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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 71
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1973
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Intervención
TERCER ANIVERSARIO DEL GOBIERNO DE LA UNIDAD POPULAR.

Autores

El señor AGUILERA.-

Señor Presidente, he querido ocupar el tiempo de mi Comité en la hora de Incidentes de esta tarde con el fin de resaltar los significados del triunfo popular del 4 de septiembre de 1970. No he tenido oportunidad de concurrir a la plaza pública y a las calles de Santiago, donde en estos instantes miles y miles de ciudadanos de todas las condiciones sociales, jóvenes, hombres y mujeres, están exteriorizando su júbilo y reafirmando las preferencias que más de un millón de personas marcaron en 1970, eligiendo al actual Presidente de la República. Pero esta manifestación multitudinaria de los chilenos no solo se realiza en Santiago, sino que también se está llevando a cabo a lo largo de todo el país. Calculamos que la movilización alcanzará a más de dos millones de personas.

Cuando una parte del pueblo expresa así su presencia, a los socialistas no nos cabe sino aprovechar esta hora de Incidentes para resaltar algunas cosas positivas. En verdad, debemos reconocer algunos traspiés administrativos y el sectarismo, problemas que por todos los medios posibles buscamos la manera de superar. Nos mueve el espíritu de encontrar fórmulas que nos permitan seguir avanzando; nos orienta un pensamiento decidido de no retroceder en lo que tanto ha costado conquistar y que ha permitido instalar a uno de los nuestros en la Presidencia de la República.

El cumplimiento del programa.

Hoy nos encontramos, después de haber impulsado tres años de Gobierno de la Unidad Popular, en pleno empuje de un programa qué se trazó con el visto bueno de toda la Izquierda de Chile, con metas muy claras y bien definidas.

La conquista de nuestra independencia económica en lo fundamental, recuperando para Chile sus principales fuentes de materias primas, sus riquezas naturales en manos extranjeras, especialmente sus minerales, constituye uno de los principales logros de la actual Administración. Hace tres años que conquistamos parte del Poder para impulsar una profunda y seria reforma agraria, eliminando el latifundio criollo nacido en la Colonia. Señalamos un claro y franco programa antes del triunfo popular, dejando establecido que nuestra lucha consistía en terminar los monopolios internos y externos, socializar la medicina, reformar y modernizar la educación, modificar los anacrónicos Códigos de Justicia y Trabajo. Indicábamos la creación de fuentes de trabajo y la meta de sacar al país del subdesarrollo en que se encontraba. Manifestábamos nuestro propósito de seguir combatiendo con nuestras fuerzas al imperialismo que nos agobiaba, para arrebatarle su influencia económica que pesaba sobre nuestra economía y la clase obrera.

Los intereses afectados por los cambios.

Indudablemente, los cambios han herido intereses muy profundos en las clases privilegiadas existentes en el país, y también hieren los intereses de empresas extranjeras. Y en la medida en que se aplicaba el Programa de la Unidad Popular se desencadenó una odiosa y criminal oposición jamás vista en el país. Repito : en la medida en que los capitalistas constataban la pérdida de sus privilegios, radicalizaron más y más su oposición al actual Gobierno, la que es antidemocrática, implacable y de corte fascista.

El derrumbe del poder burgués criollo y de los capitalistas extranjeros se acrecienta con la lucha del que trabaja y produce actualmente las riquezas de Chile. El derrumbe del poder semicapitalista y reformista también alcanza a los grandes comerciantes y empresarios transportistas, y a los colegios profesionales, como el de los médicos y el de los abogados. Estos, grupos sociales no aceptan la pérdida del Poder Ejecutivo acaecida el 4 de septiembre de 1970. Y sumamos a esta oposición la realizada por otras capas sociales de alto poder económico en contra del actual Gobierno: éstas se cobijan en la Sociedad Nacional de Agricultura, en la Sociedad de Fomento Fabril, en el Sindicato de Establecimientos Comerciales.

Los esfuerzos de la Oposición y la huelga de los transportistas.

Señor Presidente, en esas capas sociales se esconden los capitalistas, los reformistas, los fascistas y el imperialismo presente en especial mediante la CÍA. Juntos han desencadenado la odiosidad, la calumnia, la desobediencia civil y el desconocimiento de nuestra institucionalidad, amasando con ello la división de los chilenos, la que está llegando al fratricidio, al enfrentamiento entre hermanos. Los hechos así lo demuestran. La prensa y la radio, como asimismo la televisión, controladas por la oligarquía capitalista, cada veinticuatro horas deforma las noticias y obliga al Gobierno a desmentirlas terminantemente. Y junto con deformar las noticias, estimula la sedición fascista. No puede ser de otra manera: ahí están las huelgas de los transportistas de pasajeros y de carga, con las pérdidas ya conocidas y con sus repercusiones tan trágicas para el país. Sé que hay miles de camioneros, especialmente en provincias, que no comparten esta huelga y que han sido arrastrados a ella por una directiva que los orienta y conduce políticamente. Así lo ha dejado establecido el propio compañero Presidente de la República al referirse al problema de los transportistas. Para mayor ilustración de la ciudadanía, me permito solicitar que se inserten en esta parte de la .versión las palabras del compañero Allende relacionadas con la materia, contenidas en dos carillas.

El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-

Oportunamente, la Mesa recabará a la Sala el acuerdo respectivo.

El documento que más adelante se acuerda insertar es el siguiente:

Señoras.

Ministros, Subsecretarios, señores Comandantes en Jefe de las Fuerzas

Armadas, Señor Director General de Carabineros, Autoridades civiles y militares, Estimadas compañeras, Estimados compañeros:

En la tarde de hoy vamos a proceder a hacer un reajuste del actual Gabinete. Deseo, previamente, hacer unas breves consideraciones iniciales.

El 8 de agosto designé un Gabinete que estaba integrado por representantes de los partidos populares, por los señores Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el señor Director General de Carabineros. Dije que, a mi juicio, este Gabinete se denominaba de Seguridad Nacional; que pensaba que era, posiblemente, la última oportunidad que tendríamos para evitar un enfrentamiento y la guerra civil entre los chilenos. Solicité el concurso de los señores Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y del señor Director General de Carabineros, porque la economía del país estaba siendo violentamente atacada por un nuevo paro sedicioso de los transportistas, similar, en sus características y en el fondo, al de octubre del año pasado.

Hoy, quiero que el país medite en algunas breves cifras que voy a dar. Se calcula que un camión tiene un ingreso mensual de 400 mil escudos, con lo que debe hacer frente a todos sus gastos: chofer, pioneta, carburante, etc.

En Chile hay 20 mil camiones parados. En un mes, han dejado de percibir los transportistas 8 mil millones de escudos. ¿Quién financia esto? ¿De dónde sale este dinero? ¿Qué razones puede haber para rechazar las proposiciones claras y abiertas que el Gobierno ha hecho? Las mismas que también se les han propuesto a algunos sectores del rodado que se han declarado en huelga solidaria, y levantando algunas reivindicaciones que el Gobierno también ha encarado.

Es el caso del actual Ministro de Obras Públicas, General Magliocchetti. Está prácticamente nueve días en su Ministerio. Ha trabajado un promedio de doce horas diarias, sin exagerar.

En diálogos, conversaciones, proposiciones, estudios, contraposiciones. ¿Cuándo un Gobierno ha demostrado una mayor amplitud y el deseo de encontrar una solución equitativa? Sin embargo, hasta hoy no hay una definición. He dicho al Ministro, señor Magliocchetti, después de conversar con él y estando él de acuerdo, que hoy terminan las conversaciones. Definitivamente.

El gremio del rodado entiende que está perjudicando extraordinariamente al país, o comprende que debe aceptar las proposiciones hechas por el Ministro señor Magliocchetti, a nombre del Gobierno, y por el señor General Contreras, que ha reemplazado al General Brady como Interventor General, o lisa y llanamente el Gobierno tomará todas las medidas que sean necesarias. Absolutamente todas, para impedir que Chile siga siendo azotado y devastado, y para poner atajo definitivamente al terrorismo cobarde y artero, que ha azotado implacablemente, de norte a sur, a la Patria.

Quiero que se mediten estas cifras: en la producción nacional, el paro significa una merma de 100 millones de dólares.

Habrá que invertir 50 millones de dólares en camiones, en chasis, en repuestos; en un rubro que golpea muy de cerca a miles y miles de chilenos, especialmente a las madres. Tres millones seiscientos mil niños, 3 millones 600 mil personas, siendo el 80% niños, de embarazadas y nodrizas, han sido perjudicados por el paro de los transportistas. Sólo el 50% de la producción lechera ha llegado a las plantas industrializadoras. Son millones y millones de litros de leche, tan necesarios para nuestros niños, para los hijos de los trabajadores, para los hijo3 del pueblo, que se han perdido por la irresponsabilidad de los dirigentes de los transportistas, algunos de los cuales, cínicamente, le han dado un carácter político a su movimiento.

En el caso de la vivienda, hay 80 mil viviendas que están semiparalizadas, lo cual amenaza con cesantía a 90 mil trabajadores.

Teníamos proyectado un esfuerzo nacional fecundó, serio. Estábamos satisfechos de las siembras de invierno. Habíamos duplicado las siembras este año, en comparación con las del año pasado. Se sembraron 600 mil hectáreas el 73.

Teníamos proyectado sembrar para la primavera 750, 800 mil hectáreas. Se consultaba transportar 370 mil toneladas de fertilizantes entre agosto y noviembre. En agosto sólo se pudieron transportar 20 mil toneladas. Han quedado sin transportar 78 mil toneladas, con la amenaza de quedar sin poder ser cultivadas 170 mil hectáreas. La sustitución de la producción de esas 170 mil hectáreas significaría más de 60 millones de dólares. Piensen ustedes. Mediten y dense cuenta de lo que eso significa.

Por ello el Gabinete del 8 de agosto tenía ese contenido. Defender a Chile en su economía. Establecer el orden público. Evitar la crisis política y la crisis económica. Nos interesaba y nos preocupa y nos preocupará siempre la seguridad y la vida de nuestra gente, y la preservación de los bienes, que son patrimonio individual o que son patrimonio colectivo.

La huelga de los comerciantes.

El señor AGUILERA.-

Ahí están las huelgas continuadas de los grandes y medianos comerciantes, quienes durante este régimen han ganado más sacrificándose menos: han obtenido sus derechos provisionales, reconociéndoseles quince años, con efecto retroactivo, para jubilar; se les creó el Registro Nacional de Comerciantes; se han abierto los créditos a los pequeños comerciantes. No obstante lo anterior, estos grupos combaten políticamente a la actual Administración, efectuando paros porque, supuestamente, el Ministro de Economía no les habría entregado respuesta a sus peticiones. A mayor abundamiento, me permito pedir que en esta parte de mi discurso se inserte la lacónica contestación del compañero MinistroJosé Cademártori.

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