Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 30
- Celebrada el 04 de agosto de 1965
- Legislatura Ordinaria año 1965
Índice
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Intervención
OTORGAMIENTO DE LA GARANTÍA DEL ESTADO A LAS OBLIGACIONES QUE CONTRAIGA LA CORFO, CON MOTIVO DE LA COMPRA DE ACCIONES DE LA COMPAÑÍA CHILENA DE ELECTRICIDAD.
Autores
El señor
Señor Presidente, agradezco la gentileza del Honorable señor Jaque, que me ha concedido esta interrupción, y también, la amabilidad del Honorable colega Jorge Aravena, quien me ha cedido anos minutos de su tiempo, para exponer el pensamiento del Partido Liberal.
Este proyecto, originado en un Mensaje, tiene por objeto autorizar a Su Excelencia el Presidente de la República para otorgar la garantía del Estado a las obligaciones que contraiga la Corporación de Fomento de la Producción con motivo de la compra de acciones, de pagarés y "debentures", en poder de inversionistas extranjeros, de la Compañía Chilena de Electricidad Limitada.
Para su análisis general, esta iniciativa será considerada sobre la base de los mismos puntos señalados en el informe de la Comisión de Gobierno Interior. El primer punto es el problema eléctrico y sus etapas iniciales. En el año 1930 se utilizaba la energía eléctrica sólo para alumbrado doméstico y urbano en la mayoría de las ciudades del país, siendo solamente en las provincias centrales -Santiago, Valparaíso y Aconcagua- donde se usaba corriente eléctrica en el consumo industrial.
El aumento de la población y de las industrias en estas tres provincias hizo insuficiente el aporte de energía eléctrica que la Compañía Chilena de Electricidad Limitada entregaba a este consumo.
En 1936, el Instituto de Ingenieros de Chile publicó, en su libro titulado "Política Eléctrica Chilena", sus estudios sobre la producción de energía del país. Posteriormente, en 1939, se creó la Corporación de Fomento de la Producción destinada a planificar, promover y financiar nuevas industrias. El suministro eléctrico, siendo fundamental para cualquier objetivo de expansión industrial, recibió especial atención de la CORFO.
El Consejo de la CORFO puso en marcha ese mismo año el plan de acción inmediata de energía eléctrica, organizando el "Departamento de Energía y Combustibles". En abril de 1943 aprobó el Plan de Electrificación del país y, en 1944, creó la sociedad anónima denominada Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA).
En el año 1936 comienzan a aparecer los conflictos eléctricos, los que se agudizan en forma seria, en los próximos años. En 1941 se nombra una comisión encargada de realizar una investigación completa de la situación contable y administrativa de la Compañía Chilena de Electricidad Limitada (CHILECTRA), de las condiciones del abastecimiento y del valor de los bienes físicos de la empresa.
El informe de esa Comisión dio origen a muchas discusiones y negociaciones que terminaron con la firma de un convenio (llamado Matte-Salazar), aprobado por la ley 8.132, de 17 de junio de 1945, que en su artículo 3° establece la promesa de venta al Fisco y opción de éste a comprar los derechos que la South American Power Company tiene en la Compañía Chilena de Electricidad Limitada. Esta promesa de venta fue oficializada en el decreto N° 4.271, de 21 de septiembre de 1945, considerándose el valor de acciones y obligaciones en 52 millones de dólares. Sin embargo, la operación no se llevó a efecto por ser inconveniente para el Estado, desde el momento en que no se llegó a acuerdo en el ajuste del precio que debió hacerse "hacia arriba y hacia abajo", según el decreto indicado.
Posteriormente, nuevos convenios fueron permitiendo a CHILECTRA mejorar las instalaciones para continuar sus servicios. En el convenio referido, se establecían nuevas tarifas y condiciones preferenciales respecto de los impuestos, con el fin de mantener buen servicio e interesar a CHILECTRA en nuevas instalaciones.
Los proyectos de ley presentados en los últimos años de la Administración Ibañez sólo alcanzaron a ser tratados en sus primeros trámites en el Congreso; y, en consecuencia, el problema tampoco tuvo solución definitiva. Los decretos con fuerza de ley N°s. 4 y 28, de 1959, que fijaron el nuevo texto de la Ley General de Servicios Eléctricos, dieron nueva forma a las relaciones legales de CHILEC-TRA con el Estado sometiendo sus reglas de servicios al público y el sistema tarifario a todas las disposiciones de la ley general; se estableció un nuevo activo inmovilizado, es decir, un nuevo valor de sus instalaciones; se comprometió a la compañía en un programa general de inversiones no inferior a 100 millones de dólares, que consultó la instalación de no menos de 200.000 kilowats térmicos.
El contrato convenido otorgó ciertas ventas tributarias- a la compañía y la obtención de una tarifa que le permite alcanzar un 10% de utilidad bruta.
En esta forma, los Gobiernos de los señores Ibáñez y Alessandri dieron solución al problema eléctrico de las provincias de Santiago, Valparaíso y Aconcagua, sin poder llegar a chilenizar CHILECTRA por su precio inconveniente para el país.
El informe de la comisión nombrada en 1941 señala el verdadero origen del problema eléctrico y las razones por las cuales la South American Power Company perdió su interés en CHILECTRA y empezó a demostrar un deseo extraordinario de traspasar sus acciones y derechos al Gobierno de Chile.
La South American Power Company se dio cuenta, en 1936, con el estudio del problema eléctrico hecho por ingenieros chilenos, de que el Fisco tarde o temprano iniciaría obras para producir energía eléctrica, tal como había sucedido en otros países. La producción en manos del Estado traería como consecuencia inevitable el monopolio nacional, que requeriría productos de buena calidad, pero más baratos, los que compraría en el mercado mundial, dejando marginada a la South
American Power Company que es productora y vendedora de cables, aisladores, transfomadores, medidores, etcétera. Se terminaría, entonces, el verdadero negocio; se esfumarían las utilidades por este concepto, quedando lo que no dejaba grandes ganancias: la producción de energía. Por tal motivo, no hizo nuevas inversiones desde esa fecha, provocando el problema eléctrico que se ha solucionado en parte con los convenios. Pero la South American Power Company ha mantenido siempre la esperanza de deshacerse de CHILECTRA.
La Compañía Chilena de Electricidad Limitada tiene en 1965 las siguientes plantas hidráulicas: Volcán, con 24 años de funcionamiento; Queltehue, con 38 años; Maitén, con 41 años, y Florida, con 59 años. Todas ellas producen 83.000 kilovatios.
Las centrales térmicas son: Laguna Verde, fuera de uso; Ventanas, con 115.000 kilovatios, y Renca, con 100.000 kilovatios, construidas estas dos últimas en 1964. La producción total es de 215.000 kilovatios.
Las plantas hidráulicas tienen un 2% de depreciación anual. Esto significa 50 años de vida. Las térmicas tienen una depreciación superior, lo que significa una vida de 15 a 20 años, que es la duración de un motor.
La conclusión es clara. De las plantas hidráulicas, Florida está fuera de uso, con 59 años de vida; Maitenes, con 41 años, pronto quedará fuera de servicio; Queltehue, con 38 años, desaparecerá en 1975, y Volcán, la más nueva, con 24 años, tiene sólo 9.000 kilovatios. En consecuencia, la generación hidráulica será muy baja en 1975. Las plantas térmicas son nuevas, pero en 1975 habrán cumplido más de la mitad de su vida útil.
La generación de CHILECTRA en 1975 estará muy disminuida y la energía eléctrica será adquirida a ENDESA en un 80 a 90%.
Las subestaciones generadoras y los transformadores tienen una vida más larga, pudiendo ser lo único que tenga un precio conforme al avalúo hecho por la comisión tasadora.
Sobre las redes de distribución se puede decir que la subterránea no está en buenas condiciones, pues está íntegramente parchada; todos los días podemos velen las calles de Santiago pavimentos rotos por reparaciones de esta compañía; sus instalaciones tienen cables de diferentes medidas, los que se han agregado en relación con el aumento del consumo. Cada vez que se amplía el consumo, las deficiencias de la red subterránea obligan a hacer nuevas reparaciones. La pérdida de energía es de 15,4% y no puede ser menos con las fallas claras y notorias de la red subterránea.
La compra de CHILECTRA obligará a la CORFO a cambiar totalmente la red subterránea, para dejarla en condiciones de servir en el futuro. Con este negocio, CORFO compraría instalaciones que deberá sacar y luego tendrá que invertir mayor suma para reponer la red y dejarla en condiciones de uso compatibles con la importancia de una empresa distribuidora nacional...
El señor
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Radical. Su Señoría puede continuar haciendo uso de la palabra en el tiempo del Comité Democrático Nacional, durante diez minutos, y en el tiempo del Comité Independiente, durante treinta minutos.
El señor
Decía, señor Presidente, que CORFO deberá afrontar fuertes gastos si desea dejar a CHILECTRA en condiciones de representar su papel de empresa distribuidora nacional, dispuesta a servir a la industria, al comercio, a la agricultura, a las instituciones del Estado y al consumo doméstico, y no convertirla en firma dedicada solamente a buscar utilidades para beneficiar sus capitales, lo cual perjudicaría especialmente a las personas más modestas, que no están en condiciones de hacer oír sus reclamos.
La Compañía Chilena de Electricidad Limitada, en este momento, está generando en sus plantas hidráulicas 601 millones de kilovatios, lo que confirma lo manifestado al hablar de la vida útil de sus plantas; no todas están produciendo, y sus rindes actuales son los máximos de plantas al término de su vida.
Las cuatro plantas hidráulicas -Volcán, Queltehue, Maitén y Florida- deben producir 727 millones de kilovatios anuales; y aun cuando se rebaje en su totalidad la generación de la planta de 59 años de vida, la producción debería ser de 621 millones de kilovatios y no de 601 millones, como es es la actualidad.
Hay claramente un menor rendimiento, producto de la edad de dichas plantas, que año en año se hará más visibles e irá disminuyendo la producción.
La vida de las plantas térmicas de CHILECTRA debe mirarse como la de un motor de automóvil bien tenido, pues no otra cosa sino motores movidos por combustibles o vapor, son esas plantas térmicas. Su duración y aprovechamiento conveniente no supera los 15 ó 20 años; pueden seguir utilizándose, pero en forma antieconómica.
Las tres plantas térmicas que tiene la compañía, son: Laguna Verde, Ventanas y Renca. La primera de ellas está totalmente fuera de servicio; las dos últimas son nuevas, construidas el año 1964, con una generación de 215.000 kilovatios. Estas plantas, sin lugar a dudas, prestarán buenos servicios hasta el año 1980, o más, si se mantienen como plantas de emergencia, lo que no me cabe duda alguna que así será.
La CORFO comprará los derechos de la South American Power, quedando la Compañía Chilena de Electricidad chilenizada.
La CORFO entregará esta compañía a la ENDESA, y se procederá a dividirla: la sección destinada a la generación de
energía será anexada a ENDESA, quedando el resto de CHILECTRA como empresa distribuidora filial de la ENDESA.
ENDESA proporcionará a esa compañía distribuidora CHILECTRA la energía necesaria para atender las provincias de Santiago, Valparaíso y Aconcagua, donde ella tiene concesión actualmente.
ENDESA hoy día produce en sus plantas hidráulicas de Antofagasta, Los Mo-lles, Sauzal, Sauzalito, Cipreses, Isla, Abanico, Pullinque, Pilmaiquén, Castro, Puerto Áisén, la cantidad de 494.940 kilovatios. Y en sus plantas térmicas de Arica, Iquique, Antofagasta, Taltal, Caldera, Copiapó, Huasco, Vallenar, Guaylacán, An-cud, Castro, Coihaique, Puerto Natales y Punta Arenas, produce 52.541 kilovatios, lo que hace un total de 547.481 kilovatios, significando esto que la instalación hidráulica corresponde al 2% de las reservas nacionales, que son 25 millones de kilovatios.
Las plantas térmicas que la empresa ha montado tienen por objeto solucionar el problema de las provincias del norte, donde hay, por ahora, poca posibilidad de hacer plantas hidráulicas; y de la provincia de Magallanes, donde no hay caídas de agua, ni posibilidad de hacerlas.
ENDESA tiene en construcción la planta Rapel, a 110 kilómetros de Santiago, con un rendimiento inicial de 280.000 kilovatios, el que será aumentado posteriormente a 350.000 kilovatios.
Se han iniciado los trabajos primarios, con los estudios técnicos en el terreno, de la planta El Toro, en la laguna del Laja, planta que producirá 400.000 kilovatios. Aprovechando estas mismas aguas, se construirá en el río Laja, la planta de Polcuro, río abajo, con una producción de 200.000 kilovatios.
Dentro de los programas de ENDESA, se considera la construcción de la central "Las Garzas", en Maule; y la de las centrales más importantes y trascendentales para Chile, como son las Centrales de Alto Bío-Bío, Bajo Bíó-Bío, con una producción de 4.000.000 de kilovatios.
Me pregunto: ¿no será más conveniente para el país gastar dólares en obras trascendentales, como las que he indicados? ¿O es preferible gastar dólares en adquirir lo que ya está prestando servicio, en lo ya instalado, en lo hecho?
Comparando la generación de la Compañía Chilena de Electricidad y de ENDESA, tenemos que CHILECTRA, por una parte, va disminuyendo la producción en un 4,5% anual, en tanto que el aumento del consumo en las provincias de Santiago, Valparaíso y Aconcagua, es el de 7,4% anual, lo que da una diferencia de 11,9% de mayor energía, que debe comprar CHILECTRA a ENDESA, al año, para mantener su ritmo normal de suministro.
Si esto se mantiene, en nueve años más ENDESA venderá casi toda la corriente necesaria que debe distribuir CHILECTRA, pasando a ser distribuidora, en un 80 a 90%, de la energía vendida por ENDESA.
La generación de energía por la ENDESA va en aumento. En el año 1967 estará produciendo 1.247 kilovatios; en 1970 producirá 1.500 kilovatios, y en 1975, 5 millones de kilovatios.
Si el consumo del país, en este año, es de 845.481 kilovatios, es fácil comprender que en 1967-1970 y en 1975 habrá un excedente progresivo de energía, por muy grandes que sea el aumento del consumo.
¿Y qué sucederá con este excedente de energía, que se producirá ya en 1967? ¡Es muy sencillo¡ En primer lugar, quedarán fuera de uso, como servicios de emergencia, todas las plantas térmicas. Y en 1970, ya no serán necesarias estas plantas, ni para emergencias, por la interconexión de la red de la ENDESA, a través de gran parte del territorio del país.
En segundo lugar, con la gran oferta de energía, superior a la demanda, bajará su precio por kilovatio-hora vendido al consumidor, para interesarlo en un mayor consumo.
Si las plantas hidráulicas de CHILECTRA, por su edad, no servirán a corto plazo, y las plantas térmicas se dejarán de usar, ¿para qué invertir dólares en ellas? ¿Se trata de "cumplir un programa"? ¿No es mejor invertir dólares en la construcción de las centrales programadas?
No está lejano el día en que CHILECTRA compre toda su energía a la ENDESA, y, desde ese mismo momento, pasará a ser sólo empresa distribuidora. Al serlo, la compañía perderá el interés en vender sus acciones, porque, para ella, volverá a ser negocio la sola distribución. En este instante sería conveniente para Chile buscar la fórmula para adquirir la compañía, sin incluir centrales ni edificios. Como la negativa sería evidente, habría que ir a una segunda concesión solicitada por la ENDESA, entrando a competir primero en el suministro de poblaciones marginales y, además, en el servicio de los consumos del Estado, tales como los Ferrocarriles del Estado y la Empresa de Transportes Colectivos.
Estoy seguro de que así chilenizaremos esta compañía, con un precio conveniente para el país.
Por otra parte, debo recordar a esta Honorable Cámara que, al término de la concesión de la Compañía Chilena de Electricidad, ésta pasará a poder del Estado. ¿Por qué el Presidente de laSouth American Power Company tiene tanto interés en vender sus acciones y en traspasar su crédito de la Compañía Chilena de Electricidad al Gobierno de Chile? Creo que son cuatro las principales razones:
1.- Porque ve la disminución de su producción de energía, y el aumento creciente de la producción de la Empresa Nacional de Electricidad, lo que, más tarde, le impedirá vender sus plantas de generación.
2.- La competencia de la ENDESA, que
antes no la tenía la Compañía Chilena de Electricidad, le impide continuar en el comercio de productos eléctricos, que hacía en forma exclusiva la South American Power Company, siendo ésta su mayor utilidad.
3.- Su material está totalmente envejecido; en consecuencia, lo más conveniente para ella es desprenderse de estas instalaciones.
4.- La baja renta que obtiene de su capital en acciones.
El informe que sirvió de base al proyecto de ley, en la página 11, dice textualmente: "En estas condiciones, se puede explicar el deseo y más que el deseo, la necesidad y urgencia de vender que tiene la American and Foreign Power, dueña de South American Power".
No podemos negar la baja renta de esta compañía. Por ley, sólo puede obtener el 10% de utilidad sobre el capital inmovilizado.
La aprobación de aumento de capital generalmente demora cuatro meses, lo que permite a la compañía aprovechar ocho meses de su nueva tarifa; vale decir, en lugar del 10% anual, sólo obtiene el 7,5%. Como sus deudas son al 6 y al 7%, le queda sólo una utilidad del 1,5% y del 0,5%, lo que da un promedio del 1% de utilidad. En estas condiciones, se explica que desee liquidar y apremie al Gobierno para que ello se haga.
Esto se puede confirmar en los puntos 4? y 5° de la carta dirigida por el Vicepresidente Ejecutivo de la Compañía, señor Joseph J. Cussen, al señor Nicolás Secul T., cuya copia tengo a la mano...