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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 63
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1973
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Intervención
RESPUESTA DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA A ACUERDO DE LA CAMARA DE DIPUTADOS.

Autores

El señor ACUÑA.-

Señor Presidente, en la semana recién pasada la Honorable Cámara de Diputados, que es la Cámara esencialmente política y fiscalizadora según la Constitución Política del Estado de Chile, se abocó al estudio y conocimiento de un proyecto de acuerdo, de conformidad con las atribuciones exclusivas que le confiere el artículo 39, número 2, de la Carta Fundamental. En definitiva, por 81 votos contra 47 estos últimos correspondieron a los defensores de la posición del Gobierno, se aprobó un proyecto de acuerdo que en su parte resolutiva, después de catorce considerandos en los que señalan los hechos que dieron lugar a su presentación, dice:

Primero: Representar al señor Presidente de la República y a los señores Ministros de Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República que entrañan los hechos y circunstancias referidos en los considerandos quinto a duodécimo precedentes;

Segundo: Representarles, asimismo, que, en razón de sus funciones, del juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes que han prestado y, en el caso de dichos señores Ministros, de la naturaleza de las instituciones de que son altos miembros, y cuyo nombre se ha invocado para incorporarlos al Ministerio, les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas que infringen, la Constitución y las leyes, a fin de encauzar la acción gubernativa por las vías de derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos;

Tercero: Declara que si así se hiciere, la presencia de dichos señores Ministros en el Gobierno importaría un valioso servicio a la República. En caso contrario, comprometería gravemente el carácter nacional y profesional de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, con abierta infracción a lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Política y grave deterioro de su prestigio institucional, y

Cuarto: Transmitir este acuerdo al señor Presidente de la República y a los señores Ministros de Hacienda, Defensa Nacional, Obras Públicas y Transportes y Tierras y Colonización.

El acuerdo de la Cámara representa el sentir mayoritario de todos los sectores sociales.

En esencia, ese acuerdo de la Cámara de Diputados ha respondido al sentimiento ampliamente mayoritario que se expresa en todos los sectores sociales de nuestra patria, y que son representativos de una mayoría nacional popular, ante los atropellos del Gobierno y de sus funcionarios ; frente a los abusos del Jefe del Estado y de sus Ministros; ante el mal uso de las atribuciones constitucionales y la forma como ellas se tuercen, y frente a las groseras actitudes encaminadas a desconocer los fallos de los tribunales de justicia y los dictámenes de la Contraloría cuando, ajustados a derecho, discrepan de las posiciones del Gobierno; actitudes con las que se induce a creer que en Chile no estamos viviendo en un sistema jurídico y constitucional.

El señor Allende pareciera no vivir en Chile.

Nuestro país, que vive un gran proceso de anarquía social; donde casi todas las actividades nacionales se ven afectadas por el derrumbe moral y la paralización; donde los estudiantes no pueden estudiar; donde los médicos se ven impedidos de ejercer sus funciones; donde los ingenieros no pueden desarrollar sus actividades; donde los trabajadores que desean laborar se hallan imposibilitados de hacerlo porque hay grupos armados y violentistas que, con fines político-dogmáticos, se toman muchas industrias en las que se altera el sistema normal de trabajo, porque ellas están en la mira de sectores extremistas cuyo anhelo es el de que Chile sea sólo un conjunto de instituciones, actividades, industrias y empresas totalmente colectivizadas o estatificadas, a fin de que así el grupo oligárquico que controla el mando político pueda imponer su voluntad a todos los chilenos y presionar e intimidar; nuestro país digo, como consecuencia de la conducción política marxista del gobernante señor Allende, sufre el proceso inflacionario más vergonzoso y terrible de toda su historia, al extremo de constituir éste un record mundial, que señala a Chile como una nación primitiva, irracional, que retrocede hacia el pasado, que aumenta su dependencia del extranjero en términos tales que el pueblo, para comer un pedazo de pan algunos días a la semana en este Gobierno, que según el señor Allende es de los trabajadores, depende del trigo que pueda llegar de Argentina, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelandia u otros países.

Cuando Chile vive ese proceso; cuando aumenta su endeudamiento externo; cuando presencia el quebrantamiento moral que implica el hecho de que una enorme cantidad de su autoridades se vaya enriqueciendo progresivamente, en forma ilícita, amparando la coima, el negociado oscuro es el caso de los negociados que están denunciando en este instante importantes revistas chilenas; por ejemplo, los oscuros negocios de la firma KETRA con organismos fiscales chilenos, en los que embajadores y políticos de la Unidad Popular aparecen implicados en la recepción de comisiones en dólares; en instantes en que Chile presencia esa gran crisis y el pueblo no tiene qué comer, el señor Allende, frente al citado proyecto de acuerdo, expresión democrática de un cuerpo legislativo representativo de la voluntad popular genuinamente expresada el mes de marzo en los porcentajes que conoce la ciudadanía, pese a las denuncias de fraude electoral formuladas a raíz de la comprobación, con posterioridad al acto eleccionario, de hechos tales como la adulteración de los registros electorales por elementos de la Unidad Popular, con una frivolidad abismante y con gran irresponsabilidad pareciera estar en otro planeta, y no en la tierra; no voy a decir en Chile, se limita a expresar que el acuerdo de la Cámara de Diputados el señor Allende fue parlamentario durante más de veinte años- no se ajusta a las atribuciones de esa rama del Congreso, y hace objeto a los opositores de las clásicas denuncias, achacándoles todos los males que vive el país, como si el pueblo de Chile fuera un conjunto de ciudadanos idiotizados que ignoran quiénes gobiernan a esta nación, quién es el Presidente de la República, qué partidos ocupan los Ministerios, quiénes imponen las devaluaciones de nuestra moneda, quiénes nos endeudan y quiénes son los que autorizan todas las transgresiones legales que han distorsionado la vida económica y social de nuestra patria.

Gobierno de la Unidad Popular: un enfermo sin remedio.

Por eso, en nombre de mi partido, la Social Democracia, deseo expresar que, desgraciadamente, la Unidad Popular y el Presidente Allende forman un cuerpo que, en la práctica, representa la posición de un enfermo que no tiene remedio y que no quiere reconocer los males que está ocasionando al conjunto de personas pertenecientes a la nación donde ese cuerpo existe y se mueve.

La respuesta del Presidente de la República representa la reiteración dogmática de una posición política que desprecia a las instituciones democráticas y a los legítimos juicios de críticas por la conducción irracional y arbitraria que ha caracterizado al Gobierno de la Unidad Popular, sectario y violentista, que ha desprestigiado a Chile, agravando, repito, su dependencia extranjera y colocándolo casi como nación mendicante con la acentuación de su subdesarrollo.

Como siempre, el señor Allende culpa a la Oposición de todos los males que existen en nuestro país, y, creyendo que la gente es incapaz de comprender el proceso que debe soportar y que está sufriendo, que ella olvida quiénes son los que han atropellado sus derechos gremiales y sus libertades y que ignora quiénes son los responsables de la conducción económica desastrosa que vive el país y de la violación de nuestra Carta Fundamental y de les leyes, persiste en un camino ciego, en una senda de sectarismo y de irracionalidad y achaca al Parlamento el estar empleando procedimientos que no se ajustarían al uso legítimo de las atribuciones que corresponden al Congreso. Sin embargo, el Jefe del Estado olvida que durante toda su vida parlamentaria usó esos mismos mecanismos, dentro de la expresión categórica y textual de las atribuciones que la Constitución entrega a la Cámara política y a la Cámara fiscalizadora, y dentro también de las atribuciones que son propias del Senado de la República.

Desde esta tribuna quiero expresar que el Presidente de Chile ya debe saber que en nuestra patria no puede seguir engañando a más gente, salvo a quienes, con deshonestidad abismante, disfrutan y abusan de los privilegios del Poder y a aquellos que se enriquecen a costa de la miseria de nuestro pueblo, mientras hablan un lenguaje revolucionario que se ha convertido en sinónimo de irresponsabilidad y de atropellos y de vida al margen del trabajo.

El Gobierno no atiende los planteamientos de una rama del Congreso.

Al expresar esta tarde tales juicios, deseo lamentar, más que como miembro de este Parlamento, como chileno, las circunstancias que estamos viviendo y que van haciendo de Chile una nación que diariamente va desmereciendo en el concierto de los países y que, como consecuencia de la política enfermiza de la Unidad Popular, continuamente va acentuando su inseguridad nacional, tanto en el plano interno como externo.

Cuando uno ve a través de todas las provincias de nuestra patria a los miles de compatriotas que todos los días de la semana, durante tres, cuatro o cinco horas, deben hacer colas y más colas para comprar el pan, la comida para su familia, uno queda abismado al saber que el Presidente da la República no atiende los planteamientos de una rama del Parlamento chileno.

Chile no puede dictar cátedra en el extranjero sobre conducción gubernativa.

Asimismo, en estos instantes, cuando está paralizado casi todo el país: estudiantes; profesionales como médicos, enfermeras, ingenieros, abogados; comerciantes; transportistas; campesinos; en suma, miles y miles de personas, provincias enteras, como es el caso de las del cono Sur Llanquihue, Osorno, Valdivia, Cautín, Malleco y Bío Bío dónde hay una expresión gremialista profundamente Cohesionada y que se afirma en haber soportado durante dos años los atropellos de este Gobierno, uno se asombra al leer en los diarios y al enterarse por diversas otras fuentes de información de que el señor Allende todavía no sabe si asistirá o no asistirá por lo menos, piensa mantener su viaje a una conferencia internacional, como si Chile pudiera dictar cátedra en el extranjero sobre conducción gubernativa o hacer recomendaciones a nivel mundial para que otros pueblos superen sus problemas, o como si nuestra patria dispusiera de muchos dólares y divisas para que el Jefe del Estado, sus Ministros y funcionarios los anden gastando a manos llenas en el extranjero. Un Gobierno que vive en estas condiciones y que tiene a su pueblo sometido a la situación que afronta Chile, presenta un espectáculo profundamente lastimoso al querer aparecer en forma tan desproporcionada con su realidad, haciéndose presente en forma reiterada y permanente en todos los actos internacionales que se celebran en la comunidad mundial.

El pueblo juzgará la gestión del señor Allende.

Por lo expuesto, termino mi intervención manifestando que nuestro partido se ve en la necesidad de condenar una vez más la frivolidad del Jefe del Estado y de Señalar que la responsabilidad histórica del señor Allende tendrá que expresarse en el juzgamiento del pueblo en un momento determinado, cuando se produzca la circunstancia que, dentro del juego democrático, permita a la comunidad censurar a los malos gobernantes y repudiar a aquellos que, habiendo prometido toda clase de transformaciones para dar felicidad y bienestar y para mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos, sólo han entregado el mayor proceso de frustración moral y material que ha conocido Chile en toda su historia y han cometido el conjunto de errores y de aberraciones más abismantes que en este instante presencia nuestra patria en cuanto a su dependencia e inseguridad, de lo que está consciente toda la ciudadanía, pues puede comprobarlo a cada instante.

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