Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 91
- Celebrada el 04 de marzo de 2014
- Legislatura número 361
Índice
Cargando mapa del documento
El señor LARRAÍN .- Señor Presidente , habría querido que esta discusión no existiera. Porque no tiene ningún sentido perder el tiempo, cuando tenemos muchos proyectos de la mayor prioridad social, en extender un debate a propósito de un tema reglamentario -por la omisión de un Senador presente en la reunión pertinente- y divertirlo en estas materias.
Y lo peor es que, a mi juicio, aquí se comete un error de lógica bastante lamentable. Porque quien me ha precedido en el uso de la palabra reclama que quienes tenemos una opinión sobre lo que ocurre en Venezuela no la podemos expresar institucionalmente.
Pero él sí la puede representar. Su Señoría ha hecho acá un alegato en defensa de Venezuela, de Hugo Chávez , de Nicolás Maduro, de toda la obra que se ha realizado en ese país como lo más excelso.
Me pregunto: ¿la Oposición Venezolana compartirá lo señalado por quien hoy día ha rendido tantos homenajes a esa acción política? No, señor Presidente .
¿Y qué pueden considerar ellos? Intervención, y podrían decir: "¿Por qué un Senador chileno se mete en nuestros asuntos internos?".
Yo le pido a Su Señoría que sea coherente: o critica, o no lo hace. Pero si critica, deje que otros expresen su opinión.
Y eso es lo que estamos haciendo.
Consideramos que lo que está ocurriendo en Venezuela es grave.
¿Alentamos algún golpe de Estado? No, señor Presidente . ¡Viva la democracia! Lo hemos aprendido.
¿Alentamos alguna violación a los derechos humanos? No, señor Presidente . También lo aprendimos.
Pero porque hemos aprendido es que podemos levantar nuestra voz.
Algunos tienen testimonios personales, como lo han señalado acá. Otros queremos que nunca más, no solo en Chile, sino que en ninguna parte, existan golpes de Estado; no deseamos más violencia.
Por eso la cláusula democrática de la OEA y de UNASUR establece algo esencial: que no solo hay que preocuparse cuando ocurren los golpes de Estado, sino también cuando los gobiernos empiezan a derivar en acciones ilegítimas o discutibles desde el punto de vista de los derechos humanos o de la democracia.
Y eso pareciera ser lo que está sucediendo en Venezuela.
Si eso es así, tenemos todo el derecho a hacer presente nuestra inquietud sobre aquello.
No queremos interferir en asuntos internos. Venezuela resolverá lo que estime conveniente; me parece que le asiste todo el derecho a hacerlo. Pero levantar una voz, sobre todo en un país como el nuestro, que ha tenido las experiencias que conocemos, no solo lo estimo conveniente, sino también necesario. Es un testimonio moral.
Empero, no considero aceptable que un Senador sí pueda opinar sobre los asuntos internos de Venezuela y los demás no.
Eso carece de toda lógica. De modo que le pido al estimado Senador Navarro, a quien respeto por su pasión, que por lo menos sea coherente.
He dicho.