Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 31
- Celebrada el 02 de junio de 2010
- Legislatura Ordinaria número 358
Índice
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La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Para rendir homenaje en nombre de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el señor
El señor
También quiero reconocer en la persona de mi colega y amigo Jorge Sabag el que me hiciera reparar en este hecho que había que corregir.
Saludo a la familia de don Fernando Rosselot Jaramillo , y en forma muy especial a la señora Consuelo, a quien tuve el gusto de conocer mientras vivió en nuestra tierra, en la provincia de Malleco; a sus hijos, a sus nietos, a sus amigos y amigas que nos acompañan desde las tribunas.
La partida de un hombre para sus cercanos, sobre todo para sus familiares y amigos, es una tristeza y, normalmente, una pérdida difícil de sobrellevar. No obstante, cuando muere un hombre bueno, al lamento de la partida se suma el agradecimiento por todo lo que su presencia nos dejó.
Cuenta una antigua historia que un hombre decide cambiar radicalmente su vida por causas desconocidas, para lo que se instala en un alejado pueblo, aislado del mundanal ruido que aqueja a las grandes ciudades.
Así es como cierto día, acompañado por un lugareño, decidió visitar el cementerio del pueblo en el que yacen los restos de quienes antaño habitaron esas tierras. Se sorprendió al darse cuenta de que la edad de los muertos inscrita en las tumbas no superaba los once años.
El recién llegado, intrigado y confundido frente a esa realidad, interrogó al pueblerino acerca de las causas que propiciaban la muerte prematura de tantos niños. Para su asombro, recibió una insólita respuesta del lugareño: “El número escrito en las lápidas no corresponde a la edad cronológica en la que murieron. La gran mayoría de ellos dejó este mundo siendo adultos y, en algunos casos, ancianos. Lo que sucede es que en este pueblo sólo colocamos la sumatoria de los momentos felices que cada uno de ellos logró acumular a lo largo de su existencia, ya que, en definitiva, ésos son los momentos que realmente justifican la vida de una persona.”
¿Por qué traigo a colación esta historia? Porque finalmente nuestra misión en la vida es ser feliz y coherente. Y si hay algún rasgo que destaca la personalidad de don Fernando , precisamente es su coherencia entre lo que pensaba, hacía y practicaba.
No tuve el gusto de conocerlo demasiado, sólo lo conocí con posterioridad a la recuperación de la democracia, cuando me trasladaba desde Traiguén a Angol, donde hacía su labor política y laboral. Para reconstruir la figura de don Fernando , he debido consultar a muchos de sus camaradas, a quienes lo conocieron, entre ellos, a muchos que discreparon políticamente con él y que, en más de una vez compitieron, característica de las luchas propias de la política partidaria. Lo más notable fue que todos ellos, incluso sus adversarios políticos, lo calificaron como hombre bueno, respetado y respetable. Tuve especial cuidado en consultar a varios para construir una historia que no fuera simplemente una caricatura de lugares comunes que normalmente se señalan, sino hacer una semblanza que se acercara lo más posible a lo que fue don Fernando Rosselot Jaramillo que, aunque nació en Santiago el 15 de enero de 1938, su corazón fue mallequino de tomo y lomo.
Hijo de Eduardo Rosselot y de Olga Jaramillo . Casado con María Consuelo Téllez Rioseco , con quien tuvo cuatro hijos: María Consuelo , quien nos acompaña en la tribuna, Fernando , Andrés y Felipe .
Fernando, realizó sus estudios primarios y secundarios en el Saint George's College . Luego de finalizar su etapa escolar, ingresó a la Universidad Católica y egresó de la carrera de Agronomía. Su amor por la tierra lo llevó a la fértil provincia de Malleco a sembrar su futuro.
En el ámbito laboral, ejerció su profesión explotando el fundo Los Maquis en la comuna de Renaico, puerta de entrada a la Región de La Araucanía, que pertenecía a la comunidad Rosselot Jaramillo . Entre sus logros más queridos, sin duda, junto a otros emprendedores, formó la Cooperativa Agrícola y Lechera de Angol (Calan). Fue un hombre que desde la Falange y la Democracia Cristiana creía en el comunitarismo y en el cooperativismo y lo plasmó en una de las empresas más exitosas. Hoy es una marca reconocida a nivel nacional que lamentablemente compró una gran empresa.
Fue una de las primeras agroindustrias. Dio empleo a cientos de familias y motor de la economía de Angol, de la provincia y de la región. Probablemente, Angol se conocía por los quesos y la mantequilla Calan en algún momento de la historia.
Sin embargo, la vida tenía preparados otros desafíos para don Fernando . Sus deseos de justicia social y progreso para Chile lo hicieron abrazar la bandera y los principios de la Falange. De esta manera, inició sus actividades políticas al integrarse al Partido Demócrata Cristiano, donde desempeñó diversas funciones.
Recién egresado de la universidad fue candidato a diputado -se le conoce como uno de los diputados de ese gran Eduardo Frei Montalva- y representó a nuestro partido.
En la Democracia Cristiana cumplió diversas funciones. Fue fundador y presidente comunal de Renaico durante tres años y también presidente provincial de Malleco . Participó en la Junta Provincial de Malleco y fue miembro del Tribunal de Disciplina Provincial. Hizo desde la más humilde función de agrupar la militancia hasta la representación popular, con el mismo carácter y personalidad.
Producto de su incansable labor, se le propuso ser candidato a diputado , postuló y fue electo por el período de 1965 a 1969 por la 20a Agrupación Departamental de Angol, Collipulli, Traiguén, Victoria y Curacautín.
Quiero destacar otra característica de su coherencia y manera de ser. Como diputado le tocó aprobar la ley de reforma agraria que significó que propiedades de su familia fueran confiscadas. Eso habla de coherencia. Simplemente, aceptó por los principios que predicaba y con los cuales quería ser coherente.
Don Fernando, ante todo era un caballero, un hombre íntegro y fiel a sus valores. Tanto es así, que se comenta casi como mito, que tuve que investigar para confirmar lo que acabo de comentar.
En la época comprendida entre los años 1966 y 1968, se desempeñó como miembro suplente del Comité Parlamentario Demócrata Cristiano.
Don Fernando también contribuyó en la lucha por el retorno de la democracia. Colaboró como muchos otros hombres y mujeres, como la señora Consuelo, a derrotar democráticamente al gobierno militar.
Ya en democracia, siguió sirviendo en distintos ámbitos, tanto desde la empresa privada como de la tarea pública, compartiendo generosamente sus capacidades. De este modo, quiero destacar su participación como presidente del directorio de Essar , en la que realizó una brillante gestión que permitió plantas de tratamiento de aguas servidas en la mayor parte de la provincia de Malleco, durante el gobierno del Presidente Frei Ruiz-Tagle .
Fue presidente provincial de Malleco del Partido Demócrata Cristiano, coordinador de tal vez la más exitosa campaña municipal, la de 1992, por el número de alcaldes y concejales elegidos.
Luego, nuestros militantes lo postularon como precandidato a senador en 1994, lo que finalmente no alcanzó a concretarse debido a los pactos y alianzas que el partido tenía.
Sin embargo, su labor de servicio no se agotó sólo en la política. Con esta veta solidaria que le caracterizaba, estuvo presente en muchas otras actividades. Fue socio del Club de Leones de Angol, también participó en Amicat, en la época de su fundación en Angol, organización que pocos conocen, que es la agrupación de amigos católicos, de la que me honro en formar parte. Además, fue director honorario de varias sociedades de socorros mutuos.
Esas y muchas otras razones explican que esta mañana sea un honor iniciar el trabajo de la Cámara rindiendo un justo y merecido homenaje, a quien, como mallequino y democratacristiano, profesé un especial respeto. Sin duda, un hombre que en su vida acumuló muchos momentos felices, a partir de la acción realizada.
Por eso, su vida tiene una importancia muy significativa.
He dicho.