Labor Parlamentaria

El señor ORTIZ ( Presidente accidental ).- Tiene la palabra la diputada señorita Paulina Núñez.

La señorita NÚÑEZ , doña Paulina (de pie).- Señor Presidente , es para mí un honor poder dirigir hoy algunas palabras con motivo de la celebración de un nuevo aniversario de la declaración de independencia de la República de Croacia, para homenajear a tantas personas que han sido un aporte al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país, quienes provenían de una tierra lejana y distinta a la nuestra, que nos han legado, a otra a través del tiempo, el mejor y más valioso regalo que una nación le puede hacer a otra: su gente.

Por eso, en nombre de mi partido, Renovación Nacional, y en mi calidad de diputada por el 4o distrito, compuesto por las comunas de Sierra Gorda, Mejillones , Taltal y Antofagasta -esta última es uno de los lugares con mayor presencia de la colectividad croata en el país-, quiero expresar mi orgullo y felicidad por este nuevo aniversario de la República de Croacia.

Antes de continuar, quiero saludar afectuosamente a quienes nos acompañan desde las tribunas, pero con especial cariño a los representantes de la comunidad croata en Chile: la excelentísima embajadora de la República de Croacia, señora Nives Malenica ; el presidente del Círculo de Profesionales de Ascendencia Croata , Danilo Kalafatovic ; el presidente del Club Deportivo Estadio Croata , Carlos Lonza ; el director del Conjunto Estadio Croata , Franco Ferrera Cvitanovic ; los representantes de la Corporación Cultural Chileno Croata “Domovina”; la coordinadora de la Pastoral Croata, Kathia Sapunar , y la directora del Conjunto Folclórico “ Jadranski Biser ”.

También saludo a quienes, de una u otra manera, forman parte de esta corporación: a doña Magdalena Yaksic Triantafilo , madre del diputado Sergio Espejo , quien, junto con nuestros colegas Gabriel Boric , Vlado Mirosevic y la senadora Carolina Goic y el senador Baldo Prokurica , forman parte de la comunidad croata en el Congreso Nacional.

Por último, y no por ello menos importante, vaya mi saludo a quien habitualmente nos ayuda en la labor legislativa y en los quehaceres directivos de la honorable Cámara de Diputados, nuestro Secretario General don Miguel Landeros Perkic . Para todos ellos pido un fuerte aplauso.

(Aplausos en la Sala y en tribunas)

Hace ya más de dos décadas, Croacia, por entonces parte de la Federación Yugoslava, comenzaba su proceso de independencia, que se enmarcó dentro del macroproceso de disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Atravesada por conflictos étnicos muy profundos durante la última década del siglo recién pasado, y sin haber podido resolverlos adecuadamente, el pueblo croata, en uso del legítimo derecho de autodeterminación de los pueblos y comprendiendo que su permanencia en la Federación Yugoslava era insostenible, decidió, a través de la consulta por un referéndum sobre autodeterminación, declarar su independencia y desmembrarse definitivamente de la Federación Yugoslava.

Desgraciadamente, tal decisión acarreó una dura respuesta militar del ejército de la federación. La tensión escaló hasta la violencia y, finalmente, hasta un conflicto bélico con un fuerte rasgo étnico. No debemos olvidar que, iniciado el conflicto, muchos eslovenos, bosnios, croatas y albaneses desertaron del ejército federal hasta quedar un solo grupo étnico con el control de facto sobre este. El conflicto fue en extremo crudo y duradero. Ya desde su gestación se habían sucedido eventos para los cuales el repudio y el rechazo fueron derechamente insuficientes. No en vano se han realizado sendos procesos penales contra los responsables de las atrocidades cometidas y las flagrantes violaciones a los derechos humanos.

Con todo, Croacia logró salir airosa y convertirse en una próspera república democrática. Mucha razón tienen los croatas al referirse a ella como Lijepa naša domovino, “nuestra hermosa patria”.

No puedo dejar de mencionar, a propósito de la historia del nacimiento de la República de Croacia, un hecho que ocurrió en este hemiciclo durante 1991.

Habiéndose celebrado el referéndum de la independencia el 25 junio de ese año, acaecidos los trágicos sucesos a los que ya me he referido y teniendo a la vista que tales hechos no parecían amainar, el entonces diputado y actual senador Baldo Prokurica , quien formó, junto con otros diputados, parte del primer Grupo de Amistad Parlamentaria Chileno-Croata del mundo, presentó en la Corporación un proyecto de acuerdo por el cual solicitó al entonces Presidente de la República don Patricio Aylwin que tuviese a bien estudiar el reconocimiento de la independencia de las repúblicas de Croacia y Eslovenia, que había sido adoptada libre y democráticamente; que, además, el gobierno de Chile tuviera a bien repudiar y condenar el uso de la fuerza, y finalmente, que se solicitara al gobierno de Yugoslavia el respeto de los principios del derecho internacional de la libre determinación de los pueblos y de los derechos humanos respecto de la decisión tomada por las repúblicas de Croacia y Eslovenia, en el sentido de lograr su independencia nacional y sus deseos de decidir libre y soberanamente su destino.

El entonces diputado Prokurica , al defender el proyecto de acuerdo, expuso con gran entusiasmo y convicción: “En esta década, en que han caído los muros, en que los pueblos de Europa Oriental están buscando sus identidades propias, sin la mano de hierro de las potencias que en el pasado, por ideologías, los mantuvieron casi cuarenta años en una suerte de curaduría obligada, Croacia y Eslovenia quieren hoy decidir sus destinos y asumir sus propias decisiones. Como partidarios del respeto de los principios rectores del derecho internacional, como son la libre determinación de los pueblos y el respeto a los derechos humanos, hemos solicitado a su excelencia el Presidente de la República estudie la posibilidad de reconocer la independencia de las repúblicas de Croacia y Eslovenia, adoptadas -como dije-democráticamente; de repudiar el uso de la fuerza y de formular un llamado al Gobierno de Yugoslavia de respetar los derechos humanos.”.

La iniciativa fue aprobada por una amplia mayoría y permitió que el gobierno de Chile de esa época fuera el cuarto país del mundo y el primero en América en reconocer la independencia de Croacia.

Como sabemos, el aporte de los inmigrantes croatas se ha dado en varios ámbitos y actividades de nuestro país. En la vida empresarial, podemos nombrar a Jorge Matetic ; a los hermanos Simón y Juan Boric Baresic , quienes llegaron a la zona de Magallanes cerca de 1885 desde el entonces Imperio Austro-Húngaro y llegaron a ser prósperos comerciantes; a Gina Zuanic , quien fue durante décadas una importante figura de nuestra televisión, al igual como lo son ahora Carolina Arregui Vuskovic y Tonka Tomicic ; en la política, a Radomiro Tomic Romero , quien además destacó como escritor y académico.

Vaya un especial reconocimiento a los descendientes de croatas que han convertido a Antofagasta, a la que tengo el honor de representar en la Cámara, en una verdadera cuna de prodigios para el país, como Antonio Skármeta Vranicic , profesor universitario y escritor; Edmundo Pérez Zujovic , destacadísimo político y empresario; Eric Goles Chace , Premio Nacional de Ciencias Exactas 1993; la escultora Lily Garafulic ; la célebre periodista Lenka Franulic Zlatar ; el querido y recordado doctor Antonio Rendic , y el destacado empresario Andrónico Luksic Abaroa , por mencionar a algunos.

Señor Presidente , honorable Cámara de Diputados de la República Chile, muy queridos amigos de la comunidad croata, público que se encuentra en las tribunas:

Nuestro país es como un crisol, pues a través de su historia ha ido tomando su fisonomía de la sucesiva mezcla de razas y pueblos, los cuales, fundidos en una tierra y en una misma historia y cultura, que se ha hecho común y por ello dinámica, han podido fraguar una convivencia armónica que debemos tener presente no solo como un dato histórico, sino como una lección para los desafíos que enfrentamos hoy. Porque si afirmamos en nuestra canción patria que nuestro país es la copia feliz del edén, ello solo puede ser posible cuando todas las razas y pueblos pueden convivir en paz en nuestro país, avanzar hacia la más perfecta unidad en la plena y legítima diferencia que existe entre todos nosotros. El ejemplo de las diversas comunidades de inmigrantes, especialmente la croata, es un fiel reflejo de que es posible superar las diferencias e integrarse en una sana, pacífica y armónica convivencia social entre distintas matrices culturales.

Por ello, quiero volver sobre las palabras con que inicié esta intervención: el regalo más valioso que una nación puede dar a otra es su gente. Tal máxima queda de manifiesto con el ejemplo de la comunidad croata, a la que, por su historia, su cultura, su trayectoria y su aporte a la construcción de nuestro país, me honro y enorgullezco representar en el Congreso Nacional, lo que, estoy segura, hacen del mismo modo mis demás colegas diputados con las comunidades residentes en sus respectivos distritos.

He dicho.