Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 47
- Celebrada el 12 de diciembre de 1972
- Legislatura Extraordinaria periodo 1972 -1973
Índice
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Intervención
MODIFICACION DEL CODIGO DEL TRABAJO EN LO RELATIVO A PROTECCION DE LA MATERNIDAD.
Autores
El señor
Señor
Una de ellas es la norma que establece que a las mujeres que trabajan en "los servicios de la Administración Pública, los servicios semifiscales, de administración autónoma, de las municipalidades y todos los servicios y establecimientos o empresas industriales, agrícolas o comerciales, sean de propiedad fiscal, semifiscal, de administración autónoma o independientes, municipal o particular o pertenecientes a una corporación de derecho público o privado", se les eleva el descanso posnatal -que en algunos casos es hoy de seis semanas- a doce semanas, o sea, a tres meses. Vale decir, la madre que trabaja, sea empleada u obrera, luego del parto podrá descansar y cuidar de su hijo durante tres meses.
Nos parece que, probablemente por lo sencilla que es una proposición de esta naturaleza, en el primer instante no se penetra en su verdadera dimensión. Y queremos decir nuestra palabra de reconocimiento a una iniciativa de tal índole, que da curso a una vieja esperanza, a un sentido anhelo, a un gran sueño, diría yo, mantenido vivo por la mujer del pueblo, sobre todo, en cuanto a obtener la posibilidad de un descanso que le permita cuidar de su hijo recién nacido. Esto tiene mayor validez cuando se trata de la mujer trabajadora, que de la fábrica debe ir a su hogar, y en éste, probablemente, trabaja armas que en la fábrica; que no tiene sólo uno o dos hijos, sino media docena, y a veces diez; y que, desde el punto de vista económico, no puede contar con personas que cuiden a sus pequeños. Para ellas, pero sobre todo para los niños, la ventaja del proyecto es evidente, clara.
Como segunda cuestión, deseo manifestar que muchas veces oímos aquí, en el Senado, críticas acerbas hacia la acción del Gobierno: se magnifican los errores, se visualizan dificultades y yerros tremendos de quien dirige el Estado en estos instantes. Y, cuando surge una iniciativa como ésta, no escuchamos ninguna palabra que signifique valorar la importancia que ella reviste para la mujer del pueblo y para los niños de los trabajadores chilenos.
Hemos querido expresar este reconocimiento porque, independientemente del histerismo que a veces hace presa de algunos legisladores que, a través de sus intervenciones, nos llenan de improperios e insultos, dirigidos principalmente contra el Gobierno de este país; a pesar de la maledicencia, de las malas intenciones, del ataque aleve que muchas veces sufrimos, de todo aquello que pretende entrabar el desenvolvimiento del Gobierno popular y su obra, aquí hay algo que más tarde -estamos seguros- lo recordará la historia del país: en las cinco o seis líneas del proyecto en estudio se inicia el camino del resguardo de las generaciones futuras de Chile, de aquellas que después de nosotros deberán tomar sobre sus hombros la responsabilidad de conducir al país y de engrandecerlo todavía más.
Por eso, me parece que con esta iniciativa se hace justicia. Y la palabra empeñada por el Jefe del Estado, sobre todo con la mujer trabajadora, aquí se cumple, como también lo expresado con relación al resguardo de los niños, especialmente en sus primeros años de vida.
Los negros vaticinios de hecatombe que los críticos de este Gobierno ciernen a menudo sobre el futuro eventual del país tratamos de limpiarlos y de desoscurecerlos mediante este tipo de iniciativas del Ejecutivo, que están dirigidas precisamente a los seres que con más nobleza, en un instante dado, son capaces de trabajar por nuestra patria, por lo que ella significa para nuestro porvenir.
Me alegra que este proyecto se trate esta tarde después de haber escuchado aquí, al iniciarse esta sesión, expresiones en nuestro concepto muy injustas y excesivamente virulentas, lanzadas contra el Gobierno y contra todos nosotros. Fue algo así como si una especie de freno se hubiese cortado en algunos Senadores que en ciertas oportunidades aparecen como ponderados y que en otras se lanzan, sin valla ni obstáculo posible, en un ataque como el de hoy, que descalificamos por la forma como se hizo, por los términos groseros, por los vituperios y por la poca objetividad de que hizo gala, a nuestro parecer, el señor Senador que lo expresó.
En verdad, el mensaje y el proyecto en él contenido son algo así como una gota de rocío en boca del sediento, para repetir una frase hecha, un lugar común, pero que hoy día tiene validez; sobre el calor tórrido de este verano, aquí viene por lo menos un poco de frescura a refrescar el espíritu de los legisladores, y yo creo que el de todos los chilenos.
Felicitamos por esta iniciativa al Ejecutivo de esta nación; al
Por eso, los Senadores comunistas, de todo corazón y a plena conciencia, votaremos afirmativamente este proyecto de ley, por considerarlo un verdadero hito en la historia del país, en cuanto favorece a la madre y al niño chilenos.