Labor Parlamentaria

El señor MEZA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el diputado Carlos Recondo.

El señor RECONDO (de pie).-

Señor Presidente, hago uso de esta tribuna para rendir homenaje al cuerpo de bomberos de Puerto Octay, que cumple cien años de existencia.

Debido a numerosos incendios ocurridos en la villa de Puerto Octay, un grupo de vecinos decidió organizarse para hacer frente a estos siniestros. Así, el 14 de abril de 1907 se fundó el cuerpo de bomberos de Puerto Octay, conformándose una directiva provisoria encabezada por don Liborio Guerrero , director, y don Adolfo Hausdorf , secretario.

Luego, en asamblea de fecha 9 de julio de 1908, un año después, y con la asistencia de 39 voluntarios, se forma el primer directorio del cuerpo de bomberos de Puerto Octay, el que quedó constituido por don Liborio Guerrero , superintendente; don José Matzner , vicecomandante; don Carlos Wullf , secretario general, y don Antonio Hausdorf , tesorero, todos prominentes vecinos de la villa y colonos alemanes de la época.

En 1908 se autorizó la fundación de la segunda compañía, lo cual se concreta el 11 de julio. En el mismo año, también se formó la tercera compañía. Es decir, en 1908 se constituyeron tres compañías de bomberos en Puerto Octay.

Mediante el esfuerzo de los vecinos y del cuerpo, en 1946 fue adquirido un carro marca Ford con bomba Champion , el que se recibió en diciembre de 1947, junto con una motobomba, 200 metros de mangueras y dos pitones. Este moderno material se destinó a la segunda compañía. En ese entonces, se trabajaba sólo con las bombas a palanca.

En 1958 se produce el incendio del hospital de la villa de Puerto Octay. Debido a su gran magnitud, se solicitó apoyo a los cuerpos de bomberos vecinos. Acudieron al llamado Frutillar y Purranque. A pesar del gran despliegue de recursos, la construcción resultó destruida en un ciento por ciento.

A las 23 horas del 14 de julio de 1959, se recibe el llamado de incendio de un galpón en la propiedad del señor Walterio Hausdorf , ubicado en el cruce Quilanto-Pantanosa. Al concurrir al llamado, se produce el volcamiento del carro bomba Ford 1946, accidente que le costara la vida al voluntario de la primera compañía, don Lautaro Barría Véliz , Q.E.P.D., que se convirtió en el primer mártir del cuerpo de bomberos de Puerto Octay.

El 16 de febrero de 1975, a las 13.15 horas, se recibió un llamado de incendio declarado, que afectaba la casa patronal del fundo San Andrés , sector Carril , propiedad de don Sebastián Martabit . Se dirigieron al lugar las compañías de bomberos de Puerto Octay. Esa tarde, la institución pierde a otro de sus integrantes, el voluntario de la tercera compañía Luis Segundo Ortiz Pacheco , a quien el derrumbe de una chimenea le arrebató la vida.

Después de años de trabajo, en 1976, es adquirido el carro Mack , el que se destinó a la primera compañía.

Con posterioridad, mediante diversos beneficios y donaciones de los vecinos de la comuna de Puerto Octay, en esa época villa de Puerto Octay, se logró reunir la cantidad de 20 mil dólares a través de la campaña de la vaquilla, a fin de efectuar a la Junta Nacional del Cuerpo de Bomberos de Chile el aporte para la adquisición de un carro bomba de última generación para la extinción de incendios.

La creación de la Academia Nacional de Bomberos implicó un avance significativo en la capacitación de los voluntarios de todos los cuerpos del país. Así, alrededor de 1989, nuestra institución comenzó a aplicar a sus integrantes los cursos normalizados por esa entidad. Ello permitió que a principios de 1992 se habilitara como instructor de la academia al voluntario de la segunda compañía, señor Antonio Yagode Ampuero, actual comandante del cuerpo de bomberos.

Permítaseme rendir este homenaje a los hombres y mujeres que, con una encomiable vocación de servicio, han fundado, han dado vida y han mantenido en ejemplar pie al cuerpo de bomberos de Puerto Octay.

Aprovecho este homenaje para destacar que su actual directorio está conformado por don Patricio Kahler , superintendente; don Joel Barrientos, secretario general; don Manfredo Teuber , tesorero general, y don Antonio Yagode , comandante, quienes, en forma brillante, han conducido el cuerpo de bomberos y encabezado las celebraciones de sus cien años de vida.

Termino con una reflexión: el enorme esfuerzo, la tremenda vocación de servicio, el sentido de sacrificio por los semejantes, expresado en la condición de voluntarios de los bomberos de Puerto Octay, deben tener, como contraparte, la clara voluntad del Ejecutivo y del Congreso de asignar, a través de la ley de Presupuestos, los recursos necesarios y suficiente para que la operación de los cuerpos de bomberos esté plenamente garantizada.

La eficiencia y la eficacia no pueden estar fundadas sólo en el esfuerzo y sacrificio de los bomberos voluntarios. Se requiere el complemento y compromisos de los presupuestos que deben aprobarse año a año.

He dicho.

El señor MEZA ( Vicepresidente ).-

Se enviará copia de su intervención al cuerpo de bomberos de Puerto Octay, con la adhesión de los diputados que la manifiestan.