Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N°100
- Celebrada el 26 de noviembre de 2014
- Legislatura Ordinaria número 362
Índice
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El señor CORNEJO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni .
El señor CERONI (de pie).- Señor Presidente, señoras diputadas, señores diputados, estimados familiares, esposas de don Marcial y de don Eleodoro Campos, estimado alcalde de la comuna de Longaví y amigo, don Mario Briones :
En nombre de las bancadas del Partido por la Democracia y del Partido Socialista, rindo este homenaje a Los Hermanos Campos.
Hoy, nos encontramos en este hemiciclo de la Cámara de Diputados para rendir un merecido homenaje a dos conocidos y grandes representantes de nuestro folclor, don Marcial y don Eleodoro , Los Hermanos Campos.
Estamos para rendir un homenaje a quienes, junto con otros, representan nuestra cultura y la identidad de nuestra tierra chilena. Ojalá muchos continúen manteniéndola.
Don Eleodoro y don Marcial Campos son dos testigos clave en la historia de la cueca y la música chilena, esa que nace en el campo profundo, con letras, melodías, canciones de autores anónimos de nuestra tierra. Ellas, esas canciones, esas cuecas, inspiran a estos nuevos creadores, Los Hermanos Campos. Ellos se inspiran en el canto del interior campestre de la Séptima Región, en el sector de Longaví.
El mayor aporte de Los Hermanos Campos fue instaurar una cueca a secas, con profunda raigambre popular, curtida en la localidad de Cantentoas, al interior de Longaví, llamada así porque en cada familia había alguien que tocaba un instrumento o cantaba cantos populares de nuestra patria.
En dicha localidad, Cantentoas , y mientras trabajaban en el fundo San Manuel , aprendieron las bondades de la paya y el verso popular, gracias a las habilidades que tenían para instrumentos como la guitarra y el tormento. Su canto, además, retrataba lo esencial de la vida campestre: el cobijo familiar y el mundo del trabajo esforzado.
Don Eleodoro y don Marcial fueron hijos del cantor, payador y acordeonista Vicente Campos y de la poeta popular Verónica Sepúlveda . Los dos hermanos comenzaron su vida entre pies de cueca, refalosa y costillar. Don Eleodoro y su hermano Marcial trabajaban en los fundos de la zona y, desde muy pequeños, ayudaban a su padre como temporeros, con sacrificio, soportando el rigor que esos trabajos tenían particularmente en dicha época. Desde niños tocaban la cuncuna o acordeón con botones, la guitarra y abordaban las cuecas con fuerza.
Eleodoro y Marcial , desde muy corta edad -uno de ellos con solo diez años-, se presentaban en restaurantes de Parral. En 1936, ya circulaba el rumor de los niños cantores: Los Campos. En ese entonces fueron contratados por el alcalde de Longaví para animar un sábado de esparcimiento. Y en esa actuación ganaron más dinero que el que ganaban en todo un mes como temporeros.
Así empezaron juntos en esos años. En 1936, la sociedad ya estaba sellada. Era el tiempo en que interpretaban canciones que habían aprendido en Longaví, donde habían nacido; canciones tales como la cueca “Debajo de un limón verde”, la tonada “Los amores de don Pancho” o el vals criollo “Los rosales”, y otros.
Siendo aún niños, iban con su cuncuna o acordeón de botones y con guitarra desde Longaví a Parral y a Linares, cantando en los trenes y locales, ya vestidos de niños huasos, como eran conocidos.
En 1940 arribaron a Santiago, convencidos de que traían lo mejor del folclor campesino entre su repertorio. Tenían doce y dieciséis años. La escena de la música de raíz tenía a populares artistas conocidos, como Guadalupe del Carmen. En 1943, actuaban en diversos locales de Santiago, y en 1947 ya se presentaban en diversas radios, como Yungay, Cooperativa Vitalicia y Minería. Incluso, compartían el escenario y los programas estelares con otras estrellas de la canción popular, como Arturo Gatica, los Parra o Raúl Gardy , considerado uno de los artistas más importante de todos los tiempos en cuanto al folclor y la cueca.
Cantaban corridos, conocidos en los villorrios en la voz de Jorge Negrete, quien había visitado Chile en 1946.
A mediados de los años 50, Los Hermanos Campos comenzaron a escribir sus primeras cuecas.
En 1966, debutaron en grabaciones de discos long play, después de haber registrado decenas de discos, comenzando así su carrera en forma definitiva.
Posteriormente, vinieron otros éxitos y presentaciones directas en programas como Sábados Gigantes, El Festival de la Una, Chilenazo y Chile Lindo, sin contar sus sistemáticas apariciones en el Festival del Huaso de Olmué y en el Festival de Viña del Mar.
La música constituye un elemento esencial para conocer la cultura de un pueblo, y, además, se relaciona prácticamente con todas las actividades que el hombre realiza.
El folclor en Chile se origina alrededor del siglo XVIII, cuando las alegrías populares eran siempre acompañadas de música que se interpretaba en la vihuela o guitarra, guitarrón, arpa o rabel.
La expresión popular más genuina del folclor nacional era la controversia poética en la forma de contrapunto o paya, que reunía a los más famosos payadores en las grandes fiestas cívicas o religiosas, donde también destacaron Los Hermanos Campos.
Nuestros homenajeados fueron embajadores auténticos de nuestras raíces folclóricas, y en cada trabajo musical nos entregaban la gracia, chispa y picardía del campesino de nuestro país.
Llevaron la cueca por todo el mundo, dando a conocer nuestro folclor. Viajaron por todo Chile y visitaron muchos países, como Argentina y Canadá; actuaron en Estados Unidos, Australia y Colombia, donde les entregaron notables reconocimientos.
Asimismo, recibieron de manos de la Presidenta Bachelet la condecoración Orden al mérito docente y cultural Gabriela Mistral .
También recibieron un premio de manos del entonces Presidente Sebastián Piñera .
Curiosamente, quiero destacar que ellos fueron vecinos de grandes artistas y poetas de nuestro país, como Pablo Neruda. Los Hermanos Campos nacieron en Longaví y Neruda nació en Parral. Y más al lado, Violeta Parra nació en San Carlos, tierras que al parecer gestan y en las cuales germinan grandes cantantes y grandes poetas que han destacado tanto a nivel nacional como internacional.
Primero falleció don Marcial , en 2010, y luego don Eleodoro , hace unas pocas semanas. Ellos llegaron a ser el más grande grupo tradicional que ha existido en nuestro país, con sus decenas de discos y sus más de mil composiciones originales. Nos queda, sí, un gran legado: sus canciones y sus payas, que los chilenos y chilenas seguirán escuchando y bailando por decenas y decenas de años. Seguramente, tal como Neruda y Mistral nos evocan la poesía chilena, las cuecas, el acordeón y la guitarra nos evocarán a don Eleodoro y a don Marcial .
El conocimiento del folclor es la manera más directa de conocer profundamente a un pueblo. Por intermedio de aquel, se puede averiguar cómo es ese pueblo y cómo piensa el total de la gente en forma natural y sincera.
Por eso, como señalé al iniciar este homenaje, nos reunimos aquí, sin diferencia alguna, porque ellos contribuyeron decididamente en nuestro folclor, manteniendo nuestra identidad. Hicieron cultura; hicieron disfrutar, alegrarse y reír a miles de chilenos.
He dicho.