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ANÁLISIS DE LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD EN CHILE. Proyectos de acuerdo.

Autores

El señor MELERO (Presidente).- En el turno del Partido Socialista, tiene la palabra, hasta por seis minutos y medio, el diputado Juan Luis Castro.

El señor CASTRO.- Señor Presidente , en primer lugar, saludo a todos los trabajadores de la atención primaria de salud, que han hecho un esfuerzo por llegar a este Hemiciclo y ser parte de esta discusión tan importante de la atención primaria.

Transcurrido un año del Gobierno de Sebastián Piñera, la evaluación que se hace del sector salud es mala. Por algo todos los indicadores señalan cómo el rechazo ciudadano a la política sanitaria que se ha implementado está dando cuenta de signos extremadamente preocupantes.

Detallo, por ejemplo, que hoy la lucha por tener un financiamiento per cápita que al menos llegue a 3.500 pesos por persona es inclaudicable para quienes creemos que la atención primaria de salud debe fortalecerse al nivel que todo el país espera. No puede ser que tengamos todavía presupuestos misérrimos.

Vamos a propiciar un acuerdo transversal en ese sentido, para mejorar el financiamiento de una vez por todas, porque aquí se quejan los municipios, se queja el Ministerio de Salud, pero, finalmente, la cuenta la paga el usuario y el trabajador.

Nos parece fundamental tener una política hacia el recurso humano que trabaje en la atención primaria con un servicio de bienestar. No hay bienestar para el personal. Esto requiere decisiones claras, como la del colega Manuel Monsalve, quien presentó un proyecto de acuerdo en ese sentido.

Por otro lado, los incentivos a los médicos para trabajar en la atención primaria siguen siendo un problema. Todas las encuestas señalan su alta rotación e incentivos

económicos y no económicos que dificultan el acceso a trabajar en este nivel básico.

Los médicos no son los únicos actores de este sistema de salud, pero son importantes en ese ámbito; por lo tanto, deben estar presentes. Eso pasa porque también despleguemos esos incentivos de una vez por todas.

¿Cuántos Centros de Atención de Salud Familiar (Cesfam), y consultorios todavía carecen de un personal de planta que permita en el campo médico atender y dar una oferta suficiente? Peor es el desafío, aún distante, sobre la formación de profesionales en las especialidades básicas para la atención primaria.

¡Qué bueno sería también contar con internistas, ginecólogos, pediatras, psiquiatras en muchos más lugares en los que no tenemos, y no sólo con el médico de familia, que ya está en muchas partes! Pasar del consultorio al hospital significa un cuello de botella, porque demora infinitos meses lograr una interconsulta resuelta, que puede ser mucho más eficaz obtenerla en la atención primaria.

Se están cumpliendo casi 30 años de la municipalización de la atención primaria, período en el que, antes y ahora, se ha hecho nada por un problema esencial, cual es la solución de los costos y problemas que genera.

Por ejemplo, en materia de calidad de atención al usuario, todavía hay esperas a temprana hora, los servicios telefónicos de call center no funcionan de manera adecuada y hay quejas del público respecto del trato que se da a la población.

En cuanto al equipamiento y a la utilidad, aún falta mucho para tener laboratorios a nivel comunal que permitan hacer las cosas de mejor manera y evitar llegar al nivel terciario.

Las capacitaciones, tema que los propios trabajadores han puesto una y otra vez sobre la mesa, tampoco están suficientemente resueltas. Están interrumpidas, en circunstancias de que necesitamos que la gente tenga incentivos de perfeccionamiento y sentido de equipo, lo que pasa por cumplir la palabra empeñada en materia de capacitación.

Ni hablar sobre la garantía de tener los medicamentos en los consultorios. Todos los días se le entrega medicamentos a la gente, pero a veces no les alcanzan para el mes. Esto pasa por múltiples sectores, desde el nivel local hasta el central, que impiden contar con una política de medicamentos garantizada a nivel de la atención primaria.

Todo esto, el financiamiento, la falta de una política de recursos humanos y de resolutividad son problemas que, históricamente, hemos ido señalando como clave en la atención primaria.

Ni siquiera los proyectos de reforma de la salud de 2002 lograron abordar los problemas de la atención primaria. Se habló del Auge, de los hospitales, del financiamiento, de las isapres, pero no hubo decisión política entonces, ni existe hoy, para resolver los problemas esenciales de la puerta de entrada al sistema de salud.

Por eso, hoy tenemos la oportunidad, a través de un proyecto de acuerdo, ojalá aprobado en forma transversal, de pedir a la autoridad que ejerza esta decisión que estamos pidiendo todos, más allá de nuestro sector político, y de expresar al Ministerio de Salud y al Gobierno que, por favor, hagamos las cosas de mejor manera.

Por ejemplo, ¿qué ha pasado con las campañas de vacunación contra el sarampión, la tos convulsiva, que han estado en el tapete durante estos días? ¿Vamos a lograr cumplir la meta a fines de este mes en relación con la influenza? ¿Qué pasará con la Central Nacional de Abastecimiento, que también ha sido motivo de polémica respecto de la sucesión de directores y a los intentos privatizadores que están detrás de ellos?

Por eso, hoy llamo a cerrar filas y a exigir poner en el primer lugar de la agenda la atención primaria de salud, sobre todo lo concerniente a recursos humanos. Lamentablemente, la autoridad de salud debió disculparse con los funcionarios de la salud municipal por las palabras equivocadas que pronunció hace tres semanas en Rancagua, comuna que represento. De esa manera, no se construyen los equipos de trabajo entre el mundo de los trabajadores de la salud y las personas que debemos atender. Aquí necesitamos un compromiso vinculante y no una descalificación; es menester sumar para mejorar en pos del usuario.

En ese propósito, siempre estaremos disponibles para colaborar con los trabajadores y la gente, a fin de satisfacer las necesidades de los más de 11 millones de chilenos que permanentemente se atienden en la atención primaria.

He dicho.

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