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Intervención
MODIFICACIÓN DE LA LEY DE ALCOHOLES. Tercer trámite constitucional.

Autores

El señor SALAS ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi .

La señora CRISTI (doña María Angélica) .-

Señor Presidente , me alegro de que después de tantos años estemos debatiendo en forma seria y responsable un problema social grave. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas afecta a muchos chilenos, ya que en el país hay más de un millón de personas alcohólicas, incluyendo jóvenes. Sin embargo, si incluimos su entorno familiar podríamos fácilmente pensar en que hay 4 ó 5 millones de personas que sufren las consecuencias de tener entre su familia un enfermo alcohólico.

La reciente encuesta del Conace permite constatar que lo más triste del caso es que este mal abarca cada vez a sectores más amplios de la sociedad. Es verdad que en Chile siempre se ha consumido mucho alcohol, pero las cifras que arroja dicha encuesta demuestran que la edad de consumo de bebidas alcohólicas ha bajado: comienza a partir de los 12 años, y ha aumentado en un porcentaje del 5 por ciento al año, lo que es muy grave. El hecho de que las niñas entre 12 y 18 años consuman más alcohol que las del tramo que va de 26 a los 34 años nos indica que algo está pasando y que algo debemos hacer.

No estoy de acuerdo con centrar el consumo excesivo de alcohol en el horario de funcionamiento de los locales que venden bebidas alcohólicas. Ése no es el problema. El problema más grave es que existe una sociedad tolerante, una sociedad -como decía el diputado Hales - que debe poner énfasis en la familia y en la educación como sectores de control.

Pero, ¿qué estamos haciendo como país para fortalecer la familia? ¿Qué hacemos en este país cuando hablamos de la familia? Hablamos de la ley de divorcio. Más allá de si estamos de acuerdo con ella, lo que hace falta es proteger a la familia, porque en ese aspecto existe un lapsus tremendo. ¿Qué protección reciben las familias más modestas? ¿Qué protección tiene la madre trabajadora? ¿Qué apoyo existe a la jornada laboral flexible, a fin de que las madres puedan estar más tiempo con sus hijos?

Cuando decimos que hay un problema de la familia que no educa a sus hijos, debemos pensar también que, como sociedad, no estamos contribuyendo para que la familia pueda cumplir esa tarea.

Cuando hablamos de prevención, es decir, que la ley obligue a todos los colegios a impartir cursos de prevención para evitar el consumo de bebidas alcohólicas, drogas y cigarrillos, ¿qué estamos haciendo por los jóvenes? ¿Los estamos proveyendo de los espacios necesarios para que hagan deportes y se recreen? ¿Dónde están los niños pobres que no viven en sus casas? ¿Dónde están los niños que desertan del colegio? ¿Qué preocupación existe por los niños y jóvenes para que puedan llevar una vida sana y entretenida? Esos son los grandes problemas.

Por eso, no estoy de acuerdo con que el problema radique en el horario de los locales que expenden bebidas alcohólicas. Ése es otro problema; es un problema económico, al cual me referiré más adelante.

Ahora, quiero dejar en claro que este proyecto no es mío, sus disposiciones no pertenecen a la diputada Cristi ; han sido elaboradas por las comisiones que han trabajado en la materia y que han escuchado a expertos en salubridad y en prevención de consumo de alcohol, a Carabineros de Chile, a la justicia, a jueces de policía local, a educadores; es decir, a un mundo de personas que han estado detrás de este proyecto. Es lo que podemos hacer como Parlamento.

Ahora, los horarios no han sido impuestos por la diputada Cristi, sino que por el Ministerio del Interior, que indicó a la Comisión de Salud del Senado los horarios que consideraba apropiados. Que dicha Comisión los haya aprobado, es otra cosa.

Pero hay otras peticiones que hicieron los comerciantes, quienes hoy aplauden que estuviéramos en contra de ellas. Por ejemplo, los comerciantes pidieron que se prohibiera la entrada de los menores de 18 años a los locales nocturnos, y así fue aprobado en el Senado. Creo que nadie estará de acuerdo con esa disposición porque, de la noche a la mañana, no se les puede decir a los jóvenes que no pueden entrar a los locales nocturnos, porque están acostumbrados a hacerlo. La solución debe ser otra: debemos hacer un esfuerzo para que los niños no ocupen los lugares destinados a los adultos. Como decía el diputado Leal , las discotecas están abiertas toda la noche; pero estoy segura de que ninguno de nosotros desea que los jóvenes de 13, 14, 15 y 16 años permanezcan en ellos toda la noche.

Ahora, la ley prohíbe y establece las sanciones más drásticas -creo que es su principal logro- para la venta de alcohol a menores, sanciones que deben ser aplicadas por los jueces del crimen o por los jueces de letras, según corresponda, porque hoy día nadie puede vender bebidas alcohólicas a menores. En ese sentido, se necesita toda la colaboración de los comerciantes.

Por otra parte, quiero decirles a los comerciantes que están presentes en las tribunas y que se entusiasman con las diversas posturas de los diputados, que en la Cámara nadie desea perjudicarlos desde el punto de vista económico. Sabemos que con su negocio mantienen a sus familias, sus hijos y que les dan la mejor educación, como siempre nos lo plantean.

Yo, más que nadie, conozco a los comerciantes de mi distrito, porque junto con ellos inicié una comuna; conozco todo el proceso de las patentes y de las ubicaciones. Hay gente a la que quiero mucho y soy muy amiga de ella; pero quiero plantear algo -me parece que también lo dijo el diputado Accorsi -: aquí hay una responsabilidad muy grande de los comerciantes, ya que de su conducta dependerán las restricciones que se impongan. Sé que entre ellos hay gente muy honorable, trabajadora y seria, que hoy, aun sin restricciones, no les venden bebidas alcohólicas a menores. Son personas que ayudan a las familias de su barrio, de su sector; son dirigentes vecinales.

Sin embargo, también debemos reconocer que hay comerciantes inescrupulosos, como en todas las actividades, que desprestigian al resto, ya que hacen que los vecinos reclamen porque sus negocios están abiertos hasta altas horas de la madrugada, porque mucha gente que entra a esos locales a comprar o consumir alcohol hace mucho ruido y cobra peaje. Son los propios vecinos los que piden mayor ordenamiento.

Respecto de los horarios, creo que todos estamos de acuerdo en que deberían ser restringidos. Pero hay algo que debe quedar muy claro y que yo, como socióloga, debo asumir: en Chile, los depósitos de bebidas alcohólicas no tenían ningún horario; podían estar abiertos las 24 horas del día. Entonces, es muy difícil, de la noche a la mañana, imponerles un horario de cierre a las 9 de la noche, como ocurre en todos los países del mundo. Es diferente hacerlo en forma paulatina; entiendo que se ha creado la costumbre de que los sistemas funcionen de esa manera.

Ahora, obviamente -aplaudieron cuando alguien lo dijo-, ellos también deben contribuir a educar a su comunidad, a que la gente se acostumbre a comprar más temprano, a que sea más ordenada. No creo que para algún comerciante en bebidas alcohólicas sea bueno estar todas las noches de todos los días de su vida atendiendo su negocio y corriendo grandes riesgos. ¿Cuántos comerciantes han sido asesinados? Muchos, porque arriesgan su vida.

De manera que lo que se requiere es enfrentar un problema social con un orden social y, obviamente, en esto los comerciantes son actores muy importantes.

Hemos acogido una petición que nos formularon, entre varias, para que en la comisión mixta -estoy de acuerdo en que el proyecto llegue a esa instancia- se estudie la posibilidad de otorgarles, especialmente a los dueños de botillerías, una patente anexa para la venta de confites, cigarrillos, chocolates, etcétera, que hoy les está prohibido por una serie de exigencias difíciles de cumplir. Eso les permitiría vender otros productos, por cierto, dentro del horario que se les fije.

Por otra parte, estoy de acuerdo con quienes han sostenido que, si no hay fiscalización, será mucho más difícil que la ley sea efectiva. Por eso, legislamos en varios sentidos. El hecho de que los juzgados de policía local puedan decretar órdenes de allanamiento contribuirá a que la policía pueda fiscalizar y terminar rápidamente con los negocios clandestinos.

¿Por qué la gente dice que los carabineros se hacen los lesos? Porque, muchas veces, piden órdenes de allanamiento, pero no se las dan y no pueden cerrar un negocio clandestino. Ahora no podrán decir que el juez de policía local no les dio la orden de allanamiento, y cuando un vecino o un comerciante denuncie a un clandestino tendrán que acudir. De no ser así, el vecino podrá concurrir al juzgado de policía local de su barrio y no será necesario que vaya al juzgado del crimen, donde no lo atenderán. De manera que debemos tener claro que, aparte de las multas y la pena de cárcel, la orden de allanamiento que propone el proyecto desincentivará en forma mucho más expedita el clandestinaje.

El proyecto contiene una serie de normas, algunas de las cuales tienen que ver con los vehículos clandestinos que reparten bebidas alcohólicas en las poblaciones. A los vehículos detectados se les aplicarán multas altísimas y serán fácilmente controlados. Sabemos que existen estos vehículos que venden bebidas alcohólicas en las poblaciones en forma clandestina, lo que es absolutamente inaceptable. Esto también ayudará a los comerciantes establecidos, que no han dimensionado el hecho de que, más que afectarlos, el proyecto trata de protegerlos de alguna forma.

Hemos tocado todas las áreas. Por ejemplo, en mi primera intervención me referí a que la ley de Tránsito debe penalizar en forma drástica. Hoy, como país, debemos hacer entender a la gente que el que consume alcohol no puede conducir. En Estado Unidos los vehículos tienen un logo que dice: “El que toma no conduce”, y a eso debemos llegar. Es posible que a todos los que estamos presentes aquí nos cueste entenderlo porque no existe una cultura respecto de lo que significa conducir en estado de ebriedad. Eso es lo que hay que lograr, educando en ese sentido. Incluso, para otorgar la licencia de conducir por primera vez, la ley considera las veces que el interesado estuvo involucrado en situaciones de consumo de alcohol o drogas. No es lógico otorgársela a una persona que tiene el hábito de consumir alcohol o drogas porque, evidentemente, será un conductor de alto riesgo.

Creo que el proyecto se preocupa de muchos aspectos que no hemos podido discutir, porque el debate se ha centrado en el tema de los horarios.

Nuestra bancada está de acuerdo en que el proyecto vaya a comisión mixta y a aprobar allí, por lo menos, todos lo artículos que deberían ser discutidos por esa comisión. De hecho, está el artículo relacionado con los horarios, puesto que nos gustaría analizar el último inciso que tiene que ver con el horario adicional para los depósitos de bebidas alcohólicas los fines de semana y días festivos.

No quiero referirme a algo que ya fue aprobado. Los comerciantes de mi distrito estarían aceptando el cierre de sus negocios a las 12 de la noche durante los días de semana y la extensión del horario a los fines de semana.

Por otra parte, hay varios diputados que están dispuestos a considerar la posibilidad de que en sus regiones sea el consejo regional el que establezca los horarios, separando el área turística de la residencial y considerando las características de cada comuna. Esa decisión no será de la diputada Cristi , sino de todos los diputados que analicen el asunto.

Revisaremos la prohibición a los menores de edad para entrar a las discotecas, con lo cual no estamos de acuerdo. Sin embargo, sí lo estamos con otorgar patentes adicionales a los depósitos de bebidas alcohólicas y con introducir alguna modificación al artículo 2º, que tiene que ver con la ley de Tránsito, propuestas formuladas por el diputado Burgos . Por su parte, el diputado Luksic propuso que los supermercados y minimercados tengan patentes limitadas; es decir, que no se les otorgue una adicional para la venta de bebidas alcohólicas porque, obviamente, no sería justo para los pequeños comerciantes establecidos: que además de quitarles la posibilidad de hacer su negocio, se les dé una patente adicional. Es algo de una lógica absoluta que la comisión mixta debe revisar.

Por último, me alegro de que los diputados presentes se hayan interesado en el proyecto y de que podamos seguir buscando medidas que apunten a la prevención del consumo excesivo de bebidas alcohólicas, drogas y tabaco, por cuanto es nuestra responsabilidad como parlamentarios.

No podemos evadir estas materias escondiéndonos o escudándonos permanentemente en aspectos políticos que no resuelven los problemas sociales y de pobreza que afectan a nuestro país. Proyectos como éste responden a nuestro verdadero rol como parlamentarios, ya que a los chilenos no les interesan las divisiones y las discusiones políticas que, por lo demás, no llevan a ninguna parte.

Espero que en la comisión mixta podamos resolver las dudas que quedan pendientes, pero ahora debemos aprobar en general el articulado. Mi interés es ayudar, en alguna forma, a resolver el gra-ve problema del alcoholismo en nuestro país.

Para mi, mis hijos y el resto de mi familia fue doloroso y triste que algunas personas me agredieran e insultaran, por el sólo hecho de apoyar durante tanto tiempo la iniciativa. Fue muy injusto. Por eso, como usted, ayer, señora Presidenta , pido a los responsables de los medios de comunicación que tengan consideración con la dignidad de las personas. La libertad de prensa y de expresión no debe usarse para denostar a los chilenos, en especial a quienes formamos parte de la Cámara de Diputados por un mandato ciudadano.

Ojalá que tales hechos no se vuelvan a repetir y el día de mañana, si un diputado quiere legislar, por ejemplo, en materia de drogas, que ello no signifique poner en peligro su integridad física y la de su familia.

Por lo tanto, pido respeto por las opiniones que podamos expresar en la Sala, a fin de velar por el orden social, la seguridad y la tranquilidad de nuestro país.

He dicho.

-Aplausos.

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