Labor Parlamentaria

En el Orden del Día, corresponde continuar la discusión del proyecto de ley, iniciado en moción y mensaje, refundidos, que tipifica el delito de corrupción en las actividades deportivas, correspondiente a los boletines Nos 14774-07 y 14818-29.

Para la discusión de este proyecto se otorgarán cinco minutos a cada diputada y diputado que se inscriba para hacer uso de la palabra.

El informe de la Comisión de Deportes y Recreación ya fue rendido.

Antecedentes:

-La discusión del proyecto de ley se inició en la sesión 66ª de la presente legislatura, en miércoles 14 de agosto de 2024, ocasión en que se rindió el ínforme de la Comisión de Deportes y Recreación.

El señor ARAYA (don Cristián).-

Señorita Presidenta, junto con saludarla y desearle un muy buen día, agradezco la oportunidad de comenzar el trabajo para el cual hemos sido electos, que es la discusión legislativa, después del triste espectáculo que presenciamos, porque el Congreso Nacional no es un circo, para tener que aguantar payasos.

El deporte no es ajeno al flagelo de la corrupción, y la corrupción en el deporte no es distinta a la que tiene lugar en otros espacios: en fundaciones, como Democracia Viva; en candidatos, como Karina Oliva ; en autoridades de los gobiernos regionales, como la entonces gobernadora Krist Naranjo ; en partidos políticos, como Comunes; en abogados litigantes, como el ex abogado defensor del jefe de asesores del Presidente de la República, el señor Hermosilla ; así, el listado podría ser muy largo.

Como la presente es una discusión legislativa, debemos preguntarnos si es necesario o no impulsar este proyecto de ley.

La idea matriz que se señala en el informe de este proyecto, que es “prevenir y sancionar aquellas conductas que vulneran la sana competencia deportiva”, sin duda, es un buen titular, y no me cabe duda de que, de ser aprobado el proyecto, muchos saldrán a celebrar y a decir que con esto se van a solucionar todos los problemas del mundo.

Sin embargo, esta es también una discusión jurídica, y por responsabilidad jurídica debemos mencionar algunos aspectos generales.

En primer lugar, considero que es un error tipificar delitos en esta materia, toda vez que ya están comprendidos en nuestro ordenamiento jurídico bajo distintas formas.

Por otra parte, podríamos hacer un barrido a nivel mundial sobre qué países han tipificado delitos en esta materia.

El listado es bastante corto. Tal vez los que más llaman la atención son Armenia, Francia, Namibia , Macedonia del Norte, la República de Moldavia, la Federación de Rusia, y, por supuesto -de ahí seguramente sacaron la idea-, España .

La pregunta que todos nos hacemos es cuál ha sido el impacto de aquello, y la respuesta es que en realidad ha sido nulo o casi nulo.

Por otra parte, el proyecto sanciona de forma más ligera algunas situaciones, toda vez que algunos de los delitos que se mencionan ya están comprendidos en otros cuerpos normativos penales.

Por eso, más allá de que seguramente algunos saldrán a celebrar si se aprueba el proyecto-porque, lamentablemente, muchos parlamentarios solo leen el titular y salen enseguida a celebrar estos anuncios grandilocuentes-, creo que en lo que se debería avanzar es en impulsar medidas como, por ejemplo, de compliance, en trabajar en códigos de conducta y en buscar las mejores medidas para fiscalizar y evitar la corrupción.

Creo que este proyecto es innecesario, y desde la bancada republicana no lo vamos a respaldar, pese a que puede ser muy popular, porque, como usted bien sabe, Presidenta, nosotros no buscamos ser populares ni menos tratar de hacer populismo a través de medidas como esta.

Lo único que no deja de llamarme la atención es que los mismos que repiten que aumentar las penas y endurecer la mano no tiene ningún impacto para enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado o la delincuencia común son los que nos llenan de nuevas tipificaciones en esta y en otras materias.

No logro entender esa lógica, porque, cuando hay que sancionar algunas materias, ahí sí funciona el derecho penal; pero cuando hay que sancionar otras, especialmente los delitos más complejos, esas personas tienen una visión totalmente distinta.

Son algunas de las curiosidades a las que este Congreso Nacional nos tiene acostumbrados.

Agradezco nuevamente la oportunidad de haber podido intervenir, ya en este ambiente de paz, una vez terminado el show del que tuvimos que ser testigos y una vez finalizada la función.

Vamos a votar en contra.

Que tenga un muy buen día, Presidenta.

He dicho.

El señor RAMÍREZ (don Matías).-

Señorita Presidenta, cito el artículo 90, números 2 y 6, del Reglamento.

Creo que es importante reflejar -entiendo que las facultades cognitivas de algunos parlamentarios son más débiles que el Estado chileno, que incluye a este Congreso Nacional, tiene una serie de obligaciones -incluso, ha sido condenado-, que consisten en tomar medidas de reparación respecto de las víctimas de la dictadura civil-militar.

En esta Corporación no solo se hizo un homenaje a los tres parlamentarios detenidos desaparecidos en dictadura.

La señorita CARIOLA , doña Karol (Presidenta).-

¿Cuál es el punto de Reglamento, señor diputado?

El señor RAMÍREZ (don Matías).-

También se hace respecto de quienes fueron víctimas directas de la dictadura civil-militar.

Catalogar aquello como un show o determinar que esas personas son payasos es precisamente una falta al Reglamento.

(Manifestaciones en la Sala)

Por si acaso, no tengo ningún problema con que después lo conversemos afuera. Se lo digo a ustedes, que son muy valientes.

-Manifestaciones en la Sala.

La señorita CARIOLA , doña Karol (Presidenta).-

Diputado, por favor.

El señor RAMÍREZ (don Matías).-

Lo que se ha hecho es una falta reglamentaria, y nosotros, en particular yo, no lo vamos a dejar pasar.

Creo que es importante que se tomen acciones sobre el respeto irrestricto a los derechos humanos.

Estoy llamando a los diputados de enfrente a conversar.

(Manifestaciones en la Sala)

Sé que ustedes hablan a golpes; nosotros conversamos y dialogamos, cuestión que ustedes en 17 años jamás hicieron.

He dicho.

El señor TAPIA.-

Señorita Presidenta, mientras los diputados Benjamín Moreno y Cristián Araya retiran las calcomanías, quiero, en primer lugar, manifestar que lo que hizo el diputado Cristián Araya , quien me antecedió en el uso de la palabra, fue menoscabar el trabajo de la Comisión de Deportes y Recreación, porque señaló que este proyecto no tiene ninguna validez y que hay que preocuparse de otras cosas.

Por lo mismo, quiero preguntarle, por intermedio de la señorita Presidenta, ¿para qué están las comisiones? ¿O acaso el diputado republicano Cristián Araya cree que en el fútbol y en el deporte no hay actos de corrupción, que en esas actividades no se mueven recursos o intereses?

Insisto en pedirle un poquito más de respeto y que, ojalá, envíen a un representante de los republicanos a la Comisión de Deportes y Recreación, para que les informe sobre lo que estamos haciendo realmente en esa instancia.

En la actualidad, el deporte en general está pasando por una verdadera crisis, debido a casos de abusos sexuales, de apuestas y de conflictos de intereses, ya que grandes empresarios son dueños de jugadores, accionistas de clubes y representantes de casas de apuestas.

Entonces, ¿qué estamos haciendo nosotros en la Comisión de Deportes y Recreación? Estamos atacando cada uno de esos males, para que el deporte vuelva a ser competitivo y vuelva a tomar su rumbo.

Hemos concluido la labor de la comisión especial investigadora sobre actos de acoso sexual en el deporte, pero no solamente en el ámbito del fútbol, como el caso ocurrido en Cobreloa, situación que todos conocimos, sino que también hemos trabajado para establecer las regulaciones que corresponden, porque, lamentablemente, las malas prácticas en el deporte gatillan resultados como el que vimos ayer con la selección chilena de fútbol.

Por lo tanto, lo que busca este proyecto es sancionar a quienes caigan en el delito de recibir recursos, incentivos, y de efectuar donaciones donde no corresponde.

Consideramos que una actividad tan importante como el deporte debe ser transparente, pura y sin mancha. ¿Por qué lo decimos? Porque cuando un deportista logra clasificar para una competición lo debe hacer ganándose los espacios en virtud de los resultados obtenidos por sus capacidades, no por situaciones ajenas. Lo digo, porque hemos visto actos de corrupción y de influencia en el deporte, como todavía hay. Lamentablemente, como se dice en buen chileno, el más poderoso se come al más chico.

Creemos que para motivar a los jóvenes en el deporte es necesario erradicar ese tipo de prácticas. Tal como lo dijo el diputado Cristián Araya , a lo mejor con las multas establecidas en este proyecto no se van a solucionar todos los problemas que están afectando a las actividades deportivas, pero con ello la Cámara de Diputados está dando la señal de que estamos preocupados y que vamos a seguir impulsando iniciativas como esta.

Le pido a esta Cámara, a todos los diputados y diputadas, que apoyen este proyecto. A lo mejor no lo leyeron bien; a lo mejor están defendiendo a los Felicevich, a lo mejor están defendiendo a esos grandes poderosos que se han tomado el deporte, especialmente el fútbol.

Les hago un llamado para que no los defiendan, porque esto es lo peor que le está pasando al deporte chileno. De lo contrario, ¿con qué cara vamos a motivar a jóvenes cadetes para que se preparen en el fútbol femenino? Porque se preparan toda la semana, pero al final del día…

(Hablan varios diputados a la vez)

Por favor, diputado Moreno , ¿podría escuchar? Diputado Moreno , diputado Araya , ¿se pueden callar un poco, para que así puedan escuchar, por favor? Si ya sacaron las calcomanías, por favor escuchen, tal como lo hice detenidamente cuando ustedes intervinieron.

Así como ellos no escuchan es como muchas veces nosotros nos vemos comprometidos con los grandes empresarios de este país, y en el fútbol no están ajenos los grandes empresarios que han corrompido esa actividad deportiva y muchas otras, ya que las casas de apuestas han generado muchos perjuicios, puesto que no incentivan a que gane el que más se prepara, sino que dejan que la corrupción funcione en el fútbol y en el deporte.

Espero que este proyecto sea aprobado, aunque no es el definitivo en esta materia. Por eso, vamos a seguir trabajando en una nueva propuesta.

He dicho.

El señor LILAYU.-

Señorita Presidenta, el proyecto que hoy se somete a nuestra consideración establece un nuevo tipo penal para sancionar el soborno y otras prácticas corruptas destinadas a manipular los resultados de competiciones deportivas.

La sanción incluye penas de presidio y multas para quienes ofrezcan o acepten beneficios económicos con el fin de alterar los resultados de eventos deportivos de relevancia económica. Además, se proponen inhabilidades, tanto para acceder a los beneficios de la ley del deporte como para participar en organizaciones deportivas. Estas inhabilidades se aplican a las personas condenadas por delitos de corrupción deportiva o por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Se contempla, además, la incorporación de inhabilidades específicas para ejercer cargos directivos y administrativos en organizaciones deportivas profesionales.

Las organizaciones deportivas estarán obligadas a cumplir con nuevos estándares de transparencia, como la publicación de información financiera y operativa en sus sitios web. El Instituto Nacional de Deportes tendrá la facultad de imponer multas a las entidades que no cumplan con estas obligaciones.

Esta iniciativa legal extiende la obligación de reportar operaciones sospechosas a las principales organizaciones deportivas, incluyendo a federaciones deportivas nacionales y al Comité Olímpico de Chile. Esta medida busca incrementar el control sobre el flujo financiero en el deporte y prevenir el lavado de activos. Además, implicaría un fortalecimiento significativo del marco legal chileno para combatir la corrupción en el deporte, porque al tipificar y sancionar penalmente estas conductas, se desincentiva la manipulación de competiciones.

El deporte es salud y es vida. Muchas veces, se habla de incentivar el deporte en nuestros niños y jóvenes para alejarlos, precisamente, de flagelos como la droga y otros que están ligados a la corrupción en el deporte.

Por ello, es vital mantener esta actividad limpia y transparente, para así incentivar a nuestros jóvenes a ser mejores personas.

Anuncio mi voto a favor.

He dicho.

El señor BERGER.-

Señorita Presidenta, honorable Cámara, es lamentable que, por no tener la capacidad de detener la corrupción y el narcotráfico, que avanza sin límites en nuestro país, tengamos que estar sometiendo a las organizaciones deportivas que son protagonistas de sana competencia y entretenimiento, a una legislación que imponga sanciones penales, como las que contempla este proyecto de ley.

Sin embargo, y considerando la deplorable situación que estamos viviendo en el país, voy a apoyar este proyecto de ley, porque claramente la legislación actual, que solo contempla multas, y en las últimas instancias la cancelación de la personalidad jurídica, ya no es suficiente.

El proyecto va en la línea correcta al imponer penas de reclusión y multas del tanto al duplo del provecho solicitado o aceptado, a quienes intenten actos de corrupción al interior de organizaciones deportivas profesionales, con infracción a la ley Nº 20.000, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.

Además, destaco que este proyecto extiende la ley que Crea la Unidad de Análisis Financiero y modifica diversas disposiciones en materia de lavado y blanqueo de activos, y la ley que Establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas en los delitos que indica, incluyendo las federaciones deportivas y otras organizaciones que reciban anualmente recursos públicos por montos equivalentes o superiores a mil unidades tributarias mensuales.

Finalmente, y tal como lo dije al inicio, es lamentable llegar a esto, pero la situación del país amerita que proyectos como este sean aprobados a la brevedad.

He dicho.

El señor GUZMÁN.-

Señorita Presidenta, el deporte no es solo un medio para promover la salud física y mental, sino que también tiene el poder de mover el mundo, promover la movilidad social, acercar a las naciones y unir a los pueblos más allá de toda diferencia. El deporte fortalece los lazos sociales, fomenta la paz y promueve valores tan esenciales como la solidaridad, el respeto y la justicia. Sin embargo, esta poderosa herramienta también se encuentra bajo constante amenaza, y la corrupción no ha estado ajena a las organizaciones y competiciones deportivas.

En los últimos años hemos sido testigos de escándalos de corrupción que han sacudido al mundo deportivo, afectando la integridad de disciplinas tan masivas como es el fútbol. Lamentablemente, de a poco la manipulación de resultados, el amaño de partidos y las apuestas ilegales han erosionado la confianza pública en las instituciones deportivas y han puesto en riesgo no solo la integridad del deporte, sino también el sentido mismo de la práctica deportiva competitiva.

Los amaños de partidos y las apuestas ilegales han sido un grave golpe a las disciplinas deportivas. Por eso, hoy estamos reuniendo las firmas para crear una comisión especial investigadora y fiscalizadora para investigar, proponer regulaciones y también sanciones respecto de quienes hoy se atreven a manchar la pelota. Invito desde ya a los presentes en la Sala a firmar para poder crear prontamente dicho organismo.

Es ante esta realidad que se hace indispensable dotar a nuestro país de un marco jurídico robusto que responda eficazmente a las amenazas de la corrupción en el deporte. Así lo entendió el Presidente Sebastián Piñera -que en paz descanse al pensar durante su gobierno el mensaje que forma buena parte del tronco de la iniciativa que hoy estamos discutiendo, un mensaje que, como solía ocurrir con las iniciativas del Presidente Piñera, no fue atendido a tiempo y hoy solo nos hacemos cargo cuando los escándalos nos explotan en la cara.

La creación de un tipo penal específico, la imposición de inhabilidades para acceder a beneficios y cargos directivos para los condenados por delitos de corrupción deportiva, las obligaciones de transparencia e información, las nuevas atribuciones a la Unidad de Análisis Financiero y un marco reforzado de responsabilidad penal para las personas jurídicas involucradas en escándalos de corrupción representan un paso firme y necesario para proteger la integridad en el deporte. Y no nos quedamos solo en la penalización; también se fortalece la transparencia y la probidad en las organizaciones deportivas con el único fin de preservar el espíritu del deporte, un espíritu basado en el esfuerzo, la competencia justa y el respeto mutuo.

Invito a todos los diputados a apoyar esta iniciativa, que es fruto del trabajo de la Comisión de Deportes, que me corresponde integrar, y los insto a que tramitemos un potente mensaje no solo de castigo a la corrupción, sino también de protección a los valores fundamentales que el deporte inculca en los niños y niñas, las familias y toda nuestra sociedad.

Que el deporte nos siga llenando de esperanza y de alegría y que la corrupción sea desterrada de esta cancha y de todas las otras en las que lamentablemente está ganando terreno.

Votaremos a favor.

He dicho.

El señor ILABACA.-

Señorita Presidenta, qué duda cabe de que hoy día la corrupción ha estado ganando cada vez más espacios y que el Estado ha estado lento respecto del ataque a esto.

Parece que el diputado Araya no leyó quiénes son los autores de este proyecto: el entonces diputado Matías Walker , las diputadas Érika Olivera y Marisela Santibáñez , y el entonces Presidente de la República Sebastián Piñera, a través de un mensaje. Allí nació esta iniciativa y no del Frente Amplio, como el colega señaló incorrectamente.

Creo que es bueno llevar adelante la discusión respecto de ingresar en la práctica deportiva normas que ataquen la corrupción para defender la sana competencia, porque hoy los actos de corruptela intentan alterar y manipular los resultados de partidos y competiciones por medio del dinero, un hecho que a todas luces ocurre y tenemos que ser capaces de ponerle coto inmediatamente aquí y en cualquier otro tipo de acción.

Pero tengo un par de cuestionamientos, y en eso quiero recoger lo que dijo el diputado Tapia respecto de cómo podemos ir mejorando esta legislación, porque siento que existe cierto nivel de desconexión entre este proyecto y la Ley de Delitos Económicos, en la que establecimos sanciones más altas respecto de conductas similares.

Además, quiero hacer una observación de forma. Considero que los tipos penales que se crean en esta norma, que dicen relación con la ley de asociaciones deportivas, la Ley del Deporte, deberían quedar ubicados a continuación de los delitos de corrupción entre privados en el Código Penal, es decir, a continuación de los artículos 287 bis y 287 ter, respectivamente. Además, deberían ser incorporados como delitos de segunda categoría en la Ley de Delitos Económicos.

Creo que es necesario madurar de mejor manera este proyecto, que en lo particular me parece importante, porque tenemos que dar señales en cada uno de los ámbitos de la vida respecto de los casos de corrupción; porque tal como hoy hemos visto cómo la corrupción se ha ido metiendo también en el Poder Judicial, a través del lobby de Hermosilla y de Chadwick, también tenemos que erradicarla en este sentido.

No es baladí que hoy día estemos discutiendo una norma como esta.

Por último, quiero felicitar que hoy la Comisión de Deportes nos invite a conversar respecto de corrupción en una de las actividades más lindas que tiene el ser humano, como es la práctica deportiva.

He dicho.

El señor MORENO.-

Señorita Presidenta, es lamentable que no se encuentre en la Sala el diputado Tapia , porque quería aclarar brevemente unos puntos acerca de por qué creemos que esta norma no debió haber sido tramitada en la Comisión de Deportes, ya que, por más que trate temas deportivos, en esencia aborda temas delictuales. Esa es la diferencia que nosotros hacemos.

Si nos vamos a los detalles de las modificaciones de esta norma, podemos encontrar que en el artículo 1°, por ejemplo, se tipifica un delito que tiene por objeto castigar con reclusión menor en su grado medio en una norma que emana de la Comisión de Deportes, y con una multa por el doble del monto a aquel que da u ofrece un beneficio económico o de otra naturaleza a una persona que se desempeñe o se encuentre vinculada a una organización deportiva con el objeto de influir en el resultado de una competencia. Eso es algo que tiene que estar legislado en términos generales y no particulares para cualquier actividad. Eso debe estar dentro del mismo Código Penal y no disperso, porque después genera problemas a la hora de aplicar estas normas y empieza a generar una disgregación de los distintos códigos que rigen nuestro ordenamiento jurídico.

Después, en el artículo 83 tipifica el delito de quien no rinda o rinda de modo defectuoso cuentas al Instituto Nacional de Deportes. El IND es un organismo público y aquel que no rinde adecuadamente, ya sea a dicha entidad, a un gobierno regional o a cualquier institución, tiene que estar regido por el mismo marco regulatorio.

Luego se mete en temas modificando la ley que Crea las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales, lo cual tiene que tramitarse a través de la Ley de Delitos Económicos o de reformas a esa misma norma, no a través de una ley que pasa por la Comisión de Deportes.

Después se mete en temas de la Unidad de Análisis Financiero, de la responsabilidad penal para personas jurídicas, todos temas que para un serio ordenamiento y tramitación de esta norma debiesen pasar por las comisiones de Constitución o de Seguridad Ciudadana, porque después, a la hora de aplicar estas normas, nos vemos enfrentados al problema de que las mismas personas pueden obtener penas más bajas de las que están determinadas en la Ley de Delitos Económicos o en otro tipo de legislación, y esto se debe a que se legisla y se tramitan leyes para un sector específico.

Las leyes tienen que ser generales y su aplicación se va viendo en cada caso en particular. Si disgregamos el Código Penal, la Ley de Delitos Económicos, la Ley que rige a la Unidad de Análisis Financiero y a otras tantas leyes, el problema que vamos a tener en nuestro ordenamiento jurídico y penal va a ser mayúsculo.

Esa es la razón. No es la razón de los ataques ad hominem que hizo el diputado Tapia , ni mucho menos algún tipo de defensa. Esto es de seriedad, de orden, de reglamento y, sobre todo, de una visión de país y de futuro, porque las normas deben ser claras y estar bien ordenadas.

He dicho.

El señor SCHALPER.-

Señorita Presidenta, saludo, por supuesto a los ministros. Ah, no podemos saludar a los ministros de Estado, porque no están, pese a que estamos discutiendo un mensaje del Ejecutivo. Está pasando una cosa curiosa: los ministros no vienen a defender sus proyectos a la Sala. Por eso, cuando los parlamentarios queremos hacerles legítimas preguntas, como las que ha hecho el diputado Moreno , preguntas plausibles, no podemos obtener respuestas.

Quiero destacar el empeño de la diputada Olivera , quien desde hace ya largo tiempo viene empujando estos temas, que a mí me parecen extremadamente importantes. Ese reconocimiento lo tenemos que hacer, y no solo en este cuerpo legal, sino también en otros.

Ahora bien, por estar en presencia de una legislación extremadamente específica, quisiera permitirme realizar tres comentarios.

En primer lugar, me parece discutible para un tipo penal especial el que en el artículo 82 se haga una distinción respecto de competencias de especial relevancia económica; no obstante, después se busca precisar el concepto. Ese tipo de disquisiciones, cuando se trata de materias penales, terminan por enredar la legislación. Por tanto, me permito dejarlo en acta, y si bien voy a aprobar en general este proyecto, sería mucho mejor que ese tipo de expresiones no se emplearan, porque son el tipo de cosas que después, cuando llega el momento de formarse una convicción en sede judicial, son las que terminan enredando la discusión.

En segundo lugar, una pregunta plausible que deja entrever el diputado Moreno es por qué es necesaria una legislación que especifique lo ya dicho en el Código Penal. Aquí, en el fondo, lo que estamos diciendo es que se requieren tipos especiales en una ley especial, distinta al Código Penal.

Algunos creen –y tienen argumentos para hacerlo que beneficia la persecución penal, pero alguien plausiblemente podría decir que la perjudica, porque modifica el régimen de penas -en algunos casos son penas menores que el estándar general y la hace más compleja en materia probatoria para aquel que pretende establecer un delito.

Entonces, debemos tener cuidado, porque a veces por poner nuestro empeño en este tipo de cosas, se termina complicando la situación, más que favoreciéndola. Y sé que eso -lo digo con el mayor de los respetos a aquellos que no se dedican al derecho penal puede parecer hostil al oído, pero precisamente para que no cometamos los mismos errores que hemos cometido en otros cuerpos legales, hay que mirar eso con detención.

En tercer lugar, me preocupa mucho otra fase de la corrupción que aquí no estamos abordando -me hubiera encantado saber la opinión del gobierno-, que es la fase que se produce en las directivas de las federaciones al momento de hacer los reglamentos para determinar quiénes van a ciertas competencias internacionales. Muchas veces, los compadrazgos dentro de las directivas o los compadrazgos dentro de los comités evaluadores terminan haciendo reglamentos ad hoc para beneficiar a algún deportista en particular. Lo conocí de primera fuente respecto de una deportista destacada del karate de mi región, que por una serie de cosas curiosas terminó siendo perjudicada.

No sé si a juicio de los autores de este proyecto ese tipo de situaciones de corrupción, que no tienen que ver con adulterar el resultado mismo de la competencia, sino que se dan en la fase previa a la competencia, logran ser incorporadas en este texto. Si no fuese así, pido que esto quede en acta, para que en el segundo trámite reglamentario en la Comisión o en el segundo trámite constitucional en el Senado esto se pueda trabajar, porque me parece muy perturbador, especialmente, cuando afecta a personas de escasos recursos que hacen un tremendo esfuerzo para estar en competencias de alto nivel y terminan perjudicadas por una serie de prácticas irregulares que exceden lo disciplinario.

Queremos aprobar este proyecto, que es un avance, pero precisamente porque de lo que aquí se trata es que cada uno de nosotros, desde su experiencia y su disciplina, pueda contribuir a enriquecer los proyectos, he querido plantear estos puntos en mi intervención.

He dicho.

El señor LONGTON.-

Señorita Presidenta, en la misma línea de lo que acaba de señalar el diputado Schalper , me parece que es muy relevante avanzar en sanciones o establecer con mayor precisión aquellas conductas antijurídicas, sobre todo en el ámbito del deporte, donde hemos visto cada vez con mayor habitualidad cómo la impunidad se termina tomando los espacios deportivos, perjudicando a aquellas personas que han hecho un gran esfuerzo en su vida para poder llegar a las altas competiciones, pero que, producto de la corrupción, terminan viendo afectadas sus carreras. Hemos visto cómo este germen ha ingresado al ámbito del deporte, con todas las consecuencias que ello conlleva.

Tengo algunas aprensiones porque, hace algún tiempo, legislamos para sancionar con mayor fuerza los delitos económicos, subimos las penas a los delitos de corrupción, de soborno, de cohecho, y establecimos una legislación general muy específica, precisando muy bien la conducta antijurídica, típica y sancionable, culpable, con el fin de que quedaran incorporados todos los ámbitos de la vida en que estos delitos se pueden llevar a cabo.

Por lo tanto, tengo la impresión de que, a veces, por tratar de legislar en determinadas materias específicas, terminamos distorsionando el tipo penal base y generando un tema probatorio complejo y, por otro lado, una contradicción evidente con aquellos tipos penales que están suficientemente explicitados y que, además, tienen sanciones muy altas, de acuerdo a las últimas modificaciones que hemos hecho en el Congreso Nacional.

Entonces, cuando se hace una descripción del tipo penal con este nivel de detalle para una actividad específica, termina generándose una contradicción, sobre todo en la interpretación que después tienen que hacer jueces de la república, porque con ese nivel de detalle muchas veces se puede generar un dejo de impunidad.

En ese sentido, tanto el artículo 81, de las disposiciones generales, como el nuevo artículo que se incorpora al Código Penal, me parece que son sumamente complejos. Por ello, le hago la petición a la comisión para que nuevamente los revise, sin perjuicio de que tengo toda la voluntad para avanzar en algo tan relevante como esto.

Dado el excesivo detalle con el cual se regula en el Código Penal esta conducta, pareciera ser que esta conducta no está tipificada, en circunstancias de que ya están claramente establecidos los delitos de corrupción en un acápite, en artículos del Código Penal, para todo tipo de conductas que se produzcan en cualquier actividad, incluido el deporte. Ese tipo de conductas son absolutamente ilícitas, en general, en nuestra legislación.

Entonces, cuando hay una descripción tan en detalle de las conductas, esto termina generando una evidente dificultad para efectos de probar el tipo penal respectivo.

Por eso, entendiendo que hay algunas cosas en específico que tienen que ver con inhabilidades, con sanciones específicas en el ámbito del deporte, que obviamente son conductas que hoy día no están establecidas, es necesario avanzar en ello. Ahora, yo le daría una nueva lectura a lo que tiene que ver con los delitos económicos, a propósito de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, si es que eso ya no está establecido hoy día en nuestra legislación, y específicamente a los delitos de corrupción, porque podríamos finalmente causar una dificultad real para efectos de poder aplicar tipos penales. En definitiva, vamos a tener que estar creando una sanción específica cada vez que surjan hechos de alta connotación pública en determinadas actividades, generándose una dificultad por la aplicación general de la ley que es igual para todos.

He dicho.

La señora OLIVERA (doña Érika).-

Señorita Presidenta, los recientes Juegos Olímpicos de París 2024 han sido la muestra viva y clara de la importancia que tiene el deporte para el desarrollo de las personas, las sociedades e, incluso, para las relaciones internacionales entre países que se encuentran en una instancia única, con la única finalidad de promover los valores éticos y sociales del deporte, tales como la cooperación, el juego limpio, la disciplina, entre otros.

Por eso, el deporte requiere ser cuidado y protegido mediante políticas públicas enfocadas a promover su práctica, pero también para evitar los hechos que pudiesen afectar a terceros.

La competitividad es un elemento esencial en el deporte. Sin competencia, el deporte se convierte en el simple desarrollo de un espectáculo, en una simulación. Se simula una competencia, se simula que los logros se obtienen por la sana rivalidad entre competidores y que gana el mejor.

Instituciones relevantes en el deporte que utilizan mecanismos de control de dopaje precisamente buscan velar por la competitividad e igualdad entre deportistas. Me sorprende ver que algunos parlamentarios no logran comprender la importancia de eso. Otros países ya han recogido esto, especialmente aquellos con una institucionalidad deportiva robusta y desarrollada, como la de España.

El deporte profesional es una actividad que debe ser observada y cuidada, pues el interés económico, en muchos casos, puede alterar o distorsionar la debida competitividad y, como efecto, desnaturalizar en extremo el deporte, convirtiéndolo en un simple espectáculo. Lo hemos conocido en el pasado, por ejemplo, con arreglos de partidos de tenis.

La corrupción en el deporte no es algo que le sea ajeno. Sería bueno que lo entendieran en este hemiciclo. Ni en el mundo ni en nuestro país es ajeno. Son cientos los casos en que conductas alejadas de la legalidad han afectado el desarrollo del deporte y su competitividad. Mientras más recursos mueva la industria deportiva, más serán los riesgos de que actos de corrupción influyan indebidamente en resultados deportivos, nominaciones de deportistas, etcétera, algo que ya planteó el diputado Schalper . La injerencia de los representantes de jugadores nos genera plausibles dudas sobre qué tan meritorios son algunos logros deportivos.

Este proyecto de ley precisamente busca regular y tipificar estos delitos, con especial énfasis en el amaño o arreglo de resultados. En el intertanto, en nuestro país funcionan casas de apuestas en línea sin ningún tipo de regulación hasta la fecha.

Por lo tanto, señorita Presidenta, es necesario y urgente que como Cámara de Diputadas y Diputados legislemos sobre esta materia. Invito a los colegas sin conocimiento en temas deportivos que se involucren más y participen en la Comisión de Deportes y Recreación. Es necesario que esa comisión legisle sobre temas relacionados con el deporte, los que, lamentable e históricamente, han estado en el patio trasero de este país.

He dicho.

El señor ARAYA (don Cristián).-

De conformidad con el artículo 90, tal como lo habían solicitado algunas parlamentarias, para tranquilidad espiritual del zurderío y la sana convivencia democrática, hemos retirado los stickers de bovinos que teníamos en nuestros computadores.

Esperamos que esto pueda generarles un día más lindo y más feliz a nuestros colegas parlamentarios.

He dicho.

La señorita CARIOLA , doña Karol (Presidenta).-

Muchas gracias, diputado Cristián Araya , por cumplir con el Reglamento como corresponde.

Tiene la palabra el diputado Andrés Jouannet .

El señor JOUANNET.-

Señorita Presidenta, lo que pasa es que no se debe colgar nada. Estos computadores son del Estado de Chile. En el computador personal uno puede poner lo que quiera, pero no en estos. Para dignificar nuestro cargo de diputados y no contribuir a chabacanizar y vulgarizar nuestro trabajo, no debemos poner nada. Repito: estos son instrumentos de trabajo.

Imagínese que los carabineros pusieran calcomanías en sus pistolas. Son instrumentos que el Estado les entrega a los carabineros.

Por su intermedio, señorita Presidenta, le señalo al diputado Cristián Araya que no ha hecho ninguna gracia a ningún parlamentario; solo ha dado debido cumplimiento al trato que debemos dar a un elemento de trabajo que nos pasa el Estado como parlamentarios.

He dicho.

En segundo lugar, corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en mociones refundidas, que prohíbe los conciertos de artistas que promueven la narcocultura y regula la difusión y comercialización de material audiovisual de dichos artistas, correspondiente a los boletines Nos 16590-24 y 16645-18.

Para la discusión de este proyecto se otorgarán cinco minutos a cada diputada y diputado que se inscriba para hacer uso de la palabra.

Diputada informante de la Comisión de la Familia es la señora Francesca Muñoz .

Antecedentes: Mociones:

-Boletín N° 16590-24, sesión 133ª de la legislatura 371ª, en lunes 22 de enero de 2024.

Documentos de la Cuenta N° 12, y

-Boletín, N° 16645-18, sesión 142ª de la legislatura 371ª, en miércoles 6 de marzo 2024.

Documentos de la Cuenta N° 14.

-Informe de la Comisión de Familia, sesión 60ª de la presente legislatura, en lunes 5 de agosto de 2024. Documentos de la Cuenta N° 14.

La señora MUÑOZ , doña Francesca (de pie).-

Señorita Presidenta y honorable Cámara, la Comisión de la Familia informa sobre los siguientes proyectos de ley refundidos, en primer trámite constitucional y reglamentario.

En el boletín N° 16590-24, se prohíben los conciertos de artistas que promuevan la narcocultura y se regula la difusión y comercialización del material audiovisual de dichos artistas. Este proyecto se inició a partir de una moción del diputado Gaspar Rivas .

En el boletín N° 16645-18, se prohíbe el desarrollo de actividades o espectáculos que promuevan, fomenten o celebren manifestaciones culturales asociadas al narcotráfico, la explotación sexual, la pornografía infantil o el consumo de drogas ilícitas. Este proyecto se inició a partir de una moción de los diputados René Alinco , Sara Concha , Felipe Donoso , Juan Irarrázaval , Pamela Jiles , Carla Morales , Emilia Nuyado , Jorge Saffirio , Hotuiti Teao y Francesca Muñoz .

Las ideas principales o matrices de ambas iniciativas son las siguientes.

En el primer boletín se propone la prohibición y sanción, mediante multas, de los conciertos en vivo de artistas que promuevan la narcocultura. Además, sugiere la prohibición de la reproducción, publicación, transmisión, comercialización y descarga del material audiovisual de dichos artistas en redes sociales y plataformas digitales. Se excluyen expresamente de esta prohibición las producciones periodísticas, informativas, biográficas o de entretenimiento que no promuevan los valores mencionados anteriormente.

En el segundo boletín, se busca prohibir la promoción y apología de la narcocultura, la explotación sexual, la pornografía infantil, el consumo de drogas y otros delitos violentos, prohibiendo la celebración de espectáculos y la difusión de obras que promuevan esas conductas. El objetivo es evitar que, bajo el pretexto de realizar actos culturales o artísticos, se corrompa a la ciudadanía, especialmente a niños, niñas y adolescentes.

Los antecedentes en los que se basan las iniciativas refundidas son los siguientes:

En el primer boletín, el autor sostiene que la controversia suscitada por la insistencia de los organizadores del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2024 para presentar al artista mexicano Peso Pluma invita a reflexionar sobre los límites de la libertad de expresión en relación con la promoción de la narcocultura en la sociedad, especialmente entre los jóvenes.

No se cuestiona el género de la música urbana en sí, sino el hecho de que algunos artistas lo utilicen para glorificar y normalizar el mundo del narcotráfico y sus manifestaciones culturales asociadas.

La sociedad está cansada de las manifestaciones narco. No se puede permitir la promoción de la narcocultura a través de la música y los videos, consumidos principalmente por las generaciones más jóvenes. Estas generaciones son las más susceptibles a ser influenciadas por estos valores distorsionados, creyendo erróneamente que ese estilo de vida es positivo y digno de emular.

Concluye que, en la batalla cultural en la que está inmersa la sociedad, no se puede ceder terreno a la narcocultura y sus valores negativos asociados.

En el segundo boletín, los autores argumentan que el creciente narcotráfico y la criminalidad organizada en Chile obstaculizan el desarrollo armonioso de la ciudadanía, incluidos nuestros niños, niñas y adolescentes.

En 2023, Chile ocupó el primer lugar mundial en la percepción de aumento de la delincuencia en barrios, con 68 por ciento, duplicando el promedio global, según el Observatorio de Derechos de la Defensoría de la Niñez. En 2023, 38 niños, niñas y adolescentes fallecieron por lesiones con armas de fuego. También la percepción está relacionada con el aumento del crimen organizado, incluido el narcotráfico, tráfico de armas, homicidios, secuestros y trata de personas con fines de explotación sexual.

El narcotráfico debilita la democracia y el Estado de derecho, ya que para su expansión requiere la cooperación de autoridades gubernamentales y funcionarios policiales y judiciales. La experiencia latinoamericana muestra que la inacción y descoordinación del Estado propician el actuar de los carteles de la droga, organizaciones jerarquizadas y armadas que controlan territorios mediante la violencia.

La narcocultura, entendida como un conjunto dinámico de elementos simbólicos relacionados con el narcotráfico, tiene un alto potencial para generar deseos y justificar un mundo basado en la violencia, la muerte y la ilegalidad.

La Declaración de los Derechos del Niño afirma que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección especial, incluso legal.

El artículo 33 de la Convención sobre los Derechos del Niño impone la obligación de adoptar “las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales, para proteger a los niños contra el uso ilícito de los estupefacientes y sustancias sicotrópicas (…), y para impedir que se utilice a niños en la producción y el tráfico ilícitos de esas sustancias.”. En este contexto, no es aconsejable que bajo el amparo del Estado se difunda y promueva libremente la narcocultura, la explotación sexual, la pornografía infantil y el consumo de drogas.

Durante la tramitación legislativa se introdujeron diversas indicaciones que mejoraron significativamente el texto de las iniciativas refundidas. Se incorporó el artículo 1, que describe el objeto de la ley, y el artículo 2, que prohíbe, en los eventos culturales financiados, en todo o parte, con fondos públicos, la participación de artistas o grupos que promuevan la narcocultura, la violencia, la comisión de ilícitos penales, el terrorismo, el consumo de sustancias psicotrópicas ilícitas, la explotación sexual o la pornografía infantil.

También se modificaron la Ley sobre Fomento de la Música Chilena, la Ley sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, y el Código Penal, con el fin de regular, proscribir y sancionar la apología de las drogas prohibidas, la explotación sexual y la pornografía infantil en eventos de cualquier tipo.

Estas modificaciones incluyen restricciones para las empresas productoras de eventos en materia de contenido, la obligación de calificar la edad para asistir a los eventos y la configuración de una forma de maltrato infantil para la promoción de la participación en obras que fomenten el consumo de drogas, el porte de armas, la pornografía infantil u otros ilícitos similares.

Además, se establecen tipos penales para quienes públicamente promuevan o inciten las conductas prohibidas en este proyecto, así como para quienes distribuyan o difundan, a través de internet u otras tecnologías, contenidos musicales o audiovisuales destinados a promover tales conductas ilícitas.

Por estas razones y por los argumentos detallados en el informe respectivo, propongo a este honorable hemiciclo la aprobación de este proyecto.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

En discusión el proyecto. Tiene la palabra el diputado Cristóbal Urruticoechea .

El señor URRUTICOECHEA.-

Señor Presidente, la cultura es estructurante de la vida social y política. Lamentablemente, hoy la cultura está politizada, porque bien ha entendido la izquierda que la cultura es un factor de poder. Nunca hemos vivido en un mundo tan abarrotado de cultura como hoy. Efectivamente, tenemos una visibilización mayor respecto del narcotráfico a través del arte, si se puede llamar arte.

Los narcotraficantes han querido o buscado hacernos cómplices de este show mediático que han hecho respecto del narcotráfico, escalándolo a shows masivos que pobremente se pueden calificar de artísticos, unido a una posición cultural pornocrática basada en una performance twerking, que tiene a la juventud erotizada y perreando, es decir, imitando el coito de un perro, con letras que someten, que vulneran, que basurean, que violentan a las mujeres. Todo eso es aplaudido por ministras feministas de este gobierno, lo que no se explica ni se entiende, puesto que ese consumo basura no solo afecta a las mujeres, sino también a las nuevas generaciones.

Todos los festivales de Chile, incluido el festival de Viña del Mar, se financian con el Fondo de la Música. Nunca hubo tanta basura para que nuestros hijos se muevan eróticamente y se sometan al lenguaje narco y porno más vulgar que puede existir. Ejemplo de esto es el último festival de Viña del Mar. Esa es la administración progresista de hoy.

¿En qué quedó la poesía? ¿En qué quedó la libertad? ¿Dónde está el aprendizaje de lo nuestro o de lo propio? ¿Qué pasa con ese 20 por ciento de música chilena en las radioemisoras? ¿Quién lo controla? ¿Qué música se expone? No podemos desentendernos, no podemos cruzarnos de brazos, no podemos encerrarnos en nosotros mismos frente a esta batalla cultural.

Somos varios revisando la ley del Fondo de la Música. En la conformación del consejo de la música hay puros representantes de negocios, por ejemplo, la Archi, dueños de radio; la Anatel, el CRUCh, el gobierno, los malos alcaldes, que son la política, los mismos que tienen perreando a nuestros hijos y exponiéndonos a la estupidez llamada narcocultura, porque hoy toda institución que dice representar a la música expone solo fatuidad y negocio como si fuera poesía. Esto es así.

El lugar institucional de la voz de los verdaderos poetas no existe. Los ministerios que dicen ser la voz de ellos tampoco existen. El consejo de las artes, el consejo de la cultura y el consejo de la música están conformados por actores de negocios o actores que buscan un negocio, y no por los protagonistas de la poesía.

La consecuencia de esto es la fatuidad absoluta. Nuestros hijos, que desde hace mucho tiempo crecen alejados de todo gesto poético, creen que la poesía es lo que hacen los fatuos del negocio; creen que nadie escribe, porque es asunto del pasado; creen que nadie toca realmente un instrumento, porque no lo han visto; creen que cantar es imitar al fatuo de turno; creen que el folclor es solo un recuerdo de las Fiestas Patrias y no de nuestra vida permanente.

Los que reducen la cultura y la música a un cúmulo de negocios solo se conforman con hacer cultura basura. Eso es lo que estamos viviendo en Chile. La sensibilidad estética de alguien puede estar en el reguetón, en el punk o en la música clásica -me da exactamente igual-, pero el problema es que no sea parte de una sensibilidad estética, sino que sea metido en la cabeza a la fuerza, todos los meses, sin cesar en las radios.

El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio pide 223 millones de dólares más.

¿Para qué? ¿Vamos a reconocer de verdad a quienes han cultivado nuestra historia o será solo un negocio político más?

Aprovecho este instante para mandarle un fuerte abrazo a un verdadero poeta de la música, a un verdadero cultor de lo nuestro que ha sido olvidado por este gobierno: Luis LeBert , quien el 7 de septiembre estuvo de cumpleaños.

Luis, te lo envío yo, un republicano. Los comunistas se olvidaron de ti.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Alberto Undurraga .

El señor UNDURRAGA (don Alberto).-

Señor Presidente, el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo deben ser enfrentados en todos los frentes. Por lo pronto, en el frente operacional, fortaleciendo y apoyando a las policías. También en el ámbito persecutorio. Hace unos días aprobamos la Fiscalía Supraterritorial. De la misma forma, espero que se apruebe el levantamiento del secreto bancario, para facilitar la persecución.

Asimismo, se deben generar incompatibilidades entre la militancia política y la actividad de abogados de narcotraficantes, del crimen organizado y del terrorismo, moción que presenté hace algunos meses y a la cual espero que el gobierno ponga urgencia. También se deben sancionar aquellas conductas que promueven estos ilícitos. El proyecto que tenemos entre manos apunta a ello.

En primer lugar, prohíbe que con fondos públicos se realicen actividades que promuevan el narcotráfico, la violencia, la comisión de otros ilícitos penales, el terrorismo, el consumo de droga, la explotación sexual y la pornografía infantil. ¿Cómo vamos a estar en desacuerdo con esa prohibición? Se trata de fondos públicos.

De la misma forma, establece la obligación de que las autoridades de los establecimientos educacionales eviten que ese tipo de promociones lleguen a los estudiantes. Asimismo, determina que el que promueva alguna de las conductas de tráfico que están en el proyecto de ley también sea sancionado. Entonces, es un proyecto que apunta en el sentido correcto.

¿Qué dificultad tiene esta iniciativa? La dificultad que tiene este proyecto es dónde está el límite de la libertad de expresión. Por lo tanto, creo que se le tiene que dar una segunda vuelta cuando se discuta en particular. En ese sentido, hay una indicación del diputado Francisco Undurraga que creo que va también en el sentido de resolver esa dificultad, esa tensión que puede haber entre la necesaria protección que requiere la sociedad respecto del narcotráfico, del crimen organizado, del terrorismo y del resto de los ilícitos señalados, y la libertad de expresión que al mismo tiempo debemos permitir.

Eso se logra con un buen reglamento. Creemos que la indicación que ha presentado el diputado Francisco Undurraga nos ayudará a todos en esta Sala a aprobar en general esta iniciativa, para que después vuelva a la comisión y posteriormente la aprobemos en particular.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Para plantear un punto de Reglamento, tiene la palabra la diputada Érika Olivera .

La señora OLIVERA (doña Érika).-

Señor Presidente, artículo 90, solo para hacer una precisión, para que usemos bien el lenguaje.

Cuando hablamos de pornografía infantil, en realidad no es pornografía infantil, porque los niños no se prostituyen; debemos hablar de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.

Hago la aclaración para que tengamos cuidado con eso.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Muchas gracias, diputada Olivera ; muy atingente su precisión.

Tiene la palabra la diputada Francesca Muñoz .

La señora MUÑOZ (doña Francesca).-

Señor Presidente, desde ya anuncio mi voto a favor como una de las autoras de este proyecto de ley, mediante el cual buscamos prohibir la narcocultura, ya que el narcotráfico no se sustenta solo en las prácticas que permiten su reproducción ilegal, sino también en un marco cultural que sirve de apoyo para sus actividades.

El vínculo de los narcotraficantes con la sociedad se ha ido expandiendo con el tiempo, dando paso a un fenómeno cultural llamado narcocultura. Así, el incremento del narcotráfico y, por ende, de la narcocultura es un problema extremadamente grave y que afecta a toda la sociedad, especialmente a nuestros niños y adolescentes.

La narcocultura avala el narcotráfico, la violencia y los delitos en general, presentándolos como algo positivo, generador de expectativas de vida, y con elementos legitimadores del tráfico de drogas.

Por eso, con este proyecto de ley buscamos que se fortalezca con especial énfasis la protección de la infancia y de la adolescencia, estableciendo medidas preventivas y sancionatorias para evitar su exposición a contenidos que promuevan o avalen ilícitos como consumo de drogas, porte ilegal de armas, explotación sexual comercial infantil e ilícitos penales en general.

Con este proyecto se busca prohibir también los eventos que se financien en todo o en parte con fondos públicos, y la participación de artistas que promuevan la narcocultura. Además, se incorpora un artículo en que se señala que constituye maltrato hacia niños y adolescentes su participación en producción de obras en cuya realización se ejerzan conductas como porte de armas, consumo de drogas, explotación sexual u otras similares, ya que los niños y adolescentes que crecen en un entorno influenciado por la narcocultura quedan expuestos a un alto riesgo de adoptar comportamientos negativos, como participación en actividades delictivas, al enseñarles que el poder y el dinero son lo más importante, sin importar el medio de obtenerlos, lo cual puede llevar a una falta de empatía y de respeto por los demás, y a sustituir, por ejemplo, la educación por el crimen.

Además, incorporamos sanciones penales para quienes promuevan públicamente la comisión de delitos contemplados en la ley de drogas y en la ley sobre control de armas, y para quienes utilicen la red internet para promover la realización de tales ilícitos.

Desde el Congreso Nacional se ha avanzado en la lucha contra el narcotráfico, pero falta que nos hagamos cargo de la nefasta influencia de la narcocultura. Debemos actuar para garantizar que la ciudadanía, y en especial los niños y adolescentes, crezcan en un entorno libre de los tentáculos del narcotráfico.

Reitero: desde el Partido Social Cristiano votaremos a favor.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Ana María Gazmuri .

La señora GAZMURI (doña Ana María).-

Señor Presidente, lamento mucho que este proyecto de ley se esté discutiendo hoy en la Sala, así como lamento que en la Comisión de la Familia siga existiendo un sesgo ideológico, falta de información sobre ciertos temas y, en resumidas cuentas, una ausencia de visión y colaboración, priorizando iniciativas de autoría de un solo sector, pese a existir tantos otros proyectos que llevan años en espera de discusión.

Lo intentamos, les prometo que lo intentamos, pero es sumamente difícil modificar iniciativas como esta, que presenta dificultades desde su idea matriz, con conceptos poco claros y abstractos, y con olor a discriminación y a vulneración de la libertad de expresión, prohibiendo los conciertos y actividades de artistas que promueven la narcocultura, e intentando regular la difusión y comercialización de material audiovisual de dichos artistas.

Nadie está en contra, por supuesto, del combate al narcotráfico, y todos concordamos en la necesidad de proteger a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente a niñas, niños y adolescentes, quienes están más expuestos a la influencia y normalización de conductas delictivas.

El problema es que algunas personas entienden como narcotráfico acciones que forman parte de la cultura popular, esa que surge de los dolores y vivencias de nuestro pueblo marginalizado, olvidado en la ferocidad del capitalismo salvaje que hoy predomina; esos “rotos de mierda”, esos protagonistas del “estallido delictual”, porque, sí, todo viene de la misma dinámica de sesgo, de clasismo y de querer borrar con el codo la realidad del Chile que vive desde plaza Italia hacia abajo.

Juan Carreño , poeta y escritor de la población Santo Tomás , de La Pintana, dice:

“en nuestro sueño

los vecinos le suben

el volumen al vacío

cuando el viento cesa

o se corta la luz sin aviso

(no sabemos dónde se escondieron

las palomas ni las marchas ese día)

y del árbol en el pasaje

un secreto e inscripciones

cuelgan como visión

de ojo contra ojo

(amanecer de fuego, costra de vino en la playa)

o de callarse en la cascada

ahorcando convexo, el reflejo

trozos de cristales

pulidos por la ola e insistencia

(nuestro ir y venir en el derribe)

una imagen, el poema

mi primer acercamiento

la violencia”

¿Qué sigue? ¿Censurarlo a él también? No, como artista, como ciudadana y como diputada no me prestaré para eso.

Votaré en contra este proyecto, tal como lo hice en la Comisión de la Familia, donde la paradoja es tan grande que algunos diputados propician la fiesta de la vendimia y las ceremonias tradicionales, como Tapati, en Rapa Nui, que, por cierto, con lo amplio que es este proyecto, también podrían ser afectadas, pero dan la espalda a los festivales populares en La Florida o en La Pintana, por ejemplo, donde la música urbana plasma la realidad con crítica social y política.

Para terminar, solo hago presentes los problemas de técnica legislativa que tiene este proyecto. Lo digo, porque desde la derecha nos van a acusar de obstruccionistas, como si este proyecto no tuviera errores garrafales de forma y de fondo. Por ejemplo, no contempla una definición clara de narcocultura, lo que puede llevar a interpretaciones subjetivas y a decisiones arbitrarias; tampoco se establecen diferencias entre expresiones artísticas legítimas y acciones que promueven conductas punibles, pudiendo llevar a la censura de artistas, cosa que conocimos en el pasado.

Asimismo, confunde conductas ilegales con acciones que no están sancionadas por ley, y establece acciones y procedimientos de denuncia sin especificar quién es la víctima.

En fin, reitero mi voto en contra y apoyo desde ya todas las acciones que se levanten para declarar este proyecto como inconstitucional.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Felipe Donoso .

El señor DONOSO.-

Señor Presidente, creo que existen diferencias legítimas, y otras que no lo son.

Cuando la diferencia está dada porque yo quiero promover una droga, eso no es legítimo. Lamentablemente, en eso ha caído parte de la Comisión de la Familia, representada por la diputada Gazmuri , que no reconoce que la marihuana es una droga que afecta gravemente a las personas en las poblaciones. Por eso es esa férrea oposición.

Creo que los niños tienen el derecho a vivir en libertad, que tienen el derecho a no ser cooptados por la droga y que tienen el derecho a crecer con indemnidad sexual. Ese tipo de cosas son las que protege este proyecto.

Tenemos que dar a esos niños la posibilidad de vivir en un mundo que los acoja con cariño, no dando posibilidad a faltas de criterio que terminan financiando acciones de difusión y promoción de drogas o de violencia en niños. El Estado no puede estar para eso; la plata de los chilenos no es para promover narcocultura. Una cosa es la cultura, y otra es el narcotráfico que se toma nuestras poblaciones.

En este país hay lugares vedados para el Estado, vedados para los asistentes sociales, vedados para los colegios, vedados para las policías. ¿Por qué? Por el narcotráfico.

Si no damos a los colegios la posibilidad de combatir esa situación, ¿para qué estamos, entonces?

Este proyecto lo hace: les da a los colegios la posibilidad de combatir esa promoción de actos ilícitos de drogas, de tráfico, de violencia en niños, niñas y adolescentes, de violencia sexual. De eso estamos hablando, de cómo avanzamos.

¿Podemos hablar de mejorar la técnica legislativa? Por supuesto, eso es parte del proceso legislativo, porque queda bastante, pero lo que no podemos hacer es negar a los niños la posibilidad de ejercer su libertad, de ser indemnes, de vivir en un país que les da oportunidades, y no que simplemente demos la posibilidad a los traficantes o a los violadores de que, en virtud de su negocio, promuevan sus acciones a través de actos que ellos denominan arte.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Andrés Jouannet .

El señor JOUANNET.-

Señor Presidente, de lo que estamos hablando es de contracultura.

Lo que hace y lo que propone el tipo de conciertos del que hablamos es contracultura.

Cito lo siguiente: “La contracultura ha sustituido casi por completo al socialismo como base del pensamiento político progresista. Pero si aceptamos que la contracultura es un mito, entonces muchísimas personas viven engañadas por el espejismo que produce, cosa que puede provocar consecuencias políticas impredecibles.”. Es una cita del libro Rebelarse vende, de los autores Joseph Heath y Andrew Potter . Muy woke.

Aquí estamos hablando de situaciones reales, con familias reales y jóvenes reales que persiguen un sueño o más bien una utopía a través de la música, lo que muchas veces es promovido por la cultura del narco, que no solo está presente en Chile, sino también en toda América Latina y en otras latitudes.

El narco ha sustituido al Estado en muchas partes. El negocio del narco y del crimen organizado representa en el mundo entre el 8 y el 15 por ciento del producto interno bruto mundial. En Chile se lavan entre 5.000 y 10.000 millones de dólares al año.

Los jóvenes están absolutamente vulnerables a seguir ese estilo de vida, fundamentalmente porque el Estado los abandonó, porque el Estado retrocedió, porque el Estado sacó la educación cívica, la filosofía y la historia de los planes de estudio, porque el Estado dejó a las iglesias fuera de las políticas sociales, en circunstancias de que estas, según Habermas , en su libro La religión en la esfera pública, lo que hacían era justamente sustituir parte de lo que el Estado realiza en lo que se llama la moral pública.

Por lo tanto, lo que estamos haciendo hoy es legislar para que el Estado comience a avanzar respecto de la vulneración que están sufriendo esas familias, esos niños y jóvenes, ya que lo que hace la cultura del narco es una apología a la narcocultura. Este proyecto de ley, en cierta medida, se hace cargo de esa problemática.

No se trata de ir contra la cultura. No nos engañemos. Lo que estamos haciendo es fortalecer la cultura de la familia, la cultura de la comunidad, la cultura del barrio, la cultura de la protección, porque lo que hace ese tipo de música y de espectáculos es una apología del delito gracias a que el Estado dejó que eso ocurriera. En esta lucha cultural -porque eso es lo que es-, lo que se hace finalmente desde la contracultura es la deshumanización de la dignidad humana.

Por lo tanto, más allá de lo que se diga, lo que en definitiva ocurre en esta especie de sincretismo que a veces se produce, que es precisamente lo que Heath y Potter señalan en su libro Rebelarse vende, es que vamos asumiendo y nos vamos acostumbrando a esos valores de la violencia y del delito, que se instalan en la normalidad, se toleran y al final se normalizan.

Lo anterior ocurre fundamentalmente porque el Estado abandonó los espacios públicos, sobre todo los espacios de los sectores más vulnerables y carenciados, ya que los sectores medios o acomodados, en general, aún pueden protegerse, desde el punto de vista de la educación, frente a la apología de la contracultura que representa la narcocultura.

Por ello, creo que, en cierta medida, este proyecto recoge esas consideraciones.

Debemos avanzar para prevenir la vulneración de derechos que hoy en día se está haciendo contra los niños y los jóvenes. El Estado tiene que empezar nuevamente a retomar la seguridad y a poner las reglas respecto de las cosas que nos parecen y de las que no nos parecen. De lo contrario, el resto es libertinaje total y es volver al estado de naturaleza original, en el cual no había Estado.

Pues bien, hoy tenemos un Estado, aunque un Estado precario, que debe volver a fortalecerse en todo sentido.

He dicho.

La señorita ÑANCO (doña Ericka) .-

Señor Presidente, cito la siguiente estrofa: “Los cuicos y los flaites se asemejan,

crecen sin amor y familia compleja. Somos dos distintos pero iguales, nos diferencian en los tribunales.

Ellos tienen preferencia y nosotros penitencia, tienen justificada la violencia.”.

¿Dónde está la narcocultura y la incitación al odio en estas frases y en esta estrofa? Esto es política, es exponer un problema social, no promoverlo.

“Dicen que con este proyecto de ley quieren proteger a los niños, niñas y adolescentes, pero cuando viola Macaya dicen que es inocente.

A Pablo Chill-E y a Polimá hoy quieren darles con la silla, porque no trabajan para ellos, como sí lo hizo Hermosilla.”.

¿Qué es lo que se busca con este proyecto de ley?

Cuando se amenaza bajo el noble pretexto de proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes, en realidad se amenaza con socavar principios fundamentales de nuestra democracia, principalmente la libertad de expresión y la libertad artística.

Lo que se nos propone no es más que un mecanismo de censura encubierta que puede ser utilizado para silenciar voces disidentes y expresiones artísticas que no se ajustan a ciertos estándares morales subjetivos.

La ambigüedad de los términos utilizados en este proyecto, como “promover”, “incitar” o “avalar”, abre la puerta a interpretaciones arbitrarias que podrían llevar a la criminalización de artistas, basándose en interpretaciones subjetivas de su obra.

Al establecer sanciones penales para la creación y difusión de ciertas expresiones artísticas, se está criminalizando el arte y a los artistas, lo cual es inaceptable en una sociedad que se precie de ser democrática. Además, este tipo de legislación puede generar un efecto inhibidor en la comunidad artística, llevando a la autocensura por miedo a represalias legales.

El proyecto no considera el contexto en el que se presentan las obras artísticas, ignorando que muchas veces el arte busca criticar o exponer problemas sociales.

Es preocupante ver cómo en esta Sala se pretende abordar problemas sociales complejos, como el narcotráfico o la explotación sexual, mediante la simple prohibición de una representación artística. Esta es una aproximación simplista e ineficaz que no aborda las causas reales de esos problemas. Las causas reales son la desigualdad en una sociedad que no entrega las garantías para que todas y todos seamos iguales.

En lugar de aprobar una iniciativa que amenaza nuestras libertades fundamentales, ¿por qué no nos enfocamos en fomentar la educación crítica y el diálogo abierto sobre estos temas complejos?

Fíjense que fue durante la dictadura cuando más se asesinó a artistas en nuestro país. Mataron el teatro, a los artistas, a los escritores, a los poetas, a los músicos, y otros fueron exiliados.

La historia de Víctor Jara no es una historia que para nosotros sea lejana. Como bien dice la canción Al cantor:

“Un martes por la mañana con su guitarra salió a cantar

y le cortaron las cuerdas de la garganta no pudo cantar.”.

Esta canción fue dedicada por el artista René Inostroza a Víctor Jara , a quien asesinaron en dictadura.

Por eso, es crucial que sigamos apoyando y promoviendo la diversidad artística y cultural como medio de expresión y de reflexión social. Podemos y debemos fortalecer los mecanismos existentes de protección de nuestros niños y niñas, pero no a costa de comprometer la libertad de expresión.

Concluyo instando a mis colegas a rechazar este proyecto de ley. La protección de nuestros niños, niñas y adolescentes es indudablemente importante, pero no puede ser utilizada como una excusa para cercenar nuestras libertades fundamentales. El arte, en todas sus formas, debe ser protegido como un pilar esencial de nuestra democracia y de nuestra cultura.

No permitamos que el miedo y la censura triunfen sobre la libertad y la creatividad.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Flor Weisse .

La señora WEISSE (doña Flor).-

Señor Presidente, me parece que este proyecto va precisamente en el sentido correcto para defender y proteger a nuestros niños y a la familia, y no es incompatible con el resguardo del desarrollo de la cultura o las libertades, incluyendo la libertad de expresión.

En ese sentido, lo que debemos hacer como Poder Legislativo es regular y legislar cuando hay un bien jurídico superior, como, en este caso, la familia y los niños. Además, tenemos que prohibir las conductas que incentivan y promueven comportamientos que no necesitamos como sociedad.

Por eso, estoy a favor del contenido del proyecto y de lo que establecen sus seis artículos permanentes. Su aspecto troncal está en el artículo 1, que establece como objetivo fortalecer la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, mediante medidas preventivas y sancionatorias para evitar su exposición a contenidos vinculados con ilícitos penales. Por supuesto, esto es muy importante y debemos estar a favor de ello.

A continuación, el artículo 2 busca prohibir el desarrollo de los espectáculos y eventos culturales financiados, en todo o en parte, con fondos públicos y en que participen artistas que promuevan, inciten, avalen, incentiven, impulsen o promocionen la cultura narco y la comisión de ilícitos penales.

De eso estamos en contra: de que se promueva y se incentive la cultura narco; no de la cultura, sino de la cultura narco, que le hace mal al país, a la sociedad y, preferentemente, a nuestros niños. Porque el narcotráfico y la comisión de ilícitos penales están a la orden del día, los cuales abundan y dañan; en este caso, lo que abunda, daña absolutamente.

De la misma manera, el artículo 3 modifica la Ley General de Educación para establecer el deber de los directores de establecimientos educacionales para implementar todas las medidas y protocolos necesarios a fin de evitar que los estudiantes sean expuestos a contenidos audiovisuales o de audio que, nuevamente, promuevan o avalen la comisión de ilícitos penales. Esto va la misma línea, pues se busca proteger el fomento de este tipo de conductas, tanto en el sentido penal como en el de la narcocultura.

Vuelvo a decir que, obviamente, la cultura es necesaria y debemos protegerla y promoverla en nuestro país, pero no la relacionada con el narco, la narcocultura o el consumo de drogas.

Por otra parte, en el artículo 4, el proyecto propone modificar la ley Nº 19.928, sobre Fomento de la Música Chilena, incorporando exigencias, como, por ejemplo, en la letra e) de su inciso primero, que establece que las empresas desarrolladoras de conciertos y eventos musicales que incluyan contenidos que exalten, avalen o justifiquen el consumo de drogas deberán prohibir el ingreso de menores de edad. Nuevamente, se protege a nuestros niños de estas conductas ilícitas, ya que dañan de por vida su desarrollo integral.

Además, la letra f) del mismo inciso primero, estipula la obligación de las empresas desarrolladoras de eventos o conciertos de publicar una calificación de edad para asistir a este y acreditar dicha circunstancia.

Asimismo, el articulado determina exigencias y límites para quienes ejercen actividades culturales en las que se promuevan la narcocultura y las conductas ilícitas.

Estoy convencida de que esto es muy necesario y que se debe regular, legislar y aplicar sanciones fuertes, duras, porque la verdad es que hoy el narcotráfico y la droga penetran en personas cada vez más jóvenes, y, por supuesto, eso hay que resguardarlo y protegerlo.

Por último, esto no tiene que ver con la libertad de expresión o con análisis en relación con prohibir que se desarrolle la cultura. A mi juicio, los temas van por caminos separados y se puede legislar resguardando ambos derechos.

He dicho.

La señorita ORSINI (doña Maite) .-

Señor Presidente, este proyecto de ley pretende censurar a determinados artistas simplemente por la creencia de que promueven conductas ilícitas entre niños, niñas y adolescentes.

Sin embargo, la verdad es que la idea de que un estilo musical o determinados artistas sean responsables de la delincuencia en los barrios y en las poblaciones es, por lo menos, errada.

A lo largo de la historia, diversos géneros musicales han sido blanco de controversia y censura. El jazz, por ejemplo, desde sus inicios fue juzgado y perseguido por su vinculación con la vida nocturna. Durante las décadas del 40 y 50, Frank Sinatra fue señalado por supuestos vínculos con la mafia. Si seguimos avanzando, en los años 60 y 70, el rock se asoció con el consumo de drogas y la rebeldía entre los jóvenes. En los 80, se temía que el heavy metal y el death metal fueran incitadores de violencia entre los jóvenes. Y en los 90, el rap fue censurado por considerarse que estaba ligado a la delincuencia.

En la misma línea, canciones de bandas como The Rolling Stones o Led Zeppelin a menudo abordan temas controvertidos y provocativos, que también podrían ser interpretados como promotores de conductas antisociales. Así sucedió con la canción Street Fighting Man , de la banda liderada por Jagger , que fue censurada por incentivar el vandalismo.

Sin ir más lejos, en nuestro país, en 1992, el cardenal Medina llevó a cabo una verdadera cruzada en contra del concierto que daría Iron Maiden , al considerar que era un espectáculo de características satánicas.

La música, como cualquier forma de arte, es un reflejo de las realidades y de las preocupaciones de la sociedad. No es la causa de la delincuencia, sino más bien un reflejo de las condiciones sociales y culturales en las que se desarrolla el arte. Y culpar a los artistas por problemas como la delincuencia y el narcotráfico, lo que hace es desviar la atención de las causas reales y profundas de estos problemas.

Lo que hacen los jóvenes y los artistas es narrar en sus canciones y en su arte lo que viven y lo que observan en sus barrios, lo que viven en sus poblaciones. Y si hablan de droga y de delincuencia, es porque esa es la realidad que conocen. Y si queremos que las letras de esas canciones cambien, lo que debemos hacer es enfocarnos en mejorar las condiciones de vida, fortalecer la seguridad en los barrios, promover políticas integrales de educación y de prevención, incentivar la cultura, el deporte y el arte, pero no censurar o restringir.

Culpar a artistas como Pailita, Jere Klein , Cris Mj o Pablo Chill-E es más fácil que hacerse cargo de raíz del problema. Esto es de un simplismo y de un cinismo que me parecen imperdonables.

Finalmente, la censura artística, además de ser una amenaza para la libertad de expresión y la diversidad cultural, no ha impedido jamás en nuestra historia la masificación de artistas. Además, censurar a un artista o un estilo musical no va en desmedro de su popularidad; de hecho, puede contribuir a incrementarla. Bien lo sabe Madonna, quien, luego de ser censurada por el Vaticano, rompió récords mundiales de audiencia en su tour mundial llamado "Sex", por si no lo recuerdan.

Este proyecto de ley no viene a solucionar el problema de la delincuencia o del narcotráfico y, además, puede tener un impacto negativo en la libertad de expresión y la diversidad cultural. En lugar de censurar, avancemos en educación y en políticas que realmente prevengan el delito y apoyen el desarrollo saludable de nuestros niños, niñas y adolescentes.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Para plantear un punto de Reglamento, tiene la palabra el diputado Hernán Palma .

El señor PALMA.-

Señor Presidente, nuestro sector guardará un minuto de silencio. Porque, en este mismo momento, hace 51 años, se procedió a bombardear brutalmente La Moneda.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Diputado Palma , como sector están en su derecho de guardar un minuto de silencio.

Sin embargo, formalmente, los minutos de silencio en la Corporación se solicitan a través de los acuerdos de Comités, o previamente con acuerdo de la Sala.

Por lo tanto, el debate debe continuar, pero respetamos que ustedes hagan uso de ese minuto de silencio mientras el debate prosigue.

Tiene la palabra el diputado Álvaro Carter .

El señor CARTER.-

Señor Presidente, soy un parlamentario que ha hablado de narcotráfico desde el primer día que asumí, hace casi siete años, y creo que este proyecto, aunque trata de ser bien intencionado, no sirve de mucho, porque, entre otras cosas, habla de prohibir la reproducción, publicación, transmisión, comercialización o descarga de material audiovisual respecto de conciertos, pero a renglón seguido señala las excepciones, que son: no se aplicará a producciones televisivas, cinematográficas o de plataformas de entretenimiento que claramente no busquen promover la narcocultura, sino que se limiten a una visión periodística, informativa, etcétera.

¿Quién va a declarar eso? ¿Qué pasará? Claro, no habrá un concierto en el estadio, pero sí lo podrían hacer por medio de la televisión, sin público.

Creo que el proyecto es demasiado voluntarista y que se ha tomado de mala forma.

Lo que nosotros dijimos desde un principio, y que la Contraloría ha reafirmado, es que acá no se deben utilizar dineros públicos para contratar artistas que hagan alusión al narcotráfico, al maltrato de la mujer o a la violencia sexual. Pero, finalmente, transformarnos en una policía político-cultural es totalmente contrario. Por lo mismo, ¿quién hará cumplir esto en la calle? Carabineros. Hoy, Carabineros está totalmente sobrepasado para más encima sobrecargarlos de trabajo y pedirle que vaya a detener un concierto callejero en alguna población de nuestro país. Eso va totalmente en contra de lo que buscamos.

Espero que se rechace este proyecto o, si llegase a ser aprobado, que se hagan todas las indicaciones posibles, porque así como se encuentra hoy está al mejor estilo chino, de Corea del Norte, e incluso soviético.

No podemos seguir en esa línea, porque buscamos un cambio cultural. Si no buscamos realmente un cambio cultural, lo que pasará es que esto se transformará en un mercado negro de la música, se acusará persecución, y nosotros no queremos eso, no queremos perseguir a nadie. El Estado no puede perseguir a alguien por un estilo de música, sino que eso lo debe hacer respecto de aquellos que infringen la ley, en este caso a los narcotraficantes y no a aquellos que cantan.

Por lo tanto, votaré en contra este proyecto. Espero que cuando vuelva a comisión se tomen medidas que vayan en orden a avanzar en el cambio de la cultura y en el ámbito que a nosotros nos corresponde: el Estado, porque así como está planteado este proyecto no sirve de nada.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Camila Flores .

La señora FLORES (doña Camila).-

Señor Presidente, iba a partir mis palabras de una manera distinta, pero la verdad es que producto de la intervención de algunos no puedo sino partir diciendo que me parece un atentado a la inteligencia comparar el rock con esta música narco. O sea, realmente este es un atentado a la inteligencia. No tiene absolutamente nada que ver, ni es comparativo siquiera en lo más mínimo con los inicios del rock el cómo esta pseudocultura se está tratando de instalar en Chile y por cierto también en otros países.

Lo anterior, porque estamos hablando derechamente de personas que lo que hacen es invitar, propiciar la comisión de delitos en una sociedad que está sobrepasada por los delincuentes, por el narcotráfico, por el consumo de drogas, por homicidios y delitos violentos de sangre de distintas categorías, ante lo cual nosotros debemos quedarnos impávidos, como si nada, aceptando que estos pseudoartistas en sus canciones inviten a los jóvenes a cometer delitos de esta naturaleza, diciendo que es lo más fantástico que hay y que es muy bueno que cometan delitos para alcanzar un estatus económico o cultural, en definitiva, que no tiene nada de malo. De eso estamos hablando.

Por otro lado, estamos hablando de que hay muchas instituciones públicas: municipios, en fin, cualesquiera que sean estas, de distintos sectores políticos, que con recursos públicos pagan a estas personas para que realicen sus shows, y ahí se genera otro problema gravísimo.

Primero, me parece muy grave que con recursos públicos aquellas se hagan cómplices de quienes están propiciando, invitando, incitando a los jóvenes chilenos a cometer delitos. Y ojo con esto, que en muchas ocasiones en que se generan estos “espectáculos” se cometen delitos, pues.

¿Quién se hace cargo de las peleas, de las riñas, del consumo de droga, de cómo se altera el entorno de los vecinos que deben estar aguantando estos ruidos insufribles de quienes supuestamente están cantando o emitiendo música? Son los vecinos que viven alrededor de los lugares donde estas personas están haciendo estas actividades, y tienen que bancarse además todos los delitos que ahí se generan cuando se están llevando adelante estas intervenciones.

Entonces, colegas, aquí nadie está persiguiendo ideas, sino simplemente diciendo que pongamos ojo con lo que hay detrás. Ya es evidente, y se ha demostrado empíricamente por parte de investigaciones policiales, junto con el Ministerio Público, que muchos de estos pseudoartistas están involucrados en bandas de crimen organizado y de narcotráfico que idolatran esta fórmula, esta nueva cultura que se está tratando de instalar en nuestro país.

Por tanto, si nosotros no nos anticipamos evitando normalizar que un joven mate, robe, venda droga para alcanzar sus objetivos personales en la vida, esto se volverá común en nuestra sociedad, y después, cuando ya esté instalado, será tarde y nos preguntaremos: “¿Qué hicimos para evitar esto?”.

De eso estamos hablando. Cada persona dentro de su vida privada puede escuchar la música que mejor le plazca. Nosotros les estamos diciendo a las autoridades que deben hacerse cargo, no ser cómplices del llamamiento que se hace a través de este tipo de “música” para la comisión de delitos y todo lo que esto ha generado.

Nuestro país está sobrepasado por el tráfico de drogas y como autoridades debemos actuar antes de que sea más tarde de lo que ya estamos llegando.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra la diputada Consuelo Veloso .

La señorita VELOSO (doña Consuelo) .-

Señor Presidente, el diputado Donoso señaló: “No podemos negarnos a combatir la narcocultura”. De hecho, tiene toda la razón. La pregunta es: ¿de qué forma podemos combatir realmente la narcocultura?

Es cierto, y creo que en este sentido hay un interés compartido en este hemiciclo y en una parte importante de la sociedad, que no podemos naturalizar que las armas, el alcohol y un montón de situaciones que son dañinas para la infancia y la adolescencia sean un tema cotidiano. No es sano, no es saludable; estamos desprotegiendo a nuestros niños.

Pero ¿en qué momento empezamos a desproteger a nuestros niños? ¿Por qué existe la narcocultura? Porque ha faltado Estado, y lo dijo muy bien el diputado Jouannet .

¿Y quién es el Estado? Bueno, el Estado, entre muchas otras cosas, hoy es representado, por ejemplo, por el Poder Legislativo. Pero ¿qué hace el Poder Legislativo? ¿Viene y prohíbe una manifestación cultural o toma decisiones cotidianas, permanentes que ataquen el problema de fondo? ¿Por qué ha avanzado el narco en las poblaciones? ¿Por qué los jóvenes hablan sobre armas y narcotráfico? Porque es lo que ven en sus entornos, porque eso es la música: una expresión cultural.

Tendríamos que preguntarnos de quién es el trabajo de combatir verdaderamente el narcotráfico. ¿Es de los cantantes o es nuestro? Un cantante representa algo que ve, representa a personas en cuanto a su identidad, a una experiencia cultural común, a algo que les mueve. Pero nosotros debemos tomar decisiones para que esa vivencia cotidiana de los niños y niñas no esté rodeada de armas, para que tener una participación en un cartel de droga en una población no sea un orgullo, sino algo absolutamente impensado, porque nuestros jóvenes tienen oportunidades para salir adelante.

La diputada Camila Flores preguntó: “¿qué hicimos para evitar esto?”. Esa es una pregunta que deberíamos hacernos.

¿Qué hemos hecho para evitar esto? ¿Aprobar un proyecto de ley que prohíbe esta música? ¿Es culpa de Pablo Chill-E, Jere Klein o Polimá Westcoast ? ¿De quién es culpa esto?

¿Qué hicimos o qué no hicimos para evitar esto? Deberíamos hacer cosas distintas en este Congreso Nacional.

Debemos hacer cosas distintas si queremos colocar el interés por nuestros niños delante. Si queremos que nuestro país, con un profundo sentido patriótico, salga adelante, que nuestra gente tenga oportunidades, que los niños puedan dormir tranquilos en sus casas, sin sentir el ruido de las balas ni correr el riesgo de recibir una bala loca; que nuestros niños estudien y no arriesguen su vida entregando droga en las esquinas, reitero, debemos hacer cosas distintas.

¿Qué es lo que dejamos de hacer o qué es lo que hacemos para combatir eso? ¡Hemos dejado de aprobar proyectos importantes!

El diputado Cristóbal Urruticoechea decía que en estos bailes simulan el coito del perro. Hay una obsesión con el coito y la sexualidad de parte de republicanos, que me impresiona.

¡Ese es el nivel de esta discusión! Se mezclan peras con manzanas. Es bizarro, brutal.

Pero si entro en ese encuadre y atiendo su preocupación política, propongo una educación sexual integral, pero veo que a todos se les paran los pelos.

¿Qué hacemos para que los niños no tengan una vida promiscua? ¿Qué hacemos para que tengan conciencia de su propio cuerpo y de los procesos naturales a las edades que corresponden? ¡No hacemos nada! Nos rehusamos a hablar de educación sexual integral.

Decimos que ojalá todos los niños estén en las escuelas, pero las escuelas no tienen calefacción en invierno. Decimos que necesitamos más plata para mejorar las condiciones de vida de las personas, y vemos que hay gente que gana muchísimo dinero en este país a costa de la explotación de los propios barrios donde viven esos niños, barrios que se han convertido en zonas de sacrificio.

¿Cuál es la responsabilidad social de las empresas que están al lado de esos barrios y que solo se enriquecen? ¡Qué bien que produzcan y se enriquezcan, pero no dejen de aportar a sus territorios! Queremos que esos niños puedan ir a la escuela en condiciones óptimas, pero no hacemos nada para lograrlo, porque rechazamos la reforma tributaria, el impuesto a los superricos. No nosotros, por cierto, siempre la derecha.

Reitero: ¿qué dejamos de hacer? ¿Cuál es la responsabilidad que tenemos aquellos a los que nos pagan por encargarnos de que el narcotráfico no avance en las poblaciones? Hay harta tela que cortar y hay hartos mea culpa que deben hacerse.

Quiero recordar -soy majadera en aquello que nos pagan por cumplir un trabajo que no podemos delegar: la responsabilidad de educar a los jóvenes y de combatir al narco. Hoy, los jóvenes hablan desde su cultura y desde su vivencia, y eso lo saben muy bien los trabajadores y los obreros.

Si nosotros no hemos sido capaces hasta ahora -el Estado, los representantes que han pasado por este Congreso y los distintos gobiernos de dar condiciones dignas a esos jóvenes para que no tengan que vivir esclavizados en el narcotráfico y en esa -perdón, señor Presidente vida de […] que tienen que vivir, entonces, la discusión es otra.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Diputada, la llamo al orden. Se va a eliminar esa expresión del acta.

La señora VELOSO (doña Consuelo).-

Sí, señor Presidente, me quedó claro.

Estoy sumamente de acuerdo con lo que señaló el diputado Álvaro Carter , y veo con esperanza que exista transversalmente una visión crítica del problema de fondo. Así es que saludo a los colegas que tienen una visión integral.

Prohibiendo no se cambia la realidad ni se deja atrás el narcotráfico. Cambiando este país y dándoles condiciones justas a los niños, niñas y adolescentes se combate el narcotráfico, y pucha que en eso estamos en deuda.

He dicho.

-Los puntos suspensivos entre corchetes corresponden a expresiones eliminadas de acuerdo con el artículo 10 del Reglamento.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Pido, por favor, a quienes intervienen que no utilicen expresiones impropias a lo que debe ser un debate en la Cámara de Diputadas y Diputados. Al menos mientras yo esté como Presidente no lo voy a permitir.

Tiene la palabra la diputada Sara Concha .

La señora CONCHA (doña Sara).-

Señor Presidente, sin duda, esta discusión es crucial para la construcción de una sociedad más justa y también más sana.

El proyecto de ley que prohíbe los conciertos de artistas que promueven la narcocultura y regula la difusión y comercialización de material audiovisual de dichos artistas es un debate no solo sobre la libertad artística, sino sobre la responsabilidad que todos tenemos en la formación de valores en nuestra juventud y la promoción de una cultura que rechace la violencia y la ilegalidad.

Esto no es solo un acto legislativo, es un acto de responsabilidad hacia nuestra infancia. La infancia es una etapa fundamental en el desarrollo de cualquier persona, pues durante esos años se forman los valores, las creencias y las aspiraciones que guiarán la vida de nuestros jóvenes.

Sin embargo, estamos viendo cómo, a través de la música y otros medios de entretenimiento, se exalta una cultura que normaliza el consumo de drogas, la vida fácil y la violencia como un estilo de vida aspiracional.

Esos contenidos no solo promueven la normalización de conductas delictivas, sino que también ponen en riesgo el bienestar de nuestros jóvenes, quienes son especialmente vulnerables a la influencia de estos mensajes.

Esta situación no puede ser permitida. Sabemos que el arte es una poderosa herramienta para comunicar, pero también debemos ser conscientes de que tiene el poder de moldear el comportamiento y las aspiraciones de la sociedad. No podemos permitir que la apología al narcotráfico se disfrace de arte y termine legitimando un modo de vida destructivo.

El impacto que tienen estos mensajes en las comunidades más vulnerables es devastador. En barrios donde la desigualdad y la falta de oportunidades son el pan de cada día, el ensalzamiento del narcotráfico aparece como un camino atractivo y accesible, lo que solo perpetúa la violencia y el sufrimiento.

Este proyecto de ley no busca en absoluto censurar el arte, como algunos han querido hacer creer, sino más bien protege la salud mental y moral de nuestras futuras generaciones.

No podemos ser indiferentes ante la difusión de mensajes que socavan los esfuerzos que como país estamos haciendo para erradicar el narcotráfico y la violencia, que tanto daño han causado.

Al proteger a nuestros niños de estos mensajes estamos construyendo un futuro mejor para Chile, un futuro en el que nuestros jóvenes puedan crecer en un entorno sano, rodeado de valores que les permitan desarrollarse plenamente como personas y como ciudadanos responsables.

La regulación que propone esta moción es un avance a un país que promueve la cultura de la paz, el respeto a las leyes y el esfuerzo como base del éxito. Por eso, debemos fortalecer el apoyo a quienes, a través de la música y el arte, promueven el respeto, la convivencia y la justicia social.

Aprobar este proyecto de ley es un acto de responsabilidad, un acto de amor por nuestro país, de compromiso con un futuro mejor para todos y, obviamente, para con nuestras futuras generaciones.

Por todas las razones expuestas, invito a esta honorable Sala a apoyar este proyecto de ley, que no es solo una legislación más, sino, como ya lo he mencionado, un compromiso con nuestros niños, niñas y adolescentes, con su bienestar y con su derecho a crecer en un entorno libre de influencias dañinas.

Nuestra responsabilidad y nuestro deber también es impulsar que Chile rechace la narcocultura y, en su lugar, abrace la paz y la justicia.

Desde el Partido Social Cristiano, anuncio nuestro voto a favor de esta iniciativa de ley.

He dicho.

La señorita MUSANTE (doña Camila) .-

Señor Presidente, obligar a los alumnos y alumnas a cantar el himno nacional no los vuelve más patriotas. Prohibir los conciertos de artistas que promueven la narcocultura no termina con el problema del narcotráfico.

Hace tiempo el Congreso Nacional ha entrado en una discusión legislativa de medidas declarativas que no resuelven los problemas de fondo.

Entiendo el espíritu y la preocupación de quienes presentaron este proyecto, pero hay que separar los conciertos y los eventos que se realizan con recursos públicos de aquellos que se realizan dentro del marco privado, porque claramente constituye una restricción a la libertad de expresión, de la que no soy partidaria.

Ahora bien, si alguien de verdad cree que vamos a poder ganar esta guerra al narcotráfico solo con medidas que provengan desde el Ejecutivo, con aumento del contingente policial y con más inteligencia policial, estamos siendo un poco ilusos.

Entiendo que hay una batalla cultural que dar. ¿Cómo le ganamos al narco? Dando una batalla cultural; pero eso no se logra con proyectos de ley que prohíban conciertos, porque eso no significa erradicar el narcotráfico. Debemos promover los buenos ejemplos.

Como dice el dicho, la gente ya no busca espejos donde mirarse, solo malos ejemplos que los justifiquen.

Entonces, inyectemos recursos públicos en políticas de fortalecimiento de distintas disciplinas deportivas que son nuestro orgullo nacional.

Si tanto nos preocupan los ejemplos que van a seguir las infancias, nuestros niños, niñas y adolescentes, abordemos las políticas desde el punto de vista del Servicio Mejor Niñez.

Hay una cancelación del presupuesto al programa sobre niños sin hogar. Entonces, cuando nosotros decimos que nos preocupan las infancias, que los niños tienen que ir primero y que queremos salvar a los niños del narcotráfico que escuchan estas canciones y que recorren toda una vida rodeada de delitos y de delincuencia, debemos dar ese debate legislativo en el proyecto de ley de presupuestos.

Asimismo, quiero hacer un llamado a la Dirección de Presupuestos para que reponga los recursos destinados al programa relacionado con los niños sin hogar de Mejor Niñez, ya que actualmente esos niños ni siquiera están en la fila. Para el narcotráfico y los delincuentes, ellos son simplemente mano de obra barata para cometer delitos. En los últimos cinco años, la participación de niños, niñas y adolescentes en la comisión de delitos ha aumentado en 20 por ciento.

Si realmente nos preocupa el futuro de nuestras infancias en el país, hagámonos cargo de inmediato. Dentro de un par de meses, cuando tengamos que votar el proyecto de ley de presupuestos, espero que la Dirección de Presupuestos esté a la altura de ese debate.

Muchas gracias.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Leonidas Romero .

El señor ROMERO (don Leonidas).-

Señor Presidente, voy a votar gustoso este proyecto. Escuchaba a nuestra colega la diputada Veloso decir “¿qué hicimos?”. Bueno, lo que estamos haciendo es normalizar el consumo de drogas en nuestro país. Las drogas, en general, y particularmente la marihuana, matan neuronas, idiotizan. Hemos visto constantemente que es así. Por lo tanto, voy a votar a favor el proyecto, porque creo que es necesario.

La denominada narcocultura es un problema que se ha masificado entre la población, especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes, elevándose como una moda digna de imitación. Se trata de un conjunto de costumbres, símbolos y otros elementos propios de la actividad criminal vinculada al narcotráfico y otras conductas ilícitas y violentas. Esta cultura también degrada y cosifica a la mujer, a la vez que promueve un consumismo suntuario sin mayor sentido.

El rendimiento comercial de esta tendencia, expresada a través de la denominada “música urbana”, ha hecho que sus exponentes sean difundidos en medios de comunicación y redes sociales. Incluso, hubo una controversia por la invitación de uno de esos artistas al Festival de la Canción de Viña del Mar del presente año, cuya participación, afortunadamente, fue cancelada.

En este contexto, se realizan numerosos shows, espectáculos y conciertos de estos supuestos músicos, quienes también reciben atención en programas con alta sintonía, uno de los cuales es conducido por un conocido periodista que consume drogas en televisión, el que es visto tanto por niños como por adultos.

La narcocultura y la música urbana suponen una degradación moral que afecta a la infancia y a la adolescencia. Esta se desarrolla en sectores populares, en contextos de violencia y marginalidad. Esto es difícil de abordar para los padres, apoderados o escuelas, constituyendo un verdadero peligro para nuestro orden social.

Señor Presidente, reitero que votaré gustoso a favor el proyecto. Espero que sea aprobado por unanimidad.

Cuando escucho a colegas decir que la droga no hace mal, que la marihuana no es adictiva, lo dudo. En mi larga vida he conocido personas que decían dominar las drogas, pero, lamentablemente, murieron por consumo excesivo. No quiero eso para las futuras generaciones.

Lamento que haya parlamentarios y parlamentarias que apoyan la narcocultura y continúan diciendo que la marihuana es inocua, ya que eso es una tremenda mentira que afecta a nuestras generaciones.

Muchas gracias.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Para plantear un punto de Reglamento, tiene la palabra el diputado Cristóbal Urruticoechea .

El señor URRUTICOECHEA.-

Señor Presidente, artículo 90, numeral 6.

La diputada Veloso dijo que yo tenía cierta afición hacia el sexo y que hablaba del coito y de los animales. Quiero aclarar que no tengo problema en seguir educando al Frente Amplio y al Partido Comunista.

El twerking, la Real Academia Española lo define como el baile que se ejecuta generalmente al ritmo del reguetón, con eróticos movimientos de caderas y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer, con los cuerpos muy juntos.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).

-Diputado, eso no corresponde a un punto de Reglamento.

El señor URRUTICOECHEA.-

La danza se conoce como perrear, por imitación de los movimientos del coito…

La señorita SERRANO (doña Daniela) .-

Señor Presidente, creo que para enfrentar un debate de esta envergadura, con el interés demostrado por esta Sala, no creo que sea propio que se diga -recién se señaló en el punto de Reglamento invocado que nos van a venir a educar respecto de una determinada materia. Creo que el debate se tiene que dar en la Sala.

Primero, me gustaría limpiar algunos ripios de este proyecto que estamos debatiendo. Creo que es importante señalar que acá compartimos cabalmente la necesidad de proteger a los sectores más vulnerables, pues estamos hablando de niños, niñas y adolescentes de nuestra sociedad, que están expuestos a la influencia y la normalización de conductas delictivas y, principalmente, del narcotráfico.

Cabe señalar que es importante esta protección; sin embargo, la pregunta que debemos formularnos es: ¿cuál es el rol que juega el Estado en ese ámbito en la educación, por ejemplo -bien lo señaló la diputada Musante -, respecto de la inversión que hace el Estado en cuanto a programas de protección de niños, niñas y adolescentes?

En ese sentido, creo que es importante entender que el narcotráfico, por la ausencia del Estado, no puede ser una pieza que se constituya en nuestra sociedad como parte de una promoción social o, incluso, de acceso a recursos que permitan lograr otros niveles de estatus de consumo o de calidad de vida. En ese sentido, el debate del proyecto de ley tiene que ayudarnos a descifrar qué es lo interesante que propone este proyecto, pero creo que este proyecto solo se queda en el titular.

Este fenómeno no debe ser abordado desde una perspectiva simplista, sino comprendiendo toda su complejidad. Creo que este proyecto tiene problemas que son significativos desde la técnica legislativa y la coherencia. En primer lugar, ¿cuál es la definición que tiene la narcocultura? Esto podría llevar a graves problemas de seguridad jurídica, ya que los jueces tendrían que interpretar de manera subjetiva cuáles son las conductas que estarían catalogadas bajo esta percepción. No existe esa definición.

El riesgo de no diferenciar expresiones artísticas, que son legítimas, de acciones que promuevan conductas punibles, es lo que lleva hoy día a que muchos diputados y diputadas no queramos que este proyecto de ley avance, lo cual, incluso, fue advertido dentro de la comisión. Diputadas que estuvieron en ese debate, como, por ejemplo, la diputada Ana María Gazmuri , dijeron que se hicieron todos los esfuerzos para intentar encauzar este proyecto; sin embargo, los mocionantes, principalmente, no quisieron allanarse a una salida.

Si bien también en este proyecto se dice que se busca proteger a niños, niñas y adolescentes, en su articulado no se evidencia una mayor protección, ni tampoco se comprenden medidas educativas de prevención dentro del sistema escolar, así como de apoyo psicosocial a niños, niñas y adolescentes.

La iniciativa también presenta una técnica legislativa sancionatoria atípica, distinta a las desarrolladas en el Código Penal, ya que utiliza la prohibición directa. Es más adecuado sancionar conductas ilícitas, evitando así discrepancia entre prohibiciones y sanciones, como sucede en este proyecto.

Para dar una opinión mucho más política y no quedarme tan solo en lo técnico, ¿qué es lo que intento decir? Este proyecto se ha constituido en un verdadero voladero de luces. El título promete grandes acciones que podría promover el Estado en la protección de niños, niñas y adolescentes; sin embargo, si desglosamos el proyecto de ley, primero, da cuenta de que no fue conversado, por ejemplo, con otras comisiones legislativas que también tienen un rol muy importante en términos educativos e, incluso, en términos de salud mental de niños, niñas y adolescentes, en circunstancias de que hablamos del consumo de drogas como un elemento problemático que buscamos erradicar con este proyecto.

Por otra parte, es importante abordar el hecho de que los graves problemas que tenemos con los narcotraficantes no son por una canción ni tampoco por el financiamiento de una muestra artística cultural.

Por eso, no me voy a cansar de decir que, si tenemos la real intención de perseguir directamente a los narcotraficantes, levantemos el secreto bancario y persigamos la ruta del dinero. Así se ataca al narco, no con este tipo de proyectos.

He dicho.

La señorita ROMERO (doña Natalia) .-

Señor Presidente, como legisladores tenemos el deber moral de adoptar todas las medidas que sean necesarias para otorgar una protección efectiva a nuestros niños, niñas y adolescentes, sea cual sea el ámbito en el que se estén vulnerando sus derechos.

En el mismo sentido, como legisladores también tenemos la responsabilidad de ser cuidadosos para saber distinguir entre aquello que queremos lograr a través de un proyecto de ley y aquello que finalmente está contenido o consagrado en dicha propuesta.

Lamentablemente, nos encontramos con un proyecto que tenía muy buenas intenciones, pero cuya ejecución no logró el resultado inicialmente esperado. A modo de ejemplo, primero, prohíbe el financiamiento con fondos públicos de actividades en que participen artistas que inciten, avalen o promocionen la narcotultura, pero no define qué es la narcocultura, no asigna una pena por el incumplimiento de esta prohibición y no determina los criterios a partir de los cuales el Estado, a través de sus funcionarios, podrá decidir qué constituye un peligro para los niños y qué no lo constituye.

Así, se crea un caldo de cultivo para la adopción de medidas arbitrarias que no se condicen con la finalidad original de este proyecto de ley, que patrociné sin dudarlo un segundo, pero que, lamentablemente, derivó en un contenido imposible de aprobar.

Lo mismo ocurre con las obligaciones que impone a las empresas productoras de eventos. Los mismos que se benefician económicamente por traer a artistas que promueven o avalan la violencia y el consumo de drogas van a ser los encargados de determinar si los eventos que ellos mismos organizan incluyen o no este tipo de contenido. Es decir, la misma productora tendría que acusarse a sí misma sobre el contenido de los eventos que organice, para establecer para sí misma ciertas obligaciones o restricciones.

Creo firmemente -así lo he hecho saber durante la tramitación de este proyecto que un problema multifactorial como el que estamos abordando no se va a solucionar renunciando a nuestras libertades ni pidiéndole al Estado que se haga cargo de definir qué se puede escuchar y qué no se puede escuchar sin establecer límites o contornos claros para el ejercicio de dicha atribución, atentando derechamente contra la libertad de expresión.

Los padres son quienes tienen el derecho y el deber preferente de educar a sus hijos.

Este proyecto perdió el foco, porque pasó de tener un fin preventivo y educativo en materia de niñez a un fin represivo. Esta iniciativa no busca educar ni entregar mejores herramientas a los padres, sino entregar más poder al Estado para decidir por ellos.

Por mi parte, seguiré trabajando incansablemente para crear las condiciones que permitan a todos los niños, niñas y adolescentes vivir una vida plena, en un país más seguro y con más oportunidades.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Marcos Ilabaca .

El señor ILABACA.-

Señor Presidente, en primer lugar, quiero hacer mías cada una de las expresiones que acaba de señalar la diputada Natalia Romero . Efectivamente, ella hizo un análisis muy correcto de este proyecto. Después de leer el objeto del proyecto, uno puede decir que es una iniciativa que tiene grandes objetivos, que todos en esta Cámara de Diputados vamos a propiciar -estoy de acuerdo con que efectivamente tenemos que fortalecer la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, estableciendo medidas preventivas para evitar exposición a cierto contenido, sobre todo aquel que diga relación con la comisión de ilícitos-, pero ese lindo título queda transformado solamente en eso, porque es un proyecto con graves problemas en su generación.

Claramente, es un proyecto que no pasa ningún tipo de admisibilidad jurídica. Recién escuchaba a un parlamentario decir: “Efectivamente, la iniciativa está más o menos nomás, pero la podemos arreglar, porque todavía no termina su tramitación”. Lo cierto es que a esta Sala vino terminada la tramitación en una comisión seria, que debería presentarnos un proyecto que efectivamente cumpla el rol que debe cumplir, y no meras declaraciones.

Siento que la Sala está tramitando un proyecto de tan mala factura jurídica, donde ni siquiera los verbos rectores son claros, donde las figuras que se intenta sancionar no están claramente delimitadas, estableciendo normas penales en blanco, lo que me parece una vergüenza.

Pido que las comisiones, cuando traten proyectos para establecer delitos, lleven adelante un estudio un poco más acucioso, porque dejan al descubierto que hay una mala práctica en términos de generación de la ley.

La indicación que se presentó -por suerte la iniciativa va a volver a la comisiónen nada resuelve los temas de fondo.

En términos netamente jurídicos, dentro de los tres primeros artículos, que pareciera que son una ley diferente, se establecen solamente prohibiciones directas. El artículo 1 nos señala el objeto de la ley, y el artículo 2 nos dice: “Prohíbase, en los eventos culturales de cualquier naturaleza financiados, en todo o en parte, con fondos públicos, la participación de artistas”, etcétera. Es decir, tenemos un proyecto de ley con dos artículos que no dicen nada.

Luego se empiezan a establecer modificaciones a las leyes. Se intenta modificar la Ley General de Educación, en el párrafo sobre convivencia escolar, y la Ley sobre Fomento de la Música Chilena. Después se intenta agregar dos artículos al Código Penal.

Respecto de las modificaciones al Código Penal, no existe ningún tipo de coherencia en los verbos rectores. Tenemos problemas operativos en la aplicación de la ley.

El objetivo es condenar y perseguir con dureza al narco. Ese es el gran objetivo. Se trata de perseguir con dureza y agresividad la comisión de ilícitos que vulneren la indemnidad sexual de los menores, pero, por la forma en que nos presentan este proyecto, eso es ilusorio, porque pareciera que lo que quieren hacer es tratar de erradicar la cultura del artista urbano nacional, tratando de castigar a artistas como Pailita, Cris MJ , AK4:20, Pablo Chill-E , Polimá WestCoast y Paloma Mami , pero además pareciera, por lo extenso que es la norma, que también intentan sancionar a Tupac Shakur , a The Doors, a Dr. Dre y a Snoop Dogg . Hay artículos que se refieren, por lo menos, a treinta clásicos del rock que hablan de droga, donde capturan la esencia rebelde y controvertida del género musical.

Entonces, ¿van a perseguir también a The Beatles? ¿Van a perseguir también a Pink Floyd ? Porque si ustedes buscan las treinta canciones del rock en inglés que hablan acerca de la cultura narco o del consumo de droga, constatarán que se encuentra Pink Floyd . ¿Eso busca este proyecto de ley?

¿Saben por qué terminamos hablando de esto? Porque este proyecto de ley está tan mal redactado que, en definitiva, queda en un mero título.

Creo que este Congreso está para buscar medidas concretas y preocuparse en serio del problema de fondo. La cultura narco y el narco no son un tema que debemos tomar con este nivel de liviandad. Debemos atacar la cultura narco con medidas serias y concretas. No estamos para este show mediático que algunos intentan presentar en el Congreso Nacional.

En lo particular, voy a votar en contra de un proyecto tan mal desarrollado y redactado.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado José Carlos Meza .

El señor MEZA.-

Señor Presidente, he escuchado muchas de las intervenciones. Por ello, creo que es importante que hagamos algunas distinciones, porque una cosa es la restricción y otra distinta es la protección, y entiendo que el fin último de este proyecto es proteger a una categoría de personas, en este caso a los menores de edad, de que se vean expuestos a ciertos contenidos.

¿Eso implica, por ejemplo, que quienes somos mayores de edad no podamos acceder a esos contenidos? Por supuesto que no, en la medida en que el contenido no sea ilícito. Sin embargo, hay ciertos contenidos a los que nadie debería tener acceso, justamente para la protección de los menores de edad.

Creo que eso es lo primero que debemos tener en cuenta. Estamos hablando de menores de edad, y, por tanto, no hay una censura de por medio. Las canciones, los ritmos, lo que sea que exista podrá seguir existiendo y creándose.

En segundo lugar, es importante hacer presente que, para defender su voto en contra, algunos parlamentarios han buscado decir que todo el género urbano chileno, por ejemplo, es en sí mismo una gran apología del narcotráfico y de la delincuencia, y no es así. Hay canciones y canciones, y hay artistas y artistas.

Voy a citar dos temas totalmente distintos, de dos artistas igualmente diferentes.

El primero es de un autor llamado Yiordano Ignacio , y el tema se llama Mambo para los presos. Quienes no lo conozcan lo pueden buscar después, pero les voy a leer una parte de su letra.

“Este mambo va para los presos Pa' los enfermos de la mente

Para que lo escuche toda mi gente…”. Después dice:

“Este temazo va para ladrones

Aquí somos anti pacos, (…) preguntan qué banco robamos Hay millones de razón”

¿Alguien me puede decir que le gustaría que eso estuviera expuesto a un menor de edad?

¿Ensalzar al delincuente, al que roba?

“El ladrón es chorizo cuando es de menor Pero siempre con la bendición del señor” Ese extracto es de Mambo para los presos.

Después, algunos decían: “Oye, con esto vamos a condenar a Pailita”. ¡Al contrario! ¡Yo celebro a Pailita! Lo escucho diariamente. Hay un tema de Pailita que me parece notable. Se llama Salgo. En él habla justamente de ese entorno en que viven muchos jóvenes chilenos.

En una parte dice:

“Que en la calle se hacen los maldito' Ya no queremo' más delito

Mejor démosle un consejo al cabrochico Mucha delincuencia, tomen conciencia Esta letra va para el que la piensa”

Pailita no hace una apología de la delincuencia ni del narcotráfico, sino todo lo contrario: entrega un mensaje que ojalá todos los jóvenes escucharan, y es ¡que se puede salir adelante!

Muchos aprovechan esta discusión para decir: “No, es que, como Chile es un país desigual, como no hay oportunidades, hay narcotráfico”.

Perdón, ahí subyace un clasismo tremendo, como que la gente pobre tiene que ser narcotraficante, porque, si no, no sale adelante; como que la gente pobre tiene que salir a robar, porque, si no, no sale adelante. Hay que dejar fuera ese clasismo.

La gente pobre y honesta que quiere salir adelante se levanta más temprano, trabaja duro. Jamás me atrevería a apuntar con el dedo, por ejemplo, a alguien como mi padre, un obrero de la construcción; o como mi madre, una temporera que trabajó hasta sus sesenta años, quienes hoy, afortunadamente, no tienen necesidad de hacerlo, porque sus hijos somos profesionales.

No voy a permitir que ustedes vengan a decir que gente como mi padre o como mi madre tiene que ser delincuente, ¡por supuesto que no! Al contrario, hay que señalar y celebrar a quienes salen adelante.

Chile es el país de la movilidad social. ¿Cuántos de quienes estamos acá somos la primera generación de profesionales de nuestras familias? ¿Y me van a decir que la gente humilde tiene que robar? Por supuesto que no. No estoy dispuesto a aceptar esa analogía.

Para terminar, quiero decir que es evidente que con este proyecto no vamos a acabar con el narcotráfico, por supuesto que no. No le pidamos a este proyecto que solucione lo que no se ha pensado solucionar, pero buscaremos avanzar en medidas para evitar que los niños tengan acceso a contenidos que los dañan. Eso sí es importante.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el diputado Gaspar Rivas .

El señor RIVAS.-

Señor Presidente, este proyecto de ley tiene para mí un sentido bastante particular, porque, si no estoy equivocado, con excepción de los proyectos sobre retiro de fondos previsionales de los últimos años, este constituye el primer proyecto de ley de mi autoría -si bien se trata de mociones refundidas que llega a esta Sala para su votación.

Eso no es casualidad, porque, normalmente, mis proyectos nunca pasan de su etapa de presentación en la respectiva comisión, y ahí duermen el sueño de los justos, porque atacan al sistema directamente, con profundidad, y nunca existe el valor ni la voluntad política para ponerlos en tabla.

Me refiero, por ejemplo, al proyecto de renacionalización de la gran minería del cobre. Tal vez de aquí a unos cien años exista voluntad política para ponerlo en tabla en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

Desde mi punto de vista, hay ciertas cosas que no tienen cabida en una sociedad democrática, en una sociedad decente. Ciertos discursos o ciertas apologías no tienen cabida en una sociedad como la nuestra.

Si hoy, por ejemplo, un humorista se subiera al escenario de la Quinta Vergara y contara chistes sobre homosexuales, como ocurría a mediados de los años 90, sería bajado inmediatamente, no duraría ni un minuto, no alcanzaría a terminar su chiste.

¿Por qué, sin embargo, podemos permitir a una persona, que lucra, incluso, que suba al escenario no a contar chistes sobre homosexuales, pero sí a interpretar canciones que apologizan la droga, la muerte, la cultura del balazo y de la delincuencia, como si fuese algo baladí, algo simpático, normalizando, naturalizando, “chorificando”, “bacanizando”, “sinimportizando”, a través de lo que llamo conceptos que lavan una imagen? Claro, porque es simpático, es buena onda; es lo que llamo los “buenondismos”.

Con los “buenondismos” se le lava la cara a cualquier cosa, se le lava la imagen a cualquier cosa, incluso a estupideces como estas, de andar cantando apologías respecto de los narcotraficantes, de los balazos, de qué sé yo, las encerronas, los portonazos o lo que fuere.

Desde mi punto de vista, el Estado no puede dar libertad para promover este tipo de cosas, sobre todo entre los menores, es decir, entre aquellos que, debido a que su mente no está lo suficientemente madura como para darse cuenta de la gravedad de lo que están escuchando, pueden creer que la manera de lograr algo en la vida, de prosperar en la vida, es tomar una pistola y salir a robar, a matar o a vender drogas.

En esa línea, quiero aclarar que nunca he compartido esa lógica que representan algunos sectores en este Congreso Nacional, de que el delincuente es una bella alma soñadora, víctima de la sociedad, y de que es la sociedad la que debe hacerse cargo de la responsabilidad que tiene ese delincuente, la que debe ver dónde le falló al pobre angelito, que terminó vendiendo drogas, matando o robando, en una suerte de colectivización de la culpa individual. ¡No! Las responsabilidades son individuales, no colectivas, porque, si no, lo único que estaríamos logrando sería crear una sociedad donde nadie se haría responsable de sus actos, porque la culpa sería de la sociedad, no del individuo.

Por lo tanto, voy a votar a favor este proyecto de ley, porque, reitero, hay ciertas cosas que en nuestra sociedad simplemente no tienen cabida.

He dicho.

El señor SOTO, don Raúl (Presidente accidental).-

Ha concluido el tiempo del Orden del Día.

En consecuencia, la discusión de este proyecto queda pendiente para una próxima sesión.