Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 17
- Celebrada el 17 de noviembre de 1999
- Legislatura Extraordinaria número 341
Índice
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El señor MONTES (Presidente).-
Rinde homenaje, por los diputados del Partido por la Democracia, la diputada señora María Antonieta Saa.
La señora SAA ,
Señor Presidente , estimados colegas, hoy vamos a hablar de un político, de uno de aquellos hombres excepcionales que, a través del paso del presente siglo, con su idea, su decir y su hacer, ha enriquecido el desarrollo del pensamiento republicano y aportado en su especial visión de las cosas elementos para el debate y la construcción de una patria mejor para todos.
Sí, porque hablar de Francisco Bulnes Sanfuentes equivale a recorrer, a partir de su figura, una buena parte de la historia de Chile y, más que eso, de la historia política de Chile, porque la persona del ex senador Bulnes no se agota en el simple recorrido del siglo XX; su origen y formación deben buscarse en los albores de nuestra nación, transitando por generaciones llenas de figuras, de forjadores, constructores y dirigentes políticos y sociales; visitando entre sus antepasados a tres ex Presidentes de Chile: Aníbal Pinto , Manuel Bulnes y Juan Luis Sanfuentes , y encontrar en este viaje, parado sobre esas raíces, a este gran señor como actor fundamental de la escena nacional por más de medio siglo.
Recordar a Francisco Bulnes significa recordar grandes episodios de nuestra política y unir su nombre al de otros hombres y mujeres que, junto con él y desde otras posiciones, desplegaron sus mejores energías en las lides del Congreso de otros tiempos, en que la actividad política, como él decía, era una forma exigente de vivir y un pésimo negocio. A su vez, también pensaba que la política era una actividad noble, en que la mayoría de los que se dedicaban a ella lo hacían bajo la inspiración fundamental del servicio público y no para satisfacer vanidades y apetitos materiales.
Por ello, homenajear al “Marqués Bulnes”, como se le denominó en su momento, significa no sólo hacer un reconocimiento al gran hombre público que fue durante su vida, sino que rescatar la política como una actividad entregada al servicio de los demás, al representante como portador de sueños y esperanzas de construcción de una patria y un país mejor, y por sobre todo, a la democracia como un espacio de crecimiento en la diversidad y como un valor superior de toda sociedad organizada.
Bulnes es un verdadero ejemplo de persona entregada a la vida pública. Desde muy joven actuó motivado por la solución de los grandes temas que preocupaban al país. Por ello, conoció las aulas parlamentarias cuando apenas tenía 27 años y fue senador al cumplir los 35 años, edad mínima que se requería en aquel entonces para aspirar a la Cámara Alta. En cada ocasión que se presentó, fue reelegido. Además, fue reconocido por la prensa nacional como el mejor senador en un tiempo en que el Senado estaba colmado de grandes nombres de la política chilena.
Así tenemos a un Bulnes modelo generacional, no sólo para entonces, sino que también para ahora, en que tantos jóvenes se desentienden de la cosa pública y la actividad de conducir los destinos de una nación se ve señalada como una cosa vil y oportunista.
Con su discurso, su palabra y su convicción republicana, Bulnes fue uno de los grandes baluartes de la derecha de su tiempo, enfrentado en monumentales polémicas con los grandes de su época, valorado y respetado por sus aliados y contradictores, no temiendo a la contienda parlamentaria ni al debate franco y abierto.
Por ello, a pesar de que en su momento aceptó y apoyó el golpe de Estado de 1973, nunca creyó que la mantención del régimen autoritario o que la permanencia prolongada de un gobernante dictador en el poder era una solución definitiva para los problemas del país. De allí que sin temor a lo que pensaran los demás, dio a conocer públicamente su opinión sobre el régimen y su gobernante, expresando que su opción era la de un retorno rápido a la democracia y al contraste de ideas en un ambiente de imperio de las libertades públicas.
Ésas y no otras fueron las razones que lo llevaron a ser uno de los primeros de su sector en entablar instancias de diálogo con la oposición al gobierno militar, ya que pensaba que el futuro no estaría bien construido si la democracia se fundaba en el silencio de las distintas visiones del país.
Como amante de la actividad que había desarrollado durante toda su vida, se dio también a la tarea de formar jóvenes para una derecha que debía crecer en democracia, dispuestos al debate de ideas antes que recurrir a la fuerza y a la irracionalidad para imponerlas. Muchos de esos jóvenes, hoy ya hombres y mujeres, nos acompañan como nuestros pares en este hemiciclo, y en más de una oportunidad hemos podido ver en ellos la huella del maestro Bulnes .
Señor Presidente , personas como Francisco Bulnes Sanfuentes nos entregan un material riquísimo para construir docenas de homenajes con cada una de las facetas que constituyeron su vida y su trayectoria, mas hoy hemos querido resaltar aquélla en que más lo reconocemos y nos identificamos todos con él, a pesar de no compartir un pensamiento similar. Esa faceta es la del político consecuente, la del hombre público ejemplar y, por sobre todo, la de un demócrata que llevó sobre sí el peso de una historia republicana, que él, como nadie, supo proyectar hacia el futuro de un país digno y tolerante.
Reciba pues, don Francisco Bulnes Sanfuentes , este homenaje del Partido por la Democracia, y sus hijos, familiares, amigos, y, sobre todo, nuestros colegas de Renovación Nacional nuestras condolencias por la pérdida sufrida.
He dicho.
(Aplausos).