Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Especial N° 80
- Celebrada el 04 de enero de 2011
- Legislatura Ordinaria número 358
Índice
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El señor PROKURICA.- Señor Presidente , felicito, en primer lugar, a quienes han solicitado esta sesión especial, la que agradezco, porque nos permitirá hacer un análisis de la realidad de una de las empresas que, a mi juicio, es una de las más importantes del país, como la ENAP.
En lo personal -y quiero dejar establecido que este no es un tema político-, he sido extraordinariamente crítico siempre de la manera como la entidad ha sido manejada durante las últimas décadas. Los resultados se hallan a la vista y lamento que ello no se haya contemplado en los discursos de los señores parlamentarios: su deuda llega hoy a casi 4 mil millones de dólares y su patrimonio no supera los 400 millones.
En forma literal, podríamos decir que cualquier otra empresa que no fuera estatal se encontraría técnicamente quebrada. Y ello no es necesario explicarlo, pues basta demostrar con las cifras cómo esta y otras del Estado, durante las Administraciones de la Concertación, se entregaron a diversas prácticas que a veces cuesta entender, pero que al final registran la misma realidad.
Al menos dos Presidentes de la República pertenecientes a dicha coalición política anunciaron a través de los medios de comunicación, en varias oportunidades -tal como lo ha manifestado el Senador señor Bianchi -, que el país completo se iba a abastecer fruto de los hallazgos de gas por ENAP en Magallanes. ¡Fue justo antes de las elecciones...!
¿Qué ocurrió? ¡Nada, señor Presidente ! No salió ni una molécula de gas de esos pozos. Es más, se perdieron más de 80 millones de dólares en ellos, que hoy no producen nada.
Este no es el único ejemplo del mal manejo en las empresas del Estado durante la década pasada. No voy a mencionar todos los casos, porque no me alcanzaría el tiempo, pero quiero agregar uno solo, el cual, para mí, para la Región de Atacama y para el norte del país, es muy importante: el desastre causado por la Concertación en la Empresa Nacional de Minería, que fue realmente increíble, similar al caso que nos ocupa.
A la ENAMI la endeudaron en forma artificial, con objetivos muy poco claros, y provocaron que la entidad, tan relevante para esa zona, perdiera más de 70 por ciento de su patrimonio, generando un daño extraordinariamente grave a toda la pequeña y la mediana minerías, pero de modo especial a decenas de ciudades y poblados que viven de esta actividad económica.
Sin embargo, hoy nos corresponde analizar la situación de la ENAP, lo que paso a describir de manera rápida.
En el año 2008, la Empresa sufrió tal vez uno de sus peores escenarios financieros, registrando pérdidas por más de 950 millones de dólares, derivadas de aumentos de costos, variaciones en los precios del crudo y diferencias de cambio.
¿Por qué la administración no adoptó las medidas que entrega el mercado para evitarlo? Francamente, no lo sé.
Ese mal resultado fue dejado atrás con la implementación de una reducción de costos durante 2009, lo que favoreció la obtención de unos 250 millones de dólares en utilidad.
De las memorias de la entidad se puede concluir que, hasta el momento, el peor negocio implementado por la ENAP es SIPETROL, en donde cada año se gasta más y se produce menos. En efecto, durante 2009, mientras los gastos operacionales subieron en 23 millones de dólares, SIPETROL obtuvo utilidades por 13,7 millones de dólares, o sea, un 28 por ciento menos que en 2008. Las causas de ello, según los informes de la propia empresa, son los resultados negativos en las exploraciones realizadas en diversas partes.
No quiero hacer mayor referencia a las pérdidas, cercanas a los 50 millones de dólares, en Colombia.
En varias ocasiones, en la Comisión de Minería le preguntamos sobre el particular a la administración de la ENAP, muchos de cuyos integrantes, lamentablemente, todavía permanecen en la Empresa, tal como lo hizo presente mi Honorable colega Bianchi . Nos respondieron que en Chile no había petróleo, por lo cual exploraban en Egipto, en Irán, en Colombia y en Ecuador.
Espero que lo anterior no sea así, porque es algo que también se manejó muy mal.
Durante 20 años, señor Presidente , la Concertación se dedicó a hacer una administración poco clara, política y no económica, de las empresas públicas. Y voy a demostrarlo.
Estas entidades fueron utilizadas como pagadoras de favores políticos. Prueba de ello es la repartija que se hizo de los cargos de director. Con ese propósito se usó mucho a las sanitarias, que hoy día quieren cuidar y que afirman que no se deben vender.
Por ejemplo, en un reportaje realizado hace un tiempo por un medio de comunicación se informó que los directorios se repartían de la siguiente manera: de 49 cargos, 22 correspondían a la Democracia Cristiana; 15, al PPD; 6, a los socialistas y 6 al Partido Radical.
La historia de la ENAP, al igual que la de otras empresas públicas, presenta hechos lamentables -por decir lo menos y de una manera suave-, asociados a la mala administración. Es preciso recordar que, en el año 2000, la entidad se vio envuelta en el pago de cuantiosas indemnizaciones a los ejecutivos, lo que fue denunciado por el Consejo de Defensa del Estado. En lo personal, presenté querellas respecto de algunos de estos gerentes que se resarcieron en forma millonaria con cargo a una empresa que perdía y perdía recursos.
Algo similar ocurrió en otras entidades públicas. Recordemos las millonarias indemnizaciones pagadas a altos ejecutivos en Correos, el Banco del Estado y el Metro. Muchos de estos casos se dieron a fines de un Gobierno y a comienzos de otro: 1993 y 1994, 1999 y 2000.
Tanto fue el revuelo que el Presidente Lagos, durante su período, ordenó a ejecutivos devolver los recursos involucrados. Por desgracia, ello no sucedió.
No se puede repetir lo que ocurrió por mucho tiempo con ENAMI, donde, como lo expliqué hace un momento, se perdió el patrimonio a causa de un endeudamiento totalmente artificial.
Otro hecho que marcó la historia de la ENAP aconteció a principios de 2009, cuando la Contraloría General de la República declaró inviables los pozos gasíferos del Lago Mercedes, en los que la Empresa, entre 2004 y 2008, gastó -como dije- 80 millones de dólares en exploración. Al menos dos Presidentes de la República anunciaron que se iba a contar con abastecimiento.
Hoy, la condición de la entidad podría ser mejor. El primer semestre de 2010 arrojó pérdidas por unos 70 millones de dólares, influidas fuertemente por los cerca de 150 millones a que ascendieron las ocasionadas por el terremoto del 27 de febrero del año pasado, como lo explicó muy bien aquí el señor Ministro . Sin embargo, la situación ha ido cambiando poco a poco. Según el informe del tercer trimestre de 2010, al 30 de septiembre se registraban utilidades por 62 millones de dólares, lo que reducía las pérdidas del año a solo 8 millones.
Como lo planteó el Ministro señor Raineri , queremos tener una empresa estatal, pero que sirva a Chile, a todos los chilenos, y no solo a un grupo que la manejó por mucho tiempo y obtuvo beneficios.
He dicho.