Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión ordinaria N° 53
- Celebrada el 22 de abril de 1970
- Legislatura Extraordinaria periodo 1969 -1970
Índice
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Intervención
CIERRE DEL MATADERO MUNICIPAL DE SANTIAGO Y EXPLOTACION DEL MATADERO DE LO VALLEDOR
Autores
El señor
En conformidad con lo dispuesto en el artículo 166 del Reglamento, corresponde un tiempo previo de quince minutos al Comité Radical.
Ofrezco la palabra.
El señor
Pido la palabra.
El señor
Tiene la palabra don Carlos Morales.
El señor
La Presidencia ha ordenado que se lea el oficio enviado por el señor Ministro, en el cual se excusa, por compromisos ineludibles, de concurrir a una sesión de fiscalización en que se va a tratar, por parte de la Cámara, un drama social y humano que se relaciona con los trabajadores de la carne. No viene el señor Ministro. Da una excusa. ¿Qué compromisos, señor Presidente, podrán ser más importantes que aquellos problemas que afectan a tantos trabajadores y a sus familiares? No viene. Cuando los Diputados de la Unidad Popular formulamos la proposición de invitar a esta sesión al señor Ministro, no fue con el propósito de distraerle su tiempo, sino, simplemente, para conocer de sus labios qué piensa el Gobierno con relación a la materia objeto de esta convocatoria.
Nos hemos preocupado de este tema, porque el señor Alcalde de Santiago, sin pedir el acuerdo municipal, porque el problema no ha sido debatido, declaró que el 31 de mayo de este año debía cerrarse el Matadero Municipal de Santiago, y que el Matadero Lo Valledor, que ha sido construido con el esfuerzo de la ciudad, de los habitantes, con impuestos, etcétera, se le entregará a la CORFO, para que esta entidad, a través de una sociedad bruja -ya que nosotros no conocemos quiénes la van a constituir, ni de qué modo se van a completar sus capitales- llamada SOCOAGRO, lo explote.
Aquí está, en términos muy genéricos y simples, expuesto todo el problema: el señor Alcalde amenaza con cerrar el Matadero Municipal el 31 de mayo, y entregar el de Lo Valledor a la Corporación de Fomento, a través de esta entidad, que sería una sociedad anónima, destinada a obtener ganancias con la explotación del matadero. Y, luego, la falta de deferencia de un señor Ministro para tratar un problema tan importante, como es éste que estamos analizando en esta sesión, frente a gente que ha venido no sólo a las tribunas y galerías de esta Corporación, sino que está también en la calle, esperando lo que resuelva la Cámara. Por eso hemos pedido esta sesión, con el fin de que cooperemos en la solución de un problema humano y social, que no tiene ribetes políticos, porque he visto a parlamentarios de todos los sectores buscando un fórmula de arreglo al conflicto.
Son seis mil trabajadores, con un promedio de 30 mil personas, que están inquietos por la cesantía que pueda producirse, a causa de este problema, en sus hogares.
Sabemos que muchos de estos elementos, equivocadamente, según nosotros, apoyaron una postulación presidencial en el año 1964; y que las promesas que se les hicieron han sido, en gran parte, traicionadas respecto de este gremio. Una de las últimas de tales promesas se hizo en el mes de septiembre de 1968. En esa oportunidad, el Presidente de la República, Excelentísimo señor Frei, recibió en audiencia a los dirigentes de los trabajadores de la carne, y cuando ellos le plantearon el problema al Jefe del Estado, éste les manifestó que, con el mayor agrado, les ayudaría y los "incentivó" para que, en lo posible, constituyeran una cooperativa, con el objeto de explotar el Matadero Lo Valledor; ya que, por razones de diverso orden, eso sería necesario para abrirle paso al progreso de ese sector en que actualmente está ubicado el Matadero Municipal de Santiago.
Las personas que concurrieron a la audiencia, representantes de los industriales y de los obreros matarifes, oyeron esta "incentivación" de parte del Jefe del Estado. Y con mucho esfuerzo, constituyeron la "Sociedad Cooperativa Lo Valledor", según escritura de fecha 16 de marzo del año en curso, ante el Notario de Santiago, señor Eduardo González Abbott; o sea, reunieron un capital de 200 mil escudos, capital inicial, ya que el capital de la cooperativa será de un millón de escudos, sujeto a mayor incremento, para poder adquirir el matadero, explotarlo, arrendarlo o tomarlo en concesión. Después de que se hizo este esfuerzo, que se constituyó la cooperativa, que se reunió el capital, nos encontramos con la amenaza del señor Alcalde de cerrar el Matadero Municipal de Santiago y de entregar el Matadero Lo Valledor, para el que se constituyó esta cooperativa, a esta sociedad SOCOAGRO. Naturalmente, aquellos que concurrieron a la cita presidencial, forzosamente tendrán que sentirse defraudados, porque aquí ha habido falta de cumplimiento de una promesa, de la palabra empeñada. Y ya no solamente se trata de promesas hechas a obreros y trabajadores industriales, sino que fueron testigos de ellas los parlamentarios que concurrieron a esa reunión.
Pues bien, señor Presidente, aquí viene lo más grave. Nosotros, los Diputados de la Unidad Popular, preparamos un proyecto de acuerdo, que contiene cuatro puntos. En síntesis, propone que se -envíe un oficio al Jefe del Estado, para que intervenga directamente en la solución de este problema e impida que se les quite a los trabajadores de la carne el Matadero Municipal, mientras no se les entregue, a título de transferencia o de concesión, el Matadero Lo Valledor. Y que se mande un proyecto de previsión social para solucionar el problema que afectará a todos los obreros que trabajan en estas actividades en Chile.
Pero, en el día de hoy, justamente cuando nosotros habíamos convocado a esta sesión especial de la Cámara, llegó a la Corporación un Mensaje presidencial, a través del cual -según la Cuenta dada por la propia Cámara-, "se establecen normas que benefician a los obreros matarifes de los Mataderos Municipales del país, que hayan quedado o quedaren cesantes con motivo de la puesta en marcha del Matadero Lo Valledor". Y yo quiero leer a los señores Diputados sólo el artículo 1º, en el que está la esencia misma del proyecto enviado a la Cámara y que es la negación más absoluta de las promesa hechas a estos trabajadores y de los ofrecimientos hechos, a su vez, por parlamentarios de Gobierno.
¿Qué dice el artículo 1º? "Concédese una pensión vitalicia, de cargo fiscal, a los obreros que hayan prestado servicios como matarifes en los Mataderos Municipales del país y que hayan quedado o quedaren en el futuro cesantes, con motivo de la puesta en marcha del Matadero Lo Valledor, de Santiago, y de la red de mataderos de la Corporación de Fomento de la Producción."
¡Oiganlo, señores Diputados! La promesa presidencial de que constituyeran, una cooperativa para poderles entregar el Matadero Lo Valledor en concesión o en transferencia se ve frustrada con la presentación de este proyecto, que ha sido firmado por el señor Presidente de la República, don Eduardo Frei, y su Ministro del Trabajo, don Eduardo León. Aquí se habla, concretamente, de "la puesta en marcha del Matadero Lo Valledor y de la red de mataderos de la Corporación de Fomento de la Producción." O sea, el Jefe del Estado considera como un hecho consumado que el Matadero Lo Valledor será entregado a esta sociedad SOCO- AGRO, capitalita de carácter anónimo que busca ganancias, y no a los trabajadores de la carne; vale decir, a los industriales y obreros que, con mucho esfuerzo, constituyeron esta sociedad cooperativa para explotar lo que ellos conocen como Matadero Lo Valledor.
Nosotros, señor Presidente, que concurrimos la semana pasada -para ser más preciso, el martes pasado- a una gran asamblea en su sede social, en la que había aproximadamente 2 mil personas, anhelantes de oír a los parlamentarios que siempre los hemos ayudado, ¿qué podíamos ofrecerles en esta lucha en que estaban empeñados? Lo único que, honestamente, les podíamos ofrecer, era abrirles una perspectiva hacia el futuro, hacia los trabajadores; ya que aquí, reitero, nosotros estamos en presencia de un problema que no tiene un corte político, sino de un problema de carácter social, y más que de carácter social, de carácter humano. Son 30 mil personas que pueden irse a la miseria, 6 mil hogares que pueden quedar liquidados económicamente, porque no tienen otra fuente de trabajo, ni otra profesión, y que han estado explotado por muchos años, ellos y sus ancestros.
De modo que el problema es difícil. Por eso, los Diputados que concurrimos a esa reunión: la colega Carmen Lazo, el señor Palestro, el Diputado Frías, el DiputadoFernando Sanhueza y el que habla, ofrecimos ayudarlos. Y les manifestamos que los Diputados de Gobierno y de Oposición no aceptaríamos que el Ejecutivo o el Alcalde entregaran el Matadero Lo Valledor a esta sociedad o a la Corporación de Fomento de la
Producción. Porque parecería, según los antecedentes que tenemos, que esta sociedad se constituiría con capitales aportados por la Corporación de Fomento, o sea, que el Estado les estaría prestando a particulares, a largo plazo y con bajísimos intereses, para explotar el negocio, a fin de que obtengan utilidades; en vez de dárselos a esta cooperativa, formada con el esfuerzo de los trabajadores y que es un bello ejemplo para todos los hombres que trabajan, con el afán de aportar su experiencia y sus modestos recursos en la formación de sociedades cooperativas, que la experiencia mundial nos indica que son una buena norma de conducta en el plano económico y social. También los propios hombres de Gobierno se han pronunciado en favor de la elevación de las condiciones del cooperativismo.
Aquí se le quita a una sociedad con un millón de escudos de capital y totalmente constituida, a la que el Gobierno le ofreció ayuda, la concesión o transferencia, y se la da a esta sociedad formada con capitales del Estado.
¿Qué debemos hacer, entonces, señor Presidente? Reiterar lo que dijimos a los compañeros que nos oyeron en esa concentración.
Aquí ha llegado el proyecto del Ejecutivo. Ya sabrán los trabajadores de la carne cuál será el pensamiento oficial del Gobierno. Por eso, es, seguramente, que no ha querido venir el señor Ministro. Porque, ¿cómo respondería el señor Ministro de Economía del fondo mismo de lo que aparece en el artículo 1º, frente a las expresiones solidarias de ayuda formuladas por el propio Presidente, en esa audiencia del año 1968?
En consecuencia, nuestro Partido, el Partido Radical, declara solemnemente, por mi intermedio, al igual que los demás parlamentarios que solicitaron esta sesión, que este proyecto de ley que ha llegado al Parlamento lo modificaremos en forma total, para que pueda cumplirse, lo que nosotros ofrecimos. Hay mayoría parlamentaria para lograr lo que los Diputados desean, a fin de que no se materialice lo que quiere el Jefe del Estado y, quizás, más que el Jefe de Estado, los intereses particulares comprometidos en esta absurda y negra negociación.
De tal manera, que reiteramos lo que sostuvimos públicamente en esa concentración: que si no llegaba el proyecto, lo presentaríamos nosotros. El proyecto ha llegado. Y sobre la base de lo que propone el Mensaje presidencial, presentaremos las indicaciones correspondientes para asegurar, en primer término, que el Matadero Lo Valledor sea entregado, en transferencia o en concesión, a la sociedad cooperativa que ha sido formada por escritura pública ante el Notario señor Eduardo González; y que mientras no se opere como el legislador lo desea, no se podrá echar a la gente, ni cerrarse el Matadero Municipal de Santiago.
Este planteamiento lo formulo en nombre del Partido Radical. Y en nombre de todos los parlamentarios de la Unidad Popular, anuncio la presentación de un proyecto de acuerdo a la consideración de la Honorable Corporación, a fin de pedir, concretamente, la intervención directa del Presidente de la República, para que él, con su máxima autoridad, le dé una solución á este problema. Y esa solución no podrá ser otra que la que la gente desea, y la que los parlamentarios que hemos actuado en este conflicto deseamos: la entrega del Matadero Lo Valledor, no a la Corporación de Fomento, ni a la Sociedad SOCOAGRO, sino a la cooperativa formada por los matarifes. Y mientras no se les entregue a éstos, que no se mueva el Matadero Municipal de Santiago del local en que actualmente está funcionando, porque así lo exigen los trabajadores y las treinta mil personas que forman su grupo familiar.
Nada más, señor Presidente.