Labor Parlamentaria

Participaciones

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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 54
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1973
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Intervención
ATAQUES CONTRA EL PARTIDO NACIONAL A RAÍZ DEL ASESINATO DEL EDECÁN NAVALDE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA.

Autores

El señor OCHAGAVÍA.- 

Señor Presidente, deseo agradecer al Comité de Izquierda Radical la gentileza de brindarme la oportunidad de hacer pública mi protesta ante las infames insinuaciones tendientes a pretender implicar a mi partido en la trágica muerte del Comandante Arturo Araya Peeters.

He escuchado los discursos de homenaje con que todos los sectores políticos destacaron la vida ejemplar del marino. Tuve oportunidad de conocerlo. Viajamos juntos por nuestros mares del Sur, en la zona del Beagle, en las provincias que represento en el Senado. Realicé un viaje de una semana y tuve ocasión de conocer sus inquietudes profesionales, sus virtudes, su calidad de hombre de honor, que es propia de todos los hombres de nuestra Armada.

Insinuaciones infames.

Por eso, después de escuchar los discursos de homenaje y luego de que todos los sectores del país han repudiado ese asesinato absurdo e inútil, no puedo abstenerme de protestar por la infame difamación destinada a involucrar a mi partido en algún acto relacionado con ese crimen.

La maniobra de la Unidad Popular.

Es sintomático que, a raíz de la encargatoria de reo de una persona que se presentó voluntariamente a declarar su participación, funcionario de un servicio del Estado, al Servicio de Equipos Agrícolas; elemento de filiación marxista que aún halla encargado reo- y cuando el país es conmovido por situaciones que todavía no se han establecido claramente y que dicen relación a la posible participación en hecho de elementos extranjeros, concretamente, cubanos, un militante del partido del Presidente de la República, el Director de Investigaciones, el Jefe de la Policía Civil, señor Joignant, a quien el Congreso Nacional destituyó cuando desempeñaba las funciones de Intendente de Santiago, haya incurrido en arbitrariedades escudado en una orden de investigación amplia que lo facultaría para allanar, descerrajar y detener con el objeto de ubicar a los responsables de dicho asesinato, cuya identidad todo el país desea conocer.

La verdad de los hechos.

Deseo esta tarde explicar ante el Senado cuál ha sido mi participación en tales hechos.

El día viernes, a las 6.30 de la mañana, recibí un llamado telefónico en el que se me comunicaba que estaba siendo asaltada una familia en Macul. Inmediatamente llamé a esa casa por teléfono para confirmar la denuncia. La conversación debió da ser interceptada, porque, imagino lo que ocurría en ese hogar impedía a quienes allí estaban decir otra cosa que no fuera: ¡Nos están asaltando!.

¿Cuál fue la reacción del Senador que habla? Llamar de inmediato a la Prefectura de Carabineros de Santiago, con el objeto de darle a conocer la denuncia que había recibido. El oficial de más alto rango que se hallaba allí, el Comandante señor Rodríguez, me manifestó que la falta de medios de locomoción le impedía proporcionar a esa hora cuanto era necesario Para llegar hasta ese sector de la ciudad. Ante tal respuesta, le ofrecí mi automóvil para trasladar a personal de Carabineros hasta el sector de Macul. El Comandante Rodríguez me dijo que me dirigiera a la 13ª Comisaría y que él dispondría que, si no había vehículos, al menos se otorgara personal para que fuera a prestar protección policial a quienes denunciaban dicho asalto. En la citada Comisaría obtuve que un furgón dispuesto por la Prefectura me acompañara hasta el sitio del suceso. Al llegar cerca de la casa mencionada, enfrenté una caravana de vehículos que venía saliendo. Interceptados los vehículos, que se detuvieron a la llegada del mío y del furgón de Carabineros, pude percatarme de que Investigaciones llevaba detenido a sus ocupantes. Investigaciones trató de detenerme; debí dar a conocer mi calidad de parlamentario. Se me manifestó que las personas detenidas iban a Investigaciones.

Agradecí la labor de Carabineros después de obtener dicha información y de comprobar que no se trataba de un asalto, sino simplemente del cumplimiento de un allanamiento con descerrajamiento amparado por la orden amplia de investigar a que hice referencia denantes.

En el transcurso del día, por intermedio de los abogados de cuatro jóvenes estudiantes que fueron detenidos en dicho allanamiento, me enteré de que Investigaciones había manifestado que éstos podrían salir en libertad a mediodía.

Participación de nacionales.

Los mencionados profesionales no son del Partido Nacional, y no participó en esa oportunidad ningún parlamentario de mi colectividad, aparte el Senador que habla; pero estoy seguro de que cualquier Diputado o Senador habría actuado en la misma forma. Señalo esto porque toda la prensa de la Unidad Popular y del Gobierno, mediante una gigantesca campaña, ha pretendido involucrar a mi partido en el asesinato del Comandante Araya, en circunstancias de que esos jóvenes y los abogados que asumieron su defensa, abogados de sus familias, no pertenecen a él. El Partido Nacional nada tiene que ver con estos jóvenes, y ninguno de ellos es siquiera militante de esa colectividad. Repito que realicé gestiones para inquirir sobre la situación de un detenido.

En horas de la tarde recibí la información de que Investigaciones aún no ponía en libertad a los detenidos. Me pareció, entonces, conveniente consultar al fiscal que tiene a su cargo la causa relacionada con los hechos, el motivo de la detención. Solicité audiencia con dicho señor fiscal. Concedida ésta, pude obtener del mismo la información en el sentido de que los jóvenes detenidos habían sido interrogados por él en el transcurso del día en el cuartel de Investigaciones.

Sin embargo, sucedió el siguiente hecho sintomático: cuando pregunté al señor fiscal cuál sería el destino de los jóvenes, me expresó que iban a quedar en libertad, por carecer de méritos -según deduzco- la detención de que habían sido objeto. Al inquirir sobre los nombres de los jóvenes detenidos y respecto de los cuales se me estaba señalando que quedarían en libertad por falta de méritos, no se mencionó a uno de ellos. Tal joven pololea con una de mis hijas. Di a conocer al fiscal que yo había sido testigo presencial de la detención del joven por Investigaciones. Más que eso, en el momento en que la caravana de la madrugada tomó contacto con el Senador que habla, dije al personal de Investigaciones que ese joven tenía una relación de noviazgo con una de mis hijas. Esta circunstancia determinó el hecho de que el propio Director de tal servicio negara al fiscal la existencia del joven entre los detenidos. Al darle su nombre, el señor fiscal llamó nuevamente a Investigaciones. Después de más de diez minutos de espera, la respuesta fue que, efectivamente, ese joven también estaba allí detenido, pero que no tenía responsabilidad alguna en los hechos relacionados con la causa que sigue el fiscal ni con ninguna otra, por lo que el fiscal ordenó al Director de Investigaciones que lo pusiera de inmediato en libertad.

Intervención de la justicia.

Al conocer el procedimiento que estaba utilizando Investigaciones y que evidentemente tenía una intención política, ya que significaba pretender comprometer a un parlamentario de Oposición, los abogados de la parte interpusieron un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones. Y este tribunal, después de consultar a la Dirección de Investigaciones sobre si los detenidos o las personas respecto de las cuales se solicitaba el recurso de amparo estaban detenidas, recibió una respuesta negativa. Es decir, el señor Director de Investigaciones mintió a la Corte de Apelaciones, cuando este tribunal le consultaba sobre si tenía o no detenidas a esas personas, lo que comprobó un Ministro.

Burla a las Fuerzas Armadas y a la justicia.

Quiero denunciar ante la opinión pública, desde esta tribuna, cómo en la Dirección de Investigaciones se están llevando a cabo los procedimientos que señalo, según los cuales ningún ciudadano en Chile está garantido en su libertad, por cuanto ni siquiera a un fiscal de las Fuerzas Armadas, que tiene a su cargo una investigación ni a los tribunales de justicia a través de las Cortes de Apelaciones -las cuales tienen a su cargo los recursos de amparo- se les dice la verdad sobre los detenidos que ingresan al cuartel de General Mackenna.

Por eso, considero de mi deber dar a conocer públicamente estos hechos que demuestran hasta dónde puede llegar la acción de un jefe de la policía civil que está convirtiendo a Investigaciones en una institución con objetivos políticos, con la finalidad de denigrar a los personeros de Oposición, pretender implicarlos o tergiversar los hechos cuando la situación se pone conflictiva para el Gobierno, pues hay una persona declarada reo y existen antecedentes de elementos cubanos cuya participación no ha sido aclarada, motivo por el cual era necesario crear un hecho político que implicara a la Oposición.

Los mismos procedimientos.

Esta situación es similar a como ocurrieron los hechos relacionados con el alevoso asesinato de Edmundo Pérez Zujovic. La opinión pública del país recordará cuál fue la respuesta del señor Presidente de la República y del Ministro del Interior de ese tiempo, señor Tohá, en presencia de altos jefes de las Fuerzas Armadas, del Servicio de Inteligencia Militar y del actual Presidente del Partido Demócrata Cristiano, SenadorPatricio Aylwin -en esa época Presidente del Senado y en tal carácter invitado a la reunión que se llevaba a efecto sobre el particular en La Moneda-, cuando señalaron que todos los antecedentes permitían asegurar al Ejecutivo que los hechos relacionados con los autores del asesinato de Edmundo Pérez Zujovic eran imputables a persone-ros de los grupos políticos de Oposición, de Derecha o afines al Partido Nacional.

¿Qué pudo constatar el país? Que después de realizarse la investigación de los hechos, los autores del asesinato del ex Vicepresidente de la República habían sido dos extremistas de Izquierda, dos elementos que inclusive habían tenido la franquicia de recibir de parte del Jefe del Estado el indulto a sus delitos, el cual fue concedido por el señor Allende a esas personas por su idealismo, que los había hecho cometer actos impulsivos.

¿Cuál era la acción que en ese momento realizaban estos jóvenes impulsivos? Simplemente, cometer un asesinato alevoso, Premeditado, en una acción que tronchó la vida de un hombre que, militando en la Democracia Cristiana, representaba para

Chile la posibilidad de que todas las fuerzas contrarias al Gobierno se unieran en torno de la actitud de Edmundo Pérez Zujovic, quien, como hombre, como chileno, como democratacristiano, significaba un' escollo frente al marxismo y a la pretensión de imponer en Chile una dictadura. Por estas consideraciones, creo que los hechos ocurridos serán dilucidados por la justicia, en la cual tengo absoluta confianza.

No hay garantía para nadie.

Frente a esta difamación, no he podido acallar mi más airada protesta por la campaña ignominiosa y canallesca, cuya única finalidad es crear una cortina de humo y buscar culpables, como ya lo ha hecho el Gobierno, en diversos complot que ha inventado, como el del Puelche y otros, motivo por el cual la credibilidad del país en el Gobierno, en los que representan al Estado y están a cargo de la Dirección de Investigaciones, no tiene garantía alguna. ¿Qué garantía puede ofrecer el señor Joignant cuando en una conferencia de prensa, con palabras sibilinas, afirma que yo fui a hacer la defensa de los detenidos con una nube de abogados y de parlamentarios del Partido Nacional, en circunstancias de que lo único que buscaba ese jefe policial era tender esa cortina de humo y tratar de imputar culpabilidad al Partido Nacional o a otras fuerzas que no son las que en este momento aparecen como implicadas en la responsabilidad del alevoso asesinato?

Quiero agregar que los hechos que me tocó vivir, a raíz de tomar conocimiento de que el señor Joignant negaba la existencia de detenidos en el cuartel de General Mackenna, primero al señor fiscal y después a la Corte de Apelaciones, determinaron que los abogados pidieran a ese tribunal la designación de un Ministro en visita en el propio cuartel de Investigaciones. Es así como la Ministra Marta Osses pudo comprobar en ese lugar que el Director de ese servicio había faltado a la verdad y que seguían detenidas las personas que él afirmó que se habían dejado en libertad, la que se obtuvo después de su visita.

Me trasladé allí a las 19.30 a comprobar el cumplimiento de las dos órdenes judiciales de libertad incondicional, la del señor fiscal y la de la Corte de Apelaciones, dictadas por falta de méritos contra un joven que precisamente aparecía ligado por relaciones de noviazgo con una de mis hijas y que no estaba implicado en ninguno de los hechos ni tenía responsabilidad alguna en ellos. Sin embargo, se negó al fiscal naval su detención, porque era importante dejarlo detenido e imputar a un Senador de Oposición relaciones con un hombre que estuviera detenido en la Dirección de Investigaciones.

Quiero decir que durante los minutos que permanecí en el Cuartel de Investigaciones, vi y conocí lo que significa para un ciudadano carente de fuero caer en manos de la policía civil, hoy día dirigida por elementos politiqueros como el señor Joignant.

Quien preside en estos momentos la sesión -el Honorable señor Aguirre Doolan- fue testigo de cómo el Senador que habla fue perseguido por personal de Investigaciones, y se instalaron detectives en su domicilio. ¿Por qué quien dirige en este instante la sesión, el Honorable señor Aguirre Doolan, fue testigo de ese hecho? Porque el domingo pasado, con él, el Honorable señor Alfredo Lorca, el Secretario y el ayudante de la Comisión, los señores José Luis Lagos y Rene Reyes, concurrimos a una gestión parlamentaria, y todos ellos pudieron constatar que fuimos perseguidos como si fuéramos delincuentes, por una furgoneta de Investigaciones, el Vicepresidente del Senado de la República y tres Senadores constituidos en Comisión, con sus respectivos secretarios.

¿Cuál creen ustedes que es la garantía que puede tener hoy un ciudadano común frente a ese tipo de acciones, cuando sabemos que en el cuartel de Investigaciones se está cometiendo todo tipo de flagelaciones; cuando un Diputado del Partido Nacional, por la provincia de Santiago Presidente de su juventud, don Juan Luis Ossa, fue víctima de actos que práctica mente lo tuvieron destruido moralmente? ¿Cuál será la situación de quien carece de amparo, no tiene fuero y nadie que pueda interceder por él?

Quiero decir que estos hechos constituyen verdadera barbarie. No es posible que elementos como el señor Joignant continúen en la jefatura de Investigaciones.

Hemos visto que otra de las personas a que el señor Joignant aludió en su conferencia de prensa transmitida por televisión -sin tener conocimiento policial alguno, no me explico la intención que inspiraba el anuncio público de los nombres, a menos que se persiguiera inducir a esas personas, a eludir la acción de la justicia-, o algunos de los mencionados, buscaron la posibilidad de entregarse, pero no en el cuartel de Investigaciones, porque lógicamente ningún chileno quiere llegar allí mientras el señor Joignant lo dirija, pues no hay garantía para nadie.

El joven Necochea, a quien no conozco, ha vivido una verdadera odisea para entregarse al fiscal naval, porque a Investigaciones le interesa interceptar la acción de la propia comisión presidida por un General de la República, quien dio a conocer públicamente su protesta por la manera como el señor Joignant pretendía haber liquidado el caso en términos judiciales y policiales. El señor Díaz rectificó el término judicial, e incluso rectificó el término policial.

El propósito de la recompensa.

Además de todo lo orquestado, están los 10 millones de escudos. Ante el asesinato de un hombre respetable de la Armada de Chile, que cumplía una función digna, ¿había necesidad de recurrir a la entrega de una suma de dinero? ¡Me pregunto si estamos viviendo en ese período de la Conquista en que ciertos países tenían que ofrecer recompensas en dinero para que los delincuentes fuesen detenidos!

¿Y a quién se entrega ese dinero? Se afirma que ya se habría adjudicado al personal de Investigaciones, en circunstancias de que el propio General que preside la Comisión Investigadora nombrada por el Jefe del Estado rectifica al Director de Investigaciones y de que la Corte Suprema, como alto tribunal de quien depende la Dirección de Investigaciones, hace también una declaración en la cual sencillamente dice al señor Joignant que está faltando gravemente a sus deberes.

He querido esta tarde relatar estos hechos ante el Senado y, al mismo tiempo, señalar que mi partido no está implicado en forma alguna con ninguno de los detenidos ni con ninguno de los hechos que en este momento se investigan, sean los relacionados con el asesinato del Comandante Araya como los de otra índole. Y el Senador que habla tampoco tiene relación de especie alguna con ninguna de esas acciones y ha actuado, simplemente, como lo habría hecho cualquier parlamentario de cualquier partido a requerimiento de un apoyo. Pero sí tengo que hacer pública mi protesta airada de demócrata ante la circunstancia de que cualquier ciudadano común que llegue a Investigaciones puede, en este momento, ser víctima de los peores apremios, de las peores acciones que, en el fondo, permitan desfigurar cualquiera declaración.

Perseguiré a los responsables.

Dejo constancia de que haré uso de todos los derechos que me concede la defensa legítima de mi honor y del honor de mi partido. Estamos en este instante redactando las querellas en contra del Director de Investigaciones, en espera de tener los documentos oficiales que signifiquen poder presentarlas ante los tribunales superiores de justicia. Porque no es posible que acciones de este tipo queden impunes. Con la imputación hecha por el señor Joignant se orquestó toda la acción en contra del Senador que habla; y detrás de esa imputación estaba la de que yo era cómplice de los sesmos o los estaba amparando.

Termino diciendo que tales hechos deben avergonzar a Chile. Y que no podemos aceptar que tras la investigación de la muerte del Comandante Araya -que todos los chilenos lamentamos y en especial quienes lo conocimos y los que tenemos verdadero aprecio y afecto por las Fuerzas Armadas, entre éstas por la Armada Nacional-; que tras esa investigación -repito-, que todos queremos que se haga, y a fondo, se esté buscando, como se hace en este momento, sacar provecho político, porque ello es repudiable, abyecto. Y así lo dijo el hijo del Comandante Araya ante su padre muerto: que esperaba que esto no se hiciera. Sin embargo, ahí está el Gobierno con su respuesta y con su acción, señalando todo lo contrario.

Pido al Senado que me excuse por haber tenido que referirme, en esta intervención, a hechos que guardan relación con mi persona, pues he creído de mí deber hacerlo.

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