Labor Parlamentaria

La señora FERNÁNDEZ, doña Maya (Presidenta).-

Tiene la palabra la diputada Natalia Castillo.

La señora CASTILLO (doña Natalia).-

Señora Presidenta, con un grupo de parlamentarias presentamos una serie de indicaciones a este proyecto de ley de presupuestos, con el fin de dotar orientaciones y principios feministas.

Por ejemplo, presentamos una indicación para que la ejecución de este proyecto y su interpretación consideren especialmente criterios de equidad de género.

Probablemente, uno de los puntos más relevantes de este proyecto de ley para el movimiento feminista que se desarrolla actualmente en nuestro país pasa por el financiamiento del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género -me gustaría que se llamara Ministerio de las Mujeres y la Equidad de Géneroque justamente ahora estamos discutiendo.

El gobierno, nuevamente y como lo ha hecho durante todo este año, ha pretendido cerrar las puertas para el avance y la concreción de las demandas. En esta partida, ello se expresó en una propuesta irrisoria: disminuir en 250 millones de pesos los recursos para las casas de acogida y los centros de la mujer, uno de los programas más precarizados del Sernameg y que, paradójicamente, es uno de los más importantes para la protección de las mujeres víctimas de la violencia, lo cual resultaba inaceptable. Que quede constancia de que esa era la intención inicial del Ejecutivo.

Afortunadamente, y luego de una negociación en la Subcomisión Mixta en donde, por parte del Frente Amplio participó nuestro compañero Giorgio Jackson Drago, logramos aumentar en 1.000 millones este programa, avanzando en la entrega de recursos para colaborar en las medidas de protección y reparación de las mujeres que, día a día, sufren situaciones de maltrato, abusos y hasta violaciones en sus propios hogares.

Con todo, esto resulta aún insuficiente, porque los programas del Sernameg siguen careciendo de recursos para cumplir, de manera efectiva, sus objetivos.

Por tal razón, con las indicaciones Nos 10 y 11 solicitamos la votación separada de las asignaciones 010 y 012 (programas Mujer, Sexualidad y Maternidad, y Mujer y Participación Política, respectivamente). Debido a esta insuficiencia, desde Revolución Democrática hago un llamado a todas las diputadas presentes a rechazar dichas asignaciones.

Por último, quiero recalcar que los recursos asignados al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, que ojalá se denomine Ministerio de las Mujeres y Equidad de Género, son y probablemente seguirán siendo insuficientes.

Las diversas violencias que sufren las distintas mujeres en nuestro país no se van acabar con la mera inyección de recursos, pero, dada nuestra situación, los incrementos hoy resultan imperativos si lo que en verdad deseamos es abrazar las demandas feministas y transformar una sociedad para que, realmente, exista equidad de género.

He dicho.