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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Especial N° 5
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria número 341
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Intervención
PERFECCIONAMIENTO DE NORMAS DEL SECTOR SALUD

Autores

El señor NOVOA .-

Señor Presidente , anuncio mi voto en contra de la derogación de un subsidio que favorece a cientos de miles de trabajadores chilenos y que, en consecuencia, beneficia a un millón de compatriotas.

En primer lugar, no me parece tan claro que el subsidio sea regresivo. Tiene un tope. El artículo 8º que se propone derogar establece que la cotización adicional del 2 por ciento más la cotización legal para la salud de 7 por ciento no deberá exceder de una unidad de fomento. Por consiguiente, pueden acceder a este beneficio personas con un ingreso de alrededor de 170 mil pesos. El tope aumenta en 0,5 unidades de fomento por cada carga familiar del trabajador. En todo caso, la suma de la cotización legal de salud y de la cotización adicional no podrá ser superior a 4,2 unidades de fomento, que corresponde a una remuneración máxima del orden de 500 mil pesos.

No cabe la menor duda de que quienes ganan 170 mil, 300 mil, 400 mil ó 500 mil pesos no son indigentes; no se encuentran en la extrema pobreza. Pero tampoco son personas que no merezcan algún tipo de apoyo estatal. Yo diría que dentro de ese segmento se halla la clase media con ingresos medios o bajos; y me parece socialmente regresivo suprimir uno de los pocos beneficios -o quizás el único- que se le otorga.

Llamo la atención sobre la inconsecuencia que significa, por un lado, imponer a las ISAPRES mayores obligaciones, como hacerse cargo de los costos de las atenciones de urgencia, por lo cual tarde o temprano subirán las cotizaciones; y, por otro, eliminar un beneficio que recibe la clase media.

Lo anterior implicará alejar a cientos de miles de trabajadores de la posibilidad de elegir entre el sistema público de salud y el privado. Y por falta de medios económicos no podrán optar. Con ello se condena a mayor número de personas a la obligación de atenderse en el sistema público, el cual no satisface, ni con mucho, las necesidades de salud de la población. Es cierto que el sistema privado de salud también presenta muchas deficiencias, pero nadie está obligado a ingresar a él. Existe la posibilidad de hacerlo, y siempre es bueno tener abierta tal opción. Pero, al suprimirse el subsidio a los trabajadores de medianos ingresos, se limita más y más la oportunidad de elegir.

Por eso, voto en contra del artículo 4º.

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