Labor Parlamentaria

El señor RIQUELME.-

Pido la palabra.

El señor BARRIONUEVO (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el señor Riquelme.

El señor RIQUELME.-

Señor Presidente, en el día de ayer, la Honorable Comisión de Minería de la Cámara de Diputados terminó su gira por las provincias de Atacama y Coquimbo, con el propósito de consultar en el terreno mismo la opinión de los trabajadores y de los que tienen que ver con los problemas mineros sobre la modificación del artículo 114 del Código de Minería. Aparte del cumplimiento específico de su misión, los parlamentarios de esta Comisión pudieron apreciar en el terreno mismo los grandes y graves problemas que afectan a los trabajadores y a los pueblos de las provincias de Atacama y Coquimbo. La dura realidad ha golpeado la conciencia de cada uno de los parlamentarios que integramos esa Comisión: falta de trabajo, gran cantidad de cesantes, ninguna facilidad para que esta gente pueda encontrar, a breve plazo, ocupación donde ganar el sustento suyo y de sus familiares.

Los parlamentarios ele todos los partidos hemos comprobado estas duras condiciones, la situación de miseria y hambre de esos pueblos. La agricultura y la minería son las bases fundamentales de esa economía, pero se encuentran en condiciones tan desastrosas por falta de atención del Gobierno y de los organismos estatales, que ahora es indispensable dar un incentivo al desarrollo de esos dos aspectos de la economía de la provincia de Atacama y Coquimbo.

Esta situación se encuentra mucho más agravada como consecuencia de la prolongada sequía que ha vivido esa zona, y la falta de incentivos para la minería se ve agravada también por la desatención de los poderes públicos. El Gobierno se "diluye" en proyectos y promesas de entregar los recursos necesarios, pero los pueblos de esa zona no los ven nunca cumplidos.

Se acentúa la gravedad de la situación por que atraviesan estos pueblos ante el abuso y atropello de patrones, empresarios y contratistas, que ni siquiera cumplen con la legislación vigente en orden a dar condiciones de seguridad en el trabajo, en el aspecto previsional, etcétera.

En estos momentos, señor Presidente, resulta más necesario que nunca, para encarar la dura realidad que viven los pueblos de las provincias de Atacama y Coquimbo, poner en marcha planes extraordinarios de fomento a la agricultura, a través de créditos, y estudiar la capacitación de aguas e instalación de bombas para el regadío. Al mismo tiempo, entregar las minas abandonadas a los pirquineros, que suman miles en esas provincias y no tienen dónde ganar el sustento diario, como dije denantes ENAMI debe abrir un poder comprador para el oro. Inca de Oro, Tierra Amarilla, son poblaciones que, actualmente, agonizan en el más completo abandono, en circunstancias que viven, precisamente, asentadas en un pozo de oro. Las escasas facilidades que el Gobierno entrega a través de organismos estatales, especialmente de ENAMI, hacen imposible su explotación.

Hay verdadera hambre en esa zona. Actualmente, el poder comprador que ENA-

MI ha establecido es de un mínimo de 9 gramos por tonelada, a 17, 75 escudos el gramo, y una tonelada arroja la cantidad de 159 escudos. Pero después de descontar fletes, procesamiento, etcétera, a los pequeños mineros les queda apenas la cantidad de 31 escudos por tonelada, sin contar los trabajos de extracción, gastos de explosivos, etcétera, lo que hace prácticamente imposible y antieconómico desarrollar la minería del oro en esa zona.

¿Qué piden los mineros? Algo sencillo; que el mínimo se baje de 9 a 6 gramos la tonelada, y que se aumente el valor de 17, 75 escudos por gramo a 25 escudos por gramo; es decir, una bonificación de 5 escudos, 25 centésimos por tonelada.

A nosotros nos parece de imprescindible necesidad que ENAMI revise las condiciones que impone a los mineros del oro, para que esos yacimientos puedan ser explotados.

Se sabe que en nuestro país hay escasez de este metal precioso, y también es vox populi que grandes cantidades de oro ingresan mensualmente al país, en forma clandestina. Sin embargo, el Gobierno no se preocupa de adoptar las medidas que tiendan a incentivar la producción del oro.

Pero también esta Comisión de parlamentarios ha podido captar en el terreno mismo los abusos, las explotaciones y atropellos que las grandes empresas mineras cometen con sus trabajadores.

En el Romeral, la Bethlehem Chile Iron Mines Company mantiene, en estos momentos, un grave problema habitacional. Las casas donde viven los trabajadores, en realidad, no pueden ser consideradas como viviendas para seres humanos. Sin embargo, la Bethlehem, una empresa que opera en nuestro país y que pertenece al consorcio de la Bethlehem Steel Corporation, en cincuenta años ha exportado 50. 341. 400 toneladas de nuestro hierro, por un valor de 1. 064. 000. 000 de dólares, de los cuales quedaron en el extranjero 969. 000. 000 dólares, mientras que Chile percibió, en esos mismos cincuenta años, apenas 95. 000. 000 de dólares. Es decir, la Bethlehem se llevó de nuestro país el equivalente de, aproximadamente, como se ha manifestado y sostenido, el valor de ocho plantas petroquímicas.

¿Es, entonces, justo, se preguntan los trabajadores de Romeral, que esta empresa mantenga en estas condiciones de vida a su personal? Nosotros pensamos que no es justo.

Por otra parte, la Compañía Romeral no cumple con la legislación vigente en cuanto a la clasificación y ascenso de su personal. Todos estos abusos los hemos podido comprobar en la práctica.

En Potrerillos nos trasladamos a Mina Vieja, donde hace poco tiempo perdieron la vida varios trabajadores. Allí se trabaja en condiciones que no ofrecen ninguna seguridad. Más de quinientos pirquineros son explotados, en forma inicua, por "el contratista señor Augusto Fuentes, quien compra, a cada uno de ellos, el 10% de su producción bruta. Esta situación, como se ha dicho, la hemos comprobado en el terreno mismo. No es posible que esto siga sucediendo. Pensamos que el Gobierno, a través de los organismos estatales correspondientes, el Departamento de Minas del Estado, la Empresa Nacional de Minería, el Ministerio del Trabajo, etcétera, debe adoptar las medidas que, por lo menos, den condiciones de vida compatibles con las necesidades del ser humano.

Por otra parte, en Potrerillos, y a usted, señor Presidente, que participó en esta Comisión, también le consta, se están cometiendo abusos extraordinariamente graves. Hay una cantidad de silicosos a quienes la Compañía no presta la atención necesaria. La reglamentación vigente exige a la compañía que, cuando un trabajador está afectado en la primera fase de silicosis, debe ser cambiado a otra faena donde no encuentre peligro de contaminación. Sin embargo, en el año 19l68, se registraron 120 nuevos casos de silicosis. Gran cantidad de trabajadores han pasado de la primera a la segunda fase y de la segunda a la tercera fase de silicosis. Sin embargo, la empresa -y esta denuncia la hicieron los propios médicos de Potrerillos- no ha sido capaz de cumplir con esta reglamentación vigente; en vez de cambiar a esos trabajadores, en forma absolutamente criminal está sometiéndolos a un trabajo que agrava la enfermedad que han contraído, después de años de laborar y de producir riquezas para el enriquecimiento de estos empresarios inescrupulosos y verdaderos criminales.

Por otra parte, también visitamos la Fundición de Paipote. Allí se han presentado muchos reclamos de los trabajadores. En esta sesión no me es posible dar a conocer todas las peticiones y planteamientos que se han hecho. Por eso, me alegra que la Honorable Cámara haya re-resuelto enviar todos los oficios que han pedido los trabajadores de los distintos sectores de las provincias de Atacama y Coquimbo, a los organismos estatales, a los Ministerios correspondientes, con el propósito de que se les atiendan sus problemas. En Paipote se han creado situaciones extraordinariamente serias que merecen la atención de los parlamentarios de la Cámara de Diputados. Por ejemplo, la administración de Paipote, es decir, la ENAMI, ha empezado a usar contratistas para realizar los trabajos de reparaciones de los distintos elementos necesarios para el funcionamiento de la fundición. Ha privado, de esta manera, de esta parte de trabajo a los propios obreros pertenecientes a la Fundición de Paipote. Al mismo tiempo, esta medida reduce la posibilidad de mejoramiento de sus salarios. Nosotros no entendemos a qué se debe esta medida, porque los trabajadores han denunciado, además, que una vez que ENAMI, la Fundición de Paipote, paga a los contratistas por las reparaciones realizadas, los propios trabajadores, nuevamente, deben reparar los mismos trabajos que han realizado estos contratistas.

Antes de retírame de esa reunión, tuve oportunidad de informarme de que estos contratistas son llamados a realizar estos trabajos mediante propuestas privadas. Nosotros pensamos que cabe hacer una investigación sobre esta situación, porque es muy posible que este problema se esté creando con el propósito de favorecer a contratistas inescrupulosos, que no vacilan en realizar esas faenas en perjuicio de los trabajadores de la fundición.

Hemos visitado también, señor Presidente, como a usted le consta, la planta "Pedro Aguirre Cerda". Los trabajadores tienen en este instante una grave inquietud. Hace tiempo, se traspasó de manos estatales, de la Empresa Nacional de Minería, a manos particulares, la planta "Pedro Aguirre Cerda".

En esa misma reunión se le consultó esto al representante de ANAMI, que viajó con la delegación, y el señor Valenzuela dijo que, efectivamente, se están haciendo estudios en este sentido. Nosotros pensamos que no es posible aceptar que una situación de esta naturaleza se vuelva a repetir.

Para informe de los señores parlamentarios, debo decir que la planta "Pedro Aguirre Cerda" ocupa el primer lugar; es la planta número uno en materia de producción y es la planta que ocupa el segundo lugar de las plantas de la "ENAMI", en materia de bajo costo de producción.

De tal manera que no es posible que todo ese personal especializado, que toda esa riqueza que pertenece al Estado y a todos los contribuyentes chilenos, pase a manos de particulares.

Señor Presidente, quiero agradecer la oportunidad que he tenido y la atención que me han dispensado los señores parlamentarios para dar a conocer estos problemas. Reitero que no es posible, en esta sesión y en tan corto tiempo, plantear todos los problemas que hemos tenido oportunidad de constatar; pero, a través de los oficios que solicitaré se envíen, trataremos de llamar la atención de los organismos estatales y de las autoridades de Gobierno, con el propósito de que sea atendido este clamor del pueblo de las provincias de Coquimbo y Atacama.

He concedido una interrupción...

El señor BARRIONUEVO (Presidente accidental).-

Ha terminado el tiempo del Comité Comunista.