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Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión ordinaria N° 35
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1973
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Homenaje
HOMENAJE A DON ALEJANDRO LIPSCHUTZ, PREMIO NACIONAL DE CIENCIA EN SU NONAGESIMO CUMPLEAÑOS. NOTA DE CONGRATULACION.

Autores
El señor MUÑOZ BARRA, don Roberto (Vicepresidente).-

En conformidad a un acuerdo de la Sala, corresponde rendir homenaje al Premio Nacional de Ciencias don Alejandro Lipschutz.

Tiene la palabra el Diputado señor Sanhueza.

El señor SANHUEZA.-

Señor Presidente, existe una estirpe muy particular muy especial y rara de hombres cuya patria es el planeta; no el confín estricto de una nación determinada tampoco la estrechez de unas fronteras nacionales, más allá de las cuales lo patrio pierde su sentido Se trata de algunos seres cuya vastedad de espíritu, cuya inteligencia y cuya generosidad los convierten en ciudadanos de la Tierra entera. No es extraño entonces, que el país en donde al fin se detienen que el pais en donde deciden estos hombres permanecer para siempre, los acoja con la sensación de haber recibido algo así como un regalo inmenso.

Chile ha tenido la fortuna histórica de servir de refugio y morada permanente para algunos de esos hombres especiales, fortuna que sería inconcebible si no fuera porque aquí, en este pequeño y lejano paraje del planeta, anida un pueblo libertario camarada de todos los pueblos.

Así, los chilenos hicimos nuestro a don Andrés Bello. Le confiamos altas responsabilidades públicas y políticas, y él nos entregó aportes fundamentales en nuestro desarrollo decimonónico. Hicimos nuestros a Domeyko a Phillipi a Claudio Gay. Cada uno de ellos luchó por Chile como se lucha verdaderamente por la Patria.

Hoy tenemos la suerte de honrar a una de las mentes más lúcidas y uno de los espíritus más distinguidos y sabios del país, don Alejandro Lipschutz. El vino de lejos y se quedó entre nosotros. Salió de su Letonia natal, así como Bello abandonó su Venezuela y Domeyko su Polonia. Tal vez, en cualquier sitio del mundo en que se hubiera quedado, su nombre habría resonado más alto, escuchándose por igual entre cultos y profanos. Prefirió sin embargo, nuestra lejanía, nuestra pobreza y aún así lejos de las rutas de alta velocidad de la cultura mundial, su figura ha trascendido las fronteras y nos ha permitido a los chilenos asociar el nombre de la Patria a la fama suya.

Don Alejandro Lipschutz a mi juicio se distingue primordialmente porque en él se conjugan a la perfección dos virtudes maestras, sabiduría y austeridad. Amor hacia la humanidad y extrema sencillez en su relación con las cosas materiales. Muy pocos chilenos conocen tanto de su país, tanto sobre el origen del hombre americano, tanto sobre el desarrollo de nuestra sociedad y sin embargo, don Alejandro Lipschutz cultiva la exquisita sobriedad, la autenticidad propia de los hombres grandes, siempre al servicio de sus ideas dando testimonio de ellas sin amarguras ni odios, con bondad y con gran corazón.

Señor Presidente Honorables colegas, no me parece adecuado irrumpir esta tarde en un discurso de homenaje de esos que se estilan. No deseo reseñar la biografía de este sabio como tampoco hacer el elogio de su abundante currículum. Solo quiero dejar el testimonio de mi profunda admiración por un hombre sabio entre los sabios, modesto entra los modestos que vino desde muy lejos, desde una tierra que muchos desconocemos y se quedó entre nosotros, tal vez porque nos quiso, o tal vez porque le dimos curiosidad, o quizás porque entendió los relieves ocultos de nuestra alma nacional. Al correr de los años este anciano tan joven, nos ha ido entregando una sólida visión de lo que fuimos y somos y lo ha hecho con entrañable amor como uno más entre los chilenos.

Habría que pedirle, a don Alejandro Lipschutz, que nos señalara también cómo seremos, cuál será nuestro desarrollo de acuerdo a sus estudios y criterio. Pero, en todo caso antes de cualquier cosa que él nos dijera, primero tendríamos que decirle “Usted don Alejandro es un símbolo de lo que muchos chilenos queremos para Chile, para nosotros, para nuestros hijos y nieto. Un Chile solidario, un Chile austero, un Chile de estudio y sacrificio, tolerante y bueno, un Chile del espíritu, un Chile del diálogo, del hombre”.

Por ahora, deseo pedirle al profesor don Alejandro Lipschutz que nos siga acompañando muchos años, que nos siga iluminando, que siga siendo ejemplo para todos nosotros, de universalidad, de generosa entrega, de bondad y ciencia.

Por eso, los Diputados democratacristianos, por mi intermedio, nos adherimos al justo homenaje que la Cámara de Diputados rinde a esta egregia figura, patrimonio y orgullo de todos los chilenos.

He dicho.

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