Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 12
- Celebrada el 21 de junio de 1994
- Legislatura Ordinaria número 329
Índice
Cargando mapa del documento
Homenaje
HOMENAJE AL EX ATLETA INTERNACIONAL Y PREMIO NACIONAL DE ARQUITECTURA DON MARIO RECORDÓN BURNIER.
Autores
El Señor PIZARRO (de pie).-
Señor Presidente, recientemente ha fallecido uno de los deportistas más destacados de nuestro país: don Mario Recordón Bumier, un hombre que no sólo brilló en el ámbito del atletismo, sino también en otras áreas, como las relacionadas con su profesión y la docencia.
No cabe duda de sus méritos incuestionables como persona, evidenciados desde la época de sus grandes triunfos obtenidos en las pistas en 1945, cuando fue campeón sudamericano de decatlón en Montevideo, Uruguay, defendiendo a nuestro país, actuación que siguió haciendo con éxito en los años siguientes en la ciudad de Santiago, en 1946, cuando obtuvo el récord sudamericano de los 110 metros vallas. Además, como se ha dicho muy bien acá, cerró el decatlón con una marca a nivel continental, récor que mantuvo vigente hasta 1962 y, en el caso de nuestro país, hasta 1975.
Tal vez hay que detenerse a pensar en lo que significa para un deportista el hecho de competir en distintas pruebas. Dicen que el decatlón es, tal vez, la prueba más dura para un deportista; pero es justamente la que más forma, complementa y ayuda a forjar los valores y principios de quienes practican deporte y siguen el ejemplo de otros a los cuales hemos visto practicar distintas disciplinas. Eso se traspasa también a la vida y al desarrollo de un deportista como persona, a su familia y al entorno en el cual se desenvuelve.
Por eso, no es de extrañar que Mario Recordón, en el ámbito académico, haya tenido también una larga y fructífera trayectoria. Se tituló de arquitecto en la Universidad de Chile en 1946. Lógicamente, por su vocación docente, desde 1955 siguió como profesor titular en dicha casa de estudios. También trabajó en el ámbito del deporte ayudando a formar, dirigir y planificar. Lo hizo en la Dirección de Deportes de ese entonces. En el desarrollo de su carrera profesional, en 1987 obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura.
Para un docente, la culminación de su carrera puede ser el decanato. Mario Recordón fue Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile hasta 1990; pero no me cabe duda de que más satisfacción debe haber alcanzado cuando, ejerciendo su profesión, fue el gran constructor de obras tan importantes como los Estadios Chile, Israelita, Monumental, Regional de Antofagasta, de Concepción, de Valdivia, el autódromo de Las Vizcachas, etcétera.
Para él, no cabe duda, que la satisfacción debe haber sido completa al poder ligar su profesión, a través de la realización de obras concretas, con la práctica del deporte, que él tanto amó.
En suma, la figura de Mario Recordón es trascendente como ejemplo de vida para todos los jóvenes de nuestro país. Fue un hombre que supo combinar el éxito en el deporte con los estudios, pero sobre una base, que es la que ayuda a construir todo: la del esfuerzo personal, de la disciplina y el sacrificio. Él lo hizo en una época en que los jóvenes que practicaban deporte lo hacían basados en ese esfuerzo, porque no se contaba con los adelantos de la técnica actual, ni con la infraestructura que se requiere para la práctica del deporte, ni menos con los apoyos con que actualmente se cuenta a nivel mundial y nacional.
Mario Recordón nos enseñó a alcanzar el éxito en todas las facetas de la vida sobres la base del esfuerzo, de la dedicación y de la humildad. Tal vez eso puede ser parte de un legado tan importante como el de sus obras, que hoy permiten practicar a tantos deportistas.
Señor Presidente, en nombre de los Diputados de la Democracia Cristiana y como gratitud al aporte de Mario Recordón al deporte nacional, rendimos este merecido homenaje, expresando a su viuda y a su familia los sentimientos más profundos y sinceros de pesar por esta irreparable pérdida.
No puedo dejar de señalar que con el esposo de una de sus hijas, Luis Mayol, compartimos un deporte distinto al de don Mario, pero que, al igual que otros, entrega los mismos valores, principios y sentimientos que el atletismo que él practicó.
No cabe duda de que ésa es la gran riqueza, el gran legado, la gran herencia que nos deja un gran hombre como Mario Recordón.
He dicho.
Aplausos.