chile, durante todo el siglo XX, ha tenido una vocación muy explícita en torno a esos dos principios orientadores de nuestra política exterior -obviamente con excepción de los años de la dictadura-, bajo los cuales se ha movido en el campo internacional. Sin embargo, es muy evidente el bajo compromiso de Donald Trump con ambos principios.

Con respecto a los derechos humanos, fue el propio Presidente Donald Trump quien, en junio del año pasado -2018- decidió el retiro de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, algo inédito en la historia de la Organización de las Naciones Unidas. El retiro de Estados Unidos del Consejo fue una noticia que en Chile no tuvo la cobertura que debió tener, porque retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es muchísimo más preocupante que no concurrir a la firma de un acuerdo específico, como el Pacto Migratorio. Se retiran de ese espacio, que tiene más de sesenta años.

Entonces, el bajo compromiso de Estados Unidos de América en materia de derechos humanos debiese ser para nosotros una alerta evidente.

En cuanto al segundo principio, el multilateralismo, la vocación del Presidente Trump también es evidente. El Presidente Trump pretende boicotear todo espacio de multilateralismo que no sea conveniente para sus propósitos, y hemos visto que su posición es hablar sistemáticamente en contra y desprestigiar a los organismos y los acuerdos internacionales.

En la ocasión en que el Presidente Trump se salió de la COP21, del Acuerdo de París, no solo afirmó que el cambio climático era un invento -de hecho, dijo que era un invento liberal-, sino que, además, insultó a los organismos internacionales que han sostenido ese Acuerdo.

Por lo tanto, si Donald Trump no tiene una convicción profunda en materia de derechos humanos y de multilateralismo, me parece que tenemos derecho a sospechar que es una amenaza para la seguridad mundial. Las noticias respecto de la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, así como la no concurrencia de ese país a la firma del Pacto Migratorio de la ONU todavía están en desarrollo, porque seguramente el Presidente Trump no va a cambiar de política.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China es un ejemplo más de la amenaza que representa el Presidente Trump para el orden mundial, de modo que mientras esa nación sea gobernada por él, la Cámara no debe concurrir a votar a favor este proyecto de acuerdo.

Finalmente, respecto del acuerdo propiamente tal, lo expresado por el diputado René Saffirio grafica muy bien el significado y las consecuencias que podría tener este pacto en materia de defensa para Chile, entre otros aspectos. Si bien la discusión debe estar centrada en el mérito mismo del proyecto, me parece que en este caso es importante considerar la forma en que ha actuado el Presidente de los Estados Unidos de América en materia internacional, de modo que no podemos permitirnos apoyar lo que se nos propone.

Por las razones expuestas, anuncio que votaré en contra este proyecto de acuerdo. He dicho.

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Ha concluido el tiempo destinado al Orden del Día.

En consecuencia, la discusión de este proyecto queda pendiente.