Labor Parlamentaria

El señor MIROSEVIC (Presidente).-

Esta sesión tiene por objeto discutir acerca del alarmante aumento de la participación de niñas, niños y adolescentes en hechos delictivos de extrema violencia durante los últimos meses, así como de las medidas de prevención y reinserción que el gobierno se encuentra implementando sobre la materia a través de los distintos ministerios y servicios especializados.

A esta sesión han sido citados la ministra de Justicia y Derechos Humanos, señora Marcela Ríos Tobar , y el ministro de Desarrollo Social y Familia, señor Giorgio Jackson Drago , e invitada la defensora de los Derechos de la Niñez, quien ha excusado su asistencia a la presente sesión.

De conformidad con el acuerdo adoptado por los Comités Parlamentarios el 31 de agosto de 2022, les recuerdo que en las sesiones especiales solo se podrá presentar un proyecto de resolución por bancada durante los primeros treinta minutos de la sesión, respecto del cual solo se dará lectura a su título.

Los Comités Parlamentarios podrán hacer uso de la palabra hasta por sesenta minutos, distribuidos en forma proporcional. Los tiempos se encuentran publicados en los pupitres digitales y en las pantallas de la Sala de sesiones.

En el tiempo previo contemplado en el artículo 76 del Reglamento, que corresponde al Comité Renovación Nacional, intervendrá, hasta por diez minutos, la diputada Francesca Muñoz , y, posteriormente, hasta por cinco minutos, la diputada Sara Concha .

A continuación, harán uso de la palabra las señoras diputadas y los señores diputados según los tiempos proporcionales que correspondan a cada Comité.

Recabo la unanimidad de la Sala para autorizar el ingreso de la señora Antonia Rivas , jefa de estudios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, para que pueda acompañar a la ministra.

¿Habría acuerdo?

Acordado.

Tiene la palabra la diputada Francesca Muñoz .

La señora MUÑOZ (doña Francesca).-

Señor Presidente, saludo a los ministros presentes. El tema que motiva esta sesión es tremendamente importante. La delincuencia es para Chile el principal problema. Indiscutiblemente, es el de mayor impacto y preocupación para la población. Peor aún, cuando en los delitos de mayor connotación vemos que progresivamente están involucrados como autores, cómplices o encubridores menores de edad, provoca no solo dolor, sino también una alarma justificada por un horizonte de mayor deterioro en esta materia.

Lamentablemente, ya nos resulta habitual que menores aparezcan participando en barricadas, agresiones, asaltos, robos, encerronas, portonazos, tráfico de drogas y toda una amplia gama de delitos.

En un balance del mes de julio de 2021 se estableció que un número muy importante de menores de edad había sido condenado por delitos de variada índole en un lapso de cinco años. Los casos van desde robo hasta violación y homicidio. Si, como resultaría lógico hacerlo, sumáramos a esa cifra los delitos respecto de los que no se tiene conocimiento y aquellos que no culminan con condenas, la cifra sería, sin duda, aún mayor.

La Región Metropolitana es donde se concentra el mayor porcentaje de delincuencia que, lamentablemente, involucra a menores de edad, con un 39 por ciento de los casos. Le siguen la Región del Biobío, con un 10 por ciento, y la Región de Valparaíso, con un 9 por ciento.

Entonces, tenemos hartas reflexiones que hacer: ¿podemos esperar que en el futuro la delincuencia disminuya? ¿Podemos esperar que disminuya el número de niños y jóvenes que han iniciado este lamentable camino, cada vez más precozmente, con carga delictiva? ¿Estamos frente a la advertencia de una crítica situación para los próximos años? Esas son reflexiones que debemos hacer.

La situación exige, de todos, la mayor responsabilidad. Esa responsabilidad nos obliga a tener un punto de partida y concordar en un antecedente básico: se ha fallado como país.

Hasta hoy las políticas públicas orientadas a disminuir la criminalidad en niños y adolescentes no han resultado efectivas. Sin duda, debemos perseverar y hacer los esfuerzos para que la institucionalidad pública cumpla con eficiencia los propósitos a los que está obligada.

La tarea para el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, y para el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, para la ejecución concreta de la ley N° 21.430, sobre protección integral de los derechos de los menores de edad, tiene que considerar como prioridad abordar el problema para evitar que la delincuencia atrape a niños y adolescentes.

En este sentido, debemos ser muy exigentes en cada comuna respecto de las futuras oficinas locales de la Niñez. Es necesario que realmente cumplan con su objetivo y prevengan situaciones de riesgo como estas para los menores de edad. En este sentido, creo que, como ha ocurrido en otros problemas, desde el Estado se ha cometido el error de caer en teorizaciones complejas y, por otra parte, de ignorar las opiniones concretas de quienes han mirado cara a cara la tragedia que está detrás del fenómeno.

En este sentido, voy a rescatar una entrevista referida a la violencia escolar, que resulta de antecedente útil y valioso para muchos estudios y análisis académicos.

Hace algunos días, el exrector del Internado Nacional Barros Arana, Gonzalo Saavedra , entrevistado acerca de las causas de la violencia y la comisión de delitos en que han incurrido menores de edad que pertenecen a ese establecimiento educacional, que incluso han atacado reiteradamente un cuartel militar, dijo que hay una gran necesidad de los jóvenes de estar con sus padres presentes. También lamenta mucho que la droga esté tan al alcance de los menores de edad, entre otros aspectos; pero puso mucho énfasis en ir en ayuda de las familias. Quiero destacar y reiterar esta aseveración, que comparto plenamente. Hay que ayudar a las familias.

Es muy probable que el incremento que hoy vemos en la criminalidad infantil y juvenil y su violencia ascendente esté en directa relación con el debilitamiento y la relativización de la institución de la familia y la autoridad moral que ella representa.

Frente a esta realidad dramática que debemos enfrentar, no podemos cometer el error de discutir esta materia en un ambiente polarizado, lleno de prejuicios y desconfianzas, como aquel en el que habitualmente se debaten asuntos en esta Sala. Son cientos de diagnósticos, desde todas las posiciones ideológicas, los que ya se han realizado. Las estadísticas abundan y a estas alturas solo vienen a confirmar lo que cualquier vecino o ciudadano percibe y conoce desde su experiencia cotidiana.

Es el momento de reflexionar y reconocer que no se ha sido tan asertivo en los diagnósticos, ya que no se han considerado o ponderado correctamente todos los factores que contribuyen y alimentan la delincuencia, que involucra lamentablemente a menores de edad. No se ha recogido la evidencia y no se ha orientado la ayuda del Estado hacia donde preferentemente debe ir y llegar antes: a la familia, porque es allí donde mejor se ejercita y se entiende el discernimiento entre lo bueno y lo malo.

Se debe reconocer que, respecto de los menores de edad involucrados en delitos, muchas veces los vínculos familiares se encuentran destruidos y no resulta posible reconstruirlos, por lo que la situación de los menores de edad es de un total desamparo.

Frente a esto se deben establecer formas excepcionales de solución, sin perder de vista la médula del problema. Tengo la certeza de que un enfoque que privilegie las redes familiares en sus distintas formas nos permitirá adelantarnos a un problema mayor y evitar que el Estado llegue tarde, que llegue siempre tarde a tratar, con resultados muy pequeños a través de sus programas de prevención y de reinserción, de impedir una carrera criminal ya iniciada, lamentablemente.

Como lo señala la petición de esta sesión especial, es necesario discutir sobre cómo el Estado debe asumir un rol de acompañamiento, entregando herramientas a los padres para evitar que niños, niñas y adolescentes caigan en las redes delictuales y abracen tempranamente un camino que involucra delitos.

Soy de la opinión de que ningún plan estatal de prevención social temprana tendrá éxito si se construye simplemente desde la base de una burocracia. Se tiene que construir sobre la base de una convicción, y esa no es otra que ayudar en el fortalecimiento de la familia como núcleo fundamental de la sociedad para enfrentar esta dramática realidad.

El Estado, el gobierno y algunas ideologías deben reconocer que no pueden pretender sustituir a la familia en este desafío; de lo contrario, seguiremos fracasando como hasta ahora.

Los servicios recientemente creados deben construir su operatividad efectiva con la premisa de ayudar, entre otros, a los padres, abuelos, apoderados, tutores, hermanos y a todos aquellos que son responsables de un o una menor, y abandonar esa utopía de que el Estado puede reemplazar esos vínculos.

Por último, en el ámbito de la gestión y el presupuesto, es importante inyectar más recursos y que se implementen rápidamente las Oficinas de la Niñez, una protección administrativa con un enfoque familiar, para que se aborden temáticas como problemas económicos, consumo de drogas, violencia, maltrato, y se eviten entornos peligrosos como el narcotráfico para los niños y adolescentes. Lleguemos antes.

Otro punto medular es el apoyo, para evitar que los niños, niñas y adolescentes dejen la educación. Por lo tanto, también solicito el fortalecimiento del sistema de prevención, específicamente del Sistema Lazos, de la Subsecretaría de Prevención del Delito. El Sistema Lazos trabaja en la prevención y reinserción social de niños, niñas y adolescentes entre diez y diecisiete años en el ámbito de la educación y en el ámbito de la familia. También solicitamos que el Sistema Lazos esté implementado en las 346 comunas de nuestro país, donde se necesita este apoyo para llegar antes.

Solicitamos, obviamente, más recursos para la infancia y la instalación de las Oficinas de la Niñez.

He dicho.

La señora CONCHA (doña Sara).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a los ministros presentes y a quienes los acompañan, al igual que a mis colegas presentes en la Sala.

Estamos en esta sesión especial tratando una de las primeras prioridades para el país, cual es el hacernos cargo de la seguridad pública y de la alarmante cifra de menores de edad involucrados en delitos con violencia, con tenencia de armas, incluso en delitos que antes ni siquiera se veían en Chile.

Es un foco que el gobierno no está atendiendo, lo que deja a los delincuentes una gran puerta abierta para seguir creciendo como bandas a cargo de adultos que, aterrando y violentando a la ciudadanía, pervierten de la más cruel manera a la infancia y a la adolescencia, usándolos a sangre fría para delinquir, porque es sabido que el sistema judicial está de manos atadas respecto de los menores de edad. Es como “llegar y llevar” para los adultos cabecillas criminales.

Todos conocemos y nos escandalizamos con el problema que nos convoca; el asunto es cómo lo solucionamos. Por un lado, se considera como solución el cambio de trámite judicial para los menores que son detenidos en el acto o bajo pruebas contundentes, y que se les responsabilice penalmente de una manera mayor, ya que sus acciones tienen consecuencias graves para la seguridad de la ciudadanía. Pero, por otro lado, sabemos que solo judicializar no sirve. Esos jóvenes necesitan un cambio de mente, de hábitos, de ambiente y una importante desintoxicación de sus adicciones. En este punto quiero detenerme, porque mientras la fuerte adicción a las drogas los tenga atados, no dejarán de delinquir. Nuestro país no tiene un sistema efectivo de rehabilitación y de desintoxicación, por lo que aprovecho, por su intermedio, señor Presidente, de solicitar a los representantes del gobierno que se implemente un programa radical y con disponibilidad de camas clínicas masivo. De lo contrario, no será suficiente ningún esfuerzo, ni siquiera esta propia discusión. Pero, sobre todas las cosas, pido prevención, formación y oportunidades para los niños y jóvenes, lo que viene de programas que enseñen valores y trabajo en equipo que les den esperanzas de seguir y de que pueden ser diferentes a lo que ven a su alrededor.

Por eso es necesario un trabajo con las familias y una fuerte campaña educacional, mediática y social que les enseñe que sus acciones siempre tendrán consecuencias, contrarrestando los años de enseñanza contraria por la mala ideología política que se les ha dado.

A un joven que quiera salir de la banda de delincuentes, ¿qué programa de ayuda se le ofrece para protegerlo de las represalias que podría sufrir? ¿De qué manera ayudarlo para que no necesite volver al vendedor de drogas, o, incluso, para que no se le amenace con que se atacará a su familia?

Hago un llamado al gobierno a generar programas de este tipo mediante un trabajo coordinado con sus ministerios. Hoy no existe agravante legal o castigo suficiente para que esto disminuya. Como legisladores debemos cambiar el escenario y dar herramientas al sistema judicial para intervenir y romper este ciclo.

Por su parte, el gobierno debe actuar de manera urgente frente a este flagelo que está consumiendo a la generación presente y a la que vendrá, donde la violencia, la falta de límites y, por supuesto, la drogadicción involucrada están destruyendo a los menores de edad y, a través de ello, también están destruyendo rápidamente nuestra sociedad.

Necesitamos más eficacia judicial, más enseñanza de valores para prevenir y reformar. Por eso, en la actualidad hay gran preocupación en la ciudadanía, como sucede en la Región de Ñuble, que represento. Allí existe una alarmante preocupación por actos que se han viralizado esta semana a través de redes sociales, en las que se han subido videos de jóvenes que transitan libremente por las calles portando armas de alto calibre, realidad de la que nadie se hace cargo.

Finalmente, para concluir mi intervención deseo dejar planteada la siguiente pregunta:

¿Qué generación estamos formando como país?

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, hasta por dos minutos, la diputada Marlene Pérez .

La señora PÉREZ (doña Marlene).-

Señor Presidente, nuestros niños, niñas y adolescentes deben ser lo más preciado para nuestro país y su protección debe ser una prioridad para el Estado y para todos nosotros. Actualmente, la violencia y el crimen organizado se han apoderado de nuestras calles, de nuestras poblaciones y de nuestros barrios, pero también de nuestros jóvenes. Eso es algo que no nos podemos permitir.

Según un informe emitido por Carabineros, desde el 2020, más de 15.000 niños, niñas y adolescentes han sido detenidos por delitos de mayor connotación. En esta Sala ya no podemos seguir entrampados en los diagnósticos y en las discusiones ideológicas. Es necesario que, de una vez por todas, avancemos en políticas públicas que endurezcan penas a quienes se aprovechen de nuestros jóvenes para perpetrar delitos.

También le pido al gobierno, pero principalmente a la ministradel Interior y Seguridad Pública, que el acuerdo transversal por la seguridad sea adoptado ahora. No podemos seguir tolerando más homicidios y hechos violentos; el Estado, en particular el gobierno, no puede seguir observando pasivo cómo el crimen sigue penetrando en nuestras ciudades.

Quiero confiar en que las prioridades de la gente también sean las prioridades de este hemiciclo, de la nueva Mesa y, por supuesto, también del gobierno. Confío en que vamos a ponernos de acuerdo para trabajar verdaderamente y de forma comprometida por nuestros niños y por nuestros jóvenes.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Saludo a la ministra de Justicia y Derechos Humanos, señora Marcela Ríos ; al ministro Giorgio Jackson ; a los asesores que los acompañan en esta oportunidad, y a la subsecretaria Yolanda Pizarro .

Tiene la palabra el diputado Hotuiti Teao .

El señor TEAO.-

Señor Presidente, ministros, subsecretaria, iorana.

Cuesta creer que hoy estemos discutiendo un problema como este en el hemiciclo, pero es una realidad. La participación de niños, niñas y adolescentes en crímenes de extrema violencia es algo que está proliferando en nuestro diario vivir y debemos tomar cartas en el asunto.

Está a tal nivel esta situación que, recorriendo mi territorio, me encuentro con casos como el de una junta de vecinos en Recreo, muy cerca de aquí. Me comentaron que hace no mucho paró un auto, del que descendieron cuatro menores de edad que asaltaron a un adulto mayor, al que le propinaron golpes para robarle su perro, su celular, y los 3.000 pesos que tenía para comprar pan a las seis y media de la tarde. Ese es uno de los tantos escenarios que encontramos en mi territorio por lo menos.

Yo no me pierdo en esta materia: el diagnóstico se divide en dos partes.

En primer lugar, está la debilitación del concepto de familia. En una sociedad donde no se ubica esta en el lugar adecuado, con el valor que merece, ocurren hechos como los que estamos viviendo. La familia es la instancia por definición donde se entregan valores intrínsecos a nuestros hijos e hijas. Cuando vemos que desde el Estado no se le da a esta la importancia necesaria ni se la resguarda, el futuro de nuestros niños se trunca y terminan, lamentablemente, por un mal camino.

En segundo término, observo que existe falta de respeto y de confianza enorme por las instituciones de nuestro país, como Carabineros, cuyos funcionarios son maltratados día y noche por personas sin escrúpulos, las que, amparándose en lo garantista del sistema, usan a menores de edad para cometer crímenes, ya que saben que son inimputables. Este círculo vicioso es el que tiene a niños, niñas y adolescentes como la punta de lanza a la hora de cometer crímenes.

Mi llamado a la autoridad es a hacer valer sus dichos, de modo que, si hemos escuchado en la prensa que van a ser unos perros contra la delincuencia, los invito a hacernos llegar proyectos de ley sobre la materia y a poner urgencia a la gran cantidad de proyectos sobre el particular que han iniciado su trámite.

Por mi parte, en innumerables ocasiones he hecho el llamado a poner urgencia al proyecto de ley Nain 2.0, pero aún no tengo respuesta. Necesitamos que las intenciones se plasmen en acciones. No podemos seguir teniendo estas discusiones en la Sala. No sé si mis colegas le tomarán el peso a esto, pero estamos discutiendo la participación de niños en crímenes. Repito: ¡de niños en crímenes!

Este no es el país que queremos, pero estamos aún a tiempo de cambiarlo. Sé que requiere voluntad política y acciones claras y urgentes. En ese sentido, espero que el gobierno tome cartas en el asunto y nos presente un plan claro, con metas cumplibles sobre lo que propone, con el objeto de poner fin a una escalada peligrosa para nuestra sociedad, que pone en riesgo la composición de las familias y de todo nuestro país, junto a la seguridad de todos nuestros compatriotas.

Iorana, maururu.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra la diputada Carla Morales .

La señora MORALES (doña Carla).-

Señor Presidente, saludo a las ministras, al ministro y a quienes los acompañan.

Hoy estamos en esta Sala para hablar en torno a una problemática que, lamentablemente, día a día se va agudizando en nuestro país: la participación de menores de edad en hechos delictivos. A tanto ha llegado esta situación que, en el último tiempo, en el reporte semanal que efectúa Carabineros de Chile, se ha llegado a desagregar la información para entregar antecedentes respecto de la participación o autoría de menores en delitos de alta connotación social.

De aquellos se llegó a señalar que en el total de detenciones efectuadas en la Región Metropolitana en lo que va del año, cerca del 50 por ciento corresponde a menores de edad. Entre ellos, los menores de 16 años de edad y de 17 años de edad son los que presentan la concentración de detenciones efectuadas.

Desde el punto de vista estadístico, se puede observar, al igual que en otros datos vinculados a la delincuencia, una reducción de la participación de menores de edad en los hechos delictivos perpetrados durante la mayor parte del período de pandemia, pero, lamentablemente, durante el presente año se evidencia una recuperación en ese sentido.

Lo anterior se ve reflejado en el porcentaje de participación de delitos. Actualmente, los menores de edad llegan a ser partícipes del 9,6 por ciento, 0,3 por ciento menos previo a la pandemia.

Recientemente, para todos se hizo conocida la imagen de un niño de cinco años de edad que era parte una protesta violenta en la comuna de Santiago. Si bien desde todos los sectores políticos repudiamos esa acción, hay algo respecto de lo cual como Estado aún nos encontramos al debe: prevenir la vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes. Eso involucra una responsabilidad directa de la institucionalidad vigente.

Es por ello que, como Estado, durante este gobierno, debe haber una rápida implementación de la institucionalidad de garantías de la niñez, por medio de la implementación de las oficinas locales de la niñez a lo largo del país, así como el reforzamiento del sistema Lazos, de la Subsecretaría de Prevención del Delito, a modo de dar mayor cobertura territorial y con ello aumentar el número de beneficios, dado que posee resultados muy positivos de intervención, tanto en jóvenes infractores de ley como en aquellos en los que se ha detectado un alto grado de propensión a la iniciación de una carrera delictiva.

Como estamos ad portas de analizar el proyecto de ley de presupuestos para el próximo año, llama la atención lo que ocurre con el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, ya que se observa una disminución de los recursos destinados a programas de adopción y a oficinas de protección de derechos, con una variación porcentual del 17,3 por ciento y con un 4,1 menos de recursos, lo cual es dar señales inequívocas respecto a cómo estamos enfrentando desde la institucionalidad el tema que nos encontramos analizando hoy.

Hago un llamado a las ministras y demás autoridades aquí presentes a reforzar, pero, por sobre todo, a implementar una institucionalidad que se tardó años en ver la luz desde el punto de vista legislativo, ya que día a día son cientos los niños violentados en sus derechos y que, ante contextos de comportamientos y problemáticas asociados a la violencia y el narcotráfico, pueden ser inducidos a cometer delitos o a desarrollar actitudes y acciones violentas contra ellos mismos u otros.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado Andrés Jouannet .

El señor JOUANNET.-

Señor Presidente, en los últimos 30 años, cada gobierno en su tiempo fue tratando de hacer lo suyo, y en este tema fundamental yo diría que en los años 90 se instaló una política progresiva que fue logrando, primero, derrotar la pobreza. Esto tiene mucho que ver con eso.

Se creó un programa que se llamaba Chile Solidario. Cuando ello ocurrió, en un minuto se observó que ya no se podía derrotar la pobreza con la velocidad con que se venía haciendo en los 90, y el tema era la infancia. Entonces, se creó un programa que se llamó Sistema de Protección Integral a la Infancia, que después se denominó Chile Crece Contigo. Estamos hablando de fines del gobierno del Presidente Lagos y principios de la administración de la Presidenta Bachelet .

¿Por qué señalo esto? Porque creo que es tiempo de que este gobierno empiece a plantearse desafíos de verdad mayores. No les pido que los tengan mañana, pero, sí, que estén a la altura del momento histórico. O nosotros hacemos algo con la infancia temprana y lo que se pueda hacer con los adolescentes, que tienen una moralidad -o amoralidad distinta, por diferentes circunstancias, o vamos a perder. Digo que vamos a perder porque, por cada joven, niño o adolescente que hoy día no está en el colegio, que no está desarrollando una actividad productiva, en el buen sentido de la palabra, nosotros perdemos mucho en materia de sociedad -estamos perdiendo músicos, profesores, trabajadores; estamos perdiendo gente-, y muchos de ellos seguramente terminarán con un arma en la mano, y como su moralidad es distinta, no les costará nada apretar el gatillo. Si a eso le sumamos el hecho de que hoy, objetiva y empíricamente, hay costumbres y conductas que vienen de otras partes, por la globalización, y que se empiezan a adoptar, la moralidad de aquellos se empieza a construir a partir de valores que, además, no vienen de ningún arraigo familiar, porque ya no les queda nada de familia.

Por eso, le digo al gobierno, representado aquí por dos ministros, el de Desarrollo Social y la de Justicia, que comencemos a pensar. A ustedes les toca ahora, así como alguien un día, después de mucho pensar, finalmente creó Chile Crece Contigo. La ministra de Justicia algo sabe de eso, porque en esa época estaba en el PNUD y, por tanto, conocía esas cosas.

Pido al gobierno que empecemos a trabajar en serio en este tema, en el sentido de hacer política de fondo, una política que impacte, para que en los próximos años no sigamos lamentando lo que estamos lamentando hoy día.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, hasta por dos minutos, el diputado Jaime Araya .

El señor ARAYA (don Jaime).-

Señor Presidente, por su intermedio, saludo al señor ministro, a la señora ministra, a la señora subsecretaria y a quien los acompaña.

Quiero partir valorando este espacio de reflexión, de discusión y, ojalá, de propuestas para hacernos cargo de un drama que se vive día a día en nuestro país.

Como dice la convocatoria a esta sesión, se trata del alarmante aumento de la participación de niñas, niños y adolescentes en hechos delictivos de extrema violencia.

No quiero detenerme en el análisis particular de cada uno de los delitos violentos en que participan menores de edad, pero es imposible no mencionar los portonazos, las encerronas y, fundamentalmente, el microtráfico. Desde aquí, hago un llamado al gobierno a tener una mirada integral en la materia.

Es cierto que debe haber una respuesta penal al respecto. Hace poco tiempo entró en vigencia una ley que endurece las penas para aquellos adultos que se prevalen de menores para la comisión de delitos. Pero aquí el tema de la prevención, el acompañamiento y el fortalecimiento del tejido social es importante, porque muchas veces los niños y adolescentes que están en situación vulnerable son verdaderas víctimas de esas bandas delictuales.

Por desgracia, hoy se ha instrumentalizado a muchos niños, niñas y adolescentes por parte de bandas criminales, fundamentalmente de narcotraficantes, que los reclutan como soldados. Nosotros tenemos que impedir que eso siga ocurriendo en las calles de nuestro país, en especial en el norte, donde se ve con preocupación que cada vez hay más adolescentes que entran al negocio del microtráfico.

Tenemos un desafío enorme por delante, por lo que nuestra disposición como parlamentarios, y creo que la de todos los que estamos acá, es a contribuir activamente con propuestas, ideas y voluntad para generar espacios de crecimiento sano para los niños, niñas y adolescentes de nuestro país.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Juan Irarrázaval .

El señor IRARRÁZAVAL.-

Señor Presidente, Chile vive momentos difíciles: la delincuencia, el narcotráfico, los homicidios y los crímenes violentos son los protagonistas de lo que se ha transformado en una película de terror para millones de familias chilenas.

Todos sabemos que la delincuencia, la inseguridad y el tráfico de drogas son problemas que tienen años, décadas. Los políticos siempre hemos prometido terminar con ellos; sin embargo, nadie puede negar que hoy estamos viendo escenas y delitos, como los ajustes de cuentas, los sicariatos y la tortura, que antes solo veíamos en series de televisión o en noticias internacionales.

¿En qué momento cambió todo? Los análisis son infinitos, pero nadie puede negar que algunos partidos, e incluso ciertos políticos que hoy nos gobiernan, empezaron a legitimar la violencia y a ponerse detrás de ella. Así, la violencia y los violentos encontraron en Chile un terreno fértil para la destrucción, el vandalismo y sus nefastas consecuencias.

Estamos bajo el gobierno de los violentos, quienes, a través del narcotráfico y las drogas, azotan a los sectores más vulnerables de nuestro país, y muchas veces son los más inocentes, los más frágiles, los niños y los jóvenes, quienes caen más rápidamente bajo el flagelo de esta cruda realidad.

Quienes nos gobiernan poco pueden hacer para enfrentar las causas de este problema, porque es difícil combatir la violencia para quienes en su momento fueron cómplices de ella por un utilitario cálculo electoral.

Punto aparte merece la labor de la Defensoría de la Niñez, institución creada especialmente para proteger los derechos de los niños y jóvenes de Chile, pero que, más que propender a una labor de protección integral de los derechos de los menores, se ha transformado en un actor político que escoge sus causas con cuidado y con suma influencia ideológica.

Señor Presidente, por su intermedio, pregunto directamente a la defensora de la Niñez: ¿cuántos esfuerzos se han realizado desde la institución que dirige para hacer frente a la violencia desatada que hoy se vive en los liceos emblemáticos?

Miles de jóvenes ven constantemente vulnerado su derecho a la educación por quienes, a través de tomas, overoles blancos y bombas molotov, han destruido la educación pública, que no solo vulneran el derecho de miles de familias y estudiantes de clase media que han perdido sus clases y años escolares completos, sino que también arrebataron la esperanza y los sueños a los niños y jóvenes del futuro, que no encontrarán en este tipo de establecimientos un motor de movilidad social, como lo han sido siempre. Pronto tampoco podrán encontrarlo en los liceos bicentenario, porque lo que no destruye la violencia, lo destruye el capricho y la ceguera ideológica de este gobierno.

Defensora, hasta abril del año pasado, 15 establecimientos educacionales habían sido quemados por el terrorismo en la Araucanía, dejando a más de 600 niños y jóvenes sin educación. ¿Dónde estuvo la Defensoría? ¿O es que acaso hay niños y derechos que merecen protección y otros no?

La violencia hoy ataca usando a los niños y jóvenes como armas. Debemos avanzar en una legislación que sancione este tipo de delitos, pero, ante todo, propender a la prevención.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Felipe Camaño .

El señor CAMAÑO.-

Señor Presidente, es sabido por todos el gran problema social que tenemos en razón de los delitos violentos en nuestro país. Vemos cómo las drogas y el narcotráfico, lamentablemente, hacen de las suyas con quienes quizás sean las personas más vulnerables en nuestra sociedad, los adolescentes, quienes están cayendo en este lamentable flagelo y son utilizados como un arma más en la comisión de delitos.

Es lamentable ver cómo, a través de los espacios vacíos que deja de pronto la propia justicia, los narcotraficantes y los delincuentes utilizan a los adolescentes, ya que a estos les resulta más fácil salir libres de responsabilidad. Pero con ello también se les está haciendo un enorme daño, al igual que a sus familias y a su futuro, que, en otras circunstancias, podría ser prometedor. Lamentablemente, a causa de esta crisis, estamos viendo que no es el camino que estamos tomando como sociedad.

Esta intervención es un poco una reflexión y un llamado a hacernos cargo de una realidad en una sociedad que está dañada, pero por sobre todo es un llamado a hacernos cargo de la delincuencia entre los jóvenes, pues está dañando a las familias y a nuestro Chile.

Por eso, esperamos que todos juntos podamos sacar adelante distintas iniciativas que entreguen un salvavidas a todas las familias que sufren ese daño…

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra, hasta por dos minutos, la diputada Érika Olivera .

La señora OLIVERA (doña Érika).-

Señor Presidente, hoy nos vemos en la necesidad de celebrar esta sesión por hechos lamentables y dolorosos, dado que nuestros niños, niñas y adolescentes están siendo involucrados en hechos muy dolorosos.

La delincuencia adolescente desatada es producto de un sistema de protección de la infancia que ha sido deficiente durante décadas en nuestro país, por lo que requiere que nos hagamos cargo de sus defectos de manera urgente y sin pausa.

No basta con una nueva infraestructura, no basta con cambiarle el nombre al organismo público encargado si no otorgamos otras prestaciones que el Estado puede y debe entregar o si estas no son de calidad.

Abordar la delincuencia significa invertir en educación y en salud, en oportunidades y en el mejoramiento de barrios que se encuentran abandonados, si los comparamos con lo que ocurre en otras comunas y sectores de mayor desarrollo.

La delincuencia adolescente no solo debe enfrentarse desde la perspectiva punitiva, a través de la imposición de sanciones, sino que debe acompañarse de un proceso formativo multidisciplinario y de apoyo psicosocial no solo para el adolescente infractor, sino también para sus familias, que muchas veces son disfuncionales o han sido afectadas por la ausencia de alguno de sus integrantes.

En materia de delincuencia adolescente no necesariamente hay buenos y malos; en realidad, todos somos perdedores y afectados. Las víctimas de los delitos, por cierto, pero también la sociedad toda, que ve fracasar cada una de las políticas públicas de desarrollo de niños, niñas y adolescentes en manos del fenómeno de la delincuencia, y también aquellos niños que ven en la delincuencia una forma de trabajo y de vida alejada de las posibilidades de educación y desarrollo profesional.

Espero y veo en el horizonte una oportunidad para continuar una vida plena para todos los niños, niñas y adolescentes del país…

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Ha concluido su tiempo, diputada.

Tiene la palabra, hasta por dos minutos y veinte segundos, la diputada Carolina Tello .

La señora TELLO (doña Carolina).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo a los ministros: a la ministra de Justicia y Derechos Humanos Justicia, y al ministro de Desarrollo Social y Familia, presentes en este debate. También a la subsecretaria que nos acompaña.

Para tener cifras razonables es necesario comparar elementos que efectivamente sean comparables. Si comparamos la cantidad de delitos de mayor connotación social cometidos por niños, niñas y adolescentes durante la primera mitad de este año con lo que ocurrió en 2018 y 2019, vemos que la premisa de quienes solicitan esta sesión especial se caería.

Lo que está ocurriendo es que en Chile está volviendo la cantidad normal de cifras que teníamos antes de la pandemia. Aun más, la cantidad de delitos es cercana a la mitad de lo que a la misma época había ocurrido en 2019 o en 2018. Dejamos de lado la cifra de los años de la pandemia, porque salen de la normalidad, cuando el encierro impedía la comisión de más delitos, evidentemente.

Por otra parte, es indiscutible que el fenómeno de la violencia en Chile parece haberse vuelto endémico. La seguridad pública es un tema recurrente, así como también las diversas muestras de descontento ante las desigualdades y la injusticia estructural de nuestra sociedad.

Esta agudización se da a nivel internacional y tiene que ver con el agravamiento de la pobreza tras años de pandemia, pérdida de empleo, baja en la adhesión escolar y un sostenido aumento del coste de la vida.

Respecto de las propuestas para afrontar este tipo de problemas en relación con la violencia entre niños, niñas y adolescentes, debemos abandonar el enfoque punitivo, y para ello deben desarrollarse instancias educativas formativas para todos los integrantes de las comunidades vinculadas a los niños, niñas y adolescentes, respecto de la violencia en todas sus expresiones y orígenes, señalando mecanismos internos de denuncia, resguardo y protección de víctimas.

Junto con lo anterior, y teniendo en consideración el nivel de violencia generalizado en la sociedad, se deben aumentar los recursos para la salud mental.

Particularmente exitosas han resultado las duplas psicosociales, que son equipos profesionales conformados por un trabajador social y un psicólogo que prestan apoyo psicológico y de asistencia social a los estudiantes y a sus familias, gracias a que ha habido recursos para hacer aquello. Este programa debe extenderse a todas las comunidades donde se desempeñen niños, niñas y adolescentes.

También es necesario mejorar la infraestructura escolar y asegurar la participación…

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Ha concluido su tiempo, señora diputada. Tiene la palabra el diputado Stephan Schubert .

El señor SCHUBERT.-

Señor Presidente, ¿nos interesan realmente los niños y los adolescentes? Sí, escuché por allá. Siempre escucho decir que nos interesan y, de hecho, en campaña es un tema recurrente, pero creo que la baja participación en esta sesión demuestra que no siempre nuestras acciones van de la mano con lo que decimos.

En este caso, la pregunta es si el presupuesto para el próximo año es realmente revolucionario respecto de la cantidad de recursos económicos que vamos a destinar para estos temas de infancia, como prevención, como reinserción. Me parece que no lo es.

Nuevamente nuestro discurso está separado de nuestros hechos.

Lo que estamos viendo entre nuestros niños, adolescentes, jóvenes es una verdadera pandemia. Su futuro se advierte bastante crítico, pues el aumento de hechos delictivos es reflejo de algo que está ocurriendo en el interior de las casas, en el interior de nuestra sociedad.

¿Tenemos capacidad real para reinsertar y para prevenir? ¿Tenemos a los mejores profesionales y todos los recursos que requiere la infancia?

Esta no es una crítica a este gobierno, porque es un problema que tenemos como sociedad desde hace tiempo, lo que pasa es que a este gobierno le toca enfrentar esta situación.

La juventud y la infancia están siendo extremadamente politizadas en los colegios y en los movimientos sociales. Dejemos que los niños vivan su infancia y ocupémonos los adultos de cómo vamos a velar para que no ocurran los hechos de extrema violencia que estamos viendo en forma recurrente. Dejemos a los niños al margen de la política y fortalezcamos la familia, que es el medio a través del cual podemos mejorar la crianza y entregar mejores bases para estos niños.

Espero que los futuros presupuestos reflejen un aporte relevante en recursos y en la mejora del personal encargado de enfrentar esta situación, para que contemos con los más capacitados para tratar a nuestros niños en las instituciones de gobierno. Los privados también harán su contribución, pero demostremos, en este caso con el dinero, lo que decimos a través de nuestras palabras.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra la diputada Natalia Romero .

La señora ROMERO (doña Natalia).-

Señor Presidente, por su intermedio saludo al ministro y a quienes lo acompañan.

Solo quiero hacer una reflexión y decir que, probablemente, el ministro dirige la cartera más importante del país, la que genera oportunidades y la que, además, tiene la obligación de emparejar la cancha, pero hacia arriba, de nivelarla hacia arriba.

Hoy día vemos en las portadas de los medios de comunicación a niños, niñas y adolescentes que han cometido delitos.

La institucionalidad ha trabajado para aportar en este tema. Así, el año 2020 se promulgó la ley que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia Mejor Niñez; posteriormente, la ley que crea el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil. Todo esto se produce después de que en el año 2016 se conociera el terrible caso de Lissette Villa.

Quienes ahora estamos presentes en la Sala –pocos tenemos la voluntad de trabajar en generar una institucionalidad robusta, porque aún falta mucho por hacer. En ese sentido, en esta oportunidad presentamos un proyecto de resolución que pide al Presidente de la República acelerar la implementación de la ley que crea el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.

Más allá de entregar datos o manifestarnos acerca de las leyes que se han aprobado, es urgente poner a los niños primero en la fila no solo en el discurso, sino en la acción.

Es fundamental la fiscalización a los centros que tienen como obligación cuidar a aquellos niños y niñas institucionalizados, así como la entrega de dinero oportuna y el trabajo conjunto del Estado con los entes privados, porque de lo contrario, lamentablemente, los niños seguirán en una situación de abandono e indefensión, pues nadie los escucha, porque no salen a marchar.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra la diputada Lorena Pizarro .

La señora PIZARRO (doña Lorena).-

Señor Presidente, este debiese ser un tema que, de verdad, nos importara a todos y todas, y no un tema en el cual cada uno se atrincherara en un rincón, porque eso tendría como consecuencia el sufrimiento de niños, niñas y adolescentes.

En esta Sala, desde que llegué, en marzo, he escuchado epítetos y planteamientos respecto de la delincuencia y de los niños, niñas y adolescentes que me parecen incomprensibles.

Tenemos una responsabilidad enorme para no hacer de esto algo que solo sale en las noticias y donde no se respetan ni siquiera los derechos de los menores de edad.

Por mi profesión me tocó trabajar en los sectores más populares y pobres de nuestro país, al lado de una toma. Por eso, sé que la desigualdad social y la injusticia social les muestran a esos niños, desde muy temprana edad, que el único camino, la única posibilidad, es delinquir, considerando que sus padres y madres están sumidos en la droga y en el alcoholismo. Y no solo eso, enfrentan con desesperanza la vida. Eso se resuelve garantizando condiciones de dignidad en la vida.

Mucho de esto depende de lo que nosotros hagamos en este Congreso, de lo que seamos capaces de legislar, para que desde el colegio esos niños tengan las oportunidades y la igualdad que les permitan una calidad de vida distinta. Lo demás es “paja molida”; lo demás es no preocuparse de verdad de los niños, niñas y adolescentes.

Cuando decimos que ellos deben ser el centro de nuestras preocupaciones, de lo que hagamos acá depende que ese centro sea darles las garantías que necesitan.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, por un minuto y treinta y tres segundos, la diputada Viviana Delgado .

La señora DELGADO (doña Viviana).-

Señor Presidente, la delincuencia infantil y adolescente crece en el país por no dar oportunidades a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Nuestra educación está al debe. La delincuencia y el narcotráfico les dan oportunidades de tener cosas materiales y, por otro lado, el Estado no ofrece un futuro. La educación debe cambiar, reconociendo que no somos iguales y que tenemos habilidades diferentes.

Un ejemplo de ello son los colegios artísticos, que no son reconocidos por el Ministerio de Educación, debido a lo cual sus alumnos deben rendir exámenes libres. ¿Y qué pasa con ellos? Fracasan y muchos de ellos no ven otra alternativa que la delincuencia, porque el Estado no les ofrece desarrollar sus habilidades.

Por eso, hago un llamado a este gobierno, al ministro presente, a innovar, a atreverse a hacer políticas preventivas. Demos oportunidades a todos nuestros niños, niñas y adolescentes, porque son el futuro de nuestra sociedad.

He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Tiene la palabra, por tres minutos, la diputada Flor Weisse .

La señora WEISSE (doña Flor).-

Señor Presidente, saludo a los ministros presentes en la Sala.

Cifras más, cifras menos, lo que tenemos es un problema y debemos hacernos cargo de él. Niños, niñas y adolescentes están actuando de manera inadecuada a su edad por falta de protección.

El Estado ha sido ineficaz al momento de cumplir sus compromisos en la materia. No existe capacidad para prevenir; tampoco existe atención temprana, y la poca que existe no necesariamente es de calidad. Los procesos de intervención son deficientes e ineficaces, ya que no cumplen con los objetivos de reparación. El resultado es que tenemos niños, niñas y adolescentes que cometen delitos de connotación social, quienes usan armas de fuego y demuestran mucha violencia en su accionar. Esta no es solo una percepción, sino una realidad de la que hay que hacerse cargo.

El nuevo Servicio Mejor Niñez no aporta a la solución, porque las listas de espera son interminables, no hay atención y sigue la vulneración de derechos. La dotación del servicio tampoco está completa y, además, hay falta de recursos. No se han instalado nuevas oficinas locales del Servicio Mejor Niñez y la ejecución de su presupuesto no va más allá de entre 14 y 20 por ciento.

¿Nos importan realmente los niños? ¿Queremos sacarlos de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran? Según mi opinión, a todos nos importan los niños.

¿Qué ocurre hoy? Tenemos un sistema de reinserción que no ha funcionado, que no da resultados, en el que los pocos recursos que se han invertido tampoco están dando los resultados. Estamos llenos de hechos noticiosos que involucran a adolescentes. De hecho, según datos de Carabineros, el 9 por ciento de los detenidos por delitos de mayor connotación social son adolescentes, cifra que en este hemiciclo se ha reiterado.

Desde el 2020 hasta el 25 de octubre de 2022, más de 15.000 niños y adolescentes han sido detenidos por cometer delitos de mayor connotación social.

Carabineros de Chile entregó un balance sobre la participación delictual de los menores de edad. El 55 por ciento de los detenidos por robo de vehículos registra al menos dos arrestos previos, el 42 por ciento fue acusado de participar en robos violentos de vehículos; el 24,5 por ciento, en robos con intimidación, y el 12,5 por ciento, en robos por sorpresa. Lamentablemente, son cifras pésimas que demuestran la participación violenta de niños, niñas y adolescentes en estos hechos delictuales.

¿Qué hacer? Lograr un equilibro necesario entre las políticas públicas de prevención, de control y de sanción. Obviamente, la familia debe ser el núcleo fundamental; por ello, requerimos que se fortalezca. Las políticas de recuperación y de reinserción social deben revisarse. Las oficinas del servicio Mejor Niñez también deben evaluarse.

Creo -soy una de las pocas personas que lo ha dicho que los procesos y los sistemas penales también deben revisarse. Es hora de abrir la discusión sobre bajar los límites de edad en la responsabilidad penal adolescente, para que las personas de entre 16 y 18 años de edad -al respecto, hemos presentado un proyecto de ley que esperamos se discuta vayan al sistema penitenciario común cuando son reincidentes o cuando cometen delitos de alta connotación social. De lo contrario, van a ser infructíferos los esfuerzos que se hagan con…

El señor BIANCHI (Vicepresidente).-

Ha concluido su tiempo, señora diputada.

Tiene la palabra, por dos minutos y diecinueve segundos, la diputada Nathalie Castillo .

La señora CASTILLO (doña Nathalie).-

Señor Presidente, qué importante es abordar este tema.

Me conforma que el debate se haya realizado con la perspectiva de derechos y de cuidados que corresponde cuando hablamos de niños, niñas y adolescentes.

Es innegable la actual incidencia de menores de edad en hechos que están por sobre la ley, causando diversos efectos negativos en la sociedad, incluso, daños irreparables. Este elemento debe ser evaluado, considerando la desigualdad y un modelo de abusos que no da oportunidades a todos y todas. Son hechos lamentables.

Hace muy poco, como bien se dijo acá, se promulgó la ley que crea el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, que tiene como propósito dar un nuevo enfoque a la forma de abordar la problemática de niños, niñas y adolescentes vulnerados y los infractores de ley. Para abordar la violencia, el Estado debe planificar una política de seguridad social más humana, con mejores barrios, escuelas y promoción de espacios culturales. Es un modelo al que debemos apostar como sociedad para no seguir replicando esos hechos que afectan al conjunto de la ciudadanía. En tanto, quienes infringen la ley deben ser sancionados de acuerdo con la actual normativa de responsabilidad penal, que se ajusta, además, a la Convención sobre los Derechos del Niño.

En la sesión de hoy aprobamos un proyecto de acuerdo que solicita al gobierno, en especial a los ministerios de Cultura y de Educación, pero que es aplicable a otras carteras, que disponga la elaboración de programas escolares y barriales que incluyan espacios formativos permanentes de teatro, literatura, muralismo, cine, música, danza y artes plásticas visuales, con plena recuperación de las culturas de cada territorio, para que el arraigo local también tenga un sentido en la identidad cultural de los niños, niñas y adolescentes como estrategia de prevención, con una mirada sistémica de derechos.

Esperamos que esta sesión especial les haga sentido a nuestras autoridades, pero también a cada una de las parlamentarias y parlamentarios. No podemos avanzar si no tenemos incorporados elementos de las culturas y las artes en las políticas de manera transdisciplinaria e intersectorial.

He dicho.

-Aplausos.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 492, suscrito por las diputadas Natalia Romero , Marta Bravo , Marlene Pérez y Flor Weisse , y por los diputados Gustavo Benavente , Álvaro Carter , Eduardo Cornejo , Felipe Donoso , Daniel Lilayu y Renzo Trisotti , que en su parte dispositiva señala:

La Cámara de Diputados resuelve:

Solicitar a su excelencia al Presidente de la República que asegure la pronta promulgación de la ley que crea el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil y la correcta ejecución de políticas públicas, con la colaboración del Poder Judicial, para la creación de un sistema de justicia especializado en responsabilidad penal adolescente en los términos que se propone.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 493, de los diputados José Meza , Cristián Araya , Chiara Barchiesi , Juan Irarrázaval , Harry Jürgensen , Benjamín Moreno , Agustín Romero , Leonidas Romero , Luis Sánchez y Stephan Schubert , que en su parte dispositiva señala:

La Cámara de Diputados resuelve:

Solicitar al Presidente de la República, Gabriel Boric Font ; a la ministra del Interior y Seguridad Pública, y al ministro de Educación, como colaboradores suyos, medidas urgentes para restablecer la armonía y convivencia en los colegios, dándole el carácter de un urgente problema de orden público a los hechos delictivos cometidos por estudiantes de diversos colegios.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 494, de los diputados Boris Barrera , Lorena Pizarro y Daniela Serrano , que en su parte resolutiva señala: 

La Cámara de Diputados resuelve:

Solicitar a su excelencia el Presidente de la República fortalecer los componentes de Detección Temprana y Terapia Multisistémica del programa Lazos, con la finalidad de mejorar la cobertura nacional y las atenciones intensivas y especializadas en niñas, niños y adolescentes, para la prevención de la delincuencia de infancias y juventudes.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 495, de los diputados Alexis Sepúlveda , Andrés Jouannet , Tomás Lagomarsino y Cosme Mellado , que en su parte dispositiva señala:

La Cámara de Diputadas y Diputados resuelve:

Solicitar a su excelencia el Presidente de la República que envíe a este Congreso Nacional un proyecto de ley que modifique la ley N° 20.084, sobre responsabilidad penal adolescente, que prevea formas efectivas de prevención delictual y, en su caso, de reinserción de aquellos menores de edad a que se refiere dicho cuerpo legal.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 496, de los diputados Andrés Longton , Sofía Cid , Carla Morales , Marcia Raphael , Miguel Mellado y Francesca Muñoz , que en su parte dispositiva señala:

La Cámara de Diputados resuelve:

Solicitar a su excelencia el Presidente de la República instruir al Ministerio de Desarrollo Social y Familia que, en coordinación con la Subsecretaría de la Niñez, implemente de manera real y oportuna las Oficinas Locales de la Niñez a lo largo del país y disponga la destinación de mayores recursos al Sistema Lazos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, con el propósito de fortalecerlo y ejecutarlo en un mayor número de comunas a nivel nacional, posibilitando de esta manera anticiparse y enfrentar las causas que facilitan el inicio de una posible carrera delictual por parte de menores de edad.

El señor ROJAS (Prosecretario).-

Proyecto de resolución N° 497, de los diputados Eric Aedo , Miguel Ángel Calisto , Felipe Camaño , Ricardo Cifuentes , Joanna Pérez y Jorge Saffirio , que en su parte dispositiva señala:

La Cámara de Diputados resuelve:

Solicitar a su excelencia el Presidente de la República, por medio de la ministra del Interior y Seguridad Pública, doña Carolina Tohá Morales ; del ministro de Hacienda, don Mario Marcel Cullell , y la ministra de Justicia, doña Marcela Ríos Tobar , promover las siguientes medidas:

1. Se incremente en el presupuesto del año entrante los recursos asignados a los servicios que les corresponde realizar los programas relativos a la reinserción de los jóvenes que cometen delitos, así como a la prevención e integración social de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social y delictiva, con el objeto de disminuir los factores de riesgo a los que se expone a los niños, niñas y adolescentes en la sociedad.

2. Fortalecimiento de la integración familiar en la prevención y programas de reinserción juvenil.

3. Evaluación de los programas de reinserción social y de integración familiar de niños, niñas y adolescentes infractores de ley con la finalidad de analizar el número de profesionales que desarrollan labor en estos programas, aumentando su número y especialidad, en caso de ser requerido.

4. En conjunto con la Subsecretaría de Prevención del Delito, políticas y campañas de prevención y reinserción de niños, niñas y adolescentes infractores de ley.

5. Mayor asignación de recursos para la Defensoría de la Niñez con la finalidad de desarrollar actividades de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes infractores de ley.