Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Especial N° 8
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1971
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Intervención
ANALISIS DE LA SITUACION POLITICA DEL PAIS.

Autores

El señor MONTES.-

Señor Presidente, al filo de las doce horas de debate, no estamos en las mejores condiciones para intentar un análisis de los diferentes planteamientos que se han formulado en dicho lapso. Sin embargo, deseo tomar el hilo de la madeja por algunos conceptos emitidos por el Honorable señor Lorca en la intervención en que expresó su rechazo a la siembra de odios, y en que lanzó ataques violentos contra los Partidos Socialista y Comunista. Incluso formuló apreciaciones no basadas en hechos.

El señor Senador afirmó que el único crimen político cometido en Chile con tales o cuales características era el dé que fue objeto don Edmundo Pérez Zujovic, y concluyó diciendo que los marxistas siempre acusaron a los gobernantes de turno de ser responsables de los crímenes perpetrados en sus respectivas Administraciones.

No es precisamente como lo sostiene el señor Senador. Es cierto que antes hubo lo que podría llamar crímenes colectivos, que fueron de responsabilidad de tal o cual Gobierno o de determinado personero del régimen. Sin embargo, en los últimos años lo que en nuestro país más se asemeja al crimen cometido en la persona de don Edmundo Pérez Zujovic, y donde podrían encontrarse algunas coincidencias ilustrativas, es el caso del General Schneider.

Puedo asegurar a Su Señoría que en esa ocasión los partidos de Unidad Popular - nuestra colectividad, por lo menos- no culparon precisamente al Gobierno del señor Frei, ni al Ejército, al cual pertenecía, ni a las fuerzas policiales o de seguridad.

En esa oportunidad, entregamos una apreciación política, que más tarde se vio confirmada por los hechos. Entonces, como sucede ahora, algunos dijeron que nuevamente veíamos fantasmas, que, de nuevo, creábamos y revitalizábamos determinados mitos mediante una reiteración de argumentos que habíamos formulado anteriormente. Sin embargo - repito- , los hechos nos dieron la razón. Y cuando conocimos los que el Fiscal Militar señor Lyon, magistrado de las Fuerzas Armadas, expresa en el documento en que se refiere al asesinato del General Schneider, pienso que las expresiones de dicho Fiscal pueden ilustrarnos acerca de los criterios que deberían tenerse en cuenta, a mi juicio, con relación al crimen perpetrado en la persona de Edmundo Pérez.

En su primer considerando, el documento dice: "Que efectuado el acto electoral para elegir Presidente de la República, en votación directa, el 4 de septiembre de 1970 y, conocidos, por una parte, sus resultados, que dieron la primera mayoría relativa al Senador señor Salvador Allende Gossens; y, por la otra, las declaraciones del candidato que obtuvo la segunda mayoría relativa, en orden a renunciar posteriormente si el Congreso Pleno lo elegía, determinaron que diversos dirigentes de agrupaciones que se denominaron "Frente de Republicanos Independientes" y otros concurrieron a entrevistarse con el general de Ejército en retiro Roberto Viaux Marambio a fin de conocer su pensamiento frente a la situación política y ofrecerle su adhesión y apoyo ante la posibilidad de una nueva elección presidencial."

Son palabras textuales del dictamen del Fiscal MilitarFernando Lyon. Considero conveniente recordarlas aquí a propósito de los argumentos expuestos por los Honorables señores Bulnes y García en el día de hoy, respecto de la interpretación constitucional y de la posición que su partido adoptó en torno de la situación política que el documento señala. No he querido discurrir sobre la base de nuestros propios pensamientos y palabras, sino remitirme a las consideraciones que el Fiscal Militar hizo acerca del sumario que ya se cerró. Y agrega: "Sin embargo, dado el anuncio público de amplios sectores políticos, en orden a apoyar en principio con sus votos para elegir como Presidente de la República, en la reunión del Congreso Pleno establecida por la Constitución Política del Estado, a quien había obtenido en las urnas la primera mayoría relativa- , el referido Roberto Viaux Marambio, concertado con Raúl Igualt Ramírez, Jorge Arce Brahm, Julio Fontecilla Rojas y Jorge de Solminihac Andrade, se propuso organizar un alzamiento contra el gobierno constituido para privar de sus funciones al Presidente de la República, y así impedir que entrara en el ejercicio de ella quien debía legítimamente sucederlo."

Pues bien, cuando alguno de nosotros formuló tales juicios o hipótesis en esa oportunidad, muchos nos dijeron que veíamos fantasmas, que estábamos creando mitos para confundir, al sostener que la Derecha y la CIA estaban interviniendo en estos problemas.

El Fiscal Lyon dice en el párrafo segundo que "para realizar el alzamiento proyectado, Roberto Viaux Marambio efectuó reiteradas reuniones con el entonces general en servicio activo Camilo Valenzuela Godoy y el almirante Hugo Tirado Barros, con el fin de provocar el derrocamiento del gobierno constituido. Participaron, facilitando las referidas reuniones, Raúl Igualt Ramírez y Raúl Igualt Ossa, quienes asimismo conocían la finalidad delictiva que se proponían."

Es sabido que estos jefes continuaron en sus cargos durante varios meses, como también que las personas que aquí se mencionan sólo después de bastante tiempo fueron enviadas a la cárcel, como correspondía a la realización del proceso que se estaba desarrollando.

Y dice el Fiscal en el párrafo tercero: "Que con el mérito de los antecedentes del proceso el Tribunal tiene la convicción de que los entonces oficiales del Ejército Guillermo Jara Llamazares y Sergio Carrera Rivera, ambos de guarnición en Angol, tuvieron conocimiento de la sublevación que se proponía organizar Roberto Viaux Marambio, sin que denunciaren tales hechos a la autoridad correspondiente, toda vez que mantuvieron enlace y fueron periódicamente informados de los propósitos de Roberto Viaux, por Roberto Vinet Llamazares."

No pretendo leer todo el dictamen o documento. El Fiscal expresa más adelante: "Que se encuentra en igual forma acreditado, que con el fin de preparar e incitar a la obtención del resultado delictivo perseguido, los ya mencionados Roberto Viaux, Jorge Arce Brahm y Raúl Igualt Ramírez, dispusieron y realizaron los siguientes actos:

"a) La iniciación de una campaña de convencimiento, para obtener que, no se realizaran paros y huelgas en las industrias y servicios vitales de la economía nacional, hecho que habían previsto se produciría como reacción ante el derrocamiento del Gobierno constituido. Para lo anterior, realizaron diversas reuniones con Roberto Viaux, entre otros, Luis Gallardo Gallardo, Carlos Labarca Metzger, Luis Boris Ravest Toro y Sergio Topelberg Volosky.

"b) Organizaron una guardia armada en los domicilios de Roberto Viaux, Raúl Igualt Ramírez y Jorge Arce Brahm, lugares donde normalmente se efectuaban las reuniones conspirativas. En el cometido anterior participaron tanto en su organización como en la vigilancia misma Juan Diego Dávila Basterrica, LuisAdolfo Gallardo Gallardo, Carlos Labarca Metzger, José Jaime Melgoza Garay, Rafael Fernández Stuardo, Fernando Cruzat Aguirre, Jaime Requena Lever, Luis Hurtado Arnés, Carlos Silva Donoso, Edmundo Mario BerRIOS, Eduardo Maffei Reyes, Hiran Rodolfo Bey Benzann y Rubén Santander Véliz, todos los cuales se habían concertado y puesto a disposición de Roberto Viaux Marambio para el alzamiento que se preparaba."

Señalo esto, porque no siempre la organización de determinados grupos armados es conocida y localizada en forma oportuna por el Gobierno y sus fuerzas de seguridad. Se precisa de una investigación, y como recordaba un señor Senador, se requiere poner en práctica una técnica policial, que puede aconsejar o no aconsejar la adopción, en determinados instantes, de ciertas medidas. Y esto lo digo a propósito de la discusión habida hoy en el Senado sobre este tipo de problemas.

Agrega el señor Lyon en la letra d) - me salto algunas- : "Para dotar de armamento a los componentes de la guardia indicada en la letra b) de este dictamen, los referidos Luis Gallardo Gallardo y Juan Diego Dávila Basterrica, con dineros proporcionados por Jorge Arce Brahm, adquirieron al comerciante y coleccionista de armas Nicolás Díaz Pacheco, veintiséis pistolas de diferentes marcas y calibres con su correspondiente munición, una escopeta Browning, un rifle Winchester y tres carabinas Garand M. 1, calibre 30, todas asimismo con su correspondiente munición, quien las enajenó no obstante haberse impuesto del destino de estas armas y la sublevación que se proponían sus adquirentes."

Continúa el documento:

"V.- Que, por otra parte, y con el fin de alterar la tranquilidad pública y crear un clima de inquietud social que, a juicio de los conspiradores contribuiría a facilitar la sublevación, se provocaron los siguientes actos de violencia, los cuales fueron puestos en conocimiento de Roberto Viaux Marambio por Enrique Arancibia Clavel y Juan Diego Dávila Basterrica:". Sigue una larga enumeración de dichos actos, de los cuales sólo recordaré algunos.

"a) Carga explosiva, determinada como dinamita, colocada el 26 de septiembre de 1970, a las tres de la madrugada, en el Supermercado Almac ubicado en Américo Vespucio Nº 1790, cuya explosión, aparte de los daños ocasionados produjo alarma e intranquilidad en el vecindario. Atentado dispuesto por Enrique Arancibia Clavel y ejecutado por miembros no identificados de la organización "Ofensiva Nacionalista de Liberación", que éste dirigía."

En las letras c) y d) también se señalan delitos, y. aquí quiero detenerme para leer lo siguiente: "En los atentados anteriormente indicados y descritos en las letras a) y b) y torre de alta tensión eléctrica número 38 de la Panamericana Sur, sus autores dejaron panfletos atribuyendo su comisión a una inexistente "Brigada Obrero Campesina", con el fin de crear un clima de confusión."

"e) Luis Gallardo Gallardo, Luis Hurtado Arnés, Jorge Lagos Carrasco, y Carlos Labarca Metzger y Sergio Topelberg Volosky, se concertaron para colocar y hacer detonar una carga de dinamita en la caseta de transmisiones de canal 9 de TV de la Universidad de Chile."

En seguida, en las letras f), g) y h), se señalan otros delitos, como la detonación de una carga explosiva en el local de la sucursal del Banco Francés e Italiano. En la letra i), aparece el atentado producido el día 4 de octubre; en la letra j), otro hecho similar, ocurrido el 6 de octubre; en la letra k), otro, acaecido el 5 de octubre; luego - consta en la letra 1)- , el día 8 de octubre, se hacen explotar simultáneamente cargas de dinamita en las bodegas de la firma Saavedra Benard y en el edificio de Duncan Fox; y en la letra m) se dice que el 9 de octubre detona una carga de dinamita en el domicilio de Luis Ferrada ¡Urzúa, Alcalde de la comuna de Maipú.

Sigo leyendo: "VI.- Que se encuentra igualmente acreditado en autos que el día 18 de septiembre de 1970, Juan Enrique Schilling Rojas, Luis Abelardo Meza Llancapani y Luis González Gutiérrez, colocaron un artefacto explosivo en el domicilio de Carlos Yarur Banna y a petición de Luis Yarur Rey, detonación que, si bien no causó daños por su escaso poder, provocó intranquilidad pública dado el clima de tensión que se vivía, finalidad perseguida por sus autores.

"VII- Que se encuentra asimismo acreditado en autos que Julio Fontecilla Rojas, Jorge Arce Brahm, Guillermo Carey Tagle, Julio Antonio Bouchon Sepúlveda, León Cosmelü Pereira, Roberto Vinet Llamazares, Adolfo Bailas Ostergaard, Andrés Widow Antoncich y José Olalquiága Reyes, en conocimiento de la sublevación que se preparaba, efectuaron reuniones y gestiones, tanto para internar ilícitamente armas al país, como para preparar su recepción, que debería llegar por vía aérea. Lo anterior con el fin de organizar grupos civiles armados que, cooperando en el alzamiento contra el gobierno constituido, evitaran que otros sectores de la población reaccionaran oponiéndose a dicho alzamiento.

"VIII.- Que después de considerar diversos planes y posibilidades, para obtener el derrocamiento del gobierno y con ello impedir el término del proceso electoral, el referido Roberto Viaux Marambio, en conocimento de la posición de respeto a la Constitución y las leyes de las Fuerzas Armadas, estimó como única manera de moverlas a intervenir, dado el clima de intranquilidad social que se vivía; la provocación artifcial de Un hecho de grave significación y que condujera a una situación de caos en el orden interno del país. Fue así como en los primeros días del mes de octubre de 1970 consideró el secuestro de los cuatro generales más antiguos del Ejército para, con fecha 17 de octubre, y ante las proximidades' de la reunión del Congreso Pleno, encargar el secuestro de dos de ellos, los generales Rene Schneider Chereau y Carlos Prats González, a efectuarse el 19 de octubre. Finalmente, y al no poder consumarse el hecho delictual querido, dispuso, precipitadamente, el secuestro de quien aparecía como principal obstáculo para sus fines, el Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider Chereau. Estos hechos que condujeron al homicidio de este oficial general, por constituir su comisión delitos comunes, se investigan separadamente por este mismo tribunal en la causa Nº 2446- 70, según lo prevenido en el artículo 27, letra n), de la ley Nº 12.927, de Seguridad del Estado.

"Se concertaron con Roberto Viaux para provocar el hecho que, a juicio de los conspiradores, conduciría al alzamiento contra el Gobierno, Raúl Igualt Ramírez, Jorge Arce Brahm y sus ejecutores materiales, Juan Diego Dávila Basterrica, LuisGallardo Gallardo, Carlos Labarca Metzger, Rafael Fernández Estuardo, Rodolfo Bey Benzam, Juan Luis Bulnes Cerda, Rubén Santander Veliz, Jorge Lagos Carrasco, Luis Hurtado Arnés, Mario Edmundo Berrios, Andrés Widow Antoncich, Eduardo Maffei Reyes, Jaime Requena Lever, Sergio Topelberg Bolosky, Alian Leslie Cooper Alian, Jaime Melgoza Garay y Mario Montes Tagle. Asimismo, se habían impuesto de ello y contribuyeron a su realización Julio Fontecilla Rojas y Raúl Igualt Ossa."

Termino citando de este documento lo siguiente: "Dentro del vasto, pero impreciso plan que se proponían ejecutar quienes así se concertaron, habían previsto que como reacción a la acción de secuestro, además de la conmoción pública que tal hecho causaría, se iniciaría por parte de las fuerzas policiales una búsqueda masiva en barrios y poblaciones, lo que permitiría la incautación de depósitos de armas supuestamente ocultas y en poder de grupos políticos que se opondrían al alzamiento. Hecho lo anterior, y ante la violencia y desorden social que dichas acciones también, presumiblemente, contribuirían a producir; por medio de una comunicación que se entregaría a conocimiento público, exigirían al Supremo Gobierno la entrega del mando de la nación a las Fuerzas Armadas, a fin de que éstas controlaran las graves alteraciones del orden social artificialmente producidas, circunstancia que sería seguida de la instauración de un gobierno de facto, en el que participaría Roberto Viaux Marambio."

Señor Presidente, he querido remitirme al documento de responsabilidad del Fiscal militar, Coronel Lyon, para demostrar, lo que señalamos antes: si algo similar se puede encontrar en nuestro país, a lo largo de varios años, al crimen cometido contra don Edmundo Pérez Zujovic, habría que buscarlo, precisamente, en el hecho que mencioné y respecto del cual nosotros expresamos en una sesión anterior que, en el fondo de nuestro pensamiento, habíamos llegado a una conclusión; conclusión, por supuesto, no basada aún en hechos de tal naturaleza que nos den la certeza absoluta de que ella es correcta. Pero no podemos menos de haber llegado a ese resultado: que existe una línea de continuidad - clara, para nosotros- entre el asesinato del General Schneider y lo ocurrido en los últimos días.

Quienes perpetraron el último crimen eligieron bien a la víctima y a los victimarios. Modificaron el método, ya que si en el primer crimen, en el del General Schneider, participaron en forma directa o indirecta personeros de la Derecha o de la ultraderecha, políticos vinculados a esos sectores, en el segundo, el del señor Pérez Zujovic, no ocurrió lo mismo; ahora se ha utilizado al VOP y a elementos del hampa.

Repito: nuestra conclusión es que se eligió bien a la víctima y a los victimarios, porque la campaña desatada ha estado dirigida, sobre todo, a hacer recaer la responsabilidad de este hecho sobre las fuerzas de Izquierda, sobre el Gobierno.

Sobre esta misma materia, deseo manifestar que algunas de las conclusiones del Honorable señor OLGUIN no son opuestas a las nuestras. Más aún, creo que coinciden bastante en cuanto a la necesidad de establecer quiénes están detrás del crimen; no los autores materiales, ya individualizados, sino quiénes son los promotores intelectuales que hicieron apretar el gatillo a los autores materiales. A mi juicio, esa tarea corresponde a la investigación que se realiza, la cual, creemos, va a llegar a una conclusión si no igual, muy cercana al juicio que nosotros hemos expresado, toda vez que en esta ocasión se han buscado, como en el caso anterior, objetivos políticos muy concretos, distintos, por supuesto, de los anteriores.

En el crimen de octubre, se trataba de impedir la asunción al mando de Salvador Allende. Hoy día, la intención es - como también dijimos en la sesión anterior- cavar el abismo más profundo que sea posible entre la Unidad Popular y la Democracia Cristiana; soldar un frente cívico entre la Derecha y la Democracia Cristiana, propuesto ya por alguien a quien no quiero calificar, por un Senador de la Democracia Radical, el Honorable señor Morales Adriasola, cuando era festejado en el Audax Italiano después del veredicto de la Corte Suprema.

En mi opinión, hay efectivamente en el país sectores movidos por el odio debido a los cambios que se realizan, a las iniciativas que se adoptan, a lo que se está efectuando, que, a mi juicio, no interesa tanto analizar desde el plinto de vista de sus detalles, de sus defectos y errores, sino, sobre todo, interesa a las fuerzas vitales de la sociedad chilena analizarlas en el cuadro general, en su dirección principal y en su contenido de fondo. Aun cuando se trate de hacer una interpretación muy simple de los hechos, no podemos negar - nadie puede hacerlo- que hay sectores en nuestro país que se mueven en defensa de sus intereses amenazados. Resulta absolutamente evidente que en el curso de los últimos años determinado sector social chileno se ha levantado con mucha fuerza en defensa de esos intereses amagados, ya sea en pequeña, en mediana o en gran proporción. Y, al respecto, no olvidamos que dentro de pocos días, o de algunas semanas, el Congreso Pleno deberá reunirse para ratificar la reforma constitucional, aprobada ya por ambas ramas del Parlamento, que establece la nacionalización de la principal riqueza de nuestro país.

Si miramos bien las cosas, la violencia de que se habla viene de lejos y, a mi juicio, ha sido desarrollada, desatada y llevada adelante precisamente por aquellos sectores de la sociedad chilena que se oponen, con todas las fuerzas de su organización, a que se toquen o se amenacen sus intereses. Es absolutamente claro que todo cambio que quiera hacerse o impulsarse en cualquier sociedad, necesariamente deberá afectar a intereses de determinados sectores o grupos.

Al respecto, he relatado en la Sala cómo se desató la violencia en el campo chileno durante el Gobierno de Frei ante la aplicación de una reforma agraria que, a nuestro juicio, no fue lo suficientemente profunda. ¿Violencia desatada por quienes aplicaron la reforma agraria? Si se mira desde el otro lado, probablemente, sí, porque hería intereses, porque negaba determinados privilegios considerados como derechos seculares. Y se produjo la resistencia y la violencia a tal punto, que no sólo se trató de silbar o de gritar a Ministros en una exposición, de cruzar automóviles o "bulldozers" en algunos caminos y puntos del país para producir trastornos, sino que se tradujo también en la dramática muerte de un hombre de la Democracia Cristiana.

También deseo contestar en este terreno algo que se señaló en estas doce horas de debate.

La violencia se produce por la aplicación de un régimen injusto. Y si alguna validez tienen la actitud y la posición de los partidos de Izquierda de nuestro país, es que han levantado, precisamente, las banderas del término de la injusticia. Ese es el propósito de lo que estamos haciendo y de lo que queremos realizar. Podemos diferir en los métodos, en la forma, en la manera de llevar adelante esa política que para nosotros es de ordenación social y que tiende a hacer realidad los sueños de muchos hombres de nuestro país que mueren antes de verlos cumplidos. Pero estamos absolutamente convencidos de que la victoria que hemos obtenido desde el punto de vista electoral - aquí se ha recordado, y lo reconozco una vez más: sí, la obtuvimos también con la votación del Partido Demócrata Cristiano en el Congreso Pleno- no fue sólo el acto de cada ciudadano de colocar un voto el 4 de septiembre en una urna, sino que tiene su antecedente histórico en muchos hechos que conmovieron a nuestra república desde el fondo mismo de su propia historia.

La victoria del 4 de septiembre tiene, a nuestro juicio, su antecedente en Lautaro y Caupolicán, en los que lucharon contra la dominación española. Lo tiene también en el 1810, en el PresidenteBalmaceda y en ese obrero tipógrafo que salió un día caminando desde Valparaíso hacia el norte de Chile para crear las primeras organizaciones obreras y quien fuera, más tarde, fundador de nuestro partido. Creemos que el éxito obtenido el 4 de septiembre tiene su precedente también en Luis Emilio Recabarren Serrano, porque las luchas de nuestro pueblo, de nuestra clase obrera, han hecho posible que lleguemos al lugar donde estamos. Lo que está construido hoy día no se hizo de una plumada, ni es sólo el efecto de ese voto depositado en la urna el 4 de septiembre de 1970; también tiene su antecedente histórico en el Frente Popular de 1938, que sólo Francia, España y Chile lograron llevar a la realidad.

Por eso, ahora que hemos llegado a tener en nuestro poder el Gobierno de la República, y en el Senado se habla de las pequeñas cosas, de los errores y de las intenciones de determinados grupos o sectores, considero que no se está analizando el fondo del problema. Porque si alguna validez tienen los 50 años de la historia de nuestro partido, aunque nuestros adversarios digan otra cosa, ella reside en que siempre en nuestras banderas estuvieron inscritas las palabras, las ideas de la redención social, del bienestar del pueblo, de la soberanía y de la independencia de nuestra nación. La realidad no dejará de ser ésa, aunque muchos nos combatan y aunque se den interpretaciones distintas de lo que somos y de lo que queremos.

Por las razones expuestas, considero necesario, antes de decir que la violencia partiría de las filas de la Izquierda y que el Gobierno sería responsable de ella, examinar más a fondo estos problemas.

La gente del pueblo vivió muchos años con sus derechos conculcados. Y mucha- gente del pueblo puede dar fe de que su lucha, su deseo de vivir mejor, suele terminar de una manera trágica; de que en los últimos años - y ésa es la verdad- la violencia la crearan "y desarrollaron aquellos sectores sociales privilegiados que se han opuesto siempre a todo tipo de cambios porque ellos, necesariamente, deberán realizarse a costa de sus granjerias.

El asesinato de Schneider no fue, entonces, el producto de la prédica de la lucha armada; fue fruto de otra concepción ideológica. Estamos absolutamente convencidos de que el asesinato del señor Pérez Zujovic no corresponde a lo que los Honorables colegas han llamado la prédica de la violencia, sino a otras causas que nosotros hemos señalado. Aquí se ha hablado mucho de la ultra- izquierda. En reiteradas oportunidades, desde esta misma tribuna, hemos expresado nuestra opinión acerca de ella. La historia de los movimientos revolucionarios demuestra que siempre al iniciarse o desarrollarse este tipo de procesos en el mundo, surgió una gran cantidad de grupos, generalmente reducidos, que tenían su propia interpretación de los hechos que ocurrían y actuaban de la manera que ellos consideraban oportuna. Pero siempre la constante ha sido que el ultraizquierdismo, caminando precisamente por la Izquierda, y como el mundo es redondo, se encuentre con la Derecha. No ha sido la ultraizquierda un factor revolucionario, sino, al revés, generalmente o siempre, ha sido contrarrevolucionaria. Aunque no lo quieran o admitan muchos, probablemente incluso la gente honesta que milita en las filas de determinados grupos ultraizquierdistas, su acción en la práctica favorece la política del adversario, del enemigo de la revolución.

En política - y esto es bueno recordarlo después de doce o más horas de debate- son los hechos los que valen, no las palabras. Cualquier interpretación "ultrista" de los hechos sociales en éste u otro país, e igualmente las acciones de este tipo, no ayudan, sino que entraban, dificultan, lentifican y tienden a liquidar todo proceso revolucionario. Desde este punto de vista de principios, nosotros somos adversarios de la ultraizquierda en este país y en cualquier parte del mundo.

Se dice que no se ha actuado con relación a la ultraizquierda, pero ello no es efectivo. Aquí quedó absolutamente en claro cuál es la política de la Unidad Popular y la del Presidente de la República. Nuestra opinión ha sido - repito- absolutamente clara. Las declaraciones de ayer y de hoy del Partido Socialista también ratifican una posición semejante.

Si hay algo que puede probar que la acción de la ultraizquierda es contrarrevolucionaria, es precisamente el asesinato de Edmundo Pérez. Esta es una demostración elocuente de lo que afirmo, porque este crimen lo aprovechan de manera implacable 'los sectores de la ultraderecha para acusar a este Gobierno de ser responsable de la situación planteada.

Deseamos señalar muy claramente nuestro pensamiento. Creemos que deben hacerse las distinciones del caso. No es nuestra intención defender a nadie, sino plantear nuestro criterio de manera franca.

El Movimiento de Izquierda Revoluciona ha modificado su actitud. Ha observado posiciones distintas de las que tuvo hasta hace algún tiempo en este país. Sus declaraciones, aunque no las compartimos en su integridad, formulan conceptos que me parece necesario tener en cuenta. El MIR ha repudiado el crimen político. Nadie en este recinto ni fuera de él podría señalar un crimen político cometido por el MIR. La suya es una actitud distinta, por cierto, de la de otros grupos de la ultraizquierda. Repito que no se trata de defender a nadie, sino de dejar las cosas en su lugar, pues, al fin y al cabo, creemos que no son los métodos represivos los que dan mejor resultado en determinadas circunstancias.

Un diario de Oposición, "Tribuna", en su editorial del jueves 10 de junio expresa:

"Ha llegado el momento de la justicia y el país no sólo espera sino que exige, perentoriamente, que ella se haga efectiva.

"Puede decirse que, nunca como en esta ocasión, la paz social y las vidas de muchos ciudadanos dependen de la eficacia y rapidez con que actúe esa justicia."

Es decir, piden que se actúe con rapidez y eficacia. Pero la crítica no es ésa. Se inventan nuevos argumentos para continuar el ataque contra el Gobierno, O sea, no hay consecuencia o concordancia entre lo que dicen, - creen necesario terminar con la campaña de odios y contribuir a superar la situación planteada- , y lo que hacen en la realidad.

Deploramos que a raíz de los hechos ocurridos la Democracia Cristiana esté actuando de la manera como lo hace en la práctica: en contra del Gobierno de la Unidad Popular. Creemos que ahí se produce también un proceso que deberá resolverse-; así lo esperamos- de la manera más conveniente para el país, sin que os impactos emocionales obnubilen la claridad política y el enfoque realista de los acontecimientos.

La censura a la Mesa de la Cámara de Diputados, el rechazo de la disposición que creaba mil nuevas plazas en el Cuerpo de Carabineros según lo había propuesto el Gobierno, la actitud de consuno que en algunos problemas muy importantes se produce entre la Democracia Cristiana y el Partido Nacional, son precisamente algunos de los efectos que se han buscado, algunos de los objetivos políticos que se están persiguiendo.

Recordamos aquí las palabras de quien fuera Presidente de la Democracia Cristiana, Honorable Senador Prado, que hoy día, junto a sus críticas, expresó un pensamiento importante, a nuestro juicio. Señaló su convicción de que era necesario un entendimiento. No se refirió a un entendimiento absoluto, sino más bien en las materias más decisivas para el país, entre los chilenos que no se oponen a los cambios. Nosotros recogemos sus palabras porque creemos que más allá de la amarga experiencia vivida en estos días en el plano personal, humano y familiar con motivo del crimen cometido; que más allá de la amarga experiencia de los efectos políticos de ese hecho, es nuestra responsabilidad mirar las cosas fríamente. Nosotros, comunistas, no somos contrarios al entendimiento de todos los chilenos que no se oponen a los cambios. Recogemos la frase del Honorable señor Prado, pues ella interpreta también nuestro pensamiento político al respecto. Cuando hablamos, por boca de uno de nuestros Senadores, de una mesa redonda, no lo hicimos para plantear entendimientos con aquellas fuerzas que sabemos antagónicas y con las cuales sería inútil pensar en una posibilidad de esa naturaleza. Nos referimos a aquellos sectores que, a pesar de la amargura y el dolor que les afectó por lo sucedido, tienen la obligación y la responsabilidad de mirar con frialdad los acontecimientos que ocurren en nuestro país.

Esa es nuestra palabra. No hemos querido - aunque a veces, lo confesamos, ha estado a punto de acabársenos la paciencia- caer en el juego pequeño de la provocación, del insulto y de la actitud un tanto malintencionada respecto de nuestra colectividad y del Partido Socialista. No lo hemos hecho porque una actitud o reacción personal de parte nuestra, una reacción originada en cosas subalternas, a nuestro juicio no facilitaría la consecución de las metas que los comunistas y todos aquellos que de una u otra manera en esta hora histórica están por la realización del cambio, de la modificación del rostro de esta sociedad, consideramos más importante para Chile.

Por último, la justicia seguirá investigando. Las denuncias que formulen los sectores de Oposición se tomarán en cuenta. Estoy absolutamente convencido de que por muy tremendas que, a primera vista, aparezcan las informaciones que entrega el Honorable señor OLGUIN, tal como las que proporcionó anteriormente, ellas servirán para que nosotros, gente de Gobierno, nos formemos un juicio acerca de lo que ocurre. Así entendemos que debe ser el diálogo. Las denuncias formuladas deben investigarse para evitar males mayores, para considerar los defectos, para enmendar los errores que puedan cometerse. En este sentido, nada tenemos en contra de las peticiones que se formulen de investigar mejor los hechos. Pero, al mismo tiempo, debemos aclarar que, si por una apreciación correcta de la actual situación no entramos a la lucha de una manera más vehemente y directa, como en otras oportunidades, no es por temor, sino en atención a la necesidad, sobre todo ahora, de una actitud más serena que nunca.

No se trata de establecer diferencias ni de señalar actitudes distintas en el Partido Demócrata Cristiano. A los dos días del asesinato de Edmundo Pérez Zujovic, leía en un diario - creo que fue en "Puro Chile", aquel diario que tanto se denigraun pequeño artículo relativo a un democratacristiano. En él se dijo que, en verdad, Bernardo Leighton nunca había sido tan grande como ahora, porque supo alzarse en el primer momento sobre el golpe recibido y fue capaz de ir a La Moneda y pedir directamente al Presidente de la República la información requerida. Al decir esto, no trato de echar flores a nadie de manera gratuita. No estamos acostumbrados a hacerlo. Mediante el relato de este hecho, sólo queremos expresar nuestra confianza en hombres y organizaciones responsables de nuestro país capaces de elevarse, a veces, sobre dolorosos impactos emocionales y de considerar ante todo su responsabilidad, que es, por supuesto, la que debemos asumir todos los chilenos.

He querido hablar de esta manera, sin querer abusar demasiado del tiempo. Han transcurrido ya doce o trece horas de debate. A pesar de estar inscritos casi en el último lugar, quisimos decir nuestra palabra, porque se trata de una materia importante. Aunque no hayamos expresado cosas fundamentales, de todas maneras deseamos que se sepa que nuestra sinceridad proviene del corazón y de cómo, por cierto, enfrentamos los hechos desde el punto de vista intelectual.

Estimo que para analizar lo ocurrido debe ponerse el acento en lo positivo y no en los hechos negros o amargos que la vida política trae casi permanentemente. Esperamos que de la dolorosa experiencia vivida, que aún no termina, y de la investigación que se realiza se haga luz muy plena, nítida y cristalina, a fin de saber quiénes están detrás de todo este proceso. Pedimos a quienes tienen la responsabilidad de conducirse con serenidad que, sobre todo en los momentos difíciles, se alcen sobre las pequeñas mezquindades de la vida y sean dignos del rango que el pueblo les entregó.

He dicho.

Top