Labor Parlamentaria
Diario de sesiones
- Alto contraste
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Índice
- DOCUMENTO
- PORTADA
- ASISTENCIA
- II. APERTURA DE LA SESIÓN
- III. CUENTA
- )------------(
- MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE EXSENADOR HERNÁN VODANOVIC SCHNAKE
- MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE EXMINISTRO DE MINERÍA ALFONSO DULANTO RENCORET
- MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE RICARDO ARIZTÍA DE CASTRO, EXDIRIGENTE GREMIAL Y EXDIRECTOR DE INDAP
- ACUERDOS DE COMITÉS
- )------------(
- IV.
ORDEN DEL DÍA
-
REFORMA DE SISTEMA DE PENSIONES
- ANTECEDENTE
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- INTERVENCIÓN : Felipe Jose Kast Sommerhoff
- INTERVENCIÓN : Rojo Edwards Silva
- INTERVENCIÓN : Pedro Araya Guerrero
- INTERVENCIÓN : Matias Vicente Walker Prieto
- INTERVENCIÓN : Maria Isabel Allende Bussi
- INTERVENCIÓN : Gaston Rene Saavedra Chandia
- INTERVENCIÓN : Jose Gilberto Garcia Ruminot
- INTERVENCIÓN : Juan Luis Castro Gonzalez
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- INTERVENCIÓN : Ivan Alejandro Moreira Barros
- INTERVENCIÓN : David Sergio Sandoval Plaza
- INTERVENCIÓN : Luz Eliana Ebensperger Orrego
- INTERVENCIÓN : Paulina Andrea Nunez Urrutia
- INTERVENCIÓN : Fidel Edgardo Espinoza Sandoval
- INTERVENCIÓN : Carlos Ignacio Kuschel Silva
- INTERVENCIÓN : Alejandra Amalia Sepulveda Orbenes
- INTERVENCIÓN : Maria Jose Gatica Bertin
- INTERVENCIÓN : Alejandro Kusanovic Glusevic
- INTERVENCIÓN : Jaime Daniel Quintana Leal
- INTERVENCIÓN : Paulina Vodanovic Rojas
- INTERVENCIÓN : Alfonso De Urresti Longton
- INTERVENCIÓN : Ximena Cecilia Rincon Gonzalez
- INTERVENCIÓN : Jose Miguel Insulza Salinas
- INTERVENCIÓN : Juan Ignacio Latorre Riveros
- INTERVENCIÓN : Rodrigo Galilea Vial
- INTERVENCIÓN : Esteban Jorge Velasquez Nunez
- INTERVENCIÓN : Claudia Pascual Grau
- INTERVENCIÓN : Javier Ignacio Macaya Danus
- INTERVENCIÓN : Sergio Alfredo Gahona Salazar
- INTERVENCIÓN : Karim Antonio Bianchi Retamales
- INTERVENCIÓN : Rafael Prohens Espinosa
- INTERVENCIÓN : Ricardo Andres Lagos Weber
- INTERVENCIÓN : Ximena Loreto Ordenes Neira
- INTERVENCIÓN : Francisco Huenchumilla Jaramillo
- INTERVENCIÓN : Ivan Alberto Flores Garcia
- INTERVENCIÓN : Gustavo Adolfo Sanhueza Duenas
- INTERVENCIÓN : Luciano Cruz-coke Carvallo
- INTERVENCIÓN : Yasna Provoste Campillay
- INTERVENCIÓN : Maria Loreto Carvajal Ambiado
- INTERVENCIÓN : Felipe Jose Kast Sommerhoff
- INTERVENCIÓN : Daniel Ignacio Nunez Arancibia
- INTERVENCIÓN : Francisco Javier Chahuan Chahuan
- INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- INTERVENCIÓN : Rodrigo Galilea Vial
- DEBATE
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Yasna Provoste Campillay
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- DEBATE
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- DEBATE
- DEBATE
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Carmen Gloria Aravena Acuna
- DEBATE
- INTERVENCIÓN : Maria Jose Gatica Bertin
- DEBATE
- DEBATE
-
REFORMA DE SISTEMA DE PENSIONES
- CIERRE DE LA SESIÓN
- ANEXO SESIÓN
- -Proyecto de ley de los Honorables Senadores señor Keitel, señora Órdenes, y señores Chahuán y Kusanovic, con la que inician un proyecto de ley que modifica la Ley de Tránsito, con el objeto de prohibir la detención o estacionamiento de vehículos motorizados en los lugares que indica, destinados a la carga de vehículos eléctrica de vehículos eléctricos (Boletín N° 17.366-15).
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- Sebastian Keitel Bianchi
- Ximena Loreto Ordenes Neira
- Francisco Javier Chahuan Chahuan
- Alejandro Kusanovic Glusevic
- AUTOR DE UN DOCUMENTO
- -Proyecto de acuerdo De los Honorables Senadores señor Kuschel, señoras Aravena, Carvajal, Gatica y Núñez, y señores Araya, Bianchi, Castro González, Castro Prieto, Chahuán, Espinoza, Flores, Gahona, Galilea, Huenchumilla, Keitel, Kusanovic, Latorre, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker, con el que solicitan a Su Excelencia el Presidente de la República que, si lo tiene a bien, presente a tramitación una iniciativa de ley que establezca un régimen especial para la regularización de las cotizaciones previsionales adeudadas por empleadores que sean micro, pequeñas y medianas empresas, en los términos que indican (Boletín N° S 2.605-12).
- SOLICITUD DE ACUERDO AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
- Carlos Ignacio Kuschel Silva
- Carmen Gloria Aravena Acuna
- Maria Loreto Carvajal Ambiado
- Maria Jose Gatica Bertin
- Paulina Andrea Nunez Urrutia
- Pedro Araya Guerrero
- Karim Antonio Bianchi Retamales
- Juan Luis Castro Gonzalez
- Juan Enrique Castro Prieto
- Francisco Javier Chahuan Chahuan
- Fidel Edgardo Espinoza Sandoval
- Ivan Alberto Flores Garcia
- Sergio Alfredo Gahona Salazar
- Rodrigo Galilea Vial
- Francisco Huenchumilla Jaramillo
- Sebastian Keitel Bianchi
- Alejandro Kusanovic Glusevic
- Juan Ignacio Latorre Riveros
- Ivan Alejandro Moreira Barros
- Daniel Ignacio Nunez Arancibia
- Manuel Jose Ossandon Irarrazabal
- Rafael Prohens Espinosa
- Kenneth Peter Pugh Olavarria
- Jaime Daniel Quintana Leal
- David Sergio Sandoval Plaza
- Enrique Van Rysselberghe Herrera
- Esteban Jorge Velasquez Nunez
- Matias Vicente Walker Prieto
- SOLICITUD DE ACUERDO AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
- -Proyecto de ley de los Honorables Senadores señor Keitel, señora Órdenes, y señores Chahuán y Kusanovic, con la que inician un proyecto de ley que modifica la Ley de Tránsito, con el objeto de prohibir la detención o estacionamiento de vehículos motorizados en los lugares que indica, destinados a la carga de vehículos eléctrica de vehículos eléctricos (Boletín N° 17.366-15).
Notas aclaratorias
- Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
- Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
Legislatura 372ª
Sesión 98ª, especial
Lunes 27 de enero de 2025
(De 15:23 a 00:24 del martes 28 de enero de 2025)
Presidente , señor José García Ruminot
Vicepresidente , señor Matías Walker Prieto
Secretario General , señor Raúl Guzmán Uribe
Secretario General subrogante, señor Julio Cámara Oyarzo
REDACCIÓN DE SESIONES
ÍNDICE
I. ASISTENCIA........................................................................................
II. APERTURA DE LA SESIÓN...............................................................
III. CUENTA...............................................................................
Minuto de silencio en memoria de exsenador Hernán Vodanovic Schnake................................................................................
Minuto de silencio en memoria de exministro de Minería Alfonso Dulanto Rencoret.....................................................................
Minuto de silencio en memoria de Ricardo Ariztía de Castro, exdirigente gremial y exdirector de Indap......................................
Acuerdos de comités................................................................
IV. ORDEN DEL DÍA....................................................................
Reforma de sistema de pensiones (15.480-13) (se aprueba en general y en particular con modificaciones).................................
ASISTENCIA
--Allende Bussi, Isabel
--Aravena Acuña, Carmen Gloria
--Araya Guerrero, Pedro
--Bianchi Retamales, Karim
--Carvajal Ambiado, Loreto
--Castro González, Juan Luis
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Cruz-Coke Carvallo, Luciano
--De Urresti Longton, Alfonso
--Durana Semir, José Miguel
--Ebensperger Orrego, Luz
--Edwards Silva, Rojo
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Flores García, Iván
--Gahona Salazar, Sergio
--Galilea Vial, Rodrigo
--García Ruminot, José
--Gatica Bertin, María José
--Huenchumilla Jaramillo, Francisco
--Insulza Salinas, José Miguel
--Kast Sommerhoff, Felipe
--Keitel Bianchi, Sebastián
--Kusanovic Glusevic, Alejandro
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Lagos Weber, Ricardo
--Latorre Riveros, Juan Ignacio
--Macaya Danús, Javier
--Moreira Barros, Iván
--Núñez Arancibia, Daniel
--Núñez Urrutia, Paulina
--Órdenes Neira, Ximena
--Ossandón Irarrázabal, Manuel José
--Pascual Grau, Claudia
--Prohens Espinosa, Rafael
--Provoste Campillay, Yasna
--Pugh Olavarría, Kenneth
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Saavedra Chandía, Gastón
--Sandoval Plaza, David
--Sanhueza Dueñas, Gustavo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Soria Quiroga, Jorge
--Van Rysselberghe Herrera, Enrique
--Velásquez Núñez, Esteban
--Vodanovic Rojas, Paulina
--Walker Prieto, Matías
Concurrieron, además, los ministros de Hacienda , señor Mario Marcel Cullell, y secretario general de la Presidencia , señor Álvaro Elizalde Soto, y la ministra del Trabajo y Previsión Social, señora Jeannette Jara Román.
Asimismo, se encontraban presentes la subsecretaria general de la Presidencia , señora Macarena Lobos Palacios; el subsecretario de Previsión Social , señor Claudio Reyes Barrientos, y el superintendente de Pensiones , señor Osvaldo Macías Muñoz.
Actuaron de Secretario General el señor Raúl Guzmán Uribe, titular, y de Secretario General subrogante , el señor Julio Cámara Oyarzo, y de Prosecretario , el señor Roberto Bustos Latorre.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 15:23, en presencia de 21 señoras senadoras y señores senadores.
El señor GARCÍA (Presidente).-
En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. CUENTA
El señor GARCÍA (Presidente).-
Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor BUSTOS (Prosecretario) da lectura a la Cuenta, la cual, por ser un documento oficial, se inserta íntegramente y sin modificaciones.
"Diecisiete Mensajes de Su Excelencia el Presidente de la República
Con el primero, retira la urgencia que hiciera presente en relación con el proyecto de ley que fija un nuevo fraccionamiento entre el sector pesquero artesanal e industrial (Boletín Nº 17.096-21).
Con el segundo, hace presente la urgencia, calificándola de "suma", respecto del proyecto de ley que fija un nuevo fraccionamiento entre el sector pesquero artesanal e industrial (Boletín Nº 17.096-21).
Con el tercero y el cuarto, hace presente la urgencia, calificándola de "discusión inmediata", en relación con los siguientes proyectos de ley:
-El que dicta normas sobre transferencia de tecnología y conocimiento (Boletín N° 16.686-19).
-El que modifica la ley N° 21.442, de Copropiedad Inmobiliaria, para ampliar las excepciones establecidas respecto de las exigencias previstas en sus artículos 60 y 70 (Boletín N° 17.326-14).
Con los ocho siguientes, retira y hace presente la urgencia, en el carácter de "discusión inmediata", respecto de las siguientes iniciativas:
-La que crea el Subsistema de Inteligencia Económica y establece otras medidas para la prevención y alerta de actividades que digan relación con el crimen organizado (Boletín N° 15.975-25).
-Para la protección de la infraestructura crítica del país (Boletín N° 16.143-02).
-La que regula la prevención de incendios forestales y rurales, y otras materias que indica (Boletín N° 16.335-14).
-La de reforma integral al sistema de adopción en Chile (Boletín N° 9.119-18).
-La que introduce modificaciones a la ley N° 19.169, que establece normas sobre otorgamiento de premios nacionales, para otorgar anualmente el Premio Nacional de Literatura (Boletín N° 16.491-37).
-La que establece una Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales e introduce modificaciones en cuerpos legales que indica (Boletín N° 16.566-03).
-Reforma constitucional con el objeto de establecer como requisito para ser candidato a Presidente de la República, Senador y Diputado, el no haber sido condenado por delitos de violencia intrafamiliar, ni estar considerado en el Registro de Deudores de Alimentos (Boletines N°s 14.629-07, 13.835-07, 15.267-07, 15.269-07 y 14.641-07, refundidos).
-La que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones para exigir que la planificación urbana contemple espacios públicos seguros y accesibles para las mujeres (Boletín N° 16.744-14).
Con el decimotercero y decimocuarto, hace presente la urgencia, en el carácter de "suma", en relación con los siguientes proyectos:
-El que modifica la ley N° 20.585, sobre otorgamiento y uso de licencias médicas, con el objeto de fortalecer las facultades de los organismos reguladores y fiscalizadores y establecer las sanciones administrativas y penales que indica (Boletín N° 14.845-11).
-El que modifica el sistema registral y notarial en sus aspectos orgánicos y funcionales (Boletín Nº 12.092-07).
Con los tres finales, retira y hace presente la urgencia, en el carácter de "suma", en relación con los siguientes asuntos:
-El que modifica diversos cuerpos legales para prohibir el porte y tenencia de armas de fuego a personas procesadas o condenadas por violencia intrafamiliar (Boletín N° 15.936-18).
-El que modifica diversos cuerpos legales, en materia de fortalecimiento del Ministerio Público (Boletín N° 16.374-07).
-Sobre armonización de la ley N° 21.302, que Crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia y Modifica Normas Legales que Indica, y la ley N° 20.032, que Regula el Régimen de Aportes Financieros del Estado a los Colaboradores Acreditados, con la ley N° 21.430, Sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia (Boletín N° 15.351-07).
--Se toma conocimiento de los retiros y de las calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios
Cinco de la Honorable Cámara de Diputados
Con el primero, comunica que ha aprobado el proyecto de ley que modifica la ley N° 21.442, de Copropiedad Inmobiliaria, para ampliar las excepciones establecidas respecto de las exigencias previstas en sus artículos 60 y 70, correspondiente al Boletín N° 17.326-14 (con urgencia calificada de "discusión inmediata").
--Pasa a la Comisión de Vivienda y Urbanismo.
Con el segundo, informa que ha aprobado el proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales para prohibir el porte y tenencia de armas de fuego a personas procesadas o condenadas por violencia intrafamiliar, correspondiente al Boletín N° 15.936-18 (con urgencia calificada de "suma").
--Pasa a la Comisión de Familia, Infancia y Adolescencia.
Con el tercero, comunica que ha aprobado el proyecto de ley que modifica el Código Penal para ampliar las hipótesis de los delitos de robo por sorpresa y robo con violencia, e incorporar la circunstancia agravante que indica, correspondiente al Boletín Nº 16.834-07.
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Con el cuarto, comunica que, en sesión de fecha 22 de enero pasado, aprobó las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales con el objeto de atender fenómenos urbanos consolidados en el territorio, urgentes, que afectan a la población, correspondiente al Boletín Nº 16.772-14.
Con el quinto, informa que, en sesión celebrada el día 22 de enero de 2025, aprobó las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley que prorroga el plazo establecido en la ley N° 21.435 para la inscripción de derechos de aprovechamiento en el Catastro Público de Aguas, correspondiente al Boletín N° 17.151-33.
--Se toma conocimiento y en atención a que los proyectos han sido aprobados por ambas Cámaras y se remitieron a Su Excelencia el Presidente de la República, se registran los oficios en el archivo, junto con sus antecedentes.
Del Excmo. Tribunal Constitucional
Remite sentencia dictada en el proceso Rol N° 16024-24-CPR, sobre control de constitucionalidad del proyecto que crea el Ministerio de Seguridad Pública, correspondiente al Boletín N° 14.614-07.
--Se toma conocimiento y se mandó comunicar a Su Excelencia el Presidente de la República, para que disponga su promulgación como ley.
Envía sentencia dictada en el proceso Rol N° 16051-24-CPR, sobre control de constitucionalidad del proyecto que determina conductas terroristas y fija su penalidad, y deroga la ley N° 18.314, correspondiente a los Boletines números 16.224-25, 16.180-25, 16.210-25, 16.235-25 y 16.239-25, refundidos.
--Se toma conocimiento y se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la República, para que disponga su promulgación como ley.
Comunica resoluciones dictadas en los procesos Roles N° 16122-25-INHP y N° 16138-25-INHP, sobre requerimientos formulados por un grupo de Honorables Diputados en ejercicio, para que se declare la cesación en el cargo de la Honorable Senadora que indica.
Asimismo, remite resoluciones dictadas en procedimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, respecto de las siguientes disposiciones:
-artículo 429, inciso primero, frase final, del Código del Trabajo (Rol N° 15512-24-INA).
-artículos 22 del decreto con fuerza de ley N° 707, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley Sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, y, 434, inciso cuarto, del Código de Procedimiento Civil (Rol N° 16057-24-INA).
-artículo 472 del Código del Trabajo (Rol N° 16064-24-INA).
-artículos 162, inciso quinto, oración final, y 472, del Código del Trabajo (Rol N° 16050-24-INA).
-artículo 162, inciso séptimo, en la frase que indica, del Código del Trabajo (Rol N° 16076-24-INA).
--Se remiten los documentos a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Remite copias de sentencias pronunciadas en los requerimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad referidos a los siguientes preceptos legales:
-artículo 1°, inciso segundo, de la Ley N° 18.216 (Rol N° 15366-24-INA).
-artículo 157 ter, del Código Procesal Penal (Rol N° 15515-24-INA).
-artículo 448 septies, inciso tercero, del Código Penal (Rol N° 15066-23-INA).
-frases "solo" y "cuando lo interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en el inciso tercero del artículo precedente", contenidas en el artículo 277, inciso segundo, del Código Procesal Penal (Rol N° 15440-24-INA).
-artículos 472, y 476, del Código del Trabajo (Rol N° 15122-24-INA).
--Se manda archivar los documentos.
De la señora Ministra de Minería
Envía antecedentes solicitados por la Honorable Senadora señora Provoste, en relación con el acuerdo suscrito entre la Corporación Nacional del Cobre de Chile y la empresa SQM, para la explotación de litio en el Salar de Atacama.
Proporciona información solicitada por el Honorable Senador señor Latorre, sobre las medidas que se aplicarán a la empresa minera que señala, de la comuna de Cabildo, a raíz del desborde del relave minero hacia afluentes del río La Ligua.
De la señora Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Remite antecedentes solicitados por la Honorable Senadora señora Campillai, relacionados con la partida presupuestaria asignada el año en curso para el Parque Cultural de Valparaíso , y sobre la consideración de recursos para mejorar y reacondicionar la infraestructura de dicho recinto.
Del señor Defensor de la Niñez
Responde inquietudes formuladas por el Honorable Senador señor Chahuán, acerca de la situación que habría permitido la salida ilegal, por pasos fronterizos no autorizados en los últimos años, de veinte mil niños, niñas y adolescentes, y las acciones adoptadas al respecto.
De la señora Contralora Regional de la II Contraloría Regional Metropolitana de Santiago
Remite informe final N° 760, de 2023, sobre auditoría al proceso de pago asociado a la licitación pública que indica, del Programa de Alimentación Escolar, en la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas.
Del señor Director Regional del Servicio de Impuestos Internos de Valparaíso
Informa al tenor de lo solicitado por la Honorable Senadora señora Allende, en materia de propiedades exentas y afectas al pago de contribuciones en la región de Valparaíso, el porcentaje promedio de aumento de dicho impuesto y las fuentes normativas que justifican el último reevalúo aplicado.
De la señora Superintendenta de Seguridad Social
Emite informe, a petición del Honorable Senador señor De Urresti, sobre las medidas adoptadas por el organismo a su cargo en torno a la situación de los médicos considerados como grandes emisores de licencias médicas.
Del señor Superintendente de Pensiones
Informa requerimiento de la Honorable Senadora señora Allende, relacionado con la cantidad de personas beneficiarias de la Pensión Garantizada Universal en la región de Valparaíso.
De la señora Directora Ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental
Absuelve consulta formulada por el Honorable Senador señor De Urresti, sobre el funcionamiento de la empresa que indica, en especial, si sus operaciones cumplen con las exigencias legales en materia medio ambiental, y si sus proyectos han cumplido con las observaciones del Servicio de Evaluación Ambiental.
Del señor Presidente del Directorio de la Corporación Nacional del Cobre de Chile
Atiende inquietud de la Honorable Senadora señora Provoste, relativa a la explotación de litio en el Salar de Atacama que la empresa estatal desarrollará a través de una asociación con la empresa SQM y, en particular, si dicha explotación requerirá la suscripción de un Contrato Especial de Operación de Litio.
--Se toma conocimiento y quedan a disposición de Sus Señorías.
Informes
De la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y de la Comisión de Hacienda, recaídos en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la Pensión Garantizada Universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica (Boletín Nº 15.480-13) (con urgencia calificada de "discusión inmediata").
De la Comisión de Salud, recaído en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica el Código Sanitario, para incorporar entre los servicios de los profesionales que señala, la adopción de acciones para prevenir la infertilidad (Boletín N° 16.708-11).
De la Comisión de Salud, recaído en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica la ley N° 20.418, que fija normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, para promover la información y educación sobre la infertilidad (Boletín N° 16.709-11).
--Quedan para Tabla.
Moción
De los Honorables Senadores señor Keitel, señora Órdenes, y señores Chahuán y Kusanovic, con la que inician un proyecto de ley que modifica la Ley de Tránsito, con el objeto de prohibir la detención o estacionamiento de vehículos motorizados en los lugares que indica, destinados a la carga de vehículos eléctricos (Boletín N° 17.366-15).
--Pasa a la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
Proyecto de acuerdo
De los Honorables Senadores señor Kuschel, señoras Aravena, Carvajal, Gatica y Núñez, y señores Araya, Bianchi, Castro González, Castro Prieto, Chahuán, Espinoza, Flores, Gahona, Galilea, Huenchumilla, Keitel, Kusanovic, Latorre, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker, con el que solicitan a Su Excelencia el Presidente de la República que, si lo tiene bien, presente a tramitación una iniciativa de ley que establezca un régimen especial para la regularización de las cotizaciones previsionales adeudadas por empleadores que sean micro, pequeñas y medianas empresas en los términos que indican (Boletín N° S 2.605-12).
--Queda para ser votado en su oportunidad".
El señor BUSTOS (Prosecretario).-
Es todo, Presidente.
Gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, señor Prosecretario .
)------------(
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Antes de dar lectura a los acuerdos de comités, solicito la autorización correspondiente para que ingresen a la sala la subsecretaria general de la Presidencia , doña Macarena Lobos Palacios; el subsecretario de Previsión Social , don Claudio Reyes, y el superintendente de Pensiones , don Osvaldo Macías.
¿Habría acuerdo para ello?
--Así se acuerda.
)------------(
MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE EXSENADOR HERNÁN VODANOVIC SCHNAKE
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Señoras senadoras, señores senadores, los invito a ponerse de pie para guardar un minuto de silencio en memoria de don Hernán Vodanovic Schnake , senador de la República en el período 1990-1994; ministro del Tribunal Constitucional , y padre de nuestra colega senadora Paulina Vodanovic .
(Los asistentes se ponen de pie y la Sala guarda un minuto de silencio).
Les ruego permanecer de pie.
MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE EXMINISTRO DE MINERÍA ALFONSO DULANTO RENCORET
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
De igual modo, los invito a rendir homenaje y guardar un minuto de silencio en memoria del exministro de Minería del Gobierno del Presidente Ricardo Lagos Escobar y exintendente de la región de Antofagasta don Alfonso Dulanto Rencoret .
( La Sala guarda un minuto de silencio).
MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE RICARDO ARIZTÍA DE CASTRO, EXDIRIGENTE GREMIAL Y EXDIRECTOR DE INDAP
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Por último, y de igual manera, los invito a que tributemos homenaje a don Ricardo Ariztía de Castro , expresidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, expresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura y exdirector nacional del INDAP.
( La Sala guarda un minuto de silencio).
Muchas gracias.
ACUERDOS DE COMITÉS
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
El señor Secretario dará lectura a los acuerdos de comités.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Gracias, señor Presidente .
Buenas tardes.
Los comités, en sesión celebrada el jueves 23 de enero recién pasado, adoptaron los siguientes acuerdos:
1.- Solicitar al presidente de la Comisión de Hacienda que autorice o recabe el acuerdo de dicha instancia para la publicación en el Sistema de Información Legislativa (SIL) del informe de esa comisión recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la pensión garantizada universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica (boletín N° 15.480-13), en forma previa a dar cuenta de dicho documento en la sala del Senado.
2.- Los comités concordaron en que el Presidente del Senado , en uso de sus facultades, cite a sesión de la Corporación para el lunes 27 o martes 28 de enero de 2025, en horario que su señoría determine, con la finalidad de tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la pensión garantizada universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica, siempre que fuera despachado por la Comisión de Hacienda y se hubiera recibido el informe respectivo.
Del mismo modo, los comités, en reunión celebrada el día de hoy, adoptaron los siguientes acuerdos:
1.- Guardar, al inicio de la sesión, un minuto de silencio, respectivamente, en memoria del exsenador señor Hernán Vodanovic Schnake y del señor Ricardo Ariztía de Castro, recientemente fallecidos.
2.- Con respecto al tratamiento en sala del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la pensión garantizada universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica, contemplado en el Orden del Día de la sesión especial de hoy, acordaron el siguiente procedimiento:
2.1.- Fijar un plazo para renovar o presentar indicaciones o solicitar votaciones separadas en esta iniciativa, cumpliendo los requisitos reglamentarios que en cada caso corresponda, hasta las 17 horas del lunes 27 de enero de 2025.
Este acuerdo se adoptó con el voto en contra del Comité Partido Social Cristiano.
2.2.- Abrir la votación respecto de este proyecto a las 19 horas.
Este acuerdo se adoptó con el voto en contra del Comité Partido Social Cristiano y del Comité Partido Republicano.
2.3.- Otorgar hasta diez minutos en total a cada señora senadora y a cada señor senador para hacer uso de la palabra, tiempo que podrá ser distribuido por sus señorías tanto para hablar durante el debate de la iniciativa como para fundamentar su voto, o en una sola intervención en uno u otro momento de los señalados.
3.- Considerar en el primer y segundo lugar, respectivamente, del Orden del Día de la sesión ordinaria del martes 28 de enero de 2025, las siguientes iniciativas:
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que autoriza erigir un monumento en memoria del ex Presidente de la República señor Sebastián Piñera Echenique (boletín N° 17.354-37).
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que crea el Subsistema de Inteligencia Económica y establece otras medidas para la prevención y alerta de actividades que digan relación con el crimen organizado (boletín N° 15.975-25).
4.- Tratar en la tabla de Fácil Despacho de la sesión ordinaria citada para el miércoles 29 de enero de 2025 las siguientes iniciativas:
-Proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el Tratado de Extradición entre la República de Chile y la República Argentina, suscrito en Santiago, República de Chile, el 5 de diciembre de 2023 (boletín N° 17.200-10).
-Proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el Convenio Europeo sobre Extradición, suscrito en París el 13 de diciembre de 1957; el Primer Protocolo Adicional al Convenio Europeo de Extradición, suscrito en Estrasburgo el 15 de octubre de 1975; y el Segundo Protocolo Adicional al Convenio Europeo sobre Extradición, suscrito en Estrasburgo el 17 de marzo de 1978 (boletín N° 17.201-10).
-Informe de la comisión mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley que modifica el Código de Aguas en lo relativo al procedimiento de fiscalización y vigilancia por parte de la Dirección General de Aguas (boletín N° 16.504-33).
5.- Considerar en el primer, segundo, tercer, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno lugar, respectivamente, del Orden del Día de la sesión ordinaria citada para el miércoles 29 de enero de 2025, los siguientes asuntos:
-Oficio de Su Excelencia el Presidente de la República mediante el cual, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 42 de la Constitución Política de la República, solicite el acuerdo del Congreso Nacional para prorrogar la vigencia del estado de excepción constitucional de emergencia en la región de La Araucanía y en las provincias de Arauco y del Biobío, siempre que hubiere ingresado el mencionado oficio en la honorable Cámara de Diputados, fuere despachado por esta y se hubiere recibido el oficio respectivo que comunique su decisión sobre la materia.
-Oficio de Su Excelencia el Presidente de la República mediante el cual, en virtud de lo establecido en los párrafos quinto y final del numeral 21º del artículo 32 y en la disposición quincuagésima tercera transitoria de la Constitución Política de la República, solicite el acuerdo del Congreso Nacional para prorrogar la vigencia de la medida que dispone que las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública ejerzan las facultades establecidas en el decreto con fuerza de ley N° 1, de 2023, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, para el resguardo de áreas de zonas fronterizas en las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá y de Antofagasta, según dispone el decreto supremo N° 78, de 2023, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, siempre que hubiere ingresado el mencionado oficio en la honorable Cámara de Diputados, fuere despachado por esta y se hubiere recibido el oficio respectivo que comunique su decisión sobre la materia.
-Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica cuerpos legales que indica con el objeto de autorizar el uso de tecnologías de autentificación biométrica para la correcta identificación de pasajeros del transporte aéreo (boletín N° 16.434-15).
-Proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales en lo relativo a las sanciones de los delitos de robo, hurto y receptación de cables de telecomunicaciones (boletín N° 14.983-07).
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica el Código Sanitario para incorporar, entre los servicios de los profesionales que señala, la adopción de acciones para prevenir la infertilidad (boletín N° 16.708-11).
-Proyecto, en primer trámite constitucional, que modifica la ley N° 20.418, que fija normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, para promover la información y educación sobre la infertilidad (boletín N° 16.709-11).
-Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que prohíbe el ingreso y tránsito de vehículos motorizados en las arenas de playa, terrenos de playa y dunas costeras en todo el territorio nacional (boletín N° 15.666-12).
-Proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que regula la extracción de áridos (boletines Nos 15.096-09 y 15.676-09, refundidos).
-Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica el Código del Trabajo con el objeto de perfeccionar la regulación del principio de la igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres (boletines Nos 10.576-13, 12.719-13 y 14.139-34, refundidos), siempre que fuere despachado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social y se hubiere recibido el informe respectivo.
Este acuerdo se adoptó con el voto en contra del Comité Partido Unión Demócrata Independiente.
Es todo, señor Presidente.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, señor Secretario General .
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El señor GARCÍA (Presidente).-
Referente a la Cuenta y a los acuerdos de comités, se ofrece la palabra.
Se encuentran inscritos para intervenir los senadores Francisco Chahuán, Manuel José Ossandón y Rafael Prohens.
Senador Chahuán, tiene la palabra.
El señor CHAHUÁN.-
Presidente , pido que se recabe el acuerdo de la Sala para abrir la votación a partir de las 17 horas, que corresponde justamente al término del plazo para indicaciones.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Chahuán, el acuerdo de los comités es abrir la votación a las 19 horas. Para modificar eso se necesita la unanimidad de la Sala y creo que no la hay.
No existe acuerdo unánime.
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El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Manuel José Ossandón.
El señor OSSANDÓN.-
Dos cosas, Presidente.
En primer término, quiero señalar que hoy el senador Chahuán presenta su libro, y por eso se estaba solicitando que la votación se abriera a las 5 de la tarde, para que pudiera ir a Santiago y volver. Pero ese es un tema en conciencia.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Ossandón, no abramos discusión ahora.
El señor OSSANDÓN.-
Estaba explicando nomás, porque hay cosas que son humanas.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Sí, entiendo.
Escuchemos los informes y, luego de eso, el senador Chahuán puede volver a hacer la solicitud y veremos si existe acuerdo de la Sala.
Puede continuar, senador.
El señor OSSANDÓN.-
Presidente , quiero pedir plazo para presentar indicaciones hasta mañana martes 28 de enero, a las 12, respecto del proyecto que modifica la ley N° 21.325, de Migración y Extranjería, y otros cuerpos legales, en las materias que indica (boletín N° 16.072-06).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¿Hay acuerdo para proceder con el aumento de plazo que está solicitando el senador Ossandón?
¿Habría acuerdo?
La señora EBENSPERGER.-
Ya lo hemos cambiado muchas veces, Presidente.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Voy a volver a consultar, porque me parece que no hay acuerdo.
Senador José Miguel Insulza, sobre esta materia.
El señor INSULZA.-
Seguramente, este proyecto no va a ser tratado antes del receso. Yo pido que pueda ser un día más, hasta el miércoles.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
No hay acuerdo.
La señora EBENSPERGER.-
Hasta el martes, sí.
El señor OSSANDÓN.-
Hasta las 12 hay acuerdo.
La señora NÚÑEZ.-
Hasta mañana hay acuerdo.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Hasta mañana a las 12 hay acuerdo.
La señora EBENSPERGER.-
Pero lo podríamos haber visto antes si no se hubiese aumentado el plazo de indicaciones.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
No hay acuerdo por el momento, senador Ossandón.
La señora NÚÑEZ.-
Había hasta mañana.
El señor OSSANDÓN.-
¿Cómo no?
Pero si había acuerdo recién y el senador Insulza planteó ampliarlo.
Lo que se rechaza es la ampliación que pide el senador Insulza, pero lo que yo había pedido hasta las 12, ¿se rechaza ahora?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Consulto por última vez.
¿Hay acuerdo para prorrogar el plazo?
El señor INSULZA.-
Si el plazo es hasta mañana, yo rechazo.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
No hay acuerdo, senador Ossandón.
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El señor GARCÍA (Presidente).-
Ha solicitado la palabra el senador Rafael Prohens.
El señor MOREIRA.-
Pero yo también había pedido la palabra para intervenir.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Está inscrito también, senador Moreira.
El senador Prohens estaba inscrito desde antes.
Senador Prohens, tiene la palabra.
El señor PROHENS.-
Gracias, Presidente.
Quiero que se pida el permiso de la Sala para funcionar mañana en forma paralela respecto del boletín N° 16.335-14, que es el proyecto de ley que regula la prevención de incendios forestales.
Nosotros tenemos un compromiso de sacar esto el día miércoles en la Comisión de Agricultura, pero nos falta un poco de tiempo.
Por eso estamos pidiendo ese plazo de mañana.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Perdón, senador Prohens, no me queda claro cuál es la solicitud.
El señor PROHENS.-
Que la Comisión de Agricultura funcione mañana en paralelo con la Sala entre las 17 y las 18:30.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¿Hay acuerdo para que la Comisión de Agricultura sesione mañana en paralelo con la Sala en los horarios que ha señalado el senador Prohens?
Así se acuerda.
Gracias, senador Prohens.
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El señor GARCÍA (Presidente).-
Senador Iván Moreira.
El señor MOREIRA.-
Presidente , me quiero referir a otro tema.
A raíz de lo que ha señalado mi querido amigo el senador Ossandón, quizá él no está informado. Él plantea que es una cuestión humana que el senador Chahuán pueda ir a lanzar su libro relativo a un tema tan sensible como es el genocidio de Palestina. Él pide un gesto humano. Pero es mucho más humano que la presidenta del Partido Socialista, que está viviendo un momento muy triste, venga a votar, por la formación que recibió de su padre.
Luego de que los comités acordaran que la votación se iba a abrir a las 7 de la tarde, se le avisó y se coordinó que la senadora pudiera venir.
Esa es la razón por la que nosotros no queremos dar el acuerdo para que la votación se inicie a las 5 de la tarde.
Yo iría feliz al lanzamiento del libro que con tanto esmero ha llevado adelante el senador Chahuán, pero yo creo que, si hay un compromiso, tenemos que cumplirlo.
Gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Moreira, yo entiendo que no habría incompatibilidad entre una y otra situación, porque si la votación se abre a las 17 horas, puede votar el senador Chahuán y, luego, cuando llegue la senadora Paulina Vodanovic, por supuesto que va a estar abierta la votación, y ella también podrá hacerlo.
No veo incompatibilidad.
Pero ya tomaremos la decisión en cuanto a si hay acuerdo en la Sala para que se abra la votación a las 17 horas.
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El señor GARCÍA (Presidente).-
Entramos, entonces, a la tabla de hoy.
IV. ORDEN DEL DÍA
REFORMA DE SISTEMA DE PENSIONES
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Estamos convocados, hasta total despacho, para hacernos cargo del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea un nuevo sistema mixto de pensiones y un seguro social en el pilar contributivo, mejora la pensión garantizada universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica, con informes de las Comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Hacienda.
Proyecto discutido en general y en particular por la Comisión de Trabajo y urgencia calificada de "discusión inmediata" (boletín 15.480-13).
--A la tramitación legislativa del proyecto (boletín 15.480-13) se puede acceder a través del vínculo ubicado en la parte superior de su título.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
El señor Secretario General nos hará la relación del proyecto; luego escucharemos al presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, senador Juan Antonio Coloma; y después, al presidente de la Comisión de Hacienda , senador Felipe Kast.
Señor Secretario General, tiene la palabra para hacer la relación.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Gracias, señor Presidente .
El señor Presidente pone en discusión el proyecto ya individualizado.
El objetivo de la iniciativa es aumentar las pensiones de los actuales y futuros pensionados y pensionadas, reducir las distorsiones que afectan principalmente a las mujeres y a la clase media.
Para ello, se propone un modelo mixto de pensiones, en el que contribuyan los empleadores, las trabajadoras y los trabajadores y el Estado.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social hace presente que en sesión del 7 de agosto de 2024 la Sala la autorizó para discutir la iniciativa en general y en particular con ocasión del trámite reglamentario del primer informe.
La referida comisión deja constancia, además, de que aprobó el proyecto de ley en general por la unanimidad de sus integrantes, honorables senadores señora Sepúlveda y señores Coloma, Cruz-Coke, Galilea y Saavedra.
En particular, sancionó las normas de la iniciativa con las modificaciones y votaciones, que fueron también unánimes, que se registran en su informe.
Por su parte, la Comisión de Hacienda, como reglamentariamente corresponde, se pronunció acerca de las normas de su competencia en los términos en que fueron aprobadas por la Comisión de Trabajo y Previsión Social y respecto de las indicaciones presentadas ante aquella instancia.
Asimismo, la Comisión de Hacienda consigna que introdujo enmiendas en los artículos 4, 8, 30, 35, 37, 41, 51, 54, 55, 67, 69, permanentes, y en los artículos cuarto, undécimo, trigésimo quinto y trigésimo sexto transitorios del texto despachado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social. Además, incorporó los artículos transitorios cuadragésimo séptimo y quincuagésimo, nuevos. Todo lo anterior, en virtud de las votaciones tanto unánimes como de mayoría que se registran en su informe.
Por otra parte, deja constancia de los informes financieros considerados en cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 17 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.
Se hace presente que, al tenor de lo informado por las comisiones que analizaron esta iniciativa, los artículos 1 a 79, permanentes, y los artículos transitorios del proyecto de ley, con excepción del cuadragésimo séptimo y del cuadragésimo noveno, corresponden a normas de quorum calificado, por lo que requieren 26 votos favorables para su aprobación.
También se informa que las siguientes disposiciones revisten el carácter de normas orgánicas constitucionales: artículos 26; 28; 31; 33; 34; 40, inciso tercero; 41, incisos cuarto, quinto, sexto y séptimo; 42; 44; 57, incisos segundo y tercero; 67, número 52, en cuanto a la letra D del artículo 166 bis nuevo que propone; 71, número 5, en cuanto al artículo 6 que reemplaza; y 75, por lo que requieren 26 votos favorables también para su aprobación.
El texto que se propone aprobar se transcribe en las páginas 394 y siguientes del informe de la Comisión de Hacienda y en el boletín comparado que sus señorías tienen a su disposición.
Desde ya, hacemos presente que hay tanto indicaciones como solicitudes de votación separada. Se trata de indicaciones formuladas por el honorable senador señor Juan Castro Prieto y solicitudes de votación separada presentadas por la honorable senadora señora Rincón, la honorable senadora señora Provoste y el honorable senador señor Kusanovic.
Como se indicó en los acuerdos de comités, para el tratamiento de esta iniciativa cada señor senador y cada señora senadora tendrá hasta diez minutos para hacer uso de la palabra, ya sea al momento del debate o al fundamentar su voto, pudiendo hacerlo en una u otra instancia en los tiempos que determine o de una sola vez en alguna de estas instancias, pero siempre con el límite de hasta diez minutos en el uso de la palabra.
Es todo, señor Presidente.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, señor Secretario General .
Ofrezco la palabra al señor presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, senador Juan Antonio Coloma, para que rinda el informe respectivo.
Estimamos, senador, que puede usted ocupar unos treinta minutos.
Si requiere más, nos avisa.
El señor COLOMA.-
Presidente , vamos a hacer un esfuerzo para tratar que las 979 páginas que tiene el informe comparado se puedan comprender en no tanto tiempo. Porque, de otra manera, sería inviable un legítimo debate sobre la materia.
Paso a informar, en nombre de la Comisión de Trabajo, el proyecto referido. La Comisión está compuesta por la senadora Sepúlveda , el senador Saavedra , el senador Galilea , el senador Cruz-Coke y quien habla, en la segunda parte (al inicio de esta discusión estuvo el senador Moreira ). El debate tuvo la participación de los ministros de Hacienda y del Trabajo en casi todas las sesiones.
Comenzaré haciendo mención a datos generales.
Yo no voy a leer, sino que voy a tratar de plantear una manera de informar que sea entendible...
(rumores en la sala).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Coloma, ¿me disculpa un minuto?
El señor COLOMA.-
¡Estaba lanzado...!
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Ruego a los señores senadores tomar ubicación en sus pupitres para permitir que todos escuchemos el informe respectivo.
Senador Coloma, puede continuar.
El señor COLOMA.-
Gracias, Presidente.
Este proyecto ingresó a la Cámara de Diputados el 7 de noviembre de 2022 y llegó al Senado el 30 de enero de 2024.
Parto afirmando eso porque, si uno hace una breve referencia, puede entender que hay más de dos años de tramitación. Aquí no se trató de improvisar algo, no se intentó no reflexionar en profundidad, sino que, al contrario, se hizo un gran esfuerzo por entender, diagnosticar y buscar soluciones respecto de un tema que por algo no ha sido objeto de acuerdo durante más de veinte años.
Probablemente, esta reforma debimos haberla hecho hace veinte años. Pero, obviamente, no hay nada más poderoso que cuando a una verdad le llega su hora y cuando se dan las condiciones políticas para poder generar un acuerdo.
Probablemente, esto no hubiera sido posible hace algunos meses o años. Creo que hoy día se está en condiciones de producir un entendimiento en temas tan relevantes como este.
Esta comisión celebró 39 sesiones, a las cuales asistieron muchos senadores hoy día presentes. El trabajo de nuestra comisión tuvo una gran difusión, a través de todos los medios del Senado, porque quisimos hacer una discusión transparente y profunda.
¿Cuál fue el método que utilizamos?
Básicamente, una primera etapa en la que invitamos a diversos especialistas, de la más variopinta ideología, para que nos ayudaran a entender algo que era clave para tener una buena respuesta, que es hacer un diagnóstico común.
Oídas esas intervenciones, adicionalmente, se formó una comisión técnica compuesta por seis personas, que también representan distintas sensibilidades, que por un largo tiempo se abocaron a tratar de materializar un diagnóstico mediante el cual se iban generando algunas propuestas que nos pudieran ayudar a tomar decisiones informadas y que no se limitaran a denunciar -cosa que es muy legítima- dónde están los problemas, sino a buscar las alternativas con las cuales podíamos resolver, a lo menos, parte de las interrogantes planteadas.
¿Cuál fue el diagnóstico, grosso modo -y ustedes lo podrán ver en el informe con más detalle-, y el escenario que se nos presentó?
El primer diagnóstico es que en Chile existe un gran tema no resuelto relacionado con el aumento de la longevidad, que es un dato muy importante, y que voy a graficar a título personal para no herir ninguna susceptibilidad.
Si uno mira las tablas de longevidad -que están publicadas en el Ministerio de Salud desde hace muchos años, no es de ahora; de hecho, corresponde a una política pública aplicada desde hace cincuenta años-, podrá encontrarse con que, por ejemplo, en la época en que nací -para plantearlo a modo personal, porque sería complejo hacerlo con un tercero-, la expectativa de vida era de cincuenta y tres años. Eso se suponía que iba a vivir un hombre en Chile. Hablo de la expectativa, y no de un promedio.
Y si uno mira las estadísticas actuales, un varón al nacer tiene una expectativa de vida de setenta y siete años. O sea, si uno hace un cálculo matemático simple, se percata de que en dos generaciones la expectativa de vida ha aumentado 50 por ciento, que al compararla a nivel histórico resulta una cifra impresionante.
En el primer milenio los aumentos de tasa eran del 2 o del 3 por ciento, y después fueron algo más. Pero en el último período se ha producido un alza enorme de la longevidad en el mundo, en particular en Chile.
De alguna manera, somos tributarios de las cosas que hicimos bien en su momento.
Chile es el país con la tasa de longevidad más alta de toda América del Sur, y la segunda a nivel de América, solo superado por Canadá.
Ese es el dato duro.
Vivimos más. ¿Por qué? Porque se aplicaron buenas políticas.
Yo reconozco siempre al doctor Monckeberg en materia de nutrición. Después, en cuanto a alimentación congratulo a distintos gobiernos, y también por mejoramientos en materia de agua potable, por cambios en medicina, acciones preventivas y políticas públicas que significaron cambios exitosos.
Pero ese éxito conlleva también desafíos.
Quiero entender que, si la longevidad es mayor, ojalá esa longevidad sea mejor. Y ahí radica el primer gran tema de las pensiones.
Hasta ahora, nuestro esquema, que lleva cuarenta y cuatro años, partía de la base -y creo que lo hacía con razón- de que con un 10 por ciento de cotización individual era suficiente para tener una vida digna en el tiempo adicional posterior a la etapa de jubilación.
Voy a dar un ejemplo práctico: se pensaba que un hombre de sesenta y cinco años iba a vivir cinco, seis, ocho o diez años más, y por eso se hacían cálculos de ese tipo.
Hoy día uno no se sorprende de personas que viven hasta los setenta y cinco, ochenta, ochenta y cinco, noventa años. Y probablemente todos conocemos casos dentro de nuestras familias.
Entonces, hay un sistema que fue elaborado con cierta lógica de longevidad pero que fue evolucionando. Y fue el primer gran desafío por resolver que nos plantearon los técnicos.
El segundo gran desafío era cómo avanzar en una cuestión que me parece de justicia. Obviamente, no todos están de acuerdo. He leído notas de prensa donde se manifiestan muy contrarios -yo por lo menos soy partidario, y así lo plantearon los técnicos- a que un hombre y una mujer, a la misma edad y con el mismo ahorro, reciban similar monto de pensión.
Hoy día, la diferencia es de 11 por ciento. O sea, una mujer de sesenta y cinco años y un hombre de sesenta y cinco años con el mismo ahorro previsional -para no generar ninguna discrepancia- reciben una pensión donde el monto es un 11 por ciento más bajo para la mujer.
Nos agregaron los técnicos, además, un dato que considero interesante socializar. Para una mujer, es más difícil cotizar que para un hombre. El promedio de cotización, según dijo el superintendente, para el caso de una mujer abarca el 48 por ciento de su vida. En cambio, un hombre llega al 58 por ciento. Y la explicación es la maternidad, el cuidado de los hijos, la dificultad de traslado.
No hablamos del mismo escenario.
Eso produce una realidad compleja tratándose de la mujer.
Y a nosotros nos pareció justo aprovechar este cambio estructural que se iba a realizar en materia de pensiones para asumir ciertas realidades y generar las compensaciones adecuadas para que su mejoramiento fuera posible. Esto se ha hecho en otros países, y nos pareció que en Chile sí podíamos avanzar en una política pública de este tipo.
El tercer gran desafío que nos plantearon los técnicos -insisto, de todos los sectores- fue atender lo que hoy día constituye una gran política pública y que se llama "PGU", la cual fue muy relevante y apoyada por este Congreso en forma transversal, y que generó también mucha polémica. Aquí muchos institutos estaban en contra de la pensión garantizada universal. Pero a nosotros nos parecía -y fui parte de ese proceso con el Presidente Piñera- que era una política pública mediante la cual había que hacerse cargo básicamente de las personas en situación de pobreza y aquellas que no contaban con un pilar contributivo poderoso.
Y esa PGU, que ha tenido un efecto muy importante, genera una realidad más compleja, particularmente con el cuarto y quinto quintil, que corresponden a los sectores medios, que tienen menos acceso y cuya tasa de reemplazo es muy baja; por ejemplo -y lo vamos a ver al final-, por lagunas previsionales. Pero además es baja porque si uno ahorra el 10 por ciento y vive mucho más de los diez años presupuestados -es la cifra estimada que se suponía iba a sobrevivir-, obviamente los recursos van siendo mucho más escasos. Y ahí había que establecer un incentivo para la cotización.
Era el tercer punto que nos presentaron como desafío importante.
Un cuarto punto era generar una política respecto a la PGU, donde había numerosos partidos -más que numerosos porque no hubo ninguna coalición política que no lo planteara- que proponían subirla a 250 mil pesos y a partir de ahí establecer reglas más previsibles respecto de ir mejorándola, a pesar de que es un costo fiscal relevante. Incluso, algunos que cuidan mucho el gasto fiscal presentaron una indicación para que subiera a 250 mil pesos en el Presupuesto del 2023, sin establecer cuál era el financiamiento, y que por un voto fue declarada inadmisible, cosa que sí hubiera sido una debacle fiscal relevante. Pero logramos un acuerdo importante en cuanto a cómo generar esa alza.
Por último, introducir una mayor competencia entre las administradoras de fondos de pensiones, en donde, siendo un mercado de difícil comprensión, había diferencias muy altas entre las comisiones que se cobraban -que llegaban a cobros tres veces superiores-, pero sin que se tradujera necesariamente en el traspaso del afiliado a aquella que fuera más barata, porque el cambio entre administradores es casi nulo, muy escaso, pues hay una elasticidad muy compleja.
Yo pensé originalmente, y lo debo reconocer, que eso tenía un correlato en la rentabilidad. Pensaba, "bueno, si es más cara, es más rentable". Y los datos que me proporcionó la Superintendencia me mostraron algo distinto: que no necesariamente pasaba eso, sino más bien al contrario. Aquello reforzó la idea de que había que generar una competencia de mejor manera para que hubiera un sistema que permitiera bajar las comisiones, en la medida que se pudiera, y optimizar las rentabilidades para, a través del ahorro, proporcionar un mejor porvenir para los chilenos.
Junto con esto, hubo dos elementos adicionales que se plantearon.
Primero, la necesidad de retomar nuestro mercado de capitales, el cual quedó muy destrozado a propósito de los retiros, lo que ha ocasionado un gran efecto en el país.
Hoy día, a diferencia de algunos años atrás, conseguirse un crédito a treinta años es casi imposible. Y obtener las tasas que se ofrecían en ese momento también es casi imposible.
Es verdad que ha cambiado el mundo en general, pero si tuviéramos un mercado de capitales más poderoso o pudiéramos ponerle más músculo, obviamente eso proporcionaría condiciones de mercado mucho más favorables para, por ejemplo, los proyectos habitacionales que puedan desarrollar los sectores chilenos, cuyas tasas y plazos actuales lo hacen imposible.
Por último -y eso lo va a explicar el senador Kast cuando informe sobre las muy interesantes sesiones que sostuvo la Comisión de Hacienda-, también se estableció cuál era el efecto de no hacer nada en esta materia, donde hemos conocido la conclusión del Consejo Fiscal Autónomo, según la cual el gasto en PGU, que alcanza a un poquito más del 2 por ciento del PIB, en no muchos años podría ser de un 7 por ciento, con lo que todo el sistema que considera la estabilidad fiscal quedaría en una situación de alta vulnerabilidad.
Esos fueron básicamente los temas que se plantearon para resolver, lo cual supuso -y voy a ser franco- sacar un proyecto sustancialmente diferente del que venía desde la Cámara de Diputados. Aunque algunas cosas se asumieron, en la esencia ahora se trata de una iniciativa muy distinta, porque el cometido se abordó con una lógica que tratara de ir adecuando el diagnóstico compartido a que habíamos arribado y que no era compatible con el texto emanado desde la otra rama legislativa, el cual semejaba un queso suizo, según palabras del ministro , pero que adicionalmente contenía algunas lógicas diferentes a las que hoy día se adoptaron.
¿Cómo se fueron resolviendo los distintos desafíos, Presidente?
Respecto de la longevidad, se estableció, a mi juicio, el cambio más importante del proyecto, que es subir del 10 por ciento al 16 por ciento la cotización individual; o sea, un 6 por ciento de aumento, que es una cantidad muy relevante.
Quiero poner un ejemplo sobre qué significa dicho incremento en la práctica para que todos lo tengamos claro. Para una pensión autofinanciada de 350.000 pesos, que es sobre la mediana, que se generó a partir del 10 por ciento de ahorro, con el nuevo sistema en régimen, no ahora, sino en régimen, con una cotización del 16 por ciento la persona estaría cobrando una pensión de 560.000 pesos; o sea, hablamos de un 60 por ciento adicional. Cada uno puede hacer el cálculo que le parezca, pero con la nueva fórmula se aumentan las pensiones en un 60 por ciento, en régimen. Y no es lo mismo recibir 350.000 pesos que 560.000. Haga todos los cálculos que le parezcan para proyectarlo, pero lo importante es ese 60 por ciento más.
Quiero también hacer el punto acerca de que esto es de cargo de los empleadores. Dicho sea de paso, esta discusión sobre el 6 por ciento viene desde hace veinte años; no es de ahora. Y lo único que teníamos claro es que debía ser dicho porcentaje. La discusión se refería a si era 3 a 3, ¿se acuerdan?, o si era otra la distribución, pero nunca nadie objetó el efecto de ese 6 por ciento adicional. Y por eso que va a ser un proceso gradual, que dependerá de distintos gatillos, que también explicará el senador Kast , donde se consideran entre nueve y once años para irse adecuando a esta cifra y así no afectar a los empleadores.
Adicionalmente se estableció, y está incorporado y aprobado en la Cámara de Diputados, un gatillo para ayudar a las pymes -y quiero subrayarlo- a hacerse cargo de este aumento de cotización, donde se genera una disminución del impuesto de primera categoría, que sabemos que desde el 1° de enero pasó a ser un 25 por ciento, y, en virtud de la respectiva norma, se rebaja por los próximos tres años a un 12,5 por ciento y a un 15 por ciento el cuarto año.
Entonces, aquí se hace un esfuerzo especial por los empleadores, siempre fue el concepto, pero también se les da una mano en el tiempo a las pymes mediante la generación de una suerte de compensación para que no sean tan dramáticos los efectos que el proyecto supone.
De este 6 por ciento, un 4,5 por ciento va a la cuenta individual y un 1,5 por ciento se registra en la cuenta individual.
Entonces, a mí me genera un poco de ruido cuando veo publicaciones que dicen que es 4 por ciento, si es un 6 por ciento. Y usted, cuando el sistema esté en régimen, va a ver el 4,5 que ingresa y el 1,5 que se registra en el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP), el cual -voy a explicar brevemente- cuenta con tasa de interés y tiene heredabilidad, inembargabilidad y garantía del Estado. La misma garantía del Estado que ha existido, por ejemplo, y se lo quiero recordar a los más antiguos, con el bono de reconocimiento, e incluso más fuerte, que se estableció cuando partió el sistema. En ese momento muchos pensaron: "No se va a pagar". Ahora, que levante la mano aquel al que no le han respondido. Porque se ha pagado siempre y se seguirá pagando.
Y, adicionalmente, existe la garantía del Estado, que es la misma que se aplica respecto de otros bonos que se colocan en el mercado. Aquí, una breve disquisición. Hay personas que me preguntan: "¿Por qué debo tener esto, que otorga una tasa de interés tipo Tesorería?". Yo les quiero decir que el 23 por ciento promedio de los ahorros actuales en poder de las AFP están en bonos de Tesorería, ¡el 23! Y esto -y lo acordamos- puede reemplazar parte de ese mismo porcentaje.
Entonces, es una forma de posibilitar que el Fondo pudiera ir generando los incentivos para cumplir con sus roles y, como es un bono, que se pague al momento que la persona se jubile, igual como ocurre con el bono de reconocimiento.
Es curioso, porque los mismos que apoyan después dudan: "Pero es que...". No. Digamos las cosas con franqueza: es un 6 por ciento y tiene garantía del Estado la parte consiguiente, y queda registrada mensualmente en las cuentas de capitalización individual. Y lo van a ver no el día X, sino a partir del pleno funcionamiento, y ahí estará. Y como habrá personas que dentro de poco tiempo se van a jubilar, no sé, en dos, tres, cuatro años más, cuando sea necesario, verán que los fondos están en la cuenta individual.
Ese aumento del ahorro es clave para entender de buena manera lo planteado.
Respecto de la situación del hombre y la mujer, se establece un seguro social, que es del orden del 2,5 por ciento, que incluye lo que hoy día se paga por el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia, sobre el cual nunca nadie me había dicho antes que es como reparto, cuando existe hace muchos años. Promedio de los últimos cinco años: 1,76 por ciento. La diferencia es el "bono tabla", que puede ser mayor o menor, pero que ayuda a que un hombre y una mujer, a la misma edad y con el mismo ahorro, reciban la misma jubilación. Dicho sea de paso, también es un incentivo para que la mujer entienda que, con más trabajo, reúne más ahorro y recibe una mejor jubilación.
Me parece que es un círculo virtuoso al cual uno debería aspirar siempre en una sociedad, cuestión que me parece también un gran avance.
El tercer punto se refiere a cómo generar una colaboración para los sectores medios y cómo premiar el ahorro, para evitar pensar: "No tiene sentido ahorrar". Al contrario, tiene mucho sentido. Y un hombre que hoy día esté pensionado hace veinte años recibe, como cotizó el 10 por ciento, una jubilación mucho menor que la necesaria, por el cambio de longevidad. Porque si no hubiera habido un cambio en tal sentido no estaríamos hablando del tema. O sea, es un problema feliz, porque vivimos más. Pero el desafío grande es que vivamos mejor.
Y las personas van a recibir 0,1 unidades de fomento por cada año cotizado hasta un máximo de 2,5 UF. Y eso me parece un avance muy significativo, porque ¿qué es lo que hace? Estimular el ahorro, puesto que uno dice: "¿Sabe qué? Es buen negocio ahorrar más". Y eso es virtuoso, desde todo punto de vista.
Y respecto a la mujer, hay una transición, que parte con los diez años, con el mismo sistema, hasta un máximo de 2,5 unidades de fomento y con un mínimo de 0,1 UF, el cual irá evolucionando en el tiempo hasta sumar quince años. Dicho sea de paso, en todos los informes que he visto ahora, incluso de los más ácidos detractores, se señala que había que hacerlo, porque es una forma de ir mejorando e incentivando la cotización individual para mejorar las pensiones. Y creo que apunta en el sentido correcto.
Respecto a la PGU, tema que también hemos abordado, se sube a 250 mil pesos. Como produce un efecto económico importante, porque no es poco, sino que considera muchos recursos, se hace en etapas. Y nosotros, sea con este u otro Gobierno y con cualquier ministro de Hacienda , siempre hemos sido muy cuidadosos con las herramientas fiscales, y se estableció que se parte a los 82 años para después ir bajándolo gradualmente, hasta llegar en dos años más al 65 por ciento, o sea, a los sesenta y cinco años, que es cuando se paga la PGU. Y eso me parece también un avance muy significativo, que supone un esfuerzo, pero yo no conozco a nadie que no haya dicho que eso hay que hacerlo.
Por otro lado, se genera una competencia mayor respecto de las administradoras. Expliqué el problema de la poca competencia y la necesidad de mayor rentabilidad.
Para efectos de la competencia se genera una licitación de stock cada dos años, con un 10 por ciento de los actuales cotizantes y de los que van entrando.
Dicho sea de paso, este proceso se avisa de dos formas diferentes, porque alguien me pregunta: "¿Cómo voy a saber si yo estoy licitado?". Primero, el superintendente, una vez licitado, va a dar información genérica y, entre otras cosas, va a hacer algo que es de harto sentido común y que vale más que mil cartas, a mi juicio: decir cuáles son los dígitos verificadores, el último número respecto al cual se generó la licitación, con lo que va a ser muy fácil que la persona pueda ver si figura o no, simplemente entrando en la página de la Superintendencia.
Pero, adicionalmente, le va a llegar una carta, donde le van a decir: "Estas son las condiciones en que usted puede entrar o no entrar". Puede decir que sí o que no. Y agregamos algo que también es importante: ver las condiciones que puede haber no solamente respecto del costo, sino de otros elementos como, por ejemplo, las sucursales. Porque en El Maule me han dicho: "Yo quiero saber si esta administradora va a tener una sucursal física".
Probablemente, cada vez va a haber más personas que utilizan internet. Pero hay un sector grande, ciudadano, que sigue actuando -y tiene todo el derecho a hacerlo- por la vía personal, y por eso podrá decidir. Y si dice que no, es no. Y esa libertad se mantiene siempre, nunca se conculca. En cualquier momento uno puede decir que no, y puede cambiarse, sea con licitación, sea sin licitación, cualesquiera que sean los escenarios en que se da respuesta.
Adicionalmente, para mejorar la competencia, se rebaja el encaje, que es algo que se ha planteado muchas veces. Incluso, nosotros lo subimos un poco más respecto a lo originalmente planteado, pero quedó algo importante. Y el encaje también sirve para generar una mejor competencia entre administradoras de manera de aumentar la rentabilidad, que es otro elemento gravitante. Si uno compara el tema de la rentabilidad es muy significativo.
Esperamos, entonces, por esta vía, generar una mayor competencia, que es sana -es bueno competir más-, y una mayor rentabilidad, que es sana. ¿Y quiénes se benefician? Los afiliados, que con menos costo van a poder tener más sueldo líquido y con más rentabilidad van a tener más ahorro, y eso supone una mejor jubilación.
Respecto del FAPP, yo quiero ser claro también. ¿Cuáles son las funciones? Administrar el seguro social, que ya lo hace el SIS, que está establecido, y administrar la cotización de rentabilidad protegida.
Este es un órgano, Presidente -también quiero subrayar esto-, ¡autónomo! No depende de este gobierno, del próximo, del subsecuente. Y su nombramiento es igual que el del Banco Central.
Buscamos qué sistema había funcionado bien: el del Banco Central. Vamos a tener un rol en el Senado, porque la propuesta tiene que ser aprobada acá. Y, de esa manera, ir conformando un cuerpo orgánico que no va a depender de nadie, porque es autónomo, y que va a tener esas funciones y va a ser controlado por los organismos contralores que hoy día existen, y eso también me parece muy relevante.
Adicionalmente -me voy a pasar tres minutos, Presidente ; hice un esfuerzo grande-, se abordaron otros temas a los que hoy también quiero hacer una pequeña referencia, que debió haberse hecho hace mucho tiempo. Por ejemplo, cambiar los sistemas de cobranzas judiciales de las cotizaciones.
Hoy día, nos decían los ministros -me puedo equivocar-, hay un millón y medio de juicios de cotización unificada. Porque cuando un empleador no paga (porque no puede pagar, porque no quiso pagar o cualquiera que sea la razón; generalmente es porque no puede pagar), cada administradora hace un juicio.
Aquí lo que se hace es buscar un mandatario común. Esto estaba pedido por todo el mundo. No sé si a ustedes les ha tocado ir a los tribunales del trabajo. No hay nadie que no diga: "No damos abasto". ¡Claro! Pues bien, con este sistema se cambian de 1 millón 500 mil a 300 mil los juicios, con un mandatario común, que me parece superrelevante para poder hacer, además, eficiente el sistema. Y, adicionalmente, se realizan cambios respecto de condonaciones de multas, intereses penales, para poder colaborar a que las deudas atrasadas se puedan pagar.
Hoy día muchos empleadores decían: "La suma del reajuste por los intereses penales, las multas, hace imposible llegar a cifras que se paguen", y, al final, el daño es común.
Los seguros de lagunas. ¡Si las lagunas previsionales han generado un daño profundo, porque no había un sistema que pudiera hacerse cargo de la previsión en caso de cesantía!
Aquí se usa el Fondo de Cesantía, que ha sido muy exitoso, y que tiene recursos para poder hacerse cargo de ese tema, que me parece absolutamente fundamental.
El superintendente señalaba -dicho sea de paso, él ha pasado por hartos gobiernos; no es que sea del actual; ¡cambia todo menos el superintendente!, lo que da mayor institucionalidad- que solo este cambio puede significar un 3 por ciento más en la pensión, y un 3 por ciento es harto si se suma.
Hay un cambio de los multifondos generacionales, tema en que había también un gran acuerdo técnico, visto que ha generado algunos conflictos. El punto es cómo ir hacia las legislaciones más avanzadas.
Queda la constancia en los documentos que nos entregaron en la comisión: Nueva Zelandia, Canadá , Inglaterra, parte de Estados Unidos cuentan con fondos generacionales, que tienen que ver con ir generando cohortes conforme a la edad de las personas. La gente más joven puede enfrentar muchos más grados de riesgo a largo plazo. De ahí vienen los derivados y todo otro tipo de fondos que son más riesgosos, pero también más rentables. Para eso necesitan un tiempo determinado, y eso es lo que este tipo de fondos genera.
Vimos también legislación comparada respecto a qué pasaba con los cambios sucesivos. Aquí ha habido personas que se han ido cambiando permanentemente de fondo y el resultado final, según mi modelo gráfico, era perjudicial respecto a si hubiera estado en el fondo que le correspondía a su edad, que no necesariamente es el mismo.
Por último, se trata de facilitar la cotización de los independientes.
Hoy día hay mucha gente que quiere cotizar, pero le cuesta mucho, porque hay que presentar un conjunto de papeles si uno quiere ahorrar en una AFP. Se hacen lo que se llaman los "PAC", voluntarios por cierto. Además, uno puede cotizar, cosa que no se podía, por sus hijos o hijos menores, permanentemente, que es una forma también de ir preocupándose del ahorro de las personas.
Un último tema del que también quiero hacerme cargo es el de los APV. ¡Los APV no tienen ni un cambio! He visto un montón de publicaciones que dicen: "Oye, los APV van a destruirse". ¡Los APV no tienen ni un cambio, quedan exactamente con la misma legislación de hoy día!
Usted con los APV hace lo que quiere, porque es plata voluntaria, no nace de la obligatoriedad. Porque la cotización es obligatoria, por eso se establece un sistema determinado. En la medida en que sea voluntario, usted puede usar los recursos como a usted le parezca.
En resumen, Presidente, aquí es imposible que en todo se llegue completamente a acuerdo, pero creo que se ha hecho un esfuerzo noble.
En lo personal al menos, pienso que esto interpreta muchas de mis ideas -voy a hablarlo yo en particular después- en materia de libertad, en materia de ahorro, en materia de propiedad privada, en materia de hacer un esfuerzo por tener mejores pensiones. Y ha surgido de una discusión que ha sido importante, que no se había podido resolver en mucho tiempo.
Y me parece que uno también tiene que pensar en el Chile grande. En este momento de cortoplacismo frenético; de un uso de las redes sociales que no distingue mucho lo que es falso, mera consigna, de lo que es cierto, creo que es importante pensar en el Chile que tenemos que heredar a las generaciones futuras. Y yo quiero un país en donde la gente tenga pensiones dignas, dentro de un Estado que garantiza sus derechos y defiende sus libertades. Ese es el Chile al que yo creo que debemos aspirar.
Esto no tiene un efecto mañana; esto tiene un efecto de largo plazo. El largo plazo existe, y los países tienen que pensar en eso y no solamente en el titular del día siguiente.
Presidente, aquí queda a disposición de ustedes el informe, el comparado. Por mi parte, pienso que es una buena reforma previsional para Chile.
He dicho.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Juan Antonio Coloma, por su completo informe en nombre de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
A continuación, le ofrezco la palabra al presidente de la Comisión de Hacienda, para que rinda el informe, el senador Felipe Kast.
El señor KAST.-
Muchas gracias, Presidente.
Saludo a los ministros aquí presentes; a la subsecretaria; y al superintendente de Pensiones , que nos acompañó en toda la discusión.
La verdad es que a la Comisión de Hacienda le tocó analizar con mucho cuidado este proyecto la semana pasada. Comenzamos el día martes -recordemos que la Comisión de Trabajo terminó el día lunes a altas horas de la noche- y sesionamos también miércoles, jueves, viernes y sábado.
Tal vez algunos tenían la expectativa de que esto lo viéramos en un lapso menor de tiempo, pero creo que el que le dedicamos, la intensidad de las jornadas de trabajo, fue positivo. Habría sido un error haberlo despachado el día miércoles, como algunos esperaban.
Se hicieron mejoras importantes y quiero destacar el esfuerzo de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, que fue realmente notable, pues estudiaron este texto por muchos meses, con mucha seriedad.
Así que aprovecho de agradecerles a todos los colegas parlamentarios, y al Ejecutivo , que participaron durante mucho tiempo en la Comisión de Trabajo.
Y a la Comisión de Hacienda le tocaba su rol propio, obviamente muy enfocado en lo fiscal. Por eso, lo primero que hicimos el día miércoles fue invitar al Consejo Fiscal Autónomo.
Esta es una reforma que, sin lugar a dudas, va a ser la más estructural, en caso de ser aprobada, en los últimos treinta años.
La envergadura que tiene se hace cargo, como bien decía el senador Coloma , quien me antecedió en el uso de la palabra, de algo que tal vez debíamos haber concretado hace veinte años, con mucha seguridad, pero siempre había razones o excusas para no actuar en esta materia.
Por lo tanto, quiero describir en este informe, Presidente , en forma lo más ilustrativa y pedagógica posible qué contiene la reforma y, segundo, qué se hizo en la Comisión de Hacienda.
Después del día miércoles, además de escuchar al Consejo Fiscal Autónomo, que nos hizo once recomendaciones muy precisas, que después voy a enumerar, también escuchamos a Andrea Repetto , a Sebastián Claro , a Rodrigo Vergara ; y se generó un debate en cada una de esas materias con el Ejecutivo , entre los senadores presentes.
Quiero agradecer, sin lugar a dudas, al senador Macaya , que nos acompañó también, a usted, Presidente , senador García , y también al senador Lagos Weber y al senador Insulza . Todos estuvieron trabajando intensamente con la mejor disposición durante toda la semana.
Algunos decían que buscábamos dilatar. Era justamente lo contrario, queríamos perfeccionar y trabajar con mucha intensidad, y por eso nos dimos todo el tiempo necesario, con doble jornada.
Y también deseo agradecer, obviamente, a los asesores y al Ejecutivo , a los ministros y subsecretarios que nos acompañaron en todo el proceso.
En términos breves, trataré de ilustrar qué contiene el proyecto.
Primero, se aumenta algo tan necesario y tan documentado por muchos expertos como es el ahorro individual: se pasa de 10 a 16 por ciento.
Ese es el primer componente y tal vez uno de los más relevantes, que solo quiero ilustrar con un número: si una persona ahorró 10 por ciento, en promedio podría tener una expectativa de recibir 350 mil pesos -obviamente, depende de su salario-, pero si esa misma persona hubiese ahorrado el 16 por ciento, tendría una pensión de 560 mil pesos. Ese es el orden de magnitud que genera en el tamaño de la jubilación, el poder movernos del 10 por ciento al 16 por ciento.
Adicionalmente, esto tiene beneficios muy potentes en crecimiento económico, en inversión, por razones que ya se han explicado, pero el mercado financiero ha perdido una profundidad enorme, en buena medida por los retiros que se generaron en años anteriores, y es un mercado financiero que hoy en día no le permite a gran número de ciudadanas y ciudadanos chilenos, acceder a créditos como lo hacían antes.
Por lo tanto, tenemos un mercado financiero muy profundo y estamos mucho más expuestos a las tasas internacionales para poder acceder al crédito, que es una herramienta que permite muchos beneficios para el país cuando las tasas son bajas.
Entonces, lo primero que hace es aquello, y dentro de ese 6 por ciento hay 4,5 que son idénticos a lo que ya conocemos hasta el día de hoy, y hay 1,5 que es un préstamo.
Quisiera detenerme brevemente, Presidente, en lo que es el préstamo, porque no es otra cosa que un ahorro individual a una tasa fija, con rentabilidad fija.
Desgraciadamente, algunos han tratado de poner dos cuestionamientos a este préstamo: primero, algunos han dicho que esto es reparto. Lo debatimos largamente en la Comisión. Y permítame explicarle por qué esto no es reparto, Presidente : "reparto" significa un impuesto al trabajo, en el fondo es cuando a uno le sacan de su sueldo un impuesto, que el Estado de turno gasta en lo que quiere y, por lo tanto, nunca más se ven esos recursos. Eso es reparto.
Se ocupan los ahorros de los trabajadores en un momento para financiar las pensiones de los adultos mayores y tú te olvidas de esos recursos, porque no son tuyos, no forman parte de tu propiedad.
Esto es la antítesis, Presidente: el 1,5 por ciento, que es parte del 6 por ciento, son recursos del trabajador.
No solamente son sus recursos, están documentados por un bono y tienen aún más protección que lo que recién explicaba el senador Coloma , porque hoy día ya con las cuentas del 10 por ciento, dentro de tu portafolio hay un 23 por ciento de lo que hoy día se invierte por la AFP que está en manos del Estado.
¿Cuál es la garantía que se tiene hoy día sobre ese 23 por ciento? Bueno, es una garantía del Estado.
En cambio, en este caso, del 1,5, vamos a tener más garantías. ¿Por qué? Porque además el fondo deberá disponer de los activos que respalden que tus recursos están bien resguardados.
Y no solo eso. En la Comisión de Hacienda nos preocupamos, también, de que la gobernanza mejorara aún más, de manera que sea igual a la del Banco Central. ¡Va a ser autónoma!
O sea, no te va a prestar un Estado que puede ser capturado políticamente, sino que te va a prestar un fondo que tiene una gobernanza igual a la del Banco Central, que debe tener activos y que tiene que publicar mes a mes cuánto rentaron tus activos y cuánto rentó esa renta fija.
Por lo tanto, cuando la AFP te envíe tu cartola mensual, va a tener que incluir, obviamente, el 10 por ciento tradicional, más el 4,5 que está administrado por ellas, y más el 1,5 que es el préstamo, con su rentabilidad actualizada mes a mes.
Entonces, es importante que lo entendamos. Porque ha habido mucha desinformación en esta materia. Los seis puntos adicionales son de propiedad de los trabajadores y trabajadoras, y no son susceptibles de ser capturados (algunos han ocupado la palabra "manotazo"). En fin, la verdad es que es importante leer bien el proyecto para evitar esa desinformación.
Y hay un punto adicional, porque no es solamente el 6 por ciento: se quiso avanzar en la Comisión de Trabajo para conseguir que una mujer y un hombre que tienen el mismo ahorro y la misma edad de jubilación, puedan disfrutar de la misma pensión.
Y eso es un seguro; es un componente solidario que es parte del proyecto y que corresponde al 1 por ciento que se suma al seguro de invalidez. Y ese es el primer componente que tiene que ver con este 7 por ciento adicional.
En seguida, este proyecto hace cosas que son muy interesantes, Presidente .
Primero, premia la formalidad, porque entre los nuevos beneficios que genera este fondo, además de igualar las pensiones para hombres y mujeres que tienen la misma cantidad de ahorro y, obviamente, distinta expectativa de vida, permite que las personas que ahorren más tengan mejores pensiones.
¿Y cuánto más? Esto puede llegar a 96.000 pesos al mes, adicional.
Por lo tanto, aquel que en vez de mantenerse en el mercado informal quiera ahorrar -con un mínimo de veinte años ahorrado los hombres, y un mínimo de diez años, las mujeres, que después va aumentando-, va a poder obtener un beneficio superior.
Y esta es la primera vez que hacemos esto, porque todos los otros cambios, Presidente , que veníamos concretando, la PGU -que la celebramos mucho, fue un legado importante del Presidente Piñera-, eran más bien incondicionales. Es la primera vez que estamos volviendo a poner la lógica de promover la formalidad, y creo que eso es muy relevante.
Sumado a lo anterior, vamos a aumentar la PGU desde 214 mil pesos a 250 mil pesos.
Y es importante, porque el mismo Consejo Fiscal Autónomo, cuando lo invitamos, nos manifestó que, si no hacíamos esta reforma, el riesgo de presión fiscal que existía, también por la PGU, por sus ajustes, en el futuro, podía llegar a 7 por ciento del PIB. Y eso claramente transformaba las cuentas fiscales en algo completamente insostenible.
Yo sé que a veces es difícil imaginarse esto, pero por los solos reajustes de la PGU, como lo venimos haciendo en los últimos años, se iba a generar una presión tremenda en el gasto público.
Y ese contrafactual, el "no hacer nada", según el Consejo Fiscal Autónomo, era tremendamente peligroso y riesgoso.
Ahora, en términos de regulación dijimos: "Bueno, regulemos también mejor la industria". Yo sé que muchas veces esto genera presiones en contra, porque la industria prefiere que no haya cambios, pero se están haciendo modificaciones importantes para introducirle más competencia.
Primero, se va a licitar el stock: cada dos años, un 10 por ciento, respetando la libertad de aquellas personas, hombres y mujeres, que son susceptibles de este beneficio. Les va a llegar una carta, formalmente, para preguntarles: ¿Usted quiere cambiarse o no? "Sí, bueno". Obviamente, si la persona no dice nada, se la va a cambiar, porque le va a permitir, probablemente, mejorar sus condiciones.
En segundo término, es muy importante -y lo he conversado con algunos colegas- lo relativo a los fondos generacionales.
En realidad, nosotros tenemos un sistema multifondos que en el papel sonaba muy bien, pero que en la práctica llevaba, incluso, a que algunos se aprovecharan de dar recomendaciones de optimización que eran malas para los mismos afiliados.
Ha habido casos de eso, como fue documentado por la Superintendencia de Pensiones. El propio superintendente nos dijo que aquellos que siguieron muchos de estos consejeros de cambio de multifondo terminaron con pensiones peores.
Entonces, aquí lo que hacemos es optimizar para acceder también a rentabilidades mejores, para que las trabajadoras y los trabajadores estén en aquel lugar de acuerdo a su ciclo de vida, y que se permita maximizar la rentabilidad.
Y esto es bien importante, porque un buen sistema de pensiones tiene que maximizar obviamente las jubilaciones -eso es lo que todos buscamos-, y para eso hay que bajar las cotizaciones, introducir más competencia, pero también mejorar la rentabilidad. No basta solamente con bajar los costos.
Entonces, para aumentar la rentabilidad es muy relevante que existan estos fondos generacionales, que permitirán invertir en instrumentos de largo plazo con mayor rentabilidad.
Y, por último, en términos de las AFP, que las conocemos, se dividen sus roles en dos: el de inversiones, que se les deja exclusivamente a ellas, y el de administración de cuentas, que se les permite hacerlo sin problemas, igual que hoy día.
Esto quiero clarificarlo, porque muchos están confundidos y me han preguntado cuál es el rol del IPS en este nuevo sistema.
Y quiero explicarlo.
Primero, la AFP puede no contratar al IPS, puede no subcontratar nada y seguir haciendo todo tal como está hoy día. Este proyecto no le impone a la AFP ninguna exigencia en el sentido de cambiar su estructura actual, pero sí le permite, en aquello que no es de inversión y que es de administración de cuentas, subcontratar los elementos, como lo hace hoy día con un software, con una oficina, con cobranza. Es decir, permite flexibilizar la parte de administración de cuentas.
Y en el caso que la AFP contrate al IPS, porque se le permite contratar, se le exige al IPS, para que no haga dumping, para que no cobre a bajo costo, una contabilidad separada y una nota técnica que explique por qué sus costos son de mercado, cosa que no tengamos el día de mañana un monopolio en esta materia utilizando recursos públicos.
Por eso, Presidente, lo que recibimos en la Comisión de Hacienda con las recomendaciones del CFA, y trabajando con el Ejecutivo para hacernos cargo de esas recomendaciones, fue una mejora importante que realizamos, complementando el trabajo de la Comisión de Trabajo.
Y quiero explicar cuáles son los cambios que hizo la Comisión de Hacienda, que tal vez es lo más relevante en este informe.
Se formularon dieciséis indicaciones que recogen algunos de estos cambios. Algunos son del CFA; otros son inquietudes que levantaron los mismos senadores y senadoras de la comisión.
Primero, en el tema de las licencias médicas nos dimos cuenta de que había un problema, pues podían ser de cargo de las pymes, de aquellos que contratan. Y, por lo tanto, se estimó necesario -y esto fue parte del acuerdo con el Ejecutivo - que el 6 por ciento adicional, en el caso de las licencias médicas, no lo pague el empleador, tal como venía en el proyecto original, sino que se mantenga el sistema actual con el 10 por ciento.
Sabemos que tenemos problemas con las licencias médicas en Chile, pero eso requiere ser abordado en otro proyecto de ley. Y ahí tenemos una tarea pendiente de la que todos somos conscientes, y la discutimos en la Ley de Presupuestos: el costo de las licencias médicas para el país es muy grande y no está bien diseñado.
Somos de los pocos países del mundo en que con la licencia médica te pagan el 100 por ciento de tu sueldo. Ni siquiera lo hacemos con el seguro de invalidez, que es el 70 por ciento. Y aquí tenemos el 100 por ciento para cualquier enfermedad.
Entonces, lo que abordamos en Hacienda fue que el empleador no tenga que hacerse cargo de ese 6 por ciento en caso de que haya licencia médica.
Segundo, lo que explicaba hace un rato, la Comisión de Hacienda dispuso que la cartola mensual de la AFP tiene que incluir el préstamo y el valor del mismo. Por lo tanto, se tendrá toda la información financiera de los ahorros integrada en la cartola mes a mes, que es la del 6 ciento de ahorro individual que se suma.
Tercero, la gobernanza del fondo, como ya lo expliqué, va a ser igual a la del Banco Central. De la Comisión de Trabajo venía una gobernanza similar a la CMF, y la verdad es que nos dimos cuenta de que era necesaria una administración similar al Banco Central, institución respecto de la cual nadie puede decir que ha sido capturada políticamente.
El instituto emisor es probablemente una de las instituciones con menos captura política, y eso es justamente lo que va a tener este nuevo fondo, que además tendrá activos propios.
Cuarto, la sustentabilidad fiscal. Básicamente, se perfecciona el monitoreo y se agrega que el CFA va a emitir una opinión sobre los efectos fiscales con la evaluación que se hace cada tres años.
Este fondo va a ser evaluado cada tres años y el CFA podrá dar su opinión al respecto. Y no solo eso. En caso de que haya un déficit, porque imagínense que en esta evaluación se ve que en realidad el fondo no da cuenta, bueno, se tendrán que bajar los beneficios para que el fondo sea sustentable. Y en caso de que haya superávit, ¿qué es lo que se plantea? Que se podrán, eventualmente, cambiar los parámetros.
Por lo tanto, ese 1 por ciento solidario, en caso que el día de mañana tuviésemos superávit en el fondo y no sea necesario, se puede reducir. O también se puede reducir el aporte fiscal que se hace todos los años a este fondo.
Entonces, es un fondo que está bien diseñado, que tiene buena gobernanza y que además se hace cargo de la sustentabilidad fiscal, de acuerdo a la recomendación del CFA, en caso de que haya déficit y también en el caso de que haya superávit, que son elementos que introdujimos en el concepto.
Luego, y no menor, de acuerdo a lo que ha dicho el CFA, si de acuerdo a la Ley de Cumplimiento Tributario los ingresos futuros de Chile son menores a los esperados, también este proyecto de ley plantea que la curva de aumento de gastos se pueda aplanar para que sea sustentable.
El proyecto de ley también incorpora que respecto del FEES (Fondo de Estabilización) y del Fondo de Reserva de Pensiones, ambos, el Gobierno se obliga por ley a mandar una estrategia de metas para poder repoblarlos. Sabemos que el FEES está hoy día con muy pocos recursos, y lo mismo con el Fondo de Reserva de Pensiones.
Otro elemento clave fue el de los colegios particulares subvencionados y los consultorios, porque ustedes colegas comprenderán que los colegios particulares subvencionados también van a tener que pagar este 6 por ciento. Entonces, nos pasó que los consultorios y los colegios particulares subvencionados no estaban incluidos en el informe financiero.
Por eso lo que hicimos en la Comisión de Hacienda fue pedirle al Gobierno que, junto con la Diprés, nos presentara los costos adicionales que significaba para los colegios particulares subvencionados y para los consultorios este 6 por ciento, y que esos recursos quedaran comprometidos en los artículos transitorios, para que estuvieran justamente incluidos.
Finalmente, en el artículo cuadragésimo octavo transitorio se establece la obligación de que, durante los diez primeros años de la publicación de la ley, el Ministerio de Hacienda haga un informe para evaluar los efectos macroeconómicos y fiscales de su implementación.
Y con relación al efecto fiscal -la verdad es que el informe financiero es muy extenso, pero está disponible para todos ustedes-, en resumen, todo lo mencionado -y por eso es una reforma tan importante- significará en el año 2050 un gasto de 3,2 billones de pesos y por concepto de menor recaudación tributaria esperada un costo de 1,7 billones de pesos.
Es importante destacar que solamente los gastos asociados al aumento de monto y cobertura de la PGU serán de 1,4 billones de pesos.
Termino señalando que, en virtud de todo lo que he mencionado y del intenso debate que sostuvimos, la Comisión de Hacienda tiene el honor de proponer a la honorable Sala la aprobación de este proyecto de ley en general y en particular.
He dicho, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Felipe Kast, por su completo informe en nombre de la Comisión de Hacienda.
Si me permiten, como Mesa queremos hacer un especial reconocimiento a las secretarías de ambas comisiones técnicas: de la Comisión de Trabajo y Previsión Social y de la Comisión de Hacienda.
Ambas secretarías, por supuesto con sus respectivos asesores, trabajaron intensamente en largas largas jornadas, sábado y domingo, para poder despachar los informes. En la tarde de ayer la Comisión de Hacienda entregó tanto el informe como el comparado.
Por lo tanto, si nos están escuchando, a la señora Pilar Silva, secretaria de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y a su equipo; y a la señora María Soledad Aravena, secretaria de la Comisión de Hacienda, y a su equipo, todo nuestro agradecimiento, nuestra admiración y, por supuesto, nuestra gratitud.
(Aplausos en la sala y en tribunas).
A continuación, vamos a ofrecerle la palabra a la señora ministra del Trabajo y Previsión Social; luego, al señor ministro de Hacienda .
Ministra Jeannette Jara, le ofrecemos la palabra.
La señora JARA (ministra del Trabajo y Previsión Social).-
Gracias, Presidente.
Lo saludo a usted y, por su intermedio, a todos los senadores y las senadoras que nos acompañan el día de hoy. Y, por cierto, también a las personas mayores que están en las graderías acompañándonos.
(Aplausos en tribunas).
En nombre del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, junto con los ministros Mario Marcel y Álvaro Elizalde; la subsecretaria Macarena Lobos; el subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes, y el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, queremos plantear algunos elementos que nos parecen muy relevantes en este debate.
En primer lugar, creemos que hoy día este honorable Senado, en conjunto con el Ejecutivo y en virtud del acuerdo al que hemos arribado, tiene la oportunidad de marcar un hito histórico en el desarrollo de la seguridad social en nuestro país, avanzando en un trámite que es indispensable para poder confluir y sellar una reforma previsional tan anhelada por los chilenos y las chilenas.
Nos antecede, sin duda, una década de mucho debate, pero de esterilidad en esta materia, de bloqueo político, donde se privilegiaron las diferencias más que el encuentro, lo que ha impedido concretar la reforma previsional, que es muy esperada, como señalaba, por cada uno de los ciudadanos de nuestro país.
Esta reforma a la que hemos arribado, esta propuesta que hoy día se va a discutir en esta Sala, permitirá mejorar el bienestar y la calidad de vida de los actuales y de los futuros jubilados, corrigiendo además injusticias que afectan principalmente a las mujeres de nuestro país.
Queremos valorar que, en estos últimos meses, gracias a una amplia convergencia de voluntades, a la conciencia compartida de que no podemos seguir dilatando el tema de las pensiones y al aporte desinteresado de expertas y expertos de distintas sensibilidades, hemos podido construir un camino de acuerdos y de respeto a la palabra empeñada, algo que le hace muy bien a nuestra democracia.
En torno al proyecto propiamente tal, queremos señalar que han sido largos meses, más de dos años en realidad, de intenso trabajo técnico y político entre el Ejecutivo , parlamentarios del oficialismo y una parte mayoritaria de la oposición, donde hemos encontrado los puntos de acuerdo que hoy día nos traen a esta discusión.
El camino no ha sido fácil. La construcción de acuerdos en un Congreso diverso implica debates intensos y diferencias legítimas.
Las indicaciones que hoy día están sometidas a vuestro conocimiento, aprobadas por las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, recogen la necesidad urgente de contar con un sistema que reconozca el esfuerzo de quienes han cotizado, de aquellos que se han esforzado y tienen pensiones autofinanciadas que realmente son extremadamente bajas.
Este proyecto cumple con ese objetivo principal. Sube las pensiones de más de un millón de personas que hoy día, cotizando, tienen pensiones que son realmente insuficientes, que no alcanzan para cubrir las necesidades más básicas.
Sube, además, las pensiones de dos millones y medio de personas del pilar no contributivo, es decir, de la PGU, lo que también surgió de un amplio acuerdo político de este Parlamento, y así lo valoramos.
Queremos además avanzar en algo que ha sido una injusticia presente en nuestro sistema, que son las inequidades de género, inequidades históricas que experimentan las mujeres. Y en este caso, como lo señaló quien me antecedió en el uso de la palabra, el senador Coloma , presidente de la Comisión de Trabajo , hemos logrado llegar a un acuerdo para equiparar la diferencia que se produce en el monto de las pensiones con motivo de la mayor expectativa de vida de las mujeres, porque esta posibilidad es una buena noticia para el país y no puede convertirse en una razón de castigo.
Por eso, las pensiones autofinanciadas van a tener, en promedio, un reconocimiento de 11 por ciento por esta mayor expectativa de vida.
Por otra parte, la industria, las AFP ya no tendrán un rol completo de dominación. La reforma va a permitir subcontratar todo el resto de funciones de la administración de cuentas. Y también se plantea un marco mucho más exigente para la administración de sus inversiones.
Además, se crea un seguro social, con lo que nuestro sistema previsional pasará a ser verdaderamente mixto dentro del pilar contributivo, el que va a combinar una potente capitalización individual con un componente solidario para mejorar las pensiones de las mujeres y de los actuales pensionados, conforme al nuevo aporte del empleador.
Asimismo, se entregarán beneficios para los actuales y los futuros pensionados, que -como señalábamos- son personas que cotizaron y, producto de su esfuerzo, su pensión autofinanciada es extremadamente baja. Este beneficio va a ser para aquellas personas que, en el caso de las mujeres, cotizaron al menos diez años, en la lógica de 0,1 UF por año cotizado. Es decir, las mujeres van a partir con un beneficio de 1 UF en adelante hasta 2,5 UF mensuales.
En el caso de los hombres, dadas las diferencias que hay en materia de cotización previsional, el requisito va a ser más alto: de veinte años cotizados. Y, a pesar de la diferencia en años, déjennos contarles que entran más hombres que mujeres.
La diferencia entre hombres y mujeres en nuestro país es brutal en materia de cotización y de ahorro previsional, por las razones que muchas veces hemos discutido en esta misma sala.
Vamos a tener, entonces, aumentos de pensiones que van a bordear entre el 14 y el 35 por ciento con motivo del beneficio que se va a otorgar por años cotizados, donde habrá un componente que va a permitir a las personas tener la seguridad de que respecto de la cantidad de años cotizados van a recibir un retorno, como asimismo dada la combinación que se va a producir a raíz de las diferentes expectativas de vida entre hombres y mujeres.
Además, como señalaba, vamos a poder avanzar en el cumplimiento del compromiso del Presidente Gabriel Boric en torno a subir la PGU a 250 mil pesos, con mecanismos que van a hacer que futuras alzas queden ancladas debidamente a instituciones como el Consejo Consultivo Previsional y el Consejo Fiscal Autónomo, para medir todos los impactos que esto trae en la economía nacional.
También se introducen, como señalaba, importantes cambios al funcionamiento de la industria, que van en directo beneficio de los cotizantes: primero, porque se promueve más competencia; segundo, porque se promueve transparencia en el sistema, y en tercer lugar, porque se promueven activamente menores comisiones para los afiliados, en particular a través del mecanismo de la licitación de los nuevos cotizantes, propuesta que venía desde hace más de quince años y en que nunca se había podido avanzar en concreto.
Los nuevos afiliados, como sabemos, han tenido licitaciones que han bajado sustantivamente sus comisiones. Y los actuales afiliados ahora también van a participar del mecanismo de licitación para proveerse en el pago de menores comisiones.
Quisiera señalar además que, aparte lo anterior, se van a alinear los resultados entre las rentabilidades de los fondos previsionales y las comisiones que pagan los cotizantes, con un premio o un castigo en función de si esas rentabilidades superan o no un determinado marco regulatorio, que va a estar como un espejo o un eje que orientará el cumplimiento de estas metas.
Sin duda, aprobar esta reforma contribuirá a la cohesión social -esa es nuestra convicción-, al mostrar que el sistema político puede salir de la lógica de juego de suma cero.
Aprobar la reforma y conquistar mejores pensiones para la ciudadanía es lo que nos ha motivado. Y, como señalaba, no ha sido, por cierto, un debate exento de dificultades.
Pero haciendo hoy día una mirada integral del proyecto, hay varios elementos que podemos tener presentes y que constituyen un avance.
En primer lugar, se fortalece el ahorro previsional. Esta medida tan necesaria, desde que se fijó en un 10 por ciento -y sabemos que fue insuficiente; los años así lo han demostrado-, hoy día cambia.
En segundo lugar, se contempla el aporte de los empleadores. Esto sucede en la mayoría de los países del mundo y acá desde hace cuarenta y tres años que no ocurría.
En tercer lugar, se crea un seguro social, como señalaba.
Cuarto, se establecen beneficios concretos, como el beneficio por años cotizados, la compensación por diferencias de expectativas de vida, la cotización con rentabilidad protegida.
Asimismo, se generan mecanismos que proyectan el aumento del volumen de ahorro y de densidad en la cotización, se amplía el seguro de lagunas previsionales en caso de cesantía y se establecen mejores normas para el recupero de cotizaciones adeudadas.
Quiero señalar finalmente que este debate, que seguramente será extenso, va a poner en jaque nuestras distintas miradas sobre la seguridad social. Pero si hemos logrado llegar hasta aquí, ojalá que podamos consolidar este avance.
Hay mucha gente que está esperando desde hace mucho tiempo que podamos ponernos de acuerdo. Porque los cambios que hoy día se proveen en nuestro sistema de pensiones se acercan más a la seguridad social.
Pensar que es posible resolver un problema social como el envejecimiento, la sobrevivencia o la invalidez solamente desde una perspectiva individual, es una mirada muy corta del rol que deben jugar las sociedades.
Esperamos que este Congreso Nacional, y el Senado en particular, tenga a bien aprobar esta reforma, considerando que este tema ha sido uno de los dolores más grandes de la sociedad chilena en la última década.
Esperamos haber contribuido desde el Ejecutivo a llegar a un buen acuerdo entre todas y todos.
Gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA (Presidente).-
A usted, ministra.
Ofrezco la palabra al señor ministro de Hacienda , don Mario Marcel.
El señor MARCEL (ministro de Hacienda).-
Muchas gracias, Presidente.
Muy buenas tardes a los senadores y las senadoras que participan de esta discusión.
Cuando hace veinte años me tocó presidir el Consejo Asesor para la Reforma Previsional que convocó la Presidenta Bachelet y emitimos nuestro informe, que sirvió de inspiración para la reforma del 2008, dijimos que suponíamos que esa no iba a ser la última palabra en materia previsional en Chile y que era importante que al menos después de diez años se evaluara el resultado de esa reforma y se identificaran los cambios adicionales que fuera necesario introducir.
Aquello ocurrió con la llamada "Comisión Bravo"; pero, por desgracia, desde dicha instancia hasta ahora ha debido transcurrir una década completa para contar con un proyecto que esté en condiciones de aprobarse, como lo tenemos hoy día en la sala del Senado.
Lo anterior, por supuesto, no solamente significa que ha habido millones de adultos mayores que han debido esperar durante todo ese tiempo a que el Estado y el sistema político cumplan con sus compromisos o que respondan a esa necesidad, sino también que muchos de ellos, infortunadamente, han fallecido en el camino esperando por una respuesta a sus requerimientos que nunca llegó.
Eso hace que hoy día, después de más de dos años de discusión de este proyecto, sea importante dar una señal al país en el sentido de que finalmente el sistema político fue capaz de responder en esta materia. En este caso, creo que hay que valorar mucho que se trata de una respuesta que hemos sido capaces de articular en el amplio espectro del mundo político.
Este proyecto, Presidente , arriba a esta sala con una aprobación unánime de todos sus componentes en la Comisión de Trabajo, y llega también con una votación prácticamente unánime, salvo en el caso de cuatro artículos, en la Comisión de Hacienda. Ello refleja que tuvimos un debate enriquecedor en que no solo se cedieron posiciones, que es algo que siempre nos anda preguntando la prensa, sino que además se aportaron ideas y se generaron cosas nuevas que no estaban en su texto original.
Pero lo importante es que esos cambios, que fundamentalmente se focalizaron en los medios para lograr ciertos fines, no significaron sacrificar esos objetivos, los cuales desde un principio fueron: mejorar las pensiones actuales y futuras; reducir las brechas entre hombres y mujeres; beneficiar a sectores medios que no habían recibido un reconocimiento adecuado y que enfrentaban una caída significativa de sus ingresos al pasar de la vida laboral activa a la jubilación.
Dichos objetivos decían relación también con tener una industria más competitiva, más eficiente y contar con un sistema de pensiones más sostenible en el tiempo.
Creo que lo que podemos decir respecto de este proyecto es que cumple con todos esos objetivos y hace esto a través de medios distintos, quizás no todos igualmente valorados o atractivos para todos los que participaron en la discusión, pero todos ellos son respuestas con las cuales es posible avanzar a esos objetivos.
Los números son muy elocuentes. Pensemos que, cuando el incremento esté completo -de acuerdo a lo que viene en este proyecto-, sus beneficiarios, más aquellos que se incorporan al beneficio de la PGU, van a ser más de tres millones de personas.
El beneficio de 0,1 UF por año cotizado va a llegar al cabo de tres años a más de un millón de personas. La compensación por diferencial de expectativas de vida entre hombres y mujeres alcanzará a cerca de novecientas mil mujeres.
Esos son los órdenes de magnitud de este proyecto, Presidente.
Y ello va acompañado de cambios estructurales dentro del sistema de pensiones que hacen que se transforme en un sistema propiamente mixto, tal como lo señaló la ministra, donde aportan a su financiamiento trabajadores, el Estado y también los empleadores, donde se combinan distintas modalidades para generar una pensión; donde hay capitalización individual, seguro social y un pilar no contributivo; donde hay actores públicos y privados que participan y colaboran para que las pensiones sean mejores.
Eso es, por lo tanto, lo que tenemos hoy para esta votación.
Quiero llamar la atención, Presidente , sobre el hecho de que, si bien hoy día hablamos en el caso de la PGU al cabo de la transición de tres millones de beneficiarios por la evolución de la población de los adultos mayores, en los próximos cinco años en Chile se van a pensionar novecientas cincuenta mil personas: ¡novecientas cincuenta mil personas!
Por consiguiente, lo que estamos decidiendo ahora es qué se les va a ofrecer a esas novecientas cincuenta mil personas, además de las que hoy día ya están jubiladas.
Entonces, Presidente , habiendo llegado más lejos que ningún otro proyecto que se haya discutido sobre esta materia en los últimos años, creo que este es el momento de darle una señal poderosa al país en el sentido de que fuimos capaces de ponernos de acuerdo en una reforma sustantiva, en que compartimos sus objetivos; que fuimos capaces de innovar y crear nuevos mecanismos para responder a esas necesidades, y que, finalmente, con todo ese trabajo, les podemos decir a los pensionados de hoy y también a los de mañana que hay una respuesta del Estado, hay una respuesta del sistema político, hay una respuesta de Chile a sus necesidades.
Gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, ministro Mario Marcel.
Comenzamos, entonces, con la discusión.
Quiero recordar que son cinco minutos para el debate y cinco minutos para fundar el voto. Las senadoras y los senadores pueden sumar ambos tiempos, para no tener que interrumpirlos; o también ocuparlos por separado. En fin, cada uno administra sus minutos como lo estime pertinente, y la Secretaría llevará el registro respectivo.
Ya tenemos inscritos a veinte senadoras y senadores.
En primer lugar, le ofrezco la palabra al senador Rojo Edwards, hasta por diez minutos.
El señor EDWARDS.-
Gracias, Presidente.
Saludo a todos los colegas, a la gente que está en las graderías, a los ministros y a todos quienes nos acompañan.
Al igual que la mayoría, creo en verdad que no hacer una reforma previsional no es una opción. Sin embargo, los acuerdos tienen que ser buenos para Chile; y este acuerdo, por cierto, no es bueno para nuestro país.
Ahora, quiero salir de la...
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Ruego a las tribunas guardar silencio.
Aquí todos tenemos que escucharnos.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
Ruego guardar silencio.
Senador Rojo Edwards, continúe con la palabra.
El señor EDWARDS.-
Presidente , ¿me podría devolver el tiempo perdido?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Por favor, senador Edwards, intervenga; no se preocupe, pues tenemos contemplado lo que señala.
El señor EDWARDS.-
Presidente , quiero salir de la caricatura de que todo es malo. Hablaba de esto también con los senadores de ambas comisiones. Hay cosas que se valoran: por ejemplo, la cotización adicional del 4,5 para capitalización individual; la profundización que trae del mercado financiero; el "bono tabla", el aumento de la PGU, el seguro antilagunas, la licitación de carteras para que haya más competencia en la industria; el hecho de tener acuerdo, ya que Chile no puede enfrentar esta materia solamente con la PGU.
Pero aceptando lo positivo, quiero señalar algunos problemas que tiene esta iniciativa y que son de mayor gravedad.
Primero, este acuerdo no cierra el tema previsional; yo creo que, al revés, lo abre de par en par. Este, claramente, no es el proyecto de la izquierda radical del primer proceso constituyente; pero en cada área se dejan las bases para hacer aquello en el futuro.
Se le abre la puerta al reparto, porque digamos las cosas como son, cuando algo tiene cara, patas, cuerpo y pico de pato, es pato: ¡es reparto!; se relativiza la propiedad de los ahorros previsionales; el Estado se agiganta y pasa a ser un Estado inversor; nos endeudamos a niveles altísimos; los jóvenes actuales van a tener que pagar una gran cantidad de sus impuestos por los intereses de todo esto, pues con este proyecto los que ganan más pagarán menos del préstamo; se destruyen empleos formales y golpea las pymes; el Estado vuelve a forzarnos a pagarles y a darles recursos a ellos; hay una rebaja demasiado grande del encaje que significa un dulce de 1,8 billones de dólares que podrán retirar las AFP; las inversiones además van a ser determinadas por un órgano -está bien, podemos discutirlo- pero que es externo a los inversores, esto es, se va a definir en qué se invierte por alguien que está fuera. Si al Estado le sobran recursos en el seguro, no está claro si podrá quedárselos; yo creo que se van a quedar dentro esos recursos.
En una frase, si hay algo que cruza todo el proyecto es que significa más poder para la política, los políticos y el Estado y menos poder para la gente.
¡Créanme: ninguna de estas materias se cierra!
Para ello basta revisar las declaraciones de estos días de la propia ministra Jara y de parlamentarios del Frente Amplio que han dejado meridianamente claro esto.
A mi juicio, Presidente , este proyecto podría producir -espero que no, pero cabe la posibilidad-, mal implementado, un daño comparable a otro acuerdo que se hizo en este Senado, que fue la reforma tributaria de la expresidenta Bachelet , esa reforma que trajo miseria para millones de chilenos, que estancó a nuestro país, en que dejamos de ser un faro que irradiaba progreso y cultura durante los últimos once años.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
Este proyecto puede terminar -por cierto, no es esta la intención de los senadores que integran las comisiones que lo están analizando- en un manotazo al bolsillo de los trabajadores. Obliga a los chilenos con trabajo formal a prestarle mes a mes sus ahorros al Estado para que este financie gasto público en pensiones.
Esto se puede transformar perfectamente en una estafa Ponzi: o sea, unos trabajadores entregan y financian a terceros, con suerte.
Digo "con suerte", porque la izquierda no cree que los trabajadores sean dueños de su "platita", como dicen -es lo que se esconde cuando se habla de la forma en que se hace del seguro social-, sino que muchos de aquellos se autoentregan un derecho a gastar esa plata como lo estimen, según sus intereses o sentimientos.
Solo imaginemos los incentivos para los políticos de meterse en este fondo que se crea, ¡multimillonario!, que puede terminar administrando el equivalente a un porcentaje importante del PIB. Un pequeño cambio de mayorías parlamentarias, ley simple y se pueden quedar con todo.
Esta reforma relativiza la propiedad de los fondos.
El Gobierno se negó a llamar a este préstamo forzoso propiedad de los ahorrantes. En castellano, si falta la plata, ¿se va a devolver todo esto?
A los supuestos defensores de la igualdad y la progresividad de los impuestos, yo les pregunto eso. Porque esta fórmula obliga a la clase media, que gana menos que el salario imponible, a entregar el 1,5 por ciento de sus ingresos de préstamo. Pero para quienes ganamos el doble del tope imponible, prácticamente todos los presentes en esta sala, el préstamo va a ser de 0,8 por ciento: es decir, los que ganan más pagan menos.
¡Quiero que me rebatan esta afirmación!
¿Qué pasa si sobra la plata del seguro de invalidez y el "bono tabla"? Bueno, vamos a ver.
A veces esto parece bastante de reforma tributaria disfrazada de reforma previsional.
En las nuevas licitaciones de cartera, idea que yo apoyo, no quedó claro que estas se pueden realizar solo si al Estado no le es factible llevárselas. La puerta queda abierta de par en par no solo para hacerse del FAPP, obviamente, sino que de los actuales ahorros vía el inversor estatal que ya anunció la ministra Jara.
Este proyecto de ley está cruzado por la inexactitud, la cual se vio en todo su esplendor en el informe, que no fue tal, del senador Kast: se trató de una intervención, no de un informe.
Un préstamo que dicen que no es deuda, porque la deuda se esconde bajo la línea. Un bono que no es un bono. Una garantía que es genérica, pero que no es garantía individual, a todo evento. Una distribución de beneficios con cargos a los trabajadores que supuestamente no es reparto.
Como Chile es uno de los países con más baja natalidad y mayores expectativas de vida del mundo, cada vez habrá menos trabajadores entrando a la fuerza laboral y más personas jubilándose. Así, futuros gobiernos se van a ver muy tentados a aumentar el monto del préstamo o simplemente a no devolverlo a los trabajadores, para postergar la inevitable quiebra del reparto, que este proyecto propone.
Si Chile hoy día no tiene recursos para financiar esto, ¿quién nos garantiza que en veinte o treinta años más vamos a tener los recursos para devolverlo? ¡Con una deuda de 10, 15 puntos del PIB adicional! ¡Y también -digamos las cosas como son- está bajo la línea la deuda de las empresas públicas! ENAP gana 500 millones de dólares, el Gobierno se los lleva y después esta empresa emite un bono con más deuda.
¡Cómo no van a estar ligados entre los dos!
¿Qué va a pasar? ¿Vamos a poder pagar o no?
Asimismo, este proyecto consagra un aumento del incentivo a la informalidad y a la subcotización. Un informe de productividad del 2017 -sé que fue rebatido buenamente por el ministro en la Comisión- dice que se pueden perder varios cientos de miles de empleos formales, aunque entiendo que acá hay, por supuesto, una gradualidad. Pero esto tiene problemas.
Se obliga al país a asumir los once riesgos fiscales que identificó el Consejo Fiscal Autónomo. Entiendo que hay medidas de mitigación; sin embargo, los riesgos los estamos tomando todos.
O sea, a la pésima gestión del Estado en seguridad, educación y salud, todas ellas en crisis, se agregará ahora una potencial mala gestión con dineros obligados de los trabajadores formales.
Presidente , debo decir esto públicamente, aunque sea poco popular, porque estas cosas tienen que hablarse: ¡Cómo es posible que no hayamos indexado la edad de jubilación! ¡Si el sistema no da para más!
Pero nadie se atreve a hablarle con la verdad a la gente: hay que indexar la edad de jubilación; ¡de lo contrario, no habrá ningún sistema que funcione y sea suficiente!
Digamos esto con valentía, como debemos hacerlo quienes deseamos ser parte del liderazgo en nuestro país.
Para terminar, quiero decir que este préstamo, que ciertamente es uno de los problemas mayores, más allá de las cosas buenas, que sí me he dado el tiempo para señalar, no va a ser transitorio. Las presiones políticas rápidamente lo transformarán en permanente.
¿No han visto las declaraciones de algunos diputados del Frente Amplio diciendo que la idea, lo mejor para el seguro social, es que los políticos determinen cuál va a ser el destino de esos recursos y simplemente no se pague?
Para eso solamente estamos a una distancia de mayoría simple en la Cámara y mayoría simple acá: ¡nada más! Cambian un poco las mayorías y eso es lo que ocurrirá.
Por último, debo señalar que el informe de la Comisión de Hacienda salió ayer a las 10:40 de la noche.
Entonces, ¿existe alguna posibilidad de que los senadores que estamos acá hayamos leído las setecientas páginas que contiene? Francamente, con la cantidad de propuestas y de cambios que hay acá, me parece que esto se hizo, como se ha dicho en la prensa, a matacaballo, sin la calma necesaria.
Hoy día son las cinco de la tarde, y resulta que todos supuestamente nos leímos los informes.
¡Por favor, no nos saquemos la suerte entre gitanos! Vamos a tener que votar cosas que ni siquiera se entienden bien por la forma en que se ha obrado.
Presidente, no concurriré con mi voto a aprobar este proyecto de ley, que pone en riesgo la estabilidad fiscal, introduce al Estado en el manejo de las pensiones y obliga a los trabajadores a entregarles sus ahorros al Estado, preferentemente quitándoles en especial a la clase media, de la que ninguno de los acá presentes es parte, porque todos ganamos el doble del sueldo imponible.
Entonces, nosotros obligamos a la clase media a entregar el 1,5 por ciento de su sueldo, mientras que todos acá solo el 0,8 por ciento, y algunas personas que trabajan en el Senado, el 0,4 o el 0,5 por cierto.
¡Más regresivo que esta propuesta, la verdad me costaría encontrar!
Voy a votar en contra, Presidente .
He dicho.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias.
Ruego a las tribunas no hacer manifestaciones. Aquí se van a expresar opiniones a favor y en contra. Estamos en el Senado, y tenemos la obligación de escucharnos entre todos.
Ofrezco la palabra al senador Pedro Araya, hasta por diez minutos.
El senador Edwards ocupó sus diez minutos.
El señor ARAYA.-
Hay una solicitud...
El señor GARCÍA (Presidente).-
Sí, hay una solicitud para un punto de reglamento.
Tiene la palabra la senadora Paulina Núñez.
La señora NÚÑEZ.-
Gracias, Presidente.
Es para que le pida nuevamente a la Sala que evalúe abrir la votación. Obviamente, es hasta las 19 horas, porque se trata de un compromiso -como ya dijo uno de nuestros colegas- con la senadora Vodanovic; pero ello en nada quita -hemos hecho esto en un sinfín de proyectos, nadie se va a ir y a las 19 partiremos con la votación en particular- que podamos abrir la votación ahora.
Gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¿Habría acuerdo para abrir la votación?
Así se acuerda.
Queda abierta hasta que intervenga el último inscrito en la lista. Así que no hay dificultad para que pueda intervenir y votar la senadora Paulina Vodanovic.
(Durante la votación).
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
En votación.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Están inscritos a continuación el senador Pedro Araya, el senador Matías Walker y la senadora Isabel Allende.
Tiene la palabra el senador Pedro Araya.
El señor ARAYA.-
Gracias, Presidente.
Quiero partir destacando que luego de dos comisiones de expertos, la Comisión Marcel y la Comisión Bravo, y dos proyectos de reformas fallidos, uno presentado durante el segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet y el otro en el segundo Gobierno del Presidente Piñera, finalmente este tercer intento de reforma al sistema de pensiones parece estar viendo la luz.
Soy consciente de que las reformas de pensiones en Chile y en el mundo son técnicamente complejas y difíciles de concordar políticamente; y más aún, en períodos previos a los procesos electorales, la construcción de acuerdos se hace más cuesta arriba.
Por esa razón, el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y los senadores de Chile Vamos y de los partidos de la coalición de Gobierno que integran la Comisión de Trabajo, luego refrendado en la Comisión de Hacienda, es altamente significativo y valorable; es una muestra palmaria de la capacidad del sistema político de buscar y alcanzar acuerdos y dar gobernabilidad al país.
Comparto con muchos de mis colegas presentes en este foro que le hace bien al país un acuerdo como el alcanzado en esta reforma; le hace bien a este Congreso y también al Gobierno; fortalece nuestra institucionalidad y pone en valor nuestra democracia.
Dicho lo anterior, señor Presidente , lo he señalado en oportunidades anteriores y lo reitero hoy: este Senado debió tomarse el tiempo necesario para conocer, analizar y discutir en profundidad el proyecto que vamos a votar. Es muy difícil comprender a cabalidad y en detalle los contenidos de la reforma que aprobaron las Comisiones de Trabajo y de Hacienda. Lo razonable habría sido contar con un tiempo para su estudio.
La reforma de pensiones tendrá efectos para los actuales y futuros pensionados, y también generará impactos en el mercado laboral, en el mercado de capitales, en las finanzas públicas, es decir, efectos micro y macroeconómicos.
Por ello, debemos reducir los riesgos de incurrir en errores.
No nos puede volver a ocurrir lo que nos pasó con la "Ley corta de isapres", en que no advertimos los efectos indeseados -casi absurdos- de la normativa que aprobamos.
Se ha argumentado en contrario que la reforma lleva más de dos años en el Congreso y la discusión previsional, un período mayor.
Es cierto, pero la arquitectura del sistema y el diseño institucional de esta reforma cuajó en los días previos a la presentación de indicaciones en la Comisión de Trabajo y finalmente en la Comisión de Hacienda, y el informe recién estuvo disponible ayer en la noche.
Estoy lejos de poner en duda el acuerdo logrado por los negociadores y, como dije, es un acuerdo que valoro. Pero, como dice el refrán popular, "el diablo está en los detalles".
No cabe duda de que esta es la reforma de pensiones más integral que se hace con posterioridad a la creación del pilar solidario el año 2008, luego perfeccionado con la PGU, ya que introduce importantes ajustes y perfeccionamientos a la arquitectura del actual sistema de pensiones.
Pero, más allá del valor técnico y político de la reforma, su principal activo está en que, producto de ella, se beneficia a los actuales y a los futuros pensionados. Ello, porque:
-Aumenta la cotización para pensiones que se destinará a las cuentas individuales de los trabajadores. Este incremento de cotización será de cargo del empleador y se implementará gradualmente.
-Se crea un nuevo componente en el actual sistema de pensiones: el seguro social previsional, que se financiará con aportes del empleador y tendrá un componente permanente y otro transitorio.
-Se incorporan reformas a la industria de las AFP, con el objeto de aumentar la competencia en precios, mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones e incentivar el ingreso de nuevos actores.
-Se aumenta el valor de la PGU a 250 mil pesos, en tres etapas, por tramos etarios.
De este modo, la reforma contiene avances importantes hacia un sistema de pensiones de carácter mixto, multipilar y con financiamiento tripartito: trabajadores, empleadores y Estado.
Dicho lo anterior, aún estamos lejos de contar con un verdadero sistema de seguridad social, porque, al final del día, esta reforma consolida el sistema de capitalización individual, con contribuciones definidas, obligatorias y con beneficios indefinidos (no asegura un monto de pensión al término de la vida activa), y con administración privada de los fondos a través de las AFP, que administrarán la totalidad de la cotización, la pagada tanto por el trabajador como por el empleador, es decir, un 16 por ciento.
La consolidación de esta arquitectura institucional implica que las AFP seguirán siendo actores centrales del mercado de capitales y no instituciones de seguridad social; y el principal actor de la seguridad social continuará siendo el Estado, el que, además, mantendrá la mayor carga financiera en el pago de las pensiones a través de la PGU y de los nuevos beneficios previsionales.
Ahora bien, el aumento de la cotización tiene beneficios directos para las pensiones futuras de los trabajadores, pero, además, genera otro efecto, que probablemente es mucho más importante para las AFP y que les otorga más poder: el aumentar el ahorro previsional profundiza la participación de las AFP en el mercado de capitales. En otras palabras, crece la participación de mercado de estas empresas.
De acuerdo con la información disponible en la página web de la CMF, correspondiente a la memoria anual, a diciembre de 2023 los activos del sistema financiero del país se distribuían de la siguiente forma: bancos, 56 por ciento; fondos de pensiones, 23 por ciento; seguros, 10 por ciento; fondos mutuos, 7 por ciento; fondos de inversión, 3 por ciento; cooperativas, 1 por ciento.
El incremento en régimen de la cotización del 6 por ciento que administrarán las AFP implica, si hacemos un ejercicio lineal, que las AFP pueden llegar a manejar casi el 40 por ciento de los activos del sistema financiero del país.
Cabe preguntarse, entonces: ¿la Sala del Senado tiene conciencia de esta situación, de los efectos que puede traer para la economía del país una concentración tan importante en el mercado de capitales?
Para profundizar esta reflexión hay que considerar que a septiembre de 2024 el valor de los fondos de pensiones equivale al 65 por ciento del PIB.
Estos antecedentes hacen que sea de particular preocupación la regulación que estamos dando a la forma en que las AFP administrarán estos recursos, la regulación del régimen de inversiones que establece el proyecto que estamos votando y si el régimen de control y supervisión es suficiente para la envergadura de recursos que administrará el sistema.
En otro orden de ideas, quiero destacar que dentro de las reformas a la industria se reduce el encaje que deben mantener las AFP, casi en un 80 por ciento. La indicación original del Ejecutivo lo hacía en 90 por ciento. La reducción del encaje significa liberar capital actualmente inmovilizado de las administradoras.
¿Es esta una buena decisión? Resulta discutible.
Pero claramente es una gran noticia para las AFP y sus accionistas. El Congreso con el Gobierno les están haciendo un regalo de Navidad anticipado a las AFP. Los recursos del encaje, descontados los impuestos correspondientes, serán utilidades para las administradoras.
Un tercer punto que creo que es necesario destacar y que merece una mirada más atenta de este Senado es la configuración de las compensaciones por mayor expectativa de vida de las mujeres.
A través del diseño de este beneficio "contributivo", por "secretaría", el Gobierno con el Congreso están aumentando la edad de jubilación de las mujeres.
¡Veo las caras de sorpresa!
Me dirán que este es un tema que no se discutió y que no es parte del acuerdo. Pero resulta que para que las mujeres puedan acceder al 100 por ciento del beneficio de compensación deben pensionarse a los sesenta y cinco años de edad. ¡A los sesenta y cinco años, no a los sesenta, como lo permite la ley!
Esta es una forma oblicua de subir la edad de jubilación de las mujeres.
A mi juicio, hubiera sido más transparente discutir la edad de jubilación de hombres y mujeres y no imponer una obligación adicional para que las mujeres pudieran optar a este beneficio.
Señor Presidente , sin duda, existen muchos otros temas a los que deberíamos hacer referencia, pero, en honor al tiempo, no alcanzaré a tocarlos, como el autopréstamo, el seguro social previsional, la licitación de nuevos y antiguos cotizantes, el reemplazo de los multifondos por los fondos intergeneracionales, entre otros.
Para ir concluyendo, quiero manifestar lo siguiente.
1.- Esta reforma reconfigura el actual sistema de pensiones. Eso es cierto, pues, junto con crear el seguro social e introducir nuevos beneficios, especialmente, incrementa el ahorro para pensiones a través del aporte del empleador, pero, como consecuencia de ello, aumenta también el poder y el tamaño de mercado de las AFP. ¿Cuáles son los efectos de esto último? Están por verse. Pero es un aspecto que no ha sido suficientemente observado ni estudiado y exige un seguimiento particular.
2.- La creación de la PGU mejoró las tasas de reemplazo en los tres quintiles más vulnerables de la población y, sin duda, su aumento es una gran noticia.
La deuda sigue existiendo con los quintiles superiores, que tienen tasas de reemplazo del 45 y del 34 por ciento, respectivamente. Para este segmento de pensionados y de trabajadores (futuros pensionados), el beneficio que tiene la reforma es el "beneficio por años cotizados", cuyo límite superior no sobrepasa los 100 mil pesos mensuales. Ciertamente, es un avance, pero no de la entidad suficiente para este segmento de la población, la manoseada clase media, que, sin duda, va a tener que seguir esperando.
He dicho, Presidente .
(Aplausos en tribunas)
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Pedro Araya.
Ruego a las tribunas mantener silencio.
Ofrezco la palabra al senador Matías Walker.
El señor WALKER.-
Muchas gracias, Presidente.
Saludo a los ministros, a la ministra, a los subsecretarios, a las subsecretarias.
Presidente , acabo de votar favorablemente este proyecto de reforma de pensiones.
(Aplausos en tribunas)
Y lo he hecho con total convicción.
Y voy a votar íntegramente las normas en particular, contenidas en los excelentes informes que han realizado el presidente de la Comisión de Trabajo, senador Coloma , y el presidente de la Comisión de Hacienda , senador Kast . No solo han rendido un informe, sino que han hecho pedagogía ante la opinión pública respecto de los contenidos de este proyecto, desmintiendo muchas fakes y muchas desinformaciones que han circulado en las redes sociales estos días, muchas de ellas interesadas.
Voto a favor, Presidente, como lo hice en los proyectos de reforma de pensiones de la Presidenta Bachelet y del Presidente Piñera. Ambos combinaban el poder fortalecer el ahorro individual con un seguro social.
Estoy orgulloso -Presidente, estoy seguro de que usted comparte este sentimiento-, como Mesa de nuestra Corporación, de que el Senado de la República, que algunos quisieron eliminar hace dos años, hoy sea el escenario de un gran acuerdo en materia de pensiones.
Algunos han señalado que es una irresponsabilidad votar este proyecto hoy día, que estamos legislando a la rápida, o "a matacaballo", como decía el titular de un vespertino la semana pasada.
¡Llevamos diez años discutiendo esta materia! ¿Cuánto tiempo más quieren? ¡Diez años! ¡Once meses en la Comisión de Trabajo!
Me tocó, junto con el senador Moreira, comenzar con este debate en la Comisión de Trabajo.
Acá ha habido un acuerdo del más amplio espectro político y técnico.
Quiero agradecer el trabajo de la mesa técnica; deseo agradecer la labor de las Comisiones de Trabajo y de Hacienda.
Los mejores economistas de Chile han respaldado este proyecto. Y quiero citar solo a uno de ellos, quien para mí posee uno de los índices de mayor cantidad de publicaciones en revistas académicas especializadas a nivel internacional: el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, José de Gregorio . Él ha publicado hoy un muy buen artículo junto con Kevin Cowan , de la Universidad Adolfo Ibáñez. ¿Qué dicen ellos? "El proyecto de pensiones es un buen acuerdo. No es un proyecto refundacional que sustituya la capitalización individual, sino que la complementa y perfecciona".
También ha señalado algo similar Rodrigo Vergara , expresidente del Banco Central .
Entonces, yo tengo la absoluta convicción de que este es un muy buen acuerdo para Chile. Es un buen acuerdo porque va a beneficiar directamente a 2,8 millones de adultos mayores, aumentando sus pensiones entre un 14 y un 35 por ciento, un impacto mucho mayor al alcanzado por la reforma del 2008. Más de 900 mil afiliados recibirán un beneficio por tiempo cotizado y cerca de 800 mil mujeres serán compensadas por las desigualdades de expectativas de vida.
Esta reforma deja atrás esta cotización del 10 por ciento y vamos a alcanzar una cotización obligatoria del 18,4 por ciento, en sintonía con las recomendaciones de la OCDE y de la Comisión Bravo, cuyo trabajo fue encomendado por el Gobierno de la Presidenta Bachelet hace diez años. Algo similar se planteaba en el informe que se le encargó en su momento al hoy ministro de Hacienda , Mario Marcel .
¡Qué importante es la gradualidad introducida en este proyecto, pensando en las pymes! Será de entre nueve y once años. Nosotros, en la propuesta de Demócratas, habíamos planteado que fuera de diez años.
¡Qué importante es mantener el régimen tributario preferente para las pymes, como lo explicaron muy bien los presidentes de las comisiones!
Este aumento va a permitir asegurar pensiones más justas y adecuadas y, además, reducir las brechas de género.
No tengo tiempo para detenerme en cada aspecto del proyecto. Me remito a los excelentes informes de las comisiones respectivas.
Pero me parece muy relevante el aporte con rentabilidad protegida, que establece ese 1,5 por ciento, que va a ir finalmente a cuentas individuales cuando importe, que es cuando jubilemos. Ello estará plenamente respaldado con bonos del Estado, como explicó muy bien el presidente de la Comisión de Hacienda . Este Fondo Autónomo, tipo Banco Central, nos da plenas garantías respecto de su autonomía.
Quiero poner de relieve también que se incorporan alternativas en la administración de los fondos.
Y lo primero que deseo destacar es que se acogió la propuesta que venía de la Cámara de Diputados, liderada por la diputada Joanna Pérez , y que hicimos nuestra como Comité Demócratas, para permitir que las cooperativas sean también una alternativa de ahorro de las inversiones y de las cotizaciones de los trabajadores, con el objeto de maximizar las rentabilidades de los fondos y que los excedentes se puedan reinvertir en mejores pensiones para los trabajadores.
Se habla mucho de las AFP, pero pocos presentaron una propuesta concreta para terminar con el monopolio de dichas entidades. Y ahí está, en definitiva, esta indicación, que es parte del proyecto, que les permite a las cooperativas administrar los fondos.
Deseo agradecer a la ministra del Trabajo , Jeannette Jara , por haber incorporado a las montepiadas y a los beneficiarios de Dipreca y Capredena , así como también a cientos de miles de jubilados que, no obstante recibir pensiones de las leyes de reparación, no podían acceder a la pensión garantizada universal. Porque, cuando vamos a los clubes de adultos mayores, no se trata solo de ir a comer torta, sino también de escucharlos. Y acá había un clamor de muchos adultos mayores que nos pedían ser incorporados a la pensión garantizada universal, que se pudieran acumular sus pensiones a este esfuerzo del Estado. Y yo creo que eso es muy relevante.
Presidente , he concurrido con mi voto favorable, tal como lo hice con ocasión de los proyectos de reforma previsional en los Gobiernos de la Presidenta Bachelet y del Presidente Piñera . Con ello estoy cumpliendo con miles de adultos mayores que me estrecharon su mano, que me dieron un abrazo en tantos clubes en la región de Coquimbo. Ellos nos pidieron que no les falláramos. Y a esos adultos mayores les quiero decir hoy día, con mucho orgullo, que hemos cumplido, que volveremos a visitarlos a esos mismos clubes con la frente en alto porque pertenecemos a un centro reformista que no se conforma con el estado actual de las cosas en Chile y mucho menos en materia de pensiones.
Hemos trabajado durante más de diez años por cambiar el estado actual de las cosas. Y hoy día estamos dando un paso gigantesco con la aprobación de esta reforma de pensiones.
A ellos me debo; por ellos voto a favor.
Gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas)
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Matías Walker.
Ofrezco la palabra a la senadora Isabel Allende.
La señora ALLENDE.-
Gracias, Presidente.
En primer lugar, saludo a todas las autoridades presentes, como también a quienes nos acompañan desde las tribunas.
(Aplausos en tribunas).
Por cierto, no tengo ninguna duda de que tienen mucha esperanza de que alguna vez nos hagamos cargo de mejorar las pensiones indignas que hasta ahora han regido en nuestro país.
(Aplausos en tribunas)
Valoro profundamente el acuerdo logrado en este Senado. Yo sé que no ha sido fácil: más de dos años de tramitación, tiempo en el cual se han escuchado distintas voces. Y se fue capaz de avanzar y alcanzar este acuerdo. Es digno de reconocer que ha sido extremadamente importante. Sin este acuerdo no lograríamos tener lo que, esperamos, será esta profunda reforma.
Por cierto, cabe recordar que no fueron solo dos años de tramitación. Hay que pensar en los dos proyectos fallidos anteriores; en las dos comisiones especiales, una conocida como "Comisión Marcel", entre otras; y tantas propuestas que nunca consiguieron llegar a algo concreto.
Aquí cada actor pudo expresar su opinión y desde luego ha habido miradas diferentes, pero lo concreto es que hemos alcanzado un acuerdo, que puedo resumir de la siguiente manera:
Mejora las pensiones actuales y futuras.
Qué duda cabe de que esto es lo más importante que podemos hacer hoy día, en pleno 2025, cuando tenemos una cantidad de adultos mayores a quienes no les alcanza para vivir y cuando es una indignidad lo que reciben actualmente.
Cómo dudar de lo que puede significar, en régimen, un alza que va ni más ni menos que entre el 14 y el 35 por ciento y va a beneficiar a más de 2.800.000 personas.
Y cómo no señalar que va a crear un pilar de seguridad social que incorpora una importante cotización adicional a cargo de los empleadores. No era posible que solo los trabajadores, con su 10 por ciento, fueran los encargados de su previsión. Aquí, por fin, vamos a tener una cotización adicional, ni más ni menos, que de 6 por ciento, a la que hay que sumarle el 1 por ciento para compensación por expectativa de vida y el 1,5 por ciento para el SIS, si estamos hablando del 8,5 por ciento total, que es muy importante.
El proyecto establece una regulación mucho más sólida para el sistema de la industria de las pensiones no solo en transparencia, sino que incorporando la licitación de los actuales afiliados, con lo cual se generarán condiciones para disminuir las comisiones, cosa que hoy día no ocurre, incluso habiendo malas rentabilidades.
Y también establece un sistema de premios y castigos por rentabilidad.
Por cierto, nos abre un camino para seguir perfeccionando lo que muchos consideramos necesario: contar con un sistema mixto de pensiones, orientado por los principios de seguridad social. Ese camino queda abierto para el futuro, y no tengo ninguna duda.
Además, el aumento de la PGU a 250 mil pesos desde este año y de manera gradual qué duda cabe que constituye una tremenda oportunidad. No solo pasamos los 224 mil, sino que vamos a llegar, en esa gradualidad, a 250 mil; es decir, superaremos la línea de pobreza, que es lo mínimo que podemos pensar.
Y, por cierto, destaco que en seis meses desde la publicación de la ley (probablemente en octubre), se podría producir el primer aumento de la PGU para los mayores de ochenta y dos años; durante el 2026 (en dieciocho meses) para los de setenta y cinco años, y el 2027 para la población de sesenta y cinco años o más.
Aquí quiero detenerme para entregar un especial reconocimiento a lo que se acordó respecto a los beneficiarios de las leyes de reparación: Rettig, Valech y Exonerados, a los cuales nunca logramos incorporar. Por primera vez vamos a conseguir que puedan tener acceso, en este caso, a la PGU, lo que me parece extremadamente significativo.
Valoro el que dentro de las medidas que fortalecen la regulación de la industria se hayan podido consensuar aquellas que garanticen la sostenibilidad del sistema. Somos un país que procura ser responsable con respecto a sus propias finanzas.
Por lo tanto, la revisión periódica; las mitigaciones a los efectos económicos, con especial cuidado con las pymes y las instituciones que reciben subvenciones públicas, y el garantizar la propiedad de los fondos previsionales por los cotizantes son dignos de valorar.
El proyecto también tiene la virtud de fortalecer la seguridad social. ¿Por qué? Porque debemos hacernos cargo de las contingencias que significan la vejez, la sobrevivencia y las incapacidades. Y por eso se crea el Fondo Autónomo de Protección de Pensiones.
Finalmente, insisto en que tenemos que avanzar en la consolidación de un sistema mixto de pensiones, ya que la mayor cotización del 7 por ciento de las remuneraciones va a ser de cargo de los empleadores y no de los trabajadores.
En este cambio, finalmente tendremos tres pilares previsionales: El aporte de los trabajadores con el 10 por ciento; el apoyo del Estado con la PGU y otros beneficios; y la contribución de los empleadores, que finalmente sumará un 8,5 por ciento, si consideramos el 7 por ciento adicional más el 1,5 por ciento actual y que hace bastantes años rige el seguro de invalidez y sobrevivencia.
La vejez, entonces, no va a ser únicamente responsabilidad de los trabajadores, sino que habrá el compromiso de los empleadores y el Estado, para entre todos cuidar la vejez de nuestros ciudadanos y no castigarlos.
Además, se introducen importantes regulaciones a la industria. Y aunque hubiésemos deseado -y es una cuestión que me hubiera gustado- separar la inversión de la administración, por lo menos vamos a lograr que entren nuevos actores para una mayor competencia, como pueden ser las cooperativas, las cajas de compensación, y además lograr una disminución de las comisiones y el aumento de las rentabilidades.
Especial importancia le asigno a la licitación del 10 por ciento de los cotizantes que va a hacer la Superintendencia cada dos años, lo cual va a incentivar la incorporación de nuevos actores, y una baja de las comisiones.
Y también destaco la creación del Sistema Único de Gestión de Cobranzas Previsionales, tanto prejudiciales como judiciales. No podemos seguir teniendo, y no recuerdo exactamente la cifra mencionada, casi más de 900 mil juicios porque se han descontado y no se han pagado las cotizaciones previsionales.
Por lo tanto, qué importante es que podamos avanzar en aquello para disminuir la cantidad de causas que se tramitan en los tribunales y asimismo para abaratar costos y acortar incluso los tiempos de espera, porque ya sabemos que la Dirección del Trabajo no da abasto.
También destaco la habilitación que se realiza a la Tesorería para los cobros prejudiciales y del IPS para la atención al público. De esta manera, podemos lograr un menor costo y un menor tiempo.
Por cierto, considero importante la creación de los fondos generacionales. ¿Por qué? Porque vamos a agrupar a los cotizantes, en lugar de los cinco fondos actuales, por grupos etarios, asumiendo niveles de riesgo que serán consecuentes con la rentabilidad en razón de los años restantes para jubilar. De este modo, los fondos serán administrados de manera más profesional y no directamente por los cotizantes, considerando los perjuicios que muchas veces han constituido los multifondos.
No puedo dejar de mencionar algunos beneficios adicionales, por ejemplo, la mayor preocupación y corrección al sistema en relación con las mujeres.
Todos hemos manifestado lo dramático que significa que dos personas con la misma cantidad ahorrada presenten tamaña diferencia solamente por el hecho de que uno es hombre y la otra mujer. Llegó el momento de decir basta. ¡Hasta cuándo las mujeres seguimos pagando todos los costos!, sean los costos de la maternidad, de los cuidados de las personas no autovalentes, de las diferencias remuneracionales, de las mayores brechas salariales y de otro tipo.
Por eso, existirá un beneficio de 0,1 UF mensual por año cotizado, con un tope de 2,5 UF, que va a requerir veinte años de cotización para los hombres y de diez años para las mujeres.
Quiero aquí señalar que me alegro mucho de que todas las mujeres parlamentarias de este Senado hayamos sido capaces de unirnos.
Yo saludo a las senadoras Paulina Núñez y Alejandra Sepúlveda , quienes nos motivaron para que todas juntas hiciéramos ver al Gobierno que era extremadamente injusto que se hubiera pensado en quince años y finalmente logramos que se rebajara a diez años. Bien vale que las mujeres seamos capaces de unirnos en una sola voz porque finalmente fuimos escuchadas.
(Aplausos en tribunas)
Y es muy importante que se establezcan diez años para las mujeres. Ojalá hubiesen sido menos todavía, pero por lo menos logramos bajar de quince a trece y luego de trece a diez años.
Respecto a la compensación por la mayor expectativa de vida, considero un acto elemental de justicia el que se hayan igualado las pensiones de hombres y mujeres a similar ahorro previsional, edad de jubilación y grupo familiar.
Se estima que va a operar sobre la base de un alza promedio que se sitúa, más o menos, en 11 por ciento de la pensión autofinanciada, con un piso aproximado de 10 mil pesos, ya que algunas mujeres reciben montos muy bajos. El beneficio alcanzará a 800 mil mujeres.
Por eso, Presidente, digo con toda claridad que voy a votar a favor, porque llegó el momento de hacer este profundo cambio
Muchas gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Muchas gracias, senadora Isabel Allende.
Le ofrezco la palabra al senador Gastón Saavedra.
El señor SAAVEDRA.-
Señor Presidente , estimados colegas, como integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de este Senado, vengo a votar para aprobar el presente proyecto de ley y las indicaciones que el Ejecutivo ha ingresado y que se han aprobado tanto en nuestra instancia como en la Comisión de Hacienda.
Quiero reconocer la labor realizada por los colegas senadores y la colega senadora con quien integramos la Comisión de Trabajo y también la dedicación y capacidad política y técnica de la ministra Jeannette Jara y del ministro Mario Marcel , así como la labor de los subsecretarios Claudio Reyes , Macarena Lobos y el aporte permanente del Superintendente de Pensiones , Osvaldo Macías , y del equipo completo de ambos ministerios.
Asimismo, a nuestros técnicos, que fueron capaces de hacernos una propuesta que gatilló un proceso de diálogo democrático que finalmente hoy está culminando con una reforma que espero sea aprobada en términos unánimes por el Senado y por la Cámara de Diputados.
Estamos terminando la tramitación de esta reforma en los tiempos concordados en el mes de agosto en nuestra Comisión y, habiendo aprobado el texto que se propone a la Sala, convoco a apoyar y aprobar el proyecto.
La propuesta de la reforma beneficiará a 2.800.000 adultos mayores, aumentando sus pensiones entre un 14 y un 35 por ciento, con lo cual se superarán ampliamente los beneficios otorgados en la reforma del año 2008.
Además del incremento de la PGU, se otorgará un beneficio por tiempo cotizado a más de 900 mil afiliados y una compensación por diferencia de expectativas de vida a cerca de 800 mil mujeres.
El nuevo sistema de previsión en seguridad social que estamos comenzando a implementar en el país incluye cuatro cambios estructurales: uno, la creación de un pilar de seguridad social que mitigue riesgos y administre un fondo de seguro social; dos, un aporte permanente de empleadores, distribuyendo la carga financiera equitativamente; tres, la apertura de la industria a mayor competencia mediante licitaciones, y cuatro, la reducción de desigualdades al corregir las brechas de género en el sistema de pensiones.
Estos cambios consolidarán un sistema de pensiones mixto que garantiza sostenibilidad y mayor equidad, tanto en las pensiones actuales como en las futuras, siendo una reforma de primera generación para mejorar nuestro sistema previsional.
¿Por qué votar a favor?
Voto a favor, porque hay que mejorar la pensión garantizada universal mediante su aumento a 250.000 pesos, monto que comenzarán a recibir nuestros jubilados mayores de ochenta y dos años desde el sexto mes de aprobada la reforma, y así sucesivamente.
Voto a favor, porque se crea un nuevo sistema mixto de pensiones, con la incorporación de un seguro social previsional, un fondo autónomo, y con robustecimiento de la gobernanza pública en materia de pensiones.
Voto a favor, porque el empleador aportará a las cotizaciones de los trabajadores, en un cambio sustantivo al sistema de AFP desde los años 80, constituyendo la primera reforma relevante al pilar contributivo desde la imposición de este sistema en plena dictadura. El aporte será gradual, haciéndose cargo de las necesidades y adaptaciones del mercado laboral. Es un cambio estructural.
Voto a favor, porque mejoramos las pensiones de los trabajadores que cotizan y que hoy son parte de un sistema que no entrega buenas pensiones autofinanciadas; un sistema que no es entendido por sus usuarios al desconocer su funcionamiento, y donde existe una relación desigual con aquellos que administran los fondos previsionales, quienes se parapetan en el privilegiado control del mercado.
Voto a favor, por los más de 2.800.000 pensionados que se verán beneficiados y que hoy reciben una pensión autofinanciada miserable.
Voto a favor, porque como sociedad nos hacemos cargo de las diferencias entre hombres y mujeres, incentivamos la cotización y abordamos con enfoque de género las desigualdades existentes en nuestro mercado laboral.
Esa solidaridad con las mujeres trabajadoras debe defenderse de aquellos que atacan esta reforma, porque quieren desconocer esa desigualdad de trato en el mundo del trabajo.
Solidaridad con las mujeres que trabajan: esa debe ser nuestra bandera.
Y eso es lo que no quieren los que se oponen a esta reforma al criticar el aporte al seguro social.
Voto a favor, porque mejora las condiciones de competencia y transparencia en el sistema de las administradoras de fondos y se crea la posibilidad de incorporación de nuevos actores privados y la subcontratación de otros, como el IPS, en la administración de sus cuentas.
Voto a favor, porque en un ejercicio de generosidad política, poniendo en el centro las preocupaciones, el bienestar de nuestros pensionados y las trabajadoras, hemos concordado cambios que buscan incentivar el trabajo formal, reducir la informalidad, aumentar las cotizaciones y mejorar la rentabilidad de los fondos, junto a otras medidas que permitan que el centro de la regulación de la administración de los fondos esté centrado en tener mejores pensiones y en que se hagan gestiones eficientes de los fondos previsionales.
Tras dos intentos fallidos, este intento ha logrado avanzar sustantivamente. Por ello, voto a favor, porque esta reforma da cuenta de la posibilidad de que las instituciones democráticas y los actores políticos resolvamos problemas sociales urgentes, porque nuestra democracia se fortalece cuando entrega soluciones a los problemas acuciantes de la ciudadanía, y es útil al abordar sus dolores y demandas.
Voto a favor, porque se ha buscado un acuerdo con innovación y creatividad, superando nuestras legítimas discrepancias y la suma cero que resultaba de mantenerse cada uno en su trinchera. El actual sistema no se sostiene con el aporte del 10 por ciento, con un mercado que es opaco ante el cotizante y en donde no existe aporte del empleador; además de un sistema en donde no se abordan los cambios demográficos de nuestra población y las inequidades de género derivadas de la mayor expectativa de vida.
Por eso hay que aprobar esta reforma.
No quiero dejar pasar en este debate la conducta de la Asociación de AFP, la cual, carente de empatía con el problema de los jubilados, inició una campaña permanente para desalentar los cambios en la realidad del mercado que controlan. En esa campaña política que realizaron, primaron los egoístas intereses y no la realidad dramática de los cotizantes y las grietas y los defectos del sistema. La burda campaña que realizaron, y sobre la cual eluden dar cuenta del origen de su gasto, ha sido derrotada.
Esta reforma, y por eso la apoyo, realiza los cambios en la industria. No todos los cambios a los que aspirábamos, por cierto, pero se introducen medidas como la licitación de los cotizantes cada cierto tiempo y la incorporación de nuevos actores, que aumentarán la transparencia y la competencia. Con esto, espero que no tendremos más las vergonzosas campañas políticas de las AFP, las cuales deberán dar cuenta a sus cotizantes con la debida transparencia y eficiencia.
En definitiva, respaldo esta reforma porque se instala un nuevo sistema mixto de pensiones, con financiamiento tripartito: trabajadores, empleadores y Estado; con medidas que permiten incrementar el ahorro, tener un modelo sostenible y equilibrado para obtener mejores pensiones para los actuales pensionados, los actuales cotizantes y los futuros jubilados.
Voto a favor, porque además fuimos capaces de equilibrar la balanza y abrir la puerta para que aquellas montepiadas que pertenecen al sistema de reparto que existe en nuestro país también tengan acceso a la PGU. Lo hicimos, porque entendemos que hay que hacer justicia a la hora de legislar.
Voto a favor, porque en mi región, ¡en mi región!, se verán beneficiadas 136.420 personas con el aumento de la PGU, que representa un 55 por ciento de aumento en el beneficio para las mujeres.
Voto a favor, en suma, porque hemos dado un paso sustantivo desde la política. Y en el Senado de la República hemos sido capaces de gatillar un proceso de incorporación de las diferentes ideas. La apertura política ha sido necesaria para que el país pueda avanzar en una reforma, por ahora, solo suficiente, pero que significa un avance. Y más lo van a agradecer los 2.800.000 chilenos que van a recibir mejores pensiones.
En suma, estamos legislando para aquellos a los que les cuesta cumplir las veinticuatro horas del día a día, y a los cuales se les hace más difícil llegar a fin de mes.
Voto a favor de esta reforma, que será el legado más importante para las futuras generaciones por parte del Gobierno del Presidente Boric y de este Senado.
He dicho Presidente .
Votaré a favor.
Gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
A usted, senador Gastón Saavedra.
Le ofrezco a continuación la palabra al Presidente del Senado, don José García Ruminot.
El señor GARCÍA.-
Muchas gracias, Presidente.
Saludo a la señora ministra del Trabajo y Previsión Social, al señor ministro de Hacienda y a quienes les acompañan esta tarde en esta importante sesión del Senado.
Este proyecto de ley, con el acuerdo técnico y político que lo acompaña, se hace cargo de un problema grave y palpable: las bajas jubilaciones de nuestros actuales pensionados, y, si no hacemos nada, también será una realidad de los futuros pensionados.
La cotización se elevará en siete puntos, seis de ellos dirigidos a capitalización individual y un punto a incrementar el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia. Con ello, se contribuirá a financiar un bono que se crea con la presente reforma y a mejorar el beneficio ya existente.
De los seis puntos que van a capitalización individual, 4,5 se dirigen directamente a las cuentas de los cotizantes y 1,5 se destina al Fondo Autónomo de Protección Previsional, que da origen al Bono de Seguridad Previsional.
Sobre este último, es indispensable hacernos cargo de la inquietud, de las dudas, de los temores de muchos compatriotas. El gran temor es por este préstamo que tiene su correlato en un bono. Pero se trata de un bono con garantía del Estado, de un bono que va a contar con todas las garantías para que se pague, porque va a ser administrado por un consejo directivo de carácter técnico, independiente, colegiado y de buena gobernanza, imitando mucho lo que es la actual gobernanza del Banco Central de Chile.
Presidente , en esta materia yo quisiera brevemente señalar lo siguiente. El año 1981, cuando se crea el nuevo sistema de pensiones, las cajas de previsión estaban quebradas, no había plata para pagar las pensiones. Y lo que se decidió fue no solo que el fisco se hiciera cargo del pago de las pensiones, sino también que reconociera los fondos que tendrían que haber estado en las respectivas cajas, y a eso se le llamó "bono de reconocimiento", y se emitieron millones de bonos.
Las mismas dudas, las mismas inquietudes, las mismas campañas de desinformación: "¡No se van a pagar esos bonos!, ¡les están metiendo el dedo en la boca!". ¿Y qué ha ocurrido? Que los bonos se han pagado, incluso en momentos de gran tensión, de grandes problemas financieros en el mundo entero.
A pesar de todo eso, estaba la voluntad política y también el respaldo del Estado en el sentido de que esos bonos se iban a pagar, como de hecho ocurrió. Y por supuesto que tanto en la Comisión de Trabajo y Previsión Social como en la Comisión de Hacienda hemos tomado los resguardos para asegurarles a nuestros trabajadores que esos bonos, cuando llegue el momento de pensionarse, se van a pagar. Es un compromiso del Estado de Chile.
Pero, además, el afiliado tendrá información en su cartola de las cotizaciones con la rentabilidad respectiva; el título estará a nombre del afiliado; tiene calidad de inembargable, y, precisamente, porque es de propiedad de cada trabajador, será heredable. Es decir, está plenamente garantizado el derecho de propiedad de los trabajadores respecto de sus fondos previsionales.
En esta instancia también creo necesario destacar el importante rol que cumplió el Consejo Fiscal Autónomo durante el debate en la Comisión de Hacienda. Se levantaron importantes riesgos asociados a la sustentabilidad financiera de la reforma. Ello permitió que en esta comisión se adecuaran aspectos fundamentales para asegurar que esta reforma no tenga consecuencias perjudiciales para el crecimiento, el gasto fiscal y el empleo.
Los beneficios para las personas son evidentes. En primer lugar, un premio a la cotización permanente, que aumentará la jubilación en 0,1 UF por cada año cotizado, con tope de 2,5, para todos aquellos que hayan cumplido con sus obligaciones previsionales durante veinte años en el caso de los hombres y diez años en el caso de las mujeres. Un incentivo real, verdadero y una justa retribución para aquellos trabajadores que hacen el esfuerzo de cotizar regularmente.
En segundo lugar, una compensación por expectativa de vida, que permitirá superar la injusticia que viven las mujeres, quienes actualmente reciben menor pensión que un hombre a pesar de tener el mismo ahorro.
Se fortalece también el pilar no contributivo, elevando a 250 mil pesos la pensión garantizada universal, en forma gradual y responsable. En este proceso habrá tres etapas: primero, a los mayores de ochenta y dos años; luego a los mayores de setenta y cinco, y finalmente a todos los que tengan sesenta y cinco años o más y que pertenezcan al 90 por ciento más vulnerable de la población.
Destaco, por supuesto, que esta política, originada e impulsada por el Presidente Sebastián Piñera, ha tenido un impacto fundamental en aumentar las tasas de reemplazo para nuestros adultos mayores.
En definitiva, señor Presidente , considerando los beneficios que trae para los actuales y futuros pensionados, y habiendo mejorado aspectos sustanciales de su texto durante la tramitación en comisiones, he llegado a la conclusión de que este es un buen proyecto para nuestro país y para todas las chilenas y todos los chilenos.
Permítanme hacer dos prevenciones.
La primera es bastante obvia: no hay ningún sistema previsional posible que entregue buenas pensiones y que sea financieramente sustentable si nosotros no somos capaces de devolver a nuestra economía el potencial de crecer a tasas sustancialmente mayores que las actuales. Ni esta ni ninguna reforma futura va a poder financiarse si no reactivamos poderosamente nuestra economía.
En segundo lugar, señor Presidente , yo siento el deber de señalar que este Congreso estará siempre muy atento y vigilante a los pasos que se den en el futuro en materia previsional. No aceptaremos ninguna desviación de las premisas que dieron lugar a esta reforma...
La señora PASCUAL .-
¿Es una amenaza?
El señor GARCÍA .-
Se deberá respetar la independencia en la administración del Fondo Autónomo de Protección Previsional, y esa administración no podrá actuar, siquiera excepcionalmente, hacia objetivos distintos a los de la previsión y seguridad social. En caso contrario, actuaremos de manera decisiva para revertir legislativamente las desviaciones cometidas, y lo haremos cada vez que sea necesario.
Esta reforma previsional es fruto de un acuerdo transversal. Eso da cuenta de que en el Senado somos capaces de construir acuerdos pensando en Chile.
Esta es una reforma de largo aliento, y la polarización nunca ha sido buena consejera para enfrentar proyectos que nos exigen pensar en treinta, cuarenta o cincuenta años más.
Esta no es una reforma para el actual Gobierno; esta es una reforma para el futuro, para nuestros pensionados, para nuestros trabajadores; en una palabra, para nuestro desarrollo.
Voto a favor, señor Presidente.
Muchas gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor WALKER (Vicepresidente).-
Muchas gracias al senador José García Ruminot, Presidente del Senado.
Le ofrecemos, a continuación, la palabra al senador Juan Luis Castro.
El señor CASTRO (don Juan Luis).-
Gracias, Presidente.
Bueno, ha llegado la hora de la verdad después de tantos meses desde que se estableció este protocolo ad referendum aquí, en el Senado, de votar en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, lo cual se hizo; de comprometernos a despacharlo en enero, y se está cumpliendo, así como de tener un verdadero cambio y una reforma producto de un acuerdo amplio.
Hoy día hay mucha gente que sospecha cuando hay acuerdos, porque son escasos, no es lo habitual, y se empieza a mirar debajo del agua: ¿qué habrá que hay un acuerdo?
Y resulta que a todos los parlamentarios nos toca permanentemente ser encarados por la ciudadanía para pedirnos la respuesta histórica a por qué no se han mejorado las pensiones, y todos nos vemos compelidos a decir: "Ya va a venir, hay un proyecto, se está avanzando". Pero el ejercicio de la política no es el ejercicio de los sueños que cada uno tiene; es la tarea de intentar alcanzar las aspiraciones ciudadanas a partir de grados de acuerdo posibles y razonables.
Esta es una reforma cuyo mensaje lo firma el Presidente de la República . Y en el trámite se ha llegado a acuerdo, y por eso felicito a los integrantes de la Comisión de Trabajo y Previsión Social y a los de Hacienda. Todos han hecho el máximo esfuerzo, junto con el equipo negociador que han encabezado la ministra Jara y el ministro Marcel , con muchos asesores.
En este punto, permítame decir que desde que en dictadura, el año 81, se crearon las AFP en lo personal nunca he tenido especial afecto por ellas. Al revés. Cuando yo comencé mi vida profesional de médico, me empujaron y me decían que la única opción era inscribirse en una AFP. ¡Todo era glorioso!, las rentabilidades espectaculares y las tasas de reemplazo de casi 100 por ciento. Así se dibujaba esto a mediados de los ochenta, cuando a mí me tocó partir como médico en un hospital.
Resulta que la realidad chocó e hizo fracasar el modelo como estaba definido. ¿Quién tiene hoy día especial afecto por las AFP? Está en todas las encuestas: muy poca gente.
¿La gente quiere estabilidad? Sí.
¿Quiere mejoras? Sí.
Pero también quiere terminar con los abusos. No por nada hoy día casi un tercio del mundo laboral no cotiza ni tiene intención de hacerlo, porque ve el resultado con los actuales jubilados.
Por eso, yo creo que, en este momento tan esencial para el país, uno debe ser taxativo en buscar el punto de acuerdo posible para tres cosas que aparecen hoy día claramente definidas en este proyecto.
Una es el reajuste. Y si hoy día tenemos reajustes de hasta un 37 por ciento, dependiendo del tiempo de cotización, de ahorro, etcétera, pero con esos rangos; si tenemos una PGU de 250.000 pesos; si el empleador por primera vez entra para superar el estado de autofinanciamiento permanente que ha caracterizado a los sistemas de pensión en Chile, con un aporte gradual, pero sustantivo; y si además se crea un seguro social y, encima, por la vía de la licitación del stock obtenemos una mejora en la liquidez del sueldo -porque van a bajar las comisiones-, eso es un cambio importante y hay que destacarlo como parte de la esencia de lo que es este proyecto de reforma a las pensiones.
Es cierto que uno quiere más, ¡sí! A mí me encantaría un ente estatal, ¡lógico!, porque la competencia no se le puede negar al Estado.
Es como si, en materia de salud, yo estuviese condenado a elegir entre puras isapres y no tuviera un Fonasa; ¡y miren cómo está el Fonasa hoy día, que lleva la delantera con el 80 por ciento de la gente cotizando ahí!
Eso es parte de una definición que tendrá que venir. No la veremos en este proyecto, pero habrá que evaluarla en el futuro, de acuerdo a las condiciones en que estén las cosas.
Me encantaría que hubiera separación de la industria, sinceramente: que fuera la administración por un lado y por otro la inversión.
No fue posible en el punto de acuerdo, pero se entiende que hay una situación que quedó postergada en aras de un principio superior.
Perdónenme una digresión. Es cierto que este proyecto toca las pensiones de vejez, pero me encantaría que se hiciera cargo de un drama que hay al lado, que son las pensiones de invalidez por enfermedad y que hoy día constituyen una tragedia social enorme, que todos hemos atendido en distintos momentos, porque hoy día enfermarse y no poder trabajar antes de los 65 años es dramático, entre la licencia médica y la invalidez que no resulta.
Con todo, yo creo, Presidente , que estamos en un momento en el cual, más allá de que hemos anhelado mucho y de que vamos a seguir anhelando hacia el futuro mejoras al sistema previsional, yo diría que este es un momento importante de la historia de Chile, porque en la región que represento, la de O'Higgins, cuando uno ve los números entregados por la propia autoridad, tres cuartas partes de los 87.000 pensionados por vejez (decreto ley N° 3.500) ganan menos de 500 mil pesos, ¡menos del salario mínimo! Y resulta que van a tener ajustes y mejoras hasta sobre un 50 por ciento en el caso promedio de los pensionados de vejez, de 202 a 371 mil pesos.
Son los números estadísticos. Yo sé que cada caso es distinto, pero en la práctica sí es una inyección directa a lo que hoy día nos pide la ciudadanía: acuerdo, reforma que estabilice, mejore y dé transparencia, competitividad a un sistema; pero al mismo tiempo, grados de solidaridad, que aquí se están estableciendo en la equidad hombre-mujer, en la equidad generacional, que es la que la ciudadanía espera.
Por todo eso, voy a votar a favor de este proyecto de ley, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Juan Luis Castro.
Ofrezco la palabra a la senadora Carmen Gloria Aravena.
La señora ARAVENA.-
Gracias, Presidente.
Yo solo quiero plantear que este es el Senado de la República, donde existen distintas opiniones.
A mí no me molesta tener diferencias de opinión con mis colegas, de eso se trata la democracia, pero no me parece que al interior del Senado, en la sala, se aplauda a unos y se fune a otros.
No estamos acostumbrados a eso. Podemos tener diferencias de opiniones, pero aquí siempre se han respetado.
No se lo estoy diciendo a las personas, se lo estoy diciendo a la Mesa, porque creo que hay cosas que hay que respetar, y sobre todo la opinión. Cuando hay dictaduras, se funa al que piensa distinto. Por suerte, vivimos en democracia.
Primero, quiero plantear que es muy importante el título de este proyecto. Dice: "crea un Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro social en el pilar contributivo", etcétera.
Al final, quizás si partiéramos por el título, entenderíamos que esto efectivamente, no es para todos, pero al menos para mí y para el Partido Republicano es un sistema mixto que incluye reparto y también cotización individual.
En ese contexto, se entiende que el Senado, en su mayoría, se incline una vez más -porque hemos tenido otras ocasiones- por plantearle al país un objetivo que, en mi opinión, es refundacional, entendiendo que la Convención hace poco tiempo planteó justamente algo parecido y el rechazo de la ciudadanía fue mayoritario en torno a la importancia que tiene la cotización individual.
Eso no quiere decir -y con eso quiero anticiparme-, que no crea que efectivamente las pensiones son bajas y que, en cuanto a la solidaridad, en mi opinión, no hubo mejor reforma que la que hizo el Presidente Piñera con la PGU. Fue extraordinario. Y creo que...
(Manifestaciones de rechazo en las tribunas).
Ese es el problema cuando tenemos tribunas que no respetan las opiniones de las personas que piensan diferente.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ruego a los asistentes en las tribunas no manifestarse.
Senadora Carmen Gloria, usted tiene la palabra.
La señora ARAVENA.-
En este contexto, en mi opinión, este proyecto descansa en algunas situaciones que no están muy claras.
Para mí esto es obviamente un préstamo forzoso a la cuenta nocional que, de alguna manera, nos puede hacer creer que no es deuda del Estado, pero que sí lo es: un bono que no es un bono, una garantía fiscal que al final es una promesa de pago con un "vale por".
Usted lo ha dicho: hay situaciones en que el Estado ha pagado, y eso está muy bien, pero siempre va a depender de cómo estén las cuentas fiscales.
Con eso creo que este proyecto de ley sin duda les pide a todos los trabajadores que se metan la mano al bolsillo y aporten por muchos meses parte de su sueldo al Estado, al Gobierno de turno -que no necesariamente va a ser este ni otro, sino los que sigan-, para que, financiando con este dinero el sistema de pensiones, pueda destinar una suma equivalente al gasto público, remuneraciones incluidas, en circunstancias de que conocemos bien lo ineficiente que es el Estado. Solo doy el ejemplo de Codelco y TVN.
Nada dice esta reforma de la realidad del mercado del trabajo, caracterizada por una altísima informalidad, y amenazando sucesivas reformas, como la ley Karin, por ejemplo, y las situaciones actuales de baja inversión y la proyección de crecimiento de nuestro país, que es una de las más bajas de la OCDE.
No menciona tampoco la crisis en los sistemas de reparto: siempre se inician con escenarios como los que afronta Chile, un país con baja tasa de natalidad y mayor expectativa de vida, de manera que habrá cada vez menos trabajadores entrando a la fuerza laboral y más personas jubilándose, y por más tiempo.
Así, futuros gobiernos se verán tentados a aumentar el monto del préstamo, o a no devolverlo a los trabajadores, para postergar la inevitable quiebra del reparto que este proyecto propone.
Esta es mi opinión; solamente estoy proyectando un escenario, quizá un poco negativo.
Es posible que en dos o tres años nuevamente estén discutiendo otros, o nosotros, el aumento del préstamo forzoso que, convenientemente, el proyecto evita mencionar, pero es un préstamo y aumentará la tasa del mismo en diez o quince años, a lo mucho. Se anunciará, como todo en Chile, por los temas de proyección que hoy día tiene el país en materia fiscal.
La reforma tiene importantes efectos en el mercado del trabajo: al menos costará -lo han dicho los expertos- 100.000 empleos; y las estimaciones a largo plazo hablan de 600.000 empleos.
Las gradualidades no ayudan a mitigar el impacto en las micro, pequeñas y medianas empresas, que no podrán hacer frente al alza de cotizaciones si no se atacan los problemas de fondo del mercado del trabajo y el estancamiento de la economía.
Como advertimos hace un tiempo, la reforma tiene un impacto enorme en la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Al final de este Gobierno, la deuda pública quizá supere el 45 por ciento del PIB; hoy día es del 42 por ciento.
Ya no hay holguras para nuevos gastos. Lo ha dicho el Consejo Fiscal Autónomo. Y no es posible aumentar los impuestos que están claramente asfixiando a todas las empresas.
Por tanto, no podemos financiar un nuevo gasto público, por lo que es evidente que había que pedir un préstamo a todos los trabajadores de Chile para poder cumplir con el aumento de las cotizaciones de las personas que hoy día están con menos ingresos.
Hoy el Estado está tomando dinero de los trabajadores chilenos a cambio de una promesa de devolución futura.
El mayor gasto fiscal va a superar en menos de diez años, antes de 2034, los 4 mil millones de dólares al año por este proyecto. Este monto considera el mayor gasto del Estado como empleador, los aportes del fondo previsional, el aumento de la PGU, entre otros.
Quizás lo más importante de la discusión sea el destino e inversión de los fondos previsionales.
Los republicanos creemos firmemente en que todos los descuentos que mes a mes se realizan en la remuneración de los trabajadores deben ir íntegramente a las cuentas de capitalización individual, esto es, a mejorar las pensiones del trabajador; son sus ahorros y ni el Estado ni nadie tiene derecho a quitarle esos recursos.
Es casi seguro, además, que dado lo endeudado que está el Estado actualmente, no sea posible devolver toda esta cantidad de dinero, a lo que hay que sumar la mayor recaudación por el aumento de cotización del seguro de invalidez y sobrevivencia.
La reforma le está quitando, en mi opinión, parte de los ahorros a los trabajadores, que no irán a cuentas individuales, sino a un préstamo al Estado para financiar la garantía por años cotizados y una parte derechamente a solidaridad o reparto, por el aumento de la cotización del seguro de invalidez y sobrevivencia.
Se crea un sistema de reparto, ya que no toda la cotización irá a las cuentas individuales de propiedad del afiliado sino a pagar beneficios previsionales a actuales pensionados. Esos recursos para "solidaridad", en mi opinión, se deberían reunir con cargo a los impuestos generales.
Además, para administrar estos fondos y las nuevas prestaciones del seguro social, se contratarán decenas de funcionarios públicos con el propósito de apoyar el Fondo Autónomo de Protección Previsional y se va a reforzar el IPS, entregándole la facultad de administrar cuentas. Y el Gobierno anunció también en marzo la creación de una AFP estatal.
Pese al carácter autónomo del fondo, en la práctica este cuenta con garantía del Estado. Es difícil sostener, entonces, que las agencias clasificadoras de riesgo y los mercados no lo van a considerar deuda del Fisco, especialmente cuando se emitan bonos.
El préstamo se trata de una cuenta nocional. Los intereses del bono serán, en definitiva, ajustados unilateralmente por el Consejo Directivo del Fondo Previsional y la Superintendencia de Pensiones, y serán claramente menores que si este instrumento se hubiera invertido directamente en el mercado.
El tránsito de los actuales multifondos a los fondos generacionales implica también limitar la libertad del afiliado de elegir en qué instrumentos quiere invertir sus ahorros, sobre la base de su propia preferencia de riesgo. En lo sucesivo, serán clasificados según su edad en fondo generacional.
El Consejo Fiscal Autónomo observó once puntos, principalmente vinculados a la estabilidad financiera actual y futura del Estado, y el riesgo de cumplimiento con lo que plantea este nuevo sistema.
A pesar de las prevenciones que hace el Consejo Fiscal Autónomo, creo que es muy poco probable que se logre subsanar en esta etapa de la discusión lo relacionado -y aquí me quiero detener un minuto- con la edad de jubilación.
Nunca se me hubiera ocurrido que un proyecto de reforma de pensiones no incluya la edad de jubilación.
Es absolutamente imposible tener mejores pensiones sin aumentar la edad de jubilación, aunque no sea políticamente correcto. ¡No es posible eso! Y de alguna manera aquí lo estamos obviando. ¿Por qué? ¿Porque hay elecciones en un año más? ¿Ese es el tema? No lo logro comprender.
De alguna manera, por las incomodidades de discutir temas que son muy relevantes para aumentar pensiones, estamos metiéndole la mano al bolsillo con un 1,5 por ciento de las imposiciones.
Y le pido un minuto más, Secretario , por favor, porque tuve que pedir que me dejaran hablar.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
Es bien breve.
En mi opinión, la edad de jubilación debe ser mejorada, considerando la esperanza de vida de los chilenos, que en el caso de las mujeres es de casi 83 años. Incluso, estudios de la superintendencia lo han planteado hace mucho tiempo. Y en este proyecto de reforma de pensiones o en cualquier otro eso es un pilar estructural de un buen sistema.
Una reforma de esta envergadura requiere un análisis serio de los datos; debe contener información respecto a la sostenibilidad del fondo que se crea y los efectos que se pueden producir en el monto de las pensiones y en el mercado laboral.
Por todos los antecedentes que ya he mencionado, que no voy a exponer en detalle -y entiendo que han hecho un esfuerzo enorme mis colegas; entiendo que en las graderías hay personas que tienen sus posiciones, pero también entiendo que vivimos en democracia y no tenemos por qué pensar igual-, me resulta imposible votar a favor de este proyecto.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
Mi responsabilidad es con la ciudadanía, en especial con las generaciones presentes y futuras, y sobre todo con nuestro compromiso de salvaguardar el mandato que los chilenos nos dieron a través de las urnas: las cotizaciones previsionales son de los trabajadores y de nadie más.
Señor Presidente, voto en contra de este proyecto.
Muchas gracias.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora Carmen Gloria Aravena.
Ruego a las tribunas no manifestarse.
Senador don Iván Moreira, tiene la palabra.
El señor MOREIRA.-
Gracias, Presidente.
Con todo respeto quiero decirles a las personas invitadas que están en las tribunas que no tengan mucha ansiedad, sino más bien tranquilidad, porque existen los votos suficientes para aprobar en este Senado la reforma previsional.
Y hay que darle...
(Aplausos en tribunas).
Miren, no me aplaudan, ¡porque yo no estoy acostumbrado a que me aplaudan en las graderías ...!
(Risas).
Pero les quiero pedir que respetemos a las personas que tienen una opinión diferente.
Es evidente que Chile necesita una reforma de pensiones, y la necesita hoy día.
Ya se ha dicho antes que no podemos continuar subiendo la PGU hasta el infinito, porque la carga para el Fisco sería demasiado pesada. Pero también, por una consideración más de fondo, nuestro país necesita con urgencia demostrar que la democracia permite solucionar problemas y no solo favorece el estancamiento.
En tiempos en que abundan los cantos de sirena de partidos y movimientos que exigen avanzar sin transar o no ceder ni un milímetro, las fuerzas que creemos en el sano juicio del diálogo entre mayorías y minorías debemos dar el ejemplo.
Cuando asumí la presidencia de la Comisión de Trabajo, abrimos las puertas para el diálogo; abrimos las puertas para la esperanza.
Me hubiese gustado seguir ahí, pero lamentablemente, por problemas de salud muy delicados, tuve que ausentarme seis meses.
Pero ese trabajo no fue fácil, y lo asumió el senador Juan Antonio Coloma , quien dio un paso al frente como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social para avanzar y hacer lo más difícil de la política: conversar, llegar a acuerdos buenos para Chile, para ese Chile grande al que aspiramos todos en este hemiciclo, tal como lo hizo Jaime Guzmán , fundador de la UDI, el 11 de marzo de 1990, un senador que fue asesinado por grupos terroristas.
Ese senador fue capaz, tras un acuerdo político, de entregarle a don Gabriel Valdés la posibilidad de que fuera Presidente del Senado. Y no nos tembló la mano para apoyar a una persona que pensaba distinto a nosotros.
Ese era el comienzo de la democracia, donde fuimos adversarios, antes enemigos, y logramos a través del diálogo conocer el contexto que significa la amistad cívica.
La UDI no nació para esconderse al momento de tomar decisiones difíciles.
Y sabemos que apoyar esta reforma puede traernos incomprensión de parte de algunos. Pero esta reforma nos indica que el peor camino es no hacer nada en materia de pensiones. De lo contrario, van a pasar otros diez años.
Nosotros como partido, cuando la Democracia Cristiana cometió el error de no reunir los requisitos para que sus candidatos pudieran tener participación en una elección parlamentaria, no titubeamos en buscar la solución legislativa y apoyarlos para que ellos en democracia tuvieran la oportunidad de participar.
Tampoco nos tembló la mano cuando fuimos capaces, en un momento difícil del presidente Ricardo Lagos , de no cegarnos, de no mostrar revancha y avanzar.
Pero, al mismo tiempo, estoy convencido de que esta es una reforma que se basa en nuestras ideas. ¡Sí, en nuestras ideas también! Una reforma cercana a nuestro sector, ¡sí!
Porque digamos la verdad.
La izquierda, ¿qué es lo que buscaba? Establecer el reparto, eliminar las AFP y que el Estado administrara los fondos de las cotizaciones.
¡Nada de eso está en el texto o el espíritu de la reforma que vamos a votar!
Sabemos que ningún sistema previsional es sostenible con una cotización del 10 ciento. La prioridad debe ser incrementar esa cotización, y esta reforma aumenta hasta un 16 por ciento en forma gradual y va a las cuentas individuales.
Pero eso no basta. El consenso técnico es amplio en cuanto a que se necesitaba más.
El pilar solidario fue creado por la presidenta Bachelet y el Presidente Piñera creó la pensión garantizada universal, y ambos significaron una mejora sustancial para las pensiones más bajas.
Sin embargo, quedaba por mejorar la deuda con la clase media, a la que la UDI ha estado siempre aspirando a representar, así como también con las mujeres de Chile, que por distintas razones cotizan menos y con más lagunas.
Un partido que valora el mérito y el esfuerzo solo puede estar de acuerdo con recompensar a las personas que con su trabajo han logrado una cantidad mínima de años de cotización.
En nuestro sector, a pesar de los dichos vociferantes de algunos, fortalecemos el capital al aumentar el dinero para inversiones; logramos proteger las cotizaciones individuales y aumentarlas; mantuvimos la libertad de elegir la AFP.
Es más, se estableció la obligación de notificar a las personas seleccionadas para la licitación de stock y puedan manifestar su decisión de no ser parte del proceso. También defendimos con fuerza y logramos mantener y fortalecer la propiedad de los fondos acumulados, mejorando la información.
Es difícil lograr un acuerdo perfecto. ¡No hay acuerdo perfecto! Todos tuvimos que ceder. Lo sabemos.
Pero es aún más complicado avanzar sin hacer nada, como plantean los extremos. Han intentado frenar el proceso; han buscado dinamitarlo con una campaña de desinformación, de engaño y de aprovechamiento político tanto de algunos partidos del oficialismo, de izquierda, como de la ultraderecha, encabezada por el Partido Republicano.
Algunos parlamentarios han planteado dudas y se han preguntado si el Gobierno ha hecho trampas. Y también han dicho que nosotros no estamos enterados de lo que se va a votar hoy día. Pero yo quiero decirles que estas sesiones son transmitidas por televisión, con documentos, con comunicación abierta.
Y para mí han sido críticas y ofensas gratuitas. ¡Yo no me dejo atropellar por nadie!
Y también algunos senadores han expresado sus opiniones aquí en la sala como si tuvieran superioridad en la comprensión de lectura.
En la UDI -yo hablo por mi partido- la senadora Ebensperger, el senador Coloma, el senador Macaya, el senador Galilea, el senador Luciano Cruz-Coke, el senador Kast, ¡todos!, leyeron esos informes y tuvimos la posibilidad de compartirlos, de conversarlos con ellos y plantearles todas las preguntas e inquietudes que han tenido algunos.
Por lo tanto, eso es bueno para nosotros.
Finalmente, como se me está acabando el tiempo, quiero decir que fui el peor de todos por aprobar el 10 por ciento, por haber votado a favor de ese retiro e intentar la sobrevivencia de los chilenos en la pandemia.
Hoy seré el peor de todos, para republicanos y la ultraderecha, por votar a favor de los pensionados y en contra de la angustia de las AFP...
(Aplausos en tribunas).
Pero mi conciencia estará tranquila. ¡Sí, estará tranquila!
En aquella ocasión y en esta he votado pensando en lo que es mejor para Chile.
Chile necesita una reforma de pensiones, y hoy votamos a favor.
Y votar a favor, para nosotros, significa no votar por las AFP, que no quieren reformas.
Queremos votar por la esperanza.
Queremos votar para que seamos capaces de tener algo mejor.
Hace diez meses, ¡diez meses!, empezamos a trabajar este tema en el Congreso y en la Comisión de Trabajo.
En ese sentido, creo que el tema ha sido informado. Ahora, si otros partidos no entendieron el problema o tienen sus legítimas dudas, bueno, esa es responsabilidad de ellos. Pero en la UDI se hicieron las cosas bien.
Por eso, señor Presidente , quiero terminar diciendo que esto puede tener costos para algunos. Lo veremos. Cada uno, con su voto, asume su responsabilidad.
Hoy el Senado actúa como un órgano autónomo e independiente, y se hace cargo de sus consecuencias. Y si esas consecuencias traen dificultades en las próximas elecciones parlamentarias, asumiremos nuestra responsabilidad.
¡Chile necesita una reforma de pensiones!
¡Chile necesita que votemos por las personas!
De no hacer nada, ¿quiénes ganan? Las AFP por su arrogancia.
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Iván Moreira.
Ofrezco la palabra al senador Felipe Kast.
(El senador no se encuentra presente en la sala).
Ofreceré la palabra al senador David Sandoval; luego, a la senadora Luz Ebensperger.
Senador David Sandoval.
El señor SANDOVAL.-
Muchas gracias, Presidente.
Por su intermedio, saludamos a las autoridades de Gobierno que nos acompañan.
Efectivamente, hoy día estamos frente a una situación trascendente para toda la ciudadanía, para todo nuestro país.
Solo saliendo de las trincheras ha sido posible arribar a acuerdos. Y esos acuerdos están pensados fundamentalmente en el beneficio y en el bienestar de todos los chilenos.
Esta es una reforma que afecta a todos los chilenos y chilenas.
La consigna "No+AFP", que el Gobierno e incluso el propio Presidente acuñaron dentro de sus banderas, era una trinchera que evidentemente había que superar.
"Con mi plata NO", en el otro extremo, también representaba un mecanismo que generaba conflictos de trinchera y que estaba llevando a una polarización absolutamente innecesaria.
Aquí no hay que pensar ni en unos ni en otros, sino fundamentalmente en los millones de chilenos y chilenas que hoy día viven en una condición compleja desde el punto de vista de su sobrevivencia.
En este contexto, después de las últimas dos grandes reformas de la Presidenta Bachelet (la creación de la pensión básica solidaria y el pilar solidario), se contribuyó de manera sustantiva a reconocer a aquellas personas que trabajaron toda su vida pero que no habían cotizado nunca -dueñas de casa, por ejemplo-, y se creó un beneficio que evidentemente constituyó una importante reforma en ese minuto.
El Presidente Piñera realizó la última gran reforma, con la creación de la pensión garantizada universal, cuyo impacto hoy día ha sido esencial para mejorar la vejez y aumentar los ingresos de quienes estaban jubilados.
Siempre queda la sensación de que es posible hacer algo más, pero se ha llegado a los puntos de encuentro para precisamente avanzar en esta tarea.
En los años 80, antes de la reforma previsional, en Chile había más de treinta y cinco diferentes cajas. Y dependiendo de la influencia política de los sectores, eran los beneficios que recibían las personas adscritas a esas modalidades.
Algunas cifras, por ejemplo.
En el sistema actual, el 80 por ciento de los cotizantes tiene menos de 20 millones de pesos de ahorro. Si esa gente jubilara hoy día sin ningún otro mecanismo complementario, su pensión sería de apenas 100 mil pesos.
Miren las cifras.
Cuando se habla de "Con mi plata NO", ¿quién tiene más de 100 millones de pesos en sus cuentas de capitalización? Apenas el 1,5 por ciento de los cotizantes: 178 mil personas. ¿Y a qué jubilación tienen acceso? Alrededor de 500 mil pesos.
Evidentemente, estas cifras nos ayudan a entender la urgencia y la necesidad de que este cambio y esta reforma son absolutamente fundamentales y esenciales para darle al país cambios en este sentido.
Fíjense que, a nivel nacional, en cinco de las dieciséis regiones, la pensión que reciben esos habitantes es inferior a 300 mil pesos. Y para los que no saben, ¿de qué regiones son los más afectados? De El Maule, Los Lagos, Aysén , Ñuble.
Esta es una situación que afecta a más de 140 mil personas, que reciben jubilaciones absolutamente inadecuadas.
Cifras adicionales.
El 85 por ciento de las pensiones pagadas por las AFP y las compañías de seguros son menores al salario mínimo. ¡El 85 por ciento! Si les agregamos los subsidios del Estado, esta proporción baja apenas a 70 por ciento.
El 10 por ciento de todos los cotizantes alcanzó una pensión superior a 800 mil pesos y el 5 por ciento, los menos de los menos, a más de un millón de pesos.
¿Qué dicen otros estudios?
Cuatrocientas setenta y seis mil personas reciben pensiones del sistema no contributivo, es decir, son personas que nunca pudieron cotizar, y otras tantas más -326 mil, una cifra no menor- tienen sus ahorros previsionales absolutamente agotados. Estas personas, para mejorar su condición de ingresos en la vejez, dependen solo y exclusivamente de la reforma que se está planteando.
Por eso, en este mismo sentido presentamos varias indicaciones que desgraciadamente, por razones de admisibilidad, no calzaron: el monotributo.
¿Cómo aseguramos mejores niveles de ahorro?
¿Cómo aseguramos la educación previsional? La persona que jubila y que sale de una empresa queda sometida a la indefensión absoluta frente al mercado. ¿Qué opción de jubilación tomar? ¿Retiro programado? ¿Renta vitalicia?
Creemos que la educación previsional constituye un aspecto esencial, y espero, tal como lo anunció el Gobierno en la tramitación de este proyecto, que se genere un cambio en esta dirección.
Hay una tarea -aquí hay adultos mayores que nos acompañan-: presentamos una indicación para el beneficio de la PGU a partir de los 82 años. Y decíamos: "¿por qué 82?". En Chile tenemos la ley Nº 21.144, que establece el concepto de cuarta edad, y el beneficio podría haber implicado a todos los mayores de ochenta años.
Lamentamos esto, porque aquí las mujeres hicieron una gran tarea a fin de bajar el nivel de cobertura para acceder al beneficio del "bono tabla" de trece a diez años.
Quizás a los mayores de sesenta años nos faltó realizar algo similar y haber incurrido en una gestión política para lograr que los beneficiarios de este mecanismo sean precisamente los adultos mayores de ochenta años, la famosa cuarta edad.
En este minuto, ¿en quién hay que pensar? Los discursos que se han hecho sobre este tema han sido diversos. Yo creo que acá debemos pensar en los veinticinco millones de chilenos y chilenas respecto de los cuales evidentemente el país debe buscar un mecanismo para ver cómo mejorar sus condiciones.
Aquí no estamos hablando por el Gobierno de turno; no estamos pensando en el Gobierno de turno, ni en quién va a firmar la ley. Estamos fijando el objeto fundamental de quienes están hoy día llamados, por una responsabilidad ética y moral de todos, a contribuir con los mejores esfuerzos para conseguir los cambios que se necesitan.
¿Hubiésemos querido más? ¡Probablemente!
Acá se propuso una infinidad de ideas: el seguro de longevidad para los mayores de ochenta años y tantas iniciativas que se analizaron en la Comisión y que fueron descartadas por sendos estudios que se realizaron sobre el particular. Pero especialmente en este contexto, cómo no pensar en aquellos que en nuestras propias regiones se verán beneficiados.
En Aysén 13.751 personas hoy día reciben la PGU, el aporte previsional solidario de vejez, la pensión básica solidaria de invalidez o el aporte previsional solidario de invalidez: ¡13.751!
¡Cómo no pensar en ellas! O cómo prescindir de esto, y más allá, quedarnos anclados en trincheras que efectivamente no nos acompañaban a ninguna solución concreta.
Salir de la frontera y de esas trincheras era absolutamente esencial. En esta materia, en lo que se refiere al Congreso, y particularmente al Senado -señaló el punto el colega Walker -, en algún minuto los mecanismos refundacionales propuestos por ciertas personas pretendieron eliminar este espacio de debate público. ¡Pero aquí es donde se llegaron a estos grandes acuerdos!
Ese es el enorme valor que hoy día tiene la labor que se ha efectuado en las Comisiones de Trabajo y de Hacienda.
En lo personal, quiero destacar el aporte que hizo el presidente de la Comisión de Trabajo , nuestro senador Juan Antonio Coloma , porque sabemos que estas cosas generan urticaria en algunos sectores extremos, y creemos que aquí no está en debate aquello. La discusión se ha planteado básicamente sobre la gente más vulnerable y que en verdad requiere un mecanismo alternativo, el cual es una solución específica, concreta para quienes no han logrado capitalizar o ahorrar sustantivamente.
También es una solución alternativa interesante para las mujeres que tienen este diferencial de cotización. Y más allá del debate, aquí se está pensando en los veinticinco millones de chilenos y chilenas que, por cierto, quieren una respuesta en esta materia.
Yo con el mayor agrado, con el mayor gusto, obviamente voto a favor.
Muchas gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senador David Sandoval.
Tiene la palabra la senadora Luz Ebensperger.
La señora EBENSPERGER.-
Muchas gracias, Presidente.
Siempre se ha dicho que la política es el arte de los acuerdos, porque claramente en esta sala no todos pensamos igual. Por lo tanto, para sacar adelante proyectos que son de real importancia para la ciudadanía, hay que llegar a acuerdos.
No creo que en Chile exista alguien que no sepa o no crea que las actuales pensiones deben modificarse, que son indignas y que no permiten a los pensionados, sobre todo a los más vulnerables, pasar el mes con tranquilidad.
Por eso esta reforma es tan necesaria. Llevamos ya más de diez años discutiéndola.
En tal sentido, valoro profundamente el acuerdo obtenido; valoro la labor que se hizo en la Comisión de Trabajo; valoro el acuerdo a que se arribó en la Comisión de Hacienda; valoro el trabajo de las secretarías de ambas comisiones, y valoro también la labor del Ejecutivo y el hecho de abrirse y estar disponibles para alcanzar este tipo de acuerdo.
¿Cuáles fueron las principales prioridades de la reforma?
-Aumentar la cotización de los trabajadores, claramente.
Si manteníamos la cotización en 10 por ciento, no había otra forma, con esa cotización tan baja, con la gran cantidad de lagunas, con la gran informalidad existente en nuestro país, de mejorar las pensiones.
Además, queríamos que ese aumento de cotización fuera a las cuentas individuales de los trabajadores, porque ese es un incentivo al trabajo, lo cual también se logró: el 6 por ciento que se aumenta va a las cuentas individuales del trabajador; el 4,5 por ciento inmediatamente y el 1,5 por ciento con un préstamo que no es reparto. Hay reparto cuando se saca parte de las cotizaciones de los trabajadores para solidaridad, pero nunca vuelven al trabajador. Y este es un préstamo protegido, resguardado y garantizado por el Estado.
El Estado de Chile nunca ha dejado de pagar un bono. Dijo esto hace un rato el senador Coloma: desde el inicio del sistema actual previsional el bono que se estableció ahí para indemnizar a las personas cuando se cambiaban de sistema se ha pagado puntualmente, se sigue pagando y no tengo duda de que se seguirá pagando.
-Incrementar la PGU, privilegiando, por cierto, a los pensionados de más edad.
La PGU creo que ha sido una de las reformas más importantes realizadas a nuestro sistema previsional en los últimos años. Hoy día está en alrededor de 214 mil pesos; en febrero le toca un reajuste que si mal no recuerdo le permite llegar a los 224 mil pesos, y acá se acuerda que va a subir a 250 mil, por cierto, en forma escalonada, privilegiando, como siempre debe ser, a las personas mayores. En este caso, el aumento primero partirá con los mayores de ochenta y dos años.
-Premiar el ahorro de hombres y mujeres sobre todo de la clase media.
Se establece un premio que va desde un 0,1 UF mensual a 2,5 para los hombres que tengan veinte años de cotización, y, en el caso de la mujer, diez años, que va a ir subiendo paulatinamente hasta quince. Con eso queremos incentivar que la gente formalice su trabajo, que el hecho de que cada trabajador cotice mensualmente tenga un premio.
-Igualar las pensiones de hombres y mujeres en las mismas condiciones.
Se ha dicho acá, también reiteradamente, que si una mujer y un hombre jubilan a la misma edad con idéntico nivel de ahorros la pensión en el caso de la mujer es 11 por ciento más baja. Eso se debe particularmente a que la mujer prioriza el cuidado de sus hijos, el cuidado de su familia, la maternidad. Por consiguiente, nos parece de toda justicia que hoy día, a través del "bono tabla", se asegure que mujeres y hombres reciban la misma pensión, con la misma edad de jubilación (que ambos jubilen a los sesenta y cinco años, que ambos jubilen a los sesenta y seis, etcétera) y con igual cantidad de ahorro.
-Mejorar la regulación de las AFP aumentando la competencia.
Claramente, era importante aumentar la competencia de la industria. Ello se hace en la propuesta de reforma que hoy estamos votando, particularmente con la licitación del stock a razón del 10 por ciento de los afiliados cada dos años, para buscar, a través de esto, mejorar la competitividad o competencia en la industria y, de esta manera, bajar las comisiones que se cobran actualmente.
Es decir, a través de esta licitación queremos que las AFP ofrezcan mejores condiciones a sus afiliados. Esta licitación no se hará si el trabajador dice "No quiero". Si dice "Yo deseo continuar donde estoy". Pero, previo a tomar la decisión, va a conocer también cómo resultó esa licitación, cuáles serán sus condiciones si se mantiene en la AFP en que está, y cuáles serán si acepta cambiarse a otra mediante esta licitación.
La libertad de elegir le pertenece al trabajador.
Se baja -se dijo acá también- el encaje al 30 por ciento de las comisiones anuales de una AFP y se aumenta el capital inicial de 5 mil a 50 mil UF. Es decir, se permite que ingresen nuevos actores a la industria, pero se les hacen exigencias. Se decía que el encaje se había bajado mucho y que eso probablemente podría hacer que ingresaran a la industria actores que no fueran del todo serios. Pero con el aumento del capital inicial sin duda se asegura que ello no ocurra.
Se cambian los multifondos a fondos generacionales. Esto, para asegurar la mejor gestión de los ahorros previsionales de cada una de las personas; y eso, como se dijo particularmente en el gran informe rendido por el senador Coloma , siguiendo las prácticas de los países más avanzados en materia de inversión de fondos y que tienen hoy día sistemas de pensiones dignas.
Asimismo, quiero recalcar que los APV, la cotización voluntaria no se toca. Este cambio de los multifondos a los fondos generacionales es solamente para la cotización obligatoria. Respecto de quienes tengan un APV, podrán destinarlo a lo que estimen del caso.
De otro lado, la cobranza judicial de cotizaciones unificadas, por cierto, también ayuda a mejorar las condiciones, a hacer más fácil el sistema y a evitar la burocracia.
En cuanto a los casi novecientos mil juicios existentes hoy día, se dice que, al tener todos el mismo representante (la Tesorería), esto tendería a ser más eficiente y aquellos deberían bajar a no más allá de trescientos mil.
Se facilitan las cotizaciones de independientes voluntarios y se permite también el ingreso de cajas de compensación y cooperativas, supervisadas por la Comisión para el Mercado Financiero para que puedan formar una AFP. No como caja de compensación, no como cooperativa: tienen que constituir una sociedad anónima y cumplir los requisitos, pero se les da esta posibilidad.
Se determina con claridad quién paga las cotizaciones durante las licencias médicas.
En relación con el préstamo correspondiente a la cotización con rentabilidad protegida, se considerará en el informe anual de pasivos contingentes de la Diprés.
Se asegura, como acá también se ha dicho -si me da un minuto adicional, Presidente -, el financiamiento de la cotización para los colegios subvencionados, la atención primaria de salud y otros.
En fin, creo importante señalar acá, para aquellos a los que les preocupa cómo va a ser administrado el FAPP o la forma en que será constituido este fondo -el administrador será el encargado de gestionar los fondos del préstamo y de la plata que va para el "bono tabla"-, que se trata de un órgano autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propio; que tiene un gobierno corporativo igual al del Banco Central, el cual hoy día nos da plena tranquilidad a todos y cada uno de los que estamos acá, porque siempre ha demostrado su independencia y estar fuera del Gobierno de turno, al tener una forma de funcionar independiente.
Por lo tanto, con estas prioridades, ¿cuáles son los objetivos logrados? Todos.
-Aumento de cotización a cuentas individuales, sin reparto.
-Mantener la libertad de elegir la AFP en que se quiere estar.
-Incrementos de pensiones sostenibles en el tiempo; también incrementos de pensiones para los actualmente pensionados.
-Mejorar las pensiones de la clase media.
-Proteger la rentabilidad y devolución del aporte del 1,5 por ciento a los cotizantes.
-Mejorar y establecer más competencia en la industria.
Presidente, la única preocupación que nos queda es cuando escuchamos al Ejecutivo y a algunos parlamentarios del oficialismo decir que el debate no ha terminado.
Yo creo que este acuerdo debe cuidarse y no ponerse en riesgo. Los acuerdos deben fortalecerse, y la forma de hacer esto es respetarlos; que respecto de aquello a lo que no se llegó a consenso no se abra un nuevo flanco. Es importante -vuelvo a decir- cuidar el acuerdo, y a eso los llamo a todos.
Presidente , con convicción, convencida de que este es de los mejores acuerdos que podíamos haber logrado, votaré a favor de él.
He dicho.
Gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora Luz Ebensperger.
Ofrezco la palabra a la senadora Paulina Núñez.
La señora NÚÑEZ.-
Muchas gracias, señor Presidente .
Quiero saludar -por su intermedio- a los ministros de Estado que se encuentran presentes. También deseo reconocer el trabajo -lo dijo usted al inicio de esta sesión- de la Secretaría, sobre todo de las comisiones que conocieron en detalle este proyecto, me refiero a la Comisión de Trabajo y Previsión Social y a la Comisión de Hacienda; y, por supuesto, el de los colegas que nos representan en esas instancias.
Evidentemente, estuvimos pendientes de la discusión de este proyecto, participando en aquello que nos parecía relevante para cumplir con el objetivo que debe tener toda reforma previsional, que es aumentar las pensiones.
Muchas veces en estas discusiones, a propósito de estos grandes acuerdos -porque no tengo ninguna duda de que estamos frente a un gran acuerdo-, se nos emplaza a defender nuestros principios. Y, sinceramente, creo que si hay una cuestión de principios en una reforma previsional es cómo logramos un sistema y reglas para mejorar las pensiones y algo que nos interesa sobremanera: acortar las brechas que existen entre las pensiones de las mujeres y las pensiones de los hombres.
Se ha reiterado -me alegro de que así sea, porque sinceramente años atrás esto no era tema, y digo esto de manera negativa- el que hoy estemos todos hablando de terminar con las brechas que hay en la materia, porque, aun cuando una mujer y un hombre han ahorrado lo mismo, reciben pensiones distintas.
Ello no es casualidad, porque si bien la edad es uno de los factores que influyen, también afecta la informalidad con que la mujer debe sacar adelante muchas veces a sus hijos y a su hogar.
Hoy día hay una cuestión que va a lograr incentivar -así lo espero- a las mujeres a avanzar en la formalidad. Pero eso no solamente se conseguirá con una regla que les permita exhibir diez años de cotización, continua o discontinua, para tener un bono de reconocimiento a la formalidad, sino que se debe avanzar -y no está de más recordarlo en esta oportunidad-, por ejemplo, en la forma de compatibilizar la vida personal, familiar y laboral: ayudar en eso.
Así como fuimos capaces de ponernos de acuerdo para sacar adelante una reforma de pensiones, también podemos acordar que de una vez por todas tengamos una ley de sala cuna universal; es decir, poner el foco en que las mujeres puedan cotizar con su trabajo formal, y con ello, evidentemente, alcanzar una jubilación digna al momento de su adultez mayor.
Presidente, quiero detenerme -porque se han dicho cosas muy técnicas- en aquellas cuestiones que inclinan la balanza cuando uno tiene que aprobar un proyecto de esta envergadura.
Primero, en el caso de la PGU, estamos hablando de poder llegar -y este es un anhelo transversal, ¡qué duda cabe!- a 250 mil pesos -insisto- en una pensión garantizada y universal, donde -y lo voy a decir de esta manera- se cubra al 90 por ciento de los chilenos y chilenas, sin ningún distingo.
En cuanto a lograr esto de manera gradual -vamos a partir después de seis meses de publicada la ley desde los adultos mayores con ochenta y dos años y luego hacia abajo una vez que avance el tiempo-, es una cuestión en que a mi juicio podría haberse hecho un mayor esfuerzo.
Porque me imagino que, si hay algo que nos han estado preguntando a todas y a todos en estos últimos días, donde ha tomado más cobertura la pensión, es: ¿Cuánta plata me va a llegar? ¿Cuánto va a aumentar mi pensión? ¿Cuándo va a aumentar mi pensión?
Entonces, poder comunicarle a un actual pensionado que si tiene ochenta y dos años va a recibir estos 250 mil pesos seis meses después de que se publique la ley es una buena noticia para esa persona. Pero, evidentemente, no es una muy buena noticia para quien tiene setenta y tantos o sesenta y tantos.
Pero no hay plazo que no se cumpla, y los acuerdos son dentro de lo posible con los recursos que hay disponibles.
Ciertamente, lo que buscamos es que todos lleguen a esta cobertura de 250 mil pesos. Y eso empezará a producirse paulatinamente cada seis meses, bajando luego a los setenta y cinco años y después a los sesenta y cinco años.
Ahora quiero continuar con el tema de la pensión de las mujeres, con el bono de reconocimiento.
Creo que, en estos momentos, hay que valorar cuando desde la política y desde lo político somos capaces de acercar posiciones, entendiendo que, si no lo hacíamos, literalmente, eran miles de mujeres las que estaban quedando afuera.
Hay que partir de la base de que se estaban poniendo sobre la mesa trece años cotizados para poder aprobar esta reforma. Y las mujeres del Senado, de manera transversal, con el apoyo del Ejecutivo, logramos convencer tanto a los integrantes de la Comisión de Trabajo y Previsión Social como a los miembros de la Comisión de Hacienda para que se rebajara el requisito a diez años.
Hoy en la mañana me preguntaba la prensa si íbamos a insistir en esta sala para llegar a los ocho años. Y, claro, uno siempre va a querer llegar a ese número. Espero que eso se logre. ¿Por qué no dejárselo a los diputados y las diputadas? A lo mejor los ministros me van a mirar por lo que digo.
Sinceramente, creo que es una buena noticia haber conseguido, dado el emplazamiento que hicimos, rebajar la exigencia de trece a diez años.
Y en el caso de las mujeres también hay un reconocimiento, una compensación por los años de vida. De esta forma, se va a agregar, dentro de los dos millones ochocientas mil personas que se verán beneficiadas con esta reforma, a ochocientas mil mujeres para que accedan a ese aumento de la cotización.
Hablaba con uno de los senadores integrantes de las comisiones y me ponía un ejemplo, que evidentemente es el más óptimo. Lo digo para no jugar con las expectativas de quienes a lo mejor no están en esta posición, pero creo que vale y sirve como ejemplo: seis meses después de que se publique esta reforma -es un rango para poder adaptar todo este sistema-, una mujer con ochenta y dos años que haya cotizado el máximo (veinticinco años) no solo va recibir los 250 mil pesos por la PGU y lo que eventualmente tenga en su AFP, sino hasta 160 mil pesos por bono de reconocimiento y por los años de cotización -insisto- para poder recibir este aumento.
Estamos hablando de varios recursos, y los quise graficar de esta manera. Por lo tanto, sinceramente, yo no veo motivo para que no logremos aprobar esta reforma hoy día si nuestro voto permitirá que esos recursos lleguen a quienes hoy día los necesitan sobremanera, porque se trata de los actuales jubilados.
Yo sé, Presidente , que en todas estas materias no solo se considera el factor técnico, que se da con más presencia, con mayor fuerza en las comisiones, sino que también está el factor político. Y hay que decirlo: evidentemente, esto no es un corporativo, no es una organización social, es el Congreso Nacional, donde tenemos el deber y la labor de representar a nuestros territorios y también con nuestras ideas a quienes optaron por nosotros. Pero creo que es muy importante recordar en este minuto que las calculadoras hay que dejarlas de lado.
En tal sentido, hay frases que se fueron mencionando, como la de qué va a pasar con los candidatos o con las candidatas presidenciales después de la aprobación de este proyecto; si esto impactará a aquellos que, a lo mejor, no podrán gobernar de buena manera, a los que aumentarán en las encuestas; o, derechamente, a aquellos que, al diferenciarse del resto, aun sabiendo que se hace en contra del aumento de la pensión, tal vez reciban algún rédito.
Yo creo, Presidente, que estos son los momentos en los que vale la pena estar en la política, para lograr acuerdos, para poder aumentar las pensiones de los jubilados.
En este punto, quiero citar algunas cuñas.
José de Gregorio : "Es un buen acuerdo".
Rodrigo Vergara : "Una reforma razonable".
Jorge Rodríguez : "Sin la reforma la presión podría ser mayor". El exministro Ignacio Briones : "Se preservó el sistema de ahorro individual", para nosotros algo bien importante.
El exministro Felipe Larraín : "Hay elementos positivos".
Joseph Ramos : "Es un avance".
Klaus Schmidt-Hebbel: "Estoy a favor de esta reforma".
Soledad Ormazábal, de la Comisión Técnica: "Sumando y restando, es un buen acuerdo". ¡Qué duda cabe, Presidente!
David Bravo : "El país merece un acuerdo"; "Estamos frente a una buena decisión".
Por eso, pienso que es vital darle respuesta a una de las demandas sociales de mayor envergadura que tenemos en el país, en una cuestión en que la política no ha sido capaz, después de dos grandes fracasos, de ponerse de acuerdo para aumentar las pensiones. De ahí que es importante poder concurrir hoy día con nuestro voto a favor.
A la vez, entendemos que no solo estamos aumentando las pensiones, resguardando al menos lo que a nosotros desde nuestro lado nos parecía vital, sino que, de una vez por todas, estamos terminando con la brecha que aún existe entre las mujeres y los hombres al momento de jubilarse.
Presidente, voto a favor de esta reforma, y espero que así ocurra en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Muchas gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Muchas gracias, senadora Paulina Núñez.
Se ha incorporado a esta sesión la senadora Paulina Vodanovic. Queremos saludarla muy fraternalmente y expresarle nuestras profundas condolencias.
Valoramos su gesto de venir a votar en un día tan doloroso para ella y su familia.
Le expresamos toda nuestra solidaridad y nuestras condolencias, senadora Paulina Vodanovic.
(Aplausos en la sala y en tribunas)
A continuación, le ofrecemos la palabra al ministro de Hacienda , Mario Marcel, que desea aclarar algunas dudas.
El señor MARCEL (ministro de Hacienda).-
Muchas gracias, Presidente.
Quiero referirme a cuatro temas que han surgido en la discusión.
El primero de ellos tiene que ver con cuáles son las alternativas a esta reforma, porque el senador Edwards decía que no era contrario a que hubiera una reforma, solo que tendría que ser algo distinto.
¿Cuáles son las alternativas que se han planteado en esta discusión?
Se ha propuesto actuar a través de la PGU, de fondos generales de la nación, como si ellos estuvieran ahí disponibles y no comprometidos en otras cosas.
En la exposición del Consejo Fiscal Autónomo su mensaje fue superclaro: el mayor riesgo fiscal ligado a esta reforma es no hacer reforma. Así de claro.
¿Y por qué dijo eso el Consejo Fiscal? Porque si no se materializa esta reforma, que crea un seguro social, que establece cotizaciones para ese seguro, que considera este mecanismo transitorio para financiar el beneficio por años cotizados, la única alternativa que tenemos para mejorar las pensiones en el corto plazo es aumentar la PGU, que la senadora Aravena definía como una gran iniciativa.
Sin embargo, los componentes no contributivos de los sistemas de pensiones no pueden resolver todas las necesidades de los sistemas de pensiones. No existe ningún sistema de pensiones en el mundo que funcione solo como un sistema no contributivo. ¿Por qué? Porque los Estados no poseen los recursos para entregar esos volúmenes de beneficio.
Y el cálculo que hizo el Consejo Fiscal Autónomo fue establecer qué pasaría si el valor de la PGU simplemente creciera durante los próximos años al mismo ritmo que las remuneraciones reales, más o menos, al 1,5 por ciento. Hay que decir que ese 1,5 por ciento es la cuarta parte del ritmo al cual se ha incrementado el gasto en el pilar no contributivo desde comienzos de los 2000 hasta ahora. Porque de las pensiones asistenciales pasamos al pilar solidario, del pilar solidario a la PGU. Y todo eso ha involucrado incrementos de cobertura, aumentos de valor de los beneficios. ¡Ha habido un crecimiento de 6 por ciento! Cuatro veces lo que se han incrementado las remuneraciones reales.
¿Y cuál es el cálculo que realizó el Consejo Fiscal Autónomo? Que, si la PGU creciera a ese ritmo, el gasto en PGU pasaría de 2 por ciento del producto a 7 por ciento del producto al año 2050. ¡A 7 por ciento del producto! Cinco puntos del PIB de diferencia: ¡15 mil millones de dólares!
Supongo que no vamos a creer que reduciendo programas mal evaluados vamos a generar 15 mil millones de dólares.
Entonces, evidentemente, ese no es un camino viable.
¿Qué otra alternativa se planteó?
Aumentar la edad de jubilación.
Pero si subimos dicha edad, dado que el mercado del trabajo no es particularmente generoso con los adultos mayores, lo único que estamos haciendo es que vamos a distribuir en menos tiempo los mismos fondos, o sea, que con la misma plata generaremos mejores pensiones solo por la vía de pagarlas durante menos tiempo. Eso tampoco es una solución.
Entonces, ¿qué hace el proyecto frente a ello?
Se hace cargo del volumen de cotizaciones al reducir las lagunas de cotización. Porque hoy día el volumen de ahorros no depende de qué se cotiza en los últimos años antes de jubilarse, sino de todas las lagunas que tenemos antes. Y para eso este proyecto establece una serie de mecanismos: seguro de lagunas ligado al seguro de desempleo, para cotizar durante los períodos de desempleo; modalidad simplificada de cotización para los independientes; posibilidad de cotizaciones solidarias dentro de la familia. Hay cuatro o cinco mecanismos, además de aquellos que mejoran el rendimiento de las inversiones, como es el cambio a los fondos generacionales.
Entonces, ni la PGU, ni el aumento de la edad de jubilación van a resolver el tema de las pensiones, tengámoslo claro. Y menos todavía solucionarán las necesidades más inmediatas. Entonces, no creemos alternativas que no son viables o que, simplemente, no son financiables.
También se repitió varias veces que por una ley simple podría anularse la devolución o el integro de los ahorros empleados en el aporte con rentabilidad protegida.
Al respecto, quiero señalar, en primer lugar, que las materias previsionales no se resuelven por ley simple porque, tal como estamos votando ahora, se requiere un quorum calificado. Eso, para empezar.
En segundo término, en este proyecto se establecen seis niveles de protección de esos fondos, que son los siguientes:
1.- Los aportes se van a hacer a un fondo de seguro social administrado de manera autónoma del Gobierno, por un consejo de características similares al del Banco Central. Esto se destacó en varias intervenciones.
2.- La cartola que recibirán los afiliados estará reconociendo mes a mes esos derechos que se van acumulando, los intereses y los reajustes que se les van agregando a los que se hicieron en el pasado.
3.- Esto va a estar respaldado por un bono.
4.- Ese bono será inembargable y con título ejecutivo y resguardado en el Depósito Central de Valores.
5.- El bono tendrá garantía estatal.
6.- El bono estará respaldado por los activos que irá acumulando el propio fondo.
Creo que en varias intervenciones ese es un tema que aparentemente no se reconoce.
La característica de este fondo de seguro social es que estará acumulando activos, porque va a estar recibiendo cotizaciones. No me refiero al 1,5 por ciento, sino a la cotización de 2,5 por ciento del seguro social, más un aporte fiscal establecido por ley. Y eso es lo que estará respaldando el cumplimiento de las obligaciones con los afiliados.
Estos seis niveles de protección son superiores a los que posee un bono de Tesorería común y corriente. Porque un bono de Tesorería, por ejemplo, no tiene al lado un fondo con activos que lo respalde.
Por último, Presidente, me quiero referir al tema de las AFP y el encaje.
En primer lugar, hay que aclarar que el reducir el encaje no aumenta por sí mismo las utilidades de las administradoras, porque las utilidades obtenidas por la rentabilidad del encaje ya han sido reflejadas en los balances de las administradoras durante todos sus años de existencia. Por lo tanto, la única diferencia es si eso está obligado a permanecer dentro de la administradora o se puede distribuir.
¿Y qué es lo que hace el encaje?
El tema del encaje es fundamental para que exista más competencia en esta industria.
Porque hoy día, sobre todo en un escenario de licitación de stock, una nueva administradora que entre al sistema -la licitación actual es para los nuevos cotizantes- tendría que constituir un encaje de varios cientos de millones de dólares en un plazo muy breve. Y eso, por lo tanto, impide la competencia. No lo hace en el sistema actual porque la licitación se hace cargo solo de los nuevos cotizantes, y como estos no tienen ahorros acumulados, el encaje es muy bajo. Pero cuando se trata de una licitación de los trabajadores que están actualmente en el sistema, si se mantuvieran exactamente las reglas de hoy, eso sí tendría un requerimiento de encaje tan grande que impediría el ingreso de nuevos competidores.
Eso es lo que hace una diferencia en términos de lo que hablaba el senador Araya en cuanto al poder de las administradoras. El poder de las administradoras es muy distinto si existe más competencia, si hay más participantes que si hay menos.
Recordemos que, con la reforma del 2008, precisamente a través del sistema de licitación se permitió que entraran nuevas administradoras. En aquel entonces estábamos a punto de quedar con solo cuatro administradoras en el sistema; hoy día tenemos siete.
No me cabe la menor duda de que con la licitación de stock y las otras modificaciones, incluida la reducción del encaje, en el futuro habrá muchas más administradoras. Y es eso lo que va a reducir el poder al que se refería el senador Araya .
Entonces, esto no es indiferente a los niveles de competencia. Y, dado que la competencia se va a generar a través de las comisiones -las comisiones son hoy día la principal fuente de utilidades de las administradoras y de costo para los afiliados-, en la medida que a través de este mecanismo se logre bajar las comisiones, contaremos también con un sistema más justo para los afiliados, más eficiente en términos del costo que se paga por una función de administración de inversiones.
Eso sería, Presidente, por mi parte.
(Aplausos en tribunas).
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Muchas gracias al ministro de Hacienda , Mario Marcel.
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El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Senador Ossandón, por reglamento.
El señor OSSANDÓN.-
Sí, Presidente .
Lo que pasa es que llegamos a un acuerdo.
Yo había solicitado ampliar el plazo de indicaciones para el proyecto que modifica la ley N° 21.325, sobre Migración y Extranjería, y otros cuerpos legales en las materias que indica (boletín 16.072-06).
Yo pedí que fuera hasta el 28 de enero a las 12 horas, pero el senador Insulza propuso extenderlo hasta el 29 de enero, a las 20 horas.
En tal sentido, solicito que se recabe el acuerdo para que el plazo sea hasta el 29 de enero, o sea, el próximo miércoles, a las 20 horas.
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Gracias, senador Ossandón.
¿Habría acuerdo respecto de la petición formulada?
Así se acuerda por parte de la Sala.
Muchas gracias.
)------------(
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
A continuación, le ofrezco la palabra al senador Fidel Espinoza.
El señor ESPINOZA.-
Muchas gracias, señor Presidente.
Hoy nos convoca un tema que en este país debiese trascender los colores políticos y las diferencias que muy legítimamente puedan separarnos. Nos convoca, sin lugar a dudas, la dignidad de millones de chilenas y chilenos que, después de décadas de trabajo, merecen una vejez al menos un tanto más tranquila, al menos un tanto más justa y con mejores oportunidades.
Efectivamente, el año 2008 se generó un sistema de pensiones que en aquella oportunidad mejoró en parte los graves problemas que tenían las pensiones en Chile. En esa ocasión fueron beneficiados cerca de 500 mil compatriotas, durante el Gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet .
Ahora el Gobierno del Presidente Boric nos plantea esta reforma, que ha sido motivo de un consenso, de acuerdos y diálogos que no tienen que ser mal mirados por la ciudadanía, muy por el contrario. Cuando no existen mayorías holgadas en el Parlamento es necesario llegar a estos entendimientos.
Definitivamente, hoy día estamos dando respuesta para tratar de subsanar en parte esa dignidad por años perdida en las jubilaciones de nuestros compatriotas.
Nuestro sistema de pensiones actual no responde a la dignidad de la que estoy hablando. Se ha convertido en un reflejo de desigualdades que, como sociedad, llevamos arrastrando durante mucho tiempo. Miles de jubilados y jubiladas, sobre todo nuestras mujeres, sobreviven con pensiones que no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.
Mientras más nos alejamos de Santiago, más caro es el costo de la vida para nuestros compatriotas. Más cara es la luz, el agua; los servicios básicos en general.
Por lo tanto, este no es un problema económico, sino un problema moral. Y la reforma que hoy discutimos busca, en esencia, devolverle al sistema de pensiones su propósito original, que es proteger a las personas en su vejez.
Lo anterior se logra, por cierto, fortaleciendo el pilar solidario y asegurando que aquellos que no pudieron cotizar lo suficiente no queden condenados a la pobreza.
También este proyecto, por más que tenga detractores, aunque es legítimo que en democracia no haya un consenso total, busca equilibrar las fuerzas entre el ahorro individual y la responsabilidad colectiva, entendiendo que todos formamos parte de un contrato social.
No podemos seguir mirando hacia otro lado mientras la clase media, los trabajadores independientes y los sectores más vulnerables cargan con un sistema que les da la espalda.
Esta reforma previsional propone cambios estructurales que aumentan la pensión garantizada universal de forma inmediata. Aunque lo más inmediato son cinco o seis meses para el primer grupo etario de ochenta y dos años, después el de setenta y cinco y con posterioridad el de sesenta y cinco años.
Pero también se proponen cambios sostenibles en el tiempo, con mecanismos que fortalecen la transparencia y la eficiencia de la gestión de los fondos. Y hablo de eficiencia de la gestión de los fondos, porque muchos han dicho acá que porque interviene el Estado ahora se van a robar la plata, en una crítica que no tiene sustento porque en el sistema mixto en el cual creemos debiesen estar de mejor manera garantizados los fondos de pensiones que lo constituyen.
Por supuesto, es legítimo que haya quienes temen al cambio. Es natural. Pero la pregunta que debemos hacernos es ¿de qué sirve mantener un sistema que no funciona para la mayoría? No se trata de destruir lo que existe, como algunos maximalistas querían en el pasado. ¡No más AFP! ¡No más isapres! Hemos sabido de los abusos de la AFP por años, es cierto, pero romper con todo tampoco es el esquema ideal.
Y por eso quienes propugnaron aquellos temas en los procesos constituyentes fracasaron. Porque, en definitiva, los chilenos quieren mesura, quieren diálogo, quieren trabajo compartido entre los partidos políticos, como está ocurriendo en este acuerdo. Seguramente no va a dejar conformes a todos, pero es un acuerdo que va a ayudar de una u otra manera a que las personas tengan algo más de justicia, como lo hicimos en esta misma sala hace una semana, cuando aprobamos -con orgullo lo digo, aunque haya sido un bono-, un aporte importante para los profesores que, por largo tiempo y por muchos gobiernos, fueron utilizados en la campaña con la famosa deuda histórica.
Así se logró saldar, en parte, la contribución de miles de profesores y profesoras que, debido a una dictadura militar que los condenó a un sistema fracasado, fueron forzados a jubilar con 250 mil o con 200 mil pesos, después de haber educado a generaciones y generaciones de doctores, ingenieros, abogados, a los diversos profesionales del país.
Y aquí, en este mismo Senado, como alguien decía recién, que hace un año querían eliminar, se están tomando acuerdos para avanzar en una sociedad que todavía presenta muchas injusticias.
Por eso yo califico este momento como un momento histórico, porque nuestro voto no solo impactará a quienes hoy están jubilados, sino también a las futuras generaciones de chilenos y chilenas que esperan de nosotros una solución concreta y valiente.
Y valiente también fue haber incorporado -a pesar de no tener la centroizquierda mayoría en el Parlamento- a quienes por largos años y en reformas anteriores fueron dejados de lado. Porque en cualquier aumento o bono que se otorgaba, o en cualquier reforma al sistema previsional o del sistema de seguridad social quedaban fuera los beneficiarios de las leyes Rettig , Valech y de exonerados políticos, que siempre fueron excluidos de todos los beneficios y que ahora van a ser incorporados a la PGU, lo cual demuestra que aquí hubo, por parte de sectores de la derecha, el ánimo de llegar a entendimiento y de no negarles la sal y el agua a aquellos que por años, y en muchas ocasiones, sufrieron dicho trato.
Y eso es bueno, porque significa que se está construyendo un país en donde podemos interlocutar, dialogar y hablar de nuestros ciudadanos que hoy día han envejecido en nuestro país con pensiones miserables y que no les alcanzan para vivir.
Señor Presidente , esta reforma -y todos han aportado datos regionales- beneficia a la región de Los Lagos, que represento. Y aprovecho, porque va a ser mi única intervención, de señalar que estamos muy compungidos por la tragedia que vivimos ayer en Osorno, con el naufragio de una embarcación en donde iban puras personas humildes que viven en San Juan de la Costa. Y, además, quiero enviar las respectivas condolencias a cada una de esas familias, como lo hicimos recién por el fallecimiento del padre de nuestra querida colega, la senadora Paulina Vodanovic .
Y les digo que el turismo de las familias de esa hermosa zona del sur de Chile implica muchas veces enfrentar el riesgo de atravesar el océano Pacífico para ir a la única playa que tienen más cerca, porque no disponen de la posibilidad de salir a turistear o a veranear.
Y por eso ocurre esta tragedia que enluta a todo el país
Presidente, para terminar mis palabras, quiero manifestar que en la región de Los Lagos hoy día tenemos más de 68.569 personas que dependen del sistema de pensiones de las AFP. Y los promedios de las jubilaciones son realmente espantosos.
Por eso comento que cada vez que nos alejamos de Santiago -y no es una crítica a Santiago, en absoluto-, claramente las realidades regionales y las distancias inciden en los precios, aumentando la carestía. Una mujer en mi región recibe un promedio de 123 mil pesos de pensión. ¿Quién vive con esa cantidad?, cuando las cuentas de la luz y las cuentas del agua suman sesenta, setenta u ochenta mil pesos, y muchas veces han ido subiendo de manera sistemática. Con el incremento proyectado, obviamente van a experimentar una mejora muy importante en su jubilación.
Y precisamente se busca mayor equidad y justicia social con esta reforma.
Quienes reciben la PGU en la región de Los Lagos suman 54.236 personas. Obviamente, son datos decidores. Vamos a tener un aumento de la PGU cercano a 37.200 pesos, y en su momento va a equivaler a un total de 43.160 beneficiados.
Señor Presidente , esta no es la reforma ideal que todos hubiéramos querido, porque no tuvimos las mayorías parlamentarias para haber avanzado, a lo mejor, en muchos aspectos relevantes de la discusión, pero quiero decir solo una cosa para terminar mis palabras, y sobre todo dirigirme a los amigos y amigas que nos acompañan en las tribunas: esta no ha sido una ley, como lo han dicho algunos sectores de la derecha, que se ha legislado a matacaballo. El actual proyecto ingresó el 7 de noviembre del año 2022 -¡7 de noviembre de 2022!-, lo que desmiente lo que se ha dicho aquí.
Para el estudio de la iniciativa se ha escuchado a decenas de expertos y académicos, además de la mesa técnica que analizó por meses la propuesta y alcanzó importantes consensos y acuerdos que hoy día nos van a llevar -estoy seguro- a apoyarla mayoritariamente acá en el Senado.
He dicho, señor Presidente.
Muchas gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA (Presidente).-
A usted, senador Fidel Espinoza.
Senador Carlos Ignacio Kuschel.
El señor KUSCHEL.-
Gracias, Presidente.
Dado que el tiempo es escaso -saludo a nuestras autoridades, la ministra y el señor ministro-, quiero partir por propuestas que, por supuesto, están fuera del momento, pero a ello aspiro y he aspirado siempre.
Primero, reemplazar la edad de jubilación por años de cotización. Por ejemplo, con treinta y seis años de cotización, podrían aumentar las pensiones actuales en 20 por ciento y en 75 por ciento las pensiones futuras.
Y si se fijara en sesenta y siete años la edad de jubilación para las mujeres y los hombres, esa sería la edad efectiva, y no una edad teórica.
Es lo que está sucediendo.
Después, en lo posible, hay que ver y evaluar cuál es el impacto en la cesantía de este aumento de cotización.
Yo pienso que 8,5 puede ser demasiado, en particular en mi región, que, por diversas razones, está empobrecida y hoy día estamos con cero por ciento de crecimiento económico.
Y ahí viene otra propuesta: recuperar el crecimiento económico, recuperar la confianza, recuperar la inversión.
Fíjense que estamos hablando de treinta y cinco años de cotización, y la tramitación de un permiso para instalarse con una concesión puede durar ocho o diez años; o sea, un cuarto, un tercio de la vida laboral de una persona.
Entonces, ¿en qué mundo estamos?
Y otro punto que siempre me ha inquietado y que aquí no se ha tocado es que la cotización previsional debe ir a la cuenta personal, no ser estatizable, sino pertenecer al trabajador; y la solidaridad, el reparto, los ejercicios de ingeniería social se deben realizar con recursos generales del Presupuesto de la Nación y no aumentar la cotización laboral de las personas para traspasarlas, porque se genera una cuña que hace que el sueldo que recibe el trabajador sea muy distinto del costo para la empresa. Entonces, llega a un acuerdo con el empresario: "Mire, págueme un poco más", y se generan situaciones de informalidad preocupantes.
Otra de mis propuestas es reducir las contrataciones públicas. ¿Cómo? Pues en caso de las jubilaciones, por tres o cuatro jubilados reemplazarlo por uno, para no seguir contratando masivamente, como ha estado sucediendo.
Y relacionar la edad de jubilación, como se ha dicho aquí, indexar, con la esperanza de vida.
Aquí he hecho siete propuestas. Y se me va a acabar el tiempo.
Ahora, respecto al proyecto en sí: faltan números, faltan fechas, tal como nos sucedió en el presupuesto fiscal. No tengo claro ni el diagnóstico ni el pronóstico, dónde estamos y a dónde vamos. Todavía no contamos con los datos del censo, que son fundamentales para saber la edad, la pirámide demográfica y la pirámide invertida, que es la situación en que parece que estamos.
También me molesta la velocidad de tramitación del proyecto, porque hoy y mañana se reúne el Comité de Política Monetaria del Banco Central de Chile, y nosotros estamos votando acá temas importantes, macroeconómicos, sin considerar esa información. El 29 será la reunión de la Reserva Federal. ¿Qué va a pasar con la tasa de interés? ¿Qué va a pasar con el precio del dólar? ¿Y con la inflación, que se ha mencionado acá, que les quita poder adquisitivo a las personas? Porque nosotros estamos haciendo políticas públicas equivocadas. Particularmente los retiros, a mi juicio, fueron nefastos. Y hoy día la mala gestión del Gobierno hace que no se realicen las inversiones, en su gran mayoría.
Siempre me he quejado del nulo avance en las nuevas construcciones de viviendas. El Plan de Emergencia Habitacional se está alcanzando con las viviendas que se estaban construyendo en el Gobierno anterior.
El 31 de enero vamos a tener los datos de empleo a octubre-diciembre. ¿Por qué no esperamos? Ahí vamos a conocer información sobre la formalidad, la informalidad, el empleo fiscal, que dicen que se acerca ya a un millón de personas. Luego, el 3 de febrero vamos a conocer el Imacec de diciembre; y el 7 de febrero, ya un poquito más lejos, el IPC de enero.
Después, hay que considerar que la propuesta, que son 531 páginas, la he revisado más o menos, viene con "discusión inmediata". El Gobierno había introducido diez indicaciones, que luego retiró y posteriormente incorporó dieciséis nuevas. Me cuesta estar al día con las indicaciones. Y todo este tema tiene, y lamento hablar en términos tan generales, impactos laborales, que aquí se están tocando, e impactos en el mercado de capitales.
Nosotros hemos encarecido la tasa de interés, hemos roto las posibilidades de la juventud para comprar a plazo, y lo que se está proponiendo efectivamente yo creo que va a tener un impacto favorable en la tasa de interés y nos vamos a capitalizar como mercado de capitales. Pero no me gusta que una parte de esta cotización, que debiera ir a capital, vaya a gasto corriente inmediatamente; debiéndose ahorrar y mejorar las condiciones, se gasta en consumo corriente.
Y hay el gran problema de la sostenibilidad fiscal, que aquí el Consejo Fiscal Autónomo nos mencionó once riesgos fiscales del proyecto, once detalles donde el diablo puede meter la cola, o en todo o en varios, y un detalle que me preocupa es la situación de la deuda, que he mencionado hace harto rato, y nosotros seguimos destinando recursos fiscales a fines que no son prioritarios.
Esos son los recursos que debieran ir a mejorar la parte contributiva de lo que estamos hablando.
Estamos partiendo con una mala situación fiscal. Nuestro país tiene altos impuestos a las personas. Acá en Chile una persona es millonaria con 4 o 6 millones de ingreso y paga 40 por ciento de impuestos, esto no sucede en otros países. El impuesto a las empresas en Chile es 27 por ciento y en Estados Unidos el Presidente Trump está planteando bajarlo de 21 a 15. El IVA es casi 20 por ciento y en otras partes es 7 o 12 por ciento.
Por eso no hay de dónde raspar aquí. Porque todas las otras fuentes de financiamiento las tenemos estranguladas. Las contribuciones no dejan de subir. Y aunque la economía en mi región, por ejemplo, está estancada, masivamente, y con cero crecimiento, estas suben y suben. Al igual que los combustibles, la energía eléctrica, los permisos de circulación, etcétera.
Y ahí han incidido malas políticas públicas establecidas por nosotros mismos que nos quitan recursos de los fondos generales que podrían destinarse a previsión y no introducir la distorsión que estoy mencionando.
Después, el mal gasto de recursos; malas políticas públicas; baja productividad; reformas mal hechas, como la del binominal, con la cual se hace muy difícil que nos gobernemos. Cuesta que el Gobierno obtenga mayoría.
El Transantiago, sobre todo el espejo del Transantiago. Ya nos equivocamos con el Transantiago y le hicimos un espejito para equivocarnos el doble con esos recursos.
Los malos servicios no se corrigen. ¿Por qué no se corrigen el Transantiago; las políticas equivocadas; la reforma educacional, que se demostró que estaba equivocada y estamos cayendo en sus resultados?
¡Chile se detuvo!
Cada día vamos para atrás en materia económica. Ojalá recuperemos el vuelo que teníamos. Y quiero mencionar que nosotros contamos con historia, teoría, experiencia, sentido común, y ya sabemos más o menos lo que hay que hacer.
Veo que se me acaba el tiempo, pero menos mal que casi terminé, Presidente .
Eso quería decir.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Carlos Ignacio Kuschel.
Senadora Alejandra Sepúlveda, tiene la palabra.
La señora SEPÚLVEDA.-
Muchas gracias, Presidente.
El senador Coloma dijo que habíamos realizado treinta y nueve sesiones en la Comisión de Trabajo. Y créame que fue intensa la discusión que se produjo, porque cada uno tenía una postura absolutamente distinta, y es bueno recordarlo.
Nosotros queríamos que el 6 por ciento completo fuera a un seguro social para hacerlo potente y que nos permitiera entregar los beneficios y las garantías que se habían diseñado. Pretendíamos la separación de la industria, sin duda, porque para nosotros era importante que existiera un inversor estatal, que termináramos con el poder de las AFP, etcétera.
Eso es lo que queríamos. Y a partir de eso comenzamos la discusión.
Y a partir de la posición antagónica que sustentaba la oposición, y es bueno decirlo, tuvimos que construir.
Porque una cosa era decir: "¿sabe?, cada uno se va a su trinchera, cada uno mantiene su lugar y se queda con su postura", sin hacer lo que teníamos que hacer, que era buscar cómo mejorábamos las pensiones, que era el objetivo más importante: cómo mejorábamos las pensiones mediante la entrega de la mejor propuesta de cada uno para poder construir una nueva propuesta general.
Y solo recordaba las palabras de un gran estadista cada vez que construíamos esto: Avanzar "en la medida de lo posible", en la medida de las posibilidades que existen para llegar a un acuerdo.
Y créame que fue muy difícil porque los contrincantes que ustedes pusieron, Presidente , en la comisión no fueron fáciles, ¡no fueron fáciles!, ¡fueron duros contrincantes en la pelea...! Sí, pues.
Pero yo recuerdo que cuando votamos el día sábado el Seguro Social, un senador de derecha me dijo: "Esto es lo más importante que yo he hecho en política". No voy a decir quién,...
El señor MOREIRA .-
Dígalo no más.
La señora SEPÚLVEDA .-
... pero debo contarles que esto yo lo compartí absolutamente, ¡pero absolutamente!
Lo más importante que hemos hecho aquí hoy día es la creación del Seguro Social, porque a partir de él vamos a incorporar los beneficios, los derechos, las garantías hacia las personas que están jubiladas y que necesitan hacer hoy día la diferencia.
¡Desde esas sesiones tomo tilo, Presidente ...! ¡Tomo tilo y tomo matico, para la úlcera...!
Entonces, frente a esa situación, Presidente , si hay algo que nos unió también era lo que ocurría con las mujeres, y fue un diagnóstico común: las mujeres de clase media. Y, además, se trataba de incentivar el ahorro previsional, porque lo que siempre habíamos hecho es, precisamente, el pilar no contributivo, la PGU, la pensión básica solidaria, que sin duda son importantes. Pero lo otro que había que estimular era lo que tiene que ver con el pilar contributivo.
Por eso, permítame solo recordar, porque es importante hacerlo aquí, que el proyecto original del Gobierno para nosotras las mujeres era poder entrar al sistema con cinco años de cotización. Así se podía acceder a las garantías, al 0,1.
Y de ahí surgió, en la oposición, la idea de que tuviéramos quince años, después trece años. Por eso, las mujeres nos tuvimos que unir para que ustedes entendieran, de alguna manera, que quedaban 400 mil mujeres fuera, ¡400 mil mujeres fuera! Y, frente a eso, a lo menos hoy día estamos llegando a un 10 por ciento.
Y, ¿sabe?, el problema es que esas mujeres que tienen menos años de cotización son las más humildes. ¡Ese es el problema! Son las temporeras, son las trabajadoras de casa particular, son las manipuladoras de alimentos; son las más humildes, las que no alcanzan al 50 por ciento de cotización, ¡tienen menos de 50 por ciento!
Pero lo segundo, Presidente , y voy al bono tabla, es que la diferencia real en la jubilación entre hombres y mujeres no es de un 11 por ciento, ¡es de un 42,7 por ciento! Cuando dejamos todos los parámetros iguales solo la edad hace que esta diferencia sea de un 11 por ciento. Pero la real, la efectiva, la que nos ocurre todos los días, es de un 42,7 por ciento.
Logramos tener un mínimo de 0,25, que es bueno, pero también tenemos un tope, y hay que decirlo, de 18 UF anuales, que nos dan alrededor de 60 mil pesos.
Después de cuarenta años o más -ahí me corrige siempre la ministra- vamos recién a incorporar la cotización de los empleadores. Y eso sin duda es muy importante, pero siempre colocamos el ojo y la complicación en lo que podría ocurrir con las pymes.
Por eso que nos alegra que va a venir un proyecto de ley en donde podremos bajar este impuesto de primera categoría a las pymes de 25 a 15, ¿no? A 12,5, que era lo que teníamos anteriormente.
(El senador Coloma y el senador Galilea, que se encuentran al otro extremo de la sala, le dan indicaciones con las manos a la senadora Sepúlveda).
Me corrigen ahí los dos, ¡como siempre...!
De 25 a 12,5.
Eso es muy importante decirlo: viene un proyecto de ley.
Pero, además, aquí hay cambios estructurales, muy importantes en la industria de las AFP, y creo que es bueno señalarlo aquí.
Miren, la licitación de stock, la licitación de los viejos y de los nuevos afiliados es un cambio profundo en lo que vamos a hacer. Porque lo que dice hoy día la experiencia de los quince años con la licitación de stock de los nuevos, es que efectivamente bajan las cotizaciones.
¿Cuánto es el número, ministra? Ahí acuérdeme: ¿1; 1,3; 1,4? Bajamos a 0,49, ¡0,49!
¿Y dónde está la plata que gana la AFP? En la comisión.
Y logramos con eso, además, que ingresen otros actores al mercado. Y ahí concuerdo con la pedagogía que hizo el ministro de Hacienda , de decir qué era lo que ocurría con el encaje.
Mire, estas, estas... ¿Cómo se llaman estas cosas, estas ideas? ¿Fake news? ¿Cómo es esa cosa?
El señor CRUZ-COKE .- .
Fake news
La señora SEPÚLVEDA .-
¿Pero cómo se dice en castellano?
El señor CRUZ-COKE .-
Noticias falsas.
La señora SEPÚLVEDA .-
¡Eso! Las noticias falsas. A mí me gusta el castellano.
Entonces, estas noticias falsas que nos dicen: "Mire, esto es un encaje que favorece a las AFP". ¡No pues! Mire la tontera. Esto es lo que favorece la competencia, la capacidad de entrar otros al sistema. Y eso es absolutamente necesario.
Voy al 1,5, Presidente . Y es muy importante decir que efectivamente este es un préstamo. Y ese préstamo está absolutamente resguardado en los artículos que corresponden.
El bono tiene rentabilidad protegida, basado en los bonos de Tesorería, es inembargable, intransferible, heredable; se capitaliza mensualmente hasta el periodo de jubilación. O sea, ¡qué más que eso para proteger este 1,5!
Pero, Presidente , para nosotros, además, era muy importante la contabilidad separada. Hoy día vamos a saber exactamente cuánto gasta una AFP en administrar los fondos que se tienen y cuánto gasta en invertir. Para nosotros esa es una transparencia que necesitamos informar a la gente, principalmente a los usuarios, los beneficiarios, los que están utilizando permanentemente las AFP.
Lo que me gustaría también transmitir es que vamos a incorporar el seguro de laguna, que es fundamental. Pero, además, las AFP ya no van a estar en la toma de decisiones, la institucionalidad que se ha entregado durante mucho tiempo. Van a estar fuera de a lo menos dos instituciones que son muy importantes: el Consejo Técnico de Inversiones y el Comité de Usuarios, donde tampoco tienen representante. Por lo tanto, también eso es un cambio estructural que significa que pierden poder, pero lo ganan los técnicos, lo ganan las personas que entienden del problema y lo ganan los usuarios.
El Sistema Unificado de Cobranzas es importantísimo. Pero, además, van a entrar en este nuevo sistema de pensiones dos instituciones del Estado que para nosotros son fundamentales: el IPS, para el soporte, y la Tesorería.
Y con relación a la PGU, Presidente , para nosotros era muy importante incorporar a más de 73 mil 800 nuevas personas, donde van a entrar todas las leyes reparatorias, que era algo que veníamos tratando de hacer desde hace muchos años, pero también a las montepiadas de Dipreca y Capredena .
Yo creo que no es todo lo que nosotros queríamos, no es todo lo que nosotros hubiésemos pretendido, pero es un acuerdo que estamos respetando los distintos sectores políticos el día de hoy, y que obedece a un trabajo consciente, un trabajo sistemático, un trabajo además al que han hecho un tremendo aporte los dos ministros que están acá.
Agradezco a la ministra Jara , al ministro Marcel , por su paciencia, su constancia, su profesionalismo; como a los dos subsecretarios que están aquí presentes y al superintendente de Pensiones . Muchas gracias por el tremendo aporte que han hecho, que va a cambiar la realidad de muchos chilenos y chilenas en el país.
Muchas gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Gracias a usted, senadora Alejandra Sepúlveda.
Senadora María José Gatica.
La señora GATICA.-
Gracias, Presidente.
Saludo a los ministros que están presentes.
Presidente, no hay duda de que es urgente mejorar las pensiones en Chile. Eso hoy día no está en discusión.
Pero nos encontramos frente a un Gobierno que no sabe hacer cálculos de políticas públicas, y aquí les voy a dejar algunos ejemplos: el "gas a precio justo"; TVN en quiebra, pidiendo préstamos a BancoEstado; por error de cálculo, un recorte de 4.400 millones de dólares a los gobiernos regionales, a la plata que se destina a los proyectos de cada región de nuestro país; recorte de presupuesto al Ministerio Público, ¡cuando la seguridad es la prioridad hoy día en los chilenos!; Codelco endeudado en ¡tres veces su patrimonio!; y la joya de la corona, el "Caso Convenios". No nos olvidemos: 900 mil millones de pesos que tenían que ser invertidos en los más pobres de nuestro país, en las familias que viven en los campamentos y que fueron a parar a otros bolsillos.
Con todos esos antecedentes, ayer a las diez de la noche nos entregan un texto de más de 600 hojas y los mismos creadores del "gas a precio justo" nos piden que firmemos aquí.
Al menos a mí, Presidente, me cuesta votar algo que, a todas luces, no se ha revisado con el tiempo que se necesita y con el estudio que amerita.
Por otro lado, esto es algo que algunos de mi sector acordaron con el Gobierno. Creo que los acuerdos deben partir por casa.
Yo milito en un partido cuyo consejo general dijo claramente: "el 6 por ciento a capitalización individual y no a la licitación de stock ".
Ya tenemos bastantes políticas públicas de este estilo: el Transantiago, los niños sin patines y la famosa reconstrucción en la Quinta Región.
La semana pasada fuimos testigos de cómo un grupo considerable de vecinos de aquí, de la Quinta Región, afectados por el incendio del verano del año pasado, estaban reclamando porque les habían cortado los bonos de ayuda a los cuales se habían comprometido desde el Gobierno.
Mi sector debe entender que la primera conversación es al interior de nosotros, de nuestra casa, y después negociar con la izquierda. Aquí fue al revés: se negocia con la izquierda y se le impone un acuerdo al sector, a la derecha.
Este proyecto "le carga la mata", como se dice en buen chileno, a los trabajadores, pero no hace ningún esfuerzo del Estado: no hay disminución del gasto público, no hay ni un atisbo de mejorar las condiciones para la inversión. Al contrario, vemos muchos proyectos que han estado y que siguen estando paralizados.
Todos los días aparece alguna noticia de algún despilfarro de platas públicas, ¡cero esfuerzo del Estado!
Pero mucha facilidad para obligar al chileno de a pie a que le haga un préstamo al Estado.
Esta reforma, Presidente, que busca aumentar y administrar los recursos públicos a través del bolsillo de los trabajadores chilenos, a mí no me convence, lamentablemente.
El propio ministro de Hacienda dijo en su momento que se perderán más de 100.000 empleos, ¡100.000 empleos! No es menor.
Lamentablemente, hoy día la situación de nuestro país es crítica económicamente. Hay muchas personas que carecen de un trabajo formal, que se las tienen que rebuscar, que para poder comprar la mercadería del mes necesitan endeudarse con la tarjeta Falabella y hacer bicicleta.
Si no se quiere entender eso, estamos complicados.
En cambio, creo que la plata del gasto del Gobierno debería provenir de achicar el Estado y de aumentar la ayuda hacia las pymes e industrias, para que generen crecimiento.
Junto a un par de senadores, Presidente, hemos pedido votación separada por la PGU. Creo que existen recursos suficientes para hacer este aumento, porque plata hay, pero lamentablemente, con los ejemplos que yo acabo de mencionar, que son un par solamente -no fueron todos-, está yendo a otros bolsillos.
Con mucha responsabilidad, Presidente , y por representar a mi región de Los Ríos, a las pymes, a los pequeños empresarios, a los trabajadores independientes y a aquellas personas que hoy día tienen miedo e incertidumbre y desconfianza sobre cómo podría este Gobierno administrar sus fondos, voto en contra de este proyecto, Presidente .
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora María José Gatica.
Ofrezco la palabra al senador Alejandro Kusanovic.
El señor KUSANOVIC.-
Gracias, Presidente.
Por su intermedio, quiero saludar a los ministros, subsecretarios presentes.
Antes de entrar en el fondo de este debate, quiero recordar cómo hemos llegado a esta situación crítica que nos empuja a validar y legitimar un proyecto que, a todas luces, no es una buena reforma previsional.
Es necesario reflexionar cómo llegamos a esto.
Y quiero ser tajante: nosotros, la clase política, durante más de 35 años hemos impulsado cientos de cambios del sistema de pensiones que han sido perjudiciales para los trabajadores, y se ha favorecido a la administradora mediante medidas que deslegitimaron el sistema y consolidaron prácticas cuestionables, como la integración vertical entre administradoras y aseguradoras, permitiendo que estas últimas sean dueñas de AFP; y de esta forma se le sacó competencia al sistema, beneficiando a las aseguradoras, ¡mientras los ahorrantes veían cómo sus jubilaciones se diluían!
Entre las medidas más dañinas, que debilitaron la confianza y la eficacia del sistema previsional, destacan: la incorporación del concepto de "rentabilidad negativa" durante el Gobierno del Presidente Eduardo Frei , que trasladó el riesgo de las inversiones directamente a los trabajadores; la creación de los multifondos en el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, que segmentó el sistema en beneficio de quienes tienen mayor acceso a información privilegiada o conocimientos financieros avanzados, generando una clara discriminación, y por ende, resentimiento entre los trabajadores -¡una ley social no puede por ningún motivo discriminar!-; la eliminación de garantías mínimas de rentabilidad y mecanismos de compensación por pérdidas, bajo la Administración de la ex Presidenta Michelle Bachelet ; y los retiros del 10 por ciento, de casi 50.000 millones de dólares, durante el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que, aunque populares, dejaron a millones de cotizantes sin ahorros previsionales, comprometiendo gravemente la sostenibilidad del sistema a largo plazo y generando un alza de los préstamos en la economía.
Además, no se hizo lo que debiera haberse hecho, como aumentar gradualmente la cotización hasta niveles razonables, ya que un 10 por ciento no era suficiente.
Sumado a lo anterior, el deterioro de la economía de la última década, demuestra una desidia que debilitó la capacidad del sistema de garantizar pensiones dignas.
Por lo anterior, está más que claro que somos todos responsables de esta historia, y hoy queremos seguir adoptando medidas parche, insostenibles.
Ahora, este proyecto no solo perpetúa las fallas históricas del sistema, sino que además un error del cual todos los chilenos somos responsables: transferiremos esta responsabilidad de las malas decisiones políticas directamente al bolsillo de los trabajadores, ¡esto es inaceptable!
El préstamo solicitado a los trabajadores va a ascender en el tiempo aproximadamente a 40.000 millones de dólares, más intereses, una enormidad.
El Estado no puede utilizar o apropiarse del esfuerzo de los trabajadores para financiar la farra y el despilfarro de malas administraciones, disfrazándolo de solidaridad.
Este debate no es solo técnico, es un debate ético.
No se puede "desvestir a un santo para vestir a otro".
Usar los ahorros de quienes aún no se jubilan para financiar las pensiones actuales, administradas por una burocracia ineficiente, no solo es injusto, sino también insostenible.
Este proyecto, lejos de resolver los problemas estructurales del sistema previsional, agrava las deficiencias y genera nuevos riesgos para nuestra economía y el bienestar de millones de chilenos.
Por otra parte, el país se encuentra endeudado al máximo permitido, por lo cual se requiere que este préstamo no se registre formalmente como deuda, ¡una tremenda irresponsabilidad de la cual vamos a ser cómplices en este Senado! ¡Una vergüenza!
El Consejo Fiscal Autónomo ha advertido que el incremento del 6 por ciento en la cotización obligatoria, sumado a la incertidumbre que genera la redistribución a través del Fondo Integrado de Pensiones, desincentivará el empleo formal y aumentará la informalidad laboral.
Según proyecciones, esta reforma podría costar la pérdida de hasta 200.000 empleos formales, afectando específicamente a las pequeñas y medianas empresas, que ya enfrentan dificultades en el contexto económico actual.
Y, por si fuera poco, el aporte diferido del 1,5 no es más que un manotazo a los fondos de los trabajadores. Estos recursos se supone que se invertirán exclusivamente en bonos estatales, lo que limita su rentabilidad. Eso expone a los trabajadores a riesgos políticos y financieros, y crea un esquema para favorecer al Fisco y no a los cotizantes.
Esto ha pasado muchas veces en la historia.
Se han pagado los bonos de los jubilados, ¡por supuesto! Pero cuando se inventó el sistema de las contribuciones para el terremoto del año 1960, que era transitorio, ¡se dejó! Cuando se inventó el impuesto específico para el terremoto de 1986, ¡se dejó! Y para la deuda histórica de los profesores, ¡se dejó!
Por lo tanto, no se crean que no pueda pasar esto.
El proyecto también propone la creación de nuevas instituciones, como el Administrador Previsional Autónomo (APA) y el Inversor de Pensiones Público (IPPA), incrementando el gasto fiscal acumulado en más de 5.000 millones de dólares hacia el 2050. Este gasto innecesario no garantiza mejoras reales en las pensiones, pero sí expande la burocracia estatal con la contratación de más de cuatrocientos funcionarios adicionales.
¿Esta es la solución que merecen los chilenos? Más gasto, más administración, pero las pensiones siguen siendo insuficientes.
Esto no es eficiencia, ¡esto es despilfarro!
Desviar estos recursos hacia esquemas colectivos solo fragiliza el sistema y perpetúa la desconfianza.
Señor Presidente , Chile necesita una reforma previsional que respete los principios de la libertad, sostenibilidad y justicia.
Para un buen análisis del problema es recomendable separar en dos grupos: en los que ya se jubilaron, que son responsabilidad de todos los chilenos, y en los que van a jubilar a futuro.
Como medida urgente, a pesar de que nunca me ha gustado, para mejorar las pensiones de quienes se encuentren jubilados, de los que somos todos responsables, propongo aumentar en un punto el IVA, que equivale a un 2 por ciento de la cotización anual.
Esta medida permitiría mejorar las pensiones de manera inmediata, sin afectar los ahorros individuales de los trabajadores, porque los pensionados no pueden seguir esperando. Acompañando a esto, se debe empezar una modernización urgente del Estado para bajar los costos de impuestos.
Para el segundo problema es necesario aumentar gradualmente la cotización a cuentas individuales, porque el 10 por ciento, como sabemos, no es suficiente, garantizando que estos fondos sean de propiedad individual de los trabajadores.
Además, es imperativo eliminar los multifondos, reemplazándolos por un sistema de rentabilidad única y transparente que no discrimine en función de la información que se tenga y que garantice una rentabilidad adecuada.
También debemos vincular las comisiones de administración al desempeño de los fondos y de esta forma transparentar las utilidades y fortalecer los requisitos de encaje, de manera de garantizar una gestión responsable.
Por último, propongo eliminar la integración vertical y prohibir futuros retiros de fondos previsionales para preservar los ahorros de los trabajadores y proteger la estabilidad del sistema.
Señor Presidente , este proyecto es una mala reforma, y no estoy dispuesto a ser cómplice de ella, pues sacrifica la propiedad de los ahorros de los trabajadores, perpetúa las desigualdades y pone en riesgo la sustentabilidad fiscal del país.
El costo de esta reforma recaerá sobre los trabajadores y las futuras generaciones, quienes deberán financiar las pensiones actuales mientras enfrentan un sistema debilitado para su propio futuro.
Esto no es justo.
Chile necesita una reforma previsional que garantice seguridad, dignidad y justicia para todos.
No estoy de acuerdo con este proyecto, porque soy un convencido de que podemos y debemos hacer algo mejor. Y como dice la famosa frase: "Si todos pensamos igual, alguien no está pensando".
Muchas gracias.
(Manifestaciones de rechazo en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Kusanovic.
Ofrezco la palabra al senador Jaime Quintana.
El señor QUINTANA.-
Muchas gracias, señor Presidente.
La verdad es que en el tiempo que llevo en este Senado son pocas las ocasiones en que se nos convoca para deliberar, reflexionar, escuchar el informe de las comisiones, como aquí ha ocurrido, pero también llegar al final de un debate que no es nuevo, no es del fin de semana, no es de las última semanas ni meses. Este es un debate de largo aliento en el país, con muchas frustraciones en el camino también.
El ministro Mario Marcel señalaba al comienzo de su exposición la labor de la comisión que él presidió y la necesidad de darle continuidad a esos esfuerzos para resolver el problema de las pensiones.
Después vino el informe Bravo y ha pasado una década de aquello. Incluso, si vamos un poco más atrás, han transcurrido quince años exactamente desde que lo que hay en Chile es que cada pensionado tiene que "rascarse con sus propias uñas".
Efectivamente, antes de la reforma del pilar solidario no contributivo de la Presidenta Bachelet , en 2008-2009, lo que teníamos era que un número muy reducido de personas, la mayoría con algún tipo de patología, de enfermedades, previo paso y evaluación por el Compín, podía acceder a una pensión de menos de 40 mil pesos.
Esa era la realidad.
Y cualquiera que haya sido parlamentario, alcalde o concejal en aquella época, seguramente recibió muchas visitas en su oficina de personas que desde ese momento nos venían diciendo: "¿Cómo no cambia esto?".
Efectivamente, hoy tenemos un sistema distinto, desde la última década y media, que se hizo cargo del pilar solidario.
Bachelet crea este pilar, y esa pensión de 39 mil pesos pasa a más de 100 mil pesos, la que fue creciendo en sucesivos gobiernos hasta llegar al Presidente Piñera con la pensión garantizada universal, cuyo aumento fue discreto, pero que sí promueve -y esto hay que decirlo- una mayor extensión y, fiel a su nombre, se transforma en una pensión garantizada universal, lo cual facilita que hoy día, sobre la base de lo que fue la resolución del pilar no contributivo solidario, estemos poniéndolo como base de la solución al pilar contributivo.
Entonces, yo no concibo de qué otra manera esto podría haberse resuelto.
Lo que tenemos acá son algunas voces a ratos disruptivas, cada uno mirando un poco a su determinado electorado, a sus partidos. Pero esta decisión tan trascendente no puede ser mirada en clave de partidos políticos.
Por eso aquí no había otra alternativa que hacer lo que hicieron los colegas de las comisiones, lo que hizo este Senado, este Senado respecto del cual hace tan solo dos años algunos pensaban que debía desaparecer.
No sé si hasta ahora habrá alguien que siga sosteniendo, como livianamente se dijo en los tiempos del primer proceso constituyente, que el Senado sobra en nuestro sistema político.
Y la verdad es que lo que aquí ha podido ver mucha gente, que incluso levantó esa bandera, es todo lo contrario: que en el Senado se alcanzan los acuerdos.
Yo no soy de los que creen que el Senado es mejor que la Cámara, ni mucho menos. Pero convengamos en que el proyecto que nos llegó de la otra rama legislativa, en el primer trámite, era un cascarón vacío -¡un cascarón vacío!- que había que llenar de contenido.
Y, por lo tanto, llegar a estos acuerdos no fue algo fácil.
Países como Francia, España , Malasia , Colombia , México y Uruguay están en estos días -algunos ya lo han terminado; otros no- en procesos de discusión legislativa sobre cómo cambiar sus respectivos sistemas de pensiones.
Y han sido debates muy complejos, porque involucran recursos públicos, recursos privados, y porque atañen a toda la sociedad sin excepción. Porque todos en algún momento, salvo que la vida se trunque por distintas circunstancias, vamos a enfrentar el proceso de la vejez. Y todo el país aspira a contar con una jubilación digna para ese momento.
Entonces, en nuestro país el debate tiene un ingrediente adicional, que es el modelo de las AFP, modelo que lleva cuarenta y tres años y que fue impuesto por la fuerza, no por las armas de la democracia, como son el diálogo, la persuasión o las votaciones en este Congreso.
Parece que algunos añoraran la manera como en su momento las AFP se instauraron en medio de una dictadura.
Y por si eso fuera poco, opino que un sistema de pensiones también tiene que cuidar la legitimidad. Y esto no lo han querido entender las AFP, que hasta último minuto hicieron costosas campañas para evitar un acuerdo. Incluso el año pasado -entiendo que esto fue bien transversal- la Subsecretaría de Previsión Social encargó un estudio para conocer la percepción que tiene la ciudadanía respecto del sistema de pensiones chileno, el cual arrojó que el 97 por ciento de los chilenos y chilenas tienen serias dudas y severas críticas al modelo que administran las AFP.
Por eso es muy importante mirar esta cifra.
Por eso es muy importante, antes de decir livianamente que esta reforma es mala o que mejor sigamos como estamos, pensar que la pensión autofinanciada mediana es de 159 mil pesos para los hombres y de 38 mil para las mujeres, con tasas de reemplazo del 27 y el 11 por ciento, respectivamente.
Por eso en democracia fue necesario instaurar el pilar solidario.
Por eso es tan necesario, en democracia también, impulsar esta reforma, así como resolver y destrabar de una buena vez este pilar contributivo.
Por eso quiero destacar el rol del ministro Mario Marcel y el de la ministra Jeannette Jara , que ha sido extraordinariamente relevante, flexible y pragmático, pero sin abandonar sus convicciones fundamentales.
La ministra Jara planteó desde el primer momento que esta reforma tenía que traducirse en una mejora de pensiones ahora, de los actuales y futuros pensionados.
Creo que los objetivos que se trazó el Gobierno se han ido cumpliendo. Y para ser justos y objetivos, algunos propósitos que defendieron sectores de la oposición también se han ido cumpliendo.
La derecha siempre quiso mantener el sistema de AFP, ¡se mantiene el sistema de AFP! La capitalización individual está. El mercado de capitales, que sabemos que es un bolsón importante de recursos que mueve la economía y, por tanto, es objeto de una evaluación bastante transversal, también está.
Pero también convengamos en que hay bastante solidaridad en esta reforma, como la cotización del empleador, y por eso nuestro sector finalmente la ha asumido.
¿Cómo fue posible que durante cuarenta y tres años el sistema se sostuviera solo con el 10 por ciento de la cotización de los trabajadores? ¿Qué modelo en el mundo puede persistir si el empleador no aporta? El Estado lo hace con el pilar solidario -ya lo hemos dicho reiteradamente-, pero el empleador permanecía ausente en una materia de seguridad social de la máxima importancia.
Entonces, crear un seguro social también es uno de los objetivos que nuestro sector se trazó para esta reforma, así como la competencia en la industria, con premios y castigos, cuando las comisiones sigan subiendo desmedidamente -algo que tampoco la industria ha querido entender- y cuando caigan las utilidades.
Entonces, señor Presidente, creo que esto no es lo óptimo y, probablemente, para ningún sector lo sea.
Y cuando uno escucha algunas voces disruptivas de lado y lado, cuesta identificar qué es lo que defienden. Porque todo aquí se hace en nombre de los pensionados, pero camufladamente lo que algunos están haciendo, con esas voces disruptivas, al tomar distancia de este acuerdo, es defender finalmente a la industria.
En consecuencia, me parece que esto es lo máximo que se podía hacer. No hay duda de que algunas correcciones se van a introducir en el futuro.
Y por eso es un triunfo también de este proceso democrático el que los componentes de cada sector estén acá. Porque quien crea que esto es perfecto, que no admite mejora alguna y que con esto van a pasar décadas, ¡no! Yo estoy seguro de que esta futura legislación va a ameritar algunas correcciones en el futuro.
Por eso era tan importante que los distintos componentes, de lado y lado, en conjunto con la mirada de los economistas, del Consejo Fiscal Autónomo y de todos los organismos que han participado, finalmente estemos arribando a un proyecto donde no gana el "No+AFP", pero tampoco gana el falaz "Con mi plata NO", que tanto daño le hizo a esta discusión.
Y probablemente todavía queden algunos nostálgicos del "Con mi plata NO", que finalmente es la no solución, es la no política, es seguir pateando este problema.
Lo decíamos la semana pasada a propósito de una causa justa, de una parte de la justicia, que finalmente se logró. Me refiero a lo que se hizo con los profesores.
Ese es el problema cuando en nuestro país la política sigue pateando, sigue postergando los conflictos y no nos hacemos cargo: cada vez la solución es más difícil, cada vez tarda más y cada vez más personas de menores ingresos resultan dañadas con la no acción de la política.
Por eso yo valoro este esfuerzo.
Nosotros vamos a concurrir, desde luego, con nuestros votos favorables. Nos parece que las Comisiones de Hacienda y de Trabajo han dado un paso importante, y particularmente el Gobierno en esta materia.
Voto a favor, señor Presidente.
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Jaime Quintana.
Por razones que todos vamos a entender, le ofrezco la palabra a la senadora Paulina Vodanovic.
La señora VODANOVIC.-
Muchas gracias, Presidente .
Quiero dar las gracias, si me lo permite, a todos mis colegas senadores, al Presidente de la Corporación y a los funcionarios del Senado, por las expresiones de cariño que hemos recibido hoy día como familia, yo en particular, y por la gentileza de cederme la palabra para poder volver a Santiago.
El Vicepresidente Matías Walker , cuando llegué, hizo presente mi situación personal. Pero las situaciones personales no pueden afectar al resto del país y es mi deber hoy día estar aquí, tal como mi padre me enseñó, cumpliendo mi rol.
Hoy día, como Presidenta del Partido Socialista , era necesario que yo estuviera aquí para valorar el avance que significa esta reforma.
Hemos tenido largos meses de debate, de discusiones, y finalmente se logra llegar a un acuerdo que, en mi concepto, tenemos que valorar como tal, como la posibilidad de que chilenos y chilenas nos pongamos de acuerdo, de que desde este Senado podamos construir algo que sea para las generaciones futuras, pero también para quienes hoy día se encuentran en una situación de precariedad, como son las mujeres.
Quiero reconocer todo el trabajo que hubo detrás de la reforma que estamos votando hoy, porque aquí ha habido muchas horas de trabajo técnico, de esfuerzo de la ministra Jara , aquí presente, a quien saludo, y del ministro Marcel , que también nos acompaña hoy.
Ha habido una visión desde el Gobierno para impulsar este cambio sustantivo en la forma de abordar la seguridad social, que tenemos que relevar.
En primer lugar, la justicia social como un pilar fundamental.
Es muy importante el aumento de la pensión garantizada universal a 250 mil pesos, porque ahí estamos reconociendo el derecho de las personas mayores a una vida libre de carencias. Este beneficio llegará al 90 por ciento de quienes tienen menores ingresos; un avance que impactará directamente en las familias más vulnerables de nuestro país.
Un segundo aspecto a relevar: la equidad de género como principio irrenunciable.
Hemos analizado cientos de datos y tablas que muestran que la situación de la mujer en el país es realmente insostenible: mujeres con pensiones de 48 mil pesos. Eso es algo que no podemos seguir soportando.
Por lo tanto, todo el cambio que se hace aquí en cuanto a la rebaja de los requisitos para que las mujeres accedan al beneficio de años cotizados es un acto de justicia.
En tercer lugar, la sostenibilidad y la transparencia del sistema.
Esta reforma no solo garantiza mayores pensiones hoy, sino que lo hace con responsabilidad fiscal y transparencia.
El seguro social, financiado con un aporte del 2,5 por ciento de los empleadores, es una herramienta que combina solidaridad y sostenibilidad.
Además, con la creación de mecanismos de supervisión y evaluación periódica, se asegura que este sistema sea capaz de responder a las necesidades del futuro.
Algo sobre lo que quisiera reflexionar muy brevemente es el concepto central que tiene esta reforma para nosotros, las y los socialistas.
La solidaridad no es solo un valor abstracto, sino el fundamento de una sociedad que entiende que no se puede construir justicia sin atender a quienes más lo necesitan.
La solidaridad no es caridad, sino justicia. Es la convicción de que el esfuerzo colectivo es la base de una convivencia democrática y que, frente a las incertidumbres de la vida, ningún chileno o chilena debe ser dejado atrás.
Pretender reducir la previsión social a una cuenta de ahorro individual ha fracasado. La experiencia nos ha demostrado que el mercado no puede ser el único árbitro de las pensiones. Esta reforma corrige esa distorsión, combinando el ahorro individual con la solidaridad, lo que nos hace más fuertes como sociedad.
La reforma de pensiones que hoy estamos votando representa un avance significativo en solidaridad, al reconocer que los riesgos de invalidez, sobrevivencia, brechas de género y lagunas laborales no pueden ser asumidos de manera individual.
Por último, Presidente , tras toda la polémica que ha habido en los últimos días y la voluntad del Gobierno en cuanto a tomar las críticas y ponerlas en una indicación, tiene que haber ahora una actuación eficaz y rápida de todo el Congreso.
No podemos permitir más demoras. Cada mes que pasa sin esta ley en vigor es un tiempo en que miles de jubilados siguen recibiendo pensiones que no les alcanzan para vivir.
La aprobación de esta reforma debe ser pronto, porque beneficios como el aumento de la PGU y el reconocimiento por años cotizados deben llegar lo antes posible a quienes han esperado demasiado. Y entre ellos no puedo dejar de mencionar a los beneficiarios de pensiones de reparación derivadas de la Ley Valech y de las pensiones de exonerados, pues son personas que han esperado desde hace muchos años este reconocimiento del Estado, al igual que a las montepiadas de Capredena y Dipreca, que ahora se incorporan y también estaban fuera.
Me parece un acto de justicia que todos los beneficiarios de estas leyes especiales de reparación sientan también que son parte de Chile y que los estamos protegiendo, al igual que a los afiliados a los regímenes de Dipreca y Capredena.
Por lo tanto, Presidente , anuncio mi voto a favor.
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senadora Paulina Vodanovic.
A continuación, tiene la palabra la ministra del Trabajo y Previsión Social, señora Jeannette Jara.
La señora JARA (ministra del Trabajo y Previsión Social).-
Gracias, Presidente.
Quisiera tocar brevemente tres puntos en relación con algunas intervenciones. Pero antes no puedo dejar de agradecer, por su intermedio, la presencia de la senadora Vodanovic. De verdad que es muy conmovedor estar con usted en este momento, senadora.
En primer lugar, con respecto a la ausencia de números que acompañan la reforma previsional, una de las críticas que salió en una intervención anterior, debo señalar que, junto con el proyecto de ley de reforma de pensiones, se presentaron: el informe de impacto regulatorio; tres informes de sustentabilidad del Seguro Social; tres informes de sustentabilidad del Seguro de Cesantía; un informe del Seguro Social Previsional, que desglosa aportes, beneficios y sostenibilidad; dos informes de las comisiones técnicas constituidas al efecto por asesores de los senadores que conforman la Comisión de Trabajo, y doce informes financieros.
Por consiguiente, si a ellos se agregan, además, los dos informes del Consejo Consultivo Previsional y un informe del Consejo Fiscal Autónomo, se puede ver que hay mucha evidencia, numerosos datos y diagnósticos. La cuestión estriba en que llegar del diagnóstico a una propuesta común es lo que nos ha costado todos estos años, y esperamos que hoy día se pueda avanzar al respecto. Pero la información ha estado disponible.
En segundo lugar, sobre la edad de jubilación, asunto que se tocó más reiteradamente en algunos momentos, lo primero que considero necesario de aclarar es que el proyecto de ley no cambia la edad de jubilación actual. Señalo esto porque hay muchas fake news circulando en los medios, por lo que resulta importante que las personas tengan certeza de los cambios que trae el proyecto y de aquellos aspectos en que no los hay.
Y no cambia esa edad, entre otras razones, porque en Chile la edad de jubilación es habilitante, no obligatoria para pensionarse. En Chile las mujeres efectivamente se jubilan un par de años después, y haciendo ello tienen una mediana de pensión autofinanciada o pensión de su AFP de 46 mil pesos. Asimismo, en el caso de los hombres, la mediana es de 155 mil pesos.
Entonces, si vemos, con los años que se trabaja y se cotiza, igualmente las medianas son muy bajas. Esto, además de todos los efectos en materia de mercado laboral, como bien señaló el ministro Marcel , quien me antecedió, son cuestiones que claramente han sido nuestras preocupaciones respecto del empleo de las personas mayores.
Sin embargo, los cambios que aquí se requieren son mucho más estructurales; no solo es un asunto de cambio de edad. Porque, como indiqué, las mujeres ya se jubilan después, y por ello exhiben los datos que se señalan.
En tercer lugar, y solo para precisar, efectivamente el calendario de la PGU contempla, en primer lugar, un alza para las personas de ochenta y dos o más años, seis meses después de publicada la ley. Por eso hay que tratar de sacar pronto esta normativa, porque de esa manera podrán llegar antes a los beneficios.
Ahí se incluye a las personas que hoy día están en la PGU y que tienen ochenta y dos años o más; a las personas que, siendo beneficiarias de las leyes reparatorias, hasta ahora han estado excluidas, y que tienen ochenta y dos años o más; y a las montepiadas de Dipreca y Capredena que tienen ochenta y dos años o más. Asimismo, se incluye a los pensionados de invalidez, que en muchas de las reformas anteriores quedaron al final del proceso y que esta vez están primeros en la fila para su reajuste.
El segundo reajuste de la PGU va a ser para las personas de setenta y cinco años o más, doce meses después del primer reajuste, y alcanzará a los 250 mil pesos, más el IPC que haya transcurrido. Y el tercer momento será para los pensionados de sesenta y cinco años o más, doce meses después de que suba para los de setenta y cinco años, con los 250 mil pesos, más el reajuste. Las razones de esta prolongación en el tiempo para hacer el reajuste básicamente dicen relación con lo que aquí se ha conversado y que tiene que ver con la disponibilidad de recursos fiscales.
El proyecto de ley que se aprobó en la Cámara de Diputados contemplaba un calendario de cuatro años. Este calendario se redujo a veinticuatro meses, más la carencia de los seis meses iniciales, y está directamente relacionado con disponer de los recursos fiscales que nos permitan hacer estos aumentos.
Esas son las tres informaciones que quería compartir, Presidente.
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, ministra Jeannette Jara.
Ofrezco la palabra al senador don Alfonso de Urresti .
El señor DE URRESTI.-
Muchas gracias, Presidente.
Antes de proceder con mi intervención, saludo no solo a las ministras, a los ministros y a los subsecretarios presentes en la sala, sino también a quienes han estado acompañándonos durante este debate.
Quiero aprovechar estos diez minutos para referirme a dos órdenes de materias.
Primero, haré una reflexión política que creo necesario hacer desde la izquierda, desde el Gobierno y no entrar a este proyecto simplemente señalando guarismos, números, cuestión que anticipé durante la intervención que realicé hace un par de meses.
Paradojas de la vida: No+AFP; se vota en contra (nuestro propio Gobierno, nuestros propios gobernantes, nuestros propios diputados) el 3 a 3; decíamos que ello era inadmisible, que no podíamos darles ni un peso más a las AFP, ¡ni un peso más a las AFP!, y había otros sectores que decían: "Con mi platita no".
Pero quiero que hagamos esta reflexión, puesto que aquí se va a revisar la historia y va a ser difícil explicar cómo en dos o tres años pasamos de rechazar el 3 a 3, porque era absolutamente ignominioso contra los trabajadores y significaba fortalecer la industria, a dar hoy día un seis coma y tanto por ciento, y mucho más.
Entonces, hagamos la reflexión política.
Al menos para mí como socialista, por mi formación, la historia nos obliga a entender por qué la correlación de fuerzas cambió y por qué el maximalismo de algunos que acusaban a la Concertación y a la Nueva Mayoría de entreguistas, de pactar con la derecha, de no ser consecuentes con llevar adelante transformaciones, queda atrás y hoy impulsan también este proyecto.
Cuando vemos en la prensa una nota que pongo entrecomillada que dice "Sanhattan y empresarios alineados detrás de la propuesta" -para los que no conocen, Sanhattan es donde están las principales oficinas del empresariado alineado detrás de la propuesta-, al menos desde la izquierda debemos reflexionar sobre qué pasó.
Cito en esto en positivo -porque creo que ha hecho un punto- al exministro de Hacienda Ignacio Briones, quien claramente dice que hay que avanzar lo antes posible en estas transformaciones, en estos acuerdos, porque el mercado de capitales, y especialmente su descapitalización producto de los retiros y de otros fenómenos, está afectando el crecimiento futuro.
Al respecto, quiero recordar -lo señalaron tanto los ministros como los senadores informantes- que las AFP van a manejar el 40 por ciento de los activos del mercado de capitales.
Por consiguiente, ¿estamos hablando de una reforma previsional o de un momento económico en el cual tenemos que fijar posiciones y fortalecer la economía? Yo hago esta reflexión, porque quiero plantear el antecedente político a fin de entender y dar el mensaje a esos maximalistas y a esos descalificadores que hicieron campaña denostando el trabajo que durante muchos años realizaron los Gobiernos democráticos, principalmente de la Concertación y la Nueva Mayoría, en particular de la Presidenta Bachelet , que el año 2008 llevó a la propuesta del pilar solidario, que fue una de las grandes transformaciones que la ciudadanía reconoce, y también de la PGU, que el Presidente Piñera también llevó adelante.
Nos corresponde señalar eso ahora, y paso al acuerdo: lo valoro, porque plantea un sentido de realidad. Yo no puedo seguir alegando y discutiendo si es la derecha la que se niega a tal o cual acuerdo: ¡nos hemos puesto de acuerdo!
Eso es el Senado, y por ello reivindico también cuando se habla de "el Senado". Los mismos que criticaban el 3 a 3 diciendo que se trataba de un entreguismo eran quienes querían disolver el Senado, esta Cámara, donde nos podemos poner de acuerdo y donde los adversarios políticos comprenden esto también, con los motivos que cada uno tiene y que los anima a decir: "Estamos por llegar a un acuerdo; estamos por establecer cambios ahora".
¿Que tendremos que ceder? Absolutamente.
En cuanto a los beneficios, hago una referencia al ministro Marcel , porque lo seguí durante mucho tiempo en los elementos estructurales y económicos que trata de plantear: un sistema mixto.
Yo voy a votar a favor porque avanzamos a un sistema mixto.
Con relación a ello, tenemos la cotización del empleador.
¿Durante cuántos años? Durante cuarenta y tantos años solo tenía que cotizar el empleado.
Asimismo, se crea un seguro social, un instrumento para este avance al sistema mixto; y se aborda lo relativo a la competencia de la industria.
Por eso valoro también que entendamos que la industria de la AFP ¡no tiene el privilegio ni puede hacer lo que quiera respecto de los fondos! Debe haber competencia, debe haber transparencia, debe haber licitación de stock, y las comisiones estarán en proporción a las rentabilidades.
Entonces, confluimos a este acuerdo.
Se avanza en materia de mujeres, de justicia.
Pero -por su intermedio, Presidente-, ministra, ministros, no participé en la Comisión de Trabajo ni de Hacienda, pero quiero plantear tres alertas que me parecen relevantes para el debate.
Primero, cambio en el sistema laboral.
Creo que la modelación que se ha hecho desde el punto de vista de la empleabilidad no considera, pues no he escuchado esto en ninguna intervención, la inteligencia artificial.
¡Con la inteligencia artificial viene un tremendo cambio en el mercado laboral!
Acabamos de terminar el Congreso del Futuro, y acá están los senadores Cruz-Coke y Coloma , quienes han actuado activamente en la discusión que se está llevando a cabo en la Comisión de Desafíos del Futuro.
La inteligencia artificial trae un tremendo cambio en la empleabilidad, la robótica,...
La señora PROVOSTE.-
La longevidad.
El señor DE URRESTI.-
... la longevidad.
¿Qué va a ocurrir con esto? ¿Dónde está esa modelación?
La situación que vivieron nuestros padres, nuestros abuelos, que entraban a trabajar a una empresa, a una pega y estaban toda la vida ahí ya no ocurre: ¡el reemplazo, la sustitución, la desaparición de determinados oficios o trabajos es brutal!
Entonces, para que no nos equivoquemos, me gustaría en esta discusión entender de qué manera se modela esa variable.
También en cuanto a las alertas, la segunda es para hacer una referencia al sistema de las Fuerzas Armadas.
En el debate acá se ha descalificado y demonizado el sistema de reparto. Nosotros tenemos para las Fuerzas Armadas y de Orden el sistema de reparto, que se paga.
Me parece bien que tenga buenas pensiones, pero es un sistema de reparto. Sin embargo, yo me pregunto: ¿es sostenible en el tiempo ese sistema cuando hoy día en la Ley de Presupuestos debemos destinar más plata para el sector pasivo que el sector activo en materia de las Fuerzas Armadas?
A propósito del debate del sistema previsional, ¿no será momento también de entender que al menos deben prolongarse las carreras, para no decir que tras veinte años se accede a una jubilación? Y así como prolongamos una serie de parámetros respecto de chilenos y chilenas que integran Capredena o Dipreca, ¿no es momento de hacer una reflexión?
Tercera alerta: sistema de cobranza.
Por favor, no seamos tan mezquinos de simplemente establecer el mandato común para la ejecución.
Hemos insistido muchas veces: tiene que haber un tipo penal respecto del que se apropia. Eso es apropiación indebida, el empleador que se queda con la plata del trabajador. Las municipalidades y el Estado, que muchas veces es un mal pagador, en materia de cotizaciones termina no enterándolas, sino simplemente declarándolas. Tiene que haber un sistema más expedito que no solo sea el mandato común, para los efectos de poder llevar adelante las cobranzas: ¡son miles y miles de millones de pesos que no se ejecutan!
Hago esas tres referencias -por su intermedio, Presidente - a los ministros, o a algún colega que haya participado en la Comisión: sistema laboral, sistema de las Fuerzas Armadas, sistema de cobranzas, respecto de los cuales puede haber alguna precisión en lo que resta de la discusión.
Por último, como senador del Partido Socialista permítanme decir también que se hace justicia principalmente al poder otorgar ahora, con estas modificaciones, la PGU completa a personas que reciben prestaciones reparatorias. Y permítanme además hacer la referencia de que ahí están aquellos hombres y mujeres calificados en los informes de las comisiones Valech y Rettig y exonerados políticos que, por decisiones anteriores y a mi juicio mezquinas en su momento, no fueron considerados.
Entonces, se hace justicia, y también uno valora estos acuerdos.
Por último, valoro y destaco el acuerdo político de Gobierno y oposición, de senadores y senadoras que integraron estas comisiones a riesgo muchas veces de sufrir descalificaciones pero que han mantenido la convicción, y también al equipo de nuestro Gobierno por mantenerlo.
Voto a favor, señor Presidente.
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Alfonso de Urresti.
Ofrezco la palabra a la senadora Ximena Rincón.
La señora RINCÓN.-
Gracias, Presidente.
Saludo a todos quienes están acá presentes, como Silvia Aguilar y la gente con la que hemos estado wasapeando en estos días.
(Aplausos en tribunas).
Les pido, sobre todo a quienes están en las tribunas, que, por favor, escuchen.
Queridos colegas, nadie podría negarse a un aumento en la PGU o en las pensiones de hombres y mujeres que ya jubilaron y que reciben pensiones bajas.
Por lo tanto, obviamente, no voy a votar en contra de este proyecto; sin embargo, quiero partir haciendo una autocrítica.
Hace ya mucho rato la política está al debe con el país. Unos más, otros menos, hemos sido incapaces de mejorar sustancialmente malas políticas públicas.
Los costos para el país son evidentes.
Chile tiene una economía estancada. Desde el 2014 nuestro crecimiento económico es inferior al 2 por ciento anual y las oportunidades laborales son escasas. Seguimos con tasas de participación y ocupación por debajo de los niveles previos a la pandemia. Además, nuestro endeudamiento fiscal va al alza. No tenemos espacio para mayores gastos. Simplemente, como dijo el expresidente Frei , nuestro desempeño ha sido mediocre.
Y la política ha sido creativa, no para resolver los problemas de fondo, sino más bien para evitar tener una discusión honesta y rigurosa respecto de los problemas que enfrentamos.
Yo valoro la discusión de hoy, porque algunos están a favor, otros en contra, pero se mantiene el tono, lo cual es bueno.
Lamentablemente, creo que hoy no estamos construyendo soluciones que vayan en el sentido común de las mayorías y más bien nos estamos generando problemas.
En este contexto, Presidente , paso a referirme a la reforma que hoy nos ocupa.
Como muchos saben, a pesar de que algunos critican por debajo y no se atreven a decirlo de frente, he seguido la discusión parlamentaria respecto de la reforma de pensiones. Es un tema árido, complejo, lleno de detalles, cada uno de los cuales, de ser desatendido, sin lugar a dudas, puede significar riesgos importantes.
Por lo tanto, quiero expresar mi preocupación por la forma en que estamos votando este proyecto. Yo solo pedí más tiempo para revisar los detalles. Algunos los alcanzamos a advertir, se recogieron y se rectificaron.
En lo personal, desde antes de que se ingresaran las indicaciones a la Comisión de Trabajo y Previsión Social vengo estudiando el texto en detalle, incluido el informe de la comisión técnica y, por cierto, también escuché detenidamente lo que dijeron tanto el Consejo Fiscal Autónomo como los destacados economistas que opinaron en dicha instancia.
No voy a entrar a nombrarlos uno a uno, solo puedo decir que comparto lo que señaló Joseph Ramos respecto del préstamo: "Es como si la Pintana estuviera subsidiando a Vitacura". Asimismo, indicó que no era una buena solución.
Segundo, quiero ser clara: no existen dudas acerca de la necesidad de mejorar las pensiones presentes y futuras. Es una sentida demanda ciudadana a la que nadie en esta sala podría oponerse. Y, sí, es honesto que sostengamos que hemos realizado avances, pero también que seamos críticos con aquellos puntos que son deficientes. Me alegra escuchar a colegas que me antecedieron en el uso de la palabra y que señalaron puntos específicos; otros decían: "Probablemente vamos a tener que arreglar esto más adelante".
Pero el resultado final me preocupa.
Estamos discutiendo una reforma previsional que trae consigo escondida una reforma tributaria. Tal como lo plantearon el Consejo Fiscal Autónomo y los técnicos que asistieron a la Comisión de Hacienda, hay números que en esta reforma no calzan. Reconozco que hubo esfuerzos por tomar parte de esos temas que eran sindicados como de riesgo, y que había propuestas para mejorarlos. Pero lo del préstamo es algo que me inquieta. Y ello, porque la verdad es que les estamos pidiendo a los trabajadores que le hagan un préstamo al país.
El Gobierno nos quiere plantear una discusión para eliminar el CAE, el crédito con aval del Estado, pero nos pone encima de la mesa un crédito con aval del trabajador.
¡No es justo, Presidente!
Y no es justo porque la rentabilidad que se le ofrece a ese crédito no es la misma que el Gobierno dice que tendrá el fondo que va a administrar el Estado.
La propuesta de reforma se desarrolla en un contexto fiscal sumamente restrictivo, marcado por un déficit proyectado del 3 por ciento y una deuda pública al límite. Resulta alarmante que, pese a este escenario, se comprometan gastos permanentes sin garantizar ingresos estructurales suficientes para financiarlos. Y no lo he dicho yo, Presidente.
Más preocupante aún es el cambio de la regla inicial de ingresos permanentes para sustentar la PGU, que pasó de considerar un 2,7 por ciento del PIB, incluyendo crecimiento y eficiencia del gasto, a una más débil, basada únicamente en 1,5 por ciento bajo la ley de cumplimiento tributario. Esto ocurre tras errores en las estimaciones fiscales, la caída de ingresos tributarios y el precio del litio, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad del financiamiento proyectado.
Presidente , estamos discutiendo una reforma que implica consecuencias.
Gran preocupación me causa también lo que se ha planteado respecto del nuevo rol del IPS. Acá nuevamente dejamos que la gente asuma todo el riesgo. Sucede que ahora el IPS tendrá la posibilidad de administrar cuentas de ahorro previsional.
¿Tenemos evidencia de que desempeñará esta facultad en forma correcta? No la tenemos. Peor aún, me temo que, a pesar de los nuevos empleados públicos que pasen a engrosar dicha institución, la posibilidad de errores en los cálculos de los beneficios pueda afectar el pago de las pensiones.
¿La simple idea de una contabilidad separada será suficiente para evitar tal posibilidad? Por supuesto que no. Es más, se establece que el IPS podrá subcontratar y lo hará con precios que le indiquen Hacienda y Trabajo.
¿Por qué subcontratar y no licitar? ¿No es más transparente?
¿Qué pasará cuando el servicio subcontratado sea deficitario? ¿Quién va a responder? Presidente , ¿no existe acá un conflicto de intereses?
Nuevamente se me viene a la mente una política pública que era necesaria, pero que se apuró y no tuvo una adecuada implementación, lo que le costó caro al país y a quienes vivían en la Capital: el Transantiago. Hoy, Presidente , nos podemos estar embarcando en un "Transantiago previsional", y el costo para el país y las personas puede ser alto.
Las propuestas para incentivar la competencia también me parecen delicadas. Y no me voy a meter en la licitación del stock, alternativa no exenta de riesgos, ni tampoco en lo que puedan reclamar los inversionistas extranjeros. Más bien, quiero referirme al potencial impacto sobre la rentabilidad de los fondos a licitar de un 10 por ciento de los actuales cotizantes. La gente quiere que se mejoren las pensiones, por lo que sería inconcebible que por la inadecuada calibración de las reglas para fomentar la competencia el resultado sea otro.
A diferencia de lo que dice el ministro de Hacienda, es evidente que estamos haciendo todo muy rápido.
Siento, Presidente, particular preocupación por el impacto de esta reforma sobre las pymes y el empleo. No me voy a explayar; ya lo han mencionado varios de mis colegas.
Errores persistentes en las estimaciones económicas podrían generar consecuencias permanentes y comprometer aún más las finanzas públicas. Estos fallos, sumados a la ausencia de análisis sobre los efectos macroeconómicos del aumento de costos laborales, como su impacto en el empleo, la actividad económica, la inflación, muestran una preocupante falta de rigor.
La informalidad, un riesgo evidente en este contexto, tampoco ha sido debidamente considerada.
Las proyecciones actuales y los estudios estiman que el impacto sobre el empleo podría ser el doble de las cifras oficiales. El ministro nos dijo que no eran cien mil puestos de trabajo, sino sesenta mil. La verdad es que hay sesenta mil personas en el horizonte que debieran ser parte de nuestra preocupación.
Tampoco entraré a comentar lo relativo a la debilidad institucional del Fondo Autónomo de Protección Previsional.
Por otro lado, critico la falta de claridad respecto al esquema de la devolución del préstamo forzoso de 1,5 por ciento de la renta. La ley omite consignar esto como un préstamo y las reglas para su devolución son ambiguas, lo que aumenta la percepción de riesgo entre los trabajadores.
Tampoco me referiré al tema del encaje: mil ochocientos millones de dólares que se les pasan a las AFP; descontando los impuestos, son mil doscientos millones. ¿Por qué se les entrega esto?
No voy a entrar en todo el entramado que han puesto encima de la mesa. Solo quiero decir, Presidente , que no seamos ingenuos: esto no se cierra.
Y solo un ejemplo, que está en la cabeza de no pocos, pero que no se opina en la prensa, y que dice relación con los fondos generacionales.
Los fondos generacionales consideran mucha renta variable, hasta el fondo de aquellos que tienen cincuenta años, y termina con 40 por ciento en renta variable. Es decir, son muy parecidos a nuestro fondo A.
¿Qué va a pasar con el próximo crash bursátil?
¿Quién defenderá a los que administran estos fondos cuando caigan todos un 30 por ciento, incluso el fondo de aquellos pensionados?
El eslogan es que implementaremos fondos generacionales que son ampliamente usados en el mundo. ¡Sí! Pero el riesgo reputacional no lo tienen que pagar las administradoras, sino sus mánagers intermedios.
Los fondos generacionales, usualmente denominados "target date funds", son utilizados ampliamente para administrar fondos previsionales. Sin embargo, el traspaso desde los actuales multifondos a los fondos generacionales implica una serie de movimientos que no están detallados en la ley.
Nosotros, como bancada, presentamos una indicación para resguardar a quienes estaban por pensionarse. Pero no se discutió. ¿Por qué? Porque, claro, era inadmisible. Lo que queríamos, Presidente , era resguardar a las personas mayores. Estos son temas sensibles.
Les quiero señalar a aquellos que se jubilarán en los próximos años y que se traspasarán del sistema de fondos actual a los fondos generacionales: No olviden este día; no olviden al Presidente si se ven perjudicados.
Se dice querer mejorar las pensiones actuales y futuras y, aun así, se negaron a fijar por ley un fondo estable y seguro para quienes están a punto de jubilar.
En ese momento, los que hoy gobiernan, refugiados en un think tank o en fundaciones, seguro le echarán la culpa al empedrado, al sistema neoliberal perverso, a la responsabilidad de todos, menos a los que pusieron esto en la norma.
Presidente , son muchos más los temas que quisiera abordar, y le pido que me dé un minuto. La senadora Ebensperger tuvo tres minutos más.
Gracias, Presidente .
Como decía, son muchos más los temas que quisiera abordar.
Insisto: esta es una reforma compleja.
No puedo votar en contra de que se mejoren las pensiones de aquellos que reciben la PGU o que tienen hoy malas pensiones, pero no puedo ser cómplice, como tampoco quise serlo en la ley de cumplimiento tributario, cuando hay tantos temas encima de la mesa que generan dudas, temores y grandes riesgos para el país, para las personas y, por cierto, para los que están pronto a jubilarse.
Gracias, Presidente .
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
Muchas gracias, senadora Ximena Rincón.
Le ofrecemos la palabra al senador José Miguel Insulza.
El señor INSULZA.-
Muchas gracias, Presidente.
Saludo a la señora ministra ; al señor ministro ; a la subsecretaria, que ha tenido un papel muy brillante, por lo menos, en la discusión que nosotros desarrollamos -lo digo francamente; creo que nos permitió entender muchas cosas-; al superintendente, que estaba presente aquí hasta hace un momento; y a todos quienes han hecho un gran trabajo en la elaboración de este proyecto.
Creo que este es un muy buen proyecto.
Yo siempre digo que en la política la frase "lo mejor es enemigo de lo bueno" se aplica plenamente.
Esta iniciativa no es perfecta. No puede serlo. Si fuera perfecta, no habría necesidad de una tarea política y de buscar conciliar acuerdos entre los parlamentarios como los que se han producido. Pero es un ejemplo de consenso. Es un ejemplo importante de que cuando las cosas son difíciles y la gente exige, porque muchas personas llevan bastante tiempo preguntando por esto, somos capaces de ponernos de acuerdo cediendo en cosas.
Y, naturalmente, después viene el debate político y cada uno dice qué es lo que ganó y cómo le fue, etcétera.
Ahora, yo quiero referirme a quien realmente gana en esto. Porque yo creo que con este proyecto en realidad gana la gente.
No está en este momento la ministra Jara , pero recuerdo perfectamente que hace un par de años ella fue a mi región de Arica y Parinacota y hubo una reunión bastante extensa, en la que la ministra explicó todos los puntos que había que precisar. Sin embargo, ella se atrasó un poco porque estaba dando una entrevista por radio. Por lo tanto, tuve oportunidad de conversar con la gente. Y la verdad es que las personas, en su gran mayoría mujeres, solo hacían dos preguntas: cuándo y cuánto. No me preguntaban ni por el servicio social, ni por todas las cosas que se han planteado acá, que son importantes e interesantes y que este Congreso tiene que analizar forzosamente. No se trata simplemente de quedar con cosas tan simples. Pero la gente es muy simple: quiere saber cuándo y cuánto.
Nosotros les dijimos cuándo, pues esa vez ya estábamos listos para salir, pero nos demoramos bastante más.
La comisión que ha abordado esta materia en el Congreso, que es fundamentalmente la Comisión de Trabajo, ha demorado varios meses en su análisis, ha escuchado a todo el mundo, y es difícil encontrar un técnico, un especialista, un analista que señale que el proyecto está malo. Solo se encuentran políticos y políticas que dicen que está malo. Yo ahora uso "políticos y políticas" porque no vamos a cargar siempre a los políticos con todos los problemas, naturalmente. También hay mujeres que se dedican a estos temas y lo hacen con gran sabiduría y con mucho esfuerzo.
Presidente, en mi región el tema es el cuánto. En Chile, como sabemos, esta reforma, por el puro lado de la vejez, tiene 1.620.000 personas a las cuales responder. En mi región, donde hay una cantidad importante de pensionados, la verdad es que el 90 por ciento de ellos gana una cantidad bastante baja de dinero.
Fíjense ustedes que el promedio de las pensiones de vejez en Arica y Parinacota es de 93.133 pesos en el caso de las mujeres y de 191.453 pesos en el caso de los hombres, lo cual demuestra la gran diferencia que existe entre hombres y mujeres.
Entonces, la pregunta que debemos hacernos acá es cuánto suben, ¿mejoran o no mejoran? Porque para eso estamos tratando este proyecto, no para darnos ningún gusto especial. Lo hacemos para que las pensiones mejoren. Y resulta que sí que mejoran.
Porque la estimación que tengo, que a lo mejor no es perfecta, es que las mujeres que tienen solo diez años de pensión autofinanciada, que por ese lado reciben 72.745 pesos, sin aumentar la PGU -que está hoy día en 214.296 pesos-, acceden a una pensión total de 287.041 pesos. Y con la reforma esa cifra aumenta a 367.141 pesos, lo que significa un 28 por ciento más.
En el caso de mujeres con quince años de cotizaciones, el aumento con el proyecto es de 32 por ciento -estamos hablando de promedios, por cierto-: 323 mil pesos sin reforma y 425 mil pesos con reforma.
Las mujeres están siendo mejoradas sustantivamente esta vez, porque, como sabemos -ya lo decía antes-, reciben a veces pensiones que son menos de la mitad que la de los hombres, pues les cobramos la edad, el tiempo mayor que viven. Bueno, las mujeres que han cotizado veinte años, que son quienes reciben el máximo aquí, perciben hoy día un promedio de 359.786 pesos y con la reforma queda en 484.281 pesos, lo cual significa 124.495 pesos más. ¿Un 35 por ciento no es un cambio fundamental? ¡Claro que es fundamental!
Ahora bien, no estamos hablando de gente que gana mucho dinero. Nos referimos fundamentalmente a lo que queremos hacer con este proyecto, que es mejorar las pensiones de los más pobres.
Los varones, claro, ahora quedan más o menos parejos con las mujeres, es cierto, pero igual van a subir sus pensiones: los con diez años de cotizaciones, 25 por ciento; los con quince años, 29 por ciento; y los con veinte años, 31 por ciento.
Yo creo que vale la pena sacar un proyecto con eso, Presidente . Alguien podrá discutir mucho, podremos analizar muchas cosas. Pero como se dice, en concreto, a la "hora de los quiubos", cuando la gente pregunta cuándo y cuánto, podremos contestarle con algún orgullo que, si bien nos hemos atrasado harto, el cuánto es bastante sustantivo para una mejor reforma de pensiones como la que se requiere.
Yo voto a favor, Presidente .
Muchas gracias.
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senador José Miguel Insulza.
Ha pedido la palabra, para hacer precisiones, el señor ministro de Hacienda, don Mario Marcel.
El señor MARCEL (ministro de Hacienda).-
Gracias, Presidente.
Yo creo que esta discusión ha sido muy útil para aclarar una serie de temas conceptuales. Especialmente las intervenciones del senador Kast y del senador Coloma se focalizan en varios de esos puntos.
Y hay uno que acaba de plantear la senadora Rincón en el cual es importante reparar.
Al describir la cotización con rentabilidad garantizada, que ella califica como un "préstamo", acto seguido, dice: "Esto es como si La Pintana subsidiara a Vitacura". O sea, un préstamo se transforma en un subsidio.
Si eso es así, yo me pregunto cómo calificaría cuando una AFP invierte en un bono de una empresa, porque un bono de una empresa es un título de deuda.
Entonces, aquí tenemos dos posibilidades: o todos son subsidios o ninguno lo es. Yo me inclino por lo segundo. Porque lo primero es la tesis de los mayores enemigos de las AFP, que han planteado argumentos muy radicalizados al respecto, y yo por lo menos no suscribo esas tesis.
Así que lo que es un préstamo es un préstamo y lo que es un subsidio es un subsidio.
Gracias, Presidente .
(Aplausos en tribunas)
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, ministro .
Por favor, ruego a las tribunas que no haya manifestaciones.
Senador Juan Ignacio Latorre.
El señor LATORRE.-
Gracias, Presidente.
Por su intermedio, deseo saludar al ministro de Hacienda , a la ministra del Trabajo , a las subsecretarias, a todos quienes nos acompañan y muy especialmente a quienes han seguido el debate en las galerías, a las agrupaciones de jubilados, jubiladas, a las agrupaciones de adultos mayores de la región de Valparaíso especialmente.
En primer lugar, deseo valorar el acuerdo por la capacidad del sistema político de concretar una reforma de pensiones, que es una de las prioridades de la ciudadanía y que es una reforma que, ya todos lo han dicho, lleva muchísimos años de debate público e intentos de Gobiernos anteriores de sacarla adelante.
Finalmente, en este contexto, después de dos procesos constituyentes fallidos, luego de todo lo que ha vivido Chile en los últimos años: estallido social, pandemia, los retiros, etcétera, todo lo que hemos vivido en muy poco tiempo, y con la actual correlación de fuerzas que le toca enfrentar al Gobierno del Presidente Boric, siendo minoría en ambas cámaras, es valorable poder sacar adelante una reforma al sistema de pensiones.
Quiero reconocer la negociación que se ha desarrollado, liderada principalmente por los ministros Marcel y Jara , con los equipos técnicos, con la oposición, con los sectores que estuvieron disponibles para sacar adelante un acuerdo en la Comisión de Trabajo y en la Comisión de Hacienda.
Y esto a pesar, o en contra, de la Asociación de AFP, que luchó e hizo todo lo posible, gastó mucha plata en publicidad para oponerse a cualquier cambio, salvaguardar sus privilegios, sus negocios e intereses.
Recordemos que hablamos de un modelo impuesto en dictadura, hace más de cuarenta años, conforme al cual en su momento el Gobierno autoritario cívico-militar obligó a las trabajadoras y los trabajadores a cotizar, en un ahorro forzoso, en empresas privadas con fines de lucro, con el decreto ley N° 3.500. Y se deja aparte a las Fuerzas Armadas, en un sistema público y de reparto hasta el día de hoy.
Dicho lo anterior, quiero valorar los avances, que considero que van en la dirección correcta.
Por un lado, el aumento de la PGU a 250 mil pesos al 90 por ciento de la población, incluyendo a las personas que reciben hoy día pensiones de reparación, que no son de jubilación, sino que son pensiones de reparación por violación a los derechos humanos (personas incluidas en los informes Valech y Rettig y los exonerados políticos), víctimas de la dictadura cívico-militar. Hoy se pueden incluir con las condiciones que exige la cobertura de la PGU actualmente.
Esto va a beneficiar, según estimaciones de la Diprés, al año 2027, a cerca de 3 millones de personas, lo que responde solo a aporte fiscal, y será pagado por el Instituto de Previsión Social (IPS).
Y así vamos configurando otro avance de esta reforma, que es un financiamiento del sistema de pensiones de manera tripartita. Un aporte del Estado, correspondiente a 2,5 puntos del PIB, para financiar la PGU, más el aporte al Fondo de Previsión Social o al seguro social; el aporte de los trabajadores, que es 2,9 puntos del PIB, y de los empleadores, que es 2,4 puntos del PIB.
Por primera vez en democracia, los empleadores empiezan a contribuir al financiamiento del sistema de pensiones. O sea, a esta rareza de sistema que se implementó en Chile en dictadura y que se impuso a la fuerza, sin debate democrático, en donde solo los trabajadores aportan. Además, el 10 por ciento, cuando sabemos que ese porcentaje no alcanza. Y recién después de esta reforma empezarán a contribuir, con una gradualidad de nueve años para no afectar la economía ni a las pymes, al sistema de pensiones.
Otro avance que me parece importante es un mayor protagonismo del IPS (Instituto de Previsión Social), que, aparte de seguir pagando el aporte fiscal de la pensión garantizada universal, pasa a ser una posibilidad dentro de la administración de cuentas.
Siempre los sistemas de pensiones, incluso de los países más desarrollados de la OCDE, con los que nos gusta compararnos, tienen una cara pública frente a la ciudadanía. Existe una institucionalidad pública donde la ciudadanía se relaciona. Hoy es el IPS, que cuenta con presencia en todo el país y que, al mismo tiempo, juega un rol en la administración de cuentas.
Por otro lado, la creación del Seguro Social me parece un avance, porque, como quieran llamarle, constituye un seguro social con solidaridad intergeneracional.
La actual generación de trabajadores y de las fuerzas productivas de las empresas, con el aporte del empleador, van a contribuir en parte a mejorar las pensiones de los actuales jubilados, especialmente de las mujeres. Un seguro social que por treinta años administrará un ente público que se tiene que crear, con toda una institucionalidad, una gobernanza autónoma parecida a la que posee el Banco Central y que dé confianza a todos los sectores, con transparencia y probidad, y que se encargará de cuatro puntos del aporte adicional de los empleadores.
¿Para qué? Para pagar mejores pensiones -"bono tabla" por la diferencia por expectativas de vida- y que administrará el seguro de invalidez y sobrevivencia, y también esta innovación que se genera, consistente en pagar beneficios definidos.
Eso existe en todos los sistemas de pensiones modernos desde hace décadas, con distintas innovaciones. Será un modelo mixto que entrega beneficios definidos: 0,1 UF por año cotizado, con requisitos de ingreso, diez años de cotizaciones para las mujeres y veinte años para los hombres, y entregando un máximo de 2,5 UF por veinticinco años cotizados.
Y que se empieza a pagar a los actuales jubilados y a las mujeres. Eso es solidaridad, aunque a algunos les cuesta esa palabra, en una política pública, y que no sale del aporte fiscal, sino que de las cotizaciones. Eso es transitar a un modelo mixto similar a otros existentes en el mundo.
Por último, hay algunos cambios a la industria que, en mi opinión, debilitan el poder oligopólico actual de las AFP en el mercado. ¿Por qué? Porque entran nuevos actores privados, como las cooperativas de ahorro y crédito, con lo cual debiera generarse más competencia, bajar las comisiones, y con la licitación de los afiliados habrá sistemas de premios y castigos según la rentabilidad del fondo de pensiones, y se establecen una serie de regulaciones más exigentes, que debilitan el poder de las AFP.
¿Se superan las AFP? No, no se superan. Y ahí quedan, en mi opinión, desafíos pendientes para el futuro.
Serán nuevas correlaciones de fuerza, mayorías sociales y políticas las que sigan empujando la separación de la industria, por ejemplo, o la creación de un inversor público, y también viendo cómo se fortalece la seguridad social, cómo se aumentan y mejoran los beneficios que se entregan con esta reforma al sistema de pensiones.
Por tanto, no se clausura el debate; quedan temas pendientes, pero quiero avanzar.
Creo que es importante que se avance y se empiecen a pagar mejores pensiones hoy a los actuales jubilados. Y cuando digo "hoy" me refiero al presente año, y según una gradualidad se podrá pagar tanto la PGU como los beneficios sociales a más de 2,8 millones de personas.
Entonces, considero un avance positivo que el sistema político sea capaz de llegar a acuerdos en una materia que es una de las prioridades ciudadanas, así como la seguridad pública. Hoy día asistimos a la promulgación de la ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública. La semana pasada aprobamos en este Congreso el proyecto referido a la deuda histórica docente, y uno de los sectores que se verá beneficiado con esta reforma son profesores y profesoras jubiladas.
Una docente jubilada que cotizó más de treinta años va a sumar el tope máximo del seguro social, vale decir, casi 100 mil pesos mensuales a su pensión, más el "bono tabla", más el aumento de la PGU. Entonces, estamos hablando de beneficios por cerca de 150 mil pesos.
Recordemos solo un dato, y con esto cierro, la mediana de la pensión autofinanciada el año 2024 para la mitad de las mujeres que jubilaron es de 46 mil pesos, y la de los hombres, 150 mil pesos. Eso es lo que lograron acumular en sus cuentas individuales.
Por tanto, el actual sistema en sí mismo no garantiza mejores pensiones, y se requiere el aporte fiscal (PGU) y la contribución del seguro social con este aporte de los empleadores.
Voy a votar a favor, Presidente .
He dicho.
(Aplausos en tribunas).
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Juan Ignacio Latorre.
Restan todavía dieciocho senadoras y senadores inscritos para intervenir. Luego, tenemos aproximadamente quince votaciones separadas.
Así que todo aporte de tiempo suma y lo vamos a agradecer mucho.
Senador don Rodrigo Galilea.
El señor GALILEA.-
Gracias, Presidente.
Saludo a las autoridades presentes en la sala: la ministra Jara , el ministro Marcel y el ministro Elizalde.
Quiero referirme lo más concretamente posible a este proyecto de reforma previsional, al cual considero la iniciativa más importante que ha discutido este Senado.
Voy a decirlo con todas sus letras: estimo que este proyecto no solamente está bien pensado, sino que además es absolutamente indispensable.
Me gustaría detenerme en el porqué es indispensable.
Lo han dicho el senador Coloma y el senador Kast cuando hicieron sus exposiciones y lo señaló también el ministro Marcel en su momento: ningún sistema previsional actual se sostiene solamente con los aportes del Estado.
Eso lo debemos tener clarísimo.
¡No existe ninguno en el mundo!
Si nosotros forzamos la situación para que toda la expectativa de la ciudadanía esté puesta en la PGU, nos vamos a estar haciendo un muy flaco favor como país. Eso simplemente no alcanza.
Por eso los pilares contributivos son claves.
Y de ahí que sea clave hacer esta reforma.
Mantener el pilar contributivo en el 10 por ciento del sueldo imponible, preservar esa tasa, sería un error realmente de proporciones. Y por eso que es absolutamente necesario realizar la presente reforma.
Subir al 16 por ciento es una necesidad imperiosa, y seguir postergándolo solo nos complica más las cosas como país.
El que no entienda ese punto básico de la discusión previsional no está entendiendo cómo se van encaminando, y mal encaminando, las cosas en materia previsional en nuestro país.
Por lo tanto, ese punto debería estar fuera de discusión.
¿Cuesta hacer esta adaptación? Obviamente que cuesta. Para las empresas más pequeñas, pasar del 10 al 16 por ciento es un esfuerzo grande. Y todos los que hemos estado cerca del mundo pyme lo sabemos perfectamente bien.
Por eso, vimos todas las alternativas. Hablamos con los expertos e hicimos la transición en nueve años. Después las propias pymes solicitaron una ayuda adicional. De ahí que con el Ministerio de Hacienda y el del Trabajo finalmente se acordó que durante los próximos cuatro años se van a mantener tasas preferenciales de impuestos de primera categoría, la mitad de lo que les hubiera correspondido; repito: cuatro años.
Después las pymes pidieron que se corrigiera o se viera una manera distinta de enfrentar lo relativo a las licencias médicas respecto de este 6 por ciento adicional. Se volvieron a hacer todos los análisis y, por último, en la Comisión de Hacienda se resolvió el asunto, manteniendo la regla general de que este tipo de cotizaciones, en los casos de licencias médicas, van a ser pagadas por las aseguradoras de salud, es decir, Fonasa y las isapres, en su respectivo caso.
Pero vuelvo al punto inicial.
No hacer nada, y esto creo que fue lo principal que vino a decirnos al Senado el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), es lejos la peor alternativa. Incluso, creo que era la única alternativa no posible de tomar.
Así es que, dejando eso en claro, quiero aprovechar de formular algunos planteamientos.
En las campañas que hemos visto profusamente en las redes sociales, y también en algunos discursos que acá se han hecho eco de ello, se dicen cosas enteramente erradas o falsas. Para empezar, hay una discusión filosófica, cuando se dice que aquí no queda cerrado el debate pareciera que fuera una crítica al proyecto. Bueno, debo darles una noticia, que para mí no es nada de mala, que me parece lo más normal del mundo, en el sentido de que nunca queda cerrado el debate en nada. Es como pretender que en cuanto a reformas de seguridad en el país está cerrado el debate. Nunca. Siempre estamos buscando mejores alternativas. O que en el tema de salud dijéramos: "está clausurado el debate". Sería totalmente absurdo. Siempre, y en todo, hay que buscar mejores opciones.
Por lo tanto, esas son frases que deben estar fuera del léxico de quienes quieren aportar en proyectos de ley.
Otros dicen que habría reparto. Yo no sé a qué se refieren, si al seguro social o si a esto que denominamos coloquialmente "préstamo", que en verdad es inversión. ¿A qué se refieren? Si es al 1,5, resulta bien curioso; entonces, que muestren algún país del mundo en que haya un reparto que se garantiza con un bono, que gana intereses, que se deposita en una empresa de depósito de valores, que se paga en una fecha determinada, que además es heredable. Entonces, resulta frustrante que gente que dice querer aportar al proyecto busque confundir las cosas.
Y si se refieren al 2,5, tampoco se entiende. Porque el 2,5 es un seguro social. Y el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia lo es. Sería como calificar de reparto al seguro de cesantía. Está bien, llámenlo como quieran, pero finalmente es un seguro.
Hacernos cargo de la contribución para corregir la expectativa de vida entre hombres y mujeres, es otro de los elementos del seguro social muy importante de este proyecto. ¿Lo quieren llamar reparto? Bueno, pero ¿para qué? Esto es parte del seguro social que estamos tratando de establecer para contribuir a mejores condiciones de vida de nuestros adultos mayores. Y no hay espacio para generar confusiones en nuestra ciudadanía.
Por lo mismo, cuando enfrentamos este proyecto, y en esto quiero agradecer la flexibilidad de todos quienes estábamos en la Comisión de Trabajo, los ministros que colaboraron, los equipos que nos asesoraron a todos, en Trabajo y después en Hacienda, los objetivos eran muy claros: primero, subir la cotización; segundo, equiparar la pensión de hombres y mujeres en iguales condiciones; tercero, lograr encontrar la manera de hacer un reconocimiento a los años cotizados, a los actuales pensionados y a los que se van a pensionar en un corto plazo; y, en último término, hacernos cargo de las lagunas previsionales, e introducir mejoras al sistema de AFP.
Esos eran todos los objetivos. Los fuimos logrando en su totalidad. Y creo que lo conseguimos a través de mecanismos que probablemente nadie tenía en la mente hace uno o dos años, pero que finalmente fueron sensatos y se hacían cargo del problema. Y de ahí viene el 1,5 por ciento de, llamémoslo, "inversión", "préstamo", en fin, que a muchos les causa problemas.
¿Es una medida excepcional? Obvio que es una medida excepcional. ¿Que significa una deuda del Estado de Chile? Obvio que significa una deuda del Estado de Chile. Por eso es que el Estado de Chile también le aporta todos los años al Fondo una cantidad importantísima de recursos, destinados a ampliar la PGU del 90 al 100 por ciento y a contribuir a este ente estatal a cargo de administrar cuentas.
Así se construye ese Fondo. Y se hizo de esa manera para poder responder a los actuales pensionados y darle una efectiva viabilidad política, económica y legitimidad social a este inmenso cambio que estamos haciendo. No es tan complicado entender esto. Se ha revisado por todos lados, y se ha visto que bajo los esquemas de complejidad que pudieran existir en Chile en el futuro, lo propuesto se puede cumplir siempre.
Por lo tanto, pido colaborar en esta materia y hacer que las cosas funcionen bien. Los desafíos que tiene ahora este Gobierno y el que siga son implementar bien esta reforma. Hay muchas cosas a considerar respecto del Fondo Autónomo, para que ningún ministro ni ningún Presidente tomen la plata. Este bono se convierte en un beneficio traducido en mejores pensiones. Y no hay ninguna duda. Hay algunos que dicen que faltó una palabra aquí, que faltó una palabra allá. Está absolutamente claro cuál es la operatividad del bono, cuáles son los intereses que genera, cómo se transa, que es endosable el día de mañana, en fin, todo eso está cuidadosamente hecho para protección de los ahorros previsionales de todos los chilenos que colaboran.
En consecuencia, yo solo quiero terminar haciendo, por un lado, un llamado de atención y, por otro, expresando mi agradecimiento a los que colaboraron. En todas estas discusiones siempre va a ser más fácil sembrar miedos, en vez de sembrar seguridad. Y quienes hacen eso en política debieran reflexionar. Es mucho más fácil sembrar desconfianzas que confianzas.
Quiero decir que todos quienes hemos trabajado en esto durante ya muchísimo tiempo, hemos dedicado el mejor de nuestros esfuerzos para generar seguridades y confianzas. Y esperamos que todos, de hoy en adelante, avancen por ese mismo camino. Es demasiado importante para lo que políticamente viene en el país; es demasiado importante para seguir resolviendo lo que Chile debe resolver.
Realmente, creo que este día será recordado como el día en que amplios sectores políticos del país volvieron a ponerse de acuerdo en generar políticas sensatas, políticas responsables, que de verdad van a hacer la diferencia para mejorar la vida de nuestros adultos mayores.
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senador Rodrigo Galilea.
Senador Esteban Velásquez; luego, senadora Claudia Pascual.
El señor VELÁSQUEZ.-
Gracias, Presidente.
Escuchar el tono conciliador de la mayoría de quienes han hecho uso de la palabra, incluso con comentarios bastante concluyentes, habla en cierta medida de que la "política del eslogan", si pudiésemos llamarla de alguna forma, también se transforma en política de reflexión.
El senador Galilea y otros senadores se referían a ciertos conceptos que al parecer deberían ser aclarados, los cuales a veces ni siquiera se querían nombrar; por ejemplo, "solidaridad": "No, ¿por qué mejor no buscamos un sinónimo que no suene mucho a eso, pues provoca anticuerpos no sé dónde?".
Bueno, eso se va despejando.
Desde mi punto de vista, el concepto "repartir" tiene un alto contenido valórico. Y más allá de lo que los economistas nos indiquen, particularmente en este proyecto, en esta reforma, respecto de cuáles son los instrumentos técnicos para que resulte o no una modificación con este componente valórico llamado "repartir", ello será parte de esta discusión y de otras más que están abiertas.
Un dato objetivo: esta reforma se implementa en tiempos de dictadura y fue basada en la construcción de un sistema privado de capitalización.
Recordemos, además, que a partir de 1982, 1983, todos los trabajadores fueron ingresados ??de manera compulsiva a este nuevo sistema privado y obligados a adherir a alguna de estas AFP. Es importante tener ese registro. Pero hubo excepciones: los integrantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros permanecieron en el antiguo sistema de reparto, a propósito de repartir. La connotación no tiene que ver con el concepto, sino más bien, diría yo, con las motivaciones de qué defendemos o qué propiciamos cada uno legítimamente, como se ha dicho acá con reiteración.
El debate de este tema ha sido largo, y está claro que quienes nos acompañan en las tribunas o quienes probablemente siguen esta discusión son muchas personas que han tenido jubilaciones bajísimas, de vergüenza. Y uno de los problemas, dentro de los muchos que se han analizado, de este sistema previsional, es que su característica principal parecía solo el incentivo a la inversión, como una manera de alimentar el mercado de capitales. El interés siempre se circunscribía allí, no en un sistema previsional basado en la búsqueda de mejores pensiones, que es lo que hoy día se está debatiendo.
Dentro de estos grandes problemas, como justificación a por qué las jubilaciones eran bajísimas, se hablaba del mercado laboral, de la poca calificación, de remuneraciones bajas en comparación al ingreso per cápita nacional, del costo de vida, de la poca estabilidad laboral, de la informalidad laboral. El año 2024 esta informalidad llegó a representar un tercio de la fuerza laboral del país, con una baja tasa de cotización, altas comisiones, poca competencia en el mercado, entre otras características.
Otro dato objetivo: debido a que la capitalización individual no daba respuesta, durante varias décadas en que se argumentaba a favor de mantener este sistema, donde además hubo una promesa incumplida, la necesidad estatal de hacerse cargo del problema de los jubilados fue mayor, y la Presidenta Bachelet en su momento instauró por primera vez el pilar solidario. Este pilar solidario comenzó a operar en el año 2008, se creó el bono por hijo y también dos instrumentos para la población más vulnerable: la pensión básica solidaria y el aporte previsional solidario.
¿Qué nos dicen los registros? La cobertura creció del 40 al 60 por ciento en la población de menores ingresos. La pensión básica solidaria beneficiaba a las personas que nunca cotizaron en una AFP. El aporte previsional solidario era un complemento para quienes sí lo hicieron, no obstante lo cual sus jubilaciones siempre fueron muy bajas. Se trata de un registro, un dato objetivo.
Esta reforma intermedia ha modificado el sistema previsional incorporando un nuevo agente contributivo: el Estado, a través de las rentas generales, aportando a aquellas personas jubiladas con menores ingresos.
Ahora bien, la experiencia internacional ha demostrado que los sistemas contributivos mixtos son los que responden de mejor manera a las necesidades de sus países, donde el componente solidario es fundamental para lograr tal meta. Este componente solidario se resume, en palabras fáciles, en que todos los trabajadores activos hacen su aporte previsional total o parcial a un fondo común que beneficia a los actuales jubilados a través de diferentes herramientas.
En razón de este acuerdo, Presidente , cobra relevancia una célebre frase, que recordaba hace un instante la senadora Sepúlveda : "en la medida de lo posible". También se habla de "realismo político".
En ocasiones esto puede sonar a renuncia a ciertas convicciones, o a un entreguismo ante el poder, a este sistema bastante poderoso. Pero, en fin, se ha avanzado en lo que se ha podido.
En este ambiente que intento describir con algún grado de ironía, un ambiente de incertidumbre y desconfianza, el acuerdo, Presidente , muestra señales esperanzadoras de diálogo, de sensatez. Y como las pensiones de la gran mayoría de los chilenos son, sí, extremadamente bajas y miserables, debemos decirlo, por supuesto que el acuerdo también muestra cifras más dignas.
Este acuerdo intenta un acercamiento para construir una sociedad más fraterna, con más justicia social, palabras que pasan un poco de moda o que también suelen no utilizarse por los anticuerpos que crean. En él observamos algunas pequeñas y tímidas semillas que buscan compensar las frías desigualdades que padecen grandes segmentos sociales.
Y yo creo que cada uno de nosotros, cuando escuchamos las reflexiones o los comentarios, no podemos dejar de recordar lo que pasa en la región y en los territorios que representamos. Porque en el norte se amplifican muchas de estas desigualdades: condiciones de vida difíciles para nuestros adultos mayores; el cobro de arriendos; el precio de los alimentos, vestuario, medicamentos, salud, etcétera. Porque en ciertos territorios del país, como los del norte, nos miden en razón de los ingresos que tiene la minería y los sueldos del sector.
También es importante destacar cómo muchos pensionados, hombres y mujeres, que por largos años esperaban que hubiese algún grado de aporte económico, veían que este no llegaba. Los beneficiarios de las leyes de reparación, por ejemplo, y aquí se han mencionado, como la Ley Valech, no lograban un beneficio, porque cada uno estaba en una trinchera en ese momento, y a veces no entraba ni siquiera a la discusión, cuando se podría haber aportado, incluso, respecto de las mujeres montepiadas.
¿Qué sucede con este proyecto, Presidente ? Nos parece que hoy día claramente no logramos todo lo que deseábamos en la reforma, pero sí habrá cambios honestos y posibles.
Por eso voy a votar a favor, porque después de tanto tiempo se abren puertas, quizás pequeñas, y sentimos aires un poco más frescos y renovadores.
Gracias, Presidente .
El señor WALKER ( Vicepresidente ).-
A usted, senador Esteban Velásquez.
Para quienes han preguntado, quedan dieciséis senadores inscritos para intervenir y catorce votaciones separadas. Por tanto, como dice el Presidente, se agradecen todos los aportes en el tiempo.
Senadora Claudia Pascual, tiene la palabra.
El señor CRUZ-COKE.-
¿Después quién viene?
El señor WALKER (Vicepresidente).-
Se prepara el senador Javier Macaya.
La señora PASCUAL.-
Gracias, Presidente.
Saludo a la ministra Jeannette Jara , al ministro Marcel , a la subsecretaria Lobos, al subsecretario de Previsión Social y al superintendente de Pensiones acá presente.
Quiero partir planteando que asumir este debate después de la gesta refundacional de cuarenta y tres años atrás, que cambió la seguridad social en nuestro país por un sistema administrador de pensiones sin Parlamento, sin sindicatos, sin fuerza de los trabajadores y trabajadoras y de pensionados y pensionadas que pudieran impedir el sistema que tenemos hoy día, o, al menos, haberlo morigerado mucho antes, es una tarea bastante difícil.
¿Por qué quiero decir esto? Porque aquí se han escuchado palabras e intervenciones que intentan afirmar que lo refundacional es querer cambiar el actual sistema por uno centrado en la seguridad social, y a mí me parece que es de toda lógica poder llegar al menos a ese debate.
Otra cosa es si acaso la expresión popular de la ciudadanía permite elegir a un tipo de parlamentarios o parlamentarias con tales o cuales ideas, lo que determina si se puede lograr todo o no. Pero quiero dejar esto, porque a mí me parece bien impactante que se intente echar la culpa a quienes queremos contar con un sistema de seguridad social que tenga solidaridad intra e intergeneracional y un sistema de financiamiento tri-par-ti-to.
Lo refundacional fue hacer que el futuro de las pensiones solo esté sobre los hombros de los trabajadores y las trabajadoras.
Y hoy día, con esta propuesta de reforma de pensiones -hay que decirlo: no es la que presentó el Gobierno al principio, no es tampoco el proyecto que no encontró los votos en la Cámara de Diputados el primer año de este Gobierno, el que estamos debatiendo ahora- se vuelve a un sistema de financiamiento tripartito. Hay cotización de los trabajadores y trabajadoras, habrá cotización del empleador y también habrá un aporte del Fisco que no es menor.
Este financiamiento se va a dividir, según los cálculos informados en la propia Comisión de Trabajo y Previsión Social, en 2,9 por ciento del PIB por parte de los trabajadores y las trabajadoras, 2,4 por ciento de los empleadores, que no habían contribuido hasta ahora, desde la dictadura a la fecha; y 3,5 por ciento por parte del Estado.
Y quiero decir que en esto es bien importante la solidaridad, el repartir los fondos para que pueda haber mejores pensiones. Recordemos que durante mucho tiempo los refundacionales de la década de los ochenta dijeron que solo con un 10 por ciento para cotización bastaba, y resulta que el sistema antiguo tenía en promedio del orden del 18 por ciento al 21, 22 por ciento de cotización, por cierto financiado tripartitamente, no solo a cargo de los hombros de los trabajadores y las trabajadoras.
Entonces, creo que es importante destacar esto.
Durante todos estos años, hasta la reforma del 2008 del primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet , se nos dijo que el sistema de pensiones y de AFP era inamovible. Y ahí se logra generar un pilar de solidaridad, discreto todavía, para la pensión básica solidaria y el aporte previsional solidario (APS).
Y hoy día, después de que tres gobiernos han intentado generar reformas de pensiones, estamos llegando a este punto.
Es bien difícil decir que este debate se puede determinar con una palabra o con una emoción. Es altamente probable que muchos y muchas digamos: "esto no es lo que nos hubiera gustado". Pero también hay que preguntar: ¿qué elementos hay que modificar con convicción respecto de lo que tenemos hasta ahora?, ¿es esto toda la dirección, toda la profundidad de lo que a cada uno nos hubiera gustado? Es altamente probable que no, obviamente; pero sí que se modifica el sistema que tenemos actualmente.
Se crea un seguro social. Hoy día no lo tenemos, solo disponemos del pilar no contributivo de solidaridad, el cual no permite tampoco pensiones en su justa medida.
Se generan, además, beneficios de pensiones autofinanciadas que también tienen una cotización garantizada. Y se plantea que esos beneficios van al seguro social.
Se generan los bonos compensatorios, también, por expectativa de vida diferenciada entre hombres y mujeres.
Yo creo que es importante decir acá que la dictadura de los promedios del aumento y la longevidad de las personas no puede, tampoco, dejarnos eternamente en tablas de expectativa de vida tan grandes, puesto que efectivamente son pocos los que llegan al último tiempo de ese número que permitió el promedio, ¿no? La gran mayoría está mucho antes.
Pero también quiero decir que subir la edad de jubilación, como sí se escuchó con fuerza como propuesta en la Comisión de Hacienda en el marco de los últimos días, una vez más, porque estas propuestas vienen desde hace diez años, no es una realidad; sobre todo para las mujeres.
¿Cuántas mujeres encuentran empleo después de los sesenta años? ¿Las vamos a dejar entre los sesenta y los sesenta y cinco años sin empleo? ¿O las vamos a hacer trabajar hasta los sesenta y siete años, como estaba proponiendo recién, hace un rato, el senador Kuschel?
Entonces, yo creo que estos temas son bien importantes.
Y quiero también plantear un tema que me parece bien significativo en materia de los cambios en las AFP: no podemos generar la expectativa de que esto se termina, pero también hay que generar los sistemas alternativos donde emigrar.
Desde esa perspectiva, quiero decir que aquí hay cambios en la industria, no todos los que me hubiera gustado. Lamento enormemente que se haya declarado inadmisible la indicación que permitía el inversor público y no solo tener el administrador público a partir del IPS.
Porque fíjese que hemos escuchado durante años la campaña de la Asociación de AFP, hablando de la libertad de elegir de los afiliados y las afiliadas.
Cuando inventaron los fondos A, B, C, D, E, no a todos se les respetó la elección de fondo que hicieron. Después, si alguien se cambiaba de AFP, de nuevo lo volvían a colocar en el fondo que querían. Entonces, ¿de qué libertad nos están hablando? ¿La libertad es solo para elegir instancias privadas o la libertad es completa y teniendo siempre entes públicos y privados entre los cuales elegir?
Yo creo que tienen miedo de que haya entes públicos, porque ya se ha demostrado, como ocurre en el caso de las isapres, que cuando se comportan mal en lo privado, se migra al sector público.
¿Quién tiene el monopolio en la previsión? ¿El Estado o el privado? El privado. Entonces, estamos todos "presos" -comillas- como afiliados de las AFP.
De ahí que yo no puedo -sería antinatura- decretar que el debate esté abierto ad aeternum, ni decretar que la discusión sobre la mejora del sistema de pensiones está clausurada; ni, mucho menos, amenazar con que no se puede hacer ninguna otra cosa más aparte de lo que estamos discutiendo hoy día.
La realidad lo dirá, la vida lo dirá, el tiempo lo dirá.
Pero sí quiero decir que no se puede afirmar que estamos locos quienes bregamos por un sistema de seguridad social, por un sistema que tenga financiamiento tripartito, por un sistema que incluya solidaridad, que cuente con seguros sociales, que no solo se haga cargo del fondo de pensiones, sino que también contemple el tema de las licencias, los seguros por invalidez, etcétera, etcétera. Porque fueron los refundacionales quienes cambiaron el sistema en la década de los ochenta y obligaron a todos, salvo contadas excepciones estoicas que lograron resistir en el sistema antiguo -sin contar, por cierto, a las Fuerzas Armadas, que quedaron fuera-, a pasar a este sistema, sin ninguna otra alternativa.
En algún momento tendremos más alternativas para que realmente esa libertad de elegir sea completa, no como quieren las AFP: que la competencia se dé solo entre AFP.
Voy a votar a favor, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senadora Claudia Pascual.
Ofrezco la palabra al senador Javier Macaya, luego al senador Sergio Gahona, y después al senador Rafael Prohens, en ese orden.
Senador Macaya, tiene la palabra.
El señor MACAYA.-
Gracias, Presidente.
Saludo a los ministros que nos acompañan.
Quiero partir diciendo que en los detalles técnicos de esta reforma muchas veces se nos olvida lo básico y la razón por la cual estamos discutiendo esto hoy. Llevamos meses, décadas en realidad, debatiendo detalles técnicos. Pero se nos olvida -muchos lo han refrendado hoy- qué es lo más importante: que necesitamos subir las pensiones. Pero, de repente, hablando de los tipos de inversión, de comisiones, de división de la industria, de encaje, de las particularidades del mercado de capitales, muchas veces gastamos demasiado tiempo y nos olvidamos de que lo más importante, aunque muchas veces sea majadero repetirlo, es que necesitamos subir las pensiones.
Y ese es un consenso que todos quienes estamos sentados en esta sala creo que compartimos: es importante subir las pensiones, que son bajas.
El segundo consenso, y probablemente el último por el momento, tiene que ver con algo bastante transversal en los últimos años, como es la necesidad de aumentar la cotización y saldar una deuda que teníamos hace años: la definición de que cotizar diez puntos era insuficiente, de que el mundo estaba avanzando en una dirección diferente y de que Chile estaba retrasado en ese sentido. Centros de estudio de derecha, de izquierda, todos pensamos más o menos lo mismo: que era importante aumentar la cotización. En este caso, llegar a 16 puntos era algo que se había acordado hace mucho tiempo.
Hay dos acuerdos que en esta sala todos, asumo, comparten: subir las pensiones, aumentar la cotización.
Hasta ahí los acuerdos, porque desde la derecha y la izquierda existen diferencias desde hace muchos años. La más relevante es el destino de la cotización, lo cual ha vuelto muy complicado ponernos de acuerdo, justamente por las particularidades técnicas y las complejidades que tiene el tema previsional en Chile, lo cual ha hecho muy difícil avanzar.
Y ese es el valor de lo que se ha logrado.
Yo quiero destacar lo difícil que fue romper una inercia de muchos años.
Todo lo que se hizo en la Comisión de Trabajo -y felicito la labor de todos sus miembros- apuntaba a superar las diferencias técnicas que existen y que probablemente van a seguir existiendo. Y en eso quiero refrendar que no creo que cambien mucho, pues acá hay muchos debates cerrados.
Es cierto que uno puede avanzar en ir consolidando ciertas ideas, pero no tengo duda alguna de que la izquierda va a seguir pensando en algún momento en el reparto, a pesar de que el mundo avanza en otra dirección; en un mayor rol estatal; en subir los impuestos como fórmula en este tema.
Y en la derecha, sin ninguna duda, seguiremos pensando en que este tema se puede solucionar sin echarle mano a los fondos de los trabajadores, sin reparto y sin subir los impuestos.
Y para nuestro sector, para nuestro mundo, esa es la principal virtud.
Nuestro mundo es el del principio de subsidiariedad; el que entiende el rol del mundo privado como el que empuja el carro; el que entiende que no debemos asfixiar el emprendimiento con más impuestos.
Y es muy importante haber logrado sacar este acuerdo, mejorando las pensiones sin reparto y sin subir los impuestos.
Porque la primera obligación de la política es servir a Chile.
En los últimos años la política se ha convertido exclusivamente en un espacio de batalla para agredir al adversario, para levantar falsos testimonios, para desacreditar moralmente a quienes sostienen otras ideas.
Y en honor a la verdad, la izquierda ha sido históricamente -tengo que decirlo- bien eficiente con ese estilo, pero recientemente se ha sumado otro extremo -me temo que con cierto éxito- para desinformar y difundir verdades a medias.
Para mí es tan grave como una mentira difundir una verdad parcial, porque eso desinforma y hace eco, sobre todo en los tiempos que vivimos hoy día en el país.
En la UDI -hablo desde mi partido, y también creo representar a Chile Vamos- abrazamos el servicio público como un camino para servir al país; para mejorar lo que no está funcionando bien; para proponer cambios fundados en las buenas evidencias y también, por cierto, para oponernos con todas nuestras fuerzas cuando esas ideas o propuestas se basan únicamente en la ideología.
Esa es la razón por la cual rechazamos los proyectos refundacionales.
Así lo hicimos el 2022 cuando la izquierda radical, con el respaldo del oficialismo, intentó imponer un proyecto constitucional que pretendía refundar Chile. Y esa es una reflexión importante que ya ha hecho el senador Walker .
Curiosamente es este Senado el que logra un acuerdo en esta materia y saca adelante esta reforma, el mismo Senado que ese proyecto constitucional, que la mayoría en el oficialismo apoyó, pretendía eliminar.
Rechazamos en el pasado y durante este tiempo el alza de impuestos que proponía el Gobierno del Presidente Boric.
Rechazamos la propuesta original de pensiones, fundada en una visión puramente ideológica, que proponía no subir las jubilaciones, sino que estatizar el sistema; crear un fondo común con las cotizaciones, llamado "sistema de reparto", del cual el mundo viene de vuelta hace mucho rato.
Por eso, me gustaría refrendar que, para nuestro sector, para la oposición, hubiese sido fácil quedarnos con el rechazo de esa reforma original.
Personalmente -y lo digo como una reflexión-, asistí con muchas dudas a la labor que me encomendó el senador Juan Antonio Coloma de reemplazarlo en la Comisión de Hacienda. Y si esas dudas se hubiesen confirmado y no hubiéramos tenido la capacidad de flexibilizar y escuchar cómo este proyecto era capaz de mejorar las pensiones, sin subir los impuestos y sin reparto, le habríamos hecho un flaco favor al país.
Y lejos de honrar nuestro deber con Chile, hubiese sido estar en contra de los intereses de los chilenos si no hubiere cambiado nuestra actitud.
En lo medular, quiero destacar que este proyecto consagra el ahorro individual y, por tanto, el esfuerzo de cada trabajador como pilar fundamental del ahorro previsional.
Aumenta la cotización, como ya lo hemos dicho. Ese era un consenso, un desafío que había sido postergado por años, a pesar de la insistencia de los expertos de todos los sectores en el sentido de que se tenía que hacer.
Se implementan herramientas para igualar las pensiones entre hombres y mujeres: a igual ahorro, igual edad de jubilación.
Se consolida la PGU. Eso nos parece importante y hace honor a una reforma que se concretó durante el Gobierno del Presidente Piñera, con sostenibilidad, con incentivos adecuados para que las personas se incorporen al mercado laboral.
En esto tenemos un desafío gigantesco: generar un cambio cultural y de responsabilidad con Chile, para demostrarles a los trabajadores y empleadores que un aumento de sueldo por un par de años, llevándolo a remuneración bruta y no cotizando, finalmente es pobreza en la vejez, es falta de solidaridad con un sistema que se sustenta en las cotizaciones y en la formalidad de los trabajadores.
Adicionalmente -algo muy relevante-, damos un paso importante para recuperar el mercado de capitales, que está muy debilitado con los retiros de los fondos que se propiciaron con mucha irresponsabilidad.
En ese paso también avanzamos para potenciar inversiones, crecimiento económico, baja en las tasas de interés. Desde los créditos hipotecarios hasta los créditos de consumo se deberían ver beneficiados con esto en el mediano plazo.
¿Quiénes se oponen? Creo que hay que hacer una reflexión importante.
Yo entiendo que la izquierda radical se oponga a esta reforma, cuando se puede consagrar el ahorro individual como el pilar fundamental del sistema previsional.
Por eso quiero celebrar que el ministro Marcel haya sido tan tajante para asegurar que no existe ninguna posibilidad de hacer realidad, por ejemplo, la propuesta de la diputada Yeomans, del Frente Amplio, en el sentido de que el préstamo no se devuelva.
Y lo celebramos, porque ese tipo de declaraciones son irresponsables y aumentan la desconfianza de los chilenos en esta reforma.
Es responsabilidad de todos, fundamentalmente del Gobierno, dar señales que garanticen el impecable cumplimiento de la reforma. Eso implica la devolución intacta y con intereses del préstamo a cada trabajador al momento de pensionarse o a su heredero.
Y, por cierto, es imperativo entender que cualquier posibilidad de inversor estatal, que en esta reforma está cerrada, en el futuro no sea realidad, básicamente porque es incompatible con la licitación de afiliados, elemento que se consagra en este proyecto de ley como parte fundante para aumentar la competencia.
También entiendo que se opongan desde el otro extremo.
Hay que reflexionar cuando la reforma aborda una disparidad de las pensiones entre hombres y mujeres. ¡Ojo! No es solamente por diferencia en la edad de jubilación, como se ha estado difundiendo falsamente, sino porque la esperanza de vida femenina es más extensa.
Quiero cerrar con tres comentarios y tareas, además de un par de desafíos que son adicionales.
Primero, el Gobierno y particularmente los ministros aquí presentes deben dar todas las garantías para la confiabilidad de la devolución del préstamo; asumir que es incompatible con esta reforma la existencia del inversor estatal, dado que en este proyecto se abre competencia con la licitación de cartera y, evidentemente, el rol del Estado puede generar una mirada distorsionadora, que no compatibiliza con aquello.
Segundo, ¡crecimiento, crecimiento, crecimiento y más crecimiento!
Aunque sea majadero, Chile debe recuperar su potencia para crecer a tasas superiores a un mediocre 2,5 por ciento, ojalá cercanas al 5 por ciento, para afianzar la capacidad del Estado de asumir los compromisos que implica esta reforma y para revertir los efectos indeseados, especialmente en el empleo.
Esta reforma no es sustentable si Chile no sale de la mediocridad.
Queda un año de mandato presidencial y el Gobierno debe comprometerse hoy a acelerar todas las decisiones que destraban inversiones. Un año es demasiado tiempo para una economía débil como la que presenta hoy día Chile.
Cierro con un refuerzo pedagógico, que considero importante reiterarlo. Y en eso le hablo a mi sector.
Queríamos subir las pensiones, ¡todos estábamos de acuerdo!
Queríamos aumentar la cotización, ¡todos estábamos de acuerdo hace mucho tiempo!
Si no se quería reparto, si no se quería subir los impuestos, esta es la única vía posible e inteligente que se encontró.
Y una reflexión adicional.
Nunca debemos hacer políticas públicas olvidándonos dónde estuvimos hace poco tiempo y dónde podemos volver a estar, porque cada cierto tiempo la política nos demuestra que es pendular.
Hasta hace poco hablábamos en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera de entregar tres puntos a reparto, de una AFP estatal. Y en la UDI no estábamos de acuerdo con un inversor estatal, con recargar a los emprendedores con más impuestos.
Creemos que la manera más inteligente, creativa y moderna para subir hoy las pensiones es este proyecto de ley.
Esta es la razón por la cual, con mucha satisfacción, valorando sobre todo la labor que se hizo en la Comisión de Trabajo para mejorar, para llegar a los consensos necesarios y avanzar en un sistema que pague mejores pensiones, votamos favorablemente este proyecto.
He dicho.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Javier Macaya.
Ofrezco la palabra al senador Sergio Gahona.
El señor GAHONA.-
Gracias, señor Presidente.
Nos encontramos hoy frente a un momento decisivo.
La reforma previsional que debatimos no solo responde a las necesidades inmediatas de miles de pensionados, sino que también da un paso crucial hacia un sistema más justo, sostenible y solidario.
Este proyecto representa un esfuerzo político y técnico significativo y, sobre todo, una respuesta concreta para quienes han esperado demasiado tiempo por una mejor pensión.
El sistema de pensiones vigente fue clave en su época al permitir el ahorro individual y garantizar la estabilidad en un contexto de incertidumbre.
Sin embargo, diseñado hace medio siglo, ya no responde a todas las necesidades de un Chile con una esperanza de vida superior a los ochenta años; bajos niveles de ahorro y desigualdades que afectan especialmente a las mujeres, dejando a muchos pensionados con ingresos insuficientes para vivir con dignidad.
Hoy existe un consenso transversal sobre la necesidad de ajustar el sistema para enfrentar esos desafíos.
Esta reforma no busca destruir lo construido, sino adaptarlo a un país que ha cambiado profundamente. Propone fortalecer los pilares existentes, garantizar mayor equidad y sostenibilidad, y asegurar pensiones dignas que reflejen el esfuerzo de toda una vida laboral.
Entre los principales avances de esta reforma, destaco el aumento gradual de la cotización previsional del 10 al 16 por ciento en un período de nueve años. Este incremento, aplicado de manera responsable y paulatina, fortalecerá las pensiones individuales y alimentará un componente solidario para quienes más lo necesitan, sin perjudicar el empleo ni sobrecargar a los empleadores.
Además, para facilitar la adaptación de las pequeñas y las medianas empresas, se mantendrá el impuesto de primera categoría en un 12,5 por ciento durante los primeros años.
Estas medidas permitirán un aumento de hasta un 60 por ciento de las pensiones, transformando de manera sustancial la calidad de vida de nuestros pensionados.
Asimismo, la reforma fortalece la pensión garantizada universal, la PGU, incrementándola a 250 mil pesos mensuales, priorizando a los mayores de ochenta y dos años y estableciendo revisiones periódicas que aseguren su sostenibilidad, sin permitir reducciones.
Este compromiso representa un alivio económico y un acto de justicia hacia nuestros adultos mayores más vulnerables.
Otro pilar esencial es el enfoque en la equidad de género.
Se implementará una compensación por diferencia de expectativa de vida, financiada por el seguro social, que asegurará que hombres y mujeres reciban pensiones equivalentes bajo las mismas condiciones previsionales. Además, se reconocerán las interrupciones laborales derivadas de los roles de cuidado, ofreciendo entre 0,25 y 1,5 UF adicionales mensuales para las mujeres. Este es un paso concreto hacia la igualdad.
El beneficio por años cotizados también representa un reconocimiento al esfuerzo laboral constante. Este mecanismo entregará 0,1 UF mensuales por cada año cotizado, hasta un máximo de 2,5 UF, lo que significará aumentos de hasta 96 mil pesos en las pensiones. Financiado mediante el Fondo Autónomo de Protección Previsional, este beneficio refuerza la transparencia y la confianza en el sistema previsional.
En cuanto a la regulación de las AFP, la reforma introduce licitaciones periódicas para reducir costos y aumentar la competencia, además de establecer fondos generacionales en lugar de los multifondos actuales, adoptando así mejores prácticas internacionales. Estas medidas refuerzan la confianza en la seguridad y en la rentabilidad de los ahorros previsionales.
Para enfrentar uno de los desafíos estructurales más graves, se creará un seguro de lagunas previsionales, financiado por el Fondo Solidario de Cesantía, que garantizará las cotizaciones de trabajadores cesantes y avanzará hacia un sistema más inclusivo y adaptado a las realidades laborales actuales.
Durante este fin de semana en la Comisión de Hacienda se resolvieron temas claves para asegurar la viabilidad de esta reforma.
Se definieron aspectos como la devolución del préstamo previsional, medidas para limitar la injerencia estatal en la actividad previsional y atender las observaciones del Consejo Fiscal Autónomo, garantizando la sostenibilidad fiscal de esta reforma.
Este proyecto no pone en riesgo las finanzas públicas ni depende de un sistema de reparto para aumentar las pensiones. Al contrario, profundiza la capitalización individual y evita los riesgos fiscales que implicaría aumentar la PGU sin los incentivos adecuados para cotizar.
Sin embargo, estimados parlamentarios y parlamentarias, sabemos que toda política pública enfrenta críticas.
Algunos temen que el aumento de la cotización previsional afecte la generación de empleo, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. Pero esta reforma incluye incentivos tributarios específicos y una gradualidad diseñada para mitigar esos posibles impactos negativos.
Por otro lado, algunos más extremos de izquierda han criticado que esta reforma no representa una ruptura con el modelo actual. Debemos entender que el objetivo no es destruir el sistema de capitalización individual, sino perfeccionarlo. Una transformación radical habría generado incertidumbre y debilitado la confianza en los ahorros acumulados por los trabajadores. En cambio, esta reforma combina eficientemente solidaridad con responsabilidad individual, consolidando un sistema más equilibrado.
Finalmente, cabe señalar que existen razones claras y urgentes para cerrar el debate de la reforma previsional en este momento.
Hace cuatro años el escenario era completamente distinto: se proponía dividir un 3 por ciento para capitalización individual y un 3 por ciento para un sistema de reparto, además de la creación de una AFP estatal.
En ese contexto, el modelo de capitalización individual estaba en riesgo de desaparecer, por propuestas que eliminaban la administración privada de los fondos y llevaban todo hacia un esquema de reparto.
Hoy hemos avanzado significativamente en un sentido contrario y nos encontramos en un punto completamente diferente y sin retorno.
Es imposible diseñar políticas públicas sin tener en cuenta el camino recorrido; es vital recordar de dónde venimos y los riesgos que implica retroceder hacia debates que ya hemos superado.
Desde 2019 hemos atravesado un ciclo político que transformó el debate previsional. Hoy los mismos sectores que en su momento impulsaron propuestas radicales, como "los mesinos" o la Fundación Sol, critican esta reforma porque preserva el modelo de capitalización individual. Esto no solo demuestra cuánto hemos avanzado, sino también la importancia de actuar con responsabilidad y una visión histórica.
Hoy, más que nunca, tenemos la responsabilidad de construir acuerdos que trasciendan diferencias ideológicas con el objetivo de brindar dignidad a quienes han construido este país. Nuestros adultos mayores no pueden seguir esperando.
Este es un momento histórico, señor Presidente, que exige madurez y visión.
Por eso, manifiesto mi voto a favor con mucho orgullo en este proyecto de ley.
He dicho, señor Presidente.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Sergio Gahona.
Ofrezco la palabra al senador Karim Bianchi, y luego al senador Prohens.
El señor LAGOS.-
¿Y yo, Presidente ? ¡Pedí la palabra hace rato!
El señor GARCÍA (Presidente).-
Tuvimos un problema en el sistema, senador.
Senador Karim Bianchi, tiene la palabra.
El señor BIANCHI .-
Muchas gracias, señor Presidente .
Saludo a la ministra del Trabajo, al ministro de Hacienda, a la subsecretaria de la Segprés y al superintendente de pensiones, que han estado detrás de este arduo trabajo.
La verdad es que me siento un poco incómodo, porque ha habido acá dos posturas de las cuales me alejo un poco de lo que han hablado.
Y a veces me cuesta creer tanta bondad de este Senado.
Yo anhelo con el alma una reforma, pero la de ahora está lejos de ser la reforma que yo quiero: una basada en un sistema de seguridad social.
Siento que está complicada la cosa y es difícil hablar cuando se encuentra todo arreglado para la foto final, que es la foto que necesitan el Gobierno y la derecha para decir: "Estamos haciendo bien las cosas acá; nos ponemos de acuerdo y estamos en pos de nuestros pensionados".
Pero yo, Presidente , no me hago parte de este montaje y me asiste decirles a los pensionados actuales y futuros la verdad.
¿Cuál es el diagnóstico hoy? Pensiones miserables.
¿Cuál será el resultado ahora saliendo de este Congreso? Más pensiones miserables y la pérdida de una oportunidad de hacer algo digno para quienes claman por sobrevivir.
Siento que es vergonzoso cómo la clase política, después de quince años, se junta y, desde su posición privilegiada, propone algo que en definitiva lo único que hace es mantener las pensiones de miseria y el salvataje de las AFP.
Quiero hacer un poco de historia sobre cómo la política le ha metido mano a este sistema deplorable para ver cómo hoy se repite la historia, que es joderse a los jubilados, perpetuar y engordar a las AFP.
Ha habido novecientos quince cambios. Entre esos, el Presidente Aylwin modifica los artículos 36 y 37 de la ley N° 18.481, esto es, que las AFP no compensan por pérdidas cuando no se cumple la rentabilidad mínima.
Por su parte, el Presidente Frei promulga la ley N° 19.641, incorporando el concepto de "rentabilidad negativa", o sea, las AFP pueden perder tu plata.
El año 2002 se crean los multifondos, traspasando el riesgo bursátil al afiliado y aparecen las comisiones fantasmas.
El Presidente Lagos aumentó la esperanza de vida. Hasta el 2004 esta se estimaba hasta los 85 años. Luego de esa reforma se considera que es hasta los 110 años, con lo que se baja automáticamente la pensión de retiro programado. Esta es una de las cosas que hemos planteado: bajar la tabla de mortalidad, entendiendo que las pensiones se deben gastar en vida y evitar que las AFP las estén succionando como garrapatas hasta el final, para capitalizarlas y luego entregarlas como herencia.
El 2008 las AFP no aseguran ganancia mínima, eliminando las garantías.
Se ha hablado aquí de mayor competencia, pero no se dice que es entre los mismos actuales actores de las AFP.
Se consolida y perpetúa el modelo. Y ojo que acá hay un compromiso de que el Gobierno recién en marzo va a ingresar un proyecto sobre inversor estatal, lo cual terminará siendo una promesa porque no están los votos. Entonces, esto se está dejando mañosamente para marzo.
Se habla grandilocuentemente del aumento de la PGU a 250 mil pesos para los mayores de 82 años, pero seis meses después de dictada la ley; luego, para los mayores de 75 será dieciocho meses después, y para el resto, dos años y medio, cuando, por el solo efecto del IPC, las pensiones ya se van a estar reajustando.
Las AFP han hecho con la plata de los cotizantes toda una campaña mentirosa. Y les ha servido, han salvado su sobrevivencia. Y aquí hicimos un proyecto de ley para limitar esa publicidad engañosa.
Entonces, en un escenario donde políticamente -porque esto fue más político que técnico- tenemos a un sector que no quiere un seguro social, no quiere reparto, ni siquiera préstamos reembolsables, ¿cuál alternativa debió plantearse para ser consecuente y no ponerse de rodillas ante la oposición y las AFP, legitimando y fortaleciendo al mercado de capitales? Ello en sí mismo no es malo, porque genera financiamiento, créditos hipotecarios; pero hay países que hacen esto de manera directa, no succionando a los trabajadores.
Por lo tanto, la alternativa para pagarles la deuda a los pensionados y subir la PGU era hacerlo con impuestos generales progresivos, sin la amenaza de las AFP.
Lo que veremos hoy es un aumento de la cotización a los actuales pensionados, pero a los futuros, en un tiempo más, este ahorro no les va a dar para mejorar las pensiones por el solo hecho de mantener las cuentas individuales. Este se verá mermado, porque la rentabilidad va a la baja, lo cual nos va a dejar en el mismo escenario existente.
Llamar a esto una "reforma" para mí es ser demasiado generoso. Vamos a seguir con pensiones de miseria, con un leve aumento transitorio. Si el Gobierno se quiere poner de rodillas, está bien; pero que también lo haga para pedir perdón por no lograr un mínimo ético para nuestros adultos mayores e ir en contra de sus propios principios.
Estoy entre la espada y la pared.
Entendiendo que lo miserable que han sacado como acuerdo servirá en algo para los pensionados de hoy, pero que está lejos de ser algo digno, evidentemente, me hacen votar a favor. Sin embargo, no me da la cara para decirles a los adultos mayores de Magallanes que esto los dejará con mejores pensiones, pues van a seguir estas pensiones de hambre.
Creo que su dignidad vale más que un par de chauchas.
Voto a favor con dolor en el colon y desesperanza, sabiendo que el tiempo me dará la razón.
He dicho, Presidente .
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Karim Bianchi.
Tiene la palabra el senador Rafael Prohens; luego podrá intervenir el senador Ricardo Lagos.
El señor PROHENS.-
Gracias, Presidente.
Cuando uno se sienta a una mesa a ver un proyecto o a negociar, obviamente debe partir de la base de que los objetivos de uno y otro no se van a lograr por sí solos. Cuando se llega a un acuerdo todo lo anterior queda nulo y solamente vale el camino que se buscó para llegar a él.
Hoy nos encontramos viendo una de las reformas más importantes de los últimos cuarenta años; y es responsabilidad del sistema político, es decir, de nosotros en su conjunto, estar a la altura de un debate como este, haciéndonos cargo de una realidad incómoda: en Chile las pensiones no son adecuadas por diversos factores y debemos remediar esto.
Hemos escuchado voces que no están a favor de este acuerdo, pero que tampoco proponen nuevas alternativas para enfrentar esta problemática. Hemos tenido que escuchar y soportar emplazamientos sin argumentos y cargados de ideologías, obviando que fuimos electos para representar a todos los ciudadanos de nuestro país, en especial a esos que hoy reciben pensiones muy bajas que no les alcanzan para vivir. No podemos soslayar esta realidad, Presidente .
En la región de Atacama, que represento, la cifra que nos entrega la Superintendencia de Pensiones señala que son más de ciento noventa mil afiliados, es decir, el 63 por ciento de la población de la región, entre hombres y mujeres, a los que, una vez aprobada esta reforma, se les resguardarán aún más sus derechos. Asimismo, tendrán mejor seguridad social y subirán sus pensiones, lo cual les permitirá enfrentar el alza en el costo de la vida producto de la inflación, por cuanto lo que reciben actualmente simplemente no les alcanza para vivir.
Quiero invitar a la gente de mi región que está un tanto escéptica respecto de esta reforma a observar sus aspectos positivos. Cerca de ochenta y siete mil mujeres de Atacama tendrán una realidad más equilibrada al terminar con la brecha por género que actualmente existe de manera arbitraria e injusta.
Las mujeres por condiciones propias de vida viven más que el hombre; y el sistema actual de pensiones castiga de cierto modo a las mujeres otorgándoles pensiones más bajas.
Considerando los problemas históricos de empleabilidad femenina, sumado a una mayor expectativa de vida, esta reforma se hace cargo de este problema incorporando elementos para equilibrar el desbalance que se produce por estos elementos, mediante una compensación económica mensual para aquellas mujeres de sesenta y cinco o más años que reciban una pensión de vejez o invalidez derivada de cotizaciones obligatorias de capitalización individual, con un límite máximo de 18 UF mensuales y un mínimo de 0,25 UF.
La pensión garantizada universal, publicada el 29 de enero del año 2022 bajo el Gobierno del Presidente Piñera, se transformó en un instrumento angular de la seguridad social, la cual fue aprobada de manera transversal por su cobertura, tasa de reemplazo, alivio a la pobreza en la tercera edad, situación que fue celebrada transversalmente por organismos internacionales como el principal actor en el sistema de pensiones nacional.
Uno de los grandes avances que se realiza en este proyecto es la ampliación de la PGU, la que incluirá a los pensionados de Dipreca y Capredena , así como a los sujetos a leyes de reparación, reforzando esta política pública como una de las bases de la seguridad social de nuestro país.
Además de esto, de manera escalonada, manteniendo la responsabilidad fiscal que requieren nuestro país y las finanzas públicas, se proyecta con la reforma un aumento de hasta 250 mil pesos que ayudará directamente a los pensionados que más lo necesitan.
Este es el primer paso de una serie de ajustes progresivos que se irán desarrollando de manera escalonada, a la espera de que esta reforma se encuentre plenamente vigente y en régimen. La aprobación de esta reforma es el punto de partida a un sistema de pensiones más competitivo, justo y que cumpla a aquellos que mes a mes pagan sus cotizaciones y que ven cómo la pensión que reciben no es la adecuada.
Quiero decirle a toda la gente de Atacama que sus pensiones están a salvo; que la plata es de ellos, y que sepan que no hay espacio para avanzar en ninguna idea que impulsen los extremos, ninguna idea que termine por quitarles el dinero o eliminar las AFP.
Antes de juzgar por lo que uno pueda votar, quiero que sepan que esta reforma apunta a esos adultos mayores a los que no les alcanza el dinero para vivir ni para comer ni para medicamentos ni para llegar hasta fin de mes. Colabora también con la clase media que a partir de los retiros quedó sin dinero en sus cuentas de capitalización individual y les promete un sistema sostenible a los jóvenes que ya no creen en él y que comenzarán a trabajar sin la motivación de formalizar ni cotizar para su futura pensión.
Estimados senadores y senadoras, hoy creo que el tiempo y la historia nos darán la razón. Por primera vez desde el 2018 estamos logrando llegar a acuerdos razonables, progresivos y sostenibles ante un sistema social que está fatigado de respuestas sin acción, de propuestas sin ejecutar y de promesas.
Hoy estamos dando la cara a un problema que por años otros no quisieron resolver, que por contextos políticos no se lograron ejecutar, y simplemente por falta de voluntad, como se dice comúnmente, nos dormimos en los laureles. Hoy el triunfo es para quienes están dispuestos a poner a las personas en el centro de las políticas públicas. Y para todos aquellos que pretendían con una crítica sin argumento ni propositiva sacar réditos políticos, mi más sincero pésame.
Voto a favor, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Rafael Prohens.
Ofrezco la palabra al senador don Ricardo Lagos Weber; luego podrá intervenir la senadora Ximena Órdenes.
El señor LAGOS.-
Muchas gracias, señor Presidente.
En primer lugar, quiero saludar y agradecer el trabajo que llevaron a cabo desde el Ejecutivo la ministra Jeannette Jara ; el ministro Mario Marcel ; la subsecretaria Macarena Lobos ; el subsecretario Claudio Reyes , y el superintendente de Pensiones , don Osvaldo Macías , que fue capaz de responder todo.
Asimismo, deseo agradecer la labor que hicieron los miembros de la Comisión de Trabajo, senadora Alejandra Sepúlveda y senadores Coloma , Galilea y Cruz-Coke y Saavedra , quienes llevaron a cabo algo difícil, pero que es la razón por la cual nos eligen acá, que es ponernos de acuerdo, aprobar leyes y hacer avanzar las políticas públicas.
Creo que siempre ha sido complejo diseñar una reforma previsional que pretenda pagar buenas pensiones en treinta o cuarenta años más a los nuevos entrantes al mercado laboral. Eso es complicado, pero se puede hacer. Los efectos se ven a largo plazo, hay que buscar la sostenibilidad de esa reforma y ver qué tipo de aportes se deben hacer.
Lo difícil en este caso, junto con hacer una reforma que pague mejores pensiones en treinta o cuarenta años más, era producir simultáneamente un impacto real y significativo en los actuales pensionados. Ahí se hallaba el meollo del asunto. El tema es cómo se financia eso. En ello radicaba la discusión que tenía divididos, si ustedes quieren, a quienes planteaban distintas visiones, que hablaban de reparto, de aporte individual, etcétera.
Con todo, fue posible ponerse de acuerdo. Participamos de esas reuniones permanentemente en la Comisión de Trabajo. Y puedo observar con harta satisfacción, con tranquilidad, sin ninguna euforia, pero sí con cierta alegría, el que hayamos logrado avanzar en esta materia.
Veo a sectores que todavía se resisten a pensar que fue posible que nos pusiéramos de acuerdo. Hubo algunos que apostaron a que aquí no se alcanzaría un acuerdo y se restaron de participar en las conversaciones. Habría sido tanto más útil contar con aquellos que hoy día son tan negativos, que se hubieran sentado a la mesa a conversar, pues tal vez sus aportes hubieran quedado recogidos en esto.
No obstante, vaticino una amplia mayoría en apoyo a esta reforma tanto en el Senado como en la Cámara -y soy optimista en eso-, en particular desde el oficialismo.
Eso tiene que ver con la política.
Último punto de la política, nos pusimos de acuerdo no solamente para mejorar las pensiones, que era de suyo necesario y justo: también dimos una señal clara en el sentido de que el sistema democrático, nuestra democracia representativa, todavía era capaz de resolver temas acuciantes para los chilenos y las chilenas.
Tanto se dice que estamos en descrédito, tanta verdad puede haber en esas palabras, tantos años postergando este debate, y, sin embargo, en esta oportunidad una ancha y robusta franja de la política chilena, de distintos lados, logró ponerse de acuerdo de manera creativa y encontrar la fórmula para avanzar.
Y ahí está entonces todo lo que conocemos: el seguro social; la mayor competencia de las AFP; el 1,5 por ciento, que es la cotización con rentabilidad garantizada, o el llamado "préstamo" o el "bono al Estado"; terminar con las diferencias de la brecha de género por la expectativa de vida de la mujer chilena, y tantas otras figuras: el rol del IPS, el seguro social, el fondo, la nueva gobernanza.
¡Nada de eso existía en un minuto, y se encontró esa fórmula!
Desde el punto de vista del esfuerzo que se hizo acá, me parece que primó algo que nos alejó del maximalismo, ese que mandó a guardar la AFP estatal antaño, porque aquí me están hablando de AFP estatal y otros que decían: "¡Qué me van a dar 3 puntos de solidaridad! ¡Yo quiero 6 puntos de solidaridad, no 3!". Ahí nos quedamos sin nada.
Pienso que los maximalismos le hicieron muy mal a Chile en dos procesos constituyentes. Unos se fueron para un lado con la pelota, otros se fueron para el otro lado con la pelota, y las dos veces los chilenos les dijeron que no a esas propuestas.
También valoro el que tengamos la capacidad para meditar sobre nuestros fracasos pasados, nuestros errores como sociedad. Y en esta materia nos pusimos de acuerdo. Esto vale mucho, ¡mucho! para el sistema.
Acá se avanza en cambios bien estructurales. Lo han dicho otros -creo que fueron la ministra Jara y el ministro Marcel -, en 1981 se establece el sistema bajo la dictadura, en donde el cambio al nuevo sistema era "voluntario", pero tenía varios incentivos. Derechamente a algunos los forzaron, eso es cierto; derechamente bajaron la cotización, que fluctuaba entre el 22 y el 25 por ciento a veces, a un 10 por ciento. Y, entonces, al ver un ingreso disponible en el bolsillo: me cambio. ¿Con qué? Con ideas de esperanzas de vida muy reducidas y creyendo que con un 10 por ciento de cotización se iba a poder ahorrar suficiente.
Lo que hicimos luego fue avanzar con la Presidenta Michelle Bachelet en un cambio muy sustantivo. Y dijimos: se mantiene la cotización individual -porque además no hubo forma de echarle mano a eso- y se crea el pilar solidario con la pensión básica solidaria y el aporte previsional solidario, que consiste esencialmente en que la sociedad chilena en su conjunto reconoce que aquellos que no hayan cotizado, que no tengan AFP, no van a quedar en la calle y tendrán un sustento a todo evento si cumplen ciertos requisitos. ¡A todo evento!
Pero ese es el rol del Estado, y que posteriormente fue complementado con la PGU. Lo que estaba pendiente era el papel de los empleadores en esto. Y ahí está hoy día la cotización de los empleadores de 8,5 por ciento, en que lo nuevo en la práctica son 7 puntos, porque hay un 1,5 por ciento que va al seguro de invalidez y sobrevivencia, los cuales vienen a conformar un sistema de seguridad social mixto en que todos colaboran: los trabajadores con un 2,9 por ciento del producto, los empleadores con el 2,4 por ciento y el Estado con alrededor del 3,5 por ciento.
Esto es diametralmente distinto.
Ahora, y muy importante, el sistema establece un seguro social que va a dar beneficios concretos, que permitirá aumentar las pensiones significativamente en 14 y 34 por ciento si se dan todos los supuestos que vamos a aprobar acá.
De otro lado, quiero señalar que para mí uno de los temas más fundamentales de esta reforma, con todo lo que hemos dicho, es que las AFP van a tener que enfrentar mayor competencia, la cual han eludido permanentemente.
Así hemos visto ingentes, millonarias cantidades de dinero destinado a radios para decir: "Tu cotización es tuya", "El 6 por ciento es tuyo", "Todo a tu cuenta individual". Habría sido bonito, entonces, que le hubieran dedicado unos segunditos a hablar de las comisiones. ¿Por qué algunas AFP cobran tres veces más comisiones que otras con las mismas rentabilidades? ¿Tienen muchas más sucursales? ¿Tienen mucho más sistema?
Pero se negaban a esto, a la licitación del stock de afiliados. Pues bien, ahora se va a entrar en ello. Desde ese punto de vista, valoro la fuerza que se tuvo para enfrentar esas presiones. No ha sido fácil.
Por último, se ha hablado de si se cierra o no el debate acá.
No faltaba más que pudiéramos decir: "No se habla más de modificación en materia de pensiones"; "El Senado ha dicho que ya no se modifica nunca más el sistema".
¡Dónde se ha visto eso! Todos los avances en seguridad social, beneficios sociales, políticas públicas en Chile se han hecho a lo largo de décadas, a través de distintas luchas, con pasos incrementales, avanzando de a poco, clavando una bandera y luego otra.
Y lo digo altiro, ¿quiero un inversor estatal? Sí, lo quiero.
¿Estaban las condiciones para ello ahora? No.
¿Eso quiere decir que este acuerdo es malo? No.
¿Significa que yo renuncio a eso? Tampoco.
¿Por qué voy a renunciar a empujarlo?
Aquello no me cabe en la cabeza. Algo aprendí de esa crítica que se hizo siempre de que para algunos esos veinte o treinta años fueron tan negativos. Sí le critico a esos veinte años que, cuando se lograba algo, no se decía al mismo tiempo qué fue lo que nos faltó.
Voy a hablar bien de cerca: Auge y las dieciséis patologías.
Lagos dijo: "Apruébenme el Auge", porque era rebueno. Pero lo que no dijo -una crítica fraterna, por supuesto- es: "Además, quería que se tomara el excedente que no usaban las isapres para financiar parte del sector público". Y la derecha le señaló: "Mi amigo, si usted quiere eso, se queda sin Auge".
Bueno, se aprobó el Auge, pero uno podría haber dicho: "Me faltó esto y voy a luchar para obtener esto otro".
Lo mismo con la Presidenta Bachelet y su pensión básica solidaria. Cuando propuso eso quiso introducir algunas reformas a las AFP, ¡menores reformas!, con el ministro Andrade . Y la derecha dijo: "No, usted me toca a las AFP y se queda sin pensión básica solidaria".
Lo que tal vez nos faltó fue hablar con más fuerza las cosas que nos quedaron pendientes o que íbamos a seguir empujando.
Por lo tanto, yo no quiero que acá digamos que se cierra el debate. Lo encuentro poco sano para nuestra democracia, y es pretender que vemos la verdad en las necesidades que tendremos a futuro en esta materia.
Señor Presidente , voy a votar favorablemente este acuerdo, que es uno de los más trascendentales, no de este Gobierno o de esta legislatura, sino de los últimos diez o doce años. Como senador durante quince años, a mucha honra, creo que esta es una de las normativas más importantes desde el punto de vista de los cambios estructurales que habremos aprobado durante el privilegiado tiempo que he tenido para servir a la región de Valparaíso.
Muchas gracias.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Ricardo Lagos.
Ofrezco la palabra a la senadora Ximena Órdenes.
La señora ÓRDENES.-
Muchas gracias, Presidente.
Quiero saludar a la ministra Jeannette Jara , al ministro Mario Marcel , presentes en la sala.
Han pasado más de cuatro décadas desde que se promulgó el decreto ley N° 3.500, que estableció el actual sistema previsional en Chile. Cuando se crean las AFP, a mi juicio, lo que se vulnera o lo que se pulveriza es el principio de seguridad social. Por eso pienso que es tan importante que hoy día estemos discutiendo un proyecto de ley que plantea un sistema mixto de pensiones en Chile.
No es casual el contexto en que también nacen las AFP, sociedades anónimas que empiezan a administrar los fondos de pensiones de millones de trabajadores y trabajadoras en Chile, porque prácticamente hay un traspaso obligatorio de ellos. Y algo que no ocurrió es parte de las promesas que se señalaron en esa época.
Obviamente, pensar en una tasa de retorno del 100 por ciento es inviable, imposible; pero aspirar al 70 por ciento en un país donde las tasas de reemplazo son tan bajas, me parece algo que al menos después de cuatro décadas hay que corregir.
Para mí este proyecto tiene varias virtudes, porque, como digo, han pasado cuatro décadas, y si uno analiza hacia atrás, verá que solo han ocurrido dos cambios importantes durante este período para avanzar en un modelo distinto.
El primero se produce el año 2008, en el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, cuando se promulga la ley N° 20.255, que introdujo el pilar solidario como complemento del pilar contributivo de cuentas de capitalización individual.
Luego, el año 2022, se establece en este Congreso la pensión garantizada universal, durante el segundo Gobierno del Presidente Sebastián Piñera .
En ambos casos hablamos del pilar no contributivo, del aporte que hace el fisco. Las pensiones en este país han mejorado solo por la contribución que realiza el fisco en esta materia.
Con un 10 por ciento no basta. Creo que eso es parte de las conversaciones que se han llevado adelante durante este último tiempo.
Se requería un tercer actor -con 10 por ciento no basta, con el aporte fiscal no es suficiente- y que el empleador se hiciera cargo del aporte para mejores pensiones de los chilenos y las chilenas.
Me parece que el trabajo que se ha realizado en el Congreso Nacional, en conjunto con el Gobierno, viene a saldar un poco esa deuda.
Además, quiero valorar el trabajo que hicieron las senadoras en este Senado, porque uno de los grandes avances de este proyecto es que se hace cargo de brechas históricas, sobre todo con las mujeres, que, a mi juicio, han tenido prácticamente cuarenta y cinco años de injusticia previsional. Y, a partir de una indicación, muy transversal, logramos mejorar en parte y acercar, obviamente, las pensiones de las mujeres a las que reciben los hombres el día de hoy.
Aunque suene increíble, la pensión autofinanciada -pensando a nivel estadístico en la mediana- que pagan las AFP a las mujeres chilenas no alcanza a ser el 10 por ciento de un salario mínimo. Estamos hablando de pensiones autofinanciadas menores a 50 mil pesos para las mujeres, o sea, un tercio de lo que reciben los hombres prácticamente con iguales cotizaciones.
Eso se corrige en este proyecto. Y creo que es uno de los grandes avances que vamos a poder mostrar durante la noche de hoy.
Yo haría una invitación a sacar lecciones, pues el todo o nada no resultó. Cuando queríamos todo, nos quedamos sin nada, literalmente. Y hoy día se ha construido un acuerdo a través del diálogo, que nos permite, primero, contar con una arquitectura distinta en el sentido de que para tener mejores pensiones hay que ahorrar más. Y me parece que el incremento de siete puntos es importante para avanzar en esa línea.
Asimismo, quiero reconocer el trabajo técnico y político que se realizó en la tramitación legislativa, que permitió alcanzar el acuerdo que espero dejemos sancionado el día de hoy.
Como señalaba, este proyecto también se hace cargo de brechas que han perjudicado particularmente a las mujeres trabajadoras de Chile, dejándolas, de verdad, en condiciones indignas para enfrentar la tercera edad.
Respecto a la industria, me hubieran gustado más cambios, pero debemos ser coherentes con los acuerdos. Y aquí nadie renuncia a seguir avanzando.
Considero que con esta iniciativa se incorpora mayor competencia para las AFP. En mi opinión, el tema de la licitación de stock es importante. Y también se establece mayor transparencia respecto de cómo actúan las AFP en Chile.
Por otro lado, el seguro social nos permite recuperar lo que perdimos en los ochenta. Crear un sistema mixto significa también tener mayor seguridad social.
Cuando aprobamos la PGU, se sometió a votación si se incorporaban las personas que eran parte de las leyes de reparación. Hablo de quienes aparecen en el informe Rettig, de los exonerados, de quienes se incluyen en la Ley Valech. La situación hoy día cambia. Y me alegro, porque esa vez pusimos en votación esa incorporación y perdimos: no hubo voluntad política para incluir a víctimas de la dictadura en la pensión garantizada universal. Y eso acá ocurre.
El resultado de esta iniciativa es que las pensiones van a aumentar, y eso es lo que están esperando los chilenos y las chilenas. Y si eso es producto de un acuerdo político, habla bien de la democracia, habla bien del Senado. Porque nos ha costado alcanzar acuerdos para transitar hacia un modelo mixto, como ya lo recomendaron las comisiones Marcel y Bravo. Ha pasado mucho tiempo, prácticamente una década, y ha costado mucho hacerse cargo de esa demanda.
Yo voy a votar a favor, Presidente , porque creo que se abrió una oportunidad única, después de mucho tiempo, de poder reparar, de recuperar el principio de seguridad social, de dar certeza a los chilenos y las chilenas y ser oportunos en las medidas que se están adoptando.
No vamos a tener que esperar, porque esto se va a implementar con los actuales pensionados y se darán garantías a aquellos que dentro de un par de años también vamos a ser pensionados. Por lo tanto, creo que es una buena noticia para todos los chilenos y las chilenas.
Voy a votar a favor porque, como legisladora, pienso que parte de nuestras tareas tiene que ser garantizar mayor equidad de género, y las mujeres hoy día recuperan mucho espacio.
Así que quiero felicitar la labor que realizaron ministros, legisladores, aquellos que estuvieron trabajando en estas cerca de treinta y nueve sesiones para dar garantías de que vamos a hacer un cambio.
A mi juicio, avanzaremos en justicia previsional.
Este es un buen acuerdo en beneficio de las personas y una mejor arquitectura previsional en beneficio del país, y por eso lo votaré con entusiasmo a favor.
He dicho, Presidente .
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senadora Ximena Órdenes.
Le ofrezco la palabra al senador Francisco Huenchumilla.
El señor HUENCHUMILLA.-
Muchas gracias, Presidente.
Yo he estado atento a este debate, que ha transitado entre lo técnico y lo político.
Y, entonces, la pregunta que yo me he formulado y mi reflexión al escuchar las intervenciones es: ¿en presencia de qué estamos acá?
Porque esta Sala del Senado no es la comisión técnica de Trabajo o de Hacienda; tampoco es la Superintendencia o el Consejo Fiscal Autónomo, o cualquier otro organismo. Esta Sala del Senado es un organismo político.
Por tanto, yo pregunto: ¿Cuál es el problema con esto de las pensiones?
Yo planteo que este es un problema ideológico, político, en el sentido de que lo que estamos decidiendo nosotros aquí es qué tratamiento les dan el Estado y la sociedad a sus viejos, a sus mayores.
¿Este es un problema de ahora?
Toda esa discusión y experiencia ha cruzado la historia de la humanidad, en que esos mayores, que trabajaron por su familia, por ellos mismos, por el desarrollo de su sociedad, llegan a un momento en que se encuentran en la recta final de sus vidas con la fragilidad de su cuerpo, las enfermedades, la perspectiva de la muerte y, muchas veces, la soledad.
Y, entonces, me pregunto: ¿Y qué tratamiento le da la sociedad a ese sector que se encuentra en esa situación de debilidad y fragilidad?
Esa es la pregunta que todas las sociedades humanas alguna vez se han hecho y le han dado un tratamiento, desde las primeras sociedades primitivas hasta esta sociedad compleja que tenemos hoy día en el siglo XXI.
En consecuencia, este es un tema ideológico y político.
Porque en un momento oscuro de la historia de Chile, el gobernante de turno, sin contrapeso democrático, como respuesta a ese sector social, a los viejos de este país, les dijo: "Ustedes van a tener que rascarse con sus propias uñas. Ustedes verán cómo lo hacen. Ahorren". Y se establece el sistema de capitalización individual, basado en el individualismo, o sea, en el neoliberalismo que está detrás de todas esas políticas que hubo en tiempos de la dictadura. Pero, además, se dijo otra cosa: "Que aquí no se meta el Estado. Esto lo va a administrar el sector privado".
Entonces, yo pregunto: "¿Cuál fue el examen que dio ese sistema a la hora de los quiubos, cuando ese proceso maduró? Y la gente que entró, después de cuarenta años, dijo: "Ahora yo voy a jubilar". ¿Y cuál fue el resultado? Que ese fondo de capitalización individual sirvió para el mercado de capitales de las empresas, cuestión respecto de la cual no tengo inconveniente. Pero le sirvió a un sector, mientras que a aquellos a los cuales estaba destinado el sistema este no les dio los frutos que se esperaban porque, en el momento de los quiubos, la gente recibió una pensión miserable. No fueron fondos administrados por el Estado. Porque ese liberalismo se basa en el individualismo y en que el Estado sea mínimo, se retire y que esto pase al sector privado.
Eso estuvo administrado por el sector privado durante más de cuarenta años. ¿Y cuáles fueron sus frutos? Que terminamos divididos como país. Porque, si hay algo que nos ha dividido durante estos años, ha sido el rol que juega este sistema de capitalización individual administrado por las AFP, que siempre han obtenido muchas ganancias.
Pero los procesos son dinámicos y, por lo tanto, hay una cultura que se mueve, hay un mundo que cambia. Y mediante el aporte de dos comisiones importantes que estudiaron a fondo el tema, como fueron la denominada "Comisión Marcel", que encabezó el señor ministro de Hacienda , que está aquí, y la Comisión Bravo, se fue generando en la elite chilena el convencimiento de que había que introducirle algunas modificaciones al sistema primitivo: eso fue el pilar solidario; eso fue la PGU. ¿Qué significó eso, en el fondo? Que no solo estaba el sector privado, sino que entró el Estado a suplir las deficiencias que tenía el sistema, que había fracasado.
Y pasan los años y nos encontramos con esto, que plantea el Gobierno después de cierto tiempo. En algún momento nos equivocamos. Lo hicimos cuando rechazamos algo que quizás era mejor, como el "3 y 3". Pero no nos cuestionemos eso, porque la vida son aciertos y errores; ello forma parte de nuestra naturaleza humana. Y la política es un arte difícil, complejo. No hay certezas en este caso.
Entonces, llegamos a esta instancia y esto se trató en dos comisiones, en la de Trabajo y en la de Hacienda. Y uno se especializa acá, en el Senado, como corresponde, y de acuerdo con su profesión, con su experiencia, va a distintas comisiones. Pero uno observa la labor que hacemos todos aquí, en los diversos proyectos de ley. Y lo que yo vi en ambas comisiones fue un trabajo serio y responsable.
En consecuencia, respecto de la fase política, porque esta Sala es la fase política, el sustento de la decisión política se encuentra en toda la discusión técnica que se realizó en ambas comisiones. Y a mí, como senador, eso me da fe de que hemos hecho un buen trabajo como Senado en la materia. Por lo tanto, acepto las explicaciones técnicas que aquí se han dado, porque mi decisión es política, en el sentido de preguntarme: "Esto que estamos presentando frente a Chile para mejorar el sistema, ¿responde a ciertos lineamientos que, conforme a mis ideas, son mejores para Chile?". ¿Cómo no va a ser mejor cuando yo siento que del aporte de los trabajadores pasamos al Estado y a los empleadores? Entonces, tenemos las tres partes apoyando en este sistema, que será frágil o será fuerte: pero, en el caminar de la vida de esta sociedad, tendremos que apuntarlo y mejorarlo. Seamos optimistas. Yo creo que es un punto político concreto, positivo.
Se dice: "Por primera vez vamos a mejorar a los actuales pensionados". Bueno, ese es un punto político. Porque cuando tú cotizas, estás haciéndolo para el futuro, y hoy día vamos a ayudar.
¿Cómo no va a ser importante el aporte que hacemos a las mujeres en Chile para reconocer lo que valen en la sociedad? ¿Y cómo no va a ser relevante lo de la PGU, que para la gente más modesta significará también un aporte importante?
Puntos políticos que yo, señor Presidente, he considerado para tomar una decisión en esta instancia.
En muchas oportunidades soy crítico del Gobierno en el manejo político y en la gestión política que tiene, sobre todo con esta pequeña bancada. Pero estamos los tres aquí, pudiendo no haber estado porque no tenemos compromisos con el Gobierno, pero estamos y vamos a estar para votar y apoyar el proyecto.
Para terminar, deseo resaltar -no siempre lo hago, porque en muchas ocasiones soy crítico del Ejecutivo- lo que yo vi: el trabajo profesional, serio, dedicado, de la señora ministra del Trabajo y del señor ministro de Hacienda .
Por todas las consideraciones políticas que he planteado, me parece que esto es un avance para toda la gente de Chile, para nuestros viejos de Chile, para nuestros mayores en Chile.
Seguiremos avanzando, como ocurre en las sociedades, caminando. Seamos optimistas. La lucha por mayor justicia es permanente.
Por lo tanto, voto a favor, señor Presidente.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Francisco Huenchumilla.
Senador don Iván Flores, tiene la palabra.
El señor FLORES.-
Muchas gracias, señor Presidente.
Quiero saludar a la ministra del Trabajo , al ministro de Hacienda , a los subsecretarios y también al superintendente.
Sin duda, estamos en un momento histórico de la vida democrática de nuestra república para lograr una reforma estructural. Tal vez sea la más relevante de los últimos Gobiernos y, por cierto, la reforma más importante de esta Administración.
Es tanto o más relevante que lo que se logró en 2008, en el Gobierno de la presidenta Bachelet , que permitió por primera vez considerar que una dueña de casa era una trabajadora como tal, y, por lo tanto, merecía una pensión que hasta ese momento no tenía. Doscientos años de república y las dueñas de casa no recibían la retribución del Estado por la pega que hacían, que es un trabajo no solo importante, sino tremendamente arduo.
Dos años después, en 2010, en el Gobierno del Presidente Piñera, hubo otra reforma, que reconoce a las trabajadoras de casa particular como trabajadoras de nuestro país. Hasta ese momento se trataba de una suerte de esclavitud moderna, sin más que un domingo en la tarde libre y en que se les pagaba lo que sus patrones querían. Las personas puertas adentro trabajaban veinticuatro horas o casi esa cantidad y no cuidaban a sus hijos porque estaban cuidando a los nuestros. Y ese cambio se introdujo en 2010.
Sin embargo, han pasado quince años y no hemos logrado realizar una mejora integral, sustantiva del sistema de pensiones para terminar con los abusos que sabemos que existen, con las incertidumbres que sabemos que existen, con el empobrecimiento de los jubilados que sabemos que existe. Lo hemos visto, lo hemos palpado, lo hemos sufrido junto con ellos. Lo constatamos quienes visitamos a los grupos de adultos mayores, como alguien dijo aquí, no solo para conversar, sino también para escucharlos.
Doscientos años de república están pasando y nosotros ahora, recién, estamos generando un cambio estructural. Y en este Chile, que envejece con una de las tasas de natalidad más bajas de Latinoamérica, se está poniendo en juego nuestra capacidad de tener una fuerza económicamente activa capaz de sostener un país que envejece. Porque de allí salen los recursos para subsidiar, para entregar no solo pensiones, sino también servicios de salud, de transporte, en fin, de todo lo que sabemos y que requiere un Estado más solidario.
En este nuevo intento por lograr una reforma de pensiones, debo decir que partimos mal y atrincherados. Pero como creemos que no hay mal que por bien no venga, finalmente estamos terminando y mostrándole al país un acuerdo muchísimo mejor de lo que siquiera se supuso al inicio de la tramitación.
Honestamente, cuando uno escucha cómo desde la izquierda, pasando por el centro y hasta la derecha, hoy día en este Senado tenemos un acuerdo en el sentido de que es lo mejor que se pudo lograr, y con un resultado, yo diría, mucho más que decente, porque estamos logrando un buen proyecto.
Yo quiero relevar el avance, más que entrar en cifras, y destacar el amplio debate que se ha dado y que nos posibilita lograr acuerdos: la voluntad de ceder en pos de avanzar, la convicción en que una decisión compartida de la mayoría de los partidos políticos representados en este Senado ha permitido resolver, acordar y avanzar.
Así se construye el país.
Así vamos logrando una patria más justa y buena, como decía al principio del retorno a la democracia don Patricio Aylwin .
El camino no ha sido fácil.
Las legítimas diferencias y el largo debate nos permitieron escuchar y acordar. Y ha habido un honesto esfuerzo de todos los sectores políticos.
Los ministros presentes en la sala no la tuvieron fácil, pero mostraron el coraje de aguantar, y también de ceder. Porque cuando el debate está polarizado no se puede avanzar si no se cede, si no se acuerda, si no se busca.
Eso deberíamos estar celebrando aquí. No solamente es una buena solución, sino que estamos demostrando que cuando nos juntamos se puede. Y que cuando el país necesita que nos unamos, este es un buen ejemplo de que se puede.
Además, tenemos muchos desafíos en seguridad y en salud. Por cierto, hoy día la reforma previsional es un eje importante.
Entonces, ¿por qué no repetir el ejercicio?
Hagamos el debate todo lo duro que sea. No importa; para eso existe el Parlamento, para que aquí se expongan los argumentos y nuestras diferencias. Pero, finalmente, logremos un acuerdo.
Así se progresa, así se avanza.
En este contexto, yo no quiero alargar más el debate, que va a terminar como a las tres y tanto en la mañana, o tal vez más, cuatro...
El señor MOREIRA.-
A las cuatro y media de la mañana.
El señor FLORES.-
Cuatro y media, dice el senador Moreira , que siempre nos avisa de todo.
Los colegas ya han dicho aquí lo que significa para las mujeres, que reciben un 42 por ciento menos de pensión respecto de los hombres con similar esfuerzo de capitalización individual. En efecto, mientras que el 68 por ciento de los hombres tiene veinte años de cotización, el mismo porcentaje de mujeres apenas logran ¿cuánto? doce, trece años.
Esas son las diferencias que hoy día se empiezan a corregir.
En el caso de la región de Los Ríos, que representamos junto con mis colegas, quiero decir que el promedio de aumento de la PGU será de 74 mil pesos, en cifras redondas, con un incremento de 23 por ciento total.
Yo creo que esos son resultados significativos.
Hay mucha información que uno podría mostrar y de la cual echar mano, pero creo que no tiene sentido. Todo lo que aquí se ha señalado revela que efectivamente estamos logrando un muy buen acuerdo para Chile, y con eso me quedo.
Además, es un ejemplo de que un buen debate permite avanzar.
Gracias, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Iván Flores.
Senador don Gustavo Sanhueza, tiene la palabra.
El señor SANHUEZA.-
Gracias, Presidente.
Todos los senadores acá presentes conocemos los lineamientos específicos de este proyecto, por lo que redundar en ello sería perder tiempo valioso para dimensionar el hecho político e histórico que nos congrega en esta sala.
Esta reforma no solo significa un aumento en el ahorro de cada trabajador de Chile y una corrección justa en favor de las mujeres. Se trata, principalmente, de reivindicar la política de los acuerdos como un instrumento válido y necesario en nuestra convivencia democrática.
En esto quiero ser muy claro: no hay proyectos perfectos ni soluciones mágicas a los problemas reales, como los que con soberbia y desde su fanatismo nos pretenden imponer con una varita mágica.
La gran virtud de este acuerdo por pensiones es que sintetiza visiones legítimamente diversas, sin necesidad de acuñar nuevamente la batalla cultural con una frase divisoria y ofensiva.
La gran batalla de la política no es destruir la cosmovisión del mundo de nuestros adversarios, negarse a todo o instalar dogmas escritos en piedra. Nuestra gran batalla hoy en Chile es salir juntos del inmovilismo y la confrontación que cansó a la ciudadanía y que nos está hundiendo en los principales aspectos de la vida.
Sin duda, señor Presidente , esta reforma de pensiones significará nuevos esfuerzos para lograr cambios. Quizás el más importante de todos es cómo generamos las condiciones políticas para que Chile retome la senda del crecimiento y la holgura fiscal, que, más que un desafío, será una necesidad que vamos a enfrentar en los próximos años.
Hoy estamos llegando a un acuerdo razonable que preserva el sistema de cotizaciones individuales y en el que se respeta la libertad de elección de los trabajadores.
También ha sido un acuerdo razonado, con ocho meses de discusión, y no como plantean erróneamente algunos de que esto se está haciendo a la rápida. Llevamos muchos años hablando de pensiones. La última gran reforma fue la creación de la PGU en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Ahora llegó el momento de avanzar nuevamente por nuestros adultos mayores actuales y futuros.
La comisión política de la UDI, reunida esta tarde, acordó otorgar su total respaldo al acuerdo alcanzado en el proyecto de reforma de pensiones. Esta posición refrenda el pensamiento de senadores y diputados que apoyamos este proyecto y los esfuerzos que han hecho las diferentes fuerzas políticas.
Esta iniciativa va en concordancia con el estilo y los principios que nuestro fundador Jaime Guzmán impulsó durante su brillante carrera, actuando sin mezquindades y retribuyendo de forma adecuada el trabajo de hombres y mujeres que han entregado toda su vida al engrandecimiento de nuestro país.
Hay que tener coraje para enfrentar las críticas infundadas e ingratitudes injustas y no dejarse llevar por los comentarios malintencionados que buscan desinformar a la ciudadanía o actuar pensando en réditos políticos.
Señor Presidente , anuncio mi voto favorable a la reforma de pensiones.
Muchas gracias.
El señor MOREIRA.-
¡Y nos regaló cuatro minutos...!
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Gustavo Sanhueza.
Ofrezco la palabra al senador don Luciano Cruz-Coke.
El señor CRUZ-COKE.-
Señor Presidente , junto con saludarlo a usted, a mis colegas, a los ministros presentes en la sala, a la subsecretaria Macarena Lobos , hoy quiero hablarles específicamente a los escépticos, a quienes albergan dudas aún sobre esta reforma de pensiones.
Hablo desde la posición de haber votado en contra de todos los retiros del 10 por ciento; de haber rechazado la propuesta de Constitución refundacional, que era una muy mala proposición; y de haberme opuesto tenazmente al saqueo, la vandalización y la quema de nuestras ciudades por parte de un grupo de vándalos que, desde octubre de 2019, han sido probablemente lo peor que le ha sucedido al país en los últimos treinta años, y que desde ese momento han dejado una estela de pobreza, de deterioro moral y de desaliento social.
Quiero hablarles a esas personas que desconfían y decirles que esta reforma es una reforma razonablemente buena, y quiero ser enfático en esto.
Y para afirmar eso es importante conocer bien la reforma y no dejarse llevar por las noticias que abundan en redes sociales, en su mayoría falsas, o por bots en redes sociales que están llenando a la opinión pública con noticias falsas sobre el presente debate, que es muy distinto a los argumentos legítimos, en pro y en contra de esta reforma, que se han dado y emitido en este hemiciclo, con la legitimidad democrática que esta conversación requiere.
¿Qué hace la reforma? Aumenta la capitalización individual en 6 puntos, más los 10 actuales, hace un total de 16 por ciento; protege el derecho de propiedad sobre el ahorro de los trabajadores, y genera más competencia en la industria, que lejos de eliminar a sus actores, los va a prodigar, porque serán más los participantes y van a competir ahora con mayor fuerza por mejorar las comisiones, administrando sobre esa base una mayor cantidad de recursos.
Quiero señalarle a todo ese mundo de personas que no creen en esta reforma o que escriben alarmados porque hemos llegado a un acuerdo impensable con el Gobierno, y yo comprendo su desconfianza
Según se desprende del debate, algunos intentaron en cierto momento tratar de expropiar las pensiones, de instalar un sistema de reparto que ha fracasado en todo el mundo, que fueron ideas lideradas incluso por personeros de Gobierno. Y es entendible que los chilenos sientan que deben estar a la defensiva para cuidar sus ahorros. Además, en un ambiente polarizado como en el que estamos y que es el que la política hoy día provee, se entiende que campee la desconfianza. Y hay una campaña que incluye una frase similar a la que dijo un exconvencional constitucional: "Ya no es tu platita".
Pero a esas personas les quiero señalar que hemos alcanzado un acuerdo transversal para una reforma de pensiones que va a traer mejoras sustanciales al pilar contributivo y, con ello, también a la calidad de vida de millones de chilenos, y que "¡es tu platita!". Y agrego más: ¡Tu platita va a estar más protegida que nunca!
Este proyecto fortalece y consolida la importancia de la capitalización individual, permitiendo a los chilenos un sistema que garantiza la propiedad de sus ahorros; que incrementa la cotización del 10 al 16 por ciento, la cual, como bien señaló el senador De Urresti, va a ser administrada en parte por las AFP, y que constituye un avance significativo porque va a mejorar las pensiones futuras y también las pensiones actuales.
Hay que recordar, en beneficio del sistema de capitalización individual y de lo que hoy tenemos, que, como dijo el Superintendente, quien estaba presente hasta hace poco, el 70 por ciento de los recursos que tenemos en las cuentas individuales es rentabilidad, versus el 30 ciento que es producto de las cotizaciones.
Pero, así como eso es cierto, también lo es que, como señaló el Consejo Fiscal Autónomo, el sistema, así como está, no es sostenible. Así de simple. O sea, la peor solución de todas es no hacer nada. Y esta reforma, precisamente corrige las falencias de nuestro sistema de capitalización individual y acerca la cotización a los niveles de los países de la OCDE, de aproximadamente 18 por ciento. Y ojalá pudiésemos avanzar también al monto de los impuestos corporativos de la OCDE, que alcanzan al 23 por ciento, y no el 27 por ciento que tenemos hoy.
Esas modificaciones nos permiten ponernos a la altura de los mejores sistemas de pensiones, según los distintos rankings, y que son los que permiten otorgar buenas jubilaciones.
Se ha buscado generar una política y un acuerdo constructivo, que se sostiene en el actual sistema de pensiones, que se ha ido perfeccionando. Así ha ocurrido, pues los sistemas de pensiones son trajes a la medida que se hacen en determinado momento, pero que necesariamente se deben ir ajustando cada cierto tiempo. El pilar solidario de la Presidenta Bachelet se triplicó con la PGU del Presidente Piñera para el 90 por ciento de los jubilados, y con esta reforma ahora la PGU aumenta a 250.000 pesos.
El que piense que está cerrado el debate previsional sencillamente no está entendiendo nuestra situación demográfica.
Porque acá el problema no es que haya más o menos AFP, sino la legitimidad del sistema, que compitan bien las administradoras y que las personas sientan que reciben una buena pensión, que pagan una comisión justa y que su plata renta.
Por eso quiero abordar directamente las inquietudes que se han planteado en este festival de mentiras que se dicen por las redes sociales, además de bots financiados con recursos que nadie sabe de dónde vienen, a veces.
¿Este es un proyecto que impone reparto? ¡No! El 6 por ciento va a la cuenta individual de cada trabajador, se ha dicho hasta la saciedad. De manera inmediata un 4,5 por ciento, y el 1,5 por ciento transitorio, del cual tanto se ha hablado, el famoso préstamo, va a quedar registrado en la cuenta. Todos los afiliados van a poder verlo en su cartola y constatarán la existencia de estos fondos. Y hasta la edad de su jubilación, aquellos estarán respaldados por un bono, con garantía estatal, con una tasa de mercado, guardado en el depósito central de valores. El préstamo en sí mismo, visto desde el punto de vista del cotizante, es un bono con garantía estatal, un título ejecutivo, a tasa de mercado, depositado en el DCV, consignado a su cuenta individual, a su nombre, y además heredable.
Es un instrumento extraordinariamente seguro, en el cual, entre otras cosas, las AFP invierten el 23 por ciento. Nunca se ha dejado de pagar por parte del Estado, y está garantizado. Y para eso además se crea una institucionalidad absolutamente impermeable a la política, autónoma, con las mismas protecciones institucionales actuales del Banco Central, y a cuyos montos jamás ningún gobierno va a poder echar mano.
Por eso, duele ver cómo algunos invierten recursos cuantiosos en redes sociales, en minutas interesadas, inventan conceptos como: "te van a manotear la plata", "te la van a robar", "viene el manotazo", "te están estafando". ¡No es así! Y ambas comisiones, la de Trabajo y la de Hacienda, cuya labor felicito, han recibido a una infinita cantidad de expertos, durante más de un año, confrontando distintas opiniones, y se llegó a una solución técnicamente bien sostenida, que protege las cotizaciones, y la plata va a estar en las cuentas permanentemente y, más importante aún, disponible para cuando la gente se jubile, que es lo que corresponde, porque hay desconfianza evidentemente.
Se retiraron 50 mil millones de dólares desde las cuentas individuales de las personas y este proyecto le coloca mil millones de dólares por punto cotizado, 60 mil millones en diez años, al ahorro del país, y, por ende, a la inversión, con lo cual acarreará efectos positivos en la economía. Basta mirar la reacción del mercado. La bolsa de comercio ha subido en quince días casi cuatro puntos, mucho mejor que los índices del Nasdaq o el S&P americano. O sea, el mercado recibió bien la noticia de que este Senado, en particular, puede llegar a acuerdos.
¿Se devuelve o te roban la plata? Se devuelve, siempre estará en tu cuenta individual, en tu cartola, en la página web. Del 16 por ciento de cotización, luego de los nueve años en que irá gradualmente aumentando, ese 1,5 transitorio va a estar en bonos a tasa de mercado, 2,2, 2,7 por ciento, y al momento de jubilar o al morirse, porque es heredable, será parte de tu jubilación, igual como sucede hoy día.
¿Es la cotización con rentabilidad garantizada un mecanismo de reparto del Estado? ¡No lo es! Es una inversión para cada afiliado que gozará de un instrumento financiero, con una buena tasa, con una garantía excepcional y que además se hereda. Hay un bono del Estado a treinta años, a una tasa de 2,41 más UF. Es plata que estará disponible al jubilar, tal como el dinero que es ahorrado directamente a través de las administradoras de fondos.
¿Se estatizan los fondos? ¡No! No hay reparto. No hay reparto, y eso quiero dejarlo meridianamente claro. En cambio, este sistema aumenta el ahorro de los cotizantes y al mismo tiempo nos permite mejorar las pensiones actuales.
Finalmente, Presidente -veo que me queda un minuto; ¡es más lo que uno espera en esta sala que lo que puede hablar...-, ¿el Estado va a tener control sobre los fondos de pensiones? ¡No! Las AFP van a seguir administrando una buena parte. Y se crean también nuevas formas de cotización, algunas transitorias. El SIS, que hoy día se paga, seguirá existiendo. Se crea un bono para emparejar la jubilación de las mujeres, lo que parece del todo justo.
Y quiero señalar que debemos hacernos cargo hoy día de la gradualidad y pensar también en los efectos que esto va a significar para el empleo, sobre todo en adelante.
Valoro el aporte de los ministros del Gobierno; valoro el aporte de mis colegas de la Comisión de Trabajo, particularmente del senador Galilea y del senador Coloma, y valoro que, en este lugar, en este escenario de la democracia todavía tengamos la capacidad de poder llegar a algunos buenos acuerdos.
Gracias, señor Presidente.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Cruz-Coke.
(Varias senadoras le reprochan al senador Cruz-Coke no haber nombrado a una integrante de la Comisión de Trabajo).
¡Veo que se han generado algunas dificultades internas en la Comisión de Trabajo y Previsión Social...!
¡Hay reclamos...!
Senadora Yasna Provoste, tiene la palabra.
La señora PROVOSTE.-
Muchas gracias, Presidente.
Quiero partir saludando al ministro de Hacienda , Mario Marcel ; a la ministra del Trabajo , Ximena Jara , ¡perdón!, Jeannette Jara ...
¡Es la hora, ministra, disculpe...!
(Risas).
¡En Vallenar nos acostamos muy temprano...!
Además, deseo saludar a la subsecretaria de la Segprés, Macarena Lobos ; al subsecretario de Previsión Social , Claudio Reyes ; al Superintendente de Pensiones , Osvaldo Macías , quien ha acompañado todo este debate.
Y quiero asimismo saludar a los colegas que han integrado las comisiones de Trabajo y de Hacienda, quienes han desarrollado una labor que realmente dignifica la función parlamentaria.
Presidente, me gustaría que ojalá pudiésemos dimensionar exactamente lo que estamos votando.
Hace ya catorce años que estamos realizando este debate previsional.
El ministro Marcel , la verdad, lleva casi veinte años en este esfuerzo, desde la comisión que le correspondió encabezar el año 2006.
Y, por cierto, se han multiplicado las críticas al modelo de ahorro individual por la insuficiencia de las pensiones que ha estado entregando durante estos años. Son pensiones miserables para las personas en general, pero para las mujeres en particular. La brecha de género en la pensión autofinanciada es de un 42,7 por ciento en desmedro de las mujeres. Es decir, este sistema de capitalización individual ha mantenido una segregación y una discriminación que no es aceptable ni es tolerable en nuestra sociedad.
Por eso, tal como lo señalaba la senadora Ximena Órdenes, quiero reconocer el trabajo que de manera muy transversal hemos realizado las mujeres senadoras para colocar estos temas en el debate, para lograr convencer y conversar con nuestros colegas para hacer justicia respecto de las mujeres.
En promedio, las mujeres cotizantes en el sistema de pensiones perciben una remuneración cercana a un 11 por ciento menos que los hombres. No puede continuar esta situación desmejorada de las mujeres con pensiones miserables, pues impacta incluso a aquellas trabajadoras que tienen veinticinco o treinta años de cotización previsional.
Para esto se requiere transitar hacia un sistema mixto con un mejor pilar de seguridad social, con una mayor solidaridad. De eso se trata lo que se denomina una "reforma previsional". Sé perfectamente las limitaciones de lo que estamos votando, y también, que esta no es una reforma estructural al sistema de pensiones.
Los cambios que se han logrado introducir al sistema de capitalización individual y al mejoramiento de las pensiones son para algunos y algunas, no para todos, porque entre un 30 y 35 por ciento de los cotizantes, hombres y mujeres, van a recibir cero por ciento de aumento en sus pensiones.
Entonces, esta iniciativa no va a introducir cambios sustanciales al sistema de capitalización individual. Las AFP, en lugar de administrar el 10 por ciento del ahorro previsional de los chilenos, ahora administrarán el 16 por ciento de este ahorro, invirtiéndolo en grandes conglomerados empresariales, 50 por ciento en Chile, 50 por ciento en el extranjero.
Con estos resultados entiendo perfectamente que la mayor parte de la oposición esté contenta y que la derecha más dura rechace esto porque aún considera que es poco.
La alegría de las AFP es tal que hasta han silenciado su publicidad. En cambio, por largo tiempo, quienes han estado ausentes en los debates, personas que buscan ser beneficiadas con esta iniciativa legal, son las que hace algún momento han podido llegar hasta estas galerías.
Entiendo a los negociadores del Gobierno, porque han logrado un acuerdo muy difícil, largamente trabajado, pero no creo que sea necesario maquillarlo. Se consiguió lo que fue posible, no hay para qué ponerle nombres de fantasía para simular que se logró algo más. Es mejor reconocer que no se consiguió una reforma estructural al sistema de pensiones. Pero es, ni más ni menos, "un acuerdo realista", como se ha dicho durante estos días.
Señor Presidente, el proyecto que votamos hoy -quiero insistir en esto- no es una reforma al sistema de pensiones, que es lo que a mí me hubiese gustado; no elimina a las AFP, lo que tampoco me interpreta. Por el contrario, complementa y perfecciona el sistema de capitalización individual.
No es una reforma completa e integral, pero es un alivio en el presente y en el futuro para muchos jubilados, que cuando cumplen los sesenta o los sesenta y cinco años, en el caso de las mujeres y de los hombres, respectivamente, ven cómo se abre la puerta al camino de la pobreza.
Y, por tanto, entendiendo estos dramas humanos que viven muchas familias, no puedo dejar de decir que aquí hay una omisión que deberá repararse, porque no se observa en el proyecto una sanción especial para aquellos empleadores que no otorguen reajustes remuneracionales con el fin de eludir el pago gradual de las cotizaciones. Queda abierta la posibilidad de que se use mal y lleve a una rebaja de sueldos, o que, simplemente, no se apliquen los reajustes cuando no estén pactados en sus contratos de trabajo. Hay que poner atajo a estas malas prácticas y evitar que finalmente todo este incremento lo terminen pagando las y los trabajadores.
Si bien, como lo he señalado, el proyecto que votamos hoy no es una reforma al sistema de pensiones, tampoco elimina las AFP, sino que, por el contrario, complementa y perfecciona el sistema de capitalización individual, cuestión que -reitero- no comparto, no puedo desentenderme de que contiene un mejoramiento de las pensiones para el 70 por ciento de los jubilados, el cual, aunque sea escalonado en el tiempo e insuficiente, porque sus montos son muy bajos, es, por cierto, esperado por nuestros pensionados, por sus familias, y porque constituye un aporte del que no podemos privarlos o privarlas.
Por eso, anuncio mi voto a favor, Presidente .
Muchas gracias.
El señor GARCÍA (Presidente).-
A usted, senadora Yasna Provoste.
Ofrezco la palabra a la senadora Loreto Carvajal.
La señora CARVAJAL.-
Muchas gracias, Presidente.
No puedo comenzar esta intervención sin saludar y reconocer el inmenso trabajo, el esfuerzo constante y, yo diría, muy meritorio, no solo de los integrantes de ambas comisiones técnicas, sino también de los ministros de las carteras involucradas, particularmente la ministra Jara y el ministro Marcel , a quienes celebro su disposición, entereza y persistencia.
Me tocó los primeros días, siendo presidenta de la Comisión de Trabajo, recibir el proyecto que venía de la Cámara de Diputados, y la verdad es que, como se dice en buen chileno, la cosa no pintaba bien. Hubo acuerdos, insinuaciones y vocerías mediáticas que de pronto hacían decaer, en el sentido más profundo, y decir: "¿Saben qué? Parece que aquí no vamos a llegar a ninguna parte".
Esa persistencia nos lleva al día de hoy, que es histórico, no solo por los que estamos acá (probablemente, este va a ser uno de los hitos más relevantes en la historia de nuestras carreras legislativas), sino porque contribuye de cierta manera a avanzar sobre un sistema previsional que garantice derechos sociales.
Han pasado años, pero quiero hacer referencia especial a los millones de trabajadores que han tenido como principal capital en sus vidas el trabajo -probablemente, ninguno de nosotros ha tenido esa experiencia-, el empleo, con una sola expectativa y sueño: llegar al momento de la jubilación y ver reflejado el fruto de ese esfuerzo en algo positivo, que proyecte alegría, que signifique derechamente descansar, sobre todo los más vulnerables o los más vulnerados que particularmente a mí me toca representar. Ellos no tienen el capital de la academia, los recursos para ir a un buen colegio y recibir una buena educación formal. Cuentan solamente con la posibilidad de su esfuerzo físico para contribuir a este país desde la mirada del trabajo, lo que a veces es mucho más difícil.
Este acuerdo, hay que decirlo muy francamente, no da para destapar champaña, no da para salir de la mano y decir: "Hemos logrado avanzar en un proyecto que, efectivamente, va a entregar un aporte importante a las personas y les permitirá descansar al término de su vida laboral".
Para ser sinceros, eso no va a ocurrir, como tampoco va a ocurrir que salgamos de acá satisfechos de todo lo que se ha logrado. El esfuerzo es malo, porque efectivamente hay cuestiones en que no se logró avanzar.
Y aquí también viene la connotación y el punto político que hacía el senador Huenchumilla hace algún rato. Esta discusión es más bien política, aunque se dé en el seno de un trabajo técnico, porque los intereses de cada sector no están en ningún minuto fuera de la discusión.
En ese contexto me sitúo para decir que hemos avanzado, hemos dado un paso significativo y técnico, porque de otra manera, objetivamente, tampoco se pueden aumentar los puntos de cotización, no habría capital que aguantara. Además, como ya se ha anunciado, nuestros colegas de la oposición no lo van a permitir. Entonces, de alguna manera hay que buscar respuestas.
Y para no entrar derechamente en todos los aspectos técnicos, hay un avance transversal que quiero destacar: de acuerdo a todos, hay que aumentar los puntos o el porcentaje de cotización, sin ninguna duda. Había que tener la entereza, la valentía de enfrentar este punto y ponerlo sobre la mesa como base.
Lo segundo, debemos terminar, como efectivamente aquí se ha señalado, con la discriminación brutal, histórica, que no solo tiene que ver con la capacidad o las competencias, sino con la posibilidad de las mujeres de insertarnos en el mundo formal del trabajo, cuestión que cada vez sale más a la luz, porque es compleja.
Es difícil no tener lagunas previsionales; es difícil abordar garantías o derechos sociales cuando muchas veces no tenemos la posibilidad -la historia así nos lo dice- de competir con igualdad de condiciones; ¡eso no es posible!
Hoy día se avanza efectivamente, y para muestra un botón: en el año 2023 había en nuestro país 1.630.000 pensionados por vejez del decreto ley 3.500, de los cuales un 53,6 por ciento eran mujeres.
Entre las pensiones de vejez, la mediana de la pensión alcanzó en diciembre del 2023 a 43.825 pesos. Esa es la media -un tercio-, y se ha dicho hasta el cansancio aquí, de lo que representan obviamente las pensiones de los hombres.
Muchas razones explican estos datos: la menor capacidad contributiva -por cierto-, la menor participación en el mundo del trabajo, el menor ingreso; multiplicidad de factores que nosotras conocemos bien y de los cuales nos hacemos cargo.
Hago un punto, porque las mujeres senadoras fuimos capaces de ponernos de acuerdo, como antaño, para influir en el mundo de la decisión política a través de la posibilidad de estar en estos escenarios, de estar en el Parlamento, de estar en el Senado.
Y fuimos capaces de decir: "¿Saben qué?, esperar trece años es demasiado, la injusticia se perpetúa y no podemos dejar a cientos de miles de mujeres afuera; reduzcamos los años de cotización de manera continua o discontinua a diez años".
Eso habíamos propuesto. En el proyecto original eran seis, y en el proyecto anterior del Presidente Piñera eran ocho. Lamentablemente, llegamos a diez, pero se incorpora a un número mayor de mujeres.
Quiero plantear un punto respecto a lo que aquí también se ha señalado: la autocrítica que debemos hacer como políticos, como legisladores en general, porque a veces, y se ha dicho también, los maximalismos terminan agobiando y, de cierta manera, destruyendo los mejores espíritus y, a lo mejor, hoy podríamos tener otro escenario.
Me refiero especialmente al proyecto del 2021, que se presentó en el Gobierno del Presidente Piñera, donde muchos de nosotros, los diputados PPD, también de la DC estuvimos de acuerdo; y que efectivamente generaba un escenario que era muy similar al que hoy día estamos viendo, pero también más beneficioso.
Creo que la capacidad de ponernos de acuerdo es importante y debemos entender que aspirar a los máximos a veces nos lleva a punto cero. Pienso que eso también hay que recogerlo con el mejor de los espíritus, con el respeto que se requiere en la discusión.
Y lo digo porque hoy día es evidente que esto nos motiva hacia adelante, así como a colegas parlamentarios, como nuestra senadora Paulina Vodanovic , que está aquí, en esta discusión, mientras vive una situación tan catastrófica de la vida, como también algunos de nosotros que nos encontramos con algunas dolencias, y estamos acá.
Porque entendemos que este momento no solo nos debe poner en el escenario de que, efectivamente, vamos a subir de alrededor del 17 al 34 por ciento las pensiones, como se ha señalado, de acuerdo a los años de la cotización, privilegiando a aquellos que han cotizado, y, por supuesto, aumentando y disminuyendo la brecha en el caso de las mujeres, sino que también de lo que viene hacia adelante. Y ahí quiero centrarme.
Yo creo que no es posible renunciar a que nuestros pensionados y pensionadas sigan viendo mejoradas sus pensiones. No podemos cerrarnos a esa discusión, tenemos que ser capaces de buscar todos los mecanismos para ello, vengan los gobiernos que vengan, pues necesitamos entender que incluso en el día de hoy, mejorando y aspirando tal vez a una pensión media de 470 mil, 530 mil pesos, nadie vive con eso.
Pienso que ese es el objetivo final, a lo mejor, de este espacio político.
Tomar la decisión de cerrar cualquier puerta, de poner diez cerrojos para decir: "No vamos a tocar a las AFP, no vamos a discutir más sobre este tema porque genera inestabilidad", sería de una injusticia y de una miopía que no resiste análisis.
Quisiera terminar diciendo que no cabe duda de que estoy de acuerdo con este proyecto, que tenemos que avanzar más y más rápido, como ha dicho el Presidente Boric , pero que no debemos renunciar a buscar todos los mecanismos, tal como queda demostrado el día de hoy, para avanzar de verdad hacia esas pensiones dignas que les permitan a las personas más humildes del país, más vulnerables, que no tuvieron oportunidad, o que teniéndola, a los sesenta y cinco años no ven la posibilidad de vivir la tercera o cuarta etapa de su vida de una manera digna.
A eso es lo que yo los convoco, queridos colegas, más allá de, por supuesto, reconocer este trabajo.
Pero tal vez mi llamado, vuelvo a insistir, es a no renunciar jamás a entender que hoy día nuestro país nos elige y nos pone en estos escenarios para mejorar la vida de las personas, para hacer que las discriminaciones y las diferencias vayan en disminución.
Más allá de la calculadora económica, más allá de la injerencia de la administración privada, hoy día también hay que abordar esta materia de manera diferenciada y, como mucho se ha dicho acá, tampoco voy a renunciar a que terminemos con este sistema injusto de las AFP, que no contribuye a ese objetivo.
Solo eso.
Anuncio, por cierto, Presidente, mi voto a favor, y espero que los chilenos y las chilenas que nos siguen, y los pensionados especialmente, no se detengan en esta discusión, sino que sigan valorando la política en la medida que somos capaces de llegar a acuerdos grandes por Chile y por su gente.
Muchas gracias, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
A usted, senadora Loreto Carvajal.
Tiene la palabra el senador Felipe Kast.
El señor KAST.-
Gracias, Presidente.
Sinceramente, más allá de que hemos tenido un debate largo, quisiera decir que compartimos la idea de que el sistema de capitalización individual fue, probablemente, de las mejores decisiones que se han tomado en materia de pensiones hace muchos años, a pesar de que fue insuficiente, ya que se fijó un 10 por ciento. En esa época, en la década de los ochenta, cuando se hizo el sistema, la esperanza de vida era de setenta años. Por lo tanto, cuando uno se jubilaba, tenía cinco años adicionales para mantenerse con los ahorros de pensiones.
Hoy día, esa esperanza de vida es de diez años más. Por lo tanto, estamos hablando de ochenta años. En consecuencia, son quince años adicionales en los que hay que mantenerse.
Entonces, ¿por qué alguien que cree que la capitalización individual es una buena forma de organizar las pensiones, hoy día votaría en contra? Esa es la pregunta que uno se tiene que hacer.
Yo puedo entender, y acabo de escuchar a la senadora Provoste -le agradezco su honestidad- que dice: "Mire, yo esperaba que se terminaran la AFP, que se terminara el sistema individual y que nos hubiéramos movido a un sistema distinto". Y es legítimo, es parte de la democracia y hay muchas personas que lo han planteado por mucho tiempo.
Y eso es justamente lo contrario de lo que ocurre aquí. Con esto, efectivamente, las AFP van a pasar de administrar un 10 por ciento, a un 14,5 por ciento, directamente, más un 1,5 por ciento que será administrado por un fondo con la misma gobernanza que el Banco Central.
Habrá un 16 por ciento de ahorro en cuentas de los trabajadores en un cien por ciento.
Entonces, uno se hace la pregunta: ¿qué hace que alguien que cree en estas ideas vote en contra?
Veamos algunos de los argumentos.
Algunos dicen: "No, es que esto es un reparto". Bueno, ya lo hemos explicado muchas veces: no lo es. Un reparto es un impuesto al trabajo, donde efectivamente hay un "manotazo" a tus ahorros. Eso es justamente lo opuesto a lo que ocurre aquí.
Alguien podrá señalar: "No, es que es una expropiación". ¿Expropiación de qué? Si justamente estamos ratificando que aquí todo tiene una seguridad total, porque además de establecerse una gobernanza muy seria, existe una documentación legal, por lo que, incluso, cualquier persona podría demandar al Estado si es que esos recursos se llegaran a tocar alguna vez.
Después uno dice: "Bueno, ¿mejora las pensiones?" También mejora las pensiones.
¿Mejora la PGU? También mejora la PGU.
¿Ayuda a las mujeres? También ayuda a las mujeres.
Tal vez algunos estarán en contra, porque hay menos competencia. Y parece que hay más competencia, se licitan los stocks, se van a bajar las comisiones, se cambian fondos generacionales que, además, van a permitir mayor rentabilidad; porque, como ustedes saben, un buen sistema de pensiones debe tener competencia, ahorro individual. ¿Saben lo que les pasó a los países que no hicieron esta reforma de capitalización individual? Cuando les cambió la demografía se vieron en problemas. Porque antiguamente había muchos jóvenes y pocos adultos mayores y, claro, el sistema de reparto no parecía tan mala idea, ya que, entre muchos, con una tasa muy baja de ese impuesto al trabajo, les financiaban las pensiones a muy pocos, que eran adultos mayores.
Hoy día es justamente lo contrario, y por suerte Chile se anticipó a eso en los años ochenta, cosa que no hicieron muchos otros países, y tienen un problema tremendo de poder cambiarse a un sistema de ahorro individual. No pueden hacer la transición, es muy difícil.
Nosotros ya la hicimos.
Si el problema es que esta reforma, como bien decía el senador Coloma , la deberíamos haber hecho hace veinte años, porque ya conocíamos los parámetros, y no tomamos las medidas a tiempo para poder anticiparnos; y hoy día lo estamos haciendo.
Yo quiero felicitar el tono del debate que se tuvo primero en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y después, en la Comisión de Hacienda. Porque, al final, ¿saben lo que primó? Primó el debate de políticas públicas serias.
Y lo que estoy viendo es que los extremos, que se oponen a esta reforma, son a los que no les importa el diseño de las políticas públicas. A los extremos simplemente les importa la pelea de trinchera.
¿Les importa a algunos? Dicen: "El motivo por el cual no pueden aprobarlo ustedes, señores de derecha, es porque está gobernando el Presidente Boric . Entonces, me da lo mismo la discusión técnica, me da lo mismo si esta cuestión está bien diseñada o no. ¡Simplemente no puedo votar a favor, porque está gobernando el Presidente Boric y va a poder decir que esta reforma se hizo durante su Gobierno!"
Eso es mezquindad. Eso realmente es mala política.
Y peor aún. Esas mismas personas mienten para justificar por qué votan en contra y te empiezan a inventar que esto es reparto y una serie de cosas que saben que son mentiras.
Entonces, quiero pedirles a todos los colegas que, pese a la presión de las redes sociales y a que muchas veces es difícil explicar tanto detalle (más de novecientas páginas), mantengan sus convicciones de votar a favor de una buena política pública, porque eso es lo que estamos haciendo hoy día.
Y de eso, al final, se trata la política.
Incluso algunos de los que en su minuto sucumbieron a la tentación de votar a favor de los retiros, que era muy popular pero que afectó al crecimiento económico y las pensiones, hoy día salen diciendo: "¡No! Yo voto en contra".
Y muchos de ellos, que son responsables de haber erosionado las pensiones, hoy día dicen: "Tengo que cuidar la capitalización individual. Por lo tanto, no puedo ni siquiera permitir que haya un 1,5 por ciento de préstamo".
Además, uno se podrá preguntar: "Bueno, ¿este proyecto ayuda al crecimiento económico?". Resulta que también ayuda al crecimiento económico.
Es verdad que aumentar cualquier tipo de ahorro adicional tiene efectos en el mercado laboral, ¡nadie lo niega!
Por definición, cuando uno quiere aumentar el ahorro para obtener más cotizaciones -subimos de 10 a 16 por ciento, y parece que nadie dudaba de esa idea-, ¡siempre va a haber un costo laboral!
Se hizo algo en este proyecto para tratar de aminorar ese costo laboral, porque sabemos que el aumento del ahorro va a incrementar la inversión; y sabemos que cuando hay más inversión en el país aumenta el mercado de capitales y que, cuando pasa eso, hay crecimiento económico.
Todos sabemos que al incrementar el ahorro aumenta el crecimiento económico.
Y también sabemos que aumentar las cotizaciones te puede generar un costo laboral mayor para los emprendedores. ¿Y saben lo que hace este proyecto? También se preocupa de las pymes y, por eso, propone un beneficio tributario.
Y no solo eso.
Cuando nos dimos cuenta de que las licencias médicas podrían ser un costo adicional para las pymes, dijimos: "¿Sabe qué? Las pymes no tienen que enfrentar esas licencias médicas".
Entonces, esta iniciativa mejora la inversión, mejora el ahorro. Vamos a tener más crecimiento económico y mayor competencia. Se ayuda a las mujeres, no es reparto, no hay expropiación, hay más ahorro y, lo más importante, hay mejores pensiones.
Por eso quiero decirles que estoy muy contento.
Porque a pesar de que tenemos un sistema político atomizado, con muchos partidos políticos -yo espero que cambie y que tengamos uno distinto, con más posibilidades de construir acuerdos-, el hecho de que se haya llegado a un acuerdo de esta magnitud en el Senado habla bien de la política.
Y nos tenemos que sentir orgullosos.
Espero que la Cámara de Diputados siga esta senda de construir acuerdos, porque a todos nos dignifica.
Y, sobre todo, debemos estar orgullosos porque aquí hay una política pública bien diseñada, donde los técnicos, que muchas veces han sido denostados, hicieron una pega notable.
La mejor política, la más potente, es cuando se mezcla un buen diseño de política pública hecha por los técnicos con una buena política hecha al momento de votar, al momento de avanzar, sabiendo que hay costos.
Felicito a todos los actores; a la Comisión de Trabajo, a su secretaría, a los asesores; a la Comisión de Hacienda y también a los ministros y subsecretarios que participaron en este proyecto, porque todos estuvieron a la altura en momentos difíciles, con mucha paciencia y mucho esfuerzo, pero eso es lo que finalmente vale la pena en la política.
Estos son los momentos en que uno dice: "¿Sabe qué? Vale la pena todo ese esfuerzo y esa perseverancia para cambiar la realidad del país".
Voto a favor, Presidente .
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senador Felipe Kast.
Ofrezco la palabra al senador don Daniel Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Gracias, Presidente.
Ha habido un debate con muchos argumentos, se ha hablado harto del realismo, pero creo que tal vez sería bueno que sinceremos y reconozcamos la primera realidad que nos tiene dando esta discusión, porque cuesta decirla.
Ha costado escuchar acá, con convicción, una realidad: ¡el sistema de AFP, impuesto hace cuarenta y cinco años, ha fracasado! Y por eso estamos en esta discusión.
Podemos dar argumentos, podemos inventar distintas situaciones, pero esa es la realidad: Chile no aguanta, no puede seguir con este sistema de pensiones basado en las AFP, que está generando miseria en los jubilados y las jubiladas.
Quienes tenemos la absoluta convicción de esa realidad y estuvimos dispuestos a enfrentarla, nos jugamos por un cambio profundo, un cambio total y radical a ese sistema, buscando uno de verdadera seguridad social.
Y una parte de esa apuesta estuvo en juego en el primer proceso constitucional, donde fuimos derrotados. Ahí se cerró una puerta para hacer cambios mucho más profundos que los que estamos hoy día discutiendo en esta sala.
Los que queremos cambios más profundos, reformas estructurales a este sistema, tenemos también que asumir una situación que es parte del juego democrático. No basta la voluntad de hacer los cambios; se requiere la correlación de fuerzas, como decimos los marxistas; se requiere tener los votos en la Cámara y en el Senado.
Y, Presidente, en esa situación nos encontramos.
No tenemos nosotros los votos para hacer cambios y reformas estructurales al sistema de AFP como quisiéramos, y generar un verdadero sistema de seguridad social. Y frente a esa situación tenemos que actuar y reaccionar.
¿Qué hacemos? ¿Nos inmovilizamos? ¿Negamos la situación que está viviendo aquella gente que no puede llegar a fin de mes o, derechamente, la de aquellos jubilados que no pueden comprar todos los alimentos que requieren? Porque uno los ve en la calle vendiendo Súper 8 o gomitas de menta.
¡Así los hemos visto!
¡Caballeros con bastón, que apenas pueden caminar, Presidente , vendiendo gomitas! ¿Por qué? Porque no pueden llegar a fin de mes con la pensión que tienen.
Y, por supuesto, frente a eso tenemos que reaccionar. Es nuestro deber ético.
Creo que, desde ese punto de vista, la reforma que estamos votando hoy día en la sala del Senado por supuesto que genera cambios. Todos lo han dicho.
Pueden mejorar las pensiones entre 70 mil, incluso 140 o 150 mil pesos, según dicen algunos. ¡Un gran cambio! Probablemente, a alguien que tiene un salario alto esto le puede parecer poco, pero realmente es un gran cambio.
Otro tema que tampoco podemos desconocer y del cual debemos hacernos cargo: esta reforma enfrenta la injusta discriminación que viven las mujeres.
No puede ser que hoy día quienes tienen los mismos años de cotizaciones enfrenten diferencias tan grandes en la pensión que van a recibir. Esta reforma contiene muchas medidas que benefician a las mujeres, y eso es un gran punto a favor.
Bueno, acá dicen: "No terminamos con las AFP". Es cierto. Pero sí comparto lo que le escuché decir al ministro de Hacienda: "Se termina con el sistema de las AFP".
¿Terminamos con el sistema de las AFP? Sí, porque estamos introduciendo un nuevo actor: un seguro social que constituye un sistema mixto, donde participan los privados, pero también un actor público con un rol que no existía antes de esta discusión y de esta votación.
Y también hay que señalar -¡por qué no!- que esta reforma previsional termina con algunos de los abusos más emblemáticos de las AFP.
Con esta reforma van a bajar las comisiones. Las AFP no van a poder hacer los cobros abusivos, porque la licitación de los stocks las va a obligar a bajarlos y les pone límites, trabas.
Otro punto importante: se crean los fondos generacionales.
Aquí ya se ha dicho que las pérdidas que enfrentan trabajadores y trabajadoras, por los famosos multifondos, son enormes, son brutales. Y ese es otro de los abusos al que con esta reforma se les está poniendo fin.
Pero también hay que hacerse cargo de otras injusticias.
Valoro enormemente que ahora, aprobada esta reforma, la PGU se va a poder sumar, íntegra y completa, a todas aquellas personas beneficiarias del Informe Valech, del Informe Rettig o que fueron exonerados políticos de la dictadura. Y todos aquellos que tengan una pensión menor a 700 mil pesos van a poder recibir completamente los futuros 250 mil pesos de la PGU.
Y obviamente eso es un avance.
Por supuesto, esta reforma no contempla todo lo que quisiéramos. Por supuesto, tiene limitaciones y no podemos desconocer que contiene aspectos en los cuales se avanzó de manera insuficiente.
Nos hubiese gustado una reforma con mayor cotización del empleador al seguro social para que, por esa vía, hubiésemos podido tener cifras de aumento y de mejoramiento para las pensiones.
Hubiésemos querido, sin duda, un inversor público.
¿Por qué se le niega al Estado la posibilidad de participar con un inversor público en algo tan importante como son las inversiones o los activos, en los cuales se van a mover los dineros de las trabajadoras y los trabajadores?
Y también hay un tema que aún resulta inexplicable.
¿Por qué se niega a los trabajadores y las trabajadoras la posibilidad de elegir en qué institución quieren hacer el pago de sus cotizaciones? ¿Por qué no se puede crear una entidad pública donde la gente pueda depositar su cotización?
Son avances, pero hay temas que quedaron pendientes y, probablemente, vamos a tener que realizar un debate más a fondo.
Por lo tanto, Presidente, yo votaré a favor de esta reforma, porque es un avance y porque forma parte de un proceso de transformación que continúa en desarrollo.
Es por eso que anuncio que los comunistas seguiremos luchando para terminar con las nefastas AFP, impuestas a sangre y fuego por la dictadura.
Finalmente, quiero saludar a todas las autoridades de Gobierno aquí presentes. Y permítanme dar un saludo especial a la militante de mi partido, el Partido Comunista, la ministra Jeannette Jara .
Su liderazgo, ministra, fue fundamental. Su tenacidad ha sido clave para sacar adelante esta reforma, una reforma que permitirá mejorar ahora las pensiones, que crea un seguro social y que termina con algunos de los abusos más emblemáticos de las AFP.
Muchas gracias, Presidente .
He dicho.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senador Daniel Núñez.
Ofrezco la palabra al senador don Francisco Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
Señor Presidente, Honorable Sala, esta es una buena reforma para Chile.
Después de cuatro décadas de vigencia y de varios intentos fallidos en distintas administraciones, hoy por fin hemos logrado concordar un proyecto de ley que reforma el sistema previsional de nuestro país.
¡Sí!, esta reforma se da en un escenario complejo, un escenario donde ha aumentado la informalidad, donde tenemos un envejecimiento del envejecimiento, donde hay bajo crecimiento y donde se observa un debilitamiento del mercado de capitales.
Pero, ¡sí!, desde Chile Vamos nos jugamos por una reforma previsional, porque estamos revalidando la política como un instrumento al servicio de las personas. Estamos dejando atrás a aquellos que usan la política como una trinchera tan solo ideológica, o a los que utilizan este mismo hemiciclo para hablarles a sus electorados.
¡No!
Nosotros creemos, sin lugar a dudas, que es muy importante y muy relevante preocuparnos de fortalecer, por una parte, el pilar solidario. ¡Sí, el mismo sector! ¡Sí, Chile Vamos!, con su ex Presidente Sebastián Piñera , que insistió en la pensión garantizada universal y que siguió el camino de la Presidenta Bachelet , estableciendo un piso ético para las pensiones.
Y fue el Presidente Piñera el que sacó adelante la pensión garantizada universal, que hoy día estamos subiendo.
Estamos sacando adelante también algo que es un avance histórico para los pensionados de Capredena y Dipreca, que reciben pensiones incluso inferiores a la pensión garantizada universal.
Eso habla efectivamente de cómo logramos profundizar un pilar solidario.
Pero además era un pilar contributivo que requería mejoras. Fue así como en su momento nuestro Gobierno, el Gobierno del Presidente Piñera, planteó una reforma para Chile, la que estuvo en segundo trámite constitucional durante largo tiempo en la Comisión de Hacienda sin trámite, ¡sin trámite!
Algunos planteaban incluso que habrían querido aprobar esa reforma en su momento.
Pero, bueno, así fue.
Hoy día no me cabe la menor duda de que, a pesar de las fake news que están circulando en redes sociales, fueron nuestros senadores que estuvieron en las comisiones técnicas -y quiero felicitar no solamente a los nuestros, sino también a los de enfrente- quienes lograron este gran acuerdo para Chile. ¡Porque efectivamente defendieron la propiedad de los fondos de los trabajadores chilenos!
Esa fue una materia que conversamos inicialmente con la ministra Jara -por su intermedio, Presidente-, cuando me tocó ser presidente de partido, el que después siguió bajo el mandato de Rodrigo Galilea. Era un tema intransable para nosotros defender la propiedad de los fondos previsionales.
¡Y logramos finalmente que eso quedara consagrado! Porque acá no hay, como algunos señalan, reparto; hay definitivamente defensa de la propiedad de los fondos de pensiones de los trabajadores chilenos.
También hemos avanzado en temas que dicen relación con lograr establecer un sistema mixto, donde no solamente los trabajadores y los empleadores, sino también el Estado, va a contribuir a mejorar las pensiones de los chilenos.
¿Qué cosas, ministra -por su intermedio, Presidente-, nos habría gustado que se aprobara, y de lo cual hablamos largamente?
Me habría gustado que hubiésemos avanzado en el seguro de longevidad, con un recálculo de las pensiones a los 88 años. Eso habría permitido sacar adelante mejores pensiones para muchas personas que hoy día van a seguir esperando y que quedarán con una serie de expectativas que finalmente no se van a resolver.
O también nos habría gustado, ministra -por su intermedio, Presidente -, que hubiese un incentivo para renunciar voluntariamente a la edad de jubilar, como lo estableció en su programa de Gobierno el Presidente Piñera, basado en el sistema alemán. Esa propuesta significaba que, si los pensionados renuncian voluntariamente a la edad de jubilar, lo que conseguían era disponer libremente de las pensiones logradas durante el período posterior y, adicionalmente, que el Estado los premiara con un 0,8 por ciento adicional en sus pensiones.
Eso me habría gustado, aunque sé que se recoge parcialmente.
Temas en que se avanza.
Por supuesto, se termina con la discriminación entre hombres y mujeres. Esta compensación va a beneficiar a 900 mil mujeres chilenas -¡900 mil mujeres chilenas!- que hoy día tienen peores pensiones que los hombres. Ellas van a ver los frutos de esa compensación.
Respecto a los futuros pensionados, 950 mil cotizantes van a demostrar que las fake news de los populismos irresponsables de las derechas se están haciendo para desacreditar este acuerdo.
Y les quiero señalar que esas 950 mil personas, que se van a pensionar en los próximos cinco años, van a poder disponer de los recursos de este préstamo, que no es nada más ni nada menos que el bono de reconocimiento que, en su momento, se ha entregado a todos y cada uno de los trabajadores chilenos.
Establecer una garantía estatal para aquello nos parece que fue una medida razonable.
Está también el estímulo al ahorro individual, y a mí me habría gustado, ministra -por su intermedio, Presidente -, también el ahorro colectivo. Porque acá, dentro del sistema de ahorro previsional voluntario, lo que no ha logrado finalmente calar es el acuerdo entre los sindicatos y el empleador para establecer mecanismos tendientes a incentivar el ahorro colectivo en las empresas.
Esa también podría haber sido una alternativa para lograr en definitiva valorizar el ahorro.
Por otra parte, se va a fortalecer el mercado de capitales. No me cabe la menor duda de que esta reforma va a permitir que el país logre entrar en una senda de crecimiento económico, porque se fortalecerá el mercado de capitales.
Quiero agradecer el tremendo esfuerzo de los senadores de las Comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Hacienda, por ejemplo, en materia de pymes, donde se establece un beneficio tributario y se determina que el IPS y las isapres serán las entidades que deberán cotizar en caso de licencia.
Y nos estamos haciendo cargo, junto con los senadores de la Comisión de Salud, de otro proyecto que aborda el problema del otorgamiento de licencias falsas y fraudulentas. Los cinco senadores de la Comisión de Salud hemos actuado de consuno para terminar con esos abusos en nuestro país.
No me cabe la menor duda de que establecer fondos generacionales terminará con la especulación que ha habido fundamentalmente en los actuales sistemas de fondos y con las posibilidades de cambio que permitían a las empresas lucrar o especular con las alzas.
Por último, esto también va en la dirección de establecer un plan nacional de formalización.
Y queremos también invitar al Gobierno a eso, porque este proyecto va en la línea de incentivar la formalización del trabajo. Lamentablemente, hoy día tenemos un alza, yo diría, grave, gravitante, desde el punto de vista de la informalidad y precarización del trabajo, que también significa efectos muy complejos.
Ahora, Presidente , ¿qué se requiere para poder avanzar en esta dirección? Sostenibilidad fiscal.
Y por eso también se necesita romper las cadenas de aquellos que inicialmente estaban dispuestos a renunciar a puntos de crecimiento económico. Hay que volver a crecer, ¡hay que volver a crecer!
Por supuesto que este proyecto ayudará, porque, como se decía, va a fortalecer el mercado de capitales. Pero se requiere avanzar con urgencia en aquellos proyectos de permisología ambiental, que estamos analizando en la Comisión de Medio Ambiente, y en los proyectos de permisología administrativa, que están avanzando en la Comisión de Economía.
Finalmente, quiero señalar que no me cabe la menor duda de que esta es una buena política pública, una buena reforma.
Hemos defendido la propiedad de los fondos por parte de los trabajadores chilenos; hemos logrado crear una nueva institucionalidad que va a aumentar la competencia en la administración de los fondos de pensiones, y hemos conseguido indexar los recursos de nuestros trabajadores al crecimiento que van a experimentar también esos fondos.
Por lo tanto, no me cabe la menor duda de que Chile hoy día revaloriza este Senado, revaloriza la política como instrumento al servicio de las personas, logra finalmente entender que el anclaje ideológico no contribuye en nada.
Al respecto, quiero señalar que este mismo sector, el que representó al Presidente Piñera , el que luchó por un posnatal de seis meses, el que luchó por una pensión garantizada universal, el que quiso una reforma previsional, hoy día dice ¡que sí a la reforma al sistema de pensiones!
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senador Francisco Chahuán.
Ofrezco la palabra al senador Juan Antonio Coloma, quien es el último inscrito.
(Aplausos en la sala).
El señor COLOMA.-
Gracias, Presidente.
Quisiera hacer primero una reflexión política.
Hace poco más de un año, cuando me tocó asumir la presidencia del Senado , planteé la necesidad de llegar a un acuerdo en proyectos de ley que enfrentaran la situación de inseguridad que se vive el país. Propuse que treinta y una normativas que llevaban pendientes muchos años en el Congreso tuvieran un tiempo para su discusión, pero también un tiempo para su resolución.
Sentía que, por lejos -y lo sigue siendo-, el problema más grave de Chile era la inseguridad, y entendía que el Congreso tenía un rol insustituible: representar a las grandes mayorías no solo para denunciar los problemas, sino también para resolverlos.
De esas iniciativas, veintiséis fueron aprobadas. Algunas llevaban una década pendientes, como el proyecto de ley sobre usurpaciones. Presidente , usted lo dijo el otro día: en un año han bajado en 55 por ciento las usurpaciones en Chile por esta ley, de cuyo proyecto usted fue uno de sus autores.
También me parecía fundamental retomar el rol de Carabineros con el proyecto de Ley Nain-Retamal, para devolver la capacidad de la legítima defensa de quienes ejercieran los cargos en favor de la ley, y normativas que espero nos permitan volver al sentido de ser un país seguro y tranquilo, lo cual es muy clave.
¿Por qué digo esto, Presidente? Porque una de las cosas que más me sorprendieron cuando hice ese planteamiento fueron algunas voces que me criticaron solamente por tratar de llegar a un acuerdo.
Entonces, quiero hacer la siguiente reflexión: ¿Desde cuándo en Chile el desacuerdo es un valor en sí mismo?
Yo soy parte de una generación, que varios comparten, que unánimemente expresó en el Senado, con una declaración hecha después de los cincuenta años del 11 de septiembre, que teníamos que ser un escenario donde nunca más se pusieran las causas, más allá de lo que uno entendiera que pudiera ocurrir en ese escenario.
Eso suponía cuidar la democracia, cuidar el lenguaje, cuidar la forma de comprendernos; la existencia de espacios para la discrepancia y también para el entendimiento.
Yo probablemente he votado muchas más veces en contra que a favor, y lo he hecho con convicción. Pero nunca he tenido el temor y jamás me ha faltado el coraje para entenderme cuando fuera necesario.
Porque esto es lo que nos piden los ciudadanos: a veces, con convicción, enfrentar lo que uno cree está mal diseñado; a veces, con la misma convicción, tener la vocación de hacer un país entre todos. Porque la democracia es eso. Al final, es un sistema de Gobierno que está motivado y convocado para representar la diversidad y buscar los espacios para entendernos, no para enfrentarnos para siempre.
Digo esto porque algo parecido también he visto en este debate, donde parece que algunos creen que el pecado básico es no respetar la lógica del desacuerdo. Yo no creo que ese sea el camino correcto para Chile.
Con la misma convicción con que voté contra el cambio del sistema político, que espero pueda revertirse, o contra el cambio educacional, no tuve ningún temor de votar a favor de todos y cada uno de los proyectos de ley sobre seguridad, más allá de quién los planteó o del Gobierno que estuviera de turno. Porque hay temas que nos corresponden a todos.
Ahora estamos en otra cuestión que probablemente no tiene la urgencia y no produce la angustia de la inseguridad, que sigue siendo por lejos el principal problema de Chile. Asumo que probablemente el número dos es la falta de crecimiento en nuestro país, que genera dificultades en la capacidad de desarrollarse de los pueblos.
Pero aquí, obviamente, hay una iniciativa de la cual había que hacerse cargo hace veinte años.
Voy a corregir respetuosamente a algunos de los que me antecedieron en el uso de la palabra. Acá no hay fracaso de un sistema, ¡para nada! Tampoco hay una lógica de volver a esquemas de reparto, ¡para nada! Y mucho menos existe la lógica de hacer explotar un esquema, ¡para nada! Aquí debemos asumir una realidad: que la longevidad cambió en nuestro país, y que hoy día no es legítimo tener el mismo sistema de ahorro del 10 por ciento con una ciudadanía y un país cuyo aumento de longevidad ha cambiado en 50 por ciento.
Tal es el sentido de este proyecto: primero subir las pensiones, y lo expliqué en la mañana. Esto permite, por ejemplo, elevar la pensión de 350 mil pesos a 560 mil, aumentando del 10 al 16 por ciento. Leí todos los programas presidenciales que hubo en la última elección. Todos, menos uno, propusieron subir la cotización individual. ¿La diferencia era de cuánto? Del 4 al 8 por ciento. Pero al final, 6 por ciento me parece una cifra superrazonable que va a permitir cambiar las pensiones en Chile para bien, haciéndose cargo precisamente de fortalecer la capitalización individual, que es una palanca de desarrollo si uno quiere defender la propiedad privada y la libertad de las personas.
Eso para mí es un activo, no un pasivo.
También permite hacerse cargo de avanzar en algo que considero justo, y sé que en esto es en lo que hay menos consenso: a igualdad de edad y de ahorro de hombres y mujeres debe haber la misma pensión. Sé que no todos están de acuerdo con esto, pero creo que de repente hay que dar ciertos pasos si uno tiene el convencimiento de que esa es una forma de crear una sociedad más justa.
En tercer lugar, está el premiar el ahorro.
Todos los programas que he leído dicen que hay que aumentar el ahorro, porque la gente está reventada por lo que ocurrió en función de los retiros durante la pandemia y porque es fundamental retomar el mercado de capitales y generar un premio a las personas que han ahorrado.
Ello estaba en casi todos los programas de Gobierno, los acabo de leer. Aquí se plantea ese premio, se estimula para que todos entiendan que si ahorran más van a tener también un premio, veinte años para los hombres y diez para las mujeres, debiendo pasar a quince en determinado momento.
Además, se plantea aumentar la PGU a 250 mil pesos, con responsabilidad fiscal. Algunos de los detractores más duros propusieron el año 2022 -y el ministro podrá acordarse- subir la PGU a 250 mil pesos por indicación parlamentaria, sin ningún estudio acerca de la sostenibilidad fiscal de ello.
Aquí se hace con tiempo, como se deben llevar a cabo las cosas; con proyección, ¡y se parte por los mayores! Es verdad que se incorporan otros beneficiarios.
Quiero destacar, porque me fueron a ver, a las montepiadas de Dipreca y de Capredena, que nunca habían tenido la posibilidad de optar a este beneficio y que hoy día son parte relevante de esta acción.
Asimismo, se propone mejorar la competencia de las administradoras.
Yo acepto que aquí hay discusiones de todo tipo. Algunos sostenían que había que tener AFP estatal, entre los cuales estaba Libertad y Desarrollo; otros sostenían que debía haber una diferencia respecto de la industria. Muchos detractores sostienen aquello.
Nosotros optamos por una fórmula distinta: por una lógica de licitación de stock que permita la competencia, bajar las comisiones y generar incentivos a través de un nuevo uso del encaje de una mayor rentabilidad.
En eso consiste esta reforma; no es otra cosa.
Creo que cuando uno avanza en algo de esta naturaleza, los ánimos refundacionales también son distintos. Porque el sistema mismo va a demostrar que, en la medida que uno mejora las pensiones, que uno se hace cargo de las injusticias, que uno premia el ahorro, que uno genera espacios para que la PGU, que beneficia más, sea más consistente, se trata de una forma de hacer un país mejor y más estable.
Además, creo que una de las cosas importantes es legitimar las instituciones. Y esto ayuda a ello, tal como, paradójicamente, el doble plebiscito constitucional legitimó la Constitución que hoy día nos rige. También es una manera de dar legitimidad. Necesitamos más certezas en nuestro país. No podemos vivir en un mundo de dudas permanentes. Tenemos que tratar de generar instituciones que duren en el tiempo. Porque vendrán otros gobiernos, por lo que es muy relevante que tengan una base para hacer eso: volver a crecer, recuperar la seguridad, entender que este es un país del cual todos nos tenemos que sentir orgullosos. Volver quizás a ese período que a algunos no les gusta, de las tres o cuatro décadas de crecimiento en Chile.
Para mí eso es lo que me motiva a este tipo de reformas.
He dicho, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchísimas gracias, senador Coloma.
No tenemos más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban en general y en particular todas aquellas normas que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, las enmiendas acordadas por unanimidad y las normas que no han sido objeto de solicitud de votación separada (40 votos a favor y 7 en contra), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste, Sepúlveda y Vodanovic y los señores Araya, Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Espinoza, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Keitel, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Soria, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron por la negativa las señoras Aravena y Gatica y los señores Durana, Edwards, Kusanovic, Kuschel y Pugh.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Por haberse logrado el quorum constitucional respectivo, el Senado aprueba el proyecto de ley que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la pensión garantizada universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias que indica.
Quedan, asimismo, aprobadas todas aquellas normas que no fueron objeto de solicitudes de votación separada.
Señor Secretario , continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Gracias, señor Presidente .
Corresponde ahora someter a consideración de la Sala y votar todas aquellas normas respecto de las cuales se presentaron indicaciones y solicitudes de votación separada, que totalizarían más de sesenta, y, en consecuencia, habría similar número de votaciones.
Sin embargo, el Ejecutivo nos hizo llegar una propuesta de agrupación por temas similares que está consensuada con todas las senadoras y con todos los senadores que solicitaron estas votaciones, señoras Aravena , Provoste , Gatica y Rincón y señores Kusanovic , Castro Prieto , Edwards , Kuschel y Sandoval .
En consecuencia, correspondería efectuar, en principio, quince votaciones siguiendo estas agrupaciones, en el respectivo orden en que figuran en el proyecto. Eventualmente pueden ser catorce, por cuanto hay dos solicitudes de votación separada que corresponderían a normas relativas a la PGU y a la reforma previsional original, que son espejo una de la otra, de modo tal que se refieren a materias similares y podrían también votarse en conjunto, que corresponderían al artículo 68 y al artículo 69.
En tal sentido, habría que iniciar la votación, conforme al orden del proyecto, con el artículo 1, que comprendería la solicitud de votación separada del senador señor Kusanovic de todo ese artículo (página 1 del comparado); la solicitud de votación separada de la senadora señora Aravena , del literal b) del numeral 1), que se halla en la página 3 del comparado; y la solicitud del senador señor Castro Prieto para eliminar en el numeral 1 las expresiones "sin perjuicio de lo" hasta el final del literal b), y de la senadora señora Aravena , que es la votación separada del artículo 1, numeral 2), que también figura en la página 3 del comparado.
Correspondería pronunciarse respecto de todas esas solicitudes en esta primera votación.
El señor GARCÍA (Presidente).-
La propuesta de la Mesa es que le demos dos minutos a quien desee fundamentar la solicitud de votación...
(Las senadoras y los senadores se manifiestan en contra de la propuesta del Presidente ).
El señor OSSANDÓN.-
¡No!
¡Nada!
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¡Perdón!
Entiendo que ya es tarde y que estamos todos cansados; pero, por favor, escuchen la propuesta.
Se propone que sean dos minutos para quien desee fundamentar a favor; dos minutos para alguien que opine en sentido contrario, y también ofrecerle dos minutos al Ejecutivo cuando sea necesario y quiera referirse a la materia.
(Las senadoras y los senadores nuevamente se manifiestan en contra de la propuesta del Presidente )
Senadoras, senadores, de manera contraria, vamos a demorar más todavía, porque eso va a significar que se empezará a pedir la palabra para que se indique de manera más concreta de qué se trata la votación.
Es mucho mejor que operemos de la forma planteada.
Así se acuerda.
El señor OSSANDÓN.-
¡Bien, Presidente!
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Ofrecemos la palabra a quien desee fundar la solicitud de votación separada en el artículo 1.
Senadora Carmen Gloria Aravena, por dos minutos.
La señora ARAVENA.-
Más breve, Presidente .
Solicité la palabra solamente para hacer el punto respecto del 1,5 por ciento de la remuneración imponible del trabajador o trabajadora afiliada y volver a reiterar que podría ser la consagración del préstamo forzoso y, por lo tanto, financiar el gasto del Estado, por lo que, en la práctica, dadas la falta de crecimiento y recaudación del mismo, podría hacerse muy difícil, por no decir imposible, que el Estado devuelva los fondos del préstamo a los cotizantes. Las personas solo podrían quedar con una cuenta nacional ante un fondo que va a tener problemas de sostenibilidad en el tiempo.
Solo quería señalar eso.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora Carmen Gloria Aravena.
Muy clara la fundamentación de su solicitud.
Ofrezco la palabra a alguna senadora o a algún senador que desee opinar en sentido contrario.
Tiene la palabra el senador Rodrigo Galilea.
El señor GALILEA.-
Solo para señalar nuevamente que este 1,5 por ciento es una inversión que está protegida, que tiene garantía explícita del Estado, que genera reajustes e intereses, que se acumula y se paga al momento en que se contrata la renta vitalicia o el retiro programado, según corresponda.
Esto, además, es clave, porque permite darles los beneficios a los actuales pensionados del país y a los que se van a jubilar próximamente. Por lo tanto, si se rechaza, probablemente se eliminará uno de los instrumentos principales de esta reforma previsional.
Gracias, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senador Galilea.
Creo que las posturas están claras.
Quienes votan a favor están por mantener el texto del artículo 1; quienes votan en contra están por rechazarlo.
En votación.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Votar "sí" significa mantener el texto propuesto; votar "no", rechazarlo.
Hay que recordar que todas las normas que se van a votar de manera separada son de quorum especial, por lo que para su aprobación requieren de 26 votos favorables.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Señor Secretario.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 1 propuesto por la Comisión de Trabajo (35 votos a favor y 4 en contra), dejándose constancia que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron por la negativa la señora Aravena y los señores Durana, Kusanovic y Pugh.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Aprobado el artículo 1 tal como viene propuesto por la Comisión.
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Corresponde ahora atender la solicitud de votación separada presentada por el senador señor Castro Prieto y el senador señor Kusanovic respecto de todo el artículo 4, que se encuentra en las páginas 10 y 11 del comparado.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ofrezco la palabra para alguien que desee fundamentar la solicitud de votación separada.
¿Alguien desea hablar en contra de la solicitud de votación separada?
Entonces, simplemente votamos.
En votación.
Quienes estén por mantener el texto votan que sí; quienes estén por rechazarlo, que no.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 4 propuesto por la Comisión de Trabajo (35 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
Se abstuvo la señora Aravena.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Queda aprobado el artículo 4.
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
La siguiente corresponde a una votación separada que comprende el Título II.
Se formularon las siguientes solicitudes:
De la senadora señora Aravena , para votar por separado la totalidad del Título II, que abarca desde el artículo 6 al 14, páginas 15 a 52 del comparado.
Del senador señor Kusanovic, para votar por separado la totalidad del artículo 6.
De la senadora señora Provoste y del senador señor Kusanovic , para votar separadamente el artículo 7, que está en la página 19.
Del senador señor Castro Prieto, para votar por separado el inciso noveno del artículo 7 (página 26), a fin de eliminarlo.
De los senadores señores Castro Prieto y Kusanovic, para votar separadamente el artículo 8.
Del senador señor Castro Prieto , para votar por separado, en el inciso noveno del artículo 8, la frase: "y se pagará a los herederos en la misma forma y condiciones reguladas en el inciso séptimo del artículo", a fin de eliminarla.
Del senador señor Kusanovic, para votar por separado los artículos 9, 10, 11, 12 y 13, que se encuentran entre las páginas 42 y 51 del comparado.
Todas estas disposiciones, que pertenecen al Título II, quedarían incluidas en esta votación.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¿Alguna senadora, algún senador desea fundar la solicitud de votación separada?
Tiene la palabra la senadora Yasna Provoste.
La señora PROVOSTE.-
Presidente , entiendo que por economía se han agrupado las solicitudes de votación separada. Sin embargo, creo que mi petición no tiene mucho que ver con la solicitud de los otros senadores.
La mía iba en la dirección de bajar los años de exigencia de cotizaciones para las mujeres, que quedó en diez años. Yo quería mantener la fórmula de ocho años que habíamos acordado transversalmente.
En esta idea de agrupar las solicitudes de votación separada, mi petición se junta con la de quienes creen que diez años es poco y preferirían que fueran trece o quince.
Como se ha dicho durante toda esta discusión que quienes queremos que esto se mejore finalmente podemos terminar en una situación peor, prefiero quedarme con los diez años propuestos por el Ejecutivo.
Por lo tanto, retiro mi solicitud de votación separada, para que además no esté en el mismo grupo de las peticiones de los otros senadores.
El señor GARCÍA (Presidente).- Muy bien.
Muchas gracias.
Tiene la palabra el senador Cruz-Coke.
El señor CRUZ-COKE.-
Solo para efectos ilustrativos para este hemiciclo, pido, por favor, que alguno de los autores, si está presente, pueda fundamentar de qué se tratan las solicitudes.
Gracias.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Exactamente.
Bueno, a la senadora Provoste le ofrecimos la palabra, pero ella terminó retirando su solicitud de votación separada.
Los autores de estas peticiones son varios, entre ellos, la senadora Carmen Gloria Aravena, el senador Alejandro Kusanovic, el senador Juan Castro.
No sé si alguno de ellos desea fundar su solicitud de votación separada...
Aparentemente, no.
¡Perdón!
Tiene la palabra la senadora Carmen Gloria Aravena.
La señora ARAVENA.-
Bien breve.
Esto tiene que ver justamente con el tema del seguro social. En mi opinión, este seguro de invalidez y sobrevivencia para la mayor expectativa de vida de las mujeres podría haber sido claramente utilizado de otra manera y financiado con cargo al presupuesto, con soluciones de mercado.
Podría ser, incluso, más eficiente la renta vitalicia para hacerse cargo de la mayor expectativa de vida de las mujeres.
Es solo eso.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, senadora.
¿Algún senador o alguna senadora que desee hablar en sentido contrario, en favor del texto como viene de las comisiones?
En votación.
Quienes voten a favor están por mantener los textos; quienes voten en contra están por rechazarlos.
Señor Secretario .
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban las normas del Título II ya individualizadas (34 votos a favor y 2 votos en contra), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron a favor las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron en contra la señora Aravena y el señor Kusanovic.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Senador Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
No se consignó mi voto.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ah, no se consignó su voto.
El señor CHAHUÁN.-
Voté, pero no aparece.
El señor GARCÍA (Presidente).-
El senador Chahuán manifiesta su voto a favor.
El señor CHAHUÁN.-
Sí.
No está consignado.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Se deja constancia de la intención de voto a favor del senador Chahuán.
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Corresponde ahora votar por separado el artículo 15 completo, que es una solicitud del senador señor Castro Prieto . La norma se encuentra entre las páginas 52 y 56.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Artículo 15, solicitud de votación separada del senador Juan Castro.
El señor OSSANDÓN.-
No está.
La señora ALLENDE.-
Al agua.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Pero tenemos que votarlo igual.
En votación.
Quienes estén por mantener el texto, votan a favor; quienes estén por rechazarlo, votan en contra.
Señor Secretario .
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 15 propuesto (35 votos a favor, 1 voto en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
Se abstuvo la señora Aravena.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Señor Secretario, continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Gracias.
A continuación, corresponde someter a consideración los artículos 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65 y 66. Se trata de una solicitud de votación separada del senador señor Kusanovic .
Por su parte, la senadora señora Aravena solicitó votación separada del numeral 6 del artículo 28, del inciso tercero del artículo 29 y del numeral 3 del artículo 44.
Todas estas normas se incluirían en esta votación.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Tiene la palabra la senadora Carmen Gloria Aravena.
La señora ARAVENA.-
Específicamente, en relación con el artículo 29 del texto del proyecto, yo solicité votación separada, dado que no estoy de acuerdo con él.
Y quiero advertirlo, solo para la historia de la ley: el artículo permite que la Tesorería General de la República invierta los recursos de los fondos.
Aunque es un caso aparentemente remoto, podría convertirse en una regla general por falta de interés de los particulares en participar en licitaciones o por la dificultad que les pueda imponer la reglamentación que establezca la Superintendencia de Pensiones.
Solo eso, Presidente .
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora Carmen Gloria Aravena.
En votación.
Quienes voten "sí" están por mantener los textos -son varios-; quienes voten en contra están por rechazarlos.
Señor secretario.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban los artículos 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65 y 66 propuestos (35 votos a favor, 2 votos en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron por la negativa la señora Aravena y el señor Kusanovic.
Se abstuvo el señor Durana.
El señor GARCÍA (Presidente).- Señor Secretario.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
En la siguiente votación se consideran dos solicitudes.
Del senador señor Kusanovic, para votar por separado todo el numeral 4 del artículo 67 (páginas 377 y siguientes del comparado).
De la senadora señora Aravena, para votar separadamente la letra a) del numeral 4 del artículo 67.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Tiene la palabra la senadora Carmen Gloria Aravena para fundar su solicitud de votación separada.
La señora ARAVENA.-
Esta modificación permite al Instituto de Previsión Social realizar la administración de cuentas, el soporte tecnológico, el contacto con el aportante, entre otras tareas, lo que, unido al administrador o AFP estatal que la licitación de stock puede dejar convertido en una entidad que concentre parte importante en los afiliados del sistema, implica que el Estado podría controlar el cobro de las cotizaciones, la inversión de ellas en el componente de reparto y el pago de estos beneficios.
La sumatoria implicaría entregarle al Estado el control del sistema de pensiones, incluida la gestión de las cuentas individuales.
La misma norma consagra, además, los fondos generacionales, que reemplazarán a los multifondos. Con esto, el afiliado perdería la libertad de elegir los instrumentos en que deberán ser invertidos sus ahorros previsionales para mejorar su rentabilidad.
En lo sucesivo, podría ser el Estado el encargado de clasificar a los afiliados conforme a la edad, de manera que, a mayor edad, menor riesgo y menor rentabilidad, perdiendo la libertad el afiliado.
Eso solamente, Presidente .
Gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Muchas gracias, senadora Carmen Gloria Aravena.
¿Alguna senadora o algún senador que desee fundamentar en sentido contrario?
En votación.
Ministro , tiene la palabra hasta por dos minutos.
El señor MARCEL ( ministro de Hacienda ).-
Sí. Seré muy breve, Presidente .
Simplemente para decir que debemos recordar que esta función ligada a la administración de cuentas tiene que ser subcontratada por una administradora de pensiones. Por lo tanto, la idea de que de alguna manera se impondría el IPS como administrador de todo supondría que todas las AFP lo contratarían por alguna razón. Por lo tanto, me parece que la argumentación no tiene relación con lo que el proyecto señala a este respecto.
Gracias, Presidente .
La señora ALLENDE.-
Muy bien.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Está abierta la votación.
Quienes deseen mantener los textos como vienen de las comisiones votan "sí"; quienes deseen eliminarlos votan "no".
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el numeral 4 del artículo 67 (35 votos a favor y 3 en contra), dejándose constancia de que se cumplió con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron por la negativa la señora Aravena y los señores Durana y Kusanovic.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Corresponde ahora, en el mismo artículo 67, votar por separado el numeral 15 (páginas 449 a 452 del comparado) y el numeral 16 (página 453 del comparado). Se trata de solicitudes del senador señor Kusanovic .
El señor GARCÍA (Presidente).-
Se ofrece la palabra para fundamentar la solicitud de votación separada.
¿Senadora Carmen Gloria Aravena?
La señora ARAVENA.-
No me nombró a mí parece.
El señor GARCÍA (Presidente).-
No, esta solicitud es del senador Kusanovic.
Senador Kusanovic, ¿desea intervenir?
No.
En votación.
Es exactamente lo mismo: quiénes votan "sí" están por mantener los textos...
El señor CRUZ-COKE.-
¿Se retira o no?
Yo quiero saber qué se está votando.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Estamos en votación, senador Cruz-Coke.
El señor CRUZ-COKE.-
Perdón, pero yo quiero saber qué estamos votando...
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Senador Cruz-Coke, hemos ofrecido la palabra. Si el autor de la solicitud de votación separada no desea intervenir, la Mesa no tiene cómo obligarlo.
El señor CRUZ-COKE.-
Entonces, que la retire.
El señor LAGOS.-
Ya está en votación. Para la próxima.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Estamos en votación.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban los numerales 15 y 16 del artículo 67 (34 votos a favor, 1 voto en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumplió con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
Se abstuvo la señora Aravena.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Se deja constancia de la intención de voto afirmativo del senador Chahuán.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Corresponde ahora votar, dentro del mismo artículo 67, el numeral 19 (páginas 467 a 492 del comparado). Se trata de una solicitud del senador señor Kusanovic .
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
Ofrezco la palabra por si alguien desea fundamentar la solicitud de votación separada.
La señora PROVOSTE.-
¿Puede repetir el número de la página?
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
467.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Esa es la página: 467.
En votación. Quienes estén...
La señora PROVOSTE.-
Tiene razón el senador Cruz-Coke. Podrían hacer una pequeña referencia.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Ofrezco la palabra para fundamentar la solicitud de votación separada.
La petición es del senador Kusanovic.
Ofrezco la palabra.
Quienes estén por mantener el texto votan que sí; quienes deseen rechazarlo votan que no.
En votación.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el numeral 19 del artículo 67 (34 votos a favor, 1 voto en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumplió con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe y Velásquez.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
Se abstuvo la señora Aravena.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Se deja constancia de la intención de voto favorable del senador Walker.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Dentro del mismo artículo 67, se encuentran las siguientes solicitudes:
De la senadora señora Aravena y del senador señor Kusanovic, para votar por separado todo el numeral 50 (página 695 del comparado).
Del senador señor Kusanovic, para votar separadamente todo el numeral 51 (páginas 714 a 717 del comparado).
Del senador señor Kusanovic, para votar por separado todo el numeral 52 (páginas 717 a 734 del comparado).
En este grupo también corresponde votar separadamente el artículo vigésimo segundo transitorio, porque está asociado a estas normas.
La señora EBENSPERGER.-
Presidente, asunto de reglamento.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Tiene la palabra, senadora Ebensperger.
La señora EBENSPERGER.-
Si el senador Kusanovic no va a fundamentar sus solicitudes de votación separada, ¿por qué no votamos juntas todas esas normas?
El señor OSSANDÓN.-
Sí.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Senadora, en este caso concreto, ha pedido la palabra para fundar el voto la senadora Carmen Gloria Aravena.
Senadora Carmen Gloria Aravena, tiene la palabra.
La señora ARAVENA.-
Quiero aclarar que solo voy a fundamentar la votación separada del numeral 50 del artículo 67. Las otras votaciones separadas no las voy a justificar porque no las he solicitado.
Pedí votación separada porque, en mi opinión, la licitación cada dos años del 10 por ciento de los afiliados implica, en la práctica, un elemento que podría generar inestabilidad del sistema y del régimen de inversiones. Pero, en particular, hay que considerar el anuncio de la creación de un ente o administrador estatal que, al ser alimentado con el Presupuesto nacional, podría competir con comisiones bajo el costo del sistema y concentrar, por ende, parte importante de los afiliados, entendiéndose que uno de los factores para ganar estas licitaciones serán los costos de administración. Al concentrar todo, disminuiría la competencia, tomando en cuenta que el IPS concentrará la administración de las cuentas y que el fondo creado en esta ley invertirá también en el mercado de capitales.
Solo eso, Presidente .
Muchas gracias.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
A usted, senadora Carmen Gloria Aravena.
Señora ministra, para fundamentar en sentido contrario, tiene la palabra.
La señora JARA (ministra del Trabajo y Previsión Social).- Gracias, Presidente.
Seré muy breve.
Quiero señalar que en los numerales 50, 51 y 52 y en el artículo vigésimo segundo transitorio precisamente se trata de la regulación de lo que va a introducir mayor competencia para la baja de comisiones en nuestro sistema previsional, lo que se denomina "la licitación de los actuales afiliados". A continuación, vienen las normas que regulan la licitación, y, además, cómo debe operar el traspaso de los instrumentos financieros, la creación del consejo asesor tendrá el efecto de que las licitaciones se realicen de buena forma. Y, finalmente, están las normas transitorias.
En ese contexto, esto nos parece un elemento medular del proyecto en que estamos legislando hoy día.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Muchas gracias, ministra.
En votación.
Votan "sí" quienes estén de acuerdo en mantener los textos, votan "no" quienes estén por su rechazo.
Señor Secretario .
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban los numerales 50, 51 y 52 del artículo 67 y el artículo vigésimo segundo transitorio (33 votos a favor y 2 en contra), dejándose constancia de que se cumplió con el quorum constitucional exigido
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votaron por la negativa la señora Aravena y el señor Kusanovic.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
La siguiente votación corresponde al artículo 68. Esta disposición está vinculada con las normas que se encuentran contenidas en la ley N° 21.419, relativa a la PGU.
Hay una solicitud de votación separada del número 1 (páginas 761 y siguientes del comparado), de la senadora señora Gatica , la senadora señora Rincón y los senadores señores Edwards , Kusanovic y Kuschel .
También hay una solicitud de votación separada del número 2, de las senadoras señora Gatica y Rincón y los senadores señores Edwards , Kusanovic y Kuschel , que aparece en las páginas 769 a 771 del comparado.
Estas disposiciones están asociadas y comprenderían asimismo la votación separada del artículo trigésimo cuarto transitorio.
Hago presente que la mencionada solicitud también está asociada con la petición de votación separada del artículo 69, que ha sido solicitada por la senadora señora Aravena , la cual recae en la letra a. del número 1 y en los números 2 y 3, referidos a la ley N° 20.255, que establece la reforma previsional.
Ambas disposiciones legales de los artículos 68 y 69 son normas espejo y podrían votarse en conjunto, si hay acuerdo.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Si son normas espejo, las votamos en conjunto.
Así se acuerda.
Ofrezco la palabra para fundamentar la solicitud de votación separada a la senadora María José Gatica.
La señora GATICA.-
Gracias, Presidente.
Voté en contra del proyecto en general, pero he pedido esta votación separada porque si en algo puntualmente estoy de acuerdo es en la mejora de la PGU.
Por ende, voy a votar a favor de los números 1 y 2 del artículo 68.
Gracias, Presidente .
El señor GARCÍA (Presidente).- Entiendo, entonces, que no hay ninguna objeción a la norma.
En votación.
(Luego de unos instantes).
Señor Secretario .
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban los números 1 y 2 del artículo 68; la letra a. del número 1 y los números 2 y 3 del artículo 69, y el artículo trigésimo cuarto transitorio (39 votos a favor y 1 en contra), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional requerido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Carvajal, Ebensperger, Gatica, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Durana, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Pugh, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Continuamos.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
Corresponde ocuparse ahora de las votaciones separadas solicitadas respecto de las disposiciones transitorias del proyecto.
La primera recae en el artículo cuarto transitorio, y es una solicitud del senador señor Kusanovic.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
¿Podríamos agrupar las solicitudes de votación separada recaídas en las disposiciones transitorias?
¿Senador Kusanovic?
El señor KUSANOVIC.-
Muy bien.
El señor GARCÍA (Presidente).-
Señor Secretario, usted nos ilustra bien sobre lo que estamos votando.
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
En consecuencia, se votarán las siguientes disposiciones transitorias:
Artículo cuarto, que se encuentra en las páginas 898 a 907 del comparado; artículo octavo, que aparece en las páginas 913 a 917 del comparado; artículo noveno, páginas 917 y 918 del comparado, y el artículo cuadragésimo quinto, que se encuentra en las páginas 972 y 973.
El señor GARCÍA (Presidente).-
En votación.
Quienes estén por mantener los textos, votan a favor; quienes estén por rechazarlos, votan en contra.
(Luego de unos instantes).
Señor Secretario .
El señor GUZMÁN ( Secretario General ).-
¿Alguna señora senadora o algún señor senador aún no ha emitido su voto?
El señor GARCÍA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueban los artículos cuarto, octavo, noveno y cuadragésimo quinto transitorios (35 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Carvajal, Ebensperger, Núñez, Órdenes, Pascual, Provoste y Sepúlveda y los señores Bianchi, Castro González, Chahuán, Coloma, Cruz-Coke, De Urresti, Flores, Gahona, Galilea, García, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Macaya, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Quintana, Saavedra, Sandoval, Sanhueza, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.
Votó por la negativa el señor Kusanovic.
Se abstuvo la señora Aravena.
El señor GARCÍA ( Presidente ).-
En consecuencia, queda despachado el proyecto de reforma previsional, debiendo pasar a la Cámara de Diputados para su tercer trámite.
(Aplausos en sala y en tribunas).
Señoras senadoras y señores senadores, señores ministros y demás integrantes del equipo del Ejecutivo , personal de Secretaría, muchísimas gracias.
Por haberse su propósito, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 00:24.
Rodrigo Obrador Castro
Jefe de la Redacción
ANEXO SESIÓN
-Proyecto de ley de los Honorables Senadores señor Keitel, señora Órdenes, y señores Chahuán y Kusanovic, con la que inician un proyecto de ley que modifica la Ley de Tránsito, con el objeto de prohibir la detención o estacionamiento de vehículos motorizados en los lugares que indica, destinados a la carga de vehículos eléctrica de vehículos eléctricos (Boletín N° 17.366-15).
Proyecto de ley de los Honorables Senadores señor Keitel, señora Órdenes, y señores Chahuán y Kusanovic.
-Proyecto de acuerdo De los Honorables Senadores señor Kuschel, señoras Aravena, Carvajal, Gatica y Núñez, y señores Araya, Bianchi, Castro González, Castro Prieto, Chahuán, Espinoza, Flores, Gahona, Galilea, Huenchumilla, Keitel, Kusanovic, Latorre, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker, con el que solicitan a Su Excelencia el Presidente de la República que, si lo tiene a bien, presente a tramitación una iniciativa de ley que establezca un régimen especial para la regularización de las cotizaciones previsionales adeudadas por empleadores que sean micro, pequeñas y medianas empresas, en los términos que indican (Boletín N° S 2.605-12).
Proyecto de acuerdo De los Honorables Senadores señor Kuschel, señoras Aravena, Carvajal, Gatica y Núñez, y señores Araya, Bianchi, Castro González, Castro Prieto, Chahuán, Espinoza, Flores, Gahona, Galilea, Huenchumilla, Keitel, Kusanovic, Latorre, Moreira, Núñez, Ossandón, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval, Van Rysselberghe, Velásquez y Walker.