Labor Parlamentaria

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

En el Orden del Día, corresponde continuar la discusión del proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción, que modifica la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer expresamente el olor como agente contaminante.

Antecedentes:

-La discusión del proyecto se inició en la sesión 2ª de la presente legislatura, en miércoles 13 de marzo de 2019, oportunidad en que se rindió el informe de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado señor Pedro Pablo Álvarez-Salamanca .

El señor ÁlVAREZ-SALAMANCA.-

Señor Presidente, este proyecto de ley pretende modificar la ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer en forma expresa al olor como agente contaminante del medio ambiente. La iniciativa que se propone es muy importante y esperada por todos los vecinos y las vecinas que represento, especialmente por quienes viven en el mundo rural.

Según la Superintendencia del Medio Ambiente, una de las denuncias más recurrentes se relaciona justamente con los malos olores. Por eso, se hace necesario establecer de forma expresa que los olores son un agente contaminante del medio ambiente.

Cómo no recordar la lucha que hasta hoy han dado los vecinos de Camarico, comuna de Río Claro, por un vertedero que está muy cerca de esa localidad, o en Pelarco, cuyos vecinos también se han manifestado por los fuertes olores provenientes de un predio agrícola dedicado a la producción de huevos. Asimismo, los vecinos de Alto Pangue también están luchando fuertemente, porque allí se hace engorda de animales muy cerca de las casas y, además, se encuentra el vertedero de Huilliborgoa.

Considero que esta norma es sumamente importante y esperada. A mi juicio, es un tema de gran relevancia, sobre todo en el mundo rural, ya que todos los proyectos grandes, como rellenos sanitarios, producción de huevos o de cerdos, o la engorda de animales se hacen en lugares apartados. Sin duda, la gente que más sufre por este problema es justamente la que vive en el campo, donde debiese estar mucho más protegida la tranquilidad.

Por lo tanto, es importante seguir avanzando en esta materia y que finalmente consideremos que los malos olores también son agentes contaminantes, a fin de resguardar mucho más a nuestros vecinos del mundo del campo.

He dicho.

El señor SILBER (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Patricio Rosas .

El señor ROSAS.-

Señor Presidente, quiero expresar todo mi apoyo al proyecto de ley que genera una normativa que busca que el olor sea considerado como un agente contaminante.

Como médico, puedo señalar que el desarrollo humano está marcado por el desarrollo del rinencéfalo, que es una conexión de alerta primitiva de los seres humanos; los malos olores han sido una condición de alerta en la evolución del género humano.

El mal olor hace que el cerebro humano reaccione para defenderse, acción que está marcada en el ADN de las personas y en el origen embrionario y evolutivo de la raza humana. Por ello es tan importante que lo entendamos como un signo de alerta. Así como la temperatura es un signo de alerta respecto de algunas enfermedades, el mal olor es un signo de alerta en el medio ambiente que se arrastra por milenios en el desarrollo de la raza humana.

La idea es garantizar a las comunas que la medición de ese criterio será incluido dentro de los procesos de evaluación de impacto ambiental. Eso es fundamental a la hora de evitar desastres medioambientales. Todos conocemos el caso de Freirina en el norte del país y, en el plano de mi Región de Los Ríos, el caso de las plantas procesadoras de empresas sanitarias, como Aguasdecima en Valdivia, donde los vecinos han denunciado, una y otra vez, los malos olores de la planta ubicada en un barrio regional.

Los malos olores son agentes contaminantes que ocasionan molestias y trastornos en las condiciones de vida de la gente. Para las personas y su calidad de vida, es muy sensible convivir con la situación de malos olores. Esa es la realidad que desde hace mucho tiempo viven los vecinos del sector El Bosque, en Valdivia.

Además, es bochornoso que ciertas entidades traspasen o intenten traspasar a los clientes los costos de las mejoras que están obligadas a realizar por ley para un buen servicio, cuando existen malos olores en sus operaciones. Son lamentables las malas prácticas de las empresas y que los clientes tengan que pagar por la mala calidad de sus instalaciones. Eso es algo que vemos en Valdivia y en otras partes de Chile.

Lo mismo pasa en la Región de Los Lagos, en la planta Prolesur . Hace poco tiempo, hice la denuncia en esta Cámara de que dicha planta vierte líquidos al río San Pedro, un río que es origen del río Cruces, un río hermoso de aguas impolutas, que hoy genera olores putrefactos que son insoportables para los vecinos. Cabe recordar que la Superintendencia del Medio Ambiente comunicó, a través de un oficio, que la seremi de Salud pidió disminuir la carga de riles que esa planta está efectuando, bajo apercibimiento de clausura, medida leve para algo que es una alerta.

No son pocos los casos a nivel nacional -y, en mi caso, en la Región de Los Ríos que conocemos a través de las denuncias que hemos realizado. Es una prioridad trabajar de la mano de las comunidades. Se debe avanzar en que las industrias inviertan en tecnología para que sean sustentables con el medio ambiente.

No se trata de prohibir el desarrollo del empresariado ni las ideas de los empresarios y de las industrias, sino que las industrias sean compatibles con el medio ambiente y lo cuiden. Los malos olores son un signo de alerta de que algo está pasando, ya sea contaminación, emisión de gases dañinos o daños al medio ambiente, que son percibidos por el cerebro humano a través de los olores.

Por lo tanto, es muy importante el paso que estamos dando con el proyecto, para que las operaciones de las empresas sean sustentables con el medio ambiente y también sean responsables del cuidado del patrimonio ambiental, del cual hemos venido hablando desde hace mucho tiempo, por ejemplo, a propósito del proyecto de ley que protege los humedales.

Votaré a favor el proyecto, sobre todo para proteger la calidad de vida de los vecinos. He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Vlado Mirosevic .

El señor MIROSEVIC.-

Señora Presidenta, apoyaré la modificación a la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente para que se reconozca expresamente a los olores como agentes contaminantes.

Recuerdo que cuando era muy pequeño, en la década de los 90, en Arica, las empresas pesqueras que se instalaron en la costa sur de la región producían un olor que no solo afectaba a las poblaciones cercanas al lugar -básicamente, al cerro La Cruz-, sino que contaminaba toda la ciudad.

Era muy común que alrededor de las 19.00 o 20.00 horas toda la ciudad se viera afectada por el olor de la alta producción de harina de pescado, que era básicamente para exportación.

La ciudad durante décadas estuvo siendo contaminada todos los días y no existía una norma ambiental que pusiera atajo a la contaminación de las pesqueras, las cuales, por lo demás, depredaron el mar del norte, particularmente el mar ariqueño. Después de que lo depredaron, se fueron y solo quedó Corpesca , que sigue depredando al mar de Arica.

Para poder entrar a la OCDE fuimos obligados a subir los estándares ambientales y también en otras materias, como libre competencia, etcétera, porque teníamos los estándares de un país tercermundista y, en alguna medida, seguimos teniéndolos.

Por lo tanto, voy a votar a favor el proyecto. Creo que hay que aprobar normas más regulatorias para garantizar el medio ambiente libre de contaminación y que no vivamos lo que me tocó vivir en la Región de Arica y Parinacota cuando era pequeño y la ciudad entera estaba contaminada por el olor de las pesqueras, que no tenían ningún tipo de responsabilidad ambiental.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Fernando Meza .

El señor MEZA.-

Señora Presidenta, estamos debatiendo un proyecto de ley de origen parlamentario, que modifica la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer al olor como agente contaminante.

Este problema lo hemos estado tratando en años anteriores en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la que formaba parte, y felizmente hoy ese trabajo se traduce en este proyecto de ley. Por consiguiente, felicito a quienes lo firmaron: Denise Pascal , Daniella Cicardini , Maya Fernández , Alejandra Sepúlveda , Clemira Pacheco , Iván Fuentes , entre otros.

El mal olor es un problema que, al igual que los ruidos molestos, trastorna la vida de las personas. La trastorna porque no es lo mismo oler circunstancialmente algo desagradable que estar permanentemente oliendo y percibiendo un olor desagradable.

Con los ruidos sucede lo mismo. Un ruido puede durar uno, dos o tres segundos, pero cuando dura ocho horas, naturalmente, produce un trastorno de todo tipo, no solo orgánico, sino también psicológico. Sin ir más lejos, en las afueras de la Cámara de Diputados, la gente que está disconforme con una votación se expresa a través de ruidos molestos de sirenas y gritos que duran toda la jornada legislativa.

En materia de olores, hay muchas situaciones que nos inclinan a aprobar este proyecto de ley, realidades que deben ser reguladas. Es el caso de los rellenos sanitarios, de los que ya se ha hablado, y de las industrias contaminantes, cuyo ejemplo más cercano es el de Quintero y Puchuncaví .

Las emisiones de las industrias que no se corresponden con lo que debería ser un medio ambiente libre de contaminación producen malos olores debido a las sustancias químicas que utilizan. No existe regulación al respecto. En consecuencia, los dolores de cabeza, los vómitos y las náuseas son frecuentes, además de los trastornos psicológicos.

¡Qué decir de las plantas de tratamiento de aguas servidas en los pueblos de nuestro Chile! ¡Qué decir de los criaderos de cerdos y de aves! ¡Qué decir de las industrias pesqueras! Nadie está en contra -por favor, que nadie se llame a equivocaciónde que esas actividades de desarrollen. Lo que necesitamos es regular esas situaciones. Claro que se pueden criar cerdos y que se puede estimular la industria de todo tipo en Chile. Pero es necesario regularla, para que la emisión de olores que produzca su actividad no sea un trastorno para la vida cotidiana de las personas.

Se ha hablado de Freirina y de lo que sucedió con la planta de Agrosuper, pero también tenemos ejemplos en lugares más pequeños, sobre todo en el campo y en aquellas ciudades que tienen plantas de tratamiento de aguas servidas muy próximas a las casas. Eso no es posible. Hemos luchado intensamente para que las plantas de tratamiento de aguas servidas se instalen al menos a 1 kilómetro o por último a medio kilómetro de la última vivienda de un poblado, pero eso no sucede. Tal es el caso de la localidad de Ñancul, en la comuna de Villarrica; de Lastarria y de Quitratúe, en la comuna de Gorbea, en fin, de todas las ciudades que, aparentemente, no son Chile, porque parece ser que Chile es solo la Región Metropolitana. En esos lugares apartados del país se usa y se abusa de la gente.

El ministerio está trabajando en la creación de una norma de emisión. Espero que pronto sea una realidad y que se entreguen los elementos científicos, los medidores odoríferos, para regular y disminuir ese tremendo atentado al buen vivir en Chile como es la emisión de malos olores, que campea por sus propias leyes.

Vamos a votar a favor este proyecto de ley y esperamos que en el futuro la vida de la ciudadanía sea más agradable y no tenga que soportar malos olores, los que -insisto-, como aquí se ha dicho con fundamento científico, trastornan o, más bien, eliminan el bienestar de las personas cuando son permanentes.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Pedro Velásquez .

El señor VELÁSQUEZ (don Pedro).-

Señora Presidenta, el olor se define como la propiedad organoléptica perceptible por el órgano olfativo cuando inspira sustancias volátiles.

Determinados agentes odoríferos no solo son causa de molestias olfativas, sino que además resultan perjudiciales para la salud y en muchos casos pueden llegar a producir la muerte. La gravedad de tales perjuicios está ligada a la concentración y al tiempo de exposición del individuo al agente odorífero. Con el fin de limitar esos parámetros, se han definido los conceptos de tiempo máximo de exposición y límite de concentración admisible.

Por eso, es necesario cambiar la legislación vigente, dado que la relatividad e inseguridad que otorga hace más susceptible que los chilenos y chilenas estén expuestos a gases de carácter tóxico.

La manera en que es evaluada la respuesta humana a un olor depende de la propiedad sensorial particular que se esté midiendo, incluyendo concentración, intensidad, carácter y tono hedónico de los olores. El efecto combinado de esas propiedades está relacionado con el grado de molestia que pueden causar los olores.

Es común ver a lo largo de nuestro país que en algunos sectores, especialmente en los puertos, funcionan empresas clandestinas que elaboran harina de pescado en lugares donde la fiscalización no puede llegar, actividad que produce olores insoportables y náuseas. Muchas veces, las autoridades -no digo que no hacen su trabajo hacen caso omiso de ello.

También vemos cómo los camiones que transportan la basura llevan residuos líquidos que muchas veces se van esparciendo a través de las calles o de las carreteras. Para qué señalar los diversos vertederos que no tienen la tecnología para evitar la emisión de malos olores, y el hecho de que los municipios no están actualizados al respecto, por lo que en las licitaciones respectivas no establecen las condiciones para evitar dicha emisión. A lo anterior se agrega que las poblaciones se instalan cada día más cerca de los vertederos.

Los olores contaminantes producidos por las empresas mineras, por las industrias metalúrgicas, etcétera, hacen que, en resumidas cuentas, los chilenos tengamos una peor calidad de vida. Este proyecto viene a solucionar en parte esa situación.

Pero no basta tan solo con legislar -no se encuentra presente la ministra del Medio Ambiente-; también es necesario implementar. La Región de Coquimbo, a la cual represento, no cuenta con los instrumentos necesarios para medir los olores ni los ruidos. Para combatirlos, lo que se hace muchas veces es llamar a Carabineros y hacer una denuncia ante el Servicio de Salud, pero todo queda en nada. Por lo tanto, también debe haber mayores sanciones y fiscalizaciones, para lo cual el servicio público debe contar con una mayor cantidad de fiscalizadores y con instrumentos tecnológicos de última generación, como los que existen en los países desarrollados y que están al alcance para ser adquiridos.

Como bancada de la Federación Regionalista Verde Social-Independientes vamos a apoyar activamente este proyecto, porque en nuestras regiones existen problemas gravísimos de malos olores y de ruidos, pero no contamos con los instrumentos para medirlos y establecer sanciones.

Esperamos que, una vez que este proyecto sea promulgado como ley, las autoridades dicten los reglamentos que generen las condiciones necesarias para que nuestros servicios públicos sean dotados –reitero con los instrumentos que permitan hacer realidad que nuestro país sea más limpio, con menos malos olores, y donde nuestros habitantes puedan respirar aire puro, incluso en el propio Santiago , que está contaminado, así como en las regiones del país más afectadas.

Con el mayor gusto votaremos a favor este proyecto de ley, y felicitamos a los colegas diputados y diputadas autores del mismo.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Renzo Trisotti .

El señor TRISOTTI.-

Señora Presidenta, la percepción, la aceptación o derechamente la inacción hacia la contaminación han cambiado con el paso del tiempo. Cómo no recordar aquel antiguo dicho iquiqueño: “olor a dólar”, que se pronunciaba cada vez que teníamos olor a pescado proveniente de la producción de harina de pescado que realizaba la industria pesquera. Claramente eso cambió, no es tolerable.

Este proyecto de ley, que se encuentra en absoluta sintonía con los episodios y hechos evidenciados en nuestro país durante los últimos años, busca fortalecer la normativa ambiental vigente mediante la introducción del olor como factor o agente contaminante en términos formales, explícitos y directos, a través de la modificación que propone de la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente.

El efecto que persigue esa modificación es la de otorgar certeza jurídica a toda persona que, en su propio interés o en el de la sociedad toda, persiga la protección a la garantía del derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, dotando de contenido en la realidad actual, producto de la actividad industrial de celulosas, depuradoras o vertederos; pero también de olores contaminantes que emanen de actividades tales como explotaciones de ganado, pesqueras u otras que afecten el medio o el entorno donde las personas y seres vivos se desenvuelven, lo que trae aparejada otra consecuencia directa: la intensificación de la labor fiscalizadora de la autoridad sanitaria y medioambiental.

Entonces, esta iniciativa viene a llenar un vacío legal, pues hasta la fecha no existía norma alguna que hiciera mención expresa al olor como factor contaminante. Las diversas denuncias y los reclamos o recursos efectuados o ejercidos, tanto por la ciudadanía como por las autoridades, exigían avanzar en esta materia, además de la existencia de casos emblemáticos, como los de Freirina, Quintero , Tiltil , La Ligua y, por cierto Iquique , principalmente en el barrio industrial y la Zona Franca, que se expande a todo el sector norte y centro de la ciudad.

Cómo no recordar que en abril de 2015 la empresa Corpesca corrió el riesgo de ser cerrada si no solucionaba el problema de los malos olores que afectaban a Iquique, debido a su actividad productiva de harina de pescado. Por eso se vio en la necesidad de comprometer un plan de gestión de olores para mitigar las pestilentes emanaciones. Con el proyecto que en este acto se somete a votación, esa necesidad se transforma jurídicamente en un imperativo vinculante e ineludible para toda persona natural o jurídica.

Con todo, me parecen acertadas las modificaciones y precisiones realizadas por la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Sin embargo, pareciera ser más apropiado establecer el concepto de “olores molestos” en una normativa específica al rubro que se refiera y no a nivel de ley. Por eso, el Ministerio del Medio Ambiente está elaborando una norma de emisión de olores que garantice la calidad de vida de todas las personas, evitándoles tener que estar sometidas a olores molestos de manera permanente o por tiempo prolongado por puntos de emisión cercanos a asentamientos humanos.

En noviembre de 2018 se efectuó la publicación en el Diario Oficial de esa normativa, por lo que debiese estar lista en noviembre del presente año y de manera operativa el próximo.

En suma, votaré a favor este proyecto, con el objeto de paliar la falta de normativa respecto del olor como agente contaminante, lo que permitirá vivir en un medio ambiente libre de contaminación y exigirá mayor responsabilidad de las empresas para terminar con los episodios que generan múltiples efectos negativos para la salud de la población, especialmente en Iquique, debido a los efectos que genera la industria pesquera.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Amaro Labra .

El señor LABRA.-

Señora Presidenta, felicito a los actores de este proyecto, el cual tiene por objeto establecer el reconocimiento del olor como un agente contaminante y evitar la contaminación por olores.

La iniciativa en discusión surge como respuesta a los problemas de contaminación por olores producidos por las industrias, como es el caso de Agrosuper, en la comuna de Freirina, que tomó relevancia debido a las molestias y los efectos adversos que su actividad industrial provoca en la población y en el medio ambiente, tal como ocurre en comunas como Nacimiento, Constitución y Quintero , cuya emanación nos serviría para detectar vertederos clandestinos de desechos orgánicos y otros.

Actualmente, la ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, no establece el olor como un agente contaminante, por lo que no se considera dentro de las evaluaciones de impacto ambiental de proyectos de inversión que se instalan en el territorio y que pueden afectar a la población circundante, lo que afecta el derecho constitucional de vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Se incorpora en el artículo 2°, letra d), de la ley N° 19.300, entre la palabra “ruido”, y la conjunción “o”, el vocablo “olor”, de manera de considerarlo como contaminante. Por lo tanto, dicha disposición quedará de la siguiente manera, lo cual consideramos muy atingente: “Contaminante: todo elemento, compuesto, sustancia, derivado químico o biológico, energía, radiación, vibración, ruido, olor o una combinación de ellos, cuya presencia en el ambiente, en ciertos niveles,…”.

Se incorpora también en este artículo la definición de olores molestos: “Olores molestos: son aquellos susceptibles de causar trastornos que impliquen la alteración de las condiciones normales de vida de una persona, de una comunidad o del medio ambiente, de conformidad a los reglamentos respectivos.”.

Se incorpora en el artículo 11, letra a), a los olores como elementos a considerar en los estudios de impacto ambiental, disposición que quedará redactada de la siguiente manera: “a) Riesgo para la salud de la población, debido a la cantidad y calidad de los efluentes, emisiones, olores o residuos;”.

Como mencioné, en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, durante la discusión del proyecto, se planteó que un ruido puede ser mínimo, pero si se escucha constantemente, genera molestia y otros daños que podrían llegar a ser mayores. Lo mismo sucede con el olor, el cual en un comienzo puede ser imperceptible, pero cuando se convierte en una molestia permanente produce afectación en las personas y en su calidad de vida.

Aprobamos el proyecto en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y lo haremos también en la Sala, porque lo consideramos inteligente, amable y poderoso para avanzar en el objetivo de lograr un ambiente libre de contaminación.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado señor García .

El señor GARCÍA (don René Manuel).-

Señora Presidenta, este proyecto tiene dos caras.

Por un lado, nadie podría estar en desacuerdo en que se legisle respecto de un proyecto o una industria que contamine y genere malos olores. No podríamos estar en desacuerdo que se arregle eso. Por ejemplo, pienso en las plantas de tratamiento de aguas servidas que se instalan al sur de las ciudades -en la Región de La Araucanía conozco varios casos-, las que generan olores insoportables en estas cuando corre viento sur. Indudablemente, todos estamos de acuerdo en que se legisle al respecto.

Por otro lado, me voy a referir a un aspecto que me gustaría que los colegas escucharan, para ver cómo lo podemos arreglar. Por ejemplo, en el campo hay lecherías. Allí, uno de los principales abonos son los purines, desechos que se echan en los potreros y que producen muy mal olor. Quiero saber si eso también será considerado un contaminante, aun cuando se utilice en una lechería en el campo.

Muchos agricultores presentes en la Sala, sobre todo el diputado Naranjo, saben que actualmente uno de los abonos más baratos y de excelente resultado es el guano de pollo, el cual también genera mal olor; pero dentro del predio en que se aplica dura un par de horas ese olor, no más que eso.

Entonces, me gustaría saber si ese olor también será considerado como agente contaminante en virtud de este proyecto, porque si es así no habría forma de poder echar el guano de pollo y de ampliar la lechería, y tampoco de usar los productos de desecho que en el campo se utilizan para abono.

Por eso digo que este proyecto tiene de sal y de azúcar. Es un buen proyecto si nos preocupamos de la contaminación ambiental, de los ruidos molestos, de los camiones que llevan basura o líquidos percolados y van chorreando por la carretera -hay industrias que botan los desechos a los ríos como si fuera una gracia-. Respecto de todo eso estamos absolutamente de acuerdo. ¡Cómo podríamos estar en desacuerdo! Es la parte agrícola la que me preocupa. Por ejemplo, el silo que se les da a los animales. Toda la vida se han usado silos en los campos para alimentar a los animales, pero generan un olor bastante penetrante, parecido al del chucrut. Quiero saber si ese olor se considerará contaminante.

Por tanto, de verdad considero importante establecer esa diferencia, porque si me dicen que en las lecherías no se podrán hacer líquidos para abonar el campo; que los silos y el guano de pollo producen mal olor, así que tampoco se podrán ocupar, estaríamos ante un tremendo problema y sería un gran inconveniente.

Quizás a alguno le parezca ridículo lo que estoy planteando, tal como a mí me podría parecer ridículo que estemos preocupados de un camión que va tirando chorros de algún líquido por la ciudad, pero no es ridículo.

Entonces, de verdad, si todos queremos defender el medio ambiente y que este sea el mejor proyecto que se haya presentado, no podemos legislar en desmedro de actividades que han sido históricamente parte de nuestra agricultura. No contaminan a nadie, pero producen olores por un par de horas. En el caso de los desechos de las lecherías que se echan en el campo como abono, si se hace mientras está lloviendo, no producen mal olor, porque el agua tapa y percola esas sustancias con las que se abona la tierra.

Entonces, me gustaría que los diputados que presentaron el proyecto aclararan eso, porque es una situación bastante preocupante. Nadie puede estar en desacuerdo con que si un señor tiene una pescadería, se le prohíba echar los desechos a la calle, porque genera un olor tremendamente malo; pero aquí se han puesto ejemplos que van mucho más allá, como el del olor que emana de un negocio de papas fritas, que puede incomodar a los vecinos.

Tratamos de hacer las cosas lo mejor posible, pero muchas veces vamos en contra de lo que forma parte de nuestra agricultura, de nuestras tradiciones, etcétera.

Indudablemente, con todo lo que se pueda mejorar, sería absurdo no aprobar el proyecto, no apoyarlo y decir a priori que estamos en contra de todo esto, porque lo cierto es que todos coincidimos en que debemos cuidar y respetar el medio ambiente, sobre todo en consideración de lo que estamos viviendo y lo que está por venir, por ejemplo, en materia de sequía o de depredación de los bosques. Si a eso le agregamos los olores, claro que va a ser muy desagradable. Estoy pensando en gente que a lo mejor tiene alguna piscicultura que no cumple con toda la normativa existente.

Creo que es un buen proyecto, pero debemos poner atención a lo que he planteado, por ejemplo, respecto de los silos, de los purines que se echan en el campo, del guano de pollo, porque si bien es cierto que dan olores, no perjudican a la ciudadanía, porque se usan al interior de los campos, dentro de los predios.

Eso es lo que me gustaría que se aclarara, para así poder votar este proyecto de la mejor manera posible.

Anuncio que Renovación Nacional, como siempre, ratificará su respeto y apoyo al cuidado del medio ambiente.

He dicho.

-Aplausos.

La señora CARVAJAL, doña M.ª Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra la diputada Catalina Pérez .

La señorita PÉREZ (doña Catalina) .-

Señora Presidenta, cuando desde la presidencia de la Comisión de Medio Ambiente decidimos dar curso a este proyecto -recordemos que dormía desde 2015-, por la insistencia de distintos diputados y diputadas, con la voz activa de la diputada Daniella Cicardini -ella contribuyó a que pudiésemos aprobarlo-, para regular una tema tan importante, lo hicimos pensando en que esta es una iniciativa que, como pocas, afectará la vida cotidiana de muchos compatriotas en nuestro país, quienes no suelen estar en los medios de prensa o no suelen hacer noticia por los grandes episodios de contaminación que sufren.

Sé que todos recuerdan el escándalo de Agrosuper, en Freirina, donde una comunidad entera tuvo que soportar por meses o años los olores nauseabundos que provenían de las instalaciones ganaderas de esa empresa. Lo cierto es que cuando la prensa puso su atención en aquella localidad, lamentablemente los vecinos y vecinas ya llevaban sufriendo esa situación de contaminación por muchísimo tiempo.

Cuando digo que este proyecto afecta a las personas que no están en el centro de atención de los medios de comunicación, me refiero a una triste realidad que vive nuestro país: si fuera en Providencia, Las Condes o Vitacura donde ocurriese un problema ambiental de estas características, posiblemente tendríamos a todos los ministros de Estado haciendo filas para solucionarlo.

Esa no es la realidad de las regiones ni de algunas comunas periféricas o alejadas de los centros de toma de decisión.

Este problema de contaminación no suele darse en lugares de alta connotación pública, y a poca gente le importa que estemos sacrificando la calidad de vida de nuestros compatriotas por el bien de la industria.

Peor aún, debido a que estas empresas dan trabajo a las comunidades, las ponen en un dilema bastante complejo: exigir mejores condiciones de vida o aceptar las condiciones que los afectan para no perder su fuente laboral.

Por eso es importante este proyecto, porque incorpora en la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente el olor como elemento contaminante, y define lo que son olores molestos como aquellos susceptibles de causar trastornos que impliquen la alteración de las condiciones normales de vida de una persona, de una comunidad o del medio ambiente, de conformidad con los reglamentos respectivos, para que sea un estándar previo que las empresas deban cumplir.

No debemos olvidar que, lamentablemente, este es un proyecto humilde que no soluciona el problema de fondo y la tremenda crisis ambiental que tenemos en nuestro país; es un proyecto acotado a un elemento contaminante en específico.

Los problemas de fondo, como ya todos deberíamos tener claro, se solucionan con homologación de la norma ambiental a estándares internacionales, mejorando y aumentando la capacidad de fiscalización de la Superintendencia del Medio Ambiente y con herramientas efectivas y permanentes de control de crisis, como una ley de polimetales de alcance nacional. Se trata de un tema en el que venimos insistiendo desde hace bastante tiempo, pero que, lamentablemente, es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República.

En definitiva, este proyecto es un pequeño paso en la dirección correcta, pero confío en que impactará positivamente la vida de muchos compatriotas. En todo caso, aún nos queda un largo camino por recorrer.

Por ello, desde la bancada de Revolución Democrática y del Frente Amplio hacemos un llamado a que legislemos en esta materia, y anunciamos nuestro voto a favor de la iniciativa, que esperamos reciba el apoyo de todos los colegas.

He dicho.

-Aplausos.

La señora CARVAJAL, doña M.ª Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla .

El señor BOBADILLA.-

Señora Presidenta, es difícil que alguien se oponga a iniciativas como esta, porque todos aspiramos a tener un medio ambiente descontaminado, pero respetando los derechos de quienes quieran emprender y los de aquellos habitantes que vive en el entorno de esos emprendimientos.

Sin duda, los diputados que presentaron esta moción apuntan en la dirección correcta, que no es otra que tratar de mejorar la calidad de vida de la gente que habita en las cercanías o alrededores de las empresas que hay a lo largo del país.

Quiero entender que esta iniciativa, que por cierto se va a transformar en ley, es también un llamado a la industria -de paso, considero que debemos generar condiciones que permitan a esta desarrollar sea que sea respetuosa del derecho de la gente a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

En esa línea, señora Presidenta, el llamado a las empresas es también a que eviten que tengamos que legislar para corregir situaciones que a veces se pueden solucionar con buena voluntad y disposición, mediante la destinación de los recursos necesarios a esos efectos. Pongo como ejemplo lo que ha ocurrido en la comuna de Talcahuano con la industria pesquera. Quienes somos de la zona y quienes nos visitaron en décadas anteriores recordarán que Talcahuano era un foco de malos olores en cualquier época del año. Eso hoy no ocurre. Muchas empresas emigraron, y las que permanecen en la comuna han hecho fuertes inversiones para evitar los malos olores.

¿Qué nos indica esa experiencia? Que existe la tecnología necesaria para evitar este tipo de problemas, pero si no existe la voluntad de hacerlo, nos vemos enfrentados a situaciones como las que ocurren en la comuna de Coronel, la que por largo tiempo ha sufrido los efectos de la contaminación por olores, porque las empresas no han actuado de la misma forma como lo hicieron en Talcahuano. Es lamentable que tengamos que llegar a legislar para que las industrias, en general, desarrollen su actividad sin afectar a quienes viven en su entorno.

Considero que esta iniciativa apunta en la dirección correcta, pues entrega herramientas para realizar una fiscalización más rigurosa respecto de la contaminación por olores.

Por lo tanto, anuncio que mi bancada votará favorablemente esta iniciativa.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra la diputada Daniella Cicardini .

La señorita CICARDINI (doña Daniella) .-

Señora Presidenta, si menciono el nombre de la comuna de Freirina, ubicada en la Región de Atacama, probablemente muchos de mis colegas no van a pensar en sus bonitos paisajes; tampoco en una obra tan preciosa como la iglesia Santa Rosa de Lima, que fue restaurada durante el gobierno anterior, y tampoco van a imaginar el patrimonio histórico de esa comuna. En términos turísticos, probablemente, no se les va venir a la cabeza las lindas ballenas que pueden avistarse en caleta Chañaral de Aceituno, que también es parte de esa comuna, sino más bien se les viene a la cabeza el conflicto de la empresa Agrosuper y la comunidad de Freirina.

En 2015, ingresamos esta moción parlamentaria en conjunto con las diputadas Alejandra Sepúlveda y Denise Pascal , compañera socialista, quien ya no nos acompaña en la Sala, porque entendíamos que este vacío legal generaba muchas complicaciones, en este caso en particular en Freirina. El conflicto dejó a la gente muy preocupada, ya que si bien alzaron la voz para dejar en claro que no se pueden pisotear derechos como la dignidad, la salud y la calidad de vida, por sobre los intereses de las empresas, entendemos que hay que tratar de equilibrar ambos aspectos.

Los malos olores no están reconocidos en nuestra legislación, por lo que es necesario modificar la ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer expresamente el olor como agente contaminante.

Quiero agradecer profundamente a quien en ese momento era la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, la diputada Catalina Pérez , quien de manera inmediata entendió la prioridad de la iniciativa y la puso en tabla, para que hoy tengamos el privilegio de debatirla en la Sala.

Al respecto, quiero agregar que si hubiésemos resuelto en su momento este vacío en nuestra legislación, reconociendo el olor como agente contaminante, probablemente no se habría cerrado esa industria, lo que generó un impacto económico importante en la comuna. Reitero que si hubiésemos resuelto antes ese problema, esa empresa habría considerado dentro del diseño de su proyecto la no emisión de olores, y hubiese hecho todo lo posible en términos técnicos, tecnológicos y de mitigación para que esto no sucediera. Pero no fue así, porque no existía en la norma.

Estoy muy contenta, sobre todo por la comuna de Freirina, porque esta moción surge de una iniciativa ciudadana liderada por su alcalde César Orellana , quien gracias a un enorme esfuerzo ha sacado adelante a esa pequeña pero tremendamente significativa comuna de la Región de Atacama. Sin duda, gracias a ese esfuerzo la solución al problema pronto será una realidad.

Desde este hemiciclo envío un saludo al alcalde y a todos los habitantes de Freirina. Espero que el problema que sufrió esa comuna no se repita más en nuestro país, porque se vulnera un derecho esencial consagrado en la Constitución como es el vivir en un ambiente libre de contaminación.

Por lo tanto, invito a las señoras diputadas y a los señores diputados a votar favorablemente el proyecto, que busca fortalecer nuestra legislación en materia de resguardo de derechos y envía una señal concreta respecto de cómo resguardamos nuestro medio ambiente, nuestra calidad de vida y la dignidad de las personas para que vivan con tranquilidad.

Los conflictos medioambientales que hemos tenido en el país nos llevan a hacer una reflexión profunda.

Están todos invitados a hacerse parte de la iniciativa, y ojalá más temprano que tarde se convierta en ley de la república.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Alejandro Bernales .

El señor BERNALES.-

Señora Presidenta, este proyecto de ley es de suma importancia para los vecinos de la Región de Los Lagos.

Lamentablemente -hay que decirlo-, en la Sala siempre estamos discutiendo a contramarcha proyectos de ley de este tipo. Ayer, discutimos el que otorga protección a los humedales ubicados en sectores urbanos, debido a la destrucción de estos; también ayer aprobamos el proyecto que permite la captura de salmones escapados por parte de pescadores artesanales, debido a la gran cantidad de escapes de salmones que se producen en la región. Ojalá no tuviéramos que estar hablando de esos temas.

Hoy estamos discutiendo sobre otro tema sensible: el de los olores. Sobre el particular, algunos titulares de la prensa de mi región expresan: “Llevan más de cinco años soportando los malos olores. Vecinos de Puerto Montt buscan solución definitiva.” Se trata de los vecinos de calle Crucero con Manzanal, en pleno Puerto Montt. Cito otro: “Vecinos de La Goleta denuncian malos olores.” La Goleta está ubicada en la ruta de Pargua camino a Chiloé, muy cerca de Puerto Montt. Ese lugar está rodeado de industrias y los vecinos, incluso, han protestado y se han tomado la carretera.

A lo anterior hay que agregar los malos olores que hay en la costanera de Puerto Montt, en las cercanías de un mall. Eso no puede suceder en una ciudad turística.

Quiero recordar que en esta misma Sala pedí oficiar por los malos olores que hay en la costanera de Ancud, los cuales provocaron que los niños de una escuela fuesen derivados a un hospital.

Recojo las palabras de la diputada Catalina Pérez cuando dice que si esto hubiese pasado en la Región Metropolitana tendríamos un desfile de ministros tratando de solucionar el problema, pero como sucede en regiones, en comunidades pequeñas, no va nadie, y les da casi lo mismo. Y si no sale en la prensa, todos se quedan callados y el problema continúa.

Celebro que cuando se instale una industria sea necesario que mencione cuál será el impacto del proyecto, porque es insoportable vivir rodeado de malos olores. Además, hay gente que termina hospitalizada por ello. He leído que los cultivos en sectores contaminados por malos olores no son los mismos que en aquellos lugares donde tal contaminación no existe. En definitiva, la calidad de vida de muchas personas se ha visto afectada brutalmente.

Si queremos mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos, los invito a votar a favor el proyecto.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.ª Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Sebastián Torrealba .

El señor TORREALBA.-

Señora Presidenta, por su intermedio felicito a la diputada Daniella Cicardini por impulsar este proyecto de ley que demuestra su compromiso con su comunidad, con su región y con el distrito que representa.

Vivir al lado de una industria que genera malos olores es algo que nadie desearía. Por ejemplo, vivir al lado de una chanchería, de una planta de tratamiento de aguas servidas o de otras industrias que generan malos olores, no se lo deseo a nadie.

Como dijo la diputada Catalina Pérez , este proyecto es simple porque busca una solución para las personas que viven en la indignidad de los malos olores, pero a la vez complejo, porque tenemos que legislar sobre algo inocuo: el olor. Un mismo olor para unas personas es molesto y para otras no. Por tanto, es complejo definir bien qué es un mal olor.

Las letras c) y d) del artículo 2° de la ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente definen lo siguiente:

“c) Contaminación: la presencia en el ambiente de sustancias, elementos, energía o combinación de ellos, en concentraciones o concentraciones y permanencia superiores o inferiores, según corresponda, a las establecidas en la legislación vigente;

d) Contaminante: todo elemento, compuesto, sustancia, derivado químico o biológico, energía, radiación, vibración, ruido, o una combinación de ellos, cuya presencia en el ambiente, en ciertos niveles, concentraciones o períodos de tiempo, pueda constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental;”.

A mi juicio -lo debatimos con profundidad en la comisión-, el olor está establecido dentro de la ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente ley bajo el genérico de contaminante, por lo que no resulta eficiente reconocerlo expresamente.

En la comisión recibimos la opinión de la ministra del Medio Ambiente y del director del SEA. Este último señaló que si se explicitaba el olor dentro de los contaminantes podría hacer más rígido el sistema con respecto a las reclamaciones y otras acciones que puedan tomar los ciudadanos.

Luego, en la comisión y con mi abstención se definió “olores molestos” como aquellos susceptibles de causar trastornos que impliquen la alteración de las condiciones normales de vida de una persona, de una comunidad o del medio ambiente, de conformidad a los reglamentos respectivos.

Dado que el olor es inocuo, creo que esta definición no representa bien lo que se busca, cual es, reglamentar los olores molestos.

Así como en 2017 se estableció una estrategia de olores, el gobierno del Presidente Piñera avanza en una norma de olores, que va a estar lista en noviembre. El proceso tiene luego una etapa de participación ciudadana de dos meses para ser norma efectiva. La futura norma nos permitirá medir de manera objetiva qué es un mal olor y, por tanto, que es un olor contaminante.

A veces, por el ímpetu de proteger a las personas que están en nuestros distritos, equivocamos los caminos. Más rápido y eficiente es legislar con una norma que establezca de manera objetiva cuáles son los malos olores. Cuando tengamos establecida y aprobada la norma, podremos seguir discutiendo este proyecto; de lo contrario, ambos cuerpos legales quedarán desacoplados.

Entiendo que este proyecto de ley surge de la rabia de muchas comunidades que tienen que vivir con el mal olor de manera constante y de la labor de representación de los parlamentarios. Hay caminos más eficientes para proteger a nuestros vecinos. El camino eficiente es la norma en la que ya está trabajando el gobierno del Presidente Piñera.

Finalmente, hago un llamado a las empresas. No puede ser que la rentabilidad de una empresa sea a costa del perjuicio de las comunidades en donde están emplazadas. El mundo cambió y las empresas están obligadas no solo a generar valor para sus accionistas, sino también para las comunidades en las que están emplazadas. Hoy cuando una empresa contamina el medio ambiente, lo que hace es traspasar todas las externalidades negativas del negocio a una comunidad que está establecida en un sector. Fue lo que le pasó a Freirina y a muchas comunas de nuestro país.

Hago un llamado desde esta Cámara de Diputados para que se entienda que el valor compartido es uno de los principios que debe defender una compañía.

Votaré de la misma forma en que lo hice en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Este proyecto necesita muchas mejoras, sobre todo en la definición de olores molestos, labor que espero que se lleve a cabo en el Senado.

Además, envío un mensaje al gobierno para que la norma sobre malos olores avance en forma rápida, eficiente, transparente y sea conocida por todos, de modo que las empresas que causan este tipo de contaminación en el medio ambiente puedan ser sancionadas de modo específico y ejemplar.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.ª Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra la diputada Joanna Pérez .

La señora PÉREZ (doña Joanna).-

Señora Presidenta, este proyecto modifica la ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer expresamente al olor como agente contaminante. Es un proyecto de artículo único, iniciado en moción de las diputadas Daniella Cicardini , Maya Fernández y Alejandra Sepúlveda y de los entonces diputados Denise Pascal , Iván Fuentes y Clemira Pachecho .

La propuesta no contiene normas de quorum y fue aprobada en general en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales con 9 votos a favor y 1 abstención.

Este proyecto busca incluir el olor dentro de los agentes contaminantes del medio ambiente en un nivel similar al del ruido, pero no propone la forma de regular las actividades de las que puedan emanar pestilencia, la forma de sancionar responsables o las medidas de compensación en favor de los afectados.

Sin duda, es un gran aporte. Por eso, felicito a la diputada Cicardini por este proyecto de ley.

Este es un problema difícil de resolver. Claramente, el gobierno prefiere eludir su responsabilidad en este asunto, como ha quedado en evidencia en el informe de la comisión, donde los representantes del Ejecutivo, sin oponerse formalmente al proyecto, señalan que los olores se pueden asimilar dentro del concepto genérico de substancias y abordarlos vía normativa, como señaló el diputado Torrealba .

He estudiado el tema y he leído el informe de la comisión, y una de las dificultades consiste en medir la intensidad de los olores. Así como puede haber emanaciones que causen daño al organismo humano y cuyo olor no percibimos, hay otras que pueden tener olores muy desagradables, pero no causan daños.

La percepción del olor y las consecuencias de someterse a su exposición son esencialmente subjetivas. No hay forma de medir con instrumentos científicos las características de las emanaciones ni el efecto que causan en las personas, porque esa reacción tiene mucho de sugestión, lo que no significa que no se sienta ese malestar.

Lamentablemente, en los últimos años hemos tenido numerosas experiencias de malos olores en el país, desde los criaderos de cerdos hasta el caso de Puchuncaví y Quintero , y lo único claro es que carecemos de las herramientas legales para establecer con claridad las responsabilidades en cada caso; es decir, podemos identificar con cierta seguridad las fuentes de emanación, pero no establecer su relación con los perjuicios civiles o criminales.

Desde ese punto de vista, este proyecto es importante, porque, en el fondo, establece una nueva garantía. Posiblemente, hubiese sido mejor hacer una reforma constitucional; pero este proyecto, sin duda, permitirá reconocer algo que no ha sido regulado en la ley.

He conversado con la diputada Cicardini sobre el aporte de su proyecto de ley y para manifestarle que podemos seguir aportando en esta materia, porque, actualmente, hay varias industrias que generan malos olores en Chile. Como ejemplos tenemos la agroindustria en Freirina y las forestales en comunas de mi distrito, como Nacimiento, Arauco y Laja , que claramente afectan la calidad de vida de las personas, las que muchas veces han llegado a establecimientos de salud con náuseas, vómitos o dolores de cabeza. Por lo tanto, ahí hay un tema que no está resuelto.

En el caso de las pesqueras también hay problemas relacionados con los olores. Lo mismo ocurre en las industrias químicas, en las sanitarias, en las plantas de tratamiento y los trabajos que hace Essbio, y en tantas otras situaciones que afectan el diario vivir de comunidades, especialmente en regiones. Los parlamentarios representamos a distintas comunidades, donde hay organizaciones medioambientales que se reúnen y utilizan su tiempo para combatir este tema.

Hay empresas que han puesto de su parte y han establecido con los propios vecinos, por ejemplo, los paneles de olfateadores que se ha ofrecido en Laja, para que la comunidad esté atenta a estos episodios. Rescato aquello, pero, sin duda, es necesario seguir avanzando.

Por lo tanto, celebro este proyecto, porque viene a reconocer al olor como agente contaminante. Sin embargo, insisto en que es necesario seguir avanzando, no solo en una norma de olores. El gobierno pasado estableció una política nacional al respecto, que lamentablemente no pudo ver la luz. Por lo tanto, hay dificultades que también tienen que ver con el reconocimiento de parte de distintos órganos y, en este caso, de la Contraloría, porque no pasó el reglamento en materia de olores. Hay otras políticas en materia forestal que sí han avanzado; por lo tanto, deberíamos trabajar más integralmente en este tema.

También deberíamos avanzar en definir cómo vamos a medir los olores, ya sea con olfatometría o con narices electrónicas, como se hace en Alemania y en tantos otros países, donde sí se ha avanzado en tecnología. Esto no es algo que se hará de un día para otro, pero, sin duda, debemos avanzar para que el Ministerio del Medio Ambiente pueda trabajar en esta materia.

En enero de este año ingresó a tramitación un proyecto del Ejecutivo, que no aborda integralmente el tema de los olores, porque, como señaló el diputado Torrealba , se pretende abordar como norma de olores.

Es necesario tipificar los contaminantes, para que las empresas, día a día, tengan mayor compromiso con el medio ambiente. Ayer tratamos el tema de los humedales, hoy estamos reconociendo expresamente al olor como agente contaminante y mañana tendremos que avanzar en la tipificación de los contaminantes. ¡No podemos seguir teniendo zonas de sacrificio!

No puede ser que estemos discutiendo temas tan importantes y no tengamos la contraparte. Me gustaría que en esta Sala estuviera presente alguien del Ministerio del Medio Ambiente para que escuchara nuestras intervenciones, porque en la medida en que avancemos en nuestros sistemas legislativos, vamos a poder enfrentar a las empresas que contaminan y que hoy no asumen ninguna responsabilidad, especialmente en regiones.

Celebro este proyecto y anuncio mi voto a favor. Como Parlamento, debemos seguir abordando este tipo de materias. Todas las políticas que está llevando adelante el gobierno son bienvenidas, pero hay que hacerlas de cara a la ciudadanía, de cara a la comunidad. Por eso, reconozco que deben incorporarse las medidas sugeridas por la población y los municipios, y todo lo que se está haciendo en materia medioambiental.

Por lo menos hay cinco fuentes contaminantes en las que claramente se ha verificado que el olor genera daño a la salud de las personas, y eso consta en los establecimientos de salud pública.

Insisto en que voy a votar a favor este proyecto. Voy a seguir trabajando en la materia, porque es un problema que afecta a nuestras regiones y a las comunas que represento.

Difiero de lo que señaló el diputado Torrealba , pues yo creo que es necesario incorporar todas las medidas de la Comisión de Medio Ambiente, pero claramente desde la legislación, más allá de las medidas administrativas, que muchas veces resultan ser bastante livianas.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra la diputada Carolina Marzán .

La señora MARZÁN (doña Carolina).-

Señora Presidenta, hace prácticamente un año recorrimos La Calera con dirigentes del sector para verificar en terreno el tema de los malos olores. A partir de esa visita, solicité al Ministerio del Medio Ambiente que investigara su origen, porque estaban afectando a la comunidad.

Los vecinos de La Calera estaban muy angustiados por este tema, no solo por los olores, sino por los problemas de salud que acarrean. Nos comentaron que las causantes del problema eran las empresas que vertían residuos industriales líquidos o aguas servidas al río Aconcagua, lo que afecta de manera directa a las familias y a la comunidad en general, ya que el aire se vuelve irrespirable, más allá de los componentes objetivos específicos.

Legalmente, es necesario acreditar la existencia de un contaminante que ponga en riesgo la salud de las personas, la salud de la población, la conservación de la naturaleza y la protección del patrimonio ambiental, en tanto se relacione con la persona.

No podemos considerar que el carácter nocivo del contaminante, en este caso el mal olor, obedezca a una consideración subjetiva de la localidad, ya que para quienes viven allí y para quienes visitamos el lugar es evidente y perceptible que, a partir de lo que respiramos y sentimos, podemos dar fe de la presencia de contaminantes.

En general, nuestra legislación tiene estándares insuficientes y situaciones no normadas. La crisis que se ha vivido, por ejemplo, en Puchuncaví y Quintero hace un llamado a incrementar la normativa y a aumentar los estándares para proteger el medio ambiente y la vida y la salud de las personas. Sin ir más lejos, en la respuesta que obtuvimos desde el ministerio respecto de los malos olores y su fuente en dichos lugares, nos explicaron que era difícil determinar el origen, pues las fuentes eran dispersas y de difícil estimación por la variabilidad. Pero los malos olores eran innegables y tangibles, lo que evidencia que existe contaminación en relación con las personas.

La Ligua, Freirina , La Calera , solo por nombrar algunas comunas -ejemplos hay muchos-, también se han visto afectadas.

Quiero mencionar que en la localidad de Loncura, comuna de Quintero, sus habitantes sufren día a día porque la dirección del viento de sur a norte traslada los nauseabundos olores que emite el relleno sanitario de Quintero, los que golpean directamente en el rostro de las personas y deterioran aún más su calidad de vida. Se ha visto a adultos mayores caminando por las calles con pañuelos en su cara, porque la hediondez no se soporta. A esto cabe agregar los olores que emiten las empresas, que menoscaban la salud de toda la comunidad.

No queremos a las familias cerrando sus ventanas para que el olor desaparezca, ya que no es así. No queremos a nuestros adultos mayores, cuyo derecho es envejecer de manera digna, protegiéndose con pañuelos. Queremos que el mal olor sea considerado agente contaminante.

Por ello, anuncio mi voto a favor.

He dicho.

-Aplausos.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Hugo Gutiérrez .

El señor GUTIÉRREZ.-

Señor Presidente, en gran parte de los países desarrollados la contaminación odorífera es reconocida como un agente contaminante. Efectivamente, los malos olores provocan malestar, náuseas, molestias respiratorias e, incluso, alteraciones psicológicas, como el mal humor.

Recientemente, la OMS publicó un interesante informe llamado Contaminación atmosférica y salud infantil: prescribir aire limpio, el cual resume los últimos conocimientos científicos y concluye que existen pruebas contundentes y claras de que la exposición a la contaminación atmosférica es una grave amenaza a la salud y tiene un efecto devastador en la salud infantil. Este informe pone un acento en la exposición a la contaminación atmosférica, la cual ha sido responsable de 3,8 millones de muertes prematuras en 2016, incluidas más de 400.0 muertes de menores de cinco años. Este es el problema de la contaminación atmosférica, que nuestro país, hasta la fecha, no tiene regulada y que algunos piensan que tiene que seguir tal cual, sin regulación.

El rechazo por parte de la ciudadanía origina altos niveles de descontento contra las autoridades y la institucionalidad ambiental.

Los malos olores son un problema ambiental: contaminan el medio ambiente y generan descontento, incomodidad, desagrado y no valorización del espacio público.

En mi cuidad, Iquique , las plantas procesadoras de harina de pescado, Camanchaca y Corpesca, reiteradamente provocan fuertes olores, que ocasionan perturbación en los lugares públicos y merman los espacios de socialización. En periodos de alta intensidad, dichos olores irrumpen al interior de los hogares, sobre todo por la noche, lo que perturba a las familias de mi ciudad en sus espacios íntimos con malestares, estrés y desagrado, y afecta su bienestar psicosocial. Imagínense que en un hogar donde se realiza una fiesta familiar de pronto irrumpa un denso olor a pescado podrido, a aguas servidas y a alimentos en descomposición. Estamos hablando de un agente que afecta el bienestar de las personas y de la familia.

Hasta hoy no es posible responder a la demanda que mi ciudad permanentemente hace a la autoridad. Solo tenemos como respuesta que existe un vacío legal. La gran mayoría de las fiscalizaciones del Servicio de Salud de Tarapacá han terminado sin resultados.

Una ciudad como Iquique, destinada al turismo, se ve permanentemente afectada por esta contaminación atmosférica; una ciudad que obtiene gran parte de sus recursos del turismo se ve mermada cuando las personas visitan un lugar tan relevante, de paseo obligatorio, como la Zona Franca, y se encuentran con hedores circulando por los espacios públicos. El problema no solo afecta a las familias y a las personas, sino también -reiteroa una de las principales fuentes de ingresos de mi ciudad: el turismo.

Por tanto, esta iniciativa es de especial importancia para mi ciudad, para Iquique, y para la implementación de nuevos proyectos en la industria pesquera y minera.

Cabe destacar que este proyecto incorpora la participación ciudadana y medidas provisionales para la mitigación y corrección del daño. Es importante que se establezca como eventual medida la clausura temporal, parcial o total, de la actividad. Esto obligará a las industrias y empresas, sobre todo pesqueras, a invertir para implementar medidas adecuadas, de manera de no contaminar.

Al leer el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios, Real Decreto 1027/2007, de España, que obliga a que las aulas de los colegios cumplan con exigencias mínimas de ventilación y de calidad de aire interior, uno se sorprende de que en Chile esa obligatoriedad no exista ni siquiera en cuanto a contaminación atmosférica, en circunstancias de que en otros países se regula incluso el aire que se respira al interior de casas, edificios o colegios, ya que existe real preocupación por sus niños y niñas.

En Chile no tenemos una norma medioambiental que nos permita sancionar la contaminación odorífera. Por ello, mantener un aire limpio y sano es responsabilidad de toda la sociedad, pero la mayor responsabilidad corresponde a la administración del Estado, que debe adoptar todas las medidas legislativas que regulen este grave problema y llenar el vacío legal que tenemos hasta hoy. No podemos seguir soportando una contaminación atmosférica que, según el informe de la OMS, no solo genera malestar ocasional, sino la muerte de miles de niños y niñas. Lo reitero: son miles los niños afectados diariamente, muchos de los cuales han muerto debido a los efectos que provoca la contaminación atmosférica.

Acá no estamos hablando desde la rabia, sino desde una exigencia ciudadana, pues es necesario que, de una vez por todas, este vacío legal, que impide que los servicios de salud puedan fiscalizar debidamente a las empresas contaminantes, sea modificado, a fin de que se apliquen las sanciones que se merecen las empresas que no cumplen con el mínimo de responsabilidad social que se puede pedir.

En consecuencia, la bancada del Partido Comunista va a apoyar este proyecto y lo votará a favor, por cuanto creemos que estamos respondiendo a un clamor y a una exigencia ciudadana.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Marcelo Schilling .

El señor SCHILLING.-

Señor Presidente, este proyecto que discutimos busca tipificar como agente contaminante los malos olores a través de una modificación en la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente.

Varios nos hemos manifestado con entusiasmo respecto de esta iniciativa, iniciada en moción de los entonces diputados Denise Pascal , Clemira Pacheco e Iván Fuentes y de la diputada Daniella Cicardini , entre otros. Asimismo, varios diputados nos hemos sumando a apoyarlo con entusiasmo, como Carolina Marzán , Daniel Verdessi , Diego Ibáñez , Andrés Longton , Luis Pardo , y quien habla, invitados a hacerlo por gente de La Calera que ha sufrido graves eventos de contaminación por malos olores.

Si bien no hay instrumentos ni narices especializadas para medir los olores, como se propuso acá, es evidente para todo el mundo que vive en La Calera que esos olores tienen origen en una industria procesadora de algas de propiedad de una empresa danesa, en la industria Agrosuper , que procesa pollos y otros tipos de aves, y en Esval, que tiene plantas de tratamiento y de acopio de estiércol humano, también conocido como caca. Todo esto flota en el ambiente de la ciudad de La Calera, a veces con más intensidad, dependiendo de la estación o del sentido del viento.

En alguna intervención anterior se dijo que es muy difícil abordar este problema con corporeidad o materialidad, porque sería un asunto relativo y cambiante, razón por la que existen muchas dudas y relativizaciones a la hora de tipificarlo y de establecer una reacción que no puede ser otra cosa que una sanción.

Quiero decir a todos quienes señalan que estas tipificaciones son materialmente difíciles de realizar que solo bastaría que pasaran una tarde o que alojaran un día en cada uno de estos puntos en cuestión para que cambiaran de opinión. No sé si soportarían toda la noche ni si les parecería agradable el asado que compartirían con la familia o los amigos que los inviten. ¡A ver si en ese momento no tendría materialidad el asunto!

Traigo esto a colación porque en una intervención uno de nuestros colegas dijo: “¡No puede ser que para producir riqueza se provoque este tipo de estropicios!”. De hecho, reiteró: “¡No puede ser!”, “¡No puede ser!”. A ese diputado le digo que así es y que lo invito a que vaya a La Calera, porque ese “no puede ser”, es. Insisto en que los olores tienen origen en una industria procesadora de algas, de propiedad de una empresa danesa, así como por las faenas de Agrosuper, empresa de chilenos que contaminan a otros chilenos, y de Esval, que es la sanitaria que debiera encargarse de surtirnos de agua potable, limpia y de extraer las aguas sucias y procesarlas, a fin de no provocar contaminación, pero que en lugar de eso solo produce olor a estiércol humano, conocido como caca.

El modo en que los chilenos realizamos nuestra declaración de independencia nos condicionó severamente a la hora de hacer las leyes que regulen nuestra convivencia. Como recordarán, no nos independizamos, sino que solo declaramos que nos separábamos del reino de España para preservar el reino de chile para su legítimo monarca, el rey Fernando VII, cuyo reinado había sido usurpado por Pepe Botella, hermano de Napoleón. Claramente, es una declaración de independencia que no era ni fu ni fa.

Con este proyecto de ley en materia medioambiental que estamos discutiendo, y después del horror y del espanto que nos ha provocado Quintero y Puchuncaví , vamos por el mismo camino, porque aquí no se está tipificando el mal olor como un delito ambiental, sino que se está proponiendo que se verifique si se contamina o no de acuerdo con los reglamentos respectivos. Lo mismo sucede en otros ámbitos, pues se considera que se contamina si la aplicación de la norma no ha sido respetada o si se han superado los márgenes considerados tolerables por ella. En otras palabras, nos referimos a una abstracción, y no al contaminante, al hecho de que se ha afectado el medioambiente y, con ello, a la población.

Mientras no superemos el trauma de nuestra de declaración de independencia, que no fue ni fu ni fa, nuestra legislación también seguirá siendo ni fu ni fa, por lo que todo esto que no puede ser seguirá siendo.

Por otra parte, se está discutiendo respecto de qué competencias tendrán las regiones ahora que serán gobernadas por una persona elegida popularmente, ya que solo se ha hecho una tímida transferencia de competencias. Por ello, propongo que aboguemos juntos por transferir completamente la competencia de la calificación medioambiental de los proyectos a cada región; es decir, que cada región sea la que determine en qué medioambiente quiere vivir y si quiere privilegiar la generación de riqueza y de empleos, aun pagando un costo medioambiental, o la protección absoluta del medioambiente e ingeniárselas para tener industrias y economías basadas en actividades no contaminantes.

Al respecto, tenemos una actitud paternalista, pues a la hora de evaluar proyectos, nuestra legislación medioambiental siempre termina en La Moneda, con el Presidente y con algunos ministros. ¿Por qué ellos deciden por Freirina , Quintero o Puchuncaví , si no viven allí? ¿Por qué no se entrega la responsabilidad, pero no paternalistamente, a quienes hacen su vida cotidiana en el lugar? Aquí se hacen gárgaras con la descentralización y todos quieren que el poder se transfiera a las comunidades, a las localidades y a las regiones, pero en realidad no se hace nada sincero por ello.

No obstante, voy a aprobar este proyecto y la modificación que se propone, porque peor es nada.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Bernardo Berger .

El señor BERGER.-

Señor Presidente, en los tiempos que estamos viviendo, me parece que todo aquello que nos permita avanzar hacia una mejor legislación ambiental resulta prioritario, por lo cual debemos incrementar, con gran énfasis, la normativa que nos permita proteger el medio ambiente, la vida y la salud de todos los chilenos, sobre todo en razón de los últimos acontecimientos, como la crisis ambiental de Quintero y Puchuncaví y lo dramático que resultó ser para sus habitantes.

No obstante, respecto de este proyecto en particular, me preocupa el hecho de incluir el término “olores” de una forma tan genérica, ya que, como bien sabemos, los olores tienen una amplia gama, como el del pescado, el de la basura, el de los porcinos, el de los animales de criaderos en general, etcétera.

Por lo tanto, el término “olor” debería ser objeto de una definición específica, entendido como fuente de contaminación y, por tanto, sujeto eventualmente a medidas de control y sanción.

Insisto en que, si bien el proyecto me parece positivo, es necesario precisar adecuadamente los conceptos y las definiciones, pero sin perder el norte en cuanto a que el foco central no está en definir el término “olor” como una fuente efectiva de contaminación, sino en la correcta y exhaustiva evaluación ambiental de los proyectos.

Entiendo que, en ese sentido, el Servicio de Evaluación Ambiental tiene una guía de predicción y evaluación de impactos por olor y que es uno de los elementos que se ha tomado en cuenta y se está considerando en la evaluación de los proyectos, situación que, hasta donde sé, no existía antes de la situación de Freirina, por ejemplo.

Tengo la sensación de que si bien el olor es una señal de alerta de la presencia de una fuente de contaminación, es necesario analizarlo caso a caso, y eso, claramente, corresponde más a un asunto administrativo que a uno legislativo.

Entiendo también que la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente no contiene definiciones de elementos contaminantes, porque se aplican caso a caso y de manera concreta, por lo que se regula con normas de carácter reglamentario, como acabo de mencionar.

Asimismo, entiendo que se está trabajando en la norma de calidad de olores y que quizá sería por esa vía que se debería resolver este problema.

En fin, si bien tengo los reparos y observaciones que he mencionado, que considero relevantes, de todas maneras resulta positivo avanzar en normas medioambientales como esta.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Ricardo Celis .

El señor CELIS (don Ricardo).-

Señor Presidente, este proyecto, destinado a incorporar el olor como un elemento contaminante en la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, tiene mucho de ciudadano, pues, precisamente, atiende a una demanda de la ciudadanía.

En Temuco, por ejemplo, hay una productora y faenadora de carnes que emite una gran cantidad de olores, por lo cual la gente que vive en sus alrededores siempre ha reclamado de aquello, sistemáticamente. También estaba el caso del vertedero Boyeco , que en la práctica era un basurero en la ciudad, el cual generaba -ya fue cerradouna tremenda cantidad de olores.

¿Cuántos lugares de disposición final de basura o residuos sólidos conocemos de cuya existencia ha reclamado la gente que vive aledaña a ellos? Recordemos el caso de Freirina, para mencionar un caso que no se produjo en la región que represento.

Este es un problema que tiene mucho de ciudadano, porque la gente siente que es importante abordar el problema de la contaminación por olores, y si bien hoy la fiscalización de aquello, cuando los ciudadanos reclaman, la realiza la Seremi de Salud, porque es la institución que cuenta con las atribuciones para ello, generalmente eso queda en terreno de nadie.

Lo que se hace aquí, al incluirlo en la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, significará que al realizarse proyectos deberá contemplarse necesariamente en los estudios de impacto ambiental el efecto que provocarán los olores.

¡Cuán cierto es aquello, por ejemplo, si se trata de la instalación, cerca de la población, de un matadero, de un sitio para disposición de residuos sólidos, de un basural o de una empresa que genere una importante cantidad de olores!

Hay muchos ejemplos de instalaciones que están cerca o aledañas a las ciudades o insertos en medio de ellas que emiten olores frente a los cuales los ciudadanos no saben qué hacer. Se quejan de modo permanente, pero carecen de instrumentos adecuados para defenderse.

Lo que aquí se hace -qué bien que se haya abordado en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturaleses incorporar los olores como un elemento contaminante, de manera que exista la obligación de que esto sea incluido en la presentación y ejecución de los proyectos que se instalen en ciudades o en otros centros donde se emplacen.

Entonces, creo que aquí hay una buena noticia para los ciudadanos: que finalmente esto dejará de estar en tierra de nadie y será un elemento considerado cuando se tenga que realizar el análisis de un proyecto.

Si bien la Seremi de Salud tiene las atribuciones para fiscalizar, esa fiscalización normalmente queda en nada porque no están los instrumentos ni los elementos sancionatorios suficientes para abordar esa situación, por lo cual las empresas se instalan sin que se considere el problema de los malos olores, pese a que, como muy bien señala la descripción de la iniciativa, estos afectan la calidad de vida de los ciudadanos y pueden alterar el entorno. Además, no cabe duda de que la gente no se irá a vivir a un lugar donde perciba o note de antemano que va a tener que convivir con malos olores. Así, lo malos olores terminan afectando el patrimonio ambiental de las ciudades.

En consecuencia, considero que este es un proyecto que avanza en el sentido correcto: escucha a los ciudadanos, da una respuesta adecuada e introduce la norma jurídica para que esto sea obligatorio en la presentación de todo proyecto.

Con la aprobación de esta normativa, Salud seguirá haciendo su trabajo de fiscalización, porque eso no está en contradicción o colisión con lo dispuesto en este proyecto; por el contrario, se complementa. De este modo, cuando se presente un proyecto, deberá considerarse la emisión de olores como un elemento importante que puede generar contaminación ambiental.

Por lo expuesto, esta iniciativa contará con mi voto favorable, ya que –reitero es un muy ciudadano, muy sentido y muy esperado.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Celso Morales .

El señor MORALES.-

Señor Presidente, sin lugar a dudas, hoy daremos un paso importante sobre un tema en el que la ciudadanía se ha expresado, como es la emanación de olores y sus consecuencias para la población en diferentes partes de nuestro territorio. No obstante, aun cuando esto es importante, a mi juicio se hace necesario contar con una norma que permita medir, controlar e incluso sancionar la emisión de olores. Esperamos contar con ella en el más breve plazo, puesto que es clave para proteger a la comunidad.

En suma, debemos celebrar lo que se está haciendo, tal como lo dije en la Comisión de Medio Ambiente, instancia que aprobó esta iniciativa, aunque, insisto, no contamos con la norma para dar una solución efectiva a todas aquellas situaciones que la gente nos presenta.

Votaremos a favor el proyecto en general, porque la modificación a la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para reconocer expresamente el olor como un agente contaminante, es un paso importante para mucha gente en distintos lugares del país.

Felicito a los autores del proyecto de ley e invito al Ejecutivo a elaborar cuanto antes el reglamento, que es clave para que esta iniciativa sea operativa y se pueda cumplir.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado Leonidas Romero .

El señor ROMERO.-

Señor Presidente, me alegro mucho de estar discutiendo un tema tan relevante como es el reconocimiento del olor como agente contaminante.

Toda actividad humana genera olores, pero hay algunos que son insoportables. Tuve la suerte, como lo he dicho tantas veces en el hemiciclo, de ser alcalde de Coronel, ciudad a la que se trasladaron varias empresas pesqueras desde comunas vecinas, gracias a la autorización de autoridades anteriores. Recuerdo que había días en que era imposible respirar. Incluso, se llegó al extremo de que algunos vecinos y vecinas, sobre todo de la tercera edad, sufrieran desmayos por los fuertes olores. Y como no había una ley que regulara esas emisiones, las empresas hacían caso omiso de los reclamos de la población.

Recuerdo el comentario de algunos pescadores que me decían: “Pero alcalde, si este es olor a plata”. Claro, obviamente a ellos les beneficiaba. Las pesqueras, para producir harina de pescado, recibían una gran cantidad de pescados, los que, pasados unos días, se descomponían, y los olores eran insoportables.

Me alegro de que la modificación legal permita agregar el olor como un agente contaminante y exigir que se cumpla la normativa, para que no ocurra que los vecinos de las ciudades donde están esas empresas contaminantes paguen el daño ambiental que provoca el olor.

En mi época de alcalde reclamé por esta situación, junto con dirigentes vecinales, pero no hubo respuesta y las industrias siguieron contaminando.

Espero que se apruebe por unanimidad esta modificación y que pronto tengamos una ley que sancione a quienes contaminan mediante los olores.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada María Loreto Carvajal .

La señora CARVAJAL (doña M.a Loreto).-

Señor Presidente, tal como han hecho otros distinguidos colegas, quiero destacar esta iniciativa que nace de una moción de la diputada Cicardini , junto con otros diputados, con el objetivo de recuperar la dignidad de nuestros vecinos y vecinas.

Como representante de veintitrés comunas -veintiuna de Ñuble y dos de Biobío en las que hay una fuerte inversión forestal y agrícola, he podido apreciar la falta de respeto a la dignidad de los vecinos. Uno se pregunta ¿por qué se ha esperado tanto tiempo? ¿Por qué razón la ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, no se hizo cargo de la emisión de olores, que provocan no solo malestar e indignidad, sino también problemas de salud?

Es necesario hacerse cargo del problema de los olores, no solo a través de esta moción, que, no me cabe la menor duda, aprobaremos de manera unánime, sino también a través de la acción efectiva del Ejecutivo.

Existe el compromiso de que a través de un reglamento se establezcan los niveles de contaminación permitidos, los cuales deberán verificarse, y la fiscalización de las empresas que ya están en funciones.

En mi distrito he denunciado infinidad de veces a empresas con nombre y apellido, particularmente la central Nueva Aldea, que ha provocado que muchos vecinos de Ñipas, Trehuaco y Coelemu hayan vendido sus terrenos o finalizado sus emprendimientos. Muchas personas han visto devaluados sus terrenos, situación que lamento profundamente.

La insalubridad, los malestares físicos y los problemas de salud son consecuencia de la acción de algunas empresas; pero, tal como señaló muy bien el diputado Ricardo Celis , es muy difícil perseguir a las empresas que cometen estas acciones, por lo que mediante este proyecto pretendemos que se hagan cargo de esta situación.

Quiero mencionar también el caso de la empresa Orafti Chile, cuya planta se ubica cerca del peaje de Santa Clara. Concurrí personalmente a conversar con sus directivos, quienes señalaron estar trabajando en una solución para el problema de los olores. Mientras tanto, los vecinos de Pemuco y de General Cruz deben soportar estos malos olores. Es más, en el peaje de Santa Clara, las mujeres que allí trabajan señalan que ni utilizando mascarillas ni cerrando las casetas pueden evitar sentir el olor nauseabundo que proviene de esa empresa, que lamentablemente no tiene ninguna sanción.

Incorporar en la legislación la emisión de malos olores u olores molestos como un elemento que altera la vida normal es lo correcto.

Por otra parte, si bien todos apoyamos la inversión y el emprendimiento, esto ha generado malos olores no solo en los sectores urbanos, sino en los aledaños.

Me pregunto, ¿qué está haciendo el gobierno, a través del Ministerio de Vivienda, cuando las ciudades crecen hacia la periferia y no se ha ampliado el plan regulador? Por ello, cientos de vecinos deben solucionar con sus propios medios, a través de casetas sanitarias, el problema de la insalubridad.

Cuando estamos en época de verano y hace calor, queda la sensación de que los vecinos están sumamente desatendidos. Lamentablemente, mientras no exista un plan de mejoramiento de barrios y un plan regulador, ellos deberán solucionar sus temas sanitarios de manera individual.

Creo que es importante decir que nuestros vecinos se merecen un avance en esta materia. Ello debe ir acompañado de inversión. Y son los municipios los que tienen que hacerse cargo. Cuando uno recorre poblaciones y sectores aledaños a las comunas de Chillán, Chillán Viejo, Cabrero y otras donde ha crecido población, se da cuenta de que en verano se hace insostenible salir al patio, tomar once bajo el parrón, como acostumbra la gente de nuestras comunas, porque los olores son insoportables.

Me parece muy necesario que cuando una empresa solicite permisos para instalarse no solo mire la normativa medioambiental, sino que el Estado y particularmente el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y, eventualmente, el Ministerio de Obras Públicas se hagan cargo de los problemas derivados del incumplimiento de la normativa, puesto que se puede afectar la salubridad urbana, particularmente en los sectores periféricos. Hace algunos días le hice presente a la ministra del Medio Ambiente la necesidad de contar con una glosa especial para hacerse cargo de la solución de los problemas sanitarios o de salubridad en los sectores periféricos cuando no ha habido inversiones importantes, como por ejemplo planes de mejoramiento de barrios.

Este tema nos cruza a todos, tanto en los sectores urbanos como en los rurales; por ello, es muy importante aprobar este proyecto de ley.

Solo quiero señalar que el Ministerio del Medio Ambiente debe hacerse cargo de la presencia de olores molestos, aun cuando ello no esté incorporado en la norma. Así lo señalamos hace algunos años con ocasión del olor que provocan las chancherías en Chillán Viejo y en Coihueco. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho efectiva la sanción que obliga a su cierre.

Los vecinos del sector de Bustamante, de la Viñita, en la comuna de Coihueco, y tantos otros, esperan que nuestro Congreso Nacional se haga cargo de una solución para este problema que sufren los vecinos, sobre todo por su dignidad, y que junto con el gobierno adopten las medidas necesarias para que se dicte un reglamento.

No me queda más que felicitar a los autores y autoras de este proyecto y señalar que este es un paso adelante en esta materia; sin embargo, aprovechando la presencia del ministro secretario general de la Presidencia, hago presente que necesitamos agilidad para dictar un reglamento e incorporar inversión en la normativa relacionada con la materia, de modo de hacerse cargo de la insalubridad y de los malos olores en los sectores urbanos, sobre todo en las zonas periféricas.

Anuncio desde ya mi voto a favor del proyecto. Saludo en forma particular a la diputada Daniella Cicardini , quien ha sido precursora y gestora de esta moción parlamentaria.

He dicho.

El señor REY.-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a la honorable Mesa y a todos los parlamentarios que nos acompañan.

Legislar sobre el olor como agente contaminante es vital para muchas comunidades de nuestro país. Por eso, esta iniciativa es tremendamente importante.

Es necesario modernizar nuestra legislación a fin de abordar los reales problemas que afectan a los ciudadanos. Por eso, valoro esta iniciativa, que trae dignidad a los vecinos que representamos.

Hay que señalar que esta problemática sucede en distintos sectores del país, particularmente en la Región del Maule, específicamente en la ciudad de Curicó, que represento, donde se han presentado una serie de denuncias -se realizan cada cierto tiempo debido a los malos olores, que muchas veces contaminan gran parte de la ciudad. Los vecinos ya no soportan más esta situación.

Se ha cursado multas a las empresas que vierten residuos que provocan esta problemática, pero aun así esta continúa.

Necesitamos priorizar y poner orden en la calidad de vida de los vecinos de nuestros distritos. La legislación debe ser más dura con aquellos que contaminan y producen malos olores. Alguien se debe hacer responsable.

Invito a quienes estén en contra de esta iniciativa a que vayan a dormir, a tomar once, a pasar un día en esos sectores. Les aseguro que no aguantarían ni un día; sin embargo, nuestra gente tiene que aguantar no solo un día en esos lugares, sino toda su vida.

Por supuesto que en esta materia faltan reglamentos y especificar sanciones, pero este es un paso fundamental que esperamos que se pueda concretar pronto. Agradecemos al gobierno, porque también se está haciendo cargo de esta situación y está trabajando en torno de esta temática.

Espero que hoy apoyemos a los miles de chilenos -niños, niñas, mujeres, hombres, adultos mayores del mundo urbano y ruralque esperan que el Congreso Nacional solucione el drama que viven día a día.

Anuncio mi voto a favor de la iniciativa.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el señor Marcos Ilabaca .

El señor ILABACA.-

Señora Presidenta, qué duda cabe de que los malos olores afectan día a día la vida da la ciudadanía en cada uno de los rincones de nuestro país. Qué duda cabe, tal como lo demostró el diputado Gutiérrez , de que la OMS está conteste respecto del daño que provocan en la salud de la población los malos olores. Qué duda cabe de que hoy los vecinos de Chiguaico, de Los Lagos, de Corral, de Niebla; de Rucaco, en San José de la Mariquina, viven permanentemente con problemas por los malos olores y sufren el daño provocado por este agente contaminante.

Diputados y diputadas que ya hicieron uso de la palabra señalaron que no existe ninguna norma que regule estos temas. Me parece que algunos colegas desconocen que la autoridad sanitaria, a través del decreto supremo N° 144, de 1961, del entonces Ministerio de Salud Pública, tiene facultades legales respecto de esta materia. Allí se establecen normas para evitar emanaciones o contaminantes atmosféricos de cualquier naturaleza y se entregan a la autoridad sanitaria ciertos elementos para llevar adelante investigaciones a través de sumarios sanitarios.

También se desconoce el decreto supremo N° 167, de 1999, de la Segpres, que establece ciertas normas para resguardar la calidad del aire en relación con la producción de celulosa.

Cuando uno revisa la legislación vigente se da cuenta de que sí existe normativa y que tenemos organismos en la administración del Estado relacionados con la gestión de olores. Existe una autoridad sanitaria, la Superintendencia del Medio Ambiente y la Superintendencia de Servicios Sanitarios. Además, ciertos municipios han establecido normas restrictivas en relación con los olores. Pero lo cierto es que hoy no existe una normativa general que esté actualizada y se haga cargo del impacto ambiental que provoca esta norma.

Tenemos algunas normas técnicas dictadas por el Ministerio del Medio Ambiente desde hace mucho tiempo. Existe la norma chilena 3190, de 2010, sobre calidad del aire; la 3212, de 2012; la 3387, la 3386, la 3533/1 y 3533/2, respecto del impacto de olor mediante inspección de campo, etcétera.

Hoy existe una serie de normativas que regulan esta materia, pero en términos generales nuestra Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente no contiene una definición concreta. Comparto lo que señaló el colega Schilling en orden a que esta es una normita, una pequeña norma que va a establecer una definición en particular de los malos olores, pero dicha norma sigue siendo insuficiente respecto de los grandes desafíos que implica la salud del ser humano, porque año a año nos damos cuenta de que el medio ambiente es esencial para el desarrollo de la vida humana y que estamos obsoletos respecto de una regulación férrea de defensa del medio ambiente.

Por lo tanto, independientemente de que voy a aprobar con mucha fuerza este proyecto de ley, quiero que nuestra ministra -que lamentablemente por segundo día consecutivo no se encuentra presente en la Sala, en circunstancias de que se está discutiendo un proyecto importantísimo para el país en materia medioambiental; ayer no estuvo cuando se discutió el proyecto sobre protección de los humedales urbanos, y hoy tampoco está cuando estamos discutiendo el proyecto relacionado con esta norma de medición de oloresavance de manera importante en la norma de calidad del olor en que están trabajando, ya que necesitamos regular de manera coherente y cohesionada toda la normativa que se encuentra dispersa y que es insuficiente.

Hoy nos falta una norma técnica concreta, una medición objetiva respecto de los olores. Tenemos estándares insuficientes y esta temática regulada de manera inorgánica requiere una regulación orgánica. En ese sentido, el Ministerio del Medio Ambiente está al debe.

Requerimos defender la salud de la población, pero para eso necesitamos, además, tener una ministra comprometida con la discusión que en el Parlamento se está llevando adelante correctamente y en la línea correcta.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Diego Ibáñez .

El señor IBÁÑEZ.-

Señora Presidenta, si salgo del trabajo a las 18.00 horas y llego a mi casa a las 19.00 horas, quiero estar tranquilo, con mi familia, con mis hijos, con un rico olor a té y a pan tostado. Esa cuestión que parece normal, de sentido común, resulta que no es tan normal porque hay muchas comunidades que están sufriendo los malos olores de empresas que no invierten en tecnología. Por eso, tienen que tomar té y comer pan tostado con olores insoportables: olor a podrido o -lo digo con todo respetoa caca. No se trata de cualquier comunidad, sino de vecinos sencillos, que se sacan la mugre todos los días para llevar pancito a la casa, que están con problemas de salud, con náuseas, con vómitos en algunos casos, y que dan cuenta de una política que no los ha mirado a la cara. Por dignidad, no podemos dejar pasar más tiempo.

Chile tiene varias malas experiencias en esta materia. Ya sabemos lo que pasó en Freirina en 2012, cuando la comunidad en general se organizó contra la planta de crianza y faenamiento de Agrosuper. Pero parece que tenemos mala memoria, porque hasta el momento no ha cambiado nada; no se han hecho cargo de legislar a favor de estas comunidades que lo están pasando mal.

Nosotros llevamos solamente un año en este cargo y hemos tenido la posibilidad de conocer a varios vecinos y vecinas de La Calera, quienes cansados de encerrarse en sus casas

-después del trabajo o de ir a buscar a los niños al colegio tienen que llegar a la casa a cerrar las ventanasnos han planteado esta urgencia y la responsabilidad de los malos olores de Sopraval, de Algamar y de Esval, porque con la descarga de riles y de otros contaminantes en el río Aconcagua, lamentablemente, han echado a perder muchos barrios de La Calera, que precisamente son barrios de gente trabajadora: Villa Sopraval, Maltería , El Trigal, y coincidentemente son barrios que históricamente han sido segregados del “desarrollo”.

Yo me pregunto qué pasaría si una situación similar sucediera en Las Condes o en Vitacura. ¿Cuánto se demoraría la autoridad en solucionar el problema? Irían al día siguiente a solucionar el problema, y eso no nos parece azaroso, porque en Quintero hemos visto que comunidades de gente sencilla, de mujeres trabajadoras que con esfuerzo sacan adelante a sus hijos, deben asumir los costos ambientales de una mala política pública. Por cierto, las actividades productivas generan riqueza, trabajo y dan bienestar, pero la otra cara de la moneda es tener que vivir, con todo respeto, con olor a caca.

Queremos empresas, pero no que ahorren recursos a costa de la dignidad de la gente.

En 2015, ingresó al Congreso un proyecto de ley para regular esta situación, pero, al igual que el proyecto para rebajar la dieta parlamentaria, estaba durmiendo, y con la voluntad de varios parlamentarios pudimos impulsarlo y ponerlo en discusión.

¿En qué consiste el proyecto? El olor entra explícitamente en el sistema normativo ambiental y se establece un concepto de olor molesto y de contaminación en el caso de estas comunidades. Ello implica que el Ejecutivo -es una materia de iniciativa exclusiva del Presidente de la Repúblicapodrá dictar nuevas normas de emisión y calidad para controlar los malos olores. El Ejecutivo se ha comprometido en la comisión. Por tanto, en el futuro, le cobraremos la palabra.

¿Cuál es el efecto de toda esta normativa? Toda la institucionalidad ambiental tendrá que respetarla y, por tanto, las empresas tendrán que invertir. Por ejemplo, que una empresa vaya al mercado de filtros y no compre el más barato, sino que compre uno con un estándar internacional más alto, como en los países de la OCDE, a los cuales varios de este Parlamento les gusta referirse como la meta a la que debemos llegar.

Entonces, ¿se soluciona inmediatamente el problema? No, pero es una excelente oportunidad para colocar fin a este problema. Lamentablemente, a la política le ha costado aprender y se preocupa de los malos olores y de estas poblaciones cuando hay que ir a pedir el voto cada cuatro años o cuando la rabia de la gente le explota en la cara, como en el caso de los caleranos que salieron a marchar.

No podemos esperar a que caigan niños y niñas intoxicados en hospitales con vómitos y náuseas, y que tengan que faltar al colegio, para poder legislar.

Eso tiene que cambiar ahora.

He dicho.

La señora CARVAJAL, doña M.a Loreto (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Gustavo Sanhueza .

El señor SANHUEZA.-

Señora Presidenta, la presente iniciativa legislativa tiene por objeto introducir en la legislación ambiental una mención expresa al olor como factor de contaminación y, por ende, como un elemento a ser considerado al momento de establecer las normas primarias que deben ser dictadas por la autoridad.

En la ley N° 19.300, que sobre Bases Generales del Medio Ambiente, no existe mención a los olores como elemento generador de la contaminación; solo encontramos normas sectoriales que hacen mención a este tema.

En virtud de lo anterior, el objetivo del presente proyecto consiste en consignar de manera expresa en la ley N° 19.300 el olor como un agente contaminante, para efectos de dar protección y certeza jurídica a todos aquellos que, en resguardo propio o del medio ambiente, busquen en la justicia el amparo al derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Entendiendo de manera positiva lo que persigue este proyecto, vemos que la idea de legislar en torno a los últimos episodios ocurridos en nuestro país sobre contaminación del medio ambiente puede ayudar de manera clara a mejorar la calidad de vida de los habitantes. Evitar y establecer los olores molestos como un factor que debe ser fiscalizado por la autoridad es un paso adelante en la normativa ambiental que nuestro país requiere para no repetir episodios tan controversiales como los ocurridos en Freirina, en Quintero o, incluso, en la realidad constante de las celulosas en nuestro país.

El compromiso del gobierno del Presidente Sebastián Piñera y, en especial, de la ministra del Medio Ambiente está claramente establecido en lo que se está trabajando dentro del ministerio. Está en construcción una nueva norma de emisión de olores, que garantiza la calidad de vida de todas las personas, evitando que estén sometidas a olores molestos de manera permanente o por tiempo prolongado por puntos de emisión cercanos a asentamientos humanos.

En Ñuble -bien lo sabe usted, señora Presidentatenemos varios episodios de contaminación por olores molestos. La intercomuna Chillán-Chillán Viejo tiene contaminación atmosférica, pero en muchos sectores de Ñuble nos vemos enfrentados, además, a la realidad de los malos olores, que se hacen parte del día a día de los ciudadanos y provocan un claro efecto negativo en su calidad de vida.

Por eso vamos a comprometer el apoyo en una parte del proyecto. En otra debemos resguardar que esta normativa no permita abusos dentro de la comunidad. Nosotros vivimos en una zona rural, en la que, debido a muchos elementos, tenemos contaminación de olores. Los que conocen el campo chileno saben que muchas veces los pequeños agricultores tienen sus animales y sus aves en sectores en los que obviamente hay casas cercanas. Esa circunstancia también podría eventualmente ser considerada como una contaminación de olores. Por ello, debemos salvaguardar lo que es la vida del pequeño agricultor y diferenciarla de lo que significa la instalación de empresas o de industrias que generan malos olores.

Creo que esta iniciativa es un avance tremendo en términos de reconocer al olor como agente contaminante, porque nos hacemos cargo de un sentir ciudadano y le damos respuesta a través de la legislación. Sin perjuicio de ello, también debemos salvaguardar y evitar que esta normativa se transforme en excesos por parte de la comunidad hacia sus propios vecinos.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada Alejandra Sepúlveda .

La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-

Señor Presidente, este proyecto lo presentamos fundamentalmente diputadas durante el período legislativo pasado. Debo reconocer el trabajo que hicimos con la entonces diputada Denise Pascal , sobre todo en relación con la situación que estábamos viviendo, tanto ella en la Región Metropolitana como yo en la Región de O’Higgins, debido a la producción de cerdos.

Quiero señalar al diputado que me antecedió en el uso de la palabra que dicha producción no tiene que ver con la pequeña agricultura. La emisión de olores en la pequeña agricultura es muy marginal. Lo que planteamos en ese momento fue lo que sucedía en la Región Metropolitana y en la Región de O’Higgins con la producción de cerdos por la empresa Agrosuper .

Para nosotros era fundamental incluir el concepto de olores dentro de la legislación, principalmente en la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente y, además, incorporar el concepto de olores molestos susceptibles de causar trastornos que signifiquen la alteración de las condiciones normales de vida de una persona. Por lo tanto, elaboramos esta iniciativa no sobre la base de una teoría, sino de lo que nos estaba ocurriendo a cada uno de nosotros en nuestros distritos, como lo mencionó la diputada Loreto Carvajal .

Esta semana ha sido muy buena en materia de proyectos sobre medio ambiente: ayer tratamos el proyecto que protege los humedales urbanos, hoy estamos discutiendo la iniciativa para reconocer en nuestra legislación el olor como agente contaminante, y en algún minuto esperamos discutir lo que tiene que ver con las zonas de sacrificio y los olores.

Como diputada del distrito N° 16, me ha tocado ir varias veces con las organizaciones y con las juntas de vecinos a revisar lo que está ocurriendo en la comuna de La Estrella, que es gravísimo. Hemos solicitado a la Superintendencia del Medio Ambiente que efectúe la fiscalización respectiva, lo cual le corresponde a esta institución tan importante.

Todos estos problemas de contaminación podrían disminuir o, incluso, eliminarse si las empresas hicieran las inversiones correspondientes. Si se hicieran las inversiones, no tendríamos complicaciones en cuanto a olores ni problemas ambientales. Hoy existe un ahorro malentendido, una disminución de costos, por parte de las empresas, que se traduce en un menoscabo en la vida cotidiana, en la salud y en la calidad de vida de muchas personas que viven alrededor de empresas que emiten olores.

Por eso, llamo a todos los diputados y diputadas a votar favorablemente esta iniciativa, cuyo trámite legislativo espero que se acelere, para que pronto se convierta en ley de la república.

He dicho.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en materia de instalación, mantención y certificación de ascensores y otros aparatos similares.

Diputada informante de la Comisión de Vivienda, Desarrollo Urbano y Bienes Nacionales es la señora Natalia Castillo .

Antecedentes:

-Moción, sesión 116ª de la legislatura 365ª, en martes 23 de enero de 2018. Documentos de la Cuenta N° 10.

-Informe de la Comisión de Vivienda, Desarrollo Urbano y Bienes Nacionales, sesión 115ª de la legislatura 366ª, en martes 18 de diciembre de 2018. Documentos de la Cuenta N° 11.

El señor FLORES, don Iván (Presidente).-

Tiene la palabra la diputada informante.

La señora CASTILLO, doña Natalia (de pie).-

Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Vivienda, Desarrollo Urbano y Bienes Nacionales, paso a informar sobre el proyecto de ley, de origen en una moción del entonces diputado Joaquín Tuma , que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en materia de instalación, mantención y certificación de ascensores y otros aparatos similares (boletín Nº 11584-14).

Idea matriz o fundamental del proyecto

La iniciativa legal tiene por objeto establecer precisiones respecto de la celebración de contratos de propietarios con las empresas que instalan, mantienen y certifican ascensores, montacargas, escaleras mecánicas y otros aparatos similares, y regular la prórroga de la competencia de los juzgados de policía local en los contratos que firmen con los propietarios.

Antecedentes y fundamentos del proyecto de ley

El autor de la moción señala que la proliferación de la construcción en altura ha traído consigo un enorme incremento en la demanda de servicios para la edificación y montaje de una serie de artefactos necesarios para la convivencia segura, eficaz y cómoda en los edificios, entre los que destaca la importancia que tiene la instalación cada vez más frecuente de ascensores, montacargas, escaleras mecánicas y otros instrumentos que permiten que las construcciones en altura puedan y deban servir para su propósito.

Por otra parte, recuerda que hasta hace unos pocos años no se contaba con una ley que diera cuenta de los avances que venían exigiendo las ciudades construidas en altura. Fue así como, poco a poco, se fueron sucediendo las leyes que protegieron y cautelaron la calidad de la construcción, estableciendo la responsabilidad de las empresas constructoras, como fue el caso de la relevante ley Nº 19.472, que estableció normas relativas a la calidad de la construcción, y luego la ley Nº 20.296, que vino a llenar un vacío importante en materia de instalación, mantención y reparación de ascensores.

Antecedentes legales

La ley N° 20.296, que establece disposiciones para la instalación, mantención e inspección periódica de los ascensores y otras instalaciones similares, modificó el decreto con fuerza de ley Nº 458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que fija el texto de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.

Asimismo, estableció como responsables de la mantención a los propietarios y a las municipalidades en el caso de los bienes nacionales de uso público, quienes deberán celebrar los correspondientes contratos de mantención, y creó un registro de instaladores y mantenedores con el objeto de que la instalación y mantención de los ascensores, montacargas, escaleras y rampas mecánicas sea ejecutada por personas que estén inscritas en dicho registro, que lleva el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

La ley Nº 20.296 vino a normar la acreditación de la mantención de los ascensores que los propietarios y las municipalidades debían realizar, mediante un certificado emitido por una entidad de certificación inscrita en la categoría correspondiente del registro, en el cual se certifica que los ascensores, montacargas, escaleras y rampas mecánicas han sido adecuadamente mantenidos, y se encuentran en condiciones de seguir funcionando.

Por último, la ley Nº 20.296 también incorporó la regulación de los ascensores en la ley Nº 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, a fin de hacer obligatorio el deber de mantención y certificación de los ascensores, montacargas, escaleras o rampas mecánicas y sus instalaciones por parte de los copropietarios de condominios sujetos a sus normas, y otras materias de igual importancia.

Objetivos y fundamentos del proyecto de ley

Según el autor, el proyecto de ley persigue profundizar dichas normas y evitar los abusos por parte de las empresas que instalan, mantienen y certifican ascensores, montacargas, escaleras mecánicas y otros, prohibiendo, entre otras cosas, las ventas atadas, la prórroga de la competencia en los contratos que firmen con los propietarios, y que el juez de policía local competente para conocer de las cuestiones que se susciten sea el del domicilio del proveedor del producto o servicio, o el del propietario, a elección de este último.

Principales ámbitos discutidos en el seno de la comisión.

Durante el análisis de esta iniciativa legal se conoció la opinión de los representantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, del Colegio de Gestión y Administración Inmobiliaria de Chile, de la Asociación Gremial de Transporte Vertical, de la Asociación Gremial de Certificadores de Transporte Vertical; de Schindler Chile S.A., empresa instaladora de ascensores, y de la Fiscalía Nacional Económica, quienes dieron a conocer su opinión sobre los problemas que afectan al sector, relacionados con la instalación, mantención y reparación de elevadores en general y ascensores en particular.

En general, señalaron que compartían los objetivos del proyecto de ley, especialmente la necesidad de precisar el tribunal competente para resolver los problemas que suscita la aplicación de la ley. En todo caso, observaron que las normas relacionadas con los contratos podrían ser de competencia de la ley de protección de los derechos de los consumidores y no de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, ya que se está en presencia de empresas proveedoras de servicios.

Sobre las sanciones propuestas, les pareció que era exagerada la eliminación de una empresa del registro, ya que ello implicaría dejarla en situación de quiebra, dejando a clientes sin proveedores y a trabajadores en situación de cesantía.

Por su parte, los representantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo señalaron que la iniciativa legal en tramitación se refería a un tema de interés para esa secretaría de Estado y que estaba acorde con las medidas que se estaban adoptando respecto de los registros técnicos que llevan, donde se están efectuando fiscalizaciones a las personas que realizan instalaciones, mantenciones y certificaciones de ascensores.

Informaron que el parque de ascensores se estima en 40.000 a nivel nacional, pero que para tener una cifra real se necesitaría trabajar en conjunto con las direcciones de Obras Municipales de cada comuna, lo que permitiría lograr una identificación precisa.

El número de instaladores es de 59 y el de mantenedores asciende a 160, los que en muchos casos son también instaladores.

Los certificadores actúan de manera independiente y autónoma, y se encuentran distribuidos en tres categorías. La primera categoría debe cumplir un requisito que se encuentra en la norma técnica NCh 17.020, sobre normas de inspección para edificios superiores a doce pisos.

En especial, señalaron que la venta atada de servicios es un problema que afecta a la libre competencia y están de acuerdo con que esto es una regulación entre privados: el administrador del edificio y quien realiza el servicio de instalación, mantención o certificación, mediante un contrato en que las cláusulas explicitan los trabajos a realizar, pero no que el prestador del servicio tenga los demás de manera atada. Asimismo, se mostraron de acuerdo con que el juzgado de policía local sea el encargado de dirimir las diferencias derivadas de la ejecución del contrato.

Sobre las sanciones que propone el proyecto, como la eliminación del registro de instaladores, mantenedores y certificadores hasta por el plazo de tres años y una multa de 150 unidades de fomento, manifestaron estar de acuerdo con ellas, pero hicieron presente el interés de que esas sanciones que impone el juzgado de policía local sean comunicadas al ministerio para efectos de poder proceder a la aplicación de la respectiva sanción.

Además, precisaron que existe una competencia radicada en los juzgados de policía local, pero el ministerio carece de este antecedente. Una de las propuestas que se está generando en el proyecto de ley es que exista una instancia administrativa previa a la del juzgado de policía local. Esta materia fue objeto de análisis, y concluyeron que, salvo las situaciones meramente administrativas, como un mal uso de la habilitación que se genera y que se revisa al amparo de la ley Nº19.880, lo demás es de competencia del juzgado de policía local.

En todo caso, estimaron necesaria esa comunicación del juzgado de policía local con el Minvu para tener conocimiento de los procesos que llevan adelante en esta materia, como también por las sanciones que se determinan.

Por último, el fiscal nacional económico dio a conocer las conclusiones de la investigación realizada en 2015, a propósito del mercado de instalación y mantención de ascensores.

Explicó que la investigación se inició porque se apreciaba cautividad en los usuarios, altos costos de cambio, integración vertical y demanda inelástica, y el hecho de haber clientes distintos en ambos mercados, lo que podría generar una propensión que afecte la libre competencia.

El estudio pretendía determinar cómo los instaladores podrían haber actuado de manera anticompetitiva en el mercado del mantenimiento de ascensores, concluyendo que no se pudo configurar un cierre de mercado, sin perjuicio de detectarse ciertos niveles de asimetría en la información.

Finalmente, se informó por parte de los representantes del Ministerio de Vivienda que se procedió a realizar un levantamiento en que se solicitó información a 66 juzgados de policía local, de las regiones Metropolitana de Santiago, de La Araucanía, de Los Ríos, de Los Lagos, del Maule, del Biobío, del Libertador General Bernardo O'Higgins, de Coquimbo, de Antofagasta, de Tarapacá y de Valparaíso.

Como resultado de esta solicitud, se pudo verificar la existencia de causas en trámite, al menos, en las de los juzgados de Las Condes, Ñuñoa y Santiago , en que varios juzgados de policía local no quisieron entregar información aduciendo que no existía obligación legal de hacerlo.

Con los antecedentes que se pudieron recoger, se constató que el procedimiento funciona, sin perjuicio de que se debe considerar establecer la obligación legal de informar al Minvu, para su anotación en el registro pertinente, respecto de las infracciones que se cursen y de los procedimientos que se lleven a cabo.

Sugirieron también que si a consecuencia del mal uso de los ascensores se producen lesiones o muertes, ese tipo de sanciones deben ser vistas por tribunales con competencia penal: juzgados de garantía o tribunales de juicio oral en lo penal.

Plantearon en este sentido modificar el inciso final del artículo cuarto de la ley Nº 20.296 y agregar tres incisos nuevos.

Votación en general y en particular del proyecto

Los diputados señores Jarpa y Teillier y la diputada señora Olivera formularon indicación sustitutiva al proyecto de ley, para reemplazar el inciso final del artículo 4º de la ley Nº 20.296 por otros tres incisos. En ella se recogen los planteamientos realizados por los representantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en los términos que constan en el informe que se encuentra a disposición de los señores parlamentarios.

La comisión, compartiendo los objetivos y fundamentos tenidos en consideración en la moción, así como las opiniones entregadas por los invitados, procedió a dar su aprobación, en general y en particular, al proyecto de ley por la unanimidad de los diputados presentes, señores Sergio Bobadilla, René Manuel García , Carlos Abel Jarpa (Presidente), Diego Paulsen , Guillermo Teillier , Osvaldo Urrutia y Gonzalo Winter y señora Natalia Castillo .

El artículo único del proyecto de ley es orgánico constitucional, de conformidad con lo establecido en el artículo 77 de la Constitución Política, y no requiere ser conocido por la Comisión de Hacienda.

En definitiva, por las consideraciones expuestas, solicito a esta Sala prestar su aprobación al proyecto de ley.

Es cuanto puedo informar.

He dicho.