Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión ordinaria N° 4
- Celebrada el 02 de diciembre de 1970
- Legislatura Extraordinaria periodo 1970 -1971
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Intervención Petición de oficio
INCIDENTES EN TOMA DE LA HACIENDA "EL PERAL" DE BIO-BIO.- OFICIO
Autores
El señor
Tiene la palabra el señor Ríos, don Mario.
El señor
Señor Presidente, he querido en esta ocasión ocupar esta alta tribuna, con el fin de informar a la Honorable Cámara de algunos hechos que están ocurriendo en la provincia de Bío-Bío a la que aquí represento, y que nos merecen una muy profunda meditación, ya que ellos encierran un grave peligro para la estabilidad democrática de Chile.
Hace algunos días se publicó en un diario de la capital el problema que hoy daré a conocer. Esa información se refería a los hechos que están ocurriendo en la hacienda El Peral, ubicada a unos 15 kilómetros al este de Los Angeles, por el camino de igual nombre.
Esta hacienda tiene alrededor de 5.500 hectáreas. En su mayor parte son tierras destinadas a la forestación; el resto, con inmensos capitales, se explota anualmente en productos agrícolas de esa zona.
Es, Honorable Cámara, una hacienda que, como muchas de Chile, entrega importantes producciones de nuestra agricultura para la alimentación de nuestro pueblo. En ella laboran alrededor de 196 personas, entre obreros y empleados, que en forma constante y sistemática han estado viviendo verdaderas y lamentables experiencias políticas de todo orden.
Da la impresión que mucho interesara la conquista de aquellas personas por un votos; y para conseguirlos no se ha dejado de lado ningún recurso hasta convertir hoy día esta hacienda en un lugar de odios y violencias incalificables.
El miércoles 11 del presente mes un grupo importante de obreros resolvió tomarse con violencia la hacienda El Peral. Se le notificó al administrador, señor León de Urriticoechea que el fundo pasaba a poder de ellos y que él debería quedarse ahí, sin salir de él, y que lo hacían para presionar a la Corporación de la Reforma Agraria, con el fin de que pronto se hiciera cargo del fundo. Inmediatamente otro grupo de obreros reaccionó en forma contraria, los que se dirigieron a conversar con el administrador aludido para que los autorizara desalojar a los que impunemente se tomaban la hacienda. Sólo la fuerte negativa del administrador, que les dijo tener confianza en la ley y que a través de ella, se solucionaría dicho problema, no llevó a un enfrentamiento violento con lamentables consecuencias. Aquellos obreros eran alrededor de cuarenta. El resto se apostaba en las diferentes salidas de la hacienda con el fin de impedir el paso de personas. El administrador, mientras tanto, lograba salir por una de ellas, fuertemente custodiada, rompiendo sus puertas. Desde ese día para adelante los hechos que han venido ocurriendo merecen nuestra especial atención y meditación, pues, fuera de existir, como lo señalaba anteriormente, una abierta transgresión a las leyes en un principio, esto siguió igual, e incluso comenzó a usarse la violencia contra los otros obreros, que sin negarse al proceso de Reforma Araría, no aceptan la violencia como método de lucha, ni mucho menos el robo.
Roberto Osses, obrero contrario a la toma, fue golpeado violentamente y luego encerrado en un boxer de la hacienda. Otras tres personas fueron dejadas bajo un árbol con una fuerte custodia, con el fin de que no se arrancaran ni informaran sobre todo lo que estaba ocurriendo en esa hacienda. Otros, cuyos nombres también están en mi poder, expresaban que sólo un hecho de sangre, haciendo una clara alusión a la muerte misma, detendría a los que están en contra de la toma del fundo. Tienen prohibida la salida del fundo y logran escapar, para contar todo lo que ahora doy a conocer, por los potreros y bosques de la hacienda. Y si para ellos está prohibido, mucho más para las mujeres, las que, dando un ejemplo de valor realmente admirable, se han unido para enfrentar junto a sus maridos a aquellos que, con la violencia y la intimidación, pretenden hacer cambiar el curso de las leyes y de la justicia. Algunas maquinarias de la hacienda ya se encuentran estropeadas; 185 hectáreas de remolacha a punto de perderse totalmente; 450 hectáreas de trigo también están prácticamente perdidas; 200 hectáreas de porotos, que estaban sembrándose, están perdidas, y de los tres mil litros de leche que la hacienda entrega diariamente a la industria Chiprodal, sólo 2 mil 200 están llegando a su destino. Pero al margen de estas pérdidas -la Cámara comprenderá las proporciones que ellas encierran-, debemos señalar que miles de pulgadas de madera destinadas al norte del país, también se mantienen sin poder salir; además, los animales, que en cantidad importante hay en la hacienda, no estarían recibiendo el cuidado veterinario necesario, especialmente en la lechería.
Por otro lado, se cortó el cable telefónico y las 70 mujeres que aparecen abiertamente contrarias a este estado de cosas son constantemente amenazadas, incluso de que serán lanzadas a la calle. Existe el temor de enviar los niños a la escuela. Eh las casas de obreros y empleados contrarios a la toma violenta del fundo, se ha cortado el suministro eléctrico. Y una madre que vio la paliza que a uno de los obreros le daban, por defenderlo, pensando que era su hijo, recibió de los agresores una muy cobarde respuesta. Mientras tanto, el número de obreros contrarios, de los 40, comenzaron a recibir en forma espontánea, a medida que pasaban los días, un número considerable de adhesiones de los mismos obreros que, equivocadamente o por temor, estaban junto a la toma, llegando el lunes pasado a un número de 82 obreros de los que viven en la hacienda, más 17 que trabajan normalmente en labores de temporada. Es decir, los primitivos 40 obreros hoy son 99, que están en una lucha fuerte, y quizás violenta, en contra de aquellos que se han tomado la hacienda.
Debo destacar que la población de "El Peral" es de alrededor de 1.300 habitantes. Y ha sido esta gente la que me ha pedido plantear el problema en esta Cámara, solicitud que cumplo, pues se trata de un hecho lamentable que ocurre en una provincia que represento.
Las autoridades provinciales, incluso el Gobierno, no han tenido, por cierto, ninguna actitud positiva. En relación a las personas que tienen la responsabilidad directa en Bío-Bío, no podría decirse que hay mala fe de su parte; sólo creo que existe, porque hace poco han llegado a tan altos cargos, ignorancia para enfrentar un problema de trascendencia y gravedad. Pero no podemos quedarnos en lamentaciones por una actitud que no se toma. Mientras tanto, los obreros siguen en una constante violencia, que repercute cada día más en la provincia, produciendo un lógico desmedro en el prestigio del Gobierno, desprestigio que produce intranquilidad para el futuro de todos los habitantes, pues quien acepta que las leyes sean constantemente violadas, indudablemente que no logrará la necesaria confianza que una gestión de Gobierno debe tener para el desarrollo de su programa.
Y la verdad es que yo creo que el Presidente Allende, al solicitar cooperación de todos los sectores e intentar dar confianza en el sentido de que se respetarán las libertades individuales y el derecho al trabajo, expresa algo que realmente siente.
Por tal motivo, yo quisiera que la Cámara solicitara por medio de un oficio, si no en su nombre en el mío, al señor Ministro del Interior, haciéndole llegar mis expresiones, que agilizara la acción del Gobierno para llegar a un pronto arreglo en este conflicto, solución que debe estar unida al respeto de las libertades, de la propiedad y del derecho al trabajo, pues si estos elementales principios de convivencia humana no son respetados, llegaremos a un peligroso período de violencia y anarquía.
Muchas gracias.