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  • Sesión Ordinaria N° 29
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  • Legislatura Ordinaria número 349
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Homenaje
HOMENAJE EN MEMORIA DE LA SEÑORA ELENA CAFFARENA MORICE, LÍDER DEL MOVIMIENTO FEMINISTA EN CHILE.

Autores

La señora ALLENDE, doña Isabel (de pie).-

Familiares, amigos, señor Presidente , queridos colegas:

Elena Caffarena Morice fue una de las grandes luchadoras por la reivindicación de los derechos de la mujer. Su vida fue una entrega permanente a favor de la justicia y de la igualdad de géneros. Su pensamiento, libertario y feminista, la convirtió en figura señera de un concepto de democracia avanzado sustentado en el derecho y sin discriminaciones de ninguna índole.

Soy feminista por vocación democrática, dijo en varias oportunidades, aludiendo con esta afirmación a uno de los contenidos esenciales de la democracia: la igualdad, sin la cual no es posible la libertad.

En 1903, Elena Caffarena nació junto a una generación que aspiró a transformar al mundo, entre ellos, Pablo Neruda , Oscar Schnake , José Santos González Vera , Santiago Labarca , Roberto Meza Fuentes, Manuel Rojas , María Marchant , Aurora Blonde y Olga Poblete .

Los acontecimientos internacionales influían en el pensamiento de la juventud de principios del siglo XX, entre otros, la Revolución Rusa, la Primera Guerra Mundial , el Movimiento Estudiantil de Córdoba, cuya fuerza cambió el concepto de la universidad latinoamericana para vincularla al destino de los pueblos.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que en 1923 presidía Eugenio González Rojas , era el recinto donde se expresaban los sueños, la poesía y la rebeldía. Hasta allí llegaron Elena Caffarena y sus amigas universitarias para incorporarse a las actividades de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, situación inédita en esa época, donde participó en el debate estudiantil y en los movimientos de protesta social.

Obtuvo su título de abogada en 1926. Junto a su esposo, Jorge Jiles Pizarro, dedicó su actividad profesional a la atención gratuita de los necesitados y al servicio de los derechos de las personas, de la verdad y de la justicia.

Elena Caffarena desempeñó varias responsabilidades oficiales, siempre ad honorem, y desarrolló una gran actividad cívica. Sin embargo, nunca fue candidata a cargos de representación popular ni ocupó puestos de confianza política, no obstante tener merecidas y sobradas capacidades intelectuales y morales para ejercerlos.

Elena defendió siempre su independencia. Decidió no militar en partido político alguno, a pesar de que en una entrevista otorgada a Diamela Eltit , en 1992, se definió como socialista moderada, “partidaria de perfeccionar la democracia, ampliándola a los ámbitos político, económico y social, con respeto a la libertad y con respeto a los derechos humanos”.

Fue fundadora y secretaria del Movimiento Pro Emancipación de las Mujeres de Chile, Memch, cuya presidencia recayó en Amanda Labarca. Este movimiento, que heredó las aspiraciones libertarias e igualitarias de diversas organizaciones feministas surgidas en 1913, se planteó en favor de la plenitud de los derechos civiles y políticos de las mujeres, de la protección de la madre y del niño, de la igualdad de salario entre hombres y mujeres, de la defensa del régimen democrático y en favor de la paz.

Preocuparon al Memch temas como el aborto clandestino, la prostitución, las madres solteras y el divorcio legal. Detrás de esas ideas estuvo la conciencia lúcida, el trabajo, la determinación y el apoyo de Elena Caffarena.

Ella fue un pilar fundamental para lograr el sufragio femenino. Junto a Flor Heredia entregaron al Presidente Pedro Aguirre Cerda el proyecto de ley con tal finalidad, el cual hizo suyo el Primer Mandatario. Sin embargo, pasaron años antes de que el derecho para la mujer se hiciera realidad.

La política, como bien sabemos, a veces tiene sus pequeñeces. Elena Caffarena , gran artífice de la conquista de los derechos políticos de la mujer, no fue invitada a la ceremonia en la que el Presidente Gabriel González Videla promulgó la ley que los establecía. Eso no fue todo. Con posterioridad, se canceló su inscripción en los registros electorales, lo cual, irónicamente, se hizo en virtud de la ley llamada de Defensa de la Democracia. Al respecto, Elena Caffarena señaló: “Esta medida se tomó, en cierta manera, como venganza, porque yo había participado en una forma muy activa en la campaña para obtener la libertad de las mujeres que se encontraban detenidas en el campo de prisioneros de Pisagua, donde no sólo se llevaron a las mujeres, sino también a los niños”.

Elena fue considerada políticamente peligrosa. Sus ideas fueron combatidas por los sectores más conservadores de la sociedad.

Fue una mujer estudiosa. Llamó la atención con su tesis de grado sobre el trabajo a domicilio, titulada “El enriquecimiento sin causa a expensas de otros en el derecho civil chileno”. Posteriormente, publicó innumerables artículos y varios libros, entre ellos: “Capacidad de la mujer casada en relación a sus bienes”, “Un capítulo en la historia del feminismo”, “El recurso de amparo frente a los regímenes de emergencia”, cuyo elogioso prólogo fue escrito por don Patricio Aylwin Azócar .

Elena Caffarena fue una mujer notable, que a su opción feminista unió, por cierto, su preocupación como madre y esposa. En todo momento fue consecuente con sus principios. Recordemos cómo se comprometió en innumerables acciones en favor del retorno a la democracia en Chile. Durante la dictadura militar, para muchos su casa fue un recinto de libertad, de unidad y de protección.

La cultura patriarcal, profundamente arraigada en nuestra sociedad, relegó a la mujer a un plano secundario, y, en alguna medida, aún sigue haciéndolo. No obstante, reconocemos los avances alcanzados por las luchas emprendidas por mujeres como Elena Caffarena. Desgraciadamente, el género femenino, en particular la mujer humilde, aún tiene en nuestro país condiciones de inferioridad frente al hombre. Esto sólo podremos resolverlo con un cambio cultural. Entre otras cosas, soy partidaria de un instrumento como la ley que permite una discriminación positiva en favor de la mujer.

Como mujer y representante de la bancada del Partido Socialista, adhiero a este justo homenaje que hoy la Cámara de Diputados rinde a Elena Caffarena.

Confieso que me encuentro orgullosa y reconocida por las luchas que dieron diversas mujeres en favor de la democracia, de las libertades, de la justicia y del pleno derecho para el género femenino.

Estoy convencida de que, gracias a sus luchas y a la conciencia que generaron, el año pasado, por primera vez, alcanzara la presidencia de esta Cámara una mujer, la diputada señora Adriana Muñoz , y hoy, quien les habla.

Muchas gracias.

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